Creo que la vida, tanto el ámbito profesional como en el personal hay que mantener una actitud tecnológica, es decir, estar dispuesto a afrontar los desafíos y nuevos conocimientos con una visión de pertenencia sobre los sucesos que ocurren en la sociedad, política, diseño, comunicación, etc. La sumatoria por cierto de estar atentos a los sucesos globales y locales, nos permite tener una visión crítica y constructiva sobre el quehacer del día a día en nuestras actividades sobretodo laborales, añadiendo herramientas que permiten realizar una mejor gestión y comunicación con nuestros pares y clientes. Los hombres cambian, las culturas se transforman, los hábitos tienden a establecer constantes luchas entre objeto y modo. Los paradigmas formales y de uso comienzan a ceder ante la avalancha tecnológica, un porcentaje grande de diversas culturas, se ve mermada en su capacidad de interacción por lo complejo de las nuevas interfaces. Cada vez más nos enfrascámos en discusiones sobre figura y estética dejando de lado, temas críticos para el desarrollo de las sociedades y nuevos grupos de consumo. Para hacer diseño no basta construir artificios, no basta con seguir referentes exitosos ni pretender que una forma absurda pueda pasar por innovadora, no. El alimento del diseño es la investigación, los nutrientes, la diversificación de los diversos temas y la saciedad, es la respuesta a las preguntas surgidas durante el proceso. Como sea se mire, es necesario, desde cualquier punto de vista, estudiar una serie de disciplinas tales como la psicología, antropología, los mercados, el consumo, la sociología, para poder obtener ciertos criterios que permitan discernir soluciones fácticas para el diseño de objetos o interfases. El futuro pues, según mi visión, se desarrollará en un enfásis con el usuario, sus preferencias específicas, el llamado mercado de nichos crecerá en base a las necesidades de cada uno de nosotros. Gustavo Soto Miño Diseñador DipErg / DipEMkt