El Mito de
PERSEO & MEDUSA
Versión de “Greek Myths & Greek Mythology”
Escrito por: Greek Myths & Greek Mythology
Ilustrado por: Camilo Andrés Quintero Herramientas Digitales para Diseño e Ilustración Facultad de Comunicación Universidad de La Sabana @2021-2
Bogotá, Colombia
El Mito de
PERSEO & MEDUSA
Versión de “Greek Myths & Greek Mythology”
El oráculo de Delfos le dijo a Acrisio, rey de Argos, que su propio nieto lo mataría algún día. Este nieto sería el hijo de su hija Dánae. Asustado por el futuro que se avecinaba y por su destino, el rey Acrisio decidió privar a su hija de cualquier posible relación sexual, apareamiento y maternidad, por lo que construyó una habitación bajo la tierra y encarceló allí a Dánae.
Sin embargo, como dice la leyenda, Zeus vino a ella en forma de lluvia dorada, atravesó las paredes de la cámara y el cuerpo de Dánae. Así nació Perseo.
Al oír la noticia, pero sin creer que Zeus fuera el padre del recién nacido, Acrisio dejó que su hija y su nieto salieran a mar abierto en un arca. Finalmente llegaron a las costas de la isla de Serifos, donde fueron salvados y adoptados por una pareja local, siendo el hombre el hermano del rey de la isla, Polidectes.
Cuando Perseo creció hasta convertirse en un joven apuesto y fuerte, una vez más se encontró en el camino de un rey, esta vez el rey Polidectes, que quería que Dánae se convirtiera en su esposa. Sabiendo que no tendría a la mujer para él mientras Perseo estuviera allí para protegerla, el rey hizo un plan para enviar a Perseo no sólo lejos, sino también a una peligrosa misión. Polidectes le dijo a Perseo que le trajera la cabeza de la gorgona Medusa.
Medusa era una de las tres hermanas, las gorgonas, pero era la única mortal. Algunas versiones dicen que las tres nacieron como monstruos, pero los mitos predominantes las presentaban como hermosas doncellas. Medusa era tan hermosa que Poseidón estaba loco por ella, pero a ella no le importaba.
Poseidón la convirtió a ella y a sus hermanas en monstruos con serpientes vivas cubriendo sus cabezas. Medusa conservó su bello rostro, pero todo lo demás era monstruoso. Y quien se atrevía a mirarla a la cara acababa convertido en piedra.
Perseo tenía, pues, una ardua tarea. Pidió ayuda a Atenea y a Hermes y dos de ellos, junto con las ninfas, le proporcionaron unas sandalias aladas para que volara hasta el fin del mundo donde vivían las gorgonas, un gorro que le hacía invisible, una espaday un escudo de espejo
Esta última era la herramienta más importante con la que contaba Perseo, ya que le permitía ver el reflejo del rostro de Medusa y evitar ser convertido en piedra.
Cuando cortó la cabeza de Medusa, de las gotas de su sangre aparecieronde repente dos crías: Pegaso, un caballo alado, y Crisaor, un gigante o jabalí alado. Se cree que esos dos fueron hijos de Medusa con Poseidón.
En cualquier caso, una vez cumplida su tarea Perseo volvió volando y escapó de las hermanas de Medusa que intentaron alcanzarle.
Más tarde, Perseo utilizó la cabeza de Medusa como arma en muchas ocasiones hasta que le dio la cabeza a Atenea para que la colocara en su escudo.
El mito de Perseo y Medusa fue una de las inspiraciones más poderosas para muchos artistas en la antigüedad, pero tampoco ha perdido su importancia artística hasta nuestros días. Las pinturas y esculturas del momento de la decapitación o el propio retrato de Medusa son famosos en todo el mundo
2021-2