GERSON GAMALIEL GARCIA LOPEZ
201445116
CAPITULO 12 CONCLUSION CUATRO PRINCIPIOS QUE FUERON DECISIVOS 1. HEROISMO El heroísmo hace a una persona soñadora y pragmática a la vez. Heroísmo no se medía por la escala de las oportunidades que se les presentaban sino por la calidad de su respuesta a ellas. Los líderes heroicos no esperan hasta que llegue el gran momento: se lanzan a captar la oportunidad que esté a su alcance y extraen de ella la mayor riqueza posible. El heroísmo está en la nobleza de comprometerse con una manera de vivir que se concentra en metas más grandes que uno mismo.
2. INGENIO El ingenio predispone a las personas no sólo para pensar de una manera original sino para vivir de una manera original. Confiados en que la mayor parte de los problemas tienen solución. El ingenio lleva a las personas a arrancar de raíz todo provincialismo, temor de lo desconocido, apego a su posición o sus posesiones, prejuicios, aversión al riesgo y la actitud de que "así es como lo hemos hecho siempre". Librándose de aficiones desordenadas que podrían impedirle exponerse al riesgo o la innovación, se apresta para lanzarse imaginativamente sobre las nuevas oportunidades. Y mirando al futuro con optimismo, es más probable que encuentre esas oportunidades y soluciones. Loyola llamaba a esto "vivir con un pie levantado".
3. AMOR El amor comunica propósito y pasión al ingenio y al heroísmo. Es fácil entender cómo un espíritu de amor puede beneficiar a una compañía dedicada a ayudar a las almas, pero el amor hace a todas las compañías más fuertes. ¿Cómo? El amor permite a una compañía acoger a todos los talentos, sin preocuparse por su religión, color, posición social o credenciales. El amor es el gozo de ver sobresalir a los miembros del equipo, "correr a toda velocidad hacia la perfección". Y el amor es el pegante que aglutina a los individuos en equipos leales que se apoyan. Los líderes movidos por el amor ven un mundo de seres humanos de extraordinaria dignidad, sin miedo, sin codicia, que no engañan. Viven con la premisa de que la gente da lo mejor de sí cuando trabaja para personas que ofrecen genuino apoyo y afecto. 4. CONOCIMIENTO DE SI MISMO El conocimiento de sí mismo arraiga y nutre las demás virtudes del liderazgo. El que descubre quién es, qué quiere y qué defiende ya ha dado el primer paso hacia el liderazgo heroico. Quienes han señalado y han empezado a extirpar sus debilidades y apegos insanos están creando la indiferencia esencial para el ingenio. El conocimiento de sí mismo no es un proyecto de una sola vez. No menos importante que la evaluación inicial que uno hace de sus fortalezas, sus debilidades, valores y visión, es el hábito diario de reflexión, el examen de conciencia. Es una oportunidad de medir la vida, aspecto por aspecto, a la luz de los principios y las metas.
GERSON GAMALIEL GARCIA LOPEZ
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