Noticias Obreras nº 1557 marzo

Page 1


Noticias de la HOAC 50 aniversario de la muerte de Guillermo Rovirosa:

Seguir anunciando el Evangelio al mundo obrero

E

l 27 de Febrero se cumplen 50 años de la muerte de Guillermo Rovirosa. Su vida y su obra hacen brotar en nosotros, desde lo más profundo de nuestro corazón, un sentimiento de gratitud a Dios y a la Iglesia por este testimonio de santidad. Hay tres rasgos fundamentales en la herencia que nos ha dejado Guillermo Rovirosa, que son tres líneas luminosas para la tarea evangelizadora de la HOAC y de toda la Iglesia en el momento actual: llamados a ser cristianos y cristianas de nuestro tiempo, llamados a evangelizar y llamados a construir comunión. Al celebrar este 50 aniversario hemos querido dedicar este número monográfico íntegramente a Guillermo Rovirosa. En él se puede encontrar: la actualidad del proceso de canonización; elementos que nos pueden ayudar a contemplar a Guillermo como un apóstol obrero; su figura vista a través de testigos que lo conocieron indirectamente a través de Malagón; su aportación en el contexto social e histórico que vivió. El «Tema del Mes» pretende despertar la curiosidad y el interés por este laico cristiano comprometido, converso tardío que dedicó su apostolado a devolver a los obreros a Jesucristo, y lo llevó hasta el extremo. Con palabras de aquellos que le conocieron y que fueron amigos recogemos testimonios íntimos y entrañables, plenos de afecto y emoción. Y junto a lo anterior, la actualidad que Guillermo Rovirosa tiene hoy vista por algunos militantes de la HOAC y en el que se inspiran para desarrollar su compromiso cristiano. Varios intelectuales cristianos destacan, también, cómo se adelantó a su tiempo en la crítica al

sistema económico dominante, que luego asumiría desde el Vaticano II la enseñanza social de la Iglesia y que tan luminosa e incisivamente ha vuelto a retomar el Papa Francisco. Por último, aunque sus textos, sus propias palabras, iluminan las páginas de esta revista, hemos querido finalizar con algunas oraciones más emblemáticas, así como con las entrañables palabras que su amigo Malagón pronunció el 28 de febrero de 1964 en su funeral. Queremos dar las gracias a todas las personas que han colaborado en este número de «Noticias Obreras», sin las cuáles no hubiera sido viable. Somos conscientes de que no están todos ni todas, ya que por razones de espacio, es imposible, y dejar constancia de la importante colaboración que para su elaboración ha significado el patrocinio de la Fundación Guillermo Rovirosa y Tomás Malagón. Demos gracias a Dios por tantos testigos de su amor, especialmente en este aniversario, por Guillermo Rovirosa, el primer militante y promotor de la HOAC; por Tomás Malagón; por Eugenio Merino y tantos otros militantes obreros, que dedicaron y dedican sus vidas, su tiempo, sus esfuerzos y sufrimientos al crecimiento y extensión de este movimiento apostólico. Su recuerdo fortalece a los militantes que intentamos continuar su tarea y genera nuevas esperanzas para este mundo obrero y del trabajo que vive en la actualidad tantos momentos de oscuridad e incertidumbre. Celebrar este 50 Aniversario es encender las luces largas para seguir realizando con fidelidad la misión que la Iglesia nos ha encomendado. !

«Guillermo Rovirosa. Apóstol del Mundo Obrero. 50 Aniversario de su muerte 1964-2014» Comisión Permanente de la HOAC Breve biografía, con algunos de sus textos más significativos. Colección: Cuadernos de la HOAC, 8. Núm. de páginas: 54 páginas

2 90

1.557 · MARZO 2014

PEDIDOS: Ediciones HOAC C/ Alfonso XI, 4. 4º 28014 Madrid Tel.: 91 701 40 83 publicaciones@hoac.es www.edicioneshoac.es


www.hoac.es

Sumario «Todo es Comunión», dirá Rovirosa. ¿Queremos vivir acogiendo esa realidad o de espaldas a ella?» Pág. 5 Noticias de la HOAC Seguir anunciando el Evangelio al mundo obrero, _______________________ 2 Editorial Individualismo o Comunión ________________________________________ 4

1.557 MARZO 2014

Delegada:

Mª Dolores Medina

Redactor:

José Luis Palacios

Colaborador@s:

Juan Acín, Alfonso Alcaide, Antonio J. Aranda, Joaquín Arriola, José Blanco, Araceli Caballero, Manolo Copé, Fernando Díaz-Abajo, Rafael Díaz Salazar, Jesús Espeja, José Ignacio Gámez, José García, Joaquín García (Chipola), Carlos Gª de Andoin, Carlos Gómez Gil, Agustín González, Jose Ignacio González Faus, José R. Ibeas, Iñaki Lancelot, Enrique Lluch, Javier Madrazo, Pedro Manzano, Víctor M. Mari, Gorka Moreno, Olga Pardo, Francisco Porcar, Xulio Rios, Eduardo Rojo, Mónica Rossi, Santiago Sánchez Torrado, Paloma Sanz, Jose Mª Toro, Cristina Vega, Imanol Zubero, Taller de Redacción de Andalucía, Canarias y Alicante.

Causa de Canonización Actualidad del proceso, por Alfonso Gil ______________________________ 6 Entusiasmado de la Verdad, por Antonio M. Rouco _____________________ 8 J. Andrés-Gallego: La coherencia de Guillermo Rovirosa le hizo singular ____ 9 Un Santo Obrero Testigo que hoy reclama la Nueva Evangelización, por Victorio Oliver _____ 10 La Alegría del Evangelio, por Antonio Algora _________________________ 12 A través de Malagón La mística de Rovirosa nutre a la HOAC, por A. Hernández-Carrillo ______ 14 Luz para responsables laicos, por Elias Yanes _________________________ 16 Adelantado del Vaticano II, por Alberto Iniesta _______________________ 16 Una huella imborrable, por Nicolás Castellanos ______________________ 17 Su tiempo Del catolicismo social al obrerismo cristiano, por Feliciano Montero ______ 18 Acortando distancias, por Antonio Quitián __________________________ 20 Tema del Mes Guillermo Rovirosa, Apóstol Obrero, por Alfonso Alcaide _______________ 21 Testigos de su vida Revolución integral por Xavier Garcia Pujades _______________________ 37 ¿Cómo olvidar a Rovirosa? ________________________________________ 38 «Rovirosa y Malagón son modelo de apóstoles». Entrevista a Rafael Torija __ 40

Dirección y Redacción:

Huellas vivas «Vivió con radicalidad la encarnación obrera». Entrevista a Aurelio Peña ___ 43 En boca de los miltantes de la HOAC de hoy __________________________ 44

Administración y suscripciones:

Su actualidad Entusiasmarse con la misión, por Pino Trejo _________________________ 47 La fuerza de los débiles, por Rosa Gisbert ___________________________ 48 Una alternativa de vida, por Maite Valdivieso ________________________ 49 Realizar el Evangelio, por Loles Gambín ____________________________ 50 Crítica radical al capitalismo, por Hilari Raguer _______________________ 52

Alfonso XI, 4, 4. 28014 Madrid Telf.: 91 701 40 81 Fax: 91 522 74 03 E–mail: noticiasobreras@hoac.es

Mª José Cerrajero Pilar Cerrajero Tél.: 91 701 40 80 administracion@hoac.es

Depósito Legal: M. 2359-1958

NOTICIAS OBRERAS no se responsabiliza ni identifica necesariamente con los artículos y cartas de sus colaboradores. Autoriza la reproducción total o parcial de sus trabajos indicando la procedencia.

Orar con Rovirosa «Danos hoy nuestro pan de cada día», «¡Sí!» «Ahora», «Cada día» _________ 54 «La oración de la Cólera y el Amor» _________________________________ 55 La espiritualidad de Rovirosa, por Tomás Malagón ____________________ 55

3 1.557 · MARZO 2014

91


Editorial

Individualismo o Comunión

S

e cumplen ahora cincuenta años de la muerte de Guillermo Rovirosa. El que fuera arzobispo de Tarragona, Josep Pont i Gol, dijo de él que «desde el día de su conversión vivió totalmente para conocer, amar e imitar, con creciente fidelidad y amor, el ser y el hacer de Jesús». En efecto, su vida estuvo llena de la experiencia del amor de Jesucristo, de un gran amor a Jesucristo, a la Iglesia y a los pobres. Tres cosas para él inseparables, una sola cosa en realidad. Por eso dedicó su vida a organizar la HOAC como instrumento de la Iglesia para hacer presente la Buena Noticia de Jesucristo en el mundo obrero y del trabajo, en particular en los trabajadores más débiles y empobrecidos.

E

ste número de «Noticias Obreras» está dedicado a mostrar la actualidad y el valor de su vida para el hoy de la Iglesia y del mundo obrero y del trabajo. En estas líneas queremos destacar tres rasgos de su vida que nos parecen especialmente importantes hoy. Los presentamos con el hilo conductor de dos «lógicas» completamente distintas en la construcción de nuestra humanidad y de nuestra sociedad, dos «lógicas» centrales en la propuesta de Rovirosa para el mundo obrero y del trabajo: individualismo o comunión. Una raíz fundamental de los problemas, las injusticias, el empobrecimiento, la deshumanización que padecemos, está en que seguimos demasiadas veces la «lógica» del individualismo; las respuestas están en seguir la «lógica» de la comunión, la «lógica» del Dios de Jesucristo, la que responde realmente a la vocación de nuestra humanidad.

R

ovirosa se tomó completamente en serio la invitación de Jesús sobre lo que significa vivir de forma cabal nuestra humanidad: «Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso» (Lc 6, 36). Misericordia que es amor práctico y concreto a las personas concretas; respuesta a la necesidad de cada uno de realizar su vida, de vivir en plenitud; respuesta, por tanto, al sufrimiento injusto del otro para erradicarlo, sin ninguna excusa 4 92

1.557 · MARZO 2014

para no hacerlo. De ese amor concreto nacen dos cosas: la lucha por la justicia y el deseo de tratar al otro con justicia, de ser justo con él. Y la mayor justicia hacia el otro es, como vivió Jesús, poner la vida a su servicio, dar la vida para que el otro viva. Y eso solo se hace por amor al otro. Nace de la experiencia del amor concreto de Dios a cada persona, no a la humanidad en abstracto, de un amor hasta el extremo. De un amor que se acoge en el amor al otro. «Jesús está en el otro», dirá una y otra vez Rovirosa. Nuestra humanidad se realiza en el amor al otro. Esto no se ve desde el individualismo, que tiende a verlo todo desde el propio interés y conveniencia, pero es lo más radicalmente humano. ¡Cómo cambiaría nuestra vida y nuestro mundo si acogiéramos la misericordia de Dios y construyéramos nuestra vida y nuestra sociedad desde la misericordia!

D

e la experiencia de ese amor misericordioso de Dios, de Jesucristo que da la vida por cada uno de nosotros para que podamos vivir de acuerdo a nuestra dignidad, nace el reconocimiento de la sagrada dignidad de cada persona, de toda persona. La persona debe ser siempre lo primero, el centro, fin y sujeto de todo. Por eso, ese amor se rebela cuando los hijos e hijas de Dios son explotados, humillados, instrumentalizados… La lucha por la justicia debida a cada persona en razón de su sagrada dignidad se convierte así en vida cotidiana, en tarea central y esencial para vivir humanamente: «Frente a una humanidad metalizada (dirá Rovirosa) que únicamente atribuye valor –y por tanto dignidad– al dinero –y al poder que se utiliza para hacerse con dinero– se levanta la HOAC para continuar el mensaje eterno de la Iglesia y decir: el valor máximo en la tierra es el hombre, como imagen de Dios y como hijo de Dios. Todo lo que existe en la tierra es para el hombre y el hombre es para Dios. Nos enfrentamos, por tanto, con los que quieren posponer el hombre al dinero, o al Estado, o a la economía, o a la producción».


Editorial «La lucha de la HOAC se encamina en primer término a que todo obrero recobre la conciencia de su dignidad de hombre y de obrero a la luz de Cristo». Es esa sagrada dignidad de la persona lo que está en juego, hoy de forma muy radical y evidente, en la forma en que es tratado el trabajo y la persona del trabajador o trabajadora. Desde el individualismo hemos construido ídolos –muy en particular el ídolo del dinero al que se somete todo– que han ocupado el lugar de las personas, en relaciones y estructuras sociales que niegan en la práctica que lo primero debe ser siempre la persona. ¡Cómo cambiaría nuestra vida y nuestro mundo si realmente y en la práctica reconociéramos la sagrada dignidad de la persona y pusiéramos en primer lugar, siempre y sin excusas, a las personas!

E

l empeño por el reconocimiento efectivo de la dignidad de cada persona, de cada trabajador y trabajadora, que es lo mismo que decir la lucha por la justicia debida a cada persona, muy en particular a cada empobrecido, se realiza buscando construir comunión entre las personas, en las relaciones y estructuras sociales. Estamos hechos para la comunión con los demás y con Dios. El Dios Amor-Comunión, que se ha hecho uno de nosotros en Jesús, nos llama a participar de su propio ser comunión de personas y ese es el camino de nuestra realización humana. El individualismo es la negación radical de esta vocación humana, de lo que es nuestra humanidad. Solo en la medida en que nos reconozcamos, no como individuos aislados que creemos que nuestra humanidad se realiza buscando nuestro propio interés o conveniencia, sino que somos personas que necesitamos a los otros para construir nuestra propia singular humanidad; en la medida que reconozcamos al otro como «otro yo», podremos construir realmente nuestra humanidad y un mundo a la medida del ser humano. «Todo es comunión», dirá Rovirosa. ¿Queremos vivir acogiendo esa realidad o de espaldas a ella? Porque hemos luchado mucho por la justicia, por afirmar la dignidad humana, pero cuando lo hemos hecho desde el individualismo, desde la búsqueda del interés propio, lo que hemos logrado es luchar unos contra otros por la existencia, competir unos con otros. El resultado es que en esa «lógica» siempre se impone la ley del más fuerte, y los empobrecidos por esa ley del más fuerte siguen siendo empobrecidos. Solo si buscamos construir la vida y las relaciones sociales desde el amor al prójimo, desde el reconocimiento del otro, desde las necesidades de los otros, desde la justicia debida a los empobrecidos, solo entonces construiremos lo que necesitamos, la colaboración por la existencia. Porque no somos para competir, sino para la comunión. ¡Hemos construido el mundo alejados de esa verdad esencial del ser humano y así es de deforme nuestro mundo! En Jesucristo vemos que es

posible vivir desde la lógica humana de la comunión. La cosa está en que realmente nos decidamos a hacerlo.

A

mor misericordioso que responde a lo más hondo de nuestro ser; empeño por el reconocimiento práctico y efectivo de la dignidad de cada persona, que se hace lucha por la justicia y ser justos con los otros; comunión como camino y meta de nuestra humanidad. Los cristianos creemos esto, los hoacistas creemos esto. Pero esto no es para decirles a los demás que lo vivan, es para vivirlo nosotros. Rovirosa insistía mucho en ello: la forma de anunciar esta forma de vivir que nos propone Jesucristo con su propia vida, es vivirla. No hay otra manera. Se trata de crecer, día a día, en la vida cotidiana, en construir esa vida de comunión en nosotros y con otros en nuestro mundo obrero y del trabajo. Solo así podremos acoger y compartir la Buena Noticia de Jesucristo, solo así podremos invitar a otros a vivirla. Si ven lo que decimos. Si no, solo diremos palabras que los demás no podrán creer. ! Comisión Permanente de la HOAC

5 93 1.557 · MARZO 2014 0000


Causa de canonización

Para saber más sobre la causa de Canonización, visite: http://www.hoac.es/proceso-de-canonizacion-de-guillermo-rovirosa

Actualidad del proceso Alfonso Gil*

No se trata de hacer un favor a alguien que ya ha llegado a la presencia del Padre, no lo necesita. Tampoco de un supuesto culto a la personalidad, que en el caso de Rovirosa, como en cualquier otro, le horrorizaría. Y menos de una promoción del colectivo que mantiene su recuerdo y con el que a veces se le identifica. El planteamiento es otro muy distinto.

C

orría el año 2000. Juan Pablo II había invitado a toda la Iglesia a reconocer y a agradecer a Dios los dones recibidos en ese milenio. Entre ellos el más importante: el don de la santidad. Como en los primeros tiempos de la Iglesia, como a lo largo de la historia, también el siglo XX era un siglo de santos y era justo reconocerlo y dar testimonio de ello. El honor y la gloria corresponden a Dios mismo, el único santo, que obra la santidad en nosotros. ¡Bendito sea!

La HOAC conocía a Guillermo Rovirosa. Conocía su trayectoria, especialmente a partir de su encuentro con Cristo. Sabía de la coherencia de su vida cristiana y de su entrega al apostolado en el mundo obrero en un tiempo particularmente difícil. Le constaba que, a su muerte, mucha gente que le había tratado lo consideraba santo, fama que se mantenía a lo largo de los años; de hecho venía recibiendo reiteradamente peticiones de que se iniciara su proceso de canonización. Y era consciente de que esa

«En la vida de Rovirosa se dan unas circunstancias que de algún modo la hacen peculiar e iluminadora de situaciones de hoy» 6 94

1.557 · MARZO 2014

posibilidad no podía aplazarse mucho más, dado que los que le conocieron y podrían personarse como testigos en su causa eran ya pocos y mayores. Valora entonces la HOAC la conveniencia de dar ese paso y ofrecer a la Iglesia universal el testimonio de la vida de Rovirosa; como quien ha conocido y disfrutado un tesoro y, sencillamente, lo da a conocer y lo comparte con los hermanos. Y es que en la vida de Rovirosa se dan unas circunstancias que de algún modo la hacen peculiar e iluminadora de situaciones que hoy mismo se están dando en muchos lugares y a las que podría aportar claves con las que abordarlas. *Vicepostulador de la causa de canonización de Guillermo Rovirosa.


Causa de canonización En efecto, se trata de un laico, casado, técnico industrial, convertido a la fe cristiana, tras larga búsqueda, a los 36 años. Consciente del inmenso amor con que Cristo le ha tratado, responde con la ofrenda de su vida a la causa del Evangelio. Percibe las implicaciones sociales que el seguimiento de Jesús comporta y se va adentrando en el contacto y en la vivencia de la realidad obrera de los años 30 y 40 en España. En esa cercanía y convivencia, fiel a Jesús, madura el apóstol; de modo que cuando en 1946 la Iglesia, buscando una aproximación al mundo obrero, decide la creación de la Hermandad Obrera de Acción Católica cuenta con Rovirosa para organizarla. Se manifiesta entonces la grandeza de una persona a un tiempo humilde y fuerte, obediente y libre, intelectual y trabajador manual, místico y con los pies en la tierra, capaz de soledad y apasionado por la comunión. ¿Sus convicciones profundas? El vivía y transmitía: confianza absoluta en Dios, que actúa en la historia, y disponibilidad a su voluntad; respeto y valoración de la dignidad de la persona obrera, de su cultura y valores, de su búsqueda de justicia, y un «no» claro al paternalismo humillante; conciencia de que el bautismo implica un morir y un nacer a vida nueva en seguimiento de Jesús; opción decidida por la comunión en todos los ámbitos: bienes, vida, acción…, e insistencia en tres virtudes básicas que la hacen posible: pobreza, humildad y sacrificio; aplica-

cha atenta a las personas que lleva a conocerlas y amarlas; propuesta de claves esenciales del Evangelio: Reino de Dios, Mandamiento nuevo, Cuerpo místico de Cristo; amor a la Iglesia en toda circunstancia… Su hacerse servidor de los últimos, su palabra libre y evangélica, su análisis social y su actividad entusiasta formando militantes obreros, que unían fe y vida y se sentían responsables de mejorar las condiciones de vida y trabajo entonces existentes, le granjearon el respeto y el afecto de muchos y también la hostilidad de otros que se sentían cuestionados. Cristo se hizo presente entre los obreros y su palabra, entretejida en la problemática social del momento, era acogida y dinamizaba compromisos transformadores de la realidad. Hubo conversiones a la fe cristiana. La ruptura entre clases obrera e Iglesia que tan agudamente se vivía en aquellos años se vio superada en parte por la presencia y actuación de militantes fieles a Cristo y fieles a la causa obrera que lucharon por la justicia y la dignidad.

relatado «lo que habían visto y oído», cómo les había impactado e influenciado en su vida el contacto con él. A su testimonio se ha unido el conjunto de los escritos del propio Rovirosa. La comisión histórica que ha investigado archivos y recogido la documentación necesaria está acabando su informe. Todo ello será trasladado a Roma para su estudio y valoración. Durante estos años su persona y su obra se han difundido ampliamente. Y es de resaltar que quienes, sin haberlo conocido antes, se han adentrado ahora en su biografía y en sus planteamientos, en toda su aventura personal, quedan «tocados» por la singularidad y actualidad de este hombre, quizá por lo auténtico de su empeño. Y no es el menor servicio que Rovirosa nos presta el ayudarnos a caer en la cuenta de que la santidad es propuesta hecha a todos, don y tarea de cada día. !

Esta breve evocación de su vida puede dar una idea de lo razonable que era proponerla como muestra de la acción de Dios entre nosotros, de la fuerza dinamizadora del Espíritu cuando se le acoge y se le responde.

«Una persona a un tiempo humilde y fuerte, obediente y libre, místico y con los pies en la tierra, capaz de soledad y apasionado por la comunión» ción del Evangelio a la vida personal y social, clave para la economía, la política, la paz; visión de Cristo en el otro, a quien amar y servir, por ello, escu-

El proceso de canonización se inició en Madrid el 8 de julio de 2003. Más de 40 testigos han

Alfonso Gil lee la solicitud de apertura del proceso, el 8 de julio de 2003, ante el arzobispo de Madrid, cardenal Rouco Varela, y las personas que serían nombradas miembros del tribunal que va a intervenir en él. 7 95 1.557 · MARZO 2014 0000


Causa de canonización

Entusiasmado de la Verdad Antonio María Rouco*

El Siervo de Dios Guillermo Rovirosa, primer militante de la HOAC, es una figura que me parece particularmente necesario recordar y resaltar.

E

n primer lugar, por su búsqueda sincera y apasionada de la verdad. Siempre se mantuvo enfrente del gregarismo, la indefinición, la hipocresía. Apasionadamente, siendo joven, no dudaba en ridiculizar y combatir a sus compañeros practicantes rutinarios de la religión católica; apasionadamente también cuando, ya casado, se sintió atraído al conocimiento de Jesucristo, se entregó con ahínco a la lectura y al estudio de los autores que le ayudarían a conocerlo mejor. Se veía exigido por su propia honestidad: ni quienes habían tratado de inculcarle las prácticas religiosas ni él mismo, que las había rechazado, lo conocían verdaderamente. Así empezó la etapa decisiva de su combate por la Verdad. Su simpatía por Jesucristo iba creciendo, pero su razón no se rendía: un hombre no puede ser de Dios, Dios no puede hacerse hombre. Hasta que la contemplación de la humildad, la pobreza y el sacrificio, encarnados en la vida de Jesucristo y fundamento de su mensaje de Amor, le dio la dicha, dice él, de rendirse con armas y bagajes. El encuentro con la Verdad no fue con una verdad conquistada con su esfuerzo, como acontecía en sus trabajos de ingeniero e investigador, sino con la Verdad que es una Persona, que lo conquista a él y a la que él se entrega totalmente. La experiencia de su conversión, de su confesión emocionada, de su «verdadera Primera Comunión» el día de Navidad de 1933, es el fundamento firme de la actividad apostólica que desplegará a lo largo de toda su vida. Otro rasgo iluminador y ejemplar de Guillermo Rovirosa es lo que él llama su «segunda conversión»: ya en comunión con el Señor, conversión a los hermanos que Él ama, conversión a la evangelización de los marginados y explotados que están lejos de Él. El encuentro con el Señor humil8 96

1.557 · MARZO 2014

de, pobre y sacrificado, le lleva a ofrecerse plenamente a su servicio. Comprendió que su puesto estaba en el apostolado obrero, pero no porque fuera su gusto. Su vocación no se la da a sí mismo. La llamada de Jesucristo resuena en la apremiante convocatoria del Papa Pío XI a evangelizar el mundo del trabajo y en la situación de los obreros, que él contempla con los ojos y el corazón de Cristo. La perseverancia de Guillermo Rovirosa en su consagración a la evangelización de los pobres, entre los que se contaban indudablemente los obreros, se vio puesta a prueba en todo momento. Su búsqueda insobornable de la verdad y la radicalidad de su entrega ponían de manifiesto a veces diferencias en la concepción del apostolado obrero, incoherencias en quienes eran católicos solo de nombre, contradicciones de quienes se resistían a abandonar el paternalismo. No faltaron insidias y calumnias. Se mantuvo sereno, entregado y obediente. La búsqueda incansable de la Verdad, la profunda alegría al dejarse conquistar por ella, la novedad de una vida al servicio del Señor y de sus hermanos los pobres, hacen de Guillermo Rovirosa un estímulo vigoroso para los militantes de hoy y para cuantos buscan sin miedo la Verdad para entregarse a ella. Un título con el que Rovirosa quiso definir su personalidad apostólica es el de «entusiasta». Es sin duda un rasgo natural de su temperamento, pero su conversión a Jesucristo lo purificó y lo potenció impulsando magníficamente su servicio al Evangelio. Reconocerlo en la Iglesia, estoy seguro, será un gran beneficio para todos. ! *Cardenal Arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española.


Causa de Canonización José Andres-Gallego, historiador:

«La coherencia de Rovirosa le hizo singular» Este profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid es el encargado de realizar la labor histórica en la Causa de Canonización. –¿Qué destacaría de toda su vida y su obra? –De su vida, el verdadero heroísmo con que afrontó los momentos más difíciles. También, la tremenda coherencia entre su fe y su pensamiento en todo lo demás. De su obra, la adecuación del método de Cardijn (ver, juzgar, actuar) a la realidad de los obreros españoles tal como eran y él los veía y entendía. Me parece que una de las claves fundamentales de su obra es esto último y que, además, su utilidad sigue en pie. A veces pienso que eso –distinguir entre ver, juzgar y actuar– tendríamos que aprenderlo y practicarlo todos hoy día, incluso los que se consideran más cultos. –¿Es Rovirosa un personaje singular en la historia de la Iglesia y la sociedad española? ¿Por qué? –Es singular porque iba contra corriente. Basta leer lo que escribía él y lo que, simultáneamente, escribían otros. De todas formas, me gustaría insistir en que iba a contra corriente de todas las corrientes. Quiero decir que no fue así porque le tocara una dictadura. También fue contra corriente durante la guerra y en la zona republicana. Cuando mataban por practicar el culto clandestino, or-

ganizaba culto clandestino. No creo que buscara la singularidad, sino que la coherencia le hacía ser singular. Nos pasa a todos y por eso procuramos no ser coherentes (algunos). La persona singular acaba sola, a no ser que la completa gratuidad forme parte de su coherencia. Solo en este último caso, le acompañarán, al menos, los que necesitan precisamente gratuidad y son conscientes de que es eso lo que reciben. –¿Cómo se puede explicar que en un ambiente nada propicio para la misión encomendada a Rovirosa, la organización a la que se entregó en cuerpo y alma pudiera dar tantos frutos? –Él hubiera respondido, sin lugar a dudas, que eso es cosa de Dios. Como historiador, se me ocurrirían explicaciones. Pero, puestos a ser coherentes como él, lo que nos hace eficaces es que ande Dios por medio de lo que hacemos. Si no está Dios, no saldrá. –¿Cuáles ha sido los hallazgos más importantes de su investigación del proceso histórico? –Mi hallazgo personal es Rovirosa y los rovirosianos que tienen su misma libertad. Lo digo porque todo en la vida –todo, también el ejemplo de

Rovirosa– se puede convertir en «ideología», y eso es una alienación. Digo «ideología» en el sentido de «receta» explicativa de todo lo que sucede. Ver, juzgar y actuar requiere reflexionar libremente, por cuenta propia. Es lo que hacía Rovirosa. Así salió del pozo del espiritismo, luego del pozo de la teosofía, luego del pozo del anticristianismo… y hasta del pozo de que a uno le persigan y le abandonen los mismos que le han llevado a dejarlo todo. No idealizo a Rovirosa. No le he «perdonado» nada de lo que aparece en los documentos. Si dice de sí mismo que era un soberbio, parto de la base de que lo era probablemente. Eso permite descubrir maravillas: incluso que un soberbio es capaz de la mayor humildad. Ahora, entre los documentos hallados, destacaría la correspondencia de Rovirosa con Carlos Santamaría, organizador de las conferencias internacionales católicas de San Sebastián. También, el almanaque Rovirosa que se preparó seguramente para 1970 y nunca se publicó. En cada hoja del año, hay un hecho histórico de la HOAC que sucedió ese día del año (pero en un año distinto, claro). !

9 1.557 · MARZO 2014

97


Un Santo Obrero

Testigo que hoy reclama la Nueva Evangelización Victorio Oliver*

Al hablar o escribir, al recordar a nuestro querido Guillermo Rovirosa, de modo persistente, me viene a la memoria, con emoción agradecida también, su extraordinaria e importante aportación al mundo obrero.

N

o le llevó una ideología más, ni una esperanza insegura y rebajada. Su vida fue un cúmulo de ofertas liberadoras en muchos campos. Pero amaba demasiado al mundo obrero, para dejar de ofrecerle lo mejor que poseía. Le aportó a Jesucristo. A Jesús de Nazaret, criado en una familia obrera, durante treinta años, obrero de un taller de carpintería en un pueblo, que no figuraba en las ofertas turísticas de aquel tiempo. En las manos de Jesús había callos. Lo llevó a sus compañeros con entusiasmo, sin complejos ni camuflajes, sin avasallamiento. Lo hizo de muchos modos: con su palabra y escritos, con su Plan Cíclico, con los militantes. Lo más original y persuasivo es que Guillermo, con su propia vida, llevó Jesús al mundo obrero. Aportar, como garantía, la propia vida es un lenguaje que entiende el hombre del trabajo, hombre de hechos. Y la vida de Guillermo era una vida, que conoció el cambio profundo de sus intereses y motivaciones en un encuentro con Jesucristo. Era una vida enteramente trasformada por Cristo. «Cristo es el centro, está ocupado por Él». El origen de su empuje inquebrantable, de su trabajo incansable era Jesucristo. Era ya el testigo que hoy con urgencia reclama la Nueva evangelización. ¡Qué fuerza tiene el lenguaje de la vida! 10 98

1.557 · MARZO 2014

Los militantes de la HOAC lo entendéis bien. Estáis pidiendo a la Iglesia el reconocimiento oficial de su santidad, de ser santo. La palabra santidad hoy

no suena en muchos oídos, es palabra extraña, como borrada de su vocabulario. O se tiene por palabra minusvalorada, desacreditada, malsonante en muchos ambientes del trabajo y en general, tiene mala prensa, y suscita sonrisa burlona en el ruido de muchas fábricas, talleres y oficinas y en otros lugares. La santidad, que vivía Guillermo Rovirosa, no es una aportación al mundo obrero con fecha ya caducada o con rebaja de garantía en el trabajo y la lucha por la trasformación del mundo obrero. Guillermo no vivió la santidad huyendo de este mundo obrero, refugiándose en las nubes, que nunca son lugar de la santidad cristiana. La santidad de Guillermo conocía de cerca a los compañeros y sus condiciones, conocía el estrépito de los talleres, la precariedad de los salarios, el paro, los dolores de la familia trabajadora y su inseguridad, conocía la solidaridad del mundo del trabajo, que es su fuerza, como es el hambre de justicia. De Jesús aprendió actitudes: a ser pobre, a ser humilde, la abnegación y el sacrificio propio. Es sorprendente que con estas tres virtudes trenzó su vida rica de esperanza, de generosidad sin límites. Aprendió a llamar hermanos a los compañeros de trabajo, el *Obispo Emérito de Orihuela-Alicante.


Un Santo Obrero «Se abajó y se humilló para poder llegar a las periferias, al barro humano, con capacidad de acoger lo bueno que existe en el hombre» mismo Guillermo creó una obra que llamó «Hermandad Obrera». El sueño no era de Guillermo. El sueño era y es de Jesús. Forjadores de una Hermandad Obrera. Entendió Guillermo que Jesús apostó siempre por el hombre, lo manifestó espléndidamente en su Encarnación, en su vida entera y de modo extraordinario en la Historia de su Pasión. Jesucristo apostó por el hombre libre, consciente de su impresionante dignidad, con la marca impresa de hijo de Dios. Jesús buscó al hombre sin voz, que no contaba en la sociedad. Es una apuesta por el hombre que no ha tenido parecido en toda la historia humana. Jesús ha escrito, ha realizado la antropología más alta y elevada que nadie podrá igualar, porque nadie ha valorado al hombre como lo valoró Cristo, y el precio que ha puesto al hombre es su sangre. Muchos obreros lo desconocen y es preciso dárselo a conocer con todo respeto a su libertad. El que de modo decidido y libre se pone de parte de Cristo, tiene imperiosa necesidad, si es coherente, de ponerse al servicio del hombre, de su dignidad, del trabajo digno del hombre. Y lo realiza no con señales de dominio, de poder despótico, anulador de la persona y esclavizante, prepotente y manipulador. La propuesta de Jesús es una oferta de libertad al hombre, una apelación a su nobleza y dignidad. Jesús lo hizo por el camino de la sencillez, humildad, la llamó Él. Otra palabra desacreditada. Jesús no hizo alarde de su condición de Dios, renunció a

privilegios y a muchos de sus derechos. Se abajó y se humilló para poder llegar a las periferias, al barro humano, con capacidad de recibir y acoger lo bueno que existe en el hombre y en las propuestas de libertad que se ofrecen al hombre, de modo que se dio hasta su propio sacrificio. Los cristianos, a ejemplo de Jesús, son hombres que, en nuestro caso, salvan desde la raíz al mundo obrero y comparten su empeño con quienes de veras tienen un interés liberador por este mundo. Y es que las actitudes cristianas son fuertes, creadoras de humanidad, provocan y proporcionan, solidaridad liberadora, dinámica, fecunda, creadora de futuro. Los escritos del Concilio Vaticano II, la «Gaudium et spes», los escritos de los últimos Papas, de modo especial, hacen resonar entre nosotros el dinamismo interpelante de la fe, de la caridad cristiana, de la justicia, de la Eucaristía, –insistía el Papa Benedicto– que llevan con fuerza a la solidaridad con la situación real del hombre. Y es muy insistente el claro mensaje del Papa en muchos de sus gestos y escritos y en el capítulo cuatro de «Evangelii gaudium». Por eso es natural que, en el vocabulario obrero de Guillermo Rovirosa, se mezclen y encuentren palabras netamente cristianas: «Cuerpo Místico», «Eucaristía», «oración», «comunión», «el misterio grande de la Santísima Trinidad», que tanto le inspiró y lo mantuvo en su empeño. En este misterio se encuentra a gusto. Se convence de que Dios es amor, y rompe, para siempre, la imagen de Dios de antes de su con-

El Obispo Emérito de Orihuela-Alicante, en el Seminario de Cartagena.

versión. Usa con convicción la palabra «Iglesia». Él se siente Iglesia en el mundo obrero. Y es impresionante su grandeza de alma al aceptar la decisión de la Iglesia sobre su futuro al separarlo de la HOAC. Y hay una palabra muy querida, es la palabra «gracia». Y a todos os dice mucho la palabra «altar». Guillermo, y tantos militantes cristianos han encontrado en su fe, en ser discípulos de Jesús, en vivir su santidad en el mundo obrero una fuerza que les ha llevado más allá de compromisos en que muchos se quedan. Al pedirme este escrito, me sugerían una palabra sobre la fuerza del compromiso con la santidad que vivió Guillermo Rovirosa. Habéis ofrecido una exposición itinerante sobre su vida. Conocer, a fondo, su persona os dirá más que mis torpes palabras. Con vosotros me despido «hasta mañana en el altar», para dar, de nuevo, gracias a Dios por la vida de este militante, obrero creyente. !

11 99 1.557 · MARZO 2014 0000


Un Santo Obrero

La Alegría del Evangelio Antonio Algora*

No conocer personalmente a alguien frena el deseo de hablar de él pues, ¿qué autoridad se puede tener? Y, ¿cómo puede ser uno fiable en sus pareceres sobre esa persona? Me refiero ahora a Guillermo Rovirosa conocido por mí, fundamentalmente, por los frutos de su vida entregada al Señor en la Iglesia.

S

in saber explicarlo del todo, su figura me ha llevado a pensar en la Exhortación Apostólica del Papa Francisco «Evangelii Gaudium» y con cierto temblor me dejo llevar de estos dos parámetros para ofrecer esta pobre reflexión que se me ha pedido. Rovirosa es un hombre de Evangelio y la alegría que aparece desde el momento que comienza su conversión la quiero ver, y por este orden cronológico, expresada en la vida de los militantes de la HOAC que he conocido y en esas primeras palabras de la Exhortación del Papa: «La alegría del evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús». Alegría que marcará su vida entera, como hacen notar los testimonios de sus biógrafos y de las personas que de primera mano me han hablado de él. Naturalmente, hay que describir bien que es la Alegría del Evangelio..., baste remitir al lector a los primeros párrafos del Papa y poder asegurar que lo que ahí se dice corresponde a la experiencia de quien acepta la Presencia de Jesucristo en su vida, y en su seguimiento traza la totalidad de una existencia madurada en la dureza que experimenta aquel que se identifica con el Señor crucificado. «Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría». es una constante en quien le ha llamado el Señor a vivir en ese aquí y ahora de todo hombre y 12 100

1.557 · MARZO 2014

Antonio Algora, obispo de Ciudad Real y responsable de la Pastoral Obrera, ante los medios en la XII Asamblea General de la HOAC celebrada en 2009.

sus circunstancias. No voy a entrar en valoraciones históricas que me harían perder la perspectiva de la aventura personal de Guillermo Rovirosa y me distraería de lo más importante en nuestro aquí y ahora.

der y justificar en un neoconverso, quiere romper los estrechos límites en los que han encerrado a los cristianos «clérigos» y «hombres de iglesia» que impiden a las gentes humildes conocer el Evangelio.

Solamente recogiendo los títulos del primer capítulo de la «Evangelii Gaudium» nos puede servir de plantilla para hacernos una idea de lo que hoy puede estar viviendo con toda probabilidad la persona que llega a insertarse en un equipo de la HOAC y que puede haber conocido este pobre obispo en el trascurso de varios años, muchos ya.

«Primerear, involucrarse, acompañar, fructificar y festejar». Es el segundo título de este primer capítulo. Ya desde el período que va de su primera a su segunda conversión late en Rovirosa la necesidad de la expansión de su experiencia de vida cristiana y que le llevará a quemar las naves de empleo, sueldo, estatus social para seguir a Jesucristo ya en la Misión a la que se va sintiendo llamado.

«Una Iglesia en salida». Rovirosa, hasta con los tintes de los primeros entusiasmos que se deben compren-

Obispo de Ciudad Real y Responsable de la Pastoral Obrera.


Un Santo Obrero Ahora trato de unir los restantes títulos de este primer capítulo de la Exhortación para expresar lo que fue fuente de conflictos e incomprensiones de todo orden venidos tanto del exterior de la Iglesia como desde dentro de Ella. «Pastoral en conversión», un continuo crecimiento en modos de vida sobrios y con el empeño que despierta en él el atractivo de la pobreza evangélica son a modo de etapas que fluyen con la espontaneidad de quien se ve trasformado por el Espíritu y que quiere brindar a todos esa nueva vida que experimenta. De ahí surge, sin duda, su deseo, trabajo y esfuerzo por ofrecer a todos la necesidad de «una impostergable renovación eclesial», que ahora, al ser palabras del Papa Francisco, reciben el refrendo que en más de una ocasión necesitan nuestros militantes que, sin querer dar lecciones a nadie, tratan de vivir lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Y todo ello, «desde el corazón del Evangelio»; consciente de su debilidad y pequeñez sabe recoger Rovirosa los inconvenientes y reveses (que fueron muchos) como permitidos y aun queridos por Dios para hacer avanzar la Misión. Así reza el último de los títulos de la Exhortación: «La misión que se encarna en los límites humanos». En esta apretada síntesis no puedo dejar de citar por extenso las palabras del Papa en este punto: «De cualquier modo, nunca podremos convertir las enseñanzas de la Iglesia en algo fácilmente comprendido y felizmente valorado por todos. La fe siempre conserva un aspecto de cruz, alguna oscuridad que no le quita la firmeza de su adhesión. Hay cosas que solo se comprenden y valoran desde esa adhesión que es hermana del amor, más allá de la claridad con que puedan percibirse las razones y argumentos. Por ello, cabe recordar que todo adoctrinamiento ha de situarse en la actitud evange-

lizadora que despierte la adhesión del corazón con la cercanía, el amor y el testimonio». La oscuridad que tuvo que sufrir en más de una ocasión Rovirosa, efectivamente, no le quitó «la firmeza de su adhesión». Una tercera consideración deseo expresar y esta vez de la mano de Benedicto XVI cuando describe las características del humanismo cristiano y sus elementos fundamentales en el capítulo segundo y que titula «El Desarrollo Humano en Nuestro Tiempo». La dignidad del obrero, su trabajo y acceso a la propiedad, la participación, la solidaridad, la subsidiariedad y la necesidad de grupos intermedios que no dejen a la persona al albur de las decisiones económico-sociales que toman otros desde posiciones bien lejanas a los intereses de los trabajadores, son la descripción del esfuerzo intelectual, místico y operativo de las iniciativas de Rovirosa para consolidar y formar a los militantes de la HOAC. También de esto me considero testigo de excepción del espíritu y la vida de los actuales militantes que conozco. Me queda una última consideración que también agradezco al Papa

Francisco y es la que señala en el número 226 cuando habla de cómo «la unidad prevalece sobre el conflicto». El Papa nos dice que «el conflicto no puede ser ignorado o disimulado. Ha de ser asumido. Pero si quedamos atrapados en él, perdemos perspectivas, los horizontes se limitan y la realidad misma queda fragmentada. Cuando nos detenemos en la coyuntura conflictiva, perdemos el sentido de la unidad profunda de la realidad». Agradezco que Rovirosa viviera de este modo las muchas circunstancias de especial dificultad por las que atravesaba el mundo del trabajo en su época y, también, la misma Iglesia en sus estructuras y personas antes del Concilio Vaticano II, que Rovirosa acogió y celebró desde sus primeros pasos hasta llorar la muerte de Juan XXIII. Termino con esta «curiosidad» que me produce escribir estas palabras de iniciado. Espero que el encuentro de Rovirosa y Juan XXIII, ahora que se produce su canonización, nos traiga a la Iglesia la pronta canonización del siervo de Dios Guillermo Rovirosa. !

Invitamos, a todos los que se acerquen a estas páginas, a conocer la vida de Rovirosa, promotor y primer militante de la HOAC; a que, como él, experimenten cada acontecimiento de la vida con verdadero entusiasmo y confianza en el Amor de Dios; y así, como él hizo, adoptar el lema: ¡ahora más que nunca! Colección: Huellas de Nuestra Historia Núm. de páginas: 113 Precio: 6 euros

PEDIDOS: Ediciones HOAC C/ Alfonso XI, 4. 4º 28014 Madrid Tel.: 91 701 40 83 publicaciones@hoac.es www.edicioneshoac.es

13 101 1.557 · MARZO 2014 0000


A través de Malagón

La mística de Rovirosa nutre a la HOAC Antonio Hernández-Carrillo*

Yo no conocí personalmente a Rovirosa. Estudiaba Teología en Salamanca, preparándome para ser cura, cuando en 1964 murió este gran militante cristiano. Recuerdo perfectamente que el grupo de Jesús Obrero juntamos una cantidad de dinero para que uno de nosotros estuviera presente en su entierro en Madrid.

A

mí no me tocó, pero aquel grupo, que era como la HOAC en el Seminario, sentimos profundamente la muerte de Rovirosa. Inmediatamente después he tenido la suerte de participar en cientos de cursillos (no exagero) con Tomás Malagón y éste, junto con otros, me ha llevado de la mano a conocer muy de cerca al primer militante de la HOAC. Tomás no perdía ocasión para hablar de su gran amigo Rovirosa. Recuerdo, sobre todo, los meses de julio y agosto de 1972 en la casa de ejercicios que entonces tenían las javerianas en Las Rozas. En estos meses hicimos un grupo de consiliarios un curso largo (¡dos meses!) e intenso dirigido fundamentalmente por Malagón sobre los distintos cursillos teológicos de la HOAC. Un punto importante de estos meses fue la historia de la HOAC y de Rovirosa. No se me puede olvidar la unción, el cariño y la hondura con que Tomás hablaba de Guillermo. Nuestro consiliario era siempre brillante, ordenado y calculador en sus exposiciones, pero cuando hablaba de su amigo cambiaba de rostro y expresión y convertía su voz en emotiva, familiar y quebrada. Por supuesto que ahora no puedo decir todo lo que él expresó sobre 14 102

1.557 · MARZO 2014

Rovirosa (lo conservo en mis apuntes) entre otras razones porque su vida posteriormente ha sido contada con precisión y rigor y ha sido publicada en muchas ocasiones. Me atrevo a resaltar dos de sus biografías: la primera se encuentra en la Presentación General de las Obras de Rovirosa en el tomo 1º de sus Obras Completas, está escrita por otro gran conocedor y amigo de nuestro primer militante: Ángel Ruiz Camps (de éste también he tenido ocasión de oír muchas vivencias y verdades sobre él) y la segunda: el librito «Guillermo Rovirosa, ¡ahora más que nunca!» (Ediciones HOAC). Por eso digo que me voy a limitar a contar algunos recuerdos concretos y algunas líneas generales de aquel célebre curso de Las Rozas ayudado del Boletín monográfico (mayo-junio de 1964)

que la HOAC publicó con motivo de su muerte.

Dos recuerdos concretos Sabemos que a Rovirosa lo llamaron desde el Consejo Nacional de Hombres para que creara un Movimiento Especializado Obrero Adulto cuando él formaba parte de la Acción Católica de Madrid. La razón de esta llamada era «porque pagaba la cuota más alta». Por esa «insignificancia» fue requerido por Santiago Corral (empresario) y Zulueta (aristócrata), que fueron el primer presidente y consiliario de la HOAC. Ellos no eran capaces de hacer nacer el nuevo movimiento y llamaron a Rovirosa. Estos *Consiliario de la HOAC de Granada.


A través de Malagón acontecimientos tan contradictorios, insignificantes y hasta raros daban pie a Malagón para que, con su fina ironía y profunda religiosidad, nos hablara de la providencia de Dios, presente desde los primerísimos momentos en la HOAC. El segundo recuerdo mío concreto pertenece al final de Rovirosa en la Comisión Nacional de la HOAC: fue retirado injustamente por presiones y él supo marcharse mansamente como un hijo de la Iglesia sin alardes, pero con una gran dignidad cristiana. Tomás decía, con la voz resquebrajada, que Guillermo prefería caminar con la Iglesia antes que con sus teorías.

Una frase-resumen Permitidme que cite a Malagón en el Boletín señalado. Habla de Rovirosa y la HOAC, no tiene desperdicio y viene como anillo al dedo para mi comunicación: «Pero su obra sigue aquí, en el mundo, entre nosotros. Una etapa, la más fecunda de su vida, desde el año 1946, hasta su muerte, quedó para siempre imborrablemente enlazada y confundida con la vida de la HOAC. Mientras la HOAC se nutra de lo que Rovirosa supo comunicarle a lo largo de este periodo, la HOAC seguirá siendo lo que ha sido, la más perfecta encarnación del Evan-

«Mientras la HOAC se nutra de lo que Rovirosa supo comunicar seguirá siendo la más perfecta encarnación del Evangelio en el mundo obrero, el beso entrañable de la Iglesia a los que sufren» gelio en el mundo obrero, el beso entrañable de la Iglesia a los que sufren, el instrumento verdaderamente providencial para lograr con eficacia, el día en que haya suficientes apóstoles que lo conozcan y utilicen, la cristianización de las clases trabajadoras». ¡Qué responsabilidad y que fuerza nos exigen y proporcionan estas palabras para el hoy de la HOAC!

Cuatro pensamientos más Primero: Malagón nos decía que Rovirosa quería una HOAC sin protección económica extraña y sin subvenciones interesadas, que debía negarse a montar «servicios» para los obreros y que el paternalismo, asistencialismo y beneficencia no deberían tener cabida en nuestra organización. Segundo: nos explicaba también cómo la obediencia de Rovirosa, so-

bre todo, después de ser despedido de la Comisión, era propia del que se siente hijo de la Iglesia, que esa obediencia no es la del que intenta agradar y sonreír a cualquier precio, sino la fidelidad del que trabaja en algo que no es suyo sino de Cristo y que, por tanto, se trata de obrar siempre, siempre con lealtad. Tercero: nos insistía que lo mejor de Rovirosa fue la mística y que esta mística es la de la HOAC. Su poder de persuasión, fe inquebrantable, oración y misa diaria…, le daban la fuerza necesaria para vivir el ideal tan noble de seguir a Jesucristo en el mundo obrero y de los pobres y de superar las persecuciones, la enfermedad y la misma muerte. Cuarto: el amor a la verdad, recuerdo, que lo destacaba con mucha fuerza. Cosa que ya venía de su familia y que él con su conversión acentuó al máximo. Vivió para la verdad, dignidad humana, justicia, honradez. Decía Malagón que su pensar estaba perfectamente adecuado con su obrar y que la santidad obrera rondaba su vida. De tal manera era esto verdad que los que le oían hablar, nos repetía, se quedaban llenos de admiración y con ganas de formar parte de la HOAC. Por eso, termino con la frase de Tomás Malagón: «Mientras que la HOAC se nutra de lo que Rovirosa supo comunicarle…, seguirá siendo la más perfecta encarnación del Evangelio en el mundo obrero». Que así sea. !

15 103 1.557 · MARZO 2014 0000


A través de Malagón Luz para responsables laicos

Adelantado del Vaticano II

Elías Yanes*

Alberto Iniesta*

A

unque tengo a mano los escritos de Guillermo Rovirosa hasta ahora publicados, mi testimonio se apoya principalmente en las muchas conversaciones que tuve con D. Tomás Malagón, consiliario de la HOAC muchos años. D. Tomás tenía una extraordinaria preparación teológica que le llevó a reflexionar sobre los temas fundamentales de la teología en una perspectiva de diálogo con los valores y convicciones de los trabajadores y de las clases más humildes de la sociedad, la especial preferencia de Jesús por los pobres, etc. La relación de D. Tomás con Rovirosa fue muy especial. Admiraba a Rovirosa como a un verdadero santo. Me dio a conocer su vida: su extraordinaria preparación científica y técnica, la conversión de Rovirosa y de su mujer, leyendo el libro de las «Confesiones» de San Agustín, en El Escorial; su entrega a la Iglesia como militante seglar, su decisión por motivos evangélicos, de vivir como un obrero pobre entre los obreros; su paso por la dirección de la HOAC; su obligada retirada de esta dirección; el hecho para él muy doloroso de que su mujer le abandonara pensando ella que era un impedimento para que él fuera plenamente fiel a su vocación; el accidente que ocasionó que perdiera una pierna en una operación que él soportó sin anestesia; su vida en el Monasterio de Montserrat; y, en fin, su personalidad creativa, sus dotes para escribir textos destinados especialmente a los obreros de la HOAC; su preocupación por la formación de los laicos adultos entregados a la misión evangelizadora de la Iglesia y a la transformación de la sociedad; su paciencia para soportar y aceptar las pruebas diversas a las que hubo de enfrentarse. Estoy convencido de que el conocimiento de la vida de Rovirosa es para la Iglesia una luz que ayudará a despertar el sentido de responsabilidad eclesial de muchos laicos. ! *Arzobispo Emérito de Zaragoza. 16 104

1.557 · MARZO 2014

S

ería interminable relatar, ni siquiera en resumen, el resto de aquella vida, entregada totalmente a su fe y a su ideal hasta la muerte, ocurrida en el hospital Clínico de Madrid, el 27 de febrero de 1964, a causa de una embolia cerebral. Baste decir que él fue, juntamente con Tomás Malagón, uno de los que más y mejor han orientado e impulsado la pastoral obrera en España. Promotor del apostolado especializado dentro de la Acción Católica y fundador de la HOAC; fundador del semanario «¡Tú!», que llegó a tirar 50.000 ejemplares y fue la bestia negra de los ministros de Franco; iniciador de los grupos obreros de estudios sociales, los famosos «Goes», que protagonizaron tantos conflictos con la policía de la dictadura; el que elaboró el Plan Cíclico de Formación de militantes, un verdadero monumento pedagógico y doctrinal que ha fraguado muchas generaciones de militantes; el que inició en Montserrat, donde vivió largas temporadas, el Boletín de la HOAC, luego transformado en el actual «Noticias Obreras», etcétera. Además esbozó un ensayo de solución a los problemas sociales y económicos, desde la inspiración cristiana, al que llamó «Manifiesto Comunitarista». El mismo Rovirosa recalcaba al final de su trabajo que solamente pretendía «ofrecer un punto de partida a sus hermanos los obreros de la HOAC para que entre todos se pueda elaborar un plan concreto de realización práctica, encaminado a que las normas sociales de la Iglesia dejen de una vez de ser exclusivamente palabras, palabras, palabras». No se puede ignorar que, desde entonces, el cuerpo de doctrina de la Iglesia católica sobre los problemas económico-sociales se ha reformulado ampliamente en sus principios y ha avanzado proféticamente en sus contenidos, desde Juan XXIII hasta Juan Pablo II, pasando por el concilio y Pablo VI, gracias en buena parte a hombres como Guillermo Rovirosa. ! *Obispo Emérito de Madrid. Extracto de un artículo publicado en el diario «El País», 4 marzo de 1989.


A través de Malagón

Una huella imborrable Nicolás Castellanos*

E

sta tarde, convocados por la HOAC de Palencia, nos hemos reunido en celebración de Acción de Gracias y de homenaje a Guillermo Rovirosa. Creyente ejemplar, apóstol de la clase obrera, profeta de los nuevos tiempos, precursor, testigo y militante, según el Concilio Vaticano II, antes de celebrarse. Agradecidos, contemplamos, hacemos memoria y nos dejamos interpelar por la vida, obra y presencia transformadora en la Iglesia de estos dos gigantes, santos del Concilio Vaticano II, que se llaman Guillermo Rovirosa y Tomás Malagón.

«Malagón fue convirtiendo en sistema las intuiciones originales y creativas de Rovirosa»

sistemática del Plan Cíclico de Guillermo Rovirosa y Tomás Malagón. Rovirosa, desde su experiencia mística de converso, aportaba intuiciones geniales, problemas, dificultades, interrogantes sacados de la vida, de los obreros no cristianos, de los militantes, y Malagón las transformaba profundamente, las iluminaba en el discurso teológico. La trilogía: el Cursillo Apostólico de 1º grado, el Plan Cíclico y el Cursillo Apostólico de 2º grado es una obra conjunta de los dos. A partir de 1954, Malagón fue convirtiendo en sistema las intuiciones originales y creativas de Rovirosa. Abren una brecha fundamental en la experiencia cristiana y eclesial de entonces, con su cosmovisión cristiana, construida desde el pensamiento actual, desde las aspiraciones de los pobres y desde la fidelidad a la Iglesia.

El cursillo apostólico que hice con Tomás Malagón, con la Acción Católica de Palencia, en ese mismo tiempo, me marcó y selló mi modesto ejercicio ministerial. Fue una llamada encendida, que iluminó otra manera de estar y de evangelizar.

El encuentro de Tomás Malagón y de Guillermo Rovirosa en la HOAC, su íntima amistad y los diez años de colaboración intensa en la misma misión por el Reino, constituyen un gran don y regalo de Dios a nuestra Iglesia en España. Abren esa brecha con dos grandes aportaciones, en las décadas de los 40 y 50, los pobres eran principalmente los obreros. En consecuencia, dentro de la HOAC se siente la necesidad de desarrollar la teología de la encarnación, la teología del compromiso temporal y una pastoral misionera. Esto era más urgente por la situación política, eclesial española y de las organizaciones obreras duramente reprimidas en la postguerra; así como también por la entrada en la HOAC de antiguos militantes anarquistas, socialistas, marxistas conversos al cristianismo. Y fue precisamente Malagón, en diálogo permanente con Rovirosa y con esos militantes, quien dio expresión teológica a esa nueva experiencia eclesial. !

Para mí, la experiencia cristiana, desde los años 40 hasta el postconcilio, pasa, se enriquece, se purifica, se multiplica, en gran medida, por el pensamiento teológico, praxis pastoral y método pedagógico de la encuesta

*Obispo Emérito de Palencia, en la celebración homenaje a Guillermo Rovirosa, en Palencia, con motivo del 25 aniversario de su muerte.

En mí han dejado una huella imborrable. Cuando empecé, aquí, en Palencia, el ministerio leí «La virtud de escuchar», de Guillermo Rovirosa. Me impactó y tomé nota: «En el ocaso de mi vida, traspuestos ampliamente los sesenta años, me percato con gran pena y no menor asombro de algo esencialísimo en la vida y a lo que nunca presté la menor atención. De algo que ahora me explica en gran parte los fracasos de mis relaciones humanas. Me he dado cuenta de que nunca he escuchado verdaderamente a nadie. Esto es gravísimo».

17 105 1.557 · MARZO 2014 0000


Su Tiempo

Del catolicismo social al obrerismo cristiano Feliciano Montero*

Las biografías de Rovirosa cuando se refieren a su conversión al «Evangelio Social» citan su propio testimonio sobre las lecturas que hace, en la clandestinidad de la guerra civil, de los libros publicados por la biblioteca Fomento Social de los jesuitas.

R

ovirosa, según esto, parece enlazar con la tradición de pensamiento y doctrina social que arranca con la «Rerum Novarum» (1891), se confirma en la «Quadragesimo Anno» (1931) y se despliega en España en las primeras décadas del siglo XX, el llamado catolicismo social. Sin embargo el nuevo impulso obrerista que Rovirosa introduce en la HOAC rompe «de facto» con una tradición paternalista estrechamente ligada al catolicismo social, apelando a la raíz evangélica del «Jesus Obrero». 18 106

1.557 · MARZO 2014

Por un lado criticando la mentalidad benéfico-caritativa que anulaba o dejaba en segundo plano la exigencia de la justicia social, en nombre del respeto a la lógica del sistema capitalista. Pero, sobre todo, convirtiendo al obrero cristiano –en la tradición del movimiento obrero clásico, anarquista y socialista– en el verdadero sujeto de su propia promoción. Enlazando así en cierto modo con una tendencia antipaternalista que se había afirmado ya en la década posterior a la publicación

de la «Rerum Novarum» (es mejor el método «ascendente» que el «descendente» o paternalista); y que en España se manifiesta en las luchas entre el canónigo asturiano Arboleya y el «Siglo Futuro», o las polémicas entre los sindicatos católicos libres (Gafo) y los sindicatos católicos (Nevares y Comillas).

*Historiador y profesor de la Universidad de Alcalá de Henares.


Su Tiempo Una forma de apreciar ese cambio cualitativo de una mentalidad paternalista a otra obrerista es comparar el proyecto de Instituto Social Obrero (ISO), que implanta la nueva Acción Católica de Angel Herrera (en el tiempo de la II República), y los cursillos de formación y la encuesta cíclica que pone en marcha Rovirosa para formar a los militantes obreros cristianos. Los cursos del ISO pretendían formar una élite de líderes obreros, sacándoles en cierto modo de su entorno, y, sobre todo, formándoles en una mentalidad reformista conservadora, respetuosa con el orden social vigente, partiendo de la lectura de las encíclicas sociales. Los cursillos de la HOAC que diseña y aplica Rovirosa, al igual que el método de la JOC, partían de la realidad y de la condición obrera, asumiéndola plenamente, para hacer desde ahí una lectura evangélica, y llegar a unos compromisos sociales concretos, que les ponían en contacto, colaboración y rivalidad con otros militantes obreros. El obrerismo cristiano de Rovirosa, aún siendo fiel a la tradición del catolicismo social, somete pues al sistema capitalista a una crítica radical en nombre de un evangelio «comunitarista», sin perder su identidad cristiana fundamental, ni dejar de criticar y marcar distancia con el materialismo comunista; pero no en nombre del respeto a la propiedad privada y al orden social, sino del principio evangélico comunitario y cooperativo. Esta es la orientación que marcó profundamente la HOAC y la militancia obrera cristiana. Pero no solo, pues el conjunto de la Acción Católica Española asumió, a finales de los años cincuenta, la crítica a la mentalidad paternalista que inspiraba muchas obras benéfico-sociales. Así se aprecia en los trabajos de la

«El obrerismo cristiano de Rovirosa, aún siendo fiel a la tradición del catolicismo social, somete al sistema capitalista a una crítica radical» Asamblea de dirigentes preparatoria del segundo Congreso internacional de Apostolado Seglar que iba a celebrarse en Roma en octubre de 1957. Y esa sensibilidad social se amplió y difundió mucho más en los años sesenta con el descubrimiento del «compromiso temporal». Cuando la evolución social y política, en el contexto de la crisis económica, parece retrotraernos a los tiempos de explotación de la dignidad obrera de los inicios de la revolución industrial, vuelve a ser necesario introducir en la lógica «científica” de la economía política, el clamor moral por la «justicia social» que inspiró la demanda del salario justo familiar, por encima de las leyes del mercado, que ya hacía la «Rerum Novarum». Y cobra especial actualidad recordar y reivindicar el pensamiento «comunitarista» de Guillermo Rovirosa.

Rovirosa, quizá afortunadamente para él, no tuvo tiempo, a diferencia del consiliario Tomás Malagón, de comprobar los efectos disolventes del contagio marxista de la HOAC y, en general, de la militancia cristiana. Para Rovirosa la identidad obrera de los militantes cristianos, alimentada y cultivada con los diversos instrumentos de formación, era plenamente compatible con la identidad cristiana y eclesial. Por ello las crisis personales e institucionales que le acompañaron al final de su vida, especialmente desde su apartamiento forzado de la organización, no pusieron en cuestión su fidelidad a su fe y a su Iglesia, como aparece de forma rotunda en la correspondencia personal. Esa mística cristiana y fidelidad eclesial plenamente coherente con su compromiso obrero avalan la demanda de santidad que los discípulos impulsan. !

19 107 1.557 · MARZO 2014 0000


Su Tiempo

Acortando distancias Antonio Quitián*

C

onocí a Rovirosa en una visita que nos hizo a los seminaristas del Seminario Mayor de Granada. Pasó la mañana hablándonos de la HOAC, movimiento de Acción Católica especializado en el mundo obrero. Se vivía en plena dictadura. La Iglesia que ha salido de la pesadilla de la República y de una cruenta guerra civil con muchas víctimas en su seno siente este pasado como una poda que se abre a una prometedora primavera. Se vive en la euforia del nacional-catolicismo. El mundo obrero ve a la Iglesia como una de las partes vencedoras y, por tanto, no espera de ella nada que vaya en la línea de sus esenciales aspiraciones. Rovirosa se marca dos objetivos según sus propias palabras: devolver el pueblo trabajador a Cristo y a Cristo en su Iglesia y defender a los obreros que sufren las consecuencias de la guerra y del bloqueo mientras los poderosos se enriquecen. Con sus excepcionales dotes naturales, pero sobre todo por su gran fe, fue el hombre providencial para iniciar un movimiento obrero cristiano que no hacía juego con el catolicismo imperante. Las características que Rovirosa quería para la HOAC las podríamos describir diciendo que se buscaba: 1. Una profunda vida religiosa conectada con la vida de los obreros, con sus problemas, piedad que llevaba al compromiso social. Este modo nuevo fue criticado y abiertamente acusado de heterodoxo en sus planteamientos teológicos y de ser clasista y marxista. 2. La HOAC era genuinamente obrera. Él lo decía con estas palabras: «hay que crear una organización de la Acción Católica Obrera. Para que los obreros, por los obreros, entre los obreros y para los obreros, nos formemos 20 108

1.557 · MARZO 2014

para poder aceptar libre y dignamente nuestras responsabilidades de hombres cristianos y apóstoles». 3. Tampoco pretendía la HOAC ser un germen de futuro sindicato o partido cristiano. Solo quería ser un movimiento obrero cristiano con una buena formación teórica y práctica que facilitara la creación de auténticos apóstoles y militantes obreros para la evangelización del mundo obrero. 4. La HOAC pretendió que sus militantes se sintieran miembros de la Iglesia. Pero no miembros silenciosos, meros ejecutores de órdenes recibidas. Tenían mucho que aportar en la Iglesia demasiado confundida con los triunfadores de la contienda. Pero Rovirosa quiso que esta actitud de querer renovar la Iglesia no se hiciera en términos de confrontación, de contestación sistemática, sino en una actitud de amor filial. Lo dijo y lo demostró cuando fue retirado de la HOAC por la Jerarquía. La pluma fue también una gran herramienta de apostolado. Artículos, hojas informativas, el boletín. Era una pluma ágil, de estilo sencillo, sin florituras. Va al grano. Lo único que buscaba es que lo entiendan los obreros. Ante un proletariado desinformado, se preocupa por el tema de la formación integral. Da respuesta con dos instrumentos que alcanzaron grandes resultados. Fueron los Centros HOAC y el periódico «¡Tú!». Rovirosa me ayudó a entender la importancia de la oración en nuestro trabajo evangelizador. Como hombre de fe sabía que la obra más que de los hombres es de Dios. Por eso recomendaba: «antes de hablarles a los obreros de Jesús, hablarle a Jesús de los obreros». ! *Consiliario de la HOAC de Granada.


Tema del Mes

Guillermo Rovirosa, Apóstol Obrero Alfonso Alcaide

El 50º aniversario de la muerte de Rovirosa vuelve a poner de relieve, una vez más, su fidelidad a Cristo y al mundo del trabajo de este laico cristiano comprometido, de este converso tardío que vivió atento a lo que Dios le pedía en cada momento y dedicó su apostolado a devolver a los obreros a Jesucristo.

G

uillermo Rovirosa, ingeniero con mentalidad científica, autor de publicaciones técnicas e inventor de fama reconocida, ateo convencido, beligerante contra lo que llamaba «el tinglado católico», tozudo buscador de «la verdad» por los más variados caminos, ha utilizado toda su capacidad intelectual para conocer a ese Jesús que él combate y del que ha descubierto que apenas sabe nada. El conocimiento prolongado y concienzudo de la obra de Jesús le ha convencido de que se encuentra ante un hombre excepcional, solo eso. Su mentalidad científica no le permite dar el paso necesario y definitivo: descubrir y aceptar que ese hombre excepcional es Dios.

1. La personalización del Amor de Dios

I. Rasgos principales de su conversión

En El Escorial, el matrimonio Caterina-Rovirosa realiza unos ejercicios espirituales acompañado por el padre Fariñas y la lectura de la obra de San Agustín. En su proceso de reflexión Rovirosa nos contaría (1) que se «encontró» con Jesús en los calabozos de Pilatos entre tortura y tortura. Su encuentro fue con un hombre de rostro amoratado, lleno de golpes y sangre por la tortura a que está siendo sometido. La mirada de Rovirosa quedó sobrecogida por la mirada de Jesús, limpia, serena, dulce, entrañable, desbordante de amor. ¿Cómo es posible que una persona torturada más allá de lo humanamente soportable conserve esa mirada?

Se inicia así un proceso de conversión que generó muchas vidas de santidad. En síntesis apretada, señalamos los cuatro rasgos que nos parecen más importantes

*Alfonso Alcaide Maestre es miembro de la HOAC de Sevilla y de la comunidad parroquial San Pío X.

21 1.557 · MARZO 2014

109


Tema del mes «Aquella mirada... Los ojos tumefactos eran como los de cualquier otro hombre en semejante situación; pero la mirada... ¿Qué había en aquella mirada? Dimas [Rovirosa] no hubiera podido explicarlo (ni nadie), pero vio una luz nunca vista... algo sacudió a Dimas [Rovirosa] al descubrir una dulzura y una compasión infinitas en una mirada que, humanamente, tenía que estar embrutecida por el rencor, el miedo, el odio, la ferocidad...» . La tortura ha llegado hasta la cruz, y allí, ante Jesús crucificado y moribundo sigue encontrándose con su mirada que es expresión de un Amor infinito, su identidad más profunda. Rovirosa escucha y personaliza el amor de Dios: «¿No ves que te amo? ¿Todavía no te has dado cuenta? ¿Qué más podía hacer de lo que he hecho para demostrarte Mi Amor? ¿No quieres dejarte amar? ¿Crees que ha existido o puede existir un amor semejante a Mi Amor? Mírame en la Cruz; fijamente, mírame bien. Cuando exhalé el último suspiro estaba pensando en ti, en ti mismo, tal como eres, y pensaba: a ver si cuando Rovirosa se entere de que todo, todo, desde la Encarnación hasta ahora, lo he hecho para demostrarle que le amo... Dime: ¿no te parece que merezco tu amor?». «Jesús me amó antes de que yo existiera (…) Jesús me ama con locura (...) Por puro amor, Jesús me ha colmado de toda clase de bienes» (2).

Padres de Rovirosa y dos imágenes de su infancia y juventud.

22 110

1.557 · MARZO 2014

«Jesucristo, por ser Dios, y por tanto infinito, dio su vida, su pasión y su muerte por cada uno de los hombres. De manera que a mí no me corresponde una partecita de su vida, pasión y muerte, sino que me corresponde TODO. Y cada hombre puede decir lo mismo». Sigue escribiendo y dice que en el momento en el que Jesús comenzó su vida mortal pensó en él, diciendo: «ahora empieza mi manifestación de Amor por Rovirosa. A ver si cuando él se dé cuenta de lo que le amo, también Rovirosa se decide a amarME» (3). ¿Se puede, sin agravios, llamarse cristiano a quien no está verdaderamente enamorado de Cristo, sobre cualquier otro amor? (4).

2. La importancia y trascendencia del Bautismo Rovirosa acogió su bautismo como el acontecimiento más importante de su vida y de la vida de todo bautizado. «El momento culminante de la vida humana no es ya la muerte natural, sino el nacimiento sobrenatural… Para el hombre cristificado todo empieza con el Bautismo, para no terminar jamás» (5). «El milagro-misterio de la Encarnación con ser un hecho insólito no agota el amor de Dios a los hombres, lo verdaderamente sorprendente es que este milagro-misterio se sigue produciendo en cada bautizado haciendo de él otro Cristo». Rovirosa pregunta: ¿qué es más grande ser Papa o ser bautizado? Y considera que el estado de perfección es el de Bautizado. Una prueba de su convicción y de la fe que transmitía cuando hablaba del Bautismo, la tenemos en una carta que le escribe un Padre Capuchino: «No quiero esperar más tiempo para decirle el doble resultado de la conversación del pasado día 3. El primer resultado ha sido que, desde ese día estoy viviendo, minuto a minuto, como nunca me había pasado, el misterio del Santo Bautismo, con plena conciencia. Puede que resulte gracioso oír esta confesión de un sacerdote... Pero es así. Usted no me dijo nada nuevo, pero yo me sentí inundado de gracia, de convicción, de un deseo irresistible de vivir la gracia bautismal con una plena conciencia y con todas las consecuencias. Puedo decirle que el recuerdo de mi bautismo me ha dado una gran fortaleza y confianza y una alegría inexplicable...» (6).


Tema del mes 3. El amor a la Iglesia La Iglesia que lo ha bautizado constituye la presencia de Cristo en el mundo: «La Iglesia es una institución humana y un misterio, y, porque es un misterio, es objeto de fe. El misterio de la Iglesia no es distinto del misterio de Cristo, sino que es su prolongación hasta el fin del mundo. Durante treinta y pico de años, Dios fue un hombre: Jesucristo. Desde Pentecostés hasta el fin de los tiempos, Dios es un conjunto de hombres: la Iglesia. La Iglesia es, en cierto modo, Dios, sin que lo sean ninguna de las personas que la componen». «Como Cristo fue piedra de contradicción para sus contemporáneos, así la Iglesia sigue siendo piedra de contradicción a lo largo de los siglos. Suscitando entusiasmos y adhesiones incondicionales en unos, cuando se fijan fundamentalmente en su doctrina y en sus milagros y provocando perseguidores furiosos en los que no ha percibido más que defecciones» (7). «Los que miran su doctrina y sus milagros no pueden menos que reconocer que ‘‘aquí está Dios’’, pero los que miran solo la conducta y la vida de ciertos cristianos, pueden sentir nauseas y apartarse, seguros de que Dios no tiene nada que ver con «eso». Por lo tanto, sentir con la Iglesia es lo mismo que decir: Sentir con Cristo aquí y ahora. Lo que equivale a sentir con Dios, que es un ideal deslumbrador». «Cuando la Iglesia de Cristo aparece en la mente del creyente para darse cuenta de su maravilla fuera de todo lo imaginable, dudo que pueda pasar por la mente la idea de agruparse con otros, para perfeccionar su pertenencia a la Iglesia. Su perfeccionamiento no puede buscarse en ser cada vez más y más cofradía, por excelsa que esta sea, sino en ser más y más Iglesia, cada vez más universal, cada vez más trinitaria»… «La unión de muchos hombres (Iglesia) al servicio del Uno Perfecto es el estado ideal en esta etapa terrestre de la vida. La unión de los hombres en el servicio y en la alabanza de Dios; tal es la misión de la HOAC como parte de la Iglesia. Para esto, y no para otra cosa existen los Equipos» (8). Esta Iglesia es mostrada por Guillermo «como el mismo Jesucristo que se desplaza hasta el tajo para decirle al obrero que comparte su vida, que lucha contra las injusticias que lo oprimen, que es «su» Iglesia y que su sitio está vacío esperando que se decida a ocuparlo» (9).

4. La recuperación de la relación entre espiritualidad y moral: Amor y Justicia Aparentemente no ha pasado nada que se salga de lo normal. Una persona se ha convertido como tantas otras lo han hecho. Todavía es pronto para descubrir que un pequeño gran milagro acaba de producirse en la Iglesia española: la vinculación entre espiritualidad y moral, rota en el concilio de Trento (10), ha sido recuperada por Rovirosa, el Reino de Dios y su justicia se convierte en quehacer cotidiano. La vinculación entre Reino de Dios, Mandamiento Nuevo y Cuerpo Místico, recreada en la oración y la eucaristía alumbra una nueva espiritualidad seglar sorprendente. La vida, toda la vida, tiene su origen, sentido y fin en Jesucristo. «El amor ya no es una cosa, sino una Persona: el mismo Cristo» (11). Rovirosa asume la religión como «religación» de toda la existencia y de todo lo existente en el Dios de Jesucristo. Creer en Dios es decidirse a vivir como Jesucristo, ser Jesucristo, dejar que «Él viva en mí», como experimentó el apóstol Pablo. La clave de esta religación es el amor al otro: «Jesús está en el otro. En cualquier otro. Hasta el fin del mundo. Para amarle, servirle y RECIBIRLE ya no tengo que buscarle aquí o allí; nada de esto. Le tengo siempre al alcance de la mano en el otro. Tanto más próximo cuanto más próximo es mi prójimo» (12). Un amor que se rebela cuando los hijos de Dios son explotados y humillados: «¡No prediquéis a los miserables la doctrina de Cristo!... Si os empeñáis en que la miseria es querida por

23 1.557 · MARZO 2014

111


Tema del mes Dios. No digáis que una situación en la que se galopa la tragedia del materialismo capitalista –privado o estatal– y la vergüenza de la miseria es querida por Dios… Tenemos que ser hoacistas de veras para obtener del Señor que desaparezcan estos dos demonios: el Mammon de iniquidad, la prepotencia de los cebados…, y la bronca ruina de la miseria» (13). Lo que distingue a los seguidores de Jesucristo es «padecer PERSECUCIÓN por defender la justicia para implantar su Reino» (14). Porque «lo único interesante, verdaderamente interesante, que ofrece el máximo interés es trabajar y sacrificarse por el Reino de Dios y su Justicia. Todo lo demás no ofrece más interés que el de una añadidura» (15). La espiritualidad que experimenta y vive Rovirosa configura un estilo de apostolado totalmente novedoso, que incluso precisa de nuevas palabras para expresarse. Así, en sus notas sobre los artículos a escribir dice: EVANGELIZAR Y EVANGELIFICAR. Predicar el Evangelio y realizar el Evangelio. Ambos conceptos son indispensables conjuntamente. En la Acción Católica Obrera los obreros hemos de «dar a conocer» a Cristo a los otros obreros, pero ante jornales miserables no podemos limitarnos a recitar párrafos de las Encíclicas…

Todo ello hace que Rovirosa irrumpa como un seglar que vive la fe de la Iglesia con una profundidad y radicalidad totalmente novedosas, revolucionando el papel del laico en la Iglesia y construyendo una pastoral misionera encarnada en la vida del pueblo que asume una fidelidad con dos vertientes paradójicamente conflictivas: la fidelidad a Jesucristo en su Iglesia, y la fidelidad al mundo obrero. Todo ello supone la incorporación de algunos principios teológicos inéditos en la Iglesia española (16). Desde esta experiencia construye su respuesta al ofrecimiento que la Iglesia le hace.

II. La respuesta al amor de Dios Rovirosa responde Sí a Dios, un sí rotundo, total, infinito. En la Navidad de 1935, en El Escorial, el matrimonio Rovirosa-Caterina recibe la comunión, Rovirosa la llamaría «su segunda primera comunión», y se compromete ante Dios a dejarlo todo y dedicar sus vidas al apostolado, rogándole que provea a su sustento mientras vivan pobremente. La Guerra Civil la vive en Madrid, allí trabaja en una empresa de refrigeración, primero; y unos laboratorios, después. En su domicilio crea una capilla clandestina donde se celebra la eucaristía cada día, y se reparten miles de comuniones. En los sótanos de su vivienda encuentra depositada la biblioteca de «fomento social», la prestigiosa institución de la Compañía de Jesús. «Allí tuvo ocasión de leer una infinidad de libros de las disciplinas que más le interesaban… Al lado de obras de sólida doctrina religiosa y social que inspiraron algunas de las ideas que Rovirosa había de desarrollar mas adelante, como el comunitarismo, tuvo ocasión de conocer otras, y en mayor número, que le confirmaron en las impresiones desfavorables sobre la sociología católica al uso que había conocido en el Instituto Social Obrero. Allí experimento lo que llamó su «segunda conversión», dedicar todos sus esfuerzos apostólicos exigidos por el «pacto con Dios» a procurar la redención cristiana del mundo obrero» (17). Junto al anterior, otro hecho «fortuito» le ayuda a conocer en profundidad la situación del mundo obrero y a reafirmarse en su decisión. Terminada la guerra es condenado a seis años y un día de cárcel por haber sido presidente del comité obrero de la empresa. En la cárcel se encuentra con muchos líderes obreros de una talla humana impresionante, cuyas aspiraciones coinciden con lo más profundo del Evangelio. Rovirosa no entiende qué delito han cometido para estar en la cárcel, ni cómo pueden estar alejados de Jesucristo: «aquello me sirvió más que todo el resto de mi vida para conocer a los hombres y a mí mismo» (18).

24 112

1.557 · MARZO 2014


Tema del mes Cuando en el año 46 recibe de la Jerarquía el encargo de organizar la HOAC, Rovirosa lo acoge como la respuesta de Dios a su ofrecimiento. Empieza la vida del apóstol de los obreros. Algunos rasgos más importantes de su apostolado y de la HOAC son los siguientes:

1. Confianza absoluta en Dios Rovirosa hace oración y participa en la Eucaristía todos los días, pero mas que hacer oración, tiene una vida de oración. Su confianza en Dios es absoluta. En todo momento vislumbra, solicita o intenta descubrir la presencia de Jesucristo, la voluntad de Dios. Todos los acontecimientos muestran la presencia de Dios. Cuando acosan y persiguen a la HOAC, reflexiona: «Lo que más les apesadumbra es enterarse de QUIÉN ESTÁ detrás de la HOAC, porque los que estamos delante somos tan insignificantes y tan inútiles que comprenden que la HOAC nunca puede ser obra nuestra... y como –prácticamente– no creen en Dios no pueden ni imaginar que el que está detrás (y delante, y encima) es el mismo Cristo. Y ellos ¡venga a hacer trabajar a la policía para descubrir el misterio!». Todos los acontecimientos precisan de la intervención de Dios (sin mí nada podéis hacer) para llegar a buen fin. Cuando llama a los militantes a la santidad, les dice: «La HOAC necesita santos, muchos santos. No puede contentarse con menos ni yo puedo contentarme con otro ideal inferior. Sé que mis fuerzas no alcanzan para subir el primer peldaño de la santidad, pero mi Padre me ha preparado recursos y me dará la mano y con Él subiré a las alturas..., si le soy fiel en el camino que me señaló».

2. Todo hombre es hijo de Dios y sujeto de derechos Pone de manifiesto y como punto de partida el reconocimiento de la grandeza de la dignidad humana que corresponde a todo hombre. En aquella España de postguerra en la que el valor de la vida humana se mide por la posición social y económica, en la que la vida de los pobres e ignorantes no vale nada, Rovirosa proclama:

«Para nosotros, el hombre no es una pieza, ni una bestia, ni un esclavo… Para nosotros es un hijo de Dios, un ser elevado al orden sobrenatural» (19). Un ser elevado al orden sobrenatural no puede estar sojuzgado por ninguna estructura ni institución. La personalización de Jesucristo que Rovirosa ha experimentado en su conversión la propone como experiencia de fe para todos. El milagro de la encarnación, muerte y resurrección de Jesucristo no es un hecho que ha realizado «por el género humano» del que a cada persona corresponda una pequeña parte. Toda la existencia de Jesucristo está motivada por el amor personalizado y concreto a cada hombre, a cada ser humano. Dios se ha abajado y se ha hecho hombre, asumiendo la condición de esclavo y la muerte en la cruz por el amor que me tiene. Si esto es así, todo lo creado y todo lo existente no tienen otro sentido que servir a la realización y felicidad de todos y cada uno de los seres humanos. El hombre es sujeto de derechos inherentes a su propia identidad de persona. Después veremos la importancia que esto tiene a la hora de comprender el problema de la economía, de la propiedad y del trabajo.

3. No hay mayor dignidad que la de ser obrero La dignidad de ser persona se acrecienta, si ello fuera posible, con la dignidad de ser obrero, condición elegida por el mismo Dios para hacerse hombre y compañero del hombre. El hijo de Dios es el hijo del carpintero, es el divino obrero de Nazaret. En nuestras casas de obreros de acción católica, dice Rovirosa, hemos abierto posada para Cristo, allí lo reconocemos con ropas de obreros, con las manos encallecidas, con la frente sudorosa, cansado del trabajo… El Dios inaccesible de las ceremonias en latín, la

25 1.557 · MARZO 2014

113


Tema del mes doctrina incomprensible, las pompas y el boato ha recuperado su estado natural de Dios hecho hombre, hombre obrero, compañero de fatigas, «que no quiso ser diplomático, ni militar, ni burgués, ni intelectual… No hay nada más digno y sublime que ser y sentirse obrero. Me sentiría mercenario, extraño a Cristo, si no sintiera palpitar el encanto de mi dignidad obrera, el poema de ser muy de cerca compañero del Maestro» (20). Al mismo tiempo que recupera su dignidad, hace suya la mentalidad obrera para insertar en ella a Jesucristo y su Iglesia. Analiza con sencillez cómo el capitalismo convirtió al trabajador en proletario y cómo parte de ese proletariado se convirtió en clase obrera. Lo que define a la clase obrera, dice, es su mentalidad, que tiene tres características; la solidaridad, que hace propios los males de los demás; la angustia, que le lleva a sobrevivir primero, a personalizarse en segundo lugar, y a provocar, por último, el cambio social; y el espíritu revolucionario que le impulsa a luchar para convertirse en ciudadano… Si esta es la clase obrera, dice Rovirosa, la clase obrera cristiana es la que impregna su solidaridad, su angustia y su espíritu revolucionario con las exigencias del Reino de Dios.

4. El hombre ha sido creado para la comunión En 1948, en el centenario de la publicación de «El Manifiesto Comunista» de Carlos Marx, Rovirosa intenta publicar «El Manifiesto Comunitarista», la misma AC y los obispos impidieron su publicación. Posiblemente la similitud del título con la obra de Marx fue suficiente para despertar todos los recelos. Sin embargo, la razón fundamental fue la creencia imperante de que lo social no tenía nada que ver con el apostolado. «Dedíquese al apostolado… Olvídese de lo social» le habían dicho a Rovirosa. El núcleo del manifiesto de Guillermo es mucho más profundo y evangélico. Jesucristo nos redimió

26 114

1.557 · MARZO 2014

y nos elevó hasta Dios mismo incorporándonos a un Dios que es una Sociedad de Personas. «El asombro de la Revelación cristiana ha sido descubrirnos que Dios es una Sociedad de Personas». «Cristo, vino al mundo para cumplir la voluntad del Padre, para darle gloria, para restaurar y perfeccionar la imagen de la Trinidad en la tierra. Vino a reunir los hombres (Iglesia) vino a poner al hombre frente al hombre para el abrazo, infundiéndoles su espíritu, al grito de ¡Amaos!, y no con un amor cualquiera sino con un amor real, objetivo, progresivo, mutuo; un amor que jamás se sacia, que va cada vez a una unidad más fuerte, siendo un solo corazón y una sola alma, en una imitación progresiva del Amor de las tres Personas» (21). De esta manera Jesucristo ha convertido las relaciones humanas en relaciones divinas. Todas las relaciones humanas, las de trabajo especialmente, deben reproducir e imitar las relaciones íntimas que nos muestra la revelación trinitaria, para el cristiano todo es amor divino. Esta es la única manera de que «todos seamos UNO».

5. El comunitarismo como vida cristiana La expresión «dedíquese al apostolado… olvídese de lo social» (22) encierra toda una concepción espiritualista del apostolado: lo importante es salvar almas. Rovirosa argumenta que Jesús ha venido a redimirlo, a redimir al hombre, y el hombre es cuerpo y alma. Hay obreros sin hogar, sin comida, en condiciones infrahumanas. Estas situaciones las vive como profundamente anticristianas, y ante ellas no vale «la predicación, la resignación prostituida, la paciencia cómplice… En nombre de Cristo hay que protestar, y urgir, y solucionar e imponer la justicia» (23). Rovirosa, en actitud de oración, pregunta:


Tema del mes «¿Cómo se explica, mi Señor, que a tu doctrina tantos explotadores la hayan convertido en escudo de sus concupiscencias? ¿Cómo se entiende que la doctrina de la Caridad, de la fraternidad, del Cuerpo Místico, no sea la doctrina del Pueblo?». Y nos da la respuesta: «Es la economía sin alma del capitalismo, las entrañas duras de la civilización del dinero, las que relegaron a Cristo a las almas… ¡Cuándo Jesús ha venido a salvar hombres!». Rovirosa se plantea la tarea de «hacer concordar la economía humana con la revelación divina», como medio para que los hombres vivan en comunión. Así nace el comunitarismo, que retomaría en la última etapa de su vida.

6. La HOAC, la formación de militantes y la evangelización del mundo obrero La espiritualidad de Rovirosa tomó cuerpo en un movimiento, la HOAC, en unos métodos y planes de formación y en una pastoral obrera comprometida y encarnada. Rovirosa desarrolla una actividad desbordante de elaboración y divulgación de la HOAC. El Semanario «¡Tú!» alcanza una tirada de 45.000 ejemplares. El boletín de dirigentes se difunde entre miles de militantes y sacerdotes. Se dan más de 100 cursillos al año, con una asistencia media de 50 personas. A partir de la experiencia de la Revisión de Vida Obrera de Cardinj, crea y pone en funcionamiento el Método de Encuesta (24) y los Círculos de Estudio. «Llamamos Encuesta a toda investigación que se hace sobre hechos e ideas concretas, con objeto de determinar: 1º) Su realidad, con las características especiales que reviste en un determinado ambiente [VER]. 2º) Las causas que han intervenido en su génesis y en su desarrollo y el concepto que debe merecernos [JUZGAR]. 3º) La repercusión que ello ha de tener en nuestro vivir individual o colectivo o cómo nosotros hemos de reaccionar ante todo ello [ACTUAR]». Para Rovirosa, el militante hoacista tenía que ser un «hombre de encuesta», un hombre que convirtiera en hábito cotidiano la dinámica de ver, juzgar y actuar ante los acontecimientos de su vida, de su trabajo y de su pequeño mundo, y que esto lo hiciera implicando a otros y enseñándoles a situarse de manera consciente y cristiana ante su vida, a preguntarse y responderse tres pre-

guntas claves: ¿Qué me pasa? ¿Por qué me pasa? y ¿Qué debo hacer para solucionarlo? o, como él decía, «convirtiendo en actores a los que solo son espectadores». Estos tres pasos de la encuesta constituían todo un proceso de investigación y acción, en que el militante participaba y hacía participar a sus compañeros. Proceso genuinamente político y profundamente evangelizador y evangelizante, porque pretendía que el militante viviera en la presencia de Dios y proyectara a Cristo en las personas, en la cultura –«ambiente»– y en las instituciones. Se trataba de partir de la propia vida, lo que convertía a todos en «expertos», para volver y actuar sobre ella y sus circunstancias, después de compartirla, reflexionarla, orarla y teologizarla y, por ello, politizarla. En este proceso, todo obrero, con independencia de su formación intelectual, se convertía en auténtico protagonista de la historia, y conciencia y espiritualidad se convertían en motores de la existencia. La otra pieza organizativa de la primera HOAC fueron los Grupos Obreros de Estudios Sociales (GOES), cuya finalidad era estudiar los problemas sociales, políticos y económicos y elaborar, frente al pensamiento católico burgués, pensamiento cristiano encarnado sobre ellos. Fruto de su trabajo fue la Ley de Sociedades Anónimas, la Empresa Proporcionalista, El Fenerismo y La Propiedad, El Sindicalismo, El Municipio, El Cooperatismo… El auge de estos grupos fue tal que llevó a Marcelino Camacho a plantearse si era más conveniente impulsar las Comisiones Obreras, que entonces nacían por el trabajo de militantes de la HOAC, o impulsar los GOES. Pronto surgieron grupos de obreros que se convirtieron en equipos de militantes con una recia espiritualidad y

27 1.557 · MARZO 2014

115


Tema del mes una identidad cristiana y eclesial encomiables, que compartían techo y pan con sus compañeros de trabajo. Lo que la HOAC y sus militantes les decían y hacían conectaba con las aspiraciones más profundas de libertad y dignidad humanas del pueblo. El evangelio se hizo anuncio y denuncia. La lucha por la justicia ante un régimen político que negaba los más elementales derechos y condenaba a la pobreza a la mayor parte del pueblo, se manifestaba en la vida cotidiana. Los militantes de la HOAC están presentes en casi todos los conflictos obreros que inevitablemente desembocan en enfrentamientos con el Régimen y de éste con la Iglesia. Un nuevo Movimiento Obrero, con nuevas organizaciones políticas y sindicales, empezó a surgir animado por militantes que buscaban la promoción del pueblo como parte de su tarea evangelizadora. El Cardenal Tarancón (25) lo describe así: «No puede negarse el serio planteamiento, cristiano y eclesial, que hace la HOAC. Gracias al ideólogo de la misma, Guillermo Rovirosa, un ingeniero que renuncia al ejercicio de su carrera y vive una vida de auténtica pobreza para dedicarse a la evangelización de los obreros… y a un consiliario, D. Eugenio Merino…».

«Son muy exigentes con sus militantes y logran formar unos grupos humana y cristianamente excelentes, que serán la levadura que va dando contenido y dirección a un movimiento importante dentro de la clase obrera. Pronto empieza a ser respetado y hasta admirado por la inmensa mayoría de los obreros que, aunque estando apartados de la Iglesia y del Régimen, ven en ellos una sinceridad y un espíritu de entrega que les gana».

7. Los obreros hacen suyo el evangelio La mentalidad eclesial existente partía del convencimiento de que los obreros, pobres e ignorantes, no podían acceder al conocimiento del evangelio. Había que formar a minorías selectas que fueran la avanzadilla de la Iglesia en la sociedad. Eugenio Merino, primer consiliario de la HOAC, se opone a este planteamiento: «Vamos a prevenir y deshacer un error muy generalizado en el ambiente piadoso actual. Todo eso es hoy demasiada teología, se dice, para fieles tan ignorantes. Nos contentaríamos con que aprendieran el catecismo y cumplieran los mandamientos. Ni aprenderán el catecismo ni cumplirán los preceptos… Es imposible que Dios haya puesto como verdades fundamentales y vivas de su Iglesia las que no pueden llegar al entendimiento de los fieles. ¡Vaya un fundamento religioso!» (26). Rovirosa confía en los obreros y entiende que ellos deben ser los evangelizadores de los obreros: «Aquellos que pretenden «elevar» a los obreros, «los elevadores de obreros», tienen un grave problema pues si el obrero a quien pretende elevar es un buen profesional, ya han llegado tarde, porque ya no puede subir más. Está tan alto como un ministro o un rector de la universidad. Si lo que pretenden es darle un barniz de señorito, lo que harán es falsear su naturaleza y ¿cómo podrá encarnarse Cristo, la suprema verdad, en una naturaleza falsificada?» (27). Esta reflexión partía de un convencimiento de Rovirosa: hasta ese momento lo que se había elaborado era pensamiento burgués social católico. Los GOES nacían con el propósito de estudiar la vida concreta de los obreros y elaborar pensamiento obrero social católico para hacer posible la encarnación de Cristo en ella. Los Círculos de Estudio y los GOES fueron haciendo posible un viejo sueño de Rovirosa: que los obreros pasaran de espectado-

28 116

1.557 · MARZO 2014


Tema del mes res a actores y se convirtieran en apóstoles de los obreros.

III. La persecución contra él y la HOAC Toda la experiencia apostólica de Rovirosa y de la HOAC no podía menos que suscitar serios problemas a la Iglesia española de la época, al Régimen y a la relación entre ambos (28). En 1949 el gobierno decreta la primera suspensión del «¡Tú!». Estando Guillermo en Valencia, visita al Arzobispo, que acababa de hablar con el ministro Ibáñez Martín (29), y le informa del fin definitivo del «¡Tú!» La respuesta del Gobierno a la campaña de la HOAC contra el proyecto gubernamental de Sociedades Anónimas era la suspensión del «¡Tú!». El «¡Tú!» vuelve a publicarse tras la intervención del Cardenal Pla y Daniels, que fue defensor de la HOAC en numerosas ocasiones. También se incrementa el control sobre el Boletín de dirigentes, en 1950 Monseñor Vizcarra es nombrado censor del Boletín.

AC, que añoraban la AC del pasado, respiran satisfechos porque ha desaparecido lo que ellos juzgaban un grave peligro para el auténtico apostolado seglar» (31).

Parte de la Iglesia, el Partido Comunista, los falangistas y el Régimen coinciden paradójicamente en combatir a la HOAC y a Rovirosa.

Rovirosa escribe:

Quizás esta situación es la que le lleva a recomendar que para el «Boletín de Militantes» se escriba un articulo titulado «Incomprensión» para desarrollar que el cristiano –mientras vive– es incomprendido por los hombres en la misma medida en que es comprendido por Dios. Lo mismo que Cristo no fue comprendido hasta después de Pentecostés...». En 1951, el Gobierno decide la suspensión definitiva del «¡Tú!» después de la huelga contra la subida del precio del tranvía en Barcelona, que se extendió al País Vasco y Navarra: «Debido a la fuerte presión que en su día hizo el Ministerio de Gobernación, en relación a los disturbios ocurridos en Barcelona, Bilbao, Navarra, en cuanto a la organización de las últimas huelgas, fue suspendido el semanario de la HOAC “¡Tú!”…» (30). El procedimiento fue ordenar el paso del semanario por la censura. La HOAC se niega y prefiere dejar de publicarlo. Sobre este hecho, el cardenal Tarancón escribe: «El gobierno prohíbe la publicación del “¡Tú!” Los obispos no solo callan, sino que aprueban tácitamente la decisión abusiva del gobierno. Los militantes de

«…el “¡Tú!” que no puede salir, nos mueve a llevarlo a todas partes en nuestra propia vida. Ya no sale el “¡Tú!”, porque el “¡Tú!” se imprime ahora en el corazón de cada militante de la HOAC. El “¡Tú!” vive, porque el “¡Tú!” soy yo» (32). La desaparición del «¡Tú!» generó una profunda crisis en la HOAC, pues muchos militantes centraban su quehacer en la difusión del semanario. La respuesta de Guillermo, que propone y realiza, es «Vivir con mayor profundidad el Mandamiento Nuevo». Ello se concretó en una nueva y original aportación de Guillermo: «La Encuesta Sistemática» desarrollada en el Plan Cíclico de Formación Cristiana, aprobado inicialmente en septiembre de 1952 y publicado finalmente en 1955 con la aportación inestimable del nuevo consiliario D. Tomás Malagón. En abril de 1955 D. Alberto Bonet le comunica a D. Tomás Malagón que «la HOAC debe orientarse hacia la Democracia Cristiana, grupo de Rodríguez Soler, y que el Sr. Cardenal sabe y aprueba tal orientación de la A.C.» Rovirosa y Malagón se opusieron a este intento y ello les llevó a vivir momentos personales de gran tensión. A finales de 1955 Rovirosa es destituido como director del «Boletín de Militantes».

29 1.557 · MARZO 2014

117


Tema del mes En una época de reconocimiento internacional del Régimen (33) las actividades de la HOAC suponen una denuncia permanente del mismo. En julio de 1956 se producen una serie de conflictos obreros y estudiantiles en los que la HOAC tiene un papel destacado. El sindicato vertical acusa a la HOAC de ser la culpable de las huelgas del norte de España de marzo y abril, pide la supresión de la HOAC

muerte. Pero es en esta época donde más brilla la espiritualidad de Guillermo. En principio, con sesenta años, medio inválido y enclaustrado en Montserrat, manifiesta que el lema que ha escogido es «¡Ahora más que nunca!».

La autoridad civil, por un lado, y la Junta Técnica de Acción Católica, por otro, y las conexiones entre ambos a través de católicos relevantes (34) que tenían cargos de responsabilidad en el régimen y en la Acción Católica, centraron sus denuncias y acusaciones contra la persona de Guillermo. Al mismo tiempo, el gobierno de Franco había presentado ante la Santa Sede el problema que le creaba la existencia y orientación de la HOAC.

Desde Montserrat sigue colaborando y participando en la HOAC, en todo aquello que puede y sin salirse del respeto a la decisión de la Jerarquía. Inicia su obra final, el desarrollo del «Coperatismo Integral» (COPIN)

La tentación de la Democracia Cristiana también había conseguido «tocar» a algunos militantes de la misma Comisión Nacional de la HOAC, que combatían la oposición de Rovirosa y Malagón a sus proyectos con acusaciones de haberse inclinado por opciones políticas de izquierda (35). Todo este cúmulo de circunstancias llegó a la mesa del Cardenal Primado. Él, que había defendido a la HOAC en multitud de ocasiones, cedió ante los acontecimientos, el 4 de mayo de 1957 recibía al consiliario D. Tomas Malagón. El Cardenal le da un conjunto de normas que la HOAC debe seguir, entre ellas la prohibición de que Guillermo Rovirosa realice propaganda pública de la HOAC. Rovirosa, mostrando su profundo amor a la Iglesia, manifiesta «su sincera y cordial sumisión en lo que a él respecta» a la decisión más dolorosa de toda su vida. Rovirosa es apartado de la dirección de la HOAC. Un mes después sufre un accidente en el que pierde un pie. Este hecho le dejó graves secuelas físicas que no le abandonarían hasta su

30 118

1.557 · MARZO 2014

IV. El comunistarismo integral (COPIN) o la dimensión social de la Santísima Trinidad

El COPIN es «sobre todo, el esfuerzo por actualizar hoy el Mandamiento Nuevo de Cristo. Un camino de Amor que viene del Amor y va al Amor» (36). «Para el COPIN no hace falta ni dinero ni poder… Él nos manda únicamente a amar. Y a ver quién me expone una situación posible en la que el Amor del Mandamiento Nuevo no sea posible» (37). La Iglesia no hemos comprendido aún que los sistemas económicos precisan y generan modelos antropológicos concretos. Rovirosa se ha dado cuenta de ello. La ciencia económica se basa en una concepción del hombre (38), en una antropología individualista, materialista y acaparadora –el individualismo posesivo– contraria a la identidad comunitaria que Dios es y propone a todos los hombres: «El cristiano es (como Dios) esencialmente comunitario, social, y es cristiano en cuanto participa de las relaciones divinas, como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, SON en cuanto participan de estas relaciones». Rovirosa publica las dos partes del Cooperatismo Integral con los párrafos numerados para posibilitar las aportaciones de los «copinitas». En síntesis, viene a decir:


Tema del mes La lucha por la existencia nunca ha generado paz El ser humano lleva toda su historia intentando construir la justicia y la paz, y no lo ha conseguido. El problema es que la búsqueda de la justicia y la paz se ha basado en la lucha por la existencia, que tiene como principio el amor propio, y nunca la lucha ha generado la paz. Mientras que Jesucristo nos pide que nos amemos unos a otros, no de cualquier manera, sino como Él nos ha amado. La lucha por la existencia ha producido unos vencedores, los que tienen propiedad y se aprovechan del trabajo de otros, y unas víctimas, los que carecen de propiedad y trabajan por cuenta de otro. Las víctimas principales son los trabajadores y las mujeres (39). No es solo una lucha de una clase contra otra, es una lucha entre las clases y una lucha en las clases. Vencidos por los poderosos, son vencedores sobre las mujeres, nos dirá Rovirosa.

del derecho de propiedad, porque el que tiene la propiedad no puede usarla, y el que la usa no tiene la propiedad. Esto es especialmente grave en las relaciones de trabajo, pues en toda compraventa hay un comprador, un vendedor y un objeto o bien que se vende y se compra. Pero en el caso del trabajo, el vendedor es el obrero y el comprador el empresario, pero ¿cuál es el objeto o bien que se compra y se vende? Es el mismo obrero. Vendedor y objeto que se vende son la misma cosa. Es evidente que, considerada en términos estrictamente económicos, esta compra venta es cualitativamente distinta a cualquier otra. Pero además, este obrero y este empresario son hijos de Dios, templos del Espíritu, Cristo el uno para el otro, y no pueden establecer entre ellos las mismas relaciones que establecen con un objeto.

En la lucha por la existencia, la ley siempre es la ley del más fuerte. Nunca se ha visto que los débiles, o los vencidos, impongan la ley a los más fuertes. Guillermo pone de ejemplo el pueblo de Israel, al que el mismo Dios ha sacado de Egipto y lo ha conducido por el desierto hasta la tierra prometida. A este pueblo, Dios, el más poderoso de todos los poderosos, le entrega la ley más perfecta de todas las leyes. La respuesta de este pueblo es crucificar y matar al Hijo de Dios. Luego, el camino que consiste en que el más fuerte imponga las leyes a los más débiles nunca da resultado, aun en el caso de que el más fuerte sea el mismo Dios, el más bondadoso de todos los bondadosos. En la lucha por la existencia, unos luchamos por sacudirnos el yugo de otros, pero muy pocos luchan para evitar poner el yugo a otros. Esta es la clave del problema para entender el fracaso de las revoluciones.

El fenerismo y el derecho de propiedad El problema fundamental consiste en que se ha creado un sistema de relaciones, –que Rovirosa llama «fenerismo» (alquiler)– en el que todo se alquila: se alquilan bienes muebles e inmuebles; se alquila dinero, y se alquilan personas. Si el derecho de propiedad implica la posesión del bien y el uso del mismo, el fenerismo supone una perversión

A la lucha por la existencia hay que oponer la colaboración por la existencia. La colaboración por la existencia tiene su origen en un mandamiento y en dos metas inscritas por Jesucristo en nuestro bautismo: MANDAMIENTO: Amaos unos a otros COMO YO OS HE AMADO. METAS: Como individuos: Ser perfectos como nuestro Padre es perfecto. Como grupo: Que todos sean UNO, como mi Padre y Yo somos UNO. Para ser perfectos hay que tomar conciencia de lo que somos, de cómo hemos sido creados. Rovirosa, haciendo un símil con nuestra anatomía, nos dice que somos estómago, cerebro y corazón. La economía corresponde al estómago. La cultura al cerebro. La revelación al corazón. La colaboración por la existencia hay que establecerla en esas

31 1.557 · MARZO 2014

119


Tema del mes tres dimensiones, buscando un equilibrio entre la economía, la cultura y la religión.

felicidad de los seres humanos. Esta respuesta depende enteramente de la libertad de cada persona.

A la economía, estómago, corresponden los valores materiales; a la cultura, cerebro, los valores culturales; y los religiosos, corazón, a la religión. Veamos cada uno de ellos.

La vocación de estado, por la que unos somos llamados a la vida religiosa y otros somos llamados a formar una familia.

Valores materiales. El desarrollo de los valores materiales del hombre debe basarse en el derecho de propiedad rectamente entendido. Su importancia radica en que de este derecho depende la libertad de la persona, y de la libertad depende su respuesta a la llamada de Dios. Es evidente que la libertad personal solo puede ser garantizada por la propiedad personal. Rovirosa defiende el derecho de propiedad «a la medida del hombre», por eso, más que propiedad privada debemos denominarla «propiedad personal». Todo ser humano debe ser propietario de su casa y de sus herramientas, de su casa y de sus medios de producción. La empresa debe ser propiedad íntegra de los que trabajan en ella. No del Estado y de los obreros a través de él, como plantea el marxismo. Ni tampoco de los accionistas, como plantea el capitalismo. De los que trabajan en ella. Valores culturales. El cultivo de los valores culturales del hombre debe basarse en el desarrollo de la vocación profesional. Esta afirmación contiene una gran profundidad antropológica. Según Rovirosa, todas las personas nacemos con tres vocaciones: vocación a la santidad, vocación de estado y vocación profesional. La vocación a la santidad es la primera y fundamental. De responder sí o no a esta llamada de Cristo depende la

32 120

1.557 · MARZO 2014

La vocación profesional, que es tan amplia como tareas pueda desarrollar el ser humano. Forma parte del yo de cada persona, de la identidad de cada uno. De aquí se desprende que el trabajo de las personas ha de tener las siguientes características: –Que cada uno siga su vocación profesional. –Que esté con entera libertad. –Que perciba beneficios en proporción al trabajo que realiza. –Que sus puntos de vista cuenten en la dirección. –Que la empresa pertenezca, con plena propiedad, a todos los que trabajan en ella (40). Valores religiosos. Puede parecer que una sociedad basada en el derecho de propiedad, rectamente entendido, y en la que cada uno pueda desarrollar su vocación profesional, podría funcionar bastante bien aún en el caso de que las personas no fueran religiosas. Rovirosa afirma que esa sociedad sería mejor que la que tenemos, pero nunca se podría acercar al ideal de comunión. La razón es antropológica: el hombre es egoísta por naturaleza y no es posible anular su egoísmo desde fuera. Así, el comunitarismo de Rovirosa no es una respuesta económica frente al capitalismo, es un planteamiento para vivir siendo Cristo las veinticuatro horas del día.


Tema del mes Rovirosa define el comunitarismo como «una sociedad en la que todas las personas sean fieles a su vocación profesional, a su vocación de estado y a su vocación a la santidad, en un régimen de derecho de propiedad rectamente entendido».

En el Comunitarismo se vive y experimenta las tres dimensiones del Amor de Dios: Pobreza, Humildad y Sacrificio. La Pobreza nos impulsa a compartir lo nuestro con los nuestros.

Para ello es necesaria una triple colaboración: –Colaboración por la existencia de Dios con los hombres. –Colaboración por la existencia de los hombres entre sí. –Colaboración por la existencia de los hombres con Dios. La colaboración de Dios con los hombres está realizada y garantizada: Jesucristo, Dios hecho hombre, ha vivido con nosotros, ha muerto por nosotros, ha resucitado y nos ha prometido que estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Lo único que nos pide es «dejarnos querer». Lo que está más complicado es la colaboración de los hombres entre sí y la colaboración de los hombres con Dios. Para hacerla posible nos ha dado: Una LUZ: su Mandamiento Nuevo. Amaros los unos a los otros como yo os he amado. Antes de Jesucristo el amor era algo. Con Jesucristo el amor es una persona, Jesucristo, y tiene tres dimensiones: POBREZA, HUMILDAD Y SACRIFICIO. Una MEDICINA: la Gracia. Una FORTALEZA: los Sacramentos, que son torrentes de Gracia. Todo ello, nos dice Guillermo, formando un TODO que puede expresarse con la palabra COMUNIÓN. Nuestro papel es no resistir al tratamiento que Dios nos propone. Así queda realizado que todos seamos UNO, nosotros con Jesucristo y en Jesucristo con Dios. En esto consiste la revolución que el mundo necesita.

La Humildad nos impulsa a aceptar como nuestro lo de los nuestros. El Sacrificio nos impulsa a renunciar al criterio nuestro ante el criterio de los nuestros. «En esto consiste la promoción de los débiles, de los vencidos en la lucha por la existencia. Promoción que no los convertirá en vencedores, sino en hombres libres, con la libertad de los hijos de Dios. Esta promoción no provocará en la sociedad actual ningún cambio brutal, sino la aparición discreta y pacífica de hombres libres, portadores de paz, cuyo triunfo no dependerá de grandes realizaciones posteriores, sino de la fidelidad al ideal. Bastará con que los débiles nos percatemos de que Cristo es nuestra fuerza y nos unamos a Él y con Él. Amándonos unos a otros como Él nos amó y nos ama, poniendo este amor de manifiesto en las tres dimensiones que acabamos de ver». Rovirosa no sostiene el comunitarismo como un planteamiento contra el capitalismo. Esa manera de proceder, dice, no soluciona nada porque no se puede vencer al mal luchando contra él: Jesús en el Sermón del Monte nos dejo dicho con toda precisión: No opongáis resistencia al mal (y en esto consiste la mansedumbre, de la que Él se erigió en nuestro modelo) y añadió, por la pluma de San Pablo: «Al mal se vence con la abundancia de bien». Para posibilitar el desarrollo del COPIN, publica otras obras con la finalidad de crear la espiritualidad que exige el proyecto: «El primer santo: Dimas el ladrón» y «El primer traidor cristiano: Judas de Keriot, el apóstol». Estas dos obras tie-

33 1.557 · MARZO 2014

121


Tema del mes nen un marcado carácter autobiográfico, en ellas Rovirosa nos cuenta su experiencia de fe identificándose con estas dos figuras de la Pasión. En «Fenerismo» realiza un detallado estudio sobre la propiedad y el tipo de relaciones que se establecen en los ambientes de trabajo. «La virtud de escuchar» propone un nuevo tipo de relaciones entre las personas basado en el reconocimiento del otro como Cristo: «El otro es Cristo, yo debo serlo». Finaliza la serie con «El compromiso temporal», en él hace una original reflexión sobre los intereses que guían la conducta humana. La publicidad trata de presentarnos todo con trucos y como una ganga de la que obtenemos mucho a cambio de poco. El proceder de Dios es distinto: «Ante los trucos humanos presenta los trucos divinos, que son de muy distinta naturaleza: para ocupar el primer lugar, el truco divino es agarrarse al último; para vencer, el truco divino consiste en aceptar la humillación y la muerte; para dominar, el truco divino es servir y amar como Cristo sirvió y amó. Frente a todos los ideales, el cristiano tiene solo uno: ser Cristo las 24 horas del día. Mirado así, el compromiso temporal es un medio extraordinario para vivir los compromisos bautismales». Su última obra, de una rabiosa actualidad, fue «¿De quién es la empresa?», en la que vuelve sobre el derecho de propiedad, «a la medida del hombre» y propone un medio pacífico para que la empresa pase a ser propiedad de todos los que trabajan en ella, pagándole a sus dueños el valor de la misma. Fue publicada por la Editorial ZYX, de la que fue su primer presidente. Murió el 27 de febrero de 1964 de una embolia cerebral.

34 122

1.557 · MARZO 2014

En Abril de 1960, Rovirosa dejaba constancia de lo que la HOAC era: «La HOAC está establecida en unas cuarenta y cinco diócesis españolas. Cuenta con un número de unos 9.000 militantes verdaderamente entregados a la Obra. A ellos hay que añadir unos 25.000 excursillistas que participan en más o menos grado de nuestra «mística» y actividades. Y un número difícil de precisar que quizá podría calcularse en medio millón de trabajadores simpatizantes activos, que tienen confianza en los hombres de la HOAC y que aportan cierta colaboración. La HOAC realiza cada año más de un centenar de Cursillos Apostólicos y dos Semanas Nacionales: una de estudio de los principales problemas planteados a la Obra y otra para la determinación de las actividades que en cada año han de encomendarse al conjunto de la Organización. Los Boletines de la HOAC salen los días 1, 11 y 21 de cada mes. Cada uno tiene su propio carácter: doctrinal, el del día 1; social y de cara a la masa y militantes de base, el del día 11; dedicado al aspecto organizativo, el del día 21. El del día 11 tira unos 9.000 ejemplares, y 4.500 cada uno de los otros dos». En sus memorias, El Cardenal Tarancón (41) comenta: «Creo que nos faltó coraje y visión de futuro en este problema. Muchos de los militantes y hasta dirigentes de la HOAC, viéndose imposibilitados, por la persecución del Gobierno y por la débil defensa de la jerarquía, de defender los derechos que ellos consideraban sagrados de la clase obrera –no puede negarse que prácticamente los


Tema del mes obreros no tenían audiencia en aquella sociedad capitalista– se vieron casi obligados a ingresar en organizaciones sindicales o políticas clandestinas para preparar desde la sombra el futuro».

«Lo cierto es que cuando llegó por fin el cambio de régimen, aparecieron con fuerza muchos movimientos sindicales y políticos –marxistas o de extrema izquierda– que estaban capitaneados por antiguos militantes cristianos, mientras la Iglesia se encontraba sin una fuerza organizada y eficaz en este campo». El Padre Luis Madina, fundador de la Ciudad de los Muchachos y amigo de Guillermo, escribió al enterarse de su muerte: «El Señor lo marcó con la inconfundible señal de los escogidos. Contradicción, incomprensión, humillación, impotencia física. ¡Qué hombre gigante fue en todo sentido! Como siempre sucede, ahora harán justicia a sus méritos. Fue un innovador, un precursor. Sus pasos de gigante iban muy por delante de los pasitos de enano de muchos... Verá usted como terminarán por incoar su proceso de beatificación». !

NOTAS: (1) Rovirosa Albert, Guillermo: «Dimas, el primer santo cristiano». Es una obra de marcado carácter autobiográfico. (2) TOMO I, p.123. (3) ibídem. (4) TOMO V, p. 309. (5) O.C., TOMO II, «Año de la comunidad», p. 196. (6) Comisión Permanente HOAC. «Guillermo Rovirosa, ¡Ahora más que nunca!» p. 79. Ediciones HOAC. (7) O.C. tomo V, «Artículos», p. 450. (8) O.C., tomo V, «Artículos», p. 515. (9) Comisión Permanente, «Guillermo Rovirosa, ¡Ahora más que nunca!», Ediciones HOAC, p. 20. (10) Julio L. Martínez SJ. «Moral social y espiritualidad», 20. (11) TOMO I, p. 121. (12) TOMO II, pp. 88-89. (13) Guillermo Rovirosa. «Salvar hombres». Boletín HOAC núm. 15-16, 1949. (14) TOMO V, p. 519. (15) TOMO V, p. 506. (16) Según Ruiz de Cascos, algunos de los principios teológicos que Rovirosa ayudó a poner en circulación son: la Santísima Trinidad como modelo y presupuesto de la propuesta cristiana; la superación del dualismo natural-sobrenatural; la historicidad de la salvación y, por tanto, de la presentación del Men-

saje y de la doctrina cristiana, con las consecuencias evangelizadoras que esto supone; el descubrimiento de los pobres y de su lucha por la liberación como verdadero lugar teológico; la dimensión social de la Gracia, del pecado, de la Eucarístia y, en general, de toda la vida cristiana. «Visión católica, universal, superando localismos» (Carlos Ruiz de Cascos, pág. 414). (17) Ángel Ruiz Camps. Prólogo obras completas, tomo I. Ediciones HOAC. (18) TOMO I, p. 321. (19) Guillermo Rovirosa. «Salvar hombres». Boletín HOAC nº 15-16, 1949. (20) Guillermo Rovirosa. «El hijo del carpintero». Boletín de la HOAC núm. 14. 1949. (21) Guillermo Rovirosa. «Reflexiones militantes cristianas». Ediciones Voz de los sin voz. (22) Guillermo Rovirosa, «Salvar Hombres». Boletín HOAC, nº 15/16, 1949. (23) Ibidem. (24) Rodriguez Peralta, Mª Isabel. «El Método de Encuesta como estrategia de aprendizaje». Editorial de la Universidad de Granada. 2007. (25) Enrique y Tarancón, Vicente. «Confesiones», pág. 328. Editorial PPC 1996. (26) Merino, Eugenio. «Incorporación a Cristo». HOAC 1953.

(27) Comisión Permanente. «Guillermo Rovirosa, ¡Ahora más que nunca!». Ediciones HOAC. (28) Sobre este tema al final reseñamos la bibliografía utilizada. (29) José Ibáñez Martín, miembro de la ACNDP, fue ministro de educación en el Régimen de Franco. (30) Nota informativa, remitida al gobernador civil de Barcelona –Felipe Acedo Colunga– el 24 de octubre de 1951 por el jefe superior de policía. Archivo del Gobierno Civil de Barcelona. Ramos Ramos, G. «Tranvías y conflictividad social en Barcelona (marzo de 1951)», Universidad Autónoma de Barcelona. (31) Tarancón, Ibidem, p. 329. (32) Comisión Permanente HOAC. «Guillermo Rovirosa, ¡ahora más que nunca!», p. 60. (33) En 1953 había firmado el concordato con la Iglesia y los acuerdos con EE.UU. que autorizaban la instalación de bases militares en España. A cambio de ello, España ingresaba en la ONU en 1955. (34) Correa Veglison, miembro importante del Consejo Superior de los Hombres de Acción Católica y coronel del ejército, presentó la ficha policial de Guillermo acusándole de desarrollar actividades políticas relacionadas con el Partido Comunista y con el Frente de Liberación

35 1.557 · MARZO 2014

123


Tema del mes Popular (FLP). Al mismo tiempo, el gobierno de Franco había presentado ante la Santa Sede el problema que le creaba la existencia y orientación de la HOAC. (35) Para una correcta compresión de estos hechos hay una abundante bibliografía que señalamos al final. (36) TOMO I, p. 270. (37) TOMO I, p. 271. (38) Rafael Rubio de Urquía, catedrático de teoría económica, prólogo en Bruni, Luigino (coord.) «Economía de Comunión. Por una cultura económica centrada en la persona». Editorial Ciudad Nueva. Madrid 2001: «Los modelos teóricos-económicos modernos son un tipo especialísimo de «modelos» de persona y medio en el que ésta se desenvuelve… (pág. 11) los enunciados son definitorios de rasgos personales y

sociales… (pág. 12) son, por tanto, enunciados antropológicos… (pág. 12)…

Bibliografía –Comisión Permanente HOAC. «Boletín Monográfico sobre Guillermo Rovirosa». 1964. –«Guillermo Rovirosa, ¡ahora más que nunca!». Ediciones HOAC. –«Cuadernos Rovirosa», nº 2, 5 y 6. –«Rovirosa 25 años ya». Revista monográfica Noticias Obreras. Febrero 1989. –Enrique y Tarancón, Vicente. «Confesiones». Editorial PPC. –García, Javier. Martín, Jacinto y Malagón, Tomás. «Rovirosa Apóstol de la Clase Obrera». Ediciones HOAC 1985. –Martínez, Julio L (SJ). «Moral social y espiritualidad». Editorial Sal Terrae. –Merino, Eugenio. «Incorporación a Cristo». Publicaciones HOAC, 1953. –Rodríguez Peralta, Mª Isabel. «El Método de Encuesta como estrategia de aprendizaje». Editorial de la Universidad de Granada, 2007. –Rovirosa, Guillermo, «Obras Completas». Ediciones HOAC. –«Reflexiones militantes cristianas». Editorial Voz de los sin Voz.

36 124

1.557 · MARZO 2014

Adoptar un determinado modelo teóricoeconómico es adoptar una determinada antropología fundamental…(pág. 14) en general producir un modelo teórico-económico moderno consiste en formular… una antropología y extraer de esa formulación ciertas implicaciones lógicas… (pág. 15)». (39) Es muy importante leer detenidamente el capítulo que Rovirosa dedica a la mujer y el papel que le asigna a ésta dentro del comunitarismo en las cooperativas de consumo, de producción y de crédito. (40) Es interesante comparar estas características, escritas por Rovirosa en 1949, con la descripción de trabajo decente en «Caritas in Veritate», 63; y la propiedad de los trabajadores en «Laborem Exercens», 15. (41) Obra citada, p. 27879.

–Rubio de Urquía, Rafael. Prólogo en Bruni, Luigino (coord.) «Economía de Comunión. Por una cultura económica centrada en la persona». Editorial Ciudad Nueva. Madrid 2001. –Ruiz de Cascos, Carlos. «La espiritualidad Trinitaria de Guillermo Rovirosa». Ediciones Voz de los sin Voz. –Trejo, Pino. «Amor y Justicia en Guillermo Rovirosa». Ponencia no editada. Cursos de Verano HOAC 2011. Sobre la persecución a la HOAC y Rovirosa –Díaz Salazar, Rafael: «Iglesia, dictadura y democracia». Ediciones HOAC. –Domínguez, Javier: «Organizaciones obreras cristianas en la oposición al franquismo». Ediciones Mensajero. –Enrique y Tarancón, Vicente. «Confesiones». Editorial PPC. –Montero, Feliciano. «La Acción Católica y el franquismo. Auge y crisis de la Acción Católica especializada». UNED ediciones. –Murcia, Antonio: «Obreros y obispos en el franquismo». Ediciones HOAC. –Ramos Ramos, G. «Tranvías y conflictividad social en Barcelona (marzo de 1951) Universidad Autónoma de Barcelona.


Testigos de su vida

Revolución integral Xavier García Pujades *

C

uando era pequeño, en los años cincuenta, oí a menudo el nombre de Guillermo Rovirosa. Mi padre, Xavier García Soler (Vilanova i la Geltrú, 1919-1998), nos hablaba de él como un ser excepcional a quién conoció en 1949, en el primer encuentro de la HOAC catalana en Manresa, en la Cueva de San Ignacio. Los dos habían nacido en el mismo pueblo y ese paisanaje contribuyó a la fuerte amistad posterior. Tanta fue su compenetración humana e intelectual que mi padre, dirigente hoacista en aquellos años, publicó en 1977, después de años de investigar en su vida y obra, un volumen biográfico de 700 páginas dedicado a Guillermo, bajo el título «Comunitarisme integral: la revolució cristiana dintre el poble» (Editorial Pòrtic, Barcelona), cuyo primer volumen en lengua castellana verá muy pronto la luz en Ediciones HOAC, como revisión crítica a cargo de José Andrés Gallego. A los cincuenta años de su muerte, me satisface que el nombre de Rovirosa vuelva a estar en los papeles, después de tanto y tanto tiempo de olvido interesado de los grandes medios de comunicación, más preocupados en juegos oficiales de poder político y oposición, desde los tiempos de Franco y en democracia, que en analizar y divulgar esa «revolución integral» que Guillermo encabezó por toda España, con tanta gente a su lado, entre 1946 y 1964. Aquella generación trabajadora, derrotada militarmente en la guerra, y socialmente después, hizo el heroico esfuerzo de comprender lo que había pasado y, también gracias a Guillermo, de actuar en consecuencia, con un profundo sentido cristiano, en el difícil equilibrio entre el nacional-catolicismo imperante y la seducción comunista. Entre los muchos y clarividentes textos de Rovirosa, su «Manifiesto Comunitarista», de 1948 –cien años después del Manifiesto Comunista de Marx–, indica claramente, en el contexto del capitalismo fascista de aquellos años y el capitalismo tecnocrático posterior, el futuro que esperaba a países como el nuestro si las fuerzas sociales no realizaban aquella «revolución integral», que no era, por supuesto, la de las armas ni tampoco la de la dictadura del proletariado.

Portada del libro de Xavier García i Soler, padre del autor de este articulo, sobre Rovirosa.

Difícil cuestión, dado lo que se ventilaba de por medio: el hecho de responder a los desafíos globales humanos con el mensaje, ciertamente revolucionario, del Evangelio de Jesús, al que Guillermo se adhirió sin condiciones después de su conversión en París, en 1932. Mis recuerdos de su figura se retrotraen a 1957, con siete años, cuando recibí una memorable carta personal suya, después de un breve saludo en la estación de tren de Vilanova, en su viaje, uno de tantos, de Madrid a Barcelona, y luego, a 1960, también con mi padre, a raíz de uno de los muchos encuentros que tuvieron en Montserrat, donde los monjes y el Abad le querían y escuchaban. Este es mi Guillem Rovirosa, paisano vilanovés, catalán, hispánico, europeo, a quien los teólogos y filósofos de mayor envergadura, antes del Concilio Vaticano II y la Teología de la Liberación, oían con gran interés. ! *Periodista y escritor. Hijo del biógrafo de Rovirosa, Xavier García i Soler.

37 1.557 · MARZO 2014

125


Testigos de su vida

¿Cómo olvidar a Rovirosa?

«C

omo testigo de una gran parte de su vida de la que me honró con su amistad, no puedo menos que reconocer que para llegar a comprometerse hasta el hondón de su alma, con todas sus consecuencias para ser un hombre de Dios en el grado que lo fue Guillermo Rovirosa, hace falta mucha fe. Esa fuerza que da la fe es precisamente la que le impulsó a realizar su obra cuando tomó conciencia de que su misión le llevaba al sector obrero: puso la mano en el arado, se negó a sí mismo y, fiel a su promesa de vivir pobremente como el más pobre de los obreros, se entregó en cuerpo y alma. Rovirosa no pertenecía a la clase obrera entendida como tal; por su estatus familiar se hallaba clasificado en una escala social de hacendada familia campesina, pero le costó muy poco renunciar a todo cuanto podía servirle para permanecer en el estamento que le correspondía y encarnarse en la pobreza de la clase trabajadora; siendo ingeniero electricista se “despojó de sus vestiduras” y se colocó una sahariana, un pantalón azul y unas sandalias como única vestimenta de presentación en sociedad y, con lo puesto y sin alforjas, recorrió la geografía española en distintas direcciones proclamando la palabra de Jesús a todo quien se le ponía por delante». Jesús Mairal, amigo de Rovirosa y testigo de la Causa de Canonización

«C

onocí a Guillermo Rovirosa en la Asamblea General el 8 de septiembre de 1956 celebrada en Córdoba. A mí y a otras compañeras de Acción Cató-

38 126

1.557 · MARZO 2014

lica de la Parroquia de Nuestro Señor del Huerto de los Olivos nos informó el párroco D. Paulino Ortiz Molina de que se estaba celebrando en nuestra capital una Semana Nacional de la HOAC, así se llamaba entonces, estaba prohibido por el régimen franquista la palabra “asamblea”. Nosotras no éramos militantes de la HOAC, pero sí de la Acción Católica. Empezamos a través del citado párroco a informarnos de la importancia de este movimiento obrero cristiano y habló con los responsables para que nos permitieran asistir por la tarde a los plenos y a la Eucaristía. Me impactó muchísimo todo, pero a destacar: Guillermo Rovirosa con su misal delante de D. Tomás Malagón en la capilla del Seminario de Córdoba para celebrar la Eucaristía; lo otro que me llamó la atención fue la cantidad de hombres y mujeres obreros y obreras que iban a misa y que hablaban interviniendo en los plenos. Yo noté en Guillermo Rovirosa que era un hombre muy humano y cristiano. Después tuve la ocasión de ver-

lo en Montserrat; fui a dar un cursillo apostólico a Manresa y al regreso pasé a saludarlo. Se llenó todo de júbilo porque una andaluza fuese a Cataluña a dar un cursillo. A través de la conversación con él, noté que su vida no era suya, sino que era un testimonio de servicio a Dios y a los hermanos, un convertido total». Lola Castilla, militante de la HOAC de Córdoba

«C

onviene volver hablar de Rovirosa. Conviene que hablemos. Ahora es la hora. A los trece años de su muerte, es decir, hoy es cuando el clamor de su voz, parece como dolor en la angustia y en la incomprensión de su tiempo, se hace imperante en nuestras iglesias. Conviene que llegue. Puede ser que esté llegando, tomadas por unas fuerzas nuevas y para unas situaciones diferentes, auguradas por el profeta. La fuerza del Espíritu va cambiando en viento de creciente soplo de los aires conciliares del Vaticano II, aires que Rovirosa justo llegó a


Testigos de su vida respirar, y la mano de Dios, que lleva la historia, pone el mundo en tensión profunda y su Iglesia, en situación a punto de convertirse al Evangelio. “¡Los pobres no son evangelizados!”, es el clamor, el desafío y la urgencia de nuestro momento. Un profeta nos lo ha dicho en la cara». Joseph Pont y Gol, arzobispo de Tarragona (1971-1995)

«P

or complicada que pareciera una situación, él siempre veía soluciones. Porque decía que Dios cuando cierra una puerta siempre deja abierta otra y que es por ella por donde debemos pasar. Daba la impresión de esos hombres tan compenetrados con el Plan de Dios, que ven enseguida la forma de realizarlo concretamente. Contagiaba el amor al bien y el odio al mal.

«C

uando lo conocí me sorprendió que bajo un aspecto tan entregado se escondiese una personalidad tan destacada, mejor dicho, tan sobrenaturalizada, pues hablando, hablando, se evadía, para mí, aquel hombre y me parecía que veía al Apóstol de las gentes. Este paralelismo con san Pablo fue la idea que de Rovirosa guardo y guardaré. Admiro en él la inteligencia preclara y la voluntad decidida que se adelantaba a la época que vivíamos y que me parece que ahora con el Concilio

Benet Martínez, monje del monasterio del Paular

Su palabra de fuego y su lenguaje crudamente evangélico fueron como una piedra lanzada al lago de aguas adormecidas de nuestro cristianismo cómodo y mediocre».

«U

Santiago Añó, sacerdote de Tortosa

«C

Tengo el pleno convencimiento de que era un hombre de virtudes heroicas y con méritos suficientes para ser venerado en los altares. Con toda seguridad podemos encomendarnos a su intercesión cerca del Padre.

Doménech Canamases, consiliario, de Santa Eulàlia de Riuprimer

Cuando yo estaba en el Seminario nos habló de las acciones a corto y a largo plazo. Ciertamente, no estaba desenfocado. Un largo plazo que a nosotros, impacientes, nos parecía muy largo. Pero a él nunca le parecía. ¡Qué vista tan astuta!»

on su muerte he perdido al único hombre con quien podía hablar y con el que me gustaba hablar. Siempre he admirado en él, el hombre con todas las virtudes que me pasaban por la cabeza. Era un hombre santo que pensaba; y, si no pensaba con mucha disciplina mental, cultivaba el pensamiento y lo amaba. Hombres así hay muy pocos».

biera muerto un poco también. ¡Le debo tantas cosas…!

va despertando en la conciencia de todos». Rosalía Perpinyà, militante, dels Guiamets

«S

u muerte dejó un gran vacío en mi vida. Aún no he pasado un solo día sin llorarlo. Mi vida estaba tan ligada íntimamente a él que es como si me hu-

n hombre de una edad indefinida (para mí), vestido con un traje de mahón azul, una pata de madera, muy limpio y decente; supuse que sería un recogido por caridad en la Casa al que le encargaban el cuidado de la estufa. ¡Qué buen servicio nos hizo a todos!, pues hacía un frío que pelaba. Al segundo o tercer día de Cursillo, cuando todos creíamos (yo al menos) que nos estábamos convirtiendo en los únicos sindicalistas del mundo (¡pobres!), en un momento de acaloramiento en la discusión intervino él, disculpándose por la intervención para luego decirnos unas palabras que a mí se me quedaron gravadas para siempre: “En estas cosas hay que ir sin prisa pero sin pausa; las pausas suponen retroceso y las prisas suelen llevar al fracaso… El objetivo del Cursillo no es preparar dirigentes, sino servidores”. Pregunté quién era y me dijeron que Rovirosa. Debí ponerme colorado por la falta de consideración…». Ovidio Melcón, militante de San Sebastián

39 1.557 · MARZO 2014

127


Testigos de su vida Rafael Torija, Obispo Emérito de Ciudad Real

«Rovirosa y Malagón son modelo de apóstoles» HOAC de Ciudad Real

Rafael Torija de la Fuente nació en Noez (Toledo) el 18 de marzo de 1927. Estudió en el Seminario de Toledo y posteriormente cursó estudios de Teología y Sociología en la Pontificia Gregoriana. En 1972 fue nombrado Obispo Delegado de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar y consiliario general de la Acción Católica. Fue obispo de Ciudad Real desde 1976 hasta 2003, año en el que fue sustituido por Antonio Algora.

E

n la actualidad vive en Ciudad Real en la Residencia Sacerdotal y, aunque su estado de salud es delicado, su carácter, su humor y su espíritu siguen siendo jóvenes y vitales. –¿Cómo se encuentra en estos momentos, por su edad, estado físico y anímico? ¿Tiene alguna actividad pastoral? –Me encuentro muy a gusto con vosotros. Os agradezco vuestra atención. Y os ruego a vosotros, y a cuantos puedan leer esta «entrevista» que no interpretéis mis palabras como un cierto recuerdo nostálgico de tiempos y personas pasados. El Obispo Emérito, Rafael Torija, rodeado por Javier Casero y Julio Ruiz, militantes de la HOAC de Ciudad Real. Me ha gustado siempre, y ahora también, mirar más bien hacia el futuro, confiando siempre en la luz y en la gracia de Dios. Pero, vamos, –respondiendo a gente joven y en barrios obreros. Viví en el llamado Poblavuestra primera pregunta– me siento bien, aceptando, desdo Obrero, de la Fábrica de Toledo; di clases en la escuela de la esperanza y con alegría, las limitaciones de mi edad de formación profesional de la Fábrica; fui consiliario dioy de mis enfermedades. Mi actividad pastoral, por la que cesano de la JOC; en contacto muy frecuente con otros me preguntáis, consiste ahora, sobre todo, y casi exclusiconsiliarios y militantes de los diversos movimientos de vamente, en la oración. Vivo muy de cerca el momento y apostolado seglar. Algunos recuerdos son imborrables: los problemas presentes de la Iglesia, diocesana y univeraquel pueblo, Castilléjar, de Granada, entonces de la diósal, y de la sociedad y…, sobre todo, ¡rezo! cesis de Toledo; aquel Congreso general de la JOC, que se celebró aquel año en Toledo… Como obispo me estrené –Llega al presbiterio en pleno franquismo, ¿puede hablaren Santander, siendo auxiliar de don José María Cirarda; nos de su actividad como sacerdote en esos años? ¿Cuáles solo dos años, pero muy intensos, eso sí. fueron sus primeros pasos en su llegada al episcopado? –Los años de mi vida presbiteral los viví en mi querida –Como testigo de la evolución de la Iglesia y la sociediócesis de origen, Toledo. Primero con el cardenal Pla y dad durante varias etapas, ¿qué cambios más significatiDeniel, y luego con el cardenal Tarancón. Trabajé en divos destacaría? versas parroquias, con grupos de Acción Católica y de –Hombre, ¿en la Iglesia? Pues, ya la etapa preconciliar: apostolado seglar, en pueblos pequeños, en barrios de ciufue el mismo Papa Juan XXIII quien dijo que hacía falta que dades… Mi trabajo pastoral se desarrolló sobre todo con aires nuevos y renovadores entraran en la Iglesia; la celebra40 128

1.557 · MARZO 2014


Testigos de su vida ción del Concilio Vaticano II: la Iglesia como comunión, la Iglesia en el mundo, la presencia y compromiso de los cristianos, sobre todo, seglares en la sociedad…; el postconcilio, con su abundancia de iniciativas… ¿Y en la sociedad? Pues yo creo que lo más significativo ha sido la llamada «transición» hacia formas de convivencia democrática. En general, pienso que éstos han sido, y siguen siendo, tiempos para la Iglesia de apertura, de cercanía, de compromiso en su misión de evangelizar. Hombre, a mí por lo menos me está pareciendo cada día más claro y de mayor urgencia que la Iglesia, y más en particular el ministerio pastoral, estemos cada día más próximos, más cercanos, más comprometidos con todos, pero en primer lugar con los más desfavorecidos. –Durante su etapa como sacerdote y como obispo ha estado muy vinculado a la Acción Católica y a los movimientos especializados. ¿Nos puede decir qué le han aportado personalmente y en su ministerio pastoral? –Siempre lo he vivido, como presbítero y como obispo, muy de cerca. No sé si yo habré sabido aportar algo a las personas y a los movimientos con los que he trabajado, pero sí sé que ellos a mí me han ayudado mucho, muchísimo, a vivir con alegría mi ministerio pastoral. Aquellos «aprendices», aquellos jóvenes –chicos y chicas–, ¡cómo me estimulaban, cómo me impulsaban! Creo que por ellos, y con ellos, he vivido siempre, sacerdote y obispo, con mayor intensidad y más auténtica alegría, la comunión eclesial: la Iglesia pueblo de Dios, familia con las puertas y los brazos siempre abiertos a todos, más especialmente a los más necesitados. ¡Cómo se lo agradezco! –Usted conoció a Guillermo Rovirosa y a Tomás Malagón. ¿Qué destacaría de su relación con ellos y del papel que desempeñaron en la Iglesia? –A los dos los conocí muy de cerca, los traté, los admiraba. Con don Tomás incluso conviví unos años en la casa del consiliario. Uno y otro, cada cual en su papel: de seglar responsable y entregado el uno, y de consiliario entregado y consecuente con sus propias enseñanzas el otro, son modelo de apóstoles. Ambos, por sus vidas ejemplares, por sus obras, las que escribieron y las que realizaron, son ejemplo, son imprescindibles para entender y decidirse a comprometerse en movimientos obreros cristianos. A mí me ayudaron mucho. Los venero a los dos. –Vivió en primera persona la crisis de la Acción Católica y como obispo contribuyó a su reconstrucción. ¿Qué vivencias destacaría de ese proceso? –La viví muy de cerca. Creo que aquellos momentos difíciles estimularon en todos, dirigentes, militantes, consiliarios, posturas de apertura del espíritu a las nuevas exigencias del momento histórico, de mayor fidelidad en medio de las dificultades a Jesucristo y su Evangelio, y a la Iglesia, de sincera búsqueda por parte de todos de lo que en esos momentos el Espíritu nos pedía a todos y cada

uno. Me parece que se vivía con mucha normalidad, también con exigencias, la promesa que nos tiene hecha Jesús: «Yo estoy siempre con vosotros». –Tras la llegada del Papa Francisco, asistimos en la Iglesia a un periodo de impulso y renovación. ¿Qué gestos destacaría del nuevo Papa? ¿En qué aspectos cree que está sintonizando con los problemas de los hombres y mujeres de hoy? ¿Qué expectativas, a su juicio, se abren a la Iglesia? –Los «gestos», tantos, en el todavía breve pontificado del Papa Francisco expresan clara y vigorosamente los rasgos fundamentales de su vida y de su ministerio. Son evidentes: a) su claro, límpido, sentido evangélico: hay que pensar y obrar en todas las cosas como Cristo, ser su reflejo, su imagen; b) su sencillez al hablar, al actuar, al acercarse tanto a la gente, sobre todo, a los más débiles y necesitados; c) su sinceridad, se percibe fácilmente que dice y hace lo que cree, lo que vive; d) su ejemplo para todos, de cristiano y de pastor. Creo, y lo expreso con mucha alegría, que las expectativas para la vida y la acción pastoral de la Iglesia con este Papa son muy esperanzadoras. El Espíritu le ayudará a llevarlas a cabo; Dios quiera que nosotros también le ayudemos. –¿Qué nos pediría al Apostolado Seglar, a la Acción Católica y a los movimientos obreros sobre nuestra presencia en la Iglesia y en el mundo? –Pues sencillamente, que seáis, con la ayuda de Dios y estimulados por el ejemplo de cuantos os han precedido, seglares y sacerdotes, fieles a la vocación que habéis recibido: ser cristianos, es decir, de Cristo: le pertenecéis, le conocéis, le amáis, le seguís, os sabéis enviados a ser apóstoles suyos, sus testigos, no solo con la palabra, sino también con vuestro «compromiso» en medio de la sociedad, es decir, consecuentes con las exigencias de vuestra fe, presentes y activos en la vida de cada día, entregados al servicio generoso, desinteresado, a los hermanos, llenos de valentía, es decir de confianza en Jesucristo. Al fin y al cabo es Él quien os envía. Es a Él a quien seguís, amáis y servís en las personas de los otros, sobre todo los más pobres. ! 41 1.557 · MARZO 2014

129


En marzo... ¡regala libros! Ahora todos nuestros libros tienen un 10% de descuento

A COMPR

EN

Por pedidos superiores a 40 euros, no cobraremos los gastos de envío y además recibirás como regalo el libro «Una historia de liberación. Mirada cultural al Mundo Obrero», de Francisco Porcar

s hoac.e s e n io dic www.e

Información y pedidos: Ediciones HOAC C/ Alfonso XI, 4. 4º dcha, 28014 Madrid Teléfono: 91 701 40 80 / 83 Fax: 91 522 74 03 Correo electrónico: publicaciones@hoac.es


Huellas vivas Aurelio Peña, equipo promotor de la Causa de Canonización

«Vivió con radicalidad la encarnación obrera»

A

urelio Peña Fernández ha sido consiliario general de esta organización obrera y cristiana y pertenece al equipo que promueve la causa de Canonización del «apóstol del mundo obrero». –¿Qué motivo lleva a la HOAC a pedir que se canonice a Rovirosa? –La HOAC promueve la canonización de Rovirosa con la intención de que su figura sea más conocida en la Iglesia y en la sociedad. En la Iglesia porque fue un gran evangelizador y en la sociedad porque luchó como pocos por la dignidad de los trabajadores. –¿Qué destacaría de toda su vida y su obra? –Fue un converso, es decir, una persona que se alejó de la fe y a sus 36 años vuelve a la fe y la vive con mucha radicalidad centrada en Jesucristo, los valores del Evangelio y enfocando desde ahí su vida y su misión. Él se entregó de lleno como apóstol de la clase obrera, es decir, que en su dedicación al mundo obrero descubrió que muchos trabajadores vivían ya importantes valores del Evangelio de Jesús. A este descubrimiento lo llamó él su segunda conversión. –¿Se puede hablar de «rabiosa actualidad» en la vida y obra de Rovirosa, en esta época tan contradictoria e incierta? –Sinceramente creo que sí. La situación de larga crisis que estamos viviendo y el número de desempleados ha hecho caer en la cuenta a muchas personas que el trabajo es fundamental y el eje de la vida social. Sin trabajo la vida personal, familiar y social se descompone. El Papa Francisco les dijo a los parados de Cerdeña: «Sin trabajo no hay dignidad». ¿Alguien podrá decir que la vida y obra de Guillermo Rovirosa dedicada a que los trabajadores descubrieran esa dignidad para exigirla y vivirla no tiene «rabiosa actualidad» hoy? –¿Cómo se puede explicar que en un ambiente nada propicio para la misión encomendada a Rovirosa, la organización a la que se entregó en cuerpo y alma pudiera dar tan-

tos frutos? ¿Qué nos diría hoy ante las dificultades que las organizaciones obreras y la misma Iglesia tienen que enfrentar a la hora de promocionar las capas más pobres de la población? –Guillermo Rovirosa, a sus 49 años, deja su querida profesión y asume en cuerpo y alma la misión que se le encomienda. Y lo hace con una vida pobre, con dedicación exclusiva y con la fuerza que le da el haberse enamorado de Jesucristo y del Evangelio. Además vive con radicalidad lo que llama la “encarnación» en la vida obrera, promoviendo siempre la formación y el protagonismo de los trabajadores. Posiblemente por ahí esté la clave también hoy. –¿Es Rovirosa un personaje singular en la historia de la Iglesia y la sociedad española? ¿Por qué? –Al menos es sorprendente que en aquel clima social de mediados del siglo XX surgieran militantes obreros cristianos como Rovirosa. A mí me parece que es un personaje singular al menos por estas dos razones: porque es un converso, lo que le lleva a poner en el centro de su vida a Cristo y a aquellos con los que Cristo más se identifica; y porque vive su vocación misionera en la frontera, en la periferia del mundo obrero y del trabajo. –¿Qué frutos espera de la conmemoración del 50 aniversario de la muerte de Rovirosa? –El Papa Francisco nos ha recordado que la Iglesia no puede estar centrada en sí misma, sino que tiene que estar en la calle; aunque a veces pueda equivocarse o accidentarse. Espero que este 50 aniversario nos contagie a la HOAC como Movimiento de Acción Católica especializado en la evangelización del mundo obrero y del trabajo, y a toda la Iglesia española, el entusiasmo con que Guillermo Rovirosa vivió su misión. Y espero que algunas personas más conociendo un poco a Rovirosa y leyendo sus escritos puedan vivir este momento de debilidad para el mundo del trabajo como Rovirosa cuando fue marginado: «Ahora más que nunca». !

43 1.557 · MARZO 2014

131


Huellas vivas

En boca de los militantes de la HOAC de hoy Son muchas las personas que llevan a Guillermo Rovirosa en su corazón. Son ya pocos los que le conocieron directamente. Otros han oído hablar de él o han descubierto sus escritos. Incluso hay quienes le profesan una veneración íntima y profunda. Dedicamos estas líneas a evocar la figura de este apóstol del mundo obrero a través de las palabras de un variado grupo de militantes de la HOAC de hoy.

«T

enía muy claro que a los trabajadores no se les podía tratar como niños. Todos tienen capacidad de entendimiento, las cosas más grandes y más elevadas se les pueden explicar, solo hay que saber cómo. Tenía la capacidad de transmitir en un lenguaje comprensible la teología que él iba descubriendo, a través de su compañía con grandes figuras y el diálogo con consiliarios y personajes del extranjero. Su empeño fue devolver al Cristo que le habían quitado al mundo obrero». Francisco Güeto, Cádiz

44 132

1.557 · MARZO 2014

«S

iempre decía que un Cristo fofo, mediocre, aburguesado no interesa a los obreros. Había que darles a conocer el Cristo auténtico del Evangelio. Creía que Jesús, su mensaje, su vida eran claramente propuesta de liberación para el mundo obrero. Lo creía y lo vivió. Todos esos valores que él vivió, de entrega, sacrificio, humildad, pobreza…, siempre van a entusiasmar a los de abajo y cualquiera que los viva será bien acogido siempre y hará una gran labor. Rovirosa no buscó grandes éxitos sino ese trabajo humilde, generoso, entregado a favor de

la gente, de los de abajo, para que lograran su propia promoción integral». Gregorio Burgos, Burgos

«E

n aquel momento todos nos hablaban del cristianismo como un sistema de ideas, de conocimiento, de conceptos y también como un conjunto de prácticas religiosas. Era lo que había en aquel momento. Él presentaba el cristianismo como una forma de vida, como una manera de vivir, encarnado en una persona, en un trabajador, en un


Huellas vivas hombre sencillo como era Jesús de Nazaret. Se notaba el entusiasmo, la alegría, la capacidad de contagio que aquel hombre transmitía cuando hablaba de Jesucristo, “se percibía que era el fundamento, la base de toda su actividad. Eso tiene una gran actualidad, porque percibimos en muchos sectores de la Iglesia una vuelta leal y sincera al personaje de Jesús de Nazaret, para comprender el cristianismo como una manera de vivir, como un relato existencial en la vida de los hombres y mujeres. Nos fue descubriendo que Dios era un Dios de Comunión, que por ser amor, era comunicación entre las tres divinas personas, que Jesús era una penetración en ese misterio y convertía al Dios del que hablamos en un Dios lleno de novedad para nosotros. Nos hizo una presentación del mensaje cristiano que todavía recuerdo, partiendo de Jesús, en el que había una especie de motor que lo movía todo, que era el mandamiento nuevo. A través de ese mandamiento, Jesús seguía presente en nuestro mundo y se hacía transparente en nuestra vida. Ese mandamiento nuevo, según su explicación, generaba un estilo de vida, una manera de vivir». Pepe Morales, Sevilla

«A

unque no tenía pie, había cosas que sí podía hacer, montó la instalación eléctrica en Monserrat. Sus familiares le decían: “Tú, que has sido ingeniero, ahora has acabado de criado de los frailes”. Pero él les contestaba que ese tipo de vida le iba bien. Le permitía estar en un ambiente de oración, de diálogo y con alguno hablaba mucho. Rovirosa tiene de actualidad para un cristiano, el vivir el Evangelio en todo, empezando ya desde el bautismo. Para los que no sean cristianos,

pero sean humanistas y estén preocupado por el ser humano y la situación que vivimos, una de las mejores aportaciones es el “Cooperativismo Integral” (COPIN), que le llevaba a decir que no puede haber cooperativa si no hay cooperativistas; si solamente tienes el aspecto económico, a los cuatro días, aparecen las peleas entre los socios». Julià Saez, Castellón

«E

l Cooperativismo Integral (COPIN) es “ajustar la realidad social, económica, política y humana al Plan de Dios, no en la teoría, sino en proyectos concretos de empresas, de cooperativas, de iniciativas… Es decir que en cada momento de nuestra vida, sea cual sea la situación, podemos vivir nuestra vida como vida de testimonio y agradecimiento de Dios. Él dice: ¿De verdad, que no puedes hacer nada?, ¿ni desearlo siquiera? Si lo puedes desear ya es suficiente. Rovirosa es sobre todo una “persona auténtica” y “coherente” que se entregó, sin ahorrar esfuerzos ni hacer cálculos mundanos, por llevar a la práctica su ideal cristiano entre los trabajadores empobrecidos. Resulta impresionante todo lo que Guillermo hizo, en su vida activa en la HOAC, que apenas duró 11 años, de 1946 a 1957: en esos años y con aquellos medios lo que él llegó a hacer es sorprendente, en escritos, viajes, cursillos, procesos, historias, en experiencias, en sacrificios.

que llevamos, el mismo proceso de canonización, las hojitas con sus escritos, las jornadas de oración con Rovirosa, es de tal riqueza que merece la pena cualquier esfuerzo humano que podamos hacer. El gran objetivo que como Iglesia debemos marcarnos es que se conozca la vida y el pensamiento de Rovirosa. En la medida en que nos acercamos a él, nos acercamos a la fe de la Iglesia y a Jesucristo y será un bien, por tanto, para la Iglesia y para la HOAC, con independencia del resultado en términos de reconocimiento de su santidad». Alfonso Alcaide, Sevilla.

«E

l “COPIN” trata de llegar a concreciones de formas, modos e instituciones económicas de tipo cooperativista. No podemos quedarnos en la teoría por buena que sea, incluso la del Evangelio, sino que debemos plasmar en formas prácticas la comunión trinitaria. Rovirosa fue más allá de su tiempo pero sigue por delante incluso de nuestro tiempo». Isaac Núñez, León

«L

a grandeza de Rovirosa reside en llevar el misterio trinitario a la vida, de forma que los militantes somos con-

Mi experiencia es que Rovirosa es santo, por los beneficios que ha producido en mi vida. Otra cosa es que la Iglesia lo reconozca. Pero el proceso

45 1.557 · MARZO 2014

133


Huellas vivas vocados a vivir la comunión de vida, bienes y acción. Eso es insertar el misterio de Dios en el hombre. El sueño de la HOAC que él tenía es fruto de lo que estudiaba en los libros y lo que le ocupaba en sus comunicaciones con Eugenio Merino y Tomás Malagón. Por eso, el signo de la HOAC no son las obras sino la HOAC misma. A los tres pilares de la HOAC, no les gustaría que les viéramos como gigantes, sino que la HOAC, y cada militante, seamos el espejo de Dios, del misterio de la Trinidad». Gaudencio Domíguez, León

«E

staba convencido de que el comunismo, con su falta de libertad, por su mirada materialista de la problemática social y la propia vida humana y de futuro, no iba a resolver los problemas que quería solucionar. A esta gente, decía, si le hubieran propuesto el Evangelio adecuadamente no hubieran caído en el programa marxista, porque él entendía que el Evangelio tenía más mordiente, fuerza y capacidad de transformación de las personas, y por tanto, de solucionar los problemas sociales.

Los problemas que pretendían resolver con el comunismo, se hubieran resuelto mejor desde una verdadera óptica cristiana».

rosa, a través de la HOAC, me ha enseñado».

Alfonso Gil, Ferrol . l esfuerzo pedagógico de Guillermo Rovirosa estaba dirigido a aprender a vivir como Cristo nos enseñó a vivir. Hay que comprender la realidad e intentar vivirla como uno ha elegido. Dios quiere que yo sea libre, que no es lo mismo que hacer lo que me viene en gana, sino vivir la comunión. Eso demuestra un gran amor a los trabajadores, por parte de Rovirosa, porque les quería libres.

iempre estaba esperanzado y se fiaba de Dios en todo, no había resquicio en esto. Toda su vida estaba organizada para hacer lo que Dios quisiera de él. Lo aceptaba con tranquilidad y con confianza. Y eso que siempre estaba ideando algo, pensando en clave del otro, no de él.

«E

Según su visión, lo que importa es que lo que hagamos sea a la medida de las personas; cambiar las estructuras es fundamental para que las personas puedan vivir con más justicia y con más dignidad. Pero todavía más importante que todo eso es entender que cada persona en el pequeño mundo en el que estamos, en el barrio, en la familia, en el trabajo…, debemos intentar construir humanidad. El valor de cada persona, es lo más importante que Rovi-

Francisco Porcar, Castellón

«S

Me entusiasma Rovirosa. Cuando lo leo, es de actualidad siempre, salvo algunos giros del lenguaje que eran los propios de su época. Pero incluso en eso, iba muy por delante de su tiempo. Él lo ha dicho todo ya del Amor y la Justicia, pero es que además lo vivió”. Pino Trejo, Canarias

«C

uando rezo por la mañana, rezo la oración a Jesús Obrero y también la oración para la Causa y me encomiendo a Rovirosa. Me acuerdo de él todos los días». Manuel Díaz, Córdoba

EDICIONES HOAC Alfonso XI, 4 - 4º. 28014 Madrid. Telf.: 917 014 080. Fax: 915 227 403 46 134

1.557 · MARZO 2014


Su actualidad Conocer a Rovirosa:

Entusiasmarse con la misión Pino Trejo*

Y

o no conocí a Rovirosa. De hecho cuando el falleció yo ni siquiera había nacido. Entré en la HOAC en 1995 y no supe de él hasta pasados unos años. No sabría decir con exactitud cuándo, ni quién me habló de él ni dónde. Lo único que recuerdo es que él llegó con la palabra, y con tal fuerza que no he podido olvidar esa primera impresión.

puede seguir influyendo Rovirosa en nosotros, en la marcha de la HOAC? Para los militantes que formamos hoy la HOAC es necesario mantener ese espíritu innovador, esa intuición, esa interpretación de los signos de los tiempos, de aceptar las dificultades como oportunidades para retomar el camino que Dios quiere que sigamos; buscar siempre la comunión con el mundo obrero y con la Iglesia, por muchos sinsabores e incomprensiones que eso nos aporte.

Sus escritos me impactaPino Trejo, autora de este artículo. ron porque no escondían más que verdad. Su claridad, su radicalidad, yendo siempre a la raíz de lo que quería comunicar: el mensaje Luchar incansablemente por la justicia, sin esperar liberador de Jesucristo y la misión apostólica de la HOAC. aplausos ni recompensas; sentirnos siempre insatisfechos, no conformarnos con lo que hacemos, sino pensar en Así que cuanto más leía, más me fascinaba, pero tamque todo está por hacer. Cooperar para la existencia, para bién más me desconcertaba, porque, a pesar de la époque todos puedan vivir y con dignidad. Mantener nuestra ca en la que escribió y los años que han pasado desde fidelidad a Cristo, a la HOAC y al mundo obrero. No creque se publicaran sus escritos, yo sentía que me lo deernos nunca que es obra nuestra, sino que es el Padre cía a mí. Se expresaba con total libertad, no se callaba que se ha fijado en nosotros y nos ha hecho «siervos inúante las injusticias que se cometían con el mundo obretiles». Pero, sobre todo, entusiasmarnos con la misión ro. Escribía con autoridad, pero sin imponer, siempre porque es el Padre quien nos envía. con respeto y amor. Les invito a profundizar en sus escritos, en sus cartas; a Con el tiempo me fui encontrando con personas que conocer su vida, no para idolatrarle, sino para que nos dé conocieron a Rovirosa. Y todos coincidían en que fue una luz en nuestro compromiso personal y comunitario. Porgran persona, un militante de pro, un testimonio. Todos que su vida y su palabra inspiran. comentaban lo impactados que quedaron por su forma de hablar, su forma de dirigirse a los demás, de escucharles, Dejemos que entre en nuestras vidas, desterremos los sus ideas, su perspectiva, su disponibilidad, su intuición prejuicios y que su palabra encuentre hueco en nuestro apostólica..., ellos y ellas tuvieron la suerte de tener un corazón y en nuestra mente. recuerdo de él y de ahí alimentarse constantemente como referencia. Leamos a Rovirosa..., y todo lo demás llegará por añadidura. ! Pero, ¿qué pasa con los hoacistas que llegamos 30 años *Pino Trejo es militante de la HOAC de Canarias. después de su fallecimiento? ¿Qué nos aporta él? ¿Cómo 47 1.557 · MARZO 2014

135


Su actualidad

La fuerza de los débiles Rosa Gisbert*

L

a principal intuición y aportación que quiso imbuir Rovirosa en la vida de la HOAC fue la necesidad de una formación laical, obrera y militante. Para ello recorrió toda España impartiendo los Cursillos, iniciando Centros de Obreros de Acción Católica en parroquias, visitando seminarios… En este tiempo, los cristianos y cristianas precisamos sentir, vivir y experimentar que estamos llamados a una continua conversión porque solo desde sabernos eternamente reconciliados con Cristo, con su eterna misericordia, podemos anunciar la alegría, el gozo y la esperanza de lo que anunciamos, de lo que estamos llamados a evangelizar. Otra cuestión urgente para un cristiano de hoy, y que va implícita en la anteriormente comentada, es la gran llamada que continuamente nos está haciendo el Papa Francisco, a que seamos hombres y mujeres de acción y de oración y celebración. Rovirosa, cada vez que va a emprender una tarea, como por ejemplo antes de iniciar la puesta en marcha por toda de la vida comunitaria de la HOAC, marcha a Montserrat. Allí volverá también cuando abandone toda actividad en la dirección de la HOAC. Son tiempos para experimentar en nuestras propias carnes la experiencia de la fuerza de los débiles: la fuerza de los sencillos, de los pequeños, la irresistible fuerza del amor capaz de vencer al mundo. La debilidad como signo donde la fuerza de Dios se manifiesta. Rovirosa puso todo su esfuerzo, su experiencia humana, en un proyecto que no era fácil, no tenía garantizado el éxito, ni iba nunca a acarrear prestigio y honores. Sin embargo, él decía: «Cuando los débiles seamos Cristo (y somos los que estamos en la mejor situación para serlo), y no solamente en el vivir individual, sino también en el social, todo lo demás se nos dará por añadidura». En estos tiempos en que los laicos y laicas queremos vivir nuestra identidad como creyentes desde la convicción de ser personas sin tener garantizada de antemano, la coherencia entre nuestros ideales y nuestras vidas, conviene atender la experiencia más dolorosa de Guillermo Rovirosa: sus vivencias con Catalina, su esposa. Desapareció de su lado al poco tiempo de finalizar la Segunda Semana Nacional de la HOAC, dejando esta nota: «parto para que puedas seguir libremente tus caminos; no me busques; que Dios te bendiga como yo te bendigo». No se ha vuelto a tener noticia de 48 136

1.557 · MARZO 2014

Rosa Gisbert, autora de este artículo.

ella. El propio Guillermo Rovirosa vivirá con gran dolor este hecho y en adelante su dedicación apostólica incluirá también este matiz de fidelidad a su esposa. Otra experiencia de fracaso que también vivió Rovirosa fue la experiencia de los equipos del dolor. Cuando un militante de nuestro equipo cayó enfermo entendimos qué se nos pedía, y tuvimos la suerte de vivir un gran ejemplo, al igual que al principio de la HOAC. Juan nos enseñó a acompañarle durante todo el tiempo de la enfermedad, a seguir viviendo y formando parte del equipo, desde su situación. Vivimos ese tiempo de despedida, incluido el fracaso de la enfermedad y de la muerte terrenal, como una auténtica comunión de vida. Nos tocó devolver el regalo del acompañamiento a su familia…, nos sanaba comunitariamente. Ahora más que nunca estamos precisados de una vivencia de la fe inserta en la realidad, encarnada y de una espiritualidad de la acción vivida en el encuentro con los otros, allí donde ellos están, participando en su vida y ambientes, desvelando lo que Dios hace en sus vidas. La experiencia le llevó a tener a Cristo como centro de su vida: contemplativo en la acción. Y todo lo experimentaba y vivía en el Misterio Trinitario: la comunión de bienes, como vivencia concreta del amor, la comunión de vida, desde la humildad, y la comunión de acción, fuente del sacrificio, y sobre todo en la celebración de la Eucaristía que nunca dejó de vivir, hasta en los tiempos de la clandestinidad. La Eucaristía como centro y cima: «hay que llevar al Altar toda la vida». ! *Rosa Gisbert es militante de la HOAC de Orihuela-Alicante.


Su actualidad

Una alternativa de vida Maite Valdivieso*

E

l paro no desciende, la precariedad y la vulnerabilidad instalada en miles de hogares en el mundo, los beneficios de la banca crecen, la desigualdad aumenta, los fuertes cada vez más fuertes… «No importa el desorden de unos pocos nadando en la opulencia, y de otros innumerables padeciendo hambre crónica. No importa todo este desorden con tal que tal tranquilidad, confundida con el orden, siga reinando». Hoy sigue vigente la ley de la selva, el sálvese quien pueda, la selección de los mejores.

La autora de este artículo, Maite Valdivieso, durante una conferencia.

«El verdadero tratamiento a esta humanidad enferma está en Jesucristo, en su proyecto de humanización»

¿Estamos ante una situación inevitable? Rovirosa lo expresa con claridad. No. Y me vienen a la memoria los beneficios que podemos alcanzar entrando en los principios que él desarrolla en el «Cooperatismo Integral» (COPIN). Darnos cuenta de los aspectos de la vida de los que no se habla o se habla mal y nos afectan profundamente, dar sentido a nuestra presencia en el mundo, tomar posición, saber que nuestra vida no es un absurdo, iluminar nuestros pasos para no andar en tinieblas. Es verdad que, a lo largo de la historia, se han ido poniendo «remedios», pero no hemos aplicado «el remedio». Si el plan principal de la humanidad es superar como ley de vida la lucha por la existencia, el verdadero tratamiento a esta humanidad enferma está en el Hombre-Dios, en Jesucristo, en su proyecto de humanización que recogen las Bienaventuranzas, en la fuerza de los débiles, en la colaboración por la existencia, en la COMUNIÓN.

Y nos pone un ejemplo: una orquesta puede escucharse cuando cada músico ejecuta su papel correctamente. El éxito depende tanto del violín como del contrabajo. Y si los artistas quieren de verdad el éxito de la orquesta, se sujetarán de buena gana a dejar de tocar algunas veces, y a todas las normas que les indica el director para que salga bien el conjunto. Pero lo olvidamos sin cesar en el concierto del mundo, en el de la Iglesia, en el Reino de Dios. No pensamos en el conjunto. ¡Lo importante es la orquesta!

Para que la orquesta pueda tener sonido «divino», sonido a COMUNIÓN, no hay más que aplicar la receta del Mandamiento Nuevo. El gran milagro del Amor que es donación, encarnación en la debilidad, vivir la pobreza, la humildad, el sacrifico. Desapegarse del egoísmo. Colaborar por la existencia de Dios con la humanidad, de los seres humanos entre sí, de las personas con Dios. Construir solidaridad. ¿Idealistas? Sí, porque estamos entusiasmados con este Ideal, porque contagiamos ese Ideal. Porque profesar un ideal no consiste tanto en hacer como en SER. Es verdad, ¡Es posible darle la vuelta al mundo…, desde la COMUNIÓN! «Eskerrik Asko», Rovirosa ¡Entusiasta! ! *Maite Valdivieso es militante de la HOAC de Bilbao.

49 1.557 · MARZO 2014

137


Su actualidad La vocación laical en Guillermo Rovirosa

Realizar el Evangelio Loles Gambín*

Guillermo Rovirosa, converso como Pablo de Tarso, se enamoró y buscó la fidelidad a Jesucristo y a su Iglesia desde su vocación laical. Adelantado a su época, abrió nuevos caminos que fueron confirmados por la doctrina del Concilio Vaticano II y por los posteriores documentos de los Papas.

S

in embargo, fue incomprendido por parte de algunas personas que tenían la «autoridad», no así por los miles de trabajadores y trabajadoras, cristianos y no, que encontraron, y seguimos encontrando en él, un modelo de santidad laical. Mostraré solo algunas pinceladas de la actualidad que tiene, para los militantes de hoy y para la Iglesia, la manera en que Guillermo se dedicó al apostolado que la propia Iglesia le encomendó. El Concilio Vaticano II en el decreto sobre el Apostolado de los Seglares («Apostólicam Actuositatem», 1965), que dicho sea de paso, tanta necesidad tenemos de releer y hacer vida, nos dice que la Iglesia ha nacido con el fin de propagar el reino de Cristo en toda la tierra, pero en ella hay diversidad de ministerios (1). «Es preciso que los seglares acepten como obligación propia el instaurar el orden temporal y el actuar directamente de forma concreta en dicho orden, dirigidos por la luz del Evangelio y la mente (Doctrina Social) de la Iglesia y movidos por la caridad cristiana; el cooperar, como conciudadanos que son de los demás, con su específica pericia y propia responsabilidad, y en buscar en todas partes y en todo la justicia del reino de Dios» (2). A esto es a lo que Rovirosa entregará su vida a partir de su segunda con50 138 50

1.557 · MARZO 2014

hemos de «dar a conocer» a Cristo a los otros obreros, pero ante jornales miserables no podemos limitarnos a recitar párrafos de las Encíclicas (3). Ante la quimera de «salvar al mundo» que tantos activistas han practicado, quedándose al final en palabras o frustraciones; propone actuar en lo cercano, cambiando la manera de ser y de pensar de un grupo de persoLoles Gambín, autora de este artículo, durante nas que pasarían a sustituir la luuno de los cusos de verano de la HOAC. cha por la existencia en una coversión, como lo llamaba él. Es enlaboración por la existencia. Juntas tonces cuando decide dedicar su trairían cambiando estructuras injustas bajo apostólico a devolver a Cristo a para posibilitar la vida comunitaria. los pobres, al mundo obrero. Hace «No te empeñes en salvar al pueblo, cuarenta años, decía, los laicos aparepues eso no lo ha conseguido ni el cían como el elemento pasivo de la mismísimo Jesucristo. Pero en camIglesia, sin otra responsabilidad que la bio, sí puedes ser instrumento de derivada de la salvación de la propia Dios para ayudar a salvar algunas peralma. Al aparecer la Acción Católica, sonas. Las que cuando tengan tu espíy al atribuir al laicado responsabilidaritu podrán ser instrumentos de Dios des directas en la proyección social para salvar a otras personas…» (4). del mensaje evangélico, hoy los católicos conscientes ya no tienen duda Consideraba que el laicado debía tesobre el doble carácter (personal y soner sentimientos religiosos, pero tamcial) de la religión que profesan. bién conocimientos religiosos, así como una voluntad religiosa para conPlantea un estilo de acercarse ante la vertir la vida humana en vida divina. realidad y ante la vida, por ello emplea Por eso da una gran importancia a la dos términos para clarificar el sentido formación que parte de la vida, pasa de la evangelización: EVANGELIZAR por Jesucristo y vuelve a la vida. A tra(predicar el evangelio) y EVANGELIFICAR (realizar el evangelio). Ambos *Loles Gambín es militante de la conceptos son indispensables conjuntaHOAC de Orihuela-Alicante. mente. En la Acción Católica obrera,


Su actualidad vés de los Círculos de Estudio y de los GOES (Grupos Obreros de Estudio Social), Guillermo pretendía que la clase obrera elaborara pensamiento obrero social católico, pero también le parecía muy importante la formación teológica, criticando a quienes consideraban que no podrían entenderla: «No parece sino que los que poseen conocimientos religiosos temen comunicarlos a la gente». Ponía como ejemplo a Don Eugenio Merino que, cuando alguien le decía que a «los pobres obreros» había que darles las cosas de religión rebajadita, contestaba: «Yo a los obreros no les doy más teología, porque no tengo más. ¿O es que los obreros de hoy en España están por debajo de los descargadores de muelle de Corinto, y no pueden leer las cartas que San Pablo dirigía a aquellos?» (5). Igualmente consideraba que la Doctrina Social de la Iglesia debía explicarla y darla a conocer, y eso hizo desde la primera publicación que vio la luz en la HOAC (6).

Llevar a Cristo a las personas empobrecidas, construir vida, cultura y estructuras comunitarias en su seno y formar a militantes obreros cristianos es un empeño de Rovirosa y una característica de la HOAC (7). ! Notas: (1) AA 1. (2) AA 7. (3) Comisión Permanente de la HOAC, 2006, Guillermo Rovirosa ¡Ahora más que nunca!, HOAC, p. 38. (4) Ibíd., p. 32. (5) Ibíd., p. 238 Guillermo Rovirosa.

(6) La primera publicación se llamó La Hoja –porque era una hoja doblada–, julio de 1946. (7) La Iglesia, desde el inicio de la Acción Católica, en el Concilio Vaticano II y en muchos documentos posteriores, expresa insistentemente la urgencia de un laicado profundamente eclesial, misionero, en permanente formación y asociado. Con el fin de que los laicos y laicas sean y vivan lo que confiesan y celebran, y anuncien lo que viven y esperan. ¿Por qué cuesta tanto crecer en esta dirección? ¿Qué medios tendría que poner la Iglesia con sus pastores, sus presbíteros, sus parroquias y sus movimientos y asociaciones laicales?

Tipos de suscripción anual (12 números al año) " Reducida [33 €]

" Real [48 €]

" Apoyo [54 €]

" América Latina, Asia, Africa y Portugal [48 €] " América del Norte y Europa [54 €]

Nombre y apellidos: _______________________________________________________ NIF: ______________________________ Domicilio:

___________________________________ Poblacio´n:

Co´digo postal:

___________________ Provincia:_____________________

________________ Tele´fono: _______________________ Movil: ____________________________________

E-mail: ______________________________________________________________________________________________________

FORMAS DE PAGO

" Domiciliación bancaria Banco/caja: __________________________________________________ Localidad: Sucursal Calle y n.º:

_____________________________________________

_____________________________________________________________________

C. P.:

____________________

Firma titular _____________________________ Ruego se sirvan pagar los recibos que NOTICIAS OBRERAS presente en mi cuenta/libreta:

IBAN

Entidad

Oficina

"""" """" """"

D.C.

Número de cuenta

"" """"""""""

" Giro postal, transferencia o cheque. Si decide realizar su abono por transferencia, no olvide enviarnos una copia de la operación. En el caso de que utilice un cheque, sume 1,20 € (en concepto de descuentos bancarios) al importe de la suscripción.

Nuestra cuenta: Bankia ES45 2038 1816 28 6000453562 En internet: http://www.hoac.es/publicaciones/ noticias-obreras/ suscripcion-noticias-obreras/

No olvide enviar a: C/ Alfonso XI, 4, 4º. 28014 Madrid. Tfno: 91 701 40 80. email: publicaciones@hoac.es CLAUSULA DE PROTECCIÓN DE DATOS PERSONALES Le informamos que los datos personales facilitados forman parte de un fichero de titularidad de HOAC, debidamente inscrito en la Agencia Española de Protección de Datos. HOAC le garantiza la protección de todos los datos de carácter personal, en cumplimiento de lo dispuesto en la Ley Orgánica de Proección de Datos. Usted podrá ejercitar los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición, enviándonos carta firmada a la C/ Alfonso XI nº 4, 4º, 28014 Madrid o un correo eléctronico a publicaciones@hoac.es, donde consten claramente los datos de contacto junto con fotocopia de su DNI/NIF.

# Autorizo a la HOAC a utilizar mis datos exclusivamente para informarme de sus actividades y campañas. En caso contrario marque la siguiente casilla.. No autorizo a la HOAC a utilizar mis datos con otra finalidad distinta a la relacionada con la suscripción a esta revista.

51 1.557 · MARZO 2014

139


Su actualidad

Crítica radical al capitalismo Hilari Raguer*

Una de las ideas más originales de Guillermo Rovirosa es su crítica radical al sistema capitalista, según el cual alguien, sin trabajar, solo porque aporta un capital, percibe la parte del león de la riqueza producida.

R

ecordaba que en el Antiguo Testamento estaba prohibido prestar a interés, y la Iglesia, al principio, asumió esta prohibición y condenaba como pecado la usura, o sea cobrar por el uso del dinero. Pero al cabo de unos mil años la Iglesia pactó con el capitalismo naciente y redujo el pecado de usura a exigir un interés muy elevado o en condiciones «leoninas» (abusivas). ¿Por qué –se preguntaba– es pecado exigir un interés, aun módico? ¿Qué es lo que se cobra? No el dinero prestado, porque se devuelve íntegro. Lo que se cobra es el tiempo, y el tiempo es de Dios, y el castigo que nos manda Dios por cobrar el tiempo –concluía Rovirosa– es que cada vez tenemos menos tiempo. Parecería que con el desarrollo económico y la industrialización necesitaríamos menos tiempo para producir lo necesario y tendríamos más tiempo libre, pero ha sucedido todo lo contrario: en los países más desarrollados, y a las personas más ricas de todos los países, falta cada vez más tiempo. Los pobres pueden morir de hambre, pero los ricos mueren de infarto provocado por el estrés debido a la falta de tiempo. Es poco conocido que en la redacción definitiva de la constitución «Gaudium et spes», la que se votó, se aprobó y se promulgó, la comisión redactora había elimina-

52 140

1.557 · MARZO 2014

do la expresión «doctrina social de la Iglesia» reemplazándola por «enseñanza social». Marie Dominique Chenu, dominico, miembro eminente de la comisión, ha explicado que se hizo así porque en la opinión general la «doctrina social de la Iglesia» es la de las encíclicas sociales de los últimos Papas y en ellas no todo procede del evangelio. En síntesis, la doctrina de las encíclicas es que el socialismocomunismo es intrínsecamente perverso, mientras que el capitalismo tiene aún remedio, con algunas reformitas. Esta es una opinión sostenible, pero la comisión creyó que no la podía proclamar un concilio ecuménico, obligatorio para todos los católicos. Pero monseñor Pericle Felice que, como secretario general del concilio, había favorecido constantemente a la minoría conservadora y obstruccionista, posteriormente reintrodujo las palabras «doctrina social de la Iglesia» en la edición definitiva y oficial (typica) de los documentos del Vaticano II. El Padre Chenu se atrevió a calificar de «fraudulenta» aquella edición (M. D. Chenu, «La “doctrine sociale” de l’Église comme idéologie», París, 1979). Aquí hablaba Chenu de «ideología» en el sentido de sistema conceptual montado para justificar una situación injusta.

*Hilari Raguer es religioso benedictino e historiador.


Su actualidad La tesis «revolucionaria» de Rovirosa, y de la auténtica constitución «Gaudium et spes» ha sido asumida vehementemente por el Papa Francisco en su exhortación apostólica «Evangelii gaudium» (EG). Cierto que utiliza algunas veces la expresión «doctrina social», sobre todo cuando cita a los Papas anteriores o el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, pero el subtítulo de la sección sobre el Magisterio social es «La enseñanza de la Iglesia sobre cuestiones sociales» (EG, 182). Antes, en el capítulo segundo, «En la crisis del compromiso comunitario», a propósito de «algunos desafíos del mundo actual» (EG, núms. 52 y ss.), lanza un «no a una economía de exclusión», la economía que excluye a los pobres (EG, 53) y un «no a la nueva idolatría del dinero» (EG, 55). No es solo que el capitalista perciba unos intereses o dividendos, sino que se ha llegado a una «economía sin un rostro y sin un objetivo verdaderamente humano» (EG, 55), y por «la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera» (EG, 56) éstos tienen más poder que los pequeños ahorradores o inversores, que los Estados supuestamente soberanos y aun que los supremos organismos internacionales: «De ahí que nieguen el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común. Se instaura una nueva tiranía invisible, que impone, de forma unilateral e implacable,

NOVEDAD

sus leyes y sus reglas» (EG, 56). «¡El dinero debe servir y no gobernar!», grita el Papa Francisco. Pero de todo este capítulo de EG, tan duro de lenguaje, creo que lo más contundente es cuando, a propósito de que la injusticia engendra violencia, afirma que «(este) sistema social y económico es injusto en su raíz» (EG, 59). Es decir: no en las ramas sino en la raíz misma. No es que el sistema capitalista tenga defectos puntuales o marginales, remediables con parches, sino que es todo él, desde su raíz, que, como dijo Pío XI del socialismo-comunismo, es «intrínsecamente perverso». Tal vez, pues, tendríamos que invertir la doctrina social de la Iglesia tradicional y decir que el sistema económico actual es «intrínsecamente perverso», mientras que es posible un colectivismo humano y católico. Pienso en las «reducciones» jesuíticas del Paraguay, de economía totalmente colectiva, y que nadie se ha atrevido a calificar de heterodoxas (si se suprimieron fue por vergonzosas razones políticas, como aparece en la famosa película «La misión»). O también, aunque no alcance a toda la sociedad, en el «cooperativismo integral» de Rovirosa. Por todo lo dicho me atrevería a concluir que la crítica de Rovirosa al capitalismo se adelantó al texto auténtico de la constitución conciliar «Gaudium et spes» y a las atrevidas enseñanzas del Papa Francisco. !

Dos libros sobre Don Tomás, consiliario y «alma máter» de la HOAC junto con Rovirosa, cuya aportación espiritual, teológica y militante, al cumplirse 30 años de su muerte, contiene mucha perspectiva de profecía y de futuro.

7€

5€

«Tomás Malagón Almodovar (1917-1984)», Basilisa López

Huellas de Tomás Malagón en la Iglesia de ayer y hoy Comisión Permanente de la HOAC PEDIDOS: Ediciones HOAC C/ Alfonso XI, 4. 4º 28014 Madrid Tel.: 91 701 40 83 publicaciones@hoac.es www.edicioneshoac.es

53 1.557 · MARZO 2014

141


Orar con Rovirosa La oración es para la acción y la acción para la oración. Sirvan estos extractos de oraciones de Guillermo Rovirosa y las palabras que Tomás Malagón pronunció en su funeral, para recordar y vivir la mística que vivió él y que está en las entrañas de la HOAC: la fe y seguimiento de Cristo, la fidelidad a la Iglesia y la fidelidad al mundo obrero desde los pobres.

Danos hoy nuestro pan de cada día Y yo, obrero, y además militante de HOAC, que veo tan claramente lo mal que usan de su poder los poderosos, ¿no soy, acaso, como ellos? Puesto en su lugar, ¿no haría igual o peor? Supongamos que Dios quisiera probarme, con una prueba muy leve: dándome el doble de los bienes que ahora disfruto. ¿Qué haría con ellos? ¿Lo miraría con mentalidad diferente a la de los capitalistas cuando miran SU fortuna? Sí, es verdad. Hay poco PAN NUESTRO PARA EL DÍA DE HOY porque todos queremos demasiado PAN MÍO para HOY, para MAÑANA y asegurado para SIEMPRE. Señor Jesús: Cuando te pido un corazón semejante al tuyo, concédeme pedírtelo, no solo con palabras, sino con TODA MI VOLUNTAD.

¡¡Sí!! «Concédeme que el pequeño detalle de cada día, de cada hora, de cada minuto, no esté nunca ofuscado por la pereza, con nombre de descanso; por la avaricia, con nombre de previsión; por la cobardía, con nombre de prudencia; por la soberbia, con nombre de dignidad; por la envidia, con nombre de emulación»…

Cada día Cada día es un fin y es un principio. Cada día es un resumen y una síntesis de todos los días que le precedieron en la historia de la humanidad. Cada día es el principio y la semilla de una nueva era, que no terminará hasta el fin del mundo. Cada día señala para cada persona una parada en las horas de sueño, para que quede bien marcada su discontinuidad. Una interrupción total, para que quede bien patente que la vida de hoy queda cortada de la vida de ayer. Cada día trae consigo, y le basta, su propio afán. Cada día es una nueva creación del universo. Cada día, el sol nos manda una luz y un calor nuevos, flamantes, que nunca había mandado. Cada día; el aire, la tierra y los mares aparecen en un aspecto inédito y diferente de todos los que les precedieron y de los que le sucederán. Cada día, los animales y las plantas de la creación son diferentes del día anterior, en crecimiento o en decrepitud. Cada día es para cada hombre un nuevo capítulo, original e inconfundible, en la aventura maravillosa de su libertad.

Ahora Ahora es el tiempo de actuar. Ahora es el tiempo de los testimonios, y no de las apologías. Ahora es el tiempo de mirar, no lo que hago, sino cómo lo hago. Ahora es más importante pegar carteles en las calles para el servicio de Dios, que hacer cosas muy destacadas por mi capricho. (...)Ahora es el tiempo que me da Dios –con Su Gracia– para santificarme. Nadie puede ni podrá santificarme ni en pasados ni en futuros, sino en presentes. 54 142 54

1.557 · MARZO 2014

Ahora los obreros incrédulos necesitan ver brillar en otros obreros la antorcha de la fe. Ahora conviene que yo realice buenas obras, para que sea alabado el Padre que está en los cielos. Ahora es uno de los momentos fundamentales de la vida; el otro es el de la muerte. Por eso imploramos constantemente a Dios, para que seamos capaces de velar, orar y actuar con Él y para Él. …y ahora soy responsable de la HOAC.


Orar con Rovirosa Oración de la Cólera y el Amor ¡Señor! ¡Consérvame la cólera! Que ante la injusticia, mi corazón se rebele. Que sienta en mi alma la rabia del orden que tapa el desorden. Que me sienta capaz de luchar, que pueda en cualquier tiempo coger el látigo y arrojar a los mercaderes del templo porque tu templo no es solo la Iglesia. ¿No se lo dijiste a la samaritana? Tu templo son las fábricas, los despachos, los talleres –el lugar desde donde te rezamos–. Y hay hombres que han convertido la casa de Dios en cuevas de ladrones. Que me sienta capaz de vencerlos. No permitas, Dios, que me resigne. Porque resignarse es declararse vencido. Y solo ante Ti debemos declararnos vencidos. Ante nadie más. Y nunca ante los sembradores de iniquidad. ¡Señor! ¡Purifica mi cólera! Que en mi ira no piense en mí, sino en la gloria del Padre y en mi prójimo. Como Tú lo hiciste. Como fue tu ejemplo; constante rebelado, compañero de los hijos del trueno, venido a sembrar guerra y no paz, sumiso al Padre y muerto por amor a tus hermanos. Que me sienta yo, como Tú, capaz de vivir y morir por mis hermanos. (…)

La espiritualidad de Rovirosa Tomás Malagón* Nunca olvidaremos los que le hemos conocido las grandes virtudes de que estaba adornado nuestro querido Rovirosa.

No podremos olvidar el ejemplo de su pobreza al que antes hemos aludido. En cuanto a su oración y vida interior, ¿quién no recuerda su cara transfigurada cuando ayudaba a la Santa Misa, cuando comulgaba, o cuando rezaba el Santo Rosario?

Aquella espiritualidad centrada en el misterio de la Trinidad, del que en sus últimos años no cesaba de hablar de modo tan impresionante.

Muchos ejemplos nos ha dejado Rovirosa. Reciba ahora el premio que el Señor concede a sus elegidos.

Su entusiasmo por el Bautismo, que era uno de los temas principales de su meditación diaria.

¡Mira, Señor, nuestras lágrimas y escucha nuestras plegarias! ¡Otórgale la eterna paz!

Su providencialismo tan desconcertante para los demás, pero que a él le llenaba de aquella paz y alegría que todo sabemos que expandía en torno suyo. Era Rovirosa un hombre de fe. Yo recordaba muchas veces a su lado aquel coloso de la fe que fue Abraham... Rovirosa ha ofrecido a Dios sacrificios dolorosísimos, como el que Dios pidió al Patriarca de Ur.

Descansa en paz, noble luchador de Cristo. Tu ejemplo admirable es para nosotros un sendero de luz. Nada podrá arrancarnos de tu camino, que es el de la Iglesia, en el que Juan XXIII, Pablo VI y el Concilio actual nos están, cada día más, asegurando.

La caridad de Rovirosa. ¿Quién no ha sido testigo de su amor a Cristo, que se manifestaba en su amor a los demás, dándose, y dándoles todo cuanto tenía: su vida, su profesión, su casa, su pan, su tiempo, hasta su cuerpo, en aquel pie que le fue amputado, en realidad, por el comportamiento lleno de caridad, que en momentos difíciles para él quiso observar. Su caridad fue tal, que, de un misántropo que era por su carácter, resultaba un hombre lleno de afabilidad.

Nuestro llanto y nuestra pena, al perderte para nosotros en esta vida, es muy grande. Pero creemos que, por la misericordia de Dios, nuestro gran hermano Rovirosa goza del Reino de los que sirvieron limpiamente al Reino de Dios y a la Justicia, y que siempre ya rogará en el cielo por la HOAC, por toda la Acción Católica, y por todos sus militantes». *Parte de la oración pronunciada durante el funeral de Guillermo Rovirosa, en la capilla del Hospital Clínico, el 28 de febrero de 1964. 55 1.557 · MARZO 2014

143



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.