CARAMANCHOS - Nº 8 (2007)

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Sumario Memoria de Actividades Artículos de Prensa Partituras y Canciones Que hablen los niños Mucho por decir Semblanza a la madre Nuestras vivencias del grupo 4. Cosas de nuestro pueblo Anecdotario Calabazón Así nació Caramancho Don Benito. Memoria viva 5. Investigación del Folklore Indumentaria tradicional Patrimonio musical de La Serena 6. Oficios antiguos Mi abuela Antonia Noble oficio, la Herrería (III) 7. Juegos tradicionales Juegos tradicionales 8. Gastronomía tradicional Abuelita, ¡cuánto me acuerdo de tí! Recetas de 1877 Confroncios: sosiegos del hambre (II) 9. Retazos de Extremadura Desde Usagre con amor Extremadura en el júbilo Venid a Plasencia Fiestas de Interés Turísitco Regional 10. Artículos varios Costumbrismo ¿sí o no? Va por ellos La fiesta de los Quintos Se ha caído un árbol A Juanlu, in memoriam

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sumario

1. Presentación 2. Dedicatoria 3. Vida de Caramancho

SUMARIO

Edita: Grupo de Promoción del Folklore Extremeño “Caramancho”. C/. Ancha, 154 (Escuela Municipal de Danza y Artes Escénicas) Apdo. de Correos 276. 06400 Don Benito (Badajoz) Tlfnos. 924 81 37 19 / 680 557 362 / 616 811 162 / 680 187 778 Email. caramancho@caramancho.com / www.caramancho.com ISSN: 1577-5259 * Depósito Legal: BA-45-2001 --------------------------------------------------------------------Diseño - Maquetación - Impresión Infografic. Estudio de Diseño Gráfico. Hernán Cortés 110 entrep. 06700 Vva. de la Serena (Badajoz) Tel. y fax 924 84 70 47 / 655 452 252 www.infografic.net / info@infografic.net Diseño Gráfico * Perspectivas 3D * Fotografía Publicitaria y Catálogos Imagen Corporativa * Logotipos * Páginas web


PRESENTACIÓN

presentación

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Año a año, paso a paso

Y

pasó otro año! Un año más que presentamos una nueva publicación de nuestra revista “CARAMANCHO”. Hace ya el número 8 y parece que fue ayer que empezamos este

reto, que año tras año nos va llenando de satisfacción. No nos cansamos de decir que la revista “CARAMANCHO” ve la luz gracias a los articulistas y a las casas colaboradoras y no nos cansaremos, tampoco, de agradecerles y reconocerles siempre el esfuerzo que a cada uno le supone la colaboración. En estas páginas queremos mostrar un poco de nuestra labor durante el año: actividades, actuaciones, viajes, así como artículos que esperamos sean

Caramancho no se cansa de dar gracias a los colaboradores y articulistas

de su interés. No es fácil compaginar nuestras vidas personales (familia, trabajo) con el tiempo que dedicamos al Grupo y por ello queremos pedirles disculpas por sí alguna vez no podemos atender todos los compromisos. Nuestra recompensa al esfuerzo y al trabajo siempre será la satisfacción de ver en la calle nuestra revista y el gozo de aquellos que disfruten con la variedad de su contenido. Sólo nos queda desearles que les guste la revista y que puedan ver en ella un vínculo entre el Grupo y todas las personas que nos han seguido a través de todos estos años. Gracias.

Grupo de Promoción del Folklore Extremeño “Caramancho”.


DEDICATORIA 2

Pertenecer a la memoria, permanecer en la vida

H

Unas palabras de Eduardo... Carta a mi buen amigo Juanlu. Estimado Juanlu: Estas notas que te escribo son para recordar el tiempo que hace que nos conocemos y los buenos momentos que en todos estos años hemos vivido juntos. Desde principios de los años 70, cuando aún siendo un niño solías ir por el centro de la JOC en la calle Granados donde te gustaba jugar el ping-pong y donde te entretenías con el grupo de jóvenes que iba por allí, desde entonces no hemos perdido la amistad y desde entonces nuestro afecto mutuo ha ido en aumento. En el año 77, cuando se fundó el Grupo Caramancho, te

integras en él formando parte del cuerpo de baile; siempre fuiste una persona querida, por tu carácter tan jovial, alegre y entrometido. ¡Es difícil pasar por alto los años pasados, que fueron muchos y buenos! Te acordarás de las marchas que hacíamos cada domingo con Luisa, Pedro, Dolores, Valen, Loren, Paqui y alguno más que se unía algún día. Las incidencias del tiempo no podían con nosotros: Cuando después de un chaparrón salía el sol, solíamos decir el refrán “no hay clara que no sea p...”. De las acampadas, mejor no hablar. En esos años, componentes del Grupo Caramancho y todos mis sobrinos marcaron huella en

nuestras vidas y si no que se lo pregunten a cualquiera de los que íbamos, y mejor no profundizar porque no acabaríamos nunca. ¡Y qué te voy a decir de los buenos ratos pasados en el bar después de los ensayos y el cachondeo en el autobús cuando el Grupo salía de actuación por toda España! Juanlu, no quiero alargarme más, tú sabes que para nosotros, el tiempo no cuenta pero sí quiero decirte que estuve hablando con el amigo Alberto para informarle de todo lo ocurrido: se quedó sin palabras, como nos pasó a todos. Te echamos de menos. Con un abrazo se despide tu amigo. Eduardo.

Unas palabras de Joaquín... Estas son, a grandes rasgos, mis vivencias con Juanlu, en esta humilde colaboración para la revista, colaboración que no puedo eludir por el afecto y la amistad que nos unieron. Siendo un joven de 17 años, entra a formar parte del Grupo desde sus inicios. Para todos, era el niño por su sencillez y su amabilidad; participaba en los ensayos con ilusión y desarrollaba su responsabilidad en todas las actuaciones que íbamos teniendo. Era alegre, amigo de sus amigos, trabajador, comunicativo y comprometido. Sin perder su buen humor, maduró mucho en poco tiempo. Por motivos de trabajo, se ausentó en varías ocasiones de Don Benito pero, siempre que volvía, se

interesaba por los amigos y compañeros con los que llegó a tener compromisos adquiridos. En las investigaciones que se llevaron a cabo a partir del 1979 por parte del Grupo, referidas a trajes, utensilios, abalorios, jotas, danzas y coreografías, él fue el escogido para posar con el traje típico de gala de nuestro pueblo, cedido al Grupo por una familia de la localidad. En momentos ya difíciles de sus últimos años, me comentaba que una de las mejores etapas de su vida había sido la que le permitió haber compartido y haber hecho amigos inolvidables en el Grupo Caramancho. Desde aquí puedo decir que siempre estará presente en todos los amigos y compañeros del folklore y que el afecto que te profesamos nos hará quererte y recordarte siempre. Joaquín.

dedicatoria

emos querido aprovechar la presentación de esta número 8 de la Revista Caramancho para dedicársela a un antiguo componente que no por ser antiguo dejaba de ser joven, que aunque ya no estaba en activo, seguía sintiéndose Caramancho. Tenía 17 años cuando comenzó en el grupo, fue uno de los primeros que se sumó a la idea de formar un grupo en Don Benito, hablamos de Juan Luis Muñoz Moreno, Juanlu, como le conocimos todos y que nos dejó el pasado mes de septiembre. Dos de los que fueron compañeros y amigos han querido expresar con palabras un sentimiento común entre todos los que te conocimos y quisimos. Muere lo que se olvida Grupo de y a ti Juanlu, Promoción del no te olvidaremos Folklore Extremeño NUNCA. “Caramancho”.


La vida de CARAMANCHO


LA VIDA DE CARAMANCHO. MEMORIA DE ACTIVIDADES 4

O

tro año más en la vida de Caramancho, otro año más lleno de cultura, tradiciones, música, diversión y, como no, esfuerzo y amor hacia el folklore. Ha sido un año intenso, lleno de emociones y nuevas experiencias; es por ello, por lo que queremos compartir nuestra memoria de actividades con ustedes de modo que, de forma imaginaría, puedan sentir y visitar las ciudades visitadas por nuestra agrupación, su cultura y tradiciones. Pero no podemos olvidar nuestra cultura, por este motivo, el día 24 de Noviembre pusimos en escena el Espectáculo Audiovisual “Caminando por Extremadura”. En él escenificamos 8 estampas de algunas de las fiestas de interés turístico regional más representativas de nuestra comunidad autónoma. El “Jarramplas”, los “Empalaos”, las “Purificás de Monroy”, el “Pero-Palo” y como no “La Velá” entre otras, formaron parte de esta representación en la que contamos con grandes colaboraciones como Mariluz cantando una espectacular saeta, miembros del conservatorio municipal y Abigail Mera que nos deleito con una interpretación mezclando la danza clásica y la representación de algunas de las fiestas de nuestra comunidad. El primer día de diciembre, en nuestro afán por la cultura, presentamos el nº 7 de la revista “Cara-

Actividades

Memoria de actividades


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LA VIDA DE CARAMANCHO. MEMORIA DE ACTIVIDADES Llegaba el final de año, y ¿Qué mejor manera que celebrarlo con una cena de grupo? En ella, hubo buen humor, unión entre todos los componentes, desde las secciones más jóvenes hasta la titular, y como no algo de folklore para rematar la fiesta.

manchos”, en el cual la rondalla amenizó el acto interpretando varios temas de nuestro folklore. Días más tarde, realizamos una misa extremeña en la Iglesia de Santiago con motivo de una unión matrimonial. El día 11 las escuelas de folklore, participaron en un Festival benéfico que organizó el Ayuntamiento de nuestra localidad. A mediados de mes, tuvo lugar la “Muestra de Villancicos” organizada por la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Don Benito en la que participaron las secciones infantiles y juveniles acompañados de la rondalla.

También a mediados de mes, realizamos una muestra de folklore en los Asilos “Madre Teresa Jornet” de Don Benito y “Felipe Trigo” de Villanueva de la Serena con motivo de la Natividad del Señor.

Casi sin darnos cuenta estamos dentro del año nuevo, y en todas las asociaciones llega el tiempo de hacer balance del estado de la misma. Por ello el 17 y 18 de marzo, varios componentes de nuestra agrupación se desplazaron a la cacereña ciudad de Trujillo, para asistir a las Asambleas Generales Ordinaria y Extraordinaria de la Federación Extremeña de Folklore. Una semana más tarde, celebramos nuestras Asambleas Generales Ordinaria y Extraordinaria. El día 5 de mayo, cantamos la misa extremeña en honor de San Gregorio en el día de su festividad. Una vez finalizada, nos dirigimos hacia el teatro Imperial de nuestra localidad para realizar nuestro particular homenaje a las madres, y como no podía ser de otra manera, lo hicimos de la mejor manera que sabemos, cantando y bailando. En esta ocasión contamos con la colaboración de Dña. Rosario Pinto, que hizo lectura de una semblanza a todas las madres. Al día siguiente, la agrupación infantil acompañados de la rondalla, se desplazaron hacia el hogar de la patrona de Extremadura para participar en el Festival “Ángela Capdevielle” que se realizó en Guadalupe con motivo de su año jubilar. Allí convivimos y

compartimos escenario con grupos de toda Extremadura. Una boda es siempre motivo de celebración y alegría, y más si la persona que contrae el sacramento es una compañera. El 12 de mayo tuvimos una actuación especial, cantar nuestra Misa Extremeña en el enlace de Beatriz y de su “mañico” Ángel; una ceremonia, llena de emociones puesto que a la alegría de compartir éste especial momento en su vida con todos sus familiares, amigos y con nosotros, sus compañeros, se unían todos esos sentimientos que

surgen cuando uno marcha de su tierra para emprender una nueva andadura, que


LA VIDA DE CARAMANCHO. MEMORIA DE ACTIVIDADES 6 Diez días más tarde, realizamos una muestra de folklore en el Ave María con motivo de una boda civil.

de todo corazón deseamos que sea muy feliz y duradera. A principios de Junio, tuvo lugar la Clausura de las Escuelas de folklore en el Ave María. En ella participaron, a parte de las escuelas, la agrupación infantil y la rondalla. La noche de San Juan,

nos encontrábamos en una localidad cercana, Valdecaballeros, para realizar una de las actuaciones en la Unidad Móvil de la Junta de Extremadura. El 4 de Julio, varios componentes del grupo, participaron en el programa “La Tarde” que se emite por nuestro canal autonómico.

Una semana más tarde, realizamos una misa extremeña en la parroquia de Santiago en una ceremonia un tanto especial, ya que se trataba de varios matrimonios que renovaban sus votos en sus bodas de plata o de oro. Terminada la celebración, nos dirigimos a la casa parroquial de Santiago para hacer una muestra de follklore en honor de estas parejas.

Al día siguiente, tuvo lugar el II Festival Juvenil de Coros y Danzas “Ciudad de Don Benito” que organiza la Asociación de Vecinos de Santiago y en el que participaron los grupos juveniles de “La Encina” Olivenza, “Virgen del Rosario” de Huertas de Animas Trujillo y el grupo anfitrión “Caraman-

cho” de nuestra localidad. El festival concluyo con la interpretación conjunta de todos los grupos participantes de una de las jotas más representativas de nuestro folklore, la Uva.

del mismo mes, Don Benito se vestía de colorido, luz, alegría, cantares y danzas, llegaba a nuestra localidad los Festivales Folklóricos “Don Benito 07”. El viernes 10 daba comienzo el Festival con el Festival Internacio-

El 7 de agosto, nos desplazamos hasta Manchita para realizar una actuación en homenaje a los mayores en el “Día del Mayor”. En ella, participaron el grupo juvenil y titular acompañado de nuestra rondalla.

nal de los Pueblos del Mundo, en el que este año participaron el Conjunto de bailes y música “Uzory” de Alexandrov (Rusia) la asociación artístico cultural “Doka Pavlovíc” de Servia y en representación de nuestro país el grupo “Caramancho”.

Dos días después, nos encontrábamos en Miajadas para participar en su Festival Regional de folklore en sus ferias y fiestas. En dicho festival, compartimos escenario con el grupo “El Pandero” de Arroyo de la Luz y el grupo anfitrión “La Dehesilla” de Miajadas. Los días 10 y 11

Al día siguiente, continuamos con el Festival Nacional, en el cual contamos con


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LA VIDA DE CARAMANCHO. MEMORIA DE ACTIVIDADES el grupo de Coros y danzas “Museo de la Huerta” de Alcantarilla (Murcia) y el grupo de Coros y Danzas “Mancha Verde” de Argamasillas de Alba (Ciudad Real). La noche del 20 de Agosto, emprendíamos un viaje inolvidable para muchos de nosotros, ya que se trataba de nuestro primer viaje internacional. Partíamos hacia tierras extranjeras, más concretamente a la “molto bella” Italia. Pero nos quedaba un largo camino por recorrer, lleno de visitas turísticas y sobre todo de buen humor. La mañana siguiente, nos encontrábamos en nuestro país vecino, y como eso de viajar da mucho apetito, que mejor manera de saciarlo que con una buena paella. Continuamos nuestro recorrido, y pasada la tarde llegamos a la ciudad de Nimes donde después de una cena, paseamos por sus calles y visitamos algunos de sus parques y plazas. Al día siguiente, partíamos hacia Niza para visitar sus lugares de interés turístico. Continuando con nuestro viaje, llegamos al Principado de Mónaco, donde visitamos su zonas mas comunes y como no su principado. Después de todo un día de excursiones, tocaba hora de continuar la noche de viaje para llegar la mañana del 23 a Trento (Italia) donde nos alojaríamos en la “15ª edizione EUROFOLK Ballets 2007”. Durante nuestra estancia en esta bella ciudad, contemplamos monumentos, plazas y parques, y como no podía ser de otra forma, degustamos la típica comida italiana. Pero no todo era ver monumentos y degustaciones de platos típicos. Esa misma noche, nos desplazamos a la ciudad de Bedollo para realizar una muestra de nuestro folklore compartiendo escenario con el grupo local y con las agrupaciones “Timisul” de Rumania, “Brotnjo” de Bosnia Herzegovina con las

que compartiríamos también alojamiento. La noche siguiente, el festival continuaba en la localidad de Cavalese donde volvíamos a ser arropados por el calor del pueblo Italiano y de los componentes de su agrupación folklórica. El sábado 25, continuamos el festival en la ciudad de Mezzano donde el grupo local nos deleito con su folklore. Nuestro estancia en Italia, estaba llegando a su fin, por ello el domingo realizamos dos muestras de folklore para dar por finalizado el festival. La primera tuvo lugar por la mañana en la pequeña localidad de Gardolo para después desplazarnos a la ciudad de Carano donde por la noche se daría por cerrado el festival. Esa noche nos despedimos de todas las amistades que habíamos hecho con los grupos participantes, ya que a la mañana siguiente partíamos nuevamente hacía nuestro país. Después de un largísimo viaje, llegamos entrada la noche a la ciudad catalana de Roses, donde después de pasar una rato en la playa nos fuimos a descansar al hotel. La mañana siguiente, visitamos el paseo marítimo de la ciudad y después de comer emprendíamos nuevamente el viaje de vuelta, para llegar finalmente a nuestra localidad el día 21 por la mañana. “En un lugar de la mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…” ¿Quién no ha escuchado alguna vez estas palabras? Seguramente todos sepan a que libro pertenece. Y ustedes se preguntaran, ¿Qué tiene que ver todo esto con Caramancho? Nos encontramos en la ciudad de Argamasilla de Alba (Ciudad Real) para participar en el Festival de Folklore en honor a su patrona la Virgen de Peñarroya. En nuestra estancia escuchamos una estrofa de una canción popular man-


LA VIDA DE CARAMANCHO. MEMORIA DE ACTIVIDADES 8

chega la cual decía “Si vas a la mancha no te alborotes, porque vas a la tierra de Don Quijote”. Esta canción tiene un gran valor sentimental para todos los argamasilleros, ya que según

cuentan los antiguos, D. Miguel de Cervantes paseaba por las calles de Argamasilla de Alba, cuando fue condenado a ingresar en la “Casa de Medrano” por asuntos o líos de faldas, posible-

mente con Dña. Magdalena de Pacheco, hermana de D. Rodrigo de Pacheco, al que algunos autores consideran modelo en el que se inspiró Cervantes para su personaje D. Quijote. El 14 de Septiembre, volvimos ha actuar en las unidades móviles de la Junta de Extremadura, esta vez tuvo lugar en la localidad de Baterno. La noche del 11 de Octubre es muy especial para todos los dombenitenses, ya que es la noche de la Velá, en la que despedimos a nuestra patrona asta que el próximo año vuelva a estar presente en el pueblo. Esa misma noche, realizamos una misa extremeña en la solemne novena de nuestra patrona. Una vez celebrada, bailamos a nuestra patrona la jota de las Hilanderas y acto seguido la sección juvenil realizaba una muestra de folklore en su honor, en la que, para muchos de sus componentes, era su primera actuación delante de nuestra

patrona. El acto finalizo con la actuación del grupo titular. Por último, nuestro grupo ha asistido, como todos los años, a las Jornadas de Coordinación de Música y Baile que realiza la Federación Extremeña de Folklore celebradas en Miajadas (Cáceres) durante el fin de semana del 10 y 11 de Noviembre, donde se han aprendido diferente bailes entre ellos Los Tapiales de Vva. Serena, El Fandango de Alburquerque, Rondeña Casillana de Casillas de Coria y Jota Cruzada de Plasencia. Y sin darnos cuenta, hemos llegado al final de este año tan repleto de cultura, danzas, canciones, folklore… En una palabra, tan repleto de “Caramancho”.

Grupo de Promoción del Folklore Extremeño “Caramancho”.


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LA VIDA DE CARAMANCHO. ARTÍCULOS DE PRENSA

En los medios

Artículos de Prensa


LA VIDA DE CARAMANCHO. ARTÍCULOS DE PRENSA 10

Grupo de Promoción del Folklore Extremeño “Caramancho”.


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LA VIDA DE CARAMANCHO. PARTITURAS Y CANCIONES

en fa mayor

Partituras y Canciones La Zarzuela Proviene de las estudiantinas de Carnaval sobre el año 1800. Se bailaba y cantaba al final de las típicas capeas en la Plaza Mayor, por las fiestas de Pascua y alrededor de las hogueras en honor de la Virgen del Rosario, patrona de Huertas De Animas, (aldea de Trujillo situada a 2 km de dicha ciudad). El nombre de la pieza proviene del enredo de las ramas de la zarzamora cuando se mueven por la acción del aire.

ESTRIBILLO: ¡AY! La Zarzuela madre ¡cómo la revolea el aire! ¡AY! Cómo la revolea, ¡cómo la revolea el aire! Si piensas que por verte, vida mía salgo a la calle, Tengo calor y quiero, vida mía, que me de el aire. Vida mía que me de el aire, vida mía, que me de el aire, Si piensas que por verte, vida mía salgo a la calle ESTRIBILLO No creas que por verte, vida mía vengo corriendo Tengo el trigo en la era, vida mía, y está lloviendo Vida mía y está lloviendo, vida mía, y está lloviendo No creas que por verte, vida mía vengo corriendo ESTRIBILLO Si piensas que por verte, vida mía salgo al egio Voy en busca del burro, vida mía, que se ha perdío vida mía que se ha perdio, vida mía que se ha perdío, si piensas que por verte, vida mía, salgo al egío ESTRIBILLO


LA VIDA DE CARAMANCHO. PARTITURAS Y CANCIONES 12

La Pirroquia

Partituras y Canciones

Ésta es, la canción popular, una canción de corro de nuestra localidad que en esta ocasión se ha decidido presentar, por ser una pieza bastante conocida por incluso formar parte de títulos literarios como “Las canciones del pueblo español” Juan de Aguila y/o de diverso trabajos musicales : ”canciones populares “ , “compañeros de Viaje” (Tahona)…

Ayer tarde en la función, cuando el cura predicaba, toda la gente lloraba menos el pobre Simón.

¿Por qué no pagas Simón? Le pregunta la tía Eustoquia. Yo no soy de la pirroquia y los que pagan lo son. (bis)

En cuaresma y la pasión que la iglesia celebraban toda la gente ayunaba menos el pobre Simón

¿Por qué no lloras simón? Le pregunta la tía Eustoquia. Yo no soy de la pirroquia y los que lloran lo son. (bis)

Cuando la recolección, todo el mundo afanaba y contentos trabajaban menos el pobre Simón

¿Por qué no ayunas Simón? Le pregunta la tía Eustoquia. Yo no soy de la pirroquia y los que ayunan lo son. (bis)

El de la contribución de una en otra casa andaba; toda la gente pagaba menos el pobre Simón

¿no trabajas tú Simón? Le pregunta la tía Eustoquia. Yo no soy de la pirroquia y los que trabajan son. (bis)


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LA VIDA DE CARAMANCHO. PARTITURAS Y CANCIONES

Partituras y Canciones

Jota de Almendralejo

Ésta danza que tiene una antigüedad de más de 200 años, se bailaba en las fiestas y matanzas. Al llegar la primavera, las mozas marchaban a la era para montar en el trillo; al anochecer y en el palenque de la era, lo bailaban con los trilladores. En la mitad de la danza, los mozos se arrodillaban y lanzaban requiebros a la moza.

Al entrar en Almendralejo, Vi de tu hermoso retrato (bis) lo vi de tu cuerpo gentil, que hace pecar a los santos (bis) carita de serafín ESTRIBILLO 1: Y una niña bonita, que del cielo bajó, con el pelo tendido y en la punta una flor, y en la punta una flor, y en la boca un clavel, a esa niña bonita la quisiera yo ver. Ven acá vino tintillo, hijo de la cepa tuerta, que estás deseando de entrar y yo de abrirte la puerta, que mira, mira que te mira, que mira, mira como vengo. Vengo borracho perdío, a causa de mi dinero, que mira, mira que te mira, que mira, mira como vengo ESTRIBILLO 2: Para que te quitas y aluego te pones, en la ventanita ramitas de flores, para que te pones y aluego te quitas ramitas de flores en la ventanita.

Raquel Valadés Gil Mª de los Ángeles Gallego Martín

Señor Alcalde Mayor, no prenda usted a los ladrones (bis) porque tiene usted dos hijas que roban los corazones, que roban los corazones Señor Alcalde Mayor ESTRIBILLO 1 Las muchachas de mi pueblo usan abrigos de pieles y yo con mi chaqueta rota me rio de las mujeres que mira, mira que te mira, que mira, mira como vengo Traigo la chaqueta rota cosía con jilo negro, que mira, mira que te mira, que mira, mira como vengo ESTRIBILLO 2


Que hablen los niños

S

oy una componente del Grupo Caramancho Juvenil, estoy muy satisfecha de estar bailando y espero seguir mucho tiempo.

He vuelto a bailar a pesar de haberlo dejado cuando chica, sin embargo la relación sigue siendo excepcional con mis compañeros. Ely Ruíz Casado. Estoy muy contento de estar en el grupo Juvenil. Me lo paso genial aunque a veces hay que ponerse serio. Hacemos muchos amigos y fuera del grupo algunos nos relacionamos. Enrique Moreno Gallardo. Soy un componente del Grupo Caramancho, para mí fue una gran satisfacción poder entrar en el grupo y sentirme desde el principio tan bien acogido. A día de hoy me queda mucho por aprender. Este reto que afronto con muchas ganas, puesto que con la ayuda de mis compañeros y amigos lo haré posible. Víctor Manuel Velarde Sánchez. Llevo desde los 4 años en Caramancho. Mi nombre es Sherezade, mi paso a los juveniles me ha servido para mucho, como para relacionarme más con la gente, aunque al principio te sientas con vergüenza, los compañeros te dan seguridad y te ayudan a ser más sociable (la ex-

periencia es muy bonita). Sherezade González Aparicio. Soy Fermín, reconozco que aquí me entré con algo de miedo, por no saber con lo que me iba a encontrar, pero entrar es una de las cosas de las que no me arrepiento, jamás me imaginé que bailar sería tan divertido, y estoy muy contento. Fermín

Con el grupo aprendes a relacionarte y los compañeros te dan seguridad El paso a los juveniles no me lo esperaba, pero me ha gustado y los compañeros me caen genial. Llevo muchos años en el grupo y en todo este tiempo he aprendido cosas nuevas. Espero seguir muchos años más. Fátima Ruíz Leal. Aunque ya había bailado antes con los juveniles, el paso de infantil a juvenil me ha sido como una sorpresa. He conocido a mucha gente

y he hecho muchos amigos. Me lo estoy pasando muy bien. Antonio Gallego Moreno (Toñete) Mi nombre es Julia y llevo poco más de un año en el Grupo. Empecé cuando era pequeña e iba al colegio, pero cuando le terminé no me atreví a empezar en el grupo Caramancho. No sé porqué no lo hice. A lo mejor por vergüenza a el que dirían de mí. Me alegro de haberme decidido y haber conocido a más gente con la que me llevo genial. Espero no irme nunca. Julia Moreno Gallardo. Mi nombre es Enrique. Cuando era pequeño formaba de la escuela de Caramancho y me aburrí. Pero ahora que ya soy un poco más mayor, me he dado cuenta que me gusta bailar y por eso he vuelto hace aproximadamente un año. Los compañeros son excepcionales y me lo paso genial con ellos en los ensayos sobre todo, pero también en las actuaciones. No quiero dejar el grupo ya que cada día aprendemos un poco más y aunque también venimos a pasárnoslo bien, nuestro objetivo es aprender a bailar, para que nosotros, los juveniles, seamos los que hagamos que el grupo continúe con su extensa andadura. Enrique Rodríguez Muñoz. Niños del Grupo Infantil que han pasado al Juvenil.

Que hablen los niños

LA VIDA DE CARAMANCHO. QUE HABLEN LOS NIÑOS 14


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LA VIDA DE CARAMANCHO. MUCHO POR DECIR

Mucho por decir

Mucho por decir

M

í querido grupo Caramancho: Hablar de Caramancho es hablar de amor por el folklore, pero sobre todo es hablar de amistad, compañerismo e ilusión. Hay tantos momentos que afloran en mi mente que no sabría cómo resumirlos... Recuerdo mi primer ensayo. Fuimos Genari, Tere y yo a apuntarnos al grupo en la calle El Pilar. Empezamos bailando en juveniles y nuestro reto era estar en el grupo mayor cuanto antes, por ello pusimos todas nuestras ganas para aprender rápido, y lo logramos. A partir de ahí empezó una larga y feliz trayectoria como componente del grupo. No queríamos perdernos ningún ensayo, para así poder bailar en todas las actuaciones. Había que llegar temprano para preparar el repertorio. Unas veces salía bien, otras teníamos que repetir por algún paso que se resistía o algún sitio que no cuadraba...Y, aunque cansados, al acabar de ensayar llegaba el tiempo de compartir una coca-cola con un grupo de amigos en el que intercambiábamos opiniones, siempre intentando mejorar. Los días de actuación disfrutábamos muchísimo. Eran largas horas de autobús, pero muy divertidas. Cantábamos, reíamos, hablábamos...

Luego llegábamos a los pueblos corriendo para vestirnos, con el traje bajo el brazo y los nerviosa flor de piel, siempre pensando en hacerlo lo mejor posible. Cuando terminaba la ac-

os animo para quen no se pierdan las tradiciones de Don Benito, nuestro pueblo tuación, salíamos todos relajados y felices por los aplausos recibidos y llegaba el momento de compartir ese bocadillo, recompensa por el deber cumplido. ¿Actuaciones a destacar? Pues no sabría qué decir. Han sido muchas y todas muy buenas. Recuerdo cuando fuimos al programa de Televisión Española “Gente Joven”. Fue algo increíble actuar delante de tantas cámaras, visitar los estudios de televisión, ver a famosos de cerca.. .Es algo que nunca olvidaré, quizá porque todo esto sucedió en mi adolescencia, esa etapa de la vida de una persona en la que adquieres una serie de valores que te enseñan a convivir con un grupo de amigos de distintas edades que comparten tus mismas

aficiones. Cuando hablo de convivencia me viene a la memoria el viaje a Alemania. Fueron once días conviviendo todos juntos en un autobús. Lo bien que lo pasábamos cuando parábamos en áreas de servicio para freír esos huevos o hacer esa sopa de sobre que tan bien no sentaba. Recuerdo los melones rodando por el pasillo del autobús. Una de las noches que pasamos en París, tuvimos que dormir en el autobús. Recuerdo que al día siguiente despertamos en medio de una manifestación en plena Plaza de la Concordia. Eran un grupo de médicos y sanitarios, todos vestidos de blanco y portando un ataúd. Nos reímos un montón. Son tantas y tantas anécdotas que contar, que no tendría suficiente revista. Por eso debo despedirme ya, no sin antes agradecer al grupo y sobre todo a ti, amiga Genari, que me hayas brindado esta oportunidad de volver a contactar con el grupo, con MÍ grupo, porque aunque han pasado muchos años y todos cambiamos de lugar de residencia y de forma de vivir, hay un trocito en mí que no cambiará nunca, y es sentirme Caramancho. Desde aquí os animo a seguir adelante con el grupo, para que no se pierdan las tradiciones de nuestro pueblo, Don Benito, que siempre llevo en mi corazón, junto con nuestra querida Virgen de las Cruces. Un abrazo.

Rosa María Mena Casado


Semblanza a la madre

M

(Realizada por la autora en el Festival “Día de la Madre” 2007) uy buenas noches a todos y especialmente a estas maravillosas mujeres, por las que estamos aquí esta velada, puesto que todo se lo merecen. Tengo que manifestar mi agradecimiento a la dirección de nuestro querido y admirado grupo Caramancho, por haber pensado en mí, para hacer esta semblanza a la madre y de esta manera haberme dado la oportunidad de proclamar en voz alta el homenaje diario y callado que yo hago a la mía, viendo en ella a todas las madres, a la madre por antonomasia. Remontándome a años anteriores (en los que he tenido la suerte de estar siempre presente en la celebración de este día), me emocionó sin duda cada descripción, cada retrato, cada pintura que hicieron con la palabra, de nuestras queridas madres,., todos los que me precedieron en esta tarea. Y digo todos, porque siempre fueron hombres los que subieron a este estrado y desde luego supieron ensalzarlas con bellísimas expresiones, siendo hijos y esposos. Hoy, esta humilde voz, puede aportar su punto de vista desde la perspectiva de hija y también desde el experimentado y maravilloso sentimiento de ser madre. Como hija o hijo, y todos lo hemos sentido, en los primeros estadios lila vida, identificamos a la madre con la seguridad, con el primer rostro que vemos al despertar cada mañana, con las caricias y los besos nías tiernos, con el olor a ropa limpia, planchada, con el sabor de nuestra comida favorita, con esa mano que siempre está ahí para levantarnos de cualquier tipo de caída y con tantas y tontas cosas a las que creemos tener derecho y la escasez de nuestros años no nos permite valorar. Pero vamos creciendo y con ello, tomando consciencia de que los hijos somos objetos del amor humano mas grande e incondicional que existe, el de nuestra madre, Y así, nos vamos fijando en sus detalles, nos vamos empapando de su entrega callada, gratuita, de su abnegación y parecemos otro día a ella sería nuestro mayor orgullo. Y es por ello que en este poema corto pero intenso, que escribí en su momento, intenté atrapar todo este sentimiento, diciendo así:

Andar de puntillas, dar todo y olvidarse, amar en silencio, nada hay que pagarle. Espejo que miro para reflejarme. Sólo parecerme al marco. Sí, madre.

Semblanza a la madre

LA VIDA DE CARAMANCHO. SEMBLANZA A LA MADRE 16

De esta manera, todo el inmenso amor recibido nos va preparando un corazón maternal, en el que anidarán todos los nobles sentimientos que ella nos inculcó y que un día volcaremos en nuestros hijos con la misma gratuidad que a nosotros se nos dio, Hoy, gracias a Dios, experimento el regalo de la maternidad, y por eso quiero, admiro y comprendo aún más, si cabe, a mí madre. Es ahora que puedo ponerme en su piel y decir con toda propiedad aquello que un día plasmé en estos versos.

No existe nada más pleno que el amor de madre a hijo, pues es un amor tan fijo que de renuncia está lleno; y es que al llevarlo en el seno, el corazón se le enciende y la razón desatiende si un día ese hijo le agravia; mas nunca actuará con rabia al contrario, le defiende.


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LA VIDA DE CARAMANCHO. SEMBLANZA A LA MADRE

Y continúo diciendo que hoy no sólo se merecen un homenaje las madres, sino también toda aquella persona que tenga corazón de madre, entendiendo por ello todo corazón que se entrega a los hijos de los otros, sean niños, enfermos o ancianos, con el esmero celo y cariño como una madre sabe hacerlo. Ellas o ellos, aún no teniendo hijos a su cuidado, también son madres. Y ahora permitidme terminar de

la misma forma que comencé, queriendo proclamar en voz alta la poesía que escribí a mi madre en el mes de enero por su último cumpleaños. Ella, gracias a Dios, está aquí hoy con nosotros y para mí representa también a todas esas mujeres de edad parecida a la suya, que vivieron una infancia de guerra, una juventud de posguerra y una madurez dura y difícil, sacando a sus hijos adelante con toda dignidad. Ellas que ya vi-

PARA PAULA

en pechos de cristal,

( A mi madre, en su 83 cumpleaños, el 29

en senos de rocío,

de enero)

en cántaras de hielo,

I

en regazos de niebla.

Ya se barruntaban

IV

en el aire

Y esa luz temblorosa,

vientos de güeña.

balbuciente, azorada, pequeña,

Ya en cada piel se adivinaba

aún sin yo saberlo, en el tiempo

una herida,

fue mi primavera.

un estigma, una llaga.

Primavera, donde dorados matices

Y el sol, en su ocaso,

de colores, de luces, de aromas,

iba tiñendo de púrpura

se fundieron en un beso

el dintel de cada puerta.

pero no para ella.

II

V

Las sombras de los jaramugos,

Para ella, sólo días de penumbras,

se iban haciendo

días de segar infancias,

más largas, más negras,

de largas caminatas,

donde tropezaban

de cielos sin cobijos,

todas las frías escarchas

de gritos ya sin gritos,

de todas las noches irías de enero

de olores a trincheras,

con sus empinadas cuestas,

de fríos escalofríos,

Y en una de esas pendientes

de puerta sin salida,

no se supo cómo...

de hogaza seca.

¡una estrella!

VI

III

Y así, sin parar el tiempo

Una estrella que fue hija de invierno

porque el tiempo nunca para,

y su boca amamantó la rosada

sólo aprieta

vieron la primavera, el verano y el otoño de su vida y se encuentran en el invierno, nos siguen llenando de esperanza. Y una vez viudas, faltándoles su otra mitad, siguen iluminándonos con su sonrisa y admirándonos por su fortaleza. Para ti, madre, este recorrido por tu vida y también para todas las madres.


LA VIDA DE CARAMANCHO. SEMBLANZA A LA MADRE 18 ...o mata o no respeta,

cuando la sombra amada, fue ciprés

así llegó el verano a su vida,

y ella quedó aquí tan sola, tan quieta,

sin cosechas;

con el alma en la otra parte

sólo con la del hambre,

pero sin saber cruzar la acera.

la que doblega el cuerpo, pero ¿ y la de sueños?.

IX

¿Es que no hay fronteras?

Todos los verdes, de golpe, tomáronse amarillos,

VII

todos los regueros de savia

Pasó de la niñez

se secaron a un tiempo.

al abismo de ser mujer

Todos los trigos, amanecidos en la orilla,

adulta, completa;

se volvieron de arena.

con las mismas ansias de querer hacerse

Los ecos se apagaron,

y aún no estar hecha.

los paisajes enmudecieron

Se completó a golpes de la vida

y el hilo que unía su vida a la vida

pero también de ternura,

se tino de invierno.

de caricias, de besos de aire y de promesas.

X

Él puso en la copa, iodos los anillos

Estelas de plata herida,

de las alianzas todas

la plata de sus cabellos;

y ella bebió hasta la última gota,

surcos hendidos en la pena,

sin reservas.

cada una de sus arrugas;

Y por tres veces

arcos conmemorando batallas,

inundó su playa la marea.

sus desgastados huesos. Corazón henchido de amores, de renuncias,

VIII

de desvelos.

Tres ramas de una misma encina

el suyo, solamente el suyo.

crecieron despacito.

Sólo el corazón de una madre

sin apenas darse cuenta

puede permanecer asomado

y al abrigo de sus perennes hojas,

al abismo del tiempo, por tanto.. .tanto tiempo.

llegó el otoño, como bautismo de tibio sol en la frente, como caen gotas de lluvia en el estanque, desapercibido, silencioso, inapreciable. Sólo supo que su vida era otoño

Y como broche final, recordar a la madre de todas las madres, a la madre por excelencia, nuestra querida Virgen de las Cruces, Vaya para ella nuestra máxima devoción y nuestra plegaria en el día de hoy por todas las madres de la Tierra. Muchas gracias.

Rosario Pinto García-Mora


LA VIDA DE CARAMANCHO. NUESTRAS VIVENCIAS EN EL GRUPO

Nuestras vivencias

19

Recuerdos inolvidables

P

ara todos ustedes me presento. Luis… procedente de BARBUQUEJO, Grupo Folklórico de Cabeza de Buey. A mis dieciséis años y tan sólo conmigo mismo, en Don Benito asenté mis maletas para mi nueva etapa de estudios. Esperaba yo conocer en estos primeros días de instituto a algún personajillo y así fue. A mi entrada y a la búsqueda, apareció “El Titi”. Esa cara conocida porque un día bailaba vestido de Caramancho en una de sus actua-

Entre faldas y faldones y el dolor de las horquillas desfilé por el festival ciones. Como persona extrovertida inicié conversación y poco a poco pude ir compartiendo mi afición por el baile y mi deseo de formar parte de un grupo. Me invitasteis a uno de vuestros ensayos, aunque pocos componentes conocí en este primer día si encontré el entusiasmo que existía y existe. Aquello que todos nosotros llevamos dentro, el baile,

la música, la convivencia, el vínculo con un pasado común que hoy retomamos al presente para darlo a conocer a nuevas generaciones para revivir y entrelazar sentimientos con una época vivida por nuestros abuelos y abuelas. Inicié un pasado en este trayecto llamado Caramancho, sabiendo que era el comienzo de tantos otros muchos por disfrutar. Conocí el resto del grupo en la inauguración del nuevo local destinado a los ensayos. Con satisfacción, ya que la mayoría sois jóvenes. Pudimos compartir diferencias, semejanzas, se fundieron opiniones y diferentes estilos. De inmediato, fui uno más de vosotros participando de los ensayos todos los jueves y viernes, esto me ayudo a integrarme completamente y como no, a salir de fiesta. Encontré amigos. Pues ahí estabais sin excusas. Al pasar de pocos días y confiasteis en mí y me propusisteis no bailar sino cantar una misa extremeña. Esta fue mi primera aparición en público con vosotros y fue estupendo pues nos felicitaron por ello. Ahora, y “En letras mayúsculas” mi mejor recuerdo, imágenes que permanecerán imborrables como otros tantos viajes con los que hemos conocido España. Murcia, seguro que muchos de vosotros sonreís en este momento pues bien inocente que fui, me engañasteis, creí completamente vuestra broma. Entre faldas y faldones y con el do-

lor de las horquillas porque “vaya con el moño”, desfilé por todos los grupos del festival. Allí y en lo alto de una mesa me mecisteis, casi al paso de tambores como a la virgen de Piedraescrita, patrona de Campanario. Estos días fueron, para mí fantásticos. Esta es mi anécdota de bienvenida al grupo, como otros muchos momentos que en estos tres años de convivencia hemos compartido y que aún hoy nos hacen reír. Esta es mi forma de agradecer al grupo, todas las risas y momentos compartidos entre amigos. Pues la ilusión y el entusiasmo ha hecho de mí una persona acogida en Don Benito y sobretodo por los componentes de CARAMANCHO. Luis A. Calvo-Parra Godoy


Cosas de nuestro PUEBLO


COSAS DE NUESTRO PUEBLO. ANECDOTARIO CALABAZÓN

Anecdotario

21

Un año más, continúa... el anecdotario.

Manolo tenía un loro

M

anolo vivía en una m e d i a casita allá por las Hu e r t as Perdías. Era soltero: mejor dicho solterón. Y como todo solterón, se cuidaba a cuerpo de rey a la vez de tener varios caprichos y aficiones. Y una de estas aficiones consistía en cuidar un vistoso y hermoso loro de bello y exótico plumaje que le había regalado un pariente que residía en Brasil. En los primeros días, semanas y meses, Manolo sólo vivía por y para el loro. Tras comprarle una amplia y cómoda jaula la instaló en el patio coquetón que tenía la media casita.; patio que daba a todos los ventanales de las cocinas del bloque contiguo de la vecindad, por lo que el lorito, una y otra vez oía todas las conversaciones y discusiones que tenían los vecinos. Y como lorito que era, las iba repitiendo una y otra vez hasta la saciedad, por lo que , a los tres meses comenzaron a surgir varias protestas de los vecinos: ...¡Hay que ver con el lorito de Manolo! ¡Que se calle este joío loro! ¡Que

ya está bien! ...A lo que el lorito también repetía estas protestas, tal y cual las decían los vecinos. Si por ejemplo alguna mocita se asomaba al patio por la ventana de la cocina, el loro comenzaba a emitir fuertes silbidos, repitiendo de vez en cuando. ...¡Hola, tia buena! ¡Hola, tia buena! ¡Hola, tia buena!, hasta que la mocita se metía para dentro y cerraba de golpe la ventana.. Por todo ello, frecuentemente

Manolo tenía que pedir disculpas al vecindario, además de comprarse un manual titulado “Cómo educar a los loros”. Y parece ser, que con el manual, el loro se fue comportando un poco mejor, puesto que iban descendiendo las quejas del vecindario. Pero amigos, el problema se le

presentó a Manolo cuando tuvo que prepara y organizar sus vacaciones anuales de verano....¿A quién dejaba el loro? ... ¿Quién lo cuidaría durante el mes de ausencia? Entre todas sus amistades no encontró a nadie que se quisiera hacer cargo del animal, aún pagándole. Y tras mucho meditar, al fin puso un anuncio en el periódico:...”Se vende un loro, con jaula y todo”, que es como se ponen los anuncios de loros en los periódicos. Aunque, eso sí, pedía por el animal la –según él-módica cantidad de 200.000 pesetas, y además al comprador le regalaba: la jaula, el manual que había comprado de cómo educar loros y pienso para tres meses. Quedó a la espera y, la verdad, no faltó gente interesada por el anuncio. Y entre las gentes interesadas por la compra del loro, una tarde se presentaron en casa la madre superiora de un convento, acompañada de una monjita de cara bobalicona. Y ante la oportunidad de venta que se le presentó a Manolo, éste comenzó a relatarles las ventajas que tenía el lorito para divertir a todas las monjitas del convento. Y para que vieran sus habilidades, Manolo ató una cinta azul en una pata y otra cinta verde en la otra.


COSAS DE NUESTRO PUEBLO. ANECDOTARIO CALABAZÓN 22 Miren, hermanitas – dijo Manolo – si le tiramos de la cinta azul, el animalito reza el Credo. Y si le tiramos de la cinta verde, reza el Ave María. Así lo hizo y fue una verdadera delicia el oir los rezos del loro por parte de las monjita.. Cuando ya iban a cerrar el trato de compra, cuando la monjita de cara bobalicona, preguntó a Manolo. - Oiga usted, y si le tiramos al loro de las dos cintitas a la vez, ¿Qué es lo que reza? A lo que el loro, ante la sorpresa de todos, con su guasona y gangosa voz, irrespetuosamente, exclamó. - Qué coño es lo que voy a rezar, lo que pasa

es que me caigo...¡So joía tonta! Posteriormente surgieron otros clientes. Y todos coincidieron de que el precio que Manolo pedía por el loro, era excesivo. Por lo que no tuvo otro remedio que irlo rebajando poco a poco. Como las vacaciones ya estaban cerca, estaba dispuesto a hacer lo que fuera para deshacerse del animal. Y en su desesperación, llamó a un amigo labrador que, a pesar de tener fama de tacaño, le ofertó el loro por 20.000 pesetas. Y una tarde se presentó el amigo en su casa y, como haciéndole un favor, le daba por el loro la cantidad de 5000 pesetas. A lo que Manolo, en su desepero, dijo al amigo.

- Por este precio, antes de venderlo, prefiero matarlo. ¿Qué fue a decir Manolo? El pobre animal que oyó esto, se pasó toda la noche diciendo a voces. - ¡Por favor, arréglense ustedes, que veinte mil pesetas no van a ninguna parte! - ¡Por favor, arréglense ustedes, que veinte mil pesetas no van a ninguna parte! Al final...¿Lograría Manolo vender el loro? ¿Pudo irse Manolo a pasear sus soledades por las playas del Sur?... ¡No se pierdan ustedes leer el próximo capítulo!... José Antonio Gutiérrez Ortiz

Las consultas de pasillo

C

asi todos los días y a la misma hora, un afamado urólogo de la ciudad solía ir al casino de señores de la localidad, para echar su partida al dominó con un grupo de amigos, jugándose así el cafelito de la tarde. Y precisamente a esa misma hora y también todos los días un acomodado labrador echaba la partida con los amigos. Y todos los días, - no se sabía el por qué, aunque algo se sospechaba – este labrador procuraba hacerse el encontradizo con el urólogo. Y tantas veces lo intentó, que al final, lo consiguió: - Qué tal, don Manuel. ¿Cómo está usted? Le preguntó el labrador. - Pues muy bien, gracias a Dios ¿Y usted, qué tal? - Fatal, don Manuel, fatal. Porque tengo unas molestias contínuas en mis partes que no me dejan vivir en paz. ¿Qué cree usted que debo tomar? O qué pomada me manda usted para poder calmar estas molestias. En ese momento, le dijo el urólogo: - A ver, bajese los pantalones e indíqueme la zona afectada. Muy sorprendido el labrador, dijo al mé-

dico: - Hombre, don Manuel, ¡Aquí!, en mitad del pasillo...A lo que el urólogo contestó: - Pues...¿No me hace usted la pregunta, aquí, en mitad del pasillo? Aunque yo creo que, lo más lógico es que llame usted a mi consulta y pída número. Porque le diré, mi buen amigo que: LAS CONSULTAS DE PASILLO, SON MALAS PARA EL CLIENTE Y PEOR PARA EL BOLSILLO. Al final por este detalle se pudo averiguar el por qué el labrador se hacía el encontradizo con el médico. Seguidamente salió refunfuñando entre dientes: ¡Vaya un tío joío este médico, no hace un favor a nadie! Y es que, por estas tierras, las historietas se escriben en minúsculas.

José Antonio Gutiérrez Ortiz


COSAS DE NUESTRO PUEBLO. ASÍ NACIÓ CARAMANCHO

Nuestros inicios

23

Verano de 1977

Así nació “Caramancho”

V

erano de 1977. Quiero aproximarme, lo más posible, a la realidad del inicio de nuestro Grupo Folklórico “Caramanchos”, después de 30 años de andadura, durante los cuales nos han representado, en mi opinión, muy dignamente. Según me viene a la memoria y para que junto a otras posibles aportaciones, tener la idea de cómo fueron sus primeros pasos. Joaquín Rodríguez, como de tantos otros eventos programados, constituidos y llevados a cabo posteriormente, fraguó la idea de organizar con motivo dé la Romería de Nuestra Patrona la Stma. Virgen de las Cruces, un Festival de Folklore Extremeño en su Ermita, el día 12 de Octubre. En Don Benito en esos momentos no teníamos un Grupo representativo de nuestras jotas y danzas. Me pidió colaboración para llevarlo a cabo y como en tantas otras ocasiones me puse a su disposición, no podía negarme, a mi también me seducía la idea. Nos pusimos en contacto con bastantes grupos que sabíamos habían tenido vigencia en épocas anterio-

res, en la ya desaparecida Sección Femenina: Fregenal de la Sierra, Almendralejo, Olivenza, etc., para al final concretar con los de Castuera, La Coronada, y Orellana, que por aproximación nos resultaban más asequibles en gastos y se comprometieron en actuar en ese día, sus directivos o representantes, Daría, Martín, Pepita, a

de sonido, con baterías que nos proporcionaron en Villanueva de la Serena, pequeños detalles de recuerdos para los grupos y los sobrante para organizar un ágape que les hicimos en el Centro de San Sebastián en la calle del Pilar y que después teníamos que justificar con facturas. El día antes de la Romería, teníamos que montar por nuestra cuenta el escenario para la actuación, fuera del recinto de la Ermita, con los tableros y soportes que nos había concedido el Mayordomo Sr. Olivenza y que había que bajar desde los salones de arriba, con el consiguiente inconveniente y trabajo y que con la ayuda de nuestros amigos, Eduardo G-Valadés, Pedro G. de Paredes, e Higinio M. Mora, que recuerde, llevamos a efecto. Hoy, afortunadamente, los tiempos cambian y estos montajes los hacen por cuenta del Ayuntamiento. Amaneció un buen día, propio de la época otoñal y los Grupos llegaron dentro del horario previsto. Después de la misa, fue la procesión y puja, a la que acompañaron todos los participantes en el Festival, con sus trajes típicos regionales y sus estandartes y banderas representativas.

Nos pusimos en contacto con grupos anteriores para pedir apoyo y consejo los que visitamos personalmente y quedamos agradecidos por su apoyo y sus consejos. La ayuda que solicitamos y nos concedió el Ayuntamiento para este acontecimiento fue de 20.000 Ptas. ( De las de entonces, como se suele decir), a las que teníamos que ajustamos para los gastos de transporte, equipo


COSAS DE NUESTRO PUEBLO. ASÍ NACIÓ CARAMANCHO 24

La ayuda para el primer evento fue de 20.000 pts. del Ayuntamiento donbenitense

Inmediatamente después fue la actuación de los tres Grupos en dos partes, que supuso un muy agradable espectáculo para los ojos y los oídos, por lo novedoso, por su colorido y su tipismo. Era la música y el baile con sabor a Extremadura. En el intermedio participó un pequeño grupo flamenco local. Al finalizar entre aplausos el exitoso compromiso de la participación de los Grupos, les entregaron unas placas conmemorativas de la Virgen y unas cintas para las banderas como recuerdo de su actuación por el Alcalde D. Antonio Galán, el Párroco D. Delfín

Martín, y el Mayordomo D. José M. Olivenza. El presentador y periodista, nuestro buen amigo D. Ángel Valadés, dio las gracias, con micrófono en mano, a todos los participantes y muy especialmente al promotor de la idea y colaboradores por la organización y el esfuerzo para llevar a cabo el evento. En estos momentos, Joaquín Rodríguez haciéndose eco de la extraordinaria acogida y seguramente por la presión y proposición de muchos de los asistentes, manifestó por los altavoces, que Don Benito también debía tener un Grupo representativo de su rico folklore de jotas y

danzas, e invitó y emplazó a todos los presentes o ausentes que quisieran formar parte del mismo para el día siguiente, en el Centro de San Sebastián, a una hora establecida. El primer día de la cita fue de una agradable acogida por parte de todos los asistentes y rápidamente se pensó en empezar los ensayos, a lo que no hubo mucho problema, algunos de los incorporados ya habían bailado y sabían de que iba el tema y en seguida los principiantes iban cogiendo el aire, los pasos y el ritmo de ías primeras jotas. En la música, afinación, sonajas y panderetas colabo-

En la música, afinación, sonajas y panderetas colaboramos todos.

La primera piedra estaba puesta, ahora teníamos que poner un nombre


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COSAS DE NUESTRO PUEBLO. ASÍ NACIÓ CARAMANCHO ramos todos. La primera piedra ya estaba puesta, había que construir el edificio y había que ponerle un nombre, necesario para inscribirse en la Delegación de Cultura con unos estatutos, como Agrupación Cultural, para poder solicitar ayudas para vestuario, instrumentos, transportes, etc. Entre todos pensábamos y queríamos un nombre con fuerza, que sintetizara el ser y sentir de nuestra tierra y especialmente de nuestro pueblo y que estuviera relacionado con ías raíces propias : de nuestros pastores o labriegos, que dijera en breve de nuestra cultura popular, costumbres y tradiciones y que estuvieran vinculadas y relacionadas con sus trabajos, categorías, utensilios típicos, entorno, o de nuestros campos. Por mi parte hice un recorrido de palabras que yo había oído a familiares y antepasados, que fluyeron rápidamente y que mas o menos recuerdo: Mayorales, zagales, pastores, jateros, esquilaores, gañanes, muleros....Jara, retama, tomillo, adelfas, chaparros, encinares.... Aprisco, caramanchos, liaros, candil, majá, caldero, enrama... Cencerros, campanillas, cascabeles y badajos. En un viaje a Navalvillar de Pela, entre Eduardo, Pedro, Joaquín y yo, decidimos por el que a mi me agradaba y quedamos en bautizarle definitivamente “ GRUPO DE PROMOCIÓN DEL FOLKLORE EXTREMEÑO “ LOS CARAMANCHOS “ Al día de hoy decir “Caramanchos” es porque todo se abreviares ya sinónimo de investigación, recopilación, custodia y difusión de nuestro folklore, costumbres y

Caramanchos es recopilación, custodia y difusión del folklore y las tradiciones tradiciones. Hasta la primera actuación, llevada a cabo en público por las fiestas de la Navidad (ei 28-12-77), en el Hogar del Pensionista de Don Benito, hubo que moverse en varios frentes con diligencia, en ensayos, música, vestuario y sobre todo dedicar mucho entusiasmo. Muchos los viajes a N. de Pela, en los que acompañé a Joaquín a encargar y recoger faldas tejidas. A Badajoz a pedir prestados trajes, etc.. El tema económico no se como se llevaba a efecto. El esfuerzo, dedicación y responsabilidad, en todos los ámbitos, que en este tiempo y posteriores épocas llevó a cabo Joaquín Rodríguez por nuestro Grupo Folklórico es muy de agradecer. Yo desde aquí, por la amistad y afecto que nos une, le manifiesto mi público agradecimiento y el de muchas personas anónimas que durante este tiempo hemos disfrutado de sus actuaciones y nos hemos sentido orgullo sámente representados. Él fue el promotor, fundador y alma mater y de justicia es reconocérselo. Las reseñas adjuntas del corresponsal de HOY, del 11, 13 y 14 de Octubre de 1977, de su corresponsal D. Ángel Valadés, corroboran en gran parte mi aportación.

Ramón Gallego


COSAS DE NUESTRO PUEBLO. DON BENITO MEMORIA VIVA 26

Colegio Corazón de María y ermita Virgen de las Cruces (1956-1963)

tiempo en el internado del Corazón de María, al final la estancia se alargaría hasta siete años. Y si retoma-

al final, la estancia en el internado se alargaría hasta los siete años

mos el dicho del novelista español Max Aub (nacido en París, hijo de padre judío alemán y madre francesa, pero criado en Valencia) de que “uno es de donde ha hecho el bachillerato”, yo debo sentirme en cierta medida, sin renunciar al pueblo en el que nací, como un dombenitense más. Así, los conocimientos que adquirí entre aquellos muros del colegio que hoy se conoce con el nombre de Claret, me han servido como base sólida para caminar por esos extensos mundos en los que se ha desenvuelto mi vida. También adelanto al posible lector que los recuerdos de vivencias que almaceno en mi cerebro de aquellos años en el colegio Corazón de María y en Don Benito, en general, son agradables. Vivencias en Don Benito He adelantado que mi llegada a Don Benito tuvo lugar en 1956, a primeros de octubre, y lo hacía con un bagaje escolar muy limitado, ya que mi permanencia a clases regladas hasta aquel momento había sido casi inexistente; por lo que apenas sabía leer y escribir. Comencé por compartir aula con compañeros más jóvenes que yo en aquel entonces bien denso y estructurado ingreso de bachillerato. Desde los primeros días notaba

Memoria viva

I

ntroducción: Nací en la villa de Peñalsordo, un pueblecito del antiguo Señorío de Capilla, hoy integrado en la comarca de La Serena. Aquí mismo vinieron al mundo todos mis antepasados remontándome hasta los tatarabuelos (excepto dos, de Risco y La Zarza), e incluso un par de retatarabuelos de los que tengo conocimiento. Carezco de otros parentescos anteriores por haberse destruido los archivos parroquiales del pueblo durante la contienda de 1936-39. Si digo esto es simplemente para manifestar mi íntima relación afectivo-familiar con mi propio pueblo y con su pasado. Viví una infancia principalmente campesina con estancias en el pueblo, y diversas carencias materiales propias de aquella larga posguerra española, y a la vez de felicidad compartida con amigos de juegos de infancia. En 1956, tras la muerte de mi única hermana, Palmira, mis padres decidieron, más bien por mi propio deseo, enviarme con los claretianos de Don Benito. Es verdad que no había en su ánimo interés alguno porque estudiara una carrera, sino para que recibiese una “educación” de ciega obediencia. Lo cierto es que, mientras mis progenitores habían previsto que permaneciese un corto espacio de


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COSAS DE NUESTRO PUEBLO. DON BENITO MEMORIA VIVA

que me desenvolvía con cierta soltura en un nuevo espacio vivencial, ayudado en los menesteres escolares por la mano de un magnífico maestro que había en el colegio llamado Juan Fortuny, el Hermano Fortuny, un religioso catalán lego ya algo mayor, dotado de unas espléndidas cualidades pedagógicas. Los días se iban sucediendo y mis conocimientos en las distintas materias se acrecentaban de modo evidente. Mi llegada a Don Benito con los claretianos iba a cambiar mi vida por un quehacer cotidiano totalmente diferente al que conocía hasta entonces. Todo se me antojaba novedoso. En primer lugar llamaría mi atención aquel cambio experimentado entre una familia más bien tibia en temas religiosos y la práctica diaria de gran calado piadoso, por cuanto la vida religiosa en el centro lo impregnaba casi todo: oraciones al despertarse y acostarse, en las comidas, misas, rosarios, ejercicios espirituales... Con ello, rompía por mi parte con una asentada y rutinaria vida rural “semisalvaje”, con viviendas infrahumanas, sin luz eléctrica, ni agua corriente, ni escuela..., para pasar a otra con férrea disciplina escolar y religiosa dentro de un espacio cerrado, sí, pero asimismo participando del “calor” de un hermoso edificio con agua corriente, con luz eléctrica, amplios salones, campos de fútbol, tenis, baloncesto o balonvolea. Aquel cambio no me resultaba incómodo, no; por el contrario, me encon-

traba bien en este ambiente tan novedoso para mí. Porque hasta entonces apenas si conocía yo algo más que el pueblo donde nací y la

enseñó a mis padres a mí cuando llegamos a Don Benito; y las casas de la calle Groizard, entre ellas el viejo Ayuntamiento (hoy Casa de la Cultura), con su prolongación callejera hasta desembocar en el parque. Y si bien desde la distancia actual a ciudad resultaba un poblachón grande y agrícolaganadero (en poco se parecía a la actual, moderna, urbana y de servicios), á mí me llamaba mucho la atención aquellas viviendas -algunas aún permanecen- y aquellos grandes comercios, edificios todos que eran auténticos palacios al compararlos con las modestas casas de mi pueblo. Acostumbrado asimismo, como estaba a ver sólo la sencilla parroquia de Peñalsordo y su ermita del Cristo, también las comparaba con las iglesias que veía en Don Benito. Además de la mencionada de Santiago, podía visualizar otras de consistente arquitectura: San Juan, tan próxima a nuestro colegio -todavía no era parroquia- la de Santa María y la de San Sebastián, ésta en lo alto de un cerro. Otros templos-capillas, entre ellos los dos pertenecientes a nuestro propio colegio, también llamaban poderosamente mi atención por su belleza. Otras vivencias en Don Benito Recuerdo vivamente la primera salida del colegio en grupo. Fue el domingo siguiente de mi llegada al centro. Después de la comida nos pusieron en filas por cursos alineados en el precioso patio de cristales (permanece igual) y de dos en dos, en fila india, partimos todos los internos hacia el parque. Allí permanecimos andando, jugando o simplemente paseando un tiempo; transcurrido éste, volveríamos hasta nuestro destino. Este ejercicio se iría repitiendo por meses y años. Se daba la circunstancia de que las chicas del internado del colegio del Santo Ángel regresaban del parque cuando nosotros marchábamos por las calles en fila, cruzándonos a veces con ellas. Sin duda, los educadores religiosos de ambos colegios, celosos de su ministerio, optaban por esta fórmula con objeto de no coincidir ambos grupos en el parque a la vez, y así evitar la “maligna tentación”, pues por entonces casi todo era pecado. Había por aquellos años entre las alumnas femeninas algunas chicas de mi pueblo que yo conocía de vista, y nos decíamos adiós cuando nos cruzábamos por la calle al vernos a lo lejos.

... las chicas del Santo Ángel volvían del Parque cuando nosotros íbamos en fila ... finca de El Peralejo, donde me crié. Sólo alguna fugaz visita a Almadén, Guadalmez, La Zarza o Capilla. Por eso para mí Don Benito supondría “otra cosa”. Desde un principio contemplaba una ciudad de grandes edificios que no me pasaban desapercibidos, especialmente la plaza con su monumental iglesia de Santiago, el edificio del Banco de España o los célebres almacenes de tejidos Vallejo, cuyo dueño nos lo

En los primeros años de mi estancia en el colegio sucedió un hecho hartamente


COSAS DE NUESTRO PUEBLO. DON BENITO MEMORIA VIVA 28 curioso que hoy nos lleva a esbozar una sonrisa disimulada por lo inaudito del tema, pero que entonces produjo “gran escándalo” entre algunos miembros de la comunidad religiosa. Un reducido grupo de alumnos que cursaba Preuniversitario, de 17 y 18 años, tuvo la “osadía” de conversar con unas chicas del pueblo en una de esas “tournées” vespertinas a las que asistíamos las tardes de los domingos -no sé si alguna era conocida de alguien de los integrantes del grupolo cierto es que algún vigilante los vio y puso en conocimiento de los superiores del centro tal “fechoría”. El escándalo fue mayúsculo entre los educadores. Se pensó tomar medidas urgentes de castigo con expulsión de alguno por “tal escándalo” y así dar “ejemplo” a los demás. Recordemos que el parque era un hermoso espacio abierto al público donde acudía mucha gente y además permanecíamos allí a plena luz del día. Al final, tras reflexivos pensamientos, obligaron a uno de ellos, Francisco Pulido, capitán del equipo de fútbol del colegio y buen estudiante (por tanto, con prestigio) a que, en nombre propio y en el de sus compañeros, pidiese públicamente perdón ante la imagen del Corazón de María expuesta en el altar de la capilla del colegio, delante de los demás internos. Así terminó esta “historia”. En tiempo reciente coincidiendo con el propio Paco Pulido en Madrid, recordamos ambos esta anécdota vivida en los años cincuenta del pasado siglo, sin darle mayor importancia, por cuanto eran tiempos aquellos en que todo se transformaba en situación pecaminosa respecto al sexo, aun sin existir detrás ningún motivo justificado para tal retorcimiento en mentes tan escrupulosas.

so, tras pelea contra un rival del equipo de casa -ver aquella escena me produjo malestar-, y que el campo poseía unas gradas de madera, todo muy viejo y destartalado, y quiero asimismo recordar que el equipo del Moralo vestía con camiseta verde y pantalón blanco, mientras el Don Benito lo hacía

auguración del estadio Municipal, algunos años nuestra asistencia al mismo se hizo continua por cuanto había un acuerdo entre la directiva del Club y los superiores del colegio. De aquella época son los recuerdos de buenas actuaciones de jugadores del momento con renombre dentro del fútbol dombenitense como el delantero centro Blesa; Urosa, un jugador todo terreno, muy popular; el extremo Aparicio (éste jugó poco y era alumno de nuestro colegio); o el portero Simón, por citar sólo algunos, y con ellos el entrenador Isidro Caballero, toda una institución por entonces en el Club, en nuestro colegio y en Don Benito.

Por allí pasaron equipos que ya han desaparecido o están en categoría regional

El Deportivo Don Benito: asistencia a sus encuentros. Algunos domingos cuando había fútbol, en vez de al parque, los padres claretianos nos llevaban al estadio donde jugaba el Deportivo Don Benito. Recuerdo aún con cierta nebulosa mi primera asistencia a un partido de fútbol. Llevaba poco tiempo en el colegio. Aquel día jugaban el equipo local y el Moralo (de Navalmoral de la Mata). Se enfrentaban en el viejo campo de Las Albercas, campo que poco tiempo después sería demolido trasladándose el Deportivo hasta el nuevo estadio Municipal. Recuerdo asimismo de aquel choque entre ambos contendientes que un jugador del equipo visitante regresaba al vestuario sangrando por una ceja durante el descan-

con rayas albirrojas y pantalón azul, su habitual indumentaria de siempre. No recuerdo bien el resultado final del encuentro; pero creo que fue de un 3-1 ó 2-1 a favor del equipo local, y también tengo en nebulosa que el árbitro (nunca había visto un árbitro de fútbol, ni tampoco un encuentro como he dicho), tuvo muchos problemas para hacerse con el partido por las discusiones y peleas de los dos contendientes. Tras la in-

Por allí pasaron equipos que hoy han desaparecido o están en categoría regional, como el Manufacturas Metálicas Madrileñas o su homólogo el M. M. Extremeñas, el Parque Móvil, el Carabanchel..., y los punteros del momento, el Manchego, el Emeritense y sobre todo el Getafe, hoy en primera división del fútbol español, que lo recuerdo plenamente con chamarra y pantalón azulones. Alguna vez jugaron en este campo Municipal el Badajoz y el Extremadura, si bien éstos por aquellos años pertenecían a la segunda división del fútbol español, ubicados en el Grupo Sur (existía otro grupo de segunda entonces que era el Norte -equipos de Madrid para arriba-). El grupo de tercera división donde militaba el Don Benito estaba formado por conjuntos de las regiones de Castilla la Nueva (incluida Madrid) y Extremadura. El estadio


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COSAS DE NUESTRO PUEBLO. DON BENITO MEMORIA VIVA

Municipal se inauguró con un encuentro entre el Deportivo Don Benito y el Atlético de Madrid; no pude asistir al evento por encontrarme de vacaciones estivales en mi pueblo. Excursión del colegio Corazón de María a Toledo y Madrid. Guardo otra curiosidad en mi memoria por chocante que resulte hoy en día. Y es que el mundo y España y Extremadura especialmente han cambiado y mucho. Lo que entonces se consideraba gran pecado hoy no deja de ser una mera anécdota sin mayor trascendencia. De ahí que no debamos juzgar las cosas con mentalidad del presente, sino trasladarnos hasta el pasado con aquella perspectiva para comprender mejor ciertos comportamientos que hoy resultan a la mayoría chocantes y banales; pero que entonces constituían “un mundo aparte”, y siempre por medio un temor: el pecado contra el sexto y noveno mandamientos, los únicos que parecían existir. Con motivo de la inauguración del Valle de los Caídos (1 de abril de 1959), nuestros superiores programaron en mayo una excursión que recorrió Toledo, El Escorial, el propio Valle de los Caídos y Madrid. En la capital de España nos llevaron a visitar algunos recintos de la ciudad, entre otros el Zoológico (que entonces se hallaba en el parque del Retiro), el Museo de Ciencias Naturales y el Museo del Prado. En este último algunos compañeros compraron postales de diferentes cuadros; entre ellas algunas de La maja vestida y desnuda de Goya. Terminada la excursión, regresamos al colegio. Alguien debió “chivarse” (término muy usado por entonces) de tal “fechoría” a algún padre; lo cierto es que empezaron las pesquisas de quiénes poseían postales de la duquesa de Alba desnuda. Al final (el curso estaba terminando), dos estudiantes de cursos intermedios fueron los señalados para que no volviesen más

dos estudiantes fueron los expulsados del centro como castigo por el centro, por merecer la expulsión como castigo “ejemplar”. Recientemente he coincidido en Madrid con uno de estos alumnos afectado; me contó que tuvo que seguir sus estudios el siguiente curso en otro centro alejado de Don Benito. No observé en él rencor, mas sí

una cierta amargura cuando recordaba aquel hecho. Vuelvo a reiterar que la vida entonces era así, debía preservarse por todos los medios a su alcance la tentación del “maligno” para salvar nuestras almas por la castidad impuesta con la prevención. Era sin duda una educación

Con los compañeros de curso en el Estadio Municipal de Don Benito

rígida moldeando el peligro de lo heterodoxo en nuestras conciencias. Son hechos ciertamente relevantes los aquí señalados, pero la inmensa mayoría del alumnado no lo recuerdo con especial preocupación sobre estos temas; su comportamiento en general podremos definirlo como “normal”, sin que se descubriesen a simple vista problemas psicológicos por escrúpulos derivados de una actitud impropia por parte de algunos educadores del colegio, a pesar de estos comportamientos puntuales señalados. Obviamente todo lo que pasa en el mundo es historia, o simplemente intrahistoria como señalaba Unamuno. La vida en el centro, repito era sin duda normal e incluso atractiva; la gente tenía un desenvolvimiento lógico, simultaneando los estudios con los diversos juegos que practicábamos haciendo colmar nuestras aspiraciones, especialmente con la práctica del fútbol, baloncesto, balonvolea o tenis, así como con los juegos de mesa. La comida no era muy abundante por entonces y se valoraba en su justo contenido, como de igual modo los paseos por el parque, los partidos de fútbol del Don Benito o el cine de los domingos por la noche. Durante la proyección de las películas se silbaba al maquinista, el Avispa, cuando se atrevía a poner su mano delante del foco para que no saliera en pantalla alguna escena un tanto atrevida por algún beso que se daban los actores. Los silbidos eran con tal motivo abundantes y ruidosos. Mayor tolerancia Pero el tiempo fue pasando y aquella disciplina de hierro implantada en todos los aspectos durante los primeros años de mi estancia en el colegio se fue suavizando, e incluso los alumnos de los cursos superiores salían de paseo en grupos de amigos para quedarse en la plaza o alrededores. Sólo debíamos presentarnos de tiempo en


COSAS DE NUESTRO PUEBLO. DON BENITO MEMORIA VIVA 30 tiempo a algún padre que anduviese por allí, de guardia. Podíamos hacer lo que nos placiese; algunos aprovechábamos aquellas tardes de domingo para visualizar algún partido de fútbol en alguno de los bares cuando la televisión empezó a verse como fenómeno de masas; en otras ocasiones nos acercábamos hasta otros bares con ánimo de degustar alguna cervecita con su tapa o simplemente algún café. Lo pasábamos muy bien. Hasta se abrió en el colegio una sala de estar para alumnos de los cursos superiores, 16, 17 y 18 años, en donde se podía fumar, además de jugar al billar y a otros juegos más livianos. A esta sala no tenían acceso los alumnos de cursos más pequeños, a los que se les quería preservar del tabaco, si bien es cierto que durante los recreos, alumnos de 13 y 14 años burlaban la vigilancia de los padres para echar alguna “caladita”. También durante mis últimos años se inauguró un auditórium adonde acudíamos a oír música clásica, y recuerdo que en un principio nos resultaba todo ello bastante aburrido, pero que después empezamos a valorarla hasta el punto que terminamos por interesarnos vivamente. En la misma sala otras veces acudían especialistas sobre diversas materias que impartían conferencias a los alumnos mayores que seguíamos con interés. Durante mi estancia en el colegio Corazón de María el alumnado se dividía en dos grupos, de pequeños y mayores; los primeros abarcaban los cursos de ingreso, 1º, 2º y 3º; los mayores estaban formados por los cursos de 4º, 5º, 6º y Preuniversitario. Tanto pequeños como mayores permanecían durante el estudio en sus respectivos salones y salían de ellos cuando el profesor anunciaba su presencia. Cada uno iba a su aula para recibir la asignatura de las enseñanzas impartidas. Creo que había por aquellos años un más que interesante nivel de estudios, donde la disciplina interna debía ser respetada por todos. El comedor era amplio y diáfano y en él comíamos todos los alumnos internos a la vez.

das a compañeros externos, pero no iría a ver su blanca ermita hasta los últimos años de permanencia en el colegio, coincidiendo con las giras que organizábamos especialmente en primavera. En uno de los libros que cayeron en mis manos por los primeros años de bachillerato aparecía un poema del escritor y diplomático valenciano Ernesto La Orden Miracle, que hacía referencia a esta advocación extremeña junto a otras cuatro de nuestra región y que aprendí de memoria por entonces. Aún recuerdo el poema:

Excursiones a la ermita de la Virgen de las Cruces También se pusieron de moda en los últimos años de mi estancia en el centro las excursiones o giras hasta la ermita de la Virgen de las Cruces, la patrona de Don Benito, por la que los dombenitenses mostraban gran fervor. Desde muy pronto supe que la patrona de Don Benito correspondía a esta advocación mariana por oí-

Como se observa cinco de estas advocaciones son extremeñas, entre ellas la patrona de Don Benito, la Virgen de las Cruces. Hasta allí, a su ermita, nos trasladábamos los alumnos internos para comernos una merendilla o pic-nic como empezaba a conocerse. En verdad que lo pasábamos muy bien comiendo con apetito de tragones adolescentes al tiempo que nos olvidábamos de las clases cotidianas. No faltaba

Y si Francia tiene un Lourdes y un Loreto tiene Italia, España tiene las Cruces, Guadalupe y Aguas Santas, las Angustias, Covadonga, Piedra Escrita y Coronada. Y por si es poco un Pilar, que es la promesa más alta, que no le socava el sol ni las aguas le socavan. Mientras que exista esa piedra España será cristiana.

nuestra visita al interior de la ermita de la santa patrona para rezarle y pedir que nos ayudase en los exámenes que se avecinaban. A mí me producía una gran espiritualidad aquella blanca ermita con su trono mariano como de igual modo me lo producía aquellos viejos eucaliptos de su entorno con un olor propio. Como siempre que podíamos nos dábamos al fútbol en las praderas circundantes y ya sudorosos por el esfuerzo emprendíamos el camino de regreso a nuestro colegio; colegio que iba mejorando poco a poco. Un tiempo atrás habían instalado en sus dependencias duchas con agua caliente y fría; ahora aprovecharíamos para refrescar nuestros cuerpos y eliminar toxinas en esas duchas con el agua embalsada procedente del río Guadiana. Conclusión En junio de 1963 dejaba yo el colegio Corazón de María de Don Benito, tras la superación del la reválida de sexto. El curso siguiente me matricularía de Preuniversitario en el Instituto Cervantes de Madrid. Había dejado atrás siete años de hondas vivencias y formación humanística compartidas con compañeros de todos los rincones de Extremadura, y profesores asimismo de nuestra tierra, junto a otros, religiosos y seglares de distintas regiones de España. Entre todos modelaron sin duda mi futura personalidad. A ellos, profesores, compañeros y trabajadores del centro, quiero dedicarles este trabajo de memoria viva, con mi reconocimiento y afecto. Y termino retomando una vez más la cita de Max Aub, aquel escritor nacido en París que cursó su bachillerato en Valencia, puesto que por tanto yo “soy” de Don Benito, ya que aquí hice el mío. Alejandro García Galán


Investigaci贸n del FOLKLORE


INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES 32

de Orellana la Vieja y Jerez de los Caballeros

L

os trajes de Orellana la Vieja fotografiados en la Exposición de Sevilla nos llevó a ese pueblo que se alza desde una vasta expansión de campos sin árboles que se prolonga hasta el Guadiana y allí

se pierde de vista. Todavía se veían algunas rocas y sierras, con campos de olivos sobre las laderas. En la Exposición los vestidos habían sido etiquetados como de la Serena, pero cuando Covarsí describió Orellana, la incluyó directamente en las localidades siberianas. Su nombre se atribuye al tono ocre de la tierra que no solo produce grano y fruta sino que también provee material para embalaje de los muros de la casa como los de Navalvillar de Pela. Las mujeres de Orellana

reconocían como suyo un traje de labradora (fig.383) mostrado en Sevilla. El vestido característico constaba de una falda artesanal de lino, con cuadros blancos y líneas negras y adornada con una raya horizontal compuesta de tres bandas de las cuales las unidades más anchas eran rojas, violetas y rojas. A cada lado, de cuadros blancos al rojo, las listas mostraban rojo, blanco, verde o negro, blanco, rojo y azul. Más allá de la unidad en rojo, se disponían en orden inverso y luego continuaban con el verde, rojo, blanco, violeta y amarillo que pertenecían a la unidad de violeta. El borde de la bastilla se remataba con un cordón tejido de hilo rojo y verde. El pañuelo de seda de color amarillo limón se deslizaba por la cabeza de tal manera que revelaba un moño trenzado como el de Alburquerque. Las medias de algodón estaban hechas de ganchillo con un diseño enterizo de rombos negros alternando con el naranja. El pié estaba tejido liso en negro y en lo alto ribeteado con pequeñas ondas de ganchillo. Los zapatos de cuero curtido, que llegaban al tobillo, se ataban con cordones. La pastora (fig. 384) de Orellana la Vieja se había representado vistiendo una falda de lana artesanal con rayas verticales en bandas sombreadas, alternando rojo con verde. De una línea de blanco en la mitad, cada una recorría simétricamente tres tonos del color desde el negro hasta el borde. Como la falda de La Serena , esta estaba rematada con un plisado de

indumentarias

Indumentaria tradicional

galones de lana al bies, aquí rojo. El largo delantal era de algodón o de lino a cuadros de color azul oscuro y amarillo apagado y con bandas rojas sobre la bastilla. Un importante accesorio era el bolsillo de piel de oveja blanca, sin duda regalo de un pastor que se había esforzado con cierta facilidad y con toscas herramientas para ejecutar un diseño calado de motivos florales con las


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iniciales “A C”. La piel de oveja estaba alojada sobre franela roja y atada con galones de lana verde al bies. Las mujeres nos enseñaron un par de calzas de cuero (fig. 385) hechas de piel de estezada marrón y llamada calzona. Los dobladillos abiertos por debajo de la rodilla daban a la franela roja. Teniendo un siglo de antigüedad, las calzas estaban diseñadas con la caída frontal. Los bordes estaban atados con piel de cabra y las terminaciones abiertas en la cadera y en los dobladillos se mantenían con una correa de encaje. Botones de latón adornaban estas calzas; en principio había seis bordeando el dobladillo de atrás y cinco hacían un arco en cada cadera por detrás de la abertura. Había observado un uso parecido

de los botones en la cadera en calzas en las provincias de Avila y Segovia. Los vestidos de cuero de corte casi idéntico enriquecidos con un bordado de correas blancas, exhibidos en el Museo del Pueblo Español, pertenecieron a un pastor de Soria de La Poveda. En fecha tan reciente como 1932 La Poveda se tenía como un pueblo de mujeres de octubre a junio cada año porque los hombres se ausentaban con los rebaños de migración a Extremadura. Nieves de Hoyos Sancho comenta que Soria es la provincia en la que “vestidos y adornos de cueros estezados alcanzan sus formas más ricas, debido sin duda, a pesar de la disminución de migraciones de rebaño, a que mantiene relaciones constantes con Extremadura”.

Las polainas de cuero (fig. 386) de Orellana La Vieja estaban decoradas en parte con bandas de borde liso cosidas en líneas paralelas como esas adornando las polainas de Jaén mostradas en 1925 en Madrid. Unos trozos aplicados sobre el pie estaban recortados con motivos florales, que (fig. 387) a la vuelta daban otra variante de los motivos usados en Don Benito. Una banda estrecha cosida en las dos líneas lisas y un fino zigzag remataban el borde del pie. Unas presillas para abrochar debían originariamente haber estado acompañando todo el largo de la pierna. Solo cinco de los más bajos prestaban servicio, los que estaban por encima del tobillo habían sido perforados en vez de cortados y permanentemente ensartados en el siguiente por encima para reforzar el borde. Largos botones de metal aseguraban la tira de la planta del pie que terminaba

en pequeños festones. Faltaba el fleco en uno de ellos. Lo que las mujeres nos tenían que ofrecer como novedad era una miniatura de traje de bandido para que lo llevara puesto un niño en tiempos de carnaval. Teníamos mucho respeto por el héroe viril de las historias y pinturas Románticas como para ver al niño vestido. El sombrero, copiado del bandido de hace un siglo, tenía una copa en forma de cono truncado y el ala estrecha con una profunda doblez, ambos cubiertos con terciopelo negro. En la chaqueta de terciopelo oscuro los motivos de cuentas de azabache en hombros y mangas sugerían flecos ricos. Incluso habían unas pequeñas calzas de piel de becerro cosidas y bordadas en blanco y en colores. La cartuchera, copiada de una de “hace más de cien años”, tenía bolsillos de algodón verde y


INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES 34 una cubierta de hule verde. La parte del anverso de terciopelo rojo, atado con algodón rojo, estaba bordada con flores naturalistas en sedas rosas, blancas, amarillas y verdes.

Los bandoleros de la Sierra Morena en el siglo diecinueve eran héroes en buena parte del terreno, ya que la gente los consideraba amables, un poco duros pero generosos y derrochadores. Todavía creían esto en Orellana la Vieja. Aunque la parte sur del valle del Guadiana no tenía un nombre distintivo, en realidad es conocida como otra comarca, siendo más y más montañosa al alzarse sobre la cordillera Marianica. Mucho suelo del valle se dedica al pasto. Incontables alcornoques tachonan las laderas y proveen toneladas de corteza ligera y elástica tanto para la exportación como para su uso doméstico. Los cerdos campan a sus anchas alimentados con bellotas y produciendo jamones y chorizos de calidad superior. Las aceitunas para el aceite se recogen de los huertos, geométricamente nítidos. En contraste con los pueblos de La Siberia, donde la imaginación está clavada en la espina de la necesidad, los del sur se las han arreglado para vestirse con elegantes proporciones, con felices toques de adorno y vestirlas con chispa y gusto. Aquí, la Extremadura “extremeña” ya se ha quedado atrás. Andalucía está en el aire. Un español podría mejor que nadie observar el carácter de la comarca. En Extremadura prefiero que me dejen en el borde que te obliga a pelearte con esa terrible sirena que es Sevilla. El tren nos lleva por Sierra Morena a través de un delicioso campo lleno de olivos y naranjos cercados por chumberas. Cuando nos bajamos del tren en Llerena hemos pasado la frontera sin duda alguna. El sol, el acento, la furiosa blancura de los muros encalados nos pueden desorientar; no obstante, todo esto tiene el carácter peculiar y genuino de la Extremadura baja rayando con Andalucía y también con Portugal. Los extremeños, los andaluces y los valencianos se bañan en el sol como si fuera su elemento. Pero mientras los andaluces y los valencianos hacen de cada pueblo un mosaico de tonos claros, principalmente rosado y azul,

los extremeños permanecen fieles al blanco inmaculado de la cal. El barroco español consigue aquí una forma simple y popular, ayudada por la forja en los balcones y en las veletas. Tal y como en Badajoz Covarsí pinta a sus amigos en la frontera, así en Fregenal de la Sierra, Eugenio Hermoso Martínez retrata a sus vecinos de las tierras sureñas. El ha rechazado coger el pincel durante la Candelaria y los Carnavales, cuando los trajes antiguos salen en desfiles y el nunca abre los baúles para reconstruir el pasado. Él ha recordado a su gente con lo que visten en el día a día. Lo más que ha concedido ha sido un esporádico pañuelo de sandía y una falda a rayas.

Encontramos Jerez de los Caballeros, al noroeste de Fregenal, completamente encantadora. Como cimiento se había elegido la cima de entre un mar de colinas ahora bordados con olivares. Los tejados rojos y los muros blancos permanecían en un orden apretado bajo las oscuras torres de la iglesia barroca hechas con ladrillo,


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INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES

terracota y tejas. En las casas (figs. 388, 389) un detalle morisco de ladrillos se usaba con frecuencia sobre las arquerías o en el borde de las azoteas. Los arcos se empleaban audazmente para sostener un puente sobre una calle, mientras que un detalle tan pequeño como la capota sobre un balcón podría arquearse en un trifolio. Jerez compensaba la ausencia de un vestido distintivo para todo el año durante la Semana Santa, cuando las calles estrechas y serpenteantes presentaban espectáculos tan gratificantes como aquellos mucho más celebrados de la capital andaluza. Junto al Guadalquivir el drama pascual tenía que representarse a nivel del suelo, mientras que en Jerez las cuestas empinadas proporcionaban clímax muy vívidos mientras los pasos con figuras a tamaño real conseguían un ascenso, o paraban antes de aventurarse a descender. En estas cuestas, el empuje de los penitentes (fig.392) intensificaba el sentimiento lúgubre del recordatorio inmemorial. Incluso los niños (fig.390) tomaban parte con supremo aplomo y solemnidad balanceando los cucuruchos y manteniéndose en la procesión. La aparición de las autoridades del pueblo en la procesión terminaba tal y como habían comenzado las solemnidades de la semana. Iban acompañados de los maceros (fig.391) de caras cervantinas resaltadas con gorgueras y boinas del siglo dieciséis, hechas con seda adamascada de color rosado y engalanadas con plumas de avestruz. El mismo adamascado componía los abrigos que llegaban colgando hasta por debajo de las rodillas. En el escudo de armas de la ciudad llevado en un estandarte oficial, la figura de San Bartolomé estaba acompañada de manera adecuada por un árbol y un arbusto en miniatura, la dadora de bellotas y de carbón vegetal: la encina, y la jara asociadas a la escena extremeña.

Hemos recorrido Extremadura de norte a sur, empezando en las Hurdes en la órbita de Salamanca y terminando en Jerez de los Caballeros en la de Sevilla, tomando nota de las características de los vestidos que pueden atribuirse a las influencias de la corriente migratoria de los pastores, así como haciendo comparaciones con los trajes de Portugal y de varias regiones de la España peninsular. La cuenca del Tajo fue la fuente más rica de material y su clímax, Montehermoso. Que vaya a desaparecer todo rastro de traje tradicional en Extremadura parece poco probable. Las formas de vestidos tanto de hombre como de mujer están conservadas como trajes para que los niños se vistan en carnaval. El trabajo de la sección femenina ha propiciado nuevas ocasiones para el uso de trajes de mujer. Además, los extremeños continúan confiando en tales trajes para añadir color y efectos parejos de uniformidad en masa y variedad de grupo a sus desfiles. Más de doscientas chicas jóvenes vestidas con sus trajes regionales de sus pueblos asistieron a Medellín para conmemorar el cuarto centenario de la muerte de Hernán Cortés, y en Plasencia en 1951 las hijas de las familias importantes llevaban trajes de la alta Extremadura mientras ejecutaban bailes tradicionales en el festival de la Virgen del Puerto. El interés por los vestidos regionales trasciende las barreras sociales. Los extremeños maduros de cada estación aprecian su herencia, puesto que cada traje regional es una expresión de la identidad singular de su lugar de origen y, más allá, del carácter especial de la misma Extremadura. Extraído del Libro “Spanish Costume: Extremadura” Ruth Matilda Anderson Pags: 313 – 319 Traducción: Fco. Miguel García Barroso


INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. PATRIMONIO MUSICAL 36

Patrimonio musical de La Serena

Hace tiempo, salieron al público dos becas para la “Investigación y Recopilación del Patrimonio Musical de la Serena” y me presenté a una de las plazas, para continuar con el trabajo empezado de investigación. Me asignaron los pueblos en los que tenía que investigar, que eran la mitad de los que forman la comarca de la Serena. La otra plaza, era para una chica de Don Benito, Mª Elena Ruano, que se encargó de la otra mitad de dicha comarca. La verdad es que ha sido duro. Fueron cuatro meses de trabajo de campo viajando casi todos los días a los diferentes pueblos de la Serena y compaginándolo con la trascripción de las canciones encontradas a partitura, pero muy gratificante, no solo por el número de canciones recopiladas, sino por las personas que conoces tan amables y sencillas, y que

solo existen en nuestros pueblos. El repertorio musical que encontré fue muy variado en los distintos pueblos. Desde el gran repertorio religioso, de romances, y

ejemplo de estas canciones de corro son:

A ratones me huele niña tu cuarto, deja la puerta abierta que entre mi gato. Ya no bebo más agua de tu

para investigar tienes que convencer a la gente para que te baile de quintos de Capilla, pasando por los villancicos de Peñalsordo, los auroros y preciosos Misterios Gloriosos y villancicos de Zarza Capilla. Las canciones de Zambomba de Helechal, las canciones humorísticas, del juego de la rama, couplés y algunas jotillas, de Monterrubio de la Serena y la Nava. De Castuera, las antiguas jotas de “la velada de San Juan”, “la liga”, “el casorio”, y “la jota de Cas-

tuera”. Cabe destacar, las ciento ochenta y siete canciones de corro de Carnaval de Cabeza del Buey, los romances y las canciones de pandero de esta misma localidad. Algún

tinaja, porque he visto un bichito que sube y baja. De suegras y de nueras va una carreta, la mía va delante siendo alcahueta. La labor de investigación, no solo consistía en recoger las canciones, sino en grabar bailes e instrumentos tradicionales de cada pueblo, para eso tienes que tratar de convencer a la gente para que te bailen, y te enseñen los pasos. Como anécdota les puedo contar el caso de Capilla, en el que yo les dije a mis informantes (mujeres de cincuenta años en adelante) que si serían capaces de bailarme una jota de dicho pueblo para que yo les grabara, y creí que me iban a decir que no, pero no fue así. Al otro día se habían puesto los refajos bordados, los mantones y la flor en el pelo, y con una alegría… La verdad, es que ha sido un trabajo muy productivo, pues se ha recogido el setenta por ciento del repertorio de la Serena, pero aún queda mucho más que recopilar y descubrir. Aunque esta labor de recopilación, corre a cargo de todos. Las personas mayores tienen que cantar a sus hijos y nietos, y éstos, a su vez, escuchar todo ese repertorio que solo se transmite oralmente y no queremos que desaparezca. María Luisa Gallego López

Patrimonio musical

D

esde muy pequeña, me han gustado mucho las canciones antiguas que me cantaba mi abuela. Mi abuela, Carmen Cortés, una mujer de ochenta años, a la que le ha gustado mucho cantar y bailar cuando era joven, sobre todo, canciones de carnaval y de corro, que cantaban y bailaban con el fin de divertirse y encontrar novio, ha pesar de las riñas de mi bisabuela Felisa. De hecho, antes de comenzar la beca de “Investigación y Recopilación del Patrimonio Musical de la Serena”, ya tenía un gran número de canciones recopiladas de Cabeza del Buey. Pues, durante años, grabé todas las letrillas de las que se iba acordando mi abuela. Incluso, ahora, después de acabar la beca, la grabo muy gustosamente.


OямБcios ANTIGUOS ANTIGU


Mi abuela Antonia

H

ay en Don Benito casas repletas de puertas, muebles, suelos llenos de magia y brillo…de una época en la que lucir ese brillo, esa magia era obra de personas con dedicación y sensibilidad, personas empeñadas en sacar de cada pieza, de cada estancia esa vivencia que da el tiempo, lo que otros se empeñan en llamar patina.

de nuestra ciudad. Una vida dedicada a elegir la madera, hacer el tinte, concretar su tono, y ponerla en pie. Abedul, haya, nogal, roble, castaño…..sillería, talla, olores…. ese fue su oficio. Comenzó de aprendiza en un taller con 13 años, años de hambre y penuria, de diferencias sociales en una Extremadura, cuyo afán de miseria solo estaba en las letras escritas de libros ignoninados e ideas trasnochadas, donde se luchaba día a día con ansia e hincapié, como mi abuela.

de ella aprendí a caminar, a correr, a comer y a bailar, a reir y a llorar, lorar, a lorar luchar...

Es Antonia Parejo una de esas personas que trabajaban la madera, barnizándola, mimándola…pertenece a una familia de 10 hermanos, padre en la guerra, que luchaban por vivir, que no por sobrevivir. llego a ser pulimentar la madera, barnizadora de muñequita, tintadora de madera seca… hacedora de belleza, tras ofrecerse ella en uno de los muchos talleres

Es mi abuela Antonia Parejo, de quien he aprendido y quiero aprender esta vida, no por deseo de heredar el oficio, que para todo hay que valer en la vida. Es ella de quien aprendí a caminar, a correr, a comer y a bailar, a reír y a llorar, a luchar por todo.

Comenzó en un taller de maderería de nuestra ciudad por pura y urgente necesidad. Era un arte femenino antaño, ella cuenta que solo ha conocido un hombre barnizador de muñequilla en Valencia Las tornas cambiaron al introducirse las nuevas técnicas, y ese no es el motivo de este articulo. Era niña, casi mujer en una España donde se crecía antes de tiempo, donde esa necesidad hacia crecer y madurar un carácter para el que había que tener “madera”. Fue aprendiz con trece años. Aprendió a

Dedicación y sensibilidad

OFICIOS ANTIGUOS. MI ABUELA ANTONIA 38


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OFICIOS ANTIGUOS. MI ABUELA ANTONIA usando vegetal, cuerdas desechas, impregnando y aplastando los poros con barniz, espesando o aclarando si es talla o no. Se espolvorea con piedra pómez y se barniza, dejándola lisa y brillante, gotas de aceite, oro liquido… hecha la ilusión, vuelta a vuelta, giro a giro.

diferenciar maderas secas de maderas húmedas, a separar calidades y naturalezas de robles y de abedules, de la haya y del pino, de ocumen y nogal. Hizo litros de tinte y barniz, valoraba la talla, mezclaba colores para dar forma a ideas…por ello se pagaba entonces. Conoció herramientas de tallista, gubias y cinceles, supo darles su color y brillo. Tras el carpintero, con la madera acabada, ellas teñían. Pasaba de madera seca, tapando sus poros, mezclaba alcohol y goma laca en escamas….y con una “muñequilla”, pelota de guata y algodón viejo,

Cuanta casa llena de puertas matizadas, muebles satinados, suelos como cristales, de pinceles armados, de lanas vegetales, de cuerdas desechas, de triples ceros, interiores tintados y encerados, cuanta sillería destripada…cuanto cliente a cuyo deseo hubo que darles formas en las cabezas y manos de esta barnizadora de muñequilla, oficio de antaño y encarecido por el tiempo. Paso de hacer a restaurar, los tiempos se imponen…no podía quitar el color, pero si disolver lo que la técnica había superado. Mucha anilina tras disolver lanas ha dejado su acción en sus manos, grandes de años, largas de horas. Arrugas que hablan por si solas de poros tapados de cera, de errores de gubia de artesanos previos, de suciedad de trapos… Esos años 60 que no mataron personas, pero si oficios…vuelve la técnica a imponerse. Antonia mujer se casó en el 50 y siguió a su marido al campo, fue su pastor, Modesto…el amor dio sus frutos y esos

frutos debían madurar. La madera se hizo picón… El campo de donde salía su primera materia prima hizo lo propio. Descortezó su vida, haciendo que formara su núcleo familiar. Cogió aceitunas con tanta alegría como manejaba piedras calientes. Cuido de sus hijos, de su marido en días y días de sol y lluvia, de balidos de ovejas y risas infantiles, pero el tiempo se impone. Vuelve a su vida cosmopolita, cargando cántaros de agua y comiendo sardinas “prensas”…y con ella vuelve a su oficio aprendido y que feliz la hizo. Los talleres desaparecían, pero ella se empeñó en chapar tablones, en vestir sillas de palma, de cuerda. No cosía en casa, pero si enhebro agujas para comodidad dibujada en sillerías y camas…todo lo hacia “por su cuenta”. Vistió bancos y casas a giro de muñequillas…ella feliz, y feliz. Quedan resquicios, y lo llevaría ahora si los años pasaran en balde. Vestida con su bambo, hacia sus mandados, con la casa hecha. Ella ha cubierto con su muñequilla lo que una pistola no podría siquiera intentar, y ese es su orgullo. Ver cómo, a golpe de barniz, ha creado y madurado su familia es, repito, su orgullo. Su marido y sus hijos, sus nietos y su arte, intacto en tanta y tanta obra…Ella es tenaz como gubia, fuerte como madera seca, árbol de sabiduría…ha visto pasar gente y condiciones…ella es mi abuela, Antonia! José Antonio Gallego Parejo


OFICIOS ANTIGUOS. NOBLE OFICIO, LA HERRERÍA 40

Noble oficio, la Herrería (III)

En el principio y después de extraer el mineral y mediante un sistema de fundición, (colado) se generaban unas piezas de forma predeterminada, laminas, barras de todas formas y secciones en bruto y que después había que moldear, esto se conseguía como ya dije en mi articulo anterior sometiendo el material a una cierta temperatura candente, con lo que se consigue ablandarlo y darle una cierta elasticidad. Hoy se trabaja con este material con formas mas acabadas: chapas, pletinas, cuadrados, redon-

dos y todas las formas geometrías y medidas posibles. Conseguir por el procedimiento primitivo uniformidad, cuando se trataba de una sucesión de elementos iguales, por ejemplo los balaustres de una verja, o un dibujo de filigrana, era imposible, y volviendo otra vez a la reja del Mo-

nasterio de Guadalupe, o de la catedral de Burgos, que cada vez que la veo me deleito situándome con la imaginación en el momento de su creación, en la forma de trabajarla, veo una sucesión de muchos herreros y muchas fraguas, calentando las piezas, sonando los golpes secos del martillo sobre el material candente y otros torciendo las barras,

La herrería

E

ra mi intención terminar por ahora la descripción, según mis conocimientos sobre este noble oficio. Pero a medida que avanzo en el escrito me doy cuenta de que este arte da para más, y no quiero omitir ciertos procedimientos de manipulación y acabado, que no podría describir por falta de espacio, dejando este tema para ya el próximo y que si, es mi intención que sea el último. Téngase en cuenta que se trata de un oficio que ya según la Biblia ejercía Tubalcain, Herrero Divino, y la mitología nos habla de Vulcano Dios Griego, hasta nuestros días en los que resurge con fuerza, aunque hoy lo que se llama forja tradicional dista mucho de los sistemas primitivos de manipular el hierro.


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OFICIOS ANTIGUOS. NOBLE OFICIO, LA HERRERÍA Bien hoy lo que llamamos forja tradicional se limita a cortar mas que moldear unas piezas ya con forma definida, bien en hierro colado o fundido, y con la ayuda de elementos mecánicos mas sofisticados, tales como: soldadura eléctrica, de alta frecuencia, oxiacetilénica, (esta cada vez menos usada) cortadoras, cizallas, taladros, al principio manuales y después eléctricas , y otros muchos elementos, que contribuyen a dos situaciones antagónicas, una facilita al herrero su trabajo, pero paralelamente contribuye a perder ese sentido artístico original. El herrero tenia que dar forma a cualquier elemento necesario para el trabajo que tenía que hacer, así, tenia que empezar construyendo todo, no solo la figura a realizar, si no todos los elementos necesarios para ello, por ejemplo: tenia que fabricar los elementos de unión, remaches, abrazaderas, tornillos, puntas, clavos etc. Entonces no se conocía la soldadura ni el antiguo “pegue” consistente también en calentar las piezas a unir, introducir entre ellas un producto compuesto de arena y después martillar una sobre otra, este pro-

Entonces no se conocía la soldadura, con lo que era más difícil relizar la labor ya sean de varias varillas de redondo unidas, o simplemente una barra solidaria de cualquier figura, unas de poco grosor, fáciles de trabajar, y otras muy pesadas por su mayor calibre. Unos, buenos profesionales y otros no tanto, de ahí que todas las piezas no sean de la misma calidad artística. Vuelto a la realidad observo que las piezas mas perfectas están situadas donde es mas fácil admirarlas, dejando las mas defectuosas, existiendo una gran diferencia de calidad entre unas y otras- para las partes menos visibles, esto se manifiesta principalmente el la zona alta de este verja.

cedimiento también estaba limitado por el grosor de las piezas a pegar. Hoy la realización de cualquier elemento artístico, decorativo, o arquitectónico, requiere el mismo sentido creativo del artista, solo que actualmente y con los medios actuales resulta mucho más fácil llevarlo a cabo, no es lo mismo realizar una obra de arte utilizando por ejemplo una barra de acero de sección cuadrada, hexagonal o de cualquier otra geometría y de cualquier medida comercial, incluso de forma helicoidal en cualquiera de ellas, que tener que cuadrar ese lingote a base de calentar y golpear con martillo, darle la medida correspondiente lo mas uniforme posible, y después darle la forma helicoidal, calentando de nuevo e ir torciendo a tramos. Esto forma parte de lo que ya llamamos forja y que en un próximo escrito quiero desarrollar. Agustín Aparicio Cerrato

PIDE un buen SURTIDO DE TAPAS con unas BUENAS CAÑAS


Juegos TRADICIONALES


JUEGOS TRADICIONALES. JUEGOS TRADICIONALES

Juegos uegos y tradición

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Juegos Tradicionales de “correr” EL ARO PARTICIPANTES: individual MATERIAL: Un aro metálico y un alambre fuerte REGLAS: El juego consiste en rodar el aro a mucha velocidad pudiendo establecerse una competición con otro niños de velocidad o de habilidad LA GALLINITA PARTICIPANTES: ilimitado MATERIAL: ninguno REGLAS: Todos los jugadores se colocan en corro menos uno que tiene una zapatilla en la mano. Cantan la siguiente canción y la escenifican: A la gallinita por detrás, tris, tras, Ni la ves, ni la verás, tris, tras. Mirar para arriba, Que caen judías; Mirar para abajo, que caen garbanzos. A dormir, a dormir, que los Magos van a venir.( cierran los ojos) En ese momento, el que tiene la zapatilla la coloca detrás de uno de los jugadores y sigue dando vueltas al corro para despistarlos hasta que dice ¡ya!. Los jugadores abren los ojos y el que se encuentra la zapatilla detrás de él sale corriendo detrás del que se la puso. Si lo alcanza antes de que ocupe el lugar vacío, no

ocurre nada, pero si no lo hace, se la queda él. LAS CUATRO ESQUINAS PARTICIPANTES: cinco MATERIAL: un lugar que tenga cuatro esquinas. Si no lo hay, se dibuja un cuadrado en el suelo. REGLAS: Cada esquina es ocupada por un jugador y un quinto se queda. Este pregunta a uno de los jugadores: -¿Qué hay en la casita que alqui-

esquina pasa a quedarse CARA Y CRUZ PARTICIPANTES: Más de cuatro MATERIAL: Una moneda REGLAS: Se dibuja una línea y otras dos a unos diez de metros de la central.. Los participantes que eligen cara se colocan a una lado y los que eligen cruz a otro. Cuando el árbitro del juego dice cara, los participantes de este equipo cogen el pañuelo y corren hacia su línea del fondo. Si los del equipo contrario los cogen, pierden y, si no, es al contrario ÉPOCA: Todo el año FUENTE: Marcelino Moral Muñoz. Cantagallo (Salamanca)

... todos los jugadores se colocan en corro menos uno que tiene una zapatilla en la mano ... lar? -A otro lugar que esta está ocupá En ese momento los demás jugadores intercambian sus lugares rápidamente. Si el jugador que se queda ocupa uno de los lugares vacíos, se lo queda y que no tiene

GALLETAS PARTICIPANTES: Más de uno MATERIAL: Una piedra REGLAS: Se hacen dos círculos y uno tira la piedra. El otro jugador va a recogerla y el primer jugador va dibujando círculos dentro del círculo grande. El que sea capaz de dibujar más, gana ÉPOCA: Todo el año FUENTE: Noel Olivares Moral GUARDIAS Y LADRONES PARTICIPANTES: Dos grupos con varios miembros MATERIAL: ninguno REGLAS: El equipo de los guar-


JUEGOS TRADICIONALES. JUEGOS TRADICIONALES 44 dias trata de coger a los miembros del equipo de los ladrones y meterlos en la cárcel. Los ladrones pueden ser salvados por sus compañeros si son tocados en la cárcel. El juego termina cuando todos los ladrones están en la cárcel ÉPOCA: Todo el año LA LETRA PARTICIPANTES: Más de cuatro MATERIAL: ninguno REGLAS: Se hacen dos grupos y cada uno piensa una palabra. Cada miembro del equipo se asigna una letra de la palabra. Uno de los dos equipos se escapa y el otro tiene que cogerlos. Van diciendo la letras que tienen asignadas y tratan de averiguar la palabra. Si lo consiguen, ganan. No valen palabras extranjeras ni inventadas ÉPOCA: Todo el año FUENTE: Igor Blanco EL PAÑUELO PARTICIPANTES: Más de cuatro MATERIAL: Un pañuelo REGLAS: Se asigna un número a los participantes de cada equipo. El árbitro del juego dice uno de los números y los participantes que lo tengan asignado corren hacia él para tratar de coger el pañuelo y volver hacia el lugar donde está su equipo sin que el contrario le coja. Si lo coge se le descalifica y si no se le descalifica a él. ÉPOCA: Todo el año FUENTE: Marcelino Moral Muñoz. Cantagallo (Salamanca) TRES NAVÍOS PARTICIPANTES: Ilimitados MATERIAL: ninguno REGLAS: Como comienzo, los cabecillas “echaban pies” y así se formaban los dos grupos. Después había que echar a suertes qué grupo se la quedaba; a cara o cruz o a cerillas. Esto se hacía comúnmente en la

plaza. El grupo al que le habla tocado quedársela tenía que estar en la plaza hasta que los otros, después de haber salido corriendo, y ya a una distancia que les permitía no ser vistos, gritaban: “Tres navíos en el mar”. “Otros tres en busca van”, contestaban los de la Plaza, y salían tras de ellos. El asunto consistía en volver a la plaza, o a donde se hubiese comenzado el juego, sin ser vistos por el otro grupo. Si se conseguía, el grito ritual era “En tierra pararemos”. Por el contrario, si el grupo que se la quedaba vela a sus adversarios el grito era de “Tierra descubierta”. Y se cambiaban las tomas. FUENTE:http://roble.pnt ic.me c.es/ ~fromer2/soto/pasado/juegos.htm

CORRE CALLES PARTICIPANTES: ilimitado MATERIAL: ninguno REGLAS: Uno de los niños se inclina por la cintura. El siguiente los salta y se inclina también. El tercero salta los otros dos y se inclina. Así sucesivamente. Cuando han terminado todos, el primero se levanta y salta a los demás comenzando una nueva ronda de saltos.

LOS BORRICOS PARTICIPANTES: ilimitado pero siempre número par MATERIAL: ninguno REGLAS: Los jugadores se dividen en dos grupos y cada grupo forma parejas. Un niño hace de burro y su compañero/a se sube a él. A una señal, comienzan a empujarse y derribarse. Cuando lo consiguen, la pareja queda eliminada del juego. Vence el equipo al que le quede alguna pareja en pie. LOS ENCANTADOS PARTICIPANTES: Ilimitados MATERIAL: ninguno REGLAS: Uno o una “se la quedaba”, y así como en otros juegos se echaba a suertes, en este lo más corriente era aquello de “el último que llegue se la queda”: todos salíamos corriendo y quien llegase el último a la puerta de la escuela, la de abajo o a la puerta del huerto del pórtico era quien se la quedaba. El juego consistía en que el que cuando el que se la quedaba tocaba a alguien este debía quedarse parado, “encantado” hasta que otro jugador lo volviese a tocar y lo desencantase. El que se la quedaba tenía que atender a dos frentes: por una parte tenía que seguir encantando a los demás y por otra, tenía que cuidar de que no le desencantasen a nadie. Labor difícil. El juego terminaba cuando todos los jugadores estaban encantados, pero eso no ocurría nunca. FUENTE:http://roble.pnt ic.me c.es/ ~fromer2/soto/pasado/juegos.htm

Ahttp://centros3. pntic.mec.es/ cp.valvanera/juegos/ correr/correr.html


Gastronomía TRADICIONAL


Abuelita ¡cuánto me acuerdo de tí!

D

esde hace unos meses he constatado cómo los precios de los productos básicos y no tan básicos han experimentado una considerable subida. Si a esto añadimos el alto coste que supuso para nuestros bolsillos la entrada del euro – cuando muchos de estos productos pasaron en un solo día de costar 100 pesetas a valer un euro, y que la subida salarial no ha supuesto, ni mucho menos, una compensación por estas subidas -, mal, muy mal veo la situación económica del año venidero. Todo esto hace que mis recuerdos vuelvan a los años cincuenta, cuando aún vivíamos en una economía de subsistencia. Mi abuela, mujer de campo y gran cocinera, tenía el privilegio de contar con diversos productos que en el pueblo abastecían a las familias, pero que la clase obrera de la ciudad tenía en gran estima y rara vez comían por ser caros. Me refiero, por ejemplo, al pollo. Era un artículo de lujo que sólo se comía en algún cumpleaños o por Navidad, y era el plato estrella en los

mal abastecidos restaurantes “normales” de entonces. La abuela tenía una olla grande (a mi me parecía enorme)

muchos productos pasaron, en un sólo día, de costar 100 pts. a un euro

en la que ponía, en el fondo, una gallina ya cansada de abastecer de huevos a la familia. Los despojos como la molleja, las patas, el higadito, y los futuros huevos ya no consumados, también eran introducidos en la olla junto con un par de patatas, otras tantas zanahorias, uno o dos nabos y unas ramitas de hierbabuena. Añadía a continuación cinco litros de agua y un poco de sal; por supuesto que entonces no había pastillas de caldo, las puntas de jamón ni se veían, pero si había, añadía dos huesos de caña. Todo esto se cocía en la lumbre durante un tiempo a fuego lento, espumándolo de vez en cuando.

el pollo era un artículo lo de lu lujo que sólo se comía en cumpleaños y Navidad

Cuando todo estaba en su punto se producía el milagro: con un colador separaba el caldo. Si había fideos se preparaba una buena sopa, pero si no, añadía al caldo una buena yema de huevo y salía un consomé que reanimaba a los hombres que venían de trabajar en el campo ateridos de frío. A los más pequeños, con las verduras del caldo y un poco de éste, nos hacía un excelente puré de verduras y, con los despojos, un puñado de arroz: y el resto del caldo lo teníamos para el día siguiente, para comer

Degustación de añoranzas

GASTRONOMÍA TRADICIONAL. ABUELITA ¡CUÁNTO ME ACUERDO DE TÍ! 46


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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. ABUELITA ¡CUÁNTO ME ACUERDO DE TÍ!

o cenar una sustanciosa sopa de picadillo. Con tomate, calabacín, cebolla y pimiento, y la carne de la mitad de la gallina bien picadita, todo ello bien mezclado, comido con un buen trozo de pan candeal, constituía la comida o cena de la familia. Y aún quedaba media gallina. Si había leche, cosa que no solía faltar en el pueblo, hacía junto con un poco de harina una deliciosa bechamel que más tarde, cuando estaba fría, se moldeaba hasta formar unas croquetas que pasaba por pan rallado (así aprovechaba el pan sobrante), y huevo batido. A los niños nos gustaba mucho la bechamel pero poco las croquetas, por lo que, a veces, lo que hacía era añadir un poco más de leche y luego lo depositaba en un recipiente con un huevo batido por encima y lo introducía en el horno y ¡oh milagro!, resulta que no era sólo el plato favorito de los niños, pues los mayores también se apuntaban gustosos a probar este manjar. Y todo esto con muy pocos medios. Ciertos años se pasaban más alegres: habían conseguido criar un cerdo y hacer la matanza. Ésta se procuraba hacer lo más cerca posible de Navidad, olvidando un poco ese refrán que dice “A todos los cerdos les llega su San Martín”, ya que San Martín es en noviembre, y claro, el cerdo llegaba escasamente al verano, y además así en Navidad había algo más variado en la mesa. Recuerdo que mucha gente necesitada solía vender o cambiar los jamones o paletillas, aún en carne sin salar, por tocino, ya que éste lo aprovechaban más para cocinar y no tenían que aguantar los largos meses del proceso de secado de estas partes del cerdo. Se decía: “Si un pobre come jamón, uno de los dos está malo”

La hora favorita de los pequeños era la merienda: había poca variedad pero nos encantaba. En la época de manzanas, nos las preparaba asadas, que devorábamos sin protestar. Si sobraba pan, cosa que ocurría de tarde en tarde, se aprovechaba haciendo torrijas, que nos volvían locos a todos, mayores y pequeños. Cuando las vacas parían, aprovechaba la leche para hacernos una sustanciosa cuajada, y con un poco de harina, leche y poco más nos preparaba una deliciosa fuente de buñuelos que nos comíamos de una sentada. Si había carencia de artículos debido a la sequía, la merienda se solucionaba con sólo pan y aceite. Una rebanada de pan con un chorrito de aceite y una pizca de sal, o bien de azúcar para los golosos, solucionaba este problema, y si algún adulto tenía que realizar un viaje a la ciudad, nos traía chocolate, o mejor, sucedáneo, producto muy popular en aquella época de escasezes, como el famoso “Vitacal” que vendían envasados en onzas individuales. Otra de las meriéndas típicas en época de vendímia era un racimo de uvas con un poco de pan, pero cierto es que esto ocurría de tarde en tarde. Si trasladamos estos ingredientes a los tiempos actuales veremos que no resultan onerosos en absoluto. Lo mismo ocurre con las legumbres, tan sanas y hoy tan olvidadas, principalmente en las ciudades, donde cada vez se consume menos cantidad. Estos platos de mi infancia me marcaron para siempre y procuro sacar tiempo los sábados para elaborar con productos como los que menciono al menos parte de la comida familiar de la siguiente semana. Y os lo aseguro: ahorro dinero y tengo a la familia contenta. Os sugiero hacer lo mismo: estoy segura de que vuestro bolsillo y vuestro cuerpo os lo agradecerá. Inés Gibaja Hombre www.atapear.com


Libro de Cocina (Don Benito, 1877) PATOS Limpio el pato, se le atan con un hilo las patas y alones; en manteca se doran muy bien y con los higadillos, que se fríen en manteca también, se echan a freír unas rebanadillas de papas; luego se ponen a cocer con agua y sal y especias finas. Los higaditos, papas, todo se maja (machacao) y se echa el pato y se cuece hasta estar tiernos. (Libro de Cocina) Dª Josefa Mejías Díaz de la Cortina, Don Benito, 1877

TARTA DE MOLDE A una libra de manteca, otra de azúcar, 8 huevos y una jicara de aguardiente. La manteca se bate con el azúcar como para los bizcochos, los huevos aparte; después se une todo y se le va echando harina y se trabaja bien hasta que quede en una regular consistencia.

el buen comer

GASTRONOMÍA TRADICIONAL. RECETAS DE 1877 48

(Libro de Cocina) Dª Josefa Mejías Díaz de la Cortina, Don Benito, 1877

Recopilado por: Eduardo Gómez - Valadés


GASTRONOMÍA TRADICIONAL. CONFRONCIOS

Sosiegos osiegos del hambre

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Confroncios:

Sosiegos del Hambre (II)

L

as morcillas Si algunas personas no disponían en sus casas de tocino para comer o completar la olla –cosa

rara–, o escaseaban las mollejas en sus despensas, o simplemente querían cambiar de sabor cotidiano de una alimentación monótona, o no había otra cosa para poder comer, podían echar mano, por la baratura y disponibilidad que se estimaba, de las morcillas. ¿Y existe un patrón único para la elaboración de la morcilla? No. ¿Cuántos tipos de morcillas existen en Extremadura? Puede decirse, que tantas como pueblos hay en la región. Como comprenderán, posibles lectores, no voy a escribir de todas ellas, ni describirlas, solamente de aquellas que he catado con más frecuencia a los largo de vida: la morcilla patatera, de Cas-

tuera; la morcilla de vientre y de lustre, de Don Benito y Cabeza del Buey, y la morcilla de hígado, de Campanario. ¿Quién no ha escuchado ese refrán que dice: ¡que te den morcilla!? Quien lo dice, lo hace de una manera desdeñosa y burlona hacia a alguien; también, para manifestar tener poco interés hacia algo. Y es que a la morcilla se la ha considerado como el personaje pobre de la matanza del cerdo, el producto menos importante, vamos, como si fuera un subproducto matancero. Quizás es visto como un embutido con escasa calidad de alimentos de “primera clase”. Sí, en efecto, parece ser el embutido modesto y tristón de la matanza. Pero, con el corazón en la mano, ¿a cuántos estómagos penosos y quejumbrosos por el hambre ha callado? Y,

cómo no, ¿a cuántos ha satisfecho la curiosidad de catar y reparar el deleite de ser degustada?, y es que la cordura del buen yantar de la morcilla va llegando a todos, incluso a los que las desdeñaban, que no eran los desfavorecidos. He escuchado muchas veces a mi padre otro refrán, también referente a la morcilla, que, según él me decía, mi abuelo Guillermo repetía con cierta frecuencia: “Artículo catorceno, quien come morcilla caga moreno”. Y es que en la morcilla, como indica este refrán, la esencia principal está en el aprovechamiento de la sangre del cerdo; si no, ¿cómo se va a cagar moreno? ¿Que por qué moreno?, pues por la oxidación del hierro que la sangre contiene. Acaso, ¿no se defeca negro cuando alguien sufre una hemorragia gástrica? Después de descoagular la sangre del cerdo sacrificado (que ha ido vertiéndose durante el desangrado en el interior del barreño co-


GASTRONOMÍA TRADICIONAL. CONFRONCIOS 50 locado para tal acto, bajo el orificio horadado por el cuchillo en el cuello del animal) por el continuo remolineo de la mano y brazo de la señora matancera, se condimenta la sangre con variadas especias, según los lugares, y se añade los ingredientes que cada uno quiere o puede para la elaboración: patatas, cebollas, hígado, arroz, etc... Si algo enriqueció a España con respecto a la posterioridad del “El Descubrimiento de América”, no fue sólo el oro que de allí se trajo hacia nuestra Nación (éste se fue más, desgraciadamente, para el mal uso en las guerras que nuestros reyes se empeñaron en mantener con otros países y en el beneficio de la nobleza y, cómo no, de los piratas, sobre todo ingleses), sino fueron determinados alimentos. Leyendo a Néstor Luján, en su libro La Puerta del Oro, podemos advertir, según nos cuenta, cómo el extremeño don Antonio de Torres y Calderón no cifra su riqueza ni en el oro ni en la plata sino en el estudio de botánica que aportó desde Perú. Entre otras cosas, el autor nos habla del tomate y, no faltaría más, también del pimiento y de la patata. De está última, me ha hablado mucho mi compañera Gloria Urquizo, nacida en Perú, de cómo la miman en su país. Y los europeos aprendieron y conocieron, al principio de una forma desconfiada, las grandes cualidades de éstas para matar el hombre, sobre todo en el pueblo alemán, gran consumidor de ellas. Y la patata ha sido durante años, junto con los garbanzos, los confroncios de la mayoría de los extreme-

Del pimiento, los extremeños supieron convertirlo en pimentón. ños. Del pimiento, los extremeños supieron convertirlo en pimentón. En Castuera, a través de sus mujeres y hombres, de los cuales muchos de éstos participaron activamente en diversos viajes a ultramar, han sabido guardar con cariño la patata y el pimentón, para convertirlos en un elemento primordial de su gastronomía: la morcilla patatera. Ya en el mes de agosto comienzan a sembrar las patatas para la matanza. Es la patata uno de los doblones de oro morcillero de la alimentación castoreña, que será mezclada para elaborar la morcilla, una vez pelada, cocida y pasada por la máquina con agujeros grandes, con la sangre y grasa del cerdo, y aliñado, todo ello, con pimentón, ajo y sal. Y así de sencillo, como la sencillez de sus gentes, es la elaboración de la morcilla patatera.

Recuerdo cómo en los años de mi infancia las calles en Castuera, durante las mañanas y en los meses de inviernos, se llenaban de forasteros (palabra que se dice con frecuencia aquí) de los pueblos de alrededor en búsqueda de la patatera, que casi siempre terminaban comprando en las tiendas de Chicha o de los Chichejas. De verdad, es qué es una delicia comerla cruda, cocida o emborrajada. No puedo olvidar aquellos meses de inviernos de mi niñez, cuando, junto a mis hermanas Isabel y Elda, comprábamos una morcilla de patata en la tienda de Chicha para emborrajarla bajo las brasas del brasero de picón con el papel de estraza, con la que venía envuelta, mientras hacíamos los deberes escolares. Quien así, emborrajada, la haya probado, no podrá dejar de lado el chorrasqueo de lo tostado ni el suave sabor graso de la misma cuando, abierta sobre un plato,

se presiona con un trozo de pan sobre ella y nos la llevábamos a la boca o se unta en una tostada de pan de hogaza. No menos despreciable era comer la morcilla a pan y puño, como me enseñó mi vecino Aniceto –el padrino, como yo le llamaba– a comerla, o como yo se la veía almorzar o merendillar a mi amigo Juanito el Tela. ¿Qué cómo se come de esta guisa?: ambos, el pan y la morcilla, se coloca sobre la palma de una mano, y se los abrazan con los dedos de dicha mano; la morcilla, entre el aro formado por el pulgar y el índice; el pan, apretado con los dos últimos dedos; un muerdo de morcilla y, girando el puño, un muerdo de pan. No es nada especial comerlo así, pero es entretenido y original. Dentro del capítulo de estos humildes embutidos, no se puede ignorar ni echar de lado a la morcilla de lustre o de vientre. Reconozco que soy un ignorante en cuanto a la elaboración de esta morcilla, aunque no en su degustación. Poco antes de escribir esta parte, me encontré por las calles de Don Benito a mi buen amigo Francisco García –Quico–, a quien ya he mencionado en otras ocasiones, y le pedí que me informara sobre la morcilla de lustre y de vientre. Él es un libro abierto sobre el léxico y costumbres de Don Benito, y, además, familia de carniceros. A los pocos días de hablar con Francisco, me dejó una nota escueta en el buzón de correo de casa, pero llena de información


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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. CONFRONCIOS

para mi ignorancia. Y a fe que me enteró y me informó, en su lacónica esquela, mejor que cualquier diccionario sobre especialidad gastronómica. Decía así: “Receta o aliño de la morcilla de lustre (la cruda) o de la morcilla de vientre (la cocida). Se hace con: Carne gorda o entreverada, sangre, ajo, cebolla, hierbabuena, sal, pimentón y un poquito de comino molido. Para la cruda, se utiliza la tripa de vaca, para la cocida, tripa de cerdo.” (Sic) Aunque este tipo de morcilla hace buen juego con el cocido extremeño, sobre todo la morcilla de vientre, nada tiene de desdeñable para comerla tal y como se compra elaborada. Para esto último, basta un buen zalaco de pan, una navajilla y el deseo de consumirla; el sabor lo recibe y analiza nuestras papilas gustativas. Y nuestras papilas nos transmitirán el suave dulzor de la sangre y de la cebolla, que la enjuga y refresca, junto al sabor del pimentón y el agradable gusto del ajo majado. No menos humilde y gustosa resulta ser la morcilla de hígado de cerdo. Cuéntase de ella que es originaria de distintos lugares de la España andaluza y extremeña, y hasta de las tierras catalanas. Pero para mí que es y forma parte de la peculiar gastronomía de Campanario, sin despreciar la de Orellana la Vieja ni la de Magacela. Los tres pueblos, son algo así como los tres puntos del juego de “Tres en raya”, pues en línea recta están para ganar una partida en el juego gastronómico.

De doña María Piedraescrita Ayuso Gallardo, escrito en el IV tomo, pagina 379 (Personajes y otros aspectos culturales), del libro Campanario, me he atrevido a escribir la receta que la autora relata sobre la morcilla de hígado de cerdo: “Se pican el hígado, el magro y el unto, se amasan bien y se agrega clavo molido, pimienta negra, ajo molido, vino, sal y pimentón. Se amasa todo y se llena en una tripa”. (Sic) Y el resultado, tras unos pocos días de

oreo, es una bella morcilla, de color negruzco y de consistencia blanda pero compacta de un exquisito sabor aromático. Mi esposa prefiere pasarla por el fuego; yo, sin embargo, cruda. A mi me queda un lejanísimo sabor amargo de amor de hiel, perfumado por el olor del clavo, que parece abrirse como una flor en la boca. Chuletas de borrego enhuevada

la morcilla hace buen juego con el cocido, pero es un gusto comerla como se compra

Castuera siempre ha tenido fama, y de ella ha presumido, de ser un pueblo con muchos y grandes rebaños, y muy buenos corderos y ovejas merinas. Aquí, en Castuera, como en todos los pueblos de la Serena, la oveja es siempre muy bien aprovechada: su carne, su leche (¡quesos de La Serena!) y su lana. En La Serena y, concretamente, en aquel pueblo, ni la edad ni el estado de modorra de las ovejas han sido motivos para despreciarlas y repudiarlas. Sus carnes, en aquellos estados maltrechos de salud y de edad, eran aprovechadas con cariño y mimo por los pastores que deambulaban por las dehesas serenianas para preparar las calderetas. Pero en Castuera, aparte de la típica caldereta, los costillares de estas ovejas castigadas por la edad y enfermedad han sido aprovechados de una forma peculiar: Chuletas enhuevadas. Nunca podré decir que en Castuera he comido, por ser cuna de ella, las mejores chuletas de cordero, pero sí las mejores chuletas de oveja. Las chuletas de oveja, en sí, son duras y sebosas. Asadas o a la plancha, son verdaderos sinsabores de un engrudo no específico, donde al terminar parece que el olor de la lana ha penetrado hasta el miajón. Y, para no desperdiciarlas y darles un sabor asequible al gusto, las mujeres castoreñas supieron engañarlas. Yo siempre he dicho que las carnes y pescados buenos sólo necesitan fuego; los aliños son para las carnes y los pescados que no son buenos, para los que hay que “falsificar” los gustos. Y esto se ha conseguido con las chuletas enhueva-


GASTRONOMÍA TRADICIONAL. CONFRONCIOS 52 das, además de ofrecer exquisitas sensaciones gustativas. Era frecuente comer estas chuletas en Castuera en determinadas épocas del año, sobre todo, el día 2 de febrero, día de “La Candelaria”, y, desde los años 50, en la romería de San Isidro; lo mismo, durante las ferias de Santa Ana y la de septiembre. En las dos primeras festividades, si el tiempo acompañaba, la velada transcurría en el campo, y era un buen momento para comerlas y disfrutar de la gira. Durante las ferias, eran degustadas en algunos de los bares clásicos de pueblo, tales como el de Janofa, El Tiranta, El Paraíso o el Túnel. En lo últimos años de vida de mi madre, era frecuente que ella nos las preparara, cuando íbamos los fines de semana a visitarla. ¿Cómo prepararlas? Yo, como a continuación cuento, veía a mi madre hacerlas de la siguiente manrea: unas 24 horas antes de ser degustadas, las chuletas eran aliñadas con ajo machado, sal, perejil con mucha generosidad y vinagre, y se cubría todo ello con agua. Al día siguiente, para comerlas, pasaba cada chuleta por un huevo batido y, a continuación, por pan rallado. Después, en aceite bien caliente, las dejaba freír. Comidas las chuletas enhuevadas, calientes o frías, el sabor ovejuno queda lejano pero no se olvida, y él es de un fresco emboque de cordero con aroma lozano de perejil. Dos o tres chuletas (más bien este último numero) me producía satisfacción del rebaña(d)ero.

Pero la verdad, que tanto los pastores como los habitantes de esta comarca no son aficionados a las degustaciones piscícolas, y menos las de río. Pero sí son estas personas aficionadas a las carnes tantos de cerdo como de cordero y de oveja. Y de estas últimas nace el salón y, especialmente, en Castuera. Ya he escrito en otro capítulo, que la oveja modorra, a pesar de su grave mal neurológico (algo parecido a lo de las famosas vacas locas), eran aprovechadas en la alimentación, salvo la cabeza, pues los pastores ya sabían, sin necesidad de veterinarios ni científicos, que el mal modorrero de la oveja estaba en este órgano. Las calderetas y las chuletas enhuevadas, ya citadas, eran uno de sus fines. Pero también descubrieron que el salón podría cubrir otras necesidades alimenticias y culinarias, y que a

El salón

Nada tiene que ver este apartado con un aposento o un comedor donde poder comer con lujo, pero si tiene que ver con el lujo de poder comer el salón. Según el diccionario de la Real Academia Española, salón es definido como Carne o pescado salado para que se conserve. Los pastores de La Serena no tuvieron que recurrir al DRAE para definirlo, sino a sus propias necesidades. La Serena no es lugar de peces, salvo los que el río Zújar y los que algunos arroyuelos de otoño e invierno ofrecen.

la vez pudiera ser un alimento conservado durante un mayor tiempo que aquellos dos platos gastronómicos ya citados. Antiguamente no había frigoríficos, y menos en los chozos. Eso lo sabemos todos. Y también sabemos que los alimentos había que conservarlos para disponer de una despensa, dado el largo tiempo que pasaban pastores y labradores en el campo, y para eso se hicieron los embutidos, los escabeches, etc. Así pues, la caldereta no era un alimento para guardarlo durante mucho tiempo, so-

bre todo si hacía calor, ni las chuletas enhuevadas. Sin embargo, el salón sí. Cuando la oveja modorra era sacrificada, la carne, sobre todo la de las paletas, era cortada en tiras más o menos delgadas y cubiertas con sal. De este modo, ya desecada la carne, se conservaba durante mucho tiempo. No sé si las necesidades de alimentación les permitían conservarla mucho tiempo, y sobre todo por las delicias de degustarlo. El salón podía ser comido crudo, donde el vino de una bota apagaba la sensación de sed provocado por la sal, asado sobre las brasas o en estofado. Este último guiso era el más frecuente. Y era sencillo, como la alimentación pastoril, pero lleno de enjundia. En una olla se ponía a cocer unas patatas rajadas y ¡tronchadas!, a las que se les añadía, junto con unos trozos de salón, un poco de condimento amarillo. ¿Sal? Depende del gusto del salón y de lo que al comensal o comensales les apetezca. Alguien se preguntará que por qué la patata tiene que ser rajada y tronchada. De esta manera, las patatas, cuando cuecen, permanecen con más consistencia, y no se ablandan como si fueran de consistencia farinácea. Para conseguirlas así, basta cortar un trozo de patata con el cuchillo y apartar el trozo de la misma del resto de la misma, tronchándolo. Buen provecho tenga quien así lo deguste, sobre todo si lo come a la puerta de una casa de campo, bajo el cobijo de una parra, o en el interior de la casa, alrededor de una chimenea. Pero siempre…, cucharada y paso atrás; es más acogedor y una mejor manera de compartir un buen alimento.

Guillermo Paniagua Parejo (De mi libro: Paquitas, ¿qué como hoy?)


Retazos de EXTREMADURA


RETAZOS DE EXTREMADURA. DESDE USAGRE CON AMOR 54

C

onfieso que nunca antes hablé de nuestro poeta-estrella Luis Chamizo, ese oasis de verdor lujurioso en el desierto e inmenso panel telúrico extremeño. Esa referencia que todos tomamos como paladín del castúo, el Chamizo, poeta minarete desde el que se proyectan todas las esencias folklóricas de los extremeños, que yo recuerdo por oídas de mi padre, que tuvo el lujo de escuchar su verbo en un teatro al aire libre en una fiesta de Usagre, ese líder apolítico de lo nuestro que con un pequeño Miajón realizó la proeza de condensar todo el espíritu castúo en el gazpacho de nuestras referencias como pueblo viejo y sabio, pobre y grandioso a la vez de los hijos de los machos que un día triunfaron en América, esa estrofa al aire libre y puro que los enanos no han podido silenciar, esa luz en la penumbra del mundo

Caramancho vino a conmemorar el centerario del nacimiento de Luis Chamizo ramplón de una poesía insípida y de futuro sin futuro, de esos huecos poetas descubridores de mundos descubiertos, nada menos que ese es nuestro Luis Chamizo. Un día del mes de agosto de 1994 se nos ocurrió a un grupo limitado de amigos rendirle homenaje en el centenario de su nacimiento aquí, en el pueblo de Usagre. La velada fue antológica,

con intervenciones de personalidades que glosaron la figura y obra del poeta y poetas que le cantaron sus versos al Hijo del Tinajero en el escenario montado en un parque del pueblo que lucía en el fondo la leyenda: 100 años de Luis Chamizo. Y a la recacha de aquél motivo actuó en la plaza de la villa, traído por un entusiasta maestro natural de Guareña con ejercicio en el colegio público de Usagre llamado José Isidoro Ruiz, el fenomenal grupo folklórico Caramanchos que así se sumó a nuestro homenaje. De forma y manera que pueblo de Usagre, nuestro amigo el maestro y Caramanchos, rindieron homenaje al universal Chamizo. Igual que hicieron nuestros padres en aquella velada del año 1929 de la que se acompaña el programa de la memorable fiesta. José Larrey Cronista de la Villa de Usagre

Lugares bellos

Desde Usagre con amor


RETAZOS DE EXTREMADURA. EXTREMADURA EN EL JÚBILO

Por mi tierra

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Extremadura en el júbilo

Ú

ltimamente cuando salgo a pasear por los caminos de los pueblos con algo más de pausa que anteriormente, ya que mi situación de jubilo así me lo permite. Con un aspecto algo más distraído, voy mirando a diversos sitios o paisajes y ninguno en concreto, pero intentando no perderme ni el más mínimo detalle de lo que he contemplado tantas y tantas veces. Paisajes que antes me pasaban desapercibidos en sus más diversos detalles y que hoy al contemplarlos hacen revivir en mí todo su esplendor y encanto, llenándome la memoria de esas cosas que siempre han estado ahí, en la tierra donde uno nació y se crió, haciéndome partícipe de tantas cosas como tenemos al alcance de las manos, pero que es ahora cuando las veo recreándome en ellas mucho más que en el pasado, donde el tiempo siempre apremiaba. Para ver y apreciar en su justo valor todas las cosas nuestras, sólo hace falta tiempo, no pasar de prisa, pararse recrearse en ellas, y guardarlas en las alforjas de la retina, de una manera agradecida. Al tener presente todo esto, la luz de lo nuestro se hace más íntima adentrándose en el hondón del corazón, como el canto del grillo en trigal, la sementera, el rastrojal, el jaral o la primavera ofreciéndonos campos de múltiples colores. Al tener pre-

A Jordi Ortíz, un amigo bueno

sente todo esto, la película de la memoria se hace más puntual y precisa, llevándonos al punto que nos saca de esa indiferencia que nos proporciona al poner ante nuestros ojos lo más maravilloso de estos parajes, monumentos y paisajes de nuestra tierra EXTREMEÑA. En las ocasiones en que me invade la alegría, permanezco sorprendido ante el verdadero significado de cosas tan cercanas, que por esta nómina del jubilo hoy me son realidades concretas y precisas. Hace muy poco, en unos de mis viajes, paseando por veredas de La Serena y Las Vegas Altas, quedé maravillado por sus huertas de árboles en flor y campos de verdes arrozales, casi desconocidos para mí hasta estos momentos en que me encontré dentro de un inmenso jardín, algo extraño a mis ojos. En aquel instante reconocí mi gran ignorancia por no haber sabido mirar todas esas cosas, nuestras cosas, con el suficiente detenimiento, pues no era la primera vez que me internaba por dichos vergeles, pero eso sí, siempre con el valor apremiante del tiempo. Todo eso me hizo reflexionar, que en adelante tenía que andar más despacio, pausadamente, más y más tranquilo, mirando y apreciando la belleza de las pequeñas y grandes cosas que tenemos a nuestro alrededor y que algunas veces la impaciencia no nos las deja ver.

en la Serena y las Vegas Altas quedé maravillado con sus huertas y arrozales Para sentir y vivir todo lo que es nuestro y nos envuelve, hay que estar en completa armonía con uno mismo; pasar sin prisas, como si la batuta del tiempo nos sincronizara con lo que uno está descifrando y que con tanta generosidad nos la ofrece la naturaleza en nuestra querida tierra. Yo hombre así, forjado y aferrado a todos nuestros conceptos en lo más tradicional, y que como todos vibro y vivo paso a paso la pasión por todas nuestras cosas, desgranándolas en el sentido más puro de nuestra lacónica y bulliciosa gratitud, al tener ante la vista atrevidamente despierta todo cuanto Dios nos brinda de lo que es nuestro patrimonio natural EXTREMEÑO, permitiéndome disfrutar de él mucho más que antes por mi situación de JUVILO. Lorenzo Medel


RETAZOS DE EXTREMADURA. VENID A PL PLASENCIA 56

P

erdonar este atrevimiento, quizás efusivo, que os hago como invitación a esta bonita ciudad y sus alrededores, y, de ante manos, os lo agradezco. Está enclavada en la altura de nuestra provincia de Cáceres, y parece que su fundador, el Rey Alfonso VIII, vio el sitio ideal para que con los tiempos, Plasencia fuera una gran ciudad. No echó de menos un río, que es bonito, por su andadura rabiosamente actractiva, el Jerte, cuyas aguas son claras, de una corriente y luminosidad agraciada. En él, se crían las mejores truchas, y su caminar lo lleva a sitios verdaderamente atractivos: La Isla, por ejemplo, que es un lugar magníficamente ideal, por su belleza, que está obsequiada con una preciosísima frondosidad. Es lugar de recreo, y de espacios delicadamente adaptados para baños. Desde allí, Plasencia, se dibuja como una estampa maravillosa y, te apetece subir para tocarla y gozar de tan bonito como tiene. Sus calles, nos confunden con tiempos de otros siglos, bonitas, que, sin duda, dan un excelente y admirable conmovedor , al ver en ellas, el recuerdo de los tiempos que se fueron, que debieron ser maravillosos. De grandes monumentos, puedo hablaros de una hermosa Catedral, que, qué curioso, son dos, una sin terminar y, la principal, a la que quiero referirme es bondadosamente encantadora, amplísima. Un coro, donde se hacen las celebra-

ciones religiosas, es formidable, y está cerrado con una verja exquisitamente elaborada. Existe otro coro interior donde la madera expone toda su belleza, con decoraciones labradas de tanta gracia, como de importante exposición. Y, allá arriba, entre encinas y canchales, el gran Santuario a nuestra Virgen del Puerto, ¿qué os voy a contar a este respecto...? Que es lo más entrañable, lo más idealizado por todos los placentinos, que, seguro, en Plasencia, no habrá un sólo placentino que no lo visite para pedir o dar gracias a la Virgen, que es patrona de nuestra Plasencia. Poco os he contado de ella, cuando vengáis, me recordaréis porque me he dejado atrás muchas cosas impresionantes sin contar.De contarlo, no todo, sino lo más interesante, seguro que yo no tendría el espacio necesario para hacerlo. Después de este apetecible sabor, al menos para mi, de rememorar cosas de acá, yo desearía haceros partícipes también de sensacionales cosas que ilustran los alrededores de nuestra querida Plasencia. El Valle del Jerte, por no ir más lejos. Este es un magnífico y ejemplar terreno, donde hay nacidos muchos miles de cerezos, y, que está situado a orillas del Río Jerte, cuya influencia, sin duda, él la admite porque lo hace más encantador. Es impresionable ver deslizarse sus aguas , que con tanto candor vierten en él toda su alegría, su amorosidad y, hasta parece que les cantan. Así lo veo yo, y

José Lemus Fuentes

así ha de ser. Es este hermoso Valle, la más bella pintura impresionista que se haya pintado, porque en él, se armoniza tanta belleza nacida de su excitante frondosidad. En la primavera, comienza como el mejor lienzo pictórico, bello y de exagerada excitación, porque es tan bonito, que mejor no se puede pintar. Son cerezos, que copan todo este grandioso Valle y lo visten con millones y millones de floréenlas blancas, consiguiendo matizar todo un conjunto armónico, que lo pone exageradamente bello. Causa admiración, y grandiosas emociones ver todo un hermoso Valle vestido de blanco. Luego, cuando este blanco desaparece, reluce la frondosidad de las cerezas, rojizas y en grandiosa abundancia que, ¿qué te diría...? A mi me encanta. Pero no es sólo bello en la primavera; yo, que me gustan los contrastes, veo muy conmovedor cómo se pone de bonito este Valle en otoño. Los cerezos colorean el ambiente, los castaños le ponen colores ocres, y los chopos amarillean unos más y otros menos que tonifican la grandiosidad de todos los colores. Lo circundan pueblos tan bonitos, que parecen hechos para nacimientos, muy bonitos, con balcones colgados, de madera , y, ves a algunos pueblos allá arriba del Valle, que parecen colgados del Cielo. Es para volverse... Hay más cosa que contar y que ver, pero ya he soltado casi lo mejor que tiene de encanto todo este bello lugar de España.

Lugares bellos

Venid a Plasencia


RETAZOS DE EXTREMADURA. FIESTAS DE INTERÉS TURÍSTICO REGIONAL

Fiestas de interés turístico

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Fiestas de interés Turístico Regional (II) (introducción)

C

ontinuando nuestro recorrido por la cultura de nuestra tierra, a través de las tradiciones y creencias que las diferentes generaciones han ido transmitiendo y escenificando en las distintas fiestas regionales; nos

centramos en este número en las que se celebran durante el segundo mes del año, mes que, en la provincia de Cáceres saben bien de cuál se trata con sólo recitar una adivinanza popular: “Dime un mes con las Candelas a dos y San Blas a tres”; pues, no hay en la respuesta secreto para los vecinos de estas tierras que

en su gran mayoría, una de las dos celebraciones festejan, mas, si quedara alguna duda a dicha adivinanza, he aquí la solución romanceada: “los disantos de febrero, el segundo el Candelero y el tercero, el Gargantero”.

Las Purificás

de Monroy (Cáceres)

A

sí, por ejemplo, encontramos el municipio cacereño de Monroy que celebra en esta fecha, su fiesta más emblemática: Las Purificás, una celebración inmemorial que cada año despierta el fervor y entusiasmo de los vecinos, emigrantes y turistas que visitan la localidad en estas fechas. Esta festividad, también denominada Las Candelas o

La Candelaria, tiene lugar cuarenta días después de la Navidad, del nacimiento del Niño Jesús, tras la cuarentena o reclusión a la que se ha visto sometida María tras el virginal parto, tal y como marcara la Ley de Moisés. En esta presentación la Virgen, a tenor de su condición económica, hace la ofrenda de dos tórtolas o de dos pichones. Esta oblación, es la que rememoran las jóvenes en distintas dramatizaciones que ejecutan en las iglesias el día 2 de febrero. El grupo de las purificas lo configuran nueve jóvenes elegidas por la mayordoma y que lucen durante el rito la sobria vestimenta tradicional: refajo granate o verde bordado en blanco, jubón negro, mandil de raso negro, pañoleta de tul blanca,

mantón de Manila, medias blancas de hilo, zapatos negros y los inseparables pendientes y gargantillas. Las purificas llevan la cabeza cubierta con un pañuelo blanco suelto, las que llevan las roscas mantilla blanca y las que llevan a la virgen con mantilla negra. Comienza la ceremonia con una procesión alrededor de la iglesia, en la que los asistentes llevan velas encendidas. De mal augurio se estima en el pueblo el que a lo largo del trayecto se apague el cirio que han colocado en la mano de la Virgen, pues “sería señal de mala suerte para el campo”. Las andas las transportan cuatro de las purificás, y, estas mismas serán las que posteriormente conduzcan la imagen hasta el altar mayor para depositar en él la figura del Niño Jesús. En el instante del ofertorio las purificás que quedaron fuera del templo cantan solicitando


RETAZOS DE EXTREMADURA. FIESTAS DE INTERÉS TURÍSTICO REGIONAL 58

la licencia para entrar. Una vez concedida penetran en el recinto y entonan las coplas, alusivas éstas a la purificación de la Virgen, según la ley de Moisés y que cuyo origen corresponde al Medievo Una de las purificas, es la solista y lleva la pandereta, otras tres sendas palomas y la quinta sostiene la rosca de piñonate que donó alguna vecina que paga la purificá. Este dulce, que se elabora a base de harina, huevos, azúcar y miel, se adorna con un ramo en el que se prenden los más valiosos billetes de curso legal.

Actualmente, terminada la celebración se reparte a los asistentes pequeñas rocas de piñonate en el portal de la iglesia, donde los jóvenes ofrecen sus bailes de jotas. Ya por la tarde, se rifan las roscas cuyas papeletas se han vendido previamente. En la actualidad el dinero recaudado con la rifa de las roscas se sigue dedicando a gastos de la parroquia y gastos de la fiesta de Las Candelas. Antaño, la ofrenda no era la rosca de piñonate que hoy se hace, sino frutos de

la tierra como cereales, embutidos, huevos, quesos, etc., según las posibilidades del oferente. . .y las purificadas iban vestidas a la usanza de la época, puesto que no es hasta el siglo XVIII cuando las personas pudientes comenzaron a fabricar los conocidos trajes regionales dando así una mayor vistosidad a la celebración, hasta entonces, el único distintivo que mostraban las jóvenes , era una mantilla blanca a la cabeza. En SANTIAGO DEL CAMPO, uno de los pueblos que configura los llamados cuatro lugares junto a TALAVAN, HINOJAL y MONROY, las purificadas también protagonizan los festejos del 2 de febrero, difiriendo en este municipio, exclusivamente en el numero de doncellas pues aquí son sólo cinco jóvenes, que igualmente ataviadas con el traje típico local acompañaran a la virgen en su procesión con vela en mano y entonarán las mismas coplas pidiendo licencia para entrar en el templo y mientras realizan su ofrenda de roscas y palomas.

La Candelas

de Almendralejo (Badajoz)

E

n Almendralejo, el origen de “las Candelas “, declarada Fiesta de Interés Turístico de Extremadura desde 1991, se pierde en la noche de los tiempos. La festividad de Nuestra Señora de la Purificación, titular de la Parroquia Mayor de la localidad, que en algunos documentos figuró como Parroquia de Nuestra Señora de las candelas, se celebra prácticamente desde la inauguración del templo, aunque los primeros

son grandes hogueras que se encienden la noche del 1 de febrero

datos históricos sean posteriores. Pero si bien los orígenes de esta ancestral tradición están ciertamente claros, no se puede decir lo mismo de las Candelas, es decir de las grandes hogueras que se encienden la noche del día 1 de febrero, de las cuales la primera noticia escrita es, al parecer, la de febrero de 1897, en el Nuevo Diario de Badajoz. Esta conmemoración religiosa que viene a recordar la conmemoración del acto de purificación de la Virgen María después del parto de Jesús, tenía su influencia en las mujeres de la localidad o comarca que hubiesen tenido recientemente descendencia, acercándose al templo a “presentarse”, igual que lo hizo la Virgen María, y así purificarse madre e

hijo. Actualmente, estas costumbres se están viendo favorecidas por el Centro de Iniciativas Turísticas y el Ayuntamiento de Almendralejo, que han conseguido dar con la participación de Colegios, Institutos de Secundaria, Asociaciones de Vecinos, Industriales, Comerciantes, etc. un renombre bien merecido al festejo, contando lógicamente con la cordialidad y amabilidad de toda la población, que no en balde se tiene ganado el calificativo de “ciudad de la cordialidad”. En vísperas de la Fiesta de la Candelaria, el 1 de febrero, se tenía por costumbre en Almendralejo hacer grandes candelas en honor de la Virgen a partir del anochecer, con lo cual era muy llamativo contem-


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RETAZOS DE EXTREMADURA. FIESTAS DE INTERÉS TURÍSTICO REGIONAL

plar estos innumerables “focos” por toda la ciudad, incluso en el campanario de la iglesia de Ntra. Sra. de la Purificación. Esta secular tradición simboliza la quema de lo impuro, lo viejo y los espíritus malignos, consiguiéndose a la par la “purificación” de los asistentes, que mantenían la esperanza de tener paz y bien durante todo el año en sus casas y familias. Actualmente y en grandes espacios de varios barrios típicos de Almendralejo se queman, durante esta singular ceremonia, las llamadas “Pantarujas”, pro-

tagonistas y elementos imprescindible de la hoguera. Auténticos seres maléficos y diabólicos, representan, en cierto modo, a las fuerzas del mal, de ahí que deban ser quemadas a modo de expiación general. Dispuestos para el fuego, los enormes muñecos fantasmagóricos parecen cobrar vida en medio de un intenso humo. Ataviados por chispas llameantes y escrutados por las atentas miradas de cuantos se congregan en los alrededores. Éste, es justo el momento en el que las pantarujas cumplen el castigo a que han sido condenadas. Con el fuego de las pantarujas los espíritus malignos huyen amparados en la oscuridad de la noche, ante el beneplácito de la multitud atrincherada ante la candela. Con las Candelas nacieron otras ceremonias no menos atractivas y curiosas, la de la recogida de leña durante los días previos a la celebración para hacer una gran “candela” donde asar el pestorejo del cerdo y otros productos guardados de la matanza,

teniéndose como buena norma, visitar las otras candelas hasta bien entrada la noche, donde los visitantes son obsequiados con productos de la tierra, todo ello regado, eso sí con los mejores y más jóvenes vinos de la tierra. Finalmente hombres, mujeres y niños vuelven a sus hogares con los rescoldos de las candelas, probablemente con la esperanza de haberse asegurado una purificación de malos espíritus para todo el año. La festividad, comenzaría el día 1 de Febrero a las 20 horas aproximadamente, con el repique general de campanas que indica el momento de encender todas las Candelas, momento que será anunciado con fuegos artificiales y la espectacular iluminación del Campanario. La Candela oficial, estará ubicada en la explanada de la Plaza de Toros y será encendida por el Sr. Alcalde. Seguidamente, dará comienzo un Espectáculo Folklore Extremeño. El día 2, día de Ntra. Sra. de la Candelaria, tendrá lugar la presentación y bendición de todos los niños nacidos en la localidad en el año anterior, este acto se llevará a cabo en la Parroquia de Ntra. Sra. de la Purificación a las 12horas. Entrada la tarde, a las 19 horas, se llevará a cabo la bendición de las velas y procesión de NTRA. SRA. DE LA CANDELARIA, que precederá la SOLEMNE MISA. OTRAS LOCALIDADES Como hemos observado, son numerosas las localidades donde se celebra esta festividad en nuestra comunidad, así mismo en Badajoz, La Fiesta de Las Candelas y Tamborada de Santa Marina, está institucionalizada y patrocinada por el Excmo. Ayuntamiento de Badajoz desde 1990, año en que entró a formar parte, junto el Entierro de la Sardina, de San Roque, del Programa oficial del Carnaval, la Fiesta mayor de la Ciudad. El 1 de febrero, en la capital pacense, sobre las 21 horas se coloca al Marimanta en la cima de la candela y cuando

las primeras llamas comiencen a alcanzarle, sonará una tamborada fúnebre con la que los tamborileros pacenses despedirán al temido “coco” extremeño. Momento que muchos carnavaleros aprovecharán para arrojar a las llamas algunas piezas inservibles de sus ya viejos disfraces, gorros y otros aparejos ajados por el paso del tiempo, así como muebles desvencijados y otras prendas insólitas, sacadas de los abultados armarios y trasteros de las casas. Rito que, según los más carnavaleros de las Candelas, les traerá “buena suerte”. A continuación, con el ambiente bien caldeado y con el Marimanta reducido a cenizas, viene la esperada degustación de los tradicionales hornazos de chorizo, acompañado de los ricos caldos extremeños en la plaza de Santa Marta. Simultáneamente, y en un escenario anejo alzado en la misma plaza, dará comienzo el ya famoso Certamen de Tamboradas, en el cual las distintas comparsas persiguen obtener el título de “Mejores tambores de Badajoz” La fiesta concluye el día 2, con la fiesta litúrgica de la Presentación del Señor en el Templo y la Purificación de la Virgen con una solemne función religiosa en la parroquia de San José, a partir de las ocho de la tarde. Antes de la misa se repartirá entre los asistentes unas candelitas y, en su transcurso, se procederá a la bendición de los niños pacenses nacidos desde la pasada conmemoración. Raquel Valadés Gil


Artículos V VARIOS


ARTICULOS VARIOS. COSTUMBRISMO SI O NO

Costumbrismo ¿sí? ¿no?

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Costumbrismo ¿sí? íí? ¿no? ¡Vaya Sino! ¡Tan cansino!

E

nganchados a la rueda cotidiana de la vida, casi todos, nos hemos plantearnos ciertos cambios graduales para hacer más lleva-

cas casi sin darnos cuenta. En los tiempos de la Abuela, había más dietas forzosas que voluntarias; sobre todo en los año del hambre. < “¡Minina era la jambre que se pasaba, como jacer dieta!” “¡Encima! ”>.

Comeremos ensalada A diario comeremos ensaladas, arroz, patatas o garbanzos: Como siempre, escepto los fines de semanas, que, lo vamos sustituyendo por amburguesas, pisas, aros de cebollas o calamares a la romana. Una llamadita por el móvil ¡basta! Nos lo traeran a casa calentito y en embase desechable para que pueda ir directamente a la basura sin pasar por el fregadero.

Naranjitas y limones < Naranjitas y limones comen los calabazones. Naranjitas para la dieta blandita; y limones para

dera la rutina.

Lo que comen los señores Pregunto ¿Qué es lo que comen los señores y, señoras? Me estoy refiriendo a una de las teletubbies, en concreto a Beckham, ¡Tan chic! Con su estilazo y clase de siempre. “La becanchi”, tiene la habilidad de sorprender con el último “look” y zatatitos de altura, aunque para eso deba comer màs bien poco a juzgar por el aspecto que nos presenta; todos sabemos que en ello va el juego de la bendita, o la maldita imagen: Según se mire. No hay que negar que se le nota, a la maja, la mala uva que tiene: Quizás sean contrapuntos de la dieta extricta; a otras, se les pone cara de acelga; o de higo pasado; e incluso, cara de susto ¡Gajes del oficio! Así van cambiado las épo-

... en la época de la Abuela, había más dietas forzosas que voluntarias ... apretar... ¡los corazones!> (va por ustedes señores). “Arropé, arropé” Arrope, arrope al niño, que el invierno llega a galope; y con él, el turrón, que “vuelve a casa por Navidad.” Sentadita me quedé Sentadita me quedé el otro día en casa - al amor de la calefacción central - pensando sí estamos

verdaderamente llevando una vida sana y equilibrada entre esta trilogía de coche-persona-edificio. Me pregunto ¿Cuánto tiempo hace que no caminamos por el campo y escuchamos, sin ir más lejos el balar de las cabras? “Donde las halla, porque haberla ahíla.” Desde aquí confieso que me cuesta imaginar si balan o no las cabras. Sé que balan las ovejas, pero, ¿y las cabras? Pues, creo que tendré que preguntar el día que vaya al pueblo o vea algún folclórico de aquí: “Ea, ya está, a los CARAMANCHO, mismo.” <Y es, que, de la vida sana, nacen(crecen y se hacen viejas) las buenas costumbres>. < Por eso, ¡Al dicho: - “Jacha, Jigo y Jiguera” aún siento las raíces de mi tierra!>. No solamente las siento, sino que fluyo en poema: <<¡Beso a mi Extremadura, la gran humilde y pura; de atardeceres dorados entre sierras y olivares!>>. Posdata

Sigo sin saber lo que hacen las cabras: Porque las ovejas saben balar, ¿Y las cabras? ¿Qué saben... “cabrear?” A la rueda, rueda de la vida: Costumbrismo ¿Sí? ¿No? ¡Vaya sino tan cansino! María José Fernández Sánchez


ARTÍCULOS VARIOS. VA POR ELLOS 62

M

e propusieron que porqué no escribir un artículo para la revista dedicado a dos “personajillos”, bastante singulares en el grupo que en este fastidioso verano en muchas de las actuaciones no nos han podido acompañar. Pues sí así es me refiero a Ángel y Soraya, o más conocidos entre nosotros Angelillo y “La Sory”, para mí es un honor poder escribir este artículo, no sólo como monitora de ambos, si no también como amiga o “madre” de ellos, ya que al igual que muchos de sus compañeros los he visto crecer y los he enseñado a saber disfrutar de lo que hoy hacen, que es bailar , pero este no es el motivo y el orgullo que me hace hablar de ellos, si no sus ganas de vivir que han tenido en estos últimos tres meses que hace que hoy podamos hablar de ellos con alegría, porque por suerte, en ese trágico accidente de tráfico que han tenido este verano, podemos estar contándolo y esperando que pronto se recuperen y vuelvan a estar entre nosotros. Han sido unos días de incertidumbre bastante fastidiosos, sobre todo por Soraya, que es la que peor ha estado, sus compañeros junto con varios componentes del grupo titular fuimos a pedirle a la Virgen de las Cruces, nuestra patrona, por su mejora y así fue, nos ha hecho caso y hoy por hoy Ángel ya está en su casa, intentando reanudar su vida, aunque le quedan aún algunas pequeñas secuelas que esperemos que pronto se solucionen y pueda empezar a bailar, y Soraya poco a poco va volviendo a ser la “Sory”, sólo le queda mucha paciencia y rehabilitación. Bueno! Como el título bien dice ¡VA POR ELLOS!, así es: Ángel, Soraya, esta dedicatoria es para vosotros, en nombre de todos vuestros compañeros/as y en el mío propio ¡VA POR VOSOTROS!. Hablar de ellos es como hablar de un libro abierto, no tiene hojas en blanco y tampoco tiene fin, de hecho muchas veces me pongo a pensar y digo: “si es que yo era igual cuando tenía su edad”; se apuntan a todo, a todo están siempre dispuestos, uno arrastra al otro ,que si Cruz Roja Juventud, Caramancho ,ahora estaban montando una comparsa que yo les decía: ESTÁIS LOCOS, no tenéis bastante con lo que hacéis que aún más todavía, pero así es, son súper activos, es más, dejamos de hacer carrozas en Reyes y ellos se han buscado

sus mañas para seguir haciéndolas, y ahí está la prueba, que no sé si os lo había dicho antes, preciosa la carroza del 2007, bueno! Y os cuento y no paro porque tienen infinidades de cosas entre manos y además de todo eso sus estudios. Vuestros compañeros, y sé que os consta, han pasado unos días bastantes fatídicos preocupados por vosotros, la primera actuación que tuvieron, el Festival Juvenil en las Fiestas de Santiago, quisieron poner todas sus ganas y hacer un esfuerzo, porque algunos ni les apetecía bailar, os dedicaron la actuación, que ¡por cierto! no sé si causó ayuda que salió bastante bien. A Ángel le hemos tenido ya en los ensayos entre nosotros, incluso vino a las Cruces andando a darle las gracias a la Virgen porque ya estáis fuera de peligro y se lo pasó como los indios, así es que Soraya anímate y ponte pronto del todo bien que podamos verte entre nosotros ya mismo. Ya sé que esta dedicatoria es para vosotros, pero me vais a disculpar que haga un pequeño inciso y darles ánimos a vuestros padres que han pasado momentos muy malos por vuestra salud, y a todos aquellos familiares y amigos que han estado y están a vuestro lado en los días de hospital, operaciones , rehabilitación, etc…, y decirles que ánimo que lo principal es que hoy sea un orgullo poder estar escribiendo este artículo dedicado a ELLOS y que lo puedan leer y no tener que dedicárselo para quedarlos en nuestra memoria, Ánimo y Paciencia. Bueno chicos! Me podría pasar todo un día y más escribiendo para y de vosotros, pero voy a contar pequeñas anécdotas que recuerdo. De Soraya, tengo recuerdos muy buenos, comenzó muy pequeñita conmigo a bailar, y recuerdo que recién empezada su andadura en el folklore, en el Colegio Zurbarán montamos un villancico, al cual le preparamos una coreografía, que había que bailar, era el Burrito sabanero, y quién si no que So-

Conchi Parejo Quintero

raya y Pilar las dos rubitas con una cara de ángel con dos niños Mario y el otro no recuerdo, os hablo que esto hace más de diez años, estuvisteis graciosísimos, recuerdas?, pues desde entonces esta “piojina” conmigo, decidme si no es para cogerles cariño y desear que pronto vuelva, no quiero recordar el día que me llamaron los niños para decirme lo del accidente, me acuerdo que estaba de viaje con unos amigos y me decían qué me pasaba y lo que quería era volver a mi casa cuanto antes para saber de vosotros, pero dejémoslo ahí….. Que más recordar de ti, cuando subiste a los juveniles que apenas conocías a nadie, pronto te empezaste a dar a conocer, y hoy por supuesto eres una amiga más de todos. De Ángel recuerdo menos de tan pequeño porque cuando empezó conmigo ya era bastante más mayor, pero los momentos que más recuerdo de ti son las excursiones, las fiestas, etc… de las escuelas de folklore, tu “ don “ que te caracteriza para entretener a los niños, recuerdo ese día de convivencia en Doña Blanca en el cual pediste incluso a Cruz Roja “chismes” para hacer juegos de grupo, ¡ lo que disfrutaron los niños ese día ¡, o esas horas, tantas y tantas horas juntos en esas carrozas, qué bien nos lo pasábamos! Y de ambos recuerdo que siempre estáis riñendo, discutiendo, enfadados, pero nunca podéis estar el uno sin el otro. Por todo esos momentos que hemos pasado juntos y por todos aquellos, que espero que sea pronto, ánimo y recuperaros que todos os esperamos con los brazos abiertos y como bien he dicho al principio VA POR VOSOTROS. Besos de todos vuestros compañeros y en el mío propio.

Amistades gratuitas

Va por ellos


ARTICULOS VARIOS. LA FIESTA DE LOS QUINTOS

Fiesta de los quintos

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La fiesta de los quintos

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ajaban por la calle, alborotando. Venían endomingados, con sus mejores trajes, las corbatas de los días de fiesta, repeinados y alegres. Bajaban delante, formando un corro bullicioso, abrazándose y cantando a voz en cuello, con la euforia de sus veinte años. Los padres los acompañaban detrás, en grupo aparte, más tranquilos, orgullosos de sus hijos, de la varonía de sus hijos. Unos y otros se encaminaban al bar, a tomar un café y una copa de aguardiente. Eran “los quintos”. Los mozos que entrarían el año próximo “a servir al Rey”. “Hacer el servicio” era, por entonces, una cosa muy seria. La mayoría de los mozos abandonarían por primera vez la casa paterna y, muchos de ellos, viajarían a tierras extrañas y lejanas. Ahora, venían de las Casas Consistoriales de “tallarse”, es decir, de que les tomaran las medidas y les hicieran un breve reconocimiento

médico para comprobar que estaban sanos y, por lo tanto, eran “útiles”. De ahí su nerviosismo y su algarabía. Luego, con el café calentito –achicoria, las más veces- y el aguardiente peleón y rasposo entonando el

... se pasaba por casa, donde esperaban impacientes las mujeres ... cuerpo, se pasaban por casa, donde esperaban impacientes las mujeres: madres, hermanas, novias... Entonces se daban los detalles:”Fulano no dio la talla, Mengano ha alegado tener pies planos, Zutano “se libra” por

ser hijo de viuda...” Y después, sin dilación, a celebrar “la quinta”. Un corralón, una nave, el corral de una casa, podían servir para eso. Allí se juntaban los invitados de cada mozo. (A veces lo celebraban varios juntos, con lo que el número de aquellos crecía bastante). Cuando el quinto llegaba al lugar de la fiesta, ya lo esperaban los parientes varones y los amigos con los gallos y los chorizos –regalos de sus familiares, amigos y vecinos- colgados en una caña. El padre del mozo se había encargado de comprar un carnero, que sería sacrificado luego, al mediodía, para preparar con él la suculenta caldereta tradicional. Un par de arrobas de vino aguardaban también, en sus correspondientes garrafas, que comenzasen la juerga y los achuchones de la sed. Y, a partir de ese momento, el desmadre. Dos de los jóvenes portaban una de las garrafas –la otra se reservaba para la comida- y otros dos, cada uno de un extremo, se hacían cargo de la caña de la que


ARTÍCULOS VARIOS. LA FIESTA DE LOS QUINTOS 64 pendían los chorizos y los gallos, enormes y relucientes, ajenos al sacrificio que les esperaba. El carnero, muy adornado con cintas de colores y flores de papel, acompañaba a la comparsa en el recorrido. Este consistía en pasear al azar por las calles, entonando las “coplas de quintos”: Ya se van los quintos, madre,/ ya se va mi corazón,/ ya se va quien me tiraba/ chinitas a mi balcón. En las esquinas, se paraban, levantaban la voz e invitaban a beber a los transeúntes que, por un momento se unían al alegre coro. Las letras, en ocasiones, se pintaban con un pellizco de melancolía: Ya se van los quintos, madre,/ y yo no me quiero ir,/ porque tengo en esta calle/ un capullo a medio abrir. Una rodaja de chorizo, un trago de vino nuevo, y otra vez en marcha, con la chiquillería detrás y las coplas, de soniquete machacón, atronando las calles y sacando a las muchachas a las puertas, arremolinadas en grupos, charlatanas, risueñas, coquetas, con un punto de picardía que estimulaba la procacidad de algunas de las letras:

que la dejo de barbecho.// Si la dejas de barbecho/ que la siembren de cebá/ que si tú no la recoges,/ otro la recogerá./ Cuando se encontraban dos pandillas la jarana era mayúscula. El griterío ensordecedor, los abrazos, el vino que corría generosamente, las letras compartidas con referencia a los destinos recién sorteados: A ti te ha tocado el uno/ y a tu compañero el dos/ él se hace la puñeta/ con el número mayor.

... cuando se encontraban dos pandillas, la jarana era mayúscula ...

Yo no siento ir a Melilla/ ni pasar por el estrecho/ lo que siento es mi morena/

Avanzada la mañana, cada mozo con su acompañamiento se encaminaban hacia el lugar de la celebración. Allí entregaban el carnero a los mayores, para su sacrificio. Ellos serían encargados de hacer la comida: caldereta y gallo frito o en pepitoria. La fiesta seguiría hasta la noche. Después, con el cuerpo ardiente por el alcohol trasegado, a la cama, unos a dormir la mona y otros a esperar el día de incorporación a filas. Desde ese día, oficialmente, una nueva generación de chicos habían pasado a ser hombres. Y el pueblo seguía con su rutina, sus costumbres sencillas, su manera de vivir. Su vida. José Iglesias Benítez


ARTICULOS VARIOS. SE HA CAÍDO UN ÁRBOL

Desde tierras lejanas

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Se ha caído un árbol El funeral Sidamo (Wila)

L

os sidamo, un pueblo cusita que habita en el sur de Etiopía, se están abriendo paulatinamente a la influencia cristiana que ilumina sus profundas incertidumbres a cerca del más allá. Los funerales por sus difuntos, aunque de un gran dramatismo y belleza reflejan la convicción de que el muerto, como un árbol caído, se ha perdido para siempre. En el rito del funeral sidamo no es la inteligencia la que prevalece. La esencia humana del funeral está en el cuidado y creatividad a convertir el dolor de la vida en pura ternura de buen vivir. Los eventos sociales se delatan aquí por los cantos. Los ecos de estos permiten reconocer desde lejos si se trata de un funeral, de un matrimonio, una circuncisión, un sacrificio o la fiesta de año nuevo “FICHE”. Los lamentos públicos por un muerto no empiezan al momento de la muerte: a los que mueren por la tarde o por la noche se les empieza a llorar al alba del día siguiente y a los que mueren por la mañana se les llora por la tarde. No se puede hacer oficial la muerte hasta que no se haya mandado aviso a los familiares más cercanos. En todo caso en la cultura sidama jamás se dirá ha muerto dirán no quiere ver la luz. Entre los sidamo la muerte de un familiar es fuertemente sentida por todos los miembros del clan y manifiestan su dolor con actos que van desde un ostentoso y desgarrado llanto hasta los rituales simbólicos muy elaborados. Castigan su cuerpo hasta el derramamiento de sangre. Y las mujeres que sobrepasan a los hombres en esas manifestaciones, se arrancan los pelos

de la cabeza y se arañan las mejillas hasta dejar en ellas grandes surcos de sangre que tardan días en cicatrizar. El entierro y funeral En el entierro, el cadáver es

al final del acto se hace un recuento de participantes castigando a los que no acuden

transportado sobre unas andas hechas con cañas de bambú y acompañados por hombres y mujeres hasta el lugar de la tumba, que no es el cementerio sino un lugar elegido en su propio campo. En un griterío de dolor el hijo mayor lleva una calabaza llena de miel, que verterá en la sepultura mientras dice: “para que no te

falte jamás”. La tumba es una fosa que se estrecha en el fondo donde irá el cuerpo este fondo está revestido de cañas de bambú. Ello permite colocar una fila de palos o tablas que aislan el cadáver, formando una especie de cámara que impide que la tierra caiga directamente sobre el cuerpo. La tumba acaba en un túmulo de tierra (cúpula), que a su vez viene cerrada por una empalizada de bambú ricamente embellecida. Es desde aquí al día tercero que se unen los hombres para realizar la danza del ketala (guerra) dirigiéndose hacia donde está el árbol mezclándose con todos los celebrantes que allí hay, en este momento fuerte de emoción y griterío un anciano sacrifica un ternero (sacrificio del mittigo) y aquí cesan las danzas. El funeral propiamente dicho lo dirige un murricha y está organizado por un comité de chimeye o anciano que lo decide todo, incluida la fecha exacta más propicia para el espíritu del muerto. Se manda aviso a todas las personas relacionadas con el finado, y al final del acto se hará un recuento de los participantes, infligiendo un castigo a los que no han asistido. El comité determina también la clase de funeral que se celebrará, de acuerdo con la categoría del difunto: sus riquezas, su influencia, su rango social, sus numerosos hijos. La erección del árbol es reservada únicamente a los ancianos, este árbol representa al propio difunto, cuyo tronco es el padre y las ramas sobre su copa son los hijos en los cuales se prolonga su vida. La ceremonia del árbol Tiene una gran belleza y simbolismo y se realiza del siguiente modo: se corta un árbol los más alto posible, se descorteza todo su tronco a excepción de las ramas superiores, se pinta de rojo


ARTÍCULOS VARIOS. SE HA CAÍDO UN ÁRBOL 66 intenso, símbolo de la sangre, una multitud de hombres lo cogerán en sus brazos y harán una danza con él, lo dejarán plantado en el lugar indicado, una pradera amplia a campo abierto. Al pie del árbol se colocarán todos los objetos personales del difunto: la lanza, el machete, el cuchillo, las calabazas de la leche y el “tilte” (puchero) dónde él comía y un par de escudos de piel de hipopótamos. La esposa o esposas se decoran la cabeza con dos plumas de un pájaro especial que augura fortuna y se visten con la piel

rededor del árbol. Durante el tiempo que duran las danzas, los familiares varones de todo el clan del difunto sentados en unos bancos, esperan el pésame, éstos llegan en fila por orden de edad y jerarquía, primero el mayor y de más categoría y así sucesivamente. El llegar a pocos metros entonan ¡AHOOOOO! Al tiempo que tiran las lanzas por tierra, los familiares se ponen en pie y reciben un abrazo muy suave desde el primero al último. De la parte de las mujeres ocurre lo mismo, éstas gritan ¡ANIYA! jANIYA! (padre

de leopardo del marido signo habitual de realeza y dignidad. Los objetos del difunto son llevados en procesión por cualquiera de los participantes y mostrados al público. Durante los tres días de duelo, los hombres con lanzas en la mano cantan y danzan formando un semicírculo a uno de los lados del árbol. Del otro lado también en semicírculo están las mujeres, los tambores suenan marcando un ritmo acompasado moviéndose entre los dos grupos. La letra de los cantos es creación del momento; en un derroche de ingenio e improvisación, diversos solistas recorren el historial del difunto, evocando sus actos heroicos. Hombres a caballo con el torso desnudo se golpean la espalda con un látigo o con el cabestro del caballo, causándose hematomas de consideración. Las mujeres, mientras danzan al-

mío, padre mío porqué no he sido yo). Luego los visitantes de ambos sexos pasarán a saludarse entre sí. Las celebraciones duran tres días y las danzas se ejecutan a intervalos, desde las diez de la mañana hasta las seis de la tarde. Al mediodía de cada una de las tres jornadas se da la comida a todos los presentes, comenzando por los que vienen de más lejos, éstos se sientan en grupos de ocho o diez y se lavan la mano derecha que es la que usan para comer. Al final del tercer día tiene lugar el sacrificio de mittigo un ternero. Su sangre es derramada por tierra y su carne no será consumida por los participantes pues la víctima representa al difunto. Al comenzar el sacrificio cesan las danzas y sentados por tierra, los asistentes en voz baja murmuran perjuros contra el Goyamo (mal espíritu), para el difunto

sea liberado de sus pecados y que éstos sean devorados por las alimañas. Después de esto, el ternero es despellejado y descuartizado, su carne es colgada de un árbol para ser devorado por las hienas, buitres o perros, también puede ser dada a una persona impura que la consumirá. Conclusión de la ceremonia Acto seguido el árbol que se había plantado es tirado a tierra por los hombres en ese momento una mujer con un cántaro de agua y unas ramas de árbol purifican todo; los presentes, los objetos del difunto, el árbol mismo. Todos los objetos son retirados en ese momento, a continuación los familiares más cercanos al difunto se rapan la cabeza signo de luto. Al cuarto de día tiene lugar el sacrificio del kiso, aquí ungen la víctima y se ungen a sí mismos, sacan con cuidado de las entrañas el MORA (peritoneo), para ser leído por un kilancho. La interpretación debe ser buena para la familia, para el clan, para el ganado y la tierra. Con la sangre se ungirán los hombres en la frente mientras las mujeres vienen ungidas en los pechos, la carne es consumida por todos. Otro sacrificio, el INDIDO tiene lugar justo al mes de la muerte, “indido” quiere decir; fin de las lágrimas, llanto. Con él se da por concluido el funeral, pero si alguien sueña con el difunto volverá a realizarse otro sacrificio llamado torsirate “libación” aquí parte de la sangre de la víctima se echará sobre la tumba así como mitad de la carne. Funeral de una mujer El funeral de una MOTITE “mujer importante” se desarrolla de forma similar al del hombre. La diferencia más notable está en que en vez de un árbol, lo que representa a la difunta es un muñeco del que cuelgan los brazaletes, collares u otros objetos personales que le pertenecieron en vida. En las danzas, los hombres no van acompañados de sus lanzas ni dan saltos, el final del duelo es marcado por el sacrificio de una vaca y todos serán purificados con el agua. Después de los funerales, el sepulcro no será tocado ni será objeto de atenciones especiales. Solo cuando un familiar sueña mucho con ellos le ofrecerá un pequeño sacrificio para que no dañen el ganado ni las personas. Esto es porque el difunto es un ausente vivo.

Hno. Fernando Acedo


ARTÍCULOS VARIOS. A JUANLU, IN MEMORIAM

Con nosotros

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A Juanlu, in memoriam

E

stimados lectores: Este año me voy a tomar la licencia de no escribir sobre la sección de “JUEGOS TRADICIONALES”, sección sobre la que venía escribiendo desde años atrás. Este año mi intención era escribir sobre un familiar íntimo, al que le debo lo que soy, y que hace, prácticamente 20 años que falleció. Pero los acontecimientos precipitan las situaciones y durante estos últimos días un grupo de amigos hemos vivido la separación definitiva de unos de los nuestros, uno de los que ha sido integrante de nuestras vidas, uno de los miembros del grupo que promueve esta revista, una de las personas que te llega, una de las personas que consideras integrante de tu vida. Tal vez estas cuatro letras, sean deslavazadas y no tengan orden ni concierto, pero puedo asegurar que salen de “dentro”, “muy adentro” y como todo lo que sale de “ahí”, tal vez salga a borbotones, sin orden, por impulsos, pero..... sólo espero que quién lo lea, entienda la situación emocional del que esto trata de enlazar sobre un papel en blanco. Posiblemente nunca podamos llegar a expresar en un papel los sentimientos que embargan a las personas, pero aseguro que se trata de un sentimiento noble y sincero. A pesar de que mi amistad no radica en años de conocimiento, a veces no es necesario conocer durante muchos años a una persona para identificarte con ella, apreciar sus valores....; pues a pesar de ello, me considero amigo suyo, viví con él momentos que no podemos olvidar, y digo considero porque no escribo sólo, sé que estoy escribiendo en nombre de Pedro, Lorenzo, “El Civilón”, Vicente, Lolí, Eduardo, Genari, etc., todos amigos íntimos suyos que más que yo han percibido su presencia a través del tiempo y por supuesto notarán su ausencia en estos momentos. Aún recuerdo el tercer molino, las acampadas, el trozo de queso en

el volante de Lorenzo, las “procesiones” que organizábamos en esos momentos de relax y buen ambiente que reinaba entre todos nosotros, esos momentos que jamás se borrarán de nuestra mente, al igual que vuestras actuaciones en el mercado del “Borne” en Barcelona, dónde fui

a veros cuando yo vivía allí. La última actuación que vi vuestra, el pasado día 11 de Octubre en la plaza de España en honor de la Virgen de las Cruces, me llenó de nostalgia

y evidentemente de emoción. Parecía que de un momento a otro, en uno de los cambios iba a aparecer, que iba a bailar con ese aire medio desgarbado, medio indolente, pero vistoso al mismo tiempo y atrayente que le caracterizaba, ese aire con el sombrero medio de lado, medio caído, medio.... pero que siempre hacía que te fijaras en él. No apareció, pero sí había alguien sobre el escenario que de alguna manera era él, alguien que con su “aire” no le recordaba, pues posee un estilo garboso, orgulloso de lo que está haciendo encima del escenario, orgulloso de sus costumbres, y esa persona le personificó, le “representó” (por cierto, difícil empresa) y de alguna manera estaba allí, seguía con nosotros y le vimos; le vimos bailar a su virgen, estar con su gente, volver a bailar con sus amigos, con todos los que le recuerdan bailando, cantando y sonriendo. Pero no sólo alguien le recordó encima del escenario, durante la actuación, sino que también ha tenido la buena “ocurrencia” de dejarnos su semilla, su descendencia, su hijo, que ojalá algún día suba a ese escenario y haga lo que su padre ha hecho por este grupo que lleva nuestras tradiciones, cultura, usos y costumbres allá donde va. Supongo que a estas alturas muchos de ustedes sabrán ya de quién hablo, evidentemente de uno de los artífices de que este grupo esté donde está, pues ciertamente no se llega aquí, si no hay un cimiento; pues eso, ÉL puso esas bases, esos cimientos, exactamente igual que los pusieron muchos de los que ahora no bailan ni tocan, pero que están en la raíz de lo que hoy es CARAMANCHOS. Bien, espero no haber defraudado a nadie y que entiendan que estas palabras, deslavazadas y desordenadas han de situarse en el contexto y en el momento precisos. Un abrazo por y para siempre amigo. “A Juanlu in memoriam”.

José Isidoro Ruiz


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