PrĂłlogo MarĂa del Carmen Mendoza Rangel.
• Tópicos centrales en Trabajo Social • Guadalupe Jacqueline Ávila Cedillo _______________________________ •
• • • • • • • • • • • • • • •
Prólogo María del Carmen Mendoza Rangel
Tópicos centrales en trabajo social Autora: Guadalupe Jacqueline Ávila Cedillo Prólogo María del Carmen Mendoza Rangel Editorial: Red de estudiantes y egresados de trabajo social en Jalisco Guadalajara Jalisco, México 2018 ISBN en trámite 154p Medidas 21x15
Como citar esta obra: Ávila, G. (2018) Tópicos centrales en Trabajo Social. Guadalajara, México: Red de Estudiantes y Egresados de Trabajo Social en Jalisco.
• • • • • • • • • •
Primera edición Marzo 2018 D.R. Guadalupe Jacqueline Ávila Cedillo Email Jacqueline.reetsj@gmail.com https://jacquelineavilablog.wordpress.com ISBN en trámite Revisión de redacción y corrección de estilo: Juan Alfonso Cruz Vázquez. Derechos reservados conforme a la ley Impreso en México/ Printed in México Se permite la reproducción toral o parcial de este documento dando el crédito respectivo
• •
Con dedicación especial a…
Mi familia que siempre ha apoyado mi andar académico, a mis alumnos de la Lic. En Trabajo Social de quienes aprendo día con día, a mis colegas, amigos, y maestros de la disciplina quienes han forjado mi visión crítica propositiva. • Agradecimiento profundo a María del Carmen Mendoza Rangel, Jeaqueline Álvarez, Juan Alfonso Cruz, Gricelda Pérez, Carlos Andrade, José Villarroel, Cristal Villasana, Norma Delgado, Madai Sotomayor, Isabel de la Torre, Gabriel Tun Colli, Shirley Reyes, Miguel Ángel Espinoza, Sara Zamora, Jesús Loza, Cory Duarte, Mack Ruiz, quienes contribuyeron esencialmente a la realización de esta obra a quienes admiro y he aprendido de ellos y ellas en los diversos escenarios académicos que hemos compartido.
•
Prólogo •
•
•
Ciudad de México, a 5 de Marzo del 2018
El texto Tópicos centrales en Trabajo Social, se presenta como un esfuerzo académico-disciplinar que tiene la finalidad de contribuir con la profesión hacia un trabajo social de carácter crítico y constructivo, que abone a la praxis, que ya se realiza desde diversos espacios institucionales y que a su vez fortalezca los procesos estudiantiles. Está estructurado en 5 apartados que le dan cuerpo a la voluntad de su autora, quien desde la academia, busca proporcionar un conjunto de elementos para gestionar con responsabilidad ética, una práxis profesional cualitativamente distinta, proporcionando en el desarrollo del texto, su punto de vista sobre los enfoques, las coordenadas analíticas, los instrumentos y técnicas y los elementos teóricos necesarios o pertinentes para convertirnos en un trabajadores sociales, constitutivos de lo que ella define como un trabajo social disruptivo.
•
•
Y aunque este no es el marco referencial que se asuma como punto de partida en el texto, si es la concepción que le da centralidad a sus planteamientos. El concepto disrupción fue acuñado desde la Administración de Empresas para denominar al conjunto de estrategias innovadoras que se echan a andar para responder a las exigencias de la realidad, ante la cual, las prácticas y las rutinas de trabajo van perdiendo vigencia y reduciendo la capacidad de impactar o modificar la realidad del campo profesional. La disrupción como enfoque tendría que ver entonces con momentos de cambios imperativos que modifiquen cualitativamente el ejercicio profesional. Este hecho, con frecuencia, es lo que marca y define los saltos históricos que se dan en una profesión y que definen las etapas o momentos de su trayecto. En nuestra profesión tenemos clara conciencia de ello con los saltos que hemos dado para transitar de un trabajo social de corte asistencial, a un trabajo social, técnico
•
•
desarrollista, hasta un trabajo social crítico que predomina hoy como tinte del trabajo social contemporáneo. Sin embargo, los cambios no se dan siempre de la misma manera, unos se impulsan desde fuera, obligados por los cambios en la realidad, pero otros más, se gestan desde el interior mismo de los actores profesionales. Me parece entonces que el texto se constituye en un llamado urgente, para que nuestra profesión esté a tono con la realidad. En estos momentos de la era cibernética, donde todos los procesos se han digitalizando y en los que hemos avanzando en muchos procesos, que han mejorado la comunicación, el intercambio, la formación de redes, la transmisión de información y el ejercicio de la docencia, hemos actuado de manera mecánica adaptándonos a los cambios de sin la conciencia de ruptura, sin la discusión, de los enfoques, sin establecer las coordenadas de análisis y sobre todo sin la conciencia de ser parte de la aldea global y la ética necesaria para no olvidarnos ni alejarnos de los sujetos con quienes
• •
•
•
trabajamos. Todos estos elementos tratados en el texto que tenemos en nuestras manos. Su aporte, me parece, es un llamado en el que nuestra autora, va delineando, de manera abrupta y obsesiva el conjunto de elementos teóricos, técnicos e instrumentales que requerimos en la profesión para colocar nuestras prácticas en este tenor, potencializando “la praxis de trabajo social” y sin olvidar las posturas epistemológicas, los enfoques y el contexto social. Y califico como abrupta y obsesiva, porque el texto contiene una serie de definiciones de métodos, técnicas, instrumentos, conceptos, enfoques y valores de los que se puede echar mano para ayudar a mejorar las prácticas y que manifiestan preocupaciones obsesivas de esta joven autora. Pudiera suceder, que este texto, se asuma como un diccionario, si sólo nos quedamos en los listados y cuadros que presenta, sobre todo porque, el primer capítulo refiere de entrada a los
•
instrumentos y técnicas para el trabajo social institucional, sin plantear previamente los postulados teóricos y el enfoque desde el cual se va tejiendo. Sin embargo desde el prefacio la autora coloca su esfuerzo en el fin de contribuira un trabajo social crítico y constructivo.
•
Es en el segundo capítulo donde nos coloca el tema de la ética profesional, pero no como una categoría general o un concepto a definir, sino como una idea transformadora al vincularlo con “la gestión de la praxis”. No es entonces,una idea ni cualquier idea para orientar nuestras prácticas, lo que en este sentido, referiría a cualquier postura ética y a cualquier práctica. No, por el contrario, se plantea una ética para gestionar la praxis del trabajo social, y desde ahí, nos conduce a alimentar nuestra prácticas con referentes teóricos y epistemológicos, a mantener una postura de análisis permanente de nuestra intervención en la realidad en la medida que la categoría de la praxis, refiere a una actitud teórico-práctica y a un ejercicio de reflexión-
• •
•
acción para la construcción de ideas, conocimiento y posicionamiento ante la realidad. En un breve recorrido por documentos que han sido asumidos como mandatos profesionales o que se han planteado como códigos de ética profesional, Ávila, hace una revisión crítica que nos deja ver claramente, como dichos códigos o mandatos tienen que ver siempre con la institucionalidad que los decreta y los intereses que representan. Y no tienen que ver necesariamentecon viejos y nuevos enfoques profesionales, ejemplo de ello es el llamado “Credo de Swift” de los años 30, sustentado por una Asociación de Servicio a la Familia, en el que se recupera el respeto a la dignidad, a la diferencia y a la autonomía de las personas en la toma de decisiones. Es el capítulo tres, el que a mi parecer, se constituye en la concepción central que orienta la generalidad de este texto, y que regularmente, por tradición académica o lógica estructural, nos acostumbramos a verlo siempre al principio de los
•
•
•
textos, pero creo, que algo tendrá que ver esto. Con la propia “actitud disruptora” de nuestra autora en comento. Y aunque su punto de partida en este punto es meramente referenciado a la era tecnológica y digitalizada, es también donde se plantean las coordenadas analíticas que constituyen su encuadre. La teoría de la disrupción de Clayton Christensen, la cultura digital, la innovación social, el nuevo perfil profesional del trabajador social, enmarcado en cualidades y características de liderazgo, creatividad, comunicación asertiva y estratega en la planificación, el papel que le otorga a profesores, estudiantes, egresados, trabajadores sociales en ejercicio, directivos institucionales, líderes comunitarios y pobladores como actores de cambio, hacia el nuevo trabajo social, son elementos constitutivos de lo que nuestra autora denomina “trabajo social disruptivo”. Para los actores de este nuevo trabajo social, Ávila propone, por un “decálogo disruptivo de trabajo social "que convoca a dejar atrás las
•
•
•
actitudes pasivas, la ortodoxia, las prácticas asistencialistas y la sumisión al autoritarismo y conmina a asumirnos como personas críticas, propositivas y analíticas; a hacer uso de las nuevas tecnologías y a sistematizar las experiencias, todo ello cobijado por los preceptos de la justicia social y el respeto a la autogestión de los sujetos. Es en este mismo apartado donde se encuentra el aporte tecnológico, del cual este nuevo trabajo social, tendría que hacer acopio incursionando en un “ciclo de innovación creativa”, con nuevas funciones que tienen que ver con la investigación y la aplicación tecnológica para generar un nuevo pensamiento con visión estratégica. Pero sobre todo y esto habría que cuidarlo muy bien, de no dejarnos atrapar por el inmenso abanico de posibilidades que proporciona la aldea global, convirtiéndolo en el fin mismo, sin perspectivas conceptuales, sin sentido y sin significado social. Y es precisamente este, el esfuerzo que hace la autora en comento, en los capítulos 4 y 5, en dos
•
•
•
campos, los cuales a mi parecer se han venido considerando como tradicionales (salud y familia), al hacer acopio del conjunto de posibilidades teóricas, metodológicas, técnicas e instrumentales, para optimizar la praxis de las y los trabajadores sociales, así como los retos a superar en las propias prácticas y en las posibilidades de trascender, para insertarnos en el devenir de los procesos tecnológicos de la globalidad actual. Y finalmente, Ávila cierra con una invitación a mirar “caleidoscópicamente” la realidad, desde la posibilidad que nos obsequia el Trabajo Social al estar inmerso en todos los campos, áreas, proyectos, niveles de investigación e intervención, en la planeación y ejecución, en la institución, en el trabajo territorial comunitario, local, regional y de cobertura nacional. Es decir la posibilidad de mirar y observar los hechos y fenómenos, desde todos los ángulos, en todas sus dimensiones y posibilidades; de analizar sus estructuras en movimiento y cambio
•
•
permanente, de jugar, soñar imaginar y recrear nuevas perspectivas de construcción de subjetividad humana y social, como la tarea que profesionalmente nos corresponde a las y los trabajadores sociales. Invito a las y los lectores a asumir este texto como un reto, no solo a leerlo, sino a apropiarse de él, a comentarlo, discutirlo y porque no a tener un dialogo con la autora para generar colectividades que conscientemente vayamos transitando hacia una nueva posibilidad profesional del Trabajo Social.
• • •
•
• Con afecto María del Carmen Mendoza Rangel
• • •
•
Prefacio Genero este esfuerzo académico-disciplinar con el fin de contribuir al trabajo social crítico y constructivo, este material se hilvana y se va tejiendo desde hace tres años como producto de mi proceso como trabajadora social, académica, articulista, conferencista e investigadora, veo la necesidad de contribuir con este material bibliográfico con el fin de fortalecer el proceso estudiantil de los futuros trabajadores sociales y de abonar a la praxis que realizan diversos colegas en sus espacios institucionales. Esta obra está compuesta de cinco capítulos los cuales hablan de 1.-Instrumentos y técnicas para el trabajo social institucional, 2.-Etica y gestión de la praxis en trabajo social, 3.-Coordenadas analíticas para un trabajo social disruptivo, 4.-Enfoques de investigación e intervención para el trabajador social clínico y por último 5.-Elementos teóricos para el estudio y análisis de la familia. Además el presente libro pretende ser una obra medular esencial e introductoria para estudiantes, egresados y profesionistas por lo cual está compuesta de diversos esquemas, mapas conceptuales, y cuadros comparativos que permitirán al lector mayor lectocomprensión y análisis.
• • •
•
Guadalajara, Jalisco México • Marzo 2018 Guadalupe Jacqueline Ávila Cedillo
Acerca de este texto : El presente libro pretende ser una obra medular esencial e introductoria para estudiantes, egresados y profesionistas por lo cual está compuesta de diversos esquemas, mapas conceptuales, y cuadros comparativos que permitirán al lector mayor comprensión y análisis. Contiene los siguientes capítulos . 1.-Instrumentos y técnicas para el trabajo social institucional, 2.-Etica y gestión de la praxis en trabajo social, 3.-Coordenadas analíticas para un trabajo social disruptivo, 4.-Enfoques de investigación e intervención para el trabajador social clínico y por ultimo , 5.-Elementos teóricos para el estudio y análisis de la familia. María del Carmen Mendoza Rangel menciona en el prólogo ‘‘su aporte, me parece, es un llamado en el que nuestra autora, va delineando, de manera abrupta y obsesiva el conjunto de elementos teóricos, técnicos e instrumentales que requerimos en la profesión para colocar nuestras prácticas en este tenor, potencializando “la praxis de trabajo social” y sin olvidar las posturas epistemológicas, los enfoques y el contexto social.’’ Acerca de la Autora: Guadalupe Jacqueline Ávila Cedillo Es Licenciada en Trabajo Social con mención sobresaliente por el Centro Universitario UTEG, es Diplomada en Trabajo Social y Fortalecimiento Institucional, Diplomada en Métodos Alternos en Solución de Conflictos por el Instituto de Justicia Alternativa del Estado de Jalisco, Diplomada en Administración de los Servicios de salud y gerencia social. Es trabajadora social en el Instituto Mexicano del Seguro Social-IMSS ,es profesora titular de la licenciatura en trabajo social de la Universidad Internacional impartiendo 17 asignaturas, Capacitadora en la Escuela Internacional de Coaching-Training de Venezuela. e investigadora en la Academic Transdisciplinary Network-ATN, sus trabajos de investigación han sido publicados en la Revista de Trabajo social de la Universidad del Pacifico en Chile, así como en Bolivia, Argentina y México, es conferencista y tallerista a nivel nacional e internacional en los sistemas de . educación presencial y a distancia donde ha dictado más de 40 capacitaciones. Asimismo es Directora-Fundadora de la Red de Estudiantes y Egresados de Trabajo Social en Jalisco (REETSJ) y Editora de la Revista de Trabajo Social Caleidoscopio.