El invierno destruyó 56 562 hectáreas de cultivos y el apoyo estatal no llega
Las fuertes lluvias, desbordamientos de ríos, derrumbes y el censo de impacto invernal pasaron. El invierno se terminó y el censo quedó en papeles. Pues los daños económicos solo llegaron a 70 millones de dólares y el apoyo para reactivar a los agricultores sigue en papeles. Si bien el censo reveló que en todo el país se perdieron 56.562 hectáreas de cultivos y 24 103 hectáreas se afectaron; hasta el momento no se ha entregado insumos, créditos, asistencia técnica para volver a cultivar. Las provincias más afectadas fueron Guayas donde se perdieron 15.637 hectáreas por el invierno de las cuales 14.527 fueron arroz. Eso significa que el 92,9% fue en un solo cultivo. Los cantones más afectados fueron Daule, Yaguachi, Samborondón, Durán y Santa Lucía. Las fuertes lluvias durante dos meses, los desbordamientos de los ríos y deslaves también pusieron en jaque a los agricultores, ganaderos, avicultores y camaroneros de Los Ríos, El Oro, Manabí, Esmeraldas y Loja. Pero las lluvias y desbordamiento de ríos no fue lo único que ocasionó pérdidas sino también los deslaves. En El Oro y Loja se multiplicaron los derrumbes lo que provocó que cultivos y la cría de animales también se perdieran. En El Oro se perdieron 1.550 hectáreas y Loja 3.676 hectáreas donde el maíz fue el cultivo que más se afectó. A eso se suma las aves. Por ejemplo, los derrumbes en Balsas y Piñas puso en peligro la crianza de más de 1,5 millones de pollos ya que no podían recibir balanceados pues sus vías de comunicación se interrumpieron. Solo en el acceso a Capiro (Piñas) donde se crían 500 000 aves se registraron más de 30 interrupciones viales. Lo mismo sucedió en Balsas donde cerca de un millón de aves estaban en peligro de morirse por la escasez de balanceado. Ahí la intervención de las Fuerzas Armadas y la Comisión de Operaciones Emergentes (COE) permitió que un helicóptero realizara vuelos para transportar 62 toneladas de balanceado a las zonas aisladas. Sin embargo, censo permitió determinar la muerte de 11.194 pollos por la estación invernal. A eso se suma la muerte de 383 bovinos y 268 animales menores. El Oro también fue afectado por el desbordamiento de ríos que destruyeron plantaciones de banano, plátano, cacao, maíz y otros. En esta zona se afectaron 1.460 hectáreas donde el cultivo de mayor afectación fue el maíz con 520 hectáreas y el banano con 300 has.
La ganadería de la Costa también se afectó. La baja producción de leche y la presencia de enfermedades reducen los ingresos de las familias. Eso le sucedió a Francisco Orellana, propietario de 28 vacas en Santa Rosa (El Oro) donde su nivel de producción de leche bajo de 190 litros por día a 77. “Con los desbordamientos de los ríos ya no se tuvo corrales y se debió sacar los animales a otros lugares. El cambio de hábito estresa a las vacas y ya no quieren comer por lo que bajan de peso”, señaló el ganadero. En la misma zona orense se afectaron cultivos de ciclo corto, banano, plátano y cacao. El campesino Martín Cuenca, espera que las primeras tareas de apoyo sean los rellenos y muros a los lados de los ríos. “Con esas obras nos ayudará mucho la entrega de semillas y los kit de insumos”. Pero el Magap se quedó en la elaboración de estrategias para reactivar los cultivos perdidos y recuperar las áreas afectadas. A eso se suma la logística para entregar las semillas y los kits de insumos a las seis provincias que fueron declaradas en emergencia por las lluvias y desbordamientos de los ríos. Ahora los agricultores esperan que empiecen con la ayuda real para invertir nuevamente en el agro. En especial, para los pequeños campesinos que registran menos de cinco hectáreas. Ahora el Estado debe elaborar un presupuesto para ejecutar la reactivación y ponerlo en marcha. El Ministro de Agricultura (e), Santiago León, sostuvo a los medios de comunicación que la entrega de los insumos empezará a finales de abril para que los agricultores puedan realizar sus nuevas siembras. Y ya vamos junio y nada que se concrete el apoyo.