República de Panamá Universidad de Panamá Facultad de Administración Pública Escuela de Relaciones Internacionales Materia: Historia de Panamá Titulo: La asamblea nacional constituyente de 1945, elección de Enrique A. Jiménez, elecciones de 1948 y gobiernos presidenciales de Domingo Díaz Arosemena y Daniel Chanis Jr. Por: MARLENIS PASCUAL
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GUILLERMO ARCIA Facilitadora: Profesora:
Rosalía Castillo
Primer semestre 2015
Plan •
Antecedentes históricos
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Objetivos
I.
La asamblea nacional constituyente y la elección de Enrique A. Jiménez
II.
Las elecciones de 1948
III.
La presidencia de Domingo Díaz
IV.
La presidencia de Daniel Chanis
INTRODUCCION
Panamá es un país de historia. El objeto de la resolución de este trabajo es Analizar en base a la investigación realizada lo importante que es para la historia de nuestro país, los sucesos en cuestión de política, ocurridos durante la década de 1940; a la vez Determinar o responder a la pregunta: ¿De qué manera ha repercutido los hechos ocurridos en 1945 y 1948 en la política nacional? ; También Destacar el papel que jugó la asamblea nacional constituyente y los factores causantes del fraude electoral de 1948.Por ultimo recalar la importancia o el rol jugado en la presidencia de Domingo Díaz y Daniel Chanis. Referente a esto, el trabajo que a continuación desarrollaremos se divide en cuatro partes, las cuales son: La convocatoria de una asamblea nacional constituyente y la elección de Enrique A. Jiménez; las elecciones de 1948 ,Estas elecciones se desarrollan a la sombra de un clima de desorden político y social en donde Domingo Díaz no dudo en recurrir a la violencia contra sus opositores, y la presidencia de Domingo Díaz y Daniel Chanis
ANTECEDENTES La década de 1940 se caracterizó por una gran inestabilidad política y una lucha a muerte entre las diversas fracciones de la burguesía por el control del aparato del Estado panameño. Esa crisis política es una continuación de un proceso conflictivo iniciado desde la segunda mitad de los años 20, con el fraccionamiento del Partido Liberal (chiaristas y porristas), el Golpe de Acción Comunal y las disputas electorales de 1932, 1936 y 1940. El telón de fondo de la inestabilidad política, era la transformación profunda de las estructuras económicas de la sociedad panameña. La burguesía comercial – importadora, que había controlado al país desde 1903, y su forma de acumulación rentista, concentrada en extraer plusvalía del alquiler habitacional para los obreros del canal se agotó (Huelga Inquilinaria de 1925). La decadencia de este sector se reforzó con la crisis mundial de 1929, que se extendió hasta los años 30. Esa crisis va a dar origen a un nuevo sector, basado en la producción industrial para el mercado interno impulsado por los Tratados Arias – Roosevelt (1936), que abrieron el mercado de la Zona del Canal a la producción nacional de carne de res y cerveza. Las disputas sangrientas entre liberales y “arnulfistas” (panameñistas), durante la década del 40, son una disputa entre dos fracciones de la clase dominante y dos modelos de país, pero no se expresaban como proyectos diáfanos, sino que a menudo se entrecruzaban intereses personales y económicos que hacen confuso el panorama. En el liberalismo, y sus diversas fracciones, se encontraban tanto los viejos sectores comerciales-importadores (oligarquía), como la naciente burguesía industrial, que fue adquiriendo cada vez más peso. Este último sector, estaba representado por el Partido Liberal Nacional de Chiari, que se impondría finalmente; mientras que los sectores decadentes se expresaban a través del Liberal Renovador (Pancho Arias), el Liberal Doctrinario (Domingo Díaz), el liberal Demócrata (Enrique A. Jiménez). Entorno a Arnulfo Arias, se agrupaban sectores conservadores del interior, con el apoyo de capas medias y populares, que expresaban un imaginario político antinorteamericano (nacionalista) pero defendiendo un país más bien agrario que moderno. En esas disputas, la izquierda panameña, constituida por socialistas (Demetrio Porras), comunistas (Hugo Víctor) y el Frente Patriótico de la Juventud (Jorge Illueca y otros) actuarían en las coyunturas claves como aliados de los liberales contra Arnulfo Arias, en quien veían a un fascista en ciernes. La lucha entre liberales y arnulfistas se desenvolvió a lo largo de la década en dos momentos: el primer lustro, caracterizado por un auge económico gracias a la guerra y a la proliferación de bases norteamericanas; y un segundo lustro de crisis económica y fiscal. La primera fase empieza con el Golpe de estado de 1941 contra Arnulfo Arias, pero el golpe no saldó la situación, pues el gobierno de Ricardo Adolfo De la Guardia, se movía entre dos aguas, sufriendo conspiraciones tanto arnulfista como liberales, unos deseando el retorno del Líder y otros exigiendo barrer a los ministros que quedaban de su gobierno. En una jugada para evitar que la Asamblea Legislativa lo sacara del poder, De la Guardia pactó
una Junta de Gobierno compartida con Francisco Arias Paredes y Domingo Díaz, y convocó la Asamblea Constituyente en 1945.
I.
LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE Y LA ELECCIÓN DE ENRIQUE A. JIMÉNEZ
A. Asamblea nacional constituyente de 1945
El 2 de febrero de 1945 por el decreto N°12 se organizó y reglamento la elección popular para delegados a la convención nacional constituyente que habría de efectuarse el 6 de mayo. Por el mismo se establecía que los delegados provinciales serian: por Panamá doce; por Chiriquí, siete; por herrera y Los Santos, tres; por Darién uno; por Bocas del Toro, uno; por Coclé, cuatro; por Veraguas, por Colon, cinco. Como es natural, el número de convencionales por provincia era proporcional al número de habitantes así mismo se elegirían nueve nueve delegados nacionales este decreto era sumamente preciso y no dejaba ningún punto librado al azar a lo largo de sus XXII capítulos que contemplaban desde el establecimiento y atribuciones del jurado nacional de elecciones hasta las penas que se impondrían a los infractores, pasando por los escrutinios de votación. En la alocución que el Presidente Ricardo Adolfo De la Guardia le dirigió al país después de la promulgación de este decreto, prometió, que no omitiría esfuerzos contra los intereses particulares, porque la asamblea constituyente resulte plasmada exclusivamente de acuerdo con las libres decisiones de las masas populares. La promesa de elecciones libres y puras que hizo al país repetidas veces en relación con los comicios presidenciales de 1947, es promesa que ratifico Adolfo De la Guardia en ese entonces , pero esta vez sin ambajes en lo que concierne a las alecciones de mayo de 1945.tal como expresaba el presidente el decreto del 2 de febrero contemplaba la participación tanto de hombres como de mujeres, así como el voto de carácter secreto , para terminar con tradicional influencia de los caciques y para impedir la amenaza y el soborno. Igualmente agregaba:¨se ha establecido el doble sistema de candidatos provinciales y candidatos nacionales , a fin de que mediante los últimos , haya la certeza de que concurrirían a prestar su concurso a la constituyente ciudadanos de primera línea por su preparación y por la confianza que despiertan en la totalidad del país¨. Y a renglón seguido indicó : ¨se ha implantado la regla de que las postulaciones pueden ser efectuadas por los partidos politos y también libremente por los ciudadanos , a fin de que no haya ningún sector del país que permanezca fuera del debate. Finalmente comunico que se había
organizado la institución del jurado nacional de elecciones y de los jurados inferiores en forma de que, por tener en ellos representación de la totalidad de los partidos, no haya posibilidad alguna de que la constitución resulte instrumento de determinada o determinadas corrientes partidista. En su firme determinación de que las elecciones fueran limpias y puras el presidente se comprometió a impedir. Toda coacción contra los empleados públicos o particulares, haciendo que la policía nacional sea elemento de orden, de seguridad, y de equidad y no de parcialidad, ofreciendo las mismas facilidades a todos los partidos, a todos los votantes y a todos los candidatos y absteniéndose de intervenir en el escogimiento del ciudadano que lo sustituiría al delegar sus poderes el día 15 de junio, ósea en la fecha que se instalara la asamblea constituyente.
Diez días después , el 17 , se celebró una reunión de los presidentes de los partidos coaligados a la que asistieron Domingo Díaz , por el liberal doctrinario ; Enrique A. Jiménez por el demócrata; Roberto F. Chiari , por el liberal; Camilo de la Guardia , por el partido nacional revolucionario; Demetrio Porras , por el socialista; Eduardo Chiari, por el partido conservador. En esta reunión se suscribió la siguiente declaración : ¨Los presidentes de los directorios nacionales de los partidos coaligados se constituyen en Directorio Supremo para dirigir la política nacional previa a la instalación de la asamblea constituyente , cooperar en las labores doctrinarias de esta época y mantener la hegemonía de los partidos en condiciones de frente unido y firme para el mejor desarrollo de las ideas y principios democráticos que fueron las bases de la compactación alrededor del gobierno de gabinete presidido por Ricardo Adolfo De la Guardia. De esta, manera se constituyó el directorio supremo de los presidentes de los partidos coaligados para formar un ¨frente unido y firme¨. El presidente Ricardo Adolfo de la Guardia, asediado por una coyuntura política compleja y dilatada, se vio enfrentado a la necesidad de recurrir al soberano para encontrar una salida nacional. Por medio del Decreto 4 de 29 de diciembre de 1944 se suspendió la Constitución de 1941 y se llamó a elecciones de delegados constituyentes. La historia registra ese proceso electoral como el más transparente de aquella etapa republicana. Igualmente se reconocen los trabajos realizados por esa Asamblea como destacados, para los cuales contaron con un proyecto de Constitución elaborado por tres mentes preclaras de la época: José Dolores Moscote, Ricardo J. Alfaro y Eduardo Chiari. El resultado fue la Constitución de 1946, no solo la ‘única adoptada por medios auténticamente legítimos y populares’, sino ‘la más ponderada y democrática que ha tenido Panamá. B. Elección y presidencia de Enrique A. Jiménez
El 15 de junio de 1945, Enrique A. Jiménez fue elegido como Presidente Provisional contra su contrincante Eduardo Chiari. En su mensaje de gobierno presentado a la asamblea nacional el 30 de septiembre de 1948, después de hacer mención del espíritu liberal de su gobierno, destaco muy especialmente el papel desempeñado en la vida del país por la policía nacional, gracias a su ¨disciplina, respecto a la ley su actuación serena y por la abnegación con que cumple sus deberes ¨. Consideraba que estos atributos eran producto de la de la ¨atinada dirección de sus jefes y oficiales. Así como por la concesión de ascensos con base en los méritos personales. Para mejorar el trabajo de este cuerpo su administración había adquirido una lancha para el uso de la policía marítima, estableció el servicio de radio patrulla y arreglo una sala de hospital para los miembros de la institución. Así mismo, se le s conocieron vacaciones y ciertas garantías en la jubilación a todos los policías del país. Es indudable que detrás de todas estas medidas estaba la mano de su comándate José Antonio Remón Cantera, quien apoyo al presidente Jiménez contra las pretensiones de la asamblea nacional de desplazarlo del poder . Igualmente durante estos años se terminaron de recopilar los códigos fiscales, penales y judiciales, labor iniciada en administraciones anteriores. En el campo de las relaciones internacionales hubo una intensa actividad durante este tiempo, en virtud de la trascendencia que revistieron las relaciones entre nuestro país y Estados Unidos, como consecuencia de los sitios de defensa las mismas serán tratadas como un apartado especial. En otro orden de cosas Panamá elevo el número de sus embajadas a diez, siguiendo la política de reciprocidad en las representaciones diplomáticas. Respecto a las relaciones con Nicaragua después del derrocamiento del Dr Leonardo Arguello, nuestro país se mantuvo en una actitud de observación y expectativa frente a las nuevas autoridades instituidas. Durante esta gestión administrativa , Panamá, como miembro de las naciones unidas asistió a todas las reuniones del concejo general , al mismo tiempo que estableció una representación permanente. Nuestro país también participio en la conferencia de Rio de Janeiro, en donde se consolido la cooperación continental en el aspecto defensivo con la concertación del Tratado interamericano de Asistencia Recíproca. Así mismo en la conferencia internacional americana celebrada en Bogotá se organizó jurídicamente la comunidad interamericana gracias al establecimiento de la carta de organización de los Estados Americanos y el Tratado de entendimiento pacifico conocido como pacto de Bogotá. Nueve meses después, el 1 de marzo de 1946, se promulgó la nueva Constitución momento a partir del cual cesó en sus funciones la Convención Constituyente. Jiménez gobernó hasta el 30 de septiembre de 1948 junto con la Asamblea Nacional. Durante su mandato el nuevo Presidente tuvo que hacer frente a la crisis derivada del fin de la guerra, cuando Estados Unidos restringió su personal en la Zona del Canal lo que provocó un acentuado desempleo. Con ello, se puso fin a los años de bonanza económica. Pero en realidad, la crisis económico-fiscal no se dejó sentir con fuerza sino hasta 1948. Entretanto, Jiménez pudo acometer obras de magnitud, como la construcción del aeropuerto
de Tocumen, para lo cual tuvo que gestionar nuevos empréstitos. Por otra parte se comenzó la construcción de las aduanas en los puertos de Cristóbal y Balboa, gracias ingentes esfuerzos de los ministerios de relaciones exteriores, hacienda y obras públicas. Sin duda uno de los aciertos de esta administración fueron los estudios realizados para establecer una zona de comercio. Igualmente, se construyó la ciudad universitaria, en terrenos de El Cangrejo pertenecientes al gobierno nacional; también se da la construcción de un hospital para tuberculosos. Muy próximos al campus universitario, también se levantaron, por estos años, el Hotel El Panamá y el edificio del Colegio Artes y Oficios. Siguiendo los lineamientos del informe económico de Thomas Lyons se creó la Zona Libre de Colón. También se creó durante esta gestión, el Concejo de Economía Nacional, en marzo de 1947con el fin de asesorar al ejecutivo y al legislativo en el campo económico. Así mismo el gobierno aumento el impuesto sobre el inmueble , pero excluyo de ese aumento los inmuebles ocupados exclusivamente por sus propietarios cuando ese valor no excedía los 12.500 dólares cifra que después se aumentó a 15.000, estas medidas obedecían a la necesidad de Jiménez de hacerle frente a la crisis económica por la que travesaba el país. La educación hizo notables progresos y se promulgó la ley N° 47 de 1946 Orgánica de Educación, gracias a la cual los docentes adquirieron estabilidad en sus puestos de trabajo. Cabe recordar también la ley N° 48 sobre Autonomía Universitaria. También impulso el perfeccionamiento profesional de los maestros y el suministro de obras didácticas. En cuanto a la educación secundaria se buscó mejorar los salarios de los profesores, se obtuvieron becas para la Universidad de Panamá y se instituyeron cursos de verano. Se creó el departamento de cultura y publicaciones en el ministerio de educación y la comisión de Estudios de la Educación nacional. También se continuó con la campaña de alfabetización. Para fomentar la agricultura el gobierno de Enrique A. jimenez dio impulso a las misiones tecnicas con el fin de que instruyeran a nuestros campesinos en el uso de las modernas maquinarias agrícolas , el riedgo de los suelos , el cultivo científico de cereales y de frutas , al igual que la lucha contra los incectos . se repatieron tierras se abrieron pozos en lugares aridos , se fomentaron las ferias agrícolas en David y Los santos y se crearon becas para la formación de especialistas en todas las ramas de la producción. C. Tratado de bases Filos-Hines
Pero la gestión de Jiménez se recuerda principalmente por el rechazo del Convenio de Bases Filós-Hines. Aunque, como ya dijimos, el anterior acuerdo de 1942 establecía que las tierras serían devueltas a Panamá un año después de la entrada en vigencia del Tratado de Paz, Estados Unidos mostró interés en mantener más allá de esa fecha algunas de las bases en su poder. Después de un forcejeo de varios meses por el término de la ocupación de los sitios de defensa, en particular Río Hato, el 12 de diciembre de 1947 se firmó el Convenio de Bases Filós-Hines que perpetuaba la presencia
norteamericana en territorio nacional en tiempos de paz. Ello se enmarcaba en el contexto de la Guerra Fría y en la Doctrina Truman de contención del comunismo. En cuanto se conocieron los términos del Convenio, se dejaron sentir en Panamá los primeros síntomas del rechazo que produciría en los meses subsiguientes. La Federación de Estudiantes de Panamá, así como el Frente Patriótico de la Juventud lideraron la oposición, conjuntamente con el Magisterio Panameño Unido, la Asociación Nacional de Educadores, la Unión Nacional de Mujeres y otros. Dentro de la Asamblea Nacional, tanto Ricardo J. Alfaro, como Harmodio Arias mostraron su oposición al pacto. Finalmente, el 22 de diciembre, la Asamblea Nacional rechazó por unanimidad el Convenio de Bases, pues consideró que no era equitativo ni se sujetaba al Derecho Internacional. El rechazo tuvo importantes consecuencias en el campo de la economía nacional, cuando los Estados Unidos estrecharon aún más el cerco en torno a Panamá. II.
LAS ELECCIONES DE 1948
A finales de 1945, Jiménez permitió que Arnulfo Arias regresara al país poniendo fin a su exilio. Poco después, se sindicó a Arias y a sus seguidores como autores del asalto al cuartel de Policía de Colón que arrojó un saldo de varios muertos. Aunque Arias negó ser el autor del hecho, fue tomado prisionero y permaneció más de siete meses en la cárcel. Fue puesto en libertad después de una prolongada huelga de hambre que puso en peligro su vida. Aunque el clima de inestabilidad socio-económico y político que se vivía no era el mejor para llevar adelante las elecciones presidenciales, la Junta Nacional de Elecciones marcó la fecha para el 9 de mayo de 1948. Durante la primera mitad de esa década, Panamá vivió una relativa, pero frágil prosperidad por su dependencia de una economía poco más que de “cantinas y burdeles” para servir a los militares estacionados en las docenas de bases que estableció Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. El final del conflicto y el rechazo del tratado Filós-Hines (permanencia de las bases) en 1947 habían marcado el fin de la prosperidad y desvelaron la cruda realidad de una crisis económica y fiscal. En las elecciones de 1948, el control del Gobierno para mitigar la crisis de sus negocios era un resorte acuciante de las facciones liberales, coaligadas en la Unión Liberal o Nacional encabezada por Domingo Díaz contra Arnulfo Arias y su Partido Revolucionario Auténtico (P.R.A.). Esta unión nacional no vacilo en recurrir al fraude ni a la violencia contra sus opositores. Arnulfo Arias contaba con apoyo de sectores sociales agrarios y masivas simpatías de sectores populares, pero no con las facciones económicamente importantes del empresariado ni con la policía. Los candidatos fueron: por el Liberal Doctrinario, Domingo Díaz, a quien acompañaban Daniel Chanis y Roberto Chiari como vicepresidentes; Arnulfo Arias por el Partido Revolucionario Auténtico, con Alcibíades Arosemena y José Guizado como vicepresidentes; J.J. Vallarino por el
Partido Renovador; José Isaac Fábrega por el Partido Nacional Revolucionario; Demetrio Porras por el Partido Socialista y, por último, Sergio González Ruiz por la Unión Popular. Sin embargo, se sabía que la contienda se dirimiría entre Domingo Díaz y Arnulfo Arias. De manera que, una vez realizadas las elecciones, se produjeron choques entre los partidarios de uno y otro candidato, máxime cuando el Jurado Nacional de Elecciones, como ya era habitual, dilató la entrega de los resultados. Los enfrentamientos fueron subiendo de tono, e incluso los Pie de Guerra, que defendían la candidatura de Díaz, asaltaron El PanamáAmérica propiedad de Harmodio Arias. Al estado de efervescencia y violencia electorales, se sumaron las intrigas políticas que buscaban el derrocamiento del Presidente Jiménez y la prórroga del mandato de los diputados. En efecto, cuando Jiménez suspendió las garantías constitucionales para evitar más derramamiento de sangre, la Asamblea Nacional se opuso a la medidas y se le comunicó al Presidente que se había decidido, por el bien del país, sustituirlo por el Contralor General Henrique de Obarrio. El 12 de julio, la Asamblea Nacional destituyó a Jiménez quien se había opuesto a dimitir y eligió Presidente a de Obarrio, anuló las elecciones de mayo y declaró que el nuevo Presidente gobernaría hasta 1952, cuando se convocarían nuevos comicios. La crisis se superó por la intervención del poderoso Comandante José Antonio Remón Cantera quien, pese a sus lazos familiares con el Contralor, decidió apoyar al Presidente. Entretanto, el país esperaba con ansiedad el resultado de las elecciones. Finalmente, el 30 de julio, la Junta Nacional de Elecciones le otorgó la mayoría de votos a Díaz quien, de inmediato, recibió las credenciales como Presidente. Los seguidores de Arnulfo Arias denunciaron el fraude y junto con su líder huyeron del país con la promesa de invadir Panamá. Pero éste sólo fue el preámbulo de una de las etapas más oscuras y convulsionadas de nuestra vida republicana.
III.
LA PRESIDENCIA DE DOMINGO DIAZ
Nació en la ciudad de Panamá el 25 de junio de 1875 y murió el 23 de agosto de 1949. Estudió en el Colegio de los Hermanos Cristianos, Colegio Privado del doctor Sofanor Moré, Colegio del Istmo, Southern New Jersey, Citon Jall College. Fue un miembro destacado del Partido Liberal, al igual que sus antepasados. Ocupó los cargos de concejal, diputado y primer Designado, en 1932. En 1948, fue elegido Presidente de la República, cargo que desempeñó hasta su muerte un año más tarde. Durante su administración se firmó el Convenio de Aviación para fomentar la aviación comercial en nuestro país y la utilización del recién inaugurado Aeropuerto Internacional de Tocumen. Fue un empresario
destacado ocupando la Junta Directiva de varias empresas nacionales como la Central de Lecherías, la Compañía Internacional de Seguros y la Cooperativa Nacional, entre otras.
IV.
LA PRESIDENCIA DE DANIEL CHANIS Díaz gobierna un año, hasta que muere en agosto del 49, cuando es reemplazado por el primer vicepresidente Daniel Chanis, quien gobierna en medio de una gran crisis económica. Una de las primeras cosas que hizo Chanis fue clausurar la organización ‘El pie de guerra’. Como presidente, Chanis luchó contra la corrupción administrativa. En este momento se rompe la alianza gobernante en medio de la disputa por el control del matadero, que vendía carne a la Zona del Canal. Se acusa a Remón Cantera y al Partido Liberal Doctrinario de controlar diversos negocios, como el matadero, en desmedro de otros productores.
El 19 de noviembre de 1949, en medio de una gran conmoción nacional, Chanis le exige la renuncia a Remón, pero éste se encierra en el Cuartel Central y, a su vez, exige la renuncia de Chanis bajo amenaza de sacarlo a la fuerza. Remón demandó la renuncia de Chanis, bajo amenazas de atacar con las armas el Palacio de las Garzas. Tras su renuncia, se encargó de la Presidencia el segundo vicepresidente, Roberto Chiari Remón. Tras varios días de incertidumbre, la Asamblea Nacional citó al recinto al presidente Daniel Chanis con el ánimo de que diese una explicación de los hechos, y al referir los sucesos del 19 de noviembre retiró su renuncia, calificándola como producto de las amenazas de las fuerzas militares comandadas por el coronel Remón. La situación era crítica, la Policía Nacional desafiaba los poderes del Estado, con el propósito de defender la situación individual de José Remón. Roberto Chiari elevó una consulta a la Corte Suprema sobre la situación de Daniel Chanis. La Corte respondió que Chanis continuaba siendo el presidente constitucional. Entonces, Roberto Chiari abandonó el Palacio de las Garzas, dejando en acefalía el Gobierno nacional.
Conclusión Con la elaboración de este trabajo podemos concluir que La elección de la Constituyente no canceló la crisis pues la alianza liberal se escindió a la hora de nombrar al Presidente Provisional, entre los que apoyaban a Eduardo Chiari (Liberal Nacional, Conservador y Nacional Revolucionario) y la fracción que se impuso en torno a Enrique Jiménez (Liberal Demócrata y Doctrinario de Domingo Díaz). Promulgada la Constitución en 1946, la siguiente crisis se produce porque Jiménez se niega a dejar la Presidencia Provisional y convocar elecciones. Hubo un intento de la Asamblea Legislativa de sacarlo, pero nuevamente la Policía Nacional decide a favor de éste, que gobernó hasta las elecciones de 1948. En cuanto al fraude electoral de 1948 y al cual ya hicimos referencia anteriormente como fin del gobierno de Enrique A. Jiménez, puede explicarse como un problema estructural de lo que puede denominarse clase capitalista panameña es su gran dependencia del control del aparato del Estado como medio de acumulación de recursos financieros, acceso y control del poder. Esto explica los feroces conflictos políticos, las crisis, los fraudes electorales, los golpes de Estado y el control de los medios que se han producido recurrentemente a lo largo de la historia republicana. También es importante mencionar que este hecho Revela un carácter fundamentalmente parasitario desde 1903, cuando el endeudamiento público se convirtió en una forma privilegiada de acumular riqueza mediante el financiamiento de obras y concesión de servicios a los políticos de turno, o directamente mediante peculado. Consecuencias de esta peculiar estructura han sido las desestabilizadoras disputas políticas que emergen en los períodos electorales y cada vez que una crisis económica ha provocado una crisis fiscal interna.
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