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El espíritu colorido del mexicano

Por Yolanda V. García Ferrer*

Cuando alguien menciona el espíritu de lo mexicano, inmediatamente lo primero que pienso es en el color. Y por otro lado, al estar inmiscuida en la enseñanza del diseño sé que el color es algo que distingue a muchos diseñadores mexicanos en México y en el extranjero. ¿Por qué nos gusta el color a los mexicanos? El color no sólo tiene un significado simbólico para las diferentes culturas, no sólo es cuestión de la física y las ondas, es cuestión de psicología, está relacionado con nuestro contexto, con la temperatura, la latitud, el clima, etcétera, y también es fundamental en el arte.

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En cuanto a las cuestiones culturales, en el color podemos imaginar que los esquimales tienen una gama amplísima de blancos que sólo ellos logran distinguir, cosa que no sucede más que en los polos del planeta, por supuesto.

Ilustración: L.D. Rodolfo Cota Martínez.

En las culturas nativas e indígenas el color también tiene una connotación relacionada con la alimentación y el peligro de no comer algo que vaya a resultar venenoso; por ejemplo las tonalidades de algunas bayas les dice si es bueno para comerse o si se debe tener cuidado porque es mortífero.

El color no es una propiedad física de los objetos, sino que los objetos tienen la capacidad de reflejar ciertas ondas electromagnéticas que nos permiten ver cierto color en ellos. Por otro lado, en nuestra visión constituida por conos y bastones, son los conos los que nos dan la capacidad para distinguir el color.

Los colores de las flores tienen una razón más allá de los ojos humanos: hace millones de años que los insectos son los agentes polinizadores de las plantas, por lo que el sentido de los colores en las flores tiene que ver con esta función de los insectos. Por ejemplo, con las abejas compartimos la visión del verde y el azul, pero ellas no ven el rojo, y mientras ellas pueden ver algunos colores que están dentro del espectro ultravioleta, nosotros no.

Las zonas cálidas o frías de nuestro planeta tienen influencia en la diversidad de la vida y los colores de plantas y animales. Nuestro país se encuentra entre los paralelos 14 y 32, donde las temperaturas favorecen el desarrollo de una amplísima gama de flora y fauna.

El color en México está en los tejidos, la cerámica, la comida, las fachadas, los zarapes, los dulces. El color está del lado de la fiesta, de la alegría de los bailes, de las aguas de sabores. Entrar en un mercado abajo del paralelo 28 en nuestro país significa pasar por las zonas de las frutas y verduras que nos dejan ver los colores de las naranjas, los melones, las uvas, los mangos, las papayas, las manzanas, las peras, los plátanos de distintos tonos según sean: tabasco, dominico o macho. En el puesto de las verduras: las acelgas, los quelites, los tomates, las calabazas, las zanahorias, y los diferentes chiles. Si nos acercamos a los puestos de comida están las tostadas, los moles rojos, cafés, verdes, amarillos, los pozoles, los rábanos, el cilantro y la cebolla, y los grandes vitroleros de agua de jamaica, tamarindo, horchata, el rosa del agua de frutas, el verde del agua de tuna, y el casi blanco del agua de limón.

Si te acercas al lado de las artesanías podrás encontrar los colores de la talavera de Guanajuato, el azul de la talavera de Puebla, el barro negro de Oaxaca, las lacas de Michoacán, el barro verde de Santa María de Atzompa en Oaxaca, los rebozos de Santa María, la lana de Chinconcuac, los tejidos y bordados de Chiapas, Oaxaca, Puebla, e Hidalgo.

Ilustración: Freepik.com.

Saliendo de ahí puedes ir al mercado de flores donde encontrarás rosas de diferentes colores, crisantemos, claveles, orquídeas, alcatraces, girasoles y camelias. Nos falta un recorrido por la diversidad de peces del Caribe, de ranas, de mariposas, y de aves de distinta envergadura y plumajes de colores.

Y qué decir de las cempaxúchitl de las fiestas de muertos; las banderitas de papel picado de colores que adornan las calles en las fiestas.

El orgullo nacional a través del color es algo que nos caracteriza como mexicanos, después de todo además de nuestra posición geográfica, también está nuestra cultura, nuestras festividades locales, regionales y nacionales.

Es por eso que nuestros artistas también se distinguen por el uso del color como todos aquellos que hacen alebrijes, los que pintan fachadas en nuestros pueblos y los arquitectos como lo fue Luis Barragán, quien en realidad era ingeniero pero gracias a su trabajo con color dentro de la arquitectura posicionó a México en el mundo. El arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, quien consciente de que albergar los Juegos Olímpicos te pone en los ojos del mundo, coordinó una imagen llena de color en la Ciudad de México, en los productos promocionales de dichos juegos, en los íconos, en la ruta de las esculturas, en los pisos de acceso a los escenarios olímpicos, etcétera. Para estar a tono podemos poner el ejemplo de los atletas olímpicos en Tokio ‘21, que portaban un uniforme con franjas de color bordadas en los trajes.

Esta característica de saber utilizar el color, de saber combinarlo, y de aplicarlo para transmitir emociones, ha dado a los arquitectos y diseñadores mexicanos un lugar en otros países del mundo en donde son contratados por esta apropiación cultural del color.

Ilustración: Freepik.com.

Desde los diseñadores gráficos, pasando por los industriales, los de interiores y moda, llevan el color a otros lugares, tal es el caso de Germán Montalvo, Alejandro Magallanes, Anabel Vanoni, Erick Morales, y muchos más.

No puedo pensar en un México sin verde, blanco y rojo, de las sandías, de los chiles en nogada, de la salsa bandera, de la china poblana, de la Selección Nacional. Definitivamente México depende de los colores para ser México.

Si te interesa saber más del color y cómo se aplica, debes saber que esa es una de las cualidades del diseñador, el saber qué, dónde, y cuáles colores son los que puedes aplicar en una recámara, un mueble, un florero, o una licuadora; esto pertenece a la teoría del color.

Las mejores combinaciones de color no necesitan que sepamos mucho del color sino de que podamos ver con ojos diferentes los colores en la naturaleza.

*Directora de la Escuela de Diseño de Universidad Xochicalco campus Ensenada. Bibliografía: Alba Ferrer, Franquera, y Gómez Fontanilla, David. (2017). Cultura y Color UOC.

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