MÍA SOSA
LUCIO FERRAGUT
SOL GEREZ
ROCÍO RODRIGUEZ
KEREN DI MARCO
DAMARISSE STAGNO
MAITENA GARBARINO
DELFINA TAVERNA
EVELYN HERNÁNDEZ
MARTINA TOLOSA
MILENA LIGUORI
MALENA PALAVECINO
NAOMI MEDINA
ES O LINAR GONZAL RJONA ENZO A PAEZ MATÍAS EGA MIRKO V RANCA ANCO T GIAN FR RBALLO AXEL CA A CÓRDOB MÁXIMO
Egresaditos David Venegas
GAEL HER NÁNDEZ SANTINO PERESLIN DO TOBIAS VA N YSSEKD YK CARLA BU ENDÍA BIANCA B USTOS LUCRECIA CARVALL O SOL OLIVE RA
Veinte delantales, veinte. Todos colgados en el perchero de la salita azul, bordados con los nombres de sus due単os, llenos de arena y sol, conversan en el silencio del aula donde las se単orita Carolina, Marita y Nadia ense単aron las primeras letras.
Se va la luz, se esconde el sol Pero siempre ha de brillar, La antorcha que en su fuego da El calor de la amistad.
- Chicos, chicos: se acerca fin de año. ¡Terminan las clases! Dijo uno de los delantalitos. - ¡Bien! Después de tanto esfuerzo lo logramos... -dijo otro con cuello bordado. - ¿Logramos qué?, preguntó el más chiquito. Y todos juntos gritaron con alegría: - ¡Pasamos a primer grado!
y de ho o g i r, al am e aye mos d e l m a A os sté rdem o c e jos e e R l . e o qu e ser g d i a m h A igo e am r p m Sie
Los delantalitos estaban felices con la buena noticia. Todos recordaban sus primeros encuentros con el pizarrón, con las sillitas, Todos habían sentido unas cosquillitas en el pecho la primera vez que dejaron a sus mamás en la puerta para entrar a la salita pero con el tiempo fueron sintiéndose más cómodos en el patio del jardín, con los juguetes, con los amigos. Pasito a paso aprendieron a escucharse, a contar historias, a cantar con toda la garganta y a jugar a la mamá, el papá y el bebé que llora porque quiere chocolates.
- ¿Se acuerdan de aquel paseo en el que tuvimos que viajar en micro?, los delantalitos empezaban a recordar los lindos momentos que vivieron en el jardín. - ¿Y cuando festejamos los cumpleaños con torta en la sala? - ¡Yo no me voy a olvidar nunca de los juegos en el patio!, dijo el más inquieto. - Y tampoco de los cuentos de la seño, ¿verdad? volvió a preguntar el más chiquito.
ás ca quiz n u n , r, adiós contra Adiós n e a s lvamo verá Nos vo isa vol r b a l n istad. m Pero e a e d o o cant Nuestr
Un aire de tristeza recorrió la salita azul. Todos los delantales quedaron en silencio. ¿Qué sería de ellos el año que viene? ¿Dónde estaría cada uno? ¿Cómo sería ese famoso primer grado? - ¿Se van a acordar de mí el año que viene?, todos miraron al delantal que tenía la manguita rota.
- ¡Pero claro!, dijo una voz conocida y cariñosa. - Siempre nos vamos a acordar de los lindos momentos que vivimos juntos. De las peleas, de las fiestas, de las tareas y de los paseos. De cada uno hay una gran aventura por contar. Siempre nos recordaremos porque la salita Azul nos unió ¡para siempre! Las seños Carolina, Marita y Nadia también habían dejado su delantal en el perchero. -Y cada vez que quieran sonreír, sólo tienen que mirar el libro del Jardín N°974, donde está la foto de la salita Azul, con las señoritas Marita, Nadia y los alumnos: ¡Prepárense para disfrutar de la primaria, EGRESADITOS!
Queridos Egresaditos: La vida, es algo parecido a esos jueguitos que tanto les gusta. El primer nivel es el más fácil, después van llegando los otros, que son más interesantes. Esta pantalla, ya la pasaron, la que viene ahora, es en la que van a aprender muchas cosas para que le enseñen a su familia ¡¡¡que no se acuerdan nada!!! Aprendan mucho, pero por sobre todas las cosas, sean felices, jueguen, jueguen y jueguen; disfruten cada etapa con alegría que la familia siempre va a estar cerquita suyo, para acompañarlos en cada paso.
¡¡¡Felicidades Egresados!!!
¡¡Los queremos mucho!!
La familia.