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LA INFLUENCIA DE LAS REDES SOCIALES EN LA ALIMENTACIÓN Y TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
from HERA - LOVE BIRDS
by Hera Lider
La excesiva presión por tener un cuerpo “perfecto”, promovida por los mensajes que encontramos en las redes sociales en la actualidad, se ha convertido en un importante detonador de la aparición de trastornos de la conducta alimentaria, tales como anorexia, bulimia, ortorexia, trastornos por atracones de comida o condiciones relacionadas que ponen en riesgo su salud física y mental.
El problema es que nuestra sociedad establece estándares irreales de perfección y hace menos a aquellas personas que no alcanzan dichos parámetros. La industria del modelaje y el fitness, por ejemplo, han fijado ideales utópicos de belleza, y las mujeres que vemos son cada vez más y más delgadas. Es común ver en las redes sociales mensajes que asocian la felicidad y el éxito con un estándar de perfección física, y los niños y adolescentes, en la búsqueda de su identidad, son particularmente vulnerables a estos mensajes.
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Cuando un cuerpo delgado y marcado se convierte en el ideal de belleza socialmente deseable, las personas empiezan a catalogar un cuerpo normal y saludable como “muy gordo”. Su imagen corporal se distorsiona y, en la mayoría de los casos, arriesgan su salud con el objetivo de estar delgados.
Dentro de estos trastornos, existe uno particularmente relacionado con el auge de la cultura fitness promovida en las redes sociales: la ortorexia nerviosa. Se trata de un trastorno caracterizado por una conducta obsesiva hacia alimentos catalogados como “buenos” y “malos” por supuestos expertos en nutrición y entrenamiento.
Las personas que padecen esta condición son incapaces de participar en actividades cotidianas relacionadas con la comida, pues se aíslan y a menudo ser vuelven in- tolerantes a los puntos de vista de otras personas sobre la alimentación y la salud. Este tipo de obsesión puede derivar del solo hecho de escuchar o leer cosas negativas sobre un tipo de alimento, lo cual conlleva a eliminarlo de su dieta, estableciendo una relación obsesiva hacia la comida y aumentando el riesgo de deficiencias nutricionales, al limitar la ingesta diaria a un reducido grupo de alimentos considerados como “buenos”.
Es de suma importancia que los padres, maestros y entrenadores, les proporcionemos a los niños y adolescentes las herramientas informativas contra los influencers que promueven las redes sociales, pues la protección contra los trastornos de alimentación en las próximas generaciones dependerá de las acciones que tomemos hoy.
La mejor defensa de nuestros jóvenes contra esta situación es tener un criterio sólido y sobre los patrones normales de crecimiento, el funcionamiento del organismo, las propiedades nutricionales de los alimentos y la relevancia del ejercicio físico disfrutable en su estilo de vida, con el fin de evitar la adopción de conductas que pongan en riesgo su salud.