Menorca base insular de la colonización fenicia las taulas divisadas desde el mar por los fenicios

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Menorca: Base insular en la colonizaciรณn fenicia. Las taulas divisadas desde el mar por los fenicios.

Lola Carbonell Beviรก 1


Menorca: Base insular en la colonizaciรณn fenicia. Las taulas divisadas desde el mar por los fenicios.

Lola Carbonell Beviรก

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Menorca: Base insular de la colonización fenicia. Las taulas divisadas desde el mar por los fenicios. Lola Carbonell Beviá

Índice 1. El origen de Fenicia: tercer milenio antes de Cristo (2.730 a. C.). 1.1. La colonización caldea de Menorca: Tubal (2.163 a.C.). 1.2. La colonización libia de Menorca: Gerión (1.803-1.792 a. C.). 1.3. La colonización egipcia de Menorca: Hércules (1.708 a. C.). 1.4. La colonización beocia de Menorca: 0ura, la pequeña 0uasta. 2. Menorca, base insular de la colonización fenicia. 2.1. La etapa mitológica del comercio fenicio con Cádiz. 2.2. Los fenicios tras la invasión de los Pueblos del Mar. 2.3. El crecimiento de Tiro en el siglo X a. C. 2.4. Asentamientos fenicios en Menorca en el primer milenio antes de Cristo. 3. Menorca en el comercio del estaño en el primer milenio a. C. 3.1. La geografía fenicia. 3.2. La navegación científica fenicia. 3.3. La ruta fenicia del estaño. 4. La religión cananea-fenicia. 4.1. Los dioses cananeos. 4.2. Los dioses fenicios. 5. Los sacrificios humanos a Moloch, deidad fenicia. 5.1. La teoría de los sacrificios humanos, en Menorca. 5. 2. Costumbres fenicias de enterramiento. 6. Ritos fenicios en los recintos de taula. 3


7. Las taulas divisadas desde el mar por los fenicios. 7.1. La taula de Son Catlar, de Ciutadella. 7.2. La taula de Sa Cavalleria, de Es Mercadal. 7. 3. La taula de Torre d´En Gaumes, de Alayor. 8. Conclusiones. 9. Citas bibliogråficas.

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Menorca: Base insular de la colonización fenicia. Las taulas divisadas desde el mar por los fenicios.

Lola Carbonell Beviá

“Los fenicios, cuando cruzaban de noche por este litoral, veían titilear a lo lejos las hogueras de los poblados”.

(Carlos Garrido. “ oche en la isla”).

1. El origen de Fenicia: tercer milenio antes de Cristo (2.730 a. C.). Correspondiente al linaje de Cam, -hijo de Noé que heredó el continente africano tras el diluvio universal-, fue Sidón, el hijo primogénito de Canáan, nieto de Cam y, biznieto de Noé (1). Sidón tuvo otros diez hermanos menores llamados Het, Jesubeo, Amorreo, Gerbeseo, Heveo, Araceo, Sineo, Arvadeo, Zemareo, Hamateo, quienes a su vez dieron lugar a nuevas familias cananeas, a las que autores actuales asignan un origen fenicio (2). Alguno de los descendientes de Canáan se había asentado en el Mar Rojo y, desde allí se trasladaron -en el tercer milenio antes de Cristo-, hacia Canáan, donde fundaron Tiro (3). La mitificación de Tiro y de su hija Europa, que fue raptada, aportó una cronología aproximada alrededor de 2.730 a. C. (4). 5


En dicho periodo fue fundada una nueva ciudad fenicia, Taso, en la que también se le rendía culto a Hércules el Olímpico, como en Tiro (5). 1.1. La colonización caldea de Menorca: Tubal (2.163 a.C.). En el año 2.163 a. C. (6), una migración caldea llegó a Menorca, encabezada por Tubal, hijo de Jafet, nieto de Noé (7). No se tiene certeza ni constancia de que la isla de Menorca estuviese poblada por fenicios a la llegada del caldeo Tubal. O si ocurrió lo contrario, que los fenicios llegasen tras el asentamiento de los caldeos 1.2. La colonización libia de Menorca: Gerión (1.803-1.792 a. C.). Entre los años 2.200 y 2.100 a. C., los fenicios poblaron Menorca, según refiere la conquista menorquina de Gerión, el cual llegó a Menorca entre los años 1.803 y 1.792 a. C., (9) señalándose en dicho momento que los fenicios y caldeos ya poblaban Menorca antes de dicha fecha (10). 1.3. La colonización egipcia de Menorca: Hércules (1.708 a. C.). El periplo de Hércules “Egipcio” a las Baleares, le hizo arribar a Menorca en el año 1.708 a. C., destacando de sus habitantes que eran gente “rústica y salvaje” que habitaba en poblaciones (11). Pero no se aclara si los habitantes rústicos y salvajes eran fenicios, caldeos, o de otros lugares. 1.4. La colonización beocia de Menorca: 0ura, la pequeña 0uasta. Con la llegada de los beocios, la isla de Menorca fue denominada “Nura”, la pequeña “Nuasta”, el lugar de origen de los beocios (12). Los beocios llegaron a Menorca entre los años 1.708 a. C., y 1.139 después del diluvio universal (13), es decir antes de los griegos-chipriotas (14). 2. Menorca, base insular de la colonización fenicia. El máximo desarrollo de la colonización fenicia se produjo entre el segundo milenio a. C. y el inicio del primer milenio antes de Cristo, formando la isla de Menorca parte de ello, como base insular.

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2.1. La etapa mitológica del comercio fenicio con Cádiz. Parece ser que los fenicios que comerciaban en el occidente Mediterráneo fueron tirios y sidonios (15), que tenían relaciones comerciales con el libio Gerión, que se había establecido en una isla vecina a Gades, llamada Erithrea (16). 2.2. Los fenicios tras la invasión de los Pueblos del Mar. En el siglo XIII a. C., tras la invasión de los “Pueblos del Mar”, los fenicios se restablecieron rápidamente, continuando con su labor comercial (17), destacando en el segundo milenio antes de Cristo, el puerto de Biblos (18), las colonias fenicias de Chipre (19) y, Ugarit (20). 2.3. El crecimiento de Tiro en el siglo X a. C. A partir del siglo X a. C., se produjo la rápida expansión de Tiro, siendo el puerto más poderoso del Mediterráneo (21), llegando a fundar en Chipre en el siglo IX a. C., la primera colonia expansionista de Tiro (22). Pero el auge de Tiro tuvo su final en el siglo IX a. C., cuando pasó a formar parte de Asiria, como provincia (23). 2.4. Asentamientos fenicios en Menorca en el primer milenio antes de Cristo. En el último tercio del siglo XI a. C., tras concluir una larga sequía que tuvo una duración de veintiséis años en la que Hispania estaba seca y destruida ecológicamente, fue poblada por nuevas culturas, entre ellas los fenicios (24). Menorca fue igualmente poblada por fenicios, puesto que arqueológicamente han aparecido vestigios de dicho periodo consistente en medallas fenicias (25), concretamente nueve, que fueron propiedad de Juan Ramis y Ramis, que podrían tener un origen fenicio-cartaginés (26). 3. Menorca en el comercio del estaño en el primer milenio a. C. En el primer milenio antes de Cristo, Fenicia tuvo colonias en Chipre (27) y en Tera (28), rodeadas por el mar Noto (29).

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3.1. La geografía fenicia. Según la traducción realizada por san Jerónimo de la Biblia, los nombres hebreos de las ciudades fenicias indican cómo fueron conocidos los habitantes de dicha región, entre el segundo y primer milenio antes de Cristo. Tiro significaba “para la angustia”, es decir sus habitantes serían los “angustiados”. Igualmente se traduce por fortificación. Podría haber sido la ciudad fortificada producto de la angustia (30). Sidón se tradujo como “cazadores de la tristeza” o los “perseguidores de la tristeza” o, “caza inútil” (31). Canán fue la ciudad de los negociantes, negociadores, de los cambiantes, comerciantes y hombres de negocios (32). Fenicia, fue la ciudad de los que hacían una indicación aprobatoria con la cabeza (33). Siria, se tradujo por “elevación” (34). Y Elisa (Chipre): “Dios mío o salvación de mi dios. O salvación junto a una isla” (35). 3.2. La navegación científica fenicia. En el primer milenio antes de Cristo, la navegación por el mediterráneo fue de cabotaje, fundamentalmente y, existieron planos de las costas (36). El faraón egipcio Neco encargó a la flota fenicia una expedición que partiendo del Mediterráneo egipcio (37), rodeara todo el continente africano y llegase a Egipto, por el mar Arábigo (38). En la navegación fueron utilizadas tablas de navegación realizadas en bronce a modo de mapas geográficos, con la descripción de mares y ríos (39). 3.3. La ruta fenicia del estaño. Los fenicios comerciaron con Tartessos y continuaron la ruta hasta las Casitéridas (40) o, “islas del Estaño” (41), que se hallaban en la zona 8


galaico-portuguesa (42). Siendo la ciudad de Cádiz, la que concentraba el estaño y la plata procedente de las costas atlánticas (43). 4. La religión cananea-fenicia. El panteón fenicio desciende del originario cananeo. La mitología histórica destaca que Canáan se estableció en un territorio que no le pertenecía, que comprendía desde el Líbano hasta la desembocadura del Nilo. Y por ello fueron malditos (44). Su religión se centraba en deidades realizadas de ídolos de madera y piedra (45). Y fueron catalogados como gentiles e idólatras (46). 4.1. Los dioses cananeos. Anat o Anath fue una virgen cananea, hermana de Ba´lu (47), que en Ugarit fue conocida como la nodriza de los dioses, siendo su emblemática: entronizada y entre cabras rampantes; ataviada con el torso desnudo (48). Los cananeos la veneraban como la gran diosa de la fecundidad. Posteriormente fue sincretizada por Astarté y más tarde por Minerva (49). Ba´lu o Baal fue el hijo de El, el dios toro (50). A ambos se les rendía culto en santuarios y templos donde se les ofrecían cipos votivos (51). E igualmente se le efectuaban comidas rituales (52). Baal, concretamente fue la deidad cananea de la luz (53). Y la deidad fenicia de la atmósfera (54), tormenta, trueno, relámpago (55), o tempestad (56), a quién se le rendía culto en Tiro y Samaría (57), así como en Ugarit (58). Según san Jerónimo, Baal significa literalmente “barón, que posee” (59), siendo Tanit, la “faz de Baal”, es decir el objeto de posesión de Baal, que representa su cara (60). 4.2. Los dioses fenicios. Dagón significa “pez de tristeza” (61), por eso su iconografía es la de un pez, aunque su virtud como deidad hacía relación al trigo (62), en Ugarit (63); puesto que otro de sus significados fue “trigo” (64). Melkart fue otro de los dioses fenicios venerado en Tiro, Sidón, Arvad y Ugarit (65).Y denominado por los fenicios como el “señor de

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Tiro”. Fue identificado con Hércules y con Moloch por sincretismo religioso (66). Herakles fue venerado con sacrificios por los fenicios (67), puesto que la historia mitológica del propio Herakles señalaba que el propio dios fue ofrecido en sacrifico humano como víctima sagrada a Júpiter (68). Sus templos estaban localizados en Tiro, desde la fundación de la ciudad, así como en Taso (69). Tamuz fue sincretizado como Adonis = Eshmun = Asclepios = Esculapio. Fue hijo de los dioses Baal y Astarté y se le divinizó como dios de la vegetación (70). Astarté ya se veneraba desde el siglo IX a. C., en Canáan (71), como diosa de la fertilidad y, se la identificaba igualmente con Aserá (72), cuyo significado fue el de “bosque sagrado” (73). Por sincretismo religioso se la relacionó con la Innu sumeria, Ishtar asiria-babilónica, e Isis egipcia (74). Por su significado de “bosque sagrado”, Aserá se la identificaba en los libros veterotestamentarios con un ídolo de madera. Y san Jerónimo lo tradujo como “mi atrio o vestíbulo” (75). Es decir su emblemática realizada en madera se hallaba situada en el atrio o vestíbulo del santuario. Por su significado, los judíos veterotestamentarios calificaban a la diosa Astarté, como una “obra superflua” (76). Minerva fue hija natural de Neptuno y de la laguna Tritónida y, adoptiva de Júpiter (77). Con el tiempo fue sincretizada con Astarté (78). Venus fue venerada por los fenicios en su templo denominado de “la huéspeda” o “la peregrina”, la que originariamente fue Helena, la hija de Tíndaro (79). 5. Los sacrificios humanos a Moloch, deidad fenicia. Es incierto que las taulas de Menorca fuesen utilizadas por los fenicios y otros pueblos para realizar en ellas sacrificios humanos. El primer autor, que emitió una opinión opuesta a las versiones clásicas de los historiadores que investigaron los recintos de taula, fue Cosme Parpal y Marqués, quién señaló que para nada fueron utilizadas las

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taulas con motivo de sacrificios humanos, sino que su función fue la de aras de sacrificio, situadas junto a los templos (80). Según acredita J. M. Blázquez, “hasta el presente no han aparecido testimonios en la Península Ibérica de sacrificios de niños quemados en honor de Moloch” (81). 5.1. La teoría de los sacrificios humanos, en Menorca. El primer autor que “desvarió” sobre la realización de sacrificios humanos en los recintos de taula fue John Armstrong, en el año 1742. Definió la taula como un altar pagano en el cual la víctima era depositada en la piedra horizontal y el sacerdote ascendía a la misma mediante una escalera o un andamio (82). En el año 1818, Juan Ramis i Ramis secundó esta hipótesis y le añadió más surrealismo a la teoría de los sacrificios humanos. Señaló que los fenicios y cartagineses al entrar en contacto con los isleños menorquines, les iniciaron en dicho rito de los sacrificios humanos (83). Juan Ramis i Ramis estimaba que la losa vertical tenía el tamaño apropiado para ubicar a la víctima, aunque tuviera cierta inclinación (84). Y que las taulas más grandes debieron ser para ofrecer víctimas a los héroes más distinguidos (85). Entre los años 1801 y 1805, André Grasset de Saint-Sauveur repetía la hipótesis de Armstrong (86). Igualmente lo hizo Francesc Barceló y Camaris en 1837 (87). En 1888, Pau Piferrer i Fábregas y Josep Mª Quadrado i Nieto quisieron ordenar sistemáticamente las ideas publicadas sobre las taulas y los sacrificios humanos (88). A partir de ese momento, parece ser que la racionalidad se impuso ante la teoría de los sacrificios humanos. Christoph Linderman, señaló que fueron altares donde se ofrecían sacrificios a los ídolos (89). En 1958, Josep Mascaró Pasarius reunió por vez primera la opinión de los defensores de los sacrificios humanos en las taulas (90). El último de los investigadores que trató el tema de las taulas, señalando que en su losa horizontal podía ser ubicado un cuerpo humano, 11


pero no como mesa de descarnación sino de duelo, fue Javier AramburuZabala, en el año 2012 (91). 5. 2. Costumbres fenicias de enterramiento. Los fenicios cremaban los cadáveres de sus difuntos en una pira funeraria (92). Debido a que la cremación no alcanzaba la temperatura adecuada para que los huesos del cadáver se deshicieran, una vez que el cuerpo se había deshecho, pero nó los huesos, los familiares cogían los mismos, los lavaban y los introducían en una urna cineraria (93). Los fenicios enterraban las urnas cinerarias en lugares profundos, pozos o cuevas para alejar a los violadores de tumbas (94). Ahora bien, en Menorca se han encontrado restos de huesos en urnas en el interior de talayots, pero no se puede asegurar en ningún momento, que éstos fueran de origen fenicio (95). 6. Ritos fenicios en los recintos de taula. Los santuarios fenicios estaban construidos siguiendo la medida del codo fenicio (96), en lugares elevados, siendo una construcción a cielo descubierto, que incluía una capilla para la divinidad, un altar de sacrificios y una fuente o depósito de agua para las abluciones (97). Los sacrificios fenicios tuvieron su origen en los sacrificios cananeos, sacrificando animales durante varios días (98), como corderos (99), vacas, ovejas y cerdos cuya edad era inferior a los dos años (100). Como todas las civilizaciones, los fenicios sacrificaban sus animales y los asaban mediante asadores de hierro (101), excepto la grosura de las vísceras, que se dejaba fuese quemada (102). Tras la comida sacrificial, parece ser que los fenicios tenían la costumbre de romper los platos utilizados (103), tales como los materiales cerámicos fragmentados hallados en los recintos de taula de Sa Torreta, Trepucó, Talatí de Dalt y Torre d´en Gaumés (104). ¿Significa esto que dichos recintos de taulas fueron reutilizados por los fenicios para la realización de comidas sacrificiales, rompiendo tras la finalización de las mismas, los recipientes cerámicos, siguiendo la tradición fenicia? De ser cierta esta hipótesis, los recintos de taula de Sa Torreta, 12


Trepucó, Talatí de Dalt y Torre d´en Gaumés fueron construidos por los filisteos en el segundo milenio antes de Cristo y, reutilizados siglos después por los fenicios (105). 7. Las taulas divisadas desde el mar por los fenicios. La antigua “Nura”, isla de los fuegos, descrita por los fenicios en sus rutas de navegación nocturna (106), fue la isla de Menorca. Las luces de los fuegos que pudieron ver los fenicios pudieron ser producidos por los sacrificios que se realizaban en los recintos de taula, ya que algunas culturas los practicaban al atardecer. Desde el mar, tan sólo pueden divisarse tres recintos de taula, pertenecientes a la isla de Menorca: Son Catlar, al norte, en Ciutadella de Menorca. Sa Cavallería al noreste, en Es Mercadal. Y Torre d´en Gaumés, al suroeste, en Alayor. 7.1. La taula de Son Catlar, de Ciutadella. La taula de Son Catlar situada a una altura de 32 metros sobre el nivel del mar, ha desaparecido prácticamente. Tan sólo queda de ella parte de la piedra soporte, caracterizada por su nervio; y algunas piedras laterales (107). En su interior han aparecido restos de fragmentos huesos y, de cerámica (108). Geográficamente se ubica a 3 Km., de la costa y domina el mar mediante un amplio horizonte (109). 7.2. La taula de Sa Cavalleria, de Es Mercadal. La taula de Sa Cavallería está situada a 80 metros sobre el nivel del mar. Desde que fue descubierta en el siglo XIX, sus piedras soporte y capitel aparecieron rotas (110). Y en la actualidad sus ruinas son numerosas (111). En el interior del recinto de taula fueron hallados huesos de carnero (112). Geográficamente, Sa Cavalleria forma una península que se adentra en el mar como una isla (113), por lo tanto, por la altitud sobre el nivel del mar y por la situación del montículo, la taula de Sa 13


Cavalleria sería la que mejor vista tendría desde el mar, para los marinos que circundaban la isla de Menorca. 7. 3. La taula de Torre d´En Gaumes, de Alayor. La taula de Torre d´En Gaumés es de las tres, la que se encuentra a mayor altitud sobre el nivel del mar: 122 metros. Su recinto de taula se encuentra en bastante buen estado, frente a los recintos de taula de Son Catlar y Sa Cavalleria (114). En el recinto de taula de Torre d´en Gaumés han aparecido huesos de animales, 217 fragmentos de cerámica y un colmillo de jabalí usado como punzón o perforador (115). Geográficamente, en Torre d´En Gaumés, desde la distancia, se divisa el mar (116). 8. Conclusiones. Menorca fue poblada por los fenicios entre principios del III milenio antes de Cristo y, último cuarto del segundo milenio a. C. A lo largo del segundo milenio se mantuvieron sus asentamientos como base insular en la colonización fenicia. Durante el II milenio y I milenio antes de Cristo, Menorca siguió formando parte del circuito de navegación fenicia, a la que llegaron sus productos mercantiles. Durante el primer milenio antes de Cristo, pudo haberse producido que los fenicios reutilizaran varios recintos de taula construidos por los filisteos, como son: Sa Torreta, Trepucó, Talatí de Dalt y Torre d´en Gaumés. La reutilización de los recintos de taula consistía en practicar sus rituales de comidas sacrificiales, en los que tras finalizar la misma, los propios fenicios solían romper los recipientes cerámicos. Costumbre que podía haberse mantenido en los recintos de taulas de Menorca por la cantidad de pequeños fragmentos que han salido a la luz en las excavaciones arqueológicas. Y por último. La literatura histórica menorquina destaca que los navegantes fenicios veían “los fuegos de la isla” desde sus embarcaciones, en la oscuridad de la noche. Fuegos que pudieron pertenecer a los 14


sacrificios realizados en las tres taulas que desde el mar se pueden divisar en Menorca y, que son: Son Catlar, al norte, en Ciutadella de Menorca. Sa Cavallería al noreste, en Es Mercadal. Y Torre d´en Gaumés, al suroeste, en Alayor.

En Villajoyosa (Alicante). A 24 de julio, 2015.

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Citas bibliográficas.

(1). DE REINA, Casiodoro. “La Santa Bíblia. Antiguo y uevo Testamento”. Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569). Revisada por Cipriano de Valera (1602).Otras revisiones: 1862, 1909 y 1960. Sociedades Bíblicas de América Latina.1960. Página 12. Linaje de 0oé. Génesis 10, 1-32. “(…) 1. Éstas son las generaciones de los hijos de oé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos después del diluvio. 2. Los hijos de Jafet: Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras. 3. Los hijos de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma. 4. Los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitín y Dodanim. 5. De éstos se poblaron las costas, cada cual según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones. 6. Los hijos de Cam: Cuz, Mizraim, Fut y Canaán. 7. Y los hijos de Cus: Seba, Havila, Sabta, Raama y Sabteca. Y los hijos de Raama: Seba y Dedal. 8. Y Cus engendró a imrod, quién llegó a ser el primer poderoso en la tierra. 9. Este fue vigorosamente cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como inrod, vigoroso cazador delante de Jehová. 10. Y fue el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Caine, en la tierra de Sinar. 11. De esta tierra salió para Asiria, y edificó inive, Rehoboth, Cala. 12. Y Resén entre inive y Cala, la cual es ciudad grande. 13. Mizraim engendró a Ludim, a Anamim, a Lehabin, a aftuhim.14. A Patusim, a Caluhim, de donde salieron los filisteos, y a Caftorin. 15. Y Canaán engendró a Sidón su primogénito, a Het. 16. Al gebuseo, al amorreo, al gergeseo. 17. Al heveo, al araceo, al sineo, al azudeo, al zamareo y al hamateo; y después se dispersaron las familias de los cananeos. 19. Y fue el territorio de los cananeos desde Sidón, en dirección a Gerar, hasta Garai y en dirección a Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboim, hasta Losa. 20. Estos son los hijos de Cam por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras en sus naciones. 21. También le nacieron hijos a Sem, padre de todos los hijos de Heber, y hermano mayor de Jafet.22. Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram. 23. Y los hijos de Aram: Uz, Hul, Meter y Más. 24. Arfaxad engendró a Sala, y Sala engendró a Heber. 25. Y a Heber nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra; y el nombre de su hermano, Jactan. 26. Y Joctán engendró a Almodad, Selef, Hazar-Mavet, Jera.27. Adoram,Ural, Dicla. 28. Obal, 16


Abimael, Seba. 29. Ofir, Havila y Jobab; todos estos fueron los hijos de Joctán. 30. Y la tierra en que habitaron fue desde Mesa en dirección de Sefar, hasta la región montañosa de Oriente.31. Estos fueron los hijos de Sem por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones. 32. Estas son las familias de los hijos de oé por sus descendencias, en sus naciones; y de estos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio (…)”. (2). GUIRAO, P. “El enigma de los mapas de Piri Reis. Detallados mapas de Sudamérica y la Antártida anteriores al siglo III a .JC”. Colección enigmas. Barcelona. Libroexpres.1980. Página 67. Pelasgos, carios y fenicios. Los fenicios. “(…) Y existe una razón de mucho peso para creer que esto fue así. Los fenicios eran tirios, sidonios, giblitas, cartagineses, motios, carios, etruscos o pelasgos, sin exceptuar los “bíblicos” cananeos, edomitas, moabitas, amorreos, hititas, fereceos o jeveos que Jehová, en el Éxodo (11), prometió a Moisés expulsar. Y a pesar de tantas expulsiones y persecuciones, retrocediendo siempre desde Canaán (el actual Líbano), los fenicios conservaron el dominio del Mediterráneo durante muchos siglos. Si Alejandro Magno los expulsó de Sidón o Tiro, ellos se instalaron en Túnez o en España; y cuando los expulsaron los romanos de estos últimos refugios, ¿dónde fueron? (…)”. (3). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou. S. J. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Los fenicios. “(...) Libro I. Clio [2]. I. —Rapto de Io, Europa, Medea y Helena. La gente más culta de Persia y mejor instruida en la historia, pretende que los fenicios fueron los autores primitivos de todas las discordias que se suscitaron entre los griegos y las demás naciones. Habiendo aquellos venido del mar Eritreo [5] al nuestro, se establecieron en la misma región que hoy ocupan, y se dieron desde luego al comercio en sus largas navegaciones. Cargadas sus naves de géneros propios del Egipto y de la Asiria, uno de los muchos y diferentes lugares donde aportaron traficando fue la ciudad de Argos[6], la principal y más sobresaliente de todas las que tenía entonces aquella región que ahora llamamos Helada [7]. Los negociantes fenicios, desembarcando sus mercaderías, las expusieron con orden a pública venta. Entre las mujeres que en gran número concurrieron a la playa, fue una la joven Io [8], hija de Inacho, rey de Argos, a la cual dan los persas el mismo nombre que los griegos. Al quinto o sexto día de la llegada de los extranjeros, despachada la mayor parte de sus géneros y hallándose las mujeres cercanas a la popa, después 17


de haber comprado cada una lo que más escitaba sus deseos, concibieron y ejecutaron los fenicios el pensamiento de robarlas. En efecto, exhortándose unos a otros, arremetieron contra todas ellas, y si bien la mayor parte se les pudo escapar, no cupo esta suerte a la princesa, que arrebatada con otras, fue metida en la nave y llevada después al Egipto, para donde se hicieron luego a la vela (...)”. (5). Mar Eritreo. “(...) El mar Rojo. He querido conservar en la geografía los nombres antiguos, así porque los modernos no siempre las corresponden exactamente, como por conformarme todo lo posible a las formas originales del autor (...)”. (6). “(...) Argos fue la primera capital que tuvo en Grecia reyes propios, si son fabulosos, como parece, los de Sycion (...)”. (7). “(...) Los latinos le dieron el nombre de Grecia (...)”. (8). “(...) Algunos suponen que Io fue hija de Jaso, por más que la mitología siempre la haga hija de Inacho. Siendo hija de aquél, debió de ser robada por los años del mundo 1558; pero siéndolo de éste, su rapto fue muy anterior (...)”.HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve Libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou, S.J. Sin paginar. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Libro VII. Polimnia. Reinado de Darío, rey de Persia, hijo de Histaspes. Linaje de Darío: Artobazanes, hijo de Darío y su primera esposa hija de Gobrias; Jerjes, hijo de Darío y Atosa, hija de Ciro. Jerjes sucesor del imperio Persa. Mardonio, hijo de Gobrias, primo hermano materno de Jerjes. Mardonio aspiraba a ser virrey de Grecia. Antepasados de Jerjes: hijo de Darío y descendiente de sus abuelos Histaspes, Arsamenes, Armnes, Telspis y Aquemenes. Artabano, tío paterno de Jerjes. Vestimenta de los fenicios y egipcios. “(...) LXXXIX. El total de las galeras subía a 1.207, las que venían suministradas por las naciones siguientes: Con 300 concurrían los fenicios, juntamente con los Sirios de la Palestina, quienes armaban sus cabezas con unos yelmos muy semejantes a los de los griegos; cubrían su pecho con unos petos de Lino, llevaban unos dardos y escudos sin marco en su contorno. Tenían estos fenicios en lo antiguo, conforme dicen, su asiento en el mar Eritreo, de donde pasaron a vivir en las costas de la Siria, cuya región y todo lo que hasta el Egipto se extiende se llama Palestina. Con 200 galeras concurrían los egipcios, que llevaban en sus cabezas unos capacetes tejidos, unos escudos cóncavos con grandes cercos que los rodeaban, unas lanzas náuticas y unas enormes segures. Completaban su armadura unos grandes sables que llevaba el mayor número de ellos, cubiertos también con sus coseletes (...)”. 18


(4). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou. S. J. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. “(...) Libro I. Clio [2]. II. Así dicen los persas que lo fue conducida al Egipto, no como nos lo cuentan los griegos [9], y que este fue el principio de los atentados públicos entre asiáticos y europeos, mas que después ciertos griegos (serían a la cuenta los Cretenses, puesto que no saben decirnos su nombre), habiendo aportado a Tiro en las costas de Fenicia, arrebataron a aquel príncipe una hija, por nombre Europa [10], pagando a los fenicios la injuria recibida con otra equivalente. Añaden también que no satisfechos los griegos con este desafuero, cometieron algunos años después otro semejante; porque habiendo navegado en una nave larga [11] hasta el río Fasis, llegaron a Ea en la Cólquide, donde después de haber conseguido el objeto principal de su viaje, robaron al rey de Colcos una hija, llamada Medea [12]. Su padre, por medio de un heraldo que envió a Grecia, pidió, juntamente con la satisfacción del rapto, que le fuese restituida su hija; pero los griegos contestaron, que ya que los asiáticos no se la dieran antes por el robo de Io, tampoco la darían ellos por el de Medea (...)”. (9). “(...) Otros leen los Fenicios, de quienes dice Herodoto, en el párrafo V de este libro, que niegan la violencia en el rapto de Io; lección sin duda legítima (...)”. (10). Europa. “(...) Eusebio fija este rapto de Europa en el año del mundo 2730 (...)”. (5). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou. S. J. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Sin paginar. Libro II. Euterpe. Culto a Hércules en Tiro (Fenicia). Cronología: 2300 años desde la fundación de la primera Tiro. Hércules = Tasio. Culto a Hércules-Tasio en Taso (Fenicia). Cronología: 5 generaciones antes del nacimiento de Hércules, hijo de Anfitrión (Grecia). Culto a Hércules mítico en Grecia. Y culto a Hércules Olímpico en Grecia. “(...) XLIV. Queriendo yo cerciorarme de esta materia donde quiera me fuese dable, y habiendo oído que en Tiro de Fenicia había un templo a Hércules dedicado, emprendí viaje para aquel punto. Lo vi, pues, ricamente adornado de copiosos donativos, y entre ellos dos vistosas columnas, una de oro acendrado en copela, otra de esmeralda, que de noche en gran manera resplandecía. Entré en plática con los sacerdotes de aquel dios, y preguntándoles desde cuando fue su templo erigido, hallé que tampoco iban acordes con los griegos acerca de Hércules, pues decían que aquel templo había sido fundado al mismo tiempo que la ciudad, y no contaban 19


menos de 2.300 años desde la fundación primera de Tiro. Allí mismo vi adorar a Hércules en otro edificio con el sobrenombre de Tasio, lo que me incitó a pasar a Taso, donde igualmente encontré un templo de aquel dios, fundado por los fenicios, que navegando en busca de Europa edificaron la ciudad de Taso, suceso anterior en cinco [50] generaciones al nacimiento en Grecia de Hércules, hijo de Anfitrión. Todas estas averiguaciones prueban con evidencia que es Hércules uno de los dioses antiguos, y que aciertan aquellos griegos que conservan dos especies de heraclios o templos de Hércules, en uno de los cuales sacrifican a Hércules el Olímpico como dios inmortal, y en el otro celebran sus honores aniversarios como los del héroe o semidios (...)”. (50). “(...) Parece que el número de cinco debe corregirse con el de ocho (...)”. (6). BINIMELIS, Juan. “ ueva historia de la isla de Mallorca y de otras islas a ella adyacentes”. Tomo I. Palma. Imprenta de José Tous.1927. Página 85. Capítulo XVI. De la sucesión de Tubal el primer poblador de España. [Año 3962]. “(…) En el año de la creación del mundo 1799 y del diluvio general 142 años, y antes de la venida de nuestro redentor y Señor Jesucristo 2163, pasó Tubal, hijo de Japhet y nieto de Doé, con sus familias, a poblar España, en el segundo año del reino de Dimbrot, en Babilonia; y primero que Troya se fundase 636 años según Alonso Venero y otros. Y dejo aparte si pasó a no a la Andalucía. Lo que se tiene por más cierto averiguado, es que pasó a Cataluña y edificó la ciudad de Tarragona tierra fértil y abundante de todas frutas, ríos de muy buenas aguas en lugar alto y eminente sobre la mar. Y aunque la ciudad de Tarragona no tiene puerto junto así si no es el de Salou, a distancia de cuatro millas al poniente, en el tiempo que ella señoreaba la Celtiberia, se servía de estas islas Baleares por reposo de los bajeles de negocio y trato, de donde recibió grandes utilidades, y los de acá con los de allá se tenían gran correspondencia, con que conservaron el parentesco y amistad. Gobernó Tubal, sus pueblos con mucha paz y justicia enseñándoles las ciencias especulativas y las matemáticas en tanto que se dice que los españoles fueron los primeros en la Europa que supieron y entendieron ciencias, música y poesía y la razón así lo pida porque España fue poblada primero que Francia. En tiempo de Tubal nació el patriarca Abraham en Caldea, cinco años después de su muerte cuando había edificado muchas poblaciones en España. A Tubal sucedió Ibero su hijo, y dio a la tierra de Cataluña por norte Iberia, y por el tiempo se extendió tanto que toda España se llamó Iberia (…)”.

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(7). DE REINA, Casiodoro. “La Santa Bíblia. Antiguo y uevo Testamento”. Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569). Revisada por Cipriano de Valera (1602).Otras revisiones: 1862, 1909 y 1960. Sociedades Bíblicas de América Latina.1960. Página 12. Linaje de Moisés. Los linajes de los gigantes que poblaron el Mediterráneo. Génesis 10, 1-5. “(…) 1. Éstas son las generaciones de los hijos de oé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos después del diluvio. 2. Los hijos de Jafet: Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras. 3. Los hijos de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma. 4. Los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitín y Dodanim. 5. De éstos se poblaron las costas, cada cual según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones (…)”.BINIMELIS, Juan. “ ueva historia de la isla de Mallorca y de otras islas a ella adyacentes”. Tomo I. Palma. Imprenta de José Tous.1927. Página 78. Capítulo XIV. Que los primeros pobladores de las Islas Baleares fueron gigantes. “(…) Esta es la verdad que cuando oé despidió las familias de sus descendientes por haber de poblar el mundo, temiendo no cayesen en arrogancias por las grandezas de las ciudades y magnificencia de los edificios, así como lo hicieron aquellos gigantazos antes del diluvio, que dominaron del levante hasta el poniente, los cuales fueron castigados en las aguas del diluvio; y por esto temiendo oé la ira del Señor les ordenó y mandó que hiciesen poblaciones para habitar en común y que fuesen pequeñas y sin policía ni curiosidad alguna; y estos edificios que vamos ahora / (Página 79) discurriendo quería que sirviesen para los jueces y hombres de gobierno, y la gente popular que habitasen por cuevas, cabañas, chozas y barracas, y de esta manera huirían de la vanagloria y no darían ocasión a los tiranos que los sojuzgasen. Esta manera de vivir guardaron mucho tiempo aquellos primeros pobladores de las Islas Baleares. Y para dar remate y conclusión a esta materia con tantos ejemplares queda a decir, que en la vall de San Vicente, territorio de Pollensa, hay un bosque y encinar en donde se hallan muchas cuevas hechas manualmente, y entre ellas hay de figura redonda como un mausoleo, que denotan haber sido habitación de gigantes. Y más que por dentro se descubren muchas sepulturas de los tales y han hallado huesos de personas más largos que un cuerpo de un hombre de estos tiempos, y sin estos huesos, hallaron una vez una quijada de un gigante, y tan grande como una boca de horno en que cuecen el pan. De suerte para los primeros pobladores de estas islas fueron de aquellas gentes caldeas que bajaron de los montes Caspios, y pasaron del África 21


en compañía de Tubal, aunque los historiadores gentiles la escriben de diversa manera, y la causa es porque ellos no tuvieron noticia de oé ni de sus hijos y nietos, y con esto siguen a Herodoto, y a otros más modernos que en esto no tuvieron noticia ni guía alguna que alguna luz les diese (…)”. (8). BINIMELIS, Juan. “ ueva historia de la isla de Mallorca y de otras islas a ella adyacentes”. Tomo I. Palma. Imprenta de José Tous.1927. Página 89. . Capítulo XVII. De cómo Oziris se pasó de Egipto a España, y mató a Gerión. “(…) Y añaden más diciendo que Gerión fue con los de la Libia el primero que pobló las islas Baleares, y no puede esto ser verdad porque hacía cerca de 400 años que ya las dichas islas estaban pobladas por caldeos y fenicios, en el mismo tiempo que fue poblada España lo cual se saca y colige de Eusebio, que hablando de los mismos fenicios dice de esta manera: Hi Tiro Phenicia urbe solvente Balearibus Insulis diu potito sunt. Y como por otra parte lo va confirmando Silio Itálico, diciendo: Jam Ebussus Phenissa novel (…)”. (9). BINIMELIS, Juan. “ ueva historia de la isla de Mallorca y de otras islas a ella adyacentes”. Tomo I. Palma. Imprenta de José Tous.1927. Página 86. Capítulo XVI. De la sucesión de Tubal el primer poblador de España. “(…) Duró el reino de Ibero 28 años y otros dicen que 37 años, y otros que 35 de la reina Semiramis que reinó en Babilonia, después su marido ino empezó casi en los años 2005 antes de la venida del salvador y 156 años de la población de España. El tercer Rey de España fue Jubalda, o Idubeda, hijo de Ibero, del nombre del cual se dice que se llamó el monte de Gibraltar y su condado; puede ser que esto tomen algún engaño en la similitud del nombre de Jubeda y Gibraltar. Vivió en su reino cerca de los 350 años después del diluvio, y antes del nacimiento de Cristo 1972. Duró en su reino 64 años, y según otros 54 años. De este príncipe se escribe que dio aumento a la teología y santa religión. Tomó su reino a los 34 años del reinado de Semiraris. Brigo, hijo de Jubeda y nieto de Ibero, le sucedió en cuanto Rey, el cual edificó muchas ciudades y villas en España. Edificó Segorbe, en el reino de Valencia, y fue llamado Segóbriga. De este tomaron principio los pueblos Brigos de España, empezó a reinar en los 411, después del diluvio y en los 1918 antes de la venida del Salvador: y a los 20 del reino de Arrio, de los asirios, y dueño su Reino 52 años. El quinto rey fue Tago, hijo de Brigo, de quién tomó el nombre el río 22


Tago, y ahora Tajo, que pasador Castilla, que llega hasta Lisboa de Portugal, cerca de la ribera del mar océano. El principio de su reino fue en el año 453, después del diluvio, y antes de Cristo 186 años, y según otros 1865, y según otros 1854. De este se dice que edificó la ciudad de Cartago Espartaria (/Página 87), que en la lengua aramea quiere decir ciudad de Tago y ahora Cartagena. Reinó 30 años, hasta el primer año de Balaneo Xerxes, de los asirios. A Tago sucedió Beto, su hijo, sexto Rey, del cual tomó su nombre el río que pasador Castilla y por Sevilla. Betis quiere decir en árabe, río grande y que ahora se llama Guadalquivir (…). Beto empezó a reinar en el año 443, después del diluvio, y otros en 451, y según otros en 482, antes de la venida del Salvador en el mundo 1836 o 1824. Reinó 31 años. Fue en el primer año de Arsanito, rey de los asirios. Este rey no dejó hijo ni sucesor, y dio fin ala noble estirpe y generación de Tibal, nieto de oé. Y con tal ocasión de quedar en España sin legítimo sucesor, no le faltó un tirano, y ambicioso, como fue Gerión, que viniendo de la Libia, con grande poder ocupó tiránicamente España en el año 514, después del diluvio, y antes de la venida de cristo 1803 o 1792, en los 371 años de la población de España. Duró su reinado 25 años, o 34 según otros, sin contradicción que nadie le hiciese. Porque por una vía les enseñaba cosas provechosas para la agricultura y cultivar la tierra, y por otra era cruel en el castigar. Y de esta manera le temían mucho y nadie osaba contradecirle (…)”. (10). BINIMELIS, Juan. “ ueva historia de la isla de Mallorca y de otras islas a ella adyacentes”. Tomo I. Palma. Imprenta de José Tous.1927. Página 89. Capítulo XVII. De cómo Oziris se pasó de Egipto a España, y mató a Gerión. “(…) Es bien verdad que Gerión pasando de África a España pasó por estas islas Baleares y se detuvo muchos días en ellas, y mostró y enseñó a tales gentes algunas costumbres y prácticas buenas, como fue arar con los bueyes y cultivar y formar escuadrones en la batalla con el arma de las ondas que ellos usaban (…)”. (11). BINIMELIS, Juan. “ ueva historia de la isla de Mallorca y de otras islas a ella adyacentes”. Tomo I. Palma. Imprenta de José Tous.1927. Página 88. Capítulo XVII. De cómo Oziris se pasó de Egipto a España, y mató a Gerión. Página 89. “(…) Remaron estos tres hermanos 42 años; pagaron muy mal la buena obra que les hizo Oziris. Concertaron ellos y ordenaron de vengar la muerte de su padre: y desde España en donde 23


residían concertaron y maquinaron la muerte de Oziris por medio de su propio hermano Tyfón, que estaba entonces en Egipto, el cual le mató de allí a pocos días, a traición. Entendiendo después Hércules, hijo de Oziris, (el cual fue llamado Orión Libro de Egipto, o Hércules Grande) la muerte desastrosa de su padre Oziris y destruir del todo a los tres hermanos Geriones. En este viaje Hércules pasó por las islas Baleares, y en ellas se detuvo muchos días, donde pudo tantear aquella gente insular, que parecía tener poblaciones, y no como en tiempo pasado que habitaban por cuevas y barracas, y fue esta venida de Hércules en los años 1708 antes de la venida del salvador del mundo, y halló que era la gente muy rústica y salvaje, y bien aparejados para recibir toda buena manera de vivir, si fuesen llevados sin rigor alguno como lo escribe Florián Campo en su Crónica General, y dice más: que los naturales de las dichas islas conservaban en algunos cantares, maneras y tradiciones antiguas, que sus antepasados y primeros pobladores fueron gente común de muchas naciones. Los primeros decían haber sido españoles puestos allí por discurso de tiempo, los más modernos africanos, mezclados con gente de la provincia que después fue llamada Cirenaica, la lengua del cual, aunque ya medio corrompida, tenían en aquellos días y la conservaron mucho tiempo, y más adelante dice haber dejado Hércules a Baleo, su capitán, para instruirles y reducirles a cualquiera buena gobernación que él pudiese. Por respeto del cual, como habemos dicho, se llamaron Baleares estas islas, y su mar hasta hoy se llama mar baleárico; de su generación sucedieron andándole tiempo algunas personas, a quién muchos de estas islas, en medio de toda la rusticidad atacaban y reconocían. Partióse Hércules de Mallorca para Calis a verse con los tres hermanos Geriones; topándose y concertados del desafío, finalmente los tres fueron vencidos y muertos por manos de Hércules, después de haber reinado 40 años, en aquellas marinas y provincias españolas, y viendo esto los españoles, todos se rindieron a él, y le demandaron por rey y señor. o quiso Hércules aceptar, antes las dejó uno de sus capitanes que los gobernase, déjoles al capitán Ispahán, del cual tomó el nombre la provincia de España. Otros empero dicen que se llamó así del nombre griego Spanis, que quiere decir; raritas, claridad, porque España entonces estaba poco poblada (…)”. (12). BINIMELIS, Juan. “ ueva historia de la isla de Mallorca y de otras islas a ella adyacentes”. Tomo I. Palma. Imprenta de José Tous.1927. Página 84. Capítulo XV. De los varios nombres que varias gentes 24


pusieron a estas Islas Baleares. “(…) De donde se verifica que después de los gigantes caldeos, vinieron los beocios a la habitación de estas islas. Y los tales llamaron a la isla mayor Columba, que en lengua de ellos quiere decir fluctuación por causa que llegaron a ella con grande fortuna y tormenta de la mar. Y a la isla menor llamaron ura por significación de los que allí vinieron eran de una ciudad de Beocia, a la cual ellos llaman uasta, y ura quiere decir, pequeña uasta (…)”.BINIMELIS, Juan. “ ueva historia de la isla de Mallorca y de otras islas a ella adyacentes”. Tomo I. Palma. Imprenta de José Tous.1927. Página 103. Capítulo XX. Como los griegos llamados Beotios, vinieron a las Islas Baleares y de la profecía de Cassandra. “(…) Beocia es región de la Grecia que está a los confines del archipiélago, en frente de la isla de Euboa, la que ahora llaman egroponte. Esta región está separada de la provincia de Ática, en donde está Atenas, por una sierra de monte que llaman Cytheron. La cual Beocia en otro nombre se llamaba Aonia, muy diferente en el hablar de la Ática, y mucho más en la agudeza y sutileza de los ingenios. Llamose así Beocia o Bove, por un buey o vaca, que siguió o encaminó a Cadino, cuando Apolo la envió a que edificase la ciudad de Tebas (…)”. (13). BINIMELIS, Juan. “ ueva historia de la isla de Mallorca y de otras islas a ella adyacentes”. Tomo I. Palma. Imprenta de José Tous.1927. Página 106. Capítulo XX. Como los griegos llamados Beotios, vinieron a las Islas Baleares y de la profecía de Cassandra. “(…) Adentróse esta profecía de la Cassandra, cuando la destrucción de Troya, cerca de los años 1139, después del diluvio universal, cuando muchos griegos dispersos por no poder o no querer volver a sus tierras, se pasaron a España, y en particular el primero que vino con sus compañeros fue Theucher, hijo de Talamón, rey de los Salaminos (…)”. (14). BINIMELIS, Juan. “ ueva historia de la isla de Mallorca y de otras islas a ella adyacentes”. Tomo I. Palma. Imprenta de José Tous.1927. Página 108. Capítulo XX. Como los griegos llamados Beotios, vinieron a las Islas Baleares y de la profecía de Cassandra. “(…) Refiere Homero, y también Estrabón, que Tlepodemo, hijo de Hércules el Griego, después de la destrucción de Troya, pasando a Iberia, habitó estas islas Baleares, como lo refiere Sillio Itálico. Jam cum Tepolemo Sator cum lindas origo. Fervida bella ferens Balearis. Cuenta por lo mismo Solino, que los Pryges nuevecientos años antes de la venida del Salvador del 25


mundo, ocuparon también estas islas Baleares. Los cuales afirma que fueron los primeros inventores de las hondas, aunque Plinio lo atribuye a los fenicios, de los cuales está diciendo Sillio Itálico, como atrás se dijo Hic creman fundit baleari verbera glaudem (…)”. (15). BINIMELIS, Juan. “ ueva historia de la isla de Mallorca y de otras islas a ella adyacentes”. Tomo I. Palma. Imprenta de José Tous.1927. Página 112. Capítulo XXII. Como vinieron los fenicios a España y a las Islas Baleares. “(…) Era estos fenicios unos pueblos de Siria, provincia de Asia, los cuales confinan con tierras de Judea; las ciudades principales que tenían eran Tiro y Sidoma (...)”. (16). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou. S. J. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Sin paginar. Libro IV. Melpómene. Origen del pueblo escita: Hércules llegó desde Erithrea a Escitia. Gerión habitaba fuera del Mediterráneo en una isla vecina a Gades, más allá de las columnas de Hércules, llamada por los griegos Erithrea. “(...) VIII. Después de oír a los escitas hablando de sí mismos, de su país y del que se extiende más allá, oigamos acerca de ellos a los griegos que moran en el Ponto Euxino [7]. Cuentan que Hércules al volver con los bueyes de Gerion llegó al país que habitan al presente los escitas, entonces despoblado: añaden que Gerion moraba fuera del Ponto o Mediterráneo en una isla vecina a Gades, más allá de las columnas de Hércules, llamada por los griegos Erithrea, y situada en el Océano, y que este Océano empezando al Levante gira alrededor del continente; todo lo que dicen sobre su palabra sin confirmarlo realmente con prueba alguna. Desde allá vino, pues, Hércules a la región llamada ahora Escitia, en donde como le cogiese un recio y frío temporal, cubrióse con su piel de león y se echó a dormir. Al tiempo que dormía dispuso la Providencia que desaparecieran las yeguas que sueltas del carro estaban allí paciendo (...)”. (7). “(...) Toda esta narración, a más de fabulosa, es singularmente oscura. De la isla Erithrea no consta si era la de Cádiz u otra que el mar haya hecho desaparecer: de Gerion, no se sabe si vivía en el Epiro o en Cádiz: de Hércules no está averiguado si era el Griego o el Fenicio. Querer además que Hércules de vuelta de Cádiz tocase con sus rebaños en Escitia, es un error inepto y grosero de los Griegos del Ponto, quienes sin embargo, a pesar de Herodoto, acertaban en decir que el Océano rodeaba la tierra (...)”. (17). BLÁZQUEZ, José Mª. “Historia Universal”. Tomo 2. Instituto Gallach. Barcelona. Editorial Océano. 1984. Página 349. Los fenicios. “(…) Los fenicios eran los mismos cananeos. Habitaban en la costa de 26


Siria y de Líbano y hablaban una lengua semita. unca estuvieron unidos en un mismo estado, sino que vivían en ciudades autónomas, como Tiró, Sidón, Biblos, Beirut, Serepta, etc. Hacia el año 1200 se diferenciaron claramente de otros pueblos vecinos. Probablemente los Pueblos del Mar invadieran y arrasaron los centros urbanos costeros; pero los fenicios se recuperaron pronto, alcanzaron su independencia y se convirtieron en los grandes comerciantes del Mediterráneo, colonizando amplias zonas de este mar. Mantuvieron la estructura de la ciudad-estado, que había desaparecido con la Edad del Hierro (…)”.SUÁREZ FERNÁNDEZ, Luís. “Eunsa. Historia Universal. Tomo I. las primeras civilizaciones”. Pamplona. Universidad de Navarra. 1979. Página 202. “(…) Tenemos en primer término la continuidad de Fenicia que, apretada entre los montes del Líbano y el mar, disponía de abundante madera para los buques y de defensas para prevenir los ataques. protegidos por Egipto, los fenicios habían logrado construir una serie de ciudades estados que resistieron bien los asaltos de los Pueblos del Mar así como las presiones arameas, si es que llegaron a producirse. Es probable que no hayan dejado nunca de practicar el comercio como medio de vida; lo cierto es que, desde antes del año 1000 a. C., se encuentran en buenas condiciones para establecer los jalones de un imperio comercial (…)”. (18). BLÁZQUEZ, José Mª. “Historia Universal”. Tomo 2. Instituto Gallach. Barcelona. Editorial Océano. 1984.Página 350. Fuentes para la historia de Fenicia. “(…) Las fuentes literarias para la reconstrucción de la historia de Fenicia son variadas y de distintas procedencias y épocas. Una de las mas importantes se encuentra en el citado relato egipcio de Wenamón, que hizo un viaje a Biblos para obtener madera. Esta ciudad era el puerto con el que Egipto, a lo largo de todo el segundo milenio a. C., había comerciado. En este relato se mencionan comerciantes privados que poseían cincuenta naves, lo que indica que tenian que ser muy ricos y mantener un comercio de gran envergadura. El Antiguo Testamento recoge datos sobre algunas ciudades y reyes fenicios. El rey Hiram se relacionó con David y con Salomón. Este último monarca judío e Hiram realizaron juntos expediciones mercantiles de larga duración y, quizás llegaron hasta la India, como se ha supuesto. A los fenicios, que fueron los que enseñaron a los griegos a navegar, se debe la invención de la navegación utilizando la estrella polar, lo que permitía viajar de día y de noche y a mayores

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distancias. Artesanos fenicios fueron los que construyeron el templo de Jerusalén por encargo de Salomón, que poseía características fenicias. Los fragmentos conservados de los Anales de Tiro solo dan nombres de reyes, pero no coinciden con la documentación asiria, que ofrece noticias de las ciudades fenicias, con las que se relacionaron los asirios. El Antiguo Testamento también reúne diversas indicaciones de la influencia fenicia sobre los judíos en el aspecto religioso. Datos muyinteresantes sobre el comercio fenicio se leen en el profeta Ezequiel, que desarrolló su actividad desde 587 hasta 571 a. C. (…)”. (19). BLÁZQUEZ, José Mª. “Historia Universal”. Tomo 2. Instituto Gallach. Barcelona. Editorial Océano. 1984. Página 352. Colonización fenicia. “(…) Los fenicios precedieron a los griegos en la colonización por el mediterráneo. A finales del segundo milenio a. C., fundaron Gades (Cádiz), que se convirtió en el gran emporio mercantil de todo Occidente, como Cartago lo fue en el Mediterráneo central. En Chipre los fenicios colonizaron Citión (Kitión), ciudad que tenía un gobernador dependiente del rey de Tiro. En estas islas las colonias fenicias datan de los siglos XIX a. C. A partir del siglo VIII a. C., se intensificó la colonización fenicia. En este siglo y en el siguiente se fecha la colonización agrícola, que se detecta en la península Ibérica, de gentes que huían de la presencia asiria. Razones políticas estuvieron en la base de la fundación de Cartago, que no era autónoma, pues todos los años enviaba un tributo a Tiro, lo que indica una fundación oficial y no debida a la iniciativa de simples particulares. Griegos y fenicios se repartieron el Mediterráneo. Cerdeña, el oeste de Sicilia, el norte de África y gran parte de la península Ibérica pasaron a control fenicio. Hacia 600 a. C., los fenicios a las órdenes de ecao, dieron la vuelta a África. En el tratado de Esarhaddón con Baal de Tiro se permitió a la ciudad fenicia conservar su autonomía, pero se trató de controlar su comercio a favor de Asiria. Los babilonios siguieron después esta misma política, que continuaron los persas (…)”. (20). LÁZQUEZ, José Mª. “Historia Universal”. Tomo 2. Instituto Gallach. Barcelona. Editorial Océano. 1984. Página 404. Arte fenicio. “(…) generalmente se atribuye al arte fenicio las obras de la costa de Siria 28


y de Líbano, mientras que pertenecerían al arte sirio todas las del interior. En el siglo XIX se hizo una valoración negativa del arte fenicio. Su originalidad consistía en no tener originalidad y, se basaba en un gusto ecléctico, resultado de sus intensas relaciones comerciales con los pueblos de su contorno. En cada uno de sus géneros artísticos, presenta una influencia específica de la cultura de la cual proviene; así los marfiles fenicios acusan un fuerte influjo del arte egipcio y la influencia mesopotámica se detecta en la glíptica, mientras que la cerámica fenicia sigue los modelos de la del Egeo y los objetos de metal, los del Cáucaso de Anatolia y de Irán. Finalmente la arquitectura fenicia se relaciona con la de Creta y Anatolia. El arte fenicio comenzó en el tercer milenio a. C., en Biblos, siguiendo modelos egipcios, bien patentes en el templo más antiguo, al igual que en las numerosas estatuillas votivas aparecidas en las proximidades del santuario, que repiten motivos iconográficos egipcios. Las dos ciudades más importantes en el segundo milenio a. C., fueron Biblos y Ugarit. Hacia 2000 a. C., se reconstruyó el templo de Biblos. Tenía tres grandes estancias y un gran atrio con suelo de lastras. A él se accedía por una escalera y a su entrada había cinco estatuas de tamaño colosal, de las que tres representaban a dioses sentados y dos de pie, que probablemente son el retrato de faraones. Todas eran de tipología y de iconografía egipcias. El segundo templo de Biblos y otros tres de Ugarit tenían planta diferente: un gran patio a cielo descubierto con altar en el centro, seguido de una segunda estancia que debía ser el santuario. En el interior del templo de Biblos se colocaron una veintena de obeliscos. Poco después de la mitad del segundo milenio a. C., fueron construidos en Ugarit gran parte de los barrios de la ciudad, con amplias casas de planta regular y, el palacio real, de tipo de los de Beycesultán, Mari y Alalaj. Las tumbas presentan una tipología desconocida en Siria y frecuente en Chipre. Al siglo XVIII a. C., pertenecen algunas estatuillas en bronce y plata halladas en Ugarit, emparentadas con el arte de Anatolia. Un grupo de estatuillas de Siria y de Fenicia, de fecha más reciente, acusan influjo egipcio. La figura de Baal imita la del faraón golpeando a los enemigos. Esta misma influencia se detecta en las estelas de Ugarit y en el sarcófago de Ahiram de Biblos., todos de inspiración egipcia, en su tipología y en otros detalles. El influjo egipcio se percibe también en algún 29


marfil de Megiddo, fechado entre los siglos XIV-XIII a. C., y en todos los del palacio real de Ugarit, mientras que la famosa talla que representa a la diosa de la fecundidad entre cabras rampantes, hallada en Minet alBeida, es de influjo micénico. Iconografía de estilo egipcio tiene el puñal de Ugarit, fechado en la primera mitad del segundo milenio a. C. En cambio, los dos cuencos de oro de esta misma ciudad (siglos XV-XIV a. C.) muestran el eclecticismo típico del arte fenicio. Así, los ciervos colocados junto a la palmeta son de influencia mesopotámica, las esfinges responden a prototipos egipcios y los animales pertenecen al arte egeo-micénico (…)”. (21). CARRILLO, Raquel. “Breve historia de Tartessos”. Madrid. Nowtilus. 2011. Página 80. Los fenicios. “(…) Aún siendo una isla. (…) La ciudad de Tiro fue fundada, si nos dejamos guiar por lo que algunos autores clásicos escribieron, a finales del segundo milenio (1191 a. C.). Sin embargo, su aparición en las fuentes escritas no llega hasta el reinado de Hiram I (969-936 a. C.), aunque si existe documentación arqueológica anterior. A partir del siglo X a.C., Tiro creció rápidamente y su puerto llegó a ser el más poderoso del Mediterráneo (…)”. (22). CARRILLO, Raquel. “Breve historia de Tartessos”. Madrid. Nowtilus. 2011. Página 81. Los fenicios. “(…) Tiro. Los sucesores en el trono de este monarca fortalecieron su estrategia expansionista y fundaron en Chipre la primera colonia fenicia (Kition) a mediados del siglo IX a. C. El rey Thobaal I (887-856) desarrolló también esta política que buscaba el engrandecimiento de Tiro y de esta forma creó un solo estado, que englobaba a Tiro y a Sidón. Hasta el siglo VIII, momento en que desaparece, esta confederación estuvo dirigida desde la casa real de Tiro (…)”. Ibidem. Página 89. Los fenicios. “(…) sabemos que la colonización fenicia comenzó como muy tarde en el siglo IX, momento en que existe constancia de la fundación de la ciudad de Kition en Chipre (…)”. (23). CARRILLO, Raquel. “Breve historia de Tartessos”. Madrid. Nowtilus. 2011. Página 82. Los fenicios. “(…) El primer rey asirio que atacó Tiro fue Tiglatpilaser III (859-824) y de hecho convirtió parte de Fenicia en provincia asiria. Tiro, sin embargo, es tratada de un modo más benévolo, puesto que Asiria necesitaba mantener el comercio marítimo y la flota de esta ciudad fenicia, pues su experiencia comercial era mayor que 30


la de los asirios. De esta forma los tirios consiguieron que su comercio con el Mediterráneo occidental siguiera desarrollándose y floreciendo, pese al fuerte control asirio. (…) En cualquier caso, los asirios no llegaron nunca a destruir Tiro, pues les resultaba muy útil como intermediaria en los intercambios comerciales con Occidente; (…) Tiro fue utilizada por Asiria para asegurarse un fuerte dominio sobre el Próximo Oriente y llevar a cabo su política expansionista. Muestra de ello es el tratado que entre los años 675 y 671 firmaron el rey tirio Baal I y Asarhadón de Asiria, mediante el que se concedía a Tiro libertad de comercio con el norte y con occidente (…)”.SUÁREZ FERNÁNDEZ, Luís. “Eunsa. Historia Universal. Tomo I. las primeras civilizaciones”. Pamplona. Universidad de Navarra. 1979. Página 235. El restablecimiento de Asiria. Fenicia. “(…) El establecimiento de los arameos en Siria y, el repliegue de las grandes potencias permitieron a los fenicios, literalmente pueblo de las palmeras, alcanzar libertad de movimientos. Las ciudades púnicas, instaladas junto al Mediterráneo y al pie del Líbano, estaban divididas en tres grupos: el del norte, en torno a Simira; el del centro que contaba con Biblos y Sidón; el del sur que podía considerarse como un pequeño reino cuya capital era Tiro. Hubo un proceso de concentración que permitió a Sidón dominar, en el siglo X, a todas las ciudades del norte y, a Tiro alcanzar después la hegemonía sobre todo el país. Los tirios conocieron el máximo de riqueza en el momento de la expansión asiria; esto les obligó a asumir la resistencia. La prosperidad mercantil de Fenicia tuvo su apoyo en la industrialización de los tejidos que obtenían un hermoso color púrpura gracias al aprovechamiento de la concha de unos moluscos, murex, que se pescaban en Creta, Siria y la costa de África. unca perdió el carácter de ser un comercio de lujo, que permitía lograr beneficios muy cuantiosos con poca carga. Los perfumes y metales preciosos compartieron muy pronto con los tejidos de púrpura el monopolio fenicio. Entre los siglos XI y X Tiro alcanzará el apogeo: su pacotilla, que servía para obtener las valiosas materias primas, aparece sembrada por todos los rincones del Mediterráneo. A este tiempo corresponde el reinado de Hiram I de Tiro, aliado y colaborador de Salomón. Cuando Israel se dividió, los fenicios 31


permanecieron en estrechas relaciones con el reino del norte; en el siglo IX Samaría fue una de las principales ciudades de salida de estos productos púnicos. El crecimiento de la riqueza y del comercio corresponde, al / (Página 236) parecer, una evolución interior muy notable: el poder de los mercaderes, cuya inteligencia para los negocios y espíritu de empresas eran el verdadero motor de aquella prosperidad, fue en aumento. El rey quedó pronto reducido a una posición secundaria frente a los consejos que nutrían los comerciantes. Excepto a lo que se refiere a aquellos adelantos técnicos que eran susceptibles de aprovechamiento mercantil –como el alfabeto o los progresos en la construcción naval- los fenicios se mostraron discípulos espirituales de sus vecinos de Siria. Los datos que poseemos acerca de sus creencias religiosas, insuficientes para permitirnos trazar un esquema de la religión, aseguran en cambio la estrecha semejanza entre ésta y lo que sabemos de Canáan y de Siria. Entre estas creencias aparece un dios Ilu, creador y omnipotente; sus rasgos están sin embargo nublados. Lo mismo que ha sucedido en Mesapotamia, el desarrollo de los cultos locales provocó la obnubilación de las creencias fundamentales primitivas y el nacimiento en cambio de numerosos mitos que trataban de explicar las relaciones entre los dioses de cada ciudad. Una jerarquía de seres divinos evolucionaba sin duda a tenor de las circunstancias políticas. El más notable de los dioses locales, Baal Hadad, que corresponde a la tempestad, era sin duda una adopción procedente del exterior. Otros dioses, como Aliyan, el de los pozos, Dagon, el del trigo que encontramos también en Palestina, o Mot, de la cosecha, son claramente importaciones de las zonas agrarias del interior. Es muy poco más lo que puede decirse de este tema, ya que los conocimientos que poseemos proceden todos de épocas muy tardías a través de textos helenísticos y romanos. Es imposible decantar dichos textos para llegar a saber cuáles eran antiguos y cuáles más recientes. Estamos casi seguros, por ejemplo, de que Adonis (que significa mi señor y es la misma raíz del hebreo Adonai) es el resultado de fundir enu no a Alyan con Mot, convirtiéndose luego en el dios muerto y resucitado, símbolo de la vegetación, cuyo origen parece estar muy lejos de Fenicia. Melkart, el dios de Tiro, fue en principio una hipóstasis de Ilu y, al mismo

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tiempo, señor de la ciudad, como significa su nombre. Astarté, que los griegos identifican con Venus, significa la resurrección y la vida (…)”. (24). BOFARULL Y MASCARÓ, Próspero. “Colección de documentos inéditos del Archivo General de la Corona de Aragón. Procesos de las antiguas Cortes y parlamentos de Cataluña, Aragón y Valencia custodiados en el Archivo General de la Corona de Aragón y publicado de Real orden por su cronista”. Tomo IX. Barcelona. Establecimiento litográfico y tipográfico de D. José Eugenio Monfort. 1851. www.colecciondocumentosdelaCoronadeAragon9.pdf Página 22. IV. De los primeros pobladores de España, hasta la seca de ella. “(...) Sucedió esta seca y esterilidad en estos reinos, según la opinión del dicho autor, á los 1030 años antes del nacimiento del Señor, aunque hay otros autores que la ponen en otro año: lo cierto es haber sido uno de los mayores castigos que sabemos haber Dios señor nuestro enviado sobre ella, porque estuvo veinte y seis años sin llover, y quedó del todo despoblada, y no hubo en ella cosa verde, sino fue en las riberas del Ebro y Guadalquivir; y aunque fue daño común para todos los del reino, pero mas lo sintieron los ricos que los pobres, porque estos á los primeros años se salieron de la tierra, pasándose á África, Francia y otras partes; y algunos afirman que en los / (Página 23) Pirineos, se recogieron muchos, donde no sintieron tanto aquella gran sequedad; pero los ricos aguardaron lluvia hasta mas no poder, y siendo el cielo tan duro, quisiéronse salir de la tierra y pasar á otros reinos, como habían hecho los pobres mas en tiempo, pero no pudieron por las grandes aberturas de la tierra, causadas de la gran sequedad de ella, ni aun hallaron qué comer, porque todos los frutos de la tierra estaban acabados. Perecieron entonces todos los príncipes y mas poderosos de ella, y quedó este miserable reino perdido y del todo acabado, sin quedar en él persona alguna, ni bestia irracional. Sobrevinieron también tales vientos, que arrancaron todos los árboles y levantaron polvaredas extrañas, y el viento llevaba el polvo de unas partes á otras, como mueve la tierra en África; y si estos vientos hubieran sucedido al principio, fuera menos mal, pues henchidas las grietas y aberturas que había hecho la sequedad, pudieran pasar los ríos que salían de ellas; pero por haber sucedido después, cuando eran ya todos acabados y muertos, no fue de provecho el llenarse las aberturas. Pasados estos veinte y seis años, se apiadó Dios de ellos y envió agua y rocío del cielo, 33


con grande abundancia, y la tierra reverdeció y volvió á dar apacibles y abundantes frutos, y se volvió á poblar así como de antes (...)”. Ibidem. Página 24. V. Vienen diversas gentes á España, llamadas de las grandes riquezas que descubrieron los incendios de los montes Pirineos, y lo que padecieron los naturales de ella. “(...) Pasado el trabajo que Dios había enviado á la mísera España, y regada aquella con las lluvias abundantes que vinieron del cielo, fue ocasión que gran muchedumbre de gente extranjera viniera á poblarse en ella, acordándose de la prosperidad que en tiempos pasados habían visto en los fértiles campos de ella, y de la gran riqueza de que esta provincia abundaba. Vinieron pueblos enteros, y cada cual tomaba aquella parte de tierra que entendía ser mejor para la comodidad de los ganados ó para la labor de la tierra: vinieron entonces muchas familias de los mismos españoles que se habían salido en el tiempo de la seca, y cobraron lo que habían dejado cuando se salieron de ella; y entraron también los Celtas (1), Egipcios, Milesios, Lídios, Tracios, Rodios, Troyanos, Cipriotas, Fenicios, Persas, Canos, Lesbíos, Focenses y otras muchas gentes que dejaron varías fundaciones de pueblos y ciudades, que traen los autores de las historias generales de España. Al principio que estas gentes y naciones entraron en España, sucedió aquel incendio tan nombrado de los Pirineos, que algunos atribuyen á descuido de ciertos pastores; otros que fue acaso para quemar los árboles y matorrales con intento de / (Página 25) desmontar y romper los campos, para que se pudiesen cultivar y habitar, y apacentar en ellos los ganados. Este fuego lo encendieron sobre lo último de ellos, no temiendo el daño que después sucedió, y fue, que la llama prendió de tal arte, que muy gran trecho de las montañas ardieron muchos días, y con la calor demasiada se rompieron las peñas de los valles y recuestos, y echaban de sí tales ondas y grupadas de fuego, que no se puede imaginar cosa mas espantable y temerosa. Vióse de la mayor parte de España el incendio, y pocas provincias hubo en ella de donde no se divisasen las llamas ó la calina, con toda la sobra de su calor; y no solo se quemaron los árboles y las piedras, yerbas y verdura, sino también las venas de los metales escondidos en el corazón y entrañas de aquellos montes, porque se derritieron á todas partes con grandes arroyos de plata, y corrieron desde lo mas alto á lo mas bajo de aquellos montes con abundancia maravillosa, forzados del ardor excesivo, y penetró por los mineros adentro; y á la fama de tal suceso acudieron muchas de las dichas naciones á gozar de la 34


riqueza de este reino, que era tanta, que se puede comparar con lo que se saca de las Indias; porque si en aquellas tierras se han hallado en su principio pedazos de oro en mucha abundancia , lo mismo sucedió en España en estos siglos; y por eso dijo Plinio (1): Argenti et auri tota feré Híspania scatet ; y Apiano , referido por Marineo Sículo, dice: Hispania quoque, terra ferae auri et argenti, gemmarum ac metallorum: y Lucio Floro, al fin del cuarto libro , hablando de ella, dice: atura / (Página 26) regionis área se omnis aurífera, minisque et chrysocollce et aliorum colorum ferax : y Estrabon (1), De Situ orhis, libro tercero, dice : Montes extant auri et argenti, hahentes indaginem, quam metalleam nuncupant; y de aquí es llevar los ríos de oguera Pallaresa y Segre arenas de oro, por estar llenas de él las entrañas de los Pirineos, que son aquellos montes de donde salen estos ríos que traviesan el condado de Urgel. Este incendio de los Pirineos fue muy notorio á los antiguos autores, y Aristóteles hace memoria de él (2), diciendo: «dicen que en España quemaron los pastores en ciertos tiempos los montes, y que se calentó con el fuego de tal manera la tierra, que se derritió la plata; y como sobreviniesen terremotos, hicieronse grandes grietas en la tierra, y por ellas cogieron mucha cantidad de plata, de la cual tuvieron grandes provechos los vecinos de Marsella» Y Diodoro Sículo lo refiere (3), diciendo: «los montes que llamaron Pirineos son superiores á otros en longitud y altura, porque desde el mar del mediodía, hasta el océano del septentrión, dividen á España de Francia, y también se extienden por la Celtiberia mas de tres mil estados: están llenos de selvas, y refieren, que en tiempos antiguos les pusieron fuego los pastores, y se abrasaron todas estas montañas, y por esta causa se llamaron Pirineos. Durando el fuego muchos días, corrieron arroyos de plata, que compraron á vil precio después los mercaderes fenicios de los naturales de la tierra, que no conocían el valor de este / (Página 27) metal, y lo llevaron ú Grecia y Asia, y adquirieron con él hartas riquezas; y de aquí quedó á aquellos montes el nombre de Pirineos, que les dieron los griegos moradores de España, y ha durado hasta el día de hoy, porque aquella palabra pyr, en griego, significa fuego». Entonces quieren algunos hubiesen venido á ella el gran poeta Homero y Hesiodo, que florecieron en el año 1140 antes del nacimiento de Jesucristo señor nuestro, según Casiodoro, y lo refiere Herodoto en su vida. La venida de 35


Dabucodonosor, rey de Babilonia, con muchos hebreos, persas y caldeos, fue por estos tiempos; y todos venían por gozar de las grandes riquezas de este reino (sojuzgando á sus naturales), que eran en tanta abundancia, que, á mas de lo que he dicho, de sus riquezas dice Estrabón (1), que había en ella montes de oro y plata, y que causaba admiración la destreza de los españoles en beneficiar las minas de que está lleno todo el reino. Y después, hablando el dicho autor de la ventaja que hay de los metales de España á los de Francia, dice: que se hallan pedazos de oro de á media libra, sin haber necesidad de acrisolarlos, y que ha acontecido quebrar las piedras y hallar dentro pedazos de oro del tamaño y forma del pezón de una mujer, como sucedió también en tiempo de los reyes Católicos en las Indias. Y en otra parte dice: que del interés de las minas había hombres que solían sacar cada tres días un talento, que, según la cuenta de Ambrosio Morales, vale seiscientos ducados de doce reales; y Posidonio, autor griego, referido por Celio Rodigino (2), ponderando estas riquezas, y / (Página 28) hablando del incendio de los Pirineos, dice: que todos los montes y collados de España dan materia para acuñar moneda, y que quien considerare esta tierra, hallará que es un erario de tesoro y una fuente perpetua de metales, y que Plutón, dios de las riquezas, mora en sus entrañas, y mas en particular en los montes de los pueblos Ilergetes; pues los ríos que de ellos salen llevan arenas de oro, dando indicio y cierta señal de lo mucho que hay escondido en el centro de ellos. De estas riquezas de España hablan las divinas letras en los Macabeos (1), diciendo: Et audivit Judas rmmen romanorum quia sunt potentes viribus, et quanta fecerunt in regione Hispaniae, et quod in potestatem redegerunt metalla argenti et auri, quae illic sunt, et possederunt omnem locum consilio suo, et patientia. Y Diodoro Sículo las encareció mas que todos, y con grandes exageraciones; y por ser tanta la abundancia de él, era muy poco estimado de los naturales: y dice Aristóteles como cosa notable, que los antiguos fenicios navegaron á Tarteso, que era á las riberas del río Guadalquivir, y que los españoles les dieron tanta plata en trueque de aceite y otras mercaderías viles (2), que no cupo en los navíos, y así se vieron obligados, al partir, de hacer de plata todos los vasos ordinarios, hasta las áncoras de los navíos; y así tengo por indubitado, que toda aquella abundancia de oro y plata que había en Jerusalén en tiempo de Salomón, referida por la sagrada Escritura (3), toda era de España, que era la tierra mas abundante de estos metales que se / (Página 29) conocía 36


en aquellos siglos, y no solo de esto, pero aun dé pavos, dientes de elefantes y monas, que traían aquellas flotas: porque pudo ser que se criasen en ella entonces y abundase de estos animales , así como carecía de aceite, cosa de que ahora tanto abunda; que largo espacio de tiempo todo lo puede mudar, y así como vemos hoy acabadas y sin beneficiárselas minas, es muy verosímil se acabase la especie de estos animales, que tan poco conocidos y naturales son hoy en ella (...)”. (25). RAMIS i RAMIS, Antonio. “El monetario del Dr. Don Juan Ramis i Ramis”. Menorca. Ediciones Nura. 1995. Página 14. “(…) Y en efecto de donde provendrían las medallas fenicias, cartaginesas, griegas, celtibéricas y, consulares, las de los municipios y colonias de España, de imes y Atenas: de los Césares, Augustos y Augustas y, de otras varias clases que se han hallado y aún hallan en Menorca (15) (…)”. Página 14. Cita (15). “(…) o quiero con esto sostener que de cada clase se encuentre un gran número, sino que reunidas forman un total muy crecido, añadiendo haber visto muchas en oro y plata; pero la mayor parte es en bronce y cobre (…)”. (26). RAMIS i RAMIS, Antonio. “El monetario del Dr. Don Juan Ramis i Ramis”. Menorca. Ediciones Nura. 1995. Página 83. Descripción del monetario del difunto Dr. Don Juan Ramis y Ramis. Gades. “(…) Cabeza de Hércules cubierta con piel de / (Página 83) león y, clava a el hombro *. Dos pezes y, entre ellos a un lado luna creciente y, al otro una letra fenicia que parece un Aleph. Sobre los atunes hay no menos varias letras desconocidas y otras debajo. (En mediano bronce. Cabeza de Hércules ut supra, dentro de un círculo de puntos *. Atún con un lamed arriba y, otro abajo. (Una en pequeño módulo y, otra en tamaño lenticular). Cabeza de Hécules ut supra *. dos atunes que miran a la derecha con carácter desconocido en medio. (En pequeña forma). Cabeza de Hércules, pero sin clava alhombro.* Dos atunes que miran a la derecha. (En pequeño modulo) (…)”.RAMIS Y RAMIS, Juan. “Historia civil, y política de Menorca. Parte I”. Mahón. Ediciones Nura / Editorial Sicoa. 1991. Página 217. Libro II. Entrada de los Cartagineses en las Baleares, y su abandono a la fin de la segunda guerra Púnica. Sección V. Medallas Púnicas que se hallan en Menorca. “(…) Quando 37


se fundó la gran Cartago por la famosa Dido, cuya época ya llevó (1) indicada, se encontraron en las excavaciones, según opinaban sus vecinos, la cabeza, y cuello de un cavallo, que era la señal dada por Junno (2) a la Reina, y sus compañeras para ser de si agrado aquella colonia de (3) Tiro. o hay / (página 218) pues que admirar si en algunas de las medallas de Cartago vemos la cabeza de la Fundadora (4) y en su anverso lo demás ya mencionado. En quanto a mí ninguna tengo de esta clase, solo sí me acuerdo haver visto una en manos de un patricio, quién me aseguró haverse encontrado en la Isla. De las demás especies de medallas Púnicas tengo nueve en el día, unas en mediano, y otras en pequeño bronce, ó módulo, y aunque en sus anversos hay la cabeza de una muger, como, falta el estar aquella rodeada de delfines, soy de opinión que la cabeza significa la expresada Ciudad de Cartago. Veo también otra diferencia entre las cabezas de mis medallas, porque en unas no hay más que el peinado, aunque no siempre de igual modo, y en otras además de los dicho, / (Página 219) está la cabeza coronada de (5) espigas, lo que es un signo a mi entender de lo muy abundante de mieses que era el territorio de Cartago (6). Mucha mayor diversidad se nota en el reverso de las medallas que poseo de ella. En tres de las mismas se divisa la cabeza, y cuello de un cavallo con un grueso punto entre aquel, y la boca; pero en la quarta en lugar de esto hay un cavallo entero, y en su detrás una palma con dátiles. En otra veo un pequeño árbol de la misma especie que está inmediato a la boca de la cabeza del cavallo con un punto baxo del cuello semejante a los referidos. Las diferencias ya indicadas son pruebas visibles de la variedad de cuños de estas medallas de Cartago, lo que no menos se descubre por las quatro restantes que tengo, cuyos / (Página 220) reversos se reducen al cuello y cabeza de que hablo. Por ninguno de estos monumentos se puede provar a mi entender que los Cartagineses los acuñasen en España quando su dominio en mucha parte de la propia Península, antes al contrario parece que todas fueron batidas en Cartago, y de allí venidas a Menorca con escuadras, o comerciantes de la misma nación, pues el no ver en ellas ninguna palabra, ni letra latina, hace que las tenga por anteriores a la conquista de aquella Ciudad por Scipión Emiliano y aún a la conclusión de la segunda guerra Púnica. Poseo sin embargo una que creo acuñada en España por los Cartagineses quando su alianza con los de Cádiz. Es de bronce y en pequeña forma pareciéndose en algo a la que trae el Señor Velásquez en la tabla VII, nº 10 de su citada obra. Su anverso contiene la / 38


(Página 221) cabeza de Hércules buelta a la isquierda con la piel de León; y como la medalla no está bien conservada, únicamente se ven algunos cortos restos de la clava al hombro. En el reverso no hay más que un atún sin luna creciente; y en quanto a letras solo se descubren las Fenicias 9O baxo la cabeza de pescado, y un Aleph hacia la cola, bien que está derecho, y no de través como en la medalla de aquel Erudito. Yo presumo que si esta medalla fuese de buena conservación, contendría las mismas letras de las que pone el sabio Escritor al nº 9 de la citada tabla, o a lo menos las del nº 10 aunque siempre la mía sería de otro cuño, y quizás inédita por no tener más que un atún, y por lo del Aleph (7) puesto en dicha forma. Y si según el parecer del Sr. Velásquez las dos referidas / (Página 222) medallas son cartaginesas (8) y relativas 4 Agadir, es decir, á Cádiz, y además la primera lo es también a Asdrúbal (9) hermano de Anibal el grande, parece que la mía deverá mirarse por una de esta clase. Otra tengo aún más pequeña que la que acabó de citar, en cuyo anverso dentro de un círculo de puntos hay la misma cabeza, piel peleón, y clava arriba mencionada mencionadas con un atún en su reverso que mira a la derecha, encima del qual, y lo propio abaxo, se ve como un Lamed, o L según el sistema Fenicio de (10) Bochart, y el Samaritano de (11) Walton. Combinadas estas circunstancias con las expresadas en la medalla última, / (Página 223) me hacen presumir si será también Cartaginesa, relativa a Cádiz. Estos monumentos son otras tantas pruebas de la venida y demora de las esquadras, e individuos de aquella nación en esta Isla, en tanto más que casi todos los que poseo se han hallado en los alrededores en este puerto, y que lo propio pasa con la mayor parte de las otras medallas de la propia clase que tienen algunos Mahoneses según me lo han dicho. Consequente a esto es muy visible que pertenecen a esta época de nuestra Historia, y que he devido mencionarlas para completar este punto. / (Página 224). Ignoro que en Menorca hayan quedado restos de fortaleza alguna, no de otro edificio fabricado por los de Cartago, y por lo mismo nada puedo decir sobre el particular, mayormente habiendo evidenciado que no fueron ellos los fundadores de Magón, ni Jamma, sino los fenicios, y que lo que dicen algunos autores de un Pueblo llamado Labón, y de otro nombrado Sesena, no lleva camino (12) (…)”. 217. Cita (1). “(…) Véase la sección I de este Libro (…)”. Página 217. Cita (2). “(…) Fsso aére loco signum quo, i regla Juno mostrarat caput acris equi… Vir. Aeneid, lib I 39


(…)”. Página 217. Cita (3). “(…) Gusseme en su Diccionario umismático tomo 3, página 50 (…)”. Página 218.Cita (4). “(…) La cabeza de muger rodeada de delfines que se ve en algunas de las medallas de Cartago está reconocida comúnmente por de Dido. Gusseme ibi (…)”. Página 219. Cita (5). “(…) En quatro de las mías (…)”. Página 219. Cita (6). “(…) Gusseme en su Dicconario numismatico tomo 3, página 172 (…)”. Página 221. Cita (7). “(…) Aleph es una A según el alfabeto Fenicio de Señor Velásquez ibi (…)”. Página 222. Cita (8). “(…) Velásquez en la tabla IV de dicha obra Letras l y ll leyendo de la derecha ala isquierda (…)”. Página 222. Cita (9). “(…) Velásquez en la misma obra página 147 a 149 (…)”. Página 222. Cita (10). “(…) Velásquez Ensayo sobre los Alfabetos de las letras desconocidas tabla IV. Letra 1 y 2 leyendo de la derecha a la izquierda (…)”. Página 222. Cita (11). “(…) idem ibi Letra 4 leyendo en igual forma (…)”. Página 224. Cita (12). “(…) Véase mi Situación de la Isla de Menorca página 10 (…)”. (27). BEECHER KEYES, Nelson. “El fascinante mundo de la Biblia”. Edición castellana revisada por el Rvdo. P. Emilio del Río S. J. Colección: Biblioteca de Selecciones. Madrid. Selecciones del Reader´s Digest. 1963 (2ª edición). Página 103. Mapa página 104. “Israel y Judá en tiempos de Yeroboam II. Apr. 786-746”: Quittion (colonia fenicia de Chipre). (28). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve Libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou, S.J. Sin paginar. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Libro IV. Melpómene. Reinado de Darío, rey de Persia. Pelasgos = Filisteos = Piratas del Mar. Cronología de Jasón: 1285 a. C. Isla de Calista = Tera = Santorín. Los fenicios colonizaron la isla de Calista, luego fue colonizada por el Lacedemonio Tera. “(...) CXLVII. En aquella misma sazón salió de Lacedemonia para hacer un nuevo establecimiento un hombre principal llamado Teras, hijo de Autesion, nieto de Tisameo, biznieto de Tersandro, y tercer nieto de Polinices. Siendo Teras de la familia Cadmea [100], era tío por parte de madre de los dos hijos de Aristodemo, llamados el uno Eurístenes y el otro Procles, en cuya menor edad tuvo la regencia del reino en Esparta. Pero cuando los príncipes, sus sobrinos, llegados ya a la mayor edad, quisieron encargarse del gobierno, a Teras, que había tomado gusto al mandar, se le hacía tan intolerable el haber de ser mandado, que dijo no poder vivir más en Lacedemonia, sino que quería volverse por mar a vivir con los suyos. Eran estos los descendientes de Membliaro, hijo de Peciles, de nación fenicio, quienes se habían establecido en la isla que al presente se llama Tera [101], y 40


antes se llamaba Calista. Porque como Cadmo el hijo de Agenor, yendo en busca de Europa hubiese llegado a esa isla, ora fuese por parecerle buena la tierra, ora por algún otro motivo que para ello tuviera, lo cierto es que dejó en ella en compañía de otros muchos fenicios a Membliaro, que era de su misma familia. Ocho generaciones habían ya transcurrido desde que estos fenicios habitaban la isla Calista, cuando Teras fue allá desde Lacedemonia (...)”. (100). Reyes de Tebas. “(...) Tuvo Tebas doce reyes desde que Cadmo, pasando de Fenicia a Beocia, en tiempo de Josué, fundó el reino que a la muerte de Janto, su último soberano, degeneró en democracia (...)”. (101). Isla de Tera = Santorín. “(...) Al presente Sanctorin, entre Creta y las Cícladas, en cuyas inmediaciones han salido del fondo del mar otras islitas de resultas de varios terremotos (...)”. Ibidem. Sin paginar. Libro IV. Melpómene. Colonización de la isla Calista por Tera el lacedemonio. “(...) CXLVIII. Vino Teras con una colonia de hombres que había reclutado entre las tribus de Lacedemonia, con ánimo de avecindarse en la isla con ellos y no de echarles de casa, antes bien de hacerles muy familiares y amigos. Viendo a los Minias huidos de la cárcel y refugiados, pidió a los lacedemonios, empeñados en quitarles la vida, que se la quisiesen perdonar, pues él se encargaba de sacárselos del país. Habiendo condescendido con su súplica los lacedemonios, Teras se hizo a la vela con tres naves de cincuenta reinos, para irse a juntar con los descendientes de Membliaro, llevando consigo no a todos los Minias, sino a unos pocos que quisieron seguirle, pues la mayor parte de ellos habían partido para echarse contra los Paroreatas y los Caucones [102]; y habiendo logrado en efecto arrojarles de su patria, se quedaron allí repartidos en seis ciudades, que fueron la de Lepreo, la de Macisto, la de Frixas, la de Pireo, la de Epio, y la de Dudio, muchas de las cuales fueron en mis días asoladas por los Eleos. Llegado Teras a la isla, llamóse esta Tera, del nombre del conductor de la nueva colonia (...)”. (102). Paroreatas y los Caucones. “(...) Estos pueblos habitaban la Trifilia, región de la Elide, hoy Belvedere en Peloponeso. De las seis ciudades citadas sólo se conoce actualmente a Lepreo con el nombre de Chiapa (...)”. (29). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou. S. J. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Libro IV. Melpómene. Ponto Euxino. Helesponto. Sigeo: promontorio de Troya. Mar 0oto. Golfo Miriándrico (costa de Fenicia). Promontorio Triopio. “(...) XXXVIII. Desde allí, tomando hacia Poniente, del centro de aquellos países salen dos penínsulas o zonas de tierra extendidas hasta el mar, las que voy a describir. La una por la parte que corresponde al Bóreas, empezando desde el Fasis, se extiende por la costa del mar, siguiendo el ponto Euxino y el Helesponto hasta llegar al Sigeo, que es un 41


promontorio de Troya: la misma comenzando por la parte del Doto desde el golfo Miriandrico [30], que está en la costa de Fenicia, corre por la orilla del mar hasta el promontorio Triopio. Treinta son las naciones que viven en el distrito de dicha comarca (...)”. (30). “(...) Así debe leerse en vez de Mariandino, pues este seno estaba en el Ponto, y el Miriandrico de Herodoto en las costas meridionales de Fenicia cerca de Miriandros (...)”. (30). SAN JERÓNIMO. “El libro de los nombres hebreos. Diccionario de los nombres bíblicos”. Colección: Biblioteca esotérica. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2002 (1ª edición: mayo). Página 67. Libros del Antiguo Testamento. Josué. Tiro. “(…) Tiro. Que en hebreo se lee Zor, que se traduce como estrechez, angustia, limitación, pero también fuerza, fortificación (…)”. Página 121. Libros del 0uevo Testamento. Evangelio según San Marcos. Tiro. “(…) Tiro. Para la angustia. En hebreo este nombre procede de angustia (…)”. (31). SAN JERÓNIMO. “El libro de los nombres hebreos. Diccionario de los nombres bíblicos”. Colección: Biblioteca esotérica. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2002 (1ª edición: mayo). Página 131. Libros del 0uevo Testamento. Hechos de los Apóstoles. Sidonios. “(…) Sidonios. Cazadores (…)”. Página 42. Libros del Antiguo Testamento. Génesis. Sidón. “(…) Sidón. Persecución de la tristeza (…)”. Página 58. Libros del Antiguo Testamento. Deuteronomio. Sidom. “(…) Sidom. Caza de tristeza, o bien inutilidad (…)”.Página 83. Libros del Antiguo Testamento. I de Reyes. Sidonia. “(…) Sidonia. Caza inútil (…)”. (32). SAN JERÓNIMO. “El libro de los nombres hebreos. Diccionario de los nombres bíblicos”. Colección: Biblioteca esotérica. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2002 (1ª edición: mayo). Página 35. Libros del Antiguo Testamento. Génesis. Canaán. “(…) Canaán. Movimiento de ellos. También, negociante, humilde (…)”. Página 45. Libros del Antiguo Testamento. Éxodo. Cananeos. “(…) Cananeos. egociadores, o bien, este pobrecillo. También preparado o humildad (…)”. Página 52. Libros del Antiguo Testamento. 0úmeros. Chanaan. “(…) Chanaan. Cambiantes, que se mueven o se contradicen (…)”. Página 81. Libros del Antiguo Testamento. I de Reyes. Chanaan. “(…) Chanaan. Que se ruboriza. También comerciante, hombre de negocios (…)”. Página 35. Libros del Antiguo Testamento. Génesis. Canaán. “(…) Canaán. Movimiento de ellos. También, negociante, humilde. Orígenes en su homilías sobre el Éxodo dice: “Se dice que eran habitantes de Canaán 42


porque eran nómadas y cambiantes, movimiento o estar agitado, San Jerónimo dice también humilde, sometido, humillado, vencido (…)”. Página 62. Libros del Antiguo Testamento. Josué. Cana. “(…) Cana. Objeto de caña (caramillo, flauta) (…)”.Página 45. Libros del Antiguo Testamento. Éxodo. Cananeos. “(…) Cananeos. egociadores, o bien, este pobrecillo. También preparado o humildad (…)”. (33). SAN JERÓNIMO. “El libro de los nombres hebreos. Diccionario de los nombres bíblicos”. Colección: Biblioteca esotérica. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2002 (1ª edición: mayo). Página 129. Libros del 0uevo Testamento. Hechos de los Apóstoles. Fenicios. “(…) Fenicios. Que aprobaron, o bien, hacer una indicación aprobatoria con la cabeza (…)”. (34). SAN JERÓNIMO. “El libro de los nombres hebreos. Diccionario de los nombres bíblicos”. Colección: Biblioteca esotérica. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2002 (1ª edición: mayo). Página 70. Libros del Antiguo Testamento. Jueces. Siria. “(…) Siria. Elevación (…)”. (35). SAN JERÓNIMO. “El libro de los nombres hebreos. Diccionario de los nombres bíblicos”. Colección: Biblioteca esotérica. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2002 (1ª edición: mayo). Página 37. Libros del Antiguo Testamento. Génesis. Elisa. (Chipre) “(…) Elisa. Dios mío o salvación de mi Dios. También salvación o junto a una isla (…)”. Página 110. Libros del Antiguo Testamento. Ezequiel. Elisa. “(…) Elisa. Junto a la isla, o bien Dios Salvador (…)”. (36). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou. S. J. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar Libro III. Talía. Reinado de Darío, rey de Persia. Sidonia, puerto de fenicia. 0avegación de cabotaje. Planos costeros. Aristofilides, rey de Tarento. “(...) CXXXVI. Habiendo, pues, bajado a Fenicia y llegado a Sidonia, uno de los puertos de aquel país, equiparon sin pérdida de tiempo tres galeras, y cargaron de todo género de bastimentos una nave, en que embarcaron asimismo varios y preciosos regalos. Abastecidos de todo, siguieron el rumbo hacia la Grecia, que fueron costeando y sacando los planos de sus costas, sin dejar nada que notar por escrito, y practicada esta diligencia con la mayor parte de los lugares, y en especial con los más nombrados, llegaron por fin a Tarento en las playas de Italia. Aristofilides, rey de los Tarentinos, a quien Democedes logró fácilmente sobornar, le complació en 43


sus dos solicitudes, de quitar los timones a las naves de los medos, y de arrestar por espías a los persas, echando voz de que lo eran sin duda. Mientras se irrogaba este daño a la tripulación, Democedes llegó a Crotona y una vez refugiado ya en su patria, suelta Aristofilides a sus prisioneros, restituyendo los timones a sus naves (...)”. (37). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou. S. J. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Libro IV. Melpómene. Libia = África. Expedición del rey egipcio 0eco encargada a unas naves de fenicios, que partieran desde un canal que unía Egipto con el golfo arábigo, entrando al Mar de 0oto (Egeo), Mediterráneo = Mar Boreal, por las Columnas de Hércules hasta llegar a Egipto. “(...) XLII. Y siendo esto así, mucho me maravillo de aquellos que así dividieron el orbe, alindándolo en estas tres partes, Libia, Asia y Europa, siendo no corta la desigualdad y diferencia entre ellas; pues la Europa, en longitud, hace ventajas a las dos juntas, pero en latitud no me parece que merezca ser comparada con ninguna de ellas. La Libia se presenta a los ojos en verdad como rodeada de mar, menos por aquel trecho por donde linda con el Asia. Este descubrimiento se debe a Deco, rey de Egipto, que fue el primero, a lo que yo sepa, en mandar hacer la averiguación, pues habiendo alzado mano de aquel canal que empezó a abrirse desde el Dilo hasta el seno arábigo, despachó en unas naves a ciertos fenicios, dándoles orden que volviesen por las columnas de Hércules al mar Boreal o Mediterráneo hasta llegar al Egipto. Saliendo, pues, los fenicios del mar Eritreo, iban navegando por el mar del Doto: durante el tiempo de su navegación, así que venía el otoño salían a tierra en cualquier costa de Libia que les cogiese, y allí hacían sus sementeras y esperaban hasta la siega [33]. Recogida su cosecha, navegaban otra vez; de suerte que, pasados así dos años, al tercero, doblando por las columnas de Hércules, llegaron al Egipto, y referían lo que a mí no se me hará creíble, aunque acaso lo sea para algún otro, a saber, que navegando alrededor de la Libia tenían el sol a mano derecha. Este fue el modo como la primera vez se hizo tal descubrimiento (...)”. (33). “(...) Debe disimularse a Herodoto que quiera pasar las mieses de Grecia a las costas africanas, como también el que no crea que los Africanos tienen al sol a mano derecha. En cuanto al viaje, no dudo que hubiese ya sido hecho en gran parte por las célebres flotas de Salomón (...)”. (38). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou. S. J. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Libro IV. Melpómene. Segunda expedición a Libia = África llevada a cabo por el aqueménida Sataspes, hijo de Teaspes, y sobrino materno de Darío, rey de Persia. Cronología: reinado de Jerjes. Ruta: Vuelta a Libia saliendo 44


desde Egipto, llegó hasta la Columnas de Hércules, pasó por el promontorio de Libia = Soloente, entrando por el mar Arábigo.“(...) XLIII. La segunda vez que se repitió la tentativa, según dicen los cartagineses, fue cuando Sataspes, hijo de Teaspes, uno de los Aqueménidas, no acabó de dar vuelta a la Libia, habiendo sido enviado a este efecto, sino que espantado así de lo largo del viaje como de la soledad de la costa, volvió atrás por el mismo camino, sin llevar a cabo la empresa que su misma madre le había impuesto y negociado para su enmienda; he aquí lo que sucedió: Había Sataspes forzado una doncella principal, hija de Zópiro, y como en pena del estupro hubiese de morir empalado por sentencia del rey Jerjes, su madre, que era hermana de Darío, le libró del suplicio con su mediación, asegurando que ella le daría un castigo mayor que el mismo Jerjes, pues le obligaría a dar una vuelta a la Libia, hasta tanto que costeada toda ella volviese al seno arábigo. Habiéndole Jerjes perdonado la vida bajo esta condición, fue Sataspes al Egipto, y tomando allí una nave con sus marineros navegó hacia las columnas de Hércules; pasadas las cuales y doblado el promontorio de la Libia que llaman Soloente, iba navegando hacia Mediodía. Pero como después de pasado mucho mar en muchos meses de navegación viese que siempre le restaba más que pasar, volvió, por fin, la proa y restituyóse otra vez al Egipto. De allí, habiendo ido a presentarse al rey Jerjes, díjole cómo había llegado muy lejos y aportado a las costas de cierta región en que los hombres eran muy pequeños y vestían de colorado, quienes apenas él arribara con su navío, abandonando sus ciudades se retiraban al monte; aunque él y su comitiva no les habían hecho otro daño al desembarcar que quitarles algunas ovejas de sus rebaños. Añadía que el motivo de no haber dado a la Libia una entera vuelta por mar, había sido no poder su navío seguir adelante, quedándose allí como si hubiese varado. Jerjes, que no tuvo por verdadera aquella relación, mandó que empalado pagase la pena a que primero le condenó, puesto que no había dado salida a la empresa en que aquella se le había conmutado. En efecto, un eunuco esclavo de Sataspes, apenas oyó la muerte de su amo, huyó a Samos cargado de grandes tesoros, los cuales bien sé quién fue el samio que se los apropió, aunque de propósito quiero olvidarme de ello (...)”. Ibidem. Sin paginar. Libro IV. Melpómene. Reinado de Darío, rey de Persia: Expedición a Asia para descubrir el mar en que desembocaba el río Indo. Itinerario: Caspatiro (provincia de Pactyca), Indo hacia el sur, desembocadura hacia el Oeste hasta llegar al Mar Arábigo. “(...) XLIV. Respecto al Asia, gran parte de ella fue descubierta por orden de Darío, quien, con deseo de averiguar en qué del mar desaguase el río Indo, que es el segundo de los ríos en criar cocodrilos, entre otros hombres de satisfacción que envió en unos navíos esperando saber de ellos la verdad, uno fue Scilaces el Cariandense. Empezando estos su viaje desde la ciudad de Caspatiro 45


[34], en la provincia de Pactyca, navegaron río abajo tirando a Levante hasta que llegaron al mar. Allí, torciendo el rumbo hacia Poniente, continuaron su navegación, hasta que después de treinta meses aportaron al mismo sitio de donde el rey del Egipto había antes hecho salir aquellos fenicios que, como dije, dieron vuelta por mar alrededor de la Libia. Después que hubieron hecho su viaje por aquellas costas, Darío conquistó la India e hizo frecuente la navegación de aquellos mares. De este modo se vino a descubrir que si se exceptúa la parte oriental de Asia, lo demás es muy semejante a la Libia. De aquí nació también señalar por límites de Asia al ilo, río del Egipto, y al Fasis, río de la Cólquide, si bien algunos ponen su término en el Tanais, en la laguna Meotis, y en los Portumeios cimerios (...)”.(34). “(...) Ignorándose la situación de esta ciudad, no van acordes los críticos sobre el río por donde bajaron al mar aquellos navegantes. Unos pretendan que fuera el Ganges; otros el Hidaspes, bajando por él al Zaradro, y de allí al Indo; otros, en fin, quieren que sea el mismo Indo (...)”. (39). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou. S. J. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Sin paginar. Libro V. Terpsícore. Reinado de Darío, rey de Persia. Mapa hecho de tabla de bronce. Capadocios = sirios. Chipriotas = Cilices. “(...) XLIX. Pero volviendo ya al asunto, Aristágoras el tirano de Mileto llegó a Esparta, teniendo en ella el mando Cleomenes, a cuya presencia compareció según cuentan los lacedemonios, llevando en la mano una tabla de bronce (a manera de mapa) [28], en que se veía grabado el globo de la tierra, y descritos allí todos los mares ríos; y entrando a conferenciar con Cleornenes, forma: —« o tienes que extrañar ahora, oh Cleomenes, el empeño que me tomo en esta visita que en persona te hago, pues así lo pide sin duda la situación pública del estado, siendo para nosotros los jonios la mayor infamia y la pena más sensible, de libres vernos hechos esclavos, no siéndolo menos, por no decir mucho más, para vosotros el permitirlo, puesto que tenéis el imperio de la Grecia. Os pedimos, pues, ahora, oh lacedemonios, así os valgan y amparen los Dioses tutelares de la Grecia, que nos saquéis de esclavitud a nosotros los jonios, en quienes no podéis menos de reconocer vuestra misma sangre: porque en primer lugar os aseguro que para vosotros no puede ser más fácil y hacedera la empresa, pues que no son aquellos bárbaros hombres de valor, y vosotros sois en la guerra la tropa más brava del mundo. ¿Queréis ver claramente lo que afirmo? En las batallas las armas con que pelean son un arco y un dardo corto, y aun más, entran en combate con largas túnicas y turbantes en la cabeza. Mira cuán fácil cosa será vencerles. Quiero que sepas, en segundo lugar, cómo los que habitan aquel continente del Asia poseen ellos solos más riquezas y conveniencias que los demás de la tierra juntos, empezando 46


a contar del oro, plata, bronce, trajes y adornos varios, y siguiendo después por sus ganados y esclavos, riquezas todas que como de veras las queráis, podéis ya contarlas por vuestras. Quiero ya declararte la situación y los confines de las naciones de que hablo. Con estos jonios que ahí ves (esto iba diciendo mostrando los lugares en aquel globo de la tierra que en la mano tenía, grabado en una plancha de bronce), con estos jonios confinan los lidios, pueblos que poseyendo una fertilísima región no saben qué hacerse de la plata que tienen: con esos lidios, continuaba el geógrafo Aristágoras, confinan por el Levante los frigios, de quienes puedo decirte que son los hombres más opulentos en ganados, en granos y en frutos de cuantos sepa. Pasando adelante, confinan ahí con los frigios los Capadocios a quienes llamamos Sirios, cuyos vecinos son los Cílices, pueblos que se extienden hasta las costas del mar, en que cae la isla de Chipre que ahí ves, los cuales quiero que sepas que contribuyen al rey con 500 talentos ánuos: confinan con los Cílices esos Armenios, riquísimos ganaderos con quienes alindan los Matienos, cuya es esa región. Sígueles inmediatamente esa provincia de la Cisia, y en ella a las orillas del río Coaspes está situada la capital de Susa, que es donde el gran rey tiene su corte, y donde están los tesoros de su erario; y me atrevo a asegurarte que como toméis la ciudad que ahí ves, bien podéis apostároslas en riquezas con el mismo Júpiter. ¿ o es bueno, Cleomenes, que vosotros los lacedemonios, a fin de conquistar dos palmos más de tierra, y esa no más que mediana, os empeñéis así contra los mesinos, que bien os resisten, como contra los arcades y los argivos, pueblos que no tienen en casa ni oro ni plata, que son conveniencias y ventajas por cuyo alcance puede uno con razón y suele morir con las armas en la mano, al paso que pudiendo con facilidad, sin esfuerzos ni trabajo, haceros dueños desde luego del Asia entera, no queráis correr tras esta presa sino ir en busca de no sé qué bagatelas y raterías?» (...)”. (28). “(...) Esta especie de mapas o pinax, tablas de bronce grabadas con los nombres de ríos, mares y naciones, ¿no darían lugar a las pinturas de varios colores, usadas en los libros y códices antiguos? (...)”. (40). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou. S. J. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Sin paginar. Libro III. Talía. Río Erídano, que desemboca en el mar hacia el viento Boreas. Islas Casitéridas productoras de estaño. “(...) CXV. Tales son las extremidades del continente, así en el Asia como en la Libia; de la parte extrema que en la Europa cae hacia Poniente, confieso no tener bastantes luces para decir algo de positivo. o puedo asentir a lo que se dice de cierto río llamado por los bárbaros Erídano, que desemboca en el mar hacia el viento Bóreas, y del cual se dice que nos viene el electro [63], ni menos saldrá fiador de que haya ciertas islas llamadas Casitéridas de 47


donde proceda el estaño; pues en lo primero el nombre mismo de Eridano, siendo griego y nada bárbaro, clama por sí que ha sido hallado y acomodado por alguno de los poetas; y en lo segundo, por más que procuré averiguar el punto con mucho empeño, nunca pude dar con un testigo de vista que me informase de cómo el mar se difunde y dilata más allá de la Europa, de suerte que a mi juicio el estaño y el electro nos vienen de algún rincón muy retirado de la Europa, pero no de fuera de su recinto (...)”. (63). Fenicios. “(...) Esta confusa noticia sin duda nace de los Fenicios, que dirían que el electro venía del Dorte, donde lo arrojaba al mar un río que llamaban Rodaune, nombre que los Griegos convertirían en Erídano (...)”. (41). ANTELO IGLESIAS, Antonio. “El Atlántico en la historia y la leyenda”. Espacio, Tiempo y Forma, Serie III, Hª Medieval t. 6, 1993, págs. 573-586. www.PDF.pdf Página 573. 0avegación en la Edad del Bronce. “(…) Desde la Edad de Bronce, en Europa (III y II milenios a. Ch.), las costas atlánticas del Continente fueron visitadas por audaces navegantes, ya meridionales, de la Península Ibérica y acaso egeos, ya nórdicos, de las Islas Británicas tanto como de Escandinavia \ Merced a los emprendedores púnicos, que desde la batalla de Alalia (535 a. de J.C.) habían cerrado el estrecho de Gibraltar al comercio helénico, reservándose el monopolio de las rutas oceánicas al y al S (estaño, ámbar, púrpura, bancos pesqueros, etc.), el mundo mediterráneo entró así —representado por una potencia semítica— en contacto con el Atlántico. Los fenicios y, antes de la hegemonía cartaginesa, los griegos focenses desde el siglo VII, estaban familiarizados con el SO de la península (Tartesos) y el O africano; los primeros, incluso circunnavegaron África en tiempo del faraón ekao (609- 593 a. de J.C), mientras que los segundos (Periplo Massaliota, del siglo VI a. de J.C.) conocían el tráfico de Tartessos con las islas del estaño y parecían asimismo informados sobre algunos archipiélagos atlánticos. El opulento reino de Ofir o Tierra de Oro atraía también a los marinos fenicios: su búsqueda originó expediciones diversas porque se ubicaba en distintos países, ya de Asia (SO de Arabia, reino de Saba), ya del África Sudoriental (Zimbadwe) u Occidental (Benin, Costa de Oro,...)”. Página 573.Cita (1). “(…) Cf. GORDO CHILDE, V., The Prehistory of European Society. Harmondsworth 1958, págs. 116-23, 144-49 y 162-73 (A penguin Book, A415). CLARK, G.-PIGGOTT, S., Prehistoric Societies. ueva York 1968, págs. 288-96, 301-2 y 309-13 (…)”. Página 573. Cita (2). “(…) Los textos clásicos, comentados, se hallan en: GARCÍA Y BELLIDO, A., La Península 48


Ibérica en los comienzos de su historia, n. ed. Madrid 1985, caps. IV-VI. Reproducción facsimilar de la ed. de 1953, con una semblanza del autor por BLA CO FREIJEIRO, A. (Págs. 05-10) (…)”. Página 573. Cita (3). “(…) Para las referencias a Hiram y Salomón, cf. I Reyes, IX, 26, 28 y X, 11-12 y 22. Vid. también THÉVE I , R., Les pays légendalres devant la sclence, 2e éd. París 1949, págs. 24-40 (…)”. ANTELO IGLESIAS, Antonio. “El Atlántico en la historia y la leyenda”. Espacio, Tiempo y Forma, Serie III, Hª Medieval t. 6, 1993, págs. 573-586. www.PDF.pdf Página 574. 0avegación fenicia-cartaginesa. “(…) Acerca de tales exploraciones antiguas son importantes los periplos de Hannón e Himilcón, ambos cartagineses (ca. 500-450 a. de J.C), y el famoso viaje — permitido inexplicablemente por los púnicos— del marsellés Pytheas, en la segunda mitad del siglo IV. Según Plinio «el Viejo», «en tiempos del florecimiento de la potencia de Carthago, Hanno navegó desde Gades (Cádiz) hasta los confines de Arabia, dando por escrito la historia de esta navegación. En el mismo tiempo Himilcón fue comisionado para reconocer las partes externas de Europa»". (…) Himilcón, que se aventuró hasta el mar del norte, en las tierras del estaño, propagaría interesadamente noticias falsas o exageradas sobre los tremendos peligros que acechaban allí a los navegantes, contribuyendo de este modo al surgimiento de un Mare Tenebrosum, cuyos terrores agobiarían al Occidente hasta el siglo xv''. Fue entonces, en rigor, cuando las Columnas de Hércules se tornaron infranqueables para los griegos, y éstos, comenzando por Píndaro (01. II, 44; em., III, 23) trazarían siniestros cuadros del Océano proceloso. La expedición de Pytheas, mercader y astrónomo, contorneó la Península Ibérica, Francia y, verosímilmente, las Islas Británicas, descubriéndoselas a los helenos: desde ellas, al cabo de seis días, desembarcó en la misteriosa Thule (¿Islandia? ¿la costa central de oruega?, prosiguiendo su viaje a lo largo del litoral de Alemania, quizá hasta el Báltico o, con / (Página 575) cierta probabilidad hasta la desembocadura del Elba. Pytiieas reveló, además, la configuración de nuestra Península e hizo observaciones sobre las mareas del Atlántico, el "pulmón marino" (¿Países Bajos?), noches de dos o tres horas, etc. Si no regresó por mar, la ruta escogida tuvo que ser la del ámbar (Rin-Mosela-Ródano)'. (…)”. Página 574. Cita (4). “(…) Historia atural, II, 169: trad. de GARCÍAY BELLIDO, A., ed.,/.a España en e/s/Sf/o/c/enuesfra Era (Según P. Mela y C. Plinio). Buenos Aires, 1947, pág. 116 (Colee. Austral, 744) (…)”. 49


Página 574. Cita (6). “(…) Cf. ScHULTE , A., Tartessos (2.° ed. rev., Madrid, 1945), págs. 132-35, con los pasajes de las fuentes clásicas (…)”. Página 575. Cita (7). “(…) Estrabón no dio crédito a Pytheas: vid., p. ej., I, 4, 5, y II, 4, 2, en: GARCÍA Y BELLIDO, A., España y los españoles hace dos mil años, según la «Geografía» de Strábon (Buenos Aires 1945), págs. 242 y 254-56 (Colee. Austral, 515). Sí, en cambio, Hiparco, Eratóstenes y Posidonio: cf. SCHULTE , A., ob. cit., págs. 151-52 y 194-95, pero, sobre todo, CARY, M.- WARMI GTO , E. H., The Ancient Explorers. Londres 1932, págs. 33 y sgs. (Hay ed. rev., con bibliografía adicional. Baltimore 1963, «Penguin Books») (…)”. (42). LOMAS, F. J. Capítulo primero. Origen y desarrollo de la cultura de los campos de urnas. Publicado en: BLÁZQUEZ, J. M. & FERNÁNDEZ NIETO, J. & LOMAS, F.J. & PRESEDO, F. “Historia de España Antigua. Tomo I. Protohistoria”. Colección Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (7ª edición). Página 47. El 0oroeste peninsular. Comercio de estaño. “(…) Aún moviéndonos entre tantas incógnitas que esperan ser despejadas, podemos afirmar que la industria metalúrgica tiene en la zona galaico-portuguesa una gran antigüedad y que prontamente alcanzó un extraordinario desarrollo merced a los yacimientos estanníferos que posee y de los que tempranamente se lucraron poblaciones del Mediodía peninsular al igual que Irlanda y las Islas Británicas, con las que tiene un estrecho contacto durante el Bronce Atlántico, principalmente en su segunda fase, periodo en el que la industria del bronce alcanza su “floruit” con creaciones típicas y originadas en esta área (…)”. (43). GUIRAO, P. “El enigma de los mapas de Piri Reis. Detallados mapas de Sudamérica y la Antártida anteriores al siglo III a .JC”. Colección enigmas. Barcelona. Libroexpres.1980. Página 114. VI. ¿Olmecas o fenicios? Los fenicios fundaron Gades. “(…) Ahora bien, la Historia nos cuenta que mil años antes de J.C., los fenicios llegan hasta Gibraltar y fundan la ciudad de Gades, fuera del Mediterráneo, o sea, en aguas del Atlántico. La explicación es obvia. Por aquellas fechas reina Salomón en Jerusalén y se trae oro de Ofir y Parvaim (I Reyes, 9, 29; 2 Crónicas, 3, 6) (…)”. SUÁREZ FERNÁNDEZ, Luís. “Eunsa. Historia Universal. Tomo I. las primeras civilizaciones”. Pamplona. Universidad de Navarra. 1979. Página 236. El restablecimiento de Asiria. Aportaciones fenicias. “(…) Los fenicios fueron sin embargo, los autores de dos 50


aportaciones decisivas para la cultura humana: la invención del alfabeto y el descubrimiento de España. Suena un poco extraño en los oídos españoles esta última afirmación. Para los países de Oriente, el remoto Occidente en donde se abre la puerta de salida del mar Mediterráneo, constituyó término de llegada de una gran empresa que edificó la ruta-eje que haría de dicho mar, para más de un milenio, el elemento ordenador de las sociedades y de la cultura. Partiendo de los signos cuneiformes de las tabletas babilónicas y, de la escritura cursiva de Egipto, los fenicios elaboraron treinta signos –que después redujeron a veintidós-, con los cuales se podían representar todos los sonidos consonantes, aunque no los vocales. El proceso no es tan simple como aquí se expresa y el trabajo de los fenicios fue más bien un término de llegada. (…) / (Página 237) Poco antes del año 1000 a. C., si admitimos una cronología tradicional bastante verosímil, los marinos de Tiro descubrieron España y atravesaron el estrecho de Gibraltar, en busca de los mercados del estaño en Tarschisch (Tartessos en griego). (…) En ocasiones estas factorías habían nacido de un simple permiso otorgado por los indígenas para tomar agua y comerciar; otras veces se trata de auténticas ciudades. El camino marítimo del estaño y la plata quedó formado por Cicio, Idalia y Amatos, en Chipre; Ialisos y camiros, en Rodas; Utica y leptis Magna, en la costa de África; Panormos en Sicilia; Massalia, que fuera púnica antes de convertirse en griega, en la desembocadura del Ródano; Malacca, Sexi y Abdera en España. Entre estas factorías surge una excepción, Cartago (Kart-hasasht, la ciudad nueva), fundada hacia el 814 a. C., cuya misión era seguramente asegurar el control de todos los establecimientos occidentales. unca fue una simple factoría: desde el primer momento fue concebida como una verdadera ciudad y potente fortaleza. Desde el siglo IX a. de C., se advierte el crecimiento de la importancia relativa del comercio occidental en el conjunto de la actividad fenicia. Había en él tres vértices: Massalia, puerta de salida del ámbar al Mediterráneo; Cartago, adonde llegaban el marfil, el oro, las fieras y los esclavos del interior de África; Cádiz, que concentraba el estaño y la plata procedente de las costas atlánticas. Cuando Tiro sucumba, en el siglo VI a. C., al doble impacto de la 51


competencia griega y del crecimiento inexorable de los imperios del cercano oriente, Cartago será su heredera (…)”. G UIRAO, P. “El enigma de los mapas de Piri Reis. Detallados mapas de Sudamérica y la Antártida anteriores al siglo III a .JC”. Colección enigmas. Barcelona. Libroexpres.1980. Página 139. VII. ¿Una civilización desconocida? Comercio fenicio en el 1000 a. C. “(…) ¡Y sabemos que mil años antes de J.C., los fenicios ya comerciaban en Gades, Tartessos, Lixur y las Islas Afortunadas! (…)”. (44). ANÓNIMO. “El libro de los Jubileos (Parte I de IV)”. Traducción de la versión etiópica por Antonio Piñero. 8 julio, 2010. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. El texto de El Libro de los Jubileos (Mashafa Kufale). Canáan no se asentó en el lugar de su herencia, sino que usurpó a los descendientes de Sem el territorio de Palestina. Madai no aceptó quedarse en la tierra del mar que le había tocado, y se asentó en Media. “(...) 27 En el cuarto septenario, en el primer año, a su comienzo, en el jubileo trigésimo cuarto, se dispersaron desde el país de Sennaar. 28 Cam y sus hijos se fueron a la tierra que tenían asignada, que les había tocado como lote la tierra del sur. 29 Vio Canaán que la tierra desde el Líbano hasta la desembocadura del Dilo era muy buena y no se fue a la tierra de su heredad, al occidente del mar, sino que permaneció en la franja costera al mar limitada por el Líbano al oriente y al occidente por el Jordán. 30 Le dijeron Cam, su padre, y sus hermanos, Cus y Misraim: -¿Te quedas en una tierra que no es tuya, que no nos salió en suerte? Do hagas tal, pues si lo haces tú y tus hijos caeréis por tierra, seréis malditos por esta sedición. Por medio de una sedición os quedasteis, y en una sedición caerán tus hijos: serás desarraigado por siempre. 31 Do te quedes en la morada de Sem, pues a él y a sus hijos les tocó en suerte. 32 Maldito eres y serás entre todos los hijos de oé por la maldición que establecimos con juramento ante el juez santo y ante oé, nuestro padre. 33 Pero no los escuchó, y se quedaron en la tierra del Líbano, desde Emat hasta la entrada a Egipto, él y sus hijos hasta este día. 34 Por eso se llamó esa tierra Canaán. 35 En cambio, Jafet y sus hijos fueron hacia occidente y moraron en la tierra de su lote. Y vio Madai la tierra del mar y no le agradó. Tras rogar a Elam, Asur y Arfaxad, hermanos de su mujer, se quedó en la tierra de los medos, cerca de sus cuñados, hasta este día. Llamó a su residencia y a la de sus hijos Media, por el nombre de Madai padre de éstos (...)”. (45). ANÓNIMO. “El libro de los Jubileos (Parte I de IV)”. Traducción de 52


la versión etiópica por Antonio Piñero. 8 julio, 2010. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. El libro de los Jubileos, Parte II de IV. Capítulos XII al XXIII. Abrahán bendice a Jacob. Advertencia sobre la idolatría de los Gentiles de Abraham a Jacob: sacrifican víctimas a los muertos, adoran a los demonios, comen en los cementerios; todas sus acciones son vanas y falsas; no tienen mente con qué pensar ni ojos con qué ver lo que hacen: ¡Cómo yerran cuando dicen a la madera: «Tú eres mi dios», y a la piedra: «Tú eres mi señor y liberador», siendo así que no tienen mente!. Linaje maldito de Cam, y su hijo Canáan, hijo y nieto de 0oé. “(...) 10 Llamó a Jacob y le dijo: -Jacob, hijo mío, el Dios de todo te bendiga y fortifique para obrar justicia y hacer su voluntad ante él. Escógete a ti ya tu descendencia para que seáis el pueblo de su herencia según su voluntad, perpetuamente. Tú, hijo mío, Jacob, acércate y bésame. 11 Acercándose, lo besó y le dijo: -Bendito es mi hijo Jacob y todos sus hijos en el Señor Altísimo por todos los siglos. El Señor te dé una descendencia justa y santifique hijos tuyos por toda la tierra: sirvante las naciones y prostérnense ante tu descendencia todos los gentiles. 12 Sé fuerte ante los hombres: cuando domines a toda la descendencia de Set, serán justos tus caminos y los de tus hijos; seréis un pueblo santo. 13 El Dios Altísimo te dé todas las bendiciones con que me bendijo a mí, a oé y a Adán: que reposen tales bendiciones en el santo vértice de tu descendencia por todos los siglos de los siglos hasta la eternidad. 14 Purifíquete de toda mancha e impureza, pero donando todas tus culpas y extravíos inconscientes; fortifíquete, bendígate y concédate heredar toda la tierra. 15 Renueve su alianza contigo, para que seas el pueblo de su heredad eternamente, y sea él Dios tuyo y de tu descendencia en verdad y justicia por todos los días de la tierra. 16 Hijo mío, Jacob, recuerda mis palabras y guarda los mandamientos de tu padre, Abrahán. Apártate de los gentiles, no comas con ellos, no hagas como ellos, ni les sirvas de compañero, pues sus acciones son impuras, y todos sus caminos inmundicia, abominación y horror: 17 sacrifican víctimas a los muertos, adoran a los demonios, comen en los cementerios; todas sus acciones son vanas y falsas. 18 Do tienen mente con qué pensar ni ojos con qué ver lo que hacen: ¡Cómo yerran cuando dicen a la madera: «Tú eres mi dios», y a la piedra: «Tú eres mi señor y liberador», siendo así que no tienen mente! 19 Hijo mío, Jacob, que el Dios Altísimo te ayude, que el Dios de los cielos te bendiga y te aparte de su impureza y de todos sus yerros. 20 Guárdate, hijo mío, Jacob, de tomar mujer entre las hijas de Canaán, pues toda su descendencia está destinada a exterminio en la tierra. 53


21 Por culpa de Cam erró Canaán, y toda su descendencia y posteridad desaparecerán de la tierra; no habrá de ella quien sea salvo el día del juicio. 22 Todos los que adoran ídolos e incurren en maldición no tendrán ninguna esperanza en la tierra de los vivos, pues descenderán al seol e irán a lugar de suplicio. Do quedará de ellos recuerdo sobre la tierra; tal como fueron arrebatados de la tierra los hijos de Sodoma, así lo serán cuantos adoran ídolos. 23 o temas, hijo mío, Jacob, ni te turbes, hijo de Abrahán: el Dios Altísimo te guardará de la ruina y te salvará de todo camino equivocado. 24 Esta casa que me construí para poner sobre ella mi nombre en la tierra te ha sido dada a ti y a tu descendencia perpetuamente. Se llamará casa de Abrahán, dada a ti y a tu linaje perpetuamente, pues tú construirás mi casa y alzarás mi nombre ante Dios: perpetuamente se mantendrá firme tu linaje y tu nombre en todas las generaciones de la tierra. 25 Terminó así de darle órdenes y bendecirle, 26 y se echaron ambos juntos en el mismo lecho, durmiéndose Jacob en el seno de su abuelo Abrahán, que lo besó siete veces, regocijándose en él sus entrañas y su corazón. 27 Lo bendijo con todo su corazón, añadiendo: -El Dios Altísimo, Dios y Creador de todo, fue el que me sacó de Ur de los caldeos para darme esta tierra en heredad perpetua y para que estableciera el santo linaje. Sea bendito el Altísimo perpetuamente. 28 Y bendijo así a Jacob: -Sean sobre mi hijo, en el que se regocijan todo mi corazón y todas mis entrañas, tu clemencia y abundante gracia, así como sobre su descendencia perpetuamente. 29 o lo dejes, ni lo descuides desde ahora hasta siempre; estén tus ojos abiertos sobre él y su descendencia, guardándolo, bendiciéndolo y santificándolo como pueblo de tu heredad. 30 Bendícelo con todas tus bendiciones desde ahora por todos los días de la eternidad y renueva tu alianza y compasión con él y su linaje con toda tu voluntad por todas las generaciones de la tierra (...)”. (46). ANÓNIMO. “El libro de los Jubileos (Parte I de IV)”. Traducción de la versión etiópica por Antonio Piñero. 8 julio, 2010. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. El Libro de los Jubileos. Parte III de IV. Capítulos XXIV al XXXVI. Prohibición de matrimonios con gentiles. Los cananeos eran gentiles e idólatras. “(...) 25. 1 En el año segundo de este septenario, en este jubileo, llamó Rebeca a su hijo Jacob, y le dijo: -Hijo mío, no tomes mujer de las hijas de Canaán, como tu hermano Esaú, que ha tomado dos mujeres cananeas que han amargado mi espíritu con sus actos impuros. Todas sus acciones son fornicación y lascivia; no hay en los cananeos ninguna justicia, pues son malos. 54


2 Yo, hijo mío, te amo muchísimo; mi corazón y mis entrañas te bendicen a cada momento del día y en cada vigilia de la noche. 3 Así, pues, hijo mío, obedéceme y haz la voluntad de tu madre: no tomes mujer de las hijas de esta tierra, sino de la casa de mi padre, y el Dios Altísimo te bendecirá, y tus hijos serán generación justa y santa semilla. 4 Respondió Jacob a su madre, Rebeca: -Aquí me tienes, madre, con nueve septenarios, y no conozco ni he tocado ninguna mujer, ni me he desposado, ni pienso tomar mujer de las hijas de Canaán. 5 Recuerdo, madre, las palabras de nuestro padre, Abrahán, que me ordenó no tomar mujer de las hijas de Canaán, ya que de la descendencia de la casa de mi padre y de mi linaje debo tomar mujer. 6 Hace tiempo he oído que tu hermano Labán había tenido hijas, y en ellas he puesto mi corazón para tomar mujer. 7 Por eso me he guardado en mi espíritu de pecar y corromperme en mi conducta todos los días de mi vida, pues mi padre, Abrahán, me dio muchos mandamientos acerca de la lascivia y la fornicación. 8 Y, con todo lo que me mandó, hace veintidós años que mi hermano discute conmigo e insiste en decirme: «Hermano, toma una mujer, hermana de mis dos mujeres», pero yo no quiero actuar como él. 9 Te juro, madre, no tomar en todos los días de mi vida mujer del linaje de Canaán, ni obrar mal como ha hecho mi hermano. 10 o temas, madre, confía en que haré tu voluntad y procederé rectamente, sin corromper nunca mi conducta (...)”. (47). APÓCRIFO. “Mitología cananea: Epopeya de Aqhat”. Traducción de G. Del Olmo Lete, Mitos y leyendas de Canaán según la tradición de Ugarit, Madrid 1981. Sin paginar. 11 diciembre, 2009. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. La tentación de Anat, la seducida seductora. Armas de caza: arco hecho de hueso de cuerno, y tendones de toro; y flechas de ramas de fresno y caña, creado por Kothar-Hasis. Anat era una vestal del templo de Baal. “(...) Al alzar sus ojos ella lo vio: resplandecía como un relámpago, su nervio como un rayo brillaba, como cuando conmueve el abismo un rayo. Apateció Anat disponer de sus flechas, montar el arco, creación de Kothar-Hasis, cuyos cuernos/ramas se curvaban como una serpiente. El cáliz tiró a tierra, su copa derramó en el suelo. Alzó su voz y exclamó: - Escucha, por favor, ¡oh, Prócer Aqhat!. Pide plata y te la daré, oro y te lo otorgaré; pero da tu arco a la Virgen Anat, tus flechas a la `Pretendida de los pueblos'. Y respondió el Prócer Aqhat: - Los más estupendos fresnos del Líbano, los más vigorosos nervios de los toros salvajes, los más estupendos cuernos de las cabras monteses, los más vigorosos tendones de los jarretes de toro, las 55


más espléndidas cañas de los vastos cañaverales entrégalos a KotharHasis y que haga un arco para Anat, flechas para la `Pretendida de los pueblos'. Respondió la Virgen Anat: - Pide vida, ¡oh, Prócer Aqhat!, pide vida y te la daré, inmortalidad y te la otorgaré. Te haré contar años como Baal, como el/los hijo(s) de El contarás meses. Como Baal de cierto da la vida y convida, al revivido convida y le ofrece de beber, mientras entona y canta en su presencia el aedo. Yo misma también le corresponderé, daré la vida al Prócer Aqhat (...)”. Ibidem. Sin paginar. Invitación de Anat. En la ciudad de Abiluma, perteneciente al príncipe Yarhu, había una torre que ocupaba una superficie de mil acres. “(...) La Virgen Anat partió, puso entonces cara hacia el Prócer Aqhat, a través de mil acres, diez mil fanegas. Y se echó a reír la Virgen Anat, alzó su voz y exclamó: - Escucha, por favor, ¡oh, Prócer Aqhat! ¡Tú eres mi hermano y yo soy tu hermana!, mejor para ti que siete de tus `vengadores', ...... De la casa de mi padre me he escapado yo, vente tú de caza conmigo, yo te haré un hombre dichoso, ...... Yo te enseñaré a cazar... en la ciudad de Abiluma. Abiluma, la ciudad del príncipe Yarhu, cuya torre mil acres ocupa, diez mil fanegas su ciudad. ...... Yo me maquillaré... las pupilas... (Laguna de unas 20 líneas) (...)”. Ibidem. Sin paginar. Descripción del plan. “(...) Y respondió la Virgen Anat: - Hazme caso, Yatipán, y yo te haré caso a ti: te pondré como un águila en mi cinto, como un halcón en mi carcaj. Cuando se siente Aqhat a comer, el hijo de Daniel a nutrirse sobre él las águilas revolotearán, le acechará una bandada de halcones. Entre las águilas revolotearé yo misma, sobre Aqhat te colocaré. Golpéale dos veces en la mollera, tres por encima de la oreja. Derrama como un asesino su sangre, como un matarife por sus rodillas. ¡Que salga como un soplo su alma, como flema su aliento, como humo de las narices! Y así yo no dejaré vivo su vigor guerrero (...)”. APÓCRIFO. “Mitología cananea: Epopeya de Aqhat”. Traducción de G. Del Olmo Lete, Mitos y leyendas de Canaán según la tradición de Ugarit, Madrid 1981. Sin paginar. 11 diciembre, 2009. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Comunicación del plan. Medidas de longitud cananeas: el palmo y el codo. “(...) (Laguna de unas 20 líneas). 56


... romperá... a palmos, a trozos de dos codos. Partió la Virgen Anat, puso entonces cara hacia Yatipán, el guerrero devastador. Alzó su voz y exclamó: - Se ha instalado, ¡Yatipán!, el Prócer Aqhat en la ciudad de Abiluma, en Abiluma, la ciudad del Príncipe Yarhu. ¿ o es cierto que se rehace ahora Yarhu en su cuerno izquierdo, en su cuerno derecho, de la debilidad los cuernos de su cabeza? Y respondió Yatipán, el guerrero asolador: - Escucha, ¡oh, Virgen Anat! Por su arco tú le quieres herir, por sus flechas quitarle la vida. El Prócer Apuesto ha preparado toros y carneros cebones. Quédate tú en las grutas y nosotros nos camuflaremos al acecho (...)”. (48). BLAZQUEZ, J. M. Capítulo XII. Poblados y necrópolis fenicios. Publicado en: BLÁZQUEZ, J. M. & FERNÁNDEZ NIETO, J. & LOMAS, F.J. & PRESEDO, F. “Historia de España Antigua. Tomo I. Protohistoria”. Colección Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (7ª edición). Página 388. Escultura de alabastro. Anath = 0odriza de los dioses. “(…) la diosa Anath, considerada en Ugarit como la nodriza de los dioses, entronizada con el torso al descubierto, entre cabras rampantes en un marfil de la misma localidad del siglo IV a. de C., y que es la diosa típica del periodo orientalizante. Diosas entronizadas entre esfinges en el mundo semita mediterráneo se conocen varias; por ejemplo, la hallada en Haghia, Eirene (Chipre), fechada en el chipriota arcaico II y, una segunda de Solunto (Italia) y, ya en época helenística, un trono entre esfinges, con relieves en vez de la figura, consagrada a Astarté, que es la diosa representada en Galera y las anteriores procedente de Kurbat at Tayiba, en el distrito de Tiro. La estatuilla de alabastro de Galera se ha supuesto obra chipriota, o mejor de Siria, donde el alabastro era abundante (…)”. (49). BLÁZQUEZ, J. M. Capítulo XIV. El arte de influjo fenicio. Publicado en: BLAZQUEZ, J. M. Capítulo XII. Poblados y necrópolis fenicios. Publicado en: BLÁZQUEZ, J. M. & FERNÁNDEZ NIETO, J. & LOMAS, F.J. & PRESEDO, F. “Historia de España Antigua. Tomo I. Protohistoria”. Colección Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (7ª edición). Página 369. Bronces. Imágenes de dioses fenicios. AstartéTanit. Gadesh-Ashtart-Anat. “(…) Una serie de bronces que representan a dioses fenicios, han aparecido en poblados y tumbas indígenas, fuertemente influenciados por la cultura fenicia y, prueba la profunda 57


semitización de estas gentes que comerciaban con las factorías fenicias, incluso en la religión. Varios son imágenes de Astarté, la gran diosa de la fecundidad de los cananeos, los fenicios del segundo milenio, que aparece en occidente por primera vez en el citado sello de Vélez Málaga. La pieza, más antigua fechada hacia el siglo VIII a. C., o a comienzos del siglo siguiente, es un producto de importación y, se relaciona con el arte sirio-fenicio de estos siglos. Representa a la diosa fenicia Astarté, desnuda y sentada sobre un trono –que ha desaparecido-, con los pies apoyados sobre un escabel hueco, que tiene la inscripción fenicisa más antigua de Occidente: “Oferta que hicieron Baalyaton, hijo de Dommelek y, Abdibaal, hijo de Dommlek, sacerdotes oráculos, para Astarté, compañera de Tanit, porque escuchó la voz de sus palabras”. Una tumba de Cástulo (Jaén), fechada en el siglo VI a. C., ha dado un ajuar funerario en el que destacan tres figuras de Astarté que decoraban el borde de un gran caldero. Sobre la cabeza llevan un lirio egipcio. Visten túnica de manga corta; el cabello peinado como la diosa egipcia Hathor. Los prototipos de su rostro, que se parecen muchísimo a las caras de Astarté del braserillo de Huelva, hay que buscarlos en los rostros femeninos labrados en los capiteles chipriotas, con centro en kition, a finales del siglo VI a. C., que remontan a modelos egipcios, como la cabeza de Hathor, en el templo funerario egipcio de Hatshepsout, en Deir-el-Bahari. El hecho de que acompañen a la diosa caballos, indica claramente que estos bronces representan a Astarté, diosa vinculada, ya en Ugarit, a dichos animales. Los diferentes nombres que se dieron en la Península Ibérica a esta diosa, según se indicó ya, los indicó Plinio. Según este escritor latino del siglo I a. C., “Eforo y Filistides la llamaron Eritea; Timeo y Sileno, Afrodisias; los indígenas, Iuno”. El poeta latino Avieno la llama Venus marina, nombre que indica que era una diosa protectora de la navegación, como en Fenicia. En el Cerro del Berrueco se han hallado tres bronces que han salido del mismo / (Página 370) molde. Representan una figura femenina con cuatro pares de alas y el peinado de Hathor. Sobre el vientre hay un disco radiado, adornado a los lados con flores de loto. Entre las alas inferiores hay un apéndice triangular. El peinado es el típico de la diosa Hathor. La fecha de estos bronces es la segunda mitad del siglo VII a. C. Una cuarta figura ha aparecido en Cádiz, lo que probará que el centro de fabricación 58


de estas piezas fue la ciudad semita. Los prototipos de estas figuras se encuentran sobre los marfiles del fuerte de Salmanasar en imrud, fechados en la segunda mitad del siglo VIII a.C. Esta diosa es la misma que, años después, entre 425 y 385 a.C. aparece en las monedas de Biblos y Malos. La diosa del Berrueco no es Hathor, sino Gadesh-Ashtart-Anat, representada por primera vez en occidente en los cilindros y placas del segundo milenio, en el, citado cilindro-sello de Vélez-Málaga y de cuyo culto introducido por los fenicios han quedado multitud de testimonios en diversos parajes de la Península Ibérica, a ella consagrados como el Cabo de Gata, Baria, la isla de la Luna, frente a Málaga, o a la isla de San Sebastián, donde Astarté tuvo dedicada una cueva con oráculo y un templo, según se dijo ya. La diosa del Berrueco es la misma que, con varios pares de alas y con el triángulo de la abeja, se documenta en joyas etruscas del periodo orientalizante. Una imagen muy próxima a una gema de la colección Danicourt (…)”. (50). APÓCRIFO. “Mitología cananea: Epopeya de Aqhat”. Traducción de G. Del Olmo Lete, Mitos y leyendas de Canaán según la tradición de Ugarit, Madrid 1981. Sin paginar. 11 diciembre, 2009. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Teofanía de Baal. Simbología del toro = El = Padre de Baal. “(...) Y, ¡mira!, al séptimo día se acostó, sí, Baal compadecido de la miseria de Daniel, el Refaí, del quejido del Prócer Harnamí, el que no tenía hijo como sus hermanos, no descendencia como sus parientes: -¡Que pueda tener un hijo como sus hermanos y descendencia como sus parientes, el que revestido a los dioses alimenta, revestido da de beber a los santos! Bendícelo, ¡oh Toro EL!, padre mío, confórtalo, ¡oh Creador de las criaturas! Y haya un hijo suyo en su casa, descendencia en su palacio (...)”. (51). APÓCRIFO. “Mitología cananea: Epopeya de Aqhat”. Traducción de G. Del Olmo Lete, Mitos y leyendas de Canaán según la tradición de Ugarit, Madrid 1981. Sin paginar. 11 diciembre, 2009. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. El hijo ideal: pedido. Emblemática del dios familiar: cipo en el santuario de El o Baal. Comida-ofrenda al dios. “(...) que erija la estela de su dios 59


familiar, en el santuario, el cipo votivo de su gente; que de la `tierra' libere su `espíritu', del `polvo' proteja sus restos; que cierra las mandíbulas de sus detractores, expulse al que le haga algo; que le tome por la mano en su embriaguez, cargue con él cuando esté harto de vino; que consuma su ración en el templo de Baal, y su porción en el santuario de El; que revoque su tejado cuando se forme barro, lave sus vestidos cuando se ensucien (...)”. Ibidem. Sin paginar. El hijo ideal: concedido. Emblemática de El-Baal: en el edificio civil mediante una estela; en el edificio religioso mediante un cipo. “(...) Haya así un hijo suyo en su casa, descendencia en su palacio que erija la estela de su dios familiar, en el santuario el cipo votivo de tu gente; que de la `tierra' libere su espíritu, del `polvo' proteja sus restos, que cierre las mandíbulas de sus detractores, expulse al que le haga algo; que le tome por la mano en su embriaguez, cargue con él cuando esté harto de vino; que consuma su ración en el templo de Baal, y su porción en el santuario de El; que revoque su tejado cuando se forme barro, lave sus vestidos cuando se ensucien (...)”. Ibidem. Sin paginar. El hijo ideal: comunicado. Emblemática de El-Baal: en el edificio civil mediante una estela; en el edificio religioso mediante un cipo. “(...) que erija la estela de tu dios familiar, en el santuario el cipo votivo de tu gente; que de la `tierra' libere tu espíritu, del `polvo' proteja tus restos, que cierre las mandíbulas de tus detractores, expulse al que te haga algo; que te tome por la mano en tu embriaguez, cargue contigo cuando estés harto de vino; que consuma tu ración en el templo de Baal, y tu porción en el santuario de El; que revoque tu tejado cuando se forme barro, lave tus vestidos cuando se ensucien (...)”. Ibidem. Sin paginar. El hijo ideal: conseguido. Emblemática de El-Baal: en el edificio civil mediante una estela; en el edificio religioso mediante un cipo. “(...) que erija la estela de mi dios familiar, en el santuario el cipo votivo de mi gente; que de la `tierra' libere mi espíritu, del `polvo' proteja mis restos, que cierre las mandíbulas de mis detractores, expulse al que me haga algo; que me tome por la mano en mi embriaguez, de cargue conmigo cuando esté harto de vino; que consuma mi ración en el templo Baal, mi porción en el santuario de El; que revoque mi tejado cuando se forme barro, lave mis vestidos cuando se ensucien (...)”. (52). APÓCRIFO. “Mitología cananea: Epopeya de Aqhat”. Traducción de G. Del Olmo Lete, Mitos y leyendas de Canaán según la tradición de Ugarit, Madrid 1981. Sin paginar. 11 diciembre, 2009. 60


http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Escena de banquete. Comida ritual al dios cananeo Baal. Armas de caza: carcaj, arco y flechas. “(...) - Comed de toda clase de pan, bebed de toda clase de vino. Mientras comían y bebían los dioses se proporcionaron reses lechales, con un cuchillo `a la sal' filetes de cebón. Bebieron en cáliz de plata vino, en copa de oro sangre de cepas, escanciaron copa tras copa. De nuevo sirvieron los escanciadores, hicieron subir mosto... hasta que se agotó el vino elaborado. Del cinto/carcaj Aqhat tomó una flecha, quedó montado el arco, creación de Kothar (...)”. (53). APÓCRIFO. “Mitología cananea: Epopeya de Aqhat”. Traducción de G. Del Olmo Lete, Mitos y leyendas de Canaán según la tradición de Ugarit, Madrid 1981. Sin paginar. 11 diciembre, 2009. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Escena de duelo. Ritos funerarios cananeos: plañideras, lamentadoras, castigo físico. Luto de siete años. Celebración del fin del luto con un sacrificio a Baal, deidad de la Luz. “(...) Se dirigió Daniel a su casa, marchó Daniel a su palacio. Entraron en su casa plañideras, en su palacio lamentadoras, en su mansión los que se laceran la piel. Lloraron al Prócer Aqhat, derramaron lágrimas por el hijo de Daniel, el Refaí. Durante días y meses, meses y años, hasta el séptimo año, lloraron al Prócer Aqhat, derramaron lágrimas por el hijo de Daniel, el Refaí. Y entonces, a los siete años, dijo Daniel, el Refaí, replicó el Prócer Harnamí, alzó su voz y exclamó: - Marchad de mi casa, plañideras, de mi palacio, lamentadoras, de mi mansión los que se laceran la piel. Y ofreció un sacrificio a los dioses, hizo subir su ofrenda de virilidad a los cielos, la ofrenda de los Harnamíes a las estrellas. Sobre ella echó Daniel la inculpación, sobre ella echó el compromiso juramentado. A su palacio volvieron las panderetas, las castañuelas de marfil a su casa (...)”. (54). BEECHER KEYES, Nelson. “El fascinante mundo de la Biblia”. Edición castellana revisada por el Rvdo. P. Emilio del Río S. J. Colección: Biblioteca de Selecciones. Madrid. Selecciones del Reader´s Digest. 1963 (2ª edición). Página 92. Segunda parte. El pueblo dividido. 6. Israel y Judá. Baal sirio. “(…) Como quiera que el regio padre de Izébel se había criado en una atmósfera ritualista y era una adoradora devota de Baal. Este pagano “dueño” o “señor de la tierra” era también dios de la atmósfera cuyo brazo derecho arrojaba rayos encendidos, cuya voz era el 61


trueno y que, cuando rasgaba las nubes, dejaba caer sobre la sedienta tierra la lluvia vivificante. La leyenda que concierne a su muerte y resurrección tuvo fuerte atractivo para un pueblo todavía bastante primitivo y en su mayor parte agrícola. Simbólicamente muere con el fin de las “últimas lluvias” de la primavera, cuando un sol tórrido y sediento empieza a calcinar y a abrasar la tierra. Después con el comienzo de las “primeras lluvias” del otoño revive de nuevo y fertiliza otro periodo de cultivo (…)”. (55). BEECHER KEYES, Nelson. “El fascinante mundo de la Biblia”. Edición castellana revisada por el Rvdo. P. Emilio del Río S. J. Colección: Biblioteca de Selecciones. Madrid. Selecciones del Reader´s Digest. 1963 (2ª edición). Página 94. Segunda parte. El pueblo dividido. 7. Damasco, el vecino belicoso. Hadad, deidad sirio-aramea de Damasco = Baal = Rimmón Asirio. “(…) Hadad, una divinidad llamada familiarmente Baal y que era la réplica del Rimmón Asirio, ambos dioses de la lluvia y la tormenta, del trueno y del relámpago. Estos monarcas sirios o arameos eran los descendientes de los nómadas del desierto sirio que se habían abierto camino hasta las llanuras y tierras montañosas que se extienden hacia el sur desde la base del monte Hermón hasta el valle del Yarmuk (…)”.BEECHER KEYES, Nelson. “El fascinante mundo de la Biblia”. Edición castellana revisada por el Rvdo. P. Emilio del Río S. J. Colección: Biblioteca de Selecciones. Madrid. Selecciones del Reader´s Digest. 1963 (2ª edición). Página 93. Segunda parte. El pueblo dividido. 6. Israel y Judá. “(…) Baal, el dios sirio del trueno y del relámpago, según un bajorrelieve de Ugarit, en Siria (…)”. (56). SUÁREZ FERNÁNDEZ, Luís. “Eunsa. Historia Universal. Tomo I. las primeras civilizaciones”. Pamplona. Universidad de Navarra. 1979. Página 235. El restablecimiento de Asiria. Fenicia. “(…) El establecimiento de los arameos en Siria y, el repliegue de las grandes potencias permitieron a los fenicios, literalmente pueblo de las palmeras, alcanzar libertad de movimientos. Las ciudades púnicas, instaladas junto al Mediterráneo y al pie del Líbano, estaban divididas en tres grupos: el del norte, en torno a Simira; el del centro que contaba con Biblos y Sidón; el del sur que podía considerarse como un pequeño reino cuya capital era Tiro. Hubo un proceso de concentración que permitió a Sidón dominar, en el siglo X, a todas las ciudades del norte y, a Tiro alcanzar después la 62


hegemonía sobre todo el país. Los tirios conocieron el máximo de riqueza en el momento de la expansión asiria; esto les obligó a asumir la resistencia. La prosperidad mercantil de Fenicia tuvo su apoyo en la industrialización de los tejidos que obtenían un hermoso color púrpura gracias al aprovechamiento de la concha de unos moluscos, murex, que se pescaban en Creta, Siria y la costa de África. unca perdió el carácter de ser un comercio de lujo, que permitía lograr beneficios muy cuantiosos con poca carga. Los perfumes y metales preciosos compartieron muy pronto con los tejidos de púrpura el monopolio fenicio. Entre los siglos XI y X Tiro alcanzará el apogeo: su pacotilla, que servía para obtener las valiosas materias primas, aparece sembrada por todos los rincones del Mediterráneo. A este tiempo corresponde el reinado de Hiram I de Tiro, aliado y colaborador de Salomón. Cuando Israel se dividió, los fenicios permanecieron en estrechas relaciones con el reino del norte; en el siglo IX Samaría fue una de las principales ciudades de salida de estos productos púnicos. El crecimiento de la riqueza y del comercio corresponde, al / (Página 236) parecer, una evolución interior muy notable: el poder de los mercaderes, cuya inteligencia para los negocios y espíritu de empresas eran el verdadero motor de aquella prosperidad, fue en aumento. El rey quedó pronto reducido a una posición secundaria frente a los consejos que nutrían los comerciantes. Excepto a lo que se refiere a aquellos adelantos técnicos que eran susceptibles de aprovechamiento mercantil –como el alfabeto o los progresos en la construcción naval- los fenicios se mostraron discípulos espirituales de sus vecinos de Siria. Los datos que poseemos acerca de sus creencias religiosas, insuficientes para permitirnos trazar un esquema de la religión, aseguran en cambio la estrecha semejanza entre ésta y lo que sabemos de Canáan y de Siria. Entre estas creencias aparece un dios Ilu, creador y omnipotente; sus rasgos están sin embargo nublados. Lo mismo que ha sucedido en Mesapotamia, el desarrollo de los cultos locales provocó la obnubilación de las creencias fundamentales primitivas y el nacimiento en cambio de numerosos mitos que trataban de explicar las relaciones entre los dioses de cada ciudad. Una jerarquía de 63


seres divinos evolucionaba sin duda a tenor de las circunstancias políticas. El más notable de los dioses locales, Baal Hadad, que corresponde a la tempestad, era sin duda una adopción procedente del exterior (…)”. (57). GARELLI, P. & NIKIPROWETZKY, V. “El próximo oriente asiático. Los imperios mesopotámicos. Israel”. Barcelona. Editorial Labor.1981. Página 132. Israel. La dinastía de Omri y la introducción del culto a Baal: Elías y Eliseo. “(…) El advenimiento de la disnastía Omri constituyó un cambio fundamental en la historia del movimiento profético, en especial cuando el rey de Israel hubo casado a su hijo Acab con Jezabel, la hija del rey de Tiro Ithobaal. A la crisis social que minaba desde el interior el reino israelita vino a sumarse una crisis religiosa importante. La oposición de los pobres era considerada no sólo como un crimen social sino también como una falta religiosa. Además, Jezabel, la reina extranjera, adoraba no a Yahvé sino a Melqart, el Baal de Tiro y la diosa Aserah. Tras su matrimonio, y aprovechando la tolerancia de Arab siguió fiel a su relación personal. En Samaria se erigió un templo de Baal y profetas de Baal fueron acogidos en la corte. De este modo quedaba explícitamente negado el principio según el cual Yahvé era el único dios de la nación. Más aún, Jezabel intentó propagar de manera general el culto tirio, aunque al parecer sin éxito y ello debido menos a los elementos cananeos que la religión israelita había absorbido en otros tiempos y cuyo despertar siempre era de temer, que a la composición étnica del reino del norte en el que era especialmente numerosa la antigua población autóctona convertida en israelita durante el reinado de los primeros monarcas nacionales. Algunos círculos opusieron sin embargo una feroz resistencia a la que Jezabel respondió con una severa represión que alcanzó incluso a los mismos profetas, a los que contribuyó a dividir, y convirtió el yahvismo en una religión perseguida. El protagonista de la lucha a favor de Yahvé fue un profeta originario de Galaad, Elías. Encarnando las aspiraciones del campesinado provincial frente a los abusos de la civilización urbana, que en aquellos momentos se hallaba en pleno auge de Samaría, es presentado en la Escritura como un feroz defensor de Yahvé y como un continuador directo de la obra de Moisés. Después de la muerte de Acab y la desaparición de Elías, Eliseo se puso al frente del movimiento profético vinculado a los grupos de profetas que continuaban la oposición a los Omridas. El descontento / (Página 133) de estas cofradías que agrupaban a menudo a desclasados sociales se sumó al 64


descontento de que los desengaños de la guerra siroefraimita habían provocado en el ejército. Tanto es así que el golpe de estado de Jehú coincidió con las aspiraciones populares. Jonadab, jefe de los recabitas, participó en el golpe de fuerza de -842 cuyos excesos y ferocidad ponen de manifiesto los odios que la realeza había acumulado contra sí en amplios sectores de la sociedad israelita. En el plano religioso la revolución tuvo como resultado la prohibición de los cultos sirios y el restablecimiento de Yahvé como Dios de Israel. Al menos oficialmente, ya que Jehú no parecía inclinado a extirpar los ritos paganos autóctonos que continuaban agregándose a la religión de Yahvé (…)”. (58). Historia Universal. Tomo 2. La antigüedad: Egipto y Oriente Medio. El País. Madrid. Salvat Editores. 2004. Página 406-407. 0avegantes y mercaderes fenicios: Invención del alfabeto. La civilización de Ugarit. “(…) Las cuidadosas excavaciones, realizadas siguiendo los métodos más modernos, han revelado la existencia de cinco estratos sucesivos de ocupación, que demuestran que la ciudad, habitada desde el VI milenio a. C., contó ininterrumpidamente con pobladores semitas a partir del III milenio. Pero la riqueza arqueológica, no es la misma en todos los estratos, lo que quiere decir que la reconstrucción de la realidad histórica de la localidad no puede hacerse con la misma abundancia de detalles en todos sus momentos. El periodo más importante corresponde aproximadamente a los dos siglos que median entre los años 1550 y 1360 a. de C., fecha en que un terremoto y un vasto incendio interrumpieron el florecimiento de la ciudad. Reconstruida más tarde, gozó de nueva prosperidad hasta que los pueblos del mar la destruyeron definitivamente hacia el año 1200 a. de C. Ugarit fue uno de los más notables de los muchos emporios comerciales de la costa fenicia, una ciudad cosmopolita regida por semitas, pero en la que vivían o acudían temporalmente comerciantes y artesanos procedentes de las islas griegas del Egeo, de Chipre y de toda el Asia Anterior, que contribuyeron a hacer de ella un importante centro internacional del comercio de la madera y, sobre todo, de la púrpura, el precioso material tintóreo extraído de un molusco. Entre los principales restos sacados a la luz por las piquetas de los arqueólogos figuran dos templos dedicados, respectivamente, a los dioses del panteón “fenicio” Baal y Dagón, así como la casa del sumo sacerdote, 65


la biblioteca del templo y un hermoso palacio real, cuyas columnas tenían las basas parcialmente recubiertas de plata (…)”. (59). SAN JERÓNIMO. “El libro de los nombres hebreos. Diccionario de los nombres bíblicos”. Colección: Biblioteca esotérica. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2002 (1ª edición: mayo). Página 51. Libros del Antiguo Testamento. 0úmeros. Baal. “(…) Baal. Que posee, o bien, varón (…)”. Ibidem. Página 61. Libros del Antiguo Testamento. Josué. Baal. “(…) Baal. Que posee (…)”. (60). GUIRAO, P. “El enigma de los mapas de Piri Reis. Detallados mapas de Sudamérica y la Antártida anteriores al siglo III a .JC”. Colección enigmas. Barcelona. Libroexpres.1980. Página 115. VI. ¿Olmecas o fenicios? Dioses fenicio-cartagineses =Baal y Tanit. “(…) Gerhard Herm, en Los fenicios (Ediciones Destino, 1976), nos explica: “Cartagineses y cartaginesas importantes se llamaron Asdrúbal (ayudado por Baal), Aníbal (amado de Baal)”. Y poco más adelante nos dice: “Y de Astarté, el modelo de Afrodita, salió la más altiva, importante y majestuosa Tanit, llamada también Tanit pene Baal, Tanit la faz de Baal”(…)”. (61). SAN JERÓNIMO. “El libro de los nombres hebreos. Diccionario de los nombres bíblicos”. Colección: Biblioteca esotérica. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2002 (1ª edición: mayo). Página 69. Libros del Antiguo Testamento. Jueces. Dagon “(…) Dagón. Pez de tristeza (…)”. (62). SUÁREZ FERNÁNDEZ, Luís. “Eunsa. Historia Universal. Tomo I. las primeras civilizaciones”. Pamplona. Universidad de Navarra. 1979. Página 235. El restablecimiento de Asiria. Fenicia. “(…) Otros dioses, como Aliyan, el de los pozos, Dagon, el del trigo que encontramos también en Palestina, o Mot, de la cosecha, son claramente importaciones de las zonas agrarias del interior. Es muy poco más lo que puede decirse de este tema, ya que los conocimientos que poseemos proceden todos de épocas muy tardías a través de textos helenísticos y romanos. Es imposible decantar dichos textos para llegar a saber cuáles eran antiguos y cuáles más recientes. Estamos casi seguros, por ejemplo, de que Adonis (que significa mi señor y es la misma raíz del hebreo Adonai) es el resultado de fundir enu no a Alyan con Mot, convirtiéndose luego en el dios muerto y resucitado, símbolo de la vegetación, cuyo origen parece estar muy lejos de Fenicia. 66


Melkart, el dios de Tiro, fue en principio una hipóstasis de Ilu y, al mismo tiempo, señor de la ciudad, como significa su nombre. Astarté, que los griegos identifican con Venus, significa la resurrección y la vida (…)”. (63). Historia Universal. Tomo 2. La antigüedad: Egipto y Oriente Medio. El País. Madrid. Salvat Editores. 2004. Página 406-407. 0avegantes y mercaderes fenicios: Invención del alfabeto. La civilización de Ugarit. “(…) Las cuidadosas excavaciones, realizadas siguiendo los métodos más modernos, han revelado la existencia de cinco estratos sucesivos de ocupación, que demuestran que la ciudad, habitada desde el VI milenio a. C., contó ininterrumpidamente con pobladores semitas a partir del III milenio. Pero la riqueza arqueológica, no es la misma en todos los estratos, lo que quiere decir que la reconstrucción de la realidad histórica de la localidad no puede hacerse con la misma abundancia de detalles en todos sus momentos. El periodo más importante corresponde aproximadamente a los dos siglos que median entre los años 1550 y 1360 a. de C., fecha en que un terremoto y un vasto incendio interrumpieron el florecimiento de la ciudad. Reconstruida más tarde, gozó de nueva prosperidad hasta que los pueblos del mar la destruyeron definitivamente hacia el año 1200 a. de C. Ugarit fue uno de los más notables de los muchos emporios comerciales de la costa fenicia, una ciudad cosmopolita regida por semitas, pero en la que vivían o acudían temporalmente comerciantes y artesanos procedentes de las islas griegas del Egeo, de Chipre y de toda el Asia Anterior, que contribuyeron a hacer de ella un importante centro internacional del comercio de la madera y, sobre todo, de la púrpura, el precioso material tintóreo extraído de un molusco. Entre los principales restos sacados a la luz por las piquetas de los arqueólogos figuran dos templos dedicados, respectivamente, a los dioses del panteón “fenicio” Baal y Dagón, así como la casa del sumo sacerdote, la biblioteca del templo y un hermoso palacio real, cuyas columnas tenían las basas parcialmente recubiertas de plata (…)”. (64). SAN JERÓNIMO. “El libro de los nombres hebreos. Diccionario de los nombres bíblicos”. Colección: Biblioteca esotérica. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2002 (1ª edición: mayo). Página 61. Libros del

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Antiguo Testamento. Josué. Betdagon. “(…) Betdagon. Casa del trigo (…)”. (65). GUIRAO, P. “El enigma de los mapas de Piri Reis. Detallados mapas de Sudamérica y la Antártida anteriores al siglo III a .JC”. Colección enigmas. Barcelona. Libroexpres.1980. Página 114. VI. ¿Olmecas o fenicios? Dioses fenicios. “(…) Melqart, que era el dios adorado por los tirios. Aclaremos, de paso, que el panteón fenicio se componía de algo así como una tríada o Santísima Trinidad que se adoraba tanto en Biblos como en Tiro, Sidón, Arvad o Ugarit. El principal era el dios padre llamado El, al que los griegos identificaron con Cronos. A él acompañaba Asera o Astarté y, les seguía el hijo de ambos, llamado Baal, pero al que los giblitas, o sea los naturales de Biblos, dieron el nombre de Adón, Adoni y, los griegos, más tarde, llamaron Adonis (…)”. (66). Historia Universal. Tomo 2. La antigüedad: Egipto y Oriente Medio. El País. Madrid. Salvat Editores. 2004. Página 413. “(…) De toda su historia sólo nos han llegado, como un eco lejano, los párrafos que Eusebio copia del libro que, a su vez, Filón compiló en griego de los originales semíticos. El siguiente fragmento es de Filón: “En el principio fue un caos oscuro y tempestuoso, sin límites y de infinita duración. Tiempo después, este aire se enamoró de ciertos principios elementales de sí mismo y se realizó una unión que fue el origen de la creación de todas las cosas. Pero aunque no hubo intención consciente de este acto creador, con su abrazo el viento engendró lo que unos llaman fermento, otros putrefacción y, de esta salieron las semillas de lo creado y la generación del universo…”. La mitología y la cosmografía de los primitivos fenicios se fueron aclarando después del hallazgo de un sinnúmero de tablillas cuneiformes en las excavaciones de una ciudad de la costa llamada Ras Shamra y que los antiguos llamaban Ugarit. Como las tablillas no forman un cuerpo organizado de doctrina ni pueden ponerse en serie cronológica, no sirven para establecer los fundamentos de la religión fenicia hacia el año 2000, que es la época de Ras Shamra / (Página 414) pero ya podemos decir que era muy distinta de la divulgada por Filón.

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En las tablillas de Ras Shamra encontraremos preces, imprecaciones y conjuros a divinidades que después se convertirán en los Baalims y Astartés fenicios. Aunque no hay manera todavía de establecer una jerarquía celeste ni fijar la participación de cada uno de los dioses en el régimen del bien y el mal en la Creación, o dicho de otro modo, no podemos concretar hoy por hoy “el sistema del mundo” fenicio, las tablillas de Ras Shamra permiten creer que se podrá sistematizar su mitología prehistórica. Los fenicios llegaron a la costa oriental del Mediterráneo con el gran movimiento de pueblos que trajo a los semitas a Canáan, hacia el año 2400 a. de C. Hablaban una lengua semítica muy poco diferenciada de la de los cananeos y sin ningún vestigio de otro lenguaje anterior. La Biblia, en el Génesis, llama a fenicia el primogénito de Canáan. Sin embargo, una tradición, confirmada por las excavaciones, supone que la más antigua / (Página 415) ciudad fenicia fue Biblos o Gebal. Los nombres de sus principales ciudades son semíticos: Sidón, por ejemplo, quiere decir “pesquería”; Tiro viene de la palabra fenicia Tsor, que quiere decir “roca”. Los fenicios se consideraban originarios de golfo Pérsico, donde habitaban aún los descendientes de sus antepasados y, los generales de Alejandro encontraron unas islas, llamadas de Tylo, en Oriente, que creyeron que eran el lugar de donde procedían los fenicios. Pero lo más probable es que los generales y exploradores de Alejandro se equivocaran, del mismo modo que los conquistadores españoles creían encontrar en América a los descendientes de los visigodos que se escaparon por mar a la llegada de los árabes a España. Sea cual fuere su origen, los fenicios se identificaron de tal manera con los otros pueblos semíticos / (Página 416) que les rodeaban por el orte, por el este y por el Sur, que en realidad pueden considerarse como pueblo semítico sin vacilación. Se comprende que en su emigración debían de ir divididos en tribus o familias, como los judíos. Al llegar a la costa, en vez de dedicarse, como otros semitas del interior, al pastoreo, se lanzaron a la pesca y poco a poco llegaron a ser maestros en el arte de la navegación; pero no teniendo que defenderse de enemigos interiores (porque el Líbano los protegía suficientemente), conservaron su organización en tribus, más o menos disimulada bajo la forma de monarquías locales o repúblicas municipales. Las ciudades fenicias eran, 69


pues, otra forma de la tribu; nunca se congregaron para constituir un estado y, así puede decirse que Fenicia nunca tuvo capital. Aunque Biblos traficó desde el principio con los egipcios, los primeros en comprender navegaciones de altura fueron los sidonios, pues así la Biblia como Homero dan aún el nombre de sidonios a los fenicios en general. (…) / (Página 417) La ciudad antigua de Sidón (Saida, en el Líbano) estaba situada en una lengua de tierra, cuyos suburbios se extendían por el llano vecino y, eran famosos sus cultivos y jardines. El puerto estaba formado por una línea de arrecifes que hoy dificultan más que ayudan a la navegación. Tiro estaba en una isla, distante poco más de medio kilómetro de la costa (cuarenta pasos dice Plinio).Como faltaba espacio en Tiro, dice Estrabón que las casas eran muy altas y tenían más pisos que las de Roma. Además del agua de las cisternas, sus habitantes bebían el agua que les llevaban en botes desde tierra firme. Tiro tenía dos puertos, uno al orte, que todavía subsiste, llamado puerto sidonio y, otro al Sur, el puerto egipcio, cegado hoy por las arenas. Una gran parte de la isla la ocupaba el templo de Hércules-Melkart, que era un vasto recinto donde, además de los lugares para el culto, debía de haber edificios para la administración civil y la justicia, algo así como las lonjas de mar de la Edad Media. El nombre de Hércules-Melkart es el que le daban los griegos / (Página 418); los fenicios le llamaban Melkart-Baal-Tsor, o sea Melkart-el-señorde-Tiro. La Biblia le llama Moloch. Melkart debía favorecer la navegación y el comercio; por esto los griegos lo identificaron con el aventurero y cosmopolita Hércules. Pero Melkart empezó como un Baal semita; las colonias le enviaron presentes y los navegantes apresuraban su viaje para llegar a tiempo a las grandes fiestas que cada año se celebraban en Tiro en su honor. Para contentarle, sus devotos tenían que sacrificarle lo que más estimaban, generalmente sus primogénitos. Las ciudades fenicias se gobernaban por un consejo de ancianos que delegaba su autoridad en varios de ellos, llamados sufetes o magistrados. A veces una familia conseguía imponer una especie de dictadura por algún tiempo y, como en Venecia más tarde, durante varias generaciones las suprema magistratura pasaba de padres a hijos. Esto despertaba celos y se formaba una oposición, que con el tiempo hacía pasar el mando a la

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familia rival. Así por lo menos ocurría en Cartago, una colonia de Tiro cuya historia y administración conocemos mejor (…)”. (67). BLÁZQUEZ, J. M. Capítulo XI. Los fenicios en la Península Ibérica. BLÁZQUEZ, J. M. & FERNÁNDEZ NIETO, J. & LOMAS, F.J. & PRESEDO, F. “Historia de España Antigua. Tomo I. Protohistoria”. Colección Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (7ª edición). Página 278. Testimonios más antiguos de la presencia fenicia en occidente. Fundación de Cádiz (1100 a.C.). Sacrificios. “(…) Diodoro de Sicilia, historiador griego contemporáneo de Augusto, escribe sobre el particular (…) así como un suntuoso templo dedicado a Herakles, e introdujeron magníficos sacrificios celebrados a la manera fenicia”. Estrabón, por su parte, afirma que (…) “Las primeras noticias (del Occidente) fueron debidas a los fenicios, que dueños de la mayor parte de Iberia, desde antes de la época de Homero (…)”. (68). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou. S. J. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Libro II. Euterpe. Sacrificio no consumado, de Hércules junto al altar, como víctima sagrada por los egipcios. “(...) XLV. Entre las historias que nos refieren los griegos a modo de conseja, puedo contar aquella fábula simple y, desatinada que en estos términos nos encajan: que los egipcios, apoderados de Hércules que por allí transitaba, le coronaron cual víctima sagrada, y le llevaban con grande pompa y solemnidad para que fuese a Júpiter inmolado, mientras él permanecía quieto y sosegado como un cordero, hasta que al ir a recibir el último golpe junto al altar, usando el valiente de todo su brío y denuedo, pasó a cuchillo toda aquella cohorte de extranjeros. Los que así se expresan, a mi entender, ignoran en verdad de todo punto lo que son los egipcios, y desconocen sus leyes y sus costumbres. Díganme, pues: ¿cómo los egipcios intentarían sacrificar una víctima humana cuando ni matar a los brutos mismos les permite su religión, exceptuando a los cerdos, gansos, bueyes o novillos, y aun éstos con prueba que debe preceder y seguridad de su pureza? ¿Y cabe además que Hércules solo, Hércules todavía mortal, que por mortal lo dan los griegos en aquella ocasión, pudiera con la fuerza de su brazo acabar con tanta muchedumbre de egipcios? Pero silencio ya: y lo dicho, según deseo, sea dicho con perdón y benevolencia así de los dioses como de los héroes (...)”. (69). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve Libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou, S.J. Sin paginar. 71


http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Libro II. Euterpe. Culto a Hércules en Tiro (Fenicia). Cronología: 2300 años desde la fundación de la primera Tiro. Hércules = Tasio. Culto a Hércules-Tasio en Taso (Fenicia). Cronología: 5 generaciones antes del nacimiento de Hércules, hijo de Anfitrión (Grecia). Culto a Hércules mítico en Grecia. Y culto a Hércules Olímpico en Grecia. “(...) XLIV. Queriendo yo cerciorarme de esta materia donde quiera me fuese dable, y habiendo oído que en Tiro de Fenicia había un templo a Hércules dedicado, emprendí viaje para aquel punto. Lo vi, pues, ricamente adornado de copiosos donativos, y entre ellos dos vistosas columnas, una de oro acendrado en copela, otra de esmeralda, que de noche en gran manera resplandecía. Entré en plática con los sacerdotes de aquel dios, y preguntándoles desde cuando fue su templo erigido, hallé que tampoco iban acordes con los griegos acerca de Hércules, pues decían que aquel templo había sido fundado al mismo tiempo que la ciudad, y no contaban menos de 2.300 años desde la fundación primera de Tiro. Allí mismo vi adorar a Hércules en otro edificio con el sobrenombre de Tasio, lo que me incitó a pasar a Taso, donde igualmente encontré un templo de aquel dios, fundado por los fenicios, que navegando en busca de Europa edificaron la ciudad de Taso, suceso anterior en cinco [50] generaciones al nacimiento en Grecia de Hércules, hijo de Anfitrión. Todas estas averiguaciones prueban con evidencia que es Hércules uno de los dioses antiguos, y que aciertan aquellos griegos que conservan dos especies de heraclios o templos de Hércules, en uno de los cuales sacrifican a Hércules el Olímpico como dios inmortal, y en el otro celebran sus honores aniversarios como los del héroe o semidios (...)”. (70). Historia Universal. Tomo 2. La antigüedad: Egipto y Oriente Medio. El País. Madrid. Salvat Editores. 2004. Página 442. Tamuz = Adonis. “(…) ya hemos dicho al empezar que la primitiva religión de los fenicios no podía organizarse, hoy por hoy, en una teología o sistema del mundo creado y dirigido por dioses, pero que se preveía que los mitos se concretaban en la pareja de Baal y Astarté, el primero, dios de la vegetación y, la segunda, diosa de la reproducción. Al final de la historia nacional de los fenicios, antes de romanizarse, la pareja se unificó en una Astarté, madre y consorte de su hijo Tamuz, que es el que llamamos Adonis.

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La influencia que ejerció en el mundo el culto de Astarté y Tamuz, o Venus y Adonis, fue enorme en la época romana. Los adeptos hacían sacrificio de su masculinidad para poder consagrarse más intensamente a la devoción de Adonis. Éste era, como su padre-madre, dios de la vegetación. Moría cada año al empezar el invierno y renacía en primavera. Las fiestas de Venus y Adonis se celebraban con todo esplendor en Biblos de Fenicia, pero se imitaban en pequeña escala en todas las colonias. Eran manifestaciones ruidosas de consagración. Las fiestas de Venus y Adonis continuaron celebrándose hasta el siglo III de nuestra era. En Sevilla dos vendedoras de cacharros cristianas fueron martirizadas y, son las santas patronas de la ciudad, porque no quisieron participar en los cultos de Adonis. En Fenicia, país montañoso y árido, el reaparecer de la vegetación era un milagro; por esto las fuentes que conducían a este renacer eran lugares santos de la pasión de Adonis (…)”.BLÁQUEZ, J. M. Capítulo XIX. Religión fenicia y púnica. BLAZQUEZ, J. M. Capítulo XII. Poblados y necrópolis fenicios. Publicado en: BLÁZQUEZ, J. M. & FERNÁNDEZ NIETO, J. & LOMAS, F.J. & PRESEDO, F. “Historia de España Antigua. Tomo I. Protohistoria”. Colección Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (7ª edición). Página 520. Culto de Adonis = Eshmun = mi señor. “(…) Adonis era uno de los grandes dioses de Biblos. Su nombre significa “mi señor”. (…) En Sidón era una deidad muy importante Eshmun, venerado también en Cartago Dova, que, por sus funciones y por su naturaleza, correspondía a Adonis (…)”. (71). BEECHER KEYES, Nelson. “El fascinante mundo de la Biblia”. Edición castellana revisada por el Rvdo. P. Emilio del Río S. J. Colección: Biblioteca de Selecciones. Madrid. Selecciones del Reader´s Digest. 1963 (2ª edición). Página 51. Primera parte. La luz de la Tierra prometida. Culto a Astarte en Canáan, siglo IX a. C. “(…) Figurita de Astarté, diosa de la fertilidad, del siglo IX antes de Cristo, cuyo culto atrajo tanto a los israelitas en Canáan durante siglos (…)”. (72). BEECHER KEYES, Nelson. “El fascinante mundo de la Biblia”. Edición castellana revisada por el Rvdo. P. Emilio del Río S. J. Colección: Biblioteca de Selecciones. Madrid. Selecciones del Reader´s Digest. 1963 (2ª edición). Página 92. Segunda parte. El pueblo dividido. 6. Israel y Judá. Baal, Aserá y Astarté = símbolos fenicios del sexo y la fertilidad. 73


“(…) La adoración a Baal tenía un ritual impresionante y lleno de colorido que se desarrollaba en templos recargados de ornamentos de estilo fenicio y probablemente acompañados por lo que en aquellos días resultaba ser una música excitante. Esta deidad así como los símbolos fenicios del sexo y de la fertilidad que eran las diosas Aserá y Astarté, producían una profunda impresión mística a muchos israelitas de ambos reinos del orte y del Sur (…)”. (73). BEECHER KEYES, Nelson. “El fascinante mundo de la Biblia”. Edición castellana revisada por el Rvdo. P. Emilio del Río S. J. Colección: Biblioteca de Selecciones. Madrid. Selecciones del Reader´s Digest. 1963 (2ª edición). Página 92. Segunda parte. El pueblo dividido. 6. Israel y Judá. Asera = Bosque sagrado. Persecución y muerte sacerdotes de Yahvéh. “(…) Para complacer a su reina que lo dominaba tan fácilmente, Ajab construyó un santuario para Baal en Samaría a la vez que en algún lugar muy cercano dispuso un “Aserá” o “bosque sagrado”. (…) Por si fuera poco Izébel reformó las Leyes por su cuenta y declaró la guerra a los sacerdotes de Yahvéh, los persiguió y mató a todos los que cayeron en sus manos (…)”. (74). GUIRAO, P. “El enigma de los mapas de Piri Reis. Detallados mapas de Sudamérica y la Antártida anteriores al siglo III a .JC”. Colección enigmas. Barcelona. Libroexpres.1980. Página 114. VI. ¿Olmecas o fenicios? Dioses fenicios. “(…) Añadamos que Aserá o Astarté no era una diosa auténticamente fenicia, sino una divinidad vinculada con otras deidades anteriores del Próximo Oriente. Así, se la identificaba con la Innu de los sumerios, la Ishtar de asirios y babilonios y con la Isis de los egipcios. Y Baal-Adon-Asmun-Melqart era una deidad que…¡moría y resucitaba cada año!(…)”. (75). SAN JERÓNIMO. “El libro de los nombres hebreos. Diccionario de los nombres bíblicos”. Colección: Biblioteca esotérica. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2002 (1ª edición: mayo). Página 77. Libros del Antiguo Testamento. II de Samuel. Aserai “(…) Aserai (Esdrai). Mi atrio o vestíbulo (…)”. Ibidem. Página 57. Libros del Antiguo Testamento. Deuteronomio. Aserot. “(…) Aserot. Atrios o vestíbulos. Felicidades (…)”.

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(76). SAN JERÓNIMO. “El libro de los nombres hebreos. Diccionario de los nombres bíblicos”. Colección: Biblioteca esotérica. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2002 (1ª edición: mayo). Página 61. Libros del Antiguo Testamento. Josué. Astarten. “(…) Astarten. Obra supérflua (…)”. (77). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve Libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou, S.J. Sin paginar. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Libro IV. Melpómene. Geografía de los pueblos Libios (de Oeste a Este): Ahúses = Auza o Anzate, fundada por Itibal, rey de Tiro. Habitaban en las orillas de la laguna Tritónida. Culto a Minerva-Atenea. Minerva: hija de 0eptuno y de Tritónida, adoptada por Júpiter que se la apropió por hija. “(...) CLXXX. Son fronterizos de los Maclíes los Ahúses [124], pues ambos habitaban en las orillas de la laguna Tritónida divididos entre sí por el río Triton. Los Maclíes se dejan crecer el pelo en la parte posterior de la cabeza, y los Ausées en la parte anterior de ella. Las doncellas del país hacen todos los años una fiesta a Minerva, en la cual, repartidas en dos bandas, hacen sus escaramuzas a pedradas y a garrotazos, y dicen que practican aquellas ceremonias, propias de su nación, en honra de aquella diosa su paisana a la cual llamamos Atenea. Tienen creído que las doncellas que mueren de aquellas heridas, no lo eran más que las madres que las parieron, y así las llaman las falsas vírgenes. Antes de dar fin a aquel combate, cogen siempre a la doncella que por votos de todas se ha portado mejor en el choque; ármanla con un capacete corintio y con un arnés griego, y puesta encima de un carro llévanla en triunfo alrededor de la laguna. Ignoro con qué armadura adornasen a sus doncellas antes de tener por vecinos a los griegos, si bien me inclino a pensar que con la armadura egipcia, pues siento y digo que los griegos tomaron de los egipcios el yelmo y el escudo. Por lo que toca a Minerva, dicen ellos que fue hija de Deptuno y de la laguna Tritónida, pero que enojada por cierto motivo contra su padre se entregó a Júpiter, el cual se la apropió por hija: así lo cuentan al menos. Estos pueblos, sin cohabitar particularmente con sus mujeres, usan no sólo promiscuamente de todas, sino que se juntan con ellas en público, como suelen las bestias. Después que los niños han crecido algo en poder de sus madres, se juntan en un lugar los hombres cada tercer mes, y allí se dice que tal niño es hijo de aquel a quien más se asemeja (...)”. (78). BLÁQUEZ, J. M. Capítulo XIX. Religión fenicia y púnica. BLAZQUEZ, J. M. Capítulo XII. Poblados y necrópolis fenicios. Publicado en: BLÁZQUEZ, J. M. & FERNÁNDEZ NIETO, J. & LOMAS, F.J. & PRESEDO, F. “Historia de España Antigua. Tomo I. 75


Protohistoria”. Colección Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (7ª edición). Página 517. El panteón cartaginés. Moloch = Kronos griego. Astarté = Minerva. Gad = Bes = Hércules Egipcio. Eshmun = Asklepios = Esculapio = Imhotep. Baal Hammón = Toro = Disco solar, pareja de Tanit = Iunoni = Luna. Pumay chipriota = Pigmalión griego = AdonisEshmun. Reshef-Melqart = Apolo = dios guerrero = dios del rayo. Reshef-Gad-Bes. Poseidón griego = Yam cartaginés. Ptah-Isis-0efty. “(…) Cartago ova contaba con colinas dedicada a varios dioses, típicamente semitas, como se señaló ya, en las que, seguramente, había templos o recintos sagrados al aire libre, a ellos consagrados. Estas eran las de Moloch, el Kronos griego, la de Eshmun, equivalente al Asclepios de los griegos y al Esculapio de los romanos y la de un Baal metalúrgico, equivalente al Hefaistos de los griegos, también representado en monedas de Malaca. Por Plinio se tiene noticia de un cabo consagrado a Baal Hammón, dios de carácter solar, que es el Cabo de Palos. Se le representa como un anciano, barbudo, como figura en las monedas de Lixus y de Malaca, donde recibía culto también su asociada Tanit. En esta ciudad existió muy probablemente, un templo dedicado a Baal Hammón, dios de carácter solar representado en las monedas con el título SMS, Sol, que alude al carácter del dios. Estrabón y Avieno mencionan una isla, la de León, ceca de Gades, consagrada a Baal Hammón. Estrabón recoge también la noticia de la existencia de un santuario de este dios en el cabo de San Vicente. El símbolo de este dios es el toro y el disco solar. En las monedas de Sexi, frente al símbolo lunar / (Página 518) de Tanit, se colocó un círculo con rayos, que alude a Baal Hammón, al igual que en las monedas de Bailo, en las que con frecuencia aparece el toro. El mismo disco solar se repite en las acuñaciones de Malaca, en series distintas de las de Tanit. En opinión de Solá Solé en Ibiza se debió venerar también Baal Hammón, ya que el símbolo del toro se encuentra en algunas monedas. Baal Sagón, por lo menos desde el siglo VI a. C., recibió culto en un santuario, cerca de la desembocadura del Guadalquivir. Su nombre significa Baal de Monte Sagón; es un dios bien conocido en los textos de Ugarit y del Antiguo Testamento. El Zeus Karios de Filón de Biblos es idéntico, seguramente, al Baal Sagón. 76


El nombre de Astarté, la Minerva de los romanos, ya citada en textos de Ugarit, se lee, como teóforo, “el protegido de Astarté”, en una estela sepulcral de Villaricos. (…) El culto a Eshmun, además de en Cartago ova está atestiguado en un teóforo e Es Cuyram, bajo la forma “el criado de Eshmun”. (…) El dios de los chipriotas Pumay, Pigmalión, para los griegos, se veneraba en el Herakleion de Gades, según indicación de Filóstrato, estaba asimilado a Adonis-Eshmun. Todos estos dioses están documentados en el panteón cartaginés. Dos inscripciones de Ibiza citan a otros dos dioses nuevos en el culto cartaginés. Son Reshef-Melqart, que es el dios que Almagro propone recientemente que representan el guerrero. (…) Este dios es el equivalente del Apolo de los griegos y en Ibiza se empareja con Melkart, asociaciones corrientes en el Mundo Semita. Es el dios del rayo, con el que aparece como símbolo. Es un dios de carácter guerrero, por eso lleva también como atributos el hacha, el escudo y la lanza. Su patria era Siria. Le tributaron culto ya los fenicios, los arameos y los egipcios, éstos últimos a partir del imperio Duevo (…). Su titulatura en Egipto “el gran dios, el señor de la eternidad, el príncipe de todo lo eterno, el señor de la doble fuerza entre la compañía de los dioses, el gran dios, señor del cielo, gobernador de los dioses”. (…) El otro dios mencionado en compañía de Reshef en Ibiza es Gad, citado en el profeta Isaías, que es el destino. En la placa de es Cuyram, la presencia del artículo parece indicar un espíritu, un daimon tutelar, que en el caso de Ibiza sería Bes, que fue considerado entre los fenicios y cartagineses como un fetiche. (…) / (Página 519) Poseidón griego, Yam, venerado en Cartago. Tanit, la gran diosa de la vegetación, de carácter lunar, fue venerada tanto por los semitas como por los indígenas en la Península Ibérica. Su nombre se lee en la placa de Es Cuyram, recibía el título frecuentemente de “Tanit, faz de Baal”. Su símbolo era el creciente lunar, con círculo o punto en su parte cóncava. (…) Su imagen como faz de Baal” (…) se representó un busto, con rayos, rodeaba la cabeza de largos cabellos y con los senos muy marcados. (…) Esta misma diosa llamada Venus marina por Avieno, también recibe culto en Sagunto. Imágenes indígenas de esta diosa son, probablemente, 77


las damas de baza y de Elche, la del tesoro de Santiago de la Espada y,las varias, pintadas, sobre la cerámica de Illici, rodeadas de sus símbolos, de origen mental. En Elche tenía Tanit un templo según testimonio de las monedas, donde se lee el epígrafe Iunoni. Todas estas imágenes prueban que su culto se propagó mucho entre los indígenas. Se la veneraba con danzas rituales, de las que queda constancia en la cerámica illicitana. La gran Diosa Mare está representada en una terracota de Alcoy, que prueba también la existencia de estas danzas rituales. A Tanit estaba consagrado el santuario de Es Cuyram; las terracotas aladas recogidas en el templo son imágenes de la diosa. Las diosas entronizadas de Villaricos y de Ibiza son, probablemente, imágenes de Tanit, al igual que las damas con pandero de Ibiza. Dos imágenes del dios, egipcio en origen Ptah, se han hallado en Cádiz; también aparece en Ibiza. En la primera ciudad va a acompañado de otras dos diosas egipcias, Isis y Defty. Mitos orientales trajeron los fenicios, así el de Gilgamés. (…) Los fenicios introdujeron una serie de animales fantásticos, que gozaron de gran aceptación entre los indígenas, como el grifo (…) las esfinges (…) el árbol de la vida (…) los amuletos de varios tipos. (…) Objetos de culto de la procedencia semita fueron utilizados por las poblaciones nativas, como los thymiateria. (…) Como ya se ha indicado, el ritual funerario fue copiado de los semitas por los indígenas y es de creer que con ellos se infiltrasen las ideas semitas sobre ultratumba, al igual que las danzas fúnebres que se documentan en las estelas de Córdoba y de Ciudad real, el simbolismo funerario del espejo (La Aliseda, etc) y de la lira (estela aragonesa). / (Página 520) (…) Dioses griegos como Dionisos, al igual que sátiros y silenos, fueron venerados entre los punicos de Ibiza, donde la Gorgona gozó de gran aceptación, con carácter apotropaico (…)”. (79). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve libros de Historia”. Traducción Bartolomé Pou. S. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Libro Euterpe. Reinado de Proteo: Rapto de Helena. Proteo-Cetes era mago. “(...) CXII. A esto monarca dan por sucesor en el trono a

la J. II. un un 78


ciudadano de Menfis, cuyo nombre griego es Proteo [87], que tiene actualmente en aquella ciudad un templo y bosque religioso muy bello y adornado, alrededor del cual tienen su casa los fenicios de Tiro, circunstancia por que se llama aquel lugar el campo de los fenicios. Dentro de este recinto sagrado hállase también un templo que tiene el nombre de Venus la huéspeda, y que creo, a no engañarme, será Helena, hija de Tíndaro, pues según he oído decir estuvo Helena en el palacio de Proteo, y no hay además otro templo de los delicados a Venus que llevo el renombre de huéspeda o de peregrina (...)”. (80). PARPAL i MARQUÉS, Cosme. “Monumentos megalíticos de Menorca”. Publicado en: LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 1. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Página 131. Taulas. “(…) Porque no hay duda que estos monumentos eran aras de sacrificio situadas junto a los templos, habitaciones o sepulcros, pues las regiones primitivas hermanaban el respeto a los muertos con el culto a sus dioses, que podían y solían ser domésticos. En esto no hay discrepancia por parte de los autores; todos creen que las taulas eran altares y, la imaginación las concibe llenas de frutos o regadas por sangre de animales y aún de los mismos hombres (…)”. (81). BLÁZQUEZ, J. M. Capítulo XVI. Colonización cartaginesa en la Península Ibérica. BLAZQUEZ, J. M. Capítulo XII. Poblados y necrópolis fenicios. Publicado en: BLÁZQUEZ, J. M. & FERNÁNDEZ NIETO, J. & LOMAS, F.J. & PRESEDO, F. “Historia de España Antigua. Tomo I. Protohistoria”. Colección Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (7ª edición). Página 443. Influjo púnico en el Levante ibérico, 509-237 a. C. Influencia púnica en la escultura, la cerámica, la coroplastia y la religión ibérica. Sacrificios de niños a Moloch. “(…) Hasta el momento presente no han aparecido testimonios en la Península Ibérica de sacrificios de niños quemados en honor de Moloch, ritual típicamente fenicio, atestiguado en Cartago, Sfax y Soussa en África y, recientemente en las colonias de Motya, Monte Sirai, Sulcis, Tharros y de Dora, etc.; ritual contra el que predicaron los profetas de Israel como Jeremías: “Y se hicieron los altos de Tofet, que está en el valle de benjinon, para quemar allí sus hijos y sus hijas, cosa que ni yo les mandé, ni pasó siquiera por mi pensamiento”. Se cita este sacrificio de niños a la divinidad en el libro de los Reyes. A este ritual aluden también los escritores de época romana A. Ramos Folques, sin embargo, ha propuesto la hipótesis de que hay huellas 79


de tales sacrificios en La Alcudia de Elche (…). / (Página 444) Los iberos y los vetones asimilaron los rituales propios de las gentes del Sur, éstas habían recibido de los colonos fenicios asentados en la costa. Sin embargo, una semitización profunda, no se dio ni entre íberos, ni entre otros pueblos. De la influencia púnica en la sociedad, en la economía y en las formas políticas de gobierno de los íberos no se sabe nada por el momento (…)”. (82). ARMSTRONG, John. “Historia de la isla de Menorca”. Publicado en: LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 1. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Página 54. Carta XVI. Menorca, 4 abril, 1742. “(…) De la descripción que le he dado, se que podrá concluir que este conjunto de dos piedras compone lo que fue propiamente el Altar Pagano, a cuyo uso se adapta perfectamente su forma y ubicación. La piedra plana era apropiada para llevar a cabo el sacrificio sobre ella, aunque, como se hallaba entre once y doce pies sobre el nivel del suelo, tenía una altura inconveniente para que el sacerdote efectuara los ritos de la sagrada ceremonia, por lo que supongo que haría uso de algo para elevarse, como una escalera, un andamio algo parecido, dado que la regular posición de las piedras al pie de la gran losa que soporta el altar evidencia que esta parte se conserva tal como se terminó originalmente (…)”. (83). RAMIS I RAMIS, Joan. “Antigüedades célticas de la isla de Menorca desde los tiempos más remotos hasta el siglo IV de la era cristiana (1818)”. Publicado en: LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 1. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Página 61. De las mesas o altares grandes y, pequeños. “(…) Según M. Pennant (8) el referido Mr. Borlase ha demostrado la improbabilidad de que esta especie de monumentos hayan servido jamás de altares, porque, a lo que dice, no se podía hacer fuego en ellos, ni sacrificar en su parte superior a motivo de estar inclinada casi siempre. Venero las luces de este sabio escritor, que es uno de los que han tratado estas materias con más tino y acierto; sin embargo no soy de su opinión, porque la piedra superior de las mesas grandes o altares de la isla lexos de hallarse situada en aquel modo, es muy llana y, 80


está siempre puesta en línea transversal y, recta y, por consiguiente en estado de servir para lo antedicho. Con presencia de ello comprendo que debe preferirse en el particular lo que siente Mr. Rowland, a saber, que de estos Cromlechs, o mesas grandes algunos fueron altares al principio y, otros monumentos sepulcrales, pero que con el tiempo se sacrificó sobre de ellos a los Héroes, cuyas cenizas estaban (9) enterradas allí (…)”. Página 61. Cita (8). “(…) ouveau Recuiletc tom. I,pág. 134 (…)”. Página 61. Cita (9). “(…) Encyclopaedia britannica vol. V. part. II. pág. 561 (…)”. Ibidem. Página 63. De las mesas o altares grandes y, pequeños. “(…) Dexando esto a la decisión de los sabios, digamos algo de las víctimas y ofrendas que se pondrían sobre estas mesas así grandes, como pequeñas, supuesto que como llevo dicho, quando no en su principio, a lo menos siguiendo el tiempo, se hacían sacrificios sobre los mismos monumentos: Para mí comprendo que en los más antiguos lo primero que empezó a ofrecerse fueron algunos frutos de los que producía Menorca y, a lo más algunos animales, como ovejas, cabras, u otros semejantes; pero después degenerando más y más los hombres y, apartándose de la luz y, razón natural, se dieron a sacrificar sus iguales, siguiendo la bárbara costumbre de los egipcios y, pueblos de la Etiopía que pasan por los inventores de este culto tan abominable (11). Es muy a presumir que los druidas de Menorca lo habían tomado de los sacerdotes de Egipto por la mucha conformidad que había entre la doctrina y religión de unos y otros (12); y sea por esto, o por el trato que tuvieron después nuestros antiguos naturales con los fenicios y cartagineses, que no menos habían adoptado este horroroso rito (13), parece indudable que en la isla se introduxo también en tiempo de los celtas, porque entre estos se hallaba establecido en las demás partes donde dominaban (14) sirviéndose para ellos de infelices esclavos (15), o bien de otras víctimas humanas de libre condición quando el estado se veía en peligro (16), o querían satisfacer su rencor y venganza (17). Como según ellos se tenía por polluido quanto presentaban a los dioses una vez que tocaba la tierra después de ofrecido (18), les servían mucho a impedirlo estas mesas, o altares grandes, pues distaba mucho del suelo su parte superior y, por su longitud y su ancho podían contener muy bien un hombre tendido, un becerro y, quizá también un buey de la isla, porque estos últimos no son por lo común muy grandes, ni comparables en magnitud a los demás de Europa. Yo conjeturo que al efecto de sacrificarlo estaría en dicha postura el hombre desnudo y tendido sobre una especie de 81


altar, que representa una de las piedras halladas en las ruinas de los colegios de los druidas de Autun (19) y Mavilly que en aquellos tiempos eran tan célebres en las (20) Galias. Este bárbaro uso aunque prohibido por Julio César y Tiberio duró hasta erón, que hizo quemar los bosques de estos malvados sacerdotes y, destruir los parajes donde se retiraban (21), y estas circunstancias me impelen a tener por verosímil que por los mismos tiempos aún continuarían en Menorca estos detestables sacrificios (…)”. Página 63. Cita (11). “(…) Histoire de France etc. de Mr. Laureau tom. I, pág.108 y 109 (…)”. Página 63. Cita (12). “(…) Enciclopedie elementaire tom.3.pág. 520 a 524 (…)”. Página 63. Cita (13). “(…) Histoire de France, etc..,par Mr. Laureau tom.I.Pág.108 (…)”. Página 63. Cita (14). “(…) Encyclopaedia Britannicavol.IV.pág.283. “ am cruo recaptivo adolére aras, et hominum fibris consule redeos, fas habebant”. Así lo dice Tácito en sus Anales lib. XIV, cap. 30, hablando con los druidas de Anglesey (…)”. Página 63. Cita (15). “(…) Histoire de France par Mr. Laureau tomo I, pág.106 (…)”. Página 63. Cita (16). “(…) Idem ibídem (…)”. Página 63. Cita (17). “(…) Allí mismo (…)”. Página 63. Cita (18). “(…) ouveau Recuil de Voyages au ord to, I,pág. 25 (…)”. Página 63. Cita (19). “(…) Histoire de France avant Clovis par Mr. Laureau tom I, pág. 109 (…)”. Página 63. Cita (20). “(…) idem ibídem (…)”. Página 63. Cita (21). “(…) El mismo escritor ibi, pág, 114. Véase la cita de Tácito del nº 12 de este capítulo (…)”. (84). RAMIS i RAMIS, Juan. “Antigüedades célticas de la isla de Menorca”. Colección: Pauta. Menorca. Ediciones Nura. 1998. Página 89. Sacrificios. “(…) Según Mr. Pennant (6) el referido Mr. Borlasse ha demostrado la improbabilidad de que esta especie de monumentos hayan servido jamás de altares, porque, a lo que dice, no se podía hacer fuego en ellos, ni sacrificar en su parte superior a motivo de estar inclinada casi siempre. Venero las luces de este sabio escritor, que es uno de los que han tratado estas materias con más tino y acierto; sin embargo no soy de su opinión, porque la piedra superior de las mesas grandes o altares de la isla, lexos de hallarse situada en aquel modo, es muy llana y, está siempre puesta en línea transversal y, recta y, por consiguiente en estado de servir para lo antedicho. Con presencia de ellos comprendo que debe referirse en el particular lo que siente Mr. Rowland, a saber, que de / (Página 90) estos cromlechs, o mesas grandes algunos fueron altares al principio y, otros monumentos sepulcrales, pero que con el tiempo se sacrificó sobre de ellos a los héroes, cuyas cenizas estaban enterradas (7) allí (…)”. Página 89. Cita (6). “(…) ouveau Recueil, tom. I, pág. 134

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(…)”. Página 90. Cita (7). “(…) Encyclopedia Britannica vol V. part. II. pág. 561 (…)”. (85). RAMIS i RAMIS, Juan. “Antigüedades célticas de la isla de Menorca”. Colección: Pauta. Menorca. Ediciones Nura. 1998. Página 94. Sacrificios. “(…) Dexando esto a la decisión de los sabios, digamos algo de las víctimas y, / (Página 95) ofrendas que se pondrían sobre estas mesas así grandes, como pequeñas, supuesto que como llevo dicho, quando no en su principio, a lo menos siguiendo el tiempo, se hacían sacrificios sobre los mismos monumentos. Para mí comprendo que en los más antiguos lo primero que empezó a ofrecerse fueron algunos frutos de los que producía Menorca y, a lo más algunos animales, como ovejas, cabras, u otros semejantes; pero después degenerando más y más los hombres y, apartándose de la luz y, razón natural, se dieron a sacrificar sus iguales, siguiendo la bárbara costumbre de los egipcios y pueblos de la Etiopía que pasan por los inventores de este culta tan (9) abominable. Es muy a presumir que los druidas de Menorca lo habían tomado de los sacerdotes de Egipto por la mucha conformidad que / (Página96) había entre la doctrina y la religión de unos y otros (10); y sea por esto, o por el trato que tuvieron después nuestros antiguos naturales con los fenicios y cartagineses, que no menos habían adoptado este horroroso rito (11), parece indudable que en la isla se introduxo también en tiempo de los celtas, porque entre estos se hallaba establecido en las demás partes donde dominaban, (12) sirviéndose para ello de infelices esclavos (13), o bien de otras víctimas humanas de libre condición quando el estado se veía en peligro (14), o querían / (Página 97) satisfacer su rencor y venganza (15). Como según ellos se tenían por polluidos quanto presentaban a los dioses una vez que tocaba la tierra después de ofrecido (16), les servían mucho a impedirlo estas mesas, o altares grandes, pues distaba mucho del suelo su parte superior y, por su longitud y su ancho podían contener muy bien un hombre tendido, un becerro y, quizá también un buey de la isla, porque estos últimos no son por lo común muy grandes, ni comparables en magnitud a los demás de Europa. Yo conjeturo que al efecto de sacrificarlo estaría en dicha postura el hombre desnudo y tendido sobre una especie de altar, que representa una de las piedras halladas en las ruinas de los colegios de los druidas de Autun (17) y / (Página 98) Mavilly que en aquellos tiempos eran tan célebres en las (18) Galias. Este bárbaro uso 83


aunque prohibido por Julio César y, Tiberio duró hasta erón, que hizo quemar los bosques de estos malvados sacerdotes y destruir los parajes donde se retiraban (19) y, estas circunstancias me impelen a tener por verosímil que por los mismos tiempos aún continuarían en Menorca estos detestables sacrificios. Lo reducido de las otras mesas de que trato las pone a cubierto de semejantes atrocidades; y así es de creer que sólo se emplearían para ofrecer frutos, pan, vino, leche, incienso y, algunas aves y, animales de pequeño volumen. Como los talayots mayores estaban destinados para sepulcros de los hombres / (Página 99) más grandes de entre los menorquines de aquellos tiempos a semejanza de lo que llevo dicho de las pirámides de (20) Egipto; así también comprendo que las mayores mesas y, altares serían dedicadas y, servirían para ofrecer víctimas y otros sacrificios a los héroes más distinguidos que había producido la isla, cuya memoria por los mismo se había querido conservar levantándoles estos monumentos tan grandes y sólidos(…)”. Página 95. Cita (9). “(…) Histoire de France de Mr. Laureau tom. I., pág.108 y 109 (…)”. Página 96. Cita (10). “(…) Encyclopedie elementaire tom. 3, pág. 520 a 524 (…)”. Página 96. Cita (11). “(…) Histoire de France par Mr. Laureau tomo I, pág. 108 (…)”. Página 96. Cita (12). “(…) Encyclopedia Britannica vol IV. pág.283. “ am cuore cruore captivo adolere aras, et hominum fibris consulere Deos, fas habebant”. Así lo dice Tácito en sus Anales, lib. XIV, capít. 30 hablando de los druidas de Anglesey (…)”. Página 96. Cita (13). “(…) Histoire de France par Mr. Laureau tom. I. pág. 156 (…)”. Página 96. Cita (14). “(…) Idem ibídem (…)”. Página 97. Cita (15). “(…) Allí mismo (…)”. Página 97. Cita (16). “(…) ouveau recueil de Voyages au orà, tom. I, pág. 25 (…)”. Página 97. Cita (17). “(…) Histoire de France avant Clovis par Mr. Laureau tom. I. Pág.109 (…)”. Página 98. Cita (18). “(…) Idem ibidem (…)”. Página 98. Cita (19). “(…) El mismo escritor ibi, pág. 114. Véase la cita de Tácito del nº 12 de este capítulo (…)”. Página 99. Cita (20). “(…) En las notas nº 24, 25, 26 y 27 del capítulo III (…)”. (86). GRASSET DE SAINT-SAUVEUR, André. “Viaje a las islas Baleares y Pitiusas, hecho en los años 1801, 1202, 1803, 1804, y 1805”. Publicado en: LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 1. Zaragoza. 84


Sobradiel. 2012. Página 58. Capítulo XVIII. Antigüedades de las Islas Baleares. “(…) Estas dos piedras por su ubicación y forma, parecen haber sido un altar. Las piedra colocada en plano serviría probablemente para los sacrificios: pero como la misma se halla muy elevada por encima del nivel del suelo y, por consiguiente fuera del alcance del sacerdote, no puede dudarse que hubiera una escalera o un andamio para llegar hasta ella. Dicha conjetura se fundamenta en la posición y las formas de las piedras que se hallan al pie del altar (…)”. (87). BARCELÓ Y CAYMARIS, Francesc. “Historia de Menorca (1837)”. Publicado en: LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 1. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Página 68. Mesas o altares. “(…) Los altares mayores tenían bastante elevación y, tanta que para sacrificaren ellos, valiánse los sacerdotes de una escalera portátil. El motivo de haberlos construido tan altos, era porque los druidas siguiendo los ritos de la Etiopía, tenían por polluido en sus sacrificios todo lo que presentaban a los dioses, una vez que después de ofrecido tocaba la tierra, cuyo conveniente se quitaba en la alta construcción de estos altares; y las mesas pequeñas servían para ofrecer en ellas los frutos, pan y demás cosas de poco volumen (…)”. (88). PIFERRER I FÁBREGAS, Pau & QUADRADO i NIETO, Josep, Mª. “España. Sus monumentos y artes. Su naturaleza e historia, islas Baleares (1888)”. Publicado en: LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 1. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Página 86. “(…) ¿Se ofrecían en estas toscas y colosales aras sacrificios? Eran simples frutos los que allí se exponían o, víctimas de animales, o tal vez infelices esclavos o prisioneros los que las teñían con su sangre? La imaginación hará bien en no inflamarse con horrores afortunados inciertos y aún improbables por las objeciones que en tropel suministra la disposición del sitio y, no empeñarse en soltarlas hasta el punto de calcular si cabe sobre la losa un becerro o un hombre tendido. Se necesitan más positivos datos para trasplantar de golpeen los jarales menorquines los sombríos misterios y atroces prácticas del druidismo y, para evocar dentro de aquellos círculos por entre los inmóviles pilares comicios o asambleas, que se ocuparan de paz o de guerra, de funeral eso de elección de caudillos (…)”. 85


(89). LINDERMANN, Christoph Friedrich Heinrich. “Descripción geográfica y estadística de la isla de Menorca”. Publicado en: LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 1. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Página 55. “(…) Probablemente constituían un altar de los antiguos habitantes, sobe el cual ofrecían sacrificios a sus ídolos (…)”. (90). MASCARÓ PASARIUS, Josep. “Los monumentos megalíticos en la isla de Menorca. (1958)”. Publicado en: LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 1. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Página 198. “(…) 1752. Armstrong cree que eran altares de sacrificio y de oblación a las deidades. 1818. Ramis también cree que eran altares de sacrificio, pero añade que eran de sacrificios humanos. (…) 1910. Vives Escudero creía que eran mesas de descarnamiento presepulcral (…) 1927. Chamberlin, como también Sir Ernest A. Wallis Budge, creía que eran altares de sacrificio o de otras ceremonias funerarias. (…) / (Página 199) 1954. Camón Aznar cree que servía para celebrar en ella ritos heliolátricos. “Sobre ella se colocarían ofrendas, que podrían consistir en víctimas seguramente toros sacrificados. Y acaso también pájaros. Todos ellos son animales dedicados al Sol y que luego han de ser objeto de culto en esta isla” (…)”. (91). ARAMBURU-ZABALA HIGUERA, Javier. “La orientación de las taulas menorquinas. Un análisis especial”. Publicado en: LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 1. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Página 334. “(…) Finalmente, teniendo en cuenta todos los datos disponibles, abordamos la función de las taulas, terreno en el que todavía hemos de movernos en las simples conjeturas. En nuestra opinión, las taulas tenían un significado funerario, como mesas no de descarnación, sino de duelo. Pensamos que una estructura como es la taula debía de tener un origen práctico, porque toda la arquitectura talayótica tiene una conexión con funciones relacionadas con la subsistencia o los propios ciclos vitales. De esta manera, se nos hace difícil creer que la taula sea, primordialmente, una representación simbólica. Si buscamos una funcionalidad práctica, debemos admitir que lo que tenemos es una plataforma elevada del tamaño adecuado para la deposición de un cuerpo humano: la menor 86


sería Binissafullet, con 1´85 m., 8 ejemplares miden entre 2 y 3 m., y 4 m., miden por encima de 3 m., hasta los 3´8 de Torralba. La anchura también es adecuada (…)”. Ibidem. Página 335. “(…) De esta manera, pensamos que la taula podría ser una plataforma donde se depositaría el cadáver durante el duelo. Transcurrido el cual el cadáver sería llevado a un pudridero, quizás en la parte superior del talayot próximo al poblado. Transcurrido el tiempo oportuno, sería conducido a la cueva o naveta funeraria del linaje, donde se documentan enterramientos secundarios (VE Y (1982), pág. 241). Al pie de la taula se efectuarían ofrendas con presencia de fuego. La presencia de una segunda taula, más pequeña en algunas podría deberse a la necesidad de separar ritualmente el duelo de los jefes de otros personajes de menor rango (¿niños?) (…)”. (92). CARRILLO, Raquel. “Breve historia de Tartessos”. Madrid. Nowtilus. 2011. Página 249. El fuego. Ceremonias funerarias: Perfume calentado en los thymiateria. “(…) Como se ha podido comprobar, el fuego era parte integrante en las ceremonias de los funerales. Excepto en las inhumaciones documentadas, el cuerpo era colocado en una pira funeraria para su incineración / (Página 250) a veces realizada en el mismo lugar de enterramiento, mientras que en otros casos el cadáver era quemado en un lugar (una fosa de cremación por ejemplo) y posteriormente trasladado al sitio de su descanso eterno. El fuego también sería utilizado para cocinar la comida que después era consumida en el banquete ritual. Por último, se usaba en los thymiateria, calentado así el perfume para que el ambiente se llenara más fácilmente con su fragancia. (…) Tanto el perfume como las libaciones o el banquete eran ceremonias funerarias realizadas en los entornos fenicios, pero que también nos encontramos en Tartessos (…)”. (93). BLÁZQUEZ, J. M. Capítulo XIII. El arte de influjo fenicio. Publicado en: BLAZQUEZ, J. M. Capítulo XII. Poblados y necrópolis indígenas de influencia semítica. Publicado en: BLÁZQUEZ, J. M. & FERNÁNDEZ NIETO, J. & LOMAS, F.J. & PRESEDO, F. “Historia de España Antigua. Tomo I. Protohistoria”. Colección Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (7ª edición). Página 349. 0ecrópolis indígenas de influencia fenicia. 0ecrópolis de La Joya. Huesos lavados. “(…) Tumba 15. Sepultura de incineración. La urna está entibada entre pizarras y 87


sujeta con guijarros. Los huesos, al parecer, estaban lavados después de la cremación; sobre ellos se depositó una fíbula de bronce tipo Alcores, que se fechan en la segunda mitad del siglo VI. J. P. Garrido insiste en que los huesos quemados estaban lavados, antes de depositarse en las tumbas, lo cual es muy probable, pues los judíos, que inhumaban, lavaban los cadáveres y, en la Grecia arcaica también se lavaban y, se usaba agua en el ritual funerario, para lo cual servían los vasos; posiblemente un ritual idéntico pasó a los chipriotas a través de las colonias griegas de Chipre y de aquí al Occidente. Se recogió también la empuñadura de un cuchillo de hierro; al parecer de hoja curva (…)”. (94). VILLEMENOT, María Luz. “Assur y Babilonia”. Colección: Grandes civilizaciones desaparecidas. Portugal. Club Internacional del Libro. Sin año de publicación. Página 157. “(…) Entre los fenicios existía la creencia de que el alma continuaba viviendo entre las sombras de los otros muertos o rephaim, arrastrando una existencia infeliz y, que su tranquilidad dependía de que el cadáver reposase en paz en la tumba que, de acuerdo con estas ideas y temores, solía estar ubicada en cuevas o pozos de gran profundidad, con inscripciones asegurando que allí no se escondía ningún tesoro y, todo tipo de conjuros para alejar a los violadores (…)”. (95). RAMIS i RAMIS, Juan. “Antigüedades célticas de la isla de Menorca”. Colección: Pauta. Menorca. Ediciones Nura. 1998. Página 58. Urnas y restos humanos en talayots. “(…) Es cierto que en los que se han demolido se han encontrado urnas y huesos humanos según el testimonio de personas de crédito; (…). Yo mismo lo he visto en uno que se destruyó e una viña al sur de Mahón perteneciente a la mujer del comerciante Gaspar Bals en el día difunto (…)”. RAMIS i RAMIS, Juan. “Antigüedades célticas de la isla de Menorca”. Colección: Pauta. Menorca. Ediciones Nura. 1998. Página 68. Talayots = Huesos en urnas. “(…) el considerar que en los demolidos se han encontrado urnas y huesos y, que según Diodoro Sículo en el libro V, de su Historia Universal, los habitantes de estas islas después de haber quebrado a palos todos los miembros del cadáver, los reunían dentro de una urna sobre la qual ponían un gran montón de piedras; y con efecto según llevo dicho se han hallado dentro de los mismos de aquella especie de vasos de barro y, en

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los alrededores de los talayots, así huesos humanos, como trozos de urnas y, aún estos últimos abundan mucho (…)”. (96). EDEY, Maitland A. “Orígenes del hombre: Los fenicios”. Holanda. Time-Life International. Barcelona. Salvat Editores. 1975. Página 123. Medidas del codo fenicio. El templo construido por el rey Salomón. “(…) el codo común (unos 44 centímetros) y el codo real (unos 53 centímetros). Los expertos están ya de acuerdo en que se empleó el codo real (…)”. (97). VILLEMENOT, María Luz. “Assur y Babilonia”. Colección: Grandes civilizaciones desaparecidas. Portugal. Club Internacional del Libro. Sin año de publicación. Página 156. Santuarios fenicios. “(…) La celebración del culto tenía lugar en sitios elevados y el santuario solía ser un recinto descubierto que cerraba una pared; el símbolo de la divinidad podía estar en una capilla o bien al aire libre y, delante de él había un altar para los sacrificios y una fuente o depósito de agua para las abluciones (…)”. (98). APÓCRIFO. “Mitología cananea: Epopeya de Aqhat”. Traducción de G. Del Olmo Lete, Mitos y leyendas de Canaán según la tradición de Ugarit, Madrid 1981. Sin paginar. 11 diciembre, 2009. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Escena de banquete. El rito cananeo seguía el primigenio rito de sacrificio y comida sagrada al dios de la Luz durante seis días. En este caso las Hijas del Lucero eran las vestales, consagradas al dios de la Luz. “(...) Se dirigió Daniel a su casa, marchó Daniel a su palacio. Entraron en su casa las Kotharot, las hijas del `Lucero', las Golondrinas. A continuación, Daniel, el Refaí, inmediatamente el Prócer harnamí, un buey sacrificó para las Kotharot, dio de comer y de beber a las Kotharot, a las hijas del `Lucero', las Golondrinas. He aquí, un día y otro dio de comer y de beber a las Kotharot, a las hijas del `Lucero', las Golondrinas. Un tercer y cuarto día dio de comer y de beber a las Kotharot, a las hijas del `Lucero', las Golondrinas. Un quinto y sexto día dio de comer y de beber a las Kotharot, a las hijas del `Lucero', las Golondrinas. dio de comer y de beber a las Kotharot, a las hijas del `Lucero', las Golondrinas. Y, ¡mira!, al séptimo día se marcharon de su casa las Kotharot, las hijas del `Lucero', las Golondrinas, dispensadoras de la delicia del lecho fecundo, 89


de la belleza del lecho de procreación. Se sentó Daniel a contar sus meses: un mes y otro dejó transcurrir, un tercer y cuarto mes pasar. El décimo mes llegó y el seno de su mujer se abrió (?). (Laguna de unas 10 líneas) (Laguna de unas 12 líneas). (...)”. (99). APÓCRIFO. “Mitología cananea: Epopeya de Aqhat”. Traducción de G. Del Olmo Lete, Mitos y leyendas de Canaán según la tradición de Ugarit, Madrid 1981. Sin paginar. 11 diciembre, 2009. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Banquete y regalo del arco. Relaciones entre Egipto y Babilonia. Comida de sacrificios a los dioses. Armas de caza cananeas: arco y flechas. Identificación del Señor de Menfis como de un dios. “(...) Al instante Daniel, el Refaí, acto seguido el Prócer Harnamí, en voz alta a su mujer así gritó: - Escucha, Dueña Danatay, prepara un cordero de entre los añojo, para el apetito de Kothar-Hasis, para la gana de Hayán, el artesano ambidiestro. Da de comer, de beber, a los dioses, reconforta y agasájales, a los Señores de Menfis, que de un dios es todo él. Escuchó la Dueña Danatay. Preparó un cordero de entre los añojos para el apetito de Kothar-Hasis, para la gana de Hayán, el artesano ambidiestro. Cuando llegó Kothar-Hasis, en las manos de Daniel puso el arco, en sus rodillas dejó las flechas. A continuación, Dueña Danatay dio de comer y beber a los dioses, les reconfortó y agasajó, al Señor de Menfis, que de un dios es todo él. Marchó Kothar a su tienda, Hayán a su mansión (...)”. Ibidem. Sin paginar. Escena de bendición. Celebración del fin del luto con un sacrificio a Baal, deidad de la Luz. “(...) Respondió Pughat, la que a hombros lleva el agua: - Ofreció mi padre un sacrificio a los dioses, hizo subir su ofrenda de virilidad a los cielos, la ofrenda de los Harnamíes a las estrellas. Bendíceme ahora para que vaya bendecida, confórtame para que me marche confortada, que voy a matar al que mató a mi hermano, acabar con el que acabó con mi congénere. Respondió Daniel, el Refaí: En su vigor reviva Pughat, la que a hombros lleva el agua, la que recoge el rocío del vellocino, la que conoce el curso de las estrellas. Se esponje, sí, su ánimo, para matar al que mató a su hermano, acabar con el que acabó con su congénere (...)”. (100). CARRILLO, Raquel. “Breve historia de Tartessos”. Madrid. Nowtilus. 2011. Página 228. Sacrificios de animales. Ritual fenicio: cerámica utilizada en sacrificios y rota con posterioridad. “(…) En el interior se realizaban sacrificios, pues se han encontrado restos óseos, sobre todo cráneos y extremidades, de diversos animales, principalmente vacas, ovejas y cerdos (nos vuelve a llamar la atención, como en el caso de El Carambolo, la presencia de esta especie, impura a los ojos de los 90


semitas) (…)”. (101). HERODOTO DE HALICARNASO. “Los nueve libros de la Historia”. Traducción Bartolomé Pou. S. J. http://antepasadosnuestros.blogspot.com.es Sin paginar. Sin paginar. Libro II. Euterpe. Reinado de Micerino. Asadores de hierro donde se colocaba la carne que ofrecían a los dioses. “(...) CXXXV. En cuanto a la bella Ródope, pasó al Egipto en compañía de Xantes, natural de Samos; y aunque su destino en aquel viaje había sido enriquecer a su amo con la ganancia que le granjease su belleza, fue puesta en libertad mediante una gran suma de dinero por un hombre de Mitilene, llamado Caraxes, hijo de Escamandrónimo y hermano de la poetisa Safo. Quedóse Ródope libre y suelta en Egipto, donde juntó muchos caudales como linda y graciosa cortesana, grandes, sí, para una mujer de su profesión, pero no tantos que pretendiera con ellos levantar una pirámide. Y si alguno tuviere curiosidad, podrá aun ver por sí mismo la décima parte do las riquezas de Ródope, y por esto concluir que no deben atribuírsele tantas, pues queriendo dejar ella un monumento suyo a la Grecia, dio una ofrenda que nadie jamás había hecho ni aun pensado, y la dedicó en Delfos como memoria particular. Al efecto mandó que la décima parte de sus haberes se empleara en unos asadores de hierro, tantos en número para cuantos sufragase dicha cantidad, destinados a servir en los sacrificios de los bueyes; y en el día se ven aun amontonados detrás del ara que dedicaron los de Quío, frontera al templo de Delfos. Es ya antigua costumbre que sienten en aucratis su tienda las cortesanas más insignes por su donaire y belleza. Allí moraba de asiento la mujer de quien hablamos, tan hermosa, que ningún griego había que por el nombre siquiera no conociese a la hermosa Ródope; y allí mismo residió después otra llamada Arquídice, decantada por toda la Grecia, mas no tanto que jamás hubiese podido llegar a la fama de la primera. Volviendo a Mitilene Caraxes, libertador de Ródope, como llevo dicho, fue con este motivo amargamente zaherido por Saro en muchas de sus canciones. Pero bastante hemos hablado de Ródope (...)”.CARRILLO, Raquel. “Breve historia de Tartessos”. Madrid. Nowtilus. 2011. Página 228. Página 237. Objetos litúrgicos. “(…) Los objetos sagrados eran utilizados en la liturgia para realizar diferentes rituales. Uno de los ritos eran las libaciones y los banquetes en honor de la divinidad. La existencia de vajilla de calidad, huesos de animales y asadores (barras alargadas de metal que pudieron ser usadas en el reparto de los trozos de carne) en los entornos sacros indica que se llevaba a cabo 91


este tipo de actividades ceremoniales. Por último, mencionaremos el perfume y el incienso. Su uso queda constatado por la aparición de los candelabros de Lebrija y otros thymiateria (…)”. (102). SAN JERÓNIMO. “El libro de los nombres hebreos. Diccionario de los nombres bíblicos”. Colección: Biblioteca esotérica. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2002 (1ª edición: mayo).Página 36. Libros del Antiguo Testamento. Génesis. Deson“(…) Deson. Protuberancia sólida, o bien, la pisoteará. Así se expresa en el idioma siríaco, pero en el resto de las lenguas hebreas, se traduce como grosura o ceniza, es decir, ceniza de los holocaustos. Deson, dison significa protuberancia sólida, o bien pupila, que tanto Jerónim como Aquila traducen como robusto, sólido y (Ison) que en latín se traduce como pupila del ojo. En siriaco, sin embargo, la palabra Disón significa “la pisoteará” del verbo (dus) o (dis) que con el sufijo de la tercera persona del femenino singular (oh) es como si se leyera Disoh la pisoteará. En hebreo, como muy oportunamente nos enseña Jerónimo, Disón es una voz derivada de (dasan) que significa grosura o ceniza (…)”. (103). CARRILLO, Raquel. “Breve historia de Tartessos”. Madrid. Nowtilus. 2011. Página 228. Sacrificios de animales. Ritual fenicio: cerámica utilizada en sacrificios y rota con posterioridad. “(…) En el interior se realizaban sacrificios, pues se han encontrado restos óseos, sobre todo cráneos y extremidades, de diversos animales, principalmente vacas, ovejas y cerdos (nos vuelve a llamar la atención, como en el caso de El Carambolo, la presencia de esta especie, impura a los ojos de los semitas). La edad de los ejemplares inmolados no superaba en ninguno de los casos los dos años. En el patio central se preparaban los hogares sobre los que se cocinaba la carne en vasijas de cerámica hechas a mano. Esa cerámica, si nos basamos en el estado tan fragmentario en el que fue encontrada, posiblemente se rompiera / (Página 229) contra el suelo una vez utilizada, o cual se correspondería con un ritual de origen fenicio. (…) Asimismo, cerca de esta estructura se halló una fosa, quizá votiva, que contenía huesos de animales mezclados con ceniza y restos de cerámicas de calidad.

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Por último, debe mencionarse que la orientación astronómica de la entrada del edificio D era la salida del sol. Además, la controversia generada sobre si todos los ejemplos aquí presentados se corresponderían con un santuario, el otro debate que se ha abierto por parte de un sector de la comunidad científica es determinar si esos recintos sagrados eran orientalizantes u orientales, es decir, indígenas o plenamente fenicios (…)”. (104). ALBERO SANTACREU, Daniel & GORNÉS HACHERO, Simón. “Cultura material de los recintos de taula: La cerámica”. Publicado en: LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen I. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Página 347. La cerámica de los recintos de taula. Cerámica indígena. Fenicios rompían los platos en sus santuarios. “(…) Este tipo de cerámica es habitual en recintos de taula documentados, como Sa Torreta, Trepucó y Talatí de Dalt y al menos en Torre del Galmés constituye la parte mayoritaria del registro material cerámico localizado. Este tipo de cerámica suele presentarse de manera muy fragmentaria, cosa que, tal vez, se podría relacionar con una intensa ocupación de los recintos o con la rotura deliberada de los materiales (MURRAY (1932); ROSELLÓ (1984), (1986); FER Á DEZ-MIRA DA (1995); GUERRERO et alii (2006), págs.. 165-175) (…)”. (105).CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Menorca: La isla de los altares de los filisteos. Las taulas, altares de sacrificios a la deidad patriarcal”. Julio, 2015. 17. Conclusiones. “(…) Durante la primera mitad del segundo milenio antes de Cristo los “Pueblos del Mar” se expandieron por el continente europeo, el próximo oriente asiático y por las islas del Mediterráneo, configurándose nuevas tribus y culturas, de cuya genealogía descendieron los pelasgos, pobladores de la isla de Menorca, en sus ramificaciones denominadas: beocios, cretenses y filisteos. Las raíces de sus culturas y su mezcolanza asiático-minoricense trasladaron características constructivas procedentes de Göbekli Tepe a Menorca; llegaron tradiciones constructivas desde los santuarios anatólicos, a cielo abierto, hasta los santuarios de recinto de taula; penetraron los útiles de bronce anatólicos como fueron las hachas o cuchillos de despiece, hasta los recintos de taula, empleándose en los ritos 93


sacrificiales. Salieron desde Creta los lybris y, aparecieron vestigios de los mismos, en el campo menorquín poblado de acebuches, originarios cretenses. Profesionalmente, el perfil humano que proyectó los recintos de taula, fue un hombre pregriego conocedor de la matemática, que aplicó el codo como unidad de medida para la construcción de las taulas. Un conocedor de la construcción que supo emplear el plano de herradura, aplicado tanto a los santuarios de recinto de taula, para la religión; como en las navetas de habitación, para su vivienda; y, en las navetas de enterramiento, para las inhumaciones. En el campo de la religiosidad, todos los “Pueblos del Mar”, como sus descendientes pelasgos: beocios, cretenses y filisteos conocieron y practicaron los ritos sacrificiales de aninales, como ofrendas a la divinidad, en sus santuarios. Sacrificios que fueron efectuados en los recintos de taula de Menorca, donde han sido hallados restos de huesos de animales domesticados, que fueron sacrificados siguiendo unas pautas determinadas entre las que estaba incluida la edad de la víctima propiciatoria y, que salieron a la luz en Trepucó, Son Carlá, Torralba d´en Salort, Binisafullet, Sa Torreta de Tramuntana, Torre d´en Gaumes, Algaiarens, Sa Cavalleria y, So a Caçana. Los pueblos griegos utilizaron en sus sacrificios de animales, cerdos y suidos, frente a israelitas judíos que los rechazaban por ser inmundos e impuros. Por tanto, fueron exhumados restos de suidos sacrificados con menos de doce meses del recinto de taula de Torralba d´en Salort. Huesos de cerdo, en el recinto de taula de Sa Torreta de Tramuntana. Colmillos de puerco, en Torre d´En Gaumés. Y huesos de cerdo enTrepucó. Indicios que significa que los recintos de taula de Torralba d´en Salort, Sa Torreta de Tramontana, Torre d´en Gaumés y Trepuco fueron utilizados por culturas pregriegas beocio-cretense-filisteas descendientes de los Pelasgos y, a su vez de los Pueblos del Mar. Pero lo que no se puede aseverar, -de momento-, es cuantos años antes del año 1.183 a.C., estuvieron asentados los filisteos en Menorca y, hasta qué año permanecieron en la isla, puesto que el único dato fidedigno que se tiene con certeza hasta el momento es que en el año 1.183 a. C., existió un lugar en el Mediterráneo cercano al “lago de las salinas”, y la 94


costa norteafricana que era conocido entre los navegantes como “los altares de los filisteos” (…)”. (106). GARRIDO, Carlos. “ oche en la isla”. Publicado en: “Menorca mágica”. Prólogo de Pau Faner. Colección El Barquero. Palma de Mallorca. José J., de Olañeta, Editor. 2009. (9ª edición). Página 19. Fenicios. “(...) Los fenicios, cuando cruzaban de noche por este litoral, veían titilear a lo lejos las hogueras de los poblados. Por alguna razón, este hecho les impresionó tanto que la llamaron ura, “la isla de los fuegos” (...). La antigua ura de los fenicios, Melusa para los griegos (...)”. (107). LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 2. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Altura sobre el nivel del mar: 32 m. 0ervio en la piedra soporte: Si. Página 165. Son Catlar. “(…) Enorme Piedra Soporte con amplio nervio posterior rota al intentar cortarla (uno de los fragmentos fruto de dicho vandalismo, con parte del nervio, yace detrás de lo que sigue en pie). La Piedra Capitel según unos ha desaparecido, según otros queda un fragmento de 0´65 m., de espesor en las proximidades del pie). La Piedra Capitel según unos ha desaparecido, según otros queda un fragmento de 0´65 m., de espesor en las proximidades del pie; quizás sea el trozo con hueco para encajar en un pilar que hemos localizado cerca del mismo, aunque, tal como está, nos parece algo pequeño. Las piedras laterales FLL y FLR siguen en su sitio, al igual que el pilar exento a la diestra de la T, de grandes proporciones (3´40 x 0´58-0´67 x 0´93-0´92 m) y unido a la taula por FLT mediante una losa, con un orificio que la atraviesa, de la que parte, en ángulo recto y hacia la parte delantera del recinto, una estructura formada por otras tres piedras largas de escasa altura (…)”. Ibidem. Página 166. Son Catlar. “(…) Durante el verano de 1923, Francesc Hernández Sanz llevó a cabo en él una excavación, pero nunca fue publicada. La tierra y otros restos extraídos del interior fueron depositados detrás del muro septentrional, lo cual dificulta estudiar éste por el exterior. Aún así, quedan muchos fragmentos pétreos y losas caídas en el interior, donde se distinguen todavía tres columnas perimetrales in situ, entre ellas una TLP gigantesca (2´30 x 1´86 x 0´51-0´55 m) pero sin capitel. También siguen en su sitio las jambas de las dos puertas simétricas 95


(la jamba occidental de la puerta oriental cayó dentro del recinto en 1990) que se abren en la cóncava fachada, en cuya esquina sudeste apunta un posible brazo lateral, mientras que frente a la puerta oeste, en el interior del recinto cuadrangular, hay un pozo o silo de 3, 00 metros de profundidad y 0´75 m., de diámetro, con parte de su tapa in situ y la otra mitad en las cercanías. Según Julio Martínez Santa-Olalla, todo el recinto estuvo empedrado con losas y lajas de piedra caliza, algo que ahora, al menos a simple vista, no es dado observar. En 1924 (¿1923?), en el interior de ese edificio fue hallada también una piedra prismática con la inscripción LACESE, quizás el antiguo nombre de la población en la que este se encuentra, escrita en caracteres latinos. En la actualidad, parte del pozo se halla tapada por un sillar perfectamente escuadrado en donde se distinguen claramente tres signos, LO y un tercero más confuso, pero ignoramos su procedencia (no siempre estuvo allí) y también la antigüedad de dicha sílaba. Otra inscripción con la palabra LACESE fue descubierta en algún momento en las inmediaciones de las imponentes murallas que protegen el poblado (…)”. (108). LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 2. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Página 166. Son Catlar. “(…) Do faltan tampoco los habituales fragmentos de hueso, de cerámica y de “molons” en el área (…)”. (109). JUAN I BENEJAM, Gustau. “El poblament de Menorca; de la Prehistòria a la Baixa Romanitat. (Aproximació a una proposta d´anàlisi de distribució espacial)”. Maó. Treballs del Museo de Menorca 13. 1993. Página 39. Taula de Torre d´en Gaumés. La única que mira al mar y se divisa el mar. “(…) És a tres quilómetres de la costa i domina la mar gran en un ampli horitzó. Als seus voltants té un cordó d´assentaments secundaris: Son Vidal, Estància d´en Carreres Torre Vella, Llucalari, Son Bou, So n´Alberti, Llucsaldent, Binifamís i el turó on Jaume II de Mallorca hi fundà l´actual poble d´Alaior (…). Torre d´en Gaumés degué perdre la seva condició de centre depoder a ran de la Segona Guerra Pùnica, quan el poblat va sofrir un esfondrament violent, que ha deixat les seves emprestes als registres estratigràfics (…)”.

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(110). LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 2. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Altitud sobre el nivel del mal: 80 m. 0ervio en la piedra soporte: No. Página 91. Taula de Cavalleria. “(…) Mencionado por el Archiduque Luís Salvador [ÖSTERREICH-TOSKA A (1869-1891)], aunque no parece que se diera cuenta de que se trataba de una taula, la Piedra Soporte y la Piedra Capitel están rotas, se ha dicho que a consecuencia de un rayo. Parte de la primera (0´70 m) sigue en su sitio, con las dos pequeñas piedras laterales (FLL y FLR) flanqueándola; el capitel, a su lado, muestra los restos de una ranura en donde encajaría el pie (a esta interpretación, de P. Hochsieder y D. Knösel, quizás cabría oponer otra en la que ambas piezas son en realidad los dos trozos de la Piedra Soporte rota por el rayo, lo cual se ajustaría a la descripción del Archiduque, que habla sólo de dos losas, siendo la otra la que se encuentra sobre los restos de la puerta, e igualmente bastante bien a la altura total del pie dada por A. Vives Escudero (2´25 m). En lugar del pilar oriental exento FC, habría, por otra parte, lo que Hochsieder y Knösel consideran que podría ser una especie de menhir antropomorfo, de 1´70 m., de altura y con una tira a modo de velo rodeando la cabeza (…)”. (111). LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 2. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Página 92. Taula de Cavalleria. Descripción. “(…) El recinto, de forma claramente ovalada, con uno de sus extremos, con el umbral (T) de la puerta, a Occidente, se halla excavado, más que construido, en la roca madre de la cima del Pujol Antic, en un pequeño llano, probablemente artificial, reforzado al orte por varias estructuras murarías, mientras que, al Sur, el hundimiento de algunas cuevas que había justo debajo del borde ha provocado la ruina de toda el área y la imposibilidad de reconocer su estructura. Con el monumento central mirando también claramente hacia el Oeste, se puede ver que algunos de los pilares perimetrales, quizás sólo sus bases, fueron tallados en la roca, mientras que otros son exentos y algunos han caído por la ladera al hundirse el sector meridional. o queda claro si un par de los pilares “esculpidos” son en realidad las jambas de la puerta, entre las cuales se encuentra el caído dintel, pero sí es de destacar que la posible jamba EPL forma parte de la misma rica en la que se talló 97


un ámbito pseudocircular, quizás una gran pila o depósito, actualmente con un reborde de poca altura y flanqueado por la puerta por un lado y por un hueco con escalón, quizás una segunda entrada, por el otro (…)”.MASCARÓ PASARIUS, J. “Las Taulas. Testimonio de fe religiosa y de la capacidad creadora de los paleo-menorquines”. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LIX. Séptima Época. Mahón. 1968. www.RevistadeMenorca1968.pdf Página 232. Taula de Sa Caballería. “(…) Todo el Pujol Antic está formado por un afloramiento de piedra arenisca y su cumbre es acantilada por el W, W, y S. En su parte accesible, que es la del . E. vemos una serie de murallones de grandes piedras que cierran el acceso a la cumbre, donde encontramos el recinto de taula hacia la parte oriental (…) / (Página 233) Da la impresión de ser una colina fortificada, pero la presencia de la taula permite determinar mejor se trata de un santuario fortificado. En el siglo pasado se halló en este lugar un «marte» de bronce de factura helenística, hoy en la colección Olivar, de Ciudadela (…)”.GARRIDO, Julio. “Los monumentos megalíticos de Menorca”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón. Y de las Sociedades Afines Domiciliadas en el mismo. Año XXVIII. Quinta Época. Tomo XIX. Mahón. 1924. www.RevistadeMenorca1924.pdf Página 111-112. Taula de Sa caballería, caso excepcional. “(…) Tan solo conocemos el caso de dos taulas situadas al . de Menorca, parte más montañosa y azotada por el viento . o tramontana; una en Addaya y la otra en Sa Caballería. Esta segunda se encontraba según el Sr. Vives sobre un Talayot, y estaba rodeada de su / (página 112) correspondiente círculo, caso único en la isla. Esto como veremos correspondería, según mi opinión a la existencia en la costa . de dos poderos clans o gens aislados (…)”. (112). LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 2. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Página 92. Taula de Cavalleria. Descripción. “(…) En el siglo XIX se halló en este yacimiento, que incluye, además, restos de habitaciones y cuevas artificiales, un Marte en bronce de factura helenística (Colección De Olivar, Ciutadella). Según Vives Escudero, se hallaron también huesos de carnero y fragmentos muy pequeños de cerámica romana en el interior del recinto. Y según Hochsieder y Knösel, se observan aún fragmentos de hueso, de cerámico y de molino de mano en el área (…)”. 98


(113). JUAN I BENEJAM, Gustau. “El poblament de Menorca; de la Prehistòria a la Baixa Romanitat. (Aproximació a una proposta d´anàlisi de distribució espacial)”. Maó. Treballs del Museo de Menorca 13. 1993. Página 45. Poblado talayótico y taula de Caballería (dentro del mar). “(…) La península de Cavalleria era aleshores, quasi una illa. Aquí hi ha el port més segur del nord de Menorca. Sanitja, on s´hi va establir primer una comunitat talaiòtica a la vorera de llevant. L´assentament va continuar en època romana però canviant de lloc, a la vorera de ponent. La Sanitja sa Sanissera romana- va desenvolupar una activitat comercial de certa importància, especialment amb Àfrica, que va durar fins a època relativament tardana (…)”. (114). LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 2. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Altura sobre el nivel del mar: 122 m. 0ervio en la piedra soporte: No. Página 219. Torre d´En Galmés. “(…) La Piedra Soporte, no encajaba en ranura alguna de la roca, es una losa con la base ligeramente más estrecha que el extremo superior y con grandes desperfectos en ambos, lo cual ha hecho menguar su altura desde los 3. 38 m., originales que le otorga V. Ibáñez Orts o los 2´75 de G. Rosselló Bordoy a los 2´10 actuales. La Piedra Capitel es mencionada y, considerada un “sepulcro movedizo”, en una obra de José Vargas y Ponce publicada en 1787, lo cual no deja de ser una buena interpretación, pues fue usada como sarcófago en época romana, agrandando el hueco previo (de 170 x 51-52 x 2´5 cm., según V. Ibáñez Orts) que había para el encaje en el pie, el actual es de 175 x 50 x 35 cm, según J. Hernández Mora. Además, J. Flaquer consideraba que el conjunto contaba con una tercera piedra, una losa situada detrás del pie que halló inclinada hacia delante, destinada a reforzarlo, aunque no llegaba a apoyarse en dicha Piedra Soporte. Finalmente, aunque las piedras laterales (FLL y FLR) han desaparecido, queda el corte en la roca donde se hallaban dispuestas, mientras que el pilar exento a la derecha de la T (FC) estaba caído pero fue levantado sobre su base, aún, in situ, en 1975 (…)”. Ibidem. Página 220. Torre d´En Galmés. Descripción. “(…) Sobre una roca de desnivel acentuado, hallamos un recinto el paramento externo de cuyo muro cierre es de bloques irregulares sin escuadrar colocados más o menos en hiladas, mientras que en el interior se distinguen dos partes claramente diferenciadas, la delantera con enormes losas apoyadas sobre un zócalo o 99


sobre la propia roca madre y, el ábside, con paramento de mampostería de piedra menuda, quizás fruto de una reestructuración o restauración. Sobre los grandes bloques delanteros, hay, también, otros dos horizontales más pequeños que parecen iniciar una aproximación de hiladas y, entre ambos paramentos, el típico relleno a base de cascajo. Tras cruzar el umbral de la puerta, de compuestas jambas y en un tiempo adintelada (el dintel fue destruido en 1927), se entra en un pasadizo, con dos losas a modo de escalones y de forma trapezoidal (1´33 m., de ancho en la abertura exterior, 2´40 en la interior y una longitud de 1´80 m.), que prácticamente corresponde al grueso del muro; dos columnas monolíticas adosadas por la parte interior del recinto lo alargan unos 0´90 m., y lo ensanchan hasta los 2´80 m. A continuación, se llega a un ámbito de 5´40 x 5´90 m., en cuyo centro se halla el capitel caído y boca debajo de la taula sobre un lecho moderno de piedra en seco y cuyo límite se encuentra en la Piedra Soporte de la propia taula y en un par de columnas semiempotradas en el muro, una de ellas la TLP (bien caracterizada y de 2´16 x 1´54 x 0´35 m., de tamaño). Otras dos, en el ábside e igualmente empotradas, subdividen el espacio posterior y flanquean un pequeño absidiolo con una quinta en su extremo, mientras que, en la esquina sudoeste, hay unos bancos periféricos adosados a la base de los bloques verticales del paramento interno (…)”. (115). LAGARDA MATA, Ferrán. “Las enigmáticas taulas de Menorca. Homenaje a Josep Mascaró Pasarius”. Volumen 2. Zaragoza. Sobradiel. 2012. Página 220. Torre d´En Galmés. Descripción. “(…) La capa arqueológica hallada por J. Flaquer en 1942-1943, sobe un lecho de ceniza, dio tres fragmentos de cerámica ibérica (dos con decoración de círculos y semicírculos concéntricos pintados), dos de helenística o campaniense, una Lucerna, abundante cerámica talayótica (vasos de fondo alto, un molde para botones…) y púnica (fragmentos de ánfora, una cuenta de collar, dos bases de lebrillos con una espiral incisa…), un pequeño casco de bronce, seis “molons”, seis probables proyectiles de honda, una plaquita de pizarra trapezoidal con dos círculos concéntricos, una cuenta de vidrio, un botón de hueso, un aro de espina de pez, huesos de animales, conchas, algunas perforadas, un fragmento de tinaja árabe. En la excavación de G. Rosselló-Bordoy (1974), apareció una figurilla en bronce de Imhotep, un par de posibles lancetas quirúrgicas (quizás solo lanzas de alguna estatuilla) de bronce y una urna de arenisca de forma rectangular,

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todo ello al pie de la TLP, así como 217fragmentos de cerámica y un colmillo de jabalí usado como punzón o perforador (…)”. (116). JUAN I BENEJAM, Gustau. “El poblament de Menorca; de la Prehistòria a la Baixa Romanitat. (Aproximació a una proposta d´anàlisi de distribució espacial)”. Maó. Treballs del Museo de Menorca 13. 1993. Página 39. Taula de Torre d´en Gaumés. Se divisa el mar. “(…) Torre d´en Gaumés degué perdre la seva condició de centre de poder a ran de la Segona Guerra Pùnica, quan el poblat va sofrir un esfondrament violent, que ha deixat les seves emprestes als registres estratigràfics (…)”.

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Anexo documental

102


Sarcรณfagos antropomorfos fenicios. 103


Deidades fenicio-pĂşnicas

104


Estatua de Baal. (Fuente: SARTI, Susana. “Masada. La fortaleza del desierto”).

105


Relieve de Tanit, diosa de la vida y de la muerte. 106


AstartĂŠ, diosa fenicia de la fertilidad, hallaza en CĂĄdiz.

107


Detalle de la escritura fenicia hallada en la peana de la figurita de la diosa fenicia AstartĂŠ.

108


Astarté, diosa fenicia de la fertilidad. Procedente del “Tesoro del Carambolo” (Sevilla).

109


Ă?dolo fenicio.

110


Recintos de taula que se divisan desde el mar

111


Ubicación geográfica del recinto de taula de Sa Cavalleria en el término de Es Mercadal. (Fuente: Ferrán Lagarda Mata: “Las enigmáticas taulas de Menorca”).

112


Plano del recinto de taula de Sa Cavallería, en Es Mercadal. (Fuente: Ferrán Lagarda Mata: “Las enigmáticas taulas de Menorca”).

113


Restos del recinto de taula de Sa Cavallería, en Es Mercadal, desde donde se divisa el mar. (Fuente: Ferrán Lagarda Mata: “Las enigmáticas taulas de Menorca”).

114


Taula derribada de Sa Cavalleria, en Es Mercadal. (Fuente: Ferrán Lagarda Mata: “Las enigmáticas taulas de Menorca”).

115


Plano de ubicación geográfica del recinto de taula de Son Catlar, en Ciutadella de Menorca. (Fuente: Ferrán Lagarda Mata: “Las enigmáticas taulas de Menorca”).

116


Plano del recinto de taula de Son Catlar, en Ciutadella. (Fuente: Ferrán Lagarda Mata: “Las enigmáticas taulas de Menorca”).

117


Restos del recinto de taula de Son Catlar, en Ciutadella. (Fuente: Ferrán Lagarda Mata: “Las enigmáticas taulas de Menorca”).

118


Taula de Son Catlar, en Ciutadella de Menorca. (Fuente: Ferrán Lagarda Mata: “Las enigmáticas taulas de Menorca”). 119


Mapa de ubicación geográfica del recinto de taula de Torre d´En Gaumés. (Fuente: Ferrán Lagarda Mata: “Las enigmáticas taulas de Menorca”).

120


Plano del recinto de taula de Torre d´En Gaumés, en Alayor. (Fuente: Ferrán Lagarda Mata: “Las enigmáticas taulas de Menorca”).

121


Restos del recinto de taula de Torre d´En Gaumés, Alayor. (Fuente: Ferrán Lagarda Mata: “Las enigmáticas taulas de Menorca”).

122


Taula de Torre d´En Gaumés, en Alayor. (Fuente: Ferrán Lagarda Mata: “Las enigmáticas taulas de Menorca”). 123


Lola Carbonell Beviá, alicantina de nacimiento, es historiadora, especializada en Humanidades Contemporáneas. Ha realizado numerosas monografías sobre la Historia de la Edad Media de Menorca y, sobre su Protohistoria. En este trabajo de investigación, se ha centrado en demostrar como los fenicios realizaron sus prácticas religiosas en los recintos de taula ya existentes, cuyos fuegos sacrificiales veían en la oscuridad de la noche, desde el mar.

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