KANE

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PORTADA

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KANE Serie Nightwalkers Libro 01.5 Jacquelyn Frank

Kane sabe que Corrine estรก destinada a ser suya... Al igual que sabe que realmente poseer a este encantador ser humano estรก prohibido. Pero en la noche de la luna de Samhain, la bestia en todos los demonios es mรกs fuerte que la razรณn, y el hambre de Kane es mรกs poderosa que cualquier castigo...

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Esta es una historia corta de la serie, la historia de Kane el hermano menor de Jacob estĂĄ situada en ĂŠpoca cronolĂłgica junto al libro de Jacob.

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Índice Prólogo........................................4 Capítulo 1..................................13 Capítulo 2..................................22 Capítulo 3..................................33 Capítulo 4..................................53 Capítulo 5..................................77 Epilogo.......................................89 Agradecimientos........................92

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Prólogo Traducido por Tabitha Corregido por Rhyss

Kane se estaba quemando. Su mente, todos sus sentidos, todo su cuerpo quemando de necesidad y deseo, no se parecía a nada que haya sentido antes. La luna de Samhain iba creciendo, pesada y completa y llegaría a su punto máximo en cuestión de días, pero podría muy bien ejercer su influencia global en este mismo momento, tal era su devastador estado. O tal vez era sólo a causa de ella. Él la siguió durante tres días, en persona o con el poder de su mente, persiguiendo cada uno sus pasos desde el primer momento que puso los ojos en ella. Él era un demonio, una criatura nacida de la noche, nacido con poderes más allá de la comprensión humana. Cada demonio fue favorecido con un elemento específico: Aire, Fuego, Agua, Tierra, el cuerpo o, como en su caso Mente. Era poderoso, capaz de grandes cosas... y aún así siempre más débil que los demás. Los demonios lo llamaban novato. Un niño. Un niño de casi cien años de edad. Tenía sólo dos años para ganarse un poco más de respeto. Entonces sería adulto. No tan profundamente respetado como su hermano mayor, y no estaba ni cerca del antiguo e increíble Gideon, pero sería mejor que ese maldito título de principiante.

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Pero poco le importaba lo que pensaban los otros jóvenes demonios de él, pero por esta hembra joven, esta humana, viviría un cuarto de su vida, ella Ignoraba tantas cosas, ignoraba a los de su clase y de los otros caminantes nocturnos que vivían en las fronteras de su mundo. Tal vez porque era la manera tan despreocupada de vivir su vida. En verdad, estaba marcada con cicatrices emocionales que los demás no se daban cuenta que cargaba, y aún así podría estar viva, tan vibrante como el pelo liso rojo y sus ojos verde brillante con su piel tan clara y pálida Alguien había notado su atractivo. Uno que no era digno. Incluso si ella pensaba que lo era. La criatura torpe estaba pegada a ella casi desde el principio, y sin embargo, ella continuaba reuniéndose con él, tratando de encontrar consuelo en la claridad y la constancia. Kane los seguía a distancia, caminando en un ritmo frenético con la ridícula situación que quemaba su paciencia. Pero había poco que pudiera hacer al respecto. Ella era un ser humano y para él estaba prohibida. Sin duda debería haber dado la vuelta hace días. En caso de haberlo olvidado por completo, mantener el control sobre ella, ya sea cerca o lejos, sólo conduciría a problemas. Y el problema había llegado. Llegó en forma de un ardor en abrumador. Sentimientos salvajes de una lujuria que no podía ser negada. No podía soportar verla del brazo de una criatura inútil un segundo más. Ahora que estaba volando a su lado en una serie de explosiones incontroladas de la tele portación, cada salto lo llevaba más cerca de ella y cada salto dejando tras de sí una explosión cada vez más violenta de humo y azufre. Sus emociones estaban fuera de control y, por tanto, sus poderes también lo estaban. Pero nada de eso importaba. Estaba cerca. Muy cerca. Pronto pondría fin a este fiasco. Arrancaría de su lado al payaso que estaba tratando de llegar a ser dignos de ella.

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Se materializó en las calles de mala muerte de Nueva York, en un destello violento, su poder influenciando apenas la mente de los otros, el camuflaje que creaba una pantalla para evitar el terror cercano. Su bella pelirroja y su supuesto pareja caminando por la calle, completamente ajenos a su presencia. Él los persiguió con rapidez, con los ojos siguiéndolos por todos los rincones oscuros y callejones siguientes. Su disgusto por su compañero se había triplicado. ¿Qué hombre en su sano juicio podría traer una mujer a un lugar como éste? ¿Es que el tonto no se daba cuenta de los peligros que los rodeaban? ¿Era realmente justificable que este pobre hombre pensara honestamente que era capaz de protegerla en caso de peligro? De hecho, incluso mientras pensaba eso, entro en su mente, explorando la mente de ambos. ¡Era sorprendente el hecho de que los pensamientos de él no estuvieran centrados en el tesoro que caminaba a su lado! Todos sus pensamientos y su entusiasmo, estaban centrados en la tonta película que acababan de ver. Al parecer, sus efectos especiales y el director codiciado le llamaron más la atención que chica sensual y única en su especie que llevaba de un brazo. Disgustado, Kane tomó el control de las dos mentes a la vez. Se quedó inmóvil por un momento y luego les oscureció toda la conciencia y la memoria, la mente del macho humano la envió a concentrarse más aun en la película, la que parecía significar mucho para él. Y ahora estaba solo con ella. A pocos pasos de distancia. Sería un juego de niños para que él se le acerque tan plácidamente como si no pasara nada. Ah, pero eso no era lo que él quería. No la quería como una esclava de mente entumecida. Era su espíritu que lo que lo había encantado. Él sólo cambiaría su percepción un poco, sólo para que ella se olvidara de lo que había estado haciendo, lo que le daría una oportunidad para entrar en su vida.

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Pero primero... primero tenía que tocarla. Sólo un momento bendito de contacto. Algo que aliviara este ardor en su interior. Algo que lo calmara un poco y le permitiese pensar correcta y apropiadamente. Kane se acercó a ella, con una mano temblorosa, lo que indicaba que la vibración de la energía, sus sentimientos, su debilidad. La palma de su mano quemaba con anticipación, las espinas bailando por la longitud de sus largos dedos. Su sonrisa era suave y serena. Podría ser cualquier cosa que él quisiera que fuera. Podría estar bendecida, podría estar descontroladamente en éxtasis. Pero se mantuvo bellamente neutral cuando le tocó con las puntas de los dedos lo alto de la curva de su mejilla. Ah, dulce destino. La abrumadora sensación de seguridad y alivio derramándose a través de él era casi dolorosa. Él acunó su rostro contra la palma, preciosa, se enfrentó al torrente de lágrimas de emoción que se reunieron detrás de sus párpados. Ella era la suya. Por fin la tenía en sus manos, cruzó la línea y, a pesar de todas las advertencias que recibió toda su vida, nadie llegó a asesinarlo. ¿Qué había de sangriento en eso? Sí, era humana y él era un demonio, ¿Pero que había de diferente? ¿Ambos eran de carne y hueso? ¿Es que ansiaba tanto la presencia de alguien especial... una pasión que ciega el alma? El mundo estaba llegando a su final ¡Y esto era sólo el principio! Y luego un ejecutor llegó al lugar. Con el chasquido de luz mágica, fue revelado, era como un tigre en una jaula, Jacob, el ejecutor se presentó ante él. Pavor y espanto cayó sobre Kane de todos lados, el choque repentino, de pie, cara a cara con su hermano mayor, llegando a él como un golpe. Este era Jacob, estaba en su forma más temible… El más terrible. Sí, seguía siendo el mismo hermano con el que había crecido y amado toda su vida, pero este era Jacob, el cual ningún demonio quería cruzarse, porque este demonio era la ley. Este era el ejecutor. Y venía a castigar a Kane.

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La garganta de Kane se secó repentina y brutalmente, su corazón estaba un poco aprensivo tenía que confesar: el miedo. El castigo que iba a recibir era el más grave que un Demonio podría enfrentar, casi como ser condenado a muerte. Su mano se apartó de la mejilla de la pelirroja como si hubiera sufrido una quemadura y se rompió su concentración. Ella parpadeó de repente, consciente de que estaba colocada entre dos hombres extraños y no tenía la menor idea de cómo había llegado allí. ─ Toma posesión de su mente, Kane. No dejes que las cosas se pongan peor por el miedo. Kane obedeció al instante y ella se relajó. La tranquilidad y belleza volvieron a su rostro, fue suficiente para distraer la atención e incluso la pena que sentía por Jacob. Se maravilló ante la mirada suave y dulce con la que se veía. Sabía que su mente y su naturaleza se combinada en su mirada. Fue apenas la mirada fría de su hermano la que le impidió tocarla de nuevo. ─ Jacob, ¿Qué te trae por aquí en una noche como esta? ─ Le espetó, sin poder pensar en nada más que decir. Después de todo, eran hermanos de sangre. ¿Si Jacob le daría a alguien un pase, no sería para él? ─ ¿Sabes por qué estoy aquí? ─ dijo el ejecutor, sus pensamientos directamente a la raíz en un tono frío y la voz disciplinada, Kane advirtió que no era para poner a prueba su temple. ─ Pues, tal vez no ─ admitió Kane. Y, sin embargo, el peligro inmediato no parecía llegar a descansar de ella. Él estaba usando todo su poder para mantenerse lejos y no tocarla de nuevo. Incluso pareciendo un poco más culpable de lo que realmente se sentía, bajó su mirada a la acera manchada, sucia y metió las manos en los bolsillos. Agarró el forro de tela dentro de los bolsillos y se obligó a detenerlo. ─ Yo no iba a hacer nada. Yo estaba solo... inquieto.

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─ Lo sé. ¿Entonces pensaste en seducir a esta mujer para apaciguar a tus preocupaciones? ─ Jacob preguntó sin rodeos cruzando los brazos sobre el pecho. Su actitud era la de un padre regañando a un niño desobediente. La idea podría parecer divertida, teniendo en cuenta el hecho de que Kane estaba a punto de entrar en su segundo siglo de vida, pero el problema era grave. ─ Yo no le haría daño, ─ protestó Kane. Él nunca le haría daño a ella. Era preciosa. Era todo. Él la amaba tan profunda e intensamente como podía. ─ ¿No? ─ Preguntó Jacob, su sarcasmo demasiado obvio. ─ Y ¿Qué? ¿Le pedirías educadamente si podías visitarla con el salvajismo de la naturaleza presente en ti? ¿Como funcionaria, exactamente? Kane cayó en un silencio obstinado. Sabía que el ejecutor había leído sus intenciones desde que decidió perseguir a su presa. Los argumentos y las negaciones no harían sino empeorar la situación. Más allá de que las pruebas incriminatorias de su transgresión estaba entre ellos. Por un momento, breve y apasionado, los pensamientos de Kane estaban llenos de la imagen mental de lo que podría haber ocurrido. Él suprimió un estremecimiento de respuesta pecaminosa, con sus ojos sobre la mujer. Estaba tan serena delante de él. Si Jacob no fuera molestamente perfecto y hubiese aparecido en la escena media hora más tarde... ─ Kane, este es un momento difícil para nuestro pueblo. Eres muy susceptible a estos deseos básicos como cualquier otro demonio, ─ dijo el Ejecutor con implacable determinación. Era como si Jacob fuese el único que podía leer la mente de Kane, y no viceversa. ─ Sin embargo, estas a sólo dos años de convertirte en un adulto. No puedo creer que me hayas hecho que te persiga como un joven inmaduro. ─ Ahí estaba. La palabra de nuevo. Ese... vocablo. ─ Piensa en lo que podría estar haciendo, si no estuviese aquí para salvarte de ti mismo.

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El comentario fue como una patada en el culo, y dolía. Dulce destino, era verdad. Era próximo a Samhain y su hermano Jacob estaría sobrecargado por sus responsabilidades de manera más que la de costumbre. Lo último que necesitaba era correr detrás de su hermano como si fuese un bebé. Jacob nunca pidió su manto de responsabilidad. Él la heredó abrupta e inesperadamente cuando su hermano mayor, Adam, desapareció y fue dado por muerto a manos de algún nigromante nefasto con un hechizo de convocación muchos siglos atrás. Jacob perdió a un hermano amado y heredó una obligación pesada, al mismo tiempo. Ahora era el paria de su pueblo. Un mal necesario, por así decirlo. Como el tipo de la División de Asuntos internos de la policía humana. Se necesitaban, eran miembros de la misma hermandad, pero, ¡Oh! eran despreciados. ─ Lo siento, Jacob, realmente lo siento ─ dijo al fin. Kane se sintió avergonzado de la posición en que puso a su amado hermano. En realidad estaba sorprendido de no pensar en las consecuencias de sus acciones y en cómo afectaban a Jacob. Miró a la luna de Samhain y sabía que era donde pertenecía la culpa. La garganta de Kane se cerró con un agudo sentido de remordimiento que acuchilló a través de él. Era como si el miedo abrumador fluyera en él. Había traicionado la santidad de sus leyes, y recibiría un castigo por ello. Un castigo ante el cual una especie entera contenía la respiración y mantenía la distancia del protagonista. Kane de pronto fue consciente del peso que implicaba la posición de Jacob, lo que provocó un dolor de profundo pesar en su corazón. ─ Vas a enviar a esta mujer a su casa de manera segura a reunirse con su compañero y asegúrate de que no recuerde nada de tu mal comportamiento ─ Jacob le instruyo en tono bajo. ─ A continuación, volverás a casa. Tu castigo vendrá más tarde.

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─ Pero no hice nada ─ protestó Kane, un rápido aumento de miedo inevitable a su objeción. ─ Tendrás que hacerlo Kane. No hacerlo, es mentirte a ti mismo al respecto. No trates de convencerme que soy el villano como los otros tratan de hacerme sentir. Esto sólo hará que nos causemos más dolor. Kane reconoció la verdad con una nueva ola de sentimiento de culpa. Suspirando resueltamente, cerró los ojos y se centró en el todo por sólo un segundo. Momentos después, la escolta de la pelirroja llegó del otro lado de la calle con una sonrisa y una invitación a ella. ─ ¡Hey! ¿Dónde estabas? ¡Doblé la esquina y de repente no estabas allí! ─ Lo siento. Yo estaba distraída por algo y no me di cuenta de que habías desaparecido, Charlie. Charlie estiró el brazo a su compañera, y completamente ajeno a los dos demonios, se la llevó, hablando sin cesar sobre esa película que estaba tan emocionado de ver. Kane se estaba poniendo de los nervios de tener que escucharlo, lo que provocó la sensación de gritarle a su sangre por permitir que fuera con él. Pero ¿Qué otra cosa podía hacer? Tenía prohibido luchar contra él, si trataba de hacerlo de otra manera. ¡Oh, dulce destino! ¿Luchar contra con el Ejecutor? Incluso Gideon no había sido capaz de ganar una lucha en contra del poderoso hermano de Kane. ─ Bien. ─ elogió Jacob a Kane, sin saber cómo el joven tuvo que luchar para dejarla ir a la noche peligrosa con una compañía que no la apreciar por lo maravillosa que era. Kane suspiró. Nada de ello le hizo sentirse mejor. Ni la posición que estaba en ese momento, y desde luego, no tener que volver a ver a ese payaso inepto que no sabía nada de lo preciosa que ella era ... dolorosamente bella, podía hacer que un hombre sintiera su mera presencia en una habitación.

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─ Ella es tan bonita. ¿Viste esa sonrisa? Todo lo que podía pensar era lo mucho que quería verla sonreír cuando... ─ Kane se encontró con la mirada del Ejecutor. Él no tenía la intención de hablar en voz alta. No quería confesarle a su hermano. Oh, nada iba a cambiar lo inevitable de las consecuencias que vendrían, pero no había nada santo en lo que sentía por la pelirroja humana. Era privado. No hay nada que compartir con los demás. ─ Nunca… pensé que esto me ocurriría a mí, Jacob. Me tienes que creer. Kane no quería que Jacob pensara que no tenía un propósito trayéndolo a este pasaje. Él amaba a su hermano. Lo sé. ─ Jacob vaciló por un momento, en primer lugar le hizo evidente a Kane que se trataba de una lucha terrible para él, no importaba lo bien que proyectaba lo contrario. –No te preocupes, Kane. Yo sé quién eres en realidad. Sé que esta maldición es difícil para nosotros luchar. Ahora ─ dijo, su tono de vuelta a los negocios ─ por favor vuelve a casa. Vas a encontrar a Abram esperando por ti. Esta vez, Kane empujó el temor en el interior. Lo hizo debido a Jacob, a sabiendas de cuán profundamente esta situación dañaba a su hermano mayor, incluso aunque el Ejecutor guardara sus pensamientos de Kane. ─ Debes cumplir con tu deber como lo harías con cualquier persona. Yo entiendo esto, Jacob. Kane lanzó al Ejecutor un pequeño asentimiento. Después de un breve vistazo para asegurarse que no eran observados, explotó en una ráfaga de humo y azufre que lo teletransportó. Le tomó cada fibra de control que pudo reunir, por no desviar el curso que Jacob exigió de él.

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Capítulo 1 Traducido por Rhyss Corregido por Rhyss

A gonía. Dulce y amarga a la vez, que corría por su sangre, estirando cada músculo y reduciendo su control al más delgado de los hilos. Tragándose un gemido, no sea que los demás lo escucharan, se inclinó hacia adelante en su silla y apoyó los codos en las rodillas vestidas de mezclilla. Esto era intolerable. Era una receta para el desastre y la devastación. A este ritmo, la carrera y golpeteo de su corazón no podría soportar la tensión durante todas las horas que se extendían ante él. Paz, susurró en su propia mente, encontrar la paz. en ella un momento. Aquí estaba, a su lado, donde nunca volver a estar. Pensó que nunca se permitiría estar a kilómetros de ella otra vez, y sin embargo ahora alcanzarla y tocar su...

Pensó pensó pocos podía

Pero no se atrevió a acercarse a la forma inconsciente de la mujer en la cama cercana. Estaba aterrorizado de que si él comenzaba a tocarla no sería capaz de obligarse a parar. La fiebre hirviendo en su sangre era lo que hacía su miedo tan verdadero. Era una advertencia a la que debía prestar

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atención. No importa lo que sea. No importa lo tentadora que fuera esa figura para él. No era su belleza o esbeltez lo que lo cautivó, o incluso el brillo en espirales de fuego en su cabello rizado. Lo primero había sido muerto de hambre y drenado lejos de ella por una terrible enfermedad y lo último había sido disminuido por culpa de lo mismo. Sin embargo, cada vez que la miraba, todo lo que podía ver era la vibrante belleza de ojos verdes que había estado a escasos centímetros de distancia de él, a su alcance, una criatura sensual, vital y hermosa, incomparable. Él había continuado tocándola. Por un instante, el conocimiento de que había sido herida de muerte a través de él lo atravesó como una lanza asesina, había conocido la sensación de su refinada piel pálida y se le prohibió el calor humano. Ella se había quemado en contra de sus dedos, como el butano encendido, quemando tan dulce claro y limpiamente. Ese solo toque había sido como una sentencia de muerte para ella. Kane se consumió en el dolor que poco tenía que ver con el crepitante fuego de la luna llena de Samhain en su sangre. Oh, sí, con la maldición de la luna, la locura se había desatado a través de él de manera agonizante antes, una lucha entre la moral y la conciencia que cada demonio, hombre o mujer, joven o viejo, tuvo que luchar cada vez que las lunas de Samhain y Beltane dieron la vuelta completa, pero nunca antes había cruzado las fronteras y roto las leyes para alcanzar y tocar a una mujer humana. Una mujer humana. ─ Corrine. Kane susurró su nombre con una voz ronca, probando su derecho recién descubierto para hablar... justo cuando estaba tan sorprendido de poder estar a su lado. La idea misma era tan

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desconcertante. Hacía ya una semana que la había acechado y debidamente situado detrás de la línea prohibida que él había cruzado. Pero ahora... Ahora una nueva verdad se conocía. Una nueva comprensión. Tal vez había sido una locura la que había alimentado su búsqueda de ella, tal vez fue la maldición la que le había obligado a romper la ley de los Demon... o tal vez había sido el destino. Tal vez no había acechado presas al azar en absoluto, sino que había sido impulsado por una verdad única y nítida. Ella estaba destinada a ser suya. Una verdad de la que se conocía solo ahora. Un simple toque de su mano había despertado un cambio dentro de esta mujer humana que no era del todo humana. El ADN Druida dormido, el complemento perfecto para su genética de demonio, había despertado en su interior como una venganza. La reacción fue volátil y exigente, necesitando potencia y energía para completar la conversión. Poder que simplemente no tenían las formas simples de vida humana. Era su poder, el cambio necesario para alimentarla. Suya y sólo suya. Ningún otro demonio podría. Ningún otro hombre podría. Era su poder abundante y complementario lo que se necesitaba para alimentar su existencia a partir de ahora y hasta el día en que uno de ellos muriera. Y debido a que había sido controlado por el Enfoncer, Kane no habia estado allí para proporcionarle la energía que necesitaba tan desesperadamente. El resultado fue la muerte por inanición de lo que alguna vez había sido una belleza vibrante y una sensualidad espectacular, dejando tras de sí una pálida, gris y frágil muchacha que ahora se tambaleaba al borde del precipicio entre la vida y la muerte. Si él diera un paso demasiado lejos de ella tan solo por un momento, podría muy bien ser el paso que la metería de lleno en ese acantilado.

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Así que aquí se quedó, sentado al alcance de ella, mirando cómo había sido devastada a causa de su ignorancia de lo que era. Pero él la había reconocido. Algún instinto lo había llamado desde sus profundidades, exigiendo que tomara lo que estaba destinado a ser suyo. Había estado tan seguro de ello, por lo que determinó que era suya a pesar de que estaba en contra de todo lo que su hermano le había enseñado a creer. Kane había sabido que iba a ser suya. Sólo deseaba que no hubiera significado tal daño brutal para que esto le quedara claro a todos los demás. Casi tanto como deseaba poder controlar el fuego de ardiente necesidad que quemaba hasta su última célula. Se le llamaba imprimación, lo que había entre ellos. A pesar de que era una conexión muy rara entre dos Demon, él estaba muy familiarizado con la tradición de la unión simbiótica. Cada Demonio lo estaba. Era algo que todos los Demon anhelaban al igual que todos los hombres y mujeres jóvenes anhelaban almas gemelas y el amor verdadero. Kane pasó una mano por el cabello húmedo de ébano, los rizos ya revueltos lamiendo alrededor de sus dedos con una pegajosa determinación que hacía juego con la culpa que recorría profunda y dolorosa dentro de él. La imprimación era un acontecimiento sagrado, la conexión final entre dos almas que se complementaban. La pareja involucrada comenzaba a intercambiarse las esencias de sí mismos desde el instante en que se tocaban. Entre los Demon era el vínculo emocional y espiritual, el que los entrelazaba uniéndolos, pero con Kane y Corrine lo físico había sido crucial. Se suponía que debía proveer para ella y protegerla, mantenerla a salvo, fuerte y atesorada. Era su derecho...era su deber. El destino le había regalado a ella, su compañera, y si hubiera...

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Casi la había destruido. Él la había llevado casi hasta el borde de la muerte. Kane no podía soportar la idea y el frio incluso le envolvía el estómago. La sensación de culpa poderosa se fue preparando y le dio la bienvenida. Era lo único que enfriaba la llamada de fuego de Samhain en su sangre. Debido a que nada se interponía entre los imprimados en la noche de Samhain. En esta noche, por encima de todas las demás, serían conducidos a los brazos de los demás. La demanda para aparearse, sería imperativa, imposible de ignorar. Pero su compañera yacía inconsciente e inaccesible. Él no podía tocarla... y no podía alejarse de ella. Sólo su energía esencial podía revivirla de este estado de limbo de la Muerte, y debía estar cerca para acudir en su ayuda. Sin embargo, con la locura de la luna Sagrada gritando en su cabeza, le estaba tomando toda su disciplina poder evitar estrecharla contra sí mismo, para no hacer lo inimaginable a una chica débil e indefensa. Kane estaba literalmente en el infierno.

Jacob vio a su hermano en tensión desde el pasillo exterior, como si telepáticamente hablando, una flecha luminosa lo apuntara y le hiciera ver la primaria preocupación que sentía. Tan recientemente imprimado con Isabella, la hermana de sangre de Corrine, fácilmente podía sentir la lucha con la que su hermano estaba lidiando. Era gracias a su control mental que el joven podía mantenerse sentado allí con tanta determinación. Como un demonio de la Tierra, Jacob no tenía acceso a los pensamientos o las emociones de los demás, esas eran las habilidades de los Demon mentales como Kane. Sin embargo, sabía reconocer muy bien el olor de un animal de sangre caliente infundido con la necesidad de la lujuria. La fuerza mística de la luna de Samhain finalmente le arrebato el control a distancia de su hermano... así como le arrebataba su

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propio control, y le obligaba a apresurarse a donde Bella lo esperaba con las armas. ─ No lo hará, ─ dijo en voz baja a su compañero. ─ No, ─ el Rey Demonio, Noah, estuvo de acuerdo mientras miraba con gravedad hacia el dormitorio. ─ Es demasiado joven, como mucho. ─ Soy un anciano de gran poder y control, y no creo que yo pudiera mantenerme lejos de Isabella esta noche, incluso si ella estuviera tan cerca de la muerte, antes que yo, ─ Jacob gruñó en férrea defensa de su hermano. Era una verdad que entristecía y amargaba al Enfoncer admitir. Cualquier hombre respetable se horrorizaría incluso de pensar siquiera en utilizar sexualmente a su compañera cuando este se encontraba herido o enfermo, pero dentro de todos los Demon había una bestia que podría degenerar en algo incontrolable en raras ocasiones. Esas ocasiones siempre parecieron centrarse en torno a las condiciones volátiles y emocionales de la lujuria, la ira, la posesividad y el proteccionismo. Y era siempre peor en Samhain y Beltane. ─ Dulce destino, ─ el rey maldijo en voz baja. ─ ¡Me enfurece pensar que hemos evolucionado tan poco que nos veríamos obligados a algo que equivale a la violación con el fin de satisfacer una necesidad biológica! ─ De acuerdo. Pero esto es una necesidad que debe ser mutua. Debía ser entre inmortales tan poderosos y dinámicos que cosas como una enfermedad nunca formarían parte de la ecuación. Es imperativo no tener en cuenta que una pareja puede no ser apta para el apareamiento y que no nos da un control consciente sobre nosotros mismos en esa instancia. Noah ya lo sabía y era evidente en su suspiro tenso. El Rey Demonio era el descendiente de uno de los Demon “oh tan raramente imprimados” que se habían producido en su historia. Había visto cómo sus padres fueron conducidos el uno sobre el

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otro a diario, conectados más allá de su ámbito de entendimiento, y él siempre había sabido que Samhain y Beltane significaba que no tendría acceso a sus padres cuando ellos mismos se alejaban de todo el mundo con el fin de disfrutar el uno del otro. No importaba lo que sucediera. Si hubieran estado discutiendo durante días o enojados el uno con el otro, se veían obligados a poner sus diferencias a un lado y centrarse sólo en la necesidad de satisfacer la demanda de la naturaleza para aparearse. Era un plan casi infalible que pretendía mantener siempre la población Demon prosperando en esta tierra. Esta noche fue un ejemplo del problema con este horrible plan. Noah bajó la voz hasta el más mínimo susurro de la respiración. ─ Vamos a tener que atarlo. ─ Vamos a tener que hacer algo más que eso, o simplemente podría teletransportarse libremente de las ataduras, ─ Jacob señaló con gravedad, sintiendo la enfermiza sensación de que estaba conspirando para atrapar a su hermano en un infierno en la tierra. ─ Y vamos a tener que mantenerlo firmemente a su lado. Demasiada distancia y ella morirá. Sin duda ya debería estar muerta. Sólo su presencia la mantiene a salvo por ahora. Con un poco de tiempo no será un peligro tan inminente para ella. ─ Me gustaría poder decir lo mismo de mi hermano, ─ respondió Jacob, frotando la dolorosa tensión en el cuello. Apenas podía pensar, su mente se debatía con las necesidades de los demás. No era su novia, con quien estaba compartiendo una conexión telepática exclusiva, quien le inundaba con temor por la vida de su hermana mientras esperaba en la planta baja del salón. En la otra cara de la moneda estaba la imprimación que le exigía que se reunieran pronto. Muy pronto. No, era su preocupación por Kane y el estrés de saber que otros druidas

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como Corrine habían tenido horribles muertes que él había causado sin darse cuenta con su trabajo como ejecutor y al mantener lejos de los seres humanos a los Demon, sin darse cuenta de que había algunos con ADN Druida que llamaban a un demonio en particular, a ellos. Y una vez que se tocaban... Y él siempre se aseguraba de esperar hasta que se tocaran. Una vez que el transgresor Demon tocaba a la víctima humana, era una prueba irrefutable de que él o ella habían cruzado la línea. ─ Mejor esto que la alternativa, ─ Noah remarcó consciente de cómo la mirada jade y gris se tornaba grave y seria sobre él. ─ Será mejor que seguir adelante con ella. Usaremos a Legna para contener su necesidad y su capacidad de teletransportarse por el momento. Ella es lo suficientemente fuerte para dominarlo, me parece. Pero creo que finalmente debería ser su Siddah a quien está unido a largo plazo. Él estará en mejores condiciones para perdonar a aquellos de nosotros que ama mucho más fácilmente que aquellos que son menos íntimos con él. ─ Supongo que lo veremos, ─ respondió Jacob. En verdad, Jacob no podía imaginar cómo su hermano iba a ser capaz de perdonarle por poner a la compañera destinada de Kane en un peligro tan horrible. La ignorancia no era ninguna excusa en la mente de Jacob. En todos estos siglos como ejecutor, ¿Por qué ni una vez se le ocurrió cuestionar sus funciones? ¿Por qué nunca pensó que mirar más allá de las responsabilidades de recaían sobre él? ¿Y por qué él fue el primero en ser recompensado con la increíble belleza que le quitaba el aliento con la imprimación de un demonio y una humano/hibrida Druida? Después de destruir innumerables veces las oportunidades de otros de conocer la misma bendición, aun sin darse cuenta, ¿Por qué ahora iba a ser el primero en encontrar esa alegría?

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Irónicamente, fue la comodidad calmante de la voz de su compañera en su mente la que le ayudó a aliviar su culpa y lo puso a descansar.

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Capítulo 2 Traducido por Rhyss Corregido por Rhyss

C orrine se despertó muy lentamente. Nunca había sido rápida para despertarse. Siempre había odiado las mañanas. Si, eran necesarias, como ir a trabajar y la responsabilidad de pagar el alquiler, simplemente odiaba motivarse a salir de las sábanas cálidas y agradables y meterse en la ducha. Con su trabajo y los sábados y domingos de ocio ella era una chica feliz. Era tan opuesta a su hermana odiosamente enérgica y motivada de manera eficiente para conseguir lo que quería. Especialmente cuando se trataba de los fines de semana de Corrine. Pero ya que Isabella no estaba allí para preparar el café, despertarla y agitarlo debajo de su nariz, Corrine había asumido que era fin de semana. Yay. Ella abrió un parpado y lo cerró de inmediato cuando vislumbro la luz del sol. Gimiendo con angustia y rechazo, Corrine enterraba su cara de nuevo en su mullida y súper blanda almohada. Luego se volvió y trató de acurrucarse en una pelota resistiéndose a levantarse.

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No fue hasta que se golpeó una rodilla contra un cuerpo caliente, que claramente se dio cuenta de que no estaba sola en su cama. Eso despertó a Corrine como ninguna otra cosa podría haberlo logrado. Ella salió disparada en posición vertical, una ráfaga de aire frío la envolvió, haciéndola darse cuenta de que estaba con el culo al aire, mientras entornaba los ojos contra la luz fuerte a su alrededor. Sólo le hizo falta un momento para concentrarse, pero tan pronto como lo hizo, su quijada cayó hasta el punto de hacer crujir su mandíbula. Ahora estaba mirando con incredulidad al hombre... sí, definitivamente era un hombre y no había ninguna maldita duda respecto a que... esta era su cama. Bueno, espera. No era su cama. ¿Era su cama? Su cama era baja y lacada, esta simplemente, se trataba de un monstruo de cuatro postes hecha de lo que probablemente era un tipo extinto de roble y tenía decenas de imágenes de esclavos talladas en ella o algo así. Corrine desestimó esa idea de inmediato, porque sólo podía concentrarse en el cuerpo absolutamente asombroso que estaba a su lado. Oh. Eso no era correcto. ¡Estaba atado a su lado de la cama! Esto obligó a la mente de Corrine a correr locamente en busca de algún tipo de explicación que tuviera sentido. Se emborrachó, recogió a un cuerazo al que le gustaban los juegos de sogas, y se desmayó antes de desatarlo. Eso explicaría todo, pensó con una especie de satisfacción histérica. Sólo que ella no se excedía nunca. No desde la universidad y el tiempo en que ella había... Bueno, ella había aprendido la lección y nunca había querido saber de nuevo lo que se sentía al despertar perdida y confundida con las consecuencias de las malas decisiones. Algo así como se estaba sintiendo en ese momento.

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Corrine se mordió el labio con observaba a la bestia sexy junto a ella. cintura para arriba, sin duda encajaba Esbelto y atlético y aunque era grueso, músculos bien contorneados.

ansiedad mientras Desnudo desde la en la descripción. estaba cubierto de

Los músculos tensos ondearon sobre los grilletes alrededor de cada una de sus muñecas, apretados con tanta fuerza que sus nudillos rosaban el cabecero. Gruesos puños con grilletes en cada antebrazo y enganchados a unas gruesas cadenas de acero que desaparecían en un compartimento oculto en la pared. ¡Un muro de hormigón y piedra solida! Era como si el cemento hubiera sido derramado sobre las cadenas, mientras que el edificio estaba siendo creado. Bueno, eso era demasiado atrevido para ella. Corrine se alejó de su semental encadenado, sus ojos estudiaron la madera en bruto, el cabecero roto, la madera desgarrada con un color blanco amarillento en las grietas. Las astillas sobre su cabeza y dispersas a través de la ropa de cama como testimonio de haber luchado con violencia en contra de su esclavitud. ¿Qué demonios estaba pasando aquí? Corrine quería saber esto mientras observaba sus hombros extremadamente amplios, incluso a pesar de su incómoda situación de cautiverio. Su hermoso rostro era tan clásicamente hermoso, de una manera muy oscura y románica, lo que era absolutamente fascinante. Gruesas cejas oscuras, distintas una de la otra y con una curva en forma elegante, parecía apuntar hacia abajo, hacia el filo de su nariz. ¿Los labios esculpidos estaban apretados, como si le doliera incluso mientras dormía...? ¿Dios, estaba dormido? ¿O estaba inconsciente? Los ojos de Corrine se clavaron a través de la capa de vello oscuro que surcaba su piel y se reducía hasta formar una sola linea desde su ombligo y más allá. No fue hasta que pudo ver su vientre al descubierto que ella se dio cuenta de su piel oscura bañada en transpiración. Ella le reevaluado para

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verificar daños, desde los puntos de la cadera hasta el pelo de ébano rizado de la frente. Cuando determinó que tenía algún tipo de fiebre o estaba sufriendo algún tipo de dolor, siguió su mirada a la deriva por el pantalón denim que envolvía sus muslos y las pantorrillas, el se desvanecía, el material era tan ajustado que dejaba muy poco a la imaginación. Corrine traslado su mirada lejos de la bragueta y echó un vistazo a los tobillos. Inspeccionando las cadenas cerradas alrededor de ellos, la cantidad de metal que subía casi hasta la mitad de las pantorrillas, lo que pudo ver cuando se atrevió a coger delicadamente el dobladillo de sus pantalones vaqueros con un solo dedo. El pie de cama estaba tan dañado como la cabecera, con tiras de madera por todas partes allí también. Cuando se giró con cuidado para mirar por encima de la cama, se encontró con que esas cadenas se hundían directamente en el suelo de piedra tal como lo hacían en de la pared de la cabecera de la cama. Sólo que esta vez había dos cadenas por las piernas, como si alguien hubiera pensado que una cadena no sería suficiente para retenerlo. No, ella nunca habría accedido a algo como esto. Y a juzgar por la cantidad de sangre que manchaba las esposas y sus pantalones vaqueros, él no había querido formar parte de ello tampoco. Fue atado como una especie de animal peligroso. Corrine luchó contra su impulso compasivo por alcanzar y tocar su rostro, que estaba vibrando con espasmos nerviosos, como si estuviera luchando aun en su sueño. ¿Y si era peligroso? ¿Qué pasaba si ellos habían sido secuestrados o algo así y arrojados a... en... en la guarida de un león? ¿Era una especie de asesino? ¿Una especie de Hannibal Lecter con la necesidad de tomarse como aperitivo a una pelirroja?

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Cuando unos audaces ojos azules aparecieron de repente en la cara que estaba mirando, Corrine chilló por la terrible sorpresa. Ella reaccionó, tirando las sábanas alrededor de su cuerpo incluso mientras luchaba por llegar al borde de la cama que era condenadamente demasiado grande. No fue hasta que tropezó en el esfuerzo por hacer una salida apresurada de la cama que ella realmente comenzó a sentir la debilidad en las extremidades y la lentitud de sus reacciones. ¡Corrine! ¡Detente! El profundo y vibrante grito resonó en el interior de la cabeza de Corrine. El pánico puro y la incredulidad hicieron que se congelara donde estaba, de rodillas en la cama. Ella lo había estado observando cada segundo y sabía a ciencia cierta que no había abierto la boca para hablar. Sus ojos asustados escaneaban la habitación, en busca de otra fuente para la voz. Tenía que ser algo... algo distinto de lo que había sentido. Buscó un altavoz, una especie de dispositivo de comunicaciones, pero no había nada que pudiera ver. Nada en todo el lugar. Atraída por esos ojos azul intenso, comenzó a temblar cuando su gran cuerpo se movió, apretando mucho más sus ataduras. No tengas miedo de mí, Corrine. La mandíbula de Corrine cayó abierta nuevamente. Esos labios sensuales no se habían movido una pizca, pero estaba muy claro debido a la expresión de profunda culpabilidad que podía ver en sus ojos implorantes que fue él quien hizo la declaración. Ella se sentó allí durante casi un minuto, lista para huir y llena de confusión. Ella tenía que estar fuera de su mente. ¿Tal vez era el efecto de alguna droga que algún hijo de puta había deslizado en su bebida? ─ ¿Qué demonios está pasando aquí? ─ exigió saber, el tono de su voz poco más que un gruñido.

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Entonces el hijo de puta tuvo la osadía de sonreír. Y de alguna manera, tal vez por años de experiencia con este tipo de reacción, ella sólo sabía que estaba cargada con condescendencia. El sonó como un anciano ─ temperamento de las pelirrojas!

¡Aww,

qué

lindo, el

Posó sobre él una rápida e iracunda mirada, cargada de desprecio. Eso duró un segundo, porque una vez que se posó más allá de la línea de su cintura se dio cuenta de que estaba... ¡Mierda! Ella abrió la boca cuando se dio cuenta que estaba totalmente excitado. Dios, por favor, dime que eso no es una erección, porque si lo fuera podría tener que quedarse a pensar en esto por un momento. El prisionero de Corrine estalló en carcajadas, descansando la cabeza hacia atrás de modo que el sonido rico salía de él y se hacía eco por toda la habitación. Dado que todo el lugar parecía de piedra y roca, el eco era bastante significativo. Pero eso no molestó tanto a Corrine como la conciencia de que había oído sus pensamientos. ¡Él escuchaba sus pensamientos! ¡Él realmente estaba dentro de su cabeza! ¡Oh, no! Pensó con horror. Nadie sabía lo que pasaba en su cabeza, ni siquiera su hermana Isabella. Ella había hecho un verdadero sistema de sus diálogos internos y los editaba antes de que se salieran de sus labios. Bueno, al menos desde la universidad los había interiorizado y editado. Su alegre lengua la había metido en problemas demasiadas veces hasta ese día por lo que había aprendido a moderarse. Y si este hombre realmente podía leer sus pensamientos y hablar dentro de su cabeza, estaba a punto de probar exactamente el por qué de ello.

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Sí, Corrine, puedo leer tu mente... y un día tú también serás capar de leer la mía. ─ ¡El infierno si lo haré! ─ le espetó. ─ ¿Dónde está mi ropa? ¡Voy a salir de este espectáculo de fenómenos en este momento! ─ ¡No, no! Demasiado tarde. Había llegado al borde de la cama y puso sus pies en el suelo. En primer lugar, la cama estaba mucho más lejos del piso de lo que había juzgado y en segundo lugar, a pesar de haber tenido un buen comienzo, sus piernas simplemente se negaron a sostenerla. Ella cayó al suelo dolorosamente en un manojo de extremidades torpes y descoordinadas, lastimándose en muchos lugares. ─ ¡Ay! ─ se quejó en voz alta. ─ ¿Corrine? ─ Su tono fue duro y llena de rabia contenida, pero mezclado también con un evidente temor. Quizás temía por su seguridad. ¿O tal vez tenía miedo de que ella lo dejara atrapado y solo? Corrine se acurruco contra sus piernas por un momento, cerrando los ojos y el dolor en su pecho compitiendo con la ansiedad de su corazón. Pensamientos confusos y preguntas tropezaban unas con las otras en algún lugar de su cabeza. No sabía en qué debía concentrarse en primer lugar. Luchaba por sentirse segura y cómoda, y no menos importante, encontrar la tan ansiada paz mental. Moviéndose lentamente sobre sus rodillas, sosteniéndose a sí misma con las manos, ella trató de conseguir ponerse de pie nuevamente. Poniéndose de rodillas y, jadeando para respirar suavemente inclinada a un lado, Corrine intentaba no ceder a las lágrimas de frustración que llenaban su visión. Estaba confundida y también se dio cuenta de que estaba débil e indefensa por encima de todo.

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─ Corrine... Su voz, aunque alta, está cargada con un suave tono de persuasión, era tan profundo y convincente como lo había sido cuando había sonado en su cabeza. Algo acerca de su voz la ayudó a encontrar el foco, la ayudó a salir de su estado pánico. Ella se centró en él y en su voz, a pesar de que ni siquiera podía ver por encima del límite superior de la cama. La sola sensación de su presencia fue suficiente para sostenerla. ─ ¿Cómo sabes mi nombre? ─ preguntó, su voz sonaba áspera y en desuso. Recordó haber estado enferma. Sí. Ella había llamado a su trabajo para avisar que estaba enferma y no podría ir a trabajar por varios días porque la gripe o algo así había estado pateándole el culo. Ella se había sentido débil y exhausta... algo así como se sentía ahora, sólo que había estado mucho peor. ─ ¿Realmente importa? ─ preguntó. Podía oír el sonido de su movimientos, el ruido metálico de las cadenas de acero provocaron que un escalofrió recorriera su espalda. ─ No, supongo que no, ─ respondió en un susurro entrecortado. También se dio cuenta de que la respuesta era obvia. Si el hombre realmente era un telépata, el habría obtenido su nombre con algún truco mental. ─ Dios, no puedo creer que en realidad este teniendo en cuenta que esto es real. Poco a poco, equilibrándose cuidadosamente sobre las rodillas, agarró el borde del colchón y se irguió hasta que sus ojos y la nariz quedaran por encima de el. Allí estaba él, expuesto y atado como un ganso de Navidad. Estaba observando todos sus movimientos, por supuesto, esos profundos ojos azules fijos e ilegibles en este momento. Su cuerpo entero estaba duro por la tensión y su piel desnuda estaba reluciente de sudor. Parecía que estuviera sintiendo mucho dolor. Recordó la sangre alrededor de sus ataduras y de repente se sintió muy estúpida. Ella no se había detenido incluso a considerar que él probablemente estaba en problemas,

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tanto como ella. Ella sólo había actuado como una niña asustada. ─ Corrine, escúchame con mucha atención, ─ le dijo el prisionero, su tono de voz lleno de convincente persuasión. ─ Debes volver a subir a la cama. Corrine se sentó bruscamente sobre sus talones, exhalando un profundo suspiro de cansancio sacudida lo miró. Bueno, es fácil para ti decirlo. Tú no tiene que escalar una pared de colchones con los brazos como espagueti. No, no, fue la respuesta divertida en lo profundo de su cabeza. Pero si no encuentras una manera de volver a esta cama, sólo te debilitaras y enfermaras más a medida que pase el tiempo. Ya era bastante malo que estuviera escuchando la voz de un hombre en su cabeza, donde no debería oírla, pero escuchar sus amenazas implícitas, eso era la guinda de la torta. Puso su espalda con fuerza contra el colchón y el bastidor, sentándose tercamente en la fría piedra del suelo. Cruzando sus brazos debajo de sus pechos se rindió a la tentación de hacer pucheros con su labio inferior. ─ Se supone que debo creer todo lo que dices porque puedes... puedes... ─ ¿Leer tu mente? ─ ¡Sí! ¡Y no es justo que sepas mi nombre y todo lo que pienso! ¡Yo no sé absolutamente nada acerca de quién eres y si realmente es seguro estar en esa cama contigo! ─ Mi nombre es Kane, ─ Él la interrumpió con el simple anuncio. Luego dijo directamente en su mente. Y si no te metes en esta cama conmigo, vas a morir, Corrine.

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Corrine no podía respirar por la nariz por la risa que tenía. En el acto se transformó en un escandaloso ataque de risa como una muestra del lado más perverso de su sentido del humor. Y si no te metes en esta cama conmigo, vas a morir, Corrine. ─ ¡Escucha, amigo!, ─ lo llamó entre risas, ─ he conocido a un montón de hombres que se creían un regalo de Dios, pero nadie me había dicho antes que meterse en la cama con ellos era una cuestión de vida o muerte ─Ella se rió nuevamente por lo absurdo de sus dichos. Sin embargo se había anotado un punto por su originalidad. ─ ¡Maldita sea, Corrine, ven aquí! ─ ¿O qué?, ─preguntó ella, ─ ¿Qué me vas a hacer esclavo? ¿Sacudir tus cadenas? Podría tomar el control de tu mente, convertirte en un títere y te hare subir a la cama como un perro bien portado, Corrine. Eso es lo que puedo hacer. El miedo frío recorrió lo largo de su pecho y vientre cuando se dio cuenta que estaba diciendo la verdad. ¡Oh, no sabía nada en absoluto acerca de esta rara cosa de la telepatía, pero era un hecho que tenía el poder de hablar en su mente! ¿Por qué no iba a creer que era capaz de hacer lo que decía? Su corazón comenzó acelerarse de nuevo ante la idea de que alguien fuera capaz de tomar el control de ella en una manera tan absoluta. Mirando a su alrededor en una frenética oleada de pánico, buscó la puerta de la habitación. Estaba muy, muy lejos. Parecían ser unos buenos dieciocho pies de distancia. ¡Cristo, la habitación era grande! O tal vez se sentía de esa manera, porque incluso la idea de arrastrarse a través de la piedra dura era agotadora. Corrine se inclinó hacia adelante, con las manos tocando la piedra en un intento de arrastrarse, y de repente hubo una explosión de acero contra acero y el crujido de la madera de la cama.

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─ ¡Corrine, no lo hagas! ¡No me dejes! ¡Maldita sea, que terca eres! ─ ¿Terca? ─ Corrine se sentó sobre los talones, una vez más, volviendo la cabeza para mirar hacia la cama, al hombre dentro de ella. ─ ¡Tú estás encadenado a una cama, idiota! ¡Mi llegada hasta allí para que te haga compañía no nos va a ayudar a ninguno de los dos! Tal vez, si puedo salir de aquí, podría encontrar algo de ayuda y los dos podremos volver a nuestras vidas. ¿A menos, claro, que te guste que te anclaran al suelo? Si ese es el caso, no voy a interferir con tu diversión. ¡Pero a mí me gusta mi vida allá afuera en el mundo libre! ─ Bien. Tomaste tu decisión. Corrine deberían haberse dado cuenta entonces de que no había ni siquiera un indicio de capitulación en sus palabras.

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Capítulo 3 Traducido por Kyra Corregido por Rhyss

C orrine sintió una resolución en su conciencia. Le tomo solo un latido del corazón para darse cuenta de que, no solo estaba de vuelta en la cama con su chico de cautivadores ojos azules, si no que ella estaba acurrucada como un gatito contento sobre su pecho. Ella trato de alejarse de él, pero su cuerpo no respondía a sus demandas. Se sentía agotada y su pelo estaba empapado de sudor como si acabara de correr una especie de maratón. Tenía el trasero desnudo otra vez, sus pechos aplastados entre sus cuerpos. Ella se dio cuenta de lo había hecho. Él había hecho bien amenazando con tomar el control de sus acciones. De alguna manera se había apoderado de su mente y la obligó a volver a la cama con él. En un repentino y terrible pánico, Corrine se pregunto qué, exactamente, él había hecho para hacerla romper empapada de horrible sudor todo su cuerpo. ─ Yo no hice nada, ─ él le espeto con el ceño fruncido. ─ Tú estás críticamente enferma, Corrine. El simple hecho de que tu obstinado pequeño culo este en esta cama es un evento Olímpico. ─ Él dejó caer su cabeza hacia atrás y se quedó mirando el techo, su mandíbula con enojada tensión. ─ Yo no quería que volvieras así, pero tú no me has dejado otra opción. ─ ¿No deje elección? ─ Ella apenas podía oírse. Corrine se dio cuenta de que estaba sin aliento y tan jodidamente cansada

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que ni siquiera podía conseguir enfurecerse. ─ ¿Qué te parece si como elección me dejas sola y me permites hacer lo que decido? ¡No tenías ningún derecho! ─ ¡Yo tenía todo el derecho! ─ él grito repentinamente con su rostro cerca. ─ ¡Si tú solo te quedaras quieta y escucharas durante cinco minutos, entenderías eso! ─ Oh, ¿En serio?─ ella siseo con sarcasmo, deslizándose hacia arriba contra él solo lo suficiente para que estuvieran nariz con nariz. ─ Adelante. Hazme entender ¿Porque estás encadenado a la cama como un perro rabioso y porque crees que es de vida o muerte que me quede contigo? ¡Estoy escuchando! Kane tomó aliento, la impaciencia y el temperamento alimentando su deseo de golpearla con la verdad y utilizarla en su contra. Su mente estaba ciega por una emoción y necesidad que ella no podría entender. Él no debería haber tenido que enroscarse en contacto con ella, pero él no había sido capaz de ayudarse a sí mismo. Él había necesitado tanto su cercanía… oh, demasiado. La sensación de ella, solo el olor de ella le dio una ración de confort, incluso cuando creo las nuevas marcas de tortura. Que ella hubiera pensado lo peor de él enfermó a Kane, que Corrine pensara que había usado su poder sobre su mente para hacerla obedecer a su necesidad de sexo, pero quizás fue porque la idea había, de hecho, cruzado por su mente varias veces. Corrine miro que Kane giraba su cabeza a un lado, ocultando su rostro en contra de sus bíceps por un largo, largo minuto. Su piel casi se sentía viva con la sensación de energía que ella sentía que irradiaba de él dentro de sí misma. Esto le dejo un extraño sabor en su lengua. Incluso en un mar de agotamiento, esto tenía la sensación de algo terriblemente rejuvenecedor. Lentamente la sensación de cansancio adormecido comenzó a desvanecerse y un agudo sentido de percepción lo sustituyo. Una vez más ella comenzó a concientizarse de que él estaba sufriendo una gran cantidad de

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dolor. Ella sintió que estaba centrado físicamente en los lugares donde mordían brutamente las esposas que lo sujetaban, y sin embargo había algo más, algo así como una sinfonía de agonía que irradiaba a través de él de pies a cabeza. Ella se incorporo lo mejor que pudo, presionando las palmas de su mano contra su pecho mientras que lentamente sus ojos caminaban sobre él. Su pelo oscuro estaba húmedo y rizado en una desordenada colección de rulos. Su oscura piel era tan elegante como la suya; todas las venas y vasos debajo de ella estaban distendidos al máximo. Corrine se aclaro la garganta, su ira desapareció cuando ella reconoció que, sea lo que sea, Kane estaba sufriendo. ─ Dime lo que está pasando, ─ ella le pregunto más suavemente esta vez. ─ ¿Por qué estás atrapado de esta manera? ¿Por qué no quieres que encuentre a alguien que te libere? Dios, puedo decir que tú estás sufriendo algún tipo de dolor. ¿Por qué no me dejas ayudarte? Kane la miro, sus nítidos ojos azules calientes con las emociones no expresadas a la que ella no tenía acceso. No a menos que él se dignara a compartirlas con ella. ─ Yo estoy detenido aquí así ─ él tiro de las cadenas ─ porque ahora mismo no puedo confiar en mí. El dolor en el que me encuentro es transitorio. Ya pasará. ─ Ella vio que brevemente apretaba su mandíbula. ─ Yo solo necesito explicarte las cosas, ¿De acuerdo? ─ Él espero hasta que ella asintió. ─ Esto es un tipo especial de… de química, entre tú y yo. En el momento en que tú y yo nos pusimos en contacto el uno con el otro, hizo que algo pasara entre ambos. Nos hizo cambiar en seres simbióticos. Eso significa… ─ Yo sé lo que significa simbiótica, ─ ella interrumpió con aspereza. ─ Yo se que lo sabes, ─ él suspiro. ─ Lo que yo quería decir, es que significa que nosotros dependemos uno del otro

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ahora. Tú te enfermaste, Corrine, porque yo no estaba allí para ayudarte. Casi moriste a causa de ello. Ahora estás débil y apenas puedes funcionar. Tú estabas en estado de coma hasta hace poco tiempo atrás. Y vas a regresar a ese estado si no te mantienes cerca de mí. ─ Espera un minuto… ─ No. Tú no puedes pensar sobre esto ahora. Solo tienes que volver a dormir y descansar. En poco tiempo comenzarás a sentirte mejor y entonces podremos hablar un poco más. Por favor, Corrine, simplemente descansa. Corrine quería quejarse. Ella quería preguntarle sobre cosas como: ¿Cómo él sabía todo eso? ¿Esto era real o sólo una especie de engaño que él realmente creía con esa desconcertante convicción? Y si todo esto hubiera comenzado en el momento que se conocieron ¿Cómo fue que ella había estado enferma desde antes de conocerlo? Pero ninguna de estas preguntas se hizo paso más allá del punto brillante de su mente. Su agotamiento la había atrapado rápidamente y antes de que ella pudiera pensar en luchar en su contra, se deslizo en un sueño profundo, un sueño natural. O al menos eso pensó.

*** ─ Hmm. ─ ¿Qué? ─ Noah levantó la vista de su lectura cuando Abram hizo un sonido especulativo.

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─ Nada en realidad. Sólo, me resulta fascinante ver los errores que los jóvenes tienden a cometer. ─ Si te refieres a Kane, él no es lo que yo llamaría pequeño. Y los errores no son exclusivos de la juventud. ─ Noah frunció el seño sobre eso, pensando en todo lo que había aprendido recientemente acerca de la historia de los Demonio. Hace mil años atrás la raza de los Demonios había estado compuesta en realidad por el compromiso de dos razas. Demonios y Druidas. Ellos habían vivido una existencia simbiótica. Los Demonios no podían conocer el profundo y verdadero amor con un compañero del alma, sin la contrapartida Druida genéticamente perfecta; los Druidas nunca podían conocer su propio poder sin tocar ese perfecto Demonio que le daba nacimiento al mismo. Y, como Kane y Corrine estaban descubriendo, una vez que la conexión está hecha, ellos no pueden sobrevivir separados del otro. Los Druidas se van y mueren dentro de un par de semanas por necesitar la energía del Demonio que los alimenta, y el Demonio sufre dolor por este amor, sufre una incalculable depresión, y usualmente enferman y buscan su fin por su propia mano o simplemente se consumen hasta la muerte. Sin embargo, aun sabiendo esto, hace un milenio atrás los Demonios habían tomado parte activa en la destrucción de la raza Druida. Sólo porque hubo un insulto de un rey hacia el otro rey, ya sea real o imaginario, el Rey Demonio había declarado la guerra a los Druidas. Y ¿Cuál había sido su primer ataque, el más cruel ataque contra su enemigo? Para bloquear a su propio pueblo. Todos los Demonios que habían sido emparejados hasta el momento, habían sido encerrados lejos de sus compañeras Druidas. Las muertes habían sido de miles. El Rey Demonio había acabado con casi la mitad de la población Druida con este acto cruel. Los Druidas sufrieron y murieron de hambre con sus fuentes de energía arrancadas de ellos. Sus amores desgarrados. Y la reacción ante todas esas muertes Druidas

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habían hecho victorioso al Rey Demonio por corto tiempo, porque los Demonios se habían matado en un número incalculable una vez que fueron puestos en libertad. Y los que no se quitaron la vida murieron de corazones y espíritus quebrados en menos de un año. No. Los Demonios no pudieron sobrevivir a la muerte de sus compañeros imprimados mejor de lo que los Druidas podrían sobrevivir. Al final, la población de los Druidas sufrió una completa erradicación genocida. Por lo tanto, no había habido un Druida nacido en mil años. Se habían ido y se habían ido para siempre. De un solo golpe los demonios se habían exiliado al vació, sin amor inmortal. La Imprimación entre demonio y demonio era casi desconocida, aunque en raras ocasiones sucedía. Casos como los propios padres de Noah. Y si, los demonios se casaron, uniéndose entre sí, produciendo descendencia. Pero las relaciones nunca duraban mucho tiempo. Tal vez medio siglo. Tal vez más si tenían suerte. Nunca el tiempo que tendrían si hubiera sido Imprimados. La Imprimación era para siempre. Era exquisita y más allá de toda comparación, ligando profundamente el alma y el corazón. Y así era. O al menos eso pareció por mil años. La verdad parecía ser compleja y simple al mismo tiempo. Los Druidas, al ver la escritura en la pared, habían hecho lo impensable. Se habían escapado de la persecución del demonio y ocultado ellos mismos profundamente entre la infantil raza humana. Habían renunciado a toda esperanza de llegar a saber el poder que se escondía en su sangre, optando por la supervivencia en su lugar. Ellos habían enturbiado su sangre orgullosa con la de los seres humanos salvajes que los rodeaban. Ellos no habían tenido otra opción en ese momento.

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Por lo que todos estos largos siglos más tarde, después de haber conocido tantas desilusiones genéticas, ellos se habían encontrado una vez más con los Demonios que los necesitaban tan desesperadamente. Los Demonios que habían sufrido cerca de la locura dos veces al año y que rápidamente fueron perdiendo todo el control de quien y que eran ellos. Por supuesto la maldición Samhain y Beltane había sido simplemente el postre. Ellos se merecían este horrible polvo radioactivo. Pero tal vez fue su madurez, lo que los convirtió en formas pacíficas y benévolas lo que los había traído a este momento y lugar. Por fin, un Druida había resurgido y se Imprimado con un Ejecutor, de todas las personas. Y he aquí que todo lo que disolvieron, todo lo que enturbiaron... sólo los había hecho más fuertes. Más poderosos. Impresionantes. La hermana de Corrine, Isabella era ahora un Ejecutor también. Ella podía leer el antiguo Demonio y los idiomas de los Druidas como si ella hubiera nacido para eso. Ella luchaba como una máquina, con una habilidad mortal y una fuerza increíble, aunque nunca hubiera sido entrenada para eso. Antes de que ella y Jacob se hubieran cruzado, antes de que se hubieran tocado, ella había sido tranquila, una simple bibliotecaria. Bueno, tal vez eso era una exageración. No había nada de Bella que pudiera ser calificado como simple o tranquilo. Noah sonreía, disfrutando de la nueva influencia de Bella en su vida. En toda su vida. Bella era preciosa y, a pesar de su baja estatura, era gigante en su corazón y su compasión hacia los demás. Ella había tomado su nueva vida como un pato en el agua, había tomado a toda la sociedad Demonio en su corazón. Había abrazado su nueva vida como Druida. Noah no estaba seguro de que sería tan fácil con Corrine. Jacob había tenido la ventaja del tiempo de su lado, la suerte de unos cuantos preciosos días en que él fue capaz de enseñar a

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Bella sobre sí mismo, su raza, y su cultura, y ella le había dado un tiempo precioso para adaptarse a todos los cambios que le ocurrirían. Corrine, sin embargo, había estado muerta de hambre, al borde de la muerte. El volver de eso no sería fácil. Tampoco sería fácil para ella entender por qué ella estaría siempre conectada al hombre atado a su lado. Peor aún, Kane no sería el mejor. La fiebre en su sangre y en su alma lo haría salvaje, lo convertirían en un peligro. ─ Asegúrate de que él sigue estando inmovilizado, ─ Noah le subrayó a Abram, aunque al Demonio de la mente no se le habría ocurrido hacer otra cosa. ─ Y no te preocupes por la fallas en sus acciones. Tengo fe en que los errores de la juventud pueden ser superados y templados en las cosas milagrosas.

*** Esto era tan extraño, que de repente ella supiera que las cosas eran la verdad absoluta y aunque no tenía la más mínima prueba para apoyar su creencia. Más ella lo sabía. Cuando abrió los ojos, ella solo sabía que él la había manipulado para dormir, exactamente del mismo modo en que la había manipulado para volver a estar en la cama con él. Esta vez cuando se despertó, sin embargo, ella no se movió incluso ni la más mínima fracción de un milímetro. Acabo de abrir sus ojos y se quedo en silencio mientras absorbía todo a su alrededor. Aun estaba acostada cómodamente sobre de su pecho, la mejilla apoyada en un impresionante músculo pectoral. Podía sentir los nerviosos pequeños pelos en la mejilla y cosquillas en la nariz así, y cada vez que ella tomaba un respiro se veía

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inundada de su olor… el olor de un fuerte, y sexy hombre caliente se extendía dentro de ella. Dios, es que había sido tanto tiempo desde que había estado íntimamente con un hombre desnudo, simplemente absorbía su presencia. Y aun así, no podía recordar que ningún hombre tuviera tanto poder en su presencia como Kane parecía tener. Él era desconcertante y confuso, todo acerca de toda la situación parecía surrealista y loco, pero en ese momento era como si se hubiera asentado en el nicho perfecto. Era como si ella perteneciera exactamente donde estaba, aunque no estaba muy segura de lo que quería decir. La realización le dio un escalofrió incontrolable, la carne de gallina corriendo por su piel hasta que ella se estremeció, dándose distancia a sí misma. ─ Yo ya sabía que estabas despierta. ─ él dijo, su voz ronca mientras le susurraba sobre su cabeza. Estaba totalmente oscuro, y se pregunto cuánto había estado durmiendo. ─ Solo una o dos horas. Caía la tarde cuando tú te despertaste antes. ─ Bueno, ¿Alguien te ha dicho cuan espeluznante eres?─ le pregunto bruscamente, levantando su barbilla para tratar de verlo en la oscuridad. ─ ¿Cómo haces eso? Ella lo sintió encogerse de hombros, a pesar de su incómoda posición. ─ Yo nací de esa manera. ─ La gente no nace solo de esa manera. No la gente real. Personas imaginarias tal vez, la gente de comics o las personas de las películas de ciencia ficción, pero no personas real. ─ Mi pueblo nace de esta manera. ─ Él la corrigió, un suave énfasis en la forma en que dijo “mi pueblo” haciéndola tomar nota de la distinción. ─ No todos, pero muchos de ellos.

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Sin embargo, ella no pregunto. No estaba segura de estar lista para saber. Corrine se sentó, empujándose contra él al hacerlo, agradeciendo encontrarse con que podía moverse con relativa facilidad. Ella se detuvo un instante, tratando de recordar la disposición de la habitación. Se deslizo a lo largo de su lado con cuidado, y luego se inclino sobre él, la distancia más corta a la lámpara más cercana. Ella se preparo mientras buscaba a tientas el interruptor. Kane tuvo que morderse un gemido de puro deseo cuando la punta de su pecho rozo justo debajo de su nariz. Mientras ella se inclinaba más hacia delante, él podía oler el almizcle delicioso de su sueño calentando la piel. Mejor aún, podía olerse en ella, impreso en ella por las horas dedicadas a yacer juntos. Ah, cada minuto de eso había sido una tortura absoluta, pero había valido la pena tener este dulce resultado. Incluso ahora, mientras que su elegante cuerpo desnudo y obsesionante rozaba contra el suyo burlándose, él trago la agonía de su necesidad y se deleito con los minutos de placer de su calidez y suavidad al estar tan cerca de él. Ella finalmente encontró y descubrió el interruptor de la lámpara. Dado que no era eléctrica, la llama de gas la sorprendió y la hizo retroceder con un grito ahogado. Esa reacción trajo ese mismo pecho delicioso de regreso a través de sus labios y esta vez Kane no pudo resistir la tentación. Él abrió la boca y deslizo la lengua, capturando rápidamente la suave carne de su pezón contra los brotes de su sabor. Corrine chillo por la sorpresa y se sacudió lejos de él, obligando a Kane a maldecir sus manos atadas. Si hubiera tenido la libertad él podría haberla capturado y sujetado contra él. Él podría haber succionado de ella hasta que descartara por completo el impulso de escapar y comenzara, en cambio, a ceder a la virulenta química que sabía que ella había comenzado a sentir. Corrine se aparto de él con torpeza, su doble shock osado cuando sintió una feroz e impresionante inundación de

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sensaciones que estallo en su pecho entero y se incrusto profundamente en el corazón que yacía bajo el. Esa devastadora sensación en si se complicaba una vez más cuando recibió una buena mirada de él. Con los brazos tensos sobre la cabeza y el pecho y el estrecho vientre expuesto, él parecía en cada centímetro la bestia que contenía. Él estaba moviéndose sin cesar, sus caderas se movían intentando inclinarse lejos de ella, pero era una maniobra inútil. Una vez más ella podía ver que estaba descaradamente excitado. El enorme bulto detrás de la tela vaquera no se arrepintió, incluso si el propietario lo estaba un poco más. Corrine no pudo evitar la descarga visceral de calor que se precipito por el centro de su cuerpo y hasta el cuello en sus mejillas. ─ Alto, ─ él raspo de pronto, la suplica ahogándose en el dolor de su necesidad. ─ Deja de mirarme. Deja de pensar… Kane se quejo y Corrine se dio cuenta de repente que sus pensamientos habían comenzado a desviarse y eso él podía leerlo de su mente. Ruborizándose en serio ahora, ella arranco los ojos de él, tapándose la caliente cara con las manos frías y tratando de no reconocer mentalmente las huellas húmedas de excitación que dejaba entre las piernas. ─ Oh, Dios mío, ¿Qué hay de malo en mí? ─ Ella se quedo sin aliento, un tinte de color rojo nervioso extendiéndose por toda su piel clara. Kane no se atrevía a mirar a otro lado, su mirada fija en la luz de la lámpara oscilaba sobre ella, iluminando los caminos de rosa tintados en su piel pálida. Ella se dio la vuelta, buscando, él sintió la sabana que había sido dejada antes en el suelo. Ella quería encubrir la evidencia de su reacción a la química de su Imprimación. Él estaba inmensamente satisfecho cuando ella no la pudo encontrar. Ella sabía que sería estúpido desperdiciar su energía bajando de la cama otra vez, cruzo los brazos desde un hombro al otro, ocultando poco más de los puntos rígidos de sus pezones.

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─ Nada, ─ Kane respondió con su voz en un áspero gruñido.─ Nada está mal contigo. Eres perfecta. Ella se echo a reír, un sonido duro lleno de una amarga negación. “Si eso fuera cierto…” Ella se detuvo, cuando un momento de pánico iluminaba sus ojos. Recordando que tenía acceso a su mente, pero ya era demasiado tarde. ─ Si eso fuera cierto, ─ él termino por ella, ─ entonces tú no estarías sola. ─ Yo… yo no estoy sola, ─ ella negó en silencio, con la cara hacia él. ─ Yo tengo a mi hermana. ─ Corrine, no hay nada de malo en querer un compañero en tu vida, ─ él le dijo. Tal vez fue la infinita compasión en su voz lo que la hizo mirar de nuevo hacia él, pero la vista de sus ojos llenos de lagrimas apuñalo a Kane como un enorme, cuchillo de carnicero. ─ Yo he hecho todo lo que tenía que hacer, ─ dijo ella en voz baja, con un duro sollozo tratando de hacer retroceder sus sentimientos. ─ Fui a la escuela. Tengo una buena carrera. Vivo un estilo de vida fuerte e independiente. Soy buena con otras personas tanto como puedo serlo. Me ocupo de mi familia. Trato tan duro de hacer todo bien… ─ Corrine, la falta de una pareja no tiene nada que ver con algún tipo de tarjeta de puntuación cósmica. No en la forma que piensas, ─ él respondió. ─ El destino no te está castigando para obligarte a estar sola. Muy por el contrario, cariño. El simplemente se asegura que tú estuvieras lista y abierta para cuando tú compañero de verdad llegara. Ella echo hacia atrás los rizos espesos de su enrollado pelo canela fuego y le dio una mirada sucia. ─ Y déjame adivinar. Ese tipo especial que es solo para mí eres tú, ¿Verdad? Que convenientemente maldito para mí que acabo de pasar a tener

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la suerte de estar prisionera a tu lado, ¿Eh? Oh, espera. Eso no es suerte, eso es que tú insistes en que ¡Voy a reventar si me muevo una pulgada de esta cama! ¿Y alguien puede decirme una vez más porque creo que la afirmación es ridícula? Kane la vio retroceder detrás de esta muestra cáustica con un sentimiento de fascinación. Esto era casi suficiente como para hacerle olvidar el deseo insistente de perforar a través de su cuerpo en varias ocasiones. Ella era tan hermosa. Incluso cuando trataba de ser tan espinosa como un cactus, la encontraba completamente hermosa. ─ Porque ─ respondió distraídamente mientras sus ojos caían por propia voluntad por encima de sus curvas desnudas, ─ tú has visto la prueba de ello. Me dejaste y te hizo daño. Te drenaste. Ahora, después de solo un par de horas cerca de mí, eres capaz de sentarte de nuevo. ─ Eso se llama descansar, ─ ella argumento.─ ¡Tú no tienes nada que ver con eso! ─ Oh ¿En serio? ─ ¡Si, de verdad! ─ Entonces demuestra que estoy equivocado. Ven aquí y dame un beso. Corrine lo miro boquiabierta. ─ ¿Y qué diablos es lo que voy a ir a probar, además del hecho de que soy una idiota ingenua? ─ pregunto ella. ─ Ven, bésame y mira. Él observaba divertido como ella debatía su cordura por lo que ella pensaba era una broma, una forma de estafarla con emociones baratas. Él la perdono por pensar tan mal de él. Después de todo, casi no lo conocía. Él, por el contrario, lo sabía todo acerca de ella. Él se había replanteado, la observo,

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leyó su mente, y cazo por ella. No había una sola cosa acerca de ella, ni siquiera el más profundo secreto de ella, del que él no estuviera al tanto. Sabía exactamente quién era, y sabía que ella era todo lo que jamás podría haber soñado. También sabía que él era todo lo que ella había querido. Se acababa de tomar un poco de tiempo para hacerle ver eso. Ella se mordió el labio inferior durante un largo minuto, obligándose a mantener los ojos en su rostro, estudiándolo muy de cerca para tratar de leer que tipo de juego estaba jugando con ella. Después de un minuto hizo un pequeño sonido de disgusto. ─ Bien. Cualquier cosa que flote el barco, es deporte. Yo voy a amar ver como de rápido hablaba de su salida de eso. Con eso, Corrine se deslizo arriba de sus rodillas, se apodero de él con las manos a ambos lado de su rostro, y se inclino hacia delante hasta que estaba a punto de poner su boca contra la suya. Kane ni siquiera se dio cuenta, pero cuando más cerca estaba, más difícil se hacía para él controlar el hambre feroz de Samhain que latía en su cuerpo. Sus manos se enroscaron en puños apretados, tirando de las tensas cadenas con un resquicio de sonido que la hizo levantar la cabeza a sus muñecas atadas. La pequeña sonrisa toco sus labios le dijo que ella estaba disfrutando de su posición de poder sobre él. Pero él no le envidio eso. Las mesas estaban a punto de invertirse. Corrine era súper prudente mientras le tocaba las más mínima superficie de los labios a Kane. Cuando no se movió ni hizo ningún sonido, cuando él ni siquiera parpadeo, ella se atrevió a moverse acercándose más. Su boca era agradable, relajada y suave, carente de cualquier agresión. De alguna manera había esperado que él tratara de presionar sobre ella, tomar el mando de inmediato para tratar de probar algo. Desde luego ella no había esperado que él se encontrara totalmente pasivo y tranquilo mientras ella tentativamente le daba un beso.

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Se echo hacia atrás y levanto una ceja hacia él. Él se rió entre dientes, un sonido corto y claramente burlón. ─ ¿Que eres? ¿Dos? ─ Él se burlaba de ella.─ He visto a niños de doce años besar con más pasión que eso. La compañera pelirroja de Kane se quedo sin aliento sofocando la furia de indignación. ─ ¡Porque tú eres un horrible hijo de…! Fue entonces cuando Kane subió hacia ella y capturo su boca frunciendo el seño. Él capturo la pasión de ese temperamento entre ellos, dejando que el poder de sus lazos juntos fuera el medio más seguro. Es cierto que toda la información que él y sus hermanos sabían acerca de la Imprimación había venido de raros ejemplos en vivo y potencialmente embellecido con los cuentos de hadas, pero una cosa siempre les había parecido ser constante en los cuentos que habían oído. Ningún puntapié de salida para la Imprimación era más rápido que la emoción intensa, y algunos de los más feroces eran la ira y la indignación. Oh, él habría preferido el amor o incluso una pasión descarada, pero estaba limitado por la situación y solo podía trabajar dentro de ciertos límites. El beso abrazó sus bocas juntas, aplastando los labios torpes y duros en un primer momento debido a sus sacudidas, en su ataque sin gracia. Pero el engaño fue por un momento o dos, su mente se hacía cargo, entonces ella no podía correr lejos de él, el resultado de la parálisis la dejó caer sobre su pecho y su boca. El resultado fue ignición instantánea. Como un cohete turbo que acabó la quema de combustible en el despegue, la sensación exploto sobre los dos. La libido de Kane grito a toda marcha, exigiendo todo lo que le había sido denegado cuando su hermano y su rey lo habían atado al lado de Corrine, forzándolo a resistir bajo todos los suspiros cálidos y acurrucándose contra su cuerpo inconsciente. Su mente no lo

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reconoció; las costumbres y los colgados de su especie interfirieron ruidosamente, pero cuando ella se había quedado dormida, su cuerpo no había tenido ninguna duda de a quien anhelaba. Ahora ella estaba haciendo un curso acelerado de lo que había sentido por él mientras que él había luchado a través de esta luna llena sagrada. Ella ya no estaría al margen. Nunca más, de hecho. Kane gruño por dentro de la frustración cuando sus grilletes le impidieron envolverla en sus brazos, ya no le impedirían dominar lo que él ya tenía. Pero él conocía a Abram, su Siddah, no le impediría teletransportarse de las cadenas, no lo liberarían hasta que Noah le diera permiso para hacerlo. Así que él dependía de la limitación y dejo que trabajara en su favor. Él, poco a poco relajo la espalda sobre las almohadas detrás de él y Corrine se movió cerrando cualquier distancia que podría ser creada por la acción. Atrapado por el calor de la impactante pasión de la Imprimación, ella estaba sorprendida al reaccionar exclusivamente con el instinto. Kane sabía que nunca había sentido nada como esto en toda su existencia humana, pero a él le gustaba la sensación de su deleite y sorpresa mientras esto explotaba a través de ella como aerosoles de cenizas calientes y lava liquida. Ella llegó a envolver las manos con fuerza alrededor de su cabeza, lo agarro con firmeza y fiereza mientras que su exuberante boca trabajaba con vehemencia contra la suya. Kane se retiro para recuperar el aliento mientras su cuerpo se tensaba con un calor más duro para ella. Ella abrió su boca y lamió sus labios con una invitación dolorosamente hermosa. Ella sello sus bocas juntas y rodó su ingeniosa lengua contra él. El sabor puro de su boca estalló contra la lengua de Kane y él hizo un profundo sonido de placer. Pero no fue nada en comparación con el grito que se le escapo cuando ella sin pensarlo lanzo una pierna a horcajadas sobre sus caderas y estableció su peso hacia abajo contra la bragueta. Corrine lo hizo para coger sus besos en mejor ángulo, más profundo. Cuando ella se apodero de él, sin embargo, sentía en todo su ser una apretada respuesta y la necesidad latigaba de

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nuevo en ella como un incendio forestal. Ella se hizo líquida en su Cintra, presionando la piel con rapidez a su sobrecalentamiento y meciéndose contra su cuerpo en un deseo inconsciente. Ella ni una sola vez rompió el beso, su esbelto, sensual cuerpo se retorcía con energía cinética por encima de él hasta que fue sacudido por la intensidad de su deseo por ella. ─ ¡Tócame! ─ él jadeo mandando contra sus devoradores labios. ─ ¡Dulce destino, ten piedad de mi, Corrine, y tócame! Kane se esforzaba tan duro contra sus grilletes que estaban mordiendo con saña en su carne, el olor de la sangre fresca se levantaba bruscamente para competir con el picante encanto del cuerpo excitado de Corrine. Almizcle, dulce y sensual, brillaba contra sus sentidos mientras ella tomaba sus manos libres de su pelo y finalmente los hacía descender por la extensión de su pecho. Corrine no entendía lo que estaba haciendo. ¡Un beso, un simple beso! Eso era todo lo que se suponía que era. Un molesto pequeño besito para desmentir los reclamos de su odioso compañero de cama. Excepto que de repente ellos eran un incendio de pruebas positivas de que todas sus demandas podrían tener más que un pequeño valor. Cada segundo que ella permanecía conectada con él, sentía la energía que le infundía revitalizar cada una de sus células. La debilidad que la había perseguido fue desvaneciéndose con rapidez y de repente ella sintió hambre. Muerta de hambre por comida, hambrienta de energía, hambrienta de la larga pasión que ellos se debían. ¡Esto es! ¡Esto era lo que había estado buscando! ¡Esta asombrosa, increíble sensación! Era como volar. De esto se trataba disolverse dentro de la última y perfecta pasión. ¿Cómo? ¿Cómo podía ser posible encontrar esta pasión con un desconocido? ¿Por qué ahora, de todos los momentos y de todas las situaciones, porque ahora? ¿Por qué él? ¿Y por que, cuando él le pido que lo tocara, ella no pudo resistirse a hacer exactamente eso? De repente, ella tenía que

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sentirlo. Todo de él, en todos los lugares a los que ella podía llegar, tan rápido como pudiera. Ella lo besó hasta que apenas pudo tomar aliento, con las manos recorriendo el contorno de su fino pecho desnudo y sus tensos abdominales. Su piel quemaba con la necesidad de sentir sus manos y ella trató de satisfacerlo con el roce de su sinuoso cuerpo contra el suyo. ─ ¡Dios mío! Oh Dios, te sientes tan bien, ─ ella gritó a ciegas, dividiendo su atención entre la sensación de él retorciéndose contra su cuerpo y la sensación de su piel caliente bajo sus manos. Después la sensación de su piel fue reemplazada por el espesor grueso de la mezclilla y el calor ardiente de la carne endurecida bajo ella. La siguiente cosa que ninguno de ellos sabía, fue su habilidad con los dedos para desabrocharle y quitarle los pantalones. Ella metió la mano en sus calzoncillos y su mano ansiosa lo envolvió rodeando la circunferencia de su muy gruesa erección. Kane rompió el beso y gritó una viva maldición. Sus caderas se subían para alcanzarla, obligándose por medio de sus dedos. ─ ¡Corrine! ─ él jadeó, ahogándose con las siguientes demandas cuando ella deslizó el puño hacia abajo por su caliente longitud. ─ Oh, sí, sí, sí, sí, sí… ─ ella tarareaba mientras miraba por el paisaje de su cuerpo para ver el premio del que ella se había apoderado. No pudo cerrar su mano por completo a su alrededor y la compresión de eso hizo que su cuerpo se humedeciera con anticipación. Era como si ella estuviera poseída por dentro con algo que nunca había encontrado antes. Por un momento ella trató de centrarse en los vestigios de sospecha y confusión que la habían perseguido antes de que ella lo hubiera tocado. Antes de que ella lo hubiera probado. Pruébalo. El deseo por su sabor quemó en su mente un instante antes de que quemara a través de él. Al darse cuenta de lo que ella iba a hacer casi desanimándose. La fiebre en la sangre llego

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a un punto de ebullición, mientras que su fogoso pelo se arrastraba por su torso. Tenso por la fuerte anticipación, Kane dijo una súplica desesperada a su mentor, el hombre que él llamaba Siddah. ¡Quiero ser libre! Él le rogó a Abram. Tú sabes que no puedo. No sin permiso de Noah, fue su respuesta. ¡Me encadenó con el fin de protegerla de los avances no deseados! ¡Tú ves que ella está dispuesta! Ella esta poseída por la luna Samhain, Kane. Tú lo has utilizado contra ella para tenerla en tú camino. Ella es joven, inexperta, débil y mal informada. El hecho de que ella está siendo el agresor en este momento es un mero tecnicismo. Jacob y yo planteamos que tú eres mejor que eso. Kane echó la cabeza y rugió con el dolor agonizante de su necesitado cuerpo y su apuñalada conciencia. Esta era la sensación de su aliento deslizándose acaloradamente sobre la mojada cabeza de su erección que lo sacudió de nuevo al tema en cuestión. ─ Corrine, ¡Para! No hagas esto. Dulce Destino, tú tienes que… Su lengua tocó contra él y se sintió arder como un fósforo fundiendo su vida. No era nada tentativa o tímida; eso era un golpe de audacia de una mujer con hambre por el sabor de su amante. Kane se sacudió y todo su ser parecía reunir toda la energía a la vez. Él había estado sufriendo en la necesidad por tanto tiempo a su lado que este solo contacto tuvo el poder de dejarlo fuera de control. Él iba a perder todo. Al igual que un niño demasiado ansioso manoseando con torpeza el precioso regalo de la joven niña inocente, él iba a hacer un daño que nunca podría ser deshecho. ─ ¡Jason Deaver!

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Capítulo 4 Traducido por Andrómeda Corregido por Rhyss

K ane dejo escapar el nombre maldito, un último esfuerzo para salvarse de la catástrofe que había creado. Arrastro el apodo ofensivo del lugar más oscuro y profundo de su mente y la abofeteó con él. Ella se echó hacia atrás tan bruscamente y tan de repente que Kane tuvo que luchar para no llorar de alivio; y para no llorar de devastación y pérdida. Pero ahora su sospecha estaba de vuelta y la pena y el dolor brotaron rápido y ferozmente en sus ojos. Ella se aparto de él como si de repente le hubieran brotado síntomas de la peste y se acurruco encogida de espalda. ─ ¿Que acabas de decir? ─ le pregunto con voz ronca, a pesar de que ambos sabían que había dicho. Kane necesito preciosos momentos para recuperar el aliento y para calmar la furia en su cuerpo. Abram tenía razón. Se podría afirmar sin la satisfacción de Corrine, mientras que ella se perdió en la fiebre de la luna ciega de Samhain. Cuando esa bruma se despejara, ella se sentiría utilizada y traicionada… y ella tenía razón para sentirse así. Y a pesar de que le hacía sufrir golpes viciosos de dolor por la liberación no realizada, se confronto con ella con el nombre de nuevo. ─ Jason Deaver. Tenías 14 años él en sus 18 años. Enamorada e inocente pensante que podías confiar en él.

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─ ¡Cállate! ─ le siseó a él. ─ Pero el solo buscaba bajar, y no le importaba un bledo como te sentías y el cometió un error sobre ti, ¿Por qué? ¿Diez segundos? Y después termino y tu… ─ ¡¡¡Cállate!!! ─ ¡…Jamás lo volviste a ver! ─ Kane lanzo un profundo suspiro alterado ─ No voy a dejar que esto sea así, Corrine. Estuve perdido por un minuto allí, lo sé pero, no voy a dejarte atraparlos a todos… solo para que vengas a llamarme con el nombre por el que lo has llamado por años. El demonio vio con sufrimiento como ella se retiraba aun más y se enrosco con su propio cuerpo. Ella tomaba Yoga, él lo sabía, así que tenía la costumbre de doblar sus piernas y brazos alrededor de ella con habilidad, pero se trataba estrictamente de protección. Ella estaba construyendo una armadura con sus extremidades alrededor de su herido corazón y espíritu. La herida de la que hablaba era del lo más profundo de su pasado, y era verdad que rara vez ella pensara en ello o lo sacara para examinarlo. Corrine había considerado una lección difícil de aprender y algo que no había olvidado desde entonces era tomar todo lo que un macho invertido sexualmente dijera como un grano de sal muy grande. Pero ella no sabía cómo aplicar esa lección a esta situación. Ella lo miraba de reojo, viendo como el luchaba para tener el control sí mismo, respiraba tomando aire con fuerza y su piel brillaba por el sudor. El había sido casi desnudado hasta los muslos, su afán y su prisa de tenerlo en sus manos había sido tan aguda que ella tenía… La cara de Corrine enrojeció con un nuevo calor al recordar exactamente como se había sentido y como había manejado esa necesidad. Sintió un hilo de mortificación por su comportamiento inesperadamente injustificado. Cerró los ojos, ocultando su cara en la parte de arriba de sus rodillas tratando

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de ocultar como el infierno su propia vergüenza. ¿Que se le había metido a ella? ¡Debió haber sido un simple beso! ¿Cómo tan rápidamente se convirtió su sabor almizclado en su lengua? ¿Que tenia… que le había hecho a ella? ─ No fue así ─ dijo Kane, sacándola de sus pensamientos. ─ ¡Ya has demostrado que puedes tomar el control de mi mente y manipularme como a una marioneta! ─ ¿Me veo como que quiero una marioneta? ─ exigió con un temperamento fuerte ─ si yo quisiera un juguete sexual sin cerebro Corrine, ¡Tengo el poder mental para hacerte olvidar todo lo que harías! No estarías allí sentada cuestionándome ya que ni si quiera te darías cuenta que has perdido un paso en tu vida diaria. Y francamente nena, si tú y yo vamos a quemar las sabanas juntos… ¡Quiero que recuerdes cada maldito minuto de eso! ─ ¿Por qué? ¿Porque yo? ─le grito fuerte y de repente ─ ¿Por qué eres así? ─ Indico intrigada por su estado ─ y ¿Por qué estoy aquí contigo? ¡¡¡No quieres explicarme todo esto y aun esperas que simplemente lo acepte y te crea independientemente de los trozos de información que te de la gana compartir!!! ¡¡¡Sólo dime que está pasando!!! ─ ¿No piensas que yo quiero decirte todo? No quiero más que aclarar las cosas y hacer que te des cuenta de lo importante que es todo esto. ─ ¡Entonces hazlo, Kane! ¡Deja de andar con indecisión y pies de gato alrededor de mi delicada sensibilidad y solo explícame esto! ─ ¡¡¡Eres mía!!! ─ Kane dejo escapar un gruñido de frustración y necesidad. Las demandantes exigencias de la luna fuerte que subía más y más alto con cada segundo, obligaba la reclamación de él.─ ¡¡¡Mía!!! No solo por hoy Corrine, si no para siempre. La persona que has estado buscando. Esa otra mitad que siempre has sabido que le falta a tu alma. ¡Soy yo…Yo! ─

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Kane cerró los ojos y se río con tenso control. No podía soportar ver esa mordaz expresión incrédula es su rostro. Ella lo miraba como si fuera algún tipo de insecto espantoso trepando fuera de un drenaje. No buscado, No deseado y potencialmente peligroso y dañino. Bueno, pues que así sea. Si ella iba a pensar lo peor de él, entonces ¿Qué más daño podría hacer esto, unos cuantos elegidos iniciados en el fuego? ─ ¿Yo no soy humano sabias? ─ Le dijo a ella, una sonrisa repentina golpeaba su cara ─ si necesitas mas prueba de esto de lo que ya has visto momentáneamente tendré que decepcionarte, mi mejor truco de salón ha sido limitado por el momento para mantenerme aquí.─ Kane tiro de las cadenas de las muñecas por encima de su cabeza ─ y en realidad tú no eres completamente humana tampoco. Quiero decir, lo eras pero luego te he tocado y aparentemente desate una reacción en cadena que desato el infierno en tu ADN… hasta el punto de que casi te mata… y disparo mi deseo sexual olvidado… mira, no se suponía que te tocara y no se suponía que te quisiera y viole la ley por hacer ambas cosas. Yo solamente no podía estar lejos, eres tan notable… tan fuerte y vital… tan malditamente hermosa e independiente. Aun tú encubres este abismo de soledad en tu interior. Me llamaste para ti, ansiabas exactamente lo que te puedo ofrecer ─ Kane le robo una mirada ─ excepto que tú crees que yo soy un lunático. Crees que has sido secuestrada y arrojada a un raro experimento humano o una broma de mal gusto. Así que supongo que las probabilidades de realmente llegar a aprender las cosas que quiero aprender… como lo que sientes bajo mis manos… como lo que va a sonar cuando te rías de verdad por mi… supongo que está completamente jodido ahora. Kane aparto la mirada de ella, sus largas pestañas bajando por sus ojos súbitamente huecos. Que él estaba completamente desbastado por su situación estaba claro para Corrine. Ella podía hacer poco más que alucinar delante de él por el tiempo más largo, mientras trataba de procesar todo lo que le había dicho. Desde luego, se decía a si misma que estaba loco al

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pensar que no era humano, pero todo lo que ella podía parecer enfocarse era en la emoción temblorosa que corrió por debajo de su piel cuando hablo de tocarla. Ella no pudo escapar a la forma que le hizo sentir cuando hablaba de algo tan simple como su risa. Ella sabía en su alma que esto no era solamente una línea y ella nunca había creído las palabras de un hombre con tanta convicción. No desde que había aprendido que los chicos a veces mentían para salirse con la suya. ¿Que tenía que la obligaba a creer en él tan completamente? ─ ¿Si no eres humano, entonces que eres? ─ pregunto ella. Kane la miro brevemente, su risa era una ráfaga casi silenciosa de aire por la nariz. ─ Bueno hermosa señorita, nosotros somos conocidos como demonios. Sin colmillos… sin alas… no por lo general, de todos modos.─ hubo un breve destello de una sonrisa con dientes y ella podía sentir la travesura que se arremolinaba a su personalidad por un breve instante. Era una sensación extraña, como si ella se hubiera metido a su mente… Deseo por un momento poder leer su mente. Entonces ella pudo entender lo que estaba haciendo. No era la primera vez que deseara poder leer la mente de un hombre para saber si podía confiar en él. ─ Somos gente casi exactamente como tú, excepto… ─ Excepto que puedes leer la mente de todos ─ ella hizo una pausa ─ ¿Y no estamos en un tipo de infierno, puedo pensar?─ Corrine miro hacia arriba para ver la sala de piedra a su alrededor con sus hermosas vidrieras como ventanas de una catedral y ricas citas como las de los castillos. Parecía un castillo hotel para turistas de gama alta, excepto quizás por la iluminación con gas y las cadenas que lo mantenían firmemente en su lugar.

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─ Oh, estoy en una especie de infierno ─ Kane contesto con amargura pero el sarcasmo respondió como una afirmativa a la pregunta. ─ Así que es solo un nombre, demonio. ─ No, es una cultura Corrine. Una cultura profundamente compleja con todos los mismos tipos de costumbres, reglas y monstruos como la tuya. Pero un poco más peligroso y que gira en torno a la noche en lugar del día. Vivimos nuestras vidas, tenemos trabajo, encontramos a nuestra pareja… ─ había una ruptura clara en su condena, mientras lentamente deslizo su mirada desde lo alto de su cabeza. Todo el camino hasta sus rodillas estaban las de ella descansando junto a él. La mirada fue rápida y feroz, más allá de lo caliente que quemaba sobre ella y con una muy muuuuy clara intención. ─ A veces tenemos compañeros perfectos, almas gemelas. Llamamos a esa conexión imprimación. Oh, es tan raro Corrine, pero cuando sucede…─ cerró los ojos lentamente y respiro lenta y profundamente, con una expresión pacifica y apasionada al mismo tiempo. ─ Cuando sucede, lo atesoramos con todo lo que somos, justo como lo haría. ─ Pero ─ ella se rió nerviosa ─ que por lo general no basta con ver a un completo desconocido y pensar… ¡Ahí esta! ¡Hey aquel de la derecha es mi alma gemela! Es un proceso largo llegar a conocer a una persona bien, se necesita tiempo para resolver estas cosas. ─ No para nosotros, no para ti y para mí. Por lo menos no físicamente hablando ─ el corrigió cuando vio que ella se asustaba por su intensidad.─ se trata de una conexión química cariño, es la ciencia. El ADN y el imperativo biológico. Todo esto está escrito en nuestra sangre y no se puede cambiar. Tú y yo estamos conectados en esta simbiosis de energía.─ indicándose a sí mismo con los ojos y luego viéndola a ella ─ y necesitamos energía. ─ El se precipito hacia delante cuando ella pareció silenciosamente escuchar, necesitaba que ella escuchara. ─

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Algunas criaturas en este mundo son conducidos por ciertas compulsiones bioquímicas y algunos son impulsados por el cambio de las estaciones y el tiempo. Mi gente es impulsada por ambos. Y esta noche… esta noche es una de las más intensas en nuestro calendario. Esta noche es Samhain, cuando la luna esta a su máximo en octubre. Las semanas anteriores y posteriores son bastante difíciles de tratar, pero esta noche es la peor. Solo hay una unidad que nos importa a nosotros, y si no tienes a tu compañero verdadero, vamos a tratar de satisfacerlo lo mejor posible siempre que podamos. Pero si encontramos a esa única… esa preciosa única… entonces es tu compañero desde ese momento. La civilización, la lógica y las costumbres dejan de decirnos algo; todo lo que queremos es a nuestro compañero. No importa qué. Incluso si ella no sabe quiénes somos. Incluso si ella está enferma y inconsciente. Es una unidad Corrine, quiero luchar con todo lo que tengo para así acercarme de la manera correcta a ti… la manera que te mereces. La manera que se que anhelas. Con dulzura y romance. Ternura y cuidado. Quieres ser cortejada y llevada lejos pero tú piensas que es una fantasía que nunca se cumplirá. Pero lo hará, lo hará. Solo tengo que pasar esta noche. Entonces te puedo dar romance tanto como pasión. ¡¡¡Te puedo dar todo!!! Pero esto solo eran promesas y palabras vacías para ella, pensó para sí mismo apartando la mirada de Corrine que estaba muy sorprendida. Ella no creía una palabra de eso. ¿Por qué debería de hacerlo si lo único que ha conocido son mentirosos que le hablaban dulcemente con el fin de convencer y tener un camino hacia sus asombrosos brazos e increíble cuerpo? Kane cerró los ojos y el dolor grabo profundamente en sus rasgos líneas más profundas. ─ OH, Cariño ─ el suspiro Yo sé que no me crees, para ti debo parecer solo uno más en una larga línea más de artistas de la estafa. Solo que tengo una mejor línea, verdad ¿Mas creativo? Corrine no lo reconoció. Su cerebro estaba procesando otro tipo de información. ¡He oído sus pensamientos! Ella se dio

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cuenta sin mucho sentido del temor. Se dio cuenta por sus palabras habladas que no habían sido dirigidas para que ella las escuchara, sino que había sonado como una conversación en su cabeza. Ha sido fuerte y luego suave, desapareciendo dentro y fuera de la claridad, diferente de cuando habló directamente en sus pensamientos de manera clara y distinta. Lo que le decía mas era esa emoción pura detrás de sus pensamientos. Cuando había hablado en su mente antes, solo había sido una voz que había experimentado. Pero esta vez ella sintió todo. Ella sintió su frustración y su desesperación. Ella sintió, una vez más, el anillo de la veracidad absoluta. El no le estaba mintiendo, se podría decir. Ella estaba leyendo sus pensamientos. Como también sus crudas emociones, y sus más crudas necesidades… vinieron disparadas hacia delante, corriendo en su mente despierta sin experiencia como una línea defensiva de fornidos jugadores de pelota. Chocando contra ella duro y rápido. Gritando su agonizante necesidad física. ─ OH, dios mío. ─ ella jadeó, de repente doblándose para agarrarse de las sabanas. Se inundo todo su cuerpo, una tensión de preparación constante y ansia sin fin. Su corazón comenzó a correr tan rápido como el de él, sus pechos llenos en gran medida por sangre caliente hasta que su cuerpo se estremeció y sus pezones llegaron dolorosamente a erguirse por atención. Fuego líquido fundió a través de ella cada hueso, el hambre rabió y apretó cada músculo. Esto, se dio cuenta, era con lo que había estado luchando todo este tiempo. Corrine miro a Kane con sorpresa y consternación brevemente parpadeando en sus ojos justo antes que el apetito salvaje y la necesidad la invadieran. ─ Corrine… ─ Kane estaba casi asustado de la mirada que ella estaba corriendo sobre él, pero esto no impido a su cuerpo reaccionar con dolorosa impaciencia. La fresca sangre en su ya hinchado pene hacia que le doliera increíblemente. Pero rápidamente fue olvidado cuando ella se echó hacia atrás sobre

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sus talones. Sus manos liberaron la ropa de cama para correr a su cuerpo. De muslos a caderas, sus palmas lentamente girando y sus dedos se extienden cursando en la curva de su cintura y sobre su vientre. Ella corrió abruptamente hacia arriba a la copa de sus pechos, cada mano amasando con fiereza por un momento, mientras hacia un ruido suave de frustración mezclada con placer. Sus ojos habían estado cerrados, pero ahora se abrieron para míralo fijamente. ─ No me dijiste lo mucho que duele ─ susurro, un gemido salió de ella mientras curvaba la espina dorsal contra la fiebre de calor procedentes de su reacción al ver que se tocaba su propio cuerpo desnudo.─ ¡Tu no me hiciste comprender lo mucho que duele!… la forma en que te hace daño ─ ella exhalo profundamente y se acerco a él, su cabello cayendo a su alrededor como una cortina de color caoba mientras se inclinaba hacia adelante lo suficiente como para captar sus antebrazos justo donde antes lo ataban los grilletes. ─ No me explicaste que te hacen esto solo para protegerme de ti. En verdad le había mostrado poco a ella. Todo lo que él había dado hasta ahorita eran palabras y un truco secreto para provocar su libido alimentada por la luna. Esa realidad le recordó que no había mucho más para él y sus poderes de telepatía y su actualmente frustrada habilidad para teletransportarse. Necesitaba hacer algo para distraerla de lo que ella sentía. No creía que un hombre dos veces en un periodo corto de tiempo pudiera alejarse del fuego que vio ardiendo en sus ojos verdes líquidos. ─ No soy humano ─ Kane le recordó, Sabiendo que ella no estaba absorbiendo la verdad de esto. ─ no tengo poder ahora mismo, mi Siddah. Mi mentor, me impide telétransportarme, que es mi poder más significativo, pero hay mucho más que el poder de la mente. Es posible que sea joven para las normas de mi pueblo, pero he aprendido mucho en mi tiempo. De repente parecía estar recostado libre de las cadenas que lo retenían, y Kane le alcanzaba la mano, entrelazando sus

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dedos con los de ella, atrayéndola a un remolino inexistente. Por un momento ella no pudo respirar, sentía como si no tuviera sustancia sin concentración, y sin embargo su mente jamás se había sentido tan clara. Lo siguiente que Corrine supo, fue que estaba de pie sobre sus propios pies, sus dedos todavía cerrados dentro de su asimiento, y el frío crujiente de una brisa de otoño se precipito sobre ella. Ella estaba afuera de la habitación, la puesta de sol rayaba el horizonte alrededor de ella, un exuberante césped picaba suavemente bajo sus pies descalzos. Ahora estaba vestida, su cuerpo envuelto en una tela cálida de terciopelo rojo fuego, un vestido con una cintura tan alta y ondulaciones de material femenino que fluían de ese centro alto de su cuerpo. Ella tendía a usar pantalones vaqueros y camisetas, por lo que no estaba acostumbrada a la sensación de tejido de felpa ondeando a su alrededor en la brisa. Pero si pudiera elegir… siempre se había sentido atraída por la hermosa moda clásica de este tipo. Vestidos que eran suaves, femeninos y fluidos. Por supuesto, no eran nada práctico para el día a día en el mundo animado de Nueva York. Ella era una consejera para los adolescentes en peligro del Bronx. ¿Qué le harían si fuera todos los días a trabajar así? ¡¡¡Y en rojo nada menos!!! Ella nunca habría elegido el color rojo. ¿No que muchos de los expertos de la moda decían que las pelirrojas no debían vestirse de rojo? La verdad era, que el rojo le quedaba terrible. Se veía pálida y enfermiza. La única cosa que posiblemente podría ser peor era el naranja. Pero allí estaba, en su cuerpo e incluso sin ser capaz de verse a sí misma, ella sabía que estaba hermosa. Hermosa en ella y hermosa con ella. Él había escogido para ella algo mucho más valiente de lo que hubiera escogido para sí misma y había hecho un trabajo asombroso. Las mangas estrechas le calentaban las muñecas, por lo que parecía delgada y frágil. Sin embargo hubo vigor en su cuerpo por primera vez en días. Se sentía fuerte y saludable, se sentía llena de energía y vida. Miró hacia atrás y vio que él estaba vestido igual. Llevaba unos vaqueros desteñidos y una camisa hecha del mismo rico

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tejido de su vestido, solo que en un azul verdoso que le iba muy bien. En realidad, muuuy bien. Nada se le vería muy bien, se dio cuenta de que corría su mirada rápido sobre él. Era más alto de lo que se había dado cuenta, más largo en la cintura, más fuerte en esa postura. Una vez más ella solo pudo apreciar lo hermoso que era. Impresionantemente hermoso como podría ser solo un macho perfectamente formado. Era casi demasiado guapo. Entonces una fuerte brisa se precipito sobre ella de nuevo y se dio cuenta que estaba fuera de las puertas por primera vez en lo que tenían que ser años. Días, muchos días. Cerró los ojos y volvió la cara hacia el viento, teniendo en lo más profundo, la más limpia respiración que podía tener. El aire olía tan fresco y diferente, el toque de ello llevando lo crujiente de finales de otoño en un camino que le enfrío la punta de su nariz. ─ ¿Tú hiciste esto?─ pregunto ella, incluso cuando ya lo sabía. ─ ¿Realmente estamos otra vez en ese lugar? ¿Tendidos uno junto al otro? ¿Pero estas haciendo esto con tu mente? ─ ella no necesitaba ver su guiño para saber que era la verdad. Ella sostuvo su mano libre hasta sus ojos, protegiéndolos contra la luz brillante y los colores de un sol menguante. ─ No sería capaz de estar mucho en esta luz si fuera real. Todavía estaría durmiendo, o muy débil. La oscuridad es mi luz del día. ─ Kane entrecerró los ojos contra el resplandor que se decoloraba en torno a él. Sus ojos, al igual que todos los ojos de los demonios, estaban hechos para la oscuridad. Casi no podía ver bien en la luz del sol. Pero sabía que el mismo no era real para ella. Aún no, en cualquier caso. Sabía que los seres humanos, encontraban mucha belleza en los amaneceres. Y sí, eran encantadores, pero para él siempre habían significado fronteras. Restricciones. Tiempo para descansar. Rápidamente a descansar, o podría encontrarse expuesto a la luz mortal del día que podría ser mortal para un demonio tan joven como él. Tenía que pasar las horas iluminadas por el sol encerrado descansando, obligado a dormir aun si quería o no, obligado a esperar el día para ocultarse.

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Pero esto siempre había sido su mundo. Y así como el día volvía a la noche, ahora tendría que decir adiós a los cielos azules. Si ella fuera su compañera, tendría que cambiar sus formas de vida para que coincidieran con las suya. Era mucho, se dio cuenta, para que ella sacrificara. La verdad era que ella sacrificaba mucho más de lo que él. ¿A qué estaba diciéndole adiós, además de tal vez a la tortura de Samhain y a las noches solitarias de Beltane? Corrine observo todo a su alrededor, a sabiendas de que se respiraba algo extraño en el aire a su alrededor. No exótico, simplemente diferente. Pero eso se veía fácilmente con sólo observar el vasto paisaje verde que la rodeaba. Estaba rodeada por un gran océano de un cuidadoso color verde, rodeado de extensas colinas lejanas de ella en todas direcciones. En la distancia que tenía delante había un gran edificio de piedra, lo que sólo podía llamarse un castillo. Era más amplio en el cuerpo de lo que era en alto, llegando alto y cayendo hacia abajo, claramente hecho de una magnifica masa central que había sido añadida a lo largo del tiempo. Había un intento de equilibrio, y la ingeniería de ello era notable en comparación a los castillos que había visto en fotos. Pero era una fortaleza de piedra no importa cómo lo mirara. Las banderas ondeaban a partir de sus puntos más altos, pero no había nada en el diseño de las banderas que encontrara familiar. Nada de esto insinuaba un estado o país o una afiliación, que reconociera. Allí estaba escrito en las crestas, pero no podía ver lo que era desde esa distancia y tenía la sospecha de que no sería capaz de leerlo, incluso si estuviera más cerca. Había setos y fuentes, grandes paseos amplios de piedra blanca que le recordaba un gran señorío de una novela de Austen. Los robles se alineaban en unidades saludando, con hojas pálidamente coloreadas, apenas colgando sobre ellos. ─ ¿Es ahí donde estamos? ─ Ella le preguntó. ─ ¿En el interior de ese lugar? ─ Recordó la sala de piedra en la que había despertado y la forma en que le había recordado a una habitación de un viejo castillo.

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─ Esta es la casa del Rey Demonio, Noah. Y sí, es aquí donde estamos. En algún lugar en el tercer piso, más allá de las ventanas de colores. Quería mostrarte un poco de mi mundo desde otra perspectiva. Un poco de quién y qué somos. Fue entonces cuando una nube de humo se arremolino de repente en su punto de vista, a varios pies ante ella. Esto corrió por ahí como un tornado, pero no era más grande que un hombre. Corrientes negras y grises y plateadas se enroscaron alrededor unas de las otras, y de repente resuelto en la forma de un hombre hecho de humo, y luego un hombre sólido. Los ojos de Corrine habían visto muchos efectos especiales sobre la pantalla del cine, pero nada que ver con la realidad de lo que acababa de experimentar. Aún así, quería extender la mano y tocarlo, para demostrarse a sí misma que era tan real como parecía. ¿Cómo era todo esto posible? ¿Un hombre que aparece de la nada? ¿Otro hombre que podía leer los pensamientos? Todo era fantasía, pura y simple. Y aún así. Aquí era realidad. ─ Corrine, me gustaría que conocieras a nuestro Rey, Noah. Corrine tomó aire cuando la puesta de sol se aceleró a su alrededor, dibujando cielos bajos color violeta oscuro y luego un manto de oscuridad alrededor del guapo Rey Demonio. Él era más grande que Kane por mucho, en altura y en la musculatura, y todo en su porte gritaba su gran posición en la vida. Él era poderoso, era responsable del bienestar de todo un pueblo, y él lo sabía. Pero a medida que caía la noche alrededor de ellos, Corrine rápidamente aprendió que había mucho más en él. Noah le mostró las manos brevemente, y luego con una ráfaga de sonido se vieron envueltos en llamas. Las bolas de fuego brillante se tragaron sus manos hasta las muñecas, y poco a poco comenzó a moverlas, creando arcos brillantes de luz en la oscuridad, como esbozos de círculos en espiral y arcos.

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Luego, con un fuerte chasquido de sus muñecas, el fuego corrió a sus brazos y rápidamente envolvió todo su cuerpo. Todo dentro de Corrine que habían sido entrenados para responder en la dimensión humana gritó al ver a un hombre en llamas. Ella respiraba con tanta fuerza, aire frío y caliente a la vez hacia sus pulmones mientras estaba allí obligando a su mente a aceptar lo imposible. Y luego, en un apuro, las llamas explotaron, volando a su alrededor en un gran círculo, tocando un anillo de antorchas en medio de ellos que ella no había notado antes. Después de que él había ardido a su manera, el Rey Demonio desapareció. Ella volvió a mirar a Kane, pero sólo tuvo un momento para abrir la boca antes de que él pusiera el dedo, sobre sus labios y luego señaló hacia delante. Su corazón se detuvo en el pecho mientras miraba ansiosamente en la dirección que le indicada. Otra nube se fusiono frente de ella, sólo que esta vez parecía tener más peso que el humo. Después de un momento se dio cuenta de que era polvo lo que estaba viendo. Kane la agarró por los hombros desde atrás, tirando de Corrine hacia su cálido cuerpo mientras él presionaba dulcemente los labios detrás de su oído. ─ Corrine, me gustaría que conocieras a mi hermano. Su nombre es Jacob, y él es el demonio más poderoso de la Tierra que alguna vez ha caminado en el mundo. Y mientras hablaba, el hombre mismo apareció. Había tanto de los rasgos de Kane en él, que ella podría haber sabido que compartían la misma sangre, incluso si no se lo hubieran dicho. El pelo de Jacob y los ojos eran tan oscuros como los de Kane, pero era las características orgullosamente romanescas las que los ligaban larga nariz y el mentón fuerte, la escultura completa de unos labios, carnosos. Sin embargo, había algo en los ojos de Jacob que los de Kane carecían. El hombre detrás de ella, con todo el dolor y las dificultades que había experimentado cuando se puso al límite a su lado, tenía una calidad casi despreocupada en su aura.

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Jacob no lo hacía. Aquí estaba un hombre que llevaba un gran peso en su alma. Corrine lo había visto antes, en los ojos de los muchachos jóvenes que se enfrentan a las tentaciones de los gánster todos los días, y las alternativas dolorosas o mortales si se resistían. En su mundo no había tal cosa como decir, no. No sin consecuencias terribles. En el aura ponderada de Jacob, había una tremenda responsabilidad. Jacob extendió las manos, sus palmas hacia el suelo, y de repente todo a su alrededor empezó a mecerse y a temblar. La tierra tembló bajo sus pies, y luego un muro de tierra y piedras se tambaleó entre ella y Jacob. Era tan masivo y crudo por la cual ella pudo oler el barro, ver a las criaturas que hurgaban y de pronto colgaban de las raíces y como si sus hogares protectores fueran desenterrados. La tierra caía como una lluvia suave de verano, así como la creciente ola antes de trasladarse primero a la derecha y luego hacia la izquierda. Y en el momento siguiente la monstruosidad entera cayó sobre sí misma, retumbando y agitándose hasta que se reconstituyó en su lugar. En el momento Jacob tomó una respiración profunda, despejándose y la miró, no había ni siquiera una mota de polvo fuera de su lugar para dar testimonio de lo que había sucedido. ─ Bueno, ─ ella respiro. ─ Ustedes son Demonios. No humanos. Lo entiendo totalmente. ─ Pero no es todo sobre trucos de salón, ─ respondió Jacob. ─ Se trata de antiguas tradiciones, una larga historia de errores, y una responsabilidad dolorosa para nosotros y para aquellos que coexisten con nosotros. No podemos cometer errores. Los errores nos cuestan muy caros. ─ Wow. ─ en voz baja susurró al oído de Kane. ─ ¿Está siempre tan enrollado? ─ Siempre, ─ le aseguró Kane. ─ Pero está mejorando. ─ Una mujer apareció de la nada al lado de Jacob y el hermano de

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Kane inmediatamente envolvió un brazo alrededor de la curva de sus caderas, apretándola al ras de su cuerpo. Sólo tomó un instante para que Corrine reconociera quién era. ─ ¡Esa es mi hermana! ¡Isabella! ─ Ella se tambaleó hacia delante, de pronto necesitando sentir la irreverencia constante y familiar de su hermana, pero Kane la abrazó con fuerza. ─ Recuerda, todo esto es un producto de mis poderes. No sé nada acerca de tu hermana que no sea su aspecto físico. Ella se siente, huele, y actúa de manera muy desinteresada por ti, sin duda carente de dimensión. Sólo la he visto una vez en persona. Podría sacar tus recuerdos de ella, pero el resultado no daría todos esos matices especiales que la hacen la persona que amas y con la que estas familiarizada. No, a menos que pusiera toda mi energía y atención en ello y no tengo la edad suficiente o soy lo bastante fuerte como para mantener nuestro entorno y hacer eso también. ─ Así que hay límites a lo que puedes hacer, ─ Corrine murmuró. ─ Sí, desde luego. Nosotros no somos todopoderosos. Y además, hay un poco de un límite ético también, Corrine. No voy a hacer cosas que acabarán dando la sensación de que has sido manipulada. Tener a tu hermana te diría lo maravilloso que todo es para ella, lo maravillosos que somos, sería una manipulación pura y simple de tu confianza y un mal uso de tu relación con ella. Estoy haciendo todo esto para que te orientes en mi mundo, para mostrarte quién y qué somos, para no controlar algún tipo de táctica de propaganda. ─ Aprecio eso. ─ Pero incluso lo que estás viendo no es realmente correcto, ─ dijo con un poco de frustración. ─ Esto es sólo una demostración de poder. Esto no te muestra cuán verdaderamente buenos somos. Lo increíblemente moral que mi

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hermano es. ─ suspiró. ─ No soy lo suficientemente poderoso ni lo bastante calificado. Corrine se volvió contra su cuerpo, tomando oportunidad de que su apretón se aflojó para alejarse de él.

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─ Por el contrario, ─ dijo en voz baja, llegando a tocar el borde de los oscuros rizos salvajes que bordean su sien. ─ Me has mostrado eso y más. Si hay una cosa que he aprendido en mi trabajo, es que los que tienen poder lo utilizan contra los que no lo tienen. El hecho de que esta es la primera vez que he oído hablar de un demonio, a pesar de esas cosas extraordinarias que acabo de verte hacer, demuestra que todos ejercen su poder con un increíble respeto para los que los rodean. Su moral se muestra en la manera en que te has restringido de tratar de ganarme con otros métodos, incluso los seres humanos no dudaría en usarlos uno contra el otro. ─ Él la miró entonces con una combinación de fascinación y de verdadera adoración cuando inclinó la cabeza, ocultando su rostro contra su esternón. ─ Cuando te vi por primera vez, ─ susurró contra la parte superior de su cabeza, ─ admito que fue tu belleza exterior la que me fascino. Toda está gloriosa cabellera, ardiente y tu tez increíblemente pálida y perfecta. La forma en que tus ojos se iluminaron cuando te echaste a reír, la forma en que tus curvas llenan la ropa. Pero eso fue sólo el señuelo. Cuando te vi, al paso del tiempo y vi la manera de encarar a los que te rodeaban... ese fue el gancho. ¡Oh!, Corrine, fue cuando me di cuenta de que ibas a significar para mí más que una moda pasajera. Fue una reacción profunda y visceral. Yo sabía que estabas destinada para mí. A pesar de que cada parte de la lógica me hacia entender que estaba prohibido para un demonio tocar a un ser humano con la intención que me había formado hacia ti... yo no podía dejarte pasar. No podía alejarme. Corrine se quedó inmóvil mientras sus palabras se hundían en su cerebro.

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─ ¿Qué quieres decir, con la primera vez que me viste? ─ preguntó ella, a pesar de que ya estaba sintiendo la verdad corriendo frente a su mente. Las cosas que él había estado diciendo, las cosas que venían ocurriéndole. Si su explicación sobre como la conexión de una Druida y un demonio trabajaba era de entenderse, entonces... ─ Me has visto antes de todo esto. Me... me has tocado antes. Si lo que estás diciendo tiene sentido en absoluto, entonces me habrías tocado mucho antes de que realmente me enfermara. ─ Ella se retorció de su asimiento, tratando de hacer caso omiso de él. ─ Sólo que no recuerdo encontrarte antes. Ser tocada alguna vez por ti antes. ─ Porque cuando te conocí, cuando te toqué, fue un error de mi parte hacerlo. Era ilegal según las leyes de mi pueblo. Jacob me lo impidió... él me hizo borrar de tu memoria cualquier contacto que tuvimos. ─ ¿Así que todos ustedes han estado jugando con mi mente? ¿Me acechabas, me manoseabas o algo así y luego te metías en mi cabeza para que no te recordara? Y ahora estás intentando decirme de tienes una elevada sociedad moral, ¿Verdad? ─ Ella lo empujó lejos de ella por completo, dando tumbos cuando se apartó. ─ Y por todo lo que sé es que tienes a mi hermana encerrada en algún lugar donde nunca voy a verla. O... ─ Kane podía ver el pánico que brotaba en sus ojos, llenando su voz. ─ Dios, ¿Cómo puedo saber lo que es real? ¿Cómo puedo confiar más? Él se acercó a ella, agarrándola por ambos brazos y dándole una sacudida para detener el progreso de su carrera, con la mente presa del pánico. Obligó a su verde mirada hasta la suya, la obligó a mirarlo a los ojos y dentro de él. ─ Nada de lo que diga o haga va a compensarte por la forma clandestina con la que te he tratado en el pasado, y por eso estoy muy arrepentido. Sé que estaba equivocado. Te pido perdón por ello. Pero la verdad es que lo haría todo de nuevo. No pienso que me quede un gramo de libre albedrío que me pueda obligar a lo contrario. Corrine, lo estoy ahora, y siempre

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estaré, atado a tu lado. Destinylandia llevo a cabo un plan para ti y para mí. Ella predijo que debemos caminar por un sendero poderoso en conjunto, para que yo, sobre todas las cosas, me dedique a ti. Si eso es vergonzoso a tus ojos, si eso es algo que percibes como nefasto e… infame entonces lo siento mucho. Tengo... el corazón roto. Estoy perplejo en cuanto a la forma de ser algo mejor para ti que lo que soy. Y por haberle fallado a mi verdadera compañera en esta vida me avergüenza. No pudo negar el peso de la vergüenza que vio en sus ojos. Esto simplemente le quitó el aliento. Independientemente que era verdad y lo que se hizo su poder en su mente, no había nada tan claro para ella como su sinceridad en ese momento. Tendría que haber dudado de él. Ella debería haber recordado a todos los hombres que habían jugado con ella todos estos años, que se esforzaban por tomar una u otra cosa de ella. Tendría que haberse mantenido tan responsable de sus mentiras como lo hizo con los otros machos que le habían mentido. Pero ella no lo hizo. Porque todas aquellas historias, todo eso de la desconfianza y esas lecciones dolorosas del engaño, nunca había tocado en verdad el corazón de ella. Ella nunca había dejado de querer, antes y después un alma gemela. Ella siguió anhelando un verdadero socio en la vida, que la apoyara cuando lo necesitara y que vendría a ella en busca de apoyo cuando lo necesitara. Cuando miró a Kane, cuando cotejó todo lo que había estado diciendo y todo lo que había visto y experimentado hasta el momento, vio exactamente lo que ella había estado buscando. Sin embargo, esto necesitaría un gran salto de fe de su parte. Había una línea muy fina entre lo que ella anhelaba y las atenciones de un acosador psicótico. ¿Cómo iba a saber la diferencia? ¿Cómo era que nadie notaba la diferencia? ─ No pueden notar la diferencia, para ser honesto, ─ dijo Kane, que le recordó la facilidad con que podía leer sus pensamientos. ─ Se van exclusivamente por la fe. Tienen que

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confiar en sí mismos y lo que están sintiendo. Tienes que confiar en ti misma. Tomaras una decisión sabia y sólida en base de tu inteligencia y tus instintos. ─ Lo hare, ─ ella respiró, tirando más de él para que pudiera mirarlo a sus ojos limpios y honestos. ─ Pero tienes que admitir que tu poder es suficiente para que alguien dude del funcionamiento de su propia mente. ─ ¿Qué puedo hacer para que sea mejor para ti? ¿Para hacerlo más fácil? Dime. Cualquier cosa. Lo haré. ─ Una promesa. La promesa de que nunca vas a manipular a mi mente otra vez sin pedirme permiso primero. Incluso en algo como esto. ─ Ella miró a su alrededor al cielo nítido oscuro, lleno de estrellas. Eran nítidas, brillantes y hermosas. Impresionante. ─ Lo que estas pidiendo... será difícil para mí. Me explico, ─ dijo apresuradamente cuando ella frunció el ceño. ─ Toda mi vida he sido entrenado para usar el poder de mi mente en todas las formas y en todas las cosas. Los demonios utilizan sus poderes como un reflejo, como los seres humanos toman un aliento. Nunca te significare ningún daño y no tengo la intención de usar mi poder en forma señorial sobre ti, pero mi necesidad de usar el poder es irreflexiva. Así como meterías las manos frente a ti para amortiguar una caída, si estuvieras en peligro... si estuviera en peligro, yo no sería capaz de limitar mi reacción. Tenía que darle crédito por su honestidad. Él tenía el poder para hacer una promesa y luego hacer lo que quisiera, limpiando su memoria de transgresiones u ofensas. ─ Que puedo prometerte, ─ dijo él, interrumpiendo sus pensamientos. ─ Puedo jurarte que nunca borrare tu memoria de todo lo nuevo... sin tu permiso expreso. Es mi filosofía de que nuestras experiencias, tanto buenas como malas, dan forma a nuestro carácter. Nos sirve de poco eliminar constantemente lo

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que está mal de nuestra memoria. Sí, esto nos da la paz de un trauma, pero es difícil saber si nos sirve o nos perjudica a nosotros al largo plazo. Incluso puede llegar un momento en el futuro, cuando me ruegues por mi habilidad y tendré que negarme. Entiende que lo haré sólo porque es moralmente correcto y espero lo mejor para ti al largo plazo. Mi corazón, sin embargo, desea sólo evitarte cualquier dolor. Kane toco su cara, su dedo meñique empezó a trazar la escultura sobre el nivel más alto de su pómulo exquisito. Tomó ese momento pacífico, el primero en muchos días, para admirar el contraste de su piel oscura en comparación a la de ella. Oh, sí, esa parte de sí mismo que había dejado atrás en esa habitación en el castillo de Noé, su sangre todavía rabiaba por ella. Le dolía el cuerpo por ella. Pero en este único y dulce momento podía atesorar la diferencia magnífica entre ellos, y la forma espectacular de su oscuridad realzado su belleza fresca y limpia. Sus pestañas eran de un rojo brillante, al igual que sus cejas, complementos perfectos para su cabello en espiral. Su piel era rica como los duraznos con crema, la forma en que la recordaba antes de que ella hubiera llegado a estar tan enferma y tan cerca de la muerte.

*** ─ Creo que, ─ susurró en voz baja, cerca de sus labios, ─ He leído tu mente antes. La confesión le tomó por sorpresa, casi por completo rompiendo su control sobre la ilusión en la que ellos moraban. Eran este tipo de cosas, las distracciones fáciles como ésta, las que lo marcaban como un joven entre los demonios. Pero para

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ser justos, no tenía ni idea de que ella había entrado en sus pensamientos, y el hecho de que lo había hecho era una prueba positiva de que se estaban cada vez más obligados a estar juntos. ─ Es... es una marca de la Impronta, ─ le dijo: ─ aunque confieso que no lo había esperado contigo estando tan débil. ─ Esos eran pensamientos… muy vehementes. No es como cuando hablas en mi mente. Esto es mucho más claro. Eso era más débil, como casi un eco, y sin embargo había una fuerte emoción unida. Sí ─ buscó sus ojos con fuerza. ─ Era más bien la lectura de tus emociones que tus pensamientos, aunque yo oyera las palabras. Dijiste: "Sólo tengo que pasar por esta noche... te puedo dar romance, así como pasión. ¡Te puedo dar todo!" ─ Es cierto, ─ le juró sobre un suave aliento. ─ Sé que me estoy comportando como una bestia, aprovechando la química que la Impronta ha creado entre nosotros, pero no quiero que sea todo acerca de la química, Corrine. No quiero que pienses que la predestinación es todo, que des nuestra conexión por sentado, que trates esto como algo fácil o como una conclusión inevitable. En todo caso, Corrine pensaba, que había demostrado todo lo contrario. Cada vez que ella había sido abrumada por el calor feroz de la luna de Samhain, él había hecho algo para negar su deseo, para distraerla de ello, rompiéndolo. Incluso esta ilusión había sido una forma de virar muy lejos de la necesidad que la había abrumado. Y todo era nuevo para ella. De lo que estaba entendiendo, que era aún peor para él, y él había estado sufriendo durante mucho tiempo. ─ Kane, ─ dijo ─ llévanos de regreso... ─ ¿Volver? ─ interrogó, su voz llena de aliento. Él era un telépata. No había necesidad de dudar de sus intenciones o lo que ella decía. Era su manera de esquivar la embestida de la

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emoción, la emoción que le estaba inundando. ─ No se... ¿No te gusta estar aquí? ¿Libre de... de la forma en que estoy de regreso allí? Y el verdadero punto de la ilusión que había creado se hizo claro para ella. Si él estaba aquí, orquestando este escenario con toda su voluntad y concentración, entonces, él no podría sujetar a la bestia azotada a su lado. Él la estaba protegiendo de él. Tratando de ganar algo de tiempo para ella, lo que entendía que era una tortura inevitable. Incluso ahora, mientras miraba hacia arriba en el cielo de la noche, podía ver a las estrellas vibrar, haciendo rayas blancas, inestables en su lecho de tinieblas. Su enfoque se fue desintegrando. Ella se acercó acunando su rostro con ambas manos, cepillando los dedos sobre los contornos limpios afeitados que lo hacían mucho más guapo cuando eran reales y lo cubrían con una brusca barba. ─ Me llevaras de regreso, ─ ella respiraba suavemente, sus labios apenas rozándolo. ─ Corrine... no puedo controlarme... ─ Él comenzó a respirar con dificultad, sus manos llegaron a agarrarla por la parte de atrás de los hombros. Las estrellas comenzaron a caer del cielo, rayando hacia abajo como brasas ardientes, la hierba bajo sus pies desnudos perdió la textura de las hojas individuales, deslizándose como la arena bajo sus talones. ─ Entonces no lo hagas. ─ No quiero hacerte daño, ─ juró con dureza. ─ No quiero ser lo que soy de regreso allí. ─ Tendré cuidado de ello. Esta vez, proporcionare el escape que necesitamos. Y al igual que un diluvio repentino de agua, el cielo se cayó en un manto repentino de oscuridad a su alrededor.

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Capítulo 5

L

Traducido por Rhyss y Ariel Corregido por Rhys

a luz la envolvía, la suavidad de la cama y la humedad de su piel saltó a la vida debajo de él. En el lapso de un suspiro ya estaba de vuelta en la cama con él, en aquella sala alumbrada a gas. El momento en que la sintió verdaderamente bajo él, su cuerpo se iluminó como si estuviera en llamas. La primera diferencia entre el sueño y la realidad era el rico olor almizclado de su piel. Era como un pecado personal, algo creado sólo para él, sólo para tentarlo y llenarlo de calor por ella. Esta vez dio la bienvenida a la necesidad que le insuflaba la luna de Samhain. Sí, el estaba sorteando todos los obstáculos, teniendo fe en que todo lo que había aprendido era verdad. A veces, con el fin de obtener la recompensa que uno más quería, había que tomar riesgos. Y de alguna manera temía correr el riesgo. El calor que se irradiaba a lo largo de su cuerpo no era una ilusión, no era mentira. Era tan natural como cualquier cosa podría ser. Kane tomó una respiración lenta, tratando de ordenar sus pensamientos y mantener el control cuando apenas era capaz de oír el golpeteo ruidoso de su corazón. Ella puso sus piernas a los costados de las suyas y se sentó a horcajadas sobre él, su suave y húmedo sexo rozando el centro de su vientre, el maravilloso calor quemándole. Sus agudos sentidos le dieron de comer su dulce aroma, despertándolo y ahogando un gemido que marcaba su conciencia atormentada y el haber llegado a sus límites físicos.

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─ Corrine, no estás en condiciones de tomar decisiones… Se interrumpió cuando ella se acomodo a ras de su pecho, sus manos apoyadas a los costados de sus hombros mientras le tentaba con la cercanía de su carne madura a su boca. ─ No puedo tomar decisiones. Tú mismo lo dijiste. No hay otra opción aquí. Somos química pura. Una reacción destinada a ser lo que es. ¿Es cierto, o no es cierto? ─ Se supone que debes... ─ ¿Descasar? ¿Curarme? Tú sabes que esto me va a revivir más que cualquier otra cosa. Corrine le dio un beso con gusto mientras bromeaba sobre su boca. Le gustaba su boca, con su extremadamente hermosa plenitud y el roce de su labio superior sobre la sombra de la barba de unos días. Le había gustado antes y empezó a buscar la sensación en los roces lentos, deleitándose en contra de su boca. Ella se iba a tomar el tiempo para descubrir las ventajas de esta hambre que compartían. Kane sintió el roce de sus pechos sobre su pecho, los pezones dibujaban a través de los músculos pectorales amplificando las sensaciones que ella le provocaba. No había nada igual. Nunca habría nada igual. Era una sensación que respondía a la intensa reacción química única entre ellos. Kane exhalaba en su boca mientras ella mordisqueaba tentadoramente sus labios con besos leves y exquisitos. Fue entonces cuando lo que había dicho, finalmente se abrió paso en su aturdido cerebro. Con una sacudida se apartó de ella y miró directamente a los ojos verdes claros. Era inteligente y elegante, pero esto iba más allá de todo eso. ─ Leíste mis pensamientos, ─ le susurró con aturdido deleite. ─ ¡Tú leíste mis pensamientos! ─ Sí, ─ ella estuvo de acuerdo, simplemente, como si no fuera un signo del profundo despertar de su mente y de su cuerpo a la genética druida, así como su especial conexión telepática. Ella se encogió de hombros como si leyera la mente todo el tiempo. ─ Así es como supe que me estabas diciendo la

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verdad acerca de todo esto. Así es como supe porque estabas atado, Kane. Y así es como supe que tú estabas sufriendo terriblemente sin mí. Ella lo besó suavemente, pero Kane repentinamente se soltó de ella otra vez. ─ ¿Así que de eso va todo esto? ¿Algún tipo de reacción de mierda por compasión, Corrine? Si ese es el caso, entonces puedes quitar el culo de mí en estos momentos. Voy a esperar hasta que realmente sientas algo por mí, muchas gracias. Corrine llegó a tocar su rostro y se sacudió de inmediato, pero no había espacio a donde pudiera ir, atrapándolo con fuerza ella lo cogió entre sus manos y lo miró profundamente a los ojos. ─ Siento lo mismo que tú. Calor. Necesidad. El deseo que me está volviendo loca. Siento algo imperativo, biológico, tal como tú lo haces. ¡Dios, si hasta te puedo sentir dentro de mí, Kane! ─ Ella estaba moviéndose contra de él, frotándose sobre él hasta que su vientre estaba mojado por ella y su olor sensual, estaba haciendo girar su mente. Dulce destino, no había nada que anhelara más que saber lo que se sentía estar en su interior. Y, sin embargo. . . ─ Lo sé ─ graznó, ─ Yo sé todo esto, Corrine. Pero tú no quieres un hombre sólo por su cuerpo. ¿Quieres uno para tu alma? Eso es lo que quiero ser. ¡No sólo esto! ─ Mira, ahí es donde te equivocas, ─ le corrigió ella en voz baja mientras comenzaba a deslizarse sinuosamente a lo largo de su cuerpo. ─ Lo que necesito es ambas cosas a la vez, Kane. Una gran cantidad de ambas cosas. ─ suspiró contra su piel mientras se movía más allá, sus dedos jugando con la mezclilla ya abierta de los vaqueros. Continuó despojándolo de la tela de sus pantalones y empujando los bóxers lejos, haciéndolos pasar por las rodillas para que no interfieran con sus planes. ─ Creo que podrías leer mi mente y averiguar cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que tuve relaciones sexuales, ─ señaló. ─ Podría, ─ dijo con voz áspera. ─ Pero estoy un poco distraído en estos momentos. ─ tragó ruidosamente cuando lo

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tocó con el más ligero movimiento de sus dedos hasta sus muslos desnudos. ─ Y yo estoy tratando de averiguar por qué estás de pronto tan dispuesta a estar conmigo de esta manera. Ella se echó a reír, mirándolo como si fuera ingenuo. ─ Porque leí tu mente, Kane. Durante sólo un minuto pude ver todo lo que piensas y sientes. ─ Corrine se estiró y tocó con la punta de su dedo desde el fondo empujando hacia arriba de su eje. Lentamente, a medida que hablaba, pasó su dedo a lo largo de su longitud caliente. La quemante sensación en la yema de su dedo, sintiendo cómo la textura de su piel suave lo endurecía. A ese nivel el calor quemante era casi tan fascinante para ella como el olor de él, masculinamente rico y listo, ya a la deriva sobre él. ─ He visto horas y horas de resistencia en contra de algo imposible de soportar. Vi el miedo que tenías de hacerme daño. Sentí cómo de culpable te sentías por lo que me había sucedido. Todos esos sentimientos juntos en tu mente, me afectaron profundamente. ─ Ella llegó a la punta de su erección y se tomó su tiempo para burlarse de los nervios sensibles allí, acariciándolo con la punta de sus traviesos dedos. ─ ¿No lo ves? Eso es todo lo que siempre quise, Kane. Alguien que se preocupara por mí más que por a sí mismo. ─ Ella lo miró, una maliciosa sonrisa en la esquina de su hermosa boca, por lo que su instinto ya endurecido respondió con una llamarada de fuego. ─ Bueno, el sexo electrizante sería bueno también. Así que vamos a ver que tan buenos somos en el dos para dos. ─ ¡Ah, diablos! ¿Atado? ─ dijo lleno de frustración. ─ Hmm. Buen punto. Creo que voy a hacer todo el trabajo esta vez. Podrás hacerlo por mi más tarde. El roce de la piel caliente acariciando totalmente la de él, ella se deslizó de nuevo a su posición de horcajadas sobre sus caderas, y esta vez lo acogió directamente entre sus muslos, el calor húmedo de su sexo acariciaba sugestivamente sobre su palpitante erección.

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Kane no podía soportar la sensación después de haberse mantenido a sí mismo en jaque durante tanto tiempo. Era como un sueño tóxico materializándose en la realidad de cuerpo entero. Él sabía que ella estaba demasiado débil y podría lastimarse al jugar el juego de la seductora en la forma en que lo estaba haciendo, pero la verdad es que cuanto más satisficiera las exigencias de la naturaleza, más rápido se curaría. No podría estar más cerca que dentro de ella, y la energía cambiante en un encuentro sexual sería fenomenal. Cuando por fin la tuviera, sería fenomenal. Pero... ─ ¿Y cuando amanezca, cariño? ─ preguntó mientras comenzaba una suave lluvia de besos en su cara y cuello. ─ ¿Cuándo despiertes a la realidad y te des cuenta de que no quieres vivir conmigo en mi mundo? ¿Querrás huir de mí entonces? ¿Me odiaras? La pregunta la detuvo y ella inclinó la cabeza para mirarlo con curiosidad. Kane podría fácilmente leer sus pensamientos en ese momento, no tendría que esperar por una respuesta, pero el miedo se apoderó de él y no podía soportar la idea de que la perdería como en un mal sueño si le daba la oportunidad. ─ Kane, ─ dijo, con un tono de reproche ella mientras lo besaba en la boca con dulzura celestial. ─ Siempre he sabido que para poder disfrutar de una pareja que piensa en mí antes que en él, yo tendría que hacer exactamente lo mismo a cambio. Nadie puede ganar esa devoción, sin esperar que sea reciproca. Kane capturo abruptamente su boca tan profundamente como pudo, besándola con tanta fuerza que él sabía que ella sintió el impacto que su visión optimista de la dulzura de su futuro juntos había tenido en él. Esa era la razón de que se hubiera enamorado de ella, en primer lugar. El dolor y la traición llenaban su historia, sin embargo, ella siempre esperaba lo mejor... buscando el sueño que había anhelado, el que ella había tenido incrustado en el alma desde el día en que había nacido para él.

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Corrine lo beso con intensidad, con el látigo de su lengua, despertando aun más emociones dentro de él. Su gusto quemando todo el camino hacia abajo en su vientre y en ella como si estuviera muerta de hambre. Ella necesitada su afecto, su energía, y sólo él podría llenarla de nuevo. Lo besó hasta quedar sin aliento. Se deslizó sobre él una y otra vez, acariciando en forma ausente su clítoris sensible sobre su carne dura hasta que todo su cuerpo estaba ardiendo. Kane se separó de ella, recobrando el aliento que necesitaba para gritar con furia. ─ ¡Maldito seas, Abram, quítame estas malditas cadenas! El demonio mayor, que estaba bloqueando su habilidad de teletransportarse hizo caso omiso de la demanda, una vez más. No importaba lo que sucediera, sólo una orden de Noah podría influir en el Siddah de Kane. Y, por supuesto, Abram no tenía idea de dónde estaba el Rey Demonio y no quería molestarlo. ─ Calla, ─ su compañera le reprendió, mientras que sus húmedos y calientes besos se arrastraban por su cuerpo. ─ Siempre he querido un hombre completamente a mi merced. No eches a perder mi diversión. El Demonio de la Mente hizo un sonido ininteligible. Se tomó solo un segundo para pasarle la lengua por los costados de las costillas inferiores, y luego se trasladó lentamente por su vientre, respirando con vehemencia en todos los lugares húmedos que dejaba a su paso. Bordeando el ombligo, le pasó la lengua por abajo de la línea de vello que lleva hasta la ingle. Su mano libre envolvió toda su longitud manteniéndolo fuera de su camino hasta que ella estuviera lista para centrar toda su atención en el. Su pene estaba empapado con los jugos de ambos, los de ella se habían transferido a él cuando lo había montado. Ella hizo uso de toda su ventaja y lo acarició meticulosamente hasta que considero que era tiempo de tomar un poco de él. El toque de su lengua lazó una oleada de placer quemante como un reguero de pólvora a lo largo de su eje y el cuerpo de

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Kane fue presa de la sensación. Se quedó sin aliento, mareado y agonizante, francamente estaba sorprendido de no haber eyaculado en ese preciso instante. Estaba viendo como poco a poco deslizaba su lengua por la cabeza de su erección, mientras un abundante líquido perlado manaba de él. La visión de ella bebiendo de él, era magnifica, una de sus mas ocultas y prohibidas fantasías haciéndose realidad. Una ola de emociones turbulentas lo arraso al sentir el sonido de la misma, mientras ella lo atrajo más profundamente en su boca, bruscamente recordó que ella era en su mayor parte humana, mientras que él, como un demonio que sufre de la necesidad de Samhain, era una bestia muy feroz y diferente. La privación de su energía había ralentizado su cambio, un cambio que se suponía la habría hecho capaz de soportar el peso feroz de la vida sexual del demonio. De pronto, se alegró de que estar anclado en forma tan eficiente. La pasión que sentía en esos momentos podría fácilmente haberlo cegado, probablemente la habría derribado y desgarrado con su invasión, con su intensidad. Aún así no pudo evitar la necesidad ciega de empujar contra su pequeña y diabólica lengua. Pero claro ella tenía sus propios planes, por lo que lo liberó de su boca y volvió a su posición a horcajadas sobre él. Su centro caliente y húmedo en su él, sin llevarlo a su interior, se inclinó hacia adelante para rosar la punta de uno de sus pechos en contra de sus labios. Él la agarró de repente y bruscamente con los dientes, por lo que soltó un grito ahogado. ¿Quieres burlarte de mí? Habló con fiereza a su mente. Una y otra vez, ella lo tentó, su voz excitada y sin aliento deambulando en su cabeza. Podía ver el color de la emoción por toda su piel y la profundidad de su necesidad brillando en sus ojos. Samhain era tan duro sobre él como lo era para ella, pero ella quería mucho más de él. Podía sentirlo. Podía oír el canto desesperado a través de sus pensamientos. Te necesito, Kane. ¡Te necesito! ─ ¡Corrine, no puedo seguir con esto! ─ Sabía lo desesperado que estaba por ella, pero aun así se le resistía,

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buscaba la entrada que se le escapaba. ¡Dulce destino, es que no entendía! No sabía cuánto tiempo había anhelado este momento. ¡Ella no podía imaginarse lo que esto le estaba haciendo! Kane rechinó los dientes y tiró salvajemente de sus grilletes. La madera agrietada y el acero de sus cadenas rechinaban. ─ Pronto, ─ lo tranquilizó acariciando con sus manos su pecho y su vientre, estaba haciendo el trabajo de dos personas aquí, los ojos de Corrine como dos lagunas verdes, se posaron en él cuando la punta de sus dedos llegaron a tocar los suaves rizos rojizos que enmarcaban su sexo. Ella lo guió con sus delicadas manos para buscar su clítoris, casualmente acariciando la cabeza de su pene por un momento rápido y tortuoso mientras lo guiaba. El parpadeó moviendo sus dedos en relieve dándole el enfoque de sus mentes en un concierto sin límites. Ella era demasiado inexperta para mantener el vínculo mental por su cuenta, por lo que Kane sostuvo el vínculo con claridad y fuerza, compartiendo con ella la intensidad de su placer. Estaba tan sorprendido por la sencillez con que pareció aceptar el placer, la forma en que con tan buena voluntad lo dejó rodar por encima de su cuerpo, esperamos que el cambio brusco que hizo comenzara a llevarlo en su interior. Kane, con las manos había llegado hasta sus rizos apretados tirando alrededor de los eslabones de acero que lo sostenían, la necesidad repentina y salvaje de toar el control, mientras ella se movía a sí misma para empalar en él. A los noventa y ocho años de edad, Kane tenía dos años para ser un adulto a los ojos de sus compañeros, pero en ese momento nunca se había sentido más como un principiante en la vida. La sensación de su compañera perfecta dándole la bienvenida a la perfección exquisita era sublime. Él negó con la cabeza, tratando de evitar la humedad en sus ojos, pero con poco éxito. Odiaba no poder tocarla, y sin embargo, había algo en su dominio sobre él, que lo hacía sentir orgulloso, hizo que todo valiera la pena.

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Corrine cerró los ojos, dejando caer la cabeza hacia atrás con un gemido lujurioso que resonó en la sala de piedra. Kane estaba tan caliente que se sentía como si ella estuviera empalada en acero ardiente y puro. Ella trabajaba hacia abajo sobre él, abriendo la boca a la ferocidad de su calor y sintiendo una oleada tras otra de su profunda respuesta emocional. ¡Oh, cuán convincente era para saber que se siente de esta manera a causa de ella! Cuando finalmente lo hundió dentro de ella, tuvo que apoyarse con las palmas de las manos contra su pecho, respirando con dificultad por lo intensa de la situación. Todo su cuerpo perlado de sudor y tenso de placer. Ella se levantó y cambió y se apoyo nuevamente en sus talones, gritando cuando él la penetro con un golpe desafiante de sus caderas. Todo su cuerpo se estremeció con el impacto y ella casi se cae sobre él. En lugar de eso terminó apoyada contra él con la mirada fija en sus brillantes ojos azules y su expresión de innegable devoción… Ella se levantó otra vez, aprovechando el momento para besar su boca mientras se levantaba hacia adelante por encima de él. Después de un momento de nadar en su mirada a la deriva de sus ojos, le susurró. ─ Me amas, ─ dijo ella suavemente. ─ Sí. ─ Él interrumpido la confesión con otro poderoso empuje al encuentro de su movimiento descendente. Ella se levantó de nuevo casi al instante, emitiendo un gemido de placer contra los labios de él. ─ Kane... Kane, no sabes lo que me haces. Él la interrumpió volviendo a profundizar en su pequeño cuerpo, meciéndola hacia adelante para que sus bocas se encontraran en un salvaje, y concienzudo beso. La dejó asentarse a su ritmo esta vez, respirando con dificultad contra su húmedos, y muy bien usados labios. ─ Tú. Corrine sentía la convicción absoluta que brotaba de él y un escalofrío le recorrió la espalda, estremeciéndose de placer.

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Él estaba una vez más, diciéndole la verdad absoluta. Su verdad. Una verdad, ella se dio cuenta, que no diría cualquier Demonio de la mente. Sentada erguida y orgullosa sobre su semental personal, Corrine se encargó de cabalgarlo. Kane continuo igualándola, el sudor brillaba sobre su piel morena, mientras ella trabajaba en su cuerpo tan ferozmente como podía dadas las circunstancias. Él amaba la forma en que su cuerpo entero se sacudía, sus pechos con sus aureolas de coral oscuros resplandecían con cada impacto, cada vez que se reunía con él. Todo estaba mucho más allá de sus expectativas, su cuerpo reaccionaba de un modo incontrolable. Al principio él usó la mordedura de los puños de su mano para ayudarse a alejar el impulso desenfrenado de entrar precipitadamente al orgasmo, la humedad caliente de su propia sangre era un pequeño precio a pagar si él solamente pudiera mantener el control suficiente el tiempo que ella necesitaba. Pero muy pronto no podría ayudarle. ─ Bendito y dulce destino. ¡Corrine! ¡Tú eres perfecta! Tú eres... Kane jadeó fuertemente y con dificultad, succionando con su aliento el fuego repentino al interior de su abdomen, hundiéndose en la quemadura ácida en la base de su pelvis. Todo su cuerpo se estrelló contra una tormenta de placer que no podía contener ni controlar. Su espalda se arqueó en la cama, con el poder de su musculoso cuerpo levantándola con él. Corrine sintió el impulso del placer corriendo por su cuerpo y su mente, y una vez que se estrelló contra él, se estrelló contra ella también. Encadenados entre sí como lo estaban por el poder de la mente de Kane, que estaba atrapado en el vórtice de su explosiva liberación, convulsiva y lindando con el dolor. Ambos curvados uno hacia el otro, sus cabezas chocando en las sienes cuando ellos gritaban mutuamente en contra de

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sus oídos. Las sacudidas de liberación de Kane se sentían como si nunca fuera a terminar, y el embrague codicioso de su cuerpo sólo perpetuaba la situación. Entonces, jadeando como loco, de repente se dejó caer en la cama, su cuerpo nada más que una pila agotada de brazos y piernas. Incluso antes de que terminara de recuperar el aliento, Kane dejó escapar un gruñido de irritación. Corrine lo miró con sorpresa cuando pronunció muy salvajemente, ─ Perfecta sincronización, Noah. Luego hubo una segunda sacudida aguda antes de que la cara de Corrine golpeara el colchón, después de que Kane hubiera desaparecido por completo debajo de ella. La pelirroja se sobresaltó empujada dentro de una espesa nube de humo con el fuerte olor a azufre. Luego hubo otro complemento en el aire y de repente Kane estaba a su espalda, sus manos ya libres se deslizaban con avidez por debajo de ella para buscar la suavidad deliciosa de sus pechos. ─ ¡Kane! ─ se quedó sin aliento, intentando girarse debajo de él para poder mirarlo a la cara. Su acto notable de desaparición la había aturdido, pero fue rápidamente eclipsado por la sensación más notable de sus manos sobre su cuerpo, por fin. ─ ¿Por fin? ─ Él se hizo eco ferozmente de sus pensamientos contra su oído. ─ Vamos a ver como sufres durante una semana de ser totalmente excitada todas las veces que el más mínimo recuerdo de tu compañero se desplace en tu mente. Entonces podrás quejarte de la duración de tu apetito negado. ─ Oh, ya veo, ─ ella respiró, ─ se trata un concurso, ¿Verdad? ─ No un concurso, ─ argumentó con vehemencia. ─ Tú nunca sabrás lo que yo pasé.

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─ Eso dices, ─ le contraatacó. ─ No, eso lo sé. Tú nunca sabrás el tipo de negación que yo pasé, Corrine. Nunca lo sabrás, porque nunca voy a dejar que lo sepas. ─ Cuando hizo la promesa, llevó las manos en diferentes direcciones, viajando íntimamente sobre su delgado cuerpo. ─ Yo puedo prometerte esto con todo mi corazón, dulzura. Corrine suspiró y sonrió en las sábanas de la cama. Era una promesa que sabía que podía creer.

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Epilogo Traducido por Rhyss Corregido por Rhyss

K ane se frotó las muñecas casi curadas, tirando hacia abajo las mangas de su camisa ocultando sus contusiones leves. Es cierto que podría haber pedido a un demonio del cuerpo que lo sanara, pero había algo conmovedor en verlas, en tocarlas, le recordaban lo que había sucedido esa noche de Samhain. Deseó que no sanaran tan rápido. Él quería que los recordatorios duraran sólo un poco más de tiempo. Levantó la vista cuando oyó una puerta cerrarse suavemente. Ella apareció como una visión en un sueño, vistiendo algo que fluía como seda suave y brillante a su alrededor. De un color como agua limpia tropical aferrado a ella. El vestido no se parecía a nada que hubiera visto antes, distinto del vestido habría elegido para ella en una realidad alternativa. Pero había reconocido dentro de ella, el deseo de llevar cosas tan exuberantes, y hermosas. Y ella lo llevaba como si hubiera nacido para ello. Mientras caminaba por las escaleras con aire elegante como el de una reina. ─ ¡Hola, hermanita! El momento se rompió cuando una rápida mata de pelo azabache se interpuso entre Kane y Corrine, arrojándose a si misma a los brazos de su hermana. Las hermanas se abrazaron con fuerza, el pelo de colores opuestos mezclando en un choque impresionante de rojo sobre negro.

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─ Cualquiera pensaría que no se han visto en años, ─ comentó con ironía Jacob cuando llegó al lado de Kane y se quedó en su habitual pose estoica, con los brazos cruzados sobre el pecho. Pero había suavidad en sus ojos y una leve sonrisa en sus labios mientras miraba a su compañera. Para los extraños el cambio en él podría parecer pequeño, pero Kane podía percibir lo profundo de los cambios en su hermano mayor. Kane sonrió, ignorando la irritación que le provocaba el ver frustrado su deseo de tener a su compañera en sus brazos. Durante estos últimos dos días, había llegado a conocer mucho mejor a Bella, había aprendido cuan dinámica era. Había mucho de su hermana en ella, pero había una sabiduría y timidez en Corrine que la hacía de alguna forma más especial para Kane. ─ Ella se ve bien, ─ comentó Jacob. ─ Está mejor, ─ Kane estuvo de acuerdo. ─ Pero no tenemos lo que tú y Bella tienen. Quiero decir, su habilidad para leer mis pensamientos se limita a los momentos en los que se encuentra muy cerca y hablamos de cosas muy emotivas. Y no puedo hablar telepáticamente con ella desde cualquier distancia. No me gusta eso. Siento que me falta una pieza clave en la armadura cuando se trata de protección para ella. Saber que hay usuarios de la magia por ahí y otros que podrían tratar de hacerle daño para llegar a mí... ─ Sabes que las probabilidades de que eso suceda son muy bajas, ─ dijo Jacob cuando trató de tranquilizarlo. ─ ¿Ha mostrado algún signo de habilidades especiales? ─ No, todavía no. ─ Puede tomar tiempo, ─ musitó Jacob. ─ Estamos muy agradecidos de que ella esté viva. Estoy muy agradecido. ─ Jacob miró a su hermano. ─ Me hubiera destruido saber que yo fui el instrumento que te robó a la mujer que sería tu compañera.

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Kane sintió el poder de la culpa de su hermano, así como su amor por él, todo en esa única frase. Ni siquiera se preocupaba de que Corrine aún no hubiese declarado su amor por él. Ella lo haría. Con el tiempo, con su amor y cuidado persuadiría a su corazón para que fuera suyo, ella lo amaría. Corrine lo miró por encima del hombro de su diminuta hermana, y le sonrió. Leyó sus pensamientos y su sonrisa creció.

Fin

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Agradecimient os Moderadoras: Gracias a todas las chicas que participaron y trabajaron en este proyecto, gracias sobre todo por formar parte de este sueĂąo.

Traductoras: Tabitha, Rhyss, Kyra, Ariel, AndrĂłmeda y Alhana

Correctora: Rhyss

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Diseño:

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