Unas 15 cañas rollizas dan forma a un sencillo pero digno hogar. Las esterillas de este resistente material, que brota en los bosques del Litoral, se han entretejido por años en los talleres de Hogar de Cristo para convertirse en los sólidos paneles que han acogido a miles de familias. Fue un día como este sábado, el 12 de junio de 1971, que la primera vivienda de asistencia social tomó forma en el norte de Guayaquil. Antonio Cano dice conmovido que fue el primer afortunado en ver cómo en menos de dos horas levantaron su casa propia, en un terreno en Mapasingue Oeste. "Era un sábado. Llegaron tres trabajadores para armarla con pernos y tuercas. Cuando colocaron el techo yo me sentí tan feliz, parecía una broma que tuviera algo propio. Era pequeña, pero en la humildad se valora lo poco; y yo la veía tan grande". Ahora cuenta con una casa completamente distinta, de cemento.