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En ámbitos educativos y de formación
Introducción
Con el objetivo de fortalecer e incluir la perspectiva de masculinidades transformadoras y de cuidados en el accionar institucional del municipio de Pasto, se ha creado el presente documento en el cual se proyectan líneas de acción y recomendaciones, teniendo en cuenta los datos estadísticos dispuestos en el Plan de desarrollo municipal “Pasto la Gran Capital” de la Alcaldía municipal 2020 -2023 y el Observatorio de Género de Nariño Nodo Pasto.
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Es evidente que durante la pandemia por Covid-19, las afectaciones sociales, políticas y económicas han agudizado las problemáticas en torno a las tareas de cuidado y la seguridad y bienestar de las mujeres al interior de los hogares.
En el marco de la contingencia, la Secretaria de Salud de Pasto reportó hasta el mes de julio de 2020, 6.536 casos de infección por Covid-19, de los cuales el 52% son hombres y el 48% mujeres, de acuerdo a esta cifra son los hombres quienes padecen mayor contagio, lo cual puede estar relacionado con una mayor exposición a escenarios públicos o conglomeraciones por parte de los hombres para cumplir el papel de proveeduría (irrupción de las medidas de aislamiento), la inadecuada utilización de tapabocas, y la falta de lavado de manos debido a la concepción del cuidado y auto cuidado como prácticas femeninas y a marcadores de virilidad presentes en sus formas de relacionamiento entre pares. A su vez, es probable que sean las mujeres quienes asuman el cuidado de los hombres enfermos, generando mayor carga de trabajo no remunerado y disminuyendo las posibilidades de participar en actividades productivas.
En el municipio de Pasto, de acuerdo a lo reportado por el Ministerio de Trabajo en el año 2019 la tasa de desempleo fue de 10,6; sin embargo, al analizar las tasas de desempleo desagregadas por sexo (mujeres 12,0 y hombres 9,4) se evidencia que la tasa de desempleo de las mujeres fue superior a la tasa general de desempleo del Municipio. Si bien las mujeres han ingresado lentamente al ámbito público y económico, siguen asumiendo a través de dobles o triples jornadas los cuidados y actividades domésticas afectando así su calidad de vida. La contingencia por Covid-19 no ha sido ajena a dicha realidad, profundizando las desigualdades y comprometiendo su salud mental y física (Plan de desarrollo de Pasto, 2020).
Considerando lo anterior se puede inferir que la carga de cuidado no remunerado de los hogares, que recae exclusivamente en las mujeres, les impide disponer de tiempo suficiente para asumir un trabajo remunerado, situación que se relaciona con las dificultades de las mujeres para acceder a escenarios de participación política, procesos de empoderamiento y liderazgo asociado con el imaginario de que los hombres son “capaces” de asumir roles de liderazgo mientras que las mujeres no. De acuerdo al reporte realizado por el OBGENAR Nodo Pasto (2020) para las elecciones populares 2020 – 2023, de las seis candidaturas a la Alcaldías a nivel municipal, sólo una fue ocupada por una mujer y para el caso del Concejo Municipal de Pasto, se presentaron 89 candidatas mujeres vs 146 candidatos hombres, y de las cuales ninguna mujer fue electa.
Por otra parte, existe en el municipio un fuerte arraigo de roles y estereotipos tradicionales de género y el predominio de masculinidades hegemónicas, que refuerzan y perpetúan las violencias contra las mujeres y las niñas. Según el OBGENAR Nodo Pasto (2020) se reportaron 2.500 casos de violencia basada en género en el año 2017 y 2.487 en el año 2018, evidenciando un número importante de mujeres como principales víctimas lo que implica que, aunque existen avances significativos frente a la sensibilización para la prevención de VBG, la disminución de estos hechos son aún un reto y es necesario vincular a los hombres.
En estudio realizado por ONU Mujeres (2020) sobre los impactos por la pandemia COVID 19 se afirma que las mujeres tienden a aumentar sus labores tripartitas, (hogar, cuidado y rol laboral) destacando que semanalmente las mujeres asumen un promedio de 50.6 horas mientras que los hombres 23.9, teniendo como consecuencia el incremento en las actividades de cuidado no remunerado, debido al cierre de escuelas y la necesidad de contención emocional de los miembros de la familia.
En el ámbito laboral también han vivido una afectación desproporcionada a raíz de la pandemia, puesto que en Colombia las oportunidades de trabajo para las mujeres son en su mayoría informales, en el desarrollo de actividades de tiempo parcial o actividades empresariales feminizadas como por ejemplo áreas de servicio al cliente, servicios generales, secretarias, entre otras; a su vez, las mujeres han sido las más afectadas por despidos y renuncias, asumiendo en mayor proporción las tareas del hogar y del cuidado.
Ante este panorama se develan algunos impactos producto del reforzamiento de la masculinidad hegemónica, tales como:
Incremento de las violencias contra las mujeres por la permanencia al interior de los hogares, en algunos casos, junto con los mismos agresores.
Incremento del riesgo de enfermedad por el contagio de Covid-19 en hombres, debido al imaginario del cuidado como una práctica exclusivamente femenina y por lo tanto contraria a la masculinidad tradicional.
Incremento de la carga laboral para las mujeres al interior de los hogares relacionada con actividades de cuidado no remunerado.
Tensiones a nivel personal, familiar y social, asociadas a la fractura en el rol de proveeduría de los hombres a cargo de los hogares, debido a las dificultades socioeconómicas de la pandemia.
Baja participación de los hombres en el trabajo doméstico y en cuidado de niños y niñas, adultos/as mayores, personas enfermas o dependientes.
En este sentido, se hace urgente la promoción de estrategias para fortalecer y motivar el despertar de masculinidades reconciliadas (no violentas y corresponsables), a partir de la promoción, el fortalecimiento, resignificación y vinculación de los hombres en las prácticas de cuidado, la prevención de violencias basadas en género, la corresponsabilidad en los ámbitos familiares, laborales, sociales y políticos, para el bienestar no sólo de las mujeres, los niños, niñas y la naturaleza sino también de los hombres mismos.