Número: 229 - Fecha: 09/03/2011
"Un hombre que trabaja con sus manos, es un obrero; un hombre que trabaja con sus manos y su cerebro, es un artesano; pero un hombre que trabaja con sus manos, su cerebro y su corazón, es un artista", decía Louis Nezer. No sé qué tan artistas podríamos ser, pero el fin de semana pasado (4 y 5 de febrero de 2011), nos reunimos en la casa de convivencias de las Hermanas Carmelinas Teresianas, en Bogotá, los siguientes equipos: Formación; Pastoral Infantil, Juvenil y Vocacional; Pastoral Educativa; Pastoral Administrativa; Pastoral del Laicado Marista; Secretariado Formación de Hermanos Laicos; Secretariado de Solidaridad; Red de Espiritualidad Marista, para fortalecer nuestra fraternidad, evaluar los planes operativos 2010, elaborar el plan operativo 2011 y organizar el cronograma 2011. Estos dos días fueron muy importantes para nosotros, porque pudimos colocar en evidencia las bondades del trabajo en equipo, las herramientas del Sistema de Gestión de Calidad y el entusiasmo y responsabilidad de los participantes. Pero, también, es una oportunidad para comenzar a preparar y a visionar desde ahora nuestra vida y nuestra misión al 2017. Sentimos la necesidad de revisar nuestro camino a la luz del Espíritu de Jesús; pensar y discernir desde nuestra razón y nuestro corazón actitudes nuevas, para asumir con alegría
y con audacia las nuevas llamadas y exigencias de nuestros niños y jóvenes, especialmente de nuestros niños y jóvenes pobres y excluidos. Cambiar nuestros paradigmas de miradas estrechas, débiles o acomodadas y abrirnos a un nuevo espíritu, en el que estén presentes las llamadas de nuestros capítulos General y Provincial. De igual manera, consolidar nuestra fraternidad entre Hermanos y Laicos, sensibilizarnos profundamente desde nuestros mismos corazones para orar, animar y acompañar nuestra propia vocación y la de nuestros hermanos, a la vez, comprometernos en despertar, animar y acompañar a muchos jóvenes inquietos en la VOCACIÓN MARISTA. Es un compromiso de vida que tenemos todos los Hermanos: promover las vocaciones maristas con nuestras vidas, siendo alegres, entusiastas, acogedores, sin temor para proclamarles que la vida marista vale la pena vivirla hoy con toda la entrega. Que Jesús de Nazareth, nuestra Buena Madre, María y san Marcelino nos ayuden a ser generadores de vida, generadores de vocaciones comprometidas y perseverantes, que trabajen con pasión por el Reino de Dios a tiempo completo. Con aprecio, Hno. Antidio Bolívar Enríquez Delegado de Colombia
H. Hernán Gómez Osorio ‐ (Secretario Provincial)