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DIÁLOGO / UN SIGLO FORMANDO PROFESIONALES PARA EL DESARROLLO DEL

Mensaje del presidente

El valor de la certificación profesional

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Actualizar los conocimientos que adquirieron desde que salieron de su carrera y someterse a un examen que certifique que sus conocimientos están actualizados es una prerrogativa de los ingenieros civiles egresados de las escuelas y facultades de nuestro país.

El CICM ofrece una actualización periódica mediante cursos de educación continua y otros mecanismos similares, con el fin de brindar un servicio de calidad a los ingenieros civiles que garantice que su desempeño está a la altura del conocimiento y de la tecnología actuales, así como de los valores éticos imprescindibles.

El hecho de que los planes de estudios de la carrera de Ingeniería Civil sean tan dispares entre las diversas instituciones donde se imparten vuelve más relevante –especialmente para los usuarios de los servicios de ingeniería civil– que los ingenieros civiles certifiquen sus conocimientos profesionales.

Los exámenes de certificación tienen tres facetas: conocimientos generales y conceptuales de ingeniería, práctica profesional y juicio profesional, enfocados en la especialidad que el sustentante elija, de acuerdo con sus actividades preponderantes.

La mayor relevancia en el examen la tienen la práctica profesional y el juicio profesional, y son seleccionados en la disciplina en la que ha participado el aspirante en sus últimos años.

Ante la velocidad de los avances tecnológicos y el conocimiento en general, y ante la falta de controles que permitan garantizar formalmente que los ingenieros permanezcan actualizados en lo más avanzado de su profesión, la prerrogativa de la certificación profesional adquiere mayor valor.

Invito a todos los ingenieros civiles a certificarse y difundir este proceso entre sus conocidos; este esfuerzo que lleva a cabo el CICM es en bien de la ingeniería mexicana y de nuestro país.

Jorge Serra Moreno Presidente del XXXIX Consejo Directivo

XXXIX CONSEJO DIRECTIVO

Presidente Jorge Serra Moreno

Vicepresidentes José Cruz Alférez Ortega Felipe Ignacio Arreguín Cortés Verónica Flores Déleon Juan Guillermo García Zavala Walter Iván Paniagua Zavala Luis Francisco Robledo Cabello Alejandro Vázquez López José Arturo Zárate Martínez

Primer secretario propietario Luis Antonio Attias Bernárdez

Primera secretaria suplente Ana Bertha Haro Sánchez

Segundo secretario propietario Carlos Alfonso Herrera Anda

Segunda secretaria suplente Pisis M. Luna Lira

Tesorero Mario Olguín Azpeitia

Subtesorero Regino del Pozo Calvete

Consejeros Renato Berrón Ruiz Juan Cuatecontzi Rodríguez David Oswaldo Cruz Velasco Luis Armando Díaz Infante Chapa Luciano Roberto Fernández Sola Juan Carlos García Salas Celina González Jiménez Mauricio Jessurun Solomou Reyes Juárez del Ángel Luis Enrique Montañez Cartaxo Juan José Orozco y Orozco Juan Carlos Santos Fernández Óscar Solís Yépez Guadalupe Monserrat Vázquez Gámez Jesús Felipe Verdugo López José Santiago Villanueva Martínez

Un siglo formando profesionales para el desarrollo del país

En la ESIA Zacatenco nos tomamos muy en serio la tarea de fomentar entre nuestros estudiantes un pensamiento crítico y analítico. Por ello, durante toda la trayectoria académica de cada alumno de la ESIA reforzamos no únicamente la identidad por su escuela, sino además el compromiso que adquieren con la sociedad.

El año 2022 tiene gran relevancia para el Instituto Politécnico Nacional (IPN): festeja sus primeros 100 años la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura. El Colegio de Ingenieros Civiles de México se suma a este festejo y felicita a la comunidad de esta institución. En este contexto se mantuvo el siguiente diálogo con su actual titular.

SERGIO CÉSAR

ARROYO TREJO

Ingeniero civil con maestría en Administración de la construcción. Con experiencia docente de 33 años en la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), y 40 años como profesional en la especialidad en ingeniería sanitaria. Es director general de la ESIA unidad Zacatenco. IC: ¿Qué es la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA)? Sergio César Arroyo Trejo (SCAT): Antes quiero agradecer sincera y profundamente el espacio que el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), a través de su prestigiosa revista, nos están brindando para poder hablar, no sólo de la escuela –que nos hace sentir muy orgullosos a cientos de miles de ingenieros egresados de sus aulas–, sino también de su trascendencia y participación constante en el desarrollo económico, social, y me atrevo a decir que también filantrópico de nuestro país.

La ESIA ha sido, desde sus inicios, un formador de ingenieros civiles, ingenieros arquitectos, ingenieros geofísicos, ingenieros geólogos, ingenieros petroleros e ingenieros topógrafos, quienes con su actuar diario enaltecen a la ESIA, fortalecen sus cimientos y moldean el desarrollo de nuestra gran nación.

IC: ¿Cuáles son los orígenes de la ESIA? SCAT: Con la creación de la Secretaría de Educación en 1922, se reestructura el sistema de educación técnica del país. Ese año se funda la Escuela Técnica de Maestros Constructores, conocida también como Escuela Técnica de Constructores (ETC); por tanto, esta fecha se considera el antecedente de la ESIA. Se ubicó entonces en el edificio del Cuartel Militar de Belem, y fue su primer director el ingeniero Manuel de Anda y Barreda hasta 1930.

En 1931, estudiantes y profesores de la ETC solicitaron al secretario de Educación, Narciso Bassols, la reestructuración académica de esta escuela, y fue autorizada previo programa elaborado por una comisión integrada por destacadas personalidades, entre ellas Luis Enrique Erro, Carlos Vallejo Márquez y Juan O'Gorman; la reestructuración incluyó elevar de categoría la escuela a nivel superior, lo que ocurrió en 1932, además de formar parte de la Escuela Politécnica Nacional, creada ese mismo año.

Los primeros programas académicos que se ofertaron fueron los de constructor técnico, montador técnico electricista, técnico en vidriería, pintor decorador rotulista, pintor escenográfico, modelador, decorador, técnico en plomería, técnico en carpintería estructural, cantero marmolista, técnico en herrería estructural, técnico en fundición artística y maestro en albañilería.

Para el año 1936, el presidente de la República, general Lázaro Cárdenas del Río, dio instrucciones para la creación del Instituto Politécnico Nacional (IPN), que se fundó el 1º de enero de ese año con la finalidad de atender en forma más específica las necesidades técnico-industriales del país. Por ello, su tarea primordial fue formar ingenieros y técnicos en áreas especializadas que fortalecieron el desarrollo de nuestra nación. El instituto tomó un gran impulso que generó un fuerte impacto en la sociedad; por lo tanto, la demanda de la juventud para ingresar a sus espacios creció de manera acelerada.

En este proceso de creación del IPN se integraron la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), la Escuela Superior de Comercio y Adminis-

Edificio de la Escuela Técnica de Constructores (1922), origen de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura.

tración (ESCA), la Escuela Superior de Ingeniería Textil (ESIT), la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía (ENMH), la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) y la Escuela Superior de Construcción (ESC), que ya tenía una trayectoria de evolución muy favorable, pues contaba con una perfecta organización administrativa y su planta docente estaba formada por maestros preparados para impartir carreras profesionales. Al siguiente año (1937), la ESC cambió de nombre a Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, el cual conserva hasta la fecha.

IC: En estos 100 años, ¿cuáles son las transformaciones más relevantes que ha tenido la ESIA? SCAT: La más destacada es la reestructuración de su oferta académica. Los cambios no fueron sólo de forma –por ejemplo, el nombre–; vivió una reestructuración teniendo como objetivo principal la mejora de la oferta educativa para amoldarse a las necesidades sociales de ese entonces.

Podemos observar que a partir de 1937 la ESIA ya no sufrió modificaciones en su nombre, pero siempre ha mantenido un espíritu de actualización de sus programas de estudio. Desde el punto de vista académico y administrativo, de la ESIA surgió en 1948 la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE), y en 1990 se reestructuró en tres unidades; ESIA Tecamachalco (ingeniero arquitecto), ESIA Zacatenco (ingeniero civil) y ESIA Ticomán (ingeniero de ciencias de la Tierra).

Respecto a la estructura física, ésta ha crecido en función de las necesidades académicas a lo largo del tiempo. Es importante mencionar el obligado cambio al Palacio de Comunicaciones de la Ciudad de México debido al daño estructural que sufrió el edificio de la escuela ubicado en la Ciudad Politécnica por el sismo de 1957; posteriormente se trasladó a la Unidad profesional Adolfo López Mateos, en Zacatenco, donde ocupa actualmente los edificios 10, 11 y 12.

IC: En la formación de ingenieros civiles de nivel licenciatura y posgrado, ¿cómo se ha adaptado la estructura organizacional de la ESIA? SCAT: La estructura organizacional de cada una de las unidades académicas que conforman la ESIA ha sufrido innumerables cambios con el paso de los años. Actualmente, cada unidad académica cuenta con tres subdirecciones: Académica, Administrativa y de Servicios Educativos e Integración Social, y una Jefatura de Sección de Estudios de Posgrado e Investigación, las cuales a su vez cuentan con el apoyo de 19 jefaturas de departamento y jefes de carrera, como es el caso de la ESIA Ticomán (Ciencias de la Tierra).

Esta organización es una estructura robusta, que permite brindar atención oportuna a todos nuestros usuarios, internos y externos: la población de 7,100 alumnos, 430 docentes y 180 administrativos, además de mil alumnos de nuestro Centro de Lenguas Extranjeras (Cenlex-ESIA Z).

Nuestra escuela ha vivido algunos cambios que responden a las necesidades actuales de la sociedad. Observamos que es más que evidente la necesidad de ofertar una parte de nuestros programas académicos de manera virtual, algo motivado por la pandemia de COVID que surgió a comienzos de 2020.

Edificio actual de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura unidad Zacatenco.

u En 1936, el presidente de la República, general Lázaro Cárdenas del Río, dio instrucciones para la creación del Instituto Politécnico Nacional, que se fundó el 1º de enero de ese año con la finalidad de atender en forma más específica las necesidades técnico-industriales del país. Por ello, su tarea primordial fue formar ingenieros y técnicos en áreas especializadas que fortalecieron el desarrollo de nuestra nación. El instituto tomó un gran impulso que generó un fuerte impacto en la sociedad.

IC: ¿Qué acciones se realizan para fortalecer la conciencia social de los estudiantes y egresados para participar en la superación de la pobreza de la población del país? SCAT: En la ESIA Zacatenco nos tomamos muy en serio la tarea de fomentar entre nuestros estudiantes un pensamiento crítico y analítico. Por ello, durante toda la trayectoria académica de cada alumno de la ESIA reforzamos no sólo la identidad por su escuela, sino además el compromiso que adquieren con la sociedad. Nuestro modelo educativo incluye, por ejemplo, formación integral de alta calidad, desarrollo equilibrado de conocimientos, actitudes, habilidades y valores, una sólida formación que facilite el aprendizaje autónomo, movilidad de estudiantes, un proceso educativo flexible e innovador, así como capacidad de los egresados para combinar la teoría y la práctica en el desarrollo de la nación.

En la ESIA Zacatenco creemos firmemente que todos los que formamos parte de esta gran comunidad politécnica somos embajadores de nuestros propios principios académicos y nuestros objetivos institucionales, los cuales están centrados en participar del desarrollo íntegro y sustentable de las diferentes obras, los diversos servicios de infraestructura, así como de las distintas actividades de investigación, que coadyuvan al progreso social y económico en un mundo que no reconoce fronteras.

La formación integral de los profesores es fundamental para fortalecer el programa de servicio social obligatorio, individual o en brigadas multidisciplinarias para dar respuesta a necesidades que plantean los municipios de alta marginación económica y social.

IC: ¿Qué impacto considera que tienen los ingenieros civiles egresados de la ESIA en el desarrollo nacional? SCAT: Pienso que es monumental. Nos hemos percatado, a lo largo de los años, que en cada uno de los estados que conforman nuestra nación existen ingenieros civiles egresados de la ESIA que participan activamente en el desarrollo de las grandes obras y de los servicios urbanos, que brindan atención oportuna a esos sectores de la sociedad y además incentivan el desarrollo económico de nuestro país.

Algunos datos estadísticos sirven de referencia: en el panorama educativo, 86,240 son estudiantes del área de construcción e ingeniería civil en todo el país; de esos 86 mil alumnos, el 78% son hombres y el 22% mujeres, distribuidos en 363 escuelas, de las que egresan 11 mil estudiantes –un número insuficiente para lo que se requiere en la vida profesional.

En la ESIA Zacatenco tenemos 7,100 alumnos, de los cuales 28% son mujeres, es decir, 2 mil alumnas; en promedio, egresan 700 alumnos por año, esto es, 350 por semestre.

En cuanto a las recomendaciones internacionales de inversión en infraestructura, se requieren inversiones de 4.5% del producto interno bruto en infraestructura nueva en países en desarrollo hacia 2030 para alcanzar los objetivos de desarrollo social relacionados con infraestructura y cambio climático, según la Unesco.

IC: ¿Cómo se han organizado los egresados gremialmente, y cuál ha sido su colaboración con la escuela? SCAT: Los egresados de esta unidad académica se han organizado de acuerdo con el perfil que eligieron para especializarse en alguna de las áreas de la ingeniería civil. Todos y cada uno de ellos, desde sus diferentes sociedades, asociaciones y colegios, participan activamente en el fomento del conocimiento técnico y científico, y lo hacen a través de un sinnúmero de actividades, como pueden ser, entre otras, ciclos de conferencias, mesas de debate, simposios, seminarios de actualización, congresos, ferias académicas o ferias de empleo, diplomados y concursos académicos.

Es importante destacar que en los últimos 20 años la participación del Patronato de Egresados de la Ingeniería Civil (Padeic) es sobresaliente.

IC: ¿Cómo ha evolucionado históricamente la matrícula estudiantil?

SCAT: La atención a la demanda educativa ha crecido exponencialmente desde 1967. Para el año 2000 la matrícula estudiantil de la ESIA Zacatenco era de 3 mil alumnos; al año 2010 se habían registrado 4,800, y al día de hoy se cuenta con 7,100 alumnos.

IC: ¿Qué representa y qué impacto tiene la participación de la mujer en la carrera de la Ingeniería Civil? SCAT: Los ingenieros civiles de la ESIA Zacatenco, desde aquella primera generación que ingresó en 1922 a la entonces Escuela Técnica de Constructores, se han caracterizado por contribuir al desarrollo integral de nuestro país impulsando en todo momento el fomento a la investigación científica y tecnológica y afortunadamente, en generaciones más recientes, con una perspectiva de género.

Precisamente quiero detenerme en este punto, para destacar la importancia de la participación de las mujeres en la ingeniería civil, ya que el impacto de la participación de la mujer en la carrera ha crecido también con el paso de los años.

Algunos datos son ilustrativos: en 2004, cuando la población estudiantil ascendía a 3,200 alumnos, la presencia de las mujeres era de apenas un 8.65%, es decir, 277 alumnas. Dos años más tarde, la población estudiantil femenina presentó su primer incremento de participación al 100%. Es decir, para el año 2007, ya contábamos con más de 554 alumnas.

Este crecimiento exponencial de participación y el importante papel que desempeñan en el ámbito de la ingeniería civil se vio reflejado en los siguientes ocho años. En 2015 contábamos con 1,490 alumnas, es decir, su participación se triplicó. Hoy en día, cuando la

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