Lecci贸n 8 para el 20 agosto de 2011
A LOS OJOS DE DIOS
A LOS OJOS DEL HOMBRE
Dios es el único que puede percibir correctamente la diferencia entre el bien y el mal. La única forma fiable de hacer lo recto es seguir los consejos que nos ha dado en su palabra y obedecer sus leyes y sus mandamientos.
En nuestra naturaleza humana tenemos tan arraigado el pecado que, por nosotros mismos, no somos capaces de distinguir la diferencia entre el bien y el mal. Es más, incluso algunos de los ángeles o Adán y Eva, con una naturaleza sin pecado, eligieron el camino del mal.
“Cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, guardando todos sus mandamientos que yo te mando hoy, para hacer lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios” (Deuteronomio 13:18)
“Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Salmo 14:3)
Vamos a ver tres formas de deterioro que nos llevan de la verdadera adoración a la adoración falsa. • Pequeños cambios sutiles, pequeñas transigencias, aparentemente sin importancia, Salomón que desvían nuestro corazón.
• Adaptación de la forma de adorar, cambiando claras normas divinas por otras que nos Jeroboam las parecen mejores.
Acab
• Rebelión total. Dejando de adorar a Dios, buscando formas de adoración como mero entretenimiento, dedicando nuestro tiempo a los ídolos modernos, o simplemente rechazando abiertamente a Dios.
En la descripción que hace la Biblia de la riqueza y la gloria de Salomón (1 Reyes 10-11), aparecen muchas indicaciones de debilidad moral:
Atesorar riquezas “…ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia” (Deuteronomio 17:17)
“El peso del oro que Salomón tenía de renta cada año, era seiscientos sesenta y seis talentos [22.777 kg] de oro” (1 Reyes 10:14, 21)
Amontonar caballos “Pero él no aumentará para sí caballos... “ (Deuteronomio 17:16)
“Y juntó Salomón carros y gente de a caballo; y tenía mil cuatrocientos carros, y doce mil jinetes” (1 Reyes 10:26)
Casarse con mujeres no Israelitas “Y no emparentarás con ellas [no Israelitas]... Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos” (Deuteronomio 7:3-4)
“Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas” (1 Reyes 11:1)
No tomar muchas esposas “Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe... “ (Deuteronomio 17:17)
“Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón” (1 Reyes 11:3)
Pequeñas concesiones en la vida de Salomón, hicieron que éste llegase a adorar abiertamente a los ídolos, rompiendo así el pacto que había hecho con Dios en su juventud.
¿Cuáles son las pequeñas cosas que me pueden desviar de la verdadera adoración a Dios?
“Salomón estaba tan embargado por pensamientos de ostentación, que no elevó su espíritu por una constante comunión con el Dios de la sabiduría. Pasó por alto la perfección y la belleza del carácter en su propósito de obtener la belleza exterior. Vendió su honor y la integridad de su carácter al procurar glorificarse a sí mismo ante el mundo, y finalmente se transformó en un déspota que sostenía sus lujos extravagantes imponiendo al pueblo tributos excesivos. Primero se corrompió en su corazón, luego apostató de Dios, y finalmente adoró a los ídolos” Elena G. de White, Testimonios para la iglesia, tomo 4, p. 621
Jeroboam tenía pocas probabilidades de mantener el reino unido frente a Roboam, pues el pueblo seguía yendo a Jerusalén varias veces al año para adorar. Pero Dios le había prometido que, si obedecía sus mandamientos, Dios estaría con él, sus descendientes seguirían reinando y el reino de Israel le sería leal. (1ª de Reyes, 11: 38)
Jeroboam intentó que el pueblo de Israel dejase de ir a Jerusalén, manteniendo a la vez la apariencia de que estaba obedeciendo los mandamientos de Dios.
Esta fue la soluci贸n de Jeroboam para modificar el culto divino ordenado por Dios, seg煤n sus propias ideas.
“Hoy en día los hombres corren el peligro de manifestar el mismo espíritu que manifestó Jeroboam y de hacer una obra de un carácter similar a la que él hizo. La ejecución de sus planes indujo a los hijos de Israel a apartarse de Dios y a caer en la idolatría, y realizaron y permitieron terribles males. El juez de toda la tierra pondrá sobre Jeroboam los terribles resultados de su conducta. Y cargará a los que siguen su ejemplo los resultados de la mala conducta de ellos” (Comentario bíblico adventista, Comentarios de Elena White sobre 1 Reyes 12:25-33)
¿Adoro a Dios conforme a mi propio criterio o busco en la Palabra de Dios las directrices correctas para hacerlo?
Durante el reinado de Acab, el culto a los ídolos había sustituido el culto a Dios. Eran pocos los fieles que no habían doblado su rodilla ante Baal (7.000). Dios envió a Elías a enfrentar al pueblo y llevarlos a tomar la decisión de abandonar los ídolos.
En el monte Carmelo, el pueblo pudo apreciar la enorme diferencia entre el culto emocional, excitante, ruidoso e ineficaz de Baal, y el sencillo y eficaz culto a Dios realizado por Elías. No debemos pensar que cuanto más ruido hacemos, o más fuerte es la música o más excitación emocional se genere, mejor será nuestra adoración.
Dios acepta la oración humilde, la sencillez y el orden en la adoración. Nuestra adoración debe estar centrada en el verdadero Dios, estar arraigada en su Palabra y señalar a Dios y su actividad en la historia.
La pregunta crucial de Elías es de vital importancia para nosotros hoy:
“¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él” (1 Reyes 18:21) En el tiempo del fin, Dios ha suscitado un pueblo que debe llevar el mensaje de Elías al mundo. El último conflicto en la tierra estará basado en la adoración y dividirá al mundo en dos grupos: Los que adoran a Dios según Él ha establecido y los que no. Dios te da hoy la oportunidad de escoger el grupo en el que estarás. Elige adorar a Dios sin concesiones.
“Al acercamos al fin del tiempo, la falsedad estará tan mezclada con la verdad, que solo aquellos que son guiados por el Espíritu Santo podrán distinguir la verdad del error. Necesitamos hacer toda clase de esfuerzos para seguir el camino del Señor. No debemos apartarnos de ningún modo de su conducción para poner nuestra confianza en el hombre. Los ángeles del Señor han recibido la orden de mantener estricta vigilancia sobre aquellos que ponen su fe en el Señor, y estos ángeles serán nuestro auxilio especial en todo tiempo de necesidad. Cada día hemos de venir al Señor con plena certidumbre de fe, y buscar de él sabiduría... Los que sean guiados por la Palabra de Dios distinguirán con certeza la diferencia que hay entre la falsedad y la verdad, y entre el pecado y la justicia” Elena G. de White, La maravillosa gracia de Dios, p. 201