Ruben A. Spaggiari
Caral, la Atlรกntida Sudamericana
Una visiรณn de nuestras culturas Fps/Ras/PDF 1
2
3
1ª. Edición electrónica del autor, Abril, 2016 Está permitida la reproducción total o parcial del texto haciendo mención de su origen.
4
Ruben A. Spaggiari
Caral, la Atlántida Sudamericana América, sus Culturas ¿Sangrientas y Sacrificadoras? El Perú y Chavín que conocí.
Fps/Ras/PDF
5
6
Quiero dedicar este pequeño y modesto libro a todos aquellos que con sus búsquedas y sueños, alimentaron los míos, mi curiosidad, para poder mirar el mundo circundante con un criterio propio e independiente; a todos ellos les debo y agradezco lo que me brindaron; en especial a Dn. Merino González Moreno y al Dr. Luis G. Lumbreras, (Foto) a todos los eximo de responsabilidad por mis opiniones, especulativas y propuestas de este texto.
7
8
Introducción
Desde un comienzo, debo especificar que la razón de este libro es puramente especulativa, ya que no me asiste más razón para desarrollar esta propuesta, que la misma historia trasmitida por nuestros antecesores sobre nuestras culturas madre; razón empero que considero lo suficientemente fuerte como para justificar su desarrollo. Esta visión de nuestro pasado se opone al eurocentrismo impuesto a partir del siglo XV como una forma genuina de hacer una revaloración de nuestras culturas originarias y de nuestra propia identidad. Desde edad muy temprana en que comencé seriamente a interesarme por nuestro pasado, su historia, social y política, como también el tratamiento que el consenso (*1.) otorgaba a la cuestión.
No me cerraba en absoluto la historia sacrificadora y sangrienta de los pueblos Centroamericanos, estigma a la que no pudieron substraerse los pueblos que comenzaron a surgir posteriormente de las entrañas Sudamericanas. Las expertas manos de hombres como Antonio Raimondi, Florentino Ameghino, Raphael Girard, Julio C. Tello, entre otros nos dieron un 9
pasado plagado de esplendor enturbiado por el derramamiento de sangre, la violencia, el poder absolutista y una teocracia que supuestamente asombró a los extirpadores de idolatrías que llegaron a estas tierras para “Evangelizarlas”. En una sociedad propensa al oscurantismo, deseosa y buscadora de conocimientos, que el poder encerraba en monasterios y abadías, impactó que salvajes “sin alma” dieran muestras de un saber, apertura mental y disposición para el aprendizaje que igualaba o superaba a sus opresores. Esto debió impactar y generar un gran desconcierto en las mentes “Ilustradas” (*3) del siglo XV. Hallar manifestaciones artísticas que requerían un conocimiento empírico, abstracto y el manejo de una visión del contexto generalizador, superaba la comprensión aceptable. Cuando llegué a Perú ya traía conmigo ese bagaje de descabelladas ideas sobre nuestro pasado y en aquel entonces solo tenía conocimientos superficiales sobre los trabajos de Raimondi, Tello o Girard, conocía, como era de esperarse, la vida y los trabajos de nuestros compatriotas Imbelloni, Vignati, Casamiquela, los hermanos Carlos y Florentino Ameghino, próceres de nuestro saber;
10
lastimosamente olvidados en el inconsciente colectivo de nuestro país. De un Gran reconocimiento en toda América Latina, como pude constatar posteriormente. Al comenzar indagar sobre historia del Perú compré dos versiones de Federico Kauffmann Doig de la edición “El Perú Arqueológico” Lima 1963 y el tratado breve del Perú preincaico en rustica, ilustrado solo con “plumas” (*2). Primera edición, rústica, Editorial. Kom-Pak-Tos durante un mes me sirvieron como mis textos de consulta. Luego de mis charlas en la B.N.L. conocí a Ernesto Aiza Riesco y Tiberio Petro León, quienes se convirtieron en mis colaboradores durante mi estadía en ese país. Para interiorizarme de la arqueología peruana y ponerla en contexto con la indoamericana “Tito” me obsequió un libro de su tía la historiadora Dolores Riesco Díaz, sobre “Las Grandes Culturas y su Filosofía Comparada”. Releyendo sobre estas culturas y su filosofía volvieron a la superficie aquellas ideas, más seriamente después de conocer Chavín y Sechín situación que se acrecentó al conocer las piedras de ICA y a su descubridor y analista investigador el Médico peruano Javier Cabrera Darquea, conocer su trabajo y aquello que esas piezas expresaban. 11
Lo mismo me pasó cuando solicité un permiso para investigar la obra de María Reiche en la Biblioteca Nacional de Lima, aquella que fundara nuestro Gral. San Martín. En esa recorrida por los libros publicados por María Reiche, material que debía conocer en su totalidad si quería conversar mano a mano con ella en su reducto de Nazca. Aproveche que tenía que dar dos conferencias en el auditorio de la Biblioteca y solicitar la autorización en ese momento, cuestión que naturalmente me allano el pedido. Recorrí excautivamente párrafo a párrafo y fiché cada texto de María Reiche buscando referencias explícitas, aunque más no sea veladas a los ovnis o a la función de las figuras o como podían ser observadas. Esas observaciones, las lecturas, las conversaciones con interlocutores válidos, ampliaron mi visión sobre los tantos interrogantes y enigmas que se disparaban a cada paso que daba en ese extraordinario País y fundamentalmente se acrecentaba mi posición con respecto a las supuestas Sangrientas y Sacrificadoras culturas del Continente. En esos días, Tito me había invitado a unas conferencias en la Universidad de Ayacucho donde un joven estaba dando que hablar con sus posturas 12
políticas; yo que estaba demasiado enfrascado en mi mundo como para escuchar propuestas políticas de un estudiante, agradecí y le pedí dejarlo para mejor oportunidad. Estaría demás decir que después de una triste experiencia, a mí llegada a Lima con mi equipaje, que me inmovilizaron allí por tres meses, sin opción ninguna, todo se resolvió satisfactoriamente gracias a la buena disposición y don de gente de mis nuevos amigos. Ellos me proporcionaban la tan necesaria movilidad, que en Perú es indispensable, para recorrer los distintos sitios fuera de la “Lima Cuadrada” (Vieja o colonial) y la Lima Moderna y extremadamente extendida. Para movilizarme en la ciudad hacia museos e instituciones, donde concurría por las obligaciones de mi viaje, aprendí a movilizarme con taxis compartidos en recorridos punta a punta o el colectivo público, muy efectivo. El tema central sobre nuestras culturas y la imagen que nos han inculcado y enseñado desde nuestra infancia, en cuanto libro de texto se trata el tema; en todas la expresiones artísticas en las cuales se recrean características y costumbres de algunas culturas, siempre se destaca sus aspectos
13
sacrificadoras y sangrientas, lo vemos en pinturas, artesanías y en el cine. Es cierto que las expresiones artísticas que nos han dejado parecen decirnos eso, como ocurre en Sechín o en Chavín, la cultura Azteca y otras culturas Centroamericanas. Pero, ¿Podría suceder que esa manifiesta muestra del
comportamiento
social
tuviera
otra
interpretación, que arbitrariamente ignoramos? Creo que sí, ese es el objeto de esta propuesta. Buenos Aires Marzo 2016
Resumen de la propuesta
La misma es presentar un número de pruebas o señales impresas en nuestra historia y vestigios Arqueológicos que nos demuestren, que nuestras culturas utilizaron su mística o cosmovisión, al igual que otros pueblos conocidos, para sobrellevar las circunstancias políticas de sus complejas sociedades, en cuyo seno, no siempre se hacía fácil explicarle a las personas algunos hechos que las clases 14
sacerdotales o dirigentes debieron acomodar o disfrazar en información creíble; esto, a mi entender fue el primer ejemplo de “propaganda” que podemos registrar en este territorio.
Summary of Proposal It is to present a number of tests or printed signs in our history and archaeological remains show us that our cultures used their mystical or worldview , as known other people, to cope with the political circumstances of their complex societies , within which It not always made it easy to explain to people some facts that the priestly classes or leaders should accommodate or disguise credible information; This , I believe was the first example of "propaganda " that can record in this area .
15
NOTAS a la introducción.
*1.- Consenso: Término utilizado para designar el sistema de pertenencia social de las ideas fuerza; Corpus de conocimientos, aceptado por todos los integrantes, que marcan un rumbo a la sociedad, forma de sentir o pensar. *2.- Plumas: (PLUMA Ilustración de línea de un solo tono. Vocabulario de la industria gráfica.) Término utilizado por la industria grafica para identificar un cierto tipo de ilustraciones o dibujos que no requieren otra técnica que el trazo para su impresión. *3.- Ilustrada: Se dice de la persona o personas con un cierto grado de preparación e instrucción. (“… mentes más o menos “Ilustradas” del siglo XV. …”) En 1492 España estaba, como toda Europa, saliendo del período que se denominó “Edad Media”, considerado erróneamente una etapa oscura de la humanidad. Se la rotuló así por ser un período de una enorme desigualdad social y humana, donde la vida de las personas valía menos que nada. Oscura por su carencia de iluminación, en todo sentido.
16
La de la llama de velas o de diversos materiales oleosos que producían humo tiznando todo con sus nubes negras. Esta época de carencias sociales de todo tipo ensombreció tanto la vida de las personas; personas que no tenían acceso, a otro bienestar, que aquel ofrecido por su propia, subsistencia. Esta etapa y la siguiente el “Renacimiento” fueron los períodos más oscuros de la Iglesia ya que ésta, durante la “Edad Media”, se reservó para sí todo el poder terrenal y celestial, apelando a la carencia total de instrucción de la población. El saber se encontraba reservado y circunscripto en las Abadías y Seminarios, Monasterios u otra institución religiosa; los clérigos encargados de las transcripciones, de libros y traducciones de “Obras Clásicas” que se realizaban a mano, como vimos en “El hombre de la rosa” del genial H. Eco.
Ellos tenían un sitial de privilegio y saber, de los que carecía otros integrantes de la sociedad, que ni siquiera los Reyes ostentaban, muchos nobles fueron incapaces de escribir sus nombres; Este fue el único que se consideraba con derecho a recibir instrucción, se lo adiestraba en el uso de las armas y su educación consistía en las reglas de la guerra y costumbres y usos de su “Clase”. 17
Por esta razón cuando surgió la primera semilla de la discordia a ese supuesto “Oscurantismo” se lo llamó “Iluminismo” y sus primeros cultores fueron sacerdotes disidentes de Roma que bregaban por un pensamiento más humanista, menos absolutista, de esta época es la muerte en la hoguera, (1600) del monje Giordano Bruno. (Filipo Bruno fue un astrónomo, filósofo, matemático y poeta italiano, estudió en la Universidad de Toulouse y fue fuertemente influenciado por las ideas de: Pico de la Mirándola; Nicolás Copérnico entre otros grandes disidentes del estatismo generado por el poder de la Iglesia.)
Este fue el motivo por el cual algunos cronistas posteriores comenzaron a llamarla “Etapa de oscuridad” pero considero injusto esa designación solamente por uno de los rasgos característicos y no se tuvo en cuenta que la desigualdad y carencias que asolaban esa época fustigaron a sus integrantes a la búsqueda desesperada de soluciones que nos condujeron al “Iluminismo”.
18
Cap.- 1º.La
magnificencia de las construcciones arquitectónica de América precolombina introduce al observador en un mundo fantástico e irracional. Cuando estas obras fueron saliendo a la luz y mostrándose a los investigadores y estudiosos, éstos, ineludiblemente comenzaron a comparar, con el mundo conocido. Los descubrimientos de los últimos años en Perú han desenterrado evidencias indiscutibles de culturas muy avanzadas que revolucionaron los paradigmas de la evolución demográfica, Arquitectónica, urbanística y social. Y modificado conceptos que se tenían profundamente arraigados. Por ejemplo sabemos que después de salir a la luz Caral, en el Valle de Casma en proximidades a la cuenca del Río Supe, Perú en el área central del país; hoy por hoy, el sitio arqueológico más importante de cuantos se han descubierto en los últimos años, ha modificado nuestra moderna percepción del pasado de la humanidad, sus realizaciones y objetivos. Modificó nuestra percepción de las culturas antiguas y su contemporaneidad entre sí; modifico la visión que teníamos de la sociedad urbana, como surgieron las ciudades y el conglomerado urbano. 19
Demostró, inequívocamente que existían, en los albores de la humanidad, grupos humanos, o sectores, dispuestos a vivir sin engendrar violencia contra otros; quienes priorizaron crear una sociedad urbana que se dedicara a producir, intercambiar, comercializar, distribuir en la región los productos de su esfuerzo. Cuando todos teníamos conceptualizado que las ciudades surgieron como única respuesta para repeler a los agresores e invasores, se aunaron fuerzas, construyeron murallas y bastiones defensivos contra los invasores. Si bien, sólo se trataba de una hipótesis, había especialistas a los cuales les era imposible concebir el surgimiento de las sociedades urbanas, sin la existencia de las guerras. Que fue lo que motivo ese rotundo cambio de rumbo de los grupos humanos; como pasaron de su nomadismo, grupos humanos cazadores, recolectores y posteriormente, cazadores, agricultores y un incipiente sedentarismo a convertirse insipientemente en una sociedad urbana. Creo que el hecho de no tener una “Ciudad madre” de la cual partir y mirar allí, como solicitaban algunos, hacía difícil a los especialistas pensar contra el “consenso” que impedía, a pesar de hallarse dispuestos, recorrer otros caminos. 20
Caral arrojó por tierra todo eso, y nos mostró una cultura centralizada en la religión, la música y el comercio con toda la región y sus áreas vecinas, donde se abastecían de aquellos productos que no producían. La Costa, les proveía productos de mar, cuyos restos en abundancia jalonan el sitio y nos cuentan su legado; al igual con los productos selváticos, vestigios que se han encontrado en las excavaciones. Se había convertido en la “Ciudad Madre” que los especialistas pedían y a mí me aportó el empuje que me faltaba para animarme a desarrollar mi propuesta que no es otra que demostrar que las ilustraciones líticas dejadas en las construcciones arquitectónicas de Perú y Mesoamérica, que asombraron a nuestros precursores, en su mayoría, no obedecen a escenas de sacrificios o actos de barbarie como se transmitió por siglos.
Intentaré demostrar que esta visión obedece a un preconcepto, peyorativo, negativo con el cual nuestra “Cultura Occidental” del siglo XV, miraba y medía los nuevos descubrimientos y a sus moradores; visión que se nos inculcó hasta el cansancio desde la escuela primaria.
21
Hoy sabemos que Chavín, aquella cultura felínica que J.C.Tello descubrió y catalogó como la “Cultura Matriz” de América surgió 3.000 años después, pero lejos de desarrollarse aisladamente en su nicho geográfico todas ellas estaban íntimamente ligadas.
Macana: con porra de piedra
Los especialistas suponían que todas las expresiones arquitectónicas del Valle del Casma, Perú, aún cuando se encuentren temporalmente distantes, eran continuación o reflejo de una cultura que se había expandido hasta su región influenciando una manifestación propia, con rasgos y características locales. Caral les dio un espejo donde mirarse y se convirtió en la “Ciudad madre” que faltaba en el “Puzle” de la arqueología mundial, modificando el paradigma cultural evolutivo de la humanidad.
22
Dadas las figuras de las lajas de Sechín uno esperaría que en el complejo o sus proximidades se hubieran hallado entierros masivos, huesos de cuerpos desmembrados urnas conteniendo entrañas o viseras de los sacrificios. Supondría la existencia de fosas comunes que abundarían, pero no. Trepanación: Nótense los cortes longitudinales formando una figura cuadrangular para dejar al descubierto la masa encefálica y permitir la liberación de la presión. Los cortes, se prolongan más allá del punto de contacto angular o vértice, esto se produce cuando la herramienta de corte como en este caso es circular o semicircular, como lo es el Tumi y la técnica para su uso.
Lo mismo sucede en Chavín, donde la feracidad manifiesta de las representaciones artísticas y arquitectónicas, eso parecen expresar; los enterratorios hallados en las inmediaciones no muestran nada anormal ni asociadas a los rituales del complejo. En cambio sí hay en Chavín un inequívoco llamado de atención a todos los estudiosos que 23
vinieron después; un llamado de atención, tan estridente que resonaría en todo el Perú, pero que sólo podría ser escuchado por quienes estuvieran preparados para hacerlo. El párrafo anterior surgió después de conocer los trabajos de Luis Lumbreras y su equipo que en Chavín sacaron a la luz revelaciones, para el sitio y las culturas asociadas, muy llamativas y comprometedoras para el “Consenso”, motivo por el cual permanecen silenciados.
Tumi: Cuchillo ceremonial (ornamental-decorativo) no fue de uso quirúrgico.
No prohibidas, sino acalladas, sólo se hacen referencias o menciones sobre estos hallazgos muy ocasionalmente y en publicaciones intrascendentes.
24
Paradójicamente la Dra. Ruth Shady, descubridora de Caral y directora del complejo de referencia, fue en la época a la que yo me refiero, en mi estadía en Chavín, colaboradora de Lumbreras. Simultáneamente, como es costumbre todos los profesionales de las ciencias sociales suelen realizar distintas actividades, en otras tantas instituciones, trabajos de campo, publicaciones; Ruth Shady en aquel tiempo se hallaba encarando un trabajo en Cajamarca sobre los enterramientos en las “Chullpas”, tal el nombre de esas extrañas torres que se yerguen silenciosas en las tierras norteñas de Andamallo o Negropampa. (Cuadernos de Junio 1976) Sí, Lumbreras dirigía, en el Museo Nacional de Antropología y Arqueología, las publicaciones de la serie de trabajos de campo, para la biblioteca del Museo, como editora de los cuadernos de la serie “Investigaciones de Campo” estaba Ruth Shady quién años después despertaría a Caral de su largo letargo. Tumi: Cuchillo ceremonial o quirúrgico. Este puede ser utilizado para prácticas quirúrgicas ya que permite ser manejado con mayor facilidad al permitir semi-rotar la muñeca.
25
Aquello que la arqueología sobre Caral, relató a los especialistas, un conglomerado urbano sumamente importante albergó tantas personas que se convertiría en el lugar ideal para traducir lo que para el “Consenso” se esperaría hallar, sin embargo ocurrió lo mismo que en Sechin y Chavín, ni rastros de fosas colectivas, enterramientos traumáticos, u otro indicio de estas situaciones. Siempre se han encontrado manifestaciones de tratamientos óseos realizadas sobre cuerpos que habían sufrido lesiones por compresión como resultados de las batallas; recordemos que el arma más popularizada entre los pueblos Indoamericanos fue la “Macana” una especie de masa, garrote ligero que podía tener una porra de piedra. Se hallaron cráneos trepanados cuya técnica de trepanación, según se explicó, se habría realizado mediante una herramienta o cuchillo ceremonial llamado “Tumi”.
Hay
tratados específicos sobre estos hallazgos que asombraron a los especialistas, sin respuestas convincentes o concluyentes, para el cumulo de preguntas, surgidas tras la aparición de esta medicina practicada por los antiguos Amerindios.
26
Esto, como era de esperar, daba pie a quienes tenían hipótesis fantasiosas sobre la humanidad y su evolución cultural. Fueron tantos los interrogantes que surgieron de estas prácticas ancestrales y tantas las posturas descabelladas que comenzaron a circular en los ambientes interesados, que algunos especialistas se vieron obligados a explicar estas técnicas médicas, se publicaron tratados específicos sobre el particular dentro de la antropología. Una especialidad que siempre estuvo latente en las incumbencias antropológicas, la relación intima con la medicina, así surge en los sesenta y setenta del S. XX, la “Antropología Médica” que desalentó a esas especulaciones falaces, sin contenido y busca las tan necesarias respuestas. Cuando surgió, a través de una búsqueda personal, mi viaje por tierras sudamericanas, llevaba conmigo una carga de interrogantes que no tenían cabida en mí, las especulaciones fluían y tenía que acallar mi mente, tranquilizarme. Como ya relaté mi viaje comenzó en Temuco, Chile el observatorio de La Serena, lugar de mi primer exposición fuera de mi país, después Santiago de Chile por unos meses partiendo luego, por tierra hacia Lima, Perú; Allí a mi llegada tuve un contratiempo, como dije, realmente la hubiera pasado 27
muy mal si los anfitriones de mi viaje, la Delegación Peruana de la UNESCO que dirigía el Dr. Rey Riberos, me allanó todos los contratiempos y agilizó los contactos que yo requería en la ciudad. Los siguientes días realicé tareas en Lima, viendo a los contactos, dando conferencias, para las que había sido invitado en distintas instituciones relacionadas con la UNESCO y además comenzar a ver la bibliografía sobre María Reiche en la Biblioteca Nacional y averiguar si podría dar una o dos conferencias fuera de programa para obtener algún recurso, ya que comenzaban a faltarme. Logré comenzar a trabajar en la Bibliografía sobre la obra de María Reiche y obtuve dos fechas para las conferencias, después un Médico oncólogo me invitó a dar una en el “Instituto Unanue” sobre la “Fórmula Biométrica” luego la delegación de la UNESCO me pidió agregar una conferencia en el Instituto de Autores y Compositores, el Sadaic peruano, que presidía Chabuca Granda; finalmente todo fue solucionándose y las cosas fueron marchando para mí. Por aquella época habían aparecido las figurillas de Acambaro (*1) y un tal Carlos Castaneda (*2) hacía furor con sus libros y proponiendo una nueva visión de nuestra “Aparente realidad” y nos instaba a buscar la otra realidad. 28
Como si esto fuera poco, conocí la existencia de las piedras de ICA (*3), me obsequiaron el libro del Dr. Javier Cabrera Darquea, biólogo peruano, a quién conocería en unos días, pero aún no lo sabía, el libro, de la editorial INTI reflejaba la propuesta donde el autor expone todo sobre estas extrañas piedras, emparentadas geográficamente con nazca y su pampa y la tarea de María Reiche (*4). Pronto me familiaricé con el mensaje de Cabrera y me programé conocerlo, junto a María Reiche.
Notas Cap. 1.-
1.- Acambaro: Es el nombre de una localidad de México donde en 1945 el arqueólogo alemán Waldemar Julsrud rescató unas figuras de terracota representando reptiles y dinosaurios extintos, con motivo de la controversia planteada, (Convivieron esos artesanos con esos reptiles) se realizó una datación con un sistema experimental de 1969, la Termoluminiscencia si bien los resultados aquellos fecharon esas figuras 2.500 A.C. En 1972 dado que la polémica continuaba se repitió la datación y se determinó, como suele suceder con casos y situaciones similares, que las 29
piezas de referencia correspondían a falsificaciones modernas; en el 77 cuando yo me encontraba en Perú y estaba descubriendo, para mí, ese mundo nuevo, la polémica de Acambaro continuaba y aún permanece abierta. La polémica se mantiene abierta a través de quienes continúan los pasos de quién fuera el precursor de este supuesto descubrimiento en el museo que existe en esa localidad. 2.- Carlos Castaneda/Castañeda: Fue un prolífico escritor y antropólogo que con sus escritos donde exponía relatos de vivencias y propias experiencias con los naturales del desierto de Sonora en México; proponía una vivencia personal desprovista de ataduras o mandatos que la acotaran con interpretaciones preconcebidas, proponía dejar atrás la “Historia personal”. Detrás de su persona se desató una corriente intelectual y Mística que desarrolló detrás de su persona un culto hacia “Otra realidad”; tengamos en cuenta que esos años fueron los años de la “Nueva Era” y la apertura de una mentalidad socio cultural de búsqueda hacia otra percepción vivencial, que por otro lado proponía una rama del saber, seria y respetada como la física. Desde la física cuántica y su famoso experimento de la “Rendija” las ciencias exactas terciaban en una nueva visión de una realidad que, el hombre común, entendía cada vez menos. Castaneda como una forma de promoción de su obra y seguramente siguiendo los consejos de sus 30
agentes y editores, ya que lo preservaba de los riesgos de la popularidad, dejo de tener contacto con el público y sus fanáticos y seguidores; estos comenzaron a darle forma a una “Leyenda urbana” con todos los ingredientes que esta debe contener. En 1977 Castaneda comenzaba a crear su historia y era poco conocido para mí que había leído “Las enseñanzas de Dn. Juan y El anillo de Poder” casi no sabía nada de él en lo personal y aquello que conocía a través de sus libros resulto ser una propuesta muy interesante, sobre todo su propias vivencias con el shaman don Juan Matus, el indígena “Yaqui” que fue su mentor e instructor durante esos años. Durante el relato de mis vivencias en Perú contaré con mayor detalle como llegué a conocerlo, (Relato que conté sólo una vez en Más Allá de la Ciencia en 1992 y que motivó un retrato hablado publicado en esa edición.)
Cabe destacar que hasta después de su muerte, ocurrida en 1998 en California, no se conocían imágenes suyas y su historia personal se había constituido en un enigma, que él mismo había alimentado en vida. 3.- ICA: Ciudad y departamento de Perú, centro de expansión de los famosos glifos andesíticos conocidos como “Piedras de ICA”. Dichos cantos rodados de constitución geológica catalogados como “Andesitas” hallados en el desierto de Ocucaje, de la región; en ICA vivía su analista y propulsor el Dr. en Biología, Javier 31
Cabrera Darquea, autor del libro “El mensaje de las piedras de ICA” de edit. Inti sol, en el texto aportaré mayores precisiones. 4.- María Reiche: Matemática e investigadora de origen Alemán que a instancias de su mentor de su juventud, Paul Kosok llegó a Perú para ver y estudiar las figuras de Nazca. “La bruja de la escoba” como, cariñosamente le decían los lugareños jamás se marchó y dio sus fuerzas y su vida por sus figuras, lo que ellas expresaban y representaban; Durante el texto ampliaré detalles de mi experiencia.
32
Cap.- 2º.-
Cuando mis amigos me llevaron a Chavín nunca pensé que el destino estaba jugando su carta; Inmediatamente me sentí atraído por esas ruinas sus expresiones escultóricas y su arquitectura que debo reconocer me resultaba extraña, pero no encontraba la razón. En una de esas noches de fogón, sin fogón sólo el calentador para el café o el agua para te, ¡Cómo extrañaba el mate! Durante esos días varias veces me acordé pero no con la suficiente insistencia, poco me había ocupado de hallarla y sólo regresaba a mi memoria a las horas de necesitarla. En una de esas noches le comenté, con cautela primeriza, a Merino mis observaciones sobre la pirámide, los templetes superiores y esas extrañas escalinatas que los comunicaban, escalones poco funcionales, por cierto, para cumplirla. Merino, me escuchaba, creí percibir que esbozaba una sonrisa y luego me dijo que sería bueno que conociera al Dr. Lumbreras – como cambiando el giro de la conversación o eso me pareció a mí - Luego me pregunto si habíamos visto la piedra de la plaza circular, que se encontraba
33
guardada en los laberintos con la figura de la Gorgona. No, no la hemos visto, ¿Cómo la Gorgona? La representación de la figura mitológica griega ¿Dónde estaba en la plaza circular? – Pregunté, pero Merino se mostraba poco elocuente y dispuesto al diálogo, situación que respeté -.
Frente de la lapida de la Gorgona felinica como todas las expresiones chavinoides; la semejanza pictórica y conceptual con la griega puede ser argumento de especulaciones; ya hemos visto arqueología comparada en nuestras culturas y el viejo mundo.
Aspectos importantes de mi transculturación en un país y sociedad extraña o nueva, para mí, fue 34
saber, percibir los tiempos de las personas, sus supuestos estados de ánimo, y respetarlos. Con más razón con los peruanos naturales, menos culturizados o acriollados, quienes se manifiestan reservados con los extranjeros; dando muestras de cuanta desconfianza se encuentra internalizada su memoria ancestral. Es curioso, este aprendizaje de aquellos años me sirvió mucho para comprender a los grupos humanos que traté durante mi compromiso y militancia con la causa Indianista, sabiendo guardar mi lugar en todo momento. Este aspecto me permitió ganarme un lugar de cierto privilegio entre los pueblos que traté, las personas que conocí y me brindaron su amistad. Aspecto que siempre atesoraré. Después de sus largos silencios, que intentábamos respetar, conversando entre nosotros si la oportunidad lo requería.
Merino nos dijo, “… Busquen la piedra de la Gorgona, les gustará; busquen, con cuidado, bajo las lajas del piso de los pasadizos.” En los años de referencia no existía en Chavín ninguna actividad asociada al sitio, comercio de replicas o reproducciones, biblioteca o museo. Así que había comprado información turística en Lima sobre el sitio, antecedentes históricos y 35
arqueológicos y así supe de la existencia de José Luis lumbreras y de sus trabajos en Chavín. Pero la información completa y detallada que me interesaba realmente, la recibí del propio arqueólogo cuando, ya de regreso en Lima, fui a verlo en su despacho del Museo de Pueblo Libre. Allí adquirí los cuadernos de campo a los que me refiero de la Biblioteca del Museo de Antropología y Arqueología, colección de la cual Lumbreras era su director y su editora era Ruth Shady Solis.
Por esta razón no tenía preconceptos o una visualización previa al llegar al sitio y toda la información a modo de rastros que nos deslizaba 36
Dn. Merino González la registrábamos en una libreta de apuntes. Los días que transcurrieron siguiendo las pequeñas sendas que habíamos registrado fueron muy intensos, el hallazgo de Lumbreras, que yo desconocía a ese momento, estaba comenzando a revelarse a nosotros, no tenía ninguna explicación racional, las otras, las que sabíamos debíamos reservarnos, se acumulaban en nuestra mente. Der: Portada y una pag. de la libreta de apuntes de las actividades en el sitio. Abajo: Plano de la zona arqueológica y su situación en el entorno; puede observarse los dos ríos que son los que aportan la base hidráulica del sistema.
37
Contexto geográfico de los sitios arqueológicos más importantes de Perú
38
Esta circunstancia nos demostró cómo la mente humana rellena los espacios vacíos de la razón con elucubraciones plausibles, aún cuando estas, escapen a ella. Por tratarse de un sitio arqueológico activo, intente interiorizarme de los trabajos de los precursores e información general sobre la cultura, no formarme una visión del sitio antes de estar allí.
Proyección, Boceto: Desde el laberinto del lanzón, de una aproximada vista exterior que presentaba la pirámide semi-enterrada por el aluvión, donde se ve el ingreso a las galerías. Además puede observarse la alineación de la plaza con la escalinata y la cavidad sobre el monolito en la galería. Plano de visitantes, 1970
Si miramos en detalle vemos en el boceto de la izquierda: Fig.3-Pag. 33 (Realizado directamente, a mano alzada y a la 39
tenue luz de unas bombillas en la galería del lanzón, durante las
En primer plano la plaza circular, con su la escalinata, que se encuentra orientada en su eje, con la cavidad que se halla sobre el lanzón, en el centro del laberinto. mediciones.)
Imagen distorsionada, mirando al lanzón desde el eje mayor de la cruz, en la parte superior se observa la cavidad cuadrada en el techo del laberinto, que a su vez es el piso exterior del montículo externo, alineado en su eje con la plaza circular. Der: Monolito del lanzón y detalle de sus bajorrelieves
40
Buscando respuestas a los interrogantes que surgían, casi a diario, al tomar mediciones y observar la arquitectura de la pirámide y los “pasajes” o conductos muy estrechos que corrían, por cortos espacios, en la misma dirección de las galerías, por debajo de las lajas que a modo de tapa, cubrían ciertos tramos, de los pisos de las galerías.
41
Aspecto constructivo de las galerías interiores
Estos
conductos por los cuales, ni arrastrándose en cuclillas, agazapados y haciendo un gran esfuerzo se podía avanzar sobre un fango que se impregnaba en las manos y la ropa. Como nosotros no teníamos permisos formales para trabajar en el sitio y sólo podíamos realizar algunas tareas de nuestro interés, gracias al apoyo de Dn. Merino quien después de los primeros días se mostro más dispuesto y locuaz con respecto al sitio. Nos hacía juramentar el respeto que le debíamos al sitio y nosotros estábamos comprometidos con él. Un día retomando un conducto por el que me toco descender, es un decir, porque ese tramo 42
ascendía hacia el centro de la pirámide; descendí para agazaparme en ese conducto, llevaba una cuerda atada al cinturón del ejército, de cuero que siempre usaba, mientras Tito y Tiberio me hacían el aguante por cualquier cosa. Hoy, a 39 años de aquellos momentos reconozco mi irresponsabilidad, sin arrepentimientos ya que todo salió bien; otra hubiera sido la cosa si algo hubiera salido mal. Reconozco igual que fue una total falta de sensatez, cuando se es joven no se miden las consecuencias. En fin, volvamos a lo nuestro; avancé iluminando el húmedo y sucio conducto que a los pocos metros desembocaba en una habitación con escaleras que comunicaban hacia la parte superior semi-derrumbada o con una supuesta abertura obstruida por restos, al parecer, del aluvión. Todo se lo relataba a mis amigos quienes a su vez me preguntaban como estaba. Con la luz frontal tenia luminosidad más que suficiente para observar a mí alrededor y darme cuenta que me hallaba agachado, como había salido del conducto, pero ahora tenía sitio para pararme. Estaba, en lo que señale como una habitación con escaleras, que en realidad fue, con una mejor observación, otra cosa muy distinta. 43
Los dos bocetos y diagramas del recinto que resultó ser una colectora hidráulica donde se bifurcan las corrientes de agua. Provenientes de un río para desaguar en el otro, tal como lo describe en su cuaderno, cosa que en ese entonces desconocíamos.
Mirando con tranquilidad, una vez que me senté en uno de los peldaños incómodos de una de las escaleras me tranquilicé, saque la libreta que tenía guardada bajo la camisa, me dispuse a observar y tomar apuntes. Me encontraba, tal como dije, en un recinto,
44
ligeramente rectangular, en pleno corazón de la pirámide mayor, de cuyas caras libres (paredes de piedra) del conducto de entrada, por donde había llegado, La flecha señala el sentido de ingreso que me llevo por las entrañas de esa mole lítica, podía ver, en cada una de las paredes, sendas escalinatas, todas comunicaban, supuse entonces, con los templetes superiores de la pirámide.
Pirámide mayor desde el atrio principal y un canal externo (En superficie.) similar a los que horadan el edificio principal, dibujo de los templetes superiores derrumbados y sepultados parcialmente por el alud.
Después de la excitación inicial por esta experiencia única por entonces, para mí, tenía que salir de allí y así se los dije a mis amigos con quienes hablaba, sin verlos, en forma clara y sin ningún tipo de distorsiones. 45
Me dispuse a detallar donde estaba y que observaba y sus proporciones, se veían conductos de ventilación en las paredes (Cavidades rectangulares de 30x40) además de las escalinatas de escalones de 15 cm de profundidad, que como señalé, es incomodo para caminar; después de completar la observación guardé la libreta y el bolígrafo entre mis ropas y les dije que estaba listo a regresar. Me aconsejaron ingresar en el conducto que me había traído, en la misma posición, y lentamente desandar el trayecto, ellos recogerían la cuerda poco a poco, así lo hice, lentamente y hablando con ellos. Al retroceder sin ver hacia donde avanzaba, lo hacía muy lentamente, sintiendo en mi cintura que ellos recogían la cuerda y me avisarían al llegar al lugar por donde había ingresado. Fui desplazándome lentamente sentía mi pantalones mojados y embarrados pero la adrenalina me compensaba mis miedos, la claustrofobia reprimida, que no sabía tener; así llegue al lugar donde sentí que me avisaban que estaba llegando, segundos después, una mano en mi espalda me aviso que un paso más y podría incorporarme. Todo estos movimientos en desde que ingresamos a las galerías se realizaban con la luz de nuestras linternas autónomas, en el interior la luz
46
siempre se sentía como una penumbra donde los detalles se esfumaban o perdían en las cavidades. En el momento que me incorporaba, mirando hacia donde había ingresado, el interior de la pirámide, me volví y mirando en sentido contrario me senté a descansar, en la laja del piso que no habíamos quitado; en un momento dado el haz de luz pasó por el extremo contrario del conducto y se me ocurrió mirar debajo de las lajas, sin entrar. Allí sentado, como estaba todavía, dirigí el haz de luz hacía la cavidad oscura inclinándome un poco para que la luz proveniente de mi frente se enfocara. No se veía nada solo oscuridad y una réplica del pasaje por el que me había deslizado recién, pero algo no me cerraba, en ese momento no supe que me había llamado la atención, después me percaté que la luz rebota en las paredes lajas o piedras y es absorbida o atenuada por las cavidades, ¡Menos mal!
Movido por esa extraña sensación de no saber y la curiosidad desafiante, me agazapé nuevamente, esta vez en sentido contrario, sin ingresar al pasaje solo mi cabeza con la luz, -No ingreso solo quiero mirar-, les dije a mis amigos. La luz se adentró un metro aproximadamente en el pasaje y luego ocurrió aquello que me había confundido y alertado la luz desapareció como 47
absorbida por un vació enorme y allí a un metro cincuenta escasos de donde estaba había un foso o cavidad vertical en la construcción que me asustó y levante de golpe mi cabeza que dio contra la laja del piso, ¡Mierda!
Foso: en un nivel inferior bajo la galería del lanzón perpendicular al pasaje que absorbía en la oscuridad el haz de la linterna, fenómeno normal que llamó mi atención, en ese momento caí en la cuenta de la suerte que tuvimos al ingresar hacia el interior de la pirámide y no en sentido contrario. Les pedí la cámara que me habían prestado, una vieja Leica de fuelle con película ByN y bombillas descartables con la que tomé todas las fotos de Chavín que ilustran este texto salvo aquellas en las que destaco su procedencia.
Cuando explique a mis amigos lo que había visto a escaso centímetros de donde estábamos también pensaron en nuestra suerte, pero no comentaron más nada. 48
Esa noche teníamos tema para desarrollar con Dn. Merino y poco a poco salió la conversación, sin provocarla, solo una mutua necesidad de analizar la experiencia vivida y reforzar nuestros apuntes. Intercambiábamos opiniones y datos entre nosotros que nos permitían reforzar nuestros pensamientos. Varios comentarios sobre la habitación donde había salido y el comentario sobre el pasaje y mi incursión por él, creo que tomaron por sorpresa a este hombre de rostro indefinido e inescrutable, me pareció observar en su postura junto a nosotros una cierta incomodidad que después les comenté a Tito y a Tiberio. Seguimos conversando y en un momento Dn. Merino nos dejó claro que ya no podría seguir colaborando con nosotros más allá de ofrecernos el lugar para acampar, veo que ustedes han llegado al punto que deben conversar con Dn. Luis y exponerle a que conclusiones han llegado. Nos aclaró, está todo bien muchachos, sólo es una postura formal, por su seguridad. -Bueno gracias Dn. Merino nosotros estábamos pensando en regresar a Lima y hacer justamente eso y aprovechar para hacer contacto con otras personas y regresar en otro momento, le avisaríamos-. 49
Creo que Dn. Merino no pensó que nosotros nos comprometeríamos tanto con el complejo y creyó oportuno parar aquí antes de que se nos escapara de las manos; después de hablar con Luis Lumbreras pude aseverar esto y comprender la situación. Nos intrigaban las escalinatas incómodas y esos conductos distribuidos por toda la construcción y en el terreno circundante, unos a cierta altura del piso de las galerías, cavidades rectangulares de treinta por cuarenta donde no se podría reptar o arrastrar como en el pasaje o conducto debajo del piso de la galería por el que me había arrastrado. Otra cosa que en ese momento no podíamos explicarnos, ni aún con ideas locas o absurdas, era en realidad todo el complejo y su entorno. Intuíamos que se nos escapaba algo que en tiempo tan corto no habíamos detectado; teníamos reservado un recorrido minucioso de las cercanías y ver como encajaba chavín y su entorno. Que había venido a hacer en este valle lejano y aislado este Dios felínico y aterrador que, al decir de los especialistas que años atrás habían intentado desentrañar los misterios de esa cultura, se nutría de sacrificios humanos.
50
La arquitectura artística de Chavín así parecía atestiguarlo, también todas las expresiones de los centros más representativos de la región.
Región del mapa del Perú donde se concentran los más importantes sitios arqueológicos.
Partimos hacia Lima con la profunda convicción que nos olvidábamos algo. Tito como representante de ESPASA Calpe Perú, tenía ciertas obligaciones que lo llamaban, Tiberio no tenía nada y yo quería ver a Lumbreras, solicitarle una entrevista y dialogar con él sobre 51
Chavín y ver de qué manera seguía mi programa de actividades.
52
Cap.- 3º.-
Al llegar llame al Dr. Rey Rivero y le avisé que ya estaba de regreso y que mañana lo vería en su oficina. Una cuestión que me llamó la atención es la virtud que tienen los peruanos para dilatar las cosas, reuniones o conversaciones, por lo cual decidí manejar yo mis propios tiempos, pasados los días me di cuenta que tenía que respetar y adaptarme a sus tiempos, así de allí en adelante, dejé que ellos fueran quienes lo hicieran. Me dejaron en la pensión Av. Garcilaso de la Vega 290 frente a la embajada argentina en la zona intermedia de la Lima cuadrada (Antigua o Colonial) y Miraflores, la ciudad nueva o Barranco, zona que vendría ser como el primer cordón del gran Buenos Aires, o como El Tigre, en mi país. En realidad es un barrio de Lima de buena categoría, estilo “Recoleta” donde vive Vargas Llosa, localidad donde tenía programada una conferencia en su Teatro. Donde se estaban presentando los Les Lutier. Por la mañana a las diez aproximadamente fui a la oficina de la UNESCO y la secretaria me recibió muy amable y me dijo que el Dr. me 53
atendería en un momento. después se retiró y yo me senté en un sillón en la recepción. Al rato, no habrían pasado diez minutos entro el Dr. Rivero solicito como parecía ser su costumbre y me invitó a ingresar a su despacho, mientras le pedía dos cafés a su secretaria. Después de los malos momentos vividos durante los cuales este amable Sr. Se había mostrado tan servicial y solicito demostrando, más allá de sus obligaciones como funcionario de la UNESCO, que indudablemente se trataba de una persona de bien. Esta circunstancia sirvió para que surgiera entre nosotros un mayor entendimiento y un principio de amistad. Le comenté, a grandes rasgos, donde había estado y que había recorrido, aproveche para preguntarle si me podría conseguir una entrevista con el Director del Museo de Pueblo Libre el Dr. Luis Lumbreras.
Con gusto me dijo que le diría a su secretaria y luego me lo comunicaría junto con nuestras otras actividades en detalle; después me dijo que si ya me quedaba en Lima las retomaríamos. Tomamos el café y charlamos un rato sobre nuestra actividad y me dijo que tenía un compromiso con el Municipio de Barranco si yo tendría problemas fuera del programa… –usted organícela y 54
me avisa, ya sabe cómo es esto despreocúpese- estoy en deuda con usted Dr. Desde ya le agradezco lo de Pueblo Libre. Sentía nostalgia e incertidumbre por los míos, cada día que pasa valoro más los pensamientos de Ortega y Gasset, nosotros proponemos pero nuestra vida se entrelaza con el otro y se teje una trama nueva, trama que muchas veces no controlamos. Estaba preocupado por lo que estaba pasando allá, corrían mala información, pero yo ahora, a la distancia nada podía hacer, sólo hacer bien lo que me había propuesto, e intentar regresar cuanto antes. Cuando me sentía nostálgico y solo, sentimiento que me asaltaba con frecuencia en los últimos días, en especial después del robo antes de instalarme en la pensión, me instalaba a escasos metros, frente a mi embajada y me quedaba fumando mientras miraba la enorme bandera Argentina, como si al observarla los abrazara a todos.
Por esos días estaba en Lima Dante Gullo y corrían rumores que estaba escapando de Videla uno de los comandantes que tomó el poder y se autonombró Presidente. Lo había sentido nombrar y en los noticieros como un importante político de segunda línea pero no lo conocía personalmente; por el contrario parecería que la distancia estando en otro país, más 55
solo y lejos de los tuyos, hace a todos los Argentinos más cercanos. Una bruma espesa que no llegaba a convertirse en llovizna cubría Lima así que me quedé en la pensión; en Lima no llovía, casi nunca, así me contaron y me explicaron que lo máximo es esta bruma intensa que moja igual que la lluvia, se asemeja a atravesar una nube cuando estás en las alturas. En Lima cuadrada hay muchos techos de casas y edificios terminados con argamasa de barro y canto rodado o grava, al estilo andino y se observa que cumplen su función perfectamente. Lima en esa época era una urbe sucia y muy contaminada con un sistema de transporte urbano viejo y en constante cambio, los colectivos de modelos viejos y un transporte en autos particulares muy heterogéneo, hacia de esta ciudad una ciudad hermosa para ser vivida, admirada y recorrida, palmo a palmo. Una cultura ancestral multifacética que había logrado sobrevivir con un sincretismo que a cada paso asombraba al viajero, muchas veces desprevenido, no era mi caso, por cierto ya que mis incumbencias me habían alertado bastante por lo que viviría, pero hasta ahora todo había superado mis expectativas. 56
Lo único que me había decepcionado es una falsa expectativa que me creara a través de los libros y mis lecturas; pensaba encontrarme con el paraíso de la Arqueología Sudamericana y en cambio hallé una comunidad amordazada, manipulada, censurada. En ese instante estas eran sensaciones que percibía sutilmente en el ambiente Antropológicoarqueológico, sensaciones que no podría decir fueran ciertas para todo el quehacer científico-tecnológico ya que mis actividades en la ciudad habían sido muy bien recibidas por el público; un público siempre atento y dispuesto a disfrutar de mis exposiciones e intercambiar ideas. Las nuevas ideas parecían no tener adeptos que las defendieran en la sociedad peruana, muy propensa a encumbrar a ilustres desconocidos, como yo, por el sólo hecho de ser disertante para la UNESCO, pero desconocido al fin, como se desprende de las etiquetas que la prensa me endilgó entonces.
A la mañana siguiente estaba desayunando cuando la Sra. dueña de la pensión me comunica que me llamaban al teléfono, era la secretaria de la UNESCO comunicándome que pasara por allí durante la mañana.
57
Después sendos llamados de los diarios Correo y Expreso-Extra para solicitarme una entrevista surgidas después de la charla en la Biblioteca Nacional, pero les habían dicho que no estaba en la ciudad; les explique que estaba recién llegado de Chavín, que por la tarde podría saber en qué momento encontrarnos que los llamaría o vuelvan a llamarme. Terminé de desayunar a la Argentina un simple café con leche con rodajas de pan y mermelada casera que hacía doña Maruja, la dueña, una española emigrada y afincada en Lima desde joven. Me terminé de vestir, me calcé la campera impermeable, con capucha, que había llevado y salí hacia la Avenida que siempre tenía mucho tránsito por ser, como dije, la vía de comunicación entre la Lima antigua sede del poder administrativo y comercial y la barriada residencial de Miraflores y Barranco. Entré en la bruma dispuesto a disfrutar de una experiencia nueva y caminé hacia el centro, salude a mi bandera, frente a la rosada limeña, sí el edificio de la embajada, de arquitectura colonial, estaba pintada de rosa fuerte como la sede del poder en Argentina y como allí se la llamaba “Casa Rosada” aquí nuestra embajada sería “La Rosadita”. 58
Nuestra sede diplomática se levantaba en el centro de un bulevar rodeada de jardines, entre dos mundos, el colonial y el moderno; una hermosa representación diplomática, no sé si sería eficiente, cuando debí recurrir nuestros funcionarios consulares no recibí muy buena atención, debido a la situación en Argentina. Caminar entre la bruma es molesto e incómodo perro pasable, como decimos en casa “Jode”; claro ahora entiendo los techos de barro, como el aluvión de Chavín, por eso son funcionales y no se deterioran, salvo lo corregible con un mantenimiento normal. Lima cuadrada tiene el encanto de los balcones y salientes de madera primorosamente trabajados por los ebanistas limeños y sus herederos; los carritos de vendedores ambulantes de comida rápida peruana, esos mismos, que a mi llegada, me advirtieron no comer. Estos puestos pululaban por la ciudad dejando detrás el aroma de sus cocciones: choclo hervido pasado por manteca, trozos de corazón al la brocheta, asado a las llamas y un vaso de chicha morada, se lo llama “Anticucho”, es un tentempié más que recomendable, que a mi regreso de mi obligación disfrutaría. También sabían preparar unas pequeñas salchichas asadas, como pequeños chorizos, muy 59
sabrosos o salchichas tipo Viena, cortadas en trozos y doradas en una plancha caliente; estas se entregan en cucuruchos de cartón junto con otro de papas fritas, se lo llama “Salchipapas” aderezado con salsa Kechup. Otra especialidad y modalidad que disfrute y no conocía: Junto con una salchicha en pan un sándwich de huevo; jamás se me hubiera ocurrido comer un huevo frito en sándwich, riquísimo. Puede haber algo más gratificante que degustar un sabroso plato local disfrutando de conocer cosas nuevas, costumbres, personas, es lo que hace placentero el viajar. Crucé la plaza San Martín hacía la Av. La Colmena donde estaban las oficinas, no bien entrar la secretaria me estaba esperando, la salude y me dijo que el Dr. No estaba, me extendió una hoja, -Mire si le parece correcto, si hay algo que corregir estamos a tiempo-
Se trataba de un listado de los compromisos pactados y por venir con fechas y horas correctas y sólo fuera del listado figuraba la presentación en el teatro de Barranco, con día y hora, como todo me pareció bien se lo expresé y le alcancé la hoja. –No, quédesela para usted, es copia, con respecto al Museo, el Sr. Lumbreras podrá atenderlo
60
en el momento que usted se presente en sus horarios por la mañana o tarde.Le agradecí la gestión, dejé saludos para el Dr. que estaba a su disposición, que me deje su mensaje en la pensión; -Seguro que no estaré en ella pero a mi regreso me lo comunicarán, yo me pondré en contacto, graciasSalí, seguía brumoso y en la calle se observaba como el hollín que durante el día se depositaba sobre todas las cosas y en la calle se diluía y fusionaba con la bruma conformando una coloración negra que al llegar a tu casa, la pensión o lo que fuera, debías quitarte, antes de tocar los zapatos, siempre recordaré este detalle significativo de la polución de entonces. Caminando lentamente como disfrutando mi entorno y el contraste de La Colmena, esa arteria de la modernidad recién abierta en el corazón de la América india, estaba cruzando la plaza San Martín desandando el camino hacia la pensión cuando un detalle me llamó la atención. Parado junto al monumento central al Libertador había un hombre totalmente desnudo sucio, desgreñado y únicamente llevaba un sucio diario que le cubría sus partes íntimas, atado con un cordón; debo reconocer que me impactó, nunca había
61
visto una desgarradora imagen de desprotección, tan elocuente. Ya saliendo hacia la zona de parque de las avenidas comenzaron a verse los carritos de los vendedores, me fijé la hora y ya habían pasado las 12 del medio día, hora de comer algo. Los carritos estaban compuestos, la mayoría de un carrito triciclo dividido en secciones para los elementos requeridos y un toldo que al finalizar la jornada se quitaba y guardaba. En el carrito se calentaba con un recipiente de gas butano y su respectivo mechero de gas, una lustrosa plancha de hierro, de buen espesor fijada en la parte superior del triciclo por unos soportes cerámicos. Pedí una salchicha y un sándwich de huevo y me dispuse a observar almuerzo por sana curiosidad; Tomando un aro metálico que tenía colgado de unos diez centímetros de diámetro lo arrojo sobre la plancha e inmediatamente con gran celeridad rompió el huevo sobre cayendo su contenido dentro del aro sin desbordar. Esa fue la primer parte del secreto rápidamente el huevo comenzó su cocción presentando la forma que circunscribía el aro, el secreto ahora era su punto de cocción medio que le permitiera ser componente de un sándwich. 62
Solicité mi vaso de chicha morada y me senté en un banco de cemento del paseo a esperar que me llamara. Debía especificar qué tipo de chicha quería por la variedad de estas bebidas que se consumían en Perú, las había de distintos colores que obedecían a su sabor y modalidad, dulces, con gas, sin él en fin, para todos los gustos. Debo decir que esos instantes en los que me detenía de mis actividades significaban para mí un momento de recogimiento que me permitía conectarme, quizás, no lo sé con certeza, a través de los aromas, sabores y perfumes que emanaban del entorno, me conectaban con la esencia de aquello que estaba intentando hallar. Allí me tomé mi tiempo para degustar mi tentempié tan delicioso y oportuno para luego de pagar, tres soles peruanos, no recuerdo a cuanto equivalía en dólares y en pesos argentinos y la verdad, al momento de escribir esto, no recuerdo que moneda circulaba en mi país, que venía de sufrir varias conversiones… Monetarias y políticas. No obstante recuerdo que significaba muy poco dinero ya que no me sobraba para mis gastos personales, si tenía que hacerlos, ya que dentro de las actividades programadas de antemano, estaba todo pago, la pensión completa, un viático para gastos, 63
fundamentalmente para movilidad entre los lugares previstos; si me salía de ese esquema los gastos y extras corrían por mi cuenta. Por esta sencilla y rotunda circunstancia debía programar, de común acuerdo con mis anfitriones, actividades fuera de programa y como contrapartida le realizaba algunas para ellos fuera de programa, sin cargo, como la del municipio de Barranco que se realizó en su teatro. Retomé mi camino hacia la pensión, pasando por el bulevar de la embajada, y de allí cruzar la Avenida G. de la Vega, ya que la pensión se ubicaba en la vereda opuesta a la embajada, allí estaba el banco similar al que me referí en el carrito. En ese banco me sentaba a mirar la bandera y cavilar en mis nostalgias y pensamientos, no siempre programados. La bruma se había disipado tan rápido y sorpresivamente como había aparecido, al llegar al banco sentí un deseo irracional de fumarme un cigarrillo, así que saque mi atado saque uno y con los fósforos que llevaba en el bolsillo lo encendí y me senté a disfrutar. Hoy, como dije, 39 años después de estos momentos, comprendo con mayor apertura la razón, inconsciente, si se quiere, de esos “Errores de juventud” que supuestamente, como dicta la razón y 64
la lógica, deberíamos arrepentirnos, en cambio se atesoran en nuestra memoria con alegría y regocijo. En esta circunstancia se encuadra hoy mi experiencia con el cigarrillo, adicción que a la fecha me costó un infarto en 1998 y reciente ACV, situaciones que no ocasionó directamente el cigarrillo, pero si contribuyo grandemente ya que soy un enfermo crónico de EPOC el moderno nombre para una vieja afección del fumador, la vieja “Angina Tabacal”
65
66
Cap.- 4.-
Ingresé, saludé a dos personas que se hallaban en la recepción y me dirigí a mi habitación, me saque la campera y los zapatos, puse la campera en el respaldo de una silla, y los zapatos debajo, para limpiarlos después y me tiré en la cama. No sé cuándo, pero en esa posición, me quedé dormido hasta que, entresueños me pareció escuchar que me llamaban, desperté, presté atención pero aparentemente sólo había sido mi imaginación, por curiosidad me fije la hora, 15 para las 18 horas, se había pasado la tarde; Sentándome en la cama, me calce las pantuflas que me había comprado en un mercadillo o feria en el barrio chino, saque del bolsillo de la campera el listado que me habían dado, y lo repasé. En realidad sólo quería saber cuándo podría tener tiempo libre para viajar hasta el barrio de “Pueblo Libre”, nombre que ostentaba desde la época en que esa barriada populosa quedaba lejos del centro de la ciudad. Recordé que lo mismo sucedía en Buenos Aires, donde los actuales barrios de Flores, Caballito y otros fueron antaño, zonas de retiro o
67
esparcimiento en casas quintas o chacras de los poderosos de entonces. De acuerdo al organigrama de actividades mañana por la mañana podría intentar verme con Lumbreras, así que me propuse lograr un medio de transporte. A las 19 hs. Nos llamarían a cenar y yo ya tenía apetito, el tentempié solo había bastado para calmar mi hambre. Salí al vestíbulo donde había unos sillones y una mesita ratona que prácticamente solo tenía función decorativa, ya que rara vez se veía alguien en ellos; me senté dispuesto a esperar y ver si podía averiguar sobre el transporte, cuando me acodé de los zapatos, regresé a mi pieza y con papel limpie muy bien los borceguíes y los guardé sacando los otros, de calle, de la bolsa de plástico donde los guardaba, se trataba de calzado más apropiado para la ciudad.
Busque un par de medias, me las puse y me calcé los zapatos, ahora sí me sentía vestido; regresé a la sala y allí me encontré con la hija de doña Maruja, la dueña, la saludé y me presenté aprovechando para consultarla por la mejor forma de llegar al Museo de Pueblo Libre. Aquí en la Avenida pasa el ómnibus que lo lleva hasta allí, sólo debe prestar atención al cartel ya 68
que el transporte tiene el mismo color verde para todos; cuando suba y le cobren diga que debe llegar al Museo, le agradecí, salí hasta la vereda de la pensión, viendo que lo hacía ella gentilmente me avisó que no tardaríamos en llamar a cenar, le agradecí y le explique que sólo saldría a la calle. La tarde estaba cayendo pero el día estaba muy luminoso aún, el transito circulaba a un ritmo sostenido como pude observar en esos días de circulación permanente; caminé hacia Miraflores, como quién se aleja de la Lima colonial llegué hasta la esquina y seguí una cuadra más. Antes de llegar a la otra urbanización me paré frente a una construcción entre moderna y colonial que ostentaba un cartel “Museo Aeronáutico” que me programé para visitar en breve ya que ahora mi estomago me lo impedía, no obstante me fije en la guía del cartel de la puerta, el horario de visita. Por lo que pude saber después este Museo no es el “Museo Aeronáutico del Perú” sino un museo privado que dirigía un señor, a quién después conocería. Di media vuelta y regresé disfrutando de mi paseo por esa arbolada avenida limeña, justo a tiempo porque ya salían a buscarme, simplemente salían a ver si me veían.
69
Si quiere pasar, ya vamos a servir, -Gracias me lavo las manos y voy-; me dirigí a mi habitación donde en un rincón había un lavamanos con agua fría y un pequeño toallero, me lavé, me peiné y me fui al comedor. Una dependencia dispuesta en mesas individuales, hasta cuatro personas, aparentemente no había tantos huéspedes ya que estaba sólo en la mesa después comenzaron a llegar otros comensales, poco tiempo después estaba lleno, en algunas mesas se ubicaban cuatro personas y en otras no, yo no dije nada, me limitaba a observar y escuchar. Me sirvieron una jarra con chicha y una botella de vino tinto, y me trajeron la panera, en una de esas pasadas de quién atendía le pregunté si no me podía cambiar el vino tinto por blanco y me dijo que sí, no lo había abierto. Lo trajo y procedió a descorcharla, -Con el almuerzo y la cena prefiero el vino; la chicha es una bebida a la que no soy afecto, como las gaseosas, si usted quiere puede llevarla. Me agradeció y la retiró.
Me serví medio vaso de vino, que probé, estaba helado, no hacía falta pedir hielo. Un breve tiempo después me trajeron una fuente de loza, ovalada de mediana profundidad, con 70
lo que llaman guiso Peruano, que presentaba una deliciosa apariencia, una especie de guiso. Mientras preparaba el plato y me acomodaba la servilleta en la falda, observe detenidamente la fuente humeante y caí en la cuenta que estaba ante un guiso carrero, similar al nuestro, que como era lógico aquí se llamaba: “Guiso Carrero Peruano” resultó un poquito más picante, muy sabroso, me serví en el plato y comencé a comer. La verdad que estaba, como dije y no sólo en apariencia, realmente delicioso o yo tenía demasiada hambre acumulada, que podía ser la razón, comí dos platos abundantes. Desde que fuimos a Chavín no habíamos comido bien, como se espera en un campamento improvisado sin preparación previa, pero en esos momentos nuestros estómagos o necesidades eran secundarios. Generalmente en las pensiones se sirve un plato único más la gaseosa que en este caso es la jarra de chicha el vino se cuenta como un extra y yo lo sabía así que le pedí, por favor me guardara la botella para otras comidas ya que yo tomaba muy poco, se lo agradezco. Como no me dijeron nada de postre no pregunté, no quería pasarme de mis gastos, hasta no recuperarme un poco, mañana quería ir a Pueblo 71
Libre, quizás comería algo por allí y quería poder hacerlo sin contratiempos. Ya había comido bien, comida sana y abundante, estaba conforme, en realidad el viaje fue desde un comienzo una aventura disparatada ya que cuando se concretó yo no tenía un peso guardado y el poco que tenía en algunos valores, que en aquellos años se usaban más, como cheques o documentos, se los tenía que dejar a mi señora que seguiría al frente de la agencia de publicidad y la galería de arte, que no le daría a ella nuevos ingresos. No quería perderme esa posibilidad de un viaje cuyos gastos, como dije, corrían a cargo de la UNESCO, delegación, Perú y Caritas internacional que administraban un circuito cultural Latinoamericano que quería contarme para ese año, pero tenía que estar dispuesto a viajar y estar fuera de mi casa por casi un año. Con este sistema podían contar con disertantes de distintas especialidades, temas variados y países distintos, todo previamente acordado; no pagar pasajes, sobre todo aéreos, por ejemplo a mí el único pasaje que me pagaron en todo el año fue el de Santiago de Chile a Lima, por la ruta Panamericana.
72
Los viajes que realicé desde Lima, los pagué de mi bolsillo, otros eran parte de acuerdos e intercambios.
Como me había planificado el día tomé el colectivo a hacia el Museo a las 09,30 Hs. Ya que me dijeron que el viaje demoraría media hora, aproximadamente. Cuando subí al transporte no veía donde pagar mi pasaje y me explicaron que se pagaba al descender, como no conocía el trayecto pregunté a un compañero de viaje que me dijo que él se bajaba cerca del lugar que debería bajarme para el museo.
Sí, como me explicaron la unidad no era nueva, pero ésta en la que viajábamos demostraba 73
encontrarse en buenas condiciones; cuando mi informante se fue a bajar me avisó, yo me acerque al guarda uniformado, a quién le pregunté y le pague el pasaje, dijo que dos paradas más y debía bajarme, para regresar, enfrente, en el mismo bulevar, está el lugar para su regreso, agradecí la información, y quedé a la espera de su aviso. Esperé un trayecto corto, tres cuadras y este buen señor me indicó que descendiera y caminara y allí lo vería. El Museo nacional de Antropología, Arqueología e Historia del Perú, el Museo más antiguo del País, tenía un edificio imponente.
Fachada moderna para un edificio de arquitectura colonial, patio central, con jardín, una galería en derredor, clásica, dando acceso a distintas dependencias.
74
Un señor me preguntó si buscaba algo especial –Tengo una entrevista con el Sr. Luis Lumbreras.- le entregué una tarjeta personal. -Acompáñeme, Por favor- yendo hacia una galería interior nos dirigimos hasta una puerta doble, ingresando el guarda me anunció a una persona de esa dependencia a la cual le entregó mi tarjeta. Una señora se acercó y me preguntó si tenía cita con el Dr. – La verdad, no sé, creo que sí la secretaria de la delegación de la UNECCO creo que la concertó, pero no estoy muy seguro-Sí tranquilo habló conmigo y yo le dije que viniera dentro del horario que si podía el Dr. Lo atendería, espere un segundo por favor, tome asiento.Esta señora fue a otra dependencia contigua y cerró la puerta detrás de ella, mientras tanto yo registraba cada detalle del sitio donde estaba. Cuando veníamos hacia la oficina observe en el ala izquierda de la galería entre penumbra y levemente iluminada se hallaba la estela Raimondi y quería verla antes de irme, otro día regresaría de visita. Estaba enfrascado en mis pensamientos cuando esta señora apareció nuevamente y me indicó que la siguiera.
75
La famosa estela Raimondi, tal como se exponia y expone en el museo nacional, patrimonio ArqueolĂłgico de PerĂş.
76
Ingresé a esa sala contigua que resultó ser el despacho del director del Museo Nacional de Antropología, Arqueología e Historia del Perú el Dr. Luis Lumbreras. Un hombre afable, sencillo, que inmediatamente me inspiró una sensación de ser una buena persona, lo saludé le extendí la mano, nos dimos un apretón mientras me preguntaba que me había traído a su país, -Por el momento soy un disertante temporal sobre la temática Espacial y la exobiología- contratado por la delegación de la UNESCO y Caritas Internacional para el ciclo 77-.
-Si algo de información nos brindó la secretaria de la delegación; y aquí al museo, y a mí ¿Qué lo trae?-La verdad Dr. Lumbreras, realmente no lo sé, y no me agradaría hacerle perder su tiempo, recién eh regresado de Chavín, donde tuve el placer de conocer y disfrutar de la amistad que me brindo Dn. Merino Gonzales-A, conoció a Dn Merino, me alegro que lo haya cobijado en el complejo, por ahora es el único lugar seguro, apenas se están comenzando las obras para dotar de un hotel para turistas y las requeridas por el interés que despierta la cultura Chavín-. -Sí, gracias a él nos sentimos, mis compañeros y yo, muy bien, por él supimos que 77
tenía que venir a verlo, estuvimos varios días en el sitio y gracias a la buena disposición que nos brindó tuvimos la posibilidad de un lugar seguro y tranquilo para acampar, compartir nuestro campamento y nuestras dudas con él-. -Por la noche antes de acostarnos se entablaban conversaciones en las que compartíamos nuestras dudas e incongruencias de Chavín, aquellas que observábamos-. -No entendíamos como se relacionaba Chavín con las demás culturas de la región; como esta se instala o hace su aparición esta cultura y Arquitectura y se sitúa geográficamente en el contexto del valle, donde algo no me terminaba de cerrar-. -Ante nuestras dudas Dn. Merino nos escuchaba y siempre nos aconsejaba venir a verlo-. -Este es el motivo y aquí estoy-.
Recuerdo ese instante, que se quedó grabado en mí ser, como una marca a fuego, que guiaría mis pensamientos y mis pasos, para siempre. Mí razón de estar en este país, asimilar sus enseñanzas, amar a su gente, admirar y respetar su legado, es un sincero tributo a nuestros, mayores, haber extraído sus enseñanzas; aprendí que este pueblo tenía mucho para ofrecernos, mucho más de lo que pretendíamos saber, hasta el presente. 78
Perú para mi representaba el centro de expansión de nuestra “Cultura Indoamericana” identidad que desde el inconsciente colectivo, la sociedad Peruana tampoco estaba consciente de este legado que custodiaba, para las generaciones futuras. Creía estar en el paraíso de la Arqueología de esta parte del mundo, aún cuando hoy me doy cuenta que esa era una apreciación motivada por mi profunda ignorancia sobre Perú y la evolución de su sociedad actual. Aspectos equivocados de mi formación que este gran hombre, sin proponérselo, casi seguro, se encargó de corregir. Chavín representaba en la Arqueología del Perú uno de los puntos más importantes exhumados en todo sentido; Científico, Cultural, Político; lideraba un conjunto de sitios arqueológicos y tesoros que por entonces aportaban a las arcas del estado Peruano, por vías del turismo, en aquel entonces insipiente, una importante cantidad de divisas. El prestigio y la atención internacional que había suscitado, en el pasado, sitios como: Sechín, Nazca, Paracas, Chavín, por nombrar algunos ya que la lista sería interminable; los estudios posteriores que desembocaron en más hallazgos y mayor gloria para el Perú. 79
Los últimos trabajos, que el gran público conoció recientemente, no obstante ampliamente conocidos en los círculos especializados se habían hallado varios años antes, como sucede generalmente en estas disciplinas. Estos trabajos, expuestos a la opinión pública, me decían que mis pensamientos, aquella subjetiva sensación de esperar mucho más, no estaban, del todo, equivocados. Con ese bagaje de sensaciones y creyendo estar en la cumbre de mi búsqueda, llegué a Perú que a poco de interactuar socialmente me respondió con la verdad, parcial, como siempre.
Expresión gráfica del monolito conocido como estela Raimondi de la pág.72
80
Le expuse a mi interlocutor que me escuchaba atentamente, a pesar que lo que escuchaba sería reiterativo para él, pero no me interrumpió en ningún momento. Explique que en mi posición, perteneciente a un pequeño grupo de estudios, que no siempre somos meticulosamente racionales para evaluar nuestras interpretaciones, soy consciente de ello, no es la más idónea y favorable para interpretar correctamente las señales, que suponemos recibimos, en el complejo Chavín y no quiero apresurarme y equivocarme. Intento ser racional pero mi espíritu trasgresor subvierte mis observaciones y me hace dudar de mis interpretaciones: por ejemplo no encuentro una funcionalidad mística, litúrgica, o ceremonial del complejo. Esto si las hacemos con una mirada lógica sobre la arquitectura de Chavín, salvo que esa mirada u interpretación discurra por otros carriles especulativos. -Mire Sr. Ruben, no lo conozco y veo, o intuyo que está usted bien aconsejado e intencionado con respecto a nuestra arqueología y en particular a Chavín, pero creo mejor y más oportuno se informe sobre lo último que sabemos sobre Chavín, material que no se ha dado a conocer y no sé a ciencia cierta si alguna vez se hará; tenga es un obsequio81
Decía Lumbreras, mientras me acercaba unos cuadernillos rojos que recibí, uno a uno; eran tres: Dos sobre trabajos en Cajamarca del año anterior (1976) y un tercero, también de junio de 1976 con el titulo que me impactó y que simultáneamente disparo en mi mente una invasión o catarata de imágenes asociadas con el complejo: “Acerca de la función del sistema hidráulico de Chavín” Se trataba de los “Cuadernos de trabajos de Campo” que ya mencioné. -Ahora me comienza a cerrar mejor y no siento que mis ideas se vean tan descabelladas, éste trabajo me dice usted que no está publicado, puedo preguntar ¿Porqué?-Sería muy largo de explicar- me dijo. -Chavín es uno de los tantos emprendimientos en los que estoy y respaldo; mi responsabilidad es con mi cargo en este momento y mis incumbencias no me permiten aventurarme-. Recibí esta información como una corrección de mi apreciación equivocada, situación que es generalizada en todos los países; en Argentina tenemos culturas olvidadas, hallazgos desestimados por trasgredir o contrariar el “Consenso”. (Recuérdese nuestra cultura Chaco Santiagueña; los trabajos de Bernardo Graiver; los últimos descubrimientos o hallazgos de Aldo Ottolenghi, Univ. Tel Aviv.)
82
Creo que recién en ese momento me cayeron las fichas de la incredulidad, apareciendo ante mí la misma película que había visto tantas veces en mi país ante situaciones similares que me forjaron como un trasgresor al sistema, al Consenso, el academicismo, absolutismo y sobre todo al poder en todo los aspectos. Creo que éste hombre, al que admiraba y valoraba, a través de algunos de sus escritos, se percató del impacto que habían causado en mí sus palabras. -Veo que mis palabras no lo toman por sorpresa, no lo tome a mal es la realidad actual de mi paísNo se preocupe usted, en mi país siempre pasó lo mismo y sigue pasando, por eso estoy donde estoy y soy lo que soy, agradezco a usted haber corregido mi formación errónea, esto no cambiará en absoluto la imagen que llevo en mi corazón de su maravilloso país. El comportamiento de los hombres no debe ser interpretado como la conducta de una sociedad sino simplemente como la expresión de conductas individuales que con su accionar pueden enaltecer o dañar la credibilidad colectiva y la identidad nacional. Hoy, 39 años después de aquel fortuito encuentro con Lumbreras él ha demostrado a sus 83
compatriotas y a toda la sociedad latinoamericana que es un hombre comprometido con su pueblo su gente, su país, sus raíces y su identidad, un “Gran Hombre” que nos bridó un “espejo” donde mirarnos, un modelo, al cual emular, en la vida. Estas nuevas herramientas, que hoy padecemos y disfrutamos, en 1977 no se hallaban difundidas y comenzaban a infiltrarse en nuestras vidas; recién comenzaban a ser utilizadas en ciertos organismos e instituciones, en cambio, los particulares, demorarían unos años para hacerlas suyas. Ahora se puede hallar todo sobre la vida de este hombre público de Perú o una breve semblanza de este gran hombre que admiré a la distancia, y que la vida me regaló la posibilidad de conocerlo y sólo volví a ver una vez en congreso al que asistí en Buenos Aires, y poder saludarlo. .
Cabeza Clava, Chavín.
84
Cap.- 5.-
Ahora, de acuerdo a las nuevas revelaciones de Lumbreras, de las que yo nada había escuchado hasta ese preciso momento; después de haber leído nada más que el título, comenzaban a contestarse los interrogantes surgidos al trabajar sobre Chavín. Lumbreras escribe sobre la “Función del Sistema Hidráulico” quiere decir implícitamente, que ellos ya concebían, “El Complejo Arquitectónico y su Entorno Geográfico”, como un “Complejo Sistema Hidráulico” que se propusieron explicar, de allí surge su trabajo por explicar su función y ¿Para qué? Con él se explica varios interrogantes que estaban sin respuesta; ¿Porqué una cultura se forma en ese lugar y luego se irradia a todo el mundo andino? Esta pregunta siempre estuvo presente desde que J.C.Tello elevó a Chavín como el centro de la cultura Matriz que irradió por toda la geografía peruana. Se supo que la cultura Chavín, la causa principal de su existir, fue la optima ubicación geográfica del valle y la presencia de dos cursos de aguas próximos, que poder utilizar, para que el diseño arquitectónico llegara a cumplir sus fines. 85
De esta manera la existencia de una comunidad dispuesta a la construcción del complejo para que tuviera un Función Hidráulica para recrear a los “Dioses felínicos” constituyo las bases de la existencia de una cultura. Al estudiar la arquitectura se desprende la profunda planificación requerida para combinar la tecnología de las “formas” y combinarla con la hidráulica para lograr que, juntas cumplan una función previamente planificada. Los antecedentes y registros históricos que se tienen de Chavín corresponden al período colonial donde ciertos relatos dan cuenta de Chav.in a pesar de ya sólo ser un recuerdo en el inconsciente colectivo de los pueblos andinos, no lo habían olvidado y seguían buscando el oráculo del “Dios Tronante Andino” “… Otros cuentan, y lo tienen por más cierto, … que antiguamente, muchos años antes que los ingas reinasen, hubo en aquellas partes hombres a manera de gigantes, tan crecidos como lo mostraban las figuras que estaban esculpidas en las piedras, y que con el tiempo y con la guerra grande que tuvieron con los que agora son señores de aquellos campos se disminuyeron y perdieron, sin haber quedado dellos otra memoria que las piedras y cimientos que he contado”. (Crónica del Perú, Cieza de León, 1550.)
86
Otro cronista y viajero posterior cuenta en su “Compendio y Descripción de las Indias Occidentales” de 1620 que: “… Junto a este pueblo de Chabin ay un gran edificio de piedras muy labradas de notable grandeza; era Guaca, y Santuario de lo más famosos de los gentiles, como entre nosotros Roma o Jerusalen, adonde venían los indios a offreser, y hazer sus sacrificios; porque el demonio de ese lugar les declaraba muchos oráculos, i assi acudían de todo el Reyno…” (“Compendio y Descripción de las Indias Occidentales” de 1620)
La existencia de un “Dios diabólico” que les que bridaba un oráculo, hablando en una liturgia sonora, mágica, aterradora a quienes se congregaban en la plaza mayor. Tenía conocimiento previo de la cultura matriz de J.C.Tello pero nunca había escuchado mencionar el uso hidráulico de su arquitectura.
Reconocer la existencia real de esta función, practicada por la cultura y puesta en uso en sus construcciones con fines litúrgicos nos permite entender y ampliar nuestros horizontes de comprensión del complejo mosaico andino, y en particular lo ocurrido aquí en el área geográfica central de Perú donde florecieron culturas con prácticas que aparentan, y digo bien, “Aparentan”, 87
una ferocidad terrorífica que no se traduce en los hechos que nos cuenta, la exhumación de su legado. Parecería que la ferocidad, la horrenda carnicería a que se vieran sometidos los pueblos, sus habitantes, en algún momento de su historia, aquellos sucesos, que “Supuestamente” plasmaron en sus expresiones artísticas y relatos, nunca hubieran tenido lugar. La arqueología moderna, las técnicas de antropología forense, manejan las herramientas que hipotéticamente, nos permiten ese viaje en el tiempo para revivir esos trágicos momentos. Contrariamente, como dije, esto no ocurre, lo esperado no aparece y lo que sí se encuentra son los resultados medianamente esperados; no hay hasta ahora fosas comunes, urnas rituales conteniendo viseras u órganos propiciatorios. No hemos hallado, hasta ahora respuestas convincentes, de la desgarradora experiencia que nos cuenta Sechín.
88
Parecería
una burda mascarada para controlar, dirigir u orientar a las masas, hacia una dirección, técnicas a las que estamos tan acostumbrados, aún así nos resulta inconcebible, siquiera suponer, que estas culturas hubieran utilizado esta psicología de masas, que suponemos, de concepción y conocimiento moderno. Mucho tiempo ha pasado desde aquellos años de las propuestas de “El Gran Lumbreras”; estas resultan casi minimizadas ante los descubrimientos de estos años, sobre nuestros pueblos, que no han podido resistirse a las nuevas tecnologías de exploración. La mayor apertura mental, de las nuevas generaciones de científicos, ante lo nuevo; más expuestas, familiarizados con la exposición pública y el peligro que entraña el ridículo. Hoy la expansión de las comunicaciones permiten la información en forma globalizada, los espacios y distancias, la capacidad colectiva de asombro, se redujeron ostensiblemente. La propuesta de mi viaje y el objetivo dado a el ciclo en el que participé para la región no hubiera tenido sentido, hoy; pensemos, por un momento, Perú contaba con T.V. sólo en la capital, Lima, donde yo llegué para las eliminatorias que se estaban
89
efectuando para el mundial de futbol de 1978, que se jugaba en Argentina. Por esta razón la gente del interior viajaba hasta la ciudad de Lima a ver un partido fundamental Chile y Perú en su estadio Nacional que se levanta a escasas cuadras de la pensión dónde debía hospedarme. Ese fue el motivo por el cual, cuando llego a Lima, no tengo libre la pensión y me alojo de apuro en el “Hotel Oriente” en el barrio Chino. Aquí, se produce el único percance que sufrí en mi viaje, que creo se debió a mi falta de precaución y conocimiento de la situación en la cual me hallaba; hay un viejo refrán: “La ocasión… Hace al ladrón.” Allí al salir a entrevistarme con mis anfitriones, deje mis pertenencias en la habitación y cuando regresé sólo me quedaba lo que llevaba encima.
Los medios de comunicación no sólo acortan las distancias, aportan, en forma impensada, hace unos años, toda la línea de posibilidades interpretativas sobre las más variadas cosas, el hombre común accede sin moverse de su sillón a todas las propuestas posibles. Todo cambió y las personas se hallan más dispuestas a las propuestas nuevas y descabelladas; 90
“Discovery”, “National Geografic”, documentales de todos los temas, un sistema exclusivo para verlos en el televisor o en la PC, son moneda corriente. Como dije la visión de una función hidráulica del templo me respondía la razón de tantos canales internos en la estructura. El conocimiento de esta tecnología les permitió aplicar otra técnica que conocieron muy bien, el uso de los instrumentos aerófonos, y que se logra con ellos, utilizando canales intermedios que horadaban la pirámide en todos sus niveles. Adquiría un significado superlativo la existencia de esas escaleras “Incómodas”, esa habitación en la cual convergían, tenía sentido. Al leer detenidamente el cuaderno Nº2 que me diera Lumbreras comprendí toda la complejidad y belleza de esas estructuras hoy derrumbadas por los sucesivos terremotos y casi sepultada por un aluvión de piedra y lodo en 1946.
El hecho de conocer que esa estructura piramidal estaba allí para servir de mecanismo hidráulico, (*1) permitía a una mente adiestrada llegar al hallazgo de Lumbreras, el ¿Para qué? La “Función”, allí de esa técnica. Determinar esta función, llegar al aerófono hidráulico, o sea un aerófono accionado por agua en lugar de aire, fue una especulación lógica que le 91
permitió al arqueólogo hallar los puntos en que sustentarla, ¡Genial! Lumbreras demostró además estar en presencia de culturas que lejos estaban de hallarse acotadas o limitadas, estaban preparadas para utilizar tecnologías y sus aplicaciones en la búsqueda de obtener resultados más sofisticados que hacer un acueducto y utilizarlos para algo más que controlar el agua para los cultivos.
Dos de los canales externos que conducían el agua hacia el complejo, hallados por los trabajos del equipo de Lumbreras, en estos hallazgos se baso para demostrar ¿Porqué se levantó allí, en ese lugar?
Como el mismo Lumbreras lo expresa: “…El objetivo del artículo (Cuaderno dos, pág.4) es postular la hipótesis que el templo de Chavín de Huántar tenía un sistema acústico de origen hidráulico y que la búsqueda de este sistema fue una de las causas por las que el centro ceremonial fue construido en el lugar donde está” Para ellos el uso de los aerófonos fue desde tiempos milenarios una costumbre muy arraigada en 92
todo el mundo andino, demostrado recientemente por los trabajos que dejaron al descubierto Caral.
A la izquierda un esquema conceptual que explica la comunicación de un rio con otro y en este trayecto los constructores levantó el complejo. Der: detalle aproximado del entorno geográfico del complejo.
Aquí aplica el sistema de vasos comunicantes con las diferencias altimétricas de las cotas de los ríos; uno de los detalles fundamentales que justificaría la elección de la ubicación del templo en el lugar. El grado de sofisticación e intelecto requerido para aplicar estas tecnologías, específicamente para obtener un determinado resultado, planificado de antemano, aspecto que los lleva a seleccionar el sitio para su construcción. Esta forma de planificación y proyección teórica, requieren reconocer la sofisticación con la que se hallaban dotadas las culturas de la región. 93
Esto no lo digo como forma de una revelación sino para traer al presente una actitud peyorativa que acuñó la Europa del s.XV y anidó en el inconsciente del “Descubrimiento”; estas culturas creadas por “Seres sin alma”, “Salvajes” nada nuevo o bueno podrían proponerle a este “Nuevo Mundo” que venía de la mano de los conquistadores. Este pensamiento peyorativo, al igual que la “Leyenda Negra” creada contra España, en su propio seno y utilizada por el poder sajón que pretendía excluir a la península de su participación en el botín americano, ésta socavó, creando secuelas negativas, a la sociedad española, hasta el presente. Exactamente lo mismo ocurrió en la sociedad americana desde su formación.´ La simiente de este pensamiento, que desvalorizaba todo lo natural y en particular al “Ser Nacional y sus exponentes” estuvo presente y se consolidó instalándose en el nuevo entramado social americano. Como resultado de la germinación de este “Odio ignorante e irracional” que trajo aspectos sociales negativos para nuestra sociedad que el hombre de la calle, el público en general, puede observar si tener que ser especialista en estos temas; como dije de ese pensamiento, ese odio ignorante e irracional que, además de su coraje y afán de 94
aventura, trajeron los conquistadores, nació el marginamiento al que debieron someterse nuestros aborígenes hasta hoy. Puedo exponer miles de ejemplos de este pensamiento impreso a fuego en el entramado social, en las acciones de los hombres de nuestra América. Por años me constituí en militante de esta oscura patriada para devolver su identidad y dignidad a los pueblos naturales durante cuarenta años luché en desigualdad de condiciones, codo a codo con ellos, para lograr, ciertos avances en la búsqueda de sus reclamos. La modernidad y el “Tiempo” trajeron aparejado cierto despertar de la conciencia y paulatinamente el natural de la sociedad Indoamericana fue ganándose su lugar. Las eternas “Minorías”(*2) de América se trastocaron en “Mayoría”, de hecho, no de derecho, ya que ese pensamiento peyorativo que nos implantó Europa, seguía enquistado en nuestro inconsciente colectivo. Pudieron educarse, hacer e integrarse al entramado social americano, mimetizarse, pero seguían teniendo miedo de ser reconocidos como indígenas, negaban su identidad. Esta etapa, posicionada en Argentina en los años 1980 en adelante, fue la más prolífica y activa 95
que me tocó vivir, en la militancia de la causa que abracé, varios años atrás, la causa Indígena, hoy llamada “Indianista”.(*3) En otros textos de mi autoría desarrollo este tema ampliándolo, no obstante, en las notas al capítulo, realizo una breve aclaración, para una mayor comprensión.
En los Ochenta sobrevino un hecho generado en el corazón de la América india, un suceso que, como resultado de esas luchas que comenzaban a revitalizarse, a despertar “La causa india”, como respuesta a esas toma de conciencia el movimiento indigenista de Perú organiza el Consejo Indio de Sud América, C.I.S.A. Organización intermedia que a partir de allí se convertiría en un engranaje importante en estas modernas concepciones Indianistas. El CISA convoca y organiza, ese año: 1980 el Congreso de “Ollantaytambo”(*4) que convoco a todas las organizaciones Indígenas de Sudamérica y del mundo que quisieran participar; es en este encuentro donde un “Amauta”(*5) Ramiro Reinaga lanza un llamamiento a los pueblos naturales y al indio en general llamando la atención sobre una nueva filosofía indiana, una nueva forma de concebir nuestra vida en sociedad “…No debemos sentir nunca más vergüenza de ser llamados indios, por el contrario, con la palabra Indio nos sometieron, nos 96
sojuzgaron, hoy con la palabra Indio, nos liberaremos.” Esta encendida propuesta de este gran hombre de la causa indígena de América, con su llamamiento, con un contenido mucho más amplio que el expuesto aquí, cambió el paradigma en la sociedad de la América Indiana. Así y todo ese pensamiento peyorativo ya había socavado las bases en la construcción de las nuevas sociedades no sería tan fácil deshacer aquello que tanto daño ocasionó.
Antes de regresar al eje conceptual del texto, del que me aparto tan frecuentemente, no puedo evitarlo, no soy bueno en esto, pido disculpas por hacerles ejercitar la memoria.
Recuerden que desde que la historia de las grandes culturas o civilizaciones de nuestro Continente comenzó a ser escrita, tanto aquí como en Europa, este es el pensamiento predominante impreso en la sociedad y por lo tanto es el que nos trasmitieron.
En
este axioma sustento mi propuesta que intentaré
desarrollar.
Puede
consultar, el lector, sobre las consecuencias que la
“Leyenda Negra” causó en la sociedad española y la investigación, al respecto que el gobierno español impulso en los años previos al 5º Centenario (1992)
97
Notas Cap. 5.1.- Aerófono: Instrumento que produce sonido a partir de la vibración de la columna de aire sin el complemento de lengüetas o membranas. Como consecuencia un aerófono se hace hidráulico si en el “Instrumento” que nos ocupa, un edificio o estructura arquitectónica, se reemplaza el aire por un líquido, en este caso, agua, ésta al desplazarse producirá, en sus movimiento sonido que puede ser magnificado por las rugosidades de las paredes o conductos (Supuestas escalinatas) o controlado con regulación de los espacios o cámaras de aire, de la misma forma que en las flautas de pan, acortando y alargando conductos o tapando y destapando cavidades. 2.- Minorías.- Denominase minorías al conjunto de integrantes de una comunidad, viviendo dentro de otra, cuyos miembros son menores en número que la comunidad que los contiene. Lo paradójico, paradigmático y axiomático, para este trabajo, es que se siguen llamando “Minorías”, después del exterminio sufrido, a todos aquellos grupos o sociedades que sobreviven y que aún hoy siguen siendo, en sus propios territorios, mayorías numéricas.
98
3.- Indianista.- el nombre que adquiere, después de 1980 como resultado del manifiesto de Ramiro Reinaga en el congreso de Ollantaytambo, las luchas y movimientos indios, antes llamados Indigenistas. La diferencia de conceptos de los términos se establecen por la funcionalidad del término mismo: Indigenismo fue el nombre dado a los mecanismos tendientes a implementar políticas estatales para los indígenas; estas políticas paternalistas que eliminaban la autoestima sometía a los pueblos sin vos ni voto al capricho y supuesto conocimiento y estado de ánimo de los políticos de turno. Indianismo es la denominación surgida desde el llamamiento de Ramiro Reinaga, “Wankar” que generó la concreción de distintos congresos y Seminarios sobre filosofía indianista que se articularon en distintos países, en Argentina se realizó en la localidad de Cosquín, Córdoba del 31 de agosto al 07 de septiembre de 1986. 4.- Ollantaytambo.- Es un poblado y sitio arqueológico incaico, capital del distrito de Ollantaytambo, situado al sur del Perú, a unos 90 km al noroeste de la ciudad del Cuzco. 5.- Amauta.- Es la designación que otorgan en el mundo andino, hoy a los mayores o portadores de saber; antiguamente los “Amautas” eran los educadores del soberano inca y su entorno, los 99
nobles, había dos sistemas de educación, el pueblo recibía su instrucción en el seno de su familia. 6.- Palenque.- Palenque es un yacimiento arqueológico maya que se encuentra en el municipio homónimo ubicado en el estado mexicano de Chiapas, es uno de los sitios más impresionantes de esta cultura,
En estos dos dibujos de arriba se puede ver la vista externa del templo bajo el montículo de tierra y lodo que lo cubría todavía de los restos del aluvión del 46 en la parte superior la compuerta por la cual ascendía el lanzón, alineado con la escalera de la plaza circular donde se instalaba el pueblo. (Der.) dibujo que trata de mostrar el monolito en su base el agua ingresaba con fuerza y por el sistema de vasos comunicantes lo levantaba en medio de un sonido ensordecedor, apareciendo el Dios Tronante y oráculo de Chavín.
100
Cap.- 6º.Uniendo ambos ríos, con el templo en su trayecto, se abrían las compuertas y un torrente de agua descendía hacia el cauce, no sin antes pasar por los conductos y cámaras previstas por los constructores creando un sonido similar a miles de personas batiendo palmas, sonido que se magnificaba en la geografía del valle. El agua bajando a raudales por las paredes escalonadas y resonar en esas cámaras colectoras y de resonancia, que ya describí, generaba un efecto sobrecogedor y diabólico que los sacerdotes controlaban a su antojo. El agua seguía descendiendo con fuerza en busca de su cauce encontraba un foso creando una columna de agua capaz de generar una fuerza y columna de sentido contrario para subir el lanzón hasta la cúspide del templo antiguo frente a la escalinata de la plaza circular dónde se hallaba el pueblo convocado. Como dije, casi en el cierre del capítulo anterior, no sería fácil revertir el daño que esa negatividad hacia lo autóctono había impuesto en nuestra mentalidad.
101
Varios historiadores, Profesionales de las ciencias sociales, investigadores de distintas disciplinas, han abordado e intentado, desde sus ópticas y concepciones revertir este mandato. Unos por el lado de negar lo actuado, otros por aquello de magnificar y alimentar la leyenda negra contra España o cualquier país colonialista; unos pocos desnudando la verdad que, aunque parcial y dolorosa, es siempre una sola. La misma España se suma a este movimiento al publicar libros para el quinto centenario trataban el tema, muchos de ellos invalorables, desde el punto de su contenido. En 1983 la Francesa Marie-Chantal Barre publica su libro en siglo XXI, “Ideologías indigenistas y Movimientos Indios” donde expone las falencias de las políticas indigenistas implementadas por los Estados Nacionales, como contrapartida a los reclamos indios.
En 1987 siglo XXI edita una nueva versión de “La relación acerca de las antigüedades de los indios” de fray Ramón Pané; una redición del primer texto realizado en este continente por un lingüista. El año siguiente, 1988 la misma editorial XXI publica “La Resistencia indígena ante la conquista” de Josefina Oliva de Coll; quizás, a mi
102
criterio, el mejor trabajo de investigación documental sobre el tema. Ramiro Reynaga, Wankar escribe y desarrolla su manifiesto en un libro “Tawantisuyu” editado por el CISA-1989. Todos, en una mayor o menor medida, contribuyen a la búsqueda de los objetivos Indianistas, planteados desde los movimientos indígenas. Pero como expresé, daño ya estaba hecho y fuertemente enraizado en el inconsciente colectivo social, generando situaciones que sólo se podrían revertir con un largo y duro proceso de descontaminación y concientización. De hecho, el daño impreso del pensamiento peyorativo, ya no podría borrarse, sólo podría trabajarse hacia el futuro; modificar los hábitos de conducta de ideas pre-concebidas sería lento y tedioso, casi imposible.
Así
como Lumbreras y su equipo demostraron que Chavín fue el centro de expansión de una cultura ilustrada, que poseía, manejaba y aplicaba tecnologías o conocimientos avanzados. Por esos años del s. XX fueron surgiendo a la luz pública, no siempre de la mano de “Profesionales” realizaciones que nos demostraban, y aún lo hacen, que sus creadores tenían conocimientos más 103
avanzados, para su época, de lo que se esperaría poseer. Yo mismo, tomé conocimiento con María Reiche y las pampas de Nazca en aquellos años, al igual que conocí al Dr. Cabrera Darquea y su enigmático encuentro con Las Piedras de ICA. La cultura Paracas creadora de los famosos mantos y tejidos y cerámica, que nos describen aspectos de su cultura que dudamos en aceptar. Porque debo creer o pensar que no es posible, si los objetos están allí, porqué rechazar a priori su estudio por la sola razón que no deberían existir. Cuando aparecen vestigios de este tipio como las piedras de ICA, las Pampas de Nazca, las figurillas de Acambaro, nos resistimos a estudiarlos es más fácil negar su existencia, pero sucede que no podemos hacerlos desaparecer y estando allí denuncian nuestra ignorancia. Esto paso en el pasado y seguirá pasando, en la medida que cambiemos nuestra forma de ver al otro, sin preconceptos peyorativos. El hombre primitivo es producto de nuestro mandato, no existe el hombre “Primitivo”, sino el “Hombre” a secas, si tenemos que ubicarlo temporalmente no es necesario hablar de su supuesto intelecto o sabe, a lo sumo podemos identificarlo con
104
su tiempo: El Hombre del Neolítico, el Hombre de las cavernas, como ya lo hacen algunos estudiosos. Llamar primitivo al hombre del neolítico después de ver sus expresiones rituales y artísticas sólo habla de nuestra propia ignorancia. Por otra parte el adjetivo primitivo no puede ser un calificativo para ninguna persona o cosa (Cultura o Civilización) por más antigua que se nos presente. El Adjetivo Primitivo deviene del latín lengua de la cual tomamos nuestro propio lenguaje: “Primitivo es aquel o aquello que no tiene ni toma su origen en otra cosa” en regla general y aquí podríamos suponer que si no toma su origen en otra cosa; “Todo lo que exprese lo desarrolla por sí mismo” ¿Un ser o cosa totalmente carente de saber o conocimiento puede ser realizador de estas expresiones? No será que cualificamos erróneamente los niveles de saber o capacidades intelectivas que los hombres expresan. Es común, en la región donde vivo encontrar gente sencilla, sin la sofisticación de un hombre de ciudad, esta persona suele tener problemas a la hora de desenvolverse en una gran y moderna ciudad. ¿Esto lo Hace Primitivo?
105
Supongamos que un hombre de ciudad es dejado sólo en un medio desolado o rural, sin necesidad de exagerar, seguro que se vería necesitado de solicitar la colaboración de ese hombre sencillo para salir airoso de ese trance. ¿Esto lo hace primitivo?
¡Claro que no! En los dos casos, el grado de saber se halla ligado a su formación, instrucción, grado o capacidad de observación y/ destreza para elaborar aquello que requiera del entorno. Que extraemos del ejemplo anterior: 1º.- Que no hablo de conocimiento sino de saber, de instrucción adquirida del entorno y de la observación y su propia destreza; 2º.- de todos esos factores se nutre el individuo y evoluciona. Nosotros observadores externos, fuera de su tiempo, muy lejano pretendemos hacer una lectura de su evolución, a quién previamente lo calificamos como “Primitivo”. Traslademos estas últimas digresiones al estudio de nuestras culturas americanas; como las vieron y las estudiaron los europeos, que nos transmitieron a nosotros.
106
Dos andesitas “Gliptolitolitos de ICA” que se encuentran en la colección privada del antropólogo Héctor de Rosa, cedidas por el autor.
107
108
Cap.- 7º.-
Regresando a chavín para entender como aplicaban sus conocimientos de hidráulica para ampliar el uso de sus técnicas de sonido, lo que hoy conocemos como “Acústica”. Que conocían de sonido, no cabe la menor duda, que sabían que combinando los sonidos, con los cuales convivían en su entorno se podían hacer cosas que sonaran según patrones de conveniencia. La música fue y es, para los pueblos andinos, un factor de convivencia entre los hombres, así lo demuestra y acaba de corroborar Caral, catalogada como la ciudad más antigua del Continente Americano. Esta ciudad que al desnudar su existencia, su legado a los arqueólogos, cambió abruptamente nuestros conocimientos del pasado y como lo veíamos. Caral, dedicada al comercio e intercambio, con las otras ciudades o culturas con las que cohabitaban en la región, de los productos de su propia producción, estaba dedicada al comercio, intercambio y distribución de sus productos y a la música. Esta ciudad lejos de construirse para la guerra, razones aceptadas, hasta la fecha, para 109
justificar que la humanidad en su evolución cultural paso del nomadismo de los cazadores recolectores, al sedentarismo con la aparición y obligaciones surgidas de la conquista de los vegetales; (agricultura) pasando por un período de zozobra y luchas armadas para defender sus territorios, hasta el surgimiento de poblados o aldeas con empalizadas, unión de varias familias para agruparse, sumar fuerzas y estrategias para sobrevivir. Esto defendía el “Consenso” hasta Caral, a muchos especialistas aún les cuesta aceptar que pueden haber surgido con otros principios de superación y de vida una ciudad aislada en este territorio, 3.000 años antes que los Egipcios. Lo que sí es cierto es que Caral fue el centro de expansión de una cultura pacífica que vivió para la música, en su exhumación se hallaron miles de flauta mono tonales que requerían para combinar sus tonalidades o timbres, un grado de coordinación y destreza sin igual. Contrariamente a lo esperado no se hallaron armas dispersas, en enterratorios, ni depósito de ellas. Un centro Urbano regido por la paz y la armonía entre los seres humanos, ¿Será un estadio que aún no hemos alcanzado?
110
Ya sabemos usted y yo que los pobladores del Continente habían desarrollado un avanzado estadio cultural, esta característica les permitía utilizar sus capacidades intelectivas, según sus necesidades personales y comunitarias, y lo que es más, está demostrado que la diversidad, desde muy antiguo, tenía vigencia en el mundo, había culturas guerreras y culturas pacíficas. Este esquema que se nos presenta nos dice que la existencia de una cultura pacífica podía desarrollarse y expandirse si este proceso se realizaba en forma aislada, sin contacto con culturas guerreras. Sabemos que Caral tenía contacto con todas las culturas de la región circundante, lo demuestran los restos o trastos hallados en el sito conteniendo pruebas de intercambio con comunidades costeras con los que intercambiaban productos del mar y semillas o vegetales de las poblaciones selváticas. Podemos inferir que el contacto con grupos humanos de símiles búsquedas o tendencia pacíficas los benefició notablemente, al igual que mantener un aislamiento geográfico. Todo terminó con la llegada de los europeos que trajeron las peores enfermedades a las que se expone el ser humano, la guerra, codicia, el poder.
111
Si comprendemos y entendemos, por lo tanto aceptamos, que hacían uso de su saber para su desarrollo comunitario y compartir sus beneficios; ¿Porqué pensar entonces que utilizarían sus capacidades y se desviarían en la búsqueda de sus objetivos? Es indudable que yo, como usted, somos víctimas de esa inoculación formativa orientada, de la cual no pudimos sustraernos, que nos afectó desde siempre; nos costara entender lo que sucedió. No somos islas en el mar humano al que pertenecemos, sólo individuos, quienes queremos pensar por nosotros mismos.
Lumbreras en sus exploraciones sobre el sitio de chavín, descubrió la función hidráulica y demostró que su existencia en el lugar no se debía, como se suponía hasta entonces, a la existencia en ese sitio de las personas requeridas para construirlo.
Por el contrario demostró que esa función y su construcción obedecieron a una planificación prolijamente meditada comunitariamente que permitiría seleccionar el lugar y trasladar la gente y los elementos necesarios para el uso de los recursos naturales hallados para así cumplir el objetivo que se habían propuesto.
112
Así nos lo hace saber nuestro guía cuando en su cuaderno de campo al analizar esta circunstancia no dice: “… Chavín cuyo rol fue obviamente fundamental dentro del contexto histórico de su época, y lo fue de hecho porque es el sitio que por magnitud y complejidad fue el más importante de su tiempo, según lo que sabemos hasta ahora. (1976) Esto no quiere decir que él fue “el origen” de la cultura Chavín, más aún nosotros postulamos la hipótesis que representa un momento de altísimo desarrollo tecnológico y económico de esta cultura y que el sitio fue escogido a partir de condiciones exigidas por las necesidades cultistas y/o políticas de la sociedad “Formativa”, correspondientes a un nivel dado de su desarrollo.” (Cuaderno 2.- Pag.3, 2º párrafo.)
Halló los conductos que enlazaban el templo mayor con los ríos, (Aquí:Pag.92) los sitios que oficiaban a modo de compuertas, que al abrirse o cerrarse iniciaban o cesaban el ciclo. El ciclo, que permitiría hacer del templo un productor de sonido regulado y amplificado en sus cámaras sonoras y regulado abriendo y cerrando las cavidades por el que circulaba el aire desplazado por el agua amplificando y modificando la resonancia o la frecuencia de dicho sonido.
113
¿Qué motivó y justificó, a nuestros ojos y entendimiento, tamaño esfuerzo humano en esa región aislada y difícil? Si como se preguntaban entonces, respondió a una búsqueda cultista, política, o a las circunstancias económicas imperantes. Hoy después de haber caminado y vivido la segunda mitad del siglo XX a la luz de tantos hallazgos a los que las nuevas tecnologías nos abren los ojos; descubrir que nuestras culturas formativas no sólo no fueron “Salvajes sin alma” sino que produjeron, elaboraron y construyeron con una capacidad impensada. Aquellos que las estudiaron, quienes nos las dieron a conocer, se negaron a verlas, o ni siquiera a buscarlas, condicionados por ese pensamiento retrogrado que impregnó su entendimiento para ver al “Nuevo mundo”, como lo llamaron, que supuestamente no podría darnos nada nuevo.
Como dije a la luz de los nuevos descubrimientos podemos decir, sin temor a equivocarnos que no sólo Chavín se vio fuertemente influenciado por circunstancias cultistas a la que toda comunidad estaba íntimamente ligada por hallarse en el centro de una región azotada por permanentes meteoros climatológicos, lluvias torrenciales, truenos y relámpagos, fuertes y desbastadoras descargas en 114
tormentas eléctricas que requerían una explicación y contención de la población. La necesidad de explicar los fenómenos naturales desemboca en la concepción de deidades que los expresen para comunicarse con los hombres. A la luz de nuestro conocimientos actuales, intuimos, porque no sabemos, más allá de una especulación, lógica y sistemática, que deducimos de aquello que se nos ha dado conocer que siempre hubo y abra en todo grupo humano en toda sociedad organizada o en vías de organización, individuos que sobresalen del común. Estos individuos son o serán los líderes que conducirán al grupo, pero los también están aquellos que sin el temperamento del líder se destacan por sobre los demás, en sus concepciones mentales, creatividad y habilidades. Estos individuos serán quienes aportarán las bases de sustentación, los fundamentos, la estructura primigenia de la construcción de una cultura, una sociedad. Aceptado esto, podemos seguir adelante en nuestra interpretación: hallado el sitio que cumplía con las exigencias del proyecto… Aquí detengámonos un momento; las motivaciones primigenias serían quizás calmar los ánimos y mantener cohesionado el grupo, esto los llevó a 115
buscar un lugar propicio y apartado para sus fines pero sobre la marcha la fuerza de los hechos consumados pueden haber readaptado sus expectativas. Sabemos, por nuestras propias realizaciones que las trabas, solo nos producen desafíos y ellos nos enfrentan a el dilema de claudicar o vencerlos, y el hombre siempre a elegido vencerlo y avanzar. ¿Por qué no deberíamos observar nuestro caso con estos criterios? A estas alturas, nuestra nueva visión en la interpretación de nuestras culturas y civilizaciones del pasado americano; centralizado en este trabajo, en Chavín de Huántar y las culturas del valle de Casma, en el área central del Perú; nos permite inferir para chavín que una vez seleccionado y elegido el emplazamiento en la geografía de las cuenca del Casma, entre dos cordones cordilleranos. Según el plan y logros, prefijados de antemano, creo que fueron varias las cuestiones, además de las cultistas, las causas que incidieron sobre la marcha, en la construcción, en sí mismo del complejo arquitectónico y en la posterior formación de esa compleja sociedad andina que conoceríamos como Cultura Chavín.
116
Proyectar dirigir y controlar la construcción de una obra como Chavín debe haber forzado a los constructores a un enorme esfuerzo en ese lugar aislado y agreste de Cordillera Negra. Pero, como si eso fuera poco, en todo desplazamiento humano, de la cantidad requerida en Chavín, su alberge y alimentación, ya por sí solo, sería una situación económica y política digna de haberse planificado al proyectar el complejo; así que no me extrañaría que estos factores también hubieran formado parte e incidido sobre éste emprendimiento y de los resultados a obtener. Anteriormente llamé la atención sobre las manifestaciones terroríficas o sangrientas que expresan culturas como Sechín o la ferocidad aparente de Chavín, y dije: Parecería una burda mascarada para controlar, dirigir u orientar a las masas, hacia una dirección, técnicas a las que estamos tan acostumbrados, aún así nos resulta inconcebible, siquiera suponer, que estas culturas hubieran utilizado esta psicología de masas, que suponemos, de concepción y conocimiento moderno. Después de ver las creaciones de distintas culturas algunas cuyas realizaciones escapan a la comprensión racional, lógica que se nos pide en el
117
plano de la razón, debo decir que no siempre me ha resultado posible. Cuando debo explicarme dentro de estos parámetros y no buscar la salida fácil que adoptan aquellos que descartan aquello que no pueden explicar o hace tambalear sus conocimientos aceptados, están allí, no podemos ignorarlos. Sería interminable especificar aquellas cosas que no podemos explicar, a las que el conocimiento humano les resulta esquivo; debemos afrontar que hemos escondido la basura bajo la alfombra y ha llegado la hora de ensuciarnos las manos y reconocer que muchos han preferido aceptar el “Consenso” que estar en su contra. Reconocer que debemos rever los conocimientos e investigaciones realizadas en el estudio e investigación de nuestras culturas ancestrales y corroborar fehacientemente que han estado regidas por principios sangrientos y terroríficos; corroborando o negando esta verdad podremos cerrar un capítulo de la evolución cultural de nuestro Continente, que, como una mancha, adjetiva todo nuestro pasado histórico.
118
Cap.-8º.-
Estando parado mirando los petroglifos de Sechín por largas jornadas, observando cabezas cortadas con los cabellos al viento; hileras de ojos fuera de sus cuencas, mostrados como trofeos; viseras, entrañas diversas; manos y otras imágenes que tantas veces había observado en los libros sin sentir esa opresión o sobrecogimiento. Allí, frente a ellos, sentí la fuerza que ejercen sobre el observador y pensé, por primera vez, que esas imágenes violentas no estaban allí para asustarnos sino para dar un mensaje y por días, sentado frente a ellas, trate de hallar la respuesta. Después, vinieron Nazca y mis breves diálogos con María; mis conversaciones con Javier Cabrera y sus piedras; la cultura Paracas y su legado; el mundo andino, en su conjunto y los enormes secretos que guarda y que aún, poco a poco, nos asombran. Admiro, desde que era casi un niño a ese hombre maravilloso que conocí por los libros, Florentino Ameghino, viví sintiendo como la sociedad lo ignoraba, se le reprochaba haber cometido un error fuera de su campo de competencia, cuando en el suyo había logrado incorporar al cátalo 900 especies nuevas, mientras fuera de su país se lo respetaba y casi veneraba. 119
Hoy veo casi como un reproche, como el tiempo de antigüedad del hombre se comienza más a ajustar a los tiempos predichos por él; los recientes trabajos de la Dra. Roosevelt en “Piedra Pintada”, Brasil y de Goodman en el desierto de Flagstaff, ambos del “Smithsonian Instituto”, parecen brindar una nueva perspectiva. Con todo este bagaje de experiencias que prueban que existe otra forma de percibir el mundo y su historia, mi mente no puede conformarse con recibir ese mandato impuesto, que nos forma según designios viejos y perimidos pero latentes en el inconsciente colectivo. Creo que mi mente inconscientemente se revela, busca una verdad que me satisfaga o que llene mis aspiraciones, nuestras aspiraciones que son parte de nuestra identidad. Tener mandatos “Cultistas” como expresa Lumbreras, es muy distinto de expresar la existencia de una vida regida por los sacrificios humanos y la sangre; hasta los Dioses tenían límites. Nosotros en la actualidad tenemos impresos en nuestro desarrollo cultural mandatos “Cultistas” no henos podido desprendernos de ese trabajo hormiga realizado por milenios desde los orígenes. No podemos negarlo, somos una sociedad enferma y violenta, solo la convivencia nos imprime 120
los límites, que aceptamos y acatamos; límites qua veces algunos hombres borran y desbordan el mandato social dándonos horrendas experiencias. El mundo Occidental, nuestra parte de la sociedad humana, se forjó con ese mandato impreso fuertemente en el entretejido social de todas las épocas. Sin embargo porqué debemos aceptar que nuestras culturas, aisladas en este territorio que les era ajeno hasta el s. XV, se haya forjado bajo esos patrones. Hasta el hallazgo de la Dra. Ruth Shady Solis de Caral, estaba profundamente convencido pero Caral llegó en el momento justo para darme ese empujoncito que me faltaba. Ahora estoy seguro, que mi otra forma de percibir el pasado americano, es posible y no debemos desecharla, solo debemos saber, ¿Qué buscar y dónde buscar?
Este sensacional hallazgo y las propuestas que, de su minucioso análisis surgen de esta sociedad urbana y planificada, vinieron a demostrar que en nuestras raíces profundas, aquellas donde abrevaron otras posteriores, la simiente de armonía, diversidad en paz, fue posible y se expandió por el mundo andino.
121
Esas expresiones sangrientas o sacrificadoras respondían a factores “Cultístas”, precisos, bien determinados y puntuales, no respondían a leyes generales de convivencia. Sin embargo no podían substraerse al tremendo impacto que esos sucesos causaban en la población; ¿Porqué no usarlos para obtener resultados que sirvieran a la buena convivencia? No estoy diciendo nada extraño, es el objetivo final que cumple el dogma, inculcado y mantenido por siglos por la estructura de la iglesia. Cuidado no olvidemos quiénes somos y el camino recorrido, los hombres eligen un camino: “Amar al prójimo como a ti mismo” sembrar la paz y la armonía entre los hombres es un paradigma vinculante que algunos adoptan y otros no; así ha sido y así será, mientras el hombre exista. Lo nefasto fue que se arraigó en nosotros la creencia que este aspecto de la conducta humana es patrimonio de la mente moderna, del hombre moderno; nunca se nos ocurrió siquiera sospechar que nuestras culturas formativas ya traían el gen de la libre determinación del dualismo natural con el cual convivían. El dualismo cósmico ya se hallaba impreso en su ADN, en nuestro ADN.
122
Epílogo.-
Dado como soy propenso a la disgregación, a perderme en los meandros de mi propia “Curiosidad”, único don con el que he sido dotado y que atesoro, él me ha permitido ser lo que soy; para bien o para mal. ¿Es posible tender una mirada distinta sobre nuestras culturas que no se encuentre acotada por el salvajismo y la violencia? Hasta Caral, parecía imposible.
Como el salvajismo y la violencia respondía a la creencia generalizada de los europeos y a su costumbre de imponer las ideas y formas de vida por la fuerza de la conquista, esta imagen predominó. Chavín, Sechín y todo lo que viví y experimenté en Perú y los lugares que conocí me dieron otra visón con que mirar. Pero no fue hasta Caral que vino a reforzar nuestra creencia a reafirmar que sí en el mundo andino, mucho antes o contemporánea, de las grandes culturas europeas o de Medio Oriente en la región central de Perú anidaba el germen de la Paz. Mi hipótesis de trabajo es proponer que estas manifestaciones terroríficas y sangrientas obedecen a la liturgia cultista predominante; estos hechos fueron magnificados para crear un patrón de sumisión y 123
obediencia que les permitiera, a los sacerdotes o casta sacerdotal la realización de sus prácticas médicas o quirúrgicas sin tener que dar explicaciones ante el pueblo. Esto comienza a desarrollarse en Sechín, se consolidó en Chavín, claramente con el uso del sistema descubierto por Lumbreras, y se refuerza a medida que me adentro en las culturas andinas y su conocimiento de medicina, mientras me encontraba en Perú. De allí surgió como pura especulación esta idea multifacética del comportamiento sangriento, terrorífico y sacrificador de estas culturas. Magnificaron el carácter litúrgico, cultista para convencer al pueblo.
Los tres protagonistas de este despertar en Chavín: Ruben, Tiberio y Tito.
124
Nuestro ingreso, a través del socavón rutero en la cordillera negra, al valle de Chavín que yo conocí en 1977. Mi bautismo en el turbulento Mosna, a casi 5.000 Mtrs. Sobre el nivel del mar. Las imágenes sig. Se refieren al chavín del 77 que entiendo difieren mucho del Chavín actual.
125
126
Bibliografía. 1- Palerm, Angel; Antropología y Marxismo, edit. Nueva Imagen, México - 1982. 3- Oliva de Coll, Josefina; La resistencia Indígena ante la conquista, edit. Siglo XXI, México 1988. 4- Borrero, José María; La Patagonia Trágica, Edit., Buenos Aires. 5- Alvarez, Gregorio; El tronco Dorado - Neuquén 1967. 6- de Las Casas, Fray Bartolomé; Brevisima relación de la destrucción de las Indias, Edit.Sarpe,Madrid,1985. 7- Lehmann, Henri; Les Civilisations Précolombinnes, Francia,1953. 8- M.A.Vignati; Publicaciones desde 1936 a 1953 sobre los Aborígenes de Patagonia y Cuyo. 9- Berdichewsky, Bernardo; En torno a los orígenes del Hombre Americano-Editorialuniversitaria-S.deChile. 10- Goodman, Jeffrey; Arquelogía Psíquica - Edit. Martinez Roca, 1988. 11- Silva, Osvaldo; Prehistoria de América - edit. Universitaria -S. de Chile,1971. 12- De Ercilla, Alonso; La Araucana- Edit.F. de Aguirre, B. Aires,1977. 13- de Sahagún, Fray Bernardino; (Pag15-los presagios)Crónicas Mayas y Aztecas – La otra cara de la conquista - Edit. C.E.A.L.- Buenos Aires, 1972. 14- R.M.Casamiquela;“Rectificacionesy Ratificaciones” Cuadernos del Sur, enero 1965. 15- de Sahagún, informantes, Códice Aubin; idem. 16- de Tlatelolco, manuscrito anónimo, (Pág.44) idem. 127
17- Díaz del Castillo, Bernal; Historia verdadera de la conquista de la nueva España, Mexico 1944 y Madrid 1947. 18- de Ocampo, Maestre Juan; El mar de las perlas, Historia de la conquista de la nueva Andalucía, Madrid 1969. 19- H.E.Maldonado-R.A.Spaggiari; “La Reforma constitucional y los Derechos Aborígenes”, Ediciones ECO/FUNDAAC.1989. 20- Bartolomé de las Casas, En el quinto centenario de; Ediciones Cultura Hispánica, Institut. de Cooperación Iberoamericana, Madrid,1986. 21- FedericoEscalada;ElComplejo Tehuelche,1949. 22- Fernandez de Oviedo, Gonzalo; Historia General y Natural de las Indias, Madrid 1959. 23- Moulin, Abate Jean; Los Caciques Heróicos, Madrid 1919. 24- Bengoa, José y Valenzuela, Eduardo; Economía Mapuche, Pas, Chile, 1986. 25- Belza, Juan E; En la Tierra del Fuego, I.SA.G. Buenos Aires.1975. 26Hernandez, Isabel; Anexo Estadistico, Discriminación Etnica y Educación; Informe Punta Tralca (Chile)1982. 27- Orquera, Luis Abel; Sala, Arturo Emilio; Piana, Ernesto luis y Tapia,Alicia Haydee;Lancha Packewaia, arqueología de los canales fueguinos, Huemul, Buenos Aires,1977. 28-.L. R. Nacuzzi; “Identidades Impuestas” Sociedad Argentina de Antropología, 1998.
128
29- Piossek, Teresa; Relación Histórica de Calchaquí, E.C.A. Buenos Aires,1984. La Rebelión de Pedro Bohérquez, el inca del Tucumán, E.C.A. Buenos Aires,1984. 30- Hernandez Isabel; de Jong, Ingrid y Canamasas, Benito; La Tierra: un Bien de Cambio o un espacio para la Vida, El caso de los Maupche Toldenses, (Pag.41/47) Revista deAntropología, Nº11, Buenos Aires 1992. 31- Orquera, Luis Abel; Ciro René Lafon; Osvaldo C. Chiri y Ernesto L.Piana; Acerca de los Períodos y Otras Unidades Conceptuales de Periodificación, Relaciones, (tomoVIII,1974.) 32- Arqueología y Sociedad, Luis Lumbreras, Lima. 33- Cuadernos de campo sobre Chavín, Museo Nacional de Antropología y Arqueología, Perú. 34- Lopez de Gomara, Francisco; Historia General de las Indias, Madrid, 1946. 35- Ingenieros, José; Las Doctrinas de Ameghino-R.J. Roggero edit,1951. 36- Camargo, Diego Muñoz; (Pag.20) La otra cara de la Conquista, idem. 37- Centro de Estudios Legales y Sociales, CELS; El Grito Toba de Colonia Teuco, Cuadernos del CELS Nº5, Buenos Aires, 1991.
129
Este texto fue terminado por el autor para su publicaciรณn libre en la web en sistema PDF el 9 de abril de 2016.
130