Número: 213 - Fecha: 21/12/2010 21/12/2010
RECORDAR EL NACIMIENTO DE JESÚS EN TU CORAZÓN
BÚSQUELE SENTIDO A LA NAVIDAD “No teman, pues les anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo, hoy ha nacido en la Ciudad de David, un salvador, Cristo El Señor” Lc. 2, 10 – 11. Navidad es un tiempo que, a pesar de la sociedad de consumo, afirma la vida, la vida buena y generosa y solidaria. Se diría que del corazón humano brota la necesidad de compartir y de regalar algo de sí al carente de casi todo. Es que la bondad y el bien son valores profundamente humanos. El tiempo de Navidad es un tiempo para reafirmar la vida, es tiempo de crecer en generosidad de “ensanchar la tienda”, como dice Isaías (Is. 54, 2). Es tiempo propicio para que Dios, hecho humano, nos transforme y podamos parecernos más a El. Es tiempo de balance, es tiempo de reconocer errores y aciertos. El comercio grita: “Disfrute la mejor Navidad de su vida”: Playas, paseos en veleros a islas paradisíacas, comidas en el mejor mirador de la ciudad, casinos, bailaderos y mucho más “solo haga click”. Se promueve el desenfreno gastronómico, se regalan muchas cosas, pero falta el perdón y el afecto, se ignora a los desposeídos del vecindario. Navidad, para muchos es vacaciones, pasarla bien, no importa dónde ni cómo. Casi siempre los gastos superan las posibilidades y las personas terminan sin equilibrio en sus balanzas. La navidad no puede reducirse a comprar y a divertirse.
de los arbolitos, de las natillas y de los buñuelos. Durante el año se acumulan muchas tristezas. Navidad es una invitación al regocijo porque hay una presencia que la nutre: La del Niño Dios, quien es la buena noticia para la humanidad. Navidad es un mensaje de esperanza y reconciliación saliendo un poco de sí para llegar al corazón de los otros. La navidad debe ser un estado de la mente, no una estación que solo dura unos días. La encarnación supone que Jesús asume nuestra historia humana introduciendo en ella lo divino, haciendo que el humano se divinice y que lo divino solo pueda manifestarse en lo humano. Navidad es el misterio de la solidaridad de Dios con toda la humanidad y muestra el valor incalculable e inalienable de toda persona humana especialmente los más pobres, excluidos y necesitados de nuestra historia. Navidad es reconocer que el amor a los demás no es optativo, sino condición inherente a nuestro ser cristiano, pues solo mirando al otro con amor, descubriremos a Dios. La navidad se expresa compartiendo con familiares y amigos, pero también hay que preocuparse de los enfermos, de los que no tienen familia o padecen cualquier otra situación dolorosa. Que el Niño de Belén nazca hoy en nuestra vida, en nuestras relaciones y nuestra historia para poder afirmar con verdad “El verbo se hizo carne y vive entre nosotros” Jn. 1, 14. Jesús es un tesoro y una esperanza de nuestro mundo, siempre es fuente de un mundo diferente. Hno. JULIO ENRIQUE QUINTERO VARGAS
La alegría es el alma de la Navidad, es la época de los villancicos,
Diciembre 10 de 2010