Había Una Vez
Hablemos de
Lactancia Materna
A
provechando el recién pasado mes de la lactancia materna, decidí escribir algo sobre el tema, una de las dudas que de forma continua se hacen presentes en las sesiones de lactancia materna en Ciao Mamma!: “Si no tengo los pechos duros y grandes significa que no tengo leche?” Esta es la respuesta a esa duda: Tus “cántaros” no tardan “x” cantidad de horas en llenarse..., porque no se llenan. El pecho inflamado, duro, grande no es un pecho lleno, muchos se apresuran en afirmar que tenemos los pechos así por que están llenos y que si no se nos ponen duros, no tenemos leche, la noticia es que están así por que en las primeras semanas de lactancia, el cuerpo se va adaptando al proceso de lactancia, produce más leche que la que necesita nuestro bebé hasta que el bebé a punta de demanda va estableciendo las cantidades que necesita. A veces sucede que el bebé no termina de tomar toda la leche que en el momento se produjo y quedan pequeñas cantidades acumuladas en los conductos, y entonces sentimos unas pequeñas pelotitas en los pechos, las cuales con masajes y compresas se logran eliminar. Lo que sucede en estos casos es que los tejidos del pecho se inflaman, esa inflamación va desapareciendo según la lactancia va evolucionando por que el pecho se va acostumbrando y por que la producción se va perfeccionando. La leche que sale cuando se acerca la hora de amamantar es la leche que quedó en los conductos o que se produjo en el momento, y le puede dar para los dos o tres primeros tragos, pero el resto de la toma lo vas a producir a medida que el bebé está mamando. Al inicio la leche que sale, es la leche más acuosa, tiene mayores niveles de azúcar y es la que
calmara la sed y hambre del pequeño, esta cargada de minerales necesarios para su desarrollo, es la que sale más rápido en los primeros instantes de la sesión, luego la leche sale más despacio, el ritmo va cambiando, y comienza a tener más ritmo, ya no es ese succionar continuo sin detenerse, ahora succiona, succiona y hace pausa, succiona, succiona y hace pausa, la leche se vuelve más grasa, esta es la leche que lo saciará y le permitirá engordar. Es por eso que es tan importante dejar que el bebé se pegue cada vez que quiera, lo que se conoce dar pecho a demanda, por que el bebé ira modelando la oferta traducida en cantidades de leche que nuestros pechos producirán y es muy importante que reciba ambos tipos de leche puesto que entre ellas se complementan. El bebé pasa por ciertos momentos que se conocen como picos de crecimiento/desarrollo o crisis de crecimiento (generalmente la primera se da cerca de los 3 meses, a veces se da antes), parece tener mas hambre y la mamá comienza a dudar de su producción de leche por que el bebé demanda más de lo normal, lo que sucede en estos casos es que el bebé esta pasando por una etapa de crecimiento lo que genera mayores necesidades de alimento. No todos los pechos son iguales, hay los que se siguen poniendo duros, y grandes cada vez que les toca amamantar, los hay los que el cuerpo se adapta a los tiempos y no se ponen ni duros ni grandes, pero ninguno de los dos casos son indicativos de más o menos leche, el único indicativo de que tu cuerpo esta produciendo suficiente leche es el desarrollo de tu bebé, el aumento de peso, las deposiciones y panales mojados. Licda. María Gabriela Narváez
Educadora de parto y lactancia del Programa “Ciao Mamma” • prenatal@yahoo.com • Tel. 88849368
Salud