“Gloria Patri”. El cuerpo doctrinal de san Simeón, aplicado a la emblemática de la primitiva iglesia de Santa María de Ciutadella
Lola Carbonell Beviá
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“Gloria Patri”. El cuerpo doctrinal de san Simeón, aplicado a la emblemática de la primitiva iglesia de Santa María de Ciutadella
Lola Carbonell Beviá
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Índice 1. La figura de san Simeón. 2. La presentación de Jesús en el templo de Jerusalén. 3. El culto templario a san Simeón. 4. La simbología del pórtico de la Luz de la catedral de Menorca. 4.1. Simbología de la estrella. 4.2. Simbología del candelabro. 4.3. Simbología de la puerta cerrada. 4.4. Simbología de la llama de fuego. 5. Conclusiones. 6. Citas bibliográficas.
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“Gloria Patri”. El cuerpo doctrinal de san Simeón, aplicado a la emblemática de la primitiva iglesia de Santa María de Ciudadela
Lola Carbonell Beviá
1. La figura de san Simeón. Simeón o Simón, perteneció a la familia paterna de Jesús el Cristo. Fue hijo de Cleofás, -hermano de José El Justo, el padre de Jesús el Cristoy, de María, -hermana pequeña de María, la madre de Jesús el Cristo (1)-. Llevaba sangre real en sus venas por pertenecer a la casa de David. Perteneció a la Iglesia del Camino de Jesús el Cristo, siendo uno de los primeros discípulos de Jesús. Tras la muerte de Jesús trabajó conjuntamente con Santiago el Menor -su propio sobrino, hijo de su hermana María la de Cleofás-, en la santificación de Jerusalén. Tras el asesinato de su sobrino Santiago, en el año 62 d. C., fue elegido y nombrado obispo de Jerusalén. Gozó de una vida larga, ya que a los 80 años fue presentado ante el gobernador de Siria donde fue interrogado sobre sus creencias religiosas. Como no quiso renunciar a su religión, fue azotado y, posteriormente, condenado a la crucifixión (2). Paralelamente al asesinato de Simeón, también fueron detenidos los nietos de Judas, -el hermanastro de Jesús el Cristo-, por ser descendientes de linaje davídico (3).
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2. La presentación de Jesús en el templo de Jerusalén. Simeón bar Clopá o Simeón el hijo de Cleofás (4), fue primo hermano de Jesús el Cristo. Era mucho más mayor de edad que Jesús, pues ya servía a Dios en el templo, cuando Jesús el Cristo contaba 40 días de edad y, fue llevado por su madre María, al mismo (5). Al verlo, Simeón, reconoció la divinidad de Jesús el Cristo como rey de Israel y de Judá (6) y, lo bendijo, diciendo textualmente: “porque han visto mis ojos tu salvación, la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; Luz, para revelación a los gentiles y, gloria de tu pueblo de Israel” (7). 3. El culto templario a san Simeón. Las palabras que san Simeón dedicó a Jesús el Cristo en el templo de Jerusalén están representadas en el arco apuntado que delimita el tímpano del pórtico de la Luz, de la catedral de Ciutadella de Menorca. Literalmente dice: “Viderunt oculi mei salutare tuum. Lumen ad revelationem gentium”. Palabras que fueron recogidas por el templario arzobispo de Tarragona, que acompañó al rey Jaime I en la conquista de las Baleares (8). Y que con posterioridad fueron aplicadas en el tímpano del pórtico de la Luz, de la primitiva iglesia de Santa María de Ciutadella, de Menorca. 4. La simbología del pórtico de la Luz de la catedral de Menorca. La concepción de la escultura en relieve fue el de una mente que había leído el Nuevo Testamento y, conocía la historia de san Simeón, presente en el templo de Jerusalén, cuando María y José presentaron a su hijo en el templo. En el tímpano del pórtico de la Luz, la figura de san Simeón está materializada, al igual que sus palabras, presentes en la leyenda epigráfica escrita en el borde del arco ojival. El Nuevo Testamento habla de que Jesús fue llevado al templo por sus padres, tal y como está representado en el tímpano del pórtico de la Luz de la catedral de Ciutadella de Menorca. Pero es a través del Evangelio de Acuario de Jesús el Cristo, el que aporta la edad de Jesús, cuando fue llevado al templo. Está 5
hablando de cuarenta días, por ello, el relieve del tímpano representa a Jesús como un neonato en pañales, llevado por su madre. Es san Simeón el que acoge en sus brazos a Jesús, tras habérselo entregado su madre María. Detrás de María se halla José, el padre del niño, con un bastón y una cesta de huevos. Y detrás de san Simeón, la profetisa, Ana, hija de Fanuel, perteneciente a la tribu de Aser, que era viuda y, contaba con 84 años de edad. Los símbolos que aparecen en el tímpano, como son la estrella, la menorah y el candelabro fueron una interpretación artística del autor, pero no aparecen en los textos bíblicos. 4.1. Simbología de la estrella. La estrella sobre la cabeza del niño Jesús está enmarcada por tres arcos con la leyenda “Orietur Stella Xacob”, es decir el símbolo religioso que identifica al rey de Israel, en este caso Jesús el Cristo (9). En el Evangelio de Acuario de Jesús el Cristo, Jesús fue comparado con la representación de la estrella matutina (10) y, denominado “estrella matutina que está en las alturas pues ha venido a traer una luz a los hombres, la luz de la vida, para iluminarles el camino y redimir a su pueblo Israel” (11). Juan el apóstol, también lo denominó estrella de la mañana del linaje de David (12). Y Miriam, cantó de él: “¡Gloria a la estrella del Día en lo alto!” (13). Los magos persas Hor, Lun y Mer, que fueron a Belén a adorar a Jesús tras su nacimiento denominaron a la estrella, “estrella de la promesa”, por ser la luz que los guió hasta el “maestro de la nueva era”, llamado Jesús (14). E igualmente presagió la llegada de Jesús el Cristo, a quien denominó “estrella matutina” (15).
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4.2. Simbología del candelabro. El autor del relieve escultórico del pórtico de la Luz, utilizo el símbolo de la menorah, para relatar que la sagrada familia real de Israel, pertenecía a la religión judía veterotestamentaria, puesto que la menorah estuvo custodiada en el templo de Jerusalén, hasta el año 68 d. C., en que fue robado por los romanos (16) y trasladada a Roma, donde permaneció hasta el año 410 d. C., en que fue destruida por los visigodos tras invadir la ciudad capitalina (17). 4.3. Simbología de la puerta cerrada. En la simbología medieval la puerta cerrada representa a María, la madre de Jesús el Cristo (18). Por tanto, en la representación escultórica del pórtico de la luz, a ambos lados del principal grupo escultórico se hallan dos puertas cerradas. Una junto a la menorah y, otra junto al candelero de un solo brazo. Es decir, quedaba patente el linaje judío de María la Madre de Jesús el Cristo como santa engendradora de Dios, madre de Cristo, madre de la Gracia Divina, madre purísima, madre castísima, madre amable, madre admirable, madre de los buenos consejos y madre del Creador (19). 4.4. Simbología de la llama de fuego. La llama de fuego sale tanto de la menorah, como del candelero, pero este último lleva la leyenda “Lumen Christi”, cuyo significado es luz de Cristo. Si el emblema de la puerta cerrada es María, la madre de Jesús el Cristo, la puerta cerrada junto al candelero encendido significaría que la madre de Jesús el Cristo, es fuego y ese fuego es “Jesé”. Por tanto, María pertenecía al linaje de la tribu de Jesé, el fuego de la iluminación, la divinidad (20). 5. Conclusiones. La figura de san Simeón, primo hermano paterno y materno de Jesús el Cristo, hijo de Cleofás, -hermano del José, padre de Jesús el Cristo- y, de María, -la hermana pequeña de María, la madre de Jesús el Cristo-, perteneció al linaje real de la corona de Israel. 7
Tuvo una relación directa con el templo de Jerusalén, donde se hallaba, cuando los padres de Jesús el Cristo lo llevaron, -a la edad de cuarenta días-, para presentarlo en el templo. Al verlo confirmó su pertenencia al linaje real de Israel y presagió su papel de líder espiritual, como señaló el texto de Lucas en el Nuevo Testamento y, el apócrifo Evangelio de Acuario de Jesús el Cristo. En la Edad Media, el rey Jaime I fue templario y, conquistó la isla de Menorca para su reino. Junto a él, participó el arzobispo de Tarragona, un eminente templario conocedor de las palabras emitidas por san Simeón, cuando vio por primera vez a Jesús el Cristo. La influencia del rey Jaime I y del arzobispo de Tarragona se dejó sentir en la creación y construcción de la primitiva iglesia de Santa María de Ciutadella, de Menorca, puesto que las palabras de san Simeón parecen registradas en el arco gótico del tímpano del pórtico de la Luz. Ahora bien, ¿fue el arzobispo de Tarragona quién se puso directamente en contacto con el escultor que trabajó en dicho pórtico de la Luz, para que reprodujese la acogida de san Simeón, del niño Jesús, -heredero del trono de Israel-, ante la mirada de sus padres, los reyes de Israel y de la profetisa, Ana, -hija de Fanuel, perteneciente a la tribu de Aser-, la que también aparece en el grupo escultórico? ¿O fue el rey Jaime I quién dio la orden al escultor, apoyándose en la teosofía del arzobispo de Tarragona? Lo cierto, es que el relieve del tímpano del pórtico de la Luz de la catedral de Ciutadella de Menorca, demuestra el interés del Temple por promover la advocación de san Simeón, su pertenencia a la casa real de Israel y, su parentesco directo con Jesús el Cristo, heredero del trono de Israel. Pero, subrepticiamente, el Temple estaba ratificando la importancia de la figura de María, la madre de Jesús el Cristo, como madre purísima y castísima, perteneciente a la religión judía de tradición veterotestamentaria y descendiente del linaje de Jesé, la tribu de la que se esperaba, debía procrear a la divinidad. En Villajoyosa (Alicante). A 21 de octubre, 2015.
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Citas bibliográficas
(1). “San Simeón, Obispo y mártir”. www.-aciprensa.com Sin paginar. San Simeón: obispo y mártir (18 febrero). “(...) El Evangelio de San Mateo describe a San Simeón como uno de los parientes o hermanos del Señor. Su padre era Cleofás, hermano de San José, y su madre, era hermana de la Virgen María, siendo Simeón primo carnal del Señor. Sin duda, el santo fue uno de los hermanos de Jesús que recibió el Espíritu Santo el día de Pentecostés (…)”. VIDAL MANZANARES, César. “El primer evangelio: El documento Q”. Barcelona. Círculo de Lectores. 1993. Página 80. Primera parte. El contexto del Documento Q. Capítulo V. El contexto histórico (V). La guerra contra Roma. Familiares de Jesús: Simeón o Simón hijo de Cleofás, tío de Jesús. Exilio judeocristiano a Pella. “(…) Los datos de que disponemos en relación con la comunidad judeocristiana de Jerusalén durante este periodo que va desde la muerte de Santiago en el 62 d. C., hasta la destrucción de Jerusalén y la toma del tempo en el año70 d.C., son muy fragmentarios. Sabemos que como sucesor de Santiago la comunidad judeocristiana de Jerusalén optó por elegir a otro miembro de la familia de Jesús, Simeón o Simón, hijo de Cleofás, muy probablemente un tío de Jesús. La noticia nos ha sido trasmitida por Eusebio que, a su vez, se inspira seguramente en Hegesipo (95). Con todo, el hecho más importante de este periodo en relación con los judeocristianos de Jerusalén fue, sin lugar a dudas, el que pudieran sobrevivir como colectivo en virtud de su huída hacia / (Página 81) Pella, en la Decápolis (96). Según Eusebio (97), en algún momento situado entre la muerte de Santiago en el 62 d. C., y el estallido de la rebelión judía en el 66 d.C., la comunidad judeocristiana de Jerusalén recibió un oráculo en el que se le indicaba que debía abandonar la ciudad y establecerse en Pella, una de las ciudades de la Decápolis, al Este de Jordán. Hemos estudiado ya con seguridad ese tema estableciendo la veracidad de la noticia y, a él remitimos a nuestros lectores (98). Pero podemos señalar que no existen objeciones definitivas que invaliden la tradición de la huida hacia Pella por parte de los judeocristianos de Jerusalén. Por el contrario, aceptar la veracidad de la misma no solo encaja con lo referido en las fuentes sino que además explicaría la supervivencia de una comunidad judeocristiana en Jerusalén tras la destrucción de la ciudad, la conservación de sus lugares sagrados 9
atestiguada arqueológicamente y el origen de la noticia desde muy antiguo. El hecho en sí, vendría aponer de manifiesto, además, una prudencia política que, en términos generales, caracterizó al judeocristiano. Ante la disyuntiva de ser eliminados por los zelotes, cuyos postulados violentos no compartían, o de ser presa posible de los ejércitos romanos, los judeocristianos de Jerusalén marcharon a un lugar relativamente aislado desde el que esperar el desenlace de un conflicto cuyo fin, muy posiblemente, intuyeron. En cuanto al momento en que tuvo lugar la huída, Emil Schürer (99) / (Página 82) señaló que la misma debió tener lugar en el momento posterior a la marcha de los idumeos aliados con los zelotes, cuando Juan de Giscala era el amo absoluto de la ciudad, o quizás poco antes. Dado el silencio de las fuentes, la opción es absolutamente posible. Do obstante desde nuestro punto de vista, un momento más verosímil hubiera sido tras la inmediata retirada de Cestio Galo. Haber actuado entonces hubiera encontrado escasas dificultades, puesto que todavía las posturas no hubieran llegado a su grado máximo de radicalismo y la salida de la ciudad se presentaba expedita en el clima de victoria que sucedió al desastre romano. Por otro lado, un análisis medianamente realista del momento –cosa relativamente fácil para los judeocristianos, ya que no se hallaban implicados en el conflicto- habría dejado de manifiesto que Roma volvería a enviar tropas que ya no se retirarían hasta haber obtenido la victoria (…)”. VIDAL MANZANARES, César. “El primer evangelio: El documento Q”. Barcelona. Círculo de Lectores. 1993. Página 80. Cita (95). “(…) Eusebio, Hist. Ecles. III, II. Eusebio cita a Hegesipo para afirmar que Cleofás era hermano de José, el esposo de María. El peso que la familia de Jesús tenía en el movimiento es mencionado asimismo por Julio Africano, del que también cita Eusebio, Hist. Ecles. I, 7, 14 (…)”. (2). “San Simeón, obispo de Jerusalén y mártir (18 de febrero). Breves historias en las vidas de los santos”. www.vaticanocatolico.com Sin paginar. “(...) San Simeón o San Simón tuvo estrecha conexión con Jesucristo, y era consiguiente que tuviese mucha parte en sus singulares favores, y en sus particulares gracias. Fue hijo de Cleofás, hermano de San José, y por consiguiente reputado por primo-hermano del Salvador. Su madre se llamó María, aquella misma de quien dice el evangelio que era cuñada de la Santísima Virgen (por serlo de su esposo San José), y la acompañó hasta el monte Calvario, asistiendo a la muerte del salvador del mundo, a quien miraba como a sobrino suyo. Supuesta una correlación tan estrecha entre el hijo y los padres con el mismo Hijo de Dios, es fácil discurrir la liberalidad con que a manos llenas colmaría de gracias a toda la familia. Era Simeón de sangre real, como sobrino de 10
San José, legítimo descendiente de la casa de David; pero su mayor y más ilustre distintivo fue haber sido discípulo de Cristo, obispo santo, y mártir glorioso. Le escogió el Salvador por uno de sus primeros discípulos, y le instruyó por sí mismo; con que saliendo de mano de tal maestro, ¿qué progresos no haría en la ciencia de la salvación? Fue testigo de la mayor parte de los milagros que obró el Hijo de Dios, de su resurrección, de su ascensión a los cielos, y como era uno de los miembros que componían entonces toda la Iglesia, se halló en el Cenáculo con los demás, y recibió el Espíritu Santo el día de Pentecostés en compañía de la Santísima Virgen, a quien reverenciaba como a tía, y de los Sagrados Apóstoles, muchos de los cuales eran sus parientes. Después de la separación de estos, y de los otros discípulos destinados para llevar la luz del evangelio a las provincias, parece que San Simeón se quedó en Judea aplicado por el Señor a trabajar en la conversión de los de su misma nación, de quienes fue siempre muy estimado y muy querido. Estuvo muchos años dentro de la misma Jerusalén en compañía de su primer obispo, y también pariente suyo, Santiago el menor, ayudándole a trabajar en la santificación de aquella gran ciudad, que Jesucristo acababa de regar con su preciosísima sangre. Fue su misión tanto más trabajosa, cuanto tenía que lidiar con un pueblo, cuyo corazón y cuyo espíritu humeaba todavía cólera y furor contra Jesucristo, a quien acababa de quitar la vida en un afrentoso madero. Con todo eso, a su apostólico fervor y laboriosas fatigas correspondió una mies muy abundante. Cada día se aumentaba el número de los fieles, y estas frecuentes conversiones excitaron aquella cruel persecución, que hizo tantos mártires en Jerusalén. El año 62 del nacimiento del Señor, y el 29 de su gloriosa resurrección, quitaron inhumanamente la vida los judíos a Santiago el menor. Se dice que Simeón se halló presente a su martirio, y que tuvo valor para reprender agriamente a los homicidas, acriminándolos la enormidad de su delito, sin que ellos se atreviesen a vengarse; lo que acreditó el respeto y la veneración que profesaban a nuestro Santo. Por razón de la persecución se pasaron algunos meses después de la muerte del Apóstol hasta que nombraron quien le sucediese. Sosegada algún tanto la tempestad, luego que se pudo respirar, se juntaron en Jerusalén los Apóstoles, que no estaban muy distantes; los discípulos que vivían el año de 62, y lo restante de los fieles; y todos de unánime consentimiento eligieron a Simeón como el más digno y el más propio para llenar el gran vacío del apóstol Santiago. La eminente santidad, y la gran sabiduría del nuevo Obispo contribuyeron mucho, no solo para nutrir, sino para encender admirablemente la piedad y el fervor de aquellos primeros cristianos, que por las persecuciones de los judíos cada día se hacían más ilustres y recomendables en la Iglesia. Habiéndose amotinado en este tiempo los 11
judíos contra los romanos, el santo Pastor aconsejó a los cristianos que se retirasen de Jerusalén, para que no fuesen envueltos en las ruinas de aquella infeliz ciudad. Salieron, pues, los fieles de Jerusalén bajo la conducta de su santo Obispo, como en otro tiempo había salido Lot y su familia de Sodoma bajo la conducta del santo Ángel, y se retiraron a un lugar de la otra parte del Jordán, llamado Pella, el año de 69; es decir, poco antes que Vespasiano, enviado por Derón contra los rebeldes, entrase en el país. Después de la total ruina de Jerusalén, que sucedió el año 70 del Señor, pasaron los fieles segunda vez el Jordán, y se restituyeron no a la ciudad, que ya no la había, sino al lugar que antes ocupaba, no habiendo quedado en ella piedra sobre piedra, según la palabra del mismo Jesucristo. Sobre estas miserables ruinas edificaron otra nueva ciudad menos soberbia en edificios, pero más rica de virtudes; porque animados con un nuevo fervor por la solicitud, por la piedad, por el celo de su Obispo, presto refloreció la Iglesia más que nunca en la nueva Jerusalén, compitiéndose las raras virtudes de los que la componían con el resplandor de sus prodigios, y con el ruido de sus milagros. Tuvo siempre gran ciudad Simeón de velar sobre su pequeño rebaño, y sobre todo de conservarle en su primitiva pureza, ya previniéndole contra las herejías que el infierno comenzaba a suscitar, ya distribuyendo continuamente a su pueblo el pan de la divina palabra, y explicándole sin cesar con un celo y con una bondad admirable las grandes verdades de la religión, como las había aprendido de boca del mismo Jesucristo. Esta vigilancia del santo Pastor, este celo infatigable por la gloria de Jesucristo y por la salvación de sus ovejas, esta constancia, este valor heroico en los mayores peligros, le merecieron en fin la corona del martirio. Le había conservado la Divina Providencia por un espacio de tiempo muy considerable, durante el cual había gobernado siempre a sus ovejas con mucha prudencia y con grande tranquilidad. Era muy necesario a la iglesia mientras duraban aquellos tiempos duros y calamitosos, por lo cual permitió o dispuso soberanamente el Señor, que no se acordasen de él en las diligentes pesquisas que hicieron Vespasiano y Domiciano de todos los descendientes de David, para quitarlos la vida; pero habiéndose renovado estas pesquisas por orden del emperador Trajano, fue delatado Simeón no solo como descendiente de aquella real casa, sino como la columna y héroe del cristianismo. A los ochenta años de su venerable edad fue presentado ante el gobernador de Siria, llamado Ático, varón consular que se hallaba a la sazón en Judea, cuya provincia pertenecía a su gobierno. Se movió éste a compasión luego que vio delante de sí a un anciano tan respetable, y procuró persuadirle que renunciase su religión, sacrificando a los dioses del imperio; pero quedó sumamente sorprendido cuando oyó la generosidad y la fortaleza con que le hizo demostración 12
nuestro Santo de que ni había ni podía haber más que un solo Dios verdadero; que Jesucristo era este verdadero Dios, y que los que él llamaba dioses habían sido unos insignes facinerosos, afrenta del linaje humano, e indignos de ser contados aún en el número de los hombres. Vuelto Ático en sí de su primer asombro, advirtiendo la grande impresión que hacían en los circunstantes las palabras del Santo viejo, le mandó azotar cruelmente, y por muchos días le hizo padecer los más atroces suplicios. Admiró a todos su constancia, sin acertar a comprender de dónde podía venir aquel vigor y aquella fortaleza a un cuerpo debilitado por una edad tan avanzada. Todos gritaban que aquel era milagro; lo que irritó tanto al juez, que le sentenció a que perdiese la vida en una cruz, logrando Simeón el consuelo de verse tratado como su divino Maestro. Do pudo contener dentro del pecho la alegría, y murió lleno de gozo, dando mil gracias al Señor por el favor que le hacía de imitar a Jesucristo en el género de muerte, que iba a padecer por su amor. Fue su glorioso martirio en el año del Señor 107, después de haber gobernado la iglesia de Jerusalén por espacio de más de cuarenta años. Algunas iglesias de Occidente, como las de Brindis y Bolonia en Italia, la de Bruselas en los Países Bajos, y la de Torrelaguna en España, se tienen por felices en poseer reliquias de este gran Santo, y las veneran con mucha devoción y con no menos confianza (...)”. “San Simeón, Obispo y mártir”. www.aciprensa.com Sin paginar. San Simeón: obispo y mártir (18 febrero). “(...)Siendo asesinado Santiago el menor por lo judíos, los apóstoles y discípulos se reunieron para elegir a su sucesor en la sede de Jerusalén y por unanimidad escogieron a Simeón. El año 66 estalló en Palestina la guerra civil a consecuencia de la oposición de los judíos a los romanos y parece que los cristianos de Jerusalén recibieron del cielo el aviso de que la ciudad sería destruida y que debían salir de ella sin tardanza, refugiándose con el santo en la ciudad de Pela. Después de la toma y destrucción de Jerusalén, los cristianos volvieron y se establecieron en las ruinas, hasta que el emperador Adriano arrasó con los escombros, pero este hecho permitió que la Iglesia floreciera grandemente y que numerosos judíos se convirtieran al cristianismo debido a los milagros obrados por los santos. Vespasiano y Domiciano mandaron a matar a todos los miembros descendientes de David, pero Simeón consiguió escapar. Sin embargo, durante la persecución de Trajano, fue denunciado como cristiano y descendiente de David, siendo sentenciado a muerte por el gobernador romano Atico. Fue torturado y crucificado, soportando
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con fortaleza y valentía el suplicio, pese a que contaba con 120 años (...)”. (3). VIDAL MANZANARES, César. “El primer evangelio: El documento Q”. Barcelona. Círculo de Lectores. 1993. Página 129. Primera parte. El contexto del Documento Q. Capítulo VIII. El contexto religioso (II). Las instituciones. Excursus: La esperanza mesiánica. Detenidos los nietos de Judas el hermano de Jesús. Simeón, primo de Jesús, ejecutado = San Simeón (utilizado por los templarios, por sus textos). “(…) Eusebio (Historia eclesiástica III, 19 y ss) recoge el relato de Hegesipo acerca de cómo los nietos de Judas, el hermano de Jesús, fueron detenidos (y posteriormente puestos en libertad) por Domiciano, que buscaba eliminar a todos los judíos de linaje davídico. A través de este autor nos ha llegado, asimismo, la noticia de la muerte de Simeón, primo de Jesús, ejecutado por ser descendiente de David (Historia eclesiástica III,32, 3-6). De la misma manera, Julio el Africano señala que los familiares de Jesús se jactaban de su linaje davídico (Carta a Aristeas, LXI). Desde luego, no hay en la literatura judía ninguna negación de este punto, algo difícilmente creíble si, en realidad, Jesús no hubiera sido de ascendencia davídica. Incluso algunos autores han interpretado Sanh 43a -donde se describe a Jesús como qarob lemalkut (cercano al reino)- como un reconocimiento de esta circunstancia (12) (…)”. Página 129.Cita (12). “(…) F. Delitzch, Jesús und Hillel, Frankfurt,1875, p.13; S. Krauss, Das Leben Jesu nach jüdischen Quellen, Berlin, 1902, p. 205. Por el contrario, H. L. Strack (Jesú, die Häretikerund die Christien, Leipzig, 1910, p. 18) ha negado tal posibilidad, objetando que el mismo término significa en B.Q.83a “tener relaciones con el gobierno pagano” (…)”. (4). “Hechos de Andrés y Mateo”. Publicado en: PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos Apócrifos de los Apóstoles III. Hechos de Felipe. Martirio de Pedro. Hechos de Andrés y Mateo. Martirio de Mateo. Hechos de Pedro y Pablo. Viajes y martirio de Bernabé. Hechos de Tadeo. Hechos de Juan, por Prócoro. Hechos de Santiago el Mayor. Hechos de Santiago, Simón y Judas. Milagros de Juan. Pasión de Bartolomé. Martirio de Dereo y Aquiles. Martirio de Andrés”. Madrid. Biblioteca de Autores Cristianos. MMXI. www.resena_14646_NO0701_-_Indice.pdf Página 712 y 713. Identidad de los protagonistas según la tradición. Los 14
hermanastros de Jesús El Cristo: Santiago el Justo, hijos de José el Justo. Simón y Judas, hijos de Alfeo y María Cleofás. “(…) Por lo demás, este Simón era oriundo de Caná de Galilea como sus dos otros hermanos Santiago y Tadeo (2) (…). El libro VI de las Historias Apostólicas del Pseudo Abdías lleva precisamente como título “Historia de los bienaventurados Santiago, Simón y Judas, hermanos”. Luego inicia el texto ofreciendo estos datos: “Simón, de sobrenombre (cognomine) cananeo, Judas llamado también Tadeo y Santiago, a quién llaman “hermano del Señor”, fueron hermanos, oriundos de Caná de Galilea. Los dos primeros eran hijos de Alfeo y de María, la hija de Cleofás; el padre del último era otro, concretamente José el Justo, esposo de la beatísima Virgen María, madre de Dios”. En efecto, cuando / (Página 713) los Evangelios Apócrifos hablan de la familia de José, mencionan como primogénito a Santiago (3). Eusebio de Cesarea habla de un Simeón/Simón, hijo de Cleofás (Clopá). Como ya hemos dicho, se trata con bastante probabilidad del mencionado Cleofás, que según Lucas coincidió con Jesús en el camino de Emaús (Lc 24, 18). Es igualmente el mencionado en la escena de la crucifixión relacionado con María, la hermana de la madre de Jesús (Jn 19, 25). Era Simeón en consecuencia “primo hermano del Salvador”. Además, según el relato de Hegesipo, recogido por Eusebio, Cleofás era también hermano de José (4) (…)”.Página 712. Cita (2). “(…) Así lo dice expresamente el Pseudo Andías (VI1). El mismo J. A. Fabricius en nota a este pasaje del Pseudo Abdías menciona la opinión de quienes piensan que estos tres hermanos eran hijos de José, esposo de la Virgen María, habidos de un matrimonio anterior (…)”. Página 713. Cita (3). “(…) Santiago, en efecto, como hijo primogénito de José, tiene con su padre un cierto protagonismo en los evangelios apócrifos. Los hijos varones de José eran cuatro: Santiago, José, Judas y Simón (EvPsMt XLI 1 y XLII 1) (…)”. Página 713. Cita (4). “(…) H. E. III 11 y 22 (…)”. (5). LEVI, “El Evangelio de Acuario de Jesús el Cristo. Transcrito de los Registros Acásicos”. Introducción por la Dra. Eva S. Dowling, Escribiente del Mensajero. Colección: Sendero. Barcelona. Ediciones Brontes. 2011. Página 24. El evangelio de Acuario de Jesús El Cristo. Sección II. Beth. >acimiento e infancia de Juan el Bautista y, de Jesús. Capítulo 4. Consagración de Jesús. María ofrece sacrificios. Simeón y Ana 15
profetizan. Ana es reprendida por adorar al niño. La familia vuelve a Belén. Ruptura de la espada que hablan los libros griálicos. Simeón, servidor de Dios en el templo de Jerusalén. Jesús, hijo del Hombre, según la tradición esenia. “(…) MARÍA llevó a su hijo al templo de Jerusalén cuando contaba cuarenta días de edad y, allí fue consagrado por el sacerdote. 2. Ofreció sacrificios purificadores para sí misma, como era costumbre entre los judíos; un cordero y dos jóvenes palomas. 3. Un piadoso judío llamado Simeón servía a Dios en aquel templo (…)”. (6). LEVI, “El Evangelio de Acuario de Jesús el Cristo. Transcrito de los Registros Acásicos”. Introducción por la Dra. Eva S. Dowling, Escribiente del Mensajero. Colección: Sendero. Barcelona. Ediciones Brontes. 2011. Página 24. El evangelio de Acuario de Jesús El Cristo. Sección II. Beth. >acimiento e infancia de Juan el Bautista y, de Jesús. Capítulo 4. Consagración de Jesús. María ofrece sacrificios. Simeón y Ana profetizan. Ana es reprendida por adorar al niño. La familia vuelve a Belén. Ruptura de la espada que hablan los libros griálicos. Simeón, servidor de Dios en el templo de Jerusalén. Jesús, hijo del Hombre, según la tradición esenia. “(…)4. Desde su niñez había esperado la llegada de Enmanuel y había rogado a Dios que no muriera hasta que sus ojos hubieran visto al Mesías vivo. 5. Cuando vio al niño Jesús, se regocijó y exclamó: Ahora estoy listo para irme en paz, pues he visto al rey. 6. Tomó al niño en brazos y dijo: Escuchad, este niño traerá una espada para mi pueblo, Israel, y para todo el mundo; pero romperá la espada y las naciones nunca más estarán en guerra. 7. Veo la cruz del maestro en la frente de este niño; con esta señal conquistará el mundo. 8. En el templo había también una viuda, de ochenta y cuatro años de edad, que nunca se iba de allí pues adoraba a Dios noche y día. 9. Y cuando vio al niño Jesús, exclamó: ¡He aquí a Enmanuel! ¡Contemplad la señal de la cruz del Mesías en su frente! 10. Y se arrodilló para adorarle como a Dios entre nosotros, Enmanuel; pero apareció un maestro vestido de blanco y le dijo:/(Página 25) 11. Espera, buena mujer; mira bien lo que haces, no puedes adorar ahombre alguno; eso es idolatría.12. Este niño es hombre, hijo de hombre y, merece toda alabanza, pero tú solo adorarás y darás culto a Dios; sólo a Él debes servir. 13. La mujer se levantó, postró su cabeza en agradecimiento y adoró a Dios.14.Y María tomó al niño Jesús y volvió a Belén (…)”.
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(7). DE REINA, Casiodoro. “La Santa Bíblia. Antiguo y Duevo Testamento”. Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569). Revisada por Cipriano de Valera (1602).Otras revisiones: 1862, 1909 y 1960. Sociedades Bíblicas de América Latina.1960. Página 938. Lucas (2, 25-52). Presentación de Jesús en el templo. “(…) 25 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón y, este hombre justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. 26 Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. 27 Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, 28 él le tomó en sus brazos y, bendijo a Dios diciendo: 29 Ahora, señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra; 30 Porque han visto mis ojos tu salvación, 31 la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; 32 Luz para revelación a los gentiles y, gloria de tu pueblo de Israel. 33 Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él. 34 Y los bendijo Simeón y, dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel y, para señal que será contradicha 35 (y una espada traspasará tu misma alma) para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones. 36 Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad37 y era viuda ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. 38 esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén (…)”. (8). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Compendio de simbología templaria. La emblemática escultórica religiosa de la isla de Menorca”. Edición especial: Teosofía templaria. Símbolo y emblema. ABACUS. Madrid. Revista digital de la asociación BAUCÁN, filosofía de las armas templarias. Agoisto 2012. www.Compendiodesimbologíatemplaria.pdf Página 14. “(…) En la catedral de Santa María de Ciutadella, existen vestigios templarios tanto en la fachada del pórtico de la Luz, como en sus gárgolas. Se trata del grupo escultórico realizado en alto relieve en el interior del tímpano del pórtico de la Luz, circunscrito por una leyenda epigráfica, cuya autoría procede de san Simeón, y que dice literalmente (25): “(…) Apres, respondió el arcebispe de Tarragona, et las primeras palavras que dixo fueron aquestas: VIDERUDT OCCULI MEI SALUTARE 17
TUUM. Que fue palabra de sant Simeón, quando recibió Jesu cristo en sus manos, cuando fue ofrecido al templo; la qual palabra quiere dezir: VISTO AD LOS MIS OJOS LA TU SALUT (…)”. (25). FERNÁNDEZ d´HEDIA, Johan. & RODES, Francho. “Gestas del Rey don Jayme de Aragón”. Nº 2. Junio 2008. Edizions Dichitals de l´Academia de l´Aragonés. www.Rodes_Chestas_Edacar2.pdf Sin paginar. (9). “La Santa Biblia. Antiguo y Duevo Testamento. Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569) revisada o por Cipriano de Valera (1602).Otras revisiones: 1862, 1909 y 1960”. Sociedades Bíblicas en América latina. 1960. Página 161. Estrella de Jacob. Profecía de Balaam. >m. 24, 17. “(…) Lo veré, más no ahora; Lo miraré, más no de cerca: Saldrá estrella de Jacob, Y se levantará cetro de Israel, y herirá las sienes de Moab, Y destruirá a todos los hijos de Set (…)”.FABER-KAISER, Andreas. “Jesús vivió y murió en Cachemira”. Prólogo de Iker Jiménez. Barcelona. Círculo de Lectores. 2006. Página 223. Apéndice 2. ¿Profeta o Dios? Puerta de la luz de la catedral de Menorca: Estrella de Jacob. “(…) Queda claro, pues, que Jesús se presentó insistentemente como alguien a quién Dios ha enviado, es decir, como un mensajero de Dios. En realidad, su función como tal quedó definida, incluso antes de su nacimiento, por designio divino, según se expone tanto en el Evangelio como en el santo Corán. El ángel se apareció a María diciéndole que tendría un hijo a quién llamaría Jesús, también le comunicó que a ese hijo le sería dado el trono de su padre David y, reinaría sobre la casa de Jacob (Lucas 1, 32-33). El Corán afirma que se dijo a María que Dios enseñaría a Jesús el Libro y la Sabiduría y la Torá y el Evangelio y, que haría de él un mensajero para los hijos de Israel (3,49-50) (…)”.FABERKAISER, Andreas. “Jesús vivió y murió en Cachemira”. Prólogo de Iker Jiménez. Barcelona. Círculo de Lectores. 2006. Página 114. La segunda vida de Jesús. En busca de las tribus perdidas de Israel. Puerta de la Luz = Estrella de Jacob. “(…) Volvamos bastante atrás en el tiempo y hagamos un poco de historia. Israel es el nombre que, según la explicación bíblica, le fue dado a Jacob por un ser misterioso con el cual había sostenido una lucha durante la noche junto al Yabbog (Génesis 32, 23-33), o por Dios cuando se le apareció en Bet-El (Génesis 35, 10). De todas formas, la imposición de este nombre obedece a la idea de presentar a Jacob como padre de los hijos de Israel (…)”.“La Santa Biblia. Antiguo y Duevo Testamento. Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569) revisada o por Cipriano de Valera (1602).Otras revisiones: 1862, 1909 y 18
1960”. Sociedades Bíblicas en América latina. 1960. Página 936. Lucas (1, 31-33). “(…) 31.Y ahora concebirás en tu vientre y, darás a luz un hijo y, llamarás su nombre Jesús. 32. Este será grande y. será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33. Y reinará sobre la casa de Jacob para siempre y, su reino no tendrá fin (…)”.TABOR, James D. “La Dinastía de Jesús. La historia oculta de Jesús, su Sangre Real y los inicios del cristianismo”. Barcelona. Planeta. 2007. Página 355. Citas interesantes del capítulo 2. Un hijo de David. (Estrella de la puerta de la Luz de la catedral de Ciudadela. “(…) Véase Manuscritos del Mar Muerto Damascos Document 7, 18-21; War Rule (I QM) 11,6-7. Esta designación del Mesías se basaba en una profecía de Dúmeros 24, 27. Sobre una “estrella” y un “cetro” que se alzarían sobre Israel, Apocalipsis 22,16 designa a Jesús como “el descendiente de David, la estrella resplandeciente de la mañana” vinculando claramente ambos términos (…)”. (10). LEVI, “El Evangelio de Acuario de Jesús el Cristo. Transcrito de los Registros Acásicos”. Introducción por la Dra. Eva S. Dowling, Escribiente del Mensajero. Colección: Sendero. Barcelona. Ediciones Brontes. 2011. Página 165. Sección VI. AI>. Segunda Época Anual de la Misión de Jesús como Cristo. Capítulo 107. Un fariseo pide a Jesús signos de su misión mesiánica. Jesús le reprende porque no reconoce las señales que continuamente está dando. Jesús exhorta a la gente a recibir la luz para que así puedan llegar a ser luz. “(…) 25. Un faro más grande que Salomón está aquí; el Cristo está presente; la Estrella Matutina se ha levantado y, sin embargo vosotros rechazáis la luz. (…)”. (11). LEVI, “El Evangelio de Acuario de Jesús el Cristo. Transcrito de los Registros Acásicos”. Introducción por la Dra. Eva S. Dowling, Escribiente del Mensajero. Colección: Sendero. Barcelona. Ediciones Brontes. 2011. Página 47. El evangelio de Acuario de Jesús El Cristo. Sección VI. VAU. Vida y obra de Jesús en la India. Capítulo 21. Ravana ve a Jesús en el templo y se siente cautivado por él. Hillel le habla del niño. Ravana encuentra a Jesús en >azaret y da una fiesta en su honor. Ravana se convierte en su protector y lo lleva a la India para estudiar la religión brahmánica. “(…) EJ una fiesta judía se hallaba un príncipe real de Orissa, en el sur de la India, llamado Ravana. 2. Ravana era un hombre rico y justo, que buscaba la sabiduría en Occidente con un grupo 19
de sacerdotes brahmánicos. 3. Cuando Jesús leía y hablaba entre los sacerdotes judíos, Ravana escuchaba y se quedaba asombrado. 4. Y cuando preguntó quién era Jesús, de dónde venía y qué era, Hillel / (Página 48) le dijo: 5. A este niño le llamamos la Estrella Matutina que está en las alturas, pues ha venido a traer una luz a los hombres, la luz de la vida, para iluminarles el camino y redimir a su pueblo Israel (…)”.LEVI, “El Evangelio de Acuario de Jesús el Cristo. Transcrito de los Registros Acásicos”. Introducción por la Dra. Eva S. Dowling, Escribiente del Mensajero. Colección: Sendero. Barcelona. Ediciones Brontes. 2011. Página 135. Sección V. SAMECH. La Primer Época Anual del Ministerio Cristiano de Jesús. Capítulo 88. Jesús pasea junto al mar. Habla a la gente desde un barco de pesca. Los pescadores cogen muchos peces siguiendo sus instrucciones. Elige y llama a los doce apóstoles. Isaías = Profeta del Señor de los Ejércitos. “(…) EL maestro caminaba junto al mar de Galilea y, le seguía una gran multitud. 2 Acababan de llegar los barcos de pesca y Pedro y su hermano esperaban en sus botes; sus compañeros estaban reparando las redes rotas en la playa. 3. Y Jesús subió a una barca y Pedro la empujo para apartarla un poco de la orilla y, Jesús habló a la multitud desde allí; y dijo: 4. Isaías, profeta del Señor de los ejércitos, se adentró en el futuro y pudo ver este día; vio a la gente al lado del mar y, exclamó: 5. Tierra de Zabulón y Deftalí, tierra más allá del Jordán, junto al mar, la gentil Galilea. 6. Las gentes estaban en la oscuridad y no conocían el camino, pero vieron salir la Estrella Matutina; apareció una luz y pudieron ver el camino de la vida y caminar por él. 7. Y hoy sois bendecidos por encima de todos los pueblos de la tierra porque podéis ser los primeros en ver la luz y ser hijos de la luz (…)”. (12). “La Santa Biblia. Antiguo y Duevo Testamento. Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569) revisada o por Cipriano de Valera (1602).Otras revisiones: 1862, 1909 y 1960”. Sociedades Bíblicas en América latina. 1960. Página 1157. Apocalipsis. Juan 22, 16. “(…) Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana (…)”. (13). LEVI, “El Evangelio de Acuario de Jesús el Cristo. Transcrito de los Registros Acásicos”. Introducción por la Dra. Eva S. Dowling, Escribiente 20
del Mensajero. Colección: Sendero. Barcelona. Ediciones Brontes. 2011. Página 233. Sección XVII. PE. La Tercera Época Anual del Ministerio Cristiano de Jesús. Capítulo 146. Último encuentro de Jesús con sus discípulos en Galilea. Miriam canta una canción de alabanza. La canción. Los cristianos comienzan su viaje a Jerusalén. Descansan en las fuentes de Enon. La pregunta egoísta de la madre de Santiago y Juan. Los cristianos llegan a Jerusalén. Lucas el evangelista = Médico de Antioquía, de origen sirio. “(…) LA misión de Jesús en la tierra de Galilea había concluido y, mandó un mensajero y, muchos acudieron de muchas ciudades de Galilea para recibir la bendición de su mano. 2. Entre las multitudes que acudieron estaba Lucas, un sirio de Antioquía, un experto médico y hombre justo y recto. 3. Teófilo, senador griego ministro de César, estaba también allá; y muchos otros hombres de honor y renombre. 4. Y Miriam cantó así. ¡Gloria a la estrella del Día en lo alto! 5. ¡Gloria al Cristo que siempre fue y, por siempre será! 6. ¡Gloria a la oscuridad del país de las sombras! ¡Gloria al amanecer de la paz en la tierra; buena voluntad a los / (Página 233) hombres! (…)”. (14). LEVI, “El Evangelio de Acuario de Jesús el Cristo. Transcrito de los Registros Acásicos”. Introducción por la Dra. Eva S. Dowling, Escribiente del Mensajero. Colección: Sendero. Barcelona. Ediciones Brontes. 2011. Página 72. Sección VIII. Cheth. Vida y Obras de Jesús en Persia. Capítulo 38. Jesús atraviesa Persia. Enseña y cura en muchos lugares. Tres magos se encuentran con él cerca de Persépolis. Gaspar y otros dos sacerdotes persas se reúnen con él en Persépolis. Los siete maestros se sientan en silencio durante siete días. Jesús enseñaba a curar. Hermandad del Silencio. “(…) JESÚS tenia veinticuatro años cuando llegó a Persia camino de su hogar. 2. Y se detuvo en muchas aldeas, ciudades y pueblos para enseñar y curar. 3. Los sacerdotes y autoridades no le recibían bien porque les censuraba la crueldad con que trataban a la gente de rango inferior. 4. Y la gente del pueblo le seguía en tropel. 5. A veces los jefes tenían la osadía de detenerle, prohibiéndole enseñar o curar a los enfermos. Pero él no tenía en cuenta sus amenazas y seguía enseñando y curando. 6. Después de un tiempo llegó a Persépolis, la ciudad donde estaban enterrados los reyes de Persia; la ciudad de los tres magos sabios, Hor, Lun y Mer. 7. Quienes, veinticuatro años habían visto aparecer la estrella de la promesa sobre Jerusalén y habían viajado a Occidente para conocer al rey recién nacido. 8. Estos magos fueron los 21
primeros en honrar a Jesús como maestro de la nueva era y, le ofrecieron presentes de oro, incienso y mirra. 9. Los magos sabían por métodos que todos los maestros conocen, que Jesús se acercaba a Persépolis y, se pusieron en camino para salir a su encuentro. 10. Y cuando se encontraron, se vieron rodeados por una luz mucho más brillante que la luz del día y, los hombres que vieron a los cuatro en el camino decían que se habían transfigurado, pues parecían más dioses que hombres. 11. Hor y Lun eran ya ancianos y, Jesús les dejó el camello para llegar a Persépolis, mientras que él y Mer iban delante. 12. Y al llegar a casa de los magos todos se regocijaron. Jesús les contó la apasionante historia de su vida y, Hor, Lun y Mer no dijeron palabras; miraban al cielo y alababan a Dios en sus corazones. 13. Había también en Persépolis tres sabios del norte; eran Gaspar, Zara y Melzón; Gaspar era el maestro más sabio entre los magos y, los tres se hallaban en casa de Hor, Lun y Mer cuando llegó Jesús. 14. Los siete hombres estuvieron sin hablar durante siete días; se sentaron en silencio en la sala de asambleas, permaneciendo en estrecha comunión con la Hermandad del Silencio. 15. Buscaban la luz, la revelación y el poder. Las leyes y preceptos de la era venidera necesitaban de toda la sabiduría de los maestros del mundo (…)”. (15). LEVI, “El Evangelio de Acuario de Jesús el Cristo. Transcrito de los Registros Acásicos”. Introducción por la Dra. Eva S. Dowling, Escribiente del Mensajero. Colección: Sendero. Barcelona. Ediciones Brontes. 2011. Página 22. El evangelio de Acuario de Jesús El Cristo. Sección II. Beth. >acimiento e infancia de Juan el Bautista y, de Jesús. Capítulo II. Zacarías e Isabel. Mensajes proféticos de Gabriel a Zacarías, Isabel y María. >acimiento de Juan. Profecía de Zacarías. Juan, precursor de Jesús en la religión del Camino. “(…) 10. Desde el principio de los tiempos, tu hijo ha llevado el nombre de Juan, que significa misericordia del Señor; su nombre es Juan. 11. Será honrado a los ojos de Dios, no beberá vino y desde su nacimiento estará lleno del Santo Aliento. (...) / (Página 23) 23. Y Zacarías miró al niño Juan y dijo: 24. Serás llamado profeta del Santo; irás delante de Él y prepararás su camino.25.Y darás a Israel un conocimiento de salvación; predicarás un evangelio de arrepentimiento y perdón de los pecados.26. Escucha, pronto vendrá a nosotros desde lo alto la estrella Matutina, para alumbrar el camino aquellos que se hallan en la oscuridad de la tierra de las sombras y guiar nuestros pasos por caminos de paz (…)”. 22
(16). VERA ARANDA, Ángel Luis. “Breve historia de las ciudades del mundo clásico”. Madrid. Nowtilus. 2010. Página 193. Candelabro de 7 brazos del templo de Jerusalén. “(…) A partir del año 68, la dinastía Flavia se hizo con el poder (…) el templo y el foro de la Pa, donde se conservaron los tesoros obtenidos tras la conquista de Jerusalén, como el candelabro de los Siete brazos, dan testimonio de esta nueva etapa constructiva (…)”. (17). VERA ARANDA, Ángel Luis. “Breve historia de las ciudades del mundo clásico”. Madrid. Nowtilus. 2010. Página 221. Templo de la Paz donde se guardaba el candelabro de 7 brazos. “(…) En el año 410, los visigodos de Alarico en una de sus correrías penetraron en la ciudad y la sometieron durante varios días / (Página 222) a un saqueo, en el que se llevaron todo cuanto pudieron de valor. Do fue una destrucción premeditada ni un daño irreparable. En el incendio que siguió se perdió buena parte del foro, en especial la basílica Emilia que se derrumbó, se destruyó el templo de la Paz y otro tanto sucedió con el Ara Pacis (…)”. (18). MARQUÉS, Catalina. “Letanía hermética de María. Un intento de rescate de los textos cabalísticos de uso más frecuente”. Colección: Biblioteca Esotérica. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2003. (1ª ecdición). Página 7. Prólogo. Ubu Regina, ibi iannua. Simbología de la puerta cerrada = María Madre de Jesús. “(…) la misma Iglesia no duda en atribuirle a María epítetos con resonancias veterotestamentarias como Puerta del Cielo, Puerta cerrada de Ezequiel o Puerta de Oriente. En el célebre sueño de Jacob que encabeza estas líneas se ha visto en “Casa de Dios” y en “Puerta del Cielo” una prefiguración de María, o de lo que esta simboliza. Como ya señalaba Eugène Canseliet (8) María es representada como una puerta cerrada en la iconografía medieval (…)”. Página 7. Cita (8). “(…) Eugène Canseliet en Basile Valentin Les douze clefs cde la Phgilosophie, pág. 146. Ed. de Minuit, París 196 (…)”. (19). MARQUÉS, Catalina. “Letanía hermética de María. Un intento de rescate de los textos cabalísticos de uso más frecuente”. Colección: Biblioteca Esotérica. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2003. (1ª ecdición). Página 14 y 15. Introducción. Iconografía de María en la puerta de la catedral de Ciutadella de Menorca, según la simbología existente en el rosario. “(…) 1. Sancta Maria. – Santa María.
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2. Sancta Dei genitrix. – Santa engendradora de Dios. (…) / (Página 15) 4. Mater Christi. – Madre de Cristo. 5. Mater Divinae Gratiae. – Madre de la Gracia Divina. 6. Mater purissima. – Madre purísima. 7. Mater castissima. – Madre castísima. (…) 11. Mater amabilis. – Madre amable. 12. Mater admirabilis. – Madre admirable. 13. Mater boni consilii.- Madre de los buenos consejos. 14. Mater creatoris. – Madre del Creador. 15. Mater salvatoris. – Madre del Salvador. (…) / (Página 16) 33. Janua Coeli. – Puerta del Cielo. 34. Stella matutina. – Estrella de la mañana (…)”. (20). MARQUÉS, Catalina. “Letanía hermética de María. Un intento de rescate de los textos cabalísticos de uso más frecuente”. Colección: Biblioteca Esotérica. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2003. (1ª ecdición). Página 23. Sedes sapientiae (nº 23). Cita (28). María era de la tribu de Jesé = Magdalena también era de la tribu de Jesé = La divinidad. “(…) la Biblia nos dice que María, madre de Jesús, era de la rama de Jesé. Ahora bien, la palabra hebrea Jesé significa el fuego, el sol, la divinidad. Ser de la rama de Jesé equivale, pues, a ser de la raza del sol, del fuego. Como la materia tiene su origen en el fuego solar, tal como acabamos de ver, el mismo nombre de Jesús se nos presenta en su esplendor original y divino: fuego, sol, Dios (…)”.Página 117. Turris davídica (nº 29). Jesé = Padre de David. María era de la tribu de Jesé = Magdalena también era de la tribu de Jesé. “(…) Isaías (XI, 1) profetiza sobre Jesús llamándole “renuevo del tronco de Jesé”, que era el padre de David. El mismo Jesús por boca del ángel, dice a Juan en el Apocalipsis (XXII, 16): “Yo soy la raíz y el linaje de David”. De José dice Mateo (I, 20) que era “Hijo de Davis” (…)”.Página 118. Turris davídica (nº 29). Jesé = El Incienso. David = El don de la paloma. Jesé = Padre de David. María era de la tribu de Jesé = Magdalena también era de la tribu de Jesé. 24
“(…) Isidoro de Sevilla, hábil y certero rescatador de etimologías, traduce su nombre como “el don de la paloma” (Liber VII 6, 66), a la vez que de David dice que es hijo de Jesé, cuyo nombre quiere decir “el incienso” (Liber VII 6, 62). Tenemos así a David, hijo del incienso, que ama profundamente el don de la paloma. ¿Qué significa este embrollo? ¿Qué idea se esconde debajo de esta frase críptica? El origen de la palabra castellana incienso se localiza en la latina incensum, que expresa la acción de / (Página 119) encender y, que san Cipriano y san Jerónimo utilizan para referirse a la materia que se quema en el sacrificio (…)”.Página 132. Domus aurea (nº 31). María = Linaje de Jesé. “(…) La Virgen es llamada Casa dorada y, por serlo, el otro habita allí. La Virgen hermética es el continente del oro. Ya nos hemos referido con anterioridad al origen de la familia de la Virgen, “de la rama de Jesé”, que, tal como se explicaba, equivalía a ser de la raza del sol, del fuego, del oro. También, a propósito del análisis del nombre de Cristo, hijo de María, decíamos que se podía traducir / (Página 135 como “donde esté el oro” (…)”.
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Anexo documental
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Relieves del tĂmpano del pĂłrtico de la Luz. Catedral de Ciutadella, de Menorca
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Lola Carbonell Beviá, alicantina de nacimiento, es historiadora, especializada en Humanidades Contemporáneas. Ha realizado numerosas monografías sobre la Historia de la Edad Media de Menorca y, sobre su Protohistoria. En este trabajo de investigación, se ha centrado en demostrar como la teosofía de san Simeón se halla plasmada en la emblemática escultórica del tímpano del pórtico de la Luz, de la catedral de Ciutadella, de Menorca.
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