Los Hermanos Reséndiz:

Los tres mosqueteros del framing Por Hispanos Emprendedores

En el corazón de Clarksville, Tennessee, tres hermanos han erigido no sólo casas, sino también un legado. Ignacio, Marcelo y Agustín Reséndiz, con manos curtidas y corazones llenos de pasión, han transformado su apellido en sinónimo de calidad en el mundo de la construcción aplicando el principio de “uno para todos y todos para uno”

La Odisea de los Reséndiz

El año 2002 marcó un punto de inflexión en la vida de los hermanos Reséndiz. Con la brisa de Little Rock Arkansas soplando en sus rostros y un horizonte lleno de incertidumbres, Ignacio, Marcelo y Agustín decidieron embarcarse en una aventura que cambiaría sus vidas: el mundo del “framing”. Esta técnica de construcción, que implica la creación de la estructura esencial de una edificación, no solo se convertiría en su especialidad, sino también en su pasión.

Aunque su entusiasmo era palpable, los desafíos que enfrentaron en sus primeros años fueron monumentales, al principio trabajaban por separado en campos y aserraderos, en Augusta, Georgia, en el 2006 llegan a Clarksville por recomendación de un sobrino y un hermano para continuar trabajando en el framing, hasta que en el 2010 fundaron su compañía Resendiz construction.

Como muchos emprendedores novatos, se encontraron navegando en aguas desconocidas. La complejidad de obtener licencias, la falta de conexiones en el sector y la necesidad de establecer una reputación desde cero fueron solo el comienzo. A esto se sumó la crisis económica del 2008, que sacudió los cimientos del mundo de la construcción y dejó a muchos en la bancarrota, su jefe en ese momento no fue la excepción.

Pero, en lugar de desanimarse, estos obstáculos se convirtieron en lecciones valiosas para los hermanos. Cada error, cada rechazo, cada noche sin dormir, se transformó en una oportunidad para aprender y mejorar. “Nos enfrentamos a innumerables desafíos, pero en lugar de verlos como barreras, los vimos como escalones hacia nuestro objetivo”, reflexiona Ignacio, el mayor de los tres y, a menudo, el portavoz del grupo.

El camino no fue fácil, y hubo momentos en los que el sueño de tener su propia empresa parecía inalcanzable. Pero la determinación de los Reséndiz, su capacidad para adaptarse y aprender de sus errores, y su inquebrantable fe en su visión, les permitieron superar cada obstáculo. “Cada error fue una lección, y cada lección nos acercó a donde queríamos estar”, concluye Ignacio con una sonrisa de satisfacción. por ser solo los 3 y un sobrino, no trabajaban con builders sino con contratistas, y a veces no les pagaban, “allí nos queriamos desanimar, ya! Decíamos, no, esto no va a funcionar” a pesar de ello y las deudas que adquirieron, con paciencia, perseverando y dando gracias a Dios les dieron más trabajos grandes y crecieron. haber ocurrido el accidente, así que uno para todos y todos para uno como dicen los tres mosqueteros, después de todo estos hermanos practican la filosofía de que en la unión está la fuerza.

Un gran apoyo para ellos fueron sus trabajadores y sus esposas quienes los animaban a continuar menciona Agustin, y Marcelo adiciona que al hacer nuevos diseños, más difíciles, tardaban más tiempo y muchas veces no tenían ganancias, pero fueron aprendiendo “agarramos más experiencia para las próximas… el reto fue aprender y confiar en lo que estábamos haciendo para que después vinieran los frutos” enfatiza.

A pesar de que no los conocían tanto en la ciudad, poco a poco, les dieron la oportunidad, así lo dicen casi al unísono los tres hermanos, “nos conocieron y nos recomendaban unos con otros” y ahora trabajan con varias constructoras.

Desafíos

Agustin menciona que al inicio

La Fuerza de la Familia

Uno de los aspectos más destacados de su historia es la unión familiar. En un mundo donde los negocios pueden crear tensiones y rivalidades, los Reséndiz han demostrado que es posible combinar la familia y el trabajo con éxito.

“Tratamos de hacer las cosas bien y no a la carrera” dice Ignacio. Somos especialistas en madera a pesar de contar con un equipo en que delegan otras etapas de la construcción.

“Nos conocemos muy bien”, dice Agustin. “Si uno de nosotros tiene un problema, los otros dos están ahí para apoyar. No hay envidia, no hay competencia. Solo hay un objetivo común: hacer crecer nuestro negocio y apoyarnos mutuamente”. Incluso mencionaron la historia en que uno de los hermanos se lesionó de la pierna y se dividían las ganancias por igual entre los tres durante esos 5 meses, porque sabían que a cualquiera de ellos le pudo

Marcelo menciona que si alguno tiene un compromiso y debe retirarse del trabajo es bueno ser flexible y ponerse en el puesto del otro, porque siempre se están necesitando los unos a los otros, sin discusiones. Finaliza Ignacio diciendo “entre los tres nos pagamos siempre lo mismo, no importa si hubo alguna falta, así como nos repartimos el dinero también nos repartimos los problemas”

Aunque están en EE.UU. es evidente la diferencia entre emprendedores norteamericanos e hispanos, para Marcelo la distinción es la ambición “como venimos desde abajo, siempre quieres superarte” intercede Agustín diciendo “Con hambre”, y agrega Marcelo “Si, todo eso hace que le eches más ganas a tu trabajo” con la finalidad de tener tus propias cosas y mejorar tu calidad de vida.

Antes de comprar una casa… Agustin aconseja que deben vigilar que la construcción de las casas este a cargo de una compañía que respete los tiempos de construcción, en paciencia, que no sea de esas que construyen “a la carrera” como dice Ignacio, porque una vez que está construida la casa todo se verá bien, por eso deben hacer el seguimiento al inicio de los proyectos antes de

Marcelo Reséndiz

comprar, y fijarse en la trayectoria de la constructora.

Los hermanos conocen grupos que solo hacen casas rápido para ganar dinero pero también otros grupos que hacen su trabajo con paciencia y calidad, por eso los compradores deben fijarse en esos detalles.

Construyendo un Legado

En el mundo de los negocios, muchos buscan el éxito inmediato, la gratificación instantánea. Sin embargo, para los hermanos Reséndiz, su enfoque trasciende el presente y se proyecta hacia el futuro. No se trata solo de construir edificios, sino de edificar un legado que perdure en el tiempo y en la memoria de las personas.

La visión de los Reséndiz es expansiva y ambiciosa. Tienen planes concretos de invertir en propiedades para renta, una estrategia que no solo les proporcionará ingresos pasivos, sino que también contribuirá al desarrollo y crecimiento de Clarksville. Además, están considerando adquirir terrenos donde puedan construir casas para vender, ampliando así su huella en el sector inmobiliario como Builders.

Pero detrás de estas decisiones estratégicas, hay una motivación más profunda. No es sólo acerca de la expansión o la rentabilidad; es sobre la creación de un legado duradero. Quieren que el nombre Reséndiz sea sinónimo de integridad, calidad y compromiso.

Agustín, con una mirada llena de determinación, lo explica mejor:

“Cuando alguien camina por una calle y ve una casa o edificio con el sello Reséndiz, queremos que sientan confianza. Que sepan que detrás de esa construcción hay una historia, una familia y un compromiso inquebrantable con la excelencia.”

Este deseo de trascendencia se refleja en cada proyecto que emprenden. No es solo sobre ladrillos y cemento, es sobre construir comunidades, hogares y, sobre todo, confianza. En un mundo donde la calidad a menudo se sacrifica en aras de la rapidez o el costo, los Reséndiz se mantienen firmes en su compromiso de ofrecer lo mejor.

Bitácora del emprendedor

Para aquellos que buscan emprender, los hermanos tienen algunos consejos valiosos:

Sin envidias: ”Ganas de progresar, no desesperar y sin envidias” dice Ignacio.

Apoyo mutuo: “Si trabajas en familia, apoyense mutuamente. La confianza y el apoyo son esenciales”, comenta Marcelo, añadiendo que la paciencia con los trabajadores también es importante, para que saquen la producción de la empresa y el trabajo sea satisfactorio, siempre debes dar el ejemplo.

Calidad sobre cantidad: “No se trata de cuántas construcciones hagas, sino de cuán buenas sean esas construcciones”, afirma Agustín. Paciencia: “La paciencia es clave”, “No todo saldrá bien al principio, pero con perseverancia, todo es posible. Primero sembrar, y luego tratar de cosechar el fruto”

La historia de los hermanos Reséndiz es una inspiración para todos los emprendedores. Es una prueba de que con pasión, determinación y apoyo mutuo, es posible superar cualquier obstáculo y alcanzar el éxito.

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Así que, la próxima vez que pase por Clarksville y vea una construcción con el nombre Reséndiz, sepa que detrás de ese edificio hay una historia de perseverancia, pasión y amor familiar.

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“Para nosotros, cada construcción es una obra de arte, una pieza de nuestro corazón y alma. Y esperamos que, con el tiempo, nuestro legado hable por sí mismo”, concluye Agustín, dejando en claro que para los hermanos Reséndiz, el futuro es brillante y lleno de promesas. Visite www.hispanosemprendedores.com para más historias inspiradoras como esta.