ORAR EN EL MUNDO OBRERO
Solemnidad de Santa María Madre de Dios (1 de enero 2016) Comisión Permanente HOAC
Empezamos el Año Nuevo que está entero por estrenar. Lo hacemos el día que como Iglesia oramos, intensamente por la Paz. La necesitamos. Estamos llamados a construirla. Sentimos la bendición de Dios sobre nuestra vida, y nos disponemos a estrenar el año bajo la amorosa mirada de Santa María, la Madre de Dios.
En medio de la vorágine de estos días, busca un momento, un hueco, haz silencio, hazte consciente de la cercanía amorosa de Dios, hoy especialmente en María, que supo reconocer las obras grandes que Dios hizo en ella, y bendecir, llena de alegría. TERMINA Y COMIENZA EL AÑO DE LA MANO DE MARÍA, LA MADRE OBRERA DE NAZARET, LA MADRE DE LOS POBRES. ORACIÓN AL TERMINAR EL AÑO 2015
Al terminar el año, Señor, te digo desde lo más profundo de mi corazón: ¡Gracias! Gracias, Señor, por todo lo que durante este año me has concedido habiéndotelo pedido; por aquello que me has dado sin haberlo solicitado; por todo lo que me has otorgado sin haberlo merecido.
Gracias por la salud, por el bienestar, por las alegrías y las satisfacciones. Gracias también por las enfermedades, por las penas y los sufrimientos. Aunque me cuesta trabajo, Señor, te agradezco todo este último apartado. ¡Tú sabes lo que haces! Gracias por el rayo de esperanza que me iluminó, por aquella mano que me levantó, por ese consejo que me guió, por aquellas palabras que me alentaron, por esa sonrisa que me alegró, por aquellos brazos que me recibieron. Pero, sobre todo, te doy gracias por la fe que tengo en ti en este tiempo tan confuso.
Gracias por el equipo de la HOAC, por sus responsables, por los planes de formación, por los compañeros y compañeras militantes, por los consiliarios, por la última Asamblea General de Segovia. Te confieso sinceramente: no siempre he sabido cómo actuar, qué hacer, a dónde ir. 1
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Sin embargo, sigo teniendo confianza en Ti.
Te doy gracias porque en las tinieblas me has iluminado, en las caídas me has levantado, has perdonado mis pecados Te doy gracias, Señor, por todo aquello que ignoro y de lo cual debo darte las gracias.
DEJA QUE LA PALABRA DE DIOS RESUENE Y TE ENVUELVA HOY, Y TODO ESTE AÑO QUE COMIENZA Núm. 6,22-27: Invocarán mi nombre sobre los israelitas y los bendeciré.
El Señor habló a Moisés: –«Di a Aarón y a sus hijos: Ésta es la fórmula con que bendeciréis a los israelitas: "El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz." Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré.» Palabra de Dios
¿Con qué espíritu debemos comenzar el Año Nuevo? 1.- Con esperanza. Comenzar un año es como comenzar un curso, un trabajo, una nueva relación. Cuando iniciamos alguna de estas cosas, lo normal suele ser que lo hagamos con espíritu abierto y con esperanza porque todo lo nuevo se nos suele presentar como algo cargado de posibilidades. Estoy seguro de que muchos de nosotros ya tendremos apuntado en nuestra agenda o en nuestra mente algunos propósitos o proyectos para este año que comienza. Será bueno que tomemos el Año Nuevo como un tiempo de gracia y de salvación, porque en cada uno de los días del 2016 podemos tener la seguridad de que Dios nos va a seguir amando y nos va a dará la oportunidad de comenzar siempre de nuevo. 2.- Con el espíritu del «Jubileo de la Misericordia». El 11 de abril del año pasado, el Papa Francisco nos sorprendió con la Bula «Misericordiae Vultus» (El rostro de la misericordia), con la que convocó la celebración del «Jubileo de la Misericordia» o «Año Santo de la Misericordia». Cuando se vive con otras personas siempre hay problemas, enfrentamientos y dificultades. Esto unas veces nos bloquea, otras nos lleva a guardar distancias y, a veces, a romper relaciones. El año nuevo debería ser una oportunidad para abrirnos a la misericordia de Dios y ser más misericordiosos. Recordemos las palabras de Jesús: «Bienaventurados los misericordiosos». 2
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3.- Con ojos nuevos. En un libro que lleva por título «Bienaventuranzas y lamentos para tiempos difíciles», se recoge la siguiente bienaventuranza: « ¡Felices los que levantan la mirada hacia lo alto, porque el polvo de los caminos no les impedirá ver el proyecto de Dios!». Una buena bienaventuranza para comenzar el año. A lo largo del año que acabamos de dejar hemos recorrido muchos caminos, hemos levantado mucho polvo, hemos visto muchas escenas de dolor y nuestros ojos acabaron tristes, cansados y manchados. Por eso, será bueno que al comenzar el año levantemos la mirada hacia lo alto y pensemos que, a pesar de todo lo que ha pasado, el Proyecto de Dios -su Reino, sigue creciendo. 4.- Con responsabilidad. Cuando comenzamos un «Año Nuevo» nos solemos preguntar: ¿cómo será? ¿Tendremos salud? ¿Habrá paz? ¿La crisis económica se irá superando?... Bueno será que también nos hagamos preguntas como estas: ¿Voy a vivir preocupado por hacer felices a los demás?, ¿voy a contagiar esperanza?, ¿tendré tiempo para el encuentro con Dios?, ¿aprenderé a mirar a los que sufren con corazón responsable y solidario? ¿cómo voy a vivir mi militancia en la HOAC?... También suele ser habitual que todos y todas solemos comenzar el año pidiendo a Dios: paz, salud, amor, alegría,.. Ahora bien, tenemos que comprender que éstas no vienen por arte de magia. «Dios no vende frutos, vende semillas». Él nos ha dado la semilla de su Reino y hace depender en buena medida de nosotros el que su Reino sea una realidad. Hablando de responsabilidades será bueno recodar que hoy bajo el lema «Vence la indiferencia y conquista la paz», celebramos la Jornada Mundial de la Paz. Con este lema el papa Francisco quiere que tomemos conciencia de que «la paz debe ser conquistada ya que no es un bien que se obtiene sin esfuerzos, sin conversión, sin creatividad y sin dialéctica». Así mismo será conveniente tomar conciencia de que lo «nuevo» para este año no nos vendrá de fuera. La novedad sólo puede brotar de nuestro interior. Este año será nuevo si aprendo a creer de manera nueva y más confiada, si encuentro gestos nuevos y más amables para convivir con los míos, si despierto en mi corazón una compasión nueva hacia los que sufren, si vivo el espíritu de la HOAC y un adecuado proyecto de vida militante. 5.- En la famosa Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, nuestro papa Francisco nos da tres recomendaciones que sería bueno tener en cuenta: «No nos dejemos robar la alegría; no nos dejemos robar la esperanza; no nos dejemos robar la comunidad». Pidamos a Santa María, cuya fiesta hoy celebramos, que venga con nosotros al caminar para que luchemos por un mundo nuevo y no neguemos la mano a los caminan con nosotros. Así haremos caminos que otros seguirán. De estas actitudes, piensa en las que más te han interpelado y toma conciencia a qué te llama el Señor en este nuevo año. Y no lo dejes pasar: anota tu plan y tu compromiso
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Tu oración final puede ser esta:
Un nuevo reloj
Hoy me he encontrado en las manos con tus regalos, Señor:
nueva vida, nuevo tiempo, nueva lluvia, nuevo sol (…) Por eso, para este tiempo que estreno con ilusión, quiero, Señor, y te pido también un nuevo reloj.
Un reloj que mida el tiempo como lo mide tu amor,
que pare cuando lleguen las gentes a mi rincón,
para escuchar, compartiendo, alegrías y dolor.
Un reloj que me sitúe la mente y el corazón
en el momento presente, que es tu momento, Señor,
en el quehacer cotidiano que es lugar de encarnación. Un reloj que mida el tiempo con tu paciencia, Señor: con el ritmo y la medida universal del amor; despertador de rutinas, vigilante, ayudador;
que nunca mida la entrega del tiempo y del corazón.
Con la vida, con el tiempo que hoy me regalas, Señor, para darme sin medida, espero un nuevo reloj. Florentino Ulibarri
Señor, Jesús, te ofrecemos todo el día… María, Madre de los pobres, ruega por nosotros 4