La amistad es mandarina. Hanna Llanes y Jade Madrid
LAS MANDARINAS
En un pequeño prado en la remota Argentina convivían y jugaban todo tipo de animales, desde sapos gordos, tortugas mordelonas hasta patos gritones y capibaras juguetones. Aunque todos los animales saltaban y se correteaban entre ellos; unos tranquilos y relajados capibaras eran los protagonistas de la escena, se les veía siempre amistosos con todos sus amigos, solían acostarse en el sol, comer del pasto más jugoso que encontraban, explorar curiosamente debajo de los arbustos y nadar en un lago que se encontraba cerca, este lago era muy conocido por todos en el prado.
En la parte más lejana de dicho lago, escondido entre los arbustos, helechos y piedras de gran tamaño estaba un tímido capibara, se diferenciaba de sus compañeros por ser despeinado, pequeño en comparación y su característica más distintiva; unos grandes dientes que se notaban aún con su hocico cerrado. Este tierno amiguito observaba desde su escondite como sus compañeros reían y se divertían con toda la naturalidad del mundo, anhelando algun dia poder hacer lo mismo.
Lo cierto era, que aunque el pequeño capibara se sentía completamente solo, aunque los demás animales realmente se divertían al convivir con el triste capibara. Mientras el dientón capibara se encontraba casi dormido, una voz gangosa que conocía muy bien, lo sacó de sus pensamientos. -¡Capy! ¡Capy! – Exclamó un sapito que se acercaba saltando con toda la actitud que tendría un sapo después de comerse una buena ración de moscas y orugas – ¿Quieres acompañarnos al río? Vamos a saltar para estirar las ancas. Esta invitación fue un pequeño consuelo para el capibara, ya era costumbre que los sapos lo invitaran a saltar al río, el realmente no saltaba, pero le gustaba la idea de tener la compañía de los sapos, observarlos jugar y hablar entre ellos. -Claro, vamos- Digo Capy con voz calmada.
Hablando de querer ser extrovertido, en otra parte del prado existía un animal, al cual la palabra “extrovertido” le queda corta, hablaba incluso cuando no pedían su opinión, este animal un pato de plumas blancas y pico amarillo común, pero ya que a él le gustaba llamar la atención, por lo que además de su explosiva personalidad, vestía siempre un pañuelo morado, atado alrededor de su cuello. - ¡Lo digo enserio, cerca del río hay un árbol con LAS MEJORES mandarinas! ¡Son tan coloridas, brillantes y JUGOSAS! - Gritaba el pato de pañuelo morado- ¡Lo mejor de todo es que casi nadie conoce el árbol del que les hablo, síganme y los llevó! El resto de los patos solo lo miraban enojados, ninguno de los presentes creía en sus palabras. -Otro día te acompañamos, Patonto, acabamos de recordar que tenemos que ir a buscar ramas para los nidos- Le respondió uno de los patos del grupo. - ¡Mi nombre no es Patonto!¡Mi nombre es Paneto! ¡PA-NETO!-
Capy, el capibara, ya tenía algo de tiempo reposando en el río, de tanto ver saltar a los sapos le entró algo de hambre, él sabía que de entre todos los árboles de mandarinas se encontraba un árbol en especial, que daba las mejores mandarinas de todo el prado, con ese objetivo en mente, se puso en camino. No tardó mucho tiempo en encontrar el árbol y en fijar su vista en una gran mandarina que acababa de caer del árbol, se fue acercando con todas las intenciones de comérsela, cuando de repente un pato veloz se la arrebató. -¡Ya verán! ¡Les voy a demostrar que se equivocan! ¡Les llevaré la mejor madari…na reclama el pato de pañuelo morado, pero deja de lado la conversación consigo mismo, al darse cuenta de la pequeña bola de pelaje café, que se intentaba ocultar en un arbusto. -¡Oye! ¡Tú! ¡Bola de pelo! ¿Te atascaste? ¿Te molesta el sol? ¿Perdiste algo?¿Qué perdiste? ¡OYE! ¡OYE! ¡OYE! -
Despues de esa extraña coincidencia , el pequeño capibara y el pato griton, sintieron la necesidad de conocerse y hacerce amigos, y para celebrar su reciente amistad decidieron organizar salidas para mostra sus cosas favoritas. El primero fue Capy que vencio a la timidez y invito a Paneto a pasar la tarde siguiente con sus amigos los sapos en el rio. Al llegar el dia Paneto imito la tranquilidad de Capy para no incomodarlo, claro esto no duro mas de dos mitutos, asiq ue decidio convencer a Capy para que jugaran junto a los sapos en el rio, llenos de risa y diversión,ni siquiera las continuas caidas de Capy arruinron la tarde tan divertida que juntos habian pasado. Unos días después fue el turno de Paneto de proponer el lugar de la salida, el pato decidió llevar a su nuevo amigo a su lugar favorito, a la madriguera de los topos, animales que se caracterizan por su falta de vista y por su excelente oído. A Paneto le gustaba visitarlos ya que podía contarles todo tipo de historias y ellos siempre lo escuchan gustoso. Cuando llegaron, Paneto les presumio orgulloso a su nuevo amigo y ante tan buen ambiente hasta nuestro dienton capibara se atrevio a contar una que otra anecdota.
Al pasar los días juntos, Capy y Paneto se volvieron mejores amigos, cada uno sentía que la influencia del otro, lo que los ayudaba a superar sus aspectos negativos, en el caso de Capy a dejar de lado su timidez e inseguridad para hablar y acercarse a los demás animales, y por parte de Paneto a volverse menos intenso y evitaba hacer berrinches, aunque su tono de voz seguía siendo algo fuerte, él era así y así estaba bien. Ellos estaban muy felices con su amistad, tanto que los demás animales del prado comenzaron a notar los cambios positivos del pato y el capibara. Y así el tímido capibara y el pato gritón, encontraron a su media mandarina justo debajo de un árbol de mandarinas, demostrando que fuera de ese grupo donde no encajas existe alguien que tal vez no sea lo que esperabas pero que sin duda se convertirá en alguien necesitabas.
Moraleja: Nunca sabrás que puedes hacer grandes amigos si no sales de tu zona de confort.
Creditos: Proyecto colegiado 2022-3 Dibujo Natural y Lectura y Redacción Autores: -Hanna Llanes León. -Jade Vanessa Madrid Mendéz. Texto: -Hanna Llanes León. -Jade Vanessa Madrid Mendéz. Diseño de fondos: -Jade Vanessa Madrid Mendéz. Diseño de personajes: -Hanna Llanes León. Color: -Hanna Llanes León. -Jade Vanessa Madrid Mendéz.
Sinopsis. Un tímido capibara y un escandaloso pato se vuelven amigos de sorpresa por la aparición de la una jugosa mandarina.
LAS MANDARINAS