Como poner un Centro de Copiado
¿Estas interesado en iniciar tu propio negocio? Conoce los beneficios al iniciar este negocio, el mercado potencial y la mejor ubicación ¿POR QUE UN CENTRO DE COPIADO? Las estadísticas indican que el desarrollo de nuevos soportes tecnológicos no ha conseguido desplazar al papel, y que medios como la informática han disparado su consumo entre los particulares y empresas que requieren la reproducción rápida de documentos. A pesar de tratarse de un sector muy competitivo, los emprendedores más perspicaces pueden encontrar la oportunidad de introducirse sacando provecho de su inversión, esto con un servicio al cliente de calidad y una oferta de servicios integral. Los servicios de un centro de copiado son demandados por un sin número de industrias y sectores, a su vez el volumen que se demanda va desde reproducir un solo documento a metros cúbicos de archivo de empresas.
FORMATOS DE NEGOCIO EXISTENTES Los modelos de negocio bajo los que operan los centros de copiado en nuestro país se pueden categorizar de la siguiente forma:
Papelerías: lo más común es que las papelerías cuenten con por lo menos una copiadora, sus clientes suelen demandar la reproducción de documentos básicos para realizar algún trámite o tarea. Centro de copiado: son establecimientos especializados, cuentan con varias máquinas de fotocopiado y en algunos casos complementan su oferta con la venta de artículos de papelería, el tamaño dentro de esta categoría es muy variado y se adecua en proporción a su oferta de servicios. La presente guía se centra en este modelo de negocio. Grandes tiendas: su oferta en universal, cuentan con un centro de copiado especializado e incluso ofrecen servicios básicos de imprenta, también comercializan artículos de papelería, mobiliario para oficina y computo, en México Office Depot y Office Max son los ejemplos más representativos de este modelo.
QUIENES SERAN TUS CLIENTES Este establecimiento tendrá como objetivo captar, básicamente, dos grandes colectivos:
Sector empresas (zonas de oficinas, comercios, instituciones públicas, etc.). Población estudiantil (escolares, formación profesional, universitarios, academias, etc.).
Sin embargo, dentro de estos sectores es necesario definir un segmento más especifico con la intención de poder desarrollar un concepto de negocio que se adecue a las necesidades de los futuros clientes. Esto no significa que tengas que "olvidarte" de aquellos que no cumplan tu perfil. La idea es comprender bien qué segmentos atendemos y qué segmentos no se han trabajado. Los compradores difieren en sus deseos, poder adquisitivo, procesos de decisión de compra, y en su actitud hacia la compra. Esto hace necesaria la labor de segmentarlos y así poder evaluar. Hay que dividir los grandes y heterogéneos mercados en segmentos más pequeños y homogéneos, para hacer coincidir las capacidades de la empresa, de sus productos y servicios con los valores que buscan los clientes. De entre todos tus clientes, ¿quiénes son los que te compraran más seguido? ¿Qué características comparten? Tal vez son más universitarios que trabajadores. Tal vez son más estudiantes de psicología que de Arquitectura. ¿Qué edad tienen? Pero ojo: no son sólo los datos demográficos los que importan. Es vital analizar los psicográficos (estilos de vida y conductas de compra), ya que estos datos nos darán información mucho más detallada sobre la relación de los clientes con nuestro negocio. ¿Cuáles son los valores de estos estudiantes de Psicología? ¿Qué hábitos culturales tienen? Pregúntales qué libros leen, qué revistas hojean, qué programas de televisión no se pierden. ¿Cuáles son sus patrones de compra? ¿Qué opinan de tu servicio y de la competencia? Todas estas preguntas son pautas para que evalúes tu mercado y
verifiques que tu producto o servicio se integra armoniosamente a su estilo de vida. No es necesario que inviertas en un estudio de mercado (aunque no estaría de más realizar uno). Lo más importante será que te acerques a platicar con algunos de tus clientes. Así tendrás la mitad del camino recorrido. Debes tomar en cuenta todo lo que te digan, especialmente si son cosas que no quieres escuchar. Tal vez compran tu servicio por necesidad y no por gusto. O puede ser que te estén comprando por comodidad o cercanía, no porque realmente prefieran tus productos. Como ejemplo, piensa en los lugares donde comes en horas de trabajo. O en tu manera de decidir a qué cine ir. La mayoría de las personas escogen estos servicios debido a la cercanía o la comodidad, aunque les disguste la opción. Nadie te asegura que tus clientes no te estén usando como su "peor es nada".
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