Testimonio de 7 jovenes en el cielo (muestra)

Page 1

TESTIMONIO DE 7 JOVENES EN EL CIELO Y EL INFIERNO TESTIMONIO DEL CIELO VOL. 2

GUILLERMO VIDALON


A mis Padres: Teresa y Enrique


3 INDICE Introducción…………………………………………………….4 Testimonios: 1er Testimonio …………………….………………………….15 2do Testimonio………………………………………………..20 3erTestimonio…………………………………………………24 4to Testimonio………………………………………..……….28 5to Testimonio………………………………………………...31 6to Testimonio……………………………………….………..34 Anexos: Definiciones Cielo……………………………………………………………..37 Infierno………………………………………………………….38 Purgatorio……………………………………………………...41 Limbo……………………………………………………………42 Refutación doctrinal del Purgatorio………………………43 ESTA FUE TU VIDA…………………………………………..50 Bibliografía…………………………………………………...62

Guilllermo Vidalón


INTRODUCCION 7 JOVENES ESTUVIERON 3 HORAS EN EL INFIERNO, Y 2 HORAS EN EL CIELO ESTE ES EL TESTIMONIO DE SIETE JOVENES COLOMBIANOS QUE TUVIERON UNA VISIÓN DE PARTE DE DIOS: FUERON LLEVADOS AL INFIERNO Y LUEGO AL CIELO, CON EL PROPÓSITO DE CONTAR AL MUNDO LO QUE VIERON, PARA SALVACIÓN DE ALMAS.

Guadalupe, Sabu, Dora y Jenny viajan juntos compartiendo su testimonio. Fotografía: Robín Martínez/CGN Sabu Rodríguez, Guadalupe López, Jenny González y Dora Jiménez viajan por varios países, compartiendo su impactante testimonio y en esta ocasión, llegaron a Guatemala para darlo a conocer, cumpliendo con lo que al final será, el propósito de la experiencia que vivieron: Contarlo a todos, para salvar almas.


5 Nos reunimos con estos cuatro jóvenes –de siete que originalmente tuvieron la experiencia- y de manera sencilla aceptaron una entrevista con CGN para utilizar este medio y lograr que muchos reciban el mensaje. CGN: ¿En qué consistió la experiencia? Sabu: Fue una revelación de parte de Dios, que los siete vivimos en conjunto. Todos vivimos en Colombia y nos reunimos hace 14 años en el mes de abril (1995) cuando llevábamos muy pocos meses de convertidos a Cristo. Nos disponíamos a un paseo al campo donde aprovecharíamos para cantarle a Dios y exaltar su nombre, pero también para un rato de esparcimiento… por lo que llevábamos mucha comida y un balón para jugar y música para adorar a Dios. Todo esto, en una casita que estaba en el lugar que visitamos. Comenzamos a orar a Dios como a eso de las 10:30 de la mañana. Resulta que cuando estábamos orando, no pudimos parar de orar; la presencia se hizo mucho más intensa y fuimos bautizados por el Espíritu del Señor, hablamos en otras lenguas y cantar en cánticos espirituales con lenguas que no conocíamos y que no entendíamos, porque sabemos que no son de esta tierra. Comenzamos a danzar y dar vueltas y vueltas para Dios allí… muy asombrados por lo que nos estaba ocurriendo, cuando de repente al lugar donde estábamos por la ventana entró una luz más brillante que la luz del sol y que no podíamos ver, porque no lo resistíamos. Guilllermo Vidalón


Del centro de esta luz, se veía la silueta de una persona muy alta y cuyo rostro no se podía ver (Sabu hace una breve pausa para recordar que después encontraron que en la Biblia dice “no verá hombre mi rostro y vivirá”) pero no entendíamos, porque realmente teníamos muy poco tiempo de conocer la palabra del Señor. Esta persona vestía una túnica blanca y muy larga –hasta los piespero de un blanco que jamás hemos visto sobre la tierra. Tenía sandalias de oro puro y en su pecho un cinto (banda) en diagonal que decía Rey de Reyes y Señor de Señores, que tampoco era en español, pero por el Espíritu Santo lo entendíamos. Este personaje nos habló con un amor inmenso, pero con una autoridad poderosa y nos dijo “Hijitos míos, no temáis… yo soy Jesús de Nazaret. He venido a visitarlos porque los amo y para darles a conocer un gran misterio, para que lo lleven por el mundo entero, por las naciones, por los valles, por los campos y a todo lugar donde yo les dijere; y donde no les dijere, ustedes no irán. Estamos en Guatemala para traer la palabra que Dios nos dijo que trajéramos CGN: ¿El Señor les dijo entonces que vinieran a Guatemala? Sabu: Dentro de la gran comisión está que vayamos a todo el mundo a hacer discípulos. Pero textualmente el Señor nos dijo que nos llevaría por todo el mundo, y en


7 algunos lugares el Señor nos ha dicho que no vayamos a ese lugar, pero tuvimos vía libre del Espíritu Santo para venir a Guatemala, por eso estamos aquí, gracias a Dios. CGN: ¿Qué más sucedió? Guadalupe: Pues allí fue donde empezó la revelación. La palabra dice que en los últimos tiempos Dios derramaría de su espíritu y los jóvenes verían visiones. Nosotros tuvimos esa visión donde el Señor llega a nuestro cuarto y se abre ese túnel donde el Señor nos dice que nos va a mostrar un misterio. Empezamos a bajar por este túnel y empezamos a ver la revelación de lo que es el infierno. El Señor nos mostró el infierno. Guadalupe aclaró en esta pausa, que en los tres meses siguientes, el Señor les siguió mostrando cosas. En tres horas en el infierno CGN: ¿Qué vieron en el infierno durante esas tres horas? Guadalupe: Como la palabra del Señor lo dice, es un lugar de tormentos. Uno se imagina que el infierno es mucho más distinto a lo que nos han dicho. Donde le han dicho a uno que se va a bailar, a tomar y se va a muchas cosas… pero nadie le dice a uno que todas esas cosas se harán con dolor y con sufrimiento.

Guilllermo Vidalón


Este lugar tiene muchas puertas. Cuando llegamos, se abrió una de esas puertas y empezamos a ver un valle de llanto; se escuchaban artas (muchas) voces y gritos, y gritos y gritos. Pero cuando el Señor nos introduce en esto, vemos llamas como de tres metros que, sorprendentemente, no daban luz… eran opacas y logramos ver que lo que había detrás de esas llamas, eran personas. Allí vimos a un hombre que se llamaba Luis. Este hombre se encontraba sentado una mesa, mesa en la que había unas botellas de cerveza que aparentemente se veían frías, pero no era así. Cuando él tomaba la botella con sus huesos (porque tenía poca piel); no tenía ojos, no tenía labios y no tenía el cabello, pero tenía en su frente el 666… entonces cuando tomaba la botella con la mano, parecía que las fuerzas se las hubieran quitado y él hace contacto del hueso con el vidrio, empieza a salir un humo y empieza entonces a gritar. Cuando este hombre ve al Señor Jesús en ese lugar, empieza a pedir misericordia… que tuviera misericordia de él y que por favor lo sacara de ese lugar. Cuando él bebía de esa botella, ya no era la bebida refrescante que parecía. Era un ácido y su tórax estaba destruido; se veía un gran agujero y cómo este ácido caía y quemaba todo su cuerpo. Lógicamente él echaba la cabeza hacia atrás y empezaba a decir al Señor que tuviera misericordia.


9 Lo más sorprendente era que todos tenían una placa en su pecho, placa de un material gris que nada le sucedía ni con las llamas, ni con los gusanos y con nada. Esta placa que él tenía, decía “Estoy aquí por borracho” (ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. / 1 Corintios 6:10) y la palabra de Dios es clara. CGN: ¿Cómo fue el paso del infierno al cielo? Sabu: Luego de haber visto por tres horas cosas horribles y espantosas en el infierno, no sabemos cómo Jesús nos regresa a la habitación donde estábamos al principio, pues luego de ver horrores y miles de “cadáveres” con vida regados, clamando misericordia y suplicando que alguien los sacara por un momento de aquel lugar, de repente nos vemos en el cuarto otra vez y no había palabras para decir. Mis compañeras y mi esposa lloraban mucho, estábamos aterrorizados por lo que habíamos visto. No decíamos nada entre nosotros, solo nos mirábamos confundidos, pensando cómo qué será de nuestra vida de ahora en adelante…? Pasaron unos cinco minutos, cuando nuevamente llega el Señor Jesús al cuarto. Una vez el entró, se nos pasaron los horrores y quedamos llenos de una paz inmensa que salía de su presencia, de su gloria. Precisamente eso nos dijo… “Hijos, ahora les quiero mostrar mi reino, mi gloria. Nos hizo ponernos de pie y Guilllermo Vidalón


tomarnos de las manos; comenzamos a elevarnos y vimos cómo nuestros cuerpos se quedaban allí abajo, de pie, tomados de las manos. Ver esto nos hizo comprender que estábamos en el espíritu, y que íbamos al reino de los cielos. Comprendimos que íbamos tomados de la mano de Jesús, fuera de nuestro cuerpo. Vimos las nubes, cómo las casas se hacían pequeñas ante nuestra vista… y cómo incluso la tierra, el globo se hacía pequeño ante nuestra vista también. Llegamos a un par de puertas inmensas que estaban cuidadas por un par de ángeles mucho más arriba, pero todo esto en escasos segundos que tardamos en llegar a aquel par de puertas, donde los ángeles nos daban la bienvenida. Aunque no entendíamos al principio sus palabras, nos daban la bienvenida al reino de los cielos donde vimos cada una de las maravillas que tiene el Señor para su pueblo, para su iglesia. Allí entendimos que cuando Jesús dijo que iba a preparar morada para nosotros, es verdad… que la Biblia es verdad hasta en la última coma y el punto más pequeño… cada palabra sobrepasa el mundo entero. CGN: ¿Qué vieron en el cielo? Jenny: Allí encontramos un reino completamente diferente al que nos habían predicado alguna vez. Es


11 tremendo ver que algunos cristianos conociendo lo que conocen de la palabra, nos hablen de un reino de los cielos aburrido, sin color y sin gracia. Lo que nosotros experimentamos allí fue un reino lleno de color, de vida, de gozo, lleno de alegría. Un lugar con mucha paz, tranqulidad, con mucha flora, diversa fauna. Pudimos ver cómo se hace realidad lo que dice el salmo 50:6 que dice “todo lo que respire, alabe al señor”. Todo lo que respira allí, lo alaba; los árboles se inclinan para alabarle; las flores casi se derriten para alabarle cuando pasa el Señor Jesús; los animalitos inclinan sus patitas delanteras para alabar también al Señor. Las personas que han sido salvas y están en el cielo, paran sus actividades para alabarle. Era hermoso ver delfines, peces, caballos, pájaros, cervatillos y muchos otros animalitos alabando al Señor. Vimos una gran cantidad de niños, de diferentes edades, todos felices, alegres, ninguno enfermo, llorando o triste. Las personas que han sido salvas, hoy sirven con un gozo absoluto al Señor Jesús, haciendo labores para glorificar su reino, exaltándolo con mucho vigor, con mucha energía. Es un lugar maravilloso y este lugar ha sido preparado para nosotros, los hijos de Dios. CGN: ¿Ya sea en el infierno o en el cielo… vieron a alguien conocido? Jenny: En el infierno, le preguntamos al Señor quién estaba allá… y Él nos dijo que jamás nos permitiría Guilllermo Vidalón


verlo, ni saberlo, porque no lo podríamos resistir. Aunque conocidos en el infierno, vimos a John Lennon. En el reino de los cielos, el Señor le permitió a mis compañeros ver a dos de sus hijos que habían muerto siendo bebés y estaban allá.

¿Le pidieron algo especial? fue la pregunta que cerró la entrevista. Guadalupe de repente sonríe y baja los ojos para ver la palma de su mano. Yo le pedí al Señor que me diera algo en la mano para recordar siempre que El me lo dio. Al día siguiente, encontré este lunar en mi mano derecha; afirmó Guadalupe. Fotografía: Robín Martínez/CGN Interviene Guadalupe, contándonos que allá tuve la oportunidad, junto a mi hermano Ariel, –que también forma parte del ministerio- yo ya perdí un bebé que voluntariamente lo había abortado. Cuando llego al reino de los cielos y me doy cuenta que la misericordia y el amor de Dios es eterno, veo que en todo lugar a donde llegábamos, siempre se acercaban ángeles con


13 bebés. El Señor les acariciaba, les daba un besito y los mandaba; le preguntamos al Señor si estos niños eran los que iban a mandar a la tierra. El cambia su tono de voz y la pone como triste y nos dice “No. Estos niños son los abortados… los que no quiere la tierra”. Yo allí le pregunté si allí estaba mi bebé, a lo que Él me contestó que sí; luego le dije que me permitiera verlo… nos caminamos hacia un lado a donde había varios niñitos que tenían la edad que mi hijo ya para entonces tendría ( más o menos 2 ó 3 añitos) vestidos con mantos chiquitos y sandalias pequeñitas. Me mostró un pequeñito que estaba parado allí de espaldas a mí; cuando me acerqué a abrazarlo, el Señor me dijo que no. Que solo lo escuchara… cuando escuché su voz, la escuché en español diciendo “ya casi viene mi papito y mi mamita” entonces, entendí que el amor de Dios es perfecto. El niño lo decía no con resentimiento, sino con amor… un amor que solo Dios lo podía dar… siendo mi niño consciente que yo no le dí la oportunidad de vivir aquí en la tierra. Ahora entendemos el precio tan alto que es la salvación. Somos personas muy sensibles a la voz del Señor, sabiendo que Jesús es nuestro mejor amigo y salvador. Dios nos dijo que llegaríamos a las naciones. Han pasado casi 10 años y esta palabra sigue cumpliéndose... Dios es fiel. Este testimonio es para estos últimos tiempos.

Guilllermo Vidalón


Durante una conversación con estos jóvenes colombianos, nos compartieron que tuvieron una convivencia muy especial con el Señor Jesús, caminando por jardines preciosos, donde comieron – entre los siete- una uva del tamaño de una naranja. Guadalupe nos dijo que las uvas son como transparentes y tan grandes como nunca vieron algo parecido acá en la tierra. El Señor se sentó en uno de estos jardines y ellos alrededor de Él. “Preguntábamos como niños” dijo Jenny… “queríamos saber hasta porqué los colores de la flores!!” recuerda Dora, quien también nos comentó que era tan bien lo que se sentían allá, que cuando el Señor les dijo que era hora de volver, “casi nos escondemos para quedarnos más tiempo por allá” pero el Señor nos regañó –con amor- diciéndonos con un tono de autoridad… “Es hora de volver”. Ahora, viajamos por las naciones compartiendo el testimonio de lo que vivimos, obedeciendo a lo que el Señor nos dijo. De hecho, el Señor mantiene una constante comunicación con ellos para decirles a dónde deben llegar, y a dónde no. El Señor nos ha enviado a dar este testimonio para que sus hijos sean salvos y busquen el perdón en El.


Revelación del Cielo --- (Primero testimonio) --La Biblia dice en 2da de Corintios 12:2 "Conozco a un hombre en Cristo, que hace 14 años, si en el cuerpo no lo sé, si fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe, fue arrebatado hasta el tercer cielo, y conozco a tal hombre, si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé Dios lo sabe, que fue arrebatado al paraíso donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar". Nosotros nos encontrábamo s en el cuarto donde comenzamos la experiencia al comienzo y El Señor entra nuevamente de una manera poderosa, Su presencia lo lleno todo, Su presencia lo iluminó todo el cuarto, aquél lugar se llenó de Su gloria, era hermosísimo estar delante de Él. Él nos dijo: "Hijos ahora les voy a mostrar mi Reino, les voy a mostrar mi gloria". Y nosotros inmediatamente nos tomamos de las manos y nosotros comenzamos a subir, yo miré hacia abajo y vi que


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.