Tu 168 marzo by Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)

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Experiencias de la HOAC en la acción con las mujeres

HOAC.es • Nº 168 • marzo 2016 • III Época • 0,80€

Consuelo Ruiz y Concha Llorente, militantes de la HOAC

Trabajando para la igualdad Aportando esperanza así lo vemos

«Como mujer, siento que lo tenemos aún más difícil para se reconozca nuestro protagonismo en la sociedad. Lo veo en nuestras madres a las que en muchas ocasiones se les exige una doble jornada (en la oficina y en casa); en una brecha salarial entre ambos sexos que sigue aumentando en pleno siglo XXI; y en todos los abusos que nos encontramos como trabajadoras precarias, poniendo especial énfasis en las mujeres migrantes que desempeñan una labor de cuidados». Con esta cita de la joven Alba, comienza el manifiesto del día de la mujer trabajadora firmado por la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y la Juventud Obrera Cristiana (JOC). Celebración que simboliza la lucha de las mujeres trabajadoras por el reconocimiento de su dignidad y que debe «implicar a mujeres y hombres». El trabajo –señalan– es el medio imprescindible de realización de la propia vocación, el reconocimiento de la sagrada dignidad de las personas, la construcción de la vida social y política. Por eso, si falta el trabajo, la dignidad humana está herida. Hoy la dignidad de la mujer trabajadora sigue estando herida por la brecha salarial; porque hay más mujeres en paro que hombres; porque la violencia de género es la punta del iceberg de este enorme problema social o porque la cultura dominante perpetúan los roles tradicionales de desigualdad. Por eso ambos movimientos denuncian las causas que dan lugar a estas injusticias como son «un sistema económico que prima el crecimiento del beneficio a costa de la persona. Las políticas neoliberales impuestas que han producido un mayor empobrecimiento. La

orientación mercantilista del trabajo humano que rompen con los tiempos de vida personal, familiar, social… dificultando la vivencia y realización de las personas». Por no hablar de la «precariedad del trabajo de las mujeres... o las tareas de los cuidados que recaen en las mujeres» alejándolas del empleo. De ahí que algunas de sus propuestas pasen por «un cambio cultural, educativo, social, político y económico» que sitúe a la dignidad de persona en el centro de las preocupaciones. Con ello, una nueva «orientación del trabajo humano» que garantice un trabajo decente, con el cumplimiento de jornadas, horarios, descansos y «posibilite la conciliación de la vida laboral y familiar» o «la aplicación de las políticas de igualdad» para «el justo reconocimiento social de la mujer». La HOAC y la JOC, Iglesia en el mundo del trabajo, llaman «a celebrar, reivindicar, reconocer, animar y acompañar a las trabajadoras»... «para romper con esta situación. Para que con nuestra fuerza nos hagamos oír y gritemos ¡Basta ya! ¡Esto no es normal! Todos los días son 8 de marzo, ¡levántate y lucha conmigo! Sigamos aportando esperanza junto a todas las mujeres» (Alba).

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con Dios en la vida obrera

la calle El obispo con los trabajadores de Elcogás

Una conversa en el mundo obrero

ncontrarse con Jesucristo en la vida adulta transformó radicalmente su existencia. Una militante feminista y comunista atea, comprometida hasta las cejas, con un rechazo frontal a la Iglesia... solo podía convertirse a Cristo desde la experiencia profunda de la cruz y la debilidad humana. Caer, como San Pablo, le ayudó a ella a levantarse del fango siendo más Cristo. La HOAC ha sido su segunda conversión. La fe no anula todo ese anhelo de justicia e igualdad que ha movido su historia. Al contrario, en Jesucristo y en su Iglesia ha experimentado que no se puede amar a Dios, si no se ama a los hermanos. Amor y justicia son inseparables. Su existencia y su lucha por la igualdad siguen estando entretejidas entre las vidas precarias de las familias de su barrio. Esas vidas sencillas, llenas de sufrimiento y de esperanza son las que lleva a la Eucaristía de su parroquia y a la reunión semanal de equipo. Cada día, esta madre y abuela militante hoacista, da gracias a Dios por ser una conversa en el mundo obrero.

Teresa Jiménez Zamorano

Antonio Algora, obispo responsable de la Pastoral Obrera y titular de la diócesis de Ciudad Real, recibió a una representación del Comité de Empresa de Elcogás, encabezada por su secretario, Jesús Crespo. En dicha reunión, facilitada por militantes de la HOAC de Ciudad Real, los trabajadores informaron al obispo de la situación que vive la empresa, abocada al cierre por «falta de voluntad política», pese al proyecto de viabilidad presentado recientemente. Antonio Algora se comprometió a visitar próximamente a los trabajadores que, desde el pasado 25 de enero, permanecen encerrados en el interior de la factoría de Elcogás en defensa de sus puestos de trabajo y por el mantenimiento de la central.

Huellas imborrables

De visita

La fase diocesana del proceso de canonización de Guillermo Rovirosa concluye el 17 de marzo. Por tal motivo, el jueves, a las 12:30 horas en el salón de actos de la cuarta planta de Alfonso XI, 4, se celebrará un acto público que estará presidido por el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. Además, con motivo del aniversario de las muertes de Rovirosa y Tomás Malagón, acaecidas dos 27 de febrero de años distintos, se realizaron diversos actos en las diócesis para rememorar sus aportaciones cruciales tanto a la Iglesia como al mundo obrero.

La Comisión Permanente ha visitado distintas diócesis. El consiliario general, Fernando Díaz, y la responsable de Formación, Josefa Valerón (Fefi) pasaron por Cádiz-Ceuta y Huelva, mientras que José Fernándo Almazán, presidente de la HOAC y Milagros Villamarín, responsable de Compromiso, se desplazaron a Mondoñedo-Ferrol y Tuy-Vigo. Jesús Fernández, responsable de Difusión, y Carmen Pérez, responsable de Organización y Vida Comunitaria, estuvieron en la diócesis de Canarias.

En las diócesis «¿Crisis económica o crisis de ci-

ponsable de organización y vida comunitaria y Jesús Fernández, responsable de difusión de la HOAC, participaron en décima Jornada Diocesana de Pastoral Obrera de Sigüenza-Guadalajara. La HOAC de Bilbao celebró un retiro en la Casa de los pasionistas de Euba, bajo el lema «Misericordia de Dios en el mundo obrero» impartido por el consiliario Kerman López. La HOAC de Málaga volvio a concentrarse, como «gesto público» por el fallecimiento de un trabajador en el carril que une Ronda y El Burgo. Los salones parroquiales de Ntra. Sra. de la Asunción de la Vall d’Uixó (Castellón) acogieron un nuevo encuentro HOAC, bajo el título «Trabajo digno y renta básica universal».

vilización? Mirar al futuro para cambiar el presente», con este título la HOAC de Murcia y el Foro Ellacuría convocaron un nuevo ciclo de conferencias. La primera de las charlas con el título «No es la crisis, es el sistema: el beneficio contra el ecosistema y la reproducción social», corrió cargo de Cristina Carrasco, economista y profesora de Teoría económica. En la plaza de la virgen, el sector de la inmigración de la HOAC de Valencia, convocó con el apoyo de la mesa de entidades de solidaridad con los inmigrantes y la campaña CIE no, un acto público en reivindicación de papeles y #Treballdigne para una sociedad decente. Carmen Pérez, res-

Cursos Con el objetivo animar y desarrollar los procesos de formación de militantes obreros cristianos y para perso-

nas que quieren favorecer la formación de su fe desde una espiritualidad encarnada en la realidad concreta de la vida., la HOAC organiza diversos cursos intensivos. Aquí puede consultar la lista de los próximos: www. bit.ly/cursoshoac | Si le interesa, escriba a formacion@hoac.es

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política en zapatillas

Problema solucionado as imágenes de las riadas de refugiados y del cadáver del niño sirio en la playa serán recordadas como la oportunidad perdida que tuvo Europa de regenerarse. Los gobiernos de los países europeos y de la Unión, acosados por las protestas ciudadanas, se vieron obligados a comprometerse y a reprender a los países que no lo hacían. Ahora, la llegada de refugiados se ha multiplicado por diez. Sin embargo, las imágenes que movían a la solidaridad se han sustituido por otras que incitan a pensar que todos los refugiados son violadores y terroristas. ¿Qué ha pasado? Que lo que antes parecía una barbaridad –cerrar las fronteras– ahora se ha convertido en la mejor decisión. Los países que fueron amenazados por ello, son imitados. Así, España ha acogido a 18 refugiados de los más de 14 mil que se había com-

cultura

Foto: elhorizonte.mx

prometido. Alemania, Dinamarca y Suiza, los ricos, han frenado la entrada y aprobado leyes para quitarles dinero y joyas. La UE acepta que Inglaterra niegue los derechos a los inmigrantes durante 4 años… Y lo que es peor: pagan 3

mil millones a Turquía para que contenga a los refugiados, y han implicado a la OTAN para que no deje pasar ni una patera y devuelva a los que lo intenten. Se acabó el problema. Italia y Grecia, más pobres, son los que más inmigrantes y refugiados acogen. Turquía ha recibido a 2,5 millones. Jordania y Líbano acogieron millones de refugiados iraquíes, palestinos o sirios. ¿Cómo es posible que la UE, una comunidad de 500 millones de habitantes, sea incapaz de acoger a 1 millón? Porque eso mismo hacemos con los pobres de aquí, pues no hay diferencia entre rechazar a un refugiado y dejar a una familia sin vivienda ni recursos para vivir. Los dos hechos manifiestan un desprecio absoluto por la vida humana y una subordinación de todo al dinero. A.A. Maestre

P id am os pe r d ón

n su mensaje con motivo de la Jornada Mundial del das, personalmente y como sociedad. Porque estamos perEmigrante y del Refugiado (17 enero 2016), el papa diendo el ejercicio de la capacidad moral y los efectos son Francisco nos ha llamado la atención sobre el hecho demoledores para nuestra sociedad y para las personas. ¿No de que todos los días las historias dramáticas de millones de nos damos cuenta? Lo que está ocurriendo con los refugiados en Europa nos llama a ser mucho hombres y mujeres nos interpelan, ante más conscientes, solidarios y exigentes la aparición de inaceptables crisis huLa indiferencia y el con nuestros gobiernos. manitarias en muchas zonas del mundo. silencio –dice Francisco– El olvido práctico de la fraternidad Lo que está ocurriendo con los refugianos destroza. Los refugiados, cada uno dos en Europa es uno de esos dramas abren el camino a la diarios. Pero, ¿escuchamos suficientede ellos, son «uno de los nuestros». No complicidad cuando mente ese clamor?, ¿respondemos a esa estamos «los nuestros» y los que no lo interpelación? «La indiferencia y el si- vemos como espectadores son. Todo ser humano es «uno de los lencio –dice Francisco– abren el camino nuestros», sobre todo quien se ena los muertos… a la complicidad cuando vemos como cuentra en situación de debilidad y mayor necesidad. De lo que nos falta espectadores a los muertos… siempre para sentir, pensar y actuar así necesitamos pedir perdón. son tragedias cuando se pierde aunque solo sea una vida». Pedir perdón es una necesidad de nuestras sociedades, más Pidamos perdón por ello. Pedir perdón es una profunda necesidad humana. Es lo propio de una cultura (una mane- aún de los cristianos que deberíamos ser conscientes –como ra de sentir, pensar y actuar) realmente humana. Pedir per- también nos recuerda el papa Francisco– de que «acoger al dón nos abre a asumir la responsabilidad que tenemos hacia otro es acoger a Dios en persona». No hacerlo es rechazar a los demás, nos abre a hacer «propósito de enmienda». Y así Dios, en persona. nos ayuda a recuperar la fuerza de la moral en nuestras viFrancisco Porcar

Revista

#tantoxtanpoco

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la ventana del mes

Experiencias de la HOAC en la acción con las mujeres Las mujeres forman uno de los colectivos que más sufre la violencia, la discriminación, la desigualdad y la precariedad. Por eso, la HOAC desde hace años decidió convertir esta situación en una de sus prioridades. as mujeres trabajadoras cobran menos, tienen más dificultades para acceder al empleo, soportan peores condiciones de trabajo, perciben pensiones más bajas y se enfrentan a la doble jornada, a los techos de cristal, al encasillamiento y al desprecio…, por no hablar de la feminización de la pobreza. De ahí que exista el «sector» –ámbitos prioritarios al que los y las militantes deben prestar especial atención– de la Mujer en la HOAC. En Valencia, explica Esther Concepción militante de la HOAC de esa diócesis, el grupo que reúne a los y las militantes con especial dedicación a los problemas de las mujeres surgió «al reconocer lo que ya venían haciendo muchas personas de la HOAC, de los compromisos e incluso dedicación profesional que venían desarrollando». «Al ver que muchas personas de la diócesis tenían compañeras de trabajo mujeres, participaban en las asociaciones de padres y madres de alumnos, en redes de educación, mayoritariamente integradas por mujeres, coordinadoras feministas e incluso trabajaban en servicios de atención a mujeres en exclusión» la propuesta de crear un ámbito de relación y formación especialmente dirigido a la mujer surgió con facilidad.

Grupo del sector de la Mujer en Valencia.

Los primeros pasos fueron ver «qué teníamos en común y qué pasos podíamos dar conjuntamente», añade Concepción, quien cree que la dinámica de colaboración les ha servido para apoyarse, reconocerse y «ver que nos entendíamos». Pronto apareció la necesidad de profundizar tanto teórica como vivencialmente en asuntos como la teología feminista, las preocupaciones compartidas de las mujeres y sus principales problemas. A través de una encuesta a aquellas mujeres donde existía una relación más próxima pudieron indagar en sus percepciones y sentimientos. «Vimos que la situación en la que se encuentran muchas mujeres es de la resignación “lo que nos

Vimos que la situación en la que se encuentran muchas mujeres es de la resignación “lo que nos pasa es lo que hay y no lo podemos cambiar”

pasa es lo que hay y no lo podemos cambiar”, y que hay una falta de organización colectiva y de participación social», afirma Concepción. De este modo, han constado que pervive «una educación machista que mantiene a las mujeres en su rol de cuidadoras y encargadas de las tareas domésticas; la vivencia a veces de la maternidad como un lastre del sistema mercantilista que dificulta el acceso laboral y

las condiciones de precariedad». En estos dos años y medio de recorrido, las 12 mujeres y el hombre que forman el área de la mujer de Valencia han organizado dos talleres, uno dedicado a la reflexión cristiana netamente femenina y otro a la situación de las mujeres empleadas del hogar y han incidido trasversalmente en la vida comunitaria de la diócesis, compartiendo documentos de

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interés, motivando la sensibilidad hacia las situaciones de vulnerabilidad de las mujeres, moviendo al acompañamiento de mujeres en dificultad… Los encuentros son abiertos, como «una forma de ir incorporando a las mujeres con las que nos movemos en los diferentes ambientes en los que estamos cada una de nosotras» y también de dar a conocer la preocupación de la HOAC por las mujeres y en la medida de los posible darles «ese calor que tanto se echa en falta en ciertos ámbitos». Esta labor lenta pero constante les ha deparado más de una sorpresa: «nos ha puesto en contacto con otras organizaciones, con mujeres de partidos políticos, del ámbito de la cultura, de los movimientos sociales que de alguna manera estaban ahí pero que al responder a nuestras convocatorias de revelan como creyentes o como interesadas en las cuestiones de la mujer». Dentro de la Iglesia, en cambio, las resistencias siguen ahí, aunque como la propia Concepción reconoce, el aire nuevo y los pronunciamientos del papa Francisco, suponen un revulsivo. «Ahí está el problema de representación de la mujer y su papel en la Iglesia, pero es un camino que queremos reco-

Acto contra la violencia hacia la mujer en Galicia.

Ahí está el problema de representación de la mujer y su papel en la Iglesia, pero es un camino que queremos recorrer y somos conscientes de la dificultad de hacer de puente entre la Iglesia y las necesidades de las mujeres

rrer y somos conscientes de la dificultad de hacer de puente entre la Iglesia y las necesidades de las mujeres», detalla Concepción.

A la vista tienen la conmemoración del 8 de marzo, día de la mujer trabajadora, en la que todos los y las militantes de la HOAC están invitados a

participar en la manifestación principal, preferentemente integrados en los colectivos donde cada cual está presente. También están ya preparando el próximo encuentro de abril. Sea cual sea la actividad elegida, el resto está claro: «apostar por el empoderamiento de las mujeres trabajadoras, especialmente aquellas que viven situaciones más desfavorables, para que sean protagonistas de su propia transformación y la de su entorno». José Luis Palacios @jlpalas

«Mujeres en camino»

Tuy-Vigo

El sector de la mujer de la diócesis de Barcelona prepara también la conmemoración del 8 de marzo. «Junto a los compañeros y compañeras, amigos y amigas, y simpatizantes organizaremos una jornada donde recoger los testimonios de mujeres cercanas que han vivido experiencias de desarraigo, de búsqueda de nuevas tierras», afirma Pilar Calle. El lema que enmarcará la jornada es «Mujeres en camino». Se trata de compartir con ellas, y tener presente la escandalosa situación de tantas mujeres con sus criaturas en tierras europeas, sus testimonios de superación, de coraje, de lucha…, así como recordar que nosotras también somos mujeres «en camino» en esta nuestra Iglesia. Siempre, como ella dice, «todo desde el acompañamiento y el cuidado entre nosotras como prioridad».

Carmen Ariza, de la HOAC de Tuy-Vigo, actúa como responsable del sector de la Mujer de la diócesis. Al ser un ámbito con aún escasa militancia, su tarea se centra fundamentalmente en su implicación y relación con otras organizaciones de mujeres tanto de la diócesis como de la comunidad gallega. Es además una voluntaria realmente activa en la Red de Mujeres Vecinales contra la Violencia, una «situación odiosa», después de haber trabajado siempre en ámbitos fuertemente feminizados como el servicio doméstico, y la sanidad. «A veces se echa de menos a la Iglesia en asuntos relacionados con la mujer», reconoce, aunque no por ello decae su intención de llevar la voz de las mujeres empobrecidas también a los foros eclesiales.

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¿quién es? Continuamos entrevistando a militantes de la HOAC en las distintas diócesis.

«Opté por vivir con las más pobres y no me arrepiento» Consuelo Ruiz, diócesis Cartagena-Murcia, cocinera jubilada. Vive en San José Obrero de Alcantarilla, en comunidad con otros militantes de la HOAC «Opté por vivir con las más pobres y no me arrepiento, agradezco que me traten como alguien que puede ayudar».

–¿Qué síntoma de la desigualdad te parece más grave? La exclusión, el desempleo y la precariedad tienen rostro de mujer, los recortes han afectado más duramente a las mujeres, con trabajo (temporalidad, contratos parciales...) o marginadas del mercado laboral, sin derecho a una renta básica ni a una pensión, pero que cubren solas tareas importantísimas de cuidado, no retribuidas ni reconocidas. –¿Qué acontecimiento te ha sensibilizado especialmente con las más precarias? Aprendí a leer a los 18 gracias a la JOC, trabajé en las fábricas de conserva y a los

21 años decidí que tenía que dar lo recibido y dedicarme a luchar por mejorar las condiciones de trabajo del servicio doméstico. Mi utopía es que el Evangelio, «que es lo que me hace a mí feliz», haga feliz al resto de las personas. Mi referencia es Jesús de Nazaret, nuestro compromiso comunitario es el desarrollo integral del barrio, formación, viviendas, servicios..., la desigualdad va más allá de lo económico, dificulta el proceso de humanización. Me impresiona el coraje de las madres que cada día se levantan sin un euro para poner la olla, pagar luz, medicinas, buscar libros a sus hijos, etc., y siguen adelante. Descubro en nuestro barrio referentes de esperanza para no renunciar a una vida llena de sentido. –¿En qué espacios a favor de la igualdad participas? Acompaño a las mujeres del Proyecto Recupera de Cáritas para que superen situaciones diversas de exclusión y puedan salir al mundo laboral con formación y conciencia de que son personas con dignidad, que tienen derechos.

«Jesús nos invita a reclamar nuestra dignidad» Yolanda Cañada

@ycanyada

Concha Llorente, de la diócesis de Salamanca, casada, con 3 hijos y una nieta. Auxiliar de enfermería en un Centro de Salud. Preside la Asociación de Mujeres Atenea y participa en la Mesa de Empleadas de Hogar, dependiente de la Plataforma de Entidades por el Empleo.

–¿Qué síntoma de la desigualdad que sigue suponiendo nacer mujer te parece más grave? La violencia de género. En 2015 fueron asesinadas 64 mujeres y en lo que va de año ocho más han muerto a manos de sus parejas, son cifras escandalosas. –¿Cómo armonizas la invitación cristiana al servicio con la reivindicación de empoderamiento? Jesús nos invita a estar con los más necesitados y las mujeres padecen violencias machistas, doble jornada de trabajo, menor salario… También nos invita a reclamar nuestra dignidad. –¿Qué acontecimiento te ha sensibilizado especialmente con las más precarias? La campaña de Cáritas «Toma la Palabra». Durante tres meses salían a la calle con una pancarta para visibilizar el sector de las empleadas de hogar. Nos unimos en cuanto nos enteramos. –El reconocimiento efectivo de la dignidad de cada persona transformaba las vidas de quienes se encontraban con Jesús. ¿Echa en falta esa mirada acogedora en la Iglesia?

La institución sigue negando a la mujer como sujeto, pero en Salamanca hubo una experiencia muy bonita, se habilitó a un grupo de religiosas para hacerse cargo de las funciones pastorales de una zona rural. Avanzar en una renovación espiritual y estructuras requiere que la mujer sea protagonista del cambio. –¿Qué objetivos se plantea el sector de la Mujer de la HOAC de Salamanca? Favorecer una asociación que agrupe a empleadas de hogar en la que ellas sean las protagonistas de defender la dignidad de su trabajo. En la Plataforma de Entidades por el Empleo elaboramos criterios económicos justos para sus contratos.

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¿sabías que...?

la mirada justa

¿Mujeres en la cuneta?

Foto: David Alejandro Martinez Pastran

n la historia, el poderoso (solemos decir el que puede, puede) ha impuesto sus intereses y sus normas sobre los demás. El poder, el dinero, la fuerza prevalecen. Por eso, siempre ha habido una reacción de las víctimas para lograr una sociedad más justa y se han ido logrando muchos avances. Recordemos la historia del movimiento obrero. ¿Cómo ha sido la historia de la mujer? Como el poder y la fuerza han estado mucho más en las manos de los hombres, a las mujeres les ha costado más en avanzar en su respeto y promoción. ¡Cuánto les costó el poder votar! Y se ha ido avanzando en la incorporación de la mujer en el trabajo remunerado y en la vida de la sociedad. ¿Cómo está ahora su situación? Por culpa de la maldita crisis, la precariedad está afectando a la mayoría de los trabajadores, pero a las trabajadoras más. Éstas siguen discriminadas. Vuelve a haber más paradas que parados (en la última EPA), los salarios son más bajos que los de los hombres; hoy el número de mujeres que cobran el Salario Mínimo Interprofesional duplican al de los hombres, ha aumentado la brecha salarial. No olvidemos también el número de mujeres que son despedidas por quedar embarazadas, tener hijos. ¿Cómo puede pasar todo esto? La enseñanza social de la Iglesia siempre ha enseñado que el hombre y la mujer tienen la misma dignidad y son del mismo valor. Es una afirmación teórica clara pero la práctica es otro cantar. ¡Cómo cuesta ir quitando las discriminaciones! La dignidad y los derechos de los trabajadores y trabajadoras en plano de igualdad

pertenecen al Bien Común que la sociedad y los gobiernos beben promover y tutelar. Estas discriminaciones hacia las personas de las trabajadoras no construyen el Bien Común, sino que deshacen y estropean la sociedad. Estamos construyendo una vida económicolaboral con unos costes negativas para las personas y las familias. ¿A dónde queremos ir? Hacen falta leyes que promuevan la igualdad y destierren las discriminaciones. Hace falta una normativa económico-laboral que respete la igualdad del hombre y de la mujer y que, al mismo tiempo, valore y favorezca las aportaciones de la mujer al bien de la sociedad, como es la maternidad. Hace falta una política educativa que insista en la dignidad e igualdad de todas las personas. ¡Cuánto necesitamos reflexionar y sacar consecuencias sobre la dignidad y el bien común, como lo hace el libro editado por la HOAC! Gregorio Burgos

.779.500 personas permanecían desempleadas al acabar el año 2015, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Y eso que su número se redujo en 678.200 personas durante el año pasado, en lo que ha sido la mayor bajada de la serie estadística. La tasa de paro quedó en el 20,9%. unque se crearon 525.100 puestos de trabajo, una cifra parecida a las del boom inmobiliario, la población activa, las personas que tienen un empleo o lo buscan activamente, llegó a 22.873.700, lo que suponen 153.200 personas menos que al inicio de la legislatura recién terminada. En los primeros cuatro años del gobierno de Rajoy los puestos de trabajo han pasado de 18,153 millones a 18,098 millones, un número ligeramente inferior. a precariedad ha alcanzado también récords. Según los datos de las oficinas del antiguo INEM, se firmaron 17,07 millones de contratos temporales en 2015 y 6,4 millones por horas (de los que 5,7 millones eran a la vez temporales). La duración media de los contratos ha bajado de 79 días en 2006 a 53,4 en 2015. ero es que el contrato indefinido es cada vez menos sinónimo de empleo fijo. El año pasado, por cada puesto de trabajo estable que se creó fue necesario que se firmaran 1,45 contratos indefinidos, según un informe del gabinete económico de CCOO. a salida de la crisis no solo se está caracterizando por un aumento mayor del empleo temporal (el 66%), sino también por un incremento de la inestabilidad de los contratos indefinidos.

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evangelio en la calle

Los tres silencios de Jesús y del parado

¡Q

ué expresivos y convergentes son los silencios de Cristo en su Pasión y los del sin trabajo en sus angustiosas vidas! El primero de estos silencios lo hace Jesús ante las falsas acusaciones del sumo sacerdote Caifás: «Jesús callaba y no respondía nada» (Marcos 14, 61). ¡Una respuesta clarísima! Lo mismo que el silencio es la respuesta contundente del parado cuando lo machacan continuamente culpabilizándolo de que no trabaja porque no quiere (y lleva cinco años buscando trabajo día a día). El segundo silencio fue ante el rey Herodes. Dice el Evangelio de Lucas que «le hizo muchas preguntas, pero Jesús no respondió absolutamente nada» (23, 9). ¿Qué parece esa respuesta aparentemente tan pasiva? Es la misma que da el parado ante la superficialidad y evasiva de aquellos gerifaltes que dicen que están haciendo todo lo posible para promover el trabajo. Entonces él se muerde la lengua y calla porque sabe que con ese razonamiento están ocultando que su situación indigna se debe, ni más ni menos, a que en nuestra sociedad las ganancias están por encima de las personas. Un poco más tarde y ante la cobardía del gobernador romano Pilato, Jesús hace su tercer silencio: «Pero Jesús no respondió nada más, de modo que Pilato se quedó extrañado» (Marcos 15,5). ¡Claro que se quedó extrañado por ese silencio tan lleno de sentido! El sin trabajo sufre y calla ante la pasividad cobarde de sus compañeros que saben que el camino se encuentra en la unión de los millones de personas a los que se les roba la dignidad del trabajo y, sin embargo, se resignan ante una de las situaciones más escandalosas de la vida. Los tres silencios de Cristo y de los parados rebosan fuerza, alcance, cercanía y convergencia. ¡Hagamos nuestros esos silencios tan desgarradores! Así, con unidad indivisible y sin dualismos, seremos fieles al Evangelio y a los sin trabajo. Éstos son las víctimas y los descartados de nuestro mundo y están tan cerca… Antonio Hernández-Carrillo

Así va el mundo

l mundo se enfrenta a la crisis de refugio más grave que se ha experimentado desde la Segunda Guerra Mundial. Son 60 millones de personas, más de la mitad de Siria, Afganistán y Somalia. La mayoría lo hacen dentro de las fronteras de sus países, mientras que alrededor de 20 millones buscan seguridad en otros países. El 86% de refugiados del mundo entero son acogidos por países en desarrollo, como Turquía, Pakistán, Líbano, Etiopía o Jordania. Desde el estallido de la violencia en Siria hace 4 años, más de 10 millones de sirios han sido expulsados de sus hogares, de los cuales más de 4,1 millones han salido del país. Alrededor de 428.000 refugiados sirios llegaron a Europa entre abril de 2011 y agosto de 2015. El 43% de este número ha sido recibido por Alemania y Serbia, el 40% por Suecia, los Países Bajos, Bulgaria, Hungría y Austria y el 17% restante dividido entre los otros 27 países de la Unión Europea. El Gobierno español se comprometió a reasentar a 854 personas de nacionalidad siria en 2015. A finales de enero, solo 19 sirios habían sido acogidas por nuestro país.

Rescate de refugiados en el Egeo (Grecia) | Imagen: Fotomovimiento (flickr 2.0)

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168 • marzo 2016

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