Arqueología precolombina

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Periodo formativo:

Los Olmecas fueron la primera de las civilizaciones Mesoamericanas. El área geográfica donde surgió y se desarrolló ocupa una extensión aprox. de 18.000 km2 en los modernos Estados mexicanos de Veracruz y Tabasco (zona nuclear o metropolitana) comprende las tierras bajas de la llanura costera del Golfo de México con una altitud no superior a los 100 m.s.n.m. En el área referida existe notable abundancia de agua, la fuente pluviosidad anual sobrepasa regularmente los 3000 Mm. esto la convierte en un lugar donde la humedad, el lodo y las ciénegas ponen las notas características. En estas tierras calientes y húmedas, abunda el hule, la resina del árbol llamado olquauitl de la que se hacían las grandes pelotas macizas para el ritual del juego practicado por todos los pueblos mesoamericanos. De allí el nombre Olmeca que significa pueblo de hule en náhuatl (lengua azteca) Los aztecas eran quienes llamaban así a los pobladores de la costa del Golfo. Al producirse descubrimientos arqueológicos que mostraban una nueva cultura con una cronología diferente, se convino en llamarlos de maneras diferentes: a los Olmecas antiguos, se los denominaría Cultura de la Venta por ser éste su centro principal, mientras que los indígenas históricos seguirían llamándose Olmecas. Sin embargo la fuerza de la costumbre hizo que la terminología adoptada tuviera escasa vigencia. La influencia olmeca se habría de difundir por todo México y aun más allá de sus fronteras. Elementos del estilo e iconografía Olmeca se expandieron ampliamente por toda Mesoamérica durante el Formativo-medio. El área de difusión parece extenderse desde la región sur VeracruzTabasco, hacia el oeste y noroeste, a través de Puebla, Morelos y Guerrero. Lápidas y esculturas Olmecas han sido halladas en Oaxaca, Chiapas y en las sierras de la región Pacífica guatemalteca. Fue M. W. Stirling (1939) quien estudió principalmente esta cultura. Efectuó investigaciones en la costa del Golfo en los sitios de La Venta, Tres Zapotes, Cerro de Las Mesas y San Lorenzo Tenochtitlán. En estos lugares se hicieron importantes descubrimientos de gigantescos monumentos de basalto, cabezas colosales, esculturas de tipo negroide, una estela (estela C de Tres Zapotes) fechada como de época anterior a la Era Cristiana, tumbas, sarcófagos de piedra, pisos de mosaico de serpentina verde y sobre todo, grandes cantidades de objetos de jade, extraordinarios por su calidad artística y su color. La sospecha de que esta era una cultura del todo diferente a las conocidas, se confirmo plenamente con tales hallazgos y los posteriores fechados radiocarbónicos que mostraban la mayor antigüedad de los Olmecas. A partir de estos descubrimientos, el tema de la cultura Olmeca pasó a ocupar un plano de principal interés dentro de las culturas Mesoamericanas. Apenas se han conservado vestigios óseos de los Olmecas arqueológicos; la gran humedad y la acidez del suelo han desintegrado los esqueletos que suelen encontrarse en los enterratorios, de modo que la reconstrucción del tipo físico sólo puede abordarse partiendo de las esculturas, estatuillas figurativas y otras representaciones Eran individuos de baja estatura, algo obesos, pero fornidos, braquicéfalos de cara redondeada, ojos oblicuos, nariz corla y ancha, boca de labios gruesos, mandíbulas potentes y cuello corto.


Hacia comienzo del siglo XV existen testimonios de la ocupación humana de la region por agricultores aldeanos. Esas fases se denominan Ojochí, Bajio, Chicharras; temporalmente cubren el lapso entre 1500 antes de nuestra era, cuando aparecen en la región los primeros vestigios de habitación humana sedentaria, y en el año 1200 a.C. momento en que los pobladores del sitio de San Lorenzo empiezan a labrar las impresionantes cabezas Monolíticas y otras esculturas pétreas. El periodo Olmeca puede dividirse en una fase de esplendor del sitio de San Lorenzo (1200-900 a.C.) y una siguiente, Olmeca II identificada por la destrucción de San Lorenzo y el predominio de la entidad política encabezada por el sitio de La Venta (900-400 a.C.). En este período se produce el máximo apogeo cultural, tanto en lo que se respecta a las monumentales realizaciones arquitectónicas y escultóricas, a la finura y perfección de las obras de arte de menores dimensiones como a la temprana expansión e influencia de la civilización olmeca por Mesoamérica. Por ultimo el periodo Olmeca III (400-100 a.C) es de franca decadencia. El sitio de Tres Zapotes es el único gran heredero de la vieja cultura en el interior de las fronteras regionales, pero sus manifestaciones resultan modestas y carecen de la originalidad y el vigor antaño. No obstante es en los tiempos tardíos de Tres Zapotes cuando se talla la famosa Estela C, que contiene una importante inscripción cronológica (año 31 antes de Jesucristo en nuestro sistema calendario) San Lorenzo, localidad está formado en realidad por tres sitios: Tenochlillán (al que no se debe confundir con la capital azteca); San Lorenzo propiamente dicho, tres kilómetros al suroeste del anterior, y Potrero Nuevo tres kilómetros al sureste de San Lorenzo Entre los logros más notables de la gente da San Lorenzo esta la construcción de un Sistema de desagüe muy complejo. Las constantes inundaciones obligaron a la construcción de una plataforma de 50 m. de alto sobre la cual levantaron los principales edificios. M. Coe señala que el rasgo más destacado es el intento de controlar las aguas a través de pequeños pozos artificiales de canales que debieron desaguar el centro durante las inundaciones. El centro ceremonial mide más de un kilómetro en línea que corre de norte a sur; no tiene ninguna gran pirámide como la que se encuentra en La Venta pero sí varios cientos de montículos de tierra. La mayoría de éstos son basamientos de edificios rectangulares. A juzgar por su número, la población pudo haber superado a las mil personas, aunque es obvio que San Lorenzo servía como ceremonial a un número mayor de habitantes de los campos circundantes La arquitectura de San Lorenzo es pobre. El sitio e notable pos sus esculturas en piedra, entre las que se destacan las nueve cabezas colosales que allí se encontraron. La presencia de materias primas como obsidiana, serpentina, mica, pedernal, etc., que no son propias de la región, señalan la apertura comercial de sus habitantes hacia el interior. Sin embargo este sitio casi no ha ofrecido figuras de jade que se encuentran con tanta abundancia en La Venta y en muchas otras partes de México y que fueran requeridas por los Olmecas. Con el final de dominio olmeca en San Lorenzo (90 a.C.) el principal centro de la cultura se traslada a La Venta. Este centro ceremonial se halla localizado sobre una pequeña isla pantanosa. Se empezó a construir en La Venta aprox. en 1100 a.C. El apogeo llegó en 800 a.C. y hacia el 400 a.C. la construcción cesó y el centro fue abandonado. Las construcciones de La Venta son de tierra o de barro seco y casi no hay estructuras de piedras. Los estudios de La Venia muestran que fue planificada con mucho cuidado y que su construcción siguió un eje central, este eje es una línea, imaginaria orientada casi de norte a sur, a lo largo de la


cual se colocaron muchas ofrendas santuosas. La plaza es dominada por una pirámide principal situada en su extremo sur, es de planta más o menos circular con un diámetro de 120m. Las paredes simulan faldas de una montaña en la que se distinguen claramente diez escalones; quebrada en la cima, tiene la apariencia de un cono truncado. Los monumentos artísticos sobresalientes de La Venta son tres pavimentos de mosaico, que pertenecen a la fase final de este sitio. Dos de ellos fueron, colocados sobre las plataformas que delimitan el lado sur de la plaza principal; cada uno esta formado por varios centenares de piezas oblongas de serpentina, fijadas mediante arcillas de colores. Los mosaicos están colocados de tal manera que representan una cara estilizada de jaguar. Una vez terminados, fueron cuidadosamente cubiertos por tierra como si se tratase de una ofrenda colectiva al dios jaguar. Las personas de .alta jerarquía a veces eran enterradas bajo las plataformas o en montículos artificiales. El mas notable de los entierros fue la Tumba 2 A de La Venta. En el interior de sus columnas de basalto descansaban los cadáveres de dos jóvenes, cuyos cuerpos habían sido cubiertos por una espesa capa de color rojo; a su alrededor se hallaba gran cantidad de figurillas y objetos de jade. Por las dimensiones y características La Venta, no pudo alojar en tiempos prehistóricos a más de 30 a 50 familias. El tamaño de las obras -incluyendo los grandes monumentos de piedra- implica la presencia de una población tributaria mayor y es casi seguro que La Venta como centro ceremonial, dependía de los esfuerzos de regiones aledañas, de una población habitando un medio rural disperso y tributando periódicamente en el centro ceremonial. Por ello ha surgido el problema, muy discutido, de saber que eran propiamente estos sitios Olmecas: ciudades o centros ceremoniales al estilo maya. Se entiende por centro ceremonial un sitio donde habitan los jefes, sacerdotes o civiles, sus dependientes directos y tal vez algunas personas mas, pero en que el grueso de la población vive en aldeas rurales dependientes de ese centro y solo lo visitan en días festivos para atender sus asuntos o cuando se les congrega allí para realizar los trabajos que impone la jerarquía. En realidad, en La Venta y en los otros sitios Olmecas, es posible que estemos en una situación intermedia: ni es una ciudad, ni es tampoco propiamente un centro ceremonial, sino una especie de aldea urbanizada. Está colocada entre la aldea prácticamente neolítica de donde surge y la verdadera ciudad que encontramos posteriormente en Teotihuacan Todo lo que lograron los constructores de estos sitios Olmecas implica que los jefes disponían de un cuerpo numeroso de trabajadores especializados, además de los manuales, ya que estos últimos nada podrían haber hecho si no hubieran sido dirigidos por especialistas. Se necesitaron conocimientos de ingeniería arquitectura para cortar las canteras y extraer las piedras, transportarlas a larga distancia, erigirlas, hacer las excavaciones en la forma debida asimismo debió haber lapidarios y de gran calidad para tallar el jade, y artistas de primera para esculpir los monumentos. Si bien la arquitectura y la organización de las ciudades son interesantes, donde los Olmecas sobresalieron indudablemente, fue en la escultura y en la pintura, hasta tal punto que se los ha considerado como los mejores escultores en la América antigua. Escultores tanto de las figuras monumentales, en grandes bloques pétreos de basalto y andesita, o de pequeñas hachas y figurillas labradas en jade y otras piedras finas, revelan una maestría incomparable, un dominio absoluto de la técnica, propio de especialistas a tiempo completo, trabajando por encargo de los linajes dirigentes.


Tal vez el grupo de obras más llamativo sea el monumental, que se manifiesta en varias formas. Una de ellas son las famosas cabezas colonias, tienen entre 1,50 hasta 3 metros de altura. Un ejemplar realmente- excepcional es el de Cobalá, que tiene 3,4 metros de altura, 3 m. dé diámetro, una masa de unos 25 m3 y un peso calculado en torno a las 65 toneladas. Todas presentan un aire común. Parecen ser representaciones de individuos de sexo masculino, con una característica nariz ancha y poco saliente y labios gruesos de comisuras caídas. Se cubren con una especie de casco redondo con orejeras, decorados con una serie de motivos de probable carácter simbólico Las cabezas de La Venta, Tres Zapotes y Cobata están realizadas en basalto procedente de los macizos de Tuxtlas, es evidente que detrás de su acarreo y talla se encuentra una poderosa organización capaz de movilizar de los 1000 a 2000 hombres necesarios de rodillos y por vías lluviales. Se han descubierto también numerosos altares, denominación establecida no por su función, sino por su forma general. Se trata de esculturas en bajo o sobre relieve, construidas sobre bloques de piedra de forma aproximadamente, rectangular. En uno de ellos, el frente del altar exhibe una figura que, saliendo de un nicho, lleva en sus brazos a un niño. Otras figuras de carácter igualmente antropomorfo se distribuyen alrededor del altar, el cual además está cubierto de motivos finamente grabados. Otra forma también muy común de escultura olmeca son las estelas, de las que se conserva un número significativo. Son grandes bloque de piedra, con una cara labrada en bajorrelieve, donde aparecen personajes ricamente ataviados, componiendo escenas en algún caso, con la respectiva referencia cronológica, escrita de manera jeroglífica. La aparición de esculturas con rasgos felinos se ha explicado, por un lado, como la representación de un ser imaginario, el hombre o niño-jaguar, resultado de la unión ancestral y mítica de un jaguar y una mujer. De esa también nacería el linaje de los Olmecas. La aparición de tales rasgos se ha atribuido también a la existencia real de seres con esas características, resultados de anomalías genéticas en poblaciones estrechamente emparentadas. Resultan además por la perfección de su trabajo, las mascaras hechas por diversos materiales. Con rasgos felinos como uno de los exponentes del arte lapidario Olmeca. La eclosión de la vida social agraria en el sur de Veracruz y occidente de Tabasco constituye un problema todavía no resuelto y que entronca con el de la limitada capacidad de los bosques húmedos tropicales para albergar y mantener las densas colectividades humanas que son necesarias cuando las relaciones en el interior de los grupos se hacen complejas y jerarquizadas. Esta complejidad se traduce en integración política, expresiones artísticas monumentales de las ideas legitimadoras del orden comunitario, control de comportamiento de los individuos, división del trabajo regulación del sistema productivo y de las exacciones tributarias, educación formal institucionaliza y procedimientos coercitivos específicos. Todo ello requiere inicialmente la obtención de sobrantes agrícolas con que alimentar a las personas que han abandonado los campos de cultivo para residir en las ciudades o centros ceremoniales y dedicarse al gobierno, la religión o el arte. Agricultura y comercio fueron las bases económicas de los Olmecas. Tres formas de laboreo estaban al alcance de tala y quema que poseían los Olmecas: el cultivo en las ricas márgenes


aluvionales de los ríos, donde podían llegar a obtener dos cosechas anuales; la preparación de parcelas en las laderas de cerros y montañas, en las que puede cosecharse una vez al año o alternar una temporada de barbecho, y la roturación del interior del bosque, con un régimen corriente de dos a tres años de siembra y cosecha por ocho a doce años de reposo para facilitar la recuperación de la tierra. Las plantas principales fueron el maíz, las calabazas, el chile y, probablemente los Frijoles. También tuvieron la posibilidad de recolectar plantas y frutos silvestres y, sobre todo, como demuestran los hallazgos arqueológicos, cazaron ciervos, pecaries, tapires y extrajeron toneladas de pescado de los lagos y corrientes de agua. Con tales complementos proteicos, su dieta quedaba perfectamente equilibrada y es de suponer que siempre hubo producción excedentaria que se canalizaba hacia los centros ceremoniales o cabeceras políticas donde residían los jefes, y demás especialistas. El temprano intercambio comercial de los Olmecas es innegable a medida que se realizan nuevos descubrimientos arqueológicos en diferentes zonas de Mesoamérica. Fue el deseo de consolidar la línea de desarrollo social emprendida a finales del segundo milenio lo que llevó a la gente de la tierra caliente a recorrer grandes distancias. Con las ganancias conseguidas mediante el control de las principales rutas de movimiento de mercaderías, los señores de la costa del golfo pudieron consumar los adelantos apuntados dentro del campo tecnoeconúmico, urbano y artístico. El problema crucial que plantea la civilización olmeca es la inédita mutación de una sociedad igualitaria, tribal y aldeana, a otra jerarquizada en la cual la estricta división del trabajo implica presencia de grupos con rangos bien diferenciados. ¿Cómo se produjo tal fenómeno? Sin una autoridad centralizada, con capacidad de organizar el trabajo colectivo, es imposible acometer las colosales empresas artísticas o arquitectónicas que se descubren en sitios como San Lorenzo y La Venta Para ello mucha gente debió abandonar el laboreo de los campos, concentrándose en lo que serian posteriores centros ceremoniales y dirigir las actividades de centenares de campesinos muchos de los cuales se convirtieron en canteros, lapidarios, alfareros, tejedores, albañiles, soldados, sacerdotes y funcionario diversos. Las minorías gobernantes probablemente miembros de un mismo linaje o clan, imaginaron la doctrina religiosa que debía dar legitimidad al nuevo orden, crearon los ritos y ceremonias apropiados. Debe señalarse también algo sumamente importante: la religión olmeca nace acompañada de dos elementos vitales en el pensamiento indígena, la escritura jeroglífica y el calendario. Con la escritura, aunque todavía en un estadio incipiente, se plasma la magia del símbolo en los monumentos, quienes son capaces de graficar el pensamiento. Nada como la escritura expresará desde entonces en las tierras bajas del sur de Mesoamérica el enorme poder de los jefes o de los reyes EI calendario, por su parte, es un edificio filosófico que trata de ordenar y hacer significativo el universo, ordenar las estaciones, los ciclos agrarios, las festividades, la religión, etc. Más complicado es explicar por que los Olmecas eligieron a un Jaguar para la trascendental relacion sexual que inauguro la vida humana. El jaguar es un animal de costumbres, es poderoso y solitario, y en consecuencia simbolizó noche, las fuerzas del inframundo, la majestad y vigor


únicos de los monarcas, la sigilosa inteligencia de los sacerdotes y el guerreros.

valor y astucia de los

La naturaleza de la expansión se relaciona con el tipo de organización política en el área metropolitana y tal vez con el propio origen de la cultura Olmeca. Los datos que se disponen en la actualidad sugieren que la zona nuclear tuvo una organización política de tipo Estado primitivo, con centros ceremoniales que actuaron con un elevado grado de autonomía. Así, se puede afirmar que los protagonistas de ese Estado primitivo desarrollaron una estrategia hacia el exterior donde las relaciones rituales y comerciales fueron mas más importar que el control militar y político de las comunidades con quienes les interesaba mantener contactos. No se establecieron colonias Olmecas sino más bien fueron relaciones con poblaciones complejas que aceptaron ciertos artículos y símbolos Olmecas que utilizaron para profundizar en su propio desarrollo cultural. Se dispone hoy de suficientes elementos de juicio como para aseverar que no se desarrolló un verdadero Imperio olmeca, que ejerciera un con militar sobre fuentes distantes de materias primas, ni siquiera de las rutas que conectaban con ellas. Más bien hay que pensar que los Olmecas utilizaron conceptos primitivos de intercambio y de relaciones de parentesco para explotar productos controlados por sus vecinos. Es difícil explicar cuales fueron los motivos que ocasionaron la decadencia olmeca. Quizás la presión de otras áreas para entonces muy desarrolladas o tal vez en una revolución que despojara de su poder a la clase dirigente ya convertida en grupo opresivo. El pasaje del grupo sacerdotal dominante al despotismo, quizás sea una de las causas de la disolución de las grandes sociedades Mesoamericas.


Cabeza colosal labrada en piedra

Figura e mujer encontrada en una tumba

El Altar 4 de La Venta

El SeĂąor de las Limas Veracruz


CHAVIN El nombre Chavin identifica, para los americanistas, una etapa de historia andina, caracterizada por centros ceremoniales habitados por pueblos agricultores, que consumían maíz, fabricaban cerámicas, trabajaban el oro, tejían finas telas de algodón o lana y estaban ligados a una religión cuya divinidad fue concebida con atributos felinitos. Para los arqueólogos Chavin es una tecnología y un arte peculiares, inconfundibles que florecieron en los andes centrales durante el ultimo milenio antes de Cristo. Están localizados en el Callejón de Conchopco (en el actual Depto. De Ancash, provincia de Huari), es una típica comunidad de tierras altas, situada alrededor de los 3100 m. sobre el nivel del mar. Los edificios de Chavin han sido fruto del esfuerzo de muchos hombres durante varios siglos, la superposición de construcciones de distintas épocas, que han sufrido la destrucción, remodelación y modificación especial propias de un lugar con una historia milenaria. El templo mas antiguo hasta ahora identificado es un en forma de U con la parte abierta hacia el oriente, cuyo centro es ocupado por la imagen sagrada de una divinidad antropomorfa y felinica, esculpida en una gigantesca piedra en forma de cuchillo, a la que se ha dado el nombre de Lanzón. Este templo que los pobladores actuales llaman El Castillo se caracteriza por estar hecho de grandes bloques de piedra tallada a manera de tablones, unidos con barro y dispuestos horizontalmente con un sistema de alternancia de grandes piedras con piedras pequeñas, en hiladas que dan un aspecto especial a los muros. El edificio, pese a su aparente constitución maciza, contiene internamente una serie de galerías y compartimentos dispuestos en varios niveles y aun superpuestos. Los techos están formados por grandes bloques de piedra y se sostienen en los muros de las galerías. Estas si comunicaban entre sí por medio de escaleras interiores y los muros pudieron haber estado enlucidos y pintados, pues en la limpieza de ellas se ha encontrado cierta cantidad de tierra y pinturas roja y amarilla. La estructura es piramidal, hecha a base de plataformas superpuestas, cuyas dimensiones están próximas a los 14 m. de alto por 40 m. de ancho. Estas plataformas encierran una plaza o atrio de unos 40 m. de lado, que tiene al centro un foso circular hundido, de 21 m. de diámetro y 2 m. de profundidad, adornado con finas piedras labradas. Las dimensiones señaladas hacen que el conjunto en su totalidad tenga al menos 120 m. de longitud de norte a sur. En el centro del edificio, dentro del eje este-oeste, al medio del pasaje tiene la forma de una cruz, en la galería inferior, se encuentra clavada la estela conocida como Lanzón. Esta piedra estádecorada casi en su totalidad con un motivo muy estilizado y que seguramente representa algún hito ceremonial importante dentro del culto Chavín. El Lanzón mide 4,53 m. de longitud. La representación mitológica de esta cultura ha sido llamada el Dios ríente por Rowe. Es un personaje felínico antropoformizado, de pie, con los dedos de las extremidades superiores e inferiores terminados en garras, el brazo derecho dirigido hacia arriba y el izquierdo hacia abajo. Aparte del lanzón, se han encontrado al menos dos esculturas con fin; exclusivamente cultista: las llamadas Estela Raimondi y Obelisco Tello. La piedra Raimondi, por su forma, hace suponer que pudo haber estado adherida a algún muro como parte del parámetro con posible función ornamental. No obstante, la representación que contiene la ubica como una de las más importantes esculturas Chavin. Se considera que corresponde a un período tardío, probablemente de posterior a la del lanzón.


El sistema de culto Chavin y sus dioses se difunden al menos desde Lambayeque y la sierra de Cajamarca hasta Ica y Ayacucho, asentándose sobre los grupos de cultivadores sedentarizados que allí existían. A partir del periodo agrícola aldeano se fueron organizando regionalmente una serie de culturas que hasta hace poco los arqueólogos confundían con Chavin, pero que solo en los últimos años se han ido superando como formas de desarrollo regional, sobre las cuales se superpuso Chavin en un momento dado. Tanto en la costa como en la sierra existían centros ceremoniales parecidos a los de Chavin, aunque de distinta magnitud, generalmente más pequeños y en consecuencia probablemente de un valor regional menor. Pero estas diferencias no son tan importantes como el carácter teocrático general que exhiben. Se puede decir que al principio había algunas diferencias regionales, con centros ceremoniales quizá tan importantes como Chavin en varias partes de los Andes centrales, pero al alcanzar este sistema teocrático una importancia mayo, también adquirió mayor representabilidad respecto a los demás y rebasando los límites regionales, estableció algo así como un primer ensayo de organización política de Estado. En término estilístico y dado la magnitud espacial de su extensión, es conocido como horizonte Chavin Según Lumbreras, la naturaleza de los centros ceremoniales del Formativo medio habla de la importancia que durante este tiempo debió tener la religión entre los pobladores andinos. Esto también se debe relacionar con ciertas formas de culto que favorecieron el crecimiento en importancia de una casta sacerdotal que en períodos posteriores jugó un rol notable dentro de la estructura social, económica y política de los pueblos de agricultores aldeanos. Es posible que durante este tiempo el sacerdocio se haya constituido en una casta de poder relevante, dado que los servicios religiosos le aseguraban el prestigio necesario para ello. Debe suponerse que al lado del oficio cultista, las funciones sacerdotales pudieron alcanzar incluso el control de cierto tipo de trabajos, tales como los relacionados con la hidráulica, el cultivo, etc. Su posición no productiva, por otra parte, pudo asegurarle privilegios que derivaron luego en factores de prestigio. La especial importancia del culto condujo a un tratamiento insistente de los elementos religiosos a través de todas las manifestaciones artísticas y tecnológicas. La artesanía, descontando la puramente instrumental, se convirtió en todas sus manifestaciones, en objeto ceremonial, con singulares excepciones. La cerámica es utilizada con fines litúrgicos, vinculándola, entre otros aspectos al ritual funerario. En los templos como en Chavin artesanos de escuela confeccionan finos objetos de cerámica destinados exclusivamente al culto; botellas, pucos o escudillas, u ollas son hechos con decoración muy compleja, ya sea para depositarlos en algún lugar del templo o para enterrarlos junto con los muertos. El tejido se enriquece. Se desarrolla el tejido llano hecho con tramas y urdimbres, con una considerable posibilidad de combinación de colores y dibujos; mejora la indumentaria de los campesinos, protegiéndolos del sol y del frío. Las telas son también aprovechadas por los sacerdotes para el sostenimiento de su sistema ritual. Si bien la cerámica y el tejido, al Servicio de la emergente casta sacerdotal, adoptaron otras medidas para la institucionalización de la ideología religiosa que ellos trataban de consolidar; una muy importante fue la de darle predicamento y valor mágico-religioso a objetos tales como


determinadas conchas marinas, piedras semi preciosas y huesos tallados y otros productos que generalmente requerían del trueque en razón de que la producción se limitaba a algunos territorios; Los arqueólogos reconocen Chavin a partir de las imágenes de los dioses aunque también es característica la cerámica negra o gris, incisa o en relieve donde las formas dominantes son unas ollas con el borde engrosado, o unas botellas que en la fase tardía de Chavin tendrán un gollete a manera de estribo. Se supone luego, que la presencia del felino o más bien sus rasgos identificatorios (garras, manchas corporales, colmillos, etc.) son elementos típicos del estilo Chavin. Todo esto, con cambios de distinta magnitud se mantiene entre 1300 hasta aproximadamente 400 a.C., época en que comienza un proceso general de descomposición del estilo y seguramente, del Estado incipiente que se forma, Esta descomposición se traduce en la reafirmación de los rasgos regionales y el abandono de los rasgos chavionoides, conduciéndose el proceso por una vía progresivamente regionalista, derivada, con seguridad, de un dominio tecnológico lo suficientemente importante como para generar un acceso a los recursos propios de cada ambiente natural. Ello se tradujo en un aspecto muy particular de las sociedades andinas que paralelamente a su identificación regional en lo tecnológico y artístico, dieron origen a unidades políticas de menor extensión, pero de mayor unidad y definición. Entre los siglos IV a.C. y V d.C. adquirió vigencia la organización de la sociedades centros urbanos a partir del Estado. La etapa de regionalización fue más bien de afirmación del Estado que al parecer tenia un fundamento teocrático que deducimos de la gran importancia que cobraron los templos y los grandes centros ceremoniales

Lanzón de Chavin

Botella con Asa Estribo, Cultura Chavín

Muralla


Pirámide en Chavín de Huántar

Estela


WANKARANI Y CHIRIPA El tránsito de la economía de caza y recolección a los comienzos de la domesticación de plantas y animales no esta bien documentado en las tierras altas de Bolivia. Es muy posible que este acontecimiento se haya producido en la cuenca del Titicaca, donde las condiciones fueron más favorables, debido al microclima emergente del gigantesco lago. Las evidencias disponibles muestran como predecesoras y aun contemporáneas a Tiwanaku a entidades socioculturales que habían alcanzado un patrón habitacional de tipo aldeano, con aprovechamiento de los cultivos, domesticación de animales, tecnología alfarera, producción de esculturas en piedra y conocimientos avanzados en el uso de metales, especialmente el cobre y oro Una de las expresiones culturales más tempranas, llamadas Wankarani se origino en el año 1200 a.C. y ocupo en su dispersión el sector noreste y norte del lago Poopó Los asentamientos poblacionales ofrecen características similares. Las aldeas están formadas por unidades habitacionales en la planta circular y paredes de barro, ubicadas a corta distancia una de otras. El conjunto esta rodeado por una muralla construida con cimientos de piedra y paredes de adobe. Estos conjuntos se distinguen en la actualidad por constituir enormes montículos artificiales. Los muros externos a que se alude anteriormente actuaban a manera de contención frente a los derrumbes y desechos acumulados, produciendo estas elevaciones por las sucesivas construcciones superpuestas. La base económica para la subsistencia de Wankarani fue el cultivo de especies adaptadas al ambiente puneño (papas y quinua) y el pastorco de camélidos. El maíz no prospera en las alturas altiplánicas por tratarse de un cereal de clima cálido. Solamente se cultiva y en escasa proporción en algunas zonas protegidas de las riberas del lago. La alta mésela fue el centro principal del cultivo de tubérculos (papas, oca, maswa) y granos (quinua y cañihua) Las herramientas para la agricultura se reducen a utensilios manuales que se utilizaban aprovechando exclusivamente la energía humana, se obtuvieron abundantes ejemplares de azadas líticas, toscamente talladas, de evidente función agrícola. Uno de los rasgos distintivos de Wankarani y paradójicamente Menos conocido en cuanto a su funcionalidad, es el de numerosas cabezas clava de piedra. Estas esculturas consisten en cabezas de camélidos, y en reducida proporción humanas, talladas generalmente sobre areniscas rojas. Más importante aún, fue el descubrimiento de escorias de fundición de cobre, estas evidencias junto al conocimiento de que en Tiwanaku se practicaba la metalurgia del cobre, apoyan la idea de considerar a este sector del altiplano como el posible centro independiente de origen y desarrollo de los metales en Los Andes Meridionales. Otras de las culturas aldeanas del altiplano boliviano, cuyo origen se dio en el año 1400 a.C. es conocida con el nombre de Chiripa. Su hábitat natural fueron las orillas del Titicaca. Chiripa, al igual que Wankarani, se encuadra dentro de los grupos agrícolas del Formativo, con la particularidad de que la dieta alimenticia de sus pobladores era complementada con recursos brindados por el lago (peces, aves y plantas acuáticas). La dependencia lacustre de estos grupos se


manifiesta no sólo en el patrón de distribución de los asentamientos sino también en gran cantidad de restos de desechos asociados. Hacia fines de la cultura Chiripa (600-200 a.C.) es prioritario el uso de piedra en la construcción de viviendas, templos subterraneos, esculturas y estelas con representaciones da seres humanos y animales. Esas constituyen la primera evidencia directa de la existencia de una autoridad corporativa organizada, capaz de planear y construir en la región una arquitectura de piedra monumental. Tiwanaku en su fase I, integra junto con Wankarani y Chiripa el estadio Formativo del altiplano boliviano. En el desarrollo de esta cultura se han establecido en tres fases evolutivas. La primera, básicamente aldeana, debió comenzar algunos siglos antes de la era cristiana. El fechado más antiguo la remonta hasta los años 1500 a.C. transcurriendo hasta el 50 d.C. Un segundo momento, correspondiente al Estadio Urbano, abarca el período comprendido entre 100 d.C. y 750 d. C. Finalmente, la fase Expansiva o Imperial, concluye alrededor de 1200 d.C. Es muy probable que en los inicios del estadio aldeano, Tiwanaku fuera solamente un poblado de reducidas proporciones, con una economía autosuficiente. Sin embargo, durante este período se van a producir en el altiplano acelerados procesos de cambio. A los avances originados por la definitiva domesticación de plantas y animales, se auna la consolidación de las técnicas textiles, alfareras y metalúrgicas. Al uso de la plata y el oro, que eran ya empleados con anterioridad en adornos suntuarios, se incorporó la metalurgia del cobre que supone conocimientos de fundición a temperaturas superiores a 1000 grados. Los cambios operados en lo material debieron también manifestarse en organización más compleja que la condujera en definitiva a constituirse en sociedad urbana. El eclipse de Wankarani y Chiripa, en definitiva producido por el dominio de Tikanaku, que promovió cambios sustanciales en las pautas culturales para adecuarlas a los patrones surgidos en los comienzos de la etapa Urbana. CHIRIPA


WANKARANI

TopologĂ­a de las viviendas


SOCIEDADES CULTURALES DE TAFI Y QUEBRADA DEL TORO En el ámbito del Valle de Tafi, durante la etapa Formativa Superior (300 a.C. a 800 d.C.) se desarrollo un sistema sociocultural de singulares características. Este valle, ubicado en el sector occidental de la provincia de Tucumán, se encuentra rodeado por elevaciones de las Sierras Pampeanas que llegan a superar los 4000 m. de altura El rasgo de la cultura Tafi ha sido desde el siglo pasado los grandes bloques de piedra lisas o grabadas denominadas menhires Según estudios de los sistemas de asentamiento se habla de dos estadios dentro del largo proceso desarrollo sociocultural en el valle. El primer estadio, Tafí I. corresponde a una sociedad agrícola, asentada en los sectores más fértiles del valle, con campos de cultivo familiares que contemplan la explotación con el pastoreo en las laderas de los cerros o campos ubicados cerca de los centros de residencia. La caza y la recolección también constituyen una alternativa valida para la sobrevivencia de los familiares. La población residía en unidades domésticas dispersas, de crecimiento espontáneo por simple agregado de partes arquitectónicas. Se diseminaban entre los campos de cultivo, cada una de las cuales era hábitat de una familia extensa (dos o más parejas y sus hijos) Estas residencias consistían en un gran recinto circular de muros de piedra que cumplían la función de patio central y en el cual se realizaban las tareas de almacenaje, procesamiento de materias primas y elaboración de manufacturas, además de aquellas relativas al culto de los muertos. Al patio central se adosaba uno o varios recintos circulares, usados especialmente como habitaciones El sistema de asentamiento expuesto sugiere que se trataba de una sociedad familiar autosuficiente que en un radio de 5 Km. Encontraban terrenos aptos para el pastoreo, la caza y la recolección y extracción de materias primas. La presencia de menhires presidiendo el conjunto familiar y de enterratorios en los recintos centrales indicarían la existencia de creencias religiosas e incluso, de la realización de ceremonias a nivel doméstico. Las tumbas, generalmente individuales eran cilíndricas y construidas con rocas elegidas unidas con mortero de barro. Es posible que también se realizaran, en pequeña escala, tareas comunales, sobre todo aquellas que requerían mayor mano de obra, como construcción de viviendas y corrales. Estas comunidades pronto fueron asediadas por el aumento demográfico y el agotamiento de los suelos (el cultivo intensivo, luego de dos o tres cosechas, exige un barbecho de varios años), lo que implicaría como alternativa lógica, el traslado de familias a nuevas tierras, o la roturación de terrenos más distantes. Esta opción explica la existencia de puestos de ocupación transitoria, cerca de los campos de cultivo, consistentes en unidades aisladas, pequeñas o medianas, en cuyo interior no se han encontrado elementos característicos da la ocupación permanente. El paso del estadio I al II es difícil de explicar, pero aparentemente está vinculado a un desequilibrio entre la magnitud de la población, los recursos disponibles y la tecnología empleada para la explotación. De esta manera, el estadio Tafi II caracteriza por estructuras de residencia familiar


concentradas a manera de verdaderas aldeas, pero hay motivos para inferir que se trataba de actividades de aprovechamiento comunal. En la periferia de estas concentraciones, próximos a las laderas, se encontraban los corrales, grandes unidades cuadrangulares a los que a veces se adosaban recintos circulares pequeños. Las actividades de producción agrícola pastoril se realizaban fuera de la aldea y en espacios diferenciados de estas. Sobre terrenos fértiles y de poca pendiente construían obras de riego (represas, tomas, canales). La presencia de estos puestos pone de relieve un aprovechamiento racional e intensivo de las pasturas. El sistema, vigente actualmente, supone el traslado estacional de los rebaños: en verano son conducidos a los lugares altos, donde se aprovechan los pastos que crecen como resultado de las lluvias y de las temperaturas más moderadas, a la vez que se propicia la recuperación de la cubierta de gramíneas en el fondo del valle. A partir de abril, cuando comienzan a desaparecer los pastos de las tierras altas, el ganado baja al fondo del valle, donde las condiciones más favorables le permiten subsistir durante el invierno. Los puestos pastoriles fueron aprovechados además para la recolección de hierbas silvestres, la caza, y para la extracción de la materia prima empleada en la realización de artefactos líticos. La abundante población de este estadio debió haber implementado vías convencionalizadas de asociación para ejecutar los trabajos comunales (mecanismo de integración social llamado Minga en la región andina), ya que muchas de las actividades requeridas por el sistema exigían una mano de obra numerosa y organizada, como así también un gran esfuerzo comunitario. Los habitantes del Formativo en el valle de Tafí fueron hábiles artesanos y se destacaron principalmente en el trabajo de la piedra. Sobre este material realizaron los asombrosos menhires, grabados con figuras geométricas y simbólicas, a través de los cuales se ha querido establecer relaciones con las culturas altiplanicas contemporáneas. Conocieron la técnica de la bóveda en saledizo o falsa bóveda, con la cual producían las techumbres de tumbas y silos. No sólo emplearon la piedra con fines artísticos y célticos, sino que también con ella se fabricaron instrumentos para las tareas cotidianas, como conanas y morteros para la molienda de granos, azuelas para roturar los terrenos, hachas, martillos líticos, pulidores, puntas de flecha, etc. En un marco ambiental distinto se sitúa La Quebrada del Toro al oeste de la provincia do Salta, funcionando como eje central de un sistema de quebradas inferiores que abarcan desde la cordillera oriental central a la Puna. Acá se encuentran los sitios de Cerro, El Dique y Las Cuevas integrantes de la etapa formativa superior Los lugares seleccionados para la edificación de las aldeas han sido las partes bajas y márgenes deprimidas a unos 15 o 20 metros por sobre el nivel del rió Las aldeas de Cerro El Dique representan poblamientos dispersos y espontáneos, con espacios libres de construcción. El sitio Las Cuevas en cambio ofrece un poblamiento más concentrado. En este sitio se comprobaron superposiciones de elementos arquitectónicos en un mismo lugar, conformando montículos o túmulos de doble procedencia: natural y artificial. Las construcciones se efectuaron sobre elevaciones naturales del terreno.


Los asentamientos de ambos sitios se caracterizan por un conjunto de pequeños recintos de habitaciones semisubterráneas, de planta circular, dispuestos en forma radial en torno a otro más grande que hacia las veces de patio central.

Las paredes estaban constituidas por grandes bloques o lajas dispuestas verticalmente, sin cimientos. Los patios, por sus dimensiones considerables, no pudieron ser techados, en cambio las habitaciones disponían de una cubierta de ramas con barro batido y guano. En los patios se desarrollaba la mayor parte de las actividades domésticas y artesanales Los entierros eran individuales y los cuerpos se colocaban en posición genuflexa o acuclillada, acompañados por ajuares consistentes en piezas de alfarería, instrumentos de metal, textiles y adornos en piedra. Se constató además, la presencia de entierros de párvulos en urnas. Encima del piso se halló abundante material vinculado con las labores cotidianas, tales como elementos para la molienda de granos, grandes piezas de cerámica para el almacenamiento de agua y comestibles, así como desperdicios que formaban depósitos de basura. El patrón de instalación sugiere la existencia de una estructura social interna sobre las bases de las familias extensas. El modelo económico se asentaría sobre las bases de la ganadería del camélido complementado con la agricultura y el aparte de la caza de especies tales como cérvidos y roedores. Las actividades artesanales, como textilería y cordelería, también aparecen ligados a la llama. La cerámica de la Quebrada del Toro comprende una serie de tipos característicos como los estilos grises, rojos pulidos, tricolores del tipo A lo largo de la secuencia arqueológica que se inicia hacia 600 a.C. se observa claramente como estos grupos van enriqueciendo su patrimonio, mediante sucesivas incorporaciones de artesanías, como la cerámica de decoración policroma, el trabajo en metales (oro, cobre y galena), úsalos para adornos, vestidos y para el ritual, como brazaletes, colgantes, vinchas, cucharas, placas, cuentas de collar y adornos labiales. Arquetectonicamente Tafi es más evolucionado que el Cerro el Dique. Así lo sugiere la existencia en el primero de las técnicas de la bóveda en saledizo, los pasillos deflectores, los menhires las estelas y las obras hidráulicas En la forma de subsistencia aparecen otras diferencias. En Tafi abundan las estructuras de piedra para la protección y mejor aprovechamiento del suelo, como andenes y canales de riego, lo que hace suponer la existencia de una economía predominantemente agrícola, contemplada por la ganadería de camélidos, la caza y recolección.




CULTURA MONTE ALBAN Y TEOTIHUACAN Los sitios de Monte Alban y Teotihuacan, representan las primeras generaciones de las civilizaciones interiores en Mexico. En los Andes Centrales y Meridionales, los finales del mundo Neolitico o Formativo significan, la transición de la formas tribales simples hacia otras estructuras mas complejas, de tipo señorio, con marcado dominio de una idea religiosa Fue también una época de intensificación da las culturas regionales y de un notable desarrollo de la escultura en piedra, de la cerámica, de los tejidos, de la arquitectura y de una verdadera metalurgia. Algunos productos de artesanía presentaban tal desarrollo estético que muchos arqueólogos consideran este período como culminante en la cultura de los Andes Centrales y ven una regresión cultural en el período postclásico subsiguiente. La historia teotihuacana está centrada en su ciudad capital, si bien su influencia y extensión llegaron mucho más lejos. La ciudad de Tcotihuacán fue construida en la parte llana del actual valle del mismo nombre, que es recorrido por el río San Juan, el cual constituye su principal drenaje y desemboca en el lago Texcoco. Ubicada a 50 Km. de la ciudad de México y a 2280 m.s.n.m. ocupa una posición estratégica pues comunica el valle de México del que es una extensión con el valle de Puebla, siendo paso obligado entre uno y otro. Durante el período Formativo o Preclásico, las evidencias señalan que en un período aproximado entre el 600 y 200 a.C., en el sitio de la futura ciudad habitaban pequeños grupos de aldeanos agricultores y todo el valle tenia una población que quizá ascendía a 6 mil habitantes. Estos grupos comenzaron la producción de implementos de obsidianas -la cercanía de las minas les permitían el control, al menos parcial de ellas. Esto podría ser una causa fundamental del ascenso, al principio solo económico, mas tarde general, de la aun inexistente cultura teotihuacana Para los casi mil años posteriores que dura teotihuacana se ha identificado una serie de épocas, cada una caracterizada por distintos elementos. Época I con sus subdivisiones que abarca los dos últimos siglos antes de Cristo y representa el nacimiento de la ciudad en la cual se construyen los dos edificios más grandes la Pirámide de la Luna y la Pirámide del Sol A finales de Tcotihuacán I, residían en la la naciente ciudad cuanto menos 40.000 o 50.000 habitantes, la mayoría de los cuales vivian en la parte noroeste de su perímetro final. La población del campo circundante comenzo a disminuir, como parte de una política deliberada de concentrar a la gente dentro de los limites urbanos. Se desarrollaron más aprisa la producción de manufactura y comercio. Teotihuacan empezó a importar la obsidiana verde, lo que le permite el monopolio casi absoluto de este


producto y mas tarde tendrá consecuencias políticas. Ciertas evidencias implican un comercio local y también mercaderes que inician intercambios a mayores distancias. La siguiente época II, que perdura hasta el año 350 d. C. tiene un cambio social y político muy claro. No se puede hablar de un Estado teotihuacano, sino de una francamente expansivo, que esta lanzando a una serie de conquistas o de incursiones comerciales, que habrían de llevarlo a lugares lejanos. En esta época la actividad constructora se concentró en la parte meridional de la ciudad, más allá de la Pirámide del Sol. El monumento más notable de este periodo es el Templo de Quetzalcóatl, famoso por su fachada esculpida. Se encuentra dentro del llamado Gran Conjunto (también denominado La Ciudadela). Este es el lado opuesto de la calle de los muertos, probablemente el mercado principal, también corresponde a esta época. Por su importancia y tamaño sugiere que en el Templo de Quetzalcóatl estaría el centro administrativo, comercial y político de la ciudad. Las casa mas antiguas, modestas fueron reemplazadas en muchos lugares por vastos conjuntos residenciales con muros de piedra y techos de vigas de madera formando azoteas, es muy posible que allí vivieran familias relacionadas por lazos de sangre, que formaban grupos con templos o templos comunes, situados en el propio conjunto, esto provoco una gran densidad poblacional, sobre todo en ciertos barrios de la ciudad, que pueden delimitarse por la profesión ejercida por quienes la hitaban Durante la época III (350 d.C. a 650 d.C.) se consolida y expande la ciudad, llegando a su máximo poder, con una población estimada de casi 120.000 habitantes. Se construyeron numerosos monumentos y las ruinas que se ven en la actualidad Entré los nuevos templos esta el de Quelzalpapalotl, en la plaza de la Luna: es una gran casa sacerdotal construida alrededor de un patio central rodeado de columnas de piedra. En cada una aparece la combinación del pájaro y de la mariposa que le han dado el nombre. La fase final, Teotihuacan IV, empezó en 650 d. C. y fue mas breve que lso dos periodos anteriores, este solo duro un siglo. Al final, los principales edificios fueron quemados, v destruidos, con violencia. Después de esta catástrofe ocurrió un colapso de la ciudad y pronto se redujo a unos cuantos miles de ocupantes que vivían con desorden entre las ruinas. Es evidente que se trata de una verdadera ciudad, ampliamente planificada donde los edificios y no solo los ceremoniales seguían un patrón reglamentado, un orden preestablecido. El eje principal (la calle de los muertos) corre de norte a sur. Es una amplia avenida de 45 m. de ancho y mas de 2 Km. De largo, que estuvo pavimentada y para salvar los 30 m. de desnivel existentes entre los extremos norte y sur se construyeron una serie de terrazas delimitadas por escalinatas de un ancho similar al de la calzada, lo cual va conformando plazoletas semicerradas y espacios con gran riqueza de perspectivas. Pero no se puede decir que sea el único eje, ya que otra gran avenida, que corre de esto a oeste, sale de la plaza de la Pirámide del Sol hacia el occidente, para formar así una especie


de gran T, que serían los dos grandes ejes centrales de la ciudad. De la misma manera los palacios están divididos unos de otros por pequeñas calles formando verdaderas manzanas. La Pirámide de la Luna fue construida sobre una plataforma rectangular de 150 m. por 130 m. con cinco cuerpos de diferentes tamaños en talud y 42 m de altura El rasgo mas sobresaliente de Teotihuacan, la pirámide del Sol, es la mas antigua, rodeada de una plataforma de 350 m. de lado esta orientada al poniente en su fechada principal. Su base es aproximadamente cuadrangular (222 m. por 225 m.) y su altura, incluidos los cuatro cuerpos en talud y un cuerpo en tablero intermedio entre el tercer y cuarto volumen, es de 63 m. Este monumento en su interior está formado, casi en su totalidad por barro seco, cubierto en el exterior con piedras cortadas pero no talladas. Debido a su altura, es diferente a las edificaciones posteriores en otro aspecto: la escalera conduce a la cima esta diidida por secciones, separadas por plataformas planas que sirven tambien para el descanso antes de terminar la ascensión a la porción superior En la sección sur de la Calle de los Muertos se construyó un estupendo conjunto ceremonial en torno al templo de Quetzalcóatl, llamado la Ciudadela; ocupa un área de 400 m. de lado y por su terminación y los elementos decorativos constituye la culminación de la arquitectura teotihuacana. El núcleo de la Ciudadela es el templo de Quelzalcóatl, pirámide de cuerpos escalonados y profusamente decorados que preside un patio hundido al que se penetra únicamente desde la calzada principal. Alrededor de ella e quince basamentos piramidales de menores dimensiones.

El trazado urbano de Teotihuacan es reflejo de la sociedad de clases que lo construyó y habito; al centro están los edificios dedicados a la religión que es lo principal los templos de los dioses y algunas casa de los sacerdotes Alrededor de estos se hallan los palacios que por su tamaño decoración y lujo es evidente casa de personajes importantes en la vida de la ciudad. Eso seria la segunda sección un tercer círculo estaría formado por casa de trabajadores especializados que fueron absolutamente necesarios para construir todas las cosas de la ciudad: arquitectos, lapidarios, escultores, ceramistas. Finalmente mas afuera de estos estarían las chozas de los trabajadores de campo o sea de los agricultores. Que era naturalmente los productores directos y los que lograban cosechas suficientes para alimentar a la población básicamente improductiva En Teotihuacan se implanta un tipo de arquitectura nueva para mesoamerica, que habra de perdurar hasta la caída de Tenochtitlan en 1521. Los detalles pueden vewriar pero la sencia seguirá siendo la misma. Pirámides templos palacios son la base de un talud y de un tablero no de muros rectos. Un talud inclinado obviamente un tablero vertical. En Teolihuacán se han encontrado una cantidad extraordinaria de frisos murales.Toda su_pintura es simbólica y esencialmente religiosa.El fresco de Tlalocán representa .el paraíso del dios de la lluvia, al cual sólo llegaban aquellos que habían muerto ahogados o en consecuencia de enfermedades relativas al agua, que iban ahí, por la forma en que


murieron. El lema central es la exhuberancia de la naturaleza, la riqueza que produce el agua. Teolihuacán inventa o utiliza la pintura al fresco. Las pinturas murales adorna edificios tanto en el centro como en las afueras de la ciudad. No sólo se las halla en los muros de los templos y palacios, sino también en los complejos de cuartos en que vivían y trabajaban los ciudadanos comunes. La pintura indígena fue básicamente dibujo hecho con líneas negras, cuyos espacios luego se rellenaban con colores obtenidos de minerales (rojo, azul, amarillo y negro). La Figura pías importante es la mas grande y las secundarias son más chicas, sin que ello tenga que ver con la distanciaa la que están representadas. Muchos murales de Teotihuac muestran lo que puede llamarse el estilo de las grandes representaciones oficiales. Aquí se trata de dioses, o bien de sacerdotes, generalmente varios de ellos en fila. Traen complicadísimos atuendos, inmensos tocados, una gran cantidad de joyas o de otras piedras finas. Indudablemente están celebrando algún acto ritual. La escultura teohuakana no es muy abundante, pero si de gran cantidad. Las extraordinarias mascaras esculpidas en piedra dura, son realistas y no simbólicas. También realizaban figurillas de jade y obsidiana. La escultura más grandiosa es la estatua colosal de la diosa del agua, de 3 metros de altura y 22 toneladas de peso. Fue encontrada junto a la pirámide de la luna y sus formas fueron trazadas en relieve sobre un bloque prismático de piedra. La tercera parte de la población estaba dedicada a una notable variedad de artesanias e industrias. Por varios atributos teotihuakan constituyo una formación social de tipo estatal. Su desarrollo urbano por caso solo puede ser producto de una sociedad madura, muy alejada del nivel trivial. Además de los monumentos religiosos, la arquitectura domestica revela marcadas diferencias sociales, y materiales, mas características de un estado que de una sociedad tribal. Las diferencias de concentración de riquezas son ostensibles a nivel arquitectónico: desde suntuosos palacios hasta precarias chozas. Fue también mucho masque una mera ciudad Estado. Se ha sostenido con vigor que Kaminaljuyú con sus betas de obsidiana, y po­ siblemente, la región al sur de Veracruz y Tabasco, eran provincias imperiales, debido a un conjunto de rasgos teolihuacanos tan notorios que sugieren una presencia armada. Incluso se ha propuesto que en otros lugares, como Oaxaca y la Huasteca en la costa del Golfo, los contactos comerciales eran de tal magnitud que indican alguna clase de control físico. Estas opiniones se basan en lo que se conoce de los métodos de los mercaderes aztecas, que tendieron a limitar sus operaciones a regiones que estaban bajo su dominio o que, cuanto menos, ya estaban señaladas para conquistas futuras. Por lo tanto, se argumenta que los mercaderes de Teotihuacán también debieron haber operado bajo protección militar. Teotihuacán, si bien no conquistó todo rincón de esas remotas regiones, por lo menos controló los puntos estratégicos.


El poder y grandeza de Teoljhuacán finalizó durante el. Siglo VII d.C. Cuando la gran ciudad fue destruida posiblemente por bárbaros norteños llamados Chichimecas , que se aculturaron a la civilización teotihuacana y luego la destruyeron.

Pirámide de la Luna

Vista de la Avenida de los Muertos desde la Pirámide de la Luna. Teotihuacan, México.

Pirámide del Sol

Monte Alban


TIWANAKU Durante el primer siglo de la Era Cristiana se produjeron en la ribera, sur del lago Titicaca, cambios significativos que modificaron la fisonomía aldeana de la cultura Tiwanaku hasta llevarla a un estadio urbano. El incremento de la agricultura trajo consigo excedentes en las cosechas, que sirvieron para sufragar el mantenimiento de un grupo dirigente y, a la vez, solventar las sobras que ellos planeaban. La aristocracia gobernante, que incluía funcionarios administrativos guerreros y sacerdotes, constituye el nivel superior. Por debajo de éste se encuentran los artesanos albañiles, canteros, esculturas, ceramistas, etc.) y finalmente el grupo más amplio, integrado por el campesinado. Coincidentemente con las modificaciones socioeconómicas se produjo la aparición del Estado, del aparato gubernamental y religioso.

Tiwanaku se constituyó en un gran centro urbano, organizado alrededor de un complejo ceremonial con una extensión aproximada de 420 hectáreas. Es muy posible que él núcleo civico ceremonial estuviera habitado sólo por gente importante (gobernantes y otros funcionarios) mientras que el resto de la población vivía en los aledaños, pero siempre bajo su jurisdicción. El centro principal, en su etapa de esplendor, estaba ubicado a 17km. al sur oeste del lago Titicaca . En la época urbana, (100 a 750 d.C) Tiwanaku se caracterizó no solamente por la arquitectura y escultura en piedra, sino también por el adelanto en otras tecnologías, como el trabajo en metales y la fabricación de alfarería. Aparentemente conocieron la técnica de la aleación del bronce y su uso. La cerámica muestra una evolución con respecto a la etapa anterior, en cuanto la variedad de formas, elaboración de la pasta y policromía en la pintura. Durante el período antes señalado se extendió el predominio de Tiwanaku sobre toda la cuenca del Titicaca. Además de la capital, dispuso de otros centros administrativos locales o regionales. Entre estos últimos se destacan Lucurmata y Pajchiri, al norte, sobre un suelo cuya fertilidad debió incidir en la planificación y control de una creciente producción agrícola. En los momentos finales de esta fase, se argumenta que Tiwanaku estableció esclavos coloniales en la zona de Ayacucho (Perú) y en Arica y San Pedro de Atacama. En el noroeste argentino, la presencia de la ideología Tiwanaku se manifiesta a través de los motivos más conspicuos de su arte simbólico, en artefactos de cerámica y metales de la llamada cultura draconiana o La Abunda o Ambato. Entre los años750 y 1200 d.C, la difusión de Tiwanaku alcanzó diferentes ámbitos de los Andes Sudamericanos. Se establecieron centros administrativos,


I enclaves satélites y colonias económicas en el altiplano, los valles mesotérmicos y la yunga de Bolivia. Abarcó incluso la sierra sur del Perú y la zona aludida al norte de Chile. De esta manera se constituyó en el más importante horizonte panandino preinka, responsable también de la difusión del Aymara por los Andes Meridionales. Desde la teoría de la localidad analítica se sostiene, entonces, que Tiwanaku necesitaba una base de lugares y subcentros anteriores para explicar su desarrollo económico. En el intento por interpretar y explicar la organización de Tiwanaku y su expansión, se ha desarrollado en los últimos años una hipótesis que establece que la característica principal de la cultura Tiwanaku fue la combinación de tres mecanismos complementarios de Interacción, diseñados y manipulados desde el centro altiplanico. Ellos consistieron en la explotación de una área nuclear de habitat donde ejerció un control pleno; el establecimiento de colonias con pobladores permanentes en los valles costeños del pacifico y probablemente también en las yungas orientales; y por ultimo, la participación de una red de intercambio a través de centros multiátnicos como San Pedro de Alacama. Resulta difícil explicar el desarrollo cultural de Tiwanaku sin una vinculación directa con los recursos económicos que lo posibilitaron. La agricultura y la ganadería constituyeron la fuente principal de sustento de la población. En un área de aproximadamente 100 km2 se han encontrado extensos campos elevados, en forma de plataformas rectangulares, construidas mediante la excavación de la tierra desde ambos costados y su acumulación en el centro, localizados en la planicie vecina al lago, en sectores sujetos a inundación anual; o bien campos acanalados de 1 a 3m.de ancho, separados por surcos de medida semejante, ubicados tierra adentro (de unos 5 a 30km. con relación al lago). En síntesis, a pesar de las dificultades para la sobrevivencia humana Inherentes a este ambiente de altura, se dieron las condiciones, para que el hombre se transformarla en productor de alimentos y domesticador de animales básicos, lo que posibilitó el desarrollo, de altas densidades de población y una elevada producción agropecuaria. Los estudios tienden a señalar a la región que rodea al lago Titicaca como la de mayor densidad demográfica de toda Sudamérica en tiempos precolombinos. La economía antiplánica, basada principalmente en el cultivo de tubérculos microtérmicos y semillas, junto al aprovechamiento intensivo de auquénidos, fue única en América antes de la conquista. Recursos alimentarios tales como la papa y la oca deshidratadas, fácilmente transportables dada su durabilidad y su escaso peso, unidos a la posibilidad de traslado de las recuas de llamas, fueron en gran parte los motores que condicionaron la expansión y el comercio. Organizadas por el Estado, las caravanas al efectuar el intercambio comercial, ncorporaron a la vida de altiplano elementos procedentes de otras regiones, tales como el pescado mariscos, maíz, mandioca y coca.


Putuni y Kheri Kala son los palacios más importantes, interpretados como residencia de la clase gobernante. Estaban formados por cuatro alas en torno a un patio central. Las habitaciones están unidas unas a otras por paredes de adobe con cimientos de piedra. Para la ejecución de las obras, además cíe la experiencia técnica, fue necesario un gran contingente humano. No solamente se requirieron especialistas, sino también multitudes superiores a las 2000 personas para el traslado de los bloques líticos, a veces de hasta 120 toneladas de peso. En primer momento se consideró que se trataba de un centro ceremonial, con escasa población permanente, al que acudían peregrinos a rendir tributo a los dioses del Panteón Tiwanakota. Según esta teoría, los peregrinos contribuían temporalmente con su esfuerzo personal, a reunir los materiales para erigir las construcciones sagradas. Tiwanaku contiene una serie de rasgos para determinar formas urbanas de vid en relación a las culturas indígenas prehispánicas. A manera de ejemplo señalamos algunos rasgos que allí se encuentran: se trata de un establecimiento permanente extenso y poblado para su época y región , donde la gente residía y trabajaba como residencia de los grupos dirigentes heterogeneidad y diferenciación jerárquica de la sociedad, y fundamentalmente los atributos urbanísticos y demográficos como para la existencia de un Estado teocrático . El centro urbano de Tiwannku fue un foco de desarrollo de las ciencias y Bs. As, en íntima relación con contenidos religiosos. La sofisticación artística y tecnológica se expresó a través de ejecuciones de diversa naturaleza: monumentales obras arquitectónicas, finos y delicados ceramios, brillantes tapices decorados y exquisitas joyas. El estilo artístico de Tiwanaku se destaca por su uniformidad tematica y conceptual. Las formas, predominantes son esquemáticas y geométricas círculos, líneas de puntos, líneas quebradas y cruces caracterizadas por la excesiva reducción de los motivos naturales, como figuras humanas, felinos, aves, peces, etc. a líneas rectas esenciales y a curvas sencillas delineadas con rigidez y precisión. Abundan también expresiones de figuras fantásticas, en que se entremezclan rasgos antropomorfos con rasaos zoomorfos especialmente felinos y aves. Es posible que ciertos aspectos cromáticos y formales, obsesivamente presentes en las obras de arte de Tiwanaku, no sean sino la plasmación de visiones producidas por la ingestión de alucinógenos. Tanto la iconografía, como la arquitectura dan pruebas de que el culto al sol fue de importancia fundamental para los primitivos pobladores de los Andes. De acuerdo a la mitología, vasta y compleja, dicho culto tuvo su cuna a orillas del lago Titicaca. La veneración de que era objeto el astro sol ( Hoyustus, Arunava, Con Ticci Wiracocha, entre otras denominaciones) Fue tal que, según Cieza de León, en su honor se realizaron las majestuosas construcciones de piedra del centro principal de Tiwanaku.



CULTURA AGUADA Pérez y Heredia propone en Catamarca como el centro de origen de la cultura Aguda, dado que sobre un sustrato formativo inferior alamito Cienaga instalado en la región se había iniciado una transformación cualitativamente importante, que abrió el camino para una entidad distinta, según los autores estos cambios se pudieron cristalizar merced a las influencias tiwanakota los núcleos centrales de vestigios de aguada se concentran en los valles del este y centro de Catamarca y noroeste de La Rioja. Fue normal en las ciudades tribales de formativo la existencias de fraternidades religiosas representado por una divinidad que correspondía a un animal. Estas formaciones sociales son sucedidas en el periodo clásico por tribus con bases económicas similares pero eran dirigidas por jerarquías religiosas, sacerdotes- shamanes con residencia estable en pequeños centros ceremoniales donde desempeñaron roles ya jerarquizados. En este sentido constituye un aparte destacado el descubrimiento de un centro con funciones ceremoniales y residenciales en la Rinconada sobre una terraza del margen derecho del rió los Puestos (Catamarca), la base económica de este centro no experimento sensibles modificaciones con relación de la etapa formativa. Se continúa con la domesticación de animales, caza, y recolección que posibilitan el autoabastecimiento. Es notorio que las entidades responsables de la construcción de instalaciones planeadas bao estímulos recetados en su esfera ritual elaboraran las magnificas pinturas rupestres cerámicas esculturas líticas y metalúrgicas que tipifican a la cultura aguada. Una de las manifestaciones más relevantes del patrimonio artístico y simbólico se halla representado en el arte rupestre parietal. Se encuentran en cuevas y aleros de rocas ranitificas Se visualizan motivos antropomorfos en blanco y rojo cuyas cabezas a veces están cubiertas con mascaras que representan a felinos estos personajes portan en sus manos hachas, lanzas, y hasta un posible cráneo trofeo. En la cerámica se alcanzo un nivel de desarrollo que en muchos aspectos no fue superado por ninguna otra magnitud indígena regional posterior, los patrones decorativos son tanto grabados en gris y negro, como pintados en blanco, amarillo y púrpura. Llama la atención la presencia de figuras de simbolismo complejo. Que han llevado a considerarla como realmente fantástica se puede señalar los monstruos felinos de múltiples cabezas con cuerpos draconianos y cabezas humanas. Es en la metalurgia donde se observan los avances tecnológicos mas significativos dominaron los procesos de fundición y de aleación de los metales que las minas de la región les proporcionaban. Las prácticas funerarias también tuvieron relación con ideas religiosas. El tipo de enterratorio común consistía en un pozo cilíndrico de 2 o 3 metros de profundidad. Estas tumbas formaban cementerios. El contenido de cada una de ellas varía de un individuo a dos, y excepcionalmente se llega a seis. Algunas tumbas no incluyen ajuar funerario, diferencia que marca dentro del grupo un distinto tratamiento al momento de la muerte.


Mascara Cultura Aguada

Seres Mitolรณgicos Cultura Aguada


QUITOR Y EL MOLLE

Estas se alojan en ambientes ecológicos distintos. Quitor en un oasis de altiplano salado, mientras que El Molle en un valle transversal. Ambas presentan dif. Ostensibles, tal vez derivadas de influencias desibles, provenientes de otras áreas. San Pedro de Atacama bautizo como Quitor a San Pedro II. Respondería este a un influjo directo de la difusión de Tiwanaku hacia el sur mientras que el llamado complejo El Molle responde a una génesis que en algunos aspectos puede relacionarse con noroeste de Argentina. El complejo teocrático que lo caracteriza donde el poder residía en un grupo de sacerdotes con fuerte énfasis militarista pudo en algún momento lograr la unificación de distintas tribus bajo su conducción iniciando quizás la etapa posterior de los señoríos regionales. Las poblaciones del altiplano andino interactuaron con otras asentadas tanto en los valles altos cuanto en lo de las costas del pacifico. Esta expresión cultura es conocida prioritariamente a través del estudio de la alfarería funeraria y menor proporciono r otros aspectos materiales del registro arqueológico. Los tipos grabados son menos representativos y probablemente su presedencia deba buscarse fuera de la región, ya que exhiben semejanzas muy significativas con especimenes grabados de culturas trasandinas. Quitor incorpora elementos de Tiwanaku clásicos, que enriquecen los ajuares funerarios. Otros restos comunes en las tumbas son los arcos, cucharas de mango, recipientes del tipo montero, gorros de piel y tejidos de camélidos y canastas con dibujos geométricos La riqueza y desproporción en el ritual funerario hacen suponer una marcada diferenciación dentro de la población, como respuesta a una creciente complejidad social Así, el sostenido aumento de bienes rituales en esta época y el creciente ingreso de bienes de prestigio o status, pueden ser interpretados como expresión de diferenciaciones agudas al interior de la sociedad San Pedro. En este sentido loa contactos iniciales con el estado Tiwanaku, evidentes en la fase Quitor, dejan pocas dudas de que San Pedro de Atacama comenzaba a ser un punto importante en estrategia expansiva de Tiwanaku, particularmente por sus condiciones históricas y geográficas. La responsabilidad sobre el intercambio interregional y la instalación de enclaves en puna, el desierto y la costa, también requerirían especialización de funciones. Un sistema con este tipo de necesidades requiere generalmente, para mantenerse en funcionamiento, de una autoridad centralizada. No obstante en esta fase de la sociedad San Pedro, el poder había ampliado considerablemente su universo económico. Sus dirigentes percibieron correctamente un hecho que es esencialmente en geografía económica de los


Andes: los recursos disponibles son variados, pero están dispersos y distantes, y ni el intercambio ni la explotación directa pueden, por solos, satisfacer los requerimientos de una sociedad más compleja. El estudio minucioso de la variabilidad estilística de las tabletas para alucinógenos ha llevado a algunos autores a reconocer la posible existencia de ciertas parcialidades específicas dentro de la sociedad San Pedro. En el norte semiárido o Norte Chico de Chile, entre los 26° y 32° de Latitud , se manifiestan con posterioridad al Arcaico, un conjunto de entidades aldeanas conocidas arqueológicamente como Complejo El Molle. Se han establecido dos fases cronológicas, una Inicial, que comienza en los primeros años de la Era Cristiana y una Avanzada, que llegaba hasta el siglo VIII, el que sobrevendría la Cultura Diaguita Chilena. Los portadores de esta cultura se asentaron preferentemente en los valles fértiles y en las quebradas interfluviales del Norte Chico (Copiapó, Huasco, Elqui, Liman, Choapa), y en menor medida ocuparon el litoral Pacífico. Integraron grupos los sedentarios aldeanos, a veces con más de una centena de unidades habitacionales circulares o semicirculares, delimitadas con paredes de piedra, en zonas aptas para la agricultura y la ganadería. El yacimiento de Carrizalito Chico muestra que los recintos se diferencian por áreas de actividad. Así, los que se ubicaban cerca de las canteras se utilizaban como talleres líticos para la fabricación de instrumentos de labranza, mientras los restantes se destinaban a los grupos agricultores, señalando de esta manera una cierta división del trabajo. En los mismos asentamientos y a veces compartiendo las unidades ocupacionales, se efectuaban los enterratorios, formando estructuras tumuliformes, rodeadas por un anillo de piedras. En las proximidades de estos poblados dispersos, se disponían los campos de cultivo, articulados con estructuras destinadas al riego artificial (canales y acequias). La subsistencia dependía de productos vegetales, tales como maíz, porotos y zapallos. Estas posibilidades estuvieron complementadas con prácticas de caza y recolección de frutos silvestres.


QUITOR

COMPLEJO EL MOLLE

Tembetas



LOS TOLTECAS Durante la primera parte del Posclásico en Mesoamerica, el centro de gravedad se desplazo y México central quedo bajo control de los Toltecas, cuya capital era Tula, situada aproximadamente a 60 Km. Al noroeste de la ciudad de México, en el Estado de Hidalgo. Su fase de expansión fue breve y duró más o menos del 950 al 1150 d.C. La primera población que se asentaron en Tula llego de los límites noroccidentales de la Mesoamérica civilizada. Estos emigrantes que fundaron Tula son llamados Toltecachichimecas. El nombre chichimeca fue aplicado por los Aztecas para referirse a las tribus ‘‘salvajes’’ que fueron sus ancestros no muy distantes; eran pueblos que habían pertenecido a la tradición cultural del Desierto. Cazadores-recolectores y agricultores incipientes, estaban aculturándose a la tradición a la tradición mesoamerica Es posible que sequías y perdidas de cosechas en la frontera semiárida del norte, hubiesen empujado a estas tribus hacia el sur, donde se hallaban asentadas las poblaciones civilizadas de México Central; o pudo ser simplemente que los extranjeros finalmente se desarrollaran al punto de poder desafiar a los débiles habitantes de la ciudad. Cualquiera sea la razón, el hecho es que avanzaron hacia el sur. Algunos de ellos se asentaron en el valle de México y en las tierras altas mexicanas; otros posiblemente se adentraron aún más. Muchos, o la mayoría de ellos, eran de habla Náhuatl. De entre estas oleadas de invasores Chichimecas, un grupo se elevó con fuerza fundamental en el Posclásico temprano: es conocido como los Toltecas. La Tula de este período es una gran ciudad, sobre la cual solo recientemente se han realizado amplias investigaciones. Cubre una extensión aproximada de 13 Km.2 y está conformada por tres centros ceremoniales principales: el más antiguo, conocido como Tula Chico, un segundo llamado la Plaza Charnay y el principal grupo de monumentos, la Acrópolis. Este último, el de mayor interés, está formado, por una amplia plaza central flanqueada en el lado este por la estructura más grande, conocida como Edificio C, una pirámide escalonada, de planta aproximadamente cuadrada y compuesta por cuatro plataformas superpuestas, que se adelantan en la parte frontal, formando una especie de edificio saliente, sobre el que se apoya una amplia escalinata; en el oeste, por el juego de pelota; en el lado norte está la pirámide principal, Templo de Quetzalcoatl, que consta de cinco cuerpos y en cuya parte superior están los famosos atlantes. La maxima divinidad fue Quetzalcoatl (serpiente emplumada) una especie de dios-hombre, el mas sabio de todos los gobernantes. Los Rasgo característico de la cultura tolteca fueron unas curiosas figuras conocidas con el nombre de chacmooles, cuya distribución es tan extensa en toda Mesoanvírica como lo es el de la cultura Tolteca. Consiste esta escultura en la representación de una figura humana recostada o acostada completamente, con las piernas generalmente flexionadas y sosteniendo un recipiente sobre el Vientre o dejando una zona allanada en esta parte para soportar algo, posiblemente ciertas ofrendas ceremoniales. Numerosas plazas y montículos esparcidos sobre los cerros cercanos indican la presencia de una población considerable. Las casas de Tula no estaban construidas con piedra, sino con bloques de adobe.


Se ha descubierto muchos talleres de obsidiana que indican la presencia de un numero significativo de artesanos o especialistas dedicados a ésta y otras industrial. Indispensable tanto en la guerra como en la paz, no es posible exagerar la importancia de este material en la vida de los pueblos precolombinos. Los talleres estaban situados en dos sectores de la ciudad; al igual que durante los tiempos teotihuacanos, la materia prima proveia de las grandes minas cercanas de Pachuca. La controversia no parece, resolverse suponiendo sencillamente que la cultura de Chichén es puramente Tolteca o viceversa. Primero es necesario destacar que ciertos elementos del estilo tolteca-maya no son ni toltecas ni mayas, sino que es probable que se hayan originado en otras regiones (Oaxaca, El Tajín, etc.). Pero aunque los Toltecas trajeran un nuevo espíritu a Chichén, de esto no se deriva que hayan inventado las formas de arte que inspiró. No sólo ciertos edificios de Chichén son más antiguos que los de Tula; su arte también es más rico y más versátil, y en este aspecto no es posible negar la inferioridad de Tula. La época tolteca-maya en definitiva, según N. Davies, puede reconstruirse de la siguiente manera. A finales del siglo X d.C., bandas de Toltecas, que en su mayor parte pertenecían a la rama nonoalca de la familia nativa de la costa del Golfo, regresaron de Tula a Tabasco, la tierra original, tanto de los nonalcas como de los itzáes de Chichen. De allí llegaron hasta Chichén. A juzgar por la preeminencia en el arte de esta ultima de gente con perfil no maya, los recién llegados arribaron no solo como mercaderes, sino como conquistadores no las numerosas imágenes de la serpiente emplumada digieren que invasores llevaron a si dios con ellos: no pudieron ser numerosos, ya que ni el lenguaje, ni la apariencia del pueblo cambió. Si los invasores toltecas impusieron su ideología guerrera, la cultura resultante fue una unión de militarismo tolteca y genio maya, que dependía de las tradiciones artísticas mayas. Después de prosperar en tierras extranjeras, los principales elementos del estilo toltecamaya fueron retransmitidos a Tula, en donde se les utilizo hasta el siglo XII d.C. ambos centros decayeron El Imperio Tolteca duró muy poco. Varias fuentes escritas hablan de la decadencia de Tula. En vista de que para los aztecas la historia empezó con los Toltecas, muchos textos que tratan de los últimos tiempos prehispánicos empiezan su historia con la caída de Tula. Las descripciones escritas del colapso de Tula, aunque confusas, al menos son dramáticas. Aproximadamente en 1125 d.C. Tula entró en un proceso de decadencia imperial, frente al enemigo interior y el enemigo exterior. Los dos grupos originales que llegaron a Tula, los Toltecas-chichimecas y los Nonoalcas, nunca se habían fusionado y ahora surgió una división entre ellos. Como consecuencia, estos últimos salieron hacia el oriente y tomaron la ciudad de Cholula de manos de los Olmecas-xicalancas, que aún estaba en su poder por esos años. No obslanle luego de seis años regresaron y derrotaron a sus conquistadores, conviniéndolos en sus sirvientes. Incapaces de superar a sus enemigos, los Toltecas de Cholula buscaron la ayuda de Chichimecas nómadas, quienes acudieron con gran fuerza para rescatar a sus acosados aliados. Esta expedición fue la primera de una oleada continua de emigrantes del norte, que


al final de cuentas terminó por aplastar a Tula y domino brevemente el escenario después de esta caída.


CHIMU Promediando el siglo X d.C. se producirá la descomposición del Horizonte WariTiwanalcu, con lo cual se fractura en cierta forma la unidad cultural en los Ancles centrales y comienzan a independizarse reinos regionales. Este momento, conocido también como Período Intermedio Tardío, significará el prolegómeno histórico de las naciones encontradas por los españoles en el siglo XVI. Entre una significativa lista de pueblos de este tiempo, uno de ellos atesora evidencias del desarrollo de un reino, casi un Imperio, y se encuentra en la costa del Perú concretamente en el valle de Chimú. El desarrollo pleno de los Chimú debió producirse durante la primera parte del siglo XIII de nuestra era, es decir hacia el año 1200. Gracias a un valioso número de fuentes documentales se infiere que el reino se extendió, en la época de su máximo apogeo, desde Tumbes por el norte hasta Carabaillo, en Lima, por el sur. Por la sierra, es posible encontrar influencias de los Chimú hasta el valle de Utcubamba, de Cajamarca y de Huamachuco. En el extremo noroccidental del valle de Trujillo, se encuentran los restos de la que fuera la capital del reino, la grandiosa ciudad actualmente conocida como Chan Chan, esta es la ciudad mas grande que tuve Perú prehispanico. Está ubicada sobre el margen derecho del río Moche. Se calcula que en su momento de esplendor pudo albergar entre 100.000 y 120.000 habitantes. Estaba dividida en diez sectores o palacios amurallados, separados por anchas y muy rectas calles y plazas planificadas para el tránsito de la población. Cada uno de los sectores apuntados, de forma rectangular, consistía en un complejo de oficinas, cuartos, terrazas., depósitos, patios, pasajes y tumbas. Al parecer, cada cual destinado a un rey, quien lo usó en vida y lo destinó a su culto personal al morir. En estos palacios, llamados también ciudadelas, vivían además los cortesanos ligados al rey en vida y seguramente los servidores encargados de guardar su memoria cuando éste fallecía. El resto de la población, aparentemente, habitaba fuera de esos recintos amurallados, en casas más bien modestas hechas de barro u otros materiales perecederos. Una característica especial y propia de Chan Chan es que todos sus edificios estaban construidos a base de tapia y adobe, con muros que normalmente tiene un corte trapezoidal con la parte mas ancha en la base. Algunas paredes sobrepasan los nueve metros de altura y en la base tiene algo más de tres metros de espesor El mas notable detalle arquitectónico de Chin Chan es la decoración de los muros de los palacios. Exhiben frisos en relieve hechos de barro, con representaciones ornamentales geométricas y complejas figuras míticas, seguramente referidas al culto. Las ciudadelas, tanto en vida como después de la muerte del rey, cumplían un importante rol económico, de acumulación de los productos en beneficio de la nobleza, lo que se deduce da la amplitud de los depósitos y almacenes que existen en cada uno de los recintos, y de las oficinas en donde seguramente se efectuaba el intercambio, tributación, servidumbre o cualquier otra forma de explotación.


La ciudad cumplió una función importante, no sólo de concentración poblacional, sino también económica, social y política. Prácticamente en cada valle hubo ciudades muy pobladas y algunas de ellas casi tan grandes como la misma capital. A la vez, cada uno de estos centros estuvo acompañado de pueblos de menor importancia; Chan Chan, por ejemplo, tenía, en la parle sur del valle, el centro poblado de Galindo, la suma de ambos, indica un alto índice de población en los valles en los tiempos de Chimu. La sucesión de los reyes se hacía de hermano a hermano y de padres a hijos. Se advierte una clara estratificación social cuya cima esta ocupada por el Gran Seno Ciquic y el cacique alaec, a la que le sigue una clase cortesana, en 1a que el caballero es llamado Pixllca, que seguramente es la referencia al hombre de la ciudad, con cierto prestigio y posición económica. Por debajo de ésta se encontraban los campesinos (Paraeng) y esclavos (Yana). Las formas de propiedad de la tierra estaba íntimamente ligada a las estructuras socioeconómicas y al parecer se pueden encontrar ciertas formas de propiedad privada de extensiones considerables de tierra en manos de los poderosos ALALC, y es posible que muchas tierras pertenecieran al Ci-quic y su familia. La economía chimu tuvo una base agrícola y una fuente enérgica fundamental en la pesca y recolección marítima. La agricultura se vio favorecida por el aprovechamiento de abonos provenientes del guano de las aves marinas. En sitios estratégicos que generalmente coincidían con las bocatomas de los canales de irrigación se levantaban pequeños cuarteles donde se acomodaban los soldados encargados de resguardar la distribución de las aguas. Dependiendo directamente de la clase dirigente, fueron el arma más eficaz para defender el poder sobre las masas aldeana cuya vida dependía, por entero, de las redes hidráulicas. La producción de artefactos en serie y cantidades suficientes como para justificar la existencia de fábricas familiares de especialistas, así como la artesanía de metales y tejidos, denotan un interés creciente por la industria. Eso debió permitir también el desarrollo de los mercados en un sistema comercial a base de trueque, pues al parecer no existía nada parecido a la moneda. Dentro de las artesanías, la cerámica, tanto ceremonial como domestica, es producida a base de molde. Identifica a la cultura Chimú una alfarería monocroma negra. En el caso de la cerámica ceremonial, tiene motivos en relieve, ya sea en la superficie o por la representación tridimensional de las figuras en la parte superior o en toda la pieza. La alfarería Chimu se caracteriza por el brillo metálico obtenido gracias a la combinación del ahumado de la superficie y de su tratamiento por bruñido. No obstante, lo que más se destaca de la tecnología Chimú es el tratamiento de los metales, especialmenle del oro. Prueba de ello es que, producida la conquista Inka, no sólo se llevó al Cusco un suculento bolín de objetos recogidos en los valles norcosteños, sino que también se llevaron a los artesanos que los producían.


Uno de los instrumentos más frecuentes realizados en metal es el tumi, cuchillo en forma de media luna, con un mango que a veces toma la forma de media luna, con un mango que a veces toma la forma de un personaje mitológico. Hay copas, tazas, platos, alfileres y jrepresenlaciones en miniatura de toda clase de animales. También son usuales los adornos personales, como máscaras, aros y tembetas. En el aspecto Religioso se menciona a Ai-apaec, cuya figura es comparable al Wira Qocha de los Inkas es decir el dios todopoderoso, origen de todas las cosas, sin embargo, las referencias a esta divinidad no son directas. La religión Chimú suponía la existencia de fuerzas sobrenaturales controlables por brujas, sacerdotes y curanderos. Estos últimos eran mantenidos por el Estado, y desarrollaban su tarea profesional a base de yerbas, en tanto que las brujas a veces eran objeto de escarnio y aun de temor. La muerte era respetada y se le rendía culto a través de los entierros de los muertos acompañados de ofrendas rituales y comida. Los cementerios se hallaban en lugares cercanos a las viviendas, reservándose para ellos terrenos especiales. Los cadáveres se colocaban flexionados y sentados. Los personajes más destacados tenían enterramientos en cámaras, acompañados de un rico equipamiento funerario. Promediando el siglo XV, durante el gobierno de Michancaman, se produce el ocaso del reino Chimu, puesto que el Inka Tupac Yupanqui logro vencer a los Chimu. Vencido Michancaman ue conducido al Cusco, donde se le caso con una hija del Inka y fue mantenido con honores. De esta manera el reino Chimu que durante un siglo de conquistas había logrado extenderse considerablemente tuvo que toparse con un adversario más poderoso, los inkas, a cuyo imperio se doblegaron


EL SEÑORÍO MALLKU Ocupó los actuales territorios de las provincias Nord y Sud Lipez en el altiplano meridional de Bolivia, en regiones limítrofes con las actuales repúblicas de Chile y Argentina. Se localizan en regiones cordilleranas por sobre los 4500 m. sobre el nivel del mar (22° latitud S. y 67° longitud O.). Los Mallku comparten numerosos rasgos con los Andes Centrales; sin embargo presentan otros que permiten definirlos como entidades independientes y dueños de una tradición cultural propia. Probablemente esta Jefatura tomó su identidad en el lapso que separa la decadencia de Tiwanaku de la conquista española. Significativamente no se han hallado hasta el momento elementos probatorios de la conquista Inka, con lo cual no negamos que ésta haya ocurrido. La penetración española del siglo XVI sorprende a los Mallku en plenitud de sus fueros territoriales, como lo señalan en las crónicas de la época. Una economía caracterizada por la agricultura de altura, atestiguada por innumerables vestigios arquitectónicos de cuadros de cultivo elaborados con paredes de piedra y formas rectangulares; así como una ganadería especialmente orientada hacia los camélidos domésticos, han sido los recursos básicos de estas comunidades El interés por la región recaería en sus riquezas mineras, de cronistas indianos, cuyas informaciones respecto Se han hallado agujas de cobre con orificios, plaquetas de cobre y cucharas de bronce en sitios funerarios y en la propia instalación de Mallku. El espectro económico de los Mallku se completa con una rica industria textil en fibras de camélidos. Al respecto se cuentan prendas usadas como mantas, ponchos y diverso instrumental vinculado con las prácticas textiles. Supieron elaborar también artefactos de cestería como recipientes con la técnica del espiral, cajas de cuero y otras que tuvieron a la piedra como materia prima, entre ellos puntas de proyectil para astiles de flechas, arcos, palas agrícolas y morteros para moler. La cerámica de los Mallku configura uno de los elementos patrimoniales de relevancia para la identificación cultural. Fue elaborada con dos técnicas diferentes, los rodetes superpuestos y la aplicación de porciones de arcilla por modelado directo a partir de 1a base de la pieza. El arte rupestre parietal y las prácticas funerarias. Las pictográficas aparecen en cuevas o aleros y consisten en imágenes humanas y animales provistas de tocados y adornos faciales realizados en tonalidades rojizas. Las prácticas funerarias incluyen dos tipos diferente de inhumación, abrigos en aleros rocosos y pequeñas cuevas y torres de planta circular construidas con paredes de piedras. Las segundas, usualmente identificadas como Chullpas, albergan aquellos enterratorios humanos provistos de mejores piezas de ajuar.


Existen claras evidencias de que estos grupos mantuvieron diversos contactos interétnicos con pueblos vecinos y coetáneos, como los Chichas de Potosí y los Aymarás de la región chilena de Tarapacá. Loa y Alacama. Recientes investigaciones realizadas en plena región de Aullagas-Poopó, esto es, en territorio de los reinos Quillaca-Asanaque de Oruro, han permitido registrar fragmentos de alfarería de Lipez a un par de centenares de kilómetros fuera de su región. Estos se hallaron dentro de la planta urbana de instalaciones Inka y en plena asociación con alfarerías y arquitecturas locales y cusqueñas, ante lo cual no sería impropio suponer que pequeños contingentes de habitantes Mallku hayan sido trasladados por los Inkas y utilizados como mitayos para la atención de los tambos y explotación de las minas que los ínkas sostuvieron a fines del siglo XV. Estos mecanismos también actuaron en otras parcialidades conquistadas del altiplano, como los Chichas, Chuya, Charcas, Soras, Lupacas, Pacajes y Quillacas. La gran adaptatividad y resistencia física de los Mallku a ambientes de extrema altitud los convertían en individuos muy aptos para el trabajo en las minas que explotarían los españoles en tiempos prehistóricos y coloniales.


LOS AYMARAS Y ATACAMAS Es oportuna esta aclaración de la territorialidad occidental a la cordillera principal de los Aymarás y Atacamas por cuanto ambos términos han sido también utilizados como identificadores de grupos lingüísticos, en cuyo caso su extensión sobrepasa largamente los límites impuestos por los Andes occidentales, para penetrar en buena parte de las tierras altas de Bolivia y Argentina. En este caso seremos más concretos al definir culturalmente a los Aymarass y Atácameños como pueblos que sostuvieron unidades étnicas con territorios vecinos y lenguas comunes, con organizaciones de tipo jefatura o señorio y situados en territorios de las actuales provincias chilenas de Tarapacá y Antofagasta A estos grupos se les atribuyenuna serie de instalaciones que caracterizan a este periodo con altos rangos de concentración de edificios. Entre ellos los de Turi, Lasana, Chiu Chiu, Toconce. Son históricamente llamados Ciudades Atacameñas dada su magnitud y especialización urbana Para cualquier arqueologo no pasan inadvertidas las profundas similitudes entre los Aymarás Atácamenos chilenos, los que inclusive trascienden hacia el lado argentino y boliviano. Los señorios de Tastil en la quebrada del Toro en Argentina, los Mallku de Lipez, ofrecen mascadas similitudes en su cultura material a la de los Aymaras Atacameños chilenos La cultura material de estos grupos occidentales es de singular riqueza. La cerámica mas común pertenece a los estilos San Pedro III con grandes ollas globulares de color rojo violáceo y al llamado horizonte ceramico negro sobre rojo de gran distribución por ambos lados de la Cordillera de los Andes. En realidad este segundo estilo ofrece vaciantes regionales acorde con sus diferentes denominaciones. Sin duda son las textiles las artesanías mejor cultivadas y dominadas por los atacameños. Aparecen grandes camisón, mantos, fajas, huinchas, gorros. El instrumental de madera aparece con piezas para atar cargas a las llamas, cajas, cencerros, cucharras, y tabletas para inhalar alucinógenos etc. También trabajaron el bronce El tipo de instalación de los atácameños configuró verdaderas protociudades con aglomeraciones de centenares de recintos construidos con paredes de piedra barro batido y techos de totora, paja y barro. La traza urbana de estas poblaciones debió soportar los avatares de una construcción en las cimas de 1os cerros y colinas en planos irregulares de marcados desniveles. Por esto, su aspect a simple vista, se asemeja a gigantescas y caóticas rancherías, a manera de panal de abeja. Sin embargo, exámenes mas precisos permiten observar sectores con verdaderos planeamientos urbanos, donde son frecuentes las plantas rectangulares, las calzadas sobreelevadas, basurales, plazoletas, sitios comunitarias para molienda y distribución de cereales Las vivienda son de formas ortogonales con tendencia hacia la irregularidad cuando la topología así lo exige. Las conocidas chullpas circulares, aisladas entre los campos o agrupadas a la vera de las áreas habitacionales, son atributos urbanísticos de estas clásicas protociudades atacameñas


AYMARA

ATACAMAS


TASTIL No pocos de los rasgos arqueológicos caracterizadores de los pueblos atácamenos del norte de Chile aparecen también junto a otros considerados locales en los señoríos de la Puna y sus bordes, en la sección argentina del mundo andino. Nos referimos a la jefatura prehispánica de Tastil, asentada en los tramos medios y superiores de la Quebrada del Toro y a los indígenas de Casabindo, Doncellas y Cochinoca, que ocuparon los territorios boreales a las actuales Salinas Grandes de Jujuy. El caso Tastil acapara nuestra atención por ser uno de los mejores conocidos y que cuenta con una larga lista de atributos culturales arqueológicamente recupe­rados. Su tiempo de existencia se remonta entre los siglos XII y XIV, con lo que se ubica en momentos pre Inka y plenamente dentro del Período cultural de Desarrollos Regionales o Tardío. Se trata de un señorío con una capital o cabecera política, el sitio homónimo y dos enclaves más, ubicados a pocas horas de marcha, los de Morohuasi y Puerta de Tastil. Dentro del territorio se hallaron además unas 1000 hectareas preparadas especialmente para la agricultura mediante la nivelacion de las pendientes andinas. Estos sitios de producción agrícola, los del Paño, Potrero y Acay hicieron necesario un elevado gasto energético y organización comunal del trabajo (llamada Minga) para la construcción de los clásicos bancales o terrazas y acequias o canales conductores del agua de vertientes y arroyos. En su momento de apogeo, en los alrededores del 1400 de la era Cristiana, la jefatura Tastil contó con una población relativa de 3000 habitantes y una densidad demográfica de alrededor de 1,5 a 2 habitantes por kilómetro cuadrado. Dentro de su planta urbana se ha estimado una densidad de población de 160 habitantes por hectárea. Tastil basaba su economía en la explotación agrícola pedemontana, sobre una decena de variedades de maíz, entre ellos las razas Morocho, feria, Pisingallo, Copia, Chullpí y Rocero o Míniatura; la papa, quinos, porotos y calabazas. Explota además el nogal y una raíz dulce y carnosa conocida en los Andes como Achira (Canna compacta). Los depósitos de bajura han ofrecido asimismo concretas evidencias de una explotación ganadera del camélido doméstico [Trama y alpaca) generando una fuente de proteínas que compitió con la agricultura como recurso básico de subsistencia. Su capital política estuvo asentada en la cima de una escarpada meseta granítica de 200 metros de altura. Se trata de una instalación en forma de silla de montar, virtualmente colgada por encima de la confluencia de dos agudas quebradas andinas. Tastil contiene 1114 recintos agrupados en 330 unidades habitacionales y un centenar de tumbas circulares situadas dentro de las propias viviendas. Su estructura urbana fue de crecimiento espontáneo, en torno a una serie de espacios comunitarios, identificados como plazas, y recintos de grandes dimensiones que cumplían la función de molinos comunales para el procesamiento del maíz y trozamiento de animales. A la manera de algunas ciudades de Europa medieval, como Córdoba y Sevilla tuvo un plano de crecimiento de tipo radio céntrico. Sólo que a diferencia de estas ciudades falta el foco de crecimiento constituido alternativamente por un monasterio o la catedral o la plaza de armas. Esto fue


sustituido aquí por amplios recintos comunales o plazas de 400 a 600 m2 que cumplieron funciones públicas centrales y sirvieron además como sectores funerarios para el entierro de uno de los curacas del señorío

Para levantar sus edificios los tastileños utilizaban bloques de piedra seca con techos deateriales perecederos y excavaron sus viviendas en el piso, buscando en la semisubterraneidad el amparo de la tierra a las inclemencias de las alturas y climas andinos. Las viviendas entre sí y los diferentes sectores de la población de más de 15 hectareas de superficie, estuvieron intercomunicados por un sinnumero de calzada sobreelevada y limitadas por muros

Ante los rigores del acentuado crecimiento demografico, la población de Tastil debió sufrir, avatares urbanísticos tales como la dificultad en el suministro de agua, a juzgar por la existencia de abundante número de cántaros de cerámica hallados en el interior de sus viviendas. Sin embargo, es básico remarcar que Tastil no accedió ni privilegio de ser conceptualizada como ciudad, sino como una aldea urbanizada de tratado radiocéntrico. El señorío de Tastil no llegó a constituirse en una sociedad do clases, ni fue un Estado Antiguo a la manera de los Inkas de Perú, los Mayas de Yucatán o los Aztecas de México. Los poderes públicos y la burocracia no llegaron a consolidarse de tal forma, aunque es muy probable que estuviera en franco proceso de dirigirse hacia esos puntos. La. artesanía más significativa de Tastil es la textileria y cordelería, consumadas en telares indígenas que se componían de lisos colocados horizontalmente. Tanto por la variedad de técnicas como por la calidad de las prendas, se ha insistido en la existencia de artesanos ad hoc, de tiempo completo dedicados a esta industria, la que, probablemente, fue utilizada como elemento de comercio o trueque con poblaciones vecinas. A la vez esta cultura no le da mucha importancia a los metales Fabricaron arcos y astiles de madera decorados con pintura y engarzados con puntas de proyectil de obsidiana finamente tallada y de forma triangular con base escotada La falta de un incentivo en el uso de los metales se obligo al uso de huesos duros para la confección de muchos de sus artefactos La alfarería de Tastil no es precisamente un elemento que la identifique de sus etnías vecinas. Aparecen pucos o recipientes hemisféricos utilizados para comer y ollas globulares de factura ordinaria para almacenar agua y alimentos. Los primeros se ofrecen negros decorados sobre rojo y marrón sobre naranja, con lo que pueden adscribirse al horizonte negro sobre rojo. Este estilo constituye uno de los rasgos de mayor difusión en los Andes Meridionales durante el periodo cultural de Desarrollos Regionales.


Las fichas radiocarbonicas mas recientes marcan el final de esta cultura, treinta años antes de lallegada de los Yupankis del Cusco. Esta situación confirma la inexistencia de interacciones culturales entre ambos. Se han sugerido alternativas de interacciones culturales entre ambos. Se han sugerido alternativas de crisis ecológicas como causa fundamental, articuladas especialmente con una sobreexplotación de territorio dentro de condiciones climáticas muy rigurosas, oscilantes entre los 3000 a 4000 metros de altitud, con escasa humedad y mucho frió en el sector altitudinal de la Puna argentina Las explicaciones cíclicas de la historia de las culturas, al decir que nacen, viven y mueren, tienen pocas posibilidades de ser comprobadas en el campo de las sociedades agrafas, sin registros históricos probatorios. Por estas circunstancias la arqueología encuentra en este campo sus mayores dificultades.


ABORIGENES DEL EXTREMO BOREAL DE ARGENTINA Diferente suerte les cupo a los pueblos de Casabindo, Doncellas y Cochinocas, y aún a los célebres Omaguacas de la quebrada homónima, alojados al norte y oriente de Tastil, en lo que hoy es el extremo boreal de Argentina. Estos pueblos perdurarán por tiempos inkaicos y aun históricos, portando una cultura material en parte similar a la de Tastil, al igual que su organización social de tipo señorío. Los límites territoriales son más o menos conocidos, Casabindos y Cochinocas limitaban y comerciaban con los Mallku de Lípez y Chichas potosinos por el norte, mientras que sus espaldas daban a la Cordillera de los Andes occidentales. Estos pueblos se integran dentro de la llamada cultura atacameña, de singular dispersión por el altiplano argentino, que tan marcadas similitudes ofrece con su par del lado chileno, especialmente en las artesanías textiles maderas y la subsistencia con énfasis en la ganadería Los Omaguacas, vecinos de los aludidos Chichas de Potosí y Chuquisaca de los que se situaban hacia el sur, sufrían los avalares de esporádicas y sangrientas incursiones de los pueblos nómades de su borde oriental, el que colindaba con las yungas y bosques ocupados por Chiriguanos y Lules. Algunos de los sitios arqueológicos otrora ocupados por estas naciones, forman parte de la literatura arqueológica tradicional del norte argentino. Se trata de poblaciones urbanizadas construidas en piedras sobre serranías escarpadas. Sus caracteristicas culturales mas notorias como naciones tendran lugar en estos mismos tiempo de Tasti. Pero a diferencia de este, sufriran profundas transfiguraciones cuturales con la invasión Inka a los cuales entregaran parte de su soberania. El registro arqueológico ha detectado en ellos remodelacioniones arquitectónicas y grupos de artefactos de clara causalidad cusqueña. Al final de estas naciones estaran signado por el afianzamiento del dominio hispano del siglo XVI., aunque no sin antes protagonizar varios conatos de rebeliones ante el nuevo orden europeo


QUILMES Justamente en relación a la hecatombe del mundo indígena andino, los Quilma del valle de Yocavil -hoy mal llamado valle de Santa María, en Argentina – protagonizaran uno de los capitulos mas controvertidos de la epopeya que inicia Cristóbal Colón en América."

El Señorío de los que nos ocupa anteriores aunque no son herederos de una rica tradición procreada en etapas anteriores. Ocuparan las estribaciones de ambos lados de la cordillera homónima y parte de los fondos de los valles del Cajón y Yocavil. Actualmente los Valles Calchaquíes de Argentina. Se trata de naciones arraigas en los bolsones mesotermicos de la cuenca del Rió de la Plata. La cultura material de los antiguos Quilmas es de singular riqueza, y ha perdurado a punto tal de permitir un compendioso examen de ella. Tradicionalmente su imagen mas difundida, un verdadero símbolo, es la clásica urna destinada para la inhumeracion de infantes Estas urnas alcanzan un poco mas de medio metro de altura, fueron confeccionadas en arcillas rojizas con atmósfera de conocimiento con abundante oxigeno. Están divididas en tres partes, una base de aspecto cónico provista de asas simétricas, una sección media o cuerpo de forma ovoidal y un cuello de aspecto cilíndrico con bordes abiertos. Todas las secciones aludidas se encuentran decoradas con motivos pintados en negro y rojo cobre fondo de pasta amarillenta. La decoración central repite permanentemente una figura muy abstracta, de características humanas, provista de un rostro con grandes cejas curvadas, boca y ojos rasgados de los que suelen desprenderse lagrimones. Esta misma figura aparece sobre el cuerpo de la urna, juntando sus brazos en una actitud de rezo o súplica, a veces sosteniendo un pequeño recipiente de cerámica. Entre otros casos este personaje es reemplazado por dos diseños humanos (antropomorfos de cuerpo completo) e incluso por motivos geométricos, como grecas, ajedrezados, tombos, triángulos, escalonados y líneas paralelas. También suelen aparecer, a sus lados, motivos de animales, como el del ñandú americano (llamado suri en los Andes Meridionales), la serpiente en forma de S, provista de dos cabezas y el batracio o sapo. El cargado simbolismo de esta iconografía recuerda aspectos de corte psicoanalítico, como 1a simbólica regresión del infante muerto, y allí depositado, al vientre materno representado por la urna. Por otro lado, los personajes zoomorfo; que lo acompañan, como el sapo y la serpiente, frecuentemente están vinculados cor ritos dedicados a propiciar las lluvias y la fertilidad, fenómenos religiosos muy persistentes incluso en las actuales sociedades folklóricas de la región Calchaqui y Yocavil de Argentina. Como muchos otros pueblos que habitaron las regiones valliserranas de Yocavil y Calchaquí en Argentina, los Quilmes utilizaron pródigamente estas rungulares urnas para inhumar a sus párvulos difuntos. Aparecen tapadas con otra pieza de cerámica, llamada puco y agrupadas en cementerios dispuestos sobre los arenosos fondos del valle de Yocavil.


Por obra de las condiciones del ambiente estival de esa región, con fuertes calores; o por las epidemias que, como la diarrea estival, suelen afectar a los niños; e incluso, por las alternativas cambiantes en la producción de alimentos para la subsistencia, se alcanzaron en estas comarcas altos índices de mortalidad infantil. Bajo estas particularidades puede justificarse el marcado simbolismo inferido a rituales de fertilidad, que nunca deja de acompañar a estas urnas funerarioas También, como muchos otros pueblos valliserranos de este período, los Quilmes fueron estupendos artesanos sobre los metales. Las aleaciones en torno al cobre para generar bronces con alta calidad de fundición no les fueron desconocidas. El registro arqueológico ha sido abundante en calidad y rescata la existencia de magníficos discos circulares, de 20 hasta 40 centrimetros de diámetro, con diseños formados por máscaras, serpientes bicefalas y figuras humanas provistas de largos mantos y escudos. El procesamiento desarrollado para la fundicion de los bronces es ralmente notable. En el proceso se utilizaban pequeños hornillos de barro comprimido, de forma circular y cupuliforme sopletas para avivar el fuego crisoles y moldes confeccionados en arcilla o piedra. La tecnica de fundicion es conocida como de la cera perdida La decoración de los artefactos metálicos de Calchaquí y Yocavil fue muy sobria, centralizada preferentemente en un sólo motivo, por ejemplo una máscara, o una figura antropomorfa con su vestido; también aparecen escenas muy simples que combinan un diseño antropomorfo con dos serpientes a su vera. La vivienda de estoa grupos era de carácter comunica, de grandísimos dimensiones, seguramente ocupada por las llamadas familias extensas, compuestas por mas de una pareja con su prole o como lo señalaban cronistas por hombre gentiles y polígamos. Se trataba de enormes recintos subterráneos, excavados a más de 1,50 m de profundidad e íntegramente tapizados por gruesas paredes dobles de piedra fijada con mortero o barro. Su acceso desde el interior se producía por escalinatas de piedra y rampa. En la literatura arqueológica tradicional estas viviendas fueronllamadas casa comunas se trata de edificios de plata rectangular de hasta 40 por 30 metros a de lado La población estable se calcula en su apogeo en unas 3000 personas con una densidad de 120 hab/ha. La instalación fue construida en un amplio cono de deyección de poca pendiente, ésta es la llamada ciudad bajo; pero sobre su poniente, de protegerla. Allí se resguardaban los Quilmes cuando las El Pukará de los Quilmes fue uno entre casi cuarenta ciudadelas que los naturales de los Andes . Meridionales supieron construir en sus dominios. Como algunas otras jefaturas del noroeste argentino, Bolivia y Chile, el pucará aparece en la vida cultural como consecuencia del fenómeno de la competencia y de la guerra fratricida por el dominio de territorios y recursos. Posteriormente, a partir de los tiempos de Colón, fue un estratégico centro de ataque y de defensa frente a la agresión española.


Solamente en la región Yocavil-Calchaquí, dos de los valles mesotermicos del antiguo Tucumán, se han contado hasta el presente 10 fuertes o pucará. Además del referido Quilmes, están los de Cortadera, Angaslaco, Tacuil, Hualfín, La Angostura, Tolombón, Cerro Mojarras, Fuerte Quemado y Punta de .Balasto. El pukará que nos ocupa estuvo en actividad como bastión contra la conquista por lo menos hasta 1670, lo que habla a las claras de la tenaz resistencia de los aborígenes. Es posible señalas que los Quilmas hablaron una lengua hoy extinguida llamada Cacan. Esta unidad lingüística se vio en parte afectada por el ingreso de del Keshua de los Inkas.


AZTECAS E INCAS Los orígenes del Imperio Azteca deben buscarse entre los diferentes grupos semibarbaros que colaboraron en la ruina del Imperio Tolieca y en los sobrevivientes de esta ultima cultura. Los aztecas comenzaron su gran migración hacia el sur, que los conduciría al valle de México hacia el año 1200. Se establecieron en Chapultepec, cerca de la orilla occidental del lago foxcoco. Fue Itzcoatil un gran gobernante e inteligente reformador. Urbanizo la ciudad de Tenochtitlan y construyo caminos que la unieron con la tierra firme. Edifico templos y casas de piedra. Además, durante su reinado estableció una jerarquía religiosa. Propicio le notable desarrollo de la civilización azteca. La política de expansión y conquista fue continuada por Moctezuna I, que extendió su influencia mas allá del valle de México. Uno de sus sucesores, Ahuitzolt, unió el imperio Azteca, que así llego a extenderse, con una población de alrededor de 5.000.000 de habitantes. Los aztecas vieron alterada su hegemonía por movimientos en su contra encabezados por grupos vecinos, quienes a la larga brindaron circunstancias favorables a los españoles para provocar la caída final. En 1919 Moctezum II podía sentirse orgulloso de los triunfos logrados por su familia y por su pueblo. En quince generaciones, la miserable tribu que nadie deseaba se había convertido en la cabeza del Anahuac, el circulo del mundo entre los mares. Todo esto era don del poderoso dios Huitzilopochli y el cumplimiento de una antigua pero no olvidada promesa. Moctezuma no podía perder la fe en su Dios, sin embargo sin embargo llega la noticia Quetzalcoatil ha regresado. Moctezuma sabe que su reino ha terminado, que las profecías se han cumplido, que la lucha contra un Dios es imposible. Entonces sigue el unico camino abierto, la única forma de oponerse a un Dios , sigue el camino abierto, la unica forma de oponerse a un dios: obtener la ayuda de otros dioses y tratar de convencer a Quetzalcoatil. Por un lado envía a Cortes las insignias del dios. Ocurre lo opuesto a lo que deseaba. Sigue la marcha en busca de las riquezas aztecas. Estado teocratico. Los dioses mandaban, los sacerdotes interpretaban y eran intermediarios, en tanto el pueblo obedecia, no a los sacerdotes, sino al ritmo de la acción por la cual los dioses tenían vida. La estructura socio-política era rígida. La base del Estado era el Calpulli, cada uno con su propio templo y mercado, que en numero de 20 constituía la Nación. Existían los clanes formados sobre relaciones de parentesco y unidad geográfica; a cada uno de lso cuales se le asignaba tierras a cultivar. Cuatro grupos de cinco calpulli, con un alto jefe militar de sangre real a la cabeza, formaban las entidades superiores, intermedias entre el clan y el Estado. Los jofes aludidos no reconocían otro superior que el emperador mismo.


Desde el punto de vista de su organización social, debe hacerse referencia a los nobles, a cuyo cargo se hallaba la dirección del clan, y a los macehuales, o gente del comun, que desempeñaba las tareas manuales. En la base de la pirámide social, la servidumbre se manifestaba a través de los esclavos y los siervos. La esclavitud, con excepción de los pioneros de guerra, no era excesivamente dura. Se trataba mas bien de sirvientes personales, que llegaban a esa condición por no poder pagar sus deudas, por robos, por venta y aun por su propia voluntad. La guerra era una profesión muy honorable y ofrecía a los interesados una vía de ascenso social. Existían ordenes militares especiales para los selectos, que recibían nombres tales como aguila y jaguar. Desde la óptica urbanística, no puede dejar de nombrarse la ciudad de Tenochitlan. Alberga en su parte central la gran pirámide con sus templos gemelos, dedicada a Huitzilopochili. La ciudad tenia algún manantial de agua potable, pero el lago Texcoco era salobre. Se construyeron acueductos que traían el agua de afuera para aumentar el caudal. El crecimiento de la ciudad estuvo condicionado por el método de cultivo de chinampas, al cual sostenia en la construcción de jardines flotantes con vegetación hidrófila y barro del fondo del lago. Las chinampas eran fértiles. Su gran producción formaba la base económica de la ciudad. Desde el punto de vista de su vida material reunió las actividades propias de los mercaderes como así también las de los artesanos, entre las artesanías mas destacadas se cuentan los trabajos de pluma y metal, alfarería, joyería. El papel desempeñado por los artesanos era muy destacado en la sociedad. La actividad mercantil fue el elemento unificador en la cultura mesoamericana. Los mercaderes operaban a 2 niveles: el local o regional y el internacional o a grandes distancias. Los mercaderes estaban mas alejados de la gente común Hay 2 versiones tradicionales sobre los orígenes míticos del Estado. No es mito la existencia de casas con muros cubiertos de oro y plata, pues el templo de Qori Kancha, en donde se rendia culto a dios Wira Cocha, a Inti (sol) y a Koyllur (estrellas), los tenia. En algunos casos, cerca de los pueblos existían Pukaras, o lugares fortificados con fines defensivos como Saqsaywan, que es una gran fortaleza que protegía al Cusco y cuya triple muralla en forma de zig-zag es francamente monumental. Saqsaywaman se encuentra al norte del Cusco, sobre una colina natural. Consiste en un complejo de edificios. Se hace necesario derribar 3 tradicionales utopías, edificadas en torno al mundo andino de los Inkas y su hecatombe final. 1° Que tuvo sus arquetipos en la sobras de cronistas como Gracilazo de la Vega y Guaman. Poma de Ayala, glorificaba un imperio pacifico donde la bondad de gobernantes y gobernados hacia imposible la justicia. Se trataba de un imperio que se habia extendido por


amplios territorios civilizando a pobladores atrasados. El Tawantisuyu genero la abundancia que elimino el hambre, formalizando un Estado paternista capaz de resolver las necesidades de la población. 2° el estado siempre poderoso capaz de extenderse gracias a la mas cruda violencia y a la guerra, por un ámbito que se destruía al paso de sus ejércitos avasalladores y que le costaba grandes esfuerzos volver a civilizar. El cusco gobernaba una multitud silente que se debatia entre la opresión y la injusticia. Esta versión tan utópica como la 1°, fue un modelo creado por Sarmiento de Gamboa y asimilado por la administración española en tiempos de Felipe II. 3° Falacia de la versión europeizada del evangelio y la civilización, utilizada a modo de justificación frente a la invasión y el dominio en suelo americano. Esta versión tuvo diferentes protagonistas: anglosajones en la América boreal, portugueses en el Atlántico tropical sudamericano, y a los propios españoles en Perú y el río de la Plata. Este mundo europeo del siglo XVI marcaría el final del proceso cultural amerindio y el advenimiento de una etapa ideológica y política diferente en los pueblos que habitaban el nuevo mundo. Estructura sociopolítica La base de la organización social indica que era el ayllu, grupo humano compuesto por varias familias, articulado por relaciones de parentesco, que componían un territorio. Se trata básicamente de una unidad económica caracterizada por el control de tierras y trabajo. Pero para otros, es un grupo de parentesco con endogamia teórica y descendencia por línea masculina. En el ayllu existe la unidad de parentesco reconociendo un antepasado común y asimismo, un culto común, con una localización territorial estricta. La residencia era patrilocal, todo lo cual debía contribuir a que se observe una marcada tendencia a la endogamia. La institución, una vez incorporada al Imperio, dio lugar al nacimiento de los ayllu, reales o panakas, formados por todos los descendientes varones de un determinado Inka, salvo el sucesor, quien a su vez creaba un nuevo ayllu real. Se caracterizaba, por le culto a la panaka, cuya principal función era perpetuar la memoria y la momia de su fundador. Estructuralmente al sociedad se hallaba organizada sobre la base de tres principios fundamentales: la tripartición, el dualismo y la división decimal. Dentro de la nobleza imperial incaica resulta claro distinguir la nobleza real del resto de la población. Esta nobleza estaba basada en el parentesco, en el sentido de que cada uno de los soberanos fundaba una nueva panaka, cuyos descendientes salvo el heredero del trono, eran nobles por naturaleza y estaban unidos por vínculos de parentesco y afecto dentro del ayllu real. El heredero de la realeza por si mismo y por su matrimonio con una hermana carnal daba origen a una nueva panaka, y así sucesivamente. Los nobles pertenecientes a las panakas cusqueñas eran los famosos orejones. Gozaban de privilegios, entre ellos el de poseer tierras, a la vez que proporcionaban el elemento humano necesario para todo el sistema administrativo, judicial, militar, y religioso del Imperio.


Las mujeres eran clasificadas periódicamente por ciertos funcionarios estatales. La mayor parte caia bajo la categoría de huasipascunas o muchachas descartadas, que iban a ser las esposas de los plebeyos. Algunas eran enviadas a conventos durante cuatro años se les instruía en los principios religiosos y actividades tales como el hilado. Los yanaconas, en cierto sentido pueden ser entendidos como esclavos, mientras que en otros aspectos puede entenderse como parte de una clase escogida. Habrían estado especializados en el cuidado y manejo de los ganados de las comunidades. Las actividades realizadas por el Inka eran múltiples: viajes de inspección por el territorio del Imperio, trabajos públicos, edificación de palacios, y fortalezas, organización y dirección económica de todos los territorios del imperio y, sobre todo las empresas militares que llenaban por completo la vida del soberano. Economía Si bien un abundante numero de plantas conforman el patrimonio agrícola común a los pueblos andinos, los Inkas contribuyeron a la expansión de determinados cultivos, y sobre todo al mayor desarrollo tecnológico aplicado a la agricultura. Los instrumentos de labranza eran muy primitivos, se reducían prácticamente a la tacla o palo cavador, el mazo de cabeza licita y el azadón corto. Los minerales preciosos y semipreciosos como el oro, la plata, el cobre y asimismo las tierras de cultivo eran propiedad del Estado. Estas ultimas quedaban en usufrueto a las comunidades. Sin embargo, de hecho podían distinguirse tierras del Estado, tierras de la Iglesia, y tierras de las comunidades. La tierra quedaba dividida en dos grandes sectores: tierras destinadas a la subsistencia de unidades domesticas y tierras que servían para le mantenimiento del aparato estatal. La labor de los agricultores suponía además de la que realizaban en las parcelas familiares, la ejecución de trabajos para el Inka y para el Inti con lo que se producía suficiente cantidad de excedentes de producción que permitía la vida de toda la burocracia administrativa, los ejércitos y el sacerdocio. De esta manera se cumplía con el pago de parte del tributo que el Imperio exigía de todos sus habitantes, el que se completaba con trabajos en obras publicas, en las minas, campos de coca por el sistema de la Mita o trabajo obligatorio para el Estado, o en el servicio militar obligatorio. El tributo no era pues es especies, sino en trabajo. La existencia de la propiedad privada debió ser muy limitada, pero existió realmente: los curacas poseían tierras por si o por su familia; lo mismo puede decirse de las panakas o de las tierras que el Inka daba a determinados miembros de la nobleza. El pastoreo constituía uno de los recursos importantes de la economía incaica. Las llamas y alpacas llegaron a constituir la base de una ganadería relativamente extensa. Su domesticación tuvo lugar, al parecer, en la región inmediata al lago Titicaca.


En la ideología Inka, el estado necesitaba de gran cantidad de tejidos. En todos los hogares, al parecer se cumplía con la obligación de tejer. Esta obligación recaia principalmente sobre las mujeres. Los caminos ya las comunicaciones jugaban un rol fundamental en la economía Inka. Todo el plan de conquistas, así como el complicado sistema económico administrativo, estaba basado en la existencia de una amplia red de comunicaciones entre las partes de Tawantinsuyu. Los Inkas del Kollasuyu La conquista, anexión y dominio administrativo de los Andes del Kollasuyu región de los reinos andinos meridionales se producirá durante el reinado de Tupac Inka, desde 1471 hasta 1532 annus dominis formaron la provincia austral del imperio. Un Kollasuyu de 800.000 kilómetros cuadrados habitados por decenas de jefaturas y tribus. Kollasuyu: suyu significa cuartos. Correspondió genéricamente a todos estos demonios, aunque probablemente segmentado luego en varias provincias. Este nombre proviene de los reinos de los Kollas. El elemento diagnostico por excelencia para certificar la presencia de la cultura Inka fue, durante mucho tiempo, la alfarería, caracterizada por la técnica del rodete y decorada, preferentemente, con diseños geométricos ejecutados en tonalidades de rojas, negras y blancas. Tales motivos geométricos conforman triángulos, cruces de Malta, rombos, líneas quebradas. Sus pastas son finas, muy bien pulidas y con un clásico sonido metálico que anticipa su estupenda manufactura y tipo de cocción. Las formas mas tipicas son los pucos patos, platos planos, provistos de un apéndice con la figura de una ave, y las puchuelas y aysanas, vasijas en forma de media esfera con cuello muy estrecho y gran asa lateral, utilizadas para transportar y beber liquidos. La gran riqueza de las velas metalíferas de los Andes Meridionales, como las de Potosí en Bolivia, Copiapo y Elqui, en Chile, Acoquija y Famatina en Arg. entre otras dio lugar que el Tawantinsuyu monopolizara la extracción y procesamiento de los metales preciosos y semipreciosos como oro, plata y estaño. En la industria textil, Cusco es heredero de una rica y antigua tradición cuyos antecedentes en la costa del Perú se remontaban, a dos milenios y medios antes de Yupanqui. Fue prácticamente monopolizada por el estado, que ejerció el control mediante la construcción de fábricas especiales denominadas Acllahuasi. La utilización de maderas, aparece ligada a la inhalación de narcóticos. Las tabletas de rape, son piezas rectangulares, con una superficie activa finamente excavada y frecuentemente ostentan la presencia de algún elemento decorativo como animales o figuras humanas. Existen en los Andes Meridionales un total de 246 establecimientos con vestigios arqueológicos, de lso cuales aproximadamente el 70% revela una presencia Inka efectiva,


atestiguada por componentes arquitectónicos y urbanísticos cusqueños. Mientras el 30% restante sugiere una situación de contacto permanente ante la presencia de artesanías menores. En referencia a los sitios con arquitectura militar, los Inkas fueron responsables de difundir las guarniciones militares denominadas Pukaras en los Andes Meridionales. Estas instalaciones defensivas delimitan, por un lado las fronteras geopolíticas de la avanzada Inka en el Kollasuyu, como reductos previsores de la siempre amenazante presencia Chiriguana y lule, y por otro, las selvas orientales y el limite de su imperio de frontera guapuche-araucana. En base a la posición que ocupan y al tipo de asociación cultural, podemos diferenciar 2 tipos de pukaras Inkas: a) Fronterizos, o sitios que cumplen con un plan de cohesión militar dirigido a consolidar y proteger la vialidad y los limites del Imperio Inka. En relación a ello, cabe destacar que la posición de cada una de estas guarniciones significaba no solo una verdadera linea fronteriza defensiva en Bolivia y Argentina, frente a la actitud invasora chiriguana-lule, sino además un verdadero limite ecológico entre los ambitos de las tierras altas y bajas sudamericanas. b) Guarniciones internas, que actuaron como elementos de información del asentamiento inkaico, en aquellas zonas que asi lo requirieron. Se distinguen de las anteriores, fundamentalmente, por la posición geográfica interna la espacio inkaizado, y por su situación de contacto intenso con los grupos locales.

Los elementos fundamentales para el sostenimiento del andamiaje del Imperio son los caminos incaicos. Se trata de verdaderas vias de penetración, circulación y trafico que se extiende a lo largo de los ejes principales, uno por chile, llamado por los cronistas camino de la Costa, y el restante por el altiplano de Bolivia y Argentina o camino de la Sierra; junto a caminos secundarios. Se estima que alrededor de 2000 kilometros de camino fueron construidos por el Tawantinsuyu, más de la mitad se diseminan por los Andes Meridionales conformando una verdadera red, en un gigantesco rompecabezas que los arqueólogos han armado pacientemente.


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