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Conciertos Rollingas en Argentina

El martes 3 de mayo de 1994, desde Nueva York, se hizo el anuncio más esperado por los fans criollos de los Rolling Stones: el grupo daría una serie de cinco recitales en el estadio de River en febrero de 1995, como parte del Voodoo Lounge Tour. El 9 de febrero, tras su

primer show, los Rolling fueron

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recibidos en Olivos por el

presidente Carlos Menem, que

con su traje amarillo

hizo palidecer la estampa rockera de Mick Jagger, Charlie Watts Keith Richards,

y Ron

Wood. “Tardamos treinta años en venir a tocar acá: ¡Muchas gracias por esperarnos!”, fue lo primero que Jagger le aulló al público. La apertura de sus shows era el clásico de Buddy Holly Not Fade Away, y dentro de la lista de canciones se incluyó Undercover Of The Night, tema cuya letra hace referencia a los desaparecidos durante la última dictadura militar.

Su segunda visita fue en 1998, también con cinco shows en el Monumental. En el cuarto, el 4 de abril, la banda tuvo a un invitado de lujo: Bob Dylan, quien había sido telonero ese día junto a Las Pelotas, Viejas Locas, Turf y Mederith Brooks. Dylan se sumó a los Rolling para cantar Like A Rolling Stone, y fue imborrable. Quizás haya sido su visita más floja: la banda atravesaba una de sus tantas crisis internas. El jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Fernando de la Rúa, los declaró Visitantes Ilustres, y el grupo tuvo salidas extra musicales: Jagger visitó la casa del empresario Marcos Gastaldi en Punta del Este, y Richards y Wood fueron con sus familias a un campo en Lobos.

La siguiente ocasión en la que

los Stones pisaron suelo argentino fue en 2006. Fueron sólo dos recitales en Nuñez, los días 21 y 23 de febrero. Para muchos, estos shows fueron los mejores de los británicos aquí, desde el comienzo con Jumpin’ Jack Flash hasta el cierre con Satisfaction. Los soportes fueron Las Pelotas, Los Piojos y La 25; y el segundo de los recitales se desarrolló bajo una lluvia constante, lo que lo volvió épico. Jagger, Richards, Watts y Wood fueron distinguidos por el Club Atlético River Plate con camisetas con sus respectivos nombres y plaquetas.

las

Antes del primer concierto hubo incidentes en inmediaciones de River. “Una larga cola que

parecía no avanzar nunca consiguió

que muchos fans que habían pagado un dineral por su entrada se perdieran los primeros temas. Hubo corridas, represión y aquellos afortunados que no ligaron un palazo fueron amedrentados por el agua azulada de camiones hidrantes que impusieron un look: por el campo de River se podía ver caminar a docenas de chicos y chicas con las remeras y las manos teñidos de azul”, decía la crónica del diario Clarín de la época.

En cada visita a Argentina la banda se encargó de aclarar a la prensa que sería la “última visita al país”. Sin embargo, a las 9 de la noche del 13 de Febrero de 2016, The Rolling Stones salen al escenario por décimo quinta vez en la Argentina, 21 años después de la primera, el 9 de febrero del 95’ cuando vinieron a tocar el Voodoo Lounge. Ahí están, Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts y las 55.000 almas que se dieron cita con la historia en el Estadio Único de La Plata en una noche idílica.

Sobre el final del primer tema, "Start Me Up", viene el saludo: "Hola vieja", arenga Jagger con sonrisa pícara para mantendrá por más dos horas. iniciar un juego de seducción con sus fans que se

No es una noche más, es la última presentación de las Majestades Satánicas en el país y eso magnifica la euforia de los presentes que saben que la posibilidad de volver a verlos en estas tierras pampas, las más rolingas del mundo, es remota.

"Qué triste que es el último show. No se preocupen, me compré un dos ambientes en Chacarita", advierte Jagger. La respuesta es instantánea "Olé, olé, olé, olé, Jagger, Jagger". Ese "olé" que deslumbró a los Stones desde el 95’ y hoy le da nombre a esta gira, América Latina Olé Tour.

Los temas se sucederán uno tras otro y sólo se interrumpirán para alimentar el idilio. "Don’t cry for me Argentina", balbucea Mick y resulta el afrodisíaco perfecto. El público no deja de vivarlo, a él le encanta y redobla la apuesta: "Tenemos invitados especiales. El famoso Charly García y el papa Francisco que nos mira desde México. Hola Pancho".

Hay risas de ambas partes. Pero ellos, desde el escenario, miran embelesados. Se hacen comentarios, tienen la sonrisa tatuada. Llega el momento de las presentaciones y Richards se lleva todos los aplausos, quizá sea porque fue él quien sugirió la primera visita argumentando que Argentina era "el país más Stone del mundo". Wood también se lleva una buena cosecha de aplausos y cuando llega el turno de Watts, Jagger le insinúa el micrófono, sabiendo de antemano que jamás lo tomará. El baterista no traiciona su 21

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