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INTERÉS GENERAL Victoria Chimal

EL ARTE COMO ALIMENTO DEL ESPÍRITU

Pepe Real Desde los 7 años, a Victoria Chimal le nació el interés por las manualidades y el dibujo. A esa edad, lejos estaba de imaginar que su pasión por el arte la llevaría a exponer sus cuadros no sólo en México, sino en Estados Unidos, Ecuador, Perú y Colombia.

Recuerda que a los 14 años su hermana la llevó a una muestra en el Centro Cultural Arte Contemporáneo llamada Los Dalís de Dalí, donde pudo apreciar la obra del maestro del surrealismo y quedó impactada. Desde ese momento Dalí se convirtió en su inspiración, al igual que lo han sido Leonora Carrington, Remedios Varo, además de maestros del muralismo como David Alfaro Siqueiros y Clemente Orozco, entre otros.

La artista está convencida de que la creatividad no tiene límites, fluye y deja que el

pincel la lleve a donde ella quiere. En su afán por descubrir nuevas experiencias artísticas, incursionó también en el body paint, actividad en la que ya lleva siete años trabajando en eventos dentro y fuera del país.

En sus inicios, Victoria se aventuró por distintos caminos hasta encontrar su propio estilo, que ella define como surrealista y enigmático. Un sentimiento, una sensación, tocar las emociones de los espectadores, es lo que Chimal pretende evocar con sus cuadros. “Sin duda mi pasión por lo que hago es lo que busco transmitir, además de tener un mejor y nutrido diálogo con el público a través de mis obras”.

Para la creadora originaria de la Ciudad de México, la pintura representa todo en su vida: “Me ha dado todo, mis mayores alegrías, es mi confidente, y en los momentos más tristes me acoge; es un alimento para el alma, me nutre el pensamiento, me llena el espíritu”.

Chimal revela que para abrirse paso en el mundo del arte tuvo que enfrentar discriminación, falta de espacios y machismo. “Como mujer fue difícil abrirme camino, tuve que tocar muchas puertas para que me dieran la oportunidad de mostrar mis capacidades artísticas, a veces tocaba trabajar sin un pago justo”.

Entre tus creaciones, ¿tienen algún cuadro al que le tengas más estimación?

Sí, se llama “La eminencia de la extinción”, habla de las especies de animales que están en peligro de desaparecer; es un tema que me toca profundamente y nos atañe a todos, por lo cual realicé esa obra para crear conciencia por medio de la pintura.

¿Qué artistas te han inspirado en tu proceso creativo?

Admiro la obra de grandes artistas de la plástica contemporánea como la maestra Hilda Márquez, por su técnica y bello colorido; el maestro Macotela por su obra escultórica; Magda Torres, maestra del hiperrealismo, Martín Cualla, por su técnica muralista, y Karla de Lara, entre otros.

¿Cuál es el más grato recuerdo que tienes de tu trabajo como pintora?

Representar a México en el Encuentro Internacional de Muralismo, donde conocí a varios artistas; fue un intercambio de experiencias muy enriquecedor, conocer nuevas técnicas, otra cultura y arte con diversas propuestas, conceptos y formas de manifestarse.

Platícanos de tu experiencia en el body paint…

Me encanta pintar cuerpos humanos, es emocionante cuando ves un lienzo en movimiento que habla e interactúa con el público. En una ocasión pinté a una mujer que fue víctima de violencia física y psicológica por parte de su pareja; fue muy terapéutico pararse frente al espejo y ver la gran obra de arte que es ella; también suelo pintar en pro de la donación de órganos y tejidos para crear conciencia.

¿Es difícil para ti dar por terminado un cuadro?

Jamás quedo satisfecha cuando termino una obra, quizá porque soy un tanto perfeccionista o porque siempre hay algo más por descubrir en ella.

¿Qué sentimientos te provoca firmar una obra como toque final?

Satisfacción, alegría, placer y emoción de saber que logré mi cometido; también ansiedad por mostrarla a la gente para saber qué reacciones puede causar; es un cúmulo de sentimientos.

¿Actualmente se exhiben tus obras en algún sitio, o está en puerta alguna exposición tuya?

Tengo algunas obras que se exhiben en el Museo José Luis Cuevas y otra que habla de la Divina Comedia en el Museo Comunitario Quetzalpapalotl en Teotihuacán. Acabo de donar una obra para la Cruz Roja Mexicana que se vendió en subasta para obtener recursos en apoyo a esta institución. En colaboración con un amigo escultor, Javier Gómez, vamos a realizar una escultura viviente en la clausura de la exposición Inframundos, un viaje al más allá, de la muestra colectiva que presentamos hace un mes.

¿Cuál es la temática que más te apasiona plasmar en tus cuadros?

La cosmología y el simbolismo, que predominan en casi toda mi obra.

¿Hubo alguna obra de la que te haya sido difícil desprenderte?

De todas las obras me cuesta trabajo desprenderme porque pongo mi mente, tiempo, alma y cariño en ellas, pero es muy gratificante saber que estarán en un lugar donde les brindarán el mismo amor que yo.

¿Qué recomiendas a los jóvenes que quieren abrirse paso en el arte?

Que nunca se den por vencidos, el arte es muy gratificante, hay muchas bendiciones en el camino, pero se consiguen con constancia. Que sean muy observadores y aprendan todo lo que puedan, valoren sus habilidades y sobre todo no se fijen en el trabajo de los demás, enfóquense en ser mejores cada día, superarse a sí mismos para que un día estén satisfechos con sus propios logros.

Como pintora, ¿tienes en la mira algo que nunca has hecho, pero te gustaría experimentar?

Sí, definitivamente aprender a tatuar, estoy en ese proceso; también me interesan la escultura y el grabado.

¿Cuál es la pregunta más rara o incómoda que te ha hecho un periodista?

Una vez me preguntaron que qué opinaba de los egos de los artistas y de los chismes que se dan en el medio.

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