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LA PANDEMIA CONTINÚA Y HAY QUE SEGUIRNOS CUIDANDO, AUNQUE YA TENGAS LA VACUNA. PÁG

NAVIDAD

STAFF/GUÍA METRO

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as nuevas directrices

Lde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) para la próxima temporada de Navidad advierten que los anfitriones y los asistentes a las celebraciones navideñas deberán tomar medidas para limitar el riesgo de contraer y propagar el COVID-19.

Las reuniones virtuales o las que involucran a la familia nuclear de una persona son de bajo riesgo, puntualizó la agencia en una publicación el lunes. Si las personas hacen reuniones para Navidad y otros días festivos, los CDC recomiendan hacerlas al aire libre, en grupos pequeños, usar medidas como el uso de cubrebocas y el distanciamiento social. Las autoridades sanitarias también sugieren considerar las condiciones locales del virus, así como las del lugar de origen de los asistentes.

En lugar de que cada invitado lleve comida para compartir, los anfitriones pueden pedir a los asistentes que cada uno lleve su propia comida, indicaron los CDC. De acuerdo con la agencia, también se recomienda reducir los artículos compartidos mediante la utilización de platos desechables y condimentos en porciones individuales.

Las personas que son casos confirmados o sospechosos de COVID-19 no deben ser anfitriones o asistir a fiestas, mientras que los que están en riesgo deberían evitar reuniones presenciales o tratar de mitigar el peligro en esos eventos, dijo la agencia.

En medio de la pandemia de COVID-19 ¿es seguro reunirse para celebrar las fiestas decembrinas ? Una forma de evitar contagios por coronavirus durante esta Navidad 2021 es crear una “burbuja de seguridad navideña”, aquí te decimos cómo hacerla.

¿CÓMO HACER UNA BURBUJA DE SEGURIDAD NAVIDEÑA?

De acuerdo con Jaime McDeavitt de la Escuela de Medicina de Baylor, una forma de evitar contagios de COVID-19 durante la temporada navideña 2021, es realizar una “burbuja de seguridad” siguiendo estas recomendaciones que nos comparte a los lectores de Guía Metro:

1.Evalúa los niveles de riesgo de forma individual: es importante considerar el nivel de riesgo de contagio que tiene cada persona, es decir, si se trata de un adulto mayor, si padece inmunosupresión, alguna comorbilidad como diabetes, sobrepeso u obesidad o tiene una afección médica subyacente grave.

¡NO BAJES LA GUARDIA!, CUIDÁNDOTE A TI Y A LOS TUYOS, SI SERÁN FELICES FIESTAS.

LOS CENTROS PARA EL CONTROL Y LA PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES DE ESTADOS UNIDOS RECOMIENDAN QUE CADA INVITADO LLEVE SU PROPIA COMIDA Y QUE NO SE REÚNAN MUCHAS PERSONAS.

2.Vacúnate contra la influenza la intención es mantener el sistema inmunológico saludable y evitar cualquier tipo de enfermedad.

3. Elige el punto de reunión: preferentemente en una casa particular donde sepas que se han seguido las medidas sanitarias correspondientes.

PREVIO A LA REUNIÓN ES IMPORTANTE CONSIDERAR LAS SIGUIENTES PAUTAS:

1.Limita el contacto con otras personas ajenas a tu círculo cercano al menos dos semanas antes.

2.Utiliza siempre cubrebocas, caretas o protectores oculares.

3.Realiza un seguimiento diari o de síntomas y de temperatura. Si presentas algún signo de COVID-19 o sospechas que lo padeces, hazte una prueba de PCR.

4.Designa quién o quiénes serán los encargados de cocinar y abastecer insumos, procurando utilizar servicios de entrega a domicilio.

5.Verifica las restricciones de viaje en caso de necesitar desplazarte.

6.Manten disponibles desinfectante de manos, protectores faciales o gafas protectoras y cubrebocas para los invitados.

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ARTÍCULO ENVIADO POR NUESTRO LECTOR EDUARDO PASTRANA

Las posadas son fiestas preparatorias que se llevan a cabo diariamente durante los nueve días anteriores a la Navidad, del 16 al 24 de diciembre. Al parecer su origen se remonta a 1587, cuando —buscando sustituir los festejos que los indígenas consagraban a Huitzilopochtli, el dios de la guerra, durante el mes de Panquetzaliztli, los cuales en el calendario cristiano se llevaban a cabo del 7 al 26 de diciembre, por lo que coincidían con las celebraciones de la Natividad— el fraile agustino Diego Soria, del ahora exconvento de San Agustín de Acolman, en el Estado de México, obtuvo el permiso del papa Sixto V para llevar a cabo misas especiales en las que se intercalaban pasajes y representaciones de la Natividad (que dieron origen a las pastorelas).

RECUERDO DEL PEREGRINAR DE JOSÉ, MARÍA Y EL NIÑO JESÚS Para hacerlas más atractivas se utilizan cohetes, luces de bengala, villancicos y la letanía para pedir posada, cuyo propósito es recordar a la gente el largo peregrinaje —desde Nazaret hasta Belén— de la Virgen María y José para empadronarse en uno de los censos provinciales ordenados por el emperador César Augusto (63 a.C-14 d.C), el cual coincidió con el nacimiento de Jesús, de acuerdo a lo que se lee en el Evangelio según San Lucas:

Sucedió que en aquellos días salió un decreto de César Augusto para que se empadronara todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar siendo Quirino procurador de Siria. Marchaban todos a empadronarse, cada uno a su propia ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, por ser él de la casa y de la estirpe de David, para empadronarse con su esposa María que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada. (Lucas, 2, 1-7). UN LUGAR PARA QUE MARÍA PUDIERA DAR A LUZ Aunque en realidad la Biblia no hace mención específica a las penurias que María y José tuvieron que pasar para encontrar alojamiento, es gracias a la letanía de las posadas que tenemos en nuestras mentes la imagen de un angustiado José llamando de puerta en puerta para intentar encontrar un lugar donde María, montada en un borrico, pudiera descansar y prepararse para dar a luz. Los propietarios de los establecimientos de hospedaje se muestran desconfiados, arguyen que ya no tienen cupo o que tienen miedo a los ladrones y cierran sus puertas con desprecio a la pareja hasta que finalmente alguien les cede un rincón en un establo, justo a tiempo para el nacimiento del niño Jesús.

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