Terribilis locus la isla de los desterrados la influencia de la religión romana en la población autó

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Terribilis Locus”. Menorca: La isla de los desterrados. La influencia de la religión romana en la población autóctona

Lola Carbonell Beviá

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“Terribilis Locus”. Menorca: La isla de los desterrados. La influencia de la religión romana en la población autóctona

Lola Carbonell Beviá

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Índice

1. Las islas de destierro en el Mediterráneo, del Imperio Romano. 1.1. Destierro por adulterio. 1.2. Destierro por motivos políticos. 1.3. Destierro por repudio. 1.4. Destierro por condena religiosa en la isla de Cerdeña. 1.5. Destierro por conmutación de pena. 1.6. Destierro por religión. 2. Menorca, isla de destierro en el Bajo Imperio Romano. 3. El paganismo en Menorca. La religión romana: Flámines. 4. Menorca romana. 4.1. Monedas romanas halladas en Menorca. 4.2. Cerámica romana hallada en Menorca. 4.3. Placas romanas halladas en Menorca. 4.4. Viviendas romanas halladas en Menorca. 4.5. Vías romanas existentes en Menorca. 4.6. Tumbas y enterramientos romanos existentes en Menorca. 5. Las basílicas paleocristianas. 5.1. Es Fornàs de Torrelló y Son Bou. 5.2. L´Illa del Rei. 5.3. Sanitja y Cap des Port de Fornells. 6. Conclusiones. 7. Citas bibliográficas.

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“Terribilis Locus”. Menorca: La isla de los desterrados. La influencia de la religión romana en la población autóctona.

Lola Carbonell Beviá

“Los culpables eran castigados con la deportación a islas diferentes (Relegatio in insulam)”

(Tácito. Anales. Libro II (16-19 d. C.)

1. Las islas de destierro en el Mediterráneo, del Imperio Romano. El Imperio Romano tenía asignadas una serie de islas que utilizaba para el destierro de los ciudadanos romanos. A una isla de destierro se podía llegar por haber sido condenado por adulterio, por motivos políticos, por repudio, por religión en las minas de Cerdeña y, por motivos religiosos, en general. 1.1. Destierro por adulterio Si una mujer era descubierta en adulterio, se la condenaba al destierro a una isla, al igual que a su compañero adúltero (1). Por medio de la “relegatio in insulam”, cada uno de los adúlteros era deportado a una isla diferente (2). Las Cícladas fueron islas utilizadas para cumplir dicha condena (3). 1.2. Destierro por motivos políticos. Las islas destinadas al destierro por motivos políticos fueron las más abundantes. Ejemplo de ello fueron: Planasia (4), cercana a la isla de Elba, (5); Rodas (6); Amorgos (7); Sirte (8); y Cercina (9). 4


1.3. Destierro por repudio. Un esposo podía repudiar a su esposa y, por tanto, su condena consistía en deportarla a una isla (10) siendo la isla elegida para ello: Pandateria (11). 1.4. Destierro por condena religiosa en la isla de Cerdeña. Por motivos religiosos, los cristianos fueron deportados a la isla de Cerdeña, siendo destinados a trabajar en sus minas. Antes de entrar en las instalaciones de las minas eran fuertemente apaleados, encadenados y, se les rapaba la mitad de la cabeza (12). 1.5. Destierro por conmutación de pena. En ocasiones, se conmutaba la pena de muerte, por el destierro en una isla. Para el caso de Séneca se utilizó la isla de Córcega (13). 1.6. Destierro por religión. El siglo III d. C., fue el que más deportaciones aglutinó con destino a islas de destierro, fruto del ataque directo a la organización de la Iglesia cristiana católica. Fueron desterrados obispos, sacerdotes, diáconos, y damas (14), e incluso papas, como fue el caso de Ponciano que falleció en su destierro en Cerdeña (15). Otras islas de destino que acogieron cristianos fueron Pontia, Palmaria (16). Y Pandataria, también conocida por Ventotene (17). En el caso del destierro de los ciudadanos de religión judía, se tiene constancia de que la deportación se produjo a la isla de Andros (18). En el siglo II d. C., voluntariamente se aportaban cantidades económicas destinadas –entre otras cosas-, a los desterrados a las islas y, a los condenados a las minas por religión (19). 2. Menorca, isla de destierro en el Bajo Imperio Romano. La primera referencia de Menorca como isla de destierro fue en el año 359 d. C., cuando la isla se hallaba bajo dominio político romano. El hecho sucedido tuvo que ver con un obispo de Toledo llamado Gregorio, que por defender el arrianismo, en el concilio de Arimino del año 359 d. C., el emperador Constancio lo condenó por hereje a vivir exiliado en la isla de Menorca. 5


El destierro le duró hasta el año 361 d. C., en que el emperador murió y, le fue levantada la condena (20). Años más tarde, cuando el obispo Severo escribió su “Carta”, identificó a la isla de Menorca como un “lugar despreciable”, es decir, ¿pudo haber estado pensando el obispo Severo en Menorca como lugar despreciable por ser una isla de destierro? (21). Y efectivamente, Menorca todavía era “isla de destierro” en el año 421 d.C., cuando el rey vándalo Gunderico conquistó y tomó posesión de Menorca, quién se enfrentó a dos capitanes romanos que habitaban en Menorca, como lugar de destierro (22). 3. El paganismo en Menorca. La religión romana: Flámines. En las Baleares existieron sacerdotes romanos mistéricos que dejaron la impronta en sus lápidas (23). Concretamente en la isla de Menorca se tiene constancia de la existencia de un flamine o sacerdote de los dioses, flamen de los Divos, augustal, arúspice y agorero, que fue llamado Lucio Fabio y, cuya lápida fue hallada en Mahón (24). Su cargo consistía en un sacerdocio de mucha distinción, puesto que podía pertenecer a una familia patricia, o plebeya, según Ramis, quién especificó que personalmente estimaba que Lucio Fabio debió ser un “gran Flamine” de familia patricia (25). En Menorca vivió un segundo flamine llamado Mecio Meciano, cuya lápida reza literalmente: “Mecio Meciano de la Tribu Quirina Montano por agnombre, tres veces Edil, Duumviro en la Isla y, Flamen de la Provincia de España (7) Citerior, para perpetuar la memoria de sus honores puso este monumento”. Por lo tanto desempeñó el cargo de sacerdote de los gentiles, un cargo distinguido en la sociedad romana hispana menorquina (26). El tercer flamine apareció adscrito a una lápida funeraria de Mahón. Su nombre fue Quinto Cornelio, perteneció a la tribu Quirina, ostentó el cargo de segundo edil de la ciudad de Mahón y, flamine de los Divos (27). Por lo tanto, si hubieron tres flamines en Menorca, que vivieron en periodos diferentes, significaría que en Menorca muy posiblemente se practicaba el rito del taurobolio y, que los flamines participaron directamente en el propio rito, retirando al toro del entarimado sobre el que era asesinado. El taurobolio fue un rito originario de Oriente, que fue practicado en todo el Imperio Romano, en honor de los dioses Cibeles y Atis (28). Junto con las grandes festividades paganas como fue el taurobolio, en las viviendas romanas menorquinas se practicaban rituales a los dioses 6


lares protectores de la casa, en un pequeño espacio denominado larario donde se colocaban las divinidades (29). Y entre los militares del ejército romano, estos siguieron el ritual religioso pagano del mitraísmo (30) 4. Menorca romana. Los restos arqueológicos romanos hallados en Menorca aportan una continuidad cronológica, de dominio sobre el territorio insular. Hecho, que se observa más minuciosamente en el monetario. 4.1. Monedas romanas halladas en Menorca. En el primer cuarto del siglo XIX, Francisco Barceló y Camarís ya destacó la importancia de las monedas encontradas en la isla de Menorca, correspondientes a los emperadores Augusto, Tiberio, Domiciano, Trajano, Adriano, Antonio, Marco Aurelio, Cómodo, Septimio Severo, Maximiano, Gordiano, Galieno, ClaudioGótico, Aurelio, Diocleciano, Constantino, Constante, Valente, Arcadio y Honorio (31). A continuación se expone donde aparecieron las monedas romanas en Menorca: - Terrenos de Llucmessanes (32). - Talayot de Turó (32). - Alrededores de Mahón (32). - Ciutadella (32). - Cueva de la vall, de Ciutadella (32). - Paseo San Nicolás de Ciutadella (32). - Alayor (32). - Alrededor de los talayots [sin especificar] (32). - Torret, de San Luís (32). - San Cristóbal (32). - Son Carlá (33). - So Na Caçana (34). - Término de Alayor (35). - Término de Mahón (35). - Cueva del predio de Binisafulle Nou, perteneciente al término de Mahón (36). - Recinto fortificado de la finca de Son Carla (Ciutadella) (37). - Ciudad de Mahón (38).

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4.2. Cerámica romana hallada en Menorca. Los restos de cerámica dispersas por la isla de Menorca también son abundantes y diversas. Existen vestigios de “cacharros”, cerámica grosera, vasijas, cerámica de cocina, de lujo, ungüentarios y lucernas, localizados en: - Una cueva de Ciutadella (39). - “Antigot” de Santa Clara (40). - Grutas de Son Bou, de San José (Covas-Gardas), Son Morell y, sobre todo, las de Calas-Covas (41). - Ciutadella (42). - Término de Ciutadella: Puerto de Ciutadella, Cala Morell, Torrellafuda, Curniola, Plaza del Borne, Son Marc, Torre Vella (43). - Sanitja (Mercadal) (43). - Talayot de Llusamassanet (Mahón) (43). - San Clemente (Mahón) (43). - San Cristóbal o Ferreries (43). 4.3. Placas romanas halladas en Menorca. Inscripciones romanas realizadas en piedra existen en gran cantidad en la isla de Menorca. Algunas son lápidas funerarias, otras son conmemorativas. Las hay dedicadas a emperadores como Caracalla (44) y, a individuos que habitaron en la isla. Las lápidas romanas aparecieron en: - Predio Alcoig, en Mahón (44). - Predio de Alcaidús (45). - Calas Covas (46). - Grutas de Son Bou, de San José (Covas-Gardas), Son Morell y, sobre todo, las de Calas-Covas (47). - Mahón (48). - Cercanías de Mahón (49). - Inmediaciones de Alayor (50). 4.4. Viviendas romanas halladas en Menorca. Al oeste del talayot grande de Trepucó se halló un pedazo de revestimiento mural procedente de una mansión romana rústica, que actualmente pertenece al término de Mahón (51).

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4.5. Vías romanas existentes en Menorca. Existió una vía militar romana que partía de la base militar romana, dividiéndose en dos ramales que conectaban Cales Coves y santa Águeda, el municipio de Mahón, arrabal de san Antonio, camino de Ses Vinyes y Ses Roques llises, Algendaró, Talatí, Biniay Vell y Biniayet, Bini Faell, Alayor, Alcaidús, Torralbas, San Alberto y Rafal Vell, Els Morlans, Torralba d´En Salort, Torralbet, Binialmaya y Son Seguí, Cotaina, Biniadris a Cales Coves. Y de Ferrerias a santa Águeda (52). 4.6. Tumbas y enterramientos romanos existentes en Menorca. Parece ser que Mahón fue uno de los puntos de enterramiento más frecuentes, cuyas tumbas romanas han salido a la luz en la calle Anuncivay (53), Plaza del Príncipe (54), Cos de Maó (55) y, Cos de Gracia de Mahón (56). En Sanisera aparecieron en su época, enterramientos romanos (57). Y en febrero de 2015, han salido a la luz en Ciutadella, cerca de la plaza del Peix, dos tumbas de época tardo-romana con restos humanos en su interior (58). 5. Las basílicas menorquinas. Parece ser que el origen constructivo de las basílicas menorquinas se inició en el siglo IV d.C. Pero el propio siglo IV d. C., no fue totalmente pro-cristiano, ya que, tan solo hubieron dos momentos propicios para el cristianismo que fueron: a) El año 313 d. C., cuando el emperador Constantino promulgó el Edicto de Milán, en el cual reconocía al cristianismo como religión (59). b) El año 391 d. C., en que el emperador Teodosio prohibió el paganismo y, con dicho acto se ratificaba la Iglesia cristiana (60). 5.1. Es Fornàs de Torrelló y Son Bou. Su construcción data del siglo IV d.C., periodo de gobierno del emperador Constancio II (61), un momento cronológico en que el Imperio Romano se vio amenazado “por incursiones libias, ataques piráticos en el Egeo, agitaciones de los bárbaros en la frontera del Danubio y, sobre todo, invasiones en la Galia y guerra permanente contra Persia” (62). 9


Cronológicamente la basílica de Es Fornàs de Torrelló tuvo que comenzar a construirse entre los años 337 d. C., año de la muerte de Constantino y, 353 d. C., fecha del gobierno de Constancio II como único emperador (63). Por otra parte, la basílica de Son Bou, también fue construida en el siglo IV d.C. (64). 5.2. L´Illa del Rei. En el siglo VI d. C., fue construida la basílica de l´Illa del Rei. Un periodo histórico en el que el general bizantino Belisario se anexionó las Baleares en el año 533 d. C. (65), para el emperador bizantino Justiniano, quién a su vez, potencio el cristianismo católico, en detrimento de las minorías judías, paganas y heréticas (66). Por lo tanto, la basílica de l´Illa del Rei debió construirse entre los años 533, 537 y 555 d.C., años de dominio bizantino, estando al frente de las Baleares el militar bizantino Apolinar, enviado por Belisario (67). 5.3. Sanitja y Cap des Port de Fornells. La basílica construida más tardíamente fue la de Sanitja, correspondiente a los siglos VI-VII d. C. (68), de cuyo suelo han salido a la luz fragmentos de páteras (69) y, lucernas (70). La basílica de Sanitja contuvo en su interior un pie de altar realizado en piedra caliza (71). La misma cronología presenta la basílica de Cap des Port de Fornells (72). 6. Conclusiones. Durante el Bajo Imperio Romano, Menorca fue destinada a ser una isla de destierro, como muchas de las existentes en el Mediterráneo, -Cícladas, Planasia -cercana a la isla de Elba-, Rodas, Amorgos, Sirte y, Cercina, Pandateria –también conocida como Ventotene-, Cerdeña, Córcega, Pontia, Palmaria y, Andros-. Como isla de destierro, Menorca acogió en el siglo IV d. C., a un obispo hereje defensor del arrianismo; y, en el siglo V d. C., a dos militares romanos, con el cargo de capitán. Ahora bien, entre los habitantes que tuvo la isla de Menorca, se hallaron tres flamines o sacerdotes augures, agoreros o de los Divos, entre cuyas funciones se hallaba la de adivinar a través de las vísceras de los 10


animales sacrificados y, ayudar en la festividad religiosa del “Taurobolio”, que se realizaba cada cierto tiempo y, su función consistía en quitar el toro yacente sacrificado sobre la tarima de madera que lo sustentaba y, sobre la que resbalaba la sangre caliente del animal, escurriéndose a través de la madera para caer sobre el cuerpo del pontífice. Y en tercer lugar, las basílicas paleocristianas existentes en la isla de Menorca fueron construidas en periodos favorables al cristianismo por parte de los emperadores romanos, durante el Bajo Imperio. Las basílicas de Son Bou y, Es Fornàs de Torrelló se construyeron entre los gobiernos de Constantino y Teodosio el Grande, -segundo y último cuarto del siglo IV d. C.-. Sin embargo, las basílicas de L´Illa del Rei, Sanitja y, Es cap des Port de Fornells fueron erigidas en el siglo VI d. C., en periodo de paz bajo el dominio bizantino de Justiniano. Por tanto, la isla de Menorca experimentó un cambio drástico pasando, en primer lugar, del paganismo romano, acreditado como religión oficial del Imperio romano; al cristianismo heterodoxo, institucionalizado por los emperadores Constantino y Teodosio en el siglo IV d. C. Posteriormente se produjo un momento histórico en el que lucharon teológicamente catolicismo y arrianismo, durante el siglo V d. C., y, en el venció el cristianismo católico oficializado por el emperador de Occidente Honorio. Mientras que en el siglo VI d. C., se produjo la ratificación del cristianismo católico, validado por el emperador Justiniano.

En Villajoyosa (Alicante). A 8 de noviembre, 2015.

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Citas bibliográficas (1). BLAQUEZ, J. M. “Aspectos sociales del cristianismo de los primeros siglos”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 351. La legislación romana. Adulterio = Condena al destierro. “(…) La legislación romana sobre el particular está contenida en la Lex Iulia de adulteriis et puditicia, promulgada por Augusto en el año 18 a. C., con la finalidad de sanear las costumbres muy liberales. (…) La mujer adúltera era desterrada a una isla, al igual que su compañero, que, además, sufría la confiscación de la mitad de sus bienes. (…) / (Página 352) Durante muchos siglos no se celebraron matrimonios eclesiásticos. La Iglesia antigua no consideró el matrimonio como un sacramento, categoría ésta que restringía al bautismo y a la eucaristía (…)”. (2). TÁCITO, Cornelio. “Anales”. Edición de Beatriz Antón Martínez. Nº 80. Madrid. Akal/Clásica. 2007. Página 234. Libro II (16-19 d. C.). Pena por adulterio: Relegatio in insulam. Cita (327). “(...) La Lex Iulia de adulteriis coercendis era un plebiscito propuesto por Augusto (18ª. C), que confería al paterfamilias el derecho a matar a la hija culpable de adulterio y a su cómplice si los sorprendía en su propia casa; si los descubría el marido, podía matar al adúltero si carecía de honorabilidad, pero no a su propia mujer; el marido de la adúltera tenía que divorciarse, pues, en caso de no hacerlo, incurriría en lenocinio. Los culpables eran castigados con la deportación a islas diferentes (relegatio in insulam) (...)”. (3). TÁCITO, Cornelio. “Anales”. Edición de Beatriz Antón Martínez. Nº 80. Madrid. Akal/Clásica. 2007. Página 266. Libro II (16-19 d. C.). Expulsión de los judíos del Imperio Romano. Cita (563). Sérifo. “(...) Isla de las Cícladas. La relegatio in insulam era la pena establecida (...)”. (4). TÁCITO, Cornelio. “Anales”. Edición de Beatriz Antón Martínez. Nº 80. Madrid. Akal/Clásica. 2007. Página 107. Libro I. Isla de Planasia. “(...) Pues Livia se había ganado la voluntad del anciano Augusto hasta el punto de hacerle relegar a la isla de Planasia a su único nieto Agripa Póstumo (...)”.Página 108. Libro I. Isla de Planasia. Cita (60). “(...) Agripa Póstumo, relegado en la isla de Planasia, será pronto ejecutado (vid. infra. c.6 (...)”.Página 110. Libro I. Isla de Planasia. “(...) Augusto (...) se había hecho llevar a Planasia para visitar a Agripa (...)”. (5). TÁCITO, Cornelio. “Anales”. Edición de Beatriz Antón Martínez. Nº 80. Madrid. Akal/Clásica. 2007. Página 107. Libro I. Isla de Planasia. Cita (47). “(...) Planasia está cerca de la isla de Elba (...)”. 12


(6). TÁCITO, Cornelio. “Anales”. Edición de Beatriz Antón Martínez. Nº 80. Madrid. Akal/Clásica. 2007. Página 109. Libro I. Isla de Rodas. “(...) Tiberio >erón (...) había estado exiliado en Rodas (66) (...)”. Página 109. Libro I. Isla de Rodas. Cita (66). “(...) Desde el 6 a. C. al 2 d.C. (...)”. (7). PISA SÁNCHEZ, Jorge. “Breve historia de Hispania”. Madrid. Nowtilus. 2009 (septiembre). Página 154. Condena al destierro en la isla de Amorgos. “(…) Vibio Sereno, cuyo gobierno había provocado un amplio rechazo en la provincia de la Bética y, que fue condenado al destierro en la isla griega de Amorgos (…)”. (8). TÁCITO, Cornelio. “Anales”. Edición de Beatriz Antón Martínez. Nº 80. Madrid. Akal/Clásica. 2007. Página 157. Libro I. Destierro de Sempronio Graco. Cita (369). “(...) En la pequeña Sirte, año 1 a. C. (...)”. (9). TÁCITO, Cornelio. “Anales”. Edición de Beatriz Antón Martínez. Nº 80. Madrid. Akal/Clásica. 2007. Página 157. Libro I. Destierro de Sempronio Graco. “(...) Sempronio Graco (...) desterrado a Cercina, isla del mar de África (369), soportó catorce años de exilio (...)”. (10). BLAQUEZ, J. M. “Aspectos sociales del cristianismo de los primeros siglos”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 355. Legislación civil sobre el divorcio en el siglo IV. Deportaciones a una isla = Época de Constantino. “(…) Constantino, en una constitución que recoge en el Codex Theodosianus (3, 16.1). (…) La mujer solo puede repudiar a su esposo por los siguientes crímenes: homicidio, envenenamiento, violación de sepulcros. Si tiene pruebas. Recibirá toda su dote. Si la repudia por causa de otro crimen distinto de los mencionados, deberá, por su audacia, ser deportada a una isla (…)”. (11). TÁCITO, Cornelio. “Anales”. Edición de Beatriz Antón Martínez. Nº 80. Madrid. Akal/Clásica. 2007. Página 106. Libro I. Isla de Pandateria. Cita (43). “(...) Tiberio creció, junto con su hermano menor Druso I, en casa de Augusto, después de casarse éste con Livia Drúsila (conocida desde el 14 d.C. como Livia Augusta). Por orden de Augusto repudió a su esposa Vipsania para casarse con Julia I. Relegada ésta a la isla de Pandateria (...)”. (12). BLAQUEZ, J. M. “Aspectos sociales del cristianismo de los primeros siglos”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 360. Cuidados de los prisioneros y de los condenados a las minas. Destierro a Cerdeña a los condenados a las minas. ¿Pudieron haber cristianos condenados a las canteras en Menorca? “(…) La 13


Iglesias cuidaba de los condenados a las minas por su fe. El obispo de Roma, Víctor, poseía una lista donde figuraban los nombres de todos los cristianos condenados a las minas de Cerdeña. Se procuraba obtener su libertad, como se logró a través de la amante de Cómmodo, Marcia. Se les visitaba como hicieron los cristianos de Egipto durante la persecución de Diocleciano desplazándose a las minas de Cilicia. El emperador Licinio prohibió que los encarcelados fueran socorridos con alimentos. El obispo de Cartago, Cipriano, envió una carta a los condenados de las minas durante la persecución de Valeriano. En ella da algunos datos importantes sobre el trato que recibían los reclusos. Antes de entrar en las instalaciones de las minas se les apaleaba cruelmente, luego eran encadenados. 'o se podían bañar. El lugar era inmundo. Escaseaba el pan y, faltaba el vestido. Pasaban mucho frío. Se les rapaba la mitad de la cabeza. Los sacerdotes no podían ofrecer sacrificios (…)”.BLAQUEZ, J. M. “Iglesia y Estado en los primeros siglos imperiales”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 255. Política de Commodo. Destierro de cristianos en Cerdeña. “(…) Según el historiador Eusebio, la política de Cómmodo (180-192) relativa a los cristianos fue más benévola, gozando de tranquilidad. El historiador de la Iglesia solo menciona, para esta época, el martirio de Apolonio, entre los años 183-185. Casi contemporáneas a este hecho son las Actas de los mártires escilitanos (año 180), que sufrieron el martirio en Cartago, siendo procónsul Vigelio Saturnino. (…) Tertuliano se refiere a una persecución de los cristianos cuando C. Arrio Antonino era procónsul de Asia, hacia 184-185. (…) También Hipólito alude a los cristianos condenados a las minas de Cerdeña (…)”.SINOUÉ, Gilbert. “Calixto I, el Papa olvidado”. Colección: Nueva Novela Histórica. Barcelona. Plural. 2001. Página 211. 24. Libro primero. Penales de Cerdeña. “(…) los cristianos de Cartago exiliados en los penales de Cerdeña (…)”. SINOUÉ, Gilbert. “Calixto I, el Papa olvidado”. Colección: Nueva Novela Histórica. Barcelona. Plural. 2001. Página 260. 30. Libro primero. Minas de Cerdeña. “(…) De los cristianos de Cartago, a quienes habían enviado a las minas de Cerdeña (…)”. SINOUÉ, Gilbert. “Calixto I, el Papa olvidado”. Colección: Nueva Novela Histórica. Barcelona. Plural. 2001. Página 386. 46. Libro Tercero. Cristianos condenados a Cerdeña. “(…) Refrésqueme la memoria. ¿>o hay previsto para mañana un envío de prisioneros a Cerdeña? - En efecto. Un trirreme debe zarpar con veintidós cristianos condenados, según la lista que tú mismo estableciste (…)”. 14


- SINOUÉ, Gilbert. “Calixto I, el Papa olvidado”. Colección: Nueva Novela Histórica. Barcelona. Plural. 2001. Página 387. 47. Libro Tercero. Cerdeña, mayo de a 191. Minas de Cerdeña. ¿Eo podría ser que la cantera de Menorca fuese utilizada por los condenados al destierro? “(…) Las minas de Cerdeña, formadas por yacimientos de zinc y plomo, rivalizaban con las de Galia, Hispania y Dacia. (…) Para trocear las rocas, los que dirigían el trabajo sólo habían encontrado un medio: las rocas eran caldeadas hasta temperaturas muy altas y, luego, regadas. Se producía así una considerable evaporación de gas, que desgastaba cada día más los pulmones de los condenados. Estaban también las infiltraciones de agua que aparecían intermitentemente y empapaban el suelo donde, pese a todo, era necesario trabajar día tras día (…)”. - SINOUÉ, Gilbert. “Calixto I, el Papa olvidado”. Colección: Nueva Novela Histórica. Barcelona. Plural. 2001. Página 393. 48. Libro Tercero. Víctor = Obispo de Roma y Papa. Minas de Cerdeña. “(…) El segundo, guía de cristiandad, papa y obispo de Roma al mismo tiempo. Víctor. Éste último le había entregado una nueva lista de cristianos deportados a las minas de Cerdeña, treinta en total, entre ellos el archidiácono Zephyrin (…)”. SINOUÉ, Gilbert. “Calixto I, el Papa olvidado”. Colección: Nueva Novela Histórica. Barcelona. Plural. 2001. Página 511. Eotas complementarias del autor. “(…) Calixto murió aquel 15 de octubre del año 222. Su cuerpo fue arrojado a un pozo. El diácono Asterio retiró sus despojos. Al parecer, lo enterró en el cementerio llamado de “Calipodio”, en la vía Aureliana. El papa Julio II hizo construir una basílica en su memoria (Santa María in Trastevere) y, la Iglesia lo venera como papa y mártir. Pese a la violencia de sus opositores, el edicto sobre la absolución de los pecados irremisibles se impuso en todas partes y, nunca ha sido puesto de nuevo en cuestión. El asunto de la patria de origen de Hipólito sigue abierto. El padre J. M. Hanssens (La Liturgie d´Hippolyte) supone que es de origen egipcio; otros creen que es de raíz romana. Tras haber reinado como antipapa, Hipólito fue deportado a Cerdeña hacia 235, en compañía del papa Ponciano, durante la persecución del emperador Maximino. Ambos murieron mártires y sus cuerpos fueron trasladados a Roma. A continuación fueron honrados del mismo modo por la Iglesia. Antes de morir, Hipólito alentó a sus fieles para que se unieran a la gran Iglesia. 15


En 1551 se exhumó, en el territorio del antiguo cementerio de la vida Tiburtina, una estatua mutilada reconocida como la de Hipólito. Esta estatua, erigida mientras vivía por sus discípulos, nos permite conocer las obras que redactó. En 1842, Mynoïde Mynas llevó del monte Athos a París las Philosophoumena. Esta obra, que fue escrita varios años después de la muerte de Calixto, contiene la síntesis de los resentimientos experimentados entonces por Hipólito hacia aquel a quien consideraba su rival. En ella, la Iglesia católica es descrita como la “secta de Calixto” (…)”. (13). PISA SÁNCHEZ, Jorge. “Breve historia de Hispania”. Madrid. Nowtilus. 2009 (septiembre). Página 136. Séneca desterrado a la isla de Córcega. “(…) En el año 41 d. C., Séneca fue condenado a muerte al ser acusado de estupro por Mesalina, la tercera esposa del emperador Claudio, aunque esta pena se le conmutó por destierro a la isla de Córcega (…)”. (14). BLAQUEZ, J. M. “Las persecuciones”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 300. La persecución de Valeriano. Destierro de obispos, sacerdotes y diáconos. Destierro de damas. “(…) Valeriano temía también la cristianización del Imperio: pues veía que su misma corte estaba plagada de cristianos. Las fuentes de esta persecución son Dionisio de Alejandría y Comodiano, quienes afirman que Valeriano, al principio de su gobierno fue favorable a los cristianos. A esta época, poco después del año 254, atribuye M. Sordi el martirio del centurión Marino, enterrado por el senador cristiano Asturio, mártir el mismo después, en el año 257, con sus dos hijas (Rufina y Segunda) y, amigo del emperador. Dionisio de Alejandría echa las culpas de la persecución de Macriano, ministro de finanzas, que incitó a Valeriano a la persecución. En el segundo edicto, Valeriano ordena que los senadores y caballeros cristianos sean privados de su dignidad y de sus bienes. Si persisten en ser cristianos serían condenados a la pena capital. La apostasía, por vez primera, no era suficiente para librar de la muerte al acusado. Se intentaba limpiar de cristianos la clase senatorial, a la clase de los caballeros y a los altos funcionarios de la corte. Se piensa que incluso la esposa de Galieno era cristiana, Valeriano intentó impedir la cristianización del Imperio, temor que planeó sobre el Imperio desde la dinastía de los Severos hasta el gobierno de los tetrarcas. (…) 16


Los edictos de los años 257 y 258 atacan directamente a la organización de la Iglesia, cerrando templos, confiscando cementerios y lugares de reunión, desterrando a obispos, sacerdotes y diáconos y, condenando a muerte a quienes no obedecían las órdenes. En el año 258 se dicta pena capital contra muchos senadores, caballeros y eclesiásticos, a los que se despoja de sus dignidades y de sus patrimonios; otros son condenados a trabajos forzados / (Página 301) y, las damas son enviadas al destierro. En este momento la apostasía liberada de la pena de muerte, pero no de la confiscación de los bienes. Como señala M. Sordi, la novedad de la persecución de Valeriano estriba en que atacó a los cristianos de las clases dirigentes, porque no deseaba la integración de los cristianos en los aparatos del estado, al contrario que Marco Aurelio. Temía la cristianización del Estado. Ataca al cristianismo como Iglesia, declarando su ilicitud. Hasta ahora la Iglesia podía vivir en virtud de la legislación vigente sobre asociaciones. El Estado reconoce la existencia de la Iglesia, en función y proporción de las medidas que se adoptan para su condena. En esta ocasión, la legislación anticristiana fue modificada sustancialmente (…)”. (15). BLAQUEZ, J. M. “Relaciones de los cristianos con el Imperio. Desde los severos hasta Aureliano”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 262. Tolerancia de los emperadores Gordiano III y Filipo el Árabe. “(…) Con la desaparición de Maximino Tracio y la llegada al poder de Gordiano III (238-244) y, de Filipo el Árabe (244-249), se restableció nuevamente la tolerancia hacia los cristianos. Dionisio de Alejandría (Eusebio, HE. 7, 10.3) (…) afirman que Filipo el Árabe era cristiano. La Iglesia gozó de gran libertad. Trajo de Cerdeña el cuerpo del papa Ponciano. (…)”.BLAQUEZ, J. M. “Las persecuciones”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 297. El primer emperador cristiano: Filipo el Árabe. Egipto. Ponciano, obispo de Roma se hallaba exiliado en Cerdeña. “(…) El prefecto del pretorio, sucesor de Gordiano III (238-244) M. Julio Filipo, es el primer emperador cristiano. (…) El emperador y su esposa, Otacilia Severa, mantuvieron correspondencia epistolar con importantes intelectuales cristianos (…). Durante su gobierno, los cristianos llevaron a Roma, desde Cerdeña, los restos del obispo de Roma, Ponciano. Entre los años 248 y 249, las masas enfurecidas de Alejandría arremetieron contra los cristianos (…)”. 17


(16). “Día 1º de mayo. Santos Felipe y Santiago Apóstoles (+ hacia 54 y 63)”. www.santos5-6.pdf Página 518. Día 20 de junio. San Silverio, papa y mártir (+ 537 o 538). Heregía. San Silverio, en el destierro. Destierro de cristianos en la isla Palmaria. Siglos I y II. “(...) Los enemigos del Papa se valieron de calumnias y mentiras para acusarle, pagando a falsos testigos para que depusieran testimonios contra él en estos términos: «Sabemos de fuente fidedigna que el papa Silverio había hecho pacto con Vitiges, rey de los ostrogodos, para perder a los romanos. Una vez, entre otras muchas, le envió este mensaje que ha / (Página 519) caído en nuestras manos: Venid esta noche cerca de Letrán, en la puerta Asinaria, y os entregaré la ciudad y al patricio Belisario». >o le costó mucho trabajo a Silverio refutar esta odiosa calumnia. Demostraron los peritos que la pretendida carta del Papa había sido escrita completamente por el abogado Marcos y un soldado de la guardia, llamado Julián. Belisario reconoció la inoccncia del Pontífice, pero le suplicó que satisficiera los deseos de la emperatriz, único medio —decía él— de acabar con tales dificultades y de conservar su Sede. Guardián infalible de la verdad, Silverio declaró valerosamente que antes padecería el martirio que admitir a su comunión a un hereje obstinado y desautorizar en lo más mínimo al Concilio de Calcedonia. A Belisario se le presentaba ocasión de imitar el noble ejemplo del Pontífice; pero no se atrevió y determinó entregar el Vicario de Cristo a sus enemigos. Llamóle, pues, a su palacio, situado en el Pincio, adonde acudió el Pontífice acompañado de varios eclesiásticos. Éstos fueron detenidos en la segunda antecámara del palacio; sólo el Sumo Pontífice fué introducido ante la presencia del general y no se le vió salir. Silverio fué llevado a una habitación interior en la que se hallaba Antonina muellemente tendida sobre un diván; Belisario estaba sentado a sus pies, y al lado de éste, el diácono Vigilio. Antonina, olvidando las reglas de la más elemental cortesía, sin levantarse siquiera cuando entró el Pontífice, le interpeló con voz encolerizada: «Decidme, señor Papa — exclamó—, ¿qué mal os hemos hecho, tanto a vos como a los romanos, para que hayáis querido entregarnos al poder de los ostrogodos?» Mientras seguía hablando, un subdiácono llamado Juan entró en la sala, arrancó el palio al Pontífice y le arrastró a una sala contigua; allí le despojaron de sus vestiduras, haciéndole poner en su lugar una cogulla de monje, y le dejaron a disposición de Vigilio. Al día siguiente el pueblo supo con estupefacción que el papa Silverio había sido depuesto del solio pontificio, que le habían relegado a un monasterio y que era preciso elegir un sucesor. Belisario, imponiéndose 18


al clero de Roma por el terror, hizo proclamar a Vigilio, sembrando la desolación en toda la Iglesia. En realidad, Silverio no volvió a aparecer más; embarcado en un navio cuando los ostrogodos se vieron obligados a levantar el sitio de Roma, el Vicario de Cristo fué conducido a las costas del Asia Menor y desterrado a Pátara en la Licia. >uestro Santo soportó con entereza grande la dura prueba a que se vió sometido, sin dejar ni un momento de velar, en la medida que le era dado hacerlo, por el bien de la religión. El obispo de Pátara le recibió con grandes muestras de respeto y de admiración. Indignado de semejante iniquidad cometida contra el Jefe de la / (Página 520) Iglesia, este valeroso obispo —cuyo nombre desgraciadamente se ignora fue a Constantinopla para pedir justicia a Justiniano: “¡Hay muchos reyes en el mundo —dijo al emperador—, pero no hay más que un solo Papa, jefe de la Iglesia universal, y se le trata de este modo!» Justiniano hizo ademán de extrañeza: había sido víctima de un engañ o sobre el verdadero estado de las cosas. Dispuso que Silverio volviese a Italia, que se le repusiera en la Sede Apostólica, si se probaba que no quiso entregar Roma a los ostrogodos de Vitiges, y si no, que se le diera otra silla episcopal. La emperatriz Teodora se valió de todas las intrigas para hacer fracasar estas providencias; pero esta vez Justiniano mantuvo su decisión. Al saberlo, Vigilio se conmovió. Es de suponer que, por su parte, la intrigante Antonina no permanecería inactiva. Belisarío cedió una vez más a esta mujer infame: por orden suya. Silverio fue de nuevo preso a su llegada a Italia, deportado a la isla Pontia y poco después a la cercana isla Palmaria, célebre ya por el destierro de cierto número de cristianos en los siglos I y II especialmente Santa Flavia Domitila y los Santos 'ereo y Aquileo. En aquel triste destierro, pasó los últimos días de su vida sujeto a mil tribulaciones y a tan crueles tratamientos, que llegaron al extremo de privarle del alimento necesario y aun del agua suficiente para aplacar la sed. Tal proceder empleado contra el Jefe supremo de la Iglesia levantó grandes gritos de indignación en todo el orbe católico, cuyos obispos representaron una y otra vez al poder civil para que cesara una persecución que era el escándalo de la cristiandad; mas todos sus esfuerzos se estrellaron contra las tramas criminales de la emperatriz Teodora, empeñada cada vez más en que nuestro bienaventurado colocase de nuevo en la sede de Constantinopla al hereje Antimo y revocara los acuerdos tomados en el Concilio de Calcedonia (...)”. “Día 1º de mayo. Santos Felipe y Santiago Apóstoles (+ hacia 54 y 63)”.www.santos5-6.pdf Página 520. Triunfo de Cristo y de la verdad. “(...) Tras muchas privaciones y sufrimientos, el venerable desterrado murió al año siguiente, 20 de junio de 538, después de haber perdonado a todos sus enemigos y 19


pedido para ellos la misericordia del ciclo. El mártir recibió cristiana sepultura en la isla Palmaria; la gloria con que Dios le coronó y premió sus sacrificios fué proclamada de una manera manifiesta por los muchos milagros que ilustraron su tumba. Belisario se arrepintió de lo que había hecho a San Silverio, y borró con una vida de fervor y de penitencia su enorme culpa, siendo muestra perenne de su feliz mudanza de vida, la iglesia que en honor del santo Papa hizo edificar en Roma entre el Pincio y el Quirinal, con una inscripción en su frontispicio, donde consta la confesión y el desagravio de su pecado. / (Página 521) Dios concedió también a Vigilio la gracia de expiar su falta en este mundo. Todo cuanto hizo Teodora para recordar a Vigilio su compromiso de restablecer en la sede de Constantinopla al hereje Antimo, fue en vano. En esta circunstancia se ve palpablemente la asistencia del Espíritu Santo al Jefe de la Iglesia universal: lo que Vigilio había prometido tan imprudentemente siendo diácono, se resistió a cumplirlo con invencible constancia una vez constituido Papa legítimo. Detenido por orden de la emperatriz, conducido a Constantinopla, amenazado de muerte, arrastrado por las calles con una soga al cuello como un malhechor, Vigilio permaneció fiel defensor de la fe católica, sostén del patriarca legítimo San Menas, adversario de los herejes. Teodora, excomulgada, murió impenitente, y Vigilio volvió a Roma. Otra versión, apoyada en el testimonio de un autor griego, Procopio, simplifica mucho las circunstancias de la muerte de San Silverio. Según ella, el Pontífice entraría en casa de Belisario de la cual no volvería a salir; un familiar de palacio, Eugenio, después de haberle asestado el golpe mortal habría hecho desaparecer su cadáver por orden del general de Justiniano. En este caso, la elección de Vigilio habría sido canónicamente regular, puesto que la Santa Sede estaría vacante. Lo cierto es que en la isla Palmaría nunca se ha encontrado el cuerpo de San Silverio. El nombre de este santo Pontífice no se baila en ningún martirologio antiguo, como el de Floro, Usuardo o Adón, por lo menos según sus versiones primitivas. Seguramente que el papa Gregorio VII impondría su oficio en Roma. Consta en el Breviario de 1550 como fiesta de rito simple y fue conservada por San Pío V. Después se ha modificado la leyenda por decreto de la Sagrada Congregación de Ritos (...)”. (17). PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los Apóstoles (III). Hechos de Andrés, Juan y Pedro”. Madrid. Biblioteca de Autores Cristianos. MMXII. Página 903. Martirio de Eereo y Aquiles. El prefecto Aureliano, pretendiente de Domitila. Isla Poncia = Isla Pandataria = Lugar de destierro para los romanos y cristianos. “(…) 10. 1. Las cosas que demostró sobre Domitila Aureliano, el que se había 20


desposado con ella, sería largo escribirlas todas por orden, pero pasemos a los resultados de los hechos. Pidió, pues, al emperador Domiciano que si la excusaba de sacrificar, se sometería al destierro en la isla Poncia (5). Quizá podría mediante ese destierro hacer que su alma de virgen santa cambiara su proyectado propósito. Conseguido esto y estando ella en el destierro de la isla Poncia junto con 'ereo y Aquiles, encontraron allí a dos hechiceros que estaban en el destierro, discípulos del llamado Simón Mago. 2Uno de ellos se llamaba Furio y, el otro Prisco, los cuales, extraviado con sus prodigios mágicos a los habitantes de la isla, hicieron que Simón Mago fuera venerado y creído en vez del Hijo de Dios y, llamaban enemigo suyo al apóstol Pedro. Levantándose aquellos dos contra >ereo y Aquiles, eran apoyados en su actitud por muchísima gente del lugar. Dijeron, pues, a las turbas >ereo y Aquiles: - ¿Conocéis a Marcelo, hijo de Marcos, prefecto de la ciudad de Roma? Ellos preguntaron: - ¿Y quién hay que no lo conozca? Les respondieron diciendo: - ¿Aceptáis su testimonio sobre Simón y sobre Pedro? Ellos dijeron: - El que no cree a tal persona es un gran insensato. 3>ereo y Aquiles les replicaron: - Entonces procurad preocuparos un poco de vuestra salvación y apartaos de la enseñanza de éstos hasta que le enviemos una carta y nos responda lo que hay sobre el bienaventurado Pedro, e igualmente lo que hay de Simón Mago. Preparada nuestra carta, elegid a uno de vosotros que se encargue de llevársela; juzgamos / (Página 905) razonable que sea leída delante de todos antes de enviarla, a fin de que aquel, al contestar, no pase por alto nada en las explicaciones de su carta. Esto pareció aceptable a todos y enviaron a un hombre particular junto con la carta de los satos (…)”.Página 903. Cita (5). Isla Poncia = Isla Pandataria = Isla Ventotene. “(…) Pequeña isla en el mar Tirreno, situada a unos 50 kilómetros de la costa frente a la frontera que divide las regiones del Lacio y la Campania. Las fuentes griegas la denominan Pandataria. En la actualidad recibe el nombre de Ventotene. Fue lugar del destierro de importantes mujeres imperiales, como Julia, la hija de Augusto y Agripina la Mayor, hija de Agripa y Julia (…)”. PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los Apóstoles (III). Hechos de Andrés, Juan y Pedro”. Madrid. Biblioteca de Autores Cristianos. MMXII. Página 905. Martirio de Eereo y Aquiles. Carta de Eereo y Aquiles a Marcelo. Isla Poncia = Isla Pandataria = Lugar de 21


destierro para los romanos y cristianos. “(…) 11. 1Este era el contenido de la carta: “>ereo y Aquiles, siervos de Jesucristo, a nuestro hermano y condiscípulo, eterna salvación. Desterrados en el campo de trabajo de la isla Poncia por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, consideramos el caso como un grandísimo gozo, pero esta nuestra alegría nos la destruyen Furio y Prisco, los discípulos de Simón mago, quienes por sus artes mágicas fueron desterrados hasta aquí. Pues dicen que Simón era inocente y que el apóstol Pedro lo menospreció sin razón, por lo que a casi todos los habitantes de aquí los convencieron para que tuvieran esta opinión sobre Simón. 2>osotros, en cambio, no dejamos de dar testimonio a todos para que no les crean. Y como confirmación de las cosas que decimos, hemos recurrido, hombre dignísimo, a la presencia de vuestra magnanimidad para que por vuestros escritos personales puedas demostrarles como ha sido la vida de Simón. Pues llegado a ser discípulo suyo, conociste todas sus obras, por lo que sentimos pudor de apremiarte para que nos escribas sobre sus asuntos, a fin de que los que son extraviados por él puedan ser rescatados de su engaño. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté contigo”. Una vez que recibió esta carta de los santos, contestó de esta manera: (…)”. PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los Apóstoles (III). Hechos de Andrés, Juan y Pedro”. Madrid. Biblioteca de Autores Cristianos. MMXII. Página 917. Martirio de Eereo y Aquiles. Martirio de Eutiquio, Victoriano y Marón. Isla Poncia = Isla Pandataria = Lugar de destierro para los romanos y cristianos. “(…) 19. 1Cuando recibió esta carta Marcelo, envió a la misma isla a su propio hermano, de nombre Marcos, quién pasó con aquellos confesores el espacio de un año. Después, regresado a donde estaba Marcelo, (…) / (Página 919) Pensaba que así por medio de ellos lograría cambiar el parecer de la virgen. Como se portaban valientemente los sabios y en nada temían los tormentos de Aureliano, se los llevó de la isla y como si fueran sus propios esclavos los separó a unos de otros y en sus suburbios (…)”. PIÑERO, Antonio & DEL CERRO, Gonzalo. “Hechos apócrifos de los Apóstoles (III). Hechos de Andrés, Juan y Pedro”. Madrid. Biblioteca de Autores Cristianos. MMXII. Página 921. Martirio de Eereo y Aquiles. Martirio de Domitila y compañeras. Isla Poncia = Isla Pandataria = Lugar de destierro para los romanos y cristianos. “(…) 21. 1Cuando Aureliano quitó de en medio a todos los santos de Cristo del círculo de Domitila, dijo a Sulpicio y a Serviliano, los más brillantes magistrados: - Yo se que vosotros habéis sido pretendientes de mujeres nobles y amamantadas con Domitila. Me refiero a Eufrosine y Teodora, las más sabias de las vírgenes. Sin embargo, cuando hagas venir a 22


Domitila de la isla a Campania y, ellas vayan a ella con intención de visitarla, te ruego que atraigas la opinión de Domitila a mis criterios. Y cuando, en efecto, fue trasladada desde la isla Poncia a Terracina, vinieron a ella Eufrosine y Teodora y, comenzaron a sentirse a gusto juntas. Mientras aquellas comían en común, Domitila pasaba el tiempo en ayunos y oraciones (…)”. (18). VIDAL MANZANARES, César. “El primer evangelio: El documento Q”. Barcelona. Círculo de Lectores. 1993. Página 36. Primera parte. El contexto del Documento Q. Capítulo II. El contexto histórico (II). Bajo Calígula, Claudio y Herodes (37-40 D.C). Judíos de Alejandría. Destierro de Flaco en la isla de Andros. “(…) El cambio de actitud de Calígula se produciría, aproximadamente, al año y medio de dar comienzo su reinado (7). En el otoño del 38 d. C., tuvo lugar una sangrienta algarada contra los judíos de Alejandría. Existía en esta ciudad una colonia numerosa e influyente de los mismos y, la situación, cíclicamente, se convertía en considerablemente tensa. Esta vez, aparentemente, la revuelta fue debida al populacho pero, realmente, estaba detrás la mano del emperador que creía firmemente en su propia divinidad (8). Los judíos de la ciudad, claramente monoteístas, no podían aceptar las veleidades imperiales y por ello fueron contemplados como hostiles, lo que proporcionó una magnífica oportunidad a los antisemitas para dar rienda suelta a su rencor. El mismo gobernador de Egipto, Avilio Flaco, se avino a consentir en semejante desafuero, fundamentalmente porque había sido amigo de Tiberio / (Página 37) y carecía de valedores ante el nuevo emperador, cuya amistad ansiaba obtener (9). Con ello, el encargado de acabar con el conflicto se convertía en uno de los principales interesados en que el mismo continuara. La misma visita de Agripa a la ciudad sólo contribuyó a caldear más los ánimos (10) y, Flaco optó, finalmente, por permitir la colocación de imágenes en las sinagogas, promulgar un edicto privando a los judíos de los derechos de ciudadanía y legitimar la persecución de los mismos (11). La reacción, como en otros paralelos realmente lamentables, fue muy rápida. El saqueo de las propiedades judías, el asesinato de judíos y la profanación y destrucción de sus sinagogas no se hicieron esperar (12). La situación sólo parece haberse suavizado un tanto cuando Flaco fue llevado a Roma como prisionero y desterrado inmediatamente a la isla de Andros en el Egeo, donde fue ejecutado (13). El sucesor de Flaco fue Vitrasio Polión que, presuntamente, debió de conducir las cosas a su cauce al menos en lo que al orden público se refiere, ya que Clausio, que resolvió finalmente el conflicto a favor de los judíos, lo mantuvo en el ejercicio del cargo. Con todo, todavía en el 40 d. C., seguía existiendo un clima enrarecido entre judíos y no judíos de 23


Alejandría que motivó el envío a Roma de una legación, encabezada por el judío Filón, para presentar el caso ante el emperador. Éste, tras recibirlos de manera humillante, los despidió sin que lograran su objetivo (14) (…)”. Página 36. Cita (7). “(…) Josefo, Ant. XVIII, 7, 2 (…)”. Página 36. Cita (8). “(…) Filón, Legación II, 13-16; 43; Josefo, Ant. XVIII7, 2, XIX, I, I, I, 2, Dión LIX, 26, 28; Suetonio, Calígula 22 (…)”. Página 37. Cita (9). “(…) Filón, Contra Flaco, 3 (…)”. Página 37. Cita (10). “(…) Filón, Contra Flaco, 61(…)”. Página 37. Cita (11). “(…) Filón, Contra Flaco, 6-7 (…)”. Página 37. Cita (12). “(…) Filón, Contra Flaco, 6-9 y 20; idem, Legación, 18 (…)”. Página 37. Cita (13). “(…) Filón, Contra Flaco, 12-21 (…)”. Página 37. Cita (14). “(…) Josefo, Ant. XVIII, 8,1 (…)”. (19). BLAQUEZ, J. M. “Aspectos sociales del cristianismo de los primeros siglos”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 359. Asistencia social. Desterrados a las islas en el siglo II d. C. “(…) Y Tertuliano (Apol. 39) afirma: Si en la caja se pone algún dinero, no es un tributo de honor, ni precio con que compra la dignidad cristiana, o se redima, sino donativos voluntarios de los reunidos; cada uno da una monedilla al mes, o cuando quiera o pueda, o de la manera que quiera; la donación es voluntaria. Esta suma es el depósito de la piedad, que de ahí se saca no para gastos de banquetes, ni para borracheras, ni para comilonas, sino para sustentar y enterrar a los pobres, para alimentar niños y niñas huérfanos de padre y madre y de bienes, para socorrer a los que no pueden salir de casa, a los náufragos, a los presos, a los desterrados a las islas y a los condenados a las minas por la religión. Todos estos son ahijados que cría la religión, porque su confesión les sustenta. Magníficamente ilustran estos dos textos el mecanismo de la asistencia social mediante la caridad, vigente en el siglo II (…)”. (20). BARCELÓ Y CAYMARIS, Francisco. “Historia de Menorca (Manuscrito inédito. 1837. (Continuación) (*)”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo, Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las Sociedades Afines domiciliadas en el mismo. Año XVIII. Quinta Época. Tomo IX. Mahón. Est. Tip. de M. Sintes Rotger. 1914. Página 98. Cita (*). “(...) Año 356.- A veinte de Diciembre del año 366, en la Villa de Hita, del Partido de Guadalajara, llamada antiguamente Anfitria, pasó de esta vida a la eterna San Gregorio, Arzobispo de Toledo, Varón insigne en virtudes, y buenas letras y grande perseguidor de los Hereges. Entró en la Silla de Toledo sucediendo a San Olimpio el año 356 según escribe Dextro. Fue Monje de profesión, unos dicen de San Antonio Abad, y otros Carmelita. En el año 359 asistió al Concilio de Arimino donde concurrieron 24


trescientos Obispos de España, Italia, Francia e Inglaterra, contra la herejía de Arrio, que negaba la igualdad, y consustancialidad del Padre con el Hijo, que patrocinaba el Emperador Constancio, e hizo muy malos tratamientos a aquellos santos Prelados por espacio de siete meses. Estuvo tan firme, y constante Gregorio, que el Emperador le desterró a la isla de Menorca, donde estuvo hasta el año de 361, que murió este hereje emperador, y levantando el destierro a los Obispos su sucesor, se vino a España, habiendo gobernado el Obispado en su ausencia San Audencio, su Arcediano. Trata de este santo prelado; (que algunos le omitieron en el Catálogo de los Arzobispos de Toledo), el Padre Argaiz en el tomo primero de su Soledad Laureada, fol. 29.- A. Cavaller >in de Cardona (...)”. (21). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 427. La circular de Severo de Menorca (418). Epistula de conversione iudacorum apud Minoricam insulama meritis sancti Stephani facta. Anno 418. (Clavis patrum Latinorum, nº 576). 2. Situación de Menorca y sentido providencial de su pequeñez. Lo despreciable = Isla del destierro. “(…) La isla de Menorca es una de las Baleares, cuyo nombre han propagado entre todos los pueblos los escritores profanos. (…) / (Página 428) He recordado esto para que se aprecie que el Señor elige lo despreciable de este mundo, no sólo entre los hombres (cf. 1 Cor… 1. 2728), sino que también hace lo mismo entre los lugares. En esta isla, que por su pequeñez, por su aridez y su aspereza, es la última de la tierra (…)”. (22). BARCELÓ Y CAYMARIS, Francisco. “Historia de Menorca (Manuscrito inédito. 1837. (Continuación) (*)”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo, Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las Sociedades Afines domiciliadas en el mismo. Año XVIII. Quinta Época. Tomo IX. Mahón. Est. Tip. de M. Sintes Rotger. 1914. Página 105. “(…) Año 421. Vándalos. En tal feliz estado de cosas, y cuando la religión Cristiana estaba, en Menorca, con todo su auge, los Vándalos que habitaban en el continente, vinieron a posesionarse de esta Isla, al mando de su Rey Gunderico. Terribles fueron los combates entre dos naciones tan fuertes y belicosas. Obstinada y sangrienta fue la resistencia de ambas partes; más como los valerosos Capitanes Romanos dueños de Menorca, estaban destinados a nuevas y mayores empresas, y que miraban su domicilio en esta Isla como un estrecho y triste destierro, accedieron por fin a ceder la isla a Gunderico bajo varios pactos civiles y condición expresa de tolerar y proteger la nueva Religión cristiana recién plantada en la misma (A) (…)”. 25


(23). ALVAR, Jaime., & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. “Cultos mistéricos y cristianismo”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 528. El fin de los misterios. El conflicto cristiano-pagano del siglo IV. En las Baleares aparecen lápidas de varios sacerdotes romanos mistéricos. “(…) y que los sacerdocios mistéricos se acumulan en manos de las familias más selectas de la aristocracia senatorial pagana (…)”. (24). RAMIS Y RAMIS, Juan. “Inscripciones romanas de Menorca”. Ciutadella de Menorca. Ediciones Nura. 1995. Página 12. Inscripción I. Flamini = Sacerdote arúspice. “(…) Entre las que existen en el Consistorio de Mahón, la que contemplo más antigua por el buen gusto de su composición y, grabado, es la que trae Juan Armstrong en la página 229 de su Historia de (I) Menorca. La piedra o lápida en que se halla, en una especie de granito grosero roxo en algunas partes y, en otras blanco, de que hay en la isla muchísimas canteras. La de que hablo tiene marcos, o boiselito por todos sus lados. Su largo son dos palmos y, quatro pulgadas y, su ancho consiste en dos de los primeros. Armstrong la pone así: L. FABIO. L. F. Q. VIR. FABVLLO AED.II. VIR.III. FLAMI>I DOVOR. AVG. R. P. MAC. OB. MVLTA EIVS MERITA. La interpretación que le da dicho autor es a siguiente, traducida de la lengua Inglesa en que está escrita su obra. El pueblo romano de Mahón erigió este monumento a la memoria de Lucio Fabio hijo de Lucio por sus grandes méritos Era Quintumvir y, de la tribu Fabullus, así mismo Edil; tres veces Duumvir, Sacerdote de los Dioses y, Agorero” (…)”. Página 12. Cita (I). “(…) Edición de Londres de 1756 (…)”. (25). RAMIS Y RAMIS, Juan. “Inscripciones romanas de Menorca”. Ciutadella de Menorca. Ediciones Nura. 1995. Página 21. Flamini = Sacerdote auríspice. “(…) Así constará con más evidencia prosiguiendo en la explicación de esta Lápida. Armstrong interpreta el FLAMI>I DIVOR., de la 5ª línea por Sacerdote de los Dioses; pero esta expresión es / (Página 22) demasiado general y, por lo mismo insuficiente para darnos a comprender la clase, o especie de Sacerdocio, de que era miembro Lucio Fabio. Es cierto que los Flamines eran Sacerdotes entre los (38) 26


Romanos; pero los últimos no eran todo Flamines, habiéndolos también de otras especies, como los Gallos (39), los Salios (40), los Lupercales (41), los Pinarios (42) etc., sujetos todos al Colegio de los Pontífices (43) presidido por el que se llamaba Pontifex (44) Maximus. Habiendo pues tanta diversidad de Sacerdotes en aquella 'ación y, manifestándonos la Lápida que Lucio Fabio era Flamen de los Dioses, o Divos, debía declararlo Armstrong y, no contentarse con decir simplemente que era Sacerdote, pues esto no explica la clase, ni el estado tan distinguido del Sacerdocio de Lucio Fabio. Efectivamente el Flaminato era un Sacerdocio de mucha distinción nombrado a veces por las Tribus de las Juntas del Pueblo y, en otras por los mismos Pontífices, en cuyas asambleas eran admitidos en calidad de Jueces de los asuntos que allí se (45) trataban. Había / (Página 23) grandes y pequeños Flamines así llamados porque aquellos debían sacarse de familias patricias y, los últimos de las (46) plebeyas. Esta dignidad sacerdotal disfrutaba del privilegio de llevar el Apex, con que a (47) veces se cubría su cabeza, aunque en otras lo hacía con un velo (48), o cinta formada de hilo, de lo que en efecto había tomado el nombre de (49) Flamen. Este encargo por lo común era (50) perpetuo y, su obtentor iba vestido de un ropaje de lana de color de (51) púrpura. Sus mujeres participaban del mismo Sacerdocio y, se decían Flaminicas (52). Me persuado que el Lucio Fabio de que trato sería del número de los grandes Flamines, pareciendo tan verosímil que su familia era patricia, como lo llevo dicho. Pero y de que Divos era Flamen nuestro Lucio Flavio, quando por lo común esta especie de sacerdotes del ciego gentilismo, no lo era más que un solo >umen o divinidad, como el Flamen Dialis, el Marticalis (53), el Quirinalis etc. Yo comprendo que desde que entre los Romanos se introduxo el uso sacrílego de deificar, o / (Página 24) poner inter Divos a sus Emperadores, lo que empezó por Julio (54) César y, continuó hasta (55) Graciano, señalando a cada uno su Flamen (56) y Sodales, se inventó también el estilo para no multiplicar Sacerdotes, de conferir a un mismo sujeto el Flaminato o, Sacerdocio de diferentes Césares. A la verdad vemos que en tiempos de Tiberio había en Antequera ciudad de la Península su Pontifex (57) Caesarum; y así no debe parecer extraño que por el mismo tiempo, o no mucho (58) después, fuese Lucio Fabio Flamen de los Divos, es decir de los Césares en el municipio de Magontano (59). Armstrong en su explicación de la 6ª línea de dicha inscripción interpreta por Agorero el AVG., que allí se lee, lo que tengo por muy dudoso. Convengo en que el eruditísimo Heineccio (60) citando a Citerón dice que en las Colonias había también sus Agoreros y, si esto era así, parece natural que en los municipios, como lo era Mahón, los hubiere asimismo y, en este caso la interpretación que nos da Armstrong a dicha 27


abreviatura, sería fundada y, legitima. Sin embargo / (Página 25) considerando que los escritores no menos célebres, e insignes nos dicen que los Agoreros no pasaron de (61) quince y, que no eran los Pueblos que los nombraban, sino el Colegio (62) de los Augures y, últimamente los (63) Emperadores; resulta de aquí no poco motivo para persuadirnos que el AUG., de dicha lápida no querrá decir Agorero, sino Augustal. Fúndome para ello además de lo expuesto en ser positivo que en los municipios y, Colonias Romanas había tres clases o especies de los últimos, unos que se llamaban sagrados, o sacerdotales, otros civiles (64) y otros Militares, cuyos primeros fueron instituidos por Tiberio en el año XIV de la era cristiana para el culto del numen de Augusto, que veneraban por (65) Deidad y, después también para el de los otros Emperadores que en lo sucesivo elevaron a (66) Divos. / (Página 26) Por otra parte con la dignidad de Agorero no se solía conceder, sino a sujetos muy condecorados y, de primer rango, o estado entre los Romanos (67) y según el Sr. Conde de Lumiares en las inscripciones de la parte de la Península de que trata, no se halla memoria de los Agoreros (68), parece difícil de creer que lo fuese nuestro Lucio Fabio en esta Isla y, es más verosímil el creerlo Augustal de una de las tres clases arriba (69) mencionadas. >i me hace fuerzas para tenerlo por Agorero esto de que fuese de familia Patricia y, agregado a la Tribu Quirina, pues siendo tan corto el número de los Agoreros, como lo llevo evidenciado, aunque Lucio Fabio por estar inscrito en dicha Tribu pudiese votar en las elecciones, o juntas del Pueblo (70) quando se hallase en Roma, no por esto debemos persuadirnos que fuese de una clase tan ilustre y sublime, que lo hubiesen honrado con la dignidad Augural, con la que solamente lo fueron / (Página 27) los sujetos de más autoridad y, distinción entre los (71) Romanos. Añadese a esto que el sacerdocio de los Augures, o Agoreros era mayor que el Flaminato (72) y no parece verosímil que en nuestra inscripción se pusiese después del último, como así sería si el AUG., quisiese decir AUGURI. Estos motivos los considero preferibles y, me gustan más que los opuestos; pero con todo no diré que mi modo de pensar sea del todo cierto habiendo hombres tan grandes por una y otra parte y, el resolver enteramente en tan espinosa materia, exige otras luces y, conocimientos que los míos. Diré no obstante para los que interpreten el AUG., de la inscripción por AUGUSTALI no ser mi opinión que deba entenderse de los Augustales sagrados o sacerdotales, es decir, de los dedicados al culto de los Emperadores, que la adulación de los romanos había transformado en Divos. El fundamento de ello es que por la Lápida ya nos consta que Lucio Fabio era Flamen de aquellos, ibi: FLAMI>I DIVOR., y así no es a creer 28


que tuviese dos sacerdocios para un mismo objeto. Me persuado pues que quando el AUG., de la inscripción se haya de entender e interpretar por Augustal, (que es la opinión a que más me inclino) querrá decir que nuestro Patricio lo era de la clase civil, o de los Augustales, a cuyo cargo estaba la / (Página 28) composición y reparo de las Vías Augustales y, demás obras públicas, con lo que se daba a comprender que Lucio Fabio tenía también este empleo, que era en realidad distinguido, así con respeto a los sujetos que solían nombrarlos, como por las atribuciones propias de estos encargos, como todo queda evidenciado. Adelantando en la explicación y declaración de esta lápida, veo que Armstrong interpreta las letras R y P y el MAG., de la misma línea, como si dixesen en latín Romanus Populus Magonis. En esto sí que no tendré dificultad en oponerme y declararme abiertamente, contra la opinión del referido autor, así por ser contrario al estilo de aquella nación, que por lo común ponía la voz Populus antes del Romanus; como también porque las dos siglas R y P., es constante por los Antiquarios que querían decir REPUBLICA (73) a lo menos en muchos casos y, en ningún modo se verá, ni hallará que se deban interpretar como Armstrong se lo figuró. Es dable que alguno me pregunte como esta ciudad quando se gravó la inscripción pudo titularse República, siendo como es, tan evidente por el FLAMI>I DIVOR., ser esta del tiempo de los Cesares y, por consiguiente muy posterior a la conquista de las Baleares por el / (Página 29) Procónsul Quinto Cecilio Metelo en el año de Roma (74) 629, que otros escritores alargan al 630 y aun hasta al 361? (75). A esto le diré que no obstante dicha conquista, era Mahón un municipio quando se puso la expresada (676) lápida, como en efecto aún conservaba este timbre en el siglo V de nuestro Sr. (77) Jesu Cristo y, las ciudades de esta clase eran miradas y, tenidas como unas pequeñas (78) Repúblicas. >o debe pues parecer extraño que al tiempo de gravarse la inscripción de que hablo, usase el municipio de Mahón del dictado y, título de Repúblico. Ya veo que luego se me replicará pidiéndome la época a que asigno la formación de dicha lápida. En su satisfacción responderé que según se ha visto, su buen gravado y, lo elegante, simple y lacónico de la inscripción que contiene, hacen muy probable que no baxe del primer siglo de la era cristiana; y estos antecedentes reunidos a la circunstancia de haber / (Página 30) sido Lucio Fabio Flamen de los Divos como allí resulta, dan mucho motivo a creer que este monumento es del tiempo de Csaligula o, de su tío Claudio o a mas tardar (79) del de >erón en poca diferencia, en que ya se conocían muchos Divos, de quienes nuestro Compatricio podía ser Flamen. >o pretendo calificar lo que digo por una demostración, ni por un argumento infalible, porque no presumo tanto de mis luces, sino que 29


reasumiendo lo antedicho, comprendo que mi opinión no carece del fundamento sólido y, en cosas tan antiguas en que por lo común no hay pruebas ciertas, se debe estar a lo mas (80) probable. De todos modos esta lápida hacía mucho honor a nuestro mahonés no tan solamente por lo que llevo dicho de las dignidades y, empleos que obtuvo, sino también por la circunstancia tan particular de habérsele erigido este monumento por la municipalidad de Mahón. Esto no obstante las palabras que siguen y, con que concluye la inscripción, aún exaltan más a nuestro buen patricio, expresando que se le hizo esta pública demostración de gratitud: OB MVLTA EIVS MERITA, lo que es un argumento muy fuerte de que Lucio Fabio había hecho / (Página 31) a su patria muchos, e importantes servicios. Ojalá le imitásemos todos, haciéndola así más respetable y, digna del aprecio de las >aciones cultas. La referida lápida era sin duda el cipo, o pedestal donde se colocó la estatua pedestre de este insigne mahonés, porque además que esto se hacía en semejantes inscripciones (81) me parece haber visto un hoyo en la parte superior de esta piedra antes de colocarse en el paraje actual. Conformándome con lo que arriba digo, traduzco la misma inscripción en estos términos. “La República magontana dedica esta memoria por sus muchos méritos, a Lucio Fabio hijo de Lucio de la Tribu QYVIRI>A por cognombre Fabullo. Fue dos veces Edil, tres veces Duumviro, Flamen de los Divos y Augustal” (…)”. Página 22. Cita (38). “(…) Samuel Pitisco en su compendio tomo I, pág. 611 (…)”. Página 22. Cita (39). “(…) El mismo Autor en el tomo II., de dicha su obra pág. 460 (…)”. Página 22. Cita (40). “(…) Allí también (…)”. Página 22. Cita (41). “(…) Ibidem pág. 461 (…)”. Página 22. Cita (42). “(…) En la misma obra y, pasaje (…)”. Página 22. Cita (43). “(…) En el tomo II de dicho Compendio pág. 337 (...)”. Página 22. Cita (44). “(…) El propio Pitisco ibi pág. endem y, el P. M. Florez pág. 4, núm. 7 tomo I (…)”. Página 22. Cita (45). “(…) Véase el tomo I, de la misma obra pág. 611 (…)”. Página 23. Cita (46). “(…) Idem ibídem (…)”. Página 23. Cita (47). “(…) El P. M. Florez en el tomo I de su citada obra pág. 39 (…)”. Página 23. Cita (48). “(…) Pitisco en el tomo I. pág. 511., de su compendio (…)”. Página 23. Cita (49). “(…) Idem loco citato (…)”. Página 23. Cita (50). “(…) El mismo dicho loco (…)”. Página 23. Cita (51). “(…) Idem ibídem, pág. 612 (…)”. Página 23. Cita (52). “(…) El mismo Pitismo ibi pag. 613 (…)”. Página 23. Cita (53). “(…) >ieupoort in dicto opere sect. IV. cap. II. 12. pág. 266. Pitisco en su compendio tom I. pág. 614 (…)”. Página 24. Cita (54). “(…) El propio Pitisco tomo I de dicha su obra pág. 96. >ieupoort ibi sect. IV. cap. I. 27. pág. 234 (…)”. Página 24. Cita (55). “(…) Los mismos escritores ibi (…)”. Página 24. Cita (56). “(…) >ieupoort en el mismo capítulo 27 del número 54 (…)”. Página 24. Cita (57). “(…) El P. M. Florez en el tomo II de dicha obra pág. 548 (…)”. 30


Página 24. Cita (58). “(…) Así lo comprueban el buen estilo de la inscripción y, lo excelente de su grabado, que nos hacen ver que no baxa del tercer siglo de la era cristiana (…)”. Página 24. Cita (59). “(…) Esta terminación se hace muy verosímil cotejándose con el Magontani de la IV, inscripción de esta obra (…)”. Página 24. Cita (60). “(…) Antiquitat. Romanar, tomo I, in append. lib. I. cap. V., pa´g. 398 (…)”. Página 25. Cita (61). “(…) El mencionado Sr. Conde de Lumiares en su interpretación a la inscripción III de dicha su obra pág. 13 a 17. Pitisco ibi Pág. 142. Tomo I. Kennet Romae Antiquae >otitia. cap. III, pág. 67 (…)”. Página 25. Cita (62). “(…) Pitisco ibídem (…)”. Página 25. Cita (63). “(…) Pitisco allí mismo (…)”. Página 25. Cita (64). “(…) Eran (habla de los Civiles) los instituidos, o confirmados en su oficio por los Presidentes que los Augustos tenían en las Provincias, o como yo sospecho porque entendían en la composición de los caminos llamados Vías Augustas y, les incumbía este ramo, como el de fábricas de edificios y, obras públicas. Los Militares eran en las Legiones, o Exercito aquellos Jefes, o Soldados que Augusto añadió a los ordinarios. El mismo Sr. Conde ibi pág. 17 (…)”. Página 25. Cita (65). “(…) >ieupoort ibi sect. IV. cap. I. 27. pág. 234 (…)”. Página 25. Cita (66). “(…) El mismo >ieupoort ibi (…)”. Página 26. Cita (67). “(…) El Sr. Conde de Lumiares ibi pág. 15 y 16 (…)”. Página 26. Cita (68). “(…) Así lo asegura a la página 14 de su citada obra: más si allí no existieron, es indispensable convenir que en Tarragona hubo sus Augures y Aruspices, como puede verse en la Historia de España del Sr. Masdeu tomo VI, página 152. Es verdad que no pone más que un solo exemplo de cada especie de estos Sacerdocios gentilicios, lo que arguve su mucha rareza y, por consiguiente lo muy inverosímil que es el suplir por AUGURI., el AUG. de nuestra lápida (…)”. Página 26. Cita (69). “(…) El Sr. Conde de Lumiares ibi pág. 16 v. 17 (…)”. Página 26. Cita (70). “(…) El P. M. Florez en su expresada obra tomo I. cap. XII, pág. 99. Heineccius Antiquitat. Romanar. tom. I. in appendice cap. V. pág. 389 (…)”. Página 27. Cita (71). “(…) Véase la cita número 67 (…)”. Página 27. Cita (72). “(…) Pitisco en dicha obra tomo I. verb. AUGURES, pág. 152 (…)”. Página 28. Cita (73). “(…) Introduction a la Science des Madailles pág. 468. >ieupoort ibi pág. 494. Basta además el considerar las medallas de los triunviros marco Antonio, el César Octaviano y, Lepido, donde hay tres letras R, P. y C., que los Antiquarios explican por Republica constituendae (…)”. Página 29. Cita (74). “(…) Histoire Romaine eclaircie par les medailles par Jean Louis Schutlz pag. 155 (…)”. Página 29. Cita (75). “(…) Hermully en su Historia de Mallorca part I. pág. 19 (…)”. Página 29. Cita (76). “(…) Se probará quando se expliquen las Inscripciones III y IV (…)”. Página 29. Cita (77). “(…) Véase la edición de la Carta del Obispo de Menorca Severo del año 418 de Jesu Cristo, que publicó en 1787 mi especial amigo y célebre paisano el Sr. D. Antonio Roig y, Rexach 31


Canónigo que fue de la Santa Iglesia catedral de Mallorca, ilustrando aquella con una Excercitación y >otas muy eruditas y curiosas, ibi 4, de dicha Carta, pág. 105 (…)”. Página 29. Cita (78). “(…) Heineccius Antiquit. Romanasr. tomo I. in Appeudice cap. V. pág. 389 (…)”. Página 30. Cita (79). “(…) Esto se comprueba asimismo si se repara que la República Magontana al tiempo de esta lápida no se apellidó Flaviaana o Flavia, como lo hizo después por adulación a Vespasiano, a sus hijos según lo veremos en la IV inscripción (…)”. Página 30. Cita (80). “(…) In rebus tam antiquis, si quae similia veri sint, pro veris accipiantur, satis habeam. TitusLivius Historiar. lib. V. pág. 309. tom. I. Londini 1749 (…)”. Página 31. Cita (81). “(…) Véase lo que dice el Sr. Conde de Lumiares sobre la inscripción XXV. pág. 69 a 71de dicha obra (…)”. (26). RAMIS Y RAMIS, Juan. “Inscripciones romanas de Menorca”. Ciutadella de Menorca. Ediciones Nura. 1995. Página 32. Inscripción II. Los flumenes eran sacerdotes de los gentiles. “(…) El Sr. Masdeu en su Historia Crítica de España tomo 6 página 80 pone en Menorca la inscripción siguiente: MAECIVS. MAECIA>VS. QUIRI>A. MO>TA>VS. AEDILIVS TER. II VIRATV. I> I>SULA FV>CTVS ETIAM FLAMI>IATV PROVI>CIAE HISPA>IAE CITERIORIS OB AETER>ITATEM HO>ORVM SVORVM MEMORIAE CO>LOC. (…) / (Página 35) Con estas supleciones comprendo que esta lápida se ha de interpretar y, traducir en esta forma. “Mecio Meciano de la Tribu Quirina Montano por agnombre, tres veces Edil, Duumviro en la Isla y, Flamen de la Provincia de España (7) Citerior, para perpetuar la memoria de sus honores puso este monumento”. Si en esta traducción uso de la voz Flamen, ha sido para distinguir la especie y, clase de Sacerdocio que desempeñó Mecio Meciano, que a la verdad era muy honorífico entre los romanos, como se ha visto. Este dato y los demás que expresa la inscripción, convencen lo bien conceptuado que estaba en la Isla y, en toda la provincia nuestro Mecio Meciano, su / (Página 36) muchas riqueza y la superioridad de sus talentos. A estas calidades añadiré la de parecerme que sería vanaglorioso, pues de su sola autoridad levanto el monumento sin decreto de los Decuriones de Mahón, (como sucedió con Lucio Fabio) no hallándose allí, como no se hallan las letras D. D., con lo que se manifestaba haberse erigido la memoria o 32


lápida precediendo (8) acuerdo de aquellos magistrados. A pesar de esto no nos faltan inscripciones donde vemos que otros individuos para recordar sus honores a la posteridad se levantaron iguales (9) monumentos. El contexto de la misma inscripción nos hace ver que este mahonés estaba igualmente agregado a la Tribu Quirina y por consiguiente disfrutaba de las gracias y privilegios que tengo enumerados hablando de Lucio Fabio como miembro de aquella (10) Tribu. (…) / (Página 37) En quanto a la voz MAECIVS, siguiendo los mismos principios, es a mi entender el pronombre de la raza o familia de nuestro patricio, o bien su nombre propio, según la opinión de los que quieren llamar así a los que apellidan pronombre los autores de sentir contrario, que al parecer, son los más seguidos (13) y de mayor crédito. De todos modos, la palabra MAICIVS indica que nuestro mahonés era de la familia Maecia, que aunque plebeya produxo hombres insignes y, beneméritos a la patria (14) a excepción de Maecio Suffecio, que por su perfidia fue muerto de orden de Tullo Hostilio en el año 85 de Roma. La palabra MAECIA>VS que sigue a la antedicha, es el cognombre de la familia, o raza de nuestro Mecio y, el MO>TA>VS, que está después de la voz QUIRI>A era el agnombe del mismo individuo; pues con efecto los romanos solían tenerlo (15). Veamos ahora de conjeturar en quanto lo pueda la época en que Mecio Meciano se hizo poner esta memoria. Lo que nos queda de ella manifiesta su buen grado y, elegante composición y, el considerar que la familia Maecia aún subsistía en el reinado del Emperador / (Página 38) Vespasiano en la persona del procónsul M. Maecio (16) Rufo, da motivo para presumir que este monumento no baxa de aquel tiempo (…). Es cierto no menos que en tiempo de Calígula había en Zaragoza uno de los Duumviros que / (Página 39) era Montano por agnombre (21) y así se puede sospechar si sería de la misma familia y Rama de nuestro patricio (…)”. Página 35. Cita (5). “(…) Es constante a fin de evitar la euphonia, o repetición de la misma letra en una palabra, hubo entre los antiguos algunos que escribieron no solo lo antedicho, sino conruit por corruit, etc.; pero esto fue un abuso, como la nota Heinecio con su fundamenta stili cultioris pág. 8. Consequente a esto puede que así se hiciese en esta inscripción y, puede también que se hiciese en ella el modo de escribir más común (…)”. Página 35. Cita (6). “(…) Tacit. Annal. lib. IV. XXXIV. pág. mihi 170 y 171 (…)”. Página 35. Cita (7). “(…) Si los Flamines de una ciudad o pueblo ya eran empleos distinguidos, como lo hemos visto; con mayor razón debían serlo los que lo eran de toda una provincia, como la de la España Citerior, que en tiempo de Plinio (que creo posterior a esta lápida) estaba dividida en siete conventos o chancillerías. Esto último nos lo dice Plinio en su Historiae mundi lib. III. cap. III. pág. 50 edición de Jacobo Dalecampio de 1599 (…)”. Página 36. Cita (8). “(…) Para todo 33


esto véase dicha obra del Gusseme tomo III., pág. 22. verb. Decurión (…)”. Página 36. Cita (9). “(…) En la inscripción XX del Sr. Conde de Lumiares pág. 56 y Escolano en la citada su obra lib. IV. col. 806 (…)”. Página 36. Cita (10). “(…) Téngase presente lo que digo sobre el particular tratando de este punto en la inscripción I (…)”. Página 37. Cita (12). “(…) El mismo autor en el tomo y, pagina antedichos (…)”. Página 37. Cita (13). “(…) Lo que allí dice el propio escritor, lo hace ver claramente (…)”. Página 37. Cita (14). “(…) El referido Gusseme en su mencionada obra tom. V, pág. 11 (…)”. Página 37. Cita (15). “(…) Así lo enseñan la lectura y, práctica en estas materias y, consta en el mismo escritor del número que antecede tomo III, pág. 200. col. I. in fine (…)”. Página 38. Cita (16). “(…) El mismo Gusseme ibi tomo V pág. 12 (…)”. Página 39. Cita (21). “(…) El referido P. Florez ibi tomo I. pág. 251 y 252 (…)”. (27). RAMIS Y RAMIS, Juan. “Inscripciones romanas de Menorca”. Ciutadella de Menorca. Ediciones Nura. 1995. Página 40. Inscripción III. “(…) En el tomo VI, pág. I de la Historia Crítica de España del Sr. Masdeu se halla la inscripción siguiente que existe en Menorca según dice: Q. COR>ELIO. Q. F. QVIRI>A SECV>DO AEDILI II VIRO. MV>ICIPI MAGO. FLAM. DIVOR. ET. AVG. L. COR>ELIVS. SATVR. SOCERO. Q. COR>ELIVS. SATUR. AVO OPTIMO OB. PLVRIMA. MERITA (…) / (Página 41) Así se halla en una de las piedras o lápidas de la referida peaña del Consistorio de Mahón y, lo borrado en ella parece haberlo sido desde mucho tiempo (…) Quinto Cornelio S… Quirina. Secundo aedili II viro municipio magontani, flamini Divorum. Lucius Cornelius S… Socero, Quintus Cornelius. S…. Municeps avo optimo opsequentes. El contenido de esta inscripción demuestra evidentemente que es de las llamadas sepulcrales / (Página 42) o fúnebres y, como le falta el D. M., que se interpreta por Diis Manibus o, a los Dioses Manes, aunque esta fórmula no era del todo (2) indispensable, me hace pensar que nuestra lápida no sirvió de losa para cubrir los huesos y losas del difunto y, que más presto sería un cenotafio (3) puesto en memoria del Quinto Cornelio, de quién se habla. Así además me lo persuade el haberse hallado en el Pont del Castell de Mahón, que es donde antiguamente estaba la misma (4) ciudad y, si la piedra hubiese servido para encubrir los restos de nuestro 34


patricio, naturalmente se habría encontrado en el campo, porque después de las leyes de las XII tablas, no era permitido enterrar dentro del pueblo, sino a personas de mucho (5) mérito y, distinción, como por exemplo las vestales de Roma y, algunos otros (…)”. Página 42. Cita (2). “(…) Heineccius Fundamenta stili cultioris part II. cap. V. pág. 253 (…)”. Página 42. Cita (3). “(…) Epitaphium est titulus vero sepulchro suffisus cenotaphium inscriptio sepulchro honorario adhecta. Heineccius ibídem pág. 250. Pitisco ibi verb. Cenotaphium tomo I. pág. 294 y 295 (…)”. Página 42. Cita (4). “(…) Véase la nota número 29 de mi extracto del Pariatje. Es cierto no menos que las inscripciones I y II de esta obra, que en ningún modo pueden llamarse sepulcrales, se han encontrado en dicho paraje del Pont del Castell, lo que convence su antigua existencia (…)”. Página 42. Cita (5). “(…) >ieupoort en dicha obra sect. VI. 2. pág. 461 y 462 (…)”.Página 48. Repoblación romana de las Baleares. “(...) Lo propio se confirma con el exemplar del pueblo bocchoriano en la Balear Mayor, pues sin embargo de haber sido esta soyusgada por Quinto Cecilio Metelo con su (33) conquista de estas islas, vemos que aún era pueblo confederado de los romanos en el año sexto de Jesu Cristo nuestro (34) Salvador y, 758 de (35) Roma, es decir, más de un siglo después de la misma invasión. Quizá si cuando esta, viendo Mahón lo que le amenazaba y, la absoluta imposibilidad de resistir, tomó el partido de entregársele voluntariamente y con esto pudo conseguir que aunque se estableciesen colonos romanos en la misma ciudad, conservase con todo su libertad, e independencia. >o debe pues causar admiración que por la razón ya expresada, o por otras que no nos deja descubrir la mucha antigüedad del tiempo que ha transcursado desde entonces, vamos por esta lápida que Mahón era un municipio en el primer siglo de la era cristiana, que es la época a que asigno este precioso monumento. A ello me inclino por la circunstancias de haber sido Quinto Cornelio Flamen de los Divos en esta ciudad, ibi: FLAMI>I DIVORUM, lo que reunido al buen gravado y gusto que aun se manifiesta en la inscripción, me hace creer que será del tiempo de la de Lucio (36) Fabio. Las palabras Lucius Cornelius S. Socero que vienen después de las que acabo de citar / (Página 50) convencen claramente que este Lucio Cornelio era yerno de dicho Quinto y, la letra S que allí se lee y, a que sigue un borracho me da motivo a presumir, como que igualmente se halla en el QUI>TO COE>ELIO de la primera línea, que ambos serían de la misma rama o estirpe, pues tenían al aparecer igual, o idéntico cognombre. Lo propio siento en lo que mira a la S., que sigue al QUI>TVS COR>ELIVS de la línea novena por concurrir la misma causa; y pasando de aquí a la interpretación de las letras MV que hay en la misma línea, considero que deben suplirse y, finalizar con decirnos MV>ICEPS, dando a entender de esta manera que este último Quinto Cornelio era natural de 35


nuestro municipio. Tal es en efecto el significado de dicha palabra, como nos lo dicen muchos sabios (37) autores. Según la línea 10ª de la misma lápida, el Quinto Cornelio que acabo de nombrar era nieto del otro del mismo pronombre y, nombre de la familia que expresa la primera línea de esta inscripción, como puede verse por el AVO OPTIMO de la antedicha línea 10ª. Teniéndolo en vista me parece que Lucio Cornelio aunque provenía como dicho su suegro de la misma familia, o gente Cornelia, era con todo de otra rama de ella, bien que gradúo que ambos tenían el propio cognombre por los motivos ya indicados, lo que arguye que este Lucio sería sobrino, / (Página 51) o sino pariente en grado inferior del Quinto Cornelio de la línea 1ª. Lo cierto es que el ver en uno y otro el mismo nombre de familia y, al parecer igual cognombre, hace pensar algún enlace entre ellos anterior al casamiento de este Lucio Cornelio con una hija del referido Quinto (…)”. Página 48. Cita (33). “(…) Téngase presente lo que digo tocante a esto en la inscripción I (…)”. Página 49. Cita (34). “(…) El Dr. D. Buenaventura Serra en su Disertación sobe la Inscripción del pueblo Bocchoritano hallada en Mallorca combinando lo que dice del Cionsulado de Marco Emilio Lepido y, Lucio Arruncio con el Abate Lenglet Dufresnoy en sus Tablas Cronológicas tomo I, pág. 106 (…)”. Página 49. Cita (35). “(…) En esta misma obra de Lenglet ibi (…)”. Página 49. Cita (36). “(…) >o se olvide lo que expreso en mi explicación de la inscripción I sobre su antigüedad (…)”. Página 50. Cita (37). “(…) Samuel Pitisco en dicha su obra tomo II, pág. 157 y 158. Calepinus verb. Municeps tomo II, pág. 45 (…)”. (28). LOZANO, Arminda. “Asia Menor en época helenística-romana. Panorama religioso”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 129. Religión tradicional pagana. Grandes divinidades. Taurobolio. El pontífice era el que recibía la sangre. En Menorca hubieron flámines y pontífices. “(…) Como parte integrante de los actos cualtuales celebrados en honor de Cibeles y Atis aparece la ceremonia del taurobolio –y criobolio-, cuya evidencia es sobre todo epigráfica y de una fecha tardía, a partir del siglo II. Del siglo IV data la descripción hecha por Prudencio, el poeta cristiano que constituye nuestra primordial fuente de información en este punto. El gran sacerdote bajaba a una fosa sobre la que se sacrificaba un toro, cuya sangre al caer empapaba al oferente cubriéndole la cara, el cual se presentaba de esa guisa ante los presentes en el acto que le dispensaban así muestras de adoración. El uso iniciático o dedicatorio del rito llevaba consigo la idea de una purificación, como preparación quizá para la vida de más allá. Las inscripciones hablan de personas como renacidas. / (Página 130) 36


El poeta cristiano describe así el taurobolio: Peristephanon, 1011-1048: El sumo sacerdote que va a ser consagrado en profunda fosa cavada en la tierra se introduce, con un maravilloso turbante, las sienes firmemente atadas con cintas, con una aurea corona sobre la cabeza y una toga de seda colocada al estilo gabino. Con tablas construyen por encima un entarimado con rendijas, por los huecos que deja la trabazón; hacen hendiduras luego, o agujerean la superficie, y perforan la madera por muchas partes con un clavo para que abran múltiples orificios diminutos. Un toro enorme de frente ceñuda y vellosa, con guirnaldas de flores sujetas en sus lomos o en sus cuerpos atados, hasta allí se lleva; reluce de oro también la frente de la víctima y colora su pelaje un metálico fulgor. Allí se ha de inmolar la res, según lo establecido. Con un venablo sagrado cortan en dos su pecho, escupe la ancha herida una oleada de sangre hirviente y, en la trabazón del puente de debajo un río de vapor se derrama y cálido se extiende. Entonces por las múltiples goteras de las mil grietas cayendo el chaparrón, descarga lluvia infecta que recoge el sacerdote encerrado en la fosa, poniendo su torpe cabeza debajo de todas las gotas, manchándose el vestido y todo el cuerpo. Más aún, echa hacia atrás la cabeza, ofrece sus mejillas pone debajo las orejas y los labios, expone sus narices, y hasta los propios ojos empapa en el líquido; ni tan siquiera perdona el paladar y riega su lengua hasta quedar por entero impregnado de negra sangre. Una vez que el cadáver exangüe y ya rígido lo retiran los flamines de aquel entarimado sale de allí el pontífice con un horrendo aspecto; muestra la cabeza mojada, la barba pesada, las cintas empapadas y las vestiduras ebrias (de sangre). A ese hombre manchado de semejante inmundicia, contaminado de podredumbre del sacrificio acabado, todos lo saludan y le adoran de lejos. La sangre ciertamente es un líquido muy especial y tanto entre los griegos como en otras religiones es considerado el medio más poderoso 37


para borrar los pecados o las culpas. Esta idea se encuentra en el cristianismo donde la sangre de Cristo sirvió para el perdón de nuestros pecados. Es así como hay que entender el derramamiento de sangre efectuado en el taurobolio, mediante el cual el tauroboliatus se purifica de sus manchas y aparece como renacido, comenzando así para él una nueva vida. Su efecto duraba veinte años, transcurridos los cuales era necesario proceder a su repetición (…)”. (29). PISA SÁNCHEZ, Jorge. “Breve historia de Hispania”. Madrid. Nowtilus. 2009 (septiembre). Página 73. Larario. “(…) y la posible existencia de un larario, lugar dedicado al culto de los dioses lares protectores de la casa. Este espacio disponía de un pequeño nicho pavimentado también con mosaico, donde se colocaban las estatuillas que representaban a las divinidades (…)”.PISA SÁNCHEZ, Jorge. “Breve historia de Hispania”. Madrid. Nowtilus. 2009 (septiembre). Página 106. Dioses del hogar. “(…) Finalmente en el larario se descubrieron tres estatuillas de bronce y los restos de una cuarta, que representaban a Isis, Mercurio y al Dios lar de la casa, divinidades que se veneraban en el ámbito familiar (…)”. (30). ALVAR, Jaime., & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. “Cultos mistéricos y cristianismo”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 532. Símbolos mitraicos. “(…) Entre los escasos documentos se encuentra una epístola que San Jerónimo envía a Laeta (Ep. CVIII ad Laet) en la que se menciona la destrucción de un mitreo, probablemente el de san Silvestre de Roma: ¿>o es verdad que hace unos años vuestro pariente Graco, cuyo nombre es sinónimo de nobleza patricia, mientras ocupaba la prefectura urbana destruyó, derrumbó y derribó la caverna de Mitra y todas las monstruosas figuras con las que se inician el Cuervo, el Gryphus, el Soldado, el León, el Persa, el Heliodromo, el Pater y adelantadas estas acciones como prenda, obtuvo el bautismo de Cristo? (…) En cambio, en el análisis arqueológico de los santuarios sí se constata que la desaparición se localiza, para todo el Imperio romano, en un periodo muy preciso, siglos IV y V, en consonancia con el proceso de cristianización promovido desde instancias estatales y favorecido por una serie de circunstancias socio-económicas y religiosas bien distintas en cada una de las provincias imperiales. Así la mayor parte de los mitreos de Italia (los ubicados en Espoleto, Sutri, Vulci, Santo Stefano, etc), se abandonaron a lo largo del siglo IV y no todos fueron convertidos en iglesias. (…) 38


Este fenómeno ha sido igualmente observado en Grecia en donde se constata , a existencia de un largo periodo de unos cien o doscientos años antes de que los templos paganos fueran remodelados y reutilizados como iglesias cristianas (hacia el siglo V o VI) (…)”. ALVAR, Jaime., & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. “Cultos mistéricos y cristianismo”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 535. Sin rival. Mitra. “(…) Por su parte, Mitra –ya se ha adelantado- marginaba a la mujer, con lo que tenía dificultades de integración social (…)”.HERRERO DE JÁUREGUI, “Tradición órfica y cristianismo antiguo”. Colección: Estructuras y procesos. Serie religión. Madrid. Editorial Trotta. 2007. Página 395. Mitra. “(…) Dios solar de origen persa cuyos misterios, caracterizados por el sacrificio del toro y por la comida fraternal de pan y agua de los iniciados, tuvieron una gran expansión en el mundo grecorromano durante el Bajo Imperio (…)”.ALVAR, Jaime., & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. “Cultos orientales y cultos mistéricos”. Publicado en: ALVAR, J. & BLÁQUEZ, J.M. & FERNÁNDEZ ARDANAZ, Santiago. & LÓPEZ MONTEAGUDO, Guadalupe. & LOZANO, Arminda. & MARTÍNEZ MAZA, Clelia. & PIÑERO, Antonio. Colección: Historia Serie Mayor. Madrid. Cátedra. 2010 (3ª edición). Página 442. Relieve de Mitra en Bosnia. “(…) >o existe posibilidad documental para demostrar que hubiera o no un rito de idéntico sentido al cristiano en las cavernas del dios persa, por más que se aduzcan banquetes rituales, presentes en el mitraísmo, como el que representa un relieve hallado en Konjica (Bosnia) (…)”. (31). BARCELÓ Y CAYMARIS, Francisco. “Historia de Menorca. (Manuscrito inédito. 1837. Prólogo”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las Sociedades Afines Domiciliadas en el mismo. Año XV. Quinta Época. Tomo VI. Mahón. est. tip. de M. Sintes Rotger. 1911. Página 397. “(...) Medallas. Las medallas encontradas en la Isla son muchos dineros consulares y algunas de plata de los Emperadores. Las de cobre son de Augusto, Tiberio, de Domiciano, de Trajano, de / (Página 398) Adriano, de Antonio, de Marco Aurelio, de Luís vero, de Cómodo, de Sep. Severo, de Maximino, de Gordiano el Hijo, de Pubiano, de Gordiano el piadoso, de Otasilla mujer de Felipe, de Galieno, de Póstumo, de Claudio-Gótico, de Aurelio, 39


de Diocleciano, de Constantino el Grande y de sus hijos, de Constancio, de Valente, de Arcadio y de Honorio (...)”. (32). CARDONA MERCADAL, Juan. “Incidencia de la numismática en la isla de Menorca”. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LXVIII. Séptima Época. Primer Semestre. Mahón. 1977. www.RevistadeMenorca1977.pdf Página 7. Monedas griegas halladas en Menorca. “(…) El griego se usó especialmente en sus colonias del >E siguiéndole a gran distancia el fenicio en Gades (hoy Cádiz) (…) Las monedas de Emporion y Rhode, únicas en las que aparece el alfabeto Griego aunque a veces con influencias del fenicio, en especial en su signo o letra “M” corresponden al periodo 400-300 años antes de J.C., en cuyo ciclo de tiempo ya existían amplias relaciones comerciales de la Colonia con todas las islas del Mediterráneo oriental. Sin embargo son escasísimas las piezas correspondientes a esta época de acuñación encontradas en Menorca, llegando a la conclusión de que su comercio exterior era todavía muy escaso (…)”. Página 7. “(...) Examinaremos brevemente la cronología de las leyendas de las monedas acuñadas por aquel tiempo en la Península Ibérica desde sus inicios hasta la época del Emperador Romano Claudio, en que desaparece por completo la amonedación autónoma. Los alfabetos usados en aquellas acuñaciones fueron: 1.-Grego. 2.-Fenicio. 3.-Paleoibérico. 4.->eoibéricos,en forma evolucionada. 5.- Libiofenicios, y por último el 6.- Romano o Latino. El griego se usó especialmente en sus colonias del >E siguiéndole a gran distancia el fenicio en GADES (hoy Cádiz), así como el grupo de Ibéricos. El libiofenicio de época moderna cede rápidamente el paso al Romano, que al final queda como el único empleado en toda la península. Las monedas de Emporion y Rhode, únicas en las que aparece el alfabeto griego aunque a veces con influencias del fenicio, en especial en su signo o letra “M” corresponden al periodo 400-300 años antes de J.C., en cuyo ciclo de tiempo ya existían amplias relaciones comerciales de la Colonia con todas las Islas del Mediterráneo oriental. Sin embargo son escasísimas las piezas correspondientes a esta época de acuñación

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encontradas en Menorca, llegando a la conclusión de que su comercio exterior era todavía muy escaso. La evolución y asimilación de varias culturas incidentes en el mismo periodo, que situaremos ya en el 180 al 82 antes de J. C., trajo consigo una gran variedad de signos alfabéticos transformados. Las influencias más importantes fueron la neo-ibérica, la peleo-ibérica, la púnica y la etrusca o greco oriental, pero / (Página 8) entre ellas la neo-ibérica acaba por desplazar al resto, anulándolo, y muy pronto los signos adoptan una clara forma greco-ibérica, para al final, a su vez, y ya en tiempos de una muy intensa romanización constituir ejemplos indudables de “dragmas” con leyendas netamente ibéricas. Tampoco Menorca recibió, creemos, caudales en esta época como para que constase su innegable intercambio comercial y sin embargo son de la época neo-ibérica los primeros CASTULOS que se han encontrado aquí cuyas fechas de emisión se sitúan en el segundo siglo anterior a Jesucristo. Si estos signos monetales acuñados en la localidad de CAZLO>A, en la provincia de Jaén (hoy casi un descampado) llegaron con la suficiente cantidad como para que de ellos quedaran evidentes restos hasta nuestros días, significa que entre nosotros y aquellas tierras o intermedias se comerciaba indistintamente. Los ejemplares encontrados y hoy perfectamente conocidos, están en las colecciones particulares y yo cálculo que en conjunto pueden sumar entre todos alrededor de un centenar. Las leyendas que figuran en estas piezas a veces difícilmente perceptibles, suelen tener una tipografía retrógrada y cercana a la influencia neo-ibérica. En la cara del anverso aparece una efigie de perfil de rasgos duros siempre diademada, y en su reverso la figura de un grifo o esfinge con símbolos que varían según los talleres que las acuñaron y que suelen ser, un creciente, una mano palmeada o un astro en forma de sol o estrella radiante. / (Página 9) Paralelamente a esta época en que por primera vez se introducen en Menorca piezas monetales, señalemos que en la Grecia y en la antigua Roma la acuñación de monedas en toda clase de metales estaba ya en pleno apogeo y extraordinariamente perfeccionados los procedimientos de ejecución, dibujo y relieve, más... casi ningún ejemplar de ellos ha sido nunca localizado aquí, y señalemos que Roma y Grecia en el año 200 antes de J.C., acuñaba más plata que cobre. Ejemplos espléndidos de esta perfección fueron los preciosos “denarios” de la República Romana, en los cuales con un anverso repetidamente similar a lo largo de dos siglos en que se representaba a Roma, incipientemente ya muy poderosa, con un perfil de mujer tocada con un casco alado, en los reversos figuran toda clase de signos y símbolos sacerdotales propios de sacrificios paganos; bigas formadas por machos cabríos o de caballos únicos a carros victoriosos; cuádrigas en posición de galope o bien de lento paso, 41


etc, etc.,pero siempre reflejando un elevadísimo nivel artístico tanto en su dibujo como en su relieve de grabado. De esta época solamente tengo noticia de un hallazgo en cobre, por cierto en un estado de conservación perfecto; es un VARUS, de la familia VIBIUS PA'SA, con un reverso de una ejecución espléndida en el que la loba romana amamanta a los / (Página 10) hermanos Rómulo y Remo, y encima dos estrellas radiantes. Esta pieza fue hallada en terrenos de Llucmessanes en el año 1964, y hoy la posee un coleccionista de Mahón. >o tengo noticias de hallazgos de denarios de la época de la República, es decir de antes de J. C., y en cambio todos sabemos del feliz encuentro del tesoro o tesorillo como ella lo llamaba, por nuestra siempre añorada señorita doña María Luisa Serra, integrado exclusivamente por ASES de esta misma época que fueron usados de manera permanente durante la República. >o se debe dejar de decir, que precisamente también por esta misma fecha, fue encontrado en muy buena conservación, un AS Ibérico al pie del Talayot de Turó y que una vez estudiado resultó pertenecer a una acuñación de ILTIRDA (Lérida), y por la cual mostró un especial interés el gabinete >umismático de Cataluña, que por entonces efectuaba un estudio exhaustivo / (Página 11) de la expansión de estos signos monetales y gracias a este hallazgo pudose constatar que de alguna manera, esporádica quizá, existía ya una relación entre aquella región y la nuestra. La leyenda de esta moneda es netamente ibérica con caracteres bien definidos, que, como es sabido eran más fonéticos que alfabéticos. Con la desaparición de la República Romana, que dio paso al gran Imperio Romano, y el nacimiento de Jesucristo y su muerte durante el reinado de TIBERIO, llegamos a la expansión Romana que tuvo lugar tanto hacia el oriente como a Occidente desapareciendo de la Península Ibérica todo vestigio de los autónomo para quedar inmersos en una colonización Romana netamente Imperial. Al dominio de sus tropas quedaron subyugadas no sólo la Ibérica, sino también las Galias, la Germania, Britania, y otras por el occidente; y por el oriente la Pannonia, la Dacia, Illyricum, la Tracia, hasta llegar a la lejana Mesopotamia situada al este de la Arabia también dominada. A partir de entonces nada tiene de extraño que fuese la moneda Imperial Romana y solamente esta, la usada en toda transacción comercial, puesto que Roma dominaba toda la cuenca Mediterránea por tierra y por mar. Muchos y profundos debieron ser los cambios que se operaron en nuestra Isla, en la que pasamos de periodos casi desconocidos en el campo de la >umismática a los abundantísimos vestigios dejados por los Romanos a partir de este momento de su paso por Menorca. 42


Citaré, porque ello viene aquí muy oportuno, que la nombrada señorita Serra, profundamente interesada por todo cuanto afectaba a nuestra isla, dejó en el Museo de la Casa de la Cultura. Un mapa interesantísimo en el que de una manera muy gráfica se señalan los puntos en los que incurrieron los principales hallazgos monetarios, y en el mismo puede verse como es, con destacada insistencia, la zona sur de Menorca la más rica en afloraciones monetales. / (Página 12) Si todo cuanto ha podido llegar hasta nosotros, referido los tesoros numismáticos particulares, podemos considerarlo como de GRA> CA>TIDAD Y CALIDAD, nos será fácil imaginar lo inmensos que debieron ser en las primitivas épocas de dominios Árabes, Ibérico, Inglés, Francés y finalmente Español durante sus reincidentes dominaciones. ¿Cuántas piezas no debieron ser exportadas, llevadas para siempre fuera de nuestro suelo que nos ha sido tan pródigo en proporcionarnos tantos hallazgos interesantes...? Recordemos que nuestros paisanos Sr. Vives escudero, don Juan Flaquer y el Sr. Pons y Guerau de Arellano, formaron en su tiempo espléndidas colecciones de piezas romanas y llegaron a ser todos ellos expertísimos numismatas conocidos no solamente en el ámbito local, sino también en los >acionales e Internacionales, y sus juicios y apreciaciones en el momento de una expertización tenían siempre una efectividad y carácter definitivo. Aún hoy, todavía son consultadas las obras de >umismática que dejara escritas el Sr. Don Antonio Vives cuyos juicios son tomados en consideración en todas las subastas de alto rango. Lamentable es que, debido a circunstancias casuales, sus colecciones no nos sean más amplia y suficientemente conocidas. A partir del Emperador AVGVSTO y en cantidad apreciable, empiezan a ser halladas en Menorca sus clásicos “ASES” con su busto en el anverso y las iniciales S. C. en sus reversos, cuyo significado es el SE'ATUS CO'SULTUS. AVGVSTO / (Página 13) reinó desde el año 27 antes de J.C. al 14 de J.C., y es notable la circunstancia de haberse hallado aquí, muchas más monedas acuñadas después de su muerte que de fechas anteriores. En aquellas aparece en su reverso por primera vez, la leyenda que se hizo luego tradicional para todas las acuñadas después de la desaparición de los emperadores reinantes: DIVUS AUGUSTUS PATER. En los reversos vemos siempre un altar con la leyenda PROVIDE'TIA que significa la elevación del fallecido al rango de divinidad después de su muerte. Los hallazgos de estas monedas están muy desigualmente repartidos a lo largo de la costa sur y por la gran cantidad que de ellas se tiene hay que suponer que en alguna ocasión debieron de encontrarse atesorados. 43


También han sido encontradas, aunque en corta cantidad, acuñaciones de AGRIPPA, especialmente en los alrededores de Mahón, general que fue de los ejércitos de aquel Emperador. De TIBERIO, y en general siempre en bastante molestado y de forma muy diseminada, se han encontrado bastantes piezas. Digamos que el reinado de TIBERIO fue muy dilatado y recibió el título de Tribuno en el año cuarto después de Jesucristo y que durante su permanencia en el poder, ocurrió la crucifixión de >uestro Salvador. En el orden cronológico de los hallazgos que nos ocupan se destaca con notable importancia la cantidad de monedas que: / (Página 14) hubo en Menorca del Emperador CLAUDIO de las cuales han sido encontradas muchas de ellas y casi siempre en buen estado. CLAUDIO reinó desde el año 41 al 54, es decir, apenas 13 años que fueron pródigos en acuñaciones en toda clase de metales: AUREOS y QUI>ARIOS en oro, CHRISTOPHORUS y DE>ARIOS en plata, así como SEXTERCIOS, DUPO>DIUS y QUADRA>S en cobre. Personalmente solamente conozco las acuñaciones en cobre, que tanto abundan. Le sucedió el Emperador 'ERÓ', del cual, que yo sepa, no existen casi huellas en Menorca, habiendo reinado desde el año 54 al 68. Integrada en mi colección particular poseo una sola pieza en regular estado de conservación, encontrada en Ciudadela. Digamos que acuñó poco material numismático y sus ejemplares son siempre piezas muy raras y valiosas. Llegamos al momento de hacer mención de un caso insólito. Cuando a la muerte de >ERÓ> le sucedió MARCUS SALVIUS OTHO en el año 69, al que aquel había nombrado Gobernador de LVSITA>IA, apenas si el joven Emperador tuvo tiempo para atender a los negocios del Imperio ya que las revoluciones instigadas por GALBA y secundadas por VITELIVS le entretuvieron hasta el punto de que casi son desconocidas sus escasas acuñaciones monetales que se efectuaron en su tiempo con la efigie del joven AUGUSTO, conociéndose solamente un tipo de AVREO, tres de DE>ARIOS en plata, y como acuñación provincial cuatro o cinco tipos de monedas en cobre. Pues bien: con mi asombro consiguiente, un coleccionista de Ciudadela muy amigo mío, me trajo para su clasificación, una pieza extraña para él que no dudé en clasificar como perteneciente a OTHO. En Menorca tenemos un OTHO... Esta circunstancia considerada dentro del campo de la 'umismática es como poseer un auténtico tesoro o joya muy valiosa. Fue encontrada esta pieza al remover unas piedras de un camino vecinal cerca de aquella ciudad y sigue hoy en poder de su primer propietario. / (Página 15) También han sido halladas con relativa abundancia repartidos por sobre nuestra reducida geografía, ejemplares de VESPASIA'O, que fue 44


Emperador entre el año 69 y 79. Acuñó oro, plata y mucho cobre que es el que conocemos corrientemente. Le sucedió su hijo DOMITIA'VS, del que también poseemos algunos ejemplares que por otra parte fueron tan abundantes como los de su padre. Por aquel tiempo se comenzó a acuñar moneda no tan sólo del emperador reinante, sino también del César, o sea del designado como futuro sucesor de aquel, que como detalle específico, entre otros, es la carencia de la corona de laurel que constituía el símbolo de AUGUSTO. Del Emperador 'ERVA, casi no conocemos vestigios de su reinado en esta Isla, pues son poquísimos los ejemplares conocidos y todos ellos en mal estado de conservación. Y a continuación corresponde hablar del Emperador TRAYA>US,el TRAJA>O Español, nacido en Itálica localidad próxima a Sevilla. >o pasó por el periodo de CESAR, sino que fue proclamado directamente Emperador en el año 98. Había nacido en el 53 el día 18 de Septiembre y tenía por consiguiente 46 años cuando se produjo su nombramiento. Había ocupado importantes cargos militares y consiguió que sus victorias dilataran el poderío de su patria Imperial. Luchó en múltiples / (Página 16) frentes y fue un incansable viajero y me permito opinar que en alguno de sus periplos debió llegar a esta Isla, donde han sido encontrados testimonios de su paso. En la Historia de Menorca de Don Francisco Hernández Sanz se cita el hallazgo de un cipo de piedra calcárea encontrada en las inmediaciones de la Villa de Alayor y aproximadamente a un kilómetro de ella. Tiene 1´71 metros de altura con un ancho de 0´66, y grabado en su parte o cara delantera se lee: IMP. CAES. 'ERVA. TR_AIA'US. VG. GER...ECIT... La interpretación de esta leyenda, como muy bien dijo HUB'ER en el Boletín de la Real Academia de la Historia que reprodujo más tarde la revista de Menorca (1ª época) tomo 1º., núm. 9, escomo sigue: EMPERADOR Y CESAR 'ERVA TRAJA'O AUGUSTO GERMA'ICUS, HIZO. Y aunque no se precisa la clase de obra pública que hizo el Emperador, es de suponer que se refiera a la construcción o restauración de alguna vía de comunicación principal. Otra pieza labrada de caliza viva miocena, alta de 1´50 m., y ancho de 0´60 m., y 0´40 m., de espesor, se encontró en 1892 al desmontar una de las paredes del predio ALCAIDUS junto al camino viejo de Mahón a Alayor y a unos 6 kilómetros de ambas poblaciones. En una de sus caras anchas escrito al través y en caracteres poco profundos, se lee: IMP. CAES. 'ER_VA TRAIA'US AVG. GER.P. P. REFECI. El Dr. Camps publicó esta inscripción en 1892 en el Boletín de la Sociedad Arqueológica Luliana de Palma de Mallorca, dándole la interpretación siguiente: EL EMPERADOR 'ERVA TRAJA'O, 45


CESAR, AUGUSTO, GERMÁ'ICO, PADRE DE LA PATRIA, REHIZO. Pero sigue en pie la misma pregunta anterior. ¿qué cosa rehizo...? (I). El hallazgo de estas dos piedras votivas y su interpretación pertenece exclusivamente a la historia arqueológica, y nada hubiéramos dicho aquí de ellas, aunque de por sí ya es de extrañarla repetida coincidencia de haber sido la población de Alayor la protagonista de estos dos hallazgos. Pero es que hay / (Página 17) más... El pasado verano de 1974, recibí una llamada telefónica en la que me comunicaron haberse encontrado en un pequeño huerto familiar del interior de aquella misma ciudad de Alayor una pieza monetaria, sin que se me pudiera facilitar de momento más detalles. Al poco tiempo me visitaba en mi domicilio el autor del hallazgo y cual nosería mi asombro cuando me encontré ante la más maravillosa pieza monetal encontrada hasta este momento en toda la Isla de Menorca. Era, precisamente, un gran bronce de TRAJA'O con la leyenda completísima en laque quedaba perfectamente determinada la fecha de su acuñación, COS VI, o sea hacia el año 12 (el 16 de su reinado). La conservación de esta pieza es tal, que puede considerársela como una flor de cuño, categoría máxima que damos los numismáticos a la mejor de todas las conservaciones. Su leyenda completa es como sigue: IMP. CAES. 'ERVAE. TRAIA'O. AVG. GERM. DAC. P.M. TR. P. COS VI. P. P. Su busto a derecha, desnudo y laureado. Su traducción es como sigue: EMPERADOR CESAR 'ERVA TRAJA'O, AUGUSTO, GERMA'ICO, DACIA, PO'TIFICE MÁXIMO, PODER DE TRIBU'O, CO'SUL POR VI VEZ. PADRE DE LA PATRIA. Reverso: FELICITAS AVGUST.- La diosa FELICIDAD portando en su mano derecha un caduceo y en su izquierda una cornucopia y a cada costado en el campo de la moneda, las letras S. C. / (Página 18) Podríamos extendernos ampliamente hablando del reinado de este Emperador con el que Menorca se encuentra, al parecer, tan vinculado por los hallazgos reseñados y otros también monetales de menor cuantía. Su campaña en DACIA fue un modelo de táctica militar que asombró al mundo derrotando al ejército de DECEBALO no sin antes haber construido sobre el río Danubio un puente que le permitió pasar fácilmente con sus tropas al otro lado. Tan importante fue este episodio que se acuñó una pieza monetal de valor de un sextercio (equivalente a dos ASES y medio) que conmemora este hecho: un ejemplar de esta pieza figura también en una colección menorquina. A TRAJA>O le sucedió su primo e hijo adoptivo HADRIA>VS, nacido también en Itálica -España- que se hizo célebre y notable como él. Durante su reinado hizo la paz con los PHARTOS, venció a los ALA>OS, SARMATAS Y DACIOS que intentaron rebelarse a la muerte de TRAJA>O 46


y nuestras colecciones y monetarios guardan buenos ejemplares de este Emperador encontrados muy irregularmente repartidos por nuestros campos. Uno de los últimos lo fue en Ciudadela. Pasemos ahora rápidamente a los reinados y Emperadores de los que Menorca es depositaria de sus pequeños tesoros histórico-monetales. A'TO'I'VS PIVS reinó desde el año 138 al 161 y nos dejó sus monedas en bastante cantidad así como también algunos / (Página 19) ejemplares de su esposa FAVSTI'A, llamada LA MAYOR, encontrados siempre aislados y nunca atesorados. La colección del Sr. Flaquer y otros, contienen muchos y buenos ejemplares hallados alrededor de los TALAYOTS. El matrimonio imperial de Antonino Pio y Faustina fue un modelo ejemplar de unión familiar, y tuvieron una hija llamada FAUATI>A, denominada LA ME>OR, que casó con el que después sucedió a su padre, el Emperador MARCO AVRELIO que permaneció en el trono Imperial durante 19 años. Las colecciones locales están enriquecidas con magníficas piezas de esta época. Simultáneamente con MARCO AVURELIO reinó también LVCIUS VERUS, que fue adoptado por A>TO>I>US PIUS y nombrado AVGUSTO en el año 161 y duró hasta el 169. >o acuñó grandes cantidades de monedas aunque sí en los tres principales metales, oro, plata y cobre. Las únicas encontradas en la Isla han sido siempre de cobre y casi siempre sextercios y algún que otro AS. Adivino al título de Emperador, COMMODUS, llamado no sin razón el segundo 'ERÓ' del Imperio Romano: cruel y despiadado con todos, le placía vivir constantemente entre la sangre que él mandaba derramar. Poseía una fuerza extraordinaria y no rehusaba luchar contra los gladiadores en el Circo, que se dejaban vencer por él ya que en caso contrario les esperaba / (página 20) de todas maneras una muerte cierta que ocurría entre las sombras del misterio. De este monstruo humano que se hacía traer de África los leones que nadie podía cazar bajo pena de muerte, para después entretenerse él mismo en el Circo Romano matándolos a flechazos, tenemos un magnífico ejemplar encontrado en los alrededores de Alayor en relativa reciente fecha. En el reverso de la moneda aparece COMMODO montando un carro tirado por una cuadriga al paso, portando un cetro actitud triunfal. >o hubo en realidad triunfo alguno por su parte, sino más bien abandono forzoso de aquella campaña que cambió, una vez muerto su padre, por la vida fácil y placentera de una Roma ya en decadencia. Padeció de megalomanía hasta el punto de creerse poseer la reencarnación de Hércules. Se habrá observado que entre pieza y pieza descrita, a veces existen amplios periodos de tiempo en los que no cito a ningún Emperador. Esto 47


no quiere decir que a lo mejor no existan ejemplares o piezas interesantes encontradas por alguien, sino simplemente que me son estas desconocidas. Conozco solamente un ejemplar de CLODIUS ALBI'US, que fue nombrado CESAR por el Emperador PERTI>AX como futuro sucesor suyo y que reinó a su muerte desde el año 187 al / (Página 21) 195. Esta pieza pertenece ala época en que todavía era solamente CESAR, o sea desde el año 193 al 195, y fue encontrada por unos obreros que manejaban una apisonadora al abrirse el nuevo ramal de carretera que conduce a nuestro aeropuerto. También es notable aquí un hallazgo semejante que confirma el trasiego comercial para el que Menorca servía de eje entre oriente y occidente especialmente con la próspera colonia Romana de Ampurias, puerta principal de entrada en la Ibérica de los Romanos. Es una pieza muy escasa y por consiguiente rara. Para no fatigar más la atención de los lectores en materia un tanto árida para quienes no se sientan atraídos por el estudio de la misma, pasaremos un breve noticiario anecdótico por sobre la época Romana que falta analizar hasta CO>STA>TI>O I a cuya muerte y por división del territorio del Imperio entre sus hijos, comenzó su desmembramiento y decadencia final. Conocemos algunos ejemplares de SEPTIMIVS SEVERUS encontrados en hallazgos sueltos y diseminados, algunos procedentes de época bastante antigua, así como algunos pocos de su esposa IVLIA DOMMA. >o he visto en cambio ejemplar de CARACALLA ni el anormal ELAGABALUS, a pesar de que sus acuñaciones fueron abundantes y pródigas en toda clase de metales, y sí, un raro ejemplar precioso de un sextercio de IVLIA MAMMAEA / (Página 22) abuela de los emperadores SEUERUS ALEXA'DER Y ELAGABAVS, que nunca fue Emperatriz y que sin embargo ejerció una influencia decisiva en los asuntos del Gobierno del Imperio durante el reinado de sus nietos citados. Esta pieza fue encontrada al abrirse la vía llamada Paseo de San 'icolás en Ciudadela. Como se habrá podido observar esta ciudad ha sido nombrada muchas veces durante el transcurso de este modesto escrito de divulgación >umismática y con razón sobrada, ya que en su entorno es, quizá, donde mayores cantidades de monedas Romanas han sido encontradas. Las que figuran en las colecciones de mis amigos de aquella localidad, y conste que son colecciones muy notables, figuran las más raras piezas que imaginarse puedan y citaré una en particular que se encontró en una cueva. Se trata de un ROMULO, hijo del emperador MAXE'TIUS al que iba a suceder y que debido a su prematura muerte ni tan siquiera pudo ser investido con el rango de CESAR. Su padre hizo acuñar moneda en muy escasa cantidad aún después de su muerte a título de recuerdo. Solamente 48


se acuñados dos tipos de FOLLIS y solamente un tipo en valor de un cuarto de FOLLIS. Otro ejemplo más de la incomprensible circunstancia de haberse encontrado en esta isla una pieza de / (página 23) tal rareza. Su efigie responde a la de un joven de 14 años poco más o menos. La pieza, hoy, se encuentra en una colección particular de Mahón. Algunas monedas de LICI'IUS I figuran también en algunas colecciones isleñas en tamaños de medios bronces, por cierto muy pulcramente acuñadas y también en valores de FOLLIS y pequeños bronces, lo cual no es de extrañar puesto que por entonces habíase iniciado ya el principio de una decadencia y devaluación monetaria que culminó en el reinado de CO>STA>TI>O I, a partir del cual cambia radicalmente no tan solo el tamaño de las clásicas y bellas monedas que se han descrito hasta este momento, sino que decae notablemente el arte y el pulcro quehacer de las mismas, que no fueron ni han sido jamás igualadas por nación alguna ni entonces ni ahora. Esto no obstante se acuña abundantemente en las tres calidades de metales aunque ya todos sabemos que en las épocas de los Emperadores PROBUS-CARUS-CARI>US- y otros, hacia el final del / (Página 24) II siglo de nuestra Era, los A>TO>IA>US que hubieran debido ser acuñados en plata baja, lo fueron en cobre con un superficial baño de aquel metal. La decadencia estaba ya puesta en marcha. Esto no fue obstáculo para que en el orden comercial no consiguiese siendo Menorca todavía ampliamente invadida de monedas de CO>STA>TI>O I y así ocurre que de este emperador se poseen ejemplares que estudiados a fondo, nos conducen paso a paso al desarrollo de aquel reinado y época romana. Se produce con CO>STA>TI>O EL GRA>DE una auténtica renovación de todo el sistema monetario Imperial y en el mismo se introducen denominaciones desconocidas hasta entonces, como son: un SOLIDUS de oro, igual a dos SEMIS de oro, igual a 18 MILIARE>SIS de plata, igual a 24 SILIQUAS también de plata, y se reducen todavía más los diámetros de todas las piezas monetales. A una de ellas pertenece la acuñación con la célebre frase: URBS ROMA (CIUDAD DE ROMA) y en su reverso la loba amamantando a Rómulo y Remo. Menorca nos ha dado a los coleccionistas una infinidad de ejemplares de este tipo y su difusión es grande. A partir de este momento y después de la destrucción de BIZA>CIO y construcción de la nueva CO>STA>TI>OPOLIS, / (Página 25) decae de una manera notable aquella profusión de numerario habido hasta entonces en Menorca. El comercio por el Mediterráneo había abierto nuevos rumbos, y Menorca ya no quedaba en sus líneas. 49


La conocida frase de que Menorca “ES U> MUSEO AL AIRE LIBRE” referida a sus monumentos megalíticos, podría ser también aplicable a las piezas monetales que, esparcidas por donde quiera que se las busque, constituyen hoy nuestros acervos numismáticos. La gran cantidad de monedas en poder de los particulares no coleccionistas, y que yo conozco en solamente una mínima parte, así lo proclama. Muchos campesinos han encontrado arando en sus campos muchas monedas, y si las pudiésemos reunir todas en conjunto podríamos formar con ellas una colección impresionante. En TORRET, (San Luís), en una “tanca” plantada de viña, no hace mucho, una mujer encontró una maravillosa pieza de GORDIA'US III en un estado de conservación digno de figurar en primer lugar en cualquier Museo de importancia >acional o Internacional. >o la pude conseguir ni por todo lo mucho que le ofrecí. En San Cristóbal, muy cerca del pueblo y al pie de un “talayot”, lugar pasado y pisoteado millones de veces por gentes de todas las épocas, fueron encontradas recientemente varias piezas Romanas, que al ser examinadas por el “payés” que las encontró y ver que eran “molt antigues”, (palabras textuales) las lanzó al aire, como despreciándolas, perdiéndose la totalidad de aquellas monedas, sin embargo un “misatge” que presenció la escena, se apresuró a rescatarlas consiguiéndolo en número de tres, que yo he visto. Hoy las tiene el propietario de aquella finca. Al abrirse la nueva carretera que conduce a Cala Galdana, el colono de una de las fincas afectadas por las obras encontró al hacerse las “escombres” de una nueva pared, un durillo de oro equivalente a las 16 ava parte de una O>ZA, perteneciente al reinado de CARLOS III de España, que le clasifiqué sin que tampoco deseara desprenderse de ella. / (Página 26) En una cueva de “LA VALL” de Ciudadela fue también encontrado no hace mucho, un “TRIE'S” de una fecha aproximada a los 150 años antes de J.C. Y en fin, la lista se haría interminable y el resultado sería lo dicho: LAS TIERRAS DE ME>ORCA SO> DEPOSITARIAS DE U> VERDADERO MUSEO DE MO>EDAS E> ELLAS ESPARCIDAS (...)”. (33). FLAQUER Y FÁBREGUES, Juan. “Son Carla”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón. Y de las Sociedades Afines Domiciliadas en el mismo. Año XXIV. Quinta Época. Tomo XVII. Mahón. 1922. www.RevistadeMenorca1922.pdf Página 107. “(...) Después de reiteradas ofertas por parte del digno propietario de la finca, don Marcos de Squella y Bustos, expresiones de un corazón noble y desinteresado, el ilustrado naturalista y farmacéutico don Jaime Ferrer Aledo y el que 50


suscribe emprendimos viaje a Ciudadela al objeto de visitar la estación arqueológica que nos ocupa. El predio de Son Carlá dista unos 7 Km., de la ciudad debiendo seguirse el camino que arranca del de San Juan; de paso puede visitarse el recinto amurallado de Santa Rosa, por desgracia hoy ya en mal estado de conservación. La agrupación de Son Carlá comprende talayotes, círculo con taula cetral, cuevas megalíticas, galería cubierta y muro circundante de todo el conjunto (...)”. Página 108. “(...) El muro tiene unos 900 m., de circuito; sus piedras componentes varían sensiblemente de tamaño, en general de unos 2 y 3 m., ancho por 0´75 m., grueso; la forma de estas es de la colocación de los bloques componentes, poco propicia a una gran resistencia al querer violentarlas, parecen indicar el intento único de cerrar un espacio destinado a ciertas prácticas y ritos evitando así su profanación. Esta suposición, que por lo dicho parece la más probable, la sustentó nuestro compatricio, el ilustre académico de la Historia don Antonio Vives (“El Arte Egeo en España” I) en contra de la creencia de Mr. Carthailac (“Les Monuments primitifs del Iles Baléares”) que lo tomó por un recinto fortificado. En las partes E. y >. del exterior de la muralla existen unos salientes, a modo de bajos torreones cuadrados, que encierran cámaras megalíticas, siendo de interés hacer especial mención de la galería cubierta que las pone en comunicación en este último viento. Formando parte del muro existe al S. un talayote, vestigios de otro muy cercano y además otro en el >. 'o hace mucho el señor de Squella descubrió un pozo o entrada a galería subterránea contiguo al talayote en primer lugar mentado, a unos 3 metros de distancia del mismo en dirección. E., siempre dentro de la muralla. ¿Será ello sencillamente un silo o bien conducto para penetrar en el talayote? Como quiera que algunos no explorados aún parece que presentan esta particularidad (els Hostals, Torrauba, camino de la Baguda (els Morláns, ...(*)) bueno fuera averiguarlo y así se lo propone el dueño (...)”. Página 108. Cita (*). “(...) Del de Turmadén se asegura que tiene en su centro a modo de un pozo con galería que desciende al llano (...)”. Página 108-109. Signo ógnico en la taula de Son Carla. “(…) El espacio encierra varios círculos pero solo uno, el / (Página 109) central, con taula, derribada y rota; una de las pilastras, la meridional en pié, presenta un signo ógmico, único caso que sepamos existente en los megalitos de la Isla, tan frecuentes en cambio como son en cuevas primitivas, algunas por cierto inmediatas a los monumentos análogos a los de que nos ocupamos como ocurre en la localidad de Cotayna. El Sr. Ferrer hizo notar la curiosidad que presenta la pilastra opuesta, donde hay una erosión 51


producida por los agentes atmosféricos al disgregar las partes blandas (…)”. Página 109. Círculos. “(...) Los círculos, que en crecido número, existen en el recinto se hallan formados por materiales más reducidos que el de la Taula y se echa de ver al momento que durante varias generaciones han servido de cabañas a semejanza de las descubiertas en la finca de Biniayet. La fase post-paleolítica o neolítica se halla aún indeterminada en general y se presenta caracterizada por la intervención de las armas de piedra pulimentada sin que por ello desaparezcan las de la piedra tallada propia de la primera edad de piedra, tanto que sucede frecuentemente que en muchas estaciones aparece tan solo la antigua forma. Por lo que se refiere a las Baleares, en contadísimos casos han aparecido lascas de sílex tallado, pero no sabemos que se hayan hallado armas de pulimento; tan solo tienen remota analogía con ello los llamados percusores. Se manifiesta ya en esta época la vida social y el reconocimiento de cierta jerarquía sin la cual hubiera sido imposible la construcción de monumentos megalíticos: a la caza suceden el pastoreo y la agricultura; introdúcese la domesticación de animales y se observa que al lado de la choza, habitación destinada al hombre, existe el establo o boyera (...)”. Página 110. Cronología de los monumentos megalíticos de Menorca. “(…) El instinto social se revela en las sepulturas colectivas, que en mayores proporciones y resistencia sobre todo, toman la forma de las casas propias de los vivos: vastos osarios donde los individuos de una tribu son sucesivamente depositados mediante el cumplimiento de ritos y prácticas / (Página 110) religiosas que desconocemos en su mayor parte y en algunos casos previa la descarnación del difunto. ¿Alcanzan dicha época 1rs navetas y los talayotes?... Por ahora los hallazgos indican más bien ser posteriores a las colonizaciones orientales. En Menorca nunca falta el metal al explorar las cuevas, navetas y cercanías de los monumentos cónicos o talayotes. En la estación que nos ocupa supone el Sr. Vives (obra citada) que los talayotes son los monumentos más antiguos. ¿Sería hoy posible intentar el datarlos? >ingún talayote en Menorca, que sepamos, se ha excavado aún metódicamente. Al excavar la naveta de Cotayna (REVISTA DE ME>ORCA, 1910, pág. 133) se encontró un material bastante interesante consistente en cerámica de pasta cocida en braseros al aire libre, dos colmillos de paquidermo agujereados, aros de cobre y una navaja de afeitar del propio metal, igual a otras tres halladas posteriormente en cuevas de las localidades de: Adaya, Binigaus (Coya des Culoms) y Binisaf ulla, de forma de medio disco con un mango en medio de la parte recta. Dichos cuchillos se encuentran generalmente en la Edad del Bronce IV (*) que para la región occidental de Europa corresponde a los años 1300 a 900 antes de Jesucristo, época que muy bien puede cuadrar al edificio aludido. >o creemos que la estación de que tratamos 52


sea anterior a la fecha citada, pues los talayotes parecen ser más bien una degeneración que no otra cosa comparados con las >avetas: así se explicaría la presencia de un aro de hierro en la 'aveta de Biniach (Argentina) (Vid. REVISTA DE • ME>ORCA, 1916, pág. 163) como de tipo intermedio que es entre talayotes y navetas, cuyos constructores, o al menos sus ocupadores, habrían conocido el empleo de dicho metal, pues sabido es que éste antes de emplearse para las / (Página 111) armas y útiles sirvió de adorno personal por lo raro y difícil de conseguir; el talayote y sus accesorios, corresponderían por lo tanto a época algo posterior, esto es, entrada ya la edad del hierro o de Hallstatt. Griegos serían los restos de cabaña enclavados en el recinto, siguiendo durante varias generaciones y ocupando de lleno la época romana. Vense diminutos fragmentos de cerámica primitiva, fenicia, copas ítalo-griegas de los siglos 1V-III anteriores a nuestra Era, e innumerables los restos de grandes ánforas romanas; es curioso el hallazgo de un fondo de copa, barro del tipo aretino con monograma ya borroso (J.C. T...?) terra litterata. Existe allí un basamento de columna al parecer romana. De monedas, se ha hallado gran cantidad; las que hemos visto son: un denario consular de la familia Sergia, un as íbero-romano de Cose, otro semiuncial ajustado a la ley Papiria, coloniales de 'ernausus, un sextercio de M. Aurelio y no pocas del Bajo Imperio hasta Diocleciano. De interés son las citas de hallazgos en dicha estación en la obra “Historia de la isla de Menorca”, por Oleo y Quadrado, tomo II,páginas 381 y 443 (...)”. Página 110. Cita (*). “(…) J. Déchelette.- “ArchéoIogie Celtique ou Protohistorique”. “Age du Bronze”.- París 1910, pág. 265 (...)”. (34). LAGARDA MATA, Ferrán. “Menorca talayótica (y Pretalayótica). So >a Caçana ¿Santuario de Tanit?”. Nº 15. Zaragoza. Alfajarín. 2015. Página 18. So Ea Caçana Est. “(…) Muchos más modernos son, en cambio, los restos de algunas habitaciones cuadrangulares que se encuentran al >orte del espacio principal, detrás del muro de cierre, las cuales, junto con la que contenía el pavimento ya mencionado, probablemente fueran dependencias de una villa romana republicana e imperial levantada allí hacia finales del siglo I a. C., y a la que pertenecería también una moneda romana de Constantino I el Grande (siglo IV d. C.) hallada en el lugar (…)”. (35). RAMIS Y RAMIS, Juan. “Historia civil, y política de Menorca. Parte I”. Mahón. Ediciones Nura / Editorial Sicoa. 1991. Página 299. Libro III. Desde la fin de la segunda guerra Púnica hasta poco después del nacimiento de nuestro Redentor. Sección X. Asses Romanos anteriores al parecer a la Era Cristiana que se hallan en Menorca. “(…) Para tratar esta materia con algún conocimiento de las diferentes especies de esta antigua moneda que se han encontrado en menorca, es preciso decir que el As primitivo entre los Romanos era del peso de una 53


libra de doce onzas, en cuyo anverso se veía por lo regular la cabeza de Jano bifronte (1) con una proa en su reverso y la palabra ROMA. Este As continuó a ser del mismo peso hasta la primera guerra Púnica, en que las necesidades de la República obligaron a reducirle a dos onzas (2) sin que por esto perdiese nada de su antiguo valor. De esta especie he visto un As hallado en la Isla no hace mucho tiempo. Parece haber sido entonces que a fin de facilitar el uso común de dicha moneda fue subdividida en otras inferiores llamadas Trines, Quadrans y Sextans la última (3), cuyos nombres les vienen por / (Página 300) corresponder respectivamente a la 3º, 4º y 6º parte del as de que tratamos. Estas alteraciones no pararon aquí, pues haviéndose renovado las urgencias de la República Romana en su segunda guerra con los Cartagineses, fue no menos preciso el disminuir el peso del As hasta consistir únicamente en el de una onza (4) sin que por esto fuese menor su precio, y sucesivamente al de media con el mismo importe en fuerza de la ley (5) Papiria. Desde el mismo tiempo no he podido hallar que a esta moneda se le rebaxase mas su peso. De estas últimas clases se encuentra en Menorca un crecido número, y con efecto tengo de ellas hasta diez y siete, cuyos anversos y reversos son en todo iguales al As primero de que tengo / (Página 301) hablado. Asimismo conservo dos sextantes Romanos que tienen en su anverso una cabeza con un petaso (6) y detrás dos puntos, que es la señal que corresponde al valor que tenía, que era, como lo tengo dicho, la sexta parte del As primitivo. En su reverso se ve una proa de galera con dos puntos, y debajo la palabra ROMA. Encima de esta hay igualmente algunas letras, cuya interpretación no puedo dar por la mala conservación de las medallas en dicha parte, bien que parecen ser los nombres de los Triunviros monetales por otros ejemplos de lo mismo que citan los (7) Autores. Estos son los únicos sextantes que he visto en Menorca hallados en ella, e ignoro que nadie tenga sus iguales, ni de otro cuño/ (Página 302) en esta Isla aunque si muchísimos Ases que a excepción del referido me parecen pesar media onza y por consiguiente, o son del tiempo de la ley Papiria, o sino posteriores. La grande abundancia de esta moneda reunida a la de los restantes de que tengo hablado, y hablaré todavía, es una fuerte prueba del mucho tráfico que se hacía en esta Menor de las Baleares en los tiempos en que estos monumentos estavan en uso, y servían para el comercio, como lo era entre otros el de que estoy tratando (…). Página 299. Cita (1). “(…) Introduction a a science des medallas chap. IV. Página 63, y véase también la Tabla II de la misma obra (…)”. Página 299. Cita (2). “(…) Idem ibidem (…)”. Página 300. Cita (4). “(…) Allí mismo página 64 (…)”. Página 300. Cita (5). “(…) El propio Escritor ibi, y además el Gusseme en su Diccionario >umismático tomo I, página 278, donde nos 54


dice que esta ley es del año de Roma 565 (…)”. Página 301. Cita (6). “(…) Según el antedicho Gusseme era una especie de sombrero con alas ibi tomo V, página 423 (…)”. Página 301. Cita (7). “(…) El mismo Gusseme en su citada obra tomo I, página 278, columna 2 (…)”. RAMIS Y RAMIS, Juan. “Historia civil, y política de Menorca. Parte I”. Mahón. Ediciones Nura / Editorial Sicoa. 1991. Página 304. Libro III. Desde la fin de la segunda guerra Púnica hasta poco después del nacimiento de nuestro Redentor. Sección XI. Medallas de la República Romana en oro y plata halladas en la Isla, que no baxan de los tiempos de que hablo. “(…) Según mi opinión más segura las primeras monedas en plata acuñadas en Roma / (Página 393) lo fueron en el año 485, de fundación siendo cónsules Q. Ogulnio (1) y Cayo Fabio; y las en oro en el de 547 dio >erón (2) y Marco Livio llamado Salinator. Su peso no era igual, y por consiguiente su valor y nombre. Entre las primeras había las llamadas denarios señaladas a veces con un asterisco (3) y en otras con una X a que atravesaba una (4) línea. Esta moneda era en pequeño módulo, y regularmente de plata, pero también las hubo en (5) oro, y en ambos metales se necesitaban cuarenta para formar (6) la libra. Debo también hacer presente que cuando los denarios en plata empezaron / (Página 394) empezaron a labrarse solo cada uno de ellos valía (7) diez ases,lo que siguió de esta manera hasta la segunda guerra Púnica (8), en que subieron hasta diez y seis, más solo para el pueblo, yno para los militares, entre quienes no tuvieron aumento, con cuyo motivo se alborotaron a la muerte de (9) Augusto, y de resultas se les acrecentó su valor (10) hasta la misma cantidad. En mi monetario existe un Denario de plata de perfecta conservación hallado en el término de Alayor. Su anverso representa la cabeza de Roma, y detrás una X pero sin línea transversal y en su reverso se ven los hermanos Cástor y Pólux a cavallo, que la gentilidad llamó los Dioscuros (11) y confundió con los / (Página 305) Cabiros (12) en muchas ocasiones. Esta moneda tiene allí también la palabra ROMA. Sin esta conservo otros tres Denarios enteramente semejantes al ya referido, y además tengo dos, en uno de los quales se ve una cabeza humana entre las piernas de los cavallos del reverso, y en el otro una clava tendida en el mismo paraje. Hubo no menos varias divisiones de dichos denarios, como quinarios y otros según pueden verlo los curiosos en los autores numismáticos (13) y demás que tratan de antigüedades (14) romanas; más no he visto alguna de aquellas encontrada en Menorca, lo que proviene, según creo, de haberse sacado, o fundido, como así me lo han dicho personas de crédito.Lo que sí me parece cierto / (Página 306) es que muchas de mis medallas de plata pertenecientes a familias romanas son denarios en realidad a motivo de dividirse en ellas la palabra ROMA y la letra X que por lo común son los signos de dicha especie de moneda. 55


Ignoro si en Menorca se han descubierto Quinarios ni Sextarios, aunque me parece imposible que siendo subdivisiones del Denario no se encuentren muchos en ella. Ello no hay duda que en cuanto a los últimos he visto un gran número en plata en poder de mis compatricios hallados en este suelo según personas fidedignas (…)”. Página 302. Cita (1). “(...) Introduction a la Science des medailles chap. IV. pág. 64, 65 y 66 (...)”. Página 302. Cita (2). “(...) Idem ibidem (...)”. Página 302. Cita (3). “(...) Ibi, pág. 66 (...)”. Página 302. Cita (4). “(...) Gusseme en dicha obra tomo III, pág. 33 (...)”. Página 302. Cita (5). “(...) Introduction a la Science des medailles, pág. 65, n. 4 (...)”. Página 302. Cita (6). “(...) Allí mismo (...)”. Página 304. Cita (7). “(...) Gusseme ibi tomo III, pág. 32 (...)”. Página 304. Cita (8). “(...) Idem ibi (...)”. Página 304. Cita (9). “(...) Ibidem (...)”. Página 304. Cita (10). “(...) Alli igualmente (...)”. Página 304. Cita (11). “(…) Introduction a la science des medailles chap. V. Página 126 (…)”. Página 305. Cita (12). “(…) Idem ead, pág (…)”. Página 305. Cita (13). “(...) El mismo escritor ibi, y en la pág. 137 (...)”. Página 305. Cita (14). “(...) Pitisco en el compendio de sus Antigüedades Griegas y Romanas tomo I, pág. 495 (...)”. RAMIS Y RAMIS, Juan. “Historia civil, y política de Menorca. Parte I”. Mahón. Ediciones Nura / Editorial Sicoa. 1991. Página 307. Libro III. Desde la fin de la segunda guerra Púnica hasta poco después del nacimiento de nuestro Redentor. Sección XII. Medallas de Familias Romanas halladas en Menorca, y pertenecientes a los tiempos de que trato. “(…) Estas igualmente se llaman Consulares (1), y la mayor parte son en plata acuñadas con el objeto de trasmitir a la posteridad el recuerdo de las victorias, y empleos que cada Familia obtenía y otros sucesos memorables que les hacían relación. Las hay también que se labraron al intento de obsequiar a Julio César, y a su inmediato sucesor Augusto, en cuya clase se deben colocar las de los Triumviros monetales (2) que regularmente son en bronce, o cobre, y las hicieron acuñar durante los reinados de los referidos Soberanos. De ambas especies he visto muchas halladas en la Isla y yo tengo de ellas no pocas, pero con todo no pondré más que tres de las mías que son sumamente interesantes. / (Página 308) La primera de ellas es en plata, y corresponde a la familia Marcia. Consiste su reverso en la cabeza de Anco Marcio IV. Rey de Roma adornada con Diadema, y en su reverso se divisa la palabra PHILIPPVS con figura ecuestre sobre un acueducto, y ramo baxo del cavallo. El epígrafe dice AQUA MAR divididas las letras entre los arcos de que aquel se forma. Esta medalla tan preciosa se halló en el partido de Alayor, y corresponde al año ciento y diez antes de la era del Sr., y al de Roma 644 (3) y por consiguiente solo catorce años después de la conquista del Cónsul Metelo. Es asimismo en plata la segunda de mis medallas Consulares de que voy a tratar. Ella contiene en su reverso un delfín, una lanza, y un águila, y en su exergo: MAG>… y debaxo cos. Su 56


anverso encierra la cabeza de Jove Remete 7 / (Página 309), o Terminal con las palabras VARRO PROQ., y no hay duda que pertenece al Gran Pompeyo, y por lo mismo a su familia. Quizás esta medalla se introduxo en Menorca quando el G>., POMPEIO el joven vino desde el África a las Baleares durante la guerra civil con Julio César. Dos tengo del mismo metal y modelo pertenecientes a la Familia A>TO>IA, y halladas no menos en la Isla. En su anverso se dexa ver una Galera Pretoria; en lo alto de ella: M. A>TO>IUS AVG (4) y debaxo de la misma >ave: III. VIR. R. P. C., que en sentir de los Antiquarios quieren decir: III. VIR. REIPVBLICAE. CO>STITVE>DAE; á saber: Triunvir para el arreglo de la República (5). Su reverso / (Página 310) consiste en un águila Legionaria sobre un hasta entre dos signos militares. Una vez que las medallas Consulares son en plata, se tienen por raras; pero con todo he visto bastantes medallas halladas en Menorca, efecto sin duda del gran tráfico que habría en los tiempos de que hablo (…)”. Página 307. Cita (1). “(…) Gusseme en su obra tomo III, página 200 columna I (…)”. Página 307. Cita (2). “(…) Introduction a la science des medailles, cahp. XIII. Sect. XI, página 495. Allí podrá ver el curioso que las siglas de dichas medallas: III. VIR. A. A. A. F. F. las interpretan los Anticuarios por TRIVMVIR. AVRO. AD. GE>TO. FLA>DO. FERIV>DO, es decir: Triunvir de fundir, y acuñar el oro, plata y bronce. Lo mismo Gussieme en su obra tomo I, página 1, col., 2 (…)”. Página 308. Cita (3). “(…) Histoire Romaine eclairde par les medailles. Par Mr. Jean Louis Sehultz. París. 1783 (…)”. Página 309. Cita (4). “(…) El AVG de aquí debe interpretarse por AVGVR, es decir Agorero, porque entonces no se había dado el nombre, o título de Augusto a Octaviano César (…)”. Página 309. Cita (5). “(…) Gusseme en su Diccionario >umismático tomo VI, página 123. Este es el famoso Marco Antonio casado con Fulvia, y después con Octavia hermana del César Octaviano, que sucesivamente repudió por Cleopatra, / (Página 310) y fue vencido por aquel en la batalla de Actium en el año 31 antes del nacimiento del Sr. con arreglo a la cronología que siguen varios Escritores (…)”. RAMIS Y RAMIS, Juan. “Historia civil, y política de Menorca. Parte I”. Mahón. Ediciones Nura / Editorial Sicoa. 1991. Página 310-311. Libro III. Desde la fin de la segunda guerra Púnica hasta poco después del nacimiento de nuestro Redentor. Sección XIII. Medallas de Pueblos, Colonias, y Municipios correspondientes a los tiempos de que hablo y hallados en Menorca. “(…) Asimismo es frecuente en la isla esta clase de monumentos, o medallas antiguas: pero para no ser prolijo trataré de tres únicamente que me parecen especiales. Entre ellas pongo en primer lugar / (Página 311) a una de las muchas que poseo de Ampurias, ciudad situada a las faldas de los Pirineos, y compuesta entonces de tres pueblos, a saber de griegos de la Fócida, de españoles 81), y de romanos. De hecho la medalla de que hablo 57


parece singular por poco que la cotejemos con las que trae el Sr. de Gusseme en su Diccionario >umismático (2). Es en mediano bronce, y consiste su anverso en una cabeza con galea semejante a la de Minerva, pero sin ninguna inscripción, ni contramarca; y en su reverso se ve el Pegaso, sobre este laurea a la parte izquierda, y entre las piernas la palabra: EMPORIT. Como mis medallas de Ilerda, Ilici, sagunto, y varias otras de colonias, y municipios españoles, y son de los tiempos / (Página 312) de que trato, nada tienen de particular, no detallaréaninguna de ellas, y pasoa describir a una de SAETADI (3) de las que tengo en mi gabinete. El motivo de ello es que cotejándola con las que pone el señor Gusseme (4), en ninguno de sus anversos descubro el tridente que veo en la mía detrás de la cabeza, y esta más presto se asemeja a la de una mujer que a la de un hombre así en las facciones de su rostro, como en los restos descollar de perlas que aún se dejan ver. En lo demás de esta medalla, es decir, en cuanto a su reverso me parece conforme al de la primera del citado Guseme (5). Es preciso que entre los Menorquines y los habitantes de >imes de los tiempos que entran en mis disquisiones / (Página 313) actuales, ó á lo más poco posteriores, huviese un gran comercio por las muchas medallas de aquella Ciudad, que cada día se hallan en la Isla. Esto es tan cierto que poseo no menos de ocho todas de cuño diferente, seis de las quales son de buena conservación, y en una de ellas a espaldas de la cabeza de Augusto se ve la de Agripa con corona rostrata, circunstancia que falta en las otras. En lo demás solo hay la diferencia de tener tres con la contramarca (6) DD., (7) pero en el anverso de todas hay la inscripción: IMP. DIVI. F. y en el reverso un cocodrilo atado a una Palma con una cadena, y a los dos lados: COL., >EM., es decir >EMAVEVS (…)”. Página 311. Cita (1). “(...) Gusseme en dicha obra tomo III, pág. 130 y 131. Era municipio, y estuvo situado a la falda del Pirineo en el golfo de Rosas a la embocadura del río Fluviá (...)”. Página 311. Cita (2). “(...) Idem ibidem (...)”. Página 312. Cita (3). “(...) Es la misma que posteriormente se llamó Xátiva, y su nombre en el día es la Ciudad de S. Felipe. Gusseme ibi tomo VI, pág. 73 (...)”. Página 312. Cita (4). “(...) Véase el mismo ibi (...)”. Página 312. Cita (5). “(...) Allí igualmente (...)”. Página 313. Cita (6). “(…) Es una especie de sobresello, o signo incuso que se advierte en algunas medallas imperiales, o de Colonias en bronce, ó cobre, pero no las hay en las de oro y plata. Imprimiase en las medallas después de batidas, pero no está bien averiguado el motivo de ello. Unos discurren si sería para alterar el valor en ocasiones de necesidad, o carestía, al paso que otros piensan que fue para servir de tessera, contraseña y divisa a la persona a quien se repartía para algún fin particular, y con efecto se hallan algunas con dos, y tres contramarcas, lo que persuade que sirvieron en varias ocasiones, y a 58


distintos efectos. Gusseme en dicha obra tomo II, página 323 (…)”. Página 313. Cita (7). “(…) En las medallas de otros Pueblos suelen variar las contramarcas, pero en las de >imes es siempre / (Página 314) la misma, á lo que he visto, y estas dos letras significan por lo común DECRETO DECVRIO>UM. >ieupoort de Ritibus Roman: in Apéndice I, página 473.Puede también que quieran decir DO>O DEDIT según el mismo Autor ibidem, lo que me parece improbable en conformidad a los principios que lleve sentados en la nota anterior (…)”. RAMIS Y RAMIS, Juan. “Historia civil, y política de Menorca. Parte I”. Mahón. Ediciones Nura / Editorial Sicoa. 1991. Página 314. Libro III. Desde la fin de la segunda guerra Púnica hasta poco después del nacimiento de nuestro Redentor. Sección XIV. Medallas de Julio César. “(…) Entre las que naturalmente havian de venir y correr en la Isla en los últimos tiempos de que estoy tratando, serían sin duda las de este Emperador que con sus victorias y política se erigió en Monarca del Imperio Romano, y avasalló a sus conciudadanos. Con todo sus / (Página 315) medallas son bastante raras en Menorca (1) y aunque poseo tres, no entraré en el detalle sino de una de ellas que es de plata por juzgar que las otras nada contienen de especial. Su reverso consiste en un elefante pisando una sierpe, y en el exergo la palabra CAESAR. En el reverso hay simpulo, aspergilo, y un Albogalero, (2) alusivo todo a los sacerdocios gentilicos que César obtuvo. Los signos del anverso pueden también ser relativos a las victorias del mismo Emperador sobre Juba, y Petreyo que mandavan en África las fuerzas del partido contrario. / (Página 316) y de hecho así el elefante, como la serpiente son contados entre los signos característicos de aquella parte del globo terrestre, como es tan sabido (…)”. Página 315. Cita (1). “(…) Gusseme en dicha obra tomo III, página 193 (…)”. Página 315. Cita (2). “(…) El simpulo era un vaso pequeño de barro con asa y pico, y servía para probar el vino del sacrificio. La lustuisa, ó aspergilo estava en uso para el agua lustral, y se componía de cerdas atadas a un mango, no cortas como entre nosotros los hisopos sino largas y sueltas. El Albogalero, también llamado Apice, era el primero entre los signos del sacrificio, y deshonor sacerdotal: cubría y adornava la cabeza del Pontífice Máximo, y solía tener una cruz en lo alto. Florez en su Tratado sobre las medallas Españolas &c, tomo I, cap. VII, página 40 (…)”. RAMIS Y RAMIS, Juan. “Historia civil, y política de Menorca. Parte I”. Mahón. Ediciones Nura / Editorial Sicoa. 1991. Página 316 y 317. Libro III. Desde la fin de la segunda guerra Púnica hasta poco después del nacimiento de nuestro Redentor. Sección XV. Medallas de Augusto. “(…) Al contrario de lo que pasa con las del primero de los Césares, las medallas de este su Sobrino, hijo adoptivo y sucesor, son bastante comunes en esta Menor de las Baleares, y tengo en efecto una docena de ellas sin las que he visto en poder de mis compatricios halladas todas en 59


la isla. Las mías son en módulo máximo, o gran bronze, pero sin diferencia particular en sus reversos, a excepción de dos que me parecen especiales. En quanto a las primeras contienen en su anverso la cabeza de Augusto con corona radial, y la inscripción: DUVUS AVGUSTVS PATER / (Página 317) y en el reverso una Ara grande con s. y c., a los lados, y baxo de ella: PROVIDE>T. Reunidas estas circunstancias pruevan claramente que estos monumentos fueron acuñados después de la muerte de Augusto, y se consagraron a su memoria, como lo acreditan la corona de radios (1) que entonces no se dava a los Emperadores sino después de muertos; la palabra DIVVS (2) por la misma causa; la de PATER (3): la Ara (4) y por fin la de PROVIDE>T (5). / (Página 318) Dos de mis medallas de este Soberano tienen el mismo anverso que las referidas, pero en su reverso hay una Águila sobre globo con las alas tendidas, y las siglas s.c., que nos manifiestan haver sido disposición del Senado que estas medallas se labraron. Sin esto una de ellas tiene el mérito singular de haver sido restituida por Tito Vespasiano, comolo comprueva el epígrafe de su reverso IMP.T. VESP. AVG. REST. 6) lo que la hace más digna de aprecio por ser muy rara (…)”. Página 317. Cita (1). “(…) Baudelot de Dairval sur l´utilité des voyages. Tomo II, página 252 (…)”. Página 317. Cita (2). “(…) Gusseme en dicha obra tomo III, página 68, columna 2 (…)”. Página 317. Cita (3). “(…) Este apellido, ó título era sumamente respetable en la antigüedad, y no se dava de ordinario sino al que tenían por el ser Supremo, como lo vemos por el DIVVM PATER de Virgilio; pero es preciso confesar que no tardó la adulación a apropiarlo a los Emperadores que deificavan sacrílegamente, primero después de su muerte, y no mucho después en su vida. Gusseme en dicha obra tomo V, página 350 (…)”. Página 317. Cita (4). “(…) Es fuera duda en quanto a la Ara o altar dedicado a un Emperador después de su muerte, que es el caso actual Georg. Bohemer. Electa Juris Civil. Exercitat I. S. V, Página 7. Gorttiaguac 1767 (…)”. Página 317. Cita (5). “(…) Gusseme en el citado tomo V. Página 537 (…)”. Página 318. Cita (6). “(…) idem ibidem página 532 (…)”. RAMIS Y RAMIS, Juan. “Historia civil, y política de Menorca. Parte I”. Mahón. Ediciones Nura / Editorial Sicoa. 1991. Página 318 y 319. Libro III. Desde la fin de la segunda guerra Púnica hasta poco después del nacimiento de nuestro Redentor. Sección XVI. Medallas de Marco Agripa. “(…) Este héroe pos su casamiento con Marcela hija de Octavia hermana de Augusto, y después con Julia hija de este último / (Página 319) quedó incorporado en cierto modo en la Familia Imperial, y obtuvo de su Suegro por sus repetidos y grandes servicios los más altos empleos, la Tribunicia Potestad por cinco años (1) y el nombrarle su sucesor en una grave (2) enfermedad. Con estos datos, y el corresponder las medallas de Agripa a los tiempos e que hablo, trataré de dos de ellas perfectamente iguales halladas en la Isla que conservo en mi poder. Ha hemos visto las 60


que acuñó >emauso, o >imes en obsequio del Suegro y del Yerno; pero las que voy a descrivir son propias de Agripa sin ninguna relación con Augusto. Ellas son en gran bronce, y en su anverso se divisa la cabeza de este célebre General de mar adornada con laurea, y la inscripción: M. AGRIPPA, L. F. COS III, que quieren decir: Marco Agripa hijo de Lucio tres veces Cónsul. En / (Página 320) el reverso se leen las siglas s. c. (3) con >eptuno en pie llevando un delfín en la derecha, y un tridente en la izquierda (4) en consideración a las victorias marítimas de Agripa, que tanto contribuyeron a establecer a su Suegro en el trono Imperial de Roma (5). Sin mis referidas medallas he visto tres más del mismo Héroe halladas igualmente en esta Belear Menor, pero ninguna de ellas contiene algo de especial, ni diferente de las mías (…)”. Página 319. Cita (1). “(…) >ouveau Dictionnaire Historique tomo I, página 77 (…)”. Página 319. Cita (2). “(…) Idem ibidem (…)”. Página 320.Cita (3). “(…) Las explican los Antiquarios por Senatus Consuito, es decir, por determinación del Senado (…)”. Página 320. Cita (4). “(…) Son conformes a la del Gusseme en el tomo I de su expresada obra n. I, página 68 (…)”. Página 320. Cita (5). “(…) Entre los vencidos por Agripa fue Sexto Pompeyo que con sus esquadras dominava a Sicilia y Cerdeña, e infestava los mares de Italia. Lo propio hizo después con Marco Antonio, y Cleopatra en la batalla de Aecirca. Suetonius in Ocravie cap. XVI (…)”. RAMIS Y RAMIS, Juan. “Historia civil, y política de Menorca. Parte I”. Mahón. Ediciones Nura / Editorial Sicoa. 1991. Página 320 y 321. Libro III. Desde la fin de la segunda guerra Púnica hasta poco después del nacimiento de nuestro Redentor. Sección XVII. Medallas de cayo, y Lucio Cesares, y de druso hermano de Tiberio. “(…) Marco Agripa de su matrimonio con Julia hija de Augusto y de Sribonia (1) tuvo varios hijos, y entre ellos a los dos que acabo de nombrar, a quienes adoptó su Abuelo materno elevándoles a las mayores dignidades. Así lo comprueva la medalla en plata que poseo hallada en el Término de Mahón, en cuyo anverso se ven la cabeza de Augusto con laurea y la inscripción: CAESAR, AVGVSTVS. DIVI. F. PATER. PATRIAE, es decir: César Augusto hijo del Divo (2) Padre de la patria. El contenido del reverso consiste en las dos figuras en pie de dichos Hermanos ambos togados, y con clípeos, y lanza, y en lo alto hay Lituo (3) y simpulo. El epígrafe dice así: C. L. / (Página 322) CAESARES AUGVSTI. F. COS. DESIG. PRI>. IVVE>T. Lo que significa: Cayo y Lucio Césares Cónsules designados Príncipes de la Juventud. Estas demostraciones de Augusto pronosticavan a sus nietos su futura sucesión al Imperio; pero todo quedó malogrado con su premoriencia a su Abuelo (4). Las medallas de estos dos Cesares, así separados, como unidos, son raras en Menorca, por manera que sólo he visto una en manos de un Amigo. Puede con todo que se hayan encontrado más, y que como se han sacado tantas, les haya cabido igual suerte. 61


Hallanse todavía en la Isla algunas / (Página 323) medallas de Druso el mayor hijo de Livia, y hermana de Tiberio, cuyo último fue Emperador después de Augusto, pero aquí han sido en cobre quantas se han encontrado, y sólo haré la descripción de una por no dilatarme. Ella dice así: >ERO. CLAVDIVS. DRVSVS. GERMA>ICVS. IMP. Su cabeza con laurea. En el reverso hay lo que sigue: DE GERMA>IS, y luego dos aljabas con flechas, y otras armas puestas en aspa, y en (5) medio vexilo (…)”. Página 321. Cita (1). “(…) Gusseme en su obra tomo IV, página 169 (…)”. Página 321. Cita (2). “(…) DIVI. F. Así se llamó Augusto por ser hijo adoptivo de Julio César que fue el primero con quién se hizo la ceremonia de la Apoteosis, o colocación inter Divos. Como en Augusto no havia con quién equivocarse, no era menester más contracción que llamarle hijo del Divo. Gussame en dicha obra tomo III, página 68 (…)”. Página 321. Cita (3). “(…) Instrumento augural en forma de báculo, o / (Página 322) vara encorvada por la parte, o extremo superior, que solía ser de metal. Gusseme en su Diccionario tomo IV, página 518 (…)”. Página 322. Cita (4). “(…) Lucio murió en Marsella el año de Roma 755 o 756, y Cayo en Limina Ciudad de Lidia en 757. Gusseme en dicha obra tomo II, página 42. Augusto no falleció sino en el año 14 de la era del Señor. Baudelót de Dairval de l´utilité des voyages tomo II, página 346 (…)”. Página 323. Cita (5). “(…) Gusseme tomo III, página 97, nº 2 (…)”. RAMIS Y RAMIS, Juan. “Historia civil, y política de Menorca. Parte I”. Mahón. Ediciones Nura / Editorial Sicoa. 1991. Página 323 y 324. Libro III. Desde la fin de la segunda guerra Púnica hasta poco después del nacimiento de nuestro Redentor. Sección XVIII. Medallas de Livia segunda muger de Augusto, de Julia hija de este, y de Scribonia, y de Antonia lamenor hija de Octavia. “(…) Livia de muger que antes era de Tiberio Claudio >erón, pasó después a / (Página 324) serlo de Augusto, quién prendadote su hermosura repudió a Scribonia, de quien havia ya tenido a Julia (1). >o entraré en el pormenor de sus calidades y acciones por no ser de mi asunto, y sólo diré, porque sirve para el conocimiento de sus medallas en la Isla, que por el testamento de Augusto tomó el nombre de Julia Augusta, que es el más frequente en estos monumentos, y en las (2) inscripciones, De hecho tengo de Livia, alo que me parece, un medallón de bronce, aunque de mala conservación cuyo anverso presenta el busto de una muger hasta medio cuerpo, pero si huvo inscripción, está en el día consumida. En el reverso hay como un globo, y aún puede leerse, bien que medio borrado, un pedazo del epígrafe que dice: … GE>ETRIX ORBIS. Yo comprendo que este medallón es relativo / (Página 325) a Livia, porque en una inscripción que trae el P.M. Florez (3) se le da igual dictado, y si es así, no cabe duda que es muy raro. Más segura es otra medalla que conservo perteneciente a Livia, y hallada cerca de Mahón. Es en gran bronce, y se ve en su anverso un 62


carpento con dos mulas (4) y la inscripción; S. P. Q. R. IVLIAE. AVGUSTAE. Su reverso dice: TI. CAESAR. DIVI. AVG. F. AVGUST. P. M TR. POT. XXXIIII y en medio hay las letras: B. C, cuya explicación ya tengo dada. Ygnoro que en la Isla se hayan encontrado medallas de Julia hija de Augusto; y a la verdad hay muy poca memoria de ella en esta especie de (5) monumentos, pero sí se han descubierto y / (Página 326) descubren todavía de Antonia la menor hija de Octavia, y de Marco Antonio el Triunvir (6) que por su matrimonio con Druso fue madre de Germánico y Abuela de Caligula, más sin embargo no pondré ahora sus medallas por parecerme que ellas corresponden a tiempos más adelantados de los que estoy tratando, que sólo llegan a los primeros años del nacimiento del Sr. en poca diferencia (…)”. Página 324. Cita (1). “(…) Gusseme en dicha obra tomo IV, página 320 (…)”. Página 324. Cita (2). “(…) Idem ibidem (…)”. Página 325. Cita (3). “(…) En su obra sobre las medallas de los Pueblos, Colonias, y Municipios de España tomo II, página 548 (…)”. Página 325. Cita (4). “(…) Era una especie de gorro que se componía de dos costados rectos con cubierta en semicírculo. Gusseme en su obra, tomo II, página 106 (…)”. Página 325. Cita (5). “(…) Gusseme tomo IV, página 169, de la misma obra (…)”. Página 326. Cita (6). “(…) Idem ibidem tomo I, página 183 (…)”. Página 334. “(…) Augusto no murió sino en el año 767 de Roma, lo que corresponde al 14 de la era del Sr. (3) (…)”. Página 334. Cita (3). “(…) Véase el nuevo Diccionario Histórico impreso en Caen en 1789 que tengo citado tantas veces combinando la página 57 con la 395 del tomo I (…)”. (36). Redacción. “Museo Municipal. Catálogo. Donativos de D. Juan Seguí y Rodríguez (continuación)”. Revista de Menorca. Ciencias, Artes, Letras. Mahón. Establecimiento Tipográfico de B. Fábregues. 1888. Página 271. “(...) Ejemplar de un diente de carcharias megalodon (vulgarmente, en Menorca, lengua de San Pablo). Fue encontrado en terreno terciario cerca de Mahón, al abrirse la nueva carretera, de esta ciudad a Ciudadela. Es de la mayor magnitud que conocemos; pues tiene, en su figura triangular equilátera, una base de 98 milímetros, pesando el ejemplar 218 gramos. Moneda o medalla de la colonia romana de 'imes (sus ejemplares no son escasos). Fue encontrada en una de las cuevas del predio de Binisafulle 'ou, situadas en el escarpado que domina la huerta que hay junto a la cala de dicho nombre, costa S del término de Mahón. Aro de bronce oxidado (65 mm., de diámetro), encontrado en un pequeño osario, -en el que aún quedan restos, -de dicha finca de Binisafulle >ou, al Este de la citada huerta, y a mano izquierda de la vereda, que por aquel sitio conduce a la cala. 63


Un ejemplar (pergamino 0´769 m., x 0´544 m) de un pasa-avante, de los que concedía el imperio otomano para pasar el estrecho de los Dardanelos. Fragmentos a) de cerámica recogidos en las inmediaciones de los talayots de Binicodrell de Dalt (S. Cristóbal), de la Torre den Gaumés (Alayor), de Alcaydús den Carreras (Alayor), de Biniet Vell (Alayor), Hostals (Ciudadela) y de otras muchas estaciones arqueológicas (Continuará) (...)”. Página 271. Cita a). “(...) Dicen los arqueólogos: “recoged los fragmentos; no sea que perezcan (...)”. (37). Redacción. “Museo Municipal. Catálogo. Donativos de D. Juan Seguí y Rodríguez (continuación)”. Revista de Menorca. Ciencias, Artes, Letras. Mahón. Establecimiento Tipográfico de B. Fábregues. 1888. Página 303. “(...) Moneda romana de cobre de Alejandro Severo, encontrada en las ruinas del campo atrincherado o recinto fortificado de la finca de Son Carlá (Ciudadela). Pedazos de sal gema de Cardona, color de perla y anaranjado. Tres pares de arracadas antiguas, usadas en el país. Un sello antiguo, para dije de reloj. Una piedra con dos fragmentos de costillas fosilizadas de un paquidermo; recogida en la finca de Turmadén (Alayor). Véase la página 249 de la Revista de Menorca). Una lente circular, con mango de plata, para examinar las monedas, medallas y demás objetos. Plato de los que se usaban a bordo del vapor “Menorca”, cuando tomó parte en 1859-60 en la expedición a África. Plato con la marca del Lazareto de Mahón. Lámina con la impresión de los sellos de la Exposición Universal de Barcelona. Un metro, para uso de los encargados del Museo; sus piezas son de ballena. Pistola antigua de grueso calibre (Continuará) (...)”. (38). REIG, Antonio. “Resumen Histórico de Menorca escrito en 1785 por encargo de la R. Academia de la Historia”. Revista de Menorca (2ª Época). Colección de Materiales y Noticias sobre Historia, Literatura, Ciencias, Artes, dirigida y editada por D. Gabriel Llabrés. Mahón. Imprenta de B. Fábregues. 1896-1897. Página 15. “(...) En el itinerario de las provincias, cuyo autor creen algunos, con bastante motivo, que fue el emperador Antonio, se llama >ura. (...) Se ignora si los cananeos, los fenicios, y otras naciones de la más remota antigüedad poseyeron nuestra isla. Pero se sabe que la dominaron sucesivamente los cartagineses, los romanos (...)”. Página 16. “(...) Permanecen vestigios de antigüedades: 1º en Sa >itja, puerto situado en el norte de Mercadal en donde se ven ruinas de población, la que sería tal vez la Sanisera que menciona Plinio. 2º. En 64


las murallas, una casa de armas, y dos grandes aljibes del Castillo de Santa Águeda, situado sobre una montaña al norte del territorio de Ferrerias, y que comúnmente se cree que fue fabricado por los moros, y 3º, en varias partes de todos los términos se descubren unos grandes montones de piedras que el vulgo llama atalayas, muy parecidas a la que hizo grabar Armstrong, y al pie de algunas hay dos piedras de enorme magnitud, la una sostenida de la otra, que el mismo Armstrong opina serían altares para ofrecer sacrificios a los >úmenes; pero yo no me atreveré a determinar, ni cuando ni para que se colocarían. De inscripciones romanas solamente se conservan cuatro y todas en el barrio del Pont del Castell, parte sin duda del antiguo Mahón; dos pueden leerse, otra medianamente y la cuarta muy poco. Espero copiarlas dentro de breves días cuando V. E. no las tenga ya, y haría lo mismo de un fragmento de la otra lápida que hay en el patio de la ermita de >uestra Señora de Gracia, si no estuviese tan falto, que es inútil gastar el tiempo en trasladarlo. (...) / (Página 80) Son infinitas las monedas romanas que se han encontrado en estos campos, casi todas de cobre, y en mayor número de césares del alto, que del bajo imperio. También al abrirse las zanjas de algunos edificios, principalmente en Mahón, se han descubierto sepulcros, lámparas sepulcrales, candeleros y granadas de barro, idolillos de bronce, etc. Es constante que Menorca tuvo antiguamente su propio obispo. Se ignora cuando empezó a tenerlo. Sólo se sabe que en 418 lo era Severo, autor de una carta circular sobre la conversión de los judíos de Mahón, insertada por Baronio al mismo año, y que si las ocupaciones me lo permiten, dentro del que corre se publicará con algunas notas, y una disertación (*) acerca de tan apreciable escrito, y que por los últimos del siglo V lo fue Macario, uno de aquellos prelados católicos que, por mandato de Hunerico se presentaron en Cartago, para dar razón de su fe. Del catálogo de estos obispos, que traen Sirmond, Harduin y otros, se deduce que el metropolitano de Menorca era el prelado de Caller en Cerdeña. En 1208 Bonifacio VIII sujetó nuestra iglesia a la de Mallorca, a nombre de cuyo obispo ejerce aquí la jurisdicción un vicario general, delegado para todas las caudas exceptuando las beneficiales, que tienen en su tribunal su asesor, abogado fiscal, notario, procurador fiscal, etc. (...)”. (39). SEGUÍ Y RODRÍGUEZ, Juan. “Excursión arqueológica junto al primer trozo de la nueva carretera de Mahón a Ciudadela”. Revista de Menorca. Ciencias, Artes, Letras. Mahón. Establecimiento Tipográfico de B. Fábregues. 1888. Página 386. Cita b). “(...) Si en vez de a la derecha tomamos a la izquierda, veremos a los pocos pasos, en dicho cercado, una cueva, de donde se sacaron los restos de cerámica romana, que hay en el Museo Municipal (...)”. 65


(40). CAMPS Y MERCADAL, Francisco. “De los talayots”. Revista de Menorca (2ª Época). Colección de Materiales y Noticias sobre Historia, Literatura, Ciencias, Artes, dirigida y editada por D. Gabriel Llabrés. Mahón. Imprenta de B. Fábregues. 1896-1897. Página 207. “(...) Las viviendas megalíticas son posteriores a los talayots, por cuanto a estos están adosadas frecuentemente, sirviéndolas de pared del fondo el muro del talayot (*). Lo cual, como por la mano nos lleva a sospechar que, de los talayots, / (Página 208) sólo nos resta el zócalo o primer piso, y que encima de éste, sobre la actual plataforma se alzaba una habitación, funeraria tal vez, que ha desaparecido. Pruebas: los vanos o ventanales abiertos más arriba de la actual plataforma, (Binicudrell, Fonts-rodonas de baix, etc); las rampas o escaleras espirales internas (Biniatzen, Engullidó, Fonts-rodonas...) y externas (Binicudell de baix?) y principalmente el pilar central, especie de menhir, erguido en la plataforma de varios talayots (Torralba d´ en Salort, Santa Clara, Fontsrodonas de baix) que a veces es doble (Binicudell nou), parece indicar que sostenía un techo que ha desaparecido. El cual estaría formado por lajas paralelepipédas rectangulares, que en su mayor parte fueron aprovechadas por los constructores de urbes megalíticas; pero algunas lajas quedaron arriba, en el talayot, como indicadoras; pero algunas lajas quedaron arriba, en el talayot, como indicadoras. Lo cual es más de notar en Torralba y Binicudell; las tales piedras rectangulares noi pudieron servir para el muro de los talayots, por cuanto los de los predios nombrados tienen sus sillares labrados con esmero, en forma de “dovelas de un arco semicircular”, como dice mi buen amigo Pons y Soler, con los paramentos en talud. Y téngase en cuenta que esos talayots tienen: un pilar central, con remedo de capitel, empotrado en lo que hoy es vértice del monumento, (el de Torralba) y dos pilares y un gran ventanal, el de Binicudell. Y como por la forma de las navetas venimos en conocimiento de que nuestros arquitectos prehistóricos sabían conducir correctamente las líneas de sus edificios, hasta terminarlos en forma de bases, dado es sospechar que los talayots, hoy troncos de cono o de pirámide ruinosos, fueron conos perfectamente perfectos y perfectas pirámides, o cuando menos paraboloides, que presentaban una cámara alta, que ha desaparecido, asemejándose a los nuraghes de Córcega (...)”. Página 207. Cita (*). “(...) >o sabemos quién alzó el talayot; en la habitación contigua parecen haber vivido los fenicios, (amolons?) romanos, árabes, y los cristianos, después de la reconquista, si hemos de juzgar por la cacharrería, medallas e instrumentos que dejaron. Tengo a la vista un fragmento de cacharro, evidentemente romano con este letrero hecho con 66


un punzón: PVBLIVS. Fue recogido a bastante profundidad en una excavación hecha en los antigots de Sta. Clara (...)”. (41). KESSLER, Fritz. “La Prehistoria de las Islas Baleares (Periodo Megalítico)”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las Sociedades Afines domiciliadas en el mismo. Año XIX. Quinta Época. Tomo X. Mahón. Est. Tip. de M. Sintes Rotger. 1915. Página 193. “(...) A continuación de estas líneas encontrará el curioso lector la versión castellana de la Memoria sobre los monumentos megalíticos de las Baleares, leída por el ilustre arqueólogo alsaciano, Mr. Fritz Kessler, en el IX Congreso prehistórico de Francia. >uestros lectores recordarán que en el número de septiembre del pasado año de 1914, dimos noticia del trabajo de Mr. Kessler. Hoy publicamos íntegra la Memoria, que antes hubiera visto la luz en nuestras páginas, a no ser por los entorpecimientos que la guerra trajo a las relaciones con el autor, que había de darnos su permiso para su traducción y publicación. La Memoria de Mr. Kessler es un trabajo definitivo; hoy por hoy, sus conclusiones las más acertadas dados los elementos de conocimiento que en la hora presente se pueden recoger sobre una época tan distante. Es motivo de legítimo orgullo para nosotros ver en esta Memoria confirmadas las opiniones de nuestro Director y refutadas las apreciaciones de Mr. Cartailhac. Avalñora el trabajo que nos ocupa, la opinión de Mr. Marcel Baudouin, Secretario general de la Sociedad Prehistórica Francesa, expuesta en forma de conclusiones que confirman la doctrina de Mr. Kessler y que tratan de averiguar la época en que se erigieron estos monumentos. Para tan ardua labor, como es la de encontrar la fecha en que se construyó un monumento megalítico, el sabio arqueólogo se ha valido de cálculos astronómicos tan profundos como ingeniosos. Causa, en verdad, asombro, que la ciencia pueda penetrar en el pasado, con marcha tan firme, con seguridades de acierto tan grandes, que hemos de admitir sus dictámenes cual si se tratara releer una cifra en una lápida o en una moneda. Acevedo. / (Página 194) Los monumentos primitivos de las Islas Baleares pueden dividirse en dos grupos principales, comprendiendo: el primero, las grutas artificiales; el segundo, los Monumentos megalíticos. Éstos con su destino cultural y funerario y aquellas que sirvieron, principalmente, de viviendas, representan las dos fases de la existencia humana: la vida y la muerte; el hogar y la sepultura! Es muy difícil determinar la raza primitiva que habitó estas islas. Los escasos descubrimientos, tanto de objetos como de huesos humanos, no han sido bastantes para descorrer este velo. >os vemos, pues, 67


obligados, en el estado actuadle nuestros conocimientos, a contentarnos con suposiciones, sin poder afirmar nada en definitiva con respecto a este extremo, limitándonos a presentar los Monumentos, testigos de un pasado muy remoto. Por otra parte, recordemos los invasores de todas las razas y de todas las lenguas que se han sucedido en las Baleares: Fenicios y Cartagineses, Griegos y Masillotas, Romanos y colonos latinizados de la Iberia, Godos y Vándalos, Árabes y Bereberes, Genoveses, Pisanos, Aragoneses, Catalanes, Provenzales... En presencia de semejante cruzamiento, que demuestra cuan temerario sería intentar clasificar a los Baleariotas siguiendo las afinidades de la raza primitiva, es fácil comprender que los vestigios de la raza de posprimeros invasores pudo desaparecer totalmente. ¿Quiénes fueron los primeros habitantes? ¿Venían del Oriente o del Occidente? / (Página 195) El grupo de las Islas Baleares se enlaza submarinamente con la península española. Tanto por sus condiciones geográficas, como por su historia, es una dependencia natural de Valencia y de Cataluña. Desde el cabo de la >ao hacia Ibiza y desde Ibiza hacia Mallorca y Menorca, avanza, entre los abismos del Mediterráneo, una meseta de altos fondos, que parece indicar ser una tierra de unión. La dirección de este istmo submarino es precisamente la misma que la de las montañas de Murcia y Valencia; la línea de islas se desarrolla del sudeste al noreste y las cúspides que en ellas se levantan siguen en su conjunto el mismo eje de orientación. ¿Sería por esta circunstancia que los Iberos vinieron a colonizar las islas Baleares? ¿O es preciso buscar del lado del mar Egeo, atrevidos navegantes, o náufragos tal vez, que poblaron por primera vez estas islas? Los mares circunvecinos son a menudo removidos por tempestades y las costas son, en general, tan abruptas, que su acceso debía de ser excesivamente difícil para estos marinos primitivos. Dada la importancia de sus monumentos, parece deducirse que Menorca sería la más poblada de todas estas islas; nada puede probarse, sin embargo. La ausencia casi completa de objetos arqueológicos nos condena a un prudente silencio. Grutas.- Con toda probabilidad, los pueblos primitivos (época neolítica) debían ser trogloditas; en efecto, la piedra blanda (sauló) que se encuentra en abundancia en estas islas, es fácil de labrar, una vez conseguido el arrancar su revestimiento endurecido por el aire, y esto explica el número considerable de grutas que en ellas existe. De los tipos que se ofrecen al estudio de los arqueólogos, es fácil deducir -teniendo en cuenta tanto la disposición interior de la excavación como la forma de la puerta de ingreso, a menudo / (Página 196) 68


perfectamente trabajada y bien cortada, en la que las entalladuras y molduras son comparables a nuestros encuadramientos modernos-, que se trata de épocas diferentes y distintas, pero denotando siempre núcleos de población. Citemos, entre otras, las Grutas de Son Bou, de San José (CovasGardas), Son Morell y, sobre todo, las de Calas-Covas. Esta estación es, entre todas, la más importante, tanto por el gran número de grutas que nos ofrece (un centenar al menos), como por la notable disposición interior de algunas de ellas. Distínguese esta estación de las otras por un manantial abundante de agua dulce nacido al mismo pie del acantilado y casi al nivel del mar, manantial que no se seca jamás; beneficio muy apreciable en un país en donde el agua escasea. En algunas de las grutas de más difícil acceso se han encontrado huesos humanos, objetos de bronce y algunos fragmentos de / (Página 197) cerámica grosera; pero los restos de mayólicas y las vasijas árabes y romanas se encuentran mezclados con los objetos de barro antiquísimos. Algunas grutas presentan inscripciones romanas. Muchas de ellas se hallan dispuestas en tres o cuatro hileras; las comunicaciones entre sí, en algunas, se practicaban por el interior de las mismas; en otras, por medio de escaleras o rampas de acceso que han desaparecido merced a la inclemencia del tiempo. Ejemplos de estas rampas y escaleras se ven todavía en ciertos pueblos de la América Central, o, por no ir tan lejos, en la región de Métamur, cerca de Médeine (sur de Túnez). Entre las grutas de Calas-Covas, se encuentra una notabilísima, casi por completo tallada en la roca y a la que se ha dado el nombre de Sa Presó (la Cárcel). >o os entretendré hablandóos de las Grutas naturales, como, por ejemplo, las de Artá, en Mallorca, que son más bien del dominio del turista, ni las de San Vicente, en la misma isla, que fueron utilizadas, en parte, como grutas funerarias, pero en una época más bien protohistórica. Los Monumentos Megalíticos comprenden cierto número de tipos que pueden clasificarse de la manera siguiente: Talayots; >avetas; Monumentos circulares; Taulas, Cámaras y grutas funerarias; Recintos, a los que se pueden añadir las Galerías cubiertas; y Salas hipóstilas. Sucesivamente, y de una manera rápida, vamos a pasar revista a estos monumentos (…)”. (42). “Museo Municipal de Ciutadella”. Folleto explicativo (castellano). Ciutadella de Menorca. Bastió de Sa Font.1995. Sin Paginar. Vitrina 14. “(…) Periodo Romano Republicano (123 a. C. -. 27 d. C.). Cerámica romana republicana. Cerámica campaniana: cerámica de cocina y vajilla 69


de lujo, ungüentario y lucernas. Proceso de fabricación de una cerámica a torno (…)”. “Museo Municipal de Ciutadella”. Folleto explicativo (castellano). Ciutadella de Menorca. Bastió de Sa Font.1995. Sin Paginar. Vitrina 15. “(…) Periodo Romano Republicano (123 a. C. – 27 d. C.). Estatuaria en bronce: hombre togado (…)”. “Museo Municipal de Ciutadella”. Folleto explicativo (castellano). Ciutadella de Menorca. Bastió de Sa Font.1995. Sin Paginar. Vitrina 16. “(…) Periodo Romano Imperial. (27 a. C. – s. III d. C.). Cerámica y vidrio romano imperial: Ungüentarios de cerámica y vidrio, aguja y cuchara de hueso y fragmentos de pórfido (contenedor de pigmentos de maquillaje) (…)”. “Museo Municipal de Ciutadella”. Folleto explicativo (castellano). Ciutadella de Menorca. Bastió de Sa Font.1995. Sin Paginar. Vitrina 17. “(…) La moneda en la antigüedad: La moneda es el elemento por excelencia para las transacciones comerciales. >ació como consecuencia de la imposibilidad de utilizar el sistema de cambio de objetos: “los cambios”, se convirtieron en “ventas”. Si bien en un inicio fueron objetos varios, conchas, trozos de metal, etc., los acontecimientos políticos y sociales motivaron que estos objetos se tuvieran que autentificar. Aparecen así las firmas, imágenes o símbolos de los gobernantes, autoridades o pueblos. Durante la época griega y romana imperial la moneda llega a unos grados de perfeccionamiento admirables, verdaderas representaciones artísticas. Con la decadencia de Roma, los motivos se vuelven esquemáticos, como es el caso de las monedas tardorromanas, vándalas, ostrogodas o bizantinas. Los metales más utilizados, por su perdurabilidad y valor han sido el oro, la plata y el cobre. >o obstante las aleaciones muy pronto sustituyeron a los metales puros. Así, aparece el electrón (20% de oro, 75% de plata y 5% de cobre aprox.), el bronce (cobre y estaño), el latón (cobre y zinc). Las monedas que se exponen, a pesar de su poco valor de cambio, nos dan idea de la circulación monetaria de la gente común, al margen de las clases dominantes, que habitaron en cada momento Menorca. Monedas griegas, púnicas, ibéricas, republicanas, imperiales, bajo imperiales, ostrogodas y vándalas (…)”. “Museo Municipal de Ciutadella”. Folleto explicativo (castellano). Ciutadella de Menorca. Bastió de Sa Font.1995. Sin Paginar. Vitrina 18. “(…) Cultura romana. Periodo Imperial-Bajo Imperial (s. I a.C. –VI d. C.). La pesca: Los productos del mar ya eran muy apreciados por los antiguos menorquines y ya en los comienzos de la cultura talayótica una de las principales fuentes de alimentos eran los conseguidos a través de la pesca de subsistencia. En época romana se produce una mejora de los 70


métodos de pesca. Así, es frecuente la localización de pesos de cerámica y plomo de redes para la pesca en alta mar, así como plomos y anzuelos de bronce para la pesca de caña en la costa. Objetos expuestos: plomos y pesos de cerámica para red y anzuelos de bronce. Juegos lúdicos: Al igual que en la actualidad, los romanos tenían sus juegos de entretenimiento para pasar el tiempo libre. Los lugares donde se desarrollaban eran preferentemente los domésticos así como los lugares de reunión y tabernas. Eran frecuentes los juegos de fichas, así como también los dados y los juegos de mesa. Objetos expuestos: dado de plomo y fichas de juego. Joyería y ornamentación personal: Los objetos ornamentales de época romana en Menorca son los mismos que se encuentran en el resto del Imperio Romano. Con la romanización de la isla, se produce la imitación de los sistemas de vida de Roma en todos sus aspectos cotidianos, imitándose también las modas en el vestido y los adornos personales de hombres y mujeres. Se puede observar la llegada de nuevas formas y materiales (metales nobles y piedras semipreciosas) no utilizadas en la isla hasta entonces. Objetos expuestos: anillo de lata, aros de bronce, pectorales, anillos, camafeo fíbulas, agujas, cuentas de collar y pendientes de oro. Escultura monumental: La escultura romana, así como el arte romano en general, se basa principalmente en el arte griego, aunque a lo largo de la historia del Imperio Romano desarrolla sus propias peculiaridades. Las materias primas utilizadas preferentemente son el mármol, importado de fuera de la isla mediante el comercio en el Mediterráneo; y el bronce utilizando la técnica de lacera perdida. La utilización del mármol para su reconversión en cal en épocas más recientes ha provocado que sólo se conserven pequeños fragmentos de esa estatuaria en Menorca de la que aquí se presenta una pequeña muestra: mano de mármol, codo de mármol de una estatua infantil, fragmento de lápida de mármol con inscripción monumental y, fragmento de dedo pulgar de bronce de escultura monumental. Pavimentación de las casas: Las familias más acomodadas pavimentaban las habitaciones de la domus con mosaicos, realizados con pequeñas piedras cúbicas combinando diferentes y realizando motivos geométricos, vegetales o representando escenas cotidianas o divinas. Los mosaicos podían llegar a convertirse en verdaderas obras de arte en las habitaciones más lujosas de las casas, así como también se recubrían las tumbas, con pavimentos a base de cemento llamado Opus Signinum que era una preparación a base de tierra, pequeñas piedras y fragmentos de cerámica machacada en un acabado más grosero (…)”. “Museo Municipal de Ciutadella”. Folleto explicativo (castellano). Ciutadella de 71


Menorca. Bastió de Sa Font.1995. Sin Paginar. Vitrina 19. “(…) Cultura Romana. Periodo Imperial-Bajo Imoperial (s. I a. C- IV d. C.). Las lucernas romanas: Las lucernas romanas eran el equivalente actual de las linternas para la iluminación. Se realizaban de barro y por medio de moldes, que permitían su fabricación industrial. Las formas fueron evolucionando a lo largo de la historia romana, así como también los motivos ornamentales del medallón donde era frecuente la representación de divinidades o cualquier escena mundana de la vida cotidiana. Jarritas y olpes: Estos tipos de jarritas son recipientes para la contención de perfumes y esencias aromáticas. Así se trata de una cerámica fina de medio lujo, no utilizada como la cerámica común de cocina mucho más grosera y, fabricada de forma casi industrial. Estos tipos de recipientes se utilizaban en los ambientes domésticos, pero también es frecuente la localización en ambientes funerarios de inhumación como parte integrante de los ajuares de enterramiento. Las ánforas y el comercio: Con la unificación del Imperio Romano, la metrópolis monopolizará todo el comercio del Mediterráneo, siendo ésta una de las finalidades de la política de conquista y aculturación de todos los pueblos cercanos al mar. Así, llegan desde todos los rincones del Imperio los diferentes productos de cada lugar. Estos productos se comercializaban por medio de barcos llenos de ánforas, preferentemente los alimentos y los líquidos. Las ánforas estaban hechas de cerámica y realizadas a tono de forma industrial y generalmente presenten el sello del taller donde fueron fabricadas (…)”. “Museo Municipal de Ciutadella”. Folleto explicativo (castellano). Ciutadella de Menorca. Bastió de Sa Font.1995. Sin Paginar. Vitrina 20. “(…) Tesorillo de Ciutadella: Los tesorillos son grupos de monedas encontrados juntos. El presente se compone de una moneda de Valeriano (año 260), veintisiete de Galieno (260-268), hijo y sucesor de Valeriano, cuatro de Salonina (260-.268), esposa de Galieno y, vceintitrés de Claudio II el Gótico (268-270). La presencia de Consacratios de Claudio II, acuñadas por su sucesor al divinizarlo y, no habiendo monedas del sucesor, nos permiten afirmar que el tesorillo fue escondido en el 270. A menudo la presencia de tesorillos corresponden a catástrofes, guerras o invasiones, como parece ser este caso, ya que durante los años 260 a 270 hubo numerosas invasiones de bárbaros en el Imperio Romano, por lo que se supone que también llegaron a Menorca. Algunas de estas monedas tienen un baño de plata. En aquella época y, como consecuencia de la fortísima inflación motivada por las numerosas guerras que debía mantener, era el propio Estado el que acuñaba monedas de cobre con un baño de plata para que parecieran Denarios y, que son conocidas como Antoninos, en memoria del primer 72


Emperador que las acuñó (…)”. “Museo Municipal de Ciutadella”. Folleto explicativo (castellano). Ciutadella de Menorca. Bastió de Sa Font.1995. Sin Paginar. Vitrina 22. “(…) Cultura romana. Periodo Bajo Imperio (s. III-V. d.C.). Fragmentos de vajilla litúrgica paleocristiana, lucernas paleocristinas, colgante de plomo en forma de cruz, clavos de bronce, molde de panes eucarísticos de cerámica, agujas de hueso y bronce, tegula romana (…)”. “Museo Municipal de Ciutadella”. Folleto explicativo (castellano). Ciutadella de Menorca. Bastió de Sa Font.1995. Sin Paginar. Base. “(…) El mundo funerario durante la época romana: Las ciudades romanas tienen siempre sus correspondientes necrópolis o cementerios reservados a los muertos. Dentro de la organización urbanística de las ciudades también se tiene en cuenta la distribución racional de las necrópolis. Éstas se sitúan en los alrededores de la ciudad, a extramuros y, preferentemente en zonas próximas a las vías de comunicación, donde abundan los monumentos funerarios, con finalidad propagandística para perpetuar la memoria y el recuerdo entre los vivos y dejando latente el estatus social y la fortuna del difunto en la tumba. Los rituales de enterramiento no son unitarios a lo largo de la historia del Imperio Romano, alternándose los rituales funerarios de inhumación, acompañando al difunto de su correspondiente pequeño ajuar y, la incineración. Entre las modalidades de enterramiento de inhumación, con los casos preferentes de las clases pudientes, nos encontramos con la utilización de los sarcófagos de piedra como ataúdes, con o sin decoración, donde el difunto era colocado en posición horizontal (…)”. “Museo Municipal de Ciutadella”. Folleto explicativo (castellano). Ciutadella de Menorca. Bastió de Sa Font.1995. Sin Paginar. Base. “(…) Epigrafía romana en Ciutadella: Los testimonios epigráficos de época romana localiados en Ciutadella son verdaderamente escasos, aunque, junto con los localizados fuera de esta población aunque vinculados con la misma son bien significativos. Los testimonios de Ciutadella son tres: Una inscripción votiva que dedica el soldado Iulius Flavius a Luna, la divinidad de culto popular e indígena, del puerto de Ciutadella; una inscripción funeraria que Quintus Caeciloius Philistio i Iulia Severa dedican a su difunta hija Cecilia Quinta, personajes que se vinculan con otras inscripciones localizadas en Maó…, encontrada en el antiguo cementerio de la Catedral: el epígrafe que aquí presentamos; y una inscripción que el Municipi Flavii Iamontani (es decir Ciutadella) dedica al esclavo de Lucidus Licinius Sura, Lucius Licinius Secundus, localizada en la Casa de la Condesa de Barcelona (…)”. (43). PHILIPPE, J. B. “La cerámica romana en la isla de Menorca. Las lámparas de aceite en tierra cocida. 1ª parte (Ciudadela)”. Traducido del francés por Guillermo Florit Piedrabuena. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LX. 73


Séptima Época. Mahón. 1969. www.RevistadeMenorca1969.pdf Página 189. Relación de las lámparas que se estudian con indicación a su procedencia. “(...) Colección J. Florit. 1 Desconocida. Colección P. Hernández Sastre. 29 Puerto de Ciudadela. Colección José L. Mayans Ochoa. 28 Ciudadela (Término). Colección José L. Mayans Ochoa 10 Cala Morell (Ciudadela) Colección M. León Mercadal. 12 Torrellafuda (Ciudadela) Colección M. León Mercadal 13 Torellafuda (Ciudadela) Colección M. León Mercadal 11 Ciudadela (Término) Colección M. León Mercadal 26 Ciudadela (Con la núm 11) Colección M. León Mercadal 30 Desconocida Colección M. León Mercadal 19 Curniola (Ciudadela) Colección M. León Mercadal 2 Torrellafuda (Ciudadela) Museo de Ciudadela. 14 Plaza del Borne (Ciud). Museo de Ciudadela. Col. Florit Piedrabuena. 15 Plaza del Borne (Ciud). Museo de Ciudadela. 16 Desconocida. Museo de Ciudadela. 17. Desconocida. Museo de Ciudadela. Col. Florit Piedrabuena. 8 Torrellafuda (Ciudadela) Museo de Ciudadela. Col. Florit Piedrabuena. 9 San Marc (Ciudadela) Museo de Ciudadela. Col. Florit Piedrabuena. 7 Torre Vella (Ciudadela) Museo de Ciudadela. 22 Puerto de Ciudadela (¿) Museo de Ciudadela. 23 Desconocida Museo de Ciudadela. 25 Desconocida Museo de Ciudadela. 27 Desconocida Museo de Ciudadela. Col. Florit Piedrabuena. 32 Sanitja (Mercadal) Colección Saura 18 Desconocida Museo del Seminario 20 Desconocida Museo del Seminario 21 Desconocida Museo del Seminario 33 Talayot de Llumassanet (Mahón) Museo del Seminario 24 Desconocida Museo del Seminario 4 Desconocida Museo del Seminario 5 Desconocida Museo del Seminario 3 Desconocida Colección del autor 6 San Clemente (Mahón) Colección Dr. Miguel A. Pons Sintes 31 S. Cristóbal o Ferreries (¿) (...)”. (44). DE OLIVES PONS, Guillermo. “La colección Pons i Soler”. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón. Año XLVI. Sexta Época. Mahón. 1950. www.RevistadeMenorca1950.pdf Página 54. “(...) C) Epigrafía: Objeto número 25.- Inscripción romana. Referencia a la Colección. >úmero clasificación general.- 11. Situación.- Predio Alcoig. Por las mismas 74


causas apuntadas en el número 12 de esta relación y al igual que el número 13 (117 de la clasificación general de la Colección) tampoco ha podido ser hallada (1). Detalle.- (2) Está grabada en piedra calcárea dura. Hallada en 1862 en el callejón del Puente del Castillo, al que da la fachada lateral del actual Museo, sirviendo de canal para el desagüe de la calle afortunadamente con la inscripción hacia abajo. El señor Pons y Soler la atribuyó a Marco Aurelio el Filósofo; pero en 1887 llegó a Mahón el epigrafista alemán Hübner y enterado de la existencia de esta lápida pidió al dicho Sr. Pons y Soler copia de la inscripción. Una vez estudiada afirmó en carta desde Berlín fechada en 16 marzo de 1887 que había un error en el que había compuesto los títulos y que por lo tanto la lápida estaba dedicada a Caracalla. El error aludido era el siguiente: en vez de “Divi Marci Antonini Pii Pronepoti” -2ª y 3ª línea- debía en su opinión decir: “Divi Marci >epote Divi Antonini Pii Pronepoti”. Las dimensiones de las dos medias lápidas eran: 2´07 por 0´70 por 0´32 (...)”. (45). DE OLIVES PONS, Guillermo. “La colección Pons i Soler”. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón. Año XLVI. Sexta Época. Mahón. 1950. www.RevistadeMenorca1950.pdf Página 55. “(...) Objeto número 26.Piedrecita cuadrilonga de piezarra. Referencia a la Colección >úmero clasificación general 110. Situación.- Predio Alcoig. Detalle.- Está grabada en una piedra caliza dura del país que se halla partida transversalmente en dos pedazos desiguales (1/3 y 2/3 aproximadamente). Mide 1´74 x 0´39 x 0´32 metros y fue hallada en 1882 cerca de Alayor en el punto en que pasa el llamado “camino viejo”. El texto fue enviado también con el anterior a Hübner quién afirmó en la carta citada y en un trabajo publicado en el Boletín de la R. A. H., reproducido en la Revista de Menorca I época, tomo I número 9 correspondiente a marzo de 1889 que debía trascribirse como sigue: “imperator Caesar >erva Traianus / (Página 56) Augustus Germanicus fecit” (1). A continuación la fechada en los cinco primeros años de Trajano (98-103 de J. C.) por faltar el nombre de Dácico y añadía que no podía fijarse con certeza a que obra pública hacía referencia si bien de acuerdo con la opinión del Sr. Pons y Soler, era con toda probabilidad una vía o camino; y aún la denominada piedra miliaria sin que se hallen en ella vestigios del guarismo que marca la milla. Esta opinión de la vía romana vino a corroborarse, parece, con el descubrimiento hecho en Alcaidús diez años más tarde (Revista de Menorca Enero-Febrero-Marzo 1896) de otra pieza caliza con la siguiente inscripción: Imp. Caes. 'erva. Traianus. Aug. Ger. P. P. Refecit. En vista de la coincidencia y de que la única diferencia de consideración que media 75


entre ambas estriba en el “fecit” y el “refecit” el señor Pons y Soler piensa que la construcción no se haría con la solidez acostumbrada por los romanos pues al poco tiempo necesitó una restauración lo bastante importante como para consignarla en otro monumento dedicado al mismo Emperador. Sin embargo puede también pensarse (para el caso de que ambas hagan referencia a una misma obra y sean buenas las reconstrucciones del texto) en la construcción de una parte y la reparación de otra anterior de inferior condición a fin de que no desdijera de aquella recién construida (...)”. Página 55. Cita (1). “(...) Como se puede ver en la figura correspondiente, al examinar el original no he visto claramente el “AVG GER” con que contaba Hübner sino IC CER. El Sr. Mascaró Pasarius que también en cierta ocasión se propuso puntualizar los signos de su texto concuerda en este punto -no en otros- con lo indicado (...)”. Página 57. “(...) Objeto número 27.- Piedrecita cuadrilonga de pizarra. Refer. a la Colección. >úmero clasificación general 338. Situación.Predio Alcoleig. Detalle. Sus dimensiones son: 0´42 x 0´38 x 0´07 m. Es de mármol blanco escrito por ambas caras y tiene en la parte superior una cornisa de 0´064 m., de ancha. Fue hallada en el número 32 de la calle -no de la plaza, como se ha afirmado- del Carmen en 1868. Fue estudiada como las anteriores por el señor Hübner. Las grandes letras iniciales de lo que pudiéramos llamar el anverso de 1 dm., de altura, las cree el señor Hübner del siglo I y propone para la inscripción que forman algunos suplementos que él mismo tilda de arbitrarios (Revista de Menorca, pág. 130 del mes de marzo de 1889). El reverso, escrito a dos columnas, lo completa en el trabajo citado de forma que si bien “no se puede tampoco restituir el texto íntegro de este documento interesante, claro se ve que el individuo honrado con este monumento había prestado servicios importantes a su país restaurando las puertas y contribuyendo / (Página 58) a la construcción de varios edificios públicos, las carnicerías con sus pórticos, el teatro y otros”. El Sr. Pons y Soler afirma: esto de suponer que el reverso y el anverso hacen referencia a un mismo individuo y de imaginar que esta lápida era un pedestal “es un descuido pues si se hubiese hecho cargo de que la lápida tiene solo 7 cm., de grueso no la hubiera tomado como un pedestal cuyas caras forman una sola inscripción mayormente cuando dice (en la carta citada de fecha 16 marzo 1887) que las letras del reverso parecen un siglo más recientes”. Y añade: “Lo probable es que se utilizase la lápida antigua para otra inscripción costumbre que siguieron en Mahón cuando utilizaron alguna de las cuatro lápidas de la pirámide 76


conmemorativa de la demolición del Castillo de San Felipe para consignar en su reverso la proclamación de nuestros Reyes” (1). Disculpa luego al r. Hübner por cuanto no vio las inscripciones al natural sino solo en unos calcos que le solicitó donde no pueden estudiarse algunos detalles tales como la cornisa que la cierra en su parte superior induciendo a creer que no había otra línea más arriba de la primera que conocemos (...)”. Página 58. Cita (1). “(...) Se refiere a la versión inglesa y a la proclamación de Isabel II (...)”. (46). HERNÁNDEZ SANZ, Francisco. “Antigua población de Calas Covas (Isla de Menorca)”. Revista de Menorca (2ª Época). Colección de Materiales y Noticias sobre Historia, Literatura, Ciencias, Artes, dirigida y editada por D. Gabriel Llabrés. Mahón. Imprenta de B. Fábregues. 18961897. Página 160. “(...) En la costa S., de la isla de Menorca, a unos 5 kilómetros de la aldea de San Clemente y a unos 7 del pueblo de Alayor hay un pequeño y seguro puerto que en su interior forma dos ensenadas. Desde su entrada hasta el término de las dos calas y aún siguiendo más allá del barranco que a una de estas conduce, vense abiertas en el acantilado de la roca un sinnúmero de cuevas artificiales muy antiguas que seguramente fueron habitadas por los primitivos pobladores de la Isla / (Página 161) y más tarde por los primeros pueblos romanos que a nuestras playas abordaron, según lo atestiguan las inscripciones que de su paso restan todavía en aquel sitio. Sin temor de pecar por exceso podemos asegurar que el número de habitaciones no bajará de ciento, de las cuales si bien es verdad que algunas son de reducido espacio, las hay en cambio, y estas abundan, de gran capacidad, subdividido su interior en varios aposentos. Hay que convenir en que el nombre de Calascovas, con que, desde tiempo inmemorial, se conoce a este lugar, distará mucho de ser el propio que darían a su población, sus constructores primitivos, los Baleares Gimnetos a quienes pretende atribuir su origen, el antiguo historiador Diodoro Sículo, ignorando también el que tomara cuando se apoderaron de ella los Romanos a la que darían mayor extensión, construyendo nuevas habitaciones más cómodas y de más fácil acceso. Al descuido de los antiguos historiadores de nuestra Isla debense estas lagunas que nos han impedido hasta ahora adelantar un solo paso hacia la resolución de tan importantes problemas. Diez y ocho inscripciones romanas, hoy mutiladas y corroídas por la intemperie, nos demuestran cuan fácil hubiera sido tal vez, en siglos pasados hallar la clave del misterio que envuelve hoy la historia del pueblo de Calascovas. Sin embargo nosotros fiamos mucho en los estudios que, sobre el particular, ocupan en la actualidad al eminente historiador alemán Mr. Hübner y a nuestro Catedrático Sr. Llabrés y Quintana. Y esperando en ellos vamos a intentar una sucinta reseña de cuanto más 77


notable se observa en tan antigua población, hoy desfigurada por los derrumbamientos visibles que en el transcurso de tantos siglos han acaecido. Si emprendemos el camino de Calascovas por el barranco de Llochnou o de Biniadrís llegaremos a la extremidad de la Cala oriental (dirigida de >. E a S. O) y bordeando la orilla derecha ganaremos la punta que la separa de la otra ensenada / (Página 162) occidental (dirigida de S. E a >. O) dominando desde allí casi la inmensa mayoría de habitaciones. El más ligero examen nos presenta bien determinados dos diferentes tipos de construcción: Uno (y el más primitivo seguramente) se caracteriza por tener: la entrada de las cuevas reducidas proporciones, afectando irregularmente la forma semicircular con su diámetro por base; poca cabida y hallarse abiertas en lo más abrupto de las peñas, como si sus moradores quisieran aparejarse a la defensa, ya temiendo la llegada de otros pueblos invasores, ya para ponerse al abrigo de las piraterías tan frecuentes en estos mares durante todas épocas pasadas. El otro presenta un portal adintelado, de abertura sensiblemente trapezoidal con suficiente altura para una fácil entrada y de interior espacioso no faltando en algunos rudimentarios adornos en sus fachadas. Si nos fijamos en el escarpado E de la cala oriental veremos que la mayoría de las cuevas pertenecen al tipo primitivo; en el fondo de esta cala brota abundante manantial de cristalinas aguas, no siendo desacertado suponer que los primitivos pobladores escogieran este sitio para sus viviendas aprovechando así la casualidad de poder satisfacer más fácilmente las primeras necesidades de la vida. A excepción de algunas cuevas practicadas en sitio de cómodo arribo, la inmensa mayoría se hallan situadas a tal altura que más bien se les pudiera tomar por nidos de águilas que por viviendas humanas. Son de tosco labrado y se ve claramente que el arte en su infancia, sin medios hábiles para llegar a un fin preconcebido debió de reducir sus esfuerzos a cavar la piedra en los puntos en que más blandura ofreciera por la propia naturaleza del terreno, quedando la obra reducida a lo que de sí el material ofreciera al constructor. Casi todas ellas no reciben más luz que la que penetra por la única abertura de su entrada. Muchos son los restos humanos que en una de estas cuevas / (Página 163) se han hallado en repetidas ocasiones y se encuentran todavía si se excava el terreno de su suelo, induciéndonos a creer que estaría destinada a necrópolis del pueblo primitivo de Calascovas. >o se visita esta cueva o cripta sepulcral, sin grandes dificultades, pues se halla abierta a respetable altura. ¡A tan seguro sitio darían sepultura a sus semejantes aquellos pobladores! 78


>o muy lejos de este sitio y en lugar algo más bajo existe otro nicho cutas reducidas proporciones, construcción interior y forma de su vuelo evidencian claramente haber servido para guardar los restos de un solo cadáver. Adelantándonos por este lado hacia la entrada del puerto dejando por estudiadas las cuevas primitivas ya que no ofrecen otras particularidades notables que las indicadas en general anteriormente, nos encontramos con la primera de portal adintelado y que por unos orificios practicados en el muro de su fachada y que limitan algo así como dos rejas se conoce vulgarmente con el nombre de “Sa presó” (La cárcel). Esta cueva cuyo piso se halla a unos tres metros sobre el nivel del mar, tiene por entrada una abertura cuadrangular de 1´53 metros alto por 0´70 metros ancho; el grueso del muro medirá 0´65 metros; en la parte exterior y bordeando lateral y superiormente la abertura de la puerta descrita vense labradas dos fajas sobrepuestas en forma escalonada de dentro a fuera de un ancho de 0´25 a 0´30 metros por 0´03 m., de relieve. Las dos rejas que existen a la derecha de la entrada miden 0´08 m., ancho por 0´65 m., grueso (el mismo del muro) y quedan limitadas por tres aberturas cuadrangulares de 0´31 m., alto por 0´12 m., ancho; estos orificios se abren a una altura de 1´75 m., sobre el nivel del piso. El interior de esta habitación cuya altura es de 1´90 metros afecta irregularmente, en su base, la forma ovoidea constando, de longitud, su mayor diámetro 7 m., y 5´50 el menor. Entrando y a mano derecha vénse practicadas en macizo tres celdas en hilera cuyo suelo se levanta sobre el nivel del piso / (Página 164) 0´50 m., y afecta en todas ellas la forma semicircular: la 1ª o sea la que recibe la luz directa por las rendijas ya mencionadas mide 1´20 m., de largo por 1´50 m., de profundidad; la 2ª 1´15 por 1´40 y la 3ª 1´10 por 1´40; el grueso de los pilares que las separan oscila entre 0´20 a 0´30 m. En el fondo y frente a la entrada una pilastra que arranca del muro y que encorvada queda unida al techo, subdivide el fondo en dos estancias o departamentos. Retrocediendo hacia la extremidad de esta cala oriental, cala que llevaría en otro tiempo sus aguas más adentro del barranco y encaminándonos hacia la orilla O., de la misma, llegaremos, después de salvar una pequeña vereda a la llamada “Cueva” o “Sala de los Jurados” o por otro nombre “La Iglesia”. Es una gran cueva natural marcadamente transformada por la mano del hombre, hoy desfigurada por completo ya que la mayor parte del techo ha venido a bajo en uno de los muchos desmoronamientos que en Calas Covas han tenido lugar. A pesar de su lastimoso estado se pueden observar dos asientos tallados en la propia roca y en los cuales tomaban asiento, según tradición, los Magistrados de este Pueblo. 79


Diez y ocho inscripciones romanas en muy mal estado de conservación se distinguen todavía incisas en la peña casi todas, a excepción de una pintada con color rojo; hállanse muchas de ellas encuadradas en marcos rectangulares de relieve, colocados en filas desiguales sobrepuestas y cuyo arranque empieza a pocos centímetros sobre el nivel del suelo; nótese en algunas de estas lápidas la presencia de cartelas de puro sabor griego; el salobre que ha destruido la piedra en que fueron esculpidas las leyendas solamente ha perdonado algunas letras, de las cuales, en breve, no va a quedar ni rastro. El tipo de las letras es romano con algún rasgo griego, hoy muy confuso; su altura es de 3 y medio centímetros en general, aunque algunas llegan a 4 y otras pocas bajan hasta 2 y medio centímetros. / (Página 165) Por lo que se desprende de las inscripciones mencionadas es posible daten de posprimeros siglos de nuestra era ya que a aquella época pertenecen los Cónsules romanos y en muchas de ellas se hace mención de COS XI (Consulatus XI). Hay que hacer notar que en casi todas las inscripciones se lee (o se deduce por los trazos que restan) las palabras K. MAIAS (Kalendas maias) lo que hace suponer que a primeros de mayo celebraría aquel pueblo alguna fiesta conmemorando tal vez los hechos heroicos de algunos de sus hijos ya que en ellas se hace mención de muchos nombres propios como, Carminio, Sexto, Vetere, Vinerio, Victore, Antoninus. Más si difícil se presenta la interpretación de los mejores de estos monumentos epigráficos ya por las mutilaciones que han sufrido ya por la impureza del lenguaje en que están concebidas las leyendas, es ya trabajo desesperado el estudio de las demás, algunas de las cuales presentan solamente cuatro letras sin orden ni concierto faltando por completo las necesarias para la total formación de la frase. Saliendo de la “Iglesia” y siguiendo paso a paso la vereda que bordea la costa Occidental de esta cala a unos cuatro metros sobre el nivel del mar, dejando atrás cuevas naturales sin importancia, llama la atención la basamenta de una edificación completamente arruinada y que por sus restos puede suponerse fuera el emplazamiento de algunos pórticos. Se ve claramente indicado el arranque de siete columnas simétricamente colocadas, número que en su tiempo ascendería a doce. Seis pedestales a un lado y uno al otro (que asoma entre ruinas) limitan un hueco, obstruido por grandes pedruscos. Entrando en la cala occidental por la cuesta > se observa en su mayoría cuevas del 2º tipo algunas de las cuales son notables por sus grandes proporciones. Entre tantas podemos citar una abierta no muy lejos de la lengua de tierra que separa las dos ensenadas y que domina por completo la entrada del puerto con aposentos interiores comunicando con otra; la primera 80


cuyo suelo afecta la forma / (Página 166) circular medirá 8 metros de diámetro y la segunda de base ovalada unos 5 metros en su mayor anchura. Algo más al fondo de la cala (en la misma costa), en lo más alto del escarpado, dominando por completo el panorama y en sitio más propio para trepar las cabras que para encaminar sus pasos seres humanos se abre otra de las mejores habitaciones; su portal mide 1’90 m., alto, 0´80 m., ancho por 0´40 m., grueso; dos escalones de 0´35 m., altura dan entrada a la cueva que afecta en su suelo la forma ovalada con diámetro mayor de 7´30 m.; en el menor de 4´ 00 m., y una altura total de 2´50 m.;las paredes laterales se hallan socavadas subdividiéndola en varios aposentos. Un orificio practicado en el muro y ala izquierda (entrando) de la puerta permite la entrada de la luz aunque ésta quede cerrada. Casi ya a la extremidad de esta calase presenta a nuestra vista (y en sitio bajo) la habitación de mayores proporciones que existe en Calascovas pues medirá tal vez más de 9 metros su mayor espacio interior no faltando en ella tampoco varios aposentos. En la costa S., de dicha cala, a la cual es difícil llegar hoy sin el auxilio de una embarcación vense también abiertas una infinidad de cuevas en la mayoría del segundo tipo y con pocas variantes de las que llevamos descritas. para terminar, en una eminencia que domina esta cala levantándose todavía una pared en seco de grande espesor compuesta de grandes piedras que nos recuerda perfectamente las innumerables construcciones megalíticas que existen en la Isla y que en otro número de esta Revista dimos a conocer. ¿Es una construcción coetánea a los monumentos que acabamos de describir y que serviría de obra de defensa a los pobladores de Calascovas o son restos de alguna edificación céltica? Esta es a grandes rasgos, la descripción del pueblo de Calascovas, estudiado por muchos, visitado por propios y extranjeros / (Página 167) y que si notable se presenta a los ojos del arqueólogo no es menos grata su contemplación a los del artista que encuentra en aquella tranquila y sosegada bahía notas de color exuberante; en aquellas escarpadas rocas y en aquellas inmensas moles desmoronadas algo de grandioso y de fantástico (...)”.OFILA, Margarita & SÁNCHEZ, Elena. “El santuario dedicado a Roma dentro del excepcional conjunto arqueológico de Calescoves”. Àmbit Revista de Cultura. Nº 25. Mahón. Consell Insular de Menorca. Septembre-desembre 2011. www.ExcavacioarqueologicaaCurniaNou.pdf Página 7. El santuario de la Cova dels Jurats o L´Esglesia. “(...) Como ya se ha indicado más arriba, 81


desde inicios del siglo XIX son conocidas, dentro de la comunicad científica, una serie de cartelas rectangulares recortadas en la roca y con epígrafes latinos que se encuentran en la entrada de la gruta conocida desde tiempo inmemorial como Sala de Els Jurats y también como L’Esglèsia, tal como Veny indica en su libro de 1982. Hübner, filólogo alemán del siglo XIX, encargado de reunir en un corpus las inscripciones romanas procedentes de España, también las incorporó en el volumen II del Corpus Inscriptionum Latinarum editado en 1886, identificadas ahí con los números del 3718 al 3724. C. Veny las recoge de nuevo en su libro de 1965, Corpus de las inscripciones baleáricas hasta la dominación árabe, editado en Roma, abarcando en su inventario de los números 135 al 156. El investigador italiano R. Zucca resaltó en su libro de 1998: Insulae Baliares. Le Isole Baleari sotto il dominio romano, la presencia de una fecha reflejada en esas inscripciones, XI Kal(endas) Maias, el actual 21 de abril. Ese mismo detalle fue valorado por el profesor de la universidad de Barcelona, Jaume Juan Castelló, el título de su trabajo en prensa refleja la interpretación hecha a los escritos en esas cartelas: “La celebración del natalis Vrbis en Cales Coves: ritual y oficiantes” (...)”. Página 7. El santuario de la Cova dels Jurats o L´Esglesia. Interior de la gruta. “(...) Las investigaciones iniciadas en 2010, y continuadas en 2011, han permitido no sólo revalorizar las mencionadas escrituras, de las que hablaré un poco más adelante; se puede hoy indicar, gracias a esa intervención, una primera funcionalidad de la gruta dels Jurats como santuario, incluso con anterioridad a la llegada de los romanos a la isla en el año 123 a.C., y, por tanto, con varios siglos de anterioridad a la realización de las mencionadas cartelas. En ese sentido cabe destacar, en primer lugar, la forma de esta gruta, una cueva alargada acabada con un gran ábside central que es flanqueado por dos recortes a cada uno de sus lados. Originariamente tendría unos 20 metros de profundidad por 4 de altura y unos 9 de anchura, eso antes de que se produjeran una serie de desprendimientos en la gruta que abarcan, hoy en día, más de dos tercios del total del espacio de este santuario. El pequeño ábside del lado Este tiene un recorte en la roca a modo de cubilete para recoger agua, lo que da a entender que parte del ritual desarrollado en el interior de esta cueva estuviese relacionado con ese líquido elemento. En el flanco Oeste el otro recorte en la roca no llega a conformar una figura concreta, y no se ha intervenido aún en ella. 82


El inicio de uso de esta cueva como santuario debe ubicarse en el siglo III a.C., según delatan los bienes muebles recuperados en las dos intervenciones arqueológicas que se han llevado a cabo, una en 2010 y la otra en 2011. Desde esas fechas y hasta el fin del siglo I d.C., esta gruta debió ser un santuario funcionando al modo de lo que debieron ser los santuarios talayóticos menorquines al aire libre, como lo fueron los recintos de Taula, con rituales en los que el comer y beber, especialmente ovicápridos, fue una práctica habitual, la misma que delatan los restos recuperados en estas intervenciones en Calescoves. Desde los restos óseos, a pequeños boles de cerámica de barniz negro itálicos, otros hechos aquí a mano imitando esas piezas importadas, a platos de pescado ebusitanos, algunos fragmentos de ánforas de ese mismo origen, continuando con fragmentos de lucernas o vasos de paredes finas del cambio de era, / (Página 8) hasta platos de cerámica de cocina norteafricana de fines del siglo I d.C., son parte de los bienes recuperados. La estratigrafía que se ha documentado en las intervenciones arqueológicas de estas dos campañas de excavación permite, a la par, que se puedan identificar algunas acciones que parece se fueron repitiendo a lo largo del tiempo. Como inicio de uso de este lugar como santuario debe constatarse la nivelación del suelo de la cueva y, sobre él se llevó a cabo una posible combustión, dada la cantidad de carbones recuperados en este estrato de uso; sobre ese nivel se aprecia la realización de un piso a base de piedras y arenisca que forma un suelo de paso sobre el que se aprecia primero un uso, y posteriormente haber realizado de nuevo la combustión, recuperándose en esta unidas estratigráfica de nuevo carbones, huesos calcinados, etc. Ese hecho se repite en varias ocasiones, incluso a posteriori del siglo I d.C. Esta gruta siguió utilizándose como santuario hasta, al menos, el siglo III d.C., tal como rezan las cartelas epigráficas ubicadas justo al exterior de la cueva, seguramente con un ritual que cambió totalmente, dado que a partir de fines del siglo I d.C. no se identifican materiales muebles en su interior. Existen una serie de repisas internas en la pared de la gruta que puede tuviesen una función dentro de los rituales desarrollados en este santuario, aunque la realidad es que no podemos saber con exactitud su funcionalidad, ni si tuvieron uso desde el primer momento en que la gruta se convirtió en santuario o más adelante Los actos llevados a cabo en el interior de la misma debieron iluminarse con lucernas, de las cuales se han recuperado en las excavaciones un importante número de fragmentos, y que debían estar colocadas originariamente en pequeños recortes que se aprecian en los laterales de la gruta (...)”. Página 9. El santuario de la Cova dels Jurats o L´Esglesia. Cartelas epigráficas al exterior de la gruta. “(...) A partir del siglo II d.C., tal como se puede leer en las cartelas recortadas en la 83


repisa al exterior de la cueva, este antiguo santuario fue dedicado a una advocación relacionada con la fundación de la ciudad de Roma, tal como se ha citado anteriormente. Lo que se ha podído transcribir en estos dos años de investigación por parte de uno de los miembros del equipo, Marc Mayer, ayudado por G. Baratta, ha permitido llegar a esa primera conclusión, además de la advocación a Roma. El estudio de los campos epigráficos, de los cuales hasta ahora se ha individualizado una treintena, ¡y con alta probabilidad para la existencia de otros!, es lo que permite hoy dar esos datos interpretativos. Esos paneles presentan señales indudables de presencia de rubricatura que en algunos casos no se limita a la escritura incisa sino que constituye textos por si misma, que tienen como único medio de escritura el atramentum, rojo de nimio. Esta rubricatura sirve también para delimitar campos epigráficos y realzar las ansae en forma de cola de milano de las tabulae identificadas con este elemento decorativo La estructura de los textos parece responder siempre a un mismo esquema. Para empezar siempre se inician con una datación consular, es decir, se pone quienes eran los cónsules en Roma el año en que se escribió la cartela correspondiente. A continuación se escribía una fecha, que en la mayor parte de los caso es el XI Kal(endas) Maias, lo que hoy es 21 de abril, sigue a continuación la fórmula hoc venimus, a la que sucede una abreviatura aedi- o aed-, que parece responder a aeditui, aunque no se haya dejado de pensar en aediles. En algunos casos está presente la forma ine- que quizás pueda responder a ineuntes. Cierra siempre los textos lo que parece ser un elenco o una lista de nombres, posiblemente los de los mencionados aeditui. / (Página 10) Esa fecha indicada en buena parte de los casos, el XI Kal(endas) Maias, corresponde a lo ya indicado, el día de la celebración en Roma de los llamados Parilia o del dies natalicius Vrbis, es decir el nacimiento de metrópoli, dado que se considera que fue en ese día de ese mes del año 753 a.C. cuando Rómulo fundó la Urbs. También se ha documentado otra fecha que podría responder quizás a la celebración de los Cerialia o ludi Ceriales en uno de los epígrafes analizados en estos dos veranos. 'o será ocioso recordar el impulso dado por el emperador Adriano a la celebración de natalis Vrbis y al hecho de que ninguno de los documentos que hemos podido hasta el momento datar resulte ser anterior a ese momento. Recordemos, hasta el momento se han podido datar con precisión, gracias a la lectura de los nombres de los cónsules que ya se ha indicado, un total de siete de ellas, correspondiente a los siguientes años: El más antiguo es el año 140, le siguen 150, 179, 192, 214, 216 (éste con dudas), y el más moderno, el año 230 (...)”. Página 10. El santuario de la Cova dels Jurats o L´Esglesia. Repisa inmediata a los paneles epigráficos. “(...) Llama la atención la existencia de una repisa en la pared de roca, aún más al 84


exterior de la repisa de los paneles epigráficos, situadas aproximadamente a un 1,60 m del nivel de circulación actual. Su limpieza y estudio dio como resultado la identificación de unos recortes en la parte superior de la misma, a modo de plataformas regularizadas y muy cuidadas, que seguramente tuvieron como uso el ser el emplazamiento de estatuas. Estos encajes, en número de tres, parecen poder hacer suponer la presencia de un culto dedicado a tres divinidades, que quizás podrían formar una tríada. Como curiosidad recordamos aquí cómo esos recortes fueron interpretados por Juan Ramis y Ramis, en su publicación de 1817, como dos sillas en donde debieron sentarse los magistrados de la “población” de Calescoves (...)”.RAMIS Y RAMIS, Juan. “Inscripciones romanas de Menorca”. Ciutadella de Menorca. Ediciones >ura. 1995. Página 85. Inscripciones de Calascovas. Siglo V. Letras griegas. “(…) En el partido de Alayor a la parte del Sur y, a la distancia de quatro millas marítimas (I) y un quarto de la misma villa, hay un pequeño puerto, que en su interior forma dos ensenadas en cuyas inmediaciones se ven unas ciento quarenta y cinco cuevas artificiales muy antiguas; de donde me persuado llamársele Calascovas quizá desde el tiempo de la Conquista del Rey Don Alfonso III de Aragón, aunque por dicha circunstancia y, lo demás que expresaré, es verosímil que aquel paraje tuviese otro nombre antiguamente y a ello me inclino. Todas estas cuevas no parecen hechas en un mismo siglo, pues las hay trabajadas tan groseramente y en partes tan altas y de tan difícil acceso, que sin duda son obra de tiempos muy remotos, en que las artes estaban en su infancia y que con el fin con que se fabricaron fue para morada de los primitivos habitantes y, sus descendientes, al efecto de precaverse en ellas y de los insultos y, sorpresas de los corsarios y piratas que desembarcaban con / (Página 86) frequencia en las costas de las Baleares, de donde se llevaban cautivos a sus desgraciados vecinos. Sé muy bien que Diodoro Sículo quiere que fuesen subterráneas (2) y en situaciones escarpadas las habitaciones de estos isleños, conviniendo en que esto lo hacían para lo referido. Pero, o bien hasta aquí no ha podido encontrarse la especie de cuevas de que habla aquel autor, o su relación queda contradecida por la existencia de las actuales en los parajes escabrosos y, altos que llevo mencionados, a no ser que digamos que como muchas no están en la cima de las alturas y, peñascos donde se excavaron y, no tienen más luz, ni salida, que por la abertura que las sirve de entrada, pueden por esto en cierto modo decirse subterráneas. Entre las mismas cuevas hay no pocas que son más modernas, como lo arguye su mejor estructura, especialmente en su interior, que suele ser bastante alto, despejado y, a veces dividido en dos o más aposentos, alcobas, o retiros. Una de ellas en particular tiene unas rejas labradas en la misma peña y, su entrada, o puerta y, la de varias otras es no menos más regular, formando en algunas como un cuadrilátero con entelladura a lo 85


exterior y, bastante alto para entrar sin necesidad de inclinarse. Las hay asimismo que tienen ventana / (Página 87) y, todavía no se descubre en una de estas cuevas un hoyo en la parte inferior, que al parecer, fue boca de mina, o de pozo con escalones, como que en efecto aún se ven algunos, pero lo demás está lleno de piedras. Hay no menos en dos de estas cuevas muchos huesos humanos, lo que indica que servirían de cementerio a los que vivían allí; y en otra una pequeña fuente tal vez más abundante, porque sería más cuidada cuando aquello estaba poblado. Por fin a una corta distancia de la extremidad de la ensenada de Calascovas que mira a Poniente. Se encuentra una pared muy antigua de piedra seca de unos veinte palmos de espesor y, alta de unos ocho que remeda a trozo de muralla de alguna fortaleza, por manera que todavía se llama: Es castellet. Semejante reunión de cuevas acompañada de las circunstancias antedichas y, de la de dos manantiales de agua viva inmediatos al mar, en uno de los quales aún quedan los restos de un antiguo caño, o conducto, demuestra claramente que h8ubo población en aquel paraje, quizá con tráfico marítimo que le proporcionaba su puerto, que sin duda en aquellos siglos tendría mayor extensión y profundidad que en el día. Así lo atestiguan sus extremidades, más allá de las quales es aún muy visible que llegaba el mar en otros tiempos. Lo más particular en que en ninguna de estas cuevas, ni en otro paraje vecino se descubre vestigio alguno de la religión de los antiguos habitantes, no siendo creíble que viviesen sin ella y, más en un pueblo que llegó a ser civilizado / (Página 88) como lo manifiestan las inscripciones romanas de que luego hablaremos. Hallanse estas en una cueva toda natural a excepción de su parte inferior, donde todavía se conocen (3) los restos de diferentes cuadros trabajados en la misma (4) piedra de la cueva con marcos en relieve que están más, o menos consumidos según la mayor, o menor fuerza del salobre que corroye y, destruye la piedra común de la isla, de cuya especie es aquella parte de la cueva, en la que se formaron aquellos cuadros y gravaron las inscripciones. Por esta causa ni uno, ni otro puede, ni ha podido durar mucho y, es muy presumible que todo acabará de parecer dentro de pocos siglos. Aunque en esta cueva de Calascovas hay muchos más cuadros de los contenidos en la estampa, los he dexado de poner, porque sus inscripciones, o enteramente están borradas, o apenas queda en ellas una, u otra letra, lo que no da margen a formar conjeturas sobre su contenido. Solamente reparé en algunas que las pocas letras que aún existen son grabadas más profundamente y mayores que las vemos en los monumentos de que intento tratar / (Página 89) prueba de ser más inmediatos al siglo de Augusto, en que el grabado estaba en su punto. Voy pues a ocuparme en interpretar las inscripciones que expresa la estampa, fundándome para 86


ello en indicios y presunciones, ya que su actual degradación no me ha permitido el hacerlo de un modo completo y, satisfactorio (...)”. Página 85. Cita (1). “(…) De las de sesenta en grados de círculo máximo (…)”. Página 86. Cita (2). “(…) En su historia universal traducida en francés por el Abate Terrasson tomo II, lib. V. pág. 26, edición de París de 1777 (…)”. Página 88. Cita (3). “(…) Está situada a la parte derecha del barranco de la Posesión de Biniadris y, casi inmediata a las aguas de Calascovas, quando baxamos por aquel y, por tradición muy antigua se llama la Cova des Jurats y, en efecto hay allí cerca como dos sillas formadas en la peña donde se sentaban, según dicen, los magistrados de esta población (…)”. Página 88. Cita (4). “(…) >o son del todo iguales, como puede verse por la estampa que acompaña (…)”. Página 90. Inscripción I. “(…) Su alto son trece pulgadas y, su ancho diez y siete. Es muy deplorable que de ninguno de estos monumentos se pueda sacar, ni deducir el nombre de este pueblo, de quién por otra parte no tenemos noticia alguna. Acaso sería el que se dice que Labón fundó en Menorca? >o lo creo, porque ya queda visto (1) que no tiene apoyo a motivo que nos hallamos sin memoria de crédito con que poderlo comprobar. Además ni en este, ni en los otros monumentos que siguen, nada se descubre que tenga relación con dicho general de Cartago, ni menos con su nombre y, así carecemos de toda conjetura con que intentemos sostenerlo. Si no estuviese tan borrada la primera línea de esta inscripción, parece que allí debería encontrarse el nombre de este pueblo, pues la M. con el trozo de la V. la C. y el AV., que siguen no sería extraño que pudiesen suplirse por Municipium Caesarum (2) Avgustum y, el LIAC que lo acompañan por LIACE>SE, lo que si fuere de este modo nos expresaría claramente el nombre de esta población. Sin embargo, ya llevo / (Página 91) dicho que solo forma conjeturas y, alado que no fio mucho de la referida. Me afirmo en lo propio respecto a la voz E>CORRARIA, o sea E>CORPARIA (3) de la línea penúltima de este monumento, aunque esta voz parece peregrina, e indicativa del nombre de algún pueblo, porque a todo esto lo tengo por muy poco para apoyar sobre todo alguna conjetura con visos de fundada. Lo que sigue en esta inscripción es IRICA>O. SEXTO. CARMI>IO. VETERE., y la mala formación de las letras reunida a que la K está al revés de cómo se debe poner y, le falta un palo para ser latina, (4) arguye en mi modo de pensar que esto se gravó en la decadencia del Imperio Romano, quando el buen gusto en las artes y ciencias iba desapareciendo cada día. Yo comprendo que así por esto como por lo demás que veremos, la mayor antigüedad que puede señalarse a este monumento es la del siglo V de la era cristiana (…)”. Página 90. Cita (1). “(…) Según la nota número 26 de mi extracto del Pariatje y, lo que digo en la página 10, de la situación de Menorca sobre sus antiguas ciudades (…)”. Página 90. Cita 87


(2). “(…) Uno y, otro es muy cierto y, sabido (…)”. Página 91. Cita (3). “(…) la letra que sigue a la ira R parece una P, en el original, como puede verse en la lámina. Puede que sea una R mayúscula griega (…)”. Página 91. Cita (4). “(…) Véase dicha lámina (…)”. Página 93. Inscripción I. Honorio. Letras griegas. ¿'o pudo ocurrir que la inscripción fuera de tiempos de Honorio y que los bizantinos conquistaran Menorca en las calendas de mayo del año 593? “(…) Consta efectivamente que la había entre los Romanos ya desde los primeros siglos de (8) Roma, y que continuaba en la propia nación aún después de Arcadio (9) y Honorio, que murieron en dicho siglo (10) V como era tan sabido. Pudo muy bien acontecer que, o durante el reinado del último, o después de conquistada la Isla sobre los Vándalos por famoso Belisario (11) General del Emperador Justiniano I, hubiese en Calascovas un destacamento de aquella milicia y, que fuesen del mismo cuerpo los cuatro sujetos mencionados en esta inscripción. En un tal caso soy de parecer que los de que trato servirían a pie, porque lo desigual y, áspero de aquel terreno no es a propósito para caballería. >on est aptus equis Ithacae locus… Horat. >o niego con todo que los referidos individuos aunque militares no pudiesen al mismo tiempo ser Duunviros de esta población, o tener en ella otros empleos y, magistraturas / (Página 94) Romanos, como puede verse en mi explicación de las inscripciones de Licinio Glauco. Reparando no obstante que en la de que hablo, no se hace mención sino del expresado encargo, esto me mueve a presumir si aquellos sujetos no tendrían otro y, si precisamente en esta calidad harían gravar esta memoria. A lo ya visto sigue en ella COS. XI. K. MAIAS., lo que con el HOC., que se lee después influye a pensar que el monumento se pondría en la misma época; más no por esto podemos fixar la de que trato por ser constante que varios Emperadores Romanos exercieron el consulado no sólo once veces (12) sino muchas (13) mas. En este conflicto no queda más arbitrio para la aclaración de estas duda que el de recurrir, como los Antiquarios en semejantes ocasiones, al buen, o mal gusto de la inscripción, a lo bien, o mal formado de sus caracteres y, así entre los mismos hay alguna letra o palabra perteneciente a otro idioma. A la verdad la mala formación de los caracteres de este monumento y / (Página 95) su poca profundidad añadidas a la circunstancia de encontrarse en el mismo varias letras griegas y, voces peregrinas, como se dirá más adelante, son claros indicios de que esta memoria no tiene más antigüedad que la del siglo V de (14) la era cristiana en que eran comunes estos y, otros defectos. Y como en el año 417, Honorio Emperador del Occidente y, a quién como tal pertenecían estas islas, fue cónsul por (15) XI vez, resulta con esto algún fundamento para que presumamos si esta 88


memoria será del mismo año. >o ignoro que en 425 el Emperador Teodosio el Joven exerció su Consulado XI; más como no mandaba sino en el Oriente, no es regular ni verosímil que el consulado de esta inscripción sea relativo al de un soberano, de quién no dependían los habitantes de Menorca. A pesar de todo lo antedicho, quedó siempre con no poca duda en fixar la data de este monumento por lo que existe en su línea última, que a lo que parece, indica el año de la formación de esta Quadro y de la inscripción que contiene. Repárense las letras >>O y nótese que a su continuación hay como un delta / (Página 96) de letra minúscula griega, o sino una Zeta de la misma especie de carácter y, téngase en memoria que una y otra eran a veces numerales en (16) aquella >ación; por cuya circunstancia y, la de hallarse después del >>O que debe suplirse por A>>O, como es tan natural, si es Delta la letra de que hablo querrá decir (17) cuatro y, siete (18) siendo Zeta. Ahora pues como combinamos lo del Consulado XI de Honorio que recayó en 417, de la era cristiana, con el año cuarto, ni con el séptimo del reinado del mismo Emperador, cuando es constante por la Historia que así Honorio, como su hermano Arcadio sucedieron a Teodosio el Grande su padre en 395 de la citada (19) era y, por consiguiente es positivo que en 417 ya contaba Honorio veinte y dos años de su imperio? Puede que alguno para salir de este conflicto quiera suponer que el entellador se equivocó poniendo dicha letra griega en lugar de un Kappa y de un Beth minúsculos del griego común que equivcalen reunidos al referido número (20) veinte y dos en el mismo idioma. Con todo no veo fundamento para poderlo presumir, ni menos para suponer que en lo que sigue al >>O / (Página 97), ni en lo que viene después de dicha letra haya habido borrado alguno. He pensado diferentes veces si la letra en questión sería un Koph Fenicio según el sistema de Eduardo Bernard por lo muy parecida que es aquella letra a uno de los Kophs del mismo autor (21); pero esto tampoco me satisface a motivo que si lo hacemos numeral, siguiendo el orden en que lo pone Bernard (22) significaría diez y nueve; y por consiguiente siempre resultaría que el año de la erección de este monumento nunca podría corresponder al del XI consulado del antedicho emperador Honorio que fue el XXII de su imperio, según ya queda expresado: al paso que como veremos (23) las fechas de los consulados servían al efecto de fixar las datas en los monumentos antiguos en que estos se erigieron y, habiendo aquellas parece ocioso el poder otras, sobretodo sino concuerdan, como pasa en el caso actual, lo que hace inverosímil el que la indicada letra se pusiese para un fin semejante. Quizá vendrá diciendo alguno que si esta inscripción no combinase con el XI consulado de Honorio, ni con el igual de Teodosio el Joven, 89


podrá corresponder al mismo de / (Página 98) Augusto, o bien de algún otro de los (24) expresados. Entremos pues en su detalle por más molesto que esto sea a fin de saber si este argumento carece o no de apoyo. En conformidad a los mismos fastos consulares que llevo citados, el consulado XI de Augusto recayó en el año 23 antes del nacimiento del Sr. (25) y el de Domiciano de igual clase en el de 86, después de dicha época; pero a ninguno de ellos conviene, ni puede asignarse la formación de este monumento, porque su grabado arguye visiblemente lo mucho que dista de la hermosura, profundidad y, perfección que tenía aquel arte en el I? siglo de la era (26) cristiana. A esto se añade que desde el año 38 antes de Jesu Cristo, en que empezó el imperio de Augusto con el famoso Triunvirato de este (27) y de Lepido y, Marco Antonio hasta su XI consulado, pasaron quince años y, por consiguiente si la letra de que voy tratando fuese Delta o Zeta, o la misma Koph, nunca combinaría con el año XV del reinado del mismo emperador, pues siendo lo primero, correspondería al año IV, al VII, si lo segundo y, al XIX, si acaso fuese Koph que es el valor que pueden tener estas letras / (Página 99) cuando son numerales, según se ha evidenciado. Por iguales motivos en cuanto a la sustancia tampoco dicha letra puede combinar con el consulado XI de Domiciano, si es que la misma exprese el año de su imperio en que se grabó esta inscripción, por ser cierto que aquel emperador sucedió a Tito su hermano en 13 de septiembre del (28) año 81de la expresada era, desde cuya época hasta el referido consulado del mismo soberano, sólo transcursaron seis años, aun dando al primero por año completo y cabal por más que no lo fuese. A este inconveniente se agrega el otro ya apuntado, de que en un tiempo de Domiciano y aún hasta lo último del I siglo, la letra romana conservaba el (29) primor a que había llegado durante el imperio de Augusto. De suerte que la que vemos en este monumento y lo mismo su contenido, siendo tan diferentes de los de aquel siglo según resulta con tanta claridad haciendo su cotejo con esta memoria; es preciso inferir de aquí que el consulado XI de que en ella se habla no puede referirse al del propio número del emperador Domiciano, sino al de otro mucho más moderno. Ya he manifestado la opinión que contemplo más análoga sobre si esta memoria pertenece al consulado XI de Honorio o de Teodosio el Joven, inclinándome a lo primero y,/ (Página 100) así dexándolo por ahora, paso a lo que me ocurre acerca de los consulados de igual clase de Basilio y, de Justino el Joven, de Tiberio Mauricio, de Heraclio y, por fin de Constante (30) el II. El Basilio que tengo insinuado no fue más que un particular y, el último de ellos que obtuvo la dignidad (31) de Cónsul en el año 541 de Jesu Cristo >uestro Sr. y si buscamos en el XI después de dicha data, contando cada uno de los intermedios por un nuevo y verdadero 90


consulado, lo encontramos en el año 552 de la misma (32) era. Con presencia de ello. Sea cual fuese dicha letra y, cualquiera que fuese su valor, ninguno de los que la señalo, puede corresponder ni combinar (33) con el XI consulado de este Basilio, si es que seguimos los datos y, principios arriba establecidos. Lo propio digo en lo que mira al consulado XI de Justino el Joven, quién exerció el primero (34) en 540 y el II en 566 de la era vulgar y, por consiguiente si la adaptamos el mismo modo de contar con verdaderos consulados suyos, los años discurridos desde la última de estas fechas hasta que llegu7emos al XI, lo hallamos / (Página 101) en 577 (35), que fue el XII de su reinado, lo que jamás puede expresar, no dar a entender la letra de que hablo, pues ya llevo dicho, que siendo Delta y numeral, no significa más que V: si Zeta VII y XIX siendo Koph. Convengo con todo que si empezamos a contar por el consulado I, del mismo Justino y, de allí dexando o intermedio pasamos al II encontramos su consulado XI en 576 pero en este caso tampoco el valor de la letra en cuestión puede combinarse ni con lo último, ni con igual año del imperio del mismo soberano, como se prueba claramente por los motivos antedichos, que no repito porque los acabo de referir. Vengo pues a Tiberio Mauricio, que fue Consul por primera vez (36) en 583 y, si contamos al efecto los ocho años que intermediaron y, van numerados en los fastos con el nombre de Annus (37) I, post Consulatum Tiberii Mauritii etc., hasta llegar con los demás que siguen al XI de sus consulados, que aconteció en el año 594 de la era cristiana, tenemos con esto un espacio de once años, pero que de nada nos puede servir por quedar visto que el valor de la citada letra no puede combinar con aquel consulado del mismo emperador, ni con el año correspondiente al XI desde que entró a reinar. Así que cuando más / (Página 102) adelanto, más claro me parece que las indicada letra no se puso para ninguno de los fines de que hablo. Siguiendo los mismos principios y, considerando que Flavio Heraclio entró a reinar y, al mismo tiempo en su consulado I en 611 (38) de la citada era, hallo que su XI se verificó en el annus X post Consulatum (39) Heraclii y, así nos vemos en un caso igual al de Tiberio Mauricio respecto al valor de dicha letra, es decir, que jamás puede dar a entender, ni ser relativa al consulado XI, ni al año que le corresponde del reinado del mismo emperador. Añado a esto que la formación de los caracteres de este monumento visiblemente es mejor que la de la inscripción puesta en Carthago nova en tiempo de Tiberio (40) Mauricio y, es del año 589 de la misma era (41) y por consiguiente la de que trato menos pudo ponerse en el reinado sucesivo de Flavio Heraclio, que empezó en el año antedicho del siglo VII y en que aumentó la decadencia y, mala formación de las letras (42) romanas. 91


Este solo motivo basta para descubrir que esta memoria no puede ser del tiempo en que reino / (Página 103) Constante II, quién entró a imperar en 642 (43) de nuestra era, sin lo cual aún se opone a ello la circunstancia de que el XI consulado de este Augusto recayó en igual año de su dominación (44) y que la indicada letra sea cual ella fuese, nunca podrá significar el año onceno del reinado de este soberano. En semejante apuro, si debo decir lo que comprendo, me parece según mis cortas luces que esta inscripción es del tiempo de Honorio, es decir del año 417 de la era cristiana en que recayó el consulado XI como queda visto y, a ellos me inclino más que a otra cosa. Cuando así no fuese, soy de opinión en un tal caso que dicha memoria sería del año X post Consulatum Basilii, es decir, de 551, contando el mismo año por un verdadero consulado suyo, supuesto que entonces no hubo otro (45) cónsul y, que Menorca en la misma época estaba sujeta desde años al emperador (46) del Oriente. Con efecto, según los datos referidos desde 417 hasta 551 no hubo alguno que fuese cónsul once veces sino los expresados Honorio y Basilio, a excepción de Teodosio el Joven, que exerció su consulado XI en 425, como tengo dicho. Más como este Augusto solo mandaba en el Oriente (47) / (Página 104) no es regular, ni verosímil que en un pueblo como este sujeto a otro imperio, se datasen los años por consulados de un monarca a quién no obedecía. Como tengo manifestado, la misma fecha del COS. XI., tampoco puede corresponder a iguales encargos de Tiberio Mauricio, de Flavio Heraclio, ni de Constante el II por las razones ya indicadas; y así de todos modos resulta fundada mi opinión de que este monumento es del año 417, o a más tardar del de 551 de la era del Señor. Pero en este caso que haremos de la letra con que concluye esta memoria y, parece griega aunque mal formada, o bien un Koph Fenicio? Será relativa a alguna era particular que siguiese este pueblo, como que hubo muchas ciudades que la tuvieron propia? >o lo hallo verosímil, porque los exemplos que tenemos de ello, son únicamente de pueblos (48) orientales y, así no veo, ni comprendo cómo lo podemos aplicar, ni presumir del de que tratamos que estaba tan al Occidente. O será algún adorno que le pondría el cincelador siguiendo su (49) origen, o bien su capricho / (Página 105) como lo vemos con los corazones (50) y otras marcas de varios monumentos antiguos? Puede que si fuese, más sin embargo nada me atrevo a asegurar dexándolo al examen y, acertada resolución delios que se hallen con más luces. Lo que merece detenerse en ello es el K. MAIAS de la línea quarta que va a continuación del COS. XI., de la línea anterior. >o hay duda que la sigla K., debe interpretarse por (51) Calendas y, como el MAIAS va seguido de la palabra HOC, esto da margen a pensar si se pondría esta memoria el día 1º de mayo para recordar a la posteridad algún suceso 92


interesante a esta población, o bien alguna fiesta que allí se celebrase en las referidas calendas. Reparó efectivamente repetirse lo mismo, aunque con diverso consulado en otros de estos (52) cuadros y, no hay que presumir que esto pueda significar el día en que principiaron su gobierno los sujetos nombrados en esta inscripción, siendo tan sabido y, corriente que se entraba en el exercicio del consulado en las calendas del mes de enero desde el año 598 (53), o sea en (54) 600 de Roma, según otra opinión y, que esta práctica en tiempo de Ovidio era ya común a las demás (55) magistraturas. Consecuente con esto no podemos creer que K. MAIAS fuese relativo al mencionado objeto ni tampoco que se pusiese con el fin de indicar alguna función que allí se celebrase en el citado día. >o ignoro que en este solemnizaban los romanos la dedicación de un altar a los lares (56) Prestites y, entre otras fiestas hacían sacrificios a la que llaman Bona (57) Dea; pero a nada de esto me parece que pueden aludir las palabras de que tratamos, pues siendo la inscripción del siglo V, o quizá más moderna, es muy verosímil que cuando fue grabada, todos los vecinos, o a lo menos la mayor parte de este pueblo se había convertido a nuestra santa religión, como claramente se infiere de la célebre carta / (Página 107) de Severo (58) obispo de Menorca escrita en el año 418 de la era del Señor. Al HOC., de esta memoria siguen varias letras en la misma línea borradas en parte y, a que no hallo sentido. La primera me parece T., y no puedo como pueda reunirse a lo que a mí entender dice >IVAIS AEDI. Tal ve todo esto no será más que una palabra; pero puede también que sean dos y, que la primera acabe con la S. En aquel caso tengo la voz por peregrina y, pertenecerá naturalmente al idioma patrio de los menorquines en el citado siglo V (59); pero si fuesen dos dicciones y, la primera acabase con S; el AEDI que sigue parece voz latina y, estar en dativo, a menos que intentemos reunirla al >E de la línea cuarta, en cuyo caso la gradúo por de la misma especie que la voz precedente. Formo el mismo juicio en lo que mira a lo de E>CORRARIA, o E>CORPARIA de la línea quinta y, no hay que extrañar una tal mezcla de palabras romanas y, bárbaras en los monumentos de un pueblo corto y, en un siglo tan decadente como el de que trato (…)”. Página 93. Cita (8). “(…) El mismo Pitisco ibi tomo II, pág. 498 y 499 (…)”. Página 93. Cita (9). “(…) Véase la >otitia utraque Dignitatum cum Orientis, tum, Occidentis ultra Arcadii, Honoriiqne tempoora de Guido Paucirola, donde consta de dicha Milicia en España así a pie, como a caballo (…)”. Página 93. Cita (10). “(…) Arcadio en 408 y Honorio en 423 (…)”. Página 93. Cita (11). “(…) Léase la cita nº 20, pág. 8 de mi Opúsculo sobre los pesos y medidas de Menorca (…)”. Página 94. Cita (12). “(…) Augusto en el 23 antes del nacimiento del Sr. y, después de este Domiciano en el 86. Honorio en 417. Teodosio el Joven en 425. Flavio Basilio en 551. Y fue el 93


último particular que obtuvo este encargo: Justiniano el Joven en 576. Tiberio Mauricio en 584. Heraclio en 621 y, Constante (el II) en 653, si seguimos los escritores que alargan la existencia de la dignidad Consular hasta el año XXVI, post Consulatum Constantii, como puede verse en las Tablettes Chronologiques del Abate Lenglet du Fresnoy tomo I, pág. 104 a 141 (…)”. Página 94. Cita (13). “(…) En los fastos consulares de la misma obra del número anterior (…)”. Página 95. Cita (14). “(…) En la Poligrafía Española de Don Blas Antonio de >asarre edición de Madrid de 1728 cortejando las letras de las láminas XVIII a XXIV, inclusive del Prólogo con los caracteres de esta Inscripción. Asi mismo se verá lo propio en la traducción del Espectáculo de la >aturaleza edición de Madrid de 1773, tomo XIII, lámina 17 II, 2 y 3, pág. 326 (…)”. Página 95. Cita (15). “(…) Téngase presente la cita del número 12 (…)”. Página 96. Cita (16). “(…) Véanse las Tablettes Chronologiques de Lenglet tomo I, pág,. 220 (…)”. Página 96. Cita (17). “(…) Allí mismo (…)”. Página 96. Cita (18). “(…) Idem ibídem (…)”. Página 96. Cita (19). “(…) Según el >uevo Diccionario Histórico ya citado tomo I,. pág. 126 (…)”. Página 96. Cita (20). “(…) En la misma obra del nº 16 loco ibi citato (…)”. Página 97. Cita (21). “(…) Ensayo sobre los alfabetos de las letras desconocidas etc., por Don Luís Joseph Velásquez. Madrid 1752. Tabla III, lín. 19. Letra 5ª leyendo de la derecha a la izquierda (…)”. Página 97. Cita (22). “(…) El mismo ibídem (…)”. Página 97. Cita (23). “(…) En las inscripciones de Licinio Glauco, de que trato más adelante (…)”. Página 98. Cita (24). “(…) Véase la nota del nº 12 (…)”. Página 98. Cita (25). “(…) En dichos fastos consulares del abate Lenglet ibi tomo I, pág. 104 (…)”. Página 98. Cita (26). “(…) Polygrafía Española ya citada pág. XIII. B. del Prólogo y, del espectáculo de la naturaleza tomo XIII, pág. 324 (…)”. Página 98. Cita (27). “(…) Léanse los fastos consulares del nuevo Diccionario Histórico de que hablo arriba tomo I. pág. 55 (…)”. Página 99. Cita (28). “(…) Gusseme en dicha obra tomo III pág. 77 (…)”. Página 99. Cita (29). “(…) En las mismas páginas de los autores mencionados en el nº 26 (…)”. Página 100. Cita (30). “(…) Así lo llaman el nuevo Diccionario histórico tomo I, pág. 128 (…)”. Página 100. Cita (31). “(…) En dicha obra de Lenglet tomo I. pág. 138 (…)”. Página 100. Cita (32). “(…) Idem ibídem (…)”. Página 100. Cita (33). “(…) Así resulta siguiendo los datos que tengo sentados (…)”. Página 100. Cita (34). “(…) En la misma obra de Lenglet loc. jam citat (…)”. Página 101. Cita (35). “(…) El propio Lenglet ibi (…)”. Página 101. Cita (36). “(…) Idem ibídem (…)”. Página 101. Cita (37). “(…) Lenglet ibi pág. 139 (…)”. Página 102. Cita (38). “(…) Idem eadem pág. (…)”. Página 102. Cita (39). “(…) El mismo autor ibi (…)”. Página 102. Cita (40). “(…) El Sr. Conde de Lumiares en su citada obra Inscripción XXVII, pág. 73 (…)”. Página 102. Cita (41). “(…) El mismo autor ibi pág. 77 (…)”. Página 102. Cita (42). “(…) Véanse para ello la 94


Polygrafía Española en los parajes ya indicados y, el espectáculo de la naturaleza ibi lámina 16, pág. 322 y lámina 17, pág. 326 (…)”. Página 103. Cita (43). “(…) El Lenglet ibi tomo I, pág. 140 (…)”. Página 103. Cita (44). “(…) Lenglet ibídem (…)”. Página 103. Cita (45). “(…) En el mismo escritor como I pág. 138 (…)”. Página 103. Cita (46). “(…) Desde 535. Véase la cita de la >ota de nº 11 (…)”. Página 103. Cita (47). “(…) En el >uevo Diccionario Histórico ya citado tomo I, pág. 127 (…)”. Página 104. Cita (48). “(…) Gusseme en su Diccionario >umismático tomo III, pág. 157 (…)”. Página 104. Cita (49). “(…) Según D. Luís Joseph Velásquez en su citado Ensayo pág. 17 y siguientes sobre los Alfabetos de las Letras desconocidas etc., de España, los griegos de Samos, de Rodas y, otros vinieron a ella muchos siglos antes de la era cristiana y, por consiguiente es muy / (Página 105) probable que algunos de ellos se estableciesen en estas islas. Así se deduce de Silio Italico en su Libro III de Secundo Bello Púnico. Jam cui Tlepolemus sator, et cui Lyndus origo, Fervida bella serens Baliaris, et alite plumbo. Esta conjetura recibe un nuevo apoyo con lo que nos dice San Jerónimo, quién floreció en el siglo V, que es el de la inscripción, si no me engaño, asegurándonos que en su tiempo se notaban indicios del idioma griego en las Baleares. Véanse para ello las Glorias de Mallorca de Don Buenaventura Serra en tomo I, pag. 69 (…)”. Página 105. Cita (50). “(…) El Conde de Lumiares en su citada obra pág. VII de Discurso Preliminar y, en las Inscripciones VII, pág. 33 y XX, pág. 56 (…)”. Página 105. Cita (51). “(…) En el caso actual no admite duda, porque la K. va seguida de MAIAS. >ieupooirt de Ritib. Romanor. in Appendice I. pág. 483 (…)”. Página 105. Cita (52). “(…) En el II y en el VI (…)”. Página 106. Cita (53). “(…) >ieupoort in dict. opere sect. II. cap. III. 4. pág. 81 (…)”. Página 106. Cita (54). “(…) Traduction des fastes d´Ovide… par Mr. Bayeux tome I, pág. 136, edition de Rouen de 1783 (…)”. Página 106. Cita (55). “(…) Bayeux ibi y, en la pág. 137 (…)”. Página 106. Cita (56). “(…) >ieupoort ibi in Appendice III. Pág. 506 (…)”. Página 106. Cita (57). “(…) Idem ibídem (…)”. Página 107. Cita (58). “(…) Véase dicha carta de la edición ya mencionada (…)”. Página 107. Cita (59). “(…) En la misma carta ibi. XV. pág. 127 (…)”.RAMIS Y RAMIS, Juan. “Inscripciones romanas de Menorca”. Ciutadella de Menorca. Ediciones Nura. 1995. Página 108. Inscripción II. “(…) La altaria de este monumento son nueve pulgadas con un ancho de die y siete. Según se ha visto por el que antecede, he precipitado mi explicación con estas inscripciones por la primera de la línea de en medio por parecerme que es la más antigua. Así que continuando por las que siguen en la misma línea, pasó a esta memoria que es la más inmediata y, lo más especial que en ella descubro es lo de OS XVII., que es muy visible deberse interpretar por Consulatu 95


decimo séptimo, pero que sin embargo hacen muy difícil el determinar su época. Examinando los fastos consulares, no hallo otros cónsules diez y siete (1) veces, sino a los emperadores Domiciano y Teodosio II, el primero en 95 y el segundo en el año 439 de la era (2) cristiana, a menos que contemos por verdaderos consulados el año XVI, post Consulatum Basilii (3) Junioris; el igual del reinado de Tiberio (4) Mauricio, o con los semejantes de Flavio (5) Heraclio y, de Constante II de (6) este nombre. >o obstante todo esto, / (Página 109) tengo ya mencionado que la formación de estas letras cotejada con las que vemos en las inscripciones romanas de los siglos V, VI, y VII de la citada era, dan motivo a persuadirnos que pertenezcas en realidad al tiempo de Teodosio II y por consiguiente es en el siglo V, donde debemos esforzarnos a encontrar si es posible, la erección de esta memoria y, el referido consulado. Acabo de expresar cuan mucho favorecen a lo primero los caracteres de la inscripción; pero la gran dificultad consiste en fixar lo segundo por lo que nos dice la Historia. Siguiendo la opinión de las descripciones de las Pithiusas y, Baleares, vinieron los Vándalos a esta Balear (7) menor en 421 y la saquearon; pero en 427 se apoderaron nuevamente de ella y, la agregaron a su (8) reino, que llego a consistir en lo que actualmente llamamos Berbería, en Sicilia, Córcega y Cerdeña y, en otras islas (9) del Mediterráneo. Esto es tan cierto que Macario Obispo de Menorca se vio precisado a pasar a Carthago (10) a dar allí razón de su fe al bárbaro Hunnerico entonces soberano de aquella (11) nación que residía en dicha ciudad profesando con sus vasallos la secta arriana. Con estos datos que fundamento puede tener el que perteneciendo / (Página 110) Menorca a los vándalos desde tantos años antes de 439, los de la población de Calascovas datasen este monumento del consulado de un monarca extranjero y, sin duda enemigo suyo como lo era Teodosio II? La dificultad al parecer aumenta con la consideración de que aunque los bárbaros permitiesen a los naturales de las provincias que conquistaban, el uso del idioma latino y, de muchas leyes y costumbres (12) romanas; con todo como el Imperio Occidental subsistió hasta el año (13) 475 de Jesu Cristo, era más regular el que los vecinos de esta isla, que había pertenecido últimamente al mismo imperio, se hubiesen valido a dicho efecto del año del reinado de Valentiniano III, correspondiente a la misma época y entonces imperaba. Es verdad que en el año en cuestión el expresado soberano no fue (14) cónsul y, quizá por esto los habitantes de este pueblo preferirían el datar la inscripción poniendo en ella el referido consulado de Teodosio II llamado el Joven. Debo sin embargo confesar que lo antedicho no me satisface y, si lo propongo, es por considerarlo como lo único que me ocurre y, puedo tener algún apoyo. Quizá de este modo se abrirá no menos camino a nuevas 96


discusiones de eruditos más hábiles que salgan con más / (Página 111) felicidad de este intrincado laberinto. En el entretanto que así se verifica, paso a lo demás de este monumento y leo en su primera línea CVTTA>º ET VIRIO, que visiblemente son los nombres de los individuos de este pueblo; y como están en ablativo y, van seguidos de OS XVII., de que ya he hablado y, de KAL. MAIAS me hacen presumir que en esta época y, en tiempo de los mismos sujetos se grabaría esta memoria. >o solo esto, sino que comprendo que CVTTA'VS y VIRIVS eran magistrados de esta población en aquel entonces, como Duumviros o Defensores (15) civitatis, u otros (16) semejantes, y lo de KAL MAIAS me parece alusivo a alguna fiesta, u función memorable que se celebrase en dicho día, con cuyo motivo se podría allí este monumento, según lo tengo dicho del antecedente. Mi ánimo con todo no es el afirmar que la referida solemnidad se verificase cada año, porque reparo la mucha distancia que media del COS. XI. de la inscripción I al OS XVII., de la presente, pero puede ser que constase de los años y, consulados de la línea por donde he principiado. En semejante caso debería seguirse otro rumbo / (Página 112) en la explicación de estos monumentos; más como ninguno lo puede asegurar por lo mutilado de aquellos respecto a dicho punto, nadie por lo mismo me podrá tachar con fundamento si he seguido el orden que llevo. Concerniente al propio CVTTA>VS hallo deber observar, por si alguno lo tiene por probable, que en el partido de Alayor y, a no mucha (17) distancia de Calascovas, hay varias alquerías, cuyo nombre se asemeja (18) bastante al de dicho individuo, quizá porque este lo impuso al terreno que en el día ocupan aquellas posesiones y, ha continuado desde entonces con poca alteración. Si fuese así, podemos pensar que no sería ni extraño, ni único en Menorca, siendo tan notorio por fama inmemorial que la que se llama Cala de Sant Esteve, recibió este nombre por haberse allí desembarcado a principios del siglo V, las reliquias de dicho glorioso protomártir por el insigne Orosio presbítero español. Lo propio sucede con la isleta del rey que hay en este puerto llamada así desde la conquista de Don Alonso III de Aragón en 1287 y, aún en punto a alquerías, es indudable que muchísimas conservan sus nombres desde la dominación de la isla por los árabes. >o hallo sentido alguno a lo que nos queda de la tercera línea de este monumento y / (Página 113) puede que lo que allí leemos, este concebido en el idioma que se hablaba en Menorca en el citado (19) siglo entre los naturales. Los fundamentos de mi opinión son los mismos que tengo expresados a lo último de lo que digo sobre la primera de estas inscripciones hablando de >IVAIS y E>CORRARIA y por esto no los repito. 97


Lo único que ha podido leerse en la línea cuarta es la dicción >VMERIO que está igualmente en ablativo, lo que me hace pensar por el motivo referido, si será el nombre de algún otro empleado de esta población durante cuyo mando se erigió la memoria. En la línea quinta no hay más en el día de O>IO y CTORE y, al parecer son las terminaciones de los nombres de otros dos sujetos de este pueblo, que por la antedicha causa de estar en ablativo tendrían en él algún encargo cuando se grabó la inscripción. Ignoro cómo lo primero se puede suplir, a menos que sea por A>TO>IO, en cuyo caso tal vez será el mismo A>>TO>, del VI de estos monumentos. En cuanto a lo último tengo por muy fundado que diría VICTORE. Creo que pertenecen a voces peregrinas el TO, el (20) >VAS y, el HIAI que es lo que existe de la línea última; y así no extrañaría que correspondiesen al lenguaje patrio de los menorquines en el siglo V (…)”. Página108. Cita (1). “(…) Tablettes de Lenglet tomo I, pág. 111 y 123 (…)”. Página108. Cita (2). “(…) Idem ibídem (…)”. Página108. Cita (3). “(…) Idem pág. 139 (…)”. Página108. Cita (4). “(…) El mismo Lenglet dict. loc. (…)”. Página108. Cita (5). “(…) Idem pag. 140 (…)”. Página108. Cita (6). “(…) Idem pág. 141 (…)”. Página 109. Cita (7). “(…) Ibi pág. 144 (…)”. Página 109. Cita (8). “(…) Idem ibídem y, Víctor Vitensis de Vandalica persecutione lib. I, pág. 589 (…)”. Página 109. Cita (9). “(…) Idem Víctor ibi (…)”. Página 109. Cita (10). “(…) El mismo Víctor en dicha obra lib. IV. pág. 687 (…)”. Página 109. Cita (11). “(…) Idem ibídem (…)”. Página 110. Cita (12). “(…) Esprit des Loix III, livre XXVIII, chap. III, XI et XII (…)”. Página 110. Cita (13). “(…) El nuevo Diccionario Histórico tomo I, pág. 127 (…)”. Página 110. Cita (14). “(…) Tablettes de lenglet tome I, pág. 133 (…)”. Página 111. Cita (15). “(…) En la misma época los había de estos en Mahón según la carta tantas veces citada del Obispo Severo ibi IV, pág. 105 (…)”. Página 111. Cita (16). “(…) Véase el Tratado de Magist. Municiopal del insigne Guido Pancirola que está a continuación de su >otitia utriusque Imperii en mi exemplar de esta obra (…)”. Página 112. Cita (17). “(…) A como una hora (…)”. Página 112. Cita (18). “(…) Son Cutayna gran, Cutayna de Juan, Cutayna de Mascaró y Cutaynet (…)”. Página 113. Cita (19). “(…) Véase dicha carta del obispo Severo ibi XV, pag. 127 (…)”. Página 113. Cita (20). “(…) A menos que el TO sea la última sílaba de la palabra SEXTO (…)”.RAMIS Y RAMIS, Juan. “Inscripciones romanas de Menorca”. Ciutadella de Menorca. Ediciones Nura. 1995. Página 114. Inscripciones III y IV. “(…) La tercera de estas inscripciones tiene de alto diez pulgadas y de ancho catorce. La IV esto mismo de altaria y diez y siete de ancho. Como queda tan poco de estas dos memorias, he creído deberlas reunir y empezando por la primera de ellas, veo que dice COS lo que hace presumir que en la parte borrada se denotaba algún consulado y, habría no menos lo de KAL. 98


MAIAS con los nombres de algunos de los magistrados municipales, u de otros empleados en el pueblo. >o diré con todo que el >I y el COR>TI de la segunda línea sean las primeras, o sino las últimas sílabas de sus nombres, porque no comprendo que de lo referido resulte bastante motivo para poderlo inferir. Quizá serán los restos de algunas voces del lenguaje patricio de los naturales de la isla en el siglo V, a que pertenece en mi concepto este monumento. En lo que mira al IV, entiendo que las M., está ligada con una V., que precede a aquella y, siendo así dirá VMERIO; pero considerando lo de la cuarta línea de la inscripción II creo que la palabra para estar concluida debe decir >VMERIO.Y como este nombre está en ablativo, le atribuyo lo mismo que a los demás de las anteriores inscripciones que se hallan en el propio caso y, por esta causa excuso su detalle. La línea última confirma lo antedicho / (Página 115) me hace presumir si el VICTORE de que habla, será el mismo de la memoria II según mi modo de suplir. Lo propio digo del actual VMERIO y del SEXTO de este monumento, a cuyo último tengo no menos por idéntico con el de igual nombre de la inscripción 1 (…)”. Página 116. Inscripción V. “(…) Esta memoria reúne un ancho de diez y ocho pulgadas a un alto de trece. Parece que lo que precede a la letra A de la primera línea, ha de ser una L y, en caso de serlo la palabra dirá LAVRE>O, porque la A., se halla también ligada con una V. Es no menos a reparar que dicha voz está en ablativo y, por consiguiente en circunstancias semejantes a las de los otros individuos que hemos visto puestos en este caso; de lo que infiero respecto a LAVRE>O la que llevo dicho de los otros sujetos de las inscripciones anteriores, que no repito por no ser prolixo. Leo PRIMARI en la línea segunda y, advierto que en el original la primera letra de esta voz es una P., mayúscula griega (1) lo que me hace pensar que lo era toda la palabra, aunque la contemplo latinizada y que fenecería en O., para concordar con el LAVRE>O de que tengo hablado y, por consiguiente que aquel era el nombre de otro sujeto de este pueblo empleado en él y, en cuyo tiempo se grabó la memoria. En la línea tercera solo hay ICO y, las letras IIM, a nada de lo cual hallo sentido. Puede no obstante que lo primero sea el fragmento / (Página 117) del nombre de algún otro encargado en esta población cuando se erigió la memoria; y que las letras IIM., sean las iniciales de IMPERATOR y, la repetición de la I, provenga de la poca pericia del cincelador en la lengua latina, mayormente en un pueblo corto y, en un siglo tan decadente en la literatura, como lo fue el mencionado (2) siglo V. En igual ignorancia quedo con respecto al OCVT y al SAED de la línea última y, tal vez serán fragmentos de los nombres de algunos magistrados de esta población cuando se puso el monumento, o bien voces peregrinas. Al SAID sobre todo no puedo mirarle como conjunción por 99


estar escrito con A., de cuya letra debe carecer, cuando es de dicha (3) clase. Puede sin embargo que aquella se pusiese por defecto del grabador, o quizá la s., será la letra última de alguna palabra antecedente, de la cual ya no existe sino lo referido (…)”. Página 116. Cita (1). “(…) El Sr. Velásquez en su citado Ensayo tabla i, lín. 16 (…)”. Página 117. Cita (2). “(…)Véase la inscripción nº 3 lámina 17 del tomo XIII del Espectáculo de la >aturaleza de dicha edición, donde se duplica la expresada letra y, lo que hay en otras partes de esta obra sobre el mismo punto (…)”. Página 117. Cita (3). “(…) Calepinus septem linguar tomo II, pág. 214 (…)”. Página118. Inscripción VI. “(…) La altaria de este monumento son catorce pulgadas y, su ancho veinte y tres. Con arreglo a las bases que tengo sentadas el A>TO> de la primera línea acabaría en ablativo y, diría A>TO>IO, en cuyo caso sería el nombre de algún empleado en la población de que escribo, al tiempo de grabarse este monumento. El CO de la línea segunda, es evidente que decía COS; y como a lo que sigue lo vemos borrado, no sabemos cuál fue el consulado de que hablaba; pero el KAL MAIAS y el OC que hay después y, debe suplirse por HOC, dan mucho motivo a persuadirse que el primero de mayo se puso esta memoria. Esto confirma más y más lo que llevo dicho de que en aquel día se hacía alguna fiesta en esta población conmemorativa de algún suceso que la interesaba, con cuyo motivo se grabaría el monumento, aunque no por esto quiero asegurar que fuese anual o (1) aniversaria. Lo demás que en el mismo se lee son a mi ver palabras truncadas y, probablemente peregrinas, por lo que comprendo ser inútil el ocuparme en esto, bastando el referirme a lo que llevo dicho sobre el particular en las inscripciones anteriores (…)”. Página 118. Cita (1). “(…) Véase lo que digo sobre la II inscripción cotejando lo de COS XI, de la primera con el OS XVII, de la otra (…)”. Página 119. Inscripción VII. “(…) Esta inscripción ocupa un ancho de veinte y una pulgada con un alto de doce. El VAL de la primera línea parece natural que se interprete por VALERIO, o sino por VALE>TE, o VALE>TI>ISA>O, nombres muy frecuentes en los siglos IV y V como consta por la Historia romana. Yo comprendo que este monumento pertenece al último de los mismos siglos, según los datos que hemos visto y, así no me detengo en el particular y, paso a la terminación de la sigla VAL que pongo en ablativo por constarnos que están en este caso los nombres de individuos de las inscripciones I, II y IV por lo que gradúo que lo estarían todos los de la V y VI y en efecto es de esta manera. Este motivo tan verosímil resulta confirmado por lo que nos queda de la segunda línea de esta memoria VII, pues el RIO es muy visiblemente la conclusión del nombre de alguna persona, como >umerio, Virio etc., y es claro estar en ablativo y el sabino que sigue, lo comprueba más y más. En cuanto a si estos individuos serían empleados en este pueblo y, si fue 100


entonces que se pondría la inscripción, me remito a lo dicho en las anteriores. En la misma línea veo CO, lo que suplo por COS y, quiere decir Consulata, porque debe estar en ablativo; pero lo borrado que sigue nos priva de saber cual sería. El MAIAS y el HOC / (Página 120) que se hallan después, si estamos a los mismos principios hasta aquí sentados hacen creer que este monumento se grabaría el día primero de mayo. >i sé cómo explicar lo de la línea cuarta, porque me parece que no forma sentido y, lo tengo por voces peregrinas o, porciones de ellas, graduando por tales lo de las tres líneas siguientes con que concluye la inscripción. Quizá serían fragmentos de palabras latinas que expresaban los nombres de algunos magistrados de esta población al colocarse la memoria. La degradación de estas cuatro líneas no me da lugar a decir otra cosa (…)”. (47). KESSLER, Fritz. “La Prehistoria de las Islas Baleares (Periodo Megalítico)”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las Sociedades Afines domiciliadas en el mismo. Año XIX. Quinta Época. Tomo X. Mahón. Est. Tip. de M. Sintes Rotger. 1915. Página 193. “(...) A continuación de estas líneas encontrará el curioso lector la versión castellana de la Memoria sobre los monumentos megalíticos de las Baleares, leída por el ilustre arqueólogo alsaciano, Mr. Fritz Kessler, en el IX Congreso prehistórico de Francia. >uestros lectores recordarán que en el número de septiembre del pasado año de 1914, dimos noticia del trabajo de Mr. Kessler. Hoy publicamos íntegra la Memoria, que antes hubiera visto la luz en nuestras páginas, a no ser por los entorpecimientos que la guerra trajo a las relaciones con el autor, que había de darnos su permiso para su traducción y publicación. La Memoria de Mr. Kessler es un trabajo definitivo; hoy por hoy, sus conclusiones las más acertadas dados los elementos de conocimiento que en la hora presente se pueden recoger sobre una época tan distante. Es motivo de legítimo orgullo para nosotros ver en esta Memoria confirmadas las opiniones de nuestro Director y refutadas las apreciaciones de Mr. Cartailhac. Avalñora el trabajo que nos ocupa, la opinión de Mr. Marcel Baudouin, Secretario general de la Sociedad Prehistórica Francesa, expuesta en forma de conclusiones que confirman la doctrina de Mr. Kessler y que tratan de averiguar la época en que se erigieron estos monumentos. Para tan ardua labor, como es la de encontrar la fecha en que se construyó un monumento megalítico, el sabio arqueólogo se ha valido de cálculos astronómicos tan profundos como ingeniosos. Causa, en verdad, asombro, que la ciencia pueda penetrar en el pasado, con marcha tan firme, con seguridades de acierto tan grandes, que hemos de admitir 101


sus dictámenes cual si se tratara releer una cifra en una lápida o en una moneda. Acevedo. / (Página 194) Los monumentos primitivos de las Islas Baleares pueden dividirse en dos grupos principales, comprendiendo: el primero, las grutas artificiales; el segundo, los Monumentos megalíticos. Éstos con su destino cultural y funerario y aquellas que sirvieron, principalmente, de viviendas, representan las dos fases de la existencia humana: la vida y la muerte; el hogar y la sepultura! Es muy difícil determinar la raza primitiva que habitó estas islas. Los escasos descubrimientos, tanto de objetos como de huesos humanos, no han sido bastantes para descorrer este velo. >os vemos, pues, obligados, en el estado actuadle nuestros conocimientos, a contentarnos con suposiciones, sin poder afirmar nada en definitiva con respecto a este extremo, limitándonos a presentar los Monumentos, testigos de un pasado muy remoto. Por otra parte, recordemos los invasores de todas las razas y de todas las lenguas que se han sucedido en las Baleares: Fenicios y Cartagineses, Griegos y Masillotas, Romanos y colonos latinizados de la Iberia, Godos y Vándalos, Árabes y Bereberes, Genoveses, Pisanos, Aragoneses, Catalanes, Provenzales... En presencia de semejante cruzamiento, que demuestra cuan temerario sería intentar clasificar a los Baleariotas siguiendo las afinidades de la raza primitiva, es fácil comprender que los vestigios de la raza de posprimeros invasores pudo desaparecer totalmente. ¿Quiénes fueron los primeros habitantes? ¿Venían del Oriente o del Occidente? / (Página 195) El grupo de las Islas Baleares se enlaza submarinamente con la península española. Tanto por sus condiciones geográficas, como por su historia, es una dependencia natural de Valencia y de Cataluña. Desde el cabo de la >ao hacia Ibiza y desde Ibiza hacia Mallorca y Menorca, avanza, entre los abismos del Mediterráneo, una meseta de altos fondos, que parece indicar ser una tierra de unión. La dirección de este istmo submarino es precisamente la misma que la de las montañas de Murcia y Valencia; la línea de islas se desarrolla del sudeste al noreste y las cúspides que en ellas se levantan siguen en su conjunto el mismo eje de orientación. ¿Sería por esta circunstancia que los Iberos vinieron a colonizar las islas Baleares? ¿O es preciso buscar del lado del mar Egeo, atrevidos navegantes, o náufragos tal vez, que poblaron por primera vez estas islas? Los mares circunvecinos son a menudo removidos por tempestades y las 102


costas son, en general, tan abruptas, que su acceso debía de ser excesivamente difícil para estos marinos primitivos. Dada la importancia de sus monumentos, parece deducirse que Menorca sería la más poblada de todas estas islas; nada puede probarse, sin embargo. La ausencia casi completa de objetos arqueológicos nos condena a un prudente silencio. Grutas.- Con toda probabilidad, los pueblos primitivos (época neolítica) debían ser trogloditas; en efecto, la piedra blanda (sauló) que se encuentra en abundancia en estas islas, es fácil de labrar, una vez conseguido el arrancar su revestimiento endurecido por el aire, y esto explica el número considerable de grutas que en ellas existe. De los tipos que se ofrecen al estudio de los arqueólogos, es fácil deducir -teniendo en cuenta tanto la disposición interior de la excavación como la forma de la puerta de ingreso, a menudo / (Página 196) perfectamente trabajada y bien cortada, en la que las entalladuras y molduras son comparables a nuestros encuadramientos modernos-, que se trata de épocas diferentes y distintas, pero denotando siempre núcleos de población. Citemos, entre otras, las Grutas de Son Bou, de San José (CovasGardas), Son Morell y, sobre todo, las de Calas-Covas. Esta estación es, entre todas, la más importante, tanto por el gran número de grutas que nos ofrece (un centenar al menos), como por la notable disposición interior de algunas de ellas. Distínguese esta estación de las otras por un manantial abundante de agua dulce nacido al mismo pie del acantilado y casi al nivel del mar, manantial que no se seca jamás; beneficio muy apreciable en un país en donde el agua escasea. En algunas de las grutas de más difícil acceso se han encontrado huesos humanos, objetos de bronce y algunos fragmentos de / (Página 197) cerámica grosera; pero los restos de mayólicas y las vasijas árabes y romanas se encuentran mezclados con los objetos de barro antiquísimos. Algunas grutas presentan inscripciones romanas. Muchas de ellas se hallan dispuestas en tres o cuatro hileras; las comunicaciones entre sí, en algunas, se practicaban por el interior de las mismas; en otras, por medio de escaleras o rampas de acceso que han desaparecido merced a la inclemencia del tiempo (…)”. (48). LLABRÉS, Gabriel. “Correspondencia de D. Antonio Ramis y Ramis con D. Joaquín María Bover (*) (1828-1839)”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las Sociedades Afines Domiciliadas en el mismo. Año XVI. Quinta Época. Tomo V. Mahón. Establec. Tipográfico de M. Sintes. 1910. Página 164. Cita (*). “(...) Véase páginas 90, 242 y 330 del tomo IV (1909) de esta revista (...)”. Página 164. Lápidas romanas. “(...) Mahón, 26 de mayo de 103


1833. (...) pero aún vale más esta apatía, que si V., viese lo que pasa en esta con respecto a las Lápidas Romanas que mi difunto Hermano comentó, y que estaban reunidas formando la peana de un altar consagrado a San Sebastián en la salida de estas Casas Consistoriales; / (Página 165) podrá dejar de tacharnos de bárbaros, y Godos destructores como enemigos de aquella nación. En efecto en años pasados se destruyó aquella pieza, y los restos de las Lápidas han ido aparar dentro de unas habitaciones abandonadas que sirvieron antes de cárceles, rotas varias de ellas, sin que valiese mi aplicación verbal con uno de los Sres. de este Ayuntamiento para que se mandasen a casa, donde al menos se les habría dado lugar más devente y seguro: pudet haec oprobia dici, et non potuisse repelli! (*) (...)”. Página 165. Cita (*). “(...) Después de tenerlas abandonadas, durante muchos años, en los sótanos de la Casa Consistorial, estas lápidas fueron encontradas de nuevo en la peana que sostiene la imagen de San Sebastián. En 1906 fueron trasladadas al Ateneo en cuyo zaguán se hallan convenientemente colocadas y en perfecta disposición para su lectura y examen.- F. H. S. (...)”.RAMIS Y RAMIS, Juan. “Inscripciones romanas de Menorca”. Ciutadella de Menorca. Ediciones Nura. 1995. Página 78. Inscripciones de Mahón. Fragmento III. “(…)…O>ORIBUS OM ..>.BVCS FV>CTAE ..ECIVUS MAECIA>. ..ST…………..IT. La piedra que contiene este pedazo de inscripción se halla en el patio de la ermita de >tra. Sra. de Gracia a un corto trecho de Mahón a la parte del Sur. Su ancho son veinte y dos pulgadas y, su longitud una menos con un grueso de doce y, es de la especie que se llama granito común, de que abunda en la isla. Está arrimada a la cisterna que hay en el mismo patio sirviendo para poner los jarros de agua que se saca de allí. (…) / (Página 79) Con todo del modo que aun se halla este fragmento de inscripción, me parece bastante curioso y, que no es muy difícil el suplir lo que existe, dándole un sentido verosímil en la forma siguiente. HO>ORIBVS OM >IBVS FU>CTAE MAECIVS MAECIA> U> STATUAM POSULT. Conforme a esto lo he traducido así. “Mecio Meciano puso esta estatua a … que consiguió todos los honores”. Esta piedra nos dice mucho en pocas palabras / (Página 80) haciéndonos saber que esta mujer logró todas las distinciones y, honras de que podían disfrutar su sexo y méritos y, que por éstos le fue levantada esta memoria con la estatua que le acompañaba. >o entraré en el detalle sobre quales 104


fueron dichas honras, porque ya las tengo expresadas en mi explicación al interior fragmento y, la generalidad de la voz Omnibus en uno y, otro de estos monumentos hace creer que serían en ambos las mismas. Con este supuesto que conceptúo muy fundado, ocuparé la atención sobre el nombre del dedicante, quién según vemos, se llamaba Mecio Menciano. Esta circunstancia me da margen para presumir si sería el propio de quién habla la inscripción II y, por consiguiente para pensar si la mujer que motivó la actual, lo sería del citado Mecio o, bien su Hija, o Madre, siendo tan natural que fue alguno de estos, o de otros parientes de la difunta, el que consagrase a su memoria un monumento semejante. Así lo hemos visto en las inscripciones III y IV y así lo enseñan su lectura y, práctica de los autores que han discutido estas (3) materias. Las calidades ya indicadas en las lápidas que anteceden, de buen estilo, concisión y gravado como se hallan en este fragmento reunidas a lo que llevó dicho en la inscripción II / (Página 81) tocante al tiempo en que aún existía la familia Maecia, me persuaden que este monumento no baxará del I siglo de la era del Sr. o a más tardar de los principios del II. Esto no obstante dexo as los más instruidos el determinarlo y, diré que el levantar estatuas pedestres a particulares, como creo que lo sería la que se puso sobre este pedestal, era muy (4) común; por lo que no es de admirar que se erigiese a esta matrona que se distinguió según lo vemos, entre las de su tiempo (…)”. Página 80. Cita (3). “(…) Como Jano Grutero, Tomás reinecio, Rafael Fabbretiti, Scipion Mafei, Covarruvias, el Conde de Lumiares, Pujades, Finestres y otros muchos (…)”. Página 81. Cita (4). “(…) El Conde de Lumiares en su citada obra inscripción XV. pág. 71 (…)”. (49). LLABRÉS, Gabriel. “Correspondencia de D. Antonio Ramis y Ramis con D. Joaquín María Bover (1828-1839)”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón y de las Sociedades Afines Domiciliadas en el mismo. Año XI. Quinta Época. Tomo II. Mahón. Establec. Tipográfico de B. Fábregas. 1907. Página 37. “(...) III. Obra que imprimía Bover. - Hallazgo de un ídolo de bronce en la villa de Campanet (Mallorca), de carácter oriental, descubierto en 1828. Otros hallazgos de los talayots de Menorca, de una cabra y un carnero de bronce. Mahón, 18 agosto de 1828. (...) / (Página 38). El descubrimiento del ídolo en bronce en el territorio de la villa de Campanet (2) que está sobre una cabeza de carnero y tiene otra en cada mano, es para mí un argumento de la devoción que en la antigüedad tendrían los habitantes de aquella comarca a este animal, así como los Egipcios veneraban al cocodrilo, al pescado oxiringo, y tantas otras ridículas divinidades. Esto 105


me lo hace creer con más fuerza la circunstancia de que en Menorca se han encontrado igualmente varios animales de bronce, algunos de ellos dentro de los antiguos torreones o Talayots, que parecen Ara de los Celtas; de suerte que en mi poder existe un carnero de dos pulgadas de largo, y una cabra de dos y medio todo de bronce. Como no fío mucho de mis cortas luces en esta materia, no daré a este mi modo de pensar una seguridad inrrecusable, constándome además que el carnero en las medallas suele ser signo de estar los pueblos bajo el influjo de Aries. Yo no dudo de las superiores luces y talentos de V., que sabrá descifrar con más acierto este misterio de la antigüedad; y por lo mismo le ruego tenga a bien comunicarme su opinión sobre el particular para mi norte, al propio tiempo que le agradeceré infinito me favorezca con un exacto diseño de dicho idolillo, así en sus dimensiones, como en todas las partes de sus figuras. (...) recibida en 23 Agosto de 1828. Contestada en 13 febrero de 1829 (...)”. Página 38. Cita (1). “(...) Sin duda Bover se proponía hacer algo parecido a la monografía de D. Juan Ramis sobre gobernadores de Menorca.- Los datos que recogiera sobre virreyes, obispos, vegueres, bayles, etc, bastante exactos, aunque no completos, los insertó en sus >oticias histórico-topográficas y estadísticas de la Isla de Mallorca.- LL. (...)”. Página 38. Cita (2). “(...) De este ídolo y de otros hallazgos arqueológicos nos ocuparemos más extensamente, si logramos encontrar los dibujos de los mismos. Ll (...)”. Página 39. “(...) IV. Donativos de Bover de la obra del obispo Vila, el >oble bien educado, y los Epitafios (disticos morales) de Miguel de Veri, a quién suponen oriundo de Menorca.- Modestia y entusiasmo de Ramis por las antigüedades.Apreciaciones de Ramis acerca del ídolo de Campanet. Dos inscripciones epigráficas, truncadas; una de ellas de la familia Antestia; halladas en Menorca y fragmento de otra hallada en las cercanías de Mahón de L. Fultí.- Excavaciones de Furió (1829) practicadas por Don Antonio Furió en el lugar de ca-Rotje, lugar de la villa de Campos, sitio donde se supone estuvo emplazada la antigua Pulma de Plinio.- En 1818, según el Diario Balear (núm. 59 a 67) ya se habían encontrado lápidas y otras antigüedades en dicho sitio.- Colecciones de cerámica y numismáticas que poseía Ramis.- Una marca de alfarero “FAV”.- Publica Ramis el cuaderno IV de las >oticias de Menorca.- Ramis encarga a Bover la copia de ciertos privilegios sobre batir moneda y le notifica un reciente hallazgo arqueológico, con una marca de alfarero griego. Mahón 15 de abril de 1829. (...) / (Página 40) tenga V., presente que en mi referida de 18 de agosto en vista de que V., me había escrito tocante al ídolo de bronce descubierto en la villa de Campanet, ya le dije alguna cosa sobre su conjetural significado. Ahora con presencia de su diseño debo añadir que si no me engaño, este bronce parece hacía parte de alguna obra mayor, cuyo conjunto si se tuviera a mano sin duda daría 106


margen para la aclaración de este problema. Sea lo que fuere de esto lo cierto es que mis pesquisiciones no han podido descubrir en los A. A., ninguna estampa ni noticia que se le parezca exactamente. Desde un principio pensé si aludiría a Taurobolio viendo la figura sobre una cabeza de buey, porque esta suele ser memoria de semejantes sacrificios que se hacía en honra de Cibeles madre de los Dioses; pero desde / (Página 41) luego retrocedí por ver al bueyanio acompañado con la figura humana y demás signos que allí se advierten, cuando para denotar sacrificio efectuado debe estar la cabeza sola según el P. M. Flores en sus medallas de los municipios, colonias y pueblos antiguos de España, tomo I., página 274. El Abate de Winckelomann en su obra titulada: Descripción de las piedras preciosas del Bazar de Stosch clase 2ª sección 5ª, nº 224, nos da noticia de una cornesina en que se divisa a Ceres en pie sobre una cabeza de buey, teniendo en la siniestra espigas de trigo, y con la derecha una cabeza de carnero, que era animal que se le sacrificaba. Yo no diré que efectivamente represente a aquella Diosa el bronce que V., me ha copiado, pero le veo alguna analogía, pues además de estar la figura humana sobre la cabeza de buey, sostiene con ambas manos un friso, o faja en que hay un carnero tendido a cada lado. Todo esto unido a la circunstancia de que Ceres era venerada por la Diosa de las mieses, y de la agricultura me hace sospechar si el citado monumento sea una representación de aquella Divinidad, por ser sabido que el carnero y el buey son los manantiales fecundos que nos vienen del campo, y sobre todo el buey es tenido por símbolo del trabajo, y de la agricultura. Confieso que la actitud y signos que acompañan a esta figura en ninguna manera corresponden ni son propios de los ordinarios de la diosa Ceres. Pero siendo innegable que los pueblos antiguos representaban diversamente a una misma Divinidad según los diversos conceptos que unos y otros se habían formado de ella conforme lo dice Mr. Pellerino en su Recuil de màdailles de Peuples, et de villes qui n´ont point encore èté publicès, ou qui sont peu connues tom. 3. pág. 115, y en otras partes; no sería por lo mismo extraño que los habitantes de la Balear Mayor venerasen a la mencionada Diosa Ceres en otra postura, y con atributos diversos de lo que generalmente era representada. Yo no presumo de docto, ni de apasionado a mis débiles conocimientos. Quisiera que otra pluma más hábil supiese desenvolver este problema, pues sin rubor de confesar mi ignorancia digo francamente que nada más entiendo tocante a este monumento así como lo han hecho varones sabios en puntos de anticuaria en que es preciso caminar a veces sobre la / (Página 42) oscuridad, y reducirse a conjeturas: Il vatu mieux avouer, (decía el citado Pollerin en sus Melanges de diverses màdaolles 1ª partie pag. 158) qu´on n´a ut decouvrir jusq´a présent la signification de ces lettres, que d´en donner una esplication incertaine. 107


En igual confusión me hallo con respecto a las dos inscripciones que V., me comunica. Ellas son truncadas, a lo que parece, y de ahí nace una dificultad insuperable para sacar el buen sentido. A pesar de que algunas de las abreviaturas que en ellas se leen les dan los Anticuarios varios significados, no por esto se logra más ventaja para una regular inteligencia de aquellas lápidas. Lo que únicamente puede entresacarse a mi juicio es que una de las mismas fue levantada, o dedicada por uno de la familia Romana Antestia, que es muy conocida en varias inscripciones, y medallas. Años pasados me atreví a trabajar sus respectivas ilustraciones a diferentes inscripciones antiguas, porque sus textos ofrecían campo suficiente, y aún no me arredro la idea de darlas al Público, como U., podrá ver por los dos impresos que acompaño y espero se servirá V., aceptar; más en cuanto a las presentes es preciso confesar mi ignorancia. Estas mismas razones me introdujeron a no perder el tiempo en la descifración de un trozo de lápida en mármol blanco que se encontró hace algunos meses en las cercanías de esta ciudad, y dice: ........D .. L. FVL TI. CO ................

Son muy laudables las tareas del Sr. Dn. Antonio Furió ocupándose en las excavaciones que se hacen en el territorio de la villa de Campos, y lugar de Ca-Rotje, en donde según fundada opinión estuvo la ciudad de Palma, y ya en otras ocasiones se han encontrado lápidas, y otras antigüedades, como se anunció en el Diario Balear nº 59 a 67 del año 1818. Conviene que algún amante de la antigüedad recoja tan apreciables restos. Ruego encarecidamente a V., vaya dándome noticia de cuanto se descubra. Hasta el presente no se han verificado / (Página 43) en este suelo (Menorca) excavaciones. Ello no obstante por medio de obras y mejoras y particulares se han desterrado lápidas, figuritas de bronce; y muchos utensilios de barro además de la copiosa abundancia de medallas en todos los metales, y de todas las clases. De aquellas obras de barro tengo una colección regular, y entre ellas se encuentran algunas semejantes a las que V., me pone. En una de sus lucernas se distinguen los caracteres: I ´AV, y no dudo han de encerrar el nombre del fabricante así como los que contiene una de las lámparas de que V., me habla, cuyo nombre sería griego por razón de las tres últimas letras que allí se ven, que son una Pi, una Theta, y una Omega. Lo que hay de más particular en orden a estas lámparas, es que en más de una docena que he visto descubiertas en Menorca se registran en la superficie figuras de relieve, que las hacen distintas una de la otra, como un león, un atleta, la 108


apoteosis de un Emperador, etc,. etc (1). Es verdaderamente lastimoso, y mucha mengua el haber de decir que los trabajadores toman gusto especial en romper estos preciosos monumentos que miran con odio, y desprecio como cosa de los gentiles (...) / (Página 44) Estamos a 3 de mayo y no habiendo podido dirigir a V., la presente por falta de proporción de confianza, añado que estos días se ha descubierto una lucerna de un barro muy fino, en cuya parte anterior se divisa en relieve un caduceo alado, una cornucopia y una palma, y en la posterior las letras 'PPI (...)”. Página 43. Cita (1). “(...) Son abundantísimos los hallazgos de esta clase de lámparas en las sepulturas de los alrededores de Mahón.- En las descubiertas en las casas números 11 y 13 de la Plaza del Carmen, propiedad de D. P. Monjo, se encontraron variados ejemplares de esta clase, que representaban en su mayoría luchadores y escenas del circo romano y que atribuimos al siglo II y III de nuestra era.-Ll (...)”. (50). HÜBNER, Emilio. “Monumentos epigráficos de las Islas Baleares. (Conclusión)”. Revista de Menorca. Ciencias, Artes, Letras. Mahón. Establecimiento Tipográfico de B. Fábregues. 1888. Página 129. “(...) Pasando á Menorca, conserva su capital, Mahón, una especie de colección epigráfica en el pedestal de una estatua de San Sebastián en las Casas Consistoriales. Están empotradas en este pedestal seis inscripciones (e. 1. L. II, n. 3708—3712, 37I) y un fragmento; y faltando en Mahón un museo, así al menos se han conserva do. Pero están gastadísimas y en lugar nada cómodo para observarlas, como ya decía el insigne Villanueva. >o faltan en Mahón aficionados inteligentes que se dedican á conservar y coleccionar antigüedades. La importante colección de los hermanos Ramis todavía existe en poder de un pariente suyo, D. Francisco Andreu. El señor D. José Oliver, aparte de su galería de pinturas, conserva algunos objetos de la época romana, recogidos en varias localidades de Andalucía. El P. F. Cardona ha reunido una colección de objetos de historia natural, que tiene fama ain en el extranjero. Pero el anticuario actual de Menorca, sucesor de los Rámis, es el Sr. D. Juan Pons y Soler. A él exclusivamente debernos la indicación de los nuevos monumentos epigráficos de Mahón y sus alrededores, que vamos á publicar. El uno es por desgracia solo un fragmento de pedestal de mármol, alto 42 cm., ancho 36, inscrito por ambas faces; se encontró en el año 1868 en la / (Página 130) plaza del convento que fue del carmen. Las letras del anverso son grandes (de altura de 1dm.) y hermosas, y parecen del siglo i. Propongo algunos suplementos, arbitrarios sí, pero que darán una idea del carácter del epígrafe: q. ponn TIVS Q. fil ... p OL lio VS El tercer renglón no se presta á suplementos; pero pertenece muy probable que el individuo á quien se puso este monumento era un alto funcionario 109


de la ciudad de Mago. El reverso contenía el elogio de sus méritos, escrito en dos columnas: ALIA QVOPORTAS............ (a) MRV.......................REEDTO sumptu..ri... (b) BA CVS PVblicas...theaTRVm >o se puede tampoco restituir el texto íntegro de este documento interesante; pero claro se ve que el individuo honrado con este monumento había prestado servicios importantes á su país, restaurando las puertas y contribuyendo á la construcción de varios edificios públicos, las carnicerías con sus pórticos, el teatro y otros. En las inmediaciones de la villa de Alayór, y á 1 km. de ella, se encontró un cipo de piedra calcárea del país, alto 1,71 m., ancho 66 cm. y grueso 32. Lo tiene el Sr. Pons / (Página 131) en su casa de campo; sus letras grandes (alto 15 mm.,) y buenas, dice así: IMP. CAES >ERVA. TR AIA>VS aVG.GER 5 ECIT Imp(erator) Caes(ar) >erva Traianvs [A]ug(ustus) Ger(manicus) fecit. Pertenece a los cinco primeros años de Trajano (98 hasta 103 de nuestra era), porque falta aún el nombre de Dácico. >o se puede leer con certeza a que clase de obra pública se refiere el monumento; pero con toda probabilidad era una vía o camino entre las dos poblaciones principales de la isla, Mago y Jamo, o sean Mahón y Ciudadela, que los habitantes debían al cuidado del emperador (a). En Ciudadela misma no han parecido nuevas inscripciones, fuera de las dos únicas allí encontradas (c. I. L. II, n. 3716 y 3717). Una de ellas es la dedicación de un miles; circunstancia memorable, que indica haber existido en esta ciudadela de la isla una guarnición. / (Página 132) Existen además en cierto punto de la isla, distante de las dos poblaciones romanas, varias inscripciones, esculpidas en la roca viva que dan á conocer un culto local interesante. Las copió en su tiempo el Sr. D. Juan Ramis con mucho esmero, como hemos podido averiguar; sin embargo, importaba verificarlos textos en los originales. Una expedición al punto de su paradero, que es la pequeña bahía en la costa occidental de la isla, algunas horas de Mahón, llamada de Calas Coves, emprendida en amistosa compañía de dos aficionados, el Sr. D. Teodoro de Ugarte, capitán del parque de Artillería, y el Sr. D. Teodoro Ládico, hijo, no tuvo 110


suceso feliz; porque á pesar de las indicaciones exactas de Ramis, no fue posible dar con los epígrafes. Pero poco después de mi partida, una nueva expedición del Sr. Ugarte me ha procurado calcos de las inscripciones, que han contribuido eficazmente á corregir y aumentar los textos de Ramis, repetidos en el corpus (n. 37183727). Todavía falta mucho para que sean completos o inteligibles. Las repito aquí con la intención de estimular á los anticuarios y aficionados á cotejarlos otra vez con los originales, para que al fin se puedan establecer sus textos correctos. 1. Al pié de la cueva llamada la Sala, en tiempo de Ramis la “dels Jurats, exteriormente, sobre la misma vereda á la derecha del barranco, á medio metro del suelo; letras altas 6 cm., muy gastadas y confusas. >o publicada por Rámis: TOIC RBIAC APIACO CIFELVI / (Página 133) 2. 2. En la cueva llamada la Iglesia; letras altas de 3 I[2 cm. (corpus, n. 3718.) M•GAVIO SQui RRA.GA RRICA>O.SEXTO. CAR MI>Io.VETERE.CoS .XI K.MAIAS HOCE> AAI>I 5 AFCATORPAPIA SCVIAI VM 1 >>O % Los cónsules son los del año 150 de nuestra era; pero por desgracia los renglones importantes del final del texto, que ciertamente contienen la indicación del culto particular de esta localidad, hasta ahora se substraen porfiadamente á una restitución probable. 3. En la misma cueva; letras altas de 2 I[2 cm. (corpus n. 3720). OLLIA>O I” II” VIRIO CoS . XV..I . KL. MAIAS AT III >E. LP RVFI>O XI. M. >VMERIO O>IO viCTORE C 5 TO >VAST ILAL >i los nombres de los cónsules, quizá sufectos, se pueden restituir. 4. En la misma cueva; letras altas de 3 112 cm. (Corpus, n. 3722.) SLAVI” L 111


HK MART CV IRM ICV I>I CAED IC VIR F I RI>O / (Página 134) 5. En la misma cueva; letras a1ts de 4 cm. (corpus n 3721.) VAL AV >C>I RI >OCO XI MAIAS HOO II. PLPO V C AI SII IVo > II V C 6. En la misma cueva; letras altas de 3 I[2 cm. (‘Corpus n. 3723.) A ´ ´ VMERIO MO VICTORE SEXTO 7. En la misma cueva; letras altas de 2 1[2 cm. (Corpus n.3719) E[ A>TO> IV IIII CO KAL MAIAS ´´OC APH OCC VIO. I> 5 > II V> I 8. En la misma cueva; letras altas de 3 I[2 cm. (Corpus n. 3724.) COS >” COR” II 9. En la misma cueva; letras altas de 3 I [2 cm. (Rámis no la vio.) / (Página 135). I VI CI lVI C Claro es que estas nueve inscripciones se refieren á ciertos días del año, en los cuales un culto particular allí se celebró. Por la fecha que una de ellas lleva y la semejanza del carácter paleográfico de las otras, se pueden atribuir todas al siglo II. Es muy fácil que una atenta observación de las cuevas nos dé algunos epígrafes más de la misma clase. En Ibiza no existen más que las tres estatuas romanas con sus pedestales é inscripciones, ya conocidas hace unos treinta o cuarenta años (C. I. L. II, n. 3659, 3661, 3662.) Otra (n. 3663) existe en Perpiñán de Francia. Las demás, conservadas por los antiguos colectores (n. 3660, 3664-3668), 112


perecieron; tres más, no publicadas en el corpus, las trae solo el códice Filonardiano, ya de la biblioteca Real de Berlín, que es un ejemplar de una antigua colección epigráfica, compilada á fines del siglo XV ó á principios del siglo XVI. Son sepulcrales y nada importante enseñan. Las repito aquí como las copia el viajero italiano, sin corregir los textos, para que el arqueólogo á quien cupiere la suerte de visitar á Ibiza vea si existen todavía. In ínsla Euicae in orlo Denia de Castillia (sic). D. M COR VER>ACLAE VIX. A>>. XVIIII. M .VIII Ibidem. / (Página 136) D. M. PLACIDUS. AV. V. XII. Ibidem. In orto Antonii Raimundi. L. TITIO. I>GE>VO. MARITO. LELLIE. MERIT En el último texto habrá de leerse BE>EMERIT. >o faltaban, pues, restos de la vida romana en Ebusus, una de las más antiguas posesiones cartaginesas en estas regiones, cuyas monedas parecen haber circulado en ambas islas Baleares, según observa, no sin justa razón, el docto numismático D. Álvaro Campaner. Sabemos que el celo ardiente y nobilísimo (le los que miran por las antigüedades patrias, ya nuevamente despertado y más y más vivo un las islas Baleares, no dejará perecer los monumentos que aún existen; y de su talento, bien probado, esperamos que ulteriores indagaciones conduzcan á nuevos descubrimientos. Boletín de la Real Academia de la Historia (a) (...)”. Página 130. Cita a) “(...) En el original la primera O de esta línea lleva inscrita una pequeña D. >ota de la R (...)”. Página 130. Cita b) “(...) En el original la segunda D de esta línea lleva inscrita una pequeña I. >ota de la R (...)”. Página 131. Cita a). “(...) Alucie á esta vía la conocida encíclica del obispo Menorquin, Severo, escrita en el año 418, § IX: “Ex Iamonensi civitate ad profectionem famulorum Christi multitudo convenit, quae in ipso oppido putabatur consistere; tantaque dificiillmi itineris labore ni alacritate confecit, ut triginta millia passuum jucundius transvolaret, quam si ad suburbanum aliquod amoenissimum, ad convivia epulaturi vocarentur. Igitur Magonam pervenimus... (...)”. Página 136. Cita a). “(...) En la segunda Alemania ocupan lugar altísimo, entre loe que cultivan especialmente las ciencias antropológicas é históricas, Hübner (*), Mommsem, Curtius, Virchow, Bastian y otros (...)”. Página 136. Cita (*). “(...) (* Autor de varias obras monumentales, sobresaliendo entre ellas su tan celebrada “Corpus inscriptionum latinarun”, que salió á luz hace unos veinte años y que se halla ya casi totalmente acotada, por lo que se está preparando una segunda edición. >. de la T. (...)”. 113


(51). Redacción. “Museo Municipal. Catálogo. Donativos de D. Juan Seguí y Rodríguez”. Revista de Menorca. Ciencias, Artes, Letras. Mahón. Establecimiento Tipográfico de B. Fábregues. 1888. Página 255. “(...) Un fragmento pulimentado de mármol del país, procedente de Biniache (a). Un cuadro con espacioso marco (1´20 m. x 0´88 m) para exposición de láminas en el Museo. Cajón de improntas de mariscos fósiles, encontradas en tierra de labor de Santa Ponsa, propiedad de Don Juan Taltavull (término de Alayor). Pedazo de revestimiento mural (quizá romano), procedente de las antiguas mansiones rústicas, cuyos restos se descubren de vez en cuando, con la labranza, al oeste del talayot grande de Trepucó: este se halla a unos 1400 metros itinerarios de Mahón. Lámina representativa del mosaico descubierto el 24 de enero de 1888 en la isleta del Hospital. Otra lámina con la impresión de los actuales sellos de los Ayuntamientos de Menorca (Continuará) (...)”. Página 255. Cita a) “(...) El predio de Beniache, perteneciente a D. José Albertí, se halla en el término municipal de Mahón y en el 4º kilómetro de la antigua carretera de Mahón a Ciudadela. El color del mármol es ceniza oscuro (o sea un negro de marfil quemado) con manchas de color de tierra de siena natural. Se ha evidenciado químicamente que dicha piedra es mármol (carbonato de cal); también se ha rayado con acero. Ha sido pulimentado por los marmolistas Sres. Siserol Hermanos, plaza de la Miranda, Mahón. El mencionado fragmento tiene la forma cúbica, con 0´14 metros de arista (...)”. (52). HERNÁNDEZ SANZ, Francisco. “Sobre caminos públicos de Menorca”. Revista de Menorca. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Mahón. Y de las Sociedades Afines Domiciliadas en el mismo. Año XXXVI. Quinta Época. Tomo XXVII. Mahón. 1932. www.RevistadeMenorca1932.pdf Página 260. “(...) una extensa y magnífica red de comunicaciones, suficiente para atender a todas las necesidades de estos habitantes, que tuvo por base la vía militar romana con sus dos ramales de Cales Coves y de Santa Águeda, y que tejieron, más tarde, las naciones que la dominaron durante el siglo XVIII, dotándola de más de 400 kilómetros de camino (...)”. Página 260. “(...) Vía militar romana, conocida vulgarmente por Camí vell.

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Con motivo de contribuir al estudio de las vías romanas de la península Ibérica emprendido, en 1917, por el Arquitecto señor García Faria, Inspector General de Obras Públicas, hube de redactar unas notas sobre la que atravesó esta isla, de levante a poniente, trabajo que vio la luz en la “Revista de Menorca” (5ª Época) en su número correspondiente al mes de julio de 1924. >uevas investigaciones me obligan a rectificar algunos puntos de mi trabajo. Esta vía, por lo que se desprende de los dos miliarios / (Página 261) descubiertos, uno en 1888 y otro en 1892, (1) adosados ambos a los paredones que cercan a trozos este camino, sería abierta con anterioridad al reinado del emperador Trajano, ya que éste la hizo recomponer (refecit) antes de adoptar el cognomen de Dacico, o sea entre los años 98 a 103 de nuestra era. Esta vía que unió el Municipio Flavio Magontano (Mahón) con Jamo (Ciudadela), arrancaría del portal, llamado Pont de >e Gentil, abierto en la calle conocida hoy por Alonso III, entre los edificios de la Casa Consistorial y parroquial Iglesia de Santa María, derrocado que fuesen 1782. Cruzando los terrenos que fueron urbanizados con el Arrabal de San Antonio (hoy calle de Prieto y Caules) continuaba por el camino llamado de Ses Vinyes y por Ses roques llises, si bien hay que suponer que su anchura sería muy superior a la que en la actualidad tiene, tratándose de un camino militar. La vía seguía, y sigue todavía hasta encontrar el camino carretero que la cruza perpendicularmente de > a S., que arranca del 4º kilómetro de la Carretera General del Estado y que pasa por Algendaró, Talatí y otros predios. Al llegar a este cruce queda interceptada la vía: para dar con ella es preciso internarse en la citada finca de Algendaró, de cuyo predio hoy forma parte, cercada de paredes. / (Página 262) Sigue por tierras de Bini-Ay Vell y al entrar en las de Bini-Ayet se ve indicado su trazo por uno de los paredones que la cercaban; el otro fue derribado, no hace muchos años, y aprovechadas sus piedras por su propietario, para resguardar del ganado unas higueras plantadas en mitad del camino. En el hectómetro 5º del 6º kilómetro de la Carretera General reaparece la vía romana, bordeándola en una extensión de dos kilómetros, hasta que, internándose en terrenos particulares de Bini-Faell, desemboca en el camino vecinal que cruza la carretera general en el kilómetro 7º. Sigue la vía, expedita nuevamente al público, con el nombre de Camino Viejo de Alayor, pasando por los predios Alcaidús (en cuyo sitio fue encontrado, en 1892, uno de los dos miliarios de que se ha hecho 115


mérito), Torralbas, San Alberto y Rafal vell, y rozando con tierras de Els Morlans, aparece frente a la calle de Mahón (antes del Baño) del pueblo de Alayor. Es posible que la vía siguiera la dirección de la citada calle ya que junto a ella, en el patio de una casa, tuvimos ocasión de examinar un torreón de aparejo evidentemente romano, por desgracia ya desaparecido. La construcción del pueblo de Alayor, con su extenso perímetro, fundado en 1304 por orden de Jaime II de Mallorca, borró por completo la dirección del viejo camino; pero, gracias al descubrimiento, en 1888, del otro miliario, en tierras situadas al >. O., de la villa, nos marca, de una manera evidente, su ruta por la llamada Cuesta Blanca, hasta aparecer en la Carretera General, en el primer hectómetro del kilómetro 15 (...)”. Página 261. Cita (1). “(...) En el primero de estos miliarios, descubierto junto a la llamada “Costa blanca” de Alayor, se lee: IMP. CAES >ERV. TR AIA>VS VG. GER ECI y se halla en poder de los herederos de don Juan Pons y Soler. En el segundo, descubierto en tierras de “Alcaidús”, equidistante de Mahón y Alayor, y en mejor estado de conservación que el primero, se lee: IMP. CAES. >ER VA. TRAIA>VS AVG. GER. P. P. REFECI Conservan este monumento, en San Cristóbal, los herederos de don Francisco Camps y Mercadal (...)”. Página 263. “(...) De los dos ramales que de esta vía partían y que hemos mencionado al principio de esta información, uno arranca casi frente al caserío de Torralba d´En Salort, pasando por Torralbet, Binialmaya y Son Seguí y atravesando el camino de Cotaina conducía por Biniadris a Cales Coves, en donde parece ser que los romanos, por lo que se desprende de unas inscripciones esculpidas en el interior de una gran cueva natural, celebrarían determinadas fiestas o ritos a primeros de mayo durante el siglo II. El segundo partiendo muy cerca del sitio en que se levanta Ferrerías conducía a la fortificación que dedicaron a Júpiter en la cúspide de la montaña de Santa Águeda, llamada por ellos Mons-Iovis, nombre convertido por los árabes, según su fonética, en Montjuic. Por el sólo hecho de ser la vía militar romana la primera / (Página 264) que puso en comunicación los dos extremos de la Isla, debiera respetarse y restaurarse como monumento histórico (...)”. 116


(53). PLANTALAMOR MASANET, Lluís & TEJEDOR MERCADAL, Ramón. “>oticia sobre el hallazgo de un enterramiento romano en Mahón”. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LXVIII. Séptima Época. Primer Semestre. Mahón. 1977. www.RevistadeMenorca1977.pdf Página 95. “(...) Desde muy antiguo son conocidos los hallazgos en la zona perteneciente a la antigua necrópolis magontana, limitada por las calles Anuncivay, plaza de José Antonio y la calle >orte, de los que existe un gran lote en el Museo Provincial de bellas Artes de Mahón, gracias a la generosa aportación del antiguo Museo Municipal, materiales estos procedentes de hallazgos casuales ocurridos con motivo de la construcción y ampliación de viviendas en la citada zona. Las primeras noticias recogidas por Hernández Sanz (I) pertenecen al siglo XVIII, si bien en nuestra nota nos limitaremos a dar a conocer un pequeño lote aparecido en el número 21 de la calle Anuncivay hará unos doce años, también en este caso en el transcurso de unas obras juntamente, al parecer, con otro enterramiento muy cercano al ahora estudiado y que fue totalmente destruido al iniciarse las excavaciones preliminares de la mencionada reforma. Alertado el propietario, consiguió salvar intacto el conjunto objeto de nuestro estudio y que figura hoy en su colección particular. / (Página 969) La importancia del mismo estriba en que gracias a él, y según las noticias que se nos han proporcionado, así como del estudio del material, podemos documentar un enterramiento de inhumación de una época muy concreta fechable hacia el tercer cuarto del siglo I. d. C. Desde estas líneas agradecemos las facilidades y atenciones que nos dispensaron sus propietarios poniendo a nuestra disposición todas las piezas; vaya pues para ellos nuestro agradecimiento. Inventario 'úm. 1.- Urna globular de base plana y ligeramente rehundida, paredes curvas y borde vuelto hacia fuera y recto con asa lateral a modo de puente entre el borde y la espalda del vaso, de barro marrón oscuro con restos de mica, modelado a torno y degradado en la base. Dimen.- 0´187 m., de altura; 0´163m., de diám., boca; 0´206 de diám., máx., y 0´103 de diám., base. >úm. 2.- Ollita globular de pie abierto y recto, paredes curvas, borde cóncavo y asas laterales a modo de puente entre el borde y la espalda, de barro marrón y barniz vidriado, degradado en algunas zonas. 117


Diám.- 0´089 m., altura; 0´072 m., diám., boca; 0´090 m., diám., máx., y 0´090 m., diám., base. / (Página 97) 'úm. 3.- Vasito de paredes finas rectas y abiertas, de forma troncocónica y carenado, pie ligeramente diferenciado y base rehundida de barro gris con tonalidades amarillas y oscura junto al borde. Dimen.0´070 m., altura; 0´110m., diám., boca; 0´070m., diám., carena y 0´049 m., diám., base. 'úm. 4.- Cubilete de cuerpo atonelado, base plana algo rehundida, paredes ligeramente curvas y borde abierto y recto, de barro con tonalidades marrones y negras según cocción con abundante degradante, muy degrasado sobre todo en su cara exterior y junto al borde, decoración imitando a barbotina y asa lateral, desaparecida junto aparte del borde superior. Dimen.- 0´098 m., altura; 0´073 m., diám., boca; 0´080 m., diám., máx; 0´046 m., diám., base. 'úm. 5.- Olpe de pie diferenciado y abierto, cuerpo esférico, borde recto y abierto con molduras unido al cuerpo por un largo cuello y asa lateral, de barro marrón alisado en el exterior. Dimen.- 0´113 m., altura; 0´029 diám. boca; 0´092 m., diám. máx., y 0´042 m., diám., base. / (Página 98) 'úm. 6.- Olpe de pie diferenciado y base rehundida, cuerpo esférico, cuello y boca amplios (desaparecidos), de barro marrón ocre. Dimen.- 0´086 diám., máx., y 0´042 diám. base. 'úm. 7.- Olpe de pie diferenciado de base rehundida, cuerpo esférico, barro marrón rojizo, falta la parte superior correspondiente al cuello y asa lateral de la que se conserva el arranque inferior (desaparecida junto al cuello y borde superior). Diám.- 0´094 diám. máx.y 0´045 m., diám., base. 'úm. 8.- Cubilete de base plana ligeramente rehundida, cuerpo ovoide de perfil ondulado y borde recto vuelto hacia fuera con asa lateral en la espalda, de barro de paredes finas con tonalidades ocres y gris en la parte inferior. Diáme., máx., y 0´028 m., diám. base. / (Página 99) 'úm. 9.- Cubilete de base plana, cuerpo ovoide y borde recto y vuelto, con asa lateral en la espalda y decoración a ruedecilla a modo de bandas distribuidas irregularmente, de barro de paredes finas marrón rojizo. Dimen.- 0´091 m., altura; 0´075 m., diám., boca; 0´094 m., diám., máx.,y 0´035 m., diám., base. 'úm. 10.- Tacita esférica de pie diferenciado con base plana y rehundida, de paredes curvas y borde diferenciado con asa lateral en la espalda, de barro marrón claro con barniz negruzco degradado. Dimen.0´092 m., altura; 0´072 m., Diám. boca; 0´095 m., Diám. máx. y 0´040 m. diám., base. 'úm. 11.- Cubilete de pie diferenciado y base plana rehundida, cuerpo alargado y panzudo, con la decoración borbotina en la espalda, 118


borde diferenciado (desaparecido) separado del cuerpo mediante un pequeño surco en espiral, de barro gris y negro en el interior. / (Página 100) 'úm. 12.- Jarrita de paredes curvas, base plana con pie diferenciado recto y abierto, cuello ligeramente abierto, conservando el arranque suprior y los dos inferiores de las asas desaparecidas, de barro marrón claro bruñido en el exterior. Diám.- 0´146 m., altura; 0´027 m., diám., boca; 0´078 m., diám. máx. y 0´045 m., diám. base. 'úm.13.- Fragmentos pertenecientes a una lucerna de pico con volutas sencillas y asa perforada, con medallón central moldurado y decoración vegetal representando dos brotes de encina con hojas y bellotas, de barro marrón claro y engobe con tonalidades rojas y negras degradado. Dimen.- 0´097 m., diám., máx., y 0´029 m., altura. / (Página 101) 'úm.14.- Lucerna de pico redondo con volutas sencillas y medallón central con decoración radial representando una roseta, sello cuadrangular en la base y asa lateral perforada, de barro marrón claro y engobe rojo. Dimen.- 0´071 m., diám., máx., y 0´030 m., altura. 'úm. 15.- Fragmento perteneciente a una lucerna de pico ligeramente curvo con volutas y medallón central moldurado, de barro marrón claro y engobe negro metálico. / (Página 102) 'úm. 16.- Lucerna de pico redondo, con medallón central con la representación de una paloma sobre una rama vegetal posiblemente olivo, sello rectangular en la base y asa perforada, de barro claro y engobe marrón oscuro. Dimen.- 0´080 m., diám., máx., y 0´032 m., altura. 'úm. 17.- Lucerna de pico redondo, con medallón central con decoración difícil de definir, tal vez representación de peces y asa lateral perforada con sello rectangular en la base, de barro claro y engobe con tonalidades rojas y negras degradado. Dimen.-0´075 m., diám., máx., y 0´031 m., altura (...)”. Página 103. Estudio de los materiales. “(...) Urna.- Este tipo cerámico es general en las necrópolis de incineración de época romana, concretamente en la necrópolis de Ampurias (2) han sido hallados varios ejemplares de características similares con un margen cronológico amplio, que podemos situar entre el último cuarto del siglo I a. de C., y el año 119 en tiempos de Adriano. Cerámica vidriada.- Las cerámicas vidriadas aunque no muy abundantes son relativamente frecuentes: de origen posiblemente oriental, adquieren cierta difusión en el Mediterráneo Occidental, concretamente las piezas barnizadas en blanco, tal como vemos en la pieza >úm.2, parecen tener su origen en Menfis (3), y han sido documentadas en 119


Pompeya en época Julio-Claudia, siendo más tardías y abundantes las piezas con tonalidades verdes (4),aunque éstas tienen precedentes más antiguos, en concreto la pieza de Can Fanals. Al parecer este tipo va escaseando hacia finales de época romana renaciendo nuevamente con la cultura islámica. Vasitos troncocónicos de paredes de cáscara de huevo.- la pieza >úm. 3 por sus características de forma y pasta, es un buen ejemplar de este tipo cerámico propio de mediados del siglo I, perdurando su utilización hasta época de Vespasiano en el tercer cuarto del siglo I (6), fase en la que podemos colocar este ejemplar. Alcanzan amplia difusión en el Mediterráneo Occidental, habiéndose localizado en las necrópolis ampuritanas Torres y Patel de incineración con monedas de Claudio (7). En Tarragona se fechaban en los reinados de Tiberio->erón, época en la que se fecha los hallazgos de Camulodanum (Inglaterra). Otros ejemplares conocidos son los de Ostia, Carmona, Cádiz, Marshan (8) y en el ámbito insular balear en los yacimientos de Pollentia y en el nivel superior de Son Matge (9). / (Página 104) Cerámica indígena.- Es conocida desde hace tiempo la influencia de las civilizaciones clásicas sobre el mundo balear, si bien, este factor no ha sido estudiado con suficiencia en Menorca, y, salvo las breves indicaciones expuestas en el Congreso Arqueológico >acional de 1973 en Huelva, donde se estudió el problema referente al mundo indígena de Mallorca (10), carecemos de fuentes de información arqueológicas locales. En concreto este tipo cerámico, cubiletes con decoración barbotina, además de la pieza >úm., 4 lo encontramos entre el material posiblemente de las necrópolis de Pollentia (11), de cronología y ambiente similar a la pieza de Mahón, y en la posible necrópolis indígena-romana de Sa Carrotja (12), si bien para ambas piezas carecemos de un contexto directo seguro. Olpe.- este tipo cerámico alcanza gran difusión en época imperial. La pieza >úm. 5 por sus características de cuello largo y cuerpo esférico algo achatado, cabe relacionarlo con el ejemplar publicado por Lamboglia procedente de los Alpes (13) fechable entre el 50 y el 85 de nuestra era gracias a los materiales que le acompañan entre los que destaca una moneda de Tito aunque procedentes de la misma necrópolis hay otros ejemplares que parecen ser tendrían una cronología algo más tardía. También de esta época, en torno al año 80, debemos colocar el hallazgo de Cemenelum (Cimiez->ice) (14) aunque como contrapartida conocemos los ejemplares de Albenga (15) y los procedentes de las necrópolis ampuritanas (16) que pueden fecharse en época de Tiberio Claudio. Más antiguos parecen ser los ejemplares publicados por vegas (17) procedentes de Pollentia, Córdoba y Cavaillon de época augustea. Finalmente conocemos varios ejemplares procedentes de Sa Carrotja (18). 120


Jarritas panzudas con asa lateral.- dentro de este grupo debemos incluir las piezas núms., 6 y 7 las cuales carecen de la parte suprior. Según la cronología proporcionada por las excavaciones de Pollentia (19) y Albintimillium (20) pueden fecharse en la segunda mitad del siglo I d. C., y el hecho de haberlas encontrado en Pompeya nos reafirma que este tipo cerámico / (Página 105) ya estaba en uso antes del 79 d. C., cronología que coincide con los resultados de Can Fanals (21). Cubiletes de cuerpo ovoide, bode vuelto y asa lateral.- Además de los ejemplares de sa Carrotja (22), conocemos otras piezas de tipología similar a las piezas núms.., 8 y 9, entre las que destacan las procedentes de Pompeya, hoy en el Museo >acional de >ápoles y sobre las que planteó recientemente su problemática Carandini (23), y que por consiguiente son anteriores al 79 d. C. Por otra parte el sistema decorativo de paredes onduladas o en especial la decoración a ruedecilla, según los resultados de Can Fanals (24), parece tienen su origen en el Siglo I. Ollitas esféricas con asa lateral.- parecidas a las formas Lamboglia 14 (25), y Hayes 132 826),en sus respectivas clasificaciones de las cerámicas sigiladas claras, presentan dos variantes en cerámica común; con asa lateral que arranca en el borde tal como lo encontramos en Ampurias en la >ecrópolis Patel (27), en Centelles (28) y en la primera fase de Can Fanals (29), mientras que la pieza >úm. 10 presenta asa adosada en la espalda tal como vemos en la segunda fase de Can Fanals (30), fechable a partir de la segunda mitad del siglo I d. C.,perdurando en Albintimilium y Barcelona (31) hasta el siglo III. Cubilete con decoración puntillada.- este tipo decorativo, según parece de época republicana alcanza gran difusión (32). Dada la homogeneidad que presentan en cuanto a cronología el resto de los ejemplares, pensamos debe tratarse de una perduración lo que explicaría la falta de variedad en el sistema decorativo como vemos ocurre en la zona de los Alpes (33). Jarrita panzuda de cuello largo y asas laterales.- Tan sólo conocemos la parte superior de una pieza de características parecidas a la >úm. 12 procedente de Sutri (34), fechable entre el 60 y 70 d. C. Lucernas.- Gracias a estas piezas hemos podido fechar con cierta precisión el conjunto; distinguiéndose dos tipos plenamente diferenciados. a) Lucernas circulares con pico redondo unido al cuerpo / (página 106) mediante volutas simples y asa posterior perforada. Tipo Loeschcke IV (35), Palol 9B 836), Ponsich IIB2 (37), Deneauve VD (38), Oziol-Poulloux (39) y Evelein RIIIB (40). Este tipo muy abundante dentro de las lucernas del alto imperio, es frecuente en tiempos de los Flavios, sobre todo en época Tiberio-Claudia, aunque éstas en concreto por sus líneas evolucionadas y el asa posterior, podemos colocarlas en época de Vespasiano, aunque otros autores las 121


consideran de época de Adriano basándose en los resultados de Tipasa. Finalmente vemos que este tipo de lucernas coincide con piezas de tipología similar a la siguiente de inicios de la segunda mitad del siglo I d. C., tal como indica Palol, hecho confirmado por los resultados de Pompeya (41). Desconocemos paralelos decorativos para la pieza >úm. 13 aunque este tipo decorativo naturalista parece ponerse de moda a partir de la época de los Flavios. Para la >úm. 14, con decoración en forma de roseta tenemos paralelos en los museos de Gerona y Sevilla (42) y en los yacimientos de Vindonissa, Cartago y Tánger (43). b) Lucernas de pico redondo limitado por un surco de cuerpo circular alto y asa posterior perforada. Tipo Loeschcke VIII, Palol II, Ponsich III B1, Deneauve VIIA y Oziol-Poullloux 14. Tipo que generalizado en el siglo II tiene sus orígenes en tiempos de Vespasiano tal como indicamos con anterioridad. La pieza >úm. 16 tiene un paralelo idéntico entre los materiales de Cartago Mº 777, alcanzando el motivo decorativo amplia difusión entre las lucernas de esta época, concretamente la pieza >úm. 30 de Can Fanals (...)”. (54). RIUDAVETS, P. “La necrópolis magontana”. Revista de Menorca. Ciencias, Artes, Letras. Mahón. Establecimiento Tipográfico de B. Fábregues. 1888. Página 257. “(...) Los nuevos descubrimientos de sepulturas romanas, halladas a últimos del finido mes de septiembre en las casas números 12 y 13 de la plaza del príncipe, han llamado mucho la atención de nuestro vecindario. Sus propietarios, los señores Monjo, Vicens y Rotger, deseosos de mejorarlas y alargarlas, emprendieron la obra: y uno de ellos, que lo es el Director del Instituto de segunda enseñanza, llevado del amor a la ciencia arqueológica, se propuso utilizar la ocasión de tener que escombrar parte de los jardines de las mismas para los nuevos cimientos, y explorar la peña, con la esperanza de hallar restos humanos parecidos a los encontrados en años anteriores en la casa contigua, nº 14, propiedad de su primo D. Pedro Monjo. Su previsión era fundada. Sabía que todo el contorno del emplazamiento del templo y convento de >uestra Señora del Carmen, había sido cementerio romano, y que era posible el hallazgo. Escarbóse minuciosamente el terreno descubierto, y después de levantar las pesadas losas que cubrían las sepulturas, quedaron de manifiesto los huecos abiertos en la peña, redondos unos y cuadrados otros, en número de diez, conteniendo urnas cinerarias, con la adición de ajuar funerario en uso entre los paganos, y que tanto llamaba la atención de la gente sencilla, que miraba aquellos objetos de cerámica como juguetes de niñas. / (Página 258) 122


Entre los hoyos que contenían urnas, había también cuatro fosas de ataúdes con restos humanos en dos de ellas y un esqueleto entero en una, ocupando todas esas tumbas un reducido espacio de cuarenta y tres metros cuadrados. Suma dificultad ofreció el extraer las urnas y sus apéndices, por formar cada una un aglomerado arcilloso y compacto debido a las filtraciones de las aguas, consiguiendo sacarlas al fin, enteras unas y rotas otras. Cuando fueron enterrados aquellos juguetes y a que gente pertenecieron, era la pregunta general del vulgo; y deseosos nosotros de contestarla en la medida de nuestro corto saber, vamos a hacer historia, aunque sucintamente. Después que los romanos anonadaron a sus encarnizados enemigos, los cartagineses, venciéndolos por mar y tierra y arrasándoles su capital Cartago, quedaron dueños absolutos del Mediterráneo y sus islas. La nuestra la insula minor de las Baleares, fue objeto de predilección por parte de aquel colosal imperio, debido sin duda a la importancia de su espacioso y seguro puerto, el portus magonis. Un pequeño pueblo encastillado sobre uno de los dos riscos que dominaban su cala, denominado desde antiguo Magon, sirvió de base a los romanos para formar el núcleo de su importante ciudad que elevaron a Municipio con hegemonía en toda la isla. Dueños ya los romanos de toda la Península Ibérica, lo mismo que de la Mauritania, y de otras posesiones más allá del estrecho de Gades, fue nuestro puerto el punto de escala en las travesías que desde Italia emprendían para la Bética y demás colonias, y también de refugio para sus escuadras / (Página 259) cuando se veían acosadas por la furia de las Boras, que con frecuencia vomita el proceloso golfo de León. >o por ocupar Magona tan poco espacio como el que representa nuestro actual barrio Pont d´es Castell, era menos importante bajo el punto de vista militar y comercial; pues en su municipio se contaban, en la época de mayor auge, duumvirosy personajes afectos a las legiones romanas más importantes. Lególe la decadencia a la ensoberbecida Roma, y vencida y asaltada su capital por los bárbaros del >orte en el año del Señor 476, debió quedar desierta nuestra isla, ahuyentados o muertos sus habitantes por la ferocidad de los vándalos sedientos de sangre romana, que la ocuparon por algún tiempo, a los cuales siguieron invasiones de godos, normandos, bizantinos, francos, pisanos y otros, que sin fijarse en ella, solo la utilizaban por lo que tenía de valía su puerto, para abrigarse los corsarios que infestaban el Mar Baleárico. >inguno de aquellos invasores se estableció definitivamente en ella, y tan solo la devastación era su norma, hasta que los árabes la 123


conquistaron en el siglo octavo y la poseyeron por espacio de quinientos años (...)”. Página 261. “(...) Con motivo de hacerse una pequeña obra en la casa número 14, su dueño D. Pedro Monjo, halló algunas sepulturas parecidas a las actuales, y de las que damos noticia en las páginas 2127 y 2128 de nuestra Historia de Menorca. Posteriormente, o sea en el mes de octubre próximo pasado, practicando otra pequeña excavación en la misma casa, se encontraron nuevas sepulturas, de las que dejamos hecha mención en la Revista de Menorca, página 65. Y conviene repetir lo que dejamos dicho en la misma, de que el subsuelo de las casas de aquellas inmediaciones contienen restos humanos, como acaban de evidenciarlo los descubiertos actualmente, hallados, aunque pocos en el / (Página 262) presente año en la casa nº 10, y el esqueleto con ajuar funerario alrededor de la cabeza, al construir la acera de la citada plaza del Príncipe. En cuanto a los juguetes que el vulgo cree haber visto en la fosas, bastará añadir alo dicho en otro lugar, que según la teogonía pagana, las almas de los difuntos emigraban al otro mundo, y al personificarlas las proveían de todo lo necesario para el viaje, como comestibles, ajuar de mesa y cocina, y aún de candilejas para alumbrarse, ritual que no pudiendo cumplirse con los enseres de sus propios usos por abultar demasiado, los suplían con imitaciones en muy pequeña escala, ya de cerámica fina ordinaria, ya de vidrio u otras materias que acoplaban en derredor de las urnas. Hasta puede venirse en conocimiento del estado civil de los individuos cuyos restos admiramos. La abundancia de ajuar funerario y su finura, nos indican tal vez que pertenecieron a un individuo opulento, mientras que los hallados de cerámica ordinaria, quizá del país y en poca cantidad, pudieron pertenecer a gente pobre. También puede deducirse de ellos su ocupación u oficio, pues hallose urna que contenía dos estilos de marfil de los que usaban para escribir sobre tablas, lo que revelaría que pertenecieron a un letrado, y en otra clavos de hierro como atributo de herrero. En cuanto a las fosas, pertenecerían, en nuestro concepto, a individuos de distinta comunión religiosa. La carencia de ajuar funerario indica que no eran paganos, y como ya existía el catolicismo en Menorca, y había además domiciliados muchos judíos, pudieron pertenecer aquellos restos a individuos de una u otra religión. / (Página 263) La fosa que contenía el esqueleto medía 1´80 metros de largo, 0´40 de ancho en la cabeza y 0´25 en los pies, bien holgada para contener un cuerpo humano con ataúd, y así se le enterraría sin duda, por cuanto, al remover la tierra que había en ella, se encontró un pedazo de tabla de madera en su último estado de pudrición. 124


Todos estos enterramientos se remontan a la misma época, o sea a los primeros siglos del cristianismo, como se deduce de algunas de las monedas halladas en los mismos. Como es posible que los señores propietarios de las referidas casas, depositen algunos ejemplares de la cerámica hallada, en el Museo municipal, próximo a inaugurarse, las personas aficionadas a la historia patria, podrán satisfacer su curiosidad (...)”.Redacción. “>oticias. >uevo hallazgo de sepulturas romanas”. Revista de Menorca. Ciencias, Artes, Letras. Mahón. Establecimiento Tipográfico de B. Fábregues. 1888. Página 253. “(...) Este tuvo lugar el día 20 de septiembre último; y de él dio cuenta con las siguientes líneas “El Liberal” de Mahón del día 21: “Ayer, a medio día, se descubrieron cuatro sepulturas, dos de ollas con esqueletos, una urna cineraria y algunas piezas de cerámica, a consecuencia de las obras que se están haciendo en el patio de la casa nº 13 de la plaza del Príncipe. / (Página 254) Sabido es que allí existió una gran necrópolis romana, y que todas las remociones de aquel subsuelo lo testifican”. >uestra revista tiene dispuesto un trabajo sobre dicho asunto, que publicará en el número próximo, y que vendrá a ser una continuación del artículo “>uestro hallazgo de enterramientos romanos”, que se insertó en las páginas 65-70 (...)”.Redacción. “Museo Municipal. Catálogo a). Donativos de D. Pedro Monjo y Vicens y de Don Pedro Riudavets y Tudury”. Revista de Menorca. Ciencias, Artes, Letras. Mahón. Establecimiento Tipográfico de B. Fábregues. 1888. Página 239. “(...) De Don Pedro Monjo y Vicens (b). Urna cineraria de barro, de cuello alto y cuerpo aproximadamente cilíndrico: su altura 0´20 m., su diámetro 0´23 m. Contiene los mismos fragmentos de huesos, y la tierra y cenizas que había al descubrirse. Tres lamparillas: una con asa, y dos sin ella. Dos jarritos: ambos con asa. Un tarro pequeño: tuvo asa, y conserva las rayas hechas a mano, de arriba abajo, con instrumento de varias puntas. Una vasija: llama la atención en ella lo delgado de sus paredes y su fuerte cochura. Todas estas piezas son de barro, y algunas se hallan algo quebrajadas, habiéndose recogido así del subsuelo. De Don Pedro Riudavets y Tudury. Una vértebra de ballena. Un octante de principios del presente siglo (Continuará). (...)”. Página 239. Cita a). “(...) Dedicaremos la penúltima página de cada 125


número de la Revista a relacionar los objetos con que vaya enriqueciéndose dicho Museo (...)”. Página 239. Cita b). “(...) Los objetos regalados por el Sr. Monjo proceden del hallazgo de sepulturas romanas, que tuvo lugar en los días 12, 13 y 20 de octubre de 1888, al removerse el suelo del patio de la casa nº 14 de la plaza del Príncipe de Mahón (Véanse las páginas 65 y 69 de esta Revista (...)”. (55).EFE. Mahón 5 febrero, 2014. “(…) "Hallan nuevos restos humanos de época romana en el Cós de Maó" en el grupo Arqueología de Menorca de REHA. Se trata de unos huesos que se hallaron por debajo de dónde ya se había descubierto una tumba de origen romano hace unas semanas, Efe | Maó | 05/02/2014. (http://menorca.info/menorca/local/hallan-nuevosrestos-humanos-epoca-romana-obras-centro-mao.html#sf_comment_list) Los operarios que realizan las obras de mejora de las infraestructuras del Cós de Gràcia en el centro de Maó han descubierto nuevos restos humanos de la época romana. Se trata de unos huesos que se hallaron por debajo de dónde ya se había descubierto una tumba de origen romano hace unas semanas, por lo que todo apunta a que los vestigios encontrados son del mismo periodo, según ha afirmado este miércoles el teniente de alcalde responsable de la brigada de obras, Mateu Aínsa. Inmediatamente se dio aviso a la arqueóloga municipal de esta obra para que pudiera documentarlo todo. Según Aínsa, este hallazgo no demorará los plazos marcados para la finalización de las obras; una vez que se haya recopilado toda la información la zona, se volverá a tapar para proseguir con la mejora de la calle. Cabe recordar que además de estos restos humanos en las obras del Cós de Gràcia en enero se descubrió un aljibe de la misma época (http://menorca.info/menorca/local/reforma-del-cosgracia-descubre-sorprendente-deposito-romano.html) a apenas 30 metros de distancia. También se cubrió de tierra tras estudiarlo. Aínsa explicó que la primera fase de las obras del Cós estarán listas esta semana y se prevé que el enlace entre las calles Sant Jordi y Sant Josep esté operativo el viernes, aunque previsiblemente solo se abrirá al tráfico durante unos días. Después se iniciará la segunda fase de las obras que afectan a la superficie y se volverán a cerrar las calles. En esta ocasión será por espacio de unas tres semanas. Pasado este tiempo debería poderse circular tanto por el enlace Sant Josep-Sant Jordi, como por el primer tramo del Cós entre el Passeig de ses Moreres y las dos calles ya mencionadas. El resto del Cós estará listo previsiblemente en mayo (…)”. (56). Menorca.info. 8 febrero, 2014. “(…) Ferran Lagarda i Mata ha iniciado la discusión "Los hallazgos en el Cós de Gràcia obligan a repensar la Maó romana" en el grupo Arqueología de Menorca de REHA. Los restos humanos y, hace unas semanas, un depósito que parecer ser de la misma época oncontrados en las obras del centro de Maó sorprenden a los expertos al estar lejos del núcleo poblacional de entonces 126


Pep Mir Maó. 08/02/2014. Los arqueólogos trabajan en la recuperación de los restos humanos. 07-02-2014. Javier Coll. (http://meneame.net/submit.php?url=http%3A%2F%2Fmenorca.info%2F menorca%2Fcultura%2Fcos-gracia-obliga-repensar-mao-romana.html) Los restos humanos hallados en las entrañas del Cós de Gràcia de Maó corresponden, según las primeras pesquisas, al esqueleto de una mujer adulta de la época romana más postrera (siglo IV o V). La hipótesis, prematura aún, confirmaría la existencia de un asentamiento en las afueras de la ciudad romana que no se tenía controlado por parte de los expertos pero de cuya existencia se empezó a sospechar cuando hace unas semanas se localizó un depósito de la misma época unos metros más al norte de la calle. Joana Gual, arqueóloga del Departamento de Patrimonio Histórico del Consell, explica que estos sorprendentes hallazgos les han, en cierta manera, «descolocado» y «amplían mucho el conocimiento sobre la ciudad» de aquella época, ya que hasta ahora se limitaba su extensión al entorno de la iglesia de Santa Maria, tirando hacia Plaça del Príncep. Se podría tratar de un asentamiento creado en las afueras de la ciudad romana ligado a una actividad determinada, una especie de, utilizando conceptos actuales, casa de campo. De hecho, a pocos centímetros de esta tumba se identificaron otras cuatro o cinco que por el desarrollo de las obras no se han examinado, y que formarían una necrópolis ligada a este asentamiento. Fueron estas las que activaron las alertas. Montse Vivó, la arqueóloga que trabaja en la extracción de los restos óseos y el control de las obras, asegura que la tumba parece de época cristiana, como indica el hecho de que no hayan encontrado objetos de ajuar. La labor de extracción es manual, incómoda y muy minuciosa, con un difícil acceso a la parte superior del cuerpo. Aún así, no afectará a las obras. Los restos se sacarán para ser examinados en un laboratorio y confirmar así las hipótesis que ahora se manejan desde la máxima cautela y provisionalidad. Una de las cuestiones a resolver es si la tumba y el depósito son de la misma época, algo que parece probable por el tipo de material (opus) de este último. «Lo bonito sería que se pudieran relacionar cronológicamente», afirma Vivó, quien a lo largo del día atiende a numerosos curiosos (…)”. (57). GARRIDO, Carlos. “Sanisera: perdida y encontrada”. Publicado en: “Menorca mágica”. Prólogo de Pau Faner. Colección El Barquero. Palma de Mallorca. José J., de Olañeta, Editor. 2009. (9ª edición). Página 77. “(...) Plinio el Viejo, cuando describe las ciudades de Menorca, hace referencia a Jammo (Ciutadella), Magona (Maó) y Sannisera. Incluso Pedro Martel, cuando describe la isla a Jaime I durante la preparación de la conquista, cita el “Port de Sereyna”. El mismo que aparece anotado en el Atlas catalán de 1375 como “Senija”. 127


Los historiadores se preguntaron muchos años cual podía ser esa tercera ciudad de la que sólo el nombre había sobrevivido. Algunos la identificaron con Alaior o incluso con la fortaleza de Santa Águeda. / (Página 78) Sin embargo, y como ocurre tantas veces, la toponimia era el rastro más seguro para encontrarla: Samnicera, Janissari, Sanisera, Senitja, Sa >itja. Los hallazgos arqueológicos fueron mostrando lentamente la realidad de una villa que, con toda probabilidad, fue fundada por fenicios o cartagineses en ese privilegiado puerto del norte menorquín. Llegaría a constituir un pequeño núcleo habitado. >o muy lejos de allí, en las alturas del llamado Pujol de Cavalleria, se encuentra, derruida por un rayo, una taula. Es la única de todas las conocidas que está orientada al >orte, y en su recinto apareció una reproduciendo a un Marte guerrero. Ya en el mismo puerto de la antigua Sanisera, en lo alto de una elevación, grandes bloques de piedra esparcidos nos hablan, junto con la numerosísima cerámica, de un santuario o acrópolis que presidiría todo el lugar. Las excavaciones revelaron la existencia de un campamento militar romano, un testimonio de la conquista del 123 a. C. posteriormente se fundó una población marítima que subsistió hasta la época musulmana. Francesc Camps hace referencia a ella recogiendo la tradición de “ses vilotes de Sa >itja”: “Diuen que en dies de bonança, an es fons de la mar, dins es port, se veuen cases...”. Madò Alzina, payesa del predio de Santa Teresa, le contó la tradición según la cual una Virgen del Carmen existente en el oratorio de ese lloc procede de una vieja iglesia de aquella ciudad de “Ses Vilotes”, y por ello aparece tan antigua. Lo cierto es que las leyendas conservan el recuerdo de la necrópolis allí existente, y que ha sido excavada en fechas muy recientes. Dicen las consejas populares que en Sanisera o Janissari vivió un obispo que, por razones que se desconocen, fue condenado a muerte. Lo ataron a una gruesa cadena y lo arrastraron por el fondo del puerto, llamado por ello Canal de sa Cadena, hasta darle fin. A continuación, tomaron el cuerpo del infortunado pastor de almas y lo sepultaron en el lugar llamado es mitjà de ses Abolles en el margen izquierdo del puerto. En tiempos de Francesc Camps se afirmaba, que un día, labrando las tierras cercanas, apareció una enorme y herrumbrosa cadena. Y todos supieron al instante que se trataba del instrumento ejecutor de aquel prelado. “A sa històrica cadena-escribe Camps- que tothom diu que ha existit, no es sap de ningú que l´hagi vista”. El fondo del puerto sólo está transitado hoy por las ovejas, entre charcos y lodazales de tierra que antaño tal vez fuera fértil. ¿Qué tuvo de real la historia del obispo y la cadena? / (Página 79) 128


Generalmente, estas leyendas se originan a partir de un determinado hecho histórico. La propia supervivencia del recuerdo de la ciudad sumergida así lo prueba. ¿Fue tal vez un mártir de las persecuciones religiosas del primer cristianismo? ¿O tal vez el tormento le fue infligido por los invasores o piratas que asolaban la desprotegida Sanisera, tan abierta al mar y al horizonte, como ocurrió siglos más tarde en Maó y Ciutadella? Tal vez una de las tumbas que los arqueólogos están ahora mismo desenterrando fuera de ese mártir menorquín. Cualquiera de las que han aparecido en medio de una gran extensión de tierra infértil por donde asoman restos cerámicos romanos en sorprendente abundancia. Toda Sanitja es un paraíso arqueológico que descubre lentamente sus secretos. Las investigaciones revelan que el mito de la ciudad sumergida que recogiera Francesc Camps es una realidad. Existe un enorme yacimiento submarino que se extiende desde el propio islote de Sanitja hasta la colársela del puerto. Allí han aparecido cuellos y labios de ánfora en gran abundancia. Prueba por tanto de la gran actividad que experimentaba este lugar. En la punta que se extiende hasta el margen occidental del puerto, a partir de la cual éste se abre en una pequeña calita hoy llena de algas y basura arrastrada por el mar, pueden verse claramente restos de muros. Entre ellos destaca una construcción que sirvió de pequeña mezquita rural. >o muy lejos de allí, apareció una necrópolis tardo-romana y varias habitaciones de lo que debió ser una villa. En las sepulturas, la presencia de clavos de hierro confirma la existencia de ataúdes, que estaban cubiertos por losas de piedra. Una tumba infantil guarda los restos de un recién nacido, y en otra muy próxima aparecen esos diminutos cantos rodados de colores a los que ya hicimos referencia en el apartado de las pedretes. Forman parte de la argamasa, y destacan con sus vivos tonos y forman mágicas de la tristeza que les rodea. Todos esos enterramientos, ya conocidos cuando se divulgó la leyenda de “Ses Vilotes”, indican a los investigadores la presencia de una gran basílica paleocristiana, coetánea y muy relacionada con la del puerto de Fornells. Se sospecha incluso su emplazamiento. ¿Qué hallazgos guardará en su interior? Monedas como esa de Philippo que -correspondiente al siglo III d. C- apareció en una de las habitaciones del edificio tardo-romano? ¿Más cerámica de origen africano, de la época del dominio bizantino? ¿Tal vez algún mosaico como el de Torrelló? ¿O una imagen sagrada como la Virgen primitiva del oratorio de Santa Teresa, donde también permanece un antiguo sarcófago? (...)”. (58). Menorca.info. 27 febrero 2015. “(…) Ferran Lagarda i Mata ha iniciado la discusión "Hallan restos humanos de época romana en las 129


obras del centro de Ciutadella" en el grupo Arqueologia de Menorca de HISTORIA Y ARQUEOLOGIA. Los arqueólogos han descubierto con los trabajos que tienen lugar cerca de la plaza de Es Peix dos tumbas, con al menos un esqueleto L.B. / J.G.V. | 27/02/2015. (http://api.ning.com:80/files/-5YwiIyenR QmrmY7nuU3xW*P0LQ3K*Mvf4ysbYzBBDskSub3cavHxhOzVVGd9xvAYwCTsWt*djFXK03pA4ph0bfGgBvDK/420.png.jpg) Las obras de mejora que se están llevando a cabo entre la calle de Alaior y la plaza Francesc >etto de Ciutadella han puesto al descubierto dos tumbas de época tardo-romana (siglo IV-VI), con restos humanos en su interior. Las sepulturas han aparecido cerca de la plaza de Es Peix. De momento los arqueólogos han excavado solo una de ellas, donde se ha encontrado un esqueleto de una persona adulta, enterrada en posición cristiana y sin ajuar. La otra tumba será excavada la próxima semana, y no se descarta que se puedan encontrar más restos humanos. El hallazgo se cree que podría tener relación con los restos de la necrópolis de época tardo-romana hallada en la calle Castell Rupit, a pocos metros de donde se han encontrado las sepulturas. Fuente: Menorca.info: http://menorca.info/menorca/cultura/2015/490945/hallanrestos-humanos-epoca-romana-obras-del-centro-ciutadella.html (...)”. (59). BARRERAS, David & DURÁN, cristina. “Breve historia del Imperio bizantino”. Madrid. Nowtilus. 2010. Página 42. Constantino. Alejandría, centro de la teología cristiana siglo IV d. C. “(…) Una versión muy romántica y católica de la supuesta revelación de Constantino es la de H. Santos, autor español del siglo XVIII. En palabras suyas, “Constantino aunque era muy animoso y valiente, sabiendo las hechicerías de su Contrario (Magencio) estaba temeroso y dudoso, como emprender la función: pero como él estaba bien con los cristianos y, les daba crédito, (aunque no estaba bautizado) tenía puesta toda su esperanza en JesuChristo. Véase, no obstante, con sus dudas, temeroso de alguna celada del Enemigo; y siendo ya más de medio día, vio en el cielo una gran Cruz de color fuego y, oyó al mismo tiempo una voz: “In hoc signo vinces”, “En esta señal vencerás”. Animado Constantino con esta maravillosa visión, puso gran confianza en el Dios de los católicos, que le había de sacar vencedor de su Enemigo. Mandó luego poner en su Estandarte y, en sus Armas la señal de la Cru, que había visto; y confiado en ella y, Magencio en sus encantos, vinieron a la Batalla”. A pesar de todo, Santos reconoce que aún después de haberse convertido en emperador absoluto, Constantino no había acabado de 130


abrazar la religión cristiana, ni había sido bautizado. El relato continúa narrando que Constantino solamente aceptó ser bautizado cuando, enfermo de lepra, se le aparecieron en sueños san Pedro y san Pablo. Jugando0 la baza del cristianismo, Constantino pretendía fortalecer al estado. Se conseguía la unidad moral del pueblo gracias a una nueva religión que sustituía al desfasado paganismo, al mismo tiempo se contaba con el apoyo de la emergente Iglesia, hecho que a su vez otorgaba al emperador la lealtad de los feligreses. Como contrapartida, destacar la partida de independencia del estado con respecto a la Iglesia, en forma de cesión de bienes, concesiones fiscales y jurídicas. Tras las invasiones germánicas de Occidente el tema se agudizó en esta región. El asunto acabó derivando, ya en la / (Página 43) Edad Media, en una Iglesia con sede en Roma,m cuya política primaba sobre los estados de Europa occidental. El hecho de que la capitalidad de la parte occidental del Imperio recayera en ciudades como Milán o Rávena, alejadas de la sede romana pontificia, supuso que, antes incluso de la deposición de su emperador, el papa gozara en la práctica de gran independencia. Un buen ejemplo de ello lo tenemos en el papa León I. Su autoridad y superioridad política, frente al emperador de Occidente y los reyes bárbaros, quedaron demostradas cuando en 452 fue quién negoció personalmente con Atila, como veremos más adelante. Pocos años más tarde, en 455, hacía lo propio con el vándalo Genserico. De esta forma el pontífice se convertía en duelo y señor de Roma y de los territorios occidentales que la antigua capitasl del Imperio había gobernado. Su autoridad moral se imponía tanto a sus correligionarios católicos, como a bárbaros arrianos o incluso paganos. En el año 313, Constantino promulgaba el Edicto de Milán, donde reconocía al cristianismo como religión. Ya nada podía parar el crecimiento de la nueva fe en el seno del Imperio. El gran apoyo recibido a partir de entonces por el Estado, posibilitó el rotundo triunfo del cristianismo, respaldo sin el cual, sin lugar a dudas, no hubiera alcanzado cotas tan elevadas con tanta celeridad. Isaac Asimov nos informa que el emperador romano, durante la época pagana, había sido el Pontifex Maximus, la cabeza de la religión oficial del estado. Constantino daba por sentado que este cargo adquiriría el mismo significado con el cristianismo, pudiendo pasar él a ser la cabeza de su Iglesia. Los propios cristianos no se oponían a esta posición. Llevaban siglos divididos en múltiples sectas sin que nadie actuara como árbitro, pero seguramente debería haber una sola religión verdadera, mientras, todas las demás variantes eran falsas en mayor o menor grado. La verdadera religión era llamada ortodoxa, término griego que significa “enseñanza rígida”. A las otras versiones del cristianismo se las 131


denominaba heréticas, del verbo griego, “elegir”. Estas diferentes sectas acudieron al emperador para solicitar su opinión. Cada una de ellas esperaba convencer a Constantino de la verdad expuesta en sus enseñanzas, que el soberano considerara a las demás sectas como heréticas y, a continuación, aprovechando su posición en el trono, acabar con las variantes falsas. Debido a lo anterior, todas las sectas / (Página 44) aceptaron al emperador como líder de la Iglesia, estableciéndose un precedente que en Oriente duraría más de mil años (…)”. (60). PISA SÁNCHEZ, Jorge. “Breve historia de Hispania”. Madrid. Nowtilus. 2009 (septiembre). Página 206. La obra de Teodosio. El triunfo del cristianismo. “(…) Con la muerte del emperador Juliano el Apóstata en el año 363, llegó a su fin la dinastía Constantiniana. Tras el breve reinado del emperador Jovino (363-364), ascendieron al poder valentiniano (364-375) y su hermano Valente (364-378), que se dividieron de nuevo el gobierno del Imperio. La muerte en el año 375 de Valentiniano dejó como emperadores de Occidente a sus dos hijos, Graciano, de 16 años de edad y, Valentiniano II, un chiquillo de tan sólo cuatro años, nombrado por el propio ejército. Un poco más tarde, el 9 de agosto del año 378, el Imperio sufrió una gran derrota en la batalla de Adrianópolis, donde el ejército oriental fue destrozado por los visigodos y en la cual murió el propio emperador Valente. Fue entonces cuando Graciano, desesperado ante la situación, nombró augusto, el 19 de enero del año 379, al hispano Teodosio. La familia de Teodosio era originaria de cauca, seguramente la actual ciudad de Coca en la provincia de Segovia. Su padre, Flavio Teodosio, había desarrollado una distinguida carrera militar bajo las ordenes del emperador Valentiniano, que le llevó a actuar tanto en la frontera del Rin como en las provincias de Britania y Mauritania. Su muerte, en extrañas circunstancias en el año 376, al parecer acusado de conspiración contra el emperador Graciano, alejó a su hijo Teodosio de / (Página 207) la vida política y, le llevo a retirarse a sus propiedades hispanas, hasta que de nuevo el joven Graciano, necesitado de una mano experta para restaurar la situación en Oriente, le proclamo augusto. Teodosio fue el último emperador de origen hispano y también el último que gobernó en todo el territorio del Imperio, ya que tras su muerte su división en dos partes, la occidental y la Oriental, se hizo definitiva. Como ya había ocurrido en la época de los Antoninos en el siglo II, Teodosio se rodeó en su gobierno de provinciales de origen hispano, en su mayoría provenientes de la zona del noroeste de la Península Ibérica, que de nuevo, aunque de una forma más limitada, llegaron a desempeñar altos cargos en la administración y el ejército. Entre ellos destacaron Mariniano, un pagano originario de la provincia de Gallaecia, nombrado vicario de la Diócesis de las Hispanias en el año 383; Flavio / (Página 132


208) Syagrio, cuñado de Teodosio, que llegó a ser gobernador de la provincia de África en el año 379 y cónsul en el 381; Flavio Eucherio, tío de Teodosio, que obtuvo también el consulado; Basilio, procónsul de la provincia de Acaya, que agrupaba el territorio de la antigua Grecia, entre los años 372-382 y prefecto de la ciudad de Roma; Salustio Aventino, que fue cónsul, prefecto de las Galias y prefecto también de la ciudad de Roma en el año 384; Flavio Timasio, pariente de la mujer de Teodosio, Flacilla y, uno de los más brillantes generales del momento, que consiguió el consulado en el año 386; >ebridio, cuñado de Teodosio, que se crió con los hijos del emperador Arcadio y Honorio y llegó a ser prefecto de Constantinopla en el año 386; Materno Cynegio, amigo del emperador, prefecto del pretorio de oriente en el año 384 y cónsul en el año 388. Finalmente, Emiliano Dextro, hijo del obispo Paciano de la ciudad de barcino, que fue gobernador de la provincia de Asia, cuyos habitantes, agradecidos por la integridad y la rectitud de su gobierno, le erigieron una estatua en su ciudad natal. La clara apuesta del emperador por parientes y paisanos en los puestos de confianza del Imperio no pasó desapercibida a sus contemporáneos y, ya en su época fue acusado de nepotismo, término que definía la mala costumbre de muchos papas de la época de nombrar a sobrinos y familiares para los altos cargos y prebendas eclesiásticas, aunque hemos de considerar esta elección más como una medida de precaución contra posibles usurpadores y otros contratiempos que pudieran afectar a su gobierno. Aún así. Teodosio tuvo que hacer frente a más de una usurpación, de las que destacó por su importancia la de Flavio Máximo. Este, que era / (Página 209) también de origen hispano y, según parece, pariente lejano de Teodosio, fue nombrado emperador en el año 383 por las tropas britanas. Más tarde, Máximo se apoderó, tras la muerte de Graciano, de toda la prefectura de las Galias, que incluía, como ya sabemos, los territorios de Britania, Galia e Hispania. Su gobierno es uno de los más oscuros de la época, aunque sabemos de él que intentó llevar a cabo una política social en favor de los más pobres, lo que le acarreó grandes críticas de sus adversarios, que lo calificaron de ladrón, pirata o bestia feroz. En Hispania disponemos de un miliario vial perteneciente a Máximo, que lo designa princep noster Augustus. Si en un principio Máximo fue reconocido por el propio Teodosio como colega en el Imperio, más tarde el intento de aquel de apoderarse de Italia en el año 387, al atacar al emperador valentiniano II, obligó a Teodosio a iniciar los preparativos militares contra él, al que venció finalmente en Italia en el año 388 y al que hizo matar. Por lo que respecta a la Iglesia cristiana, la tolerancia religiosa otorgada por Constantino en el año 313 y que comportó el final de la 133


última y más dura persecución llevada a cabo por el emperador Diocleciano, permitió no sólo la libre expansión del cristianismo, sino también que la nueva religión adquiriese un mayor papel político. Así pues, cada vez más los obispos, sobre todo aquellos que ocupaban las sedes más importantes y las más próximas al poder imperial, tuvieron una mayor influencia en la política del Imperio. Al mismo tiempo, algunas de estas sedes episcopales fueron destacando entre las demás, convirtiéndose en metropolitanas y ejerciendo una preeminencia sobre el resto. Su distribución dependió de la organización provincial preexistente. En el caso de Hispania las sedes que se fueron / (Página 210) consolidando fueron Emerita Augusta, en Lusitania; Tarraco, en la tarraconense; Hispalis, en la Bética; Bracara Augusta, en Gallaecia; y Cartago >ova, en la Cartaginense. Por otra parte, la convivencia entre el cristianismo y el paganismo se mantuvo durante poco tiempo, ya que en el año 391 Teodosio prohibió la apertura de los templos y la realización de sacrificios y cultos paganos, lo que representó el final definitivo de la religión pagana oficial en el Imperio. A principios del siglo IV se celebró el primer concilio de la Iglesia hispana en la localidad de Iliberris (Elvira, en la provincia de Granada), en el que se reunieron obispos y presbíteros que representaban a 37 comunidades cristianas, siendo la mayoría de los participantes originarios de la Bética, 19 obispos y 24 presbíteros, aunque también asistieron representantes de otras provincias, como Cartago >ova, Ebora, Emerita Augusta, Legio o Toletum y, en el que aprobaron toda una serie de cánones que afectaban al culto y a la vida cotidiana de los fieles y de sus obispos. Uno de los personajes hispanos más importantes de esta época fue Dámaso, nombrado el trigésimo séptimo papa de la Iglesia Católica (363383), que destacó por su actividad en los asuntos religiosos, por la influencia que ejerció sobre los emperadores del momento y por su actividad poética, ya que fue autor de numerosos epigramas dedicados a diversos mártires. Además, fue en el siglo IV cuando surgió y se consolidó en las provincias más occidentales de Hispania el priscilianismo, un movimiento rigorista y ascético cristiano cuyo principal representante fue Prisciliano, un hispano de origen noble. Prisciliano, que se atrajo el favor de numerosos seguidores, entre los que se hallaban incluso algunos / (Página 211) obispos como Instancio y Salviano, fomentaba el estudio individual de la Biblia y de otras obras que se consideraban apócrifas y llevaba a cabo una vida rigorista, alejándose de la realidad que le rodeaba. Esta actitud de desprecio a las instituciones religiosas establecidas y de profundización en el estudio de las Sagradas Escrituras alarmó a una parte de los obispos hispanos como Higinio de Córdoba e Hidacio de Emerita Augusta, que le 134


acusaron de prácticas contrarias a los ritos y cultos cristianos. En el año 380 se celebró un concilio en la ciudad de Caesar Augusta, en el que no participaron los obispos de la facción priscilianista, en el cual parece que Prisciliano y alguno de sus seguidores fueron condenados. Aún así, los obispos priscilianistas nombraron a Prisciliano obispo de Abila (la actual ciudad de Avila) y, prosiguieron los enfrentamientos entre ambas pacciones. Prisciliano y sus seguidores apelaron tanto al obispo de Roma como a las autoridades imperiales, entre ellas al propio emperador, que en estos momentos no era otro que el hispano Magno Máximo que, como ya vimos, se había apropiado del poder en la prefectura de las Galias. Finalmente Prisciliano fue juzgado en el año 384por el propio prefecto del pretorio, que acabó dictaminando el error de la facción priscilianistas y determino la ejecución de prisciliano y de algunos de sus seguidores, acusándolos de maleficio, magia y conciliábulos nocturnos. Aún así, esta medida no representó el final del movimiento, ya que en el siglo VI tenemos datos de la persistencia del priscilianismo en la Península Ibérica (…)”. (61). ALOMAR, Gabriel. “La basílica paleocristiana de Es Formàs den Torrelló. (Mahon)”. Sección de Historia. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Página 68. La basílica paleocristiana de Es Fornàs den Torrelló. (Mahón). “(…) En la sesión celebrada por esta Real Academia el día 25 de abril de 1960 fue aprobado un dictamen de la Comisión central de Monumentos, siendo ponente don Gabriel Alomar, correspondiente en baleares y, relativo a la inclusión en el Tesoro del patrimonio Artístico >acional de la Basílica paleocristianas de “Es Fornás den Torrelló”, en Mahón. Dicho dictamen fue elevado a la Dirección General de Bellas Artes el 2 de mayo siguiente y, dice así: En el lugar conocido por “Es Fornás den Torrelló”, a unos cuatro kilómetros al SO de Mahón y a unos cien metros del talayot, llamado de “Torrellont Vell” a medio kilómetro de la carretera de Mahón a San Clemente, apareció hace unos años, al arar la tierra, un capitel de mármol que fue entregado por el propietario del terreno, D. Antonio Cardona y Olives, al Museo de Bellas Artes de Mahón. Con este indicio la señora Serra Belabre realizó una cata alrededor de unas piedras que emergían de la tierra, la cual dio por resultado el descubrimiento de un piso de mosaico. En vista del hallazgo, la señora Belabre inició trabajos sistemáticos de excavación, precia obtención del correspondiente permiso, en octubre de 1957. Estos trabajos dieron como resultado el descubrimiento de la basílica cristiana primitiva objeto del presente expediente. Se trata de una basílica paleocristiana de una sola nave, de ábside rectangular y diaconium. Las dimensiones de la nave son unos 4´50 m., de 135


anchura por 11´50 de longitud hasta el arco triunfal, más la del ábside, unos 4´30 m. En la parte >O., de la nave, adosado a la misma, existe un recinto al cual se abría la nave por una especie de pórtico de tres vanos. En este recinto se halla una sencilla pila bautismal y algunos enterramientos. Del altar, que era de mármol, se han encontrado restos suficientes para intentar su reconstrucción. / (Página 69) Todo el piso de la basílica, es decir, de la nave y del presbyterium, se halla cubierto de mosaicos de gran interés, para cuya descripción detallada nos remitimos a la memoria presentada por la señora Serra Belabre y a las fotografías que la ilustran. La construcción inicial de la basílica data probablemente del siglo IV (forma de la planta, fragmentos de cerámica, moneda encontrada del emperador Constancio II). Los mosaicos datarían de la misma época. Pero aparece evidente una reconstrucción, realizada unos siglos después, luego de una destrucción e incendio, del cual quedan claros indicios en el propio mosaico. Cabe atribuir la destrucción a los vándalos y suponer que la reconstrucción, en la cual todo el mosaico se recubrió con una capa de argamasa, es del siglo VI. El mosaico ha sido recogido cuidadosamente, guardándose provisionalmente en el Museo de Mahón para evitar su destrucción y, se halla en condiciones de volverlo a colocar en su situación original. De los muros, que eran de mampostería, no existen más que las partes bajas, las cuales deben ser consolidadas urgentemente. Por todo lo expuesto, esta Real Academia considera que los restos son de interés excepcional y que procede, por tanto, la declaración de monumento histórico-.artístico a favor de los mismos con carácter urgente. Hace constar además de una manera especial las circunstancias siguientes, que así lo aconsejan: Primera. La escasez de monumentos arqueológicos, en toda España, de la época que va desde los últimos tiempos del Imperio romano hasta la invasión de los árabes. En contraste con esta escasez, en las Islas Baleares se han ido descubriendo una serie de edificios basilicales que demuestran una sorprendente vitalidad de las comunidades cristianas primitivas de las islas, hecho, por otra parte, demostrado históricamente por documentos de tanta importancia como la Epístola del obispo Severo, de Menorca. Conocemos así, en Menorca, la existencia de cuatro basílicas: Son Bou, Es Fornás den Torrelló, Es Cap des Port y, menos segura, la de la Isla del Rey. Y en Mallorca, tres: Mainou (o Santa Maria), Son Peretó y Porto Colom. Segunda. El estado precario de conservación de los restos, los cuales, de no tomarse medidas urgentes, pueden perderse totalmente en 136


poco tiempo, incluso los mosaicos. Con unas pocas obras de consolidación y protección, en cambio, un monumento de tan notable interés arqueológico e histórico quedará definitivamente perpetuado (…)”. (62). BARRERAS, David & DURÁN, cristina. “Breve historia del Imperio bizantino”. Madrid. Nowtilus. 2010. Página 56. “(…) Los visigodos, acompañados de pequeños grupos de ostrogodos, solicitaron en 376 al emperador de Oriente, Valente, permiso para cruzar el Danubio. Valente cometía el histórico error de alojarlos en territorio imperial y permitir el mantenimiento de estos germanos con cargo a la annona, el fondo de los graneros públicos romanos. En 377 se producía una revuelta de los visigodos, que saquearon los Balcanes y, la ruptura de los acuerdos signados. El enfrentamiento armado se hizo inevitable por lo tanto y, el 9 de agosto del año 378, la infantería romana, a pesar de contar con un número de efectivos mucho mayor, fue totalmente aniquilada por la caballería visigoda en Adrianópolis. Los estribos permitían que los jinetes / (Página 56) visigodos se sentaron firmemente sobre sus monturas y cargaran mortalmente contra su enemigo sin apenas riesgo de caída. De la muerte de Constantino (337) a la de Juliano (363), el Imperio se vio amenazado por incursiones libias, ataques piráticos en el Egeo, agitaciones de los bárbaros en la frontera del Danubio y, sobre todo, invasiones en la Galia y guerra permanente contra Persia. Pero nunca revistieron el peligro ni la gravedad que tendrían después de 363 (…)”. (63). PISA SÁNCHEZ, Jorge. “Breve historia de Hispania”. Madrid. Nowtilus. 2009 (septiembre). Página 195. Constantino. “(…) La abdicación de Diocleciano y Maximiano el 1 de mayo del año 305 dio paso a las luchas que llevaron al final de la Tetrarquía y, al nombramiento como emperador en solitario de Constantino, hijo de Constantino Cloro, uno de los componentes de la primera Tetrarquía, muerto en el año 306. Tanto Constantino como su predecesor, Diocleciano, fueron dos personajes clave no sólo para entender la historia del Bajo Imperio, sino también para comprender la configuración del mundo medieval que estaba por venir. Una de las primeras medidas políticas que tomó Constantino en el año 313 fue la promulgación / (Página 196) del mal llamado Edicto de Milán, que suponía el reconocimiento oficial y la tolerancia del cristianismo, lo que representó el final de la persecución iniciada por Diocleciano. Constantino fue un continuador de las reformas promovidas por la Tetrarquía, aunque las remodeló y adaptó según su visión de las necesidades del gobierno. De esta forma dio un paso más en la reorganización provincial del Imperio, creando las nuevas prefecturas del pretorio. Este cargo dejó de ser uno de los más importantes y próximos al emperador, con mando militar sobre las tropas pretorianas y, pasó a ser 137


una circunscripción territorial que englobaba a diversas diócesis. En el caso que nos interesa, Hispania pasó a integrar la prefectura de las Galias, al frente de la cual estaba uno de los cuatro prefectos del pretorio, cuya capital estuvo situada primero en Arelatum (la actual ciudad de Arlés, en Francia) y más tarde en Treveris (Trier, en Alemania) y, que incluía las diócesis occidentales de Britania, Galia e Hispania. Los motivos de esta nueva reforma se tienen que buscar en consideraciones económicas y políticas, ya que la zona que englobaba esta prefectura había vivido épocas de marcado secesionismo del poder central, como ya sabemos, en la época de Clodio Albino y Póstumo. Las reformas de Diocleciano y Constantino también afectaron al ejército y a sus mandos. Fue a partir de entonces que se estableció una diferencia clara entre el poder administrativo de los gobernadores, que abarcará la justicia, la administración, las finanzas y la inspección y, el poder militar, que quedó reservado a nuevos cargos de magistri militum (general en jefe de las fuerzas terrestres), magistri equitum (general en jefe de la caballería, comités (condes) y duces (duques). En / (Página 198) Hispania permanecieron las fueras militares que ya existían con anterioridad, manteniéndose la legión VII Gemina en su asentamiento de Legio y cinco cohortes, cuatro de ellas en la provincia de Gallaecia y una en Veleia (Iruña de Oca, en la provincia de Álava), sumando un contingente total de 11.000-12.000 hombres, que realizaba una función de vigilancia, control y de policía. Tras la muerte de Constantino en el año 337, el Imperio fue dividido entre sus tres hijos, Constantino II, Constante y Constancio II. La parte Occidental quedó en manos del primero, que ejercía una tutela sobre el gobierno de su hermano Constante en el Ilírico. Tras la muerte de Constantino II en el año 340. Constante quedó como único augusto de Occidente. Un poco más tarde, en el año 350, Constante tuvo que hacer a la usurpación de Magnencio en la Galia, que acabó con la muerte del emperador cuando se dirigía hacia Hispania. De esta forma Magnencio se erigió como augusto de Occidente. Aunque las provincias galas se decantaron rápidamente en favor del usurpador, parece que en Hispania sus apoyos fueron todos menos unánimes. Los miliarios hallados en la península pertenecientes a Magnencio y a su hermano Decencio, nombrado césar por él, están situados en la provincia de Gallaecia, menos uno localizado en la población bética de Cartama (la actual Cártima, en la provincia de Málaga). Esta distribución nos mostraría que sus apoyos se redujeron, seguramente a la zona del noroeste peninsular, manteniéndose el resto de las provincias hispanas indecisas o bien favorables al augusto legítimo. Finalmente Magnencio fue derrotado en la Galia en el año 353 por Constancio II, el último de los hijos de Constantino, que continuó como único emperador (…)”. 138


(64). GARRIDO, Carlos. “El misterio de Son Bou”. Publicado en: “Menorca mágica”. Prólogo de Pau Faner. Colección El Barquero. Palma de Mallorca. José J., de Olañeta, Editor. 2009. (9ª edición). Página 73. Son Bou. “(...) El viajero llega hoy por una carretera que sale de Alaior. Hay un momento en que empieza a atisbarse un conjunto de cuevas sepulcrales, y entonces un túnel nos da paso a la playa. (...) / (Página 74) >ada más salir del túnel, hacia la izquierda y al borde mismo de la misma playa, se produjo un asombroso hallazgo. Algunas construcciones de pescadores se habían aproximado a unos viejos muros que sobresalían de la arena, y a los que nadie concedía importancia. Sin embargo cuando removieron las tierras, apareció la majestuosa planta de un templo paleocristiano, casi tocando las olas. La iglesia de Son Bou se levantó probablemente en el siglo IV, y debió de ser reformada en el VI, en el curso de cuyas obras se añadiría una pila bautismal, coincidiendo con la dominación bizantina. Se trata de una de esas basílicas que los arqueólogos denominan “de manual”, es decir, que corresponde exactamente al modelo que se ha dado en llamar “africano”, porque tuvo su origen en el norte de Siria sobre el siglo V d. C. La entrada se inicia con un “prothyron” que da paso al llamado “nartex”, una especie de vestíbulo que era ocupado por los catecúmenos. Desde allí se desarrollaron las tres naves, una central más ancha y dos laterales estrechas. Entre cada una de ellas hubo una serie de pilastras rematadas con arcos. La parte de la nave central que toca a la cabecera está ocupada por el “santuarium”, donde debía hallarse el altar, del cual no hay menor rastro. Tres estancias se encontraban en la cabecera del templo, así como una pila bautismal cuadrilobulada y monolítica, que es sin dudas el elemento más espectacular del edificio y aquel que nos recuerda a cada instante su carácter cristiano. (...) Cuando la paz debería ser tan estable que los templos se levantaban, indefensos, a la orilla misma del mar; como en la Illa del Rei, el illot d´en Colom o al final del puerto de Fornells. Un hecho curioso que sorprendió a los arqueólogos fue el que, al tomar las medidas de la puerta, comprobaron que la pila bautismal no cabía de ninguna forma por la misma. Es decir, que o bien se introdujo antes de las últimas obras que cerraron el edificio, o bien originalmente no estaba allí. (...) En sus / (Página 75) aledaños fueron descubiertos varios enterramientos, en los que apenas apareció ajuar alguno. Fragmentos de un candelabro de bronce y una placa cocida con signos cristianos, seguramente un molde para fabricar hostias, fueron los únicos testimonios de esa necrópolis probablemente muy saqueada. 139


>o muy lejos del templo, se ha descubierto también una construcción de planta circular cuyo interior se encuentra totalmente ennegrecido por el humo. Los especialistas creen, por ello, que pudo tratarse de un horno o bien de una torre vigía. También el terreno que cubre la zona del yacimiento ofrece bien a la vista nos mantos estratigráficos muy oscuros. Son los rastros del incendio de la basílica a manos de los terribles normandos, en la incursión del año 859. Las crónicas guardan muy bien el recuerdo del paso de estos piratas por Formentera, Mallorca y Menorca, por donde dejaron un rastro de sangre y fuego. Era el colofón a un crecimiento de inseguridad insular. Cuando los confiados lugares de la ribera marina comenzaron a ser pasto de todo tipo de invasores y piratas. Tal vez en ese año negro, marcado por la línea del carbón que todavía leemos en la tierra de Son Bou, se abandonó definitivamente la basílica. Que se iría cubriendo con arena y el polvo hasta perderse en el recuerdo. Sin embargo, muchos se han preguntado dónde estaba el poblado correspondiente al templo. Y sobre todo por qué este ha quedado tan cerca de la playa. Sobre el arenal de Son Bou, multitud de cuevas sepulcrales horadan las peñas de Llucalari. También hubo un recinto sagrado talayótico en esta playa, ocupado posteriormente por pescadores y familias veraneantes que han adoptado las antiguas tumbas como residencia de fin de semana. >o obstante, el núcleo poblacional no aparece por ningún lado. O mejor dicho, sí los ha hecho; pero bajo una fantástica forma. Porque dicen que desde lo alto, se pueden ver bastantes metros mar adentro unas enigmáticas construcciones reticulares que parecen las manzanas y edificios de la villa perdida de Son Bou. Hoy hundidos para siempre. A veces, cuando los aviones que arriban a Menorca enfilan el aeropuerto por la vertical de esta playa, pueden verse con claridad. Son manchas oscuras, extrañamente cuadriculadas y en no muy elevado número. Se encuentran casi en la misma latitud que el templo, pero a bastante distancia de la arena. El hecho de que se calcule en unas trescientas personas la cabida de la basílica parece implicar la existencia de ese núcleo cercano, y así lo creyeron quienes en 1954 ya realizaron exploraciones submarinas. Los resultados / (Página 76) aunque escasos, permitían suponer que realmente bajo el mar se encontraban construcciones de factura humana. También los miembros de un programa televisivo titulado “>uestras islas” mostraron imágenes submarinas del conjunto. Bajo el mar, aparecían como grandes montículos cubiertos de posidonia. Unas “calles” asombrosamente regulares y de fondo arenoso rodeaban a estas ruinas dormidas en un mundo de luces azuladas. Durante las exploraciones 140


hallaron entre la vegetación submarina varios trozos de arcilla trabajada, lo cual vendría a confirmar las hipótesis que hablan de un antiguo muelle y edificios contiguos hoy tragados por el mar. Hasta que no se lleve a cabo una exhaustiva excavación submarina no podrá dilucidarse si estos montículos son los muros de la que fuera población de Son Bou, que Mascaró Pasarius cree que corresponde al núcleo llamado Sa Canessia, documentada hasta el siglo XVIII, o bien, como opina Guillermo Pons, se trata de “efectos accidentales naturales o algas marinas” (...)”.MARTÍ CAMPS, Fernando. “Estudio de la antigua Religiosidad Menorquina”. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LXIII. Séptima Época. Primer Semestre. Mahón. 1972. www.RevistadeMenorca1972.pdf Página 7. Capítulo I. Los orígenes. “(...) 1. Comienzo del cristianismo en Menorca.- Se ignora en qué tiempo preciso y bajo que circunstancias concretas comenzó a predicarse el Evangelio en nuestra isla. Su situación geográfica la coloca en la encrucijada de cuantas corrientes culturales atraviesan el Mediterráneo, en uno u otro sentido, desde las épocas más remotas. Tal vez el primer apóstol cristiano llegó a nuestros puertos en algún navío de alto porte que, procedente de los pueblos fenicios o helénicos, cruzaba el Mar Latino de isla en isla hasta llegar a la imperial Tarraco y seguir descendiendo por las costas hispánicas con rumbo a las riberas béticas hasta los puertos lueñes de la antigua Tartessos. O quizá la primera evangelización menorquina fuese obra de un soldado de las legiones del César, o de algún oscuro galeote, o de un esclavo aquí exiliado en castigo de su fe... Existe, por otra parte, el testimonio muy claro del papa Inocencio I (401-417) en su escrito al obispo decencia, en que declara como cosa ya manifiesta que “en Italia, Galia, Hispania, África, Sicilia y demás islas adyacentes nadie constituyó iglesias sino los obispos constituidos por el Apóstol San Pedro o sus inmediatos sucesores”. 2.- El obispo Severo y la cristiandad menorquina en el siglo V.Sucede a veces en noche oscura romper la impenetrable lobreguez el fulgor de un relámpago; a su luz vivísima se perciben claramente todos los accidentes del terreno, mejor que si fuese claro día; pero esta iluminación apenas dura / (Página 8) un segundo, y el paisaje queda de nuevo envuelto en tinieblas. Algo semejante sucede en la historia del primitivo cristianismo menorquín. En medio de las sombras de mil interrogantes e incertidumbres, brilla de pronto un destello de luz vivísima, y siguen luego 141


largos siglos de tinieblas. El relámpago es la celebérrima carta encíclica del obispo de Menorca Severo, “egregio monumento de la antigüedad cristiana”, al decir del cardenal César Baronio, que la halló en un códice de la Biblioteca vaticana y la insertó con sumo honor en sus Anales eclesiásticos. La epístola severiana, al ser el primer documento cristiano de las baleares, constituye también la ejecutoria nobilísima de la diócesis de Menorca y nos presenta un cuadro lleno de vida y colorido, de esta iglesia particular, con su obispo muy versado en las escrituras y plenamente imbuido del espíritu de su contemporáneo San Agustín en mil detalles de su actividad pastoral; con su clero y sus monjes, con sus vírgenes y con su pueblo fiel, que ejerce fervorosamente la liturgia, y participa en el canto de los salmos, y coopera, con su celo entusiasta, a la conversión de los judíos de Magona, hasta conseguir, en aquella primera semana del mes de febrero de 417, la completa unidad cristiana de todos los menorquines. La cristiandad floreciente y bien constituida en torno al obispo, que en su carta nos pinta Severo, es un admirable ejemplar propuesto a la imitación de los fieles de todos los tiempos. 3.- Macario: el leve paso de un obispo perseguido.- Con la última línea de la epístola severiana, cierra de nuevo la oscuridad sobre nuestro antiguo cristianismo. En 427 cayó Menorca bajo el poder de los vándalos mandados por el rey Genserico, que estableció su capital en Cartago y formó de las Baleares una provincia de su reino. Los / (Página 9) nuevos dominadores eran arrianos fanáticos que derramaron mucha sangre católica. El historiador Víctor Vitense, en su obra sobre la persecución vandálica, nos ha conservado una noticia, lastimosamente concisa, pero muy precios para el conocimiento del pasado religioso de nuestra isla: menciona al obispo “Macarius de Minorica” entre los pastores católicos que, en febrero de 484, fueron obligados a ir a Cartago para dar razón de su fe ante el rey Hunnerico, uno de los más duros perseguidores del catolicismo. >ada más se sabe de aquel prelado menorquín, ni de la suerte ulterior que pudiera obtener. Por los años de 534, la victoria de Belisario sobre los vándalos determinó que las baleares pasaran a depender del imperio bizantino. Entonces la cristiandad menorquina debió de gozar de tranquilidad; pero ningún indicio escrito se conserva de su organización y de su vida. 4.-Las basílicas paleocristianas.- para ilustrar el estado floreciente de la antigua iglesia de Menorca, a más del documento importantísimo de la carta del obispo Severo arriba mentada, existe la prueba monumental, no menos notable, de las diversas basílicas paleocristianas que, en espacio de pocos años, han ido apareciendo en nuestro subsuelo. 142


Ocupa entre ellas lugar principal la basílica de Son Bou descubierta el 24 septiembre 1951 en el extenso arenal situado a unos 10 kilómetros al sur de la ciudad de Alayor, en un paraje solitario en el que abundan vestigios de población antiquísimos. El edificio presenta planta rectangular, de 25´20 por 12´40 m., y está orientada hacia el sureste. El presbiterio ofrece ábside semicircular, con la sacristía a un lado, y al otro el baptisterio, con su pila monolítica de abertura en forma de cruz cuadrilobulada. El “quadratum populi” consta de tres naves, delimitadas por doble hilera de seis robustas pilastras. El vestíbulo, de 2´75 m., de fondo, presenta tres aberturas que dan al exterior y corresponden a otras tantas que / (Página 10) comunican con las naves; sus dinteles monolíticos-algunas de 2´70 m., de largo, por 0´90 de ancho y 0´80 de grueso-, recuerdan, por su gran robustez ciclópea, los monumentos megalíticos tan abundantes en la isla. En toda la excavación no se hallaron inscripciones, ni ornamentación, ni mosaicos, como tampoco ajuar funerario en las tumbas contiguas. El pavimento de la basílica es de sencilla argamasa. El conjunto dala sensación de un edificio pobre, pero en el que se utilizaron materiales pétreos de gran magnitud, especialmente en su parte anterior. La datación exacta resulta muy difícil; hay indicios claros que inclinan a fijar en el siglo IV la construcción de esta basílica, que fue probablemente restaurada o modificada en el siglo VI, durante la dominación bizantina, en que se añadió la pila bautismal. El abundante carbón hallado en las obras excavatorias hace pensar que el templo fue definitivamente destruido por un incendio, quizás provocado por el fanatismo musulmán. Que los árabes conocieron la antigua basílica lo prueba el topónimo “Sa Canecía” -de “al-kenise”, iglesia cristiana-, que en tiempos pasados designaba toda aquella región y que ahora conserva un barranco y un predio situados un poco más al oeste. Sigue en importancia a la de Son Bou la basílica paleocristiana de Fornàs de Torrelló, cerca de la aldea de san Clemente; tiene notable mosaico y restos de altar marmóreo, alzado sobre columnillas de carácter bizantino. El conjunto sugiere la idea de una “villa” señorial romana que posteriormente fuese destinada a iglesia cristiana. Presenta adjunto un baptisterio, con cubeta cruciforme de nivel inferior al del suelo, y una pequeña necrópolis en que se han encontrado restos de niños de poca edad. De las otras presuntas basílicas, como las localizadas en la cala san Esteban, en la parte sur del puerto de Fornells y en la “illa del rei”, en medio del puerto de Mahón, se necesitarían datos aportados por las excavaciones para poder emitir un juicio definitivo (...)”. (65). BARRERAS, David & DURÁN, Cristina. “Breve historia del Imperio bizantino”. Madrid. Nowtilus. 2010. Página 94. Anexión de las 143


Baleares. “(…) En estos momentos, Justiniano estaba ya preparado para llevar a cabo su gran ofensiva en occidente. El reino vándalo de África del >orte era el primer objetivo, puesto que Bizancio tenía en esos momentos la excusa perfecta para iniciar un ataque, debido a que sus buenas relaciones con estos germanos habían finalizado tras la coronación de Gelimier el usurpador. La operación era además propicia, puesto que Cartago estaba aislado por mar del resto de reinos germánicos y, de esta forma no podría recibir socorros. En 533, Belisario recibió el mando de una flota de unas quinientas naves, que transportaban treinta mil soldados y marineros, así como cinco mil caballos. Era una fuerza expedicionaria pequeña, pero Belisario derrotó en la batalla de Decimum a un ejército de once mil vándalos y su reino desapareció para siempre. El Imperio se anexionó, además, las islas de Córcega y Cerdeña, así como el archipiélago balear, por lo que pasaba a sustituir a los vándalos como potencia hegemónica del Mediterráneo occidental. El Mare >ostrum volvía a ser de nuevo un “lago” romano (…)”. (66). BARRERAS, David & DURÁN, cristina. “Breve historia del Imperio bizantino”. Madrid. Nowtilus. 2010. Página 91. Justiniano y la reconquista de Occidente. Justiniano actuó contra los arrianos. “(…) Hacia el año 527, cuando Justino sentía que la muerte se le acercaba, nombró a Justiniano emperador asociado. La sucesión resultó tranquila, puesto que Justiniano (527-565) ya había sido coronado cuando su tío aún estaba en vida. Desde el principio Justiniano compartió su título y poderes con su mujer Teodora. 'ada más acceder al trono, Justiniano, ferviente católico y firme defensor de la ortodoxia, promulgó una serie de estrictas leyes contra las minorías judías, paganas y heréticas en general (maniqueos, nestorianos, monofisistas y arrianos), lo que le llevó a ser muy impopular entre los seguidores de estos credos. En 529 incluso clausuró la academia filosófica de / (Página 92) Atenas, debido a su carácter pagano y sus profesores neoplatónicos tuvieron que emigrar a Persia. A partir de entonces, como nos explica ladero, en las provincias asiáticas del Imperio se produjo la clericalización o cristianización del profesorado (retórica y filosofía), que integró a muchos monjes y fue en aumento durante todo el siglo, mientras que en Constantinopla esto ya se había logrado tiempo atrás. Todos estos cambios marcaron el fin de la cultura clásica pagana (…)”. (67). AMENGUAL I BATLE, Josep. “Judíos, católicos y herejes: El microcosmos balear y tarraconense de Seuerus de Menorca, Consentius y Orosius (413-421)”. Granada. Universidad de Granada / Universitat de les Illes Balears / Institut Menorquí d´Estudis. 2008. Página 19. “(…) En el año 537, Belisario, que había conquistado Cartago, al final de la guerra contra los vándalos, envió a un militar de origen itálico, Apolinar, para 144


que se apoderara de las Baleares (12). La campaña posiblemente se emprendió para liquidar aquel residuo insular del dominio vándalo, puesto que las baleares todavía no tenían un especial valor estratégico para Constantinopla. Sin embargo, hacia el año 555, la situación cambió, puesto que una nueva campaña llevó a los bizantinos a ocupar una franja en el sureste peninsular, ante cuyas costas ya estaban asentados en las islas (13). El dominio bizantino perduró hasta el año 903, fecha en la cual empezó la conquista musulmana de las islas, en nombre del emir de Córdoba. El conquistador fue ´Isâm al-Khawlânî (14) (…)”. Página 19. Cita (12). “(…) AME>GUAL I BATLE, Els origens, I, pp. 329-333. Margarita VALLEJO GIRVÉS, Bizancio y la España Tardoantigua. (SS. VVIII): Un capítulo de historia mediterránea. (Memoria del Seminario de Historia Antigua, IV.- Universidad de Alcalá de henares), Alcalá de Henares, 1993, pp. 75-76 (…)”. Página 19. Cita (13). “(…) L. GARCÍA MORE>O, España en la Edad Antigua. Hispania romana y visigoda, (Biblioteca Ibero-Americana), (Anaya), Madrid, 1988, p. 87, da por supuesto que Atanagildo, a mediados del s. VI, agració a Justiniano con las Baleares. Difícilmente Atanagildo hubiera podido ceder unas islas que nunca pertenecieron a su reino y, que además llevaban ya casi dos decenios en poder bizantino cuando desde Constantinopla se le apoyó. Hemos de distinguir las campañas bizantinas contra los vándalos de las emprendidas contra los godos. Los libros de las “Historias de las guerras” de Procopio describen separadamente estas empresas. Los libros I-II presentan la guerra con los persas, los dos siguientes (III-IV) se ocupan de la campaña contra los vándalos, que acabó con la conquista de las Baleares. Sólo después, los libros V-VII se ocupan de las guerras góticas, contra los ostrogodos y campañas en territorio visigodo, en auxilio de Atanagildo (…)”. Página 19. Cita (14). “(…) G. ROSSELLÓBORDOY, l´Islam ales Illes Balears, (Col.lecció Realitats I Mites, 2, Ed. Daedalus), Palma de Mallorca, 1968, pp. 30-36 (…)”. (68). RITA, María Cristina. “Alguns materials baix imperials de Sanitja amb motius decoratius cristians”. Nº 4. Mahón. Institut Menorquí d´Estudis. 1997. Páginas 75-86. Página 79. Conclusions. “(…) Tal com ja hem apuntat en altres ocasions, a Sanitja tenim excavades dues zones ben difeenciades: una d elles és un edifici d´hàbitat i l´altra una necròpioli que possiblement formi part d´una basílica cristiana. El fragment de pàtera que té estampada una figura humana portadora de llança va apareixer a l´habitació C14, dins d´nun femer amb altres restes. En aquesta mateixa habitació també havíem trobat el fragment d´una gran “mensa” de marbre (105 cm., de diàmetre) (RITA et ali. pág. 45). És a dir que l´edifici C encara mantenía la seva activitat quan aquests materials litúrgics, probablement procedents de la basilica, ja eren amortitzats. Pel 145


cas del fragment que ens ocupa seria un moment posterior al primer quart del segle VI. El mateix passa amb les àmfores rompudes que vam trovar a l´edifici C, que feien de reblert d´un pas entre dues habitacions i que, en un moment donat, havien volgut segellar, la cronología de les quals ens situa en el darrer quart del segle V i principis del segle VI, la qual cosa vol dir que el tancament és posterior. La llumenera trovada a l´habitació C3 també és de principis del segle VI. Els altres fragments estan trobats tots superficialment. Si prenem el que ens pot donar una cronología més antiga i el que ens pot donar la cronología més moderna, tenim un ventall cronològic des del 425 d. C., al 580 d. C. En tot cas, la data sobre la qual tots ells podien estar en activitat a la vegada és el primer quart del segle VI (…)”. RITA, María Cristina. “Alguns materials baix imperials de Sanitja amb motius decoratius cristians”. Nº 4. Mahón. Institut Menorquí d´Estudis. 1997. Páginas 75-86. Página 75. “(…) El jaciment arqueològic de Sanitja ens ha proporcionat, tant en les prospeccions superficials com en les excavacions, restes materials que demostren una continuïtat de poblament vora el port, des de l´època talaiòtica fins, al manco el segle VII després de Crist. El motiu d´escriure aquestes línies és presentar alguns dels materials més tardans que, al marge de la qüestió cronológica, tenen dos punts en comú: llur procedencia africana i la simbología cristiana de llurs decoracions. L´objectiu és analitzar l´arribada d´aquests materials a l´illa en relació amb un monument històric i religiós concret. El material està,en general, molt fragmentat, però és prou significatiu, tal com veurem. Es tracta de tres fragments de grans páteres, una d´elles gairebé sencera, de terra sigil.lada africana D amb estampació, i onze fragments de llumeneres del mateix tipus ceràmic. Tal com ja s´ha apuntat, part del material prové de les excavacions, com són ara dos dels fragments de pàtera i un dels fragments de llumera, però la resta es trobà superficialment en diversos llocs del jaciment, cosa que no se desvirtua la seva interpretació. Els fragments de pàtera tenen estampats motius humans al centre del plat. En dos dels casos son portadors de creus llatines i en l´altre d´una llança. Els portadors de la creu han rebut el nom de “sants” en la literatura sobre el tema, però no és posible la seva identificació amb un de concret. El portador de la lança s´ha assimilat a un guerrer. En la decoració de les llumeneres sobresurt el motiu principal, com també, en motius cruciformes, alternant amb altres de geomètrics a les orles. Per a la classificació de les páteres hem utilitzat el llibre de Hayes, Late Roman Pottery, que relaciona constantment les seves formes a la 146


classificació de Lamboglia, molt utilitzada per altres autors (HAYES, 1972). Per a les llumeneres hem combinat la classificació de Hayes amb la de Chapman a Cartago que aplicava la classificació anterior a partir de la distribució dels motius decoratius de l´orla (CHAPMA> et al., 1984). Per a la classificació dels motius s´ha emprat la d´Ennabli a Lampes Chrètienhnes de Tunisie (E>>ABLI, 1976). Quant a la significació dels símbols, s´ha elegit el Diccionario de los símbolos de Jean Chevalier i Alain Gheerbrant (Herder, Barcelona 1986) (…)”. (69). RITA, María Cristina. “Alguns materials baix imperials de Sanitja amb motius decoratius cristians”. Nº 4. Mahón. Institut Menorquí d´Estudis. 1997. Páginas 75-86. Página 75. Descripció de les restes. Les Pàteres. “(…) Les grans páteres, els fragments de les quals presentam aquí, són les tres del tres del mateix estil i, malgrat només hem pogut reconstruir el perfil complet d´una d´elles, els altres dos fragments també pertanyerien a una mateixa forma: la 104 de hayes, és a dir a la darrera fase evolutiva de les estampacions sobre grans plats i bols africans. Hayes distingeix dos tipus principals dintre d´aquesta forma: l´A que és poc profund i amb el peu més alt, i el B, més profund i amb el peu baix. La descripció general de la forma és: un gran plat, amb el fons inclinat o corbat que finalitza en una forta voira protuberant. El peu és d´una altura variable. La pasta un xic gruixuda, de color rosa salmonat, i el vernís cobreix només l´interior i la vora. Generalment una ranura a l´anterior tanca / (Página 76) la vora. La decoració està situada al fons, rodejada per dues o tres ranures, i a l´exterior també n´apareix una, aproximadament a meitat de camí entre el peu i la vora. Quina és la significació d´aquestes grans páteres? Tant per llurs dimensions com per la decoració que presenten, probablement els hem d´atribuir un ús litúrgic. En tot cas, des de l´últim quart del segle VI, la decoració estampada és una característica de la cerámica africana. >ormalment la decoració se situa en el fons dels plats i bols, principalmente en aquelles varietats més groses. L´evolució dels estils decoratius ajuda també a la datació de la peça, almanco tant com la mateixa forma. Es poden distingir tres fases decoratives: la de motius florals i geomètrics, la de motius animals combinats amb creus i, finalment les grans creus i fugures humanes. Malgrat això, Hayyes classifica els motius en cinc tripus: A (i), A (ii), E (i), E (ii) i D. Elsa nostres exemples pertanten tots ells a l´estil (E (ii) (…)”. Página 76. SB/79/1: Localitació. “(…) Aquest fragment aparegué a la zona compresa entre l´edifici C i la necròpoli. En aquesta part del jaciment es pot veure una gran quantitat de material superficial que el tactor va 147


treure a la llum quan aquesta tanca del lloc de Santa Teresa conservava la seva activitat agrícola. Descripció: El bocí és part del fons d´una pàtera estampada. La pasta és vermellosa clara amb aplicació de vernís únicament en l´anvers. La part visible de l´estampació ens mostra una cara masculina d´expressió hierática que sosté, a la mà Esquerra, una creu vora el cap. El cabellé es epresentat per incicions rectes. Tenim aquí el clàssic motiu de “sant” en l´estil E (ii) de Hayes, que li atribueix una cronología d´aproximadament el segon quart del segle VI (525-550). Segons aquest autor, apareix sobre plats de la forma 103B i 104 (HAYES, 1971: pàg. 265) (…)”. Página 76. SC 14/82/2. Localització. “(…) El fragment aparegué a l´interior d´un femer picat al terra de l´habitació C14 de l´edifici d´hàbitat excavat per nosaltres. El material que trobam en aquest àmbit ens data l´abandonament de l´edifici C en un moment posterior a la meitat del segle VI. La data de l´abandonament també es confirmada per les àmfores que aparegueren en el mateix edifici, habitacions C2, C6 i C9, que ens proporcionen una cronología de la meitat del segle V a principis del segle VI i que, una volta amortizades, llurs restes varen quedar en una bossa de terra sota una paret de la darrera reforma de l´edifici, la qual cosa ens dóna una datació post quem per a aquesta reforma (RITA, 1988). Descripció: Aquest fragment també pertany asl fons d´un plat estampat. La pasta és vermellosa, fins i tot un poc més que l´anterior, amb vernís també en l´anvers,. que és una mica més satinat que en la peça anterior. Solament resta un tros del motiu estampat del plat: una cara masculina d´expressió molt hierática i cabells revullosos. A l´esquerra de la qual es veu sortir la part superior d´una llança. El motiu de la llança ens fa pensar que el que es volia representar és la figura d´un guerrer. Aquest motiu pertany tambè a l´estil E (ii) de Hayes i, tanmateix, potser datat en el segon quart del segle VI. Trobam un paral.lel a Pollentia (MARTÍ et al., 1983: fig. 23. núm. 55, pag. 237) procedent del nivell II de la Casa dels Dos Tresors-Atri. Aquest plat està classificat per l´autora del treball com lamboglia 55. Té. al centre, una creu gemmada i al costat una figura que sempla d´un emperador amb una esfera a la mà Esquerra i una llanças a la dreta. El cap també és revullós com el del nostre fragment i la punta de la llança, així mateix, està aferrada a la cara (MARTÍ, 1983: pàg. 169-240) (…)”. Página 76. SE/85/1: Localització. “(…) Aquesta peça fou localitzada en la campanya dñ escavació de 1985, en el decurs dels treballs realitzats en una cata de comprovació del mètode de detecció geofísica qye habiém assajat aquell any (GRA>DA, 1988). Amb l´aplicació d´aquest mètode vam detectar una forta anomalía que després comprovàrem que era produïda 148


per un estrat de cendres i terra sotmès a temperaturas molt elevades. Un mur dividia la cata. Al nord del mur, aparegueren una bobina de cerámica i una agulla i fils de bronze, i al sud, el plat estampat que ens ocupa i la meitat d´una gerra de cerámica comuna. Descripció: Els fragments recollits pertanyen a un terç d´una gran pàtera estampada de 43 cm., de diàmetre i 7´5 cm., d´alçada. La pasta, entre vermella i taronja, està vernissada només en l´anvers i arriba tot just fins sota la vora. El vernís no és molt brillant i es presentà molt deteriorat; alguns fragments estan, a més a més, ennegrits i, amb seguretat, van estarmolt a prop del foc. La part conservada és suficient per restituir la forma completa de la peça, que ha estat restaurada al Museu de Menorca. La vora és alta i ametllada: vertical a l´interior i corbada i ganxuda a l´exterior. Les parets són lleugerament obliquües i el peu, acampanat i cònic, està girat com a defora. Com a decoració presenta en l´anvers una ranura a un centimetre de la vora i dues més al centre que emmarquen les figures estampades. En el revers hom pot veure una estria molt poc profunda a un centimetre de la vora, que sembla més l´empremta d´una eina en el moment de fer l´acabat de la peça i, una ranura a uns 2´5 cm. A la part conservada del centre de la pàteera apareix, encara que molt degradada, amb figura humana que representa un “sant” amb túnica i una creu a la mà Esquerra; la creu està més separada del cap que en el fragment SB/79/1, però el tractament del cabell, amb fines línies incises rectes, és el mateix. La figura està en un extrem del centre enmarcat per les ranures, per la qual cosa hem de suposar que en l´altre extrem hi devia haver una altra figura. L´estil decoratiu també es asimilable al tipus E (ii) de Hayes. Classificació: Hem classificat aquest gran plat dins la forma 104ª de Hayes. Segons aquest autoir , el tipus 104ª el podem datar entre el 530 i el 580 d. C (HAYES, 1972, pàg. 166). / (Página 77) A Eivissa, concretament a can Sorà (cisterna núm. III C-3), es va trovar un plat amb l´estampació de tres figures humanes que semblen bacus sobre un plat 104B de Hayes (RAMO>, 1986, fig. 14, núm. 3) (…)”.Página 79. Els simbolismes de les decoracions. “(…) Passem a analitzar ara les decoracions que hem trobat damunt aquestes peces i qué és el que ens volen transmetre. En primer lloc parlarem de les decoracions de les gran páteres. - Sants? portadors de creus. Encara que reben el nom de sant en la literatura sobre el tema, en realitat no podem saber quins són els personatges representats. Al nord d´Àfrica era tradicional donal el nom de sants a tots els personatges divinitzats, mitics o no. 149


El simbol de la creu és un dels més antics que es coneixcen. En la tradició jueve i cristiana, aquest signe pertany als ritus d´iniciació. Té un sentit còsmic, simbolitza l´arbre de la vida, aquell que uneix el que és més profund de la terra i el cel (CHEVALIER, J.; A. GHEERBRA>T: Diccionario de los símbolos, Barcelona, Ed. Herder, 1986). De tota manera, la tradició cristiana ha enriquit molt aquest simbolisme i la utilita tant per a expresar el sacrifici de Jesucrist com per manifestar la seva mateixa presencia. La creu també apareix a les llumeneres, en un dels casos al disc, i també a l´orla amb petits cruciformes. - La llança que porta un dels nostres personatges, és també un símbol axial, és l´eix del món, el pilas celestial, encara que segons la tradició grega i romana és un símbol de força i autoritat pública. Quan a les llumeneres, tenim el símbol de la creu que ja hem comentat. A més a més, també tenim els petits símbols estampats a les orles que es combinen entre ells. - Triangle: És el nombre tres, simbolitza la divinitat, l´harmonia i la proporció. Al quimicament és el símbol del foc, juntament amb el cor. Si n´apareixen dos, un cap a l´esquerra i l´altre cap a la dreta, simbolitzen les dues naturaleses de Jesucrist, la divina i la humana; però per coneixer totalment la seva significació ha de ser en funció de les relacions amb altres figures geomètriques. - Cor: Generalment simbolitza la noció del centre, en el vocabulari cristià es diu que el cor conté el regne de Déu, és el lloc de l´activitat divina. La llumenera que combina els símbols del triangle, el cor i els cruciformes (STA/80/1), podem pensar que s´está referint a Jesucrist: las seva presencia (creu), la seva divinitat (el triangle), i com a centre de l´activitat divina (el cor). - Quadrat: És un del quatre símbols fonamentals, juntament amb el centre, el cercle i la creu, i és el simbol de la terra que, amidada pels seus quatre horitzonts, era quyadrada, mentre que el cel era rodó i se simbolitza pel cercle. Aquella llumenera que combina els quadrats i la llança (SO/79/1) pensam que ens presenta la terra i l´eix celestial, és una llàstima nque no s´en conservi un fragment més gros, perqauè ñes posible que l´altre símbol combinat fos precisament el cercle, i així tindriem la terra i el cel units pel pilar celestial. El fragment de llumenera (SL/79/1) que ens presenta un cor amb cercles concèntrics al seu interior podría representar la terra continguda en el Regne de Déu (…)”.

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(70). RITA, María Cristina. “Alguns materials baix imperials de Sanitja amb motius decoratius cristians”. Nº 4. Mahón. Institut Menorquí d´Estudis. 1997. Páginas 75-86. Página 77. Les llumeneres. “(…) Les llumeneres són fòssils directors interessants i molt útils enh tots els jaciments arqueològics a causa de la gran varietat tipológica que presenten, conseqüencia dels ràpids canvis de moda, i perquè, en general, duen la marca del ceramista, la qual cosa permet també apreciar els diferentes tallers de producció i, per tant, la seva posterior difusió pel Mediterràni. Les peces que presentam en aquest treball, malgrat tot, no porten la marca de ceramista, però llur producción está molt ben localitzada en els tallers del nord d´Àfrica. La pasta i la decoració és la mateixa que la de les ceràmiques africanes D, produïdes també en aquesta regió. Antigament eren conegudes pel nom genèric de lluernes paleocristianes. Es tracta de llumeneres fetes a mitllo, de disc (circular o oblong), de canal obert cap al bec i sense perforar, que apareix com una gran protuberancia en la parto posada al bec. En molts casos el seu aspecto és massís i amb una decoració molt característica. En el disc, els motius són freqüentment cristians. Probablement, la part més dificultosa en l´estudi de les llumeneres és la gran quantitat d´assaigs tipològiques que existeixen en la literatura sobre el tema. Tal com ja s´ha dit en un altre moment, nosaltres hem considerat com a mñes adequades en la classificació de les nostres peces, les propostes de Hayes i Chapman quant a les formes, i la d´Ennabli per a les decoracions. La classificació de les llumeneres africanes de Hayes aparegué en el Late Roman Pottery el 1972 (Pág. 310-314), on es reafirmava la seva relació amb les African Red Slip Wares i se les dividia en dos tipus: I´l, on s´incouen aquelles de silueta oblonga, amb decoració d´estilitzacions, en l´orla i el tipus II, de disc més arredonit i els motius sdecoratius de les quals (petit cors, puntes de llança, figures geomètriques, peixos) són els mateixos que presenten les sigil.lades africanes D en llurs sèries estampades. Hayes distingeix entre els tipus IIA i IIB: els IIA corresponen a les peces fabricades en els mateixos tallers i amb les mateixes estampetes que els plats de sigil.lada D que presenten una decoració moltíssim clara, i els B a les imitacions d´altres tallers, amb els motius decoratius molt borrosos. També fa referencia a les tripolitanes, que no ens interessen en aquest estudi. Chapman, Davies i Peacock publicaren les llumeneres obtingudes en l´excavació de la missió británica a Cartago (CHAPMA> et, al., 1984; pàg. 232-241) i ampliaren la classificació de Hayes a partir de la silueta i distribució dels motius decoratius de l´orla i els disc. Aquests investigadors clasifiquen les peces segons cinc tipus: la forma I correspon a la Hayes II, 151


i distingeixen en ella tretze clases que fan referencia a les decoracions, a les quals assignen lletres de l´alfabet. La forma II correspon a la Hayes I, subdividida a la vegada en dues clases, i així successivament. Els autors indiquen que aquesta és una manera sistemática de presentar el material, però que les diverses troballes d´altres jaciments del Mediterrani no tenen per què ajustar-se excactament a aquesta classificació, i més en allò que implica significació cronológica. Malgrat això, és de molta utilitat per als jaciments sense estratigrafía, tal com és el nostre cas a causa de la manca de potencia de terra, atès que les de Cartago es trovaren en dipòsits que sí que presentaven una estratigrafía precisa. Ens hem estimat més aquesta darrera classificació a la feta per Anselmino i Pavolini en l´Atlante delle forme ceramiche (1981: pàg. 184207), malgrta que hagi estat utilitada en les publicacions de jaciments mésa apropats territorialment a nosaltres, perquè aquests autors ja es basen, en part, en informacions proporcionades per la missió británica a Cartago quan aquelles excavacions encara romanien inèdites. Malgrat això, farem alguna referencia a l´Atlante per al cas concret d´alguna de les nostres llumeneres. Per als motius decoratius estampillats hem utilitzat la classificació d´Ennabli atès que resulta molt gràfica (vegeu a Lampes Chrétiennes de Tunisie, 1976, el desplegable anterior a les làmines fotogràfiques) (…)”. Página 77. SC 3/79/ 13: Localització. “(…) El fragment que seguidament descriurem va ser trobat a l´habitació 3 de l´edifici C. Descripció: Formava part d´una llumenera africana. Conseva part del disc i de l´orla. Està fabricada en terra sigil.lada africana, però ha perdut quasi tot el vernís. L´orla està decorada amb motius cruciformes (Ennabli I) en relleu. El disc presenta una gran creu, possiblement llatina, amb les vores un poc repujades, podría dur també una decoració gemmada, encara que el motllo amb el qual va ser fabricada era tan desgastat que no es pot apreciar amb prou netedat. Classificació: Situam la classificació entre el gruo de les Hayes IIB/Forma IF de Cartago. Chapman enumera amb la lletra F aquelles llumeneres que presenten en l´orla motius decoratius estampillats en relleu, petits i atapetïts, però borrossos, la qual cosa indica que van ser fabricats amb nmotllos ja vells de la forma IA. Per a les peces que van ser trobades a Cartago se suggereix una datació de ja ben entrar el segle VI (CHAPMA>, 1984: Pàg. 235). En l´Atlante es classifica aquest tipus com a forma X i exposa que és al voltant de la meitat del segle V quan es coneix la seva expansió màxima (A>SELMI>O i PAVIOLI>I, 1981: PÀG. 199). 152


Dimensions màximes: 0´052 x 0´053 m. (…)”. Página 77. STA/80/1: Localització. “(…) Recollida superficiament. Descripció: Fragment de la part de darrera superior d´una llumenera africana de canal fabricada en terra sigil.lada. >o conserva restes de vernís. L´ansa és petita i compacta, sense perforar, com una protunerància. L´orla apareix decorada amb motius de triangles, cors i cruciformes alternats (Ennabli D+M+I) en relleu. >o es apreciable la decoració del disc. / (Página 78) La superficie està molt llimada i borrosa, és a dir, que també es aquest cas la llumenera va ser fabricada amb un motllo copiat o molt vell. Classificació: Es classifica en el mateix grup que l´anterior: Hayes IIB/Forma IF de Cartago i, la seva cronología, per tant, també serà semblant a aquella. Dsimensions màximes: 0´070 x 0´042 m (…)”. Página 78. SO/79/1: Localització. “(…) Recollida superficialment. Descripció: Fragment de l´orla d´una llumenera africana, probablement de canal i fabricada amb terra sigil.lada, que tot just conserva restes de vernís. Presenta una decoració alternada de quadrats (Ennabli A10) i llances (Ennabli >2). El dibuix és molt ben definit, la qual cosa suposa que es va emprar un motllo nou per a la seva fabricació, és a dir que amb seguretat surt dels mateixos tallers que les altres ceràmiques africanes D. Classificació: L´hem classificada com una Hayes IIA/Forma IA de Cartago. A Cartago suggereixen una cronologia un poc més antiga que la dels dos excemplars anteriors, atès que no depassaria el final del segle V (425 al 500 d.C). Dimensions màximes: 0´045 x 0´023 m (...)”. Página 78. SL/79/1. Localitació. “(…) Troballa superficial. Descripció. És una ansa compacta, sense perforar, que pertany a una llumenera africana de canal amb l´orla decorada: s´aprecia part d´un cor en relleu amb cercles concèntrics al seu interior. (Ennabli M5). Classificació. Pensam que seria una Hayes II/Forma I de Cartago, sense que ‘uguem aventurar res més, encara que el dibuix del cor, millor ditl la meitat que es conserva d´ell, sembla ben definit; en tot cas li podríem donar la mateixa cronología que l´emplemple anterior (…)”. Página 78. SC6/80/17. Localitació. “(…) Habitació 6 de l´Edifici C. Descripció. És una ansa molt degradada de les mateixes característiques que l´anterior. El seu interés resideix en el fet que va aparèixer a l´habitació 6 153


de l´edifici C, és a dir, en el decurs de l´excavació i no superficialmnente. Les petites dimensions del fragment no permeten que s´hi pugui apreciar decoració (…)”. Página 78. SI/79/2: Localització. “(…) Troballa superficial. Descripció. Fragment de l´orla i de l´inici del disc d´una llumenera fabricada amb sigil.lada africasna en la qual, amb prou feines, s´aprecien restes delvernis. El que sí s´observcen són tres pètals de palmeta com a decoració. Classificació: Ateses les dimensions del fragment, la seva classificació també és molt problemática, en tot cas la podrim incloure dins la forma 3 de Cartago, reservada per a les que tenen en el disc una roseta o una palmeta impresa, els pètals de la qual es veuen destacats per solcs (CHAPMA>, 1984: pàg. 239, plate 4, núm.8-9). A Cartago se suggereix, per a aquesta decoració, una datació del 425-450 d. C. (…)”. Página 78. SRB/82/1: Localització. “(…) Troballa superficial. Descripció: fragment de l´orla i el disc d´una llumenera de sigil.ada africana. L´orla és llisa però s´aprecia l´inici d´una decoració a base d´òvuls impresos, enmarcats també per potents solcs. Classificació: trobam una decoració similar enh una llumenera del femer de Vila Roma a Taragona (TED´A, 1989: fig… 87.3), la classificació de la qual sembla que correspon a una Hayes I. Segons Davies, a Cartago seria dins la forma 3/2, que són las que combinen la decoració de palmetes i rosetes sobre formes oblongues. Els excavadors del femer baix imperial de Tarragona utiliten la classificació de l´Atlante i identifiquen la figura 87.3 amb el tipus VII, que sónh, a més a més, les que més abunden en aquell jaciment, i la constatació que no apareixen llumeneres Atlante tipus X (Hayes II/Forma I de Cartago) la utilitzen els excavadors per suposar que l´activitat del femer no pot anar més enllá de l´any 450 d. C. (TED´A, 1989. Pág. 188) (…)”. Página 78. SIA/80/10: Localització. “(…) Troballa superficial. Descripció: Fragment de la intersecció entre l´orla i el bec d´una llumenera africana de canal. S´observen part d´uns cercles concèntrics (Ennabli f7) a l´orla i, al canal, el final de la decoració del disc (probablement la coa d´un paó o el peu d´una palmera). Classificació: Es tracta d´una llumenera Hayes IIA/forma IA de Cartago, atesa la netedad del motiu representat. 154


Dimensions màx: 0´030 x 0´038 m (…)”. Página 78. SHA. Localitació: “(…) Troballa ocasional. Descripció: Ansa d´una llumenera fabricada amb terra sigil.lada africana amb una estria que la ressegueix longitudinalment / (Página 79). L´ansa també és, com en els altres casos, compacta i sense perforar. Classificació: Probablement forma part del grup de les Hayes I /Forma IIB de Cartago, donat que és l´unic tipus que presenta aquesta estria a l´ansa. Li atribuïm també una cronología del segle V, sense que puguem precisar més perquè no son apreciables els detalls decoratius del disc i l´orla (…)”. Página 79. SRB/82/2. Localització. “(…) Troballa superficial. Descripció. Ansa de les mateixes característiques que la descrita anteiorment (…)”. Página 79. SIA/80/12. Localització: “(…) Troballa superficial. Descripció. Fragment del bec d una llumenera de canal africana fabricada en Terra sigil.lada (…)”. (71). GORNÉS HACHERO, J. Simó. & DE NICOLÁS MASCARÓ, Joan. “>otícia d´una nova taula d´altar paleocristiana localitzada a Menorca”. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LXXXII. Séptima Época. Primer Semestre. Mahón. 1991. www.RevistadeMenorca1991.pdf Página 267. “(...) L´objecte d´aquest escrit és donar a conèixer una nova mensa o taula d´altar paleocristiana localitzada casualment en el terme municipal des Mercadal, Menorca, al lloc de Cavalleria, i actualment depositada al Museu de Menorca. Es tracta d´una troballa superficial que realitza fa un parell d´anys Francesc Pérez Villalonga qui ho comunicà a un de nosaltres, el que provocà una nova visita al lloc on s´havia produït la localització. Aquesta va tenir lloc prop del jaciment talaiòtic i romà conegut amb la denominació des Pujol Antic, des lloc de Cavalleria, del terme des Mercadal (CAV-01) (1). Al nord-oest d´aquest jaciment, que es pot datar entre el període cultural que coneixem com a Talaiòtic final i els últims anys de l´imperi romà, es localitza un grup de coves naturals, algunes de les quals semblen retocades per la mà de l´home en temos relativament recents. A l´entorn immediat d´aquestes coves no s´observa cap mena de fonament ni restes de cultura material que ens faci pensar en l´existència d´un nou jaciment arqueològic a la zona. De tota manera, prop de l´entrada d´una d´aquestes balmes, la més gran del grup, es trobà el fragment de taula d´altar a la qua lens referim aquí. Aquesta cova presenta / (Página 269) les restes d´una paret seca moderna que tanca la seva entrada, prova de la reutilització de la balma per al bestiar. >o hi 155


traces de la utilització de la balma amb finalitats de residència o funerària, ni restes de materials susceptibles de ser estudiats amb metodoloigia arqueològica, encara que hi cap la possibilitat que aquesta avaluaciósigui errèonia ja que la gran quantitat de fems i altres deixalles que omplen el pis de la cova fan molt difícil assegurar la inexistencia de nivells fèrtils des del punt de vista arqueològic (Fig. 1) (...)”. Página 267. Cita (1). “(...) Utilitzam els codis per a la identificació dels jaciments arqueològics de Menorca d´acordamb la proposta recentment publicada (GUAL, >ICOLÁS, 1991) (...)”. Página 268. Texto pie de foto. “(...) 1. Localització cartogràfica (mapa militar, 1: 25.000) dels jaciments de Sanitja (STE-01, STE-02) i des Pujol Antic de Cavallería (CAV-01) i de les balmes on es trobà el fragment de taula d´altar (...)”. Página 269. Descripción de la pieza. “(...) Es tracta del cantell d´una possible taula d´altar paleocristiana, realitzat en pedra calissa compacta que segons sembla no pertany als tipus de cálices freqüents als registres geològics de Menorca, sinó més aviat a les cálices mallorquines del tipus de Santanyí. El cantell de la peça està una mica trencat però això no inpedeix comprovar l´existència d´una noble motllura, una a cada banda de la vora. El fragment medies 14´9 centímetres de llargària per 17´3 d´amplària i 3´6 centímetres de gruixa a la part més ampla, que correspon al cantell de la motllura (Fig. 2). La vora, plana, d´una altura de deu milímetres, es presenta asociada a dos grups de motllures perifériques i curvilínies. El grup superior està integrat per un llistell pla de 22 milímetres d´amplada i delimitat per un petit solc de una motllura composta de tres segments curvilinies: convex, còncau i convex respectaivament, l´últim dels quals dóna pas a la superfície interna i plana de la mensa. El grup interior és doble, format per un cavet i una motllura composta, de tres segments curvilinis; còncau, convex i còncau, respectivament, entre dos filets drets un dels quals enllaça la motllura amb el peu pla de la peça (2) (Fig. 3) (...). Página 269. Cita (2). “(...) Pera les descripcions de les motllures hem utilitzat la terminología catalana recollida per FULLA>A, 1974, i asumida per Mayer (BO>>EVILLE, 1980, pp. 91-98) (...)”. Página 269. Referencia de paralelismos mallorquines. “(...) >o és aquesta la primer ara o taula d´altar paleocristiana que es recupera a Menorca. Les troballes precedents están documentades exclusivament a les basíliques paleocristianes menorquines. De totes elles, només la basílica de Son Bou (Alaior) no ha proporcionat encara aquest tipus de mobiliari litúrgic. A les excavacions realitzades a la basílica de l´illa del Rei, al port de / (Página 272) Maó, es recuperà un gran fragment de marbre que pertanyia, segons sembla, a una ara (SERRA BELABRE, 1967, p. 33) tot i que aquesta peça que deu estar depositada al Museu de Menorca encara no ha estat convenientment publicada. 156


El temple cristià des Fornàs de Torrellò (Maò) ha proporcionat, en paraules del doctor Pere de Palol, la peça més completa entre les hispàniques, integrada per una plataforma rectangular de tres blocs de calissa col.locats en el pis del presbiteri, en la qual s´inserien els basaments de cinc columnetes de marbre amb moltllures i capitell de tipus corinti. També és localitzà a l´escavació part de la mensa, de marbre, amb motllura perifèrica i centre rebaixat, que presentava un forat amb plom, restes del sistema de fixació de la taula amb les columnas, el que permet determinar la posició exacta del fragment i la possible reconstrucció de l´altar (Fig. 4) (PALOL, 1962-2, p. 49, fig 9; 1967, pp. 184-186, figs. 71 y 72). Cal esmentar, finalment, els fragments de mensa, segurament d´altar procedents d´antigues troballes casuals al lloc on s´amaguen les restes de la probable basílica cristiana que encara s´hauria d´excavar a l´illa d´en Colom (Fig. 5) i els fragments de taula d´altar recuperats a les excavacions del temple paleocristià des cap des Port de Fornells (Fig. 6) (PALOL, 1983, p. 386, figs. 15 i 16) (...)”. Página 270. Texto pie de foto. “(...) Fig. 2. Cara superior i cara inferior del fragment de mensa paleocristiana de Cavalleria (Museo de Menorca). (Foto: Joan C. de >icolás). Página 271. Texto pie de foto. “(...) Fig. 3. Cares superior i inferior i secció de la taula d´altar de Cavalleria (Museu de Menorca). (Dibuix: Joan C. de >icolás) (...)”. Página 272. Consideraciones tipológicas y cronológicas. “(...) A diferència de les altres peces menorquines del gènere que són de marbre, la taula de Cavalleria està feta amb un calissa porosa i compacta d´origen sedimentari, que es presenta tallada amb tota cura i perfecció. Des del punt de vista morfològic la principal diferència es troba en les motllures perimetrals que es presenten per ambdues cares en el fragment de Cavalleria i per una sola cara en les altres taules d´altar menorquines. La motllura composta de la cara superior és en la peça de Cavalleria molt semblant a les des Fornàs de Torrelló i de l´illa d´en Colom i en aquesta, concretament, la vora es presenta amb un bisell o xamfrà que en el cas que ara tractam ha estat substituït per una doble motllura. Una mica diferent, pel traçat curvilini de la motllura és la taula d´altar des cap des Port de Fornells. En qualsevol cas, aquestes petites diferències tipològiques no permeten una classificació diversificada tant pel que respecta a la cronología com als possibles obradors de procedència. / (Página 275) El grup de mensae paleocristianes localitzat fins ara a Menorca pertany a un sol tipus dels tres que ha pogut documentar a les terres hispàniques el doctor Pere de Palol,el tipus dáltars paleocristians fixats sobre columnes que és el més corrent i el que presenta una més ampla difusió a tota la Mediterrània cristiana, des d´Orient fins a Occident 157


(PALOL, 1932-1I 1967,pp. 184-185). Peces molt semblants a les menorquines són les procedents de les basíliques de Roses i d´Empúries, juntament amb altres exemples de la Tarraconesa (PALOL, 1957-1958 i 1967, pp. 185-187, làms. XXIII i XXIV). Pel que fa a la cronología cal dir que el tipus d´altars paleocristians amb columnas té una llarga perduració fins als temps hispano-visigòtics, tot i que en elcontext en què es troben els exemplars menorquins cal situar-los d´ençà el segle Vé., més probablement entre els segles VIè., i VIIè (...)”. Página 273. Textos pie de foto. “(...) Fig.4. Fragment de la taula i reconstrucció de l´altar de la basílica paleocristiana des Formàs de Torrelló (PALOL, 1967, figs. 71 y 72) (...)”. Página 274. Texto pie de foto. “(...) Fig. 5. Fragmentos de la taula de marbre del temple de l´illa d´en Colom (Col.lecció Pons i Soler i col.lecció Roca) (PALOL, 1983, p. 392) (...)”. Página 275. Una hipótesis: el altar de la más que probable basílica paleocristiana de Sanitja. “(...) La recuperació de la peça que ens ocupa en un lloc inversemblant però proper a dos jaciments arqueològics certament importants, com són es Pujol Antic de Cavalleria i l´assentamentdelport de Sanitja ens fa pensar que la taula d´altar, probablement, estava ubicada originàriament en un dels dos jaciments esmentats i que per causes que desconeixen fou traslladada a una certa distància en una època molt posterior a la destrucció de l´altar i de la probable basílica on aquest estava instal.lat. Veiem ara les dues possibilitats esmentades: El jaciment des Pujol Antic (CAV-01) és un assentament talaiòtic molt degradat, situat dalt un turó de 86 metres per sobre del nivell de la mar. Al punt mésalt del turó es localitza un estrany monument gairebé enrunat que ha estat considerat un santuari amb taula tot i que com a tal presenta unes característiques ben singulars. Al coster de migjorn del turó s´observen alguns fornaments de construccions, possiblement d´època romana, i molts fragments de ceràmica púnico-ebusitana dels segles III-I a. C., ceràmica ibèrica pintada (CO>DE, >ICOLÁS, en premsa), ceràmica campaniana, àmfores romanes d´època republicana i alt-imperials i, en escasses proporcions, fragments de ceràmiques fines del baix imperi. cap la possibilitat que hi hagués un temple cristià a la zona tot i que és poc probable. El fragment de taula d´altar es localitzà tot just a cinco-cents metres, en línea recta, des Pujol Antic. L´assentament del port de Sanitja té més possibilitats, com veurem, de relació amb la mensa. És localitza vora la mar, a dos quilòmetres en línia recta, vers el nord, des Pujol Antic de Cavalleria i a poc menys de quilòmetre i mig de la balma on es trobà el fragment de taula d´altar. / (Página 277) A Sanitja hi ha dues zones arqueològiques ben definides, la més antiga (STE.01) situada vora el cul-de-sac del port, on es localitzen restes 158


d´estructures talaiòtiques i ceràmiques superficials d´ època republicana, i la que sembla més recent (STE-02), ubicada als petits turons de la vorera de ponent del port, on són molt freqüents les ceràmiques superficials de l´alt imperi i, sobretor, les del baix imperi. Les excavacions realitzades en aquesta zona han posat al descobert estructures arquitectòniques amb funcionalitat industrial i de magatzem, datades entre els segles IV-VI d. C., i, a poca distància, una necrópolis amb nombrosos tombes cobertes amb signinum inserides en estructures arquitectòniques que, juntament amb la troballa a una zona propera d´un fragment de marbre circular, possible moble de funcionalitat litúrgica, han fet pensar als escavadors en la presència d´una basílica cristiana en lloc proper al que s´ha excavat (RITA, LATORRE, ORFILA, 1988,p. 48). Pensam que la necrópolis parcialment excavada cal relacionar-la directament amb un temple cristià de finals del segle VIè., oVIIè., tal comes posà de manifest en la visita i en la discussió efectuada al jaciment per Theodor Hauschild, de l´Institut Arqueològic Alemany de Madrid, especialista en arquitectura paleocristiana i excavador del mausoleo de Centcelles, de Tarragona, amb motiu de la celebració a Maó del primer curs Joan Ramis i Ramis organitzat per Trobades científiques de la Mediterrània i dirigit pel professor Pere de Palol, el mes de novembre de 1984. Si deixam de banda la possibilitat poc probable que la mensa hagi estat transportada fins al lloc on es localitzà des d´un altre jaciment encara més ayunita en el qual s´ubicaria una hipotètica basílica cristiana i, després d´haver esmentat les possibilitats més versemblants, pensam que el fragment de taula d´altar fou traslladat des del jaciment de Sanitja, per causes que probablement mai coneixerem i en data més aviat recent, al lloc de Cavalleria on es produí la troballa. Ens atreviem a sugerir que fou aquest fragment de taula dáltar, fet en pedra calissa, el que ocupà en el seu moment el presbiteri de la probable basílica paleocristiana de Sanitja tot just començada a excavar el 1984 sense que poguem comptar a hores d´ara, després de vuit anys, amb una informació suficient sobre el resultat d´aquestes investigacions i sense que es bejín perspectivas a curt termini per a la continuïtat d´aquestes excavacions que haurien de poder confirmar l´existència del suposat temple cristià (...)”. Página 276. Texto pie de foto. “(...) Fig. 6. Fragments de la taula d´altar en marbre de la basílica des Cap des Port de Fornells (Museo de Menorca) (PALOL, 1983, p. 389) (...)”. (72). RITA, María Cristina. “Alguns materials baix imperials de Sanitja amb motius decoratius cristians”. Nº 4. Mahón. Institut Menorquí d´Estudis. 1997. Páginas 75-86. Página 79. “(…) On, per suposat, han aparegut ceràmiques dels mateixos tipus que comentam aquí és a la 159


basílica des Cap des Port de Fornells, jaciment coetani amb el de Sanitja (>AVARRO SÁEZ, 1982) (…)”.

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Anexo documental

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Miliario ubicado entre Tornesa y Cabanes. Via Augusta. Fuente: www.catalogored.pdf

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Vaso apolinar. (Fuente: www.catalogored.pdf )

163


Lápida paleocristiana. (Fuente: MARQ. Alicante. Exposición Museo Ermitage. San Petersburgo. Foto: Vicente Ibáñez Orts).

164


Lámpara paleocristiana de época romana norteafricana. Colección privada.

165


Relieve de ĂŠpoca romana norteafricana. ColecciĂłn privada.

166


Restos romanos hallados en Menorca

167


As romano de Augusto. (Fuente: Cardona Mercadal).

168


As de bronce, de Trajano. (Fuente: Cardona Mercadal).

169


Denario republicano romano. (Fuente: Cardona Mercadal).

170


Follis, moneda de Rรณmulo. (Fuente: Cardona Mercadal).

171


Follius, de Licinius. (Fuente: Cardona Mercadal).

172


Moneda de Antonino PĂ­o. (Fuente: Cardona Mercadal).

173


Moneda de Constantino. (Fuente: Cardona Mercadal).

174


Moneda de Domiciano. (Fuente: Cardona Mercadal).

175


Moneda de Iulia Mammaea. (Fuente: Cardona Mercadal).

176


Moneda de Nerรณn. (Fuente: Cardona Mercadal).

177


Moneda de Tiberio. (Fuente: Cardona Mercadal).

178


Moneda de Varus. (Fuente: Cardona Mercadal).

179


PHILIPPE, J. B. “La cerámica romana en la isla de Menorca. Las lámparas de aceite en tierra cocida. 1ª parte (Ciudadela)”. Traducido del francés por Guillermo Florit Piedrabuena. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LX. Séptima Época. Mahón. 1969. www.RevistadeMenorca1969.pdf 180


Anverso y reverso de un sestercio de la época del emperador Adriano hallado en el embarcadero de S´Alairó, en Es Mercadal / (Menorca). (Fuente: Pons Carreras).

181


Lรกpida romana hallada en Menorca. (Fuente: Francisco Hernรกndez Sanz).

182


Lola Carbonell Beviá, alicantina de nacimiento, es historiadora, especializada en Humanidades Contemporáneas. Ha realizado numerosas monografías sobre la Historia de la Edad Media de Menorca y, sobre su Protohistoria. En este trabajo de investigación, se ha centrado en demostrar como en el siglo I d. C., todavía persistían las prácticas religiosas paganas en la isla de Menorca.

183


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