Griegos en Menorca: La inscripciรณn de la taula de Binicodrell Nou. Lola Carbonell Beviรก 1
Griegos en Menorca: La inscripciรณn de la taula de Binicodrell ou.
Lola Carbonell Beviรก
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Griegos en Menorca: La inscripción de la taula de Binicodrell ou
Índice
1. La traducción originaria de Francesc Camps i Mercadal, de la inscripción de la taula de Binicodrell ou. 2. La inapropiada interpretación, de la inscripción de la taula de Binicodrell ou. 3. Las palabras griegas de la taula de Binicodrell ou. 4. La relación política de Filipo de Macedonia, con Menorca. 5. Restos griegos en Menorca. 6. La relación de los sacrificios griegos con la taula de Binicodrell ou. 7. Conclusiones. 8. Citas bibliográficas.
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Griegos en Menorca: La inscripción de la taula de Binicodrell ou Lola Carbonell Beviá
1. La traducción originaria de Francesc Camps i Mercadal, de la inscripción de la taula de Binicodrell ou. La taula de Binicodrell Nou ya se hallaba en mal estado de conservación en el siglo XIX, cuando fue visitada por Francesc Camps i Mercadal. Del recinto de taula quedaban en pie pilares y losas repartidos por toda el área, fragmentos de cerámica, fragmentos de huesos y fragmentos de amolons (1). La visita de Francesc Camps i Mercadal se efectuó en el año 1891 y, de la propia taula señaló las medidas del pie de altar, así como, una inscripción ubicada al Norte, que él denominó rompe-cabezas (2): “(…) encontramos un pie de altar, monolito de 2´50 metros de alzada, 2´15 de ancho, por 0´45 de grueso que en la cara que mira al norte muestra esta inscripción rompe-cabezas tonifa con evidentes trazos de no haber sido terminada (…)”. Camps i Mercadal entendió que la transcripción de la inscripción decía “tonifa”, sin más explicación. 2. La inapropiada interpretación, de la inscripción de la taula de Binicodrell ou. La primera de las opiniones emitidas sobre la inscripción de la taula de Binicodrell Nou fue de Gabriel Llabrés i Quintana en 1896-1897, quién señaló la existencia de seis letras que unidas generaban la frase Toni Far o Toni Fare (3). En junio de 1949 se publicaba la opinión de Joan Hernández Mora sobre la inscripción de la taula de Binicodrell Nou, quién ratificaba la opinión de Llabres i Quintana, añadiendo que la tipografía de las letras pertenecientes a dicha inscripción eran góticas (4) y, que el nombre abreviado de Toni Far o Toni Fare, podría pertenecer a un pastor que quiso perpetuar su nombre (5). Con posterioridad, Josep Mascaró Pasarius remitió la hipótesis del profesor Fraenkel, que interpretó dicha inscripción como el nombre de mujer “Polita” (6). Llorens Arguimbau Bagur, recogió la trayectoria explicativa de los autores que trabajaron con hipótesis sobre dicha inscultura-inscripción (7), 4
siendo el primero que emitió una explicación diferente, señalando que se trataba de una inscripción griega, cuyas letras fueron grabadas por una persona de origen griego (8). Y cuyo significado era: “Turò de L´Alifara o Pujol de L´Alifara” (9). 3. Las palabras griegas de la taula de Binicodrell ou. Efectivamente, Arguimbau Bagur tuvo razón en afirmar que las letras de la inscripción de Binicodrell Nou son griegas y que fueron realizados por un griego. Pero no estuvo acertado en el significado de dichas palabras. La inscripción de Binicodrell Nou se traduce por “t. FILPAS” o “T.FILPAM”. Es decir, la inscripción fue realizada por un griego que llegó a Menorca y firmó con su nombre, -a modo de grafito-, en la taula de Binicodrell Nou, bien como recuerdo de su paso por la isla, o bien como hacedor de algún tipo de ofrenda religiosa que efectuó en el recinto de taula de Binicodrell Nou y, que quiso que se perpetuara con la inscripción de su nombre. ¿Y si el griego autor de la inscripción fue un mercenario agradecido a sus dioses? Ahora bien, ¿a qué cronología pertenece dicha inscripción? Habría que pensar en un momento histórico en el que todavía se encontraba activo el recinto de taula de Binicodrell Nou, por lo tanto tuvo que ser realizada en una fecha antes de Cristo. 4. La relación política de Filipo de Macedonia, con Menorca. Filipo, rey de Macedonia reinó entre el año 359 y 336 a. C. (10), en la capital de Macedonia, denominada “Filipos” (11). Fue hijo de Alejandro I (12) y de Euridice. Y marido de Olimpia (13). Fue asesinado por un soldado de su guardia llamado Pausanias (14). Durante la vida política de Filipo de Macedonia, empleó mercenarios en las guerras en las que participó (15). Y cuando murió se le rendía tributo como a un héroe, por medio de sacrificios (16). Roma y Macedonia lucharon en la guerra denominada “filípica”, estando supeditadas políticamente Mallorca y Menorca a un prefecto romano durante dicho periodo (17). Y siendo Quinto Cecilio Metelo, -padre de Publio Cornelio Escipión, el conquistador de las Baleares-, quién prendió a Filipo en dicha guerra (18). Ahora bien, en primer lugar, Menorca estaba gobernada políticamente por los romanos, por lo tanto estuvo en contra de Filipo de Macedonia en la guerra filípica. 5
En segundo lugar, los celtas galos fueron partícipes del apoyo a Filipo de Macedonia, puesto que en sus monedas utilizaban la efigie de Filipo (19). En tercer lugar, téngase en cuenta de que en Menorca habitaban los celtas durante el periodo de la guerra filípica, por lo tanto, pudieron ser partidarios de Filipo de Macedonia, en lugar de apoyar a Roma. Y en cuarto lugar, Filipo de Macedonia empleaba mercenarios en sus campañas bélicas. Quieren decir todas estas premisas, ¿que un mercenario griego que lucho en el bando de Filipo de Macedonia, pudo llegar a Menorca, una vez perdida la guerra filípica contra Roma, cuando Menorca estuvo bajo dominio romano y, dejar su firma en la taula de Binicodrell Nou, como acto de acción de gracias hacia sus divinidades? 5. Restos griegos en Menorca. Entre los años 400 al 300 a. C., el griego se empleaba en las colonias noroccidentales (20). En el caso de Menorca, fueron halladas en una vivienda tardoromana de Sanisera varias monedas de Filipo. Se trata de una referencia tomada por Carlos Garrido Torres (21), de la que no da más detalles que una cronología del siglo III d. C. Pero, la cronología del siglo III d. C. podía hacer referencia a la casa tardo-romana, pero no a las monedas, porque si efectivamente fueron de Filipo de Macedonia, su cronología fue del siglo IV a. C. 6. La relación de los sacrificios griegos con la taula de Binicodrell ou. Si hipotéticamente, el recinto de taula de Binicodrell Nou estuvo activo en el siglo IV a. C., en el momento en que un mercenario griego llego a Menorca y quiso ofrecer un sacrificio a sus dioses, debió de seguir el ritual griego (22) similar a los rituales fenicios, israelitas o filisteos, donde se llevaba al altar al animal sacrificial (23) y la sangre de las víctimas humeaba en el ara (24), bajo la dirección del sacerdote del ara (25). Pero también pudo haber sido un mercenario macedonio que quiso rendir un sacrificio al rey transformado en héroe, Filipo de Macedonia. O bien, un mercenario griego que llegado hasta el recinto de taula de Binicodrell Nou, lo encontrara fuera de uso y utilizara la piedra del pie de taula para dejar su nombre, sin haber realizado ningún ritual religioso.
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7. Conclusiones. Entre los años 359 y 336 a.C., periodo del reinado de Filipo de Macedonia se produjo la guerra filípica entre Roma y Macedonia. Menorca, durante dichos años estuvo bajo la prefectura romana, por lo tanto fue territorio enemigo de Filipo de Macedonia. Filipo de Macedonia contaba con soldados mercenarios para defenderse en los conflictos bélicos en los que luchaba. Y lo mismo hicieron los romanos. Pudo ocurrir que un soldado mercenario griego contratado por el ejército romano llegara a Menorca durante el periodo de la guerra filípica, dejando su firma, -como griego que era y en letras griegas-, en el pie de taula de Binicodrell Nou. Pudo ofrecer un sacrificio a sus dioses, si bien porque el recinto de taula estuviese en activo. O bien, simplemente dejara la impronta de su nombre en el pie del altar, porque encontrara el recinto de taula, en pésimo estado de abandono. De la existencia de un movimiento poblacional militar griego en Menorca, -mercenario o nó-, existe constancia en el término de Sanisera donde aparecieron monedas de Filipo de Macedonia.
En Villajoyosa (Alicante). A 3 de septiembre, 2015.
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Citas bibliográficas (1). LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 2. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Página 58. Binicodrell ou. “(…) Conjunto en muy mal estado de conservación. Su forma resulta actualmente indefinible, pudiendo ser tanto en herradura como circular. Hay elementos, pilares y losas, repartidos por toda el área se pueden imaginariamente reconstruir, pero las columnas se hallan dispersas y en un estado muy diverso. Destaca una losa de dicha fachada que, aunque caída, muestra sendas escotaduras a ambos lados de su extremo superior para un mejor apoyo y sujeción de la hilada superior. En la zona se ven fragmentos de hueso, de cerámica y de “molons” y, habría también tres grandes guijarros redondeados de color marrón (personalmente, solo localizamos uno y el fragmento de otro en nuestra “expedición” de julio de 2008). Relación con otros monumentos: El edificio se hallaría en un poblado del que solo quedan algunos pocos restos, como el talayot de Es Vilás. Cronología: Ejemplar no datado. Remitirse a las consideraciones generales para este tipo de monumento (…)”. (2). LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Joseph Mascaró i Pasarius”. Volumen 1.Zaragoza. Sobradiel. 2011. Página 102. Itinerario de los talayots (Menorca). Tres días de expedición arqueológica en los distritos de San Cristóbal y Ferrerias (1891). “(…) Expedición de la tarde.- Salimos a las dos de la misma y, por la calle d´en Sales, entramos en las carretera de Ferrerías: poco antes del kilómetro 1º, en lo alto de un recuesto y al salir de un desmonte abierto en el mioceno, atravesado por aluviones del triásico, bajamos del coche, cruzamos por un portillo (en uno de estos aluviones abierto) que se presentó a nuestra mano izquierda, (dirección S) y siguiendo siempre a la izquierda la pared que orilla la carretera, a ochenta pasos escasos, encontramos un pie de altar, monolito de 2´50 metros de alzada, 2´15 de ancho, por 0´45 de grueso que en la cara que mira al norte muestra esta inscripción rompe-cabezas tonifa con evidentes trazos de no haber sido terminada. Al sur del monolito, en el cercado, alzase soberbio talayot llamado d´es Vilás, con sus sillares labrados de adovelada forma, destruido y derrumbado por la parte de poniente: presenta una ventana abierta al oriente; y, en la desquiciada plataforma, vestigios tal vez de pilares que sustentarían un techo ya desaparecido, que no obstante acusa una que otra laja perdida en aquellas alturas. A su alrededor, informes y numerosos restos de extenso burgo megalítico: los molons (molinos de mano, de abolengo fenicio?) se cuentan 8
a docenas; los percusores, a granel y, la machacada cerámica hace imposible sentar la base sin hollarla…Pertenece a Binicodrell @ou (…)”. (3). ARGUIMBAU BAGUR, Llorenç. “Anàlisi de la inscripció gravada al peu de la taula de Binicodrell @ou. El seu significat i posible origen”. Ciutadella. Associació d´Amics del Poblat de Son Catlar. 2002. Página 11. Las 6 letras referenciadas por Gabriel Llabrés. “(…) la revista de Menorca va incloure aquesta análisi dins les pàgines que contenen el preciós treball de Camps i Mercadal. “A la anterior inscripción se la ha supuesto una importancia que está muy lejos de tener. En el Boletín de la Sociedad Arqueológica Luliana de Palma de Mallorca (nº 141-Dic. 1891), que fue donde se publicó por primera vez este estudio, se dedicó al monolito en cuestión un bonito fotograbado, con el objeto de que apareciesen flamantes las seis letras incisas en el monumental pedrusco. A mayor abundamiento, se intercaló en el texto una pequeña xilografía calcada sobre la lámina fotográfica, creyéndose sin duda, que su interpretación o lectura, podría derramar poderosa luz acerca de este monumento. @ada menos cierto, A la simple inspección se nota, por poco ducho que se sea en paleografía medieval, que los remates de las letras primera y quinta, mi mismo que los trazos que las cortan son evidentemente góticos, no siendo otra cosa la primera de ellas que una “E” y la quinta una “f”. Ambas minúsculas.-La segunda es una O, con un rasgo de Q mayúscula, trazado al revés, o sea de derecha a izquierda.-La tercera es una @ cuyo único palo es una I, algo distanciadose sus compañeros, y que hace las veces de cuarta letra.- La quinta hemos dicho que es una F.- La sexta es una A, con un rasgo encima que puede ser una sigla que equivale a RE.- De donde resulta, que la tan indescifrable leyenda, dice, según nuestro análisis: TO' (I)FA, o bien TO' (I) FA (RE) (…)”. (4). HERNÁNDEZ MORA, Joan. “Menorca Prehistórica. @otas descriptivas (1948)”. En: LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”.Volumen1. Zaragoza. Sobradiel. 2011. Página 184. Taula y recinto de Binicodrell ou (Mercadal-San Cristóbal). “(…) De la taula no queda levantado más que el pie (2). La derribada tabla se aprovechó, en parte para los cimientos de una pared construida recientemente entre aquel y la jamba izquierda de la entrada del recinto. @o fue preciso gran trabajo para dar con ella. Efectivamente, junto al mismo pie asoma empotrada en el suelo una de sus extremidades, descubriendo el reborde del que hemos hablado y ofreciéndonos suficientes datos para poder reconstruir el monumento en esta forma (…)”. Página 148.Cita (2). “(…) En la cara que mira al @orte muestra una inscripción a la que se dio una importancia que está muy lejos de tener, como escribe el señor Llabrés y Quintana (“Revista de Menorca”. 2ª época, 1896-1897, 9
pág.102). Se trata de una inscripción gótica que obedece, según dicho señor, al nombre abreviado de TO'I FARE, propio del dueño de la finca, o tal vez de algún pastor que quiso perpetuar su nombre (…)”. (5). ARGUIMBAU BAGUR, Llorenç. “Anàlisi de la inscripció gravada al peu de la taula de Binicodrell @ou. El seu significat i posible origen”. Ciutadella. Associació d´Amics del Poblat de Son Catlar. 2002. Página 12. La opinión de Hernández Mora repite la de Gabriel Llabrés. “(…) Joan Hernández Mora, en el seu treball “Menorca Prehistórica. @otas descriptivas” publicat a la Revista de Menorca en un número extraordinari dedicat als monuments megalítics amb motiu de la vista a Menorca dels arqueòlegs que participaven en el curs d Arqueología del sud-est i Balears i que va veure la llum dia 2 de juny de 1949, diu, quan es refereix a la taula de Binicodrell @ou i al seu recinte, en una nota nota a peu de pàgina: “En la cara que mira al @orte muestra una inscripción a la que se dio una importancia que está muy lejos de tener, como escribe el Sr. Llabrés i Quintana (Revista de Menorca, 2ª epoca, 1896-1897, página 102). Se trata de una inscripción gótica que obedece, según dicho Señor, al nombre abreviado de Toni Farre propio del dueño de la finca, o tal vez de algún pastor que quiso perpetuar su nombre” (…)”. (6). ARGUIMBAU BAGUR, Llorenç. “Anàlisi de la inscripció gravada al peu de la taula de Binicodrell @ou. El seu significat i posible origen”. Ciutadella. Associació d´Amics del Poblat de Son Catlar. 2002. Página 12. La polita, del profesor Fraenkel. “(…) Josep Mascaró Pasarius, en el seu treball “Prehistoria de les Balears”, fent referència a la inscripció que estam estudiant, diu que Seeger escriu que el profesor Fraenkel, de Kiel, la considera de procedència “oskischen” i la interpreta com un nom de dona: POLITA (…) En la seva obra, ja citada, Mascaró Pasarius diu: “Por otra parte, también sería posible que FA fuese simplemente la versión fonética del apellido menorquín FAR. Treinta y cinco años después, Seeger refiriéndose a esta inscripción dice: “Al norte de los talaiots se alza una laja vertical […] en el lado @., lleva una inscripción de letras extrañas […] interpretada por el Profesor Fraenkel, de Kiel, que la califica como de procedencia “oskischen”, parece que quiere decir Polita, es decir, el nombre de una mujer (…)”. (7). ARGUIMBAU BAGUR, Llorenç. “Anàlisi de la inscripció gravada al peu de la taula de Binicodrell @ou. El seu significat i posible origen”. Ciutadella. Associació d´Amics del Poblat de Son Catlar. 2002. Página 7. Inscripción existente en la taula de Binicodrel ou. “(…) Entre aquestes pedres suport amb detalls que les caracteritzen s´hi troba el peu de la taula (actualment incompleta) de Binicodrell @ou, molt a prop del Poble d´es Migjorn Gran. Aquest peu de taula presenta, a la cara que mira al nord, una inscripció gravada la qual, per raons òbvies, és evident que és posterior en molts segles a l´època de construcció del monument. (…) La 10
inscripció està composta per vint elements,sis dels quals són les lletres que la formen i els altres dos són d´abreviatura que consisteixen en un curt traç horitzontal superposat a les lletres tercera sisena (…)”. ARGUIMBAU BAGUR, Llorenç. “Anàlisi de la inscripció gravada al peu de la taula de Binicodrell @ou. El seu significat i posible origen”. Ciutadella. Associació d´Amics del Poblat de Son Catlar. 2002. Página 9. “(…) La primera notícia de l´existència del gravat la dóna Francesc Camps i Mercadal el qual publicà, en el numero corresponent al mes de desembre de l´any 1891 del Butlletí de la Societat Arqueològica Lul.liana de Palma de Mallorca, un article titulat “Itinerario de los Talayots”. Aquest article va esser reprodüit per la Revista de Menorca 1896-97. En un dels passatges del seu treball, l´autor diu textualment: “[…] encontramos un pie de altar, monolito de 2´50 metros de alzada, 2´15 de ancho, por 0´45 de grueso que en la cara que mira al @orte muestra esta inscripción rompecabezas to^ifa con evidentes trazas de no haber sido terminada. Al Sud del monolito, en el cercado, alzáse soberbio talayot llamado d´es Vilás, con sus sillares labrados […] (…)”.ARGUIMBAU BAGUR, Llorenç. “Anàlisi de la inscripció gravada al peu de la taula de Binicodrell @ou. El seu significat i posible origen”. Ciutadella. Associació d´Amics del Poblat de Son Catlar. 2002. Página 9. “(…) Figura 2. La inscripción del peu de la taula de Binicodrell @ou, tal com va esser representada pel Butlletí de la Societat Arqueológica Lul.liana quan va publicar l´article de Francesc Camps i Mercadal [véase la fotografía que hice del libro porque no se pueden reproducirlos caracteres por ordenador, ya que no existen] (…)”. (8). ARGUIMBAU BAGUR, Llorenç. “Anàlisi de la inscripció gravada al peu de la taula de Binicodrell @ou. El seu significat i posible origen”. Ciutadella. Associació d´Amics del Poblat de Son Catlar. 2002. Página 79. Letras griegas en la inscripción. “(…) D´aquets quatre signes, únicament la lambda és plenament inidentificable com a pertanyent a l´alfabet grec. Les altres tres tant poden esser gregues componer pertanyer al nostre alfabet ja que la seva morfología es la mateixa en ambdós alfabets. Per aquest motiu ens hem referit sempre a la presència d´una sola lletra grega, amb seguretat, formant part del gravat. 'o obstant això, existeix un detall que en spot inclinar a creure que aquestes quatre lletres són efectivament greges i que van esser gravades per una persona d´origen grec (…)”.ARGUIMBAU BAGUR, Llorenç. “Anàlisi de la inscripció gravada al peu de la taula de Binicodrell @ou. El seu significat i posible origen”. Ciutadella. Associació d´Amics del Poblat de Son Catlar. 2002. Página 80. Letras griegas en la inscripción. “(…) Pel que hem dit que a les inscripcions gregues les lletres majúscules són les úniques que intervenen en el seu gravat, i sona el fet que les quatre lletres amb possibilitats d´esser gregues que intervenen en la inscripció son majúscules, ens inclinam per creure que, realment, van esser gravades per un grec amb la intenció que 11
fossin signes pertanyents al seu alfabet encara que siguin morfològicament iguals als seus equivalents en el nostre de manera que, únicament, queda la lambda com a testimoni cer de l´origen de l´autor (…)”.ARGUIMBAU BAGUR, Llorenç. “Anàlisi de la inscripció gravada al peu de la taula de Binicodrell @ou. El seu significat i posible origen”. Ciutadella. Associació d´Amics del Poblat de Son Catlar. 2002. Página 65. Extensión de la lengua griega. “(…) La llengua grega va esser quasi desconeguda a Occident fins, més o menys, el darrer quart de l´edad mitjana. Fins a aquest moment el seu coneixement i el seu ús es limitava a la seva área natural com a llengua nativa o es posible que també fos coneguda i emprada, segurament amb una menor incidencia, a alguns dels territoris que formaven l´imperi romà d´orient, roman et d´aquell imperi bizantí que, en morit Justinià, l´ány 565, havia aconseguit la seva màxima expansió (…)”. (9). ARGUIMBAU BAGUR, Llorenç. “Anàlisi de la inscripció gravada al peu de la taula de Binicodrell @ou. El seu significat i posible origen”. Ciutadella. Associació d´Amics del Poblat de Son Catlar. 2002. Página 44. “(…) De tot això resulta que el gravat diu, simplement, TURÓ DE L´ALIFARA o PUJOL DE L´ALIFARA (…)”. (10). ASIMOV, Isaac. “El Cercano Oriente”. Colección: Historia Universal. Madrid. Alianza editorial. 2011. (3ª Edición). Página 198. Reinado de Filipo II de Macedonia. “(…) Macedonia estaba al norte de Grecia y hasta entonces había pasado totalmente desapercibida por la historia. En el 359 a. C., tomó en sus manos el reino de un hombre notable, Filipo II. Reorganizó el ejército y las finanzas, soldó todo el país para convertirlo en un peligroso instrumento de agresión, dilató su poder a expensas de las ciudades griegas y, en el 338 a. C., las unió no por la persuasión, como había tratado de hacerlo el orador Isócrates, sino por la fuerza. Filipo estaba ya listo para invadir Persia. Incluso había hecho que las ciudades griegas lo nombrasen jefe de una fuerza expedicionaria con esta finalidad. Pero en el 336 a. C., justamente cuando se estaba preparando para lanzarse sobre Asia, fue asesinado (…)”. (11). DE REINA, Casiodoro. “La Santa Bíblia. Antiguo y @uevo Testamento”. Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569). Revisada por Cipriano de Valera (1602). Otras revisiones: 1862, 1909 y 1960. Sociedades Bíblicas de América Latina.1960. Página 1022. Filipos, ciudad de Macedonia, como la inscultura epigráfica de la taula de Binisafullet. Hechos 16, 11-12. “(…) 11. Zarpando, pues, de Troas, vinimos con rumbo directo a Samotracia, y el día siguiente a @eápolis; 12. Y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la provincia de Macedonia, y una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos días (…)”. 12
(12). BLÁZQUEZ, José María & LÓPEZ MELERO, Raquel & SAYAS, Juan José. “Historia de Grecia Antigua”. Colección: Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (3ª edición). Página 599. Capítulo XXIV. Filipo de Macedonia. Alejandro I padre de Filipo de Macedonia. “(…) Dentro de los Argeadas, Alejandro I (494-454 a. de C.), fue el primer rey que las fuentes históricas destacan significativamente (…)”. BLÁZQUEZ, José María & LÓPEZ MELERO, Raquel & SAYAS, Juan José. “Historia de Grecia Antigua”. Colección: Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (3ª edición). Página 600. Capítulo XXIV. Filipo de Macedonia. Hermanos de Filipo de Macedonia. “(…) A la muerte de Alejandro se iniciaron una serie de rencillas entre sus hijos Filipo, Alceras y Perdicas, que mantuvieron el mando sobre sus respectivas áreas geográficas de influencia (…)”. BLÁZQUEZ, José María & LÓPEZ MELERO, Raquel & SAYAS, Juan José. “Historia de Grecia Antigua”. Colección: Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (3ª edición). Página 601. Capítulo XXIV. Filipo de Macedonia. “(…) Pérdicas murió en el 413 a. C. (…)”. BLÁZQUEZ, José María & LÓPEZ MELERO, Raquel & SAYAS, Juan José. “Historia de Grecia Antigua”. Colección: Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (3ª edición).Página 602. Capítulo XXIV. Filipo de Macedonia. “(…) El reinado de Pérdicas III (365-359 a. de C.) fue breve, pero importante para Macedonia, pues se trataba de un rey con peculiar habilidad política, tanto en los asuntos internos como en los externos (…)”. BLÁZQUEZ, José María & LÓPEZ MELERO, Raquel & SAYAS, Juan José. “Historia de Grecia Antigua”. Colección: Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (3ª edición). Página 606. Capítulo XXIV. Filipo de Macedonia. “(…) En pocos años y, de la mano de Filipo, Macedonia gozaba de una sólida estabilidad. / (Página 607) Sus territorios se habían ampliado a expensas de otros reinos del interior y había alcanzado un fácil y rápido acceso al mar de que la alejaban la Liga calcídica, Atenas y las ciudades griegas del litoral (…)”. BLÁZQUEZ, José María & LÓPEZ MELERO, Raquel & SAYAS, Juan José. “Historia de Grecia Antigua”. Colección: Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (3ª edición). Página 621. Capítulo XXIV. Filipo de Macedonia. Consecuencias de la batalla de Queronea. “(…) Filipo fue declarado comandante supremo de las fuerzas federales y, de acuerdo a su intención y sugerencia, el synedrion declaró la guerra a Persia como un acto de venganza por la destrucción por Jerjes, nada menos que en el 480 a. C, de los santuarios griegos. Una avanzadilla de 10.000 hombres al mando de Parmenion y Atalo fue / (Página 622) enviada a Asia Menor. Cicico, Quíos y Éfeso les abrieron las puertas como a libertadores. Pero el destino no iba a permitir que fuese Philipo el conquistador de Persia. Cuando en el verano del 336 a.C., estaba celebrando en Egos el matrimonio de su hija con Alejandro de 13
Epiro fue asesinado por Pausanias, uno de los componentes de su escolta (…)”. (13). PAUSANIAS. “Descripción de Grecia, Ática y Élide (Libros I, V y VI)”. Introducción, traducción y notas de Camino Azcona García. Biblioteca Temática: Colección Clásicos de Grecia y Roma: BT 8225. Madrid. Alianza editorial. 2000. Página 229. Libro V. Élide. (1ª parte). Culto a Hera. Filipo y el Filipeo. “(...) Las estatuas de oro y marfil de Eurídice, madre de Filipo, y de Olimpia, su mujer, fueron trasladadas a este lugar desde el llamado Filipeo (...)”. (14). PLUTARCO. “Vidas paralelas”. Edición, introducción y notas de José Alsina catedrático de la Universidad de Barcelona. Traducción de Antonio Ranz Romanillos. Barcelona. Planeta. 1990. Página 669. Página 674. Demóstenes. Cronología comparada de Filipo. Cita (18). “(...) En 336 fue asesinado por Pausanias, soldado de su guardia (...)”. (15). PLUTARCO. “Vidas paralelas”. Edición, introducción y notas de José Alsina catedrático de la Universidad de Barcelona. Traducción de Antonio Ranz Romanillos. Barcelona. Planeta. 1990. Página 669. Demóstenes. Fue un orador. Filipo, rey de Macedonia. En una taula de Menorca aparece la inscultura T.Filpas, Mercenarios. “(...) XVI. La idea de Demóstenes en política era bien manifiesta; pues que durante la paz nada dejaba por reprender de lo que ejecutaba el macedonio, sino que a cada cosa aguzaba a los atenienses, inflamándose contra él. Por lo mismo era persona de quién se hablaba mucho en la corte de Filipo, y cuando fue a Macedonia formando parte de una embajada de diez personas, si bien Filipo escuchó a todos, a su discurso respondió con particular cuidado; más, sin embargo, en los demás honores y obsequios ya no se portó del mismo modo con Demóstenes, sino que agasajó con mayor esmero a los Esquines y Filócrates, de resulta de lo cual, alabando estos a Filipo de elocuente en el decir, de gallardo en su presencia y también,¡a fe mía!, de buen bebedor, Demóstenes no pudo contenerse, e irritado les volvió las palabras al cuerpo, diciendo que aquellos eran elogios de un sofista, de una mujer, y de una esponja, pero no en modo alguno de un rey. XVII. Luego que todo fue propendiendo a la guerra, por no poder Filipo tener reposo y por haber sido los atenienses incitados de Demóstenes, lo primero que éste hizo fue moverlos a invadir la Eubea, esclavizada por sus tiranos a Filipo, y pasando efectivamente a la isla en virtud de decreto que él escribió, arrojaron a los macedonios. En segundo lugar, dio auxilio a los bizantinos y perintios, a quienes el macedonio hacía la guerra, persuadiendo al pueblo que, dejando a un lado la enemistad y el acordarse de las faltas cometidas por unos y otros durante la guerra de los aliados (12), les enviara tropas; con las que / (Página 670) se salvaron. Pasando después de embajador a los pueblos de Grecia, les habló a todos, y fuera de unos pocos, los acaloró y levantó contra 14
Filipo, de manera que llegaron a juntarse quince mil infantes y dos mil caballos, además de las milicias ciudadanas, y se recogió copiosamente caudal y sueldos para los mercenarios. En esta ocasión dice Teofrasto haber pedido los aliados que se fijaran las cuotas, y haber respondido el demagogo gróbilo que la guerra no se mantiene en lo tasado. Puesta en expectación Grecia con los ojos en el futuro, y formando liga por naciones y ciudades los eubeos, aqueos, corintios, megarenses, leucadios y corcirenses, le quedó a Demóstenes el mayor empeño, que fue el de atraer a la alianza a los tebanos, habitantes de un país confinante con el Ática, fuertes con tropas ejercitadas, y los más acreditados entonces por las armas entre todos los griegos; y no era fácil atraer a una mudanza a los tebanos, ganados por Filipo con beneficios muy recientes durante la guerra de Fócida, mayormente cuando las rencillas que podían llevar a una guerra entre las dos ciudades se descostraban diariamente de una y otra parte con frecuentes encuentros a causa de la vecindad (...)”. Página 669. Demóstenes. Fue un orador. Filipo, rey de Macedonia. Cita (12). “(...) La llamada guerra social (en 367 a. JC) contra Bizancio, Rodas y Quíos (...)”. (16). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve Libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou, S.J. Sin paginar. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Libro V. Terpsícore. Reinado de Darío, rey de Persia. Linaje de Filipo, hijo de Butacides, casado con una hija de Telis, rey de Sibaris. Culto a Filipo. Sacrificios en honor de Filipo. “(...) XLVII. Iba en la comitiva de Dorieo un ciudadano de Cortona, por nombre Filipo, hijo de Butacides, y le acompañó asimismo en la muerte. Después de haber contraído esponsales con una hija de Telis, rey de los Sibaritas, como no hubiese logrado Filipo casarse con dama tan principal, fuese de Crotona fugitivo corrido de la repulsa, y se embarcó para Cirene, de donde en una nave propia y con tripulación mantenida a su costa salió siguiendo a Dorieo. Había él llegado a ser olimpionica (vencedor en los juegos olímpicos), tanto que su gentileza y bizarría obtuvo de los Egestanos lo que ningún otro logró jamás, pues le alzaron un templo en el lugar de su sepultura, y como a un héroe le hacían sacrificios (...)”. (17). RAMIS Y RAMIS, Juan. “Historia civil, y política de Menorca. Parte I”. Mahón. Ediciones Nura / Editorial Sicoa. 1991. Página 205. Libro II. Entrada de los Cartagineses en las Baleares, y su abandono a la fin de la segunda guerra Púnica. Sección III. Si los romanos enviaron un prefecto a las Baleares durante la guerra con Filipo rey de Macedonia. “(...) El erudito Guido Pancirola citando a Tito Livio dice que este escritor cuando trata de dicha guerra expresa que aquella nación envió un prefecto a las dos islas que llamamos Mallorca, y Menorca (1). Si esto fuese verdad, se podría inferir de esta circunstancia 15
que las Baleares en la misma época estarían sujetas a la república romana, lo que se opondría a mi opinión de que continuaron independientes así de los cartagineses, como de los romanos no obstante la paz entre las dos potencias con que se concluyó la segunda guerra Púnica. A la verdad esto de enviar un prefecto / (Página 206) (que era en sustancia (2) un comandante a una ciudad, provincia, o reino, prueba autoridad y jurisdicción en el que lo remite, y sujeción en el que lo recibe. Estas consideraciones me han hecho examinar con el mayor esmero que me ha sido posible los libros de la Historia de Tito Livio que nos refieren dicha guerra Filippica, y sea falta mía, o que en efecto allí no se halle tal especie, no he podido encontrarla en el referido paraje, ni menos en otro de dicho historiador. De casos iguales he visto no pocos ejemplos en otros autores, y por consiguiente tal vez la cita del docto Pancirola estará equivocada. Puede también que por la inferioridad de mis luces (3) no haya sabido hallarla, y solo sí que / (Página 207) habiendo los romanos dispuesto enviar un prefecto a Cádiz en la misma guerra y periodo (4) con motivo sin duda de los grandes preparativos y movimientos que hacían entonces diferentes pueblos (5) de España, los Gaditanos obtuvieron la revocación de la misma orden, porque el no tener aquella especie de magistrado era uno de los pactos con que se habían entregado al pueblo (6) romano. @o veo que de esto se pueda inferir que la propia república quisiese hacer otro tanto con los Baleares; pues no consta en ningún antiguo escritor de cuantos he leído que los últimos voluntariamente se entregasen a los romanos / (Página 208), ni antes, ni después de la segunda guerra Púnica. Diré no obstante suponiendo que hubiese equivocación de mi parte, que quizá aquel paso lo produjo el recelo de que estos isleños se uniesen con los de la península, que estaban sublevados en los mismos tiempos (7) cuyo temor no tardó a cesar con las victorias que Porcio Catón, y otros generales de la república obtuvieron sobre aquellos (8) pueblos, y que de sus resultas se mandaría retirar al prefecto, Efectivamente si fuese cierto que este magistrado hubiese continuado en estas islas, algo naturalmente hallaríamos de ello en algún antiguo escritor, pues las noticias de aquellos tiempos no se han perdido todas, y por consiguiente, o no lo establecieron los romanos en las Baleares / (Página 209) en la ocasión que cita Pancirola, que es lo que parece más probable, o lo mandarían retirar poco después de dicha guerra hispánica, y así volverían estas islas a su antigua independencia hasta que por fin las sojuzgaron los romanos con la conquista de Metelo (...)”. Página 205. Cita (1). “(...) En su @otitia utraque Dignatum cum orientis, tum Occidentes, fol. 155 B (...)”. Página 206. Cita (2). “(...) Samuel Pitisco en el Compendio de las Antigüedades griegas y romanas tomo II, pág. 356 y 357. ver. Praefeacturae (...)”. Página 206. Cita (3). “(...) Homo sum, 16
humani nil a me alineum puto (...)”. Página 207. Cita (4). “(...) Gaditanis item petentibus remissum, ne Praefectus gadeis mitterentur adversus quod iis in fidem Populi Romani venienti us, cum L. Marcio Septimis convenisset Livius Histor. lib. XXXII. nº 11 (...)”. Página 207. Cita (5). “(...) Consta en varias partes del mismo libro XXXII, y en los siguientes (...)”. Página 207. Cita (6). “(...) Véase la cita de n. 4 (...)”. Página 208. Cita (7). “(...) Hispania quoque oer idem tempos magno tumulto ad bellum consurrexit. Livius lib. XXXIII y lo propio en el libro anterior (...)”. Página 208. Cita (8). “(...) Véase el libro XXXIV de Tito Livio (...)”. (18). RAMIS Y RAMIS, Juan. “Historia civil, y política de Menorca. Parte I”. Mahón. Ediciones Nura / Editorial Sicoa. 1991. Página 225. Libro III. Desde la fin de la segunda guerra púnica hasta poco después del nacimiento de nuestro Redentor. Sección I. Los Baleares prosiguen en ser independientes hasta su conquista por el Cónsul Quinto Cecilio Metelo. “(...) A pesar de cuanto llevo dicho acerca de este punto en el libro anterior, (1), el Dr. Dameto en su Historia General del Reino Baleárico (2) dice que la Isla de Mallorca pasó voluntariamente / (Página 226) al dominio de los Romanos en tiempo de Gneo Scipion, el cual con ciertas capitulaciones admitió (así añade) a los nuestros a la amistad del Pueblo Romano. Los motivos en que se funda son el ver que los cartagineses habían sido vencidos, y que lo que sirvió de grande peso al mismo efecto, fue la nueva del riguroso asalto que poco antes los Romanos habían dado a Ibíza (3). Esto me hace ver con claridad que el sabio Historiador habla de cuando los Baleares enviaron Diputados a pedir la paz a Gneo Cornelio Scipion en ocasión que este jefe se hallaba con su armada en las cercanías de Cartagena devastando aquellas (4) después de llegado de Ibíza que no obstante todos sus esfuerzos no pudo tomar por asalto, y se vio obligado a retirarse de la misma (5) isla. / (Página 227) A esto agrega el Dr. Dameto citando a Morales (6) que dos años después llegaron a estas islas muchos navíos de cartagineses con gente muy bien armada para dar asalto en ellas por estar confederadas con los Romanos sus enemigos, los cuales también con una poderosa flora vinieron a estos mares para ver si hallarían al capitán Asdrúbal Calvo que había tomado puerto con su armada en nuestra isla. Veamos si podremos contrarrestar los argumentos del Dr. Dameto, sin que por eso deje de venerarle. A tenor de lo referido el primer motivo en que se apoya el mismo escritor es el de que hablo en la sección II del libro II de esta obra tratando de dicha legación de los Baleares a Gneo Scipion para hacer la paz. Allí ya señaló la fecha de esta embajada (7) y de / (Página 228) consiguiente no hay necesidad de repetirla. Pero y en qué podemos fundar en esto la verificación de aquella paz, cuando si fuese de este modo no es 17
probable que Tito Livio hubiese dejado de expresarlo, y sin embargo nada más nos añade en el (8) particular? Creo pues que no obstante lo que dice el Dr. Dameto no llegó el caso de que la paz se estableciese entre los Romanos y estas islas en dicha ocasión, o porque los pactos y condiciones que quiso Scipion imponer a los Baleares no gustaron a estos, o por otras causas que ignoramos. Así lo arguye en mi concepto el ver que después de algunos años habiendo venido Asdrúbal Calvo a estas islas con una armada que iba a Cerdeña forzado de una terrible tempestad, recompuso en ellas su (9) flota, y si las dos islas, o a lo menos / (Página 229) Mallorca hubiese estado entonces sujeta, o confederada con los Romanos, no hubieran dejado los vecinos de la misma Balear de apoderarse de aquellos buques, y tripulaciones cartaginesas que fueron a parar allí, ni es verosímil que Tito Livio se hubiese olvidado de mentarlo, siendo este un caso que se debía mencionar en su Historia de los sucesos de aquellos tiempos. @o quisiera tachar, ni disminuir en nada la merecida reputación del Dr. Dameto; pero si ingenuamente he de decir lo que comprendo, como me incumbe, no llegó a entender cómo se pueda combinar esto de que Mallorca pasase voluntariamente al dominio de los Romanos en la referida ocasión, y que al mismo tiempo quedase su confederada. Si lo primero hubiera sido súbdita de aquella República: y si lo segundo habría de permanecer igual, e independiente, porque las confederaciones y alianzas / (Página 230) se hacen de poder a poder, es decir, entre dos potencias que no dependen una de otra. Por consiguiente no sé como puedan concordarse unas expresiones que me pueden parecer tan opuestas. Yo no dudo que el asalto de Ibiza hiciese impresión en el ánimo de los Baleares, si es que lo supiesen cuando mandaron su embajada; pero con todo no creeré que esto fuese un motivo tan irresistible, y preponderante que precise a los vecinos de Mallorca y Menorca a hacer su paz con los Romanos fuese ella como fuese, y que les exponía a un insulto igual de parte de los cartagineses. Aquellos además, y aún todos los Baleares, podían muy bien considerar que si los ibicencos no obstante la pequeñez de su isla, habían sabido resistir a los ataques de Scipión, mucho más lo podrían una y otra de estas dos islas, y especialmente la mayor, que es tan superior en extensión a Ibíza, y naturalmente / (Página 231) había de ser mucho más poblada. Añado a lo mismo que era muy visible el que Scipion no podía ocuparse mucho en empresas marítimas, y de consiguiente no le era fácil, ni lo más conveniente a los intereses de su República, el acometer a las Baleares, siendo su encargo, e intento principal el echar a los cartagineses de los vastos dominios que poseían en la península, derrotando al efecto a Asdrúbal hermano de Aníbal el Grande, que mandaba en ella con un ejército formidable (10) y otro que tenía a su cargo el general Hannon, y no la toma por entonces de las 18
baleares que no podía tener mucho influjo para precisar a los de Cartago a pedir la paz. La cita de Ambrosio Morales de que se vale el Dr. Dameto para confirmar / (Página 232) su opinión, no me hace fuerza siendo de un autor que vivía en el siglo XVI (11) y no trae escritor alguno de la antigüedad en corroboración de lo que asevera. Lo propio digo a lo que añade el Dr. Dameto de que los Romanos (12) vinieron a estos mares con una poderosa armada para ver si hallarían al capitán Asdrúbal Calvo que había tomado puesto en Mallorca, como lo quiere el mismo escritor, siendo así que Tito Livio dice expresamente que aquel jefe cartaginés se refugió a las Baleares en la ocasión de arribar a ellas acosado (13) por la tormenta, sin distinguir en cual de ellas, lo que hace creer que sería a las dos, y de lo restante nadie dice. Reuniendo estos datos, y lo demás / (Página 233) que llevo dicho en el particular (14) y sobre todo recordando a la memoria de los lectores que en la sangrienta batalla de Zama aún había Baleares en el ejército de (15) Cartago, seguiré constante en mi opinión de que estos isleños no hicieron la paz, ni se confederaron con los romanos en dicha época, antes bien siguieron en su alianza con los de Cartago, y quedaron independientes de una, y otra potencia en el ajuste, y convención definitiva, con que acabó la que se llama segunda guerra Púnica. Fenecida esta como los Baleares no quedaron en alianza con los Romanos, sino como unos pueblos que no estaban en guerra con ellos, aunque por esta causa podían ir sin dificultad y demorar en los dominios de la misma república / (Página 234), y comerciar con los súbditos de esta, fueron, según creo, mirados como unos puros extranjeros sin parte alguna en el gobierno, y enteramente excluidos de los privilegios correspondientes a los ciudadanos romanos, pagando además al estado doce dragmas (16) anuales. Es verdad que estaban exentos de la contribución del vigésimo, y que podían heredar de los bienes de su familia (17) sin pagar derecho alguno; y ya desde el año 510 de Roma tenían un juez propio en la misma ciudad llamado Pretor peregrino (18) para la decisión de sus litigios, y desavenencias con los ciudadanos romanos. Todo esto sin embargo aún distaba mucho de aquel título tan distinguido, cuyo honor, y lustre iba en aumento cada día con el gran influjo, y / (Página 235) poder que adquiría Roma. En este estado continuarían los Baleares, a lo que comprendo, hasta que los romanos firmaron el designio de invadirlas y sujetarlas. El pretexto que alegaron para ello fue el que estos vecinos ejercían la piratería corriendo los mares, y robando a los que navegaban. Así se explican Luycio Floro (19) y Paulo Orosio (20) y con ellos muchos modernos que les han copiado servilmente; pero no falta otro escritor antiguo muy acreditado y juicioso que los lava de esta atroz injuria. Tal es 19
el célebre geógrafo Estrabón, quién doce expresamente que sólo fueron unos pocos malvados vecinos de estas islas los que se dedicaron / (Página 236) a este infame ejercicio (21) uniéndose con los piratas, y que esto bastó para que a todos se les tuviese por culpables del mismo delito, y motivase su conquista por Metelo, que llama Balarico, sin duda en lugar de Balearico, o Baliarico, como los demás lo apellidan (22). Con este especioso pretexto aunque tan infundado, Metelo que era cónsul en el año DCXXX de Roma con Tito Quinto Flaminio (23) anhelando a un / (Página 327) triunfo para conseguir el cognombre y timbre de Balearico, y añadirle al de Macedónico, que ya se hallaba en su familia; (24) hizo que su república declarase la guerra a estos mal hadados isleños, y preparar en su consecuencia fuerzas suficientes por mar, y tierra para invadirles y domarles. Lo que nos queda de los antiguos escritores no entra en su detalle, y por consiguiente no puedo darlo; pero siendo entonces tan poderosos los romanos, es a presumir que su armada y ejército eran muy superiores en número a lo que los Baleares podían oponerles, aún cuando a los mismos se hubiesen reunido los vecinos de las Pitiusas, como así parece verosímil (25). Sólo si es constante por el testimonio de Estrabón que a fin / (Página 238) de preservarse aquellos agresores del choque y estrago de las hondas con que se habían distinguido y hecho tan temibles los habitantes de estas islas en las pasadas guerras, el cónsul Metelo hizo cubrir con pieles los cascos de sus buques, sin duda para que las piedras deslizasen y cayesen al mar dejando intacto el maderaje. Muchos escritores modernos son del mismo sentir de Estrabón (27) y no falta quién atribuye esta invasión de los romanos a su deseo de vengarse de los infelices Baleares por los / (Página 239) socorros que habían dado a los cartagineses en las dos primeras guerras Púnicas, y a lo mucho que convenía a Roma el apoderado de (28) estas islas, En cuanto a mi creo que nadie podrá tomar a mal que aunque Balear sostenga el honor de mi patria viéndola defendida por tantos hombres célebres, cuya reunión, y superiores luces hacen muy atendible su modo de pensar en defensa de nuestros antiguos compatricios. Es natural el figurarse la mucha sensación que les causarían la noticia de esta extraña guerra, y el designio de los romanos de sujetar a las Baleares y Pitiusas; más sin embargo viendo que era preciso el pelear, revistiéndose de valor y coraje, y confiados en su mucha pericia en el manejo de las hondas (29) / (Página 240) que habían dado tantas pruebas, resolvieron el defenderse, y aún salir con sus fuerzas marítimas el encuentro de sus enemigos por si lograban impedirles el tomar tierra en estas islas, sin hacer caso de la gran destreza, y poder de aquella nación, que ya había vencido, y sujetado a tantas. Y como no podía ocultárseles el gran número de galeras, y otros buques de guerra que tenían sus 20
enemigos, es a presumir que nuestros baleares aprontarían según lo pudiesen los que tenían en las islas aunque en ningún modo pudiesen entrar en cotejo con los de sus contrarios. A pesar de ello fue tanta su audacia que no dudaron en embarcarse en sus buques mal pertrechados, y construidos como base hasta entonces lo habían (30) hecho. Y habiendo visto en alta mar a la armada romana, fueron a embestirla, / (Página 241) creyendo hacer un rico botín, descargando sobre ella un nublado de (31) piedras, y guijarros que la cubrió toda. Más como la escuadra enemiga quedaba prevenida para un ataque semejante por medio de las pieles con que estaba cubierta, esta tentativa de los nuestros les salió frustrada, pues no impidió el que se acercasen los buques romanos (32) haciendo jugar sus dardos y espolones, lo que infundió a los nuestros tal temor y espanto, que les hizo volver la espalda con gritos desmedidos, y desembarcar en las costas, y habiéndose esparcido por las alturas (33) inmediatas, fue / (Página 242) preciso buscarlos para poderlos sujetar, (34) Así lo refiere Lucio Anneo Floro único autor antiguo que entra en estos pormenores; pero debo rememorar a los que lean lo antedicho que yo no sigo su opinión en lo de la piratería con que acrimina a los Baleares, persuadiéndome haber justificado que no fueron culpables de este feo borrón. Orosio Presbítero español escritor del siglo V de la era cristiana dice que Metelo en su conquista hizo una gran matanza de los habitantes de estas islas; y aunque esta especie no la veo en otro autor antiguo de cuantos he leído, con tolo la tengo por verídica atendiendo a las barbaridades que se acostumbraban con los vencidos en aquellos siglos infelices (36) y que Orosio / (Página 243) tampoco dista mucho de los mismos tiempos, y pasa por digno de crédito. Lo que no se si podría afirmar con igual fundamento es lo que dice el Guseme de que el victorioso procónsul adornó el templo de la Fe en Roma con los despojos que había ganado en la conquista de las (37) Baleares, aunque el ver que en una de las medallas de Metelo hay las palabra FIDES, y la cabeza de la misma deidad (38) me hace pensar si sería cierto. Al parecer no cabe duda en que esta conquista de Quinto Cecilio Metelo con todo empezada en tiempo de su consulado, no se concluyó hasta el año siguiente en ocasión que era procónsul, pues la lápida de su triunfo no se le da otro (39) título. Asimismo es constanto / (Página 244) por lo que refiere Estrabón que conquistadas estas islas por aquel famoso general romano, hizo venir de la península a fin de poblarlas no menos que tres mil romanos (40) y fortificó las ciudades rodeándolas con muros (41); pero nada nos dice sobre sí, o no fundaría algunas. De dicho número de pobladores me persuado que los dos tercios a lo menos se establecerían en la Balear Mayor, y lo restante pasaría a poblar 21
esta isla, y las Pitiusas, y de hecho las muchas familias romanas de que trato en mis Inscripciones me parece que lo confirman respecto a Menorca. Tampoco veo en ningún antiguo escritor fundamento ni expresión alguna con que persuadirme que Metelo sujetase / (Página 245) a Menorca en lo militar y político, o en uno, u otro de estos ramos, a la mayor de las Baleares; y así conjeturó que quedarían independientes entre sí y sujetas directamente a los jefes romanos que mandaban en la Tarraconense, o España Citerior (42), quienes naturalmente tendrían un diputado, o teniente suyo en cada isla para la administración de justicia, recaudación de rentas, y demás necesario. En cuanto a las particularidades del triunfo de Metelo, no he podido descubrir más que lo que llevo dicho por faltarnos el libro LX de Tito Livio que sin duda las expresaba (43); por lo que diré tan solamente que a sus armas, es / (Página 246) decir, sus hondas, como una porción de nuestros baleares los más bien formados y distinguidos precedieron naturalmente el carro triunfal del Conquistador en aquella memorable función con las manos ligadas atrás (44), y muertos después en la cárcel, o a lo menos sus (45) jefes: triste espectáculo en verdad para los pueblos conquistados, pero común entre los romanos en semejantes (46) ocasiones. Cuando esta conquista, era ya común en la misma nación de que el general victorioso tomase el agnombre de la ciudad, o provincia que había conquistado. Así realmente sucedió con Publio Cornelio Scipion, a quién se dio el nombre / (Página 247) de Africano de resultas de haber superado una gran parte de los dominios de Cartago en aquella parte del orbe, y vencido al célebre Aníbal en la famosa batalla de Zama; y con Q. Cecilio Metelo Padre del Conquistador de estas islas, a quién llamaron el Macedónico por haber sujetado a este reino en 606 de Roma, y prendió a Filipo, que se decía hijo de Perseo último rey de aquella monarquía, como lo saben los (47) anticuarios. Así que no debe causarnos novedad si a nuestro Metelo se le dio el nombre de Baleárico. A la pág. 151 de mis Inscripciones Romanas relativas a esta isla puse el trozo del fragmento que existe en Roma de la lápida concerniente a Q. Cecilio Metelo nuestro célebre Conquistador, y por / (Página 248) no repetirme no lo copio aquí, ni tampoco su explicación, pareciéndome que los que lean esta obra, podrán acudir fácilmente a dicho paraje para uno y para otro. Sólo advertirá que allí hay un error de imprenta a saber: Q. DX... debiendo decir: A. DCX... según el Rezzonico que cito (...)”. Página 225. Cita (1). “(...) Léase lo que digo sobre el particular en el libro II. Sección II de esta Historia desde el nº 36, inclusive al 39, donde hago ver que este suceso corresponde al año 536 de Roma, lo que viene a ser el de 217, antes del Señor (...)”. Página 225. Cita (2). “(...) Ibi lib. 1. tit. 11. 9. Pág. 135 (...)”. Página 226. Cita (3). “(...) Idem. Ibidem. Véanse también a 22
Tito Livio. Décad. III. Lib. II, cap. XIII (...)”. Página 226. Cita (4). “(...) El mismo escritor, ibi (...)”. Página 226. Cita (5). “(...) idem ibi (...)”. Página 227. Cita (6). “(...) Dameto loc. jam relato (...)”. Página 227. Cita (7). “(...) Véase lo que digo entre los números 33 y 36 de la sección II, del libro anterior (...)”. Página 228. Cita (8). “(...) Léase lo que dice Tito Liuvio en el paraje de la cita de dicho número 36 (...)”. Página 228. Cita (9). “(...) En el número 44 de la misma sección (...)”. Página 231. Cita (10). “(...) Velásquez en sus Anales de la @ación Española pág. 208, y 209, citando a varios escritores antiguos (...)”. Página 232. Cita (11). “(...) @ouveau Dictionnaire Historique tom. VI, pág. 343. Caen 1789 (...)”. Página 232. Cita (12). “(...) Dameto en su Historia lib. I. tit. II 9. pág. 135 (...)”. Página 232. Cita (13). “(...) Véase el nº 44 de la sección II del libro II (...)”. Página 233. Cita (14). “(...) En la misma sección II, del citado libro desde el nº 36 inclusive en adelante (...)”. Página 233. Cita (15). “(...) Véanse los autores que cito al nº 69 de dicha II sección (...)”. Página 234. Cita (16). “(...) Pitiseo en sus Antigüedades griegas y Romanas tom. II, pág. 289 (...)”. Página 234. Cita (17). “(...) Pitiscus ibi pág. 288 (...)”. Página 234. Cita (18). “(...) Id. m. ibidem (...)”. Página 235. Cita (19). “(...) Baleares per idem tempos insulae piratita rabie corruperant maria L. Annaeus Florus in Epitome rer. Romanar,. lib.III (...)”. Página 235. Cita (20). “(...) Lisdem temporibus Metellus Baleares insulas bello pervogatus edmuit, et piraticam infestationem, quae ab iisdem tunc exercebatur plurima incolarum caede compressit. paulus Orosius Historiar. lib. V. cap. XIII. fol. CXCVII (...)”. Página 236. Cita (21). “(...) Quum autem pauci quidam improbi adversus maris paredones communis emolumenti gratia conspirasent, crimine universis insparso. Metellus cognomento Balearicus, eos invasit. Strabo rer. Geographicar. lib. III. ág. 117. Basilaee. MDXXIII. Todavía me gusta mñas la traducción del mismo pasaje de este autor que ponen los PP. Mohedanos: Cum autem malefici quidam societatem coiissent cum praedonibus maritimis, culpati fuerunt universi. Historia Literaria de España tomo IV. Diseretación XI. V. pág. 267 (...)”. Página 236. Cita (22). “(...) Esto es tan notorio, que no exige pruebas (...)”. Página 236. Cita (23). “(...) Annales Romaines., pág. 341, donde se ve que el mismo año precede en 124 al del nacimiento del Señor. Véanse también sobre el particular mis Inscripciones Romanas página 152 que pido se tengan presentes para excusar repeticiones (...)”. Página 237. Cita (24). “(...) Gusseme en su Diccionario @umismático. Tomo II. Página 18 (...)”. Página 237. Cita (25). “(...) Léase lo que digo sobre de esto en mis Inscripciones Romanas. Pág. 159 a 161 (...)”. Página 238. Cita (26). “(...) Que circa Metellus propius insulas aduavigans, pelles navium tectis praetendit, ut adversus fundarum jactus termina essens. Strabo. Lib. III. Pág. 117 (...)”. Página 238. Cita (27). “(...) Los eruditos PP. Mohedanos en su Historia Literaria de España, tomo Iv, página 271.Histoire Remaine 23
eclaircle par les Medailles.pág. 155.par. Mr. Jean Louis Schultz paris 1783.Masdeu en su Historia de España tomo II, vart. I. CCXC.pág. 390. Freinshemio en su suplemento d Tito Livio lib. LX. cap. 36., donde hay estas palabras hablando de Metelo: Cónsul triunphi avidus (...)”. Página 239. Cita (28). “(...) Idem Schultz ibidem (...)”. Página 239. Cita (29). “(...) Fundis ut nunc plurimum ita tunc solo en telo utebantur. @ec quisqiem a terius gentis unus ea arte, quantum inter alios omnes Baleares escellunt. Livius Histor. decad. III. lib, III. cap. XIX (...)”. Página 240. Cita (30). “(...) Ascendé e etiem inconditas rates. Florus in epitome. lib. III (...)”. Página 241. Cita (31). “(...) Sed cum vententem ab alto romanum classem prospexissent, praedam putantes, etiam occurrere, et primo ímpetu ingente lapidum, saxorumque nimbo classem operuerunt. Florus ibidem (...)”. Página 241. Cita (32). “(...) Sea non diu lapidatione terruere Romanos,. Postquum cominos ventum est, expertique rostra, et pilla venientia... clamore sublato petierunt fuga littera. Idem ibidem (...)”. Página 241.Cita (33). “(...) Dilapsique in proximus tumulos. Florus ibi. Es muy creíble que en esta ocasión se escondieran nuestros patricios en las cuevas artificiales de difícil acceso de que aún nos queda un gran número en aquellos parajes (...)”. Página 242. Cita (34). “(...) Quarendi fuerunt ut vincerentur.Idem ibidem (...)”. Página 242. Cita (35). “(...) Véase la nota nº 20 de esta sección (...)”. Página 242. Cita (36). “(...) Mariana en su Historia de España tomo I, lib. III. cap. IV. pág. 387 (...)”. Página 243. Cita (37). “(...) Gusseme en su Diccionario @umismático. Tomo III, página 234 (...)”. Página 243. Cita (38). “(...) En mis inscripciones romanas pág. 194 (...)”. Página 243. Cita (39). “(...) Ibi pag. 151 (...)”. Página 244. Cita (40). “(...) Deinde ex Iberia Romanorum millia introduxit accolas. Strabo rer geographicar. lib.III pág. 117 (...)”. Página 244. Cita (41). “(...) Qui etiam civitates moenibus circumsepsit. Trabo ibi (...)”. Página 245. Cita (42). “(...) Desde antes de la conquista de Metelo el gobierno de la península en la parte que poseían los romanos estaba a cargo de diez legados. Mariana en su Historia de España tomo I, lib. III cap. XI, página 424 (...)”. Página 245. Cita (43). “(...) Solo quedamos con su Epitome, que se atribuye a Lucio Floro por algunos autores (...)”. Página 246. Cita (44). “(...) Manibus post terga revinetis. Virg. Véase la lámina del triunfo de Paulo Emilio que se halla entre las páginas 224 y 225 de la obra de Kennet Romae antiquae notitia (...)”. Página 246. Cita (45). “(...) Pitisco en sus Antigüedades griegas y Romanas, tomo II, página 672 (...)”. Página 246. Cita (46). “(...) Idem ibidem (...)”. Página 247. Cita (47). “(...) Véase el nº 7 de la segunda de mis Medallas antiguas relativas a las Baleares pág.195 aunque por equivocación cito el nº 13 de la medalla antecedente debiendo ser el 5 (...)”. 24
(19). LASUNAY, Oliver. “Las civilizaciones celtas”. Colección Grandes civilizaciones desaparecidas. Club Internacional del Libro. Sin lugar ni fecha de publicación. Página 117. Tercera parte. La céltica continental. Los galos descubren la moneda y la reinventan. “(…) Su imitación de una moneda de oro de Filipo de Macedonia era tan perfecta que en ocasiones resultaba difícil distinguirla de su modelo. Acuñada por los arvernos, que, en el siglo III a. de J. C., ejercían su hegemonía en gran parte del país, fue de uso general. luego, a partir del 120, aparecen también locales y tipos de moneda que se diferencian según los pueblos (…)”. Página 118. Tercera parte. La céltica continental. Más de 100.000 piezas galas abstractas. “(…) Los hallazgos se han multiplicado. Más de 100.000 piezas galas de oro, de plata y de bronce, llenan los museos y las colecciones privadas, planteando el ineluctible enigma de su decoración. Algo debió suceder cuando el artista celta “al copiar el perfil de Filipo”, transformó los mechones de su cabello en espirales, en medias lunas, en cuernos extraordinarios y le imprimió en plena mejilla una rueda solar. Finalmente, ya no quedó nada del perfil helénico, al reemplazar el ojo por tres puntos, la nariz por una T contorneada y la boca por una Z invertida. Y no se trata de unos pocos motivos, existen decenas de variedades. Se anudan, se oponen, se componen en una especie de exaltación. Una cabeza coronada de laurel de los bellovacos posee el esplendor de las esculturas mejicanas. La abstracción alcanza sus límites extremos en los belgas del norte y de la Armórica. Las ramificaciones de los cuernos que rodean / (Página 124) la cabeza del ciervo de Kernunnos se han convertido en líneas impetuosas, dignas de una exposición de arte no figurativo. Incluso los no iniciados comprenden que están contemplando una deslumbrante composición decorativa (…)”. (20). CARDONA MERCADAL, Juan. “Incidencia de la numismática en la isla de Menorca”. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LXVIII- Séptima Época. Mahón. Primer trimestre. 1977. www.RevistadeMenorca1977.Alaior.pdf Página 7. Monedas griegas halladas en Menorca. “(…) El griego se usó especialmente en sus colonias del 'E siguiéndole a gran distancia el fenicio en Gades (hoy Cádiz) (…) Las monedas de Emporion y Rhode, únicas en las que aparece el alfabeto Griego aunque a veces con influencias del fenicio, en especial en su signo o letra “M” corresponden al periodo 400-300 años antes de J.C., en cuyo ciclo de tiempo ya existían amplias relaciones comerciales de la Colonia con todas las islas del Mediterráneo oriental. Sin embargo son escasísimas las piezas correspondientes a esta época de acuñación encontradas en Menorca, llegando a la conclusión de que su comercio exterior era todavía muy escaso (…)”. 25
(21). GARRIDO TORRES. Carlos. “Menorca mágica”. Colección El Barquero. Palma de Mallorca. José J. de Olañeta, Editor. 2009. Página 76. Sanisera, perdida y encontrada. “(…) El cabo de Cavalleria es la punta más septentrional de Menorca. Para llegar a él hay que atravesar prados y tanques, siguiendo el curso de una carretera estrecha y sinuosa que parece evitar voluntariamente la proximidad al mar. (…) Se pasa por las mismas puertas del lloc de Cavalleria, con una torre que visitaremos en un capítulo posterior. Y continuando por esas altiplanicies escuetas y llenas de cielo, cruzamos por la puerta de las casas de Santa Teresa. Desde aquí ya se atisba el cercano faro de Cavalleria, encaramado a una península batida por los temporales. Cuando la mar va muy agitada / (Página 77) la espuma se eleva en nubes súbitas a ambos lados del brazo de tierra que sube al faro. Dando entonces la impresión del fin del mundo, de lugar tan desprotegido que produce realmente miedo. La carretera antes de trepar por la espalda llena de càrritx de Cavalleria, pasa por una larga lengua de mar que penetra por nuestra izquierda. Vemos unos mansos embarcaderos, una antigua torre de vigilancia, y sobre todo una inconmensurable sensación de soledad. Es nuestro destino: el puerto de Sanitja. A pesar de estar abocado al norte, este pequeño refugio es uno de los lugares más abrigados y seguros de la costa de tramuntana menorquina. Fornells, que se encuentra un poco más al Este, tiene una entrada muy traicionera cuando se mueve mar, y otros refugios son de acceso también peligroso y están abiertos a corrientes y embates que se revuelven por los penyasegats. Sin embargo, el puertecito de Sanitja es largo y estrecho. Y frente a élse encuentra el islote denominado sanitja o dels Porros, fustigado por el viento y tan plano como la isla de l´Aire. Este pedazo de tierra abandonado a los furores de Poseidón es el punto más norteño de Menorca y de las Baleares todas, y al mismo tiempo protege como un tapón la entrada de Sanitja. (…) El puerto de Sanitja es un paraje poseído por la grandeza del escenario natural y por lo desolado de sus contornos. Sin embargo, allí mismo duerme una ciudad desaparecida. Una villa hundida en la tierra y el mar cuyo nombre fue famoso en todo el Mediterráneo. La vieja Sanisera es hoy un recodo donde sólo se escuchan los suspiros del viento y el murmullo continuo de las diminutas olas del puerto. Plinio el Viejo, cuando describe las ciudades de Menorca, hace referencia a Jammo (Ciutadella), Magona (Maó) y Sannisera. Incluso Pedro Martel, cuando describe la isla a Jaime I durante la preparación de la conquista, cita el “Port de Sereyna”. El mismo que aparece anotado en el Atlas catalán de 1375 como “Senitja”. Los historiadores se preguntaron muchos años cúal podía ser esa tercera ciudad de la que sólo el nombre había sobrevivido. Algunos la identificaron con Alaior o incluso con la fortaleza de Santa Águeda. 26
/ (Página 78) Sin embargo, y como ocurre tantas veces, la toponimia era el rastro más seguro para encontrarla: Samnicera, Janissari, Sanisera, Senitja, Sa @itja. Los hallazgos arqueológicos fueron mostrando lentamente la realidad de una villa que, con toda probabilidad, fue fundada por fenicios o cartagineses en ese privilegiado puerto del norte menorquín .Llegaría a constituir un pequeño núcleo habitado. @o muy lejos de allí en las alturas del llamado Pujol de Cavalleria, se encuentra derruida por un rayo, una taula. Es la única de todas las conocidas que está orientada al norte, y en su recinto apareció una estatuilla reproduciendo a un Marte guerrero. Ya en el mismo puerto de la antigua Sanisera, en lo alto de una elevación, grandes bloques de piedra esparcidos nos hablan, junto con la numerosísima cerámica, de un santuario o acrópolis que presidiría todo el lugar. Las excavaciones revelaron la existencia de un campamento militar romano, un testimonio de la conquista del 123 a. C. Posteriormente se fundó una población marítima que subsistió hasta la época musulmana. Francesc Camps hace referencia aella recogiendo la tradición de “ses vilotes de Sa @itja”: “Diuen que en dies de bonanza, an es fons de la mar, dins es port, se veuen cases…”. Madó Alzina, payesa del predio de Santa Teresa, le contó la tradición según la cual una Virgen del Carmen existente en el oratorio de ese lloc procede de una vieja iglesia de aquella ciudad de “Ses Vilotes”, y por ello aparece tan antigua. Lo cierto es que las leyendas conservan el recuerdo de la necrópolis allí existente, y que ha sido excavada en fechas muy recientes. Dicen las consejas populares que en Sanisera o Janissari vivió un obispo que, por razones que se desconocen, fue condenado a muerte. Le ataron a una gruesa cadena y le arrastraron hasta el fondo del puerto, llamado por ello Canal de sa Cadena, hasta darle fin. A continuación tomaron el cuerpo del infortunado pastor de almas y lo sepultaron en el lugar llamado es mitjà de ses Abolles en el margen izquierdo del puerto. En tiempos de Francesc Camps se afirmaba que, un día, labrando las tierras cercanas apareció una enorme y herrumbrosa cadena. Y todos supieron al instante que se trataba del instrumento ejecutor de aquel prelado. “A sa històrica cadena –escribe Camps- que tothom diu que ha existit, no es sap de ningú que l´hagi vista”. (…) / (Página 79) tal vez, una de las tumbas que los arqueólogos están ahora mismo desenterrando fuera de ese mártir menorquín. Cualquiera de las que han aparecido en medio de una gran extensión de tierra infértil por donde asoman restos cerámicos romanos en sorprendente abundancia. Toda Sanitja es un paraíso arqueológico que descubre lentamente sus secretos. Las investigaciones revelan que el mito de la ciudad sumergida que recogiera Francesc Camps es una realidad. Existe un enorme yacimiento submarino que se extiende desde el propio islote de 27
Sanitja hasta la colársela del puerto. Allí han aparecido cuellos y labios de ánfora en gran abundancia. Prueba por tantota gran actividad que experimentaba este lugar. En la punta que se extiende hasta el margen occidental del puerto, a partir de la cual éste se abre en una pequeña calita hoy llena de algas y basura arrastrada por el mar, pueden verse claramente los restos de muros. Entre ellos destaca una construcción que sirvió de pequeña mezquita rural. @o muy lejos de allí, apareció una necrópolis tardo-romana y varias habitaciones de lo que debió ser una villa. En las sepulturas, la presencia de clavos de hierro confirma la existencia de ataúdes, que estaban cubiertos por losas de piedra. Una tumba infantil guarda los restos de un recién nacido, y en otra muy próxima aparecen esos diminutos cantos rodados de colores a los que ya hicimos referencia en el apartado de las pedretes. Forman parte de la argamasa, y destacan con sus vivos colores y formas mágicas de la tristeza que les rodea. Todos estos enterramientos, ya conocidos cuando se divulgó la leyenda de “Ses Vilotes”, indican a los investigadores la presencia de una gran basílica paleocristiana, coetánea y muy relacionada con la del puerto de Fornells. Se sospecha incluso su emplazamiento. ¿Qué hallazgos guardará en su interior? ¿Monedas como esa de Philippo que – correspondiente al siglo III d. C.,- apareció en una de las habitaciones del edificio tardo-romano? ¿Más cerámica de origen africano, de la época del dominio bizantino? ¿Tal vez algún mosaico como el de Torrelló? ¿O una imagen sagrada como la Virgen primitiva del oratorio de Santa Teresa, donde también permanece un antiguo sarcófago? (…)”. (22). EURIPIDES. “Tragedias”. Edición de Juan Antonio López Férez. Colección Letras Universales. Madrid. Cátedra. 1985. Página 350. Andrómaca. Altar de los dioses. “(...) Cuando hubimos llegado a la ilustre tierra de Febo, dedicamos nuestros ojos a la contemplación durante tres relucientes ciclos del sol. Eso era en verdad, sospechoso. La gente encargada del dios iba a reuniones y asambleas. El hijo de Agamenón, recorriendo la ciudad, a cada persona le transmitía al oído malévolas frases: “¿Veis a ese varón que visita las grutas del dios llenas de oro, tesoros ofrecidos por los mortales, y que ha llegado por segunda vez con el fin con que ya antes aquí viniera, intentando aniquilar el templote Febo?”. Después de todo es, rumor siniestro se extendía por la ciudad. Las autoridades ocuparon en pleno los consejos, y todos cuantos, privadamente, estaban al frente de las riquezas del dios montaron guardia en la mansión de columnas rodeadas. @osotros, sin saber todavía nada de eso, cogiendo unos corderos criados en el bosque del Parnaso (43), fuimos y nos situamos cabe el altar con los próxenos (44) y los adivinos píticos.(...) / (Página 351) Entra él caminando en la planta del templo a fin de invocar a Febo ante el lugar de los oráculos. Asiste al sacrificio. Mientras con su persona se había apostado un pelotón de espadas armado, 28
recubierto por la sombra de un laurel. El hijo de Clitemestra era el único maquinador de todo aquello. 'eoptólemo, cara a cara, invoca al dios; y ellos, equipados de aguzadas espadas, atraviesan a traición al desarmado hijo de Aquiles. Retrocede él, pues no estaba herido en punto vital. Una espada desenvaina tras arrancar de los clavos una armadura pendida en la entrada. En pie se colocó sobre el altar cual hoplita espantoso de ver, y, a gritos, a los hijos de los del dios pregúntales así: “¿Por qué intentáis matarme cuando en viaje piadoso he venido? ¿Por qué motivo muero?”. @inguno de los incontables que con él estaban contestó una palabra, sino que le tiraban piedras con las manos. Molido por todas partes con la espesa granizada, ante sí tendía sus armas y se guardaba de los ataques dirigiendo acá y allá si escudo con el brazo. Pero nada adelantaba, sino que muchos dardos a la vez, flechas, jabalinas de correa central, picas sueltas de doble punta, dagas de degollar toros venían cabe sus pies. Hubieran contemplado las espantosas danzas pírricas (45) de tu hijo ciando de los proyectiles se protegía. Como lo rodearan en círculo sin permitirle respirar, abandonó el hogar del altar donde los corderos se reciben (...). / (Página 352) Impío clamor en el piadoso templo resonó contra las rocas. (...) Hasta que alguien, desde el centro del santuario, lanzó un grito espantoso (...) A él, cuando cadáver yacía ya cabe el altar, lanzároslo fuera del templo que víctimas recibe. Y nosotros recogiamoslo de prisa con nuestras manos y te lo traemos para que por él te lamentes y llores, anciano, y, además, lo honres con una tumba bajo el suelo (...)”.PAUSANIAS. “Descripción de Grecia, Ática y Élide (Libros I, V y VI)”. Introducción, traducción y notas de Camino Azcona García. Biblioteca Temática: Colección Clásicos de Grecia y Roma: BT 8225. Madrid. Alianza editorial. 2000.Página 107. Libro I. Ática. Sacrificios a Zeus Polieo. “(...) Hay además una estatua de Zeus, obra de Leócares, y otra del que llaman Polieo (309). Voy a describir lo que acostumbran a hacer en los sacrificios a este dios, pero no pretendo explicar por qué es así: sobre el altar de Zeus Polieo colocan cebada mezclada con granos de trigo sin poner ninguna atención sobre ello. En todo caso, controlan al buey, que tienen preparado para el sacrificio, cuando se acerca al altar y se pone a comer los granos. Entonces, uno de los sacerdotes que llaman “asesino del buey”, después de abatir al buey, tira allí mismo el hacha así es el rito-, y se marcha a todo correr. Los otros a su vez, como si no conocieran al hombre que realizó tal hecho, llevan a juicio al hacha (310) (...)”.PAUSANIAS. “Descripción de Grecia, Ática y Élide (Libros I, V y VI)”. Introducción, traducción y notas de Camino Azcona García. Biblioteca Temática: Colección Clásicos de Grecia y Roma: BT 8225. Madrid. Alianza editorial. 2000. Página 107. Libro I. Ática. Sacrificios a Zeus Polieo. Cita (309). “(...) La descripción de estas dos estatuas de Zeus denota que Pausanias ha llegado al este del Partenón. La estatua de Zeus 29
Polieo sería anterior a la de Leócares (año 330 a. C.), ya que el culto a Zeus Polieo es muy antiguo (...)”.PAUSANIAS. “Descripción de Grecia, Ática y Élide (Libros I, V y VI)”. Introducción, traducción y notas de Camino Azcona García. Biblioteca Temática: Colección Clásicos de Grecia y Roma: BT 8225. Madrid. Alianza editorial. 2000. Página 107. Libro I. Ática. Sacrificios a Zeus Polieo. Cita (310). “(...) En las conocidas fiestas de Atenas llamadas Bufonias o Dipolias (el día 14 del mes de Esciroforio) el centro lo ocupaba este sacrificio ritual, cuyo significado (algo que no quiere explicar Pausanias) sería el de tranquilizar el sentido de culpabilidad de los hombres por la matanza de animales domésticos. El asesino del buey, es a la vez, el sacerdote de Zeus Polieo, el sacrificador adecuado, ya que, ante el sacrilegio del buey que ha comido lo reservado para el dios de la ciudad, coge el hacha y lo mata. A continuación, asustado por el crimen cometido, huye. Tras el juicio en el Pritaneo (cf. 1.28.10) se establece la culpabilidad del hacha (no obstante, Pauanias dice que queda absuelta). Después, toda la ciudad come ritualmente la carne de la víctima, mientras que la piel, rellenada con paja, se levanta, uncida a un arado, cual simulacro de labranza (...)”.PAUSANIAS. “Descripción de Grecia, Ática y Élide (Libros I, V y VI)”. Introducción, traducción y notas de Camino Azcona García. Biblioteca Temática: Colección Clásicos de Grecia y Roma: BT 8225. Madrid. Alianza editorial. 2000. Página 153. Libro I. Ática. Eleusis: culto a los dioses. Pasteles de los sacrificios. “(...) Los de Eleusis tienen un templo consagrado a Triptolemo, otro Ártemis Propilea y a Poseidón Patroo (433), y un pozo llamado Calícoro (434), donde las mujeres de Eleusis bailaron y cantaron por primera vez en honor de la diosa. Aseguran que la llanura Rario fue la primera en ser sembrada, y en producir frutos, y por eso suelen utilizar sus granos de cebada para hacer los pasteles de los sacrificios. En este lugar enseñan la era llamada de Triptolemo y un altar. Un sueño me prohibió descubrir lo que sucede en el santuario (435) muros adentro, pues los no iniciados, como es natural, no pueden estar informados de lo que no les está permitido ver. Unos poetas presentan al héroe Eleusis, del que tomó el nombre la ciudad, como hijo de Hermes y de Daíra, hija de Océano, mientras que otros consideran a Ógigo pare de Eleusis; esto sucede porque las antiguas leyendas, como no han quedado recogidas, especialmente las que tienen que ver con el origen de los héroes (...)”.VIRGILIO. “La Eneida”. Décima edición (1976). Colección Austral. Madrid. Espasa-Calpe. 1976. Página 32. Segundo Libro. Sacrificios animales al dios eptuno. “(...) Laooconte, designado por la suerte para sacerdote de 'eptuno, estaba inmolando en aquel solemne día un corpulento toro en sus altares (...)”.VIRGILIO. “La Eneida”. Décima edición (1976). Colección Austral. Madrid. Espasa-Calpe. 1976. Página 49. Tercer Libro. Agüero del rey-sacerdote Anio. Sacrificios de animales a 30
los dioses. “(...) En medio del mar se extiende la isla de Creta, donde está el monte Ida, cuna del gran Jove y de nuestro linaje. Pueblan sus naturales cien grandes y riquísimas ciudades; de allí, si recuerdo bien lo que tengo oído, nuestro insigne antepasado Teucro llegó el primero a las bocas Reteas, donde eligió sitio para fundar un reino. Aún no se había levantado Ilión ni existía el alcázar de Pérgamo; sólo estaban poblados los hondos valles. De allí nos vinieron el culto de la madre Cibeles y los címbalos de los coribantes y los misterios del bosque Ideo; de allí el piadoso silencio de las ceremonias sagradas y los leones uncidos al carro / (Página 50) de la diosa. Ea, pues, sigamos el rumbo que nos señalan los mandatos de los dioses; aplaquemos los vientos y encaminémonos a los reinos de Creta; ni creáis que distan de aquí gran trecho: con tal que Júpiter nos sea propicio, al tercero día arribará nuestra escuadra a las playas cretenses. Dicho esto inmoló en las aras los holocaustos debidos a los dioses: un toro a 'eptuno otro a ti, hermoso Apolo, una oveja negra a la Tempestad, y una blanca a los bonacibles Céfiros (...)”.VIRGILIO. “La Eneida”. Décima edición (1976). Colección Austral. Madrid. Espasa-Calpe. 1976. Página 52. Tercer Libro. Salida de Troya. Derrotero marítimo de Eneas: Las Strofadas, islas en el mar Jónico. Mesas de los dioses. Arpías. Sacrificios a los dioses. “(...) las playas de las Strofadas me reciben las primeras, libertado del mar. Los Griegos denominan Strofadas unas islas del vasto mar Jónico, donde habitan la cruel Celeno y las otras arpías, desde que, cerrado para ellas el palacio de Tineo, el miedo les hizo abandonar sus abundosas mesas. Jamás salieron de las aguas estigias, suscitados por la cólera de los dioses, monstruos más tristes ni peste más repugnante; tienen cuerpo de pájaro con cara de virgen, expelen un metidísimo excremento, sus manos son agudas garras, y llevan siempre el rostro descolorido de hambre. Apenas desembarcamos en el puerto, vimos esparcidas por toda la campiña hermosas vacadas y rebaños de cabras sin pastor. Entramos los a cuchillo, ofreciendo a los dioses y al mismo Júpiter parte de aquella presa; luego disponemos en la corva playa los lechos y empezamos a comer aquellos opimos manjares, cuando de pronto acuden desde los montes con horrible vuelo las arpías, y batiendo las alas con gran ruido, arrebatan nuestras viandas y las corrompen todas con su inmundo contacto, esparciendo en torno, entre sus fieros graznidos, insoportable hedor. Segunda vez ponemos las mesas a gran distancia de allí, en una honda gruta, cerrada por corpulentos árboles, que la cubren de espesísima sombra, y restablecemos el fuego en los altares (...)”.VIRGILIO. “La Eneida”. Décima edición (1976). Colección Austral. Madrid. Espasa-Calpe. 1976. Página 143. Octavo Libro. Sacrificios en las aras. “(...) estaba el rey árcade ofreciendo en un bosque delante de la ciudad solemnes sacrificios al grande hijo de Anfitrión y a los dioses; con él su hijo Palante, los mancebos principales de la nación y el reducido 31
senado estaban quemando inciensos; tibia la sangre de las víctimas humeaba en las aras (...)”.VIRGILIO. “La Eneida”. Décima edición (1976). Colección Austral. Madrid. Espasa-Calpe. 1976. Página 145. Octavo Libro. Rituales en el ara. “(...) En seguida algunos mancebos elegidos y el sacerdote del ara traen las entrañas asadas de los toros, cargan en canastillos los dones preparados de Ceres y suministran los de Baco. Eneas, y con él toda la troyana juventud, se comen los lomos de un buey entero y las entrañas consagradas. Luego que hubieron saciado el hambre, hablóles en estos términos el rey Evandro: “Estas sacras ceremonias que veis, este solemne festín, ese altar dedicado a una divinidad tan poderosa, no nos lo impone una vana superstición, ignorante de las antiguas tradiciones religiosas; libertados de un horrendo peligro, ¡oh huésped troyano! dedicamos esta fiesta a renovar y honrar la memoria de un gran beneficio recibido (...)”.VIRGILIO. “La Eneida”. Décima edición (1976). Colección Austral. Madrid. Espasa-Calpe. 1976. Página 173. oveno Libro. Sacrificios de animales a los dioses en los altares. “(...) y extendiendo ambos brazos, párase suplicante y favorece este mi atrevido estreno, y yo llevaré a tus templos solemnes dones y ofreceré en tus aras un blanco novillo de dorados cuernos, que levanta la cabeza tanto como su madre y tope ya y esparza la arena con los pies”. Óyele el padre del cielo, y por el lado de la izquierda en el sereno firmamento retumbó un trueno; zumbó al mismo tiempo el mortífero arco y parte volando la estridente saeta, que va a dar en la cabeza de Rémulo y le traspasa las sienes (...)”.VIRGILIO. “La Eneida”. Décima edición (1976). Colección Austral. Madrid. Espasa-Calpe. 1976. Página 226. Duodécimo Libro. Sacrificios de animales rituales. “(...) en seguida, conforme a los ritos, degüellan en la llama las sagradas víctimas, arrancándole aún vivas las entrañas y aglomeran en los altares bandejas cargadas de ofrendas (...)”. (23). VIRGILIO. “La Eneida”. Décima edición (1976). Colección Austral. Madrid. Espasa-Calpe. 1976. Página 49. Tercer Libro. Agüero del reysacerdote Anio. Sacrificios de animales a los dioses. “(...) En medio del mar se extiende la isla de Creta, donde está el monte Ida, cuna del gran Jove y de nuestro linaje. Pueblan sus naturales cien grandes y riquísimas ciudades; de allí, si recuerdo bien lo que tengo oído, nuestro insigne antepasado Teucro llegó el primero a las bocas Reteas, donde eligió sitio para fundar un reino. Aún no se había levantado Ilión ni existía el alcázar de Pérgamo; sólo estaban poblados los hondos valles. De allí nos vinieron el culto de la madre Cibeles y los címbalos de los coribantes y los misterios del bosque Ideo; de allí el piadoso silencio de las ceremonias sagradas y los leones uncidos al carro / (Página 50) de la diosa. Ea, pues, sigamos el rumbo que nos señalan los mandatos de los dioses; aplaquemos los vientos y encaminémonos a los reinos de Creta; ni creáis que distan de aquí gran 32
trecho: con tal que Júpiter nos sea propicio, al tercero día arribará nuestra escuadra a las playas cretenses. Dicho esto inmoló en las aras los holocaustos debidos a los dioses: un toro a 'eptuno otro a ti, hermoso Apolo, una oveja negra a la Tempestad, y una blanca a los bonacibles Céfiros (...)”.VIRGILIO. “La Eneida”. Décima edición (1976). Colección Austral. Madrid. Espasa-Calpe. 1976. Página 69. Cuarto Libro. Culto a Júpiter en altares. Costumbre de alzar las manos suplicante al pie de los altares. “(...) Iarbas, hijo de Hamón y de una ninfa robada del país de los garamantas, había erigido a Júpiter, en sus vastos estados, cien templos inmensos y cien altares, en que ardía constantemente el fuego sagrado en perpetuo honor de los dioses, y cuyo suelo en torno estaba siempre empapado con la sangre de las víctimas bajo dinteles guarnecidos de floridas guirnaldas. Inflamado y fuera de sí con aquellos acerbos rumores, es fama que dirigió largas preces a Júpiter, alzando las manos suplicante al pie de los altares, en medio de las estatuas de los dioses. “¡Oh Júpiter todopoderoso!, exclamó, a quién la mauritana gente, tendida ahora en pintados lechos, ofrece en sus banquetes el vino de las libaciones. ¿Ves esto? ¿Será que te temblamos en vano, ¡oh padre!, cuando vibran tus rayos? ¿Será que esos relámpagos, envueltos en nubes, que aterran los ánimos, sólo producen vanos murmullos? (...)”.VIRGILIO. “La Eneida”. Décima edición (1976). Colección Austral. Madrid. EspasaCalpe. 1976. Página 98. Quinto Libro. Culto a los dioses: ritos y sacrificios. “(...) atiza las cenizas y la medio apagada lumbre, y suplicante ofrece la sagrada harina y una cazoleta llena de incienso o los lares de Pérgamo, en el santuario de la cándida Vesta (...) en seguida se erige a Venus Idalia un templo cercano a los astros, en la cumbre del Erix (...). Ya se habían empleado nuevos días en festines, ofrendas y sacrificios en los altares (...) luego manda inmolar tres becerros a Erix y una cordera a las Tempestades, y que todas las naves por su orden desatan los cables, mientras / (Página 99) que él, ceñida la frente de una corona de hojas de olivo, en pie sobre la proa de su nave, con una copa en la mano, arroja a las saladas olas las entrañas de las víctimas y el vino de las libaciones (...)”. (24). VIRGILIO. “La Eneida”. Décima edición (1976). Colección Austral. Madrid. Espasa-Calpe. 1976. Página 143. Octavo Libro. Sacrificios en las aras. “(...) estaba el rey árcade ofreciendo en un bosque delante de la ciudad solemnes sacrificios al grande hijo de Anfitrión y a los dioses; con él su hijo Palante, los mancebos principales de la nación y el reducido senado estaban quemando inciensos; tibia la sangre de las víctimas humeaba en las aras (...)”. (25). VIRGILIO. “La Eneida”. Décima edición (1976). Colección Austral. Madrid. Espasa-Calpe. 1976. Página 145. Octavo Libro. Rituales en el ara. “(...) En seguida algunos mancebos elegidos y el sacerdote del ara 33
traen las entrañas asadas de los toros, cargan en canastillos los dones preparados de Ceres y suministran los de Baco. Eneas, y con él toda la troyana juventud, se comen los lomos de un buey entero y las entrañas consagradas. Luego que hubieron saciado el hambre, hablóles en estos términos el rey Evandro: “Estas sacras ceremonias que veis, este solemne festín, ese altar dedicado a una divinidad tan poderosa, no nos lo impone una vana superstición, ignorante de las antiguas tradiciones religiosas; libertados de un horrendo peligro, ¡oh huésped troyano! dedicamos esta fiesta a renovar y honrar la memoria de un gran beneficio recibido (...)”.
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Anexo documental
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Antigua fotografía de la taula de Bonicodrell Nou, con la inscripción, -a la izquierda-. (Foto: Ferrán Lagarda Mata. “Las enigmáticas taulas de Menorca”).
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Entre los términos de San Cristóbal y Ferreríes, se encuentra la taula de Binicodrell Nou. (Foto: Ferrán Lagarda Mata. “Las enigmáticas taulas de Menorca”). 37
Plano del recinto de taula de Binicodrell Nou. (Foto: Ferrán Lagarda Mata. “Las enigmáticas taulas de Menorca”).
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Disposición del pie y tabla de la taula de Binicodrell Nou. (Foto: Ferrán Lagarda Mata. “Las enigmáticas taulas de Menorca”). 39
Parte trasera de la taula de Binicodrell Nou, donde se halla la inscripción. (Foto: Ferrán Lagarda Mata. “Las enigmáticas taulas de Menorca”).
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Lola Carbonell Beviá, alicantina de nacimiento, es historiadora, especializada en Humanidades Contemporáneas. Ha realizado numerosas monografías sobre la Historia de la Edad Media de Menorca y, sobre su Protohistoria. En este trabajo de investigación, se ha centrado en demostrar como la inscripción de la taula de Binicodrell Nou hace referencia al periodo cronológico correspondiente al siglo IV a.C. del reinado de Filipo de Macedonia. 41