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alimentarias en verano

Con la llegada del verano, es muy común que se quiera disfrutar de un tapeo en una terracita, un día en la playa o el campo o, simplemente, de alguna excursión interesante mientras estás de viaje. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las altas temperaturas y la falta de refrigeración pueden aumentar el riesgo de sufrir intoxicaciones alimentarias. ¡Y eso es lo que menos nos gustaría en vacaciones!

Pero, ¿qué son las intoxicaciones alimentarias? Son afecciones causadas por la ingestión de alimentos contaminados por bacterias, virus o parásitos. Los síntomas pueden variar desde leves molestias estomacales hasta diarrea, vómitos y fiebre. En algunos casos, las intoxicaciones alimentarias pueden ser graves e incluso mortales. Por ello, es importante tomar medidas preventivas.

Es importante que tengas en cuenta que las intoxicaciones alimentarias pueden ser más graves para ciertos grupos de personas, como los niños, las mujeres embarazadas, los ancianos y las personas con sistemas inmunológicos debilitados. Por lo tanto, si estás preparando alimentos para personas de estos grupos de riesgo, debes prestar especial atención.

En este artículo, te ofreceremos algunos consejos para evitar estas reacciones y así disfrutar de tus comidas veraniegas con total seguridad.

Lava bien tus manos y también los utensilios de cocina

Antes de manipular los alimentos, es fundamental lavar bien las manos y los utensilios de cocina con agua y jabón, ya que se encuentran entre los principales vehículos de transmisión de bacterias. También es recomendable usar tablas de cortar diferentes para carnes y vegetales para evitar la contaminación cruzada. ¡Cuidado también con el pollo, ya que en crudo transmite muchas bacterias!

Mantén los alimentos refrigerados

Si tienes planeado hacer una comida al aire libre, es importante que lleves los alimentos en una nevera portátil con hielo. También debes asegurarte de que no estén expuestos al sol durante mucho tiempo, ya que las altas temperaturas pueden favorecer el crecimiento de bacterias. Puedes intentar buscar una sombra o tapar la nevera con una toalla o un pareo. Si vas a cocinar al aire libre, es importante que mantengas los alimentos a una temperatura segura hasta que estén listos para ser cocidos. Si no tienes una nevera portátil, puedes usar una bolsa con hielo, aunque te recomendamos que te hagas con una, ya que es algo muy útil para tus planes de ocio veraniegos.

Cocina los alimentos siempre a la temperatura adecuada

Sobre todo la carne, el pescado y los huevos deben cocinarse a la temperatura adecuada para evitar el riesgo de intoxicación alimentaria. Asegúrate de que la carne y los huevos estén bien cocidos antes de consumirlos.

Si no estás segura de si la comida está correctamente cocinada, puedes usar un termómetro para alimentos. Recuerda que la carne tiene que cocinarse a un mínimo de 74ºC y el pescado, a 63ºC.

Evita el consumo de alimentos crudos

En verano, puede ser tentador consumir alimentos crudos, como tartares de pescado o de carne, puesto que dan mayor sensación de frescor que cocinados. Sin embargo, estos alimentos pueden estar contaminados con bacterias peligrosas. Si decides consumir alimentos crudos, asegúrate de que provengan de una fuente fiable y que hayan sido refrigerados adecuadamente. También tienes que llevar cuidado con algunas salsas como la mayonesa, que, normalmente, se hacen con huevo crudo.

Mantén la higiene al manipular los alimentos

Es importante lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas, así como manipular los alimentos con las manos limpias. También es recomendable evitar el uso de utensilios de cocina que estén sucios o que hayan estado en contacto con alimentos crudos.

Utiliza recipientes lo más herméticos posible

Guardar tus alimentos en recipientes herméticos hará que conserven mejor el frío. Además, si están metidos en una nevera con hielo, evitarás que el agua penetre y pierdan su consistencia.

Las sobras, a la basura o al frigorífico

Aunque esto es algo que deberíamos hacer durante todo el año, en verano es clave. Como te hemos contado antes, si exponemos los alimentos a altas temperaturas estamos favoreciendo la proliferación de bacterias. Además, deberías guardarlas en repientes recubiertos por papel film o envases herméticos.

Siguiendo estos consejos simples, podrás disfrutar de tus comidas de verano sin preocuparte por las intoxicaciones alimentarias. Recuerda siempre mantener la higiene y la refrigeración adecuada de los alimentos para garantizar tu salud y la de tus seres queridos. ¡A por un verano delicioso y seguro!

Aunque parezca mentira, el sol es un elemento esencial para nuestra salud y bienestar, pero también puede ser peligroso si no tomamos las precauciones adecuadas. Las quemaduras solares son un problema común durante el verano, especialmente para las personas que aman estar al aire libre. En este artículo, te brindamos algunos consejos útiles para prevenir las quemaduras solares y proteger tu piel.

La primera medida que debemos tomar para protegernos del sol es evitar la exposición directa durante las horas más calurosas del día, especialmente entre las 12 del mediodía y las 5 de la tarde. Si necesitas salir en esas horas, busca la sombra y usa ropa adecuada para cubrir la piel, como sombreros y gorras o blusas ligeras de manga larga. ¡Un lookazo veraniego que te protege del sol!

Además, es importante que utilices un protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30, aunque lo ideal es usarlo de 50. Asegúrate de aplicarlo generosamente sobre la piel que vayas a exponer y de reaplicarlo cada dos horas o después de sudar o nadar. No escatimes en la cantidad de protector solar que usas, ya que la mayoría de las personas no ponen lo suficiente para una protección efectiva.

También debes tener en cuenta que no todos los protectores solares son iguales. Es importante elegir uno que contenga protección de amplio espectro para proteger contra los rayos UVA y UVB. Además, si tienes la piel sensible, busca un protector solar sin fragancias ni alcohol, ya que estos ingredientes pueden irritar la piel.

Otro consejo importante es proteger los labios Es fácil olvidarse de aplicar protector solar en los labios, pero la piel de los labios es especialmente sensible y susceptible a las quemaduras solares. Por ello, te recomendamos que uses un bálsamo labial con protección solar.

Además de aplicar protector solar, es importante contar con otros métodos de protección. Las gafas de sol son esenciales para proteger los ojos de los rayos UV, que pueden causar daños a la visión a largo plazo. Por ejemplo, puedes usar un sombrero de ala ancha que te proporcione protección adicional para la cara, el cuello y las orejas.

Si tienes la piel sensible, también es importante que tengas en cuenta la ropa que usas. Las prendas sintéticas pueden aumentar la probabilidad de sufrir quemaduras solares, ya que no proporcionan mucha protección contra los rayos UV. En su lugar, elige telas suaves y transpirables, como el algodón, que puede bloquear los rayos del sol.

Es importante prestar atención a las señales de tu cuerpo. Si sientes que tu piel está caliente, enrojecida o dolorida después de estar al sol, es posible que hayas sufrido una quemadura solar. Si es así, busca sombra inmediatamente y aplica una crema hidratante con aloe vera para ayudar a calmar la piel.

En resumen, las quemaduras solares son un problema común durante el verano, pero se pueden prevenir tomando algunas precauciones simples. Evita la exposición directa al sol durante las horas más calurosas del día, usa ropa adecuada y aplica protector solar. Como siempre en estos casos, ¡es mejor prevenir que curar!

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Alimentos ricos en antioxidantes para combatir los efectos del sol y del estrés veraniego

El verano es una época en la que disfrutamos del sol y la playa, pero también puede tener efectos negativos en nuestra piel y nuestra salud en general. El estrés y la exposición al sol pueden dañar las células de nuestro cuerpo, pero hay una solución natural, ¡los alimentos ricos en antioxidantes!

Los antioxidantes son compuestos naturales que protegen nuestras células del daño causado por los radicales libres, que son moléculas inestables que pueden dañar las células y el ADN. Además, pueden ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y otros problemas de salud que están relacionados con el estrés y la exposición al sol.

Cabe destacar que algunos antioxidantes tienen propiedades antiinflamatorias, lo que significa que pueden reducir la inflamación causada por el sol y otros factores ambientales. Si bien es cierto que la inflamación es una respuesta natural del cuerpo a la exposición al sol y otros factores ambientales, debemos tener en cuenta que cuando se produce en exceso, puede dañar las células y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas. ¡Y eso no es lo que queremos!

¿Quieres saber cuáles son los alimentos ricos en antioxidantes que pueden ayudarte a combatir estos efectos del sol y el estrés veraniego? ¡Toma nota!

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