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Orar en el mundo obrero
1º Domingo de Adviento B
ORAR EN EL MUNDO OBRERO DOMINGO I DE ADVIENTO B (30 de noviembre de 2014) 1.-VER El Adviento es un tiempo de vigilancia personal y social, de que no nos roben la esperanza, de estar a la espectativa del bien común, que no nos den gato por liebre en la interioridad y en la economía. Pongo unos ejemplos: - Nos dicen que no hay trabajo para nadie, pero amplían la jubilación a más años y nos exigen trabajar los fines de semana cuando les conviene. - Teníamos 4 millones de parados en 2012, y aprobamos una Reforma Laboral para facilitar los EREs y los despidos. - ¿El consumo se desploma? pues bajamos los sueldos y subimos los impuestos. - Subimos el IVA y el IRPF pero las SICAV siguen intactas y el capital se fuga cada vez más. - Combatimos el fraude fiscal, amnistiando a los defraudadores. - El modelo de construcción se va al garete y recortamos el 50% en I+D. - Nos proponen ejemplos de ser generosos, pero nos ocultan cómo se hacen los ricos. AMPLÍO ESTA ÚLTIMA AFIRMACIÓN CITANDO UN ARTÍCULO DE VICENS NAVARRO (“Cómo se llega a ser super-rico” diario PÚBLICO, 27-10- 2014). El caso Bill Gates, ¿cómo consiguió su riqueza? Este personaje es considerado como el fundador de Microsoft, establecida como consecuencia de su gran creatividad. Conocido por su filantropía, Bill Gates es un hombre ampliamente conocido, que se presenta como el gran emprendedor que debe su riqueza a sus capacidades y méritos. El economista Dean Baker, Director del Center for Economic and Policy Research, en un breve artículo publicado en el blog de este centro, donde describe una breve biografía de Bill Gates, muestra, sin embargo, hasta qué punto el Estado federal de EEUU configuró y ayudó a que estableciera su riqueza, riqueza que se debió a la enorme monopolización en la producción y venta de sus productos, con prácticas claramente deshonestas en sus formas de operar. La tolerancia, cuando no la ayuda, del Estado federal con tales prácticas, ha sido una constante en la vida empresarial de Gates y su Microsoft. Dichas prácticas dificultaron el desarrollo de la tecnología de los ordenadores, como han concluido varios Tribunales de Justicia
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cuando aquellas prácticas fueron juzgadas. El caso de las industrias farmacéuticas Esta situación, en la que el Estado favorece la monopolización, es conocida en el caso de la industria farmacéutica, donde las patentes otorgadas por el Estado a la industria crean una situación de monopolio, que es la base de su enorme riqueza. El último caso es el caso del fármaco para tratar los casos de hepatitis C, que cuesta 84.000 dólares (unos 66.000 euros) para un tratamiento de 12 semanas, cuando la versión genérica cuesta solo 900 dólares (unos 700 euros). Dean Baker, por cierto, cita la paradoja que representa que la fundación filantrópica que lleva su nombre, la Fundación Bill & Melinda Gates, no haya dicho nada sobre el abuso de las patentes en los países subdesarrollados, a los cuales la Fundación intenta ayudar dándoles dinero para comprar fármacos (cuyos precios podrían reducirse especialmente si no hubiera tal abuso de las patentes). El caso de la banca Otro caso semejante es el de los banqueros –el mayor grupo de los súper-ricos, es decir, el 1% de la población-, que están en la cúspide no como resultado de su brillantez, sino de sus prácticas especulativas facilitadas por los Estados, que perjudican enormemente a las actividades de la economía productiva, habiendo comprado la complicidad de sus reguladores públicos. El caso español es de los más claros. Cada año los bancos españoles piden prestado dinero al Banco Central Europeo, BCE, (una institución pública) a unos intereses bajísimos, menos del 1%. Pero después ganan mucho más dinero comprando deuda pública (que hemos contraído en parte por rescatarlos) a unos intereses muy altos de un 4%, 6%, o incluso 13%.
Frente a esto palabras del Papa Francisco nos advierte en el “Encuentro mundial de Movimientos Populares” No se puede abordar el escándalo de la pobreza promoviendo estrategias de contención que únicamente tranquilicen y conviertan a los pobres en seres domesticados e inofensivos. Qué triste ver cuando detrás de supuestas obras altruistas, se reduce al otro a la pasividad, se lo niega o peor, se esconden negocios y ambiciones personales: Jesús les diría hipócritas. Qué lindo es en cambio cuando vemos en movimiento a Pueblos, sobre todo, a sus miembros más pobres y a los jóvenes. Entonces sí se siente el viento de promesa que aviva la ilusión de un mundo mejor. Que ese viento se transforme en vendaval de esperanza. Ese es mi deseo. EVANGELIO (Mc 13, 33-37) «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuando es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejo su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!» COMENTARIO AL EVANGELIO Hubo un momento en que los primeros cristianos se vieron entusiasmados por la pronta venida escatológica de Jesús: el Resucitado ya no podía tardar. Pero pronto se dieron cuenta que el tiempo pasaba y la venida del Señor se demoraba. En este contexto las palabras de Jesús: “¡Vigilad! ¡Velad! ¡Vivid despiertos!” son un grito para no caer en la trampa mortal de la indiferencia por transformar el mundo. Corrían el peligro de que se apagara el primer ardor. 2
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Nuestro siglo XXI nos sumerge en otro peligro también mortal: las grandes promesas del siglo pasado (un progreso ilimitado, la utopía de libertad, igualdad, fraternidad…) han producido guerras crueles, desigualdades escandalosas, economías individualistas. Alguien ha podido decir que el siglo XX ha resultado ser “un cementerio de esperanzas”. Últimamente el predominio del neoliberalismo salvaje ha pronosticado el fin de la historia: ya no podrá suceder otra cosa que no sea el progreso e individualismo sin fin. Lo que no sea esto, es una excrecencia a eliminar. En este contexto las palabras de Jesús: “¡Vigilad! ¡Velad! ¡Vivid despiertos!” tienen una vigencia especial. Porque el Señor Resucitado (el dueño de la casa en la parábola de hoy) no ha desaparecido en combate, como quien huye abandonándonos a nuestra suerte, sino que nos ha dejado la responsabilidad de ser sus colaboradores para realizar el mismo proyecto. Él sigue manteniendo su porfía en nuestro mundo. Cristo sigue apostando por las semillas evangélicas de “hay más alegría en dar que en recibir”, validando que con “cinco panes y dos peces de solidaridad” su Padre es capaz de alimentar a una multitud. En este Adviento Jesús nos exhorta a “estar despiertos” porque estas semillas no se han muerto sino que tienen la fuerza del grano de mostaza. Jesús nos grita que no nos dejemos robar la verdadera esperanza. Sino que vivamos una vigilancia que excluye tanto la impaciencia como el sueño, tanto el temor como el relajamiento. La esperanza cristiana es muy distinta de la espera y del optimismo. La espera lo deja todo en manos de Jesús sin incluir la parte nuestra que Cristo nos encomienda. Pero nada decepcionaría mas a Jesús que nos quedáramos mirando a las nubes a ver si viene, sin darnos cuenta que Él ya está entre nosotros hasta el fin del mundo. Nosotros poseemos el regalo del Espíritu de Jesús para seguir con él la obra del Padre. Aunque parezca que la semilla esté escondida nada está perdido. La esperanza es muy distinta del optimismo. El optimismo es un sentimiento fruto de nuestro cálculo sobre las posibilidades de éxito que podemos conseguir con nuestras fuerzas. Pero en estas cuentas no incluimos la acción de Dios con nosotros. No somos conscientes que Dios tiene una esperanza, y esa esperanza somos nosotros. La esperanza implica lucha, esfuerzo y valor para evitar, por una parte, el estancamiento en la situación de la injusticia presente y por otra la fuga hacia el espiritualismo futuro. En consecuencia, el Adviento me invita a reaccionar con posturas como estas: - valorar la presencia de Dios en lo pequeño, en el trabajo paciente y firme de la levadura - preocuparme de la gran familia humana y rechazar la consigna “sálvese quien pueda” - vigilar que no me engañe la cultura capitalista dominante - denunciar la civilización del consumismo que produce muchos objetos de deseos pero mata los anhelos más humanos - desenmascarar la trampa de “lo mejor es vivir al día y disfrutar al máximo”. Es hora del hedonismo y del pragmatismo.
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ORACION Vigía en la noche ¡No olvides, hermano, el día en que, bautizado en el Espíritu, Cristo hizo de ti un vigía en la noche! ¡No olvides, hermano, tu bautismo, que hace de ti un vigía en la noche! Alimenta el aceite de tu lámpara, no apagues el fuego del Espíritu, que es en tu corazón la llama de tu amor, tu vigía interior, la luz de tu fe. ¡No olvides, hermano, tu bautismo, que hace de ti un vigía en la noche! Y en medio del espesor de lo humano, de la banalidad de lo cotidiano, podrás contemplar al que viene y acoger su amorosa Alianza en la novedad de cada mañana. ¡No olvides, hermano, tu bautismo, que hace de ti un vigía en la noche! Y vencerás sobre las mentiras del
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Enemigo y las fuerzas de la muerte, con tu mirada fija en el Rostro de Aquel que te entrega su Cuerpo cada día. ¡No olvides, hermano, tu bautismo, que hace de ti un vigía en la noche! Y serás capaz de decir «no» a la fatalidad del mal, a la injusticia y al sufrimiento; sabrás combatir el absurdo, consciente de que Dios mismo ha querido compartir ese combate. ¡No olvides, hermano, tu bautismo, que hace de ti un vigía en la noche! Y caminarás con el pueblo de la Esperanza, cuya fe escruta, día a día, los signos de los tiempos, para discernir el crecimiento del Reino del amor y el retorno de Jesús, el Esposo que llega. (M. Hubaut, Orar las parábolas, Sal Terrae)
5.- Canción: Luis Guitarra. “los favoritos de Dios” (disco Todo es de todos) Para estar vigilante en el Adviento, he de tener claro un punto de mira. Te invito a escuchar y rezar cómo lo dice Luis Guitarra en esta canción: http://www.youtube.com/watch?v=uipJQbZnpEY Los favoritos de Dios no tienen nada, los preferidos del Padre nada son, y yo pensando en ser alguien y en mil bobadas, mientras hay quienes mueren de dolor. UN POCO DE TU PAN, UN POCO DE TU VINO, UN POCO DE ESPERANZA PARA EL CORAZÓN. UN POCO DE TU LUZ, UN POCO DE TU ESPÍRITU, PARA AQUELLOS QUE SUEÑAN CON LA SALVACIÓN.
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