REFLEXION ACERCA DEL CELULAR. *Carlos Alfredo Rosas Ahuejote
Esto fue un hecho que sucedió. Resulta que por temas de trabajo yo uso un teléfono Nextel, pero un cliente me asignó un teléfono Nokia moderno que era de los azules bastantes chicos. Después de un tiempo y sin darme cuenta, empecé a hacerme adicto al celular, contestaba en todos lados en el baño, en la sala, en la recamara, inclusive al ir manejando usaba el teléfono celular. En las noches para poder dormir me demoraba como 1 hora en conciliar el sueño con todas las luces apagadas porque me la pasaba jugando el celular, entendiendo todas sus aplicaciones y usos, en ese entonces tuve muchas discusiones con mi mujer porque ella me decía que algún día me pasaría algo grave por culpa del maldito celular, pero yo como una persona inconsciente siempre le respondía que no era para tanto, ¿qué me podría pasar con usar una cosa tan insignificante como un celular? Entonces en un cumpleaños de mi abuela, estábamos todos reunidos listos para almorzar en la mesa, y dé repente sonó mi teléfono, me tome la libertad de contestar, me levante de la mesa y salí al jardín a atender la llamada. Durante el tiempo que tarde en el jardín mi esposa comento con toda la familia el problema que tenia con el celular “mi grave adicción al celular”. Al regresar a la mesa y terminando de almorzar mi padre y madre pidieron hablar conmigo, yo acepte gustosamente. “Alex, nosotros sabemos que por motivos de trabajo tienes que tener un celular a la mano pero lo único que queremos que entiendas, es que debes usarlo con responsabilidad, usarlo en zonas adecuadas y sobre todo no usarlo cuando vayas conduciendo tu automóvil”. Yo, sin haberles prestado nada de importancia a sus sugerencias agarre mis cosas y subí al auto, un poco molesto por las exageraciones de mi esposa y de mis padres. Ya en carretera y sin rumbo fijo sonó mi celular y como todo un conductor irresponsable agarre el celular y conteste la llamada. Ahora me arrepiento de haber hecho caso omiso a las sugerencias de mis padres, sus palabras aun retumban en lo más profundo de mi ser, en una curva perdí el control del automóvil, no pude reaccionar puesto que una mano la llevaba al volante y la otra en el celular en ese instante comprendí todas la sugerencias de mi familia de no contestar el celular al ir conduciendo pero lastima ya era muy tarde.
Hoy me encuentro en una clínica de rehabilitación aprendiendo a vivir sin una pierna y un brazo que perdí en aquel desafortunado accidente, accidente que pude haber prevenido si hubiera tomado en cuenta la sugerencia de no usar el teléfono al ir conduciendo. Por eso hoy comparto contigo mi historia estimado lector para que esto que estoy viviendo no se vuelva a repetir con nadie más, por que al ir conduciendo y al mismo tiempo ir usando un teléfono celular no solo peligra tu vida sino también la de tu esposa, tus hijos, tu familia o la de otras personas que te acompañen. “si en verdad amas la vida… cuídate y se responsable ”
*Reportero de la Revista Electrónica “Con sentido único” y conductor del programa “Cine debate” en www.guerreroseguro.gob.mx.