Hace mucho tiempo atrás, vivía a orillas de las montañas Kinibalu una hermosa viuda que por alguna razón desconocida, año tras año se hacía más y más hermosa. No era de extrañar que ella tuviera muchos pretendientes que buscaban emparejarse con ella. Por alguna razón, el matrimonio, no duraba mucho tiempo para ella y todos los matrimonios terminaron en divorcio.