ORAR EN EL MUNDO OBRERO
11ª Semana de Tiempo Ordinario (14 de junio de 2015) Comisión Permanente HOAC
Al decir que el proceso del crecimiento de la semilla escapa al conocimiento del sembrador, se está afirmando aquella intimidad inviolable del que recibe el mensaje, en la que nadie puede intervenir, pues es el espacio sagrado de la libertad dialogal de la conciencia con el mensaje asimilado.
Medios de difusión y «opinión pública». Si los ciudadanos hemos de ser responsables de la política, el derecho a la información debería gozar de una consideración comparable al derecho a la salud o VER a la educación. Y sabemos que ello no es así. ¿Crees que la forma en que se organizan las empresas de la información está orientada a los fines que debe cumplir, es decir, a dar una información veraz de lo que pasa? La respuesta es no, lo que impide que el ciudadano tome sus decisiones con conocimiento de causa. La información se convirtió hace tiempo en una “cuestión de bandería”. Caigamos en la cuenta que en la democracia representativa los ciudadanos estamos a merced no solo de los políticos…, sino también de los Medios de Comunicación que, encargados de suministrarnos la información social, tienen en sus manos el poder de la manipulación. Desconocemos en España que exista algún sistema de control de sus desmanes. Es un hecho que la precariedad laboral de muchos periodistas funciona como una mordaza para la libertad de prensa, quedando su independencia colgando del hilo del salario Sumemos a ello el dato espeluznante de la concentración informativa en pocas manos. Como ejemplo ilustrativo tomemos el caso de PRISA, “diario serio”. Hoy en su accionariado están presentes los siguientes grupos: Daiwa Securities, BH Stores IV BV, BNP Paribas, Bank of America, Asset Value Investors, Marlin Equities, Berggruen Acquistions Holding LTD, Deutsche Bank, Caixabank, Banco Santander y HSBC. No olvidemos tampoco el control gubernamental de los medios públicos. RTVE es un ejemplo vergonzoso de sesgo ideológico y desinformación. En cuanto a las televisiones autonómicas que analice cada cual la que conozca. Haría falta apoyar, por nuestra parte, medios comunitarios sin ánimo de lucro, con su enorme potencial de sumar pluralismo. Mención aparte nos merece el sistema educativo. Es un hecho patente que no atiende en suficiente medida la formación crítica de los ciudadanos para comprender la información periodística. 1
11º Domingo del T. O.
ORAR EN EL MUNDO OBRERO
C.P.
LEER EL DIARIO
No parece que los pobres estén en condiciones de nada, y hace tiempo que los pobres se apuntaron al voto que no cuentan. El mandar, ya se sabe, es para la clase instruida, que vive del dinero.
Por eso los pobres nunca leen la página primera de un diario ‘serio’, pues dicen: “no la entiendo, es demasiado difícil. ¿Para qué?”. Los pobres leen las páginas deportivas, por desesperación. Pero la página primera es la más importante: quienes la escriben y quienes la leen comprendiéndola son hoy y serán mañana los líderes del mundo. Los pobres, los lectores de deportes y los que leen tebeos son hoy y serán mañana los siervos de los siervos. Eso es todo. Un día no habrá amos ni siervos. Sí, ese día será. Pero para ello, vosotros, los pobres sempiternos, habéis de saber conocer bien los hechos y buscar por vosotros mismos el modo de resolverlos.
Aprended desde ahora a leer los periódicos. Preguntad quiénes son, cuánto gana, a quien votan los que escriben en ellos. Que nada os quede oculto. ¿Quién les paga? Averiguadlo todo... leedlo todo. Criticadlo todo.
EVANGELIO (Mc 4,26ss)
«Y decía: “El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo fruto por sí sola: primero tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega”. Dijo también: “¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra”. Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía en parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado». Un sembrador ha lanzado la “semilla en la tierra”. Podemos identificar la semilla con el mensaje. Todos los cristianos somos “sembradores” del mensaje, portadores de la “Buena Nueva”. Pero si la semilla se echa EN LA TIERRA, el mensaje se lanza al CORAZÓN (Mente) de las personas. Para sembrar el Reino uno ha de ser, primero, tierra buena sembrada de evangelio. ¡Este es el gran empeño del “evangelizador”! La semilla germina y va creciendo sin que el sembrador sepa cómo. Entre el “sembrar” y el “cosechar” el sembrador de esta parábola hace una cosa que parece simple: dejarla “en paz”. La parábola de la semilla que crece por sí misma pone de relieve que la forma de crecimiento del reino de Dios va más allá de la capacidad de comprensión del hombre y desborda su poder de 2
C.P.
ORAR EN EL MUNDO OBRERO
11º Domingo del T. O.
control. Todo lo que el labrador ha de hacer es arrojar la semilla en el campo y esperar: Una vez echada la “palabra”, el asunto del “crecimiento” queda en las manos de Dios. Unos plantamos, otros regamos…, pero el que hace crecer es Dios (cf. 1Cor 3,6). Entre la parábola anterior del sembrador (Mc 4,3ss), y esta de la semilla existe un contraste. En la del sembrador es la actividad del hombre (“sigue escuchando el mensaje y lo va haciendo suyo”) lo que produce fruto (Mc 4,20)… pero en la parábola de la semilla es la fuerza de la propia semilla la que va creciendo “por sí misma”. Medito el contraste de esta dualidad evangélica. Al decir que el proceso del crecimiento de la semilla escapa al conocimiento del sembrador, se está afirmando aquella intimidad inviolable de la persona que va a recibir el mensaje, en la que nadie puede intervenir, pues es el espacio sagrado de la libertad dialogal de la conciencia de cada uno con el mensaje asimilado. “La tierra por sí misma va produciendo el fruto”. Se trata de la “tierra buena” de la anterior parábola, y representa a los hombres que no ponen obstáculos al mensaje, es decir, han superado las fases de la sordera (“camino”), de la superficialidad (“lo caído entre piedras”) y las riquezas (lo caído entre “las zarzas”). La fuerza vital contenida en el mensaje es actualizada por la fecundidad del hombre bueno. Hombre y mensaje evangélico están hechos el uno para el otro: «una tierra sin semilla es suelo que se pisa; una semilla sin tierra es paja que se quema”. La asimilación del mensaje requiere tiempo: “primero hierba, luego espiga, luego grano repleto en la espiga”. Los frutos suelen venir al final de una vida gastada… el fruto empezó con la decisión de entrega, “cuando el fruto se entrega”: es la decisión de dar la vida hasta el final, de seguir a Jesús hasta el fin. Entonces el hombre ha llegado a su plenitud, la cual se materializará en la entrega efectiva, cuando llegué el momento de enviar la hoz. MEDITO
La comunidad de Mc escucharía esta parábola como una palabra de ánimo dirigida a aquellos que podían sentirse responsables del poco éxito de la proclamación de la buena noticia sobre Jesús (de la poca iniciación, diríamos los de la HOAC). La parábola ofrece a esos cristianos este mensaje: lo que Dios hace con su palabra es asunto suyo; lo único que se le pide al predicador (al militante) es que arroje la semilla sobre el campo que la está esperando, no que decida de qué forma dará fruto. El éxito final se encuentra asegurado, pero sólo Dios conoce la modalidad precisa de su realización.
La parábola del grano de mostaza se centra en la oposición entre una insignificancia inicial y una gran extensión y visibilidad posterior. Lo primero es la implantación de pequeñas comunidades de seguidores de Jesús en medio del mundo. Pequeñas no sólo por su número, sino también por su insignificancia social. El reino de Dios aparece desconcertante: una comunidad humana de comienzos insignificantes y que, incluso en su máximo desarrollo, carecerá de esplendor mundano, pues, ¡oh ironía, no será un cedro (cf Ez 17,22s; 31,6), sino una hortaliza! ¿“Iglesias hortaliza”? MEDITO
El carácter diminuto del grano de mostaza aparece como signo de la invisibilidad del reino de Dios. En la frase marcana “la más pequeña de todas las semillas de la tierra”, podemos quizá percibir un aspecto de la auto-comprensión de la comunidad de Mc, que está enfrentada a la hostilidad de la sociedad y al poder de las autoridades enemigas; no se siente fuerte, sino que se ve “la más pequeña 3
11º Domingo del T. O.
ORAR EN EL MUNDO OBRERO
C.P.
de todas las semillas de la tierra” (los cuatro gatos de la AC). Sin embargo, esta pequeñez de la comunidad se transformará, AL FINAL, en grandeza y su sufrimiento en gozo (de nuevo la esperanza) por obra de Dios. La pequeñez, pues, es nuestro presente histórico. El mañana es de Dios. Como siempre, de lo que se trata es de ser fieles a Jesús.
Los pájaros son figura de los gentiles. La imagen de “los pájaros del cielo acampando a la sombra de esta hortaliza” describe la atracción interna que ejerce el reino de Dios sobre los hombres de todo el mundo. Estas dos parábolas sintetizan las dos etapas que se requieren para que exista el reino de Dios. La primera que trata del plano individual, describe la etapa inicial, la transformación del hombre por la asimilación del mensaje. Los individuos así madurados son imprescindibles para constituir la nueva comunidad. La segunda parábola describe la existencia de ese grupo, al principio casi invisible, en medio de la humanidad; crecerá y se extenderá paulatinamente y se hará bien visible, aunque sin pretensión alguna de grandeza. De este modo se irá afirmando en el mundo una comunidad nueva, abierta y acogedora para todos, una sociedad fraterna que continuará la obra de Jesús, excluyendo la ambición de triunfo personal y de esplendor social. ¿Qué implicaciones tiene esto para mi PE y para la presencia pública de la HOAC?
SEMBRANDO
Conociste a Jesús y aconteció la Esperanza que nadie podrá robarte, apóstol. Su amor marcó la utopía con fuego de su Reino para siempre en tu cuerpo entregado.
Contigo o sin ti –a veces contra ti–, la semilla plantada en esta vieja historia será fruto abundante y pan para los pobres. Hay alternativa, hermanøs, para esta pobre tierra que labró con su sangre el Sembrador divino.
Con Él, por Él y en Él lanzamos la semilla al viento del Espíritu y nuestros gemidos se unen a los suyos sin palabras, aguardando impacientes el parto de «los libres» prometido. 4
C.P.
ORAR EN EL MUNDO OBRERO
11º Domingo del T. O.
MENDIGUISMO (Texto para meditar cómo iniciamos) «… en el siglo XVIII, con pretexto de la libertad, se erigió el mendiguismo moral en sistema. El capitalismo liberal consideró como dogma la injusticia en los intercambios. El buen negocio es aquel en el cual se da bastante menos de lo que se recibe. Si se da el valor ‘V’ y se recibe el valor ‘V+X’, el alma del mendigo del negociante busca siempre con avidez que ‘V’ sea muy pequeño y que ‘X’ sea muy grande.
En doscientos años el mendiguismo moral lo ha penetrado todo… Todos, todos, todos aspiramos a recibir sin dar nada como equivalente, o dando lo mínimo posible. ¿Puede imaginar alguien que de aquí puede salir, aunque solo sea en apariencia, una sociedad justa? La realidad por su parte ya se cuida de gritar la inmensa miseria a que este estado crónico de injusticia organizada y bien vista conduce al mundo.
Consecuencia de esta mentalidad es el que todos estemos seguros de que el mejor cebo para atraer “gente” a nuestra causa (ya se trata de una tienda de confecciones o de un partido político) es ofrecer gangas: dando muy poco –nada– sacará usted mucho. Esto explica todas las demagogias y todos los timos.
En estas ideas (…) se ha querido fundamentar para algunos –demasiados– la labor de penetración de la Iglesia de Cristo en el mundo. Vamos a referirnos solo a lo que se suele llamar atracción de los obreros a la Iglesia…
Con una fe grandísima, ¿quién podría dudarlo?, se ha creído que los resortes de mendicidad moral y material eran el único cebo posible para que los obreros “picaran”. Y, efectivamente, muchos “picaban”. Y las organizaciones se sentían felices: –yo ya tengo tres mil; –yo ¡cuarenta mil!
Hubiera sido muy interesante preguntarles: “Cuarenta mil, ¿de qué?”. Porque los apóstoles de Cristo no pueden buscarse entre los “ganguistas”, sino entre los que, en primer lugar, están dispuestos a sufrir persecución por defender la Justicia, y que, una vez la justicia satisfecha, están dispuestos a dar, por Amor sobrenatural, todo lo que haga falta, incluso la vida. ¿No vemos aquí todo lo contrario al mendiguismo?
La HOAC, con el Plan Cíclico, aspira, nada menos, que a demoler, piedra a piedra,, el edificio montado a base de mendiguismo en todas sus formas…
(G. Rovirosa, Plan Cíclico de la HOAC, O.C.V, 178-9).
5