Egresaditos David Venegas
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Treinta y dos delantales, Treinta y dos. Todos estuvieron colgados en el perchero de las salitas rosa, celeste y verde, bordados con los nombres de sus due単os, llenos de arena y sol, conversan en el silencio del aula donde las se単o Lorena, Vero y Ale ense単aron las primeras letras.
Se va la luz, se esconde el sol Pero siempre ha de brillar, La antorcha que en su fuego da El calor de la amistad.
- Chicos, chicos: se acerca fin de año. ¡Terminan las clases! Dijo uno de los delantalitos. - ¡Bien! Después de tanto esfuerzo lo logramos... -dijo otro con cuello bordado. - ¿Logramos qué?, preguntó el más chiquito. Y todos juntos gritaron con alegría: - ¡Pasamos a primer grado!
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y de ho o g i r, al am e aye mos d e l m a A os sté rdem o c e jos e e R l . e o qu e ser g d i a m h A igo e am r p m Sie
Los delantalitos estaban felices con la buena noticia. Todos recordaban sus primeros encuentros con el pizarrón, con las sillitas, Todos habían sentido unas cosquillitas en el pecho la primera vez que dejaron a sus mamás en la puerta para entrar a la salita pero con el tiempo fueron sintiéndose más cómodos en el patio del jardín, con los juguetes, con los amigos. Pasito a paso aprendieron a escucharse, a contar historias, a cantar con toda la garganta y a jugar a la mamá, el papá y el bebé que llora porque quiere chocolates.
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- ¿Se acuerdan de aquel día en que fuimos a conocer la Biblioteca?, los delantalitos empezaban a recordar los lindos momentos que vivieron en el jardín. - ¿Y cuando festejamos los cumpleaños con torta en la sala? - ¡Yo no me voy a olvidar nunca de los juegos en el patio!, dijo el más inquieto. - Y tampoco de los cuentos de la seño, ¿verdad? volvió a preguntar el más chiquito.
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ás ca quiz n u n , r, adiós contra Adiós n e a s lvamo verá Nos vo isa vol r b a l n istad. m Pero e a e d o o cant Nuestr
Un aire de tristeza recorrió la salita Verde. Todos los delantales quedaron en silencio. ¿Qué sería de ellos el año que viene? ¿Dónde estaría cada uno? ¿Cómo sería ese famoso primer grado? - ¿Se van a acordar de mí el año que viene?, todos miraron al delantal que tenía la manguita rota.
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- ¡Pero claro!, dijo una voz conocida y cariñosa. - Siempre nos vamos a acordar de los lindos momentos que vivimos juntos. De las peleas, de las fiestas, de las tareas y de los paseos. De cada uno hay una gran aventura por contar. Siempre nos recordaremos porque la salita Verde nos unió ¡para siempre! La señorita Ale también había dejado su delantal en el perchero. -Y cada vez que quieran sonreír, sólo tienen que mirar el libro del Jardín Sagrada Familia, donde están las fotos de las salitas rosa, celeste y verde, con las seño Lorena, Vero y Ale; y los alumnos. Prepárense para disfrutar de la primaria, EGRESADITOS!
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De izquierda a derecha: Ale (sala verde), Silvina (seño de música), Vero (sala celeste), Lore (sala rosa), Vivi (preceptora).
Hoy llega a su fin una etapa muy importante de sus vidas: han llegado a la cima de una etapa que comenzaron a recorrer en los brazos de mamá y papá. Hoy debemos abrirles las puertas, porque es hora de que desplieguen las alas.
Esas alas que cada
seño se encargó, entre risas y caras serias, de descubrir y contribuir para que crecieran y se fortalecieran a medida que transitaban por el jardín. Jardín donde empezaron a reconocer las primeras letras y los primeros números. Allí donde jugaron a ser científico, bailarín, deportista, cantante, princesa, superhéroe, bomberos, damas antiguas, caballeros y cualquier cosa que su fantasía creara. Las salitas guardarán sus risas... sus charlas permanentes... los chistes espontáneos de algunos… sus silencios... sus enojos… sus alegrías y tristezas… El patio… testigo de tantos secretos..., conservará en su verde tanta alegría compartida… los gritos vivaces
de aquellos interminables juegos de
atrapadas o partidos de fútbol en los que les costaba tanto ponerse de acuerdo.
El patio… testigo de tantos secretos..., conservará en su verde tanta alegría compartida… los gritos vivaces
de aquellos interminables juegos
de atrapadas o partidos de fútbol en los que les costaba tanto ponerse de acuerdo. Las hamacas y la calesita se alegrarán cuando el viento le recuerde el vaivén de los nenes que hacían cola para poder disfrutarlas. Y en el jardín quedan sus nombres, sus hazañas, sus dibujos, sus cuentos, sus sonrisas. Las seños guardaran el hermoso recuerdo de haberlos disfrutado tanto tiempo… y como en un álbum de recuerdos formarán parte del ayer. Hoy reciben su diploma, el que les abre las puertas de otros pasos en el camino, el que los lleva a recorrer aun más el mundo de las letras, las ciencias, la ortografía, la geometría... pero seguramente en el jardín aprendieron cosas que jamás van a olvidar. Aprovechen cada día. No dejen que termine sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber alimentado sus sueños. No dejen nunca de soñar.
2 de diciembre de 2012
Recuerdos de:
Chicos: ya egresan del Jardín! tiempo de descubrimientos, tiempo de alegrías, de risas y magia. Otra etapa termina, otro año va a comenzar. La vida los está esperando con nuevos desafíos. La poderosa obra comenzada aquí, continúa…