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“Bestea Neptuni Quinotauri similis”. La iconografía de los mosaicos de las basílicas paleocristianas menorquinas”.

Lola Carbonell Beviá

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“Bestea Neptuni Quinotauri similis”. La iconografía de los mosaicos de las basílicas paleocristianas menorquinas”.

Lola Carbonell Beviá

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Índice

1. Los habitantes judíos de Menorca. 2. Los habitantes cristianos de Menorca. 2.1. Cristianos católicos. 2.2. Cristianos arrianos. 2.3. Cristianos pelagianos. 2.4. Cristianos priscilianistas. 2.5. Cristianos adopcionistas. 2.6. Cristianos donatistas. 3. Las basílicas cristianas de Menorca: El rito del bautismo por inmersión. 3.1. El rito del bautismo por inmersión: La ratificación del cristianismo en Menorca. 4. La simbología de las basílicas cristianas de Menorca. 4.1. Pavos reales y leones, en Es Fornàs de Torrelló. 4.1.1. Simbología de los pavos reales. 4.1.2. Simbología de los racimos de uvas. 4.1.3. Simbología de los leones. 4.1.4. Los textos coetáneos que hablan de la simbología del león. 4.1.5. Los resultados de la Arqueología. 4.2. La fauna terrestre y marina de L´Illa del Rei. 4.2.1. La simbología marina y terrestre, del mosaico de ubicación del ara. 4.2.1.1. Los peces. 4.2.1.2. Moluscos y crustáceos. 4.2.1.3. Las medusas. 3


4.2.1.4. Las serpientes marinas o víboras de agua. 4.2.1.5. El león. 4.2.2. La simbología del mosaico de los copones, patos, liebres, cabritillas y cervatillos. 4.3. El significado religioso del mosaico marino y terrestre ubicado junto al ara. 4.4. El significado religioso del mosaico de las copas junto a cabritillas, cervatillos y patos. 5. Conclusiones. 6. Citas bibliográficas.

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“Bestea 5eptuni Quinotauri similis”. La iconografía de los mosaicos de las basílicas paleocristianas menorquinas”. Lola Carbonell Beviá

“Una bestia de eptuno parecida a un Quinotauro llegó del mar” (Leyenda franca sobre la concepción de Meroveo).

1. Los habitantes judíos de Menorca. La comunidad judía se estableció en la isla de Menorca en el siglo XI a. C., (1) permaneciendo a lo largo del final de la Edad del Bronce, toda la Edad del Hierro y, periodo republicano romano. De modo, que durante el bajo Imperio romano, parece ser que la población judía de Mahón ascendía a 450 o, 540 judíos (2), que se reunía en una sinagoga ubicada dentro del distrito urbano de Mahón (3), dirigida por un sumo sacerdote (4) y, años más tarde fue edificada una basílica judía fuera del recinto urbano (5). Aunque en el siglo IV d.C., los derechos civiles de los judíos fueron recortados, no fueron aplicados en la isla de Menorca (6). 2. Los habitantes cristianos de Menorca. Menorca estuvo habitada por población cristiana y de hecho, la arqueología ha descubierto en Mahón, en el año 2014, un enterramiento cristiano perteneciente a una mujer, cuya cronología data de los siglos IV y V d. C. Pero la noticia no aclara si podía ser un enterramiento cristiano católico, cristiano arriano, cristiano pelagiano, o cristiano priscilianista, grupos religiosos todos ellos que habitaron Menorca durante el Bajo Imperio romano y, que fueron considerados herejes por la Iglesia dominante: Católica Romana.

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2.1. Cristianos católicos. La religión cristiana católica existió en Menorca, especialmente durante el siglo V d. C., proveniente de la comunidad religiosa cristiana norteafricana dirigida por san Agustín, de la que partió un clérigo –Severo-, con cargo de obispo de Menorca, encargado de instalarse en la propia isla de Menorca (8). Parece ser que entre los años 410 y 416 d. C., Severo fundó un convento agustino en Ciutadella, extramuros de la ciudad, que fue denominado “Convento de san Esteban”. Según Barceló y Camaris, tras el establecimiento oficial de los cristianos católicos en Menorca, también se establecieron los judíos y otras sectas, hecho incierto, puesto que la religión judía ya existía en Menorca anteriormente a la llegada del cristianismo católico (9). Casi dos años después, en 417 d.C., para reforzar la fe cristiana católica, llegó el beato Paulo Orosio, procedente de intentar llevar a Hispania las reliquias de san Esteban, que no pudo dejar, por hallarse inmersa en la conquista de vándalos y godos. El mar lo arrastró a Menorca y, en la isla depositó las reliquias de san Esteban. Severo y el clero agustiniano fueron a recibir a Paulo Orosio -en el otoño del año 417 d.C.-, portador de las reliquias y conjuntamente las depositaron en una iglesia ubicada extramuros de Mahón, un hecho que significa que ya existía otra comunidad cristiana católica ubicada extramuros de Mahón, conjuntamente con la de Ciutadella. Durante los años 423 y 483 d. C., existió una convivencia pacífica entre cristianos católicos y cristianos arrianos, como fueron los vándalos, puesto que al fin y al cabo, ambos grupos eran cristianos. En este tiempo falleció el obispo Severo y fue sustituido por un nuevo obispo llamado Macario, quién despertó el odio de los cristianos arrianos vándalos. Bélicamente se impusieron los vándalos consiguiendo el dominio de la isla de Menorca, por tanto, el obispo de Menorca, cristiano católico- Macario fue desterrado a Cartago, debido a que con el dominio bélico de los vándalos, se impuso oficialmente la religión cristiana arriana (11). Pero los dirigentes del cristianismo católico de Menorca no se iniciaron inmaculados en la religión cristiana católica. Orosio había sido con anterioridad priscilianista antes de convertirse al cristianismo católico (12). Consentius y Patroclo habían seguido la fe pelagianista antes de sus conversiones al cristianismo católico (13). Y el propio obispo Severo, fue cristiano priscilianista, antes de convertirse al cristianismo católico (14). 6


Para concluir, se puede afirmar, con certeza, que en el siglo V d. C., existieron dos eclesias o lugares de reunión de los cristianos católicos, existentes extramuros, en las poblaciones de Ciutadella y Mahón (15). 2.2. Cristianos arrianos. Aunque el arrianismo surgió y se desarrolló durante los siglos III y IV d. C., y fue condenado como herejía en el año 325 d.C., (16), parece ser que en las Baleares hubieron pocos cristianos arrianos “desviados por el error” (17). A partir del año 421, con la conquista vándala de la isla de Menorca por el rey Gunderico, el cristianismo arriano se asentó en la isla, conviviendo con el cristianismo católico. Se produjeron periodos de dominio arriano, en el que se prohibió la reunión de los cristianos católicos, se cerraron los templos de los cristianos católicos y, fueron arrestados los sacerdotes católicos. Fueron alternados con periodos de paz entre el cristianismo arriano y el católico (18). Desde la conquista vándala, Menorca, -por formar parte de las Baleares-, pasó a pertenecer a la diócesis eclesiástica de Cartago (19). Diócesis a la que había acudido san Agustín para convertir y rebautizar a los cristianos arrianos y, cristianos donatistas que habitaban en dicho territorio norteafricano. San Agustín murió en el año 430 d.C. cuando los vándalos asediaban la ciudad episcopal de Hipona (20). Con posterioridad, los visigodos –aunque no invadieron Menorca- sí que la visitaron para hacer aguada. Los visigodos fueron arrianos. Y en la isla de Menorca aparecieron en el siglo XIX, dos monedas visigóticas españolas, halladas por Juan Seguí y Rodríguez quién las donó al Museo Municipal de Menorca (21). 2.3. Cristianos pelagianos. Existen indicios de que en Menorca existía el cristianismo pelagianista antes de la llegada del cristianismo católico. De hecho los hispanorromanos Consentius y Patroclo, habitantes de Menorca, fueron en origen pelagianistas, antes de convertirse al cristianismo católico (22). El iniciador del pelagianismo fue el monje Pelagio, cuya doctrina se había extendido al norte de África (23) y, Palestina (24). En el año 417, su doctrina fue condenada por el papa Inocencio I (25), -aunque el obispo de Roma no tenía la misma opinión (26)-, 7


por ello san Agustín (27), envió a Orosio (28) –que previamente había sido pelagianista antes de su conversión al cristianismo católico-, a Menorca (29). Las reliquias de san Esteban aparecieron en el año 415, para contrarrestar el pelagianismo (30). Por ello, la operación dirigida estratégicamente por san Agustín fue la de enviar las reliquias a Hispania en el año 418, reliquias que indirectamente llegaron a su destino final que fue Mahón, en el año 417 d. C., por el beato prepelagiano, Orosio. 2.4. Cristianos priscilianistas. El priscilianismo estaba asentado en la provincia eclesiástica Tarraconense (31) y, despertaba temor por la relativa cercanía geográfica de dicho movimiento religioso, en Menorca. El priscilianismo estaba influenciado por el maniqueísmo, gnosticismo y origenismo (32). Y sus detractores antes de ser cristianos católicos, procedían del maniqueísmo como san Agustín (33) y, pelagianismo, como fue el caso de Consentius. San Agustín se apoyó en Consentius de Menorca para erradicar el priscilianismo que parece llegó a las Baleares. Y calificó los libros mágicos priscilianistas como apócrifos (34). San Agustín debió pensar que la mejor forma de erradicar las religiones cristianas mal llamadas heréticas (35), era enviando un emisario que conociera desde dentro su propia teología. Para el caso priscilianista se apoyó en el obispo Severo, -quién junto a su madre, habían sido priscilianistas, antes que cristianos católicos- y, era el elemento fundamental para producir el cambio religioso (36). Amengual y Batle especifica que los priscilianistas no aparecen en las Baleares más que indirectamente (37), hecho incierto, puesto que de no haber cristianos priscilianitas en Menorca, san Agustín no hubiera enviado al obispo Severo, que fue prepriscilianista. Pudiera haberse producido que algunos priscilianistas pudieron haber llegado a Menorca por ser ésta una isla de destierro (38), como ocurrió posteriormente con un obispo hispano-visigodo. 2.5. Cristianos adopcionistas. El cristianismo adopcionista surgió en la Hispania del siglo IV d. C., y siglos después fue malinterpretado como herejía (39).

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2.6. Cristianos donatistas. El cristianismo donatista estaba ubicado geográficamente en el norte de África, en el obispado de Numidia, en el siglo IV d.C. (40) 3. Las basílicas cristianas de Menorca: El rito del bautismo por inmersión. La basílica paleocristiana más antigua, cuya cronología data del siglo III d. C. (41), es la de Dura Europos, ubicada en Siria, con decoración pictórica de Cristo-Orfeo como “Buen Pastor” (42). Parece ser que algunas de las construcciones basilicales rurales menorquinas están inspiradas en las sirias (43). En territorio menorquín han aflorado restos arqueológicos procedentes de arquitectura eclesial, como es el caso de Ciutadella, donde en el año 2009, salieron a la luz ocho fragmentos de mosaico en una calle de la localidad, que parece ser pudieron pertenecer a una basílica paleocristiana (44). También en Ciutadella salió a la luz un ara paleocristiana, procedente de la basílica de Ses Canesies (45). Se tiene constancia de que extramuros de Ciutadella de Menorca existió en el siglo V d.C., una iglesia agustiniana cristiana católica. Por lo tanto, falta por dilucidar a qué grupo cristiano pudieron pertenecer las basílicas de Ses Canesies y Es Trabucs en Ciutadella (46). Y la eclesia de Sa Paisa de Alayor (47). Pero, además también existen vestigios de fragmentos de vajilla litúrgica paleocristiana, lucernas paleocristinas, colgantes de plomo en forma de cruz, clavos de bronce, molde de panes eucarísticos de cerámica también procedentes de alguna eclesia paleocristiana aún desconocida en Ciutadella (48). Por ejemplo, moldes de panes eucarísticos aparecieron en su día en la basílica de Son Bou (49). Ahora bien, las cuatro basílicas paleocristianas más conocidas y estudiadas fueron construidas entre los siglos V y VII d.C. (50). Es decir, el periodo cronológico de controversia religiosa entre los diferentes grupos religiosos cristianos, cuyas luchas teológicas propiciaron enfrentamientos entre cristianos católicos, cristianos arrianos, cristianos pelagianos, y cristianos priscilianistas.

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3.1. El rito del bautismo por inmersión: La ratificación del cristianismo en Menorca. Para la Iglesia cristiana, el bautismo era el sello o marca sobre la frente del neófito, como protección contra el diablo, cuya acción consistía en la purificación del gnóstico y la incorporación al ámbito celeste. El sello era la visión luminosa del Espíritu (51). El grupo religioso de los marcosianos acostumbraban a untar con aceite el lóbulo de la oreja derecha del neófito, durante el bautismo (52). En un caso, Pedro bautizó con el agua procedente de una fuente que hizo brotar de una roca (53). Pablo y Tomás bautizaban siguiendo el rito de la Iglesia siríaca, con un baño de agua y posteriormente con la unción de aceite (54), siguiendo el ritual del bautismo por inmersión, nocturno (55), que finalizaba al amanecer con la eucaristía (56). También se utilizaba el agua corriente de los ríos para el bautismo por inmersión (57), o del mar (58), como era el rito seguido por el apóstol Pablo. Para la Iglesia cristiana era fundamental el bautismo porque borraba todos los pecados cometidos (59), dado que la mayor parte de los neófitos eran adultos. Dicho fundamento no serviría igualmente en el caso de los neófitos neonatos, puesto que subliminalmente la Iglesia católica estaría aceptando la reencarnación de las almas, borrando los pecados cometidos en vidas anteriores. La teosofía del bautismo fue tan importante para el cristianismo, que la primera basílica siria que lo representó como fue la de Dura Europos, utilizó la simbología del crióforo como alegoría de Jesucristo conduciendo a su rebaño hacia el agua fresca o bautismal (60). Los cristianos de Menorca utilizaron el rito del bautismo por inmersión, ya fuesen católicos, arrianos, pelagianos o priscilianistas. En la basílica paleocristiana de Son Bou, ha permanecido la piscina bautismal, morfológicamente cuatrilobulada por el interior y, construida sobre una base pétrea circular por el exterior (61). En cambio, la piscina bautismal construida en la basílica de L´Illa del Rei es cilíndrica, tanto exteriormente como interiormente (62) y, desprovista de algún conducto de alimentación de agua como de evacuación (63).

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4. La simbología de las basílicas cristianas de Menorca. En este trabajo tan sólo se va a analizar la simbología de las basílicas paleocristianas de Es Fornàs de Torrelló y de L´Illa del Rei. 4.1. Pavos reales y leones, en Es Fornàs de Torrelló. En el término de Mahón, fue descubierta en el año 1957, por la arqueóloga Serra Belabre, la basílica paleocristiana de Es Fornàs de Torrelló, construida sobre una sola nave y, cuya cronología data del siglo IV d.C. Parece ser que dicha basílica sufrió un incendio y que siglos después, en el siglo VI d.C., fue reconstruida (64) -en época de la conquista de las Baleares-, por Justiniano, emperador romano de Occidente (65). Para otros autores, la cronología de la basílica data del siglo V d. C. y, sus mosaicos del siglo VI d. C. (66). La emblemática de los mosaicos des Fornàs de Torrelló presentan dos secuencias. La primera de ellas que está bajo del lugar donde se ubicaba el ara, representa a dos pavos reales afrontados, rodeados por una hilera de racimos de uvas, en cada uno de los cuatro lados del altar. Mientras que en el inicio de la nave central se hallan dos leones afrontados, separados entre ellos por un motivo vegetal, del que se ha dicho que representa una palmera (67). Tradicionalmente, la Iglesia primitiva cristiana señalaba que la verdad era trasmitida por medio de símbolos e imágenes (68), para su mejor comprensión (69). 4.1.1. Simbología de los pavos reales. Parece ser que no se conoce simbología del pavo real o ave del Paraíso, anteriormente al siglo XIII a.C. (70). Aunque los pavos reales de Torrelló proceden cronológicamente de los siglos IV-VI d. C. Al ave del paraíso se la relacionó simbólicamente con “Nuestro Señor Jesucristo”, sosteniendo de modo paralelo a “su esposa la Iglesia y a sus hijos” (71). Pero también simbolizaba al Espíritu Santo (72) y, al alma contemplativa, el símbolo del verdadero cristiano que no aspira más que al cielo (73). Pero el mosaico plantea dos pavos reales afrontados, es decir los pavos reales representan a dos grupos de verdaderos cristianos en desacuerdo con la temática de Jesucristo, la Iglesia de Jesucristo y los fieles. 11


4.1.2. Simbología de los racimos de uvas. La simbología del racimo de uvas se basa en la sangre que Jesús el Cristo derramó por la humanidad (74). Los racimos están unidos entre sí por pequeños zarcillos (75). Constituyendo todo ello una metáfora de la herencia de Israel (76). Es decir, la Iglesia representada se autosimbolizó heredera del linaje de Israel, o del linaje del rey de Israel, llamado Jesús el Cristo, quién derramó su sangre por la humanidad. 4.1.3. Simbología de los leones. La simbología del león es Cristo resucitado (77), materializado con una doble naturaleza: la divina -por las extremidades delanteras del león- y humana –extremidades traseras- (78). Y cuya función es la de curar y vigilar las almas (79). El símbolo del león representa a la persona de Jesús el Cristo (80), emblema del Verbo divino (81) y, del sufrimiento humano (82). Y en ocasiones llegó a simbolizar el demonio de la herejía (83). El significado de los leones afrontados se centró en la controversia religiosa sobre la figura divina y humana de Jesús el Cristo y, sobre su papel en la resurrección entre dos partidarios religiosos, que incluso pudieron llegar a quedar marcados por la herejía. 4.1.4. Los textos coetáneos que hablan de la simbología del león. La confrontación de los leones está relatando el enfrentamiento teológico que tuvo lugar entre Theodorus, como representante de la Iglesia judía de Menorca, contra el obispo Severo, el segundo león, -representante de la Iglesia cristiana católica de Menorca-. El resultado de la confrontación teológica fue la pérdida por parte de Theodorus, quien tuvo que someterse a la Iglesia vencedora, la cristiana católica del obispo Severo. Theodorus, a pesar de su fuerte miedo, quedó convencido por su amigo también judío Rubén, -que fue el primer converso del judaísmo al cristianismo católico-. Y se convirtió igualmente al cristianismo católico (84). Parece ser que tras el enfrentamiento teológico por la fe de Jesús el Cristo, se produjo un enfrentamiento material entre los judíos pertenecientes a la sinagoga des Fornàs de Torrelló, quienes no estuvieron de acuerdo con la conversión de Theodorus y, fueron a 12


enfrentarse con los monjes cristianos católicos en defensa de su fe, el judaísmo (85). En la contienda religiosa los cristianos católicos hirieron en la cabeza a un judío, sin que peligrara su vida, pero sí quemaron la sinagoga (86). Cuando finalizaron los incidentes, los judíos aceptaron el bautismo cristiano católico (87). 4.1.5. Los resultados de la Arqueología. La arqueóloga Serra Belabre estableció una cronología del siglo IV d. C. para la datación de la basílica des Fornàs de Torrelló (88). La arqueología ha demostrado que la basílica sufrió un incendio, como señalan los textos coetáneos de la propia basílica (89). Por lo tanto el relato simbólico de los elementos analizados indicaría que desde la construcción de la basílica des Fornàs de Torrelló ya existía controversia teológica entre la Iglesia judía y la Iglesia cristiana católica, por la temática de la resurrección de Jesús el Cristo –la resurrección física fue anunciada por el apóstol Pablo-; por ser la Iglesia judía la heredera del linaje de Israel; por la doble naturaleza divina y humana de Jesús el Cristo y, posiblemente por ser tachados ciertos temas de herejía. 4.2. La fauna terrestre y marina de L´Illa del Rei. El 24 de enero de 1888 fue descubierto el mosaico tripartito de l´Illa del Rei (90), cuyo dibujo fue publicado el mismo año de su descubrimiento (91). El motivo del presente estudio se centra en la simbología del pavimento tripartito de la basílica (92). 4.2.1. La simbología marina y terrestre, del mosaico de ubicación del ara. El mosaico de ubicación del ara presenta dos partes diferenciadas. Una parte marina plena de animales que habitan en dicho medio. Y una parte terrestre, presidida por un león junto a unos motivos arbóreos. En primer lugar, la simbología del mar, significa la sede de los monstruos enemigos de Dios y, el símbolo de los peligros de la materia (93). La parte marina está llena de bellos dibujos de animales marinos, como peces, crustáceos, moluscos, medusas y serpientes.

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4.2.1.1. Los peces. Los peces representan el emblema del buen cristiano y de la eucaristía (94) en los primeros tiempos cristianos (95). Los peces grandes son los buenos cristianos (96). En cambio, para los judíos tunecinos, el pez era una referencia benéfica contra el mal de ojo (97). En la iconografía de los primeros cristianos, la simbología del pez significaba Cristo (98), Señor de la Era de Piscis (99). En el mosaico marino, hay peces más grandes y más pequeños que quizás fueron producto de la inspiración del autor o, directamente de la copia de los peces que viven en el medio marino de Menorca (100). Parece ser que uno de los grandes peces del mosaico es un delfín, la simbología del pez llevado por los godos desde el Mar Negro en el siglo V d. C., cuyo significado fue la imagen de Cristo que mantiene y guía a la Iglesia sobre las aguas, salvando de los peligros al alma para que alcance la vida eterna (101), siendo un animal psicopompo (102). En la leyenda de la concepción del rey Meroveo, participó un pez parecido a un quinotauro, un animal marino muy parecido a un leviatán, o diablo del mar, con cabeza delfinada (103), la versión maligna del delfín. Entre los siglos I al V d. C., el delfín fue tratado simbólicamente como el Salvador (104), el Cristo amigo, intercesor entre Dios y el cristiano (105), guía benévolo y seguro para las embarcaciones (106), emblema de Cristo combatiente (107), icono de la fidelidad conyugal (108). También hay un pez semi-grande que tal vez pudo tratarse de un lucio, puesto que la simbología de dicho animal es la de destructor del mal: la víbora de agua –que también se encuentra dibujada en el mosaico, existiendo dos ejemplares-, cuyo veneno no actúa sobre el lucio (109). 4.2.1.2. Moluscos y crustáceos. Hay tres representaciones de moluscos bivalvos, o mejillones. Su emblemática y simbología apareció en el siglo IV d. C. (110) y, representó el sacramento del bautismo por infusión (111). Aparecen representadas tres caracolas y dos gambas o crustáceos. La simbología de la caracola es la resurrección (112) y, la fragilidad de la vida humana (113), pero en cambio los crustáceos simbolizan la invulnerabilidad de Cristo (114). 14


Posiblemente, el autor se basó en los moluscos y crustáceos autóctonos de Menorca para copiar las figuras adaptándolas al mosaico (115). 4.2.1.3. Las medusas. En el mosaico parece existir la emblemática de tres medusas, de dos tipos diferentes, cuya simbología consiste en llevar las almas de los niños fallecidos al limbo submarino (116). 4.2.1.4. Las serpientes marinas o víboras de agua. Son dos las serpientes marinas o víboras de agua las existentes en el mosaico. En muchas ocasiones, se representaba a la serpiente como símbolo del Salvador (117), aunque en este mosaico no se puede afirmar con certeza este significado. Por otro lado, el obispo Severo equiparó a los judíos con serpientes y escorpiones (118). Y el propio Severo fue tachado de serpiente (119). Pero si las representaciones de las dos serpientes pudieron ser observadas de la naturaleza marina, su emblemática fue tomada de la fauna marina autóctona (120). 4.2.1.5. El león. Solo aparece un león junto a ciertas plantas en la parte opuesta del mosaico marino, que se encuentra más cercana al lugar de ubicación del ara. Como se ha visto anteriormente, el león que se representa junto a una palmera simboliza la resurrección, en el caso de que el motivo arbóreo fuese realmente una palmera (121). 4.2.2. La simbología del mosaico de las copas, patos, cabritillas y cervatillos. En cada una de las cuatro esquinas cuadrangulares de dicho mosaico se halla una copa repleta y cargada de frutas. La simbología de la copa es el “Trono de Gloria” (122), del misterio de la fe (123). En los espacios intermedios entre las copas, se han dibujado animales jóvenes que parecen ser representaciones de cabritos, cuya simbología recae en el emblema de Cristo encarnado (124) y sustituto del hombre (125). Y de cervatillos. La simbología de estos 15


animales, recae en la imagen del cristiano prudente que lucha contra la herejía (126). Y entre las copas y las cabritillas y cervatillos aparecen patos, cuya simbología reside en la felicidad espiritual y dicha celestial, una iconografía parecida a la existente en el baptisterio de Letrán, igualmente, con representaciones de patos y, de copas rebosantes de frutas (127). Los patos del mosaico de l´Illa del Rei pudieron haberse inspirado en las especies autóctonas (128). 4.3. El significado religioso del mosaico marino y terrestre ubicado junto al ara. La parte marina del mosaico representa los peligros de la materia que deben soportar los buenos cristianos, a través de los monstruos enemigos de Dios –mar-. Los buenos cristianos –peces grandes-, deben seguir los pasos de Cristo que mantiene y guía a la Iglesia sobre las aguas, salvando de los peligros al alma para que alcance la vida eterna -delfín-. Y destruir el mal –el lucio ataca a la víbora marina, puesto que no le afecta su veneno-. Los buenos cristianos deben creer en la resurrección – caracola- y, la invulnerabilidad de Cristo –gambas-. Los buenos cristianos deben luchar contra el mal –medusaque arrastra las almas de los niños fallecidos al limbo submarino. Y contra el mal –serpientes- que atacan con su veneno alterando la verdad sobre la religión. En el lado opuesto a la fauna marina, se encuentra un león, cercano al ara. Es decir, si la humanidad consigue superar el mal y, seguir las pautas del cristianismo, conseguirá alcanzar la resurrección –león-. 4.4. El significado religioso del mosaico de las copas junto a cabritillas, cervatillos y patos. Este mosaico en la secuencia siguiente al mosaico marino y terrestre. Su significado estriba en que una vez que se ha alcanzado la resurrección, el misterio de la fe conduce al “Trono de Gloria” – copa-, donde el cristiano prudente que ha luchado contra la herejía – cervatillo-, podrá ver al Cristo encarnado –cabritilla-, obteniendo con ello la felicidad espiritual y la dicha celestial –patos-.

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5. Conclusiones. La isla de Menorca fue poblada por individuos de religión judía muchos siglos antes de que llegara el cristianismo católico, guiado por religiosos dirigidos por la comunidad norteafricana agustiniana. Con anterioridad al siglo V d. C., la isla de Menorca estuvo poblada por ciudadanos de religión judía y, cristianos pelagianistas. San Agustín, en su política de conversiones, utilizó individuos versados en la teología de las mal denominadas herejías, para combatirlas desde dentro. De hecho, el propio obispo Severo fue priscilianista antes de convertirse al cristianismo católico. El beato Paulo Orosio había sido pelagianista, antes que cristiano católico. Consentius y Patroclo fueron pelagianistas, antes que cristianos católicos. Y el propio san Agustín, había sido maniqueo antes que cristiano católico. La operación de san Agustín fue trasladar las reliquias de san Esteban que habían sido recientemente descubiertas en el año 415, para dirigirlas hacia la península hispánica y combatir el pelagianismo, pero las contiendas políticas realizaron el efecto contrario; en su retorno hacia Hipona, el mar arrastró la embarcación de Paulo Orosio a Menorca y, allí fueron depositadas, en una eclesia cristiana católica, ubicada extramuros de Mahón, en el otoño del año 417. Por lo tanto, con la deposición de las reliquias de san Esteban en Menorca se iniciaba la ratificación del cristianismo católico en la propia isla. San Agustín conocía de primera mano que en la isla de Menorca había cristianos priscilianistas y cristianos pelagianistas, además de judíos. Por ello, encargó la conversión de los habitantes de Menorca al obispo Severo hasta su muerte, seguido del obispo Macario, que fue deportado a Cartago, durante el dominio vándalo de la isla. En primer lugar, El obispo Severo, que había sido priscilianista con antelación tenía la orden de atacar desde dentro al priscilianismo procedente de la provincia eclesiástica Tarraconense, para que no enraizara en Menorca. Por otro lado, el beato Paulo Orosio, de tendencia cristiana pelagianista antes que cristiana católica, atacó internamente la religión pelagiana de Menorca, convirtiendo al cristianismo católico a individuos como Consentius y Patroclo. Y por último, con la orden emitida por san Agustín, de que las reliquias de san Esteban permanecieran en Menorca, se atajaba desde dentro al judaísmo, una religión por la que se habían enfrascado en continuas batallas teológicas los judíos y los cristianos católicos de menorca, tal como refleja la emblemática y simbología de la basílica d´Es Fornás de Torrelló. Y que en el siglo V d. C., tras la llegada de las reliquias de san Esteban, la Iglesia católica cristiana de Menorca, consiguió dominar 17


a la Iglesia judía, con la conversión de Rubén, el primer judío convertido al cristianismo católico y, posteriormente, con la principal conversión que fue la de Theodorus, dirigente de la Iglesia judía de Mahón. Ante dichos hechos, los judíos de la sinagoga des Fornàs de Torrelló se rebelaron, produciéndose una guerra de piedras y palos entre ambos grupos religiosos, saliendo vencedora la Iglesia cristiana católica de Menorca por quemar la sinagoga judía des Fornàs de Torrelló y, con ello, conseguir el bautismo en masa de la comunidad judía de Mahón. En el mosaico tripartito de L´Illa del Rei, edificado a mediados del siglo VI d. C., se observa la teosofía de la Iglesia cristiana católica, que fue la que salió dominante en la isla de Menorca, tras las diferentes contiendas religiosas contra los judíos y, los vándalos cristianos arrianos. En dicho mosaico, el concepto religioso que prevalece es el de la lucha espiritual, de los buenos cristianos, contra todos los males a que podían estar sujetos espiritualmente para caer en el pecado. Los buenos creyentes, limpios de pecado, serían los que conseguirían la esperada resurrección y tras ella, la felicidad espiritual y la dicha celestial. La diferencia simbólica entre los mosaicos de ambas basílicas es completamente diferente; y por tanto, lo mismo ocurre con los conceptos religiosos que se manifiestan en los dibujos formados por las teselas de colores: El siglo V d. C., fue un periodo de controversia religiosa y lucha teológica quedando de manifiesto en el suelo de la basílica des Fornàs de Torrelló. Mientras que en el siglo VI d. C., la Iglesia cristiana católica había salido triunfante de los conflictos del siglo anterior y, tan sólo dejó constancia de sus principales puntos teológicos en el pavimento de la basílica de L´Illa del Rei.

En Villajoyosa (Alicante). A 27 de octubre, 2015.

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Citas bibliográficas (1).CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Iao benignitas salvatoris nostris”. Menorca: La isla de los judíos veterotestamentarios (Siglos XI a. C., al VI a.C.). Año 2015. (2). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 142. Capítulo IV. La comunidad judía de Menorca. “(…) Tan claro es el crecimiento pacífico del judaísmo y del cristianismo en el mundo balear, que no tenemos datos ni de cuando llegaron, ni de su actuación durante los primeros siglos de su presencia. Después de haber dejado constancia de la existencia de comunidades judías en Hispania y, en concreto en las Baleares, podemos asumir de Severus que la de Magona estaba compuesta por 540 personas. La cifra parece histórica, puesto que hasta el momento no hemos conseguido encontrar una fuente de inspiración que le confiera un valor simbólico y no parece desorbitada, dentro de una población que podía rondar los 1500 habitantes (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 455. La circular de Severo de Menorca (418). Epistula de conversione iudacorum apud Minoricam insulama meritis sancti Stephani facta. Anno 418. (Clavis patrum Latinorum, nº 576). VII. La plegarias, último recurso para obtener la conversión. 28. Fuga y conversión de la cuñada de Inocencio. Cuñada viuda de Inocencio convertida junto a sus dos hijas. “(…) [3] En efecto, aquella viuda pariente de Inocencio había regresado de mar [4] y, tomándome por las rodillas, con grandes lágrimas suplicaba el auxilio de nuestra fe. [5] A lo que yo le repliqué: “Por qué motivo, mujer, con tanta ligereza quisiste abandonar a tus hermanos? Ella me contestó: “También el profeta Jonás quiso huir de la presencia del Señor, pero también a su pesar se vio constreñido a cumplir su voluntad (cf. Jo 13). [6] Por tanto recíbeme y, no sólo a mí, sino que acepta también estas dos huérfanas y nútrelas con Cristo”. [7] Y suplicándomelo patéticamente, entre lágrimas me entregaba a sus dos hijitas (…)”. Página 455. Cita (120). “(…) Cf. la nota anterior. la cuaresma del año 418, empezó el domingo 24 de febrero. La sensación que da Severus, es como si ya hubieran celebrado la Pascua, con el bautismo de los 540 judíos de Magona, contando los transeúntes, cf, 23, 1. Pero nada más sabemos de la celebración del bautismo, a pesar 19


de que a veces se atribuye una pastoral bautismal ligera a Severus, cf. AME GUAL I BATLE, Els origens, I, pp 155-156 y 308-311(…)”. (3). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 143. Capítulo IV. La comunidad judía de Menorca. Denominaciones del judaísmo. Sinagoga. “(…) Uno de los vocablos que aparecen en la Circular de Severus para designar el colectivo judío es el de sinagoga, que tiene un origen y desarrollo paralelo al otro, también de raí griega, iglesia. Ambos arrancan inicialmente del verbo llamar o convocar, de donde surge la reunión y se forma la asamblea. También el […] tiene el valor de asamblea, de donde se originó el vocablo […]. En una segunda fase de su historia asan a designar la reunión o la asamblea. En una etapa más evolucionada, ya indican la comunidad y, por metonimia se designa con el mismo término iglesia o sinagoga el edificio en el cual se reúne la comunidad. Entonces hemos de explicar por qué en un caso predominó el término sinagoga y en el otro iglesia. Digamos que en esto los cristianos, por una arte, debieron elegir por exclusión. Que los judíos se reunían en la sinagoga era de dominio público. Por tanto no hubiera sido aceptable usurpar el nombre. Más aún, el rechazo de parte de los primeros cristianos de auto-designarse sinagoga, fue precisamente porque el término ya estaba asignado a los judíos. Y con más razón por cuanto que los judíos, al verse privados del templo, multiplicaron sus lugares de reunión y de identificación, de modo que la sinagoga-asamblea ya transfirió el sentido local al recinto donde se reunían. Si parece seguro que la sinagoga se levantaba en el interior del recinto urbano, en una pequeña altura desde la que las mujeres judías dominaban la masa de los cristianos que asediaba a la sinagoga y, sobre la cual lanzaron una multitud de piedras. Esta localización nos explica las idas y venidas de los cristianos, habida cuenta de que el escenario de la confrontación fue el espacio donde antes se levantaba la sinagoga, es decir, el lugar intraurbano donde el “león de Judá” había rugido, causando gran pavor en Theodorius, hasta vencerle. Es decir este lugar de donde la sinagoga, es decir, el pueblo judío de Magona se dirige hacia la Iglesia, pueblo del / (Página 144) uevo Testamento. Será preciso no pasar de largo la información que se repite: la sinagoga se había edificado dentro del perímetro urbano, mientras la Iglesia se hallaba fuera de Magona. Con toda probabilidad tenemos ahí otro indicio de la prioridad cronológica de los judíos en Menorca o, al menos, su crecimiento fue anterior (…)”. (4). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y 20


Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 147. Capítulo IV. La comunidad judía de Menorca. Denominaciones del judaísmo. Organización de la aljama. “(…) Theodorus era hombre distinguido en el seno de la aljama de Magona y respetado como legis doctor (27) o rabino, maestro, a quién por su familiaridad con las Escrituras parece que hasta el obispo cristiano le temía. (…) También Severus califica a Theodorus de summus sacerdos del pueblo judío. Con todo, ello puede deberse más a su pretensión de acentuar el paralelismo entre él mismo y el prohombre judío, que al ejercicio de unas funciones sacerdotales propiamente dichas, que pertenecían a los componentes del sacerdocio del Templo y no a quienes dirigen los servicios en las sinagogas. Si en la comunidad hebrea había unos varones prominentes reconocidos como patres, título religioso que también se halla en el cristianismo Theodorus habría merecido una veneración superior. Así lo expresa severus cuando recoge el título en su forma griega, Pater pateron, o sea padre de los padres / (Página 148) muy escasos paralelos en la Antigüedad (…)”. Página 147. Cita (27). “(…) In, ibid., 6, 1: “El pueblo de los judíos se apoyaba sobre todo en la autoridad y habilidad de un cierto Teodoro, el cual era la persona más importante de aquella ciudad, no sólo de entre los judíos, sino también de entre los cristianos (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 431. La circular de Severo de Menorca (418). Epistula de conversione iudacorum apud Minoricam insulama meritis sancti Stephani facta. Anno 418. (Clavis patrum Latinorum, nº 576). II. Comienza la confrontación con los judíos. 6. Diversidad entre el “patronus” Teodoro y el de los cristianos, san Esteban. Teodoro era un hispanorromano. “(…) [1] El pueblo de los judíos se apoyaba sobre todo en la autoridad y habilidad de un cierto Teodoro, el cual era la persona más importante de aquella ciudad, no sólo de entre los judíos, sino también de entre los cristianos, debido a su fortuna y a sus cargos civiles. [2] Para que entre los judíos fue doctor de la ley y, para usar una expresión suya, fue “padre de los padres” / (Página 432) En la ciudad había ejercido todos los cargos municipales [de Magona] y, había sido “defensor” y actualmente es reconocido como “patrono” del municipio (…)”. Página 431. Cita (23). “(…) AME GUALI BATLE, Els origens I, pp.105-106. (…) y Raúl GO ZÁLEZ SALI ERO, “La figura del “pater patrum” como “archisynagogus” en las comunidades judías del Imperio romano (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense 21


de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 446. La circular de Severo de Menorca (418). Epistula de conversione iudacorum apud Minoricam insulama meritis sancti Stephani facta. Anno 418. (Clavis patrum Latinorum, nº 576). II. Comienza la confrontación con los judíos. 19. Pánico y conversión de Galileo, Floriano y Ceciliano. Galileo = Primo de Teodoro, propietario judío asociado con propietarios cristianos profesionalmente. Ceciliano = Varón joven judío honrado con prestigio entre los judíos e hispanorromanos nombrado defensor de la ciudad y padre de los judíos. Floriano = Hermano de Ceciliano y también padre de los judíos. Segundo cargo de la sinagoga judía después de Teodoro =Ceciliano. “(…) [3] un joven, primo de Teodoro, llamado Galileo (…) [4] “A todos os pongo por testigos de que en mi heredad no pudo continuar siendo judío, puesto que en ella tengo / (Página 447) copropietarios cristianos y, si quisiera mantenerme en el judaísmo, posiblemente perecería a causa de su odio. [5] Por tanto, apercibiéndome del peligro que corre mi vida, me iré inmediatamente a la iglesia, para escapar de la muerte que se me prepara”. (…) [6] un varón honrado y, de reconocida preeminencia, no sólo entre los judíos, sino también en la ciudad, hasta el punto que acaba de ser elegido “defensor de la ciudad” o sea Ceciliano (…) al mencionado joven que, a la vista de todos, con una carrera velocísima (…). [8] Por su parte Ceciliano, que era “padre” de los judíos, después de una consulta más reposada con su hermano Floriano, igualmente “padre” (…) “Yo que, después de Teodoro, soy el principal de la sinagoga, (…) [9] con la misma razón yo y mi hermano Floriano con toda nuestra familia, abandonando el escarnio de nuestra religión que no podemos seguir por más tiempo, nos adherimos a los cristianos y a su fe, los cuales, aunque se sirvieran de innumerables testimonios de las escrituras no sólo no te convencerían a ti, Teodoro, que eres e más versado de todos (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 450. La circular de Severo de Menorca (418). Epistula de conversione iudacorum apud Minoricam insulama meritis sancti Stephani facta. Anno 418. (Clavis patrum Latinorum, nº 576). II. Comienza la confrontación con los judíos. 21. Conversión de Teodoro. Teodoro estaba casado y su esposa y suegra vivían en Mallorca. “(…) [1] para que Teodoro cumpliera su promesa. [2] diciendo que antes quería traer a su esposa que había dejado en la isla de Mallorca, no fuera que, si ella se enteraba de que su marido se había convertido sin su consentimiento, se separase de él tanto matrimonialmente como en la 22


religión, persuadida y perturbada, sobre todo, por los razonamientos de su madre que aún vivía, como suele suceder dentro de la obstinación de esta infidelidad (…) [4] Y tras él, habiendo desaparecido todo obstáculo, la sinagoga, entró en la iglesia (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 451. La circular de Severo de Menorca (418). Epistula de conversione iudacorum apud Minoricam insulama meritis sancti Stephani facta. Anno 418. (Clavis patrum Latinorum, nº 576). II. Comienza la confrontación con los judíos. 24. Fuga y conversión de Artemisia. Artemisia hija de Litorio gobernador de las Baleares, esposa de Melecio, cuñado de Teodoro, escondida en una cueva. “(…) [1] Para manifestar más la fuerza de su gloria, Cristo permitió que solamente tres nobilísimas mujeres de los judíos permanecieran por algún tiempo en la dureza de su incredulidad: Artemisia, hija de / (Página 452) Litorio –el cual rigió recientemente esta provincia y actualmente es comes, según se dice-, conmovida por la conversación de su marido Melecio, habiendo abandonado la casa de su esposo juntamente con una amiga, nodriza suya y, algunas esclavas, olvidándose de su debilidad femenina, se fugó a una cueva que, aunque situada en una viña, se halla algo apartada. (…) [5] Aquella matrona, contrariada por su marido, permaneció allí inflexible durante dos días (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 454. La circular de Severo de Menorca (418). Epistula de conversione iudacorum apud Minoricam insulama meritis sancti Stephani facta. Anno 418. (Clavis patrum Latinorum, nº 576). VII. La plegarias, último recurso para obtener la conversión. 26. Las mujeres se resisten. Inocencio = Hermano de Teodoro, convertido. La mujer de Inocencio = Cristiana. “(…) [2] inmediatamente que se enteró de que el marido de su hermana, Inocencio, se había convertido, bajó a una barca (…)”. (5). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 200. Capítulo VI. La Iglesia en Menorca. De la iglesia comunidad a la iglesia edificio. Paso de sinagoga a Basílica. “(…) Y finalmente, la carta daría noticia que los judíos edifican la nueva basílica novan basilicam, en el lugar donde antes se levantaba la sinagoga. 23


La iglesia que sirve como escenario de las celebraciones es aquella donde Orosius depositó las reliquias de san Esteban, sita en las afueras de Magona y, por lo tanto, se debe salir de la ciudad para llegar a este edificio. Esta iglesia, a partir del fenómeno del globo, es denominada basílica sin que aparezca una razón particular, quizás por mera casualidad. Ante este edificio había una explanada en la cual los monjes descansaban durante la celebración y donde se vieron sorprendidos por el prodigio del globo. Aunque este templo cristiano queda fuera del recinto urbano, ni la distancia, ni construcciones interpuestas, impedían su visibilidad desde las estancias superiores de la casa del judío Meletius. *o queda claro si la basílica estaba cerca del lugar donde se asentaba la casa en la cual Severus se hospedaba en Magona (…)”. (6). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 161. La ruptura entre los cristianos y judíos de Menorca (418). “(…) A finales del siglo IV la legislación antijudía fue limitando los derechos civiles de los judíos hasta privarles del ejercicio de oficios en las curias municipales, donde eran una minoría en estas instituciones al igual que en el ejército. Con todo, sabemos que en Menorca estas restricciones / (Página 162) no se aplicaron en profundidad (…)”. (7). LAGARDA MATA, Ferrán. Grupo de Arqueología de Menorca de REHA. Año 2014. NIR, Pep. "Los hallazgos en el Cós de Gràcia obligan a repensar la Maó romana". “(…) Los arqueólogos trabajan en la recuperación de los restos humanos. 07-02-2014. Javier Coll.(http://meneame.net/submit.php?url=http%3A%2F%2Fmenorca.info %2Fmenorca%2Fcultura%2Fcos-gracia-obliga-repensar-maoromana.html). Los restos humanos hallados en las entrañas del Cós de Gràcia de Maó corresponden, según las primeras pesquisas, al esqueleto de una mujer adulta de la época romana más postrera (siglo IV o V). La hipótesis, prematura aún, confirmaría la existencia de un asentamiento en las afueras de la ciudad romana que no se tenía controlado por parte de los expertos pero de cuya existencia se empezó a sospechar cuando hace unas semanas se localizó un depósito de la misma época unos metros más al norte de la calle. Joana Gual, arqueóloga del Departamento de Patrimonio Histórico del Consell, explica que estos sorprendentes hallazgos les han, en cierta manera, «descolocado» y «amplían mucho el conocimiento sobre la ciudad» de aquella época, ya que hasta ahora se limitaba su extensión al entorno de la iglesia de Santa Maria, tirando hacia Plaça del Príncep. Se podría tratar de un asentamiento creado en las afueras de la ciudad romana ligado a una actividad determinada, una especie de, utilizando conceptos actuales, casa de campo. De hecho, a 24


pocos centímetros de esta tumba se identificaron otras cuatro o cinco que por el desarrollo de las obras no se han examinado, y que formarían una necrópolis ligada a este asentamiento. Fueron estas las que activaron las alertas. Montse Vivó, la arqueóloga que trabaja en la extracción de los restos óseos y el control de las obras, asegura que la tumba parece de época cristiana, como indica el hecho de que no hayan encontrado objetos de ajuar. La labor de extracción es manual, incómoda y muy minuciosa, con un difícil acceso a la parte superior del cuerpo. Aún así, no afectará a las obras. Los restos se sacarán para ser examinados en un laboratorio y confirmar así las hipótesis que ahora se manejan desde la máxima cautela y provisionalidad. Una de las cuestiones a resolver es si la tumba y el depósito son de la misma época, algo que parece probable por el tipo de material (opus) de este último. «Lo bonito sería que se pudieran relacionar cronológicamente», afirma Vivó, quien a lo largo del día atiende a numerosos curiosos (…)”. (8). BARCELÓ Y CAYMARIS, Francisco. “Historia de Menorca (Manuscrito inédito. 1837. (Continuación) (*)”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo, Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las Sociedades Afines domiciliadas en el mismo. Año XVIII. Quinta Época. Tomo IX. Mahón. Est. Tip. de M. Sintes Rotger. 1914. Página 97. “(...) Victoria. El caudillo Menorquín, turbado por la rabia y la sorpresa, se decide a huir. Él no es cobarde, pero no se atreve a hacer frente a los golpes de sus enemigos; tan temibles le parecen en medio del desorden. Los soldados de Scipión se han hecho ya dueños de la Isla, y van presurosos a caer sobre los Menorquines que se han refugiado en los cuarteles. Vanamente los soldados espantados arrojan sus espadas y se arrodillan para pedir la vida, no deja por esto de correr la sangre. El incendio que acaba de consumir las galeras menorquinas de los puertos, devora igualmente las ciudades y pueblos. Los palacios y las casas son igualmente la presa de las llamas. En medio del torbellino de humo hondea por primera vez el estandarte de la nueva ley Cristiana sobre los lugares más eminentes de los edificios. Scipión se ve coronado de la victoria, y en un / (Página 98) momento son prisioneros de guerra los principales Menorquines. Religión Cristiana. Preparada así Menorca con la sangre de infinitas víctimas, y purificada por las llamas del incendio, se plantó y realizó en ella la nueva Religión Cristiana, y brilló desde aquel entonces la pura luz de la fe Católica. Adjurados los primitivos y falsos ritus por los pocos habitantes que habían quedado con vida, después de una toma tan sangrienta, desterraron de sus corazones la grande repugnancia que 25


habían mantenido en abrazar una religión que al principio habían mirado tan contraria a sus paciones. Cada día iba progresando la fe católica, pero con pasos tan acelerados, que muy en breve, Menorca podía servir de pauta a las demás naciones recién convertidas (*). Año de 410. Llegada a Ciudadela del Obispo de Menorca S. Severo. En estos tiempos, sabido por los Religiosos de San Agustín en África, los rápidos progresos que cada día hacia la cristiana religión en Menorca, enterados de la pureza de costumbres de sus habitantes, su ardiente celo y / (Página 99) crecido número que se agregaba de corazón al gremio de Jesucristo, salieron del referido convento varios religiosos para Obispos de diversas partes, y entre estos se cuenta a San Severo para Obispo de Menorca (A). Este hombre que reunía en si todas las calidades de un hombre sabio, y lleno de santidad, luego de llegado a Menorca su destino, con su presencia y administración de pasto espiritual cooperó muchísimo en la propagación y defensa de los nuevos cristianos. Fundó su silla episcopal en Ciudadela, siéndole los Menorquines deudores de los rápidos progresos de la religión Cristiana (*) (…)”. (9). BARCELÓ Y CAYMARIS, Francisco. “Historia de Menorca (Manuscrito inédito. 1837. (Continuación) (*)”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo, Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las Sociedades Afines domiciliadas en el mismo. Año XVIII. Quinta Época. Tomo IX. Mahón. Est. Tip. de M. Sintes Rotger. 1914. Página 99. “(…) Año 416. Fundación del Convento de S. Agustín en Ciudadela. Además del mencionado Obispo Severo, seis años después de su permanencia en Menorca, hizo venir desde el Convento de San Agustín en África, varios Religiosos, con cuyo auxilio fundó un Convento de San Esteban, fuera de los muros de Ciudadela junto al mar (B) y / (Página 100) puente llamado del Rey (A) debajo de un gran peñasco. En el día se ven aún ruinas del mencionado convento, las que evidencian su antigüedad, y en sus vestigios, hay una cruz de piedra blanca, en la que están gravadas estas letras Socós, quizá para perpetuar la memoria del antedicho antiguo convento de la virgen del Socorro, título que posteriormente le dio el Venerable Padre Fray Juan Exarch cuando lo reformó, como más adelante se dirá (B). Estos santos varones cooperaron mucho, tanto por su ejemplo de una vida austera, penitente y llena de virtudes, como por su infatigable trabajo en la propagación de la cristiana religión, y ayudaron además a llevar las pesadas cargas y obligaciones de su pastor, trabajando unos y otros 26


incesantemente en el mayor fomento e instrucción de los nuevos cristianos Menorquines. Después de establecida en Menorca la religión Cristiana, se llenó la Isla de habitantes de diferentes naciones y encontradas sectas, y entre estas fue la Judaica que más rápidamente prosperó en la Isla (C). Estos advenedizos, muy al contrario de adjudicar y detestar sus errores y someterse a la Religión cristiana única dominante en la misma y mandada observar por los Romanos sus conquistadores, desplegaron todo su encono esparciendo el veneno de sus sectas y diabólicos sofismas. El Obispo Severo tuvo que valerse de todos sus esfuerzos para alentar y confirmar en la fe / (Página 101) que profesaban los naturales de Menorca; y contener y arrancar la mala semilla que esparcían en la isla. Casi todas las sectas, de que abundaba Menorca, no queriendo convertirse a las poderosas y enérgicas predicaciones del prelado, se retiraron y unieron en Mahón para de este modo dar más libre curso a sus desórdenes; y los Judíos domiciliados en Ciudadela que en ninguna manera quisieron convertirse, experimentaron por fin el azote de la divina justicia en pago de su pertinaz obstinación. Disputas. Más no haciendo caso de estos castigos, y como los Judíos procurasen por muchos medios pervertir a los nuevos Cristianos, entrando con ellos en disputas en las casas, plazas y calles, atormentando a aquellos cristianos que armados con el impenetrable escudo de la fe, no sólo no hacían caso de sus frívolos como maliciosos argumentos, si que los repelían como contagiosos; su divina Majestad mostró a la faz de toda Menorca, que debía ser separada de los cristianos, aquella nación ingrata e indigna de sus favores. Por boca del Obispo Severo se les intimó a que por último abjurasen sus errores convirtiéndose a la fe cristiana o que inmediatamente saliesen de Ciudadela. Este mandato enérgico, imperativo y lleno de aquella autoridad, que conceden los Cánones de la Iglesia, fue como todos los demás despreciado y vilmente mofado por los Judíos, más pagaron luego bien caro su inobediencia y desprecio, pues unos murieron repentinamente y otros fueron heridos por el rayo; y centelleando sobre todas sus cabezas la vibrante espada de la divina justicia, fueron precisados a salir de esta ciudad y domiciliarse en la de Mahón, llena igualmente / (Página 102) en aquel tiempo de aquella mala raza (A). Persecución de los cristianos por los judíos. Esta plaga si bien los escarmentó, no pero los convirtió ni hizo mudar de intención. Su odio contra nuestra sagrada religión se encendía más y más cada día, y los pocos cristianos habitantes en Mahón eran el ludibrio y blanco de sus furores. Sujetos los Judíos y cristianos de aquella ciudad, como todas las demás sectas, a Teodosio también de nación judaica, quién por su mucho dinero y política maquiavélica se había apropiado todo el mando y autoridad de aquellos habitantes (B), en vano le representaban los 27


cristianos sus fundados memoriales y quejas contra sus perseguidores, pues además de recibirlos desabridamente olvidando el dar a los querellados las convenientes correcciones, había interiormente decretado su exterminio autorizando como legal y legítima la cruel persecución de que se quejaban los cristianos. Era además Teodosio Doctor en la ley judaica y Patrono de la Sinagoga (C); y ensoberbecido con su falsa sabiduría, únicamente aspiraba a entrar en disputas con los cristianos, vanamente persuadido de la insolución de sus argumentos. El Obispo Severo suspiraba cada día por el infeliz estado y opresión de su rebaño mahonés. Las cartas pastorales exortativas a la firmeza de la fe y resignación en sus trabajos, se sucedían unas a otras; y ardía su pecho, desde mucho tiempo, en deseos de disputar con la Sinagoga, para (mediante el divino influjo del Santo Spiritu), vencerlos, persuadirlos y agregarlos al gremio de Jesucristo (…)”. (10). BARCELÓ Y CAYMARIS, Francisco. “Historia de Menorca (Manuscrito inédito. 1837. (Continuación) (*)”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo, Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las Sociedades Afines domiciliadas en el mismo. Año XVIII. Quinta Época. Tomo IX. Mahón. Est. Tip. de M. Sintes Rotger. 1914. Página 103. “(…) Año 418. Llegada de las reliquias de san Esteban a Mahón. Entretanto una infinidad de sucesos milagrosos, anunciaron a los menorquines un prestigio favorable para la cristiana Religión. Por Enero del presente año 418, el Beato Paulo Orosio, de nación español y Presbítero de particular santidad, salió de África conduciendo desde Jerusalén las Santas reliquias del Protomártir san Esteban poco antes reveladas por inspiración del mismo santo; y siendo su intención el conducirlas a España, no pudo efectuarlo a motivo de hallar presa aquella tierra por los Vándalos y Godos (A), por manera, que le fue preciso volver otra vez a África, en cuyo regreso, ya fuese por causa de alguna tempestad, o ya por disposición divina (que es lo más seguro), entró en el puerto de Mahón (B). Recibimiento de dichas reliquias por san Severo, su Clero y religiosos agustinos. Luego de sabida esta noticia por el Obispo Severo, se le inflamó su pecho de un impulso divino, pasó luego desde Ciudadela (lugar de su residencia) a Mahón acompañado de su clero y religiosos Agustinos (C), se trasladó al puerto de aquella ciudad, y habiendo recibido con la mayor ternura y devoción aquellos sagrados despojos, fueron conducidos en triunfo por casi todos los fieles de la Isla y colocados en una iglesia extramuros de aquella población. 28


Desde dicho momento, reencendió el celo / (Página 104) de los cristianos y empezaron a atravesarse muchos y estupendos milagros. El Santo Prelado, asistido de una multitud de fieles, se dirigió a la Sinagoga de los Judíos a efecto de disputar con ellos y usar todos los medios posibles para convencerles y agregarlos a su gremio. Su arriesgada como santa resolución y el valor y confianza que brillaba en sus facciones, movió a desprecio a sus contrarios. Por el camino descargan las mujeres judías, desde sus ventanas, un granizo de piedras sobre la santa comitiva; y quedando esta ilesa por un modo sobrenatural, al fin entra en la sinagoga segura de alcanzar mayores victorias (A). Triunfo de S. Severo contra la sinagoga. Dictadas por el Spíritu Santo todas las palabras del santo Prelado Severo, todo a un tiempo, traspasan, inflaman y consumen los corazones de los oyentes. Sus argumentos son insolubles, sus razones muestran claramente la evidencia. Después de una larga conferencia, un fuego enviado del cielo se apodera del profano edificio consumiéndolo todo a excepción de la plata y de los libros. Conversión de los Judíos. En su vista, los Judíos abren sus ojos, y una voz universal salida de toda la multitud judaica, confiesa la verdad de la ley evangélica, conducen en triunfo al Santo Prelado a la Iglesia, cantando himnos en acción de gracias por una tan singular merced. Teodosio fue el primero, que por manos del Obispo Severo renació en las aguas del bautismo, y a su imitación, en el corto espacio de ocho días, se apresuraron a lavarse en la misma piscina quinientas cuarenta almas (B) (…)”. (11). BARCELÓ Y CAYMARIS, Francisco. “Historia de Menorca (Manuscrito inédito. 1837. (Continuación) (*)”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo, Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las Sociedades Afines domiciliadas en el mismo. Año XVIII. Quinta Época. Tomo IX. Mahón. Est. Tip. de M. Sintes Rotger. 1914. Página 105. “(…) Año 423. Carta del Obispo Severo. Bajo este supuesto quedó el Obispo Severo con el pleno goce de su poder y autoridad Eclesiástica, teniendo el placer y satisfacción de contar cada día nuevos cristianos agregados al gremio de Jesucristo. Este santo prelado, después de haber gastado muchos años en beneficio de su Iglesia y feligreses, cuando hubo arreglado todo lo concerniente al culto divino, y establecido los sabios estatutos para su clero, escribió, con fecha 13 de Febrero del expresado año 423, una famosa carta dirigida a todos los Obispos, Presbíteros, Diáconos y demás fieles de todas las Iglesias del mundo, contando las portentosas y prodigiosas maravillas obradas en Menorca en la conversión de los Judíos, al tiempo de haber llegado en esta Isla las reliquias del protomártir 29


San Esteban conducidas cinco años atrás por el español beato Paulo Orosio (A). *ota. La escasez de noticias de los Autores antiguos, como también los varios incendios que ha padecido Menorca, nos han imposibilitado de poder hablar con más extensión de un Héroe verdaderamente digno de eterna fama. Así es que la carta encíclica del Obispo de Menorca San Severo, es el único monumento que ha quedado a la posteridad; más como en ella únicamente se refiere a la prodigiosa conversión de los Judíos domiciliados en esta Isla, quedaremos siempre en la incertidumbre de varias noticias que podrían abrir harto campo para / (Página 134) nuestra historia. Siempre ignoraremos si el Obispo Severo fue el primero que en efecto ejerció sus veces de tal en Menorca, si murió y cuando en la misma Isla o si mudó de domicilio, supuesto que los Obispos antiguos eran ambulantes y únicamente residían en los lugares donde más se necesitaba el pasto espiritual (...)”. Página 129. Cita (A). “(...) Procopius de Bello Vandalico, libro 4º, página 348 (...)”. Página 130. Cita (A). “(...) Víctor Vitensis de Vandalica persecuciones, lib. I, pág. 589 (...)”. Página 132. Cita (A). Morales en su Historia de España y Portugal, lib. II. cap. 18, pág.24 (...)”. Página 134. Cita (A). “(...) Carta circular de S. Severo de 13 Febrero del año 423 copiada por D. Antonio Roix, fol.101 (...)”. Página 167. “(...) Año 483. Amistad entre Vándalos y Menorquines. Por muchos años reinó en Menorca una completa paz y fraternidad entre Vándalos y Menorquines, durante cuyo largo intervalo, no solo brotó y creció la Religión Cristiana, si que también aumentó el comercio en gran manera, disfrutando estos Isleños de una prosperidad envidiable. La agricultura era la ocupación favorita de los Menorquines, a la que se entregaron también los Vándalos, prefiriendo este inocente trabajo al ruidoso ejercicio de las armas. Más los Menorquines pecaron por demasiado confiados con una nación advenediza que ocultaba y disfrazaba su veneno bajo la capa de amistad y humildes modales exteriores. A efecto de la paz y tranquilidad que reinaba en esta Isla, habiase olvidado ya la policía de ejercer sus funciones, haciéndose caso omiso de las travesuras de los Vándalos disimulándose / (Página 168) igualmente ciertos abusos civiles que poco a poco minaron grandes desastres. Tolerancia Menorquina. Fiados los Menorquines de la amistad de los Vándalos hicieron caso omiso de algunos delitos cometidos por aquella nación, pues su magnánimo corazón, no podía sufrir el delatar a las justicias de aquella nación las liviandades de aquellos sus súbditos. La caridad de los Menorquines hacia sus hermanos los Vándalos era extensiva sobre los buenos y malos, y una fraternal corrección era el único y evitar ciertos abusos que debían al principio ser castigados con las más rigurosas y severas penas. 30


Súplicas de los Menorquines por un Obispo. Entretanto los Menorquines empezaron a suspirar a cada momento la pérdida lamentable de su Obispo Severo, y ansiosamente empezaron a desear la presencia de otro pastor que heredase las bellas prendas del que aún lloraban su lamentable pérdida. A medida que las leyes civiles iban degradándose violentamente, empezaba la religión Cristiana a sufrir ciertos debates y transgresiones que infaliblemente pronosticaban una infalible y próxima borrasca. Los Vándalos se habían ya entregado a los mayores excesos. En esta ocasión, las súplicas de los menorquines para obtener un pastor espiritual, eran más vivas y se sucedían unas a otras. La perversión, mal ejemplo y dudas religiosas que habían esparcido los Vándalos en la Isla, si bien al principio eran refutadas por los menorquines, su continuación los hizo titubear, como no menos por hallarse muchas veces en casos enredosos que los Ministros de la Religión, o por falta de luces o por temor al depravado gobierno que los mandaba no podían o no querían descifrar. / (Página 169) Llegada del Obispo Macario a Menorca. Todo eran obstáculos puestos a propósito por el tirano, y poco faltaba ya para sucumbir los Menorquines, cuando en medio de un júbilo extraordinario llegó a Menorca un Santo Prelado, que el único jefe de la Iglesia cerciorado de las críticas circunstancias de los Menorquines los había dispensado. Tal fue Macario hombre doctísimo y de una virtud tan ejemplar en nada inferior a Severo su antecesor. Los Vándalos reciben al nuevo prelado Macario con una afectada alegría, escondiendo de pronto todas sus astucias y criminales intentos dirigidos contra su persona y contra la Iglesia que venía a gobernar. Pasados los primeros días de parabienes y regocijos públicos, abrió Macario su visita Pastoral en la Isla, consternándose a cada paso su sensible corazón, al ver los innumerables escollos que tenía que vencer, hijos legítimos de las torcidas ideas de los Vándalos; y habiéndose informado y quedado completamente instruido del deplorable estado en que se hallaba la religión cristiana, echó mano al remedio para cortar de raíz tantos abusos. Plan de reforma. A fuerza de fatigas y largas meditaciones sobre el buen régimen de su Iglesia y corrección de los Cristianos, publicó un plan de reforma en el que se patentizaban las bellas cualidades del nuevo Obispo, tanto sus luces como su celo religioso y rectitud de sus intenciones en todo conformes a los contrastables dogmas de fe católica. En él ponía a la vista y desmenuzaba a la faz de todos sus habitantes, los más escondidos pensamientos de los contrarios al gobierno civil y eclesiástico, demostraba con evidencia, las consecuencias legítimas que habían de resultar de tantos abusos, explicaba y enseñaba el modo con que se / (Página 170) habían de portar los cristianos con los enemigos de la religión; y finalmente concluía clara y terminantemente que esperaba de los buenos sentimientos de todas 31


sus ovejas, que caso de ser impugnados con palabras y obras por cualquier clase de personas en materias de religión, le darían pronto y confidencial aviso, para tomar inmediatamente aquellas medidas que estaban reservadas a su autoridad. Odio de los Vándalos contra los Menorquines. Al paso de esta sabia disposición del Obispo Macario, sanó y confortó las úlceras interiores de los Menorquines, revistiéndolos de hombres nuevos y de una magnanimidad invencible, abatió y alarmó al contrario la maquiavélica astucia de los Vándalos, los que avergonzados, muy lejos de abjurar sus errores y arreglar debidamente su conducta, inflamó en sus pechos un odio y rencor inconciliables contra el nuevo Prelado y sus seguidores. Desde aquel entonces decretaron la total ruina de los menorquines y sacrílegamente juraron el perder al Obispo Macario por todos los medios posibles. Corrección de los Vándalos por el Obispo Macario. La medida tomada por Macario a tiempo y con aquel aspecto de severidad que da e infunde temor y respeto a los súbditos, corrigió de pronto todos los abusos que los Vándalos hacían en Menorca. Renació al principio el arco iris de paz y presentando esta Isla un aspecto de serenidad y aumento de virtudes que desde muchos años no se había experimentado. Macario siempre infatigable no sólo atendía al mayor fomento de la religión, si que cuidadosamente vigilaba sobre la conducta de los de su gremio y de la de los Vándalos. Estos últimos aterrados de la viva perspectiva del prelado, encerraron y sofocaron en sus pervertidos corazones el odio y mortal rencor contra/ (Página 171) la religión cristiana, pero no osaban descubrir ni un solo rasgo de su maldad, y si inadvertidamente en alguna ocasión, por inadvertencia o por seducción tenía algún vándalo la desgracia de proferir o demostrar algún indicio anticristiano, era castigado por Macario cual requería con su delito y mirando en lo sucesivo como un contagioso separándolo de la comunicación de los cristianos, cubierto de deshonor y de oprobio. Autoridades. Después de muchas fatigas y acalorados debates con los Vándalos, pudo alcanzar este sabio Prelado, la prerrogativa de crear todas las Autoridades civiles, cuyos encargos estaban exclusivamente conferidos en los personajes de aquella nación, dando los a sujetos cristianos de conocidos talentos y reputación; dejando a la erección de los Vándalos la autoridad militar, con la expresa empero circunstancia de ser aquellos auxiliados de estos en los casos necesarios. Creó además jueces eclesiásticos para entender en asuntos de religión con igual circunstancia de ser protegidos por las demás autoridades militar y civil; cuyas medidas influyeron mucho en poner coto a las libertades de los sectarios, y hubiera sin duda afianzado una estable paz, si nuevas circunstancias acaecidas no hubiesen frustrado tan sabias disposiciones. 32


Entrega de Menorca a los Vándalos. En estos tiempos, los Vándalos que ocupaban parte de la Península Española, estando como estaban en continuo movimiento de guerra, tuvieron tan feliz suerte, que a fuerza de repetidas victorias se extendieron considerablemente sobre el continente, y aún tardaron poco en posesionarse de las Islas de Mallorca e Ibíza (A). / (Página 172) En su consecuencia, Menorca fue entregada al intruso gobierno de aquella nación, lo que dio motivo para levantarse rabiosamente tantas cervices dominadas por la conducta y vigilancia del sabio Prelado Macario, rompieron estos las ataduras de la pastoral autoridad y empezaron desde aquel entonces a experimentarse en la Isla un temible cisma y guerra civil que puso al borde del precipicio a toda la Iglesia Menorquina. Levantamiento de los Vándalos. A pesar de fulminar anatemas, el sabio Prelado, contra unos enemigos que tan abierta y descaradamente dirigían sus tiros contra la Iglesia y su gremio; no por esto cesó la persecución. Aquellos se habían vilmente levantado contra el Obispo Macario y jurado vengarse de él y de todos sus seguidores. Acostumbrados los de aquella nación a vivir sin orden, sin religión y sin freno, y habiendo sido retenidos de su natural ferocidad de costumbres por los sabios planes y medidas del Santo Prelado, viéndose libres se entregaron, cual furias, a todas las atrocidades hasta el exceso y colmo de crueldad. Macario quiere resistirlos, sus mandamientos son reverenciados y ciegamente obedecidos de todos los cristianos, al paso que son despreciados por los enemigos, sirviendo únicamente para encender más en encono y fomentar más su persecución. o es dable domar a la fuerza sus contrarios, y por última determinación, dirige sus justas súplicas al rey de aquella bárbara nación, solamente los barcos de los Vándalos entran y comercian en la Isla, por consiguiente, solo queda a los cristianos el recurso de acudir y presentar sus súplicas al mismo Rey de sus mortales enemigos (...)”. Página 171. Cita (A). “(...) Compendio cronológico de la Historia de España y Portugal, tomo I, página 30 (...)”. Página 193. “(...) Destierro del Obispo Macario a Cartago. Más por desgracia reinaba en aquel entonces el impío Hunnerico (A) y residía en la famosa ciudad de Cartago. Este se había manifestado abiertamente declarado mortal enemigo de la religión cristiana. Al recibir este el memorial o instancia del Obispo de Menorca, muy lejos de compadecerse de tantas persecuciones, encendido de furor, le contestó bruscamente: que muy en breve daría fin a sus quejas, mediante las órdenes que con la misma fecha dirigía al Gobierno Menorquín, que le serían comunicadas luego de recibidas por aquel. Con esta paliada respuesta satisfizo el bárbaro Rey las justas instancias del santo prelado, quién apenas acababa de enterarse de tan corta y desabrida contestación, cuando se le intimó de parte del mismo Rey, que inmediatamente / (Pagina 194) pasase a Cartago en clase de preso (A). i siquiera se le concede 33


tiempo para despedirse de sus amadas ovejas, con la mayor algazara y precipitación fue conducido a la marina y puesto acto continuo a la vela para su destino. Muerte del Obispo Macario en su destierro. Esta fatal catástrofe, cual horrisono trueno se esparció por toda la Isla. En un momento se juntaron una multitud de cristianos resueltos a derramar toda su sangre en impedir una tan amarga y desgraciada separación; pero fue todo en vano, apenas divisaron a lo lejos la fatal nave que conducía cautivo al santo Prelado, y llenos de sentimiento y de amargas lágrimas le dirigieron los últimos vales. Así quedaron los cristianos Menorquines privados de su Obispo Macario, de quién no tuvieron más noticia que la de haber muerto en Cartago para defender la fe de Jesucristo, cuyo fin tuvieron igualmente los Obispos de Mallorca y de Ibíza (B) (…)”. (12). BLÁZQUEZ, José María. “Religiones en la España Antigua”. Colección: Historia /Serie menor. Madrid. Ediciones Cátedra. 1991. Página 425. El priscilianismo en Galicia. La Iglesia romana católica anuló a la mujer. Monacato Egipcio. “(…) San Braulio, obispo de Caesaraugusta (631-51) (Epist. 44), afirma que Orosio fue priscilianista y que fue apartado de la secta por San Agustín (…) / (Página 427) Sobre Herenas se afirma que prefirió más bien seguir a sus clérigos, los cuales, espontáneamente, sin ser preguntados, habían aclamado a Prisciliano por católico y por santo mártir, todo lo cual prueba que el priscilianismo estaba muy floreciente en Galicia a final del siglo IV. Concretamente se hace mención en el apéndice del concilio a libros apócrifos y a los libros escritos por Prisciliano, que seguían usándose. (…) Por el mismo criterio se defiende tajantemente en las actas del mártir Maximiliano, de época de Diocleciano y en las apócrifas de San Marcelo. La Iglesia primitiva fue pacifista (…). / (Página 431) El sínodo de Laodicea del siglo IV, en su canon 44, dispone que se prohíba a las mujeres acercarse al altar y, el de imes en el año 394 ejercer el sacerdocio (…). / (Página 437) La Iglesia hispana demostró carecer de capacidad para asimilar las nuevas corrientes ascéticas, asimiladas y encauzadas por las Iglesias de Egipto, Siria y Palestina, Capadocia, Bizancio, Roma o de Galia. (…) / (Página 439) El propio Prisciliano era sincero cuando presentaba al papa Dámaso en 381 la síntesis de su fe, así como sus anatemas concretos a toda clase de doctrinas heréticas. (…) / (Página 441) Orígenes, el intelectual de más talla de toda la Iglesia antigua, varón cultísimo, que murió en el año 245 a causa de las torturas sufridas en la persecución, fue motivo de pugnas enconadas. (…) Orígenes fue condenado por dos puntos que nada tenían que ver con el dogma, la transmigración de las almas, que defendieron Pitágoras, 34


Empédocles, Platón y los druidas y, la apocatástasis, reconciliación al final de los tiempos (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 494. Orosio = Cristiano Católico. Cita (16). “(…) La comparación de los prisciloianistas con los bárbaros es favorable a los últimos (cf. 2, 4-5, 8; 6,3; 20, 3, aún cuando en Severus Minoricensis, Epistula 18, 4, 14, los germánicos se presentan como destructores y crueles, de los cuales los judíos huían. Una expresión semejante as la de nuestro pasaje se encuentra en San Agustín, ep. 166, 2. CSEL 44 p. 547-PL 33, 720-721-BAC 99 p…….. 554: “Acá llegó Orosio, joven piadoso, hermano en la paz católica, hijo por la edad y colega en el presbiteriado por la dignidad, despierto de ingenio, fácil de palabra, ardiente de afán (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 521. Cita (25). Fecha de la llegada de Orosius a Menorca. “(…) Lo más probable es que esta persona fuera Orosius, que había llegado a Menorca, por el otoño del año 417, Cf. SEVERUS MI ORICE SIS, Epístula 4, 13 (…)”. (13). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 485. Epistolario de Consencio. Traducción castellana. Ep 119. Consencio, al santo y beatísimo papa Agustín. 1. El fracasado viaje de Consencio a Hipona motiva la presente consulta sobre el método teológico. Consentius = Cristiano católico. “(…) [6] Porque, ni los arrianos (10), que consideran el Hijo más joven –al cual nosotros confesamos como engendradopersistirán en su error, como tampoco los macedonios (11) bajarían de la cumbre de la divinidad al Espíritu Santo –que nosotros creemos que no es ni engendrado ni ingénito- (…)”.Página 491. Epistolario de Consencio. Traducción castellana. Ep 119. Consencio, al santo y beatísimo papa Agustín. 6. Súplica de Consencio a san Agustín, para que le corrija los errores y le oriente. Consentius era un converso al cristianismo y procedía del pelagianismo. “(…) [2] Tampoco es justo que saquemos los pies del camino del error sólo cuando tú nos lo adviertes. [3] porque, efectivamente, muchos de las islas donde habitamos, mientras emprenden el recto atajo que lleva el camino, han caído en el sendero oscuro de este error (…). [6] Pienso que no habrá nadie tan injusto que, por el hecho de haber ido yo a veces fuera de camino, prefiera denunciar mi torpea a juzgarme con comprensión, por el hecho que he buscado la rectitud. (…) 35


[8] Por todo esto, este camino que nosotros recorremos, no solamente lo debemos dejar, sino más todavía tú lo debes cerrar y cortar, no sea que, con una especiosa apariencia de amor, engañes a otros. (…) / (Página 492) [10] Porque, en aquella carta que antepuse como introducción a aquellos libritos, escribí estas palabras: “He querido dar estabilidad a la nave fluctuante de nuestra fe, con la palabra del beato obispo Agustín” (…). [13] Querría que esta ceguera fuera disipada por ti con cuidado y prudencia y, que la claridad de tu doctrina y de tu ingenio, de tal manera aclarara la niebla de nuestra mente, que lo que ahora no podamos pensar, aclarado por ti con la luz de la inteligencia, lo podamos ver con los del corazón (…)”. Página 493. EP 11*. Memorial a mi señor y santo Padre Agustín. 1. Instrucciones de Consencio a Frontón por tal de descubrir los criptopriscilianistas, según el encargo de Patroclo de Arlés. Consentius era pelagiano como Patroclo antes de convertirse al cristianismo. “(…) [1] El beatísimo señor mío, hermano de vuestra santidad, el obispo Patroclo (6) con vehemente afecto, me ha impulsado a componer algunas / (Página 494) cosas necias y sin ton ni son contra los priscilianistas, que también ya perturbaban las Galias. [2] (…) ha llegado un siervo de Cristo, llamado frontón al cual el Espíritu Santo inspira unas llamas ardientísimas de celo por la fe. (…) [4] Efectivamente, el año pasado le había encomendado que, confiado en la inocentísima astucia, emprendiera una lucha contra los ya mencionados priscilianistas que, de tal manera infestan las Hispanias que, a su lado, da la impresión que los bárbaros no hicieron nada. (…) / (Página 495) [5] y, para explicar por qué razón lo he redactado asumiendo el papel de hereje (…) [6]. De este modo, mientras la inoportunidad de los vientos no dejaba partir al hermano Leonas, ha llegado aquí, muy oportunamente, mi hermano Frontón, el cual me ha informado sobre tantas cosas, de las cuales yo solamente contaré algunas que sirvan de advertencia (…)”. Página 493. Cita (6). “(…) Patroclus, fue metropolitano de Arlés. Desde el año 412, se mostró propelagiano. Murió asesinado por un tal Barnabus, el año 426, en vida de Agustín y, posiblemente de Consentius (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 509. EP 11*. Memorial a mi señor y santo Padre Agustín. 23. Frontón visita a Patroclo de Arlés y a Consencio de Menorca. Patroclo era cristiano católico. frontón en Menorca fue a visitar a Consentio. “(…) [1] Por aquel mismo tiempo, envalentándose todo el mundo con su odio contra mí, me vio empujado a cargarme con la fatiga de un larguísimo camino para volar hacia la protección del beatísimo obispo de Arlés, Patroclo, del cual era muy alabada la perseverancia en la persecución de esta herejía. (…) [3] Entre 36


tanto habiéndonos otorgado un breve espacio de tiempo una agradabilñisima escolta, yo me he decidido a venir a esta isla, aunque me haya arriesgado a una peligrosísima navegación, tan sólo para disfrutar en verte y contarte personalmente estas cosas que, tal vez, te servirán de información” (…)”. Página 510. Cita (55). “(…) o es muy digna de atención esta referencia al celo antipriscilianista de los obispos galos, al menos en el sentido que los hicieran colaboradores entusiastas de Patroclus, el cual había enemistado con Hilario, metropolitano de *arbona y, san Simplicio, que lo era de Viena (…)”. Página 511. Cita (57). “(…) Recordemos que la causa de Prisciliano la resolvió el emperador Máximo, el año 384, en Tréveris, con su ejecución. Constantino I había anjado la cuestión donatista, el año 316 y, cuando reverdeció, la Confeencia de los obispos reunidos en Cartago, el año 411, bajo la representación imperial, en nombre de Honorio, volvió a ser definitiva, cf. H. FRE D, “Donatismo”, en DPAC, I (1983) 1017.1018. o era infundada la expectativa, que abrigaba Consentius, de que los obispos galos presionaran al emperador Honorio (395-423) para que se acabara el prisciolianismo. la indicación se parece a lo que leemos en SEVERUS MI ORICE SIS, Epístula 31, 4. (…) El imperio combatía a los herejes. Para aquella época, en concreto se menciona a los priscilianistas en CTh VI, 5, 43 (15 nov. 408): VI 5, 48 (21 feb 410). Cf. XVI, 5, 34 (4 marzo 398), que prescribe buscar los códices de los herejes y decapitar a los que los esconden. De todas maneras, no parece que, debido a Patroclus, hubiera ninguna nueva medida contra los priscilianistas (…)”. (14). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 497. EP 11*. Memorial a mi señor y santo Padre Agustín. 3. Siagrio devuelve el códice a Severo.; Sagicio le vende los que se había guardado. Severo era cristiano, pero no católico. Luego se convirtió al cristianismo católico. “(…) [1] El obispo Ticiano remnitió el códice que había recibido a Siagrio, obispo de Huesca, por cuanto Severo había asumido el nombre de presbítero de forma fraudulenta dentro de su iglesia y, le exhortaba a discernir la fe de su presbítero con un atento examen. [2] Aún así Siagrio obispo, hombre santo y católico, pero demasiado crédulo e irreflexiblemente benigno, de tal manera dio crédito a Severo, que encubría su impiedad con argucias, mentiras y perjurios, hasta el punto que aseguraba a la otra gente que Severo había heredado aquellos códices de su madre y que, considerándolos inocentes, los quería trasladar a su castillo, para leerlos y examinarlos con tranquilidad. [3] Severa, aquella mujeruela que, como si no fuera un hereje, me destapaba todos los secretos de sus delitos, también me delató a Severo: este había recibido de Sagicio 37


los códices que fingía que habían pertenecido a su madre, habiéndole dado una compensación, aunque ya estuvieran desmochados (…)”. (15). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 97. I. Seuerus, obispo de Menorca (417-¿?). Capítulo II. Pautas para la interpretación de la Circular de Seuerus. Objetivo último de la campaña: la salvación eterna de los judíos. La Circular de Seuerus: la lengua y el lenguaje. Denominación de Eclesia = Reunión. “(…) También el término ecclesia, que en su origen griego significa reunión, en el mismo uevo Testamento se usa prevalentemente para designar una comunidad de fe en Cristo resucitado (34). Con esta transformación semántica el vocablo pasó al latín. Y con este significado aparece a menudo en la Circular. Su equivalencia es tanto la comunidad universal (35) como la local de Magona (36). También significa ya el templo o basílica de los cristianos, donde depositaron las reliquias de san Esteban (37) y, en el cual / (Página 98) se reunían con Seuerus extramuros de Magona. Una variante del término en su acepción universal, la encontramos en la expresión “fe eclesiástica” que equivale a decir la fe de la iglesia universal (38), representada en la iglesia de Menorca (39). En esta comunidad llegaron a confluir quinientos cuarenta judíos, una vez culminada la campaña emprendida por el obispo de Menorca (…)”. Página 97. Cita (34). “(…) ID., Ibid., pp. 78-89 (…)”. Página 97. Cita (35). “(…) SEUERUS MI ORICE SIS, Epistula, 10, 1.”Hay entre nosotros una dama devota y muy religiosa, llamada Teodora, la cual merece ser tomada como tipo de la Iglesia, sea por la virginidad de su cuerpo y por su objetivo religioso, sea también por el significado de su nombre (…)”. Página 97. Cita (36). “(…) ID., Ibid., 3, 6 “Magona rebosada de tanta gente judía como si fueran serpientes y escorpiones y, por ellas la Iglesia de Cristo era constantemente mortificada (…)”. Página 97. Cita (37). Reliquias mártir san Esteban. “(…) ID, Ibid, 4, 2 “Él se había propuesto llevar a las Hispanias las reliquias del bienaventurado mártir Esteban, recientemente descubiertas; pero, inspirado sin duda por el mismo mártir, las colocó en la iglesia de la mencionada ciudad. 12, 3. Con esto llegados a Magona; inmediatamente comisioné unos clérigos para que anunciaran mi llegada a los judíos, con el ruego de que se dignaran venir a la iglesia. 4. Pero ellos hiciéronme llegar un aviso temor de contaminarse, puesto que si de alguna manera hubiesen violado aquella festividad, hubieran incurrido en el mayor de los crímenes. 5. A lo cual yo repliqué, que, si así lo preferían, podrían esperarme en la sinagoga. Si les parecía que entrar en la iglesia era mancillarse, nosotros no queríamos que ellos se vieran obligados a realizar un acto servil en sábado. 14, 1. Ante el estupor de los judíos por la 38


destrucción de la sinagoga, nosotros nos encaminamos hacia la iglesia entonando himnos […]. 16, 20. Por nuestra parte, siguiendo la costumbre, nos encaminamos hacia la iglesia, cantando y entonando el himno: “Bendito sea Dios Padre de las misericordias y, Dios de todo Consuelo” (2 Cor 1, 3), “el cual nos da dado agua para nuestra cabeza y a nuestros ojos una fuente de lágrimas para que lloremos por los heridos de nuestros pueblos” (Jr 8, 23-V 9,1). 17, 1. Una vez que hubimos celebrado los misterios y, fuera ya de la iglesia, observamos que una multitud de judíos venía a nuestro encuentro. 2. Unánimemente pedían poder recibir de mí, indigno pastor, el signo de Cristo. 3. Por lo que, retornando a la iglesia y, dando gracias al Dios misericordioso, al instante signamos sus frentes con la señal de la salvación. 20, 4. Mientras, pues, todo el pueblo conmigo empezaba la misma en la iglesia, -que se halla situada un tanto a las afueras de la ciudad y, en la cual descansan las reliquias del santo mártir Esteban recientemente descubiertas-, dos monjes que descansaban sobre la hierba del campo que hay enfrente de la iglesia, fueron escogidos por el Señor como testigos de sus milagros. 5. En efecto, un varón honorable, llamado Julio, acompañado de otro, se dirigía desde la ciudad hasta la iglesia y, cuando empezó a pasar por delante de ellos, de repente, uno de los monjes, viendo la señal del milagro, quedó fuera de sí y profirió un grito extraño; vuelto en sí, puesto que no podía explicarlo con palabras, extendiendo la mano mostraba lo que había visto. […] 8. Aquello, tal como fue visto por ellos, descendía lentamente detrás de la basílica en la cual conmigo estaba reunido todo el pueblo; 9 de tal manera lo creyeron tan próximo que el mismo hermano estremecido por el susto empezó a correr, pensando que se había desplomado detrás de la basílica”. Este uso, / (Página 98) era plenamente reconoido por san AGUSTÍ , Quaestionumin Heptateuchum libri septem, 1, III, 57, Joseph ZICHA, en CSEL 28/2 1895, p. 289; J. FRAIPO T, CCL 33/1 1958, 216; PL 34, 703-704; Comentarios sobre el Heptateuco, en Obras completas de San Agustín, XXVIII, Escritos bíblicos (4º). Introducción, versión, notas e índices de Olegario GARCÍA DE LA FUE TE, BAC 504, Madrid, 1989,p. 424: Sicut ecclesia dicitur locus, quo ecclesia congregatur; nam ecclesia homines sunt, de quibus dicitur: ut exhuberet sub gloriosam Ecclesiam (Eph 5,27). Hoc tamen vocari etiam ipsam domum orationum, idem apostolus testis est, ubi ait; umquid domus non habetis ad manducandum et bibendum? An ecclesia Deio contemnitis (1 Cor 11, 22)? Et hoc quotidianus loquendi usus obtinuit, ut in ecclesiam prodire, aut ad ecclesiam confugere nondicatur, nisi ad locum ipsum parietesque prodierit vel confugerit, quibus ecclesiae congregation continetur (…)”. (16). “Día 1º de mayo. Santos Felipe y Santiago Apóstoles (+ hacia 54 y 63)”.www.santos5-6.pdf Página 22. Arrio, el Hereesiarca. “(...) Por aquellos días, San Aquilas, patriarca de Alejandría, acababa de ordenar 39


de presbítero a un hombre ambicioso e inquieto, dotado de excepcionales cualidades. En la discusión no tenía igual. Llamábase Arrio y su vasta cultura sirvióle no poco después de su ordenación, obtenida por astucia, para conseguir la regencia de una parroquia importante de la ciudad de Alejandría — la de Baucalis—. Además tuvo a su cargo la explicación de las Sagradas Escrituras. En estos ministerios se ocupaba desde hacía ocho años, cuando el piadoso patriarca de Alejandría supo con tristeza que el párroco de Baucalis profesaba doctrinas extrañas respecto a la adorable Persona del Hijo de Dios. Sostenía, por ejemplo, que la segunda Persona de la Santísima Trinidad no había existido desde toda la eternidad, y que el Hijo de Dios no era otra cosa que el primogénito de los hombres creados. Semejante aserción era un desatino de graves consecuencias. ¡El adorable misterio de un Dios hecho hombre y muriendo por nosotros no era, según eso, más que un sueño! ¡La economía de la Redención quedaba desbaratado; el abismo insondable abríase nuevamente tan aterrador entre la desventurada humanidad y la inaccesible divinidad como en los tiempos primitivos, y el mundo no había progresado más después de la predicación del Evangelio que antes de la venida del Salvador! San Alejandro, sucesor de San Aquilas, se vio precisado a excomulgar a Arrio; pero esa providencia era tardía y el mal muy considerable ya, pues la nueva doctrina seducía a los cristianos poco firmes en sus creencias. El amenguar la majestad de Jesucristo, y, por ende, el rigor de la justicia divina, era, para las almas sensuales y frívolas, ocasión para lanzarse libremente / (Página 23) por la pendiente de sus vicios. En Cesarea, donde se refugió, Arrio tenía numerosos partidarios, aun entre los obispos. Uno de ellos, Eusebio de *icomedia, le animaba a proseguir su apostolado. En Alejandría, parte del pueblo simpatizaba con él, pues poseía un don especial para ganarse las voluntades sobre todo del devoto sexo femenino. Difundíanse entre el pueblo canciones populares para uso de los viajeros, marineros y artesanos, con objeto de tomar para su causa a los ignorantes. Arrio lo dirigía todo; él había compuesto la letra y la melodía. Celebraban concilios, unas veces los partidarios del hereje, quienes confirmaban sus doctrinas, y otras los católicos, en los que era excomulgado. En fin, todo el Oriente ardía por esta época (324-325) en llamas encendidas por la herejía, y la Iglesia veíase amenazada por el peligro más grave que jamás corriera (...)”. AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 485. Cita (10). “(…) Areios (Arrio), presbítero de Alejandría, nacido hacia el año 260 y muerto el 336, cuya doctrina fue condenada en el concilio de 40


icea (325), aunque durante el siglo IV tuvo muchas variantes en su formulación. Consentius recogió lo típicamente arriano: Dios es inmutable y llega a ser Padre por la creación, no porque engendra el Hijo, que fue creado de la nada, por lo tanto, como dice Consentius, según el arrianismo, es más joven que el Padre (…)”. (17). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 345. Baleares = Pocos cristianos = Desviados por el error. Cita (10). “(…) Arrio, presbítero de Alejandría, (ca. 260 + 336), creyó que el Hijo, Jesús, fue un gran hombre, creado y amado por el Padre de forma única; pero no pudo ser engendrado, puesto que Dios es inmutable. El concilio de icea del año 325 condenó estas doctrinas (…)”. Página 345. Baleares = Pocos cristianos = Desviados por el error. Cita (11). “(…) Macedonio (+ 364), fue obispo de Constantinopla, se adscribió a la corriente teológica según la cual el Espíritu Santo no es creador, por tanto no pertenece a la divinidad y, consecuentemente, no sería igual al Padre, por lo que se separaba de la doctrina nicena (…)”. Página 345. Baleares = Pocos cristianos = Desviados por el error. Cita (12). “(…) ep 119, 6 [3] “Cuando en esas ínsulas en las que habitamos muchos tratan de buscar el camino recto, pero se desvían por el tortuoso sendero del error, ¿habrá siempre un Agustín a cuya autoridad se sometan, a cuya doctrina crean, por cuyo ingenio sean superados?, en Lope CILLERUELO, Obras completas de San Agustín, VIII: Cartas (Iº). Traducción y notas de, BAC 69, Madrid, 1986, p. 887 y en AME GUAL I BATLE, Els origens, II, p. 77 y ep 12* 4, I. “Puesta ante mis ojos la soledad de las islas Baleares, en las que es rarísimo encontrar, no digo ya una persona docta, sino ni siquiera un fiel cristiano; no llevado por el amor al saber, que, conociendo que era algo muy molesto, lo rechazaba de forma absoluta, sino a la fe católica, cuya ignorancia es mortífera; el pensamiento, repito, de desear alcanzar la simple ciencia de la verdad sin el mínimo esfuerzo de leer o el trabajo de seleccionar”. En Lope CILLERUELO y Pío de LUÍS, Obras completas de San Agustín, XI, b: Cartas (3º). Traducción de Revisión y notas de LUÏS Pío. Índices de Moisés Mª CAMPELO BAC 99b, Madrid, 1991, pag. 645646 y AME GUASL BATLE, Els origens, II. p. 111 (…)”. (18). BARCELÓ Y CAYMARIS, Francisco. “Historia de Menorca (Manuscrito inédito. 1837. (Continuación) (*)”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo, Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las Sociedades Afines domiciliadas en el mismo. Año XVIII. Quinta Época. Tomo IX. Mahón. Est. Tip. de M. Sintes Rotger. 1914. Página 105. “(…) Año 421. Vándalos. En tal feliz estado de cosas, y cuando la religión Cristiana estaba, en Menorca, con todo su auge, los Vándalos que 41


habitaban en el continente, vinieron a posesionarse de esta Isla, al mando de su Rey Gunderico. Terribles fueron los combates entre dos naciones tan fuertes y belicosas. Obstinada y sangrienta fue la resistencia de ambas partes; más como los valerosos Capitanes Romanos dueños de Menorca, estaban destinados a nuevas y mayores empresas, y que miraban su domicilio en esta Isla como un estrecho y triste destierro, accedieron por fin a ceder la isla a Gunderico bajo varios pactos civiles y condición expresa de tolerar y proteger la nueva Religión cristiana recién plantada en la misma (A). Persecución de los Vándalos contra los Cristianos. Esta nación apenas llegó y se posesionó de Menorca, cuando desplegó la más dura persecución contra los cristianos. Muy lejos de ceñirse a las formales promesas hechas a los Romanos, no sólo no se sometieron a la nueva fe, si que procuraron por todos los medios posibles, la perversión del manso rebaño de Jesucristo, valiéndose al efecto de las más negras tramas y sofismas. o obstante los cristianos, con aquel tesón y fortaleza de ánimo que tanto distinguió a sus antepasados, repelieron sus argumentos, y con una constancia heroica caminaron, en medio de escabrosidades y perjuicios, por el sendero de la virtud, sin que / (Página 106) pudiesen gloriarse sus enemigos de haber hecho vacilar en su creencia, ni menos pervertir a ningún cristiano Menorquín. Providencias de los Vándalos contra los cristianos. Los Vándalos, muy lejos de confundirse con tan noble constancia, repitieron sus golpes, pero con más vigor, más recios, más intolerables. Prohibieron toda una reunión de cristianos, hicieron cerrar sus templos, cesar los sacrificios y oficios divinos; y los ministros del altar sufrieron más el impío e injusto arresto. Esta diabólica providencia atemoriza al Santo Prelado Severo, las lastimeras voces y tiernas quejas de su humilde rebaño hambriento de pasto espiritual, derriten su compasivo corazón. Sus súplicas al dios de los ejércitos, son continuas y fervorosas al verse separado de su amado redil cuando se halla en la mayor necesidad. o obstante, el tirano decreto de Gunderico no prevalece; pues no obstante de quedar convencido de que la tirana orden que ha mandado publicar, es la única poderosa para arrollar, destruir y desarraigar la religión que íntimamente aborrece, ve que prodigiosamente se multiplica, contando tantos templos, cuantas son las casas de las familias cristianas de la Isla. Persecuciones de los cristianos. Su rabia le turba, enloquece de furor el tirano Gunderico al verse vencido y burlado de los que tanto aborrece. Medita y se desvela sobre el particular, aprueba y desaprueba, quita y añade a sus abultados y diabólicos planes dirigidos a abolir la Cristiana Religión, y aún acabar con todos los cristianos. Severo, al contrario, solo suspira en medio de austeras penitencias para aliviar a sus amadas ovejas, que mueres de hambre espiritual, teniendo él en sus manos 42


el pan con tanta abundancia. Por las noches, y con la más secreta reserva, / (Página 107) puede lograr el reunirse algunas veces con los cristianos, en partes subterráneas y disimuladas, su vista tanto como sus enérgicas persuasiones y doctrinas, los anima, consuela y fortaleza. *otifica sus órdenes, descubre lacenas, señala los puestos, diputa sacerdotes, y mediante un valor y habilidad venidos del cielo, muy en breve se hallan los cristianos Menorquines, aunque escondidamente, provistos de confesores, predicadores y sacramentos (...)”. Página 97. Cita (*). “(...) Véase páginas 388 y siguientes del tomo VIII (1913) (...)”. Página 98. Cita (*). “(...) Año 356.- A veinte de Diciembre del año 366, en la Villa de Hita, del Partido de Guadalajara, llamada antiguamente Anfitria, pasó de esta vida a la eterna San Gregorio, Arzobispo de Toledo, Varón insigne en virtudes, y buenas letras y grande perseguidor de los Hereges. Entró en la Silla de Toledo sucediendo a San Olimpio el año 356 según escribe Dextro. Fue Monje de profesión, unos dicen de San Antonio Abad, y otros Carmelita. En el año 359 asistió al Concilio de Arimino donde concurrieron trescientos Obispos de España, Italia, Francia e Inglaterra, contra la herejía de Arrio, que negaba la igualdad, y consustancialidad del Padre con el Hijo, que patrocinaba el Emperador Constancio, e hizo muy malos tratamientos a aquellos santos Prelados por espacio de siete meses. Estuvo tan firme, y constante Gregorio, que el Emperador le desterró a la isla de Menorca, donde estuvo hasta el año de 361, que murió este hereje emperador, y levantando el destierro a los Obispos su sucesor, se vino a España, habiendo gobernado el Obispado en su ausencia San Audencio, su Arcediano. Trata de este santo prelado; (que algunos le omitieron en el Catálogo de los Arzobispos de Toledo), el Padre Argaiz en el tomo primero de su Soledad Laureada, fol. 29.- A. Cavaller in de Cardona (...)”. Página 99. Cita (A). “(...) Cesar Baronio. Año 410. Tomo 5 (...)”. Página 99.Cita (B). “(...) Consta de esta fundación y convento, por una carta, que está en el Vaticano de Roma, que desde Menorca escribió San severo a San Evodio Obispo Ovalense que fue discípulo de . Padre San Agustín, y vivió con él en su convento de África (...)”. Página 99. Cita (*). “(...) Año 410.- Llegada en Ciudadela del Obispo de Menorca Severo.- En el año cuatrocientos y diez salió del Convento de San Agustín en África, Severo para Obispo de Menorca según escribe Baronio. Es el primer obispo de que tenemos noticias haya ocupado la Silla Episcopal en esta isla. Padeció muchísimas persecuciones y trabajos en un siglo en que los pobladores de la isla además de conservar un genio feroz, no estaban conformes con los dogmas de nuestra sagrada religión. Existe una Carta escrita del mismo Sr. Obispo sobre los judíos de Mahón.- Antonio Cavaller in de Cardona, Pro (...)”. Página 100. Cita (A). “(...) Este puente lo derribó en 1810 una grande avenida de agua, llamado vulgarmente Añy del Delubí (...)”. Página 100. Cita (B). “(...) El R. P.M. F. Jayme Jordán en su Historia de la provincia 43


de Mallorca de la Orden de S. Agustín, Tomo 5 (...)”. Página 100. Cita (C). “(...) El Obispo de Menorca San Severo es su carta circular de 13 febrero del año 423 (...)”. Página 102. Cita (A). “(...) S. Severo Obispo de Menorca en su carta circular su fecha 13 de Febrero del año 423 (...)”. Página 102. Cita (B). “(...) Idem, idem, idem (...)”. Página 102. Cita (C). “(...) Idem, idem, idem (...)”. Página 103. Cita (A). “(...) Claudius Fleurius en su Historia Eclesiástica, Lib. 24 (...)”. Página 103. Cita (B). “(...) Memorias para servir a la Historia Eclesiástica en los primeros siglos. Tomo 2º. Artº 6 (...)”. Página 103. Cita (C). “(...) Henrricus Florenzius, en su obra España Sagrada, Tomo 15, trat. 55, cap. últ. núm. 63 (...)”. Página 104. Cita (A). “(...) Thesauri Catholici, Lib. 5 (...)”. Página 104. Cita (B). “(...) España sagrada, Tomo15. Trat. 55. cap. últ. núm. 65 (...)”. Página 105. Cita (A). “(...) Morales en su Crónica de España Lib. II, cap. 18, pág. 24 (...)”. Página 129. “(...) Llegada de Belisario a Menorca. En este mismo año, habiendo Belisario, general Romano conquistado el África, coronó su expedición con la conquista de las dos baleares Mallorca y Menorca; pero como estas dos islas no eran, por decirlo así, sino un átomo en el grande torbellino que trastornaba a Roma, la Historia apenas exacta en los grandes acontecimientos de estos tiempos, casi nada dice de las revoluciones que sobrevinieron (A), más lo que se desprende es, que los Vándalos continuaron por muchos años ocupando la Isla y persiguiendo con furor a los cristianos sus habitantes; quienes se habrían tenido por muy dichosos con estas costosas consolaciones, si hubiesen finalizado ya las nuevas crueldades y opresión de sus tiranos, por otro accidente que no habían preveido, cortó de un golpe sus espirituales consolaciones. Tentativa de los Vándalos. Gunderico estivo por largo tiempo indeciso al experimentar las buenas costumbres y arreglada conducta religiosa de los cristianos, y como este tirano juzga la causa por los efectos, echa el resto de su crueldad y opresión. o contento ni satisfecho aún en haber encadenado la cristiana libertad con los más opresivos grillos, quiere y manda que todos sus súbditos de cualquiera religión, secta o nación que sean, se sometan a la observancia y cumplimiento de las torcidas ideas de su falsa religión Arriana, bajo el supuesto de ser castigados los contraventores con las penas a él bien vistas (A). Crueldad de los Vándalos. Aquí no puede el Obispo Severo retener la magnitud de sus angustias, al ver perdido su amado rebaño que tantos sudores y fatigas le había costado para su conservación en la fe, e inspirado de divinas revelaciones, se enfurece contra los enemigos tan detestables, viste su ánimo de un valor invencible, y despreciando tanto las órdenes de Gunderico como su propia vida, sale de su retiro y con un valor incalculable se presenta al tirano, lo reprende, amenaza y se opone a sus decretos. Más aquel, no se intimida, lo desprecia y le pronostica un desastroso final de castigos ejemplares; pero debe ser el último de sus 44


víctimas sacrificadas. Está decretado el haber de presenciar su tierno y sensible corazón, todos los estragos de indignación dirigidos a sus amadas ovejas. A cada paso se encuentran patíbulos, infinitos cristianos se hallan encarcelados, otros sufren un injusto arresto, unos tienen sus bienes confiscados, y otros, a pesar de las lágrimas y clamores / (Página 131) del Prelado Severo, son conducidos al suplicio llenos de virtud y noble constancia. Atropellamiento de los Menorquines. Llenase Menorca de alboroto, de suspiros y de amargura. El santo Obispo, por donde quiera que levante su vista, nada más descubre que tiranías, sacrilegios y vilezas. Madres separadas de sus hijos, para ser conducidas a la muerte, viejos arrastrados de sus casas, vírgenes desaliñadas y huyendo de sus raptores; y ministros arrancados de sus altares a efecto de ser sacrificados; y no pudiendo en manera alguna valerles el Santo Prelado, al menos los anima, los consuela y los invita a despreciar los tormentos y una vida caduca y pasajera para renacer a la eternidad. Llegada de los paganos a Menorca. El Tirano así se afana en saciar su diabólico furor, cuando una armada de Paganos desembarca en las costas de Menorca, y Gunderico solo atiende a la resistencia de aquellos enemigos, suspendiendo los castigos contra los cristianos, para más propicia ocasión. Apenas los Paganos desembarcaron en esta Isla, cuando a mano armada envisten a los Vándalos que con ánimo osado quieren impedirles su desembarque. Travase la más sangrienta lucha, y cada uno de estos dos contrarios, se esfuerza para alcanzar la victoria; pero los Paganos se muestran más valientes y son sus golpes más llenos y asestados. Los soldados de Gunderico atemorizados por el valor de sus contrarios y por la magnitud de sus filas, abandonan sus armas y piden cuartel al enemigo; más este no haciendo caso de sus súplicas, los degüella a medida que los va alcanzando; y tanto los persigue, que a duras penas resta tiempo a los Vándalos para escapar y esconderse por los montes y bosques después / (Página 132) de haber abandonado el campo lleno de sangre, cadáveres y despojos. Victoria. Apenas respiraban los cristianos al verse en el puerto final y seguro de sus opresiones y desdichas, después de una tan terrible y larga tormenta de persecuciones, cuando el mismo año y poco tiempo después de lo sucedido, pasando por esta Isla de Menorca un comboy de Hucnos y Visigodos (A), y habiendo entrado en uno de sus puertos para hacer aguada y recomponer sus barcos, hallando la Isla indefensa se apoderaron de ella intrusamente. Este accidente alarmó no solo el ánimo del Prelado Severo, si que el de todos los cristianos sus ovejas. Más esta ación demoró muy pocos días en Menorca siguiendo el rumbo de sus planes en nada compatibles con una Isla, pobre, despoblada, y hecha el ludibrio del 45


antojo de todas las potencias. Después de su marcha volvieron los Vándalos a reunirse en las respectivas poblaciones, pero tan escarmentados y medrosos, que mudado enteramente el sistema de persecución contra los cristianos, cada secta siguió separadamente sus máximas con una total independencia. / (Página 132) Página 167. “(...) Año 483. Amistad entre Vándalos y Menorquines. Por muchos años reinó en Menorca una completa paz y fraternidad entre Vándalos y Menorquines, durante cuyo largo intervalo, no solo brotó y creció la Religión Cristiana, si que también aumentó el comercio en gran manera, disfrutando estos Isleños de una prosperidad envidiable. La agricultura era la ocupación favorita de los Menorquines, a la que se entregaron también los Vándalos, prefiriendo este inocente trabajo al ruidoso ejercicio de las armas. Más los Menorquines pecaron por demasiado confiados con una nación advenediza que ocultaba y disfrazaba su veneno bajo la capa de amistad y humildes modales exteriores. A efecto de la paz y tranquilidad que reinaba en esta Isla, habiase olvidado ya la policía de ejercer sus funciones, haciéndose caso omiso de las travesuras de los Vándalos disimulándose / (Página 168) igualmente ciertos abusos civiles que poco a poco minaron grandes desastres. Tolerancia Menorquina. Fiados los Menorquines de la amistad de los Vándalos hicieron caso omiso de algunos delitos cometidos por aquella nación, pues su magnánimo corazón, no podía sufrir el delatar a las justicias de aquella nación las liviandades de aquellos sus súbditos. La caridad de los Menorquines hacia sus hermanos los Vándalos era extensiva sobre los buenos y malos, y una fraternal corrección era el único y evitar ciertos abusos que debían al principio ser castigados con las más rigurosas y severas penas. Entrega de Menorca a los Vándalos. En estos tiempos, los Vándalos que ocupaban parte de la Península Española, estando como estaban en continuo movimiento de guerra, tuvieron tan feliz suerte, que a fuerza de repetidas victorias se extendieron considerablemente sobre el continente, y aún tardaron poco en posesionarse de las Islas de Mallorca e Ibíza (A). / (Página 172) En su consecuencia, Menorca fue entregada al intruso gobierno de aquella nación, lo que dio motivo para levantarse rabiosamente tantas cervices dominadas por la conducta y vigilancia del sabio Prelado Macario, rompieron estos las ataduras de la pastoral autoridad y empezaron desde aquel entonces a experimentarse en la Isla un temible cisma y guerra civil que puso al borde del precipicio a toda la Iglesia Menorquina. Levantamiento de los Vándalos. A pesar de fulminar anatemas, el sabio Prelado, contra unos enemigos que tan abierta y descaradamente dirigían sus tiros contra la Iglesia y su gremio; no por esto cesó la 46


persecución. Aquellos se habían vilmente levantado contra el Obispo Macario y jurado vengarse de él y de todos sus seguidores. Acostumbrados los de aquella nación a vivir sin orden, sin religión y sin freno, y habiendo sido retenidos de su natural ferocidad de costumbres por los sabios planes y medidas del Santo Prelado, viéndose libres se entregaron, cual furias, a todas las atrocidades hasta el exceso y colmo de crueldad. Macario quiere resistirlos, sus mandamientos son reverenciados y ciegamente obedecidos de todos los cristianos, al paso que son despreciados por los enemigos, sirviendo únicamente para encender más en encono y fomentar más su persecución. o es dable domar a la fuerza sus contrarios, y por última determinación, dirige sus justas súplicas al rey de aquella bárbara nación, solamente los barcos de los Vándalos entran y comercian en la Isla, por consiguiente, solo queda a los cristianos el recurso de acudir y presentar sus súplicas al mismo Rey de sus mortales enemigos (...)”. Página 171. Cita (A). “(...) Compendio cronológico de la Historia de España y Portugal, tomo I, página 30 (...)”. Página 193. “(...) Destierro del Obispo Macario a Cartago. Más por desgracia reinaba en aquel entonces el impío Hunnerico (A) y residía en la famosa ciudad de Cartago. Este se había manifestado abiertamente declarado mortal enemigo de la religión cristiana. Al recibir este el memorial o instancia del Obispo de Menorca, muy lejos de compadecerse de tantas persecuciones, encendido de furor, le contestó bruscamente: que muy en breve daría fin a sus quejas, mediante las órdenes que con la misma fecha dirigía al Gobierno Menorquín, que le serían comunicadas luego de recibidas por aquel. Con esta paliada respuesta satisfizo el bárbaro Rey las justas instancias del santo prelado, quién apenas acababa de enterarse de tan corta y desabrida contestación, cuando se le intimó de parte del mismo Rey, que inmediatamente / (Pagina 194) pasase a Cartago en clase de preso (A). i siquiera se le concede tiempo para despedirse de sus amadas ovejas, con la mayor algazara y precipitación fue conducido a la marina y puesto acto continuo a la vela para su destino. Muerte del Obispo Macario en su destierro. Esta fatal catástrofe, cual horrisono trueno se esparció por toda la Isla. En un momento se juntaron una multitud de cristianos resueltos a derramar toda su sangre en impedir una tan amarga y desgraciada separación; pero fue todo en vano, apenas divisaron a lo lejos la fatal nave que conducía cautivo al santo Prelado, y llenos de sentimiento y de amargas lágrimas le dirigieron los últimos vales. Así quedaron los cristianos Menorquines privados de su Obispo Macario, de quién no tuvieron más noticia que la de haber muerto en Cartago para defender la fe de Jesucristo, cuyo fin tuvieron igualmente los Obispos de Mallorca y de Ibíza (B) (…)”. (19). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y 47


Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 164. La familia judía mallorquina de la esposa de Theodorus, un elemento más de continuidad del judaísmo en las Baleares. Las Baleares pertenecían eclesiásticamente a la diócesis cartaginense. “(…) Todo lo cual hace más admisible que el único obispo mallorquín que conocemos con anterioridad a 1237 tuviera una ascendencia judía, como lo muestra su nombre, Helías. Se le menciona en la lista trasmitida por Víctor de Vita, perteneciente a los archivos que por el año 489 manejaba la curia primacial de Cartago, en la cual se daba una relación del estado de los obispos del reino vándalo, después de la reunión de la conferencia que en esta ciudad convocó el arriano rey Hunerico, para el año 484. A diferencia de muchos otros obispos, los de las Baleares no habían padecido torturas significativas (…)”. Página 175. Los judaizantes de Ibiza ¿y Liciano de Cartagena como metropolitano? El por qué las Baleares pertenecían a la diócesis cartaginense. “(…) Hasta el momento no nos es dado dilucidar los motivos por los que Vicente de Ibiza recurrió a Liciniano Hay autores que dan por supuesto que al momento en que se intercambiaron estas cartas Liciniano era obispo. Otros, como Eusebio Cuevas y Ursicino Domínguez del Val, se muestran más cautos cuando observan que “no es improbable que la redactase siendo ya obispo”. Sin embargo, siguiendo el hilo del discurso –en este caso contradictorio de Madoz, Domínguez del Val, posteriormente consideró que Liciniano no sólo era obispo, sino que, además era metropolitano. Sin embargo, no tuvo presente que dos de las razones que aduce para considerarlo todavía monje, cuando escribió el diácono Epifanio, son las mismas que aplica a la carta dirigida a Vicente de Ibiza para considerarle obispo (…)”. (20). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 59. A. Los orígenes del cristianismo en las Baleares. Capítulo III. Inicios históricos del cristianismo en las Baleares. “(…) Agustín murió el año 430, años después de que los vándalos hubieran realizado una incursión sin éxito en las baleares (a. 425), cuando estos germanos asediaban su ciudad episcopal de Hipona (…)”. (21). Revista de Menorca. Ciencias, Artes, Letras. Mahón, 1º julio 1888. Mahón. Establecimiento tipográfico de B. Fábregas. 1888. www.revistadeMenorca1888.pdf Página 351. Museo Municipal. Catálogo. Catálogo donativos de D. Juan Seguí y Rodríguez. “(…) Dos monedas de cobre visigóticas españolas, por clasificar (…)”. (22). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y 48


Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 493. EP 11*. Memorial a mi señor y santo Padre Agustín. 1. Instrucciones de Consencio a Frontón por tal de descubrir los criptopriscilianistas, según el encargo de Patroclo de Arlés. Consentius era pelagiano como Patroclo antes de convertirse al cristianismo. “(…) [1] El beatísimo señor mío, hermano de vuestra santidad, el obispo Patroclo (6) con vehemente afecto, me ha impulsado a componer algunas / (Página 494) cosas necias y sin ton ni son contra los priscilianistas, que también ya perturbaban las Galias. [2] (…) ha llegado un siervo de Cristo, llamado frontón al cual el Espíritu Santo inspira unas llamas ardientísimas de celo por la fe. (…) [4] Efectivamente, el año pasado le había encomendado que, confiado en la inocentísima astucia, emprendiera una lucha contra los ya mencionados priscilianistas que, de tal manera infestan las Hispanias que, a su lado, da la impresión que los bárbaros no hicieron nada. (…) / (Página 495) [5] y, para explicar por qué razón lo he redactado asumiendo el papel de hereje (…) [6]. De este modo, mientras la inoportunidad de los vientos no dejaba partir al hermano Leonas, ha llegado aquí, muy oportunamente, mi hermano Frontón, el cual me ha informado sobre tantas cosas, de las cuales yo solamente contaré algunas que sirvan de advertencia (…)”. Página 493. Cita (6). “(…) Patroclus, fue metropolitano de Arlés. Desde el año 412, se mostró propelagiano. Murió asesinado por un tal Barnabus, el año 426, en vida de Agustín y, posiblemente de Consentius (…)”. (23). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 344. Capítulo V. La cultura clásica en la Baleárica y en la Tarraconense durante la romanidad tardía. Una biblioteca balear del siglo V. “(…) La resurrección de la persona, es decir, también del cuerpo, fue una inquietud enraizada en su reflexión. Estos problemas también estaban vivos entre los priscilianistas y los pelagianos africanos (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 222. Capítulo II. Los escritos de Consentius. Pelagianismo y priscilianismo. “(…) La resurrección de la persona –no sólo del alma sino también del cuerpo- le inquietaba poderosamente. De nuevo recordamos la intensidad y actualidad de tales problemas entre los priscilianistas y los pelagianos africanos. Si estas cuestiones eran compartidas a ambas orillas del Mediterráneo, sin embargo no las observaban desde el mismo horizonte. El de los hispanos 49


era el de la creación: buscaban conocer como Dios plasmaba el cuerpo, nacido de unos progenitores. En África, en cambio, se planteaba como el cuerpo y el alma accedían a la salvación, siendo así que la primera pareja humana había pecado. Los padres que engendran el cuerpo, ¿trasmitían también su culpa? Y era esto último lo que inquietaba a san Agustín. Consentius estaba especialmente preocupado para saber cómo el hombre fue creado a imagen de Dios y, se preguntaba cómo hoy su cuerpo se va conformando en la procreación humana (…)”. (24). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 366. Capítulo VI. Prosopografía a partir de los escritos de Severus de Menorca y de Consentius. 27. Pelagius, monje iniciador del pelagianismo. “(…) Es el conocido monje británico de quien tomó el nombre la herejía pelagiana, de la que llegaron repercusiones a Palestina (…)”. (25). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 527. Cita (48). Pelagio. “(…) Pelagio, nacido en Bretaña o Irlanda, por el año 354. A partir del año 411 se desató con fuerza una controversia ya suscitada anteriormente, de cariz antropológico, que en los escritos de Pelagio aparecía con un gran optimismo sobre la valoración de la capacidad humana, para observar los mandamientos de Dios, sirviéndose de la sola libertad. Fue condenado por Inocencio I, el 27 de enero del año 417 y, en el concilio de Cartago del año 418, uno y otro concilio condenaban también a Caelestius (…)”. (26). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 527. Cita (49). Zósimo. “(…) Zósimo fue obispo de Roma entre el marzo del año 417 y el diciembre del 418. Cuando escribió Consentius, ya había muerto, como se deduce del texto. Zósimo fue indulgente con Pelagio y Caelestius, en lo cual iba a la par de Patroclus de Arlés (+426); pero acabó por condenarlos con la solemne carta que menciona Consentius, conocida como carta Tractoria, enviada a todos los obispos, tras el sínodo romano de mediados del año 418, para que firmaran. La Tractoría debió llegar a Menorca el mismo año 418. Cf. sobre esta carta. PIETRI, Roma Christiana, II. pp. 1237-1244 (…)”. (27). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y 50


Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 199. Capítulo VI. La Iglesia en Menorca. La virgen Theodora. En Menorca existió el pelagianismo. “(…) De todas maneras, hacia finales del siglo IV se introdujo este rito y, según el concilio de Zaragoza, del año 380, canon 8, las vírgenes no debían recibir el velo de su estado sino después que el obispo hubiera comprobado que hubiera cumplido los 40 años. Esta velación podía tener un contenido semejante al de la consagración, que era un rito bastante común en África, realizado en una celebración pública, reservado al obispo, no al presbítero, como también sucedía en la velación hispánica, según hemos indicado. En este sentido, Theodora debía tener un reconocido protagonismo, eclesial y civil, en Iamona. A la virgen menorquina de Iamona, la Circular le asigna un papel solamente compartido por el principal judío, Theodorus y, por el obispo severus. Estos tres personajes participan de los mismos sueños que preparaban la gran transformación de Magona. Theodora, además, aparece como un tipo de la Iglesia. Esta figuración se ha visto en el arca de oé, en la ueva Jerusalén, en el rebaño de Dios, en el Pueblo de Dios, etc. La Iglesia es también vista como una nueva Eva, etc. Theodora merecía esta consideración, según el pensar de Severus, debido a su virginidad y a la fecundidad a que alude su nombre: don de Dios. Aflora de nuevo la teología de la gratitud de Dios, que debió llegar a Menorca, desde las costas africanas, promovida incansablemente por san Agustín en su lucha contra el voluntarismo del monje Pelagio (…)”. (28). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 236 y 237. Capítulo II. Los escritos de Consentius. 17. Adversus quaestiones Pelagii, deperditus, (ca 420). Pelagianismo. “(…) Entre otros escritos que mantenía en el escritorio, se encuentran unos tratados antipelagianos (ep 12* 15, 3). *o olvidemos que Orosius fue / (Página 237) uno de los primeros en combatir la regla a Pelagio y, bien pudo ser él quien actualizara los conocimientos que de sus doctrinas tuvo Consentius. Ignoramos si pudo acceder a los tratados de san Agustín acerca de esta herejía, si bien Consentius se atrevió a escribirle que poseía casi todo lo que se había producido sobre el tema (16, 2) (…)”. (29). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 284. Capítulo III. Líneas de intervención de Consentius en las controversias teológicas. El anzuelo del pelagianismo. “(…) Consentius intentó atraer a san 51


Agustín hacia Patroclus, con halagos envenenados. (…) La belicosidad de los donatistas le parecía más tolerable que la perversión de los priscilianistas. Ep. 11* 26, 1-1, 1: (…) hay mucha diferencia entre Hispania que admite un incesto oculto y, África que fornica públicamente. De manera parecida, hay una gran diversidad entre los hispanos que, cuando son encontrados en sacrilegio, tiemblan y, los africanos, que se glorian del cisma, incluso de modo pertinaz. 3. Igualmente, los priscilianistas dignísimos de toda maldición y de hostil abominación (cf. Deut. 7, 26) sin duda, están lejos de los donatistas, por más que sean inhumanos y belicosos, atendida la diversidad de los crímenes. (…) / (Pagina 285) Poco antes de que Consentius cursara esta no aceptada invitación, Orosius había pasado por Menorca, escamado por su fracaso en el juicio de los pelagianos, con el que acabó el sínodo de Dioscópolis, del año 416. (…) De hecho, hasta esta época el menorquín no parece que hubiera mostrado interés por semejante causa y, si hubiera habido pelagianos en su isla, no hubiera perdido ocasión para combatirlos. (…) ¿A qué viene que Consentius mencionara a san Agustín este documento, el único proveniente de los obispos de Roma, de entre los que pudieron llegar a Menorca? Porque en aquellas fechas tardías Consentius se incorporaba a las disputas de los pelagianos, inexistentes en Menorca y, anunciaba a san Agustín que le mandaría los escritos que tenía en elaboración en torno a estas controversias? (…)”. (30). DE FRUTOS, Alberto. “La Menorca paleocristiana. VIII Jornadas de búsqueda histórica en la isla balear”. Revista Historia de Iberia Vieja Nº 58. Copia de HIV67 58 a 63. Menorca: HIV34 Mano negra 10:03 Pág. 23. 2/ 12/ 2010 www.historiadeiberiavieja,com www.menorca_paleocristiana.pdf Página 50. Pelagianismo. “(...) A partir del siglo IV, las reliquias se convirtieron en un negocio, y como no, también en un instrumento político. Tras una afanosa búsqueda, las de San Esteban aparecieron en diciembre de 415, en una fecha muy próxima al 26, durante la celebración de un concilio acerca del pelagianismo, doctrina que minimizaba la gracia divina. “Los defensores de Pelagio estaban encabezados por el obispo Juan de Jerusalén, y el hallazgo de las reliquias inclinó la balanza a favor de su corriente”, explica la doctora María del Mar Marcos, profesora titular de Historia Antigua en la Universidad de Cantabria (...)”.DE FRUTOS, Alberto. “La Menorca paleocristiana. VIII Jornadas de búsqueda histórica en la isla balear”. Revista Historia de Iberia Vieja Nº 58. Copia de HIV67 58 a 63. Menorca: HIV34 Mano negra 10:03 Pág. 23. 2/ 12/ 2010 www.historiadeiberiavieja,com www.menorca_paleocristiana.pdf Página 61. La teoría de Josep Amengual y Batle. “(...) Quién más ha estudiado esta carta, y mejor la ha interpretado, es Josep Amengual i Batle, Doctor 52


en Teología, Historia, Filosofía y Letras, y misionero de los Sagrados Corazones. Este sabio destaca que no hay en la epístola “una sola línea de violencia física contra las personas”, y disecciona las corrientes ideológicas que confluyen en ella. Por un lado, la resistencia de los siete hermanos macabaeos -que podemos leer en el Segundo Libro de los Macabeos, todo un paradigma para los judíos por la fidelidad que mostraron a la Ley de Moisés, al preferir el sacrificio a manos del idólatra Antioco antes de quebrantar los mandamientos-; por otro, el antipelagianismo; y, finalmente, la herejía del priscilianismo. Vagamente, hemos comentado ya el segundo punto, al aludir a la búsqueda de las reliquias de San Esteban: Pelagio sostenía que Jesús no nos había redimido con su muerte, sino que se nos había enseñado a vivir plenamente en libertad, doctrina que Severo conocía. Pero, ¿qué hay del priscilianismo? La reacción de Severo a esa herejía, que aspiraba a una reforma de la Iglesia a finales del siglo IV, se traducía en su intención de universalizar los acontecimientos de Menorca como el preanuncio de una conversación total de los judíos, tal como leemos en Romanos 11, 25-26: “(...) hasta tanto que la plenitud de los gentiles haya entrado en la iglesia, entonces salvarse ha todo Israel, según está escrito”. La llegada de las reliquias envenenó el buen entendimiento que hasta entonces había en Menorca y sirvió en bandeja una suerte de represión religiosa. ¿Cuál era el objetivo final? “ ormalizar toda la isla, asimilando a la población judía”, afirma Amengual, para quién el escrito de Severo confirma al obispo como “un gran teólogo del siglo V”. A menudo, los textos no bastan para ver la verdad desde todos los ángulos. Sin duda, la carta de Severo constituye una fuente de primer orden para conocer la vida de las primeras comunidades cristianas y el poder que llegaron a ostentar en Menorca (...)”. (31). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 230. Capítulo II. Los escritos de Consentius. 10. ep. 11* ad Augustinum (419). Pelagianismo y priscilianismo. “(…) En realidad, la ep. 11* es un relato de los acontecimientos urdidos por Consentius y protagonizados por Fronto, monje de Tarragona, amigo de Consentius, contra los obispos y aristócratas priscilianistas de la Tarraconense noroccidental, en ejercicio entre Huesca, Lérida y Tarragona. La carta comienza advirtiendo que el monje Fronto acaba de llegar a Menorca y contó a Consentius el éxito de la mencionada campaña. Siguen inmediatamente unas referencias a las precisas instrucciones que el año anterior (ca. 418) Consentius había dado a Fronto, para que pudiera descubrir a los criptopriscilianistas tarraconenses, según el 53


encargo recibido del obispo Patroclus de Arlés. Consentius había compuesto tres libros y, el tercero lo redactó simulando que era priscilianista. La campaña de Fronto debió suceder después de la proeza invernal emprendida contra los judíos de Magona, narrada por el obispo Severus. El punto clave de este proceso radica en primer lugar en el hecho que Consentius señalara las personas a las cuales debía identificar Fronto. En segundo lugar aparecen los resultados de la persecución e identificación de los priscilianistas, logrados con método basado en los libros que Fronto había recibido, especialmente el tercero. Consentius lo había compuesto simulando que era un hereje priscilianista, ex persona haeretici (ep 11* 1, 5) de manera que Fronto pudiera fácilmente infiltrarse en el mundo de estas personas. Estos materiales los había transportado de Menorca a Tarragona el obispo de sede desconocida, Agapius. Este cometió la imprudencia de / (Página 231) romper el sello de la val.ija que le había confiado Consentius, a fin de que la entregara al monje. El primer éxito obtenido por Fronto consistió en que se enteró del curso seguido por unos códices mágicos, propiedad del presbítero Severus, al cual se los habían robado los bárbaros, cuando saquearon su castillo situado entre Hilerda(Lérida) y Osca (Huesca). (…) ¿Cómo consiguió Fronto enterarse de estos hechos? Muy sencillo. Se presentó como si fuera un priscilianista a una mujer de alta extracción, emparentada con Severus y con el comes Asterius. Se llamaba también Severa. Esta narró detalladamente al monje todo lo que había sucedido. (…) Como se trataba de una materia perseguida, o al menos sospechosa, por ser considerada priscilisnista, se poseía secretamente y, ninguno de los que tuvieron en sus manos estos libros mágicos quiso confesarlo. Consentius consideraba hiperbólicamente menos peligroso a los bárbaros que a los priscilianistas. Estos germanos, al dar con los códices supuestamente heréticos, se deshicieron de ellos entregándolos al obispo del lugar, Hilerda. Sagittius. Este, en vez de destruirlos o quemarlos, que era lo usual en estos casos, durante la Antigüedad, se los guardó en secreto y los leyó afanosamente. Dado que se trataba de un hecho público, se vio presionado a entregarlos al metropolitano de Tarragona, Titianus, pero se guardó en el archivo de la iglesia, in archivio ecclesiae (2, 8) aquellos pliegos que eran más venenosos. o obstante, escribió al metropolitano que le transmitía aquellas partes que más le disgustaban por su contenido dañino. / (Página 232) El metropolitano se desentendió del asunto, mandando los códices al obispo que había ordenado de presbítero a Severus, que era Syagrius de Osca, persona devota e ingenua y de edad muy avanzada. 54


Syagrius creyó los infundios de su presbítero, el cual alegaba que había recibido aquellos códices de su difunta madre y, que no los consideraba nocivos, por lo que los había trasladado a su castillo. Syagrius devolvió compra a Sagiittius de los cuadernos que se había guardado. Y aquí empieza la segunda parte de la proeza de Fronto. Fronto denuncia formalmente a Severa y al presbítero Severusa. Pobre y solo se enfrenta a los poderosos de Tarragona sante un tribunal eclesiástico. Severa, en un primer momento, por temor, no se retractó de cuanto había contado a Severus, pero este juró y perjuró que desconocía el paradero de los códices. Se hizo fuerte en su parentesco con el comes Asterius. Y fue entonces que Severa volvió atrás y negó su anterior delación. En estas circunstancias, atendía la delación de Severa, el tribunal eclesiástico no pudo menos que citar a los obispos Sagittius y Syagrius, para que consignaran los códices al tribunal del metropolitano Titianus. Y en estas circunstancias llegó a Tarragona el comes Asterius que había recibido cartas de su pariente el presbítero Severus, en las cuales acusaba a Fronto de impostor. Este suplicó a Asterius que le interrogara en la basílica cristiana y no en el pretorio. Así sucedió. Los obispos Agapiyus y Titianus, reunidos en la chancillería episcopal de Tarragona, acusaron a Fronto ante Asterius y, se entabló una discusión del obispo Agapius con Fronto, sobre la violación de la correspondencia que Consentius le había confiado para que la entregara cerrada a Fronto. Los hechos se desencadenaron de tal manera que Fronto recibió las escusas del comes, por las molestias causadas y además admitió su inocencia, mientras se mantenía la culpabilidad de sus parientes. Asterius marchó hacia su campaña contra los bárbaros, poco conocida. Habiéndose ausentado Asterius, su mayordomo tomó la revancha contra Fronto, pero al cabo de unos días le encontraron muerto repentinamente. Llegó ya el turno de la intervención de los obispos Sagittius de Hilerda y Syagrius de Osca. En aquel momento, según la disciplina eclesiástica y de acuerdo a lo manifestado por Sagittius, los códices debían estar en el archivo de su catedral y en el de la osca. Pero en realidad los poseía / (Página 233) de nuevo Severus, el cual no sabía cómo deshacerse de ellos, ante la gravedad del peligro que corría frente al tribunal. En esta situación, Sagittius y Severus se cruzaron cartas clandestinas y, mandaron emisarios para recomponer ocultamente el estado de las cosas. Pero uno de estos se desvió del camino, de modo que 55


los códices que debían ir aparar a las manos de Syagrius, fueron de nuevo a caer en las arcas del castillo de Severus. Más aún, la mala conciencia de Sagittius, por haber vendido la parte de los códices a Severus, su dueño originario, le llevó a comete la imprudencia de escribir a Syagrius auto delatándose, declarando que pensaba que él había obrado de manera igual y, que, consiguientemente, también había recibido dinero de Severus. La espesura de los movimientos se torna cada vez más tupida, sobre todo cuando se multiplican las sospechas entre los mismos priscilianistas. Un emisario secreto de Severus llevó a Sagittius los ominosos códices, el cual se digirió presuroso a Tarragona para presentarlos ante Titianus y los demás obispos. El crédulo Syagrius, después de un terrible sueño, decidió limpiarse la conciencia delatando a Severus y a Sagittius ante el tribunal. Pero llegó demasiado tarde. Se le había avanzado Fronto. Por eso, cuando Sagittius presentó los códices ante el metropolitano Titianus y los obispos reunidos, se armó una gran confusión. En estas circunstancias Fronto pidió una pausa en el proceso. Seguidamente Syagrius llegó a Tarragona y confesó a Fronto su complicidad, lo cual fue aprovechado por éste para acusar públicamente a Sagittius y a Severus. En este estado de la situación, el metropolitano Titianus optó por aplicar el derecho canónico sobre el procesamiento de un obispo, entenderlo en una asamblea de obispos. Fruto de esta decisión fue la reunión de un concilio de siete obispos en Tarragona. Lamentablemente las actas fueron lanzadas a las llamas. Aconteció que el obispo Agapius murió repentinamente, lo cual Fronto interpretó como castigo divino. En vista de lo acontecido, Fronto debía rendir cuentas al alto instigador de toda esta patraña, por lo cual se dirigió a Arlés con la finalidad de visitar a Patroclus, que convocó un nuevo concilio; esta vez en territorio más favorable para él, en Biterrae (Besiers) en la *arbonense. De allí Fronto bajó hasta Menorca para explicar todo lo acontecido a Consentius. Por su parte Consentius prosiguió la caza de brujas. Empezó por tildar de cómplices con el priscilianismo a los obispos hispánicos, mientras resaltaba la aversión de los galos hacia esta herejía. / (Página 234) o sólo esto. También recriminaba a san Agustín con el procedimiento moderado adoptado en África contra los donatistas, pues según Patroclus tal actuación servía de pretexto para proceder de modo semejante contra los priscilianistas. Finalmente rogaba a Agustín para que explicara a Patroclus de Arlés la divinidad del procedimiento que aplicaba contra los donatistas y, 56


al mismo tiempo, le recomendaba que se sirviera de los libros antipriscilianistas que le habían enviado. os hace saber que es el mismo transportista, leonas, el que lleva la carta a san Agustín, ep. 11*1, el cual al cabo de más de un año, recogió el tratado Contra mendacium, I, 1, para llevarlo en Menorca. Razón tuvo san Agustín al no inmiscuirse en comprobar la veracidad de una trama tan rocambolesca (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 258. Capítulo III. Líneas de intervención de Consentius en las controversias teológicas. Desplazamiento social del priscilianismo. Priscilianimo. “(…) Al lado de este desplazamiento geográfico, también asistimos a una fuerte penetración del priscilianismo en los componentes de la alta sociedad hispánica tardorromana, a la cual pertenecía un sector de personas eclesiásticas, entre ellas algunos obispos y miembros de familias de la aristocracia tarraconense. La extracción social del episcopado de la Tarraconense parece que seguía esta tónica. Unos datos prosopográficos, entresacados de Consentius, conducen a esta conclusión. Su texto confirma / (Página 259) los círculos poderosos de Hispania, había la tendencia a ocupar las sedes episcopales, como lo podemos observar ya en tiempos de Prisciliano. Un personaje significativo es Asterius, el cual estaba emparentado con los jefes de los priscilianistas. Sin embargo, por razón de los imperativos de la política tardorromana, buscó liberarse de toda sospecha de herejía y dejó a sus consanguíneos en la estacada. Huelga entrar en discusiones sobre el asunto. El hecho es resolvió estas incidencias ante un tribunal que no tenía la categoría de la audiencia pública, sino que el comes se sinceró ante el monje Fronto del cual recibió un testimonio público de ortodoxia. El metropolitano y los demás obispos presentes en Tarragona tuvieron conocimiento de la exculpación que hizo el monje; pero ellos no examinaron al comes, ni expresaron veredicto alguno de condena o de absolución. Esta fue proclamada por un laico, el monje Fronto. García Moreno ha hecho una interesante labor por situar Asterius y a sus parientes Severa y Severus dentro del contexto de la aristocracia de la Tarraconense que, al parecer, debía tener una cercana vinculación con la dinastía de Teodosio. Parece que, además, de este modo adquiere mayor coherencia el interés de los teodosianos por defender esta provincia, que no sería nada marginal por aquellas calendas. El nuevo mapa que surge de estas informaciones y la nueva composición social del priscilianismo que se deduce, avalan la tesis según 57


la cual / (Página 260) no se trataba de una expresión correspondiente a una marginada y poco romanizada sociedad, antes al contrario. Otro aspecto directamente caracterizado por los nuevos escritos lo constituye la importancia de la literatura mágica y críptica difundida entre estos aristócratas civiles, militares y eclesiásticos. Consideramos que se trataba más precisamente de una gran difusión de los apócrifos, en el sentido que leemos en la ep. 237 de san Agustín, dirigida al obispo Ceretius. Finalmente Consentius y Patroclus de Arlés, de manera expresa, son los protagonistas de una práctica revisionista acerca de las medidas conciliadoras, introducidas por el I Concilio de Toledo (a. 400), con respecto a los priscilianistas. Estas posturas reflejaban la situación general a la cual eran confinados todos los grupos disidentes de la unidad confesional católica, que se imponía durante la Romanidad Tardía (…)”. (32). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 251. Capítulo III. Líneas de intervención de Consentius en las controversias teológicas. El priscilianismo combatido por Consentius. Priscilianismo. “(…) El priscilianismo empezó a ser conocido en el exterior de Hispania con los rasgos híbridos de gnosticismo, maniqueísmo y origenismo. Así, comenzando por Filastrio de Brescias, se hablaba de unos ascetas oriundos de aquella península, por el año 390. Basil Studer estudió con detención la posible vinculación del priscilianismo con estas corrientes orientales y su eventual proveniencia de Egipto. Cabe afirmar que los contenidos del priscilianismo son mucho más complejos de los que a primera vista aparece. / (Página 252) Sin embargo, con el hallazgo de las nuevas cartas se arrojó nueva luz sobre este complejo fenómeno. Escribano ha observado que, con las aportaciones de la ep. 11*, el estudio del priscilianismo ha podido liberarse más de la dialéctica inculpatoria y exculpatoria. Emerge un panorama geográfica y sociológicamente mucho más amplio y complejo. Además, la carta ayuda a consolidar dos de las tendencias del estudio de esta corriente hispánica: la que encuadra más ampliamente el ascetismo tardorromano en Occidente y la que se interesa por el priscilianismo como fenómeno de la sociología de la religión. Si originariamente el priscilianismo empezó a extenderse por las zonas centrales y noroccidentales de la Hispania, entrado en el siglo V y, posiblemente tras notable evolución, encontramos a los priscilianistas poderosos en la Tarraconense. Este hecho podría explicar por qué el concilio reunido / (Página 253) en el año 380 para tratar la cuestión de prisciliano, tuvo a Zaragoza como sede. 58


Hemos de atender a otra información, que no ha despertado gran interés y, que proviene de la afirmación de Consentius, sobre la penetración de los priscilianistas en el territorio ultra pirenaico hacia la cuenca del Ródano. egar toda veracidad a esta presencia sería tan imprudente como darle pleno crédito. Todos los estudiosos piden cautela ante las hipérboles de Consentius. Indudablemente él y su mentor querían que san Agustín tomara partido a favor de su causa expansionista. En esto perdieron el tiempo. Pero, lo menos que hemos de concluir de la exposición de nuestro corresponsal es que, posiblemente, se deba añadir un eslabón más a la cadena que vincula ambas vertientes de los Pirineos orientales y, que se ensancha hacia Oriente y, baja hacia las Baleares. Viajar al África del orte desde estas islas era una constante histórica. Posiblemente podamos aportar una pieza más a la múltiple vinculación entre las regiones de esta zona, ya observada cuidadosamente por Jacques Fontaine, como hemos indicado poco ha (…)”. (33). “Día 1º de mayo. Santos Felipe y Santiago Apóstoles (+ hacia 54 y 63)”.www.santos5-6.pdf Página 44. Cristiana muerte de Patricio: padre de san Agustín. “(...) Agustín va a Cartago a continuar sus estudios; su inteligencia es un foco de luz, pero su corazón un hervidero de pasiones. Esta salida costó muchas lágrimas a su madre, pues temía, con razón, por la vida espiritual de su hijo a causa del corrompido ambiente que se respiraba en dicha ciudad. Agustín no contaba más que diecisiete años, edad la más propicia para el naufragio espiritual, al admitir fácilmente el oropel brillante de nuevas ideas y teorías, que más sirven para corromper el corazón que para alumbrar la mente. *o es, pues, extraño que este hijo fogoso y lleno de ímpetu perdiera la fe y la pureza en su continuo trato con los herejes maniqueos. Entonces sintió Mónica todo el dolor que siente una madre al ver perdido a su hijo y en trance de condenación eterna. Patricio, su esposo, compartió con ella las sentidas lágrimas, lo cual fue un lenitivo a su dolor. Por entonces el padre de Agustín había abrazado ya la fe cristiana, y enmendaba cada día su vida para hacerse más agradable al Señor a quien servía. Cayó enfermo y pidió el Bautismo, que recibió con fervor, y se durmió cristianamente en brazos de su esposa, por medio de la cual Dios le había concedido la gracia insigne de la sincera conversión. Libre ya Mónica de los lazos matrimoniales, pudo vacar más fácilmente a la oración y a toda clase de obras buenas, y evitar, en lo posible, el trato con el mundo. Aumentó sus austeridades, multiplicó las mortificaciones y desahogó su amor para con los pobres, en cuyo servicio pasaba la mayor parte del día. Se convirtió en madre de huérfanas, y 59


consoladora de viudas y de casadas desengañadas de sus sueños de felicidad (...)”. Página 44. Un hijo de lágrimas: san Agustín. “(...) Con la muerte de Patricio, quedó Mónica sumergida en un mar de inquietudes acerca de la suerte de su hijo, pues ella se sentía impotente para apartarle de la fatídica senda que había emprendido. o obstante, confiaba plenamente en Dios, a quien había encomendado tan importante asunto. Entretanto Agustín crecía en sabiduría y brillaba en sus estudios, gracias a la generosidad de un amigo de su padre. Pero, triunfantes sus pasiones, su fe languideció hasta el punto de que apostató públicamente de ella y se convirtió en sectario y maestro del maniqueísmo. Es imposible explicar el dolor de Mónica entonces. De sus ojos salían ríos de lágrimas; el dolor / (Página 46) de una madre que ha perdido a su hijo único; los gemidos de Raquel, la madre que no admite consuelo, son débiles imágenes de sus tormentos — dice San Agustín en sus Confesiones. Mónica que había derramado tantas lágrimas al saber las liviandadesde su hijo, ¿qué no haría ante la infidelidad de Agustín a su fe? Cuando en vacaciones volvió a la casa paterna, a la primera palabra que profiere en alabanza del maniqueísmo, esta fervorosísima cristiana se yergue enérgica e imponente, y, deshecha en un mar de lágrimas, exclama: «*o; jamás seré la madre de un maniqueo». Y despidió a su hijo de casa. Ante la majestuosa indignación de la madre, Agustín bajó la cabeza y salió silenciosamente — pues aun en sus mismos extravíos, jamás dejó de amar a su madre, y nunca tuvo para con ella la menor insolencia—. Fuése a pedir hospitalidad a su protector Romaniano sin perder la confianza de que su madre le recibiría nuevamente Mónica, deshecha en lágrimas y casi sin sentido, quedó sumida en un mar de penas; pero Dios vino a consolarla con un su eño que presagiaba la ansiada conversión de su hijo. Un a noche en que estaba llorando a lágrima viva, vióse de pie en el canto de una tabla que se cernía sobre el abismo; un ángel, resplandeciente de luz, se acercó a ella y le preguntó la causa de su llanto. — Lloro — respondió— la pérdida de mi hijo. — * o llores y a — repuso el ángel—, tranquilízate; tu hijo está contigo y en seguridad. Entonces, volviéndose vio, en efecto, a su hijo de pie sobre la misma tabla. Con esto, el Señor le dio a entender que su hijo vendría a creer lo que ella creía y a recibir la fe que ella profesaba. Consolada por esta visión Mónica comunicó el suceso a su hijo, que aun estaba lejos de convertirse: — ¡Ánimo, madre mía! — le dijo— , ya ves cómo hasta el cielo se pone de mi lado cuando te promete que algún día no lejano participarás de mi doctrina. 60


— De ningún modo, hijo mío — le respondió con entereza—; no se me ha dicho: “Estás donde está », sino: « Está donde estás». Esta luminosa respuesta impresionó al joven más profundamente que el relato de la visión. Desde este momento, Mónica se dirigió a los hombres más eminentes en doctrina y les instó encarecidamente a que entrasen en relaciones con su hijo para volverle a la fe católica. Pero estaba todavía demasiado imbuido de los nuevos errores, para escucharlos sin prevención. Como su madre rogase a un santo obispo que trabajase en convencer a su hijo, recibió esta respuesta: «Vete en paz; es imposible que perezca el hijo que tantas lágrimas te ha costado» (...)”. Página 47. Conversión de Agustín. “(...) Mónica llegó por fin a Roma, pero su hijo acababa de salir para Milán. Partió inmediatamente la Santa en su seguimiento y logró alcanzarle. Accedió Dios, por fin, a tan prolongadas y meritorias súplicas. Diríase que si el Señor ha diferido por tan largo tiempo la concesión de la gracia, ha sido para otorgar muchísimo más de lo pedido. Amanecerán para ella días más dichosos, pues serán días de resurrección y de gloria. Agustín sentía amansarse sus luchas internas en el íntimo trato con San Ambrosio, obispo de Milán. Las palabras del santo Doctor desvanecían todas sus dudas. Lentamente iban abriéndose sus ojos a la fe, hasta que, con claridad meridiana, manifestóle el cielo su voluntad por una voz misteriosa que sin cesar le repetía: «Tolle, lege ! ¡Toma y lee!» Abrió las / (Página 48) epístolas de San Pablo, leyó, y cayó, como el Apóstol, vencido por el amor de Jesucristo. Poco tiempo después, recibió el Bautismo de manos del obispo de Milán. Salió de las aguas bautismales completamente transfigurado y dispuesto a ser santo. La vocación religiosa fue la gracia principal de su Bautismo. Inicióle en el nuevo género de vida Simpliciano, santo y sabio religioso de Milán. *i un solo instante desmereció Agustín las enseñanzas de su maestro, las cuales puso inmediatamente en práctica. Resolvióse volver al África para vender su patrimonio; dio una parte a los indigentes y reservó otra para la fundación de un monasterio, semillero fecundo del monacato africano. A este fin se encaminó a Ostia, donde pensaba embarcarse, en compañía de su madre y de algunos amigos. Pero, Mónica había ya terminado su obra: Su hijo estaba convertido. Podía repetir a Dios con el Salmista: «Conforme a la multitud de los dolores de mi corazón, tus consuelos alegraron mi alma» (Sal. X C I I I , 19) (...)”. (34). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les 61


Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 253. Capítulo III. Líneas de intervención de Consentius en las controversias teológicas. Una geografía mediterránea del priscilianismo. Priscilianismo. “(…) Las fronteras del priscilianismo se habían extendido como una mancha de aceite, de forma que los Pirineos tampoco en esta ocasión han resultado ser frontera válida. Las calzadas romanas han podido más. Han propiciado la expansión de esta corriente, siguiendo las pisadas de otras personas y de otras ideas. / (Página 254) Por otra parte, aún cuando desconocemos alguna operación contra los seguidores del obispo de Ávila en las Baleares, parece que los había, si atendemos a las expresiones críticas de Consentius proferidas contra los cristianos baleares. Con todo, al menos en tanto no dispongamos de ulteriores informaciones, cabe afirmar que no debieron ser muy numerosos. o sólo los priscilianistas atravesaron las cordilleras y los mares hispánicos, sino que, o podemos minimizar el hecho de que Consentius hiciera presente a san Agustín, con fundamento o como recurso intimidatorio, que en su sede episcopal también los herejes de origen hispánico habían suscitado adeptos y, hace falta combatirlos: arbitror quod multa Priscillianistarum quae in ista prasecipue urbe latitant agmina publicentur (ep.. 1 1*, 27, 3). Si de hecho había tanta comunicación, es impensable que la costa mediterránea se convirtiera en un cordón de sanidad que protegiera las Islas y África de las corrientes ascéticoteológicas que surgieron en Hispania. Otra cosa muy distinta es que debamos creer acríticamente todo lo que dice Consentius. Pero su información no se puede esquivar. Por supuesto, sus datos son el priscilianismo africano se han de atribuir a Orosius, que poco antes había pasado por Menorca. Por otro lado, si de verdad los priscilianistas también eran tan numerosos en Menorca y, Severus era un obispo tan celoso, ¿cómo es que Consentius no le implica en combatirlos? ¿Lo intentó del mismo modo que intentaba ganar para su causa a san Agustín? ¿Podría ser que Severus tácitamente, estuviera detrás de la operación? De todas maneras, es posible, que Consentius exagere. Por otro lado, ¿debemos ver en la actitud de los obispos una tolerancia y un irenismo extremados, lejos de todo rigorismo o debemos pensar que estaban dogmáticamente equivocados? Si algún rigorismo podemos observar es el de Consentius. La reacción de Agustín ante el método de la mentira, consistió en condenar la práctica de mentir –no a las personas- en cualquier hipótesis, aún en el caso de que se revistiera de sentido humanitario o de pretensiones espirituales. Pero su contundencia llega al grado más alto cuando condena que se la utilice para defender la religión. 62


Si nos trasladamos a otro ámbito del discurso de Consentius observamos que levanta a sistema las medidas que, según él, se deben tomar, debido a la desconfianza y suspicacia que le movía ante los teólogos. Incluso anunciaba condenas formales para san Agustín. Su talante y opción le llevaban a leer el texto bíblico con lentes fundamentalistas, a / (Página 255) tomarlo indiscriminadamente y a esperar la sanción de las autoridades eclesiásticas. Si dicha sanción no se producía, entonces pretendía recurrir a la autoridad del Estado. inguna amenaza puede ser mas aberrante en cuestiones humanas y teológicas que la de poner en manos políticas y militares la causa de la fe. Por fortuna, la respuesta de san Agustín no entró ni siquiera aparentemente en este juego fundamentalista y prontamente inquisitorial. Su reacción fue nítida intelectualmente y pastoralmente irrenunciable y eficaz y le propuso: “Ama intensamente el entender” (ep 120,3,13,4). Es decir, le invita a cultivar la inteligencia porque, sin ella, las escrituras no resultarían útiles, a pesar de ser portadoras de grandes mensajes. Este mismo razonamiento fue el que le aplicó el obispo hiponense, cuando contestó a una consulta de otro colega suyo, Ceretius. Se hallaba inmerso en la maraña priscilianista. Le confundían con las citas de los apócrifos, etc. Agustín volvió a insistir en que los seguidores de Prisciliano también aceptaban los libros canónicos, a los que añadían muchos apócrifos. Cuando las escrituras iban contra ellos, dice Agustín, las interpretan con astucia a su favor. Pasando al caso de Menorca, atendiendo a que el juicio canónico era imposible para dominar a los poderosos y notables judíos, Consentius cooperó con el obispo Severus en la más eficiente operación deprender fuego a la sinagoga de Magona. Las dos campañas, la de Menorca y al de Tarragona, reflejan la progresiva imposición de la confesión católica durante la Romanidad Tardía. Ahora bien, Consentius-Severus prefirieron aplicar la que hemos denominado teología del terror. Era un recurso para las mentes perezosas, / (Página 256) que les facilitaba resolver expeditivamente los conflictos. El contencioso global, en este caso, era el de la disensión religiosa, resuelto por el Imperio tardío con la oficialización del cristianismo, que tenía como consecuencia que el disidente era desterrado. Las violencias físicas, hubieran quebrado la legalidad, de aquí que Severus se cuidó mucho de no causar lesiones a los judíos, pero los recondujo compulsivamente a la romanización completa, que culminó en su incorporación al cristianismo. Por su parte, Consentius siguió la vía judicial y la de la amenaza. En todo caso fue su emisario Fronto quién corrió el riesgo de ser apedreado. Sabiendo que, en las Galias, Patroclus estaba de su lado, Consentius amenazó con un posible recurso interpuesto por los obispos galos ante el emperador. Más aún le 63


conminaba advirtiéndoles que las medidas imperiales se extenderían a todas las provincias. Es una consecuencia de la expansión del priscilianismo, descrita por Consentius. En definitiva, la teología y la pastoral se habían envilecido hasta convertirse en un instrumento en manos de los políticos. De aquí que las nuevas líneas de investigación tiendan a desencallar el priscilianismo del terreno de la heresiología, marcada por los polos de la inculpación y de la exculpación y, ampliar el panorama para situarlo en un espacio más vasto. Podemos detectar unos modos de relaciones y de tensiones socio-políticas más plausibles que las supuestas tensiones de carácter social, o que las que diferenciaban las zonas romanizadas de las que lo estaban menos. Estas serían la cuna del priscilianismo. o obstante, el episcopado tarraconense, las grandes familias que aparecen en la carta de Consentius están plenamente enfrascadas en el priscilianismo que rechaza san Agustín y, al mismo tiempo viven en una de las regiones más antiguamente romanizadas de Hispania. Por tanto, al menos este priscilianismo tarraconense nada tiene que ver con el grado de romanización de la zona. A favor de la credibilidad de Consentius, cuando asegura la presencia de priscilianistas en las Galias, puede tal ve atestiguar el obispo Ceretius / (Página 257) en la mencionada carta dirigida a san Agustín en fecha desconocida. Por la respuesta que este le dedicó, sabemos que su ambiente estaba marcado por esta corriente, que se manifestaba en formas parecidas a las que había denunciado Fronto, en Tarragona, el año 419. Los libros mágicos son calificados como apócrifos, por san Agustín. Este asegura que los priscilianistas también admiten los libros canónicos, que interpretan a su manera cuando el texto no les favorece. La reflexión del obispo de Hipona tiene ecos de la ep.120, 3, 13, 4. o basta disponer de las escrituras admitidas por la Iglesia. Se requiere, especialmente, interpretarlas bien. A ello ha de conducir el trabajo de los teólogos. Agustín, además, ataca con violencia a los priscilianistas, precisamente por su doblez. Todo nos lleva a pensar que esta carta, sin datar, es contemporánea al contra mendacium o, poco anterior, ya que no lo cita. Pero en ella recoge argumentos que expresó en este tratado y en la ep.120. o sólo esto, sino recordando posiblemente a Dictinus, recoge el adagio que en la secta era el principio de acción y consagraba el perjurio. Que hiciera memoria de Dictinus es lo más probable, puesto que la máxima de los seguidores de prisciliano la propagaron: Algunos que los trataron, que fueron priscilianistas y luego se libraron de ellos por la misericordia de Dios, recuerdan ese precepto con estas palabras: “Jura, perjura, pero no reveles el secreto”. Poco antes de morir, Agustín, en su catálogo de herejías cuando describe a los priscilianistas, vuelve a repetir este adagio, mezclado con / 64


(Página 258) otras características de su doctrina, alguna de las cuales se asemeja a las que mostró en su respuesta a Ceretius. Ya en su lugar dejamos constancia como precisamente Symphosius, obispo y su hijo, que lo era de Astorga, Dictinus, se habían retractado, como consta en un anexo a las actas del I Concilio de Toledo. (…) Sea lo que fuere, el priscilianismo en su versión del siglo V, se había extendido en una amplia zona, que tenía sus ramificaciones en la cuenca norte y sur del Mediterráneo occidental y en las Baleares. Desde estos lugares fue denunciado a san Agustín, pero, a mi modo de ver, queda suficientemente expresada la convicción de que fue Consentius quién, antes de los que creía san Agustín y con anterioridad a lo que se ha opinado generalmente, hizo entrar el obispo africano en las contiendas priscilianistas, lo cual había acontecido por el año 413 o un poco antes (…)”. Página 254.Cita (29). “(…) MORIO ES, “San Agustín y Consencio”, p. 31, nota 8, sin conocer las nuevas cartas, escribió que “los Priscilianistas que eran muy numerosos en las Baleares (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 261. Capítulo III. Líneas de intervención de Consentius en las controversias teológicas. ¿Y si en lugar de códices de magia se hubiera tratado de escrituras apócrifas? Textos priscilianistas acusados de mágicos como los apóstoles seguidores de la Iglesia del Camino. “(…) El priscilianismo no estuvo exento de ciertas connotaciones mágicas. Se ha considerado que la costumbre de Prisciliano de orar desnudo se aproxima más a la magia que a la indecencia que, por ejemplo, horrorizaba / (Página 262) a los judíos y no era del agrado en la cultura cristiana a partir de esta impugnación, no es frecuente hallar pruebas de que los priscilianistas se dedicaran a la práctica de la magia. Tampoco Fronto y Consentius, en su descripción del proceso contra el obispado y la alta sociedad tarraconense, aducen una exhibición de artes mágicas, ni la comisión de crimen o maleficio alguno. Por esto, desconcierta la lectura de la narración, que se centra en la posesión de libros mágicos y la pasión por su lectura. Llegados a esta comprobación, el curso de los acontecimientos demanda un complemento, que en manera alguna se nos ofrece. En ningún momento emerge una acusación de unas prácticas de magia, ni siquiera de un solo acto de brujería. Entonces la coherencia con el contexto priscilianista está abierta a otras explicaciones. Una de ellas, que considero la más satisfactoria, sería que Fronto y Consentius calificaron de mágicos aquellos dañinos códices, que en realidad contendrían colecciones de Apócrifos del Antiguo y *uevo Testamento. 65


El término apócrifo ya era usual en aquellos tiempos para denominar a escritos en principio “secretos”, que no fueron assumidos en lo que se llama el canon de las escrituras, o colección de escritos que para la Iglesia son vinculantes y, que inspiran su doctrina y acción. (…) / (Página 263) La afición por la lectura de los apócrifos va unida a toda la historia del priscilianismo. En esto consistió una de las acusaciones de Hidacio de Mérida en el concilio de Zaragoza del año 381, aunque no consta en sus actas, sino que la conocemos por el mismo Prisciliano (…)”.Página 273. Capítulo III. Líneas de intervención de Consentius en las controversias teológicas. La etiqueta priscilianista pasa a ser la denominación de una herejía. “(…) Si no detectamos una clara heterodoxia en los escritos conocidos de Prisciliano y, además, Consentius no menciona ni siquiera su nombre, ¿a qué corriente priscilianista apunta este cuando acusa a los priscilianistas de herejes? En realidad no apunta a ninguna corriente. El problema que ataca se resume en que unos obispos y clérigos aristócratas de la Tarraconense consumían literatura mágica. Tampoco Consentius describe, ni siquiera lejanamente, qué clase de magia era aquella, contenida en aquellos libros, ni tampoco especifica hasta que punto merecía sanciones eclesiásticas el error que los sacaba del dogma católico (…) / (Página 274) Mintiendo Consentius no tuvo conciencia de haber caído en la herejía. Por tanto, algún tipo de error cristológico debían encerrar los libros apócrifos, con cuya lectura se deleitaban aquellos priscilianistas. San Agustín condenó la conducta inspirada en la simulación y la falsedad pero no la calificó de herejía. Para combatirla, propuso a Consentius que llevara a cabo un proyecto teológico al servicio de la verdad. Sin embargo, no le propuso método alguno para refutar los posibles errores heréticos de los priscilianistas. Los había? ¿De qué tipo? o aparece la menor indicación en su correspondencia con Consentius. Ahora bien, podemos observar que, desde sus orígenes, se da una especie de escalada en la calificación doctrinal del priscilianismo. Así el año 380, los doce obispos reunidos en Zaragoza, cuando el priscilianismo fue condenado por primera vez, no lo nombraron y ni siquiera mencionaron el nombre de Prisciliano. En esto último coincide Consentius. En Zaragoza se rechazaron las reuniones mixtas, de mujeres con varones, para aprender enseñanzas cristianos (canon 1), las prácticas del ayuno en domingo (2), no consumir la eucaristía en la celebración (3) ausentarse de la iglesia durante los 21 días que medían entre el 17 de diciembre y la Epifanía (6 de enero) (4), ser admitido por un obispo diverso del que le condenó (5), al clérigo que, para vivir licenciosamente, se hace monje (6) al que se hace llamar doctor (7) y acaba prescribiendo que las vírgenes no recibían el velo hasta que hayan cumplido los 40 años (8). 66


En ningún momento plantearon cuestiones de dogma que mencionaran el rechazo de aquellos obispos. Veinte años más tarde, en Toledo, ya se habla de la “secta” de Prisciliano. Y al cabo de otros veinte años más, Consentius, con toda / (Página 275) normalidad, tanto en el comienzo como en la conclusión de la ep. 11* en los párrafos 1, 1, 4, y 25, 1 y 26, 3; 27, 3, lo denomina priscilianistas, en un concepto que equivalía llamarlos herejes. Sin embargo, no conviene omitir que el creador del término o, al menos el primero que calificó de esta manera a los priscilianistas, según podemos saber, fue san Jerónimo hacia el año 393 y, con posterioridad, repitió estas ideas y en los mismos términos. Le siguió el papa Inocencio I, en su carta tercera que hemos de datar en torno a los años 402-40. En ella reacciona contra la admisión a la comunión católica de algunos obispos, que habían seguido la proterva herejía de Prisciliano. Mientras observamos que fue en el exterior de la Hispania, donde al parecer, se califico por primera vez de herejía al priscilianismo, hemos de llegar a Orosius, en el Commonitorum, de errore priscillianistarum et origenistarum, escrito hacia el 415, para que un autor hispano conocido tilde de hereje a Prisciliano. En esta dirección camina la hipótesis de escribano Paño, según la cual Consentius podría haber tomado el calificativo de este presbítero hispano Orosius, que sería su visitante amigo, que habría recalado en Menorca. / (Página 276) La hipótesis de que el visitante llegado a Menorca, hacia el año 417, fuera Orosius no es un descubrimiento de nuestros días. Se trata de una suposición muy probable, que desde antiguo se ha divulgado entre los historiadores, ateniéndose a la información que da el obispo Severus de Menorca en su Circular. (…) Sigamos ahora, más analíticamente, como Consentius en la ep. 11* califica de herejes a sus contrarios. Empieza por transcribir, observémoslo el relato de Fronto. Este designa a la mujer protagonista de las delaciones, la poderosa Severa, como “aquella hereje”, Severa iilla haeretica, en ep. 11* 2, 2 y 16, 2. A continuación observamos como Fronto, simulaba que era un priscilianista, siguiendo las instrucciones que Consentiius había redactado ex persona haeretici (1, 5), es decir haciendo el papel de hereje o simulando ser un hereje. En estas circunstancias el monje fue considerado realmente como tal (3, 3). De esta suerte indagó los nombres de los herejes, haereticorum nomina perquisiui (2,2), que, al ser destapados, se alarmaron e inquietaron manifiestamente, ya que se alborotaron públicamente durante el proceso eclesiástico público, haeretici in tumultum versi (5, 3). Entonces empezaron a atacar a Fronto que fue injuriado por los herejes, ab haereticis discerpendus (10, 2). Más aún, éstos consiguieron embarvecer el pueblo contra él, populus 67


Taraconae haereticorum vocibus incitatus (6,1). / (Página 277) También Fronto utilizó el sustantivo haeresis cuando consideró que Patroclus de Arlés merecía una primicia informativa de su aventura, porque el obispo le aplaudía la persecución de los herejes, in insectatione huius haereseos (23,1). Parece estar fuera de duda que la calificación de herejía era una designación del priscilianismo difundida ya por el año 419. Por otro lado conviene observar que existe una diversidad entre el vocabulario de Fronto y el de Consentius. Solamente este es el que introduce el término “priscilianista” como sinónimo de herejía. Se trata de un paso más en la estigmatización de los seguidores del obispo de Ávila. (…) o disponemos ni siquiera de todo lo que Consentius escribió sobre estos herejes. Por supuesto, el hecho de que hubiera entre ellos algunos monjes activistas y colaboradores de los aristócratas, no agrava la cuestión, ya que ello no es óbice para que otros monjes del grupo pudieran vivir ascéticamente. Si nos preocupamos por la calificación doctrinal, de forma que queremos sacar una conclusión clara y segura, podemos decir que, con la luz que nos dan los nuevos escritos, no hay argumentos suficientes para atribuir heterodoxia a los libros apócrifos de la Tarraconense, ni tampoco para librarlos de sospecha, ya que conocemos las calificaciones de Fronto, pero no el contenido de los libros (…). / (Página 279) Por contraposición tenemos un dato negativo consistente en que la sede de Roma nunca intervino en la cuestión priscilianista. Ello a pesar de que Prisciliano se dirigió con sus amigos a Roma, donde el papa Dámaso les denegó la audiencia. Más aún, el papa Siricio protestó ante el emperador Máximo por el juicio que acabó con la vida de Prisciliano. Las manifestaciones romanas son posteriores a varias instigaciones, de forma que en Roma era conocido este asunto contra los priscilianistas. Baste decir, que Inocencio I, contemporáneo del I Concilio de Toledo y, que ejercía el pontificado con pretensiones intervencionistas, sobre todo en Occidente, calificó el priscilianismo de herejía, como hemos visto, pero solamente se ocupó de criticar, como hizo Consentius, las medidas conciliatorias del concilio indicado. Le preocupó la reconciliación de los obispos, no la herejía de Prisciliano (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 495. EP 11*. Memorial a mi señor y santo Padre Agustín. 2. frontón se entera del curso seguido por unos códices mágicos, propiedad del presbítero Severo. “(…) [1] Me dijo: “En la ciudad de Tarragona, donde me he construido un monasterio, recibí un bolso que me enviaste sellado, siendo el portador el obispo 68


Agapio; dentro él me llegaron las caratas, las instrucciones y los libros que me habías expedido; [2] enseguida, conocido el plan y la instrucción, me encaminé hacia aquella Severa hereje de la cual tú me diste el nombre tan precisamente y, la acometí con aquella maña que explica el prólogo de aquel texto y, así empecé a indagar sobre los nombres de los herejes. [3] Entre otras cosas, ella me dijo que un tal presbítero severo, conocido por sus riquezas e influencia y, también por su cultura, era el hombre principal de esta doctrina, el cual en vano / (Págian 496) buscaba cargar su desdichasobre su difunta madre la causa de su traición. [4] Porque el año pasado, pensando Severo que los bárbaros ya se habían alejado, tras la muerte de su madre, se encaminó al castillo de su residencia; pero nuestro señor Jesucristo conocedor de todos los secretos y dispensador de todos los acontecimientos, para que aquella ignominia queda manifiesta, quiso que su bagaje fuera pillado por los bárbaros; [5] habiendo saqueado todo por completo, se llevaron, a la vecina ciudad, llamada Lérida, tres grandísimos códices que contenían toda suerte de sacrilegios; ellos pensaban que eran buenos y que alguien acaso los compraría. Habiéndose dado cuenta que eran execrables, los consignaron al obispo de dicha ciudad, Sagicio. [6] Este los leyó de cabo a rabo y, como era claramente malo a los ojos de Dios, llegó la ocasión de que como tal se manifestara a los hombres. [7] Porque, gustándole las dulces drogas de manera demencial y no siendo posible disimular una cosa conocida por todo el mundo, de modo fraudulento sustrajo los cuadernos que contenían una ciencia escandalosa y sacrñilega, en forma de poemas mágicos. Habiendo proccedido a revisarlo todo, envía a Ticiano de Tarragona, o sea, al obispo metropolitano, un códice del cual había expurgado todo lo que parecía deletéreo, acompañándolo con una carta, [8] en la cual manifestaba que los enemigos le habían consignado los tres códices, que habían tomado / (Página 497) del bagaje de Severo y que aquel le desagradaba enormemente; en cambio, aquellos otros los había depositado en el archivo de la iglesia (…)”. Página 496. Cita (27). “(…) Sobre el estilo y el contenido de los códices cf. un poco más abajo 7, y 20, 4. Magia y priscilianismo van a la par, al menos en la mentalidad de los acusadores (…)”. Página 496. Cita (29). “(…) Tal vez podrían ser los himnos a Cristo apócrifos, de los cuales habla san Agustín en la carta al obispo Ceretius, cf. pp 265-267 (…)”.Página 499. EP 11*. Memorial a mi señor y santo Padre Agustín. 6. Severo perjura, afirmando que desconoce donde se encuentran los códices. “(…) [2] de esta manera, aconteció que yo confiara la suerte de mi sangre y Severo la de su honorabilidad a los tribunales eclesiásticos, aduciendo las declaraciones obtenidas. [3] Allí, sirviéndose de todos los juramentos, atestiguó que, después de que habían sido tomados por los bárbaros, él no había recibido ni tenido, ni visto los códices de su madre (…)”.BLÁZQUEZ, José María. “Religiones en la 69


España Antigua”. Colección: Historia /Serie menor. Madrid. Ediciones Cátedra. 1991. Página 377. La formación ascética de Prisciliano. Propagación de su doctrina. Tachado de mago y gnóstico = Iglesia del Camino. Egipto = Prisciliano. Priscilianistas = Vegetarianos. Priscilianistas = Aceptaban a las mujeres en las iglesias. Hieracitas = Herederos de la gnóstica Iglesia del Camino. “(…) Se ha supuesto, pero ello no es seguro, que nació en Galicia, en fecha desconocida. B. Vollmann (op. cit. pag. 491) y Molè (op. cit) piensan más bien en providencias más ricas que Gallaecia, como eran Lusitania o la Bética. *osotros nos inclinamos a creer que era lusitano, por razones que más adelante se expondrán. Su origen galaico estaría indicado por Próspero de Aquitania (Epit. Chron. 1171), Priscillianus episcopus de Gallaecia, si esta última palabra se refiere a Prisciliano y no a episcopus, / (Página 378) que nunca lo fue de Galicia. En su juventud recibió las enseñanzas de Agape, mujer noble y de un retórico de nombre Elpidio, que le acompañó a lo largo de su vida. Su formación está basada en autores clásicos, pero solo en los latinos. o se sabe si traducía el griego. Tampoco hay noticias de si conocía la filosofía. Su formación es jurídica y astrológica (B. Vollmann, op. cit. págs.. 491-492). A este maestro se debe, según su mortal enemigo, Idacio, su iniciación en el gnosticismo. San Jerónimo (Epist. CXXX, 3, 4) afirma que aprendió la magia en las lecturas de Zoroastro y de Mago; Itacio, otro adversario encarnizado, por el contrario, sostiene que su aprendizaje en esta corriente, tan importante en el cristianismo primitivo, es obra de Marco de Menfis, discípulo directo de manes, junto al que aprendió la magia y el maniqueísmo (Isid. De vir. ill. 15). (…) En opinión del historiador inglés, la afirmación de la dependencia de prisciliano de Marco de Menfis procede de un escritor hostil a Prisciliano, pues Menfis era ciudad conocida como centro de artes mágicas, según San jerónimo (Vita Hilat., 21; In Esaiam V 19, 11-13) y sería muy probablemente una invención de Iracio. (…) / (Página 379) Es probable que Prisciliano recibiera algunas enseñanzas de Egipto, región con la que la península Ibérica mantenía relaciones comerciales (Pallad. HL 14). (…) En su juventud la cultura adquirida era profana. Al bautizarse abominó del diablo, que fue siempre una preocupación suya y de otras corrientes espirituales, tanto paganas como cristianas, como se observa / (Página 380) en el Apologético y, renunció a la ciencia profanaba. La lucha con el demonio es un aspecto que, como en el caso de Martín de Tours (Sulp. Sev. Vita Mart. 6, 1; 17, 1, 3 5, 7; 18, 1-2; 21-23 22), vinculará a Prisciliano con la traducción monástica oriental. (…) 70


Quizá en esta primera etapa de su vida se inició ya en las lecturas de los Apócrifos, que estuvieron tan de moda en los primeros siglos del cristianismo, lectura que le acompañó toda la vida; este hecho indica no un buen sentido crítico al elegir la literatura religiosa, en opinión de Ramos Loscertales. En un lugar desconocido de Galicia, junto con su maestro Elpidio entró en contacto con un pequeño núcleo de laicos, atraídos por la perfección, e hizo voto de entregarse totalmente a Cristo, en el momento de entrar a formar parte de la Iglesia, mediante el bautismo. El grupo de laicos se desparramó por Galicia, proponiéndose conseguir la dirección de las diócesis y transformar el modo de vida de los sacerdotes, sustituyéndolos, según morían, por otros de sus simpatizantes. Exigían a la jerarquía eclesiástica el celibato, como ya se legisló y no se cumplió después el sínodo de Elvira (canon 33). Prisciliano, en fecha imprecisa, abandonó Galicia y pasó a una diócesis de Lusitania en compañía de su maestro. En Lusitania obtuvo un gran éxito, encontró prosélitos y se formó una numerosa y abigarrada comunidad; de movimiento religioso, casi tumultuario, califica Loscertales al movimiento de Prisciliano por estos años, que no presentaba una gran semejanza con el grupo primitivo, poco numeroso, que debió desintegrarse pronto, al desparramarse sus miembros.. El priscilianismo se extendió ahora rápidamente entre el Tajo, Duero y la vía de Astúrica a Emérita en su región lusitana. Esta nueva comunidad no estaba compuesta sólo por los miembros itinerantes, como la primera, sino por personas que seguían el nuevo tipo de vida en sus residencias. El periodo de incubación y desarrollo del priscilianismo es difícil de señalar, por falta de datos, pero tuvo que ser bastante antes del 379. (…) / (Página 381) Predicaba su ascetismo como doctor laico itinerante y encontró seguidores en otras diócesis, de donde eran obispos Instancio y Salviano. Se ha supuesto por Loscertales, cuyo estudio es de una gran objetividad y a quién, en parte se sigue en la exposición de los hechos, que estas diócesis podían ser las de Coria y la de Salamanca, estando ya por entonces la de Ávila ganada para esta corriente rigurosa de ascetismo. (…) o es conocido el nombre del maestro que inició a Prisciliano en el estudio de las sagradas Escrituras y en la interpretación alegórica, en la que habían descollado figuras preclaras del judaísmo y del cristianismo como Filón y orígenes y, otros como Cirilo de Alejandría, Jimeno de Cirene, San Atanasio, Dídimo el Ciego, Eusebio de Cesárea, Cirilo de Jerusalén, Macario de Magnesia y Teodoreto de Ciro, por no citar más que autores del siglo IV o de comienzos del siguiente. El tratado sector de Prisciliano defiende la interpretación espiritual del Antiguo Testamento. o logró nunca un gran conocimiento teológico, sino más bien buscó en la Biblia una justificación al tipo de ascetismo que predicaba. 71


Como acertadamente escribe H. Chadwick, Prisciliano no trató, sin embargo, de crear un movimiento monástico organizado en comunidades que vivieran bajo una regla y llevaran un hábito especial. Sus seguidores parecen ser miembros de grupos de varones o mujeres y también grupos mixtos, pero sin que se les pida vivir permanentemente en casas separadas. Tienen que retirarse durante periodos de tiempo limitado, que se determinan en relación con las grandes fiestas del calendario de la Iglesia. Tampoco aparta Prisciliano a sus seguidores de la normal vida sacramental de la Iglesia, ni les disuade de llegar a ordenarse, con el razonamiento de que la ambición de poder es incompatible con la humildad monástica. Prisciliano quiere una reforma dentro de la Iglesia, no aparte y, confía en que todas las sedes de Hispania están ocupadas por ascetas con plena dedicación. Según B. Vollmann (op. cit. pag. 494) era partidario de un ascetiosmo fuerte. Se entregaba al ascetismo y al estudio (Bíblia y apócrifos), que es una característica / (Página 382) del movimiento priscilianista y, se dedicaba a la formación de alumnos, lo que era típico de la filosofía griega. Los cánones de Prisciliano aunque expurgados por Peregrino de posible herejía, si es que la tenían, indican bien a las claras las características y la mentalidad del ascetismo de Prisciliano. H. Chadwick los ha resumido en los siguientes términos: “Una lectura de los noventa cánones demuestra que Peregrino corrigió bien; el texto no contiene ninguna herejía. Al mismo tiempo, el velo que oculta el original de Prisciliano resulta transparente. (…) Los temas básicos de los cánones pueden resumirse así: un claro dualismo, moral por lo menos y posiblemente metafísico, entre Dios y el mundo o el demonio (cánones 2 a 6); la enemistad entre la carne y Dios (28-9); una defensa del vegetarianismo y abstención del alcohol (35); peticiones de celibato (33-4), pobreza voluntaria (37) y práctica de la limosna (60), reconociendo también la convivencia del matrimonio para los incontinentes (57); la “libertad” de la Jerusalén celestial (20) y la inmunidad del hombre espiritual frente a las críticas porque posee poder para conocer incluso las cosas más recónditas de Dios (21); la abolición de la esclavitud y de las diferencias entre los sexos en Cristo (55); la distribución de los dones carismáticos a los santos (44; cf.9) y el gran valor concedido a la predicación cristiana de los laicos (61); la importancia del ministerio ejercido por los maestros de la Iglesia (“doctores” 39, “magistri” 48); desprecio hacia la locura de la sabiduría de este mundo (89; cf. 4) y la alegría en las persecuciones (81, 85, 89); la excelsa naturaleza de los elegidos (24) como hijos de Dios (72), cuyo nombre interior es una nueva imagen celestial, reformado por la gracia de Dios y la luz del conocimiento (31), en contraste con la ignorancia de los hijos de las tinieblas (23);la obra redentora de Cristo, a quién los 72


apóstoles llamanDios y Señor(17). Por su cruz Cristo ha abolido la atadura o “quirógrafo” (18) y nos ha salvado de la maldición del Antiguo Testamento (66). En él se hallan las riquezas y la sabiduría multiforme (10). Todas las cosas son de Dios y están en Dios (8 y 25). “El trabajo del maestro cristiano y del evangelista tiene que hacerse no sólo de día, sino también de noche (39). Tendría que imitar al apóstol siendo todo para todos los hombres (41). Cantar salmos, himnos y canciones espirituales (40). Se rechaza a los cristianos nominales (58). El justo está empeñado en una guerra espiritual con los poderes del mal (38) / (Página 383) constituyen una élite llamada a participar en un misterio para el cual Dios les ha predestinado (15 y 14). Pero tienen que estar prevenidos contra los herejes y los falsos profetas (52-3), contra aquellos cuyo dios es el vientre (50) y contra recibir indignamente la eucaristía (42). “Un canon muy tajante (46) establece que los eclesiásticos no deben litigar ante tribunales civiles; solo ante tribunales eclesiásticos, palabras que encierran una trágica ironía para el lector que conoce el final de la historia, pero que muy posiblemente reflejan la actitud de Prisciliano cuando Hidacio e Itacio, desilusionados por la moderación del concilio de Zaragoza y furiosos por la elección de Prisciliano como obispo de Ávila, acudieron a la corte de Graciano para conseguir un rescripto de represión contra los priscilianistas. Es difícil no descubrir un gesto de gratitud hacia Eucrocia en el canon 63: “Algunos han arriesgado la vida por el apóstol y, a ellos no solo él les debe gratitud; también se la deben las iglesias que ellos han recibido en sus propias casas”. El canon 56 quizá sea una respuesta a los críticos que puedan acusarle de separar a los matrimonios y de fomentar la idea de dar un papel demasiado activo y profético a las mujeres dentro de la Iglesia:”Que él ordena a los fieles sujetarse a la autoridad y trabajar con las manos, a las esposas amar a sus hijos y esclavos, a los esclavos amar a sus amos y, a las mujeres guardar silencio en la iglesia y no creer que son capaces de enseñar. “Los últimos ocho de los noventa cánones hacen ver la premura de las expectaciones apocalípticas de Prisciliano. “Antes del día del Juicio vendrá el hijo del pecado que se entiende será el Anticristo” (87). De acuerdo con esto, la felicidad en el mundo presente no sólo ha de despreciarse por efímera, sino que ha de ser odiada por dañosa y nociva (89). Se afirma la resurrección de los cuerpos: los de los santos gozarán de diferentes grados de esplendor y la carne y la sangre, es decir, los apetitos de la carne, no controlarán al hombre (82). Igualmente habrá juicio (85), cielo (90) e infierno (50)”. La abstinencia de la carne y el vino se dio entre muchas sectas heréticas, como entre los abstinentes, los apotácticos, los eucratistas, los hieracitas, los montanistas y en el apologista Taciano (…)”. Página 379. 73


Cita (19). “(…) tendencias ascéticas entre los laicos se dieron ya probablemente a finales del siglo III o a comienzos del siguiente. Como lo prueba el caso de Eulalia de Mérida (E. Sánchez Salor, orígenes del cristianismo en Lisitania, Manifestaciones religiosas en la Lusitania, pág. 81 y ss). El concilio de caesaraugusta en su canon VI condena al clérigo que para vivir más licenciosamente quiere hacerse monje. La decretal de Siricio a Homero menciona a monjes y monjas que viven juntos deshonestamente. Una carta fechada en el año 398, Jerónimo (Ep. LXI) informa de una pareja que en la Bética guardaba castidad (…)”. Página 383. Primeras acusaciones. Sulpicio severo tachó a Prisciliano de gnóstico. Clemente de Alejandría seguía el apócrifo de Pedro. Tomás y otros apóstoles de la Iglesia del Camino. San jerónimo era el primero que tenía que callar puesto que el tenía relaciones intelectualesreligiosas con mujeres. Año 256 d. C. Diaconisa. Donatistas. Mujeres seguidoras de Pablo. “(…) Los ataques del obispo de Mérida, Hidacio, que tuvo conocimiento del movimiento religioso por la denuncia del obispo de Córdoba, Hygino, obligaron a Prisciliano a buscar apoyo en los Libros Sagrados en defensa de su cristianismo y a hacer profesión de fe para no quedar aislado del resto del episcopado lusitano. Hygino debió actuar, en su carta a su colega de Mérida, a Prisciliano de herejía, sin concretar cual / (Página 384) era esta, si es que a esta acusación responde el Apologético al rechazar en abstracto la herejía, sin concretarla. La acusación se hizo al obispo de Mérida por depender de él, muy probablemente, Prisciliano y la mayoría de sus seguidores, quizá por haber nacido en esta provincia. Los obispos en estos años detentaban el poder y procedían de familias latifundistas y se dividían en dos grandes grupos: los seguidores del ascetismo y los que estaban contra el ideal ascético (B. Vollmann, op. cit.,págs. 495-498). (…) La profesión de fe logró atraerse a varios miembros del episcopado, además de a los obispos galaicos, partidarios ahora del ascetismo que predicaban los acusados, entre ellos se encontraba el obispo de Córdoba, que se convenció de la ortodoxia y los recibió en su comunión (Chron. II, 47, 4), lo que desautorizaba con su proceder la excomunión de Hidacio. Estos hechos motivaron el comienzo de un verdadero cisma y se fortaleció la postura de los ascetas. La reacción de Hidacio ante la denuncia de su compañero de episcopado fue brusca y destemplada, como lo reconoce la Crónica (II, 46, 9); (…) lo único que consiguió fue una guerra abierta. En principio debió arremeter sólo contra Prisciliano y los obispos que le apoyaba y después contra otros miembros de la comunidad lusitana. El ataque de Hidacio y la subsiguiente excomunión debió tener lugar el año 379; entre el descubrimiento de la supuesta herejía y el Concilio de Cesaraugusta, celebrado muy probablemente en octubre del 380, transcurrirían algunos meses. 74


Queda la duda de que si en su etapa de ascetismo riguroso se mantuvo algún fondo maniqueo o gnóstico, herencia de su periodo mundano, alimentado por el uso de los Apócrifos. La crónica de Sulpicio Severo, al recoger el juicio que a un sector del episcopado galo le merecieron el priscilianismo, parece indicar que hubo siempre en él algún tipo de gnosis; por gnóstico tuvo Hidacio, obispo de Chaves, a Prisciliano, pero su juicio sobe el obispo de Ávila es tendencioso y poco objetivo. / (Página 386) Poco a poco Prisciliano se convirtió en un reformador de las costumbres, que atraía a su ideal ascético a un número grande de gentes. Antes había intentado cambiar las costumbres del episcopado; ahora procuraba infiltrar el ascetismo en el mayor número de miembros de la comunidad cristiana, para lo que encontró en la situación económica y social de Lusitania y de Galicia un caldo de cultivo extremadamente favorable. Su modo de vida logró adeptos, principalmente entre los / (Página 387) nobles, pero también entre la masa baja y sobre todo entre las mujeres, todo con el visto bueno de los dos citados obispos (…). / (Página 388) El hecho de que el líder del movimiento religioso fuera un laico, seguido en su ascetismo por una gran multitud de mujeres, asemeja este tipo de ascetismo al movimiento gnóstico, que arraigó en Galia a finales del siglo II (…). Ya san Jerónimo, en carta a Clerifonte (Epist. CXXXIII, 4) en la que acusa a Prisciliano y a sus discípulos y a sus discípulos de que “se cierran solos con mujercillas y, entre el coito y los abrazos, les cantan los versos virgilianos” (Geor. II, 325-328), da una lista grande de herejes a los que acompañaron mujeres, o les apoyaron, como la ramera Helena a Simón Mago; danzas de mujeres a icolao; una mujer a Marción; Filumena a Apeles; Prisca y Maxcimila, nobles y ricas damas, a Montano; la hermana del emperador a Arrio; Lucilia a Donato, y en Hispania, Agape a Elpidio, Gala a Prisciliano y las damas de la gens Anicia a Pelagio. Algún otro nombre de mujer se puede añadir a la lista de san Jerónimo, como el de Marcelina, de la secta gnóstica de los harpocracianos, que, según Ireneo (Adv. haer. I, 25), llegó a Roma en tiempos de Aniceto y engañó a muchos. Marco sedujo a muchas mujeres, a las que animaba a profetiar, a ejercer funciones litúrgicas y sacramentales. Bellas mujeres, que seguían las corrientes gnósticas, intentaron llevar a sus misterios a Epifanio de Salamina (Panar., 26, 17, págs.. 1 y ss). Un caso escandaloso está recogido en la carta de Firmiliano, obispo de Cesarea de Capadocia, dirigida a Cipriano, obispo de Cartago y, escrita en 256. Dice así el párrafo que interesa a este trabajo: “Quiero contaros también una historia que ha sucedido entre nosotros y que se refiere a esta misma cuestión. Hace casi veintidós años 75


en el tiempo que siguió al emperador Alejandro, sobrevivieron aquí muchas pruebas y calamidades en general a todos los hombres y, en particular a los cristianos; hubo muchos y frecuentes terremotos de modo que por Capadocia y el Ponto se derrumbaron muchos edificios, incluso algunas ciudades fueron absorbidas en las concavidades del suelo abierto. (…) Entonces era presidente en nuestra provincia Sereniano, duro y terrible perseguidor. En medio de esta tempestad, cuando los fieles huían de acá para allá y abandonaban sus pueblos y pasaban a otras zonas de las regiones -pues había posibilidad de pasar, porque aquella persecución no estaba extendida por todo el mundo, sino que era local-, apareció de súbito cierta mujer que, con sus éxtasis, se presentaba como profeta y se comportaba como inundada del Espíritu Santo. Estaba arrebatada por los demonios poderosos de tal forma que durante largo tiempo arrastraba y engañaba a los hermanos (…) / (Página 389) Ahora bien, aquella mujer que antes practicaba muchas maravillas con sus fantasmagorías y embustes para engañar a los fieles, entre otros recursos con que había seducido a muchos, se atrevió repetidas veces a fingir que, con su invocación eficaz, consagraba el pan y realizaba la eucaristía y, ofrecía al Señor el sacrificio con el rito de las palabras acostumbradas y, bautizaba a muchos con la fórmula usual y auténtica de la interrogación, de modo que, al parecer, no discrepaba de la norma de la Iglesia. “¿Qué diremos, pues, de este bautismo por el que el demonio malvado bautizaba por medio de una mujer? ¿Acaso lo aprueba Esteban y los que están de acuerdo con él, sobre todo no faltándole tampoco ni el símbolo de la Trinidad, ni la interrogación legítima de la Iglesia? ¿Puede creerse que se seguía la remisión de los pecados o se realizaba de verdad la regeneración porque todos los ritos se practicaban por el demonio, aunque en apariencia? Salvo que defiendan los que sostienen el bautismo de los herejes que también el demonio diera la gracia del bautismo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, pues en éstos, sin duda, existe el mismo error, la misma impostura de los demonios, no estando con ellos en modo alguno el Espíritu Santo”. Lucila, que era riquísima y tenía un gran poder, en opinión de san Agustín (Contra cresc. II, 28), desempeñó un papel importante en los orígenes del donatismo y, en Hispania a una casa de una dama se dirigieron los donatistas (August. Contra epist. Petil. II, 108, 246; Epist. ad cath. de secta don., 3, 6). Se calló san Jerónimo que ya al fundador del cristianismo le seguían / (Página 390) un grupo importante de mujeres (Luc. 8, 2-3) y que acompañaron a los apóstoles en su predicación (I Cor., 9, 4-5). La leyenda hizo que una mujer de nombre Tecla siguiera en sus viajes a san Pablo (Acta Pauli et Thecla). En la carta de san Pablo a los romanos (16, 1-5), 76


escrita hacia el año 57, menciona el apóstol a Febe, diaconisa de la Iglesia de Cencres; era una dama rica, pues –afirma san Pablo- “ella ha favorecido a muchos y a mí mismo”. En este párrafo llama a Prisca “mi cooperadora en Cristo Jesús”, sin duda porque predicó el evangelio en compañía del apóstol y enseñaba. En esta carta, entre dieciocho nombres de varones citados, se leen ocho de mujeres (16, 6, 1213, 15). Todas estas damas debían haber prestado importantes servicios al propio apóstol o a las comunidades a las que pertenecían, como María, “que soportó muchas penas por nosotros” (16,6); Trifena y Trifosa (16, 12), “que han pasado muchas penas en el Señor”; Perside (16, 12), “muy amada, que sufrió muchas penas en el Señor”; la madre de Rufa (16,13) a quién Pablo considera su propia madre; Julia (16, 15), la hermana de ereo y Olimpia. En la primera carta a los corintios, redactada hacia el año 50 (11, 5), se menciona “la mujer que ora y profetiza”. En la carta a los colosenses envía recuerdos a “ninfas y a la Iglesia de su casa”, expresión que da a entender que la dama se encontraba al frente de ella. En la carta a los filipenses (9, 2-3) Pablo menciona a Evodia y a Sintique: “…que ayudes a esas, que han luchado mucho por el evangelio conmigo”; es decir, que habían cooperado a la fundación de la iglesia de Filipo. (…) A comienzos del siglo II (Plin. Min., Epist. , 96) se citan las diaconisas, que desempeñaron un papel importante (Didas, Apost, 16) en / (Página 391) la Iglesia antigua. (…) El grupo priscilianista estaba amparado por los obispos, que pertenecían a dos grupos: galaico y lusitano, este formado por Instancio y Salviano (…)”. Página 385. Cita (23). “(…) En el siglo IV la tendencia general es a no usar los apócrifos. Así rechazan su uso tajantemente Eusebio de Cesarea (HE, 3, 25,6), quién afirma: “Jamás uno sólo entre los escritores ortodoxos juzgó digno el hacer mención de estos libros en sus escritos”; San Atanasio, en su Carta 39, escrita en el año 367; la Biblia griega, el Codex Vaticanus, de principio del siglo IV a. C.; San jerónimo, quién en la carta a Leta (10), redactada entre los años 400 y 403, sostiene: “guardase de todo linaje de apócrifos” aunque no descarta que algunas veces se les lea; San Agustín, en su Ciudad de Dios (15, 23), que defiende que carece de autoridad. Según H. Chadwick (ap. cit. pág. 46) Hidacio en el Concilio de Zaragoza exhortó no sólo a condenar los apócrifos heréticos, sino a prohibir el estudio de los apócrifos ortodoxos, superfluos, porque, como su ortodoxia se mide con el criterio de las escrituras, nada pueden añadir a la doctrina contenida en el canon, pero quizá Hidacio no consiguió apoyo. En el cristianismo primitivo fueron muy usados; baste recordar a Justino, que en su Apología (35) remite a los hechos de Poncio Pilatos, al igual que a Tertuliano (Apol. 5 21, 24) y a Clemente de Alejandría, que menciona el Evangelio según los hebreos (Strom, 7, 95, 45), traducido por san Jerónimo al griego y al latín (de vir. ill., 2) y muy 77


citado por Orígenes, el Evangelio de los egipcios (Strom. 3, 9, 66), el Protoevangelio de Santiago (Strom. 7, 95, 7), también mencionado por Justiciano y por Origenes; el Evangeli de Matías (Strom. 2, 9, 45, 4, 6, 35; 7, 13 82; 27, 108), el Apocalipsis de Pedro (Eus. HE, 6, 14, 1), la Asunción de Moisés (Strom. 1, 23, 153) y el kerigma Petri (Strom, I, 29, 182; 2, 15, 69). A pesar de los textos ya citados de autores eclesiásticos y del de Orígenes, recordado más adelante, se leían aún en el siglo IV bastante los apócrifos, como lo atestigua San Jerónimo, con respecto a la correspondencia entre Pablo y Séneca (de vir. ill., 12). El propio historiador de la Iglesia, Eusebio (HE, 1, 13) acepta la existencia de una correspondencia entre Jesús y el rey Abgar. Un contemporáneo de Prisciliano, Cromacio de Aquileya, utiliza también los apócrifos (Ser, 26, 4). El historiador de la Iglesia del siglo V, Zigomeno (7, 19), afirma que algunas iglesias de Palestina usaban el Apocalipsis de Pedro, considerado como canónico por Clemente de Alejandría (Eus. HE, 6, 14, 1) en la liturgia del Viernes Santo. Algunos apócrifos son de fecha de composición posteriores a la muerte de Prisciliano, como el Apocalipsis de Tomás, obra redactada hacia el año 400. El uso de los apócrifos con el criterio con que los empleaba Prisciliano era correcto, pero era, probablemente, una señal de arcaísmo y en su lectura se apoyaba seguramente la acusación de gnóstico y de otras herejías. El libro de Henock, que Prisciliano consideraba profético, fue muy citado por Tertuliano, que le tiene por canónico (de cultu fem. 1, 3); Orígenes dudaba de su autenticidad (ContraCels, 5, 52). Del libro de Henock hay traducción reciente al castellano: A. Ribera, El libro de Henock, Barcelona, 1979. Como sugiere H. Chadwick (op. cit. págs.. 111 y ss), prisciliano se servía de los / (Página 386) Evangelios y de los Hechos apócrifos porque “proclamaban unánimemente que el contenido específico del mensaje de Jesús consistía en el llamamiento para abandonar las relaciones sexuales”. El maniqueo Fausto afirma expresamente que los maniqueos usaban los Hechos apócrifos de los cinco apóstoles para justificar su exigencia del celibato (…). El tratado tercero priscilianista, que es una defensa al ataque de Hidacio, defiende la lectura de los apócrifos, apoyándose en que la Biblia también se sirvió de ellos y menciona varios casos. (…) En el siglo IV, según testimonio de san Agustín (C. Faust. 30, 4, H. Chadwick, op. cit. págs. 112 y ss) y de Filastrio de Brescia (88), se leían los hechos de Pedro, Pablo, Juan, Tomás y Andrés (…)”. Página 390. Cita (26). “(…) Como resultado de la luchas contra los gnósticos y maniqueos, la mujer perdió gran parte de su favorable posición primitiva. Ya Tertuliano (de Praecr. 41) había escrito hacia el 200: “¡Qué cínicas las 78


mujeres herejes! Se atreven a enseñar, a discutir, a exorcizar, a curar y a bautizar”. En este aspecto, como en otros el priscilianismo es un tanto arcaizante. En el siglo II, en el apócrifo los Hechos de Pablo se apoyaban los autores que eran contrarios a / (Página 391) que las mujeres enseñaran y bautizaran (tet. de bapt., 17): “Si los escritos que circulan fraudulentamente bajo el nombre de Pablo invocan el ejemplo de Tecla en favor del derecho de las mujeres a enseñar y bautizar, …” (…)”.BLÁZQUEZ, José María. “Religiones en la España Antigua”. Colección: Historia /Serie menor. Madrid. Ediciones Cátedra. 1991. Página 399. Escritos priscilianistas y antipriscilianistas. Acusación de magia Iglesia del Camino. “(…) Junto a ella están los tratados atribuidos a Prsciliano, que forman dos grupos en opinión de Ramos Lorcetales. El primero está compuesto por el Lider Apologeticus, el Liber ad Damasum episcopum y el Liber de fide et de apocryphis y, el segundo por los restantes ocho, de literatura propiamente religiosa. Todos salieron de la misma mano; todos son bastante retóricos y de lectura pesada. En el Liber Apologéticus y en el Liber ad Damasum hablan a ciertos obispos o al obispo de Roma, el hispano Dámaso, varias personas. El Apologético no fue redactado para ser presentado al Concilio de Caesaraugusta, pues no había sido hasta entonces acusado Prisciliano no de maniqueísmo por Hidacio, ni de magia por Itacio, obispo este último de Ossonoba. El Apologético obedece a la petición de algunos obispos dirigida a varias personas para que manifestasen abiertamente lo que creían, o lo que negaban por haber sido acusados de magia por un obispo y antes de gnosticismo, de lo que se habían exculpado ya antes y convencido a varios obispos. El Apologético debió ser publicado después de octubre del año 380 y antes del 384 y, más concretamente en el 381, después de ser pública la profesión de fe de Tiberiano, Asarbo y de otros, que debió convencer de ortodoxia a varios obispos. Las notas autobiográficas sobre la vida de Prisciliano, acusado de magia, como todos los ascetas lo fueron de maniqueísmo, obliga a aceptar la tesis de que fue redactado por Prisciliano, que contestó por todos. Hay que admitir que estos escritos son totalmente sinceros, de otro modo no se explica que convencieran de ortodoxia a varios obispos, que podían informarse bien del movimiento, dada su extensión. A la literatura perdida, ya mencionada, hay que sumar las cartas dirigidas por los obispos lusitanos a Higinio y Symposio y a otros desconocidos / (Página 400), la contestación de estos y una gesta rerum dirigida a todo el episcopado. Según B. Vollmann, el tratado Liber Apologeticus I no es de Prisciliano. El Liber ad Damasum lo es sólo en parte o en compañía de los otros dos obispos. El Liber de fide et de apocryphii es suyo, seguramente. Son priscilianistas los tratados de la pascua, del Génesis, del Éxodo, del Salmo I y los dos tratados al pueblo, 79


pero ya son de fecha posterior. o pertenecen a la problemática priscilianista el Tratado sobre el salmo 3 y la bendición a los fieles. H. Chadwick admite que prisciliano es el autor de los tratados, menos del V. Por lo menos, procedían de una comunidad priscilianista y seguramente serían reunidos entre 385 y 400 con la intención de demostrar la inocencia de Prisciliano. El obispo de Mérida, Hidacio, presentó al Concilio de Caesaraugusta un commonitorium, envió cartas y una gesta rerum a los obispos y a san Ambrosio y, las preces a Graciano, como también hicieron los priscilianistas. El obispo Itacio, de Ossonoba, que se unió a la causa de Hidacio, es el autor de otras varias acusaciones. Prisciliano, a partir de este momento, se ve obligado, lo que disminuyó considerablemente la posibilidad de predicar ascetismo, a defenderse de Hidacio e Itacio, primero y, del poder civil, después. Gran parte del sacerdocio de Hispania se le opuso, lo que forzó al priscilianismo a cierto estancamiento, a encerrarse sobre sí mismo y a diferenciarse cada vez más del resto de la comunidad cristiana. (…) El engaño llegó a tal punto que un obispo, de nombre Rufo, le adoró como si se tratase de Dios, por lo que fue arrojado del episcopado. Hacia el año 383, Filastro, obispo de Brescia, en un libro suyo que trata sobre diversas herejías, afirma que “hay herejes en la Galia, en Hispania y en Aquitania, que son a manera de abstinentes. Siguen la perniciosa secta de los gnósticos y maniqueos y no dudan en predicar sus doctrinas. Con sus consejos separan a los esposos y profesan una abstinencia, que ha sido concedida por Cristo a los hombres, como gracia, no impuesta por precepto legal, sino sólo para hacerlos avancen en el camino del cielo y elevar su dignidad. Hacen esto a fin de que, despreciando poco a poco los alimentos, lleguen a la idea de que son malos y de esta suerte sostienen que no han sido proporcionados al hombre por Dios, para su sustento, sino que son obra del diablo” (…)”. (35). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 393. Capítulo único. Orosius y sus relaciones con Severus, Consentius y con san Agustín. El priscilianismo que conoció Orosius. “(…) El priscilianismo no era principalmente una herejía, sino que reflejaba con especial crudeza o con algunos extremismos aquellos problemas que inquietaban a los teólogos hispanos. Era un exponente de la mentalidad teológicofilosófica de los hispanos de principios del siglo V (…)”.Página 511. EP 11*. Memorial a mi señor y santo Padre Agustín. 25. El procedimiento moderado contra los donatistas es un falso pretexto para proceder semejantemente contra los priscilianistas. Hispania admitía el 80


priscilianismo de forma oculta. África admitía públicamente el priscilianismo. “(…) [1] He descubierto, también, claramente que algunos protegen a los funestísmos y sacrílegos priscilianistas, siguiendo el ejemplo de vuestra beatitud; [2] dicen: “los obispos africanos no han alejado de ninguna formas / (Página 512) del grado del episcopado a los donatistas que, de algún modo, se han convertidoa ellos y, el ilustre noble doctor Agustín, más todavía, la gracia del Espíritu Santo que habla por su boca (Cf. Lc. 1, 70; hech 3, 21) ha creído que esto debía ser sancionado, mientras, entre nosotros, hay una tal crueldad, que depondemos del episcopado a aquellos obispos que hemos encontrado culpables de esta doctrina, o establecemos una severidad tan feroz, que a ninguno de aquellos en los cuales hemos descubierto estos sacrilegios no les abrimos las puertas de la iglesia, si no han pasado por la penitencia (…)”.BLÁZQUEZ, José María. “Religiones en la España Antigua”. Colección: Historia /Serie menor. Madrid. Ediciones Cátedra. 1991. Página 373. Los orígenes del ascetismo hispano: Prisciliano. “(…) Prisciliano (…) Hilgenfeld, Kunstle, García y Villada lo tienen por hereje. Esta es la / (Página 374) interpretación que ha prevalecido en España desde que Menéndez Pelayo se empeñó en defender su heretodoxia. (…) La tendencia actual entre los investigadores es a no considerarle hereje (…)”.Página 377. Los orígenes del ascetismo hispano: Prisciliano. “(…) Por hereje lo tuvieron su biógrafo Sulpicio Severo y otros escritores eclesiásticos, como San Ambrosio, San jerónimo, San Agustín, Orosio, Inocencio I, Zósimo, San Vicente de Lerins, próspero de Aquitania, Toribiuo de Astorga, León I, Hidacio, Vigilio, Gregorio Magno, San Isidoro etc (…) y los datos que se espigan en la obra de autores eclesiásticos antipriscilianistas de Orosio y Agustín, no arrojan la suficiente luz sobre su persona y vida. Su familia era noble y rica (Chron. 11 46, 3) como lo fueron las de una serie de eclesiásticos hispanos de primera fila en estos años, Juvenco, Prudencio, Orosio e Hidacio (B. Vollmann RE IV, pag. 490). Debió nacer hacia o antes de 350, pues al ordenarse de sacerdote, poco después del 380 tenía que tener por lo menos treinta años (…)”. (36). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 260. Capítulo III. Líneas de intervención de Consentius en las controversias teológicas. El Contra mendacium. El obispo Severo y su madre eran priscilianistas. “(…) Otra aportación de la nueva literatura de Consentius nos permite aclarar que el Contra mendacium contenía un rechazo frontal a la mentira como método como defender la fe y, más concretamente, para desenmascarar a los prisciliasnistas, a partir de los que dominaban las iglesias de la Tarraconense. Parece que Consentyius, en la ep. 11*, dio 81


todos los motivos para provocar que san Agustín le dirigiera este tratado. En él se plantea una cuestión de fondo, que consiste en disuadir a Consentius del uso de la mentira, al estilo de los priscilianistas, quienes difundían sus ideas con este sistema. En este ejemplo se amparó Consentius. Con el objetivo de / (Página 261) desenmascarar a estos adeptos de Prisciliano compuso un libro simulando que era secuaz de esta corriente y lo entregó al monje Fronto, para que le sirviera de directorio, en su campaña extraordinariamente preparada. La ejecución del plan hace del monje gran protagonista de la ep. 11*. El objetivo completo apuntaba a descubrir, denunciar, juzgar y condenar una serie de personajes a causas de sus obras cuando una incursión de los bárbaros dejó al descubierto que el presbítero Severus poseía unos códices mágicos considerados venenosos y priscilianistas. El presbítero alegó que los había recibido en herencia de su madre. Si este supuesto fuera cierto, nos la mostraría como mujer independiente e ilustrada. De acuerdo a la versión trasmitida por Fronto a Consentius, los notables hispano-romanos y los obispos estaban apasionados con esta lectura. Fronto consiguió que el metropolitano de Tarragona, Titianus, convocara una reunión de obispos. La simulación de la mayoría de los implicados fue puesta al descubierto. Ahora bien, es del todo seguro que san Agustín tenia presente esta narración de Consentius cuando elaboró el contra mendacium, puesto que la menciona. Igualmente pisamos terreno firme al observar como el mismo obispo no mostró la mínima curiosidad para verificar la narración de Fronto. Lo que hizo reaccionar fue el método de la simulación y de la mentira. De las consideraciones sobre la herejía, Agustín derivó hacia una exposición de teología moral, descalificando por completo toda clase de mentira y, más aún la que se pronuncia alegando la intención de defender la fe (…)”. (37). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 8. Prólogo. Priscilianismo. “(…) Las implicaciones de Orosius, presbítero hispano, en los acontecimientos menorquines y tarraconenses, que han descrito Seuerus y Consentius, han merecido una mayor atención, si la comparamos con la que se le había prestado anteriormente, en este contexto balear. De ahí que nuestro trabajo se haya contaminado de una cierta dolencia por la búsqueda de síntomas antipriscilianistas. Con todo, los priscilianistas no aparecen en las baleares más que indirectamente, mientras algunos autores los habrían considerado como muy poderosos. Pero queda muy claro que desde Menorca se les combatió directamente, con las operaciones tan bien calculadas por Consentius. 82


También Severus, con su Circular, construida a partir de la segunda parte del versículo 6, del capítulo 12del libro de Tobías, divulgó una toma de postura veladamente antipriscilianista, al publicar las grandezas de Dios, en un ambiente dominado por el secretismo de los priscilianistas. Su relación está literariamente bien construida, teológicamente impecable e históricamente insustituible. / (Página 9) Las maravillas divinas en manera alguna consisten en haber aniquilado a los judíos, o en haberlos marginado. Todo al contrario. La proeza consiste en haberlos incorporado a la Iglesia, para conseguir su eterna salvación. Fue una empresa incluyente. Que los judíos no la desearan y se resistieran y que hoy nos parezca contraria a los derechos humanos, es otra cuestión, muy grave; pero que nadie se planteó en el Tardoimperio (…)”. (38). BLÁZQUEZ, José María. “Religiones en la España Antigua”. Colección: Historia /Serie menor. Madrid. Ediciones Cátedra. 1991. Página 415. El juicio de Treveris. Condena de los priscilianistas. destierro por herejes. Si Menorca era isla de destierro de los romanos, por ello quizás llegaron los priscilianistas y otros grupos religiosos. Tortura como la que le hicieron a santa Ágata. Tortura contra los magos y adivinos. “(…) Se desconocen los nombres de los obispos asistentes al Concilio de Burdeos, con que el emperador ponía todo este asunto en un procedimiento eclesiástico, de acuerdo con lo sugerido por Dámaso y san Ambrosio. Estuvieron presentes san Martín, Hidacio e Itacio, Hygino, Instancio y prisciliano. Sólo se oyó el descargo de Instancio, al que se le depuso de su diócesis (Chron., II, 49, 8-9). Esta condena afianzó a Prisciliano en su idea ya expresada de acudir al poder imperial; (…) Para los cristianos la acusación de magia era también repugnante, pues la magia / (Página 416) se basaba en el patrocinio de los demonios (Agust, de civ. Dei, VIIII, 19) y había una intervención directa del maligno en ella (August., de civ. Dei, X, 9). Según indica san Teófilo en carta redactada en 401, la magia es mala intrínsecamente (Hier., Epist., 96, 16), aunque Orígenes defendió las artes mágicas, pues “no es obra mala, ni que deba desdeñarse”. (…) Por ser herejes, en la mentalidad de san Ambrosio y de san Martín de Tours, no podían ser juzgados por un tribunal civil, pero existía el caso de la proscripción de Ursino, contra la que no había protestado ni Milán ni Roma. (…) Además, los obispos pertenecían casi siempre a las clases altas terratenientes. (…) / (Página 417) San Martín procuraba a toda costa que no hubiera derramamiento de sangre (Chron., II, 9) Como señala H. Chadwick, el cristianismo primitivo era contrario a la pena de muerte, según testimonio del 83


apologista / (Página 418) Atenágoras (Leg. 35) de la tradición apostólica (16,17) de Hipólito y de Lactancio (Div. inst., VI, 20, 15, 20). (…) Para el obispo de Ossonoba todo asceta pálido y pobre en el vestir, por este sólo hecho, era maniqueo, lo que prueba que las acusaciones de Itacio carecían de base y eran totalmente fútiles. (…) / (Página 420) En este momento intervino el poder civil, después de la carta de Hidacio al emperador Graciano. El rescripto del emperador desterraba a los pseudobispos de las iglesias, de las ciudades y de sus países; por este motivo los priscilianistas abandonaron Hispania. Buscaron ayudas y sólo encontraron apoyo en la corte en el magister officiorum, Macedonius, Graciano se dejó sobornar, muy probablemente y, los priscilianistas pudieron tornar a su país. (…) / (Página 421) Hidacio de Chaves (130, 133, 138) distingue bien claramente los priscilianistas de los maniqueos que había en Astúrica en el año 445. (…) Antes de ser ajusticiado Prisciliano fue depuesto por los obispos reunidos en Tréveris o en Burdeos, lo que permitió que fuera acusado de magia y de costumbres licenciosas y pasar su caso al proceso civil. Es significativa la carta 166 de Agustín a Jerónimo (Epist. CLXVI, 3, 7), en la que el obispo de Hipona afirma que cuando, entre los años 388 y 395, escribía un tratado “Sobre la naturaleza del bien” nunca había oído poner en relación a los priscilianistas con los maniqueos. En el Concilio de Burdeos, precisamente, uno de los seguidores de Prisciliano se defendió tenazmente de la acusación de maniqueísmo. (…) Itacio logró que se aplicase la pena de muerte en Hispania a todos los maniqueos. Cinco de ellos fueron ajusticiados. Instancio fue poco después desterrado en la isla de Seilly. A Tiberiano se le confiscaron los bienes y se le desterró al mismo lugar que a Instancio. A los tres delatores se les desterró temporalmente a la Galia (Chron., II, 51). El obispo de Córdoba fue también desterrado. El año 386 fue cumplida la sentencia. La fecha de la muerte de Prisciliano y sus seguidores ya fue muy discutida en la Antigüedad, lo que prueba que en torno a prisciliano siempre hubo una nebulosa. Próspero de Aquitania (Chron. nim., I, 462) propone la fecha del 385, fecha que sigue la anónima crónica gálica del 452 (Chron. nim. I, 646) y, que parece deducirse también de la crónica de Sulpicio Severo, que la redactó en el 400 (Chron. II, 9), pero que la retocó entre los años 402 y 403. Hidacio (16), que escribe su crónica entre los años 468 y 469, propone la fecha del 387 para la ejecución y al del 385 para la de la apelación al emperador. San Ambrosio, aunque juzgó herejes a los acusados, se apartó de la comunión de los obispos de la corte, lo que le valió tener que abandonar Tréveris. Itacio, llevado de su carácter sanguinario, no se contentó con la aplicación de la sentencia, sino que logró de Máximo que tribunos 84


militares / (Página 422), investidos del ius gladii, aplicasen la pena de muerte y de confiscación de bienes a los supuestos herejes. (…) San Martín logró qie Máximo anulase el decreto. egó la comunión a los dos obispos que habían aceptado a Itacio e Hidacio y pidió a Máximo que cesara la caza de los priscilianistas de Hispania (Sulp. Sev. Dial., III, 1213). El emperador le contestó que habían sido condenados por un tribunal en justicia. El papa Siricio escribió también el emperador protestando de la condena. (…) Constantino permitió que en los juicios se diera tormento. (…) / (Página 423) El verdugo cava ambos costados y no se tiene consideración ni con los pechos… Solo se oye entre tanto una voz: Corta, quema, desgarra”. (…) La tortura fue muy frecuente en el bajo Imperio. Los emperadores cristianos usaron mucho la tortura. Constancio II, en el año 357, ordenó que los intérpretes de sueños y los astrólogos podían ser torturados ante el tribunal para obligarlos a confesar. En el año 358, el emperador amenazaba con torturas a los que practicasen brujerías y adivinaciones. A los que daban falsos testimonios se le desgarraban los costados con unos garfios de metal. El primo de Constancio, Galo, permitió torturas horribles en los procesos de brujería y de alta traición. En el año 354, los seguidores de Galo fueron torturados en el potro, desterrados o asesinados. Valentiniano (364-375) arrancó confesiones arrebatadas mediante tormentos. También condenaba a muerte mediante la tortura. Su hermano Valente (364-378) empleó mucho, igualmente, la tortura. (…) Hidacio abandonó voluntariamente su sede, ambos fueron desterrados (Prosper., Chrn. ad an., 389). Según Isidoro (Vir. inl, 15) murió en el destierro, reinando Teodosio I y Valentiniano I, el 15 de mayo del 392. Ajusticiados Prisciliano y sus compañeros, sus cadáveres fueron traídos a la península, posiblemente a Galicia, por sus seguidores y venerados / (Página 424) como mártires (Sulp. Sev. Chron. II, 51, 8). La tumba, al igual que en el siglo V la de san Martín, fue un lugar de peregrinación, donde se obraban muchos milagros, como cuenta san Perpetuo, obispo de Tours y, se convirtió con Roma y Jerusalén en uno de los centros más importantes de peregrinación cristiana. (…) La epístula de Consencio a Agustín data del 419. Se trata de un informe y de una consulta al mismo tiempo, sobre los priscilianistas, al remitirle los materiales informativos reunidos por él. Esta carta contiene datos precisos no conocidos sobre el movimiento priscilianista. Consencio en torno al 418 había recogido textos priscilianistas a ruego del Patroclo, obispo de Arlés, con el fin de fustigar a los priscilianistas. Un asceta, Frontón, había por esas fechas comunicado a su amigo Consencio una 85


detallada descripción del asunto, con el fin de soterradamente atacar a los priscilianistas y a sus errores. Los tres libros de Consencio eran marcadamente tendenciosos y fueron enviados a Agustín en compañía de la citada carta. (…) Por la carta de Consencio se tiene noticia de que el movimiento priscilianista se había extendido por Galia, frenado seguramente por la actividad del obispo de Arlés, quién desearía reunir un concilio en Arlés de los obispos de la Tarraconense. Afirma Consencio que toda Hispania está llena de herejes, que ocasionaban mayores males que lo habían hecho las invasiones bárbaras de los años 409-413, descritas con tintes tan sombríos por escritores contemporáneos como Hidacio (XVI 48). Consencio supone que hasta en la misma Hipona había priscilianistas, lo que es una evidente exageración. Menciona a un presbítero, de nombre Severo, que era rico, pues poseía un castillo y era pariente de Asterio, comes Hispaniarum. La principal fuente de información de Frontón es una mujercilla, Severa. Los priscilianistas habían invadido hasta Tarragona; que se manifestó contra Frontón (…)”. (39). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 243. Capítulo II. Los escritos de Consentius. Adopcionismo. “(…) De ahí que el adopcionismo del cual fueron acusados Elipando de Toledo y Félix de Urgell no se debía a su pretensión de acomodar la fe cristiana en la Trinidad y en la Encarnación al monoteísmo islámico, sino que era herencia de unas expresiones de fe vigentes en Hispania desde al menos el siglo IV (…)”. (40). BLÁZQUEZ, José María. “Religiones en la España Antigua”. Colección: Historia /Serie menor. Madrid. Ediciones Cátedra. 1991. Página 366. La Iglesia africana a comienzos del siglo IV. La Iglesia africana era donatista. Rebautismo = Iglesia donatista. “(…) La gran persecución de época de la tetrarquía a comienzos del siglo IV, motivo en el *orte de África que varios obispos fueran apóstatas, traditores, como Purpurio de Limata, Donato di Massula y, Víctor de Rusivada en umidia. Otros recurrieron a estratagemas para no dar a los funcionarios estatales las Sagradas Escrituras. Así Mensurio obispo de Cartago, entregó libros heréticos; Donato, obispo de Calama, códices medicinales; y Félix, obispo de Aptungi, epistulae salutatoriae. El obispo Pablo, en el año 303, entregó todo lo que guardaba. En el año 305 se reunieron en Cirta 10 o 12 obispos númidas para consagrar al subdiácono Silvano, sucesor del obispo apóstata Pablo, pero resultó después, ya donatista, haber sido un celoso cooperador de los funcionarios estatales, que habían buscado los códices de las Sagradas Escrituras en Cirta. En las actas de los mártires africanos 86


Saturnino, Dativo y de varios otros de la ciudad de Abitina, celebrando la función litúrgica en casa de particulares, de Octavio Félix según el capítulo 2 y del lector Emeterio según los capítulos 10-11, se menciona al obispo apóstata Fundano, que entregó las escrituras, como obispo en otro tiempo de la comunidad cristiana “ipsius civitatis quondam episcopus”, expresión que parece indicar que había sido depuesto de sus funciones y al presbítero / (Página 367) Saturnino, bajo cuya dirección se celebran los divinos oficios (5-6, 8-10). Fueron martirizados entre los años 303 y 305. Los donatistas en el siglo IV son los continuadores de Cipriano (…). Donato de Casae *igrae, obispo númida, hizo venir a Cartago a Secundo de Tigisis, que era el obispo más antiguo de *umidia y a unos setenta obispos, que bajo su presidencia rechazaron como válida la elección del episcopado de Ciciliano, por haber sido consagrado por tres traditores, Félix de Aptunga, ovello de Tyzicum y Faustino de Tuburbo, aunque después se demostró que era una falsedad. (…) En el sínodo reunido en Roma para zanjar el problema donatista, se condena a Donato, por rebautizar y por ordenar de nuevo a los obispos apóstatas, sin duda por seguir la disciplina y las teorías de Cipriano y de la Iglesia africana del siglo III, tal como se deduce de los hechos expuestos (…) / (Página 368) El consular Zenófilo, que pasaba por ser uno de los más encarnizados perseguidores de los donatistas (Aug. Contra Crec. 3, 30, 34, Optat, 2,5) demostró que el obispo Silvano de Cirta, uno de los líderes donatistas, había apostatado y, que además era un corrompido y, que había de desterrarle del episcopado. Con este motivo se desenmascaró a otros seis donatistas, que quince años atrás, habían sido traditores. Se les desterró. La Iglesia donatista seguía, pues, la disciplina de la Iglesia africana de tiempos de Cipriano, que no era la opinión particular del obispo de Cartago, sino de la Iglesia del África del *orte (…). De todos los datos recogidos se deduce que la Iglesia de Cartago deponía aún en el siglo IV a los obispos apóstatas, lo que demuestra la concepción de que el cargo de obispo era amovible por faltas graves, como la apostasía (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 281. Cita (124). “(…) Los obispos donatistas que, en la Conferencia de Cartago del año 411, que pasaron por poenitentiam, fueron restablecidos en sus sedes. San Agustín fue el inspirador de estas medidas (…)”. (41). LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. “El nacimiento del arte cristiano”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & 87


FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 425. Dura Europos (Siria). “(…) Las primeras representaciones cristianas de Jesús proceden de las catacumbas romanas de comienzos del siglo III, de la iglesia de Dura Europos, de ca. 230 y, de los sarcófagos romanos a partir de mediados del siglo III. Entre los temas elegidos se encuentra el bautismo de Cristo en el Jordán, documentado en las pinturas de la cripta de los Sacramentos de San Calixto y en las del cubículo XY de la cripta de Lucina; las resurrección de Lázaro; su encuentro con la samaritana junto al pozo, o a Cristo como Pastor y Maestro (…)”. (42). LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. “El nacimiento del arte cristiano”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 416. Dura Europos (Siria). “(…) Parece ser que la representación más antigua de Cristo alude a su carácter de Buen Pastor, figurado como Orfeo encantando a los animales (catacumbas de Pedro y Marcelino, Domitila y Calixto). Esta imagen mitológica pasa igualmente a la iconografía hebrea para representar a David, según la inscripción que acompaña a la figura del mosaico de Gaza, pensando G. M. A., Hanfmann que también podría interpretarse como David el músico con gorro frigio representado en las pinturas de la sinagoga de Dura Europos (…)”.LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. “El nacimiento del arte cristiano”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 426. Dura Europos (Siria). “(…) Muchos de los temas elegidos testimonian un cierto sincretismo con el repertorio del periodo helenístico-romano: el paraíso de Orfeo encantando a los animales con su música, tan frecuente en la musivaria romana, se asimila a la figura de Cristo como Buen Pastor, tema que se repite hasta la saciedad de un lado a otro del Mediterráneo, desde los inicios en Dura Europos (Siria), pasando por el mausoleo del Éxodo en el oasis de El Kharga (Egipto), a los monumentos de Cirene (Libia), de Tabarca (Túnez) y de la Campania (Italia) (…)”. (43). DE FRUTOS, Alberto. “La Menorca paleocristiana. VIII Jornadas de búsqueda histórica en la isla balear”. Revista Historia de Iberia Vieja Nº 58. Copia de HIV67 58 a 63. Menorca: HIV34 Mano negra 10:03 Pág. 23. 2/ 12/ 2010 88


www.historiadeiberiavieja,com www.menorca_paleocristiana.pdf Página 61. El discurso de Enrique Taltavull y Margarita Orfila. “(...) En su indispensable Guía arqueológica de Menorca, Enric Taltavull y Margarita Orfila, hilan una brillante y sucinta presentación acerca de las basílicas paleocristianas: “Cuando se decretó la libre práctica del cristianismo en el mundo romano, se tuvieron que crear unos lugares para celebrar sus cultos, reuniendo las condiciones que se requerían para practicar todas las funciones de la liturgia cristiana”. Esos lugares fueron las basílicas, muy diversas según las correspondientes tradiciones locales, y que, en el caso de baleares, se construyeron según el modelo vigente en Siria a mediados del siglo V (conviene recordar que los intercambios / (Página 62) culturales a través del Mediterráneo eran tan frecuentes como los comerciales). ¿Qué queda en Menorca de esa arquitectura? Pues nada más y nada menos que cuatro prodigiosos ejemplos: la basílica de Fornells, la de isla del Rey, la de Son Bou y la de Es Fornàs de Torrelló. Durante el viaje organizado por la Martí i Bella, tuvimos la oportunidad de ver las dos últimas, que ilustran en gran medida las páginas de este reportaje. Pero, gracias a las explicaciones de Francesc Tuset, Doctor en Historia y profesor de Arqueología en la Universidad de Barcelona, conocimos en profundidad las características de todas ellas. “De entrada -comenta el historiador-, no se parecen en nada desde el punto de vista tipológico y de técnica constructiva, si bien podría llegar a establecerse un cierto parecido entre la basílica de la Isla del Rey y la de Fornàs de Torrelló”. La primera, hoy muy deteriorada, se encuentra en el puerto de Mahón y se conoce desde el siglo XIX; aunque fue la arqueóloga María Luísa Serra Belabre -ver recuadro en la página 63- quién se ocupó de su excavación en la pasada centuria. En cuanto a la segunda, es una basílica entre los siglos V-VI d. C., de planta rectangular y con tres espacios diferenciados: el ábsis, el santuario, que tiene como temas una palmera y dos leones, y la nave para los fieles. Tanto esos conjuntos como los de Son Bou y Fornells podrían catalogarse como “basílicas rurales”. Es precisamente su singular ubicación, además de sus proporciones, lo que hace que algunos expertos repregunten por sus funciones reales, que se confundirían con asentamientos de comunidades monásticas o incluso con fundaciones privadas. “El caso de la basílica de Fornells es difícil de entender -narra Tuset-. Se trata de una basílica de una sola nave, con un ábside de cripta cuadrada en la cabecera; y alrededor del presbiterio habría cámaras sepulcrales o celdas de retiro... De hecho, no se sabe muy bien, como tampoco se conocen las distintas fases constructivas del conjunto”. 89


Finalmente, la de Son Bou, descubierta en 1951, es “de manual”, y semeja, en palabras de este profesor de arqueología, “una iglesia de Siria del *orte”; se nota que quién la hizo conocía otras formas de construir”. De tres naves y con pórtico de entrada y vestíbulo, el fondo estaba destinado al altar y la cabecera, dividida a su vez en tres partes, con el presbiterio en el centro y una sacristía a cada lado. Uno de los mayores retos a los que se enfrenta la arqueología es fechar con precisión estos monumentos; ya que, si bien hay indicios de que se erigieron a en el siglo VI, textos como los ya comentados se remontan al V; y de ahí que los arqueólogos tiendan a datar a la baja (...)”. (44). DE FRUTOS, Alberto. “La Menorca paleocristiana. VIII Jornadas de búsqueda histórica en la isla balear”. Revista Historia de Iberia Vieja Nº 58. Copia de HIV67 58 a 63. Menorca: HIV34 Mano negra 10:03 Pág. 23. 2/ 12/ 2010 www.historiadeiberiavieja,com www.menorca_paleocristiana.pdf Página 59. “(...) Maria Josep León, del Museo Municipal de Ciutadella, expuso los trabajos que se están llevando a cabo para desentrañar la naturaleza de ocho fragmentos de mosaico, hallados en 2009 en una calle de la localidad. En efecto, esas piezas podrían remitirnos al pavimento de una basílica paleocristiana (...)”. (45). “Museo Municipal de Ciutadella”. Folleto explicativo (castellano). Ciutadella de Menorca. Bastió de Sa Font.1995. Sin Paginar. Vitrina 21. “(…) Ara paleocristiana de Ses Canesies de Ciutadella: En el término de Ciutadella no tenemos testimonios de estructuras arqueológicas correspondientes a basílicas paleocristianas (…)”. (46). “Museo Municipal de Ciutadella”. Folleto explicativo (castellano). Ciutadella de Menorca. Bastió de Sa Font.1995. Sin Paginar. Vitrina 21. “(…) Pero ciertos testimonios arqueológicos en nuestro término evidencian su existencia, como son las posibles basílicas de Es Trabucs y de Ses Canessies que se representa con la presente ara (…)”. (47). “Museo Municipal de Ciutadella”. Folleto explicativo (castellano). Ciutadella de Menorca. Bastió de Sa Font.1995. Sin Paginar. Vitrina 21. “(…) Las aras de altar eran las mesas donde los presbíteros oficiaban los actos litúrgicos, situadas en el santuario, lugar reservado a los clérigos y a lo más sagrado de la basílica. Salvador Saavedra (1979) nos comenta de esta ara: “…en la zona casi central hay como una especie de surco muy hundido, que parece hecho expresamente y que en un sentido improvisado, habría podido servir de escondite para las reliquias (…). Las grafías que se observan son cruces incididas de un modelo como las que hemos visto anteriormente (refiriéndose) al ara de Sa Païssa de s´Almudaina de Alaior, como claras grafías de simbolismo cristiano: crismones, cruces cristianas, figuras antropomórficas y figuras en forma de pez); lo que 90


ocurre es que la superficie o plano de esta posible ara de altar se podría decir que está muy erosionada…”. (48). “Museo Municipal de Ciutadella”. Folleto explicativo (castellano). Ciutadella de Menorca. Bastió de Sa Font.1995. Sin Paginar. Vitrina 22. “(…) Cultura romana. Periodo Bajo Imperio (s. III-V. d.C.). Fragmentos de vajilla litúrgica paleocristiana, lucernas paleocristinas, colgante de plomo en forma de cruz, clavos de bronce, molde de panes eucarísticos de cerámica, agujas de hueso y bronce, tegula romana (…)”.“Museo Municipal de Ciutadella”. Folleto explicativo (castellano). Ciutadella de Menorca. Bastió de Sa Font.1995. Sin Paginar. 8. Orígenes del cristianismo en Menorca. “(…) El contacto entre Iamo y otros núcleos romanizados provoca la introducción del mensaje del cristianismo. Los primeros rituales cristianos se celebran en la clandestinidad en casas particulares. Con la proclamación de la oficialidad del Cristianismo el 313 d. C., se adopta para este culto un tipo de arquitectura preexistente, la basílica, adaptando sus diferentes partes al ritual cristiano. Las basílicas menorquinas derivan de las basílicas sirias, llegadas a Menorca a través del contacto con el orte de África. Elementos de la basílica. 1. Pórtico: patio porticado de recepción. 2. Orientación: hacia el Este por una supuesta tradición judía. 3. ártex: vestíbulo con puertas diferenciadas por cada una de las naves interiores. 4. Fachada: a la cual se adhiere el nártex de menor altura. 5. ave tripartita: lugar de reunión de los fieles. 6. Pilastras: dividen las tres naves. 7. Transepto: prolongación de la nave con una función jerárquica social o sexual. 8. Santuario: lugar donde el presbítero realiza los actos litúrgicos. 9. Coro: lugar restringido al clero. “… Mientras que en Iamona, aunque sólo sea de paso, no se atreve a vivir ningún judío, (…) al contrario Magona estaba tan infestada de judíos (…), que diariamente la Iglesia de Cristo estaba mortificada por ellos”. Severo, Cartas-Encíclica 3, 1, 5, 6 (s.V). 9. Las incursiones vándalas y el Imperio Bizantino. El emperador romano Constantino I conquista Bizancio el 324 d. C. y la denomina Constantinopla (la actual Estambul), proclamándola capital del Imperio Romano y dividiéndolo en dos: el Imperio romano de Occidente con capital en Roma y, el Imperio romano de Oriente con capital en Constantinopla. El Imperio romano de Oriente perdurará hasta finales de la Edad media como Imperio Bizantino; en cambio el de Occidente se disgregará debido a las paulatinas incursiones bárbaras procedentes del norte de 91


Europas en busca de las fértiles llanuras mediterráneas, llevándolo a su destrucción en el 476. Así, las Baleares se incorporarán al Imperio Vándalo en el 426 d. C. Las provincias bizantinas del Mediterráneo Occidental, muy alejadas de la metrópolis (Bizancio), son ocupadas por los visigodos, aunque las baleares siguen dependiendo de los Vándalos. Justiniano conquista el Imperio Vándalo e integra las Baleares a la Provincia Bizantina de Cerdeña en el 534, restableciéndose el cristianismo de Menorca fuertemente atacado por las incursiones bárbaras (…)”. (49). NADAL CAÑELLAS, Juan. “El Typarion paleocristiano de la basílica de Son Bou, en Menorca”. Mahón. Revista de Menorca. Publicació de l´Ateneu Cientific, Literari i Artistic de Maó. Tomo 90 (I). Gener-juny. 2007. Página 221. Ritual de cremación de pan (griegos). “(…) Por lo que respecta a los panes, tenemos testimonios de su uso ritual por lo menos desde la época clásica. Los panecillos de molde o los sellados con imágenes de antorchas, animales o flores podían sustituir el objeto que había sido ofrecido a los dioses. En una de sus fábulas, Esopo cuenta que “un hombre pobre había prometido a los dioses sacrificarles cien bueyes; no pudiendo, sin embargo, hacerse ni con uno de estos animales, hizo cien bueyes de pan y los quemó sobre un altar, diciendo: este es el cumplimiento de mi voto, oh dioses (4) (…)”. Página 221. Cita (4). “(…) Es la fábula 28 en la edición crítica de Hausrath, vol. I, fase I, p. 41 (…)”. Página 222. “(…) Los ejemplos podrían multiplicarse. Herondas (hacia 270-250 a.C.) (5) [5. Véase el artículo de Wünsch] describe la ofrenda de dos mujeres en el templo de esculapio en Cos. Una de ellas lleva una imagen votiva y la otra un gallo. Las ofrendas son aceptadas benévolamente por la divinidad. Una de las mujeres pide, a continuación, a su sirviente que corte una ración de gallo para el sacerdote del templo, añadiendo que el resto se lo comieron ellas. Al mismo tiempo recuerda al sirviente que no se olvide de traer la hyqueia (la salud). Con esta palabra se designaba, como lo explica el texto en otro lugar, una bandeja que contenía un pan de harina, un recipiente con aceite de oliva y una botella de vino. Era una ofrenda dedicada a Esculapio, el dios de la salud, que se bendecía durante el sacrificio y que podía llevarse luego a casa para curar a los enfermos o como talismán para mantenerse en buena salud. Este pan estaba sellado con estampillas diferentes, según el santuario o las festividades que allí se celebraban. Testimonios de panes sellados los encontramos también en otros autores griegos de época clásica. Por ejemplo en Ateneo de aucratis (hacia 200 a. C.) quien en su libro Deipnosofistai los conocedores del buen comer) (6) describe las Elafebolia, unas fiestas que tenían lugar en Atenas durante el mes de Elafebolion (mitad marzo-mitad abril), en honor de Artemisa, o las llamadas Zesmoforia, celebradas en Siracusa, donde se confeccionaban 92


unos panecillos llamados mylloi, ofrecidos a la diosa fertilidad. Sellos rituales de pan existieron en Egipto, Israel, Grecia y Roma (…)”. Página 222. Cita (6). “(…) Editado críticamente por Karbel. Texto y traducción francesa de Desrousseaux-Astruc (…)”. Página 224. Triángulo = Trinidad. “(…) triángulos que conmemoraban la trinidad de las personas divinas, dogma que tantas discusiones ocasionó en la Iglesia primitiva (…)”. (50). LAGARDA MATA, Ferrán. “Las piscinas bautismales paleocristianas de Menorca”. Zaragoza. Ferrán Lagarda Mata Editor. 2009. Página 67. Cronología de las piscinas bautismales de Menorca. “(…) En lo que se refiere a la de es Cap des Port, el edificio parece haber pasado por, cuanto menos, tres etapas constructivas, siendo la última, a la cual corresponderían la gran habitación a los pies de la iglesia denominada vestíbulo, la torre anexa y las cámaras funerarias orientales, de finales del siglo VI d.C. La cripta y las tres o cuatro naves (aún sin compartimentar) podrían ser un poco anteriores, del siglo V, mientras que del edificio original sólo tenemos una vaga idea, la de una estructura rectangular con una cabecera que sobresalía. La cerámica corrobora que, cronológicamente, todo el conjunto abarcaría desde mediados del siglo V hasta quizás el inicio del VII, cuando sería destruido y abandonado definitivamente. La de es Fornàs de Torrelló, por su parte, fue levantada probablemente sobre una villa señorial romana previa y podría tener, por su estructura, una cronología del siglo V d. C., mientras que sus mosaicos, con una fuerte influencia de temas y motivos judíos de Palestina de los siglos V y VI, y relacionados con otros norteafricanos, parecen ser de mediados de dicho último siglo, en torno a la década 540-550 (es decir, de la etapa bizantina). Los mosaicos y capiteles de la basílica de la Illa del Rei parecen mirar también hacia la época de dominio bizantino de la isla. Probablemente fue levantada en la segunda mitad del siglo VI d.C. Finalmente, la de Son Bou probablemente es de finales del siglo V, pues corresponde a un tipo creado a mediados del mismo, y es probable que el conjunto en general perdurara hasta fines del siglo VIII (las tumbas del exterior serían, como muy antiguas, del VII) (168). / (Página 68) Todo nos conduce a una problemática: Tres de las cuatro iglesias habrían sido levantadas en la época del dominio de los vándalos, los cuales efectuaron una primera incursión sobre las islas en el 425 (169) y acabaron apoderándose de ellas entre el 455 y el 460, siendo casi imposible que ninguna corresponda a uno de los dos edificios eclesiales anteriores 93


mencionados en la Carta Encíclica del obispo Severo (170), datada en el 417, ni la “iglesia” protagonista de la conversión en masa de los judíos mahoneses ni la “basílica” construida a continuación de este hecho y en ocho días sobre la sinagoga de aquellos (171). / (Página 69) Ahora bien, los vándalos eran arrianos, es decir, eran seguidores de lo que, para los ortodoxos católicos, constituía una herejía que, entre otras cosas, consideraba que Cristo no era Dios, que las tres personas de la Trinidad no tenían nada que ver entre sí y que solo el Padre era eterno. Y, más que eso, eran perseguidores de éstos, con largos periodos de violencia, expropiación de bienes y edificios de culto, destierros y trabajos forzados para los obispos, conversión obligada al arrianismo en masa, etc. Resulta difícil de entender, pues, el origen de estos edificios menorquines en un momento tan difícil. Algunos investigadores (172), como Ch. Courtois, consideran posible que la persecución anticatólica arriana fuera un fenómeno que se diera exclusivamente en el territorio africano del reino vándalo, lo cual, de alguna manera, pondría en entredicho el dominio real (173) de los vándalos sobre las islas, permitiendo suponer que la aparición de las basílicas baleáricas recibió un fuerte impulso por la huída hacia ellas de fuertes contingentes de católicos norteafricanos, a los que, además, deberían sus influjos arquitectónicos (174). Y ello a pesar de que sabemos perfectamente que los vándalos eran unos magníficos navegantes que en el año 460 o 461 fueron capaces, partiendo probable y precisamente las bases en baleares, de destruir la flota de 300 naves que el emperador Mayoriano (lulius Valerius Maiorianus) había reunido para atacar su reino africano. Además, sabemos que, en el 484, su rey Hunerico llamó a reunión a todos los obispos, católicos y arrianos, quizás para conseguir algún tipo de unificación religiosa semejante a la que intentaría a partir del 580 en la Península el semejante a la que intentaría a partir del 580 en la Península el visigodo Leovigildo (175), lo que obligó a los obispos de Mallorca, Menorca e Ibíza a trasladarse a Cartago, donde la cosa acabó mal / (Página 70) para ellos. De todas formas, hay quién cree también que la animadversión de los vándalos hacia los católicos no fue tan extrema como las fuentes nos quieren hacer creer (176), que el relato de los horrores de la invasión [vándala] es obra de clérigos y probablemente por ello se resaltan con especial interés las atrocidades a las que estuvieron sometidos los miembros del clero y otros militantes muy comprometidos de la iglesia católica africana (177), que a pesar de tanta 94


desdicha como narran nuestras fuentes literarias, el África vándala, no sucumbió a sus dolores, tal vez porque no eran los de su población entera sino los de un grupo concreto, el de los católicos renuentes, compuesto principalmente por clérigos, que a menudo prefirieron afrontar los castigos e incluso la muerte antes que traicionar la fe nicena y que lucharon activamente por defender unos derechos adquiridos a lo largo de los reinados de los últimos emperadores católicos, que le habían otorgado a la Iglesia católica africana una tremenda influencia social y múltiples bienes materiales (178) y que en la Hispania del siglo V, incluyendo las Baleares, se produjeron numerosas iniciativas sino de tolerancia, sí al menos de convivencia o coexistencia entre personas que profesaban credos distintos (179). En la misma onda, pues, que otros al tratar de los visigodos aún arrianos señalan que la imposición de la herejía arriana como religión oficial de Hispania debió crear un clima de hostilidad y de tensión entre la numerosa población hispano-romana sometida y la elite visigoda en el poder. Paradójicamente, y en gran medida presionados por el predominio numérico de la masa popular cristiana (180), los monarcas godos se mostraron especialmente flexibles y tolerantes con las costumbres hispanas, así como con sus principios e instituciones, aceptando incluso su religión. Durante el periodo arriano, los católicos tuvieron libertad suficiente para practicar sus ritos, erigir iglesias e instaurar monasterios, escribir y difundir sus textos religiosos, (181). / (Página 71) Otra hipótesis, para explicar el auge en la construcción de basílicas en las Baleares (no sólo en Menorca, pues en Mallorca se conocen otras cuatro), es la de que los edificios basilicales que nos ocupan, y preocupan, sean algo posteriores, de la época del dominio bizantino sobre sus islas, el cual se iniciaría en el 534, tras la derrota de los vándalos por Belisario en la batalla de tricomarum. A favor de ello estarían las semejanzas detectadas entre los mosaicos de es Fornàs de Torrelló y la Illa del Rei, pese a que otros elementos arqueológicos siguen señalando que la primera es anterior a los elementos decorativos de su propio pavimento (182). Queda finalmente una posibilidad que no parece haberse tratado nunca: Los edificios basilicales isleños, tanto menorquines como mallorquines, fueron arrianos. De hecho, no hay nada que lo impida, ni la circunstancia de que sólo conozcamos el nombre de algún obispo católico, ni los edificios en sí, pues conocemos basílicas arrianas como la muy famosa, y decorada también con mosaicos, construida por el ostrogodo Teodorico en Rávena 95


(Italia) en el 505, hoy San Apolinar uevo, o las visigodas de Santa María de Toledo, Santa Lucía del Trampal (Alcuéscar, provincia de Cáceres), Cabezo de Griego (provincia de Cuenca), etc. Tampoco el hecho de que hubiera baptisterios o, simplemente, piscinas bautismales, pues igualmente famoso es el baptisterio arriano de Rávena y también sabemos que los arrianos practicaban un bautismo de triple inmersión. Lo más lógico, pues, teniendo en cuenta que la Iglesia católica estaba impedida por ley de tener basílicas y de celebrar oficios religiosos en los lugares en los que residían los vándalos (183), es llegar a la conclusión de que nuestras basílicas no se hallaban sometidas al credo de Arrio y no al católico, cuanto menos la de Son Bou, con toda seguridad levantada en pleno periodo vándalo, y la de es Cap des Port, que pese a su posible origen, quizás monacal, anterior al mismo, fue remozada / (Página 72) durante aquel, quizás precisamente cuando paso a manos del clero arriano, para volver a serlo, y sigue siendo una hipótesis, cuando volvió al seno de la Iglesia católica, ahora bizantina. Más dudas podemos tener respecto a los edificios de es Fornàs, quizás anterior a los bárbaros y con unos mosaicos posteriores a su dominio, y la Illa del Rei, que cabe que sea incluso posterior en su totalidad. De estas tres hipótesis, la primera y la que acabamos de introducir no contradicen para nada los hallazgos arqueológicos, por lo que parecen las más probables y nos permiten establecer una posible cronología para las piscinas bautismales de es Cap des Port, es Fornàs de Torrelló y la Illa del Rei entre la fecha de la construcción y la destrucción de sus basílicas determinadas a la luz de dichos hallazgos. Más complicado puede ser fijar la de la pieza de Son Bou, pues su propio carácter monolítico permite pensar que pudo, en una época anterior a la existencia de su basílica, hallarse en el baptisterio de otra, quizás muy lejana en el espacio y en el tiempo. Así pues, en es Cap des Port de Fornells, la piscina tuvo que ser construida, como hemos reiterado, entre las dos fechas que marcan la vida del edificio en general: mediados del siglo V y principios del siglo VII. Los estudiosos (184) que se han ocupado del mismo se decantan por el segundo periodo de su construcción, que sigue de cerca al de la estructura original, y colocan el vaso bautismal en el mismo siglo V, junto con la cripta cruciforme y las naves, aún indivisas. Las razones aducidas para ello son siempre vagas, pero parece claro que este baptisterio no data del primer estadio del conjunto, por lo que correspondería a uno de los otros dos, pero dado que la tan semejante piscina de la antigua ciudad de Mariana, 96


en Córcega, es datada en el siglo IV, cabe pensar que sería más del segundo momento, por lo que correspondería a uno de los otros dos, pero dado que la tan semejante piscina de la antigua ciudad de Mariana, en Córcega, es datada en el siglo IV, cabe pensar que sería más del segundo momento (más cercano al siglo IV) que del tercero (más próximo al VII), luego, como muy tarde, del mismo siglo V en que se fechan tanto la primera de sus etapas como el inicio de esta segunda. Una cronología, ésta, que no desentonaría tampoco como la de las piezas de Terrassa, en un baptisterio de la segunda mitad del siglo V y fruto de una remodelación de otra previa inmediatamente anterior (185), Mastichari, de entre los siglos V y VI (186), y Calp, quizás ya del VI (187). / (Página 73) De un momento parecido parece que hayan de ser las pequeñas piscinas bautismales redondas de es Fornàs de Torrelló i la Illa del Rei, dos basílicas que coinciden no sólo en la forma de éstas sino en la decoración musivaria del suelo de sus naves, probablemente obra de un mismo artista y taller que las decoró a mediados del siglo VI, aunque la primera es probable que fuera levantada, como hemos dicho, sobre una villa romana anterior en el siglo V, mientras que la segunda sería también de la segunda mitad del VI. Por tanto, nuevamente, los siglos V y VI se perfilan como los más probables para estas estructuras destinadas a contener o recoger el agua bautismal, pese a que, una vez más, haya algún ejemplar tan antiguo, con la misma forma, como el mencionado de la Iglesia orte II de Aquilea (Italia), de finales del siglo IV o principios del V (188) y el recientemente hallado en Limoges, probablemente de la misma fecha. Ello, una cronología de los siglos V-VI, se ajustaría bien con las fechas de otras piezas, como la del baptisterio de san Giovanni in Fonte de ápoles (Italia), levantado por Sóter, obispo desde el 465 (189), la de Epidauro (Grecia), probablemente del siglo V (190), la también recientemente hallada en el yacimiento de Alban, en Ajaccio (Córcega, Francia), igualmente del siglo V, aunque el conjunto que incluía el baptisterio perduró probablemente hasta el VIII (191), o la situada en el templo de Júpiter en Cumas (Italia), de una iglesia que ocupó el área del templo pagano a finales del siglo V o principios del VI (192),si bien la gran diferencia de tamaño, con la excepción del de la cuba hallada en Ajaccio, las hace relativamente poco parecidas. Aún así, cabe recordar de nuevo, como elemento cronológicamente disidente, el parecido con el ejemplar de Leopoli-Cencelle / (Página 74) (Centocelle, Italia), una ciudad nueva 97


empezada a ocupar (el obispo se trasladó aquel año) en el 853 d. C., y consagrada por León IV en el 854 (193). Para finalizar, el gran problema, la piscina monolítica de Son Bou, correspondiente a una basílica seguramente de finales del siglo V, pero que perduró probablemente hasta las postrimerías del siglo VIII, y a la que muy posiblemente llegó procedente de una ubicación oriental anterior, aunque nadie puede asegurarlo, como tampoco que en la playa menorquina se hallará, como otras piezas semejantes, medio enterrada en el suelo de un edificio anexo del cual no se conoce, al menos hasta el momento, ningún otro resto. Es decir, cabe en lo posible que en su, probablemente, nueva ubicación no fuera incrustada en el piso de un baptisterio, aunque no necesariamente la que guarda actualmente sea tampoco la original, puesto que se ha precisado (194) que antes de la guerra del 36 se hallaba fuera del edificio hoy a la vista. De los muchos ejemplares tetralobulados conocidos, los más parecidos a esta pieza, por ser monolíticos y por su forma exterior cilíndrica, son los restos del de urachi (Cerdeña, Italia), del siglo VI (195), el de Lachania (Rodas, Grecia), aunque en mármol blanco, y sin que hallamos hallado datación alguna del mismo, el del Herodium (Israel), también del siglo VI (196), el de Khirbet el-Kerak (Israel),perteneciente a un baptisterio construido el 529 (197), el de Et Taiyiba (Palestina),del que no sabemos que haya sido datado, y, por supuesto, el del Monte ebo (ras Siagha, Jordania),cuyo / (Página 75) segundo baptisterio fue terminado en el 597-598 (198), según rezan algunos mosaicos de la época sustituyendo a otro anterior, decorado también con unos mosaicos terminados en agosto del 530 o 531, que quedó bajo una capilla en el lado norte de la también nueva basílica y tenía su propia fuente bautismal cruciforme, la cual, por cierto, recuerda hasta cierto punto las de es Cap des Port de Fornells, Mariana etc., aunque los ángulos entre los brazos son totalmente rectos, no curvos. El ejemplar de Malekat´ha (Palestina), al parecer más elaborado y con una inscripción en el reborde, tampoco sería muy posterior, del mismo siglo VI o, quizás, ya del VII (199). En lo que se refiere a piscinas tetralobuladas no cilíndricas, la octogonal de la iglesia de la atividad de Belén (Palestina) es el único resto que queda de un baptisterio del siglo VI (200), la cuadrada del Gólgota (Jerusalén, Israel) perteneció a uno del siglo IV (201) y la cruciforme de Dabravine (BosniaHerzegovina) a otro del VI (202), por poner algunos ejemplos. Finalmente, de entre las elaboradas mediante mampostería, destacamos las de Emaús 98


(Palestina), de la reconstrucción del baptisterio efectuada durante el siglo VI (203), la de la iglesia de Saint Servís de Sufetula/Sbeitla (Túnez), de un baptisterio de los siglos V-VI (204), la de Oumcetren (Sidi Daoud, Túnez), del siglo VI (205) una vez más, y la de Clypea/Kelibia (Túnez) igualmente del VI (206). / (Página 76) De los ejemplares más próximos con algún parecido, la pieza de Gerena se halla en un baptisterio que habría sido levantado con su piscina anterior y original cruciforme a mediados del siglo V, siendo quizás la “nueva” de finales del VI (207), cuando, precisamente, se produce el cambio o renovación depilas bautismales como un fenómeno generalizado relacionado sin duda con la introducción del bautismo de los niños (208) (y ello pese ala alegación en contra de Cristina Godoy, antes citada, sustentada en el hecho de que siempre hubo inmersión de niños en piscinas profundas). El conjunto de Burguillos fue considerado del siglo VII, o anterior a la invasión árabe del VIII, desde el mismo momento de su descubrimiento (209) y el de El Guijo baila entre el mismo siglo VII (210) un momento, creemos que es excesivamente temprano, entre el III y el IV (211),mientras que el de Son Peretó parece influenciado por los cánones sirio-palestinos y norteafricanos de la segunda mitad del siglo V (212),pero los mosaicos habrían sido añadidos posteriormente, en el VI (213). / (Página 77) El de Vega del Mar es considerado del VI (214) y del mismo siglo se cree también la piscina de Diana-Velha (Portugal) (215). En definitiva, parece evidente, y creemos que no hace falta insistir con más ejemplos, que, basándonos en una estadística establecida a partir de la comparación formal, y a pesar de existir ejemplares que muestran al parecer un claro desvío cronológico, como el del Gólgota (del siglo IV, como hemos dicho) o el del baptisterio de Metaponto (Bernalda, Matera, Italia) (en uso en la segunda mitad del mismo siglo) (216),o tan solo uno muy ligero, que los sitúan quizás en los siglos V o VII; parece claro y evidente, decíamos, que no hay otro siglo en el cual situar la piscina bautismal de Son ou que en el VI (aunque, dado su carácter monolítico, podría haber llegado a su basílica incluso en el VII o principios del VIII). Una cronología que sólo podría ser discutida considerando que todas las piezas mencionadas, incluida la menorquina, han sido exclusivamente datadas a partir de la del Monte ebo, cosa que resulta difícil de creer, dado su número. Resumiendo, las cuatro piscinas bautismales paleocristianas que se conocen en Menorca parecen tener que situarse en un momento que abarca el final del siglo V y todo el VI. 99


Podrían corresponder, pues, a basílicas arrianas levantadas por los vándalos o bajo su dominio, mientras que los mosaicos de es Fornàs de Torrelló y la Illa del Rei, de claro sabor bizantino, corresponderían quizás a una nueva consagración de los templos, bajo el credo católico (217), una vez los generales de la antigua Constantinopla se hicieron con el control de las islas. os preguntamos incluso, si este último templo, el de la Illa del Rei, no sería levantado por Bizancio para conmemorar de alguna forma su triunfo o dejar clara su posesión. ¿Se produjo en lamisca época y por los mismos motivos la remodelación final destacada en es Cap des Port? (…)”. Página 67. Cita (168). “(…) PALOL, P. de. (1994): L´arqueologia cristiana hispánica després del 1982. En III Reunió d´Arqueologia Cristiana Hispánica. Maó, 12-17 de setembre de 1988. Página 3-40. Institut d´Estudis Catalans-Universitat de Barcelona-Consell Insular de Menorca. Bacelona. Página 10 (…)”. Página 68. Cita (169). “(…) Wandali Balearicas insulas depraedantur: deinde Carthagine Spartaria, et Hispali eversa et Hispaniis depraedatis, mauritaniam invadunt (Hydatii Episcopi Chronicon, hacia el 460 d.C.) (…)”. Página 68. Cita (170). “(…) (Porque en estos días en que yo, aunque indigno de ello, he sido promovido al oficio sacerdotal, cierto presbítero de reconocida santidad, procedente de Jerusalén, permaneció algunos días en Magón. Y no pudiendo pasar a las Hispanias, como deseaba, resolvió regresar a África. Pero, dado, que había decidido llevar a las Hispanias las reliquias del aventurado mártir San Esteban, descubiertas poco tiempo antes, las dejó por revelación del propio mártir en la iglesia de dicha localidad). (En primer lugar, han empezado no solo a derribar y destruir hasta los mismísimos cimientos de la sinagoga, sino que también se han ofrecido a pagar los gastos de la construcción de una nueva basílica, y resulta admirable ver como transportan sobre sus propios hombros las piedras para el sagrado edificio). Textos en latín transcritos de LAFUE TE, E., et alii (1981): Epistola Severi Episcopi. Col. “Documenta Histórica Minoricensia”, I. Ed. ura. Palma de Mallorca. Páginas 27 y 45. Traducción al castellano del autor (…)”. Página 68. Cita (171). “(…) Sólo las basílicas de es Cap des Port, principalmente, y es Fornàs de Torrelló tendrían alguna posibilidad cronológica de coincidir con ellos, pero su ubicación prácticamente descarta que se trate de los mismos, aunque la primera sí podría tener que ver con los monjes que contribuyeron a la destrucción de la sinagoga, es decir, ser su monasterio. 100


(…) (Estando pues en la iglesia algo alejada de la ciudad, y en la que quedaron depositadas las reliquias del santo mártir Esteban, todo el pueblo esperaba la misa. Había en aquel lugar dos monjes, a los cuales Dios había escogido para ser testigos / (Página 69) de sus prodigios; estaban los mismos sentados sobre la hierba del campo vecino al portal de la iglesia). Texto en latín trascrito de la obra LAFUE TE, E. et alii (1981): Epistola Severi Episcopi. Col. “Documenta Histórica Minoricensia”. I. ed. ura. Palma de Mallorca. Páginas 39-41. Traducción al castellano del autor del presente trabajo (…)”. Página 69. Cita (172). “(…) ORLA DIS, J. (1999): problemas en torno a la cristiandad balear en la época preislámica. “Anuario de Historia de la Iglesia”. 8. Páginas 145-157.Universidad de avarra. Pamplona. Página 151. AME GUAL, J. (2003): El segle V: de la romanitat política a la cultural a les Balears. “Mayurqa”, 29.Páginas 155-172. Universidad de les Illes Balears. Palma de Mallorca. Página 168 (…)”. Página 69. Cita (173). “(…) de lo que se deduce posiblemente que las llamadas persecuciones vándalas debieron tener cierta intensidad, si creemos al Vitense, sólo en el norte de África y no en el resto de los territorios dependientes de Cartago, donde en general, la influencia de la organización política vándala fue nula” (BELÉ , Mª y FER Á DEZMIRA DA, M. (1979): El fondeadero de Cales Coves (Alayor, Menorca).Col. “Excavaciones Arqueológicas en España”, 101. Ministerio de Cultura. Madrid. Página 206) (…)”. Página 69. Cita (174). “(…) AME GUAL, J. (2003): El segle V: de la romanitat política a la cultural a les Balears. “Mayurqa”, 29.Páginas 155-172. Universidad de les Illes Balears. Palma de Mallorca. Página 167 (…)”. Página 69. Cita (175). “(…) ORLA DIS, J. (2004): Europa y sus raíces cristianas. Ed. Rialp. Madrid. Página 81 (…)”. Página 70. Cita (176). “(…) UBRIC, P. (2003).Convivencia e intransigencia religiosa en la Hispania del siglo V. “Iberia”, 6. Páginas 71-77. Universidad de la Rioja. Logroño. Página 74 (…)”. Página 70. Cita (177). “(…) GIL, Mª. E. (2000): Miedo al bárbaro, miedo al hereje: un conflicto de intereses en el África vándala. En “Milenio”: miedo y religión. Universidad de La Laguna (Tenerife, islas Canarias), 3-6 de febrero del 2000. IV Simposio Internacional de la Sociedad Española de Ciencias de las Religiones”. Edición electrónica en: http://www2.ull.es/congreso/conmirel/GILEG.htm (...)”. Página 70. Cita (178). “(…) GIL, Mª. E. (2000): Miedo al bárbaro, miedo al hereje: un 101


conflicto de intereses en el África vándala. En “Milenio”: miedo y religión. Universidad de La Laguna (Tenerife, islas Canarias), 3-6 de febrero del 2000. IV Simposio Internacional de la Sociedad Española de Ciencias de las Religiones”. Edición electrónica en: http://www2.ull.es/congreso/conmirel/GILEG.htm (...)”. Página 70. Cita (179). “(…) UBRIC, P. (2003).Convivencia e intransigencia religiosa en la Hispania del siglo V. “Iberia”, 6. Páginas 71-77. Universidad de la Rioja. Logroño. Página 77 (…)”. Página 70. Cita (180). “(…) Suponemos que por “católica” (…)”. Página 70. Cita (181). “(…) SILVA, . (2007): Arte visigodo del periodo arriano (507-586) –I- Edición electrónica en: http://lacuestionarriana.wordpress.com/2007/03/30/arte-visigodo-delperiodo-arriano-507-586-i/ http://www.liceus.com/cgi-bin/aco/ar/06/0601.asp (...)”. Página 71. Cita (182). “(…) Esto no era compartido por Ma. Lluïsa Serra, excavadora de ambas, que las consideraba coetáneas y posteriores a la ocupación bizantina (SERRA, Mª. Ll. (1966): La basílica cristiana de la Isla del Rey (mahón). En Actas de la Iª Reunión acional de Arqueología Paleocristiana. “Boletín de la Institución “Sancho el Sabio”. X. Páginas 27-42. Vitoria. Página 41) (…)”. Página 71. Cita (183). “(…) GIL, Mª. E. (2000): Miedo al bárbaro, miedo al hereje: un conflicto de intereses en el África vándala. En “Milenio”: miedo y religión. Universidad de La Laguna (Tenerife, islas Canarias), 3-6 de febrero del 2000. IV Simposio Internacional de la Sociedad Española de Ciencias de las Religiones”. Edición electrónica en: http://www2.ull.es/congreso/conmirel/GILEG.htm (...)”. Página 72. Cita (184). “(…) PALOL, P. de (1982): La basílica des Cap des Port, de Fornells, Menorca. En PALOL, P. de (Dir) (1982): IX Symposium de Prehistoria i Arqueología Peninsular. II reunió d´Arqueología paleocristiana Hispànica. Montserrat, 2-5 novembre 1978. Páginas 353-404. Universitat de Barcelona. Abadía de Montserrat. Barcelona. Página 379 (…)”. Página 72. Cita (185). “(…) PALOL, P. de (1967): Arqueología cristiana de la España romana. Siglos IV-VI. CSIC. Madrid-Valladolid. Páginas 150 y 152 (…)”. Página 72. Cita (186). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 79 (…)”. Página 73. Cita (187). “(…) RO DA, A, Ma. (2008): Les emprestes del cristianismo en els Banys de la Reina de Calp. “Calp Història”. 2. Páginas 18-21. Institut d´Estudis Calpins-Ajuntament de Calp. Calp. Junio de 2008. Página 21(…)”. Página 73. Cita (188). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 65. DAVIES, J. G. (1962): The architectural setting of baptism. Barrie and 102


Rockliff. Londres.Página 21 (...)”. Página 73. Cita (189). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 112 (…)”. Página 73. Cita (190). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 86 (…)”. Página 73. Cita (191). “(…) http://www.inrap.fr/archeologie-preventive/Sites_archeologiques/p-687Le_baptistere_paleochretien_d_Ajacciohtm (...)”. Página 73. Cita (192). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 80. DAVIES, J. G. (1962): The architectural setting of baptism. Barrie and Rockliff. Londres. Página 21 (...)”. Página 74. Cita (193). “(…) Cabría, sin embargo, preguntarse, aunque de momento no haya evidencias claras de ello, si no hubo algún tipo de reutilización en las estructuras religiosas de aquella, puesto que la zona había estado ocupada (ERMI I PA I, L. (2007): Leopoli-Cencelle: note di urbanistica altomedievale in una città di fondazione. “Medieval Europe, 4e Congrès International d´Archéologie Mediévale et Moderne”. París. Página 2) desde antiguo y hasta, como mínimo, el siglo VI (…)”. Página 74. Cita (194). “(…) ORFILA, M. y TUSET, F. (1988): La basílica cristiana de Son Bou. En PALOL, P. de (Dir) (1988): Les Illes Balears en temps cristians fins als àrabs. Col. “Recerca”, 1. Páginas 21-24. Institut Menorquí d´estudis. Maó. Página 23 (…)”. Página 74. Cita (195). “(…) CORO EO, R. (1993): Architettura romanica dalla metà del Mille alprimo 300. Iliso edizioni SLR. uoro (...)”. Página 74. Cita (196). “(…) http://www.imj.org.il/eng/exhibitions/2000/christianity/ancientchurch/struc tuyre/index.html (...)”. Página 74. Cita (197). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 98 (…)”. Página 75. Cita (198). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 120 (…)”. Página 75. Cita (199). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 104 (…)”. Página 75. Cita (200). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 68 (…)”. Página 75. Cita (201). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 97 (…)”. Página 75. Cita (202). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 80 (…)”. Página 75. Cita (203). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, 103


notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 64 (…)”. Página 75. Cita (204). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 127 (…)”. Página 75. Cita (205). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 72 (…)”. Página 75. Cita (206). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 72 (…)”. Página 76. Cita (207). “(…) FER Á DEZ, F. y SIERRA, J. A. de la (1986): La basílica de la época paleocristiana-visigoda de Gerena (Sevilla). “Actas del I Congreso de Arqueología Medieval española, 17, 18 y 19 abril 1985.Huesca”. Tomo II. Página 41-50. Diputación General de Aragón. Zaragoza. Página 46 (…)”. Página 76. Cita (208). “(…) FER Á DEZ, F. y SIERRA, J. A. de la (1986): La basílica de la época paleocristiana-visigoda de Gerena (Sevilla). “Actas del I Congreso de Arqueología Medieval española, 17, 18 y 19 abril 1985.Huesca”. Tomo II. Página 41-50. Diputación General de Aragón. Zaragoza. Página 45 (…)”. Página 76. Cita (209). “(…) Yo no quisiera calumniar a los árabes que nos invadieron en el comienzo del siglo VIII, pero como no aparece entre aquellas ruinas ningún objeto que pueda considerarse posterior al VII, fácilmente se comprende que la iglesia no estaba en pie en tiempos mahometanos. (MARTÍ EZ, M. R.(1898): Basílica del siglo VII en Burguillos. “Boletín de la Real Academia de la Historia”, XXXII. Páginas 353-363. Real Academia de la Historia. Madrid. Páginas 361-362 (…)”. Página 76. Cita (210). “(…) CABALLERO, L. (1983): Influjos mediterráneos de raíz bizantina y tradición romana en la arquitectura de época visigoda. “Eryteia”, 2. Páginas 38-46. Asociación Cultural hispano-Helénica. Madrid. Página 42 (…)”. Página 76. Cita (211). “(…) ROSAS, E. (2008): yacimiento arqueológico de Majadaiglesia, El Guijo (Córdoba). Estudio histórico y proyecto de puesta en valor. “Arte Arqueología e Historia”,15. Páginas 191-197. Asociación “Arte Arqueología e historia”. Córdoba. Página 193 (…)”. Página 76. Cita (212). “(…) En la obra de A. Khatchatrian, queda de manifiesto que otros lo consideran de la primera mitad del mismo siglo V (KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 102. Pere de Palol la consideraba un poco antes del siglo VI (PALOL,P. de (1994): L´arqueología cristiana hispánica després del 1982. En III Reunió d´Arqueología Cristiana Hispánica.maó, 12-17 de setembre de 1988.Páginas 3-40. Institut d´Estudis Catalans-Universitat de BarcelonaConsell Insular de Menorca. Barcelona. Página 22) (…)”. Página 76. Cita (213). “(…) CASTELLS, M. (2001): La interpretación del patrimonio como estrategia de Desarrollo Territorial: reflexiones a propósito de la 104


interpretación de la basílica paleocristiana de Son Peretó (Manacor, Mallorca, España). “I Congreso Virtual Internacional de Cultura y Turismo”. Edición electrónica en: http://naya.org.ar/turismo_cultural/congreso/ponencias/margalida_castell s.htm (...)”. Página 77. Cita (214). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 104 (…)”. Página 77. Cita (215). “(…) BLAZQUEZ, J. Mª. (2001): Últimas aportaciones a Mauritania Tingitana en el bajo Imperio. En GEUS, K. y ZIMMERMA , K. (Eds) (2001): Punica-Libyca-Ptolemaica. Festchrift für Wernwer huss, zum 65. Geburstsatg sargebracht von Schülem, Freunden und Kollegen. “Studia Phoenicia”, XVI. Páginas 393403. Leuven-París-Virginia. Página 396 ( ota 9) (…)”. Página 77. Cita (216). “(…) VOLPE, G. y BIFFI O, A. (1998): San Giusto: la villa, le ecclesiae: primi risultati dagli scavi nelsito rurale di San Giusto, Lucera (1995-1997). Edipuglia srl. Bari. Página 108 (...)”. Página 77. Cita (217). “(…) Recordemos que el Gran Cisma de Oriente y occidente no reprodujo hasta Julio de 1054 (…)”.LAGARDA MATA, Ferrán. “Las piscinas bautismales paleocristianas de Menorca”. Zaragoza. Ferrán Lagarda Mata Editor. 2009. Página 11. “(…) Todo ello reduce el periodo paleocristiano de la isla (16), arquitectónicamente hablando, a un lapso de tiempo entre los siglos IV y X (17), y efectivamente, en él podemos situar sus basílicas (fueran sólo templos o quizás auténticos cenobios) más estudiadas (18): la de es Cap des Port (Fornells, es Mercadal), cuyos restos parecen indicar un uso continuado, pero con tres momentos constructivos, entre los siglos V y VII; la de es Fornàs de Torrelló (Maó), del siglo V también, pero con mosaicos del VI; la de la Illa d´en Colom (Maó), con lucernas y cerámicas que van del siglo IV al VII; la de la Illa del Rei (Maó), levantada probablemente a mediados del siglo VI; y la de Son Bou (Alaior), en uso probablemente del siglo V al VIII (19). De la posible de Sanitja (es Mercadal) y de los escasos restos de la que se encontraba cerca de la boca del puerto de Ciutadella resulta más complicado establecer una cronología (…)”.Página 11. Cita (18). “(…) LAGARDA, F. (2007): Basílicas y mezquitas de Menorca. Zaragoza (…)”. Página 11. Cita (19). “(…) PALOL, P. de (1994): L´arqueologia cristiana hispánica després del 1982. En III reunió d´Arqueologia Cristiana Hispánica. Maó, 12-17 de setembre de 1988. Páginas 3-40. Institut d´Estudis Catalans-Universitat de BarcelonaConsell Insular de Menorca. Barcelona. Página 10 (…)”. (51). “Hechos de Andrés y Mateo”. Publicado en: PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos Apócrifos de los Apóstoles III. Hechos de Felipe. Martirio de Pedro. Hechos de Andrés y Mateo. Martirio de Mateo. Hechos de Pedro y Pablo. Viajes y martirio de Bernabé. Hechos de Tadeo. Hechos de Juan, por Prócoro. Hechos de Santiago el Mayor. Hechos de 105


Santiago, Simón y Judas. Milagros de Juan. Pasión de Bartolomé. Martirio de ereo y Aquiles. Martirio de Andrés”. Madrid. Biblioteca de Autores Cristianos. MMXI. www.resena_14646_NO0701_-_Indice.pdf Página 999. Índice analítico de materias. Sello. “(…) Igual a bautismo Hch Flp 44, 1 MartMt 8, 1; 27, 1-2 (por inmersión en el mar); expresión muy común en HchJn HchJnPre 21, 5; 24, 4; 27, 2; 32, 1; 36, 6; 37, 5; 40, 6; 44, 1; 48, 2; s. del Espíritu Hch Flp XV A 3, 1; s. del Señor sobre la frente como protección contra los diablos HchAndMt 26, 2; s. luminoso igual a túnica celestial, vestido del cielo HchFlp 144, 2; s. igual a señal luminosa de Jesús en el cielo HchFlp III A 14, 1; 15, 2 (…)”. PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los apóstoles (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores cristianos. MMXII. Página 1251. Sello. “(…) = bautismo 169, 10, 11 757, 25 775 P. 29 795, 20 841, 5, 2 y n. 531 845, 7, 1, 872 951, 26, 1s y ns 127. 128. 131 (tipo de rito) 134, 142 953, 27, 1 955, 2 y n. 141 (en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo) 955 1.142 (=luz y capacidad de verla) 1001, 49, 2 y n.295 1005, 50, 51, 2 1065, 87, 2 1121, 120, 1 1169, 150, 1 y n. 800 1173, 152, 2 (…)”.PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los apóstoles (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores cristianos. MMXII. Página 955. Cita (141). “(…) Doble acción del sello: purificación del gnóstico e incorporación al ámbito celeste. El sir. omite “séllalos” y lee: “y los bautizó en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”(…)”. Página 955. Cita (142). “(…) Cf. HchPe 5, 11. Obsérvese que en HschTom, antes de recibir “el sello”, los convertidos solo son capaces de oír la voz celeste (cf. hch9, 7, pero a la inversa en 22´9). Tras la unción, ya pueden ver: contemplan entonces la aparición y su luz. Sello = luz. Para la unión entre bautismo y luz, Cf. CLEME TE de ALEJA DRÍA, pedagogo I, 28,1: “Los bautizados… retenemos la visión luminosa del Espíritu. En los gnósticos, cf. Exc. Teod. 63-65: los espirituales / (Página 597) salvados… “llegan ante la vista del Padre convertidos en eones intelectuales”; los “psíquicos” solo oyen la voz del esposo, pero no ven su faz (HIPÓLITO, Ref. V 8, 14: sobre la secta de los naasenos) (…)”.PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los apóstoles (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores cristianos. MMXII. Página 1139. El bautismo. “(…) 132. 1 Entonces comenzó a hablar sobre el bautismo: - Este bautismo significa perdón de los pecados (674); engendra una luz que se esparce en derredor; él engendra (675) al hombre nuevo (676); <renueva los pensamientos (677) y mezcla el alma con el cuerpo>, eleva de manera triple al hombre nuevo (678) y, es partícipe del perdón de los pecados (679). Gloria a ti, el inefable (680), que en el bautismo se hace común con nosotros. 106


Gloria a ti, fuerza invisible (681) en el bautismo. Gloria a ti, renovación, por la cual se renuevan los bautizados que se unen a ti con su disposición de ánimo. 2Y tras decir estas palabras, vertió el aceite sobre sus cabezas y dijo: - Gloria a ti, amor misericordioso; gloria a ti, nombre de Cristo; gloria a ti, poder asentado en Cristo. Ordenó traer una gran jofaina (682) y los bautizó en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (683) (…)”. (52). PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los apóstoles (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores cristianos. MMXII. Página 1238. Marcos. “(…) gnóstico 557 y n. 81 597 n. 249; los marcosianos acostumbran a untar con aceite el lóbulo de la oreja derecha en el bautismo (…)”.PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los apóstoles (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores cristianos. MMXII. Página 951. Cita (131). “(…) “Sello” es un vocablo que en los HchTom parece referirse o bien al rito bautismal completo (120; 131) o bien solo a la unción con el aceite (27; 157). / (Página 953) Es posible que en un principio el vocablo hiciera referencia al signo o marca de Cristo por el que se conocen sus ovejas (25, 2; 26, 2; 156, 2). Liego, específicamente, se aplicó de modo preferencial a la unción y posteriormente se trasladó al rito bautismal com pleto: cf. Pastor, Sim., IX 16, 3: “Antes de llevar el hombre el sello del Hijo de Dios, está muerto; más de una vez que recibe el sello, depone la mortalidad y recobra la vida.Ahora bien, el sello es el agua: bajan al agua muertos y salen vivos”. Los HchTom hacen hincapié especial en la unción (“sello”) como si ésta fuera casi un rito de iniciación al cristianismo con valor por sí mismo, es decir, un sacramento separado del bautismo (c. 27 y 49; EvFlp 73, 1519; 74, 1221; IRE EO, Adv. Haer. I 26, 6 y EPIFA IO, Pan. 27.5: marcosianos, que ungían el lóbulo de la oreja derecha), al que luego se a la de la inmersión bautismal en agua (aquí c.120;132;:157). Estamos probablemente en unos momentos, o en una iglesia, con un ritual no absolutamente fijo. Cf. n. 120 y 643 (…)”. (53). PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los Apóstoles (III). Hechos de Andrés, Juan y Pedro”. Madrid. Biblioteca de Autores Cristianos. MMXII. Página 233. Martirio del Bienaventurado Apóstol Pedro compuesto por el obispo Lino. Temores de la comunidad cristiana. Bautismo utilizado por Pedro con el agua de una fuente. “(…) 2Pues después de que nosotros, hechos creyentes, fuimos bautizados en el nombre de la Santa Trinidad dentro de esta cercana prisión Mamertina en una fuente que hiciste brotar de la roca con tus plegarias y con el admirable signo de la cruz, pudiste ir libremente adonde querías y, nadie te molestó ni te hubiera molestado ahora si ese incendio 107


demoníaco, que intranquiliza a la ciudad no hubiera exacerbado más agriamente aún que Agripa (…)”. (54). PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los apóstoles (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores cristianos. MMXII. Página 949. Conversión de Gundafor. Bautismo por inmersión. “(…) limpiándose con tu baño (119) y con la unción de tu aceite (120) de ese error que les circunda (…)”. Página 949. Cita (119). “(…) Sir. omite: “Limpiándolos con tu baño” (…)”. Página 949. Cita (120). “(…) Aparece aquí con claridad una mención a un rito bautismal, que consta de baño con agua y unción de aceite, en este orden. Pero en estos capítulos (27,1; 49,1; 121, 1; 132, 1-2; 157, 1) el orden es el inverso: primero unción (a veces sólo esta mencionada: cf. n. 131), luego baño de agua (normalmente inmersión). Este parece ser el orden normal en la Iglesia siríaca (…)”. (55). PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los apóstoles (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores cristianos. MMXII. Página 951. Conversión de Gundafor. Bautismo por inmersión de noche. “(…) El Apóstol les respondió: - Me alegro y os pido que recibáis este sello y que participéis conmigo en esta eucaristía y bendición del Señor y, que alcancéis (130) en ella la perfección, pues así es el Señor y Dios de todos, Jesucristo, a quién predico: Él es el Padre de la verdad, en quien os he enseñado a creer. Les mandó traer aceite para recibir a través de él el sello (131). Trajeron, pues, el aceite y encendieron muchas luces. Era, pues, de noche (…)”. Página 951. Cita (129). “(…) Sir: “También yo las conozco por ello y sólo yo” (Bedjan) (…)”. Página 951. Cita (130). “(…) Sir omite:”Y que alcancéis […] os he enseñado a creer”. Y añade: “El rey dio orden de que se cerrara el baño durante siete días y que nadie se bañara en él. Y cuando se cumplieron esos días, en el octavo entraron los tres en el baño de noche para que Judas los bautizara. Y había muchas lámparas encendidas en el edificio” (…)”. (56). PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los apóstoles (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores cristianos. MMXII. Página 953. Bautismo de Gad y Gundafor. “(…) 27.1 Se levantó el Apóstol y les otorgó el sello. El señor se reveló a ellos por medio de una voz y les dijo (132). - La paz sea con vosotros, hermanos (133). Oyeron solamente la voz, pero no vieron su imagen, pues aún no habían recibido la impresión del sello. Tomó el Apóstol el aceite (134), lo vertió sobre sus cabezas y, ungiéndoles con él profusamente, comenzó a decir: 2-Ven, Santo nombre de Cristo, superior a todo otro nombre (135). Ven, poder del Altísimo y su perfecta misericordia (136). 108


Ven, altísimo don. Ven, madre misericordiosa (137). Ven, comunión del varón / (Página 955) Ven, tú que descubres los misterios ocultos (138). Ven, madre de las siete casas, para que reine tu descanso en la octava (139). Ven, anciano <mensajero> de los cinco miembros: inteligencia, entendimiento, prudencia, consideración, raciocinio (140). Comunícate con estos jóvenes. Ven, Espíritu Santo y, purifica sus riñones y su corazón y, séllalos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (141). 3 Una vez que habían sido sellados, se les apareció un joven (142) portando una lámpara encendida, de modo que las de / (Página 957) más antorchas palidecieron ante la brillantez de su luz. Luego, salió y despareció de su vista. Dijo el Apóstol al Señor: - Tu luz, Señor, nos es inabarcable y no podemos soportarla, pues es superior a nuestra capacidad de visión (143). 4Más cuando apareció el día y hubo claridad, el Apóstol rompió el pan y les hizo partícipes en la eucaristía (144) de Cristo y, se alegraron y regocijaron (145) (…)”.Página 953. Cita (132). “(…) Sir añade: “Cuando entraron en los baños Judas los precedía. uestro Señor se les apareció y les dijo: La paz…” (…)”. Página 953. Cita (133). “(…) cf. Jn 20, 19. 21. 26 (…)”. Página 953. Cita (134). “(…) El sir. completa: “Subió Tomás, se quedó de pie en el pretil de la cisterna, vertió aceite sobre sus cabezas…”. En el texto griego vemos el sacramento del sello, sin bautismo con agua. En el texto siriaco hay aquí primero un bautismo con agua y luego la unción. En ambos ritos hay al final una eucaristía (…)”.PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los apóstoles (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores cristianos. MMXII. Página 957. Cita (144). “(…) En la eucaristía de estos Hechos lo más importante (y a veces lo único), es la fracción del pan (en 27, 4; 29, 3; 49, 3[aunque luego se hable de “cuerpo y sangre”]; 50, 3 sólo se menciona el pan). A esto se añadía una copa de agua, aunque en 120,3 y 158,1 se hace mención de vino (mezclado con agua). En 49,3 y158,1 se habla del cuerpo y sangre de Cristo (pan y vino), pero esto puede ser una corrección ortodoxa (…)”.PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los apóstoles (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores cristianos. MMXII. Página 961. Bautismo de Gad y Gundafor. Eucaristía. “(…) Y tras haber pronunciado estas palabras, les impuso sus manos y les bendijo. Rompió el pan eucarístico, lo repartió entre ellos y les dijo: - Esta eucaristía servirá para vosotros como misericordia y piedad y, no como juicio y pago (por vuestros pecados) (164). 109


Y ellos respondieron: - ¡Amén! (…)”. Página 961. Cita (164). “(…) Cf. 50, 3 y 158, 3 (…)”.PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los apóstoles (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores cristianos. MMXII. Página 1001. El combate contra el demonio. Eucaristía. “(…) 49. 1 E imponiéndoles las manos (291), los bendijo así: - La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros por siempre (292). Y todos respondieron: - Amén. La mujer le suplicó diciendo: - Apóstol del Altísimo, concédeme el sello para que no retorne a mí de nuevo aquel enemigo (293). 2Entonces el Apóstol hizo que se acercara aquella mujer, e imponiéndoles las manos, la selló en el nombre del padre y del Hijo y del Espíritu Santo (294).Otros muchos recibieron también el sello con ella (295). Y el Apóstol ordenó a su servidor que preparara una mesa. 3Y dispusieron un banco que encontraron allí y, extendiendo un lienzo sobre él, dispuso pan bendito (296). Y poniéndose a su lado, dijo el Apóstol: 3- Jesús: nos ha considerado dignos e participar en la eucaristía de tu santo cuerpo y de tu sangre; he aquí que nos / (Página 1003) atrevemos a acercarnos a tu eucaristía e invocar tu santo nombre. Ven y únete con nosotros (297). 50. 1Comenzó entonces a decir (298): <Ven, regalo del Altísimo>; Ven, perfecta compasión; Ven, comunión del varón (299); <Ven, Espíritu Santo>, Ven, tú que conoces los misterios del Elegido (300); Ven, tú que participas en todos los combates del noble atleta (301); <Ven, tesoro de la gloria>; <Ven, amado de la compasión del Altísimo>; Ven, Silencio (302), que revelas las grandezas del Inmenso; 2Ven, tú que revelas lo oculto y manifiestas lo inefable; Ven, Sagrada Paloma, que engendras a los pichones gemelos (303) / (Página 1005) Ven, Madre oculta (304). Ven, tú que te manifiestas en tus hechos y proporcionas alegría y descanso a quienes se unen a ti;

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Ven y comunícate con nosotros en esta eucaristía que celebramos en tu nombre. Y en el banquete en el que nos congregamos por tu llamada. 3 Y tras entonar este himno, hizo la señal de la cruz sobre el pan, lo partió y comenzó a repartirlo. Dióle a la mujer en primer lugar y dijo: - Sírvate esto como perdón de los pecados y de las transgresiones externas. Y después de ella, dio también (del pan) a todos los que habían recibido el sello (305) (…)”. PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los apóstoles (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores cristianos. MMXII. Página 1181. Ceremonia del bautismo. Eucaristía. “(…) 157. 1Tras haber orado así por ellos, dijo el Apóstol a Migdonia: - Desviste a tus hermanas (839). Así lo hizo, las ciñó con unos ceñidores y las condujo al Apóstol). Vazán iba el primero y, las demás lo seguían. Tomó Judas aceite en un recipiente de plata (840) y dijo así sobre ellos (…). / (Página 1183) Cuando el Apóstol hubo dicho estas palabras, vertió el aceite en primer lugar sobre la cabeza de Vazán y luego sobre la de las mujeres diciendo: 4- En el nombre de Jesucristo, sirva (esta unción) para estas almas como perdón de los pecados, rechazo del Adversario y salvación de sus almas. Ordenó a Migdonia que ungiera a las mujeres y él lo hizo con Vazán. Y, tras ungirlos, los hizo bajar al agua en el nombre del padre y del Hijo y del Espíritu Santo (848). 158. 1Cuando salieron del agua, tomó pan y un cáliz (849) y los bendijo diciendo: - Comemos tu santo cuerpo crucificado por nosotros y, bebemos tu sangre, derramada por nosotros para nuestra salvación (850). Sea tu cuerpo, pues, para nosotros salvación y, tu sangre perdón de los pecados. Por la hiel que por nosotros bebiste, apártese de nosotros la hiel del diablo; por el vinagre que bebiste por nosotros (851), fortalézcase nuestra debilidad; por los esputos que por nosotros soportaste (852), recibamos el rocío de tu bondad (853); y por la caña (854) con la que te golpearon por nosotros, recibamos la mansión perfecta. 2 Puesto que recibiste por nosotros una corona de espinas (855), toquémonos los que te amamos con una corona inmarcesible. En vez del sudario con el que te vendaron (856), ciñámonos nosotros de tu fuerza insuperable. En vez de una tumba y un sepulcro nuevo (857), recibamos nosotros la renovación del alma y del cuerpo (858). Puesto que resucitaste y volviste a vivir, vivamos también nosotros con una nueva vida y presentémonos ante ti en el justo juicio. 3 Y rompiendo el pan eucarístico (859), se lo dio a Vazán, a Tercia, a Mnesara, a la mujer de Sifor y a su hija diciéndoles: / (Página 1185) 111


- Sea para vosotros esta eucaristía salvación, alegría, gozo y salud de vuestras almas (860). Respondieron ellos: - Amén. Y se oyó una voz que decía (861): - - Amén. o temáis. Creed tan sólo (862) (…)”. Página 1181. Cita (839). “(…) Cf. 121, 2 (…)”. Página 1181. Cita (840). “(…) “Recipiente de plata”: omite sir. Pero, a su vez, añade: “Glorificó (a Dios) sobre él (probablemente extendiendo su mano sobre el aceite) y dijo” (…)”. Página 1183. Cita (848). “(…) Cf. 27, 2 (…)”. Página 1183. Cita (849). “(…) Sir. precisa: “un cáliz mezclado” (de agua y vino). Cf. 120, 3 (…)”. Página 1183. Cita (850). “(…) Cf. 72, 2 (…)”. Página 1183. Cita (851). “(…) Cf. Mt 27, 34. 48. Cf. Sal 68, 22 (LXX) (…)”. Página 1183. Cita (852). “(…) Cf. Mt 26, 67; 27. 30 (…)”. Página 1183. Cita (853). “(…) Cf. Is 26, 19 y OdSal 11, 14: “El Señor, como el sol / sobre la faz de la tierra, ha iluminado mis ojos / y mi rostro recibió el rocío” (…)”. Página 1183. Cita (854). “(…) “Por la caña… mansión perfecta”: omite sir (…)”. Página 1183. Cita (855). “(…) Cf. Mt 27, 29 (…)”. Página 1183. Cita (856). “(…) Cf. Mt 27, 59 (…)”. Página 1183. Cita (857). “(…) Cf. Mt 27, 60 (…)”. Página 1183. Cita (858). “(…) Sir. lee: “Tengamos trato contigo en los cielos”. Extrañamente el gr. que es más encratita que el sir., menciona aquí el cuerpo” (…)”. Página 1183. Cita (859). “(…) Cf. 27, 4 y Mt 26, 26; Lc 24, 30 (…)”. Página 1185. Cita (860). “(…) Sir. añade: “Y de vuestros cuerpos” (…)”. Página 1185. Cita (861). “(…) Cf. 27, 1 (...)”. Página 1185. Cita (862). “(…) Cf. Mc 5, 36 par (…)”. (57). PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los apóstoles (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores cristianos. MMXII. Página 1001. El combate contra el demonio. Eucaristía. Cita (293). “(…) Sir. añade: “Y se dirigió hacia un río que estaba cerca de allí y la bautizó en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y, también bautizó a otros muchos con ella”. Cf. CIRILO DE JERUSALÉ , Cateq. XVII 35: “Y les otorgan el sello, al que temen los demonios” (…)”.PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los Apóstoles. (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores Cristianos. MMV. Página 784. Hechos de Pablo. Recuerdos de Damasco. Bautismo por inmersión en agua corriente. “(…) 7-León ¿qué quieres? Y él respondió: - Quiero ser bautizado. Glorifiqué a Dios que había otorgado el habla al animal y la salvación a su siervo. Había un gran río (268) en aquel lugar y, bajé hacia él (…) (269) (…) Cuando hube terminado esta oración, tomé [al león] por su 112


melena y lo sumergí en el agua tres veces en el nombre de Jesucristo (273). Cuando salió del agua, agitó su melena y me dijo: - La gracia sea contigo (274) (…)”. Página 784. Cita (268). “(…) La práctica bautismal en aquella época era bautizar en agua corriente: cf. HchPl9 (en Éfeso) Bp.3, 5, 30 (…)”. Página 784. Cita (269). “(…) Texto en mal estado. El autor describe probablemente ciertos fenómenos supernaturales que acompañaron ese bautismo (¿lenguas de fuego?, terror entre los demonios, etc) (Kasser) (…)”. Página 784. Cita (273). “(…) o es extraño que en esa época se bautizara utilizando una forma abreviada, en vez de la usual trinitaria; igualmente en el caso de Tecla: HchPlTe 34, 1 y nota 169 (…)”. Página 784. Cita (274). “(…) Cf. Rom 1, 7; 1Cor 1, 3; 16, 23; 2Cor 1, 2; 13, 33; Gál 1, 3; 6, 18; etc. ccCol 4, 18; 1 Tes 5, 28; 2Tes 3, 18; 1Tim 6, 21; 2Tim 4, 22; etc (…)”. (58). PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los Apóstoles. (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores Cristianos. MMV. Página 793. Hechos de Pablo. Bautizo de Artemila y Eubula en el mar. Los hombres libres recibían su iniciación en el cristianismo con su bautizo por inmersión en el mar, por parte de Pablo. “(…) -¿Quieres que traigamos (a la cárcel) a un herrero, para qué puedas bautizarnos en el mar como un hombre libre? (…)”. PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los Apóstoles. (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores Cristianos. MMV. Página 795. Hechos de Pablo. Bautizo de Artemila y Eubula en el mar. Los hombres libres recibían su iniciación en el cristianismo con su bautizo por inmersión en el mar, por parte de Pablo. “(…) 30 Se acercaron así al mar ante el cual se había detenido (el joven), que los alumbraba. Tras [pronunciar una plegaria, Pablo] impuso su mano (321) a Artemila y [vertió] (322) el agua en nombre de Jesucristo. El mar se embraveció (323) y poco faltó para que Artemila, presa de un terrible temor, quedara completamente inconsciente (…)”. Página 795. Cita (321). “(…) Como signo de bendición, al igual que en p. 4, 30-35 (…)”. Página 795. Cita (322). “(…) O “bendijo” (¿) (…)”. Página 795. Cita (323). “(…) Probablemente, el mar, sede de monstruos infernales como Leviatán o Behemot, signo del poder de Satán, se enfurece al servir de vehículo para la gracia divina (…)”. PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los Apóstoles. (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores Cristianos. MMV. Página 845. Hechos de Pablo. Apéndice 3.: 5icéforo Calixto (s. XII/XIII), Historia Eclesiástica 2, 25 (=PG 145, col. 822). Bautismo por inmersión en el mar. “(…) Luego consumó la iniciación de ambas mujeres impartiéndoles el bautismo divino a orilla del mar (…)”. 113


(59). BLAQUEZ, J. M. “Sacramentos y liturgia”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 335. La penitencia. Si se bautizaba a un niño recién nacido, subliminalmente la Iglesia católica está aceptando la reencarnación de las almas borrando los pecados cometidos en vidas anteriores. “(…) El bautismo borraba todos los pecados cometidos (…)”. (60). LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. “El nacimiento del arte cristiano”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 410. Baptisterio. “(…) En concreto, la selección iconográfica de los ciclos figurativos del baptisterio de Dura Europos está en consonancia con el destino del edificio y por este motivo vuelven a aparecer en testimonios históricos de las narraciones bíblicas, como símbolos de la redención a través del bautismo. En este contexto cristológico, la figura del crióforo constituye una alegoría de Jesucristo que conduce a su rebaño hacia el agua fresca, que en sentido paleocristiano equivale al agua bautismal (…) en el arte local precedente de Dura Europos, aunque el estilo de las pinturas del baptisterio, a diferencia de las hebreas, es más primitivo y popular. Estas representaciones cristianas de Dura Europos, como las pinturas de las sinagogas hebreas contemporáneas, son fruto de la tolerancia religiosa de la época de los Severos y de sus sucesores (…)”.LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. “El nacimiento del arte cristiano”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 410. La sinagoga de Dura Europos no era judía. Baptisterio. Siria. Siglo III d. C. “(…) el concepto de Dios y el carácter anicónico del cristianismo en los primeros siglos, basado tradicionalmente en el judaísmo, ya que el descubrimiento de las pinturas de la sinagoga de Dura Europos contradicen este aserto, constituyó un obstáculo para el nacimiento de una arquitectura cristiana sagrada de tipo monumental. La idea de ecclesia, como asamblea de fieles, adquiere en torno al año 200 el nuevo significado de edificio donde se reunían los cristianos para celebrar el culto. El documento más antiguo de arquitectura cristiana lo constituye la domus ecclesiae de Dura Europos, en Siria, que se fecha a comienzos 114


del siglo III. Su planta se asemeja más a las casas contemporáneas de la ciudad que a la posterior basílica cristiana del siglo IV. Se trata de un lugar doméstico destinado al culto, sin ninguna arquitectura determinada a excepción del ambiente situado a la derecha de la entrada de la casa, destinado a baptisterio. Sus muros interiores estaban decorados con pinturas pertenecientes a un complejo programa iconográfico sacado del repertorio bíblico: pastor crióforo acompañado del rebaño, Adán y Eva, Jesús sanando al paralítico, Jesús caminando sobre las aguas, el paraíso de los Beatos, la Samaritana en el pozo, David y Goliat, las santas mujeres junto al Sepulcro y, otros episodios bíblicos que no se han conservado (…)”. LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. “El nacimiento del arte cristiano”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 411. Dura Europos. “(…) sin olvidar la decoración pictórica de la citada domus de Dura Europos, ca. 230, donde no hay ni un solo tema pagano (...)”.LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. “El nacimiento del arte cristiano”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 410. Basílicas cristianas ortodoxas del cristianismo oficial. “(…) Del tipo de la domus ecclesiae de Dura Europos debieron ser las primeras iglesias cristianas anteriores a Constantino, siendo algunos ejemplos la estructura arquitectónica existente debajo de la iglesia de san Juan y san Pablo en Roma, el llamado titulus Byantii, o la iglesia del obispo Teodoro en Aquilea, cuyos cimientos se conservan bajo la basílica del siglo IV. Estas estructuras simples, carentes de aulas, no pueden considerarse como modelos de la iglesia basilical, definida como edificio de varias naves, con cubrición plana, sin galería sobre las naves laterales y quizá con cleristorio elevado. Por esta razón se han buscado los antecedentes de la basílica cristiana en edificios paganos anteriores, como las llamadas basílicas domésticas, los heroa helenísticos y, sobre todo, el aula regia de las basílicas imperiales palatinas, la basílica forensis del mercado romano o los templos del siglo III dedicados a los cultos mistéricos, de los que constituye un buen ejemplo el templo sin ábside de Serapis en Mileto (…)”. (61). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “El temple, antes del Temple: La creación de las dos primeras órdenes militares defensoras de la cristiandad, precursoras al temple”. Abacus, revista digital de la asociación BAUCAN, filosofía de las armas templarias. Edición especial 115


febrero 2013. El Temple antes del Temple 1/3. ISSN 1989-8800 www.baucan.org www.Abacusespecial.ElTempleantesdelTemple.1de3(2).pdf Página 37. “(...) 4.7.1. El rito del bautismo por inmersión. (...) Y por último, el códice denominado “salterio glosado anglo-catalán, que se halla en la Biblioteca acional de París, datado en el siglo XIV, y cuyo autor fue Ferrer Bassa, reproduce una piscina cuatrilobulada interiormente, construida sobre una base pétrea. Este es el modelo que más se asemeja a la piscina bautismal existente en Menorca, como es la de Son Bou (231). Resulta curioso que este tipo de piscina bautismal aparezca iluminado en un salterio anglo-catalán, porque puede inducir a pensar que el concepto de bautismo por inmersiión procediese de algún texto basado en la Iglesia juarista, que era la misma que la que profesó José de Arimatea, y más tarde san Brandan, y que comenzase a extenderse por el Mediterráneo cuando los miembros de esta Iglesia se desplazasen hasta Persia para participar en la defensa de la cristiandad en el siglo V d. C. (...)”. Página 238. Citas bibliográficas. “(...) (231). GARRIDO TORRES, Carlos. “Menorca mágica”. Colección El Barquero. Palma de Mallorca. José J. Olañeta, Editor. 2009. Página 74. Son Bou. “(…) La iglesia de Son Bou se levantó probablemente en el siglo IV, y debió de ser reformada en el VI, en el curso de cuyas obras se añadiría una pila bautismal, coincidiendo con la denominación bizantina. Se trata de una de esas basílicas que los arqueólogos denominaban “de manual”, es decir, que corresponde exactamente al modelo que se han dado en llamar “africano” porque tuvo su origen en el norte de Siria sobre el siglo V d. C (…)”.Basílica de Son Bou. www.10.pdf Página 10. “(…) Situada en el extremo este de la playa del mismo nombre, es un edificio rectangular orientado de este a oeste. Al oeste tiene el pórtico con tres entradas que dan acceso al nártex (lugar donde se situaban los fieles que todavía no habían sido bautizados), y desde este punto se abren tres naves separadas por pilares que mueren en la cabecera, que también es tripartita pero con el centro absidal donde se situaba el altar. Estos pilares soportaban unos arcos que no se han conservado. La pila bautismal, formada por un monolito cilíndrico en el exterior y con forma de cruz en el interior (hecho poco usual en las basílicas menorquinas), se conserva actualmente en el compartimento izquierdo de la cabecera, en la parte norte, aunque originariamente debía estar en los pies. En el exterior de la basílica hay enterramientos muy simples y otras construcciones probablemente monacales. Se le da una cronología del siglo V dC. Dirección: Playa de Son Bou. Alaior Titularidad y gestión: Consell Insular de Menorca (…)”.LAFUE TE VA RELL, Lorenzo. “Historia de Menorca”. Colección Pauta º 8. Ediciones ura - Editorial Sicoa. 1992. Página 27. La colonización bizantina de Menorca. “(…) En el siglo VI los bizantinos derrotaron a los 116


vándalos y extendieron su dominio a las Baleares. Algunas fuentes de origen griego atestiguaron la existencia del obispado de Menorca durante ese tiempo. Por más que sean escasos los datos suministrados por las fuentes escritas, la arqueología nos proporciona informaciones de interés. Se trata de los restos de varias basílicas y de otros monumentos. En 1951 se descubrió la basílica de Son Bou, situada al borde del mar y en ella una pila bautismal monolítica, con cavidad cruciforme, muy semejante a la que se halla en el Monte *ebo de Transjordania (20). La datación de esta basílica no resulta clara, habiéndose propuesto diversas hipótesis, que le atribuyen una antigüedad que va del IV hasta el VII siglo. Por su tipología hay que relacionarla con monumentos similares del orte de África. En 1957 aparecieron en Torrelló los restos de otra basílica con un mosaico pavimental y las bases de un altar de mármol, que parece procedente de Grecia. Entonces se cayó en la cuenta de que eran muy parecidos los mosaicos que se habían descubierto a finales del siglo XIX en la isla del Rey, del puerto de Mahón, y quedó demostrado que se trataba de otra basílica y no de una villa o sinagoga, como en un principio se había pensado. Estas dos basílicas gemelas también presentan analogías con las norteafricanas y las bizantinas (21). En 1959 fue localizada otra basílica cerca del puerto de Fornells, con / (Página 239) diversos ambientes circundantes, con una cripta en forma de cruz, con una pila bautismal construida en forma de estrella de cuatro puntas. Es posible, que esta basílica, en que aparecen indicios de un culto martirial, sea debida a la presencia de comerciantes griegos, entre los siglos V y VII (22). Posibles restos de otras basílicas paleocristianas aparecieron en tiempos pasados cerca del puerto de Ciutadella y parece que también los hay en el islote denominado d´en Colom (…)”. Página 27. Cita (20). “(…) B. Pascual, obispo de Menorca, Alocución pastoral en ocasión del hallazgo de una antigua basílica en Son Bou, Ciudadela, 1952 (…)”. Página 28. Cita (21). “(…) P. de Palol, Arqueología cristiana en la época romana, MadridValladolid, 1967, págs. 18-25(…)”. Página 28. Cita (22). “(…) P. de Palol, Arqueología cristiana en la época romana, Madrid-Valladolid, 1967, págs. 25-26 (…)”. MARTÍ CAMPS, Fernando. “Estudio de la antigua religiosidad menorquina”. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LXIII. Séptima Época. Primer Semestre. Mahón. 1972. www.RevistadeMenorca1972.pdf Página 9 y 10. Las basílicas paleocristianas: Son Bou y Torrelló. “(…) Las basílicas paleocristianas.- para ilustrar el estado floreciente de la antigua iglesia de Menorca, a más del documento importantísimo de la carta del obispo Severo arriba mentada, existe la prueba monumental, no menos notable, de las diversas basílicas paleocristianas que, en espacio de pocos años, han ido apareciendo en nuestro subsuelo. Ocupa entre ellas lugar principal la basílica de Son Bou, descubierta el 24 septiembre 1951 117


en el extenso arenal situado a unos 10 kilómetros al sur de la ciudad de Alayor, en un paraje solitario en el que abundan vestigios de población antiquísimos. El edificio presenta planta rectangular, de 25’20 por 12’40 m., y está orientado hacia el sureste, El presbiterio ofrece ábside semicircular, con la sacristía a un lado, y al otro el baptisterio, con su pila monolítica de abertura en forma de cruz cuadrilobulada, El «quadratum pópuli» consta de tres naves, delimitadas por doble hilera de seis robustas pilastras. El vestíbulo, de 2’75 m., de fondo, presenta tres aberturas que dan al exterior y corresponden a otras tantas que / (Página 10) comunican con las naves; sus dinteles monolíticos —algunos de 2’70 m. de largo, por 0’90 de ancho y 0’80 de grueso—, recuerdan, por su gran robustez ciclópea, os monumentos megalíticos tan abundantes en la isla. En toda la excavación no se hallaron inscripciones, ni ornamentación, ni mosaicos, como tampoco ajuar funerario en las tumbas contiguas. El pavimento de la basílica es de sencilla argamasa. El conjunto da la sensación de un edificio pobre, pero en el que se utilizaron materiales pétreos de gran magnitud, especialmente en su parte anterior. La datación exacta resulta muy difícil; hay indicios claros que inclinan a fijar en el siglo IV la construcción de esta basílica, que fue probablemente restaurada o modificada en el siglo VI, durante la dominación bizantina, en que se añadió la pila bautismal. El abundante carbón hallado en las obras excavatorias hace pensar que el templo fue definitivamente destruido por un incendio, quizás provocado por el fanatismo musulmán. Que los árabes conocieron la antigua basílica lo prueba el topónimo «Sa Canessía» —de “al-kenise”, iglesia cristiana—, que en tiempos pasados designaba toda aquella región y que ahora conserva un barranco y un predio situados un poco más al oeste. Sigue en importancia a la de Son Bou la basílica paleocristiana de Fornás de Torrelló, cerca de 1a aldea de San Clemente; tiene notable mosaico y restos de altar marmóreo, alzado sobre columnas de carácter bien bizantino. El con junto sugiere la idea de una «villa» señorial romana que posteriormente fuese destinada a iglesia cristiana. Presenta adjunto un baptisterio, con cubeta cruciforme de / (Página 240) nivel inferior al del suelo, y una pequeña necrópolis en que se han encontrado restos de niños de poca edad. De las otras presuntas basílicas, como las localizadas en la cala San Esteban, en la parte sur del puerto de Fornells y en la «illa del Rei», en medio del puerto de Mahón, se necesitarían datos aportados por las excavaciones para poder emitir un juicio definitivo (…)”.ORFILA PO S, M. “ otas de Tiempos Oscuros”. Publicado como nota en: RIUDAVETS I TUDURY, Pedro. “Historia de la Isla de Menorca” (Capitán de navío honorario. Tomo III. Mahón. Imprenta de B. Fábregues.1888. Reeditado: Mahón. Editorial Al Thor. 1988. Colección: Clàssics de la ostra Història. Página 1376. “(…) La documentación arqueológica de este periodo bizantino de Menorca se encuentra en los 118


temas que aparecen en los mosaicos de las basílicas de Torrelló, y de la Isla del Rey, y de los anales existen paralelos en la Balear Mayor. La cronología de estos temas, y su tratamiento según Palol, corresponde a las realizaciones norteafricanas de época bizantina de mediados del siglo VI después de C. (…)”.LAGARDA MATA, Ferrán. “Basílicas y mezquitas de Menorca”. Zaragoza. Ferrán Lagarda Mata Editor. 2007. Página 55. Son Bou. “(…) Localización: En la playa de “Son Bou”, en el lugar conocido como “Ses Casotes”, cerca del antiguo predio de “Sa Canessia” (del árabe al-kenise = iglesia cristiana, lo que nos indica que aún existía bajo la dominación árabe). (…) Término municipal: Alaior: descripción: Descubierta en Septiembre de 1951 por el obispo de Menorca, B. Pascual Marroig, es una variante (por la profundidad de su ábside, algo normal) de la basílica de tipo sirio o hispano-africano, presentando una planta rectangular con pórtico (bastante mal conservado por haber tenido medio adosada una casamata de la Guerra Civil del 36), nártex, tres naves y cabecera tripartita con ábside central interno. Orientada al Sudoeste, el acceso a su interior se efectuaba por el pequeño pórtico central o prothyron (que sí sobresale del resto de la planta y también es rectangular, con la entrada flanqueada por dos columnas de las cuales las excavaciones de 1982-1984 hallaron una de las bases, y por dos puertas laterales (una a cada lado de aquel) que daban directamente al nartex (actualmente se discute si la del Sur realmente existió y sí quizás fue tapiada con posterioridad a su construcción por una escalera que subía al piso superior). De este se pasaba a las naves por otras tres puertas (una por cada una de ellas). / (Página 56) Una vez en el interior, se ponen de manifiesto las dos hileras de seis pilares rectangulares que separaban las tres naves, los dos primeros adosados a la pared del nartex y los dos últimos a la de la cabecera. Esta última tripartita como ya hemos indicado, tenía una planta ligeramente trapezoidal vista desde el exterior, mientras que, internamente, las dos habitaciones laterales (la del Sur probablemente un sacrarium, o sacristía, y quizás también un martyrium, capilla para reliquias) eran rectangulares y la central de planta absidal. Delante de esta última, seguramente el sanctuarium (a pesar de que no ha sido hallado resto alguno del altar), las excavaciones pusieron al descubierto un pavimento más elevado que llega hasta el segundo grupo de pilares y que debió corresponder alchorus (algunos consideran que deberían invertirse los términos y que el chorus se hallaría en el ábside y el sanctuarium delante). En las naves laterales, se hallaron varios enterramientos, con cubierta de losas, al igual que en el exterior, donde, al Sur y al Este, se distinguen aún los diversos sepulcros de una pequeña necrópolis de tumbas forradas de losas, con una de mayor tamaño marcando la cabecera, originalmente cubiertas con un pequeño túmulo de piedras irregulares. En lo que se refiere al pavimento y a la cubierta, 119


parece que el primero sería de mortero de cal en todo el edificio, mientras que de la segunda prácticamente sólo podemos suponer que era plana, de teja romana, a doble vertiente y apoyada en una serie de arcos que, / (Página 241) longitudinalmente, iban de pilar a pilar, de los cuales se hallaron restos en las primeras excavaciones (efectuadas los años 19511952 por F. Martí Camps). Algunos investigadores suponen además que la nave central disponía de una bóveda. Como colofón, destacaremos la piscina bautismal, hoy exenta en la pastoforia septentrional y primitivamente casi con toda probabilidad incrustada en el suelo de un edificio aparte situado al oeste, una gran piedra de molino cilíndrica (diámetro= 1´37 m., altura = 0`90), con un vaciado interior en forma de cruz griega de brazos lobulares (o de trébol de cuatro hojas). Durante la excavación, en Octubre de 1951, en el exterior de la pastoforia sur, fueron hallados dos fragmentos de un lampadario de bronce de factura supuestamente bizantina. De la misma área es también una placa de barro cocido con signos cristianos, interpretada de antiguo como un molde para hostias, pero que probablemente tuvo un uso funerario. (…) / (Página 57) Cronología: Probablemente es de finales del siglo V, pues corresponde a un tipo creado a mediados del mismo. La piscina, sin embargo, muy parecida a la del Monte *ebo (Jordania), fechada en el 597, sería del VI y es probable que el conjunto en general perdurara hasta finales del siglo VIII (las tumbas del exterior serían, como muy antiguas, del VII) (…)”.LAGARDA MATA, Ferrán. “Las piscinas bautismales paleocristianas de Menorca”. Zaragoza. Ferrán Lagarda Mata Editor. 2009. Página 11. “(…) Todo ello reduce el periodo paleocristiano de la isla (16), arquitectónicamente hablando, a un lapso de tiempo entre los siglos IV y X (17), y efectivamente, en él podemos situar sus basílicas (fueran sólo templos o quizás auténticos cenobios) más estudiadas (18): la de es Cap des Port (Fornells, es Mercadal), cuyos restos parecen indicar un uso continuado, pero con tres momentos constructivos, entre los siglos V y VII; la de es Fornàs de Torrelló (Maó), del siglo V también, pero con mosaicos del VI; la de la Illa d´en Colom (Maó), con lucernas y cerámicas que van del siglo IV al VII; la de la Illa del Rei (Maó), levantada probablemente a mediados del siglo VI; y la de Son Bou (Alaior), en uso probablemente del siglo V al VIII (19). De la posible de Sanitja (es Mercadal) y de los escasos restos de la que se encontraba ceca de la boca del puerto de Ciutadella resulta más complicado establecer una cronología (…)”. Página 11. Cita (16). “(…) Aunque parece haber razones para considerar que ya había cristianos en Baleares en el siglo III (véase LÓPEZ, J., y RODRÍGUEZ, F. G. (2000-2001): El “final” de las villae en Hispania I. La transformación de las pars urbana de las villae durante la antigüedad tardía. “PORTV(i/1LIF/”, XXI-XII, pág. 148) (…)”. Página 11. Cita (17). “(…) Habitualmente suele delimitarse el periodo paleocristiano 120


entre los siglos IV y VIII, pero las Islas Baleares quedaron al margen de los acontecimientos relacionados con la caída del reino visigodo de Toledo (algo lógico, pues no pertenecían al mismo) y el avance musulmán por el orte de África, la Península Ibérica y Francia y permanecieron en un mundo que ya prácticamente sólo existía allí. El considerar que dicha etapa, en este caso, alcanza hasta principios del siglo X coincide, por otra parte, con lo que parecen pensar, por su cuenta, los investigadores del ICREA (Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats) Miguel Ángel Cau Ontiveros, Margarita Sales Juaneda, Catalina Más Florit, Margarita Orfila Pons, Josep María Gurt Esparraguera y Francesc Tuset Bertran al proyectar un Estudio preeliminar sobre el poblamiento en Menorca durante la Antigüedad Tardía (siglos V-X d. C.). Presentación electrónica de dicho proyecto en http://www.icrea.es/ficheros/Proyectos/treb_6111.pdf (...)”. Página 11. Cita (18). “(…) LAGARDA, F. (2007): Basílicas y mezquitas de Menorca. Zaragoza (…)”. Página 11. Cita (19). “(…) PALOL, P. de (1994): L´arqueologia cristiana hispánica després del 1982. En III reunió d´Arqueologia Cristiana Hispánica. / (Página 242) Maó, 1217 de setembre de 1988. Páginas 3-40. Institut d´Estudis CatalansUniversitat de Barcelona-Consell Insular de Menorca. Barcelona. Página 10 (…)”. (62). MÁS FLORIT, Catalina & CAU ONTIVEROS, Miguel Ángel & RIVAS ANTEQUERA, Mª José. “Las basílicas paleocristianas de Menorca y su territorio adyacente. Limpieza re-excavación y consolidación de la basílica de la illa del Rei. Memoria 2008”.www.Illa_del_rei_2008final.pdf Página 14. Pila bautismal. “(…) En la nave lateral norte se localiza el baptisterio que presenta una pila bautismal circular (…)”.Página 53. Piscina bautismal. “(…) En el extremo este del ámbito lateral norte se localiza el baptisterio, que dispone de una piscina circular construida por encima del nivel del pavimento. Tanto el interior como el exterior de la piscina fueron revestidos de mortero, sin que se observen accesos (…)”.Página 74. Anexo a la consolidación de las estructuras del yacimiento paleocristiano de la Illa del Rei. Piscina bautismal. “(…) En una publicació, Palol 1969 o be Institut Arqueològic Alemany 1970, hi ha constancia fotogràfica de com era la pila baptismal durant els anys 60. Es conservaven dues fileres de pedra i el revestiment d’opus signinum. En un periode inferior a 40 anys la pila baptismal s’ha desmoronat i ha perdut bona part del revestiment. En la nostra intervenció es va reconstruir la pila baptismal en lo possible segons la documentació aportada per a les fotografies dels anys 60. Es va refer l’estructura de pedra i es bisselaren les restes del revestiment d’opus signinum, tant de l’interior com de l’exterior. En aquest cas s’empraren les pedres que hi havien soltes al voltant de la pila, de la qual probablement n’havien format part. El morter per a fer l’obra era el mateix dels murs, es 121


a dir tres parts de sorra, una de calç i un petit percentatge de ciment blanc. Per als bissells de signinum el morter tenia uns altres percentatges: una part de sorra fina de sílice, una part de pols de marbre color “or”, una altra part de pols de cràmica i finalment una part de calç amarada. Aquest últim morter pretent tenir unes propietats i una estètica que s’assemblin més a les de l’opus signinum (…)”. (63). MÁS FLORIT, Catalina & CAU ONTIVEROS, Miguel Ángel & RIVAS ANTEQUERA, Mª José. “Las basílicas paleocristianas de Menorca y su territorio adyacente. Limpieza re-excavación y consolidación de la basílica de la illa del Rei. Memoria 2008”.www.Illa_del_rei_2008final.pdf Página 57. Piscina bautismal. “(…) En el extremo este de la nave lateral norte se localiza encajada directamente sobre la roca natural una piscina bautismal, dejando un muy escaso margen de circulación alrededor de ella. Tanto el muro este como el norte, y el supuesto sur, se encuentran muy cerca de la piscina. Su forma es perfectamente circular y está construida a partir de dos círculos concéntricos de piedra. Los bloques son todos ellos rectangulares y están bien escuadrados. En el momento de su construcción estuvo rebozada exteriormente, tal como se observa en las fotografías de Serra (1967: lám. II), de él quedan hoy muy pocos restos. El interior de la piscina está provisto de un opus signinum de varios centímetros, que aunque se conserva relativamente bien, está en franco deterioro. Tanto este opus signinum como el que recubría la piscina exteriormente, son de similares características. Por último hay que hacer notar que la piscina está desprovista tanto de conducto de alimentación de agua como de evacuación (…)”. (64). ALOMAR, Gabriel. “La basílica paleocristiana de Es Formàs den Torrelló. (Mahon)”. Sección de Historia. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Página 68. La basílica paleocristiana de Es Fornàs den Torrelló. (Mahón). “(…) En la sesión celebrada por esta Real Academia el día 25 de abril de 1960 fue aprobado un dictamen de la Comisión central de Monumentos, siendo ponente don Gabriel Alomar, correspondiente en baleares y, relativo a la inclusión en el Tesoro del patrimonio Artístico acional de la Basílica paleocristianas de “Es Fornás den Torrelló”, en Mahón. Dicho dictamen fue elevado a la Dirección General de Bellas Artes el 2 de mayo siguiente y, dice así: En el lugar conocido por “Es Fornás den Torrelló”, a unos cuatro kilómetros al SO de Mahón y a unos cien metros del talayot, llamado de “Torrellont Vell” a medio kilómetro de la carretera de Mahón a San Clemente, apareció hace unos años, al arar la tierra, un capitel de mármol que fue entregado por el propietario del terreno, D. Antonio Cardona y Olives, al Museo de Bellas Artes de Mahón. Con este indicio la señora 122


Serra Belabre realizó una cata alrededor de unas piedras que emergían de la tierra, la cual dio por resultado el descubrimiento de un piso de mosaico. En vista del hallazgo, la señora Belabre inició trabajos sistemáticos de excavación, precia obtención del correspondiente permiso, en octubre de 1957. Estos trabajos dieron como resultado el descubrimiento de la basílica cristiana primitiva objeto del presente expediente. Se trata de una basílica paleocristiana de una sola nave, de ábside rectangular y diaconium. Las dimensiones de la nave son unos 4´50 m., de anchura por 11´50 de longitud hasta el arco triunfal, más la del ábside, unos 4´30 m. En la parte O., de la nave, adosado a la misma, existe un recinto al cual se abría la nave por una especie de pórtico de tres vanos. En este recinto se halla una sencilla pila bautismal y algunos enterramientos. Del altar, que era de mármol, se han encontrado restos suficientes para intentar su reconstrucción. / (Página 69) Todo el piso de la basílica, es decir, de la nave y del presbyterium, se halla cubierto de mosaicos de gran interés, para cuya descripción detallada nos remitimos a la memoria presentada por la señora Serra Belabre y a las fotografías que la ilustran. La construcción inicial de la basílica data probablemente del siglo IV (forma de la planta, fragmentos de cerámica, moneda encontrada del emperador Constancio II). Los mosaicos datarían de la misma época. Pero aparece evidente una reconstrucción, realizada unos siglos después, luego de una destrucción e incendio, del cual quedan claros indicios en el propio mosaico. Cabe atribuir la destrucción a los vándalos y suponer que la reconstrucción, en la cual todo el mosaico se recubrió con una capa de argamasa, es del siglo VI. El mosaico ha sido recogido cuidadosamente, guardándose provisionalmente en el Museo de Mahón para evitar su destrucción y, se halla en condiciones de volverlo a colocar en su situación original. De los muros, que eran de mampostería, no existen más que las partes bajas, las cuales deben ser consolidadas urgentemente. Por todo lo expuesto, esta Real Academia considera que los restos son de interés excepcional y que procede, por tanto, la declaración de monumento histórico-.artístico a favor de los mismos con carácter urgente. Hace constar además de una manera especial las circunstancias siguientes, que así lo aconsejan: Primera. La escasez de monumentos arqueológicos, en toda España, de la época que va desde los últimos tiempos del Imperio romano hasta la invasión de los árabes. En contraste con esta escasez, en las Islas Baleares se han ido descubriendo una serie de edificios basilicales que demuestran una 123


sorprendente vitalidad de las comunidades cristianas primitivas de las islas, hecho, por otra parte, demostrado históricamente por documentos de tanta importancia como la Epístola del obispo Severo, de Menorca. Conocemos así, en Menorca, la existencia de cuatro basílicas: Son Bou, Es Fornás den Torrelló, Es Cap des Port y, menos segura, la de la Isla del Rey. Y en Mallorca, tres: Mainou (o Santa Maria), Son Peretó y Porto Colom. Segunda. El estado precario de conservación de los restos, los cuales, de no tomarse medidas urgentes, pueden perderse totalmente en poco tiempo, incluso los mosaicos. Con unas pocas obras de consolidación y protección, en cambio, un monumento de tan notable interés arqueológico e histórico quedará definitivamente perpetuado (…)”. (65). “Basílica des Fornàs de Torrelló”. www.9.pdf Sin paginar. “(…) Pequeña iglesia paleocristiana la nave de la cual estaba pavimentada por un magnífico mosaico que todavía hoy podemos ver. Data del siglo VI d. C., cuando el ejército bizantino de Justiniano –emperador romano de Oriente que aspiraba a reconstruir el Imperio Romano de Occidentehabía conquistado las Islas Baleares. Está orientada de este a oeste y, en el lado norte conserva una pequeña pila bautismal semiesférica construida con piedra y mortero con un revestimiento que la impermeabiliza. El mosaico presenta motivos geométricos, representaciones de aves en clara referencia al paraíso y, entre la nave y la cabecera, dos leones enfrentados a una palmera. Estos se han interpretado como una reminiscencia de la tradición judía, que en aquellos momentos tenía mucha importancia en Maó. Los leones representan el poder de la muerte y, la palmera el árbol de la vida. De la misma forma, las uvas que envuelven el espacio que ocupaba el altar representan la vida, mientras que los pavos reales que están enfrentados a este representan la resurrección (…)”. (66). LAGARDA MATA, Ferrán. “Las piscinas bautismales paleocristianas de Menorca”. Zaragoza. Ferrán Lagarda Mata Editor. 2009. Página 67. Cronología de las piscinas bautismales de Menorca. “(…) En lo que se refiere a la de es Cap des Port, el edificio parece haber pasado por, cuanto menos, tres etapas constructivas, siendo la última, a la cual corresponderían la gran habitación a los pies de la iglesia denominada vestíbulo, la torre anexa y las cámaras funerarias orientales, de finales del siglo VI d.C. La cripta y las tres o cuatro naves (aún sin compartimentar) podrían ser un poco anteriores, del siglo V, mientras que del edificio original sólo tenemos una vaga idea, la de una estructura rectangular con una cabecera que sobresalía. La cerámica corrobora que, cronológicamente, todo el conjunto abarcaría desde mediados del siglo V 124


hasta quizás el inicio del VII, cuando sería destruido y abandonado definitivamente. La de es Fornàs de Torrelló, por su parte, fue levantada probablemente sobre una villa señorial romana previa y podría tener, por su estructura, una cronología del siglo V d. C., mientras que sus mosaicos, con una fuerte influencia de temas y motivos judíos de Palestina de los siglos V y VI, y relacionados con otros norteafricanos, parecen ser de mediados de dicho último siglo, en torno a la década 540550 (es decir, de la etapa bizantina). Los mosaicos y capiteles de la basílica de la Illa del Rei parecen mirar también hacia la época de dominio bizantino de la isla. Probablemente fue levantada en la segunda mitad del siglo VI d.C. Finalmente, la de Son Bou probablemente es de finales del siglo V, pues corresponde a un tipo creado a mediados del mismo, y es probable que el conjunto en general perdurara hasta fines del siglo VIII (las tumbas del exterior serían, como muy antiguas, del VII) (168). / (Página 68) Todo nos conduce a una problemática: Tres de las cuatro iglesias habrían sido levantadas en la época del dominio de los vándalos, los cuales efectuaron una primera incursión sobre las islas en el 425 (169) y acabaron apoderándose de ellas entre el 455 y el 460, siendo casi imposible que ninguna corresponda a uno de los dos edificios eclesiales anteriores mencionados en la Carta Encíclica del obispo Severo (170), datada en el 417, ni la “iglesia” protagonista de la conversión en masa de los judíos mahoneses ni la “basílica” construida a continuación de este hecho y en ocho días sobre la sinagoga de aquellos (171). / (Página 69) Ahora bien, los vándalos eran arrianos, es decir, eran seguidores de lo que, para los ortodoxos católicos, constituía una herejía que, entre otras cosas, consideraba que Cristo no era Dios, que las tres personas de la Trinidad no tenían nada que ver entre sí y que solo el Padre era eterno. Y, más que eso, eran perseguidores de éstos, con largos periodos de violencia, expropiación de bienes y edificios de culto, destierros y trabajos forzados para los obispos, conversión obligada al arrianismo en masa, etc. Resulta difícil de entender, pues, el origen de estos edificios menorquines en un momento tan difícil. Algunos investigadores (172), como Ch. Courtois, consideran posible que la persecución anticatólica arriana fuera un fenómeno que se diera exclusivamente en el territorio africano del reino vándalo, lo cual, de alguna manera, pondría en entredicho el dominio real (173) de los vándalos sobre las islas, permitiendo suponer que la aparición de las basílicas baleáricas recibió un fuerte impulso por la huída hacia 125


ellas de fuertes contingentes de católicos norteafricanos, a los que, además, deberían sus influjos arquitectónicos (174). Y ello a pesar de que sabemos perfectamente que los vándalos eran unos magníficos navegantes que en el año 460 o 461 fueron capaces, partiendo probable y precisamente las bases en baleares, de destruir la flota de 300 naves que el emperador Mayoriano (lulius Valerius Maiorianus) había reunido para atacar su reino africano. Además, sabemos que, en el 484, su rey Hunerico llamó a reunión a todos los obispos, católicos y arrianos, quizás para conseguir algún tipo de unificación religiosa semejante a la que intentaría a partir del 580 en la Península el semejante a la que intentaría a partir del 580 en la Península el visigodo Leovigildo (175), lo que obligó a los obispos de Mallorca, Menorca e Ibíza a trasladarse a Cartago, donde la cosa acabó mal / (Página 70) para ellos. De todas formas, hay quién cree también que la animadversión de los vándalos hacia los católicos no fue tan extrema como las fuentes nos quieren hacer creer (176), que el relato de los horrores de la invasión [vándala] es obra de clérigos y probablemente por ello se resaltan con especial interés las atrocidades a las que estuvieron sometidos los miembros del clero y otros militantes muy comprometidos de la iglesia católica africana (177), que a pesar de tanta desdicha como narran nuestras fuentes literarias, el África vándala, no sucumbió a sus dolores, tal vez porque no eran los de su población entera sino los de un grupo concreto, el de los católicos renuentes, compuesto principalmente por clérigos, que a menudo prefirieron afrontar los castigos e incluso la muerte antes que traicionar la fe nicena y que lucharon activamente por defender unos derechos adquiridos a lo largo de los reinados de los últimos emperadores católicos, que le habían otorgado a la Iglesia católica africana una tremenda influencia social y múltiples bienes materiales (178) y que en la Hispania del siglo V, incluyendo las Baleares, se produjeron numerosas iniciativas sino de tolerancia, sí al menos de convivencia o coexistencia entre personas que profesaban credos distintos (179). En la misma onda, pues, que otros al tratar de los visigodos aún arrianos señalan que la imposición de la herejía arriana como religión oficial de Hispania debió crear un clima de hostilidad y de tensión entre la numerosa población hispano-romana sometida y la elite visigoda en el poder. Paradójicamente, y en gran medida presionados por el predominio numérico de la masa popular cristiana (180), los monarcas godos se mostraron especialmente flexibles y tolerantes con las costumbres 126


hispanas, así como con sus principios e instituciones, aceptando incluso su religión. Durante el periodo arriano, los católicos tuvieron libertad suficiente para practicar sus ritos, erigir iglesias e instaurar monasterios, escribir y difundir sus textos religiosos, (181). / (Página 71) Otra hipótesis, para explicar el auge en la construcción de basílicas en las Baleares (no sólo en Menorca, pues en Mallorca se conocen otras cuatro), es la de que los edificios basilicales que nos ocupan, y preocupan, sean algo posteriores, de la época del dominio bizantino sobre sus islas, el cual se iniciaría en el 534, tras la derrota de los vándalos por Belisario en la batalla de tricomarum. A favor de ello estarían las semejanzas detectadas entre los mosaicos de es Fornàs de Torrelló y la Illa del Rei, pese a que otros elementos arqueológicos siguen señalando que la primera es anterior a los elementos decorativos de su propio pavimento (182). Queda finalmente una posibilidad que no parece haberse tratado nunca: Los edificios basilicales isleños, tanto menorquines como mallorquines, fueron arrianos. De hecho, no hay nada que lo impida, ni la circunstancia de que sólo conozcamos el nombre de algún obispo católico, ni los edificios en sí, pues conocemos basílicas arrianas como la muy famosa, y decorada también con mosaicos, construida por el ostrogodo Teodorico en Rávena (Italia) en el 505, hoy San Apolinar uevo, o las visigodas de Santa María de Toledo, Santa Lucía del Trampal (Alcuéscar, provincia de Cáceres), Cabezo de Griego (provincia de Cuenca), etc. Tampoco el hecho de que hubiera baptisterios o, simplemente, piscinas bautismales, pues igualmente famoso es el baptisterio arriano de Rávena y también sabemos que los arrianos practicaban un bautismo de triple inmersión. Lo más lógico, pues, teniendo en cuenta que la Iglesia católica estaba impedida por ley de tener basílicas y de celebrar oficios religiosos en los lugares en los que residían los vándalos (183), es llegar a la conclusión de que nuestras basílicas no se hallaban sometidas al credo de Arrio y no al católico, cuanto menos la de Son Bou, con toda seguridad levantada en pleno periodo vándalo, y la de es Cap des Port, que pese a su posible origen, quizás monacal, anterior al mismo, fue remozada / (Página 72) durante aquel, quizás precisamente cuando paso a manos del clero arriano, para volver a serlo, y sigue siendo una hipótesis, cuando volvió al seno de la Iglesia católica, ahora bizantina. Más dudas podemos tener respecto a los edificios de es Fornàs, quizás anterior a los bárbaros y con unos mosaicos posteriores a su dominio, y la Illa del Rei, que cabe que sea incluso posterior en su totalidad. De estas 127


tres hipótesis, la primera y la que acabamos de introducir no contradicen para nada los hallazgos arqueológicos, por lo que parecen las más probables y nos permiten establecer una posible cronología para las piscinas bautismales de es Cap des Port, es Fornàs de Torrelló y la Illa del Rei entre la fecha de la construcción y la destrucción de sus basílicas determinadas a la luz de dichos hallazgos. Más complicado puede ser fijar la de la pieza de Son Bou, pues su propio carácter monolítico permite pensar que pudo, en una época anterior a la existencia de su basílica, hallarse en el baptisterio de otra, quizás muy lejana en el espacio y en el tiempo. Así pues, en es Cap des Port de Fornells, la piscina tuvo que ser construida, como hemos reiterado, entre las dos fechas que marcan la vida del edificio en general: mediados del siglo V y principios del siglo VII. Los estudiosos (184) que se han ocupado del mismo se decantan por el segundo periodo de su construcción, que sigue de cerca al de la estructura original, y colocan el vaso bautismal en el mismo siglo V, junto con la cripta cruciforme y las naves, aún indivisas. Las razones aducidas para ello son siempre vagas, pero parece claro que este baptisterio no data del primer estadio del conjunto, por lo que correspondería a uno de los otros dos, pero dado que la tan semejante piscina de la antigua ciudad de Mariana, en Córcega, es datada en el siglo IV, cabe pensar que sería más del segundo momento, por lo que correspondería a uno de los otros dos, pero dado que la tan semejante piscina de la antigua ciudad de Mariana, en Córcega, es datada en el siglo IV, cabe pensar que sería más del segundo momento (más cercano al siglo IV) que del tercero (más próximo al VII), luego, como muy tarde, del mismo siglo V en que se fechan tanto la primera de sus etapas como el inicio de esta segunda. Una cronología, ésta, que no desentonaría tampoco como la de las piezas de Terrassa, en un baptisterio de la segunda mitad del siglo V y fruto de una remodelación de otra previa inmediatamente anterior (185), Mastichari, de entre los siglos V y VI (186), y Calp, quizás ya del VI (187). / (Página 73) De un momento parecido parece que hayan de ser las pequeñas piscinas bautismales redondas de es Fornàs de Torrelló i la Illa del Rei, dos basílicas que coinciden no sólo en la forma de éstas sino en la decoración musivaria del suelo de sus naves, probablemente obra de un mismo artista y taller que las decoró a mediados del siglo VI, aunque la primera es probable que fuera levantada, como hemos dicho, sobre una villa romana anterior en el siglo V, mientras que la segunda sería también de 128


la segunda mitad del VI. Por tanto, nuevamente, los siglos V y VI se perfilan como los más probables para estas estructuras destinadas a contener o recoger el agua bautismal, pese a que, una vez más, haya algún ejemplar tan antiguo, con la misma forma, como el mencionado de la Iglesia orte II de Aquilea (Italia), de finales del siglo IV o principios del V (188) y el recientemente hallado en Limoges, probablemente de la misma fecha. Ello, una cronología de los siglos V-VI, se ajustaría bien con las fechas de otras piezas, como la del baptisterio de san Giovanni in Fonte de ápoles (Italia), levantado por Sóter, obispo desde el 465 (189), la de Epidauro (Grecia), probablemente del siglo V (190), la también recientemente hallada en el yacimiento de Alban, en Ajaccio (Córcega, Francia), igualmente del siglo V, aunque el conjunto que incluía el baptisterio perduró probablemente hasta el VIII (191), o la situada en el templo de Júpiter en Cumas (Italia), de una iglesia que ocupó el área del templo pagano a finales del siglo V o principios del VI (192),si bien la gran diferencia de tamaño, con la excepción del de la cuba hallada en Ajaccio, las hace relativamente poco parecidas. Aún así, cabe recordar de nuevo, como elemento cronológicamente disidente, el parecido con el ejemplar de Leopoli-Cencelle / (Página 74) (Centocelle, Italia), una ciudad nueva empezada a ocupar (el obispo se trasladó aquel año) en el 853 d. C., y consagrada por León IV en el 854 (193). Para finalizar, el gran problema, la piscina monolítica de Son Bou, correspondiente a una basílica seguramente de finales del siglo V, pero que perduró probablemente hasta las postrimerías del siglo VIII, y a la que muy posiblemente llegó procedente de una ubicación oriental anterior, aunque nadie puede asegurarlo, como tampoco que en la playa menorquina se hallará, como otras piezas semejantes, medio enterrada en el suelo de un edificio anexo del cual no se conoce, al menos hasta el momento, ningún otro resto. Es decir, cabe en lo posible que en su, probablemente, nueva ubicación no fuera incrustada en el piso de un baptisterio, aunque no necesariamente la que guarda actualmente sea tampoco la original, puesto que se ha precisado (194) que antes de la guerra del 36 se hallaba fuera del edificio hoy a la vista. De los muchos ejemplares tetralobulados conocidos, los más parecidos a esta pieza, por ser monolíticos y por su forma exterior cilíndrica, son los restos del de urachi (Cerdeña, Italia), del siglo VI (195), el de Lachania (Rodas, Grecia), aunque en mármol blanco, y sin que hallamos hallado datación alguna del mismo, el del Herodium (Israel), 129


también del siglo VI (196), el de Khirbet el-Kerak (Israel),perteneciente a un baptisterio construido el 529 (197), el de Et Taiyiba (Palestina),del que no sabemos que haya sido datado, y, por supuesto, el del Monte ebo (ras Siagha, Jordania),cuyo / (Página 75) segundo baptisterio fue terminado en el 597-598 (198), según rezan algunos mosaicos de la época sustituyendo a otro anterior, decorado también con unos mosaicos terminados en agosto del 530 o 531, que quedó bajo una capilla en el lado norte de la también nueva basílica y tenía su propia fuente bautismal cruciforme, la cual, por cierto, recuerda hasta cierto punto las de es Cap des Port de Fornells, Mariana etc., aunque los ángulos entre los brazos son totalmente rectos, no curvos. El ejemplar de Malekat´ha (Palestina), al parecer más elaborado y con una inscripción en el reborde, tampoco sería muy posterior, del mismo siglo VI o, quizás, ya del VII (199). En lo que se refiere a piscinas tetralobuladas no cilíndricas, la octogonal de la iglesia de la atividad de Belén (Palestina) es el único resto que queda de un baptisterio del siglo VI (200), la cuadrada del Gólgota (Jerusalén, Israel) perteneció a uno del siglo IV (201) y la cruciforme de Dabravine (BosniaHerzegovina) a otro del VI (202), por poner algunos ejemplos. Finalmente, de entre las elaboradas mediante mampostería, destacamos las de Emaús (Palestina), de la reconstrucción del baptisterio efectuada durante el siglo VI (203), la de la iglesia de Saint Servís de Sufetula/Sbeitla (Túnez), de un baptisterio de los siglos V-VI (204), la de Oumcetren (Sidi Daoud, Túnez), del siglo VI (205) una vez más, y la de Clypea/Kelibia (Túnez) igualmente del VI (206). / (Página 76) De los ejemplares más próximos con algún parecido, la pieza de Gerena se halla en un baptisterio que habría sido levantado con su piscina anterior y original cruciforme a mediados del siglo V, siendo quizás la “nueva” de finales del VI (207), cuando, precisamente, se produce el cambio o renovación depilas bautismales como un fenómeno generalizado relacionado sin duda con la introducción del bautismo de los niños (208) (y ello pese a la alegación en contra de Cristina Godoy, antes citada, sustentada en el hecho de que siempre hubo inmersión de niños en piscinas profundas). El conjunto de Burguillos fue considerado del siglo VII, o anterior a la invasión árabe del VIII, desde el mismo momento de su descubrimiento (209) y el de El Guijo baila entre el mismo siglo VII (210) un momento, creemos que es excesivamente temprano, entre el III y el IV (211),mientras que el de Son Peretó parece influenciado por los cánones sirio-palestinos y norteafricanos de la 130


segunda mitad del siglo V (212),pero los mosaicos habrían sido añadidos posteriormente, en el VI (213). / (Página 77) El de Vega del Mar es considerado del VI (214) y del mismo siglo se cree también la piscina de Diana-Velha (Portugal) (215). En definitiva, parece evidente, y creemos que no hace falta insistir con más ejemplos, que, basándonos en una estadística establecida a partir de la comparación formal, y a pesar de existir ejemplares que muestran al parecer un claro desvío cronológico, como el del Gólgota (del siglo IV, como hemos dicho) o el del baptisterio de Metaponto (Bernalda, Matera, Italia) (en uso en la segunda mitad del mismo siglo) (216),o tan solo uno muy ligero, que los sitúan quizás en los siglos V o VII; parece claro y evidente, decíamos, que no hay otro siglo en el cual situar la piscina bautismal de Son ou que en el VI (aunque, dado su carácter monolítico, podría haber llegado a su basílica incluso en el VII o principios del VIII). Una cronología que sólo podría ser discutida considerando que todas las piezas mencionadas, incluida la menorquina, han sido exclusivamente datadas a partir de la del Monte ebo, cosa que resulta difícil de creer, dado su número. Resumiendo, las cuatro piscinas bautismales paleocristianas que se conocen en Menorca parecen tener que situarse en un momento que abarca el final del siglo V y todo el VI. Podrían corresponder, pues, a basílicas arrianas levantadas por los vándalos o bajo su dominio, mientras que los mosaicos de es Fornàs de Torrelló y la Illa del Rei, de claro sabor bizantino, corresponderían quizás a una nueva consagración de los templos, bajo el credo católico (217), una vez los generales de la antigua Constantinopla se hicieron con el control de las islas. os preguntamos incluso, si este último templo, el de la Illa del Rei, no sería levantado por Bizancio para conmemorar de alguna forma su triunfo o dejar clara su posesión. ¿Se produjo en lamisca época y por los mismos motivos la remodelación final destacada en es Cap des Port? (…)”. Página 67. Cita (168). “(…) PALOL, P. de. (1994): L´arqueologia cristiana hispánica després del 1982. En III Reunió d´Arqueologia Cristiana Hispánica. Maó, 12-17 de setembre de 1988. Página 3-40. Institut d´Estudis Catalans-Universitat de Barcelona-Consell Insular de Menorca. Bacelona. Página 10 (…)”. Página 68. Cita (169). “(…) Wandali Balearicas insulas depraedantur: deinde Carthagine Spartaria, et Hispali eversa et Hispaniis depraedatis, mauritaniam invadunt (Hydatii Episcopi Chronicon, hacia el 460 d.C.) (…)”. Página 68. Cita (170). “(…) (Porque en estos días en que yo, aunque indigno de 131


ello, he sido promovido al oficio sacerdotal, cierto presbítero de reconocida santidad, procedente de Jerusalén, permaneció algunos días en Magón. Y no pudiendo pasar a las Hispanias, como deseaba, resolvió regresar a África. Pero, dado, que había decidido llevar a las Hispanias las reliquias del aventurado mártir San Esteban, descubiertas poco tiempo antes, las dejó por revelación del propio mártir en la iglesia de dicha localidad). (En primer lugar, han empezado no solo a derribar y destruir hasta los mismísimos cimientos de la sinagoga, sino que también se han ofrecido a pagar los gastos de la construcción de una nueva basílica, y resulta admirable ver como transportan sobre sus propios hombros las piedras para el sagrado edificio). Textos en latín transcritos de LAFUE TE, E., et alii (1981): Epistola Severi Episcopi. Col. “Documenta Histórica Minoricensia”, I. Ed. ura. Palma de Mallorca. Páginas 27 y 45. Traducción al castellano del autor (…)”. Página 68. Cita (171). “(…) Sólo las basílicas de es Cap des Port, principalmente, y es Fornàs de Torrelló tendrían alguna posibilidad cronológica de coincidir con ellos, pero su ubicación prácticamente descarta que se trate de los mismos, aunque la primera sí podría tener que ver con los monjes que contribuyeron a la destrucción de la sinagoga, es decir, ser su monasterio. (…) (Estando pues en la iglesia algo alejada de la ciudad, y en la que quedaron depositadas las reliquias del santo mártir Esteban, todo el pueblo esperaba la misa. Había en aquel lugar dos monjes, a los cuales Dios había escogido para ser testigos / (Página 69) de sus prodigios; estaban los mismos sentados sobre la hierba del campo vecino al portal de la iglesia). Texto en latín trascrito de la obra LAFUE TE, E. et alii (1981): Epistola Severi Episcopi. Col. “Documenta Histórica Minoricensia”. I. ed. ura. Palma de Mallorca. Páginas 39-41. Traducción al castellano del autor del presente trabajo (…)”. Página 69. Cita (172). “(…) ORLA DIS, J. (1999): problemas en torno a la cristiandad balear en la época preislámica. “Anuario de Historia de la Iglesia”. 8. Páginas 145-157.Universidad de avarra. Pamplona. Página 151. AME GUAL, J. (2003): El segle V: de la romanitat política a la cultural a les Balears. “Mayurqa”, 29.Páginas 155-172. Universidad de les Illes Balears. Palma de Mallorca. Página 168 (…)”. Página 69. Cita (173). “(…) de lo que se deduce posiblemente que las llamadas persecuciones vándalas debieron tener cierta intensidad, si creemos al Vitense, sólo en el norte de África y no en el resto de los territorios 132


dependientes de Cartago, donde en general, la influencia de la organización política vándala fue nula” (BELÉ , Mª y FER Á DEZMIRA DA, M. (1979): El fondeadero de Cales Coves (Alayor, Menorca).Col. “Excavaciones Arqueológicas en España”, 101. Ministerio de Cultura. Madrid. Página 206) (…)”. Página 69. Cita (174). “(…) AME GUAL, J. (2003): El segle V: de la romanitat política a la cultural a les Balears. “Mayurqa”, 29.Páginas 155-172. Universidad de les Illes Balears. Palma de Mallorca. Página 167 (…)”. Página 69. Cita (175). “(…) ORLA DIS, J. (2004): Europa y sus raíces cristianas. Ed. Rialp. Madrid. Página 81 (…)”. Página 70. Cita (176). “(…) UBRIC, P. (2003).Convivencia e intransigencia religiosa en la Hispania del siglo V. “Iberia”, 6. Páginas 71-77. Universidad de la Rioja. Logroño. Página 74 (…)”. Página 70. Cita (177). “(…) GIL, Mª. E. (2000): Miedo al bárbaro, miedo al hereje: un conflicto de intereses en el África vándala. En “Milenio”: miedo y religión. Universidad de La Laguna (Tenerife, islas Canarias), 3-6 de febrero del 2000. IV Simposio Internacional de la Sociedad Española de Ciencias de las Religiones”. Edición electrónica en: http://www2.ull.es/congreso/conmirel/GILEG.htm (...)”. Página 70. Cita (178). “(…) GIL, Mª. E. (2000): Miedo al bárbaro, miedo al hereje: un conflicto de intereses en el África vándala. En “Milenio”: miedo y religión. Universidad de La Laguna (Tenerife, islas Canarias), 3-6 de febrero del 2000. IV Simposio Internacional de la Sociedad Española de Ciencias de las Religiones”. Edición electrónica en: http://www2.ull.es/congreso/conmirel/GILEG.htm (...)”. Página 70. Cita (179). “(…) UBRIC, P. (2003).Convivencia e intransigencia religiosa en la Hispania del siglo V. “Iberia”, 6. Páginas 71-77. Universidad de la Rioja. Logroño. Página 77 (…)”. Página 70. Cita (180). “(…) Suponemos que por “católica” (…)”. Página 70. Cita (181). “(…) SILVA, . (2007): Arte visigodo del periodo arriano (507-586) –I- Edición electrónica en: http://lacuestionarriana.wordpress.com/2007/03/30/arte-visigodo-delperiodo-arriano-507-586-i/ http://www.liceus.com/cgi-bin/aco/ar/06/0601.asp (...)”. Página 71. Cita (182). “(…) Esto no era compartido por Ma. Lluïsa Serra, excavadora de ambas, que las consideraba coetáneas y posteriores a la ocupación bizantina (SERRA, Mª. Ll. (1966): La basílica cristiana de la Isla del Rey (mahón). En Actas de la Iª Reunión acional de Arqueología Paleocristiana. “Boletín de la Institución “Sancho el Sabio”. X. Páginas 27-42. Vitoria. Página 41) (…)”. Página 71. Cita (183). “(…) GIL, Mª. E. 133


(2000): Miedo al bárbaro, miedo al hereje: un conflicto de intereses en el África vándala. En “Milenio”: miedo y religión. Universidad de La Laguna (Tenerife, islas Canarias), 3-6 de febrero del 2000. IV Simposio Internacional de la Sociedad Española de Ciencias de las Religiones”. Edición electrónica en: http://www2.ull.es/congreso/conmirel/GILEG.htm (...)”. Página 72. Cita (184). “(…) PALOL, P. de (1982): La basílica des Cap des Port, de Fornells, Menorca. En PALOL, P. de (Dir) (1982): IX Symposium de Prehistoria i Arqueología Peninsular. II reunió d´Arqueología paleocristiana Hispànica. Montserrat, 2-5 novembre 1978. Páginas 353-404. Universitat de Barcelona. Abadía de Montserrat. Barcelona. Página 379 (…)”. Página 72. Cita (185). “(…) PALOL, P. de (1967): Arqueología cristiana de la España romana. Siglos IV-VI. CSIC. Madrid-Valladolid. Páginas 150 y 152 (…)”. Página 72. Cita (186). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 79 (…)”. Página 73. Cita (187). “(…) RO DA, A, Ma. (2008): Les emprestes del cristianismo en els Banys de la Reina de Calp. “Calp Història”. 2. Páginas 18-21. Institut d´Estudis Calpins-Ajuntament de Calp. Calp. Junio de 2008. Página 21(…)”. Página 73. Cita (188). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 65. DAVIES, J. G. (1962): The architectural setting of baptism. Barrie and Rockliff. Londres.Página 21 (...)”. Página 73. Cita (189). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 112 (…)”. Página 73. Cita (190). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 86 (…)”. Página 73. Cita (191). “(…) http://www.inrap.fr/archeologie-preventive/Sites_archeologiques/p-687Le_baptistere_paleochretien_d_Ajacciohtm (...)”. Página 73. Cita (192). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 80. DAVIES, J. G. (1962): The architectural setting of baptism. Barrie and Rockliff. Londres. Página 21 (...)”. Página 74. Cita (193). “(…) Cabría, sin embargo, preguntarse, aunque de momento no haya evidencias claras de ello, si no hubo algún tipo de reutilización en las estructuras religiosas de aquella, puesto que la zona había estado ocupada (ERMI I PA I, L. (2007): Leopoli-Cencelle: note di urbanistica altomedievale in una città di fondazione. “Medieval Europe, 4e Congrès International d´Archéologie Mediévale et Moderne”. París. Página 2) desde antiguo y hasta, como mínimo, el siglo VI (…)”. Página 74. Cita (194). “(…) ORFILA, M. y TUSET, F. (1988): La basílica cristiana de Son Bou. En PALOL, P. de (Dir) (1988): Les Illes Balears en temps cristians fins als àrabs. Col. 134


“Recerca”, 1. Páginas 21-24. Institut Menorquí d´estudis. Maó. Página 23 (…)”. Página 74. Cita (195). “(…) CORO EO, R. (1993): Architettura romanica dalla metà del Mille alprimo 300. Iliso edizioni SLR. uoro (...)”. Página 74. Cita (196). “(…) http://www.imj.org.il/eng/exhibitions/2000/christianity/ancientchurch/struc tuyre/index.html (...)”. Página 74. Cita (197). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 98 (…)”. Página 75. Cita (198). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 120 (…)”. Página 75. Cita (199). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 104 (…)”. Página 75. Cita (200). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 68 (…)”. Página 75. Cita (201). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 97 (…)”. Página 75. Cita (202). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 80 (…)”. Página 75. Cita (203). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 64 (…)”. Página 75. Cita (204). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 127 (…)”. Página 75. Cita (205). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 72 (…)”. Página 75. Cita (206). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 72 (…)”. Página 76. Cita (207). “(…) FER Á DEZ, F. y SIERRA, J. A. de la (1986): La basílica de la época paleocristiana-visigoda de Gerena (Sevilla). “Actas del I Congreso de Arqueología Medieval española, 17, 18 y 19 abril 1985.Huesca”. Tomo II. Página 41-50. Diputación General de Aragón. Zaragoza. Página 46 (…)”. Página 76. Cita (208). “(…) FER Á DEZ, F. y SIERRA, J. A. de la (1986): La basílica de la época paleocristiana-visigoda de Gerena (Sevilla). “Actas del I Congreso de Arqueología Medieval española, 17, 18 y 19 abril 1985.Huesca”. Tomo II. Página 41-50. Diputación General de Aragón. Zaragoza. Página 45 (…)”. Página 76. Cita (209). “(…) Yo no quisiera calumniar a los árabes que nos invadieron en el comienzo del siglo VIII, pero como no aparece entre aquellas ruinas ningún objeto que pueda considerarse posterior al VII, fácilmente se comprende que la 135


iglesia no estaba en pie en tiempos mahometanos. (MARTÍ EZ, M. R.(1898): Basílica del siglo VII en Burguillos. “Boletín de la Real Academia de la Historia”, XXXII. Páginas 353-363. Real Academia de la Historia. Madrid. Páginas 361-362 (…)”. Página 76. Cita (210). “(…) CABALLERO, L. (1983): Influjos mediterráneos de raíz bizantina y tradición romana en la arquitectura de época visigoda. “Eryteia”, 2. Páginas 38-46. Asociación Cultural hispano-Helénica. Madrid. Página 42 (…)”. Página 76. Cita (211). “(…) ROSAS, E. (2008): yacimiento arqueológico de Majadaiglesia, El Guijo (Córdoba). Estudio histórico y proyecto de puesta en valor. “Arte Arqueología e Historia”,15. Páginas 191-197. Asociación “Arte Arqueología e historia”. Córdoba. Página 193 (…)”. Página 76. Cita (212). “(…) En la obra de A. Khatchatrian, queda de manifiesto que otros lo consideran de la primera mitad del mismo siglo V (KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 102. Pere de Palol la consideraba un poco antes del siglo VI (PALOL,P. de (1994): L´arqueología cristiana hispánica després del 1982. En III Reunió d´Arqueología Cristiana Hispánica.maó, 12-17 de setembre de 1988.Páginas 3-40. Institut d´Estudis Catalans-Universitat de BarcelonaConsell Insular de Menorca. Barcelona. Página 22) (…)”. Página 76. Cita (213). “(…) CASTELLS, M. (2001): La interpretación del patrimonio como estrategia de Desarrollo Territorial: reflexiones a propósito de la interpretación de la basílica paleocristiana de Son Peretó (Manacor, Mallorca, España). “I Congreso Virtual Internacional de Cultura y Turismo”. Edición electrónica en: http://naya.org.ar/turismo_cultural/congreso/ponencias/margalida_castell s.htm (...)”. Página 77. Cita (214). “(…) KHATCHATRIA , A. (1962): Les baptistères paleochrètiens. Plans, notices et bibliographie. École Practique des hautes Études. París. Página 104 (…)”. Página 77. Cita (215). “(…) BLAZQUEZ, J. Mª. (2001): Últimas aportaciones a Mauritania Tingitana en el bajo Imperio. En GEUS, K. y ZIMMERMA , K. (Eds) (2001): Punica-Libyca-Ptolemaica. Festchrift für Wernwer huss, zum 65. Geburstsatg sargebracht von Schülem, Freunden und Kollegen. “Studia Phoenicia”, XVI. Páginas 393403. Leuven-París-Virginia. Página 396 ( ota 9) (…)”. Página 77. Cita (216). “(…) VOLPE, G. y BIFFI O, A. (1998): San Giusto: la villa, le ecclesiae: primi risultati dagli scavi nelsito rurale di San Giusto, Lucera (1995-1997). Edipuglia srl. Bari. Página 108 (...)”. Página 77. Cita (217). “(…) Recordemos que el Gran Cisma de Oriente y occidente no reprodujo hasta Julio de 1054 (…)”.LAGARDA MATA, Ferrán. “Las piscinas bautismales paleocristianas de Menorca”. Zaragoza. Ferrán Lagarda Mata Editor. 2009. Página 11. “(…) Todo ello reduce el periodo paleocristiano de la isla (16), arquitectónicamente hablando, a un lapso de tiempo entre los siglos IV y X (17), y 136


efectivamente, en él podemos situar sus basílicas (fueran sólo templos o quizás auténticos cenobios) más estudiadas (18): la de es Cap des Port (Fornells, es Mercadal), cuyos restos parecen indicar un uso continuado, pero con tres momentos constructivos, entre los siglos V y VII; la de es Fornàs de Torrelló (Maó), del siglo V también, pero con mosaicos del VI; la de la Illa d´en Colom (Maó), con lucernas y cerámicas que van del siglo IV al VII; la de la Illa del Rei (Maó), levantada probablemente a mediados del siglo VI; y la de Son Bou (Alaior), en uso probablemente del siglo V al VIII (19). De la posible de Sanitja (es Mercadal) y de los escasos restos de la que se encontraba cerca de la boca del puerto de Ciutadella resulta más complicado establecer una cronología (…)”.Página 11. Cita (18). “(…) LAGARDA, F. (2007): Basílicas y mezquitas de Menorca. Zaragoza (…)”. Página 11. Cita (19). “(…) PALOL, P. de (1994): L´arqueologia cristiana hispánica després del 1982. En III reunió d´Arqueologia Cristiana Hispánica. Maó, 12-17 de setembre de 1988. Páginas 3-40. Institut d´Estudis Catalans-Universitat de BarcelonaConsell Insular de Menorca. Barcelona. Página 10 (…)”. (67). “9 Basílica des Fornàs de Torrelló”. www.9.pdf “(…) Pequeña Iglesia paleocristiana la nave de la cual estaba pavimentada por un magnífico mosaico que todavía hoy podemos ver. Data del siglo VI d. C., cuando el ejército bizantino de Justiniano –emperador romano de Oriente que aspiraba a reconstruir el Imperio Romano de Occidente- había conquistado las Islas Baleares. Está orientada de este a oeste y, en el lado norte conserva una pequeña pila bautismal semiesférica construida con piedra y mortero con un revestimiento que la impermeabiliza. El motivo presenta motivos geométricos, representaciones de aves en clara referencia al paraíso y, entre la nave y la cabecera, dos leones enfrentados a una palmera. Estos se han interpretado como una reminiscencia de la tradición judía, que en aquellos momentos tenía mucha importancia en Maó. Los leones representan el poder de la muerte y, la palmera el árbol de la vida. De la misma forma. Las uvas que envuelven el espacio que ocupaba el altar representan la vida, mientras que los pavos reales que están enfrentados a este representan la resurrección (…)”. (68). GERZ, David. “Los evangelios gnósticos. Enseñanzas secretas de Jesús”. Málaga. Editorial Sirio. 2006. (3ª edición). Página 73. El Evangelio según Felipe. “(…) La complejidad del contenido de este texto, incluido en el códice II de ag Hammadi, muestra que estaba dirigido a medios gnósticos capaces de interpretarlo. Su orientación es valentiniana, pues reproduce la teoría de la unión de principios a nivel cósmico. En él se distingue, además, entre hombres poseedores y hombres carentes de gnosis. (…) 137


Parece que fue compuesto alrededor del año 70 por Felipe, llamado el evangelista, quién es mencionado en tres ocasiones en los Hechos de los Apóstoles. o hay ninguna cita previa conocida de esta profunda escritura, la cual no es propiamente un relato sino un conjunto de apuntes sin aparente orden ni concierto. El asunto es que no son apuntes destinados al público sino al iniciado en la gnosis, requisito indispensable para poder ahondar en su significado / (Página 74) y su enseñanza (…)”.GERZ, David. “Los evangelios gnósticos. Enseñanzas secretas de Jesús”. Málaga. Editorial Sirio. 2006. (3ª edición). Página 88. El Evangelio según Felipe. La verdad se transmite por medio de símbolos e imágenes. “(…) 68. La verdad no viene desnuda al mundo, sino que viene en símbolos e imágenes. El mundo no la recibirá de otra manera. Hay un nacimiento de arriba junto con una imagen de este nacimiento de arriba. Es de verdad apropiado nacer de nuevo por la imagen. ¿Qué es la resurrección con su imagen? Es apropiado levantarse por la imagen. ¿La cámara nupcial con su imagen? Es apropiado entrar en la verdad. Ésta es la restauración. Es apropiado nacer no solamente de las palabras “el Padre con el Hijo con la Espíritu Santa”, sino también nacer de ellos mismos. A quién no nace de ellos, se le quitará también el nombre. Más uno los recibe en el crisma que se obtiene con el bálsamo de la fuerza […] que los apóstoles llamaban: “el de la derecha” y “el de la izquierda”. Uno así ya no es un crístico (o cristiano) sino un cristo (…)”.GERZ, David. “Los evangelios gnósticos. Enseñanzas secretas de Jesús”. Málaga. Editorial Sirio. 2006. (3ª edición).Página 89. El Evangelio según Felipe. Símbolos. “(…) 70. Él dijo: Yo he venido para hacer el exterior como el interior y lo de arriba como lo de abajo. Él se representa aquí en símbolos. […] Ella es la unidad que queda arriba. Quién se manifiesta […] de allí es llamado: el que está abajo. Y tiene lo escondido que queda allí sobre él. Pues bueno es, lo que se expresa; la parte interior y la parte exterior y la que está fuera del exterior. A causa de esto, el Amo llamaba a la destrucción: las tinieblas más exteriores, fuera de las cuales no hay nada. Dijo: Tu Padre que está en secreto. Dijo: Entra en tu armario, cierra tu puerta detrás de ti y ora a tu Padre que está en secreto. Éste es el que está en el interior de todos, El que está dentro de todos es la plenitud (Pleroma) y más allá de Él no hay nada. Esto es lo que significa: El que está por encima de todos (…)”. GERZ, David. “Los evangelios gnósticos. Enseñanzas secretas de Jesús”. Málaga. Editorial Sirio. 2006. (3ª edición). Página 89. El Evangelio según Felipe. Símbolos. “(…) 73. ¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Por qué, Señor, me has abandonado? Esto dijo Él sobre la cruz después de separar este lugar de todo lo que había sido engendrado por […] a través de Dios. El Señor resucitó de entre los muertos… Más su cuerpo era perfecto: tenía sí una carne, pero ésta era una carne de verdad. *uestra carne al contrario no es auténtica, sino una imagen de la verdadera (…)”. GERZ, David. “Los 138


evangelios gnósticos. Enseñanzas secretas de Jesús”. Málaga. Editorial Sirio. 2006. (3ª edición). Página 78. El Evangelio según Felipe. Símbolos. Bautismo = Santo. Redención = Santo del Santo. “(…) 77. Tres eran los lugares en que se hacían ofrendas en Jerusalén: uno que se abría hacia el Poniente, llamado el “Santo”; otro abierto hacia el Mediodía, llamado el “Santo del Santo” y, el tercero abierto hacia el Oriente, llamado el “Santo de los Santos”, donde solo podía entrar el Sumo Sacerdote. El bautismo es el “Santo”, la redención es el “Santo del Santo”, mientras que la cámara nupcial es el “Santo de los Santos”. El bautismo trae consigo la resurrección y la redención, mientras que esta se realiza en la cámara nupcial. Más la cámara nupcial se encuentra en la cúspide de… Tú no serás capaz de encontrar […] aquellos que hacen oración […] Jerusalén […]…Jerusalén […] llamada “Santo de los Santos” […] el velo […] la cámara nupcial, sino la imagen… Su velo se rasgó de arriba abajo, pues era preciso que algunos subieran de abajo arriba (…)”. GERZ, David. “Los evangelios gnósticos. Enseñanzas secretas de Jesús”. Málaga. Editorial Sirio. 2006. (3ª edición). Página 102. El Evangelio según Felipe. “(…) 126. Los misterios de la verdad se revelan en imágenes simbólicas, así el misterio de la Cámara upcial, que es el Santo dentro de la Santidad, permanece escondido (…)”. GERZ, David. “Los evangelios gnósticos. Enseñanzas secretas de Jesús”. Málaga. Editorial Sirio. 2006. (3ª edición). Página 103. El Evangelio según Felipe. “(…) 129. Esto es lo verdaderamente excelente. Más entraremos allí por medio de símbolos despreciados y por debilidades. Son en verdad humildes en comparación con la gloria perfecta. Hay una gloria por encima de la gloria, hay un poder por encima del poder. Por eso los perfectos se nos han manifestado con los secretos de la verdad. Además, los santos de las santidades se han revelado y la Cámara upcial nos ha invitado a entrar (…)”. (69). LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. “El nacimiento del arte cristiano”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 411. Mosaico. “(…) Pero esta característica no es una creación original del primer arte cristiano ya existía en algunas representaciones mitológicas, sobre todo en mosaico, en las que se procede por alusiones mediante unas cuantas escenas de gran contenido / (Página 412) simbólico que sugieren, no “cuentan”, la historia completa. La explicación hay que buscarla en el sentido que la imagen tiene como transmisora de ideas, de conceptos, de símbolos, a través de un lenguaje eminentemente sencillo y esencial, comprensible para todos aquellos iniciados en la fe (…)”. 139


(70). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen I)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 425. El ave del Paraíso, emblema de la fuerza interior y espiritual. “(…) El más antiguo documento artístico en el que se ha querido ver al ave del paraíso –una escultura de finales del siglo XII o del XIII- lo representa únicamente con cabeza y alas, un poco como los angelotes del arte del Renacimiento, forma totalmente aérea en verdad. Y sin embargo, al menos a finales de la Edad Media, se le atribuyó otra singularidad todavía más asombrosa que las demás. o conozco ningún bestiario en el que se hable de ella, pero sin embargo se ha conservado en la heráldica francesa y en un simbolismo poco conocido; nos asegura que no sólo las aves del paraíso no tienen patas ni pies, sino que tampoco tienen alas y, que se propulsan por sí solas en el aire pese a la materia y a su peso y, ello por el mero ardor de su voluntad, por la mera fuerza interior y espiritual que un grupo caballeresco / (página 426) bastante cerrado, sigue considerando todavía el don de gracia de una particular ceremonia de armamento e investidura que se supone que es una especie de octavo sacramento (…)”. (71). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen I)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 426. El ave del Paraíso, emblema de 5uestro Señor Jesucristo. “(…) Puesto que la relacionaron de diversos modos con la simbología divina, nuestros abuelos del Medievo designaron a menudo el ave del Paraíso con los nombres de “Ave divina”, “Ave de Dios” y “Pájaro de Dios”. La relacionaron más particularmente con la emblemática del Redentor y con la del Espíritu Santo. Cuando estudiemos el simbolismo crístico del Delfín reproduciremos una escultura de los primeros tiempos cristianos en la que el pez, emblema seguro de Cristo, lleva en su lomo una barca que es la imagen de su Iglesia. La conduce así, sin peligros que temer para ella, hacia el “puerto de salvación”. / (Página 427) Por un simbolismo idéntico y más perfecto todavía se relaciona el ave del paraíso con la emblemática de Cristo. Recordemos lo que las antiguas colecciones de leyendas decían de este pájaro y, particularmente que, en su existencia constantemente aérea, lleva sobre su espalda a la hembra y su nidada; así mismo sostiene también Cristo por encima de la tierra a su esposa la Iglesia y a sus hijos. Así mantenida por él en las serenas alturas, las potencias inferiores, dii inferni, “las puertas del Infierno”, no pueden prevalecer contra ella: es la promesa hecha al Apóstol Pedro en los campos de Cesarea: “Tú eres feliz, Simón, hijo de 140


Juan… Tú eres Pedro y, sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”. En el esoterismo medieval del que he hablado más arriba, se hizo espontáneamente otra relación entre el pájaro áptero que privado de alas se lanza al espacio mediante su propio poder, sin el medio del mecanismo físico necesario a los demás volátiles y, Cristo resucitado elevándose al cielo por la mera virtud de su Divinidad. Más adelante veremos que en la alondra que a fuerza de alas se ala del surco hacia el cielo ha encontrado el folklore de Francia una imagen del Salvador y su ascensión: los místicos de la Edad Media pensaron que el ave del paraíso, ignorado por la simple gente campesina, era todavía más que la alondra un emblema satisfactorio para representar la elevación triunfal del Salvador hacia los cielos, debida al solo poder de la naturaleza divina escondida en la envoltura material de su cuerpo (…)”. (72). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen I)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 427. El ave del paraíso. Emblema del Espíritu Santo. “(…) Puesto que la fabulosa ave del paraíso era la voladora perpetua e incansable, se tomó también como emblema del divino Paracleto que fecundó con su presencia las aguas primeras cuando el cielo y la tierra fermentaban en un indescriptible caos de fuego, truenos, aguas y vapores, bajo la diestra omnipotente del Creador, cuando la luz no existía todavía. Spiritus Dei ferebatur super aquas, dice la Vulgata, “El Espíritu de Dios se movía sobre las aguas”, dice literalmente el texto hebreo de la Biblia. Sin duda la paloma, su emblema corriente, no es más adecuado que la fabulosa ave del paraíso, con su movimiento infatigable, para representar esta presencia agitada del Espíritu de Dios, del Paracleto, planteando sobre las aguas en tinieblas que cubrían el abismo (…)”. (73). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen I)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 428. El ave del paraíso emblema del alma contemplativa. “(…) En la simbología corriente y exotérica de la Edad Media, el ave del paraíso, considerada un ser exclusivamente aéreo representaba de modo natural al santo, cuyo corazón está siempre muy por encima del amor a las cosas terrenas, al piadoso contemplativo cuyo espíritu permanece constantemente en las elevadas regiones de lo divino. Desprovista de todo medio corriente de propulsión, la legendaria ave del paraíso sería bastante adecuada para representar lo que los místicos orientales denominan “la vía directa”, expresión que se refiere a 141


las realizaciones espirituales obtenidas por medio de la meditación intensa y en ausencia de todo coadyuvante como los ritos y las prácticas, fuera de todas las obras prescritas por sus leyes religiosas corrientes. El ave del paraíso, escribía La Colombière en el siglo XVII, es el símbolo del verdadero cristiano que no aspira más que al cielo y que toma por divisa la misma que se da a este pájaro: ihil mihi terra, o bien fastigias nescit. Y es la ocasión de recordar el pensamiento de San paulino de ola: “Cuando germina en nosotros, la semilla de la palabra divina nos transforma en aves” (…)”. (74). “Las grandes religiones: Cristianismo, judaísmo, hinduismo, Islam, filosofía china”. Colección Life. Editorial Luís Miracle. 1968. (4ª edición: septiembre). Página 270. “(…) El racimo de uvas simboliza la sangre que el redentor derramó por nosotros (…)”. (75). LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. “El nacimiento del arte cristiano”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 414. Zarcillos de vid, pájaros, como los que aparecen en Menorca. “(…) en el año 306 el canon 36 del sínodo de Elvira prohíbe la figuración de temas de veneración y de plegaria en las iglesias. Todavía a mediados del siglo IV se encuentran dos ejemplos de conjunción de temas paganos y cristianos en los excepcionales mosaicos que decoran las paredes y las bóvedas de los mausoleos de santa Constanza, en Roma y, de Centelles, en las proximidades de Tarragona. En el mausoleo hispano de Centcelles, escenas de indiscutible carácter cristiano, como Daniel en la fosa de los leones, o los tres hebreos en el horno, se conjuntan con temas paganos pero susceptibles de una lectura cristiana, como son las estaciones o la escena de la cacería. Otro tanto ocurre en el mausoleo de santa Constanza, donde se combinan las escenas bíblicas, algunas hoy perdidas, con motivos de carácter báquico típicos del arte romano, como son los zarcillos de vid, pájaros, putti, ménades y vendimiadores (…)”. (76). STARBIRD, Margaret. “María Magdalena y el Santo Grial. La verdad sobre el linaje de Cristo”. Colección: Divulgación. Enigmas y misterios. Barcelona. Planeta. 2005. Página 145. Reliquia de la Iglesia escondida. “(…) El libro de Harold Bayley The Lost Language of Symbolism apareció en 1912. En una obra de dos volúmenes, que recurre a la filología y a la mitología para explicar ciertos símbolos y emblemas que se encuentran en las marcas de los primeros papeleros de Provenza. Esas aguas o marcas, los diseños impresos en las hojas de papel, se encuentran en las páginas de las Bíblias europeas. La obra monumental de Bayleys 142


contiene una amplia gama de mitología comparada, folclore, textos bíblicos y / (Página 146) referencias clásicas. Incluye más de cuatrocientos dibujos de aguas y marcas, encontrados por él y por su predecesor Charles-Moïse Briquet en las páginas de Biblias de los siglos XIII al XVIII. Las marcas más antiguas datan del año 1282. Los herejes albigenses también fabricaron esas marcas simbólicas en el papel que usaban para imprimir la literatura popular de su tiempo. Restos de esas herejías pueden encontrarse en tales marcas indelebles. Dicho de otro modo: los mercaderes papeleros hallaron una manera ingeniosa de ocultar sus creencias bajo símbolos, con el fin de protegerlos de la inquisición. Mediante esos recursos preservaron en secreto durante siglos los emblemas de su fe. / (Página 147) Uno de los emblemas más destacados por los fabricantes papeleros parece haber sido el unicornio. (…) El empleo intencionado de ese símbolo de Cristo, el esposo arquetípico, es tan importante en el folclore medieval (…). Son también numerosas las aguas populares que dibujan un león. Es un animal con muchas variantes, pero los “místicos” o herejes lo entendieron como el león de / (Página 148) Judá. La Bíblia hebrea alude por primer vez a esta imagen en Géneris 49, 8-10: “Judá, tus hermanos te exaltarán…, los hijos de tu padre se encorvarán ante ti. Tú eres un cachorro de león, oh Judá… El cetro no se apartará de Judá”. ( IV). En otro libro del Antiguo testamento 1 crónicas 5, 2, se afirma que los príncipes de Israel saldrán de la tribu de Judá, porque era el más fuerte de los doce hijos de Jacob. El rey David, que fue el menor de los hijos de Jesé, descendía de Judá por la línea de Boaz y de Rut. Por su parte, Jesus fue aclamado como “hijo de David” a lo largo de su entrada triunfal en Jerusalén, cuando el pueblo gritaba “¡Hosanna!” y esparcía ramos de palma delante de él. En Apocalipsis 5,5 se proclama abiertamente que el Cordero, que ha sido degollado y se sienta a la derecha del Dios inmortal, es “el león de la tribu de Judá”. Ese es el león / (Página 149) que figura en las aguas del papel de Provenza: el mismísimo Jesús. En una de tales marcas, copiadas por Bayley, el león lleva una granada en el extremo de su cola, en otra, su barba parece un racimo de uvas. Reventando de granos rojos, la granada es un símbolo de la fertilidad física de las religiones antiguas. (…) Y el racimo de uvas es una clara referencia a la vid que en las sagradas Escrituras hebreas constituye una metáfora de la herencia de Israel. (…) En algunos casos la flor de lis brota de la cabeza del león. Ese iris trifoliado es el símbolo corriente para identificar al rey merovingio Clodoveo I (466-511) y la línea / (Página 150) monárquica legítima de Francia. Así un león pintado con una flor de lis que le brota de la cabeza o que forma el penacho de su cola es muy probablemente una referencia 143


política as la progenie real que pretendía ser la de Israel y de Francia: la línea de los príncipes de Judá. Otras aguas muestran un vaso, que Bayley llama “el Grial” a menudo con un racimo de uvas o con varias ramas de flores de lis. Uno de tales vasos lleva las iniciales MM de “María Magdalena” o tal vez de “María Maior”; y otro, las de MR de “maría Regina”. Ambos epítetos podían aplicarse tanto a la Magdalena como a la Virgen maría madre de Cristo, a quién se supone habitualmente que se referían. La referencia de tales epítetos apunta al “vaso” o portadora, por la que se continuaba la línea real de Israel y Judá. En otras figuras la flor de lis brota de un ánfora. Algunos emblemas / (Página 151) muestran también racimos de uvas que enmarcan las letras IC (= Iesus Christus, en latín) y la merovingia flor de lis. Otro símbolo significativo que se encuentra en las aguas del papel es el oso, un animal que el folclore relacionó con los merovingios. Es el “fuerte” que ha dormido durante muchísimo tiempo y que se espera que despierte pronto y que regrese de su larga hibernación. (…) Algunas veces el oso de las aguas del papel lleva una “cruz de luz”, signo de la verdadera iluminación, o las letras LUX sobre su lomo. El glifo de la cruz de luz de seis puntas es común a muchas aguas. La palabra LUX fue de especial importancia para los herejes albigenses, cuyo dogma fundamental fue la iluminación o verdad. Cuando lux –la palabra latina que significa “luz”- se descompone en las letras griegas A, V y X, todo el vocablo se recapitula en la letra X, que llevó a designar “verdad”. Ese símbolo de la letra X se mantuvo como sagrado por la marca, mencionada en las versiones latinas de Ezequiel 9, 4, que llevaban impresa en la frente los espiritualmente iluminados (que hacían duelo por Jerusalén). Dicho símbolo se utilizó para marcar a los iniciados del monasterio de Qumrán, en el mar Muerto. Más tarde los cristianos adoptaron la práctica de marcar con la “señal de la cruz” a quienes recibían el bautismo. Yo creo que esa marca, la X, es un símbolo herético que identificó la / (Página 152) herejía del grial y a la iglesia oculta y, que se incorporó a la tradición esotérica del arte europeo. En ocasiones el oso aparece en las aguas del papel con una trompeta o cuerno, siendo el cuerno / (Página 153) un símbolo de la predicación herética. Como el cuerno mítico del héroe épico francés en La Chansón de Roland, su sonido tiene el poder de quebrantar la roca. Con respecto al cristianismo, la “roca” que la predicación herética parte en pedazos es la “roca de Pedro”, las doctrinas concretas y rígidas de la iglesia institucional. En algunos casos cantos folclóricos se le atribuye al cuerno el poder mágico de “hacer reverdecer el desierto”. (…) Otro símbolo que se encuentra entre las marcas de los papeleros heréticos es la Cruz de Lorena. A Godofredo de Lorena se le ofreció la 144


corona de Jerusalén después de la primera cruzada y luego que los caballeros de la Europa cristiana hubieran derrotado una y otra vez a los sarracenos dueños de la Ciudad Santa. Como hemos discutido en el último capítulo, en favor de Godofredo se alegó que era un vástago de los merovingios, cuyos descendientes se llamaban así mismos la viña o parra, que según se decía enlazaba generacionalmente con Jesús. (…) / (Página 155) A diferencia de la cruz corriente, la Cruz de Lorena presenta dos travesaños o palos horizontales: el superior y más corto representa el rollo con la inscripción I RI, cifra y compendio de Iesus azarenus Rex Iudeorum. Según los evangelios, figuraba por orden de Pilato sobre la cabeza de Jesús, pendiente en la cruz (Marcos 15, 26; Juan 19, 19) y, constituía un testimonio en favor del dogma fundamental de la iglesia oculta, para la cual Jesús era el rey legítimo del linaje de David. Durante siglos la Cruz de Lorena ha sido un grito de guerra por la libertad de Francia. Una de las aguas de Bayley representa un globo, símbolo de la Tierra, coronado por la cruz de doble travesaño (…)”. (77). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen I)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 37. Segunda parte. Los cuatro “animales” de las visiones de Ezequiel y de san Juan. Capítulo quinto. El león. II. El león, emblema de la resurrección y del Cristo resucitado. León junto a palmera = Resurrección. “(…) En su excelente obra sobre El arte religioso del siglo XIII en Francia (4), Émile Màle, al explicar la presencia del león emblemático en un vitral de Bourges que lo muestra cerca de la tumba de Jesús resucitado, refiere también la tradición en virtud de la cual el / (Página 38) león, en el arte cristiano, se convirtió en emblema de Jesucristo en cuanto Hombre-Dios resucitado y, también en cuanto autor y principio de nuestra futura resurrección: “Todo el mundo, dice Mâle, admitía en la Edad Media que la leona paría leones que parecían nacidos muertos. Durante tres días, los cachorros no daban ninguna señal de vida, pero al tercer día volvía el león y les daba vida con su aliento”. (…) La muerte aparente del pequeño león representaba la estancia de Jesucristo en el sepulcro y, su nacimiento era como una imagen de la resurrección” (4). (…) / (Página 39) La costumbre que antes del cristianismo se tenía en Licia, en frigia y en muchas otras regiones, de colocar la imagen del león sobre las tumbas de los reyes o de los héroes ilustres, ¿no tendría origen, al menos en parte, en la fuerza ficticia de resurrección que los antiguos atribuían al león? En el arte antiguo, su imagen suele acompañar a menudo a la palmera, que antes de nuestra era y en todo el viejo mundo, más aún que emblema del desierto, era emblema de resurrección (…)”. Página 37. Cita (4). “(…) E. 145


Mâle, Op. cit. p. 29 (…)”. Página 38. Cita (4). “(…) E. Mâle, Op. cit, Ibid (…)”. (78). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen I)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 40. Segunda parte. Los cuatro “animales” de las visiones de Ezequiel y de san Juan. Capítulo quinto. El león. IV. El león, emblema de las dos naturalezas de Jesucristo. “(…) La unión hipostática en Jesucristo de la naturaleza divina y la naturaleza humana ha sido tema de numerosas imágenes alegóricas y, la encontramos en muchos otros emblemas. El león es ciertamente el emblema en el que menos ostensiblemente diferenciadas están las dos hipóstasis, la divina y la humana. Los antiguos estaban de acuerdo en afirmar que todas las cualidades activas del león están localizadas en su parte delantera, en la cabeza, el cuello, el pecho y las zarpas delanteras; la parte trasera, para ellos, tan sólo tenía función de sostén, de punto de apoyo terrestre. Por eso, en sentido figurado y, apoyándose en san Ireneo (2), Pedro Valeriano escribirá hablando del león: Anterioribus partibus coelestia refert, posterioribus terram. Y aquí el león emblemático coincide con las concepciones alegóricas que se han atribuido a los centauros y los grifos. Partiendo de este dato, hicieron de la parte delantera del león el emblema de la naturaleza divina de Cristo y, de la parte posterior del animal, la imagen de su humanidad (…)”. Página 40. Cita (2). “(…) San IRE EO, Hieroglyphicorum, L. VI, c. 27 (…)”. (79). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen I)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 42. Segunda parte. Los cuatro “animales” de las visiones de Ezequiel y de san Juan. Capítulo quinto. El león. VI. El león, emblema de la vigilancia de Cristo. El león = Cura y vigilancia de las almas. “(…) San Carlos Borromeo, recogiendo en el siglo XVI la Simbología de los antiguos Padres, en el IV concilio provincial de Milán que presidía, dio el consejo de adornar las iglesias con la figura del león para recordar a los que tienen cura de las almas la vigilancia necesaria. (…) / (Página 43) Y el viejo poeta está aquí de acuerdo con san Hilario y san Agustín, que en la manera de dormir del león ven una alusión a la naturaleza divina del Señor, que no se extingue en el sepulcro, mientras que su humanidad sufre una muerte real (…)”. (80). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen I)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 43. Segunda parte. Los cuatro 146


“animales” de las visiones de Ezequiel y de san Juan. Capítulo quinto. El león. VII. El león, emblema directo de la persona de Jesucristo. “(…) Los comentarios de los Libros sagrados están de acuerdo en considerar que se aplica a Jesucristo lo que concierne a Judá en la profecía de Jacob a sus hijos: “Judá es como un cachorro de león; mi hijo sube de la presa, ha doblado las rodillas y se ha echado como un león, como una leona; ¿quién se atreverá, pues, a hacerlo levantar? (2). (…) Pero el principal texto, esta vez formal, que asimila a Cristo con el león nos lo proporciona la visión de san Juan descrita en su Apocalipsis: En el trono rodeado por un arco iris “como una visión de esmeralda” y ante el cual estaban inclinados los cuatro animales de alas palpitantes de llamas y los veinticuatro ancianos coronados de oro, he aquí que apareció el Libro misterioso, cerrado sobre siete sellos. Y el Apóstol lloraba porque en el cielo nadie era juzgado digno de romper los sellos del Libro, Pero he aquí que uno de los ancianos le dijo: “ o llores; ahí está el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, que con su victoria ha obtenido / (Página 44) abrir el Libro y, levantar los sellos… Entonces vi: y en medio del trono y de los cuatro animales y, en medio de los ancianos, un cordero de pie y como inmolado, con siete cuernos y siete ojos que son los siete espíritus de Dios...” (1). (…) ¡Ecce vicit leo de tribu Judá! ¡He aquí el león de Judá! Esta exclamación será una de las palabras sagradas más repetidas en el simbolismo y el hermetismo cristianos; y la fe, la confianza de los pueblos en la virtud de las palabras santas, le conferirán incluso una fuerza de protección especial al emplearla como una especie de fórmula de exorcismo o de talismán piadoso. Así encontramos un amuleto, probablemente de origen gnóstico y por consiguiente realizado durante los primeros siglos del cristianismo, que representa la lechuza, o más exactamente el búho, tomado en esta circunstancia como imagen cierta de Satán, alrededor del cual se despliega la palabra Dominus, rodeada de siete estrellas y, la siguiente inscripción: “Bicit te leo de tribu Judá radis David” (sic). Y en el reverso estas palabras: “Jesu Xpistus ligavit te bratius Dei, et sigillus Samolonix abis notturna non babas ad anima pura est super quis vis sis” (sic), que hay que traducir: “Te ha vencido el león de la tribu de Judá, el vástago de David. Jesucristo, el brazo de Dios, te ha atado y, el sello de Salomón. ¡Ave nocturna! ¡qué nunca puedas llegar al alma pura, ni a dominar sobre ella, seas quien seas!” (3) (…)”. Página 43. Cita (2). “(…) Génesis XLIX, 9 (…)”. Página 44. Cita (1). “(…) San JUA , Apocalipsis, V, 5 (…)”. Página 44. Cita (3). “(…) Ibid. T. I. vol. II, col. 1837 (…)”. 147


(81). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen I)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 46. Segunda parte. Los cuatro “animales” de las visiones de Ezequiel y de san Juan. Capítulo quinto. El león. VIII. El león, emblema del Verbo divino. “(…) Algunos escritores místicos, de modo completamente natural, han visto en el rugido del león la imagen de la poderosa palabra de Cristo, del Verbo-Doctor y de su incomparable fuerza de expansión: en efecto, a formidable voz que resuena en las inmensas extensiones de los desiertos puede servir de imagen para representar la voz que ha ido más allá de las nebulosas hasta los extremos infinitos de los espacios para ordenar el movimiento, el orden y la vida. (…) También la irradiación que emana de los astros o de alguna otra luz producida por la industria humana, se hay tomado siempre por emblema de la irradiación del divino Logos, del Verbo de Dios. Pues bien, al león, desde hace mucho antes de nuestra era, siempre se lo ha relacionado con el Sol y con la Luz. (…) / (Página 47) Herederos de estas tradiciones seculares que relacionaban, que emparentaban casi, el Sol con el león, los hermetistas del Medievo representaban a veces el león con el símbolo astrológico del Sol provisto de una cola de león (3) (Fig. XVI). Por una simple transposición que solían practicar, los simbolistas cristianos, por consiguiente, clasificaron el león solar con el águila pirófora y el cordero, con el propio Sol, con el fuego, la lámpara, el cirio, para convertirlo también en imagen alegórica de la bendita palabra, fuente universal de la luz y la verdad que son únicamente una cosa (4). Y esta adaptación se hizo pronto, aunque la presencia del león no sea muy abundante en el arte cristiano de los primeros siglos de la Iglesia (…)”. Página 47. Cita (3). “(…) Cf. BOUCHET, Cosmogonie humaine, p. 40 (…)”. Página 47. Cita (4). “(…) Cf. LEFÉBURE, Les Hypogées royaux de Thèbes, in Annales du Musée Guimet. T. IX(1886), Pl, XXX (…)”. (82). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen I)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 48. Segunda parte. Los cuatro “animales” de las visiones de Ezequiel y de san Juan. Capítulo quinto. El león. X. El león como representación de las pruebas de la vida. León = Sufrimientos que nos asaltan. “(…) Los místicos de antaño, en su ardiente deseo de emblemas, de símbolos, de términos de comparación y de alegrías creado en ellos por la intensidad de su vida espiritual, exprimieron realmente a fondo las Escrituras para sacar de ellas todo cuanto podía aplicarse a los más diversos estados anímicos. 148


Así, al querer hablar de la manera alerta y elevada con la que los santos han acogido y soportado las pruebas y tribulaciones de la existencia, aplicaron a estos héroes de la fe y de las virtudes cristianas lo que el Eclesiástico dice de David: “Jugó con los leones como si fuesen cabritos” (5). / (Página 49) Y así el león se convirtió en el emblema de los sufrimientos que a todos nos asaltan, igual que las fieras asaltan a sus víctimas: del mismo modo que por otra parte las legítimas satisfacciones fueron representadas por los cabritos, alegres y pacíficos. Este tema simbólico, puramente ideal y literario y, que las artes no emplearon, todavía estaba en auge el siglo pasado y, el P. Pinamonti, entre otros, lo aplicó felizmente a los mártires y los santos en una obrita que fue muy apreciada en los ambientes religiosos de Italia y Francia (1) (…)”. Página 48. Cita (5). “(…) Eclesiástico, XLVII, 3 (…)”. Página 49. Cita (1). “(…) J. P. PI AMO TI, S. J. La Croix rendue légère. Traducción francesa, Le Mans, de Gallienne, 1841, p. 87 (…)”. (83). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen I)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 50. Segunda parte. Los cuatro “animales” de las visiones de Ezequiel y de san Juan. Capítulo quinto. El león. XII. El león, emblema de Satán, de los vicios y de la herejía. “(…) El león comparte con numerosos animales –que también son emblemas auténticos de Jesucristo- el mal papel de servir igualmente de imagen alegórica del anticristo, de Satán. Desde los albores de la Iglesia, el león tuvo bastante a menudo esta indeseable significación a causa de las palabras de san Pedro: “Sed sobrios, hermanos míos y, velad; pues el diablo, vuestro adversario, como león que ruge, trata de devoraros” (5). A menudo, en escenas del arte cristiano antiguo en las que un león persigue ciervos, tímidas ciervas o inocentes gacelas, el vulgo no ve más que la persecución trivial de la presa / (Página 51) por parte de la fiera hambrienta, cuando en realidad estas imágenes son ilustración del texto de san Pedro: “El diablo, vuestro enemigo, como león que ruge, trata de devoraros”. Esos ciervos, esas ciervas, esas gacelas son las almas humanas y, la Iglesia latina reza por ellas en su liturgia para que no sean víctimas de su agresor: … libera eas de ore leonis, ne absorbeat eas tartarus… “Líbralas, Señor, de las fauces del león y, que no las engulla el tártaro infernal…” (1). (…) En su papel infernal, el león suele ser emblema de una de las “tres concupiscencias” a las que el ascetismo cristia no atribuye la peridicón de las almas: “Concupiscencia de la carne”, de donde viene la Lujuria, la Gula y la Pereza; “Concupiscencia de los ojos”, de donde viene 149


nuevamente la Lujuria, la Avaricia y la Envidia y, “Concupiscencia del Orgullo de la Vida”, de donde viene el Orgullo y la Ira. En estas tres filtraciones de los pecados capitales, el Léon representa el Orgullo de la Vida. A veces también es el “demonio de la herejía”. (…) o obstante, en algunas obras de arte medievales, en las que el león aparece pisoteando a otro animal, no hay que ver en él la imagen de Satán, sino la del cristiano vencedor de los cultos idólatras (…)”. Página 50. Cita (5). “(…) San PEDRO, 1ª Epístola, C. V. 8 (…)”. Página 51. Cita (1). “(…) Breviario romano (Oficio de Difuntos, Ofert, de la Misa) (…)”. (84). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 367. Capítulo VI. Prosopografía a partir de los escritos de Severus de Menorca y de Consentius. 28* Rubén, notable judío de Magona. “(…) Fue el primer judío de Magona que se convirtió. Era primogénito en el sentido de que fue él quien recibió en su casa al principal judío, Theodorus, como predecía el suelo de Theodorus, en el cual Cristo se le apareció bajo el tipo bíblico del león de Judá (cf. Ap 5, 5) y buscó refugio en casa de Rubén, quién le acogió lleno de comprensión, mientras se dirigía hacia la casa de su madre, que no era sino la iglesia, comunidad de los cristianos (…)”. AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 101. I. Seuerus, obispo de Menorca (417-¿?). Capítulo II. Pautas para la interpretación de la Circular de Seuerus. Objetivo último de la campaña: la salvación eterna de los judíos. La coherencia en la narración. Coherencia teológica. Theodorus = Sumo sacerdote judío de la tribu de David. “(…) A este doble planteamiento corresponde también una doble presentación del magnate judío, Theodorus. La primera lo muestra como doctor de la ley (48).La segunda como el “sumo sacerdote” de su comunidad, en paralelismo con el obispo cristiano. Aparece finalmente vencido por la fuerza del León de Judá (49). (…) Con estos antecedentes teológicos, que radican en el poder de Cristo León de Judá (…)”. Página 101. Cita (48). “(…) SEUERUS MI ORICE SIS, Epistula, 6, 1-3 (…)”. Página 101. Cita (49). “(…) ID., Ibid., 11, 1-9 (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 107. I. Seuerus, obispo de Menorca (417-¿?). Capítulo II. Pautas para 150


la interpretación de la Circular de Seuerus. Objetivo último de la campaña: la salvación eterna de los judíos. La coherencia en la narración. Recursos literarios de inclusión. Simbología del león. “(…) Después de aclarar al lector que significan los tipos bíblicos del león y de la madre-parienta, advertía: Por tanto, solamente quedaba en la oscuridad el hecho de que al verse atemorizado por el león entró en casa del judío Rubén, lo cual no fue aclarado por el mismo león que atemorizó para salvar, extremo que explicaremos más adelante (76) (…)”. Página 107. Cita (76). “(…) SEUERUS MI ORICE SIS, Epistula, 11,9 (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 111. I. Seuerus, obispo de Menorca (417-¿?). Capítulo II. Pautas para la interpretación de la Circular de Seuerus. Objetivo último de la campaña: la salvación eterna de los judíos. La coherencia en la narración. Recursos literarios de inclusión. d) El león de Judá. Simbología del león. “(…) o hemos de excluir, como ya dejamos apuntado, que Seuerus se inspirara en Gregorio de Elvira, cuando planteó la lucha de Cristo sobre el judaísmo magontano, apelando a la figura bíblica del León de Judá (101). La presencia de Cristo como León de Judá se concentra en el proceso de Theodorus. En realidad Cristo es el vencedor de todo el camino de incorporación de los judíos al cristianismo. El espacio que este tema ocupa en la Circular es más restringido que los anteriores. Se introduce y concluye antes de la mitad de la narración. Por tanto, el proceso de Theodorus, aunque se ha anunciado a partir de la llegada de las reliquias de san Esteban y, allí se le ha enfrentado al protomártir, nuevo patrono de los cristianos (102), sin embargo se cierra en el nº 21, con su conversión que, simbólicamente incluye la del resto de los judíos. o obstante, quedaban todavía pendientes la del anciano de 102 años (22,1), las de los judíos transeúntes (23,1) y las de las matronas (24; 2628). Si Theodorus se ha contrapuesto a san Esteban es porque él, desde poco tiempo antes, había ascendido a “patrono de la ciudad” (103). Seuerus con estas alusiones a Esteban, abandona el tema hagiográfico y, a partir de este momento, la confrontación se establecerá entre el León de Judá y Theodorus. La presencia de las reliquias, como también lo ha recordado P. Ubric, son un factor externo a los acontecimientos de Menorca (104). En estas escenas el león, paradójicamente, se presenta feroz y manso. El primogénito Rubén y los monjes suavizan el rugido de la fiera.

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Por ser la figura cristológica principal, nos detenemos a describir su contrastada presentación. Empezamos por la descripción que hace Theodorus de su sueño. / (Página 112) 11, 3 “Dirigiéndome yo a la sinagoga, doce hombres alargándome las manos, me dijeron: “¿A dónde vas?”, allí hay un león. 4 Oyendo yo el nombre del león empecé a temblar. Mientras me disponía a la fuga, descubrí un lugar donde meterme y, vi unos monjes que entonaban salmos con admirable suavidad. 5. Allí me sobrevino todavía un mayor temor y, si no hubiera sido que me introduje en la casa de cierto judío, llamado Rubén y, desde allí marché precipitadamente hacia la matrona parienta, de ninguna manera me hubiera librado de aquel terror mortal. 6. Ella, acogiéndome extenuado en su regazo, me libró del peligro y también del miedo”. 8. ¿Quién es, pues, el león, sino “el león de la tribu de Judá, la raíz de David?” (cf. Ap 5, 5-Gen. 40, 9; Is 11, 10). Secundariamente aparece el tema del león, cuando al inicio de la confrontación los judíos resisten a las propuestas de Seuerus (105) y, luego cuando pretende justificar la furia de los cristianos, corderos del Buen pastor, Cristo (cf. Jn10, 11.14.16), a los cuales el león les robó algo de su mansedumbre (106). Después de manipular teológicamente su actuación, el obispo vuelve a la figura del león propuesto como vencedor de Theodorus, con la intervención de Rubén y los monjes. Asistimos a la segunda escena, que tiene lugar cuando, después del griterío de los cristianos, Theodorus espantado promete convertirse: 16, 10. El mismo Teodoro, presa del miedo, pensó que la sentencia divina caía sobre su pueblo:”Huye el impío, si que nadie le persiga” (Prov. 28,1). Pero no se trataba de que nadie persiguiera. Le perseguía aquel terrible león que, como había sido revelado a Teodoro, había lanzado un rugido desde la sinagoga por boca de los monjes, con el cual había intimidado a los enemigos que se resistían. 11. Teodoro se hallaba prácticamente en el mismo lugar en el cual según el sueño le había entrado el espanto del león. Y, puesto a inquirir la causa de tan gran pavor, escuchaba únicamente el nombre de nuestro León, no hallando, como se temía, ninguna fiereza, puesto que solamente veía a los monjes que salmodiaban. Abandonado de su gente, preparaba la huída y estaba dispuesto a correr. La intervención persuasoria del convertido Rubén: / (Página 113) 16, 12. Contemplándolo sobrecogido por el espanto y, perdido el color de su rostro y sin poder hablar se le acercó aquel piadosísimo Rubén exhortando con suaves palabras al que se hallaba asustado para qué se convirtiera a la fe de Cristo, proponiéndole para su tranquilidad el 152


ejemplo de su conversión. La puerta de la casa de su fe, a la cual se había dirigido movido por el temor del león, empezaba a entreabrirse. Este Cristo fue en definitiva “el autor de nuestra victoria”, como lo expresó Seuerus. Es decir, de la victoria de la Iglesia para integrar a la Sinagoga. Es a Cristo a quién se le tributó la acción de gracias después de la destrucción del edificio sinagogal (107).Que Cristo se iba a imponer definitivamente quedaba simbólicamente claro, con estos hechos. De aquí que las primeras conversiones empezaban a fluir (108). El proceso interior de la conversión del hermano de Theodorus, Meletius, no consiste en otra experiencia que la de sentir en lo profundo la llamada de Cristo, que se plasma en tener a flor de labios su nombre (109) y, que, por más que lo rechazó, acabó por invocarlo (110). Los doctores de la ley llegaron igualmente a manifestar su voluntad de creer en Cristo y de convertirse (111). La paradoja entre Cristo, León de Judá, que atemoriza y el Cristo que atrae. El cristocentrismo del proceso de las conversiones se expresa en casi todos los casos (112), de modo que: 19, 2 no había casi ninguno de ellos que no manifestara que había experimentado abiertamente la fuerza de Cristo. Es llamativo como Seuverus cita dos veces expresamente el libro del Cantar de los cantares, uno de los más breves del Antiguo Testamento. Debía pertenecer, como otros textos bíblicos, a la catequesis prebautismal. Severo, como es de esperar, interpreta los dos pasajes para desarrollar el proceso de quién está en camino de la conversión. Sorprende su capacidad / (Página 114) por introducir la paradoja del León de Judá que atemoriza a los varones especialmente a Theodorus, mientras que para mostrar el camino el camino hacia Cristo, emprendido por las mujeres, introduce el encanto y la fragancia de los perfumes y de la dulzura. Este toque femenino todavía resalta más las dotes literarias del obispo menorquín, que no duda en aplicar sus experiencias en la psicología, de modo que no establece un modelo único para describir la conversión al cristianismo. otemos, en primer lugar, cómo sabe sacar partido de un pasaje del Cantar 1,3, muy conocido, que glosa la atracción del esposo gracias al perfume, que arrastra a las doncellas. Suerus lo aplica a la conversión de Artemisia, cuyo nombre evoca también el sabor amarga, del cual se liberó, gracias a la fragancia que derramaba Cristo (113). o sólo la fragancia de la bondad y ternura de Cristo son el atractivo para Artemisia. Como ya lo hemos resaltado anteriormente, Seuerus reitera que la seducción de Cristo pasa por la ternura y la dulzura, simbolizada en el prodigio del lago de la Mará, repetido en el lagar de esta matrona, en el cual el agua se torna miel purísima (114). 153


El lagar nuevo y la nueva prensa de Artemisia simbolizaron la novedad del pueblo que surgiría con la conversión a Cristo. El nuevo corazón, la nueva acogida estaban destinados a acoger el vino nuevo y generoso que se ofrece en el uevo testamento, que es Cristo (115). La conversión, según Seuerus, es fruto de una nueva relación con Cristo, dulce como la miel o, generoso como el vino nuevo. Todos son símbolos de las fiestas pascuales, que iban a celebrarse con aquellas nutridas conversiones. Cristo no solamente es el nuevo vino, sino también el nuevo alimento, con el cual la cuñada de Innocentius, al cabo de dos días de estar fugada, se convirtió y suplicó al obispo que alimentara con Cristo a sus dos hijitas. Como imitador del Buen Pastor, el obispo declara que las condujo al rebaño de Cristo (116). El discurso coherente de la Circular muestra como el proceso prebautismal introducirá en una nueva vida, a partir del bautismo, de modo que el neófito entrará por la infancia espiritual, como primer paso de esta nueva existencia. Otra vez la paradoja se hace patente, cuando el obispo introduce este tema de la infancia espiritual en el momento en que revela / (Página 115) los sentimientos del anciano de 102 años, cuando le suplicó que sus decrépitos miembros fueran regenerados por el bautismo (117). Este poder interior que tiene la persona de Cristo para atraer también movió a los varones judíos. Esta fuerza se manifestó de manera extraordinaria en la conversión del segundo magnate de la sinagoga magontana, Caecilianus. Esto no obstante, en palabras de Seuerus, declaró que en manera alguna esta atracción le permitía forzar a los demás judíos a seguir sus mismos pasos, aunque él también fuera defensor civitatis y por más que compartiera con Theodorus el título de pater, padre de los judíos (118). De nuevo, nuestro autor es un maestro de la paradoja. Es capaz de organizar un sistema de presiones para llevar los judíos a la conversión y, en el mismo relato, pone en boca de Caecilianus que, por más que él se siente arrastrado por Cristo a convertirse, en manera alguna puede forzar a los suyos a dar el paso que se requiere para que le sigan. Cuando llega el momento de la conversión de Theodorus (21, 1-5), ya solo es la madre-parienta quién le acoge. Es la recepción maternal que la Iglesia ofrece a la sinagoga magontana, en la persona de su más alto representante. Estos son los principales motivos inclusivos de la narración de Suerus, que él mantiene con mucha coherencia. El hecho de tenerlos presentes ayuda a descubrir la unidad de su texto (…)”. Página 111. Cita (101). “(…) AME GUAL I BATLE, Els orígens, I, pp. 82-89 (…)”. Página 111. Cita (102). “(…) SEUERUS IMORICE SIS, Epistula 6, 4 (…)”. Página 111. Cita (103). “(…) ID., Ibid., 6, 3 (…)”. Página 111. Cita (104). 154


“(…) UBRIC RABA EDA, La Iglesia en la Hispania del siglo V, p. 199 (…)”. Página 112. Cita (105). “(…) SEUERUS MI ORICE SIS, Epistula, 12, 7 (…)”. Página 112. Cita (106). “(…) ID., Ibid., 13, 5 (…)”. Página 113. Cita (107). “(…) ID., Ibid., 14 (…)”. Página 113. Cita (108). “(…) ID., Ibid., 15, 1 (…)”. Página 113. Cita (109). “(…) ID., Ibid., 18, 10-16 (…)”. Página 113. Cita (110). “(…) ID., Ibid., 18, 23 (…)”. Página 113. Cita (111). “(…) ID., Ibid., 21, 5 (…)”. Página 113. Cita (112). “(…) ID., Ibid., 25, 3 (…)”. Página 114. Cita (113). “(…) ID., Ibid., 26, 1 (…)”. Página 114. Cita (113). “(…) ID., Ibid., 24, 5-11 (…)”. Página 114. Cita (113). “(…) ID., Ibid., 24, 3-4 (…)”. Página 114. Cita (113). “(…) ID., Ibid., 28, 6-7 (…)”. Página 115. Cita (117). “(…) ID., Ibid., 22 (…)”. Página 115. Cita (118). “(…) ID., Ibid., 19, 8-9 (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página. Capítulo V. ¿Pervivencia de los judíos en Baleares? La conversión menorquina no implica cierre al mundo judío. Enfrentamiento de los dos leones, basílica de Torrelló. Cita (9). “(…) Cf. SEVERUS MI ORICE SIS Epistula 6, 4. “Por su parte los cristianos, como más humildes de corazón y de fuerzas, pero más fuertes por el vigor de la verdad, suplicaban el auxilio de su patrón Esteban, hasta que los dos ejércitos, que habían concertado el día de la contienda, se habían retirado por una tregua”. AME GUALI BATLE, Els origens, II, pp. 20-21; y I. pp. 78, 192-193 (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página. Capítulo V. ¿Pervivencia de los judíos en Baleares? La conversión menorquina no implica cierre al mundo judío. Enfrentamiento de los dos leones, basílica de Torrelló. Cita (9). “(…) Cf. SEVERUS MI ORICE SIS Epistula 6, 4. “Por su parte los cristianos, como más humildes de corazón y de fuerzas, pero más fuertes por el vigor de la verdad, suplicaban el auxilio de su patrón Esteban, hasta que los dos ejércitos, que habían concertado el día de la contienda, se habían retirado por una tregua”. AME GUALI BATLE, Els origens, II, pp. 20-21; y I. pp. 78, 192-193 (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 197. Capítulo VI. La Iglesia en Menorca. Los monjes: el rugido del León de Judá. “(…) La primera presencia de los monjes menorquines aparece en la secuencia de los sueños de Theodorus. Ya lo hemos estudiado al presentar los motivos de la 155


narración de Severus. Los monjes son los doce varones que en su sueño vio Theodorus salmodiando en la Sinagoga con toda suavidad, mientras él huía pavoroso, aturdido por el nombre del León de Judá. Así lo experimentó cuando en el lugar de la Sinagoga destruida sintió el impulso de convertirse. / (Página 198) Esta presencia de la sinagoga destruida y, su vinculación a Jesús, presentado como León de Judá, puede ser un indicio de que estos monjes menorquines participaban de la misma exaltación antijudía que los monjes orientales. Aparecen además, en otro pasaje de la Circular, como testigos del prodigio del globo que vieron caer más allá de la basílica extramuros de Magona, mientras el obispo celebraba la eucaristía (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 375. Capítulo VI. Prosopografía a partir de los escritos de Severus de Menorca y de Consentius. 35* Theodorus, principal judío de Magona. Basílica Torrelló dos leones enfrentados = Dos iglesias: cristianas y judía“(…) Era el judío más prominente de Magona, gran propietario, incluso en Mallorca. Esta fortuna lo situaba sobre todos los ciudadanos, cristianos inclusive. Su familia era igualmente poderosa: en ella encontramos otro miembro que destacaba, su hermano Meletius, casado con la hija de quién acababa de ser gobernador, praeses, de las Insularum balearum, Litorius; también era sobrino de Theodoruys el joven Galilaeus (…) y era rabino o legis doctor (…) / (Página 376) el padre de los padres de la comunidad, dicho en griego, pater pateron de los judíos y su summus sacerdos. (…) Se dirigió a la casa del judío Rubén y, de allí hacia la de su madre y, así permaneció fuera de peligro. El león significaba el Cristo león de Judá (Ap 5, 5); la casa de Rubén era el primer paso hacia el cristianismo, ya que este judío fue el primero de los convertidos, el cual se dirigió hacia la iglesia-madre. (…) / (Página 377) Rubén se convirtió y convenció a Theodorus, prometiéndole que conservaría prestigio y riquezas. Theodorus se obligó a aceptar el cristianismo después de exhortar a su pueblo: “mi pueblo” plebem mean (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 431. La circular de Severo de Menorca (418). Epistula de conversione iudacorum apud Minoricam insulama meritis sancti Stephani facta. Anno 418. (Clavis patrum Latinorum, nº 576). II. Comienza la confrontación con los judíos. 7. Tregua motivada por la estancia de Teodoro en Mallorca. Explicación del mosaico de los leones enfrentados. “(…) [1] Los judíos deseaban vivamente que Teodoro, en 156


quién toda la sinagoga depositaba su confianza, regresara de la isla de Mallorca, a la cual se había dirigido con el objeto de visitar sus propiedades. [2] Habiéndole enviado una legación, reembarcó de inmediato. Con su autoridad atemorizó a muchos, pero no apagó sino solamente mitigó un tanto el incendio de la contienda, que se reencendió con mayor violencia, de tal manera que hasta en la ciudad vecina prendió la llama de la fe. [3] Y para que se cumpliera el proverbio de Salomón: “el hermano que ayuda a su hermano será exaltado como una ciudad fuerte y elevada” (Prov. 18, 19), muchos siervos de Cristo decidieron empeñarse en esta lucha, con todas las fuerzas de su espíritu, sin ahorrarse la fatiga del camino (…)”.AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 441. La circular de Severo de Menorca (418). Epistula de conversione iudacorum apud Minoricam insulama meritis sancti Stephani facta. Anno 418. (Clavis patrum Latinorum, nº 576). II. Comienza la confrontación con los judíos. 16. Se prepara la conversión de Teodoro. El león cristiano del mosaico. Simbología del león = Dios. Simbología de la puerta de la casa = fe. “(…) Le perseguía aquel terrible león que, como había sido revelado a Teodoro, había lanzado un rugido desde la sinagoga por boca de los monjes, con el cual había intimidado a los enemigos que se resistían. [11] Teodoro se hallaba prácticamente en el mismo lugar en el cual, según el sueño, le había entrado el espanto del león. Y puesto a inquirir la causa de tan gran pavor, escuchaba únicamente el nombre de nuestro León, no hallando, como se temía, ninguna fiereza, puesto que solamente veía a los monjes que salmodiaban (…) / (Página 442) [12] la puerta de la casa de su fe, a la cual se había dirigido movido por el temor del león, empezaba a entreabrirse. (…) [14] Decía: “¿Por qué temes Teodoro? Si quieres seriamente estar seguro, ser honrado y rico, cree en Cristo como yo he creído (…) [16] Oyendo Teodoro estas reflexiones con gran atención nos dijo: “Haré lo que queréis, mantened esta promesa; pero dejad que antes me dirija a mi pueblo, para que pueda alcanzar un premio mayor de mi conversión con la de los demás (…) [19] por cuanto todavía no había penetrado en la casa de aquella parienta la cual, al cabo de tres días, le recibió en su seno maternal y le libró de toda intranquilidad (…)”. (85). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 433. La circular de Severo de Menorca (418). Epistula de conversione iudacorum apud Minoricam insulama meritis sancti Stephani facta. Anno 418. (Clavis 157


patrum Latinorum, nº 576). II. Comienza la confrontación con los judíos. 8. Diversidad de los preparativos para la confrontación. Explicación del mosaico de los leones enfrentados. “(…) [3] Pero Cristo (…) concedió a su ejército esta victoria que nadie podía desear ni esperar. [4] Los judíos, estimulados por los ejemplos del tiempo del Macabeo (cf. 2Mac 7), estaban dispuestos a morir para defender su patrimonio [religioso]. [5] De esta manera, no sólo empezaron a examinar los libros, sino que también cargaron hacia la sinagoga palos, piedras, guijarros y toda clase de proyectiles para repeler con la fuerza física, si la necesidad lo requería, las huestes de los cristianos, equipadas con la fuera del Espíritu Santo (…)”. (86). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 438. La circular de Severo de Menorca (418). Epistula de conversione iudacorum apud Minoricam insulama meritis sancti Stephani facta. Anno 418. (Clavis patrum Latinorum, nº 576). II. Comienza la confrontación con los judíos. 13. Los cristianos destruyen la sinagoga. Simbología del mosaico: un león = judíos. 2º león = Cristianos. Los cristianos quemaron la sinagoga de los judíos. “(…) [1] Comenzamos a dirigirnos hacia la sinagoga y, de la gran alegría que nos embargaba, por la plaza entonamos un himno a Cristo. [2] El salmo que, con gozo admirable, también coreaba el pueblo de los judíos era este: “Su memoria se derrumba estrepitosamente. Pero la misericordia del Señor permanece por siempre” (Sal 9, 7-8). [3] pero, antes de que llegáramos a la sinagoga, algunas mujeres judías, creo que por voluntad de Dios, hicieron alarde de gran audacia, para excitar nuestra mansedumbre: desde una altura empezaron a tirar sobre nosotros piedras enormes. (…) [5] En esto aquel terrible león quitó un tanto la mansedumbre de sus corderos. (…) [7] Finalmente, para quitar toda sospecha de que había concedido una cruenta victoria a su grey, ningún judío fue alcanzado [por las piedras] y ni siquiera ninguno de entre ellos intentó fingirlo maliciosamente, como es su costumbre hacerlo (…). / (Página 439) [10] En efecto, uno de los nuestros lanzó un guijarro para herir a un judío, pero habiendo herido la cabeza de aquel [siervo] le sirvió de aviso para que recordara de quien es su Cabeza, o sea de Cristo. [11] Y aunque la herida no revestía peligro alguno, aquel tuvo que reconocer la codicia por su hurto y todos, con semejante castigo, quedaron avisados para no obrar de modo semejante. (…) [13] El fuego consumió las sinagoga con todos sus objetos a excepción de los libros y la plasta [sagrada]. Para que los libros sagrados no fueran maltratados por los judíos, nosotros los guardamos; en cambio, 158


para que ellos no nos recriminaran por apropiación indebida, o por el gravamen que les hubiéramos inferido, les entregamos la plata (…)”. (87). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 443. La circular de Severo de Menorca (418). Epistula de conversione iudacorum apud Minoricam insulama meritis sancti Stephani facta. Anno 418. (Clavis patrum Latinorum, nº 576). II. Comienza la confrontación con los judíos. 17. Primeras conversiones masivas. En la lucha de los dos leones venció el cristianismo de Severo. El signo de Cristo = Bautismo. La señal de la salvación = La cruz. “(…) [1] Una vez que hubimos celebrado los misterios y, fuera ya de la iglesia, observamos que una multitud de judíos venía a nuestro encuentro. [2] Unánimemente pedían poder recibir de mí, indigno pastor, el signo de Cristo. [3] Por lo que retornando a la iglesia y, dando gracias al Dios misericordioso, al instante signamos sus frentes con la señal de la salvación (…)”. (88). ALOMAR, Gabriel. “La basílica paleocristiana de Es Formàs den Torrelló. (Mahon)”. Sección de Historia. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Página 69. “(…) La construcción inicial de la basílica data probablemente del siglo IV (forma de la planta, fragmentos de cerámica, moneda encontrada del emperador Constancio II). Los mosaicos datarían de la misma época (…)”. (89). ALOMAR, Gabriel. “La basílica paleocristiana de Es Formàs den Torrelló. (Mahon)”. Sección de Historia. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Página 69. “(…) Pero aparece evidente una reconstrucción, realizada unos siglos después, luego de una destrucción e incendio, del cual quedan claros indicios en el propio mosaico (…)”. (90). Revista de Menorca. Ciencias, Artes, Letras. Mahón, 1º julio 1888. Mahón. Establecimiento tipográfico de B. Fábregas. 1888. www.revistadeMenorca1888.pdf Página 255. Museo Municipal. Catálogo donativos de D. Juan Seguí y Rodríguez. “(…) Lámina representativa del mosaico descubierto el 24 de enero de 1888 en la isleta del Hospital (…)”. (91). MÁS FLORIT, Catalina & CAU ONTIVEROS, Miguel Ángel & RIVAS ANTEQUERA, Mª José. “Las basílicas paleocristianas de Menorca y su territorio adyacente. Limpieza re-excavación y consolidación de la basílica de la illa del Rei. Memoria 2008”.www.Illa_del_rei_2008final.pdf Página 8. Hallazgo del mosaico. “(…) de hecho, podría decirse que el interés por el primitivo cristianismo en la isla de Menorca, se inicia a finales del siglo XIX con el hallazgo de los restos arqueológicos de un mosaico en la Illa del Rei. En ese momento, los trabajos tan solo se limitan a extraer la tierra de la nave central del 159


edificio, del que se realiza un primer dibujo. El hallazgo fue comunicado en la prensa local y mediante una breve nota dentro del apartado de noticias del Boletín de la Sociedad Arqueológica Luliana. De este hallazgo, tan sólo se publicará el dibujo del mosaico (Llorente, 1888) (Figura 3) y una breve nota en el Boletín de la Real Academia de la Historia (Serra, 1967: 31; Palol, 1988: 10). Posteriormente, en el año 1943, Durán Cañameras publicará un artículo en la revista Ampurias donde entre otras cosas, en sus notas arqueológicas hablará sobre el hallazgo del mosaico en l´Illa del Rei y afirmará que los restos del pavimento corresponden a una antigua villa romana (Durán Cañameras, 1943: 49), aunque también se planteó la posibilidad de que pudiese tratarse de una sinagoga. La única voz discordante sobre esa interpretación fue la de Pedro Riudavets, como Serra indica en su publicación de 1967, quién en su “Historia de la Isla de Menorca”, publicada en el mismo año del descubrimiento de estos mosaicos, ya hizo una reflexión sobre ellos señalando que podrían pertenecer a una iglesia, pues en la parte más elevada de la habitación, en donde estaba este pavimento, se podía distinguir sobre una piedra unas ranuras que consideró debieron pertenecer a las bases de unas pilastras que soportasen un altar (Serra, 1967: 33) (…)”. (92). MÁS FLORIT, Catalina & CAU ONTIVEROS, Miguel Ángel & RIVAS ANTEQUERA, Mª José. “Las basílicas paleocristianas de Menorca y su territorio adyacente. Limpieza re-excavación y consolidación de la basílica de la illa del Rei. Memoria 2008”.www.Illa_del_rei_2008final.pdf Página 14. Pavimento de la nave central. “(…) El pavimento de la nave central se articula en tres grandes tapices con temáticas distintas y diferentes alzados que van ascendiendo hasta el santuario. El espacio más occidental del mosaico con el nivel más bajo constituiría el nivel para los fieles (…)”.Página 54. Tres tipos de pavimentos. “(…) En la cabecera se sitúa una base de altar rectangular con cuatro marcas de tenantes. En el centro, esta plataforma tiene dos cavidades que se interpretan como relicarios. El mosaico se adapta a la base del altar, que se enmarca mediante una orla. En el curso de las excavaciones no se hallaron trazas de separación de los diferentes ámbitos litúrgicos, y la configuración del pavimento se articula en tres grandes tapices con temáticas distintas (véase Figura 3), y la diferencia de alzado de éstos, que van ascendiendo hacia el santuario, es la que organizaría el espacio litúrgico (Guardia, 1988). En la zona del santuario, sobreelevada, encontramos dos leones afrontados justo delante del altar y, tras éste, un tema marino. Frente al santuario y a una cota más baja, se encuentra una composición centrada de cuatro cráteras en los ángulos que convergen en una rosácea inscrita en un círculo y que pavimenta la zona del coro. El tapiz más occidental del mosaico, que presenta el nivel más 160


bajo y una temática geométrica, constituiría el espacio de los fieles (…)”.Página 60. Pavimentación. “(…) Sabemos que el pavimento musivo cubría la nave central, gracias a la documentación de Hipólito Llorente, y cubría también la nave lateral norte, porque durante las excavaciones de los años 1960 Serra descubre dos tapices fragmentados situados en la parte correspondiente a los dos intercolumnios (Figura 22). Además tal y como se ha citado la presencia de teselas in situ en la nave lateral sur hacen presuponer la pavimentación también de esta nave. Es decir, el pavimento de la nave norte ocupaba toda la nave y los intercolumnios, y el de la nave central, formaba una caja rectangular pavimentando exclusivamente dicha / (Página 61) nave central. Dado que todavía hoy, estos tapices de la nave norte, se conservan, aunque en muy mal estado, es posible apreciar que el nivel de la nave central estaba ligeramente sobreelevado con respecto a la nave lateral norte, aunque no es posible confirmarlo para la nave lateral sur. El pequeño escalón entre las dos naves (norte y central), aunque de escasos centímetros, es claramente perceptible. Durante la campaña de 2008 aparecieron un escasísimo numero de teselas junto al muro este de cierre de la cabecera, en el presbiterio. El mosaico, o lo que queda de él, se conserva actualmente en el Museu de Menorca (Maó). Algunos paneles recortados y montados sobre cemento se encuentran en los almacenes del Museo (Véase la serie en: http://www.islahospitalmenorca.org/mosaico/index.html) y solamente está expuesto el panel central (para un estudio detallado del mosaico véase Guardia, 1988) (…)”.Página 74. Anexo a la consolidación de las estructuras del yacimiento paleocristiano de la Illa del Rei. Mosaico. “(…) En la nau nord es conserven sis fragments de mosaic. Com ja hem mencionat l’estat de conservació era molt precari. Les causes són varies, però el principal motiu és l’absència dels estrats de preparació del nivell de tessel·les. Sembla possible que en una primera fase el paviment de la basílica fos d’un morter de granulometria molt fina, sobre el qual en un moment posterior s’apliques un paviment tesse·lat, sense seguir el / (Página 75) protocol dels diferents estrats necessaris per a realitzar un paviment tessel·lat sòlid. En algun punt el nivell dels dos paviments són quasi inapreciables. El procés d’intervenció va estar el següent: - eteja i retirada de la terra i vegetació que cobria les tessel·les. Aquest pas va permetre observar clarament quin era l’abast de superfície conservada i el seu estat de conservació. Amb la neteja es va detectar que el bissel aplicat durant els anys 60 ja no abraçava el perímetre actual dels fragments, s’havia perdut un volum important de tessel·les que romanien pels voltants de forma dispersa. - Retirada dels antics bissells de ciment. 161


- Aplicació d’un nou bissell de morter de calç amb la següent composició: tres parts de sorra de silice rentada i una de calç amarada, ajustant-se al perimetre actual. - Degut al mal estat de les restes pensem que el més adequat seria arrencar aquests testimonis del mosaic per a restaurar-los i exhivir-los de forma permanent en un recinte tancat. Per aquest motiu, pensant en una posterior intervenció d’arrencament, no es varen consolidar les tessel·les al nivell de suport. Varem optar per a cobrir el mosaic amb un geotextil sobre el qual es va possar una capa de sorra, d’un gruix aproximat de 15 cm, que permetes el pas per sobre d’aquest espai sense malmetre les tessel·les i evitar el creixement de plantes (…)”. (93). PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los apóstoles (II). Hechos de Pablo y Tomás”. Madrid. Biblioteca de Autores cristianos. MMXII. Página 1238. Mar. “(…) Sede de monstruos enemigos de Dios 7956, 30 y n. 323; símbolo de los peligros de la materia 1097, 13 y n568; m. e Himno de la perla 883 (…)”. (94). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 711. Décimo tercera parte. Los peces. Capítulo noventa y siete. El pez eucarístico. III. El pez, emblema del fiel cristiano y, la eucaristía. “(…) umerosos documentos artísticos, objetos mobiliarios o decoraciones monumentales relacionan el pescado fiel con el pan y el racimo de uva simbólicos, con la cesta o con el recipiente eucarístico. Así, en una valiosa escultura de Siracusa, hay dos peces que nadan hacia un cántaro sacramental (4). Este mismo motivo se ve también en Reims en uno de los más antiguos capiteles de las Galias (5). En un mármol antiguo de Módena hay cinco panes marcados con la cruz, hacia los que avanzan dos peces; encima de todo ello, el cincel del lapicida grabó la palabra griega SY TROPHIO en caracteres latinos; syntrophion quiere decir “el banquete en común” (Fig. X). hay que atribuir el mismo sentido eucarístico a dos peces que tienen más arriba cinco panes, en una placa del Museo Kiercher, que tal vez son al misto tiempo un recuerdo de los cinco panes y los dos peces / (Página 712) de que habla el Evangelio a propósito de la multiplicaicón de los panes (1) (Fig. XXI). La misma observación se aplica también al “syntrophion” de Módena. Como se sabe, a menudo un emblema está cargado de varios significados cuando la naturaleza de estos significados no los hace inconciliables, lo cual es aquí el caso (…)”. Página 711. Cita (4). “(…) Cf. DE ROSSI, Bulletin d´ Archéologie chrétienne, année 1877, I. X (…)”. Página 711. Cita (5). “(…) Véase Bulletin monumental, T. LCXIX, 1905, p. 224 (…)”. Página 712. Cita (1). “(…) Cf. San MATEO, Evangelio, XIV, 17 (…)”.Página 701. Décimo tercera parte. Los peces. Capítulo noventa y 162


tres. Los peces. VIII. El pez, emblema del cristiano. “(…) El jeroglífico cristiano del pez, uno de los primeros utilizados para representar al Redentor del mundo, se empleó también para representar misteriosamente al fiel cristiano, discípulo suyo. Hay una lámpara pisciforme que puede evocar igualmente al Señor o a su discípulo marcado por su signo: la cruz. (Fig. XXXVIII). Los primeros cristianos, por lo demás, se designaban a sí mismos como “hijos del Ictus celestial”, el “Gran Pez”, “el Pez divino”, al que debían seguir e imitar en todo: “ osotros –escribía Tertuliano en el siglo II-, pececillos conforme a nuestro Pez, Jesucristo, nacemos en el agua (bautismal) y no podemos salvarnos más que si permanecemos en el agua” (2), o sea en la de de bautismo. Y en el siglo siguiente, san Cipriano se expresaba así: “En el agua renacemos, a imagen de Cristo, uestro maestro, el Pez”. Los artistas contemporáneos de aquellos doctores tradujeron de cien modos esa semejanza alegórica del fiel y del Cristo Pez; sólo citaré aquí, como uno de los más bellos ejemplos, el gran medallón en mosaico de la catacumba de Hadrumeta de Susa, en Túnez: vemos en él al Pez Salvador, acostado sobre el Ancla, imagen hermética de la cruz del Calvario y, todo alrededor de él, los pececillos, imagen de los fieles, nadan apaciblemente entre hierbas acuáticas (…)”. Página 700. Cita (2). “(…) Ch. ICOULLEAU, “La Théosophie”. Revue Internationale des Societés secrètes (Dr. Mons. Jouin), T. XII, 1923, p. 459 (…)”. Página 700. Cita (3). “(…) Dom. H. LECLERQ, op. cit. Fasc. LXXVI, col. 1993 (…)”. (95). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 692. Décimo tercera parte. Los peces. Capítulo noventa y tres. Los peces. III. El pez en la simbología de los primeros tiempos cristianos. “(…) ada más fundarse la Iglesia, los propios apóstoles, en sus primeros discursos, aplicaron ya a Jesús todos los pasajes importantes de las Escrituras sagradas de Israel que podían adecuarse a su calidad de Doctor y Redentor y, sobre todo a su doble naturaleza divina y humana. Considerado como hombre, fue enseguida, para los primeros Maestros de la nueva fe, el arquetipo del hombre perfecto; por eso en su epí stola a los Efesios, san pablo, al hablar de la unión natural y santificada del hombre y la mujer, no duda a la hora de asimilar formalmente esa unión natural y la unión espiritual de Cristo con su Iglesia, a lo que llama “gran misterio” (2). Pues bien, todos los esfuerzos de Pablo y los demás propagadores de la nueva doctrina fueron únicamente para ayudar a que esa unión mística del Redentor y de su Iglesia realizase las palabras bíblicas: “Creced, multiplicaos y llenadla 163


tierra” (3). Partiendo de ahí, es comprensible que no pareciese fuera de lugar a las primeras cristiandades el aplicar al Cristo divino el antiguo emblema de todas las fecundidades, el pez (Fig. XIII). Y ello tanto más cuanto que el mundo antiguo conocía el modo de fecundación directa, por parte del pez macho, de los huevos puestos en el agua por hembra (4); tal particularidad, de la que está ausente la cópula carnal, era una razón más a favor del pez y de su aplicación, no sólo a la unión del Salvador y de su Iglesia, sino también, en cierta forma, al misterio de su propio nacimiento en la vida terrena. Una moneda griega de Salamina de Chipre aparece representar el acto paternal del pez (5) (Fig. XIV). Por otra parte, los viejos mitos caldeosirios de Oanes, Anu o Dagón, bien pudieron no ser totalmente ajenos a la adopción, por parte de los primeros cristianos, del pez en cuanto símbolo del Salvador del Mundo. Recordemos que el apóstol Pedro, al abandonar Jerusalén, instaló su primera sede episcopal en Antioquía de Siria, en pleno reino del mito de Oanes: es / (Página 693) bien posible que se estableciese una relación entre el Salvador y la ficción del dios pez de Siria: “En esta leyenda pagana –dice F. Delaunay (1)-, que nos habla del Primogénito de Dios, mediador entre su padre y la humanidad, protector y salvador de la raza de Adán y que la amaba hasta el punto de hacerse hombre para instruirla, algunos querrán reconocer un recuerdo, que permaneció providencialmente imborrable, de la antigua promesa de un redentor, una huella persistente de la revelación primitiva. Desde este punto de vista, el mito y la leyenda tal vez no son ajenos al emblema cristiano del pez. Con todo, eso no es más que una posibilidad y, no una certidumbre” (2) (Fig. XV). Y luego, he aquí que un día, un cristiano, se cree que un griego de Alejandría (3), se dio cuenta de que, tomando por inicial de una palabra cada una de las letras de la palabra griega ictus, “pez”, se puede obtener la siguiente frase: Jesús Cristo, de Dios hijo, Salvador (Fig. XVI). Este acróstico tuvo gran éxito, sobre todo en Roma y de allí se difundió a todas las cristiandades en las que reinaba la “disciplina del secreto”, entonces tan necesaria; el Ictus al natural o su nombre fueron representados o escritos por todas partes con el significado misterioso que solo los iniciados en los dogmas cristianos podían comprender. En la Edad Media, Robert de Boron, al escribir una novela de caballería, encontró una expresión muy afortunada que adoptaron varios otros autores de aquel tiempo: uestro Señor, dice, al venir a la tierra, “se ensombró”* en el seno de la Virgen María; así también las primeras épocas cristianas lo ensombraron para los profanos bajo las apariencias del misterioso Ictus y demás emblemas. 164


El símbolo del Ictus acrogramático así adoptado era a la vez un reconocimiento de Jesús como Salvador y una protesta contra la reprobación que le manifestó el Sumo Sacerdote de los Judíos cuando, durante su pasión, proclamó ser el verdadero Hijo de Dios (4). Desde aquel día fue muy ferviente en la joven Iglesia la veneración por el Pez Cristo, por eso los pontífices de entonces y, siguiéndolos, Clemente de Alejandría (5), recomendaron a los fieles que hiciesen / (Página 694) grabar su venerada imagen en sus joyas, en sus anillos, en sus sellos (Fig. XVI) y en sus tumbas. Y sabe Dios que les hicieron caso… Reproduzco aquí algunas piedras finas grabadas de los primeros siglos de la Roma cristiana, tomadas del valioso libro Dictionnaire de Archéologie et de Liturgie de los benedictinos de Farnborough. En una de ellas, el Pez divino está puesto sobre las iniciales de su nombre, I sobre X, Iesous Xristos (Fig. XVII); en la segunda está colocado sobre el ancla que simboliza entonces la cruz del Calvario (Fig. XVIII); en la tercera, está encima de su nombre, (Fig. XIX); la cuarta está adornada de un personaje revestido de pez, como las figuras asirias de Oanes y, el lugar donde fue encontrada sólo puede dar fe de su empleo por parte de la simbología cristiana que garantizan los eruditos Costadoni y Collogera (1) (Fig. XX). A veces, el nombre del Ictus simbólico aparece sólo: así lo vemos, por ejemplo, en una cornalina del Museo vaticano y, en un féretro de estilo fenicio descubierto en Cannes, siglo IV (2). En un mármol de Cartago, la primera letra de la palabra Ictus, la iota griega, es sustituida por una cruz (3) (Fig. XXI). En otros lugares, el nombre está atravesado en su centro por una cruz o bien una tau, T, incorporada entre las letras (4): también es la cruz (Fig. XXII). Para llevarlos siempre consigo oponerlos en sus casas, los cristianos de entonces se hicieron, en distintas materias y de muy diferentes dimensiones, amuletos simbólicos y pisciformes, como los peces de metal, cristal, vidrio, marfil o piedras finas, que pueden llevar o no, un agujero de suspensión. Los primeros se llevaban al cuello y, los otros se considera que eran teseras bautismales, por ejemplo el pez de cristal de roca encontrado en una catacumba de Roma (5) (Fig. XXIII). Citemos también el importante pececito de marfil publicado por el P. Delattrre. Hallado en el suelo dela antigua Cartago, lleva en él las dos iniciales I y X, Iesous Xristos (6). (Fig. XXIV). Citemos también otro pez del mismo tipo, de vidrio, hallado en Roma (Fig. XXV) / (Página 695) Me parece igualmente oportuno citar aquí un gran pez de madera que fue dejado como promesa de “salvación” en una sepultura de la necrópolis cristiana de Antinoe, en Egipto, pero que puede haberse empleado previamente como emblema doméstico (1). Con este mismo orden de ideas se relacionan las numerosas representaciones gráficas de 165


peces hechas a trazo en vasijas, vajillas de plata y objetos de uso cotidiano. Conviene mencionar también una gran vasija de vidrio colado en forma de pez, hallada en una tumba y conservada en el Ayuntamiento de Autun. En opinión de Don Leclerq, basta este objeto para establece r que era la tumba de un cristiano. Le reconoce, por tanto, el carácter de emblema de Cristo (2) (Fig. XXVI). Son numerosos los autores sagrados de los primeros siglos que hablaron del pez simbólico, sobre todo respecto del acróstico y del Ictus, en apoyo de lo cual cita Dom Leclerq, con todos los textos y referencias a Clemente de Alejandría, Tertuliano, Origenes, san Optato de Mileva, los Oraculos sibilinos, san jerónimo, san Paulino de ola, san Agustín, san Severiano, san Euquerio, sal Pedro Crisólogo, Oriencio, san Máximo de Turín, san Próspero de Aquitania, etc. En numerosos monumentos funerarios y otros, hay inscripciones o representaciones muy explícitas que imploran al pez divino o que celebran su gloria. Dos, sobre todo, son de una importancia capital: el epitafio de Pectorio de Autun y, el de Abercio, obispo de Hierópolis, en Frigia. En la piedra de Autun, que es de finales del siglo II o del III, aparece escrito en lengua griega: Raza celestial del Pez divino, fortifica tu corazón, puesto que has recibido, en medio de los mortales, la fuente inmortal del agua divina. Regocija tu alma, querido amigo, mediante el agua siempre surgente de la sabiduría que da los tesoros. Recibe el alimento, dulce como la miel del Salvador de los santos y, come con delicias, con el Pez en las manos. Sáciate con el Pez.- Así lo deseo, Señor y Salvador mío. Luz de los muertos, te lo suplico, dale a mi madre dulce reposo.- Aschandios, padre amadísimo de mi corazón, con mi dulce madre y mis hermanos, en la paz del Pez, acuérdate de Pectorios (3). / (Página 696) Encontramos, pues, indiscutiblemente en este texto más que una simple alusión al agua divina del bautismo y al alimento eucarístico. Y he aquí lo que su propio epitafio pone en boca del obispo Abercio de Hierópolis, que habla primero de sus viajes apostólicos, realizados durante el siglo III y, que añade: “…La Fe me conducía por todas partes. En todas partes me servía de alimento un Pez de fuente, muy grande, muy puro, pescado por una Virgen santa. Ella les daba de comer [de ese pescado] a los amigos; ella posee un vino delicioso que da junto con el pan (1)”. Puede verse que resultaba imposible que los idólatras, no iniciados en los misterios cristianos, discernieran la divina personalidad de Cristo bajo la figura literaria del pez misterioso del que hablan estos dos textos en los cuales, sin embargo, los cristianos leían claramente la mención al sacramento del Bautismo y al alimento eucarístico, distribuido entonces a 166


todos en las dos especies del pan y el vino (…)”. Página 692. Cita (1). “(…) Cf. P. LEFÉVRE-PO TALIS, “Talismans laotiens”, Annales du Museé Guimet, T. XXVCI, 1901, p. 74 (…)”. Página 692. Cita (2). “(…) SA PABLO, Epístola a los Efesios, V, 21-23 (…)”. Página 692. Cita (3). “(…) Génesis, IX, 1 (…)”. Página 692. Cita (4). “(…) Véase milneedwards, Zoologie, p. 488 (…)”. Página 692. Cita (5). “(…) Véase L. MÉ ARSD, Histoire des Grecs, T. I., p. 273 (…)”. Página 693. Cita (1). “(…) F. DELAU AY, “ otes sur l´origine et la signification de l´emblème chrétien du poisson”, Comptes rendus des séances de l´Académie des inscriptions, 1880, 4ª série, T. VIII, pp. 45-47 (…)”. Página 693. Cita (2). “(…) Dom. H. LECLERCQ, Dictionnaire d´Archéologie Chrétienne, Fasc. LXXVI, col. 1998 (…)”. Página 693. Cita (3). “(…) Cf. DIDRO , Histoire de Dieu, p. 337 (…)”. Página 693. Cita (*). “(…) [En francés: s´Aombra. [ . del T] (…)”. Página 693. Cita (4). “(…) Véase san MATEO, Evangelio, XXV, 64 (…)”. Página 693. Cita (5). “(…) CLEME TE DE ALEJA DRÍA, El Pedagogo, III, 106) (…)”. Página 694. Cita (1). “(…) Véase Dom H. LECLERQ, Dictionnaire d´Archéologie chrétienne, T. VI, vol. I, col. 827 – y MARTIGG Y, Dictionnaire des Antiquités chretiennes, p. 519, 2ª col (…)”. Página 694. Cita (2). “(…) Cf. Mons. BARBIER DE MO TAULT, Traité d´Iconographie chrétienne, T. II p. 99 y I. XXIV (…)”. Página 694. Cita (3). “(…) L. DELATTRE, Symboles eucharistiques.- Carthage, p. 22 (…)”. Página 694. Cita (4). “(…) Cf. Dom H. LECLERQ, op. cit. fasc. LXXVI, col. 2046 (…)”. Página 694. Cita (5). “(…) Cf. A. BOUVE E, en Revue de l´Art chrétien. T. XII, 1868, p. 335 (…)”. Página 694. Cita (6). “(…) L. DELATTRE, Symboles eucharistiques.Carthage, p. 44 (…)”. Página 695. Cita (1). “(…) Museo Guimet de París (sala cristiana) (…)”. Página 695. Cita (2). “(…) Cf. Dom H. LECLERQ, Dictionnaire d´Archeologie chrétienne, Fasc. CII-CIII (…)”. Página 695. Cita (3). “(…) Para estos textos, véase: Dom H. LECLERQ, Op. cit. loc. cit. – “Le Musée chretién de la Chapelle de Saint-Germanin-en-Laye”, Revue archéologique, 4ª serie, T. II, 1903, p. 291 (…)”. Página 696. Cita (1). “(…) Véase D. LECLERQ, op. cut., y Franz CUMO T, Revue de l´Instruction pub lique de Belgique, año 1897, p. 91 (…)”. (96). “Evangelio según Tomás. Las palabras secretas de Jesús”. Colección: Biblioteca esotérica. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2004 (2ª edición: febrero). Página 26. Logion 8. Simbología del pez. “(…) Y él ha dicho: El Reino se asemeja a un pescador prudente (1) que echó su red al mar. La sacó del mar llena de pececillos. Entre ellos descubrió un pez grande y bueno (2). Aquel pescador sabio volvió a arrojar todos los peces al mar, escogió sin vacilar al pez grande. Que aquel que tenga oídos para oír, ¡que oiga! (…)”. Página 26. Cita (1). “(…) “Asimismo el reino de los cielos es semejante a la red que, echada en la mar, coge toda suertes de peces; la cual estando llena, la sacaron a la orilla; y sentados, cogieron lo 167


bueno en vasos y, lo malo echaron fuera. Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles y, apartarán a los malos de entre los justos y, los echarán en el horno del fuego: allí será el lloro y el crujir de dientes”. Mateo XLVII-50 (…)”. Página 26. Cita (2). “(…) ¿Será este pez un lenguado (en latín solea, de sol-is, “Sol”) y por lo tanto asociable al león del Log. anterior? “Pez grande” es un conocido juego de palabras en hebreo pues gadol, “grande” está formado por las mismas letras que Dag, “pez” más una vav y una lamed. En el Log., anterior se hablaba del león que comía al hombre , en el Libro de Jonás se hace también referencia a un “pez grande” que se come a un hombre. Podría ser una referencia al Sheol, el mundo de ultratumba (…)”. (97). LEVY, Simon. “Santos y más santos... Detrás de sólidas religiones, se mantienen restos activos de antiguas creencias, como las tradiciones pre religiosas o los cultos a los santos”. Dialogos. AFKAR/IDEAS. Primavera 2010. www.3-25-19.pdf Página 74. Cartagineses. El 5º 5. Mal de ojo. El pez = protector del mal de ojo. “(...) Entre las tradiciones “pre” religiosas, en ligera regresión en medios sociales modernizados, cabe anotar, en primer lugar, las relativas al número cinco. “Cinco” como los dedos de la mano es, hasta hoy, una protección contra el mal de ojo. Su origen parece ser Cartago: los cartagineses saludaban con la palma de la mano a sus dioses y diosas. Los usos relativos al “cinco”, no son judíos ni musulmanes. Son propios de África del orte, aunque parecen extenderse hacia Oriente. Entre las viejas generaciones judías, decir “cinco” constituía todo un arte, toda una pericia: había que usar este / (Página 75) número protector, sin que el interlocutor pudiera pensar que se le incluía entre la gente maléfica. De aquí el uso de expresiones como “tu mano” (iddek) en lugar de “cinco” (jemsa), ya que éste podía entenderse como una defensa contra el “mal de ojo” supuesto o posible, del interlocutor. Finalmente, el uso del número cinco planteaba tantos problemas relacionales que se ampliaba a cualquier operación: contar podía implicar una comparación, y toda comparación era posible envidia, es decir “mal de ojo”. De aquí la precaución verbal de toda madre a la que se le hablaba o evocaba el número de sus hijos. Ésta alejaba el mal de ojo supuesto diciendo en voz baja: Y mot he i-hsebkom (“Que muera el que os cuente”). Y esta precaución verbal, acompañada por una mano abierta, o la expresión jemsa `elik, alargado por Rebbe i-hdek (cinco por ti, Dios te guarde) bastaba para proteger del mal ojo. Los judíos tunecinos empleaban más a menudo una expresión mágica distinta: hota “pez”, siendo el pez una referencia benéfica, equivalente a la mano o a cinco. En Marruecos, el pescado (en concreto el sábalo, hoy desaparecido) forma parte de cualquier cena de Sábado o de Pascua. En el Museo del Judaísmo 168


de Casablanca, se puede ver un saco de tefillim de terciopelo verde con un pez bordado, que “protege” al joven bar mitsva de cualquier mal de ojo… (...)”. (98). SOLIS, José Antonio. “El rostro de Dios. La verdadera imagen de Cristo”. La Coruña. El arca de papel, editores. 2001. Página19 y 20.Visiones artísticas. Simbología y emblemática de los primeros cristianos. “(…) En un principio, / (Página 20) los primeros cristianos se limitaban a representar a Cristo con la forma de un pez, de dos círculos concéntricos y, posteriormente, de una cruz. Realmente, no se trataba de una expresión figurativa, sino más bien de un lenguaje; aquellos signos sustituían a una palabra, “Cristo”, por temor a la represión o por su asequible reconocimiento entre los miembros de aquella recién estrenada fe (…)”. (99). STARBIRD, Margaret. “María Magdalena y el Santo Grial. La verdad sobre el linaje de Cristo”. Colección: Divulgación. Enigmas y misterios. Barcelona. Planeta. 2005. Página 254. El pez. “(…) A finales del siglo I la imagen del pez y la identificación de Jesús como el Señor de la era de Piscis impregnan ya la doctrina y el pensamiento cristianos. Las comidas que compartían los cristianos primitivos reuniéndose en casas particulares incluían el pescado. Muchos elementos de la / (Página 255) doctrina y la liturgia cristianas y de manera especial su comida eucarística y cúltica del pan y del vino así como los ritos bautismales de iniciación, pueden considerarse como otras tantas tentativas para conciliar y adaptar el Jesús histórico, “Hijo de Dios”, a las prácticas religiosas helenísticas derivadas de los cultos mistéricos y, singularmente los de Tammuz, Mitra y Dioniso. La titulación de Jesús como “Señor” (Kyrios), que acabó por suplantar al emperador romano, se prolongó durante siglos, pero al final ICHTHYS, el Pez, quedó entronizado a la derecha de Dios como Señor de la nueva era (…)”. (100). FERER ALEDO, J. “Fauna de Menorca. uevas adiciones. Julio 1906 y Junio 1907”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las sociedades afines domiciliadas en el mismo. Año XI. Quinta Época. Tomo II. Mahón. Establecimiento tipográfico. 1907. Página 112. “(…) Peces: Syngnatus ethon. Ris.- ombre vulgar desconocido. Ejemplar cogido en la costa norte. Siphonostoma rondeletii. Delar.- Peix bade cedido al Ateneo por el Excmo. Sr. D. Francisco Galbis, Gobernador Militar de esta plaza. Serranus paspilionaceus. C y V.- Serra mascle. Muy raro. Auxis bissuys. Raf.- Becora. Exocetus proene. Filip y Verany.- Surell voladó (…)”.Página 179. “(…) Peces: 169


Controlophus pompilus, L. – om. Castell. Romerillo. Carece de nombre vulgar. Rarísimo.- Regalo de Francisco Aguado. Cepola rubescens. L. omb. Castell. Doncella.- omb. vulg. Flámula. Citado en el catálogo de Barceló. Rarísimo.- Cogido frente a Calas Covas, a 4 millas de tierra ya unas 63 brazas de profundidad. Motella tricirrata. Bonp.- omb. Castell. Madre de congrio.- ombre vulg. Mollera borda. Mollereta. Mostèl. Lepadogaster candollei. Ris.- omb. vulg. Peix porc. Citado en el catálogo de Barceló.- Regalo de Francisco Aguado (…)”.FERRER ALEDO, J. “Fauna de Menorca. uevas adiciones. Peces. Julio 1910”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Cientñifico, Litrerario y Artistico de Mahón. Y de las sociedades afines domiciliadas en el mismo. Año XIV. Quinta Época. Tomo V. Mahón. Establecimiento tipográfico de M, Sintes. 1910. Página 202. Fauna de Menorca. 5uevas adiciones. Peces. “(…) Astrodermus elegans. Ris.- Este ejemplar se conserva disecado en el Museo especial de este centro docente. Lepidopus argirens. C y V.- Pez sable. Macrourus caelorhynchus. Ris.- o se le conocer nombre vulgar. Fue cogido por el patrón de Villa-Carlos D. Francisco Pretus, el día 26 de junio de 1909, a unas 6 millas frente a la boca del puerto y a unas 160 brazas de fondo. Regalado al Ateneo por su hijo D. Domingo Pretus. Atherina boyeri. Ris. Vea.- Según el naturalista M. Fage debe ser reconocido este pescado con el nombre científico expresado; mientras que la Cabessuda debe considerarse como la Atherina Rissoi. C y V (...)”.FERRER ALEDO, J. “Adiciones a la fauna marítima de Menorca. Peces”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las Sociedades afines domiciliadas en el mismo. Año XXVI. Quinta Época. Tomo XVII. Mahón. est. tip. de M. Sintes. 1922. Página 115. Adiciones a la fauna marítima de Menorca. Peces. “(…) Teleósteo.- Acantopterígio.- Trachypterido Trachypterus Falx. Cuv. et valenc. .C. Traquiptero. .V. carece. Es del mismo género que el llamado Pez viruta de los ingleses; pero de menores dimensiones. Es considerado como muy raro y fue cogido a unas / (Página 116) tres millas de la costa norte de la isla, frente al sitio denominado Es Grau, con palangre, por don Bartolomé Pons Mercadal, patrón de la barca pescadora “Aguedita” el día 7 del corriente abril y regalado al Ateneo Cientifico, Literario y Artístico por dicho señor (…)”.FERER ALEDO, J. “Catálogo de los peces de Menorca”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las sociedades afines domiciliadas en el mismo. Año XXXIV. (Quinta Época). Tomo 170


XXV. Mahón. Tipografía mahonesa. 1930. Página 253. Índice por orden alfabético menorquín. “(…) Aguja, Aliulla. Alatcha. Alatcha. Trancho. Boquerón. Anchoa. Sardineta. Bogueta. Mero. Pez angeL Mermeguela. Angelote, Pardón. Anguila. Araña. Armado. Mal armado. Garneo. Rafael. Rubio. Boquidulce. I3astriuvaca. Melba. Melva. Melvera. Tordo, Gallito. Bodión, Besugo. Pancho. Caballa. Estornino, Bonito. Cerda. Mola. Mula. Pez luna. Robador. Pez sapo. Rape. Cazón. Pez peine. Tollo. Caballo marino. Caballito de mar. Pez Rey. Pez del diablo. Torillo. Lagarto. / (Página 254). Pez puerco. Cantero, chopa, ollaca, pañoso, perezosa, roncador y sopa. Barbada, móllera. Pelma, peluda, solleta. Baño, rascacio, gallineta. Poyo, rascacio. Bramante. Pez de Mahoma, raya. Congrio, safio. Lorcha, pez sable. Doncella blanca. Cornua, cornudilla, Guardia Civil. Pez martillo. Bicha, culebra picuda, Martina. Culebra, látigo. 171


Borriqueta, cabezudo, tres colas. Trompetero. Dentón, capitol, capitán, pachán. Dentón cachucho. Doncella, gallitor de rey, Julia. Guitarra, lagurto. Pez de san Francisco. Agujas pelea, pe espada. Corballo, corvina, corvina, corvinata, magra. Chucha, Milán, pastenaca, romaguera, raya vaca. Mocharra, mojarra, raspallón. Espetón. Lagarto. Lamprea marina. Cinta, zurriaga. Cinta, pez llama. / (Página 255) La cría de la anguila. La cría del congrio. Ceo, gallo marino, pez de san Pedro. Perro, torito, vieja, dormilega, torillo. Dormilega, perro, torillo, vieja. Cacho rubio, regel, rubio, arete. Alitán, gato de mar, pintarroja. Tollo. Picarel, trompetero. Caramel. caramel, chucla, judío. La cría de la sardina. Golondrina, rubio, rael, patrón. Austriaco, dorado, lampuga. Lenguado, lenguadillo. Lenguado. Tapa culos. Tambor real. Capitón. Cabezudo, mújol, lisa. Lisa. Albur, cabezudo, lisa, capitán, mújol…. Lisa. Lubina, róbalo, llubarro. Baila, bayela. Merluza, pescada, pescadilla. Esla, mabre, pez herrera. 172


Badión de limpio. Bodión verde, tordo. Salmonete. / (Página 256) Salmonete. Brótola, faneca. Colegial. Capellán. Carcomel, chucla, jarrete, trompetero, mena, judío. Morena. Alfaneca, escolar, fanca. Morenata. Castañuela, negrita, soldado. Morena. Sargo picudo. Pito real, trompetero. Cazón, mozuela, mustelo, pique. Caella, cazón, mustelo. Pez de rey. Abadejo, gitano. Dorado, dorada. Pargo. Dorado, palomida, serviola. Palomida, palometa. Pez timón, romero, piloto. Pampol. Remol, roagallo, rodaballo, tapa culo. Pezcinto, pez sabre. Lenguado. / (Página 257) Pagel, breca. Cochino, guarrito, mielga, puerco de mar. Besugo de Laredo, borás, gorace. Pachá, pachán. Jerrón, pinta roja. Galluo, galluate, pinchuo. Babosa, perro, torillo, vieja. Vieja, perro. Borracho, perlón, rubio. Galán, gallineta, papagallo. Escorpena, rascasa, rascacio, gallineta. Araña roquera, rata, sapo. Berrugato, corbinata. Solleta, pelma, peluda. Raya. 173


Glisol. Raya vera. Raya, romaguera. Chanquete. Panchita. Tordo. Salema, salpa. Amia, lamia, tiburón. Soldado. Sargo, sargo burdo, mojarra. Sardina. Tordo. Pez rey. Doncella, judía. / (Página 258) Cabra, cabrilla, serrano, vaquita. Gallineta, pampol rascás. Alballada, verderol. Chicharro, jurel. Pez volador. Tordo, tordo roquero. Tordo. Bodión, marrajo, tiburón. Merlo, zorzal marino, bodión. Vaqueta. Temblaera, torpedo, trimielga. Tuerta. Atún, atuarro, albacora, cachorreta. Oblada, doblada, dobiadeta. Vaca. Borracho, lobito, merito. Pez obispo. Caballo, sarda. Chopa, mojarra, pagel, sargo. Obispo. Águyila, cucho, obispo, rafa, Boga, bogarro. Besugo, boga-ravella. Golondrina de mar, chicharra, roncador, volador. Mendola. Chucla, mendola. / (Página 259) Pagatimón, lamprea, lamprea demar. Pez zorro. Romerillo. 174


Rata. Lengua. Astrodermus elegans Risso. Uraleptus maraldi. Risso (…)”. FERRER ALEDO, J. & HERNÁNDEZ, Mauricio. “Un cetáceo en Menorca”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artistico de Mahón. Y de las sociedades afines domiciliadas en el mismo. Año XVI. Quinta Época. Tomo VII. Mahón. Est. tip. de M. Sintes. 1912. Página 338. Un cetáceo en Menorca. “(…) El día 11 del corriente se encontró varado en Punta Primas costa sur de esta Isla, un cetáceo, que fue remolcado por algunas barcas de pescadores hasta este puerto, después de haberle dado muerte. Echado a tierra en la inmediación del Arsenal, fue reconocido y clasificado, por encargo de la Junta Directiva del Ateneo, por los Conservadores del Museo señores Ferrer Aledo y Hernández Ponsetí. El informe emitido por dichos señores, es como sigue: Balaenoptera Musculus (Lacep), Rorcual común. — Así se denomina científicamente el monstruo marino que tanto llama la atención de los habitantes de esta Isla. Ante todo debemos manifestar que no se trata de un pez, como vulgarmente se cree. Pertenece a la clase (le los Mamíferos; Misticetos; familia Balnopterideos y subfamilia Bat nopterinos. Los caracteres exteriores que se han podido apreciar son los siguientes: Cuerpo fusiforme, con su mayor grueso en la región torácica. Color negro apizarrado, excepto en las regiones submaxilar y abdominal, en que es blanco, notándose en ellas unos surcos longitudinales que, desde la mandíbula inferior, se extienden hasta el vientre, de color negro en su fondo. Cabeza confundida con el tronco. Hocico puntiagudo. Mandíbula inferior más larga que la superior. Ambas son encorvadas; la superior convexa y la inferior cóncava, de modo que al juntarse queda la abertura bucal incompletamente cerrada, viéndose perfectamente de cada lado las características ballenas, que lleva / (Página 389) adheridas a la mandíbula superior. Las ballenas tienen la forma de un triángulo curvilíneo, llevando en su lado interno numerosas barbillas que, entrelazándose, forman una especie de tupido fieltro, que sirve para tamizar el agua que constantemente por él atraviesa; estas ballenas son de altura desigual; coitas en la región anterior, van aumentando sucesivamente de dimensiones hasta llegar a las posteriores, que son las mayores; por último, y este es uno de los caracteres que consideramos más importantes, son de color blanco amarillento las anteriores, de color apizarrado las posteriores, con barbillas del mismo color que las de las primeras. Ojos colocados algo más arriba y hacia atrás que el ángulo labial. Aberturas auriculares apenas perceptibles. Orificios nasales en la parte superior de la cabeza, uno junto al otro, casi en forma de una M. Aletas pectorales de 175


color negro, siendo su longitud una novena parte, aproximadamente, de la longitud del cuerpo. Una aleta dorsal colocada a la distancia de 10’36 metros, a contar desde el hocico, de modo que se halla en el tercio posterior de la longitud total; es más alta en la parte anterior que en la posterior y con el límite superior arqueado. Una carena en la parte superior del tronco caudal que, empezando disimuladamente en la base posterior de la aleta caudal, va siguiendo cada vez más pronunciada hasta el centro de la caudal. Aleta caudal bifurcada, con las bifurcaciones dirigidas en sentido transversal, dejando entre los extremos una abertura de 5’50 metros. La longitud del cuerpo es de unos 15 metros. El grueso máximo de 6 metros Labio superior 2’43 metros. Labio inferior 1´66 metros. Altura máxima de la aleta dorsal, 1 metro. Lóbulos de la caudal, 2 metros. El ejemplar en cuestión es del sexo masculino, y en su estómago no se encontró más que arena y restos de algas. El nombre de Rorcual común indica ya que existen otros Rorcuales. En efecto, se conocen varios, de los cuales el que menos se parece al cogido en nuestras aguas es el boops, conocido con el nombre de Fisalido boops; tanto es así, que algunos autores lo han llegado a clasificar como una especie perteneciente a otro género, Megaptera boops, de Gray; en cambio, la especie ms parecida, la que posee casi idénticos / (Página 390) caracteres que la Ba1noptera musculus es la Balnoptera borealis de los mares del orte. La especie que nos ocupa es la que mas frecuenta las aguas oceánicas de España, y de ella se han encontrado otras veces ejemplares en el Mediterráneo. Mientras unos autores creen que comen peces y crustáceos, otros opinan que se alimentan de plantas marinas, por no haber encontrado nunca en su estómago restos de aquella clase de alimentación. Mahón 16 de diciembre de 1912 (…)”. (101). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 696. Décimo tercera parte. Los peces. Capítulo noventa y tres. Los peces. IV. El Pez cristico entre los galos y entre los bárbaros. El delfín de los mosaicos paleocristianos de Menorca = Cristo salva a los fieles y los conduce a la vida eterna. “(…) El gran auge que tuvo el pez cristico en Roma durante los tres primeros siglos pronto se extendió a la Galia; numerosas joyas, sobre todo anillos son prueba de ello. Y también lo son algunos de esos pececillos emblemáticos y talismánicos de los que hablamos aquí. Doy la imagen de dos; el primero es de pasta vítrea y proviene de Langon (Vendée) (Fig. XXVII) (2); el segundo es de bronce y lleva la inscripción salvga, deseo de salvación eterna; está en el museo de Autun (3) (Fig. XXVIII). El tercero también se recogió en Vendée, en L´Isleau-les-Vasas, en alliers (4); otro, 176


de vidrio como el anterior, lo encontró en Ranton, cerca de Loudun (Vienne), el doctor León Gilles de la Tourette hacia 1880 (5). Y con estos peces de fecha galoromana relacionó de inmediato el de la necrópolis visigótica de Herpes, que es del siglo VI. Es de bronce (6) (Fig. XXIX). Cuando e n 314, Constantino, convertido al cristianismo, dio la paz a la Iglesia, adoptó y propagó, colocándola en el Lábaro, el estandarte imperial, una sigla compuesta de una X y una P superpuestas, primeras letras de la palabra griega Cristo (Fig. XXX) y, varios / (Página 697) documentos nos lo muestran llevado o sostenido por el Pez Divino (1). Durante el reinado de los sucesores de Constantino, el poder del antiguo y formidable imperio de los Césares se debilitó hasta el punto de que los bárbaros que lo rodeaban rompieron por todas partes sus fronteras. Llegados por el Este tras atravesar las tierras de los escitas, de los sármatas y de los dacios, los godos que se habían convertido a la fe en Jesucristo –aunque mal entendida, puesto que eran arrianos-, llevaban consigo un arte rico en deseos y lleno de vida, muy amigo de lo brillante y lo complicado, rudo como su almas y como sus costumbres, bajo cuyo empuje se derrumbó la ya decadente civilización de Roma y de Bizancio. Fue el áspero crisol por el que tuvo que pasar el arte antiguo ahora sometido para que, de la efervescencia común con las nuevas formas de los bárbaros, naciese varios siglos más tarde el maravilloso arte francés de la Edad Media, que fue la más pura y más rica expresión del alma cristiana y de su pensamiento. Y he aquí que a partir del siglo V, traído por los godos del Mar *egro, el emblema del pez divino recobró su auge en toda la cuenca del Danubio, la Liguria, la Emilia y las Galias, donde lo vemos reaparecer rodeado de enorme consideración. Y a partir del siglo V entró en Irlanda y se implantó como conquistador (2) cuando en Roma lo representaban cada vez menos. Abundan en la Galia las manifestaciones del pez divino en aquel arte de la decadencia y de los tiempos bárbaros; como ejemplo, cito al azar: una fíbula pisciforme procedente de Charnay (3), una hebilla de cinturón de Clussais (Deux-Sèvres) (Fig. XXXI), varios anillos sigilarios citados por Deloche (4) y la curiosísima vasija de tierra de Angulema (Fig. XXXII y XXXIII). El gran auge del pez simbólico en la Galia lo sitúa Edmond le Blant sobre todo entre la segunda mitad del siglo V y mediados del VII (5). Ya hemos visto que allí fue empleado frecuentemente durante los primeros cinco siglos cristianos. / (Página 698) Hay que citar también, entre numerosos documentos recogidos fuera de Francia, el ornamento decorado que rodeaba los restos de un obispo lombardo del siglo VIII o del IX, ornamento en el que se ve una barca 177


llevada por el pez, imagen de Cristo sosteniendo a la Iglesia contra las tempestades (1). Más adelante encontraremos otros peces y, más particularmente el delfín, imagen de Cristo, que mantiene y guía a la Iglesia sobre las aguas y, por extensión de ideas, que salva al fiel en peligro sobre la superficie del abismo, sosteniéndolo en los peligros que el mal hace acudir a su alma y, ayudándolo así a alcanzar la feliz orilla de la dicha eterna. En el Asia occidental hay representaciones simbólicas, musulmanas o hindúes, que muestran al Santo, al-Khizr para los primeros, Khwâjâ Khizr para los segundos, en la figura de un hombre de edad, vestido con u n manto verde y llevado sobre el agua sobre un pez, que lo transporta así por el río de la vida (Fig. XXXIV) (2) (…)”. Página 696. Cita (2). “(…) Cf. B. FILLO , op. cit. y Franz CUMO T, Revue de L´Instrucción publique de Belgique, año 1897, p. 91 (…)”. Página 696. Cita (3). “(…) Cf. MARTIG Y, Dictionnaire des Antiquités chrétiennes, p. 545 (…)”. Página 696. Cita (4). “(…) Cf. B. FILLO , Introduction au mémoire de l´Abbé Ch. Joussemet sur le littoral bas-poitevin, 1878, X (…)”. Página 696. Cita (5). “(…) Información de J. Moreau de la Ronde (…)”. Página 696. Cita (6). “(…) Cf. Barón J. DE BAYE, Cimetière visigothique à Herpes, Pl. XIV (…)”. Página 697. Cita (1). “(…) Cf. Dom. H. LECLERQ, op. cit. col. 2.073, fig. 6.108 (…)”. Página 697. Cita (2). “(…) Véase Dom. H. LECLERQ, Dictionnaire d´Archéologie chrétienne, T. II, vol. II, col. 2942 (…)”. Página 697. Cita (3). “(…) Es de oro y granates.- Cf. J. DU BAYE, otice sur des bijoux barbares, 1, I, 2 (…)”. Página 697. Cita (4). “(…) M. DELOCHE, Étude sur les anneaux barberes, CCLIV, LXXIII (…)”. Página 697. Cita (5). “(…) Cf. Ed. Le Blant, oveau Recueil des Inscriptions de la Gaule (…)”. Página 698. Cita (1). “(…) Cf. Ed. LE BLA T, Académie des Inscriptions, sesión del 14 de mayo de 1886 (…)”. Página 698. Cita (2). “(…) Cf. Ananda K. COOMARASAMY, “Kawâjâ-Khadir et la Fontaine de Vie”, Études Traditionnelles, T. XLIII, año 1938, nº 224225, p. 304 (…)”. (102). “Las grandes religiones: Cristianismo, judaísmo, hinduismo, Islam, filosofía china”. Colección Life. Editorial Luís Miracle. 1968. (4ª edición: septiembre). Página 269. “(…) El delfín conduciendo las almas al cielo es un antiguo símbolo de la resurrección (…)”. (103). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 701. Décimo tercera parte. Los peces. Capítulo noventa y tres. Los peces. IX. Los peces infernales: Leviatán, el diablo del mar. “(…) Como casi todos los principales emblemas de Jesucristo, el pez que adoptado por la Simbología cristiana para representar a veces, en el campo de las letras y las artes, al “Ángel del Mal”, Satán. 178


El Libro de Job, que designa con el nombre de Leviatán al monstruoso rey del mar, “que hace hervir al abismo como una caldera” (2), fue el gran inspirador de las imágenes pisciformes de Satán, cuya cabeza más o menos delfinada vemos a menudo en las vidrieras de la Edad media echando llamas por las fauces, en las que son engullidos los condenados. También a veces, en alusión a ese otro pasaje del mismo libro bíblico, en el que Dios dice a Job: “¿Acaso vas a sacar a Leviatán con un anzuelo y a atarle la boca con un cordel” (3), nuestros miniaturistas de la Edad media representaron a Cristo pescador levantando al cabo de un sedal a un horrible pescado que se agota en dolorosas y vanas sacudidas. En otros lugares, por ejemplo en el psalterium cum figuris del siglo XIII, de la Biblioteca acional de París, son los ángeles los que espada en mano, como buenos caballeros del cielo, / (Página 702) combaten al infernal pez, realizando así en lugar de Dios y en su nombre lo que se dice Isaías: “aquel día, Yahveth visitará con su espada grande y fuerte a Leviatán” (1) (Fig. XXXIX). Y también a Leviatán, maldito y detestable rapaz de las aguas, he encontrado en una miniatura del siglo XV, llevando en las fauces un pez más pequeño, al que devora. Y de él hablaba san Francisco de Sales cuando predicaba la alegría espiritual a sus Hijas de la Visitación, diciéndoles que se creía que “existe en el mar un pez llamado peschetau y, que recibe el sobrenombre de “Diablo del mar”, que remueve y empuja el limo aquí y allí, enturbia el agua a su alrededor para estar en ella como emboscado al acecho tan pronto como distingue a los pobres pececillos y, se arroja sobre ellos, los despoja y los devora; tal vez de ahí haya venido la expresión corriente de pescar en aguas revueltas; pues bien, con el Diablo del infierno ocurre lo mismo que con el diablo del mar, pues tiende sus emboscadas en la tristeza” (2). / (Página 703) En su tratado de los monstruos, Ambroise Paré de ese “Diablo de mar” una imagen repulsiva” que demuestra que su grabador tenía una gran imaginación (Fig. XL) (1). El ilustre cirujano pone junto a dicha imagen estas líneas inesperadas en la pluma del autor: “Gesnerus menciona a este monstruo marino, cuyo retrato había recibido de un pintor que lo había visto al natural en Amberes y, que tenía la testa muy furiosa, con dos cuernos y largas orejas y, todo el resto del cuerpo era de pez, fuera de los brazos que se acercaban al natural y, este animal fue capturado en el mar Ilírico cuando saltó fuera de la orilla, tratando de coger a un niño pequeño y, perseguido por unos marineros que lo habían visto, fue herido a pedradas y poco después fue a morir al borde del agua”. ¡Como puede alguien, al leer esta extraña descripción, asombrarse de las ingenuidades y credulidades de los autores de nuestros Bestiarios de 179


los siglos anteriores! (…)”. Página 701. Cita (2). “(…) Libro de Job, XLI, 23 (…)”. Página 701. Cita (3). “(…) Ibid., XI, 25 (…)”. Página 702. Cita (1). “(…) ISAIAS, Profecía, XXVCII, 1 (…)”. Página 702. Cita (2). “(…) SA FRA CISCO DE SALES, Traicté de l´Amour de Dieu, edición de 1616, p. 1033 (…)”. Página 703. Cita (1). “(…) Ambroise PARÉ, (Euvres. Libro XXV, cap. XIX, Des Monstres et Prodiges, p. 1053. 1573 (…)”. (104). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 715. Décimo tercera parte. Los peces. Capítulo noventa y ocho. El delfín. II. El delfín en el arte cristiano primitivo. “(…) En los dos capítulos anteriores dedicados al pez crístico, eucarístico o no, al habitante de las olas se lo representa de manera general, sin designación de nombre específico; es el ichtus griego, el pez anónimo; a veces, sin embargo, los peces están representados en sus aspectos exactos, como ocurre con el lenguado, la perca y la dorada, el rodaballo, el lucio, el delfín y el pez espada (Fig. VI). / (Página 716) En el caso de estos peces, a veces, la imagen que nos los muestra se hace doblemente simbólica por el hecho mismo de la indicación que da de su especie: por cuanto es imagen de un pez, representa en primer lugar a Cristo como “Hijo de Dios y Salvador”, como dice el acróstico de la palabra griega Ichtys y, luego según la especie de pez representada, se carga de las posibilidades simbólicas especialmente atribuidas a este. Así veremos que el delfín, que a veces no es más que el “Ichtus” anónimo, la más de las veces es al mismo tiempo el Cristo amigo, el Cristo guía, el Cristo vencedor (Fig. VII). A primera vista parece que el delfín hubiera tenido que ser el primer pez que el simbolismo cristiano escogiese para servir de emblema de Cristo Jesús y, sin embargo no fue en absoluto: sólo a finales del siglo II o del III, al menos en Roma, entró su imagen en la iconografía del Salvador (1); mientras que, desde hacía ya largo tiempo, el pez vulgar se presentaba en todas partes a la vista y a la inteligencia de los fieles iniciados en su misterio. (…) Pero al delfín le llegó la hora de entrar en la fauna sagrada de los cristianos. Como hemos visto, estaba lleno de sentidos que eran varias veces seculares y tan valiosos que hicieron olvidar que, en una de las fábulas más inconvenientes de la mitología grecorromana, se ve a eptuno transformarse en delfín para raptar a la ninfa de Melanto, igual que Júpiter, por otra parte, se transforma en cisne para seducir a Leda. A propósito de este último episodio, en el capítulo del cisne he dicho lo que opinan actualmente autorizados mitógrafos sobre esas imposibles y divinas escapadas: no impidieron que los primeros artistas cristianos representasen al divino encantador de las almas con los rasgos bastante 180


enigmáticos de Orfeo y, ¿no pintaron en las paredes de las catacumbas las caricias de Eros y de Psique como imagen de la ternura de Cristo por el alma fiel? ¿Y acaso los / (Página 717) cristianos coptos no hicieron entrar en la decoración de sus iglesias la imagen misma de Leda retozando con su cisne? ¿ o se prestaba a la más encantadora alegoría la fábula de Anfítrites y Poseidón? La ninfa que huye de la unión deseada por el dios de los mares y, a la que dos delfines llevan hacia él, ¿no era acaso el satisfactorio emblema de la humanidad que huye de su Dios y que el Delfín Salvador hace regresar a Él? (…)”. (105). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 717. Décimo tercera parte. Los peces. Capítulo noventa y ocho. El delfín. III. El delfín, emblema del Cristo amigo. “(…) o hacen falta textos antiguos para poder asegurar que los primeros simbolistas que escogieron al delfín como emblema de Jesucristo no olvidaron que este pez, en las ideas generales de su tiempo, era considerado amigo del hombre. ¿Cómo no iba a venirles enseguida a la mente la idea del gran amor que empujó hasta el sacrificio supremo a aquel que, “habiendo amado a los suyos los amó hasta el fin” (1)? El delfín, pues, fue el jeroglífico indicado del Cristo Amigo, del gran Amigo, y entre Él y el cristiano, las relaciones son las mismas que en el libro del bienaventurado Raimundo Lulio, El Amigo y el Amado. (…) / (Página 718) Si la lámpara de Cartago lleva realmente un corazón y una corona de corazones al lado y alrededor del delfín Cristo, podría abrir a la iconografía crística horizontes realmente insospechados… Volveré sobre ello más tarde, si Dios me presta su ayuda y me da vida. Constatemos tan solo, por el momento, que el ilustre revelador de los tesoros arqueológicos del suelo de la antigua Cartago, R. P. L. Delattre, no tiene dudas sobre el carácter del corazón aislado y de los corazones que lleva esta lámpara, pues para él las representaciones del corazón de Jesús existían ya durante los cuatro primeros siglos, en la iconografía religiosa de la Cartago cristiana (1). Fue en su papel de Salvador, de Redentor, cuando Cristo se mostró Amigo incomparable de los hombres. Así realmente lo presenta desde el principio el pensamiento cristiano. Al mismo tiempo que adoraban en Jesucristo al autor y la fuente de toda vida, nuestros padres en la Fe, proclamaban, en la imagen del pez, que era generoso salvador de las almas. Este simbolismo, pues, debía conducirlos de modo natural a elegir enseguida, en lugar de la imagen del pez común, la imagen del delfín, pez salvador en las leyendas de sus antepasados y de sus contemporáneos. Una inscripción trazada en la pared 181


de la catacumba de san Cornelio de Roma debe interpretarse así: El pez es el salvador de los náufragos (2). ¿ o hay ahí al mismo tiempo la evocación de los fabulosos salvamentos de Arión, de Melicertes y otros? ¿Y no hay también una confiada llamada a las almas caídas bajo las borrascas de la vida para que esperen y pidan la asistencia del Pez auxiliador? Un pez común que es emblema seguro de Cristo, reproducido en el capitulo anterior, lleva la inscripción griega: COTHP, Soter, que significa “Salvador”; con la representación del delfín no había necesidad de explicación escrita; para un fiel de las catacumbas o de las cristiandades contemporáneas, como ocurriría un poco más tarde con los de Abisinai y los de Irlanda, la imagen del delfín bastaba para evocar la eficacia redentora de la dolorosa muerte de Jesucristo, el Amigo Salvador. Y, acórdándose de Tertuliano, algunos escritores ponían al delfin como emblema de la paternidd espiritual de Cristo: “…nos acordamos –dice san Paulino de ola (3)- de que nos hemos hecho hijos del Delfín para que, por mediación de él, fuésemos como los peces del mar que se pasean por los senderos del océano: …et pisces maris qui perambulant semitas maris (4)” (…)”. Página 717. Cita (1). “(…) Aringhi II, 327. Cf. MARTIG Y, Dictionnaire des Antiquités chrétiennes, p. 202, col 2 (…)”. Página 718. Cita (1). “(…) Cf. L. DELATTRE, Symboles eucharistiques, Carthage, p. 42 y pp. 78-83 (…)”. Página 718. Cita (2). “(…) Cf. DE ROSI, Traducción de Martigny, en Bulletin d´Archeologie chrétienne, 1870, p. 67 (…)”. Página 718. Cita (3). “(…) San PAULI O DE OLA, Correspondencia, XX, IIIª carta a san Delfin (…)”. Página 718. Cita (4). “(…) DAVID, Salmos VIII, 9 (…)”. (106). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 718. Décimo tercera parte. Los peces. Capítulo noventa y ocho. El delfín. IV. El delfín, emblema del Cristo guía y conductor de las almas. “(…) El delfín también se nos presenta como amigo y salvador en su papel de guía de conductor de las almas. Las antiguas ficciones precristianas que constituyeron la base del simbolismo cristiano del delfín y, que en la espiritualidad de los maestros se considera que son el efecto seguro de la acción providencial en lo que, según ellos, puede llamarse la vocación crística de los antiguos símbolos, estas fábulas, digo, nos presentan al delfín no sólo como salvador de los náufragos, sino también como guía benévolo y seguro para las embarcaciones / (Página 719) indicándoles la dirección de los puertos cuando subrepticiamente se preparaba una tempestad en los bajos fondos marinos. Se le atribuía un extraordinario poder de velocidad (1), que fácilmente ponía al servicio de aquellos lo que quería, por ejemplo de 182


Taras; y tales imaginaciones condujeron a los poetas a hacer de él el guía de las almas dichosas hacia los Campos Eliseos: entre griegos y romanos –dice el comendador De Rossi- los delfines nadando fueron siempre símbolo de transmigración de las almas hacia las islas Afortunadas” (2). Por eso los paganos esculpían a menudo su imagen en sus tumbas. Los navegantes latinos del golfo de Génova y del de León sacaban presagios y advertencias de los delfines sopladores, numerosos en aquellos parajes mediterráneos y, que sobre todo de noche hacen oír extraños silbidos. Las creencias de los marineros antiguos, por lo demás, no querían que los preciados servicios de buen guía prestados por el delfín pudiesen quedar sin recompensa: cuando se hace viejo, contaban en las embarcaciones romanas y, le flaquea la vista, se pega a él un pececillo, la Rémora y, lo conduce. ¿Cómo no iba a ver en él a Aquel que, tras haberlas salvado, condujo a las almas santas hacia la patria de la vida dichosa? ¿no era ya su sola imagen una llamada visual a la esperanza, a la confianza, para aquella alma humana de la que Massillon diría más tarde que “su fondo mismo es la inquietud”? Esa esperanza y esa confianza en un piloto seguro, en un conductor de un inigualable dominio, ¿no son lo que expresa esta inscripción grabada en el propio cuerpo del delfín simbólico (Fig. XI) que cita Dom Leclerq: SPES I DEO (3)? Ycreo que esa esperanza se encuentra presente también en la imagen, tan frecuente, del delfín acostado sobre el ancla mística (Fig. X y XII); porque, al hacer del ancla mística la imagen de la Cruz redentora, los primeros simbolistas se guardaron mucho de extinguir su antiguo sentido de emblema de la Esperanza. O Crux ave, spes única, cantará más tarde san Fortunato de Poitiers (4) uniendo sin duda las dos ideas de la cruz y el ancla que, todavía poco antes, eran un mismo emblema del Salvador. Y luego, los antiguos naturalistas de Grecia y Roma precisaban que era sobre todo de noche cuando los delfines de todos los mares se convertían en guías benéficos de los pilotos dubitativos, que era sobre todo de noche cuando los delfines sopladores dejaban oír sus oportunas / (Página 720) advertencias. Ovidio, haciéndose eco de esta creencia, escribía por aquel entonces: “veremos al delfín cuando la húmeda noche haya expulsado al día…” (1). Y los místicos, en la imagen del pez auxiliador de los nautas perdidos en la sombra, saludaron la imagen misma del Cristo salvador que acude en auxilio del alma, sobre todo en los monumentos oscuros de la vida, en la tenebrosa hora de la muerte. También a título de guía, al propio tiempo que de sostén, vemos un Delfín Cristo que, por encima de las aguas, lleva a su Iglesia representada por la barca emblemática (2) (Fig. XIII) (…)”. Página 719. Cita (1). “(…) 183


Dom H. LECLERQ y MARTIG Y, op. cit (…)”. Página 719. Cita (2). “(…) DE ROSSI, Bulletin d´Archéologie chrétienne, 1870, p. 65 (…)”. Página 719. Cita (3). “(…) Dom H. LECLERQ, Dictionnaire, T, IV, vol. I. col. 291 (…)”. Página 719. Cita (4). “(…) S. FORTU ATO, Himno Vexilla Regis rodeunt, siglo VI (…)”. Página 720. Cita (1). “(…) OVIDIO, Fastos III (…)”. Página 720. Cita (2). “(…) Cf. DE ROSSI, Bulletin d´Archeologie chrètienne, 1870, p. 108, I. IV, nº 12 (…)”. (107). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 721. Décimo tercera parte. Los peces. Capítulo noventa y ocho. El delfín. VI. El delfín, emblema del Cristo combatiente. “(…) En el curso de un capítulo anterior hemos visto el monstruoso pez de la Biblia, leviatán, emblema de Satán, combatido por los ángeles. Aquí, con el símbolo del delfín, vamos a ver el pulpo, el pólipo de los bajos fondos, tomado como imagen del príncipe de los tenebrosos infiernos, combatido por el propio Cristo. Los pulpos de todos los tamaños, con sus largos tentáculos que abrazan a sus presas como otras tantas serpientes para paralizarlas y asfixiarlas, proporcionaban una imagen alegórica verdaderamente sugestiva de Satán y de su obra mortal; por eso la simbología cristiana, que considera favorablemente a la sepia, se separó de las simbologías de las antiguas civilizaciones que por el contrario asociaron el pulpo a ideas muy elevadas. Ya hablaremos de ello a propósito de la sepia en el capítulo de los octópodos. Digamos tan solo que hay un sarcófago de arte romano, de Aix-en-Provence, que ha sido designado –es muy probable que erróneamente- con el nombre de tumba de santa Marcela, en el que aparece la imagen de dos delfines, uno de los cuales devora un pez, mientras que el otro devora un pulpo; el resto de la ornamentación parece de inspiración puramente pagana (1). Tal vez no haya que ver en ello más que una alusión a la voracidad de los delfines, pues estos animales, a los que las fábulas presentan como seres llenos de dulzura y bondad, son en realidad “los más carniceros y más crueles de la familia de los cetáceos a la que pertenecen” (2). El maravilloso anillo pastoral del obispo Ademaro de Angulema (Fig. XIV) nos pone en presencia del triunfo del Delfín Cristo sobre el Pulpo Satán. Este pontífice, cuyo episcopado duró de 1070 a 1101, llevaba en el dedo una soberbia ágata antigua en la que, con perfecto dominio de ejecución, un lapidario había grabado la imagen del delfín enroscándose en el Tricdente, imagen emblemática de Cristo en la cruz. Entre sus dientes cerrados, el divino pez rompe la cabeza del pulpo, cuyos tentáculos caen golpeando el agua. Es la victoria de Cristo sobre Satán. o veo bien que razones podrían justificar ninguna duda al respecto. 184


Edmond Le Blant (3) y el comendador De Rossi (4) atribuyeron la ejecución de esta soberbia talla al siglo VI el primero y al IV el segundo; más atrevido, Dom Leclerq la fecha de finales de la época antonina, o sea hacia el año 200 de nuestra era y, es con mucho la opinión más verosímil. Cerca del delfín de Ademaro de Angulema, nada un pececillo que evoca el pasaje de Tertuliano que llama a los fieles “pececillos según el gran Pez”, Jesucristo (5). Aquí, el simbolismo del delfin entronca con el del águila, el león, el ciervo, el ibis, la cigüeña y otros animales que la iconografía cristiana nos presenta como adversarios victoriosos de la serpiente y, Dom Leclerq (6), siguiendo a Rossi, cita un sello antiguo ornado de un delfín / (Página 722) que devora a una serpiente emblemática. El propio De Rossi menciona una carta de Mons. Cousseau en la que el sabio obispo de Angulema le decía que, en el anillo de su lejano predecesor Ademaro reconocía “el delfín como emblema del Salvador subyugando al polipodio emblema de Satán” (1). Finalmente, una vez terminado el combate, el delfín se retira llevando junto a la cifra de su nombre, I X la palma triunfal de los luchadores victoriosos (Fig. XV) (…)”. Página 721. Cita (1). “(…) Cf. Ch. CAHIER, S. J. “Sarcophages”, ouveaux mélanges archéologiques, 1875, pp. 83-84 (…)”. Página 721. Cita (2). “(…) CUVIER, Règne animal, T. I. p. 287 (…)”. Página 721. Cita (3). “(…) Ed. LE BLA T, Inscriptions chrétiennes de la Gaule, T. II. p. 427 (…)”. Página 721. Cita (4). “(…) DE ROSSI, Bulletin d´Archéologie chrétienne, 1870, p. 77 (…)”. Página 721. Cita (5). “(…) TERTULIA O, Tratado del Bautismo, cap. I (…)”. Página 721. Cita (6). “(…) Dom H. LECLERQ, OP. CIT, COL. 200 (…)”. Página 722. Cita (1). “(…) DE ROSSI, Bulletin d´ Archeologie chrétienne, 1871, p. 85 (…)”. (108). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 722. Décimo tercera parte. Los peces. Capítulo noventa y ocho. El delfín. VII. El delfín, imagen del cristiano fiel. Delfín fiel = fidelidad conyugal. “(…) Sólo puedo recordar aquí lo que en los capítulos anteriores he dicho del pez como símbolo del fiel en nuestros monumentos antiguos. Con igual significado vemos en todas partes a los delfines emblemáticos nadando hacia el ancla, hacia la cruz, hacia el pan o el vaso eucarísticos y, estas alegorías no tienen ninguna necesidad de explicarse por lo claramente que hablan por sí mismas. Una sola idea emerge entre otras que se han emitido respecto del delfín fiel, según ella, los antiguos hicieron de él el jeroglífico de la fidelidad conyugal, simbolismo al que los cristianos solo podían dar u na 185


excelente acogida recordando particularmente los preceptos de san Pablo en distintos pasajes de sus Epístolas. Por eso, cuando, en los monumentos cristianos, hay grupos de delfines debatiéndose entre olas espumeantes, o bien nadando tranquilamente, casi siempre los vemos agrupados de dos en dos. Así nos lo muestra el sarcófago de Valeria Latobia (2) y los de Roma, sobre todo el de Salustio que reproduce Marucchi (3) (…)”. Página 722. Cita (2). “(…) BOTTARI, T. XX, ap. MARTIG Y, loc. cit. p. 202 (…)”. Página 722. Cita (3). “(…) MARUCCHI, Monnument, del Museo Pio Lateranense, 1911, I, XLVIII (…)”.“Hechos de Andrés y Mateo”. Publicado en: PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos Apócrifos de los Apóstoles III. Hechos de Felipe. Martirio de Pedro. Hechos de Andrés y Mateo. Martirio de Mateo. Hechos de Pedro y Pablo. Viajes y martirio de Bernabé. Hechos de Tadeo. Hechos de Juan, por Prócoro. Hechos de Santiago el Mayor. Hechos de Santiago, Simón y Judas. Milagros de Juan. Pasión de Bartolomé. Martirio de ereo y Aquiles. Martirio de Andrés”. Madrid. Biblioteca de Autores Cristianos. MMXI. www.resena_14646_NO0701_-_Indice.pdf Página 969. Índice analítico de materias. Delfín. “(…) Aceite de delfín, sirve para avivar el fuego MartMt 18, 2 (…)”. (109). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 738. Décimo tercera parte. Los peces. Capítulo ciento dos. El lucio. El lucio y la luz. El lucio = destructor del mal (serpiente de agua). “(…) es exacto que el tipo lucio se encuentra a veces en el arte cristiano primitivo, en Italia y otros países, aunque de forma menos frecuente y menos precisas que algunos otros peces como el delfín, la rémora, la perca, el rodaballo o el caballo marino; la mayoría de los peces son indeterminables, e incluso para los que se afirma que pertenecen a una especie precisa, a menudo los autores de las imágenes que los representan no han tenido en cuanta en absoluto el número y la exacta situación de sus aletas (2). Pero es cierto que existe el tipo lucio y, es posible admitir que ello no carezca de intención de orden simbólico, porque, al menos por algunos de sus hábitos y, por su propio nombre, este pez pudo llamar la atención de los creadores del simbolismo personal de Cristo (fig. I, II y III). / (Página 739) Como gran número de pescadores y de gente del campo de hoy, los antiguos decían que si bien el lucio es un devastador, también es, para las serpientes de los ríos, un enemigo temible que, una vez alcanzado el pleno vigor y el tamaño suficiente, rompe entre sus fuertes dientes los riñones de la víbora de agua, cuyo veneno no tiene ningún efecto en él. Y ya hemos constatado que nuestros padres quisieron ver en casi todos los animales destructores de reptiles la imagen de Cristo, destructor del mal. 186


Los antiguos sabían también, como nosotros, que el lucio, sobre todo en verano, frecuenta las aguas claras, cercanas a las fuentes frescas en las que encuentra la morralla de la que se alimenta; podría tomarse como motivo de interpretación simbólica de ese divino Pez de las aguas límpidas, de ese “Pez de fuente” (literalmente “Ichtus de la fuente”) del que habla el epitafio del obispo Abercio, antes citado y, que es del siglo III (1). El nombre que los antiguos latinos impusieron al lucio concuerda perfectamente, por otra parte, con la idea mística de clara pureza, de limpidez: lo llamaron lucius por motivos que tal vez les llegaban de muy lejos en el olvido de los siglos; y nuestros naturalistas actuales conservan oficialmente aquel nombre de esox lucius (Linneo), el “luminoso”. Algunos han asegurado que este nombre venía de que los asntiguos se servían de los órganos interiores del lucio, como también de otros peces de mar, pera preparar una especie de pasta fosforescente cuya presencia se denuncia de noche por una luminosidad pálida. Sea como fuere, también es posible y, muy probable, que en el espíritu de los artistas cristianos de los primeros siglos, tan nutridos de simbolismo, se estableciese a veces a una relación entre el pez lucio y Jesús, el Ichtus divino, que fue el único en la tierra que pudo atreverse a decir: “Yo soy la luz del mundo y, el que camina conmigo no camina en las tinieblas” (2). Sin embargo hay que señalar que, pese a esta conexión simbólica que une el nombre del lucio con la idea de la luz, el pez que más frecuentemente decora las lámparas cristianas es el delfín, como hemos visto en su momento; pero en algunas de ellas es posible reconocer con verosimilitud al lucio (Fig. IV). Los antiguos, por lo demás, atribuían al lucio raras cualidades naturales de inteligencia y perspicacia; “listo como un lucio”, dice todavía un dicho turonense. Este pez, a fin de cuentas, debió de tener una consagración más elevada y mucho más antigua que tal vez siga siendo siempre un enigma para nosotros, porque en la gruta arqueológica de Cabrerets (Lot), que fue para la humanidad primitiva un santuario misterioso, “se ve –dice P. Le Cour- entre los animales representados, un lucio de gran tamaño. Pues bien, ya sabemos qué papel desempeñó el simbolismo del pez en el cristianismo. Más aún, el nombre latino del lucio nombre sin duda anterior a nuestra era, es lucius: la luz” (3). / (Página 740) A este lucius, a este señor de la luz, creen reconocerlo algunos, muy estilizado, en un peldaño de la escalera del Hipogeo de Melbodio, en Poitiers, del siglo VII, en el que el simbolismo desempeña un papel tan importante. Va seguido de otro pez, imagen indiscutible del fiel; entre el Maestro y este último, una cruz. “Que el que quiera ser mi discípulo tome 187


la cruz y me siga” (Fig. V) (…)”. Página 378. Cita (1). “(…) Regnabit, T. XII, año 19261927, nº 7-11 (…)”. Página 378. Cita (2). “(…) Véase Dictionnaire d´Archeologie chrètienne, fasc. LXXVI-LXXVII, col. 1990 a 2086 (…)”. Página 379. Cita (1). “(…) Véase el capítulo XCVI, El Pez, III y, el capítulo XCVII, El Pez eucarístico I (…)”. Página 379. Cita (2). “(…) San JUA , Evangelio XIII, 47 (…)”. Página 379. Cita (3). “(…) P. LE COUR, “Sanctuaires de la préhistoire”, Atlantis, T. III nº 2, noviembre 1929, p. 27 (…)”. (110). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 923. Décimosexta parte. Las conchas. Capítulo ciento veintiocho. Las conchas. III. La concha, emblema del ser humano en los tiempos cristianos. [Moluscos = Mejillón]. “(…) Como cabe suponer, el simbolismo humano de la concha no cayó de golpe con la propagación del cristianismo, que además no tenía ninguna razón para desear su desaparición. Si bien se fue difuminando, eso fue poco a poco y no de golpe. En el siglo IV de nuestra era, Jámblico exponía este simbolismo explicando a Platón (4). Por otra parte los ritos funerarios cristianos acogieron el uso de colocar conchas de bivalvos con los cuerpos de los fieles difuntos: en Mouilleron-en-Pardes (Vendée), había un esqueleto de la época franca con la cabeza rodeada d En Monterre-Silly (Vienne), se halló una tumba del siglo VI o VII que contenía gran número de conchas de otra fósiles, de procedencia próxima (1). En Francia podrían citarse cientos de casos semejantes (…)”. Página 923. Cita (4). “(…) JAMBLICO, Op. cit. loc. cit (…)”. Página 923. Cita (5). “(…) R. VALETTE, Le canton de la Châtaigneraie (Vendée), p. 7 (…)”. Página 924. Cita (1). “(…) Excavaciones de J. MOREAU DE LA RO DE, otes manuscrites (…)”. (111). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 924. Décimosexta parte. Las conchas. Capítulo ciento veintiocho. Las conchas. IV. Otros significados simbólicos de la concha. Moluscos bivalvos = Mejillón = sacramento del bautismo por infusión. “(…) En el capítulo siguiente veremos que, muy antiguamente, el caracol y ciertos moluscos terrestres se tomaron como imágenes simbólicas de la palingenesis, de la idea de resurrección: parece posible que en ciertos casos y, por una extensión debida a la no comprensión, este simbolismo se aplicase en la práctica, por confusión, a ciertas conchas marinas, incluso bivalvas; ¿será esta la 188


razón de que en la época franca los cristianos dejasen conchas bivalvas en las tumbas de sus difuntos, por ejemplo en Mouilleron-en-Pareds y en Monterre-Silly? También desde muy pronto se relacionó la concha bivalva con la emblemática de los sacramentos, donde representa el bautismo por infusión. A la concha vulgarmente denominada “argonauta”, el autilus, según T. Basilide, parece que a veces se le atribuyó antiguamente carácter mesiánico (2). (…) Pues bien, para el pensamiento cristiano, el Verbo divino, allí donde sea adorado, en cualquier forma en que lo oculte y por desconocido que pueda ser, es siempre Cristo, único en el cielo y en la tierra. / (Página 925) Agreguemos que, en varias naciones antiguas, las valvas inferiores de los grandes bivalvos tuvieron ocasionalmente el mismo uso y el mismo simbolismo que la copa (1). Los cantos épicos recogidos por Osián en Escocia e Irlanda y, que ya databan de mucho tiempo atrás en su época (siglo III), establecen que, en las circunstancias solemnes, grandes conchas hacían de copa. En ellos se habla a menudo de las “alegres conchas”, del Rey de las conchas” (2), de la “sala de las conchas” y, cuando Osián habla de los héroes, se expresa así: “se regocijan en las conchas” (3) (…)”. Página 924. Cita (2). “(…) T. BASILIDE, “La tradiction celtique”, Les Études Traditionelles, T. XLI (1936), p. 305 (…)”. Página 925. Cita (1). “(…) JUVE AL, Sátiras, VI, 419 (…)”. Página 925. Cita (2). “(…) Cf. P. CHRISTIA , Étude critique sur Ossian, p. IX (…)”. Página 925. Cita (3). “(…) OSIÁ , Poemas gaélicos: IV, La guerra de Inistona (…)”. (112). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 926. Décimo quinta. Los insectos. Capítulo ciento veintinueve. El caracol vulgar y las Hélix. II. El caracol en los ritos funerarios del cristianismo. El caracol = Resurrección. “(…) Entre las especies de conchas tan a menudo halaldas en las sepulturas antiguas de tiempos tanto anteriores como posteriores a la introducción de los ritos cristianos en los usos funerarios, las más numerosas son las de los caracoles, hélix de tierra. En la Europa meridional es la “hélix romana”, hélix pommatia de Linneo, nuestro gran caracol, ya representada en la decoración de los vasos griegos y en los dólmenes argelinos (1). En la Galia y, con igual frecuencia, la hélix aspersa, nuestro caracol gris de los huiertos y, también algunas otras variedades de hélix. 189


Con estos modestos moluscos, abordamos también un símbolo de la idea de resurrección, (…). ¿Cómo es posible que se escogiese el tranquilo caracol terrestre para simbolizar esa fogosa y tan invencible esperanza…? Es que, en el lento tiempo en el que la muerte del invierno atenaza la tierra, el caracol se hunde en ella y se encierra en su concha como en un ataúd mediante un sólido epigrama calcáreo hasta que la primavera va a cantar sobre su tumba los aleluyas de Pascua… Entonces rompe su clausura y reaparece de nuevo, lleno de vida. / (Página 927) El cristiano estaba ya cargado de una fuerte certidumbre en la existencia de otra vida cuando recibió de un mundo más antiguo el caracol simbólico. Seis siglos antes de nuestra era, Teognis enseñaba la palingenesia, el renacimiento postmortuorio: asegura firmemente que “el alma perdida se recuperará un día y, ello por medio del cuerpo” (1). Y nos dice san Agustín que los genetlíacos pretendían que esa palingenesia terminaba en cuatrocientos cuarenta y cuatro años “de suerte que el mismo cuerpo y la misma alma que fueron unidos en el hombre vuelven a unirse un día” (2). Con una fe todavía más fuerte que la de los antiguos, el cristiano puso conchas de caracol, a veces con conchas marinas, en las tumbas de sus mártires, tanto en Roma como en otros lugares (3). Cuando en 1853 se abrió la sepultura donde reposaba, al menos desde el siglo III, san Eutropio, primer obispo de Saintes, se encontraron en ella conchas de caracol intencionadamente colocadas. H e encontrado el “caracol de Borgoña” en muchas sepulturas de la necrópolis pagano-cristiana de Bouillé-Cordault, en Vendée (4). En otros lugares hay lámparas en forma de caracol, o que llevan su imagen (5) (Fig. 1). Con la decadencia romana y los primeros siglos galo-francos, o sea en la época de la organización de las parroquias rurales en Francia, el uso de poner conchas de caracol en las tumbas se generalizó: el abate Cochet lo ha constatado muchas veces en ormandía, sobre todo en Evermeu (6). En 1884, en una sepultura franca, de Aiguisy (Aisne), Fréd. Meoreau señaló que había treinta conchas de caracol colocadas formando una corona alrededor de la cabeza del esqueleto. También las he encontrado en las tumbas francas de Armentières ( ord) (7). En una sepultura del siglo VI o VII que pude estudiar con mis amigos el conde J. du Fort y Guyon de la Berge en septiembre de 1912, en Mougon, municipio de Crouzilles (Indre et Loire), había un féretro de roca calcárea conchífera de las margas de Turena (8) que contenía casi trescientas conchas de caracol dispuestas desde los pies hasta la cintura del esqueleto, cuyo cuello se apoyaba en una teja con reborde y, cuya cabeza se mantenía inclinada a la derecha / (Página 928) con ayuda de y una piedra de sílex (1) (Fig. II). inguna de las conchas estaba 190


agujereada, lo que excluye la idea de un adorno vestimentario, que sólo podría existir con conchas marinas. Una tumba carolingia, cerca de Dieppe, contenía también conchas de caracol (2). En Chassseignes, cerca de Loudum (Vienne), en una sepultura de la misma fecha encontré una concha de hélix plano, el caracol de agua dulce, procedente del Briande, pequeño río cercano (Fig. III). Parece que hay que ver la imagen del caracol, más que la e una embarcación o cualquier otra cosa en el emblema representado en un fragmento de epitafio de finales del Imperio romano que hay en el Museo de arbona (3) (Fig. IX). La costumbre de colocar así conchas en las sepulturas parece que se extingue con el primer milenio de nuestra era; pero la Edad Media siguió considerando que la concha y, sobre todo la de caracol, era emblema de la resurrección y, así la representaba. Así nos las muestran algunos manuscritos de esa época; un Libro de Horas del siglo XV lleva un caracol representado junto a la resurrección de Lázaro (4) y, un sarcófago romano de Letrán lo representa asimismo junto a Jonás, vomitado por el monstruo, otro emblema de la resurrección (…)”. Página 926. Cita (1). “(…) Véase G. GÉ I , “Un rite funéraire préhistorique et ses survivances”, Le Cosmos, año 1913, nº 1489 (…)”. Página 927. Cita (1). “(…) Cf. Víctor MAG IE , Les Mystères d´Eleusis, p. 66 (…)”. Página 927. Cita (2). “(…) San AGUSTI , La Ciudad de Dios, XXII, 28 (…)”. Página 927. Cita (3). “(…) Cf. B OLDETTI, Observations sur les cimeières des martyrs et des anciens chrétiens p. 512 (…)”. Página 927. Cita (4). “(…) Cf. VALETTE Y L. CHARBO EAU-LASSAY, “Sepultures gallo-romaines de BouilléCourdault et de alliers”, Revue du bas-Poitou, año q914, II. p. 185 (…)”. Página 927. Cita (5). “(…) Cf. MARTIG Y, Dictionnaire des Antiquités chrétiennes, p. 178 (…)”. Página 927. Cita (6). “(…) COCHET, La ormandie souterraine ou notices sur des cimetières romains et des cimetières francs explorés en ormandie, passim (…)”. Página 927. Cita (7). “(…) Fréd. MOREAU, Album Caranda, año 1884 (…)”. Página 927. Cita (8). “(…) Ofrecido por el propietario del terreno, Marqués de Quinemont, a la Societé des Antiquaires de l´Ouest de Poitiers (…)”. Página 928. Cita (1). “(…) L. CHARBO EAU-LASSAY, Bulletin de laSocieté des Antiquaires de l´Ouest, año 1912, IV. p 644 (…)”. Página 928. Cita (2). “(…) COCHET, ormandie Souterraine (…)”. Página 928. Cita (3). “(…) Véase Dom. H. LECLERQ, Dictionnaire d´Archéologie chrétienne, fasc. 130-131, col. 872 (…)”. Página 928. Cita (4). “(…) Cf. Comte de BASTARD, en Bulletin des Comités historiques, T. II, año 1850, p. 173 (…)”. (113). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. 191


José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 929. Décimo tercera parte. Los peces. Capítulo ciento veintinueve. El caracol vulgar y las Hélix. II Las otras Hélix. Hélix terrestre = Imagen alegórica de la vida interior y espiritual, de la vida “retirada en Dios”, en expresión del ascetismo cristiano. Hélix acuática = fragilidad de la vida humana. “(…) En las sepulturas antiguas se han hallado conchas de algunas otras variedades de hélix terrestres o acuáticas, tal vez cargadas de un significado análogo al que acabo de decir. En Poitiers, por ejemplo, el comandante Rothmann recogió en el cementerio pagano de Dunes unas hélix que formaban un collar y, cinco conchas marinas en una sepultura de niño (4); en el terreno contiguo, donde se encuentra la necrópolis cristiana y el hipogeo del sacerdote Melebodio, del siglo VII, el R. P. de la Croix encontró en el cuello de un esqueleto de niño un collar formado por siete monedas que llevaba en el centro una concha marina cónica (5) (Fig. VII). En Angers se encontraron finas conchas de limnea de agua dulce en una sepultura de época franca (6) (Fig. VIII); y conservo tres / (Página 930) pequeñas amonitas fósiles, con un agujero central por el que pasaba un hilo de cobre que las suspendía del puño izquierdo de un esqueleto, cerca de la iglesia de Martaizé (Vienne); fueron recogidas por el abate Girard, cura de esa parroquia. Finalmente, entre las hélix funerarias, señalemos los buccinos representados en la parte exterior de los loculi o tumbas de los cristianos en las catacumbas de Roma. Tal vez pueda verse en esta elección de la caracola del buccino una alusión al sonido de la trompeta que representa el último día: Quando Judecx est venturus, Cuncta stricte discursurus! Tuba mirum spargens sonum Per sepulcra regionum Cogit omnes ante thronum… “Cuando venga el Juez para tratarlo todo en su estricta justicia, el maravilloso sonido de la trompa, pasando sobre la región de los sepulcros, reunirá a todos sus muertos ante su trono” (1). Es el eco del pasaje evangélico en el que Jesús nos dice que al final de los tiempos el Hijo del hombre enviará a sus ángeles para reunir ante él, al son de la trompeta sonora, a sus elegidos dispersados a los cuatro vientos del mundo (2). ¿ o puede considerarse razonablemente que la figura esculpida de un epitafio de época romana en arbona representa un caracol como una embarcación –como se ha dicho- y que puede referirse al simbolismo que acabamos de exponer? (Fig. IX). También se han atribuido algunos otros significados simbólicos a las hélix de todo tipo, sobre todo a las especies terrestres; unos hicieron 192


de estos animales la imagen alegórica de la vida interior y espiritual, de la vida “retirada en Dios”, en expresión del ascetismo cristiano; otros, como un filósofo oriental, representaron la fragilidad de la vida humana por medio de una concha de caracol que flota sobre las aguas y, que la menor ola puede hundir. Todo ello es muy ingenioso, pero demasiado particular para haber tenido un gran papel en el simbolismo general (…)”. Página 930. Cita (1). “(…) Breviario romano, Oficio de Difuntos. Prosa de la Misa, atribuida a Frangipani, siglo XIII (…)”. Página 930. Cita (2). “(…) San MATEO, Evangelio, XXIV, 31 (…)”. (114). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 726. El crustáceo, emblema de la invulnerabilidad de Cristo. “(…) Los crustáceos no se representaron demasiado, excepto como figuras de orden astronómico, en la iconografía de los países occidentales durante la Edad media, ni tampoco en su heráldica nobiliaria, salvo raras excepciones, por ejemplo en Alemania; y estas representaciones son ciertamente de orden totalmente profano. En las primeras cristiandades del Asia occidental, los crustáceos, como los grandes mariscos y como la tortuga, debieron de representar, para la emblemática general, la invulnerabilidad (…)”. (115). FERRER ALEDO, J. “Fauna de Menorca. uevas adicciones. Crustáceos”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón. Y de las sociedades afines domiciliadas en el mismo. Año XIV. Quinta Época. Tomo V. Mahón. Establecimiento tipográfico de M, Sintes. 1910. Página 202. Fauna de Menorca. 5uevas adiciones. Crustáceos. “(…) Sicyonia sculpta. M. Edw.- . V. Gasmbòt. Palaemon Antennarius. M. Edw.- . V. Gamba. Gualthophyllum elegans. Ris.- . V. desconocido. Crangon fasciatus. Ris.- . V. desconocido.- Regalo de D. Santiago Maspoch. Ilia rugulossa. Roux.- . V. Cap des mòrt. Regalo de Don F. F. Andreu. Argulis giganteus. L.- . V. Poi de reò.- He visto dos ejemplares: uno, parásito del Xyrichthys novacula y otro, parásito del Sargus annularis (…)”.ALVÁREZ, Mateo. “Estudio preliminar de los moluscos nudibranquios de las costas menorquinas”. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón. Año LLXXVI- Séptima Época. Mahón. Primer Trimestre. 1985. Página 428. “(…) Glossodoris valenciennesi (Cantraine, 1835). Su cuerpo es alargado, alto, con un manto estrecho que presenta numerosas ondulaciones. El pie, musculoso, forma posteriormente una cola que sobresale por debajo del manto. La coloración general es verde193


amarillenta, con manchas de disposición muy variable, una línea amarilla bordea todo el manto. Rinóforos con ápice azulado. De 10 a 12 branquias verde-amarillentas con laminillas a ambos lados del raquis. Hemos recogido dos ejemplares de esta especie que medían alrededor de 8 mms., de longitud en Cala Rafalet en fondos de Peyssonnelia squamaria (…)”. Página 428. “(…) Glossodoris tricolor (Cantraine. 1 836). Cuerpo de color azul muy oscuro y uniforme, con margen dorsal amarillo y línea mediodorsal blanca. Rinóforos azules, cortos, gruesos y laminares. De siete a ocho branquias azul oscuro con laminillas a ambos lados del raquis. Las protuberancias cónicas del manto son muy poco aparentes. Un ejemplar de 10 mms., de longitud en Cala Partió bajo piedras a escasa profundidad (…)”. Página 428 y 429. “(…) Peltodoris atromaculata, Bergh, 1880. Cuerpo blanco con manchas marrón oscuro o negras, generalmente redondeadas. Manto espeso y coriáceo debido a las / (Página 429) numerosas protuberancias cónicas que lo cubren. El pie, delgado y blanquecino, sobresale ligeramente por debajo del manto posteriormente. Rinóforos completamente blancos, pequeños y laminares. Branquias tripinnadas de color blanco. Varios ejemplares de hasta 65 mms. de longitud, recogidos sobre Peyssonnelia squamaria en las inmediaciones de Biniparratx (…)”. Página 429. “(…) Dendrodorjs limbatá (Cuyier, 1804). Cuerpo de color pardo Oscuro homogéneo y con una línea de coloración variable bordeando todo el dorso. Manto poco amplio y escasamente ondulado, lo que les hace algo atípicos con respecto a los ejemplares de la misma especie recolectados en las costas mediterráneas de la península (M. Ballesteros), que presentan manto muy amplio con su borde profusamente ondulado. Los rinóforos. de color pardo, tienen su parte basal ancha. Branquias pluripinnadas, en número de seis. Dos ejemplares de unos 40 mms. de longitud en el Lazareto bajo piedras, a 0’5 metros de profundidad (…)”. Página 429. “(…) Dendrodoris grandiflora (Rapp, 1827). Cuerpo alargado, oblongo, con numerosas manchas irregulares de color marrón o verde oscuro, sobre fiando blanquecino. Esta característica y las finas estrías radiales de color pardo existentes a todo lo largo del margen dorsal definen bien a la especie. Los rinóforos son de color pardo, excepto el ápice, blanquecino. Seis branquias tripinnadas de color también pardo y con el ápice blanquecino. Hemos recogido tres ejemplares de 40 mms. de longitud en Cala Rotja (Fornells) a 1 metro de profundidad, bajo piedras (…)”. Página 429. “(…) Coryphella pedata (Montagu, 1822). Esta especie es una de las pocas existentes entre los Eolidaecos caracterizada por la homogeneidad de su coloración. Su cuerpo, bastante transparente, es de color violeta. Los rinóforos, / (Página430) también violetas, son simples, sin laminillas y con el extremo blanco-irisado los palpos orales son de tamaño parecido al de los rinóforos, también con el extremo blanco-irisado y los tentáculos 194


propodiales son relativamente cortos y translúcidos. Loscerata están agrupados en 6-7 grupos a cada lado del cuerpo. Aunque esta especie sea uno de los nudibranquios más abundante en número de los recogidos en aguas de la Península Ibérica, lo hemos obtenido en pequeño número en Menorca, generalmente sobre hidrarios en la zona del Lazareto. Esto no presupone, en modo alguno, que tenga que ser escaso en nuestra isla (…)”. Página 430. “(…) Flabellina affinis (Gmelin, 1791). Especie cuya coloración risa-violácea recuerda la de laespecie anterior, de la que se separa por tener aproximadamente doble tamaño (25-30 mms.), por los rinóforos anillados y por sus cerata muy largos y finos. Cuatro ejemplares sobre el hidrario Eudendrium ramosum en paredes bien iluminadas, cerca de Biniparratx, a 3-4 metros de profundidad (…)”. Página 430. “(…) Hervia costai, Haefelfinger, 1961 Çuerpo de color blanco, alargado. Los rinóforos están salpicados de color naranja excepto en la base; los palpos orales son largos (casi la tercera parte del cuerpo), finos e irisados de blanco y los tentáculos propodiales están bien desarrollados. Los cerata están agrupados hasta en 7-8 grupos en los ejemplares de mayor tamaño (estos ejemplares pueden alcanzar hasta 30 mm. de longitud). Se ha recogido siempre sobre Eudendrium ramosum a partir de 3 m. de profundidad en la zona costera comprendida entre Biniparratx y el Cap d’en Font (…)”. Página 430 y 431. “(…) Calmella cavohnn (Verany 1846). Cuerpo blanquecino casi translucido Los rinoforos también blanquecinos, muestran a la lupa binocular una fina puntuación anaranjada; los palpos orales, casi de la misma longitud que los rinóforos, son asimismo blancos y los tentáculos propodiales no faltan. Los cerata están agrupados en 6-7 grupos a cada lado del cuerpo. Es una especie típicamente mediterránea que fue citada por primera vez en las Baleares por M. Ballesteros de la isla de Ibiza (Cabo Botafoc, Cala Molí. Gala Comta). En Menorca hemos podido recoger un ejemplar de 7 mm. de longitud en Cala Rafalet en una pared vertical oscura situada entre 4 y 5 metros de profundidad (…)”. Página 431. “(…) Aeolidiella alderi (Cocks, 1852). Cuerpo blanquecino, con fina pigmentación anaranjada superficial en la región dorsal. Los rinóforos, de apariencia translúcida, están pigmentados del mismo color. Los palpos orales y los tentáculos propodiales son transparentes, los primeros con elextremo de color naranja. Los cerata cubren todo el dorso formando de 10 a 11 grupos a cada lado del cuerpo. Se han recogido seis ejemplares que miden aproximadamente 11 mms. de longitud en Gala Partió, bajo piedras, a muy poca profundidad (…)”. Página 431y 432. “(…) Spurilla neapolitana (Delle Chiaje, 1 824). Cuerpo de color marrón claro o rosado, más oscuro en el dorso; a veces puede apreciarse una estría blanca irisada que recorre la zona medio-dorsal del cuerpo partiendo de la zona cardíaca hacia atrás. Los rinóforos son blanquecinos, aunque suelen estar 195


pigmentados dorsalmente de marrón claro. Los palpos orales son de color marrón claro y los tentáculos propodiales, del mismo color, son cortos y romos. Los cerata están agrupados en nueve series a cada lado del cuerpo en los ejemplares de mayor tamaño; están característicamente curvados y son de color verde oliva o marrón./ (Página432) Hemos podido recoger ocho ejemplares de 20 a 25 mms. de longitud en distintas estaciones de muestreo (Puerto de Mahón y Puerto de Fornells), generalmente a poca profundidad bajo piedras o entre los racimos de mejillones (…)”.Revista de Menorca. Ciencias, Artes, Letras. Mahón, 1º julio 1888. Mahón. Establecimiento tipográfico de B. Fábregas. 1888. www.revistadeMenorca1888.pdf Página 287. Museo Municipal. Catálogo. Catálogo donativos de D. Juan Seguí y Rodríguez. “(…) Varias estrellas de mar fosilizadas (especies desaparecidas), de la finca Tur-Madén (Alayor).- Otras, procedentes de excavaciones en Mahón. Varios moluscos fosilizados (especies de gran tamaño desaparecidas), de las finca de Santa Ponsa (Alayor).- Otros de diversos predios de Menorca (…)”. Página 383. Museo Municipal. Catálogo. Catálogo donativos de D. Juan Seguí y Rodríguez. “(…) Cinco esqueletos de erizos de mar; tres notables por su magnitud y dos por su rareza; procedentes de grandes profundidades y de especies que viven alejadas de las orillas (Menorca) (…)”. Página 399. Museo Municipal. Catálogo. Catálogo donativos de D. Juan Seguí y Rodríguez. “(…) Colección de moluscos de Menorca, compuesta de los géneros siguientes: Cardium acualeatum, L: Trochus; Haliotis; Calyptraea; Patella; Chenopus; Pecten; Helix: Cancellaroa, etc. etc (…)”. Página 447. Museo Municipal. Catálogo. Catálogo donativos de D. Juan Seguí y Rodríguez. “(…) estrella de mar fosilizada, recogida en La Mola (…)”. Página 462. Museo Municipal. Catálogo. Catálogo donativos de D. Pedro Monjo y Monjo. “(…) Colección de conchas univalvas de Menorca compuesta de los géneros: Cypraea, Murex, Cassis, Turbo, Fusus, Chenopus, Cerithium, Scaphander, Bulla, Haliotis, Trochus, assa, Columbella, Brachuum, Conus, Terebra, Purpura, Fasciolaria, Aphysia, Fassoa, Amnmicola, Succinea, Limnaea, atica, Chiton, Mitra, Helix, Clausilia, Dentalium, Patella, etc, etc. Colección de conchas bivalvas de Menorca compuesta de los géneros: Messodesma, Arca, Cardium, Venus, Tellina, Circe. Tapes, Arthemis. Cardita, Pecten, Pectunculus, Lithodomus, Mytilus, Lutraria, Ostrea, Venerupis, Pisididum, et, etc (…)”.FERRER ALEDO, J. “Fauna de Menorca. uevas adiciones. 1906 y 1907”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las sociedades afines domiciliadas en el mismo. Año XI. Quinta Época. Tomo II. Mahón. Establecimiento tipográfico. 1907. Página 112. “(…) Crustáceos: 196


Pisa gibbsi. Leach.- ombre vulgar desconocido. Aeanthonyx lunulatus. M. Edu.- Sanlluissé. Pararra. Xantho rivolosus. Ris.- Cranc vermell. Cranc de fort. Eriphia Spinifrons. Herbst.- Cranc pelud. Portunus marmnoreus. Leach.- Cranc. Cogido en la playa de Binicodrell, costa Sur, por el Sr. Maspoch, Secretario de este Ayuntamiento. Portunus longipes. Ris.-Cranc. Dromias vulgaris. M. Edu- Cranc de llit, crank vestid, crank morú. Pagurus callidus. Roux.- Hermitá pelud. Pagarus striatus. Leach.- Hermitá. Homarus vulgaris. M. Edu.- Gruman. Aniloera mediterraneus. Leach. Poi de la mar. Parásito del Sargus annularis y otros peces (…)”.Página 179. “(…)Crustáceos: Illa nueleus. Herbst.- . V. Cranc blanc. Xantho floridus. Mont.- . V. Cranc. Hippolite viridis. Otto.- . V. Gamba vèrde. Lepas anatífera. L. var. hilii. Leach carece de nombre vulgar.- Los mariscadores lo confunden con el molusco Anatifas laevis (…)”.FERRER ALEDO, J. “Fauna de Menorca. 1907”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las sociedades afines domiciliadas en el mismo. Año XI. Quinta Época. Tomo II. Mahón. Establecimiento tipográfico. 1907. Página 179. “(…) Moluscos: Carinaria mediterránea. Pèron.- Carece de nombre vulgar.- Ejemplar cogido por el pescador José Torres de Villa-Carlos con palangre y carnada de sardina, frente a la cala de Rafalet a una y media millas de tierra y 40 brazas de profundidad en un fondo arenoso, el día 31 mayo de este año. Llegó a nuestras manos sin la respectiva concha (…)”.FERRER ALEDO, J. “Fauna de Menorca. uevas adiciones. 1910”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Cientñifico, Litrerario y Artistico de Mahón. Y de las sociedades afines domiciliadas en el mismo. Año XIV. Quinta Época. Tomo V. Mahón. Establecimiento tipográfico de M, Sintes. 1910. Página 302. Fauna de Menorca. 5uevas adiciones. “(…) Moluscos. La tripulación de la barca pescadora de Antonio Llabrés encontró, un día del mes de septiembre del corriente año, en el sitio denominado Bòl d´es pouèt, del puerto de Mahón, envuelto en las redes que empleaba para la pesca de la sardina, un ser extraño, de aspecto repugnante, que llamó poderosamente su atención y que causó más tarde la admiración de los demás pescadores de este puerto por los caracteres especiales que presentaba. Desde luego confesaron todos, no haber visto otro ejemplar igual y, decidieron mandarlo al Ateneo Científico para que figurara en el Museo de este establecimiento docente. (…) 197


Apenas llegó a nuestras manos comprendimos que no debía considerarse como un pez, tal como equivocadamente supusieron los pescadores, sino como un molusco por sus caracteres particulares. Visto de lado se asemejaba, por su perfil, a un cerdo desprovisto de patas / (Página 303); pero observado en conjunto tenía más bien la forma de un saco de color pardo oscuro, de paredes gruesas y correosas, estrechado por uno de sus extremos, de olor desagradable y, que podía doblarse y comprimirse en todos sentidos, sin que se notara en él la presencia de la menos cantidad de neuro-esqueleto. Constaba de tres regiones bien distintas: cabeza, cuello y tronco. La cabeza, desprovista de hocico y de mandíbulas visibles, terminabas anteriormente por una cara facial aplanada, en la que se observaba un orificio descubierto, oval y de grandes dimensiones, colocado precisamente en mitad de ella y, un apéndice frontal, triangular, pequeño y movible. En la parte superior de dicha región se veían dos tentáculos en forma de orejuelas plegadas, macizas, poco pronunciadas, sin vestigio de orificio alguno, uno a cada lado; y en la parte inferior, lado derecho, el órgano expulsor de los gérmenes reproductivos, en forma de protuberancia ciliada, que daba un aspecto asimétrico a la mencionada cabeza. En la parte superior del cuello se observaban otros dos tentáculos, con el aspecto de las aletas triangulares, aplanadas, también macizas, dirigidas en sentido oblicuo de dentro a fuera y, en su parte inferior un abultamiento rugoso bastante pronunciado. i en la cabeza, ni en el cuello se observaron indicios de los órganos sensitivos, vista, olfato y oído. (…) Gracias a estos caracteres pudimos deducir que debía considerarse este mousco como perteneciente a la clase de los Gasteropodos, subclase Opistobranquios, orden Tectibranquios, suborden Pleurobranquios; pero, aunque semejante, bastante distinto de la especie Aplysia Leporina, conocida vulgarmente con el nombre de Liebre marina (…)”.FERRER ALEDO, J. “Adiciones a la fauna marítima de Menorca”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las Sociedades afines domiciliadas en el mismo. Año XXVI. Quinta Época. Tomo XVII. Mahón. est. tip. de M. Sintes. 1922. Página 115. Adiciones a la fauna marítima de Menorca. Crustáceos. “(…) Malacostraceo.- Podophralmo.- Decapodo.- Brachyuro. – Maidio. Lissa chiragra L. – . C.Lisa. Es también un ejemplar raro (…)”. Revista de Menorca. Ciencias, Artes, Letras. Mahón, 1º julio 1888. Mahón. Establecimiento tipográfico de B. Fábregas. 1888. www.revistadeMenorca1888.pdf Página 287. Museo Municipal. Catálogo. Catálogo donativos de D. Juan Seguí y Rodríguez. “(…) 198


Varias estrellas de mar fosilizadas (especies desaparecidas), de la finca Tur-Madén (Alayor).- Otras, procedentes de excavaciones en Mahón. Varios moluscos fosilizados (especies de gran tamaño desaparecidas), de las finca de Santa Ponsa (Alayor).- Otros de diversos predios de Menorca (…)”. Página 383. Museo Municipal. Catálogo. Catálogo donativos de D. Juan Seguí y Rodríguez. “(…) Cinco esqueletos de erizos de mar; tres notables por su magnitud y dos por su rareza; procedentes de grandes profundidades y de especies que viven alejadas de las orillas (Menorca) (…)”. Página 399. Museo Municipal. Catálogo. Catálogo donativos de D. Juan Seguí y Rodríguez. “(…) Colección de moluscos de Menorca, compuesta de los géneros siguientes: Cardium acualeatum, L: Trochus; Haliotis; Calyptraea; Patella; Chenopus; Pecten; Helix: Cancellaroa, etc. etc (…)”. Página 447. Museo Municipal. Catálogo. Catálogo donativos de D. Juan Seguí y Rodríguez. “(…) estrella de mar fosilizada, recogida en La Mola (…)”. Página 462. Museo Municipal. Catálogo. Catálogo donativos de D. Pedro Monjo y Monjo. “(…) Colección de conchas univalvas de Menorca compuesta de los géneros: Cypraea, Murex, Cassis, Turbo, Fusus, Chenopus, Cerithium, Scaphander, Bulla, Haliotis, Trochus, assa, Columbella, Brachuum, Conus, Terebra, Purpura, Fasciolaria, Aphysia, Fassoa, Amnmicola, Succinea, Limnaea, atica, Chiton, Mitra, Helix, Clausilia, Dentalium, Patella, etc, etc. Colección de conchas bivalvas de Menorca compuesta de los géneros: Messodesma, Arca, Cardium, Venus, Tellina, Circe. Tapes, Arthemis. Cardita, Pecten, Pectunculus, Lithodomus, Mytilus, Lutraria, Ostrea, Venerupis, Pisididum, et, etc (…)”. (116). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 969. Décimo sexta parte. Cefalópodos y zoofitos. Capítulo ciento treinta y cinco. La Asteria y la Medusa. La Asteria y la Medusa y el simbolismo de los orígenes de la vida. Medusa = Lleva las almas de los niños fallecidos al limbo submarino. Medusa = el abandono del alma perfecta a los designios de la Providencia. Pulpo y la sepia = símbolos de la aparición inicial de la vida en el fondo de los mares “(…) Estos cefalópodos, que tienen un carácter común con los pulpos y las sepias, se encuentran frecuentemente con éstos en las orillas de los mares europeos. La asteria es un zoofito irradiante, pero que tiene tan solo cinco brazos directamente soldados entre sí por la base y, de ahí el nombre de “Estrella de mar” con que se suele conocer. La Asterias Rubens de Linneo, rosa o rojiza, se encuentra en abundancia en los mares europeos. Como la medusa (1) (Fig. I) parece haberse traducido a menudo con formas estilizadas mediante imágenes 199


esvasticoides (Fig. II); igual que la medusa, la asteria es extremadamente prolífica y, su vitalidad es tal que no sólo reproduce un brazo cuando se le quita accidentalmente, sino que un brazo puede reproducir los otros cuatro. Los antiguos conocían sin duda esta fuerza de restauración de la asteria y, esta energía vital pudo contribuir por una parte a que relacionasen este zoofito con los otros octópodos simbólicos. En el folklore actual, la asteria que llama la atención por su forma estrellada y sus frescos colores, todavía se recoge, se seca y se conserva como una especie de amuleto benéfico (Hyères, 1920). La medusa es un animal invertebrado de la familia de los zoofitos, que se encuentra, en colonias numerosas, en casi todos los mares; es una masa gelatinosa de blancura opalina y traslúcida que no está protegida por ninguna concha. Su cuerpo es como un pastel grueso, de contorno redondo y superficie abombada, del que cuelgan brazos flotantes que se parecen a los brazos tentaculares de los pulpos. Las relaciones que algunos pensadores griegos, como se dice en el capítulo anterior / (Página 970) habían imaginado entre los octópodos y la cabeza de lagorgona, podían enunciarse todavía más fácilmente en referencia a la medusa marina, cuya parte superior tiene el aspecto de larga cara redonda rodeada de brazos tentaculares y flotantes igual que las medusas serpentiformes de la cabellera de la Gorgona rodean su cabeza y, de ahí probablemente el nombre de medusa aplicado a ese animal. A causa sin duda de su traslucidez, hay un viejo tradicionalismo de las orillas atlánticas de Francia que hace de las medusas los vehículos de las almas de niños muertos sin bautismo que se supone que ellas transportan a los limbos submarinos o feéricos donde serán felices, puesto que son inocentes, con una dicha que sin embargo no será ni un pálido reflejo de la del cielo. La espiritualidad antigua, por su parte, hizo a veces de la medusa, que parece dejarse llevar a veces por todos los caprichos de las aguas y sin reaccionar contra ellas, el abandono del alma perfecta a los designios de la Providencia, que en la tierra regula por nosotros la adversidad y la quietud, la calma y la tempestad. Tal vez por eso encontramos a veces su imagen en lugares en los que algún cristiano sufrió duras pruebas. En la antigua prisión subterránea de la formidable torre del homenaje de Loudun (Vienne), construida por Felipe Augusto entre 1206 y 1215 y demolida entre 1634 y 1636 por Richelieu, algunos prisioneros del siglo XIII o del XIV trazaron grafitos grabados: en medio de temas piadosos, se ven varios dibujos de medusas y, uno de ellos está tocando al emblema espiritual y muy hermético del “Triple recinto” (Fig. III). Las representaciones antiguas de la medusa (Fig. IV), lo mismo que las de la asteria, por lo demás bastante raras, parecen haber participado 200


del mismo simbolismo que hizo del pulpo y la sepia símbolos de la aparición inicial de la vida en el fondo de los mares; solo por eso, esos cuatro animales tienen que ver con la emblemática de la primera llamada a la vida en la tierra, que es función propia de la palabra creadora, del Verbo eterno “En el principio era el Verbo… Por Él toda cosa fue creada… Y el Verbo se hizo carne y, habitó entre nosotros” (1) (…)”. Página 969. Cita (1). “(…) Véase D´HARCOURT, Céramique américaine du Prérou. Ap. P. LE COUR, “L´Énigme de Glozel”, Mercure de France, XV (…)”. Página 970. Cita (1). “(…) SA JUA , Evangelio, I, 1, 3, 14 (…)”. (117). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 772. Décimo cuarta parte. Los reptiles. Capítulo ciento seis. La serpiente. IV. La serpiente emblemática en los primeros siglos de la Iglesia. Serpiente = Dios. “(…) Cuando es cuestión del simbolismo que aquí nos ocupa, suele olvidarse casi siempre que la serpiente tiene también un aspecto benéfico: “Incluso en la iconografía cristiana, la serpiente es a veces símbolo de Cristo”, dice René Guénon (4). Es absolutamente exacto. Entre los antiguos egipcios, la serpiente representaba la sabiduría, que consideraba relacionada con el misterio del Verbo Creador, Thot, “la Lengua, la Palabra divina” representa también la “Sabiduría divina”. Un soberbio anillo romano de cristal, del siglo IV o V, de la colección arberini, nos muestra la serpiente no ya muerta y vencida al pie de la Cruz o del Lábaro, sino puesta en el fuste de la Tau crucial, bien viva, bajo las iniciales constantinianas del Señor XPisto; se encuentra también entre las dos palomas adorantes, como se estilaba en el arte de aquella época para los más auténticos emblemas de Jesucristo; debajo, la palabra Salus (Fig. IX). / (Página 773) Tanto si el reptil es aquí la Serpiente de bronce, como cree Dom Leclerq a quién la palabra Salus, salud, curación, parece dar la razón, como si se trata de la Serpiente Cristo de múltiples sentidos que más adelante indicaremos, se refiere únicamente a Jesucristo y, no al demonio (1). Más antiguamente, desde finales del siglo I hasta el siglo IV, varias sectas heréticas usaron la imagen de la serpiente para simbolizar a su manera al Salvador: en medio del siglo II, el fantasista iluminado Alejandro de Abonoticos y sus discípulos aprovecharon la dulzura de las grandes serpientes de la zona de Pela, en Grecia, para convertirlas en oráculos y simular que producían prodigios. En las monedas de sus ciudades con la efigie de Antonino Pío y de Marco Aurelio, la representaban con cabeza de león. Los gnósticos adoptaron esta serpiente 201


leontocéfala, la llamaron Glycon (Fig. X), la relacionaron con la serpiente divina Knumis de Egipto y, finalmente la asociaron al nombre IAO, el dios salido de la luz. La convirtieron en un verdadero agatodemon, para ellos genio de la naturaleza celestial. Encontramos esta serpiente estilizada en numerosos documentos de arte que aquellos cristianos desviados nos dejaron: piedras grabadas, camafeos, amuletos de metal, marfiles, pastas de vidrio, etc. Una secta de estos gnósticos, la de los setianos, hizo desviar aquella noción del león serpiente hasta hacerla partícipe de la naturaleza del Dios eterno, dotarla de un papel mesiánico y adorarla con culto de latría. Atribuían al Logos, al Verbo divino, la forma misma de reptil porque la serpiente es uno de los antiguos emblemas de la sabiduría eterna, siempre vinculada al Verbo divino (2). San Hipólito, que se alzó contra los gnósticos demostrando el carácter pagano de sus fábulas, condena particularmente las de los setianos (3). Los ofitas, emparentados con estos gnósticos setianos, hicieron de la serpiente el símbolo de la cualidad benéfica todopoderosa del Señor en recuerdo de la serpiente de bronce de la Biblia. Se servían de serpientes domesticadas en aquella de sus ceremonias que correspondía aproximadamente a la misa y, finalmente adoraban al Salvador en aspecto de serpiente (4). Los ofitas representaban también a su divina serpiente con una cabeza anormal de león, de águila o de carnero. La ponían muy por encima de Cristo mismo (5). Veían en ella la anidadora y la salvadora de los mundos, la poseedora y dispensadora de los / (Página 774) tesoros de la tierra y, hacían de ella, como también del arco iris, la mediadora entre el Cielo y la Tierra. En todas aquellas sectas heretodoxas, como en la antigüedad precristiana, la serpiente divina, o simplemente el agatodemón suele estar representada en posición ascendente, enroscada en el bastón de Asclepios o de Higia, su hija (Fig. XI), o bien alrededor del tronco de un árbol, como la vemos en algunos sarcófagos cristianos de los primeros siglos (1). (…) Podría escribirse fácilmente un grueso volumen sobre el papel religioso y profano de la serpiente durante los siete primeros siglos de la Iglesia. Uno de sus aspectos más curiosos era que, en el arte de la decadencia romana, representaba a Atila, el terrible rey de los hunos, vencido por el Imperio en los Campos Cataláunicos, en el año 451. Lleva entonces una poco seductora cabeza humana; un emperador, Valentiniano o Marciano, le pone el pie sobre el cráneo y mantiene derecha la Cruz victoriosa mientras que el cuerpo del reptil se retuerce (4) (Fig. XIV) (…)”. Página 772. Cita (4). “(…) Rebé GUÉ O , “Seth”, Le Voile d´Isis. T. XXXVI, nº 142, p. 589 (…)”. Página 773. Cita (1). “(…) Dom H. 202


LECLERCQ, Dictionnaire d´Archéologie chrétienne, T. U, vol. II col. 2194 (…)”. Página 773. Cita (2). “(…) Véase André BOULA GER, Orphée, p. 143 (…)”. Página 773. Cita (3). “(…) SA HIPÓLITO, Refutaciones de todas las herejías, V. 20, 4 (…)”. Página 773. Cita (4). “(…) Véase Hipp. BOUSSAC, “Le Serpent de la Genesè”. La ature, nº 2848, janvier, 1931. Alex ROSS, Les religions du Monde, p. 144 (…)”. Página 774. Cita (1). “(…) Cf. A. BOULA GER, Orphée, p. 144 (…)”. Página 774. Cita (4). “(…) Véase E. BABELO , “Attila dans la umismatique”, Revue numismátique, 4ª serie. T. XVIII, (1914), pp. 297-329 (…)”. (118). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 430. La circular de Severo de Menorca (418). Epistula de conversione iudacorum apud Minoricam insulama meritis sancti Stephani facta. Anno 418. (Clavis patrum Latinorum, nº 576). 2. Situación de Menorca y sentido providencial de su pequeñez. Simbología de Severo = Serpientes y escorpiones = Judíos = Magona. “(…) Magona rebosaba de tante gente judía como si fueran serpientes y escorpiones y, por ellas la iglesia de Cristo era constantemente mortificada (…)”. (119). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 312. Capítulo III. Líneas de intervención de Consentius en las controversias teológicas. Objetivo último de la campaña: la salvación eterna de los priscilianistas. Serpiente = Gnosticismo egipcio. “(…) puesto que en ningún momento los priscilianistas se habían mostrado violentos (…). / (Página 314) ep. 11*, 11, 3. (…) un rigor tan clemente, a los que la serpiente que es Severo ha inyectado el veneno mortal”. (…) ep. 11* 16, 2. A todo esto, como he dicho antes, yo que conocía sus secretos, porque me los había descubierto aquella hereje Severa, afirmé que Sagicio poco antes había recibido ocultamente los códices, que hacía rato los había vendido a Severo y también que yo sabía qué gratificación había recibido y cuando y por medio de quién había vendido a Severo las impías armas para matar las almas de muchos. (…) / (Página 315) Se imponía, según el menorquín, “obedecer a la autoridad de los santos”. (…) De todas maneras, la exigencia de que los herejes, una vez que se convertían, debían pasar por una penitencia, constituía una praxis que, como hemos visto, tenía vigencia en África (…) / (Página 316) En este sentido, la práctica que propugnaba Consentius fue, en definitiva fue una revisión radical de la postura conciliatoria de los 203


obispos reunidos en torno al año 400, en la mencionada ciudad, que le aproximaba al donatismo original (…)”.Página 502. EP 11*. Memorial a mi señor y santo Padre Agustín. 11. Frontón admite la inocencia del “comes” y mantiene la culpabilidad de sus parientes. Agapio era pariente del comes Asterio. Severo era pariente consanguíneo del comes Asterio. El comes Asterio gozaba de probada fama de fe católica. Simbología de Severo = Serpiente. “(…) [1] Dicho esto, el obispo se encendió con tanta crueldad que, levantándose furiosamente de su cátedra y, a la vista de todo el mundo, quería matarme con sus propias manos. [2] pero, ¿quién podrá creerlo?, conteniéndolo también el “comes”, por gracia de nuestro señor Jesucristo se apaciguó la ira del obispo. [3] El mismo “comes”, prudente y moderadamente, me preguntaba por que causa y con que odio había asaltado a su casa y a su pariente presbítero. [4] A lo cual le respondí: “Hombre noble e ilustre, tú consideras que es odio el hecho de que yo desee purificar tu casa y quiere liberar de los peligros de la muerte eterna, metiendo el antídoto de un rigor tan clemente, a los que la serpiente que es severo ha inyectado el venero mortal”. (…) [6] si no gozaras de una probada fama de fe católica, nunca el terror de tu poder habría cerrado la libre boca de Frontón” [7] Entonces el “comes” dijo: “Te doy las gracias porque has querido dar testimonio acerca de mi fe; [8] en cuanto a la fe de Severo y de los otros por más que me estén unidos por alguna consanguinidad, es cosa cierta que no puedan obstaculizar mi fe” (…)”. (120). MARTÍNEZ-RICA, J.P. “Reptiles hallados o citados en Menorca”. Revista de Menorca. Fundada en 1888.PublicacióndelAteneoCientñifico, Literario y Artístico. Año LVIII. Séptima Época. Mahón. Primer semestre. 1967. Página 215. F. Colubridae. “(…) Elaphe scalaris Schiuz (Culebra de Escalones) Abundante sobre todo en la zona Sur. La hemos hallado en San Lorenzo, en la carretera de Mahón a Fornells, pero su distribución debe ser bastante uniforme. Macroprotoclon cucullatus Geoffroy (Culebra de capuchón) También muy abundante, poseemos ejemplares de San Lorenzo, de San Luis y ha sido citada por BOSCA, de Mahón. Sin duda se encuentra en toda la isla (…)”. Página 215. F. Colubridae. “(…) Coluber hippocrepis L. (Culebra de herradura) o hemos hallado esta especie ni existen citas de ella en las Baleares. La anotamos aquí porque se halla en un frasco de la colección zoológica del Instituto de Mahón, como procedente de Menorca. Probablemente se trata de un error, pero preferimos indicarlo, porque de cualquier modo, sería interesante que se confirmase con un hallazgo seguro (…)”. Página 215. F. Colubridae. “(…) atrix natrix L. (Culebra de agua común. Especie que parece común 204


en las acequias y charcas de Menorca, pero que nosotros no hemos hallado todavía. Existen ejemplares en la colección del Instituto (…)”. Página 215. F. Colubridae. “(…) atrix maura L. (Culebra de agua viperina) Indicaciones iguales a la especie anterior (…)”. (121). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen I)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 37. Segunda parte. Los cuatro “animales” de las visiones de Ezequiel y de san Juan. Capítulo quinto. El león. II. El león, emblema de la resurrección y del Cristo resucitado. León junto a palmera = Resurrección. “(…) En su excelente obra sobre El arte religioso del siglo XIII en Francia (4), Émile Màle, al explicar la presencia del león emblemático en un vitral de Bourges que lo muestra cerca de la tumba de Jesús resucitado, refiere también la tradición en virtud de la cual el / (Página 38) león, en el arte cristiano, se convirtió en emblema de Jesucristo en cuanto Hombre-Dios resucitado y, también en cuanto autor y principio de nuestra futura resurrección: “Todo el mundo, dice Mâle, admitía en la Edad Media que la leona paría leones que parecían nacidos muertos. Durante tres días, los cachorros no daban ninguna señal de vida, pero al tercer día volvía el león y les daba vida con su aliento”. (…) La muerte aparente del pequeño león representaba la estancia de Jesucristo en el sepulcro y, su nacimiento era como una imagen de la resurrección” (4). (…) / (Página 39) La costumbre que antes del cristianismo se tenía en Licia, en frigia y en muchas otras regiones, de colocar la imagen del león sobre las tumbas de los reyes o de los héroes ilustres, ¿no tendría origen, al menos en parte, en la fuerza ficticia de resurrección que los antiguos atribuían al león? En el arte antiguo, su imagen suele acompañar a menudo a la palmera, que antes de nuestra era y en todo el viejo mundo, más aún que emblema del desierto, era emblema de resurrección (…)”. Página 37. Cita (4). “(…) E. Mâle, Op. cit. p. 29 (…)”. Página 38. Cita (4). “(…) E. Mâle, Op. cit, Ibid (…)”. (122). “El Zohar. El libro del Esplendor”. Traducción de Carles Giol. Colección: Testigos de la Tradición. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2008. (5ª edición: marzo). Página 205. Cuarta parte. Israel y el Mesías. II. El sacerdocio de Israel. II. 1. Los ritos. 94. Las bendiciones. Simbología de la copa = Trono de Gloria = Cama de Salomón. “(…) La copa es símbolo del Trono de Gloria, situado entre el norte y el sur y por esto se alza con la mano derecha y con la izquierda a la vez (199). Es llamada también Cama de Salomón, pues la cama debe orientarse de norte a sur (200) (…)”. Página 205. Cita (199). “(…) En la cultura semita se emplea la mano para designar los puntos cardinales. Al situarse de cara a levante 205


con los brazos extendidos, la mano izquierda indica el norte y la derecha el sur. Sobre el Trono de Gloria, ver nota 10 (…)”. Página 205. Cita (200). “(…) La tradición recomienda colocar la cama orientada de norte a sur para engendrar hijos varones (TB Berakot 5b) y otros sabios cuentan que con ello se eviten abortos. En la Igeret ha-qodes, obra que recoge tradiciones del círculo cabalístico de Gerona (ver nota 58) se dice que el motivo de situar la cama en dirección norte-sur deriva de la necesidad de evitar los extremos, según la sentencia de Salomón: o seas ni demasiado justo ni / (Página 206) exclusivamente sabio (Eclo.7:16). Del norte viene el calor y del sur el frío; situándose entre ambos extremos, el cuerpo del varón adquiere simbólicamente un punto medio de calor, con lo cual se conseguirá que no expulse la simiente antes que la mujer. Ver Feliu, E. Lletra Santa., pág. 58-60 (…)”. (123). “El Zohar. El libro del Esplendor”. Traducción de Carles Giol. Colección: Testigos de la Tradición. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2008. (5ª edición: marzo). Página 206. Cuarta parte. Israel y el Mesías. II. El sacerdocio de Israel. II. 1. Los ritos. 94. Las bendiciones. Simbología de la copa = Misterio de la fe. “(…) Así pues, la copa de las bendiciones encierra el misterio de la fe, que abarca el norte y el sur, el este y el oeste y simboliza el Trono de Gloria (…)”. (124). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen I)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 187. Cuarta parte. Los animales domésticos. Capítulo veintitrés. El cabrito. II. En el cristianismo: el cabrito, emblema del Cristo encarnado. “(…) En el pentateuco no se dice nada especial en cuanto a la inmolación del cabrito; sigue los ritos indicados para los sacrificios del ganado menor, pero como en el caso del cordero, del becerro y de la ternera, o sea de toda víctima no adulta, se relacionó con él una particular idea de inocencia. Y esa idea de pureza, que permanece intacta en los cabritos desde su nacimiento, es lo que hizo elegir antaño la piel de este joven animal con preferencia a otros cueros y a los tejidos para confeccionar los guantes pontificales de uso ritual (3). Hemos visto, en el capítulo de la Mano humana (4), que los textos litúrgicos establecen con claridad que los guantes pontificales son uno de los emblemas particulares de la inviolable pureza de Cristo. Esta misma idea de pureza, además, le valió al cabrito el simbolizar a Jesucristo con el título de víctima virginal. También fue considerado imagen misteriosa del Cristo encarnado, porque los místicos vieron en él el emblema de la vida en la carne; por eso Pedro de Riga dice en resumen que Cristo se hizo semejante al cabrito porque juzgó conveniente encarnarse y, que habiéndose manifestado así, tiene derecho a ser llamado “la cría de los ciervos”. 206


Et similes capreae Christus, quia plebis Hebreae Ortus de genere, Carmen dignatur habere; Et quia de vetere sanctorum germine natus. Extivit, himnulus est cervorum jure vocatus (5) (…)”. Página 187. Cita (4). “(…) Véase el capítulo XII. La mano humana, VI (…)”. Página 187. Cita (5). “(…) Según PITRA, Spicilège de Solesmes, T. III, p. 34 (…)”. (125). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen I)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 188. Cuarta parte. Los animales domésticos. Capítulo veintitrés. El cabrito. III. El cabrito, emblema de Cristo sustituto del hombre. “(…) La simbología cristiana siempre ha atribuido al cabrito, como emblema de Cristo, la intención de hacerle representar el misterio del amor por el cual el Redentor se puso en lugar del hombre culpable para ganarle a este la clemencia y las gracias del Padre. Esta idea de sustitución se apoya en la escena bíblica que cuenta el Génesis en la que se dice que Jacob, cubierto con la piel de un cabrito, sustituyó a su hermano Esaú para sorprender a Isaac, que estaba ciego (1). Por eso el cabrito emblemático, dice un texto de la Edad Media, es la figura de Cristo expiador que ocupó nuestro lugar; del Cristo que se cubrió de nuestros pecados a los ojos de su Padre como se cubrió Jacob con la piel velluda del cabrito para sustituir a su hermano y obtener así los favores del patriarca. Otro texto acude a su vez a prestar su ayuda a la hora de aceptar esta emblemática: desde los orígenes cristianos, el cordero inmolado por los hebreos en la primera Pascua se ha considerado que era un emblema indiscutible de nuestro Señor Jesucristo; pues bien, en la primera ley sobre la Pascua que se estipulaba en el libro del Éxodo, Moisés permite a los hebreos que sustituyan el cordero pascual por un cabrito: “Tomaréis un cordero, o un cabrito… Lo guardaréis hasta el día catorce de este mes y, en todo Israel lo inmolarán entre dos luces” (2). En todo el resto de esa misma ley pascual, el texto no habla ya más que del cordero; el cabrito, pues, solo se cita al comienzo como víctima que, a falta de cordero, puede sustituirlo; pero en tal caso, la misma virtud de preservación contra “el Destructor” prometida a la sangre del cordero pascual le está prometida también implícitamente a la sangre del cabrito. Y si uno es prefiguración de nuestro Señor Jesús, también el otro, puesto que la sangre de uno y la sangre de otro tenían el mismo valor y el mismo significado con la consagración de los mismos ritos mosaicos (…)”. Página 188. Cita (1). “(…) Génesis, XXVCII, 1-29 (…)”. Página 188. Cita (2). “(…) Éxodo, XII, 5-6 (…)”. 207


(126). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen I)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 250. Quinta parte. Los animales salvajes. Capítulo treinta. El ciervo. V. El ciervo y la herejía. “(…) El heraldista francés O´Kelly de Galway, cuya obra, muy desigual en sus distintas partes, prueba al menos que tuvo conocimiento de ciertas tradiciones antiguas muy olvidadas, dice que el ciervo fue antaño “un símbolo del Salvador, basado en el odio de este animal contra la serpiente, prototipo de la herejía” (3). O´Kelly no nos dice nada sobre cómo llegó a aparecer la idea de herejía en el simbolismo del ciervo; ¿no habrá sido a causa de la antigua idea de luz que va unida a él y, porque la herejía, uno de cuyos emblemas fue en efecto la serpiente, es en realidad una sombra maléfica / (página 251) arrojada sobre la pura luz de la verdad doctrinal, una sombra de muerte para las almas, sombra que Cristo combarte mediante su Iglesia siempre victoriosamente? (1). Mamachi (2) es más explícito cuando recuerda que a causa de la rapidez de carrera del ciervo ante los cazadores, los fieles de los primeros siglos lo tomaron por emblema de lo que consideraban que ellos debían creer y hacer contra la herejía de los catafrigios, que sostenían que un cristiano no tenía derecho a huir del martirio cuando nadie puede hacerlo sin renegar de su fe, error que apoyó incluso Tertuliano con su gran talento (3). Pero en este caso, el ciervo tan sólo es imagen del cristiano prudente y, no de Cristo; agreguemos también que el ciervo, muy a menudo, sabe morir con belleza, haciendo frente a los perros (…)”. (127). CHARBONNEAU LASSAY, L. “El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media (volumen II)”. Colección: Sophia Perennis. Traducción de Francesc Gutiérrez. Barcelona. José J.de Olañeta, Editor. 1997. Página 553. Décima parte. Las aguas de las aguas y los ríos. Capítulo setenta y ocho. El pato y la oca. I. El pato, pariente pobre del cisne. El pato = felicidad y dicha celestial. Los patos de la basílica de la illa del Rey también aparecen en un mosaico rodeado por una cenefa, y en cada una de los cuatro lados se encuentran los patos junto a ciervos y cabritos, separados por los cálices de frutas, como el mosaico de Letrán. “(…) Como hemos visto en el capítulo anterior, los pueblos prehistóricos de las regiones boreales representaban muy a menudo en sus obras de arte patos que no pueden tomarse por cisnes inhábilmente reproducidos. Di bien los significados simbólicos de estas dos aves no siempre se confunden como pretenden ciertos autores (1), no es menos cierto que el 208


pato, como el cisne, tuvo entre ellos un sentido alegórico sobre el que no tenemos información. Los patos del arte prehistórico más septentrional son Eiders, las aves más hermosas en su género después de los cisnes en las tierras boreales. Más cerca de nosotros, en las orillas de Gotland y de Prusia, de Dinamarca y Escocia, el pato de las leyendas y supersticiones seculares es la egreta. Chacornac nos recuerda que las tradiciones primitivas de aquellos países pretendían que las negretas nacían sin padre ni madre de su raza; lo hacían de las hojas de los árboles caídas al mar, convertidas en aves por la espuma de las olas (¡) (2). Algunos viajeros del siglo XIV, entre ellos Mandeville, según creo, descubrieron también en Oriente unos árboles cuyas hojas arrancadas por el viento se convertían en peces (¡!). En la iconografía antigua de los países clásicos, sobre todo en la de los romanos, aparece bastante a menudo el pato. Lo vemos sobre todo en el arte cristiano del primer milenio, ya sea en el decorado de las catacumbas, ya sea en el de los primeros edificios construidos por la nueva religión: hasta estos últimos años se daba por cierto que la imagen del pato no correspondía en ese caso a ninguna intención simbólica y que solo tenía papel decorativo. Pero no es verdad. Vemos que en ellos el pato suele aparecer jugueteando solo, en pareja o en grupo, en estanques de aguas límpidas en los que abundan juncos, nenúfares, iris o sagitarias. Es la réplica acuática de los prados floridos, de los pequeños valles sombreados donde pacen ciervos y corderos, de los bosquecillos y cenadores enguirnaldados por los que revolotean y cantan pájaros de todas las clases. Allí todo es alegría, paz y serenidad. En esos prados cubiertos de flores, en esos bosquecillos verdeantes, en esos pequeños valles encantadores, se ha visto con razón una imagen satisfactoria de los edenes celestiales destinados a recompensar las almas bienaventuradas de los Justos. ¿ o se desprende la misma / (Página 554) impresión del espectáculo de las aves que nadan en los estanques luminosos y tranquilos o que se chapuzan en suntuosos estanques? ¿ o surge esta relación, por ejemplo, ante el soberbio fresco de la catacumba de los santos Pedro y Marcelino en Roma (1)? Parece pues que el pato, por lo demás ave de naturaleza alegre, se lo relacionó con la idea de Felicidad, felicidad entendida por supuesto en el sentido espiritual de la palabra, es decir, que designa la incomparable y eterna dicha del cielo. En Roma, en el baptisterio de Letrán, hay un mosaico que viene en apoyo de este tema: una pareja de patos se dirige, uno de cada lado, a una copa rebosante de frutas, igual que en otros lugares hay una paloma a cada lado de la copa eucarística llena de panes (Fig. I). Ahora bien, la copa de frutas simbólica, como el cuerno de 209


la abundancia, posee en sentido concreto de emblema de la Felicidad en la sobreabundancia de todos los bienes. Y en la escena de Letrán las dos aves representan dos almas justas y, hacen pensar en las imágenes del Ciervo y la Cierva que en otros lugares encontramos a cada lado del Árbol de la Vida o del Montículo místico del Cordero. También son probablemente imagen de las almas bienaventuradas los patos que nadan en aguas tranquilas o están cerca de fuentes que manan, en los decorados de varias iglesias antiguas de Rávena, de ápoles, de ola y otros lugares (Fig. III, de las almas que han recibido la recompensa imperecedera de la que Cristo es autor y generoso distribuidor (…)”. Página 553. Cita (1). “(…) A. DE GUBER ATIS, Mythologie zoologique, T. I,. p. 163 (…)”. Página 553. Cita (2). “(…) Cf. P. CHACOR AC, en Le Voile d´Isis, T. XXXVII, 1932, p. 458 (…)”. Página 554. Cita (1). “(…) Véase Dom H. LECLERCQ. Dictionnaire d´ASrchéologie chrétienne, T. II, vol. II, col. 1819 (…)”. Página 554. Cita (2). “(…) Cf. Dom H. LECLERCQ. Dictionnaire d´ASrchéologie chrétienne, fasc. 136, col. 2032 y ss (…)”. (128). HERNÁNDEZ PONSETI, Mauricio. “Catálogo de las aves observadas en la isla de Menorca”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón. Y de las sociedades afines domiciliadas en el mismo. Año XIV. Quinta Época. Tomo V. Mahón. Establecimiento tipográfico de M, Sintes. 1910. “(…) Catálogo de las aves observadas en la isla de Menorca por D. Mauricio Herández Ponseti. Farmacéutico. (Conclusión). Subfamilia LVI.- Anastinae. Anas boschas. L.- Cast. Pato silvestre.- Men. Al macho. Coll blau; a la hembra, Rossa. Común y sedentario en Menorca. Habita toda Europa. Frecuenta todo el año las lagunas de esta isla, en cuyas inmediaciones anida. Es ave muy codiciada por los cazadores, quienes se reúnen en gran número para darle caza, consiguiendo capturar muchos ejemplares en la Albufera y lagunas de Tirant y Lluriach, siendo la época más apropiada cuando los individuos jóvenes empiezan a tomar el vuelo. Cuando adultos son muy esquivos, levantándose muy alto toda la bandada a los primeros tiros. Pone de ocho a catorce huevos de color gris verdoso muy claro (…)”.

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Anexo documental

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Basílica de Es Fornàs de Torrelló

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Motivos simbólicos de animales de la basílica de Es Fornàs de Torrelló. (Foto: Lola Carbonell Beviá. Año 2010).

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Basílica de L´Illa del Rei

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Basílica L´Illa del Rei. (Foto: Gentileza de Carlo Cestra. www.carlocestra.com)

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Basílica L´Illa del Rei. (Foto: Gentileza de Carlo Cestra. www.carlocestra.com)

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Basílica L´Illa del Rei. (Foto: Gentileza de Carlo Cestra. www.carlocestra.com)

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Basílica L´Illa del Rei. (Foto: Gentileza de Carlo Cestra. www.carlocestra.com)

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Basílica L´Illa del Rei. (Foto: Gentileza de Carlo Cestra. www.carlocestra.com)

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Basílica L´Illa del Rei. (Foto: Gentileza de Carlo Cestra. www.carlocestra.com)

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Reproducción de los mosaicos de la basílica de L´Illa del Rei

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Mosaico de la basílica L´Illa del Rei. (Foto: Gentileza de Carlo Cestra. www.carlocestra.com)

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Mosaico de la basílica L´Illa del Rei. (Foto: Gentileza de Carlo Cestra. www.carlocestra.com)

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Mosaico de la basílica L´Illa del Rei. (Foto: Gentileza de Carlo Cestra. www.carlocestra.com)

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Mosaicos de la basílica L´Illa del Rei. (Foto: Gentileza de Carlo Cestra. www.carlocestra.com)

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Lola Carbonell Beviá, alicantina de nacimiento, es historiadora, especializada en Humanidades Contemporáneas. Ha realizado numerosas monografías sobre la Historia de la Edad Media de Menorca y, sobre su Protohistoria. En este trabajo de investigación, se ha centrado en demostrar el significado de la emblemática reflejada en los mosaicos paleocristianos de Menorca.

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