C. Permanente HOAC
Orar en el mundo obrero
Domingo Resurrección
ORAR EN EL MUNDO OBRERO DOMINGO DE RESURRECCIÓN (8 abril 2012)
Al matar a Jesús, han pretendido suprimir la presencia de Dios en los pobres, Presencia divina que ya habían expulsado de su Templo al convertirlo en una “casa de negocios”. Desde el domingo de resurrección, la muerte, vencida por Jesús, amenaza sin remedio la institución que lo condenó.
VER I. Mina está satisfecha con su trabajo. No importa que tenga que levantarse a las seis de la mañana y acostarse a la una de la madrugada, siete días a la semana, para ganar 600 takas (6 euros) al mes. Ni que quienes la emplean la griten y la insulten a menudo. “Aquí, por lo menos, no me pegan tanto como en trabajos anteriores”, explica. “Me dan de comer dos veces al día, tengo algo de ropa, y a veces me dejan ver la televisión”, añade. Además, tiene suerte porque el padre de familia no ha abusado sexualmente de ella, algo habitual entre las empleadas del servicio doméstico en el subcontinente indio. Mina tiene 10 años, pero ya conoce varios casos de niñas que no volverán a serlo más. Su padre murió hace años, la madre tiene la cadera rota y está postrada en una silla a la que le faltan ruedas, y de su hermano mayor no tiene noticias. Por eso, sus exiguos ingresos son lo único que mantienen con vida a su progenitora, a la que puede visitar una vez cada dos semanas durante no más de una hora. “Me siento sola”, es la única queja de Mina, cuya esperanza es estudiar medicina para curarla. II. Un plan piloto de la Unicef ha demostrado que erradicar la miseria no sólo es posible, sino que resultaría relativamente barato. “Uno de nuestros proyectos, que tiene como objetivo frenar la explotación laboral infantil, consiste en proporcionar una pequeña cantidad de dinero a la familia a cambio de que el niño esté escolarizado, tenga sus necesidades básicas cubiertas, y esté protegido contra el matrimonio infantil. Pero el dinero lo pueden gastar como crean conveniente siempre que esas obligaciones se cumplan”, cuenta Papavero. El resultado es espectacular: después de un año, la mayoría de las familias han conseguido ahorrar e invierten en negocios propios; en 18 meses, el 76% de los beneficiarios adquie-
1
C. Permanente HOAC
Orar en el mundo obrero
Domingo Resurrección
ren la renta suficiente como para dejar de percibir la subvención. III. El grupo Santander ha hecho público el desglose de los sueldos de sus consejeros y de los directores generales de 2011. Alfredo Sánchez es el que más ganó: 11,6 millones entre retribución fija y variable. Su plan de pensiones acumulado en 2011 ascendía a 87,7 millones de euros. El siguiente que más cobró en 2011 fue Francisco Luzón. Su retribución fue de 6,79 millones de euros. Sin embargo, no fue lo único que se embolsó: por prejubilarse recibió 2,8 millones de euros. Además, Luzón tiene en la entidad una cuantiosa pensión acumulada. En 2011 ascendía a 63,6 millones de euros. IV. ¿Hasta cuándo, Señor, permitiremos que campe por sus respetos este sistema capitalista criminal que se nos ha impuesto? ¿Hasta cuándo, Señor, los cristianos soportaremos el engendro diabólico de la usura? [Repaso mi PPVM] Ahora, presente en la oración ante Jesús y Mina, contemplo a mis dos hermanos: Sánchez y Luzón. Me contemplo a mí mismo...
SALMOS (P. Trigo) En este momento crucial de nuestra historia cuando los cuerpos de los pobres son entregados a la muerte del hambre y del desprecio y cuando su sangre es derramada en las enfermedades desasistidas y en la brutal represión En este momento en que los pueblos convocados por el Espíritu de Jesús lenta o bruscamente resucitan a la conciencia de su dignidad y de su vocación histórica y entregan su vida y derraman su sangre solidariamente Recordamos a Jesús, el hijo de maría, el carpintero el pobre solidario que se hizo hermano nuestro Recordamos que Jesús, habiéndonos probado su amor a lo largo de su vida al fin, entregándonos su vida, nos dio la prueba mayor Recordamos su cuerpo destrozado en la tortura y su sangre derramada en el tormento recordamos su vida plena tronchada por los amos de este mundo porque en este mundo de opresión fue un pobre que se atrevió a vivir con la libertad de los hijos de Dios y a sembrarla por el pueblo Recordamos que él no quiso vivir su vida como un ser excepcional por eso al final nos dijo: hagan ustedes lo mismo Así quiso Jesús que lo recordáramos: no con evocaciones nostálgicas sino llevando adelante su historia Por eso, Padre, en esta hora crucial en que al renovarse su Espíritu en el pueblo los opresores multiplican las presiones y las torturas buscando quebrar no sólo el cuerpo sino la dignidad te pedimos que nosotros hagamos esto que nos mandó Jesús: entregar nuestras vidas hasta sufrir el destino de los pobres.
2
C. Permanente HOAC
Orar en el mundo obrero
Domingo Resurrección
EVANGELIO (Jn 20,1-9) El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”. Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos. Los dos discípulos se volvieron a casa.
Una explicación 2. «Por la mañana temprano, todavía en tinieblas»: En Juan la «tiniebla» designa la ideología contraria a la verdad de la vida (1,5; 3,19; 6,17; 12,35). Así pues, en el corazón (mente) de María aún no ha amanecido la Luz de la Verdad, camina en tinieblas, buscando el sepulcro del amado (cf. Cant 3,1). [Meditemos: «Quien dice que está en la luz, pero aborrece a su hermano está aún en las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos»: 1Jn 2,9s] 3. Pero vio la losa quitada del sepulcro. Alarmada por lo que interpreta como un saqueo, va a avisar a Pedro y también al otro discípulo. Este otro discípulo es caracterizado como «a quien quería Jesús» [Designa al discípulo como amigo de Jesús, y, por tanto, describe la actitud del discípulo: vosotros sois amigos míos, si hacéis lo que yo os mando (15,14), es decir, si aman como ha amado él (15,12.17)]. 6. En vez de anunciar que estaba quitada la losa, anuncia María que han quitado al Señor. Lo que era señal de vida [«la losa quitada»] es interpretado por la comunidad («no sabemos») como signo de muerte: tal es la desorientación que les embarga. [Y nosotros hoy, ¿sabemos interpretar los signos de vida, los signos de los tiempos?] [La comunidad se siente perdida sin Jesús, al que consideran también perdido y muerto: «no sabemos dónde lo han puesto»] [Meditemos: «Sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en la muerte»: 1Jn 3,14] 7. Nueve veces se menciona el sepulcro en esta perícopa (20,1bis.2.3.4.6.8.11bis), mostrando que la idea de Jesús muerto es la que domina en la comunidad. 8. Ambos discípulos tienen la misma reacción ante la noticia que les da María. Se dirigen al sepulcro, pero el que es amigo de Jesús se adelanta a Pedro: éste corre más de prisa, pues tiene experiencia del amor de Jesús.
3
C. Permanente HOAC
Orar en el mundo obrero
Domingo Resurrección
9. «Vio puestos los lienzos»: Los lienzos han aparecido en 19,40: con ellos «atan» el cuerpo de Jesús. Hacen con él lo que otros habían hecho con Lázaro, que apareció atado de pies y manos. Jesús dio la orden de desatarlo, porque la muerte no tiene poder sobre el discípulo (11,44). Comparando, sin embargo, la sepultura de Lázaro con la de Jesús, se ve que mientras aquél fue atado con vendas, Jesús lo es con lienzos. Este término que, como calidad de tejido, significa tela de lino, se usaba para designar las sábanas de la cama (cf. Jue 14,13). Los lienzos, pues, son aquí al mismo tiempo funerarios (en la mentalidad de los hombres) y nupciales (en la mentalidad de la fe). El discípulo ve puestos los lienzos, como sábanas en el lecho nupcial; distingue, por tanto la señal de la vida (¡la losa está quitada y los lienzos ya no atan a Jesús! Debería deducir que se ha marchado por sí solo), pero no la comprende. Como Marta y María, los discípulos no conciben que la vida pueda superar la muerte. 10. «Llegó también Simón Pedro siguiéndolo». Pedro, cuyo seguimiento ha fracasado en el atrio del sumo sacerdote (18,15ss), –mientras el otro discípulo siguió a Jesús –, se siente ahora seguro siguiendo al discípulo fiel; el que es amigo de Jesús marca el camino. 11. Pero Pedro entra en el sepulcro. Y allí ve los lienzos puestos, es decir, las sábanas extendidas, señal de la boda preparada. Pero descubre también el sudario. El sudario es el único elemento común de la sepultura de Jesús con la de Lázaro: es el símbolo de la muerte. Pero si a Lázaro le cubría la cara (11,44), ¡a Jesús sólo le cubre la cabeza! La posición del sudario se resalta diciendo que no [estaba] puesto con los lienzos. Está separado (aparte) del lecho del sepulcro, lugar reservado para Jesús (la muerte se ha alejado de él para siempre). Por el contrario, este símbolo de muerte envuelve determinado lugar. Lo extraño de esta expresión apunto a un sentido simbólico [probablemente al Templo] 12. Al señalar que el sudario había estado sobre la cabeza de Jesús, ¡en vez de envolvérsela!, está caracterizando su muerte como un sueño que no interrumpe la vida. El sudario, en cambio, envuelve el Templo: su muerte es definitiva: al matar a Jesús han intentado suprimir la presencia de la Gloria de Dios, que habían ya expulsado de su templo convertido en una casa de negocios (2,16). Esto significa el sudario que envuelve aquel lugar: la muerte, vencida por Jesús, amenaza sin remedio la institución que lo condenó. [Aunque algunos de estos muertos institucionales gozan de muy buena salud, según parece] 13. Jn subraya que el discípulo quiso esperar a que Pedro entrase primero: ¿gesto de amor y reconciliación del discípulo fiel con el discípulo fracasado? El discípulo amado ve las mismas señales que había visto Pedro y comprende: la muerte no ha interrumpido la vida, simbolizada por el lecho nupcial preparado. El sudario no había tapado la cara a Jesús, sólo le había cubierto la cabeza porque su muerte era un sueño [«reclinando la cabeza»] (19,30). 15. «No habían entendido aquel pasaje...»: probablemente se refiera a Is 26,19-21, si tenemos en cuenta que Jn suele remitir al lector a un texto citado anteriormente (cf. 16,16: dentro de poco dejaréis de verme...; esta ausencia breve aludía al pasaje de Is 26,19-21). Los
4
C. Permanente HOAC
Orar en el mundo obrero
Domingo Resurrección
discípulos no habían visto en la Escritura un testigo de Jesús (5,39). Sin embargo, aun sin haber entendido aquel texto, el discípulo amigo de Jesús ha comprendido, al ver las señales. 16. «Los discípulos se fueron de nuevo a su casa»: Los dos discípulos no intercambian palabra alguna sobre lo que han visto. La escena parece tener un carácter de paradigma: vendría a describir las actitudes que el hecho de la resurrección encuentra en el interior de la comunidad. Los discípulos no anuncian lo sucedido. Aún no han visto a Jesús, solamente han constatado su ausencia. Para dar testimonio no basta saber que está vivo, hay que experimentarlo presente. ¿Dónde podemos experimentar, –«no de palabra y boquilla, sino de verdad y con obras» (1Jn 3,18) –, hoy la presencia de Jesús resucitado? Se vuelve a la situación inicial. Los discípulos que estaban dispersos cuando recibieron la noticia de María, seguirán dispersos hasta que Jesús les haga llegar su mensaje (20,18). Sólo Él puede convocarlos. 17. Podríamos leer lo que se dice de Pedro y el Discípulo Amado según la siguiente perspectiva hermenéutica: Pedro representa la Institución, mientras que el Discípulo representa el Carisma.
ME NIEGO A CREER, HERMANO Me niego a creer, hermano, que tu llanto es sordo y vano, que tus gritos no resuenen y que es inútil tu canto; me niego a creer, hermano, que no existe valentía frente al poder insolente que destierra y que domina; me niego a creer, hermano, que tu pueblo está acabado, que los pobres han perdido bajo el yugo machacados. Me niego a creer, hermano, que el dolor y la agonía de quien sufre la miseria no se tornen alegría; me niego a creer, hermano, que la esperanza es vacía, que la vida es un engaño, un puro fraude de dicha. Me niego a creer, hermano, que tus manos se han cansado, que el amor se ha vuelto viejo y que es locura sembrarlo; me niego a creer, hermano, que el rencor engendra vida, que la huella del humilde alguien la borre algún día; me niego a creer, hermano, que la paz ha claudicado, que no hay lugar para el sueño de habitar un mundo humano. Me niego a creer, hermano, que el combate está perdido, que nadie puede hoy en día perdonar al enemigo...
5
C. Permanente HOAC
Orar en el mundo obrero
Domingo Resurrección
REFLEXIONAMOS En lo que se ha venido llamando “lucha de clases” son todavía muchos los que, solamente atentos a las apariencias y a la espectacularidad, están convencidos de que los “culpables” y los “agresores” de esta lucha somos únicamente los obreros. Si los obreros estuviéramos quietos y resignados, este mundo sería una maravilla. Así piensan. Todo prosperaría. Los obreros se santificarían a base de resignación [ante “Herr Kapital” y sus mercados], y los “otros” [capitalistas y empresarios], viendo esta resignación, sentirían su corazón conmovido, y les darían de buen grado las migajas que Epulón negaba a Lázaro, con lo que después todos estarían juntos en el cielo. ¡Qué bonito! ¿Verdad? En la lucha de clases, una vez más, los árboles no han dejado ver el bosque. Y el bosque –sobre todo para los cristianos− es que se implante toda justicia, el Reino de Dios y su justicia. Y si el mundo padece hoy de una injusta distribución de bienes, ¿quién la ha provocado y a quién beneficia? ¿Acaso a los obreros? ¿Quiénes han implantado y quiénes sostienen esta injusticia? ¿Acaso los obreros? ¿Somos los obreros los “agresores” y los culpables de la lucha de clases? ¿No conviene que piensen un poco en esto los que pretenden juntar un Cristianismo auténtico con una decidida (y “agresiva”) defensa del “desorden establecido”? (G. Rovirosa, O.C. V, p 240)
6