La estructura Todo buen trabajo académico que se precie debe seguir una simple estructura que también nos ayudará a organizar nuestra historia y a que la presentación sea la adecuada.
Portada
Una buena portada, además de la creatividad o gusto estético que queramos poner en ella, cosa que es opcional pero que siempre hace destacar nuestro trabajo por encima de los otros 500 que le llegan al profesor, debe incluir: el título, nuestro nombre, el profesor y asignatura para el que se ha hecho, la fecha de presentación y la universidad o instituto al que asistimos.
Resumen
Como su propio nombre indica, debemos resumir en pocas palabras (unas 300) de lo que trata nuestro trabajo. Qué tesis defenderemos, qué métodos hemos escogido para defenderla y a qué conclusiones hemos llegado.
Índice
Nos interesa que el profesor tenga acceso rápido a todas las secciones del texto, porque si esperamos que se lo lea del tirón, es que no tenemos en cuenta los otros diez mil trabajos que abarrotan la mesa de su despacho. Hay que titular cada apartado de forma que quede claro de qué vamos a hablar en esta sección y numerar las páginas. Si incluimos tablas o ilustraciones (lo que es muy recomendable para que la lectura sea más amena) también debemos hacer referencia a ellas en el índice.
Aclaraciones sobre símbolos y abreviaturas
Aunque nuestro profesor sepa de lo que estamos hablando, debemos incluir un listado sobre todo aquello que un lector lego no entendería.
Introducción
Tenemos que explicar el porqué de nuestro trabajo, qué queremos demostrar o contar, a qué áreas involucra y un resumen de los documentos consultados.
Cuerpo del trabajo
Aquí es cuando contamos todo lo que queremos contar: la teoría inicial o cómo nace, qué demuestra, quién o de qué forma se discute y cómo finalmente se ratifica o se desmonta. Por supuesto todo dividido en capítulos, numerados, organizados y bien titulados.
Conclusión final
Esta es la parte en la que narramos el final de la historia. El desenlace de nuestro trabajo y el lugar en el que damos respuesta a las incógnitas que motivaron la creación del texto. No nos olvidemos de que el final es una de las partes que más se retienen en la memoria, así que debemos esforzarnos para que sea una buena guinda que se quede en la ocupada mente de nuestro profesor, sobre todo cuando se disponga a poner las notas.
Anexos
Si necesitamos incluir glosarios, planos, fotos o algún otro material que no nos ha cabido en el cuerpo del trabajo, este es el sitio.
Bibliografía
Aquí es donde hablamos sobre los documentos, citas, páginas de Internet o entrevistas, que hemos consultado durante nuestro trabajo. Y debemos organizarla alfabéticamente o cronológicamente respecto al trabajo.