Los Arzobispos
MART铆N Y GUILLERMO TRITSCHLER Y C贸RDOVA Semblanza biogr谩fica y Geneal贸gica
Los Arzobispos
MART铆N Y GUILLERMO TRITSCHLER Y C贸RDOVA Semblanza biogr谩fica y Geneal贸gica
GUSTAVO VELARDE
En la portada: Hermanos Tritschler con San José María de Yermo y Parres en la Misericordia Cristiana, 1904 . Rama: Recopilación de datos Impreso y hecho en México D.R. © Gustavo Velarde Contacto: tritschlermexico@hotmail.com
DON MARTÍN TRITSCHLER Y CÓRDOVA ULTIMO OBISPO Y PRIMER ARZOBISPO DE YUCATÁN
DON GUILLERMO TRITSCHLER Y CÓRDOVA SIERVO DE DIOS SEXTO OBISPO DE SAN LUIS POTOSÍ Y SÉPTIMO ARZOBISPO DE MONTERREY
A ti MamĂĄ que me diste el regalo de la vida
A Claudia Con mi amor y reconocimiento
‌y a los descendientes de Martin y Rosa MarĂa, actuales y futuros
A mi padre Don Mariano Velarde Tritschler Imperpetua Memoriam Cuando mis pasos que tu ausencia animan. Y te sigan en pos, te den alcance, Juntos los dos ante el cristal que funde Liberadas del tiempo las imágenes Veras mi frente en tu hombro desmayarse Ahí sabremos ambos quien ordena partir un día Y la razón del viaje
Las generaciones no se suceden en fila india sino que se entrelazan, se solapan o empalman Julián Marías Filósofo español
Índice INTRODUCCIÓN………………………………………………. 19 Capitulo 1. EL ASIENTO ANCESTRAL DE LA FAMILIA TRITSCHLER. EBENEMOOSHOF………………………………………… “Derechos de Tierras Restringidas” “Anerebenrecht, Geschlossene Vererbung” “Derecho del más joven”…………………………………… Los edificios en Ebenemooshof…………………………….. Cuna de relojeros: La Selva Negra…………………………. El granjero Martin Tritschler, IX Generación………………. Thaddäus Tritschler……………………………………….... Romanus Tritschler…………………………………………. Capitulo 2. EL RELOJERO DON MARTIN TRITSCHLER…………... Pionero emigrante…………………………………………... Residencia en la Puebla de los Ángeles…………………….. Los Antecedentes de la guerra con los Estados Unidos (1846-1848)………………………………………………… Irlandeses defienden México……………………………….. Motivos de la defección……………………………………..
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Desembarco y asedio a Veracruz…………………………... 80 La Batalla de Cerro Gordo…………………………………. 82 Desaliento en Puebla………………………………………... 85 La contra guerrilla: The Mexican Spy Company……………. 89 Actos de valor, proceso y sentencia de muerte al capitán de la Guardia Nacional Martin Tritschler………………………… 92 El fin del Batallón de San Patricio………………………….. 102 Catástrofe en Chalchicomula La noche del 6 de Marzo 1862 “La explosión de la Colecturía de los Diezmos de San Andrés”…………………………….. 108 La bandera de México por primera vez sobre la cumbre del Citlaltepetl o Pico de Orizaba (1873)……………………………………... 112 Capitulo 3. LA FAMILIA MATERNA Teniente Joaquín de Córdoba y García……………………... María Rosa Puig y Vicente…………………………………. Rosa María Córdova y Puig…………...…………………... Monseñor Prisciliano José de Córdova y Puig……………... Alfredo Freyria y Córdova………………………………….. Capitulo 4. VUESTRO PRELADO VALE ORO, VALE UN PERÚ Martin Tritschler y Córdova Ultimo Obispo y Primer Arzobispo de Yucatán………….... En el Colegio Pio Latinoamericano………………………… El padre Tritschler es nombrado obispo………………….... Se erige la arquidiócesis de Yucatán y Martin como su primer arzobispo………………………… El Seminario conciliar durante el periodo de monseñor Tritschler……………………………………... Un prelado guadalupano…………………………………..... La obra constructora de monseñor Tritschler……………….
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INDICE
Fundador de colegios………………………………………. El Exilio, Habana Cuba (1914-1919)…………………….... Maderismo, huertismo y anticlericalismo constitucionalista……………………….. El destierro…………………………………………………. El segundo destierro de monseñor Tritschler (1927-1929)……………………………………... La ultima milla……………………………………………… Muerte y Sepelio del Primer Arzobispo de Yucatán Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. D. Martin Tritschler y Córdova…………………………… Triduo Fúnebre……………………………………………. Sepelio del primer arzobispo de Yucatán…………………. Primer Congreso Eucarístico Diocesano de Yucatán……... Rasgos anecdóticos de Monseñor Martin Tritschler y Córdova Una historia de ajedrez en Mérida………………………… El naufragio del “U.S.S. Mérida”…………………………. Capitulo 5. EL SIERVO DE DIOS DON GUILLERMO VI Obispo de San Luis Potosí y VII Arzobispo de Monterrey………………………………. Mocedad en Roma…………………………………………. Catedrático del Seminario Conciliar de México…………... Hacia el Obispado de San Luis Potosí……………………... El Séptimo Arzobispo de Monterrey………………………. El legado material de don Guillermo………………………. Su última visita al Papa y presagios de su partida…………. El sufrimiento final………………………………………… Peregrino hacia la casa de Dios……………………………. Escorzo espiritual………………………………………….. El hombre sabio y virtuoso………………………………… Su afición a las cumbres……………………………………
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Capitulo 6. LOS HERMANOS DE DON MARTIN Y DON GUILLERMO Joaquín Tritschler y Córdova (1869-1906)……………….... “Tichil” mi querido cajista…………………………………. Administrador de fincas rusticas…………………………… Sebastián B. de Mier……………………………………….. Rosa María de los Dolores Micaela Tritschler y Córdova “María de Jesús”…………………….. Brevísima historia de la “Casa de Caridad de San Felipe”…………………………………………………. Capitulo 7. LAS CARTAS A CAROLINA……………………………. De don Joaquín…………………………………………….. De los arzobispos…………………………………………... De su hijo…………………………………………………...
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AGRADECIMIENTOS……………………………………….... 409 BIBLIOGRAFÍA……………………………………………….. 411
CUADROS SINOPTICOS Y TABLAS DESCRIPTIVAS Localización de Ebenemooshof ……………………………... Sinopsis de la genealogía de la Familia Tritschler…………... Los 14 hijos de Martin y Fides Tritschler…………………… Dibujo de siluetas de la familia de granjeros………………... La X generación de Ebenemooshof………………………… Padrón de extranjeros de la capital de Puebla en 1843……… Templos parroquiales y auxiliares en Yucatán construidos entre 1900 y 1910 bajo el gobierno de Martín Tritschler……. 8. Colegios fundados por monseñor Martin Tritschler…………. 9. Templos construidos y obras durante el episcopado de monseñor Guillermo Tritschler……………. 11. Habitantes por hacienda en Matamoros……………………... 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.
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INDICE
12. Trayectoria vital de Martin Tritschler y Córdova…………… 13. Trayectoria vital de Guillermo Tritschler y Córdova……….. 14. Sinopsis de la familia Córdova y Puig………………………. 15. Sinopsis de la familia Tritschler y Córdova……………….... 16. Miembros fundadores de la Asociación Familiar Tritschler... 17. Miembros que han contribuido a los archivos de la Asociación familiar Tritschler……………………………….
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FUENTES DE LAS ILUSTRACIONES Capitulo 1.- Todas excepto las de las pp. 43 de internet y 44 del autor, son de Edgar Tritschler Capitulo 2.-La de la p. 67 Cristina Velarde Tritschler; p. 71, Hugo Leicht; p. 91 ACP; pp. 92, 93, 97,98 Internet; p. 106 AGE; p. 107 AHM; pp. 109, 110, 115 archivo del autor; 117, Saúl Arellano. Capitulo 3.- pp. 122, 125 y 130 APS; p.123 enciclopedia de México y Gustavo Casasola; pp. 127 y 137 Cristina Velarde Tritschler; p. 137 Aureliano Tapia Méndez; p. 143 archivo del autor. Capitulo 4.- p. 144, APS; p. 147 Museo de Reliquias “Ramón Ibarra y González”; pp. 151, 214, 225 y 232, Cristina Velarde Tritschler; pp. 157, 159, 164, 168, 172, 179 y 201, Hernán Menéndez; p. 169, Edgar Tritschler; p. 171, Aureliano Tapia Méndez; p. 176, Nicanor Quiroz y Gutiérrez; pp. 219, 220, 238, 239, 241 internet; pp. 146, 154, 169 y 183, archivo del autor. Capitulo 5.- p. 268 de Porfirio Valdez; 269, 270, 281, 283, de internet; 322 Velarde Tritschler, las demás son de Tapia Méndez Capitulo 6.- pp. 330, 341, 342, 343, 347, 348, 354, y 357 a 360, son de Cristina Velarde Tritschler; 333 es de APS; de la 334 a la 340, biblioteca La Fragua, BUAP. Capitulo 7.- Todas excepto la 401 del autor son de Cristina Velarde Tritschler. Archivo General del Estado de Puebla Archivo del Congreso del Estado de Puebla Archivo Histórico Municipal de Puebla Archivo Parroquial de Cd. Serdán Pue. Archivo de Cabildo de la Catedral de Puebla 19
AGE ACP AHM APS ACP
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INTRODUCCIÓN
E
l 9 de enero de 1974 ocurrió un fallecimiento que pasó casi inadvertido por la corta edad a la sazón, del autor de estas líneas, que poco sentía y entendía la magnitud de la pérdida de un miembro de familia. Ese deceso fue el de mi abuela paterna Carolina Tritschler, única descendiente de su familia y un puente entre dos generaciones. Fue nieta de un emigrante relojero alemán que trasplantado a estas tierras contrajo matrimonio con una hija de inmigrantes españoles, procrearon varios hijos y de entre ellos dos niños que andando el tiempo se convertirían en arzobispos; solo un hijo de este matrimonio tendría descendencia. Así, mi causa es genealógica, sin embargo, la relevancia para la historia de la Iglesia Católica mexicana que tampoco le es ajena a nuestra historia general, es el motivo que nos inspira para dar a conocer las vidas de estos ilustres personajes nacidos en Puebla, Martin Tritschler y Córdova quien fuera ultimo obispo y primer arzobispo de Yucatán y su hermano Guillermo sexto obispo de San Luis Potosí y séptimo arzobispo de Monterrey. Para comenzar este preámbulo relataré lo que dio origen a esta investigación que comenzó el pasado año pero que tiene sus inicios a principios de los 80s cuando el entonces financiero alemán Edgar H. Tritschler inspirado por el origen de su apellido, realizaba investigaciones genealógicas, encontrando que la historia del apellido Tritschler se remontaba a finales de la Edad Media en la región de la Selva Negra al sur oeste de Alemania y en particular se relacionaba con una granja llamada “Ebenemooshof” en la que por siglos ha prevalecido, por usos y costumbres, un sistema similar a la institución del Mayorazgo español que a diferencia de esta, en Ebenemooshof, el hijo más joven era quien heredaba el conjunto de los bienes perpetuándolos hasta hoy. Al avanzar en sus investigaciones Tritschler desveló las historias de las personas que habían emigrado de esta región por causa de aquellos usos y costumbres. 21
LOS ARZOBISPOS…
A diferencia de muchos que emigraron principalmente a Norteamérica, atrajo su atención la historia de un joven relojero nacido en aquella granja y que decidió probar suerte en nuestro país, supo Tritschler a través del archivo familiar de la granja Ebenemooshof, que este emigrante llamado Martin Tritschler se había establecido en Puebla en 1834 y más tarde había formado una familia con una joven criolla de nombre Rosa María Córdova y Puig y con quien tuvo ocho hijos, tres de los cuales fallecerían a temprana edad, otros tres seguirían profesiones eclesiásticas y dos la vida secular. Por las cartas que el relojero Martin envió a su familia de Alemania desde México y a las posteriores visitas de uno de sus hijos, del mismo nombre, que hizo a la granja con la investidura eclesiástica, que fue como esta familia de granjeros supo el destino que corrió uno de sus hijos. Sin embargo, los archivos no alcanzaban a informar lo que había sucedido con la demás descendencia. Ignorando quien esto escribe, excepto que existió un tal Martin Tritschler padre de dos arzobispos, y ancestro en línea directa, traté de indagar en internet algo sobre este apellido que siempre despertó curiosidades en el seno familiar. Para mi asombro, el antes mencionado Sr. Edgar Tritschler pedía a los portadores de este apellido o descendientes de él que informaran a través del correo de su página web sobre lo que supiesen de sus orígenes familiares. Este fue el mensaje: –Sr. Tritschler: El nombre de mi padre era Mariano Velarde Tritschler y fue descendiente de un alemán que llego a México a principios del siglo 19, su nombre fue Martín Tritschler originario, según sabemos, de Baden-Baden, si esto es de su interés por favor contácteme para más información–.
La inmediata respuesta con fecha del 31 de julio de 2006 y traducida del idioma inglés fue: –Estimado Sr. Velarde: Muchas gracias por su información. Estoy conmovido de escuchar de un descendiente de Martin Tritschler. Conozco muy bien la historia de 22
INTRODUCCION
su familia: Después de investigar por varios años, publiqué en 1984 un libro acerca del asiento ancestral de la familia Tritschler. En el archivo adjunto encontrará una investigación acerca de la familia de este Martín Tritschler, que se convirtió en ciudadano mexicano en 1844 y ciudadano del estado de Puebla en 1849. El fue un exitoso fabricante y comerciante de relojes ya desde su lugar de origen en La Selva Negra, región al sur-oeste de Alemania. Dos hermanos le siguieron, Thaddäus y Romanus. Thaddäus regreso pronto a casa, Romanus permaneció en sud América. Como se observa en el archivo adjunto dos hijos de Martín, Joaquín (L81) y Alfonso (L85) no siguieron profesiones eclesiásticas. Me he preguntado muy a menudo si estos dos hombres se casaron y tuvieron familias con descendientes, ¡Estaré muy contento de saber que Ud. es uno de ellos! Con algunas investigaciones hechas en los últimos años, he intentado encontrar respuesta a estas preguntas. No escribo por ahora de la importancia de las interesantes vidas de los dos Arzobispos, que he llegado a saber por diferentes fuentes; también he mantenido correspondencia con el Vaticano. Acerca de esto tal vez después, pero supongo que Ud. está muy bien informado de esta parte de la historia de la familia en México. Por favor, entéreme de la historia de su familia hasta donde Ud. sepa, estoy muy interesado. Acerca del internet: Ud. conoció la "Familienverband Tritschler" e. V." una unión familiar, que fue fundada por mí para realizar investigaciones que llevan más de 25 años. Queda de Ud. Prof. Edgar H. Tritschler Dirección
Debo admitir que pocas cosas me han producido tal impresión e interés que no ha cejado hasta la conclusión de este libro. A través del intercambio de informaciones más o menos periódicas en los últimos dos años con el Sr. Tritschler, actualmente profesor de la materia de Administración Financiera en la Universidad de Stuttgart y presidente de la mencionada asociación1, que se desvela una historia 1
La Fundación de la Asociación de la Familia Tritschler –Club Registrado– con sede en Titisee-Neustadt en la región de Schwärzenbach, ocurrió el 6 de junio de 1999 en Ebenemooshof, la cual ha sido el asiento ancestral de la familia Tritschler por cientos de años. En base a mas de 25 años de investigaciones intensivas con proyecciones a largo plazo, a una búsqueda extensiva dentro de los archivos 23
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que surge a partir del siglo 15, en una cadena sucesiva de generaciones viviendo en el mismo lugar y con el mismo apellido y culmina, con las vidas de los ilustres arzobispos don Martin y don Guillermo. *** Me refiero ahora a uno de ellos, al sacerdote culto y sabio, tres veces Doctor con los más altos honores en Filosofía, Teología, y Derecho, por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y al mismo tiempo sencillo y accesible. El arzobispo de Yucatán, que por los años 40 se reunía regularmente con un numeroso grupo de niños a quienes había otorgado una beca en la escuela “Nicolás Cámara Lujan” para preguntarles por sus familias, por sus progresos en la escuela y el catecismo y temas afines a su mentalidad infantil. Aquel era don Martin Tritschler, el Pastor que durante 42 años guió la grey yucateca y murió llevándose como bagaje muchas ordenaciones sacerdotales en preparación y número, intensos trabajos de catequesis, ardua actividad social católica; la construcción y mejoramiento de muchos templos y la fundación de colegios y escuelas de educación básica y de artes y oficios por toda la geografía de Yucatán, sin faltar las amargas experiencias de persecuciones, cárceles y destierros. Su vida, a través de estas páginas nos permite observar algunos aspectos de la historia reciente de Yucatán, desde el porfiriato hasta el periodo post revolucionario; las crónicas de su sepelio y el evento que el mismo planeara y al que ya no pudo asistir por causa de su muerte, el Primer Congreso Eucarístico de Yucatán, ambos acontecimientos que espontáneamente hicieron despertar el fervor católico de todo un pueblo, como lo definieron los historiadores Menéndez Serralta y familiares y a confirmar y abrir todas las fuentes de información de los ancestros portadores del apellido Tritschler, la idea fundadora del iniciador e impulsor de los archivos Tritschler, Edgar Hermann Tritschler, fue una realidad. Los aproximadamente 20 miembros fundadores de la Asociación Familiar Tritschler provienen de la original y actual familia de granjeros de Ebenemooshof. Los demás miembros –entre los que se encuentra el autor de este libro– han contribuido con informaciones valiosas de sus ancestros cuyas raíces se remontan igualmente a la granja de Ebenemooshof. Véase pp. 404 y 405. 24
INTRODUCCION
Canto Mayen: «el principal movimiento espiritual principio a la muerte del Excmo. y Rvmo. Sr. Dr. Tritschler y Córdova llegando a ser el Primer Congreso el más grande acontecimiento histórico social, patriótico y religioso en el sureste mexicano». *** De todos los obispos y arzobispos de Monterrey solo se ha promovido la causa de canonización del que fuera su séptimo arzobispo, hermano del anterior: don Guillermo Tritschler y Córdova. Aquel sacerdote que retardara su ordenación por «temores de conciencia ante tan importante dignidad». El profesor del Seminario de México que pidiera al Papa reconsiderar su decisión de nombrarlo obispo de San Luis Potosí, diciendo que en conciencia no podía aceptar el cargo, y que si era necesario podría confirmarlo con juramento, « ¿cumpliría su deber un obispo que no predique?, Y yo no sé predicar,–diría en una carta dirigida a Pio XI–, un obispo debe escribir cartas pastorales, y yo no sé escribir; un obispo debe saber imponer su autoridad, y yo ni siquiera un ensayo de autoridad sobre un mozo del Seminario». Añadía las últimas dos razones, «No se regañar y no se manejar dinero». Poco le valieron estas suplicas porque el 30 de enero de 1931, el Papa Pio XI lo había preconizado Obispo de San Luis Potosí. Así era don Guillermo, como lo expresara Ángel María Garibay: «La humildad es la atmosfera de las almas grandes. El humilde no es sino un émulo de Dios que siendo infinito gusta de darse en lo pequeño. Y no he conocido humildad cual la del Maestro Tritschler»
En su biografía no resaltan los hechos históricos como la de su hermano don Martin, sino el hombre que ha dedicado su vida a Dios, sin embargo, Don Guillermo cubrió un periodo trascendental en la historia de la Arquidiócesis de San Luis Potosí y luego la de Monterrey. Después de diez años de confusión, carencias y violencia de la Revolución, de la persecución religiosa y de la Segunda Guerra Mundial, Monterrey se levantó hacia la modernidad requiriendo una visión más amplia de sus empresarios de sus líderes políticos pero también de los espirituales, don Guillermo cubrió cabalmente esta exigencia. Al igual que su hermano, impulsó las vocaciones 25
LOS ARZOBISPOS…
sacerdotales y la formación de congregaciones de religiosas, de las que surgieron hombres y mujeres de bien, pero el arzobispo Tritschler como estudioso y conocedor profundo de la historia del arte y del arte mismo, de la arquitectura y de la historia, le valieron el sitial n° 24 dentro de la Academia Mexicana de la Historia y sus sugerencias fueron de peso para considerarlas en la ornamentación y decorado del Palacio de Bellas Artes cuando era catedrático en la Cd. de México o para la capilla de la Catedral de San Luis Potosí y en la hermosa parroquia de Matehuala, o su influencia determinante para que se construyera un icono de la arquitectura religiosa moderna, el templo de la Purísima, nombrada Basílica Menor por Juan Pablo II, y los retablos de la Catedral de Monterrey, entre otros templos, donde influyó tanto para emprender su construcción como para la arquitectura. *** Se puede decir que ya se ha escrito antes de los dos arzobispos, en el caso de don Guillermo lo ha hecho el presbítero Porfirio Valdez, a quien se le encomendó hacer una biografía después de su muerte, y magníficamente en los 90s el cronista de la arquidiócesis de Monterrey monseñor Aureliano Tapia Méndez; y de don Martin arzobispo de Yucatán lo hizo el presbítero Leoncio Rivera Vázquez, que emprendió la tarea de escribir sobre su vida y obra poco después de su muerte; el historiador Jorge I. Rubio Mañe, con una obra minuciosa y detallada; el periodista Manuel Castilla Ramírez, que considera a don Martin al igual que nosotros, un santo no canonizado; y en temas relacionados con el periodo porfirista y la Revolución, lo han hecho, los doctores en ciencias históricas Mariza Pérez de Sarmiento y Franco Savarino. De quien debo dar el crédito en este libro es a la doctora Mariza Pérez que ha abordado el tema sobre el exilio del episcopado mexicano durante la Revolución, que a su cargo ha realizado por parte del Instituto de investigaciones Dr. José María Luis Mora de Historia, con quien he tenido un cordial contacto a través de Internet y tuvo la confianza de enviarme su investigación «El destierro del arzobispo Martin Tritschler en la Habana, Cuba, 1914-1919», de la cual la Dra. 26
INTRODUCCION
Pérez amablemente otorgó su autorización para incluirla en este libro con la sola petición de aclarar que no había sido enviada a prensa hasta ese momento, por lo cual, desde aquí le agradezco la confianza de enviarme su material inédito fruto de extensiva búsqueda en archivos históricos de Cuba y Yucatán. Esta investigación cubre un importante periodo de la vida de monseñor Tritschler e indudablemente un periodo de la Revolución Mexicana; se inscribe aquí como parte de la biografía del arzobispo Martin Tritschler. Es una lástima para mí que quede fuera, el tema que la Dra. Pérez investiga actualmente sobre el exilio de la Revolución en la isla de Cuba, a través de la mirada de dos personajes representativos: Martin Tritschler y Federico Gamboa, para algunos el más importante escritor mexicano de principios del siglo XX, y quienes tuvieron mucha relación entre 1914 y 1919 en la Habana. Cabe mencionar lo que otro maestro en ciencias históricas, Luis González y González diserta en su obra “La ronda de las Generaciones” al hacer inclusión del los arzobispos Martin y Guillermo Tritschler dentro de las seis generaciones de personalidades –así las divide el autor–que en su conjunto influyeron en el destino de México entre los años de 1856 y 1958; su lista de “minorías dirigentes” la conforman: políticos, intelectuales, militares, empresarios y sacerdotes. Monseñor Martin Tritschler se inserta en el contexto del poder político y económico que acumulado por la alianza Iglesia-Estado en el periodo porfirista de reconciliación lo colocó en una importante posición de privilegio en Yucatán que le permitió efectuar un proyecto educativo a gran escala, multiplicar la infraestructura de templos e instituciones eclesiásticas y con ello como puntualiza Hernán Menéndez Rodríguez en una actitud crítica diferente: «modificar de nuevo conductas, normas y comportamiento de la sociedad en su conjunto, en detrimento de las establecidas por el proyecto liberal de desarrollo de fin de siglo» El acierto de los autores independiente a sus distintos enfoques, ha sido una nueva lectura de la historia yucateca incluyendo el papel preponderante que tuvo la Iglesia Católica durante el porfiriato *** 27
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Pasando a la vida de Don Martin Tritschler, el padre de los arzobispos, tema de interés particularmente del autor, que no obstante ofrece algunos datos excepcionales pero igualmente interesantes que he creído dignos de mención en este libro: Es posible que don Martin haya sido el primer fabricante de relojes en Puebla después de la independencia: una minuciosa revisión de los expedientes del Ayuntamiento tanto del Padrón de tiendas, estadísticas de habitantes y extranjeros, aunque incompletos, no arrojan información sobre ningún relojero o taller de relojería ni mucho menos una fábrica de relojes establecida en Puebla, esto quizá se atribuya a que la corona española prohibió el ingreso de tecnología excepto la indispensable para la ganadería, la agricultura y la minería. Los relojes que hubo durante el Virreinato eran importados principalmente de Francia. Martin fabricó relojes en su taller de la Cd. de Puebla entre los años de 1834 y 1853, llegando a tener una planta de trabajadores mexicanos. También inscribió para la historia de los datos curiosos el haber sido el primer hombre en enarbolar la bandera de México en el "Citlaltépetl" o Pico de Orizaba, reconocida por el Diccionario Porrúa de Historia y Geografía, la prestigiosa revista "México Desconocido" y al portal de internet del Gobierno del Estado de Veracruz en lo referente a esta que es la cumbre más alta y peligrosa de nuestro país. Así mismo, la historia desconocida de su participación como oficial del ejército mexicano en la injusta intervención norteamericana en nuestro país, pero plenamente documentada y registrada en los archivos del Congreso del Estado, en el fondo antiguo del Archivo General y en el Archivo Histórico Municipal, otorgándole el Congreso de los diputados la ciudadanía del Estado, como también en el Archivo Nacional de los Estados Unidos donde aparece como juzgado y sentenciado por un concejo de guerra a la pena capital por inducir a la deserción de los elementos del ejército norteamericano para después ser absuelto. En ninguna campaña de la historia militar de los Estados Unidos se ha registrado una deserción tan alta de sus miembros como en la invasión de este país a México; en ella se vieron involucrados europeos principalmente irlandeses y alemanes, todos católicos, que 28
INTRODUCCION
en cuanto llegaron a América fueron reclutados en muchos casos, inmediatamente al desembarcar en el ejercito de los Estados Unidos; la fuerte discriminación de la sociedad calvinista protestante norteamericana –llamada entonces “nativismo”–, hacia los católicos en la década de 1840 a 1850, no tuvo precedente en ninguna parte de la historia de los Estados Unidos y provocó un rechazo mutuo a tal grado que estos europeos católicos se identificaron y simpatizaron mas con México que con el país que les prometía una mejor vida. A pesar de las diferencias étnicas y culturales, cruzaron la frontera o desertaron en el camino y se pasaron a las filas de nuestro ejército peleando por nuestro país pero al mismo tiempo por su propia bandera, la de San Patricio, teniendo una destacada actuación en casi todos los frentes y al perderse la guerra fueron capturados y ejecutados por los invasores, muriendo por sus convicciones religiosas, pues tan católicos eran ellos como los mexicanos que quisieron defender. Martin Tritschler simpatizó con ellos, pero su afinidad religiosa, cultural y étnica con los desertores lo implicó en su propia tragedia y fue acusado de procurar la deserción de miembros del ejército de los Estados Unidos, fue aprehendido y condenado a muerte, pero numerosas gentes de Puebla intercedieron; por temor a una rebelión se invocó una causa de excepción del propio reglamento militar sin exculpar al sentenciado, logrando así, salvarle la vida. Deliberadamente me he extendido en el tema de la guerra de intervención norteamericana no obstante que Martin fue un oficial mas del ejército, pero la naturaleza de su contribución, el casi perder la vida y la meritoria mención del Congreso otorgándole la ciudadanía lo convirtieron en un tema ineludible. ***
Los arzobispos tuvieron a bien dejar en sus notas personales sus antecedentes familiares maternos: de doña Rosa María Córdova y Puig, esposa de don Martin, nacida en el mismo San Andrés, hija de padres españoles, que llegaron a tierras mexicanas durante la transición a la independencia, don Joaquín de Córdova y García que llega a la todavía Nueva España como militar del ejército realista y se une como muchos otros españoles al ejercito Trigarante con el grado de teniente y su General José María Calderón lo nombra su secretario al ser nombrado este el primer Gobernador Constituyente que tuvo 29
LOS ARZOBISPOS…
nuestro Estado de Puebla. De la misma forma arriban a México procedentes de España dos niñas que no han tenido tiempo de asimilar las muertes de sus padres, la de su madre en alta mar, y la de su padre que al llegar se enteran que ha muerto combatiendo a los rebeldes de Santa Anna en Veracruz; una de esas niñas, María Rosa Puig contraería nupcias con el Teniente Joaquín de Córdova. *** Esta recopilación de “Los Arzobispos Martin y Guillermo Tritschler y Córdova” tomo casi dos años y medio de una minuciosa y ardua labor sin retribución alguna, de redacción y traducción de cartas, consultando y rectificando en archivos, bibliotecas, hemerotecas y museos, así como telefonemas y viajes fuera de Puebla, e incalculable cantidad de horas frente a la computadora, por lo que todo cuanto aquí se lea se ha hecho con el afán de llegar a la verdad y siempre con el sustento de una buena fuente. Así, con todo esto y mucho que se fue aunando a medida que se redactaba este libro: la fuente de los archivos de la Asociación Familiar “Tritschler”, los textos biográficos de los dos arzobispos tanto recién publicados como de la época, las actas del registro civil y de archivos parroquiales halladas in situ por el autor, declaraciones de testigos calificados, abundantes fotografías publicadas e inéditas así como correspondencia personal y periódicos de la época, escribo con respeto y admiración a mis antepasados, esta serie de biografías que permiten vislumbrar la interesante historia de una familia, cuya existencia transcurre a lo largo del convulso siglo XIX y principios del XX, y que inscriben cada uno de ellos, por derecho propio, pequeñas pero indelebles líneas para la gran historia de nuestro país. Con el anhelo de que un día se celebre la canonización de don Guillermo Tritschler y Córdova o de su hermano Martin acompaña a este libro la esperanza de alcanzar algún día su publicación, mientras tanto cumple con satisfacer el interés familiar de saber más de lo poco que se sabía de nuestros ancestros y de esta manera preservarse para la siguiente generación. Gustavo Velarde Cabrera Puebla Pue. 2007
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CAPITULO
I El asiento ancestral de la familia Tritschler Ebenemooshof
M
artin Tritschler, el padre de los arzobispos don Martin y Don Guillermo Tritschler y Córdova, nació el 22 de octubre de 1814 en Ebenemooshof al norte de la Selva Negra o "Schwarzwald"1, su padre del mismo nombre, encabezaba la novena generación de granjeros que se remonta hasta el año de 1437. De acuerdo con el más antiguo documento en donde se ve relacionado el apellido Tritschler con la granja Ebenemooshof, existió un Tritschler que nació entre 1420 o 1430 y murió alrededor del año 1500. No había libros parroquiales antes de esta época, pero si se puede asegurar que no había existido ningún otro Tritschler en el resto de Alemania hasta entonces.2 La conformación de los apellidos comenzó tardíamente en esta región de Europa hasta el siglo XV, hasta esa época las personas se llamaban unas a otras por su nombre cristiano o de pila. En el siglo 12 de la Edad Media, mucho antes de la existencia de las granjas y la conformación de los apellidos, se fundó el Monasterio de "Richeneau" en la isla del mismo nombre sobre el lago de Konstanz" en el "Bondensee" de lo que actualmente es la frontera de Alemania con Suiza. 1
Nombre debido quizá a los densos bosques de abetos de la zona que dan al paisaje una apariencia oscura; otra teoría es de que fueron los romanos quienes le dieron dicho nombre al denominarla Pópulos Nigram, inspirados tal vez en la oscuridad que caracteriza el transito y los caminos por los densos bosques que la pueblan. 2 La obra de Edgar Tritschler fundamentada en una voluminosa investigación de fuentes de archivo muy antiguas ofrece una descripción cronológica de la evolución de las edificaciones y asentamientos humanos en Ebenemoos así como un estudio de la conformación y origen del apellido Tritschler. Tritschler, Edgar Hermann, Ebenemoos-Hof und Familiengeschichte, 1984, 576 pp. 31
LOS ARZOBISPOS…
Es lo más probable que Ebenemooshof en Schwärzenbach sea el asiento ancestral de la familia Tritschler. Esta granja ha sido y es la vida y la principal fuente de ingresos para más de 12 generaciones. Está situada entre 1030 y 1100 metros de altura s.n.m. y sus pastizales y bosque son la principal fuente de ingresos. La granja comprende varios edificios de carácter histórico que muestran la vieja generación de casas de brezal. En 1984 un estudio dendrocronologico mostró que la casa principal fue construida entre 1508 y 1530 posiblemente durante la Guerra de los Granjeros de 1524/25.
Desde este monasterio hacia el norte, comprendía el virgen y exuberante bosque de la Selva Negra, el Abad del Monasterio de Richeneau buscó en los alrededores de este, a granjeros que estuvieran de acuerdo en hacer el cruel trabajo de talar el bosque –tal vez no voluntario en todos los casos–. Posteriores granjeros del norte de la Selva Negra habían sido granjeros libres y no habrían tenido que dar el diezmo y otras contribuciones pero las primeras habrían tenido una terrible y corta vida. La historia de la familia Tritschler tiene sus raíces en la evolución de los asentamientos históricos del norte de la Selva Negra y en el mismo contexto está vinculado con los asentamientos de los monasterios de Friedenweiler, Reichenau, y St. Gallen, en el documento más antiguo de 1437 arriba mencionado aparece la granja de Ebenemooshof en estado de servidumbre hacia estos monasterios. 32
EL ASIENTO ANCESTRAL
En el año de 1525, en el sur-oeste de Alemania, tuvo lugar una guerra civil, la llamada "Bauernkrieg" iniciada por granjeros de esa región en contra de la nobleza eclesiástica, conflicto que fue secuela de la irrupción del protestantismo iniciado por Martin Lutero. Con una gran probabilidad la casa-granja de Ebenemooshof en Schwärzenbach fue quemada durante esta guerra dado que Peter Tritschler –nacido entre 1460-70 y muerto entre 1530-40– había sido el alguacil (superintendente) del pueblo por lo cual otros granjeros habrían sido hostiles con él y su familia. En el año de 1984 el Profesor Edgar H. Tritschler dispuso un análisis dendrocronologico3 de una de las vigas de la actual casagranja. El biólogo especialista pudo comprobar una fecha alrededor del año de 1525 cuando la superestructura de la casa fue erigida. Debido a que miembros antecesores de esta misma familia ya se habían establecido 100 años atrás, se puede afirmar que esta casa que se quemó no había sido la primera sino probablemente la segunda.
Panorámica de Ebenemooshof desde el valle, lado nordeste. 3
Informe expedido por el director del laboratorio del Instituto Botánico de la Universidad Hohenheim Dr. Bernd Becker el 12 de septiembre de 1984. 33
LOS ARZOBISPOS…
Pocos años después en 1529, la madre superiora del convento de Friedenweiler, asentó en un registro las granjas y el nombre de las familias que las habitaban en el distrito del Convento. La monja registró que para el poblado de "Schwärzenbach" del total de las 18 granjas aun existentes después de la guerra en 7 habitaban familias de apellido Tritschler, es casi seguro que estas familias hayan estado muy interrelacionadas. En la actualidad la granja de Ebenemooshof es la única que sigue en manos de miembros de la familia Tritschler descendientes en línea de la familia original del siglo XV. No hay evidencias de que la reforma luterana haya influenciado y transformado la fe católica en esta pequeña región de Schwärzenbach actualmente conocida como Titisee-Neustadt, la línea protestante se desarrollo en la región de Kirchheim-Teck y Esslingen pero nunca sobrepaso su influencia al norte de la Selva Negra, los Tritschler de la granja Ebenemooshof han sido católicos desde sus más remotos ancestros, Vinzenz el hermano del emigrante relojero Martin construyó durante su vida una pequeña iglesia en la granja de su propiedad, no solo es una capilla, como las que se hallan en numerosas granjas al norte de la Selva Negra sino una pequeña iglesia –para 75 personas aprox.– consagrada, es decir autorizada por la iglesia para poder oficiar el culto católico en su interior. Las familias de la granja celebran todos los años la santa misa durante la primavera cuando el ganado abandona sus cobertizos y otra durante el otoño cuando vuelve a ellos. Este viejo letrero policromo indica dos fechas importantes en la historia de la granja: El primer asentamiento de un Tritschler en Ebenemoos de acuerdo al documento más antiguo de 1435, y la construcción de la casa principal después de la Guerra de los Granjeros en 1525.
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EL ASIENTO ANCESTRAL
Ebenemooshof alrededor del año 1900
Ebenemooshof en su aspecto actual después de su modernización, consientes de la tradición, sus habitantes han respetado las estructuras básicas preservándolas en su totalidad dentro de los requerimientos para los museos de espacios abiertos. 35
LOS ARZOBISPOS…
En la historia familiar hay casos documentados de personas de esta región de la Selva Negra de Alemania que han emigrado a otras partes de Europa, Norte América y otros países alrededor del mundo por diversas razones. Fuera de las razones tradicionales que motivan la emigración, los portadores del apellido Tritschler estaban asociados con profesiones como la fabricación y comercio del vidrio y la fabricación de relojes como fue el caso de Martin Tritschler que fue uno de los primeros en fabricar y comerciar los relojes de la Selva Negra en América y que introdujo y dio a conocerlos en la Cd. de Puebla a principios del siglo XIX. El actual granjero, Martin Josef Tritschler nacido en 1965 es granjero de la 14ta generación, es tataranieto de Vinzenz Tritschler que fue el hermano más joven de Martin, el relojero mexicano y padre de los arzobispos Martin y Guillermo; es cazador y guarda de su propio bosque, está casado y tiene tres hijos, dos de ellos varones y uno será el próximo granjero, la granja Ebenemooshof, actualmente alcanza más de 38 hectáreas y varios edificios y se mantiene al nivel de las altas exigencias del mercado ganadero europeo –las tierras del alto macizo de la Selva Negra situadas entre 1030 y 1100 m.s.n.m. son pobres para el cultivo pero sirven para la producción de forraje para la ganadería– esta es una de la razones por las que en diferentes épocas miembros de la familia Tritschler y otras hayan tenido que emigrar a tierras más fértiles al oeste de la Selva Negra especialmente en la zona de Friburgo, especializándose en la producción del vino, de esta región proceden las mejores vides de Alemania. Ante todo esto surgen dos preguntas: – ¿Cuál es la razón por la que Ebenemooshof no se halla fraccionado en partes para el beneficio de herederos tal como ocurre en la mayor parte del mundo?– – ¿Y, porque la siguen conservando miembros de la misma familia siglo tras siglo?– La razón descansa sobre dos leyes no escritas pero irrestrictamente respetadas en esta región de la Selva Negra y específicamente para las granjas:
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EL ASIENTO ANCESTRAL
Derechos de Tierras Restringidas “Anerebenrecht, Geschlossene Vererbung” Una traducción cercana al difícil concepto del alemán. En el sur-oeste de Alemania existe desde la Edad Media este Derecho que significa que está absolutamente prohibido vender parte de las tierras de las granjas. Fue y está prohibido dividir o repartir las tierras de la granja, cuando muriera el granjero. Los hijos que no pueden ser granjeros, tienen solo el derecho de demandar el llamado "fondo de compensación" El hijo que heredara la granja tendría que dar a sus hermanos y hermanas la cantidad suficiente para establecer su propia casa. Esta ley fue tan sabia que las granjas actuales son suficientemente grandes para trabajar económicamente bajo las condiciones del mercado europeo y mundial.
El Derecho del más joven Para la región del asiento ancestral "Ebenemooshof" se tuvo el "derecho del más joven" solo él podía ser el próximo granjero excepto el caso de la hermana más grande no casada y que no tuviere hermanos varones. Los hermanos y hermanas mayores tenían que servir o dejar la granja. Si tenían la oportunidad de casarse con una mujer que no tuviere hermanos tendrían oportunidad de ser granjeros en otras granjas. La "Ley del más joven" se mantuvo hasta 19764, actualmente es legal heredar la granja a cualquier hijo y desde luego a hija también, pero sigue estando prohibido fraccionar la granja para diferentes herederos que debe ser conservada en su forma tradicional y actual, los demás hijos solo reciben una porción en monetario para que no queden desprotegidos. Por causa de estas dos leyes don Martin, no pudo ser granjero de Ebenemooshof, no obstante recibió de su familia el capital suficiente
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De acuerdo al nuevo reglamento para las granjas del 26 de julio de 1976, ley "Hofeordnung". Fuente: Statistisches Monatsheft Baden-Württenberg. 37
LOS ARZOBISPOS…
con el que pudo emigrar muy joven a México con una gran carga de relojes que después reproduciría en su taller de Puebla con gran éxito.
Los edificios en Ebenemooshof Además de la casa-granja, Ebenemooshof comprende varios edificios: La finca de retiro “Das Libding” La casa auxiliar en “Prestenberg” o Casa “Borromä” La capilla La panadería “Bachküche” y El aserradero “Die Mahlmüle” son descritos al hablar de Martin Tritschler (padre) en la p. 55 La Finca de retiro “Das Libding”: La generación de las antiguas casas de montaña acabó a la vuelta del siglo 16 con una nueva visión de la vida como resultado del nuevo espíritu del Renacimiento que alcanzó a los habitantes de la Selva Negra que aspiraban a mejores condiciones de vida. El individualismo que emergió con el Renacimiento otorgó al granjero retirado una nueva posición en la familia que entregaba la granja a su hijo más joven “el ángel de la granja” para después mudarse a otra parte de la casa acondicionada como dormitorio. Sin embargo, para fines del siglo 17, el granjero retirado se construyó para sí una cabaña dentro de los límites de la granja, siendo desde esa época parte inherente de la propiedad. Con grandes familias y la presencia de mozos y criadas que solían residir en las grandes granjas hubo la necesidad de la creación de espacio adicional para el granjero retirado y su esposa así como para los hijos no casados. En un documento de 1697 aparece Agnes Faller, viuda de Adam Tritschler, súbdita del príncipe Fürstenberg, cediendo la granja a su hijo Jacob, con una lista de los edificios de la granja “Estas son: la casa principal, la granja, el depósito, la casa secundaria, el molino, la panadería...” Mas adelante en el texto del documento dice: “expreso la obligación de otorgárseme una renta vitalicia por parte de mi hijo en la forma como yo lo indique, sea en la vieja o la nueva casa”. En el más antiguo testamento de 1636 demuestra que la casa de 38
EL ASIENTO ANCESTRAL
retiro aun no existía, cuando Anna Heizmann, viuda de Thebus Tritschler cedió la propiedad a su hijo Adam, que dice: “para su retiro Anna Heizmann declara sobre la siguiente renta vitalicia… a saber: suficiente espacio para vivir dentro de la casa, en habitaciones cómodas y cálidas, incluyendo una habitación de su elección así como dos vacas y un chivo en los establos de la granja…” Ante las posibles tensiones familiares provocadas por la convivencia dentro de la misma granja estaban estipuladas soluciones contractuales “contrario a lo esperado, no deberán tolerarse uno al otro en la casa, en cuyo caso el hijo construirá una vivienda para ella a su costa”. La cabaña de retiro que perduró varios siglos no puede ser vista hoy en día ya que fue quemada premeditadamente el 3 de mayo de 1975, las brigadas de bomberos condujeron una demolición controlada de la dilapidada y añeja casa, decisión que no fue fácil para el granjero de aquel entonces; hoy en día se erige la nueva y más espaciosa cabaña de retiro que cumple con las especificaciones de protección de monumentos históricos que obliga a construir otra en el mismo sitio y adecuada a su medio ambiente. La Casa auxiliar en Prestenberg, o Casa “Borromä” Esta casa fue por última vez ocupada por Karl Borromäus Tritschler, hermano de Josef I quien era granjero de Ebenemooshof en aquel entonces. Después de la muerte de Karl en 1967 continúo siendo ocupada hasta 1970 por su esposa Hilda Berger quien posteriormente vivió en la propiedad de la vecina Hochstschreiner. Esta casa que aun existe fue construida en 1890 durante la época del granjero Johann, – que fuera primo de los arzobispos mexicanos Martin y Guillermo Tritschler y Córdova– (véase fotografías cuando Martin visitó la granja, pp. 62 y 169) Esta casa había servido antes para los miembros familiares que trabajaban para la granja, como vivienda alternativa para los hijos e hijas que no poseían su propia granja, proveyéndolos de vivienda separada después de que se casaran. No obstante que los ocupantes de esta casa estaban obligados a trabajar para el heredero de la granja y obligados a obedecerlo, pudieron vivir de manera independiente ya que contaba con establo y terreno propios.
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LOS ARZOBISPOS…
La Capilla Las capillas como la de Ebenemooshof pueden ser encontradas en muchas granjas de la Selva Negra, abarcando variados tamaños decoraciones y estilos. Una descripción ilustra claramente que las capillas de las granjas y los almacenes eran dos edificios adyacentes, disposición que estaba motivada evidentemente por motivos religiosos. La proximidad física del almacén a la capilla ofrecía protección adicional contra el daño o perdida de las muy vitales provisiones. En Ebenemooshof el almacén estaba localizado –de acuerdo a un antiguo mapa de Schwärzenbach– adyacente a la Casa de Retiro de frente a la casa principal. En todos los testamentos existentes desde 1636 la menciona como uno de los edificios de la granja y se menciona por última vez en el documento de 1851. «Para el habitante de la Selva Negra lo mismo merecía la atención satisfacer su necesidad material como la espiritual, que erigió una capilla junto al almacén. Las capillas, una peculiaridad de las granjas de la Selva Negra, fueron creación del periodo Barroco, como se aprecia por muebles y símbolos de la fe de la gente común de aquellos tiempos» «Las campanas de los torreones llamaban a comer a los trabajadores allá en los campos y a ciertas horas del día, para orar. Las capillas de las granjas no estaban consagradas y por lo tanto desde el punto de vista eclesiástico permanecían solo como oratorios en los cuales la familia de granjeros se reunía en sus conmemoraciones y en el día de Todos Santos»
Por el contrario la capilla de Ebenemooshof, desde hace mucho tiempo ha gozado del estatus canónico de iglesia consagrada, fue construida en 1859/60 por el granjero de aquel entonces Vinzenz Tritschler como remplazo de la anterior, y consagrada en al año siguiente. Está catalogada por la arquidiócesis de Friburgo como la única casa de Dios en la parroquia de Schwärzenbach y dedicada al santo patrono de los granjeros, pastores y demás gente de campo, que protegía a los cultivos y al ganado contra las plagas, San Wendelin, celebrado el 20 de octubre de cada año. La descripción de Vinzenz Tritschler en la suplica de 1861, en la cual habla de “traer al sacerdote de Friedenweiler en coche” se refiere a la tradición mantenida hasta hoy como una obligación natural para 40
EL ASIENTO ANCESTRAL
los habitantes de Ebenemooshof. Una de las hijas de la familia trae al sacerdote en coche y lo regresa a Friedenweiler después de la Misa. Estas obligaciones establecidas en la resolución de la oficina de la Arquidiócesis de 1861, requería de una remuneración moderada al sacerdote de la parroquia que consistía en una comida en la granja acompañada de una botella de vino y una animada conversación entre la familia de granjeros y el sacerdote. Otra obligación de la resolución, aun respetada, estableció que la esposa del granjero asegurara el mantenimiento y la buena condición de los objetos litúrgicos y vestiduras para los servicios religiosos igualmente conservados hasta hoy. Mientras la construcción de la capilla significó el cumplimiento de una promesa que Vinzenz se hiciera así mismo, la suerte de la familia Tritschler en la Primera Guerra Mundial fue la razón que se expresó para la donación de las 5 ventanas emplomadas de la capilla. Los artistas Protz&amp Eheret de Friburgo diseñaron y fabricaron las ventanas de acuerdo con la concepción de Johann, a la sazón, granjero de Ebenemooshof y fueron sus hijos Johann Baptist, Josef y Karl Borromäus quienes completaron la decoración de la capilla. La campana que hoy tañe en el torreón de la capilla fue construida por Mathias Tritschler en 1804 y su altar así como las estaciones de la Cruz son obras del pintor Nikolaus Ganter quien fue el hermano del pintor Dionys Ganter. Nikolaus comenzó como rotulista para convertirse en un destacado artista de Düsseldorf. Uno de los cuatro vitrales que adornan la capilla de Ebenemooshof (isq.)
El retablo de la capilla pintado por Nikolaus Ganter (der.)
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LOS ARZOBISPOS…
La capilla de Ebenemooshof es la única consagrada con estatus canónico de la región de Schwärzenbach. Dedicada a San Wendelin, el santo patrono de los granjeros, fue construida por Vinzenz Tritschler en 1859/60.
El interior de la capilla en donde se ha celebrado la misa por más de ciento cuarenta y ocho años y donde hallan espacio 70 personas y hasta 100 en ocasiones especiales.
La imagen en el exterior de la capilla, pintado por el artista Paul Tscholl.
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EL ASIENTO ANCESTRAL
La Casa de Retiro (Das Libding) ya existía en 1697 y sirvió para varias generaciones de granjeros retirados, fue destruida el 3 de mayo de 1975 en un incendio controlado por brigadas de bomberos de Schwärzenbach y Neustadt.
Hoy en día se erige la nueva y más espaciosa cabaña de retiro que cumple con las especificaciones de protección de monumentos históricos que obliga a construir otra en el mismo sitio y adecuada a su medio ambiente.
El área del aserradero, donde se explota el recurso forestal del bosque contiguo, en esta foto de los 50s aun se observa el viejo molino construido por Martin Tritschler, padre del relojero mexicano del mismo nombre.
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LOS ARZOBISPOS…
La granja en su estado actual y mapa de localización. La ganadería y sus actividades alternas, la industria forestal, y el hospedaje turístico, son la economía en Ebenemooshof. Las firmas especializadas han desplazado a la industria domestica relojera de las granjas. (Abajo) El rio Rin delimita la frontera de Alemania con Francia y Suiza, y la ciudad de Basilea (Basel). El Feldberg (al centro) es la montaña más alta de Alemania.
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EL ASIENTO ANCESTRAL
Cuna de relojeros, La Selva Negra La gente del bosque ya tallaba la madera local, uno de los pocos recursos naturales de la zona, especialmente durante los largos inviernos cuando la nieve cubría las tierras y los granjeros permanecían en sus casas. La historia de la fabricación de relojes en la Selva Negra comienza alrededor del año 1630. Se dice que por ese año un comerciante de vidrio a pie de esta región regresó con un reloj, tal vez de Bohemia hoy República Checa. Alguien en la Selva Negra, específicamente de Glashof cerca de St. Maergen, le fascinó esta maravilla técnica que marcaba el tiempo mejor que los relojes de arena y los de sol, usados en aquel tiempo, y fabricó su propio reloj hecho de engranajes de madera, dando inicio a la tradición. Pero la creencia más popular le atribuye el crédito de fabricar el primer reloj a Franz Anton Ketterer, un maestro relojero del pequeño pueblo de Schönwald cercano a Triberg que inspirado por la tecnología usada en los órganos de las iglesias, diseñó un pequeño sistema de fuelles y silbatos que imitaban el silbido del cucú. Aquellos primeros relojes eran muy primitivos, usaban engranaje de madera y piedras como pesas y en lugar de péndulo usaban una pieza de madera llamada “Waag” 45
LOS ARZOBISPOS…
Aunque no se halló firma o marca de su fabricante, este reloj del Museo de Alfeñique de Puebla presenta marcados elementos de los relojes autómatas de la Selva Negra, fabricado en el siglo XIX y clasificado erróneamente, en opinión nuestra como francés, es probable que haya salido del taller de Martin Tritschler o de su hermano Thaddäus ya que también no se ha encontrado evidencia de otros alemanes de esa región asentados en Puebla.
Para sobrevivir a los duros inviernos los granjeros tenían que hallar una fuente de ingresos extra y la relojería fue bien recibida como fuente alternativa. Para el siguiente siglo ya se había desarrollado una industria relojera con un carácter propio, pero asimilando la nueva tecnología de otras partes, así Friederich Dilger del pequeño pueblo de Urach fue a Francia por un año y regresó con nuevas ideas y herramientas. En poco tiempo los granjeros de la Selva Negra comenzaron a especializarse en los distintos aspectos de la fabricación, había talladores, carpinteros, pintores y los especializados en la maquinaria. Hubo épocas, cuando el espectro del hambre se cernía sobre Europa por plagas o enfermedades, que los relojes llegaron a ser tan poco valorados como una hogaza de pan. Alrededor del año 1800, prácticamente en cada granja se fabricaban relojes o partes de ellos, pero muchos fabricantes no estaban satisfechos de hacerlos y distribuirlos en los alrededores. Con el creciente número de fabricantes, algunos más audaces –como fue el caso de la familia Tritschler de Ebenemooshof– se convirtieron en comerciantes, de tal forma que miembros de la familia eran delegados para vender relojes en otros países, el más simple medio de transporte imaginable era la única posibilidad de venderlos en una Europa a veces accidentada y otras cruzada por ríos, habiendo necesidad de tomar a veces un vapor para recorrerlos, así, el “Uhrenkraetze” “a las espaldas” fue una modo rustico pero eficaz.
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EL ASIENTO ANCESTRAL
Un artículo periodístico de 1858 sirve para describir el ambiente de una de las muchas actividades de las granjas del norte de la Selva Negra: «Se entra en una casa de madera, con tejado de pizarra y un largo balcón. Los hombres están ocupados en serrar la madera, recortar las cajas de los relojes, entregar las ruedas, enrollar las cuerdas sobre los cilindros, fijar las pesas, pintar las cifras y arabescos en los diales y disponer los tubos y los engranes en los relojes musicales. Las mujeres también manejan la lima y el escoplo. Estas valientes gentes casi nunca descienden de sus montañas, no conocen los placeres de las ciudades y su solo recreo consiste en bailar los domingos al son de la música de los relojes…El comercio se hace en grande y en pequeño. Los pequeños industriales venden ellos mismos sus relojes. Cuando tienen una cierta cantidad de ellos, los cargan sobre la espalda y recorren las ciudades haciéndolos sonar y cantar cucú»
En Ebenemooshof, como en muchas granjas y casas de la región la fabricación de relojes fue una ocupación familiar, adicional al aprovechamiento del bosque, las actividades agrícolas y ganaderas, especialmente durante los largos inviernos, cuando se convertía en la única fuente de ingresos. Es muy probable que la fabricación de relojes dentro de “Uhrenkraetze” “con los relojes a la familia Tritschler haya co- cuestas”, era quizá el medio más menzado con Matthäus simple pero más eficaz. (1698-1772) pero es un hecho comprobado que Mathias su hijo (1746-1837) fabricó relojes y que a su vez el hijo de este, Martin Tritschler (1782-1871), el padre del emigrante relojero naturalizado mexicano, ya era un consumado relojero e innovador de herramientas para la agricultura, el construyó además una novedosa trilladora a partir de un molino de agua “Das 47
LOS ARZOBISPOS…
Mahlmüle”, descrita más adelante, y que muchos granjeros de la región imitaron. Después de construir durante el invierno algunos modelos, Martin futuro granjero de Ebenemooshof, acompañaba a su padre Mathias a largas marchas a pie con los relojes montados sobre una estructura de madera sujetada con correas a los hombros y partían siguiendo itinerarios a través de Austria-Hungría, al norte de Alemania o al sur de Italia y en ocasiones viajando en buques de vapor, al llegar a un poblado o ciudad, siguiendo la tradición, pedían albergue a aquellos posibles compradores para demostrarles el buen funcionamiento de sus relojes durante la noche, hasta que al día siguiente después de probar la buena marcha del mecanismo, vendían la pieza para luego partir, si lograban vender su carga podían ir y regresar en la misma temporada para volver con el estío a las ocupaciones normales de la granja. Por otra parte, la relojería para aquellos que obligados por las leyes sucesorias debían abandonar la granja o servir al granjero, significaba la posibilidad de independizarse e incluso de emigrar, tal y como lo hiciera Martin, el padre de los arzobispos mexicanos, Thaddäus, y posteriormente sus hermanos, Johannes y Romanus que siguieron su ejemplo y emigraron a otros países. Gracias a esta actividad especializada le permitió a Martin Tritschler echar raíces en México y vivir de ella gran parte de su vida. Por las investigaciones del Profesor Tritschler que ha documentado las historias de Martin y Thaddäus, otros historiadores locales han reconocido su contribución para dar a conocer lo que actualmente es sinónimo de orgullo de esta región de Alemania.
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EL ASIENTO ANCESTRAL
Sinopsis de la Genealogía de la familia Tritschler granja de Ebenemooshof en Schwärzenbach cerca de Titisee-Neustadt, al noroeste de la Selva Negra, Alemania Asiento ancestral de la Familia Tritschler5 I.
I. GENERACIÓN DEL ASIENTO ANCESTRAL
A1
TRITSCHLER N.N.
Nacido entre 1420 y 1430 †Alrededor de 1500 Granjero de Ebenemooshof ∞ En Friedenweiler A1 N.N. *? †? Hijo B1
Schwärzenbach Schwärzenbach
Información entre A1 y B1 En el año de 1525, en el sur-oeste de Alemania, tuvo lugar una guerra civil, la llamada "Bauernkrieg" iniciada por granjeros de esa región en contra de la nobleza eclesiástica, conflicto que fue secuela de la irrupción del protestantismo iniciado por Martin Lutero. Con una gran probabilidad la casa-granja de Ebenemooshof en Schwärzenbach fue quemada durante esta guerra dado que Peter Tritschler –nacido entre 1460-70 y muerto entre 1530-40– había sido el alguacil (superintendente) del pueblo por lo cual otros granjeros habrían sido hostiles con él y su familia. En el año de 1984 el Profesor Edgar H. Tritschler dispuso un análisis dendrocronologico de una de las vigas de la actual casa-granja. El biólogo especialista pudo comprobar una fecha alrededor del año de 1525 cuando la superestructura de la casa fue erigida. Debido a que miembros antecesores de esta misma familia ya se habían establecido 100 años atrás, podemos estar seguros, que esta casa que se quemó no había sido la primera sino probablemente la segunda. Pocos años después en 1529, la madre superiora del convento de Friedenweiler, asentó en un registro las granjas y el nombre de las familias que las habitaban en el distrito del Convento. La monja registró que para el poblado de "Schwärzenbach" del total de las 18 granjas aun existentes después de la guerra en 7 habitaban familias de apellido Tritschler, es casi seguro que estas familias hayan estado muy interrelacionadas. 5
Tritschler H. Edgar, “Ebenemooshof-und familiengeschichte Tritschler”,1984, 576pp. 49
LOS ARZOBISPOS…
II. GENERACIÓN DEL ASIENTO ANCESTRAL
Hijo de A1 ( N.N.)
B1
TRITSCHLER, Peter
Nacido entre 1460 y 1470 †Entre 1530 y 1540 Granjero de Ebenemooshof
Schwärzenbach Schwärzenbach
∞
Friedenweiler
B1’ *?
KLEISER, Brida
†?
Hijos C1 *** III. GENERACIÓN DEL ASIENTO ANCESTRAL
Hijo de B1 (Peter) C1 TRITSCHLER, Hans *nacido entre 1510 y 1520 †Entre 1580 y 1590 Granjero de Ebenemooshof ∞ C1’ *? †? Hijos D1
Schwärzenbach Schwärzenbach Friedenweiler
50
EL ASIENTO ANCESTRAL
IV. GENERACIÓN DEL ASIENTO ANCESTRAL
Hijo de C1 (Hans)
D1
TRITSCHLER, Thebus (Matthäus)
Nacido entre 1560 y 1570 †antes de 1636 Granjero de Ebenemooshof ∞ Alrededor de 1600
D1’
Schwärzenbach Schwärzenbach Friedenweiler
HEIZMANN, Anna
* †después de 1636 Hijos E1-E4
Schollach Schwärzenbach
*** V. GENERACIÓN DEL ASIENTO ANCESTRAL
E4
TRITSCHLER, Adam
Nacido alrededor de 1618 †el 16 de junio de 1697 Granjero de Ebenemooshof ∞
E4’
KAUSS, Bárbara
Schwärzenbach Schwärzenbach Friedenweiler 6
*? †? No tuvieron hijos
E4’’
Linach (Kirnach?) Schwärzenbach
FALLER, Agnes7
* alrededor de 1626 †El 26 de marzo de 1704 Hijos F12-F16
Langenordnach Schwärzenbach
*** 6 7
Viuda de Jacob Cleusser de Langenordnach Hija de Faller, Thebus, †1675 51
LOS ARZOBISPOS…
VI. GENERACIÓN DEL ASIENTO ANCESTRAL
Hijo de E4 (Adam)
F13
TRITSCHLER, Jacob
Nacido alrededor de 1657 †El 16 de febrero 1736 Granjero de Ebenemooshof ∞El 23 de septiembre de 1691
F13’
Schwärzenbach Schwärzenbach Friedenweiler
SCHWÖRER, Gertrude
Nacida el 10 de febrero de 1668 †El 9 de marzo de 1749 Hijos G11-G20
Jostal, Unterhofenhof Schwärzenbach
*** VII. GENERACIÓN DEL ASIENTO ANCESTRAL
Hijo de F13 (Jacob)
G15
TRITSCHLER, Matthäus
Nacido el 17 de abril de 1698 †El 16 de julio de 1772 Granjero de Ebenemooshof ∞El 11 de julio de 1728
G15’
Schwärzenbach Schwärzenbach Friedenweiler
STEGERER, Magdalena
8
Nacida el 11 de junio de 1703 †El el 12 de enero de 1778 Hijos H21-H29
Eisenbach Schwärzenbach
***
8
Hija de Stegerer, Christoph y Hepting, Maria de Eisenbach 52
EL ASIENTO ANCESTRAL
VIII. GENERACIÓN DEL ASIENTO ANCESTRAL
Hijo de G15 (Matthäus)
H29
TRITSCHLER, Mathias
Nacido el 9 de febrero de 1746 †El 11 de junio de 1837 Granjero de Ebenemooshof ∞El 8 de agosto de 1772
H29’
Schwärzenbach Schwärzenbach Friedenweiler
SCHWÖRER, Maria
9
Nacida el 1 de noviembre de 1746 †El 14 de marzo de 1803 Hijos I 88-I 92
Schwärzenbach Schwärzenbach
∞El 20 de junio de 1803
H29’’
Friedenweiler
TRITSCHLER, Katharina
Nacida el 31de octubre de 1758 †El 17 de octubre de 1835 Hijos I 93
9
Schwärzenbach Schwärzenbach
Hija de Schwörer, Johann, terrateniente, y Dilger, Appolonia. 53
LOS ARZOBISPOS…
IX. GENERACION DEL ASIENTO ANCESTRAL
Hijo de H29 (Matthias)
I 91
TRITSCHLER, Martin
Nacido el 23 de octubre de 1782 †El 12 de junio de 1871 Granjero de Ebenemooshof ∞El 12 de mayo de 1812
I 91’
Schwärzenbach Schwärzenbach
SCHWÖRER, Fides
10
Nacida el 6 de octubre de 1784 †El 12 de febrero de 1847 Hijos K98-K111 ∞El 2 de octubre de 1851
I 91’’
Friedenweiler Schwärzenbach Schwärzenbach
Friedenweiler 11
HUMMEL, Justina
Nacida el 21 de mayo de 1797 †El 10 de noviembre 1866 No tuvieron hijos
Schwärzenbach Schwärzenbach
*** X. GENERACIÓN DEL ASIENTO ANCESTRAL
Hijo de I91 (Martin) K111 TRITSCHLER, Vinzenz Nacido el 22 de marzo de 1831 †El 22 de junio de 1909 Granjero de Ebenemooshof ∞El 23 de febrero de 1852
K111’
Schwärzenbach Schwärzenbach Friedenweiler
12
HASS, Agatha
Nacida el 3 de febrero de 1831 †El 4 de abril de 1868 Hijos L110-L121
Eisenbach Schwärzenbach
10
Hija de Schwörer, Martin y Höfler Katharina Hija de Hummel, Thomas y Winterhalder, Barbara 12 Hija de Hass, Mathäus y de Kleiser Katharina 11
54
EL ASIENTO ANCESTRAL
XI. GENERACIÓN DEL ASIENTO ANCESTRAL
Hijo de K111 L114 TRITSCHLER, Johann 19 de junio de 1858 19 de mayo de 1941 Granjero de Ebenemooshof ∞El 5 de octubre de 1880
L114’
STRAUB, Sophie
Schwärzenbach Schwärzenbach Friedenweiler
13
Nacida el 23 de abril de 1857 El 13 enero de 1928 Hijos M114-M120
Langenordnach Schwärzenbach
*** XII. GENERACIÓN DEL ASIENTO ANCESTRAL
Hijo de L114
M118
TRITSCHLER, Josef
Nacido el 7 de marzo de 1888 †El 14 de marzo de 1964 Granjero de Ebenemooshof ∞El 18 de marzo de 1922
M118’
Schwärzenbach Schwärzenbach Friedenweiler
KNÖFLE, Frieda Maria
Nacida el 14 de julio de 1896 †El 11 de junio de 1939 Hijos N76-N80
Schwärzenbach Schwärzenbach
***
13 14
14
Hija de Straub, Anton y Schwab, Johanna Hija de Knöfle, Richard y Berger, Helene 55
LOS ARZOBISPOS…
XIII. GENERACIÓN DEL ASIENTO ANCESTRAL
Hijo de M118 (Josef)
N80
TRITSCHLER, Joseph Richard
Nacido el 11 de marzo de 1930
Schwärzenbach
†El 15 de diciembre de 1995
Freiburg
Granjero de Ebenemooshof ∞El 28 de marzo de 1937
N80’
Schwärzenbach
SCHERZINGER, Erika Hermine
Nacida el 28 de marzo de 1937
15
Neustadt
Hijos O66-O70
*** XIV. GENERACIÓN DEL ASIENTO ANCESTRAL
Hijo de N79 (Josef Richard)
O69
TRITSCHLER, Martin Josef
Nacido el 24 de noviembre de 1965
Donaueschingen
Granjero de Ebenemooshof dd.mm.aa.
O69’
Friedenweiler
ROMBACH, Karin
Nacida el 10 de febrero de 1968
Donaueschingen
Tres hijos: Dominikus (*1993), Markus (*1994), Anna Lena (*1997)
15
Hija de Scherzinger, Alfons y Bernhard, Hilda 56
EL ASIENTO ANCESTRAL
El granjero Martin Tritschler Novena Generación en Ebenemooshof Nació el 23 de Octubre de 1782 y fue granjero de 1814 a 1851, él no fue el más joven sino su hermano Johann Nepomuk, pero Johann estaba ocupado en Hungría comerciando con relojes y no volvió a casa cuando Mathias, su padre, decidió renunciar a la granja. Cuando Johann regresó en 1818, Martín el más joven en línea de edad estaba ya destinado a ser el siguiente granjero. Dos años antes de recibir los derechos sobre la granja, Martin se casa con Fides Schwörer, el 12 de mayo de 1812. Procrearían 14 hijos de los cuales, el segundo en la lista del mismo nombre y padre de los arzobispos mexicanos tuvo que reconocer que era imposible heredar y convertirse en granjero que por la ley del más joven le correspondería a su hermano Vinzenz. LOS 14 HIJOS DE MARTIN Y FIDES Nombre de pila * † Walburga 18/02/1813 21/02/1886 Martin 22/10/1814 06/01/1894 Elizabeth 12/11/1815 01/01/1849 Kaspar 04/01/1817 ¿? Helena 05/05/1818 05/01/1894 Bernhard 02/07/1819 15/02/1836 Thaddäus 04/11/1820 28/12/1882 Johann 26/12/1821 31/03/1857 Fides 14/08/1823 23/11/1864 De niña Maria 11/01/1825 Maria 10/03/1826 26/05/1872 Juliana 04/01/1828 22/08/1840 Romanus 09/08/1829 ¿? Vinzenz 22/03/1831 22/06/1909
57
LOS ARZOBISPOS…
Cuando joven, el granjero Martin desarrolló una trilladora hidráulica “Die Mahlmüle” para aprovechar las aguas del molino de su propiedad, estas aguas que provenían de la montaña en forma de riachuelos se depositaban en un aljibe de la que provenía la fuerza hidráulica para el molino, Martin concibió la idea de utilizar la fuerza hidráulica para otro trabajo hasta ese momento hecho a mano, sin tener una formación técnica, debió de haber sido una labor descomunal para el avezado herrero dar una solución para usar la desperdiciada fuerza del agua, para lo cual concibió un proyecto para interconectar el molino de granos con la granja a través de un cable usando la fuerza derivada como trilladora. Diseñó entonces un cable suficientemente fuerte para los 260 metros entre la granja y el molino, para dar el agarre y fuerza tensora construyó una estación intermedia, llamada Drahthäusle a 75 metros de la granja, ahí el cable era redirigido a través de poleas y conducido a una gran rueda dentada sobre el piso de trillado y cortado, finalmente ubicada dentro de la granja. Esta ingeniosa proeza técnica de su época estuvo en servicio hasta 1922 cuando en la granja fue introducida la electricidad, el cable fue entonces desmantelado y demolida la estación intermedia a través de una supervisada maniobra llevada a cabo por su nieto Johann Tritschler, esto fue debido a que el poderoso cable a través de los años desplazó su propia estructura de soporte –una gran viga de la propia granja– lo cual produjo un daño considerable al edificio. Se desconoce la fecha exacta de cuando Martin desarrolló su invento, pero la noticia se esparció como el fuego en las granjas vecinas y muy pronto su idea se utilizó para el primer telesquí en Schneckenhof en el cercano Schollach. En la década de 1900, Robert Winterhalter que evidentemente estaba familiarizado con el invento de Martin Tritschler, desarrolló el telesquí y tras algunas modificaciones obtuvo la patente bajo el título de “Telesquí de montaña para practicantes de esquí y tobogán”. En 1908 Winterhalter solicitó patentes en Francia, Austria, Suiza y Noruega. El invento inspirado en la trilladora de Martin Tritschler fue la gran atracción en la Exhibición Internacional de Deportes Invernales de Triberg en 1910 en donde el mismo Robert Winterhalter ganó la medalla de oro.16 16
Tritschler, Edgar, Ebenemoos-Hof und Familiengeschichte, 1984, p. 23 58
EL ASIENTO ANCESTRAL
Martin fue también el primer granjero, no obstante su mencionada falta de preparación técnica, en construir una sierra a partir del molino de granos en la propiedad de la granja Ebenemooshof. Se puede afirmar que poco después de asumir la dirección de la granja en 1814 construyó una moderna aserradora mecánica hecha completamente de madera que fue erigida a 75 metros pendiente abajo del mencionado molino de granos. Las aserradoras mecánicas ya existentes en las granjas de la Selva Negra, eran antes de 1800 de “caída y golpe” es decir la sierra se elevaba mediante un sistema de levas que provenía de la rueda movida por la fuerza del agua para después caer sobre los troncos –todas ellas han desaparecido en Europa excepto tres que se conservan en la Selva Negra, una de las cuales se halla en el “Museo al aire libre de Gutach”, a partir de ese año fueron remplazadas por “sierras de giro” que proveían de un aserrado continuo. Por más de cien años el afluente movió la rueda de la aserradora mecánica en Ebenemooshof, pero nuevas técnicas surgieron y los estragos del tiempo se hicieron ver en la vieja máquina hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando el granjero Josef I, bisnieto de Martin proyectó una nueva aserradora de diesel. Cuando en 1950 el diseño del arquitecto Rötenbach fue aprobado por la oficina del Distrito de Neustadt fue construida junto a la vieja aserradora de Martin que fue dejada en pie por algún tiempo más. Al observar el viejo molino del aserradero –dice el profesor Tritschler– es fácil imaginar el bullicio y ajetreo en Ebenemooshof y las rebosantes oleadas del arroyo empujando a borbotones las enormes ruedas del molino que vía los fustes y arandelas dentadas acompasaban los movimientos de la sierra tirando del extenso cable sobre los chirriantes rieles de la granja”17 Martin también edificó una panadería que aun existe, la antigua, construida en 1772 no fue lo suficientemente solida o simplemente se quemó, en el documento de cesión de derechos del año de 1814, cuando Martin se convirtió en granjero, menciona los edificios que conformaban la granja y no hay referencia a ningún inmueble para tal fin y no la hubo por otros 10 años más, tiempo durante el cual el pan 17
Ibid, p. 24 59
LOS ARZOBISPOS…
tuvo que ser elaborado en la cocina de la granja, hasta 1825 cuando el granjero Martin construyó la nueva panadería. El nuevo edificio que lo remplazó fue más espacioso y cumplía además de proveer de pan las funciones de lavandería y herrería, esto no solo satisfaría a su esposa Fides sino al mismo Martin quien además de granjero y explotar los recursos de su propio bosque fue un experimentado herrero y relojero. Martin mandó a esculpir sobre piedra arenisca el año de construcción y las iníciales de él y de su esposa fijándola en la entrada como símbolo de su orgullo. Cuando hubo que dar nuevos usos al edificio y se llevaron a cabo alteraciones estructurales, se retiró y ahora es conservado por los actuales granjeros en memoria de su constructor.18
La panadería construida por Martin Tritschler en 1825, ahora sirve para guardar maquinaria y equipo, en lo que antes era una necesidad vital en la vida de sus habitantes.
Las iníciales de Martin Tritschler y Fides Schwörer sobre piedra arenisca
El granjero Josef I construyó el nuevo aserradero junto al viejo construido por Martin Tritschler que fue dejado en pie por algún tiempo como lo muestra esta foto tomada a principios de los 50s.
18
Ibíd., p. 22 60
EL ASIENTO ANCESTRAL
Martin padre no solo sería reconocido como granjero y fabricante de relojes sino como un ingenioso inventor de varias herramientas para la agricultura como su reconocida trilladora hidráulica. Cuando llegó a la vejez forjó la cruz de su propia tumba. De esta historia un poeta alemán escribió un poema en siete versos del cual transcribo aquí el último: “Hier ruth der Bauer Martin von Ebenemoos, Im treu beackerten Erdenschoß, Ist gelassen vonn dannen geschieden Durfte sein Kreuz noch selber schmieden.” “Aquí yace el granjero Martin de Ebenemoos, bajo la tierra que el mismo aró, y en reposo murió y a forjar su propia cruz alcanzó”
Fides Schwörer19, su primera esposa, falleció el 12 de febrero de 1847 y cinco años más tarde el 2 de octubre de 1851, Martin contraería nupcias con, Justina Hummel con la que no tendría más hijos. Cuando Martin se casó con Justina a los 69 años de edad decidió que era tiempo de ceder la granja a su hijo Vinzenz, por lo cual se retiró a la casa contigua “Das Libding” o “cabaña de Retiro” con su nueva esposa. El noveno granjero de Ebenemooshof, le sobrevivió a su segunda esposa que falleció el 10 de noviembre de 1866, muriendo el 12 de junio de 1871. Actualmente en la granja de Ebenemooshof existe una antigua pintura al oleo del granjero Martin Tritschler, padre del comerciante de relojes del mismo nombre y abuelo de los dos ilustres arzobispos mexicanos, don Martin y don Guillermo Tritschler y Córdova.
19
En México su hijo Martin adaptó su nombre al español y afrancesó su apellido de Fides Schwörer por Ysabel Schwieur como se aprecia en actas civiles y parroquiales. 61
LOS ARZOBISPOS…
Thaddäus Tritschler20 Thaddäus al nacer, el 4 de noviembre de 1820, era más joven que Martin por 6 años, al leer la correspondencia de su hermano decidió seguirlo a México. Johann (1821) decidió dedicarse a lo mismo y emigró a Sheffield, Gran Bretaña. Se desconoce donde estableció su negocio Thaddäus pero sí que tuvo mucho éxito, se sabe de algunas pistas que pasó parte de su vida en Buenos Aires Argentina. Haciendo conjeturas, tal vez partió de Alemania siguiendo las rutas de navegación del Atlántico, para llegar a Argentina y después a México. Pero es una seguridad de que estuvo en este país por mucho tiempo; de acuerdo a un padrón de extranjeros de los archivos históricos del municipio de Puebla hallé con gran sorpresa, que Thaddäus ya se encontraba en México en 1843, viviendo en la 1° calle de Mercaderes n° 10, hoy esquina de la 2 Norte y 2 Oriente, el edificio ya no existe, en su lugar se construyó el actual de estilo Art Nouveau, casa de la antigua “Fabricas de Francia” sede actual de la Fundación Mary Street Jenkins y un reconocido restaurante. Más tarde por el año de 1860 regresó a casa en Alemania y se estableció cerca de la granja de su hermano en el Distrito de Neustadt como un hombre rico. Se casó en 1862 y vivió ahí el resto de su vida. Compró un gran solar en la mitad del pueblo, el cual nunca destinó para fin alguno. Este predio fue conocido hasta la mitad del siglo 20 como el “Jardín del mexicano” “Mexikanerwiese” cuando fue vendido para dar lugar a la construcción de edificios. Thaddäus murió el 28 de diciembre de 1882 en Neustadt a 10 Km. de la granja Ebenemooshof que era manejada por su hermano Vinzenz. Su viuda Krezentia era más joven y le sobrevivió por más de treinta años a su esposo, muriendo también en Neustadt. Thaddäus y Krezentia fueron muy acaudalados. Ella hizo una donación para que fuera posible la construcción de la catedral de Neustadt, que fue construida en 1890, dos años después de su muerte. Krezentia donó también una ventana para la catedral que aun hoy en día lleva su nombre y se puede leer junto a ella "Gestifet von Krezentia Tritschler gb. Winterhalder (donado por Krezentia Tritschler Winterhalder apellido de soltera) de Neustadt en el año de 1907". 20
Tritschler, Edgar, Ebenemoos-Hof. 62
EL ASIENTO ANCESTRAL
Romanus Tritschler21 El penúltimo de los hermanos Tritschler nació el 9 de agosto de 1829; experimentado fabricante de relojes, aprendió la técnica en Suiza. Cuando Thaddäus vino de visita a Alemania por algunas semanas, vino a casa de sus padres en Ebenemooshof para encontrarse con su hermano. Thaddäus portaba informaciones de la exitosa vida de Martín en Puebla y de su propio éxito, así que Romanus decidió seguirlo. Había ahorrado en Suiza y recibió de su padre y de Thaddäus el suficiente dinero para embarcar una gran carga de relojes de la Selva Negra. Esta carga partió del puerto del Le Havre (Francia) con destino a Buenos Aires. Este transporte termino en desastre, el barco se hundió en el Atlántico y otro barco pudo salvar solo las vidas de los pasajeros. El problema: la carga de Romanus no estaba asegurada, joven e inexperto lo había olvidado y no poseía nada más. No se sabe lo que les sucedió después a los dos hermanos, solo que Thaddäus regreso a México. Romanus permaneció en América del Sur y murió tal vez en Buenos Aires. Un hecho es de que se encontró un día por los 70s, al revolver cosas en la granja de Ebenemooshof un viejo diario de "La Crónica" de Argentina, en el que un tal Emilio Tritschler escribía como articulista, nadie de la granja supo dar explicación de la procedencia de este ejemplar de periódico, se le informó al Profesor Edgar H. Tritschler amigo de la familia e interesado en la genealogía Tritschler ya desde entonces, para que investigara el caso, el dirigió una carta inmediatamente a la dirección que tenia este diario pero nunca obtuvo respuesta. Al saber esto, yo mismo me he cuestionado la pregunta si este Emilio Tritschler sea descendiente de Romanus y abuelo de algún Tritschler de hoy. El tiempo lo dirá.
21
Ibíd. 63
Foto de grupo frente a la granja Ebenemooshof en Schw채rzenbach durante la visita del obispo Martin a la casa paterna el 16 agosto de 1905
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EL ASIENTO ANCESTRAL
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Página anterior: La XI generación de granjeros de Ebenemooshof, de acuerdo con el dibujo de siluetas; las demás personas son parientes de la familia. N° 48 Vinzenz Tritschler (Tío del obispo Martin) *25.08.1831 †22.06.1909
N° 10 Johann Tritschler (Granjero de 1880 a 1941) *19.06.1858 †19.05.1941
N°49 Sophie Tritschler Soltera (Straub) *23.04.1857 †13.01.1928 05/10/188
N°29 Magdalena Tritschler *08.07.1881 †19.06.1960
N°14 Johann Baptist Tritschler *25.08.1882 †22.10.1971 N°34 Johanna Tritschler *09.08.1883 †24.10.1952 N°15 Lothar Tritschler *08.04.1886 †23.08.1917 N°16 Josef Tritschler (Sucesor en la granja de 1941 a 1963 *07.03.1888 †14.03.1964 N° 54 Fridolin Tritschler *16.02.1892 †01.01.1915
Nota: La esposa de Vinzenz, Agatha Hass, no aparece en la foto pues había fallecido en 1868. Fridolin Tritschler que debió ser el sucesor de su padre Johann, murió durante la Primera Guerra Mundial al igual que su hermano Lothar.
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El RELOJERO DON MARTIN TRITSCHLER
CAPITULO
2 El relojero don Martin Tritschler Vos sois mi antepasado; vos me inspiráis, aliento para hablar; vos me enaltecéis de tal modo que, por vos, yo soy más que yo mismo Dante, Paraíso, canto XVI
N
ació el 22 de octubre de 1814 en la granja Ebenemooshof propiedad de la familia desde el siglo 15, perteneciente a la parroquia de Friedenweiler de la diócesis de Friburgo, Distrito de Neustadt1, en la región de Schwärzenbach, Selva Negra de Alemania. Cuando Martín era joven, tuvo que reconocer que tenía seis hermanos varones menores, así que era imposible que fuera el próximo granjero de Ebenemooshof. Por consiguiente, y como muchos jóvenes de la localidad decidió dedicarse a la relojería. El norte de la Selva Negra era el centro de la fabricación de relojes de toda Alemania, y ahí florecieron muchas actividades relacionadas con el ramo. En casi todas las granjas del norte de la Selva Negra había un pequeño taller para algunos de los numerosos procesos de la fabricación de relojes. Especialmente en la familia de Martín, algunos de sus miembros incluso su propio padre habían estado en el “negocio" y prácticamente recorrieron toda Europa a pie y mas allá. Siempre cargando a sus espaldas a la manera tradicional “Uhrenkraetze” los numerosos relojes para la venta, tomando donde fuera posible un transporte a vapor. Debido a que el comercio en toda Europa ya estaba constituido Martín se arriesgó a comerciar en América. Se desconoce cómo obtuvo la información de este continente, de sus rutas de comercio y 1
Esta ciudad fue la antigua capital del Gran Ducado de Baden, en la llanura del Rin. 67
LOS ARZOBISPOS…
de nichos de mercado, pero es probable que él tuviera quien le diera información acerca de la situación y oportunidades de negocio2 en América del sur (como era llamada a toda la región incluyendo México, según la definición geográfica de aquel tiempo) Una vez aquí, su propia experiencia y los numerosos y variados modelos de relojes que él trajo consigo desde Europa le permitieron comenzar su propia producción en Puebla siguiendo el modelo de reloj de la Selva Negra que en Europa ya era muy apreciado.
Pionero emigrante Como joven era México a sus trece años de vida independiente, Martin a sus 19 años de edad lo era con el afán de una vida mejor y el deseo de aventura prefiriendo la esperanza que le ofrecía la naciente nación y según se hablaba en el extranjero, de enormes riquezas, antes que permanecer en la granja de sus padres o emigrar a tierras vecinas. Tal vez acarició la idea de emigrar a los Estados Unidos, como lo venían haciendo muchos de sus paisanos, sin embargo, enfrentarse a la fuerte discriminación institucionalizada que favorecía los intereses de los naturales sobre de los inmigrantes denominada como “nativismo” además de considerar retrograda la fe católica y la obediencia a un Papa, hizo que decidiera en definitiva escoger a México como su país de adopción, no obstante la realidad mexicana no se presentaba ideal como pronto se daría cuenta. Se sabía que en México no había casi extranjeros ya que durante el largo gobierno de la corona española se les había restringido la entrada salvo en el caso de obtener con muchas restricciones en España la carta de naturalización, razón por la cual el joven inmigrante fue de los primeros extranjeros no españoles en Puebla después de la independencia.
2
En Norte América, la relojería con relojes provenientes de la Selva Negra ya se había dado antes de 1800; por ejemplo, Joseph Kerner (1769) de Furtwangen población vecina de Neustadt comenzó con la relojería en Norte América teniendo mucho éxito. El pueblo Kernersville fue bautizado en su nombre. véase: http://Kernesrvillenews.com/insights/history/default.htm 68
El RELOJERO DON MARTIN TRITSCHLER
Martin Tritschler, miembro de la familia de granjeros de Ebenemooshof, fue ejemplo para varios de sus hermanos y orgullo de su padre del mismo nombre; se convirtió en ciudadano mexicano en 1844, y por decreto del Congreso, ciudadano del Estado de Puebla en 1849; fue un exitoso fabricante y comerciante de relojes; amó a nuestra nación y la defendió con las armas cuando la invasión de los Estados Unidos de América; se hizo famoso como un hombre filántropo y humanitario además de un 69 consumado alpinista y padre de los arzobispos don Martin y don Guillermo.
LOS ARZOBISPOS…
De acuerdo a C.C. Becher, un alemán de Hamburgo que llegó a México el 2 de enero de 1832, –dos años antes que Martin– como representante de la Compañía Renana Indo-occidental de Eberfeld3, que en su paso por Puebla apuntó: «Los extranjeros, si es que no son españoles, los cuales no son vistos como extraños por los poblanos, no son aquí queridos y hasta se les aborrece por herejes, y son insultados frecuentemente por la plebe –a la cual se excita para este fin de arriba abajo–; por los léperos, de los cuales tiene la ciudad una cantidad enorme, razón por la cual en ninguna gran capital de la república se ven tan pocos europeos no españoles como en Puebla. Se me asegura que únicamente hay dos extranjeros establecidos en esta, los cuales realizan efectivamente muy buenos negocios; pero de ninguna manera deben sentirse tranquilos y a gusto».
Aún para 1846, Lucien Biart,4 otro viajero por Puebla escribió: “En cuanto al reproche, muy merecido de fanatismo, tiene la disculpa de la ignorancia. Hace Apenas 20 años, se insultaba en las calles de Puebla a los extranjeros, cuyo traje no adoptado por las clases altas, los daba a conocer en seguida. Estas malas pasiones se han calmado; pero la ciudad continúa siendo inhospitalaria. En Puebla hay apenas un centenar de extranjeros en tanto que en la ciudad de México viven cuatro o cinco mil”.
No obstante esta situación, los extranjeros que escribieron sus experiencias de Puebla refieren haber sido aceptados y bienvenidos por las clases altas o como se les llamaba comúnmente “la clase decente”, Martin de aspecto extranjero, debió vivir en carne propia lo mismo que viajeros como Becher y Biart: una xenofobia que se alimentaba de la ignorancia, el aislamiento del exterior y el fanatismo religioso, 3
La Compañía Eberfeld se dedicaba a importar productos en bruto y otros diversos de las Indias Occidentales tratando de evitar el tutelaje de Francia e Inglaterra. Sus experiencias las vierte en un diario epistolar, dirigido a su esposa e hijos, la información que nos brinda es de primera mano, de alguien que vive el momento. C.C. Becher, Cartas sobre México, en Ibarra Mazari Crónicas p. 121. 4 Lucien Biart nació en Versalles en 1829, naturalista y escritor, realizó varias expediciones que describe en sus libros: “La tierra caliente”, “Aventuras de un joven naturalista en México” entre otras, muere en 1897. Las opiniones que vierte de Puebla y sus habitantes las plasmó en su obra La tierra templada, escenas de la vida mexicana 1846-1855.en Ibarra Mazari Crónicas óp. cit. p. 182. 70
El RELOJERO DON MARTIN TRITSCHLER
antipatía de la que era propensa especialmente la plebe, no obstante parece haberse integrado pronto por sus demostraciones sinceras de fe católica y con los años terminó siendo respetado y aun querido entre la gente de Puebla, tal como se comprobara durante la guerra con Estados Unidos en 1847, de lo cual tendremos ocasión de hablar más adelante. Si las apreciaciones del alemán Becher y del francés Biart son correctas, cada año se establecían un promedio de siete u ocho extranjeros lo cual concuerda con el Padrón de 1843, en que se registran seis nuevos extranjeros viviendo en Puebla.5 Nombres A. Schweren Tadeo Tritschler Adolf Lagohage Hilarión Echevarría Joseph Benson William R. Rent
Edad 32 24 26 33 24 34
Religión Católica Ídem Ídem Ídem Protestante Protestante
Estado Soltero Ídem Ídem Casado Ídem Soltero
Profesión Relojero Ídem Peluquero Carpintero Pintor Carpintero
Nacionalidad Alemán Alemán Francés Español Ingles Ingles
Fotografía del documento original
5
Censo de extranjeros, cuyo encabezado dice: Padrón de los extranjeros que se encuentran en el Cuartel Primero Menor del Primero Mayor de esta Capital de Puebla formado con arreglo a la Ley del 13 de diciembre de 1843.Archivo Histórico Municipal de Puebla, expediente 145, del año de 1844, a fojas 15, frente. Puebla se dividía en cuatro grandes cuarteles y cada cuartel dividido en cuatro cuarteles menores. De acuerdo al expediente para este año los extranjeros no rebasaban los 50 de una población de aprox. 50 000 habitantes. 71
LOS ARZOBISPOS…
En este padrón se halla inscrito Thaddäus Tritschler, quien vino a México entusiasmado por el éxito de su hermano referido en sus cartas, estuvo en este país por muchos años y regresaría a Alemania por el año de 1860, véase p. 60. Thaddäus “Tadeo”, como fue conocido en México, de acuerdo a este censo, vivió en la 1° calle de Mercaderes n° 10, actualmente 2 Norte entre Palafox y Mendoza y 2 Oriente, en el mismo lugar que hoy ocupa el edificio de la antigua Fábricas de Francia.6; No obstante que el edificio se demolió a finales del S. XIX, para el autor de estas líneas representó una enorme sorpresa esclarecer el lugar en donde vivió el hermano de don Martin. Acerca de A. Schweren, alemán, –el otro nombre que aparece arriba de Thaddäus–, en opinión del Prof. Tritschler, pudo haber sido un amigo y posible familiar de los hermanos Tritschler; y que “Schweren” quizá fue una incorrecta transcripción de Schwörer que es un apellido muy común en el norte de la Selva Negra y entre los miembros de la familia Tritschler; en relación a la inicial A. pudo ser “Anton” que era un nombre muy común en ese entonces. En este padrón se registran y comprueban algunos datos: Thaddäus, inscrito con el nombre de Tadeo, de 24 años, de religión Católica Apostólica y Romana, soltero, relojero y de nacionalidad alemana.
Residencia en la Puebla de los Ángeles Martin Tritschler abrió su taller de relojería que pronto prosperó hasta necesitar de una planta de empleados, proporcionando trabajo a varios obreros mexicanos. El éxito de sus negocios y la hospitalidad que halló hicieron que determinara permanecer definitivamente en la nación y pedir la ciudadanía mexicana. El 18 de Abril de 1844 después de 10 años de haber llegado a tierras mexicanas el Presidente
6
Este edificio alberga en su lado oriente las oficinas de la Fundación Mary Street Jenkins y en el lado de la 2 Norte un restaurante y oficinas del H. Ayuntamiento del Municipio de Puebla, de estilo francés Art Nouveau, fue construido a principios del siglo XX. 72
El RELOJERO DON MARTIN TRITSCHLER
de la República General Valentín Canalizo7 le otorga la carta de naturalización, refrendada por el Ministro de Relaciones Exteriores José María Bocanegra8. Lo que se sabe de Martin en este periodo de su vida en Puebla es que mantiene una constante correspondencia con su familia allá en la granja de Ebenemooshof, todos, sus padres y hermanos, leen sus cartas con avidez, se enteran de su éxito y lo bien que su segunda patria lo acoge, en una de ellas dice ceñidamente a su familia: “México es tierra promisoria y dorada para la relojería”9
Imagen cotidiana de la Plaza de los Ángeles hacia 1842, vista desde la 1ª calle de Mercaderes, hoy 2 Norte, en donde Martin de 29 años de edad, y su hermano Thaddäus (Tadeo) de 25, ocupaban el domicilio n° 10, es decir, al extremo norte del lado oriente de esta calle, de acuerdo al censo de extranjeros de 1843. Ese espacio lo ocupa el edificio de la antigua Fábricas de Francia, hoy un reconocido restaurante. 7
Fue nombrado presidente por el Senado, de 1° de febrero de 1844 a 4 de junio de ese mismo año. 8 Archivo Gral. de la Secretaria de Relaciones Exteriores legajos 43-8-195. 9 Tritschler, Edgar, en la correspondencia con el autor. 73
LOS ARZOBISPOS…
Al dejar su tierra natal, Martin habría llevado consigo algunos modelos de relojes de la Selva Negra que representaban lo que hasta ese entonces era el modelo más avanzado de reloj, el "Schilduhr" reloj con escudo que se fabricaba a finales del siglo 18 y principios del 19. De su hermano Thaddäus que llevó a México años después una carga de relojes con los últimos adelantos técnicos, se mantuvo al tanto del rápido avance que por esos años pasaba la relojería de la Selva Negra y que incorporó a su producción. Martin fabricó en un principio el estilo "Rahmenuhr” cuyo marco representaba escenas de la naturaleza pero habría de desarrollar una técnica propia. Viene a colación el hallazgo de un reloj que se conserva en el Museo de Alfeñique de Puebla que tras minuciosa y muy detenida observación se puede concluir a reserva de una opinión experta que presenta marcados elementos de los relojes autómatas de la Selva Negra, no se halló lamentablemente firma o marca de su constructor; fabricado en el siglo XIX y clasificado erróneamente, en opinión nuestra como francés, es probable que haya salido del taller de Martin o su hermano Thaddäus ya que también no se ha encontrado evidencia de otros alemanes de esa región asentados en Puebla. *** Entre las amistades que don Martin mantuvo por esos años, hubo una que el rigor del tiempo no borró y que está basada en relatos familiares, así como por cartas, documentos y una vieja fotografía que forman parte del archivo familiar, y es que cuando Sebastián B. de Mier se convierte en un gran hacendado de la región de Izúcar de Matamoros a finales del siglo XIX, nombra a Joaquín, hijo de Martin, como administrador general de sus haciendas para fallecer por causa natural a los 37 años de edad en la de San Nicolás Tolentino un 24 de octubre de 1906, para su única hija Carolina, –abuela del autor– a la sazón de 14 años y a quien él dirigía todos sus afectos y cuidados, velando celosamente por su educación, fue sin duda una durísima prueba y un hito en su vida. Un breve esbozo biográfico de Sebastián Benito de Mier lo presento en la p. 347 de este libro como parte de la biografía de Joaquín Tritschler y Córdova, hijo de don Martin y hermano de los 74
El RELOJERO DON MARTIN TRITSCHLER
ilustres arzobispos Martin y Guillermo, cuando trabaja en las haciendas de Matamoros al tiempo que Sebastián desarrolla su actividad diplomática en Europa.
Los Antecedentes de la guerra con los Estados Unidos (1846-1848) Los trabajos minuciosos realizados por cronistas e historiadores de esta guerra para precisar el modo en que se desarrolló, ofrecen todos, información invaluable para la reconstrucción de una diversidad de pequeñas historias como la de Martin Tritschler, un combatiente más en esta guerra, y como muchos otros empeñados en la defensa de su tierra que dieron pruebas de tantos actos de valor y sacrificio que ellos ofrendaron para expulsar al invasor en lo que constituyó una lucha por la sobrevivencia de nuestra nación. *** Para principios del año de 1847 Martin era un ciudadano más gozando de los derechos que le daba su carta de naturalización otorgada 4 años antes por el mismo general Valentín Canalizo –que jugaría un papel importante en esta guerra– trabajando en su taller de relojería de la Ciudad de Puebla. Como él, todos los poblanos y mexicanos en general sabían de la amenaza que representaba un ejército que avanzaba lentamente por el norte, esto aunado a una falsa y fatídica creencia: “si derrotamos al ejercito real español que expulsó de su país al mejor ejercito del mundo, el napoleónico, y nuestro ejército ha resistido al invasor norteamericano que avanza lenta y dificultosamente por el norte desde hace un año, es seguro que no pasaran mas allá de nuestras playas, estacionados ahí desde el año pasado”. En este año México era una joven nación, con apenas un cuarto de siglo de existencia, con 7.5 millones de habitantes y un territorio de más de 4 millones de kilómetros cuadrados. *** Años atrás en la época en la que se escribían loas por la amistad entre México y Estados Unidos, cuando California, Nuevo México y Texas, eran territorios muy distantes e inmensamente grandes 75
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destacándose por ello de los demás estados y territorios de la República, vivían ahí –con el permiso de nuestro gobierno– inmigrantes norteamericanos que preferían el auto gobierno que supeditarse a las nuevas leyes emanadas de este. En estas circunstancias, era común que los habitantes de origen norteamericano pretendieran lograr una mayor autonomía si no la independencia total de sus estados o territorios, para contrarrestar esta tendencia, los sucesivos gobiernos de México procuraron la colonización con habitantes de los estados de la República pero no se logró por la constante inestabilidad política y a factores geográficos y culturales adversos. Los Estados Unidos habían iniciado un proceso de expansión territorial ya desde su independencia de la corona Británica en 1776 por medio de negociaciones con la gran Bretaña y de operaciones de compra venta que le permitieron adquirir Luisiana y Florida entre otros territorios. No tardaría para que se agotaran las posibilidades de hacerse de nuevas tierras por medio de negociaciones con España, Francia e Inglaterra, cuando los norteamericanos se toparon con una inmensa y nueva frontera, proponiendo a los sucesivos gobiernos mexicanos la compra de California y Nuevo México. Al no obtener una respuesta favorable a estas ofertas y presionado por las demandas expansionistas de diversos sectores de su población, el gobierno norteamericano comenzó a considerar la posibilidad de arrebatar a México, mediante las armas los territorios de su interés. Por otra parte, por miedo a perder autonomía y por otras razones, en noviembre de 1835, un mes después de que México adoptara el sistema de República Central, los colonos texanos desconocieron al gobierno mexicano y el 2 de Marzo de 1836, declararon su independencia. Ante esto Santa Anna organizó un ejército de 6 mil hombres y emprendió la marcha de más de 1500 kilómetros con rumbo a Texas. Tras derrotar a los texanos en el Álamo, Santa Anna avanzó hasta el rio de San Jacinto, con la intención de capturar a los integrantes del gobierno de Texas, que se encontraban acampando junto al rio. Al llegar a la otra margen del rio, Santa Anna dispuso que sus tropas 76
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acamparan, con la idea de emprender el ataque al día siguiente. Sin embargo, en una hábil maniobra, el General Houston atacó a los soldados mexicanos mientras dormían, logrando desarticular completamente al ejército mexicano, capturando de paso al propio general López de Santa Anna, trasladado a Washington –en un carruaje en forma de jaula– y viendo amenazada su vida, firmo los tratados de Velasco en que reconocía la independencia de Texas, acuerdo que no sería aprobado por el Congreso mexicano. Frente a los intentos de anexión de Texas a los Estados Unidos, el gobierno mexicano manifestó en todo momento, que una acción de esta naturaleza sería interpretada como una declaratoria de guerra. En los primeros meses de 1845, después de 9 años como "república independiente de Texas" –proclamada así por los propios inmigrantes– el gobierno norteamericano aceptó anexarla a los Estados Unidos, en tanto que se apoderaba, por la fuerza, del territorio ubicado entre los ríos Bravo y Nueces, perteneciente a los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas. Después de una escaramuza entre las fuerzas mexicanas y norteamericanas, ocurrida el 25 de Abril de 1846, los Estados Unidos declararon la guerra a México, el 13 de Mayo, al mismo tiempo el Congreso mexicano autorizó al gobierno a obtener los recursos para repeler la agresión. Así comenzaba uno de los episodios más trágicos y dolorosos de la historia nacional. El objetivo de la guerra era apoderarse de la Alta California, Nuevo México y Chihuahua, y forzar al gobierno mexicano a legalizar el despojo territorial. Para lograrlo, los norteamericanos emprendieron dos grandes campañas: Campaña del Norte: Para apoderarse de los territorios arriba mencionados. Campaña de Oriente: Que partiría del Rio Bravo y tendría como destino la Ciudad de México. Ante la inesperada resistencia que presentaron el pueblo y el ejército mexicanos a la invasión, en octubre de 1846, el gobierno norteamericano decidió abrir un nuevo frente de guerra desembarcando en el puerto de Veracruz. Campaña de Oriente Veracruz-México: como su nombre lo dice, su objetivo fue la toma de la Ciudad de México. 77
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Con las derrotas de Palo Alto y La Resaca, con las que se inició la guerra, se responsabilizaba a los jefes militares, por sus intrigas y torpezas; así mismo como de las ambiciones políticas tanto de liberales como de conservadores, que fueron las causas que influyeron de manera negativa en el desarrollo de los acontecimientos. Mientras los norteamericanos avanzaban en forma disciplinada a lo largo de diez meses, cumpliendo con una estrategia bien diseñada, los políticos mexicanos estaban ocupados en una constate lucha interna, lo que favoreció el avance del enemigo. Por eso gran parte de la resistencia contra el ejército invasor la sostuvieron multitudes de civiles indefensos, provistos únicamente de un enardecido heroísmo local. Estas derrotas iníciales en el noreste de México debilitaron la posición del Presidente Mariano Paredes, quien el 4 de agosto de 1846 fue depuesto de su cargo por los liberales federalistas. Estos demandaron el restablecimiento del federalismo y el regreso de Santa Anna. Para satisfacer sus peticiones, Santa Anna, que entonces vivía exiliado en Cuba, entabló negociaciones secretas con los intermediarios del presidente Polk con el propósito de pactar su retorno. Santa Anna se comprometía a llevar la guerra a su fin en términos favorables para los Estados Unidos a condición de que estos le permitieran pasar por su bloqueo naval y arribar a Veracruz. El presidente Polk accedió, pero Santa Anna, una vez en México, empezó a preparar la defensa de 18 mil soldados que condujo a la Angostura para enfrentarlos ahí con las fuerzas del general Taylor.10 En el norte de México la resistencia fue en ocasiones encarnizada como lo fue la Batalla de Sacramento en la que los lanceros mexicanos ocasionaron terribles perdidas al ejército americano, el 28 de febrero de 1847, o la heroica defensa de Monterrey en la que por cuatro días los soldados mexicanos con escasas municiones pero con 10
Santa Anna engaño a Polk haciéndole creer que una vez en el poder este firmaría un tratado de paz y de nuevas fronteras a cambio de 30 millones de dólares, lo cual no cumplió dado que era inadmisible para la mayoría de los mexicanos, no obstante trató de convencer aquí que con una derrota ante los Estados Unidos, estos absorberían el país imponiendo su religión y sus costumbres a los mexicanos. Martin Moreno Francisco, México mutilado, p. 399, 2006, Ed. Debolsillo. 78
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el apoyo de la población civil incluyendo mujeres y niños resistieron en una lucha que llego a ser a bayoneta calada hasta agotadas las fuerzas y las municiones capitulando ante los norteamericanos el 24 de septiembre. El 22 de febrero de 1847, en el paraje conocido como la Angostura, el ejército mexicano se batió con valentía en contra de los norteamericanos, que estuvieron a punto de ser derrotados, pero fueron oportunamente auxiliados por refuerzos. Tras 24 horas de combate, los soldados mexicanos, exhaustos, sin parque y con los estómagos vacios, emprendieron la retirada. De esta manera concluía una cerrada batalla en la que ninguno de los dos ejércitos pudo alzarse con la victoria. La resistencia que México presentaba al invasor en el Norte de la República, obligó a los Estados Unidos, en octubre de 1846, a abrir un nuevo frente, al mando del General Winfield Scott11, quien seguiría la misma ruta de Hernán Cortez en la Conquista de México, desembarcando en Veracruz para ahí dirigirse a la Ciudad de México.
Irlandeses defienden a México Mientras estos grandes acontecimientos sucedían antes de la declaración de guerra por los Estados Unidos, al comienzo de la campaña del norte un puñado de irlandeses pero también alemanes y otros europeos católicos, recién enlistados en el ejército norteamericano, desertaban como resultado de malos tratos por parte de sus mismos compañeros y superiores, este episodio de la guerra pasa casi desapercibido por el reducido número de ellos12 y por el poco efecto que tuvo en el resultado de la guerra, no obstante, cobra importancia para explicar los hechos relacionados con la suerte de Martin Tritschler en la segunda mitad de la guerra. Estos desertores 11
Apodado Todo Pompa y Fastidio (Fuss and Feather) por su apego al reglamento y su propiedad en el vestir, su personalidad contrastaba con la de Taylor, llamado Rudo y Rápido (Rough and Ready) sus designaciones en la guerra con México obedecieron en gran medida al juego político del presidente James Polk. 12 Unos 4000 soldados estadounidenses desertaron en México durante la guerra, Ryal Miller, Robert, Los San Patricios de la guerra del 47, que cita a otros autores con la misma cifra. 79
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vinieron a México para morir, algunos heroicamente en combate, otros deshonrosamente en la horca. Unidos bajo una bandera verde, participaron en todas las batallas importantes de la guerra y tuvieron mención de honor por luchar hasta agotar sus municiones y prefirieron luchar a bayoneta que rendirse, hasta ser sometidos por los yankees. Aun así, fueron capturados 85 de ellos y sentenciados a tortura y a la muerte. El primer grupo que desertó de las fuerzas norteamericanas ocurrió antes de la declaratoria de guerra, un grupo de irlandeses católicos encabezados por un artillero llamado John Riley que había pertenecido al ejército británico y canadiense antes de enrolarse para el norteamericano, fue el encargado de crear una unidad de artillería dentro de nuestro ejército. En un año las filas de Riley se engrosarían por católicos extranjeros residentes en México así como de irlandeses y alemanes que desertaron una vez estallada la guerra dentro de un batallón conocido como “Los San Patricios”. El Batallón luchó bajo una bandera verde con el emblema nacional, la imagen de San Patricio, patrono de Irlanda, y el lema “Erin go Braugh”; en cada batalla importante fue situado en posiciones estratégicas y su ayuda fue en ocasiones crucial, debido a la experiencia y entrenamiento recibido anteriormente. Estos veteranos, junto al ejército mexicano contribuyeron a que dos grandes batallas no tuvieran un claro vencedor. En la Batalla de Buena Vista, Los San Patricios mantuvieron su guarnición y enfilaron al enemigo. Se sabe que arrebataron una pieza de artillería a los americanos que indujo a creer a los consejeros del general Taylor que la batalla se había perdido. Varios irlandeses fueron condecorados con la cruz de honor por el gobierno de México y otros obtuvieron ascensos. En la Batalla de Churubusco, sitiados dentro de un convento, por fuerzas superiores, fueron arremetidos por la caballería, infantería y artillería juntas, Los San Patricios resistieron tres asaltos consecutivos infligiendo graves pérdidas a los americanos. Finalmente una granada alcanzo el depósito de pólvora que estalló junto con las municiones, no obstante, los remanentes del batallón se defendieron a bayoneta calada hasta que fueron sometidos por una clara mayoría. Al final 80
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fueron juzgados por una corte marcial, azotados, marcados con hierros candentes y colgados.
Motivos de la defección No fueron las ofertas y promesas de dinero y tierras de parte del gobierno mexicano la única razón de la deserción, ya que se tenía el conocimiento de la disponibilidad de adquirir un pedazo de las vastas tierras al oeste y sin arriesgar la vida, sino a las muy particulares condiciones de la época. La roya de la papa que comenzó en 1845, –coincidiendo con la guerra– trajo más devastación a Europa que la misma Peste Negra. Para los irlandeses fue el comienzo de emigraciones masivas, hambre enfermedad y muerte y para los pocos que pudieron costear un viaje a América significo la muerte de decenas de miles debido a las condiciones inhumanas a bordo de los buques británicos.13 Confrontados por un enorme número de recién llegados de origen irlandés y religión católica, los nativos norteamericanos mostrarían el rostro de la discriminación o así pareció para aquellos que sobrevivieron al peligroso viaje. Pronto sabrían que había otro país católico amenazado por otro protestante; de acuerdo a un relato de la época: «Al invadir México descubrieron que habían sido empleados por herejes que ahora les ordenaban matar a hermanos de su propia iglesia»
Así mismo, la iglesia católica estaba, para la manera de pensar calvinista, conectada a un sistema anticuado y represivo, se creía que el católico carecía de auto-determinación y que estaban encadenados a una religión que aceptaba a un Papa, a una potencia extranjera y a su autoridad, en lugar de escuchar a sus propias conciencias y de esta manera incapaces de ser parte de un sistema democrático. Se dieron muestras del sentimiento anti-católico en 1844 en Filadelfia con revueltas y quema de iglesias católicas, como resultado, cientos de irlandeses quedaron sin hogar. La misma destrucción de templos tuvo 13
Se calcula que 2 millones de europeos cruzaron el Atlántico a causa de la roya de la papa. Hogan Michael, The irish soldiers of Mexico, Part 1, 2004. 81
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lugar en México llevada a cabo por los invasores americanos, y solo por si acaso necesitaran de un recordatorio de cómo trataban a los irlandeses en su propia casa y el abuso hacia los mexicanos en el suyo, Santa Anna emitió volantes que fueron ampliamente distribuidos, de los cuales este es un párrafo: « ¿Podéis luchar al lado de aquellos que le prenden fuego a tus templos en Boston y Filadelfia? ¿Habéis observado tales crímenes y sacrilegios sin haber jurado solemnemente ante Dios? Sí sois católicos como nosotros, si seguís las doctrinas de nuestro Salvador, ¿Por qué asesináis a tus hermanos? ¿Por qué sois antagonista hacia aquellos que defienden su país y su religión que es la tuya?»
La solidaridad a la sombra de la opresión se manifestó más allá de las diferencias culturales y fue comprensible que algunos irlandeses tuvieran más en común con México y su causa que con los invasores norteamericanos. ¡Don Martin Tritschler después de todo no se había equivocado al elegir a México como su segunda patria¡ *** Después de la batalla de Buena Vista (Angostura) 22 y 23 de febrero de 1947, Santa Anna regreso a la capital, en donde logró restablecer la paz, derogando los decretos sobre confiscación de bienes de la Iglesia, a cambio del préstamo que esta hizo al gobierno. Acto seguido, logro eliminar la vicepresidencia y con ello a Gómez Farías, e inicio los preparativos para la campaña contra los norteamericanos, dejando como presidente interino al General Pedro María Anaya.
Desembarco y asedio a Veracruz El 9 de marzo de 1847, aparecieron, frente al puerto de Veracruz, 70 barcos de guerra norteamericanos14, que desembarcaron a 13 mil
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Por primera vez en su historia militar, la armada norteamericana usaba barcos de vapor; además contaba con buques cañoneros más rápidos y ligeros que formaban la Flota Mosquito (Mosquito Fleet) de poco calado. 82
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efectivos. Ante la negativa mexicana a aceptar la rendición, la ciudad fue bombardeada por espacio de 5 días. Los cónsules extranjeros de Inglaterra, Francia España y Prusia, que se encontraban en el puerto, solicitaron al General Scott una tregua, para que las mujeres y niños pudieran abandonar la ciudad, pero este se las negó y continúo con el bombardeo. Miles de proyectiles destruyeron casas, templos, hospitales y todo tipo de edificaciones, causando la muerte de cerca de 1500 personas. Finalmente, sin contar con mayores auxilios y agotadas las municiones y los víveres los defensores de la ciudad capitularon ante los invasores. Para reforzar el ejército regular contra la invasión norteamericana, el gobierno federal autorizó, desde agosto de 1846, la formación de los regimientos y batallones de la Guardia Nacional o Milicias Cívicas. Estas se integraban por voluntarios que procedían de los sectores intermedios y altos de la sociedad: empleados públicos, comerciantes, artesanos, profesionistas y hacendados; entre esa masa heterogénea se hallaba el relojero Martin Tritschler y por razón de estatus –tenia treinta y tres años y a cargo una planta de trabajadores de su propio taller– fue designado capitán del ejército móvil de infantería, y de acuerdo a la Ley Orgánica de la Guardia Nacional emanada de la tercera legislatura de 1832, disponía que un batallón de infantería estaría compuesto de ocho compañías las cuales tendrían cada una, un capitán, un teniente, dos subtenientes, un sargento primero, tres ídem segundos, trece cabos, dos tambores, un pito y ochenta soldados.15 Para distinguirse adoptaban nombres de héroes o sucesos nacionales, como "Hidalgo" o "Independencia" su propio 15
De la división de la Guardia Nacional: Art. 13. Esta Guardia se compondrá de los alistados que voluntariamente quieran servir en ella atendida por razones de edad, familia y género de industria. «Aunque en la leva, reclutamiento forzoso, y en muchos de los casos violento de jóvenes arrancados de sus familias y arrastrados lejos de su lugar de origen hacia violar esta ley constantemente». Art. 17. Cada batallón de infantería constará de cuatro a ocho compañías, de las que serán, una de gastadores, –soldado empleado en abrir trincheras y franquear el paso en las marchas– otra de cazadores y las restantes de fusileros. Libro de Decretos y Acuerdos de la Tercera Legislatura de 1832. ACEP. 83
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destacamento militar adopto el nombre de "Brigada Arteaga"; En Puebla ya se había organizado con el reclutamiento y leva en respuesta al recién tomado puerto de Veracruz, emergencia que se había tomado desde tiempo atrás, la contribución de Puebla a esta fue el batallón de Libres conformado por compañías provenientes del interior del Estado y la mencionada brigada de Arteaga compuesta por ciudadanos de la capital, en la que se enlisto voluntariamente Martin Tritschler como efectivo de la Guardia Nacional que fue enviada inmediatamente para hacer frente a las tropas invasoras que ya avanzaban a Jalapa. Después de ocupada Veracruz, Scott ordenó el avance hacia el interior, el día 18 de abril de 1847 el ejército norteamericano se enfrento a las fuerzas mexicanas en el lugar llamado Cerro Gordo.
La Batalla de Cerro Gordo Una vez ocupada Veracruz, Scott ordenó el avance hacia el interior. El día 18 de abril de 1847 el ejército norteamericano se habría de enfrentar a las fuerzas mexicanas en el lugar llamado Cerro Gordo, a unos 35 kilómetros de Jalapa. Ahí en los cerros El Telégrafo y La Atalaya, que dominaban la villa, se fortifico Santa Anna. El teniente coronel de ingenieros D. Manuel Robles fue encargado por el General Canalizo de hacer un reconocimiento en Cerro Gordo de aquellas posiciones y desde luego manifestó que las encontraba ventajosas para molestar al ejército invasor a su tránsito para Jalapa pero no como el punto más viable para alcanzar de él una victoria decisiva, su opinión la fundaba principalmente en que el camino podría ser cortado por el enemigo a retaguardia de la posición y entre otras razones añadía que la falta de agua en Cerro Gordo hacia demasiado desventajosa la situación de las tropas y recomendaba que donde debía presentarse la batalla era en Corral Falso, posición que no ofrecía aquellos inconvenientes. A pesar de estas opiniones, que lamentablemente probarían su certitud, el general Canalizo, por orden expresa del general Santa Anna, dispuso que el teniente coronel Robles comenzase la fortificación de Cerro Gordo.
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En proclama expedida el 29 de marzo se adjudica el mando del ejército de Oriente al general Valentín Canalizo, –el mismo que otorgó la carta de naturalización mexicana a Martin Tritschler– compuesta de la misma división de Oriente engrosada por la brigada de Rangel y de la división formada por los restos del ejercito del Norte, la brigada Pinzón, guardias nacionales de Coatepec y Jalapa, el grueso de la caballería que más tarde constituyo la división especial de Canalizo, y a lo ultimo la Brigada Arteaga, compuesta esta ultima de los batallones activos y de guardia nacional de Puebla con un total de 1000 hombres. Con estos cuerpos excepto la mencionada brigada Arteaga y que no llegó sino en los momentos finales de la batalla del 18 de Abril, no tomando parte ya en ella, estableció Santa Anna su campamento en Cerro Gordo. «Al amanecer del día 18, el estruendo del cañón enemigo resonó en aquellos campos como anuncio solamente de la batalla...El enemigo arrojaba sin cesar granadas, cohetes y toda clase de proyectiles que caían sobre el cerro, sobre el camino y aun mas allá de nuestro campo... Sobre la cumbre del cerro, se veía entonces, en medio de una columna de humo denso, una multitud de americanos, circundados de la rojiza luz de sus fuegos dirigidos sobre la enorme masa de hombres que se precipitaba por la pendiente, cubriéndola como de una capa blanca por el color de sus vestidos. Era aquel horrible espectáculo, como la erupción violenta de un volcán, arrojando lava y cenizas de su seno y derramándolas sobre su superficie. Entre el humo y el fuego sobre la faja azul que formaban los americanos alrededor de la cima del Telégrafo, flameaba aun nuestro pabellón abandonado. Pero bien pronto en la misma asta, por la parte opuesta, se elevó el pabellón de las estrellas, y por un instante flotaron entre ambos confundidos, cayendo por fin el nuestro desprendido con violencia entre la algazara y el estruendo de las armas de los vencedores, y los ayes lastimeros y la grita confusa de los vencidos. Eran los tres cuartos para las diez de la mañana... El general Santa Anna, acompañado de algunos de sus ayudantes, se dirigía por el camino a la izquierda de la batería cuando saliendo ya del bosque la columna enemiga le impidió absolutamente el paso con una descarga que le obligo a retroceder. El coche del mismo general, que salía para Jalapa, fue acribillado a balazos, muertas las mulas, y
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hecho presa del enemigo, así como un carro en el que había diez y seis mil pesos recibidos el día anterior, para el socorro de las tropas... ¡Cerro Gordo se había perdido!... ¡México quedaba abierto a la iniquidad del invasor!»16
Finalmente la batalla de Cerro Gordo, ocurrida el 17 y 18 de Abril, fue ganada por los estadounidenses, quienes escalaron los cerros y lograron rodear el flanco izquierdo mexicano, retirándose en total desorden por el camino a Jalapa. La brigada Arteaga, y los restos de la reserva de infantería y de los cuerpos de la misma arma que se retiraron del Telégrafo, con obstinación pudieron haber seguido defendiendo las fortificaciones de Cerro Gordo, pero como sucede en casi todas las derrotas, la pérdida del punto principal de la defensa causó la desmoralización y el terror de la tropas, haciendo huir a los que ni aun se habían batido como el caso de esta que llego tarde, e impidiendo a los jefes contener el desorden. Por el camino de Jalapa se retiraron la división de caballería de Canalizo y la referida brigada, desorganizada y disuelta siendo perseguida empeñosamente por destacamentos de las divisiones de Twiggs y de la brigada de Shields, fracciones del regimiento de Nueva York y 3º y 4º de Illinois, causándole más o menos destrozo. En esta acción fue herido de cierta consideración Martin Tritschler como muchos que quedaron en el campo y que a pie y débiles lograron llegar a Puebla donde fueron recibidos y atendidos.17 Fue también en una escaramuza de esta acción persecutoria en la que el general norteamericano Shields fue igualmente herido de cierta gravedad.18 16
Ramón Alcázar et al., Apuntes para la historia de la guerra .M. Libura et al., Ecos de la Guerra, 2004, p. 114-117. Al huir del campo de batalla, Santa Anna abandona su carruaje; entre los objetos personales del general se encontraba su pierna postiza de corcho (el general había perdido este miembro en la guerra contra los franceses, en 1839, y desde entonces usaba una prótesis) Este triste trofeo se expuso muy pronto al público y el día de hoy forma parte de la colección del Illinois National Guard and Militia Historical Society. 17 Stevens, Peter F. John Riley and the Saint Patrick’s Battalion (1846-1847) p. 227. 18 M. Libura, et al., Ecos de la Guerra, 2004, Ibíd., p. 271. 86
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“A inmediaciones de los hospitales el ruido estridente y casi continuo de la sierra, los gritos de los amputados a quienes no se aplicaba todavía el cloroformo y la vista de los haces de piernas y brazos sacados para su cremación o enterramiento, aterrorizaban a los vecinos, quienes para dar variedad a sus emociones, tenían el espectáculo de las comitivas fúnebres en que, tras un sencillo ataúd de pino pintado de negro y llevado en hombros, marchaban silenciosos y cabizbajos oficiales o soldados al compas de una sinfonía de pitos, que es lo más triste que he oído...”19
Vista la incapacidad del ejército mexicano para detener a los invasores, el gobierno del general Anaya autorizó la formación de guerrillas, cuya misión era hostilizar al enemigo, en especial en el camino de Veracruz a Puebla. Se integraron del diezmado ejército de Oriente y de rancheros de la región. No obstante, estas guerrillas lograron interrumpir el avance y ocasionaron pérdidas a los norteamericanos de cientos de hombres, además de medios de transporte, carros y mulas, así como convoyes con ropa y víveres.
Abatimiento en Puebla Al llegar a Puebla las dispersas fuerzas, algunas convertidas en guerrilla, corrió el desaliento y el temor, y las autoridades ante la merma de recursos por causa de la gente y dinero ya impartidos dispusieron a abandonar la ciudad. Por su parte, Los San Patricios reducidos ahora a una compañía, se retiraron igualmente a Puebla luego de haber participado en la Batalla de Cerro Gordo para después partir a la ciudad de México. Un reporte de intendencia fechado el 1 de marzo de 1847, muestra que la compañía todavía pertenecía al ejército de oriente; y más tarde en el mismo mes se encontraba en la ciudad de México.20 Estos se verían reforzados posteriormente por uno de los últimos contingentes que desertaron de las fuerzas norteamericanas durante su permanencia en Puebla21, episodio que ha justificado recorrer a grandes rasgos los anales de la guerra con Estados Unidos para llegar al punto de la participación de Martin 19
Roa Bárcena, Recuerdos, T. I, ibíd. Santa Anna al ministro de Guerra, 6 y 13 de abril de 1847. 21 Ryal Miller, Robert, Los San Patricios, p. 359 20
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Tritschler, modesta pudiera juzgarse, ante la de muchos valientes mexicanos que heroicamente murieron defendiendo el honor de la patria, sin embargo toda acción patriótica es honrosa y es plausible por lo cual es menester contarla si hay fundamentos y evidencias históricas que la sustenten para así dar por este medio una modesta luz pública a estos hechos ignorados por la generalidad y que dieran como resultado que, 70 en número aproximado, fueran los hombres que se unieran a los San Patricios como resultado de las acciones que voluntariamente llevara a cabo con lealtad y patriotismo el capitán de la Guardia Nacional Martin Tritschler durante la ocupación de Puebla por las mesnadas norteamericanas. El capitán Tritschler, que conoció en Puebla a los desertores que ya habían patentizado su adhesión al pueblo mexicano desde el principio de la guerra comprendió que la mejor forma de contribuir a ella era disuadiendo a otros mas, que estaban ante la disyuntiva de seguir bajo la opresión de su propio ejército o defender a un país que les ofrecía libertad para la profesión de su fe así como gratitud y recompensa material para después de la guerra. En tanto la población esperaba resignada a la inminente invasión que en opinión de Roa Bárcena bastaba un líder decidido que condujera a los miles de pobladores en una masa uniforme y dirigida para acabar con los sueños de conquista del presidente Polk su general Scott y los 4000 voluntarios que conformaban las huestes invasoras, la realidad era tal, que solo la enardecida plebe exhibía furiosa y desordenada un deseo de venganza, mientras las clases altas permanecían en sus casas como si de una tormenta se tratara, tan pronto cesara para regresar a la normalidad y conservar en lo posible sus bienes. «Desde que llegaron a Puebla los primeros fugitivos de Cerro Gordo, esta cuidad se puso en consternación, las madres y parientes de los soldados, salieron al camino a esperar a sus deudos y a informarse de la suerte de los que aun no llegaban; y como quiera que los primeros que regresaron a sus casas dijeron tantas mentiras, la consternación se convirtió en espanto; los cuentos que circulaban aumentaron el terror, y principiaron a salir muchas familias. Las monjas a cuyos recintos llegaban estas noticias exageradas, estaban reducidas a la aflicción más amarga rezando continuamente 88
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para que Dios las librara de la calamidad que se aguardaba. Los frailes y cofradías, en lugar de predicar en favor de la defensa de la patria induciendo al pueblo a que se defendiera, lo estimulaban a hacer oración y penitencia; y conducían por las calles en solemnes procesiones cargando cruces, medallas y escapularios, a cuatro o cinco mil hombres, que hubieran hecho mejor en cargar cada uno su fusil. Este era el estado de la ciudad de Puebla cuando llego ahí el resto de nuestro ejército...»22
Después de regresar sin tropa de la derrota de Cerro Gordo, Santa Anna reorganiza las fuerzas remanentes del Ejercito de Oriente y se reúnen en Puebla, el 7 de mayo y después de un fallido intento de detener las fuerzas invasoras en Amozoc, finalmente Santa Anna se repliega a la capital dejando a su suerte a la ciudad de Puebla que espera consternada la llegada inminente del intruso invasor. «Luego que llego el general Santa Anna, que fue alojado en el palacio del gobernador, trato de tomar algunas medidas. Una de ellas fue la de exigir caballos violentamente, con el fin de remontar la caballería, que en efecto estaba en un estado deplorable. Las circunstancias de la guerra justificaba esta clase de medidas; pero los ejecutores hicieron, esta odiosa con su conducta... Pero lo que más contribuyó a que no se hiciese defensa alguna fue la apatía y el temor que se había apoderado de los habitantes de Puebla...»23
Estos ejecutores, es decir, las autoridades civiles de Puebla, dieron por esos días sus descargos y el ministerio de la guerra expreso así, al general Santa Anna con motivo de sus quejas: «Las causas secretas de esta especie de apatía que V.E. tan justamente observa, son la consecuencia natural de nuestras anteriores discordias, de las maniobras de los enemigos interiores y del desaliento que producen las desgracias».24
De esta manera se esperó la llegada del ejército invasor y una comisión del ayuntamiento se dirigió a conferenciar con el general Worth y a pedirle garantías para la ciudad.
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Carlos María de Bustamante, El Nuevo Bernal Díaz del Castillo, o sea, historia de la invasión de los angloamericanos en México, México, Conaculta, 1990. 23 Ramón Alcázar et al., Apuntes para la historia de la guerra. 24 José María Roa Bárcena, Recuerdos, p. 345, tomo I ibíd. 89
LOS ARZOBISPOS…
El 15 de mayo, entró William J. Worth a la cabeza de su ejército de 4200 hombres y variadas piezas de artillería tomando la plaza principal, para después ocupar los puntos estratégicos de la ciudad, y la tropa, las posadas y hoteles, a poco, dominando la curiosidad y el interés al miedo, se llenaron de gente los balcones, se improvisaron por todas partes vendimias, y una masa compacta de seis u ocho mil personas rodeó a la infantería que descansaba, y se confundió con los soldados, que empezaron a comunicarse y a fraternizar. «El vecindario no manifestó alteración alguna. Toda la ciudad excepto las tiendas de ropa, que permanecieron cerradas, ofrecía su aspecto ordinario y nadie habría dicho que se esperaba un ejército enemigo. La curiosidad de conocer a los yankees se sobrepuso a la momentánea alarma muy natural, y la plebe obstruyó todas las bocacalles, y aun casi todos los balcones se abrieron y se llenaron de curiosos. Yo mismo cedí a la curiosidad... "¿Cual sería pues mi desengaño y el del mundo entero, cuando, en vez de los centauros que esperábamos, vi adelantarse a una centena de hombres de facha patibularia, uniformados con pobreza y mal gusto? Muchos de ellos en camisa, armados con sable, carabina y pistolas de clase común, y sus caballos, si bien corpulentos, lerdos y desgarbados como todos los de su raza, mal montados y por todo jaez un albardón y una brida sin paramentos, ni especie alguna de adornos, por lo que hace a la gente, solo diré que por diez buenas tallas, se podían señalar hombres enclenques raquíticos y hasta lisiados, añadido esto al manifiesto y asqueroso desaseo de estos hombres. Nada de esto es exagerado...»25 «La abigarrada masa de voluntarios estadounidenses usando muchos el sombrero de palma mexicano en sus múltiples formas, entraban y salían de la ciudad o recorrían las calles agrupándose y acostándose en las banquetas en donde quiera que se sentían cansados, fumando pipas o mascando tabaco de Virginia, comiendo pan con velas de sebo en vez de mantequilla y saboreando piñas y tunas con todo y corteza».26
Comenzó de esta forma la ocupación de Puebla que serviría para las tropas invasoras, como descanso y aprovisionamiento para la toma 25 26
Carlos María de Bustamante, El Nuevo Bernal Díaz del Castillo, óp. cit. Roa Bárcena, José María, Recuerdos. 90
El RELOJERO DON MARTIN TRITSCHLER
de la Ciudad de México, permaneciendo en Puebla hasta finales de agosto, fecha en que partirían, no sin dejar una guarnición, para el asalto de la Ciudad de México, última etapa de las operaciones militares que culminarían con la firma de los tratados de GuadalupeHidalgo que legalizó el despojo de más de la mitad del territorio, es decir, más de 2 400 000 Km. cuadrados.
La contra guerrilla: The Mexican Spy Company Muy importante para estos lineamientos, es referirse, al papel que tuvieron las autoridades eclesiásticas en relación con los invasores al llegar estos a la Ciudad de Puebla, las cuales a decir del autor Martin Moreno, –preferían un Scott, un Worth, o un Quitman que un Santa Anna o un Gómez Farías y sus necedades expropiatorias–.27 El obispo Francisco Pablo Vázquez, que había tenido años atrás una magnífica labor diplomática ante el Vaticano para que se reconociera la independencia de México, ahora recibía a los centauros del norte y a su general William Worth; hay platicas: los norteamericanos respetarán la ciudad, a sus habitantes y mantendrán el orden, en tanto la iglesia y las autoridades constituidas no llevarán a cabo acciones que atenten contra el ejército de ocupación. Pero aun faltaba quien diera la última palabra sobre estos asuntos y otros muchos, y eso ocurrió el 28 de mayo cuando llega acompañado de tres mil hombres más, el general Winfield Scott, el obispo lo recibe de igual manera que a Worth, y lo invita a hospedarse en el Palacio del Obispado, después de alojarse, Vázquez le solicita, que por favor 27
Martin, Moreno, Francisco, México mutilado, p. 583. Esta reacción obedecía al decreto expedido por Gómez Farías que permitía incautar los bienes de la Iglesia para conseguir recursos económicos, destinados a financiar la guerra, que ocasionó que un grupo de jóvenes de la alta sociedad de la capital llamados “los Polkos” por ser aficionados a bailar polka, e instigados por el clero, se levantaran en armas en contra del gobierno entre enero y marzo de ese año. Esta rebelión impidió que se canalizaran los fondos requeridos por el ejército que combatía en el norte y en la defensa del puerto de Veracruz. Santa Anna al regresar del norte, restablece la paz derogando los decretos sobre confiscación de bienes de la Iglesia. Asociación de Amigos del Museo Nacional de las Intervenciones A.C., La Intervención Norteamericana, CONACULTA, INAH. 91
LOS ARZOBISPOS…
lo ayudara a resolver un asunto de grave preocupación popular, asunto que ya antes había sido tratado ante el general Worth por un grupo de personas de la clase acomodada de Puebla relacionado con delincuentes salteadores de caminos y que se ocultaban en la ciudad, pues no solo se dedicaban a entorpecer las maniobras del ejercito sino que asaltaban a cuanto mexicano se les pusiera enfrente. La solicitud estaba dirigida más específicamente a la captura de un “malviviente” llamado Manuel Domínguez28 alias “el Chato” que ya antes había escapado de la cárcel gracias a una red de cómplices o lograba salir de las prisiones gracias a los sobornos que ofrecía y que ningún policía rechazaba. Compuesta de varios cientos de vándalos, esta red trabajaba a lo largo del camino de Veracruz a Puebla y a la Ciudad de México y no respetaba a nadie fuera Ministro o simple viajero.29 El 2 de junio cayó este famoso salteador de caminos a manos de los norteamericanos30 y el general Scott decide en lugar de lo convenido con las gentes y clero de Puebla utilizarlo para dirigir lo que llamo “The Mexican Spy Company” “Compañía de espionaje”, una red de espías locales, que informarían todo lo que vieran y escucharan sobre los planes de Santa Anna, infiltrándose entre el ejército y población tanto de la capital como de Puebla. Domínguez aceptó colaborar con el ejército de los Estados Unidos y fue puesto a las órdenes del coronel Ethan Hitchcock otorgándole un salario de coronel. El autor Alfredo Ávila explica que es difícil evaluar el papel de la Mexican Spy Company, como fue llamado el grupo encabezado por el coronel Domínguez ya que el único trabajo que se le ha dedicado, el de A. Brook Caruso no aporta datos de su actuación como espías y contra-guerrilla y que pueden leerse en el Diario de Ethan Allen Hitchcock y en algunas otras fuentes. Pero el contenido de una carta escrita en Puebla por el propio Winfield Scott expresando su 28
Ávila, Alfredo, La contraguerrilla de Manuel Domínguez, Los panfletos de Historia en Red, México, 1997. 29 Martin Moreno, Francisco, México Mutilado, p. 586. 30 Cuando se presentó a sus captores contó que él había sido un hombre honesto pero que en alguna ocasión había sido asaltado por un oficial mexicano. A partir de entonces, se fue al monte y empezó su vida como jefe de bandidos. Ávila Alfredo, La contraguerrilla, óp. cit. 92
El RELOJERO DON MARTIN TRITSCHLER
satisfacción por la eficiencia de la Mexican Spy Company al coronel Thomas Childs que se encontraba en Jalapa, se halla vinculado a lo sucedido al capitán de la Guardia Nacional Martin Tritschler. «Me han proporcionado los espías poblanos los más exactos informes sobre los movimientos del enemigo y los planes de sus paisanos; por conducto de ellos pude aprehender a varios militares y civiles en las reuniones nocturnas que tenían por objeto sublevar al populacho. La compañía de espías ha peleado con valor, y está tan comprometida que tendrá que salir del país cuando se retire nuestro ejército»31
Circular expedida por el invasor después de una semana de la toma de Puebla; los que incitaran bajo la iniciativa del gobierno mexicano, la deserción de soldados del ejército de los Estados Unidos, estaban apercibidos. En la correspondencia del obispo Francisco Pablo Vásquez. 31
Carta del general Scott desde Puebla dirigida a Childs que se encontraba en Jalapa, sin fecha, véase: José María Roa Bárcena, Recuerdos de la invasión norteamericana, p. 822 del vol. II. 93
Actos de valor, proceso y sentencia de muerte al capitán de la Guardia Nacional Martin Tritschler Mientras tanto Manuel Baranda que es nombrado al vapor como nuevo ministro de asuntos exteriores por Santa Anna, concibe un plan para convencer a los soldados estadounidenses de desertar y unirse a los San Patricios. El nuevo ministro de inmediato encomienda a varios escritores incluyendo a Luis Martínez de Castro y Guillermo Prieto la preparación de volantes en inglés y alemán para distribuir entre las tropas invasoras1. A finales de abril Santa Anna emitía una circular impresa dando los detalles del plan. En ellos se enlistaba en ingles las concesiones que el gobierno otorgaría a los soldados estadounidenses que se pasaran del lado mexicano prometiendo a cada desertor el equivalente a 10 dólares, un pago por sus armas, montura y un mínimo de 200 acres (81 hectáreas) de tierra al finalizar la guerra junto a otras gratificaciones2. Contrario a lo esperado, los planes de Baranda tuvieron como resultado solo 33 deserciones de irlandeses que fueron llegando por el Camino Nacional y recibidos por lanceros mexicanos, con ellos sin embargo, se filtraron a lo largo Manuel Baranda, Ministro de de los días de mayo, alrededor de 70 Santa Anna y artífice del plan alemanes a través de los piquetes para hacer desertar al puestos por Scott a las afueras de enemigo con promesas al Puebla. Baranda pensó que estas final de la guerra, escogió a Martin Tritschler como su deserciones solo podían atribuirse a su agente idóneo en Puebla agente seleccionado semanas atrás, a través de las autoridades militares de Puebla, el capitán de la Guardia Nacional Martin Tritschler. 1
Ryal Miller, Los San Patricios, pp.359-360 Ibíd., p.360, el texto completo esta en las Memorias de mis tiempos, Guillermo Prieto, Ed. Patria. 2
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El RELOJERO DON MARTIN TRITSCHLER
Provenientes del 2do batallón de dragones estacionado en Puebla, los cerca de 70, eran desertores originarios de Prusia y Bavaria, que representaban casi el 20% de los 400 efectivos del coronel William Harney.3 Con la conocida mala fama de malos tratos de sus unidades hacia los inmigrantes, estos alemanes apodados “Dutchies” acariciaron la idea de correr suerte en el lado mexicano. Solo faltaba a esta intención una oferta directa y avalada por el gobierno de México para alentarlos, aunque no había otros, como Martin Tritschler, alemán naturalizado mexicano Al final de la guerra William Harney coronel con residencia en Puebla, que se acercaran del ejército invasor, sin levantar sospechas, comunicaran y ejecutó de manera cruel y convencieran a través del dicho despiadada a los San ofrecimiento. Patricios. Cuatro meses Para junio los alemanes desertores ya antes en Puebla, habían portaban el uniforme azul oscuro y quepis desertado 70 efectivos de negro de oficial mexicano, sable su propio batallón como envainado y banda de teniente colgando resultado del plan del de un lustroso y negro cinturón, sabían ministro Manuel Baranda y muy bien que de no haber desertado, sus su agente Martin Tritschler oportunidades de ascender a un grado militar, eran remotas, especialmente con una larga lista de soldados veteranos “yankees” esperando su oportunidad Sin embargo, más hacían las enfermedades que cualquier medida llevada a cabo en contra del invasor. 3
Stevens, Peter F. “The Rogue´s March: John Riley and the Saint Patrick´s Battalion, 1846-1848” p.226. El Coronel William Harney había sido soldado por más de 30 años y era notorio por su brutalidad; en las batallas contra los indios fue acusado de violar niñas indias y colgarlas al día siguiente, en la guerra con México fue nombrado verdugo de los San Patricios, designación a todas luces calculada para infligir un castigo ejemplar a los desertores. Harney, no los decepcionaría. Hogan, Michael, The Irish soldiers of Mexico, parte 2 95
LOS ARZOBISPOS…
En los hospitales del ejército, 3100 hombres estaban enfermos o restableciéndose de “El vomito” y de disentería. Aunque las esperadas deserciones de irlandeses en Puebla eran la prioridad de Baranda y Santa Anna, el incremento de alemanes4 que escapaban de las filas de Scott se atribuía en buena medida al agente escogido por Baranda, Martin Tritschler. Luego de que la vanguardia de Scott hubiera ocupado y controlado la ciudad de Puebla, algunos oficiales notaron que un individuo alto, rubio y bien vestido conversaba con soldados alemanes tanto en las cantinas como en las calles empedradas de la ciudad. Al principio, algunos oficiales no hicieron caso del asunto, excepto de notar que se distinguía de sus vecinos españoles, criollos e indígenas. Para fines de mayo, el capitán de artillería Robert Anderson y otros oficiales que servían para el Concejo de Guerra del ejército norteamericano, recibieron varios reportes de la secreta (Mexican Spy Company), creada por el mismo general Scott, que el individuo en cuestión había estado repartiendo volantes a los soldados de origen alemán los cuales no lo habían reportado. La Corte ordenó que uno de estos volantes fuera presentado y traducido al inglés. El 13 de junio de 1847 un sargento del 8th de infantería detuvo al fabricante de relojes Martin Tritschler y lo condujo ante el Concejo de Guerra. El general John Quitman, al verlo lo acusó de repartir volantes escritos en alemán que instaban a sus paisanos a desertar con sus caballos y sus armas. Quitman no hizo mención de las arengas de los volantes en contra del “nativismo”,5 en los Estados Unidos, ampulosa cuestión que pondría sobre la mesa problemas domésticos que no vendría al caso mencionar. El juicio a Martin Tritschler comenzó un día después de su arresto con el nombramiento de un intérprete. Al mismo tiempo, una 4
Estaban entre los 70: Johann Benedck del 6th de infantería enlistado en noviembre de 1846, nacido en Hamburgo, Alemania que desertó en Puebla el 19 de junio; Heinrich Venator alemán del Co. 6th Drag. que se enlistó el 16 de abril de 1845 y desertó en Puebla el 13 de junio; Frederick K. Fogal que desertó el 10 de junio entre otros. Ryal Miller, Los San Patricios, pp.378-382 5 El prejuicio organizado en los Estados Unidos durante el siglo XIX que favorecía los intereses de los naturales habitantes sobre los de los inmigrantes. 96
El RELOJERO DON MARTIN TRITSCHLER
muchedumbre se agolpó ante las puertas de hierro de la hacienda donde el Concejo de Guerra daba audiencia mientras un cuerpo de infantería con rifles cargados permanecía en guardia.6 La gente permaneció en espera de noticias de Tritschler, ya que no solo era un reconocido comerciante sino un ciudadano naturalizado y capitán de la Guardia Nacional. En la batalla de Cerro Gordo en la que fue aniquilada su unidad, había peleado valientemente. En apariencia muerto, fue abandonado cerca del camino principal de donde había regresado maltrecho a la ciudad para sanar de una seria herida. Se le mantuvo la acusación de espiar y fomentar a la deserción, ambos casos con pena de muerte. No negó ningún cargo y llamó a sus trece jueces “Herejes”, los cuales lo sentenciaron a morir ante un pelotón de fusilamiento para el 19 de junio de 1847. La orden general del parte norteamericano decía “Esta corte militar encuentra culpable al ciudadano mexicano Martin Tritschler: «…of serving as emissary for the enemy for the purpose of persuading or endeavoring to procure soldiers to desert the Army of the United States…» «…de servir como emisario para el enemigo con el fin de persuadir o procurar con empeño la deserción de soldados del Ejercito de los Estados Unidos…»
Esta orden correspondió a la 187 de las Ordenes Generales dictadas por el tribunal militar del concejo de guerra del ejército de Estados Unidos en la Ciudad de Puebla y quedaron registradas con fecha del 24 de junio de 1847, documento que actualmente se encuentra en el
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Probablemente correspondía a alguno de los puntos donde los norteamericanos llegaron a instalarse, que fueron el cuartel de San José (hoy Avenida 24 Oriente entre 2 y 4 Norte, Hospital San José), los cuarteles y conventos de Santo Domingo y San Luis, el convento de la Merced y los cerros de Loreto, Guadalupe y San Juan (hoy cerro de la Paz); el Hospicio y cárcel nueva de San Javier (hoy lado poniente del Paseo Bravo). Se reservaron el Palacio de Gobierno los generales Scott, Worth y Quitman. Roa Bárcena, Recuerdos, pp.351-352. 97
LOS ARZOBISPOS…
Volumen 22, entrada 134, RG 94 de los Archivos Nacionales de los Estados Unidos.7 El veredicto provocó el llanto de la gente que comenzó a injuriar a los invasores, ante esto los soldados trataron de dispersar a la airada muchedumbre a punta de bayoneta. Se organizó un numeroso grupo de personas entre conocidos y amigos de D. Martin Tritschler para tratar de dar largas a su causa, a los 33 años de edad Martin era aun soltero y su familia como se sabe vivía en Alemania, sus amistades y amigos apadrinados por un sacerdote dieron pasos inmediatamente en solicitud de que se le conmutara la pena.8 Vio esta comisión al comandante militar, general Worth, segundo al mando del ejército, pero él les manifestó que la sentencia de la corte marcial había sido ya confirmada y no tenía las facultades para revocarla. Al principio declararon las autoridades militares que el perdón bajo esas circunstancias causaría un menoscabo al prestigio de la autoridad ante sus subordinados con el riesgo de quedar sin el poder necesario para hacer respetar, como era su propósito, las vidas y propiedades de los vecinos. En una larga audiencia en la que se escucharon los pronunciamientos a favor de su 7
Springer, Paul Joseph, American Prisoner of War policy and practice, from the Revolutionary War to the war on terror, p..99, Texas A&M University, U.S, 2006. Springer, acudió a estas fuentes documentales para la realización de su extensa investigación sobre la política de Estados Unidos hacia sus prisioneros de guerra a lo largo de su historia militar. Los Archivos de la Secretaria de La Defensa Nacional, SEDENA, hasta ahora no han sido abiertos al público, lo cual es lamentable ya que probablemente aportarían datos específicos de su alistamiento en el ejército y su baja así como otros posibles datos. 8 Además de las fuentes de los archivos municipales y del Estado de Puebla que se citan en estas páginas, El Profesor Edgar H. Tritschler en respuesta a la petición por parte del autor de información más detallada acerca de este episodio de la vida de Martin Tritschler, envió estas informaciones cuyas fuentes provienen de las propias cartas que Martin Tritschler envió a su familia en Alemania relatando los hechos, lo consignado por el autor J. Ignacio Rubio Mañe óp.cit, en la biografía del arzobispo de Yucatán Martin Tritschler y Córdova así como también en el libro del historiador Peter F. Stevens, que aporta una perspectiva del lado americano “The Rogue´s March: John Riley and the Saint Patrick´s Battalion, 1846-1848”,.360 pp., 2005, Potomic Books. El director Mark R. Day, basado en el libro de Peter Stevens, representó en su película documental The Saint Patrick´s Battalion, a Martin Tritschler, www.dayproductions.com 98
El RELOJERO DON MARTIN TRITSCHLER
vida, como fueron las circunstancias que alegaron, de haber obligado el gobierno al capitán de la Guardia Nacional Tritschler, de formar parte del plan del ministro mexicano de asuntos exteriores Manuel Baranda para convencer a los soldados estadounidenses de desertar y unirse a los San Patricios. Cuando el trasunto llegó al escritorio del general Scott después de una o dos horas de confirmada la sentencia, habían llegado noticias de un posible disturbio público y mostró Finalmente y contraviniendo a su preocupación de que los 80,000 propio concejo de guerra, el general habitantes de la ciudad de Puebla Winfield Scott puso en libertad al se rebelaran en contra de sus capitán de la Guardia Nacional ocupantes para vengar al “Mártir” Martin Tritschler tras deliberar la Tritschler. tensa situación en Puebla, ante una A través de un abogado posible rebelión calificado que había escogido la carrera de las armas en los tribunales militares, Scott trató de hallar una brecha jurídica que le diera un vuelco a la decisión del Concejo. Pero ningún tecnicismo jurídico lograba usurpar la decisión de los jueces. Al día siguiente, 15 de junio, el obispo de Puebla Francisco Pablo Vásquez visitó a Scott e insistió por la vida de Tritschler además de que muchas peticiones de vecinos fueron entregadas a lo largo de los días subsiguientes. El mismo día en que se cumpliría la sentencia, después de confesarse y recibir la sagrada comunión, Winfield Scott informó al prisionero y al obispo que ninguna ejecución se llevaría a cabo. Tritschler, –Scott declaró– había mostrado signos de “locura parcial” 99
LOS ARZOBISPOS…
durante su encarcelamiento y la Corte, en buena conciencia, no podía llevar a un hombre en esa condición ante un pelotón de fusilamiento. Martin Tritschler salió de prisión ese mismo día y permanecería bajo vigilancia hasta que las tropas salieran de la ciudad. Un oficial norteamericano reparó en la “extraordinaria recuperación” de su mal. Martin permaneció en Puebla viviendo en paz y reverenciado por la gente como un héroe de guerra. No se puede más que suponer los términos del acuerdo que condujeron a Magnifico orador, poliglota y su liberación que ocurrió el día 19 por sagaz diplomático, Francisco ordenes directas del mismo general Pablo Vázquez obtuvo del Vaticano el reconocimiento de Winfield Scott, pero la influencia que México como país indepentuvo la masa de personas que diente en 1831. Su controverintervinieron y abogaron por él, la tida actuación durante la elocuencia con la que se presentó su guerra, desde el obispado, fue caso, la polémica actitud conciliadora signo de la fatal división y que las autoridades eclesiásticas y mutua desconfianza entre los civiles mantuvieron con los invasores, mexicanos. Entre sus últimas la gran estimación que se le tenía en medidas, ya que murió en Puebla, la amistad de la familia de Cholula el 7 de noviembre de Mier, de grandes recursos e influencia 1847 fue la de interceder por en la ciudad, pero sobre todo la política la vida del capitán de la Guardia Nacional Martin pragmática de Scott, lo que condujera a Tritschler. obtener una revocación de la sentencia, la cual dicho sea de paso no se inscribió en los documentos que registraban cada una de las ordenes expedidas por el Concejo de Guerra norteamericano.9 9
El citado autor Springer no halló en los mencionados archivos nacionales de su país registro alguno de la liberación del capitán de la Guardia Nacional Tritschler por lo cual supuso que habría sido ejecutado, esta omisión lo indujo a exponer el 100
El RELOJERO DON MARTIN TRITSCHLER
Dos años después y terminada la ocupación, el Congreso del Estado de Puebla recordaría los hechos y haciendo honor y justicia a estos acontecimientos lo nombró en sesión solemne ante el pleno de los diputados, Ciudadano del Estado de Puebla. El manejo pragmático del asunto Tritschler por Scott ayudó a cimentar una mejor relación con el obispo y Clerecía de Puebla cuya antipatía hacia Santa Anna había percibido rápidamente. Si el Clero de Puebla no moviera un dedo para ayudar a Santa Anna a fomentar las deserciones y a inducir al pueblo a levantarse, Scott ofrecía valerse de todo su poder para proteger a las iglesias, a sus propiedades y a sus feligreses de sus tropas. Para mantener la situación bajo control en Puebla, Scott decidió castigar a sus soldados que cometieran algún delito en contra de la población civil y con el trato respetuoso por parte de Scott hacia los líderes de la Iglesia, el obispo y Clero no ayudaron al plan de Baranda en su objetivo de inducir las deserciones en masa. El Clero no haría un llamado al pueblo en nombre del odiado Santa Anna, aun si marchara sobre la ciudad. Para junio de 1847, el plan de Branda había fracasado y los miles de desertores que avizoraba se reducían a menos de cien, no obstante la ciudad de Puebla por sí sola, con sus aproximadamente 60 iglesias y su majestuosa Catedral ofrecían imágenes portentosas de ferviente catolicismo a cualquier soldado inmigrante confrontado a pelear contra alguien de su misma religión. *** caso Tritschler como: “Prueba del endurecimiento de las políticas del general Scott hacia los prisioneros de guerra en su paso por Puebla” lo que en realidad fue un ablandamiento de las normas para evitar fricciones. Otro caso de laxitud fue el de los arraigados Lucas Sánchez, Tranquilino Carmona, Francisco García y Guadalupe Cabrera bajo los cargos de asesinato del cabo del 4º Rgto. de infantería John Brown, y de “asalto peligroso con tentativa de asesinar” al cabo de la compañía K del 2º Rgto. de artillería Gilbert Fanchu, puestos en libertad luego que la comisión militar presidida por Worth, los hubo exonerado una vez revisada la evidencia, y de que habían sido procesados previamente por un tribunal mexicano. Circular en idioma inglés con fecha del 25 de mayo de 1947. En la correspondencia del obispo de Puebla Francisco Pablo Vázquez, ACP. 101
LOS ARZOBISPOS…
Después de la liberación de Martin las fuerzas invasoras norteamericanas, frescas y reabastecidas, partieron de Puebla dejando una guarnición para así avanzar hacia la capital de México en donde ya se encontraban para enfrentarlos 12 mil hombres en su mayoría novatos y un sistema de fortificaciones, aprovechando las garitas de la ciudad, cerros, ríos, conventos y otras edificaciones. Sin embargo, cuando el ejército invasor llego a la ciudad de México, las obras de fortificación no habían sido concluidas. El 20 de agosto en las lomas de Padierna, el ejército norteamericano infringió su primera derrota a los defensores de la capital al mando del General Valencia luego de que Scott evadiera la fortificación del Peñón Viejo, lugar por el que Santa Anna hubo creído falsamente que el invasor entrara a la ciudad. Tras esta derrota, Santa Anna ordenó el repliegue de sus fuerzas hacia la ciudad de México para que ahí defendieran el Convento de Churubusco, instruyendo a los generales Manuel Rincón y Pedro María Anaya a que lo defendieran a toda costa, protegiendo así la retirada de su ejército. En la mañana del 20 de agosto, alrededor de 6000 efectivos de las fuerzas norteamericanas iniciaron su ataque al Convento de Churubusco, fortificado con parapeto y fosa de agua para obstaculizar su avance. Sorpresivamente los invasores son rechazados una y otra vez por los batallones mexicanos Independencia, Bravos, Guerrero, Chilpancingo y Tlapa, y por el de San Patricio formado por los irlandeses Al agotarse las municiones, las fuerzas mexicanas que no sobrepasaban los 1300 efectivos, continuaron embistiendo al enemigo a bayoneta y a culatazos. Finalmente ante la imposibilidad de seguir resistiendo, el general Anaya rindió la posición frente el general Twiggs. «Finalmente se presento el general Twiggs, responsable del ataque, quien saludando cortes y marcialmente a los generales y oficialidad mexicana pregunto en donde estaba el parque, a lo que Anaya contesto –¡Si hubiera parque usted no estaría aquí!–».
Es de destacarse la heroica defensa del convento de Churubusco por parte del Batallón de San Patricio en donde fue casi aniquilado siendo la mayoría muertos o hechos prisioneros incluyendo al capitán 102
El RELOJERO DON MARTIN TRITSCHLER
John Riley, durante el combate se distinguieron por la precisión de sus tiros y por la certera puntería de sus cañones. En medio de la batalla las municiones se agotaron y fue necesario abrir los cajones que Santa Anna había enviado como refuerzo, pero para sorpresa de los soldados mexicanos, las balas eran de un calibre diferente a la de sus fusiles y solo eran aptas para ser disparadas por los mosquetones del Batallón de San Patricio. Sobre de ellos recayó entonces el peso de la defensa, los doscientos san patricios pelearon con bravura causando enormes bajas a los invasores hasta que la superioridad numérica se impuso. Se llevaron los sobrevivientes de las compañías de San Patricios que en total eran 72, pues el resto, unos 80 lograron escapar antes de la rendición. La batalla de Churubusco provocó un gran desgaste a las tropas invasoras, por lo que pidieron un armisticio, que fue aceptado por el gobierno mexicano y que tuvo lugar del 21 de agosto al 6 de septiembre. En estos días se le permitió al ejército norteamericano entrar a la ciudad para proveerse de víveres. El 8 de septiembre, los invasores emprendieron el ataque al Molino del rey –antiguo molino de trigo que operaba como fabrica de cañones–, y a la Casa Mata –deposito de pólvora– logrando apoderarse de estos objetivos militares. Tras su victoria en Molino del Rey, Scott emprendió su ataque sobre el Castillo de Chapultepec. Las fortificaciones para defender este punto nunca se concluyeron, a pesar de que se trabajo arduamente durante el armisticio. El Castillo, que albergaba en ese entonces al Colegio Militar, contaba con una modesta fuerza de 832 soldados, distribuidos en el cerro y en el edificio. Ahí se encontraban también un grupo de cadetes del mencionado colegio, que se habían negado a abandonar el edificio, a pesar de la orden del director de la escuela. Al amanecer del 12 de septiembre la artillería norteamericana abrió fuego en contra del castillo. Informado del ataque, el general Santa Anna envió casi al final del día 13 de septiembre, tan solo a un batallón, el de “San Blas”, al mando del coronel Felipe Santiago
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LOS ARZOBISPOS…
Xicoténcatl, quien murió al pie del cerro sin poder llegar a auxiliar a los combatientes del Castillo. No obstante la resistencia que presentaron los soldados de la Guardia Nacional y medio centenar de alumnos del Colegio Militar, que costó la vida a seis de ellos, los norteamericanos lograron apoderarse de la estratégica fortaleza. A raíz de la derrota de Chapultepec, el general López de Santa Anna determino que su ejército de 9000 efectivos abandonara la capital.
El fin del Batallón de San Patricio Lo que sucedió a la compañía sobreviviente del batallón de San Patricio hecha prisionera en Churubusco, fue un destino cruel y sangriento, encadenados a las prisiones que establecieron los invasores en San Ángel y Mixcoac, decidieron someterlos a concejo de guerra, por haber desertado del ejército de los Estados Unidos. La mayoría después de soportar muchísimas humillaciones, fueron condenados a muerte, a ser colgados como criminales, pues se consideró que no merecían siquiera el honor de ser fusilados. A unos pocos mas, que lograban así salvar la vida, les impusieron la pena de cincuenta azotes “con látigo de cuero, bien aplicados sobre las espaldas de cada uno”, con la misma refinada crueldad, los marcaron a hierro candente con una letra “D” de “desertor” en la cara. Los 20 primeros condenados a muerte fueron ejecutados en San Ángel y en Mixcoac el 10 de septiembre de 1847, los pararon en la orilla de unas carretas tiradas por mulas, con una soga al cuello que pendía del cadalso y luego, a una señal, los conductores de las carretas las movieron, dejando los cuerpos suspendidos en el aire en una danza macabra que terminó con la muerte de todos. Luego se ordenó a otros 16 san patricios que cavaran las tumbas para sus compañeros para sepultarlos. Acto seguido, los amarraron a los postes y los azotaron. El momento más terrible fue cuando los marcaron en el rostro con hierros al rojo vivo. La ejecución de los restantes 30 san patricios fue el 13 de septiembre de 1847. Los colgaron en San Ángel de una manera feroz y dramática. 104
El RELOJERO DON MARTIN TRITSCHLER
El Coronel William Harney notorio por su brutalidad desde antes de la guerra de cuyo batallón de dragones desertaron los cerca de 70 efectivos que el capitán de la Guardia Nacional Martin Tritschler incitara a la defección en su calidad de agente escogido por el ministro Baranda y que le condujera a casi perder la vida, encarnó los deseos de venganza del ejército norteamericano en una elección a todas luces calculada para infligir un castigo ejemplar a quienes tomaron la decisión de abandonar sus puestos con sus armas y montura, fue designado para ejecutar la sentencia coordinando las ejecuciones con el asalto del ejército norteamericano a Chapultepec. Ordenó construir un cadalso en una ligera elevación del terreno, desde donde se veía claramente el Castillo de Chapultepec y colocó a los prisioneros en caballos, con la soga al cuello y con la cara hacia el cerro donde se libraba la batalla. En tanto los condenados esperaban su suerte, los invasores escalaban los muros del castillo, y a las 9:30 de la mañana arriaban la bandera de México e izaban la suya, con eso, Harney desenvaino su sable y dio orden para la ejecución. Los san patricios, después de cuatro horas y media de permanecer en esa posición, fueron finalmente “lanzados a la eternidad”.10 La mañana del 14 de septiembre de 1847, una vez que el ejército del general Santa Anna abandonó la capital, las fuerzas invasoras entraron al zócalo de la ciudad de México e izaron la bandera de las barras y estrellas sobre Palacio Nacional, la que permanecería ondeando, como símbolo de su triunfo, durante nueve meses, hasta el 12 de junio de 1948, en que la guardia nacional izó nuevamente la bandera mexicana. Con la firma de los tratados de Guadalupe Hidalgo en la que la habilidad de la comisión de diplomáticos mexicanos evitó que México perdiera mas territorios, se legalizó el despojo de más de la mitad del territorio: la alta California, Nuevo México, Texas, la región entre los
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Observando que solo 29 de los 30 prisioneros fueron presentados, Harney preguntó por el restante, el cirujano del ejército informó al coronel que el ausente san patricio había perdido las dos piernas en la batalla. Harney montó en cólera y replico “–¡Traigan al hijo de perra, mis órdenes fueron colgar a 30 y por Dios que lo hare!–” 105
LOS ARZOBISPOS…
ríos Nueces y Bravo, que pertenecía a Tamaulipas y Coahuila, esto es, más de 2 400 000 kilómetros cuadrados de territorio. Tras la firma, las fuerzas de ocupación abandonaron la capital del país en dirección al puerto de Veracruz para retornar a su país. El trauma de la derrota sacudió las conciencias y más que nunca se cuestionó sobre la situación y las causas de la descomposición del país que se atribuyó a la inestabilidad política debido a la falta de unidad y conciencia de los diferentes sectores de la sociedad. Tras lo cual en México surgió una fuerte corriente nacionalista dirigida a consolidar una conciencia de unidad nacional a través de la educación, la literatura, el civismo, y todas las formas de expresión artística. Como conclusión final, hago referencia a los que trataron de salvar el honor de nuestro país en este guerra que fueron en su mayoría anónimos civiles y soldados: los defensores de Monterrey que resistieron con escasas municiones y la ración de mezcal que se les daba antes del combate con el apoyo activo de la población civil incluyendo a mujeres y niños, los soldados del ejército mexicano que se batieron en la Angostura y que estuvieron a punto de derrotar al invasor, los defensores de Veracruz que se negaron a rendir, resistiendo cinco días a un bombardeo continuo, las guerrillas que se formaron después de la derrota de Cerro Gordo que mermaban las columnas enemigas, como la del padre español Celedonio Domeco de Jarauta; los defensores del Convento de Churubusco incluyendo a los san patricios, el batallón de San Blas al mando del coronel Felipe Santiago Xicoténcatl, muerto al pie del cerro, y los jóvenes cadetes del Colegio Militar del Castillo de Chapultepec, sin embargo no se puede hablar favorablemente en el caso de Puebla donde los enconos y egoísmos resultado de las diferencias políticas dividieron a la sociedad poblana que se volvió indiferente ante la invasión, solo se puede mencionar algunos actos aislados en contra de los invasores americanos victimas del “lazo y del puñal” y en este caso, de la iniciativa con éxito, de menguar las fuerzas del invasor llevada a cabo con denuedo por el capitán de la Guardia Nacional Martin Tritschler. Nadie quiere saber de esta guerra hoy en día, ni vencedores ni vencidos; los americanos, por la forma injusta de apropiarse de 106
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territorios violando derechos internacionales y contrarios a los principios que pregona la nación americana, y nosotros, por el doloroso recuerdo de la derrota y mutilación nacional traducida en una historia desvirtuada e incompleta, las disputas políticas de aquel entonces, que aun hoy no hemos resuelto y que ponen de manifiesto nuestra falta de unidad nacional. *** En premio a sus servicios por defender la patria adoptiva la Legislatura Constitucional del Estado por decreto del 15 de Octubre de 1849 declaró a Martin Tritschler en sesión solemne Ciudadano del Estado de Puebla como consta en el libro de decretos y acuerdos expedidos por la Tercera Legislatura del Congreso para el año de 184911. Rubio Mañe consigna este hecho en la biografía del arzobispo de Yucatán Martin Tritschler y Córdova: «Sabese de un hecho patriótico que enaltece la memoria del padre del Sr. Arzobispo de Yucatán a que nos referimos, cuando en 1847 fue invadida la patria por las tropas norteamericanas, y el general Winfield Scott se hizo cargo de las operaciones, el joven alemán que era reputado relojero se enlisto en los cuerpos de la Guardia Nacional y por persuadir al contingente irlandés y alemán para que se sumase a la causa mexicana, fue encarcelado y a punto de ser fusilado; providencialmente salvo la vida, dejando como recuerdo la posterior actuación del Batallón de San Patricio que por siempre los enlátese»
En 1854, pasado este episodio aciago en su vida, abandonó su taller de relojería en Puebla, pasó a radicarse a San Andrés Chalchicomula y se consagró allí a la agricultura y al comercio. 11
En los archivos del Congreso del Estado se guarda este libro de resumen de actas y acuerdos con el que se cierra el año legislativo de 1849, pero el libro con el acta original que se leyó ese día ante el Congreso en la que se narran los hechos motivo del otorgamiento de la ciudadanía a Martin Tritschler, desafortunadamente se extravió, así como muchos otros libros de actas, que han sustraído gentes a través del tiempo, aquí solo aparece la fotografía de la nota publicada en el Periódico Oficial del Estado “El Regulador”, cuyos ejemplares se hallan en la Hemeroteca del Archivo General del Estado del Instituto Cultural Poblano. 107
LOS ARZOBISPOS…
Nota del periódico oficial “El Regulador” de martes 27 de noviembre de 1849 dando cuenta de la sesión extraordinaria del 15 de octubre en la que el pleno del Congreso aprobó la proposición de otorgar de manera solemne la ciudadanía del Estado a D. Martin Tritschler por defender la patria en la guerra con los Estados Unidos de América. Se halla en el Tomo II, de la edición n° 240, Archivo General del Estado de Puebla.
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Fotografía del documento a fojas 179, del tomo correspondiente al año 1849 dentro de la colección “Leyes y Decretos” con documentos que van de 1800 a 1895 en 55 tomos, que son parte del Archivo Histórico Municipal de Puebla.
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LOS ARZOBISPOS…
Catástrofe en Chalchicomula La noche del 6 de Marzo 1862 “La explosión de la Colecturía de los Diezmos de San Andrés” «Estábale reservada a don Martin Tritschler una hazaña que recuerdan todos los ancianos de San Andrés y es testimonio ferviente de caridad heroica» Pbro. Porfirio Valdés, 1965
Después de radicar 10 años en San Andrés, don Martin fue testigo y protagonista de un hecho importante, trágico y en definitiva un episodio más de la guerra de intervención francesa relegado al olvido por la historia. Fue cuando los invasores franceses desembarcaron en Veracruz y se dirigían a Puebla al mismo tiempo que se alojaron en la colecturía12 los soldados al mando del Gral. Ignacio Mejía, pertenecientes a la 1a. Brigada de Oaxaca recién llegados esa tarde del 6 de marzo de 1862. Formaban parte de la 3° División del Ejército de Oriente comandado por el general Ignacio Zaragoza y enviados ahí en previsión del ya próximo conflicto. Esa Brigada la conformaban tres batallones, el 1°, el 2° y el “Patria” que anticipándose a los sucesos había enviado el Estado de Oaxaca. Llegaron subiendo la pendiente de la montaña después de una extenuante marcha, los recibió majestuoso el Citlaltepetl con su perpetua nívea cumbre ¡Quien hubiera pensado que minutos más tarde aquel monumento de los siglos había de ser testigo mudo de una terrible 12
Las colecturías eran trojes o graneros dedicados a los diezmos es decir la decima parte de los frutos del campo cosechados que los feligreses de una diócesis suministraban anualmente para el mantenimiento del Cabildo eclesiástico. Antes, durante el virreinato se reservaba un decimo para el rey. Sin embargo la Colecturía de San Andrés recién había pasado a bienes de la nación como resultado de la aplicación de la Ley de Nacionalizaciones de bienes Eclesiásticos y ya era usada como cuartel del ejército. 110
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hecatombe, que le recordara sus erupciones de antaño! Las soldaderas compañeras inseparables del ejército mexicano de aquel entonces, vestidas con su falda de percal y un bulto de cachivaches a cuestas contribuían a alegrar la caravana; con el bullicio y la algazara de una muchedumbre llegaron a la plaza de Chalchicomula y junto a la iglesia comenzaron a acuartelarse ordenadamente en los dos pisos de la Colecturía y en el amplio patio rodeado por altos y vetustos muros, ahí se depositaron los 450 quintales de pólvora (4,600 kilos), las armas se colocaron en pabellones, los arrieros se fueron con las acémilas al aguaje, algunos de los soldados se tiraron al suelo a descansar, los pocos recorrían las calles, y los mas agrupados en torno de las fogatas donde las sufridas soldaderas recalentaban los sobrantes del día, se disponían a cenar después de la larga jornada. El autor en una de las dos gigantescas trojes Como si fuera el viento gemelas de la Colecturía del Diezmo, consi- el mejor aliado del enederada entonces la más grande del Estado; la migo, arrebató una chispa explosión destruyó la manzana completa a que dirigió al depósito de su alrededor pero sus muros de tres metros pólvora.13 Una explosión de ancho impidieron su destrucción. furiosa como la de un volcán hizo estremecer la tierra y los techos, piedras y escombros se esparcieron a dos leguas a la redonda. El retumbo de la catástrofe se propagó hasta perderse en los confines del horizonte. Se registró la hora: las ocho con doce minutos de la noche. La Colecturía permaneció en pie gracias a sus muros de tres metros de ancho pero las casas próximas se derrumbaron en un instante y, las 13
Una versión dice que fue un tal conde de nombre Jaral que apoyaba la causa conservadora que colocó un mechero entre dos cajas de pólvora haciéndolas explotar, otra dice que fue una descuidada soldadera que puso una vela sobre un depósito de pólvora. 111
LOS ARZOBISPOS…
de mas allá cuarteadas y bamboleantes quedaron en estado ruinoso, la inmensa nube de polvo no permitió ver la magnitud del siniestro sino mucho después, cuando se empezaron a oír las primeras víctimas sobrevivientes cuyos lamentos se reprodujeron como ecos de entre las piedras, la gente del pueblo y los soldados sobrevivientes se dispusieron a trepar sobre los escombros y a remover las piedras en busca de heridos. Se escuchaban las quejas angustiosas de los soldados y los ayes lastimeros de las soldaderas que servían para llegar a ellos no sin empaparse los pies de sangre, caliente aun y que corría por todas partes. Se trabajó toda la noche y sin descanso solo para rescatar a unos cuantos de los muchísimos que sucumbieron antes de recibir cualquier auxilio. Al día siguiente cuando se practicó el recuento de la Brigada, los pocos que quedaban, apenas se podían distinguir unos de otros hechos una verdadera lástima. Murieron 1322 soldados y 460 soldaderas muchos de cuyos cuerpos no se pudieron encontrar y otros resultaron de imposible identificación por las horribles mutilaciones. Salieron heridos, de más o Placa adosada a uno de los muros de la menos gravedad, 250 Colecturía para conmemorar la tragedia soldados y perecieron más de 500 habitantes de la población. No siendo fácil sepultar los despojos de todos, se procedió a la incineración para lo cual se prendieron fogatas de diez en diez varas mientras los persistentes olores hacían imposible el tránsito por las calles y en extremo penosa la tarea de limpieza. Este ejército sucumbió sin gloria, sin los honores del combate, sin haber medido sus armas con los invasores franceses, estos anhelos quedaron sepultados bajo un montón de escombros, sin embargo murieron después de haber defendido al gobierno constitucional y la Re-
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forma, en la plaza de Veracruz o en Jalatlaco donde fueron vencedores el 16 de enero.14 Esta explosión accidental del depósito del parque en la Colecturía de los Diezmos privó al ejército de la República de un fuerte e importante contingente en hombres y pertrechos. La Brigada oaxaqueña quedo destrozada, fue una pérdida irreparable que debilitó enormemente al cuerpo de Ejército de Oriente, pese a lo cual el General Zaragoza juró que batiría a los franceses.15 Chalchicomula, olvidada en medio de esta tragedia y sobrepasada por los acontecimientos nacionales se tuvo que valer por sí misma. La población que no superaba los 5000 habitantes sufrió la pérdida del 5% de su población, muchas familias desaparecieron o quedaron incompletas, la traumatizada localidad se concentró en sus víctimas sobrevivientes, y comenzó la ardua labor de reconstrucción de calles y casas que duro años. No quiero decir que don Martin Tritschler fue el único ni pocos los corazones que se sensibilizaron ante la desdicha, pero ante la falta de auxilio externo dado el estado de guerra en que se encontraba la nación, San Andrés requirió entonces de la ayuda de sus hombres más prósperos y de entre ellos don Martin que como prueba, sería recordado aun por algunas gentes ya entrado el siglo XX, ancianos que transmitieron la historia de la tragedia y de cómo un alemán de corazón sensible empleo gran parte de su capital para curar a los desvalidos más pobres o desamparados. El Historiador Jorge I. Rubio Mañe relata que a consecuencia de haber gastado todo su caudal en ayudar a las víctimas de la voladura de la colecturía de San Andrés en 1862, Martín Tritschler se quedó en la pobreza.16 Y da cuenta de este hecho: 14
Victoriano D. Báez, Episodios de la Guerra de Intervención, pp.1-11, 1992 Historia de la heroica defensa de Puebla, Diario de Guerra, Ediciones Culturales García Valseca, 1950. Zaragoza cumpliría su promesa dos meses después, el 5 de mayo de 1862. 16 Véase: Márquez, Hombres, 1952, que a la vez cita a este destacado historiador Yucateco. El lugar donde sucedieron estos hechos adoptó un nombre: el autor descubrió un acta de nacimiento de 1867 en el Registro Civil de Chalchicomula de Sesma donde se dice que Juan N. nació en "la calle de la explosión”. Hoy así se sigue llamando. 15
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«...Esta terrible explosión cuyo estallido se percibió cuatro leguas a la redonda y por todas las azoteas, balcones, patios y fuentes públicas se esparcieron los miembros humanos que para recogerlos fueron necesarios cuatro días…»
Más adelante refiere que; «...fue un hombre humanitario, un alemán que vivió muchos años en Chalchicomula, quien empleo gran parte de su capital para curar enfermos por aquella sin igual hecatombe, hombre de corazón sensibilísimo y venerable filántropo ante los sufrimientos y la miseria…»
En San Andrés no se ha olvidado este episodio de su historia local y la recuerdan como "El 6 de Marzo de 1862 La noche de la Explosión de la Colecturía del pueblo de San Andrés"17 Poco después de ocurrida la catástrofe, San Andrés fue escenario de la ejecución de un prominente militar, aliado al Partido Conservador desde el inicio de la Guerra de Reforma. El general Manuel Robles Pezuela, que encaminándose hacia el campo enemigo de los franceses fue detenido y juzgado sumariamente, se le descubrió culpable de traición, conducido a la Plazuela de San Juan y el domingo 23 de marzo fue fusilado, sentado en un sillón, a un lado de la iglesia de San Andrés por un pelotón de sobrevivientes de la destrozada Brigada de Oaxaca.18
La bandera de México por primera vez sobre la cumbre del Citlaltepetl o Pico de Orizaba (1873) Cuando Martin realiza finalmente su reconocida ascensión a la cima del pico de Orizaba19 cumplía 60 años de edad; gran explorador, vigoroso caminante y conocedor experto de los parajes y estribaciones del Pico, llegó a la cima de la montaña más grande y peligrosa del 17
Véase: www.chalchicomula.com.mx parte histórica. Ediciones Culturales García Valseca, Historia de la heroica defensa de Puebla, Diario de Guerra, 1950. 19 Véase: “Citlaltepetl” Diccionario Histórico Biográfico y Geográfico Porrúa, p. 596, donde menciona que Martin Tritschler fue el primer hombre en subir a la cumbre del Pico de Orizaba y colocar ahí la bandera nacional. 18
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territorio mexicano, colocando en ella la bandera nacional; esta montaña de origen volcánico más alta del nivel de las nieves perpetuas, 5747 m.s.n.m. ya había sido explorada, sin llegar a la cumbre, por el botánico francés Enrique Galleotti (1814-1858) que partiendo de Hamburgo en 1835 realizó una investigación coleccionando materiales botánicos de diversas regiones centrales de México así como ascensiones al Popocatepetl al Iztacihuatl y al Nevado de Toluca, en 1840 regresa a Europa con esplendidas colecciones y en premio a sus trabajos fue nombrado director del Jardín Botánico y miembro de la Academia Real de Bruselas. Pasarían 38 años para la segunda ascensión importante y registrada al Pico de Orizaba, eminentemente deportiva ya que el objetivo fue alcanzar la cima del cráter, fue realizada por D. Martin Tritschler 20. Al año siguiente, 1874, llego a México el explorador alemán Hugo Finck para realizar estudios de la flora e hizo una exploración científica. Finck estudio la estratificación geológica de las laderas del Pico y observó la flora invernal de aquellas altas regiones y principalmente recogió semillas de las coníferas de esta zona, después de su viaje regresó a Alemania y dejo una descripción muy interesante acerca de su exploración21. Tritschler y Finck nunca se conocieron ya que Finck ascendió por el lado oriental Veracruzano de la montaña y Tritschler por la cuesta occidental de San Andrés. Cuando Martin Tritschler asciende a la cima del Pico de Orizaba ya se consideraba una actividad deportiva y pese a que no hay un relato detallado se puede imaginar que aún con el empleo de las nuevas herramientas como el alpenstock y los spikes –muy rudimentarias comparadas con las actuales– sin los cuales no pudiera haber llegado a la cima, –asumiendo la idea de que Martin pidió estas herramientas a Europa– si es posible que lo hizo sin cordada ya que en ninguna 20
Véase: www.mexicodesconocido.com.mx/notas/6268-Hablando-de-volcanes y Pagina del Gobierno del Estado de Veracruz. 21 El Diccionario de García Cubas recoge esta descripción en la que Finck suministra datos acerca de la flora y los bosques que preceden a las nieves. García Cubas, Diccionario, Histórico y Biográfico de los Estados Unidos Mexicanos, 1888, México. Biblioteca “José María Lafragua” BUAP 115
LOS ARZOBISPOS…
fuente menciona que haya sido acompañado de un equipo o guía, lo cual pudo implicar asumir mayores riesgos. Después de Galleotti y Tritschler ascendieron en 1883 Mateo Powles y Pedro Vigil, logrando llegar a la cima. 22 El último de los hijos de Martin Tritschler, Guillermo que alguna vez explorara el Citlaltepetl con su padre23, sería un gran sacerdote y alpinista; el Popocatepetl, el Iztacihuatl, el Cerro de la Silla, el Cofre de Perote, serian cumbres que Guillermo escalaria aunque en un sentido más espiritual que deportivo como lo fue para celebrar sus bodas sacerdotales en la misma cumbre del Popocatepetl; una curiosa coincidencia fue descubrir que para celebrar esta fecha importante en 1938, estaba por cumplir los 60 años de edad, la misma edad en la que su padre conquistó la cima del Pico de Orizaba. El historiador J. Ignacio Rubio Mañe escribió: “Martin Tritschler, fue el primer hombre en alcanzar la cima del Citlaltepetl y enarbolar ahí la bandera tricolor” ***
Don Martin de padres germánicos y oriundo de La Selva Negra, donde las almas a la par que los cuerpos aprendían el arte de la guerra, no dudó llegado el momento, en defender con las armas a la patria mexicana que lo cobijó, en contra de la invasión norteamericana, porque sería también la de sus hijos, a quienes dio a la Iglesia después, haciendo el sacrificio de verlos partir a tierras lejanas en los albores de su niñez; en su correspondencia permanente con su familia en Europa se refería a México como “tierra promisoria y dorada para la relojería”. Se desposa de la Srta. Rosa María Córdova y Puig el 5 de Junio de 186724 con quien tiene ocho hijos y 22
No significa que además de Galleotti, Tritschler, Finck, Powles y Vigil, cuyo reconocimiento o posición en la sociedad los hizo visibles para el reconocimiento oficial de sus ascensiones, no haya habido otros anónimos aventureros que llegaran a la cima, dado que como dice Arellano Montiel, La casa de la Magnolia, historia de familias, 2007, p.157, “desde que se tiene memoria en familias de San Andrés las ascensiones a la montaña más alta de México han sido prácticamente un deporte común” No obstante se les debe reconocer como los pioneros del alpinismo en México 23 Arellano Montiel Saúl, óp. cit. 24 Libro 27 de matrimonios a fojas 170 del Archivo de la parroquia de San Andrés. 116
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de la cual enviuda después de 14 años de matrimonio, muere así el anciano alpinista, destacado veterano de la guerra y filántropo el 6 de enero de 1894 en su casa de la calle de Arcos numero 1, hoy 7 Poniente 101 de Cd. Serdán; de los cinco hermanos, Martin, Joaquín y Rosa María estuvieron a su lado, en su lecho de muerte. Sus restos se unieron a los de su esposa en el sepulcro del panteón de San Juan Nepomuceno, anexo a la Iglesia de San Juan Bautista. Este panteón desapareció en 1973 y hoy ocupa el lugar la Colonia Santa Elena. Su acta de defunción dice: «...Hoy a las 12 y media del día en la casa número uno de la calle de Arcos falleció a consecuencia de decrepitud (sic) el Señor Martin Tritschler originario de Alemania y vecino de esta ciudad, de 80 años de edad…»25. Rubrica de don Martin Tritschler a los 71 años de edad
Aun existe a una cuadra de la “Calle de la Explosión” y se encuentra deshabitado desde entonces, este sobrio y amplio inmueble del siglo 18, de gruesas paredes y macizos contramuros,26, que no rompe con el estilo de las viejas casas de San Andrés: una planta, techos altos rematados con delgada cornisa de ladrillo, ventanales largos y angostos protegidos con herrería de delgados barrotes, cuyos vanos están cubiertos con portezuelas de madera, casa de esquina con vasto frente y fondo y dos de sus portones frontales enmarcados en cantera coronadas por dos pequeñas cruces latinas sobre la piedra clave de cada una, mandadas a labrar tal vez por sus hijos en memoria de sus padres, la singular pareja que formó don Martin y doña Rosa. 25
Libro de defunciones del Registro Civil de San Andrés, a fojas 10 del acta número 28, AGE 26 Esta no fue la casa familiar donde nacieron los arzobispos, aquella fue la número 10 de la antigua calle da las Damas actualmente 111 de la calle 3 Sur; al parecer, después de fallecer su esposa Rosa María y reducirse la familia, pasó a vivir a la más pequeña de Arcos 1. Al comprobarse posteriormente y por actas catastrales que esta casa perteneció a don Martin fue razón por la que el autor insertara la fotografía de esta al final de la obra al igual que la ex hacienda de Santa Ana. 117
1864. Inauguración del reloj de la parroquia de San Andrés donado por Maximiliano de Habsburgo, dos años después del trágico accidente en el que sucumbió la brigada de Oaxaca durante la invasión francesa que impondría a Maximiliano como emperador. Don Martin Tritschler, aun no se casaba con la señorita doña Rosa María Córdova doncella de la hacienda Santa Ana propiedad de su padre el teniente retirado don Joaquín de Córdova. Un año después Maximiliano pernoctaría en San Andrés el 28 y 29 de abril para inspeccionar el ferrocarril mexicano en construcción.
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LA FAMILIA MATERNA
CAPITULO
3 La familia materna Teniente Joaquín de Córdova y García1 (*1794) (†1 de junio de 1866) riginario de Murcia, España2, el abuelo materno de don Martin y don Guillermo, desembarcó en Veracruz el 30 de Agosto de 1820, como parte de los últimos destacamentos que enviaba España para sofocar las rebeliones que buscaban la independencia.3 Contaba entonces con 26 años de edad, cuando fue despachado con su regimiento a la fortaleza de San Carlos de Perote4, concebida en un principio para la defensa de la costa de Veracruz, el reducto fue útil como punto de resguardo de
O
1
El autor es chozno del Teniente Joaquín de Córdova es decir, el cuarto nieto, su primer nieto lo fue Joaquín Tritschler, el segundo lo fue Carolina Tritschler, el tercero lo fue mi padre Mariano Velarde Tritschler y yo el cuarto. 2 Para 1821, el año de la independencia, había en México unos 18 mil españoles que controlaban los principales puestos de la administración pública, la iglesia, la magistratura y el ejército. Es muy probable que la mitad fuesen militares y aproximadamente 1500 eran religiosos. Además controlaban el comercio junto con otros extranjeros. Fuente: inmigrantes y refugiados españoles en México, M. Kenny, et al, Ediciones de la casa chata, Pag.19 3 Dos años después de esta fecha México y España romperían relaciones y no habría más inmigración Española hasta 1836. 4 La fortaleza de San Carlos de Perote, que domina extensísimos llanos al Norte de la montaña del Cofre del mismo nombre, fue construida en el último tercio del siglo XVIII, al final de la época colonial, cuando, por temor a los ingleses, se trajo artillería gruesa a Ulúa, se aumentaron las fortificaciones de ese castillo y la de Veracruz y vinieron algunos regimientos de España, servía también de prisión, fue mandada a destruir en el periodo de 1850 a 60, no se logro por el costo, y permaneció abandonado hasta la época post-revolucionaria en que se habilito como cárcel Estatal hasta hoy. El gobierno actual de Fidel Herrera Beltrán está promoviendo que se declare la ruta "fortaleza de San Carlos de Perote-Castillo de San Juan de Ulúa" como patrimonio de la humanidad. 119
LOS ARZOBISPOS…
tropas, deposito de víveres y material de guerra, Joaquín permaneció ahí hasta el 12 de junio de 1821. El teniente Córdova se inscribe en el contexto de la consumación de la independencia y como muchos militares de su rango “observaron” desde la fortaleza los acontecimientos previos a esta. Después de diez años de guerra civil y de morir dos de sus líderes más importantes (Morelos e Hidalgo), en 1820 el movimiento de independencia estaba inerte y cerca del fracaso. Los rebeldes liderados por Guadalupe Victoria en Puebla y Vicente Guerrero en Oaxaca se enfrentaban a la dura resistencia española y la apatía de los criollos más influyentes de la colonia. La violencia excesiva y la pasión popular de los ejércitos irregulares de Hidalgo y Morelos, convencieron a los criollos que esta era una guerra de clases y razas, y estos terminaron uniéndose de mala gana al gobierno español. Fue en este punto que los planes de un caudillo militar conservador coincidieron con una rebelión liberal en España y estos hicieron posibles los súbitos cambios de lealtades de los criollos al bando independista. Durante la permanencia del teniente Joaquín de Córdoba en la Fortaleza de San Carlos de Perote, se lanzaba, lo que se pensaba era, la última campaña para derrotar a los insurgentes, estaba comandada por el criollo y aun fiel a la monarquía, Agustín de Iturbide y enviado por el virrey Juan Ruiz de Apodaca en contra de Vicente Guerrero, último rebelde independista. Favorito entre las jerarquías de la Iglesia mexicana, Iturbide era la encarnación del criollo conservador perfecto: pio, religioso y protector de la propiedad privada y de los privilegios sociales, sin embargo, carecía de alto rango militar y de riquezas. Su misión represiva de acabar con los reductos rebeldes coincidió con un exitoso golpe militar en España contra el nuevo monarca, Fernando VII. Los autores del golpe habían sido reunidos para suprimir los movimientos independistas en las Américas y al mismo tiempo obligaron al rey Fernando VII a firmar la Constitución liberal de 1812. Cuando esta noticia llego a México, el conservador Iturbide la interpretó como un peligro de intromisión ajena al rey, al conservadurismo, a la iglesia católica y una oportunidad para que los 120
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criollos tomaran el control de México. Después de enfrentarse a Guerrero, Iturbide decide desconocer al virrey e invita al jefe rebelde a una junta para discutir un plan para ir juntos a buscar la independencia. Joaquín de Córdova como muchos militares españoles se adhiere al nuevo Ejercito Trigarante convencido de los principios del Plan de Iguala: Religión, Independencia y Unión. El Ejercito Trigarante fue el primer ejército del México independiente y resulto de la fusión de las fuerzas armadas realistas y los grupos guerrilleros insurgentes. El virrey O´Donoju e Iturbide firmaron el tratado de Córdova, que reconocía a México como nación independiente bajo los términos del Plan de Iguala. El 12 de junio, el regimiento al que pertenecía el teniente Córdova fue desalojado del fuerte de San Carlos de Perote y habilitado a las filas del nuevo ejército Trigarante que entraron en Puebla el 2 de agosto de 1821 para luego el 12 de septiembre entrar triunfalmente junto a 16 mil hombres a la Ciudad de México, con Iturbide a la cabeza. Se trataba del ejército más o menos organizado del México Independiente. Después de jurar la independencia nacional las autoridades designan a Joaquín a la comandancia de Puebla. Un general de brigada, José María Calderón, veterano ex oficial del ejército realista, es nombrado comandante de la provincia de Puebla, y el teniente Córdova se presenta ante él, para incorporarse como miembro de su nueva oficialidad. José María Calderón5 nació en la ciudad de Puebla el 29 de diciembre de 1780 y se bautizó en el Sagrario de la Catedral el 1 de enero del año siguiente. Entró en el ejército en 1802 y militó en las 5
Padre del político y escritor liberal José María Iglesias (1823-1891) y abuelo del también político, escritor y ex embajador de México en Washington Fernando Iglesias Calderón (1856-1942). Como gobernador, dio libertad a los esclavos de Puebla y construyó el camino real del Pinal, lugar de descanso de los viajeros entre Veracruz y México. Sus restos descansan en la Catedral de Puebla, en la capilla del Sagrario. Cordero, Enrique. Diccionario, Tomo I, 1972. 121
LOS ARZOBISPOS…
filas realistas durante la guerra de Independencia. En premio a su valor fue nombrado coronel del regimiento de milicias de Tlaxcala en 1818 antes de ser designado comandante de la provincia de Puebla. En 1824 es nombrado el brigadier general como diputado al Congreso Constituyente y el 3 de enero de 1825, gobernador interino. El 1 de diciembre de ese año es propuesto gobernador Constitucional, el primero del Estado de Puebla y nombra como su secretario particular al teniente Joaquín de Córdova y García. El decreto de expulsión de los españoles expedido el 20 de diciembre de 1827 excluyó al teniente Córdova debido a que el gobierno estaba facultado para exceptuar entre otros casos 6 a los que hubiesen prestado servicios a la independencia y acreditado su adhesión a las instituciones mexicanas. La expulsión de los españoles despectivamente llamados “gachupines” causo serios disturbios especialmente en la ciudad de Puebla; la fuga de capitales y el cierre de fuentes de trabajo produjeron crisis en la economía. El Teniente Córdova prosiguió fielmente sus servicios para el gobernador hasta el término de su mandato en agosto de 1829, posteriormente es enviado a México con su batallón en donde permanece hasta abril de 1830 fecha en que retorna a Puebla. En esos años, don Joaquín fue testigo de los continuos disturbios provocados por las dos facciones ideológicas que colocaron a Puebla en un punto intermedio al ser sometida la ciudad a continuos asedios entre 1829 y 1835. Durante el gobierno conservador del presidente Anastasio Bustamante, Santa Anna se subleva en Veracruz y avanza hacia Puebla, el ex gobernador y general brigadier José María Calderón de inclinación conservadora, lleva a Joaquín de Córdova para combatir a los rebeldes de Santa Anna en Veracruz, en las escaramuzas muere, sin saberlo, Francisco Puig y Rendón que era abuelo materno de su 6
Conforme a ese decreto los españoles capitulados conforme al Tratado de Córdova, deberían salir del territorio mexicano en un término que señalara el gobierno y que no fuera mayor de seis meses, y estaba facultado para exceptuar a los casados con mexicana y que hicieran vida marital, los que tuvieran hijos que no fueran españoles, los mayores de 60 años, los que estuviesen impedidos físicamente y, – como el caso de Joaquín–, que hubiesen prestado servicios a la independencia y acreditado su adhesión a las instituciones mexicanas. 122
LA FAMILIA MATERNA
futura esposa, establecido recientemente en Puebla, había tomado las armas como muchos poblanos en contra de la amenaza de los militares de pensamiento liberal. Puig de origen catalán y abuelo de Rosa María, madre de los arzobispos Martin y Guillermo, se había casado años atrás en España con Brígida Vicente concibiendo a dos niñas, Brígida y María Rosa quienes llegaron ese mismo año a México para alcanzar a su padre cuando se enteraron de su muerte. La rebelión triunfa y Bustamante es depuesto después de defender la ciudad de Puebla de los Santa Annistas, el teniente Córdova toma parte en la batalla por Puebla, que es tomada a fines de 1832. Córdova es mandado a defender las guarniciones de Orizaba y Tlaxcala hasta mayo 1834 cuando se integra a las fuerzas del general Luis Quintanar que sitiaron la ciudad de Puebla defendida por el gobernador Cosme Furlong quien tuvo que rendirse al mes siguiente. Al restaurarse el régimen centralista, Puebla pasó a ser departamento, y con él, la ciudad entró en una etapa de cierta tranquilidad. En 1833 se retiro a San Andrés Chalchicomula y desde ahí a sus reiteradas solicitudes le concedió el presidente de la república el retiro de la carrera militar hasta el 2 de abril de 1836. Le agradó a don Joaquín, la bucólica población de San Andrés Chalchicomula como residencia familiar y ahí se dedico a actividades en el campo. El teniente Córdova se había desposado en primeras nupcias con doña María de la Luz Loyo poco después de su arribo a México en 1820 y con ella tuvo varios hijos: Joaquín7, Manuela, Paz, Ramón y Francisco. Sabemos de buenas fuentes que Joaquín nació en el año de 1823 y que su hermana Manuela se casó con un hijo del célebre insurgente mexicano, General Don Nicolás Bravo 8 Enviudo en noviembre de 1840 y el 1 de abril de 1842 contrajo segundas nupcias en la capilla de la Hacienda Santa Ana, propiedad de
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Joaquín Córdova Loyo dio su consentimiento para que su media hermana Rosa María pudiera casarse según consta el acta de matrimonio del registro civil de San Andrés (libro de actas del año de 1867) óp. cit. 8 Arellano Montiel, Saúl, La Casa de la Magnolia, 2007 p. 38 123
LOS ARZOBISPOS…
la familia, y perteneciente al partido de San Andrés con la señorita María Rosa Puig y Vicente a la sazón de 18 años de edad. Don Joaquín ya no entregaría a su hija Rosa María en matrimonio con Don Martin Tritschler ya que falleció dos años antes como consta en el libro para las partidas de entierros del año 1866, marcado con el número 22 a fojas 7 frente que dice: En el campo santo de San Andrés Chalchicomula a primero de junio de mil ochocientos sesenta y seis Yo D. José Ma. Carvajal, cura interino de esta feligresía, di sepultura al cadáver de Don Joaqn de Córdova y García de setenta y dos años de edad, viudo de Da. Rosa Puig originao. De Murcia en España y vecino de esta ciudad, recibió todos los auxilios espirituales, murió de pulmonía. Y lo firmé. José Ma. de Carvajal
Partida de defunción del teniente retirado del primer ejército nacional mexicano “Ejercito Trigarante” don Joaquín de Córdova y García
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LA FAMILIA MATERNA
La Fortaleza de San Carlos de Perote lugar donde estuvo acuartelado el teniente don Joaquín de Córdova y García cuando aun pertenecía al ejército de la corona española en los azarosos últimos años de la independencia.
Consumada la independencia muchos de los españoles y criollos incorporados al nuevo ejército mexicano fueron adscritos a cargos administrativos como fue el caso del Gral. Brigadier José María Calderón (imagen), nombrado gobernador constitucional, el primero que tuvo el Estado de Puebla, bajo cuyas órdenes estuvo el teniente Joaquín de Córdova y García como su secretario particular, esto último de acuerdo con los testimonios de sus nietos don Martin y don Guillermo Tritschler y Córdova.
María Rosa Puig y Vicente Hija de don Francisco Puig Rendón y doña Brígida Vicente, fue María Rosa abuela materna de don Martin y don Guillermo Tritschler y Córdova, nacida en el año de 1824 en Tudela, pequeña ciudad a orillas del rio Ebro– de la región Vasca de Navarra. Su padre don Francisco Puig9 fue seguramente uno de los muchos peninsulares de las 9
Francisco Puig y Rendón, posiblemente haya sido el mismo prospero comerciante de telas de origen catalán al que hacen referencia los archivos históricos municipales de Puebla sabido gracias a la notable obra sobre las calles de Puebla del doctor Hugo Leicht, véase: Leicht, Las Calles, pp. 293ª y 453ª, ya que comparando lo dicho en la biografía de don Guillermo Tritschler y Córdova menciona que su bisabuelo murió 125
LOS ARZOBISPOS…
provincias costeras que emigraban para mejorar su posición socioeconómica y que tradicionalmente partían solos para que una vez establecidos se les unieran sus familiares.10 Establecida su residencia en Puebla don Francisco Puig decide llamar a su esposa e hijas en medio de un clima político adverso, ya que se había decretado la expulsión de los españoles residentes en México desde 1827. Mientras tanto, la efervescencia de las luchas intestinas entre liberales y conservadores que se suscito entre 1829 y 1835 alcanzó a los civiles de Puebla cuando López de Santa Anna se subleva y derrota a Bustamante; como miembro de las guardias civiles de Puebla don Francisco Puig muere a manos de los rebeldes en Veracruz. Entre tanto Brígida y sus hijas quizá hayan salido rumbo a México de un puerto no español, ya que las relaciones entre España y México estaban rotas y empeoradas por la expulsión de sus súbditos, no obstante se sabe el año de su partida: 1833. En la difícil travesía atlántica debido a las pésimas condiciones del viaje fallece en alta mar doña Brígida y al desembarcar las niñas, aunada a su pena, sabrían la muerte de su padre. Vivieron entonces las huérfanas bajo el amparo de su tío el Capitán don Manuel Argüelles Montes, quien eligió fijar su residencia en Chalchicomula en el año de 1839 cuando María Rosa cumplía los 15 años de edad. en 1833 y los mencionados archivos municipales, sin precisar el año, indican que el catalán murió antes de 1835; personalmente el autor acudió a dichos archivos asumiendo que Leicht hubiese omitido el segundo apellido Rendón del comerciante Puig, sin embargo y desafortunadamente, de todas las personas inscritas en padrones, libros de censos o estadísticas solo se mencionan los primeros apellidos. Una minuciosa búsqueda en estos u otros archivos quizá esclarezca que Francisco Puig y Rendón bisabuelo de los arzobispos y el prospero comerciante de telas cuyo apellido dio nombre a la antigua casa que albergaba su fabrica “Casa del obraje de Puig”, av. 4 oriente 600, sean la misma persona. 10 Los vascos que vinieron a México durante los siglos XVIII y XIX lo hicieron para mejorar su posición socioeconómica y por lo tanto eran individuos que creían que México les ofrecía más que España, los vascos tradicionalmente emigraban por el sistema comanditario, basado en el paisanaje y sobre todo en el parentesco. M. Kenny et al. Inmigrantes y Refugiados Españoles en México, Ediciones de la Casa Chata, p.178. 126
LA FAMILIA MATERNA
A los 18 años María Rosa contraería matrimonio con el teniente Joaquín de Córdova, recientemente viudo de su primera esposa María de la Luz Loyo. Se celebró el día uno de abril de 1842 en la capilla de la hacienda de Santa Ana, y consta en el acta correspondiente en archivos de la Doctrina de San Andrés Chalchicomula de los años 1841-1849, marcado con el número 25 y fojas 10 frente que consta con muy buena caligrafía y que al margen dice: "Casamiento y Velación de don Joaquín Córdova y Da. Rosa Puig.- Españoles”. En la capilla de la Hacienda Santa Ana de la Doctrina de San Andrés Chalchicomula a primero de abril de mil ochocientos cuarenta y dos. Habiéndose leído las tres amonestaciones que previene el Santo Concilio de Trento en tres días festivos continuos inter missarum solemna y no resultando impedimento alguno canónico por parte de don Joaquín Córdova de 38 años de edad, teniente retirado del ejército, natural de la ciudad de Murcia en España, y hace nueve años vecino de esta feligresía, viudo de Da. María de la Luz Loyo, sepultada en esta Parroquia hace un año y seis meses; y Da. María Rosa Puig y Rendón, doncella de 18 años de edad, natural de Tudela de Navarra en España y hace nueve años residente en esta República, con tres que lleva de residencia en este Pueblo, hija legitima de Don Francisco Puig y Rendón y de Da. Brígida Vicente, difuntos, según todo consta del expediente archivado con fecha 11 de marzo ppdo : Por lo que examinados en la Doctrina cristiana, confesados y comulgados un día antes, Yo el cura propio, Vicario, Foráneo de este Partido D. José Antonio Reyero y digo, teniendo presentes sus personas los case inffaccie Ecleccie por palabras de presente (sic) en que manifestaron su mutuo consentimiento e hicieron legitimo matrimonio siendo testigos el Capitán D. Manuel Arguelles, Andrés Ramos y otros presentes. Recibieron las bendiciones y lo firmé. Rubrica José Antonio Reyero
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LOS ARZOBISPOS…
Aunque el apellido materno de doña María Rosa debió escribirse "Vicente" y no "Rendón", como se desprende de esta misma acta al poner como sus padres a "D. Francisco Puig y Rendón y Da. Brígida Vicente" así mismo en esta misma acta se aclara la confusión del apellido "Puig" ya que en otras actas familiares el apellido aparece como "Puy" o incluso "Luy" que no existen en la heráldica española.11
Acta del matrimonio del Teniente retirado D. Joaquín de Córdova y García y Dña. María Rosa Puig y Vicente, celebrado el 2 abril de 1842 en la capilla de la hacienda Santa Ana perteneciente al partido de San Andrés. Abuelos maternos de los arzobispos don Martin y don Guillermo. 11
En los manuales de genealogía y heráldica encontramos el apellido Puig (catalán) compuesto con más de 20 apellidos, como Puigbaco, Puigcerver y Puigvecino. El vocablo Puig de la lengua catalana se pronuncia “Puch” 128
LA FAMILIA MATERNA
Por otra parte hay confusión en cuanto a la edad del teniente don Joaquín Córdova y García ya que hay dos fuentes que contradicen lo asentado en su acta matrimonial, la cual dice que tenía 38 años de edad al casarse, pero su acta de defunción declara que murió a los 72 años en 1866 y en otra fuente menciona que llegó a México en 1820 a la edad de 26 años12, coincidiendo ambas informaciones podemos concluir reservadamente que don Joaquín Córdova y García tenía 48 años cuando se desposó de doña Rosa María Puig Vicente. El capitán Manuel Argüelles Montes quien adoptara a las dos niñas huérfanas Brígida y María Rosa, aparece como testigo en esta acta de matrimonio, además fue uno de los 38 nombrados por Iturbide como miembro de la Suprema Junta Provisional Gubernativa que firmaron el acta de Independencia, posteriormente nombrado alcalde de Orizaba en 1823, vice gobernador del Estado de Veracruz en 1825 y gobernador interino en1826.13 De este matrimonio nacieron en orden: Rosa María Córdova y Puig quien se caso con Martin Tritschler Schwörer el 5 de Junio de 1867. Prisciliano José de Córdova y Puig quien habría de ser canónigo de la Catedral de Puebla, fundador del Colegio "Calceta”, Rector, fundador y restaurador del Seminario Palafoxiano, entonces junto al templo de Belemitas. Dolores Córdova y Puig quien se caso con Juan C. Dávila, ella murió 16 de Mayo de 1919. Brígida Córdova y Puig quien se caso con Antonio Rosains, ella murió en enero de 1918. Guadalupe Córdova y Puig14 quien se caso con Enrique Freyria, padres distinguidos del ilustre canónigo –por muchos años– de la Catedral de Puebla, Sr. Lic. Don Alfredo Freyria y Córdova. Murió Guadalupe el 16 de diciembre de1922. María Córdova y Puig que murió soltera el 16 de noviembre de 1924 y Luis y Javier Córdova y Puig que dejaron descendencia. 12
Valdés Porfirio, Pbro., p.14 Arellano Montiel, Saúl, La Casa de la Magnolia, 2007, p35. Al parecer el capitán Argüelles fue muy amigo de los padres de María Rosa y Brígida. 14 Véase foto de la página 142 de este libro. 13
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El 5 de junio de 1867 el cura interino de San Andrés bendecía la unión matrimonial de don Martin Tritschler con la señorita doña Rosa María Córdova y Puig, con la ausencia de sus fallecidos padres. Probablemente Rosa María Puigcuando se tomó esta guardaba el acostumbrado y largo Córdova periodo dey luto fotografía, por la muerte de su padre ocurrida el 1 de junio de 1866. No sabría que andando el tiempo seria madre de dos grandes arzobispos ya que falleció en la plenitud de la vida el 18130 de marzo de 1881 a la edad de 37 años
LA FAMILIA MATERNA
Ros a Mar 铆a C贸r dov ay Puig Naci 贸 el 23 de Novi embr e de 1843 en la Haci enda Santa Ana, propi edad famil iar, en San Andr 茅s Chal chico mula, y bauti 131
LOS ARZOBISPOS…
zada en la parroquia dos días después, recibiendo los nombres de Rosa María Juana Joaquina de Jesús Josefa y Catarina, siendo sus padrinos su medio hermano mayor Joaquín Córdova y Loyo y su tía Brígida Puig, la bautizó el Sr. Cura Br. don José Antonio Reyero, el mismo que casó a sus padres. Fue la primera hija del segundo matrimonio del Teniente Joaquín de Córdova y García y la primera de María Rosa Puig y Vicente teniendo ellos 49 y 19 años respectivamente cuando Rosa María nació; transcurre su infancia y adolescencia en San Andrés rodeada de sus medios hermanos: Joaquín, Ramón, Manuela, María de la Paz, y Francisco y de sus propios hermanos; Prisciliano José, Dolores, Brígida, Guadalupe, María, Luis y Javier. Sabemos que su media hermana Manuela se caso con un hijo del insigne insurgente, general don Nicolás Bravo.1 Muy joven a los 14 años cambio de residencia a la Ciudad de Puebla donde permaneció por 6 años para luego vivir por 2 en Cholula y posteriormente regresó a su tierra natal en San Andrés, como consta en su acta matrimonial radicada en el archivo de la Parroquia de San Andrés Chalchicomula en el libro numero 27 y a fojas 170 celebrado el 5 de Junio de 1867, siendo el Sr. Cura interino de San Andrés D. José María de Jesús Carvajal que bendijo la unión matrimonial: D. Martin Tritschler soltero, comerciante de 52 años de edad, natural de Schwärzenbach, en Alemania y de treinta y tres años, al presente vec. del Imperio2, trece vivió en Puebla y el resto en esta ciudad, hijo legitimo de D. Martin Tritschler y de Da. Ysabel Schwieur3 dfta. y..... Da. Rosa Ma. Córdova, doncella de 23 años de edad, natural de esta ciudad, seis años vivió en Puebla, dos en Cholula y de dos años al presente vuelta a su origen, hija legítima de D. Joaquín Córdova y Da. Rosa Pui (debe decir Puig).
La otra acta pero civil dice: 1
Arellano Montiel, La Casa de la Magnolia, historia de familias, 1882-1970, p.35 Se refiere al imperio de Maximiliano de Habsburgo en México que duró de 1864 a 1867; luego de caer prisionero de las fuerzas de Juárez en Querétaro fue juzgado y fusilado junto con los generales Miramón y Mejía el 19 de junio de este año, es decir catorce días después de su casamiento. 3 Curiosamente en México, Martin, adaptó el nombre de su madre al español y afrancesó su apellido de Fides Schwörer por Ysabel Schwieur. 2
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LA FAMILIA MATERNA
En Chalchicomula a veintidós de Mayo de mil ochocientos sesenta y siete compareció en esta oficina Don Martin Tritschler natural de Alemania y vecino de esta ciudad hace quince años, comerciante de cincuenta y dos años de edad, hijo legitimo de Martin Tritschler y Doña Ysabel Schwieur ambos vecinos de Alemania y manifiesta que quiere contraer matrimonio con Doña Rosa de Córdova y Puig, para mejor efecto pase yo el encargado del Estado civil a la casa de la expresada Señorita a solicitud del exponente a recabar de ella así como de su hermano mayor el respectivo consentimiento por manifestar el interesado que sus padres son difuntos y estando en ella procedí a verificarlo en presencia de los testigos Don Isidro Molina4, Don Antonio Arango, Don Ángel Aresti y Don Cipriano López vecinos todos de esta ciudad, comerciantes, y a mi interrogación dirigida a la interesada sobre si tenía la voluntad en casarse con Don Martin Tritschler contestó que si añadiendo ser originaria y vecina de esta ciudad de veintitrés años de edad, hija legitima de don Joaquín Córdova difunto viudo que fue de Doña María de la Luz Loyo y casada por segunda vez con Doña María Rosa Puig también difunta de quien es hija la exponente, todo lo cual fue practicándose en presencia de Don Joaquín Córdova hermano mayor de la interesada, vecino de esta ciudad, soltero de cuarenta y cuatro años de edad, comerciante e hijo del expresado Don Joaquín Córdova y de Doña Luz Loyo quien dio su consentimiento para que su hermana pudiese casarse con el citado Sr. Tritschler a continuación fueron interrogados sobre si no sabían que tuviesen algún impedimento los interesados para no casarse y contestando que no lo tenían, procedió esta oficina a publicar el matrimonio en los respectivos lugares y estando el tiempo marcado, la ley de la materia sin que hubiese ningún impedimento llego el día designado para el matrimonio y a solicitud de los interesados pase yo el Juez del ramo a la casa de estos y certifique el matrimonio dando lectura a los tres 4
Isidro Molina era uno de los grandes hacendados de la región de San Andrés, poseía: San José la Capilla, Quetzalapa, Santa Inés Varela, San Felipe y Petatitlán, entre otras fincas al otro lado de Quecholac. Molina y José María Couttolenc otro gran hacendado (hijo del inmigrante francés Joseph Antoine Couttolenc) apoyaron en 1876 con un pequeño ejército de 200 hombres a Porfirio Díaz en la revolución de Tuxtepec que lo llevó a la presidencia. Arellano, La Casa, 2007, p63. 133
LOS ARZOBISPOS…
primeros artículos de la misma ley y en consecuencia los declare unidos en su matrimonio con lo que concluyó este acto que formaron los interesados, testigos y el hermano mayor, conmigo el suscrito Juez. José María Herrera Rubrica
Tomamos como referencia que cinco años después de la explosión de la Colecturía de San Andrés en que Martin Tritschler ayuda a las victimas sobrevivientes, se desposa de Rosa María Córdova y Puig. Rosa María fue una santa mujer, a decir de sus parientes, quien apenas vislumbrada por el mas pequeño de sus hijos, Guillermo, sumió en la orfandad junto a otros cinco, pues tres fallecerían en la niñez muriendo a los treinta y ocho años de edad de su corto matrimonio que duraría solo 14 años. Nacieron en orden cronológico: Martin Felipe Neri de Jesús Tritschler y Córdova XXXVI Obispo y Primer Arzobispo de Yucatán Nació el 26 de Mayo de 1868 en San Andrés Murió el 15 de Noviembre de 1942 sepultado en la Catedral de Mérida Joaquín Luis María de Jesús Atilano Tritschler y Córdova Administrador de las haciendas de Tepeojuma, San Nicolás de Tolentino, San Juan Raboso, la Galarza y San Félix Rijo, Propiedades de Sebastián B. de Mier (época Porfirista) Nació el 28 de Septiembre de 1868 en San Andrés Ch. murió el 24 de Octubre de 1906 en la hacienda de San Nicolás Tolentino, Puebla Su única hija, Carolina Tritschler Santana y abuela del autor fue a la vez la única descendiente de la familia Tritschler y Córdova. Rosa María de los Dolores Micaela Tritschler y Córdova Madre Superiora de la Casa de Caridad de San Felipe en Guadalajara Jalisco cambio su nombre por María de Jesús Nació el 28 de septiembre de 1870 en San Andrés Murió el 18 de enero de 1908 en Guadalajara Jal. 134
LA FAMILIA MATERNA
María Dolores Teresa Justina Josefa de Jesús Tritschler y Córdova Nació el 1 de abril de 1872 en San Andrés Vivió por lo menos 7 años, fallece siendo niña. María Luisa Tritschler y Córdova Nació el 25 de junio de 1873 en San Andrés Murió siendo niña. Alfonso María Macedonio José de Jesús Tritschler y Córdova Nació el 12 de septiembre de 1874 en San Andrés. Se graduó en la Universidad Gregoriana de Roma, Bachiller en Teología, Licenciado en Filosofía y Doctor en Derecho Canónigo, renuncio a la carrera eclesiástica, dedicándose a la arquitectura desde el 4 de agosto de 1902, Murió de pulmonía el 28 de julio de 1904 en la Ciudad de Puebla No dejo descendencia. Guillermo José de Jesús María Juan de Dios Tritschler y Córdova Nació el 8 de marzo de 1876 en San Andrés Vivió por lo menos 3 años y luego falleció. Guillermo José María de Jesús Tranquilino Tritschler y Córdova En proceso de canonización, y por lo tanto es “Siervo de Dios”.5 VI Obispo de San Luis Potosí y Séptimo Arzobispo de Monterrey Nació el 6 de junio de 1878 en San Andrés Murió el 29 de julio de 1952 en Monterrey N.L. Sepultado en la Catedral de Monterrey Todos ellos, con la costumbre de cumplir el acto religioso antes que el civil, fueron bautizados a los pocos días de nacer como muestra el acta de nacimiento de Guillermo Tranquilino, el último de los hijos de Rosa María: En la parroquia de San Andrés Chalchicomula a diez de Julio de 1878, yo el Presbítero Br. Don Prisciliano José de Córdova de licentia Parrochi bautice solemnemente puse oleo y crisma a Guillermo José 5
Siervo(a) de Dios es el nombre de aquellos hombres o mujeres cuyo proceso diocesano a terminado en la sede que lo promueve solicitando al Vaticano se inicie su proceso de canonización el cual acepta (Nihil Obstat). 135
LOS ARZOBISPOS…
María de Jesús Tranquilino, nació el día seis de este mes, hijo legitimo de Don Martin Tritschler y Doña Rosa de Córdova, nieto por la línea paterna de Don Martin Tritschler y Doña Ysabel Schwieur6, y por la materna de Don Joaquín de Córdova y de Doña Rosa Luy7; fueron sus padrinos el Sr. Don Bernardo Ruiz de Santiago y la Señorita Doña Vicenta Montiel8 a quienes advertí su obligación y parentesco espiritual que contrajeron. Y lo firme. Gerónimo Carreón Prisciliano José de Córdova9 (Rubrica) Pbro. (Rubrica)
Sin embargo, siguiendo la mencionada costumbre, la prontitud con la que presentaron a sus hijos ante la autoridad del registro de lo civil no fue expedita: En Chalchicomula a Nueve de enero de 1878 y horas que son las ocho de la mañana, ante mi Juan Zapiain, Juez del Estado civil de este Distrito compareció el ciudadano Martin Tritschler originario de Alemania, naturalizado mexicano, vecino de esta ciudad casado, comerciante de 61 años de edad y manifestó que no habiendo presentado a sus hijos Rosa María de los Dolores Micaela, María Dolores Teresa Justina Josefa de Jesús, Alfonso María Macedonio José de Jesús y Guillermo José de Jesús María Juan de Dios, en ninguna oficina del Registro Civil hoy en virtud de la ley de 16 de agosto del pasado año, los presenta vivos a esta para que disfruten de las prerrogativas y derechos que las leyes vigentes les conceden. Declaro igualmente que dichos niños los tuvo de su esposa legítima Rosa Córdova de treinta y tres años de edad, natural y vecina de esta ciudad con
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realmente su nombre era Fides Schwörer y no Ysabel Schwieur queda demostrado que es "Puig" y no "Luy" 8 Vicenta Montiel muy joven se había casado con el entrado en años Isidro Molina, al enviudar ese mismo año (1878) quedó como albacea de sus haciendas, posteriormente se casó con D. Bernardo Ruiz de Santiago otro gran hacendado de San Andrés. Dos años antes Isidro Molina y José María Couttolenc habían apoyado a Porfirio Díaz con un pequeño ejército de 200 hombres en apoyo al Plan de Tuxtepec, que lo llevó a la presidencia. Arellano, Montiel, La Casa, 2007 p. 63 9 Hermano de Rosa María, Prisciliano José, seria trascendental en la vida de los hermanos Martín, Alfonso y Guillermo Tritschler. 7
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LA FAMILIA MATERNA
quien está casado civil y canónicamente. Que la primera nació el día (....) Siendo abuelos paternos (...). Juez Juan Zapiain Martin Tritschler (Rubrica) (Rubrica) Testigos: Silvestre Castillero Cristóbal Sánchez Montero
De esta acta se deduce, que dos de los tres niños Tritschler que fallecieron a temprana edad, María Dolores viviría por lo menos 7 años y Guillermo José que cumplía a la sazón un año y diez meses, fallecería al poco, y en consecuencia, el último hijo de los Tritschler que nació el 6 de junio de ese mismo año, seria bautizado Guillermo en recuerdo de aquel y que María Luisa que nació en 1873 ya había fallecido dado que no aparece en este acta. Es oportuno decir que la ley del Registro Civil que controla las estadísticas de los nacimientos, defunciones y matrimonios, pasa al Estado en virtud de las Leyes de Reforma de Julio de 1859 emanadas del gobierno de Benito Juárez con Miguel Lerdo de Tejada como principal impulsor. Un acontecimiento importante y dichoso en la corta vida de esta madre abnegada y devota transcurrió en San Andrés cuando celebraba su día de Santo el 30 de Agosto de 1879 y su pequeño Martin, el mayor de todos, que contaba 11 años, la festejó con su primera comunión que recibió en la misma iglesia parroquial de manos del Sr. Cura D. Jerónimo Carreón acompañados de los acordes de D. Aurelio Vanegas10 en contraste con la tristeza de verlo partir cuatro meses 10
En un futuro cuando el señor don Sebastián B. de Mier, Ministro Plenipotenciario, cerca del gobierno francés en tiempo del Gral. Díaz, le comentó alguna vez a mi bisabuelo Joaquín Tritschler, que estando en Europa, escuchó música mexicana, pero nunca tan repetidamente como Sobre las Olas del inmortal Juventino Rosas y El Colibrí del maestro Vanegas. Compositor, pianista, organista y director de orquesta y banda nacido el 24 de octubre de 1851 en San Andrés Chalchicomula, autodidacta, Vanegas fue elegido como organista parroquial de la iglesia de San Andrés y allí comenzó a escribir sus primeras composiciones sacras que llegaron a alcanzar las quinientas, entre las más conocidas: Misa para orquesta y tres voces, Los Maitines para la festividad del Corazón de Jesús y El Cordero de Blanca Pureza, himno para antes de la Comunión que fue muy popular en todo México, en otros géneros compuso el vals El Colibrí que bajo la marca de la "Casa Wagner" se volvió tan popular en toda la República y 137
LOS ARZOBISPOS…
después para Puebla el 31 de Diciembre para ingresar al Seminario Palafoxiano. Como escribió el Pbro. D. Porfirio Valdés: «La santa e ilustre madre de estos esclarecidos hijos Doña Rosa Córdova de Tritschler no tuvo la alegría de ver a sus hijos en plenitud juvenil porque el 18 de marzo de 1881 entrego su alma virtuosa y sufrida al creador»
Su acta de defunción11 declara: «...ayer a las cinco de la tarde en la calle de las Damas en la casa numero 5 a consecuencia de hipertrofia (sic) falleció la Señora Rosa María Córdova, no indígena, de treinta y siete años de edad...»«...El cadáver será inhumado en pavimento (sic) del Panteón de San Juan...»
Su sepulcro se halló por muchos años en el panteón de San Juan anexo a la Iglesia de San Juan Nepomuceno junto a los restos de don Martin Tritschler, su esposo, que fueron inhumados ahí en enero de 1894, pero desapareció el panteón, dando lugar a la Colonia Santa Elena de Cd. Serdán.
mas allá como Sobre las Olas de Juventino Rosas. Excelente anfitrión, siempre recibía en su casa a sus amigos entre ellos los Tritschler, los Molina y Montiel, los Couttolenc, los Aresti y los Ruiz de Santiago. Es posible que los niños Tritschler hayan sido miembros del coro infantil creado por Vanegas o sido enseñados por él en sus clases de música que impartió siempre a los San Andreseños. Incursionó en otros géneros de su época como la polka, el vals, la mazurca y romanzas Siempre vivió en San Andrés y murió allí el 27 de Enero de 1904. Márquez, Hombres, 1952, T.I, p.407 11 libro de defunciones a fojas 22 del acta número 89 del Archivo General del Estado. 138
Don Martin Tritschler y su esposa doña Rosa María Córdova y Puig con su pequeño hijo Guillermo José de Jesús Tranquilino nacido el 6 de julio de 1878, futuro sexto obispo de San Luis Potosí y séptimo arzobispo de Monterrey. 139
LOS ARZOBISPOS…
Prisciliano José de Córdova y Puig Prisciliano fue hijo del Teniente Joaquín de Córdova y García (17941866) y de María Rosa Puig y Vicente (1824–?) padres ellos también de Rosa María Córdova. De acuerdo a su acta bautismal nació el 2 de enero de 1845 y bautizado dos días después en la parroquia de San Andrés Chalchicomula por el Sr. Cura D. José Antonio Reyero con el nombre de Prisciliano Genoveva de Jesús María y José, fueron sus padrinos D. Joaquín de Córdova, soltero, y su hermana Dña. María, de la Paz, doncella, tíos del bautizado, e hijos los dos del primer matrimonio del teniente D. El canónigo Prisciliano José Joaquín Córdova y García y María de de Córdova, secretario de la Mitra para el obispo Mora y la Luz Loyo. Prisciliano moriría a los Daza de quien fue un 44 años, no obstante llego a ser colaborador eficaz, adquirió canónigo de la Basílica Catedral de el edificio de Belemitas para Puebla por espacio de cuatro años y el Seminario Palafoxiano fundador del Colegio "Calceta" que fue siendo su rector, fundador y un instituto de educación media y entre otras tantas obras religiosa para señoritas, fue secretario estableció un reconocido de la mitra del Obispo José María colegio para señoritas, fue el Mora y Daza así como rector, benefactor de sus sobrinos restaurador y fundador de la nueva Martin, Guillermo y Alfonso sede del Seminario Palafoxiano de Tritschler. Puebla (Academia Teojurista) y poco antes de su inesperada muerte fue propuesto para obispo de Veracruz.1 1
Cordero y Torres, Enrique, Diccionario Biográfico de Puebla, tomo I, p. 186. 1972. 140
LA FAMILIA MATERNA
Siempre muy cercano a la familia Tritschler y Córdova, bautizó a todos los hijos de Rosa María y posteriormente se convirtió en protector y benefactor de tres de ellos, Martin, Alfonso y Guillermo. En el año de 1879 el padre Córdova, en ese entonces, canónigo de la Basílica Catedral, trae a su sobrino Martin de once años a Puebla para comenzar sus estudios en el Seminario Conciliar Palafoxiano del cual el padre Córdova seria su rector en breve, posteriormente en 1883, el Obispo de Puebla Dr. Francisco de Paula Verea y González da su autorización para mandar al joven Martin a estudiar a Roma, siendo su tío Prisciliano el que se encarga de arreglar y costear todos los gastos del viaje, así mismo lo haría años después con sus otros sobrinos Guillermo y Alfonso. En 1884 murió el obispo de Puebla, Paula y Verea que había solicitado a la Santa Sede la facultad de conferir grados académicos en el Seminario Conciliar. La ejecución de estas facultades le correspondió al nuevo Obispo, el Dr. José María Mora y Daza que se hizo cargo de la Diócesis el 15 de febrero de 1885 que determinó que la Academia del Seminario Palafoxiano llevase el titulo de Academia Teojurista y comenzase a surtir efecto la concesión pontificia ya obtenida. El Obispo Mora y Daza encargó a los comisionados Prebendado Prisciliano José de Córdova y al Dr. y Maestro Ramón Ibarra y González que había egresado del Colegio Pio Latino Americano y ambos esclarecidos ex alumnos del Seminario Palafoxiano, para establecer el Reglamento y Plan de Estudios y Disciplina que el canónigo Dr. Florencio M. Álvarez calificó como “magnifico Reglamento y un Plan de Estudios muy notable”.2 Por así exigirlo, la categoría de la nueva Academia Teojurista, y el renacimiento del Seminario Conciliar Palafoxiano, los Sres. Córdova y Puig e Ibarra y González, con la aprobación del Sr. Obispo Mora y Daza adquirieron el edificio del Ex-convento de Belemitas3 anexo al 2
Quiroz y Gutiérrez, Nicanor, Historia del Seminario Palafoxiano de Puebla, (1644-1944), pp., 133,134 Puebla 1947. 3 Este edificio está en la actual Avenida 4 poniente 500, La placa adosada al Templo de Belén, reza: “Los hermanos hospitalarios de Nuestra Señora de Belén, primera orden originaria de América, construyeron el templo y el hospital anexo para convalecientes. El templo se terminó en 1700. Este hospital fue el que sirvió de sede al Pontificio Seminario Conciliar Palafoxiano o Academia Teojurista, elevado a la 141
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templo de Belén, para trasladar allá al Seminario, dejando su antigua residencia del Hospitalito en 1886 despojado por las Leyes de Reforma El obispo nombró al prebendado D. Prisciliano José de Córdova y Puig como Rector de esta nueva casa de estudios. Antes del traslado, el obispo encargó al nuevo Rector se hicieran al edificio del ex convento adaptaciones y mejoras materiales, este edificio tenía cuatro grandes patios y en él, monseñor Córdova acondicionó las aulas académicas, una Aula Máxima para eventos solemnes, salón de juntas y Vice rectoral, habitaciones, enfermería, biblioteca, teatro, salón de estudios, refectorio, dormitorios para profesores y alumnos así como baños, un billar y boliche.4 Adquirió el rector Córdova y Puig la hacienda de Amalucan, en donde pasaban los seminaristas internos sus días de asueto y de vacaciones. El obispo Mora y Daza planeo una peregrinación mexicana a Roma con el fin de saludar al Pontífice León XIII y visitar los santos lugares, organizada esta, fallece repentinamente el obispo de Puebla sin ver realizado este viaje, no obstante, el Dr. y Maestro Ramón Ibarra y González en su función de vicario capitular le toca llevar a Roma a los 144 peregrinos, el secretario de esta histórica peregrinación mexicana a Roma5 era el secretario de la mitra el rector del Seminario D. Prisciliano José de Córdova y Puig, quien no pudiendo ir con los peregrinos, mandó a sus pequeños sobrinos Alfonso y Guillermo, con la determinación de que se quedaran en Roma, como internos del Colegio Pio Latino Americano en donde desde 1883 estaba ya Martin el mayor de los hermanos Tritschler; de aquellos 144 peregrinos solo categoría de Universidad Católica Angelopolitana en 1907, la cual funcionó en este lugar hasta 1914, fecha en que las tropas carrancistas ocuparon sus instalaciones. En 1928, parte del inmueble fue convertido en sede del Cuartel General de la 25 Zona Militar. La Secretaria de la Defensa Nacional instaló en este lugar, el museo y biblioteca Ignacio Zaragoza, que abrió sus puertas al público en 1997”. 4 Quiroz y Gutiérrez, Nicanor, ídem. 5 La Gran Romería Nacional, Historia de la Primera Peregrinación Mexicana a Roma, Obra escrita por un Peregrino, tipografía Aguilar e hijos, el Tomo I tiene 351 páginas y el tomo II, 452, 1889, México, aquí se publican 2 litografías y dos fotografías de los peregrinos en la que aparecen los hermanos Tritschler. 142
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se quedarían los hermanos Tritschler y otro pequeño de edad, Luis de la Maza Domeq (ver fotografía, pagina 145). Pasó los últimos días de su enfermedad en la Hacienda de Amalucan6, siendo asistido espiritualmente con los Santos Sacramentos de la Eucaristía y Extremaunción por los señores comisarios nombrados por el Cabildo, quienes comunicaron que a las seis de la mañana del día 10 de marzo de 1889 había fallecido el prebendado y racionero don Prisciliano José de Córdova, teniendo lugar sus funerales dos días después en la misma Iglesia Catedral y se acordó con sus familiares se depositaran sus restos en la Capilla de la Soledad de la misma7, sin que conste, porque no hay la más modesta inscripción. Poco tiempo antes el padre Córdova había sido propuesto para obispo de Veracruz, tampoco habría de atestiguar como sus dos sobrinos Martin y Guillermo escribirían una página en la historia de su país y de la Iglesia Mexicana en buena medida gracias a él.
Alfredo Freyria y Córdova (1892-1963) Hijo de Guadalupe Córdova y Puig fallecida el 16 de diciembre de 1922 y del Lic. Enrique Freyria, por lo tanto sobrino de Rosa María Córdova y Puig y primo de los arzobispos Martin y Guillermo Tritschler. 8 Ampliamente reconocido aun hoy en día por el Clero poblano , fue el padre Freyria el Canónigo Arcediano que durante 22 años estuvo bajo su dirección la Santa Basílica Catedral de Puebla. Su vida fue íntegramente dedicada a la caridad ya que sus innumerables obras que legó a los pequeños huérfanos de Puebla así lo manifiestan. Nació en 6
La antigua hacienda permanece aún en pie, esta propiedad privada se encuentra en el paraje llamado bosque de Manzanilla al norponiente del antiguo bosque de Amalucan, su aspecto es ruinoso aunque conserva intacta su estructura principal. 7 Libro de actas capitulares marcado con el numero 72 a fojas 110, Archivo de Cabildo de la Basílica Catedral de Puebla. 8 En una plática informal Don Rosendo Huesca y Pacheco Arzobispo de Puebla me comentó de la memoria que dejo el Padre Freyria por sus obras y caridad. Mis tías en diferentes actos religiosos de sus vidas acudieron a él y lo llamaban cariñosamente tío Alfredito. 143
LOS ARZOBISPOS…
Puebla de los Ángeles en junio de 1892, ingresando al seminario Conciliar de México desde muy pequeño. Se ordenó a la edad de 22 años, por permiso especial del Papa Pio X (por no tener la edad competente exigida por las ordenes sagradas). A la edad de 49 años obtuvo el cargo mencionado de la Catedral de Puebla, consejero del Arzobispado y durante muchos años fue Profesor del Pontificio Seminario, así como párroco y capellán titular de la Basílica. Sus innumerables obras: Fundó el Asilo del Consuelo, especial para niños y el de alfabetización de "Nicolás de Bari" para pequeñas indigentes. Así mismo monseñor Freyria y Córdova estableció la Congregación de Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús. La iglesia parroquial del Perpetuo Socorro de la Ciudad de Puebla en el corazón de la colonia Chula Vista fue totalmente construida por su cuenta, sin embargo supo atraer la cooperación de mucha gente para su realización, dedicó el templo al culto mariano y más tarde el arzobispo Octavio Márquez la elevó a categoría de parroquia. Toda su vida la dedico a socorrer a los pobres, como así lo afirman muchas personas que acudieron en pos de alivio espiritual y material a las que nunca defraudó. Falleció el viernes 12 de julio de 1963 a la 1:10 de la mañana, a la edad de 71 años, en el hospital del Sagrado Corazón de Jesús.9 Sus funerales tuvieron lugar a las 6:30 en “su” capilla de San Nicolás de Bari donde permaneció hasta las 10 horas con la asistencia del Arzobispo, el Cabildo, alumnos del Seminario y un nutrido grupo de fieles, montaron guardia los niños del Asilo del Consuelo, por quienes tanto trabajo, después, a las 17 horas fueron conducidos sus restos al Panteón Francés en donde ya sumaban centenares los fieles acompañantes.10 Sus restos fueron exhumados y enterrados en la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe misma donde descansan los de monseñor Ramón Ibarra y González, en la Basílica Catedral de Puebla.
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Cordero y Torres, Enrique, Diccionario Biográfico de Puebla, p.256 Resumen de la nota en primera plana del periódico El Sol de Puebla del 13 de julio de 1963 10
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El padre Freyria con las niñas del Colegio de “San Nicolás de Bari”, a él se le atribuye introducir la veneración de aquel santo a Puebla y consagrar a su devoción la primera capilla del lado norte de la Basílica Catedral. Abajo, en una foto del recuerdo de su ordenación sacerdotal con sus padres el Lic., Enrique Freyria y doña Guadalupe Córdova y Puig hermana de Rosa María.
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VUESTRO PRELADO VALE ORO, VALE UN PERÚ
CAPITULO
4 Vuestro prelado Vale oro, vale un Perú Martin Tritschler y Córdova (1868-1942) Ultimo Obispo y Primer Arzobispo de Yucatán «Monseñor Martin Tritschler nació al pie del Nevado Pico de Orizaba, en San Andrés Chalchicomula, y después de su periodo de formación sacerdotal en Puebla y en la Roma Papal, al llegar a esta tierra se identificó con la tropical planicie yucateca y sus diocesanos, permaneciendo hasta su muerte como el sucesor de los Apóstoles entre nosotros. Así su origen es poblano, su formación romana, pero es una gloria para Yucatán1»
M
artín nació en la Cd. de San Andrés Chalchicomula, Puebla en la casa numero 10 de la antigua calle de las Damas actualmente 111 de la calle 3 Sur2 de una familia católica en la que el cumplimiento de los deberes y obligaciones para con la iglesia era natural y obligatorio y como era debido un día después de su nacimiento el 27 de Mayo de 1868 y con el tañer de las campanas de la Iglesia de San Andrés era bautizado por su tío Prisciliano José de Córdova y Puig, el primer hijo de don Martín y doña Rosa María, siendo sus padrinos el Sr. Lic. José María Ocampo y la Sra. Concepción Sánchez de Bulnes, su madre lo presentó al sacerdote D. Tomas Mantilla para ser acólito de la parroquia de San Andrés y al mismo tiempo recibir su primera educación con las Beneméritas Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul pero estas al ser expulsadas por orden del presidente 1
Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, actual IV Arzobispo de Yucatán, Castilla, Martin, 2006, Ibíd., 256 Pp. 2 Esta calle está ubicada a dos cuadras de la Plaza de los Cedros frente a la iglesia del Jesús de las tres Caídas, pero ya no existe ninguna de las viejas casas, probablemente destruida por el terremoto de 1973 cuando San Andrés sufrió enormes daños. 147
LOS ARZOBISPOS…
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35vo. Obispo y 1er. Arzobispo de Puebla (1853-1917) su canonización está en proceso y es "Venerable" de la Iglesia, sus reliquias están en exposición en la 5 Poniente 121 Altos de la Cd. de Puebla. 148
y González, y de izq. a der., los artín, quien ya era un aventajado oma, 11 de mayo de 1888.
de la República Lerdo de Tejada, ingresa para continuar sus estudios primarios, a la “Escuela Real”, colegio particular que estaba a cargo del presbítero Octavio Mendoza en donde recibió lecciones del buen maestro y excelente católico profesor Ignacio Chacón; a los once años, el 30 de agosto de 1879 precisamente el día del Santo de su madre, la festejaría con su primera comunión a manos del Cura Jerónimo Carreón. Y así, cuatro meses después partió para Puebla llamado por su tío Prisciliano Córdova ingresándolo en el Seminario Palafoxiano donde solo cumpliría tres años como alumno externo, en el último de los cuales precisamente el 18 de marzo de 1881 sufrió la pérdida de su madre y este mismo año fue decisivo para la vida de Martín debido al retorno del novel sacerdote Ramón Ibarra y González3 que dejaba su lugar vacante correspondiente a la Diócesis de Puebla, ya antes el pequeño Martín había dado ejemplo de su clara inteligencia y dotes intelectuales al Obispo de la Angelopolis Sr. Dr. D. Francisco de Paula Verea y González y no tuvo duda de promoverlo a ocupar la mencionada beca. Advertido su tío de la decisión del Obispo de Paula, se ofreció para arreglar todo lo concerniente al viaje y costear todos los gastos, comenzando una nueva etapa en la vida del niño Martín El cura de San Andrés D. Tritschler y Córdova. Jerónimo Carreón Su padre don Martín lo despidió, todavía con el luto de la perdida prematura de su joven esposa, con el ósculo y el abrazo de despedida y a sabiendas que no lo vería en años a este el mayor de sus hijos que partía de su patria que él había adoptado y defendido con las armas, no lo vuelve a ver hasta tiempo después en su lecho de muerte ya convertido en sacerdote.
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Página anterior: Había sido el obispo de Puebla de los Ángeles el Ilmo. Dr. Francisco de Paula Verea y González que prendado de las altas dotes intelectuales del joven de San Andrés Martin Tritschler y Córdova lo designó para ocupar en el Colegio Pio Latinoamericano de Roma la beca de la diócesis de Puebla vacante por el retorno del Sr. Dr. Ramón Ibarra y González. Seis años después le tocó a monseñor Ibarra como vicario capitular de la Diócesis de Puebla, llevar a los dos pequeños hermanos de Martin: Alfonso y Guillermo, y al niño Luis de la Maza. En la fotografía aparece Martin con los recién llegados a la Cd. de las Colinas en el Vaticano en el año de 1888
En el Colegio Pio Latinoamericano Niño aun, salió de México a bordo del vapor Francés Ville de St. Nazarie rumbo al puerto francés del mismo nombre el 18 de Junio de 1883 para llegar a París el 18 del siguiente mes y después de unos días de estancia en la Ciudad Luz partió a su destino, el Colegio Pío Latinoamericano. Fundado en Roma por el Papa Pío IX a instancias del padre Ignacio Víctor Eyzaguirre, destinado para formar alumnos sobresalientes de América Latina, fue confiado a los padres de la Compañía de Jesús; tenía en 1888 un centenar de alumnos provenientes de toda América Latina.4 4
Los egresados del Colegio Pio Latinoamericano de Roma formaban un selecto grupo altamente preparado e ilustrado bajo la dirección de profesores jesuitas de la Universidad Gregoriana, que de vuelta a América se integraba a puestos de la alta jerarquía con el fin de estrechar vínculos entre sus diócesis y la Santa Sede como parte del proceso de romanización de las iglesias latinoamericanas entendido como la reforma eclesiástica del Vaticano tendiente a fortalecer la autoridad de la jerarquía romana y del papado frente al poder que ejercía el clero local. El Colegio Pío Latinoamericano fue la respuesta de Roma al problema de la inestabilidad de las relaciones Iglesia-Estado que tuvo mayor énfasis en México durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX. El colegio fue fundado el 21 de noviembre de 1858 por el mencionado Obispo chileno Víctor Eyzaguirre. Ver: Bautista García, Entre los más importantes clérigos de esta corriente estaban: 150
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Martín se instaló en el hermoso edificio de tres pisos que albergaba al Colegio y ahí pudo contemplar algo muy familiar en el altar mayor del templo de tres naves, un hermoso mosaico representando la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe. Pronto, se atavía del uniforme de su colegio, que era un sobretodo negro de lana de merino llamado soprana que llegaba al suelo, solamente abrochado en el cuello y con las fajas sueltas, que caían tras de cada hombro y un sombrero de copa baja y levantada el ala en tres partes formando un tricornio, se le puede imaginar caminando sobre las baldosas de las calles y jardines del Vaticano, acudiendo a sus clases en el Pío o entrando y saliendo de la Basílica de Sta. María la Mayor sobre la colina del Esquilino en donde en un futuro habría de ordenarse sacerdote. El profesorado del Colegio Pío estaba formado por eminencias traídas de toda Europa y los estudiantes eran de muchas nacionalidades. Tenía el Pío Latinoamericano una quinta en Albano para las vacaciones de los alumnos en el que Martín disfrutó de su adolescencia, una semana en Pentecostés y dos meses y medio al terminar el curso escolar, así transcurrió su adolescencia, entre juegos, misas solemnes, partidas de ajedrez, ejercicios espirituales, horas de estudio y oración. A esta formación ascética y disciplinar Martín se adaptó a la perfección. José Dolores Mora y del Rio, (1854-1928) nacido en Michoacán, Arzobispo de México de 1908 a 1929 Francisco Orozco y Jiménez, nacido en Zamora Michoacán en 1862, obispo de Chiapas en 1902 y arzobispo de Guadalajara en 1912. Juan de Jesús Herrera y Piña, nacido en 1865, obispo de Tulancingo en 1907 y de Linares en 1921. Ramón Ibarra y González, nacido en Olinalá, Guerrero en 1853, obispo de Chilapa en 1889 y Arzobispo de Puebla en 1902. Martin Tritschler y Córdova, nacido en 1868 en Puebla, ultimo obispo de Yucatán en 1900 y primer arzobispo de la misma diócesis en 1906. Guillermo Tritschler y Córdova, nacido en 1878 en Puebla, obispo de San Luis Potosí en 1931y arzobispo de Monterrey en 1941. José Antonio Plancarte, fundador de congregaciones femeninas y párroco de Jacóna 1867, Ignacio Montes de Oca y Obregón, obispo de San Luis Potosí en 1884 y Eulogio Gillow y Zavalza obispo de Oaxaca 1887, formaron parte igualmente de la corriente romanizante aunque este grupo egresó de la Academia Eclesiástica de Nobles, no obstante que era una institución dedicada a educar a los miembros de la nobleza italiana. 151
LOS ARZOBISPOS…
Recordaba el arzobispo, in illo tempore, que allá en el Pio Latino le llamaban afectuosamente sus pares ¡Martino erecto! por su enhiesta postura natural. Por fin el 25 de julio de 1887 a los 19 años de edad sustentó sus exámenes para el doctorado de Filosofía adquiriendo su primera borla doctoral, para entonces ya había cultivado la amistad de tantos maestros de la iglesia así como condiscípulos y compañeros que aquí habría de ocupar mucho espacio para contar de ellos, baste decir que Martín dejo tras de sí un recuerdo imborrable como después con sorpresa comprobaría. En 1888 recibió a sus dos hermanos Alfonso y Guillermo enviados por su tío Prisciliano Córdova para seguir los mismos estudios, ellos llegarían a residir en la ciudad de los Papas a muy temprana edad, Alfonso de 14 y Guillermo de 9, a esa edad Guillermo llegaría a ser el alumno de mas permanencia que ningún otro en el Colegio Pío Latino Americano de Roma, catorce años dos meses y veintisiete días. Sabrían por noticias que allá en la lejana tierra natal su tío, tutor y benefactor habría de morir repentinamente el 10 de marzo de 1889 a la seis de la mañana en la hacienda de Amalucan, poco después de haber sido propuesto para obispo de Veracruz. Resulta lógico que Martín, al llegar sus pequeños hermanos, sirviera de "ángel" para ellos –una guía de parte de otro alumno mayor el cual enseñaba a los novicios en cuanto a los reglamentos y normas del Colegio–, a la vez Martín se preparaba para obtener y ceñir su segunda borla doctoral esta vez de Teología que logró el 25 de julio de 1891, cuatro años después y en la misma fecha que se graduara en filosofía. Dos años después, el 27 de julio, irguió sus sienes con la borla de Derecho culminando su carrera con excelente aprovechamiento llevándose los primeros premios y asombrando a sus ilustres maestros: J.J. Urráburu, L. Villot, De Agustinis, Bucceroni, Luca y el Insigne sacerdote Wernz, más tarde Superior General de la Compañía de Jesús. ¡Obtuvo Triple doctorado a los 25 años! Martín prometía ser un gran sacerdote. Un pasaje de la vida de Martín Tritschler que hace constar su clara inteligencia fue su gusto por el deporte de la mente, el ajedrez, que 152
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aprendió tal vez en el seminario de Puebla o quizá ya en Roma y le reditúo una gran dividendo de amistad y cercanía con el mismo Papa León XIII que al igual que él disfrutaba de alguna u otra tarde de una partida de ajedrez, el mismo secretario de su Santidad invitaba al estudiante de la universidad Gregoriana a competir en sanos encuentros ajedrecísticos con el Pontífice, en Mérida como Arzobispo compartiría esta misma afición con un cultivado en letras y no menos granado en política que se contaba entre los grandes amigos de monseñor Martín Tritschler, el insigne José María Pino Suarez, futuro compañero de plana de Francisco I. Madero y vicepresidente de la Recuerdo de la Primera Misa que ofició don república que Martín en la Basílica de Sta. María la Mayor en compartiría su misma Roma trágica suerte, juntos Monseñor Tritschler y José María Pino Suarez fundarían años antes en Mérida un Club de Ajedrez, en el famoso edificio de la Plaza Central de Mérida “El Olimpo”. Otros episodios interesantes de su vida en el Vaticano fueron los encuentros con los protomártires de la iglesia, uno de ellos fue con D. Juan Bosco (1815-1888) futuro santo de la iglesia católica e insigne fundador de la congregación de los Salesianos, en sus últimos viajes al Vaticano solían los alumnos del Pío Latinoamericano y de la Universidad Gregoriana sentarse a escuchar las doctas homilías del anciano prohombre, ya gastado viejo y enfermo, se les recomendaba que no se le hablara, sentado en un sillón se expresaba con la humanidad y afabilidad que le caracterizaba y con la placidez de su semblante les recordaba a todos seguir los senderos 153
LOS ARZOBISPOS…
del bien, en una de estas doctas exégesis recibieron de él como recuerdo una medalla de María Auxiliadora la cual Martín conservó toda la vida. En la monumental y cabeza madre de todas las iglesias del mundo San Juan de Letrán el 19 de diciembre de 1891 el Cardenal Parocchi, Vicario de Roma, mismo que había consagrado obispo al que después fue Sumo Pontífice Pío X, ordenó de sacerdote a Martín, en una ceremonia solemne y formal en la que manifestó la renuncia de sí mismo para enfrentar la labor sacerdotal no interrumpida de sacrificios como la aceptación de la cruz y la ofrenda de toda su vida. Primero fue la admonición solemne del Pontífice sobre la obligación que contraería momentos después, acto seguido la entrega del cáliz y la imposición de las manos del prelado sobre su cabeza pronunciando las palabras: «Veni Creator Espiritus…" Ven Oh Creador Espíritu, Recibe la potestad de celebrar el Santo Sacrificio de la Misa, tanto por los vivos como para los difuntos. Ya no os llamare siervo sino amigo»
Días significativos en su vida pues al día siguiente, un sábado de Témporas, el 20 de diciembre habría de celebrar su primera misa y para esta hora solemne escogió la imponente Basílica de Santa María La Mayor ante la imagen de la Virgen que se dice la pintó el mismo San Lucas, fue su padrino el Rector de la Universidad Gregoriana el P. Nicolás Angelini y sus acólitos sus dos hermanos menores Alfonso ya de 17 años y Guillermo de 13 y como acompañantes el joven poblano Luis de la Maza, futuro canónigo de la Catedral de México y D. Enrique Angelini Cónsul de México en Roma. Dio su primera misa cantada el 6 de enero de 1892 ante los alumnos del Pío Latinoamericano, culminando sus estudios y coronándolos con su ordenación y sus primeros oficios, estaba pues Martín, listo para dejar la ciudad de los papas. Estando todavía en el Vaticano en su último año, recibió Martín una carta de Puebla anunciando la grata del nacimiento de su sobrina Carolina del Refugio Tritschler –de quien es nieto el autor– y que fuera hija de su hermano Joaquín, único de la familia que tuvo descendencia; años después, en 1906 murió Joaquín prematuramente y Martin siendo ya arzobispo de Yucatán socorrió en innumerables 154
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ocasiones moral y económicamente a su sobrina Carolina hasta la muerte del arzobispo ocurrida en 1942, pero él es aquí el tema principal porque ya el 30 de agosto de 1893 emprendía el regreso a la Patria después de diez años de permanencia en Roma, dejando en su Colegio grandes recuerdos de sus triunfos, de sus virtudes y brillantes facultades además de su prudencia en los cargos de Prefecto del Departamento de S. Luis y Prefecto de la Congregación Mariana, cargos menores que ocuparía en su último año en la Ciudad de las Colinas. No hay prueba de su paso, de regreso a México, por la granja Ebenemooshof propiedad de la familia de su tío paterno Vinzenz Tritschler pero es un hecho comprobado que en sus futuros periplos por Europa así lo haría, como lo constata una foto de grupo con Martin posando con su familia paterna el 16 de agosto de 1905. Si visita Génova, Nueva York y Chicago donde se detiene para admirar la célebre exposición del IV Centenario del descubrimiento de América y se dirige por fin a México donde se presenta en Puebla a su Prelado poniéndose a sus órdenes. Lo reciben las malas noticias de que su padre ya muy enfermo lo espera en su lecho de muerte, el sino le da la oportunidad de verlo por última vez allá en su casa de la antigua calle de Arcos n°1, afirmaba que no moriría sin ver antes a su "muchacho". Dios le concedió esta gracia, porque hubo tiempo que su joven hijo lo acompañara varios días, lo consolara en sus últimos momentos y lo auxiliara a bien morir. El mismo 6 de enero en que cantara su primera misa en la capilla de su colegio 2 años antes pero ahora de 1894, expiraba su padre el último aliento a la edad de 80 años. Al poco tiempo es llamado por el obispo de Puebla el Excmo. Dr. Francisco Melitón Vargas y Gutiérrez y a sus instancias imparte la cátedra de Filosofía en la Academia Teojurista del Seminario Palafoxiano5; y al año siguiente fue nombrado profesor de Derecho Canónico y Director espiritual del Seminario. 5
El edificio del seminario fue adquirido por su tío Prisciliano José de Córdova por determinación del anterior obispo José María Mora y Daza, nombrándolo también rector hasta su muerte el 10 de marzo de 1886. Quiroz y Gutiérrez, Nicanor, Historia del Seminario Palafoxiano de Puebla, pp.132-141. En ese entonces el 155
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Por causa del fallecimiento en 1897 del Excmo. Dr. Vargas y Gutiérrez, era trasladado de Tabasco a la Mitra de Puebla el Dr. D. Perfecto Amezquita Gutiérrez6, al llegar a Puebla sabe bien de las esclarecidas dotes de Martin y lo nombra además de Consiliario para los asuntos concernientes a los bienes del Colegio Seminario, Pro-Secretario de la Mitra y su secretario particular. Se cuenta que durante su corta permanencia de seis años y meses en Puebla se ganó la estimación de quienes lo El Papa León XIII había percibido las dotes conocieron y dejó intelectuales del joven estudiante de la recuerdos de su trato Universidad Gregoriana Martin Tritschler que lo proponía siempre como modelo de afable y distinguido, de su ilustración y estudiantes a los Pio latinistas. Después de vasta jovialidad paternal. una fallida elección local no dudó en nombrar al padre Tritschler como el nuevo Permaneció también el recuerdo, de su gusto por obispo de Yucatán los hermosos nacimientos que instalaba año tras año en navidad, frente a su domicilio particular, a los cuales acudía mucha gente a admirarlos. Las visitas a los colegios de la diócesis poblana, los días de campo, sus amenas e ilustrativas charlas, el amor que mostraba por los buenos libros y sus Seminario Palafoxiano de Puebla, con su Academia Teojurista, estaba ubicado en la calle de Belén actualmente Av. 4 poniente 500. Leicht, Hugo, Las calles de Puebla. 6 Fue obispo de Puebla del 4 de marzo de 1897 al 27 de octubre de 1900. 156
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frecuentes visitas a las bibliotecas, son todos recuerdos de su breve paso por esta ciudad. Fue entonces que el 28 de julio de 1900 cuando por un despacho emitido por la Santa Sede y recibido en Puebla una semana después, nombraba el Pontífice León XIII un nuevo obispo para la conflictiva sede eclesiástica de Yucatán en la persona del padre Tritschler que por sus 32 años se convertiría en el clérigo más joven en conducir el obispado de Yucatán. Su hermana Rosa María, que vivió también en Puebla por esos años después de la muerte de su buen padre, descubriría la vocación para la vida religiosa, y el 2 de octubre de 1899 ingresó a la Casa de la Misericordia Cristiana como postulante de la orden religiosa de las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres fundada por el padre José María de Yermo y Parres.
El padre Martin Tritschler es nombrado Obispo Tres años atrás y en el lejano Yucatán murió el distinguido historiador y Obispo Crescencio Carrillo y Ancona, quien sería representante de la Mitra por espacio de 10 años, de 1887 a 1897 y el vacío que dejó produjo discordias y contradicciones en la sucesión y el poco tino y prudencia que causaran las decisiones de algunos canónigos dilató la transmisión de la silla obispal a su definitivo titular hasta 1900 con la llegada de Martin Tritschler. La situación previa a su arribo era la de una clerecía de por sí dividida y llevada a la confrontación por tres corrientes conservadoras, la representada por el general y gobernador Francisco Cantón, cuyo periodo de gobierno concluiría en 1902 y la otra en la persona del rico e influyente hacendado Olegario Molina7, 7
Olegario combatió al imperio y ocupó importantes puestos durante la República restaurada, se dedicó entonces a los negocios y acumuló una de las fortunas familiares más grandes de México, liberal moderado al comienzo, su acercamiento al obispo Carrillo y Ancona favoreció a impulsar proyectos conjuntos para el establecimiento de escuelas, evangelización de los indígenas, e importantes proyectos editoriales de contenido histórico en contraste con la historiografía liberal oficial. Savarino, Franco, Religión y Sociedad en Yucatán, p.632. Pero no fue hasta la llegada de Martin Tritschler cuando los proyectos modernizadores Iglesia-Molina del periodo 1902 a 1910, alcanzaron enormes dimensiones. 157
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fuerte candidato a la gubernatura, ambos en franca pugna por influir sobre quien finalmente iba a decidir el poder político en Yucatán: Porfirio Díaz, y al ultimo la marginada corriente regionalista, ignorada por el centro y la Santa Sede, que solo contaba con el apoyo del Clero nativo del interior del Estado8. El gobernador Francisco Cantón apoyaba al aspirante dos veces antes, a la silla obispal y natural sucesor de Carrillo y Ancona, monseñor Norberto Domínguez; por otro lado, con filiación a la corriente conservadora representada por el candidato a la gubernatura Olegario Molina estaba el padre español Celestino Álvarez Galán, representante del Clero extranjero en Yucatán, y la ultima en la persona del maestrescuela Lorenzo Bosada quienes pensaban en una elección local y representativa del pueblo, es decir, la inclusión de la lengua maya en el clero como instrumento de comunicación con la grey católica. Ante la incertidumbre y enfrentamientos en el Cabildo que se prolongó hasta el 28 de noviembre de 1898, Porfirio Díaz intervino para favorecer ante la Santa Sede una candidatura “no localista” la primera del siglo XIX, designando sucesor de Carrillo y Ancona en la persona de Fray José Guadalupe Alva Franco que fue consagrado el 26 de febrero de 1899 y tomó posesión, en ausencia, por medio del entonces Vicario Capitular Pbro. Norberto Domínguez. Alba Franco nunca llegó a tomar posesión de su cargo ya que pidió su traslación permutando la diócesis de Yucatán por la de Zacatecas debido a las presiones políticas que ya avizoraba, esto hizo recrudecer y reanudar las pugnas entre los señores miembros del Cabildo que el autor Hernán Menéndez relata con detalle9. Estos enfrentamientos que derivaron en alianzas de las facciones políticas (Cantonistas y Molinistas) con miembros del Clero en cara a las elecciones para gobernador que se llevarían a cabo el siguiente año, tuvieron alcance
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La otra fuerza política en Yucatán la constituían los liberales que buscaban afanosamente la estricta aplicación de las Leyes de Reforma combatiendo los esfuerzos de la Iglesia para ganar los espacios e influencia perdidos por ellas desde la guerra de Tres Años. Carlos Peón Machado Menéndez, Iglesia y Poder, p.214 y otras paginas 9 Véase: Menéndez Rodríguez, Hernán, Iglesia y Poder pag., 214. 158
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Antes del arribo a la silla obispal de Yucatán, tuvo lugar la consagración de don Martin Tritschler (al centro) en la Colegiata de la Basílica de Guadalupe el 11 de noviembre de 1900, la recibió de manos del Sr. Arzobispo de México, Dr. D. Prospero María Alarcón y Sánchez de la Barquera; asistieron entre muchas personalidades la esposa del presidente de la República Carmen Romero Rubio de Díaz.
público e intentaron dirimirse en los medios impresos10. Este ambiente de desgaste político y desprestigio para la Iglesia siguió su cauce a la espera de la decisión del fiel de la balanza: Porfirio Díaz. Pese al error cometido con el nombramiento de Alva Franco, se decide de nuevo por la vía de la designación no localista, y el presidente conviene dejar a la Santa Sede que decida en última instancia analizando lo conflictivo de la situación a un nuevo encargado de la Mitra en Yucatán. Como dije anteriormente, esta coyuntura representaba para la Santa Sede una oportunidad para adaptar en Yucatán los criterios de la reforma eclesiástica cuyo fin era la paulatina unificación de las 10
Como ejemplo del recrudecimiento de la crisis, Juan Miró, a través del cual, el grupo de Molina dirigió sus ataques contra los clérigos regionalistas Lorenzo Bozada y Mauricio Zavala, al no retractarse fue excomulgado. Menéndez, 1995. 159
LOS ARZOBISPOS…
Iglesias tendiente a fortalecer la autoridad de la jerarquía romana y del papado que en el caso peninsular, se veía rebasada por la influencia del Clero local y para contrarrestarlo un egresado del Colegio Pio Latinoamericano devolvería teóricamente la paz al neutralizar el polarizado ambiente del cabildo eclesiástico. Con diez años de estudio en Roma, tres doctorados, Filosofía, Derecho Canónico y Teología, con una firme convicción de ganar al pueblo para Dios y fiel a la disciplina romana, Martin Tritschler emergía como el hombre ideal para llevar a cabo el proyecto social de reconquista de la península de acuerdo con los lineamientos de la Santa Sede para América Latina. Fue frente a este cisma en el que se encontraba el cabildo y pueblo de Yucatán que el 28 de julio de 1900, el Pontífice de los Obreros León XIII nombra a su viejo amigo de tertulias ajedrecísticas como nuevo Obispo de Yucatán y como lo expresaría el Cardenal Vives al saber del anuncio: «El Papa ha regalado a Yucatán una joya preciosa, Vuestro Prelado vale oro, vale un Perú»
La noticia recibida con júbilo en Puebla una semana después, llegó a Yucatán con desanimo, como lo subrayó la Revista de Mérida el 4 de agosto “Al parecer ha sido nombrado obispo el subsecretario de la Mitra de Puebla…dicen que es de origen alemán…al principio se negó alegando el mal estado de su salud”, con esto dice el autor Menéndez11 que el cantonismo que favorecía al Pbro. Norberto Domínguez para la silla obispal trató de minimizar la jerarquía eclesiástica de Tritschler llamándolo “sub-secretario”, descalificándolo por ser “alemán” y de paso “enfermándolo” ¡a sus 32 años de edad!, para cambiar tres días después la tesitura de la redacción a “distinguido miembro del Clero angelopolitano de claro talento y acierto en el manejo de los negocios” en una probable intervención ante el director de la revista por parte del Pbro. Norberto Domínguez.12
11 12
Menéndez, 1995, p.226 que cita el numero 4115 de La Revista de Mérida. Ibíd., La Revista de Mérida del 7 de agosto de 1900 numero 4117. 160
Por Breve del 28 de julio de 1900 el Pontífice de los obreros el Papa León XIII nombra al padre Tritschler Obispo de Yucatán convirtiéndose a los 32 años de edad, en el clérigo más joven en conducir el obispado de Yucatán. Con escasos ocho años de sacerdocio en Puebla pero con diez años de estudios en Roma, Tritschler emergía como el hombre ideal para llevar a cabo el proyecto social de reconquista de la península. - 161 -
Antes de partir, se decidió consagrar al nuevo obispo en la Ciudad de México, el 11 de noviembre de 1900 día de San Martin, en la Colegiata de la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, por el Ilmo. Sr. Arzobispo de México, Dr. D. Prospero María Alarcón y Sánchez de la Barquera con la concurrencia de varios Obispos entre ellos el Dr. Ramón Ibarra y González de Chilapa quien más tarde sería el Primer Arzobispo de Puebla y el de Cuernavaca Francisco Plancarte y Navarrete, destacó la presencia a la solemne ceremonia de la Sra. Carmen Romero Rubio de Díaz esposa del presidente de la República, de los señores Francisco Martínez de Arredondo y Peraza, Magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el senador Rafael Dondé, los diputados federales por Yucatán, José Domínguez Peón y Francisco Cantón Rosado hijo del gobernador del Estado de Yucatán, entre otros personajes de la política del régimen porfirista y miembros de la alta jerarquía eclesiástica mexicana, fueron sus padrinos los distinguidos poblanos D. Octaviano Couttolenc y D. Bernardo Ruiz de Santiago1 Después de la ceremonia de consagración –ya ordenado Obispo– parte a Veracruz para tomar el Vapor "Orizaba" con destino a puerto Progreso, era el 1 de diciembre de 1900, comenzarían 42 años de gobierno de una sede eclesiástica conflictiva. Fue recibido con regocijo del pueblo católico en la hermosa Catedral de Mérida, tomando desde luego posesión del Gobierno Eclesiástico, puso al frente de la secretaria de la Mitra Al Sr. Celestino Álvarez Galán virtuoso sacerdote español radicado en Yucatán desde hacía más de treinta años, siete meses después, el 29 de junio nombra Vicario y Juez de matrimonios ultramarinos al Pbro. Norberto Domínguez elevándolo a la dignidad de Deán2. Comenzaba a volver la paz a la 1
Viejos amigos andreseños de los padres de don Martin; habían apoyado con 200 hombres al plan tuxtepecano que llevaría a Porfirio Díaz al poder. Fueron además sus padrinos los licenciados Valdez Caraveo, Tomas Lozano y Luis García Armora. 2 Con estos nombramientos dice Menéndez que monseñor Tritschler encumbró a los sacerdotes españoles a quienes Bozada había criticado públicamente distribuyendo todos los puestos dirigentes entre los curas ibéricos, Baldomero Marcilla, su secretario particular; Eugenio Goñi, director del Seminario Menor, Luis Berenguer; vice-rector del mismo, Santiago de las Heras y director del Boletín Eclesiástico el también español, Andrés Fernández Pasarón. Menéndez, Iglesia, p.231. 162
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Provincia Eclesiástica haciendo honor a su primer saludo "Pax Vovis", la paz sea con vosotros3. La inmediata repercusión tras su arribo a la península y después de una hábil diplomacia inicial, fue neutralizar la efervescencia de las corrientes clericales. El periódico de entonces La Crónica Yucateca se refirió a la calma que precedió a su nombramiento luego de las “divisiones en la curia eclesiástica y las pasiones humanas que habían traspasado la sala capitular”. «Con el nuevo diocesano acabaron las disensiones, no porque las haya acabado despóticamente sino con tacto y discreción. Esta unión del alto clero yucateco se le debe sin duda alguna, a Monseñor Tritschler. Y sea duradera, pasajera o aparente, eso no quita ni rebaja el merito al prudente y hábil pastor. Ya pasó el Sr. Obispo por la tremenda prueba.4
Tan pronto toma a su cargo la Diócesis, pudo percatarse de la profunda división entre los miembros del clero y los católicos en general por lo cual emprendió un plan de acción múltiple en el que incorporó los aspectos político, económico, social y cultural de la 3
Al narrar la vida de Monseñor Tritschler y Córdova nos permite conocer los cambios de la vida yucateca desde el porfiriato hasta el periodo pos revolucionario. A principios del siglo XX, Yucatán vivía un apogeo nunca antes visto: el mercado del henequén sostenía a la entidad ocasionando un progreso acelerado, a la par que provocaba una explotación de la mano de obra trabajadora del campo. Las haciendas henequeneras y sus grandes propietarios controlaban todos los espacios importantes de la vida: el gobierno, la cultura, la economía, la educación y la religión. Martín Tritschler se inserta en este contexto en el que se tejen enmarañadas alianzas entre los hacendados henequeneros, pero nada pudo hacer para remediar el estado de servidumbre injusta en que tenían algunos católicos de Yucatán a sus indios. La política de Monseñor Tritschler fue prudente pues poco pudo hacer por el estado social de los indígenas, que se creía necesario para guardar el equilibrio económico, su carácter conciliador no permitió que emprendiera reformas radicales, el hacerlo hubiera sido desastroso e inútil y espero que por una lenta evolución consciente, mejorara la situación del jornalero del campo. Fueron necesarios los golpes revolucionarios y la violencia de su radicalismo para acabar con ello. Sin embargo su obra social como impulsor de la educación, promotor de la apertura de numerosas escuelas e institutos religiosos esparcidos por toda la geografía de Yucatán y constructor de varios importantes templos lo colocan como parte de la historia de la Entidad. 4 Menéndez, p.232 163
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diócesis, con la intención de “reconquistar la península”5; emprendió un viaje a todos y cada uno de los pueblos y rincones de Yucatán, acudió a su grey en misiones pastorales y de servicio social, percibió las necesidades más apremiantes y las atendió estableciendo un programa y urgiendo a su pueblo a solidarizarse con él, para hacerse presente en estas regiones apartadas de la geografía yucateca trajo a Misioneros del Corazón de María que se distinguían por su celo y espíritu de sacrificio, renovando en poco tiempo la diócesis a él confiada. Reformó la Catedral dotándola de un magnifico órgano; reconstruyó muchos templos y capillas destruidos desde la guerra de castas y edificó y embelleció muchos otros, encomendando estos a los padres de la Compañía de Jesús; estableció una escuela católica para trabajadores y artesanos; organizó círculos de obreros como la A.C.J.M. y la Liga de Acción Católica, fundó la Orden de Caballeros de Colon entre otros; ayudó a los periódicos católicos yucatecos: La Revista de Mérida de Cámara Lujan, el periódico La Verdad del Licenciado Mediz Bolio, La Lectura Popular, El Criterio de Ignacio Rubio Mañe y el Boletín Eclesiástico fundado por él mismo. El objetivo era lanzar una campaña para cristianizar a los sectores campesinos y populares y establecer así una verdadera sociedad católica moderna6. La ejecución de estos proyectos sembró resentimientos entre los que no simpatizaban con el catolicismo y que en su conjunto estimularían más tarde la actuación persecutoria de los revolucionarios a partir de la gubernatura de Eleuterio Ávila en 1914 y la de su sucesor Salvador Alvarado entre 1915 y 1918.7 Durante sus primeros viajes misioneros al interior del Estado donde había aguas contaminadas, cae gravemente enfermo a consecuencia de la fiebre amarilla, –no en vano se decía que venir a Yucatán era muy peligroso por causa de esa enfermedad–, llegó a encontrarse al borde del sepulcro y le fueron administrados los últimos sacramentos el 9 de julio de 1901 cuando todos, consternados, esperaban un lamentable desenlace, sin embargo, su juventud, el proceso natural de la enfermedad en su organismo y la paciente atención de los doctores 5 6 7
Pérez, Mariza, El Exilio, 2007 Savarino, Franco, Religión y Sociedad en Yucatán, p., 636 Pérez, Mariza, ibíd., 2007 164
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don José Peón Contreras, don Augusto Molina Solís y don Andrés Sáenz de Santa María hace que lentamente recobre la salud.8 Al restablecerse, enfoca sus esfuerzos en mejorar el seminario ya que se percata que la cantidad de templos y de población supera en mucho a la de sacerdotes ordenados por año, para paliar esta situación trae de España a un buen numero de clérigos con el fin de atender las numerosas parroquias y para aprovechar a los jóvenes con talento y vocación para el sacerdocio se interesa por darles la mejor educación posible, de esta manera son enviados a instancias de Monseñor Tritschler a estudiar al Colegio Pio Latinoamericano de Roma, a Castroville Texas, al seminario de Puebla y al de Montezuma en Nuevo México que dan fe de la preocupación por el apostolado de su clero. Con la elección de Olegario Molina para gobernador de 1902 a 1906, comenzó una nueva era para la Iglesia Católica en Yucatán. Porfirio Díaz daba la alternancia a la facción de liberales moderados y positivistas con lo que juntos, Estado e Iglesia, entraron en un periodo de intensa y franca colaboración para resolver los problemas del subdesarrollo en Yucatán. El gobernador Molina dio prioridad a instrumentar una política de conciliación con la Iglesia y a esta convergencia de intereses se tradujo como la llaman los autores Marisa Pérez y Franco Savarino en una “alianza progresista”9 cuyo fin era la modernización de la Entidad. 8
El Dr. Molina era el hermano de Olegario, Menéndez, p. 314, que cita La Revista de Mérida del 5 y 6 de Julio de 1901, le administró los sacramentos monseñor Norberto Domínguez. 9 Diversos autores se han encargado recientemente de analizar la actuación de la Iglesia en el ámbito político y social en Yucatán, coincidiendo en su participación activa, así el autor Hernán Menéndez califica a este periodo como “clericato” aduciendo que el Estado otorgó a la Iglesia concesiones que la llevaron a incrementar sus actividades en la vida política, económica y social de la entidad que incremento sus intereses; la estrecha relación de la administración de Olegario Molina con el alto clero condujo a un incremento de la base económica de la Iglesia creando un Estado clerical con la participación masiva de la clerecía en todas las formas de expresión de la sociedad yucateca, Menéndez, Iglesia y Poder, p. 303, según Franco Savarino, su análisis carece de un marco conceptual que considere al catolicismo como religión de la sociedad y no como una jerarquía “maquiavélica” para establecer una hegemonía política e ideológica, Savarino, Religión y Sociedad 165
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La alianza de Olegario Molina y Martín Tritschler hizo posible un acelerado desarrollo nunca antes visto en la historia de la Entidad. Parte importante del programa conjunto Estado-Iglesia fue incorporar las regiones rurales de Yucatán a la modernidad, a través de la construcción de escuelas por todos los rincones del Estado; Molina se hizo eco de la sentencia del presidente Díaz “poca política y mucha administración” y Tritschler hizo efectiva su promesa “de difundir escuelas por todo el Estado hasta conseguir el mayor numero que la Iglesia pueda sostener”. Molina recibió en febrero de 1906 la visita de Porfirio Díaz, durante la cual el presidente pudo constatar la paz y la prosperidad que reinaban en Yucatán. Al final de su mandato el presidente Díaz lo incorporó a su gabinete como Ministro de Fomento en gran medida por los logros en el Estado. en Yucatán, p. 619. El acierto de los autores independiente a sus distintos enfoques, ha sido una nueva lectura de la historia yucateca incluyendo el papel preponderante que tuvo la Iglesia Católica durante el porfiriato. 166
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Martin Tritschler y Olegario Molina se habían reunido el año anterior durante los meses de agosto y septiembre cuando el entonces aspirante a la gubernatura recibió a Martin a su arribo a Puebla el 4 de agosto, una semana antes de que el presidente Porfirio Díaz le comunicase a Molina que él era el candidato a gobernador, después de la reunión, ambos –el ya seguro gobernador y el novel obispo– convinieron de regresar juntos a Yucatán el 23 de septiembre. La Revista de Mérida publicó un telegrama antes de su arribo en el que Martin Tritschler adelantaba su proyecto de “difundir escuelas por todo el Estado hasta conseguir el mayor número que al Iglesia pueda sostener”. Este proyecto, dice Menéndez, estuvo muy probablemente en la mesa de pláticas en Puebla y a lo largo de su viaje de regreso durante el cual debieron de haber discutido y dispuesto su programa de gobierno.10 Llegaron el 28 de septiembre de 1901 a Puerto Progreso y fueron recibidos por tres mil miembros del “Centro Liberal Yucateco” –la agrupación política que postuló a Olegario Molina para gobernador de Yucatán–así como la jerarquía eclesiástica, Cabildo Catedral y el pueblo católico de Mérida.11 Molina toma posesión de su cargo el 1 de febrero de 1902 y ese mismo mes monseñor Tritschler emprende la reconstrucción arquitectónica de la Catedral de Mérida que termina en tres meses, al año siguiente consagra ahí al obispo de Tehuantepec en un acto religioso que no se efectuaba en Yucatán desde hacía 230 años. Entre 1904 y 1905 realiza varios viajes, entre ellos: El 8 de diciembre de 1904, viajó a Oaxaca para rendir informes a su metropolitano el Arzobispo de Antequera (Oaxaca) D. Eulogio Gillow y Zavalza a cuya jurisdicción correspondía entonces la diócesis de Yucatán, retornando el 31 de diciembre del mismo año. El 6 de mayo de 1905 se embarca en el vapor “Habana” para hacer la visita ad Limina Apostolorum al Papa Pio X, –canonizado 40 años 10
Menéndez, Iglesia y Poder, pag.242, después de su primer periodo de gobierno 1902-1906, Olegario fue reelecto para un nuevo periodo de cuatro años 1906-1910. Porfirio Díaz lo nombró Ministro de Fomento en 1906 y Olegario dejó como gobernador interino a su incondicional Enrique Muñoz Aristegui, óp,cit. 11 Óp,cit, p. 241 167
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después de su muerte–; se registra la hora de la histórica visita, eran las 11:45 de la mañana del 28 de junio de 1905, siendo recibido en audiencia privada en el escritorio particular del Pontífice y después en audiencia pública, en la noche de ese mismo día, ya estando monseñor Tritschler en su alojamiento, recibió del Vaticano una fotografía de S. Santidad con expresiva dedicatoria de puño y letra del Papa Pio X en latin: “Venerabili Fratri, Martino Tritschler y Cordova Episcopo Yucatánensi, cujus praeclara in eclesiam merita nobis sunt probe prespecta benebolentiae Nostrae testem Apostolicam Benedictionem peramanter impertimus. Ex Aedibus Vaticanis”. Die 28 junni 1905 PIUS PP.X
Pero a Martin le reservaba el Papa Pio X una más grande sorpresa que fue la elevación de su diócesis en arquidiócesis nombrándolo su primer Arzobispo, motivo del siguiente apartado de este libro. Martin regresó a Mérida de este viaje el 2 de diciembre del mismo año, no sin antes hacer la habitual visita a la casa paterna y asiento ancestral de la familia desde el siglo XV, la granja de Ebenemooshof, para ver a su tío Vinzenz que fallecería en 1909.12 El relato de su regreso, después de visitar la granja, tiene que ver menos con la biografía de monseñor Tritschler y si con un incidente que reflejaba en parte la situación de aquel entonces: el obispo había decidido que después de desembarcar en Nueva York pasaría a visitar a sus seminaristas de Castroville en Texas enviados por él desde Yucatán, y saludar al mismo tiempo al padre Francis Klement Kelly fundador de ese seminario, para lo cual emprendió el viaje atravesando los Estados Unidos de norte a sur, llegó a la ciudad de San Louis, Missouri el 19 de noviembre de 1905 y después de haberse hospedado en el Hotel Jefferson fue entrevistado por el diario local “The San Louis Republic”, y esto fue parte de lo que se publicó en su edición del día siguiente: 12
De este viaje a Europa corresponde la fotografía del obispo Martin posando con su familia paterna frente a la casa principal de la granja Ebenemooshof el 16 de agosto de 1905, fotografía digital tomada de la original y amablemente enviada vía correo electrónico por el actual granjero Martin Joseph Tritschler (*24.11.1965) al autor, ambos Martin Joseph y quien esto escribe, somos descendientes de Martin el relojero mexicano, padre del arzobispo y su hermano Vinzenz respectivamente. 168
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«El Reverendo señor Tritschler, obispo de Yucatán con residencia en Mérida, México, llegó a San Louis ayer acompañado del padre Baldomero y Antonio Regil, también de Mérida. Los viajeros regresan a su país después de un viaje a Roma por dos meses, donde el obispo Tritschler visitó al Papa Pio X llevando una importante misión especial relacionada con el bienestar de todo el catolicismo en México. Los viajeros se han hospedado en el Hotel Jefferson y saldrán para la ciudad de México esta noche. El español y el latín son los idiomas que pueden hablar los viajeros, siendo el último el usado por todos los miembros de la clerecía católica cuando van a Roma. Menciona el obispo que se está operando en su país un importante movimiento que tiene el apoyo del presidente Díaz y del Sr. Casasús, el nuevo embajador mexicano en Washington quien recientemente le dio un banquete el Club latinoamericano. Los mexicanos católicos de toda la república y los miembros de la clerecía católica en particular, están deseosos de conseguir el nombramiento de otro delegado apostólico para aquel país…».
Continuaba el periódico hablando de la cordial bienvenida que dio el Papa Pio X a Tritschler y de la salud del Pontífice y terminaba refiriéndose a la cruz de oro que portaba en el pecho el obispo como todos los clérigos de su jerarquía. Todos estos detalles hubieran quedado en el olvido de no ser porque fue recogida por otra publicación, esta vez en español, pero con sede en el mismo San Louis, Missouri, llamada “El Colmillo Público”, haciendo una agreste diatriba en contra de las declaraciones del obispo Tritschler y firmada con el seudónimo “Anakreón”, tras el cual se ocultaba su autor: Ricardo Flores Magón. El número 121 del 31 de diciembre de 1905 del Colmillo Publico en una nota escrita por Flores Magón residente en San Luis Missouri permanece como referente histórico de los acontecimientos de aquellos años que reflejaba el descontento social ya latente y que presagiaba la revolución. Encontrando Flores Magón, víctimas personales de sus ataques en personajes como monseñor Martin Tritschler como si fueran los causantes de las desgracias del país que no se encuentran en forma aislada en las instituciones ni en tales o cuales actores históricos sino estudiados en forma analítica y sistemática partiendo desde los orígenes de la nación mexicana. 169
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La estable situación del país contrastaba apenas con las pocas voces de protesta social que se comenzaron a percibir a través de un grupo de anarquistas y su muy incipiente Partido Liberal con Enrique y Ricardo Flores Magón a la cabeza, cuya primera intención era más que nada presionar para que se hiciese cumplir a la Iglesia con las Leyes de Reforma emanadas del periodo juarista y de Lerdo de Tejada; surgieron por todo el país, clubs liberales que comenzaron a editar un periódico llamado “Regeneración”; los Flores Magón fueron enviados a la cárcel por sus abiertos ataques al gobierno y a Díaz, al salir editaron otra publicación “El Hijo del Ahuizote”, clausurado más de diez veces y encarcelados sus autores varias veces decidieron autoexiliarse a Estados Unidos para desde ahí continuar sus protestas.
Algunos colaboradores del arzobispo Martin Tritschler en la primera década de 1900: (arriba, de izq. a der.) el vicario general y representante del Clero extranjero, monseñor Celestino Álvarez Galán; el secretario del Cabildo, Pedro Pérez Elizagaray; el Pbro. Monseñor Norberto Domínguez Elizálde, representante del clero regionalista; y Manuel Casares Cámara, su compañero de estudios en Roma y miembro del cabildo eclesiástico.
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benemooshof. gina 62.
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Página anterior Don Martin Tritschler fue el primer obispo de Yucatán en viajar a Roma para la visita Ad Limina Apostolorum; su santidad el Papa Pio X lo recibió la mañana del 28 de junio de 1905, antes de volver a México visitó el hogar paterno, la granja de Ebenemooshof en Schwärzenbach Alemania en donde se tomó esta fotografía frente a la granja el 16 de agosto, su tío Vinzenz Tritschler aparece sentado junto a la mesa con flores, sus primas Magdalena y Johanna en ambos extremos y su otro primo Johann que ya era el XI granjero en Ebenemooshof parado atrás frente a la puerta; junto al obispo el padre Eisele de la parroquia de Schwärzenbach y en medio el traductor que llevo consigo don Martín y de quien no se registró su nombre.
Página Siguiente Esta significativa fotografía se tomó en junio de 1904 en la Casa de la Misericordia Cristiana fundada por el padre Yermo, hoy Museo “San José María de Yermo y Parres” ubicado en la 12 Norte y 20 Oriente de la Cd. de Puebla. El obispo de Yucatán don Martin Tritschler y Córdova había venido a Puebla a conferir el diaconado y el presbiterado a su hermano Guillermo, el 13 y el 19 de ese mes en el Palacio Arzobispal de Puebla, su hermana Rosa María (María de Jesús) de las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres, asistía al feliz evento después de recibir el 20 de mayo en Guadalajara el orfanatorio de la Madre Santísima de la Luz como Superiora de la Casa de Caridad de San Felipe; su hermano don Joaquín Tritschler (bisabuelo del autor) fungía como administrador de las haciendas de los Mier en Matamoros. Un mes después el 28 de julio, falleció el hermano de ellos, Alfonso Tritschler, víctima de pulmonía, y el 20 de septiembre murió con gran paz en esa misma casa el padre José María de Yermo y Parres. A su regreso, don Martin viajó a Oaxaca para rendir informes a su metropolitano el Arzobispo de Antequera (Oaxaca) D. Eulogio Gillow y Zavalza a cuya jurisdicción correspondía entonces la diócesis de Yucatán, retornando el 31 de diciembre del mismo año.
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Al centro el obispo de Yucatán don Martin Tritschler y Córdova, a su izquierda su hermana sor Rosa María de las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres y a su derecha, el fundador de esa Congregación el padre José María de Yermo y Parres, hoy santo de la Iglesia Católica. Atrás los otros dos hermanos, don Guillermo y en seguida don Joaquín, bisabuelo del autor, fotografía tomada el mes de junio de 1904. 173
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División jurisdiccional de la Iglesia en el Sureste, en 1908. I. Provincia Eclesiástica de Oaxaca: 1. Arquidiócesis de Oaxaca. 2. Diócesis de Chiapas. 3. Diócesis de Tehuantepec. II. Provincia Eclesiástica de Yucatán: 1. Arquidiócesis de Yucatán. 2. Diócesis de Campeche 3. Diócesis de Tabasco. Diez años antes, en 1898, toda la región dependía jurisdiccionalmente de la arquidiócesis de Oaxaca.
Se erige la Arquidiócesis de Yucatán y Martin como su primer arzobispo Este año fue significativa la primera visita a Yucatán de un delegado apostólico del Vaticano el Arzobispo de Espoleto D. Domingo Serafini ocurrida el 21 de enero de 1905. Lo que estaba gobernando Monseñor Tritschler era una Diócesis muy antigua, una vez asentada la presencia española en la península en el siglo XVI se logró obtener el nombramiento de un Obispo, Fray Francisco de Toral que inicio su ministerio el 15 de agosto de 1562, a partir de ese entonces se sucedieron ininterrumpidamente los obispos de Yucatán, fue hasta el siglo XIX en que el obispo e historiador D. Crescencio Carrillo y Ancona trató la necesidad y conveniencia de implementar la elevación de la Diócesis en Arquidiócesis, para esto solicitó al Papa León XIII la división de su sede creando las diócesis sufragáneas de Tabasco y Campeche como primer paso para preparar y la erección de Yucatán como Arquidiócesis, este lento proceso 174
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comenzó en 1886, hasta 1895 en que Monseñor Carrillo y Ancona solicitó formalmente la mencionada elevación, pero rogó al Papa que en este caso no lo hiciera sino hasta después de su muerte la cual aconteció el 19 de marzo de 1897, a partir de esta fecha, por las causas ya mencionadas, no hubo de consolidarse el nombramiento definitivo de un nuevo Obispo, hasta que el Papa León XIII preconiza al doctor Martin Tritschler y Córdova como Obispo de Yucatán y es consagrado el 11 de noviembre de 1900, Martin después de trabajar y conocer bien a su diócesis parte para Roma –el ya comentado viaje que duró del 6 de mayo de 1905 al 2 de diciembre del mismo año–, para la visita Ad Limina Apostolarum (visita que hacen los obispos al Vaticano para informar al Sumo Pontífice sobre la marcha de su diócesis) El nuevo Papa Pio X lo recibe en audiencia privada el 28 de junio. Durante su permanencia en Roma, Martin dejo al frente de la diócesis al vicario general y deán Celestino Álvarez Galán, anteriormente su secretario, que invita al clero y laicado católico de Yucatán a dirigir una exposición a la Santa Sede solicitando la erección de la Diócesis en Arquidiócesis, para cumplir el deseo que tiempo atrás había expresado el Obispo Carrillo y Ancona. Conoció del asunto el Delegado Apostólico en México quien dictamino a favor y cursó la solicitud al Arzobispo de Oaxaca Monseñor Eulogio Gillow y Zavalza –de enorme influencia tanto en el clero mexicano como en la política por su gran amistad con Porfirio Díaz y sus relaciones con el Vaticano13– a cuya jurisdicción pertenecían como sufragáneas las diócesis de Yucatán, Tabasco y 13
Eulogio Gregorio Gillow y Zavalza (1841-1922) Obispo y Primer Arzobispo de Antequera (Oaxaca), nacido en Puebla su educación transcurrió en colegios europeos, egreso de la academia eclesiástica de Nobles de la Universidad Gregoriana. Por ordenes del Papa tuvo que aceptar la Arquidiócesis de Oaxaca, en la ceremonia de consagración asistió la familia de D. Porfirio Díaz y lo más granado de la sociedad, reparó los templos de su arquidiócesis, nombrado cardenal por León XIII no pudo aceptar por estar en contradicción con las leyes liberales imperantes en México, participó en la creación de la provincia eclesiástica en Yucatán por lo cual Martin Tritschler se convirtió en el Primer Arzobispo de Yucatán. Murió en Ejutla Oaxaca. Cordero y Torres, Enrique, Diccionario Biográfico de Puebla, 1972, tomo I. p. 314. 175
LOS ARZOBISPOS…
Campeche, correspondía a este prelado dar su consentimiento, porque se trataba de segregar de su jurisdicción a los tres obispados.14 El papa pio X por bula Quum, rei sacrae procuratio de fecha 11 de noviembre de 1906 eleva la diócesis de Yucatán a Arquidiócesis; como sede metropolitana. El 6 de Marzo de 1907 se recibió en Mérida la bula papal para erigir la nueva provincia eclesiástica, cuyo Arzobispo seria el doctor don Martín Tritschler y Córdova. El día 18 de Marzo a las ocho de la mañana, el doctor Carlos de Jesús Mejía, acompañado del nuevo Arzobispo monseñor Tritschler y el obispo de Campeche, monseñor Francisco Mendoza y Herrera, seguidos del Cabildo, el clero y seminaristas, salieron del palacio episcopal que se encontraba en el edificio del lado sur de la Catedral, lo que hoy es el museo de Arte Contemporáneo Ateneo Yucatán, para dirigirse a la Catedral a llevar a cabo la ceremonia de ejecución de la bula, elevando esta sede episcopal a la dignidad de sede arzobispal. Ya en Catedral el rector del Seminario, presbítero Eugenio Goñi, leyó la bula papal en latín y en español, cuya parte medular transcribo aquí: “Pio Obispo, Siervo de los siervos de Dios, para perpetua memoria. Para contribuir sobre manera al bien espiritual, la buena y recta administración de las cosas sagradas, según la diversidad de tiempos y lugares; y en cuanto que la sede episcopal de Yucatán o de Mérida, que fue erigida por nuestro predecesor de feliz memoria, el Papa León X, en el año de 1518, con razón se cuenta entre las diócesis más antiguas de la República Mexicana, al grado que no tan solo aventaja por su antigüedad sino también por otros títulos y los esclarecidos 14
Dice Menéndez que durante la visita de Porfirio Díaz a Yucatán en febrero de 1906 acompañado de su esposa Carmen Romero, quien participo de todas las actividades religiosas en Yucatán, desde una misa pontifical en la Catedral hasta la colocación de una primera piedra de una Iglesia en San Cosme, fue posible que Díaz haya tratado el tema de la erección de la diócesis de Yucatán en arzobispado, en función del éxito que la terna Molina-Tritschler había logrado a favor de la modernización de Yucatán y que había extendido sus intereses a las inmediaciones de Campeche y Tabasco, por lo tanto la petición iba acompañada inevitablemente de una confrontación con Gillow que vería reducida su jurisdicción, tal como lo manifestó Gillow públicamente al no asistir a la ceremonia de erección de la arquidiócesis yucateca como le correspondía. Menéndez, Iglesia y Poder, pp.321322. 176
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varones que la gobernaron y que, con su santidad de vida y sus gloriosos y preclaros hechos, le han dado esplendor en toda la nación mexicana y en toda la iglesia”.
E inmediatamente monseñor Tritschler hizo profesión de fe ante el subdelegado que dio lectura al decreto que declaraba erigida la nueva provincia eclesiástica. Primero.- La Catedral de Mérida y sus cabildos quedan elevados a la categoría de metropolitanos. Segundo.- Forman la nueva Provincia Eclesiástica la antigua diócesis de Yucatán elevada a metrópoli y las diócesis de Tabasco y Campeche como sus sufragáneas declarándolos desligadas del derecho metro político del Arzobispado de Antequera. Tercero.- Por designación de Ntro. Santísimo padre el Papa Pio X, seguirá ocupando la sede de Yucatán con el carácter de Arzobispo, el Ilmo. Señor Doctor Don Martin Tritschler y Córdova a quien por lo mismo debéis respeto, sumisión y obediencia. Cuarto.- Que según el tenor de la bula de erección a nadie le es permitido infringir o con temerario atrevimiento oponerse a lo mandado. Se declaró como primer arzobispo al doctor Tritschler y Córdova. Después de la misa pontifical se canto solemne Te Deum con el júbilo del pueblo católico yucateco. Monseñor Tritschler expidió ese día su primera carta pastoral, donde se refirió a la erección de la Arquidiócesis y recordó a sus feligreses el deber de ayudar a la obra del Seminario Conciliar de Nuestra Señora del Rosario y de San Ildefonso. Para integrar el Cabildo nombró en ese año al presbítero Manuel Casares Cámara, como canónigo penitenciario y al presbítero Pedro Pérez Elizagaray15, prebendado para ocupar el cargo que dejó el padre Casares Cámara como secretario del Cabildo.
15
Era uno de los 56 sacerdotes españoles enviados por el Vaticano a Yucatán. Menéndez, 1995, p.291 177
LOS ARZOBISPOS…
Monseñor Ramón Ibarra y González primer arzobispo de Puebla y Martin Tritschler primer arzobispo de Yucatán (al centro) con los superiores, maestros y alumnos teólogos del Pontificio Seminario Conciliar Palafoxiano, en el edificio que adquiriera, reformara, fundara y fuera su rector el canónigo don Prisciliano José de Córdova y Puig, tío de don Martin; el arzobispo Ibarra y González lo elevaría a la categoría de Universidad Católica en 1907, en 1912 fue clausurado por causa de la revolución carrancista y posteriormente fue cuartel de la 25ª Zona Militar, actualmente es sede del Museo y Biblioteca “General Ignacio Zaragoza”
El Seminario Conciliar durante el periodo de Monseñor Tritschler Los antecedentes del seminario de Mérida se remontan al 21 de agosto de 1700 cuando el Rey de España aprueba la solicitud del obispo de Yucatán Fray Antonio Arriaga para fundar un seminario. Después de 200 años de historia en la que el seminario cambia de residencia varias veces, es nombrado el XXXVII obispo de Yucatán, Martin Tritschler y Córdova mostrando mucho interés en su desarrollo. En el año de 1906, un rico hacendado D. Eduardo González Gutiérrez, decide donar una quinta –casa de campo que sirve 178
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generalmente de recreo– para el mejor aprovechamiento de la Arquidiócesis, sin pensarlo dos veces Monseñor Tritschler, siendo aun obispo, la dedica para el tan necesario seminario, fue inaugurado con solemnidad el 15 de septiembre de 1906 conservando el mismo nombre que tenia, de Quinta de San Pedro Chukuaxin, a Seminario Conciliar de San Pedro Chukuaxin16, dotándolo de lo necesario para las necesidades de los seminaristas. Su función era la de preparar a los aspirantes a la vida eclesiástica mediante estudios de filosofía y latín, entre otras materias, para luego cursar en el Seminario Mayor Teología y Derecho canónico. Al mismo tiempo creó otro Colegio para estudiantes que no necesariamente siguieran la carrera eclesiástica, el Colegio de San Ildefonso. Con ayuda del padre Francis Klement Kelley17 –con quien trabó amistad–, los egresados de estos seminarios menores podían ser enviados a los Estados Unidos para continuar sus estudios, uno de esos era el Seminario de Castroville en Texas, fundado por el padre Kelley y otros obispos. Después de terminar sus estudios tanto en San Pedro como en San Ildefonso, Monseñor Tritschler enviaba a los egresados a un Seminario Mayor para concluir sus estudios, algunos eran enviados a 16
Hoy Casa de la Cristiandad se ubica al oriente de la ciudad de Mérida en la colonia Chuminopolis, perteneció a los padres Jesuitas quienes fueron expulsados de Yucatán en 1767 en cumplimiento de un decreto del Rey Carlos III, dirigido a España y a todos sus dominios, su construcción se remonta a 1605 cuando pertenecía al Deán de la Catedral de Mérida Br. D. Bernardo González de Zequeira, funciono desde entonces como plantación de caña de azúcar e ingenio azucarero, a fines del siglo XIX fue reconstruida por Eduardo González Gutiérrez. 17 Obispo Francis Clement Kelley, nacido en Canadá en 1870 y muerto en Oklahoma 1948. En 1905 fundó la "Catholic Church Extension Society of the United Estates"que aun hoy en día continua haciendo una gran labor de promover la misión de la Iglesia Católica en áreas rurales de los Estados Unidos, la revista "Extensión Magazine" que fundó llego a tener hasta tres millones de subscriptores, fue capellán en la guerra Española-Americana, inicio las negociaciones no oficiales entre el Vaticano y el gobierno italiano de Mussolini para resolver la cuestión Romana. Estableció un seminario en Texas para miembros del clero y seminaristas en el exilio y los representó durante la Revolución Carrancista, Monseñor Kelley fue consagrado Obispo de Oklahoma en 1924, durante su Arzobispado resistió exitosamente la agitación del KKK y construyo iglesias, varias escuelas católicas llevan su nombre, murió en Oklahoma City. 179
LOS ARZOBISPOS…
Estados Unidos otros al Seminario de Puebla y los más destacados al Colegio Pio Latinoamericano de Roma. El 1 de octubre de 1915 el gobierno del general Alvarado expropia la quinta de San Pedro donde funciona el Seminario Menor y en su lugar instala una escuela de agricultura, ese mismo año se clausuran todos los seminarios del país y los estudiantes de los dos seminarios son enviados por monseñor Tritschler a Castroville, Texas y los recibe el padre Kelley. El 12 de mayo de 1919 monseñor Tritschler regresa de su exilio en la Habana y se dedica a buscar un lugar para establecer nuevamente el Seminario y el 1 de marzo se reinaugura el Seminario Conciliar en algunas dependencias de la Catedral. Para 1930 y después de múltiples cambios, monseñor Tritschler adquiere del Sr. Miguel Aznar y González por cuatro mil pesos una antigua casa de mampostería y tejas de dos pisos, ubicada en la calle 18 con 17 de la colonia Itzimná, y establece el Seminario Conciliar donde funciona hasta hoy día. Este mismo Seminario fundado por el arzobispo Tritschler recibe el 11 y 12 de agosto de 1997 la histórica visita del Papa Juan Pablo II a México, pernocta en la institución y oficia una misa privada en la capilla Principal. Monseñor Tritschler siempre permaneció atento de los estudios y aprovechamiento de sus seminaristas donde quiera que se encontraran, de esto dice Don Manuel Castilla: «En todas estas visitas, dejaba una estela inolvidable de dulzura, de cariño de cuidado paternal, de bondad exquisita; atendía todas las suplicas trataba en particular de las necesidades especiales de cada alumno, se informaba de sus familiares, derramaba paz y dulcísima calma....Corregía con prudencia y daba la mano al caído, alentaba y consolaba».
Un seminarista enviado por el padre Tritschler a Montezuma Nuevo México escribió de él: «Estatura mediana, bien formado, cara oval, y un cerquillo rubio en la cabeza; ojos limpios y grandes, fulgurantes y bondadosos; sus movimientos siempre mesurados; su personalidad toda caracterizada por una excelente bondad y prudencia. El Sr. Tritschler era bondadoso, no solo porque se ajustó a las ideas de rectitud y de
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justicia, sino también porque fijo el programa de su vida en la caridad y amor de Dios, la humildad y sencillez de Cristo...»
La atención hacia el seminario fue la misma que hacia sus sacerdotes traducidas en cuatro obras y acciones: Las Conferencias Eclesiásticas El Boletín Eclesiástico La Casa de Ejercicios La Beneficencia Sacerdotal.- Creada por Monseñor Tritschler en el primer destierro. Las Conferencias Eclesiásticas.- Las establece a fin de que su Clero no olvide los conocimientos adquiridos en el Seminario; presidiéndolas el mismo, primero en su Palacio Episcopal, después en la Secretaria del Arzobispado, semana a semana daba sus disertaciones de diferentes materias convirtiéndose en verdaderas conferencias.
El Boletín Eclesiástico.- se crea por edicto de 8 de diciembre de 1904 saliendo el primer número en enero; registró el diario acontecer de Yucatán durante los primeros cuatro decenios del siglo XX. La importancia de este documento radica no solo en que llevó una crónica de los eventos de la diócesis, sino que además tuvo por objeto publicar frecuente y regularmente las leyes de la iglesia para su mejor conocimiento, observación y comunicación con el Clero; se publicaría mas allá de su muerte y ha servido de fuente biográfica e incluso de interés histórico de Yucatán. 181
LOS ARZOBISPOS…
En el edicto de su publicación monseñor Tritschler justifico sus fines: «Uno de los bienes y no el menor que han producido en nuestra América los Decretos del Concilio Plenario es, sin duda, la emulación que se advierte en muchas diócesis por publicar revistas científicoreligiosas que bajo distintos títulos promueven la ilustración del Clero y presentándole oportunamente las actas pontificias y diocesanas, estrecha cada vez más los vínculos de amor y sumisión que los unen con la Santa Sede y con sus respectivos Prelados...) (...para que las leyes de la Iglesia sean mejor conocidas y observadas y el deseo de tener con nuestro venerable y amado clero una comunicación más frecuente y regular, es lo que nos ha movido a promover entre nosotros la publicación de un Boletín Eclesiástico...»
Este Boletín libró a los Párrocos de la obligación de llevar el libro de Mandatos y a avivar el estimulo, bien para mayor celo en los trabajos ministeriales con la publicación de las crónicas y reseñas de las funciones religiosas en las parroquias así como para ejercitarse en el periodismo, ya que las paginas del Boletín quedaron a disposición de todos los sacerdotes de la Arquidiócesis. La Casa de Ejercicios.- Era una quinta con celdas acondicionadas para la temporal estancia de los estudiantes donde los sacerdotes podían tener todas la comodidades para dedicarse al estudio espiritual, encaminado a alentar a los sacerdotes a avivar las actividades parroquiales y a dar una mejor atención espiritual a su feligresía. Beneficencia Sacerdotal.- Era una asociación de carácter exclusivamente eclesiástico, de fines mutualistas, tenía por objeto fomentar entre el Clero el espíritu de caridad y ponerlo en ejercicio haciendo que todos concurrieran con sus cuotas al auxilio de sus hermanos enfermos, pobres y ancianos aportándolas mensualmente. En el destierro en Cuba, Monseñor Tritschler no olvido a sus sacerdotes y reunió en torno suyo a los exiliados tanto del clero como laicos, los animó y procuró hallarles colocación. El decreto de fundación fue expedido en la Habana en la casa de los PP. de la Congregación de la Misión el 15 de Agosto de 1917. Preocupándose en especial por los miembros más desvalidos y desposeídos económicamente como lo era la situación apremiante de los sacerdotes que imposibilitados por enfermedad o por vejez de 182
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ejercer el ministerio y quedando expuestos a la miseria si no se les ayudara de otra forma. En palabras del propio Arzobispo Tritschler el edicto comenzaba diciendo: «En nuestra amada Arquidiócesis hasta el año de 1914 no nos habíamos preocupado de estas obras, porque disponíamos de fondos suficientes para socorrer a los sacerdotes pobres y aun teníamos la satisfacción de poder atender a su curación albergándolos en nuestra sede episcopal cuando caían enfermos. Mas después de las pérdidas que hemos sufrido en estos últimos años, urge arbitrar otro género de recursos para hacer frente a la miseria que amenaza a los sacerdotes a quienes la vejez o la enfermedad hubieren inutilizado para la vida activa del ministerio. A este fin, durante los largos días de nuestro destierro en la Habana nos dedicamos con todo empeño a estudiar ese problema y después de haber examinado las soluciones dadas en otros países, nos decidimos a promover la formación de una sociedad eclesiástica que acopiase los fondos suficientes para remediar ante todo las necesidades de los desvalidos…».
Estas actividades muy propias del Clero Católico son esenciales para el funcionamiento de la Iglesia, y que en el caso de estas cobraron relevancia como instituciones de funcionamiento vital durante el periodo anti-católico del Gobierno Pre-Constitucional de D. Venustiano Carranza y el periodo Callista, en el que el Clero Católico se vio desarticulado de sus Prelados fueran Obispos o Arzobispos siendo perseguidos o mandados al destierro y que gracias a estas reformas eclesiásticas llevadas a cabo por Monseñor Martin Tritschler sirvieron para que siguieran funcionando a pesar de su destierro y autoexilio en la Habana Cuba.
Un prelado guadalupano Monseñor Tritschler tuvo la intención decidida de establecer el catolicismo romano como un verdadero horizonte simbólico de la sociedad, combatiendo las prácticas culturales heterodoxas y auto gestionadas de la religión popular. Esto significo restar espacios al culto de los santos patronos producto de prácticas religiosas mágicas e iconológicas tradicionales de las parroquias rurales indígenas18. 18
Savarino, Franco, Religión y sociedad en Yucatán, p.639 183
LOS ARZOBISPOS…
En su carta pastoral dirigida a sus diocesanos expresó: «Si bien el pueblo yucateco siempre se ha gloriado de ser muy amante de la Sma. Virgen María; con todo, pena nos da confesarlo, no se advierte en los fieles respecto de su advocación de Guadalupe una devoción tan general e intensa como la que existe en las Diócesis del centro; lo cual tiene su explicación histórica en el aislamiento y falta de comunicación que había entre la antigua colonia de Yucatán y el Virreinato de la Nueva España…» «…siguiendo además los impulsos de nuestro corazón, os exhortamos, venerables hermanos y amados hijos a acogeros bajo el manto protector de la Santísima Virgen de Guadalupe, a fomentar su culto público y privado, a invocarla en nuestras necesidades y amarla con afecto verdaderamente filial»
Y como ejemplo escogió el templo de San Cristóbal en Mérida como recinto dedicado a la veneración de la Virgen de Guadalupe, promoviendo su culto en otras iglesias y en los hogares de la península: «A los que no posean esa prenda bendita, que procuren adquirirla, dedicándole si posible fuere un altar»
Para 1911, 45 de los 181 templos parroquiales y auxiliares de la arquidiócesis tenían como titular a la Virgen María19 Sin embargo, el impulso al culto mariano que tuvo como fin disminuir el número de los intermediarios sagrados, como eran los santos, no tuvo tanto éxito como la difusión del culto a Cristo, a la Virgen María y al Santísimo Sacramento. La virgen de Izamal, patrona de la Península, fue invocada solemnemente en 1904 y en agosto de 1908, con imponentes reuniones de masas de fieles, así como el culto a la Virgen de la Inmaculada Concepción ya que como el mismo monseñor Tritschler dijo en su carta pastoral, el culto a la Guadalupana no tenia tradición en Yucatán. En un edicto de 1907, Martin Tritschler critico las fiestas patronales y el culto las imágenes: «Pues nadie ignora que las grandes fiestas de nuestros pueblos son, por desgracia, mas propias para la disipación que para el recogimiento» –y amonestó– «a los que hacen consistir su devoción en adorar la Santa Cruz y venerar las sagradas imágenes»20 19 20
Menendez Rodriguez, Iglesia, p.267 Savarino Franco, Religión y Sociedad en Yucatán, p. 640 184
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Posteriormente, en 1910, dijo a los seminaristas que era necesario evitar: «En la casa del Señor desperfectos que rayan en irrisión y profanación, como son tantas pinturas y esculturas que se encuentran en los templos» Estas medidas tenían como finalidad en el medio rural marginal completar el “desencantamiento del mundo” weberiano y promover la imagen de una sociedad religiosa más racional y moderna.
La catedral de Mérida (izq). Y ejemplo de arquitectura religiosa en Yucatán en tres templos construidos en el gobierno de monseñor Tritschler: los de Chicxulub, Acanceh y Pisté Don Martin elevó la infraestructura de templos y parroquias de 97 que había antes de su arribo a Yucatán a 179 para 1910.
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LOS ARZOBISPOS…
La obra constructora de Monseñor Martin Tritschler Difícilmente se hallara una iglesia en Yucatán que no haya experimentado durante su gobierno alguna obra de reparación o embellecimiento principalmente llevada a cabo hasta antes del estallido de la Revolución. Había a finales del siglo XIX, 97 templos que conformaban la diócesis de Yucatán, para 1910 la infraestructura de la arquidiócesis estaba constituida por 179 templos y parroquias. Dotado de un alto sentimiento artístico que cultivo desde su juventud en Italia, país clásico del arte, Martin Tritschler restauró, embelleció y reedifico todos los templos de su Arquidiócesis. En febrero de 1902 se lleva a cabo la reconstrucción arquitectónica de la Iglesia Catedral concluyéndose tres meses después, en ese lapso reforma el coro de la Catedral de Mérida contratando a una de las mejores casas constructoras de Alemania, la Wagner & Levien Sucs., en armonía con la arquitectura, para la balaustrada de mármol contrata a una importante casa italiana y la sillería la encomienda al artista Yucateco D. Donato Pech Cambranes con maderas preciosas de los bosques cercanos, al pintor italiano Benedicto Barone le encarga la ornamentación de las naves y muros. En solo dos años, de 1903 a 1904, se inauguraron los templos de Samahil, Muna, Xanabá, Oxkutcab, el 11 de enero de 1906, la iglesia de Kinchil; el 18 de febrero, la de las monjas de Mérida y el templo parroquial de Acanceh el 28 de abril. El 13 de enero de 1907 se consagró la iglesia de la Candelaria de Mérida; el 15 de marzo la reedificación de la iglesia Parroquial de Peto; el 16 de julio, las obras de reparación del templo de Motúl. El 4 de febrero de 1908, la iglesia de la Hacienda Tekit; el 9 del mismo mes consagró la iglesia de Lourdes y el 12 de Marzo la iglesia de Piste. En 1909, las iglesias de Chicxulub y la de Calotmul respectivamente. No hay en 42 años de gobierno eclesiástico, y durante el periodo de seis Pontífices, una sola iglesia o capilla que por lo menos no haya recibido mejoras tanto arquitectónicas como artísticas.
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TEMPLOS PARROQUIALES Y AUXILIARES EN YUCATÁN CONSTRUIDOS O REEDIFICADOS ENTRE 1900 Y 1910 BAJO EL GOBIERNO DE MARTIN TRITSCHLER Lugar Santo Patrono Akil (Parroquia) La Natividad de Ntra. Señora Santa Inés Baca La Purísima Concepción Bolóm Ídem Buctzotz Ídem Bokobá La Asunción Caucel San Miguel Arcángel Cantamayéc San Andrés Apóstol Cepeda o Kukab La Purísima Concepción Citilcúm San Pedro Apóstol Cuncunúl San Juan Bautista Cuzamá Santiago Aposto Cuchjoloch La Purísima Concepción Cosgayá San Luis Obispo Chablekal Santa Úrsula Chancenote San Mateo Apóstol Chacsinkín San Pedro Apóstol Chelém (puerto) La Purísima Concepción Chicxulub (pueblo) La Purísima Concepción Chicxulub (puerto) San José Patriarca Chocholá Santiago Apóstol Cholul San Pedro Apóstol Chuburná (pueblo) La Purísima Concepción Chuburná (puerto) San José Patriarca Chumayél La Purísima Concepción Dzan San Pedro Apóstol Dzemul Santa Ana Dzilám (pueblo) San Francisco de Asís Dzilám (puerto) San Juan Bautista Dzitnup San Andrés Apóstol Dzununcán La Purísima Concepción Dzoncauich San Juan Bautista 187
LOS ARZOBISPOS…
Dzityá Ekmul Euán El Cuyo Ebtún Huhí Honukú Holbox Itzimná (Parroquia) Kanasín Kanxoc Kimbilá Kiní Kikil Kin Kinchil Komchen Loche Molas Mopila Muxupip Nohcabab Opichén Panabá Pencuyút Pisté Pixilá Pixoy Popolá Pustunich Pocboch San José de la Montaña. Mérida Lourdes. Mérida Santa Isabel. Mérida María y José. Mérida
La Asunción San Luis Obispo San Francisco de Asís San Bartolomé San Pedro Apóstol San Juan Bautista San Francisco de Asís San Miguel Arcángel Los Santos Reyes Santos Cosme y Damián Santa Clara San Mateo Apóstol San Francisco de Asís San Francisco de Asís San Miguel Arcángel La Purísima Concepcion San Agustín La Purísima Concepcion San Mateo Apóstol Santiago Apóstol San Antonio de Padua San Bartolomé Apóstol San Pedro Apóstol San Bernabé Apóstol La Purísima Concepcion San Buenaventura Santa Ana San Juan Bautista La Asunción La Asunción
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San Cristóbal (Parroquia) Mérida San José Tzal Santa Elena Sanahcat San Felipe (puerto) Seyé (Parroquia) Sisbichén Sinanché Sitpach Sitilpech Sierra Papacál Siucanche Sucopó Suma Sucilá Tahmuy Tabi (Sotuta) Tahdzobichén Tahmek Tezoco Tecom Temozón Tetiz Tekal Telchaquillo Telchac (puerto) Tepakán Tekit Tixhualahtún Tipikal Tinum Tixcancal Tixcochoch Tibolón Tihilop
San José Patriarca San Mateo Apóstol La Asunción Santiago Apóstol San Bartolomé Apóstol La Purísima Concepcion San Buenaventura San Juan Bautista San Jerónimo San Buenaventura San Francisco de Asís San Bartolomé Apóstol Santiago Apóstol San Lucas Evangelista Los Santos Reyes Exalt. Santa Cruz San Lorenzo San Lucas Evangelista San Pedro Apóstol La Asunción San Bernardino San Pedro Apóstol San Gregorio Papa San Juan Evangelista San Antonio Padua San Juan Bautista Santa María Magdalena San Antonio Padua San Francisco de Asís San Juan Bautista San Juan Bautista San Juan Evangelista 189
LOS ARZOBISPOS…
Tixkakal Tixpehual Tixcacaltún Tixbaká Tixkuytún Tixkuncheil Tzucacab Tixmeual Ticum Timucuy Ucú Ucí Valladolid (Parroquia) Yalkón Yaxkukul Yolcabá Yadzonot Yotolim Yobaín Xayá Xanabá Xocchel Xochenpich
San Juan Bautista San Martin Obispo San Francisco de Asís La Asunción La Asunción San Miguel Arcángel Santa María Magdalena San Miguel Arcángel San Antonio de Padua Santos Reyes San Luis Gonzaga San Antonio de Padua Los Remedios San Lucas Evangelista San Martin obispo San Esteban San Francisco de Asís Stos. Felipe y Santiago Apóstoles San Lorenzo San Buenaventura San Nicolás San Juan Bautista San Lucas Evangelista
Menéndez, Iglesia, 1995, pp. 247-251, que cita varias fuentes, entre ellas el Archivo General del Estado de Yucatán. Directorio Parroquial. 1911-1912. Mérida. Apuntes Geográficos Históricos y Políticos, Mérida, 1910.
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Monseñor Tritschler emprendió desde el inicio de su arzobispado un programa que le permitió elevar la base económica diocesana, mejorar la infraestructura de templos y casas curales, fomentar la educación católica, elevar el número y preparación de sacerdotes, fortalecer y controlar las prácticas religiosas populares, crear una red de comunicación y propaganda a través de la prensa y la actividad editorial, renovar y formar asociaciones católicas de la clase trabajadora, crear espacios de socialización para las clases altas y medias, establecer una relación sin conflictos con el poder político e iniciar las gestiones para elevar la diócesis al rango de arzobispado. 191
LOS ARZOBISPOS…
Monseñor Tritschler, fundador de Colegios En el marco de la política de conciliación con el Clero y dentro de los minuciosos planes que contemplaba la “alianza progresista” entre la Iglesia y el Gobernador del Estado Olegario Molina estaba la creación de centros educativos, para ese fin monseñor Tritschler hace venir del extranjero profesores competentes de congregaciones comprometidas con la educación, estos profesores eran en su mayoría, hermanos Maristas y las religiosas de Jesús María, que secundando los deseos del obispo Tritschler fundaron en numerosos pueblos y ciudades de la Diócesis de Yucatán escuelas y colegios que cubrían distintos aspectos educativos: Primarias, secundarias, escuelas de artes y oficios y agricultura; “difundir escuelas por todo el Estado hasta conseguir el mayor numero que la Iglesia pueda sostener” decía la Revista de Mérida al comienzo del gobierno eclesiástico de Martin Tritschler, que para ese entonces tenía once colegios católicos que su administración elevó a 42, con un alumnado de 6,500 niños. En palabras del P. Eustacio Fernández: «Levanta el nivel intelectual y moral de su Diócesis, dedicando su talento y la caridad inagotable de su corazón, hasta privarse el de lo necesario al sostenimiento y desarrollo de colegios y escuelas donde la niñez se forma recta y sabiamente en los principios cristianos y luego fueran ciudadanos honrados, inteligentes y útiles a la Patria. Hace venir del extranjero competentes profesores que eleven la enseñanza a la altura de la moderna pedagogía»
COLEGIOS FUNDADOS POR MONSEÑOR TRITSCHLER: El Seminario Menor Las siete escuelas de la institución de Beneficencia “Leandro León Ayala”.
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Ex hacienda de San Pedro San Cristóbal Mejorada Santiago San Sebastián Santa Ana Chuminopolis Lourdes
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El Colegio Josefino Escuelas de la Conferencia de San Vicente de Paul Colegio de primaria y secundaria del Lic. Benito Ruz y Ruz Con la ayuda de los Hermanos Maristas: Colegio de San José de artes y oficios Escuela de Santa Ana Colegio de San Rafael, Telar Colegio de Santa Ana Colegio de San Juan Nuestra Señora del Rosario Colegio de enseñanza Primaria y Superior Escuela de San José, de artes y oficios Escuela primaria del Sagrado Corazón de Jesús Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe Escuela de San Luis Gonzaga Escuela de San Antonio de Padua Colegio Católico Tomas Gamboa Colegio Católico Colegio de la Purísima Concepción Colegio de San José Con la ayuda de las religiosas de Jesús María: Colegio Teresiano “Santa Eulalia” Colegio de la Sagrada Familia Liceo de niñas Colegio Agrícola Colegio de Santa Teresa de Jesús Colegio de Jesús María Colegio de la Providencia de San José Nuestra Señora de Guadalupe Nuestra Señora de Lourdes Nuestra Señora del Carmen Sagrado corazón de Jesús 193
Peto
Itzimná Opichén Peto San Juan Izamal Valladolid Ticúl Hoctún Conkál Maxcanú Maxcanú
Tekax Espitá Conkál Chablekál Teresiano Siervas de María Mérida
LOS ARZOBISPOS…
Nuestra Señora del Rosario San Juan Bautista Artesanos de San José Artesanos de Nuestra Señora del Pilar Artesanos de Santa Isabel Artesanos de Santiago Nuestra Señora de Yucatán Los Sagrados Corazones de Jesús y María Colegio Pestalozzi Escuela de Juan Francisco Molina Esquivel Este orden establecido, que produjo el progreso de la diócesis administrada por monseñor Tritschler y Córdova, es roto por el movimiento revolucionario de 1910, en el interior de la República, y destruido en la región de Yucatán a la llegada en 1915 del general Salvador Alvarado. Esta irrupción violenta de la corriente emancipadora que provocaría el saqueo de la Catedral, obliga al arzobispo Tritschler a prevenir mayores abusos y huir en busca de refugio en la cercana isla de Cuba el 26 de Agosto de 1914.
El exilio, Habana, Cuba. (1914-1919) El tema del exilio está escasamente documentado en la historiografía de los conflictos mundiales como lo es el de la Revolución Mexicana, sin embargo, el interés entre los historiadores mexicanos y extranjeros por este tema ha ido en aumento, aunque su interés se centra en personajes destacados: políticos, militares, intelectuales, artistas, hacendados y empresarios importantes. Sin embargo, se ha soslayado el destino que tuvieron importantes personalidades del episcopado mexicano y sus actividades durante el destierro que fueron observadas por el gobierno a través de la Secretaria de Relaciones Exteriores.21 21
Autores como Antímaco Sax y Mario Ramírez Ranaco, en sus obras Los mexicanos en el destierro, San Antonio Texas, 1916 y la reacción mexicana y su exilio durante la revolución de 1910, México, UNAM/Porrúa, 2002, han incorporado en sus trabajos el tema del exilio del episcopado mexicano, no obstante, todavía 194
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El exilio de personalidades de la sociedad mexicana durante la revolución muestra una vez más la intransigencia de los vencedores sobre los vencidos con la correspondiente perdida de “recursos humanos” para el país. El exilio del arzobispo de Yucatán Martin Tritschler y Córdova nos permite ver en parte, otra dimensión histórica del movimiento revolucionario en contexto con el periodo del Constitucionalismo. Las razones que tuvo monseñor Tritschler de abandonar la península yucateca y sus actividades en el exilio, el contacto con agrupaciones y movimientos fuera y dentro del país y las negociaciones para el retorno del clero exiliado con el gobierno son y deben formar parte de la historiografía de la revolución y en particular la de Yucatán. Con la llegada de las tropas carrancistas a la Ciudad de México se desató una ola anticlerical que amenazaba con el uso de la violencia y que tuvo como consecuencia la emigración de la iglesia mexicana y en el caso de Martin Tritschler el éxodo hacia la isla de Cuba, lugar donde encuentra acogida y es objeto de vigilancia del servicio secreto mexicano.
Maderismo, huertismo y anticlericalismo constitucionalista Con la derrota del régimen encabezado por el general Porfirio Díaz y el triunfo del movimiento maderista, el catolicismo entró en una etapa de efervescencia, pero al mismo tiempo resurgieron las corrientes anticlericales “jacobinas” al tiempo que las vertientes social y democrática del catolicismo comenzaron a ganar terreno. En esta coyuntura se fundó en la ciudad de México el Partido Católico Nacional. El cual tuvo eco en diversos estados de la república y su organización le permitió obtener cuatro senadurías y 19 diputaciones al Congreso de la Unión, durante las elecciones federales verificadas en 1912, además de una importante presencia en las legislaturas de Jalisco, Zacatecas, Michoacán, Guanajuato, Estado de México, Querétaro, Puebla y Chiapas. En Yucatán, sin embargo la acción del resulta necesario un estudio más a fondo para conocer en su justa dimensión este fenómeno. 195
LOS ARZOBISPOS…
partido no se registro sino hasta 1913, cuando el Centro Yucateco del Partido Católico Nacional abrió sus puertas y en su seno aglutino “a muchas estimables personas de distinguida posición social”22, aunque no participo en las elecciones locales. No obstante, el ímpetu de la Iglesia católica se vio opacado con el asesinato de Madero y del vicepresidente Pino Suarez y el acenso a la presidencia del general Victorino Huerta. El suceso fue condenado inmediatamente por el arzobispo de Morelia, Monseñor Ruiz y Flores, quien dejo en claro la distancia que, tanto la Iglesia como el Partido Católico, mantenían con el gobierno “usurpador” Al respecto como bien señala Jean Meyer, podemos preguntarnos: « ¿Por qué entonces la facción constitucionalista que habría de triunfar acuso a la Iglesia de haber sostenido a Huerta, y precisamente por este pecado original de la Iglesia habría de justificar su anticlericalismo, y porque sigue siendo la teoría oficial que pude leerse en los libros de historia la que presenta el punto de vista gubernamental?»23
Si bien los argumentos son varios, el más sólido, como señala este mismo autor, se relaciona con la participación de miembros eminentes del partido católico en el gobierno huertista, aunque el partido no estaba comprometido con un régimen al que combatía violentamente a través de su periódico la Nación24 No obstante, el carrancismo responsabilizó al clero de la muerte de Madero y lo acuso de haberse aliado y colaborado con Huerta. A estas imputaciones se sumaron algunos hechos, como el Te Deum oficiado por el arzobispo José Mora y del Rio en la catedral de la Ciudad de México con motivo de la consagración a Cristo Rey, acto que fue interpretado como una afrenta y claro apoyo al gobierno “usurpador”. La manifestación religiosa fue autorizada oficialmente por Huerta, quien giro órdenes para que se ofrecieran todas las facilidades,
22
Boletín del arzobispado de Yucatán, Mérida, Yucatán, México, 1913, pag.58 Jean, Meyer, La Cristiada, tomo II, México, Siglo XXI, 1974, pp. 64-67 24 Ibíd., p., 65. Entre los miembros del Partido Católico menciona la participación de Tamariz, los hermanos Elguero y el célebre “cuadrilátero” parlamentario formado por Lozano, Moheno, Olaguibel y García Naranjo. Véase también Michel C. Meyer, Huerta, un retrato político, México, Domes, 1983, pp. 188-189. 23
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situación que fue interpretada por los constitucionalistas como una prueba patente de la alianza entre la Iglesia con la usurpación.25 Esta versión fue desmentida posteriormente por el arzobispo Tritschler desde su exilio en la Habana, declarando que en tal ocasión: «Sumo cuidado tuve siempre, que se mandaran oraciones por la paz, de que no se deslizara palabra que pudiera ser mal interpretada y esto tanto más, cuanto que eran conocidas ciertas tendencias a interpretar torcidamente cuanto de nosotros procedía».26
Los carrancistas, sin embargo, continuaron presentando pruebas que acusaban al clero de utilizar los pulpitos como tribunas políticas para atacar al constitucionalismo y defender a Huerta.27 Con el avance de las tropas carrancistas la campaña anticlerical se exacerbó y las acciones sacrílegas se incrementaron en el territorio nacional, adquiriendo tintes violentos que se tradujeron en la sistemática destrucción de todo lo que se relacionaba con el catolicismo y se inicio una persecución sin cuartel a toda la jerarquía eclesiástica. Los atropellos de que fueron objeto iglesia, dogma, sacerdotes y religiosos alcanzaron proporciones humillantes. En respuesta a las acusaciones y en virtud de las preocupantes circunstancias, arzobispos y obispos “rompieron” el silencio a través de una carta pastoral signada en el mes de julio de 1914. En este documento se lamentaba de la persecución de que era objeto la iglesia católica mexicana y de la propalacion de injurias contra el episcopado nacional, motivo por el cual lanzaban una protesta por las vejaciones, profanaciones y sacrilegios en contra de la religión y sus representantes.
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Jean Meyer, La Cristiada, Ibíd., pp. 91-92 El Heraldo de Cuba, 27 de septiembre de 1914 27 La Revista de Mérida, Mérida, Yucatán, 5 de agosto de 1914. De La Tribuna de México se tomaba la nota de que el arzobispo Mora y Del Rio había sido expulsado de México por el general Huerta, por haberse negado a contribuir con fondos para la guerra, aunque también se comunicaba la versión de que su partida respondía a un llamado del Papa Pio X, debido a graves quejas del clero mexicano, por disidencias surgidas con el jefe de la iglesia en México. 26
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Ante todo manifestaban haber mantenido siempre el respeto y sumisión a las autoridades constituidas y negaban rotundamente su intervención en el derrocamiento del presidente Madero. Así mismo aseveraban que ni el episcopado mexicano ni los clérigos, con su consentimiento y aprobación contribuyeron económicamente para favorecer a ningún movimiento revolucionario, lo cual origino la persecución desatada en su contra. Declaraban también falso el haber facilitado recursos o con su influencia, haber faltado a la más estricta neutralidad, así como fomentar o sostener con su peculio la incierta situación, pues los rumores de que la iglesia mexicana abundaba en riquezas y bienes materiales era una falacia.28 A Yucatán comenzaron a llegar comunicaciones alarmantes sobre el cierre de iglesias, sacerdotes recluidos, extranjeros expulsados, bibliotecas y archivos eclesiásticos destruidos, ornamentos y confesionarios convertidos en cenizas e imágenes “fusiladas”, entre un gran número de desmanes.29 Además la prensa comenzó a publicar noticias acerca de la profunda división que existía entre el clero yucateco, motivo por el cual la arquidiócesis lanzo una protesta en la que hacía patente la unidad entre los sacerdotes extranjeros y mexicanos, destacando que inimicus homo hoc fecit, esto es, que el enemigo común era quien había pretendido sucintar las disensiones en detrimento de la religión y la salvación de las almas.30 Pero el rumor que causo mas alarma fue el de que el Papa Pio X mandaría clausurar los templos del culto católico en la república, en espera de que la difícil situación se solucionara.31 28
Carta Pastoral, 16 de julio de 1914; La Revista de Mérida, Mérida Yucatán, 8 de agosto de 1914; Diario de la Marina, edición de la mañana, La Habana, Cuba, 28 de agosto de 1914. 29 Véase Colección Antoni Rius Facius, fondo CLXXXII, legajo 22. En este se detallan los atropellos cometidos en Tepic, Saltillo, Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, Querétaro, Guanajuato, Celaya, Zamora, Toluca y Puebla. 30 La revista de Mérida, Mérida, Yucatán, 9 de agosto de 1914. 31 La Revista de Mérida, Mérida, Yucatán, 12 de agosto de 1914. La noticia fue tomada del diario capitalino El Sol, pero se dudaba de su veracidad, pues según la Revista “extrañaría sobremanera”, en tanto que se trataba de un pueblo eminentemente católico. Sin embargo, consignaba la nota, aun cuando creía que se trataba de “una invención del amarillismo reinante”. 198
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La gravedad de los acontecimientos propició que el arzobispo Martin Tritschler tomara la decisión de abandonar Yucatán, sobre todo por que comenzaba a rumorarse que arribaría para hacerse cargo del gobierno de la entidad, un jefe de armas que implantaría una serie de reformas radicales. El 24 de agosto de 1914 el arzobispo Tritschler se embarcó en el vapor americano “Esperanza” desde el puerto de Progreso rumbo a la Habana, Cuba, acompañado por el obispo Carlos de Jesús Mejía y los sacerdotes Crescencio A. Cruz, Miguel Gutiérrez, José Ros y Gili y Carlos J. Molina Castilla.32 Al mismo tiempo que se daba a conocer la noticia de la partida de monseñor Tritschler, la prensa Yucateca comunicaba de otros obispos que habían abandonado el país desde el puerto de Veracruz por la misma causa, pero con destino al viejo continente. A escasos días de la partida del arzobispo Tritschler se instaló el régimen revolucionario en Yucatán con el general Eleuterio Ávila como gobernador y comandante militar. Uno de los primeros decretos33 de la nueva administración fue la expulsión de aquellos sacerdotes extranjeros de la diócesis que tuvieran menos de treinta años de residencia en el Estado, medida que afecto a un alto porcentaje del clero que en su mayoría era de nacionalidad española. La información publicada en los periódicos de la época reseñaba de 60 a 65 curas afectados por el decreto, y la ejecución de la orden la realizó simbólicamente el día 12 de octubre.34 32
La Revista de Mérida, Mérida, Yucatán, 19 de agosto de 1914. En la nota tomada de El Sol se informaba de la salida por el puerto de Veracruz de los obispos de Linares, Francisco Plancarte; el de Guadalajara, Francisco Orozco y Jiménez; el de Zacatecas, Miguel de la Mora; el de Sinaloa, Francisco Uranga; el de Aguascalientes, Ignacio Valdespino; y el de León Emeterio Valverde. También partió el abad José de Jesús Fernández quien por mucho tiempo estuvo a cargo de la Basílica de Guadalupe; El abogado Cristiano, Ciudad de México, 20 de agosto de 1914. 33 Véase Archivo Plutarco Elías Calles, en adelante (APEC), Decreto numero 28 de Eleuterio Ávila, Mérida, Yucatán, 13 de noviembre de 1914, expediente 193, inventario 419, legajo 1. 34 Menéndez, óp. cit., 1995, pp., 365-366; Diario de la Marina, edición de la tarde, La Habana Cuba, 14 de octubre de 1914. Noticia del arribo de 42 sacerdotes españoles y mexicanos que fueron expulsados de Yucatán, entre los cuales venia el canónigo de la catedral de Mérida, Pedro Pérez Elizagaray. 199
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Ávila les hizo les llegar a cada uno de ellos la siguiente circular: “El Ejecutivo a mi cargo a tenido a bien acordar se suplique a usted se sirva abandonar el territorio nacional en el plazo de cinco días contados desde hoy pudiendo usted ocurrir a la comandancia militar de esta plaza, para que se expida el pasaporte correspondiente. Constitución y Reforma. Mérida 5 de octubre de 1914. E. Ávila”
Además impuso a los hacendados henequeneros y a la Iglesia prestamos forzosos para la administración carrancista, correspondiéndole a monseñor Tritschler la suma de 25 000 pesos. Las protestas en la sociedad yucateca no se hicieron esperar, particularmente por parte de las damas católicas, quienes en un documento con más de tres mil firmas, se dirigieron al gobernador solicitando intercediera a favor de los clérigos expulsados y que frenara las medidas instrumentadas en contra de la Iglesia, con el argumento de que las causas respondían estrictamente al ámbito político, pues la labor de los curas era y había sido siempre de carácter evangelizador y educativo, lo cual había permitido mantener las tradiciones y las creencias del pueblo de Yucatán, a su parecer, su herencia social más rica. En este mismo tenor, el 29 de septiembre de 1914 en la ciudad de Baltimore, los delegados de la federación Americana de Sociedades Católicas, reunidas en la 13° convención anual, se proclamaron por la causa de la Iglesia, defendiendo los derechos y libertades y el ejercicio libre de su jurisdicción espiritual a través del mundo. Protestaban por los ultrajes cometidos contra el clero en México y el “inexplicable silencio” de los periódicos acerca de estos hechos, siendo que eran notoriamente públicos. Afirmaban que esta fuerza tan poderosa en la formación de la opinión pública había en ocasiones alzado la voz aun en casos particulares, pero que sin embargo, de “los desafueros, tropiezos y atrocidades cometidas en México, se había hecho hasta la fecha poca mención”. De igual manera, apelaron formalmente al gobierno de Washington para que interviniera, y se pusiese fin a la persecución de hombres y de mujeres, puesto que “en fuerza de la Doctrina Monroe, todas las naciones civilizadas han confiado a los Estados Unidos, en vista de su gran poder, de la vigilancia y conservación de los derechos fundamentales de todo hombre en el Continente Americano”. En suma, solicitaban que dicho gobierno no 200
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reconociera a ningún otro que no garantizara eficazmente toda clase de libertades civiles y religiosas en pleno sentido de la palabra. Por su parte, los obispos y arzobispos publicaron una Carta Pastoral signada en la Habana, dirigida a los católicos mexicanos sobre lo que llamaron la “actual persecución religiosa” En este documento declararon que las circunstancias los habían obligado a ocultarse y expatriarse, pero que deseaban protestar contra todas y cada una de las injurias, ultrajes, calumnias, vejaciones atropellos y arbitrariedades a las que se había sometido a la iglesia católica, a sus ministros y sus fieles, declarando que no contribuyeron con dinero ni con influjo moral al derrocamiento del señor Madero y que por el contrario, habían condenado toda rebelión contra el poder establecido; que era anticonstitucional y atentatorio cuanto se había hecho contra los obispos, sacerdotes religiosos, templos, jurisdicción eclesiástica, casas episcopales y curales, colegios, escuelas y casas de beneficencia, y si en alguna parte la autoridad eclesiástica había concedido jurisdicción al nombrado por los jefes militares, esto era únicamente para evitar mayores males, pero no para sancionar la intromisión de cualquier autoridad. Por lo anterior, manifestaban que los católicos no podían aprobar la conducta de “los nuevos perseguidores” de la Iglesia y que recordaran que incurrían en excomunión todos aquellos que “daban muerte, mutilan, aprehenden, encarcelan u hostilmente persiguen a los obispos”, como también a “ los que impiden directa o indirectamente el ejercicio de la jurisdicción eclesiástica” y “los que por sugestión diabólica ponen las manos en los clérigos y religiosos de uno y otro sexo; así como los que se apoderan de los bienes eclesiásticos o de sus rentas”. Durante los primeros meses de 1915, bajo un ambiente de acusaciones y protestas, en Yucatán se registraron varias rebeliones, entre las que destacó un levantamiento encabezado por Abel Ortiz Argumedo. La magnitud que adquirió el movimiento provocó que el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista Venustiano Carranza, enviase al general sinaloense Salvador Alvarado. El nuevo gobernador y comandante militar arribó a la ciudad de Mérida en marzo de 1915, aplicando, entre otras algunas medidas que atentaban directamente
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contra la Iglesia, las cuales se tradujeron en una feroz persecución de esta y el clero. El programa de Alvarado estaba dirigido a elevar el nivel moral y liberar de manera positiva la conciencia del pueblo yucateco lo que, desde su óptica, solo sería posible con la ruptura del fanatismo religioso que imperaba en la entidad, causado por la actitud de servidumbre clerical que utilizaba su posición de detentadora de la religión católica para “atarlos de pies y manos bajo un velo de sombrío terror y supersticiones”. Asimismo, consideraba que el pueblo yucateco no solo se encontraba en estado de opresión por los “amos henequeneros” sino también por los curas, quienes, en contubernio, aterrorizaban a los indios con el castigo divino si no se doblegaban y se sometían a las clases poderosas. Bajo esta perspectiva, daba cuenta de la actitud que habían adoptado las clases “oprimidas” frente a la iglesia y sus clérigos, calificándola de una “reacción lógica y natural de la conciencia iluminada de pronto”, producto de “la ira de su larga servidumbre, y en un rapto simbólico de violencia, se arrojaron sobre los que para ellos no eran ya, por profanados y falseados, emblemas de cosas divinas, sino de astutos y humanas explotaciones y de pérfido y humillante dominio” Con el objeto de sanear a la sociedad yucateca, la “religión” fue sometida a un proceso de “purificación”, con el cual se pretendía sentar las bases del estado revolucionario. La intención era cortar de tajo la gran influencia que había tenido la Iglesia, argumentando que la violencia que se había desatado tenía su origen en la religiosidad impuesta por muchos años, que “por los mismos procedimientos empleados larga y abusivamente por los que, al convertir las creencias en mercadería y medio de imposición social, las desacreditaron irritantemente”. Con base en estos lineamientos el gobierno revolucionario dio marcha a su labor “desfanatizadora”, expropiando el Palacio Episcopal, residencia que tradicionalmente ocupaban los prelados yucatecos. Se clausuraron colegios y escuelas católicas, estableciendo en su lugar centros de educación de carácter laico; se expropió el seminario de San Pedro y fueron expulsados numerosos sacerdotes. De igual modo, se “permitió” el asalto y saqueo de la catedral de 202
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Mérida, al tiempo que muchos de los templos de la ciudad y los pueblos fueron objeto de destrucción de imágenes y obras de gran valor artístico y económico.
Monseñor Tritschler en la Habana, en 1916. Durante los años que estuvo en la isla de Cuba se dirigió a Venustiano Carranza en numerosas ocasiones para encontrar una salida “saludable” ante los males que sufría la Iglesia yucateca a manos de los revolucionarios. Con el tiempo se agruparían alrededor de él las corrientes políticas yucatecas antialvaradistas dispersas en el exterior, por lo que fue objeto de la vigilancia del servicio secreto mexicano
El destierro La cercanía de la isla de Cuba con los puertos de Nueva Orleans, Tampico, Veracruz, Puerto México y Progreso la convirtió en uno de los puntos estratégicos de recepción y paso obligado de los desterrados mexicanos que viajaban hacia Europa y los Estados Unidos. El contingente de exiliados estaba formado por hombres y mujeres de la “hermana república”: clérigos, miembros de la elite porfirista, maderistas, huertistas, hombres de negocios, artistas, escritores y numerosos ciudadanos que vieron amenazados sus 203
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intereses directa e indirectamente a causa del movimiento revolucionario de México. El éxodo de los miembros de la iglesia mexicana no paso desapercibido y fue ampliamente cubierto por el Diario de la Marina, periódico de carácter conservador, que en su sección matutina y vespertina titulada “Crónicas del Puerto”, publicó reseñas detalladas sobre los desembarques en la capital cubana. En estas se solía destacar sobre todo el arribo de personajes “conocidos” de la vida mexicana que planeaban residir permanentemente en la isla o bien continuarían viaje hacia otro destino. Sin embargo, se señalaba que en varias ocasiones los pasajeros viajaban como “incognitos”, negándose a dar declaraciones a la prensa, reiterando que los confundían con otra persona, a pesar de haber sido plenamente identificados. Es a través de esta fuente que podemos conocer el número y nombre de muchos de los pasajeros que viajaron en vapores americanos, españoles, mexicanos, ingleses o franceses, como el Alfonso XIII, Esperanza, Excélsior, Chalmette, Montevideo, Heredia, Hudson, Luchana, Espagne, Masscotte, Monterrey, Buenos Aires, Olympia, Reina María Cristina, Parismina, Montserrat, México, Morro Castle, Cartago, La Champagne, Antonio López, Manuel Calvo, Seguranza, entre otros. Así también se tiene el registro del arribo de numerosos clérigos españoles, sacerdotes pertenecientes a la orden de Carmelitas Descalzos, religiosas de la Santa Hermandad de la Caridad y el Verbo Encarnado, religiosos de la congregación Lasalle, jesuitas y miembros del episcopado mexicano. Las noticias de estos arribos aumentaron considerablemente a partir de la renuncia de Victoriano Huerta a la presidencia de la República y la firma de los tratados de Teoloyucan, hechos que condujeron a la ocupación de la capital por el Ejército Constitucionalista y a la disolución del viejo ejército federal. De esta manera se podían leer notas de que: «Algunos sacerdotes, religiosos y obispos que, en camino del destierro hallan primera parada en nuestra capital (…) otros vienen sencillamente a esperar que la tempestad amaine».
Además de la crónica, el periódico cubano recomendaba a sus lectores no hacer caso de algunos “periodicuchos” habaneros con 204
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títulos de “Nos invade una ola de clericales” y “Nuestro seminario invadido por seminaristas extranjeros”, pretendían que la población de la isla olvidase que México había sido con frecuencia “caritativo asilo de honrados sacerdotes cubanos y refugio de cubanos patriotas”, apuntando que: «Ni Cuba en general, ni el seminario de San Carlos en particular van a ser invadidos por esos cultos sacerdotes, esos jóvenes levitas, esos religiosos ejemplares, pues tienen de sobra quienes les amen y protejan en su desventurada patria; para ellos no será necesario levantar nuevos empréstitos, ni el erario cubano habrá de resentirse de su estancia entre nosotros» 35
En este mismo tenor, El Diario de la Marina reiteraba la deuda que los cubanos tenían con México, señalando que: «Muchos sacerdotes llegan a Cuba demandando hospitalidad, y Cuba los recibió en su seno, viendo la ocasión propicia de pagar la hospitalidad que México dio a los cubanos que allí acudieron en demanda de refugio».36
En este ambiente de acalorado debate, un periódico cubano afirmo categóricamente que el pueblo era “irreligioso”, mientras otros insinuaban que los católicos eran solamente un escaso grupo, en tanto que en algunos medios se hablaba de “potentes agitaciones anticlericales”. Por su parte el conservador “El Comercio” publicaba en su editorial que los cubanos estaban libres de todo prejuicio, puesto que no les guiaba el espíritu intolerante ni eran fanáticos ni sectarios de idea alguna, lo mismo que religiosa que política, puesto que el desenvolvimiento del catolicismo, en Cuba desde 1899 había comprobado que la fe de Cristo iba en aumento gradual, no solo en número de los que la profesaban, sino en la intensidad de la creencia. Por lo anterior, se señalaba que la cruzada contra la iglesia católica no prosperaría, y como muestra de ello era que “ciertos días calificados de augustos por la religión de nuestros Padres, como el jueves y el viernes santos, sean observados aun en las oficinas públicas, a pesar de que oficialmente son días laborables y de haberlo acordado así el 35
Diario de la Marina edición de la tarde, la Habana, Cuba del dia 4 de septiembre de 1914 36 Diario de la Marina, edición de la tarde, La Habana, Cuba del día 12 de octubre de 1914 205
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congreso cuando uno de sus cuerpos votó por que se les incluyese entre las vacaciones forzosas. El ambiente que imperaba en Cuba alrededor del tema de la iglesia católica también se atizo con los rumores de que se formaría un partido político y la discusión de la ley de divorcio. Fue en este ambiente de “dialogo” que Martin Tritschler desembarco en la isla, donde fue hospedado por los padres vicentinos o paúles en la casa que tenían contigua a la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, en la capital cubana. Instalado en lo que sería su residencia por tiempo indefinido, el arzobispo Tritschler pudo recibir noticias de la situación que imperaba en la arquidiócesis bajo sus cargo, gracias a los informes que el encargado de esta, el vicario Celestino Álvarez Galán y el secretario del gobierno episcopal de Yucatán, Benito Aznar Santamaría, le enviaron a través de los sacerdotes que abandonaban la península con rumbo a la vecina isla caribeña, y a la correspondencia que pudo mantener con los pocos miembros de la iglesia que pudieron permanecer en Yucatán. A pesar de la distancia que lo separaba de su sede, monseñor Tritschler giraba constantemente órdenes, recomendando prudencia ante los hechos que asolaban Yucatán. La comunicación nunca se interrumpió. Aunque en ocasiones la correspondencia tomaba mucho tiempo en llegar, pues dependía de la frecuencia con la que los vapores navegaran la ruta entre la isla y la península, y viceversa, además de que debían tomarse precauciones extremas por temor de que las cartas fueran interceptadas. Sin embargo monseñor Tritschler se las ingenió para que por conductos particulares las noticias llegaran a las manos deseadas, aunque, como solía decir, ello implicaba sus peligros y dificultades. Recomendaba a Benito Aznar mesura y pedía que en sus “envíos” siempre esperara hasta que alguien de confianza viajara a la isla, a fin de tener la certeza de que no caerían en el lugar equivocado y pudieran hacer un mal uso de la información. Desde el arribo de Eleuterio Ávila, durante la efímera administración de Toribio de los Santos y luego, a lo largo de la de Salvador Alvarado en Yucatán, Benito Aznar mantuvo a monseñor Tritschler informado de las maniobras del Ejército Constitucionalista. En sus misivas, el secretario del gobierno episcopal exponía su 206
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preocupación acerca del insuficiente espacio en los cuarteles para los cinco mil hombres de la tropa, por lo que informaba al arzobispo Tritschler de la ocupación de algunas iglesias para su alojamiento. De igual manera hizo saber a Tritschler que la catedral había sido entregada sin ningún problema, haciendo constar que nada se había tocado y que: «Los soldados tienen devoción dentro y no hacen sus necesidades sino afuera (…) prefieren salir a la calle y a los patios a pesar del frio notable que hemos tenido»
Sin embargo hacía hincapié en el saqueo posterior a la catedral de Mérida, señalando que ese día se registró un gran movimiento en las calles que del centro iban hacia los barrios y de estos hacia afuera, a las haciendas y pueblos, de tal manera que en el lapso de dos días la ciudad estaba casi despoblada y el latrocinio se desató, aunque este: «Por desgracia que oprime el corazón, no fue hecho por los constitucionalistas, sino por nuestra propia gente»
Desde la Habana, el arzobispo Tritschler también se enteró de otros desmanes cometidos en contra de la iglesia yucateca, como, por ejemplo el del poblado de Temax, donde el cura Demetrio Gamboa había informado que las tropas constitucionalistas habían ocupado el templo y la casa cural, llevándose las alhajas, cálices, custodias y coronas de los santos, además de destruir los estantes del archivo parroquial. Ante las poco alentadoras noticias, monseñor Tritschler únicamente se lamentaba e insistía en que se debía de actuar con mesura, no obstante, manifestaba su preocupación por otras medidas que parecía estaban tomando forma, como el decreto sobre el divorcio, y si bien se regocijaba en que aun no fuera promulgado en Yucatán, mostraba extrañeza porque alguien pudiera considerarlo vigente pues, a su juicio, este tenía “muchos vicios de nulidad”. Monseñor Tritschler también mostró particular interés en que se desmintiera el rumor de que había remitido varios miles de pesos a los clérigos españoles desterrados, pues era una calumnia del grupo revolucionario que pretendía atribuirle todas las penas que padecían los habitantes de Yucatán, fuesen estas de tipo económico o moral, para lo cual reiteraba que la iglesia se había mantenido alejada de la política y la revolución; que era muy fácil echarle la culpa a quien no estaba presente para defenderse y que mejor que la iglesia perseguida. 207
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Pese a las acusaciones, el arzobispo comparaba su situación con la de alguno de sus pares, manifestando su satisfacción por la permanencia del secretario del gobierno eclesiástico en Yucatán, por quien podía mantenerse al tanto de la situación de su arquidiócesis, permitiéndole tener información “fidedigna” desde su obligado destierro. En virtud de las preocupantes noticias que llegaban, la jerarquía eclesiástica en el exilio echó mano de algunos medios para denunciar los “horrores “de la guerra civil, el matiz antirreligioso, la profanación de los templos y la persecución de los ministros de la Iglesia. Este fue el caso de la Catholic Church Extension Society, que reunió fondos para la atención de los refugiados y financiamiento para dos publicaciones católicas: Extension Magazine y América, en donde la causa de la iglesia mexicana ocupo un primer sitio y fue foro para que los norteamericanos exigieran que ningún gobierno fuera reconocido por Estados Unidos, a menos que permitiera la completa libertad religiosa. En el caso de Cuba, los miembros de la Iglesia desterrada también recibieron el apoyo moral y económico de grupos católicos residentes en la isla, reuniéndose con frecuencia para realizar distintas actividades. Así por ejemplo, con motivo del XIX aniversario de la coronación de la virgen de Guadalupe, celebraron y rogaron por la paz en México en el templo de Nuestra Señora de la Merced. Dicho acto fue ampliamente cubierto por la prensa cubana, pues contó con la representación de todas las comunidades religiosas, el clero parroquial y las asociaciones católicas presididas por el arzobispo de la Habana, en compañía de los de México y Yucatán, los obispos de Tulancingo y Camagüey, el secretario de la Mitra de Puebla, el vicario general de México, el vicario capitular de Querétaro y el de Campeche, así como prelados domésticos de Su Santidad. En esa ocasión la misa fue oficiada por el obispo de Cina de Galicia, monseñor Mejía, con sus respectivos capellanes de honor y de oficio, y el sermón fue pronunciado por el gobernador eclesiástico de Veracruz y el canónigo electoral de Michoacán. Otra actividad que reunió a numerosos clérigos y exiliados fueron las fiestas con motivo de la celebración de los 23 años de la
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ordenación sacerdotal de Martin Tritschler. A propósito de este acontecimiento, el Diario de la Marina hizo particular hincapié en la: «Triste causa que obliga a tan distinguido prelado a permanecer entre nosotros. Los arbitrarios y funestos procedimientos empleados por los que accidentalmente imponen su voluntad en la vecina República obligan a muchos eminentes hombres a vivir fuera de aquel país, donde por su talento y honorabilidad y por los altos cargos que desempeñan son elementos de civilización, cultura y patriotismo».
Las fiestas en honor de la Inmaculada Concepción y Nuestra Señora de Guadalupe, también dieron motivo para que en el Colegio de La Salle se reunieran los arzobispos de Yucatán y la Habana, acompañados de numerosos sacerdotes de Cuba y México. Por su parte el gobierno mexicano, a través de sus representantes diplomáticos en La Habana, recibía informes constantes de las actividades de los exiliados en Cuba. Entre las cartas enviadas al Secretario de Relaciones Exteriores del gobierno carrancista se daba cuenta de la preparación de dos expediciones antirrevolucionarias: una en la costa de Cuba hacia el sureste de México y otra en Estados Unidos hacia Tabasco y Yucatán, movimientos en los cuales no se eximia al clero de una eventual participación. Se insistía en una gran cantidad de refugiados adinerados en la isla, por lo que se recomendaba otorgarle garantías para que algunos pudieran regresar a México con la seguridad de no ser peligrosos, pues de permanecer en Cuba si podrían significarlo. La oficina central del servicio secreto mexicano en Estados Unidos también se dirigió al cónsul en Cuba, a fin de que pusiera en manos del agente del servicio secreto, adscrito a esa oficina, la lista de reaccionarios y obedeciera la siguiente disposición: «Ruégaseles que informen a esta Oficina Central del Servicio Secreto Mexicano, quienes de las personas anotadas en la presente lista, residen en sus jurisdicciones, así como también deben informar de cualesquiera otras personas consideradas como enemigas del actual Gobierno de México, aun cuando no figuren en dicha lista, en que se ocupan, donde viven cuáles son sus actividades políticas, teniendo especial cuidado, bajo su más estrecha responsabilidad, de anotar o dejar de anotar a personas (sic) por amistad o enemistad personal».
Entre una lista de aproximadamente 150 personas figuraban los nombres de Francisco Uranga Sáenz (obispo de Sinaloa), Martin 209
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Tritschler y Córdova (arzobispo de Yucatán), Carlos J. Mejía y Lagunes (obispo de Cina de Galicia) e Ignacio Valdespina Díaz (obispo de Sonora). Las instrucciones del servicio secreto de informar de las actividades de este grupo resultaron eficientes pues, en carta reservada, dieron cuenta de la fiesta realizada por algunos mexicanos residentes en Cuba, en el templo de la Merced, en honor de la Virgen de Guadalupe. En esta celebración, uno de los agentes secretos que asistió informó que durante el sermón de la misa el orador se había expresado en términos “inconvenientes” del gobierno mexicano, “lanzando denuestos e injurias, e instigando, con su palabra, que secundaran con toda actividad la contrarrevolución, hasta obtener la completa desorganización de la actual administración” Así mismo, el encargado de negocios ad-interim en La Habana, ponía en conocimiento de la Secretaria de Relaciones exteriores que el clero mexicano, en unión de algunos compatriotas reaccionarios, habían lanzado la iniciativa de recolectar fondos para la construcción de una iglesia para los refugiados en Cuba. Sin embargo, sostenía que se trataba de un ardid para llegarse recursos, a fin de continuar sosteniendo a los perturbadores del orden en México; que el envío de dinero se hacía a través de varias personas, entre ellas, el licenciado Querido Moheno, de Veracruz, en virtud de lo cual recomendaba su continua supervisión. Por lo anterior, participaba que se estaban tomando las medidas necesarias para que se vigilara estrechamente a los sacerdotes mexicanos. Hacia finales de 1915 monseñor Tritschler comunicó al clero de Yucatán la noticia de que se emitirían nuevos decretos en contra de la iglesia, como en efecto sucedió poco antes de concluir el año, cuando el Ejecutivo del estado dispuso la expropiación para utilidad pública de doce predios, propiedad del arzobispado y cuyos valores fueron consignados al juez de lo civil. El ataque, decía, le traía a la memoria las palabras del evangelio Ecce satanas expetivit vos ut cibraret sicut triticum.37 Durante su destierro en La Habana, monseñor Tritschler también se ocupo en actividades pastorales. Fundó por ejemplo, la Junta de Socorros para Mexicanos en la capital de Cuba y estableció, con la 37
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cooperación de otros arzobispos y obispos, los actos de culto mensuales a la virgen de Guadalupe, con el objeto de vivificar la fe entre los exiliados a la isla. Asimismo, brindo su apoyo a los sacerdotes y civiles desterrados, procurándoles acomodo y congregándolos en conferencias familiares y ejercicios espirituales.38 Durante los años que Martin estuvo en Cuba se dirigió en numerosas ocasiones a Venustiano Carranza, aunque según las fuentes consultadas, nunca obtuvo respuesta, al parecer no porque las cartas no hubieren llegado a manos de su destinatario, como monseñor Martin Tritschler señaló a su vicario general de México, sino porque existía una falta de interés real para establecer relación y negociar. Por tal motivo, el arzobispo manifestó que iniciaría gestiones para obtener la ayuda de una “buena influencia” y ser atendido en una justa y urgente petición pues, si bien no tenía noticia de nuevas expulsiones ni afrentas a los pocos sacerdotes que permanecían en Yucatán, si continuaban destruyéndose las casas sagradas y convirtiendo en leña sus magníficos retablos.39 Lo anterior encontraba fundamento en un informe enviado por el capellán de la entidad al vicario general del arzobispado de México, Antonio de Jesús Paredes, en donde daba cuenta que en la plaza principal habían sido quemadas las imágenes de la iglesia de los jesuitas, recinto que luego fue convertido en casino de estudiantes, no sin antes dinamitar la sacristía; que solo quedaban abiertas al público diez iglesias y a gran parte de ellas se les había confiscado recientemente sus anexos, casas y sacristías; que en muchos pueblos por orden del ejército constitucionalista fueron quemadas las imágenes, recogidos los ornamentos y vasos sagrados, aun aquellos depositados en casas particulares. Las condiciones del clero yucateco, lejos de mejorar, empeoraron, razón por la cual monseñor Tritschler insistió ante Venustiano Carranza, con la intención de encontrar una salida “saludable” a la situación de la Iglesia. En carta enviada por el arzobispo Tritschler al Primer Jefe del Ejército Constitucionalista lamento los males que padecía su arquidiócesis, e hizo referencia a una circular que este 38 39
Rubio Mañe, 1941, p. 61 Archivo de la Mitra, correspondencia de Tritschler, vol. 11 211
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había publicado en el periódico El Pueblo del Puerto de Veracruz, dirigida a los comandantes militares de los estados, en donde los prevenía de abstenerse de legislar sobre los asuntos del culto y bienes de la iglesia, ya que esta materia únicamente correspondía a la federación. En virtud de lo anterior, monseñor Tritschler solicitaba que dicha circular fuera debidamente observada en el caso de Yucatán, en donde casi todas las iglesias habían sido clausuradas, los archivos tomados por las autoridades y recogidos útiles y alhajas para remitirlos a la comandancia militar de Mérida, acciones que, juzgaba, constituían un acto contrario a las Leyes de Reforma, por lo cual solicitaba le fueran devueltos los bienes bajo el amparo constitucional.40 No obstante estos intentos, los convulsionados años de revolución no solo habían reducido la presencia de la Iglesia en términos formales, sino que su capacidad de influencia en la sociedad se vio diezmada, sobre todo a partir de la promulgación de la Constitución de 1917, en la cual se restringía claramente su participación en el ámbito político, circunstancia que fue ampliamente rechazada por los miembros de la iglesia mexicana. En este tenor, las relaciones pasaron por una etapa tirante y las reacciones de enfrentamiento se dejarían sentir en años subsecuentes. Monseñor Tritschler, junto con otros prelados mexicanos, manifestó su postura frente a la nueva Constitución. Pero en el caso particular de Yucatán, el arzobispo Tritschler lamentó el decreto que a raíz de esta se promulgo en la entidad, en donde se establecían las bases de policía y buen gobierno a que debían sujetarse los templos y los ministros de los cultos, señalando que traspasaba los límites constitucionales, al aumentarse las trabas y las restricciones ya establecidas por el derecho federal, con lo cual se imposibilitaba la realización de toda actividad religiosa. Si bien en la Carta Magna se reconocía la libertad de cultos, esta quedaba sujeta a la reglamentación de las autoridades, lo que para el arzobispo Tritschler equivalía a decir: «Que permanecía enteramente libre aquel a quien se va a encadenar» 40
Archivo de la Mitra, correspondencia de Martin Tritschler, vol. 11; Pérez Marisa, Suarez Molina 212
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Además, expresaba que la exigencia de presentar al ejecutivo estatal anualmente los aranceles de los servicios profesionales de los sacerdotes, para que este los aprobara o los modificara si lo juzgaba conveniente, era una medida que disgustaba a la iglesia, actitud que, como manifestó monseñor Tritschler, únicamente llevaba a la dependencia de la “voluntad del gobernante” en detrimento de la “independencia de la religión” que se convertía en “una burla y escarnio”. También consideraba absurda la restricción de horario del culto, como la prohibición de que las iglesias tuvieran comunicación con las sacristías, pues las leyes de Reforma. Las contemplaban de manera expresa como dependencias y anexos de los templos.41 La medida constitucional en donde se disponía el número máximo de sacerdotes o ministros de cualquier culto, delegaba su determinación a los legisladores de los estados, aunque en el caso de Yucatán se le agregaba la taxativa de “según las necesidades locales”. El argumento de monseñor Tritschler respecto a esta medida era que, si se comparaba con la extensión de kilómetros cuadrados del territorio, no había una correspondencia en el principio de equidad, pues resultaba evidente que el número de sacerdotes era insuficiente para realizar una labor pastoral digna, favoreciendo abiertamente a cualquier secta o grupo religioso que contara con pocos adeptos. En el alegato eclesiástico también se refería que el culto no representaba costos para el erario, pues el gobierno no pagaba honorarios a los sacerdotes, por lo que las medidas en cuanto al número de clérigos que podía ejercer su labor, eran totalmente contrarias a la libertad, y los hacían parecer como una “calamidad pública”. Además se apuntaba que con estas medidas se violaba el artículo cuarto constitucional que establecía que “a ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo licito”, pues el ministerio sacerdotal era también un servicio público. Poco sirvieron los argumentos que el arzobispo Tritschler expresó al gobierno constitucionalista, pues continuo recibiendo noticias poco alentadoras desde su destierro en la isla caribeña. 41
Archivo de la Mitra, correspondencia de Martin Tritschler, vol. 9 213
LOS ARZOBISPOS…
En tanto, el gobierno carrancista comenzó a instrumentar una política de acercamiento con la Iglesia, dedicada a suavizar las relaciones, actitud que se reflejo en Yucatán que coincide con el relevo de Salvador Alvarado, como gobernador, por el líder ferrocarrilero Carlos Castro Morales, con quien pudieron iniciarse platicas para la reanudación del culto en las iglesias y el retorno de la jerarquía católica en el destierro. La negociación con el nuevo gobierno dio la pauta para que, paulatinamente, fueran regresando los prelados provenientes de Cuba y Estados Unidos a las costas yucatecas. Monseñor Tritschler no lo hizo inmediatamente, fue hasta el 12 de mayo de 1919 cuando llego al puerto de Progreso, luego de cinco años de destierro, para reasumir sus funciones en la arquidiócesis de Yucatán. En la prensa local destacó que esa noche «Las familias católicas de Mérida iluminaron y adornaron sus casas en señal de regocijo».42 «…Martin llegó a Mérida el 12 de mayo siendo recibido con júbilo por toda la ciudad. Por la noche hubo iluminación general, vive actualmente en casa de don Pedro Regil por estar ocupado el Palacio Episcopal…»43 «Con vítores y aplausos recibió el pueblo al amado Prelado, el 12 de mayo de 1919. Una inmensa muchedumbre lo esperaba en la antigua estación de Mejorada, volvía de su destierro, y lejos de encontrar indiferencia, encuentra vivas demostraciones de alegría. Después de solemnísimo Te Deum en la catedral, fue al provisional alojamiento que en Paseo Montejo se le preparo en casa de D. Pedro M. de Regil. Poco tiempo después se instaló en la casa N°474 de la calle 56 iniciando la obra de reconstrucción de su arquidiócesis azotada en gran manera por la vorágine de la impiedad»44 42
Crónica del arribo del arzobispo Tritschler a Yucatán en la Revista de Mérida, Mérida, Yucatán, 13 de mayo de 1919; J Ignacio Rubio Mañe, 1941, p. 64. 43 Carta de Guillermo Tritschler a mi abuela Carolina, México 22 de junio de 1919. Archivo familiar: Cristina Velarde Tritschler. Esta carta aparece en este libro en la pagina 394. 44 Castilla, Ramírez (2006)
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Después del asesinato de Carranza, hay un periodo de paz transitorio en el país con el periodo provisional del presidente Adolfo De la Huerta adepto a Álvaro Obregón. El 1° de febrero de ese año, triunfó el Partido Socialista del Sureste en Yucatán, tomando posesión del gobierno del Estado Felipe Carrillo Puerto, quien contesta de una manera descortés a las proposiciones de monseñor Tritschler sobre una mutua inteligencia para armonizar las relaciones entre el gobierno civil y el eclesiástico. El gobierno de Carrillo Puerto es interrumpido después de veinte meses de reformas sociales por la rebelión delahuertista, en la que miembros de su ejército se rebelan a favor de la subversión de De la Huerta al no verse favorecido para la presidencia por el aparato gubernamental que apoya a Plutarco Elías Calles. El día 12 de diciembre de 1922, al no lograr la defensa de Mérida contra la rebelión de sus propias tropas resuelve retirarse mandando matar a varios personajes, entre los que se contaba en la lista al arzobispo Tritschler, al medio día, entraban los rebeldes a la plaza de Mérida y el sonado gobernador hubo de huir precipitadamente, a pesar de ello fue hecho prisionero y fusilado por las fuerzas delahuertistas, este hecho impidió que se cumplieran sus últimas ordenes. En el año de 1925 se celebrarían los 25 años del episcopado de monseñor Martin Tritschler, y en este ambiente de mayores libertades para la iglesia y sus funciones, el gobierno del Estado, entonces en manos de José María Iturralde Traconis concedió amplias garantías para los festejos. El obispo de Veracruz Rafael Guízar y Valencia fue uno de los encargados de los preparativos del Jubileo de las Bodas de Plata de monseñor Tritschler, el obispo de Huajuapan de León, Luis María Altamirano y Bulnes dio una serie de conferencias previas, y a la víspera, el 10 de noviembre, mientras en la plaza de Mejorada tocaba la banda del 32° Batallón, cedida por el Jefe de la zona militar, general Anatolio Ortega, numerosas manifestaciones de católicos recorrían las calles concurriendo a los salones y patios de la residencia arzobispal45. El pueblo participó de la celebración que abrió con innumerables comuniones a la que siguió una misa solemne Pontifical 45
Castilla, Manuel (2006) 215
LOS ARZOBISPOS…
con la asistencia de los citados obispos y de los doctores Carlos J. Mejía y Francisco González y cerró con una velada en honor de monseñor Tritschler que tuvo lugar en el Peón Contreras. Con sorpresa para monseñor Tritschler llegaba desde el Vaticano y en consideración a sus meritos la noticia de la concesión del título de asistente al Solio Pontificio otorgada por el Papa Pio XI.
El segundo destierro de monseñor Tritschler (1927-1929) Desde el inicio de su régimen el presidente Calles no tuvo un momento de paz en el frente religioso. El conflicto tenía sus raíces en la Constitución y sus artículos 3° sobre educación y 130° sobre las relaciones Iglesia-Estado. Las posiciones parecían irreductibles, la jerarquía católica no admitía los preceptos constitucionales pero sin oponerse, por su parte desde el gobierno, Calles se proponía imponer el Monseñor Tritschler en su segundo cumplimiento estricto de la destierro en Cuba, 1927; dos años Constitución. después cuando los convenios celebraEn 1926 fue el año del dos por el Episcopado Mexicano y la rompimiento, con una administración de Emilio Portes Gil, declaración a la prensa sobre permitieron su retorno, salió de la las libertades religiosas del Habana el 24 de junio de 1929, para arzobispo Mora y del Rio, desembarcar en Progreso el 26 del Calles se indignó y ordenó la mismo mes, reintegrando a partir de entonces el culto religioso en Yucatán. inmediata aplicación del artículo 130° en toda la República. Aplicar la ley provocó la clausura 216
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de escuelas, la expulsión de sacerdotes extranjeros, interrupción de los servicios religiosos y todo tipo de choques entre los feligreses y las autoridades.46 Para preparar el terreno, comenzó Calles por obligar a los gobernadores a que expidieran decretos limitando el número de sacerdotes en cada Estado. En Yucatán, el 22 de febrero de 1926, el gobernador Torre Díaz expulsaba por órdenes recibidas del centro, a todos los sacerdotes españoles y al siguiente día clausuraba los colegios católicos abiertos en 1921. El 31 de julio la gente se arremolina ante los templos, los obispos deciden suspender los cultos y cerrar las iglesias, Calles responde: “no hay otro camino que someterse a la ley”47; esta vez, monseñor Tritschler permanece al frente de su feligresía, no obstante insistencias en contrario. Hasta que el 22 de abril de 1927 el jefe de la policía Alfredo N. Pierce arresta a monseñor Tritschler entregado por Humberto Monforte y lo conduce a la fuerza a la inspección, y después de tres días de cárcel e incomunicado, se le embarca en el vapor americano “México” rumbo a la Habana, sin permitirle siquiera comunicarse con las personas que lo despiden al momento de zarpar el vapor. A mediados de 1926, la iglesia había agotado todas sus instancias y aunque los obispos deciden no llamar a la rebelión contra el gobierno, la rebelión del pueblo ya había empezado sin su consentimiento. Un sector del pueblo campesino del occidente de México se levanta en armas, la causa era clara, luchaba por la apertura de cultos y por defender su religión. En tanto, monseñor Tritschler permanece en el destierro, deja en el gobierno de la Mitra el Sr. Vicario Enrique Pérez Capetillo con una arquidiócesis diezmada, con sacerdotes en prisión o en el exilio por el delito de celebrar actos religiosos en las casas particulares; no descansaron las autoridades civiles un momento en perseguir cualquier manifestación de fe católica. Sin organización central, los cristeros, que así se les llaman, practican durante tres años una guerra de guerrillas similar a la 46
Krause, Enrique, Biografía del poder, (1987) Calles confiaba en que cada semana sin ejercicios religiosos, la religión católica perdería el 2% de sus fieles. 47
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LOS ARZOBISPOS…
zapatista y no menos efectiva, una guerra que obliga al gobierno de Calles y en primera instancia, a tolerar el culto en casas particulares. Al fin, los convenios celebrados por el episcopado mexicano y el gobierno del Lic. Emilio Portes Gil, permitieron el retorno de los prelados,48el arzobispo Tritschler como decano del episcopado, participó activamente en estas gestiones para buscar un entendimiento con el gobierno, y en compañía del obispo de Campeche Francisco González Arias y del secretario de la mitra Manuel Loria Rosado, sale de la Habana el 24 de junio de 1929 y desembarca en Progreso el 26 y se encuentra con una multitud que invade las calles de Mérida. Llenan las personas, puertas, balcones y ventanas y las campanas tocan a fiesta, llueven flores a su paso, hay aclamaciones de júbilo y por la noche la ciudad está de fiesta: celebran el regreso de su arzobispo y el retorno del culto religioso.49 En 1931, el gobierno local de Bartolomé García Correa, redujo a nueve el número de sacerdotes, monseñor Tritschler juzgó conveniente no presentar oposición a la ley y se dispuso a acatarla, no sin protestar por el daño que se ocasionaba a su misión. Esta conducta movió en el centro del país una ola de críticas y hubo diarios que calificaron a Tritschler de cismático y apostata, provenientes aun, de algunos eclesiásticos, monseñor Tritschler calló ante las críticas, esta política de prudencia y conciliación fue el signo constante de su actitud hacia el interior de la Iglesia y las relaciones con los distintos gobiernos. Una nueva ráfaga de persecución religiosa, cierra todos los templos de Mérida y en el interior del Estado con excepción de Tekax, pero todo vuelve a la normalidad en 1935. 48
Dwight Morrow, embajador de los EE.UU. participa como mediador, pero es una solución que no toma en cuenta a los 500,000 combatientes del ejército cristero que para ese momento habían sufrido 25,000 bajas. Decepcionados, la mayoría deja las armas, otros, aun bajo la condena de las autoridades eclesiásticas continuaron la lucha durante varios años. Aquella guerra no solo costó 70,000 vidas sino una caída fulminante de la producción agrícola y la emigración de 200,000 personas. En palabras del historiador Luis Gonzales y González, fue una guerra sangrienta como pocas, el mayor sacrificio humano colectivo en toda la historia de México. Véase: Jean Meyer La Cristiada 49 Castilla, Manuel, (2006) 218
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Se acercaban dos fechas significativas tanto para Mérida como para monseñor Martin Tritschler ambas en 1942. El aniversario de la fundación de la Ciudad de Mérida y el de su vida sacerdotal, se cumplían cincuenta años de su primera Misa, allá en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma y con este motivo llegaron a Mérida su hermano el Dr. Guillermo Tritschler y Córdova, arzobispo de Monterrey, el Dr. Pio López, arzobispo de Veracruz, el obispo de Tabasco Dr. Alberto Mendoza Bedolla entre otros prelados así como distintas ordenes de religiosos, los misioneros del Corazón de María, de la orden de San Francisco y de la Congregación del Espíritu Santo, se celebraron festividades en Tixkokob, Izamal, Espita, Hoctun, Umán, Ticúl, Valladolid y otras poblaciones. En Mérida fue agasajado con numerosas comuniones Pontificales, celebraciones y muestras de afecto por parte del público. Si bien la atención del arzobispo estaba enfocada en la celebración de un magno Congreso Eucarístico para celebrar los 400 años de la fundación de Mérida (1542-1942), los preparativos para llevarlo a cabo, carecían de la libertad necesaria para su realización de forma oficial y mucho menos pública. Se enteró el arzobispo Tritschler que el gobierno local impedía la conmemoración de la fundación de la Ciudad de los Montejo, no obstante que no se había declarado prohibición expresa. Irónicamente, la preparación del Congreso Eucarístico ocupa de lleno los últimos meses de vida de monseñor Martin Tritschler, falleciendo a 6 días de celebrarse este evento, el 15 de noviembre de 1942; el Congreso, propuesto por el mismo arzobispo, celebraba los 400 años de la fundación de Mérida (1542-1942); su inesperada muerte fue un detonante para el desarrollo exitoso de dicho Congreso. De hecho, el principal movimiento espiritual principio a la muerte del Dr. Tritschler y Córdova, llegando a ser este, el más grande acontecimiento histórico, social, patriótico y religioso en el sureste mexicano no superado sino hasta la visita del Juan Pablo II el 11 y 12 de agosto de 1997.50 A principios de 1941, abrigaba monseñor Tritschler grandes esperanzas y manifestó ante todos su gran convicción de llevarlo a 50
Castilla, Manuel,(2006), p.16 219
LOS ARZOBISPOS…
cabo, para lo cual acudió a dos congresos eucarísticos y leyó las crónicas de otros fijando en 1941 la fecha del congreso que sería a finales del año siguiente y señalando los motivos como lo diría en su edicto de convocación: –«…dar a Dios gracias por los beneficios concedidos a nuestros hogares, familias y sociedad en general, durante los cuatro siglos que lleva de fundada esta Ciudad de Mérida. Dándonos con ella la base de una civilización cristiana. Implorar la paz no solo para nuestro Estado y nuestra Patria, sino para el mundo entero que hoy sufre los horrores de esta guerra verdaderamente mundial y la mas desoladora en cuantas registra la historia».
Después de cuatro décadas de funcionar como un órgano de difusión de las actividades eclesiásticas y del clero secular y regular, el Boletín Eclesiástico dio sus páginas en el mes de enero de 1943 para relatar la vida, muerte y testamento del Primer Arzobispo de Yucatán; 38 años atrás en enero de 1905 salía a la luz pública el primer número del Boletín que constituyo un factor de unidad de la Iglesia de la península, fundado por el propio Monseñor Tritschler, en el boletín se narró día a día, el acontecer de la Iglesia y de la sociedad yucateca convirtiéndose en una fuente mas para los historiadores de la región, a la muerte del arzobispo Tritschler se le encomendó a los presbíteros Leoncio Rivera Martínez y Leopoldo Greoglio la tarea de narrar los detalles previos al fallecimiento del arzobispo: los escollos para la realización del Magno Congreso Eucarístico; su inesperada muerte que conmovió a la sociedad yucateca de entonces; la crónica de sus funerales y al termino de sus exequias en la que participo la sociedad entera de Yucatán, la celebración del Magno Congreso que tuvo por este motivo una mayor resonancia tal como lo hubiera querido Monseñor Martin Tritschler y Córdova. El ánimo general para la realización del Congreso no era alentador para el arzobispo Tritschler, los diarios locales le restaban importancia y por lo tanto no cedieron sus espacios para promoverlo excepto pequeñas reseñas, el pueblo lo ignoraba excepto los más fieles, la asistencia de personalidades era escasa y las libertades para los actos públicos se ceñían a las restricciones que imponían las autoridades particularmente las locales. Este es un resumen de los acontecimientos previos a su sorpresiva muerte: 220
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Monseñor Tritschler propuso un Magno Congreso Eucarístico para celebrar los 400 años de la fundación de Mérida (1542-1942) sin embargo, los preparativos para llevarlo acabo carecían de la libertad necesaria para su realización de forma oficial y pública. Su sorpresiva muerte fue el detonante para el desarrollo exitoso de dicho Congreso, con lo cual surgió un movimiento espiritual nunca antes visto en Yucatán, convirtiéndose el Primer Congreso Eucaristico Yucateco en el más grande acontecimiento histórico, social, patriótico y religioso en el Sureste Mexicano.
La ultima Milla 24 de marzo de 1942 8:30 P.M. Pasadas las fiestas de su Jubileo Sacerdotal, monseñor Tritschler, instala la Junta Organizadora del Magno Congreso Eucarístico Diocesano de Yucatán, se esbozan, comisiones y presidentes de las mismas: comisión de estudio, de propaganda, de hacienda, de 221
LOS ARZOBISPOS…
jornadas, de música y al poco tiempo la de publicidad quedando como presidente efectivo de la Junta Organizadora el canónigo Manuel Loria Rosado. 5 de abril Se publica el edicto de Convocatoria, se encomendó la letra del Himno al obispo de Tabasco y se mando hacer el diseño y grabado del Escudo Oficial del Congreso. Pidió Tritschler la colaboración de la colonia yucateca en México aprovechando la visita que haría a la Basílica del Tepeyac. 30 de julio De regreso a su El Congreso Eucarístico ocupó de lleno arquidiócesis, asiste a la los últimos pasos del Dr. Tritschler, hasta entrega de premios de fin de la víspera misma de su deceso, el cual cursos del Seminario Menor ocurrió el 15 de noviembre de 1942. en Itzimná y ahí habló con Antes de morir fue a dar posesión del entusiasmo del futuro Arzobispado de Monterrey a su hermano Congreso, después de Guillermo. algunos contratiempos estaba lista la letra del Himno, el arreglo musical y para ejecutarla el organista Guillermo Reyes Pinto51. 51
Al reconocer su talento el arzobispo Tritschler le otorgó una beca para sus estudios de piano, en 1942 obtiene la licencia de Canto Gregoriano y el certificado honoris causa como maestro de capilla por el Gregorian Institut of América, continua su formación con Marcel Dupré en Francia; sus obras fueron siempre de carácter religioso y hasta su muerte realizo una importante labor pedagógica ya que 222
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Septiembre Para entonces, entra en vigor la Ley del servicio militar en Yucatán y las calles se ven llenas de jóvenes que se entrenan en las maniobras respectivas. La junta organizadora edita una colección de cantos populares que titula Himnario Eucarístico, se ensayan las Misas de Perosi a tres voces y pontifical, y se organiza la Misa Choralis de Refice, se emiten las cartas-invitación a Prelados del V. Clero del interior de la República, de la Habana, de los Estados Unidos y al obispo de Belice. El Congreso abriría el 18 y ocuparía los días 19, 20, 21 y 22 de noviembre. En tanto, monseñor Tritschler acude a la apertura de cursos de su Seminario y ve con agrado el incremento de nuevos seminaristas y sacerdotes a su diócesis. El anuncio por parte de las autoridades que el 20 de Noviembre seria celebrado con un desfile más vistoso que el del día 15, hizo posponer la fecha, ya que la fiesta de la Revolución restaría brillo al segundo día del Congreso, finalmente se decidió posponerlo pese a que el arzobispo ya había ofrecido pasaje a algunos personajes. La fecha definitiva seria del 25 al 29 de noviembre, se continúo el programa sin contratiempos, las comisiones de luz y ornato daban los toques finales a la Iglesia y a las calles. En los Congresos de Chihuahua y Monterrey se habían dado ejemplos de tolerancia hacia la Iglesia y parecía respirarse una nueva era de paz en Yucatán. Sólo faltaba que las autoridades dieran una muestra favorable y una palabra del gobernador en ese sentido, para lo cual monseñor Tritschler solicita una entrevista que finalmente se da. 8 de noviembre de 1942, 10 A.M. Los dos personajes, representantes del Estado y de la Iglesia, no necesitaban ser presentados, el gobernador había sido alumno de su seminario, le había dado la Confirmación y había bendecido su unión matrimonial, la petición era una: tolerancia para los actos públicos del Primer Congreso Eucarístico de Yucatán. El gobernador prometió libertades –sin contravenir la Carta Magna– adujo. Podría disponer del campo deportivo de Itzimná, que es de propiedad privada, se la mayoría de los mejores músicos actualmente activos de la región del bajío, donde trabajo, fueron sus alumnos. 223
LOS ARZOBISPOS…
podría llevar a cabo la Comunión – La Hostia Consagrada podría ser levantada bajo el manto azul de la tierra de los mayas y bendecir a su pueblo, a los cuatro vientos– A esta noticia se añadió la de la confirmación de la asistencia del arzobispo de la Habana con algunos sacerdotes mas. Días después el gobernador se desdice, no puede conceder ninguna tolerancia; todos los actos del Congreso habrán de verificarse en el interior de las iglesias. Como en todos los hechos a lo largo de su congruente vida, Martin se dispone acatar la disposición de la autoridad. En la víspera de su santo, monseñor Tritschler es felicitado en su residencia y en su honor se ensaya por primera vez, el Coro del Himno Oficial del Congreso. Día de San Martin Monseñor Tritschler oficia una misa en el altar de la Guadalupana en la Iglesia Catedral, luego un almuerzo con amigos sacerdotes, tarde lluviosa y una cena poco concurrida, de tal forma transcurre un día menos para la fecha esperada. Viernes 13 Se verifica la primera audición de música sacra del Congreso que se transmite en Yucatán a través de la X.E.M.Q. Sábado 14 Están listos los ejemplares del programa del Primer Congreso Eucarístico Diocesano de Yucatán y monseñor los reparte a los presentes, a las 5 de la tarde se encontraba en su confesionario, donde estaría algunas horas atendiendo a sus feligreses, al anochecer regresa a su residencia arzobispal; el padre Arias recoge un comentario del padre Tritschler: –«Di una vueltecita al parque con el fin de ver cómo está la cruz del Congreso y la iluminación de la Catedral, pero nada vi” “El programa ha salido un poco tarde»–
Diría en su última alocución dirigida a los ahí presentes,
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VUESTRO PRELADO VALE ORO, VALE UN PERÚ
–«pero muy a su tiempo; esta ya el Himnario y se verifican los ensayos; viene al fin uno de los obispos americanos; los fondos son suficientes… Un tanto me preocupa el silencio de México»–
Se refería al Licenciado que tramitaba la consecución de alguna libertad, –…me ha disgustado bastante la bochornosa conducta del Sr. Gobernador, pero todo saldrá muy bien, aunque muy de acuerdo con la manera de ser en Yucatán…–
Entonces, les pidió a todos empeño por el éxito del Congreso. Este es el testimonio que el padre Rivera dejo de esa noche: «Fue la última vez que nos hablara…La ternura y el cariño que nos manifestara en esta última ocasión, la guardaremos muy en lo intimo de nuestra alma, como el perfume de la más hermosa flor, como sonrisa de un ángel, como el testamento de un santo»
Muerte y Sepelio del Primer Arzobispo de Yucatán Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. D. Martin Tritschler y Córdova D. Manuel Castilla Ramírez, expone su creencia sobre la muerte del arzobispo de Yucatán: «Nosotros creemos como católicos que en vista de todas las dificultades; previendo el amante pastor el fracaso del Congreso Eucarístico, que él mismo ideara, planeara y estaba llevando a sus últimos detalles, ofrecería a Dios el sacrificio de su vida en cambio de un triunfo real, imperecedero, único en la historia de Yucatán: el triunfo de la divina Eucaristía»
Del domingo 15 al miércoles 18 de noviembre de 1942 En la mañana del domingo, el arzobispo Tritschler amanece indispuesto, una a una las misas se celebran, en la que de costumbre oficia, no aparece, la inquietud entre los fieles se hace patente, algunos interrogan el motivo de su ausencia y se pide por la salud del arzobispo que ha amanecido delicado, en la residencia episcopal el 225
LOS ARZOBISPOS…
doctor recomienda que se le deje tranquilo, que no se le interrumpa, son las 10:30 A.M., el padre Ricalde anuncia: «El señor ha pedido que por ningún motivo se interrumpan los preparativos del Congreso; que todo se lleve a cabo de acuerdo con el programa, que su enfermedad no haga cambiar absolutamente nada»
Dos horas después, pasado el medio día, la campana mayor de Catedral con repiques largos y espaciados anunciaba la sorpresiva muerte del Arzobispo de Yucatán. La noticia se propaga con la velocidad que corresponde a la dignidad y estimación que se le tiene, la radio difunde la noticia a todos los rincones de la península y una multitud aparece a las puertas de su residencia episcopal y de Catedral. Los espectáculos públicos se suspenden, la Cámara de Comercio invita a sus miembros a entornar sus ventanas en señal de duelo y por turnos se establecen las guardias de honor ante el cadáver. Con el ritual respectivo, se despiden los restos mortales del Excmo. Sr. Tritschler de la que fuera su residencia Arzobispal, a las cuatro de la tarde del 16 de noviembre, se celebra la ceremonia a cargo del canónigo Lic. D. Manuel Loria Rosado. Están presentes las más altas personalidades del V. Clero, el Seminario en pleno, los caballeros de Colon, las cuatro ramas de la Acción Católica, y el contingente bien nutrido de las asociaciones piadosas. Una bien nutrida valla forma la multitud que llena las calles, 57 poniente hasta la 54, donde tomando la misma 54 llega hasta la 59 poniente, y de allí doblando sobre la 60 sur, principia a penetrar en la Iglesia Catedral, que ya es insuficiente para contenerla, se cuentan por miles las personas que voluntariamente han acudido a la manifestación de duelo, «El féretro va camino a la Catedral, el recorrido semeja el paso de un héroe… El padre que se viera despojado de su Palacio Episcopal, de su Seminario de San Ildefonso, de su Casa de Ejercicios, de sus colegios y de sus templos…»52 52
Manuel Castilla, Martin, 2006, pag.174. 226
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Los restos mortales del arzobispo son colocados en el presbiterio sobre un túmulo que lleva las insignias pontificales además de una gran cruz dorada que contrasta con el manto negro que lo cubre, conducidos por su Clero, con el saludo del cuerpo de los Scouts, han pasado por penúltima vez la nave central de la suntuosa Catedral.
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LOS ARZOBISPOS…
Triduo Fúnebre Tres días consecutivos consagró el pueblo católico de Yucatán a despedir con solemnes actos de culto, oraciones y visitas al Excmo. Sr. Tritschler. Solemnes honras tienen lugar el 16 y el 17 a las ocho de la mañana, arriban algunos obispos de la provincia eclesiástica, algunos mas llegarían después para el Congreso Eucarístico, en tanto, una columna de aproximadamente cinco mil niños desfilan y colocan flores ante el arzobispo. Después lo hace el pueblo en general, gente de alta sociedad y gente humilde, unos oran otros sollozan o enmudecen; uno a uno van llegando de sus parroquias los sacerdotes que pasan largas horas contemplando a su Prelado. El cable lleva con urgencia la noticia a Roma, y el Papa Pio XII la recibe, enviando sus condolencias al pueblo de Yucatán. Amanece ya el 18 de noviembre y es tiempo que los venerados restos del Prelado descansen ya en la tierra yucateca que tanto amó. Pero antes, su pueblo habrá de tributarle un homenaje que dejaría sentidos recuerdos en la memoria del pueblo de Mérida. Minutos después de la ocho, los obispos, el Cabildo Metropolitano, todos los miembros del Clero Secular y Regular, acólitos, seminaristas y pueblo de Yucatán, forman frente a las atestadas naves un cuadro de imponente luto. El Dr. Alberto Mendoza Bedolla revestido de amito, alba, cíngulo, cruz pectoral, manipulo, estola, tunicela, dalmática, casulla fúnebre y mitra blanca, oficia la ceremonia de Pontifical auxiliado por canónigos y en los coros una larga lista de sacerdotes bajo la dirección del notable organista Jesús Estrada y de Emiliano Gil Manzanero, entonan la misa de réquiem de Vincenz Galler, a dos voces, precedida de una marcha fúnebre. El padre Crescencio A. Cruz de austero manto negro dirige unas sentidas palabras de despedía a su arzobispo, con frases inflamadas y a veces entrecortadas, relata la biografía del Excmo. desde su nacimiento hasta sus días de arzobispado para después narrar una anécdota ocurrida medio siglo atrás, cuando al saber que don Martin Tritschler venía de Puebla ya nombrado como nuevo obispo de 228
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Yucatán, le dirige una carta pidiéndole que trajera a Yucatán a un hermano suyo que, en la mayor pobreza, sin recursos para el viaje se encontraba en Puebla. Con los ojos puestos medio siglo atrás, el padre Cruz expresaba: «El día que llegó el ilustre señor arzobispo designado por Su Santidad, hubo para recibirlo una imponente ceremonia de júbilo, que yo presencié. Unas horas después, el Dr. Tritschler y Córdova mandó preguntar al Seminario por un estudiante llamado Crescencio A. Cruz. Fui ante él, y me dijo: –Tú hermano, hijo mío, está allí, lo he traído como me lo pediste…»–
El padre Cruz no pudo resistir más al relatar la remembranza y con lágrimas en los ojos extendió sus brazos hacia el túmulo y exclamó: – ¡Mi padre, mi señor!– Hubo una pausa imponente. Repuesto apenas, el sacerdote siguió hablando de lo mucho que amaba a su Prelado y de cómo hacía un año en ese mismo pulpito del que hablaba, pedía una ovación para el Dr. Tritschler cuando este atravesaba después de celebrar el Pontifical, por el mismo sitio en que un día antes estuviera el túmulo, el día de su Áureo Jubilo Sacerdotal. «Su ultimo gran acto –dijo el padre Cruz– fue preparar el Primer Congreso Eucarístico Diocesano, y sus últimas palabras al padre Ricalde, fueron: Hijo mío, que por nada se suspenda el Congreso Eucarístico…» – ¡Así murió mi señor, mi padre!–
Visiblemente emocionado el sacerdote le pidió una última bendición, cayendo de hinojos ante el pulpito, en ese momento del que el padre Leoncio Rivera fue testigo, los ahí presentes lamentaron la muerte del arzobispo Tritschler con silenciosas lagrimas, el obispo de Campeche, desde el faldistorio, los sacerdotes en el presbiterio y en los coros también lo hicieron los seminaristas, acólitos y los fieles que atestaban la Catedral. El cabildo, presidido por los obispos de Campeche y Tabasco, ofició solemnes responsos en torno al túmulo, y terminadas las ceremonias, continuó las misas y guardias en las últimas horas en que el cuerpo del V. Prelado estuvo expuesto en la Iglesia Catedral.
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LOS ARZOBISPOS…
Sepelio del Primer Arzobispo de Yucatán Personas de todas clases sociales se preparaban a conducir los restos mortales del Excmo. Sr. Tritschler a su última morada, desde el rico industrial hasta el modesto artesano, hombres de letras y obreros hicieron acto de presencia. Los empleados bancarios que iban a laborar ese día, pidieron se pospusiera el sepelio programado para la mañana del 18, para la tarde de ese día, comisiones de empleados bancarios y del comercio lo solicitaron, expresando que no querían perderse la última jornada de su querido arzobispo en la tierra. Escenas que quedaron plasmadas en los diarios de Yucatán dieron testimonio del cariño y afecto que el arzobispo cultivo en la gente en los 42 años de gobernar la arquidiócesis de Yucatán: Mujeres con flores en la mano y llanto en los ojos de mucha gente y consternación general como si se tratara de una desgracia pública. Son las 2:30 del 18 de noviembre de 1942, la Catedral está repleta y en las calles adyacentes se principia a mover una ola incontenible de personas. Los Boy-Scouts de México en Yucatán ayudan a contener la muchedumbre, hay una valla de estandartes, banderas y gallardetes enlutados, la Banda del Estado cedida por el gobernador toca una marcha fúnebre. A las tres de la tarde bajan del imponente túmulo de la Catedral el ataúd del Primer Arzobispo, reviste la caja mortuoria, los emblemas de la alta jerarquía del desaparecido. «Yo soy la resurrección y la vida…» «Todo el que vive y cree en mí, no morirá eternamente»,
Son las palabras que expresaba el Deán de la Iglesia Catedral al despedir el cuerpo exánime del arzobispo por la puerta mayor de Catedral, la que traspasara para ya no mas volver. En la puerta lo reciben los señores sacerdotes, para colocarlo a la vista de la multitud y el Lic. Mediz Bolio recogiendo el sentimiento popular se dirige a expresar unas palabras ante la muchedumbre: Señoras y Señores: He aquí lo que la muerte nos ha dejado de quien fuera preclaro Arzobispo, modelo de cristiano y espejo de caballero. Sencilla, noble 230
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y generosa, como su vida fue su muerte. Transitó hacia el cielo, con la sencillez de los justos, con la nobleza de los grandes, con la generosidad de los santos. Si le amábamos mucho, el nos amaba mas. En casi medio siglo, hizo de su vida donación permanente, al servicio de Dios, para provecho nuestro y su corazón, desbordante de caridad para nosotros, fue siempre manantial de luz y de bendición. No veremos ya su venerable figura plena de serenidad y de fe, acogiéndonos en su paternal regazo. No escucharemos ya sus palabras de unción y de paz. No serán, Dios no lo quiso, sus manos las que eleven triunfalmente el Ministerio Eucarístico sobre los 400 años de nuestra ciudad… Pronto una losa nos separará hasta de sus mortales despojos. Pero es tan honda la huella de su paso, es tan grande el caudal de sus virtudes y, sobre todo ha sido tanta su caridad para nosotros, que su recuerdo saturado de verdadera gloria, como es la que se funda en la bondad y en el amor, flotará siempre sobre esta cuidad episcopal, que hoy llora la ausencia de tan ilustre Pastor. Y debemos llorar, llorar abundantemente, porque en lo humano, es el dolor el único homenaje digno para quien nos amo tanto.
Una columna de más de cien metros, constituyó el contingente de personas, que poco antes de que el ataúd llegara a la esquina de la 61 y 62, dirigidos por D., Joaquín Mier y Terán , pasó a engrosar las filas anteriores al féretro. De modo que el gran contingente de personas ocupó más de tres cuadras, a la vanguardia del cortejo, que fue encabezado por una banda de tambores con cajas enlutadas que durante el trayecto hasta el cementerio dio redobles fúnebres. Durante todo el trayecto marcharon, presidiendo el duelo, los obispos de Campeche y de Tabasco sufragáneos, en ese entonces, de la arquidiócesis de Yucatán y unos metros adelante, un seminarista portando, cubierta de crespones, la Santa Cruz Procesional. Mientras avanzaba el cortejo, cuya columna llegó a calcularse en más de un kilometro, las campanas de todas las parroquias y capellanías de Mérida, y las de no pocas poblaciones del interior del Estado, doblaron; Los ferrocarriles Unidos de Yucatán hicieron funcionar por varios minutos los silbatos de sus locomotoras.
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LOS ARZOBISPOS…
Católicos de todos los estratos sociales, desde el empresario hasta los más humildes obreros descalzos, condujeron el féretro en hombros hasta las puertas de la Necrópolis. El Boletín Eclesiástico se detiene para dar una larga lista de las personas más conocidas que transportaron el féretro desde la Puerta del Perdón a su destino final: los gremios de Albañiles, Cabulleros y Ferrocarrileros y los del Señor de las Ampollas, todos, en su momento tuvieron ocasión para sostener el ataúd. El poeta José B. Sarlat escribió unas estrofas a su memoria: De los bronces el lúgubre tañido, Los crespones que flotan en la altura, Revelan el dolor y la amargura De Yucatán, por su Pastor querido. Por su padre común, sabio y prudente, Que largos años le marco el sendero Con su virtud de Apóstol verdadero, Y con su luz, cual faro refulgente. Las lagrimas que ruedan silenciosas Y la oración que se levanta al Cielo, Emblemas son, de nuestro amargo duelo Que le ofrendamos cual sublimes rosas. Ruega por Yucatán, Pastor amado, Hoy que gozas del premio merecido A los que viven como tú has vivido, Y llegan ante el trono del increado.
La larga columna de la multitud se vio estrechada al llegar al Arco de San Juan por lo que el cortejo se detuvo y dio lugar a un inesperado suceso, el Lic. Víctor M. Suarez Molina tomo la palabra ante el féretro del arzobispo y leyó una emocionada oración fúnebre en torno a las virtudes del arzobispo: «El tañido solemne y grave de los bronces difundiendo su voz por los espacios, mientras el sol majestuoso llegaba al cenit de su diaria marcha, llevo a todos los hogares de Yucatán la nueva del mas negro luto: el dolor inmenso de la pérdida de su queridísimo y venerado Pastor. Un dolor que fue inmenso como inmensa fue también, en correspondencia, la conmoción que produjo.
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Todo Mérida, como Yucatán al unísono, han llorado a los pies de ese cuerpo exánime, en una demostración pública de duelo de que no hay ejemplo otro en nuestra historia. Su muerte, empleando las palabras de Tácito, entristeció a sus amigos y no fue indiferente para los extranjeros ni para los desconocidos. Y es que el Doctor don Martin Tritschler y Córdova no fue simplemente un Jefe Eclesiástico; fue el Padre Espiritual, el Padre de corazón de todos los yucatecos. ¡Padre de corazón! He aquí el nombre que mas cabe al preclaro varón cuyos restos hoy acompañamos hasta el sepulcro. Corazón acrisolado de virtudes, corazón lleno de fe, de piedad intensa, de ferviente celo por su diócesis. Jesucristo nos dice en Apocalipsis (cap.III v.3) Yo vengo como un ladrón. El ha obrado conforme a su palabra, ha venido a sorprendernos, a robárnoslo cuando lo veíamos mas lleno de ilusiones, cuando el preparaba con júbilo, el Congreso Eucarístico, cuando vivía los momentos más exquisitos de su vida. Señor, Haced que esa luz que para irradiar de su mortaja, ese sentimiento que nos embarga, sea el abono que fertilice el campo propicio de nuestros corazones para que en ellos sea ubérrimo el fruto del próximo Congreso».
El cuerpo consular de Cuba, Guatemala, El Salvador y de Noruega estuvieron presentes, los agentes del departamento de Transito, motociclistas y de a pie, cuidaron del orden durante la imponente manifestación, hubo flores que llovieron de algunos balcones de las casas y dos aviones acompañaron con sus evoluciones la marcha del cortejo. Cerca de 50 agentes del Departamento de Transito, motociclistas y de a pie, cuidaron del orden durante la imponente manifestación. Ya en el cementerio, rasgo los aires un vibrante y emotivo toque de queda, y allá a lo lejos se escucharon de nuevo los silbatos de las locomotoras de los ferrocarriles y el doblar de las campanas: lentamente en esos instantes, se hacía descender a la tumba el cuerpo exánime del Excmo. Rvdmo. Sr. Dr. Martin Tritschler y Córdova, Primer Arzobispo de Yucatán, eran las 17 horas 29 minutos, del 18 de noviembre de 1942. Fue la despedida última de más de 40 mil almas del Yucatán católico. 233
LOS ARZOBISPOS…
“…varias comisiones saldrán rumbo a Yucatán para asistir al sepelio del ilustre desaparecido” consignaba una nota de un diario de Puebla aparecida un día después de su fallecimiento. 234
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Primer Congreso Eucarístico Diocesano de Yucatán La muerte del arzobispo Tritschler fue el detonante para el desarrollo exitoso del Magno Congreso Eucarístico. De hecho el principal movimiento espiritual principio a la muerte del Excmo. Dr. Tritschler y Córdova, llegando a ser el Primer Congreso Eucarístico Yucateco, el más grande acontecimiento histórico social, patriótico y religioso en el Sureste Mexicano. El Congreso, que con entusiasmo el mismo concibió y planeo a detalle hasta el final de su vida, se convirtió en su primer homenaje luctuoso. Lo que se observó en Yucatán los días 26, 27, 28 y 29 de noviembre de 1942, fue la expresión fervorosa de todo un pueblo que fue gestándose durante cuatrocientos años de fe católica en el sureste mexicano. “Fue la explosión sublime de la fe de un pueblo como fuego de un volcán” Se calcula que fueron unas 40 000 personas las que acudieron a la Catedral y a los templos para ser participes del Sacramento de la Penitencia, las interminables comuniones, desde la media noche hasta el medio día; las cuatro solemnes Pontificales; los cantos corales; las tres Asambleas Solemnes en que tomaron la palabras personajes ilustres “que hicieron vibrar la Catedral las naves con su verbo glorioso y fecundo”; las animadas Sesiones de Estudio con sus conclusiones “que han de ser para nuestra tierra senderos de luz”; y la “Noche de los hombres” en la que formaron valla para confesarse hasta las cuatro de la mañana; y la apoteosis final “que rompiendo el molde de nuestros deseos, fue una avalancha de la imaginación mas milagrosa, cristalizada en el tiempo y en el espacio” Con estas frases definió monseñor Camacho la jornada concebida y planeada por el arzobispo Martin Tritschler. TÚ SOÑABAS CON ESO Martin, Padre Clemente, que llevaste en la senda de tu vida corona de dolor sobre la frente: Mira cuanta es tu grey, toda rendida, cual nunca se haya visto, 235
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dispuesta a proclamar a Jesucristo. Al pensar que te fuiste en vísperas de fiesta tan grandiosa, se me ocurre creer que te ofreciste para hacerla, muriendo, luminosa, y siendo esta la traza, caíste como el grano de mostaza. Y ha brotado y crecido sobre la tumba el árbol misterioso que a su sombra congrega, enardecido de amor a Jesucristo, a un pueblo mozo, que ayer rezaba quedo y al doblar sus rodillas sentía miedo. La Hostia Santa y pura De tu pueblo ya en breve victoriada, Se alzará majestuosa hacia la altura… ¡Tu podrás dirigirle una mirada, como oír a tus hijos aclamarla con santos regocijos! ¡Tu podrás –lo querías– triunfadora pasearla por los valles de esa patria de eternas alegrías: que en el mundo no puede ir por las calles, en fuerza de las leyes, el Señor que hizo el mundo, y creo a los Reyes. ¡Tu podrás bendecirnos con las manos divinas del Maestro!... ¡y una vez y otra más,…podrás decirnos Que eres más que ayer, hoy ¡todo nuestro! ¡Y entrar en el alma llenándola de amor…de paz…de calma…!
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Rasgos anecdóticos sobre la vida de Monseñor Martin Tritschler y Córdova El 30 de marzo de 1908 murió el arzobispo de México, Ilmo. Sr. Dr. Prospero María Alarcón y Sánchez de la Barquera, la Mitra es propuesta al arzobispo Dr. Martin Tritschler y Córdova, y la designación es apoyada por el mismo presidente de la República Porfirio Díaz, otra fecha, el 25 de marzo de 1923 murió el arzobispo de Puebla Dr. Enrique Sánchez Paredes, como en 1908, es propuesto monseñor Tritschler para ocupar la arquidiócesis de su tierra natal. En ambas ocasiones declina el honor, aduciendo que era su deber imprescindible continuar como pastor de su iglesia yucateca, aunque también renuncia por motivos de salud ya que el clima de Yucatán le era benigno a pesar de que, a su llegada a playas yucatecas, le atacó la fiebre amarilla poniéndolo en peligro de muerte.
Una historia de ajedrez en Mérida Esta historia es confirmada por notas de varios cronistas como don Manuel Marques Sterling, embajador de Cuba en México y algunos biógrafos de Pino Suarez pero sobre todo por el relato personal de la viuda de José María Pino, doña María Casimires Cámara Vales conocida por “Mariquita”. *** El 2 de febrero de 1908 tuvo para todos los habitantes de Mérida, Yucatán, una importancia muy especial. Don José María Pino Suarez tenía planeada una serie de actividades ese día e iniciaba su agenda, poco antes de las ocho de la mañana, respondiendo a la invitación de uno de sus amigos ajedrecistas a un acto histórico. El amigo que lo había citado era nada menos que Monseñor Martin Tritschler y Córdova, quien ese día recibiría solemnemente el palio, que simbolizaría su envestidura arzobispal. La catedral de Mérida por fin tendría un arzobispo de Yucatán oficiando. Ya hacía casi diez años, el Papa León XIII había decidido que Yucatán pasara de
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obispado a Arquidiócesis, pero varios eventos habían retrasado que se hiciera oficial esta decisión. Primero habían muerto dos obispos de Yucatán, y luego de que el Papa nombrase a don Martin Tritschler, el mismo León XIII falleció en 1903 sin poder crear esa Arquidiócesis, tarea que completaría su sucesor Pio X. Don Martin compartía con su Santidad León XIII y con su amigo Don José María Pino Suarez una afición común: el ajedrez. Se contaba en tertulias ajedrecísticas que cuando don Martin estudiaba en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma era invitado por el secretario del Papa León XIII a jugar partidas de ajedrez con el Pontífice, que era gran aficionado a este deporte. El caso es que en Mérida, algunos ajedrecistas, muy especiales, contaban con la amistad del arzobispo Tritschler. Uno de ellos, don José María Pino Suarez, no podía ser más especial, además de una gran cultura y una autentica afición al ajedrez, era un poeta de sensibilidad exquisita, de facilidad de voz y de palabra y de una presencia que inmediatamente inspiraba confianza. Varios amigos de ambos habían quedado de reunirse la tarde de ese día 2 de febrero, para celebrar también la fundación del club de ajedrez en el edificio “El Olimpo” opuesto exactamente a la Catedral en la gran plaza central. Algunos intelectuales jugaban con el hecho de que se llamase “Olimpo”, igual que la sede mitológica de los dioses griegos a un edificio exactamente enfrente de la Catedral de Yucatán, ya sede de la Arquidiócesis, tras ir ascendiendo de Parroquial Mayor a Catedral. El caso es que elegir poner el nombre al Club de “Don Andrés Clemente Vázquez”, ajedrecista colaborador de don Benito Juárez y de don Sebastián Lerdo de Tejada, no tenía nada que ver con posiciones anticlericales, pues no se sabía que don Andrés fuese masón, o estuviere en contra de la iglesia. De cualquier manera, don José María Pino Suarez con la prudencia que lo caracterizaba, puso a consideración de Monseñor Tritschler el nombre que llevaría el Club. Realmente para monseñor Tritschler la cosa no era de importancia, pues no veía significado especial en el nombre del Club y mucho menos que se situara en el “Olimpo”, prometiendo a su amigo José María acudir a la ceremonia y bendecir el local, siempre que se 238
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inaugurase a una fecha posterior al 2 de febrero, para ir ya con el palio de Arzobispo. Todo estaba listo para que aquella tarde se firmaran los acuerdos de fundación del Club y realizar la inauguración oficial a la fecha acordada del 2 de abril, aprovechando el asueto oficial en conmemoración de una batalla del general Porfirio Díaz, Presidente de México. Ese era el plan original, pero tanto a don José María como a monseñor Tritschler, aunque por diferentes razones, no les agradaba que la inauguración fuera esa fecha preferían otra menos política. Ambos “complotaron” para lograr que los miembros del Club de Ajedrez cambiaran la fecha sin tener que aceptar don José María y don Martin que tenían interés en ello y mucho menos tener que explicar las razones. Para don José María nada de lo de don Porfirio y de su ejército le era agradable, aunque un tío suyo José Casasús fue ministro de Díaz durante 20 años y en 1908 estaba preparando un libro que le dedicaría. Para don Martin significaba celebrar una fecha de una derrota del Partido Conservador y de la Iglesia de México ante las fuerzas juaristas. La anécdota que tiene tintes dramáticos cierra con la decisión de doña Mariquita Cámara Vales esposa de don José María de convencer a su esposo que la fecha de inauguración del Club fuese el 22 de marzo y no el 2 de abril, por la razón de que así, se celebrarían el mismo día, el aniversario del periódico “El Peninsular” fundado por su esposo, inaugurando el Club de Ajedrez. Así lo hizo, convenciendo a todos que el 22 de marzo de 1908 seria la inauguración. El Arzobispo Tritschler estaba complacido. El 22 de marzo seria una fecha para recordar La fuente de esta historia corroborada con otras, proviene de la misma doña Mariquita que nació en marzo de 1877, mes que para ella era significado de tragedias y alegrías. En ese mes nacieron y murieron muchos de su familia También en un día 22 de marzo mataron al vicepresidente de México José María Pino Suarez y al presidente Madero.
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El 22 de marzo de cada año doña Mariquita no dejó de recordar aquella anécdota del ajedrez; ella recibió la medalla que da el Senado de la República por más de 50 años de servicio a la Patria. Cabe recordar que don Manuel Márquez Sterling en su calidad de embajador de Cuba en México estuvo a punto de salvar la vida de Madero y Pino Suarez después de la Decena Trágica.
El Naufragio del “U.S.S. Mérida” Corría el revolucionario año de 1911 y en México se respiraban aires de cambio, un año antes, con el éxito de Madero en su campaña electoral, Porfirio Díaz lo había mandado a encarcelar antes de las elecciones de junio y se proclamaba vencedor de las elecciones para gobernar de 1910 a 1916. Madero escapa de prisión y huye a los Estados Unidos. Desde El U.S.S. Merida San Antonio había proclamado el Plan de San Luis, y declaraba ilegales las elecciones, anunciando el inicio de la Revolución para el 20 de noviembre si no renunciaba Díaz a su cargo de presidente. El 21 de mayo de 1911, Díaz celebraba los Tratados de Ciudad Juárez con los rebeldes, para renunciar sorpresivamente después a la presidencia el 25 y abandonaba el país como acto seguido. Algunos miembros acaudalados de la burguesía mexicana porfirista los mas amedrentados por los acontecimientos decidieron igualmente abandonar el país en espera de un cambio favorable. Faltarían cuatro años más para que la ola de la revolución carrancista rompiera con violencia ante las puertas de la Iglesia. En los primeros días del mes de mayo de 1911, el arzobispo Martin Tritschler decide hacer un viaje a Europa; para él los viajes al viejo continente no eran una novedad e invita a su hermano Guillermo para la travesía, en ese entonces el padre Guillermo fungía como catedrático de la Universidad Pontificia de México; el motivo en 240
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parte, era su salud como le escribiera a su sobrina Carolina Tritschler –mi abuela– el 5 de julio de 1911, después del naufragio: «Muy estimada sobrina: En esta ciudad alemana, donde estoy pasando algunas semanas para curarme del corazón, recibí tu carta del 4 de Mayo…»
Se embarca Martin en “Puerto Progreso” Yucatán en el “S.S. Mérida”, un buque de vapor de la línea “Ward” norteamericano con destino al puerto de Veracruz, donde Guillermo lo espera para abordar el barco y unirse a la travesía, para algunos meridenses seria el final del viaje en ese puerto, pero los hermanos Tritschler recorrerían el viaje hasta Nueva York y luego a Europa. Ya desde Veracruz se podía adivinar que no iba a ser un viaje rutinario; el vapor llevaba en sus camarotes a familias aristócratas escapando de la Revolución y en la caja de seguridad, –se rumoraba–, transportaba una carga especialmente valiosa, –las gemas robadas de un antiguo templo birmano en el siglo 16, saqueado por un tal conde Hermann, noble alemán de la casa de los Habsburgo– que posteriormente heredó el Emperador Maximiliano de México y eventualmente paso a manos de una de las ricas familias que ahora escapaba de la revolución. Mientras que la Emperatriz Carlota El U.S.S. Admiral Farragut hizo suyas unas maravillosas esmeraldas del Templo Azteca de Quetzalcóatl que igualmente pasarían al dominio de la aristocrática familia en fuga53. Además se dijo que llevaba un cargamento de más de 6 millones de pesos en oro y plata. Incluso en la bitácora del “S.S. Mérida” se asentaría un hecho curioso: El capitán Mcgray del buque de vapor “Herman Frasch” cayó gravemente enfermo de lo que se creyó envenenamiento por 53
Rumor que se propagó después en los años 30 en los Estados Unidos a través de los diarios. 241
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tomaína54, al punto de la muerte fue despachado inmediatamente un mensaje telegráfico que fue recibido en la estación sanitaria portuaria de Dry Tortugas, Florida a 100 millas de distancia; al mismo tiempo, el operador del telégrafo a bordo del S.S. Merida que partía de Puerto Progreso, Yucatán, captó la señal de auxilio a 800 millas del Herman Frasch, que solicitaba de inmediato una prescripción médica como método de emergencia para tratar al enfermo. La respuesta del médico de a bordo del S.S. Mérida no se dejó esperar y fue recibida en el Herman Frasch antes de que la estación sanitaria naval de Dry Tortugas en Florida pudiera responder y siguiendo la prescripción se preparo el remedio con lo cual pronto salió fuera de peligro. El S.S. Mérida de 6,207 toneladas, salido de los astilleros de la William Crump & Sons Ship building Co., impasible, continuo su viaje saliendo del Golfo de México sin más vicisitudes, hasta llegar cerca de Cape Charles, Virginia donde lo sorprendió una banco de niebla, sin dar tiempo a tomar las precauciones de acuerdo a las condiciones del tiempo, fue embestido de manera sorpresiva por un buque de menor calado, era el destructor S.S. Admiral Farragut55, al grito de –!abandonen el barco¡– los pasajeros y la tripulación tomaron sus salvavidas prestos a abandonar la nave que rápidamente hacia agua, prediciendo el inevitable hundimiento, el Merida tardó 30 minutos para irse a pique envuelto en la oscuridad de la noche a las más obscuras del Atlántico. En la primera plana del New York Times apareció la noticia “Los pasajeros del Merida hablan de su perdida” y en su página cuatro refiere que dos sacerdotes mexicanos fueron de los últimos en abandonar el barco para tomar las lanchas de salvamento56; otra fuente 54
Envenenamiento por alimento, considerado erróneamente resultado de la ingestión de tomaína, termino no científico para describir un compuesto orgánico nitrogenado producido por la putrefacción de las proteínas.. 55 Fue el primer destructor de la Marina estadounidense y entró en servicio durante el desarrollo de los EE.UU. como una potencia naval, Jackson, Robert, Destructores, Fragatas y Corbetas, 2002, p., 145.Con sus 283 toneladas pero un mejor blindaje logró permanecer a flote en el choque contra el “SS Merida” de 6,207 toneladas. 56 The New York Times, “Merida Passengers Tell of Her Loss” edición del 14 de mayo de 1911, p. 4. 242
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menciona que Martin y Guillermo Tritschler estaban ocupados repartiendo absoluciones a quienes lo pedían. Herbert O. Benson, el operador del telégrafo del S.S. Mérida, –el mismo que envió la prescripción al Herman Frasch– fue otro de los que con aplomo cumplió su deber, enviando la transmisión de S.O.S.57 que fue recibida por el buque “Hamilton”. Esta es la historia contada por el mismo Herbert O. Benson, telegrafista del S.S. Mérida: –Acababa de salir a cubierta– dijo –cuando vi la proa del Farragut a no más de 20 pies de distancia, salté hacia la puerta para asirme y absorber el golpe, pero no lo logré a tiempo y fui lanzado al piso hasta la mitad de cubierta, cuando el otro buque reculó, el Mérida comenzó a inclinarse en banda, comencé a transmitir S.O.S. y recibí señal de Cabo Hateras y conté en breve lo que había sucedido, esa estación me notificó que las estaciones navales serían a su vez, notificadas. Fue 20 minutos más tarde, creo yo, cuando las luces se apagaron y mi transmisor dejo de funcionar. Corrí al puente de mando donde reporte al Capitán que no podía transmitir más, me dijo que tomara un bote y me trasladara al Farragut, donde mi ayuda pudiera ser útil– –Cuando aborde al Farragut, encontré que sus antenas habían sido derribadas por la colisión y su telégrafo había dejado de funcionar, corrí hacia un mástil y A.C. Leech, el operador del telégrafo del Farragut, al otro, logrando restablecer las antenas y el telégrafo– –Fue difícil hacer llegar los mensajes debido a la interferencia de la estación naval de Charleston, que llamaba N.A.R. la cual es –yo creo– la estación naval de Portsmouth, les rogué dejaran el campo libre de señales debido a que estábamos en peligro y un buque se hundía, tal vez la entendió mal o la ignoró porque la interferencia se mantuvo. En cinco minutos recibí señal del Hamilton, y casi al mismo tiempo, del acorazado Iowa que venía a 20 nudos por hora, entonces recibí señal del Hamilton otra vez dando su posición, transmití al Iowa que el Hamilton se encontraba más cerca y que se mantuviera fuera del aire para que pudiera “hablar” con él. El Hamilton dejo a su operador que lo condujera a nosotros a través de la niebla– 57
En el hundimiento del SS Merida se usó como ya había ocurrido pocas ocasiones antes la nueva llamada de auxilio SOS, por una convención internacional, en lugar de la tradicional CQD; se dice falsamente que la primera llamada de auxilio en el mundo usando el código S.O.S. fue del Titanic el 14 de abril de 1912; en el hundimiento del Mérida ya se había usado. óp. cit. 243
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Todos los náufragos que no pudo salvar el inhabilitado Farragut pudieron aferrarse al Hamilton y fueron llevados a bordo, sin reportarse ninguna víctima. Esto ocurrió la noche del 11 al 12 de mayo de 1911. Después del naufragio Monseñor Martin Tritschler se percató de la pérdida de su anillo pastoral –quizá el objeto de su mayor estimación– sin embargo al llegar a Nueva York el cardenal de esa ciudad Charles Farley en un gesto fraterno, le obsequia el suyo. El 5 de Julio, le escribe Martin a mi abuela Carolina, desde BadNauheim, Distrito de Hesse, en Alemania58, y al final de su carta sin más comentarios escribe: –…Poco te falto para que te quedaras sin tíos, pues Guillermo y yo sufrimos un naufragio del que solo por la misericordia de Dios salimos con vida, habiéndose hundido el buque…–59
Años después se recobraría del olvido lo sucedido al S.S. Mérida, pero no para otra cosa más que para alimento de las ambiciones materiales: la codicia. Se organizó una primera expedición de rescate de las joyas y valores del S.S. Mérida en 1917, cuyos resultados nunca se supieron, pero la mejor organizada se realizó hasta 1932 bajo el mando del capitán H. L. Bowdoin Las versiones y rumores acerca de los seis millones de pesos en metales de la cámara de seguridad y de las joyas de los Habsburgo en la caja personal, reavivaron las intenciones para una nueva expedición, un diario, fue más allá y conto que había una maldición sobre aquellas joyas, ya que el régimen de Maximiliano terminó con su ejecución en 1867 y su esposa se volvió loca permaneciendo confinada hasta su muerte en 1927.
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Un famoso lugar de descanso, reconocido por sus manantiales de agua salada que son usadas para tratar enfermedades del corazón y del sistema nervioso. (Wikipedia) 59 Archivo familiar: Velarde Tritschler. Esta carta aparece integra en este libro en la p. 397 244
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El S.S. Salvor “Merida Salvage Expedition” y su tripulación operó a 50 millas de los cabos de Virginia entre 1932 y 1933, con una idea fija en la mente: “no hubo tiempo para sustraer del barco los seis millones en oro y plata de la cámara de seguridad ni las joyas de Maximiliano, deben permanecer ahí”. Un año después de iniciada la búsqueda, el batiscafo de cuatro personas, avistó la parte del casco que fue partida por el Farragut, arriba, aguardaban los accionistas que arriesgaban su dinero en la expedición para ser testigos de la apertura de la caja y sus supuestos contenidos; la tarde de la víspera el capitán Bowdoin recordó a la tripulación que le correspondía el diez por ciento de lo encontrado, a un joven de la tripulación lo encomió a dejar la escuela y unirse a la próxima expedición: recobrar el tesoro del “Santísima Concepción” atacado y hundido por un bucanero Holandés. Las ofertas del capitán Bowdoin nunca fueron satisfechas, la caja de seguridad del S.S. Mérida se encontraba vacía, posiblemente vaciada por ladrones furtivos, aprovechando la confusión, mientras el S.S. Farragut y el Hamilton, rescataban sobrevivientes. La expedición se quedo sin dinero y ese invierno el S.S. Salvor se hundió en el lugar en donde atracaba. En esa citada carta de Monseñor Martin Tritschler a mi abuela Carolina, le dice: “…Lamento mucho la situación en que te encuentras a causa de los trastornos públicos y ruego a Dios que el temblor, que según los periódicos fue terrible, no te haya traído ningún daño...”
El 7 de junio de 1911 Madero hacia su entrada triunfal a la Ciudad de México luego de un fortísimo temblor de tierra en la madrugada.60 60
Pronto comenzó a circular un verso por las calles metropolitanas “El día que Madero llegó hasta la tierra tembló” Nada eclipsó, sin embargo, la entrada Triunfal de Madero. 245
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Acta del bautismo de Guillermo Tritschler y C贸rdova
EL SIERVO DE DIOS DON GUILLERMO
CAPITULO
5 El Siervo de Dios don Guillermo Sexto Obispo de San Luis Potosí y séptimo arzobispo de Monterrey
E
s necesario exponer como breve preámbulo a la biografía de monseñor Guillermo Tritschler el motivo que llevó a iniciar el proceso de la causa de su canonización cuyos detalles refiere en su obra monseñor Aureliano Tapia Méndez y que atestiguó en su calidad de perito en historia y archivística en este proceso, capitulo del cual hago aquí una resumen de lo más importante. El primer intento para su canonización ocurrió cuatro años después de su muerte, cuando a través de una exhortación pastoral dada el 11 de octubre de 1956 por monseñor Arturo Vélez Martínez, se expresaba así de las virtudes de don Guillermo: «Nunca podernos olvidar sus prudentes consejos, ni los ejemplos admirables de las virtudes sacerdotales que siguen siendo para nosotros lecciones sapientísimas, que nos guían en nuestra propia vida. No solo es el amor y la gratitud lo que nos mueve a dirigiros estas letras, es también la convicción de que este dignísimo Prelado fue un santo que ya está gozando de Dios y que pude ser nuestro abogado en el cielo. Gracia muy especial seria para nosotros que la Santa Iglesia en día no lejano le concediera el honor de los altares. ¡Como su vida entera volvaria a influir en la nuestra y en la de todos los fieles para imitar sus heroicas virtudes!
Terminaba el documento con una oración para pedir a Dios favores, por la intercesión del Arzobispo ejemplar.
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Otro nuevo intento, lo inicio monseñor Gregorio Aguilar, protonotario apostólico y deán de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe del Tepeyac quien comisionó a su ex condiscípulo el Presbiterio Dr. Porfirio Valdés para reunir los datos biográficos de monseñor Tritschler, para que en 1965 saliera a la luz un libro biográfico con una selección y notas de los sermones, discursos y poesías que se le tributaron en vida exaltando sus virtudes además de oraciones fúnebres, escritos y poesías en su muerte. No fue sino hasta 1979 por un edicto del 24 de marzo del entonces arzobispo de Monterrey, monseñor José de Jesús Tirado y Pedraza, quien después de escuchar a diversos sectores del Pueblo de Dios, veía la posibilidad de la beatificación y canonización del séptimo arzobispo de Monterrey “quien murió ahí con fama nunca extinguida hasta hoy, de que fue un varón de virtud extraordinaria” y decretaba: «Hemos pensado seriamente delante de Dios este asunto, hemos consultado apersonas peritas, nos hemos informado de la vida de Mons. Tritschler, del que existe una breve biografía y a quien conocí personalmente, y nos ha parecido conveniente acceder a los deseos de las personas que quieren la beatificación y posterior canonización del Excmo. Guillermo Tritschler y Córdova. Por lo que para dar los pasos previos y teniendo en cuenta el Motu Proprio SANCTITAS CLARIOR del 19 de marzo del año del Señor de 1969, hemos creído necesario crear una Comisión que tendrá la responsabilidad de reunir aquellos argumentos sólidos y aptos, en los que pueda apoyarse con firme y legitimo fundamento, la consulta que debemos hacer a la Santa Sede, y también presentarle la petición formal para iniciar la causa del Siervo de Dios, Guillermo Tritschler y Córdoba, Arzobispo Pastor de Monterrey, ateniéndose a las normas que al respecto nos de la Sgda. Congregación para las Causas de los Santos y del Derecho.
Enseguida del documento se hacía mención del nombramiento de los sacerdotes que como miembros de la Comisión estarían encargados de la integración de la causa diocesana, que por desgracia solo hizo algunas reuniones de estudio y realizó la publicación de un Boletín Informativo del que solo aparecieron dos números, en julio y agosto de 1979, se levantaron algunas informaciones de testigos de las virtudes de don Guillermo, pero que no se hicieron en forma prescrita por el motu proprio Sanctitas Clarior, sino en forma privada. Se 249
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editaron estampas con su imagen para pedir favores de Dios por la intercesión de su Siervo, y así se dejaron pasar doce años en los que además fueron muriendo muchas personas cuyos testimonios hubieran ayudado mucho a la Causa. El 1 de febrero de 1991 el actual arzobispo de Monterrey y Cardenal don Adolfo Suarez Rivera, expidió un decreto en el que por tratarse de una causa antigua, hechas las debidas investigaciones, convencido del fundamento y de que no existían obstáculos para la misma, ordenaba se diera paso con prontitud a la introducción de la causa de canonización del Siervo de Dios, Guillermo Tritschler y Córdova, Arzobispo de Monterrey. Sin embargo, en el lapso de cinco años no fue posible instruir la causa, por lo que el 14 de mayo de 1996 el Cardenal Arzobispo de Monterrey comunicaba que se relevaba al anterior Postulador y Vice postulador nombrando como nuevos Postulador y Vice postulador al Presbiterio Lic. Miguel Alanís Cantú y al Señor Cura Don José Cruz Camacho Rodríguez de la misma forma relevando el anterior Tribunal por uno nuevo urgiéndoles se abocaran a la Instrucción de esta Causa de Canonización. El nuevo Tribunal quedó conformado de la siguiente manera: Juez Instructor, Pbro. Lic. Hernán Zambrano Margáin; Promotor de Justicia, Pbro. Lic. Humberto Joel Luna Alonso; Notario, Pbro. Juan Pablo Martínez; Notario adjunto, Sra. Rosa Guadalupe de la Rosa de Núñez. Confirmando en el cargo: Como Perito en Historia y Archivística, a Monseñor Dr. Don Aureliano Tapia Méndez, autor de la biografía de don Guillermo Tritschler y de la que se extrae la presente información. Como perito en Asuntos Jurídicos Monseñor Lic. Don Emigdio Villareal Bacco, y a los Censores Teológicos Pbro. Lic. Don Alfonso Cortez Contreras y al Pbro. Lic. Don Luis René Lozano del Rio. En este Decreto el arzobispo Suarez Rivera, pedía encarecidamente a las personas mencionadas dedicaran su mejor esfuerzo para instruir la causa de canonización del Siervo de Dios Don Guillermo Tritschler y Córdova, VII arzobispo de Monterrey.
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Este segundo Tribunal presentó sus trabajos concluidos para que la documentación se enviara a Roma. Esta noticia histórica de la Clausura del Proceso Diocesano para alcanzar la glorificación en los altares, se dio el 29 de julio de 1997 a las cinco de la tarde en la Iglesia Catedral de Monterey para que siga el Proceso Apostólico ante la Congregación para la Causa de los Santos. Ante los ahí presentes muchos de los cuales conocieron al Siervo de Dios, el Cardenal Arzobispo de la Arquidiócesis de Monterrey, don Adolfo Antonio Suarez Rivera presidió la ceremonia. Se entonó el Veni Creator Espiritus que fue seguido alternando canto polifónico y gregoriano. Se hizo lectura del capítulo cuarto de la carta de San Pablo a los Efesios en el que el Siervo de Dios inspiró su lema episcopal Crescamus in Illo per Omnia “Crezcamos hasta alcanzar del todo al que es la cabeza, a Cristo” (4. 15). El Cardenal Arzobispo de Monterrey Suarez Rivera hizo una extensa semblanza espiritual del Siervo de Dios don Guillermo, de la que escogí lo siguiente: «…La comunidad Arquidiocesana y, especialmente su presbiterio, teníamos una deuda con el VII arzobispo de Monterrey; más aun, con esta Iglesia local y con la Iglesia de México: realizar, de acuerdo con la legislación actual, la información diocesana sobre la fama de santidad y practica extraordinaria de las virtudes cristianas del Siervo de Dios Guillermo Tritschler y Córdova; después de obtener en primer lugar, el “nihil obstat” de los señores obispos de la Provincia Eclesiástica, y en seguida, el “nihil obstat” de la Santa Sede, decreté el 1 de febrero de 1991, la introducción de la Causa de Canonización del Siervo de Dios Guillermo Tritschler y Córdova, y ordené abrir el Proceso sobre su vida, virtudes y fama de santidad, de acuerdo a la legislación actual para las Causas de los Santos». «…El episcopado del Siervo de Dios Guillermo Tritschler y Córdova 1941–1952, cubrió un periodo trascendental en la historia de la Arquidiócesis. Después de los años de violencia, confusión, carencias, de la revolución y post revolución; de la persecución religiosa y de la segunda guerra mundial, se requería de un obispo con muy amplia y muy nueva visión de la Iglesia y del mundo para emprender, no la reconstrucción del pasado, sino la construcción de nuevos tiempos; don Guillermo respondió cabalmente a tal exigencia». 251
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«…Como testimonios materiales de la novedad de espíritu que quiso imprimir en la vida y acción de la Iglesia de Monterrey, nos heredó dos obras extraordinarias de arte religioso: el Templo de la actual Basílica de la Purísima y de la remodelación del Presbiterio de catedral con los murales de Ángel Zárraga. Desde el día mismo de sus muerte, el 29 de julio de 1952, muchísimos seglares religiosas, sacerdotes y obispos, coincidieron en afirmar que el Siervo de Dios Guillermo Tritschler y Córdova gozó fama de santidad y que de manera constante y nada común practicó las virtudes fundamentales del Evangelio, en las distintas etapas de su vida: seminarista de los diez a los veinticuatro, en el Colegio Pio Latinoamericano de Roma, sacerdote dedicado a la dirección espiritual en el Seminario Arquidiocesano de México y Canónigo de la Catedral Primada del País, este periodo cubrió 25 años; como obispo de San Luis Potosí, 10 años; y como arzobispo de Monterrey, los últimos 11 años de su vida. Su fama de santidad está sólidamente confirmada por documentos históricos de quienes lo conocieron y trataron de cerca. Para el Siervo de Dios Guillermo Tritschler y Córdova, la perfección a que estamos llamados por Cristo no se reduce a los aspectos morales y religiosos; sino que abarca la totalidad de las dimensiones y posibilidades humanas: físicas, psicológicas, religiosas, morales, intelectuales; por esto lo mismo cuidaba de su cuerpo con alimentación y medicina naturales, por ser más sanas, y con ejercicio físico; que dedicaba gran atención a perfeccionar su espíritu, según el ejemplo y palabra de Cristo; y a enriquecer sus mente con conocimientos de mística, de moral, de liturgia, de teología y también de filosofía, historia, música, arquitectura y pintura. Dentro del Proceso Diocesano que, gracias a Dios y para Gloria suya, clausuramos este día, 43 testigos: sacerdotes y seglares de esta Arquidiócesis, de la de San Luis Potosí y de la Diócesis de Valles, rindieron con entusiasmo su testimonio oficial y seguros documentos históricos confirman su fama de extraordinaria perfección cristiana. Pondremos en manos de la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos la investigación realizada con toda seriedad; y continuaremos suplicando al Padre, modelo acabado de perfección, conceda a sus iglesia la gracia de la Canonización de su Siervo, Guillermo Tritschler y Córdova, Obispo; no porque el requiera de nuestro reconocimiento, sino porque a nosotros, todavía en prueba, en
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camino, nos beneficia que la Iglesia nos proponga, en los santos canonizados, modelos e intercesores».
Terminada la lectura, se dio paso al trámite para dar Clausura al proceso Diocesano, explicando la crónica del mismo, interrogando al Tribunal sobre si los trabajos se habían cumplido escrupulosamente, sobre los testigos y juramentos y finalmente preguntando al Tribunal si fueron suficientes los elementos recogidos, a fin de que ante la Congregación para la Causa de los Santos se pueda demostrar las virtudes y la fama de santidad del Siervo de Dios Guillermo Tritschler y Córdova; en seguida fue nombrado Postulador Apostólico a monseñor doctor Oscar Sánchez Barba presentando tres cajas de madera, conteniendo cada una la documentación completa del Proceso, una con los originales que permanecerá en la Curia de Monterrey y dos con las copias que se enviarían a Roma, se aseguraron y lacraron debidamente por el Postulador Apostólico, siendo corroborado por el cardenal arzobispo Suarez Rivera conforme al Derecho Canónico y se levantó acta de la sesión de clausura, después de un espontaneo aplauso el coro entonó el Magníficat y se invito a los asistentes a acompañar al Cardenal arzobispo a visitar en cripta episcopal la tumba de don Guillermo. Era como hemos dicho la tarde del 29 de julio de 1997
Mocedad en Roma Inicia la vida de don Guillermo Tritschler y Córdova el 6 de julio de 1879 en la recoleta población de San Andrés Chalchicomula, hoy Ciudad Serdán, Estado de Puebla, el que sería el último de los hijos del matrimonio formado por Martin Tritschler y Rosa María Córdova y Puig, y bautizado por su tío materno don Prisciliano Córdova de cuatro días después con el nombre de Guillermo José María de Jesús Tranquilino siendo sus padrinos don Bernardo Ruiz de Santiago y la señorita doña Vicenta Montiel.1 A diferencia de su hermano Martin, de Guillermo no se tienen datos precisos de sus primeros años de vida pero si se conserva una 1
“Libro de Bautismos de hijos legítimos” marcado con el numero 62, volumen 22 de los años 1876-1878 a fojas 233 253
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fotografía familiar de 1880 donde aparece con sus padres; –¡cuán significativa sería esta fotografía para don Guillermo, que no conocería a su madre!– ya que falleció al cumplir apenas un año nueve meses. Otro dato lo brinda su primo el canónigo de la Catedral de Puebla monseñor Alfredo Freyria y Córdova que en una carta fechada el 12 de marzo de 1959 hace notar que en San Andrés recibió don Guillermo el sacramento de la Confirmación y allí mismo hizo su Primera Comunión estudiando sus primeras letras Guillermo en brazos de su madre Rosa para después partir a la ciudad María de Puebla con su tío el canónigo José Prisciliano de Córdova. Para precisar diremos que después de fallecer su joven esposa Rosa María, don Martin encomienda la educación de dos de sus hijos: Guillermo y Alfonso al tío de ellos, el canónigo Prisciliano José de Córdova, quedando a su lado Joaquín y Rosa María. Sucedió que al poco tiempo de permanecer los pequeños Guillermo y Alfonso con su tío en la hermosa hacienda de Amalucan ubicada en el antiguo bosque de manzanilla que habría adquirido precisamente para dar alojamiento a los seminaristas que muere el obispo de Puebla José María Mora y Daza el 26 de noviembre de 1887, quien planeaba conducir una gran peregrinación mexicana a los santos lugares de Roma y besar la mano del Sumo Pontífice León XIII. El vicario capitular Monseñor Ramón Ibarra y González y el canónigo Prisciliano José de Córdova secretario de la Mitra y Rector del Seminario de Puebla, que ya antes habían colaborado juntos en la fundación del nuevo edificio del Seminario Teojurista anexo al templo 254
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de Belemitas, acordaron llevar en la primera peregrinación nacional a tres niños que serian los únicos de los 144 peregrinos que se quedarían en Roma: Guillermo de 10 años; su hermano Alfonso de 14, que no se ordenó y Luis de la Maza que fuera maestro de Ceremonias en la Catedral de Puebla y de México, canónigo de la Basílica de Guadalupe y después canónigo de la Metropolitana de México. El 7 de abril partió la primera peregrinación mexicana a Roma, que calificada de histórica, dio motivo para la elaboración de un libro que la conmemorara titulado “La gran Romería Nacional, Historia de la Primera Peregrinación Mexicana a Roma”, en el que se hace referencia del pequeño grupo: «El Sr. Ortega, catedrático de Teología en el Seminario Palafoxiano, ha ganádose un lugar envidiable en ese magnífico plantel; llevó en su compañía a cuatro alumnos de dicho colegio, tres de los cuales van a continuar sus estudios en Roma (…). Los hermanos Tritschler, el primero de catorce, Alfonso, y el segundo de diez años, Guillermo, se recomiendan por su personal simpatía y esmerada educación. Reposados y juiciosos, caracterizan la raza alemana de la que proceden por línea paterna y han sido objeto de la simpatía de los peregrinos»
La primera peregrinación mexicana a Roma (1888), en el grupo iban los hermanos Tritschler: Alfonso y Guillermo (abajo a la izquierda) 255
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El Tiempo, un periódico de la época, recogió el momento de la despedida de los peregrinos de la santa imagen de Nuestra Señora de Guadalupe que estaba en aquel entonces en el templo de Capuchinas de la ciudad de México: «En las dos bancas colocadas en medio del presbiterio, tuvimos el gusto de ver un detalle patético (sic) de la reunión. Tres niños seminaristas vestidos con sus trajes talares que constan de manto café con vivos rojos y beca azul, con un esplendido escudo bordado de oro y plata en el lado que cae en el corazón. Esos niños son: el uno, de diez años, color apiñonado y pelo negro, hijo del Sr. Don Dionisio de la Maza, persona muy conocida y estimada en Puebla, y los otros dos niños, el uno de diez y el otro como de unos trece años, rubios y simpática presencia, hijos del Sr. Don Martin Tritschler, de origen alemán e igualmente vecino de Puebla. Estos niños van representando al Seminario de aquella ciudad en el cual cursan el primero y segundo año de latín. Al regresar los peregrinos, estos alumnos se quedarán en Roma para hacer su carrera en el Colegio Pio Latinoamericano. Salió la peregrinación del puerto de Nueva York el 16 de abril de 1888, en el buque “Bolivia” de la compañía Anchor Line y el 7 de mayo llegaron a Nápoles. Allí los recibió desde una lancha el Ilmo. Sr. Don Ignacio Montes de Oca y Obregón que residía en aquellos días en Roma, y el Cónsul Mexicano ante el Vaticano, Don Enrique Angelini. Visitaron Nápoles y Pompeya y el 11 llegaron a Roma. El sábado 12 en la sala de Consistorio, recibió el Papa León XIII a los peregrinos que fueron presentados por el Ilmo. Sr. Obispo de Chilapa Fray Dice en el grueso volumen de la Historia de la Primera Peregrinación Mexicana a Roma «los hermanos Tritschler, el primero de catorce “Alfonso” y el segundo de diez “Guillermo” se recomiendan por su personal simpatía y esmerada educación.
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Buenaventura de Portillo, O.F.M. Al día siguiente escucharon la misa celebrada por el Sumo Pontífice en la Capilla Sixtina, y el día 14 tuvieron otra larga audiencia pontificia».2 Al mes siguiente, 8 de
mayo, Guillermo ingresaba al Colegio Pio Latino Americano para comenzar su formación “romana”. Una histórica fotografía de estudio tomada en el Vaticano muestra al pequeño grupo de niños que iniciaba su larga estancia en Roma, con ellos aparece el vicario capitular de Puebla monseñor Ramón Ibarra y González, años más tarde obispo de Chilapa y después ultimo obispo y Guillermo seria el alumno que más Primer Arzobispo de Puebla, tiempo vivió en el Pio Latino hoy Venerable de la Iglesia Americano (14 años), pues ingresó a Católica. los nueve, egresando en 1902 con tres En esta foto aparecen: doctorados. Alfonso que tenia trece años y ocho meses, Guillermo que cumpliría los diez años dos meses después, atrás de monseñor Ibarra, de pie, Martin que ya era un aventajado alumno de la Universidad Gregoriana y a la extrema derecha el pequeño Luis de la Maza, todos los pequeños vistiendo el uniforme del Colegio Pio Latino Americano: sotana negra, banda azul, soprana negra con vueltas azules y el típico sombrero clerical de fieltro negro. 2
Tapia Méndez, Aureliano, Don Guillermo Tritschler y Córdova, p. 20, que cita el libro La Gran Romería Nacional, Historia de la Primera Peregrinación Mexicana a Roma… Obra escrita por un peregrino. Tomo I y II México. Aguilar e hijos, 1889 257
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A las 11 de la mañana de 14 de mayo de 1888, el Papa León XIII recibió una vez más a los peregrinos mexicanos. Los niños Tritschler llevaban sus vistosos trajes talares con becas, el Papa al llegar a él los niños «los colmó de caricias, y llamándole la atención los uniformes que vestían, estuvo examinando este despacio y preguntó sobre algunos atributos que contiene» dice la Historia de la Primera Peregrinación Mexicana a Roma
El Colegio Pio Latino Americano de Roma, destinado para formar alumnos sobresalientes de América Latina. Tenía en 1888 un centenar de alumnos. 258
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El colegio, sus deambulatorios, sus iglesias, el retiro en Albano, son descritos en la semblanza de Martin su hermano mayor, que como él, Alfonso y Guillermo debieron estudiar con el latín, el griego y el italiano, Matemáticas, Física, Quimia, y Astronomía, para después estudiar Filosofía, Derecho Canónico, Teología y las Sagradas Escrituras. Guillermo, de acuerdo con el Catalogo de los alumnos del Pio Latino Americano de diciembre de 1932, fue el alumno que más tiempo vivió en aquel instituto: 14 años, 2 meses y 27 días, En la época de estudiante en que se cumplieron el 4 de de agosto de la Universidad Gregoriana 1902, fecha en que Guillermo salía de de Roma, en 1898, a diez Roma para regresar a su patria, “con años de su ingreso. merecido elogio de sus maestros y admiración de sus condiscípulos” con tres doctorados, en Filosofía, en Teología y Derecho Canónico. Monseñor don Manuel Fulcheri y Pietrasanta, Obispo de Zamora, fue amigo de don Guillermo desde Roma y en un sermón que predicó en su consagración episcopal dijo de él: «A aumentar mi impresión de estos momentos vienen numerosos y gratísimos recuerdos. Yo vi al nuevo prelado de hoy, cuando juntos asistíamos a las aulas en la Universidad Gregoriana, ganar fácilmente sus grados universitarios, dedicándose además, aun robándole tiempo al sueño, a excursiones intelectuales por los campos de la Historia, de la Sociología y del Arte; a excursiones corporales por los innumerables sitios de recuerdos imperecederos que encierra la Ciudad Eterna”3
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Tapia Méndez, Aureliano, Don Guillermo Tritschler y Córdova, 1998, pag.,22 259
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Al regresar a México fue incorporado al Claustro Universitario de la Pontificia Universidad Mexicana, aquí lo vemos con toga y birrete y las borlas de sus tres doctorados, en Filosofía, Teología y Derecho Canónico.
No solo don Guillermo presentó exámenes que daban muestra de su mente brillante sino también sus dos hermanos que siempre estuvieron a la altura de las rigurosas pruebas exigidas por el plan de estudios ascendiendo fácilmente por todos los grados académicos. La conducta que observó en el Colegio y posteriormente en la Universidad le mereció el aprecio de sus compañeros y la estima de sus superiores. Fueron sus maestros, insignes personajes, filósofos y sabios de los que absorbió la ciencia del más puro tomismo universitario: el filosofo P. Vincenzo Remer, los padres Bucceroni y Pignataro, el Cardenal Luis Billot, el erudito canonista P. Werner y el rector de la Gregoriana el P. Felipe Sottovia. Además de él hubo dos alumnos más que desde pequeños pasaron por el Colegio y la Universidad: el Dr. Juan Herrera y Piña que fue Obispo de Tulancingo y arzobispo de Monterrey y el P. Dr. Paco Arriba Teólogo maestro en el seminario de México.
Catedrático en el Seminario Conciliar de México Mientras tanto y dos años antes de regresar a la patria, se consagraba en la Ciudad de México el joven de treinta y dos años, profesor de filosofía del Seminario Palafoxiano de Puebla y director espiritual de los seminaristas, el doctor y maestro don Martin Tritschler y Córdova, 260
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elegido por el Papa León XIII con breve del 31 de agosto de 1900 como nuevo obispo de Yucatán. En el mes de julio de 1901, el P. Manuel Fulcheri y Pietrasanta invita a su gran amigo don Guillermo, todavía en Roma, para que una vez de regreso fuera a servir una temporada a la Arquidiócesis de México, pues bien conocía las excepcionales virtudes y dotes humanísticas de su amigo y basado también en las opiniones y comentarios del Cardenal Luis Billot famoso por la restauración de la escolástica y doctrina de Santo Tomas de Aquino sugerida por el Papa León XIII. Al llegar a México a finales de 1902, le presentan los jóvenes doctores Guillermo y Alfonso a su hermano Obispo sus decisiones: Alfonso no seguiría la profesión eclesiástica y comenzó de inmediato los estudios de Arquitectura. Pasados dos años Alfonso fallece ejerciendo su profesión ya que poco después de exponerse al mal tiempo supervisando las obras a su cargo enferma de neumonía y muere en Puebla el 28 de julio de 1904. Guillermo quiso retardar su ordenación sacerdotal. De acuerdo al testimonio del padre Jesús de la Mora quien explica la causa de esta determinación: “Temores de conciencia ante tan importante dignidad lo hicieron postergar la recepción de este sacramento hasta que llegó a México, y preparó mas su alma para recibirlo”4 Con la invitación de ir a la capital de su amigo Pietrasanta, el doctor Guillermo pidió al entonces obispo de Puebla don Ramón Ibarra y González, –el mismo que lo llevara a él y a su hermano a Roma en 1888– para prestar sus servicios en la Arquidiócesis de México comenzando así su largo y fructífero magisterio. Los temores espirituales que hicieron retardar sus pasos al sacramento sacerdotal son apagados cuando el doctor Guillermo le pide a su obispo de Puebla que lo admita a las órdenes sagradas dándole licencia de recibir estas de manos de su hermano el Obispo de Yucatán. El 8 de mayo de 1903, fiesta de San Miguel, recibió en Puebla de manos de su hermano monseñor Tritschler la primera tonsura y las órdenes menores y el 5 de junio de 1904 en la Iglesia de San Francisco 4
Tapia Méndez, p.26 que cita a Valdés 261
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El Grande, recibió el subdiaconado de manos del doctor Francisco Orozco y Jiménez, obispo de Chiapas; el día 13, San Antonio de Padua, su ilustre hermano le confirió en Puebla el diaconado y ordenándolo sacerdote la mañana del 19 de junio de 1904 en la capilla del palacio arzobispal de Puebla. El día 21 de junio de 1904, fiesta de San Luis Gonzaga en el Santuario de Ntra. Sra. De Ocotlán, cerca de la ciudad de Tlaxcala, celebró el sacerdote Guillermo su primera misa acompañado de su hermano el obispo de Yucatán, el padre Luis de la Maza, y el entonces seminarista del primer año de latín, su primo Alfredo Freyria y Córdova, a la sazón de 12 años de edad que sirvió de acolito. La ocasión dio motivó a una reunión muy especial en la “Casa de la Misericordia Cristiana” hogar de la Congregación de las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres, en una fotografía de junio de 1904, aparecen don Guillermo y sus hermanos Martin, Joaquín, bisabuelo del autor y su hermana María de Jesús quien pertenecía a esa congregación, junto al padre José María de Yermo y Parres fundador de la misma, en una de sus últimas fotografías que le tomaron ya que murió ahí en septiembre de ese mismo año.5 Ya ordenado, Guillermo volvió al Seminario de México, en la calle de Regina 111, que en ese momento se hallaba en construcción –don Guillermo siempre perteneció al arzobispado de Puebla y residió en el de México con permiso especial de su prelado Angelopolitano–, el Arquitecto Manuel Gorozpe encargado de las obras se enteró de la fama del padre Tritschler de gran conocedor de las Bellas Artes pidiéndole su opinión y concejo la cual consideró tan acertada que influyó en el arquitecto para modificar los planos de los patios y deambulatorios del que fuera “un verdadero palacio”. Tuvo a su cargo la cátedra de Filosofía de la que fue titular hasta 1911 y al termino de ese año se le asignaron los cursos lectivos de Teología Dogmatica que impartió durante veinte años, interrumpidos 5
Esta casa está ubicada entre la Plazuela de Antuñano y Balvanera, actualmente la 12 Norte y 20 Oriente que alberga hoy al museo “San José María de Yermo y Parres” inaugurado el 15 de julio de 2008. María de Jesús Tritschler, que estaba de visita en Puebla, fue enviada en 1903 por el padre Yermo a dirigir la casa orfanatorio de la Madre Santísima de la Luz en Guadalajara, lugar donde murió el 28 de enero de 1908. 262
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algunos meses debido a dos viajes que realizó a Roma continuando su cátedra a su regreso. Se recuerda a los seminaristas acudir a confesarse con el padre Tritschler y los próximos al sacerdocio recurrían a él para orientación. Casi diariamente, así mismo salía a confesar a religiosas de varias comunidades a petición de ellas mismas. En 1916 recibió el nombramiento oficial de “padre espiritual” de sus seminaristas. Ya era desde el inicio de su sacerdocio –como dijera el padre Tapia– “forjador de almas sacerdotales, orientador prudente de seminaristas, sabio director de muchas almas de congregaciones religiosas”. Durante su estancia en el Seminario de Regina, llevó a cabo una intensa campaña de evangelización impartiendo la catequesis tanto de niños como de adultos, pues salía a las comunidades fuera de su seminario valiéndose del auxilio de sus seminaristas, acudían a los diferentes centros de catequesis o a veces bajo los árboles, en las comunidades al exterior del al ciudad de México o en la Parroquia de la Conchita donde la maestra Sofía Garduño, fundadora después de las Misioneras catequistas llamadas “Las Violetas” a las que el padre Tritschler alentó en su formación y amó como padre hasta el final de su vida. La evangelización de los humildes la hizo oficial don Guillermo desde el 22 de febrero de 1921 en la Conchita a pesar de las revoluciones y de la persecución callista Se recuerda su apostolado en Santa María Ajoloapan donde impartía los sacramentos, la catequesis y la celebración de la misa donde pasaba el resto del día conversando con sus fieles. El arzobispo de México José Mora y del Rio lo nombró secretario de la comisión Arquidiocesana de Música Sacra, cumpliendo con el empeño de difundir las enseñanzas del Papa Pio X sobre la Constitución Musicae Sacrae, promoviendo tanto el Canto Gregoriano como las obras de polifonía religiosa de los autores contemporáneos. Como obispo de San de San Luis y arzobispo de Monterrey don Guillermo fue un gran mecenas de músicos sacros como Nicolás Díaz a quien había puesto como alumno de la Schola Cantorum de su seminario para después mandarlo al instituto de Música de Roma, en donde se perfecciono estudiando canto Gregoriano con el famoso Benedicto Dom Suñon. En los funerales de Alfonso XIII celebrados 263
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en el Pio Latino, Nicolás tocó el órgano. Llegó a ser un gran concertista. Otros fueron Roberto Infante, Carlos Carrillo y los hermanos Luis y Rodolfo Almaguer. En diciembre de 1925 el V. Cabildo de la Basílica de Guadalupe propuso para prebendado al padre Tritschler quien declinó y renunció excusándose del honor de la designación por no querer abandonar sus labores en el Seminario. En el año de 1929 monseñor Pascual Díaz Arzobispo de México, como uno de sus primeros actos, fue de sacar de la oscuridad al padre Tritschler colocándolo en el lugar que le correspondía según sus aptitudes. Transitaban en coche por la ciudad de México monseñor Díaz, el padre Tritschler y monseñor Leopoldo Ruiz y Flores cuando de improviso el arzobispo Díaz dijo a don Guillermo –Es Ud. canónigo– El padre desconcertado un poco por lo que al parecer era un súbito nombramiento respondió no tener noticia alguna del Cabildo, a lo que monseñor Díaz indicó que esto se gestionaría pronto. Y después de practicadas las diligencias después de algunos días el padre Tritschler recibió en pliego oficial de la Sagrada Mitra su nombramiento de M.I. Canónigo Penitenciario de la Catedral Metropolitana, tomando posición de su cargo el 1 de agosto de 1929. Para recibir la canonjía se tuvo que gestionar en la Curia de Puebla de los Ángeles su incardinación por la circunstancia de que don Guillermo había estado todos esos años en México ejerciendo sus ministerios y magisterio en calidad de prestado. El arzobispo de Puebla Pedro Vera y Zuria, celebró y aplaudió el merecido honor para la estimada persona del padre Tritschler, como la expresó al señor canónigo Alfredo Freyria y Córdova. 6 «Con la humanidad que le caracterizaba era el indicado para conocer y sanar las heridas de las almas del arzobispado. El podría remediar las tragedias secretas, aun las mas intrincadas y dolorosas, el podría regir los destinos espirituales en una jurisdicción amplia para juzgar los casos más difíciles y complicados de conciencia, ser en una palabra el Obispo del Confesionario.»
Sin embargo el padre Tritschler siguió viviendo en el Seminario y ejerciendo sus funciones de padre espiritual, de director de muchas 6
Valdés Porfirio, Pbro. Excmo. Monseñor, 1965, p.29 264
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casas de religiosas y visitando como de costumbre la casa de Cuba n°94 donde se reunían los amigos a “tomar mate” a gozar la eutrapelia de la vida: platicar de literatura de arte, de asuntos filosóficos, de cuestiones de alta teología. Así mismo no abandonó sus cátedras de Dogma, Liturgia y griego con su acostumbrado orden, sencillez y familiar convivencia con los superiores y alumnos del Seminario allá en la Casa Excélsior de Tacubaya.
Hacia el Obispado de San Luis Potosí Tras la muerte de monseñor Dr. Miguel de la Mora y Mora arzobispo de San Luis Potosí ocurrida después de haber estado refugiado en la Ciudad de México por causa de la persecución callista, el Excmo. Sr. Delegado Apostólico Dr. Leopoldo Ruiz y Flores llamó al padre Tritschler a la delegación apostólica para notificarle que S.S. Pio XI le había preconizado Obispo de San Luis Potosí. Don Guillermo expuso cinco razones para no aceptar la distinción que la Santa sede pretendía conferirle, como el mismo lo expresó: «Yo escribí a Roma oponiéndome y explicando que en conciencia no podía aceptar el cargo de Obispo y di cinco razones, añadiendo que si era necesario podía confirmarlas con juramento: –No se predicar, ¿cumpliría su deber un obispo que no predique?– –No sé escribir; y un obispo debe escribir cartas pastorales –Nunca he ejercido autoridad sobre ninguna persona; nunca he tenido el menor ensayo de autoridad, ni siquiera sobre un mozo del Seminario. –No se regañar. –Otra mas, que no se manejar dinero»
De nada sirvieron sus humildes excusas que dibujan la sencillez y humildad de su corazón, pues la Santa Sede lo había desoído, porque el día 30 de enero de 1931 el “Osservatore Romano” publicaba el nombramiento y ya no había lugar a renuncia alguna al honor conferido por el Vaticano. Tenía a la sazón 53 años de edad y no habían menguado sus fuerzas para realizar asombrosas ascensiones al Iztacihuatl y al Popocatepetl en donde en la cumbre oficiaba la Santa Misa y en cuyas soledades encontraba una más profunda comunión con el Creador.
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El Papa Pio XI preconizó en sesión consistorial al canónigo penitenciario de la Catedral de México don Guillermo Tritschler y Córdova, como sexto Obispo de San Luis Potosí, el 30 de enero de 1931. Foto tomada por el padre Octaviano Valdez, cuando se iniciaba como Obispo. 266
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En la “Casa de la Bola”, en Tacubaya D.F. residencia del Seminario Menor, el día de su consagración como Obispo de San Luis Potosí. Sentados con pectoral: Manuel Fulcheri y Pietrasanta, obispo de Zamora, el novel obispo don Guillermo, el delegado apostólico en México Leopoldo Ruiz y Flores, arzobispo de Michoacán; el consagrante don Martin, obispo de Yucatán, y el obispo de Huajuapan de León, Luis María Altamirano y Bulnes, entre sus padrinos y a sus espaldas el ex presidente de México don Pedro Lascuráin.
El 19 de junio de 1904 su hermano don Martin, entonces obispo de Yucatán, lo ungió sacerdote en la capilla del palacio arzobispal de Puebla, siendo ya arzobispo de Yucatán lo quiso consagrar en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe fijando la fecha el 22 de abril de 1931. El arzobispo don Martin se embarcó en Progreso, Yucatán, el 15 de abril, tomando el vapor nacional “Coahuila” y presidió la solemne ceremonia para transmitir a su hermano menor la plenitud del sacerdocio y fueron sus asistentes el antiguo amigo monseñor Manuel Fulcheri Pietrasanta, obispo de Zamora, y su coterráneo de San Andrés Chalchicomula, monseñor Luis María Altamirano y Bulnes, obispo de Huajuapan de León, Oaxaca. Estuvieron además el arzobispo de Morelia Leopoldo Ruiz y Flores; el obispo de Cuernavaca Francisco González Arias. Había 267
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representaciones de los cabildos de la Catedral metropolitana y de la Basílica de Guadalupe, numerosos sacerdotes, religiosos y religiosas, los superiores y alumnos del Seminario Conciliar de México. Integrantes de la colonia potosina en México y los enviados oficiales, señor cura José Santos Vásquez y señor Leopoldo F. Duran Entre sus padrinos seglares estaban los licenciados Pedro Lascuráin, Baldomero Estrada, Martin Vergara y el ingeniero Luis Osorio Mondragón, catedrático de la Universidad de México, y el señor Diego Ortega. Después de la misa y de recibir las felicitaciones, el nuevo obispo fue agasajado en la “Casa de la Bola” en Tacubaya D.F., lugar en donde vivió épocas felices pero también los días de la persecución con sus amigos, los maestros compañeros y los seminaristas. El poeta Octaviano Valdés le expresó un sentido “Adiós” en su partida a San Luis Potosí: Ha tiempo presentíamos, que tu humilde sotana, Al fin se cambiaria en túnica de grana; Porque cual la de Cristo, enjugó los sudores, Y se tiñó en la sangre de todos los dolores. La Cruz ha mucho tiempo, que en tu alma se escondía, Si hoy en tu pecho riega los fulgores del oro, Es porque Dios no quiso que durmiera el tesoro, Que el pan de gracia pleno a las almas daría.
Partió el 14 de mayo con una comitiva a bordo de un convoy especial del Ferrocarril Mexicano, lo acompañaba su ilustre hermano, varios sacerdotes y amigos seglares; al llegar a San Luis Potosí fue recibido, en su camino por las distintas poblaciones: La Pila, Arroyos, y Villa de Posos; con lluvia de flores, música y el repique de las campanas dieron la bienvenida al prelado en la estación de Jesús María ya al día siguiente prosiguió la caravana por carretera con automóviles y camiones que se habían agregado de las distintas poblaciones.
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Don Guillermo Tritschler y C贸rdova, sexto Obispo de San Luis Potos铆
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Entró a su catedral bellamente adornada e iluminada y ahí fue recibido por el cabildo y pueblo de San Luis tomando posesión canoníca de su diócesis. Tomó luego posesión de su casa episcopal ubicada en una de las esquinas de las calles de Galeana y 5 de Mayo donde tuvo siempre sus puertas abiertas y a él llegaba el que quería, ponía a disposición de todos incluso su biblioteca, su fototeca y su discoteca, fue don Guillermo el padre y amigo de todos, pero siguió demostrando sus preferencias: los seminaristas, los sacerdotes, los pobres, los enfermos, los sencillos. Confirmaba su vocación de confesor siendo llamado con toda propiedad “el obispo del confesionario” como lo llamaban desde que era canónigo penitenciario de la Catedral de México. Restableció las prácticas eucarísticas de las Cuarenta Horas y de la comunión frecuente: difundió la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, especialmente en los viernes primeros, y a María con el rezo del rosario. Organizó cada año las peregrinaciones de San Luis al Tepeyac. En 1938 celebró un triduo solemne para conmemorar el primer centenario de Casa donde vivió monseñor la bendición de la imagen de Nuestra Tritschler, en San Luis Señora de Guadalupe en su santuario Potosí, esquina de Galeana y Potosino. 5 de Mayo. Fue especial preocupación de don Guillermo elevar la formación de los seminaristas con los que comenzó a enviarlos a Roma, al Seminario inter-diocesano de Montezuma, Nuevo México, E.U.A. Colaboró con el sacerdote Miguel Darío Miranda para fortalecer la Acción Católica en San Luis e impulsó la obra catequística con escuelas, cursos especiales, y trajo de México y del extranjero a maestros para impartir cursos de Liturgia, Arte y Canto Gregoriano. El obispado de don Guillermo en San Luis se distinguió por la educación de su clero siendo una fecunda siembra de una década. 270
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Monseñor Tritschler impulsó decididamente la continuación de las obras del hermoso templo parroquial de Matehuala S.L.P., interrumpidas por la Revolución, consiguiendo los planos perdidos y utilizando ya no cantera sino piedra sintética.
Si del perfil biográfico y espiritual pasamos a sus obras materiales nos encontramos con la primera obra de arte que se debe a su iniciativa: La continuación de la parroquia de Matehuala. Don Guillermo continuó las obras inconclusas de esta hermosa catedral, interrumpidas por la Revolución. Anteriormente el cuarto obispo de San Luis Potosí Ignacio Montes de Oca y Obregón, determinó iniciar la construcción de la nueva parroquia el 15 de enero de 1898 a partir de la demolición de la anterior, después de haber consultado a los arquitectos Adamo Boari ocupado en aquel entonces en las obras de Bellas Artes, y a otro arquitecto, Gaspar André, gran constructor de edificios en Francia como la iglesia de San José de Lyon. Los matehualenses también elevaron una súplica al Papa para pedir como patrona y abogada de su parroquia y ciudad a la Inmaculada Concepción de María, lo cual concedió en agosto de 1905. El arquitecto Manuel López Torrija fue el encargado de realizar el plan de construcción, cuya cimentación fue realmente imponente en la que 271
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se emplearon enormes bloques de piedra azul, así comenzó esta obra monumental suspendida por la Revolución.
El templo de Matehuala en el estado que lo reiniciara monseñor Tritschler, con su inconcluso frontispicio, destaca su hermoso rosetón; faltaban el interior con sus columnas dobles y las bóvedas.
No fue sino hasta la época de don Guillermo en los años 30s como sexto obispo de San Luis quien retoma el interés por reanudar las obras, determinando la utilización de piedra artificial ya que si se hubiera esperado a llevar piedra natural a Matehuala como muchos sugerían ese templo no se hubiera continuado, otro problema que enfrentó el obispo fue que los planos del proyecto andaban perdidos o quizá destruidos, pero don Guillermo, nunca desanimado, envió el croquis de lo hecho a sus antiguos amigos de México, –cuando era profesor en el Seminario Conciliar–, quienes precisamente estaban ocupados a la sazón en las obras de Bellas Artes, y por fortuna el Ing. Ignacio Mariscal los reconoció, existentes en la Academia de San Carlos y en Lyon Francia, en el proyecto de aquella Iglesia muy similar a la de Matehuala. Con estos elementos don Guillermo 272
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encargó al arquitecto José María y Campos la continuación de las columnas dobles, los arcos y cúpulas de la hermosa Iglesia que actualmente se eleva majestuosa ya como sede obispal y orgullo de los matehualenses. El Dr. presbítero Jesús de la Mora de la diócesis potosina escribió al respecto: « ¡Con que tesón buscó el hilo tronchado por la Revolución carrancista de los diez años perdidos de esos grandes monumentos inconclusos! En lo que mostró al par que sus habilidades artísticas su espíritu practico y resuelto decidiéndose contrariamente en el Saucito y en Matehuala: Aquí por la piedra natural y allá por la artificial…»
En 1941, a punto de ser trasladado a Monterrey dejando la Diócesis Potosina su clero editó un libro de recuerdo en homenaje de cariño y devoción filial en el que dice «Un sentimiento general de honda tristeza se dejo sentir entre los fieles de la diócesis Potosina, apenas se empezó traslucir la noticia de que el Excmo. Sr. Tritschler era el designado para ocupar la sede arzobispal de Monterrey N.L…» «Todos los hijos querían manifestar su cariño y adhesión filial al Padre que con tanta prudencia y amor había sabido guiarlos en sus diez años de gobierno pastoral; así, era unánime el deseo de todos por gozar de su presencia, escuchar sus palabras y recibir su bendición de despedida»
El, que ya había recorrido varias veces los lugares más remotos de y difíciles del territorio del Estado, quiso despedirse una vez mas y recorrió también el territorio de Tlaxcala que estaba bajo la jurisdicción de la diócesis Potosina Por vez última escucharon en misa la homilía de don Guillermo, cálida y docta con los párrocos de Tlaxcala: San Miguelito y San Sebastián, deteniéndose a bendecir los cortes de cantera que se emplearían en la construcción de las obras materiales del Santuario del Saucito En el banquete que se le ofreció de despedida el señor vicario general don Pedro Moctezuma después de entregarle el enorme álbum-homenaje le expresó el sentimiento general a través de las obras de don Guillermo a su paso de una década por San Luis: «Señor, la Santa Sede os entregó hace diez años esta diócesis cargada de tribulación y desorganizada casi por completo por la persecución. A su falta de sacerdotes se unía la implacable amenaza de la hecatombe siempre inminente de nuestro clero viejo y cansado. Os 273
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dedicasteis a formar sacerdotes. Vuestra gran capacidad de educador y vuestra experiencia de México las pusisteis al servicio de la obra: el Seminario. Esta diócesis queda de nuevo cimentada sobre un acendrado espíritu. Dejáis una Diócesis en pie y en marcha. La Santa Sede os arrebata de entre nosotros cuando ibais a comenzar la restauración material de vuestra Iglesia. Pero Roma ha hablado y nosotros acatamos la palabra de Roma.»
Cerrábase así los diez años de gobierno episcopal suave, pero enérgico, paternal y apenas insinuante, pero siempre vigilante en el pastoreo del padre obispo que proseguiría su camino hacia la arquidiócesis de Monterrey.
Don Guillermo recibía, con la sonrisa que lo caracterizaba, el álbum homenaje que le entregó su diócesis de San Luis Potosí al despedirlo en 1941, contenía fotografías de sus parroquias y grupos apostólicos. La primera página decía: Homenaje de cariño y devoción filial con que el Clero y fieles potosinos despidieron a su padre y Pastor El Excmo. Rvmo. Sr. Dr. D. Guillermo Tritschler y Córdova con motivo de su traslación a la Sede Arzobispal de Monterrey. 274
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El séptimo arzobispo de Monterrey Monseñor José Guadalupe Ortiz y López, el antecesor de don Guillermo había sido obispo de Tamaulipas de 1919 a 1923, después promovido a la sede de Chilapa donde fue obispo de 1923 a 1926 cuando fue trasladado como obispo de Ancusa y coadjutor del arzobispo de Monterrey José Juan de Jesús Herrera y Piña quien sintiéndose enfermo, lo había pedido al Papa, para que lo auxiliara. Al morir monseñor Herrera y Piña el 16 de junio de 1927, el cabildo eligió al Sr. Ortiz y López como Vicario Capitular y con ese cargo gobernó la Arquidiócesis, hasta el 20 de septiembre de 1929 en que fue designado Arzobispo titular. Cuando cumplió 50 años de sacerdote, renunció al gobierno de la Arquidiócesis y el 2 de mayo de 1940, las estaciones de radio difundieron la noticia de que el Papa Pio XII le había aceptado la renuncia, Catedral de Monterrey a la que llegó nombrándolo Arzobispo titular su séptimo arzobispo Guillermo de Pompeyópolis en Cilicia. Fue electo Vicario Capitular Tritschler y Córdova el 25 de junio de 1941 en medio del júbilo del el 16 de mayo de ese año, y el 22 pueblo regiomontano. de julio la Santa Sede lo nombró Administrador Apostólico. El 7 de noviembre por petición de su clero fue nombrado por el Papa Pio XII entre sus prelados domésticos como asistente al Solio Pontificio, tal como se lo había comunicado el cardenal Maglione al arzobispo de México, don Luis Marie Martínez y Rodríguez encargado de los negocios de la Santa Sede. 275
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El Papa Pio XII promovió para sucederlo, en sesión Consistori al del 22 de Febrero de 1941 al entonces obispo de San Luis Potosí monseñor Guillermo Tritschler y Córdova, y el 25 de febrero se lo comunicó monseñor Martínez y Rodríguez , cuando asistía coincident emente al Congreso 276
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Eucarístico de Monterrey. Cuando se supo la noticia en San Luis del traslado del “padre Tritschler”: «Un sentimiento de honda tristeza se dejo sentir entre los fieles de la Diócesis Potosina… sentimientos encontrados oprimían los corazones de todos los que habían vivido bajo su báculo pastoral, alegría por motivo de su exaltación, tristeza por el anuncio de su partida»
De esto escuchó don Guillermo repetidas veces antes de su partida a Monterrey y dijo al oír estas voces de “sus hijos”: «Que si hubiera sido posible pedir al Padre Santo seguir en su Diócesis de San Luis, lo hubiera hecho, pues deseaba ya que se había consagrado para esta y se había desposado con ella, con ella permanecer siempre; pero aceptaba mejor someterse a la voluntad de Dios manifestada por el Papa»
Visitó, como hemos dicho, por última vez su diócesis, bendijo las primeras piedras de varios templos parroquiales en Tlaxcala: la de San Sebastián, el 6 de junio de 1941 y la de San Miguelito el 10, y en Tierra Blanca, San Luis Potosí, el mismo día, donde aprobó y bendijo la primera piedra para la Casa de Dios, lo despidieron con festivales por parte del clero y fieles, parroquias, instituciones y Seminario. Envió desde México el 17 de junio, al deán de la Catedral de Monterrey, el canónigo Fortino Gómez León quien en su nombre y en su carácter de apoderado, entregó las Bulas de su nombramiento, tomando posesión de la sede y el mismo día 20, Ortiz entregó la Arquidiócesis en manos de este, “en silencio sin que nadie se diera cuenta…salió inmediatamente a las 11.15 a.m. rumbo a México. Quien fuera su fiel y sabio colaborador por diez años y su Vicario General y provisor de la Curia en San Luis quedó como Vicario Capitular de la sede vacante Don Guillermo preparó su salida desde México, también como punto de encuentro con varios ex discípulos y amigos, su hermano don Martin, y el arzobispo de Puebla monseñor Pedro Vera y Zuria, el vicario capitular de San Luis Potosí canónigo Pedro Moctezuma, y el canónigo de la Catedral de Puebla Alfredo Freyria y Córdova, con ellos partieron un buen grupo de sacerdotes y fieles de Nuevo León, algunos residentes y otros recién llegados.
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Pernoctó en su bien amada Cd. Valles a su paso por San Luis, donde salieron a su encuentro para despedirlo, y al entrar a los limites del Estado recibió el primer saludo de los nuevoleoneses, hizo altos en Linares, Hualahuises, Montemorelos, Allende y Villa de Santiago, donde salían a saludarlo; en Villa de Santiago fueron a su encuentro el deán Dr. Fortino Gómez León y varios canónigos para hacerle entrega de un automóvil Buick, presente que le hacia la ciudad de Monterrey. La caravana de automóviles alcanzó unos trescientos, que partieron a la 6 de la tarde. Al llegar a Monterrey, la hilera de fieles se hacía más nutrida, para convertirse en una muchedumbre en la Catedral adornada con sus mejores galas e iluminaba con sus luces, las banderas mexicanas y pontificias colocadas a lo alto, eran las 7 en punto, y las campanas sonaban a vuelo con vítores y aclamaciones de bienvenida. «Entró el pastor lleno de mansedumbre y de bondad, y conquistó a Monterrey»
Tomó posesión así de su arquidiócesis, que habría de fortalecer con nuevos sacerdotes congregaciones y templos y a su rebaño para guiarlo por una década de florecimiento de la fe cristiana. Al día siguiente, 26 de junio, celebró su primera misa pontifical y el mismo día se ofreció en su honor un banquete en el Casino Monterrey, donde destacó el brindis del Sr. Rómulo Garza “de claridad y respetuosa franqueza”. Al final monseñor Tritschler contestó con un discurso dejando ver sus preocupaciones principales que “con todo en Cristo” “se necesitaban sacerdotes y templos” “y recurrir a la oración que todo lo alcanza” Más tarde, a las 8:30, en el Teatro Florida, con la asistencia de más de cuatro mil personas y muchísimos pretendiendo entrar, se abrió el programa iniciado por la orquesta con la obertura Zampa, de Herold, bajo la dirección del maestro Alberto Barrón. Entre algunos discursos, las masas corales ejecutaron el Non fecit talliter de Dubois y la Gallia de Gounod con lo que culminó la fiesta. Por causa de la Segunda Guerra Mundial, se retardo seis años el “palio” que es la ratificación de la autoridad de metropolitano que envía el Papa a los arzobispos. Es una franja de lana blanca con cruces negras que cae sobre el pecho, con dos tiras que cuelgan al frente y a la espalda y adornada con ricos fistoles. Si el Papa no puede 278
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imponerlo, suele enviarlo por medio de un comisionado. En febrero de 1946, después del Consistorio, en el que se expidió el palio del arzobispo de Monterrey se le entregó al cardenal de San Louis Missouri, E.U., John Glennon quien de regreso a América murió en Irlanda, su patria, su secretario, encomendó entonces el dicho palio a unos sacerdotes norteamericanos Misioneros de Maryknoll, que irían a Yucatán llevando consigo otro palio, el de el arzobispo electo de Yucatán, don Fernando Ruiz y Solórzano, sucesor del arzobispo don Martin Tritschler y Córdova que había fallecido el 15 de noviembre de 1942. El 16 de mayo de ese 1946 se le impuso el palio a monseñor Ruiz y Solórzano quien personalmente se dirigió poco después a Monterrey llevando el de monseñor Tritschler. El 25 de junio, recibió don Guillermo su insignia de manos del arzobispo de México en la Catedral de Monterrey, con la asistencia de los obispos sufragáneos de su Provincia. Al llegar monseñor Tritschler a Monterrey había expresado la necesidad que había de templos y de sacerdotes; el Seminario Arquidiocesano de San Teófimo que mantenía no más de sesenta alumnos en promedio en las precarias aulas y habitaciones junto al templo de San Luis Gonzaga recibió aliciente ese mismo mes al recibir el permiso de la Secretaría de Gobernación salvando el terreno en el que se encontraba, de la “nacionalización” que se le quería imponer por estar anexo a un templo católico. Don Guillermo, en una de sus más extensas circulares con fecha del 3 de marzo de 1941, de la cual estos son solo algunos párrafos: «Queremos interesar a todos en remediar la gravísima necesidad de sacerdotes. Pero los primeros interesados hemos de ser nosotros mismos. Por nuestra posición en la Iglesia de Dios, por disposición positiva del Código y aun por interés personal: cuanto trabajo se aligeraría si fuéramos más en el surco» «En los meses que han transcurrido desde mi llegada a la Diócesis he podido comprobar que una de las necesidades más graves y que demandan urgentísimo remedio es la escasez de sacerdotes y de vocaciones sacerdotales, Hay poblaciones de no ínfima importancia sin sacerdote, parroquias extensas con uno solo; en esta ciudad es imposible atender al crecido número de habitantes con las parroquias 279
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creadas hace más de cincuenta años. Hay otras necesidades que atender y que demandan el ministerio sacerdotal: la instrucción para combatir la honda y extensiva ignorancia religiosa, la atención a la juventud, cada vez mas sacudida por las tendencias de la vida sensual, las misiones rurales, la asistencia de la Acción Católica, y otras cien obras más que no pueden ni aun comenzar por falta de sacerdote que las anime. Las necesidades religiosas son cada vez mayores frente a los peligros de la vida agitada que han creado los problemas del trabajo, el ansia de cultura y la sed de diversiones. El desarrollo material alcanzado y que se inicia en otras regiones de la Diócesis, impone que el desarrollo moral corra paralelamente, pues sin ello el desequilibrio de los individuos producirá la ruina de la familia y los hondos trastornos sociales que vamos viendo en otros pueblos. No hay vida moral en la sociedad, en el individuo sin la predicación del Evangelio, sin el sacerdote que lo anuncia; no hay ni puede haber vida religiosa sin el sacrificador que se coloca entre el pueblo y Dios.
Con motivo de que se cumpliría en febrero 1943 el aniversario 150 de la puesta en marcha del Seminario por el tercer obispo del Nuevo reino de León don Andrés Ambrosio de Llanos y Valdés se dio un mayor impulso a las vocaciones sacerdotales con una serie de conferencias y jornadas a favor del Seminario, justo cuando su rector don Fortino Gómez Lean fue preconizado por el Papa Pio XII séptimo arzobispo de Antequera (Oaxaca). Monseñor Tritschler realizo una gran campaña que redituó enormemente en las más numerosas ordenaciones sacerdotales que se hayan visto en Monterrey, sus más fervorosos mensajes así lo demuestran. El número de sacerdotes por muerte o enfermedades había descendido de sesenta a cincuenta y para compensarlo la gran campaña logró lo que no se había logrado: 117 alumnos, número no alcanzado hasta entonces. Para octubre de 1947 se asentó en la revista Omnes in unum “nuestro Seminario cuenta con más de 150 estudiantes.” Reformó el Seminario ampliando las instalaciones anexas al templo de San Luis Gonzaga, monseñor Tritschler dispuso ahí la construcción de un salón que serviría como teatro y un edificio para los salones de clase. Esta obra tardó cinco años en construirse, el seminario que 280
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contaba además de los salones, refectorio sanitarios y baños, cocina, lavandería, ropería y hasta una tienda con zapatería, papelería y útiles de aseo. El arzobispo Tritschler se reservó el rectorado de la institución y designó vicerrector y maestro al sacerdote Dr. José Gómez Pérez. Se promovió por entonces la formación de los estudiantes con la Academia de Santo Tomas de Aquino, un Circulo Misional y se apoyo con retiros y jornadas a la Congragación Mariana y el Apostolado de la Oración. Monseñor Tritschler mandó en el mes de septiembre de 1948 a varios alumnos para estudiar a Roma con la intención de que al regresar elevaran el nivel del seminario: Alfonso Hinojosa Berrones, los hermanos Luis y Rodolfo Almaguer Pruneda y Roberto Infante Castañeda, un año después mandó al Ing. Antonio Hinojosa Berrones y a Juan Danés Backman, al otro semillero de buenos sacerdotes el seminario de Montezuma, Texas, monseñor envió a José Pérez, Jesús Paniagua, y a Mariano Martínez. En esencia el arzobispo Tritschler fue el mismo cuando catedrático y como obispo de San Luis, trato personal con los seminaristas a quienes conocía y llamaba por su nombre y ellos se confesaban con él, se hacía asistir por ellos en las misas, en las bendiciones de templos y colegios, los sentaba a su mesa, los congregaba para ofrecerles en charla amena los acontecimientos de la Iglesia y del Vaticano o haciéndolos escuchar música de los grandes autores o de canto gregoriano acompañados de la enseñanza de sus doctos comentarios; incluso el porte sui generis de su personalidad era el mismo, el hombro ligeramente declinado, las manos muchas veces entrelazadas, sin muchos ademanes, otras jugando con su anillo pastoral o acomodando su alto cuello clerical. Como siempre su casa episcopal, los tres cuartos del piso superior en los anexos del Templo del Roble, estaban abiertos a todos y podían entrar sin previo aviso o lista de espera y ahí gustaba de enseñar sus fotografías o los planos de los templos o sus revistas de arte Don Guillermo frecuentaba salir a visitar a las parroquias cercanas a pie o usaba su automóvil para visitar las más lejanas, sin previo
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aviso llegaba a comer con sus amigos, a confesarse a desvelarlos, porque sus pláticas nocturnas se prolongaban. Lo define así José Pérez: «Monseñor Tritschler fue como obispo, para todos, un padre. Derribada en uno por el simple aliento de su bondad la timidez o cortedad del primer encuentro, ya después no quedaba sino eso: el obispo; pero como lo retratan San Pablo y los Padres Apostólicos, inspirados en los Doce Primeros Obispos: que pueda compadecer todas las debilidades; y tal, que los cristianos –a fortiori presbyteri– puedan someterse a él como Cristo al Padre»
Monseñor Tritschler fue un gran devoto de la Virgen de Guadalupe y del rezo del rosario, como parte importante de su magisterio organizó grandes peregrinaciones anuales con sacerdotes, seminaristas y fieles cada 12 de agosto al Tepeyac. Otro signo más de su devoción a María de Guadalupe lo manifestó con un Congreso Guadalupano celebrado en su arquidiócesis que motivo una carta pastoral con fecha de 24 de febrero de 1943, en la que confirma, –dice monseñor Tapia– que si sabía escribir cartas pastorales, así sean estas muy breves. Este primer congreso guadalupano de Monterrey se celebró el 27 de septiembre de 1945. Fue significativa la visita en el mes de octubre de ese año, del cardenal arzobispo de Quebec a Monterrey el señor J.M. Rodrigo Villeneuve. Ese mismo año el Instituto de Estudios Superiores de Monterrey realizo una consagración similar. Otro manifestación de su devoción guadalupana fue la construcción de templos en honor de María de Guadalupe y que constituye su principal legado material a los regiomontanos y que merece relatarlo aparte.
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El legad o mate rial de don Guill ermo El arzobi spo don Guille rmo supo convo car a lo mรกs valios o de los ingeni eros, arquit ectos, pintor es y escult ores de su 283
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tiempo para dejar a su paso monumentales templos y obras que son ahora iconos y apreciados monumentos representativos. En año 1946 inició la revolución histórica del arte sacro moderno en México con la culminación de las obras de la Iglesia parroquial de la Purísima Concepción de María, llamada afectivamente «la Purísima», obra que debe Monterrey al protectorado de monseñor Tritschler. La historia de porque se le atribuye a don Guillermo que se admiren hoy los armoniosos arcos que desafiaron las normas de construcción de su tiempo, se remonta hasta antes de ser nombrado monseñor Tritschler arzobispo de Monterrey, cuando tiene lugar una reunión formal celebrada en febrero de 1941 entre 9 prelados mexicanos con el autor del proyecto, el arquitecto Enrique de la Mora y Palomar, el ingeniero Armando Ravizé Rodríguez quien sería el constructor, el comité presidido por el empresario don Antonio L. Rodríguez y el párroco de la pequeña iglesia de estilo neoclásico que habría de ser demolida para dar espacio a la nueva parroquia más grande, satisfaciendo así las necesidades espirituales de la creciente población y continuar en la veneración de la imagen de la Virgen Chiquita Aquellos prelados reunidos también para la celebración de las bodas de oro sacerdotales del entonces arzobispo de Monterrey don José Guadalupe Ortiz y López eran además, los arzobispos de México don Luis María Martínez, de Guadalajara don José Garibi y Rivera, de Morelia don Leopoldo Ruiz y Flores y los obispos de Saltillo don José María Echavarría y Aguirre y su auxiliar don Luis Guízar y Barragán, el de Tamaulipas don Serafín María Armora y González, de Tulancingo don Miguel Darío y Miranda y de San Luis Potosí don Guillermo Tritschler y Córdova. Uno a uno vertieron su opinión con desconfianza ante la maqueta del templo reformista de atrevida innovación dando un rotundo “no” al final. Se dijo que era un edificio impropio para el culto divino, no
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Considerado como el primer museo de la ciudad, este templo desafío las normas de construcción de su tiempo. Monseñor Tritschler había dicho: «este es el templo de Monterrey, ciudad que va de cara al futuro, y su construcción tendrá lo que aquí se fabrica: hierro, cemento y cristal».
una Iglesia católica, sino un hangar, una bodega. El obispo de Tulancingo resumió y enarboló las opiniones adversas diciendo que era indigno construir aquel templo. El arzobispo de México dijo entonces: Ya hubo muchas opiniones adversas. Ya hubo un orador en contra ¿Quién quiere tomar la defensa? Faltaba alguien que no había hablado hasta ahora y comenzó con timidez al principio pero con seguridad en la voz, portaba un sobretodo tres cuartos con su acostumbrado alto cuello clerical, no tenía cruz pectoral y jugaba con su anillo episcopal de una amatista: era nada menos que don Guillermo Tritschler y Córdova, quien con orden en las ideas, recapituló la historia del Arte para después hablar de las reglas y tradiciones del Arte Sacro y concluyendo que la Iglesia Católica ha sido la inspiradora y la creadora de todas las obras de todos los siglos, adaptándose a las épocas de la historia por las que va cruzando, y comenzó a hacer la defensa del proyecto del nuevo templo 285
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para Monterrey diciendo que todos los estilos habían sido modernos en su época y muchos rompieron las características anteriores, algunas veces adaptando y otras transformando, creando así las transiciones que se ven en la historia del Arte Litúrgico, con la necesidad de denominarlas con nombres nuevos. Después alabó la audacia del proyecto del arquitecto de la Mora y Palomar y concluyó diciendo que sería la mejor expresión de fe de la ciudad de Monterrey, una ciudad que se abría a los horizontes de la industria y que nada sería más significativo que utilizar los elementos constructivos por los que Monterrey entraba a la era del progreso: el hierro, el cemento y el cristal. Y concluyó diciendo: es mi humilde opinión. Al término, monseñor Luis María Martínez le expresó: es la más autorizada opinión, porque usted es un maestro en las Bellas Artes. Además, como encargado de los negocios de la Santa Sede en México, ya sabía que don Guillermo estaba nombrado para ser el VII Arzobispo de Monterrey. ¡El audaz proyecto se había salvado¡ Después de tomar la sede arzobispal hubo voces de descontento y aun cuando ya era seguro el proyecto –ya que el 29 de julio se extendió el permiso de la Secretaría de Gobernación–, como se lee en el boletín eclesiástico de julio de 1941 que decía: «Se dice que antes de no muchos días se emprenderá la sustitución del templo de la Purísima. El proyecto del nuevo edificio es de agrio sabor modernista» Monseñor Tritschler comenzó a hacer visitas diarias a la obra casi desde su comienzo a mediados de 1942, con la demolición del templo antiguo y la excavación profunda del terreno pedregoso para la cripta, ahí se veía todos los días a las 11 de la mañana la pequeña figura ensotanada de don Guillermo con su habitual guardapolvo negro y sombrero inglés de calle, comentando los detalles con el ingeniero Armando Ravizé, todavía lejos de ser el templo parabólico, de cruz latina, que en los planos tenía 47 metros y 69 centímetros desde la puerta de entrada hasta las puertas junto al altar mayor, mas 4 metros 33 centímetros de la comba en el ábside, de puerta a puerta del las naves del crucero dan 34 metros con 15 centímetros. La nave central tiene 15 metros hasta la base de las enervaduras parabólicas, mas 2 metros 60 de fondo cada una de las ocho capillas parabólicas laterales. 286
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El 12 de septiembre de 1946 recibió el arquitecto Enrique de la Mora y Palomar el Premio Nacional de Arquitectura por la obra de diseño. En 1989 Juan Pablo II elevó el templo de la Purísima a la condición de Basílica Menor y el 10 de mayo de 1990 el mismo Sumo Pontífice coronó con sus manos la imagen de la Purísima Concepción de María, Virgen Chiquita, que ha sido venerada desde 1698. 287
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Se aprovecho la piedra de la excavación para la capilla subterránea, los muros parabólicos laterales y para la esbelta torre de cuarenta y tres metros de altura desde el suelo y otros tres con que remata la cruz. En una pared de lo alto se colocó una imagen de la Purísima en barro cocido, creación de Adolfo Laubner Mayer, con seis metros y medio de altura. No cesaron la críticas durante su construcción que también se dirigían a las esculturas y pinturas de los santos en los altares laterales. Una oposición escandalosa en la prensa local surgió al saberse el autor del grupo escultórico monumental del Jesucristo crucificado y los doce Apóstoles a quien don Guillermo encargó personalmente: el artista judío Herbert Hofmann de Ysenbourg pero el padre jesuita Felipe Pardinas Illanes, gran conocedor del Arte y artista él mismo, salió en defensa de Hofmann, cuando en una conferencia dijo: «…Pueden darse excelentes católicos o católicas que perpetren esperpentos artísticos verdaderamente insoportables… Cuando tratemos de labores artísticas, busquemos a quien sepa»
El día 22 de junio de 1943 ya pudo bendecir don Guillermo un elemento importante del templo: la cripta subterránea para que comenzara el culto parroquial, y para ese efecto lo realizó el canónigo de la Catedral de Durango, Dr. David Ramírez. Por fin, el 14 de febrero de 1946 el señor Arzobispo don Guillermo Tritschler y Córdova consagró el nuevo templo, y en la noche comenzó un ciclo de conferencias sobre Arte Religioso. En los días subsiguientes hubo misas pontificales oficiadas por varios arzobispos y canónigos y concluyéndolas el mismo don Guillermo con una brillante homilía del arzobispo de México. El 12 de septiembre de ese año, se otorgo el Premio Nacional de Arquitectura al diseñador del templo, arquitecto Enrique de la Mora y Palomar. A partir de este reconocimiento, se ha pretendió imitar las líneas parabólicas de concreto armado pero no lo han logrado. Continua siendo la gran obra que abrió una nueva era en la arquitectura religiosa.
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Con aires del románico y con la aprobación de monseñor Tritschler se levantó en la colonia Las Mitras de la ciudad de Monterrey, la iglesia de Nuestra Señora del Refugio, donación de la Sra. María Garza de Clariond, proyecto del Arq. Joaquín A. Mora (Abajo) Otro templo importante construido bajo el amparo de monseñor Tritschler es el de Cristo Rey, esta fotografía aérea del templo apareció en revistas de arte de los Estados Unidos de América, como una obra modelo de la arquitectura religiosa moderna. Fue consagrado el 23 de octubre de 1948.
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El Arzobispo Tritschler, en 1941, conversó con Ángel Zárraga, el pintor y poeta duranguense que acababa de llegar a la ciudad de México, reconocido ya por la importantísima obra realizada en muchas ciudades de los Estados Unidos de América, del Viejo Continente y especialmente de Francia, con grandes murales religiosos. Lo invitó para que decorara el presbiterio de la Catedral regiomontana. (Izq.), como lucia el presbiterio antes de los murales.
Así quedo la obra monumental de Zárraga, el más importante mural de arte religioso de América, fruto cabal de su talento en plenitud. No hay ninguna falla en la escala de tantas figuras. Los detalles expresivos regionales: La Virgen del Roble, el fraile evangelizador, el Cerro de la Silla, la Fundidora de Monterrey, las naranjas y los frutos de la región, entran en le armónica variedad de los temas religiosos.
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En la Anunciación que Zárraga pintara en 1924 en la Salette, Francia había puesto las imágenes en la misma posición que en Monterrey, en donde cambio las trasparencias y las formas translucidas, la torre Eiffel, es substituida por la el Cerro de la 292 Silla. En esta fotografía tomada por monseñor Tritschler, vemos de espaldas al pintor poniendo la firma final: ALLELUJA 6-V-45.
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En el capítulo de este libro “un hombre sabio y virtuoso” narro como conoció don Guillermo a los artistas que invito después para decorar el nuevo templo, todos ellos reconocidos de las artes plásticas de su época, al terminar su obra se reunió todo un acervo digno de un museo de arte moderno En el grupo pictórico: “El Cristo pendiente” de Jorge González Camarena; en el altar los oleos “Virgen de Guadalupe” y “El Cura de Ars” de Federico Cantú, y la “Santa Teresita de Jesús” de Jesús Galván Guerrero. En el escultórico: las esculturas de Adolf Laubner Mayer; en el frontis un Cristo y los Apóstoles, de Herbert Hofmann de Ysenbourg y el sagrario de Lorenzo Rafael. En 1988 fue declarado el templo de la Purísima como Basílica Menor por el Papa Juan Pablo II y hoy es un icono de la ciudad de Monterrey. Otros cuatro grandes templos constituyen la herencia material del arzobispo Tritschler, y también con su sabio consejo para los proyectos, uno es el templo de Nuestra Señora de Lourdes, donado por la familia Sada Gómez, en la colonia Vista Hermosa; el de San Antonio, en la colonia Progreso; el de Cristo Rey en la colonia Las Mitras, de Monterrey; y el de Nuestra Señora de Guadalupe, en Cuidad Anáhuac Nuevo León. El templo de Cristo Rey fue considerado como un modelo de arte religioso moderno por revistas extranjeras y la critica nacional, se ubica en la capital regiomontana de Villagrán, Calzada Madero, Villagomez y Reforma. Monseñor Tritschler también encomendó al artista Fideas Elizondo para la imagen de Cristo Rey. Esta hermosa imagen de majestuoso manto dorado se ubica en el altar mayor. El mismo padre Tritschler que a través de las clases que impartía de Arte Sacro y Liturgia para las casas de las religiosas “obradores litúrgicos” se elaboraban ahí los manteles, corporales, albas, casullas y copas pluviales inspirados en los diseños de los Benedictinos, con sus propias adaptaciones y que fueron usados para los templos de la arquidiócesis.
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TEMPLOS CONSTRUIDOS Y OBRAS DURANTE EL EPISCOPADO POTOSINO Y REGIOMONTANO DE GUILLERMO TRITSCHLER Y CÓRDOVA Conclusión del templo de La Inmaculada Concepción Templo Parroquial de San Sebastián Santuario del Saucito Templo Parroquial de San Miguelito Capilla de la Santísima Trinidad Basílica Menor “La Purísima” y la decoración pictórica y escultórica del interior y exterior Templo Parroquial de Nuestra Señora de Lourdes Templo de San Antonio Templo de Cristo Rey Templo de Nuestra Señora de Guadalupe Templo de Nuestra Señora del Refugio Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro Los murales para el presbiterio de la Basílica Catedral
Matehuala SLP Tlaxcala Tlaxcala Tlaxcala Tlaxcala Monterrey NL Monterrey NL Monterrey NL Monterrey NL Cd. Anáhuac NL Col. Las Mitras, Monterrey Monterrey NL Monterrey NL
Su última visita al Papa y presagios de su partida Tuvo para principios de los 50s la arquidiócesis de Monterrey la más numerosa generación de sacerdotes, a quienes el mismo arzobispo Tritschler confirió las órdenes mayores: José de Jesús Cortez Medina, Carlos Carrillo Flores, Wenceslao Espinoza, Eliseo de la Garza Espinoza, Rubén E. Ríos Zalapa, José Pérez González, y Miguel Alanís Cantú. Después de estas ordenaciones manifestó el arzobispo de Monterrey su deseo de viajar a Roma para el Jubileo del año Santo de 1950, pero su Cabildo trató de disuadirlo por la fatiga de su corazón que ya manifestaba y las varices de sus piernas que agudizaban esta condición. 294
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Generación sacerdotal de la Arquidiócesis de Monterrey de 1950.
Desoyendo los recomendaciones decidió viajar solo, como lo hizo saber en una circular a su clero el 25 de marzo de 1950: «Se acerca el día que cumpliendo una obligación y llenando un deseo partiremos para visitar el sepulcro de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, así como lucrar el Jubileo del año Santo» dejando el gobierno de la Diócesis como Vicario Capitular al Deán del Cabildo Pablo Cervantes y como secretario de la Curia al sacerdote Lic. Juventino González. Se quedo para los oficios de Semana Santa y Pascua de Resurrección para luego asistir el 11 de abril a la comida ofrecida en el aniversario de ordenación sacerdotal de su Vicario General Pablo Cervantes. Hecho esto, partió con su boleto México-Madrid-Roma, solo y con un ligero equipaje y dentro, los informes del progreso de su Diócesis de lo que sería su última visita Ad-Limina.
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Durante la escala México-Madrid, el ajetreo, la altura y el sordo retumbo de los motores cobraron cuota en el organismo ya delicado de don Guillermo con manifestaciones de asfixia, trastorno cardiovascular y vomito, recibió ayuda a bordo y al llegar ya lo esperaba una ambulancia. Una piadosa señora pasajera del vuelo y de quien no se guardo nombre, se hizo cargo de el y sugirió que lo llevaran a un hospital atendido por religiosas, donde le diagnosticaron enfisema pulmonar y complicaciones cardiacas, que contradice lo que se dijo en algunos informes al momento de su muerte: pulmonía contraída en Madrid. Pero los que lo recibieron en Roma recuerdan que el mal se presentó durante el viaje aéreo sin ser de gravedad, estuvo unos pocos días ahí y al sentirse mejor se hospedó en la casa de los Misioneros del Espíritu Santo El martes 18 de abril partió en un vuelo de la TWA con destino al aeropuerto de Ciampino al que llegó a las 6:30 de la tarde, donde permaneció por un rato sentado acompañado de una señora que se ofreció a hacerle compañía, en las memorias del padre Almaguer y recalcando que todo esto se obtuvo de la obra de monseñor Tapia Méndez, quien tiene todo el merito de recopilar estos datos, dice que “lo vieron debilitado por el viaje y la enfermedad que se le acentuó en el camino”, los sacerdotes Infante e Hinojosa lo condujeron al Pio Latino Americano, en donde se hospedó en el tercer piso, ahí acabo de recuperarse rápidamente; todos los gratos recuerdos de su niñez y adolescencia debieron haber producido un efecto revitalizante pues levantó el espíritu de “ciudadano romano” de don Guillermo para asistir a un concierto de música polifónica en el Instituto Pontificio de Música Sacra. Los días previos a su cita con el Papa, asistió al Teatro Argentina donde la Filarmónica de Roma ejecuto el Tercer Concierto de Brandemburgo de Juan Sebastián Bach y la Sexta Sinfonía de Beethoven. Don Guillermo seguía la batuta con movimientos de su cabeza y de sus manos. Visito Milán, Asís, Tivoli, Aquino, Padua, los santos lugares de Roma y las ruinas pre cristianas en un automóvil que le facilito el Padre Marcial Maciel, lugares que ya había recorrido años antes.
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Monseñor Aureliano Tapia Méndez dice de él: «Era un hombre de oración en la intimidad de su capilla, en la preparación, celebración y acción de gracias de su misa privada, o en las solemnidades pontificales. Sobrecogía su devoción, al vivir la Teología de la Liturgia».
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No hubo fotógrafo oficial de su audiencia privada con el Papa Pio XII, pero aquí vemos a don Guillermo con él en audiencia general en un dialogo afectuoso, estrechándose las manos; poco antes había estado enfermo en España.
Tuvo la oportunidad de viajar a España para asistir a la coronación de la Virgen de Guadalupe en Madrid del 22 al 28 de mayo de 1950, en la Plaza de la Armería, contigua al antiguo Palacio real, en donde estuvo presente el Caudillo Francisco Franco y el alto Clero español, que recibió de la esposa de Franco la corona de oro, plata y piedras preciosas que fue colocada en las sienes de la Virgen del Tepeyac, también fue invitado al banquete de gala, la noche de coronación,
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antes de partir tuvo tiempo de recorrer varios lugares de España, y Portugal. De regreso a Roma le toco asistir a la solemne ceremonia de canonización de Santa María Goretti en la Plaza de San Pedro el 24 de junio Llego el esperado día 4 de julio y después de celebrar la misa en el Pio Latino Americano don Guillermo le dijo a su séquito “hoy me recibirá el Santo Padre en visita privada y me permitieron llevarlos a ustedes, prepárense” Después de dos breves antesalas en las galerías de Rafael, paso el señor Tritschler a una habitación junto a la biblioteca del Papa finalmente pasó y platico en privado con el Sumo Pontífice a quien informó del estado que guardaba su arquidiócesis, y le obsequió fotografías de las pinturas que realizó Ángel Zárraga en la Catedral de Monterrey y las del nuevo Templo de la Purísima, recomendó al canónigo José Trinidad Ruiz Cabiades párroco de la Madre Santísima de la Luz de Monterey para que sirviera a Su Santidad con el cargo de camarero secreto a quien designo el 19 de ese mes de agosto, por ultimo pasaron sus acompañantes; desafortunadamente no hubo fotógrafo pontificio, solo las fotos en audiencia pública en donde se ve a don Guillermo saludando a Pio XII. De regreso a México pasó por España en donde por invitación especial de monseñor María Escrivá de Balaguer le ofreció una comida en su residencia. El señor Tritschler volvió solo en un viaje trasatlántico deteniéndose en la Ciudad de México, descansó, visitó y recibió amigos para después volver a Monterey el día 10 de septiembre. Se supo antes de su llegada a Monterrey del incidente del avión y de su hospitalización en España lo que causó que se propalaran noticias alarmantes de su salud, todo esto hizo que su recibimiento en el aeropuerto se convirtiera en una manifestación espontanea de afecto y gratitud, una larga fila de automóviles y motociclistas lo escolto hasta el Templo de Nuestra Señora del Roble De la revista del Seminario en líneas escogidas se describe así su llegada: «Visiblemente fatigado, el señor atendió no obstante, con su acostumbrada amabilidad a todos los fieles… 299
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…Fue para nosotros verdadera fiesta del espíritu el ver a la amada persona de regreso, pero de grande pena por su precaria salud, sin embargo con la esperanza puesta en Dios de que pronto recobre su habitual energía»
Ese finales de ese año de 1950, el 1 de noviembre, fue la proclamación del dogma de la Asunción corpórea de la Virgen María al cielo, hecha por el Papa Pio XII, y don Guillermo daba órdenes menores a varios seminaristas a quienes había tonsurado un día antes en su capilla. Realizó una ordenación mas, no obstante de evitar hacerlo por recomendación de su cardiólogo el Dr. Luis Hinojosa quien vigilaba su arritmia, pero se sobrepuso y celebró la misa de ordenación al diacono José de Jesús Alberto Martínez Banda. Hizo dos ordenaciones mas, confirió el 10 de marzo de 1951 la ordenación sacerdotal a Rogelio Martínez Berrones y Gerardo de la Garza. Actualmente el padre de la Garza esta incardinado al Clero de la Diócesis de San Antonio Texas y Rogelio fue posteriormente el encargado de la construcción del templo de San Pio X en su cargo de vicario, para después ser párroco de esa comunidad y hoy atiende varios asilos de ancianos que ha fundado. Por esos días recibió don Guillermo la visita del Delegado Apostólico Guillermo Piani. El 15 de mayo la Santa Sede resolvió nombrar Administrador Apostólico coadjutor del Arzobispo de Monterrey a monseñor Alfonso Espino y Silva a la sazón obispo residencial de Cuernavaca. Un mes antes asistió para consagrar con el arzobispo de México al primer obispo de Toluca monseñor doctor Arturo Vélez y Martínez, el padre Porfirio Valdez quien lo acompaño a la ceremonia comento luego, que lo vio ya fatigado y débil, pero que conservaba la lucidez de su inteligencia y no pasaba detalle en la ceremonia imponente y majestuosa, luego escribiría en su libro biográfico: «La enfermedad fue minando la ya gastada naturaleza del Excmo. Mons. Tritschler, que se iba extinguiendo paulatinamente como una lámpara que consume su ultimo aceite delante del sagrario»
El 22 de de agosto de 1951 llego de México monseñor Alfonso Espino y Silva para presentar ante el Sr. Tritschler y Cabildo de la
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arquidiócesis sus bulas como Administrador Apostólico Sede plena y Coadjutor, con derecho a sucesión. Monseñores Tritschler y Espino fueron ese mismo día a Saltillo a saludar a los seminaristas de la casa de vacaciones a donde asistieron el obispo de Saltillo Echavarría y su Coadjutor monseñor Guizar. Se ofreció una comida y una velada, en la que se dio a conocer la labor episcopal de monseñor Espino en Cuernavaca y dándole la bienvenida, para regresar a Monterrey al dia siguiente. El señor Tritschler continúo participando de la vida de la arquidiócesis, celebrando la primera misa en el Roble, a veces el Sacramento o la Confirmación, pero ya no volvió a conferir ordenes mayores ni menores. A principios de marzo pidió que lo llevaran a México a visitar a sus amigos –quería despedirse de ellos– después de casi dos meses de estancia en la capital fue recibido por una comisión de alumnos al aeropuerto. El día 25 de junio el día de San Guillermo celebro el Sr. Espino una misa para pedir por el bienestar del Excmo. Sr Tritschler. En la revista del Seminario se publico su fotografía con esta felicitación: El 27 de marzo de 1952, después de una estancia en México, llegó a Monterrey. También fueron muchos sacerdotes, feligreses y sus seminaristas a saludarlo en el Aeropuerto del Norte. 301
«Con gratitud de hijos, hoy te felicitamos al celebrar tu día y recordar alegres tu llegada aquel junio del 41. Nuestro gozo aumenta al observar que fue también en
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este día cuando recibiste humilde la distinción del Palio, distinción que –estamos seguros– mereciste y mereces con sobre abundancia de meritos. Quiera el altísimo escuchar las pobres oraciones que a Él en tu día elevamos, y conceder un alivio a tus males. Y quiera Él concedernos que vuelvas a nuestro lado como antaño lo hacías. Es el deseo ardiente de quienes te aman con inmenso cariño»
Don Guillermo fue trasladado el 7 de julio a la casa de vacaciones de Saltillo por disposición del Sr. Espino y los señores canónigos para completar la última etapa de su vida, y Su última fotografía. Se le tomó el 10 de prepararse para el julio de 1952, en la huerta de la casa de sufrimiento final. vacaciones de su Seminario, en Saltillo, Coah.
El sufrimiento final Monseñor Tapia Méndez cita del archivo de la Casa General de las Misioneras Catequistas la descriptiva narración escrita por su fundadora y Primera Superiora General la Madre Sofía Garduño Nava, en los últimos días de Monseñor Tritschler: «Eran las 9:30 de la mañana del día 16 de julio de 1952, cuando llamábamos en Monterrey, a la puerta de la casa, que en la Colonia Obispado ocupa el Excmo. Sr. Alfonso Espino, ¡que fresca¡ ¡que elegante¡ como de un príncipe de la Iglesia; un castillo cubierto en el exterior de tupidas enredaderas. Amablemente nos recibió el Excmo. 302
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Sr. y después de hablar brevemente del próximo Congreso Misional le dijimos el motivo de nuestro viaje a Monterrey. “Es que el Excmo. Sr. Tritschler no está aquí, (nos dijo), está en Saltillo en la casa de vacaciones del Seminario. Creo que ahí está mejor por la temperatura. El Excmo. Sr. esta muy bien atendido, por cuatro médicos, los mejores que hay aquí; se está pidiendo mucho por el; con el motivo del día de su santo pasamos una circular. El Excmo. Sr. esta en estos momentos ganado grandes gracias para Monterrey. Es un niño en brazos de la Providencia por su perfecto abandono en las manos de Dios. Yo les pido que rueguen por el”… ¿Qué contestar? Hablamos algo mas referente al Excmo. Sr. y después nos dijo “qué bueno que van a Saltillo. Encontraran que su cuarto esta destartalado pero yo le pregunte al Excmo. Sr. y dice que ahí está bien, por lo menos tiene baño cerca, lo cuida un seminarista ya grande que el mismo medico pidió, lo baña todos los días”… El Excmo. Sr. con mucha amabilidad nos despidió. A las 2 y minutos ya estábamos en la casa de vacaciones en Saltillo, una casona antigua, restos de una gran fábrica que ahí se iba a instalar. Luego que nos vieron, se acercaron dos seminaristas de 13 o 14 años y ya en la entrada dijimos: –Venimos a ver al Sr. Arzobispo. –No se puede, está durmiendo. Y se retiró. Se acerco el otro: “El Sr. Arzobispo está enfermo”, y se fue; un tercero que se acercó “ahorita está el médico, lo vino a ver”. En eso vimos venir al médico con el P. Vicerrector quien bondadosamente nos invitó a pasar, acompañándonos hasta la entrada de la alcoba del Excmo. Señor. Esta la puerta en el ángulo de un gran salón, escondida con una escalera que conduce a un corredor de madera, esto hace aparecer la pieza como una covacha, enfrente de la puerta, como a dos o tres metros la cama del familiar. Al entrar al aposento del Excmo. Sr. se tiene la impresión de pegarse en la cabeza, si no se pasa con cuidado debajo de la escalera, por la que suben y bajan los muchachos, como en vacaciones, sin ninguna obligación de guardar silencio. Junto a esta pieza hay otras dos mas, quien sabe cuál sea la mejor, de todos modos la alcoba del Excmo. Sr. no es nada digna del Arzobispo de Monterrey, Padre y Maestro de centenares de almas sacerdotales y de muchas más. Es el cuarto de escazas dimensiones, en la pared de enfrente de la entrada hay una pequeña ventana con cuatro vidrios de menos de .50 cm., pintada de café, con una humilde cortina, poco más o menos del 303
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mismo color; esta ventana da al exterior de la casa y deja ver los arboles y el cielo que sin duda contempla muchas veces, desde su cama, el Excmo. Sr.. Las paredes encaladas no muy recientemente, en la pared de la derecha a menos de la mitad, ligeramente empotrada en el hueco de una puerta clausurada, esta la cama, muy antigua, de altas cabeceras de tubos delgados de latón, un colchón, “no Simmons”, a la derecha un buró y a la izquierda una mesita de estar. Arriba de la cama un crucifijo de medio metro aproximadamente y un cuadrito de la Santísimo V. de Guadalupe cerca de la ventana. Pedazos de alfombra viejos, de color indefinido cubriendo el suelo y allí (en el suelo) una petaquita de cierre automático. Desde la puerta pudimos ver al Excmo. Sr. que yacía en su humildísimo lecho cubierto con una sabana limpia y dos cobertores, abajo uno de color de rosa y encima uno azul; la cabeza hundida en un cojín, le hacían guardar una posición horizontal que casi no aparecía bulto en la cama, los brazos extendidos sobre las cobijas, la cara intensamente pálida, marfilina, la boca entre abierta y los labios morados. “Excelencia (le dijeron), tiene visita”, eran dos seminaristas que nos vieron llegar y pronto se acercaron, uno de ellos el familiar que acompaño al Excmo. Sr. a su último viaje a México. “Tiene visitas Excmo. Sr. ¿Sabe quiénes lo vienen a ver? Entramos unos cuantos pasos y estábamos junto a la cama “¿Conoce a sus monjitas Excia.?, y al vernos el Excmo. Sr. se le llenaron los ojos de lágrimas que pronto oculto con el dorso de la mano y los dedos entrelazados sobre la frente. No sabríamos decir cuánto tiempo permaneció así, porque…después bajo las manos y nos miro largo rato con la boca entre abierta y los ojos fijos sin que pudiéramos adivinar lo que por el pasaba. Nos inclinamos ligeramente sobre la cama y le dijimos: “Sr. lo venimos a visitar… venimos de Texas… estuvimos con todas las Hermanas que están allá y le traemos muchos saludos”. La expresión del rostro no le cambiaba, solo nos miraba “¿No las conoce Excia.? Le dijeron y con las manos dijo: (así lo interpretamos todos) “hace muchos, muchos años”. Salió un seminarista y trajo dos sillas que acercamos cuanto más pudimos a la cama para sentarnos. Entonces supimos que el Excmo. Sr. llegó a Saltillo el día 7 de julio. El día 10 fue de visita el Excmo. Sr. espino y le pareció bien que el Excmo. Sr. Tritschler fuera a Monterrey para consultar con los médicos; pasó en Monterrey parte del viernes 11, el 12, 13 14, y el 15 salió para Saltillo 304
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nuevamente llevando las medicinas recetadas; llego con vomito y lo atribuyeron al mareo del camino; así siguió toda la noche. El vomito ceso hasta media mañana por eso llamaron a un medico de Saltillo le receto para el intestino como un caso de infección, pero no era eso. Entre las medicinas que le recetaron de Monterrey, había unas pastillas que luego empezó a tomar, ya otra ocasión se le habían recetado e hicieron el mismo efecto: vomito tanto en aquella vez que el Excmo. Sr. las llamo “de diablo molido”. El Excmo. Sr. nos miraba nos miraba cerrando de cada en cuando los ojos por breves momentos. De pronto le empezó el hipo y le tronaba el estomago (no el intestino) llevaba lentamente las manos a la cabeza y como quien toca un teclado se la apretaba cerrando los ojos en señal de dolor; pero esto no duraba, bajaba las manos queriendo cogerse la nariz y no atinaba. Después cerró los ojos, así paso algunos instantes, la palidez del rostro los labios violáceos y el movimiento incierto de las manos acusaban un estado de gravedad. ¡Qué oportunidad para reflexionar, desear, reprimirse…!. Toda la noche con vomito y ya era más de medio día sin tomar nada. “¿No quiere tomar algo?” le dijimos y sacamos un racimo de uvas verdes, chiquitas, sabrosas, “¿le pelo unas Sr.?”. Su primer impulso fue aceptar pero el enfermero le gano, dijo, “no, uvas mejor no”. Entonces saco de una caja de cartón que estaba en el suelo, una botella ya empezada de vino tinto santo tomas y en un vaso puso un poco, busco en la petaca el tubo de vidrio, fue por un trozo de hielo y poniéndolo en el vaso se lo acerco a la boca. ¡Qué angustia! Con cuanto trabajo dio un sorbo que no pudo pasar sino después de muchos esfuerzos; claramente vimos cuando lo deglutió e hizo señas pidiendo otro; fue igual, y otro más en la misma forma o más penosa, solo tomo tres, en seguida sacamos una manzana, “¿no quiere, Sr.? ¿Y un durazno?, todo íbamos poniendo sobre la mesita, ¿unas ciruelas pasas?, lo último fue una cajita que dejaba ver lo que tenia adentro, “Excia. ¿Galletitas?” y tendió la mano en ademan de coger, pero no se atino la boca, entonces el enfermero se la partió por la mitad y se la dio. ¡Qué amargura! Pero la tomo, después otra, debe haber sentido necesidad de alimento. Se le había calmado el hipo, en eso llegaron las Madres que atienden el Seminario y nos invitaron a comer. No hubiéramos querido aceptar, pero fuimos, mientras comíamos nos contaron: “si el Sr. no estaba tan malito, los muchachos lo sentaban en una silla porque ya ni podía andar y lo sacaban a ver jugar a los chicos. Cuando creían que ya se 305
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había cansado cargaban la silla y la llevaban a donde ellos se imaginaban que le agradaría, pues el Excmo. Sr. nunca dejaba entrever lo que era para el agradable o desagradable. Lo traían aquí (decían las Madres9 y estaba contentito y cuando a los seminaristas se les ocurría se lo llevaban a su alcoba sin tomarle nunca su parecer”… Dimos las gracias y nos fuimos nuevamente a ver al Excmo. Sr., nos dijeron que estaba durmiendo, y mientras el familiar nos llevo a conocer el jardín, la huerta, la capilla, recordaba que en México, el había recibido atenciones y bondad y quería corresponder en cuanto pudiera en ese momento. Nosotras queríamos ya volver a ver si el Excmo. Sr. había despertado. Realmente ya pudimos pasar. Ya no tenía hipo y tenia los labios menos morados “¿Comió?” preguntamos “si, tomo cuatro o cinco cucharaditas de atole”. Volvimos a tomar asiento cerca de la cama, lo mismo que antes, el Excmo. Sr. solo nos miraba fijamente, sin parpadear, sin articular una silaba. Llegó Tapia, un seminarista que nos ofreció enseñarnos unas fotografías, le dijimos que si y salió, luego volvió con un álbum que pusimos sobre la cama para poderlo ojear. “¡Oh!” que bonitas, ¿robo señor?, y con la cabeza dijo “no” “¿entonces pido?”, en la misma forma dijo: “si”. Eran ya las 5 de la tarde ya pasadas y el enfermero dijo que aprovechando nuestra estancia, se iba a Saltillo por la medicina y un pantalón que le habían mandado a hacer; ir y venir a Saltillo no lleva mucho tiempo. Dieron las seis y la siete y no volvía, tenía el coche del Excmo. Sr., en el que no iba a llevar a Saltillo al autobús. Viendo que ya era tarde, dijimos: ya nos vamos, o “¿nos quedamos?”, no dijo con la cabeza (nos ofrecían hospedaje las madres y también el padre Vicerrector nos invito). Entonces le dije: “¿Señor y ahora que nos va a dar?” (Pronto me arrepentí de decirle) me miró, sentí su mirada muy adentro y nada más; lo mismo inmóvil, la boca abierta y sin adivinar que quería expresar. Entonces Tapia dijo: Yo les voy a dar lo que les va a regalar” y trajo unas fotografías recientemente sacadas. Mire “Excia., regale esto a sus monjitas” él las cogió, las apretó entre los dedos. “Déselas Excia., déselas yo tengo más” y entonces hizo un gesto diciendo: “están feas”, pero siempre me las dio, pedimos la bendición y oímos imperceptiblemente que decía las palabras de la bendición, mientras que la daba con la mano ligeramente levantada; como Tapia se dio cuenta, le cogió la mano, se la levantó y le ayudo a darnos una bendición sencilla. Nos miro… lo vimos, nos inclinamos a besarle la mano y… salimos camino a Monterrey. Fue entonces 306
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cuando dimos rienda suelta a nuestros sentimientos: pena, profundísima pena, disgusto, sentimiento, quien sabe que. Al llegar a México con ansias decíamos a quienes les interesaba el estado del Excmo. Sr. ¿Nos comprendieron?...
Aunque no podía ya comunicarse con los que lo rodeaban, a través de su semblante se podía percibir la lucidez de su mente y sufrió mucho cuando los demás interpretaban mal lo que en su lenguaje inaudible estaban diciendo, por eso dice monseñor Tapia recordando una oración del Seminario que aludía a “las muertes que padecemos los mortales” que el arzobispo Tritschler sufrió muchas, ¿Porqué no lo llevaron nunca al hospital Muguerza, para exámenes, tratamiento médico, auxilio clínico, para hacer más llevaderos sus últimos días? ¿O porque sentado en su mecedora subían y bajaban los seminaristas y no se detenían a saludarlo? y yo diría, ¿por qué lo alejaron de su casa en los anexos al Templo del Roble en Monterrey donde pudo recibir mejor atención, enviándolo a la voluntad de una tropa de chiquillos inconscientes e insensibles al dolor ajeno?, o ¿habremos de hacer caso a lo que él mismo pidió para sí, una covacha y un camastro indignos de un arzobispo? Sufrió así, sin dar nunca muestra de desesperarse.
Peregrino hacia la casa de Dios Don Guillermo fue trasladado el 25 de julio de 1952 de Saltillo de vuelta a sus habitaciones junto al templo del Roble en Monterrey, ya demacrado, con expresiones de dolor y moribundo. Los doctores vigilaban su corazón fatigado, eran sus últimos momentos de estancia en la tierra, cuando llegara la hermana muerte. Era cuestión de esperar. Al día siguiente, sábado, recibió la sagrada comunión, y el lunes 28, monseñor Aureliano Tapia Méndez, a la sazón seminarista, llegó de Saltillo para relevar a José Cruz Camacho, como “familiar” del ilustre enfermo quien habiéndose agravado le fue administrado el sacramento y la extremaunción por su adjutor monseñor Espino y Silva.
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Llegó la media noche y uno de sus médicos, el Dr. José N. Assad revisó sus signos vitales y extrajo una muestra de sangre. Queda la evidencia escrita de un suceso para la fe de los creyentes, que algo de la sangre se derramó en unos algodones y que después de unos días ya fallecido don Guillermo, permanecía fresca, el Dr., Assad certificó el hecho en una carta que recogió el Pbro. Porfirio Valdez para aunarla a la biografía del arzobispo. Para el martes 29 encontrabase el padre Pablo Cervantes con el joven Tapia Méndez cuando a las 7:15 apareció Camacho para decirle a don Pablo que el Sr. Tritschler estaba muy grave y convulsionando, mientras el padre Cervantes le daba absolución, se le comunicaba al Sr. Espino lo que estaba ocurriendo, quien pronto llegaría también a darle la absolución, su médico y cardiólogo Luis Hinojosa Berrones llegó solo para certificar lo que diría el acta del Registro Civil: “Guillermo Tritschler y Córdova –edad 74 años– Fecha de defunción día 29 de julio año 1952, hora 8:15 –Causa de la muerte: arterioesclerosis–. También se sabía que don Guillermo padecía de una aguda uremia. Estaban presentes su adjutor con derecho a sucesión monseñor Espino y Silva, el padre Cervantes y dos seminaristas Camacho y Tapia y el fiel portero del templo del roble, don Sotero Bustos. Se llamaron a los funerales del Roble para embalsamar el cadáver y así dar oportunidad a los feligreses de Nuevo León y amigos del ilustre difunto en San Luis Potosí, en México y Puebla, para que pudieran llegar antes de la sepultura. Un grupo de sacerdotes acompaño a la preparación de cuerpo inerte de monseñor para que se le tratase con respeto Ya embalsamado el cadáver se revistió con los ornamentos episcopales dentro de un féretro descubierto y se colocó frente al comulgatorio del templo del Roble. El 31 de julio apareció una esquela en la prensa local:
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EL ARZOBISPO ELECTO Y EL CABILDO METROPOLITANO DE LA ARQUIDIÓCESIS DE MONTERREY Con honda pena participan que el EXCMO. RVMO. SR. DR. DN GUILLERMO TRITSCHLER Y CORDOVA Dignísimo Arzobispo de Monterrey Expiró hoy en la paz del Señor a las 8:15de la mañana. Invitan a Ud., a elevar sufragios a Dios por su alma. Su cadáver quedara expuesto en el templo del Roble durante los días 30 y 31, en los que se celebraran Misas Rezadas a las 6, 7, y 8; Misa solemne a las 9 y oficios de difuntos a las 18 horas. El día primero de agosto a las 9:30 serán las honras fúnebres pontificales e inhumación de sus restos mortales. Ciudad de Nuestra Señora de Monterrey, N.L. Julio 29 de 1952. El mismo día 29, el arzobispado electo emitía una circular al clero secular y regular: Indudablemente que habrá llegado a todos la dolorosa noticia. El Excmo. Sr. Guillermo Tritschler y Córdova VII Arzobispo, ha sido llamado por Dios. Todos vimos como durante dos años sobrellevo pacientemente la enfermedad con que Dios quiso purificar su alma. Hasta tres días antes de su muerte buscó alimentarse con la Sta. Comunión, ya la falta de salud le impidió por largos meses de celebrar la santa misa. Ha llegado ante la majestad divina con sus obras y meritos.
Y disponía sobre los días que los diferentes agrupaciones y congregaciones eclesiásticas debían celebrar los funerales: 29 y 30 el clero parroquial y jóvenes; 30 y 31, las corporaciones de religiosas y 30 y 1° el Cabildo y Clero urbano y el funeral solemne de pontifical para el día primero de agosto. Se ordenó que todos esos días se diera una campanada con la mayor, cada hora y que después del toque del Ángelus al medio día y 309
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en la tarde, doblaran las campanas por un cuarto de hora. Durante nueve días se rezaría el Rosario en el Roble. El día 30 decía el periódico de la tarde El Sol de Monterrey: «Miles de fieles desfilan ante el cadáver del Excmo. Arzobispo Mons. Tritschler y Córdova». Llegó el día 31 con misas desde temprano y a las 9:00, la misa solemne. Se montaron guardias día y noche con banderas y estandartes de todas las ramas y secciones de la Acción Católica Mexicana de la Arquidiócesis, Adoración Nocturna Guadalupana, Obreros Guadalupanos, Caballeros de Colon, La congragación Mariana del Roble y la del Instituto Tecnológico, y una multitud de religiosas y alumnos y alumnas de los colegios católicos También estuvieron agrupaciones de industriales, banqueros y comerciantes de Monterrey, los Sembradores de Amistad y la Colonia Árabe, la Cámara de Comercio y el Centro Bancario, ordenaron cierre de bancos y comercios el día 30. Ese día el templo lucia de luto, con crespones negros en las columnas. Sus tres naves repletas de fieles, al fondo en el presbiterio la imagen de Nuestra Señora del Roble y la imagen de Cristo Crucificado, y atrás del altar los canónigos y sacerdotes del clero secular y regular. Estuvieron presentes los obispos Gerardo Anaya de San Luis Potosí, Serafín María Armora de Tamaulipas y Luis Guízar coadjutor del arzobispado de Saltillo, el vicario general de San Luis Potosí Pedro Moctezuma y el canónigo de la Catedral de Puebla, Alfredo Freyria y Córdova. Uno de los ex alumnos del Seminario Conciliar de México, el licenciado Ramón Badillo, apuntó: «Vimos que durante cuatro días el pueblo de Nuevo León desfiló ante su féretro lleno de amor y derramando lagrimas (…) al descender hasta el fondo de su fosa que lo guarda, temblaron las manos del padre Enrique Glennie, del licenciado Martín Vergara, las de sus sacerdotes y las mías que sostenían las duras correas, porque escuchamos un gran clamor de despedida que salió de todo un pueblo que no quería dejarlo partir» El viernes 29 de agosto de 1952, a las 10 horas, en el trigésimo día de la muerte del séptimo arzobispo de Monterrey se celebró la última 310
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misa pontifical junto a la tumba de monseñor Tritschler, y aun después de treinta días, como lo atestiguó la prensa al día siguiente «Varios miles de fieles católicos presenciaron el homenaje póstumo» Por esos días se difundió un retrato de don Guillermo, llevando en el reverso una oración pidiendo a Dios gracias espirituales por su intercesión, y su glorificación en los altares y se pidió a los sacerdotes que hablaran a sus fieles sobre las virtudes ejemplare de monseñor Tritschler, que rogaran por su glorificación y pidieran a Dios por su intercesión favores especiales. Pasados doce años, de la cripta episcopal que el mismo monseñor Espino y Silva mandara a construir bajo el presbiterio de la Catedral de Monterrey, dispuso que por la tarde del 22 de febrero de 1964 fuera exhumado el cuerpo de monseñor Tritschler. Los ahí presentes, el arzobispo, el padre Tapia Méndez, varios sacerdotes y el mismo medico Miguel Vera constataron que el cuerpo inerte de don Guillermo se encontraba como si acabara de fallecer, su cuerpo ni siquiera estaba rígido, «su cabello y sus cejas aun iguales como cuando lo sepultaron, su rostro rasurado intacto». Esto se explica por el hecho de haber sido desangrado su cadáver y habérsele embalsamado o tal vez… Monseñor Arturo Vélez expresó: Gracia especial seria para nosotros que la Santa Iglesia en día no lejano le concediera el honor de los altares. ¡Con que fervor acudiríamos a él para que nos alcanzara del Señor el remedio de nuestras penas! ¡Como su vida entera volvería a influir en la nuestra y en la de todos los fieles para imitar sus heroicas virtudes!». ***
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a las 1952, julio de de1952, horas. después del canto litúrgico y la Misa Pontifical celebrada por el la mañana de 8:15 9:00 a las agosto29de rnes 1 deMartes que fuera su mas placidez dulce en arrancarleelsu no logró “La muerte decía: Arzobispado “Hoja dominical” La monseñor hicieron los SeMonterrey y Silva. de Espino Alfonso del la tumba y se depositó spo electo féretro responsos finales los “Bienaventurados Cristo: de palabras las recordamos beatifica, actitud en mortales despojos sus Ante atributo. grande en el piso del transepto del templo, en donde estaría hasta ser exhumado el 24 de febrero de 1964 para ser trasladado a Dios” a verán ellos porque corazón de limpios ta episcopal de la Catedral regiomontana, habiéndosele encontrado con señales de incorrupción.
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Escorzo espiritual Son muchos los testimonio s que de don Guillermo escribieron quienes lo conocieron que plasman en conjunto y a plenitud la esencia del car谩cter que invariable mente mostr贸 a lo largo de la vida. El Pbro. Porfirio 313
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Valdez hace un delicioso retrato físico-espiritual: «Los rasgos de su fisonomía fueron el reflejo de su alma prócer ensimismada siempre en Dios. Delgado y bajo de cuerpo, constitución física normal, siempre lleno de salud, a pesar de sus largas vigilias y no interrumpidas penitencias y constantes sacrificios cuanto labores de cátedra y de ministerio; cabeza noble de sabio y de artista “con un halo hierático de asceta y de santo”. Frente adornada con escasos cabellos rubios, rostro ovalado con perfiles teutónicos… ojos pequeños y brillantes de azul oscuro, mirada diáfana, serena, profunda y llena de mansedumbre con dejos de ternura y esperanza»
El padre Hermilo Camacho lo describió así en su oración fúnebre, en el Seminario de México el 20 de septiembre de 1952: «En fuerza del cariño se forma en la memoria y se reconstruye en la fantasía la figura de aquel hombre a quien tanto hemos amado. Delgado de cuerpo, de modales sencillos; con el hombro izquierdo un poco caído. En la casa con sotana de ojalera exterior, cuello romano, naturalmente limpios; en la calle y en el campo con sotanela. Frente a su gran escritorio de cortina –lleno de revistas, de postales, fotografías, recortes de periódico, folletos, correspondencia–, de pie, leyendo constantemente las divulgaciones de actualidad y novedades sobre Teología, Derecho, Historia, Filosofía, Ascética, Liturgia, Gregoriano, Artes Plásticas, Música, Letras, Política, Sociología, Economía, acontecimientos nacionales y extranjeros (…) Un Cristo de madera y níquel a su derecha; a la izquierda una imagen de la Santita de Lesieux, y al centro, adherida con sus puntas, una pequeña cruz de espino; la carpeta el manguillo, el pomito de tinta y la lente. El reflejo de su lámpara de chicote casi siempre encendida, iluminaba con perfiles de penumbra su cabeza: cabeza de pensador y de artista, cabeza de asceta y de santo. Una luz diáfana irradiaba de su frente espaciosa, adornada con hilillos de oro ligeramente quebrados hacia la sien; ojos pequeños, naturalmente bulliciosos y alegres que, obedientes a la voz interior, se posaban tranquilos con honduras de amor y color de esperanza; boca normal y con labios menudos, apoyándose el inferior en una barbilla ondulante que parecía un arsis complementaria del ritmo de su nariz» «Tenía un corazón abierto y sensible a los afectos tiernos y delicados, seguro dominio de su juicio y su palabra; jamás se dejaba llevar ni envolver por las primeras impresiones, observaba, meditaba y pasaba
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a la reflexión, aconsejaba, sugería, convencía aun a los espíritus reacios»
Monseñor Tapia Méndez añade: «Sus actitudes externas eran el reflejo de su vida espiritual. Las mismas virtudes humanas, prudencia, mansedumbre, paciencia, eran fruto de las virtudes sobrenaturales conseguidas por el anhelo constante y creciente de dejar que Dios llenara su alma»
Contaba el padre Luis Ochoa que lo conoció cuando fue seminarista: «Su semblante siempre risueño, siempre alegre; yo jamás lo vi ceñudo, jamás de prisa, jamás fatigado. La fila interminable de seminaristas acudían a don Guillermo para confesarse o para pedir su concejo y aun después de la cena no lo dejábamos descansar y bien podemos asegurar que los que lo conocimos que nunca se impacientó por ello ni interiormente»
Monseñor Rafael Montejano Aguinaga dejo otro recuerdo de don Guillermo: «El señor Tritschler quería mucho a sus seminaristas y a los sacerdotes. Cuando llegó de Obispo a San Luis Potosí, en 1931, manifestó su deseo de ser el rector del Seminario. Frecuentemente lo visitaba. Nos conocía a todos y cada uno. Los primeros que mandó a estudiar a Roma fueron Juan Manuel Rodríguez, Dionisio Juárez y Ezequiel Perea, que llegó a ser Obispo de San Luis Potosí. En 1937 envió a Nicolás Díaz para que estudiara Teología y luego se graduó en Música, en el Instituto Santa Cecilia…» «Cuando fue a Roma para la visita ad Limina, nos fue a visitar a la casa de vacaciones en Montenero, Livorno…» «El señor Tritschler no solo quería en forma especial a sus jóvenes seminaristas, también a los universitarios y apostales seglares…» «…Tenia un gran dominio de sí mismo, siempre endulzaba su voz y hablaba tranquila y paternalmente»
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El padre don Guillermo Tritschler y Córdova cuando era canónigo penitenciario de la Basílica Catedral Metropolitana. Foto Hugo Brehme
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En una sentida alocución que dirigió el entonces alumno de Teología Salvador Cisneros Torres a monseñor Tritschler cuando partió de San Luis Potosí a Monterrey recoge recuerdos y anécdotas de don Guillermo: «Todos los viernes el Obispo se pasaba la tarde en el Seminario, conversando y bebiendo mate (especie de te originario de Argentina) formando diría yo, al joven que no llegara a Rector, sino a vicerrector, el padre Jesús de la Mora. Con relativa frecuencia llamaban a seminaristas. La primera vez que me presente ante él, todo atolondrado, no recuerdo que preguntó y conteste: Sí Padre. Inmediatamente me corrigió el Padre de la Mora. Sí, señor Obispo. ¡No lo hubiera dicho! Luego monseñor le replico: ¡Déjelo¡ ¿Qué no sabe Ud. que nada, ni Excelencia, ni Monseñor, ni Ilustrisima, ni señor Obispo, nada, nada hay comparable con el titulo de Padre?»
Otro recuerdo semejante del que fue uno de los últimos sacerdotes ungidos por monseñor Tritschler, Miguel Alanís Cantú cuando llegó Monseñor Tritschler a Monterrey: «…Nos reunió por grupos y nos fue diciendo más o menos esto “Yo soy el Arzobispo, pero no me digan Excelentísimo Señor; esas “Excelencias y Reverencias” son para ciertas solemnidades, ¿Cómo me van a Decir? ¿Cómo le dicen al carpintero, al médico o al que vende paletas? Pues a mi díganme el señor Tritschler. Pero Tritschler no Tristchler, porque no quiero cargar con la tristeza. En San Luis Potosí las gentes que no podían aprender mi apellido me decían el señor Craisler. Y desde entonces hasta su muerte el que había sido el padre Tritschler o don Guillermo para muchos, para nosotros fue el señor Tritschler, aunque curiosamente se hizo costumbre decirle simplemente “el señor”»
José Pérez González, otro de los últimos sacerdotes ordenados por él escribió en un artículo: «…Explíquese por su ciencia, su cultura o su trato humanísimo; hay una cosa más alta, y es que poseía la sobrenatural simpatía de los santos a quienes es grato todo mundo, toda humana e inhumana criatura. Por eso monseñor Tritschler fue como obispo, para todos, un padre.
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Hubo quienes probaron esa dulzura y nada más. Pero también los hubo que la comprendieron, la saborearon y disfrutaron sin agotarla. Hablo del Seminario Desde el primer momento depuso su títulos y tratamientos y no fue para todos mas que “el Señor”. Expresión que fue tiñéndose y luego saturándose de un reconcentrado sabor a intimidad evangélica»
Al morir el señor Tritschler, el sacerdote Rubén E. Ríos se expresó así de su maestro «Nublaronse las expresiones y se enlutaron los espíritus al desbordarse las almas en llantos largos como los caminos; como lloran los montes al caer la encina; como lloran las rocas y los pinares en las noches de lluvia intermitente: Se iba nuestro maestro, se iba nuestro guía, nuestro compañero y nuestro amigo: el corazón abierto y la sonrisa amable, el padre bueno, el Obispo santo»
El seminarista de los años 40, hoy Magistrado Lic. Alfredo Borboa Reyes recuerda las visitas que hacia al Seminario Conciliar de México el entonces Arzobispo de Monterrey: «Su sencillez paternal no tenia limites. En el espejo de su rostro, blanco, jovial y apacible, se reflejaba el caudaloso amor que para sus semejantes le bullía en el corazón. Así lo vi y lo sentí cuantas veces me acerque a él. Su concejo, prudente y sabio, era un segundo evangelio. Era un hombre vertical, de luminosa inteligencia. Maestro en ciencias divinas y humanas ejerció el oficio de ferviente sembrador de ideas; y lo hizo con suprema alegría. Fue un hábil conductor de conciencias; dulcísimo pastor de almas. Su vida derramó santidad como lo hace la flor con su perfume».
O un bello párrafo de la oración fúnebre pronunciada por el arzobispo primado de México, monseñor Luis María Martínez y Rodríguez en el trigésimo día de la muerte de don Guillermo: «Monseñor Tritschler no solo tuvo el amor de Dios, sino que ese tesoro que llevaba en su alma lo derramo en muchas almas. Ya os acabo de decir cuántos obispos fueron discípulos formados por él, innumerables sacerdotes se formaron según el ejemplo de vuestro Padre porque supo amar y comunicarles la verdadera vida»
En tiempos difíciles supo demostrar don Guillermo su solidaridad de amigo como en la época del presidente Calles cuando se daba la persecución religiosa; el 26 de junio de 1928 los agentes de la policía arrestaron a superiores, alumnos y a los empleados del Seminario, por 318
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orden de Roberto Cruz y del general Mascorro, los llevaron en camiones a la Inspección General de Policía –donde está ahora el edificio de la Lotería Nacional– y los encerraron en los sótanos. El padre Tritschler que no había sido arrestado, hizo diligencias para que salieran los detenidos. El Seminario de Regina que había estado hasta entonces en el ex convento de los Padres Camilos fue disuelto, el padre Tritschler hizo distribuir a los alumnos en domicilios de familias piadosas, para continuar su formación en la clandestinidad. El padre Tritschler se multiplicaba para dar ir a dar clases a su esparcido seminario. Don Guillermo también fue amigo espiritual de muchas congregaciones religiosas femeninas. Como fue que siendo padre espiritual de la Madre Sofía Garduño contribuyó grandemente a la realización de la obra misionera de las religiosas del los Sagrados Corazones de Jesús y de María. En un escrito de la misma madre Sofía, dice que el padre Tritschler: «Desde sus inicios tomo en sus manos la semilla, pequeña como grano de mostaza, la cuido como hábil hortelano y cada brote, cada hoja, cada rama, cada flor, eran objeto de sus cuidados. Las palabras de aliento para continuar en su apostolado, no escaseaban a las Misioneras Catequistas, el padre Tritschler aprovechaba cuantas ocasiones le eran propias para enseñar y animar hablando a cada una en particular El Excmo. señor obispo de San Luis, recibía noticias de las Catequistas como solía llamarlas; gustaba saber de sus trabajos misionales, de sus salud, de cuanto en todas y en cada una había o pasaba»
Contaba la madre Sofía que algunas veces intentaron llamarle “nuestro Padre”, y él les contestaba con firmeza que no era su fundador y que no había por qué llamarlo “nuestro Padre” Actualmente “Las Violetas Misioneras Catequistas de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, son de Derecho diocesano y trabajan en centros de evangelización en varias partes de México, en España, África y los Estados Unidos de América.
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El hombre sabio y virtuoso Dice de don Guillermo la Bio-Bibliografia Eclesiástica Mexicana de monseñor Emeterio Valverde y Téllez obispo de León: «Monseñor Tritschler goza de muy justa fama de sabio, no solamente en las ciencias eclesiásticas sino en las profanas y en el conocimiento de las bellas artes cultivadas por el Cristianismo»
El señor Tritschler era un constante estudioso y conocedor profundo de la historia del arte y del arte mismo. Y no solo en el plano teórico sino el práctico: su otro biógrafo, Porfirio Valdez, subraya las sugestiones hechas por don Guillermo para la ornamentación y decorado del Palacio de Bellas Artes, del Seminario de Tlalapan, y de otras obras en la Ciudad de México. El historiador J. Ignacio Rubio Mañe, en la biografía de don Martín Tritschler, al referirse a su hermano don Guillermo, lo describe como: «Digno sacerdote, celoso y humilde maestro, amenísimo conversador, conocedor inquieto de la pintura y la arquitectura que le valieron su elección como miembro de la Academia Mexicana de la Historia»
Efectivamente, en 1939 don Guillermo Tritschler y Córdova fue nombrado académico para ocupar el sitial N°24, vacante por renuncia de don Carlos R. Menéndez. En el tomo segundo, del Diccionario Porrúa de Historia, Biografía y Geografía de México, en los apuntes biográficos sobre Guillermo Tritschler, p. 2175 dice: «Tenía brillantes conocimientos no solo en ciencias eclesiásticas sino también en arqueología, literatura, historia de la pintura y de la arquitectura y arte religioso, que le valieron su elección para la Academia de Historia, correspondiente de la Real de Madrid»
Pero fundamentalmente don Guillermo fue un teólogo que tenía en su memoria la historia de la salvación y recitaba concordados los pasajes de los cuatro evangelistas, haciendo ver cómo se explican y se complementan todos entre sí. También podía hablar de cualquier época de la Historia de la humanidad y de la Iglesia. En sus clases de Ética atraía de las alturas para sus alumnos, la enseñanza filosófica que abre y agudiza el entendimiento para concordar las leyes humanas con las divinas. Así mismo enseñaba las
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lenguas clásicas, siempre acudiendo a la raíz de las etimologías para ahí alzarse a la raíz de toda la verdad que es Dios mismo. Su cuarto en el Seminario, su biblioteca en la casa episcopal en San Luis, o en la que lo vio morir en los anexos del templo de nuestra Señora del Roble de Monterrey, eran un “trasunto de la Academia”. En sus libros, discos, cuadernos de arte, fototeca y archivos personales, almacenaba gozoso lo que había guardado en su mente y su corazón y lo explicaba como llevando de la mano a sus oyentes por los tesoros de las ciencias y las artes. Recitaba de memoria a Horacio y a Virgilio, y en la Divina Comedia, parecía que acompañaba a sus oyentes por los destellantes y abismales senderos del poema. Decía el canónigo Ángel María Garibay del maestro Tritschler: «Todas las armonías de la verdad, todos los hilos de la trama admirable de la ciencia se unen en su mente. El comprende a todos. Verdaderamente con justicia pudiera escribir sobre su frente: Me he hecho todo para todos, para ganarlos a todos para Cristo»
Por todo esto le dieron en 1940 un sitial en la Academia Mexicana de la Historia, correspondiente a la Real de Madrid, y lo recibieron en la Academia Santa María de Guadalupe. Su entusiasmo contagiante y elocuente al explicar las obras maestras de todos los tiempos condujo a rodearse de algunos de los más connotados artistas contemporáneos suyos. Cultivo trato amistoso con el Dr. Atl y el grupo de maestros de pintura, arquitectura y escultura que embellecieron el Teatro de Bellas Artes, que como hemos dicho, influyó por sugestiones suyas en algunos detalles para la ornamentación y decorado del Palacio de Bellas, del Seminario de Tlalpan y de otras obras en la ciudad de México; fue conocedor de los maestros de las artes coloniales mexicanas, los Juárez y los Echave, Cabrera y Alcíbar y justiprecio las obras de Diego Rivera y Orozco. Otra manifestación por su gusto al arte fue su mecenazgo para varios artistas que luego congregaría para el embellecimiento pictórico del Templo Basilical de la Purísima de Monterrey: Benjamín Molina, Federico Cantú, Jorge González Camarena, Jesús Leal Galván, y a dos maestros alemanes, de la escultura de diferente escuela pero de altísimo valor cada uno: Herbert Hofmann de Ysenbourg, cuyos talleres visitaba frecuentemente don Guillermo en Coyoacán y al que
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encomendó el grupo escultórico en bronce, Jesucristo crucificado y los apóstoles para el frontispicio del templo. Cuando don Guillermo era catedrático en el Seminario conoció las obras de Adolf Laubner, un alemán recién llegado a México que realizaría los relieves del pórtico de la Basílica de Guadalupe, la monumental talla escultórica en madera de cedro para el órgano de la Colegiata de de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos y apreció las cabezas de personajes que tenía el artista en su estudio, con esto don Guillermo recordando estas obras, lo invitó para que realizara la estilizada figura destellante de simpleza de la Purísima Concepción de María de seis metros de altura en barro cocido que remataria la torre de piedra laja de 43 metros de altura para su templo de Monterrey. A Fidias Elizondo un artista regiomontano le encargo la escultura de Cristo Rey, de grandioso manto dorado para otro gran templo así mismo herencia de don Guillermo para el pueblo católico de Monterrey. Otro artista que conoció en sus albores fue Ángel Zárraga, poeta, pintor y escultor duranguense, cuando expuso su obra a los 21 años en 1907 en la Academia de Bellas Artes de México, a quien le encomendó una obra importantísima para Monterrey: la obra monumental de la decoración del fondo, las paredes y el techo abovedado del presbiterio de la catedral regiomontana, muchas críticas levantó tal proyecto por su revolucionaria innovación al arte modernista, pero triunfo la perseverante sabiduría de don Guillermo, y ahí permanecen para las generaciones, los frescos admirables que Zárraga ya había plasmado en Paris, Francia en 1924 con la virgen María entronizada y al fondo la Torre Eiffel pero ahora con el Cerro de la Silla. Tal fue su obra en Francia en la Capilla de Guebriant, Alta Saboya en 1935 que la repite en Monterrey con la Anunciación, las Bienaventuranzas y la Resurrección de Jesucristo. La obra del Jesús muerto en brazos de su madre en la Ciudad universitaria de Paris en 1937, y que la repite en 1941 en el fresco central de la Iglesia inferior consagrada a la Santa Teresita del Niño Jesús en St. Ferdinand des Ternes en Paris, inspiraron para la Piedad en el muro oriente de la Catedral de Monterrey.
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Hubo quienes criticaron a monseñor Tritschler por pensar que las pinturas de Zárraga no correspondían al estilo de la catedral regiomontana, pero los críticos la calificaron como “la primera obra monumental de arte religioso en América” Durante la realización de los murales, el arzobispo don Guillermo acudía casi a diario a observar los avances a los cuales dirigía su cámara dejando fotografías que ahora ilustran estas páginas, su cámara que era una Leica alemana –se pronuncia laica–al utilizarla en algo sagrado decía: “es laica pero retrata muy bien las obras religiosas”
Su afición a las cumbres Quizá el más significativo de los recuerdos de su formación antes de dejar siendo aun niño el seno familiar, fueron los paseos por los bosques de oyameles al pie del Cerro de la Estrella o Pico de Orizaba, la majestuosa montaña que su padre llegara a conquistar; este valioso recuerdo imperecedero entre los pocos que retenía en su mente lo llevo a gozar de las alturas de las montañas mexicanas a donde lo acompañaban sus hermanos sacerdotes. En septiembre de 1920 con tres de ellos, Paco Arriba, Jesús Pallares, Celestino Fernández y Luis G. Sepúlveda y el Ing. José Luis Osorio Mondragón ascendió al Volcán Iztacihuatl, al este del Valle de México, llegando a sus nieves perpetuas a más de cinco mil metros de altura, con una temperatura de más de quince grados bajo cero, solo acompañado de Fernández y Sepúlveda. En su libro “Los Oasis del camino” Sepúlveda narra paso a paso aquella excursión: «Muchas has sido las excursiones que se han hecho al Popocatepetl y al Iztacihuatl ese año, pero me cabe la satisfacción de afirmar que nosotros fuimos los primeros de esa serie»
Don Guillermo escaló varias veces otra de las más grandes alturas de la Altiplanicie Mexicana, el Popocatépetl, su primera ascensión la realizó en octubre de 1922 de la cual también existe una detallada narración hecha por el padre José Castillo y Piña.
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El padre Federico Escobedo7, “Tamiro Miceno” entre los Árcades de Roma, en el soneto “Amice, ascende superius”, le dedicó con un poema la hazaña histórica de haber celebrado el padre Tritschler por primera vez una misa en la cumbre del gran volcán: Subiste del Popoca hasta el nevado, Piramidal y descubierto cono, Sirviéndote el volcán de regio trono e inmolaste el Cordero Inmaculado
Después en octubre 1923 en compañía de dos seminaristas y el padre José Hernández subió don Guillermo al Xinantécatl o Nevado de Toluca, al sureste de la ciudad de Toluca, alcanzando el Pico del Fraile a 4558 metros s.n.m. Allí, en la nívea cumbre plateada por el sol don Guillermo comenzó a rezar el santo oficio, la oración oficial del hombre de la Iglesia.
Una imagen inédita de don Guillermo probablemente cuando era canónigo penitenciario de la Basílica Catedral Metropolitana.
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Sus meritos de poeta clásico le valieron pertenecer a la Real Academia Española. Fue el primer presidente honorario vitalicio del grupo literario “Bohemia Poblana” agrupación que a su muerte le erigió un monumento con su busto en bronce en el jardín que lleva su nombre, ubicado en la 16 de septiembre y 23 Oriente de la Angelopolis. 324
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El padre Antonio Brambila también rememoró esas ascensiones: «Yo mismo lo acompañe en 1938 al Popocatépetl para celebrar dignamente sus 60 años de edad y los 30 de haber celebrado una misa en el cráter, cuando nadie en México se preocupaba del alpinismo»
Este hombre amante de las alturas se extasiaba en la contemplación de la obra de Dios creador y después reflejaba en la vida espiritual el amor a las alturas de las virtudes. Ángel María Garibay que retrató en sus sermones y oraciones fúnebres al señor Tritschler, explica así este doble amor a las cumbres excelsas: «Yo tengo un símbolo de la serenidad del padre Tritschler. Permitid que acuda a mis recuerdos personales. En una ocasión al borde del cráter del Popocatépetl, nos sorprendió una tormenta. Los vientos y los copos azotaban nuestros rostros; la majestad imponente de la naturaleza oprimía nuestros corazones, los rumores del cráter nos empavorizaban. Todos anhelábamos huir. Solo había un hombre que se erguía sereno: solo el sonreía. Así es en la vida: cuando todos los corazones se descuajan en las tormentas del infortunio, cuando las almas ruedan abatidas por el vendaval de las pasiones, cuando las demás se desmoronan en los vaivenes de la amargura: él, cual columna de granito esta impávido, indomable, envuelto en el manto níveo de la serenidad»
Al transcribir estos recuerdos también viene a mi mente la misma serenidad que demostró don Guillermo cuando su barco se hundió durante el viaje que hicieran con su hermano a Europa en 1911, siendo los últimos en abandonar el barco, como lo apuntó el New York Times en su edición del 14 de Mayo de 1911. Siempre buscó un encuentro con las alturas, desde la escalada al Tancítaro, el cerro más alto de Michoacán cuando seminarista, hasta las excursiones a la cima del Cerro de la Silla, símbolo de heráldica natural de la capital de su arzobispado. Don Guillermo era pequeño de cuerpo y grande de alma. Sabía hablar de todo, menos del bien que hacía a los demás Era hombre de cumbres y es en la soledad de las cumbres en donde el hombre encuentra la perfecta compañía: Dios ***
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o y menudo de cuerpo, blanco de tez, con unos ojos grises acero a menudo penetrantes y siempre paternales con igna calvicie temprana y un perfil que evocaba instantáneamente el del gran León XIII”.
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La única fotografía a color que se le conoce al queridísimo arzobispo, le fue tomada por el entonces seminarista y hoy cronista de la arquidiócesis de Monterrey monseñor Aureliano Tapia Méndez el 27 de marzo de 1952. 329
Acta del bautismo de Joaquín Tritschler y Córdova
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Capitulo
6 Los hermanos de don Martin y don Guillermo Joaquín Tritschler y Córdova (1869-1906)
M
artin y Rosa María, vieron nacer a su segundo hijo el 28 de septiembre de 1869, en la misma calle de las Damas en que naciera su hermano Martin un año antes, e igualmente bautizado por su tío el canónigo Prisciliano Córdova. Se celebró el día 6 de octubre siendo los padrinos sus tíos don Juan Crisóstomo Dávila y doña Dolores Córdova, como consta en el acta correspondiente en los archivos de la Doctrina de San Andrés del año 1869 marcado con el numero 4 a fojas 2 frente, bautizándolo con los nombres de Joaquín Luis María de Jesús Atilano. Es de imaginarse, que Joaquín, padre de mi abuela Carolina, recibiera la misma educación elemental que su hermano Martin, es decir, que fuera acolito de la parroquia de San Andrés, siendo su primera educación con las Beneméritas Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul y así mismo haber sufrido el cambio de su educación debido a la expulsión de los religiosos encargados de la educación en San Andrés, esto en virtud de las reformas emprendidas por Lerdo de Tejada en esos años. Cito un pequeño detalle de la vida de su ilustre hermano Martin que dice que Don Martin y Doña Rosa contaban que siendo pequeños sus tres hijos, Martin, Joaquín y Alfonso, les preguntaron que querían ser de grandes a lo que, adelantándose contestó el pequeño Martin: Yo quiero ser Obispo1. Esta insignificante anécdota bien pudiera servir 1
Márquez Montiel, Joaquín, Hombres celebres de Puebla, p. 357 que a su vez cita a Rubio Mañe biógrafo de Martin Tritschler arzobispo de Yucatán. 331
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para responder el porqué de los dos hermanos mayores, Martin fue el escogido por su padre y su tío Prisciliano para ser llevado a Puebla a continuar sus estudios, quedando Joaquín a los 10 años como el mayor de sus tres hermanos Rosa María, Alfonso y Guillermo ya que Ma. Dolores, Ma. Luisa y el otro Guillermo habían fallecido. Dos acontecimientos más marcarían la vida del pequeño Joaquín: la pérdida de su madre acaecida el 18 de marzo de 1881 cuando tenía aun 12 años y la despedida de su dos hermanos pequeños Alfonso y Guillermo llamados también por su tío Prisciliano a la ciudad de Puebla quienes serian posteriormente enviados a Roma para alcanzar a su hermano Martin en el Colegio Pio Latino Americano. Después de la gran merma de miembros de la familia, Joaquín permanece con su padre Martin y su hermana Rosa María.
“Tichil” mi querido cajista Durante su adolescencia Joaquín asistió a la escuela, ayudó a su padre que ya frisaba los 70, y más tarde, a los 19 años, obtuvo su primer empleo como oficial de tipografía de la Revista “El Colibrí”. La revista se funda un año antes, el 14 de agosto A los 19 años, don Joaquín Tritschler se desempeñó de cajista en la imprenta de la revista “El Colibrí” en San Andrés Chalchicomula, poco antes de partir a I. de Matamoros, Puebla como administrador de las fincas de los señores Mier.
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de 1887 con el apoyo económico de algunas distinguidas personas, entre ellos, y sin contar al jefe político Atenógenes N. Carrasco, los señores José Ma. y Basilio Bulnes, quien
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seria vice cónsul en Estados Unidos y los dos, parientes de la familia de la Casa de la Magnolia; Bernardo Ruiz de Santiago, Antonio y Octaviano Couttolenc hijo del inmigrante francés Joseph Antoine Couttolenc e Ismael Rosains. Hemos de decir que Joaquín Tritschler vivió durante “La Belle Époque” Sanandreseña que trató de imitar la cultura europea de fines del siglo XIX, y que tuvo como generadora las grandes fortunas que surgieron del sistema económico de haciendas, esto a raíz de la Ley de nacionalizaciones de los bienes eclesiásticos que configuró un latifundismo laico en todo el país. Es interesante hacer notar que el autor del libro “La casa de la Magnolia historia de familias 1882-1970” Saúl Arellano Montiel destaca en dos capítulos: “Algunas familias de San Andrés” y “Casas con historia” esta casa que fue residencia de doña Carmen y doña Dolores Bulnes “Las Damas de la Magnolia”, hija de Carmen fue el arzobispo Luis Ma. Altamirano y Bulnes entre otras distinguidas personas de esta familia, además la de Manuel M. Flores el insigne poeta, la residencia y haciendas de los Ruiz de Santiago, la casa y haciendas de Isidro Molina, las casas de los hermanos Couttolenc, copropietarios de la inmensa hacienda de San Diego Jalapasco que abarcaba el mismo Pico de Orizaba!, ¡increíble que una montaña haya sido propiedad de una familia!, la de Apolinar Castillo, que fue gobernador de Veracruz, la de Agustín de Corcuera, la de José María Ortiz de la Borbolla donde se hospedó Maximiliano de Habsburgo el 28 y 29 de abril de 1865 para inspeccionar el Ferrocarril Mexicano en construcción, la de la familia Rosainz y la casa Sesma que perteneciera a los insurgentes que ayudaron a Morelos, y en esa lista incluye el autor Arellano a la familia de los Tritschler y Córdova y su residencia de la calle de las Damas n° 10 y la hacienda Santa Ana, propiedad de don Joaquín de Córdova desposándose en la capilla de su hacienda con doña María Rosa Puig Vicente y lugar donde nació doña Rosa María Córdova. Estos mismos apellidos: Ruiz de Santiago Molina y Couttolenc aparecen en las partidas de registros de los diferentes actos civiles y religiosos de la familia Tritschler. En este ambiente demodé, nacarado, sutil y almibarado de la alta sociedad Sanandreseña vivió su infancia y juventud don Joaquín 333
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Tritschler que dejo alguna huella de su paso en la historia de la bucólica población cuando se presentara ante el Dr. Antonio Carreón, que era el Redactor y Director de la revista “El Colibrí”, después de que un incumplido oficial dejara su puesto, como el mismo Dr. Carreón dijera a sus lectores explicando las razones de porque algunos artículos no salían a tiempo, ya que el citado, llegaba tarde o no estaba a la par de la celeridad con la que se redactaban los artículos de los no pocos redactores de la revista, –hago notar que la tipografía en el siglo XIX era una oficio a lo sumo tedioso que recompensaba solo por la gran cultura adquirida–. Este nimio detalle, que atestiguó quien esto escribe a través de la lectura de estos antiguos ejemplares que forman parte del acervo histórico de la biblioteca “La Fragua” de la BUAP, sirve a mi parecer, para entrever algo de la personalidad de mi bisabuelo: su esmero y responsabilidad hacia su trabajo, granjeándose no solo la confianza sino las simpatías de su Director el Dr. Carreón. El Doctor que tras el seudónimo de “SYR”, y siempre, en sus primeras páginas, relata el acontecer social y cultural del la pequeña población de San Andrés; en su estilo muy personal, narra, cual notas de la sección de sociales actuales, acontecimientos de la vida de Chalchicomula a finales del siglo XIX y además incluye artículos de destacadas personalidades de las letras de su tiempo como el Lic. Patricio Carrasco, José Fernández de Lara, el Lic. Ignacio Pérez Salazar y el eminente Dr. Rafael Serrano.2 “Tíchil”, como lo llamaba afectuosamente el Dr. Carreón, quizá por la incorrecta pronunciación que de niño hacia don Joaquín de su 2
El Licenciado Patricio Carrasco, nació el 17 de mayo de 1849, egresado del Colegio del Estado y del Seminario Palafoxiano, fue un activo abolicionista de la pena de muerte, regidor del Ayuntamiento y abogado consultor del gobierno, fundó la revista “La Lira Poblana” y fue consejero del gobierno del Estado. José Fernández de Lara, distinguido poeta y literato, nacido el 8 de febrero de 1840, egresado del Seminario Palafoxiano, desempeño varios puestos en el gobierno, fundó sociedades literarias y colaborador en diferentes diarios, Guillermo Prieto lo destaca como el más popular de los poetas poblanos, murió en 1895 y sus restos descansan en el panteón de la Piedad. Cordero y Torres, Enrique, Diccionario Biográfico de Puebla, Tomo, 1973. Dr. Rafael Serrano, la más alta celebridad del Colegio del Estado, nació el 13 de diciembre de 1858, médico cirujano, abogado, filosofo y escritor de obras científicas. 334
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propio apellido, era un gran aficionado a los toros al teatro así como a las fiestas y al canto. Se respira, a través de la chispeante prosa del Dr. Carreón, un ambiente bohemio y despreocupado de una clase acomodada y culta apegada a las tradiciones y festividades tanto religiosas como patrias de esta recoleta localidad de San Andrés, que tenía en ese entonces una población de 13 000 habitantes que fueron reduciéndose para finales 1900 a 9000 y en 1930 a 6500, lo cual indica que San Andrés tenía una mayor relevancia en el Estado antes del siglo XX. En el “El Colibrí” se vislumbra una pequeña población empeñosa de sacudirse el letargo que padecen los pueblos pero pujante y que ve al exterior, que celebra ferias, exposiciones y manda sus productos a otras con miras a un intercambio comercial; hay corridas de toros, se celebran las festividades para conmemorar la independencia con desfiles, carros alegóricos y actos públicos, bandas de músicos que se traen de otros lugares y obras de teatro que son comentadas con sentido crítico, las “jamaicas”, o ventas de caridad, para algún fin benéfico se celebran con naturalidad y en lo religioso son incontables las procesiones y festividades.
San Andrés Chalchicomula con la Iglesia parroquial del Jesús de las Tres Caídas, de fondo se yergue majestuoso el Citlaltepetl, la montaña más alta de México, foto de principio del siglo335 XX.
Portada y contraportada de la revista “El Colibrí” 336
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Don Martin de 78 años de edad, expresaba en esta carta preocupación por la delicada salud de su hijo Joaquín de 23, quien ya trabajaba en las haciendas de los Mier en I. de Matamoros en donde mi abuela Carolina Tritschler nació el 10 de julio de este mismo año.
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Don Joaquín Tritschler y Córdova en la Hacienda de Tepeojuma en 1900, (segundo de la izquierda) acompañado de tres mayordomos.
Administrador de fincas rusticas Entre 1889 y 1890 Joaquín renuncia a su trabajo de cajista cuando su padre lo envía con su viejo amigo de Puebla, Sebastián B. de Mier, quien lo emplea en sus proyectos empresariales en expansión de la región al sur de Izúcar de Matamoros. En estos años De Mier aun no adquiría las haciendas de Matamoros ya que como veremos su objetivo a través de la sociedad denominada “Empresa del Atoyác” era el trasvase de las aguas de este rio al del rio Nexapa con el fin de vender o arrendar ese caudal a sus ribereños, cuando estos se niegan a comprar las aguas excedentes; en lo que representó un fracaso inicial, De Mier se vio precisado a comprar las haciendas de la región para disponer de tierras en las cuales emplear el agua, es entonces cuando De Mier nombra a mi bisabuelo Joaquín su administrador general en Tepeojuma, San Juan Raboso, San Félix 345
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Rijo, Tatetla y San Nicolás Tolentino. Un censo oficial de la época sirve para apreciar las dimensiones de tres de ellas: Distancia métrica a Izúcar de Matamoros y habitantes por hacienda1 Raboso 4000 h. 1213 San Nicolás Tolentino 8000 h. 500 Tatetla “La Galarza” 4000 h. 430 Joaquín Tritschler se establece en la de San Nicolás Tolentino junto a sus 500 trabajadores permanentes; en el puesto de administrador general, cargo que atendiendo al escalafón jerárquico de las haciendas de aquel entonces, se auxiliaba de un escribiente y varios “mayordomos” o calpixques, (en este libro, Joaquín aparece con algunos de ellos en la hacienda de Tepeojuma, en una fotografía del año 1900). En ese entonces y acaso por la amistad de Sebastián, intimo amigo del presidente Díaz, o por la reciente consagración de su hermano Martin como obispo de Yucatán en la que además estuvo presente doña Carmen Romero Rubio de Díaz, que fuera invitado mi bisabuelo Joaquín al festejo que por motivo de fin de siglo se celebrara en Palacio Nacional, recuerdo de esa ocasión que estuvo en posesión familiar y que no resistió al tiempo pero que a la letra decía: El Presidente de la República tiene el gusto de invitar a Ud. para la cena y baile que para recibir el comienzo del nuevo siglo, ofrece a la sociedad mexicana en el Palacio Nacional, la noche del último día del año. Señor Joaquín Tritschler y Córdova
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División territorial del Estado de Puebla reformada en 1902, 2ª Edición Oficial, AGEP. 346
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Don Joaquín además de la administración tenía a su cargo, la contratación y pago de los trabajadores de San Nicolás y de sus haciendas aledañas, que abarcaban una variedad de oficios dentro de la multiplicidad de funciones: carpinteros, herreros, albañiles, alfareros, leñadores etcétera, y los que por la asignación mensual de su salario eran llamados “meseros”: caballerangos, arrieros, vaqueros, pastores y criados, así como los llamados “peones encasillados”, quizá los más numerosos entre los trabajadores residentes de San Nicolás. Visité las ruinas de la ex hacienda y su colosal acueducto de 10 kilómetros de longitud; ahí, sus enormes chacuacos o chimeneas develan su actividad de ingenio azucarero con sus edificios de calderas donde se hervía el jugo de caña que después era enfriado en el cuarto de purgas, de los trapiches donde se molía la caña no queda nada, pero aun se respira la monumentalidad de sus patios de trabajo, de sus rampas y escalinatas, y de sus enormes bodegas; como en la mayoría de las haciendas no faltaba una Don Joaquín en un retrato del taller capilla cuyo atrio delimitaba un de fotografía “Daguerre” de la calle campo santo, aquí la capilla de Santa Clara N° 10, hoy 2 Norte resistió a la Revolución 400, alrededor del año de 1900. 347
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mientras el casco se fue consumiendo por el abandono y la ruina. Es sabido que las haciendas contaban con los últimos inventos traídos del extranjero como el teléfono, la caja fuerte o la máquina de escribir que Joaquín empleó para escribir a su hija las cartas que forman parte de este libro; aun se puede imaginar el lujo y la comodidad de la casa principal de San Nicolás, sus tapices y ornamentos, pesados armarios y grandes espejos de marcos dorados, candelabros, tapices y quizá un piano o una mesa de billar, en contraste con la distante calpanería donde vivían los peones de la hacienda. Los latifundios como San Nicolás Tolentino ocupaban grandes extensiones de terreno pero su éxito se aseguraba si contaban con tierras fértiles fácilmente irrigables, el líquido que era relativamente escaso exigía para su aprovechamiento una labor constante en obras de captación, conducción y almacenamiento. Sin embargo en el caso de San Nicolás, esta propiedad fue de las últimas adquisiciones de De Mier, cuyo plan original fue la de efectuar un trasvase de aguas del rio Atoyác al Nexapa con el propósito de arrendarla o venderla a los rivereños, proyecto que hemos dicho, fracaso ya que no solo no vendió sino que surgió un conflicto entre De Mier y los ribereños del Nexapa que duro varios años, pero veamos quien fue Sebastián Benito de Mier. De Mier figura como un miembro destacado de la elite mexicana porfirista de primer orden; la ola revolucionaria de 1910 ha venido a restarle atención dentro de la historiografía de la época, a pesar de que constituyó con sus esfuerzos empresariales a que la Ciudad de Puebla se acompasara en alguna medida con el progreso derivado de la Revolución Industrial, difícil, no obstante por los rezagos acumulados en el rubro social, a las guerras de intervención y de reforma, sin mencionar las enfermedades que diezmaron la población. Aunado a esto, su carácter de personaje paradigmático y representativo de una clase social que se encuadra en los mejores años del porfirismo, pero sobre todo por esa añeja amistad con mis antepasados Martin y su hijo Joaquín, su hombre de confianza, que lo hace relevante y de interés para dedicarle un espacio en un esfuerzo al mismo tiempo de recrear el momento y lugar histórico en el que vivió don Joaquín Tritschler.
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Sebastián B. de Mier
Sebastián B. de Mier en un retrato de joven, años después seria ministro plenipotenciario del presidente Díaz cerca de los gobiernos de Francia e Inglaterra. Radicado en Paris, siguió cultivando amistad con el ex presidente en el destierro; como amigo de entrambos, De Mier sirvió también de contacto entre Díaz y el obispo de Oaxaca Gillow y Zavalza. Fotografía tomada en Paris en la década de 1860 con dedicatoria para Martin Tritschler en el anverso (página siguiente). 2
De noble linaje, Sebastián fue hijo de Bernardo Mier y Manuela Almendaro, familia asentada en Puebla tres generaciones atrás y emparentada con otras familias de igual importancia:2 los Tamariz y Almendaro y los Haro y Tamariz, con quienes los unían lazos familiares y relaciones de negocios. Se tiene noticia de que su padre, de pensamiento conservador, fue expulsado de la ciudad el 2 de abril de 1834 por haberse pronunciado en contra de las instituciones federales junto a otras 19 personas, después en 1841 aparece como propietario del Molino del Carmen que permutó por el Molino de la Teja, propiedad de Luis de Haro y Tamariz. En 1852 era dueño de la refundición de hierro de la calle 3ª de Colon hoy 7 Norte 2400, numero 507. En 1869 compró la casa del Molino de San Francisco y encarga a su sobrino el arquitecto
Sebastián B. de Mier era primo del arquitecto Eduardo Tamariz que se le recuerda por la conclusión de las obras de la Penitenciaria del Estado de acuerdo al trazo de José Manso (1867) y la Casa de Maternidad fundada por el legado del primo de este, Luis Haro y Tamariz, también decoró el Zócalo con un quiosco (1882-1883) que permaneció ahí por muchos años. 349
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Eduardo Tamariz su reedificación transformándola al estilo morisco3, esta casa permanece en pie tal como la concibiera Tamariz junto al parque de san Francisco. A la muerte de sus padres, Sebastián comienza a interesarse en varios proyectos empresariales al sur de la ciudad, uno fue la construcción de la vía férrea de Puebla a Atlixco que trazó y dirigió su primo Eduardo Tamariz y posteriormente el tramo a Matamoros; esta sección de Las populares carte-de-visite de la década ferrocarril Puebla-Atlixcode 1860, retratos de 5.6 x 8.75 cm. Matamoros fue parte de la línea férrea montadas en tarjetas de 10 x 6.25 cm., con famosa cámaras que tomaban de 2,4 y hasta 8 interoceánica que unió por impresiones en una misma placa a la vez, primera vez en la historia usadas por amigos como una clase de carta del país la costa del de visita, confirman la época de esta Atlántico con la del fotografía con dedicatoria; asimismo la de Pacifico. Otro proyecto Martin Tritschler, p.67 y la de Rosa María surgió a raíz de la Córdova y Puig, p.128, que guardan obtención del gobierno del iguales dimensiones. Estado de Puebla de la autorización para el aprovechamiento de las aguas del rio Atoyác; su primo y apoderado Eduardo Tamariz se dispuso de inmediato a la construcción de la derivación del rio Atoyác al rio Nexapa que comenzó en 1880; un viejo sueño desde la colonia que fue abandonado, pues dependía de la construcción de un canal de ocho kilómetros; en 1886 muere sorpresivamente a los 42 años de edad el arquitecto Eduardo Tamariz quedando inconclusas las obras del canal 3
Leicht, Hugo, Las calles, pags.168a, 186b, 373b, 446ª, 430b y 446ª. 350
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y las del ferrocarril dejando a otros la conclusión preliminar del canal, que ocurrió en 1887. Aprovechando una caída de 10 metros de este acueducto se instaló la primera hidroeléctrica con la que se comenzó a alumbrar a la ciudad de Puebla en el año de 1888. La Compañía de Alumbrado Público de la Ciudad de Puebla cuyo gerente era Sebastián B. de Mier fue la primera hidroeléctrica del país.4 Por la misma causa, quedaron inconclusas las obras del escape del ferrocarril de Matamoros a la hacienda de San Nicolás Tolentino, siendo por esta razón que mi bisabuelo participa en la supervisión de las obras de la estación que pronto fuera llamada “Estación Mier” de ferrocarril. En 1886 se ratifico el permiso y se comienza a construir un acueducto de 10 620 metros de longitud al tiempo que se construyó una presa de derivación, un canal a cielo abierto de 3928 metros, un túnel de 4 610 metros que atravesaba el cerro de Tzitzimil y finalmente otro canal de 2 082 metros, que venían a mejorar las obras del canal anteriores, y que finalmente fueron concluidas hasta 1898. Fue el propio presidente Porfirio Díaz quien acudió a inaugurar las obras de su amigo De Mier quien en honor del presidente bautizó al canal “Porfirio Díaz”, y fue todo un acontecimiento en Atlixco.5
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Campos Aragón, Leticia, Historia de la electricidad de la Ciudad de México y área conurbada 442 pp. Libros google. El primer alumbrado público en Puebla se remonta al siglo XVIII y eran farolas rudimentarias alimentadas con aceite, constantemente destruidas por la plebe; un segundo intento para alumbrar a la ciudad fue 1884 después de contratar el gobierno del Estado a la Sociedad para el Alumbrado de Gas norteamericana; por gas se entendía a la esencia de trementina o aguarrás, producto de la resina del pino. La luz eléctrica llego a Puebla en 1888 con la primera planta alimentada por leña o carbón que fue desplazada por la hidroeléctrica de De Mier. 5 El jefe político solicitó a los presidentes municipales de su distrito que reclutaran voluntarios para reparar el camino por donde debía pasar el presidente Díaz, se construyó un tramo de camino y a los propietarios de las fabricas se les pidió invitar a los operarios para acudir con estandartes alusivos a la industria y el trabajo. Castañeda González, Rocío “Las Aguas de Atlixco. Estado haciendas, fábricas y pueblos, 1880-1920”, Biblioteca del agua, pp., 130-154.
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Una fecha significativa guarda esta construcción junto a las chimeneas de lo que queda de la ex hacienda azucarera de San Nicolás Tolentino, 1898, cuando don Joaquín Tritschler era administrador de esta y otras fincas de los Mier.
Por otro lado, se puede demostrar su cercanía a la elite política y económica del régimen porfirista ya que al fundarse Ferrocarriles Nacionales de México, en 1910, figuraba como accionista al lado de los empresarios y políticos más prominentes, como Joaquín D. Casasús, Julio M. Limantour, Pedro Rincón Gallardo, Fernando Pimentel y Fagoaga, Luis Barroso Arias y Porfirio Díaz hijo, entre otros.6 Añadimos el hecho de que solo un cerrado círculo de amigos
De Mier se vio precisado a comprar entre otras la hacienda de San Nicolás Tolentino durante el conflicto con los ribereños del Nexapa, a su muerte en 1919 la hereda doña Guadalupe Cuevas de Mier y en 1924 pasó a manos del industrial William Jenkins, hoy el casco de la ex hacienda como muchas otras en el país se consumen por el abandono y la ruina. 6
Ídem. También Gutiérrez Alvares, Experiencias contrastadas, p. 126, habla de la amistad de Sebastián B. de Mier y Porfirio Díaz. 352
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acompañó a Porfirio Díaz en su lecho de muerte y entre ellos estaba Sebastián B. de Mier. El proyecto del Atoyác resultó en un relativo fracaso para De Mier, ya que antes de la construcción de sus obras no buscó un acuerdo con los hacendados de la rivera del Nexapa con el fin de asegurarse un mercado para sus aguas, así que cuando casi se concluyó el acueducto y De Mier quiso llegar a un arreglo con los rivereños del Nexapa todos se negaron a arrendar el agua7. De Mier se vio precisado a comprar las haciendas de San Nicolás Tolentino, Tepeojuma, San Félix Rijo, San Juan Raboso y zonas aledañas a la rivera, con el fin de disponer de tierras en las cuales emplear el líquido. No obstante, el trasvase de aguas del rio Atoyác al Nexapa significó la producción de energía eléctrica especializada para el consumo de la ciudad de Puebla y para la industria textil de la zona y el consecuente desarrollo económico de esta ciudad y de la zona agrícola de Atlixco. Aunque el proyecto de irrigación resultó en un fracaso para De Mier, ya que no obtuvo las ganancias que esperaba por este rubro, sus haciendas fueron muy prosperas. Después de la conclusión de las obras de la Empresa del Atoyác en 1899, De Mier recibió propuestas de arrendamiento por parte de la empresa representada por J. W. Ebert quien se interesó por la caída de 143 metros formada por la pendiente de la derivación del rio Atoyác y su desembocadura en el Nexapa, que finalmente aceptó. Dicha empresa se denomino Compañía Portezuelo de Electricidad y Fuerza Motriz que siguió vendiendo, aunque con más fuerza –5 000 caballos– a la ciudad de Puebla. Al mismo tiempo, De Mier, una vez arrendada las aguas a la empresa norteamericana y dejando el despacho de sus asuntos a su personal de confianza, desvió su atención al servicio diplomático al cual sería fiel hasta el final de su vida, ya que una vez en Europa, transitó de puestos diplomáticos representando a México en diversos países. 7
La autora Roció Castañeda analiza con profundidad este conflicto, véase: Castañeda González, Roció “Una idea frustrada, El conflicto entre Sebastián B. de Mier y los rivereños del Nexapa”, en el texto “Las Aguas de Atlixco” pp., 130-154. óp. cit. 353
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Con la nueva Ley Orgánica de 1896 del cuerpo diplomático mexicano que se basaba en la fama y el honor de los candidatos para puestos en el extranjero, el porfirismo contribuyó a establecer un alto grado de diferencias sociales, no obstante la Constitución liberal del 57 que abolió los títulos nobiliarios, los candidatos idóneos de acuerdo a la nueva Ley, tendrían una buena preparación académica, dominio de otro idioma, y tener habilidades sociales, pero que estuvieren dispuestos también a echar mano de sus fortunas para compensar los bajos salarios que el presupuesto permitía debido a los enormes gastos que implicaba el servicio diplomático. Los apellidos más renombrados de la política y de la aristocracia mexicana, eran lugar común en las legaciones diplomáticas mexicanas en Europa: Escandón, Yturbe, Béistegui, Martínez del Rio, Landero y otros. De Mier, había tenido un cargo diplomático al ser nombrado representante ante Irán el 20 de agosto de 1889, pero es hasta el 18 de octubre de 1899 cuando De Mier toma una cartera importante para los negocios en México; Díaz lo asigna como ministro plenipotenciario en Londres, pero permanece solo hasta 2 de marzo de 1900; vuelve a presentar sus cartas credenciales al Rey Eduardo VII a la muerte de la Reina Victoria, al término de su misión en Londres, Díaz lo asigna cónsul en Paris donde es nombrado Comendador de la Legión de Honor ante representantes europeos y americanos8. Cabe hacer notar que funcionarios homólogos de clase media que desempeñaban deberes consulares monótonos laboriosos y de poco lustre, consideraban “playboys” a diplomáticos como De Mier, cuyas vidas transcurrían en eventos culturales y sociales; no obstante la mayoría reconocían el papel crucial que jugaban los dandis de la diplomacia. Emilio Pardo Sabariego, Ministro de México en los Países Bajos, hacía notar que los diplomáticos aristócratas como De Mier conseguían más que los funcionarios de clase media debido a que tenían libre ingreso a la sociedad local; la diplomacia, apuntaba, era algo fácil y natural “a aquellos con grandes apellidos”. Justo Sierra Méndez, uno de los mejores educados miembros del gobierno del presidente, Ministro de Educación, poeta, historiador y traductor de los clásicos romanos, expresaba un dejo de inferioridad en sus 8
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comunicaciones con el diplomático patricio Sebastián B. de Mier y Almendaro, Ministro Plenipotenciario de México en Francia –Mucho me temo– apuntó Sierra Méndez9 en 1908: –Que debido, un poco a nuestra inexperiencia con la alta sociedad de aquí que es necesaria su presencia especialmente para resolver los asuntos que tienen que ver con nuestro prestigio–.10
Díaz en su autoexilio en Francia siguió cultivando la amistad con su amigo De Mier radicado también en Paris, siendo por medio de él que siguiera en contacto con algunos amigos de México como monseñor Guillow y Zavalza.11 Aun después de la muerte de Díaz, De Mier, permaneció en el servicio diplomático, siendo embajador del gobierno carrancista en Alemania hasta 1919, año de su fallecimiento. Joaquín Tritschler falleció el 24 de octubre de 1906, a sus funerales no pudo asistir Sebastián que fue informado en Paris del fallecimiento de su amigo y empleado de confianza.
Rosa María Tritschler y Córdova “María de Jesús” Rosa María fue la tercera hija de don Martin Tritschler y Rosa María Córdova, nació en la misma fecha que su hermano Joaquín del año siguiente, el 28 de septiembre de 1870, y fue bautizada por su tío Prisciliano Córdova el primero de octubre con los nombres de Rosa María de los Dolores Micaela, siendo sus padrinos don Vicente Palacios y doña Luz Ocampo como dice su acta inscrita en el libro de bautismos de la doctrina de San Andrés del año de 1870 a fojas 115 n°683.
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Es curioso que el arzobispo Martin Tritschler previa a la visita de Justo Sierra a Yucatán en 1905, estableció una colecta para erigir una estatua en el Paseo de Montejo, que aun existe, al ferviente defensor de la Iglesia católica, el padre de aquel, don Justo Sierra O´Reilly. 10 Macías Gonzalez, Víctor M., The Mexican Aristocracy in the Porfirian Foreign Service, The University of Wisconsin, La Crosse, pág, 25 11 Márquez Montiel, Joaquín, Hombres Celebres de Puebla, Tomo I, Ed. Jus, 1952, p., 372.
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Rosa María Tritschler, en una foto de finales del S. XIX.
Estudió de pequeña en la escuela para niñas junto al templo de San Francisco llamada “Guadalupana”, donde impartía clases Margarita Salazar. Cuando Joaquín parte para las haciendas de Matamoros en 1889, Rosa María permanece con su padre hasta que muere, el 6 de enero 1894, siendo la ultima en dejar la casa paterna. Ingresó a la Casa de la Misericordia Cristiana como postulante de la orden religiosa de las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres, en Puebla, el 2 de Octubre de 1899; entró al noviciado el 31 de diciembre siguiente, adoptando el nombre de María de Jesús, y por gracia especial se le concedió hacer sus votos perpetuos
el 1 de enero de 1901. La casa de la Misericordia Cristiana fue fundada en el año de 1894 por José María de Yermo y Parres, este colegio tenía un taller para niñas que subsistió hasta 1928.12 Al fundador de su orden religiosa, monseñor Yermo y Parres, hoy Santo de la Iglesia Católica, se le pidió desde Guadalajara que mandara personal que asistiera la casa orfanatorio de San Felipe para lo cual envió a María de Jesús tomando la dirección de dicha casa hasta su prematura muerte ocurrida en 1908. “Sus virtudes y caridad infatigables le llevaron a Superiora de la Casa de Caridad de San Felipe en Guadalajara Jalisco”13
12
Hugo Leicht, Las Calles de Puebla, p., 20ª. La actual casa original está siendo remodelada (2007) para acoger las reliquias de San José Yermo y Parres, ubicada en la 10 Norte y 20 Oriente antes Plazuela de Antuñano, lugar donde estuviera la fábrica de hilados “La Constancia Mexicana” fundada por Esteban de Antuñano. 13 Valdés, Porfirio Pbro. 1956 pag.,15 356
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Breve Historia de la Casa de Caridad de San Felipe En el año de 1898, el presbítero Salome Gutiérrez, perteneciente al Clero de Guadalajara, con motivo de haber enviado una joven para la vida religiosa entre las Siervas del Sagrado Corazón, solicito al padre Yermo, personal para un hospital que tenía pensado fundar en la ciudad de Guadalajara. El padre Yermo se mostró muy dispuesto a ello y aunque aquel sacerdote le había ofrecido un hospital, las María de Jesús Tritschler, obras que se abrieron en dicha Superiora de la Casa de Caridad ciudad fueron en cambio dos de San Felipe en Guadalajara orfanatorios con sus respectivas Jalisco. En junio de1904. escuelas. Pasó otro año, y el entonces canónigo de la Catedral de Guadalajara, Antonio Gordillo, puso a disposición del ahora santo una casa de su propiedad ubicada en Zapopan, cerca del Santuario Mariano homónimo, para que ahí estableciera un orfanatorio. El padre Yermo fue invitado por el canónigo Gordillo para que viniera a Guadalajara a coordinar la fundación, pero en ese periodo estaba muy enfermo y dejo encargado el asunto a la Madre Concepción. Las fundaciones que se proponían eran dos, ambas orfanatorios, uno que sería llamado Asilo de Caridad de San Felipe y otro, el orfanatorio de la Madre Santísima de la Luz. Fue el arzobispo Jacinto López, quien otorgó la debida aprobación y se fijo la fundación de ambos establecimientos para los primeros días de 1901. Estaba todo definido cuando murió de improviso el arzobispo Jacinto el 31 de diciembre de 1900, y por esta razón se aplazó la fundación de ambos orfanatorios para finales de enero. Diez hermanas 357
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acompañadas de la Superiora General, llegaron a Guadalajara el día 23 de enero y ese mismo día se llevo a cabo la fundación del Asilo de Caridad, y al día siguiente el del Orfanatorio de la Madre Santísima de la Luz. Desde los primeros días del orfanatorio de la Madre Santísima de la Luz, comenzaron a advertirse las dificultades. Faltaban los recursos para sostenerlo. Comenzaron a enfermarse las hermanas al grado que hubieron de ser trasladadas y sustituidas. Las hermanas que asistían al orfanatorio de la Madre Santísima de la Luz se retiraron definitivamente el día 26 de febrero del año de 1902 y algunas de ellas fueron destinadas a reforzar el personal de la Casa de Caridad de San Felipe. Posteriormente, la Congregación aceptó de nuevo la obra y envió personal en el que iba la hermana María de Jesús Tritschler con el cargo de Superiora. El 20 de mayo de 1904 se llevo a cabo la refundación. En el libro de historia del Orfanatorio se lee: ¡Dios Proveerá! «El día 20 de mayo de 1904 recibí la casa orfanatorio de la Madre Santísima de la Luz, entregada por cinco señoritas de la Conferencia, presenciando este acto María de Jesús Tritschler actual superiora de la casa de Caridad de San Felipe. El número de niñas que recibí fue de 50» María de Lourdes León
Al año siguiente, la familia de huérfanas y niñas abandonadas se había triplicado; de 50 pasaron a ser 147. La obra siguió progresando en todos los aspectos. En el año de 1905, bajo la dirección de María de Jesús Tritschler, los dos establecimientos se fundieron en uno solo. María de Jesús murió el 18 de enero de 1908 cerca del Santuario de Zapopan, lugar donde descansan sus restos. La Casa de Caridad de San Felipe, hoy Casa de La Madre Santísima Luz sigue funcionando hasta hoy a favor de las niñas pobres y abandonadas y por ellas, de toda la sociedad tapatía.
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María de Jesús Tritschler “Y Sierva del Sagrado Corazón y de los pobres” como indican las abreviaturas de la congregación a la que pertenecía, le escribía a Joaquín a pocas semanas de su fallecimiento el 24 de octubre del mismo año. Carito, es Carolina Tritschler, abuela del autor.
Carolina Tritschler la queridísima sobrina de los arzobispos don Martin y don Guillermo; la foto de en medio corresponde a la época cuando recibía en el internado las cartas de su padre don Joaquín y (derecha) después de fallecido éste, el apoyo decidido de sus tíos. Fotografías en poder de Cristina Velarde Tritschler.
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Don Joaquín Tritschler y Córdova posando con su hija Carolina, (abuela del autor) en un retrato del año 1905.
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Capitulo
7 Las Cartas a Carolina Tritschler omo “Las Cartas a Carolina”, los innumerables objetos conservados en viejas casas poblanas o los de ese maravilloso mercado del callejón de “Los Sapos” que con el paso del tiempo y del transcurrir de la épocas, dejaron de ser un día parte de lo cotidiano para convertirse en pequeños pedazos de historia; son el mudo testimonio de un pasado familiar, pero también nos remiten a un pasado común de las costumbres de nuestros ancestros; a diferencia de aquellas del frágil y quebradizo papel de valor puramente estimativo frente a los valiosos enseres que década tras década se revalúan, las cartas eran desechadas al cesto una vez que cumplían la función de informar a su destinatario, las pocas, protegidas por el libro y el cajón, como sempiternos náufragos del tiempo, hoy vibran y reverberan ante un “oído” que las quiera escuchar. Las aquí presentadas no refieren hechos históricos o develan algo inédito sino son simples epístolas que entreveran con “pluma” enérgica y educada el cariño y amor profundo de un padre a su única hija en un intento de prepararla para la vida. No pretendo hacer una biografía de Carolina, mi abuela paterna, sino que, a partir de los datos familiares recogidos acerca de ella, entender las circunstancias que rodean a sus cartas, con el fin de hacer un retrato familiar, cuyos personajes centrales son los dos arzobispos don Martin y don Guillermo Tritschler y Córdova.
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Mi abuela Carolina, la destinataria de estas cartas, nació en la tierra caliente y prodiga de las haciendas azucareras al sur de I. de Matamoros a las 5 de la mañana del 10 de julio de 1892, con el nombre de Carolina Jovita del Refugio Tritschler como declara su acta de nacimiento1; lo apartado de la hacienda de San Nicolás de Tolentino y la carencia de buenos colegios en Matamoros obligó a sus padres a enviarla desde pequeña a un colegio de niñas manejado por monjas anexo al Santuario de Nuestra Señora de Ocotlán cercano a Tlaxcala, en el mismo lugar donde su tío Guillermo rezó su primera misa después de ser ordenado sacerdote el 21 de junio de 1904; ahí comenzó a recibir cartas de su padre que luego continuarían cuando fue enviada a Puebla ese año como interna de un colegio particular para señoritas que estaba ubicado en la antigua calle de Pensador Mexicano n°1, –que aun existe y corresponde al primer edificio del lado norte de la calle 11 Poniente y 13 sur–, hasta la muerte prematura de su padre sucedida en 1906, la última carta de esta serie tiene fecha del 1 de octubre de ese año, a pocos días de su repentino deceso. Mi abuela recordaba vivamente el día en que llegaron al colegio a comunicarle la sorpresiva muerte de su padre ocurrida en la hacienda de San Nicolás Tolentino frente a una mesa de amigos –que pensaban que don Joaquín dormía–.Ella decía haber confundido a su padre con su tío Alfonso el emisario de la infausta noticia Semanas antes de su fallecimiento don Joaquín había hecho trámites para la importación de un automóvil americano que había pensado para su uso personal, el cual, como ironía del destino, llegó después de su muerte, entregáronselo a mi abuela como parte de su herencia y un dinero, según se cuenta en la familia, en forma de pequeñas bolsas de monedas de oro; ella recordaba también el enorme embalaje de madera del reluciente automóvil que poco después se le reembolsaría para emprender un negocio de restaurante con mi bisabuela Sixta Santana Aragón. Irónicamente igual fue el interés que 1
Libro de nacimientos del año de 1892 del Distrito de I. de Matamoros a fojas 17 del acta n. 319, donde dice que fue presentada a las 11 de la mañana del día 25 de julio de ese año para su registro, fuente: fondo antiguo AGE. Es interesante notar que los testigos del acto, Bernardo Chávez y Antonio Acosta, eran vecinos de la hacienda de Tatetla “La Galarza” propiedad de Sebastián B. de Mier y probablemente “mayordomos” de la misma. 364
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tenía su padre de enviarla a los Estados Unidos para continuar sus estudios probablemente a Bellafontaine, Estado de Ohio donde residía la señorita Blanca Villaseñor y amiga de la familia. Para sostenerse, adquirieron una casa de huéspedes y compraron un camión de pasajeros que hacia viajes entre Puebla y la Ciudad de México, al mismo tiempo mi abuela Carolina se preocupó por adquirir una educación formal y se inscribió como alumna del Colegio del Estado del cual egresó como enfermera con especialidad en ginecoobstetricia. Guarda el tintero de los recuerdos las muchas veces que mi bisabuelo viajaba a Puebla en el ferrocarril Interoceánico de Matamoros para pasar por su pequeña Carolina allá en el colegio de Pensador Mexicano; el señorial centro de la ciudad de los ángeles era el marco de sus recorridos y visitas familiares como a sus “tías” Lupita y Brígida Córdova hermanas de su abuela Rosa María, donde a falta de hermanos jugaba con el pequeño Alfredo Freyria Córdova –tío de su misma edad–, o acudían a comer al restaurant “Giacopello” uno de sus lugares favorito junto al flamante y reacondicionado Palacio Municipal. Tras la muerte de Joaquín, mi bisabuela Sixta Santana toma el lugar en las decisiones que involucraban la educación de la pequeña Carolina sin dejar de contar con el decidido apoyo de sus tíos Martin y Guillermo que no obstante de residir lejos en donde ejercían sus ministerios, siempre estuvieron al pendiente de ella de diversas formas, ya a través de sus tías Córdova o por conducto del ilustre presbítero y maestro Ignacio González Álvarez2 y a quien el Arzobispo Martin le encomendaba le tuviera al tanto de su sobrina. Las cartas posteriores a la muerte de su padre, son las que subsisten de las muchísimas que recibió de sus tíos, a lo largo de más de 40 años y algunas corroboran pasajes de la vida de los arzobispos y de la difícil situación a causa de la Revolución y las enfermedades. 2
Cuando joven desempeño un cargo honorifico en la Secretaria del Obispado estando al frente de ella el progresista sacerdote don Prisciliano José de Córdova; González Álvarez llegó a ser canónigo y secretario de la Mitra de Puebla, fundó asociaciones piadosas y un hospital para pobres. Su memoria la recoge Enrique Cordero y Torres en su diccionario biográfico de Puebla, p. 297. 365
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A los tíos finados de imborrable recuerdo y a todos los demás familiares, está dedicado este libro que busca interesarlos a ustedes en el pasado ancestral de nuestra familia a través del tronco común que compartimos: nuestra madre y abuela Carolina Tritschler Santana y todos por igual descendientes de don Martin y doña Rosa. De antemano ofrezco disculpas si algún dato se omite, es impreciso o erróneo: A Carolina Tritschler le arrebata la revolución su primer esposo, Juan Granda de origen español, que muere en 1917 a la edad de 25 años, de este matrimonio nació: 1. Rosa María Granda Tritschler nacida el 30 de julio de 1916 y fallecida el 6 de julio de 1987, profesora distinguida y de gratísima memoria que forjó una solida familia; se casó con el abogado defensor de derechos sindicales y de imborrable recuerdo el Licenciado don José Barrientos Reyes fallecido el 10 de abril 1986 y con quien tuvo seis hijos: 1.1 Juan José Barrientos Granda, nacido el 18 de febrero de 1942, Magistrado del H. Tribunal Superior de Justicia, casado con la Sra. Yolanda Carvajal, tienen tres hijos. 1.2 Carlos Joaquín Barrientos Granda, nacido el 5 de noviembre de 1943, Notario Público casado con Camerina de los Santos, dos hijos. 1.3 Jorge Alejandro Barrientos Granda, nacido el 7 de abril de 1945, Ingeniero en petróleos, casado con Margarita Gutiérrez Olea, tienen dos hijos; 1.4 Rosa Gema Barrientos Granda, nacida el 14 de abril de 1947, profesora y académica, casada con el Sr. Juan José Cantú, tienen dos hijos. 1.5 Armando Barrientos Granda, nacido el 27 de octubre de 1948, Ingeniero en electrónica, casado con la Lic. Elvia de Santiago Hernández, tienen dos hijos; 1.6 Roció Barrientos Granda nacida el 15 de mayo de 1954, agente de bienes raíces, casada con Bernardino Brambila, tienen 4 hijos. ***
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En 1918 Carolina Tritschler se desposa en segundas nupcias del Sr. Samuel Pinto Díaz, con quien procreó dos hijos:
1. Jorge Pinto Tritschler nació el 10 de noviembre de 1920, y falleció el 26 de septiembre de 1973 farmacéutico, se casó con la Sra. Estela Margarita Chávez Elizálde, nacida en Torreón Coahuila el 22 de febrero de 1924, fallecida el 3 de octubre de 2003, procrearon una hija: 1.1 Rosa Carolina Pinto Chávez, nacida el 1 de marzo de 1948 en Durango, dentista, casada con el Sr. Javier Muñoz, tienen dos hijos *** 2. María del Carmen Pinto Tritschler (amable colaboradora para este libro) nacida el 14 de diciembre de 1923 se casó con don Salvador Flores Ángel originario de Málaga España; procrearon 6 hijos: 2.1 Antonio Flores Pinto, nació el 3 de noviembre de 1949, emigró a los Estados Unidos en 1975, propietario de negocio, casado con Ana Bertha García Ortega, tienen 4 hijos. 2.2 Carmen Montserrat Flores Pinto, nacida el 22 de junio de 1952, profesora, casada con Daniel Roldan Vázquez, tienen 3 hijos. 2.3 Salvador Flores Pinto, nacido el 27 de agosto de 1955, Doctor en Medicina, casado con Amanda Reyes de León, tienen 4 hijos. 2.4 Guadalupe Georgina Flores Pinto nacida el 10 de marzo de 1959, casada con José Antonio Flores Lozada, tienen 4 hijos. 2.5 María del Pilar Flores Pinto, nació el 23 de enero de 1962, casada con Enrique Pérez Barreiro †, tienen 2 hijos. 2.6 Leticia Leonor Flores Pinto, nació el 2 de abril de 1967, se caso con José Luis Jiménez Mendoza, nació el 25 de febrero de 1958, tienen 2 hijos Samuel Pinto Díaz falleció en 1960 ***
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Carolina Tritschler se desposa en terceras nupcias con Mariano Velarde Vargas con quien tuvo 4 hijos: 1 Ana María Velarde Tritschler*, nacida el 21 de enero de 1929 profesora de muchas generaciones de alumnos del Colegio Humboldt, se caso con José Huerta Marín, tuvieron 3 hijos: 1.1 María Helena Huerta Velarde, nacida el 2 de noviembre de 1953, profesora, casada con Jesús Chavarría, tienen 3 hijas 1.2 José Francisco Huerta Velarde nació el 1 de octubre de 1955, especializado de VW, casado con María Eugenia Rivera, tienen 3 hijos 1.3 Carlos Joaquín de Guadalupe Huerta Velarde, nació el 12 de diciembre de 1957, contador público, tiene un hijo *Casó y bendijo su matrimonio el canónigo de la Iglesia Catedral de Puebla Lic. Alfredo Freyria y Córdova. *** 2 Carlos Manuel Velarde Tritschler nació el 19 de junio de 1930, chelista de importantes orquestas sinfónicas de la Ciudad de México, hoy retirado, casado con Adoración Paredes Femat, nacida en 1929, 4 hijos 2.1 Adoración Velarde Paredes, nacida el 24 de julio de 1962 2.2 Carlos Pablo Velarde Paredes nacido el 29 de junio de 1966, chelista, casado con Lourdes Clavel, tienen una hija. 2.3 Edith Velarde Paredes, casada con Alberto Grijalva, tienen tres hijos. *** 3 Mariano Velarde Tritschler, nació el 1 de diciembre de 1932 falleció el 23 de febrero de 1993, se caso con María Elvira Cabrera Franco, nacida el 13 de junio de 1930, (padres del autor y a quienes está dedicado este libro) tuvieron 3 hijos: 3.1 Patricia Carolina Velarde Cabrera, nacida el 18 de marzo de 1960, se casó con el Dr. Marco Antonio González Schiaffini, tienen 3 hijos, Marco Antonio, Mariana y Alejandro. 368
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3.2 Jorge Guillermo Velarde Cabrera, nació el 8 de febrero de 1962, gerente de mercadotecnia, se casó con Marie José Michaud, nacida en 1964 en Quebec, Montreal, coordinadora escolar, tienen un hijo, Jason Cedric. 3.3 Francisco Gustavo Velarde Cabrera, nació el 4 de octubre de 1963, egresado de la escuela de Derecho y autor de este libro. *** 4. María Cristina Velarde Tritschler, nació el nueve de septiembre de 1936, profesora de muchas generaciones de alumnos del Colegio Humboldt, e indispensable colaboradora para este libro, se casó con Miguel Candía Hernández con quien tuvo dos hijos: 4.1 María Cristina Violeta Candía Velarde, nació el 30 de julio de 1963, profesora, se casó con Fernando Patiño, tiene dos hijos. 4.2 José Martín Candía Velarde, nació el 15 de septiembre de 1966, técnico en telecomunicaciones, se casó con Roxana Pastrana, tienen dos hijos. *** A esta serie de cartas tuve el placer personal de incluir una de mi padre a mi abuela en los momentos en que corría la Quinta Vuelta ciclista a México y cuya cuarteta dio glorias al Estado de Puebla en el año de 1952. Algunas notas relacionadas con estas cartas: –En cuanto al dinero que se menciona en ellas, ponemos como referencia que en 1910 una edición de periódico “El Imparcial” tenía el precio de un centavo, y que cinco centavos era el costo de envío de una carta a otro estado de la república y un peso sesenta y tres centavos, era el sueldo diario de un profesor normalista. La moneda legal y representativa de la época porfirista era la admirable pieza de plata ley 900 llamada comúnmente “caballito” por la figura ecuestre de su anverso.3 –El ferrocarril ya existía desde la época juarista, cuando se unió Veracruz con la ciudad de México, sin embargo el Ferrocarril 3
Magaña, Orestes, Puebla, hace 100 años, Ediciones Puebla, 2007, p., 35 369
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Interoceánico fundado formalmente en 1892 conectó ambos océanos teniendo su estación principal en Puebla, es interesante recordar que Sebastián B. de Mier, de quien mi bisabuelo Joaquín era amigo y hombre de confianza, construyó la línea férrea de Puebla a Atlixco que trazó y dirigió su primo el arquitecto Eduardo Tamariz, para conectar sus haciendas con la Cd. de Puebla; para 1910 figuraba como accionista de Ferrocarriles Nacionales de México al lado de los empresarios y políticos más prominentes del país como Joaquín D. Casasús, Julio M. Limantour, Pedro Rincón Gallardo, Fernando Pimentel y Fagoaga, Luis Barroso Arias y Porfirio Díaz hijo, entre otros. –Me atrevo a afirmar que la máquina de escribir que Joaquín usó para las cartas a su hija fue la novedad tecnológica más vendida en el mundo en aquel entonces, la famosa “Underwood número 5”.
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LAS CARTAS DE LOS ARZOBISPOS DON MARTÍN Y DON GUILLERMO TRITSCHLER Y CÓRDOVA A SU SOBRINA CAROLINA
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Carta de mi padre don Mariano Velarde Tritschler a mi abuela Carolina en los momentos que corría la “Quinta Vuelta a México”; su cuarteta dio glorias al Estado de Puebla llegando entre los primeros lugares; organizada por el padre del ciclismo en México don José García Valseca desde 1948, la vuelta era el máximo evento amateur del mundo. 404
Trayectoria vital de monseñor Martin Tritschler y Córdova Nace en San Andrés Chalchicomula, Puebla Bautizado en la misma ciudad Marcha a Roma Doctorado en Filosofía Recibe a sus dos hermanos en Roma Doctorado en Teología Se ordena sacerdote en San Juan de Letrán Su primera misa en la B. de Sta. María la Mayor Su primer misa cantada Doctorado en Derecho Prefecto de San Luis y Congregación Mariana Emprende su regreso a México Catedrático del Seminario Palafoxiano Director espiritual del Seminario Pro-Secretario de la Mitra de Puebla Preconizado obispo de Yucatán Consagrado en la Basílica de Guadalupe Toma posesión de su diócesis Enferma gravemente de fiebre amarilla Reunión Tritschler-Molina Reconstruye la Catedral Confiere el diaconado a su hermano Creación del Boletín Eclesiástico Audiencia con el Papa Pio X Visita la casa paterna Ebenemooshof Fundación del nuevo Seminario Se erige la arquidiócesis de Yucatán Exilio en la Habana Cuba Bodas de plata sacerdotales Funda la Junta de socorros para mexicanos Funda la beneficencia sacerdotal Bodas de plata episcopales Segundo destierro en la Habana Cuba Bodas de oro sacerdotales Convocatoria para el Primer Congreso Eucarístico Fallece en su residencia arzobispal Primer Congreso Eucarístico Diocesano de Yuc.
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26 de mayo de 1868 27 de Mayo de 1868 18 de Julio de 1883 25 de julio de 1887 Abril de 1888 25 de julio de 1891 19 de diciembre de 1891 20 de diciembre de 1891 6 de Enero de 1892 27 de julio de 1893 1893 30 de agosto de 1893 1894 1895 1897 28 de julio de 1900 11 de noviembre de1900 1 de diciembre 1900 Julio de 1901 Agosto-septiembre 1901 Febrero de 1902 13 de junio de 1904 8 de diciembre de 1904 28 de junio de 1905 16 de agosto de 1905 15 de sept. de 1906 18 de marzo de 1907 1914-1919 20 de diciembre de 1916 1916 15 de agosto de 1917 10 de nov. De 1925 1927-1929 19 de diciembre de 1941 5 de abril de 1942 15 de nov. De 1942 26-29 de nov. De 1942
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Trayectoria vital de monseñor Guillermo Tritschler y Córdova Nace en San Andrés, Chalchicomula, Puebla Bautizado en la misma ciudad Marcha a Roma Ingresa al Colegio Pio Latino Americano Doctorado por la Univ. Gregoriana, regresa a México Recibe la Tonsura y ordenes menores Subdiácono y diacono Ordenado sacerdote Celebra su primera misa Profesor en el Seminario Conciliar de México Catedrático en la Universidad Pontificia mexicana Padre Espiritual del Seminario de Regina Canónigo Penitenciario de la Catedral Metropolitana Preconizado Obispo de San Luis Potosí Consagración Episcopal en la Basílica de Guadalupe Toma posesión de su diócesis en San Luis Potosí Celebra su primera Pontifical en su Catedral Asiste a las fiestas guadalupanas del IV centenario Miembro de la Academia Mexicana de Historia Promovido a la sede arzobispal de Monterrey Llega a la Sultana del Norte y toma posesión Escribe su carta pastoral sobre el Rosario Asiste al sepelio de su hermano don Martin Asiste al Catequístico en Texas, E.U. Consagra el Templo de la Purísima Visita al Papa Pio XII “Ad Liminam” Enferma en Madrid y regresa a Monterrey Asiste a la consagración del obispo de Toluca Nombra coadjutor a monseñor Alfonso Espino Enfermo trasladado a Saltillo Regresa moribundo a Monterrey Muere en los anexos al Templo del Roble
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6 de julio de 1878 10 de julio de 1878 7 de abril 1888 8 de mayo de 1888 4 de agosto de 1902 8 de mayo de 1903 5 de junio de 1904 19 de julio de 1904 21 de julio de 1904 9 de enero de 1905 1911 1916 1 de agosto de 1929 30 de agosto de 1931 22 de abril de 1931 15 de mayo de 1931 24 de junio de 1931 12 de dic. De 1931 1940 22 de feb. de 1941 25 de junio de 1941 31 de oct. de 1941 15 de nov. De 1942 1946 14 de feb. de 1946 1950 10 de sep. De 1950 Abril 1951 Agosto de 1951 Abril 1952 25 de julio de 1952 29 de julio de 1952
Sinopsis de la de la Familia Córdova y Puig Establecida en San Andrés Chalchicomula Puebla, en la Hacienda “Santa Ana” en la primera mitad del siglo XIX. Extracto de la genealogía publicada en el libro del Pbro. Porfirio, Valdés, Excmo. Monseñor Dr. Guillermo Tritschler y Córdova. + Homenaje póstumo a su santa memoria + Semblanza Biográfica Selección y Notas. Antología Fúnebre. Francisco Puig y Rendón *? Cataluña, España †1833, Veracruz, México Muerto por rebeldes de Santanna
Brígida Vicente *? Navarra, España †1833 Fallecida en alta mar, antes de llegar a México
Teniente Joaquín de Córdova y García *1794 Murcia, España †01/06/1866 San Andrés, Chalchicomula
Segundo matrimonio María Rosa Puig y Vicente *1824 Tudela, Navarra, España †San Andrés, Chalchicomula 1
02/04/1842
Primer matrimonio María de la Luz Loyo * †Oct./1840 San Andrés Ch.
Hijos: 2
Joaquin 3 Manuela Paz Francisco 1
Al quedar huérfana María Rosa, fue adoptada por el Capitán Manuel Argüelles Montes, que fue miembro de la Suprema Junta Provisional Gubernativa que firmó el acta de independencia. 2 Joaquín dio la mano de su media hermana, Rosa María, para que ella contrajera nupcias con Martin Tritschler, ya que sus padres habían fallecido. 3 Manuela se casó con un hijo del célebre insurgente don Nicolás Bravo.
Rosa María Córdova y Puig *23/11/1843 San Andrés Ch. †18/03/1881 San Andrés Ch.
05/06/1867
El fabricante de relojes Martin Tritschler *22/10/1814 Schwärzenbach †06/01/1894 San Andres Ch.
Prisciliano José de Córdova y Puig 02/01/1845 San Andrés Ch. †10/03/1889 Hacienda de Amalucan Puebla. Dolores Córdova y Puig †16/05/1919 Se casó con Juan C. Dávila
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Brígida Córdova y Puig †Enero de 1918 Se casó con Antonio Rosains Guadalupe Córdova y Puig †16/12/1922 Se casó con el Lic. Enrique Freyria María Córdova y Puig †16/11/1924 No se casó Luis y Javier Dejaron descendencia
Enrique Freyria
* † ¿?
Alfredo Freyria y Córdova Junio de 1892 †12/07/1963 Catedral de Puebla
La Hacienda Santa Ana perteneció a la familia Córdova y Puig hasta 1924, hoy como muchas en México se consumen por el abandono y la ruina.
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Sinopsis de la familia Tritschler y Córdova El fabricante de relojes Don Martin Tritschler *22/10/1814 Schwärzenbach †06/01/1894 San Andrés Ch.
Rosa María Córdova y Puig *23/11/1843 San Andrés Ch. †18/03/1881 San Andrés Ch. 05/06/1867
Arzobispo Martin Tritschler y Córdova *26/05/1868 San Andrés Ch. †15/11/1942 sepultado en Catedral de Mérida
la
Joaquín Tritschler y Córdova *28/09/1869 San Andrés Ch. †24/10/1906 I. de Matamoros Sor “María de Jesús” Rosa María Tritschler y Córdova *28/09/1870 San Andrés Ch. †18/01/1908 Guadalajara Jal.
Sixta Santana Aragón *1873 Puebla Pue †1950 Puebla Pue.
Carolina Tritschler Santana *10/07/1892 Puebla Pue. †09/01/1974 Puebla Pue.
Ma Dolores Tritschler y Córdova *01/04/1872 San Andrés Ch. Vivió por lo menos 7 años Ma Luisa Tritschler y Córdova *25/06/1873 San Andrés Ch. †De niña, San Andrés Ch. Alfonso Tritschler y Córdova *12/09/1874 San Andrés Ch. †28/07/1904 Puebla Pue. Guillermo Tritschler y Córdova *08/03/1876 San Andrés Ch. Vivió 2 años Arzobispo Guillermo Tritschler y Córdova *06/06/1878 San Andrés Ch. †29/07/1952 sepultado en la Catedral de Monterrey
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Ver descendencia en la p.364
Miembros fundadores de la Asociaci贸n Familiar Tritschler: Edgar Hermann TRITSCHLER (*1946) Presidente Martin Josef TRITSCHLER (*1965) Actual granjero de Ebenemooshof, Vicepresidente Doris Erika Willman TRITSCHLER (*1970) hermana del granjero, Secretaria Cordula Hilda METZLER-TRITSCHLER, (*1963) hermana del granjero, Tesorera Erika TRITSCHLER-SCHERZINGER, (*1937) Madre del granjero actual Siegfried Helmut TRITSCHLER, (*1944) hermano del presidente, Asesor para la organizaci贸n Reino Erwin TRITSCHLER (*1952) hermano del presidente, Asesor Mareike Monica TRITSCHLER (*1969) hija del presidente, Asesora de Relaciones Publicas Marc Reino TRITSCHLER (*1977) hijo del presidente, asesor
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Miembros que han contribuido a los archivos de la Asociación de la Familia Tritschler www.familienverband-tritschler.de link: Forschungsnetwerk Blessing, Gerhard Chabert-Ostland, Margot von Dotter, Wilhelm Falleur, Robert de Feuiltaine-Pauly, Claudine Heitzmann, Helmut Hog, Oskar Kleiser, Matthä Klipfel, Jean Marie Kramer, German Schofer, Helmut Shwär, Egon Steiert, Arnold Sterk, Jürgen Thomas Simon Trendel, Raymond Trichler, David Tritschler, Günter Tritschler, Reino Tritschler, Siegfried Velarde Cabrera, Gustavo Weber, Klaus Winterhalder, P. Christoph OFM Zachmann, Wolfgang
Herzogenweiler (Alemania) Oberursel (Alemania) Neukirch (Alemania) Bruselas (Belgica) Maxeville (Francia) Freiburg (Alemania) Bachenbach (Alemania) Schwärzenbach (Alemania) Gunsttet (Francia) Freiburg (Alemania) VS-Villingen(Alemania) Konstanz (Alemania) Stuttgart (Alemania) Wahlwies (Alemania) Londres, Inglaterra Gunstett (Francia) Buffalo (New York) Braunfels (Alemania) Weingarten (Alemania) VS-Villingen (Alemania) Puebla (Mexico) St. Peter (Alemania) Gesenheim (Alemania) Vöhrigen (Alemania)
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Arriba: puerta de ingreso a la ex hacienda Santa Ana y residencia familiar de los Córdova a lo largo del s. 19 y principios del 20 en la actual Cd. Serdán, que la ha circunvalado; a unos cientos de metros aun hay vestigios de lo que era el rancho San Joaquín que pertenecía a la hacienda; fue aquí donde casó don Martin Tritschler con doña Rosa María Córdova como consta en su acta matrimonial. Abajo: Una parte de la casa donde murió don Martin Tritschler el padre de los arzobispos, pareciera ser una sola pero los archivos catastrales e informaciones de lugareños que lo corroboran indican que esta era mucho más grande y compartía un gran patio central con el resto de la construcción. Fotos del autor.
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Agradecimientos Esta investigación cristalizó gracias a la amabilísima colaboración de dos tías mías, Carmela Pinto Tritschler y María Cristina Velarde Tritschler, que dedicaron su tiempo y aportaron valiosas informaciones en forma de fechas, historias, anécdotas amen de interesantísimas fotografías y cartas que mi abuela Carolina Tritschler recibió de su padre en el internado de Puebla y de su tío don Guillermo cuando era aun Padre Espiritual del Seminario de Regina en la Cd. de México así como las de su otro tío don Martin ya Arzobispo de Yucatán, destacan entre estas, las cartas de mi bisabuelo Joaquín a su única hija Carolina que son de particular interés debido al fino cuidado de su redacción y expresivo contenido, y a la única carta que se conserva de don Martin Tritschler dirigida a su hijo Joaquín fechada en 1892, que forman parte de esta investigación e ilustran este libro. De nueva cuenta, a tía Cristina, que dio permiso para que se incluyera su valioso material que con su cuidado y cariño se han conservado nuestros antecedentes genealógicos, y a tía Carmela, que con su excelente memoria para las fechas de nacimiento de matrimonio y defunción de los descendientes de Martin Tritschler por lo que pude responder a la petición de información por parte del Pof. Edgar H. Tritschler y por lo cual se dio a conocer a los Tritschler actuales de la granja de Ebenemooshof de la historia en México de una rama de su propia familia, como anécdota, ellos recibieron la noticia, con enorme sorpresa, de la existencia de descendientes de Martin el 17 de septiembre del 2006 en su reunión anual de la asociación de la familia Tritschler, un día después de que yo comunicara a mi propia familia de la genealogía e historia de los ancestros de nuestro Martin el fabricante y comérciate de relojes en México. No obstante las pocas ocasiones que platiqué con mi otra tía Ana María Velarde Tritschler, me develó algunos interesantes detalles que no solo redondean sino que dan respuesta a algunas preguntas que me había cuestionado desde el principio de esta investigación, de igual forma le agradezco las substanciosas anécdotas acerca de nuestra historia familiar. 412
Hago patente mi gratitud por la gran ayuda de algunas personas: A la Doctora en Historia Mariza Pérez de Sarmiento, al profesor Edgar H. Tritschler, a monseñor Aureliano Tapia Méndez y a Don Manuel Castilla Ramírez por la favorable reacción a mis correos y telefonemas y por su tiempo para ofrecer a mis peticiones la ayuda esencial para esta investigación. A mí hermano Jorge, quien visualizó que esta investigación tomara forma de libro, agradezco su compañía y la de mí sobrino Jason, al viaje y recorrido por la ex hacienda de San Nicolás Tolentino y lugar donde transcurre parte de la historia que aquí se narra. A un amigo verdadero, Arndt Hildebrandt-Möller, que mostró interés en el tema suscitándose amenísimas charlas, le agradezco sus generosas traducciones del alemán y de este al español, además de hallar para mi, información clave a través de Internet para entender más a fondo los hechos. A los responsables de la biblioteca de la BUAP “José María Lafragua” su Director Lic. Manuel de Santiago Hernández, a la Mtra. Lourdes González y de servicios al público, Fermín Campos por su amable atención; a los que no sabrán quizá nunca de estos agradecimientos como los empleados públicos del archivo civil de San Andrés y a los del Archivo del Estado por la excelencia en la atención hacia el publico de la cual fui testigo. He reservado mi último agradecimiento al final para quien no solo por su paciencia y comprensión sino también, por su compañía a muchos de los archivos y lugares relacionados que permitieron sospechar nuevas vías de investigación y que además, con el sortilegio de su imaginación nos hizo sentir un contacto con el mas allá y de imaginar vivos a los muertos, que creemos estuvieron con nosotros un tiempo para después partir dejando en el aire su ausencia, ella es mi amada Claudia.
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Archivos consultados Archivo de la Asociación Familiar Tritschler Archivo General del Estado de Puebla Archivo del Congreso del Estado de Puebla Archivo Histórico Municipal de Puebla Archivo del Registro Civil de Cd. Serdán Pue. Archivo General de la Nación Archivo Parroquial de Cd. Serdán Pue. Archivo de Cabildo de la Catedral de Puebla Archivo Familiar Velarde Tritschler
AFT AGEP ACEP AHMP ACS AGN APS ACP AFVT
Bibliotecas y Hemerotecas Biblioteca de la Insigne Nacional Basílica Santa María de Guadalupe "Lorenzo Boturini" Fondo Antiguo de la Biblioteca “José María Lafragua” BUAP Biblioteca Ernesto de la Torre Villar “Casa Amarilla” BUAP Biblioteca José Revueltas “Casa de los Cañones” Edif. Arronte, BUAP Hemeroteca “Juan N. Troncoso” BUAP Hemeroteca del periódico “El Sol de Puebla”
Libro Decretos y Acuerdos expedidos por la Tercera Legislatura Constitucional del Estado Libre y Soberano de Puebla del año de 1832.
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Obra impresa en Diciembre del 2008 en los talleres de Mercadeo Múltiple, División Editorial, 5 Oriente 208 Puebla, Pue.
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