OS IT ON M
Egresaditos David Venegas
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Dieciocho delantales, dieciocho. Todos estuvieron colgados en los percheros de la salita Monitos, bordados con los nombres de sus due単os, llenos de arena y sol, conversan en el silencio del aula donde la se単o Marcela ense単坦 las primeras letras.
Se va la luz, se esconde el sol Pero siempre ha de brillar, La antorcha que en su fuego da El calor de la amistad.
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- Chicos, chicos: se acerca fin de año. ¡Terminan las clases! Dijo uno de los delantalitos. - ¡Bien! Después de tanto esfuerzo lo logramos... -dijo otro con cuello bordado. - Y todos juntos gritaron con alegría: - ¡Nos divertimos mucho en la sala Monitos!
y de ho o g i r, al am e aye mos d e l m a A os sté rdem o c e jos e e R l . e o qu e ser g d i a m h A igo e am r p m Sie
Los delantalitos estaban felices con la buena noticia. Todos recordaban sus primeros encuentros con el pizarrón, con las sillitas, Todos habían sentido unas cosquillitas en el pecho la primera vez que dejaron a sus mamás en la puerta para entrar a la salita pero con el tiempo fueron sintiéndose más cómodos en el patio del jardín, con los juguetes, con los amigos. Pasito a paso aprendieron a escucharse, a contar historias, a cantar con toda la garganta y a jugar a la mamá, el papá y el bebé que llora porque quiere chocolates.
- ¿Se acuerdan de aquel día en que fuimos a conocer la Biblioteca?, los delantalitos empezaban a recordar los lindos momentos que vivieron en el jardín. - ¿Y cuando festejamos los cumpleaños con torta en la sala? - ¡Yo no me voy a olvidar nunca de los juegos en el patio!, dijo el más inquieto. - Y tampoco de los cuentos de la seño, ¿verdad? volvió a preguntar el más chiquito.
uizás unca q n , s ó i ad ontrar, c Adiós n e a á lvamos volver Nos vo a s i r b n la d. Pero e amista e d o t o can Nuestr
Un aire de tristeza recorrió la salita Monitos. Todos los delantales quedaron en silencio. ¿Qué sería de ellos el año que viene? ¿Dónde estaría cada uno? - ¿Se van a acordar de mí el año que viene?, todos miraron al delantal que tenía la manguita rota.
- ¡Pero claro!, dijo una voz conocida y cariñosa. - Siempre nos vamos a acordar de los lindos momentos que vivimos juntos. De las peleas, de las fiestas, de las tareas y de los paseos. De cada uno hay una gran aventura por contar. Siempre nos recordaremos porque la salita Monitos nos unió ¡para siempre! La señorita Marcela también había dejado su delantal en el perchero. -Y cada vez que quieran sonreír, sólo tienen que mirar el libro del Jardín Gotitas de Sol, donde están las fotos de la sala Monitos, con las seño Marcela y los alumnos: Prepárense para disfrutar del Año que comienza.
ยกASร DISFRUTAMOS!
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PA MEN
TO!
Recuerdos de:
IO
C IGNA
Que siempre en la vida conserven la alegrĂa, la inocencia y la pureza que los caracteriza , que cada dĂa nuevo que vivan este lleno de amor, dedicaciĂłn y caricias. Es el deseo de todos los papis de
" Sala Monitos"