GuĂa turĂstica y cultural de
Los Monegros
GuĂa turĂstica y cultural de
Los Monegros
P
ara muchos decir Monegros es decir aridez y tierra cuarteada; es distinguir la inabarcable tierra plana desde una carretera; adivinar un enclave ornitológico privilegiado desde lejos.
Acérquese un poco más el visitante; ajuste bien su zoom y seleccione poco a poco los encuadres que más llamen su atención para completar al final de su viaje una magnífica panorámica de una tierra de contrastes y de valioso patrimonio, tanto natural como cultural. Esta primera guía turística y cultural de Los Monegros se ha concebido para entrar y pararse en una tierra más imaginada o vislumbrada que conocida; para recorrerla por carreteras comarcales, por pistas e incluso en el sotobosque sin huella de camino humano. Será testigo el viajero de la lucha irreductible de los seres vivos, incluido el hombre, para sobrevivir en esta tierra, y se acercará a sus rastros a través de las rutas culturales y naturales propuestas. Recorrerá la imponente estepa, las saladas, los “torrollones”, la Sierra de Alcubierre con sus impresionantes barrancos y los ecos de las andanzas del Bandido “Cucaracha”, espiará a los pájaros y a los ciervos; se sumergirá en la fascinante ruta musulmana, con sus vestigios de fortificaciones y sus piedras de la fertilidad, la ruta jacobea; llegará a ermitas y otras construcciones de las que se escuchan todavía murmullos de plegarias mezclados con leyendas… Sorpréndase con los impresionantes frescos que alberga la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, la hipnótica portada del Monasterio de Sijena… Desde alguna atalaya privilegiada, experimentará el visitante la sensación de presenciar el horizonte infinito, al final de llanuras en ocres y verdes oscuros. Los más pacientes disfrutarán de puestas de sol deslumbrantes sobre la línea recta. Deseamos que esta publicación haga las veces de una brújula que, más que indicar la dirección que debemos tomar, la sugiera a través de múltiples caminos que puede encontrar en los mapas adjuntos. No dude el visitante en reponer fuerzas y mimar su paladar con los suculentos platos de la gastronomía tradicional de la tierra. Sobre todo relájese y déjese llevar por el ritmo que late en Los Monegros. Por favor, tómese su tiempo y disfrute. JUNTA DIRECTIVA
DE
MONEGROS, CENTRO
DE
DESARROLLO
Textos de las rutas: Manuel Benito (culturales), Luis Manuel Lax, Marta Frauca y José Manuel Penella (naturales) Resto de textos: Gema Cacho y Begoña Plaza Fotografías: Eugenio Monesma, Manuel Benito, Pablo Otín, Restalber, Monegros Centro de Desarrollo, Foto Prisma, Luis Manuel Lax, Gema Cacho, Begoña Plaza, Miguel Ortega y Roberto Serrano Mapas: M.ª José Urraca (culturales) y Luis Manuel Lax (naturales) Coordinación: Begoña Plaza Promovido y financiado por Monegros, Centro de Desarrollo (974 39 01 32) y editado por el Instituto de Estudios e Investigación de Los Monegros (974 39 12 76)
I.S.B.N.: 84-607-3502-8 Dep. Legal: Hu. 461/2001 Imprime: Gráficas Alós. Huesca
Ésta es una obra inacabada que deseamos nos ayude a completar, haciéndonos llegar sus sugerencias y los posibles errores que haya podido detectar. Póngase en contacto con nosotros, bien llamando al 974 39 12 76 o enviándonos un mensaje al e-mail: mmonegros@inicia.es. Nuestra dirección es: Monegros Centro de Desarrollo. Paseo Ramón y Cajal, n.º 7. 22260 Grañén (Huesca).
ÍNDICE CONTRASTES .
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7 8 11 17 19 24
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. . . . . . . . Al-Andalus . . . . . . . . .
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Ruta jacobea. Gr-17 o Sendero Mariano . Ruta del agua
Medio físico Historia. . Economía . El dance . Gastronomía
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RUTAS CULTURALES .
. Monegros musulmán • Ruta por las piedras • Ruta de la fertilidad • Ruta mudéjar . .
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Ruta por la ribera del Flumen.
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RUTAS NATURALES .
. . . . . . . Ruta por la Sierra de Alcubierre . . . • Primera etapa: Tardienta-Puiladrón . . Ruta a pie por el barranco de San Blas • Segunda etapa: Leciñena-Perdiguera Ir a San Caprasio . . . . .
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• Tercera etapa: Farlete-Barranco Zaragoza-Lanaja . • Cuarta etapa: de Monegrillo a La Almolda por la foz de la Estiva . . . . . . . . . Ruta a pie por la foz de la Estiva . . . . . Ruta a pie por el barranco del Corral de la Carne Ruta de los sabinares: longevidad frente al cierzo . Ruta a pie: Castejón-Monegrillo . . . . . Ruta de las saladas. Lagunas en plena estepa. . . Ruta a pie por las saladas de la Playa y el Pueyo Ruta por la Valcuerna: ciervos en Los Monegros . . La bajada del Penoso . . . . . . . . El pilón de Crispín. . . . . . . . . Ruta por Jubierre . . . . . . . . . . Ruta a pie por el arroyo de la Torre . . . . Ruta por el río Alcanadre . . . . . . . . Ruta por la Laguna de Sariñena . . . . . . Ruta por la Serreta y los “torrollones” . . . . Mapa de todas las rutas . . . . . . . .
ENCLAVES
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Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes
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Ermita de Nuestra Señora de Magallón .
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Ermita de San Caprasio .
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Monasterio de Sijena .
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Santuario de la Virgen de la Sabina .
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NUESTROS PUEBLOS .
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. . . . . Artistas y artesanos . . • Conservas alimentarias • Pastelería y repostería Dónde comer . . . .
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Dónde dormir . . . . • Refugios comarcales . Museos . . . . .
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Empresas de turismo activo .
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Gasolineras
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Farmacias .
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Centros de salud .
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SERVICIOS.
CONTRASTES
medio físico
MEDIO FÍSICO Seguramente sea el paisaje el elemento que más ha contribuido a dar a conocer la comarca, especialmente la zona esteparia monegrina que, aun no siendo el único tipo de paisaje que ofrece el territorio, sí es de los más espectaculares. Las características físicas de Los Monegros le han valido la calificación de paisaje singularísimo, único en Europa. Especialmente querida es esta comarca para los ornitólogos. Al referirnos al medio físico de Los Monegros, es ineludible la alusión a sus Zonas de Especial Protección para las Aves o ZEPAs. Encontramos grandes extensiones al sur de la comarca, alrededor de 100.000 Has., en la zona que comprende, entre otros municipios, Bujaraloz, La Almolda o Monegrillo; unas 47.000 Has. en la Sierra de Alcubierre y los Montes de Sijena, zona declarada también como LIC (Lugar de Interés Comunitario). También zona de protección para aves es la Serreta de pueblos como Marcén, Alberuela de Tubo o Fraella, que comprende unas 3.400 Has. En estos espacios habitan aves rapaces como el alimoche, búho real, águila real, etc., y aves esteparias como el alcaraván, la ortega y, por supuesto, las avutardas en el sur de la comarca. Los Monegros contribuyen así de forma muy importante en España a configurar la Red Natura auspiciada por la Unión Europea. Es Los Monegros una tierra de horizontes abiertos e inabarcables, escenario insuperable que ofrece impresionantes atardeceres;
El cielo monegrino se tiñe de colorido al atardecer fundiéndose en el horizonte
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medio físico
amplias extensiones que albergan la estepa, pero también la tierra de cultivo. Paisaje llano que convive en armonía con la Sierra de Alcubierre, cuajada de barrancos, y los peñascos, farallones y muelas (“torrollones”) de la Serreta. Un paisaje de silencios apenas interrumpidos por los sonidos del viento y las aves. Destaca la ausencia de árboles, en las laderas y sasos se conserva la vegetación arbustiva de matorral. El carácter del paisaje monegrino es consecuencia, ante todo, de su aridez, producida por las bajas precipitaciones, la persistencia del viento y los problemas edáfiBosque de coníferas en Los Monegros cos causados por la erosión y el endorreísmo. Esas condiciones naturales primeras han sido modificadas en buena parte del territorio con la llegada de los regadíos, pero todavía están presentes en el modelado del paisaje. En Los Monegros se pueden diferenciar varias unidades paisajísticas: las estepas, muelas o “torrollones” y barrancos, los bosques, las saladas y los cultivos donde cada uno de ellos sufre y ha sufrido cambios muy significativos. Amplias superficies son ocupadas por áreas de vegetación natural que se intercalan en mosaico con los campos de cultivo. Se trata de las estepas donde, por aflorar los yesos y ser zonas abruptas, el hombre no ha podido llevar a cabo en estos ambientes labores agrícolas y por ello se mantiene la vegetación más característica y escasa de Los Monegros, configurando un paisaje de matorrales y vegetación esteparia. La lluvia primaveral hace florecer esta vegetación en todo su esFormaciones litológicas caprichosas originadas plendor presentando un pai- por la fuerte erosión y la vulnerabilidad de sus saje lleno de colorido que, componentes
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medio físico
unido a su perfume, forman un conjunto de belleza difícil de encontrar en otros ambientes. En estas superficies esteparias y en las cultivadas se pueden ver algunos retazos de bosques de coníferas, en su mayoría pinos y sabinas, que en tiempos pasados recubrían amplias extensiones en estas tierras llegando a darle el nombre a la comarca “Montes Negros”. En la actualidad, los mejores bosques se pueden hallar en la Sierra de Alcubierre y Pallaruelo y algunos restos de sabinar en Monegrillo y Farlete. Estos sabinares recubren las laderas dándoles un aspecto negruzco característico de estos bosques. Otra unidad con elevado valor geológico y paisajístico que encontramos en Los Monegros es la que incluye las muelas y barrancos, que se han formado por la vulnerabilidad de los componentes litológicos, margas, yesos, calizas y arcillas. Son enclaves por lo general poco alterados y con un uso tradicional que no entra en conflicto con su población. Excepto los barrancos yesosos que están deforestados, las muelas mantienen bosques degradados formados por coscoja, escambrón, lentisco y otras especies de matorral. En otros ambientes nunca hubo vegetación. Estamos hablando de las saladas o lagunas endorreicas que se extienden por el complejo endorreico de Bujaraloz-Sástago. El exceso de sal y el frecuente encharcamiento impiden el desarrollo de vegetación, dando una visión con tonalidades ocres y grisáceas cubiertas de pequeños cristales de sal que hacen crujir el suelo bajo nuestros pies.
Lagunas endorreicas donde el visitante se deslumbra con el brillo de los pequeños cristales de sal
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historia
HISTORIA La comarca de Los Monegros ha estado poblada desde los más remotos tiempos de la Prehistoria. Del Paleolítico están documentados los hallazgos de dos yacimientos de sílex en el Monte de Valcabrera, en Peñalba, y en el Monte Alto de Sena. Además hay constancia de dos magníficas piezas musterienses que fueron halladas por J. Rey en la partida de la Rambla de Grañén. Durante el Neolítico, la ocupación humana también estuvo presente en la comarca, quedando constancia de ello en diversos asentamientos al aire libre, llamados también talleres de sílex, y enterramientos megalíticos. De esta época se han encontrado restos arqueológicos en Albero Bajo.
Restos arqueológicos del Paleolítico hallados en diferentes municipios de la comarca
Fue en el periodo del Eneolítico cuando llegó el nuevo invento de la metalurgia. Los primeros objetos de las manufacturas metálicas fueron extremadamente simples, esencialmente punzones y puntas de tipo palmera, como las hachas pulimentadas del Saso de Sariñena y las puntas de sílex de Bujaraloz. A esta época corresponde el poblado de “El Torrollón” de Usón, uno de los dos primeros establecimientos humanos al aire libre del Neolítico en Aragón. En esta época eran abundantes los sepulcros, que en Monegros solamente se conocen por noticias antiguas, en la Sierra de Alcubierre, en la Cartuja de las Fuentes de Sariñena y en Leciñena. Los dos primeros son túmulos, fosa de carácter colectivo y cronología calcolítica. Desde el Eneolítico hasta la Edad del Bronce queda constancia en la comarca de algunos sepulcros bajo roca o abrigos rocosos y cuevas. Estos sepulcros están presentes en municipios como Albero, Sangarrén,
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historia
Leciñena, San Lorenzo del Flumen, Pallaruelo, Sena, Huerto, Bujaraloz, Peñalba, Callén y dos en Usón. Tenemos cuevas en Curbe y Almuniente y un sepulcro en un abrigo rocoso en Grañén. La Edad del Bronce comienza en torno a 1800 a.C., cuando se van abandonando las cavernas a favor de la generalización de poblados al aire libre, situados preferentemente en los cursos medios y altos de los ríos Flumen y Alcanadre. Han dejado restos de poblados, cerámicas e industrias en el barranco de la Corrabardera entre Castejón y Valfarta, en la Val de Ladrones, entre Peñalba y Candasnos, y en otros lugares de Bujaraloz. Han sido numerosos los poblados y los hallazgos superficiales encontrados que datan de la primera Edad del Hierro, siglo VIII a.C., principalmente en el Alcanadre. Poblados en San Blas, Pueblo Viejo y el Tozal de la Mora en Villanueva de Sijena; el Estillador, Cresta de la Sierra y Las Valletas en Sena; Mataliebres y Las Negras en Sariñena; Jubierre en Castejón de Monegros; Moncalvo y Virgen Vieja en Pallaruelo de Monegros, y el Castellazo en Robres. Estos poblados se localizan en altozanos de fácil defensa, desde donde se puede dominar la zona circundante. También algunas necrópolis se han encontrado en la comarca, tres de ellas en Sena (La Paridera Baja, Las Valletas y Presiñena), el Estiche en Sariñena y el Castellazo en Robres. Sin duda alguna, a pesar de las pocas cerámicas y restos de sílex hallados, también estuvo presente en la comarca el mundo prerromano. Monegros fue territorio ilergete. La romanización, iniciada hacia el siglo II a.C., fue bastante intensa en la comarca. Se han identificado algunos lugares como supuestas villae en Sangarrén, del siglo III, y en Sena, el Escorial y Santa Quiteria. La presencia de estas villas constituye un fenómeno de romanización y precisan de una red
Usón. Fortaleza de Gabarda
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historia
viaria de comunicaciones para facilitar el acceso, la llegada de bienes necesarios para su desarrollo y la salida de productos excedentes hacia los centros comerciales. Por su trazado y por ser vía principal, destaca la Vía Augusta, que servía de base para la comunicación entre Ilerda (Lérida) y la Colonia Celsa. Su trazado atraviesa los áridos paisajes monegrinos en el término municipal de Bujaraloz y de Peñalba, donde su memoria ha pervivido en el denominado “Camino de los Fierros”. También pudo existir un ramal de calzada que uniera Ilerda con Cesaraugusta (Zaragoza) a través de Los Monegros, como se documenta a partir del siglo XVI. Se han encontrado otros vestigios del mundo romano en la comarca, como algún hallazgo funerario aislado y restos de cerámica y mosaicos en el municipio de Perdiguera.
Restos de cerámica
Poco se sabe del reino visigodo en Los Monegros, solamente se han hallado algunos objetos de adorno personal en bronce, pertenecientes al siglo VI, en Sena y un cementerio en las “Peñetas de Manolo” o “Tozal de Mora” en Villanueva de Sijena. De la época islámica se han encontrado algunos restos arqueológicos en Marcén, un asentamiento rural del siglo X conocido como “Las Cías”, en Alberuela de Tubo una fortaleza tipo hisn de fines del siglo IX y la “Iglesieta” de Usón, cuya torre y recinto del poblado corresponde a finales del siglo IX. También se han documentado por fuentes árabes una fortificación islámica en Grañén. La cultura árabe también ha dejado su huella en Sariñena, en el sistema de riegos, del que son buen ejemplo las acequias de Valdera y del Molino. La ocu-
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historia
pación islámica ha dejado constancia en los numerosos topónimos árabes de la comarca como es el caso de Almudévar, Almuniente, Farlete, Albalatillo, La Almolda, Bujaraloz e incluso en algún río, como el Alcanadre. Durante el dominio musulmán las tierras monegrinas estuvieron pobladas por gentes de diferentes razas, con predominio del elemento indígena, debido a las islamizaciones de muchos de los antiguos hispano-visigodos. Con la reconquista de los cristianos, en el ámbito rural, la masa campesina musulmana de parte del territorio persistió en sus solares cultivando la tierra, pero ahora en manos de los dominios cristianos. Estas comunidades mudéjares habilitaron barrios en algunos pueblos formando auténticas morerías como las de Sangarrén y Torres de Barbués, donde ocupaban el 95 % de la población, Almuniente, Albero Bajo y Barbués, con una población de mayoría musulmana, y Lanaja, donde habitaba solamente una familia mudéjar. La convivencia de cristianos y musulmanes originó una cultura característica que se manifestó en la arquitectura desarrollada entre los siglos XI y XVI. Diseminados por la zona se encuentran los castillos y fortificaciones medievales de Huerto o Castejón de Monegros, de estilo gótico. La tradición mudéjar de Los Monegros queda plasmada en la torre de la iglesia parroquial de Alcubierre, Leciñena, Perdiguera, Poleñino y Torralba. También en algunas casas solariegas en Bujaraloz, Monegrillo y Sena. La expansión de Aragón durante la segunda mitad del siglo XI hasta principios del XII hizo que las tropas de Pedro I entraran en tie-
Pueblos construidos fruto de la política de colonización
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historia
rras monegrinas hacia el año 1094, extendiendo su conquista por Almudévar, Albero, Tardienta, Torralba, Senés, Robres, Lastanosa, Alcubierre, Grañén, Venta de Ballerías, Lalueza, Sariñena y Sena. En 1104 Alfonso I “el Batallador” comienza su reinado en Aragón y Navarra, con una actitud ofensiva en sus acciones frente al Islam. El avance de las tropas de Alfonso I, como conquistador, penetró en tierras de Monegros. En 1112 había llegado a Sariñena y hacia el 1118 alcanzó el sur de la Sierra de Alcubierre. Atención merece, en el transcurso de los siglos XI y XII, las fundaciones monacales femeninas. Algunas de estas construcciones están presentes en Los Monegros como es el caso del Monasterio de Nuestra Señora de Sijena, románico de transición al gótico del siglo XII-XIII, que ocupaba un lugar destacado en el mapa monástico de la nueva entidad política de la Corona de Aragón. Este monasterio fue fundado en 1188 por Doña Sancha, esposa de Alfonso II, rey que se preocupó durante su mandato por potenciar la agricultura en las llanuras oscenses, entre ellas la explotación de Los Monegros desde el Monasterio de Sijena. En el siglo XVI se produjo un aumento de población que forzó la deforestación de los montes y roturación de campos para poder obtener productos con los que alimentarse. Hay quien sostiene que en 1651 el avance del ejército de Felipe IV por Cataluña, contagiado de peste, provocó la extensión de la epidemia a lo largo del Ebro hasta su límite más septentrional, como Alcubierre y Leciñena. En 1652 el ejército penetró hacia el norte dejando la enfermedad en lugares como Sangarrén, Almudévar, Senés, Poleñino, Lanaja, Monegrillo, Perdiguera, Peñalba, Lastanosa y Alberuela de Tubo. La epidemia perduró durante tres años. No obstante el autor Federico Balaguer afirma que la enfermedad llegó a Alcubierre y que fue uno de sus vecinos, saltándose uno de los cordones sanitarios, el que la propagó hasta Huesca. Durante la Edad Moderna, siglos XVI-XVIII, la actividad industrial destacó en Los Monegros con diversos trabajos textiles, principalmente lana, herencia de otros tiempos. Podemos hablar de industrias en Almudévar, Grañén, Poleñino, Lalueza, Alcubierre, Perdiguera, Farlete, La Almolda, Lastanosa, Sariñena y Bujaraloz. Mención especial merece la de Bujaraloz, donde la iniciativa individual dio lugar a una importante producción textil que imitaba tejidos ingleses. Ya en 1809, durante la Guerra de la Independencia, comienza la fuerte presión francesa y el 24 de enero tiene lugar la “Batalla de Leciñena”, que obligó a los aragoneses a replegarse sobre la Litera. Desde Leciñena, el movimiento de las tropas se dirigió hacia Huesca y Monzón, pasando por tierras monegrinas. Durante ese mismo siglo, el largo proceso desamortizador trajo consigo la privatización de buena parte de los montes que después se convirtieron en campos de cereal y más tarde en regadíos.
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historia
A la muerte de Fernando VIII se origina en tierras aragonesas un movimiento de rebeldía popular, la Guerra Carlista. Su acción en Los Monegros se dio entre el año 1838 y 1840 y estuvo presente en municipios como Farlete, Monegrillo, La Almolda y Bujaraloz. Cabe destacar el desarrollo del ferrocarril entre los años 1860 y 1930. Entre otras muchas consecuencias, favoreció la creación de la harinera de Tardienta en 1920, que supuso la transformación del grano que se producía en la comarca. Durante la Guerra Civil, el territorio de Los Monegros estuvo ocupado por el frente republicano. Desde Zaragoza el avance franquista pasó por municipios monegrinos como Perdiguera y cruzó la Sierra de Alcubierre hasta llegar a Sariñena. Es también reseñable el impulso colonizador que se produjo entre 1940 y 1950 y que trajo consigo la creación de nuevos pueblos de colonización como La Cartuja de Monegros, Valsalada, Frula, etc. Determinante en el desarrollo de la comarca y aspecto crucial en la historia monegrina fue el proceso de diseño y construcción de obras hidráulicas, que se aceleró a lo largo de los últimos años del siglo XIX y de los primeros del XX. En la década de los 60 y 70 llegaron a la zona norte de Los Monegros los tan esperados riegos como consecuencia del desarrollo de la Ley de Riegos del Alto Aragón de 1915. A la zona sur el agua llegó más tarde, en los años 80, con los planes de regadío, tras publicarse el Real Decreto 371/1985, que declaraba de interés nacional la zona regable Monegros II. El sur monegrino todavía clama por el preciado líquido; quedan municipios donde no puede regarse ni una sola hectárea.
Infraestructura hidráulica construida en los años 80 para la regulación de las aguas del Canal de Monegros
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economía
ECONOMÍA La economía monegrina se ha basado tradicionalmente en exclusiva en la agricultura y la ganadería, habiendo estado condicionadas estas actividades por la escasez de agua. No obstante, en la década de los noventa, el sector servicios ha experimentado un incremento tan notable, que su porcentaje en la distribución por sectores productivos ha superado al sector primario. En la actualidad, el sector servicios supone aproximadamente un cuarenta y tres por ciento, mientras que el sector primario y el secunCampos de regadío dario abarcan un treinta por ciento del total cada uno de ellos. Las empresas de construcción y los talleres de reparación de maquinaria agrícola son las actividades más importantes en el sector secundario. El comercio se concentra principalmente en Sariñena, Grañén, Almudévar, Leciñena y Bujaraloz. El incipiente desarrollo del turismo ha propiciado la creación de infraestructura hostelera para acoger a los visitantes que se acercan a descubrir Los Monegros atraídos por sus espectaculares paisajes y su riqueza cultural y etnológica. A pesar de esto, la agricultura y la ganadería siguen siendo fundamentales en la economía y los modos de vida monegrinos. De ahí
Los campos de girasoles llenan de colorido las extensiones de cultivo
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economía
El ganado porcino ocupa cada vez más un lugar destacado en la economía de Los Monegros
que la reivindicación por la finalización de los regadíos pendientes sea uno de los principales caballos de batalla en esta tierra. Allá donde ha llegado el agua se han introducido nuevos cultivos y nuevos sistemas de producción, desarrollándose así la agricultura intensiva en algunos, especialmente hortalizas, como los pimientos del piquillo, los tomates o las cebollas. El arroz, cuya excelente calidad le ha valido un merecido renombre, ha sido también uno de los nuevos productos que han traído los regadíos, junto con las grandes extensiones de maíz y alfalfa. Son alrededor de unas ochenta y cinco mil el número de hectáreas que se pueden regar hoy en día en Los Monegros. Hay que destacar también que la agroindustria es escasa en la comarca y que se centra fundamentalmente en forrajes, principalmente deshidratación de alfalfa, y piensos, representados por cooperativas agrícolas y empresas integradoras de porcino. En cuanto a la ganadería, ocupa un lugar preponderante la producción porcina, con aproximadamente un millón y medio de cerdos al año, habiéndose consolidado como una fuente de renta muy notable complementaria a la agricultura. Como dato destacado mencionar que existen más de ciento cincuenta explotaciones con capa-
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Harinera de Tardienta
el dance
Casa de turismo rural. San Juan del Flumen
cidad superior a las mil cabezas. La modalidad de explotación por integración supera el noventa por ciento del censo. En el conjunto de la producción ganadera, el porcino representa el cincuenta por ciento, seguido por el ovino, con el veintiuno por ciento.
EL DANCE El conjunto de los dances que aún se ejecutan en Los Monegros constituyen un patrimonio etnológico de primer orden, que se sigue preservando y recuperando gracias al entusiasmo de todos los monegrinos. El dance, que se ejecuta en varios pueblos de Los Monegros, tiene aires ancestrales pero su reordenación y dramatización data del siglo XVI, momento de enfrentamiento religioso entre las tres comunidades. El dance se hace para ilustrar al pueblo sobre la supremacía de la religión católica ante todas las demás, y para enseñarle a perdonar y a aceptar al morisco converso. Su origen, entre erudito y popular, está motivado por la presencia musulmana y la necesidad de convertir a ésta. El dance no es otra cosa que un espectáculo teatral entremesado, al servicio de la Iglesia y de la comunidad, con una finalidad sagrada pero con una caracterización profana. Durante el dance los moriscos son aceptados y como prueba de ello todos bailan juntos en honor del santo patrón. Ya no habrá más alusiones, desaparecen los conceptos de cristianos viejos y nuevos. Los bailes los podemos agrupar en dos. Unos son de palos o falos, que se estimulan entre sí para acabar fecundando en secos golpes la tierra agostada y las almas de los antepasados que yacen bajo el pavimento de las iglesias. El colofón de las danzas de palos es el baile de las cintas, allí se entretejen, una por danzante, emulando la
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el dance
creación de la vida. Las mudanzas no son más que cambios de ritmo de las pequeñas piezas de baile que se interpretan. Su música es muy rudimentaria, con pocas notas musicales, y sus sones se pueden escuchar por el llano y la montaña o por cualquier otro punto de Europa. Todas las mudanzas y pasacalles tienen sus letrillas que los aspirantes a danzar han de aprenderse, mascullándolas no se equivocarán pues cada estrofa o final se corresponde a un movimiento, así incluso se pueden paliar errores ajenos como el de la gaita. En el de Robres se corean las letras por un grupo de gente entre el público. Los gaiteros, que abundaron en otra época, desaparecieron tras la Guerra Civil y los dances se fueron apañando con bandas y clarinetes. Luego volvió la afición pero entonces no había gaitas y se usaron las gallegas, hasta que por fin se reconstruyó la aragonesa, que preside musicalmente el dance. En algunos pueblos como en Lanaja, Almudévar o Tardienta prefieren la música de banda, que les ofrece mayor tonalidad y espectáculo. Entre el siglo XVIII y el XIX, las indumentarias sufren profundos y paulatinos cambios. Al tratarse de un dance recuperado mediando ochenta años, Bujaraloz es el caso más importante: se han restituido las sayas rituales dándonos una perspectiva del traje antiguo monegrino. Hay casos, en Tardienta y Bujaraloz, donde llevan mantilla por los hombros, prolongada en chaquetilla en otros pueblos. En Tardienta en forma de capelina, que da más vuelo a las evoluciones, y en el de Bujaraloz un mantoncico de Manila, símbolo de prestigio. La incorporación de las mujeres no ha significado, afortunadamente, un cambio de indumento, salLos danzantes de La Almolda han incorporado en su indumentaria el traje baturro vo en el caso de La
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el dance
Almolda, donde se han inclinado por el traje de baturro. En los casos donde subsiste la dualidad turco/cristiano los generales suelen distinguirse con capa. En el caso de Sena el anacronismo es evidente y tiene su encanto, enfrentando a un general árabe, del tipo de Fez, con un cristiano vestido de militar alfonsino. En Bujaraloz se distinguen bien, los cristianos con el traje tradicional y los moros con turbante, bombachos y babuchas. Los diablos llevan cola, cuernos y hasta dientes postizos, como el de Castejón. Suelen combinar en sus trajes colores rojos y negros. Portan una horca con la que hacen miedo a los niños y luego intentan intimidar al ángel. Hoy sólo cojea el de Castejón, pero indagando un poco, hemos descubierto que también lo hicieron los de Pallaruelo. Este gesto entronca a los diablos monegrinos con los diablos caídos de los cielos, que con semejante batacazo por fuerza hubieron de cojear. En algunos sitios su salida se hace con rasgos del teatro mágico del XVIII, anunciada hoy por tracas y antaño por arcabuces y escopetas.
Una de las modalidades del dance es el de palos
El dance transcurre en varias partes. Ante la Virgen o santo se suelen recitar las loas, alabanzas que hacen hincapié en la hagiografía, virtudes o dones que han dado al pueblo. Cada danzante dice uno y para no hacerlo excesivamente pesado, se alternan con los dichos o motadas que les dedica personalmente el mayoral o el rabadán. Se marca así el carácter religioso del danzante. Por un lado es el encargado de alabar a la divinidad y, por otro, en tono de chanza, puede ser recriminado ante el auditorio según la conducta que ha tenido. Lo mismo ocurre con los dichos o motadas para el pueblo. Unas veces las hace una persona, otras son colectivas de todo el dance, como en Lanaja y otras anónimas. Siempre sin ánimo de ofender, como reza la coletilla que les da inicio, pero con la intención de con-
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el dance
trolar socialmente a la comunidad cuyos comportamientos, buenos o malos, se verán reflejados en los textos. En Bujaraloz al finalizar se quemaban para garantizar el anonimato. En la actualidad el dance los censura para evitar escarnios personales y las consiguientes protestas. El espectáculo, entremesado de bailes, transcurre a la expectativa del auditorio, entre risas y aplausos. Pero cuando algo les ocurra a los presentes saben que podrá tener reflejo en el día de la fiesta. Al final suele ir la degollada, sobre la bandeja de espadas suben los volantes y antaño sobre éstos el ángel, formando una torre humana que daba medio giro para enfrentar al ángel y a la imagen sagrada. Se proclamaba así el triunfo de la fe católica sobre cualquier forma de paganismo, utilizando, muchas veces, la cabeza del general turco. El rito recuerda también la degollación de San Juan Bautista, que supuso el final de la antigua religión y la llegada del cristianismo. Las actuaciones se dedican hoy al patrón o patrones, pues muchas veces se hace dos días seguidos para honrar al titular de la parroquia y a algún otro santo o Virgen al que hicieron voto. En algunos casos como Leciñena, Almudévar, Castejón o Valfarta se acompaña a la imagen desde la ermita a la parroquia o viceversa. En el caso de Robres, atraviesan la Sierra de Alcubierre para honrar a la Virgen de Magallón en Leciñena. El dance debía ser formado por los mozos más diestros, altos y fuertes de cada pueblo, pero la falta de relevo generacional hizo que algunos tuvieran que seguir a pesar de la edad. En algunas localidades, los danzantes se quedaron con el dance haciéndolo hereditario, mientras que en otras tuvieron que ser las mujeres las que entraran para mantenerlo o salvarlo de la desaparición. Así ocurrió en Castejón de Monegros. Abrir el dance a los demás ciudadanos es digno de encomio y mucho más emotivo, al poder participar en el pasacalles cualquiera que sepa dar los pasos, como ocurre en Valfarta y Sariñena. Éstos son los pueblos donde se celebran las fiestas con representaciones y bailes:
LA ALMOLDA: El 22 de mayo, Santa Quiteria. La víspera salen a bailar una mudanza en cada calle o capilla del pueblo. El 22 a las seis de la mañana, gaiteros, danzantes y acompañantes hacen la llamada al Rosario o despertadera. Pasacalles y mudanzas por el pueblo el 22 y el 23. Ofertorio en la misa. Participan mujeres de forma marginal. ALMUDÉVAR: El 7 de septiembre, víspera de la Natividad de la Virgen, hacen la bajada de la imagen desde la ermita de la Corona, ejecutando pasacalles con banda de música y precediendo a la Virgen en la entrada en la parroquial. El 12 se hace el recorrido a la inversa: la subida. 22
el dance
BUJARALOZ: Este dance ha sido un modelo de recuperación etnológica, después de 80 años. Con introducción de elementos nuevos, conservando los antiguos. Pasacalles, gaitas, loas, pastorada, motadas, lucha entre moros y cristianos, mudanzas, algunas de broquel o pequeño escudo. Dance mixto: hombres y mujeres. Se conmemora el día de San Agustín, 28 de agosto. CASTEJÓN DE MONEGROS: Dance mantenido gracias al celo de las mujeres que danzan sin más hombres que el diablo y el ángel. Pasacalles, marcha a la ermita andando o con tractores engalanados, gaita, salida del diablo (muy bien interpretado y disfrazado), lucha con el ángel, bailes. La fiesta es para el 26 de julio, Santa Ana. LANAJA: Reparto de escarapelas en las escaleras de la iglesia. Pastorada, loas, pasacalles, gaitas, ofertorio en misa, mudanzas y dichos del pueblo o motadas. Todos los 21 de septiembre, fiesta de San Mateo. LECIÑENA: Pastorada, dulzainas, loas, motadas, subida a la ermita, entrada y ofertorio. A la salida, mudanzas y pasacalles con gaitas. Trajes de diseño reciente. Se celebra el 15 de marzo en honor de la Virgen de Magallón. PALLARUELO: Dance de San Salvador y San Roque. Comienza el 5 de agosto por la noche con la llamada al romance de la gaita y canto de éste frente a la efigie del santo. El 6 hay procesión, dance, ofertorio, dichos, motadas, pastorada, lucha entre turcos y cristianos. Por la tarde, pasacalles. ROBRES: Se llama dance de embajadores por los dos personajes, turco y cristiano, que intervienen. Se inicia con una romería de madrugada al lejano santuario de N.ª S.ª de Magallón, donde tiene lugar misa, pastorada, loas, motadas, lucha y bailes con gaita. Tiene lugar el último domingo de abril o a comienzos de mayo. SARIÑENA: Es muy completo. Pasacalles, gaitas, misa, ofertorio, pastorada, mudanzas, motadas, lucha, torre de volantes (danzantes infantiles). Se hace el 2 de septiembre, día de San Antolín. SENA: También se conserva prácticamente íntegro. Tiene lugar el 2 de octubre, conmemorando al Santo Ángel y a la Virgen del Rosario. Pasacalles, gaitas, misa, ofertorio, bailes (19 piezas musicales), loas, motadas, luchas... TARDIENTA: El 22 de mayo, Santa Quiteria. Pasacalles, bailes, charanga y algunas loas. Los danzantes, al ser jóvenes, suelen ser bastante briosos. VALFARTA: En el día de San Miguel recorren el pueblo en pasacalles con gaitas, misa, ofertorio, reparto de torta y otros pasacalles donde los vecinos convidan a los danzantes. 23
gastronomía
GASTRONOMÍA La gastronomía tradicional monegrina, caracterizada por la sencillez en los platos y el aprovechamiento al máximo de las posibilidades de los productos autóctonos, no está exenta de imaginación. La calidad garantizada de los productos que ofrece la agricultura y ganadería local forma una inmejorable base para cocinar deliciosos guisos. La tradición gastronómica de Los Monegros se inicia con el pan para elaborar algunas de sus recetas. Con el pan se preparan algunos platos calientes, como las migas y sopas, indispensables en la gastronomía de la comarca, con sus diversas variaciones; migas a la pastora, con ajo, fritas y escaldadas en Sariñena, con huevo en Leciñena y con sabiduría dentro de la simplicidad en todos los pueblos. También son muy apreciadas las sopas monegrinas, aderezadas con tomillo. En ocasiones se alegrará el pan con vino y azúcar para los postres y con aceite y sal para acompañar los exquisitos embutidos de la matanza del cerdo. Fama especial lleva el cordero de Monegros, excepcional entre otros, debido a los buenos pastos y a las variadas hierbas aromáticas que crecen por toda la comarca y que le dan a la carne del animal un sabor peculiar. A ello hay que sumar un amplio abanico de aplicaciones culinarias. Se consume en forma de sabrosos y potentes guisos, como las manitas de cordero en su gelatina con salsa de almendras, acompañados con patatas y verduras, a la brasa o asado al horno con patatas a lo pobre. También son importantes en la gastronomía monegrina los platos preparados con animales de corral, el cerdo y la caza. La matanza o
Productos de la huerta
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gastronomía
Ternasco asado con patatas
matacía del cerdo se realiza a principio del invierno, tradición que todavía perdura en nuestros días en muchas de las familias monegrinas, que permite la elaboración de ricos embutidos caseros. Plato muy típico en Los Monegros, preparado con cerdo, es el cocido, donde se aprovecha el caldo para un primer plato, los garbanzos y las patatas para un segundo y un tercer plato de carne y tocino. Otro de los platos estrella confeccionado con productos del cerdo es el salmorrejo, compuesto por torteta (elaborada con sangre, harina, piñones, canela y anís en grano y otros ingredientes), costilla, panceta, huevo escalfado, lomo y longaniza (embutido típico). La caza de Los Monegros se basa principalmente en perdices y codornices y en la liebre y el conejo. Existe un amplio recetario para su preparación, aunque la técnica del guisado y cocción con vino junto a hierbas aromáticas es la más habitual, además del adobo y el conejo escabechado con caracoles. Hay una receta, la del conejo enterrado, que nos llega desde la Edad del Bronce. Básicamente consiste en preparar el conejo con ajos y laurel (hay quien lo deja en adobo durante toda la noche con hierbas y condimentos que no desvela); se frota con manteca, se envuelve en papel de estraza, se deposita en un hoyo en el suelo cubierto con apenas medio palmo de tierra y se prende una hoguera sobre él. Deberemos mantenerlo bajo el fuego durante tres o cuatro horas, pero merece la pena para degustar luego tan sabrosa pitanza. Antaño, seguramente propiciado por la escasez, formaba parte de la dieta monegrina el lagarto o “fardacho”, hoy protegido, que se cocinaba principalmente asado en las brasas del fuego. También era muy típico las ancas de rana que se cogían en las balsas de los pueblos.
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gastronomía
Con las variadas verduras de nuestras huertas se preparan potajes y ollas, y platos como la parrillada de verduras. Digno de mención, por la cantidad y calidad de su producción, es el pimiento del piquillo que, con sus múltiples preparaciones gastronómicas, puede considerarse una nueva incorporación a la cocina tradicional de la tierra. El arroz está muy presente también en la cocina monegrina, y es que uno de los arroces de mayor calidad del mercado español sale de nuestros campos. En los fogones de muchos de los pueblos lo elaboran con liebre, con verduras, con caracoles y bacalao en la sartenada de Senés. No olvidemos los postres. En Los Monegros se abren infinitas posibilidades en la elaboración de dulces tradicionales y algunos de ellos toman diferentes nombres aunque su elaboración sea la misma. Existe una variedad de rollos y roscones en toda la comarca, farinosos elaborados con una masa de aceite, harina y miel, empanadones o empanadonicos rellenos de cabello de ángel, mallorcas de La Almolda, rosquetas y mantecados, magdalenas como las de Bujaraloz y las famosas trenzas de Almudévar, salpicadas con variados frutos secos. También son típicas las tortas y tortetas que se elaboran en muchos pueblos y entre ellas destaca la torta de tomate (ésta no es dulce), la torta de yema, los mortajaos y las guitarras de Leciñena.
Embutidos caseros y otros productos elaborados
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RUTAS CULTURALES 27
monegros musulmán
MONEGROS MUSULMÁN Una de las culturas que más siglos permaneció en Los Monegros fue la musulmana. En Los Monegros la cultura árabe se desarrolló con una facilidad inusitada. Los musulmanes encontraron unas tierras en el sur de la comarca apenas utilizadas por el hombre que no les fue difícil aprovechar, aplicando las mismas técnicas que utilizaron en el norte de África para poblar y rentabilizar estas tierras semidesérticas. Explotaron amplias zonas cerealistas, utilizaron pequeños recursos vegetales como plantas: esparto, retamas, olivos... y también minerales: cerámica, yeso, cal... De sus obras de ingeniería hidráulica nos han quedado amplias muestras de azudes, acequias, aljibes, pozos, balsas, balsetes, etc. Pero también podemos conocer gran parte de aquella cultura secular en yacimientos rurales y en castillos. Cada castillo se llamó hisne y la red que formaban en un territorio se denominaba husun. En estos castillos dejaron su impronta hábiles piqueros que moldearon las piedras hasta hacer de ellas un espléndido fortín. También dieron cuenta de su habilidad al excavar varias cuevas fertilizantes en las abundantes rocas monegrinas. Los musulmanes, buenos conocedores de las técnicas constructivas, decorativas y de extracción de los elementos necesarios para conjuntar unas y otras, dejaron algunas obras que iremos viendo a lo largo de esta guía, entre las que ya destacamos un puñado de torres mudéjares situadas en la parte más oriental de Los Monegros. Estas construcciones fueron lo último que nos dejaron como tales musulmanes. Los nombres de muchos pueblos monegrinos guardan la inequívoca impronta de esa cultura árabe que estuvo presente en ellos desde su fundación: Almudévar, Albalatillo, La Almolda, Bujaraloz, Usón, Alberuela, Alcalá, Lanaja. Otros topónimos más antiguos fueron arabizados, como Alcubierre o Almuniente.
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ruta por las piedras de al-andalus
RUTA POR LAS PIEDRAS DE AL-ANDALUS Entre los siglos VIII y X, los califas y emires deciden fortalecer la frontera norte de Al-Andalus, ante la constante intervención de los condes francos que pretenden organizar una marca que sirva de escudo al imperio carolingio. Un grupo de canteros y piqueros comienzan a trabajar las plataformas pétreas de Los Monegros, al tiempo que extraen grandes sillares almohadillados tan bien escuadrados que apenas precisarán argamasa. Partiendo de Huesca, donde podremos visitar la muralla que guarda gran relación de formas y fechas de ejecución con los hisne o castillos que vamos a visitar, tomaremos la carretera que lleva a Sariñena. Tras dejar la localidad monegrina de Albero Alto, llegaremos al desvío que se adentra hacia Piracés. Un poco antes de arribar a la población, toparemos con una gran roca que se eleva sobre el paisaje en forma de zapato. Es la Peña del Mediodía, se accede a ella desde el depósito del agua. Desde la base que fuera albacar o recinto murado para guardar el ganado, podemos contemplar las numerosas huellas que en forma de mechinales, para adosar más estructuras, fue practicando la mano del hombre. También se ven restos de aljibes o silos. Se accede a la parte superior mediante una escalera labrada en la roca, a la que se le ha agregado una cuerda a modo de baranda para evitar la sensación de vértigo. Arriba se puede contemplar un paisaje que nos ayuda a comprender lo que es Los Monegros: el Somontano de Huesca se rompe en barranqueras que generan un caos erosivo de rocas esculpidas por
Mapa de la ruta de las piedras de Al-Andalus
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ruta por las piedras de al-andalus
Castillo musulmĂĄn de Alberuela de Tubo
el paisaje, con olivares aprovechando el fondo de las vaguadas donde se retenĂa un poco mĂĄs la humedad. El castillo o hisne tuvo dos torreones de piedra que desaparecieron en el siglo XIX, hoy no queda ni un sillar, pero sĂ podemos ver las habitaciones labradas en la piedra y el acceso de la escalera con
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ruta por las piedras de al-andalus
La pesca se practica en el pantano del Torrollón, con el Mobache al fondo
el típico sistema de cierre musulmán, que hacía su control bastante fácil. El caserío de Piracés se dispone en la ladera y más abajo, junto a una cruz de término, queda la remozada fuente aljibe, con una gran bóveda de sillería sostenida mediante contrafuertes. Las escaleras bajan hacia el fondo, hoy cubierto por las aguas. De esta fuente se abastecieron los musulmanes que llenaron con sus aguas los aljibes del castillo. Saliendo de Piracés, por la carretera del canal en dirección a Tramaced, avistaremos la ermita de la Virgen del Puyal, edificada en el siglo XVI en lo que fuera un hisne. De éste sólo nos queda la
Yacimiento del poblado musulmán de las Cías (Marcén)
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escalera de acceso al norte, labrada en la roca y ya muy desdibujada, y unas tumbas de bañera a poniente del edificio. En Tramaced y junto a la carretera queda la mole pétrea que albergó otro castillo del que apenas quedan vestigios, más adelante tomaremos el camino de Marcén, adentrándonos por las tierras de Los Monegros. Marcén es nombre inequívocamente romano, tomado de su primer fundador Marcio. La llegada de la cultura árabe hizo de este sitio un hábitat predilecto. Poblaron toda la falda oeste del monte Mogache o Mobache, extendiendo la población hasta la actual carretera. Se abastecían con agua de las escorrentías almacenada en las barranqueras mediante pequeñas presas y luego la conducían por piedras acanaladas y unidas para abastecer al ganado o a las personas en caso de necesidad. El viejo poblado musulmán se conoce en la actualidad como yacimiento de Las Cías. Allí se ven varias casas excavadas arqueológicamente o labradas en la misma piedra. Abundan los silos y aljibes que le dieron nombre, siendo perfectamente visible la extensión de las viviendas y algunas distribuciones. Destaca a poniente, en la entrada de una de las casas, la base de una prensa cuadrada para aceite que desahoga en una pileta mediante un orificio rebajado en la piedra. Este yacimiento se puede visitar, situándose justo encima del moderno depósito del agua. La mezquita se documenta ya antes de la conquista de Marcén por los cristianos en 1093 y forma parte de una dote que el rey Sancho Ramírez entregará al monasterio de Montearagón. Abajo, en el espolón rocoso donde hoy se asienta la restaurada iglesia románica, quedan restos del castillo cristiano y de una necrópolis medieval. Más hacia la carretera, otro peñasco tiene marcas de asentamiento, con algún silo subterráneo.
La erosión se hace arte en las piedras monegrinas
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EL MOBACHE El monte donde asienta el actual yacimiento de Las Cías tiene nombre árabe: mogatti significa ocultar, esconder. El Mobache se yergue potente sobre las tierras monegrinas a más de 500 metros, con zonas verticalizadas de gran precipicio. Su ubicación permite al viajero hacerse una idea a simple vista de la complejidad paisajista de la provincia. Desde la cimera Plana se alcanzan los Pirineos, las sierras de Gratal, Guara, Sevil... y las próximas serretas de Piracés, Usón y La Sarda. Grañén se enmarca al oeste por la sierra de Santa Quiteria, al este se adivinan fácilmente el Pueyo de Barbastro y Berbegal. Por el sur la Sierra Alta, la de Lanaja, con la altura de San Caprasio, y la de Pallaruelo. Frente al Mobache, como una avanzadilla a punto de caer derrotada, adivinamos la sierra de los Torrollones. Para subir al Mobache ascenderemos desde la carretera sin asfaltar que une Marcén con Usón. Allí, frente a una antigua majada pastoril, paridera y nave iniciamos el camino. Bajo la peña, a ras de suelo, se abre una oquedad artificial que un labrador hizo a golpe de pico, a contrapelo de cierzos y borrascas, para dar cobijo a su familia durante los bombardeos de la Guerra Civil. Por aquí, una senda borrada por las esquirlas de los grandes bloques desmoronados se va abriendo camino, sin apenas dibujo, pero con algún desgastado estribo artificial para meter el pie cuando el paso se ve desbordado por la altura. La senda tácita nos va enseñando los avatares de la erosión. El cereal bordea al Mobache, pero nunca trepa por él. Sólo algunas retamas aguerridas, aliagas que ahora han florecido para solaz de la apicultura que dejó algunas viejas colmenas abandonadas en los escalones pétreos, y mucho esparto. También tomillos y espliegos se afanan por dar olor a la mañana. A los pies solaneros de esta muela, prolongada unos tres kilómetros de longitud por uno de ancho, se cultivan olivos. Nos adentramos por ellos, cerca de Marcén, para recorrer toda la ladera bajo las gravas que sustentan La Plana encumbrada a 535 m. En esta parte el monte forma pequeños barrancos que labran su trayecto en la piedra, para precipitar sus aguas sobre los olivares en un salto. La superficie del Mobache se ve arrastrada por el agua y los materiales pedregosos se depositan al pie, donde se forman marmitas y pequeñas pozas rodeadas de cañizares. Ascendemos fácilmente observando un primer escalón escarpado que aún presenta resistencia a los elementos, formando plataformas unas veces íntegras y otras fraccionadas en peñascos
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que se precipitan por la ladera en caóticos bolos o imitando menhires. Al alcanzar este primer escalón, podemos detenernos a contemplar buitres, águilas y alimoches que despliegan sus alas sobre nuestras cabezas. El terreno presenta ahora dos mallos unidos por una pared rocosa algo más retirada, dando forma de muralla torreada. Siguen las barranqueras. Aliagas, lavandas, tomillos, arbustos de flores azuladas, algún cajigo de poca altura y bien extendido, mucha retama y sobre todo esparto, hasta algún pino enano se ve en este descanso de la pendiente que seguimos recorriendo. Al andar hacia oriente el monte se verticaliza y el suelo se hace más pedregoso, con lo que hay que poner atención para hacerse camino. Durante el trayecto podemos ver grandes nidos construidos con ramas en los taffonis –oquedades en la parte vertical– de las paredes areniscas. Cornejas, cuervos, urracas, un pequeño pájaro que ofrece los brillos de su plumaje al sol... los pájaros más menudos son fácilmente visibles en estas tierras desnudas, sin apenas arbolado. Sobre las areniscas aparecen acanaladuras que no llegan a lapiaz, o sí. Se ven también gnammas, esos hoyos que la Naturaleza practica en las plataformas pétreas y que a veces provocan un calentón de cabeza a los románticos turistas, que ven en ellos restos de aras sacrificiales o anclajes de remotas construcciones. Volvemos sobre nuestros pasos, ahora nos aseguramos un buen trayecto para poder mirar con soltura este paraíso pétreo. Un barranco nos deja sobre los olivares. Habremos salvado unos 100-150 m. de desnivel. Este monte, con el embalse del Torrollón a sus pies, supone un espacio desconocido, salvaje, lleno de claves geológicas y ecológicas que merece toda nuestra atención.
Ermita de Santo Domingo. Huerto
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LOS TORROLLONES La zona que comprende los “torrollones” o cerros testigos, que se erigen a modo de gigantescos mojones, se sitúa al norte de la comarca de Los Monegros. Los límites concretos del área van desde las localidades de Marcén al oeste, Alberuela del Tubo al este, por el norte, el Barranco Grande y la Valfonguera, y por el sur el Canal del Flumen. En la Sierra de “Los Torrollones” emergen cinco grandes bloques calcáreos, sustentados en arcillas disueltas, que en cada tormenta abandonan la pesada carga y pasan a formar parte del paisaje fácil, del suelo cerealista. Cuatro se alinean desde Marcén a Alberuela, el quinto, más alejado pero majestuoso, da personalidad al paisaje de un pueblo nuevo: San Lorenzo del Flumen. Las gentes lo conocen como Tubo o Castillo Cuadrado. Los “torrollones” aparecen acompañados de unas microformas, producto de la alteración que la erosión produce sobre las areniscas, fundamentalmente alveolos, tafonis y Torrollones. Montes erosionados que emergen a modo de gigantescos mojones gnamas. Estas torres o monolitos constituyen las formas geológicas más interesantes de la zona, representando uno de los elementos naturales más significativos de la comarca de Los Monegros. En el paisaje que rodea los “torrollones” predominan las tierras de cultivo, matorrales arborescentes y arbustivos, como la coscoja, enebro, sabina negra y retama, que, junto a las plantaciones de pinos y cultivos leñosos como los olivares, constituyen las masas leñosas de mayor porte en la zona. En estos ambientes son frecuentes especies como la musaraña, el gato montés o la garduña, junto a algunas aves como el autillo, pito real, búho chico o abubilla. Destacan los matorrales de medio y bajo porte en los que el romero, el sisallo y ontina son las tres especies que más abundan. La riqueza de la fauna de este enclave no sólo radica en la presencia de algunas especies citadas en el catálogo de especies amenazadas de Aragón, sino que también en su situación como refugio durante la etapa invernal, por lo que la estacionalidad constituye uno de los principales valores a tener en cuenta desde el punto de vista faunístico.
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Desde Marcén, una carretera sin asfaltar pero con buen firme nos permite visitar los aledaños del Mobache y los “Torrollones”, hasta llegar al pueblo de Usón, que nos aguarda con varias sorpresas. Los “torrollones” son montes erosionados y reducidos hasta formar una especie de túmulo circular que se eleva en el paisaje. El tercero de ellos presenta una plataforma de piedra más amplia que los demás, lo que permitió sustentar una población defensiva; se trata del llamado popularmente Castillo de Gabarda. Se accede por un camino en regular estado que sale de la carretera que une Marcén con Usón, pudiendo dejar el vehículo en el sitio que nos parezca mejor para acometer la subida al Torrollón. Pronto nos daremos cuenta de que estamos ante un hisne: un castillo formado por el albacar en la parte este, donde el monte hace un descanso en su elevación y aún queda un silo, y un torreón central natural con acceso por escalera manual o pétrea, en este caso desaparecida por la erosión. Esa parte sobreelevada presenta unas vistas inmensas sobre el Mobache, el resto de Torrollones, La Iglesieta de Gabarda, el castillo de Alberuela, las tierras de cultivo y las sierras que circundan Los Monegros por el sur. La superficie está totalmente horadada Cruz labrada en piedra en Usón para acopiar en su subsuelo agua y cereales que permitieran resistir cualquier asedio. Hay restos de habitaciones labradas en la piedra y, antes de subir, podemos comprobar al este un muro bajo la pared de piedra recortada a pico, para impedir el acceso al posible asaltante. A poniente hay otra pared de sillería con idéntico fin. Gabarda fue una fortaleza dispuesta por los musulmanes pero que, a juzgar por los restos hallados en sus inmediaciones, pudo ser utilizada ya en época ibérica y romana. Los hallazgos cubren un amplio espectro de tiempo desde el Eneolítico a época medieval, destacando una tesera de plomo con la inscripción latina: Q. SERT. PROCOS. (Quinto Sertorio Procónsul).
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Gabarda fue un territorio de hábitat disperso. Los musulmanes por el siglo X crearon una fortificación para controlar este conjunto de tierras, adscribiéndole una guarnición y un alcaide. Cuando las cosas empezaron a venir mal dadas y los cristianos se acercaron peligrosamente, su señor Azube se pasó al rey aragonés manteniendo su estatus y su propiedad. No sabemos la fecha en que esto ocurrió, pero tenemos constancia por un documento que Pedro I firma en mayo de 1103, de que Azube fue señor de Gabarda y de que estuvo en manos de sus descendientes, musulmanes como él, hasta esa fecha en que lo ostentaba su nieto: el alcaide de Almalech. En ese documento pasa la propiedad de un musulmán a un cristiano: Sancho Vita Bellido Crespo de Bescasa, que había servido al rey en la batalla del Alcoraz con trescientos peones. El dato prueba el declive del Islam en la zona y la presencia de nuevos señores del norte, significados en el apoyo al rey, que marcarán una nueva orientación económica de estas tierras: el pastoreo y consiguiente despoblación. Tras las desamortizaciones del XIX, Gabarda, que significa en vascón rosal silvestre o aliaga, se integró definitivamente en los términos de Usón esfumándose de la historia, pero dejándonos constancia de su pasado ibero, romano, musulmán y aragonés. De vuelta al camino y siguiendo éste hacia el final, encontraremos los restos de otra fortaleza integrada en los términos de Gabarda y conocida con el nombre de La Iglesieta. Este hisne se constituye en un espolón rocoso, prolongación de una pequeña colina sobre unos campos. La continuidad por el norte se rompe mediante una gran muralla de sillería excelente, ligeramente almohadillada y dispuesta a tizón para darle el grosor necesario a la pared. En esa parte quedan
Palacio de las Foces en Venta de Ballerías
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Castillo de Alberuela de Tubo
restos de un torreón y en el lienzo aledaño dos saeteras abocinadas. La puerta cuelga sobre una altura inalcanzable, a la que se accedería por escalera labrada en la piedra de la que apenas quedan vestigios en la pared. El último tramo del acceso describe una curva estrecha, tiene escaleras labradas y se domina desde arriba. La caída de una parte de la roca ha dejado al descubierto el aljibe y un cillero, que tienen la apertura tapada en el piso castellano. Sin embargo, aún se notan los canalillos que conducían el agua al depósito. El recinto forma un triángulo isósceles, en la base se dispone el muro y la torre, los otros dos lados se defendían con un rebaje pétreo en forma de banco a los que se añadirían algunas hiladas de sillares. El resto de construcciones debieron ser de madera, aún se ven algunos agujeros para colocar mástiles y varias gárgolas que conducían el agua de la lluvia de las murallas al aljibe. Seguiremos por la carretera, por donde hemos venido, hasta la carretera que nos dejará en Usón. En la parte alta del pueblo que asienta en un montículo, hay una formación pétrea que culmina el monte con forma de hongo, perfectamente visible a gran distancia. Es una torre natural, perforada para cillero o para acceso con restos que nos indican que tuvo mayor volumen. Abajo una plataforma rodea dicha torre formando el albacar, con muchos restos de silos a oriente. En el extremo nordeste queda una iglesuela de curiosa arquitectura. El presbiterio es semicircular –lo que implica una construcción románica de comienzos del XIII– que se mete en un muro construido previamente con una sillería antigua en su base que bien podría ser musulmana: resto de muralla, de mihrab o de pequeña mezquita. El resto de la ermita son muros que hacen rectángulo, entrevera-
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dos de arcadas apuntadas, salvo la de los pies, que es de medio punto y parece fruto de una ampliación de finales del XVI para situar el coro. Tuvo crismón trasladado con otros sillares a la iglesia actual, levantada a comienzos del XVIII y reformada varias veces. El itinerario entre el pueblo y la ermita fue vía crucis, aún se pueden ver los pétreos pedestales que sostuvieron las tres cruces junto a la puerta. Desde allí bajamos hacia las calles del pueblo pasando por una cruz labrada en la piedra que saluda la salida del sol. Con ello los cristianos quisieron emular a los musulmanes que labraron en la plataforma rocosa un enorme petroglifo de caracteres siríacos. Las letras, grabadas a golpe de escoplo, se exponen a oriente, mirando a La Meca, saludando la salida del sol con un mensaje que todavía no ha sido descifrado. Castillo y pueblo de Usón se ven dominados por una altura cercana, en la que queda solamente un arco apuntado de los tres que conformaron la ermita de San Andrés. Aquí hubo torre óptica pues comunica visualmente desde más allá de Grañén, hasta Berbegal y el Pueyo de Barbastro. En el lado de levante se excavó un pequeño refugio durante la última guerra, pues el carácter estratégico del sitio hizo que se instalara allí una unidad de transmisiones. Desde Usón podemos llegar a Huerto por otro camino bien acondicionado. En sus términos hay un hisne inédito ocupado por la ermita de Santo Domingo. Se ve la plataforma pétrea manipulada para silos y una entrada labrada en la piedra con escaleras. En el castillo de Huerto escenificaron los Altarriba la victoria del catolicismo sobre el Islam, consagrando el lugar al fundador de los dominicos: Santo Domingo de Guzmán. Los Altarriba fueron señores de Huerto durante las conversiones que precedieron a la expulsión, el 60 % de sus súbditos eran moriscos y eligieron este viejo fortín
Castillo Cuadrado de San Lorenzo del Flumen
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ruta por las piedras de al-andalus
musulmán para erigir una ermita que recordara la victoria de los cristianos sobre el Islam, hecho que se venía evocando hasta hace unos años mediante la asistencia de los romeros con varas, remedo de las lanzas que se impusieron en la batalla. Siguiendo la carretera en dirección a Sariñena, llegaremos al cruce de Venta de Ballerías. Esta venta fue muy importante al encontrarse en un cruce de caminos que une secularmente Zaragoza con Monzón y Barbastro, con Huesca y también la ribera del Ebro con el Pirineo. Se puede ver aún el palacio de los Foces, de arquitectura gótica aragonesa, y, en el tozal a poniente, varios silos y los restos de un tollo donde se recogía el agua para abastecer el hisne que allí hubo y del que no queda un solo sillar. Por el lado contrario, en dirección a Poleñino, llegaremos a Alberuela de Tubo, dominado todavía por los restos de un gran hisne que permitió, con su gran muralla, albergar una población entera durante al menos setecientos años. Del pasado musulmán de Alberuela nos queda la muralla al norte, varios muros al sur, un pozo aljibe muy transformado y diversos hallazgos arqueológicos. El castillo fue ocupado por Alfonso el Batallador tras la victoria de Santo Domingo en Huerto. La plaza fue muy importante pues podía soportar largos asedios, con los cilleros bien cargados y los aljibes abastecidos previamente mediante cargas de agua traídas en animales. Era un pueblo fortaleza con su entrada típica de hisne por escalera pétrea, que hace curva para encarar la puerta controlada desde arriba por dos torres, una de ellas aún se conserva en parte con planta circular. Los sillares se disponen a tizón con cierto almohadillado, aunque a lo largo de esos setecientos años sufrió diversas reparaciones que modificaron y rehicieron varios paños con técnicas posteriores. La importancia del pozo, visible desde el castro, y la distancia a salvar para abastecerse, bastante penosa sobre todo al subir cargados, no les cabía en la cabeza a los alberolanos contemporáneos que siempre pensaron en sus antecesores musulmanes como grandes ingenieros capaces de resolver cualquier problema. Así nos hablan hoy de una tubería por donde bajaban hasta la fuente sin ser vistos. Las graves alteraciones sufridas por el reino en el siglo XVI, llevaron a reparaciones en el castillo con una nueva entrada de portada adovelada que aún se conserva. A finales de ese siglo, planteada la cuestión morisca, se procedió a la masiva conversión de unos con la aceptación de los otros. En aquel momento, y en estas tierras, se respiraba un ambiente de paz; la autarquía doméstica iba dejando paso a nuevas y mejores formas de consumo, la ubicación arriba comenzó a ser más molesta que protectora y las gentes fueron bajando al llano, donde en 1607 se comienza a construir la nueva iglesia que alberga-
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ruta de la fertilidad
ría a la nueva y numerosa feligresía convertida antes de la expulsión. Como solía ocurrir por entonces, no cayó bien que la puerta mirara al sur cumpliendo las elementales reglas arquitectónicas. Las puertas de las iglesias siempre debían mirar al pueblo, para favorecerle, y éste asentaba al oeste, parte en el castillo y parte abajo. Por ello se cegó la portada de arquivoltas y se abrió una entrada más sencilla a poniente. Deshaciendo el camino andado, en parte, tomaremos otro apto para cualquier vehículo, que nos conducirá a los pies del último “torrollón” que los vecinos de San Lorenzo del Flumen conocen como Castillo Cuadrado y que antaño fue el hisne de Tubo. Se trata de la típica fortaleza pétrea con torre natural en el centro y cercado o albacar más abajo, para crear un recinto donde albergar los silos, aljibes y ganados. En su cara norte aún se ven los silos jalonando un camino, silos cuya tipología, amplios y de boca rectangular con rebaje para colocar un tape de losa, se da en los yacimientos musulmanes visitados. Este castillo y las tierras aledañas quedaron convertidas en pastizales para la rica casa señorial de los Foces, que vivían en el cercano Ballerías. Los Duques de Villahermosa lo explotaron hasta el siglo pasado en que se expropió para crear un nuevo pueblo de colonización: San Lorenzo del Flumen.
RUTA DE LA FERTILIDAD La llegada de canteros a la parte norte de Los Monegros con el fin de establecer la red de fortalezas o husun que hemos comentado, posibilitó la puesta en práctica de viejas creencias tales como que la fertilidad emana de la tierra, del subsuelo, y lo hace a través de las rocas que emergen. Estas rocas fueron sacralizadas mediante cuevas artificiales, de una forma semiclandestina, ya que nada delata su presencia al exterior, incluso tratan de evitar que la apertura sea visible desde las poblaciones. Todas las cuevas fecundantes monegrinas se disponen en el entorno de un hisne y en todos los casos se trata de una apertura que se continúa por un pasillo y culmina en una cavidad semiesférica. Representa de una forma bastante fidedigna el aparato genital femenino: la apertura que rasga la roca sería la vulva, el pasillo de escasa altura que permite la entrada a gatas sería la vagina y la cámara, siempre sobreelevada con respecto al pasillo, sería el útero. En muchos casos, sobre todo cuando se ha conservado el topónimo que le es propio a la cueva, alude a lo moro, a una cultura no cristiana que jamás fue sacralizada posteriormente. Por los estudios realizados, sabemos que fueron usadas por mujeres
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ruta de la fertilidad
que no tenían descendencia. Debían entrar en ellas en cuclillas, acceder a la cámara que permite estar sentado perfectamente y permanecer allí un tiempo, siempre con el órgano genital en contacto con el suelo uterino. El momento de su construcción, que coincide con el de la fortificación musulmana de la zona, era también crítico por la proximidad de la guerra, lo que producía una demanda demográfica: mayor número de hijos para sostener la defensa del territorio. Muy posiblemente el modelo fue importado del norte de África por los propios canteros que construyeron los hisne y las cuevas, ya que el modelo no se repite fuera de las áreas donde actuaron. En Piracés cabe citar la de Semuro, que rasga la cara norte de la peña de ese nombre. En Tramaced, al igual que el anterior fuera de la comarca monegrina pero en el mismo ámbito cultural, deberemos visitar la partida de Los Cabezales. Para llegar allí debemos tomar desde Tramaced la carretera de Fraella; a poco de cogerla sale a la derecha un camino que llega a una granja de vacas, se cruza una pequeña corriente de agua y ya tenemos los cabezales a la vista. Estos peñascos muestran restos de ocupación, el más amplio tiene una necrópolis de tumbas de bañera en torno a una pila que, para unos, pudo servir para lavar los cadáveres antes de inhumarlos, y, para otros, sería un simple gnamma, una cavidad natural que se forma en las cimas de las rocas calcáreas. Hay restos de labras en la piedra que formaron una escalinata para subir a la necrópolis. Otro peñasco tiene rebajados un par de habitáculos y, junto a él, está la peña que nos interesa a nosotros:
Mapa de la ruta de la fertilidad
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ruta de la fertilidad
Peña Lucía. Se trata de la mejor cueva fertilizadora, la más completa y trabajada. Se trata de una roca en cuya cara meridional se ha excavado un túnel que va hacia la derecha, luego tuerce un poco a la izquierda para dejar un pequeño espacio que nos permita elevarnos, estrechamente, hacia la cámara. Está abierta por arriba lo que permite iluminar, con las dos aberturas, todo el recorrido. No parece
Alberuela de Tubo. Vista del casco antiguo
tratarse, como en otros casos que veremos a continuación, de la reutilización de un silo cerealista, sino de la necesidad de una evacuación de humos ya que la piedra se utilizó como hospital de pobres (refugio de transeúntes). La apertura superior no tiene el aspecto de las que veremos, con rebordes para la tapa de losa y de menor tamaño. Al salir de la cámara, y como si de un parto se tratara, hemos de hacer una ligera rotación para enclavar la cabeza en el canal o túnel y nacer de cabeza, como debe ser. Este hecho nos demuestra que las gentes que manipularon esta piedra tenían conocimientos ginecológicos y de obstetricia, alcanzados no solamente en el contacto humano, sino también con los animales, a quienes ayudarían a parir. En el caso del hombre, está muy extendida la creencia de que el nacer y morir es un ciclo y como tal debe darse en círculo. Así se ha de venir al mundo de cabeza y se ha de retornar al inframundo con los pies por delante. Como la entrada a la Peña Lucía está un tanto alta, se practicaron estribos que facilitan el acceso. Es curioso que esta piedra represente el nacimiento, mientras que la otra, contigua, sea una necrópolis, con los misterios de la vida y la muerte.
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ruta de la fertilidad
En Usón quedan dos cuevas, una es de difícil localización si no se dispone de guía, está junto al viejo camino que une Usón con Fraella. La otra, más cercana al pueblo, está en la cara norte de un cerro llamado el Ratoniello, cerro que a su vez está al norte del de San Andrés, que es fácilmente identificable por su altura y por estar coronado por un arco apuntado, vestigio de una antigua ermita. El camino pasa por entre los dos cerros. La Cueva del Ratoniello es un silo musulmán de amplia apertura rectangular con rebajes en la boca para la tapa de cierre, que ha sido reutilizado como cueva, al practicar un estrecho acceso por la base en el lado norte. Sólo hay otro caso en San Lorenzo de Flumen: la Cueva Mallata. En Huerto conocemos dos cuevas. La mejor conservada es Peña la Mora, en la partida de igual nombre. A ella se llega por un camino a la izquierda, por la antigua carretera a Sariñena, justo antes de llegar a la abandonada gasolinera. Hoy, la boca de la cueva es inalcanzable desde abajo. Su morfología es típica, de túnel y cámara semiesférica, donde se ven inscripciones recientes. La tradición cuenta que aquí fue enterrada una reina mora. Volvemos a la carretera de Sariñena y a la altura de la Venta de Ballerías nos desviamos en dirección Barbastro y, antes de llegar a los puentes que salvan los ríos Guatizalema y Alcanadre, nos vamos a la derecha, camino de la ermita de Puymelero. Antes de llegar a ella y junto a un cubierto que fuera antigua tejería, a la izquierda mirando a la ermita, queda en lo alto, sobre el camino, una cueva similar a las descritas con un tosco ventanuco que ilumina la cámara. Deshacemos lo andado para meternos por la carretera de Alberuela, a poco más de dos kilómetros del cruce, veremos una for-
Peña Mora. Huerto
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ruta de la fertilidad
La Tinaja. Alberuela de Tubo
mación rocosa a nuestra izquierda en cuyo extremo hay una formación erosiva pétrea en forma de jarrón. Es lo que siempre se ha llamado La Tinaja, debido a los dos agujeros que fueron practicados en la arenisca, en la cara occidental. El que queda a la izquierda es lo que en Los Monegros se llama tinaja, silo para acumular cereal. A la derecha queda otra sección de cueva fertilizante donde se distingue perfectamente el túnel, la embocadura con la cámara y la parte final. La roca arenisca ha sufrido una erosión milenaria que la ha reducido en arena a más de la mitad. Es un buen ejemplar para contemplar la estructura interna en sección. Al otro lado del camino hay mugas o mojones que delimitan los términos de Alberuela y Venta de Ballerías. En uno de sus lados se labraron cruces para proteger los campos.
“El Puente” de San Lorenzo del Flumen
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Siguiendo la carretera hacia Alberuela, metiéndonos por un camino a la derecha que pasa junto a una granja, se llega a la Cueva del Tozal del Moro. Su morfología no aporta nada nuevo y la embocadura está muy disimulada en el paisaje. Lo más importante es la referencia constante a lo moro ya que todo este valle se llama Valdemoro. Una vez en Alberuela tomaremos el camino de Usón y a pocos kilómetros encontramos a nuestra izquierda una peña de mediana altura. En su cara de poniente está la Cueva de Peña la Mora, que ha sufrido la sección del pasillo, permitiendo ver desde fuera la embocadura de la oscura cámara. Desde Alberuela, por un camino que sale bordeando el canal, nos vamos hacia el antiguo pueblo musulmán de Tubo. Volvemos a la partida de Valdemoro, donde nos aparece la apertura casi triangular de la Cueva la Copera, con unos estribos bien marcados, que ayu-
Refugio pastoril construido en piedra. San Lorenzo del Flumen
daban a salvar la altura. Su visita es muy recomendable, dado lo fácil de su ubicación y las buenas dimensiones internas, bien iluminadas por un ventanuco en la cámara. En el mismo San Lorenzo del Flumen, al final de la calle de Tubo, se puede ver otra cueva de fertilidad, muy deteriorada. Saliendo de San Lorenzo, por un camino al norte se llega a un paisaje muy peculiar que algunos llaman El Puente, por tratarse de una plataforma pétrea que en su centro ha perdido el salagón que la sustentaba, quedando como zona de paso para el ganado. En uno de sus extremos hay una cueva fertilizadora, utilizada hoy como caseta de juegos por los niños del pueblo. Típica disposición con algunos agujeros en la cámara que permiten acceder sin linterna.
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ruta de la fertilidad
En el camino que va a la Casa de Monte Tubo, antes de llegar a ella pero teniéndola a la vista y a la derecha del camino, se ve la apertura de otra cueva de las características apuntadas. En la partida de Ripas Altas, cerca otra vez de Valdemoro y en la cara meridional, hay otra cueva que no es fácil de encontrar y que no aporta otra novedad que la de tener el pasillo bifurcado, por frustrarse un primer acceso. Desde San Lorenzo hacia la carretera de Sariñena, por Inscripción en el refugio pastoril asfalto, dejaremos a nuestra izquierda, algo lejos, una paridera junto a una piedra horadada. No se trata de una cueva fértil, pero merece la pena una visita pues se trata de una vieja majada pastoril que tiene en la base de la roca innumerables inscripciones. Algunas son perfectamente visibles y están hechas por pastores pirenaicos que pasaban por aquí los inviernos. En la parte alta, accesible por detrás, hay una serie de habitáculos comunicados practicados en el interior y de lado a lado de la peña. Las fechas van de 1627 al pasado siglo. Seguimos en dirección a la carretera Sariñena y, antes de llegar a ella, habremos de tomar un camino a la izquierda que nos conducirá a la Cueva Mallata, muy cerca de la mencionada carretera. El nombre lo recibe de una majada para guardar caballerías que aún se conserva en parte, bajo la apertura de la cueva que queda colgando. Al igual que la del Ratoniello, la cueva Mallata es un viejo silo de tipología musulmana, con gran embocadura rebajada para el tape, que se reutilizó abriendo un acceso en pasillo por la cara meridional, sobre una estructura que ha desaparecido. Un poco más a poniente hay un refugio rupestre cerrado por mampostería para guarecer un hato de ovejas.
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ruta mudéjar
RUTA MUDÉJAR La presencia de una abundante población musulmana, tras la conquista aragonesa, especializada en la agricultura de regadío y en la construcción, propició que algunas iglesias monegrinas guarden la impronta de estos albañiles mudéjares que las ejecutaron o bien influyeron en sus formas y adornos. En Los Monegros hay media docena de iglesias que guardan relación con esta tipología artística, basada en el uso del ladrillo y en su disposición con fines ornamentales. La influencia del mudéjar llegó hasta el siglo XX, como se puede ver en algunas construcciones rurales. La ruta, partiendo de Zaragoza, se va adentrando en Los Monegros a través de la carretera A-129. El primer pueblo monegrino que alcanzamos es Perdiguera. Su iglesia de la Ascensión merece una visita por la variedad y riqueza de su ajuar. Es un edificio gótico, cuya nave está construida en piedra sillar. Las bóvedas se adornan con las crucerías estrelladas propias del gótico pleno. La torre, de tres cuerpos cuadrados, se levantó con ladrillo y tapial siguiendo la inspiración mudéjar, aunque en unas fechas muy tardías. El interior guarda varios retablos de diferente factura y calidad, destacando el mayor, que data de la segunda mitad del XVI. Siguiendo la misma carretera, cinco kilómetros más allá, llegamos a Leciñena, topónimo de origen romano. Su parroquial de la Asunción se levantó en piedra, con tres naves que se rematan en un ábside poligonal. La nave central se cubre de crucería estrellada, mientras que las laterales lo hacen con la típica bóveda barroca de lunetos.
Mapa de la ruta mudéjar
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ruta mudéjar
Los artífices de esta obra intentaron darle cierta vistosidad, pero el peso de la fábrica obligó a reforzar la sustentación añadiendo muros y estrechando las comunicaciones interiores. La torre tiene planta cuadrada con tres cuerpos de diferente época: el primero del XV, el segundo del XVI, ambos de inspiración mudéjar, el que remata es ya más posterior, del XVII, y alberga las campanas. Iglesia de la Ascensión. Perdiguera La carretera A-129 nos lleva hasta Alcubierre, donde encontramos un bello ejemplar de torre mudéjar. La parroquial de Santa Ana fue levantada en la parte alta del pueblo, cuyo topónimo está arabizado. Allí se ubicaron el castillo, luego palacio de los Sástago, el cementerio y la iglesia, que es lo único que sigue en pie, recientemente restaurada y consolidada. La fábrica pasó por diferentes etapas constructivas, todas dentro del gótico, desde el siglo XIV, con típica cornisa mudéjar en voladizo, hasta el siglo XVII, muy en sus comienzos, fecha de una de las galerías de arquillos seriados típica del gótico aragonés. El grueso de la obra se ejecutó en el XVI, utilizando siempre los mismos materiales: ladrillo, tapial y yeso. Destaca la torre con tres cuerpos cuadrados y escalonados, que disminuyen con la altura, mientras que aumentan en número de vanos. La disposición ornamental del ladrillo, con dibujos de gran plasticidad, dan a esta torre un aspecto de alminar musulmán levantado contra la moda que, por entonces, ya había abandonado esos modelos tan arabizantes. De Alcubierre iremos a Lanaja, donde nos desviaremos hacia Poleñino, nombre romano originado
Iglesia de la Asunción. Leciñena
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ruta mudéjar
en su primer propietario: Paulino. Allí se levanta otra parroquial de titularidad mariana, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Es de un gótico ya tardío con una relevante torre cuadrada de cuatro pisos, de aspecto algo macizo, decorada en sus dos últimos tramos con galerías de arcos de tradición mudéjar. De Poleñino podemos ir a Torralba, por Frula o por Grañén. La iglesia parroquial de San Pedro se levanta sobre el caserío, en el tozal que dominó una Iglesia de Santa Ana. Alcubierre vieja torre que le dio el nombre. Sus fases constructivas indican las dificultades económicas por las que pasó la obra, acometida por un pequeño vecindario dependiente del lejano Almudévar, donde radicaba la capitalidad.
Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción. Poleñino
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Se edificó con piedra sillar, mampostería y ladrillo. La nave de tres tramos se cubre con bóveda de terceletes, que descansa sobre capiteles decorados con vegetación autóctona: flor de cardo, hoja de parra o bellotas. El ábside es poligonal y hoy sirve para entrada al reorientarse el altar. Tiene capillas laterales con restos pictóricos. En el muro sur aparecen tres vanos cegados de inspiración musulmana, arriba galería corrida de arquillos y abajo, enmascarada en la pared, una puerta cegada en arco de herradura de ladrillo. El aire de esta igle-
ruta jacobea
sia, a pesar de las agresiones que sufrieron la fábrica y los contenidos, sigue siendo muy musulmán hasta en los pequeños detalles, como el picaporte de la puerta en media luna. La torre, mudéjar de la cabeza a los pies, está muy bien trabajada a base de ladrillo resaltado formando esquinillas, cornisas, rombos... Tiene cinco cuerpos iluminados por pequeños vanos. El último guarda las campanas. Iglesia de San Pedro. Torralba de Aragón
RUTA JACOBEA. GR-17 o SENDERO MARIANO Hasta la fecha el Camino de Santiago se había considerado como algo transpirenaico y casi exclusivo del paso navarro de Roncesvalles. En la actualidad, cualquier mínima investigación nos documenta como el Pirineo fue, en toda su extensión, una zona permeable para los peregrinos que bajaban hasta el Valle del Ebro por Cataluña, Aragón o Navarra, dependiendo del lugar de donde vinieran y las rutas que decidieran tomar. En Los Monegros se documentan viejos caminos que, a través de las advocaciones, las leyendas o los monasterios que disponían de hospitales para viajeros, hemos podido reconstruir. El Camino entraba en la comarca remontando el cauce del río Alcanadre, por los pueblos de Alcolea y Chalamera. Los Monegros recibían al peregrino, nada más pisar sus tierras, en el Monasterio de Sijena, fundación de la reina Sancha de Castilla en 1188 para contentar a los sanjuanistas, herederos legítimos de Aragón junto a las demás órdenes militares tras el testamento de Alfonso el Batallador. (Ver enclaves: Monasterio de Sijena)
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ruta jacobea
Mapa de la ruta jacobea
La leyenda cuenta cómo un buen día desapareció la imagen de la Virgen en la parroquia del pueblecito de Sijena. La dieron por robada cuando unos días después empezaron a notar unos pastores cómo un toro abandonaba la manada y se metía en una laguna próxima, donde miraba fijamente a unos juncales. Un pastor, extrañado por el comportamiento de la bestia, se dirigió hasta ella y buscó en el sitio hacia donde dirigía la vista el animal. Allí se halló la imagen que cada vez que era trasladada volvía a la laguna. Los reyes aragoneses, que estaban en Huesca intentando fundar monasterio, tuvieron noticia del suceso e hicieron desecar la charca, erigiendo allí el cenobio que aún se puede ver.
Portada del Monasterio de Sijena, uno de los símbolos del patrimonio cultural monegrino
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A pesar de las vicisitudes sufridas por Sijena, todavía conserva gran parte de su empaque, pudiéndose visitar la iglesia y el claustro. El
ruta jacobea
Antiguo convento de las Carmelitas Descalzas, declarado BIC en 1984. Sena
conjunto está en una restauración permanente y sus dependencias han vuelto a ser habitadas, ahora por las Hermanas de Belén. Para nutrir las necesidades alimenticias, artesanales y de servicios se fundó una nueva población, Villanueva de Sijena, donde hoy podemos visitar la casa natal del famoso médico Miguel Servet, descubridor de la circulación pulmonar y muerto en las hogueras de la intolerancia (Ginebra, 1553). Seguimos rastreando el Camino de Santiago en Los Monegros y llegamos a Sena, villa antigua, propiedad de Sijena hasta el siglo XIX, guarda en sus términos varios yacimientos arqueológicos cuyo espectro temporal va desde el Eneolítico a la Edad Media. Estos yacimientos se repiten a lo largo del Camino de Santiago monegrino, estando presentes en todas las localidades que vamos a recorrer. Los edificios de mayor interés son el Ayuntamiento, el antiguo convento de Carmelitas y la iglesia parroquial, todos ellos del gótico aragonés desarrollado en el XVI. Miguel Servet
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ruta jacobea
Proseguimos nuestro camino hasta llegar a Sariñena, hito jacobeo importante. Todavía queda en pie, aunque muy transformado, el legendario monasterio de Santiago, fundado por San Eufrasio La leyenda cuenta que cuando se apareció la Virgen del Pilar a Santiago, para animarle en su difícil misión evangelizadora, sólo había un puñado de seguidores con él, entre los que se encontraban San Eufrasio de Sariñena y San Indalecio de Caspe. Así se representaban las dos importantes poblaciones en uno de los eventos católicos más importantes de España. San Indalecio y San Eufrasio son dos de los predicadores que enviaron San Pedro y San Pablo desde Roma para convertir la Península. Sin embargo, la tradición local cuenta que Eufrasio, siendo ya mayor, se retiró a su villa natal para fundar este monasterio, en plena encrucijada del Camino a Santiago. Sariñena guarda también otra leyenda jacobea: Uno de los peregrinos pasó por la villa portando unas reliquias de San Antolín. Las campanas se voltearon solas y las gentes buscaron el origen del prodigio. Mientras, el peregrino quedó misteriosamente detenido, sin poder salir de los términos de Sariñena. Una vez localizado, y tenidos los sucesos por milagro, se decidió dejar en la parroquia las reliquias, nombrándose a San Antolín patrón del pueblo. La ermita de Santiago está restaurada y sus alrededores adecentados con un pozo de hielo que serviría para aliviar las dolencias de los enfermos y refrescar las bebidas de los más pudientes. Allí queda la portada en puntas de diamante del románico del XIII y restos de una estatua a la que se le tiraban piedras una vez al año. También dicen que, bajo los restos de la cruz que hay a la entrada, había un obispo enterrado y varias armas. En este punto el camino se bifurca, subiendo hacia Huesca por Huerto, o siguiendo el más transitado por peregrinos hacia Zaragoza.
Ermita de Santiago (Sariñena)
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Fresco de Fray Manuel Bayeu en La Cartuja de las Fuentes
Entre Sariñena y Lanaja, en el antiguo camino, hubo un antiguo santuario mariano ya citado en el siglo XIII. Apenas quedan restos de este edificio llamado la Virgen Vieja, levantado sobre la fuente del Milagro y el desaparecido hospital para peregrinos. Allí se fundó una cartuja en 1507, pero con tan pocas rentas que los monjes tuvieron que marchar a Zaragoza en 1563. Justo enfrente y en el siglo XVIII se levantó un nuevo cenobio: La Cartuja de Las Fuentes, que hoy podemos visitar (Ver Enclaves: La Cartuja de las Fuentes). Se conserva bastante bien lo que fue planta y el muro que la rodea y separa del mundo, también la iglesia y un claustro que recorre varias capillas. La obra es de un barroco muy clasicista y sencillo. Lo más significativo del conjunto son las pinturas murales del monje Manuel Bayeu, cuñado de Goya, que profesó aquí. Lanaja fue villa importante, propiedad de las monjas de Sijena. Aunque en ruinas, queda una ermita semirrupestre dedicada a Santa Bárbara y a sus supuestas seis hermanas. Tradición que también existe en Galicia referida a Santa Marina. La narración popular más vinculada al Camino que cuentan los najinos es la del peregrino que un buen día llegó al pueblo y se ofreció a hacer unas tallas de Cristo en tres días, pidiendo solamente que le dejaran trabajar en paz. Le iban llevando comida sin molestarlo, pero al tercer día, al ver que no la tocaba y creyéndose engañados, abrieron el cuarto que sirvió de taller y encontraron cuatro esculturas: el Cristo de la Columna –desde entonces protector de Lanaja-, un crucifijo y dos obras más; del peregrino nunca más se supo. Todas las figuras se quemaron en la última guerra. La leyenda se da también en Alcolea, justo antes del Camino monegrino.
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De Lanaja, por la carretera de Monegrillo, tomaremos la pista señalizada por un cartel de madera que nos manda a San Caprasio. Recorreremos así el sendero GR-17 o Sendero Mariano, todo señalizado, que une la Basílica del Pilar de Zaragoza, Lourdes y Torreciudad. Continuamos recto caminando dejando a nuestra izquierda una semiderruida paridera y cruzamos la carretera asfaltada que va perpendicular desde Monegrillo a Lanaja hasta llegar al abandonado poblado de Peñalbeta, desde el que se observa la cima de San Caprasio. Sobre la loma que la domina quedan restos de la iglesia de Pilar de Santiago San Martín. Allí había un altar dedicado a Santiago donde los peregrinos habrían de encomendarse para hacer el difícil trayecto por Val de Zaragoza, hacia Farlete. La sierra de Alcubierre, aparte de la dificultad orográfica, siempre planteó problemas de bandolerismo. Entramos en el poblado y tomamos por la derecha un camino que bordea la casa en mejor estado de conservación. El camino desciende por la depresión en el terreno del barranco del Cañal donde hay una cobertera de sabinas albares. En el fondo de este barranco se crea un microclima que favorece la aparición de especies de plantas propias de zonas húmedas como el junco o el tamariz. Continuando recto por el camino, recorreremos el flanco derecho del barranco de Val de Zaragoza y, al llegar al final de esta pista, tomaremos una senda que desciende al cauce del barranco, tomando contacto con masas arboladas de sabinas y pinos carrascos. Seguimos por el interior del barranco hasta llegar al Refugio de cazadores en la Aldea de Correo. Poco a poco nos vamos adentrando en el fondo de la val donde irán apareciendo una gran variedad de especies vegetales, entre las que destacan dos arbóreas que sorprenden en esta zona como son el roble quejigo y el arce de Montpellier. Salimos del cauce y, ya en lo alto del collado, tomamos la pista y su bifurcación a la derecha para llegar a una plana cubierta de campos de cereal rodeando la ladera este de San Caprasio, hasta culminar la cima donde se encuentra la ermita. En la subida a la ermita, justo antes de llegar a lo alto, podemos desviarnos a las cuevas de San Caprasio, excavadas en margas y areniscas blandas, ocupadas en tiempos actuales por ermitaños de la Hermandad de Jesús. Desde la cima de San Caprasio, en días claros, se divisan casi todos los pueblos de Los Monegros; desde allí se observa la masa boscosa de la sierra, los secanos de Farlete y amplias tierras de Los Monegros. Aparte de regalarnos los oídos con el silencio, podemos contemplar un paisaje magnífico. Si nos situamos al lado de la imagen de Nuestra Señora del Pilar, ubicada en la cima de San Caprasio, veremos toda la
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ruta jacobea
Cuevas de San Caprasio
grandiosidad del panorama monegrino, divisando a unos 1.000 metros la llamada Torraza y al lado, un poco más lejos, Farlete. (Ver enclave de interés: Ermita de San Caprasio)
HISTORIA Y LEYENDA DE SAN CAPRASIO Según la tradición este santo nació en Agen (Francia), allá por el siglo IV, ordenado sacerdote por el obispo Olimpo, tuvo que huir perseguido por los decretos anticristianos de Diocleciano. Así llegó a la sierra de Alcubierre, en una de cuyas cuevas se instaló para hacer vida de anacoreta. Al enterarse de que su paisana Santa Fe había sido martirizada, le pidió a Dios que, si le juzgaba digno para seguir el mismo camino, le diera una señal. Brotó agua de aquella áspera peña y viendo en ello la señal divina, volvió a Francia, convirtió a Primo y Feliciano, siendo martirizado junto a ellos. Sus cuerpos insepultos fueron recogidos por el obispo de Agen y enterrados en la iglesia que los cristianos edificaron en honor de Santa Fe. Hay otra versión popular más simple. San Caprasio cuidaba ganado en la sierra de Guara, muchos dicen que cabras, aprovechando el nombre; hasta que un día decidió hacerse monje, cogió su cayado y lo lanzó tan lejos como pudo, yendo a parar a la sierra de Alcubierre. En el sitio donde cayó el bastón surgió una fuente y en las inmediaciones se puso la ermita. El santo tuvo culto en varios lugares de la provincia oscense: en Sobrarbe y Ribagorza, en Santa Cruz de la Serós en la Jacetania, y en la divisoria entre Sobrarbe y el Somontano de Barbastro, cerca de Lecina. Ambos enclaves con documentada tradición monástica.
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ruta jacobea
Bajando hacia Farlete avistamos La Torraza, antiguo presidio que marcaba una de las etapas del camino y que servía para cobijar viajeros, relevar guardias y caballos y depositar bandidos antes de trasladarlos frente a los tribunales. Antes de entrar en el pueblo hay que visitar el magnífico santuario de la Virgen de La Sabina. La fundación de esta iglesia mariana tuvo lugar en el siglo XIII y la vieja construcción quedó englobada a los pies de la actual. Este adosamiento de volúmenes, rematados en la fachada por pináculos: iglesia vieja, nave nueva, casa del ermitaño y sala de cofrades, le da a la fábrica un juego arquitectónico que destaca en la austeridad del paisaje monegrino. (Ver enclave de interés: Santuario de la Virgen de la Sabina)
La Torraza en Farlete
En sus alrededores se pueden ver varias construcciones populares: la Balsa Alta, con entrada o aguadera y salida enfrente para abastecer al pueblo, unos hornos de yeso a la izquierda mirando a la sierra y un poco más arriba el Gallipuén o paso de aguas sobre el barranco de Los Pinos. Desde Farlete, 40 kilómetros nos separan de Zaragoza. Pero ya dijimos que esta ruta jacobea era apta para caminantes y ciclistas. En coche podemos seguir el camino desde Lanaja por asfalto visitando Alcubierre, Leciñena y Perdiguera para acabar en El Pilar donde, al igual que ocurre en Los Monegros, se aúnan los cultos a la Virgen y al apóstol. Pueblos que enmarcamos ya en las rutas del mudéjar. Dentro del contexto religioso del Camino hay que detenerse en un centro mariano de gran interés: la Virgen de Magallón en Leciñena. (Ver enclave: Ermita de Ntra. Sra. de Magallón)
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ruta jacobea
Santuario de la Virgen de La Sabina
El edificio actual es resultado más de una labor hospitalaria que religiosa. Hasta aquí se retiraron en siglos pasados gentes de varios lugares, sobre todo de Zaragoza, que venían a tomar estos aires y practicar la oración. La iglesia data del XVI, pero sufrió diversas ampliaciones en los siglos XVII y XVIII, es de piedra y ladrillo con pavimento de mármol y piedra negra de Calatorao (también una pila bautismal). En las paredes quedan restos de pintura barroca ornamental, obra de Fray Manuel Bayeu.
Monegrillo. Paisaje
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ruta del agua
RUTA DEL AGUA Pero Los Monegros no fueron ningún edén. La lucha del hombre contra la sed propia y de sus tierras es una constante, siempre buscando el agua en el cielo, atrapándola en la balsa o robándosela a las entrañas de la huraña madre tierra, a través de pozos artesianos que casi siempre la dan salada. El agua marcó Los Monegros, sus gentes se ejercitaron en su búsqueda y conservación. El agua se convirtió en una obsesión para los monegrinos que no sólo sabían recogerla, almacenarla, regar algunos trozos, mover molinos... También le encontraron usos medicinales como en La Cartuja de Las Fuentes, donde subsiste la fuente del Milagro. También aprendieron a hacer bloques de hielo en las balsas, partiéndolos cada día invernal, hasta que los cortaban y llevaban a pozos profundos y fríos de falsa bóveda, donde se conservaba hasta bien entrado el verano. El hombre, harto de tantos sinsabores, miraba al cielo y se aclamaba a la Virgen y a los santos de cada localidad para que le diera el agua necesaria. Acudían en romería, días y días por caminos secos, a los diferentes santuarios para implorar el agua que los cielos negaban. Los Monegros se convirtió en un paisaje estéril, modelo de las pertinaces sequías en los últimos siglos. Tierras labradas con más sudor y sangre que agua, por hombres que miraban al futuro huyendo de un pasado agostado, gentes que querían tierra fértil para seguir poblando aquellos paisajes de luz quemando el horizonte. Hasta que por fin hombres como Picabeo, Mallada o Costa sembraron la semilla del regadío en Los Monegros. El agua, ausente desde la noche de los tiempos, regresa, ayudada por el hombre, para transformar nuevamente Los Monegros y hacerlos, ahora sí, más habitables. Un recorrido por las tierras de Los Monegros nos puede aproximar a lo que fue la lucha del hombre por conseguir el agua y acercarla a su boca o a sus tierras. Aquí proponemos esta ruta que, partiendo desde Zaragoza, nos acercará a la estrategia hídrica monegrina. No vamos a hacer aquí una visita exhaustiva a todos los lugares donde haya obras hidráulicas en Monegros, porque muchas de ellas se encuentran en fase de recuperación y otros son modelos repetidos. Partiendo de la ciudad de Zaragoza, vamos a recorrer algunos pueblos monegrinos con el fin de que el visitante, curioso de estas
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tierras, se lleve una impresión lo más exacta posible del ingenio monegrino para instalarse en la sequía y vivir incluso con un mínimo de comodidades. Definición balsa buena Las llamadas balsas buenas son aquellas que se edificaron sobre un terreno impermeable o impermeabilizado con losas, provistas de un muro en círculo con un acceso por escalera que se cerraba fácilmente con ramas, impidiendo el paso del ganado y animales silvestres. Si entramos en Monegros por Zaragoza, tras 20 Km., llegaremos a Perdiguera donde podemos visitar sus balsas. Edificadas muchas de ellas en la Edad Media, están en constante reparación, como todas las de Los Monegros, a vecinal, pues todos se beneficiaban de ellas. En Perdiguera se pueden ver las balsas de La Pez, en el camino a San Mateo, así llamada por tapar las posibles filtraciones con esa sustancia proveniente de la resina; la Nueva, en el antiguo camino a Zaragoza; la de La Villa, entrando al pueblo; la de Santa Cruz o la de Santa Engracia, que recogió agua para los habitantes del antiguo pueblo de Asteruelas. También hay algunos pozos, entre los que sugerimos el pozo del Lugar, excavado en el siglo XVI para sustituir la vieja balsa que abastecía al pueblo y que fue rebasada por el casco urbano al crecer la población. Es ovalado, de más de 10 metros de profundidad y con arcos de descarga a los lados. Más moderno es el pozo del Desengaño, situado en la calle del Molino. Es particular y sirvió para abastecer la vivienda. Su propietario excavó unos 35 metros, a pesar de la opinión contraria de los vecinos que nunca creyeron que allí habría agua. Pero el agua por fin afloró para desengaño de los vecinos. De allí el nombre y la placa que reza en la fachada: “Pozo del Desengaño. Agua para el abastecimiento de esta casa y desengaño de los incrédulos. José Muñoz. 15 abril 1940”. Junto a la Balsa de la Pez hay restos de un pozo de hielo que ha perdido la cubierta de falsa bóveda. Estos pozos servían para almacenar el hielo que se hacía en las balsas o barrancos en invierno y que se iba cortando y acumulando hasta formar bloques que acababan en el pozo envueltos en paja y recubiertos por cañas. Así disponían del hielo para enfermos o para refrescar la bebida hasta bien entrado el verano. Raro es el pueblo monegrino que no disponía de una construcción de este tipo. Siguiendo la carretera de Alcubierre llegaremos a Leciñena, donde hay también varias balsas y algún pozo. Merece la pena conocer el aljibe de la Virgen de Magallón. Aunque su interior no es visitable, sí se puede vislumbrar desde el brocal con una linterna. Fue construido en
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Mapa de la ruta del agua
el siglo XVI por Juan de Albistur para recoger la lluvia de los tejados y abastecer de agua a las romerías que llegaban hasta aquí. Junto a la cabecera de la ermita hay restos de un pozo de hielo que complementaría al anterior, para suministrar frío para el agua y alimentos. Volviendo sobre el recorrido y dejando atrás otra vez Perdiguera, tomaremos el desvío de Farlete. En esta población se ven balsas como La Alta, situada junto a la ermita de La Sabina, que abasteció al pueblo de agua y que hoy está abandonada. A unos 300 metros a
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Monegrillo. Balseta con observatorio astronómico al fondo
poniente de la ermita, bajo la custodia del antiguo presidio de La Torraza, que vigilaba el bandolerismo de la zona, hay una construcción singular por su sencillez, empaque y uso: el Gallipuén, acueducto que sirvió para recoger el agua que bajaba de las colinas próximas, en tiempo de lluvia, y canalizarla para riegos, salvando el barranco. También valía como puente para personas y ganados. Es obra muy popular con gruesas paredes de sillarejo que sostiene una arcada de medio punto rebajada. En el estribo oriental hay un arco ciego adintelado y más arriba están los sistemas de canalización y distribución del agua. El suelo del paso era de piedra de yeso que luego
Balsa de Bujaraloz
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se encementó como casi toda la obra. Seguimos la carretera A-1104 que nos dejará en La Almolda, haciendo un alto en las tierras de Monegrillo. Recorrer los extensos términos de este pueblo, que lleva el nombre de la comarca con la humildad del diminutivo, nos dará una visión de lo que es arrancar agua a la piedra, máxime cuando la piedra es de yeso y sal. Varias balsas abastecen al ganado y están modernizadas con cemento y vallas metálicas, pero conservan la esencia de las antiguas con Aljibe de la Virgen de Magallón la aguadera para abastecerse, la carrucha, los pozales y el abrevadero. Algunos pozos, con una viga apoyada en los dos remates que servían para la carrucha, ya sólo son utilizados para refugio de palomas torcaces y sus aguas se han ido pudriendo a fuerza de no sacarlas. En todo caso merece la pena visitar la balsa de Fortiz, que ocupa extensamente las curvas del nivel, y el pozo del Baño, al sur y en el camino viejo de Nuez de Ebro, único que tuvo usos medicinales en Monegros. La Almolda luchó por el agua desesperadamente, buscándola palmo a palmo. Balsas y pozos menudean por sus términos pero el mejor de todos está en La Val. Se llega allí bien desde La Almolda en dirección nordeste, por el camino de La Val que acaba en la carrete-
Acueducto el Gallipuén en Farlete
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ra de Valfarta, o más fácilmente desde ésta, pues entre los kilómetros 7 y 8 parte el camino hacia la derecha, cuando a un kilómetro vemos la arruinada construcción que albergaba las instalaciones y la balsa de acopio. Los pozos eran elementos esenciales en la arquitectura popular
La estructura del viejo pozo cuyas aguas sirvieron para riego de algunas tierras y aún para ganados es muy simple: una construcción cubierta dividida en dos salas, en una está el pozo y la bomba, ya de época industrial, donde la caballería daba vueltas extrayendo el agua hacia una balsa que hoy es de cemento, construida entre los años de 19361937. De la balsa parten tres acequias labradas en piedra que distribuían el agua a los campos. La obra es medieval en origen y tiene adosada por la parte de atrás un establo para las caballerías que se irían turnando. Hacia 1960 se instalaron modernos sistemas de bombeo que aportaban mayor cantidad de agua. Antaño siempre tuvo almoldanos encar-
Refugio en el camino de las balsas
Pozo manantial en Castejón de Monegros
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gados de su explotación y cuidado pero hoy está abandonado. Hasta 70.000 litros de agua diarios llegó a suministrar este viejo pozo de unos 12 metros de profundidad cuyas paredes albergan siempre diversas especies de aves. Desde los alrededores del pozo de La Val vemos parte de los caseríos de La Almolda y Castejón. Hacia esta última población nos dirigimos para ver varios sistemas de captación de aguas extendidos por sus términos. En primer lugar están los balsetes o balsones, pequeñas construcciones levantadas sobre suelo impermeable, con unos 2 metros de muro de mampostería y de El Caño en Lanaja unos 3 ó 4 metros de diámetro. Disponen de una agüera que canaliza el agua hasta el balsete y unas escaleras que facilitan el acceso humano impidiendo el de los animales. Hay muchos por el camino que va a Jubierre y también por los alrededores del pueblo: Los Palancares, La Sierra, en el Camino de La Cruz de Pina, La Pedrosa... A la salida del pueblo hacia la carretera de Sariñena está la balsa Nueva, de unos 50 metros de diámetro, se alimenta de un moderno represamiento al norte del pueblo, en el barranco del Ballestero. Por los términos hay otras balsas: Miramón, La Sierra, Lo Ronquillo, Los Olmos, Corral de las Viñas, del Consejo, Güera, Castejón, Paridera de Las Vacas...
Valfarta. Ermita de San Miguel
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Salimos del pueblo junto a la remozada fuente, a la izquierda de una cruz blanqueada, por el camino que llaman de La Sierra -el que sale junto al campo de fútbol recibe igual denominación. Una vez dejado el pueblo, a poco más de un kilómetro, y a nuestra izquierda, aparece en el centro de un campo una estrecha caseta prolongada en su media altura por un abovedamiento, todo está encementado, se trata de la obra hidráulica más peculiar de Castejón: la fuente Madre. Dos aguaderas recogen el agua cuando llueve para que se vaya filtrando por agujeros artificiales. El agua se va depositando en un aljibe cuyos caños de salida están situados a unos 80 cm del fondo, dejando así que el agua se aclare. Ésta sale por un canalillo que discurre por el fondo de un túnel que permite el acceso humano por si hubiera que limpiarlo o repararlo, teniendo además respiraderos en el techo. Cada poco aparecen unas piletas de decantación que siguen aclarando el agua. Los castejoneros están muy orgullosos de este sencillo sistema que les permitió ser el primer pueblo de Monegros en tener agua en las casas.
Castejón de Monegros. Ermita de Santa Ana
Un poco más adelante y también a la izquierda y en el centro de los cultivos, aparece otra caseta de reducidas dimensiones con la techumbre hundida: el pozo Manantial de boca circular, 2 metros de diámetro y unos 9 metros de altura. Queda una ventana de madera, a media altura, atada por una cuerda y a la derecha un saliente pétreo que debió servir para dejar el cubo y sacar el agua pues tiene un desagüe. Siguiendo unos 5 kilómetros por entre sabinas de diferentes tamaños y formas llegamos al pozo de los Ganaderos, anunciado por una alineación de juncos. El pozo está restaurado y guarda la viga superior con el engarce de la carrucha y un saliente para echar el agua sobre un abrevadero que ya no existe. Desde Castejón podemos ir a Lanaja por la carretera de Monegrillo, 30 kilómetros apacibles y sin tráfico separan estas dos poblaciones. Antes de llegar a Lanaja hay que poner atención para ver un cartel de madera que nos señala el camino a San Caprasio, seguiremos éste hasta que transcurra por el lecho del barranco Valdezaragoza. En la partida de La Malena hay un interesante azud construido para uso de Casa Bastarás, una de las más ricas del
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pueblo. Es una fábrica no muy antigua pero con concepciones muy rústicas que consistía en retener el agua del barranco para llevarla a las tierras del propietario. La presa es de cierta envergadura con buenos bloques de piedra donde más presión ejercía el agua. El azud, que aún guarda la huella de compuertas y tajaderas, está flanqueado por dos construcciones: una caseta para almacenar las herramientas y complementos de la presa, y otra, circular de falsa bóveda, construida a modo de guardaviñas con ventanucos para vigilar que nadie trastocara los riegos. Por los campos aledaños se pueden ver muros y conductos complementarios a la obra. No lejos de la anterior, en la Aldea de Barrenas, hay una balsa circular de unos 8 metros de diámetro edificada con mampostería. Se alimenta de una contrabalsa donde desaguan las aguas de lluvia
Vista desde el castillo de Castejón
mediante aguaderas de captación, allí se posan las impurezas y el agua pasaba a la balsa, enlosada en su lecho a través de un agujero en el muro. Allí también se seguía posando y luego se usaba para consumo humano, con un acceso por escalera que salva unos 3 metros de desnivel. Aparte de esta aldea hay otras muchas por estos términos de Lanaja, son antiguos hábitats que acabaron siendo ocupados sólo temporalmente, mientras duraban las faenas agrícolas, concentrándose la población en el actual Lanaja. En el desvío que lleva de Lanaja a Cantalobos hay otra construcción singular de difícil localización, apenas un agujero que nos permite descender a un túnel. Este conducto de agua subterránea se llama El Caño y dada la calidad y complejidad de la obra, todo apunta a que fue ejecutada por el maestro fontanero Joan Bélez, que habi-
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taba en Lanaja en 1558. Hoy, el caño de Lanaja se encuentra tapado y por tanto no es visitable. Saliendo de Lanaja hacia Alcubierre, metiéndonos por la última calle a mano izquierda y junto a un barranco que le suministraba en invierno, está el pozo de hielo. Se apoya en la ladera y es muy amplio, con unos 6 metros de diámetro y 20 de alto, rematado en falsa bóveda, antes abierta por un agujero por donde se sacaba el hielo, hoy cerrado con cemento. No es visitable. En el cercano Sariñena hay otro pozo de hielo, éste recientemente restaurado, bajo la ermita de Santiago, junto al Alcanadre. Próximo a Lanaja queda Lalueza. Tras dejar el pueblo en dirección Grañén y cruzar el puente sobre el río Flumen, sale a la izquierda un camino que nos lleva en pocos minutos, por entre huertas, a un magnífico azud, cientos de veces reparado, aunque la obra actual es mayormente del arquitecto, descendiente de moriscos, José Sofí. Es un espectáculo mirar caer esa masa de agua, imaginando que somos monegrinos de hace cincuenta años, gentes que tejían cuerdas de esparto y bebían agua de balsa. Siguiendo la carretera de Grañén, al llegar al desvío de Curbe y subiéndolo para salvar la carretera, veremos una roca a nuestra izquierda en cuya base siempre hay grafitos de mal gusto. Arriba debió ubicarse el antiguo castillo de Curbe, citado en el siglo XI. Hoy se llama la Acueducto de Sangarrén
Pozo de hielo en Sariñena
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Azud de Lalueza
Peña del Agua y en sus inmediaciones aparece material arqueológico. Sólo queda un agujero a manera de aljibe con bastante profundidad, arrancado a pico que, mediante canalillos, recogía el agua de lluvia. El último pueblo de Los Monegros, cerca ya de Huesca, es Sangarrén. En el pueblo quedan dos acueductos, ambos de finales del XV, que servían para regar y para llevar el agua al molino hoy abandonado. Están juntos el uno del otro, en la partida de Las Canales, nombre que popularmente se da estas obras, una vez dejado el núcleo en dirección a Huesca. Ambas fueron financiadas por los Mendoza, señores del pueblo. A desmano de esta ruta pero fácilmente accesible desde cualquier sitio está la población monegrina de Huerto. Tiene una fuente muy
Sangarrén con la sierra de Guara al fondo
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antigua cuya restauración y estudio aún está por completar. Hay un típico pozo-fuente de escaleras lleno de vegetación que no sabemos si tiene relación con la fuente. La obra hidráulica más imponente es la mina de la central de Huerto, construida en el siglo XVI y reparada varias veces. Para llegar hay que ir por la carretera que desde la Venta de Ballerías va hacia Barbastro. Al pasar el primer puente sobre el Guatizalema, y antes de hacer lo mismo con el del Alcanadre, tomaremos un camino a mano izquierda que sigue hacia el norte. Junto a una señal de coto privado de caza nos desviamos a la derecha en dirección al lecho del Alcanadre. Antes de llegar el camino nos da dos opciones, ambas nos interesan. A la derecha el camino nos lleva hasta el viejo molino fechado en 1556 y reconvertido en el siglo XX en fábrica de luz, y a la izquierda el camino concluye en un campo, allí descienden unas escaleras que nos llevan al estribo de una gran presa y a la boca de un gran túnel o mina. La presa de cemento que vePresa de la central de Huerto mos es del siglo XX y una gran parte ha sido arrastrada por el impetuoso río Alcanadre, aunque aguas arriba, en la partida de Las Covetas, quedan restos de presas y conducciones. Aún se puede ver la compuerta que desviaba el agua para el molino a través de la mina que salva el tremendo saliente que impedía llegar el agua en condiciones. El túnel tiene unos 220 metros de longitud, con unos 3 metros de ancho y un poco menos de alto. Hacia el centro hay un respiradero de unos 25 metros de profundidad que apenas filtra la luz. Hay buena sillería en sus muros y bóvedas en muchos tramos, con salas que ensanchan algo el recorrido. La central eléctrica fue molino harinero y batán de los Altarriba, señores de Huerto, subsistiendo la fecha original en la clave de la entrada: 1556. Aún queda parte de la obra de aquella época, sobre todo en el subterráneo por donde entraba el agua que movió molino primero y turbina después. Más abajo hay otro represamiento por lo que el río en esta parte se ensancha, formando un microespacio natural frecuentado por ánades y otras aves.
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ruta por la ribera del flumen
RUTA POR LA RIBERA DEL FLUMEN Partiendo de Huesca hay una pequeña ruta que nos enseña a comprender la historia de esta parte más al norte de Los Monegros, una zona nada inhóspita que alcanzó ya esplendores económicos en época romana y cuyos esquemas sociales se mantuvieron vivos durante dos mil años: casa del señor o castillo que dominaba la población sin residir en ella, y pequeños hábitats para los esclavos y colonos que trabajaban las tierras. El mismo nombre del río, Flumen, nos da cuenta de la sencillez de estas tierras que se repartieron entre fundadores romanos: Sangario (Sangarrén), Barbio (Barbués), Granio (Grañén), Cayo (Callén). Otros nos recuerdan su vocación defensiva, como Almuniente, del verbo latino munire, que significa fortificar, y al que los musulmanes añadieron el artículo al; o la nostalgia del fundador romano por su pueblo de origen como en Albero, del Albero Bello en Italia. Saliendo de Huesca por la carretera A-1212 en dirección Grañén arribamos a Sangarrén, dejando a nuestra izquierda los acueductos de Las Canales (ver ruta del agua). Sangarrén tiene un castillo señorial recuperado que pasó por las manos de varias casas nobiliarias aragonesas, una iglesia dieciochesca con un ex conjuradero en su parte alta, para que el cura pudiera echar las tormentas, y restos de un molino cerealista. Luego viene Barbués con una magnífica fortaleza entre señorial y militar. El castillo es lo más significativo del pueblo y ya debió existir en época prearagonesa, a juzgar por la sillería almohadillada reutilizada en su estructura. Después de la conquista aragonesa se reconstruyó y muchos sillares guardan las marcas de cantería propias de los momentos del románico. Entre el XV y el XVI, los amos del pueblo –la casa condal de Sástago– lo amplían sobre el espolón rocoso que siempre lo sustentó, separándolo del caserío mediante un foso que se tapó al hacer el actual acceso al núcleo. Resultó un edificio macizo de altura uniforme, destacando antaño la torre esquinada al norte que aún conserva ménsulas paHuerto ra las almenas.
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ruta por la ribera del flumen
Mapa de la ruta del Flumen
Se sustenta mediante contrafuertes y al sureste con un talud. A la entrada de Almuniente, a medio kilómetro del pueblo, junto a la carretera, hay una necrópolis, excavada en roca, de tumbas orientadas que podrían ser de época musulmana. El molino harinero, transformado en fábrica de electricidad, guarda restos de maquinaria y horno de pan en el sótano. El núcleo se extiende a los pies de La Corona que albergó una fortaleza islámica, en él se halla la actual parroquial de estilo neoclásico dedicada a San Agustín. En el paisaje urbano de Grañén destaca la iglesia parroquial dedicada a Santiago Apóstol. Santiago no sólo fue símbolo de peregrinación, en Los Monegros lo fue también de conversión, por ello sirvió de modelo para la integración de gentes pertenecientes a otras confesiones. El edificio, de gran empaque, fue construido bajo los influjos del gótico tardío, incluyendo en sus muros las viejas estructuras de la antigua iglesia y una torre medieval. Tiene una galería de arquillos corridos, más tardía, para orear bien la bóveda.
Castillo de Sangarrén, restaurado en la década de los noventa
Su interior es abovedado, adornado de nervaduras que parten de un largo friso con fragmentos de mensajes bíblicos. Pero lo mejor de esta iglesia es el magnífico retablo, ejecutado a comienzos del XVI por Cristóbal de Cardeñosa y
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ruta por la ribera del flumen
El retablo de la iglesia de Grañén, del siglo XVI, es una de las joyas del patrimonio mueble monegrino
Pedro de Ponte; recoge las influencias de la época con gran fuerza narrativa. La acertada restauración le ha devuelto la luminosidad original. Volvemos a Huesca, ahora por la carretera A-1213, que pasa por el viejo Callén bajo algunos vestigios de su castillo, para llegar a Albero Bajo. En este pueblo podemos ver aún el viejo castillo señorial, desprovisto de valores artísticos pero cargado de historia. Ante él hizo su primer hecho de armas el rey Jaime I el Conquistador, siendo casi un niño, para salvar a Lope de Albero, uno de los pocos nobles aragoneses que le eran fieles en aquel momento y que había sido secuestrado por los Lizana. La iglesia es uno de los pocos ejemplares del románico que quedan en Monegros, con Sijena y Fraella, además de los más fragmentados restos de Almudévar, Usón, Sariñena, La Masadera y Castelflorite. Dedicada a la Virgen de la Rosa, es de una sola nave, cubierta de bóveda apuntada, que anuncia la llegada del gótico. La cabecera es semicircular al interior y al exterior poligonal con columnas adosadas a las esquinas.
Iglesia románica de Albero Bajo
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Al final de calle Mayor, en la pista deportiva, hay unos silos medievales para guardar el grano.
RUTAS NATURALES
ruta por la Sierra de Alcubierre
RUTA POR LA SIERRA DE ALCUBIERRE Establecer itinerarios naturales en la sierra de Alcubierre es indispensable, ya que es la columna vertebral de la comarca. Se trata de una imponente muela que sobresale en mitad de la depresión del Ebro, en su margen derecha. Su pendiente ha hecho la zona impracticable para la agricultura, por lo que ha llegado hasta nuestros días con una superficie arbolada importante. Hay que hacer notar que supone la mayor extensión de bosque de Los Monegros. Es un refugio para la nidificación de aves, sobre todo grandes rapaces, que luego tienen su cazadero habitual en la estepa. Es, por sus umbrías y barrancos, un pulmón de biodiversidad que rompe la monotonía de la llanura. Presenta en algunos de sus cortados vegetaciones más propias de áreas pirenaicas que de Los Monegros. Además, es una excelente atalaya que permite avistar no sólo las llanuras monegrinas, sino todo el valle del Ebro, desde el Moncayo hasta el Aneto. Tal es la importancia de este enclave y tan grande su superficie, que hemos dividido su recorrido en cuatro etapas. Toponimia: La sierra de Alcubierre toma en cada pueblo el sufijo local, de Tardienta, de La Almolda por ejemplo, pero es más conocida como de Alcubierre. No hemos podido establecer el origen de la palabra Alcubierre, si bien parece clara su ascendencia musulmana. Hay quien afirma que es la sierra la que da origen al nombre de la comarca Los Monegros. En efecto, parece claro que hay un ascendente de Los Monegros que sería Montes Negros, en plural. Si esto es así, forzosamente se debe de referir a monte en el sentido montañoso de la palabra más que a monte, en singular, como referente al secano inculto donde se extrae leña fundamentalmente. Entre la historia y la leyenda: La sierra de Alcubierre empieza y termina con dos ermitas dedicadas a la misma santa: Quiteria. Esta santa cuenta con gran devoción entre los monegrinos que le dedican cuatro ermitas, en Sena, en Peñalba y las dos que cierran la sierra. Al norte, Sta. Quiteria de Tardienta; y al sur, mucho más ilustre y llamativa, Sta. Quiteria de La Almolda. Como curiosidad hay que decir que las ermitas de la parte norte de la sierra, dedicadas a los santos Quiteria, Águeda, Elena y Blas, están alineadas. Si trazamos una línea recta entre Santa
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ruta por la Sierra de Alcubierre
Quiteria en Tardienta y San Blas el Viejo en Robres, unimos las cuatro ermitas. Pero no sólo eso, sino que en la parte sur de la sierra, si unimos con una línea recta la Virgen de Magallón con Santa Quiteria de La Almolda, en la misma línea se encuentran las ermitas de Santa Engracia y San Caprasio. ¿Qué significado puede tener esta circunstancia? Se descarta que sea mera coincidencia; solamente desde San Caprasio a Santa Quiteria de La Almolda hay más de 20 km. en línea recta. Podría tener un significado esotérico o cabalístico desconocido; aunque, más probablemente, simplemente se trate de una antigua línea defensiva, de la que se han aprovechado los restos constructivos. Una tercera posibilidad que se apunta es que, dado que Los Monegros son sitios clave para observar el cielo, puede esta alineación tener que ver con la observación astronómica. Esta sierra plagada de ermitas, situadas siempre en enclaves privilegiados, tiene como contrapunto a tanta advocación religiosa un mito pagano: el del Bandido Cucaracha. Se cuenta de Quiteria que nació en el mismo parto que ocho hermanas, todas ellas santas. Hija del gobernador de Galicia y Portugal en época romana, fue abandonada por su madre y criada en una familia humilde. De vocación ermitaña, lleva una vida anacoreta, de la que sale al tener de ella noticias su padre que la acoge. Éste pretende casarla, pero ella de nuevo huye para convertirse al cristianismo, religión proscrita en aquella época. No le gustó a su padre esta decisión y, una vez localizada, la mandó decapitar en los montes de Toledo según la tradición. Anduvo con la cabeza en la mano hasta una ciudad próxima, donde los cristianos le dieron sepultura. Se dice que la dedicación a los pobres y a la convicción de los poderosos para su causa fueron su perdición. Mariano Gavín, más conocido como Cucaracha, nació en Alcubierre tras las guerras de la Independencia y Primera Carlista, en una situación de pobreza extrema. La historia cuenta que su afición a cazar y a no trabajar para los abusivos amos de la época le llevan pronto a cometer algunos hurtos que se complican con alguna muerte. Todo ello determina que se eche al monte y pronto encuentra compañeros con los que formar la banda que recorrería la comarca durante 6 años. Sus correrías y asaltos lo convirtieron en un personaje legendario, del que se dice que actuaba contra los ricos para ayudar a los pobres. No le sirvió de mucho ya que cayó abatido en Peñalbeta (Lanaja) el 28 de febrero de 1875. Otras versiones cuentan que murió envenenado por el farmacéutico de esta localidad, conchabado con la Guardia Civil. Algunos creen ver en los fenómenos del bandolerismo del siglo XIX el germen de las doctrinas anarquistas difundidas en la época y también proscritas.
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Tardienta-Puiladrón
PRIMERA ETAPA: TARDIENTA-PUILADRÓN: 0.1 km., cruzamos puente, y a la izquierda. 2.7 km., seguimos recto y doscientos metros después, giramos a la izquierda. 3 km., recto. Y quinientos metros más adelante, triple cruce, seguimos por el camino del centro.
4.2 km., seguimos por el camino de la izquierda. Comienza el ascenso hasta llegar en el km. 6.3.
Tardienta es un pueblo grande donde se puede aprovisionar de todo lo que se necesite para el viaje. Efectuamos la salida desde el Aeródromo, pista privada en la que se ofrece al público la posibilidad de practicar el vuelo en ultraligero, entre otras alternativas de ocio. Para llegar a él, hay indicaciones desde la carretera principal. Desde allí nos dirigimos hacia el acueducto del Canal de Monegros, bajo el que pasamos; unos frondosos árboles bordean el camino en el inicio a su paso por una acequia. Pronto entramos de lleno en el secano y estamos rodeados de campos de cereales. Nos dirigimos hacia el oeste donde resalta encima de un cerro la Ermita de Sta. Quiteria. Para llegar allí, bordearemos el término El Calvario, una planicie ligeramente inclinada, hábitat de las perdices que, en muchas ocasiones, atraviesan con su ruidoso vuelo los campos de cultivo. Subida a Santa Quiteria, muy dura para los que emprendan esta ruta en bici. La ermita ofrece un excelente mirador desde sus 534 metros de altitud, sobre la Hoya de Huesca y los regadíos de Tardienta y Torralba. Los cerros que rodean a la ermita son lomas casi peladas en las que los campos de cultivo de secano ocupan las vales y los planos de los sasos. Se trata de un paisaje duro
Sierra de Alcubierre
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Tardienta-Puiladrón
7.5 km., seguimos el camino del Parque Eólico. Quinientos metros después, desechamos un camino a la derecha. 8.6 km., hay un cruce de cinco caminos, cogemos el segundo por la izquierda. Trescientos metros adelante, seguimos recto. 9.5 km., a la izquierda; igual pasa, trescientos metros después. 10.4 km., a la derecha hacia Santa Águeda, y recto sigue la ruta. Ponemos el cuentakilómetros a cero. 1.1 km., seguimos recto; y trescientos metros después, desvío a la derecha. 2 km., seguimos recto. Doscientos metros más adelante, giramos a la derecha.
Ermita de Santa Quiteria en Tardienta
en el que se aprecia la presión ejercida por el hombre a lo largo de los tiempos. La soledad es una de las características de este costado de la sierra. Descendemos de manera suave hacia La Collada. Cruzamos la vía asfaltada y llegamos al desvío de Santa Águeda. Es otra ermita de reciente construcción y a la que podemos acercarnos por ofrecernos una excelente vista de todo el regadío de Tardienta, Torralba etc. Volvemos hasta el camino asfaltado y seguimos ruta hacia el sur por El Vedadico. En las estribaciones más norteñas de la sierra de Alcubierre, numerosas aves, sobre todo rapaces, pero también otras aves veleras, encuentran la situación de corrientes de aire adecuada para remontar su vuelo. No es extraño ver distintas especies como el milano negro, el buitre volando en círculos ascendentes, para remontar altitud y desplazarse,
Torralba de Aragón
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Tardienta-Puiladrón
probablemente a las laderas sur de la sierra para satisfacer sus necesidades alimenticias. También es fácil ver a las cigüeñas, muy numerosas en las torres de Senés, por ejemplo, desplazarse del mismo modo en época migratoria. 3.3 km., a la derecha, hacia el Parque Eólico. Cuatrocientos metros después, a la derecha.
En esta área, donde el cereal de secano tiene tanta importancia, también es frecuente ver parejas de aguilucho cenizo, con leve vuelo, cazando roedores en los rastrojos.
Cigüeña en torre de iglesia
4 km., Corona de Santa Quiteria. 4.2 km., giramos a la derecha; y quinientos metros adelante, seguimos recto. 5.1 km., cogemos el camino de la izquierda. Trescientos metros después, desechamos un camino a la derecha y seguimos recto.
5.6 km., Casetas de Forestales a la derecha. 7.4 km., giramos a la izquierda.
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El camino discurre por antiguas viñas y campos de almendros de los que quedan restos abundantes en las márgenes. Algunas parcelas conservan este frutal. En febrero, las suaves colinas se cubren de blanco y, viendo la abundante floración, es posible hasta sentir su fragancia. Algunas higueras, con su refrescante sombra, crecen también en los ribazos, aunque ya descuidadas y liberadas de toda poda. Las mismas razones por las que las aves eligen estas primeras colinas de la sierra para emprender su ruta velera han llevado al hombre a instalar un parque eólico en lo alto de la Corona de la Reina. Sus aspas se ciernen amenazantes, sobre nosotros, de forma quijotesca.
ruta por la Sierra de Alcubierre: Tardienta-Puiladrón
Monte de Tardienta 10.9., a la derecha. Doscientos metros más adelante, recto. Cruzamos la huega. 11.3 km., a la derecha; y trescientos metros después, a la izquierda. Seguimos recto, hasta el km 13.7 y giramos a la izquierda; lo mismo cien metros después. 14.3 km., volvemos por el camino que hemos venido. 14.9 km., cogemos el camino de la derecha.
También se cierne el esparbel (cernícalo común), pero de manera acechante sólo para los roedores y los insectos, de los márgenes de los caminos. Las picarazas (urracas) y las cornejas vuelan entre estos frutales y las carrascas que aisladamente se ven por las faldas de las colinas. Encuentran en este tipo de espacios su mejor biotopo. Algún acebuche se intercala entre las cada vez más presentes carrascas (encina). En el azul cielo es posible ver las siluetas del águila real y la boleta (alimoche).
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Tardienta-Puiladrón
17.2 km., seguimos recto; y cien metros después, un cruce a la derecha. 17.9 km., seguimos recto. 18 km., seguimos a la derecha, y cien metros después, a la izquierda.
17.2 km., seguimos recto; y cien metros después, un cruce a la derecha. 17.9 km., seguimos recto. 18 km., seguimos a la derecha, y cien metros después, a la izquierda. 20.3 km., cruce a la derecha. 21.5 km., nos desviamos a la derecha. Y cien metros adelante, a la izquierda. 22.3 km., cruce a la izquierda. 24.2 km., cruce a la derecha; y cincuenta metros después, otra vez a la derecha. 25 km., cruzamos a la izquierda; y cuatrocientos metros después a la izquierda. 26 km., al lado del barranco de Escorihuela. 27.2 km., a la derecha; y cuatrocientos metros adelante, seguimos recto. 30 km., giramos a la izquierda.
Nos dirigimos hacia el cerro de Santa Elena; ya estamos en Torralba, la vegetación de la cara sur de la Corona de La Reina es más abundante. Santa Elena es una ermita remozada recientemente aunque presenta algunas características antiguas, sobre todo en su sillería. Desde ella, de nuevo la vista es espléndida sobre los montes de Senés y Robres. Descendemos de Santa Elena hacia la Val de Ponpién; en el trayecto cruzamos algunos barrancos en cuyos taludes anidan los viñargüelos (abejarucos), mochuelos y coculladas (cogujada común). Estos montes tienen con frecuencia comederos y bebederos para las perdices, por lo que no es extraño ver grandes bandos antes del levantamiento de la veda. Las patirrojas aletean ruidosamente para posarse y correr después de forma característica. Cuando llegamos al fondo de la val, giramos hacia el este, para incorporarnos antes de cruzar la huega de Robres al barranco de Escorihuela. En él aparecen timidamente las primeras sabinas, todas jóvenes, como inicio de la recuperación de la foresta.
Vista de la sierra de Alcubierre
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Tardienta-Puiladrón
Ponemos el cuentakilómetros a cero. Inmediatamente giramos a la derecha. 1.7 km., seguimos recto, dejamos un camino a la izquierda. 2.4 km., cruce a la derecha. 22.3 km., cruce a la izquierda. 24.2 km., cruce a la derecha; y cincuenta metros después, otra vez a la derecha. 25 km., cruzamos a la izquierda; y cuatrocientos metros después a la izquierda. 26 km., al lado del barranco de Escorihuela. 27.2 km., a la derecha; y cuatrocientos metros adelante, seguimos recto. 30 km., giramos a la izquierda. Ponemos el cuentakilómetros a cero. 0.4 km., camino de la huega, desechamos el camino de la derecha. 2.3 km., cruce a la derecha. Seiscientos metros adelante, seguimos recto (camino de la huega). 3 km., giramos a la derecha. Cien metros después tomamos el cruce a la derecha. En el km. 3.4 giramos a la izquierda. Km. 3.8, cruce a la izquierda; y doscientos metros más adelante, seguimos recto.
Mientras transitábamos por el barranco de Escorihuela nos dirigíamos hacia el sur; tras cruzar al término de Leciñena, giramos hacia el sudeste. La pista mejora y el bosque se hace más cerrado. Los pinos carrascos ocupan todas las faldas de las laderas y en las vales y terrazas los campos de trigo contrastan con la negrura del monte. Nos dirigimos, faldeando por la cara sur de la Sierra, hacia Puiladrón. En nuestro camino nos acompañará el águila culebrera y los buitres que se desplazan en busca de las escasas carroñas de nuestros montes. Pasa el camino los Balsetes del Tejedor; en sus barros podemos rastrear, ya que estamos en terreno boscoso, al jabalí, que gusta de asearse en los lodos que encuentra a su paso. La ruta zigzaguea siguiendo las curvas de nivel por la Sierra Alta, paralelos a la cresta donde confluyen las provincias de Huesca y Zaragoza. Tras unos kilómetros de sinuosa pista, ya divisamos Puiladrón.
Buitrera de Robres
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Tardienta-Puiladrón
6.5 km., camino de la izquierda. Km. 7.3, cruce a la izquierda. Km 10.5, desechamos el camino que viene de la derecha, y continuamos recto. Km. 12.8, giramos a la izquierda. Km. 15.4, cogemos el camino a la izquierda. Km. 17, camino de la izquierda. Km 18.3, giramos a la izquierda, entrando en la carretera de Leciñena. Km. 18.7, giramos a la izquierda, camino paralelo a la carretera SariñenaZaragoza.
Llegamos a la carretera vieja de la sierra y ascendemos Puiladrón, girando a la derecha. En su cima, una explanada con el punto geodésico y los restos de un luctuoso monumento. Tiene una interesante variedad de plantas este cerro, entre las que destaca los quejigos (roble) que reciben en esta altura, 703 metros, un poco más de humedad y clima más adecuado para desarrollarse. Damos por finalizada nuestra etapa contemplando los montes de Leciñena y Alcubierre en las proximidades. Al norte, la sierra de Guara nos impide ver todos los Pirineos. A lo lejos San Caprasio y Monte Oscuro; al sur, nos esperan. No muy lejos está la ermita de San Blas el Viejo, hoy en ruinas y sin acceso rodado. Situada sobre un impresionante cantil donde docenas de córvijos y el águila real encuentran su biotopo más adecuado. En su lecho algunos tamarices cobijan a las currucas y en la cima se vislumbra el bosque de pinos acompañado de encinas.
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Ruta a pie por el barranco de San Blas
Subimos por el límite de la huega entre Robres y Senés, por un paisaje donde domina el romeral, y entre él nos encontramos algún ejemplar de carrasca (encina) de tamaño pequeño. Quizá nos acompañen en nuestro paseo las coculladas (cogujada común), aves muy ligadas al suelo, donde construyen sus nidos, y los cudiblancos (collalba gris). El camino nos lleva hasta un repetidor, pero a partir de entonces hay que ir por donde buenamente se pueda; aunque merece la pena llegar hasta allí. Al llegar a lo alto del cerro, nos encontramos con la er mita de San Blas, completamente en ruinas, pero aprovechada por numerosas especies de aves para construir sus nidos. Por allí vemos una colonia de grallas de patas royas (chovas piquirroyas), que sale estrepitosamente con la llegada de alguna rapaz, como puede ser el águila real. Tras observar las vistas impresionantes que desde allí se obtienen, descendemos por la cara norte del cerro, campo a través, hasta llegar al barranco de San Blas.
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Tardienta-Puiladrón
Robres
Es un barranco que recoge el agua de un amplio sector de la sierra y que cuenta con una vegetación de tamarices, algunos sauces y pequeñas manchas de carrizo en sus remansos. El agua torrencial de las tormentas ha excavado, en ocasiones, una profunda hendidura en los derrubios, dotándolo de taludes casi verticales, donde se aprecian los recovecos y los nidos de las grallas. En sus proximidades es fácil ver al aguilucho lagunero volando encima de los carrizos. También algún críalo te sorprende de repente con su ágil vuelo posándose en la espesura del tamarigal. Recorremos este barranco, de modo que vamos bordeando el cerro de la ermita de san Blas, hasta llegar a su cara norte, y volvernos a encontrar de nuevo con el barranco de Escorihuela.
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Leciñena-Perdiguera
SEGUNDA ETAPA: LECIÑENA-PERDIGUERA Ponemos el cuentakilómetros a cero. A unos 150 m. de la entrada en la pista pasamos al lado de un mas semiderruido.
0.6 km., más delante de nuevo un cruce a la derecha.
0.8 km. del inicio de la pista, en un cruce múltiple giramos a la izquierda.
1.2 km. del inicio de la pista, en una bifurcación en la que tomamos el camino del medio, mientras pasamos por debajo de una línea de alta tensión.
1.5 km., cruce, en el que tomamos el camino de la derecha.
2.5 km., cruce, en el que seguiremos de frente.
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Salimos de Leciñena por la carretera, en dirección a Alcubierre. A unos tres kilómetros del final del pueblo, exactamente en el punto kilométrico 29.2 de la A-129, tomamos un camino de tierra a la derecha. En este punto, enlazamos con el final de la primera etapa de la ruta Tardienta-Puiladrón. Recorremos un camino polvoriento sobre un terreno yesoso. En las cunetas crece el limonium, que florece en julio y en agosto, aunque no haya llovido, gracias a la reserva de agua que almacena en el invierno en los tubérculos de sus raíces. En el cielo, muchas veces vemos algunas aves, como los milanos reales, planeando en busca de sus presas. En los ribazos se ven los bolos de yeso, alabastro, que afloran a la superficie en la tierra cultivada y son depositados en ellos por los agricultores al despedregar. Un poco más adelante, entramos en una val a la que llaman La Valle, con nombre propio, ya que se trata de una val amplia, sobre la que domina la silueta de la Ermita de la Virgen de Magallón. Luego pasamos al lado de la Balsa de Vagüero que recoge el agua del barranco del mismo nombre, mediante las agüeras, canalizaciones ancestrales que desvían el agua de lluvia que recoge el barranco hacia la balsa. Tras pasar un cruce, circulamos por la margen izquierda de La Valle, donde aparece un buen número de sabinas dispersas por las márgenes de los campos de cultivo. En invierno y primavera, el alegre verdor de los cereales contrasta con el color verde negruzco de las sabinas, abarcando toda la gama de tonos del verde, únicamente posible de ver en Monegros. Llegamos a un cruce y a nuestra derecha encontramos un pozo; en medio de la val una sabina centenaria con su silueta poco convencional. Estas vales y barrancos están jalonadas de pozos, que alcanzan el agua a gran profundidad. Éstos hoy proporcionan agua
ruta por la Sierra de Alcubierre: Leciñena-Perdiguera
para los rebaños de ovejas y antiguamente para las caballerías y también para los habitantes de los mases y parideras. Suponen, junto con las balsas, un documento vivo de cómo conseguir y administrar uno de los recursos más preciados de esta tierra: el agua.
2.8 km., seguimos por la derecha. 3.2 km., en la Paridera del Lugar dejamos un camino a la derecha. 4.0 km. de la pista, dejamos un camino a la izquierda. 4.4 km. del inicio de la pista, tablillas del coto.
Trescientos metros más adelante, dejamos un camino a nuestra izquierda, y seguimos siempre en dirección sudeste hacia la Paridera del Lugar, corral construido en alabastro, el material más abundante de La Valle, y que le da un interés etnográfico incalculable, dado que quedan pocos edificios en pie construidos con esa roca. A lo largo de las rutas, hemos visto cómo la construcción de los edificios se adapta a los materiales que ofrece cada término, lo que hace gala de la sabiduría y versatilidad de las construcciones populares. Esta es una construcción muy coqueta, en la que destaca la caseta de pastores, en el centro del sereno, por la blancura jaspeada de sus muros. Dejaremos la Paridera del Lugar a nuestra derecha y seguiremos val arriba. A nuestro lado las ginestras (retamas) escoltan el camino, y sobre nuestras cabezas planean las rapaces como el ratonero, o también en verano la boleta (alimoche) en busca de pequeñas carroñas con que ali-
Leciñena
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Leciñena-Perdiguera
Paridera del lugar, construida en piedra de yeso
mentarse. A partir de aquí, las sabinas de gran tamaño son más frecuentes en las márgenes de la val.
5.1 km., seguimos a la derecha; 200 m. más adelante a la izquierda, y por último, a 100 m., vamos a la derecha. 6.3 km. de la pista, desechamos un cruce a la derecha.
Continuamos en dirección sudeste hacia el término municipal de Perdiguera. Las tablillas del coto de caza nos anuncian que cruzamos la huega (límite entre los dos pueblos). La val se bifurca en el Cerro de Badán y se hace más estrecha al mismo tiempo que la presencia de sabinas aumenta, tanto en las márgenes de los bancales como en las suaves pendientes de los costados. Es precisamente en las márgenes donde alcanzan su tamaño más grande y sus siluetas asimétricas sombrean el ganado. Algún pino carrasco de tono más claro acompaña ya a las sabinas en las crestas de las lomas. También aparecen a nuestra derecha algunas carrascas (encinas) que destacan entre las coníferas. En el último de los cruces, justo enfrente del camino principal, tenemos una sabina grande con ramas hasta el suelo. Transitamos ya por el Barranco de las Coronetas. Tras divisar el Corral de los Picardales al otro lado de la val, a nuestra derecha, llegamos a la altura de la Ermita de Santa Engracia; a continuación un cruce, con dos pozos, arriba y abajo del camino. En el entor-
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Leciñena-Perdiguera
6.7 km., desestimar una bifurcación a la izquierda. 6.8 km., seguimos recto.
no de la ermita además de estos dos pozos hay varias construcciones: al borde del camino, un mas, grande, de dos plantas, con corral, que aún se habita frecuentemente; un corral, al otro lado, tras una faja de cultivo; y al pie de la derruida ermita, quizá el elemento más interesante desde el punto de vista antropológico, un horno de hacer yeso, yeso de albañilería, en la falda de la colina sobre la que domina la ermita. Tanta edificación y dotación de infraestructura sorprende. Y es que la ermita es el último vestigio del poblado medieval de Basteruelas, que desarrolló su actividad al amparo del monasterio de Rueda. Puede el viajero hacer un alto y acercarse a ver los restos de la ermita de Santa Engracia y el horno yesero, en el que se atisban aún los restos calcinados de la última hornada. Para ello giramos a la derecha en el siguiente cruce. En todos los alrededores se aprecian piedras de los muros del antiguo poblado. En el entorno de la ermita encontramos la balsa del mismo nombre; y en ella encontraremos numerosos rastros en sus lodos. Seguro los del jabalí, mal llamado cochino salvaje, que acude a higienizarse en los barros de las balsas. Con suerte, el de
Sabinas que crecen en los márgenes de los campos de cultivo
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Leciñena-Perdiguera
otros mamíferos como el zorro y, aunque más raramente, el ciervo. No debemos olvidar que el jabalí tiene siempre junto a sus baños los rascaderos que reconoceremos en los pinos y sabinas próximos. En efecto, manchados de barro y, a veces, con muescas en sus cortezas, los árboles más robustos de las proximidades son elegidos para culminar su baño de lodo. La presencia de cerdas, más o menos canosas en función de la edad, delatan la presencia del temido animal. Por la altura del rascadero podremos
Ermita de Santa Engracia, último vestigio del poblado de Asteruelas (Perdiguera)
deducir su tamaño. Las huellas de sus pezuñas, caracterizadas por la marca de lateral de los dos pequeños dedos detrás de sus grandes uñas centrales, estarán en el barro de la balsa. Con suerte, si hemos madrugado o al atarde-
Sapo corredor
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Leciñena-Perdiguera
cer, podemos ver la piara de cochinos, encabezada por la hembra o al macho solitario. Si la balsa no está cuarteada por la pertinaz sequía veraniega, también veremos en ella a la rana perezi, única especie de rana que vive en Los Monegros, y quizás al sapo corredor. Las heces del zorro son anaranjadas y contienen aparentemente frutos, cutículas de bayas o semillas, con extremo puntiagudo, y en esta zona son fáciles de localizar. Dentro de la ermita, las plumas y egagrópilas de la chuta (lechuza) delatan su presen-
Las balsas siguen utilizándose para abrevar el ganado
cia. Unos tocones de sabina indican que el estado de ruina no es nuevo y que supera el siglo, quizás fruto de las desamortizaciones del siglo XIX. Ponemos el cuentakilómetros a cero.
Abandonamos el entorno de la ermita y continuamos viaje, siempre al sudeste. Al salir al camino principal ponemos el cuentakilómetros a cero. A unos ochocientos metros de la salida de la ermita pasamos junto a una paridera, la de Miguel Arruego. Mientras, al otro lado de la val, vislumbramos un nuevo pozo. Los sabinares ya llegan hasta el camino y entre las sabinas hay carrascas (encinas) de buen porte. La val es más estrecha y pendiente, estamos en el Barranco de Fuente
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Leciñena-Perdiguera
Amarga. Las aguas de la fuente de este barranco, cuando manan, son ricas en sales magnésicas y amargan al probarlas, lo que da explicación al nombre. 5.1 km., seguimos a la derecha; 200 m. más adelante a la izquierda, y por último, a 100 m., vamos a la derecha. 6.3 km. de la pista, desechamos un cruce a la derecha. 6.7 km., desestimar una bifurcación a la izquierda. 6.8 km., seguimos recto. Ponemos el cuentakilómetros a cero. 1.1 km., cogemos el camino de la derecha. Cien metros más adelante, seguimos recto. 1.4 km., cruce a la izquierda. 2.1 y 2.5 km., seguimos recto. Cincuenta metros más adelante, girar a la izquierda. 3.1 km., cruce a la izquierda.
En el km. 3.1, nos incorporamos al Barranco de Camilo, girando a de nuevo a la izquierda. Ya no hay tierra de cultivo y estamos en pleno bosque. Las sabinas equiparan su numero a los pinos y las carrascas (encina) prefieren las cercanías de la humedad del barranco que se hace más profundo. Si el viajero tiene tiempo no dude en recorrer un tramo por el cauce del barranco, lo que le dará un nuevo y singular punto de vista de este agradable paisaje. Continuamos ascendiendo; la cabecera del barranco es más abierta, las coculladas (cogujada común) revolotean, y, en verano, el sonido de las chicharras (cigarra) es incesante y evocador. Al llegar al punto 5.1 km., donde está el cruce perpendicular, a la derecha hay un pozo de aspecto centenario pero bien conservado, y unos trescientos metros más adelante vemos un abrevadero con grifo; tras una cerrada curva en fuerte desnivel, vemos el aljibe que lo nutre: otra vez el agua. Al llegar al último cruce citado, nos incorporamos a la pista que nos lleva al Radar Meteorológico de Monte Oscuro, mientras que el camino que dejamos a la derecha nos
Perdiguera
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Leciñena-Perdiguera
3.6 km., desechamos un camino a la izquierda, y seguimos recto. Lo mismo trescientos metros después. 4.4 km., seguimos recto, igual que en el km. 4.8. 5.1 km., giramos a la derecha. 6.5 km., cruce a la izquierda; y quinientos metros después, a la derecha. 8.2 km., seguimos recto, ya que por el camino de la izquierda iremos a San Caprasio.
llevaría al municipio de Perdiguera. Una vez aquí volvemos a poner el cuentakilómetros a cero. Llaneamos durante unos 1.7 km. y empezamos a vislumbrar la Ermita de San Caprasio. Durante 1 km. ascendemos suavemente por una val cultivada, y en cuyo camino dejamos un pequeño más a la derecha. Las torcaces (paloma torcaz) vuelan entre los pinos, ya no hay sabinas, sus primos, los ginebros, las sustituyen. En los arbustos de las márgenes las tarabillas se posan conspicuamente. En este punto empieza una fuerte rampa que tiene, afortunadamente, el suelo encementado hasta llegar a la última curva, que pasamos de nuevo al camino. Ya hemos llegado a la cima de Monte Oscuro, a 812 metros de altitud, el único punto que iguala a San Caprasio. La ascensión ha merecido la pena, la vista es espléndida, y todo el valle del Ebro aparece a nuestros pies. Guara, el Moncayo y, por supuesto, los Pirineos, están a nuestro alcance visual. Siéntese el viajero y descanse su cuerpo y su espíritu en semejante atalaya. A la bajada obtendremos una mejor vista de la parte sur desde la curva encementada, el contraste norte-sur, bosque-estepa, umbría y solana, está servido. Bajamos hasta el cruce donde habíamos dejado de lado el camino que nos lleva a la Ermita de San Caprasio. Volviendo sobre nuestros pasos hasta el cruce donde nos incorporamos a la pista del radar desde el Barranco de Camilo. Ponemos el cuentakilómetros a cero, siempre nos dirigimos hacia el este. Tras llanear durante 2 km. llegamos al Collado del Maestro, donde una impresionante rampa desciende en curvas con cierto peligro hacia Perdiguera, cuyo caserío ya divisamos, no hace falta ya más que seguir el camino hacia el este que nos conduce a la localidad. Allí encontraremos todo lo que nuestro cuerpo necesite para reponerse.
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Leciñena-Perdiguera
Antaño, la elaboración de yeso en los hornos fue una actividad complementaria importante en Los Monegros
l
Ponemos el cuentakilómetros a cero.
Ir a San Caprasio
Bajamos desde Monte Oscuro, por el mismo camino por el que hemos subido, hasta el cruce citado que nos lleva a san Caprasio. Estamos frente a los dos puntos más altos de la Sierra de Alcubierre: Monte Oscuro (812 metros de altitud) y San Caprasio (812 m); desde los que podemos divisar el territorio monegrino al completo, tanto su parte norte, donde domina la Sierra de Alcubierre; como su parte sur, seca y ocre. Cogemos ese camino que nos llevará a cruzar la delimitación entre Perdiguera y Farlete. Vamos faldeando las montañas, llenas de zonas boscosas que nos hacen el camino más agradable, gracias a la frescura que proporcionan.
1.8 km., a la derecha Balsete de la Huega. 2.8 km., seguimos recto.
Continuamos entre los dos municipios, dejando a la izquierda el Balsete de la Huega, y junto a él un pozo. Hasta aquí se acerca el alcaudón común a saciar su sed y en busca de comida, ya que se alimentan de insectos y de pequeños vertebrados. De nuevo nos topamos con las tablillas y los mojones de hormigón de M.U.P. (Monte de Utilidad Pública) que denotan el cambio,
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Leciñena-Perdiguera
3.8 km. Cruce de cinco caminos, tomamos el primero de la derecha. 3.9 km. Desechamos el camino de la derecha y seguimos recto. (GR-17 Sendero Mariano).
esta vez de provincia, entre Perdiguera (Zaragoza) y Alcubierre (Huesca). El camino va ascendiendo poco a poco, aunque la altura ha sido continuamente considerable. A la derecha dejamos los Corrales de Guara (739 m). A continuación, unos cien metros más adelante, conectamos con el camino marcado por la GR-17 Sendero Mariano. A la izquierda, vemos un pinar de repoblación, que se distingue de los autóctonos por sus árboles jóvenes, su alineación, etc. La panorámica de la Sierra de Alcubierre nos asombra, ya que vemos las laderas completamente pobladas de bosque arbóreo, y las vistas que, conforme subimos, divisamos de toda la planicie monegrina. Mientras por las vales vemos nu- Vista panorámica de la Sierra de Alcubierre desde San Caprasio merosas sabinas
Camino que lleva hacia la Torraza
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Leciñena-Perdiguera
albares; a partir de ahora, es el pino carrasco el que domina, con sus troncos retorcidos, a causa de la pobreza de sus suelos y de su aridez. Pero no está solo el pino, sino que lo acompañan diversos ejemplares de quejigos (roble), carrasca (encinas), y entre su sotobosque aparecen las éfedras y las cañafernas (ferula loscosii).
7.3 km., cruce a la izquierda.
Sobrevolando las zonas boscosas vemos a numerosas especies de aves, como las grallas (chovas piquirroyas) que aparecen mostrando su acrobático vuelo. Su plumaje es negro y buscan su alimento (insectos y otros invertebrados) en las paredes rocosas en las que nidifican; el pito real, que tiene costumbres solitarias y anida en cualquier bosque, generalmente en agujeros excavados en los troncos de los árboles con los golpes de su pico. También podemos ver, en verano, una banda de farcinos (vencejo común), capitaneada por el vencejo real, que anidan en superficies verticales, construyendo sus nidos con una sustancia segregada por sus glándulas salivares. Difícil es verlos en otoño, por los abundantes días de cierzo (viento frío); y en invierno, por las espesas nieblas existentes.
Las cuevas de San Caprasio son utilizadas como eremitorios para aquéllos que buscan la paz interior
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Farlete-Lanaja
9.3 km., llegamos San Caprasio.
Ya hemos llegado a San Caprasio (812 m.) y las vistas impresionan. Aunque hay que señalar que el edificio está, tristemente, abarrotado de antenas, torres de vigilancia, etc., afeando este lugar tan espectacular. Tras contemplar el maravilloso paisaje, podemos caminar por una senda, ladera abajo, hasta llegar a un roquedo margoso y arcilloso, donde encontramos unas cuevas excavadas por los miembros de la comunidad religiosa Hermanos de Jesús, de origen francés, que las utilizan como eremitorios. Las grutas están excavadas en las paredes arcillosas, y son interesantes; la de la izquierda es una ermita; la del centro servía de comedor y despensa de los ermitaños; y la de la derecha, las celdas donde reposan. Se recomienda su visita.
TERCERA ETAPA: FARLETE-BCO. ZARAGOZA-LANAJA Ponemos el cuentakilómetros a cero. 0.1 km., se incorpora un camino por la izquierda, pero seguimos recto. 0.4 km., cruce a la derecha.
1 km., cruzamos el Barranco de San Caprasio.
Salimos desde Farlete, pueblo monegrino de la provincia de Zaragoza. Pasamos por la Ermita de Nuestra Señora de la Sabina, situada en lo alto de un cerro al norte del pueblo, al lado de una vía pecuaria ancestral, que nos conduce hasta la Sierra de Alcubierre. Salimos del pueblo por el camino citado, el que nos adentra en el Barranco de San Caprasio, cuyo fondo está poblado por numerosos espartales, bien desarrollados al ser unos suelos profundos, limosos y más o menos salinos; gramíneas y ginestras (retamas), especies dominantes en parajes áridos y terrosos, y en zonas de matorrales. Estos suelos suponen una fuerte selección de las especies capaces de resistir estas condiciones. Conforme avanzamos por este barranco, empiezan a aparecer pinos carrascos, en cuyas ramas vemos como nace el vezque (muérdago), planta matosa parásito de coní-
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Farlete-Lanaja
feras, perennifolia con pequeñas flores verdosas o amarillentas cuya nutrición depende de la planta sobre la que crece. La presencia de estos pinos ayudan a conservar el suelo, ya que suele aparecer en terrenos pobres. No destaca por ser un bosque espeso, pero si la existencia del sotobosque formado por especies esclerófilas, entre ellas el coscollo (coscoja) y el lentisco. También están acompañados de otras especies espinosas, la aliaga o el romero, lugar idóneo para las rapaces como el águila culebrera. Tras recorrer el barranco de San Caprasio, pasamos por La Contienda y llegamos a un cruce de caminos: el de la derecha nos conduce al eremitorio de San Caprasio, y por el de la izquierda nos dirigimos a un interesante e impresionante barranco, Val de Zaragoza, que atraviesa la sierra de Lanaja. Entramos en el barranco Val de Zaragoza, del que la mayor parte del recorrido discurre por el término de Lanaja. Entrar produce una sensación de frescor y de relajo inigualable, debido a los bosques arbóreos que nos rodean durante todo su recorrido. Según avanzamos aumentan las sorpresas, a causa de la gran biodiversidad vegetal que este
Farlete
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Farlete-Lanaja
5.7 km., cruce a la derecha, entrando al Barranco Val de Zaragoza
barranco contiene. Lo que más nos llama la atención son los ejemplares de arces y de quejigos (roble), difícil de encontrar por el resto del territorio monegrino; seguimos observando y, de pronto, vemos acompañando a las carrascas (encina) algún que otro aligustre y otros arbustos, como es el caso de las nogueretas (terebinto). En la parte derecha del barranco hay cortados, producidos por la erosión hídrica que aportan las lluvias torrenciales. En éstos vemos al papamoscas gris cazando insectos Barranco de San Caprasio
En el barranco de San Caprasio la vegetación se ha desarrollado con especies capaces de resistir las duras condiciones del suelo
para alimentarse y, posteriormente, refugiarse en sus nidos, construidos principalmente en agujeros o en cornisas. Seguimos de sorpresa en sorpresa, y ahora empezamos a ver una vegetación típica de zonas húmedas y frescas, como son las gabarderas o rosales silvestres, la madreselva, la hiedra y las bardas (zarzamoras). También, y propio de zonas húmedas, encontramos chopos (álamo blanco) y lentiscos. Tras observar esta maravillosa exhibición de variedades vegetales, continuamos por el
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Farlete-Lanaja
camino, por el que no resulta extraño que en alguno de sus tramos nos topemos con algún árbol cruzado en medio del paso que, tras secarse, ha caído. Así que no queda otro remedio que bajar e intentar apartarlo para poder continuar. Durante el siguiente trayecto, pasamos de vez en cuando por debajo de algún ejemplar ancestral de pino carrasco; y vuelve a verse algún cortado yesoso en la parte derecha del barranco, lugar ideal para que el viñargüelo (abejaruco) nidifique. Proseguimos el recorrido y volvemos a toparnos con una rica variedad vegetal; entre los bosquetes de pino carrasco y de sabina albar, hallamos algún sauce, propio de lugares húmedos, abundantes madroños, también coscollos (coscoja) y aliagas.
11.4 km., se va abriendo el Barranco Val de Zaragoza.
Empieza a abrirse la val por la parte izquierda y comienzan a aparecer terrenos cultivados, al mismo tiempo que el barranco va perdiendo su frondosidad. Con los cultivos de cereal comparten hábitat especies arbustivas de ambientes semiáridos, como son las ginestras (retama), los romeros y las aliagas. En las márgenes de los campos cultivados se divisa la cañaferna (ferula loscosii). Mientras, por la derecha del barranco, surge, primero, un cortado de tierra y posteriormente
Campos de secano en las áridas tierras monegrinas
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Farlete-Lanaja
Alcaraván
11.9 km., a la derecha queda la Aldea del Correo. 12.1 km., cruce a la derecha. 13 km., cruce con isleta, dejamos el camino hacia la derecha y seguimos por el camino donde íbamos. 14.6 y 16 km., seguimos recto. Lo mismo seiscientos metros después.
otro yesoso. A partir de aquí, vamos saliendo del sorprendente Barranco Val de Zaragoza. Siguiendo el camino llegaremos hasta la Aldea del Correo, que está en ruinas, excepto una nave que los cazadores utilizan de refugio. Al pasar por aquí observamos el paisaje cerealista, también representativo de Los Monegros. Suelen ser zonas donde los árboles están ausentes, pero en las laderas predomina la vegetación arbustiva, compuesta de romeros y jaras, o también especies gramíneas y espartales. En ocasiones vemos algún que otro mas, que en caso de ser deshabitado hace de morada de los esparbeles (cernícalo primilla).
Mas (caseta) que servía de vivienda para los agricultores en épocas de cosecha
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Monegrillo-La Almolda
17.2 km., cruce a la derecha. 18.4, desechamos un camino a la izquierda, siguiendo recto. Cien metros más adelante, cruce por el que seguimos recto.
Tras recorrer este barranco volvemos a contemplar el romeral, matorrales poco densos que suelen instalarse sobre suelos muy pedregosos que desprenden un excelente aroma. Estos romerales ocupan en la zona monegrina amplias superficies en todos los cerros y lomas. Seguimos hasta terminar completamente el Barranco Val de Zaragoza, aunque el resto de su recorrido ya es una val abierta, donde hay numerosos campos de cultivo, y también hay algún que otro olivar y almendros.
19.2 km., llegamos a la carretera Hu-831, y cruzamos hasta el camino que queda enfrente, al otro lado de la carretera. 23.9 km., girar a la izquierda, para llegar a La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes.
Cruzamos la carretera comarcal (Hu-831), entre Castejón de Monegros y Lanaja, y seguimos por el camino que bordea el Canal de Los Monegros, que nos dirige hasta La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes. En los alrededores de este edificio sobrevuelan los cernícalos comunes, las torcazes (paloma torcaz), los tordos (estornino negro), y sobre sus tejados aparecen numerosos nidos de cigüeñas.
CUARTA ETAPA: DE MONEGRILLO A LA ALMOLDA POR LA FOZ DE LA ESTIVA Monegrillo es un pueblo situado al sur de la Sierra de Alcubierre. Al contemplar su caserío a lo lejos, nos llaman la atención tres construcciones blancas con una cúpula en lugar de tejado. Estos edificios están repartidos en tres cerros próximos a la localidad. Su situación dispersa en las colinas y su cúpula les confieren un aspecto especial que recuerda inmediatamente a las construcciones típicas palestinas, inmortalizadas en nuestros belenes. Ayuda a esta interpretación, sin duda, el agreste y árido paisaje que rodea a la localidad. Estos edificios no son sino observatorios astronómicos, situados en Monegrillo huyendo de la luz y de la contaminación de
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Monegrillo-La Almolda
Ponemos el cuentakilómetros a cero. 0.1 km., desechamos un camino a la derecha y seguimos recto. Cien metros más adelante, lo mismo, seguimos recto. 0.3 km, giramos a la derecha, dejando a la izquierda el campo de fútbol viejo. Doscientos metros después, seguimos recto. 0.6 km., cruce a la derecha. 0.750 km., cruce a la izquierda 0.8 km., tomar el camino de la derecha, al lado de una balsa 1.1 km., seguimos recto, igual que cien metros más adelante. 1.4 km., cruce, seguimos recto. 1.7 km., Barranco de Gabardera.
las grandes ciudades. En efecto, el cielo limpio de Los Monegros y su escasa densidad de población lo hacen un lugar ideal para la observación de las estrellas. Además, las nubes no interfieren casi nunca en la observación. Es Los Monegros un lugar ideal para contemplar el firmamento y así lo corroboran estos tres observatorios. Iniciamos nuestra ruta al pie de uno de los observatorios, el más grande, el situado al norte del pueblo, sobre una colina, al lado del campo de fútbol y de la balsa Collada. Invitamos previamente al viajero a que suba al observatorio y desde allí contemple una vista pintoresca de los tejados del caserío de Monegrillo. Partimos, pues, desde el pie de la colina del observatorio. Para ello bordeamos la balsa por el sureste. Como todas las balsas en Monegros son un resonar de vida, podemos sorprender a una garza real, pescando renacuajos en su orilla y observar los anfibios propios de la comarca, sobre todo rana perezi y sapo corredor. No es esta balsa un lugar muy apropiado para descubrir huellas ya que es utilizada a diario para abrevar al rústico ganado ovino de la localidad. Seguimos rumbo al este, hacia la val del Barranco de Gabardera, para cruzarla. Pronto vemos sabinas albares a nuestro alrededor, la mayor parte están en fase piramidal pero las que crecen en las márgenes de la val son de buen porte. En cada val encontramos badenes, que cruzan el camino; no son otra cosa que agüe-
Monegrillo
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Monegrillo-La Almolda
2 km., cruce que seguimos por la izquierda.
ras, las conducciones que dirigen el preciado elemento hacia las balsas. Tiene Monegrillo una de las redes de agüeras mejor conservadas de Los Monegros y lo mismo puede decirse de sus numerosas balsas. Ascendemos suavemente hacia el Corral de Avió, seguimos de nuevo por la val y enseguida una gran sabina situada a unos cincuenta metros del camino, a nuestra izquierda, nos llama la atención por el grosor de su tronco. En verano, las culiblancas, rubias y grises (collalba rubia y gris) se posan llamativamente en la últimas ramas de los romeros y sabinas. Las cuculladas (cogujada común) y calandrias vuelan a nuestro paso, también algunas perdices cruzan, a peón, los campos de cultivo. Cuando terminan los campos de la Val de Gabardera, llegamos al pie de la sierra, donde unos cantiles hacen que el acceso rodado se convierta en una fuerte rampa, muy dificultosa si la ruta se hace en bici. El camino es ancho e impecable; en este punto coincide con la cabañera que sube al raso de la Estiva.
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8.4 km., Mirador de Gabardera.
Desde la última curva a la izquierda contemplamos toda la llanada monegrina, todavía salpicada de sabinas en Monegrillo. Quizá concentrados en la pendiente, no hemos apreciado el cantil de nuestra derecha que nos lleva al Cerro de Chanzón. Es el momento de parar y disfrutar de las dos cosas.
9.2 km., se incorpora un camino por la derecha, pero seguimos recto.
Seguimos un poco más adelante y nos encontramos con el Mirador de Gabardera, escondido entre los pinos. El ayuntamiento, con ayuda de la DGA, ha construido un pequeño balcón de piedra, con unos bancos, bajo los pinos, donde el viandante puede descansar de la fatigosa subida y disfrutar de una excelente vista sobre el barranco de Gabardera. Orientado al oeste nos ofrece una panorámica de la sierra desde Monte Oscuro a San Caprasio con un primer plano del Puntal de las Diez, de curioso topónimo horario.
ruta por la Sierra de Alcubierre: Monegrillo-La Almolda
Ya transitamos por La Estiva, cuyo nombre hace referencia, sin duda, al lugar donde pasaban el verano los pocos rebaños de ovinos que no trashumaban. El desnivel, de más de 350 metros con respecto a la parte sur del término, haría más tardío el aprovechamiento de las hierbas.
10 km., cruce, por la izquierda a Torre Ventosa (camino difícil). 10.2 km., a la izquierda a Torre Ventosa (camino accesible)
12.2 km., desechar un camino a la izquierda, seguir recto por el camino de la huega. 13.2 km., se incorpora un camino por la izquierda, nosotros seguimos recto.
Seguimos adelante por un camino ancho que más parece un cortafuegos, ya que estamos en pleno bosque de pinos carrascos, con un abundante sotobosque de coscollos (coscojas) y romeros. Nos dirigimos a Torre Ventosa, un cerro de 788 metros de altitud al que se accede por una rampa considerable. Hemos ascendido 340 metros desde Monegrillo. El camino gira hacia el sudeste siguiendo la delimitación entre Monegrillo y Lanaja, entre Zaragoza y Huesca. Nos movemos por un sitio boscoso donde el matorral es más abundante que los pinos. En los veranos secos, casi todos, los romeros llegan a tomar un color pardusco, lo mismo sucede con las éfedras. Parece que no vayan a resistirlo. Los pinos, sin embargo, renuevan sus hojas en verano por lo que su verdor juvenil contrasta con las pardas hojas del romero totalmente deshidratadas.
Árido y agreste paisaje en los alrededores de Monegrillo
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Monegrillo-La Almolda
14.3 km., cruce a la derecha. Trescientos metros más adelante, cruce a la derecha. 15 km., seguimos recto.
15.4 km. seguimos por el mismo camino, aunque se incorpora otro por la derecha. 15.9 km., cruce a la derecha. 17.4 km., giramos a la derecha
A nuestra izquierda vemos una val, que tiene un pinar mejor desarrollado en su cara oeste. Pronto vemos los potentes cortados rocosos del barranco de la Estiva o del Buchal como viene en la cartografía. Se trata, en efecto, de un impresionante cañón excavado en estratos calizos que a veces tienen más de un metro de grosor. Las arcillas y margas inferiores han sido fuertemente erosionadas y profundizan hasta unos potentes estratos calizos que a su vez vuelven a excavar, dándole un aspecto de embudo. Esta auténtica foz tiene una anchura media de 250 metros y una profundidad máxima de 200 m., alcanzada en el Cerro del Buchal, con una caída casi vertical de más de 100 metros. Su sola visión impresiona. Cualquier punto es bueno para contemplar esta maravilla, pero cuando el camino por el que transitamos se separa de la delimitación municipal para adentrarse en el término de Lanaja, por Val de Luna, hay un portillo entre dos riscos, justo frente al Buchal, por el que discurre una senda, un poco peligrosa, que los locales llaman La Escalera, que es el sitio idóneo para apreciar la inmensidad del cañón. Tras bordear La Estiva y el Barranco del Buchal dejamos el camino que seguía la deli-
Sabinas rastreras en Monegrillo
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Monegrillo-La Almolda
21.7 km., coger el camino de la derecha.
Ponemos el cuentakilómetros a cero.
1.3 km., a la derecha el punto geodésico Miramón, seguimos recto 3.7 km., a nuestra derecha la Val de los Olmos.
mitación municipal entre Lanaja y Monegrillo (7.5 km.), y tomamos el de la izquierda, que se une con la Val de Luna, que nos lleva a encontrarnos con una carretera comarcal que comunica Castejón de Monegros con Lanaja. Mientras proseguimos nuestro camino, vemos a ambos lados varios mases que siguen bien conservados y dejamos de lado alguna que otra balseta, utilizada por el ganado para beber. Tomamos la carretera comarcal en dirección a Castejón de Monegros e inmediatamente, al pasar el cruce que une esta vía con la carretera entre Monegrillo y La Almolda, a nuestra derecha vemos la val de los Olmos. Como su propio nombre indica, en el fondo de esta val hay numerosos ejemplares de olmos, propios de lugares frescos y húmedos. Este barranco se encuentra protegido por las laderas del inicio de la sierra de Alcubierre. Esta especie arbórea tiene un tamaño considerable y es caducifolia, lo que proporciona en otoño un colorido especial a esta zona. Vemos que están situados en laderas de la val o en las lindes de los campos de cultivo de cereal. Acompañando a los olmos, aparece otra variedad arbórea, como es la carrasca (enci-
En Los Monegros se alternan las vastas llanuras con las suaves ondulaciones
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Monegrillo-La Almolda
7.1 km., llegamos a Castejón de Monegros.
Ponemos el cuentakilómetros a cero. 8 km., llegamos a La Almolda.
na), que no tiene preferencias especiales por los suelos, pero al poseer su madera un gran poder calorífico ha disminuido considerablemente, debido a las talas. Y en los márgenes de los campos cultivados crece alguna que otra higuera. En las cercanías de Castejón de Monegros, observamos la unión de tres barrancos: la Val de Secabañas, la Val de la Fuente y la Val de los Olmos. La unión de los tres formaba un manantial, con el que hace unos 35 años se suministraba el agua del municipio y de los ganados. De Castejón de Monegros vamos hasta La Almolda, por la carretera comarcal BujaralozSariñena (A-230). Una vez que llegamos a La Almolda, tomamos el camino anterior al de entrada del pueblo; éste nos lleva hasta el Cerro de Santa Quiteria, donde se halla la ermita del mismo nombre. Podemos decir que con la Sierra de Santa Quiteria finalizaría la tan variada y espectacular Sierra de Alcubierre, que curiosamente comienza en la Ermita de Santa Quiteria de Tardienta y da fin en la ermita del mismo nombre en La Almolda. Ya en lo alto del cerro, se recomienda hacer una parada y perderse en las vistas
Sabinas rastreras en Monegrillo
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Monegrillo-La Almolda
impresionantes de la parte sur de Los Monegros, la más árida y dura, que aparece como un inmenso mar de tonalidades amarillentas y marrones muy llamativo; y, por otro lado, la parte norte, donde aparece un pinar de repoblación, que proporciona una gran sensación de frescor. Si elegimos un día de niebla, podemos ver una vista excelente del paisaje por encima de la propia niebla, que nos aporta un vista impresionante. Pero si por el contrario el día elegido es nítido, podemos observar una panorámica también magnífica, ya que veremos las saladas en la zona sur, como si de espejos se trataran.
Ruta a pie por la Foz de la Estiva Descendemos por La Escalera, es un descenso difícil, en el que la pedriza formada por la erosión del risco está suelta. Corremos riesgo de resbalar y caer hasta el fondo; no debemos levantar un pie antes de afianzar bien el otro y las manos. Antes de bajar, si echamos un ojo a la pared del Buchal quizá descubramos entre sus grietas al búho real reposando durante el día. A veces, su quietud lo hará pasar inadvertido. Un movimiento imperceptible de su cabeza nos hace visualizarlo entre las calizas. Desde el pie de la pared de La Escalera, podemos escudriñar, con ayuda de nuestros prismáticos, todo el impresionante farallón rocoso de la foz y apreciar su majestuosidad. Descendemos con sumo cuidado por la senda en desuso hacia el sur. Tras un talud pedregoso con algunas matas de hierba y pocos arbustos, hemos de franquear los últimos estratos. La erosión puede hacer que la roca que hoy era segura mañana no lo sea. Salvada esta última dificultad llegamos al lecho del barranco. Si desde arriba el cañón es impresionante, desde abajo el desfiladero se torna grandioso y su dimensión se agranda subjetivamente. La perturbadora verticalidad de los cantiles del Buchal y La Escalera, que como dos colosos custodian la garganta, paraliza al observador. Es muy probable que veamos unos buitres planeando sobre nuestras cabezas. Seguimos hacia la cabecera de la garganta, en cuyo lecho hay sabinas, jóvenes; las rocas las siegan en su caída un día de hielo. Romeros y algún coscollo (coscoja) acompañan a estos árboles. Algún pino osa enfrentarse a las colosales paredes. Es muy probable que
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Monegrillo-La Almolda
Barranco de la Estiva
veamos a la culiblanca negra (collalba negra) volando de forma característica de un lado a otro del barranco. El paso por el cauce seco del barranco es asequible y llano hasta que llegamos a la bifurcación situada a unos 1.500 metros de nuestra incorporación al cañón. Pero pronto vemos las primeras gabarderas (rosal silvestre) que crecen en las cercanías del cauce recogiendo la humedad extra. Más adelante, la presencia de las gabarderas es tan masiva que nos impide el paso; uno se pregunta si no habrán confundido el nombre con el barranco de al lado, dada la masiva presencia de este arbusto que llena de colorido con sus flores, rosas, ¡claro¡ el angosto desfiladero en primavera. El barranco se estrecha, más en la bifurcación este que en la oeste, y eso lo hace más interesante, y más difícil. En efecto, pronto se suman a las espinas de los rosales las de las bardas (zarzamoras) que junto los coscollos (coscoja) cierran el paso. La opción menos mala es pasar entre el coscollo y esté seguro el viajero que acabará con numerosos rasguños. Pero no desista, que lo mejor está por llegar. De repente, en alguno de los desniveles encontrará un rincón más umbrío y a partir de ahí el barranco cambia y se convierte en un exuberante conjunto vegetal. Nuestros ojos van de sorpresa en sorpresa, arce, el de Mompellier, algunos de buen porte, noguereta (terebinto), y, trepando por las paredes verticales ¡hiedra y madreselva¡ Mas parece que estemos en la sombría pared de un huerto del Alcanadre que en la Sierra de Alcubierre. También hay aneas y juncales en alguna poza de agua más permanente. No termina ahí nuestro asombro, encontramos la gabardera (rosal
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Monegrillo-La Almolda
silvestre) pero esta vez de más de 4 metros de alto, formidable; arañones, tan inaccesibles que se le quitan a uno las ganas de beber pacharán; bardas (zarzamoras), esta vez impenetrables, frambuesas (más espinas). Si los pájaros han dejado alguna, puede el viajero gustarlas. Crecen en este paraje además los sauces y dos primos del espino negro (escambrón), el aladierno o coscolleta y el Rhamnus pumilus, todos ellos sin espinas. Si el viajero no tiene la piel curtida como los jabalíes, ya no podrá seguir. Siga entonces la senda de estos animales, que sortean el bardal por algún risco accesible; en ella encontrará sus heces confirmando su presencia. Verá rocas del tamaño de un camión, caídas, obstaculizando el cauce.
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Ruta a pie por el Barranco del Corral de la Carne
Ponemos el cuentakilómetros a cero en el Observatorio Grande. 0.1 km., seguimos recto, dejando de lado el camino de la derecha. Cien metros más adelante, cruce, por el que seguimos recto. 0.3 km., cruce a la izquierda. 1.4 km., desechamos el camino de la izquierda, y seguimos recto.
Vamos a dar otra de las múltiples opciones para recorrer algún paraje interesante de Los Monegros. Volvemos a situarnos bajo la colina donde se alza el observatorio más grande de Monegrillo. Seguimos el camino La fuerte erosión abre grandes grietas en la recto, dejando la Balladera produciendo el sa Collada detrás y desplome de éstas desechando algún que otro camino que nos aparece tanto por la derecha como por la izquierda. Unos trescientos metros más adelante, cuando aparece el primer cruce, tomamos el camino de la izquierda, y un poco después (km.1.4), a la derecha. En este último cruce nos metemos ya en el Barranco del Corral de la Carne. Se trata de un barranco muy interesante, por cuyo interior se recomienda caminar. La totalidad de su recorrido está formado por unas paredes que son el reflejo de las consecuencias del clima extremo de Los Monegros, de las escasas pero torrenciales lluvias, y del fuerte cierzo. Observamos una imagen de aridez tremenda.
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ruta por la Sierra de Alcubierre: Monegrillo-La Almolda
Vista panorámica desde la ermita de Santa Quiteria en La Almolda
Al comienzo del barranco, aparecen diversos pinos carrascos, pero conforme vamos adentrándonos en él, comienzan a verse algunos ejemplares de sabinas, demostrando su gran resistencia a la sequía y a las temperaturas extremas. Entre la escasa vegetación que aparece en este atractivo barranco, también podemos ver gabarderas (rosal silvestre), espartos, sosas, etc. 2 km., nos desviamos a la derecha. 2.1 km., entramos en el Barranco del Corral de la Carne.
Seguimos caminando disfrutando del paisaje y, cuando ya hemos alcanzado los 2.1 km., llegamos a la cabecera del barranco. Aquí nos encontramos con un cortado impresionante, que contiene diversos nidos de avión roquero, especie que tienen su hábitat
Los cardos abundan en las tierras monegrinas
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ruta de los sabinares
Ermita de Santa Quiteria. La Almolda
en estos cortados rocosos; y también podemos notar la presencia de alguna rapaz en busca de sus presas. Ver este paisaje árido y seco, dominado por esta orografía abrupta, sobrecoge, ya que parece extraño encontrar ecosistemas así dentro de una zona perteneciente al clima mediterráneo. Cuando hayamos satisfecho nuestra vista, regresamos por el mismo camino por el que hemos llegado hasta aquí, hasta llegar a Monegrillo, donde podremos reponernos de la caminata.
RUTA DE LOS SABINARES: LONGEVIDAD FRENTE AL CIERZO Cabe preguntarse el porqué de la elección de esta ruta por los sabinares de Los Monegros. Es sin duda ésta una tierra muy especial y en esto también lo es. Las sabinas de Los Monegros suponen también un caso único entre los sabinares europeos, siempre hablando de sabina albar. El árbol en sí es una reliquia, ya que la sabina tiene su origen en el jurásico. Estamos ante una especie tan antigua como los dinosaurios. En efecto, las cupresáceas, familia de los cipreses, a la que pertenece la sabina albar, se origina en el periodo jurásico de la Era Mesozoica, es decir, hace uno 195 millones de años. Además, este árbol primitivo es muy resistente, tanto a la sequía como a las heladas. Es relativamente abundante en las montañas, sobre todo en el Sistema Ibérico, en Teruel y Soria. Pero el único lugar del mundo donde crece entre los 200 y 400 metros de altitud es en Los Monegros.
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ruta de los sabinares
Entre la historia y la leyenda Frecuentemente se oye decir que los tupidos bosques de los Monegros, los que le dieron nombre, fueron talados, de forma masiva, para construir la Armada Invencible, derrotada en Trafalgar. En tal caso la tala se hubiera llevado a cabo entre los siglos XVI y XVII. Pues bien, a todas luces esto no es más que una leyenda sin fundamento. Vamos a enumerar una serie de razones por las que consideramos que esto es así. En primer lugar, a lo largo de la historia de la construcción naval europea principalmente no se utilizaba otra madera que la de roble, con algunos aditamentos de haya. Los celtas usaban el roble tanto para el mástil como para las cuadernas y la tablazón del barco, lo mismo los griegos y romanos que añadían algunas protecciones de haya en la quilla. Los vikingos usaron también fundamentalmente el roble como material de construcción. Más tarde, en la época de la Armada Invencible, aunque se sigue utilizando el roble para la estructura, cuadernas, quilla, codaste, no se desdeña la encina para contrafuertes menores y se usa el pino para la tablazón. El abeto de una sola pieza actuaba de mástil, hasta que por su escasez se usaron varios troncos ensamblados. La importancia del roble determinaría el potencial inglés en el mar, ya que tanto en sus islas como en las colonias americanas la abundancia de bosques de este árbol era notable. En segundo lugar, la toponimia monegrina no hace ninguna referencia a tan singular y masiva tala, y todo queda reflejado en la toponimia. Así, tenemos en Los Monegros, desde toponimia preindoeuropea, vascona o, lo que quizá es lo mismo, ibera primitiva; celta, lastra por ejemplo; romana en todo el norte de la sierra, (Leciñena, Sariñena); árabe (Albalatillo, La Almolda). Mas tardíamente también de tono administrativo, suertes, cuartos, y en toda ella no hay ni rastro de tala masiva para construir barcos. En tercer lugar, los bosques monegrinos, tantas veces nombrados, no debieron de ser nunca de una entidad tal como para tener árboles del tamaño necesario para la construcción naval. En efecto, hay que recordar que las características del suelo son poco acogedoras para los árboles. En muchas ocasiones el suelo es muy primitivo, esquelético, poco desarrollado, de tal manera que la vegetación que sustentan es de porte poco desarrollado.
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ruta de los sabinares
Ponemos el cuentakilómetros a cero.
LA RUTA: Empezamos esta ruta en Pallaruelo de Monegros, localidad pedánea de Sariñena. Conviene ir provistos de todo lo que necesitemos ya que se trata de un pueblo pequeño en el que será difícil avituallarnos. En el cerro las ruinas de la iglesia vieja soportan nidos de cigüeñas que se alimentan en la Laguna de Sariñena y en los arrozales próximos. Salimos desde la cruz que hay al lado de la carretera en dirección a Bujaraloz. Tras atravesar los ansiados nuevos regadíos de Pallaruelo, llegamos a la Portellada,
Las sabinas jalonan las tierras de cultivo
3.2 km., ascendemos por la Portellada.
pequeño puerto (como su propio nombre indica), que asciende sinuosamente por las últimas estribaciones de la sierra de Alcubierre. La Portellada acoge uno de los sabinares mejor conservados de Los Monegros. Las vales tienen en sus márgenes numerosos pies de sabinas, la mayoría son jóvenes. Entendamos este adjetivo siempre de forma relativa, ya que la madurez de este primitivo árbol se alcanza pasado el siglo. Desde lo alto, la visión sobre las terrazas es maravillosa, sobre todo los días brumosos, en que las negras copas, algunas puntiagu-
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ruta de los sabinares
das, contrastan con los blanquecinos jirones de las brumas. En lo alto las sabinas conviven con los pinos y llegan a cubrir en solitario las cimas de los cerros próximos. Esta curiosa distribución se genera por una de las razones por las que hay sabinas albares a tan baja altitud. La posible competencia del pino carrasco se limita a las áreas altas, ya que se produce el fenómeno de inversión térmica. En los días de heladas, por tanto en situación anticiclónica, en esta comarca las temperaturas más bajas se dan en las partes más profundas: las vales. Lógicamente el aire frío se concentra, simplemente por gravedad (pesa más el aire frío que el caliente), en el fondo de las vales y, cómo no, en la gran llanura del sur de la Sierra de Alcubierre. Esto, unido a que la presencia de nieblas suele ir ligada a las heladas, hace que la persistencia de las extremas temperaturas sea a veces de días o semanas. Esto deja al pino carrasco fuera de combate y abre el nicho adecuado al único árbol capaz de resistir esas condiciones, la sabina albar. Este fenómeno hace que el sabinar sea un bosque en la estepa exclusivo de Los Monegros; falta en la margen derecha del Ebro y en las Bardenas y en todas las estepas del sur de la Península. El alto de La Portellada es un lugar idóneo para verificar este fenómeno, contemplando a la vez uno de los sabinares mejor conservados de Monegros. Desde nuestra atalaya, podemos contemplar también el vuelo de las currucas y las cardelinas.
7.5 km., a la izquierda cruce hacia Valfarta, pero giramos por el camino de la derecha. Ponemos el cuentakilómetros a cero.
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Seguimos ruta hacia el sur, hasta el cruce de la carretera de Valfarta (A-230), donde giraremos a la derecha en el primer camino para meternos de lleno en la Val Gallen. Esta val mantiene en sus márgenes ejemplares solitarios de gran tamaño y edad. En este punto entramos a valorar la edad de las sabinas. Se suele hablar con cierta frecuencia de árboles milenarios, y esto como mínimo es una exageración. Por otro lado, según las fuentes se determinan distintas edades, rela-
ruta de los sabinares
cionadas con el diámetro o con la altura. Braun Blanquet cita que: “una rama de 14 cm de circunferencia contaba con 73 anillos anuales, esto hace 16 años por centímetro de diámetro”; en la elaboración de la ruta hemos contado tres tocones de sabina encontrados y de promedio se puede hablar de 6.6 años por cm. de diámetro; C. Pedrocchi, refiriéndose a las sabinas de Calatañazor, relaciona sus casi 100 cm. de diámetro con sus 450 años de edad esto es, 4.5 años por cm. Por fin, recientes estudios, realizados por D. Annes, revelan que el índice se aproximaría a 3 años por cm. de diámetro o 10 años por metro de altura.
Autillos
Todas estas observaciones pueden tener su fundamento, y es que un árbol no crece igual en todos los sitios, por lo que podríamos hablar de que una sabina de 30 centímetros de diámetro estaría entre los 90 y los 540 años de edad. Seguramente tendrá 90 años si crece en una val o en un jardín y 540 si lo hace en una ladera con suelo esquelético. En todo caso sí se puede hablar de sabinas centenarias y quizá en los ejemplares más espectaculares de próximas al milenio.
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ruta de los sabinares
Inmediatamente, cruce a la izquierda. 500 m. Más adelante, cruce donde seguimos recto. 2 km., seguimos recto. 3.1 km., Balsa de la Sierra 3.2 km., giramos a la derecha
Subimos por la Val de Gallen. Encontramos dos arnales (edificios para colmenas). Éste es un buen sitio porque hay mucho romero; al ser más claro el sabinar, los romeros que necesitan mucha luz proliferan por las suaves laderas de los cerros. Las abejas pecorearán para libar el exquisito néctar con que elaborarán una de las joyas gastronómicas de Los Monegros: la blanca miel de romero. Luego nos encontramos con una balsa, la de La Sierra, en sus lodos encontraremos las huellas del jabalí. Tras pasar la balsa, nos acercamos al borde de la sierra, bordeando sus cimas, zigzagueamos por un estrecho camino, a nuestra derecha se encuentra la umbría de la Portellada de Pallaruelo. Como recorremos la delimitación entre Castejón y Pallaruelo, nos damos cuenta de que está amojonada con unas piedras muy curiosas. Al acercarnos para verlas, descubrimos en la cara norte de las enormes losas de caliza, grabada por un cantero, la “P” de Pallaruelo, una obra hecha a conciencia.
4.3 km., a la derecha el Mirador. 4.5 km., comienza un tramo de camino difícil. 5.2 km., a la izquierda una antena.
5.5 km., a la derecha Paridera de La Peña. 6.8 km., giramos a la derecha. Cincuenta metros después, tomamos el camino de la izquierda.
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Pronto llegamos a un mirador desde el que tenemos una inmejorable vista del sabinar; pero no es la única joya de este escaparate, ya que hacia el este tenemos la entrada del pequeño pero encantador desfiladero de la Peña con sus cantiles de estratos calizos impresionantes. En la ruta a pie descendemos por él. Seguimos por mal camino, pero tras pasar una antena, nuestros altos están erizados de antenas, llegamos a la Paridera de La Peña. Este corral de ganado es una construcción muy curiosa que merece la pena detenerse a ver, aunque su estado es semirruinoso. Pero aún conserva ciertos elementos destacables; los muros construidos en piedra caliza no fueron muy lejos a buscarla, sostienen un tejado que, como curiosidad, tiene sustituidos en gran parte los cañizos tradicionales por ramaje de sabina, lo que le da valor antropológico. Tiene en su interior un fuego con unos impresionantes bancos con dos losas de
ruta de los sabinares
En algunos tramos de la ruta encontramos sabinas mezcladas con enebros
7.4 km., nos incorporamos al camino, girando a la izquierda (Val de Ferriz). 7.8 km., tomamos el camino de la izquierda. 9.9 km., cogemos el camino de la izquierda (Val del Carro).
piedra de un tamaño descomunal; aún conserva el pesebre y la separación de la cuadra con el hogar. Francamente interesante. El raso del corral esta cerrado con una cleta (cerca) de madera de sabina muy curiosa. Suele ocurrir que las construcciones ancestrales suponen un ejemplo vivo de la historia de la vivienda para el ser humano, que quedan fosilizadas al abandonarse. Seguimos adelante por esta ruta sinuosa en la que vemos mezclados con las sabinas algunos ginebros (enebros) y algunas sabinas negras; toda la familia reunida. Quizá veamos un picapuerco (alcaudón real) que persigue a sus presas por la maleza. Fin nefasto les espera a los saltamontes que capture este empalador, ya que acabarán ensartados en las espinas de algún escambrón. Bajamos por Val de Ferriz, en sus márgenes encontramos grandes sabinas solitarias, hasta Val de Zapata para, tras cruzarla, seguir por la Val del Carro. El camino ancho nos conduce sin ninguna dificultad hacia Miramón. Esta val tiene menos sabinas pero las que tiene son de un porte excelente. En mitad de la val descubrimos dos álamos negros, señal inequívoca de que la capa freá-
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ruta de los sabinares
tica está próxima a la superficie. Podemos encontrar fácilmente unas coculladas (cogujada común) que picotean por los campos que otrora fueran viñas. 11.1 km., se incorpora un camino por la derecha, pero seguimos recto. 12 km., desechamos el camino de la izquierda, seguimos recto. 12.8 km., nos desviamos a la izquierda.
14.8 km., cruce donde seguimos recto. 15.5 km., giramos a la izquierda. 16.1 km., cruce con isleta, giramos a la derecha. 16.2 km., cruce, giramos a la izquierda. Comienza Valdespartera.
1.7 km., desechamos un camino por la izquierda y seguimos recto.
3.3 km., cruce, giramos a la derecha. 5.7 km., a la derecha, agua estancada. Cien metros más adelante, seguimos recto.
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No nos topamos en este trayecto con ningún mas; la proximidad al pueblo los hacía innecesarios. Al sabinar normalmente le acompañan pocos arbustos: el escambrón (espino negro), esparraguera y éfedra son habituales, y a veces el coscollo (coscoja) o la otra sabina (J. Phoenica). Es curioso lo de la esparraguera, que no es muy común en el resto de Los Monegros que se dé a la sombra de estos árboles. Más lejos, en un cruce, llegamos al primer mas. Junto a una enorme sabina, un campo de almendros rompe la monotonía del cereal. Seguramente podamos ver cómo una pareja de currucas mirlonas se esconde velozmente entre las sabinas de una margen. Seguimos por Valdespartera ya en término de Monegrillo. Comenzamos el descenso. Bordeamos el collado, que nos lleva por una sucesión de bosquetes de pinos carrascos que, conforme vamos descendiendo, dejan paso a numerosos ejemplares de sabinas, algunas de ellas de gran antigüedad. Entre los bosquetes sorprendemos a diversas especies de rapaces, como el águila real y la culebrera; esta última nidifica en la copa de los árboles, en busca de alimento o de un lugar donde reposar. Puede la real salir de forma majestuosa delante de nuestras narices, lo que nos obligará a detenernos instintivamente. Más adelante, el camino que seguimos corta un pequeño barranco en el que encontramos un embalse, fruto de alguna fuente natural de agua y que, gracias a la umbría aportada por los pinos y las sabinas, permanece allí estancada. Esta poza está llena incluso a finales del verano. Si paramos y observamos sus alrededores, veremos que hay rastros de jabalíes, tanto en las zonas fangosas del embalse donde se revuelcan, como en los troncos de los árboles, donde aprovechan
ruta de los sabinares
6 km., se incorpora un camino por la derecha, pero seguimos recto.
para rascarse. También es un buen punto donde observar aves que se acercan a beber. Ente las ramas se esconden unos verdecillos y la rana perezi, (también exclusiva de Los Monegros) se zambulle en las aguas. Continuamos descendiendo ante un paisaje impresionante, rodeados de especies arbóreas, que nos proporcionan una agradable sombra en verano y una temperatura ideal, no muy habitual en el resto de Los Monegros. Es un lugar perfecto para perderse durante los días extremadamente calurosos del verano monegrino. Ya hemos concluido el descenso y nos introducimos en la Val de Espartera; los pinos
Sabina milenaria
8.6 km., seguimos recto
y sabinas nos abandonan y pasamos de nuevo a ver un paisaje abrupto y árido, típicamente monegrino. Como el nombre de la val nos indica, hallamos buenas cantidades de esparto, especie herbácea vivaz reptante, de hojas duras, rígidas y con forma de junco, que se retuercen debido a la escasez de humedad. En otra época, era recogido para hacer productos artesanos y también a escala industrial para papel. No dejaremos de ver sabinas, pero ahora ya será de forma dispersa.
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ruta de los sabinares
Ponemos el cuentakilómetros a cero. 0.1 km., seguimos recto. Seiscientos metros después, lo mismo. 9.3 km., a la derecha, Corral de Espartera. 9.6 km., bifurcación que tomamos a la izquierda 10.3 km., nos incorporamos a la carretera, y cruzamos al camino de enfrente (km. 30-31). Ponemos el cuentakilómetros a cero. 0.6 km., seguimos recto; y 400 m. Después lo mismo. 2.2 km., seguimos recto (hay un camino a la derecha); y 100 m. después, desvío a la derecha. 2.4 km., cruce, seguimos recto. 3.1 km., nos desviamos a la derecha. 3.7 km., Paridera de las Viñas. 4.1 km., seguimos por el camino de la derecha. 4.3 km., nos incorporamos a un camino que seguimos hacia la derecha. Lo mismo 100 metros adelante. 5.7 km., rodeamos la Balsa Fortiz. 6.7 km., cruzamos la agüera. 6.9 km., transitamos por la Cabañera. 7.6 km., nos deviamos a la derecha. 5.7 km., rodeamos la Balsa Fortiz. 6.7 km., cruzamos la agüera.
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Seguimos el camino y a la derecha pasamos junto a una paridera, denominada el Corral de Espartera. Unos trescientos metros más adelante, cuando tomamos el desvío a la izquierda, nos encontramos con un ejemplar de sabina más que centenaria. Este adehesado paisaje es el que prefiere el alcotán, pequeño halcón que anida frecuentemente en los grandes ejemplares de sabinas, utilizando viejos nidos de córvidos. Lo descubrimos cuando avisa con su ruidoso reclamo al llegar con alguna presa. Cruzamos la carretera y seguimos hacia el sur, donde un característico paisaje monegrino dibuja en el horizonte las siluetas de cientos de sabinas solitarias. Entre las sabinas, a cual más llamativa, llegamos al Corral del Monjo, cerca de Comenje. Estamos en el corazón del sabinar, los antiguos acampos (dehesas) donde los rebaños lanares pastaban en invierno. Cada sabina es en sí misma un fotograma, en sus asimétricas y caprichosas formas, o en su inusitada verticalidad, sin influencia del pertinaz cierzo. Quizá veamos las calandrias, que se posan encorbatadas en los rastrojos. Nos dirigimos hacia La Paridera de las Viñas virando hacia el este. Éste es un mágico rincón, en el que tres magníficos ejemplares de sabinas que superan el medio milenio conviven en armonía con este corral y un coqueto pozo de agua que suministra al ganado el preciado elemento. El conjunto da visión insuperable. Seguramente veremos algún cuervo que rompe con su negro vuelo directo el azul del cielo. Seguimos hasta la Balsa Fortiz, un gran abrevadero que inspiró a Bigas Luna en su película Jamón Jamón. No es un buen sitio para ver rastros, pues la visita frecuentemente el ganado. Pero veremos los mismos batracios que en el pequeño embalse de la Val de Espartera.
ruta de los sabinares 6.9 km., transitamos por la Cabañera. 7.6 km., nos deviamos a la derecha. 8.8 km., a la izquierda, Paridera de Carpintana. 50 metros después, giramos a la izquierda. 9.1 km., seguimos por el camino de la izquierda. 10.3 km., seguimos adelante. 11.4 km., salimos a la carretera en dirección Monegrillo.
l
Seguimos por la cabañera hasta la paridera de Carpintana, las pequeñas sabinas de la cabañera contrastan con las que se yerguen en las vales. Desde aquí nos dirigimos a Monegrillo, que destaca sobre las colinas que preceden a la sierra. Si la mañana ha sido propicia, no siempre lo es, veremos a las aucas (avutardas) y a sus primos los sisotes (sisón común) que gustan de estas vales salpicadas de sabinas. Para otra ocasión queda la excursión a La Retuerta.
Ruta a pie: Castejón-Monegrillo
Describimos una excursión desde Castejón hasta Monegrillo. Al llegar a Castejón destaca un castillo, encima del caserío, en un cerro próximo. Este es un edificio bien conservado hacia el que nos dirigimos. Ascendemos por una pendiente cercana a las piscinas; mientras subimos, los muros de contención del camino ya nos demuestran la calidad de la caliza de las canteras de Castejón de Monegros. Pronto llegamos al pie del castillo; sus grandes sillares son sin duda los que han propiciado su buen estado de conservación. En su interior alberga la ermita de San Sebastián, aunque en el exterior nada delata la presencia del recinto religioso. Desmantelado en parte, es posible todavía ver la arquería de piedra que unía a los muros desaparecidos. Desde el castillo se domina todo el pueblo y las vales que lo circundan. En ellas, mirando hacia el cementerio, al que delatan los cipreses, una fértil vega con algunos frutales nos indica la presencia de agua. En las márgenes de las vales se aprecian higueras, manzanos y algunos almendros todavía se trabajan en los alrededores. También hay algunos chopos y olmos. No olvidemos que estamos en la cabecera de la Valcuerna, único curso de agua continuo, íntegramente monegrino. Bajamos a la val de Ballesteros por la ladera La retama o “ginestra” es fiel compañera de viaje en Los Monegros nordeste del castillo. En
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ruta de los sabinares
el trayecto las ontinas y los tomillos perfuman nuestros pasos. Enseguida llegamos al fondo de la val. Ésta, llena de bancales que antaño albergaban viñedos, se dirige hacia el norte entre almendros y algunos pinos repoblados. En nuestro ascenso llegamos al embalse de Ballestero, una pequeña presa construida en los años 60 para recoger agua de lluvia y reforzar con riego eventual los cultivos de la val. Rara vez se llena, excepto con las tormentas. En su vaso, las espadañas y juncos crecen alimentados por la humedad residual. Al oeste, un pequeño varello con vegetación típica de ribera: álamos negros, bardas (zarzamoras), etc., denota la presencia de un pequeño manantial que fluye intermitente de las rocas de la sierra. Entre el matorral currucas y mirlos se exhiben fugaces. Un poco más arriba la barranquera excavada por las tormentas alberga nidos de los viñargüelos (abejaruco) y bajo un resalte el de la cudiblanca gris (collalba gris). En las laderas el romero cubre toda nuestra vista, especialmente bonita a la salida del invierno, cuando las flores azuladas del arbusto colorean toda la val. El profundo aroma de este arbusto nos acompañará todo el día, al quedar nuestra ropa impregnada de este magnífico perfume. Al terminar la val ya hay algunas sabinas y pinos entre el matorral, Castillo de Castejón de Monegros dotando al paisaje de toda la gama de verdes posible. Coronamos la ladera y llegamos a un camino, por el que nos dirigiremos al noroeste. Las sabinas comienzan a proliferar en los cerros. En nuestro caminar pasaremos junto al Arnal de Puiol, una exagerada construcción para albergar colmenas de vaso. Fue edificado en sillares de caliza, entre los que asoman las ventanetas destinada a las colmenas, que le dan un aspecto de fortificación más que de colmenar. Las torcaces vuelan entre las sabinas. En los bordes del camino, las sabinas se acompañan de escambrones (espino negro) y ginebros (enebro). En las espinas de aquellos vemos empaladas las presas del picapuerco (alcaudón). Llegamos a la paridera de la Peña, próxima al barranco del mismo nombre. Merece la pena detenerse por sus curiosidades constructivas que ya hemos mencionado anteriormente. Desde el corral abordamos la cabecera del barranco por el que descenderemos. La Peña ofrece un espectacular cantil en el que los
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ruta de los sabinares
potentes estratos de caliza han determinado una caída vertical impresionante. Podemos ver en el cielo el águila culebrera planeando en busca de reptiles con los que alimentarse. En la tierra el fardacho (lagarto ocelado) huye ante tal amenaza. Desde esta altura se manifiesta claramente el fenómeno de inversión térmica. En el fondo de la val las sabinas cubren la totalidad del suelo mientras que a partir de media ladera el pino carrasco huye de las nieblas. Emprendemos la bajada, no exenta de riesgo, saltamos de estrato en estrato, a veces de forma suave, como en una escalera y otras de forma abrupta, con pequeños riscos. Escudriñando con los prismáticos, tenemos la posibilidad de descubrir al búho real dormitando en una grieta. También en este lugar hallamos las gabarderas (rosales silvestres). Fijémonos también en un arce que crece en el fondo del barranco. Miramos hacia arriba y descubrimos el impresionante cortado que cae a plomo sobre nuestras cabezas. Ya hemos llegado al sabinar, no hay sendas, y nuestro paso es dificultoso porque el bosque es cerrado y los ejemplares de sabina tienen ramas desde el suelo. Caminamos hacia el norte por el cauce del barranco seco de la Peña. Pronto la val se ensancha y los cultivos, en fajas, alinean a las sabinas. En los bancales hay sabinas de buen porte y otras más jóvenes, rodeadas de sisallos y escambrones. El papamoscas gris se esconde en las sabinas mostrándose de forma furtiva. Pasamos cerca del Mas de Pichón, ya por un camino que se dirige al norte por el que seguimos. Si volvemos nuestra cabeza vemos recortada la sierra en el horizonte, con su corona de pinos y su manto de sabinas, acompañando al risco pétreo de la Peña. Quizá el viajero se tope con algunos gazapos despistados que corren y se paran para mirarlo con curiosidad. Transitamos por Preseguera y pronto llegamos a la carretera, por la que caminaremos zigzagueando entre las sabinas hasta el llano. Algunos farcinos (vencejos) y golondrinas atrapan insectos sobre los arbustos. En el último tramo de nuestro camino los cortados erosivos, en tollo, del Barranco de Preseguera, con sus excavados nidos de viñargüelos (abejaruco). Antes de llegar al llano, cruzamos el canal de Monegros. Por su margen izquierda podemos dirigirnos Colmenar de Puyol hacia Jubierre.
RUTA DE
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ruta de las saladas
LAS SALADAS. LAGUNAS EN PLENA ESTEPA Cuando vemos el llano inmenso, debemos recordar que estamos ante un paisaje fósil. En efecto, coincidiendo con la extinción de los dinosaurios a final del Cretácico, comienza la colisión de las placas continentales ibérica y europea. Esta aproximación origina la elevación de los Pirineos, que culmina en el Terciario con las elevaciones menores que suponen el sistema Ibérico y el Macizo Catalán. Las tres cordilleras cierran la depresión del Ebro, a final del Eoceno (unos 50 millones de años), que queda como una cuenca cerrada con un lago interior al que vierten todos los sedimentos de las tres cadenas montañosas. Esta cuenca endorreica tardaría en abrirse al Mediterráneo unos 20 millones de años, a mediados del Mioceno, con lo que la red de ríos que procedieron a su drenaje se configuró. La diferente erosión en función de los materiales por los que transitan estos ríos posibilita la aparición de la sierra de Alcubierre, muela que “protege” de la red fluvial a esta planicie de las saladas. La extrema aridez del clima evita la aparición de cursos de agua internos en Los Monegros, si exceptuamos La Valcuerna. Todo ello unido mantiene la continuidad del fenómeno endorreico desde hace unos 50 millones de años. Esto no quiere decir que las saladas sean el residuo del lago interior terciario, sino que la menor erosión diferencial en la planicie de las saladas posibilita la persistencia del fenómeno endorreico. En realidad, la edad de las saladas actuales no superaría los 100.000 años, pero sus características coincidirían en gran parte con el ambiente terciario que describíamos. Entre la historia y la leyenda Aunque está mal documentado, se iniciaría la extracción de la sal desde tiempos inmemoriales, pero de forma artesanal, manual, para consumo doméstico. La explotación industrial sería relativamente reciente. Si hacemos caso de las ruinas de los edificios que, con toda probabilidad, se pueden fechar entre los siglos XVII y XVIII, no sería hasta entonces cuando se produjera la industrialización del proceso. De hecho, a pesar de la importancia de la sal en la antigüedad, (de ella deriva la palabra salario) y de la proximidad de la calzada romana a estas instalaciones, no se cita en ningún texto romano o no ha llegado hasta nuestros días esa información. El proceso se iniciaría mediante la extracción del agua salada desde un pozo situado al sur de los edificios. Desde el pozo
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ruta de las saladas
se canalizaría el agua hacia las eras de evaporación, contiguas al pozo. Previamente, las eras serían barridas y limpiadas exhaustivamente hasta que el enlosado que cubre su suelo no tuviera residuos de tierra ni de lodos. El primer llenado de las eras se realizaría en mayo y, aproximadamente en un mes, se evaporaría el agua y se podría recoger la sal. Ésta se trasladaría a las eras próximas al edificio más pequeño para su escurrido definitivo. El edificio pequeño actuaba como almacén de la sal a granel. Probablemente esta sal sería utilizada sobre todo en salazones, ya que la presencia de sales de magnesio la hace un poco amarga para cocinar. El edificio más grande sería viviendas, almacén de utillaje, cuadras (no olvidemos que la mayoría de las tareas se realizaban con mulas). Dado lo señorial de algunas partes de las ruinas, seguramente sirvió de vivienda del administrador. El proceso de elaboración se prolongaría de mayo a octubre, meses en que la insolación y la temperatura permitirían la evaporación. El resto del año la extracción de sal se paralizaba y comenzaba su comercialización para salazones. Más recientemente la sal extraída era mezclada en Bujaraloz con sal gema, probablemente procedente de Remolinos. Esta mezcla permitía sin duda amortiguar el sabor amargo de la sal local y darle una diversidad de sabor al monótono cloruro sódico de las minas de Remolinos. El molino era una construcción de alabastro, similar a un pajar en su exterior y estaba situado en los solares que hoy ocupa el centro de salud.
LA RUTA:
Ponemos el cuentakilómetros a cero.
La ruta que nos ocupa hay que hacerla al amanecer, sobre todo si es verano; sólo así se puede apreciar el horizonte único que ofrece el sol en esta inmensa llanura. Estos amaneceres sirvieron sin duda de inspiración a Martín Cortés, astrónomo de Bujaraloz, para elaborar sus tratados de navegación. Aparece el astro rey como colgado por un péndulo invisible sobre un horizonte absolutamente llano, solamente comparable a los amaneceres marinos. Salimos de Bujaraloz por la carretera que se dirige a Caspe, en el cruce con la N-II. Seguimos hasta la fábrica que hay en el pequeño polígono industrial, justo detrás está la Salineta. Esta laguna es muy interesante
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ruta de las saladas
1.2 km., desde la N-II tomamos el cruce de la carretera hacia Caspe.
desde el punto de vista paisajístico, ya que en verano tiene un color llamativo rosáceo, provocado por la corteza salina que se forma en su superficie. Recorriendo su perímetro triangular a pie, se disfruta de excelentes cambios tonales del color de la sal al amanecer. La sal es utilizada incluso hoy para uso doméstico y es la laguna donde se abastecen los particulares.
Ponemos el cuentakilómetros a cero.
Dejamos la Salineta para dirigirnos por todas estas anchuras hacia el sur, donde tomaremos, antes de llegar a la deshidratadora de alfalfa, el desvío hacia Sástago. En la bifurcación está la Balsa Buena, una balsa de piedra cuya construcción merece detenerse a observar.
0.7 km., giramos a la derecha, hacia Sástago.
8 km., seguimos recto.
10.3 km., giramos a la derecha. 11.3 km., a la izquierda los Mases de Escobedo. Y 500 m. más adelante, a la izquierda, Los Cinco Mases.
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Entrados en la carretera de Sástago nos interesa aminorar la velocidad ya que estamos en plena estepa y las aves que la pueblan estarán sin duda a nuestro alcance. Una corredera o bisbita podría cruzar la carretera para posarse en un campo próximo. La vía discurre por esta amplitud, llaneando, con suaves toboganes que se adaptan a las imperceptibles ondulaciones del terreno. Es fácil que el viajero se encuentre con un bando de churras (ortegas) cruzando el cielo velozmente, en busca de sus abrevaderos habituales. A pesar de su apariencia de desierto, este paraje está lleno de vida. Enseguida llegamos a la Salina de la Playa. A lo lejos, su inmensidad parece siempre llena de agua, ya que en verano los cristales de sal relucen como si de un espejo acuoso se tratara. Si es verano, lo más probable es que estemos ante un océano de tierra salina. No nos detenemos a observarla ahora; seguimos adelante mientras las perdices corretean por los campos. Pronto giramos a la derecha por un camino hacia Puiburell. Pasamos por los mases de Escobedo y los Cinco Mases. Los mases aquí están construidos con piedra caliza que aflora con facilidad al roturar estos llanos. Estos edificios destacan notablemente
ruta de las saladas
12 km., cruce, por el que seguimos recto.
en la planicie. En ellos podremos ver en verano revolotear al esparbel (cernícalo primilla) que anida en los tejados de los mases. El resto del año las grallas de patas royas (chova piquirroja) y la chuta (lechuza) se quedan solas en estas mansiones de piedra. De hecho, la palabra mases tiene la misma raíz que maison = casa en francés y que mansión.
14.7 km., desechamos un camino por la izquierda, y seguimos recto.
Los mases tendían a agruparse en torno a puntos de agua, como en este caso al pozo de Escobedo. La proximidad de los mismos hacía más sociable y menos dura la vida en el monte, mientras se labraba o segaba la cosecha.
Proceso de evaporación
15.4 km., triple cruce, donde tomamos el segundo camino a la izquierda. 15.7 km., seguimos por el camino del centro.
15.9 km., seguimos recto.
Seguimos por estos rectos caminos rumbo al Corral de Abundio. Poco antes de llegar a la paridera, encontramos una pequeña sarda con sabinas. A lo lejos, vemos algunas otras ocupando las márgenes de los campos. Llegamos al corral y, tras girar para dirigirnos a las Tres Huegas, donde limitan Sástago, Pina y Gelsa, circulamos por un paisaje adehesado con sabinas desperdigadas aquí y allá. Es muy fácil que sorprenda al viajero un pequeño bando de aucas (avutardas) emprendiendo pesado vuelo, que no irá muy lejos y se posarán de nuevo sobre los
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ruta de las saladas
campos. Escudriñando con nuestros prismáticos, o mejor aún con el catalejo, las veremos evolucionar, como avestruces en la sabana. Su porte erguido, su cuello largo y prominente, las delatan en el horizonte. Antes no las hemos visto porque estaban planas, encriptadas con un perfecto camuflaje sobre los ocres de estos pedregales.
16.7 km., giramos a la derecha. 18.3 km., cruce, donde giramos a la izquierda.
Es difícil desengancharse de su elegancia y al viajero le costará separarse de esta visión; pero hemos de seguir adelante en nuestro camino. Atrás hemos dejado al irrelevante alto de Puiburell, de 418 metros de altitud. Decimos irrelevante porque apenas se eleva 60 metros del plano, situado en su mayoría por encima de los 350 metros de altitud.
Avutarda
19.3 km., seguimos recto, lo mismo cien metros después. 20.6 km., giramos a la derecha.
21.8 km., cruce, donde giramos a la derecha.
Ponemos el cuentakilómetros a cero. 1.9 km., a la izquierda, salada del Rollico. 2.6 km., giramos a la izquierda.
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Abandonamos las Tres Huegas por la cabañera; pasamos de nuevo por mases, primero los de Puiburell, luego los del Balsete, junto a la salada del Camarón, grande, en forma de punta de flecha. Si la salada está con agua, es frecuente ver patos, sobre todo azulones y cercetas, un sinfín de limícolas, entre los que destacan chorlitejos y avefrías. Pasamos por los mases del Camarón y giramos a la derecha bordeando las saladas del Camarón y del Rollico. Esta última es casi redonda, también es de las más grandes. Esta última salada la bordeamos por su orilla oeste hasta salir a la carretera que conduce a Alborge, salimos justo a la salada del Rebollón. Si el viajero realiza esta ruta en verano y se ha producido una tormenta a finales de agosto, quizá tenga suerte y encuentre algunas saladas con agua. Las
ruta de las saladas
Vista general de una de las lagunas saladas
4.3 km., giramos a la izquierda, en la carretera de Sástago 5.4 km., a la derecha salada del Rebollón.
8.6 km., salimos de la carretera de Sástago a la derecha.
posibilidades de ver limícolas de diferentes especies se multiplica, ya que estaríamos en pleno período de paso: desde correlimos, hasta combatientes... pasando por andarrios y zarapitos. Cada una de las saladas tiene su encanto y animamos al observador a que las visite a pie recorriendo su entorno; pero nosotros seguimos hacia la estrella de las saladas, La salina de la Playa. Saldremos a la carretera de Sástago, justo enfrente del Hoyo de Lupón, poco después dejaremos a la izquierda los mases del Pez, junto a la salada del mismo nombre. Al sur se ven algunos pinos que nos anuncian el bosque de las caídas del Ebro. En nuestro tránsito por la carretera vemos clotas, de difícil encharcamiento, que contienen vegetación de juncos y espartos ideales para los alaudidos, incluida la alondra de Dupont, muy difícil de observar. Tras pasar por varias clotas llegamos a la salina de La Playa. Es ésta la salada más grande, casi 230 hectáreas, y además la única en que se extrajo sal de manera industrial; reúne todas las características de las saladas, por lo que proponemos hacer un alto junto a los edificios y recorrerla a pie. Si en nuestro primer recorrido no nos decidimos a rodear la salina de la Playa, tras ver la casa de la sal y las eras de evaporación de la halita, retornaremos sobre nuestros
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ruta de las saladas
Laguna de la Playa
18.4 km., giramos a la derecha. Quinientos metros más adelante entramos en la salina de La Playa.
20.5 km., giramos a la izquierda. 24.1 km., a la derecha la Laguna del Pueyo.
25.4 km., seguimos por el camino de la derecha, y a la derecha queda la salada del Pito. 26.5 km., giramos a la izquierda. 27.8 km., seguimos recto. 27.9 km., seguimos recto, a la izquierda. Línea de alta tensión.
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pasos para, una vez en la carretera de Sástago, girar a la derecha para tomar el primer camino al este. Bordeamos la salada por el norte y, si está llena, no tardaremos en ver algunos patos y limícolas. Estamos muy lejos para escudriñar con nuestros prismáticos. El catalejo puede resultarnos muy útil, aunque tal vez insuficiente. Transitamos por Plana Lobera, de sugestivo nombre, coronada por un pequeño cerro de nombre Muga, de reminiscencias vasconas, que señala los avatares fronterizos de estos pueblos. Tras pasar por un par de mases de piedra caliza, cruzamos una vaguada al sur de la salada del Pueyo; en su inicio vemos la balsa de Usón, que bien puede servirnos para escrutar huellas y rastros. Los muros yesosos del norte de la salada contrastan con las suaves playas de las salinas. Un conjunto de mases al otro lado de la val nos permiten avistar a los primillas, si es verano, y a las grallas si todavía es temprano y no han salido de forma gregaria a recoger semillas e insectos. Un poco más adelante, avistamos la salada del Pito, la segunda más grande, y muy desconocida al estar alejada de la carretera. Su cubeta está profundamente excavada, al contrario que las otras que hemos visto, lo
ruta de las saladas
28.3 km., cruce, pero seguimos recto. 29.5 km., giramos a la izquierda.
31.2 km., cruzamos la línea de alta tensión; trescientos metros después, cruzamos línea Aragón-Cazaril. 32.1 km., giramos a la izquierda. 33.3 km., giramos a la derecha. 34.2 km., giramos a la izquierda. 35.5 km., seguimos recto. 37.4 km., cruce por el que seguimos recto. 39.9 km., salimos a la carretera girando a la izquierda.
que le da un aspecto singular. Se prolonga la laguna con una clota situada al este, lo que le da mayor sensación de amplitud. El muro yesoso y la clota ya son término de Bujaraloz. Llegamos a las Sueltas, y muy pronto a la carretera de Caspe, por la que continuaremos hasta encontrar una entrada para seguir por un camino paralelo. El excursionista no debe de ir despistado por esta ruta tan transitada. Atravesamos una val ancha con algún pozo que nos recuerda la necesidad del agua. Una línea de alta tensión con sus imponentes torres nos devuelve al dominio urbano. Pero aún no, seguramente veamos un águila real o quizá una culebrera, posadas en estas artificiales atalayas, otean atentas en busca de alguna presa fácil. En nuestro camino descubrimos las recachaderas (terrera común y marismeña) que se obstinan en ir delante de nosotros como un pequeño correcaminos. Mientras un bando de pardillos vuela compacto sobre los trigales. Subimos al plano y nos dirigimos hacia el Hoyo de Benamud, una clota interesante para las pequeñas aves esteparias. En esta llanada es fácil descubrir una auca (avutarda) que vuela hacia sus pastizales en la inmensidad de los cultivos. Ya avistamos Bujaraloz y allí nos dirigiremos para reposar nuestro sorpresivo viaje.
Huella del arrastre del terreno árido tras la lluvia
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ruta de las saladas
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Ruta a pie por las saladas de la Playa y el Pueyo
Esta laguna de forma irregular recuerda sobre el plano a un pez, cuyo ojo sería el islote excéntrico que está frente a los edificios. Su cubeta es conjunta con la salada de Pueyo y su perímetro supera los 7 kilómetros. Está excavada en estratos calizos, margas y yesos del Mioceno. Debemos huir del intento de atravesarla. Aparte de resultar agresivo, marcar las huellas en el inmaculado y horizontal limo, podemos encontrarnos con algún resbalón no deseado, o lo que es peor, atascados hasta la rodilla en su fango. Iniciaremos la visita en los edificios que servían de apoyo a la extracción de sal. El más grande, palacio según algunos autores, es una construcción ruinosa, enorme, asentada sobre grandes sillares de piedra arenisca, sus muros de ladrillo macizo aún muestran toda su solidez. En su interior hallamos egagrópilas de chuta, (lechuza común). Abajo se yergue el otro edificio, de dos plantas, contra terreno, su mejor fachada, la de las salinas con dos arcos de arenisca. Se encuentra rodeado de sisallos y sosas por su abandono. Hay a sus pies unas pequeñas eras, algunas enlosadas, y otras encementadas. Entre las grietas brotan Halopeplis amplexicaulis y Midrocnemum coralloides, con sus rojos brotes, soportando estoicamente la alta salinidad gracias a sus tejidos carnosos. Más rara de ver, dentro del agua, es la hepática, emparentada con los musgos, Riella helicophylla; ya que necesita estar encharcada para desarrollarse y por tanto sólo lo hace los años lluviosos con encharcamientos inverna-
Era para trabajar la sal
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ruta de las saladas
les más prolongados. El Limonium aragonense florece en julio regalándonos, con sus florecillas rosadas y blanquecinas, un poco de color en el árido estío. Mas cerca de los edificios el salau (Sueda vera) puebla los blancos suelos, con sus matas de carnosas hojas. La mayoría de estas plantas son paleoendemismos, especies exclusivas o casi exclusivas que hacen de Los Monegros una cuña del período Terciario enclavada en el corazón del Cuaternario, nuestros días. Delante de nosotros, un islote con rala vegetación, que puede escapar al llano salado. En verano, una costra de cristales salinos la hacen blanca, mientras que en el invierno, en los lluviosos, el oleaje, muy fuerte los días de cierzo, y el olor a salitre, nos trae recuerdos típicamente marinos. Seguro que no hemos resistido la tentación de pisar la orilla, esa sensación de pisar algo virgen se produce, la misma que se siente al pisar el manto inmaculado de la nieve recién caída. Pero cuidado con los resbalones y con los atascos. Seguimos el perímetro de la balsa en sentido contrario a las agujas del reloj. Tras una península, llena de eras de evaporación, llegamos a una edificación inacabada, la más reciente, probablemente de los años 60, que se utilizó como almacén de sal. A su lado, encontramos las eras de sal mejor conservadas, y muy cerca el pozo donde se extraía el agua subterránea que abastecía las salinas. Pasamos junto a un corralón de piedra caliza, del que desconocemos su uso. A veces las sosas y sisallos hacen dificultoso el camino. Algunos canales de drenaje de las salinas muestran su hue-
Microcnemum coralloides. Vegetación típica de las saladas
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ruta de las saladas
lla en el lodo cuando la laguna está vacía. Dejamos atrás las construcciones y seguimos hacia el sudeste subiendo ligeramente. A lo lejos el tintineo de las esquillas de un rebaño de ovejas nos hace recuperar uno de nuestros sentidos adormecidos por la vida urbana llena de ruidos... el oído. Aquí se puede oír hasta el silencio. Es tan importante el sentido del oído en estos rasos que los monegrinos llaman sentir al oír, dando a entender que es algo más que recibir sonidos. Un poco más adelante, el talud de la orilla se acentúa. Si la laguna está con agua es mejor subir a la orilla del campo. Antes de la subida vemos un cúmulo de pequeños “bichejos”, del tamaño de una cabeza de alfiler y color amarillento sobre un trozo de rama de una capitana medio corrompida, dentro del agua. ¡Atención!
Eucypris aragonica, crustáceo autóctono de las saladas monegrinas
Estamos ante una especie única en el mundo, exclusiva de nuestras saladas, el crustáceo Eucypris aragonica. Esta especie ha sobrevivido desde el Terciario, perpetuándose en el fenómeno endorreico. Es como si hubiéramos cambiado de era en este momento. El ruidoso reclamo, churr-chur-urr, de un bando de churras (ortega), nos devuelve de nuevo al período Cuaternario en un viaje instantáneo de millones de años. En la parte Mas al sur de la salina, la cuenca se estrecha con dos morrones de yesos que cierran la cuenca y provocan la separación de la salada de Pueyo de la Playa. En estos taludes vemos reflejados los estratos que se han erosionado para generar tan magnífica depresión. Este estrechamiento ha hecho que entre el cierzo y el oleaje se acu-
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mule una duna de sales y otros elementos. En este punto tenemos a nuestra derecha la salada de Pueyo, y a nuestra izquierda la Salina de la Playa. La sensación de desierto desde esta elevación... duna Almacén de sal es total. La carencia de verticalidad, solamente rota por las lejanas construcciones de la sal y los mases que se divisan en un tozal al este, hace de esta tierra plana una llanada de longitud y latitud infinitas. El ancho erial limoso, las planas que le rodean, los campos desiertos, el cierzo en el rostro y el horizonte ilimitado dan la máxima sensación de libertad que pueda sentir el ser humano. El reclamo de un algarabán (alcaraván común), contestado por otro, terliiz-terliiz, nos devuelve de nuevo a la estepa. Cruzamos con cuidado el istmo de lodos que separa las dos lagunas, es hora de regresar. Subimos al talud de yesos desde donde contemplamos los ralos romeros que pueblan las laderas que bordean la salada de Pueyo. Caminamos por el raso en dirección noroeste, descendemos ligeramente. Un sisote (sisón común) levanta vuelo, mostrándonos la causa de su nombre, ya que silba al aletear sus blancas alas. Desde aquí el salar se llena de destellos luminosos que reflejan los rayos del sol. A la derecha tres mases rompen la monotonía del páramo; sobre ellos revolotea una banda de grallas de patas royas (chova piquirroja), que contrastan su negro plumaje con el limpio azul. Ya llegamos frente a la casa de las salinas, y casi al final de la laguna. Al norte, en la carretera está la principal entrada de agua de la salina cuya cuenca supera las 3.400 hectáreas, si la consideramos conjuntamente con la de Pueyo. Al otro lado es muy probable que veamos un pequeño bando de recachaderas, se alza sobre el terreno para posarse en un campo cercano. Difícil de descubrir el rocín (alondra de Dupont) emite su característico canto, que le da su nombre vernáculo, entre los espartos. Recorremos el escaso tramo que nos separa de las eras de la sal, concluimos el recorrido perimetral, con ganas de repetirlo en otras saladas. El excursionista sólo verá la laguna en alguna de sus facetas,
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por lo que la ruta no está completa si no se recorre en todas las estaciones. Es cuestión de regresar a esta plana de tintes orientales en la Europa occidental. Presenciamos la antigüedad de las estepas monegrinas: su vida es fruto de ecosistemas que se han visto fragmentados, de especies aisladas que han conseguido sobrevivir a las glaciaciones, cambiando de era sin inmutarse. Son organismos exclusivos, irrepetibles en el tiempo y únicos en todo el planeta, que han sobrevivido gracias a los respetuosos usos tradicionales de la tierra por parte de los monegrinos.
RUTA POR LA VALCUERNA: CIERVOS EN LOS MONEGROS El área de la Valcuerna es, por su diversidad, uno de los enclaves más ricos de Los Monegros, desde el punto de vista natural. En este punto confluyen el único curso de agua permanente que se origina y termina en Monegros, los acantilados de estratos calcáreos del barranco y del Ebro, un lago artificial de más de 400 km. de costa, una importante área boscosa autóctona de características únicas, las últimas saladas y la estepa cerealista. No en vano en este contorno confluyen las ZEPAS (Zona de Especial Protección para las Aves) de La Retuerta-Saladas, de características esteparias, y la de La Valcuerna Serreta Negra, representando el bosque mediterráneo.
El curso de agua se abre paso entre la espesa vegetación del barranco de la Valcuerna
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Como en todos los órdenes de la vida, esta característica de fronterizo multiplica su biodiversidad de manera exponencial, de forma que las rutas que proponemos aquí pueden considerarse como el auténtico resumen de la naturaleza monegrina. Aunque, claro está, como en todo resumen, alguna especificidad se escapa de este ámbito. Supone, en definitiva, un auténtico paraíso de la flora y fauna ibéricos.
Ponemos el cuentakilómetros a cero. 0.1 km., desechamos un camino a la derecha y seguimos recto. A 50 m. Más adelante nos encontramos con una bifurcación que no tomamos.
LA RUTA: Empezamos el recorrido bajo el puente de tres ojos de la N-II sobre el barranco. En la salida, un arrullo pertinaz de la tórtola turca nos despedirá. Seguimos hacia el sudeste, por el camino trazado junto al cauce tras su canalización. Nada más salir, pasamos bajo el cortado de la ermita de Santa Quiteria, omnipresente en Los Monegros. Si el viajero tiene tiempo, no dude en subir; ya que desde allí se ofrece una bonita vista sobre el pueblo con su caserío escalonado en la ladera, al amparo del cerro llamado del Castillo.
0.7 km., cruce donde seguimos recto.
El cauce, aunque canalizado sin miramientos, aún ofrece algún interés. Es fácil ver cigüeñuelas picoteando en el agua, justo a la altura de la ermita, y oiremos el canto llamativo de la tórtola turca. Mientras los vencejos y golondrinas capturan insectos con ruidoso vuelo, puede que veamos algún gavilán que intenta cazarlos para alimentarse.
1.6 km., cruce, por el que seguimos recto. A la izquierda, la Balsa Loren
El camino, bordeado de sosas, pasa junto a tres puentes que cruzan el barranco hacia su margen derecha. Al llegar al tercero, vemos a nuestra izquierda los terreros de la balsa Loren. Esta balsa, que casi no se usa para abrevar el ganado, tiene una tupida vegetación de aneas y carrizos, a cuyo resguardo anidan varias especies de acuáticas, como la polla de agua y el azulón. Tiene adosada a sus terreros las ruinas de una tejería, donde se hacían las tejas que cubren la mayor parte de las casas y mases del pueblo. Las ruinas aún muestran el arco del horno para cocer estas tejas y también ladrillos. La arcilla la proporcionaba la limpieza anual de la balsa y la leña, sobre todo de romeros, las laderas próximas al barranco.
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3.1 km., cruce por el que seguimos recto. 50 m. Después, giramos a la derecha.
Si cruzamos el puente que hay junto a la balsa, y tras pasar por un corral de ovejas de reciente construcción, girando a la izquierda y en el primer cruce a la izquierda, llegaremos a una chopera, repoblada, sin demasiado interés botánico. Pero a ella acuden a dormir los viñargüelos (abejaruco) cuando han salido del nido, en número que a veces supera el centenar, ofreciendo al observador un espectáculo multicolor inigualable. Se pueden ver en la chopera las primeras marcas que delatan la presencia de los ciervos que comen la corteza de los ejemplares jóvenes. Al lado de esta masa arbórea, hay dos hornetes de yeso que conservan su estructura en buen estado.
5.150 km., bifurcación, nos desviamos al derecha.
Seguimos adelante por la margen derecha del barranco. Aguas abajo, las riberas van, tímidamente, poblándose de tamarices, que brotan entre el enlosado y en las márgenes de los campos de cultivo. En el cauce pueden verse algunos ejemplares del galápago leproso, abundante todavía en la Valcuerna. Es fácil observarlo sobre todo tomando el sol, en primavera y en otoño, en alguna de las piedras que sobresalen del agua. En verano, este quelonio tiene hábitos más crepusculares y es frecuente verlo cruzando torpemente los caminos. La gallineta ciega (chotacabras), muy abundante en la zona, muy abundante en la zona, nos sorprenderá, al amanecer o en el crepúsculo. Seguimos el cauce y solamente algún grupo de patitos detrás de una hembra de azulón rompe la monotonía. El camino discurre sin mayores alicientes hasta que llega a una bifurcación en la que, en una isleta, han respetado una sabina albar centenaria, de fruto gris azulado, no muy grande. Se trata de un ejemplar de sabina (Juniperus thurifera), probablemente el último que veamos, ya que a partir de ahora serán ejemplares de menor porte de su pariente la J. phoenica. De hecho, a lo lejos, en las laderas de la margen derecha, el matorral se convierte en bosque. Y entre los pinos carrascos ya destacan las negras sabinas de fruto rojizo.
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ruta por la Valcuerna
6.9 km., cruce, que seguimos recto. 7.3 km., pasamos por debajo del puente de la Valcuerna. 7.6 km., cruce donde giramos a la izquierda.
Enseguida llegamos al puente de la Valcuerna, puente de piedra de principios del siglo XX, de bonita estampa. Ya estamos en presencia de imponentes acantilados de estratos calizos, tanto a la derecha, antes de cruzar la carretera bajo el puente, como a la izquierda, donde la altura es más impresionante. En la peña de la izquierda del barranco crece, de manera oportunista, una higuera, cuyas semillas han sido transportadas por algún pájaro ladrón de higos. Estos cantiles son el biotopo ideal para especies como el avión roquero, paloma zurita, culiblanco negro (collalba negra) y aviones comunes. Todos ellos fáciles de ver si nos acercamos al risco.
Galápago leproso
7.7 km., giramos a la derecha.
También hay en los roquedos de la derecha (km. 6.9) dos caleras (hornos de cal) que tenían la caliza, su materia prima, próxima sin esfuerzo. Encontramos una tercera calera a unos doscientos metros en el mismo cantil en dirección a Candasnos. Poco después termina la canalización del barranco. La vegetación que lo bordea se convierte en un exuberante bosque de tamarices, que en verano contrasta su color glauco con los ocres y amarillos de los rastrojos que lo circundan.
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Sosa
Es muy probable que encontremos bandos de perdices saltando a nuestro paso, abundantes, y conejos, recuperados ya, corretean cruzando el camino, raudos, al amanecer y en el crepúsculo. Tiene el viajero que abrir bien los ojos, si ha madrugado, puesto que en los cultivos que lindan con el bosque pueden aparecer los ciervos de un momento a otro pastando plácidamente. Puede sorprenderle también un popute (abubilla), que se posa en un montón de piedras, erizando su cresta multicolor.
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9.9 km., cruzamos el barranco de la Valcuerna.
Un poco más adelante, el camino cruza el barranco que quedará ahora a nuestra izquierda. En el momento del cruce podremos ver el bosque de galería en su plenitud. Los tamarices forman un autentico túnel encima del agua y las riberas son impenetrables. Las abiertas ramas de las tamarices se entrecruzan y cierran, junto con las sosas y sisallos, el paso de cualquier persona. Sólo desde el cauce puede accederse, no sin dificultad, al tamarigal.
12.2 km., bifurcación donde nos desviamos a la izquierda.
Los cortados de calizas son constantes en la margen derecha, mientras que en las laderas de la izquierda, más umbrías, el bosque llega hasta el camino, salvo si se interpone algún cultivo. En esos precipicios, encuentra el lugar idóneo para anidar el águila real, que alterna en la zona las localizaciones rocosas y las boscosas de sus nidos. También el búho real encuentra en estas paredes su biotopo para anidar. Puede el observador descu-
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brirlo dormitando durante el día tras la ajetreada caza nocturna. Tras pasar un mas de ladrillo, llegamos a una zona de umbría en la que podremos gozar de todo el esplendor del otoño gracias al terebinto, árbol o arbusto cuyas hojas caen en otoño, concediéndonos esa gama de ocres que contrastan con el verdinegro monte de pinos. Su pariente, el lentisco, dará un verde vivo que completará la paleta de colores, única en este retazo caducifolio del bosque. Le acompañan para dar colorido el arce escarrio, abundante también en las umbrías y, a orillas del pantano, los chopos. El barranco queda encajonado bajo nuestros pies. Si nos asomamos a mirarlo, entre los tamarices, a duras penas, podemos divisar el agua que nos arrulla incesantemente con su rumor. Por su izquierda (km. 15.4) llega un afluente seco de Candasnos, que ha excavado un profundo cañón de tierra que resulta ideal para que los viñargüelos caven sus nidos terreros. 15.8 km., balsete de piedra. 16 km., nos desviamos a la izquierda. 16.7 km., giramos a la izquierda. 17.6 km., seguimos recto, desechando un camino por la izquierda.
18.1 km., Refugio de Pescadores. 19.5 km., desechamos un camino por la izquierda y seguimos recto. 20 km., llegamos al pantano y volvemos por el mismo sitio. 22 km., giramos a la izquierda. 400 m. Después desechamos un camino por la derecha y seguimos recto.
Un poco más allá, un balsete de piedra merece un minuto de atención. En su costado un gran terebinto crece dotado de una privilegiada humedad. Tiene la balseta una curiosa escalera que recorre el muro en redondo dando la sensación al descenderla de bajar a la mazmorra de algún castillo imaginario. En la ladera, el Boleum asperun es sorprendentemente abundante. Un par de kilómetros más abajo, llegamos al pantano de Mequinenza, que remansa al Ebro hasta inundar el barranco. Allí desemboca el arroyo de la Valcuerna con su agua blanda. Un refugio de pescadores en un cerro actúa de excelente mirador. Si hay suerte, un grupo de ciervos abandonará rápidamente la orilla donde ha acudido a beber y se internará en el pinar estrepitosamente. Un camino a la derecha nos conduce por el lateral del remanso hasta unos varellos en la que los chopos (álamo negro) y los tamarices compiten con avidez por el suelo. Si el viajero quiere gozar de una excelente vista,
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ruta por la Valcuerna
Ponemos el cuentakilómetros a cero. Cruce de la Val de Bujaral, seguimos recto.
0.7 km., a la derecha cortado interesante.
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no dude en escalar el cerro más próximo hasta su cima, desde donde disfrutará de la plenitud de este tramo recóndito del Ebro. Volvemos sobre nuestros pasos para seguir hasta el cruce de la Val de Bujadal. Ya en la val, a unos pocos metros, encontramos un atractivo cortado justo encima del camino. No es excesivamente alto, pero su sucesión de estratos de diferentes colores, rojizos, blancos y grisáceos, lo hacen muy interesante. Este cantil alberga los rupestres nidos del avión roquero, casi al alcance de nuestra mano. Son innumerables y se alinean casi contiguamente bajo un estrato calizo de punta a punta de la roca. No son los únicos habitantes de este risco en forma de media luna; en la parte más alta, sobre un saliente, hay un nido de alguna rapaz señorial que domina la val llena de cañafernas. El cantil es fruto de la erosión diferencial de los diferentes estratos que lo componen. Los de abajo más blandos que los que les cubren han sido lamidos durante milenios por el agua de la val de Bujadal. Estos estratos superiores están formados por materiales que rellenaron en épocas remotas los paleocanales, ríos antiguos, cuya cuenca se llenó con areniscas o calizas, materiales más d u r o s que los que les rodean, margas y arcillas. Este fenómeno conlleva la vertiTerevinto junto a un balsete de piedra calidad
ruta por la Valcuerna
Cortado de calizas
del muro al actuar estos estratos superiores más duros como barrera contra la erosión producida por la lluvia. En este caso, los estratos superiores sobresalen incluso de los inferiores. En la parte alta del acantilado, bajo un grueso estrato de yeso, se aprecian cristalizaciones de este mismo mineral en forma de rosas del desierto. No lo dude ni un momento, deténgase y goce con su observación.
2 km., seguimos recto. 3.7 km., bifurcación que tomamos por la derecha.
Tras este receso seguiremos val arriba y, a unos tres kilómetros, donde la val es más estrecha y umbría, encontramos la explicación al nombre de la val: un buen número de matas de boj componen el estrato arbustivo de esta porción del bosque. Está situado a una altitud de unos 200 m. sobre el nivel del mar y que es quizá un recuerdo de las lejanas glaciaciones. No es el único arbusto interesante y, aunque sería prolijo enumerarlos todos, no se puede dejar pasar por alto la zocollada, arce escarrio, alaterno, éfedras, oliveretas o acebuches y también jazmines. En este rincón la sensación de frescor es inigualable. Seguimos ascendiendo por la val y los campos de cultivo aparecen de nuevo, ya que
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el Bujadal se ensancha. Es terreno abonado para que los venados se vean sorprendidos pastando en los campos.
5 km., seguimos recto. 6.8 km., seguimos recto, desechando un camino a la izquierda.
En primavera, tras los partos de mayo, las hembras con sus cervatos nos deparan una escenas inigualables. Si es un grupo de machos lo que avistamos, gozaremos de sus poderosas cuernas en plenitud a partir del verano. En octubre es la época de la berrea. Entonces los machos recelan su harén de hembras. Sus bramidos, que se pueden escuchar al amanecer, son francamente impresionantes. Desde aquí hasta el grupo de mases de la Balsa Roya, casi es difícil no avistar algún venado, cualquiera que sea la hora del día. Aunque, para verlos en su plenitud, hay que estar allí al amanecer. Después estos animales se retirarán a rumiar a la sombra de una buena muela de coscollos.
Los tamarices verdean las riberas del barranco
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Llegados al llano, los cultivos dominan ampliamente sobre el bosque que se contempla a lo lejos. En este tramo, las cogujadas nos acompañan por el camino. Pronto llegamos a la balsa Roya. Este es un conjunto de mases que se aglutinan alrededor de uno principal, sobre el que destaca una torreta de piedra en la que hay un “molino” que sirvió para generar energía eléctrica para los habitantes de la casa. La mayor parte de los mases están bien conservados y en sus tejados anidan los cernícalos vulgares y primillas. Las picarazas juegan seguras de encontrar un trozo de pan del almuerzo de los guardas de la torre contra incendios que se ve a lo lejos. En este punto proponemos dos rutas, apéndices de ésta, que aconsejamos se sigan a pie, aunque se pueden hacer en coche.
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La bajada del Penoso
Ponemos el cuentakilómetros a cero. Balsa Roya, nos dirigimos hacia el este. 0.2 km., cruce triple, giramos a la izquierda.
Nos encontramos, como ya hemos dicho, en los mases de la Balsa Roya, y cogemos el camino que está al lado del más derruido, en dirección este. A unos doscientos metros nos encontramos con un cruce triple, tomamos el camino de la izquierda, que va perfilando la delimitación entre los municipios de Fraga y Peñalba. El camino que seguimos es recto, siempre fijándonos en las tablillas que marcan los
Nidos de viñargüelos
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ruta por la Valcuerna
0.6 km., se incorpora un camino por la izquierda, seguimos recto. 2.1 km., a la izquierda, Mas de la Águeda. 11.8 km., Peña Valcarreta. 13.8 km., giramos a la izquierda.
15.6 km., seguimos recto, desechando un camino por la derecha. 16.3 km., cruce, seguimos por el camino de enfrente. 17 km., giramos a la derecha.
límites municipales, desechando los distintos caminos. Durante el trayecto, la vegetación que nos rodea está formada por oliveretas (acebuche) y lentisco, especies típicas de la región mediterránea. Sobrevolándonos, seguramente podamos ver alcaudón común. A la izquierda del camino se encuentra el denominado Mas de la Águeda, que está bastante bien conservado. Comienza el camino a descender por una zona boscosa y con abundantes curvas. A la derecha nos acompaña el Barranco de Valcarreta, que poco después comienza a estrecharse. Esta zona está poblada por numerosos pinos carrascos, entre los cuales no sería nada extraño encontrarnos con algún que otro venado, especialmente machos jóvenes, que van buscando su alimento. Unos quinientos metros más adelante dejamos a la derecha una balsa vacía, y nos llama la atención un curioso puente de piedra. Si pasamos al atardecer o bien de mañana, podemos sorprender a algunas hembras de ciervo con sus crías pastando en los rastrojos. Llegamos al punto donde el Barranco de Valcarreta desemboca en el Barranco de la
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Valcuerna. Hay que destacar los cortados que hay a la derecha del camino, en el barranco, en el que podemos ver diversos nidos de viñargüelos (abejaruco). Si seguimos el camino recto, hasta llegar a la carretera comarcal que va de Caspe a Candasnos, volvemos a encontrarnos en el camino de la Valcuerna.
Monegros es un paraíso para los entomólogos
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Ponemos de nuevo el cuentakilómetros a cero. Salimos de la Balsa Roya, nos dirigimos hacia el este. 0.5 km., seguimos recto. Hacemos lo mismo 100 metros después. 1.4 km., seguimos recto.
2.6 km., seguimos recto, por el camino de la huega. 3.2 km., seguimos recto. 50 m. después, cruce, donde seguimos por el camino del centro. 3.8 km., seguimos recto, por el camino de la huega. 4.2 km., bifurcación, tomamos el camino de la derecha. 400 m. Más adelante, desechamos un camino por la izquierda y seguimos recto. 6.4 km., seguimos recto. 6.7 km., El Porterón. 7.2 km., giramos a la derecha.
El pilón de Crispín
Volvemos a salir de los mases de la Balsa Roya, y cogemos de nuevo el camino que está al lado del más derruido, hasta tomar el camino que discurre paralelo a la delimitación entre Fraga y Peñalba y que, ya en el km. 3.4 (El Puntarrón), pasa a ser la de los municipios de Caspe y de Peñalba. A la izquierda del camino, dejamos la Paridera del Cabrero. Durante este trayecto, podemos observar el vuelo de las alondras, coculladas, y también notaremos la presencia de las chovas. Siguiendo el mismo camino citado, las tablillas de los cotos municipales nos irán guiando por un paisaje escaso de vegetación arbórea; aunque aparecen ejemplares de pino carrasco dispersos, como el que podemos observar sobre el km. 2.8 en la parte izquierda del camino. Pero lo que sí que veremos con bastante abundancia son coscollos (coscoja), romeros, etc. Llegamos a un cruce y nos internamos por el camino del medio. A la izquierda de este camino aparece una balsa, denominada la Marga de Suárez, donde se pueden ver las churras (Gangas) saciando su sed. No es nada extraño que alguna que otra liebre nos aparezca por el camino. Las margas son acumulaciones de carbonatos cálcicos, arcillas y arenas. Tomamos el camino que sigue recto hasta que comienza a verse el bosque de pino carrasco y de sabina negra. Seguimos el camino hasta el km. 3.4, donde llegamos a la Punta del Morterón, cruzamos la huega entre Caspe y Fraga, pero sin dejar la de Peñalba y Caspe. Vemos durante el camino que la vista que nos ofrece la naturaleza está cargada de monte bajo, es decir, de coscollos, romeros, etc. Siguiendo este recorrido, a nuestra izquierda queda la Val del Buitre. Nosotros seguimos en dirección sur, y poco a poco, ascendemos, entre bosques de pinos de Alepo, donde parasita el vezque (muérdago)
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ruta por Jubierre
y de sabinas negra (Juniperus phoenicea). Siempre pendientes de poder sorprender en vuelo al águila real, a alguna tórtola, aviones roqueros y farcinos (vencejos).
8.3 km., nos incorporamos a la Val del Buitre. 8.7 km., giramos a la derecha. 8.9 km., bifurcación, tomamos el camino de la izquierda. 9.4 km., cruce triple, giramos a la izquierda. 11.1 km., seguimos a la derecha.
Cuando llevamos alrededor de unos 10.9 km. desde que volvimos a poner el cuentakilómetros a cero, ya hemos acabado el ascenso, y hemos llegado al Pilón de Crispín. Una vez aquí, podemos aparcar el coche y disfrutar de las magníficas vistas que el lugar nos ofrece. Estamos a 364 metros sobre el nivel del mar, y desde este lugar observamos un bonito paisaje: por un lado, vemos la vegetación ribereña, que protege y acompaña al río Ebro; y por otro, vemos una imagen más árida y de tonalidades amarillentas, provocadas por los cultivos cerealistas del paisaje monegrino.
RUTA POR JUBIERRE Estamos ante uno de los paisajes erosivos más bonitos del valle medio del Ebro. La singularidad de este enclave radica en el que los estratos de areniscas protegen de la erosión a las multicolores bandas de arcillas y margas que se erosionan caprichosamente sin su protección. Los blandos sedimentos, pigmentados por la presencia de hierro y otros minerales, se disuelven con las escasa lluvia, dotando a este paraje aislado de un colorido inusitado, sobre todo cuando su faz es lavada por el agua de lluvia. Por otro lado, su situación permite un paso extremadamente rápido entre el desierto y el bosque. En apenas unos cientos de metros, transitamos desde este espartal, dominado por cerros testigo erosionados, al pinar de la Sierra de Sijena. Estamos ante uno de los pocos espartales, situado en un fondo de val, que por razones edáficas no goza de presencia arbustiva ni arbórea, si exceptuamos las orillas de las barranqueras. Se extiende entre la confluencia de los ríos Flumen y Alcanadre y Jubierre. Su facilidad para erosionarse ante las avenidas de las tormentas y cierta presencia de sal lo hacen permanecer inculto a pesar de su escasa pendiente. La lejanía de las vías asfaltadas hacen de Jubierre un rincón desconocido de Los Monegros, en el que se disfruta de lleno de la sensaciones que transmite el desierto.
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ruta por Jubierre
Toponimia A todas luces, Jubierre es un topónimo de origen prerromano, vascón, como Javierre, Javierregay en el Pirineo de Huesca o Javier, el municipio navarro. La raíz primigenia sería “etxe – berri” que significa casa nueva en vasco. Lo más probable es que el topónimo viajara ya construido con los rebaños trashumantes y el pastor que le puso nombre a la zona lo hiciera como consecuencia del origen de él mismo (Javierregay por ejemplo) o como alusión a algún paraje erosivo de cierto parecido en sus valles natales. Jubierre debió de ser además una zona propicia para pastar, ya que en ella hay una carencia total de arbustos y árboles por las características del suelo. Esto hace que aún hoy sea un espartal extendido y un lugar idóneo para pasar el invierno los rebaños de ovejas trashumantes. Una reflexión: Si Jubierre es un tóponimo prelatino, ibero o vascón, ¿no será Alcubierre el derivado árabe de Jubierre: Al Jubierre?
LA RUTA
Ponemos el cuentakilómetros a cero. 1.4 km., cruzamos el colector. 2.4 km., seguimos recto. 3.7 km., aparece un camino por la derecha, pero seguimos recto. 4 km., seguimos adelante y hacemos lo mismo tras recorrer 900 metros. 5.3 km., a la izquierda el río Alcanadre.
Salimos de Sena, pueblo de unos 600 habitantes, donde podremos abastecernos de todo aquello necesario para nuestra excursión. Salimos hasta la carretera Huesca- Fraga (A-131), y vamos en dirección Huesca. Una vez pasado el kilómetro 66, entramos por el primer camino que hay a la izquierda. Durante este recorrido comprobamos el contraste entre zonas de secano extremo (sierra de Jubierre) y el nuevo regadío que ha llegado a estas tierras (ribera del río Alcanadre). Empezamos contemplando un paisaje de cultivos en regadío; hasta los campos de alfalfa y de maíz se acercan las golondrinas a cazar mosquitos para alimentarse. Conforme transitamos por el camino, en el horizonte, al fondo siempre, una imagen espectacular, que es la propia sierra de Jubierre. Bordeamos la orilla izquierda del río Alcanadre, que está cubierta de una espléndida vegetación ribereña, formada por ejemplares bastantes numerosos de chopos, sauces y
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ruta por Jubierre
tamarices, todos propios de los sotos fluviales. Es entonces cuando empezamos a notar la presencia de las garcetas comunes y de grupos de ánades reales por el cauce del río o revoloteando en sus alrededores. Junto al camino se propagan las choperas, y entre ellas escuchamos el sonido singular del viñargüelo (abejaruco). No es difícil cruzarnos de vez en cuando con alguna cocullada (cogujada común), que es un pájaro pequeño propio de terrenos secos y abiertos, muy ligado al suelo, donde construye sus nidos y buscan su alimento, ya sean semillas o insectos. 6.1 km., cruzamos el río Alcanadre, 600 m. después, giramos a la derecha. 6.9 km., hacia la izquierda se ve la ermita de San Miguel, pero seguimos recto. A la derecha, barranco de San Miguel. 7.5 km., a la izquierda, barranco de La Mata.
Si hasta ahora veíamos chopos, una vez que hemos cruzado el puente sobre el río Alcanadre nos encontramos con bosquetes de ellos a ambos lados, debido a que esta especie arbórea tienen su hábitat en suelos húmedos cercanos a un curso de agua. Seguimos y, más adelante, a la derecha del camino, vemos el barranco de San Miguel, donde el paisaje comienza a cambiar considerablemente. Seiscientos metros después, a nuestra izquierda, se encuentra el barranco
La erosión descubre los estratos coloreados de la tierra
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de la Mata, que más tarde cruzaremos. En este barranco abundan los tamarices, que protegen el suelo frente a la erosión de las escasas pero fuertes lluvias torrenciales, y las ginestras (retamas), que se trata de un arbusto compuesto de ramillas mimbreras. Puede sorprendernos, en verano, los cudiblancos rubios (collalba rubia) aleteando por los alrededores.
9.2 km., a la derecha, paridera de las Vacas. 200 m. después, a la izquierda, la balsa de Las Vacas.
Más adelante, a nuestra derecha, nos encontramos con un corral antiguo, llamado paridera de las Vacas, y doscientos metros después, a la izquierda del camino, encontramos una balsa con el mismo nombre, balsa de las Vacas. En esta balsa, que a veces se seca, veremos un tamarigal. El topónimo “de las Vacas” probablemente proceda de la existencia de vacas, que pastaban en los sotos del río Alcanadre, inundados frecuentemente por las avenidas, antes de la regulación de su cuenca. Gracias a esto generaban pasto fresco durante el verano. A partir de aquí cambiamos de paisaje y accedemos a una zona de montes de porte desértico, con abundancia de esparto y algún ejemplar disperso de sabina de pequeño tamaño, que soportan las extremas condiciones climatológicas. Pero siempre existen especies animales que prefieren este clima; entre ellas, algunas rapaces y la curruca rabilarga, que se esconde entre los sisallos del borde del camino. Al este, los cerros erosionados de Cobeta y El Cuarto se recortan contra los farallones de la sierra. Parece que el bosque que corona la sierra se desplome en cascada sobre la plana erosionada. La sierra de Jubierre destaca por las incisiones lineales que presenta su terreno limoso, denominadas formaciones de tollo, y de los cerros testigos, formaciones supervivientes de lo que fue el suelo, pero que debido a la fuerte acción erosiva han ido disminuyendo progresivamente. Estos tollos son habituales en los barrancos de fondo llano; destacan sus paredes verticales, aunque no son muy
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ruta por Jubierre
altas. Estos barrancos son producto de las lluvias torrenciales, que son escasas y en cortos periodos de tiempo, pero que caen con una fuerte violencia.
9.5 km., a la derecha, tozal de Colasico
Seguidamente entramos en la sierra de Jubierre. Las lascas de arenisca, como boinas, protegen los cabezos dando un aspecto fantasmal al conjunto. A la derecha, tenemos una llanura árida y de escasa vegetación, donde llama la atención el tozal de Colasico, una formación arcillosa protegida gracias a las capas de areniscas de los paleocanales, pro-
Tozal de Colasico
ducto de la fuerte actividad erosiva, y que forman estructuras curiosas. Un autentico tótem de aspecto lunar.
10.1 km., seguimos recto.
10.2 km., giramos a la izquierda.
Se recomienda al viajero detenerse e ir a pie. Para llegar hasta él, recorremos una llanura donde domina el esparto y en la que algunos romeros osan enraizar. Se trata de la especie vegetal adaptada a las complicadas condiciones de los suelos salinos limosos. Mientras descubrimos la espectacular formación geológica, podemos ver volar algún ejemplar de águila culebrera y también alguna collalba negra que casi trepa por el risco con su forma de volar. En el propio tozal crecen las zocolladas.
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ruta por Jubierre
Tras admirar estas formaciones, seguimos nuestro camino, acompañados del aroma de los numerosos romeros de las orillas de los barrancos (clamores).
11.6-13.2 km., comienza el ascenso, con una subida pronunciada, pero con un buen firme. 13.5 km., desechamos un camino a la derecha y seguimos recto.
Mientras ascendemos, podemos contemplar el impresionante paisaje que esta sierra nos ofrece. Por un lado, tenemos las vastas zonas planas atravesadas por barrancos laberínticos, donde se combinan los tonos amarillentos, rojizos y grises del suelo despojado y los pardos y grisáceos de la vegetación; forman un mosaico de matorrales de un tamaño mediano y de aspecto ligero (ontinas, esparto y sisallos) y se combinan con otras zonas aisladas de depósito de sales, que casi no tienen vegetación, excepto alguna mata dispersa, de porte rastrero. Y por otro lado, vemos diversas formaciones, como son los tozales o cerros, testigos de múltiples formas.
Ganga
14.2 km., bifurcación, nos desviamos a la izquierda. 14.8 km., giramos a la izquierda. 50 m. después, cruce con isleta, giramos a la izquierda.
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Seguimos el camino y empezamos a notar la presencia del pino carrasco, especie arbórea que se desarrolla en suelos margosos y yesosos. Estos bosquetes de pinos permiten el crecimiento de un sotobosque rico y variado, dominado principalmente por arbustos de gran talla, como son el coscollo, el escambrón y los romerales. Continuamos el camino hasta llegar a un lugar donde podemos admirar una impresionante vista panorámica y comenzamos a ascender por una pendiente pronunciada pero con buen firme. Conforme vamos remontando el camino, va aumentando el número de pinos. Pinos colgados entre la
ruta por Jubierre
pendiente fuertemente erosionada, llena de piedras sueltas, denominada canchal, y que dan sensación de inestabilidad.
15.8 km., a la derecha, corral de Colasico. A la izquierda, vista panorámica. 16.3 km., a la derecha, masada Arnal.
Continuamos por el camino hasta encontramos a la derecha del camino con el corral de Colasico. Si decidimos bajar y echarle un vistazo, también podemos admirar las vistas impresionantes que desde allí hay sobre los barrancos de Jubierre. Cuatrocientos metros después, encontramos otra construcción interesante, la masada Arnal, que se trata de un arnal de piedra, que es donde se colocaban
Los contrastes nos sorprenden por doquier en Los Monegros
las colmenas, y por sus alrededores podemos toparnos con alguna recachadera (terrera común) sobrevolándonos. 17.1 km., nos desviamos a la derecha. 600 m. después, giramos a la izquierda. 18.9 km., seguimos recto.
Vamos a seguir hacia delante por el camino, aunque atentos a las instrucciones que se dan sobre los desvíos existentes, es un camino complicado. Mientras transitamos por las vales, veremos cómo aparecen sabinas en sus márgenes. Recorreremos el Rincón hacia la val del Juicio. Este tramo citado discurrirá
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ruta por Jubierre
Jubierre depara al viajero parajes de erosión y silencio
19.2 km., nos incorporamos y seguimos a la derecha. 19.8 km., seguimos recto. 20 km., nos desviamos a la derecha. 20.7 km., giramos a la izquierda. 22.7 km., seguimos recto. 23.2 km., bifurcación, tomamos el camino de la derecha. 100 m. más adelante, cruce triple, tomamos el camino del centro. 24.3 km., seguimos recto. 24.6 km., se incorpora un camino por la derecha, pero seguimos recto.
sobre la propia sierra de Sijena, bordeándola y, a su paso, observando todos sus barrancos y extraordinarias formas creadas debido a la fuerte erosión. La vegetación por esta zona no es muy abundante, ya que estamos de nuevo entre extensiones agrícolas y semidesérticas. Aunque de vez en cuando nos encontraremos con algún ejemplar de sabina, como la que se encuentra en el inicio de la val del Juicio, la primera es doble y puede llegar a tener alrededor de unos 500 años. También podremos ver otro ejemplar, cuando lleguemos a un cruce, donde seguiremos por el camino del medio, y a la derecha se encuentra la paridera de Galindo, en cuyos tejados revolotean las picarazas. Ya estamos en la pista principal de la sierra de Sena. Más adelante la encontraremos asfaltada. Junto a la paridera, hay una balsa en la que el observador podrá rastrear al jabalí, abundante en la sierra, y en verano ver la ranna perezi, exclusiva de Monegros, tras un recorrido por un camino salpicado de mases, en los que primillas, palomas zuritas y tordos comparten sus cubiertas. Hasta llegar a la pista asfaltada, recorreremos un camino donde vamos a encontrar almendros, acompañados por los can-
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ruta por Jubierre
27.7 km., comienza la cuesta asfaltada. 35.4 km., cruzamos el río Alcanadre; 500 m. después, a la derecha, el monasterio de Sijena. 36.8 km., nos incorporamos a la carretera.
tos de las currucas y de las golondrinas. Seguidamente observaremos las vales pobladas de sabinas, más resistentes, mientras que los pinos carrascos pueblan las laderas. Ya entramos en la pista asfaltada, que continúa, en un descenso sinuoso, durante toda la pendiente. Cruzamos el puente sobre el río Alcanadre y unos trescientos metros más adelante, a la derecha, veremos el monasterio de Sijena, declarado Monumento Nacional en 1923, cuya visita es imprescindible. Cerca queda Villanueva de Sijena, localidad donde podemos degustar una excelente cocina monegrina.
Mantis religiosa
l
Ruta a pie por el arroyo de la Torre
Ponemos el cuentakilómetros a cero. Giramos por el camino de la izquierda.
Empezamos nuestra andada en donde el camino de Jubierre se encuentra con el barranco llamado arroyo de la Torre. Se recomienda realizar el recorrido por el fondo del barranco, caminando; aunque se proporcionarán las indicaciones del camino que va bordeando el barranco. El recorrido discurre recorriendo todo el barranco, hasta su final, donde se encuentran las torres de Buil, y pos-
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ruta por Jubierre
teriormente sigue la ruta que nos lleva directamente a la ermita de San Miguel de Castejón de Monegros.
0.9 km., giramos a la derecha.
El arroyo de la Torre es un barranco de dimensiones pequeñas, por el que no circula el agua en el invierno y gran parte del año, excepto días de fuertes lluvias torrenciales. En muchos tramos, sus bordes son escarpados y aparecen interesantes cortados arcillosos. Atentos a estos escarpes, algún agujero nos llama la atención. Se trata de recovecos producidos por una fisura en la lasca de arenisca que lo cubre. Nos asomamos a su inte-
9.5 km., a la derecha, Tozal de Colasico.
El verdor de los matorrales y los bosques rompe la monotonía en Jubierre
rior y descubrimos el nido de un avión roquero, tan rupestre que casi pasa desapercibido. La vegetación que aquí encontramos está formada por: tamarices, que sirven de protección frente a la erosión; romeros, matorrales poco densos de escaso tamaño que suelen habitar en suelos bastantes pedregosos; escambrones, matorrales altos, muy densos y frecuentemente espinosos; cañafernas (ferula loscosii), especie que tiende a aparecer en tierras profundas y nitrófilas, como son estos
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ruta por Jubierre
Río Alcanadre
cortados, gracias a la existencia de abundante materia orgánica y por las excreciones de las numerosas aves que por allí nidifican; y sosas. También encontramos algún ejemplar de sabina en el fondo del barranco, demostrando de esta forma la resistencia de esta especie arbórea, y en las laderas del barranco aparece el pino carrasco. Su primo, el ginebro (enebro), le acompaña en alguna ocasión, raspándanos con sus hojas puntiagudas.
2.5 km., giramos a la izquierda.
Mientras transitamos por zonas dominadas por los matorrales, la comunidad de aves es menos variada por la carencia de árboles; destacan entre ellas las coculladas montesinas y nada extraño sería toparnos con una banda de perdices correteando. Si observamos detenidamente los cortados arcillosos del barranco, podemos ver algún que otro nido de viñargüelo (abejaruco), y sorprenderlos sobrevolando la zona, proporcionando un bonito colorido. Otra especie de ave que podemos ver es la churra (ganga común), especie sedentaria considerada especie vulnerable, causa de la caza abusiva y de la pérdida de zonas áridas que constituyen su hábitat; y, el cudiblanco rubio (collaba rubia), cuyo hábitat son las zonas abiertas secas con
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ruta por el río alcanadre
arbustos dispersos. Si el caminante sube a la orilla derecha del barranco y vuelve la vista atrás, encontrará a lo lejos la punta del Altar, cuya forma de ara rompe el paisaje. Se trata de otro tozal protegido por una impresionante lasca de arenisca que le da su religioso nombre. A él podemos acceder remontando, barranco arriba, el barranco de las Huega; si el caminante tiene fuerzas no dude en dirigirse a él.
3.9 km., se incorpora un camino por la derecha, pero seguimos recto. 5.9 km., giramos a la izquierda. 6.1 km., llegamos a la ermita de San Miguel.
Tras recorrer el arroyo de la Torre, llegaremos hasta la torre de Buil, construcción interesante pero muy mal conservada, debido a que está construida con un material frágil como es el adobe. En el trayecto caminamos bajo un cortado arcilloso, plagado de agujeros de viñargüelos (abejarucos) y reutilizados por córvidos y otros animales como cobijo. Antes de llegar a la ermita, vemos a nuestra derecha otra chopera, ya que volvemos a acercarnos al cauce del río Alcanadre. Y luego continuamos por un camino que nos lleva hasta la ermita de San Miguel, de Castejón de Monegros, donde podemos aprovechar para descansar. Al lado de la ermita un cobertizo nos permite cobijarnos y disfrutar de una merienda campestre.
RUTA POR EL RÍO ALCANADRE Un recorrido por Los Monegros no estaría completo sin acercarnos a los sotos de los escasos ríos que atraviesan la comarca. Entre los cuatro que la cruzan, Isuela, Flumen, Guatizalema y Alcanadre, hemos elegido a este último por conservar mejor sus riberas. Los sotos suponen un toque de frescor en este lugar tan árido. Se trata de bosquetes cerrados, o aclarados condicionados por el elevado nivel de la capa freática. Su tono verde claro destaca notablemente con la vegetación “negra” y de hoja perenne que caracteriza los montes de esta tierra. Frecuentemente se encuentran acompañados de tamarizales o carrizales en terrenos con cierta salinidad o continuamente encharcados. Son en su conjunto un mosaico vegetal de gran diversidad que da refugio a una riquísima fauna, sobre todo aviar.
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ruta por el río alcanadre
En Los Monegros disfrutamos de amplios espacios abiertos
LA RUTA:
Ponemos el cuentakilómetros a cero. Salimos de Sena, dirección Huesca, y nos desviamos, pasado el km. 66, por el primer camino a la izquierda 5.7 km., nos incorporamos al camino de la derecha.
Esta es una ruta para recorrerla en bicicleta todo terreno o a pie, ya que el trazado pasa por unos campos de cultivo. Si se pretende hacer en coche, se convierte en dos etapas que hay que iniciar desde el principio y el final. Salimos de Sena, rumbo a Sariñena, y entramos por el primer camino que hay a la izquierda; se trata de la antigua cabañera. Pedaleamos descendiendo suavemente por un camino ancho rodeados de campos de cultivo. Pronto llegamos al río, justo antes de cruzar un puente; un pequeño tramo de ribera sin vegetación nos permite apreciar el cauce en su totalidad. Como estamos en un espacio abierto con extensas playas de grava, y el río es amplio, los ánades, sobre todo los azulones (ánade real), volarán delante de nosotros en gran número. Si hemos sido silenciosos, podremos distinguir alguna cerceta y las diferencias de colorido entre los vistosos machos, con sus tonos verdes-azulados, y las más discretas hembras. Al fondo, el erosivo paisaje de Jubierre destaca sobre el verde del soto. Cruzamos el puente y encontramos unas choperas de
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ruta por el río alcanadre
Los invertebrados son muy representativos de la fauna monegrina
6.3 km., chopera de repoblación
6.7 km., a la derecha la ermita de San Miguel
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repoblación, que a pesar de ser una caricatura marcial del soto con su excesiva rectitud, sirve de cobijo a las picarazas (urraca). Quizá veamos también algunas oropéndolas cruzando ondulante entre los álamos negros, emitiendo su canto aflautado. Dejamos la ermita de San Miguel de Castejón de Monegros, a nuestra derecha, en la confluencia del barranco, las tamarices y ginestras (retama) bordean la chopera junto con los apetitosos espárragos silvestres y el regaliz, que nos trae dulces recuerdos. El camino transcurre ahora entre un cortado en tollo de arcillas lamidas durante siglos por el río, y la chopera. El viñargüelo (abejaruco) al que escuchamos en verano, excava sus nidos en este singular montículo. Algunos caminos se internan hasta el río, pero no es el mejor sitio para acercarse, ya que hay porciones de soto más salvajes. De nuevo se abre el paisaje cuando llegamos a las torres de Buil. Atravesamos ahora el cauce seco del barranco de la Huega, que ha tallado una profunda traza en las arcillas. Su cauce, plagado de tamarices, sosas y ginestras, tiene alguna mancha de carrizo. En sus paredes, como si de una colmena se tratase, numero-
ruta por el río alcanadre
8.7 km., seguimos recto y nos encontramos con las torres de Buil
9.8 km., giramos a la derecha
10.4 km., nos desviamos a la izquierda
10.8 km., cruzamos el barranco. Doscientos metros más adelante, tomamos un camino hacia el río. Ponemos el cuentakilómetros a cero.
sas cavidades son utilizadas por un sinfín de aves para anidar, sobre todo grallas (grajillas), abejarucos y ejemplares de martín pescador, al que veremos lanzarse al agua para pescar más adelante. También una pequeña colonia de avión zapador utiliza este risco. Seguimos por el camino hacia el este, donde un impresionante estrato rocoso aguanta, sobresaliendo sobre un cúmulo de arcillas comidas por la erosión. En este tramo más abierto podemos ver a la cocullada (cogujada) corriendo delante de nosotros como guiándonos. Al llegara a la caseta de Buil, muy curiosa, giramos a la izquierda. Cada construcción rural tiene su gracia, ésta con las losas de despedregar los campos, colocándolas a tizón, forma las espigas rocosas en sus muros, que se apoyan sobre sillares más fuertes. Su pequeño tamaño es inversamente proporcional a su atractivo. Cruzamos otro barranco, árido, casi sin vegetación, donde los espartos son los únicos que pueblan el semidesnudo suelo. Poco después tomamos un camino hacia el río. Dejamos nuestra bici y nos adentramos en el soto. La diversidad es aquí casi indescriptible. Estas franjas de vegetación soportan
El río Alcanadre recorre agrestes parajes que apenas logra humedecer
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ruta por el río alcanadre
0.5 km., se recomienda un paseo por los alrededores.
estoicamente las avenidas que, a la vez que las castigan, las fertilizan; acogen un sinfín de aves en su interior: el ruiseñor bastardo, la tórtola común o el engañapastor (lavandera). Nos adentramos en el soto, donde una pradera de gramíneas cubre sus calvas con su verde alfombra salpicada de flores en primavera. Los sauces proliferan más cerca de la orilla, mientras el chochín acompaña a los zarceros entre las ramas. Aquí un fresno, allá un espino albar, acullá una barda (zarzamora) que nos impide el paso. El aligustre también está entre los arbustos del sotobosque.
Chopera de repoblación
Llegamos a la orilla, donde es fácil que sorprendamos el chapoteo de una garza real y el mirlo que se esconde entre la maleza. Colgado en la rama de un álamo negro, seguramente podamos ver el nido del pájaro moscón. Esta construcción es una auténtica obra de arte, una bolsa tejida con los algodonosos materiales que le proporcionan las pelusas de los chopos, de la que cuelga una trompa que le sirve de entrada.
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ruta por el río alcanadre
0.9 km., comienza un interesante cortado.
1.1 km., azud de la acequia.
Entre las ramas pululan los herrerillos y carboneros buscando un agujero para hacer su nido. Las cardelinas vuelan vistosamente desapareciendo tras las tamarices. Salimos del soto y retomamos nuestro pedaleo, de nuevo hacia el este por un camino muy poco transitable en el que las ginestras (retama) y sosas nos dificultarán la marcha. De nuevo se encajona el río entre un cortado. Pero éste es especialmente llamativo: sus estratos están muy definidos y conservan todo el colorido. Sobre el fondo rojo ocre, destacan bandas verdosas, grisáceas o amarillentas, como si una mano mágica lo hubiera pintado. Entre estas bandas multicolores los estratos calizos sostienen las erosionadas paredes. Es fácil que nos acompañe una banda de perdices que vuela después de abrevar en el río. Ya escuchamos el fragor del río, como si se despeñase; hay que estar atento para no tropezar con los pedruscos del camino, que se desploman del cortado. Llegamos al azud de la acequia de la Ribera. El remanso que produce aguas arriba está rodeado de un denso carrizal, en el que vemos como se esconde, nadando convulsa, la polla de agua.
El río Alcanadre se ensancha conforme avanza su curso
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ruta por el río alcanadre
Ponemos el cuentakilómetros a cero. 0.8 km., cruce, por el que continuamos recto. 2 km., ribera del río Alcanadre.
Ahora cogemos la bicicleta y seguimos recto hacia delante, hasta llegar a la muga (límite) entre Castejón de Monegros y Sena. En este tramo del recorrido contemplamos desde arriba el carrizal, donde muy probablemente nos alegre la vista el vuelo de las garzas reales, que intentan cobijarse entre él o van en busca de alimento por el río. Al acabar el otoño, van llegando al atardecer enormes bandas de tordos (estorninos negros y pintos), buscando refugio para evitar el ataque de alguna que otra rapaz. Este carrizal es el hábitat idóneo para la polla de agua, ya que es un lugar donde el río hace remanso.
Mas
Mientras, en las graveras existentes por los alrededores y las zonas de suave playa de las orillas del río crían el chorlitejo chico, los andarrios y los carriceros tordal y común. En el claro del carrizal nadan ánades reales y cercetas. Sorprende la curiosa confluencia entre la vegetación árida –lentisco, romeros, coscollos (coscoja)– de la sierra de Jubierre a un lado del camino, con la vegetación de ribera al otro lado –chopos, sauces–. Seguimos adelante entre las últimas estribaciones de la sierra y el nuevo regadío. Pronto cruzamos un puente sobre el río
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ruta por el río alcanadre
Papamoscas gris
2.1 km., cruzamos el puente de Sena. Carretera asfaltada a la derecha. Ponemos el cuentakilómetros a cero.
Alcanadre, ya en el término municipal de Sena. No dejamos escapar la imagen de la garza real alimentándose en las aguas someras del río. Más adelante, cruzamos la acequia de la Ribera, y seguimos por la orilla izquierda de ésta, por un camino rodeado de cañas, tamarices y numerosos ejemplares de álamo blanco. Más tarde, empezaremos a pasar por un tramo de huertos bordeados de olivos, restos del antiguo cultivo rey; no en vano hay una buena almazara en Sena, donde se produce excelente aceite. Continuamos pedaleando, hasta llegar a la carretera comarcal, donde seguiremos dirección Sena. Pasamos al lado del pueblo y seguimos hasta que en el km. 6 de nuestro recorrido tomamos el camino de la derecha,
La carraca recoge semillas para alimentarse
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ruta por el río alcanadre
2.35 km., cruzamos el puente, dirección monasterio de Sijena.
7.2 km., cruzamos un puente sobre el río Alcanadre. 9.8 km., gravera de áridos.
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que es el que conduce hasta el monasterio de Sijena. Nosotros seguimos adelante, cruzando el puente sobre el cauce, y nos desviamos a la izquierda, por el Cuarto Medio de Santo Domingo. Volvemos de nuevo a pasear por las orillas del río. Volvemos a toparnos con una zona de abundantes carrizos, frecuentados por numerosas aves acuáticas, entre ellas el chochín, el ruiseñor bastardo, la curruca mosquitera o el zarcero común. Si hay suerte algunos patos colorados o de los patos cuchara. Mientras admiramos el bonito paisaje, el aguilucho lagunero, las garzas e incluso alguna cigüeña es muy probable Puente sobre el Alcanadre que lleguen sigilosos en busca de alguna rana o algún pececillo por las orillas del cauce. Al tiempo que realizamos nuestros últimos esfuerzos, no debemos dejar de contemplar el impresionante contraste ya citado. Esta vez a la derecha del camino vemos zonas donde abundan los riscos, donde anidan las palomas en compañía de los cudiblancos negros (collalba negra). Pronto llegamos hasta un paraje, desde el cual podemos admirar una impresionante vista de las riberas del río Alcanadre, y de toda su biodiversidad vegetal y por supuesto de la animal. Seguimos el camino que nos va a llevar hasta una pista asfaltada, donde giramos hacia la izquierda, cruzando otro puente, en dirección Villanueva de Sijena, hasta llegar a una gravera de áridos. Podemos continuar nuestro recorrido entrando en Villanueva de Sijena, donde nació Servet, disfrutando tanto de sus costumbres gastronómicas como de su edificios históricos.
ruta por la Laguna de Sariñena
RUTA POR LA LAGUNA DE SARIÑENA Nos encontramos en Sariñena, capital de la comarca de Los Monegros, donde podemos encontrar todos los servicios deseados. Entre todo su patrimonio natural destaca la Laguna de Sariñena, segunda zona húmeda de Aragón, después de Gallocanta, y entre las diez más grandes del país, por la cual vamos a desarrollar dicho recorrido. La Laguna de Sariñena fue declarada Refugio de Fauna Silvestre según Decreto 70/1995, de 4 de abril, de la Diputación General de Aragón. Reúne las condicionas perfectas para la reproducción, invernada y el paso de las aves acuáticas. Consta de una superficie de 206 Ha. y un perímetro próximo a los 8 Km. Ésta es la zona de descarga de una pequeña cuenca endorreica, situada en el interfluvio de los ríos Alcanadre y Flumen; ambos confluyen a unos 8 km. en dirección sur. Proponemos un recorrido por ella mediante una vuelta completa por sus alrededores. Situados en la carretera comarcal A-129, en la calle Lalueza, tomamos un desvío hacia la izquierda, y entre fincas y zonas de huerta accedemos al camino que bordea la laguna. La primera parte de nuestro recorrido transcurrirá por una zona agrícola, con campos de alfalfa, almendros, etc., a los que acude el viñargüelo (abejaruco) en busca de abejas, su principal alimento. Nos encontramos frente a un paisaje formado por masas de carrizos, aneas y juncos, que conforman las orillas de esta zona húmeda. Entre dicha vegetación aparece el ruiseñor bastardo y el ruiseñor
La Laguna de Sariñena ofrece deliciosas puestas de sol
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ruta por la Laguna de Sariñena
La Laguna de Sariñena es un lugar idóneo para la reproducción de las aves acuáticas
común. Nuestro camino discurre por un dique de tierra, que separa el canal de la laguna, desde el que podemos admirar la belleza de la garza real en la época invernal, las garcetas y la garza imperial durante el verano Seguimos el camino, y tomamos el primer desvío a la derecha, que discurre paralelo al canal de desagüe de la Laguna de Sariñena. Durante este tramo del recorrido se observa buena parte de la laguna, y nos acompañan nuevas especies de aves: el cormorán grande, excelente buceador que se alimenta de peces a los que persigue bajo el agua; la gaviota (gaviota reidora), con su curiosa costumbre de seguir a los tractores para ir alimentándose de los gusanos y larvas que va dejando a la intemperie al labrar, y el chorlitejo. Continuamos el recorrido y vemos, en la margen derecha del canal de desagüe, un pequeño bosque de tamarices, que suele ser sobrevolado por algún que otro aguilucho lagunero durante todo el año. No será difícil que, a lo largo de todo el trayecto, nos topemos con restos de caparazones de color rojizo, provenientes de los numerosos cangrejos americanos. Esta especie de crustáceo es la más frecuente actualmente; fue introducido por el hombre en Europa y en la laguna se incorporó a la vez que descendió la salinidad. También habitan en la Laguna de Sariñena distintas especies de peces, que llegaron allí también debido al descenso de salinidad; entre éstas destacan las carpas, las gambusias y el black bass. Pasados el canal de desagüe y el propio desagüe, continuamos por el camino de La Cartuja y tomamos el primer desvío a la derecha. Accedemos al tramo considerado como uno de los más interesantes desde el punto de vista ecológico, debido a que reproduce parcial-
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ruta por la Laguna de Sariñena
mente el aspecto que la Laguna de Sariñena presentaba anteriormente a su transformación, motivada por la puesta en regadío. Solamente el tamariz, el esparto y la sosa habitan en este terreno salino Continuamos el camino que va bordeando la parte occidental de la laguna y, situados en un bosquete de repoblación, formado por pinos, paramos para contemplar la presencia en el agua del capucete grande (somormujo lavanco), que en caso de emergencia prefiere esconderse bajo el agua antes que emprender vuelo; la focha y el capucete (zampullín), además de las llamativas bandas de azulones (ánade real), que están presentes durante todo el año. Seguimos un poco más adelante y tomamos una pista de tierra a mano derecha, que cruza la carretera, denominada camino Vinateros, y continuamos hasta tomar la carretera que va a Zaragoza. Durante este trayecto disfrutamos de un paisaje muy interesante, donde destacan las diversas especies vegetales que aparecen en el borde izquierdo del camino, entre ellas el oloroso tomillo, la tinoglosa, el escaramujo, la retama loca y curiosos ejemplares de acerollo o serbal doméstico Comenzamos un recorrido donde el paisaje varía del entorno propiamente dicho de la Laguna de Sariñena, ya que nos encontramos ante un entorno árido, típico monegrino, con abundancia de espartos, ontinas, y de antiguas terrazas fluviales, actualmente cultivadas por el hombre, por las que podemos ver grandes bandadas de avefrías. Al llegar al cruce de la carretera, nos vamos en dirección hacia Sariñena, hasta tomar el primer desvío a la derecha, donde comenzamos un nuevo recorrido, aproximándonos por las orillas de la laguna. Allí nos encontramos con un observatorio, una torre de madera, desde
Los carrizales envuelven la masa de agua
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ruta por la Laguna de Sariñena
Observatorio de madera en la laguna
la que podemos contemplar la vida y costumbres de las aves que habitan la Laguna de Sariñena. Aves limícolas de patas, cuellos y picos largos, todas ellas gregarias palustres o ribereñas, que crían en zonas pantanosas e invernan en estuarios. Entre éstas destaca el cascarrón (avoceta) con su llamativo pico curvado, el correlimos y la chifleta (chorlitejo chico). Desde este punto divisamos algunas de las pocas playas a las que el carrizo no ha llegado, y por las que corretean las diversas aves limícolas; entre ellas el cucharón (pato cuchara), la polla de agua, el ánade frisó y también el ánade silbón. Seguimos hacia delante por el camino que va bordeando la carretera para poder encontrarnos con una amplia diversidad de especies de aves fringilidas, es decir, que se alimentan de granos e insectos, como son el triguero, la cardelina (jilguero) y el abundante pajarel (pardillo). No debemos de despistarnos, ya que la cantidad de aves es impresio-
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ruta por la Laguna de Sariñena
nante. Mientras seguimos nuestro camino, no será difícil que nos sorprendan el algarabán (alcaraván común) o alguna que otra cudiblanca (collalba rubia). Llegamos al Centro de Interpretación y desde allí veremos una gran parte de la lámina de agua y sus orillas, la parte central de la laguna y muchas de sus isletas. Desde aquí, y antes de finalizar nuestro recorrido por este impresionante paisaje, podemos introducirnos en el mundo de las aves y disfrutar de la gran variedad de éstas. Salimos del observatorio y seguimos nuestro camino por una pista de tierra, que va discurriendo por la terraza superior. El camino aparece rodeado de árboles jóvenes, entre ellos chopos y sauces. Desde este tramo divisamos perfectamente la extensión de las aguas libres, así como el continuo trasiego de las gaviotas (gaviota reidora), los cormoranes y diversas aves acuáticas presentes. Volvemos a llegar a la
Gaviotas reidoras
Laguna de Sariñena
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ruta por la Serreta y los Torrollones
calle Lalueza, donde finaliza nuestro recorrido por este paraje impresionante, que se asemeja a un oasis en el centro del desierto monegrino. La Laguna de Sariñena es uno de los mejores lugares donde contemplar el paso de estas aves. Constituye el lugar de destino para alrededor de 12.000 aves que invernan allí. La finalidad que cumple la laguna es de zona de descanso y de alimentación de más de 50.000 aves, que la han incluido en la ruta migratoria. Se recomienda ir al amanecer o bien al atardecer, ya que el paisaje es maravilloso y deja un recuerdo imborrable.
RUTA POR LA SERRETA Y LOS TORROLLONES La excursión que proponemos por los torrollones, propuesta como Zona Especial de Protección de Aves por la D.G.A. integrada dentro de la Red Natura 2000, la iniciamos en Piracés. Un poco antes de llegar a este pueblo, desde la carretera de Huesca, sale un camino que se dirige hacia lo que se denomina el cerro de la Parrilla, en cuyo tozal está ubicado un complejo de antenas de telefonía.
Ponemos el cuentakilómetros a cero. 1.7 km., continuamos por una pista en buenas condiciones. Inmediatamente, desechamos un desvío a la izquierda y seguimos hacia delante.
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LA RUTA Comenzamos nuestro camino por una zona donde abundan los campos de olivos. Entre ellos, nos aparece alguna que otra culiblanca rubia (collalba rubia). Por esta zona podemos ver los vestigios del empedrado de lo que fue un antiguo camino o calzada, e incluso se conservan las rodaduras de los carros. Mientras vamos ascendiendo el cerro, nos acompañan por el camino las coculladas (cogujada común) y los ziquilines (cernícalo primilla). La vegetación que nos rodea en nuestra andadura es la típica de la estepa monegrina, como lo son el esparto, el romero o también las ontinas.
ruta por la Serreta y los Torrollones
Durante un largo camino transitamos entre carrascas (encinas) que antaño formaron un denso bosque, hoy transformado en tierra de cultivo. Los ejemplares de carrascas (encinas) aparecen en compañía de numerosas sosas y romeros. Entre la escasa vegetación revolotea la culiblanca gris (collalba gris) y también alguna que otra churra (ortega). Nos topamos con otra pista muy bien allanada, por la que nos internaremos. A la izquierda nos acompaña el carrascal (encinar) y a la derecha, los campos de cereal, ubicados aprovechando los sasos un poco más frescos.
3.4 km., línea eléctrica
Atravesamos una línea eléctrica y, al poco, la carretera que nos lleva al pueblo de Tramaced en fuerte pendiente. En Tramaced también hay lugares interesantes que visitar como las bodegas-cuevas horadadas en la roca y muy arregladas. Es aconsejable subir a lo alto del pueblo para disfrutar de una bella panorámica de todos los sasos con torrollones que recortan sus siluetas contra el cielo. Si se quiere visitar la peña Lucía, en Tramaced, se debe tomar la carretera del canal hacia Fraella. Por sus alrededores sobrevuelan bandas de avión roquero, que aprovechan los cortados para construir sus
Naturaleza salvaje: extensión de cardos con torrollón al fondo
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ruta por la Serreta y los Torrollones
nidos. No es difícil descubrir algún ejemplar de águila real en majestuoso vuelo. Sin embargo, en esta excursión no bajamos a Tramaced, sino que cruzamos la carretera asfaltada y tomamos la pista de frente. A nuestra izquierda vemos una fila de almendros y carrascas (encinas). Durante un largo camino recorremos campos de cultivo, donde aparece algún almendro aislado. Un poco más adelante abandonamos la pista principal para tomar un desvío a la izquierda. A los pocos metros nos encontramos con otra pista y seguimos por la derecha. Las carracas desaparecen y el paisaje se
Cernicalo primilla
presenta más despejado, apenas verdean unas ginestras (retamas) del tamaño de un árbol.
8 km., cruce a la derecha.
El camino se aproxima a un cortado, que nos sirve de amplio mirador desde donde poder apreciar el llano y los campos de regadío. Seguimos nuestra ruta y nos encontramos con otro cruce; cogemos el camino de la derecha, ya que por el otro nos iríamos a Sesa. Aparecen otras pistas pero debemos seguir de frente. Seguimos por el camino que nos lleva a Fraella (recto seguiría a Usón y Alberuela de
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ruta por la Serreta y los Torrollones
La erosión y el tiempo nos regalan caprichosas formas litológicas
Ponemos el cuentakilómetros a cero. 1.8 km., fuerte pista en descenso, dirección Fraella.
Tubo), pero nosotros optamos por seguir hasta Fraella por la peña Cortada y, en verdad, el camino hace un tajo en medio de la roca. Volvemos de nuevo a observar la presencia del avión roquero. En las umbrías de la ladera los olivares crecen aprovechando cierta humedad. Llegamos a Fraella por el Crucero, allí tomamos la pista de la izquierda con grava suelta, siempre recto. A ambos lados se extienden los campos de regadío. Cruzamos un barranco y llegamos a Marcén; tomamos la pista que bordea el pueblo. Sobre la plataforma rocosa se encuentran los restos de un antiguo poblado musulmán, pero la pista no llega a ellos. Continuamos hasta el embalse del Torrollón. Todo el camino discurre a la sombra de los torrollones con buenas vistas de las formaciones caprichosas que la erosión ha tallado en su cuerpo arcilloso. En ellos suelen criar diversas especies de aves, tales como el buitre, los ziquilines (cernícalo primilla), el vencejo real, el avión roquero o el culiblanco negro (collalba negra). Estamos ante un imponente paisaje dominado por los llanos, pero en el que lo que destaca son las impre-
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ruta por la Serreta y los Torrollones
Magnífica vista del Rincón del Olivar con su balcón de piedra
sionantes formaciones geológicas. A sus alrededores se instalan especies como el alimoche o el ratonero. La vegetación está constituida, fundamentalmente, por ontinas y sisallos, especies adaptadas a las difíciles condiciones de los suelos salinos. Una vez en el embalse del Torrollón, ya no abandonamos la pista asfaltada. Tras cruzar la presa se puede seguir a pie hacia Gabarda y los torrollones. Hacia abajo podremos ver los Farallones y la Silueta del “Abuelo”, una roca que semeja la cabeza de un anciano.
A 7 km. de Fraella, puente que cruza el canal del Flumen.
Seguimos por la carretera del canal hasta encontramos con un puente que cruza el canal del Flumen a la izquierda, y a la derecha una pista nos puede llevar a Sodeto. Pero cruzando el puente y, a unos quinientos metros, llegamos al Rincón del Olivar, en el mismo tenemos un refugio donde podemos pernoctar. Es un paraje singular donde podemos observar algún ejemplar de águila real y de ratonero. En esta zona nos encontramos con varias actuaciones: proyectos de campo de trabajo y áreas de esparcimiento. Recorremos el olivar y, al final del mismo, nos encontramos un sendero que atraviesa un
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ruta por la Serreta y los Torrollones
Los torrollones son los gigantes vig铆as de la zona
pinar (pino carrasco). Siguiendo la silueta de otros torrollones por la misma Serreta, retrocediendo hasta el puente del canal, giraremos a la izquierda y por la carretera asfaltada llegamos hasta Alberuela de Tubo. Desde este municipio se divisa otro torroll贸n, que no dejaremos de visitar y, alejado de las serretas, se halla el denominado Castillo Tubo. Tras esta formaci贸n geol贸gica se encuentra San Lorenzo del Flumen.
Yunque
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ENCLAVES
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LA CARTUJA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS FUENTES SARIÑENA La cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes se ubica en la localidad de La Cartuja de Monegros, pedanía de Sariñena. Declarada Bien de Interés Cultural en el 2001, se trata de un monumento emblemático en la comarca. Es ésta una de las tres únicas cartujas existentes en Aragón. Además de su interés histórico, la cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes alberga un conjunto valiosísimo de pinturas murales de Fray Manuel Bayeu. Fue declarada conjunto histórico-artístico en 1995 y tiene su origen en la fundación, por parte de los monjes de los condes de Sástago, de una ermita antigua donde don Blasco de Aragón y doña Beatriz de Luna habían enterrado a su hijo don Artal. Según la tradición, en el lugar elegido para edificarla hubo una posada que se convirtió en ermita para albergar una imagen de la Virgen de las Fuentes, llamada así porque fue hallada junto a uno de los manantiales de los alrededores, que después fue conocido como “la fuente del Milagro”. La fuente del Milagro, llamada así porque según la tradición allí se apareció la Virgen, es una de esas fuenCartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes tes de secano que llevan la contraria a la climatología. Cuanto mayor apura la sequía mayor es el caudal y viceversa. Son aguas con propiedades medicinales que sirvieron para intentar crear un balneario tras la Desamortización decimonónica, empresa que no llegó a cuajar. Los primeros años fueron de grandes apuros económicos y, tras la muerte de los fundadores, la incomodidad del lugar, la esterilidad de la tierra y la aridez del clima monegrino parece que fueron factores determinantes para que, en el año 1563, los monjes abandonaran el monasterio y se trasladaran a la cartuja de Aula Dei (Zaragoza). En el año 1565 el recinto religioso sería de nuevo recuperado al ser vendido a los carmelitas. La orden carmelita inició la recuperación en la segunda mitad del siglo XVII, siglo de apogeo y florecimiento de la cartuja, cuando los religiosos alcanzaran los suficientes recursos económicos para acometer la fábrica del nuevo monasterio, cercano a la tipología de los monasterios cartujanos. Las obras se prolongaron a lo largo de todo
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el siglo XVIII. Fue en el año 1777 cuando se levantó el grueso del monasterio. En lo que respecta a sus alzados, la cartuja, construida principalmente en ladrillo, se caracteriza por su sencillez, ausencia de adornos y pureza de sus volúmenes exteriores de claras y netas líneas. Las dependencias de mayor mérito artístico son la iglesia, con la capilla del sagrario, el camarín de la Virgen, la tribuna y la torre. Todas estas dependencias de uso conjunto entre la comunidad cartujana, padres y hermanos, se organizan en torno a un pequeño claustro con sus capillas, de acuerdo con la tradición benedictina. El ajuar religioso de la cartuja se dispersó tras la Desamortización de 1835 y sólo están localizados la cabeza de la imagen gótica de la Virgen de las Fuentes, en Sariñena, la serie de 17 cuadros sobre la vida de San Bruno, de Fray Manuel Bayeu, en el Museo de Huesca, una imagen pequeña barroca de Nuestra Señora de las Fuentes y el tabernáculo de la capilla del Sagrario de Carlos Salas, en la capilla de Santiago de la Basílica del Pilar de Zaragoza. Dentro de la evolución de las cartujas españolas, la de las Fuentes se vio muy influenciada por la de Aula Dei. En cuanto al estilo, prima su carácter estrictamente funcional y austero debido a la escasez de recursos económicos. Aun así, no faltan las zonas más cuidadas y ricas (iglesia, sacristía, claustro, capillas y fachadas), dentro de un estilo barroco tardío. Sin duda, lo más destacado de la decoración interior del monumento son
En la cartuja se cuentan alrededor de doscientas composiciones de Fray Manuel Bayeu
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las más de doscientas cincuenta composiciones de pintura al fresco que cubren sus paredes, destacando el papel otorgado a la Virgen María, de cuya vida y gloria nos hablan las escenas de las bóvedas de la iglesia y las capillas de la Inmaculada y de la Ascensión. Son obra de Fray Manuel Bayeu (1740-1809), quien profesó en la cartuja en 1760, dedicando casi treinta años de su vida a esta labor. El visitante observador podrá comprobar que Bayeu, para dejar constancia de su autoría, pintó, en una de las capillas, su autorretrato, portando una paleta cubierta de colores. El arte de Fray Manuel Bayeu se enmarca dentro del barroco tardío, con ciertos apuntes rococós, procedentes de Luzán, González Velázquez o Francisco Bayeu. En cuanto a la iconografía, el lenguaje de Bayeu es el derivado de la Contrarreforma (Pasión de Cristo, Trinidad, Santos…), pero incluye las particularidades propias de su orden, como es la especial devoción a la Virgen y la constante preocupación por alcanzar la vida virtuosa, presente en la atención dedicada a San Bruno, fundador de la orden, San Juan Bautista, San Miguel o Santa María Magdalena, figuras todas especialmente preferidas por los cartujos. Durante el sigo XIX, la cartuja sufrió los efectos de la Desamortización de 1820 y de Mendizábal en 1835, suponiendo ésta última el fin de la vida monástica, el abandono del convento y la subasta de su patrimonio a manos particulares. A lo largo de la historia, la cartuja se ha utilizado como balneario, como cuartel de tropas en la Guerra Civil y como finca ganadera. En la actualidad, se organizan visitas guiadas los domingos en horario de 9 a 14 h.
Ermita de Nuestra Señora de Magallón. Leciñena
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ERMITA DE NTRA. SRA. DE MAGALLÓN LECIÑENA Ntra. Sra. de Magallón es un santuario con una larga historia tras de sí. Ésta comienza en 1283 cuando, en la ermita de nuestra Señora de la Huerta de Magallón, entre sangrientas querellas, Juan Albir mató a Sancho Frago y los hijos de éste asesinaron al primero vengando así la muerte de su padre. El cadáver de Juan Albir apareció abrazado a la Virgen. La tradición dice que, a la noche siguiente, los ángeles llevaron a la Virgen hasta una peña sobre un monte cerca de Leciñena, donde se le apareció a un pas tor llamado Marcén. La Virgen le ordenó al pastor que fuese al pueblo para que sus vecinos erigiesen una ermita en aquel lugar. Pero los vecinos no le creyeron y, tras una segunda aparición, le mandó Altar de la Virgen de Magallón volver al pueblo con una señal para que le creyesen. El pastor tenía la mano tan pegada a la mejilla que ninguna fuerza fue bastante para apartarla. Los vecinos creyeron al pastor e inmediatamente construyeron la ermita donde colocaron la Virgen. Pero los vecinos reclamaron la Virgen y se la llevaron al santuario de la Sagrada de Monzalbarba. A la mañana siguiente la imagen había vuelto, llevada por los ángeles, a Leciñena. Después de varios litigios entre los dos pueblos, el vicario general decidió que la Virgen permaneciera en la ermita construida en los montes de Leciñena, aunque siguiera conservando el nombre de su lugar de origen. Por su situación estratégica, durante la Guerra de la Independencia el santuario sirvió de cuartel de las tropas españo-
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las y, cuando éstas fueron vencidas el 25 de enero de 1809, fue saqueado y mandado quemar por los franceses. Después fue restaurado y durante la Guerra Civil volvió a ser ocupado por el ejército, sufriendo graves daños. Tras la Guerra, los hermanos Albareda trajeron una nueva imagen, que es la que hoy se venera, pero el santuario, en mal estado y despojado de sus riquezas, vivió un deterioro progresivo hasta que en 1989 fue declarado ruinoso. Con ayuda de los vecinos de Leciñena, en 1993, se comenzó a rehabilitar el edificio. La entrada se encuentra a la derecha de la fachada. Una vez dentro, nos encontramos una gran escalinata monumental, obra del ingeniero Josef de Yarza, que da acceso a la planta noble. Desde la escalera se puede observar una pequeña cripta, donde la tradición sitúa el lugar donde el pastor Marcén fue enterrado. En las paredes de la nave se conservan restos de pinturas murales de Fray Manuel Bayeu, del siglo XVIII, representando motivos vegetales. Entre las habitaciones dedicadas a hospedaje destaca la sala Magallón, una estancia de grandes dimensiones que sirvió de cárcel en algunos periodos de los siglos XVI, XVII y XVIII. Lo más interesante de esta sala son los grafitos de los presos que allí estuvieron retenidos, con fechas (1564-1566), frases, firmas, acrósticos, dibujos (de carácter geométrico y numerosos barcos) y fragmentos de canciones, incluida la escritura musical. La sala de Cereros también fue habilitada y utilizada como comedor. Bajando hacia las dependencias inferiores, seguiremos encontrando varios letreros y dibujos, predominado los de la Guerra Civil. Encontraremos también salas más pequeñas con nombres de santos y vírgenes, cocinas, despensas, neveras para refrescar y conservar los alimentos y un escusado. Frente a la fachada principal se construyó el aljibe más famoso de la comarca, obra del cantero Juan de Albistur en 1560. Se trata de una construcción de grandes dimensiones que recogía el agua de lluvia de los tejados. Otra obra relacionada con el agua, dentro del conjunto, es un pequeño pozo de hielo situado tras la cabecera del templo. Tanto el aljibe como el pozo fueron edificados por maestros canteros, quedando constancia de ello en la piedra sillar con la que fueron construidas. En torno al santuario había cinco oratorios, que pueden datarse en el siglo XVII, dedicados a San José, San Juan Evangelista, San Juan Bautista, San Jerónimo y San Onofre. En la actualidad solamente se pueden ver los restos de tres de ellos. Para visitar la ermita se debe llamar al teléfono 976 16 80 05 (ayuntamiento).
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ERMITA DE SAN CAPRASIO ALCUBIERRE
La ermita de San Caprasio se localiza a 834 metros de altitud, en la cota más alta de la sierra de Alcubierre y de toda la zona central del valle del Ebro. Su situación de atalaya privilegiada sin duda se prestó para el asentamiento de algún tipo de centro religioso, que apoyase la cristianización de esta parte del territorio durante la Edad Media. Se podría relacionar el nacimiento del santuario con el cenobio cisterciense de Asteruelas, el poblado que creció próximo a éste y la desaparecida ermita de San Onofre, cercana ya a Leciñena. Se trata de una construcción sencilla a base de piedra del lugar sin trabajar y mampostería, que se asienta en la roca, adaptando a ella el perímetro de sus muros, reforzados por contrafuertes en distintos puntos. Nada más entrar, nos encontramos en un pequeño recibidor con una habitación a cada lado; ambas cuentan con un hogar, alguna alcoba y armarios excavados en la roca. Cruzando este recibidor, unas escaleras a la derecha conducen a un piso superior situado sobre la techumbre de la iglesia. A la izquierda de estas escaleras, se abre un amplio salón y, a la derecha, una estancia menor con fuego. Al fondo del recibidor unos pocos peldaños dan acceso a la ermita. La decoración es muy pobre, se reduce a una línea de entablamento Refectorio de molduración sencilla y a unos pocos detalles pintados con gran austeridad. Su ubicación permite disfrutar de una amplia panorámica de la sierra y dejar resbalar nuestra vista sobre suaves ondulaciones que nos muestran los contrastes paisajísticos que existen en Los Monegros: a un lado descubrimos el verde riguroso de los bosques de pino, quejigos, carrascas… y, al otro, los blancos y ocres de una tierra árida y agreste. La ermita advocada al santo posee unas dependencias destinadas al refugio de caminantes o visitantes del lugar. Para pernoctar en la ermita de San Caprasio, pueden pedir la llave en el ayuntamiento de la localidad (Tel. 974 57 42 63). En los alrededores de la ermita se localizan numerosas cuevas excavadas en la roca. Algunas fueron utilizadas por el Bandido Cucaracha; otras fueron excavadas durante la Guerra Civil y muchas de ellas, en la actualidad, son habilitadas como eremitorios
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por los Hermanos de Jesús de Farlete. La cueva acondicionada como capilla y el refectorio pueden visitarse, ya que permanecen abiertas.
MONASTERIO DE SIJENA VILLANUEVA DE SIJENA El Real Monasterio de Sijena, románico de transición al gótico, de los siglos XII-XIII, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1923. Su belleza arquitectónica se muestra a través de una sólida, bella y artística construcción, que conserva la huella de diferentes épocas históricas, incluida la de algunos reyes de Aragón, cuyos sarcófagos alberga. Su hipnótica arquivolta se ha convertido en símbolo del patrimonio cultural monegrino. Está formada por trece arcos en gradación, apoyados por otras tantas columnas en cada uno de los lados. El visitante se encuentra enseguida sumergido en un ambiente sobrio, de humedad y silencio, que sintetiza la belleza de lo austero. La distribución primitiva del monasterio giraba en torno al claustro; al sur estaban los vestíbulos, la cocina, el refectorio y el templo. Los dos primeros tenían accesos desde el exterior y todas estas estancias estaban comunicadas con el claustro. En el lado este se encontraba la sala capitular, los dormitorios y la enfermería. Al norte, también había dormitorios, otras estancias y un patio y, finalmente, al oeste, se localizaba el lavatorio o parlatorio y el noviciado. Posteriormente, al sureste se adosó el palacio prioral, y, dentro del templo, las capillas de la Trinidad (segundo tercio del
Pirograbado del Monasterio de Sijena. Autor: Carderera
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siglo XV) y de la Concepción, y el panteón de las religiosas. A lo largo del tiempo se ha ido desfigurando en parte el aspecto original del conjunto, aunque todavía conserva su suntuosidad y monumentalidad. Toda la decoración mural que adornaba este templo con pinturas de los siglos XIV y XVI han desaparecido. Se conserva una Epifanía en el oratorio a los pies de la nave que utilizan las monjas en la Detalle del Monasterio de Sijena y actualidad, que antiguamente fue refectorio. Del retablo mayor, desaparecido, se guardan tablas en el Museo de Huesca, el Museo de Zaragoza, el Museo Nacional de Arte de Cataluña (Barcelona), el Museo Diocesano de Lérida, el Museo Santa Cruz de Toledo y en alguna colección particular extranjera. La invasión napoleónica causó graves daños, también la Desamortización liberal, que obligó a las monjas a vender parte de los bienes no desamortizados para subsistir, el incendio y saqueo del ‘36 y, finalmente, el abandono. Los avatares históricos han hecho que este rico tesoro decorativo y de arte mueble haya ido desapareciendo, quedando, eso sí, el magnífico edificio románico, del que destaca su espléndida portada, construida cuando la infanta de Aragón Doña Sancha fue nombrada priora. Actualmente, el monasterio está habitado por las religiosas de la orden de Belén y la conforman 17 miembros, cuyos cánticos sobrecogen a los visitantes que se quedan a escucharlos. Ha perdurado una leyenda que explica el origen de la fundación
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del monasterio. Se cuenta que la Virgen de la iglesia de Sijena, tras varias desapariciones, era encontrada siempre en el mismo lugar. Enterada la reina de las traslaciones milagrosas, levantó el monasterio en el lugar elegido por la Virgen. Sin embargo, fuera de la leyenda, la fundación de Sijena y su ubicación, en la margen izquierda del río Alcanadre, al norte de Los Monegros, responde a poderosos motivos de orden social, político y económico. El emplazamiento es un lugar privilegiado por constituir un oasis en este medio árido y por ser un punto obligado de paso en los caminos que llevan desde Huesca o Barbastro al Ebro, a Fraga y a Lérida. La reina Sancha de Castilla, esposa de Alfonso II de Aragón, seducida por el espíritu innovador de la orden del Hospital, fundó en 1188 el monasterio de Sijena, con el propósito de acoger fundamentalmente a las damas de la nobleza aragonesa, incluida la familia real. El cenobio fue encomendado a la orden hospitalaria de San Juan de Jerusalén, dentro de un contexto histórico de gran influencia de estas órdenes militares en la Corona de Aragón. Sijena fue el segundo convento de religiosas hospitalarias que se estableció en la Península Ibérica y, como peculiaridad de monasterio femenino, se estableció que el claustro de frailes estaría supeditado a los designios de la priora, quien sería la que gobernase. La fundación tenía además como finalidad acoger en la vida religiosa y piadosa a las señoras nobles del reino. La propia reina ingresó en el monasterio como “soror” a la muerte de su esposo en 1196, hasta su fallecimiento en 1208. El monasterio afianzó su inicial vinculación a la realeza convirtiéndose en panteón real (capilla del brazo norte del crucero de la iglesia) y guardando importantes documentos, siendo uno de los archivos más importantes del reino hasta que Jaime II reorganiza el Archivo de la Corona de Aragón. El panteón real contiene cuatro sarcófagos destinados a los restos de Doña Sancha, a sus hijos Don Pedro II y Doña Dulce y a la condesa Doña Leonor. Todo ello explica la importancia artística e histórica del conjunto monumental, que incluye su patrimonio decorativo y mueble. Sijena llegó a ser el ordenador de la vida económica, social y religiosa de Los Monegros y constituyó un foco repoblador en esas tierras, cuyas características climáticas y edáficas eran un factor negativo para el asentamiento de la población. La época de la fundación fue una de las mejores de Sijena. Fue entonces cuando se acumuló casi todo su patrimonio territorial; el donativo se incrementaba constantemente con las aportaciones de Alfonso II y con las dotes de las “dueñas” que ingresaban en el monasterio. Tras la muerte de Doña Sancha, a lo largo de los siglos, el monasterio tuvo algunas etapas de decadencia y otras de esplendor hasta que, en los primeros años de la Guerra Civil, fue incendiado. Para concertar visitas en el Monasterio de Sijena hay que llamar previamente al teléfono 974 57 81 58.
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SANTUARIO DE LA VIRGEN DE LA SABINA FARLETE El santuario de la Virgen de la Sabina se eleva sobre un promontorio al norte de la población, con un majestuoso juego de volúmenes, mostrando la sobriedad del material y resaltando el ladrillo de las cornisas y la fachada principal. El origen de este santuario se remonta al siglo XIII, cuando bajo la baronía de don Pedro Cornel y Luna, tercer señor de Farlete, se construyó una primera ermita, que ha quedado inmersa en la zona de los pies de la edificación barroca del siglo XVII. Es conocida como “la mezquita” y a ella se accede desde el atrio de ingreso al conjunto, a través de un arco de medio punto, adentrándonos en un interior con profusión de decoración barroca. En 1680, bajo el patronazgo de don Guillén Ramón de Moncada, señor de Farlete y sexto marqués de Aytona, comenzó la construcción del santuario barroco, orientado hacia el norte y erigido en ladrillo. Como corresponde a este estilo, en su interior abunda la ornamentación en sus elementos arquitectónicos interiores. También dibujan óvalos en las bóvedas y recorren toda la cúpula donde la hojarasca se enriquece con vainas, pájaros, rostros de la Virgen Niña, parejas de angelotes sosteniendo jarrones y, en las pechinas, el escudo coronado de la Virgen de la Sabina, flanqueado entre ocas, símbolo del conocimiento. El acceso es mediante atrio que distribuye las dependencias: enfrente queda la nave y antes de llegar al altar, a la derecha, vemos la imagen de San Roque peregrino, santo protector contra la peste, que se venera en todos los pueblos monegrinos del lado sur de la sierra. Las capillas laterales acogen pirograbados recientes de José
Santuario de la Virgen de la Sabina
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Aznar, que sustituyen a los retablos desaparecidos en 1936. Las pinturas murales de la parte superior de las capillas, ejecutadas en el siglo XIX, representan, dentro de formas circulares, palomas y los atributos de San Sebastián. En la última restauración, el nicho tras el altar que albergaba la talla de la Virgen titular fue sustituido por un relieve que recrea la legendaria aparición de la Virgen a un pastor y sobre el que se ha colocado el Interior del santuario de la Virgen de la Sabina escudo de los Aytona, perteneciente al antiguo retablo mayor. El camarín reservado a la Virgen de la Sabina es el espacio más singular de toda la ermita. Es una sala polícroma donde hay una inscripción: “se pintó a expensas de la cofradía en agosto de 1790”, y la pintura imita el acabado del mármol; el anagrama de María se repite entre motivos vegetales y los capiteles dorados reflejan la luz. Son de sumo interés los restos de pintura mural, en la zona del presbiterio, que cubrían todos los muros a base de una retícula en forma de rombo de gran riqueza cromática. Esta capilla todavía fue utilizada como oratorio por los “Hermanos de Jesús”, quienes ocuparon la vivienda del santuario de 1958 a 1980. El santuario está a cargo de la cofradía fundada en 1444, una de las más antiguas de Aragón. Actualmente, la vivienda del ermitaño, después noviciado de los “Hermanos de Jesús”, se ha acondicionado para hacer la función de albergue. Para pernoctar en este albergue hay que ponerse en contacto con Conchita Lostao en el teléfono 976 16 32 20.
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nuestros pueblos
SARIÑENA (capital de la comarca) Tfno. Ayto: 974 57 09 00 3.273 habitantes SERVICIOS Conserva Sariñena su tradición comercial y ferial y dispone además de todo tipo de servicios: sanitarios, hosteleros, entidades bancarias, etc., y una completa infraestructura deportiva. Ofrece sus servicios al visitante la empresa de turismo activo Nimos, S. Coop. También cuenta con un museo etnológico que podemos visitar y donde se muestran objetos de la cotidianeidad de antaño, tanto del campo como de la casa. (Ver museos) RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN SALVADOR Construida entre finales del s. XVIII y principios del s. XIX, espléndido ejemplo de arquitectura neoclásica aragonesa. Destaca en ella la imagen románica de la Virgen de las Fuentes, proveniente de la emblemática Cartuja de las Fuentes, sita en la pedanía del mismo nombre. ERMITA DE SANTIAGO Al otro lado del río se encuentra la ermita de Santiago, a la que se atribuye un origen legendario. Según la tradición popular, su fundador fue San Eufrasio, un santo local convertido al cristianismo por el apóstol Santiago, al que acompañó en su viaje por España. Es una construcción del s. XIII aunque se han aprovechado elementos de una anterior.
Sariñena
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RUTA POR LOS ALREDEDORES Para estirar las piernas por los alrededores, aparte de llegarnos hasta la cartuja, o a la ermita de Santiago, esta localidad cuenta en su término municipal con la Laguna, uno de los humedales más importantes de Aragón, donde recalan diferentes especies de aves. Cuenta con un centro de interpretación (Ver rutas naturales). El visitante puede disfrutar de la flora y fauna monegrina dándose un paseo por el barranco de Malfaras; puede también recorrer las antiguas trincheras de la Guerra Civil y disfrutar de las badinas del río Alcanadre, dándose un buen chapuzón, si el tiempo acompaña. GASTRONOMÍA Farinoso, empanadón y la deliciosa tartaleta monegrina. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... El día 15 de mayo se acude a la ermita de San Eufrasio en romería. Sariñena celebra sus fiestas el 2 de septiembre en honor a San Antolín. El arraigo de lo autóctono tiene su máxima expresión en el dance, que se representa en las fiestas en torno al 2 de septiembre en honor a San Antolín. Es el dance de pastorada, con el mismo esquema que el que presentan otros de la comarca. Sin embargo, en Sariñena hay que señalar la importancia de la gaita de boto que lo acompaña ya que ha sido aquí donde se ha impulsado la recuperación de este instrumento, tanto su fabricación como la interpretación musical, a través de la asociación cultural “San Antolín”. La devoción al santo y la cultura tradicional surgido en torno a su figura ha calado tan hondo en la sociedad sariñenense que fue motivo de gran contento popular la traída de un dedo del santo como reliquia que se conserva con celo. Más información en www.sarinena.com
ALBALATILLO Tfno. Ayto: 974 57 28 77 261 habitantes. POBLACIÓN El municipio de Albalatillo cuenta en la actualidad con 261 habitantes SERVICIOS Dispone Albalatillo de dos tiendas, herrería y bar. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN ANDRÉS De estilo barroco clasicista, construida en ladrillo y tapial, data de
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mediados del s. XVIII. Su interior aparece profusamente decorado con pinturas de estilo dieciochesco de buena calidad. También presenta una gran variedad de motivos vegetales, espejos, óculos, jarrones, aves, etc. Tras el altar, se han colocado óleos contemporáneos, datan de 1998, representando a San Andrés, Santa María y Santa Margarita. ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LA JAREA De estilo gótico del s. XIV, está construida en piedra y mampostería. En su interior se halla una tumba sobre la que aparece la escultura yacente de un caballero que algunos han querido identificar con el señor de Biota. La figura aparece vestida de guerrero, con espada, cota de maya y yelmo. Tras el altar, vemos una pintura mural al temple que representa a San Jorge con el dragón.
Albalatillo
RUTA POR LOS ALREDEDORES Es Albalatillo un buen enclave para comprobar los cambios que la llegada del regadío opera en la tierra. Se pueden apreciar desde la ermita de la Jarea, situada en un pequeño cerro a unos trescientos metros del casco urbano, desde donde podemos contemplar, aparte de una completa panorámica del pueblo, un paisaje muy contrastado: por un lado, el vergel pintado por el agua; por el otro, el Puyalón, la tierra árida, predios de esparto, ontinas y sisallos, la otra belleza de Los Monegros. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS… Respecto a las tradiciones que se conservan, tenemos que mencionar la romería a la ermita de la Virgen de la Jarea para San Jorge, 23 de abril, y el desfile de carrozas engalanadas para San Isidro, 15 de mayo. Es San Andrés el patrón de la localidad, en cuyo honor se celebran las fiestas mayores, que han sido trasladadas al verano. También se celebra, el 20 de julio, Santa Margarita.
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ALBERO BAJO Tfno. Ayto: 974 28 30 44 111 habitantes ORIGEN Rastreando en la historia de la localidad, su pasado prehistórico es fácilmente detectable puesto que, en los terrenos próximos a la población, se han encontrado restos arqueológicos de diferentes épocas, especialmente del Neolítico. SERVICIOS Albero Bajo dispone de un bar, club social, piscinas y pista polideportiva RUTA MONUMENTAL Iglesia parroquial de Nuestra Señora de La Rosa Románica de los siglos XII-XIII, se encuentra situada en un lugar elevado, fuera del núcleo urbano. Es un edificio de pequeñas proporciones, construido en piedra arenisca bien trabajada, en cuyos sillares podemos ver todavía numerosas marcas de cantero. El templo tiene su ingreso en el lado sur, una portada abocinada de arco de medio punto, con tres arquivoltas que apoyan en sus respectivos capiteles y columnas sencillas, excepto la central que carece de éstas. En los muros laterales se abrieron posteriormente diversas capillas poco profundas, adornadas con altares modernos. CASTILLO Una parte de la historia de Albero Bajo se conserva en los restos del castillo que se localiza dentro del núcleo urbano, sobre una roca maciza, que lo eleva ligeramente sobre el resto del pueblo. Se trata de una fortaleza gótica del s. XV, aunque hay noticias de la existencia de un antiguo castillo en ese lugar a finales del s. XI. La construcción original se encuentra muy alterada, pues hoy se integra en un edificio que sirve de almacén. El recuerdo Albero Bajo de lo que fue perma-
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nece todavía en la parte inferior de los muros sur y oeste, de sillares de piedra arenisca. Se observan restos también de lo que pudo ser una torre. En el s. XIII fue tomado varias veces en luchas nobiliarias y posteriormente sirvió como refugio ante los frecuentes levantamientos de la población morisca. En 1429 pertenecía a Pedro de Castro. RUTA POR LOS ALREDEDORES Las rutas por los alrededores nos llevan a recorrer la ribera del Flumen, llena de vegetación. También podemos ir a los yermos con carrascas que se conservan en la zona de secano. Otro posible camino adecuado para nuestros paseos podría ser la recuperada cabañera que se inicia en Callén y va dirección Huesca, atravesando el municipio de Albero Bajo, dirección norte-sur. Entra por el paraje de “Las Peñetas”, pasa por “El Figuerol” y llega al pueblo, para bordearlo y continuar por el camino del cementerio en dirección al paraje de “San Gil”, donde atraviesa un puente y continúa por el término municipal de Lascasas. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Celebra sus fiestas mayores el primer domingo de mayo en honor a Nuestra Señora de la Virgen de la Rosa y las pequeñas para San Gregorio, el 10 de mayo, coincidiendo con la romería a la ermita de la Corona.
ALBERUELA DE TUBO Tfno. Ayto: 974 39 50 01 138 habitantes. SERVICIOS Cuenta Alberuela con bar, club social y pista de futbito. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN JUAN EVANGELISTA Es fruto de una reforma y ampliación efectuadas sobre un templo románico del s. XIII. Es de fábrica de piedra, a base de sillares bien encuadrados en muros con contrafuertes y la nave está recorrida por una galería de arquillos. La torre consta de tres cuerpos escalonados; en los chaflanes del último tramo contemplamos las esculturas de leones, angelotes, etc., que confieren a la torre una especial vistosidad. Alberga en su interior, aparte del retablo mayor, los de San Blas y San Roque. CASTILLO Se encuentra Alberuela de Tubo protegido al norte por una muralla
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natural de piedra arenisca que en otro tiempo sirvió de atalaya privilegiada a un castillo musulmán, del que quedan vestigio que son dignos de una visita. ERMITA DE LA VIRGEN DEL CASTILLO En la actualidad, Alberuela de Tubo en el centro de la plataforma del castillo se ubica la ermita de la Virgen del Castillo, de estilo gótico del s. XVI, que consta de una nave y presbiterio que se cubre con una tosca bóveda. Fue construida en sillarejo y mampuesto y su estado es ruinoso aunque se está reconstruyendo. RUTA POR LOS ALREDEDORES Si queremos estirar las piernas, podemos subir a la ermita de la Virgen del Castillo. A la vuelta de nuestra excursión podemos descansar en el parque que encontraremos cerca del camino. Los que estén más en forma pueden seguir la carretera que lleva a Marcén, localidad que se encuentra a unos siete kilómetros; aunque, por supuesto, siempre podemos ir en coche. Pasamos junto a un relieve tabular, con escasa vegetación, que nos brinda la contemplación de bellas, y a veces extrañas, formaciones geológicas. Nos llaman poderosamente la atención los “torrollones” o cerros testigo, que se erigen a modo de gigantescos mojones que hacen inconfundible este paraje. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... En Alberuela de Tubo celebran sus fiestas mayores para la Virgen de la Asunción, 15 de agosto, y las pequeñas en torno a los días de Navidad. Son también tradicionales las hogueras que se encienden para San Fabián y San Sebastián y la romería a la ermita de la Virgen del Castillo el 3 de mayo.
ALCUBIERRE Tfno. Ayto: 974 57 42 63 480 habitantes SERVICIOS Cuenta Alcubierre con pabellón municipal, piscinas y camping además de dos restaurantes.
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RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SANTA ANA Dominando el pueblo, la iglesia se sitúa en una elevación donde en otro tiempo se erigía el palacio de los condes de Sástago, antiguos señores del lugar. Nos encontramos ante un espléndido ejemplo del escaso mudéjar existente en la provincia de Huesca. Su torre campanario está considerada uno de los mejores elementos del mudéjar aragonés. Su estilo se acerca a los antiguos alminares tunecinos; consta de tres cuerpos de planta cuadrada escalonados, que van decreciendo en altura y anchura a medida que se eleva. La iglesia se construyó con ladrillo, tapial y yeso. La parte más antigua del edificio data de la segunda mitad del s. XIV. y el resto data del s. XVI. Su ornamentación interior consta tan sólo de algunas figuras de escayola, ya que la iglesia fue saqueada durante la Guerra Civil, perdiendo dos valiosos retablos. RUTA POR LOS ALREDEDORES Nos ofrece Alcubierre varias rutas por su término municipal, como la San Caprasio, encaramada en el punto más alto de la sierra de Alcubierre, a 834 metros de altitud. Se trata de una construcción sencilla a base de piedra del lugar. La decoración es muy austera, pero la vista es impresionante. En sus cercanías podemos llegar a las cuevas excavadas en la roca que sirven de eremitorios y que en la actualidad han sido acondicionadas por los Hermanos de Jesús de Farlete. Espectacular ubicación para merendar y ver tormentas lejanas cuando se acerca la noche. Otras rutas: la del Puyladrón y la GR-17 o ruta Mariana. En el camino hacia el Monte Viejo nos encontramos los llamados “hornazos”, hornos de yeso. El trabajo de este material fue una acti-
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vidad muy importante en la economía monegrina para obtener ingresos extra. Es también de gran interés etnográfico el granero de la Abadía, cerca de la iglesia, que era el depósito donde se guardaban los diezmos que pagaban los parroquianos. PERSONAJES Un guía extraordinario para enseñarnos este pueblo y la sierra sería Mariano Gavín Suñén, el célebre Bandido Cucaracha, que nació en esta localidad y conoció sus parajes, y los de todos los Monegros, palmo a palmo, pudiendo huir así de la justicia hasta que fue envenenado por el farmacéutico de Lanaja, conchabado con la Guardia Civil, el 28 de febrero de 1875. Poca documentación nos queda para conocer realmente a Cucaracha, pero la suple con creces la leyenda formada en torno a éste, para algunos, Robin Hood monegrino en tiempos de hambre; vulgar salteador de caminos y extorsionador para otros. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Alcubierre celebra sus fiestas el día 26 de julio, en honor a Santa Ana.
ALMUDÉVAR Tfno. Ayto: 974 25 00 02 1.987 habitantes SERVICIOS Aparte de la hostelería, cabe mencionar también la existencia de dos supermercados, farmacia, centro de salud, varias entidades financieras, biblioteca, piscinas y otras instalaciones deportivas. También cuenta con un museo en el interior de la iglesia que alberga retablos de los siglos XV y XVI, objetos de culto, vestimentas, etc... (Ver museos). RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN Fue construida sobre una antigua ermita románica, estilo que todavía está presente en la portada del actual edificio, con cuatro arquivoltas sostenidas por capiteles historiados. Nos hallamos ante un magnífico inmueble de tres naves de igual altura y tres capillas laterales. En su interior encontramos el museo parroquial. CASTILLO El castillo es un recinto fortaleza de origen musulmán situado sobre el cerro que domina la población. A partir de la conquista cris-
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tiana en 1118, se sucedieron las obras dentro del recinto, construyendo allí una iglesia, abadía y casas. En la actualidad, las construcciones medievales están en ruinas y junto a ellas se levanta la ermita de N.ª S.ª de la Corona. ERMITA DE SANTA MARÍA DE LA CORONA De estilo gótico tardío-barroco, surge tras la desaparición de la primitiva iglesia parroquial de Almudévar. En 1560 la iglesia fue modificada por el maestro Pedro de Irizábal, quien abrió dos capillas en el muro norte. Finalmente, hacia 1750, con el traslado de la parroquia al actual emplazamiento, estas capillas pasaron a formar parte del edificio que hoy vemos. RUTA POR LOS ALREDEDORES Uno de los paseos recomendados nos acerca hasta la ermita de Santo Domingo, que se encuentra a unos tres kilómetros y medio del casco urbano y a la que se va en romería el primer domingo de mayo. Es éste un edifico de origen románico, remodelado en los siglos XVII y XVIII. También caminando podemos acerAlmudévar carnos hasta la fuente de los Tres Caños, obra pintoresca y sencilla que se encuentra a un kilómetro del núcleo urbano. Aunque el paseo es muy recomendable, no lo es tanto el agua que mana de ella, ya que los análisis químicos revelan que es demasiado “blanda”. Si queremos hacer una excursión un poco más larga, nos sugieren coger la bicicleta y dirigirnos al pantano de Tormos por la carretera que discurre pegada al canal. Hacia la zona norte podemos visitar el castillo de Torres Secas, de origen medieval, en el que destacan las murallas y la iglesia. También se puede conocer la parte alta del Saso Plano, con la punta de Mirallo, En la zona noreste se asciende a Torre Lierta, excelente mirador sobre la Hoya de Huesca y sobre las sierras exteriores pirenaicas. GASTRONOMÍA Podemos saciar nuestro apetito en los diferentes establecimientos abiertos en Almudévar y degustar, por supuesto, su apreciada y dulce trenza.
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PERSONAJES En el apartado de tradición brilla con luz propia la figura literaria de Pedro Saputo, protagonista de la novela de Braulio Foz, quien se refiere a este singular personaje como “natural de Almudévar, hijo de mujer, ojos de vista clara y padre de la agudeza”. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Buen momento para acercarse hasta Almudévar son los días de sus fiestas, el 8 de septiembre, en honor a la Virgen de la Corona, o para San Isidro, el 15 de mayo. En estas fechas se exhibe, conservado con esmero a pesar del paso de los siglos, el dance de pastorada, con su diálogo entre rapatán y mayoral. Hace algunos años se recuperó la Feria Antigua de mayo, que se celebra en torno a San Isidro, donde se muestran oficios antiguos y ganado. La jota cantada ha encontrado siempre aquí excelentes voces; algunas, como las de los Seral, crearon escuela. Sigue habiendo calidad y amor a la jota, como lo demuestran las actuaciones de la agrupación.
ALMUNIENTE Tfno. Ayto: 974 39 03 04 260 habitantes. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN AGUSTÍN Advierte al viajero de la presencia del pueblo y domina un amplio paraje. El templo, de planta de cruz latina, es de estilo renacentista, de piedra de sillería, con tejado a dos vertientes y una cúpula central. La iglesia fue restaurada a mediados de los noventa. La decoración mural es contemporánea y gira en torno al tema de la Trinidad. La torre se eleva a la izquierda del hastial y sólo conserva sus dos primeros cuerpos. RUTA POR LOS ALREDEDORES Almuniente ofrece también para el paseo y el disfrute del aire libre en el buen tiempo la fuente de San Agustín, que encontramos en la carretera de Frula y que
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cuenta con un merendero. Y lo más importante: sus aguas son frescas, cristalinas y potables. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Almuniente celebra sus fiestas patronales en Semana Santa y el 28 de agosto en honor a San Agustín.
ARTASONA DEL LLANO Tfno. Ayto: 974 25 00 02 (Almudévar) 80 habitantes. Pueblo de colonización.
RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN ANTONIO DE PADUA Se sitúa en la plaza Mayor, donde se encuentra también el ayuntamiento con pórtico delantero. Fue construida a principios de la década de los 60 por IRYDA y se utilizó piedra sillar en el exterior y enlucido de cemento en el interior. Consta de nave única rectangular dividida en cinco tramos. Alberga también un presbiterio recto, donde se ubica un retablo de 1962. Artasona del Llano Típico de pueblos de colonización, el núcleo es compacto y está atravesado por dos calles en forma de T, donde desembocan otras secundarias. En una de ella encontramos un arco “Bellavista” que cruzamos para sumergirnos en el sosiego y la quietud que nos brinda este pueblo. RUTA POR LOS ALREDEDORES Para los que quieren hacer su paseo, nos sugieren dirigirnos al camino que lleva a la ermita de Santa Quiteria, perteneciente al municipio de Tardienta. En veinte minutos podemos estar allí, caminando entre campos de labor.
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FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Celebran sus fiestas patronales el día 13 de junio, en honor a San Antonio de Padua.
BARBUÉS Tfno. Ayto: 974 28 51 87 130 habitantes. SERVICIOS Barbués cuenta con un club social, “La Asunción”, abierto todo el día, una piscina, una pista polideportiva y un consultorio médico. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE NTRA. SRA. DE LA ASUNCIÓN El edificio presenta elementos de varios estilos y su construcción se sitúa entre los siglos XVI y XIX. Su única nave se divide en tres tramos y se cubre con bóveda apuntada; la capilla mayor y las laterales se cubren con bóveda de cañón. CASTILLO Enseguida llama la atención del que llega a Barbués la silueta de su castillo sobre roca, avistando en lontananza al enemigo de otro
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tiempo que nunca llegará. Esta fortaleza constituye un vestigio todavía bien conservado de las residencias fortificadas de muchos nobles oscenses. Se trata de un edificio macizo, sin patio central y sin alturas destacadas. CASAS SOLARIEGAS En la plaza Mayor llama la atención del visitante la casa que se encuentra junto a la iglesia, casa Gabarre, de principios de siglo, de estilo ecléctico. Su ingreso es en arco de medio punto con rosca resaltada y clave moldurada con el año inscrito de 1766. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Barbués celebra sus fiestas mayores el 4 de diciembre en honor a Santa Bárbara. Las fiestas menores se celebra para la Asunción, el 15 de agosto.
BUJARALOZ Tfno. Ayto: 976 17 31 75 1.030 habitantes. SERVICIOS Aparte de los hosteleros, el pueblo cuenta con servicios tales como talleres, varias tiendas, peluquería y farmacia. En cuanto a atención sanitaria, dispone de centro de salud y su infraestructura deportiva está compuesta por piscinas, ubicadas junto a un pinar, pistas polideportivas y campo de fútbol. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SANTIAGO Data de los siglos XVI y XVII, aunque su origen se sitúa en el XIII. Sufrió varias transformaciones, sobre todo en el s. XVI y después de la guerra, puesto que durante el conflicto fue bombardeada. Otros edificios de carácter religioso que se encuentran también enclavados en el propio casco urbano son las ermitas de la Virgen del Pilar y la de San Miguel. CASAS SOLARIEGAS Es visita obligada en Bujaraloz la casa señorial situada en la plaza del Pilar, del s. XVII. Se trata de una gran casa palacio, que constituye uno de los ejemplos más relevantes de arquitectura civil mudéjar aragonesa con elementos barrocos, por sus grandes dimensiones y su aspecto monumental. Construida en buena piedra de sillería en el primer piso y ladrillo en los otros dos, ocupa una manzana y tiene dos fachadas. Se observa en una de ellas las armas de los linajes vincula-
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dos de los Torres-Solanot, originarios propietarios del edificio. RUTA POR LOS ALREDEDORES (Ver ruta de las saladas) GASTRONOMÍA Quien busca también contentar su paladar puede saborear unas deliciosas magdalenas, además del ternasco y los embutidos caseros propios de la zona. PERSONAJES Bujaraloz Reconocidas son las peculiaridades de las tierras monegrinas favorables a la observación de los astros. Condiciones que supo aprovechar el ilustre cosmógrafo y navegante Martín Cortés quien, en el siglo XVI, llegó a Cádiz para enseñar el arte de la navegación. Fue el autor del “Breve compendio de la esfera del arte de navegar con nuevos instrumentos y reglas, ejemplificado con muy sutiles demostraciones”. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Bujaraloz celebra sus fiestas mayores el 28 de agosto, para San Agustín, de las que destacamos la pervivencia de dos tradiciones de gran arraigo en el pueblo. También se festejan dos romerías, una de ellas a la ermita de San Jorge, a 8 kilómetros de la localidad, el 23 de abril, y a la de San Antón, el 17 de enero, donde se enciende una gran hoguera. Una de las dos tradiciones que perduran en Bujaraloz es el dance que, tras ser recuperado hace unos diez años, se conserva con mimo y se interpreta con orgullo. También tenemos que mencionar las coplillas de “los despertadores”, a las seis de la madrugada del 28 y el 29. Aparte de rendir honores al santo, su sobrenombre indica claramente cuál es su función.
CALLÉN Tfno. Ayto: 974 39 00 50 (Grañén) 102 habitantes. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN MIGUEL Es uno de los elementos distintivos del casco urbano de Callén que sale al paso del conductor en la travesía que cruza la población.
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Data de 1970 y se erigió sobre los restos de una iglesia románica preexistente. Es de ladrillo caravista y cemento, de planta poligonal irregular y se cubre con tejado a una vertiente. Sobre la fachada hay un pilar de ladrillo con una cruz de hierro. Los santos del antiguo templo vuelven, una vez restaurados por las mujeres, a escuchar las plegarias de los vecinos en la nueva iglesia. RUTA POR LOS ALREDEDORES Nos sugieren caminar hasta el crucero de la Virgen del Pilar, de estilo barroco, que data de 1703. Se trata de un pilar de tres cuerpos sobre una base cuadrangular. En él aparecen las inscripciones “Ave María” y “Año 1703 F”. En el segundo cuerpo se abre una hornacina que alberga una imagen moderna de la Virgen del Pilar. El conjunto está rematado por una cruz de hierro calada, decorada con motivos en forma de serpiente en sus brazos. También nos recomiendan ir al nacimiento de la fuente que brota Callén en el pueblo, cuyas aguas atraen a muchas personas de pueblos vecinos. Se conserva todavía un lavadero antiguo. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Callén celebra sus fiestas patronales para San Gregorio, el 7 de mayo, festejos en los que, además de las sesiones de baile o la misa baturra, se ha hecho muy popular el concurso gastronómico de postres. Es también tradicional acudir en romería el primer domingo de mayo a la ermita de la Virgen de la Corona, en Piracés.
CANTALOBOS Tfno. Ayto: 974 57 40 01 (Lanaja) 129 habitantes. Pueblo de colonización. SERVICIOS Cantalobos dispone de consultorio donde acude el médico dos veces a la semana y un club social.
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RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE LA VIRGEN DEL PILAR Data de 1964 y se encuentra en el centro de la localidad, en la plaza de Huesca. Destaca en esta iglesia el muro que se encuentra tras el altar cubierto con un panel de cerámica con cristales de colores y metal que muestran elementos simbólicos de diseño actual, estrellas, anagramas de Cristo y la corona de espinas con un cáliz con forma sagrada. A lo largo de las paredes y el púlpito se puede ver un arrimadero de azulejería artesanal con diseños naif que simbolizan la Pasión, el Bautismo, el Martirio, las llaves de Pedro,… En el exterior, el templo es de piedra, donde hay una espadaña alta de hormigón en forma de cruz y un cuerpo de campanas circular rematado por una gran cruz de hierro. RUTA POR LOS ALREDEDORES Para pasear, nos sugieren acercarnos al parque que se encuentra en un lado a la entrada del pueblo, característico de los pueblos de colonización. Una amplia y espesa masa de pinar alivia los calores a quienes pasean por él.
Cantalobos
FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... El municipio celebra sus fiestas el 11 de octubre en honor a la Virgen del Pilar, con varios festejos, destacando la misa, la comida popular y el baile; y el día 15 de mayo, San Isidro. Este día todo el pueblo acude a La Cartuja de Monegros donde se reúnen con los vecinos de otros municipios como Lanaja, Alcubierre y Orillena.
CAPDESASO Tfno. Ayto: 974 57 51 57 198 habitantes. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN BAUTISTA Presenta una mezcla de estilos, románico y gótico, y se encuentra, al igual que el núcleo urbano, sobre un altozano en una plaza que ofrece una amplia vista panorámica de los alrededores. Fue construi-
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da en buena fábrica de sillería, de gruesos muros. En el siglo XVI fue ampliamente remodelada, recibió una nueva portada, se sustituyeron las bóvedas y, para ventilar y sanear éstas, se elevó una galería de arquillos de ladrillo. A todo ello se añade una intervención del siglo XIX que no varió sustancialmente el aspecto de conjunto. En su interior presenta abundante Capdesaso ornamentación pictórica a modo de falsos retablos de diferentes diseños. El acceso a la torre, que consta de dos cuerpos y es de dimensiones cortas y robustas, se sitúa en el lado sur, tras el ábside, mediante escaleras exteriores. Los nombres de algunas querer servir de recordatorio monegrinos construyeron en líquido del agua: calle de la Huerta…
de las calles de Capdesaso parecen aquel patrimonio etnológico que los su día para almacenar el apreciado Fuente, del Pozo, de la Balsa, de la
RUTA POR LOS ALREDEDORES Para nuestros paseos, nos sugieren caminar hasta la ermita de Santa Elena, en el monte de Santa Cruz, a una hora del pueblo. Es de nave única, dividida en tres tramos, más el del presbiterio recto a una altura. En la cabecera hay un altar de obra y una hornacina sobre él. Aprovechamos la magnífica vista de la que podemos disfrutar desde este saso dominando una gran extensión de los llanos monegrinos.
CASTEJÓN DE MONEGROS Tfno. Ayto: 976 17 26 04 689 habitantes. SERVICIOS Castejón de Monegros dispone de farmacia, varias tiendas, estanco, peluquería, piscinas y pistas deportivas. También hay diferentes talleres mecánicos, herrería, de cerámica, carpintería y cuenta también con una fonda donde puede alojarse el visitante.
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RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA LUMBRE Fue construida en piedra arenisca de buena calidad en el s. XIII y ampliada a finales del s. XVI. Lo más destacable de este templo, ubicado en el centro de la población, es su galería porticada que comunica con un antiguo cementerio que hoy es la plaza del Frontón. Este tipo de elementos son comunes en la meseta castellana, pero en Aragón ésta de Castejón es única. CASTILLO-ERMITA SAN FABIÁN Y SAN SEBASTIÁN. El pueblo se extiende a los pies del castillo-ermita de San Sebastián y San Fabián, del que se tienen noticias de su existencia desde 1211. Se alza, achaparrado pero firme y en buen estado, como atalaya sobre una llanura cuyos confines se pierden en el horizonte. El acceso de la ermita se encuentra en la cara sur y es muy sencilla. CASA SOLARIEGAS En la plaza Joaquín Costa, 2, destaca el inmueble del ayuntamiento, que data del s. XVI, ejemplo de arquitectura civil aragonesa en perfecto estado gracias a la rehabilitación efectuada en el edificio recientemente. RUTA POR LOS ALREDEDORES Podemos disfrutar del paisaje llano y abierto siguiendo diferentes rutas por los alrededores: al colmenar de Puyol, a cinco kilómetros al norte de la localidad, formado por un gran muro de sillares de piedra; a la ermita de Santa Ana, del s. XVII, de estilo neoclásico, que se encuentra a un kilómetro y medio del pueblo, aproximada-
Castejón de Monegros
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mente, y en cuyo interior se encuentran pinturas muy coloristas. Tenemos todavía otra ermita, la de San Miguel, a la que se va en romería el 8 de mayo, también sencilla y decorada en suaves tonos azules y vainillas, con motivos vegetales, restaurada por vecinos del pueblo. También existe un sendero señalizado que nos proporcionará agradables paseos. No olvidemos que nos encontramos en una comarca donde las puestas de sol sorprenden por su espectacularidad. Forma parte Castejón de Monegros de esa red de pueblos que configuran el entramado de los caminos de la sed, pero también del cada vez más valorado paisaje semi-estepario monegrino. La necesidad histórica de guardar el agua se refleja en las numerosas balsas y balsones que podemos encontrar en su término municipal. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Castejón de Monegros celebra sus fiestas para San Fabián y San Sebastián el 20 de enero; y en julio, el 25 y 26 para Santiago y Santa Ana. Esta localidad es importante enclave en la ruta del dance monegrino. El dance castejonero es el único integrado totalmente por mujeres, que con su entusiasmo impiden que esta tradición desaparezca.
CASTELFLORITE Tfno. Ayto: 974 57 61 91 147 habitantes. SERVICIOS Castelflorite cuenta con piscinas, parque, club social y un refugiomerendero. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL La iglesia es de origen románico, de la segunda mitad del siglo XII. El edificio consta de una nave erigida en piedra sillar, dividida en tres tramos en los que se abren diversas capillas; el interior es muy pobre en arte mueble, pues fue saqueado durante la Guerra Civil. Con motivo de la restauración del edificio en 1992, se realizaron diversas excavaciones, que sacaron a la luz abundantes restos arqueológicos. El estudio de los mismos reveló importantes datos, reuniéndose una amplia serie antropológica de Castelflorite, desde su conquista por el Islam, a finales del siglo XII, hasta el siglo XVII, cuando probablemente se comenzaría a enterrar fuera de la iglesia. Parte
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Castelflorite
de estos resultados se expusieron en el Museo de Paleontología de la Universidad de Zaragoza, en la exposición de 1993 titulada “Los Primeros Aragoneses”. RUTA POR LOS ALREDEDORES La naturaleza ha provisto al pueblo de una excelente atalaya cercana, el saso de Santa Cruz, donde podemos acercarnos para disfrutar de una deliciosa y amplia panorámica. Si en nuestra visita a Castelflorite queremos también dar paseos, podemos subir a esta pequeña meseta por una de sus laderas y bajar por la otra. Otra sugerencia es llegar hasta el barranco de la Clamor, que se encuentra más o menos a un kilómetros del casco urbano. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Celebra sus fiestas en torno al 15 de agosto, en honor a la Asunción de la Virgen y San Roque; y para el 4 de diciembre, Santa Bárbara.
CURBE Tfno. Ayto: 974 39 00 50 (Grañén) 225 habitantes. Pueblo de colonización. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SANTA TERESA DE JESÚS Es de estilo arquitectónico contemporáneo. Su advocación es un homenaje a la primera mujer que dio de comer a los obre-
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ros que construyeron el pueblo, llamada Teresa. El templo consta de dos naves de cinco tramos. Parte de la ornamentación interior está formada por azulejos, que presentan motivos de cruces de diseño naïf.
Curbe
RUTA POR LOS ALREDEDORES Para pasear, nos sugieren acercarnos a la zona de peña Moro, alrededor de una loma de pinos o, para los que quieran caminar más, llegar andando por camino y carretera al pantano del Torrollón de Marcén.
FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Curbe celebra sus fiestas patronales para Santa Teresa, el 15 de octubre.
FARLETE Tfno. Ayto: 976 16 30 01 456 habitantes. SERVICIOS Una farmacia y un bar donde dan comidas. Dos tiendas de ultramarinos, panadería, carnicería, piscinas e instalaciones deportivas, biblioteca. RUTA MONUMENTAL SANTUARIO DE LA VIRGEN DE LA SABINA (Ver “enclaves”) IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA En el casco urbano destaca la iglesia parroquial de San Juan Bautista, de estilo gótico-barroco, de los siglos XVI al XVIII, restaurada tras los daños sufridos durante la Guerra Civil. Originales de la iglesia, tal vez del siglo XVI, sería la cornisa escaqueada con piezas aplantilladas semicirculares.
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RUTA POR LOS ALREDEDORES Si tenemos ganas de caminar, podemos dirigirnos a la sierra de Alcubierre, a unos 4 kms. al norte de la localidad, hasta llegar a la Torraza (s. XIIIXIV). Se trata de una atalaya de planta rectangular de 13x8,4 m., de recios muros construidos con piedra de sillería. Se vincula esta torre a la familia Cornel y su uso a la protección contra el bandolerismo. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Es tradición en Farlete la romería del 25 de abril a la ermita de San Caprasio, Farlete en el punto más elevado de la sierra de Alcubierre, donde se celebra también una comida de hermandad. Cerca del edificio podemos visitar las cuevas que sirven de lugar de aislamiento y oración a los Hermanitos de Jesús que viven en Farlete. Es también muy tradicional, y seguida por prácticamente todos los vecinos, la novena a Nuestra Señora de la Sabina del 8 al 16 de septiembre. Las fiestas mayores se celebran en honor a San Roque, del 14 al 18 de agosto.
FRAELLA Tfno. Ayto: 974 39 00 50 (Grañén) 60 habitantes. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN NICOLÁS DE BARI Se trata de una construcción de piedra sillar, bien trabajada y de pequeñas dimensiones que se sitúa en una elevación del terreno, asentándose directamente en la roca y dominando desde allí el núcleo urbano. Es un excelente ejemplo de arquitectura local románica, ya que las pequeñas reformas posteriores al siglo XII no afectaron a la esen-
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cia del edificio. Destaca la techumbre por la decoración mural que se cubre de casetones con flores y los arcos fajones, que muestran motivos como Fraella roleos vegetales que surgen de boca de animales fantásticos. Sobre la puerta de ingreso hay dos toscos angelotes pintados que sostienen una cartela con las fechas de “AÑO 1748/año 1878”, en que podemos datar los frescos. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... El día 24 de agosto, Fraella celebra sus fiestas en honor a San Bartolomé. Es también tradicional acudir en romería, el segundo día de Pascua, a la ermita La Jarea, en Sesa, donde después de la misa se hace un vermut popular para todos los asistentes. Según la voz popular, bajo la iglesia hay un pasaje que podría ser un caño o nevero, y diversos pozos de agua en los alrededores.
FRULA Tfno. Ayto: 974 39 03 53 465 habitantes. Pueblo de colonización. SERVICIOS Farmacia, tiendas de ultramarinos y bares, además de un completo complejo deportivo con piscinas.
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Si hacemos un recorrido por sus calles nos llama la atención la denominación de éstas, la importancia que tienen los elementos naturales. Así, encontramos una ronda de Poniente, una de Levante, o una calle del Mediodía. La placa de la calle del Cierzo ya nos advierte del fuerte viento que muy a menudo sopla
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en ella, aminorado no obstante desde la construcción de nuevas viviendas que sirven de parapeto. Pero, para curiosa, la calle del Perro o la del Gato, que también existen. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... En el apartado de cultura y fiestas, reseñar que la localidad ha sido siempre muy dinámica en este sentido. Antes de que el día de San Jorge fuese motivo de festejos y programaciones culturales en Aragón, en Frula ya se celebraba con un rancho popular. Fue uno de los pueblos de colonización que más se distinguió desde el principio por sus inquietudes culturales y sus semanas culturales han sido muy populares. Celebra sus fiestas patronales en torno al 20 de mayo en honor a San José de Pignatelli, y en octubre, para el Pilar.
GRAÑÉN Tfno. Ayto: 974 39 00 50 1.353 habitantes. SERVICIOS Grañén es una localidad con abundantes servicios y notable actividad comercial. Cuenta con pabellón polideportivo, piscinas, farmacia, centro de salud, dos residencias de ancianos, instituto de educación secundaria, etc. Para el visitante dispone de alojamientos, lugares donde comer y bares. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SANTIAGO Es de estilo gótico, del siglo XVI. Nos hallamos ante un magnífico conjunto artístico, en un edifico de planta de cruz latina, singular en la comarca, que alberga en su interior el valioso retablo renacentista de Pedro de Aponte y Cristóbal de Cardeñosa, dedicado al apóstol Santiago y a San Juan Evangelista. Está compuesto por veintiséis tallas pintadas al temple y algunas pinturas al óleo posteriores, de autor desconocido El interior del templo se cubre con bóvedas estrelladas ricas en ornamentos florales. En el mismo sitio encontramos restos de la fortificación medieval. Detrás hubo un cementerio y aún se conservan algunas tumbas excavadas en la roca. No muy lejos de allí podemos acercarnos al parque de San Julián. RUTA POR LOS ALREDEDORES Paseando por las calles del pueblo llegamos a la plaza del Castillo, que nos recuerda la existencia pasada de la antigua fortale-
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Grañén
za medieval. Podemos caminar hasta “el puente de los enamorados”, disfrutar del discurrir del agua del cercano Flumen en su ribera o alejarnos un poco más y visitar la Piedra Marche-
na, tan apreciado por los más pequeños. Informaciones variadas pueden encontrarse en la página web http://inicia.es/de/granen. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... La fiesta mayor de Grañén se celebra el 25 de julio en honor a Santiago Apóstol, patrón de la localidad. La llegada de gentes de diferentes puntos de España ha sido motivo de la pérdida de muchas tradiciones. No obstante, algunas de ellas se mantienen con mucho arraigo, como puede ser Santa Águeda, el 5 de febrero, día en el que las mujeres toman literalmente el pueblo y eligen una alcaldesa. No es tan procaz la denominada Fiesta de los Hombres, para Santa Ana, recientemente recuperada; aunque hay quien opina que su recuperación pretende servir de contrapunto a la fiesta antes mencionada. Proviene esta celebración del cumplimiento pascual, mediante el cual todos los hombres deben confesarse y comulgar al menos una vez al año.
HUERTO Tfno. Ayto: 974 39 50 68 265 habitantes. SERVICIOS Cuenta el municipio con varias tiendas, dos bares, un restaurante y una casa de turismo rural. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE LA SANTA CRUZ Ubicada en la zona más baja de la localidad, se construyó con nave única cubierta con bóvedas estrelladas. En el primero tramo de la nave aparece el escudo de la familia promotora, los Altarriba. El
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retablo que alberga es barroco, del s. XVIII, realizado en madera tallada, dorada y policromada. Destaca también la capilla barroca de San Antonio que resulta espectacular. CASTILLO DE LOS ALTARRIBA De estar todavía en pie, la localidad estaría señoreada por el castillo de los Altarriba, señores de Huerto y Almuniente desde 1472 hasta el siglo XVI, situado en un amplio altozano. En la actualidad este castillo se encuentra en ruinas pero su perímetro conserva todavía restos de amurallamiento. RUTA POR LOS ALREDEDORES Una de las rutas nos lleva a la ermita de Santo Domingo, a una hora del núcleo urbano. Renacentista del s. XVI, la tradición la vincula con la conquista de este territorio a los musulmanes. También podemos acercarnos a la ermita de Puymelero, desde donde se disfruta de una deliciosa vista y de la sombra de su arbolado. Nos recoHuerto miendan también dar una vuelta por los alrededores del pueblo, por la zona de huerta vieja, en la que las acequias y fuentes que datan del tiempo del dominio musulmán refrescan el ambiente. Es interesante visitar el sistema de canalización de “las Covetas”, del s. XVI, un completo mecanismo de aprovechamiento de agua de enormes dimensiones. Calmaremos nuestra sed en la fuente del lugar que, según la tradición, tiene ochocientos años y consta de un pozo excavado en el terreno, cubierto con sillares, con bomba de mano, en cuyos aledaños hay un lavadero y un pequeño merendero. Quedan otros restos que pueden visitarse, que invitan a la leyenda y a contar historias, como son los silos medievales que se encuentran en el término municipal. En el camino a la ermita de Puymelero podemos ver uno de pasadizo y cámara. Otra zona de silos es la partida de “los Alburgues”, al norte de la localidad. Allí nos encontramos con un grupo de cavidades horadadas en el suelo, con forma de tinaja, paredes de cerámica y aberturas superiores. Mención muy especial merece también la “Cueva de la Mora”, a un cuarto de hora del núcleo urbano, donde, según la leyenda popular, se haya enterrada una joven princesa mora.
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FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Huerto celebra sus fiestas el 16 de abril, Santa Engracia; el 4 de agosto, Santo Domingo de Guzmán, y Santa Bárbara el 4 de diciembre. También es muy celebrada Santa Águeda, el 5 de febrero. La conquista de Huerto por los musulmanes se conmemora cada 8 de mayo yendo en romería hasta la ermita de Santo Domingo, portando palos, el arma con la que la leyenda dice que vencieron. De ahí que esta romería se llame “de los palos”.
LA ALMOLDA Tfno. Ayto: 976 17 16 01 701 habitantes. SERVICIOS Farmacia, varias tiendas de alimentación, tres peluquerías, dos bares, piscinas e instalaciones deportivas y biblioteca. RUTA MONUMENTAL IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA LUZ Data del s. XVI, de estilo gótico tardío, y fue restaurada recientemente. En cuanto a construcciones religiosas, destacaremos también el convento de San Antonio, una pequeña ermita ubicada en el entramado urbano del pueblo. RUTA POR LOS ALREDEDORES El ayuntamiento de La Almolda, consciente de la riqueza naturalísLa Almolda tica de su entorno, ha señalizado dos rutas de carácter local, en la sierra de Santa Quiteria: LA 1 de 12,5 km., y LA 2 de 23,4 km. Esta pequeña muestra permite al caminante disfrutar de una zona en la que la naturaleza ha configurado un atractivo escenario. Un panel informativo, situado en el punto kilométrico 41,50 de la A-230 dirección Sariñena, nos explica de forma resumida, mediante dibujos, lo que nos podemos encontrar en la ruta. En él están reflejados los mapas de los dos recorridos, que pueden
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adquirirse en la oficina del ayuntamiento o en los comercios de la localidad. Las características del clima, sobre todo el cierzo desecante, el suelo y el relieve han condicionado la vegetación, siendo el romero la especie dominante en la zona, donde también encontraremos coscojos, tomillos, ontinas, manzanillas, aliagas, variedades de cardos… La flora determina también la fauna y estos parajes albergan especies como la perdiz, abubilla, zorros, jabalíes y algunos invertebrados con curiosas adaptaciones. Cabe además reseñar el interés etnológico de estas rutas. GASTRONOMÍA Para Navidad, en La Almolda no podemos dejar de degustar los empanadonicos, de cabello de ángel o carne de membrillo; en cualquier época del año está sabroso el ternasco, los embutidos caseros y las mallorcas. PECULIARIDADES La Almolda ha despertado el interés de varios lingüistas, sorprendidos por el peculiar acento del habla almoldana, distinto a la de sus pueblos vecinos, muy parecido al de los habitantes de Chiprana, en el Bajo Aragón, y con reminiscencias de otros lugares. Todavía no se han determinado las causas de estas peculiaridades. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... La Almolda celebra sus fiestas patronales los días 22 y 23 de mayo, Santa Quitera y San Urbez. Los festejos incluyen una romería a la ermita de la santa y la representación del dance almoldano, que se conserva desde el siglo XIII, sin interrupciones. Es una manifestación folklórica similar a otras de la comarca, pero con la particularidad del ritmo que, en este caso, es trepidante.
LA CARTUJA DE MONEGROS Tfno. Ayto: 974 57 09 00 (Sariñena) 311 habitantes. Pueblo de colonización. SERVICIOS El municipio cuenta con bar, tienda, escuela, piscina, pista polideportiva y dispone de un autobús que sube todas las mañanas a Sariñena RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN BRUNO En nuestro paseo por el pueblo veremos la iglesia parroquial de
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La Cartuja de Monegros
San Bruno, de 1968, de estilo arquitectónico contemporáneo. El templo consta de dos naves y presbiterio, de planta rectangular, pero con uno de sus ángulos redondeados. La irisación de la iluminación natural que inunda la iglesia procede de las ventanas con vidrieras de colores. En el interior podemos fijarnos en la decoración con símbolos religiosos de estilo ingenuista como estrellas o palomas y en el altar una talla de madera de San Isidro.
CASA CONSISTORIAL En la plaza España se encuentra la casa consistorial. Merece la pena echar un vistazo al tablero que refleja las diferentes procedencias de los vecinos de La Cartuja de Monegros con unas pequeñas banderas de Francia, Canarias, Galicia, Extremadura, Andalucía, Cataluña, etc. LA CARTUJA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS FUENTES (Ver enclaves). FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Celebran sus fiestas el 6 de octubre en honor a San Bruno, días en los que sorprende ver muchos vecinos vestidos de baturros, y el 15 de mayo, San Isidro.
LALUEZA Tfno. Ayto: 974 57 50 01 650 habitantes. SERVICIOS Entre los servicios con que cuenta Lalueza mencionar la gasolinera, farmacia, dos peluquerías, carnicería, tiendas de ultramarinos, dos bares, biblioteca, piscinas, polideportivo, campo de fútbol, parque municipal y centro de día de la tercera edad. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN JUAN APÓSTOL Presenta una mezcla de estilos gótico y barroco. El templo debe su origen a las religiosas de Sijena, señoras temporales del lugar.
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Como la mayoría de las construidas en el siglo XVI, es de una nave, dividida en tres tramos que se cubren con bóvedas. Entre las capillas que se abren en el monumento, se encuentra la de San Pedro Arbués, barroca, abundantemente cubierta por ornamentación en estuco de tipo vegetal o a base de angelotes, nubes y conchas. Lo más interesante de esta capilla son las pinturas murales de Fray Manuel Bayeu, realizadas en 1806, con efectistas composiciones escenográficas que representan alegorías de la fortaleza, la caridad, la paciencia o la religión. Hablando de esta última, es importante destacar la ejemplar convivencia de credos, católico y protestante, que se ha producido en Lalueza desde hace años; un pueblo, en este sentido, insólito en todo Aragón. RUTA POR LOS ALREDEDORES Para darnos un paseo por los alrededores de Lalueza, los vecinos nos recomiendan acercarnos hasta “La Cruceta”, aproximadamente un kilómetro del casco urbano. Se cuenta que esta cruz era como un poste indicador antiguo, que servía para orientar a los peregrinos que bajaban desde Francia en la Edad Media
Lalueza
FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Para ir de fiestas, deberemos acercarnos al pueblo el 22 de julio, “La Malena”, o el 17 de septiembre, San Pedro Arbués, cuando se celebran las fiestas mayores. No faltan cada año en estos festejos las comidas y cenas populares. Las tradiciones son muy importantes todos los años para las fiestas. Una de ellas es la colocación de una enorme cuba de vino en la plaza por parte de los quintos del pueblo que invitan a beber a todo el que llega. Eso sí, hay que decir que el suculento caldo es cortesía de uno de los vecinos que quiere hacer honor a la buena fama que han llevado siempre los vinos laluecinos. Tampoco falta todos los años la ronda que los quintos hacen a las solteras, recogiendo dinero y dulces que luego repartirán entre los vecinos. Estas chicas son también a las que “enraman” en mayo. Los mozos cortan un chopo de la ribera del río y van dejando sus ramas en los balcones de las mujeres. Cuando el tronco está pelado, lo clavan bien enhiesto en la plaza.
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LAMASADERA Tfno. Ayto: 974 57 09 00 (Sariñena) 13 habitantes. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN LORENZO La iglesia, de estilo clasicista, data de principios del siglo XIX. Fue construida en ladrillo, adobe, tapial y algo de piedra, constituyendo una nave de tres tramos que en la actualidad se encuentra en un estado ruinoso. SILOS MEDIEVALES En el término de “las Torrazas” se encuentran los silos medievales. Se trata de dos o tres Lamasadera cavidades excavadas en el terreno, en la piedra arenisca, con una abertura superior. A su lado quedan restos de hornos de cerámica. RUTA POR LOS ALREDEDORES Caminando por la carretera de Castelflorite, nada más salir del pueblo, nos encontramos con dos antiguas balsas que hoy en día están en desuso, y a 20 metros de allí podemos ver una pared que se conserva desde hace cientos de años. Se trata de los restos de la antigua iglesia parroquial, de origen románico, que data del siglo XII y que fue sustituida por la de San Lorenzo en el siglo XIX. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Lamasadera celebra sus fiestas el día 10 de agosto, en honor a su patrón San Lorenzo. A éstas acude la población en periodo de vacaciones, que por diversas causas ha emigrado. Una cena popular, a cargo del Ayuntamiento, culmina las fiestas.
LANAJA Tfno. Ayto: 974 57 40 01 1.189 habitantes. SERVICIOS Entre otros servicios, Lanaja dispone de gasolinera, varios bares y
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Lanaja
restaurantes, farmacia, supermercado, tiendas de ultramarinos, etc. Si quiere el visitante pernoctar en este pueblo, puede quedarse en la casa de turismo rural. Para introducirnos en la cultura tradicional najina podemos acercarnos al museo etnológico y ver diferentes utensilios de labranza y domésticos. (Ver museos) RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE LA ASUNCIÓN. Consta de dos naves desiguales, la del norte es más antigua y responde al estilo gótico cisterciense, probablemente de la segunda mitad del siglo XIII. La nave sur se construyó no mucho después, en el siglo XIV, y muestra un estilo gótico más fino y avanzado, sobre todo en la cabecera, donde los capiteles presentan una estilizada decoración floral. RUTA POR LOS ALREDEDORES Fuera del casco urbano, los que gustan del senderismo, pueden tomar el sendero marcado, cuyo trazado enlaza el magnífico monasterio de la Cartuja de N.ª Sra. de Las Fuentes con la ermita de San Caprasio, en la sierra de Alcubierre. Por los alrededores, nos recomiendan visitar el barranco de la Estiva y el azud de Bastarás. También podemos acercarnos hasta el saso que domina el pueblo, donde se alza la ermita de San Sebastián, con decoración muy escasa y sobria en su interior. Una vez en este montículo, podemos visitar los diversos refugios utilizados durante la Guerra Civil que en él se excavaron.
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FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Las fiestas mayores se celebran el 21 de septiembre, San Mateo, y las pequeñas el 20 de enero, San Sebastián. Mención merece los tradicionales actos que se celebran en las fiestas de San Mateo. Destacar sobre todo el dance de espadas y palos, un dance de pastorada similar a los del resto de la comarca, y la carrera hombre contra caballo. Esta singular competición enfrenta a cuatro atletas contra una yegua, “Alteza”, en una antigua tradición que fue recuperada hace unos años. Es Lanaja un pueblo de leyendas y pequeñas historias que forman parte de su rico acervo cultural. Se cuenta, por ejemplo, la de un peregrino que se encerró para modelar un Cristo y desapareció, dejando intacta la comida que le proporcionaban a través de un ventanuco. También un personaje envuelto en la leyenda fue Mariano Suñén Gavín, el Bandido Cucaracha, que encontró la muerte en Lanaja, envenenado por el farmacéutico de la localidad, conchabado con la Guardia Civil, mientras bebía vino con sus compinches. Encontramos, en el promontorio del municipio, los restos de un amurallamiento medieval. El lugar es conocido como Castillo de Montoro, haciendo alusión a una antigua leyenda que habla de un toro de oro enterrado bajo él.
LASTANOSA Tfno. Ayto: 974 57 09 00 (Sariñena) 67 habitantes. SERVICIOS Cuenta Lastanosa con piscina, una tienda donde venden el pan y ultramarinos y un consultorio donde acude el médico dos veces a la semana. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN SALVADOR Fue consagrada en 1570 por Don Pedro Agustín, obispo de Huesca, sustituyendo un templo anterior románico tardío, posiblemente de finales del siglo XII. Entre sus bienes muebles destaca el retablo del Salvador, de 1490, de estilo hispano-flamenco, actualmente restaurado. RUTA POR LOS ALREDEDORES No podemos irnos de Lastanosa sin disfrutar de las magníficas panorámicas que se pueden ver desde lo alto de las ermitas de San Sebastián y de Santa Ana. Para subir a San Sebastián cogemos la carre-
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tera del canal y de ahí un camino que se desvía. Subimos hasta lo alto del montículo y podemos disfrutar de un verde paisaje en riego. Las pocas hectáreas de secano que quedan forman un bello paraje que vemos Lastanosa desde un lado en lo alto de la ermita de Santa Ana, en el camino de El Tormillo. Desde cualquiera de estas ermitas se ven los dos pantanos que fueron construidos para suministrar, a éste y a los pueblos de alrededor, agua para regar sus campos. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Si queremos acudir a las fiestas de Lastanosa tendremos que acercarnos el 20 de enero, celebración en honor a su patrón San Sebastián, donde no podemos perdernos la tradicional hoguera en la que se asa longaniza y panceta para todo el pueblo y visitantes. Celebran también el día de Santa Ana el 26 de julio, donde suben en coche a la ermita que lleva el mismo nombre, y el día 6 de agosto El Salvador, donde no faltan las misas con su procesión y comidas y vermuts populares, destacando el tradicional concurso de repostería.
LECIÑENA Tfno. Ayto: 976 16 80 05 1.400 habitantes. SERVICIOS Cuenta el pueblo con escuela, biblioteca, ludoteca, hogar de mayores, consultorio médico, farmacia y diversos comercios. En cuanto a instalaciones deportivas, mencionar el pabellón polideportivo, campo de fútbol de hierba y recinto de las piscinas, con tres piscinas, pista polivalente, pista de baloncesto, de petanca y frontón. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SANTA MARÍA Es de estilo renacentista, del siglo XVI, edificio de grandes dimensiones, construido con piedra sillar de caliza, material
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Leciñena
poco común en la arquitectura de la comarca. Es uno de los pocos ejemplos de iglesia con planta de salón existente en Aragón. Adosada a ella está la torre mudéjar de ladrillo, de tres cuerpos; el primero de ellos puede datar del s. XV y pudo pertenecer a la iglesia anterior. SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE MAGALLÓN (Ver enclaves). GASTRONOMÍA Si deseamos saborear algún plato típico de la localidad, recomiendan la tortas de tomate, las tortas de yema, los mortajaos, empanadicos y guitarras. Otros platos de la tierra pueden degustarse en el restaurante de la localidad. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... La aparición de la Virgen se conmemora en las fiestas del 15 de marzo, cuando se va en romería al santuario, se bailan las famosas seguidillas y se interpreta el dance. El 8 de septiembre celebran sus fiestas mayores en honor a la Virgen de Magallón.
MARCÉN Tfno. Ayto: 974 57 50 01 (Lalueza) 99 habitantes. SERVICIOS Cuenta el municipio con club social y una casa rural donde poder alojarse.
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RUTA MONUMENTAL IGLESIA DE SAN PEDRO ENCADENADO La iglesia, románica-gótica, asienta su fábrica sobre una cresta rocosa, al norte de la localidad, en un lugar donde todavía se conservan vestigios del castillo medieval que ostentaba Mango Jiménez en 1102. YACIMIENTO MUSULMÁN DE MARCÉN El asentamiento de “Las Cías” fue fundado por los musulmanes a finales del siglo X o comienzo del XI. El yacimiento se encuentra en un plano rocoso a 420 m. de altitud, situado detrás de la iglesia y al lado del depósito de agua. Allí se encontraron algunos restos de fragmentos de cerámica de los siglos X y XI y se descubrió la existencia de un grupo de unidades de viviendas y dos calles perpendiculares que delimitaban el sector. Justo frente a este asentamiento, encontramos uno de los viejos olivares que se conservan en los terrenos aledaños a la localidad. RUTA POR LOS ALREDEDORES Saliendo del pueblo, detrás del cementerio, cogemos la pista que lleva al pantano. Este paseo nos permite disfrutar de un paisaje lleno de ocres, representados por los magníficos “torrollones”.
Marcén
Otro recorrido es el que parte del camino al Mobache, para llegar a la montaña que lleva el mismo nombre. Desde su cumbre, la plana con los últimos campos de secano, se puede disfrutar de una magnífica panorámica desde donde se ve la sierra, el pantano e incluso Guara. GASTRONOMÍA La caldereta, comida típica que se hace para las fiestas de verano. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Las fiestas patronales se celebran el día 15 de diciembre en honor a San Úrbez, y en agosto, del 1 al 5, en honor a su patrón San Pedro Encadenado. El acto que inaugura estas fiestas de verano es, el día de la víspera, la plantación de un árbol, el mayo, en el lugar donde se encuentran los vestigios del castillo medieval de Marcén. www.inicia.es/de/ges22
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MONEGRILLO Tfno. Ayto: 976 16 31 01 538 habitantes. SERVICIOS Dispone de varias tiendas, bares y piscinas. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN Su construcción combina el estilo neoclásico y la arquitectura contemporánea. La primitiva iglesia data del s. XVIII, pero tras el deterioro sufrido durante la Guerra Civil, fue reconstruida. En su interior encontramos pinturas al fresco que representan la Asunción de la Virgen. Encontramos dos capillas, una dedicada a Santa Ana y otra a San Benito, también con pinturas, todas obra de José Aznar, quien fue párroco de Monegrillo entre 1954 y 1956. CASAS SOLARIEGAS Recorriendo las calles del pueblo, nos detendremos frente a casa Panivino, en la calle Santa Cruz, 2, un magnífico ejemplo de arquitectura civil mudéjar aragonesa, que data del s. XVII. Fue durante un tiempo sede del ayuntamiento y ahora alberga diferentes servicios municipales, como un local de juventud, sala de exposiciones y la biblioteca, a la que se ha dado el nombre del virtuoso del violín, Ángel Jaria, nacido a principios de este siglo en Monegrillo. En el segundo piso, en vez de ventanas, se abren dos grandes balcones que incorporan la vivienda a la vida pública, la conectan con la calle, alejándola del concepto medieval de vivienda, más volcado hacia el interior. De similares características, aunque de propiedad privada, es casa Rocañín, colindante con la anterior. RUTA POR LOS ALREDEDORES Fuera del pueblo, podemos ir paseando hasta la ermita de San Benito, de estilo gótico del s. XVI. Es un edificio encalado en el interior y exterior, con cubierta de madera, cuyo lado sur está cercado por un muro de piedra. En esa dirección, a unos doscientos metros, encontramos una balsa circular de uso agropecuario. Para disfrutar de caminatas silenciosas, cuenta el municipio con variedad de caminos en la sierra de Alcubierre y en el llano semi-desértico. Nos recrearemos la vista también en el mirador del barranco de la Gabardera. En Monegrillo, aparte de mirar al cielo para ver si llueve, se dirige a él la vista para espiar los movimientos de los cuerpos celestes. Se ha ganado este pueblo la fama de tener buena ubicación para las
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observaciones astronómicas y en él se han instalado tres observatorios privados. GASTRONOMÍA En cuanto a la gastronomía, no podemos dejar de probar las tapas de exquisito ternasco o el propio animal asado con patatas. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Celebra sus fiestas mayores para Santiago y Santa Ana, el 25 y 26 de julio.
MONTESUSÍN Tfno. Ayto: 974 39 00 50 (Grañén) 310 habitantes. Pueblo de colonización. SERVICIOS El pueblo cuenta con un bar-restaurante, piscina y campo de fútbol. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED Consta de una nave de cinco tramos cubierta con bóveda de cañón. Tras el altar aparece la imagen de la titular en escayola, de grandes dimensiones, con el Niño en su rodilla izquierda, flanqueada a ese lado por un ángel con libro y al otro uno con estrella.
Montesusín
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RUTA POR LOS ALREDEDORES Nos recomiendan estirar las piernas por el pinar o acercarnos hasta la figura del “Corazón de Jesús”, situada en un campo particular, a unos veinticinco minutos. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Las fiestas se celebran el 24 de septiembre, en honor a la Virgen de la Merced, y para San Isidro, el 15 de mayo.
ORILLENA Tfno. Ayto: 974 57 40 01 (Lanaja) 329 habitantes. Pueblo de colonización. SERVICIOS Orillena dispone de dos tiendas, dos bares y piscinas. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN JOSÉ OBRERO Es de estilo arquitectónico contemporáneo. El templo consta de una sola nave, por la que discurre una azulejería con piezas decoradas a base de peces, candiles, palomas, etc., de estilo naïf. Detrás del altar contemplamos una pintura neocubista que representa a San José. RUTA POR LOS ALREDEDORES Orillena invita a disfrutar de un delicioso recorrido por el “Sendero de las Huertas”, que discurre entre huertos primorosamente cuidados, árboles frutales y cercano a un pinar, entre cuyos árboles podemos aliviarnos de los rigores del verano. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Orillena celebra sus fiestas patronales el día 1 de mayo, en honor a San José Artesano. Orillena
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PALLARUELO DE MONEGROS Tfno. Ayto: 974 57 09 43 119 habitantes. SERVICIOS Bar. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DEL SALVADOR La iglesia del Salvador, de 1807, es de estilo barroco. El antiguo retablo de la iglesia fue cedido por Montearagón a la vieja parroquia del pueblo, cuando fue abandonada lo trasladaron a ésta. Actualmente las tablas, propiedad de la Diócesis de Huesca, se encuentran en el Museo Episcopal y Capitular. Pallaruelo de Monegros
RUTA POR LOS ALREDEDORES En el término municipal de Pallaruelo nos aguardan diferentes excursiones, algunas de ellas con destino final en alguna de las numerosas balsas excavadas antaño para uso ganadero. Entre ellas podemos citar el recorrido que, comenzando en el suroeste del casco urbano, en el camino que va detrás de las escuelas, llega hasta la Balsa Buena. Permite ver un paisaje abierto en una gran extensión de tierras y donde encontraremos a nuestro paso la cantera, donde se encuentran los últimos vestigios de la antigua iglesia de San Salvador, de la que queda en pie un torreón (pared). FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... El municipio celebra sus fiestas en honor al Salvador y San Roque el día 6 de agosto. El dance es el acontecimiento más popular y antiguo de Pallaruelo.
PEÑALBA Tfno. Ayto: 974 46 31 66 800 habitantes. SERVICIOS Peñalba cuenta con varias tiendas, piscina, polideportivo y centro social además de varias entidades bancarias y restaurantes.
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RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE LA SANTA CRUZ. Se trata de una construcción con fachada de piedra sillar y puerta en arco de medio punto. La planta se aproxima más a la cruz griega que a la latina, con una gran nave central y dos naves laterales pequeñas, separadas por pilares y arco de medio punto. RUTA POR LOS ALREDEDORES Entre ellas podemos citar el Peñalba recorrido del tramo señalizado del Camino de Santiago que viene de Cataluña y se une con Pina de Ebro. En dos horas y media en bicicleta podemos bordear el barranco de la Valcuerna, que parte del pueblo y desemboca en el embalse de Caspe. Permite ver los nuevos regadíos, el secano y frondosos pinares. En cuanto a la fauna, podemos encontrar algún ciervo, algunas tortugas y muchos patos, perdices y conejos. Otra sugerencia para nuestros paseos en bici es el embalse de Valcabrera. Partimos desde Peñalba, dirección Villanueva de Sijena, subiendo por el sisallar al Mar del Moro y bajando por el camino que atraviesa el término municipal de Ontiñena, llegaremos al pantano en, aproximadamente, dos horas y media. Tanto andando como en bicicleta, y por caminos vecinales, podemos llegar hasta el cercano pueblo de Valfarta. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Peñalba celebra sus fiestas el 3 de mayo en honor a la Santa Cruz, y el primer domingo de octubre, para la Virgen del Rosario. Mencionar dos romerías de profundo calado popular: para San Isidro el 15 de mayo, y para Santa Quiteria el 22 de ese mismo mes. La ermita dedicada a esta santa se alza sobre un promontorio situado frente al pueblo, desde el cual se disfruta de una magnífica panorámica. Perdura una tradición durante años en Semana Santa, donde el día de Jueves y Viernes Santo durante la procesión se canta “el reloj”.
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PERDIGUERA Tfno. Ayto: 976 16 83 01 550 habitantes. Quien quiera acercarse a conocer elementos importantes de la cultura de este pueblo debe presenciar el Rosario de Cristal, que recorre las calles del pueblo el 29 de julio, para sus fiestas mayores, a partir de las nueve y media de la noche desde principios de la década de los años treinta de este siglo. Está compuesto por quince piezas de vidrio tallado, una por cada misterio del Rosario, presididas por una delicada e impresionante cruz. Se añaden también piezas dedicadas a Santa Beatriz y a la Inmaculada. Comentar además que ya puede considerarse tradicional la carrera ciclista que se organiza para Viernes Santo hasta el Monte Oscuro, donde posteriormente se organiza una comida de hermandad. La afición por este deporte se ha plasmado en la creación de un club ciclista. SERVICIOS Perdiguera cuenta con varias tiendas, peluquería, farmacia, piscinas, complejo polideportivo, guardería, ludoteca y biblioteca, bares y un restaurante. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE LA ASUNCIÓN Es de estilo mudéjar correspondiente al s. XV. Estamos ante un magnífico edificio en el que el ladrillo se dispone formando bellos arabescos mudéjares. Las fachadas laterales muestran la típica galería aragonesa, con dieciséis arcos a cada lado. El interior del templo alberga el retablo mayor, una pieza de primer orden en el Perdiguera arte renacentista aragonés, que fue realizado en el s. XVI por Martín de Tapia. Encontramos otros retablos, como el de la Virgen del Pilar, el de Santa Beatriz, el de San Cristóbal, de la Inmaculada o el del Santo Cristo, entre otros. En nuestros paseos por las calles de Perdiguera, observamos que existen sendas calles dedicadas a Antonio Pertusa y a María Aranda, quienes adquirieron parte del término municipal, incluyendo sus ermitas, a la orden del Císter y la donaron posteriormente a la localidad en 1416. Mencionamos la ermita de Santa Engracia y la de Santa
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Cruz, gótico cisterciense, s. XII-XIII. Otra ermita destacable es la de San José, s. XVII, ésta de estilo barroco. RUTA POR LOS ALREDEDORES Otras rutas de interés nos llevan a ver la evolución del consumo de agua en los últimos siglos, como son los aljibes y los pozos. Uno de ellos lleva el nombre del “pozo del Desengaño”, elegido por su dueño tras la incredulidad mostrada por los vecinos acerca de que allí pudiera brotar el agua. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... La fiesta pequeña se celebra para San Isidro, el 15 de mayo, y las fiestas mayores para el 29 de julio.
POLEÑINO Tfno. Ayto: 974 39 52 01 269 habitantes. SERVICIOS Poleñino cuenta con tienda de ultramarinos, tres bancos, un club social, campo de fútbol muy bien acondicionado y bar. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN El templo presenta una mezcla de estilos, gótico tardío en la nave y mudéjar en la torre. Esta construcción fue en cargada por la Universidad de Huesca, señora temporal del lugar; se llevó a cabo entre 1598 y 1603. Consta de una sola nave dividida en tres tramos. En época ba rroca se abrieron diversas caPoleñino pillas en los muros laterales. Cerca de la iglesia, detrás de las escuelas, se encuentra casa La Una, sumida en un silencio y una quietud que son sólo aparentes. Sus grandes dimensiones, el mobiliario que aún guarda y las biografías de sus antiguos moradores, protagonistas de la historia española
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de los dos últimos siglos, hacen de ella un punto de referencia obligado del patrimonio monegrino. La familia Torres Solanot fueron los primeros propietarios y en la actualidad, sus actuales propietarios, han instalado una fragua que produce forja artística, “Forja La Una”. RUTA POR LOS ALREDEDORES Podemos llegar hasta el Mondón, a un kilómetro aproximadamente del núcleo urbano. Es un pequeño cerro donde se ubicaba el antiguo pueblo, en el que la erosión ha sacado a la luz varias tumbas. También podemos dirigirnos hasta las localidades cercanas de Montesusín y Cantalobos recorriendo caminos. Hay quien nos recomienda encarecidamente acercarnos a las balsas de “El Salto de la Tinaja”, una zona húmeda cuyos aledaños se han reforestado con unos cinco mil árboles. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Hasta la ermita de Santa Brígida, de estilo gótico del siglo XVI, se va en romería el 1 de febrero. Las fiestas populares se celebran también para Santa Águeda, 5 de febrero, y San Isidro, el 15 de mayo. En esta última se organiza una “matacía” popular del cerdo que cuenta con la participación de todos los vecinos que saborean los productos recién asados en las hogueras que se encienden, acompañados de unas buenas alubias. Las fiestas patronales se celebran el 20 de enero, San Sebastián, y el 15 de agosto, la Asunción de la Virgen.
ROBRES Tfno. Ayto: 974 39 20 11 660 habitantes. SERVICIOS Gasolinera, farmacia y algunas entidades bancarias. Además, los vecinos de la localidad han aportado herramientas que usaron antaño para realizar diferentes actividades cotidianas y que se muestran en su museo etnológico. (Ver museos) RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN Visitamos el templo, de estilo barroco clasicista-neoclásico. Surgió en la segunda mitad del s. XVIII sobre una antigua iglesia medieval Es un edificio de gran tamaño, construido en ladrillo y mampuesto enlucido sobre zócalo de piedra. Su chapitel octogonal está rematado con cerámica verde. En el interior presenta restos ornamentales de hojas y flores. Su decoración combina el estuco y la pintura
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Robres
mural. El mobiliario actual, tras la destrucción que sufrió el arte mueble en la Guerra Civil, es de escaso valor, a excepción del baldaquino dieciochesco, formado por cuatro columnas de mármol con bellos bajorrelieves. GRANERO DE LAS PRIMICIAS Frente a la iglesia se encuentra el edificio del ayuntamiento, antiguo “Granero de las Primicias”, de estilo neoclásico. Se trata de una construcción típica de casona solariega aragonesa, sobria y elegante, con predominio del ladrillo como material de construcción. Su fachada presenta un balcón con decoración de azulejos, bajo el que se exhibe el escudo de la localidad, tallado en piedra por una artesana local. RUTAS POR LOS ALREDEDORES El entorno de Robres nos descubre enclaves atractivos del término municipal hacia los que dirigir nuestros pasos, como son “la Piedra Arenosa” en la sierra de Alcubierre, los restos de un poblado ibero y los diversos caminos que se abren en la sierra. Y más cerca podemos ver borriquillos, cabras, ovejas y otros animales en el cercado del asador de La Plana. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Robres celebra sus fiestas el 3 de febrero, San Blas, y el 15 de agosto, para la Asunción. Tradicional igualmente es la romería al santuario de la Virgen de Magallón, en Leciñena, el último domingo de mayo.
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SAN JORGE Tfno. Ayto: 974 25 00 02 (Almudévar) 140 habitantes. Pueblo de colonización. SERVICIOS San Jorge cuenta con unas excelentes infraestructura deportiva donde destaca el campo de fútbol de hierba, mantenido por el Club de Fútbol San Jorge, que milita en Segunda Regional. FIESTAS, ROMERÍAS, San Jorge TRADICIONES, LEYENDAS... San Jorge celebra sus fiestas en honor a su patrón, del que recibe el nombre, el día 23 de abril. También hay que destacar, en el apartado de tradiciones, la romería que se organiza el último domingo de septiembre a la ermita de la Virgen de la Violada.
SAN JUAN DEL FLUMEN Tfno. Ayto: 974 57 21 60 384 habitantes. Pueblo de colonización. SERVICIOS Dispone esta localidad de piscina, frontón, pista de tenis, campo de fútbol y, atención al visitante que quiere pasar la noche, una casa de turismo rural. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN JUAN BAUTISTA La iglesia, de finales de los años 60 del siglo XX, sigue la estética homogénea de las construcciones de la localidad, es de piedra y ladrilllo caravista. Su torre campanario se yergue esbelta, mostrando en su cúspide una cruz estilizada que se alarga buscando el cielo.
San Juan del Flumen
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RUTA POR LOS ALREDEDORES Al preguntar por rutas por los alrededores, nos sugieren acercarnos al pantano de San Juan, a aproximadamente un kilómetro del pueblo, donde podemos bañarnos y guarecernos del exceso de sol a la sombra de los pinos. También podemos visitar el nevero que se encuentra en buenas condiciones, a unos tres kilómetros del pueblo. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... San Juan de Flumen celebra sus fiestas el 29 de agosto en honor a San Juan Degollado, y el 24 de junio, San Juan Bautista. Es tradicional la celebración de una cena de hermandad para San Jorge.
SAN LORENZO DEL FLUMEN Tfno. Ayto: 974 39 54 60 420 habitantes. Pueblo de colonización. SERVICIOS Encontramos en San Lorenzo un secadero, un taller de escultura, dos tiendas de comestibles, panadería y dos bares. En cuanto a infraestructura deportiva, mencionar las piscinas y el polideportivo. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN LORENZO El plano urbano es octogonal y la iglesia se sitúa justo en el centro, en el extremo de la amplia plaza ajardinada con fuente, a la que da también un edificio de viviendas de dos plantas con pórtico corrido en el frente, de forma curva. En su extremo se encuentra el ayuntamiento. RUTA POR LOS ALREDEDORES Nos recomiendan visitar los silos medievales situados en la ladera norte del Monte Tubo, de gran valor etnológico. Encontramos estas excavaciones en el camino de subida, en primer lugar un grupo de cinco, en forma de tinaja, y algo más arriba otros dos. Si coronamos el cerro, nos encontraremos en el lugar donde se erigió una fortaleza musulmana, conocida ahora como “el Castillo Cuadrado”, de la que apenas quedan restos. La vista que se abarca desde allí hace que merezca la pena la ascensión. Otro paseos que podemos dar nos llevan a diversos peñascos cuyos nombres han ido variando con el paso del tiempo. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Las fiestas mayores se celebran en torno al día de San Lorenzo, el 10 de agosto, y para San Isidro. En ambos festejos son importantes las comidas de hermandad.
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SANGARRÉN Tfno. Ayto: 974 28 50 00 283 habitantes. SERVICIOS Bar, tiendas de alimentación, piscinas e instalaciones deportivas y médico. RUTAS MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN FRANCISCO DE ASÍS Es del s. XVIII y consta de tres naves. La torre se alza con dos cuerpos más capitel. Tiene otra gemela, inconclusa, de un solo cuerpo cubierto con tejado a cuatro aguas, que realizó las funciones de exconjurador. CASTILLO Actualmente ayuntamiento, del s. XI-XII, fue restaurado entre 1990 y 1999. Alberga dos salas de 140 m2, que se salvaron de la quema acaecida en el marco de las luchas entre los castellanos y el conde de Urgell en el s. XV. Una de ella presenta cinco arcos ojivales y la de arriba tres de medio punto. ACUEDUCTOS ROMANOS Y AZUD (Ver ruta del agua) FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Sangarrén conserva algunas tradiciones, como es la de encender hogueras la víspera de San Fabián y San Sebastián. También para San Blas, en un caserón con hornacina que cobija la imagen del santo. De fiestas podemos ir el 4 de octubre, cuando celebran las mayores en honor a San Francisco de Asís, o para San Isidro, el 15 de mayo.
SENA Tfno. Ayto: 974 57 80 05 671 habitantes. SERVICIOS Sena cuenta con farmacia, gasolinera, panadería, taller de reparación y varias entidades bancarias. Sepa quien quiera pernoctar en Sena, que la localidad cuenta con un hotel de nueva construcción, sito en la avenida de Huesca.
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RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN Data del s. XVI, es de estilo gótico tardío. Fue construida por fundación del Monasterio de Sijena, en piedra de sillería, tapial y ladrillo. Es de una sola nave rectangular, dividida en tres tramos y cabecera poligonal de cinco paños. CASAS SOLARIEGAS Destaca en el entramado urbano el edificio de la casa consistorial, exponente de la arquitectura civil mudéjar aragonesa, que data del s. XVI. Es Monumento Histórico-Artístico Nacional desde 1977 y Bien de Interés Cultural desde 1984, uno de los más destacados edificios en su tipología. Su construcción es cuadrangular y se divide en tres plantas, siendo la primera de ellas una lonja porticada, abierta mediante arcos de Sena medio punto de sillería. El edificio fue totalmente rehabilitado en 1993 y, en el curso de los trabajos, se descubrieron restos de lo que fue un mercado más antiguo, posiblemente medieval. En nuestro recorrido por las calles de Sena, descubriremos un buen número de construcciones de gran valor artístico e histórico. Mención especial merece la antigua casa de las Carmelitas Descalzas, de la segunda mitad del s. XVI, que fue una típica vivienda de labradores, llamada casa Noguero, hasta que fue cedida en 1969 a esa orden. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1984 y rehabilitada posteriormente para dedicarla a usos sociales y culturales. Es un edifico construido fundamentalmente en ladrillo, en cuya planta baja se abre en un porche de seis pilares de piedra. A la derecha del conjunto se encuentra el “Jardín de las Monjas”, inaugurado en 1992 y separado por un grueso muro de hormigón de diseño actual. RUTA POR LOS ALREDEDORES Nos sugieren caminar hasta la ermita de Santa Quiteria, de estilo popular, situada a dos kilómetros del pueblo. Su fachada exhibe una piedra fundacional, con cruz y fecha de 1859, que se supone procede de la antigua ermita del mismo nombre. También podemos ir, a las afueras del pueblo, a la ermita de Santa Cruz, de estilo barroco, que data del s. XVII, de factura muy sencilla. Para los aficionados a las
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rutas en BTT, recomiendan internarse por los caminos de la zona conocida como “El Vedao”, donde desde algunos puntos se puede ver la sierra de Sijena. Sena cuenta también con un parque forestal, ideal para las comidas al aire libre, equipado con barbacoas, fregaderos, zona para juegos infantiles y mobiliario, que se encuentra en el paraje de Santa Quiteria. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Las fiestas se celebran el 22 de mayo, Santa Quiteria, con una romería a la ermita, de gran vistosidad por sus tractores engalanados. Hay fiestas también para el 2 de octubre, el Angel Custodio, y el primer domingo de octubre, la Virgen del Rosario.
SENÉS DE ALCUBIERRE Tfno. Ayto: 974 39 20 14 61 habitantes. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN BARTOLOMÉ Es difícil perderse en Senés, puesto que el núcleo consta de una única calle, con la iglesia parroquial de San Bartolomé irguiéndose en uno de sus extremos. Data del s. XVI y es de estilo gótico tardío. Es de nave única dividida en dos tramos y cabecera poligonal de tres paños, cubierta con bóvedas de complicado diseño. En el s. XVIII se añadieron dos capillas laterales y se construyó una segunda sacristía. Entre otros elementos de interés encontramos un ángel que sostiene un escudo. En la decoración del templo están muy presentes las flores y las estrellas. Bajo el enlucido actual se encuentran restos de una antigua decoración mural. RUTA POR LOS ALREDEDORES La ruta por los alrededores nos lleva hasta La Atalaya, el barranco de Escarigüela, el túnel y el barranco de la Pozarruega. GASTRONOMÍA Si quieren saborear suculentos platos tradicionales, en Senés deberán probar la carne a la pastoral, las croquetas de pella, buñuelos de bacalao, sartenada de bacalao con caracoles, farinosos y empanadicos.
Senés de Alcubierre
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FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Senés celebra sus fiestas en honor a San Fabián el 20 de enero y a San Bartolomé el 24 de agosto. En la fiesta de enero, la tradición manda que los hombres madruguen para ir a coger leña, coman y a última hora de la tarde bajen al pueblo a hacer una ronda por todas las casas. Con la leña recogida se encienden una hoguera por la noche.
SODETO (Alberuela de Tubo) Tfno. Ayto: 974 39 54 96 270 habitantes. Pueblo de colonización. SERVICIOS El pueblo dispone de un albergue abierto todo el año y casa de turismo rural, bar, supermercado, peluquería, banco, piscinas, pista polideportiva, campo de fútbol y dos salones sociales. RUTA POR LOS ALREDEDORES El enclave que no podemos dejar de ver es “el rincón del olivar”, con cuatrocientos cuarenta olivos centenarios, un paraje donde se diría Sodeto no pasa el tiempo, a no ser por la huella que éste y la meteorología han dejado en las piedras areniscas de caprichosas formas que sirven de escenario privilegiado a estos ancianos árboles. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Las fiestas mayores se celebran para San Miguel, el 29 de septiembre, y la pequeñas, el 15 de mayo, para San Isidro. En estas celebraciones todos los años se organizan comidas de hermandad. Para San Fabián es tradición encender una hoguera y organizar una “matacía” popular del cerdo, en la que participan todos los vecinos y en la que se pueden degustar exquisitos productos recién elaborados.
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TARDIENTA Tfno. Ayto: 974 25 30 01 1.211 habitantes SERVICIOS Estamos en una localidad bien dotada en cuanto a infraestructura deportiva (con campo de fútbol, pista de tenis, piscinas, polideportivo, etc). También en equipamientos culturales y asociaciones (biblioteca, centro cívico, grupo de danzantes, grupo de teatro, banda de música, asociación de amas de casa, etc) y servicios sanitarios y asistenciales (dispensario médico, centro de salud y farmacia. Con respecto a la infraesTardienta tructura hostelera, señalar que encontramos varios bares, restaurantes y una fonda. En los atractivos que Tardienta ofrece al visitante hay que hacer mención especial de las instalaciones del Aeródromo TardientaMonegros, dedicado al deporte de aventura de una forma muy sui generis, que nos deparará no pocas sorpresas, como por ejemplo una cena especial en una auténtica jaima, perfectamente ambientada. El centro dispone de campo de vuelo de ultraligeros, paseos a camello, veleros de tierra y paseos en sidecar por el paisaje monegrino. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SANTIAGO EL MAYOR Data del s. XVI y es de estilo gótico tardío. Consta de una sola nave de tres tramos y destaca en su decoración interior la profusión de ornamentos vegetales. En el exterior se observa una galería de arquillos de ladrillo y una alero del mismo material de estilo gótico tardío. RUTA POR LOS ALREDEDORES Además de agradables paseos por el pueblo, Tardienta nos ofrece rutas por los alrededores: a la ermita de Santa Águeda, de 1997, a cinco o seis kilómetros, que se construyó sobre los restos de una anterior que se encontraba en ruinas. Su diseño es bastante inusual
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en este tipo de construcción religiosa. También podemos llegar caminando a la ermita de Santa Quiteria, de estilo neogótico, de la segunda mitad del s. XX. Situada en una de las pocas lomas que jalonan el extenso llano, sustituyó a la primitiva ermita que se destruyó durante la Guerra Civil. Consta de una nave de cinco tramos; a ambos lados de ésta se disponen dos salas alargadas que sirven de comedores a romeros y visitantes. Otro posible destino de nuestra andanzas puede ser el monolito que simboliza la unión de los canales de Monegros y Cinca, el “Abrazo de Tardienta” GASTRONOMÍA En Tardienta nos agasajarán con un buen ternasco con patatas, embutidos caseros (se sigue celebrando la tradicional matacía del cerdo en el matadero municipal), todo ello regado con el vino elaborado en casa. Para postre, si estamos en fiestas, la torta típica. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Los festejos se celebran del 22 al 26 de mayo, en honor a Santa Quiteria, y en ellos destaca la actuación del grupo de danzantes, con el mayoral y el repatán, destacando el paloteao y las cintas. En cuanto a folclores hay que reseñar también el trabajo realizado por la agrupación cultural y folklórica “Santa Quiteria”, que conserva y renueva la querencia por la jota con personalidad propia y variaciones específicas. También en las fiestas de mayo podemos ver la tradicional “Bajada de la bandera” desde la ermita de Santa Quiteria hasta el pueblo, portada por los cofrades. Fiesta pequeña, 15 agosto, San Roque.
TORRALBA DE ARAGÓN Tfno. Ayto: 974 25 32 11 138 habitantes SERVICIOS Este pueblo cuenta con herrería, tienda de ultramarinos y de ropa, club social, piscinas, pista y pabellón polideportivos y un coto de caza donde abundan las perdices, gestionado por la Asociación para el Desarrollo de Torralba. En cuanto a alojamientos, dispone de una casa de turismo rural y un albergue. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN PEDRO Estamos ante un edificio de bella factura, de estilo gótico tardío y mudéjar, que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1982. Está construida con piedra sillar, mampuesto grueso y ladrillo. Sobresale en el conjunto su torre mudéjar, una de las pocas de este estilo exis-
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tentes en la provincia de Huesca, que presenta una esmerada elaboración en su decoración en ladrillo resaltado. Presenta la iglesia una sola nave con tres tramos, cubierta con bóveda que se asienta sobre capiteles decorados con motivos vegetales; entre ellos hojas de parra y bellotas. La iglesia alberga dos capillas, una dedicada a la Virgen del Rosario, del s. XVI, y otra dedicada a Santa Bárbara, en la que destaca su decoración de estuco a base de abundantes motivos florales y guirnaldas. ERMITA DE SANTA ANA Construida en la década de los sesenta, ubicada en un pequeño cerro, algo alejado del pueblo, y que sustituye a la antigua ermita dedicada a esta santa, que databa del s. XVIII. También de construcción moderna, de los años ochenta, es la ermita de Santa Elena, que también sustituye a una anterior del s. XVI. Del antiguo edificio se conserva una cruz ensartada en una piedra. Señalar también que en el entorno de la ermita se han encontrado restos prehistóricos. RUTA POR LOS ALREDEDORES Nos recomiendan ir al barranco de Escorihuela, en la sierra de Alcubierre, o seguir la denominada “senda de la Guardia Civil”, que comunica Tardienta y Robres, pasando por el término municipal de Torralba, y que ofrece unas vistas panorámicas que no hay que perderse. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Las fiestas mayores de Torralba se celebran el 3 de mayo en honor a la Santa Cruz. El primer domingo de mayo, después de la fiesta mayor, se va en romería a la ermita de Santa Elena. Se realiza otra romería el día 26 de julio hasta la ermita de Santa Ana. También son tradicionales en Torralba las carreras de roscas que se organizan después de misa el primer domingo de octubre, para la Virgen del Rosario.
TORRES DE BARBUÉS Tfno. Ayto: 974 39 04 16 60 habitantes SERVICIOS El municipio dispone de club social y de consultorio médico dos días a la semana. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN PEDRO La iglesia barroca es de nave única, de cinco tramos, incluida la cabecera plana, orientada al oeste. El tramo de los pies fue remode-
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lado a finales del siglo XIX y aloja un coro alto, hoy reformado. En los muros de la nave se conservan cuatro maderos labrados con cabezas en los extremos y decoración vegetal avolutada, que podría ser las puntas de viga del antiguo coro. Al exterior la fábrica aparece muy remodelada y el ingreso, localizado a los pies en el lado sur, es adintelado. Junto a la cabecera se localiza la torre campanario de planta rectangular. RUTA POR LOS ALREDEDORES Para realizar un pequeño paseo a pie, los vecinos de Torres de Barbués nos proponen llegar hasta la fuente del Camino. Saliendo de la plaza del pueblo tomamos el camino de la fuente a las afueras del pueblo y a unos 300 metros nos la encontramos que manan de forma natural unas aguas frescas y cristalinas.
Torres de Barbués
FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... En Torres de Barbués celebran sus fiestas patronales el 29 de junio para San Pedro, y el 5 de febrero Santa Águeda, donde tras la misa se procede al reparto de bollos para la chocolatada que las mujeres del pueblo preparan en el club social.
USÓN Tfno. Ayto: 974 39 50 68 (Huerto) 21 habitantes SERVICIOS Dispone Usón de un nuevo consultorio donde acude el médico una vez a la semana RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN FABIÁN Y SAN SEBASTIÁN A los pies de la iglesia, de finales del siglo XII, destaca la torrecampanario de tres cuerpos. El primero es de planta cuadrada y buena piedra sillar que presenta marcas de cantero y tiene empotrado un crismón románico. Al exterior, la construcción aparece muy remodelada, habiendo desaparecido la casa abadía que se adosaba a ella.
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RUTA POR LOS ALREDEDORES Nos sugieren coger el camino que sale del pueblo en dirección norte para dirigirnos hacia la partida de “el Ratoncillo”, a unos 6oo m. de la localidad, donde podremos ver el silo medieval excavado en la roca. Unos tres kilómetros más adelante, en el monte de San Andrés, nos encontramos con los restos de una ermita del siglo XII, de la que solamente queda en pie un arco apuntado que parte desde el suelo. A 1,5 Km de la localidad, también en dirección norte pero por distinto camino, llegamos a la fuente del Saso, en la partida que lleva el mismo nombre. Se trata de una curiosa construcción ideada para recoger el agua filtrada de los barrancos adyacentes. En época reciente, la zona de la surgencia ha sido cubierta, por lo que el abastecimiento de agua no se realiza. En la partida de Gabarda (donde se ubican los espectaculares torrollones), sobre una Usón pequeña plataforma arenisca, se encuentra la iglesieta de Usón. Corresponde a una fortificación musulmana del siglo IX. En él se conservan vestigios de una torre rectangular y un muro cortina adosado a ella, donde se abren dos aspilleras defensivas y que pudo recorrer todo el perímetro de la plataforma. En el interior de la torre se hallaron abundantes restos materiales, fundamentalmente piezas de cerámica. El ingreso a todo el recinto se realizaría por el lado sur, donde encontramos una puerta y escaleras labradas sobre la roca. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... El 20 de enero se celebra en Usón una misa en honor a San Fabián y San Sebastián. Es para la Santa Cruz, el 3 de mayo, cuando se celebran las fiestas mayores del pueblo con una misa, una comida en hermandad y un baile al final de la tarde.
VALFARTA Tfno. Ayto: 976 17 31 69 110 habitantes SERVICIOS Bar, piscinas.
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RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA LUZ El templo consta de una sola nave, muy amplia, y tres capillas en el lado de la epíscola y otras tres en el evangelio. En el centro de la fachada norte se levanta la torre, de cuatro cuerpos, coronada por una veleta. Su torre campanario se yergue majestuosamente en medio de la amplia llanura en la que se ubica el pueblo. ERMITA DE SAN MIGUEL Se dice que en el lugar que ocupa la ermita pudo haber un castillo o monasterio. Se tienen noticias de esta ermita en 1778, cuando se pintó completamente el interior. En el Valfarta año 1867 se llevó a cabo la importante restauración y en el año 1867 se hizo la que es la puerta actual y la calajera o gaveta de la sacristía. RUTA POR LOS ALREDEDORES Aparte del templo, también puede visitarse la ermita de San Miguel. Se halla situada en la loma de su mismo nombre, a una distancia de un kilómetro del pueblo. Se accede a ella por una pista de tierra, bien cuidada, y con frondosos pinos y acacias que fueron plantados en las orillas del camino. Desde esta loma, que domina prácticamente todo el término, se contempla un extenso panorama. Desde allí se divisa la ermita de Santa Quiteria, de La Almolda, el castillo de Castejón de Monegros, los llanos y somontes de Valfarta, de Peñalba, de Bujaraloz…, y los montes del Sisallar. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... El 29 de septiembre, festividad de San Miguel Arcángel, celebra Valfarta su fiesta patronal. Es importante destacar el canto del Romance, en honor a San Miguel, que se hace a medianoche en el pórtico de la iglesia ante la imagen del santo y con la presencia del dance. Valfarta celebra una segunda fiesta, la Aparición de San Miguel, el 8 de mayo.
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VALFONDA DE SANTA ANA Tfno. Ayto: 974 39 05 94 312 habitantes. Pueblo de colonización SERVICIOS Valfonda dispone de un merendero, un parque con fuente, barbacoa y pista de baloncesto donde poder disfrutar del aire libre. El pueblo cuenta además con campo de fútbol y piscinas. RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SANTA ANA Es de arquitectura contemporánea, concretamente de 1961. Tras el altar, adorna el ábside una pintura que representa un paisaje de arquitecturas populares, ante la que aparece una gran talla de la titular sobre ménsula. Si hacemos un recorrido por las calles de Valfonda de Santa Ana, nos sorprende el homenaje a la naturaleza y agricultura que se hace en el nombre de éstas. Así nos encontramos con la ronda del Monte, calle Aneto, la calle de Las Hojas o la plaza de la Flor.
Valfonda de Santa Ana
La nomenclatura viaria refleja profusamente el papel preponderante de la agricultura en las calles de la Mazorca, la Espiga, la Acequia, el Sifón o el Tallo. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Si queremos ir a Valfonda en fiestas tendremos que acercarnos para el 25 de julio, Apóstol Santiago. El día 26 de este mismo mes se organiza una romería y ofrenda de flores a la ermita de Santa Ana.
VALSALADA Tfno. Ayto: 974 25 00 02 (Almudévar) 126 habitantes SERVICIOS Cuenta Valsalada con una tienda donde venden pan y ultramarinos, un bar y un consultorio donde acude el médico y farmacéutico dos veces a la semana.
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RUTA MONUMENTAL IGLESIA PARROQUIAL DE SAN LINO La iglesia es una construcción de ladrillo caravista de una nave de cuatro tramos y capilla mayor diferenciada. En el testero encontramos una figura al fresco representando tres parejas de ángeles y una talla de la titular, obra de Baqué Ximénez y Leopoldo Navarro, respectivamente. La torre se erige junto a la cabecera, en el lado de la epístola, es de ladrillo, cuadrada y se remata en un campanario octogonal, abierto con vanos adintelados. RUTA POR LOS ALREDEDORES Nos proponen un paseo por el camino que discurre paralelo a la acequia de la Violada. El sol y la tranquilidad de estos parajes, junto con el paisaje de sus campos de regadío a un lado y la belleza de canal al otro, nos permiten disfrutar de un recorrido lleno de encanto. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Celebran sus fiestas el día 23 de septiembre en honor a su patrón San Lino. Entre los festejos, destaca la tradicional “chorizada” popular y, por la tarde, quemadillo de ron en el salón del pueblo. También celebran el Valsalada 15 de mayo el patrón de los agricultores, San Isidro, donde todo el pueblo va en romería hasta la ermita que lleva el mismo nombre. Preparan una comida popular y la jota “de los labradores” culmina los actos.
VENTA DE BALLERÍAS Tfno. Ayto: 974 39 50 68 (Huerto) 22 habitantes RUTA MONUMENTAL CASTILLO De la segunda mitad del siglo XV y siglo XVI, se encuentra en mal estado. Por su situación geográfica y estratégica, el castillo era venta y coto.
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En las proximidades del castillo hay un gran pozo de agua o “tollo” de origen natural, que fue acondicionado para el abastecimiento de la aldea. ERMITA DE PUYMELERO De origen medieval, sufrió profundas remodelaVenta de Ballerías ciones que enmascaran su aspecto original. A los pies tiene adosada la casa del santero, de época posterior, de planta rectangular alargada y con chimenea. RUTA POR LOS ALREDEDORES Nos sugieren dirigirnos el camino que lleva a la ermita de Puymelero. a 1,30 h de la localidad. Desde la ermita, restaurada desde hace algunos años, se puede disfrutar de una excelente panorámica sobre el río Alcanadre y de su frondosa vegetación de ribera. Otro camino en dirección sur y cogiendo el camino hacia una elevación rocosa próxima a la aldea nos lleva hasta los silos de época medieval. Se trata de dos construcciones subterráneas, en forma de cavidad curva de buenas dimensiones. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Se celebra el 9 de mayo en honor a San Gregorio, realizando una romería hasta la ermita de Puymelero, que comparten con otros municipios como Huerto, Torres de Barbués y Peralta de Alcofea.
VILLANUEVA DE SIJENA Tfno. Ayto: 974 57 81 37 523 habitantes
SERVICIOS Villanueva de Sijena ofrece al visitante restaurante, tiendas de comestibles, panaderías, instalaciones deportivas, incluyendo piscinas y, muy importante, alojamiento en varias casas de turismo rural. RUTA MONUMENTAL REAL MONASTERIO DE SIJENA. El monasterio de Sijena, románico de los siglos XII-XIII, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1923. (Ver enclaves)
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CASA NATAL DE MIGUEL SERVET Convertida en centro de interpretación de su figura, es un centro de interés importante en Villanueva de Sijena. Gracias a la meticulosa recopilación de material relacionado con la vida del ilustre sabio sijenense, el visitante se sumerge en la biografía y las investigaciones de Servet. (Ver museos). IGLESIA PARROQUIAL DE SANTO DOMINGO Y EL SALVADOR De estilo gótico tardío, merece nuestra atención. Fue construida en sillar y sillarejo y consta de nave única, cubierta con bóvedas estrelladas. A la entrada, en el pequeño jardín que adorna su exterior, se alza una escultura de Miguel Servet en actitud concentrada. RUTA POR LOS ALREDEDORES Aparte de pasear hasta el monasterio, en cuyos aledaños fluyen las aguas del Alcanadre, podemos acercarnos hasta el puente de origen medieval, a quinientos metros del casco urbano. Podemos dar agradables paseos por los tramos de ribera practicables. PERSONAJES Miguel Servet, científico y reformista de fama universal, nació el 29 de septiembre de 1511 en Villanueva de Sijena. Sus inquietudes inteMiguel Servet. Villanueva de Sijena lectuales le empujaron a marchar a Toulouse y fue allí donde se inclinó por el estudio de la Teología. En el mundo de las celebridades destacó por el descubrimiento de la doble circulación de la sangre en el cuerpo humano. FIESTAS, ROMERÍAS, TRADICIONES, LEYENDAS... Celebra sus fiestas los días 4 y 6 de agosto, Santo Domingo y el Salvador; 2, 3 y 5 de febrero, la Candelera, San Blas y Santa Águeda. Se conservan con celo otras festividades y tradiciones como el lunes de Pascua, cuando “se va a la mona” al campo, donde se hace una comida con amigos y familiares. En Carnaval se organiza un baile de disfraces, amenizado por la charanga, y se quema al muñeco “Matapanizo” en la plaza, personaje que carga con todo lo malo acontecido y es castigado por ello en el ritual de la hoguera.
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ARTISTAS Y ARTESANOS BOTERÍA Mairal. Avenida Huesca, 11. 22200 Sariñena. Tfno: 974 57 01 70. CERÁMICA ARTESANA Asociación Cultural Flumen-Monegros. C/ Ramiro El Monje, 3. 22212 San Lorenzo del Flumen. Tfno: 974 39 51 64 / Fax: 974 39 53 26. Bernardo Vera Utrero. C/ Zaragoza, s/n. 22222 Castejón de Monegros. Tfno: 976 17 28 29. Cristina Pellejero. C/ Miguel Servet, 33. 22270 Almudévar. Tfno: 974 25 12 17 ESPARTO Elías Villellas Albero. C/ López Allué, 2. 22214 Lalueza. Tfno: 974 57 52 20 FORJA ARTÍSTICA Forja La Una. Plaza Mayor, 1. 22216 Poleñino. Tfno: 974 39 52 07 PINTOR Antonio Ferrer. Plaza Mayor, 8. 22250 Lanaja. Tfno: 974 57 40 01 (Ayto.) RESTAURACIÓN DE MUEBLES Antique. Avenida del Rosario, 20. 22270 Almudévar. Tfno: 974 25 03 69 / 974 25 04 80 Restalber. C/ Sodeto, 8. 22212 Alberuela de Tubo. Tfno: 974 39 53 37 TALLA EN MADERA F. Tabueña Tabueña. C/ Mayor, 60. 22221 Pallaruelo de Monegros. Tfno: 974 57 10 23 TALLA EN PIEDRA M.ª Teresa Alcubierre. C/ Barón de Romañá. 22252 Robres. Tfno: 974 39 21 01 Pedro Anía. C/ Ballerías, 11. 22212 San Lorenzo del Flumen. Tfno: 974 39 54 25 TAPICES Maite Muñoz Guillén. C/ Luis Buñuel, 12. 22200 Sariñena. Tfno: 974 57 07 95
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TONELES Manuel Queraltó Ballester. C/ Joaquín Costa, 12. 22200 Sariñena. Tfno: 974 57 00 65AR
CONSERVAS ALIMENTARIAS EMBUTIDOS CASEROS Luis Oliva Barluenga. Avenida Mariano Gavín, s/n. 22240 Tardienta. Tfno: 974 25 33 65 MIEL Miguel Ángel Claver. C/ Aragón, 6. 22231 Villanueva de Sijena. Tfno: 974 57 81 74 / 609 36 98 65 PATÉ DE TERNASCO Derivados cárnicos Monegros. C/ Soldevilla, 4. 22200 Sariñena. Tfno: 974 57 08 87 / 974 57 13 20 PIMIENTO DEL PIQUILLO José María Andrés. C/ Progreso, 8. 22213 San Juan del Flumen. Tfno: 974 57 21 08 / 974 57 21 91 PRODUCTOS DERIVADOS DEL CERDO Inmaculada Val López. C/ Santa Engracia, 7. 22250 Lanaja. Tfno: 974 57 47 07
PASTELERÍA Y REPOSTERÍA Mariano Pérez. C/ Nueva, 5. 22270 Almudévar. Tfno: 974 25 10 10 Salvador Trallero. C/ Dato, 5. 22200 Sariñena. Tfno: 974 57 00 79 Tolosana. C/ Izquierdo, 1. 22270 Almudévar. Tfno: 974 25 07 05 Antonio Gazol. C/ Montestruc, 10. 22214 Lanaja. Tfno: 974 57 41 49 Gerardo Gabarre Bernal. Plaza Castillo, 20. 22260 Grañén. Tfno: 974 39 01 13 Hnos. Berdún, S.L. Plaza de España, 22. 22251 Alcubierre. Tfno: 974 57 42 55
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Ignacio Monesma. C/ Duque Solcevino, 16. 22255 Almuniente. Tfno: 974 39 02 19 Joaquín Cáncer Bailo. C/ Hospital, 1. 22251 Alcubierre. Tfno: 974 57 42 98
DÓNDE COMER ALCUBIERRE Restaurante Manuela. Plaza España, 18. 974 57 42 55 Bar-Restaurante Normandía. Pza. España, 21. 974 57 47 40 ALMUDÉVAR Restaurante O`Lugar. Avenida Alfonso, 1, 2 . 974-25 12 04 Bar Las Crucetas. Pedro Saputo, n.º 2. 974 25 05 70 La Cocina de José Fernández. 974 25 12 25 BUJARALOZ Hotel-restaurante Español. Carretera Nacional II, Km. 390. 976 17 31 92 /976 17 30 43 Mesón Aragonés S.C.V. Carretera Nacional II, Km 391. 976 17 32 04 Hostal-restaurante La Parrilla. Carretera Nacional II, s/n. 976 17 33 12 Bar-restaurante Km 390. Carretera Nacional II, Km 390. 976 17 34 61 Fonda-restaurante Los Maños. Carretera Nacional II, Km 391. 976 17 30 19 / 976 17 34 84
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Hostal Los Monegros. Carretera Nacional II, s/n. 976 17 30 21 Restaurante La Perla. Carretera Nacional II, s/n. 976 17 31 80 CASTEJÓN DE MONEGROS Bar-fonda La Chipranera. Calle Mayor, 24. 976 17 26 07 CASTELFLORITE Club social (comida rápida). Plaza Constitución, 2 bajo. 974 57 61 43 CURBE Bar Luis (comidas). Calle Arco, 1. 974 39 05 44 FARLETE Bar Plaza (comidas por encargo). Calle la Iglesia, 1. 976 16 30 00 FRULA Casino Recreativo (comidas). Plaza Mayor, n.º 12. 974 39 27 35 GRAÑEN Hostal-Restaurante Cajal. Pza. España, 1. 974 39 00 16 / 974 39 00 38 Hotel-Restaurante Cuatro Hermanos. Joaquín Costa, 47. 974 39 00 18 / 974 39 91 29 Cafetería – Bar La Iguana (comida rápida). Joaquín Costa, 39. 974 39 09 00 Bar Quinto Pino (comida rápida). Cuatro Esquinas, n.º 4. 974 39 11 10 Bar-Restaurante Jano. Juan XIII, 3. 974 39 04 25 HUERTO Bar Mariano (comidas). Avenida Salaverri, n.º 6. 974 39 52 26 LA ALMOLDA Bar Valentine (comidas). C/ La Peña. 976 17 16 10 / 976 17 17 52 LA CARTUJA DE MONEGROS Bar Rural (comidas). Plaza España, 9. 974 57 45 71 LALUEZA Bar-restaurante Carmen. Paseo Comenge, 1. 974 57 50 27 Bar D’Abajo (comidas). Calle San Lorenzo del Flumen, 4. 974 57 51 62 LANAJA Bar-restaurante El Guariche. Joaquín Costa, 25. 974 57 41 63 Bar-restaurante Oto. Mayor, 8. 974 57 40 98 Bar-restaurante Aguilar. Calle Mayor, n.º 1. 974 57 44 69
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LECIÑENA Bar JC. Plaza Autonomía, s/n. 976 16 84 44 MONEGRILLO Bar Vegas (comida por encargo). Calle Mayor, 5. 976 16 32 06 MONTESUSÍN Bar-restaurante Mombiola. Plaza España, s/n. 974 39 09 44 PEÑALBA Bar Las Mañas (comidas). Ramón y Cajal, 25. 974 46 31 67 Bar-restaurante Patxy 2. Autonomía de Aragón, 18. 974 46 30 40 Restaurante-asador la Ruta. Ctra. Nacional II, Km 401. 974 46 20 18 Bar-restaurante El Menú III. Carretera Nacional II, Km 400 PERDIGUERA Restaurante Asteruelas. Calle Del Paso, n.º 10. 976 16 81 29 ROBRES Asador La Plana. Carretera Alcubierre, s/n. 646 47 25 46 SAN JORGE Restaurante Canuhe. Autovía Zaragoza-Huesca, Km 544. 699 06 95 48 / 699 06 95 50 SAN LORENZO DEL FLUMEN Bar-Restaurante Luis. Calle Ballerias, n.º 2. 974 39 52 14 SARIÑENA Hotel-restaurante Sariñena. Constitución, 6. 974 57 07 11 - 974 57 00 33 (Fax) Hostal-restaurante Alcanadre. Cocina casera. Avda. Fraga, 8. 974 57 01 39 (bar). 974 57 24 32 (centralita). 974 57 24 33 (tlf. y fax) Restaurante-hostal el Carmen. Avda. Monegros, s/n. 974 57 04 05 Restaurante-cafetería Azul. Calle Gaset, n.º 2. 974 57 01 37 Restaurante Avenida. Avd. Huesca, 17. 974 57 01 12 Restaurante Monegros. Crta. Fraga, s/n. 974 57 00 37 Hostal-restaurante Romea. Santa María, 7. 974 57 00 12 SENA Bar Base (comidas). Santa Quiteria, 24. 974 57 83 38 Hotel-Restaurante Mapa siglo XXI. Avenida de Huesca, n.º 59. 974 57 82 66
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TARDIENTA Bar-restaurante Bolea. Calle La Virgen, 21. 974 25 30 26 Bar El Arranque (Comida típica). Avenida Mariano Gavín, 23. 974 25 33 15 Restaurante-pensión Alcubierre. Servicio de taxi. Avda. José María Peleato, 8. 974 25 30 20 Bar Fonda de la Estación (comidas). Plaza de la Estación, s/n. 974 25 31 60 Aeródromo Tardienta-Monegros. Comida y cena en jaima. Cuartel, 1. 974 34 01 63 VILLANUEVA DE SIJENA Restaurante La Bodega. Plaza España s/n. 974 57 81 87
DÓNDE DORMIR ALCUBIERRE Cámping municipal. 974-57 42 63 (Ayuntamiento) BUJARALOZ Hotel-restaurante Español. Carretera Nacional II, Km. 390. 976 17 31 92 /976 17 30 43 Hostal-Restaurante La Parrilla. Carretera Nacional II, s/n. 976 17 33 12 Fonda-Restaurante Los Maños. Carretera Nacional II, Km 391. 976 17 30 19 / 976 17 34 84 Hostal Los Monegros. Carretera Nacional II, s/n. 976 17 30 21 CASTEJÓN DE MONEGROS Bar Fonda La Chipranera. Calle Mayor, 24. 976 17 26 07 FARLETE Albergue-vivienda del ermitaño. Conchita Lostao. 976 16 32 20 GRAÑÉN Hostal-restaurante Cajal. Pza. España, 1. 974 39 00 16 / 974 39 00 38 Hotel-restaurante Cuatro Hermanos. Joaquín Costa, 47. 974 39 00 18 / 974 39 91 29 HUERTO Casa de turismo rural. M.ª José Gascón. C/ Constitución, n.º 1. 974 39 53 50
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LANAJA Casa de turismo rural. Rosario Otal. Calle Mayor, n.º 32. 974 57 41 01 Casa Manolita. Calle San Jorge, n.º 34. 974 57 42 23 Refugio de cazadores. Para pernoctar en el refugio llamar al ayuntamiento: 974 57 40 01 MARCÉN Casa de turismo rural. Calle Alta, n.º 6. Marta Lansaque. 974 39 29 74 SAN JUAN DEL FLUMEN Casa de turismo rural “Los Maños”. Calle Monegros, 13. José Hernández. 974 57 21 64 SARIÑENA Hotel-restaurante Sariñena. Constitución, 6. 974 57 07 11 - 974 57 00 33 (Fax) Hostal-restaurante Alcanadre. Cocina casera. Avda. Fraga, 8. 974 57 01 39 (bar). 974 57 24 32 (centralita). 974 57 24 33 (tlf. y fax) Restaurante-hostal El Carmen. Avda. Monegros, s/n. 974 57 04 05 Hostal-restaurante Romea. Santa María, 7. 974 57 00 12 SENA Pensión Zamorano. Victoria, 4. 974 57 01 12 Hotel - Restaurante Mapa siglo XXI. Avenida de Huesca, n.º 59. 974 57 82 66 SODETO Casa de turismo rural Rosa. Calle Guitarrico, n.º 18. Luis Sánchez. 974 39 54 08 Albergue. Ponerse en contacto con el ayuntamiento 974 39 54 96 TARDIENTA Restaurante-pensión Alcubierre. Servicio de taxi. Avda. José María Peleato, 8. 974 25 30 20 TORRALBA DE ARAGÓN Casa de turismo rural “Casa Fraile”. (Comidas por encargo). Calle Goya, n.º 2. 974 25 44 01 / 610 09 46 58 Albergue. Llamar al ayuntamiento: 974 25 32 11 VILLANUEVA DE SIJENA Casa Elbetia (apartamentos). Miguel Alastruey. Calle Diputación Provincial de Huesca, n.º 13. 974 57 82 79 Casa Orosia. Aragón, n.º 6. Orosia Mallén. 974 57 81 74 Chalet “M.ª Pilar”. Carretera Fraga s/n. María Pilar Aragüés. 974 57 82 29
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REFUGIOS COMARCALES Refugios ubicados en emplazamientos de alto valor paisajístico. Se trata de construcciones integradas en el entorno y equipadas con baños y agua corriente. Disponen de dos porches: uno de verano y otro de invierno. El viajero puede encontrar estos refugios en: -La Loma de la Pajera en Robres -El Rincón del Olivar en Alberuela de Tubo -En la Sierra de Sijena Para poder hacer uso de estas instalaciones deben ponerse en contacto con los respectivos ayuntamientos (ver teléfonos en “Nuestro Pueblos”).
MUSEOS LANAJA Museo Etnológico. C/ de la Iglesia, 1. Horario de 11 a 13 y de 14 a 18 horas. Previo aviso. Teléfono 974 57 40 01 Se han recogido utensilios domésticos y una recopilación de objetos de la actividad agrícola en el pasado como son los diversos aperos de labranza. Un curioso objeto que podemos encontrar en el museo es un instrumento para confeccionar hostias eucarísticas. SARIÑENA Museo Etnológico. C/ del Carmen, s/n. Previo aviso al Ayuntamiento de Sariñena. Teléfono 974 57 09 00 Se han recogido diversos objetos que representan la cotidianeidad de antaño, tanto en el campo como en la casa. Como museo viviente, todavía puede verse en Sariñena el local del único tonelero artesano de Aragón. Encontramos a Manuel Queraltó en un amplio recinto, repleto de láminas de madera que huele a húmedo, dispuesto a hablarnos de su oficio. ROBRES Museo Etnológico. Calle Barón de Romañá, 9. Hay que llamar previamente a los teléfonos 974 39 20 51. 974 39 22 52 Se ha constituido a partir de las piezas donadas por los vecinos. Los objetos se agrupan por actividades, como aperos de labranza, utensilios de cocina u oficios antiguos. Podemos violar también la intimidad de una alcoba y curiosear entre sus pequeños tesoros. Las diferentes salas nos deparan muchas sorpresas: un arado romano, un comodín de imprenta, ruecas, ropa interior, un traje de novia negro, un gramófono, jofainas y lavabos, polveras, instrumentos antiguos de dentista y un sinfín de curiosas piezas que nos hablan de la vida en
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“los tiempos de antes”, testigos silenciosos de un pasado que no se decide a marcharse del todo. ALMUDÉVAR Museo de Arte Sacro (iglesia parroquial). Horario: Domingos, de 13 a 14 y de 20 a 21 h. Otros días y horas, previo aviso al teléfono 974 25 02 20. Ocupa dos salas de la iglesia parroquial de N.ª S.ª de la Asunción. Su colección comprende un gran número de piezas artísticas, representativas de todo tipo de objetos, ornamentos y mobiliario litúrgico, procedentes tanto de la misma parroquia como de la ermita de La Corona. Entre los objetos, destaca el amplio repertorio de tallas pertenecientes de antiguos retablos, que datarían del siglo XVIII, y numerosas piezas de platería. VILLANUEVA DE SIJENA Centro de Interpretación. Casa natal de Miguel Servet. En la casa de Miguel Servet el visitante se sumerge en su biografía y en las investigaciones que llevó a cabo, a través de diversas herramientas audiovisuales y expositivas. Entre las herramientas audiovisuales, fotografías y transparencias, un CD de auto-consulta y difusión y un vídeo documental que desarrolla aspectos de su pueblo natal, de su vida y obra y su herencia del pasado. También exposiciones de textos, nacidos del pensamiento y obra de Miguel Servet y propuestas de distintas actividades didácticas que le servirán al visitante para conocerlo de forma fácil, amena y divertida.
EMPRESAS DE TURISMO ACTIVO NIMOS NIMOS, S. COOP es un grupo de profesionales con experiencia en actividades de ocio y tiempo libre, que ofrece la posibilidad de conocer lo más atractivo de la Comarca de Los Monegros. Ofrecen actividades culturales realizando diferentes rutas, monumentales y etnográficas, por la comarca. También podemos conocer la naturaleza practicando senderismo, cicloturismo, excursiones fotográficas... y rutas en 4x4 Para contactar con Nimos puede llamar al teléfono 974 57 03 82 o mandar un e-mail a NIMOSS@teleline.es.
AERÓDROMO DE TARDIENTA El centro de ocio activo Tardienta-Monegros ofrece las más variadas actividades, por los más variados ecosistemas y con una excelente oferta de servicios.
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Entre las actividades que se pueden realizar cabe destacar los paseos y travesías a camello y el aerocarro “Pájaro Uy Uy Uy”, los veleros y las motos con sidecar. El aeródromo organiza también paseos aéreos con instructor y cuenta con escuela de pilotos para ultraligeros. Por el agua se organizan paseos por el canal en barca. Ofrece una excelente oferta de servicios además de disponer de una amplia zona de acampada y barbacoa. Se preparan comidas y cenas en jaima y se puede pernoctar en ellas. Para cualquier consulta pueden llamar al teléfono 974 57 81 58 GESTORA DE RECURSOS AGROCINEGÉTICOS Esta empresa es un gabinete técnico de gestión integral de caza que se dedica a la tramitación técnico-administrativa de cotos de caza y a llevar a cabo diferentes actuaciones cinegéticas. Organizan cacerías deportivas. Para más información llamar al teléfono 606 37 17 50. ONOS DE INTERÉS
GASOLINERAS Alcubierre: 974 57 43 91 Almudévar: 974 25 04 25 / 974 25 00 40 Bujaraloz: 976 17 34 15 / 976 17 30 48 Castejón de Monegros: 976 17 26 88 Grañén: 974 39 00 15 Lalueza: 974 57 50 73 Lanaja: 974 57 40 51 Leciñena: 976 16 81 59 Monegrillo: 976 16 31 21
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Peñalba: 974 46 33 50 Perdiguera: 976 16 84 11 Robres: 974 39 20 09 Sariñena: 974 57 02 03 Sena: 974 57 80 35 Tardienta: 974 25 30 83
FARMACIAS Alcubierre: 974 57 48 43 Almudévar: 974 25 11 19 Bujaraloz: 976 17 31 73 Castejón de Monegros: 976 17 28 25 Farlete: 976 16 34 31 Frula: 974 39 28 15 Grañén: 974 39 00 40 La Almolda: 976 17 15 19 Lalueza: 974 57 50 62 Lanaja: 974 57 40 58 Leciñena: 976 16 82 44 Monegrillo: 976 16 30 18 Peñalba: 974 46 31 62 Perdiguera: no tiene teléfono Robres: 974 39 21 61 San Lorenzo del Flumen: llamar a la farmacia de Lalueza Sariñena: 974 57 07 17 Sena: 974 57 83 83 Tardienta: 974 25 30 85 Villanueva de Sijena: 974 57 83 87
CENTROS DE SALUD Almudévar: 974 25 32 16 Bujaraloz: 976 17 32 42 Grañén: 974 39 11 40 Sariñena: 974 57 10 27
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M O N E G R O S � CENTRO DE DESARROLLO