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INTERÉS GENERAL
by EstiloDF
Luis Fernando Zánches
De barista a pintor
Pepe Real Después de haber renunciado a ejercer como abogado, Luis Fernando Zánches recibió una invitación para trabajar de barista en un mercado gourmet de la ciudad de Londres. Ahí se daba tiempo para dibujar en su libreta de bocetos, pero también
se le ocurrió hacerlo en las mangas de los vasos de café que entregaba a los clientes.
Estos detalles llamaron mucho la atención de los parroquianos, hasta que un día llegó la oportunidad que cambiaría su vida: una galería (The Brick Lane Gallery) lo contactó para invitarlo a exponer algunas de sus mangas pintadas junto con otros dibujos. “Ahí vendí mi primera obra, eso me abrió los ojos para ver el arte como una profesión”, expresa.
El artista originario de la Ciudad de México recuerda que desde niño ya dibujaba, algo que siempre se le dio de manera natural. Al mismo tiempo, Luis Fernando estuvo rodeado de arte por parte de su abuelo paterno, el pintor Jorge Sánchez Hernández, quien dedicó su vida al arte religioso.
“Lo veía como algo muy cotidiano, no me metía a analizar el mundo del arte como hoy; sin embargo, gracias a la pintura tan delicada de mi abuelo empecé a ver el arte como algo muy especial desde niño”, menciona.
Zánches revela que el dibujo siempre fue algo muy espontáneo en su vida, “nunca lo vi como una profesión a la que me pudiera dedicar de tiempo completo, es por eso que estudié la carrera de Derecho mientras mi hobby principal seguía siendo el dibujo”.
Sin embargo, tras egresar de la carrera y ejercer por un tiempo la abogacía, en 2017 enfrentó una crisis emocional y renunció al despacho en el que trabajaba. “Por mucho tiempo estaba viviendo la vida de otra persona y no me permitía aceptar que el Derecho no era lo que yo quería realmente, sino lo que los demás esperaban de mí.
“Cuando renuncié empecé a buscar mis propios caminos. Ingresé a un taller intensivo de actuación y me encantó. Al terminar quería estudiar la carrera, pero todo se vio interrumpido porque recibí la invitación para trabajar en el mercado gourmet de Londres”, destaca.
Al ver el impacto que provocaban sus trazos, a principios de 2018 decidió tomar talleres especializados y practicar todos los días para lograr un estilo propio. “Tengo que confesar que lo único que me propuse fue dedicarme a algo que me apasionara. Hoy me doy cuenta de que estoy donde debo estar, soy feliz al hacer lo que me gusta”.
¿Qué significado cobran los colores en tus obras?
Me gusta mucho reflejar el equilibrio entre la luz y la oscuridad. Pero también tiene que ver mucho con el estado de ánimo que tenga en esos momentos: un día puedo amanecer y pintar algo lleno de colores vivos, y al otro día pintar algo más apagado o triste.
En conjunto, ¿cómo se podría definir tu estilo pictórico?
Es una mezcla de corrientes que incluyen neoexpresionismo, cubismo y surrealismo.
También intervienes botellas, prendas y accesorios, ¿cómo se da este proceso?
El arte-objeto es algo que me llamó mucho la atención; decidí no quedarme en el lienzo y buscar la manera de llevar el arte puesto a todas partes, como una obra de arte de bolsillo.
¿Qué otro tipo de arte realizas aparte de la pintura?
Me gusta mucho el arte digital. Desde niño pintaba en Paint. Hoy en día me gusta crear en el Ipad en un programa divertidísimo llamado Procreate, donde hago bocetos y cuadros muy detallados para luego imprimirlos, firmarlos y, si se puede, enmarcarlos.
En tus obras sobresale mucho la temática de los rostros, ¿qué buscas evocar con ello?
Es algo que hago desde niño. Me llama mucho la atención crear mi propio rostro, como una especie de personaje que va apareciendo en diferentes cuadros.
¿Cuál es tu frase de batalla en el arte?
Cada quien tiene una manera única de ver la vida, y el trabajo del artista es expresar esa percepción en su obra.
¿Qué balance haces de tu trabajo como artista plástico, en qué momento de tu carrera te encuentras?
Me siento muy seguro en esta etapa, sé trabajar mejor mi mente sin caer tanto en la frustración. También puedo ver cómo ha evolucionado mi estilo y cómo la gente empieza a empatizar más con mi trabajo.
¿Cuál es la temática que más te apasiona plasmar en tus lienzos y por qué?
Las tribus. Al pintar un grupo de personajes en un mismo lienzo, formando una especie de tribu, es como plasmar toda mi locura en un mismo cuadro.
¿Cómo te defines como artista?
Soy un artista plástico cuya obra abarca desde el dibujo, pintura, arte-objeto, intervención fotográfica y arte digital. Mi intención con la pintura es crear, convertir cualquier situación en una experiencia estética, creando mundos y personajes con mucha vida y, sobre todo, expresión.
Platícanos alguna experiencia curiosa que te haya ocurrido con algún cliente o en una exposición…
Tengo muy marcada la historia de unos posibles clientes que iban a visitar mi taller por primera vez. Estaba muy emocionado, fui a comprar vino y botana para recibirlos bien, ordené el taller dejándolo impecable. Ya me habían confirmado su visita y me pidieron que por favor les apartara dos cuadros. En fin, quedamos alrededor de las 4:00 de la tarde, ya estaba todo súper listo. Pasaron las horas y, para no hacerte el cuento largo, nunca llegaron. Esto me ayudó mucho a simplemente seguir creando, entender que esas cosas pasan, que no todo es color de rosa.