laHoja PARROQUIAL
SEGORBE-CASTELLÓN
19 de agosto 2018
LA PARRESÍA
Notas de Santidad www.obsegorbecastellon.es
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Diócesis Segorbe-Castellón
Punto de mira
Punto de mira
En familia más allá de lo conocido David Rubio y María Millán han encarnado en su familia algunas frases de esta nota de la santidad. Hace diez años se sintieron empujados a partir de Castellón, y se desplazaron “para ir más allá de lo conocido, a las periferias y las fronteras” (GeE 135). Desde entonces forman parte de una misión ad gentes en Ucrania. David Rubio explica que en una sociedad muy marcada por el comunismo, “mostrar la familia es la respuesta. Una familia en la que está Jesucristo vivo y en la que se puede ser feliz a pesar de las circunstancias”. Tienen siete hijos, cinco de ellos bautizados en la misión. Los pequeños son los que más fácilmente atraen a sus compañeros. Para llegar a los padres, el curso que viene probarán nuevas actividades: “Queremos organizar clases de español o de guitarra para poder conocer la gente y entablar una relación”. Abiertos a la creatividad del Espíritu, van construyendo una comunidad cristiana, para la que esperan tener pronto una capilla.
Ponte a prueba c ¿A quién hablarás de Dios esta semana? c Propón a un familiar o amigo en dificultad rezar por él. c Recuerda tres experiencias de encuentro con Dios que puedas dar como testimonio personal.
Muchos padres sinodales se sorprenderían. En el saludo del Papa a la I Congregación General de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, en 2014, Francisco ponía una condición general de base: “Hablar claro. Que nadie diga: «Esto no se puede decir; pensará de mí así o así...». Se necesita decir todo lo que se siente con parresía”. Mucha gente descubrió 2
c Muestra que eres cristiano con signos externos: una cruz, un rosario… c Bendice la mesa antes de comer en un restaurante. c Di a tus amigos que llegarás más tarde a la reunión porque tienes que ir a Misa.
entonces esta palabra. A partir de este momento, el Pontífice la ha ido proponiendo a la Iglesia regularmente, y con la Gaudete et Exsultate se ha convertido en un sinónimo de santidad: “La santidad es parresía: es audacia, es empuje evangelizador que deja una marca en este mundo” (GeE 129). Francisco advierte ante la comodidad y la mala
“costumbre” que “nos seduce y nos dice que no tiene sentido tratar de cambiar algo, que no podemos hacer nada frente a esta situación, que siempre ha sido así y que, sin embargo, sobrevivimos” (GeE 137). Paralizados por el miedo y el cálculo, se buscan “lugares seguros” como el “individualismo, espiritualismo, encerramiento en pequeños mundos, dependencia, instala-
Notas de Santidad ción, repetición de esquemas ya prefijados, dogmatismo, nostalgia, pesimismo, refugio en las normas” (GeE 134). Sin embargo, para escapar del “aire irrespirable de nuestra autorreferencialidad”, Jesús golpea dentro de nosotros para que lo dejemos salir (GeE 136). “Los seres humanos, por debajo de la apariencia de la supreficialidad y el conformis-
mo, siguen buscando la respuesta a la pregunta sobre el sentido de la vida” (GeE 135), y Dios responde con novedad: “Dios es siempre novedad, que nos empuja a partir una y otra vez y a desplazarnos para ir más allá de lo conocido, hacia las periferias y las fronteras” (idem). El Papa invita a mirar la compasión de Jesús, que “lo movía a salir de sí
con fuerza para anunciar, para enviar en misión, para enviar a sanar y liberar” (GeE 131). Es cierto que nos podemos sentir frágiles, pero Francisco pide que “dejemos que Jesús las tome con sus manos”, y asegura que somos “portadores de un tesoro que nos hace grandes y que puede hacer más buenos y felices a quienes lo reciban” (idem).
“Nos moviliza el ejemplo de tantos sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos que se dedican a anunciar y a servir con gran fidelidad, muchas veces arriesgando sus vidas y ciertamente a costa de su comodidad. Su testimonio nos recuerda que la Iglesia no necesita tantos burócratas y funcionarios, sino misioneros apasionados, devorados por el entusiasmo de comunicar la verdadera
vida. Los santos sorprenden, desinstalan, porque sus vidas nos invitan a salir de la mediocridad tranquila y anestesiante” (GeE 138). Por ello, concluye exhortando a pedir “al Señor la gracia de no vacilar cuando el Espíritu nos reclame que demos un paso adelante”. Así, “la Iglesia, en lugar de estancarse, podrá seguir adelante acogiendo las sorpresas del Señor”. (GeE 139) 3
Edita: Obispado de Segorbe-Castellón Coordinador: D. Javier Aparici Redacción: Guillem Farré (610 493 950) medios@obsegorbecastellon.org / www.obsegorbecastellon.es C/Gobernador Bermúdez de Castro, 8. 12003. Castellón de la Plana Impresión y reparto: Grupo Zona · Pol. Ind. Ronda Sur, C/ Sierra de Irta · Castellón / Teléfono 964 210 339 · www.grupozona.es
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“El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día” Domingo de la 20ª semana de Tiempo Ordinario (4ª Semana del Salterio) 1ª LECTURA: Proverbios 9, 1-6 La Sabiduría se ha construido su casa plantando siete columnas, ha preparado el banquete, mezclado el vino y puesto la mesa; ha despachado a sus criados para que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad: «Los inexpertos que vengan aquí, quiero hablar a los faltos de juicio: “Venid a comer de mi pan y a beber el vino que he mezclado; dejad la inexperiencia y viviréis, seguid el camino de la prudencia.”» SALMO: Sal 33, 2-3. 10-11. 12-13. 14-15 R. Gustad y ved qué bueno es el Señor. 2ª LECTURA: Efesios 5, 15-20 Hermanos: Fijaos bien cómo andáis; no seáis insensatos, sino sensatos, aprovechando la ocasión, porque vienen días malos. Por eso, no estéis aturdidos, daos cuenta de lo que el Señor quiere. No os emborrachéis con vino, que lleva al libertinaje, sino dejaos llenar del Espíritu. Recitad, alternando, salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor. Dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo. 4
Die Lesungen der Masse
Les lectures de la Messe
EVANGELIO: Jn 6,51-58 En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: - «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.» Disputaban los judíos entre sí: - «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?» Entonces Jesús
les dijo: - «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí
Readings for the Mass y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre”.