La Hoja PARROQUIAL
19 de julio de 2020
SEGORBE·CASTELLÓN
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Jornada Diocesana por los afectados por la pandemia Los rebrotes nos advierten de que el virus del Covid-19 sigue activo y amenazante. Ahora parece lejano, pero desde que el 14 de marzo se declaró el estado de alarma, miles de personas han visto sus vidas afectadas por la pandemia. Unos, del modo más dramático, tocados por la muerte. Otros, perdiendo su trabajo o fuentes de ingresos. Muchos, dando un ejemplo de generosidad y servicio al bien común, aún a riesgo de sus propias vidas. Por todos ellos, la Diócesis organiza una Jornada por los afectados de la pandemia. Será el próximo domingo, 26 de julio, día en que también se celebra a San Joaquín y Santa Ana, patronos de los ancianos. (Continúa en la página 2)
Entrevista a:
La noticia de la semana:
Cardenal Peter K. A. Turkson
Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral
@segorbecastello
Diócesis Segorbe-Castellón
www.obsegorbecastellón.es
El Camino de Castellón, nuestro recorrido hasta el apóstol Santiago
Punto de mira
El foco
(Viene de portada)
En una carta de D. Casimiro López Llorente a los sacerdotes, el 5 de junio, ya anunciaba esta jornada que se celebrará en todas las parroquias e iglesias abiertas al culto público. De este modo, Segorbe-Castellón se une a la iniciativa de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal, con el objetivo de ofrecer la Eucaristía por los difuntos, y al mismo tiempo "dar gracias por todo el trabajo y el sacrificio realizado por tantas personas durante el tiempo de la pandemia". Los obispos tienen un recuerdo especial por los ancianos - "el grupo social más golpeado por la enfermedad" - , e invitan a pedir luz, comunión y entrega fraterna ante la crisis social y económica provocada por la pandemia y el confinamiento. La convocatoria de una jornada así, a nivel nacional, es excepcional. Pero las consecuencias de la crisis del coronavirus la justifican. El mismo Papa Francisco decidió crear en marzo una Comisión Vaticana para el Covid-19 al amparo del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, presidida por el cardenal Peter Turkson (ver entrevista en p.7). Ésta trabaja en diversos ámbitos: la seguridad, la
economía, la ecología y la salud. Desde esta visión interdisciplinar, aseguran que vivimos en varias crisis interconectadas, y hacen un llamamiento a potenciar valores de solidaridad, confianza, encuentro, bien común y no violencia como fundamentos de la seguridad humana actual. La Delegación Diocesana de Liturgia pondrá a disposición de los párrocos, a partir de este fin de semana, un subsidio con moniciones y oraciones de los files que se podrán integrar en la celebración eucarística. "Lo que se ha celebrado a nivel diocesano, ahora se concreta más en las parroquias - explica el Delegado, Antonio Sanfélix - para ofrecer la Misa por el eterno descanso de los difuntos, por el consuelo y esperanza de sus familiares, así como en acción de gracias por el trabajo y sacrificio que tantas personas han hecho durante este tiempo". Al ser el día de San Joaquín y Santa Ana, patrones de la ancianidad, también está prevista una oración especial por los mayores y las residencias de ancianos, "para que sientan nuestro cariño y la importancia que tienen dentro de la sociedad y de la comunidad cristiana".
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Prepararelfuturo,construirlapazeneltiempodelCovid-19 El siete de julio comparecieron ante la prensa el cardenal Peter Turkson, de la Comisión Vaticana para el Covid-19, la religiosa Alessandra Smerilli, coordinadora del grupo de trabajo de Economía de la mencionada Comisión, y el doctor Alessio Pecorario, coordinador del grupo de trabajo de Seguridad en el mismo ente. Su objetivo era exponer un análisis de las consecuencias globales de la pandemia más allá de las sanitarias. Los ponentes advirtieron que el mundo se enfrenta a una crisis interconectada, con consecuencias sanitarias, socio económicas y ecológicas que puede
poner en entredicho la paz como nunca desde los periodos previos a las dos guerras mundiales. Esta situación reclama un liderazgo mundial que pueda “demostrar que creen en el bien común, que se comprometan a garantizar lo que más se necesita hoy en día”. Y esto es priorizar la “seguridad humana”, que va más allá de la nacional, y un concepto de paz positiva que, a la luz de la encíclica Populorom Progressio (1967), aboga por dar el paso de “la simple prevención de conflictos a la construcción de la paz”.
Objetivos de la Jornada LOS DIFUNTOS Y ENFERMOS Orar por el eterno descanso de todos los difuntos, por el consuelo y esperanza de sus familiares, y por la pronta recuperación de los contagiados por el virus;
LOS MAYORES Rezar de una manera especial por nuestros mayores y las residencias de ancianos, que tanto han sufrido la pandemia y a los que hemos de apreciar y cuidar de un modo muy especial;
LOS QUE LO HAN DADO TODO Dar gracias a Dios por todo el trabajo y el sacrificio realizado por tantas personas durante el tiempo de la pandemia;
LA CRISIS SOCIAL Y ECONÓMICA Pedir a Dios que nos conceda los dones de la sabiduría, de la comunión, de la fortaleza y de la entrega fraterna, desinteresada y generosa ante la crisis social y económica provocada por la pandemia y el confinamiento.
Mons. Casimiro López Llorente Obispo de Segorbe-Castellón
Queridos diocesanos: Como Iglesia diocesana hemos recordado ya de modo especial a todos los fallecidos en nuestra Diócesis a causa de la pandemia del Covid-19 con sendos funerales. Fueron celebraciones de oración al Padre Dios por el eterno descanso de los fallecidos y por el consuelo de los familiares, aún doloridos por las circunstancias en que murieron y tuvieron que ser enterrados muchos de sus seres queridos. Durante todo este tiempo toda la Diócesis ha rezado por ellos y lo seguirá haciendo. Acogiendo ahora la propuesta de la Conferencia Episcopal y unidos a la Iglesia en España, nos disponemos a celebrar la Jornada por los afectados por la pandemia. Lo haremos en todas las parroquias e iglesias el domingo, día 26 de julio, fiesta de san Joaquín y santa Ana, los padres de la Virgen María. Queremos así recordar a todos, a los afectados de algún modo por la pandemia, no sólo a los
Jornada por los afectados por la pandemia giados: por los que, recibida el alta hospitalaria, sufren aún las secuelas de la pandemia, y por los nuevos contagiados. No olvidemos que el virus sigue presente también entre nosotros. ¡Que la Jornada nos ayude a tomar más conciencia de que todos somos personalmente responsables de evitar el contagio, observando todos y cada uno la medidas de prevención que establecen las autoridades sanitarias! La vida es el don más precioso que Dios nos ha dado; Él nos llama a cuidarla, la ajena y la propia. En la Eucaristía de este día queremos también dar gracias por todo el trabajo y el sacrificio realizado por tantas personas durante el tiempo de la pandemia: profesionales y voluntarios, gobernantes, laicos, religiosos y sacerdotes, padres, catequistas y profesores. Daremos gracias especiales a Dios por la entrega heroica del personal sanitario, que hizo frente a la pandemia en algunos momentos con medios precarios; mu-
"Como Iglesia y como sociedad, hemos visto que una emergencia como la del Covid es derrotada en primer lugar con los anticuerpos de la solidaridad, de la caridad cristiana y de la caridad pastoral " fallecidos. En verdad, todos la hemos sufrido de alguna manera, aunque algunos de modo más dramático. En este día ofreceremos la Eucaristía por el eterno descanso de todos los difuntos, y por el consuelo y la esperanza de sus familiares. Rezaremos también por la salud de los conta-
chos pusieron en peligro e incluso dieron su propia vida para salvar la de otros con una profesionalidad, generosidad y caridad cristiana encomiables. No podemos olvidar a los capellanes de hospitales, a los miembros de los cuerpos de seguridad del Estado y del Ejército, a los transportistas, a los empleados de
servicios y supermercados, a los responsables y personal de las residencias de ancianos, y un largo etcétera. En nombre propio y de nuestra Iglesia muchísimas gracias de corazón a todos. Y en este día, fiesta de San Joaquín y de Santa Ana, patrono de los abuelos, rezaremos de una manera especial por nuestros mayores y por las residencias de ancianos, a los que tanto ha afectado la pandemia. Nuestros mayores, debido a las circunstancias tan excepcionales, son los que más han sufrido la soledad y la distancia de sus seres queridos, en las residencias o en sus domicilios. Agradezco a los responsables y trabajadores de nuestras residencias su trabajo y su trato a nuestros mayores para poder sobrellevar estos momentos de especial dificultad; y también a los sacerdotes, padres y voluntarios por la atención espiritual cercana y la ayuda solidaria que les han prestado en sus domicilios. Como Iglesia y como sociedad, hemos visto que una emergencia como la del Covid es derrotada en primer lugar con los anticuerpos de la solidaridad, de la caridad cristiana y de la caridad pastoral. La experiencia vivida nos debería ayudar a cambiar nuestra forma de pensar y de actuar respecto de nuestros mayores. Hemos de respetar de un modo exquisito su dignidad y valorar sus aportaciones a la estabilidad familiar y al bien común de la sociedad; y hemos de ofrecerles una atención y unos cuidados ricos en verdaderos valores humanos y cristianos. En
3 la atención hospitalaria, la edad no puede ser nunca considerada como el único y automático criterio de elección, ya que si fuera así se caería en un comportamiento injusto y discriminatorio hacia los ancianos y los más frágiles. En esta Jornada pediremos finalmente a Dios luz, comunión, entrega fraterna y generosa ante la crisis social y económica provocada por la pandemia y el confinamiento. Se acercan tiempos difíciles. Todos estamos llamados a reconstruir el tejido económico, laboral y social, tan castigado y debilitado por la pandemia. Os recuerdo que sigue abierto a nuestras aportaciones el Fondo diocesano ante el Covid-19. La caridad cristiana en la verdad nos urge a construir un orden social y político, basado en la verdad, en el encuentro y en el diálogo constructivo. Con mi afecto y bendición.
El pulso de la Diócesis
El pulso de la Diócesis
#AhoraMásQueNunca: La delegación de Misiones se suma a la campaña del Papa para ayudar a la Iglesia misionera
Los seminaristas diocesanos vivirán un verano diferente a causa del coronavirus
Para más información consultar este código QR.
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El Papa Francisco ha querido estar cerca de los que más sufren las consecuencias de la pandemia del coronavirus en los países más pobres, por lo que ha abierto un Fondo de Emergencia internacional a través de Obras Misionales Pontificias (OMP) con el objetivo de sostener la importantísima labor que realiza la Iglesia a través de los misioneros. El Papa fue el primero en colaborar con esta
campaña, que lleva por nombre “#AhoraMásQueNunca”, para lo que ha aportado 750.000 $, y con la que se pretende llegar a cada una de las parroquias de los 1.111 Territorios en Misión. La delegación diocesana de Misiones de Segorbe-Castellón se ha sumado a esta campaña con una aportación de 2.000 €. El delegado diocesano, Salvador Prades, ha explicado que “aunque la incidencia de la pandemia no
haya sido la misma aquí que en África, por ejemplo, es importante que no nos olvidemos de estos países, sobre todo porque, debido a las limitaciones económicas y a los sistemas sanitarios, este tipo de crisis se agravan en gran medida”. También es importante, añade, “que tengamos en cuenta la gran labor que realizan nuestros misioneros, siempre en primera línea, y a la que se añaden las complicaciones
derivadas de la crisis del Covid-19”. Cabe recordar que durante estos meses, la delegación ha ido enviando una ayuda a diferentes lugares de misión para colaborar con aquellas parroquias, proyectos, personas y familias más desfavorecidas y que peor lo están pasando en estos momentos. Así, a día de hoy ya se ha enviado un total de 9.000 € entre once Territorios en Misión en los que están varios misioneros de la diócesis.
El Obispo suprime la dispensa del precepto dominical y exhorta a los fieles a volver a la celebración presencial tras el cese del estado de alarma Mons. Casimiro López Llorente ha firmado un decreto con fecha de 10 de julio en el que determina las disposiciones de prevención para la celebración del culto público y tareas pastorales en la Diócesis una vez que ha cesado el estado de alarma. Entre las más destacadas está la supresión de la dispensa del precepto dominical, es decir,
que vuelve a ser obligatoria la participación en la Eucaristía los domingos y demás días de precepto. El decreto determina el modo de proceder en la administración de los sacramentos y de diversas actividades pastorales como las visitas a las iglesias para la oración o adoración, y la veneración de las imágenes, o la utilización de dependencias pa-
rroquiales para las reuniones o sesiones formativas. El Obispo también hace referencia a la reapertura para visitas culturales de los templos y museos de la Iglesia así como el uso de bibliotecas eclesiásticas. Finalmente defiende el derecho constitucional de la libertad de culto para poder celebrar actos religiosos y procesiones en espacios públicos con
motivo de las fiestas patronales.
Juan Carlos Vizoso, rector del seminario Mater Dei, ha comentado que en años anteriores, durante el verano los seminaristas suelen ayudar en las parroquias o se van al santuario de Lourdes un par de semanas para colaborar en la acogida y servicio a los peregrinos, o incluso echan una mano
en alguno de los campamentos diocesanos o parroquiales, pero en esta ocasión, debido al Covid-19 se quedarán junto a sus familias y ejercerán labores pastorales en sus respectivas parroquias, en la diócesis. Por su parte, Pablo Vela, rector del seminario Re-
demptoris Mater, ha explicado que todos los años los seminaristas, en verano se van en misión fuera de España, normalmente a países de Sudamérica, pero en esta ocasión, y también a causa de la pandemia, estarán aproximadamente un mes sirviendo en varias parroquias de la diócesis, algu-
nos, y otros en parroquias de sus respectivas diócesis de nacimiento. También, los seminaristas que son de otros países se van a quedar en España para evitar problemas con el regreso y garantizar que puedan iniciar el curso que viene con normalidad.
Calendario de Jornadas y Colectas en España para 2021 La Conferencia Episcopal organiza numerosas jornadas y eventos a lo largo del año para remarcar la importancia de sus actos y de su pastoral. Puedes consultar, a través del siguiente código QR,
el calendario de jornadas y colectas en España para el 2021, el cual está aprobado en la LXXVI Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (23-27 de abril de 2001).
Peregrinación Diocesana: 25-28 de septiembre
El presidente de la Junta de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes de la diócesis, Pascual Aznar, ha informado de que la Peregrinación Diocesana a Lourdes, finalmente se realizará del 25 al 28 de septiembre. El plazo para las inscripciones de aquellos pere-
grinos que quieran trasladarse en avión es del 20 al 24 de julio, y de los que quieran hacerlo en autocar es del 20 al 31 de julio. Deberán hacerse, en ambos casos, en las oficinas de la Hospitalidad, en la C/ Gobernador nº 8 de Castellón.
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La noticia de la semana
Entrevista
El Camino de Castellón, nuestro recorrido hasta el apóstol Santiago
«La solidaridad que ha suscitado la pandemia debe llegar a todos» ¿Cómo nace la Comisión Vaticana por el Covid-19?
Cardenal Peter K. A. Turkson
Mojón amarillo del Camino
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El próximo sábado, 25 de julio, la Iglesia celebra la fiesta de Santiago el Mayor, uno de los doce apóstoles elegidos por el Señor. Es, además, patrono de España y de Galicia. Entre naranjos y con la proximidad del mar Mediterráneo, en la ermita de Sant Jaume de Fadrell (Castellón) nace el Camino de Castellón-Bajo Aragonés, que lleva a los peregrinos hasta Santiago de Compostela, una distancia aproximada de 1.100 Km, y que se va enlazando con otras rutas y caminos. Este Camino, que tiene un recorrido de 280 Km, llega hasta Fuentes de Ebro (Zaragoza), donde se une con la Ruta Jacobea del Ebro. En nuestra diócesis de Segorbe-Castellón se pueden realizar las 3 primeras etapas de este trayecto: Sant Jaume de Fadrell (Castellón) - La Pobla Tornesa: son aproximadamente 25 Km en los que el peregrino encontrará varias señales jacobeas, pasando junto al
Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral
Ermita de Sant Jaume de Fadrell
“Desde Santiago, te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces” (San Juan Pablo II, 9/11/1982). crucero situado en el Caminás, con la imagen del apóstol Santiago, por la Basílica de la Mare de Déu del Lledó, o por la ermita de la Magdalena, entre otros importantes lugares. Por el Parque Natural del Desert de Les Palmes, la senda se dirige hasta el Coll de la Mola, ya próximo a la localidad de La Pobla Tornesa. La Pobla Tornesa – Serra d´en Galceran: en esta segunda etapa, de 27 Km, el Camino de Castellón parte de La Pobla Tornesa por la milenaria Vía Augusta, pasando por el Arco romano de Cabanes y junto a la ermita de Nuestra Señora del Adjutori, en Benlloch, para concluir en la Serra d´en Galceran. Serra d´en Galceran – Catí: los peregrinos reco-
rrerán unos 38 Km en esta tercera etapa. Saliendo de la Serra d´en Galceran dirección a Els Rosildos, pasarán por el Coll de la Bandereta y por el ermitorio de Sant Pau (Albocàsser), hasta llegar a Catí. Las siguientes etapas del Camino de Castellón, ya fuera de la diócesis, son Catí-Morella (35 Km), Morella-Sorita (23 Km) y Sorita-Aguaviva, en Teruel (16 Km). Tienes más información en: - Asociación de Amigos del Camino de Santiago Ultreia Castellón: wwww. c a s te l l o n s a nt i a g o.e s . Además, esta asociación emite y proporciona las Credenciales Oficiales validadas por el Cabildo de la Catedral de Santiago de Compostela.
Crucero en el caminar
- Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago: www.caminosantiago.org
Oración del peregrino Apóstol Santiago, elegido entre los primeros, tú fuiste el primero en beber el cáliz del Señor y eres el gran protector de los peregrinos: haznos fuertes en la fe y alegres en la esperanza, en nuestro caminar de peregrinos siguiendo el camino de la vida cristiana y aliéntanos para que, finalmente, alcancemos la gloria de Dios Padre. Amén.
La pandemia del coronavirus se puede considerar como un acontecimiento que sin que haya acabado de pasar ha marcado una generación a nivel global. El Papa Francisco lo comprendió enseguida, y encomendó al Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, presidido por el cardenal Peter K.A. Turkson, crear una Comisión vaticana por el Covid-19. (Las declaraciones están tomadas de una entrevista concedida a Vatican News en abril)
El Papa ha seguido desde el inicio esta plaga con preocupación e inquietud. Y poco antes de la Pascua quiso llevar su solicitud a otro nivel creando una Comisión vaticana por el Covid-19. Está integrada en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, y su objetivo es, en primer lugar, seguir y acompañar las iglesias locales para ayudarles a realizar sus propias iniciativas contra este virus. ¿Qué otras tareas tiene? La segunda es comenzar a pensar ya en el futuro, en cómo será el mundo post-covid. Y esto implica el estudio de la economía del futuro, del trabajo del futuro. También de la seguridad, por ejemplo vinculada a la inteligencia artificial que ya estamos usando todos. Y encontrar nuevos modos de comunicar con la sociedad, así como las posibles relaciones entre el estado del Vaticano con otros estados y organismos internacionales. Estas son las grandes tareas de la Comisión con la que queremos dar expresión concreta a la solicitud del Santo Padre ante esta situación del Covid-19. La pandemia ha planteado muchos retos y desafíos. ¿Cuál destacaría? De esta experiencia no podemos dejar la oportunidad para reconocer muchas cosas. Entre ellas pienso que hay dos elementos importantes. El primero es el sentido de la solidaridad de la familia humana: Todos somos de la misma familia. Cuando hace tiempo hablábamos tanto de la globalización, ya en aquellos años el Papa Benedicto había dicho que la globalización hace referencia a una unidad pre-existente, aquella que hace de todos nosotros miembros de la misma familia. Esta es la experiencia que hemos tenido en esta situación, y de ahí la solidaridad. ¿Cuál es el segundo elemento? Que la solidaridad tiene una consecuencia: debe ser inclusiva, llegar a todos, de modo que la humanidad entera pueda tener acceso a los bienes comunes que el Buen Dios ha destinado para todos nosotros. Este debe ser el fruto de nuestra investigación y estudios en la Comisión.
Cuando pase el virus, mucha gente seguirá sufriendo las consecuencias de la pandemia
fondo diocesano
covid-19
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Edita: Obispado de Segorbe-Castellón Coordinador: Héctor Gozalbo Redacción: Guillem Farré (610 493 950) · Juan Gozalbo (682 27 91 23) medios@obsegorbecastellon.org / www.obsegorbecastellon.es C/Gobernador Bermúdez de Castro, 8. 12003. Castellón de la Plana Impresión y reparto: Grupo Zona · Pol. Ind. Ronda Sur, C/ Sierra de Irta · Castellón / Teléfono 964 210 339 · www.grupozona.es
«Dejadlos crecer junto hasta la siega» XVI Domingo del Tiempo Ordinario (4ª Semana del Salterio) PRIMERA LECTURA Sab 12, 13.16-19
EVANGELIO Mateo 13, 24-30
Fuera de ti, no hay otro Dios al cuidado de todo, ante quien tengas que justificar tu sentencia.
En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente diciendo:
Tu poder es el principio de la justicia, y tu soberanía universal te hace perdonar a todos.
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Tú demuestras tu fuerza a los que dudan de tu poder total, y reprimes la audacia de los que no lo conocen. Tú, poderoso soberano, juzgas con moderación y nos gobiernas con gran indulgencia, porque puedes hacer cuanto quieres. Obrando así, enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser humano, y diste a tus hijos la dulce esperanza de que, en el pecado, das lugar al arrepentimiento. SALMO RESPONSORIAL Sal 85, 5-6. 9-10. 15-16a R. Tú, Señor, eres bueno y clemente. Porque tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en misericordia, con los que te invocan. Señor, escucha mi oración, atiende la voz de mi súplica. R.
Todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor; bendecirán tu nombre: «Grande eres tú, y haces maravillas; tú eres el único Dios». R. Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad y leal, mírame, ten compasión de mí. R. 2ª LECTURA Romanos 8, 26-27 Hermanos: El Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad, pues nosotros no sabemos pedir como conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables. Y el que escruta los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, y que su intercesión por los santos es según Dios.
«El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?” Él les dijo: “Un enemigo lo ha hecho”. Los criados le preguntaron: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?” Pero él les respondió: “No, que, al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”».
Suplemento del B.O. del Obispado Dep. Legal: CS 971960 Nº 3033
El Papa
de cerca Papa Francisco
Un encuentro posible La búsqueda del rostro de Dios está motivada por el anhelo de un encuentro con el Señor, encuentro personal, un encuentro con su inmenso amor, con su poder que salva. Los doce apóstoles, de quienes nos habla el Evangelio de hoy (cf. Mt 10,1-7), tuvieron la gracia de encontrarlo físicamente en Jesucristo, Hijo de Dios encarnado. Él los llamó por su nombre, uno a uno —lo hemos escuchado—, mirándolos a los ojos; y ellos contemplaron su rostro, escucharon su voz, vieron sus prodigios. El encuentro personal con el Señor, un tiempo de gracia y salvación, lleva a la misión. Jesús les exhortó: «Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos» (v. 7). Encuentro y misión no se separan. Este encuentro personal con Jesucristo también es posible para nosotros, que somos los discípulos del tercer milenio. Cuando buscamos el rostro del Señor, podemos reconocerlo en el rostro de los pobres, de los enfermos, de los abandonados y de los extranjeros que Dios pone en nuestro camino. Y este encuentro también se convierte para nosotros en un tiempo de gracia y salvación, confiriéndonos la misma misión encomendada a los apóstoles.
Homilía en el 7º Aniversario de la visita a Lampedusa. 8 de julio de 2020