Diario de una Travesia

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DIARIO DE UNA TRAVESIA DEENNIIAA IBBIIZZAA

FORMENTERA

DEENNIIAA

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NACHO MENA BULNES Nació en Toledo en 1970. Diplomado en Educación Física, se interesó desde muy joven por los deportes náuticos, de los cuales posee los títulos de monitor de vela, monitor de piragua, monitor de Windsurf y Master en Gestión y Dirección de Instalaciones Náutico Deportivas. Ha compaginado la docencia en estas especialidades en alguna de las mejores escuelas de España con otros trabajos del sector turístico. Actualmente se dedica a la gestión comercial en Anticiclón, empresa de Turismo activo, deporte y aventura. Aprovechando su gran afición al mar, sus conocimientos y su experiencia en este campo a escrito este pequeño diario que seguro hará disfrutar a todos los que se atrevan a navegar junto con él en este apasionante mundo que no dejará indiferente al osado lector.




A mi familia y mis amigos, que han sabido entender y compartir junto a mi la “Cultura del Marâ€?‌

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NOTA AL LECTOR El siguiente relato narra la travesía en velero realizada por un grupo de amigos desde Denia a Ibiza. Está basado en hechos reales reflejando de forma fidedigna las distintas singladuras a través de ocho días de navegación, describiendo los valares humanos de sus personajes, afrontando jornadas con un mar apacible y tranquilo en la mayoría de los casos y en otros un mar caótico y embravecido por las fuerzas de la naturaleza. No se trata de una guía náutica, aunque los datos están totalmente contrastados con una amplia bibliografía referenciada que aparece al final del libro, se trata simplemente de una narración con un lenguaje un tanto retórico con el fin de hacer más amena la lectura que en algunos casos y sobre todo, para los neófitos puede resultar un poco enrevesada debido a la aparición constante de términos náuticos, sin los cuales seria imposible narrar y describir las peripecias del viaje. Para facilitar la tarea de comprensión léxica he realizado un pequeño glosario adjunto al final de la obra, donde el lector podrá consultar si fuera necesario el significado de algunos de los términos descritos de forma sencilla y clara y que en muchos casos van acompañados de una pequeña fotografía o gráfico para hacer más sencilla si cabe su comprensión. El lector al igual que los personajes parten de cero y a lo largo de cada singladura, de cada capítulo van adquiriendo destrezas y conocimientos progresivamente, con lo cual ellos al igual que nosotros nos iremos curtiendo unos por efecto del salitre, el viento y el sol y otros por efecto de la lectura, llegando al final del libro a pertenecer por derecho propio a la historia naval personal y anónima que en este caso por puro placer realizan estos marineros fugaces; Para esos otros lectores, los lobos de mar, esta obra representará un recuerdo en la memoria, de alguna experiencia vivida, experiencia en la que a buen seguro se sentirán identificados.


A ambos, los grumetes y los lobos de mar esta dedicada esta obra que nos hará sentir el sonido de las olas, transportadas por un viento lejano junto con la melodía de las drizas azotando los mástiles de los veleros, que amarrados a puerto, nos esperan para ser botados en busca del buen viento que nos haga desplegar las velas para surcar los mares.

Confiemos nuestra suerte a Eolo, Neptuno y Poseidón para que nuestras travesías lleguen a buen puerto.

Foto: El mar en calma y viaje feliz Goethe, Editorial Juventud.

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a los marineros de verdad con los de mentira, los Elobosl marde enmarcalmaconconfunde los grumetes y aprendices. Solo ante la tormenta, la oscuridad y la hostilidad de fluido salado, los auténticos marinos se muestran firmes ante el timón y fríos en sus decisiones, tanto que su autoridad hace temblar las mismas cuadernas si de su boca se profiere una orden o simplemente una sugerencia. El respeto nace de la experiencia que este demuestra en cada uno de sus actos, calculados milimétricamente ante algo tan abstracto como es un mar en pleno temporal, cuadro caótico ante ojos inexpertos, pero no tanto para ojo avizor, que sabe leer como quiromante cada espumarola que surge al romper las crestas de las olas alborotadas, al plegarse, alargarse, y ondularse hasta la saciedad, sin fin y sin principio, sin orden lógico, producto quizás del aleteo de un mariposa lejana conjugado con el influjo de la luna y el sol, quizás por la fuerza misma de las entrañas de la hija tierra, enfurecida con su padre el mar o su madre la mar… misterio de la física, o tal vez misterio divino, Neptuno(1) el romano o Poseidón(2) el griego, o ambos a la vez echando un pulso contra los mortales, los cuales se sienten atraídos al mar por los cantos de las hijas de Caliope(3): Las Sirenas(4) o los de Las Nereidas(5) . Tal vez atraídos por lo desconocido, por la búsqueda del mas allá, como reto personal o simplemente para conocerse mejor uno mismo, surcan y surcaran los mares desde el comienzo de los tiempos hasta que el astro sol evapore o por el contrario congele todos los océanos y mares que nos rodean, solo entonces el hombre dejará de ser marino, solo entonces el hombre dejará de ser hombre…

(1) Neptuno: Dios romano del mar. (Mitología Romana). (2) Poseidón: Dios griego del mar. (Mitología Griega). (3) Caliope: Madre de las Sirenas (Mitología Griega). (4) Sirenas: Mujeres con cola de pez, (Mitología Griega). (5) Nereidas: Cincuenta hijas de Nereo, Ninfas del Mar. (Mitología Griega).

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- Cuaderno de Bitácora -

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 Embarcación: Beneteau Ciclades 3.93 Nombre: Capitan Haddock. CARACTERISTICAS TECNICAS • Arquitecto : Berret-Racoupeau. • Eslora total : 11.82 m. • Eslora de casco : 11.64 m. • Manga de casco : 3.96 m. • Peso en rosca : 7.350 kg. • Calado quilla estándar : 1.80 m. (2.095 Kg. aprox.). • Altura sobre flotación: 16.80 m. • Capacidad carburante : 220 L. • Capacidad agua dulce : 320 L. • Potencia maxi motor : 40 CV.

 Tripulación: Skipper: Nacho. Tripulación: Manolo Luis Javier. Amparo Julia. Fransoise

Profesión: Arquitecto. Ingeniero Funcionario Empresaria Funcionaria Consultora

Nacionalidad: Español Español Español Polaca Española Francesa

Edad: 54 51 50 53 47 36

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- SINGLADURAS -

DENIA

SAN ANTONIO ABAD

LA SAVINA

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SAN ANTONI ABAD CALA BENIRRÁS

CONEJERA

ISLA DE IBIZA CALA LLONGA

ES VEDRÁ

IBIZA

LOS FREUS

ES PALMADOR LA SAVINA

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1ª SINGLADURA DENIA

SAN ANTONIO ABAD

2ª SINGLADURA SAN ANTONIO ABAD

CALA BENIRRÁX

3ª SINGLADURA CALA BENIRRÁX

SAN ANTONIO ABAD

4ª SINGLADURA SAN ANTONIO ABAD

IBIZA

5ª SINGLADURA IBIZA

ES PALMADOR

IBIZA

IBIZA

CALA LLONGA

IBIZA

6ª SINGLADURA

7ª SINGLADURA IBIZA

LA SAVINA

8ª SINGLADURA LA SAVINA

DENIA

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1ª SINGLADURA BAUTIZO DE MAR Denia – San Antonio Abad

 Posición: Origen : Marina de Denia  Latitud: 38º 51’ 00’’ N  Longitud: 0º 07’ 06’’ W Destino: San Antonio Abad  Latitud: : 38º 58' 42'' N  Longitud: 01º 17' 45'' Distancia: 55 millas náuticas

Meteorología Estado del Cielo: Fuerza de Viento: Dirección del Viento

E este

Estado del Mar:

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Aquella mañana gris de mediados de septiembre, un grupo de amigos cumplían su sueño de navegar rumbo a las Pitiusas. Jinetes en su ratos de ocio, hasta ahora sus vacaciones se centraban en realizar excursiones ecuestres por algunos de los bellos rincones que se pueden recorrer a lo largo y ancho de la peninsula: bajada a la misteriosa Laguna del Circo de Gredos, cabalgada a lomos de sus corceles por mística ruta del Camino de Santiago, travesía por los Picos de Europa... cabalgando realizaban lo que tantas otras veces habían hecho a pie, pero ahora tenían un nuevo compañero un nuevo amigo: su montura inseparable con la cual disfrutaban de paseos, al trote y al galope. Su amistad se fraguó desde hacia ya algún tiempo cuando el destino y su afición les unió en un picadero del Norte de Madrid, aquí junto a otros jinetes compartían afición y proyectos, entre ellos este que acababa de empezar. Después del chequeo pertinente por parte del personal que a tal efecto realiza estas labores, y comprobar que todo estaba en su sitio el Capitán Haddock y su tripulación estaban dispuestos a afrontar una semana de navegación, partiendo de la Marina de Denia rumbo Ibiza, para circunnavegar las Pitiusas y disfrutar de sus encantos. Aunque la semana comenzaba con nubarrones, (cumpliéndose el popular dicho de los marineros gimnesienses(6) : “los mejores puertos de las Baleares son julio, agosto y Mahon”) dado que estos intrépidos marineros se encontraban a finales de septiembre motivo este que no mermó las ganas de navegar ya que podía más la motivación que la meteorología, el clipper de algo menos de 12 metros de eslora, pintaba bien, dos ruedas de timón alojadas en una bañera amplia a popa, con una manga generosa, hacían presagiar su espíritu deportivo, como pudieron comprobar a lo largo de las distintas singladuras que realizarían en días sucesivos. Pertrecharon las pertenencias de cada cual en sus respectivos camarotes acompañados del ruido del motor que a pocas revoluciones, iba engordando calorías a la vez que lubricándose suavemente para facilitar la maniobra de desatraque del muelle y alejarlos sin prisa pero sin pausa buscando el buen viento que les guiaría hacia el destino fijado (6) Gimnesiense: Gentilicio de los Baleares.

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-¡Suelten amarras!... Con el ronroneo al ralentí del rudo motor diesel y el susurro de la leve brisa marina, cual juego de la Oca partían desde el Cabo de San Antonio hasta San Antonio Abad, de santo a santo se hicieron a la mar, sorteando pequeños barcos de vela ligera, que practicaban maniobras y rumbos dentro de la zona portuaria. A la par distintos embarcaciones entraban y salían en un incesante ir y venir de veleros y motoras que aprovechaban el fin de semana para desempolvar aparejos y engrasar motores quemando los últimos cartuchos de un verano ya geriátrico buscando el descanso otoñal. Atrás días de preparativos, papeleos y gestiones para que este viaje llegara a buen puerto. El viento del Este impedía sacar el velamen del barco, pues estimando la hora de llegada a motor con una velocidad de régimen de unos 8 nudos para ir a un régimen de revoluciones apropiado llegarían al anochecer avistando la isla y mas concretamente Es Vedrá con las últimas horas del ocaso. La otra opción era soltar velas para barloventear haciendo bordos en rumbo de ceñida, con todo lo que ello suponía, muchas maniobras para una tripulación que por el momento era profana en temas marineros, y mucho, mucho mas tiempo de travesía por el canal de Ibiza, haciendo esta pesada y larga, Nacho el patrón se decanto por la primera opción, aunque esta no fue del agrado de la tripulación, que querían ver las velas desplegadas a toda costa, y escuchar tan solo el silbido del viento como único combustible que impulsará la embarcación, pero la paciencia es una virtud necesaria de los marineros y deben saber aguardar el momento ideal para realizar las maniobras tal como reza un dicho popular, a barco y tripulación nuevos, capitán viejo.., Nacho pensó que quedaban muchos días de navegación y que habría tiempo para todo, ahora lo importante era llegar y no demorarse pues la oscuridad cerca de tierra no es amiga de las embarcaciones ni para quienes las gobiernan por ello pusieron rumbo 85º para intentar arribar a buena hora a su destino.

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Uno de los detalles, que daban buena cuenta de lo sibaritas y extraordinarios tripulantes que el Capitán Haddock transportaba, era el jamón de cerdo ibérico que estos se encargaron de colocar en el hueco de la mesa de la bañera, que les acompañaría como mascota y despensa improvisada durante todo el viaje, eso si a medida que este iba avanzando y los días pasando, esa pezuña amiga, iba menguando y mostrando sus tuétanos desnudos por efecto de la erosión humana, que no de la marina, pues cualquier momento era el ideal para decapar aquella extremidad porcina venida del cielo, o en su defecto de alguna carnicería donde a cambio de un puñado de doblones o euros, harían felices a unos marineros de agua dulce, y no era precisamente agua con lo que regaban el suculento manjar, como no podía ser menos, el buen vino sobre todo Rioja elegido por nuestros anfitriones, multiplicaría hasta el infinito aquel placer tan simple como es degustar jamón ibérico recién cortado con afilado cuchillo jamonero, en medio del Mare Nostrum. El viaje si se cumplían los objetivos, iría increchendo, a medida que la tripulación se fuese cohesionado, aunque no estaban todos en el paso del canal, Manolo, Luis, Amparo y Fransoise, eran los avizados marinos que se decantaron por hacer la travesía en barco, que junto con Nacho compartirían los primeros momentos de la aventura .El matrimonio compuesto por Javier y Julia se reunirían con ellos más adelante a su llegada a San Antonio Abad en el extremo Noroccidental de la isla.

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Perdieron de vista el extraordinario monte Montgo, punto de referencia geográfico cuando el marino llega al cabo de San Antonio o se aleja de él y durante varias horas navegaron con la única referencia de la pantalla del GPS que previamente Nacho, había manipulado, para trazar el rumbo ideal que les hiciese llegar a San Antonio, con la ayuda del inestimable compás de a bordo. Confiados en el Patrón, la tripulación disfrutaba de un espectáculo del que todos los mortales deberían poder deleitarse alguna vez en su vida, ya que la sensación que se experimenta en medio del mar es algo que perdura en el recuerdo y en el corazón por mucho tiempo que pase… La tarde fue pasando entre mercantes y cruceros de placer y algún portaviones militar que hacía si cabe, más entretenido el viaje, eran una gota de agua en medio del mar y allí estaban esos enormes barcos para recordárselo, en algún momento tuvieron que cambiar rumbo pues sus derrotas en algún punto podrían coincidir, y ante semejantes monstruos marinos, mejor buscar su popa, que ver su proa acercándose, lo demás era sencillo tan solo poner rumbo de nuevo y dejar que el piloto automático hiciera el resto. Amparo, la empresaria polaca que se había afincado en Madrid gracias a sus prósperos negocios de alimentación con productos importados desde su país, disfrutaba con la lectura de la Sombra del Viento, título que se materializaría mas adelante como presagio misterioso de un futuro no muy lejano. Mujer de mediana edad, afable y de profundos pensamientos y sentimientos, había dejado atrás al menos por unos días el estrés de la gran urbe que todo lo absorbe y que cobra vida propia a costa de sus moradores, tributo este que hay que pagar a las grandes metrópolis a cambio de bienestar y supervivencia. Manolo y Luis disfrutaban al timón del Capitán intentando emular al temido Kaired-Din Barbarroja(7), eso si como el botín se encontraba estibado a bordo a buen recaudo en la mesa de la bañera, dejaban escapar grades mercantes con sus bodegas repletas, no de jamones, sino de contenedores llenos ¿de quien sabe qué?, rumbo ¿quién sabe donde?. (7) Kaired-Din Barbarroja: Pirata turco que actuaba en el Mediterráneo

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Ambos por deformación profesional trataban de dar sentido científico o físico al funcionamiento algorítmico del piloto automático, con sus correcciones de grados ora babor, ora estribor. Y Fransoise la gran Bretona, haciendo honor a su origen, cuna de los mejores marineros franceses, y a los conocimientos aprendidos en su niñez con su padre marinero aficionado, demostraba un talento y saber estar especiales, dotes que se crecían en la adversidad y en las maniobras mas arriesgadas donde la primera mano que llegaba a la jarcia era la suya, guardándose la otra para la embarcación, mandamiento fundamental e instintivo del buen marino: “una mano para ti y otra para el barco”.

Nacho mientras tanto hacia comprobaciones de rumbo y situación estimando tiempos, latitudes y longitudes, medidas con el compás de puntas secas que tantas veces en la mesa de cartas de su buhardilla había tomado, con sus pliegues de papel vegetal Din A-3 que previamente hacia firme a la carta con celo fan, para trazar todo tipo de líneas con su lapicero HB acompañado de su inseparable goma de borrar Milán, y su calculadora científica. Disfrutaba más que ningún otro de aquel momento que le embriagaba de placer, poniendo sus seis sentidos a disposición del mas puro hedonismo personal e intransferible, pues de todos es sabido que el buen marino tiene los cinco mas uno especial con el que cuentan aquellos que aprenden a vivir en contacto con la naturaleza, se trata de la intuición que se practica simplemente con la observación, la calma y la paciencia, y que mejor lugar para desarrollar esta capacidad, que en medio del mar. En fin cualquier actividad o inactividad era bienvenida dado que se trataba de disfrutar cada uno a su manera, sin molestar, todo lo contrario tratando de agradar. La camaradería estaba presente y esto tan solo era el principio de un viaje que jamás olvidarían.

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La tarde iba cayendo y a lo lejos se distinguía la silueta difuminada por la bruma marina de Es Vedrá intentando reflejar la luz de poniente, resurgiendo del mar como hito indicativo, como referencia geodésica de marinos de ultra mar buscando puerto seguro y tierra firme. Las primeras luces artificiales hicieron aparición en el contorno de la isla y con ellas los destellos intermitentes d Faro de Conejera, situado en el Cabo Blanco de la misma, es el islote mayor de Ibiza, con 3Km de largo y casi 1Km2 que forman esta ínsula con forma de ballena y que tiene la peculiaridad de ser el único lugar del hemisferio norte donde se observa una conjunción astral completa, fenómeno astrológico que comparte con la isla de Pascua en el hemisferio sur. Los centelleos del faro les guiaran para dejarla por estribor al aproximarse hacia San Antonio. Ya en noche cerrada entran en la amplísima bahía de San Antonio, desde lo lejos intentan distinguir las luces de la bocana de entrada al puerto, verde a estribor, roja a babor, pero la tarea es complicada pues las luces de las viviendas, las farolas y los numerosos bares, hacen que diferenciar cualquier luz sea imposible, esperan a estar mas cerca para discriminar las distintos destellos, y por fin aparecen intermitentes las luces de entrada al puerto, buscan la verde para dejarla por su banda de estribor, y por radio solicitan un amarre para pasar la noche, previamente, nuestros amigos se habían puesto en contacto telefónico con Javier y Julia que habían llegado por la tarde en avión desde Madrid y se habían

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instalado en un hotel de Ibiza, para quedar con ellos en el puerto de San Antonio. El marinero de turno es un andaluz muy salao llamado Andrés que trata de hacer que el primer contacto con los isleños aunque el lo es de adopción sea cordial, les indica el amarre que tienen que tomar para esa noche y se dirigen a este para amarrar al Capitán Haddock y dejarle descansar por fin, pues después de 10 horas de travesía se merece el descanso merecido del guerrero. El amarre les ofrece la posibilidad de utilizar las instalaciones del club náutico, al cual pertenecen, al menos esta noche, previo pago de la cuota correspondiente. Tras la ducha, el restaurante del club les espera para disfrutar de una agradable cena compartiendo mesa, charla y planificación de la singladura de la siguiente jornada.

El día ha sido duro y llega la hora del descanso, Nacho y Luis se resisten a dar por finalizada la jornada y deciden pasar la noche a la “belle etoile”, charlando en la bañera del barco, y disfrutando del escenario celeste que se extiende como carpa natural sobre sus cabezas. El mar y la tierra como los hombres, son imprevisibles y esta noche les sorprenden con uno de sus meteoros más estridentes, relámpagos: rayos y truenos, acompañados de un aguacero, les dan las buenas noches, haciendo que estos se tengan que cobijar dentro de la embarcación.

“ A la mar me voy, mis hechos dirán quién soy”.”

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- 2ª SINGLADURA POWER FLOWER San Antonio Abad – Cala Benirrás

 Posición: Origen : San Antonio Abad  Latitud: : 38º 58' 42'' N  Longitud: 01º 17' 45'' E Destino: Cala Benirrás  Latitud: 39º 05’ 26’’N  Longitud: 01º 27’ 11’’E Distancia: 14 millas náuticas

Meteorologia

Estado del Cielo: Fuerza de Viento: Dirección del Viento

NW noroeste

Estado del Mar:

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Los nubarrones del día anterior y la tormenta nocturna se disiparon con los primeros rayos del alba, el sol hizo su aparición tímida ocultándose esporádicamente tras alguna nube pasajera que viajaba por el cielo, impulsada por la leve brisa que se dejaba sentir en el rostro de Nacho, una vez que este hizo su aparción en la cubierta del barco, aun con los ojos legañosos y su pelo rizado mas que nunca por efecto de la humedad. Oteo el horizonte instintivamente nada mas subir los cuatro peldaños que le separaban de la bañera, casi sin darse cuenta, el olor tan peculiar que deja la tormenta tras su paso, se introdujo en sus pulmones, para después exhalarlo a modo de suspiro, ya que podrían reanudar viaje, el cielo estaba despejado y las nubes de tormenta se perdieron por alguno de los cuatro puntos cardinales. Poco a poco el resto de la tripulación se fue incorporando buscando los aseos del club náutico, con neceser y toalla en mano se pusieron en camino por el largo muelle hasta llegar a los baños junto al restaurante del puerto. Acto seguido iban pasando uno a uno según terminaban su ducha matutina a la cafetería, zumo de naranja, croissant o tostada y por supuesto una gran taza de café humeante que el camarero posó sobre su mesa. Nacho siguiendo su rutina, se acerco a la pantalla donde daban el parte meteorológico: Este fuerza 3 a 4 rolando y amainado a noreste 3 por la tarde, marejada a marejadilla. Hoy podrían desplegar velas y disfrutar de un agradable día de navegación. Se reincorporó al desayuno transmitiendo a sus compañeros la información meteorológica y estos sonrieron sin ocultar su alegría, pues ya estaban todos los que eran y podrían quitarse la espinita de la travesía, soltar aparejo y navegar de verdad, como tantos otros marinos lo habían hecho desde el comienzo de la historia náutica, con el único motor de sus velas y como único combustible el viento que Eolo(7) se encargaría que no faltase en esta jornada. (7) Eolo: Dios que mandaba los vientos y desencadenaba las tempestades.

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Guiados por su incipiente instinto, cada cual iba ubicándose en la cubierta del velero, con el fin de participar en mayor o menor medida de las distintas maniobras que iban surgiendo coyunturalmente y que el capitán se encargaba de distribuir para que todos colaborasen, poco a poco el espíritu marinero se iba apoderando de ellos. Andrés el simpático marinero andaluz les ayudo a soltar amarras desde tierra, y con la mano en alto y la sonrisa en la cara se fueron alejando. - Hasta siempre Andrés. Al unísono todos se despidieron de su amigo - Buena travesía. Respondió el Doblando el espigón del puerto, y aproando al Capitán Haddock, soltaron velas y pusieron rumbo de ceñida hacia el Noroeste pasando delante de Cabo Blanco, Cabo Negret y ya llegados a Cabo Nono enfilaron a las Islas Margalidas, en el timón el relevo era incesante sobre todo Luis y Manolo, las escotas eran cazadas con la ayuda de los winches por las manos ya expertas de Amparo y Fransoise, mientras Javier y Julia se iban adaptando a la embarcación pues era su primer día de mar. Separados a escasas millas de la costa, podían disfrutar de la agradable vista privilegiada que les ofrecía el clíper, Punta de Ses Torretes, Cabo Aubarca y su gran ensenada…entre cabo y cabo llegó la hora del aperitivo, jamón, queso manchego y buen vino todo ello acompañado de buen viento que más se podía pedir si hasta el sol parecía aliarse con el resto de los elementos para presentarles su mejor cara. Entre bordo y bordo el medio día llegó y la compañera Fransoise tenia que abandonarles, el trabajo de la consultoría no podía esperar y la reclamaban en su oficina, buscaron un puerto improvisado sobre la marcha donde poder desembarcarla, Nacho consultó la carta y se decidió por el Puerto de San Miquel pues desde aquí podría coger un taxi para ir al aeropuerto. Buscaron el resguardo de la isla des Bosc y ya dentro de la cala fondearon, desde aquí se acercarían Nacho, Manolo y Fransoise con la auxiliar, hasta un pequeño embarcadero junto a la playa.

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-Hasta pronto amiga. Los tres compañeros se despedían sabiendo que pronto volverían a verse. Pasaron parte del día en este bello lugar entre baños, siesta, y paseos con la auxiliar. Pero este no era el destino fijado para la singladura de hoy, Nacho les había preparado una sorpresa… Arrancaron el motor y zarparon en dirección a la próxima cala Benirrás, poco después ya divisaban el inconfundible islote de Cap Bernat de 17m. de altura que emerge de las profundidades señalando el cielo y atraidos hacia el fueron entrando en la paradisica cala.

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Entre tanto con el movimiento natural que profieren las olas en la embarcación, escorada a una banda, escorada a la otra, para algunos mecedora placentera y para otros noria incansable de los sentidos, como era el caso de Julia que se iba mareando por momentos, hasta el punto que al llegar al fondeadero en la cala, la tuvieron que desembarcar urgentemente junto a Javier su marido, pues no la podía abandonar en tan pésimas condiciones, al llegar a la orilla ya les esperaba un taxista que les llevaría de nuevo a la capital ibicenca, de nuevo el grupo iba perdiendo unidades, tan solo quedaron Luis, Manolo, Amparo y Nacho que fueron los únicos que disfrutarían del espectáculo nocturno que ante sus ojos se iba a mostrar: la fusión entre el cielo y la tierra y mas concretamente la puesta de sol son celebradas cada domingo del año con una fiesta de música, tambores que al ritmo del astro a medida que este alcanza el horizonte van incrementando su intensidad, su cadencia, tocados por hipíes en pleno estado de éxtasis, que alcanzan con la ayuda de alguna que otra sustancia psicotrópica y fiesta de fuego que improvisados malabares al ritmo frenético de los tambores hacen si cabe que la noche sea más mágica. Pasaron largo tiempo paseando en la pequeña playa repleta de personajes actuando ante el ocaso del sol ocultándose tras el monolito de piedra orientado hacia poniente. Absortos ante aquel espectáculo que no llegaban a entender pues no habían ingerido ningún bálsamo que les hiciera imaginar dragones lanzando llamaradas de fuego.

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Volvieron al Capitán Haddock con la auxiliar, que dejaron amarrada a la popa de este para ir a desayunar al día siguiente a algún chiringuito de la playa. Y decidieron participar de aquel entretenimiento desde su embarcación viendo los toros desde la barrera, donde a ritmo de tam- tam, iban llenado sus estómagos acompañados de buen vino, para terminar la velada con una buena copa de ron añejo y un buen puro, el placer estaba asegurado. Como de costumbre, Nacho como buen patrón se quedo en cubierta para controlar que el fondeo fuese seguro. Marcó la posición del barco con el GPS, observando el margen de borneo que describía alrededor de ancla, vigilando la distancia que les separaba de otras dos embarcaciones que decidieron como ellos pasar la noche al resguardo de aquel paradisíaco lugar, una vez hizo sus cálculos, se relajó tumbado en la colchoneta sobre los asientos de popa en la bañera, se quedo un largo rato contemplando la bóveda celeste, pensando que en un tiempo no muy lejano le haría compañía de nuevo, mostrándole el camino para realizar la ruta Jacobea, a la vez que consumía lentamente como le gustaba hacer, su copa de Brugal con Coca Cola y su Vegafina, amigos estos que no le faltaban en ninguna de sus travesias.

“Al marinero que le dan de beber o le han jodido o le van a joder”

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- 3ª SINGLADURA – - LA FURIA DE EOLO Cala Benirrás – San Antonio Abad

 Posición: Origen:: Cala Benirrás  Latitud: 39º 05’ 26’’N  Longitud: 01º 27’ 11’’E Destino : San Antonio Abad  Latitud: : 38º 58' 42'' N  Longitud: 01º 17' 45'' E Distancia: 14 millas náuticas

Meteorología

Estado del Cielo: Fuerza de Viento: Dirección del Viento

N norte

Estado del Mar:

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Nacho continuaba reposando en cubierta haciendo la guardia nocturna, velando por la seguridad de sus compañeros, la del barco y la suya prpia. Pero algo raro estaba pasando, el viento soplaba racheado canalizado por los barrancos que desde las pequeñas montañas cercanas desembocaban en el mar, a veces con rachas fuertes y sonoras que hacían que el Capitán Haddock girase en torno al fondeo buscando aproarse hacia tierra para así descansar en posición cómoda, pero tan pronto quedaba con su proa orientado al viento, una racha contraria le hacia cambiar su lugar para volver a virar 180º alrededor del ancla que yacía en el tenedero elegido a unos 7 metros bajo ellos. Los fondos de algas son mal amigos de las anclas, y la suya, una CQR, no debió agarrar bien en estos, pues al poco tiempo la embarcación comenzó a garrear lentamente. Esto alarmó al capitán, que decidió despertar al resto de la tripulación para buscar un lugar donde volver a fondear el barco. La noche cerrada no permitía distinguir exactamente su posición con respecto a las paredes rocosas que les rodeaban, Nacho con la ayuda de su potente linterna alumbraba a un lateral y otro de la cala para intentar buscar el sitio adecuado. Luis mientras tanto se encontraba mirando la sonda indicando a Nacho la profundidad donde soltar el ancla para que esta, no fuese demasiado profunda una sonda en torno a 6 o 7 metros seria adecuada. El viento cada vez mas intenso y ahora soplando desde el norte, no les daba muchas opciones, pues habían perdido toda la protección natural de la que disponían, soplaba directamente desde el mar hacia la cala, al unísono y por efecto de este, las olas habían hecho su aparición. Luis junto a la caja del ancla esperaba la voz del capitán para soltar esta, preparada en la roldana. - Fondo. Ordenó Nacho con voz potente e imperativa. Luis al oírle, soltó el freno que hacia firme el ancla y poco a poco se fue sumergiendo para buscar el tenedero ideal donde agarrarse, durante la maniobra se escucho un alarido que procedía de proa, Luis perdió pie y cayo en la caja del ancla, dándose un golpe que gracias a Dios, no tuvo mayores consecuencias.

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Otra vez vuelta a empezar, marcar la posición en el GPS, observar como en la pantalla se van dibujando mil líneas en torno a un punto fijo… Nacho tranquilizó a sus compañeros que volvieron a ocupar sus camarotes, los cuales se ofrecieron para quedarse de guardia, pero ante esa situación prefirió permanecer el mismo en cubierta, pues sabia que no descansaría tranquilo dentro del barco, además el asunto se estaba poniendo cada vez peor y no pintaba demasiado bien. Bajó a ponerse ropa de abrigo pues ya arreciaba, se colocó su fino forro polar y sus pantalones impermeables, a la vez que cambió sus chanclas por unos náuticos. El tiempo fue pasando y la intensidad del viento fue incrementándose. El estado del mar no era muy halagüeño ya que las olas entraban descaradamente en aquella cala haciendo de aquel lugar una ratonera. El descanso no duró demasiado, el mar llegados a este punto estaba demasiado agitado, Nacho nervioso no había escuchado en los partes meteorológicos del día que algo así pudiera suceder, pero como el bien sabia por su experiencia, en estas fechas se podía dar un empeoramiento repentino del tiempo, sin previo aviso debido a la diferencia de temperatura entre las masas de aire caliente, próximas al mar y las bolsas de aire frió, en altura, provocando una fuerte inestabilidad en algunos puntos de este litoral dando como resultado lo que allí se les estaba sucediendo, rachas fuertes y atemporaladas que estaban provocando una mar confusa, alta y corta. Llegados a tal extremo, el barco comenzó a garrear de nuevo, esto ya no tenia solución, la maniobra cada vez era más peligrosa y esta se hacia mas difícil si cabe, intentando sortear las otras dos embarcaciones que se encontraban muy cerca de ellos y para empeorar la situación la auxiliar se encontraba amarrada a popa pues pensaban utilizarla por la mañana para el desayuno en la playa. El barco se atravesó a la dirección de las olas haciendo casi imposible su gobierno, la corriente les desplazaba hacia una de las paredes rocosas de la cala, la situación era peligrosa, muy peligrosa, Manolo iba cantando la profundidad que veía en la sonda, 5 metros, 4.30, 4, 3.30, 3. Nacho ya no podía virar ,tenia el farallón

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rocoso justo delante de el, veía la sombra de la embarcación proyecta en las rocas por efecto de las luces que al fondo iluminaban alguna de las terrazas de los hoteles. - Esto pinta muy mal Dijo Nacho, a la vez que daba a tras con la palanca del motor, lograron retroceder pero en la maniobra la auxiliar se volteo y quedo boca a bajo, el barco se fue aproximando a ella hasta quedar a la altura de su espejo de popa, esto no podía ir peor, el cabo de amarre de la motora quedo bajo el Capitán Haddock y la motora prácticamente también, Nacho pensó que si el cabo o la motora se enredasen en la hélice habrían perdido el gobierno del barco y con el, la propia embarcación. - Corta el cabo. Indicó Nacho a Luis que intentaba zafar el nudo. - Córtalo de una vez. Insistió con voz dura y firme. Luis cogió el providencial cuchillo jamonero estibado junto al jamón en la mesa de la bañera, y con un certero corte desligo a la motora que yacía volcada, del barco, que pudo rectificar rumbo y enfilar hacia la salida de la cala. Poco a poco la neumática se fue alejando de ellos o ellos de la motora pues ya salían hacia el tempestuoso mar acompañados por la oscuridad de la noche, el viento y las olas. Nacho indicó a la tripulación que pasaran a abrigarse y a ponerse los chalecos salvavidas y les pidió que cerrasen todas las escotillas y tambuchos, pues la noche iba a ser muy movida. Dejaron a babor el gran monolito que la tarde anterior se mostró ante ellos dándoles la bienvenida, para abandonar cala Benirrás intentando alejarse de la costa, que en esos momentos no era el lugar más idóneo. Las opciones eran varias, entrar en cala San Miquel y buscar el resguardo que les proporcionase la isla des Bosc, opción esta peligrosa dado que la noche era demasiado cerrada y el refugio no del todo seguro, otra era navegar hacia el este atravesándose al mar buscando el abrigo de la costa oriental de la isla, opción muy comprometida dado la altura de las olas. Pero sin duda alguna lo mas sensato era alejarse de la costa capeando a palo seco y a motor el temporal pues intentar sacar algo de aparejo era del todo

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imposible, para ir rumbo oeste y aproximarse con el alba al puerto de San Antonio. Si el estado del mar dentro de la cala era hostil, al salir de allí era caótico, el barco se elevaba sobre las olas que impulsadas por el viento rompían contra la proa de la embarcación soltando rociones que salían proyectados hacia la bañera de popa, cegando a Nacho. El barco subía a las altas crestas de las olas para poco después caer casi a plomo hacia el seno y remontar de nuevo la siguiente ola que se les echaba encima literalmente, así una y otra vez cresta, seno, cresta, seno…pantocazos a doquier que parecían iban a partir la nave en dos. Luis y Manolo permanecían sentados en cubierta aguantando estoicamente aquel temporal, acompañando en el sentimiento a Nacho sin atreverse a inferir palabra alguna, pues en ese momento no es que sobrarán, simplemente no encontraban palabras que pudieran servir de consuelo, tan solo cabía callar y aguantar. Amparo intentando huir de la realidad que estaban viviendo como si de un sueño o como una pesadilla se tratase, busco el refugió de su camarote, a modo de capilla improvisada para rezar e implorar a Dios que calmase aquellos elementos enfurecidos de los cuales éran títeres. Nacho que hasta el momento no había tenido una experiencia semejante en sus días de navegación, miraba nervioso todo el instrumental del barco, sobre todo la pantalla del GPS, que en aquella noche oscura e intempestuosa, era sus ojos. Las rachas de viento alcanzaban 35 nudos y la altura de las olas rondaba los tres metros cuyas cretas de espuma blanca rompían por todas partes. Las correcciones con el timón eran continuas Nacho intentaba intuir a oscuras el movimiento de las olas aproximándose, pues apenas veía mas allá de las luces de posición del barco, luces que en ocasiones desaparecían bajo las olas, reflejando en ellas el destello verde y rojo de estas al incidir sumergidas en las crestas al romper contra la proa. .

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Como bailarín intentando amoldarse al ritmo de la música producida por efecto del viento y del mar rompiéndose, Nacho iba amoldándose a aquel movimiento descoordinado, impredecible, desordenado. Apoyando el peso de su cuerpo alternativamente cada vez en una pierna diferente, acompasando su movimiento al del mar, si no podía con el, decidió ser su aliado. Paradójicamente le venia a la memoria la obertura de Mendelssonh “Mar en calma y viaje feliz”, inspirada en un poema de Goethe, que le sumergía en un juego ensoñador gracias a sus hermosas melodías. Era esa doble sensación inexplicable, el miedo y el respeto se apoderaban del el a la vez que iba disfrutando de lo que para otros podría haber sido la peor de sus pesadillas. La oscuridad de la noche ocultaba un espectáculo natural indescriptible, con las primeras luces del alba, las olas que hasta ahora habían sentido, se mostraban con todo su esplendor, majestuosas dueñas de los mares, danzaban alboradas fruto de un viento lejano que las impulsaba incansables buscando un farallón rocoso donde embatir con todas sus fuerzas para morir y después renacer pues las olas como pura energía que son ni se crean ni se destruyen tan solo se transforman en otras para volver a repetir este proceso desde que el principio de los tiempos. Ahora seria más fácil anticiparse al movimiento del mar a la vez que seria más fácil poner la amura de estribor orientada hacia las olas para conseguir un remanso a barlovento y evitar que la mar rompiese contra ellos.

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Con un ojo en el mar y el otro en la pantalla del GPS, Nacho intentaba ganar millas hacia la costa ya que durante la noche lo único que pudo hacer fue alejarse y guardar respeto a esta.

La tarea se presentaba difícil, tenia que ir hilando muy fino, aprovechando el tren de olas que ahora si se atrevía a descifrar y leer. Cada vez que estas menguaban, atravesaba la embarcación sabiendo que la escora que podían producir estaban dentro de un margen de seguridad, para después corregir rápidamente, por que aparecían otras mas elevadas que podrían poner en peligro la embarcación si esta se mantuviera al través. La singladura que la tarde anterior realizaron en algo más de dos horas, se presentaba ahora mucho mas larga y pesada apenas avanzaban, pero bastante tenían con mantener la posición. - Mayday, mayday, mayday. Alcanzo a escuchar Luis en la radio de abordo. Una embarcación cercana, que no lograban distinguir debido al estado del mar, lanzaba una señal de socorro, amenazada por un grave peligro. Se trataba de un matrimonio que en ingles pedía auxilio pues en su barco se había producido una vía de agua y el marido se encontraba paralizado, quizás por efecto del imponente mar, quizás entumecido y absorto por la situación. Le contestaba el capitán de un Ferry de Balearia que rumbo a Mallorca se desvió para intentar socorrer a la maltrecha pareja. Paso ante ellos imponente e impávido colocándose a Barlovento del pequeño barco para darles protección, pero dado el estado del mar no pudo hacer gran cosa y volvió a poner rumbo hacia su destino. Luis que seguía la retransmisión por radio cual partido de fútbol se tratará, les iba traduciendo la conversación que mantenían con la estación costera de Ibiza, al final una embarcación de Salvamento

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salio en su búsqueda. Buena suerte compañeros, al fin y al cabo ellos poca cosa podían hacer, bastante tenían con salvar el pellejo. Poco a poco se iban acercando hacia cabo Nono y con el a San Antonio, aunque lo peor podía estar por llegar, para cobijarse en el puerto debían cambiar de rumbo, atravesarse al mar y ponerse de popa a este para ganar la costa.

Nacho no paraba de pensar como realizaría esta maniobra sin exponer al Capitán Haddock esperando el momento oportuno en el cual un tren de olas no muy altas que le ayudarán. Las nubes protagonistas a lo largo de la mañana, fueron cediendo a un sol que poco a poco se iba haciendo dueño y señor de los cielos. Cuando ya se encontraban delante de la Gran bahía de San Antonio enfilando por su proa la isla Conejera, con magistral movimiento de timón orientó la embarcación proa a puerto mostrando su popa al oleaje, pasaron de capear a correr el temporal, ahora la velocidad era considerable y el peligro consistía en pasar por ojo, había que estar muy pendientes de las olas pues una orzada de timón podría ponerles en serios apuros, a la vez un extraordinario velero de mas de 150 pies de eslora se cruzaba en su derrota con sus velas de capa, demostrando que no hay mares hostiles que buenos marineros no puedan surcar… Encontrarse cerca de puerto y cruzarse con aquel barco les serenó sabiéndose a salvo, buscando la cercana bocana del puerto, aunque las olas seguían rompiendo con fuerza en el largo espigón que da abrigo a la zona portuaria...

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Por fin entraron en puerto, la tranquilidad se apodero de ellos y del barco pues el movimiento de repente cesó ya solo cabía buscar el amarre que previamente solicitaron por radio, estaban de vuelta a San Antonio, que aunque no estaba en sus planes iniciales, por el momento era la mejor opción esperando a que aquel viento amainase y les dejara continuar. El barco quedo amarrado firmemente a las cornamusas del pantalán, conectaron la manguera eléctrica a la toma de corriente y fueron a tomar un tentempié para reponerse del esfuerzo unos y de la tensión todos . Tras el almuerzo se pusieron en contacto con la cruz roja para pedirles información sobre la desaparecida neumática aunque esto nos les sirvió de gran ayuda por lo que decidieron alquilar un coche e ir hasta cala Benirrás ya que la motora a la deriva podría haber acabado cerca de la playa. Nacho abatido por el esfuerzo y por el sueño decidió ir a dormir al barco pues estaba rendido. Pasadas las horas, ya por la tarde los compañeros volvieron con la neumática en el maletero y con su motor, lo que era casi un milagro habían recuperado del mar lo que daban por perdido desde la madrugada anterior. Le comentaron a Nacho que al llegar a la cala descubrieron no sin asombro, como el catamarán compañero de fondeo de aquella noche fatal, colgaba de unas grandes grúas a escasos metros del mar con su casco destrozado al garrear este hasta la playa y enredarse su hélice con las redes que protegían la zona de bañistas. Luis, Manolo y Amparo les contaron al personal de salvamento que realizaba las labores de rescate lo que les había ocurrido aquella noche, a lo que respondieron que era lo mejor que podían haber hecho, de lo contrario ante sus ojos tenían el resultado de una decisión equivocada. Nacho recibió por parte de sus compañeros elogios y agradecimientos, pues siempre queda la duda, pero ante aquellos hechos tan irrefutables solo cabía asentir y dar por buenos aquellos momentos que pasaron en la oscuridad ante la hostilidad del mar embravecido por un viento irritado.

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Aunque ellos fueron unos de los que pagaron las consecuencias de aquella hostilidad, al menos habían tenido suerte, llegaron a puerto sanos y salvos. ¿Qué les habría pasado a la pareja que pidieron socorro?. Esta pregunta rondaba sobre sus cabezas, pero no fue hasta la noche cuando la respuesta les llego de la boca de Andrés el amigo marinero que llegado su turno compartió mesa y amigos en el Capitán Haddock en aquella velada, les dijo que una embarcación de Salvamento marítimo salió a su encuentro y al llegar a ellos un capitán con mas experiencia se hizo cargo del velero, ellos volvieron a tierra firme en la embarcación que salio a socorrerlos, la historia tuvo un final feliz se salvaron ellos y su velero. Andrés y el resto de la tripulación aquella noche elogiaron al capitán por su valerosa decisión y todos acabaron brindando copa en alto por Nacho.

“ No existe hombre de mar que no se pueda ahogar”.

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- 4ª SINGLADURA MAGIC ISLAND San Antonio Abad - Ibiza

 Posición: Origen : San Antonio Abad  Latitud: 38º 58' 42'' N  Longitud: 01º 17' 45'' E Destino: Ibiza  Latitud: 38º 54' 07'' N  Longitud: 01º 26' 24'' E Distancia: 33 millas náuticas

Meteorología

Estado del Cielo: Fuerza de Viento: Dirección del Viento Estado del Mar:

N norte

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El día comenzaba a clarear tras la noche, donde las protagonistas fueron las drizas golpeando incesantemente en los mástiles de aluminio de los numerosos cruceros amarrados en el puerto deportivo creando un soniquete repetitivo, era lo que Nacho denominaba el canto de las drizas que anunciaban que el alba traía consigo viento, elemento básico y necesario para poder empujar la embarcación hasta el nuevo destino propuesto para esta jornada: rumbo a Ibiza. La rutina comenzaba por visitar los aseos y las duchas del club náutico, desayuno y comprobación de la meteorología. Nacho después de la experiencia del día anterior no quería sorpresas por lo que se detuvo largo tiempo ante la pantalla donde daban el parte observando detenidamente cada dato, cada mapa significativo y cada previsión que veía proyectado en la TFT colgada en la columna junto a la escalera de las oficinas del puerto. Tenían buen viento del Norte fuerza 3 a 4, con el mar algo revuelto porque aunque después de la tempestad llega la calma, esta tarda algo en llegar y más en el mar donde las olas por aquello de la energía cinética que retrasa este efecto. Irían buscando el resguardo de la costa sur de la isla para ponerse a sotavento de esta y así poder navegar más tranquilos disfrutando mas si cabe de las singladuras restantes, buscando los lugares paradisíacos que habían venido a excrutar. Las amarras fueron largadas por las hábiles manos de Manolo, Luis y Amparo, ya experimentados marineros. Salieron del puerto y aproando el velero soltaron velas tras comprobar la intensidad de este, el Capitán Haddock se balanceaba debido a las olas que se resistían a desaparecer pero ya con el aparejo desplegado el barco contrarrestaba este efecto creando una escora agradable y segura que les permitía avanzar a buen ritmo. Todavía en la Bahía a Nacho le pareció distinguir una silueta de un tamaño considerable que pasaba junto a ellos por su banda de babor, sumergida a dos aguas por lo que no llegó a distinguir de que se trataba, cualquier criatura marina que pensaría que estaban invadiendo su intimidad

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al fin y al cabo eran intrusos en un medio que compartían junto con aquellos animales submarinos.

Dado que el día se prestaba a la navegación a vela decidieron después de dejar por su través la Isla de Conejera, circunnavegar las isla Bledas por su extremo mas occidental para desde aquí enfilar hacia Es Vedrá a unas 7 millas de distancia

y aproximándose poco a poco hacia la costa iban dejando atrás numerosas calas entre ellas cala Vadella, lugar este elegido por muchos navegantes como punto de partida para realizar la vuelta a

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la península por ser un refugio apropiado para los vientos del Este predominantes en verano y enfilar directamente hacia el continente, ideal para singladuras nocturnas y encontrarse al alba con el cabo de San Antonio, los atardeceres en esta cala son espectaculares pues con la luz del sol de poniente que se oculta tras el imponente Montgo, que se deja entrever en días despejados, pero de este espectáculo deberían disfrutarlo a su regreso o tal vez en otra travesía, con otro barco o con otro capitán...

Ante ellos los islotes de Es Vedrá con sus 382 metros que emergen desde el mar y que ha dado origen a tantas y tantas leyendas y Es Vedranell con 126, pasan junto a este y cabo Jueu, haciendo que en este canal angosto el viento se encañone soplando rachas considerables que hacen que la travesía por este zona se convierta en una experiencia casi mágica, quizás uno de los lugares más bellos de la isla, pensaban cuando ya rebasaban los impresionantes islotes, navegando entre otros barcos amigos que realizan la misma ruta en el mismo sentido o en el contrario.

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Aproximándose a Cabo Llentrisca, buscando su protección pared natural de 148 metros para desde aquí enfilar hacia los Freus llegó la hora del aperitivo, el famoso jamón, mejillones en escabeche y algunos frutos secos, sin intuir que el viento les jugaría un momento de apuros, pues este en forma de fuertes rachas se acelera al atravesar la isla y desembocar al mar por alguno de los muchosos barrancos provocando escoras violentas si no se esta atento al al timón y en una de estas, los mejillones rebosantes de salsa salieron despedidos hacia banda de sotavento donde se encontraba Manolo, impregnando todo de aquel caldo anaranjado, nada que no se solucione con un buen roción de agua y que el sol haga el resto. Estas aguas son prodigas en grandes veleros clásicos y ya llegando a los Freus se volvieron a cruzar con uno de estos señores de los mares por los cuales no parece que pase el tiempo.

Buscaron el paso entre la Isla de los Ahorcados y las isla de los Puercos por el Freu Grande, y una vez rebasado este, al atardecer se encontraban arribando al puerto de Ibiza, divisaron la catedral y el castillo en la zona más alta de la ciudad, por radio solicitaron un

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amarre en el puerto deportivo de Ibiza Nueva donde atracaron su embarcación,, ducha reponedora y a continuar travesia, esta vez por tierra y andando hasta llegar al casco histórico, donde quedaron con Julia y Javier, se reunieron a la enentrada del castell y desde aquí subieron a lo más alto de la ciudad, para divisar las agradables vistas que desde este entorno privilegiado se puede disfrutar.

Poco después se sumergieron en la noche Ibicenca, cenando en una de las muchas terrazas de los restaurantes que apuestan sus marquesinas en las calles del casco histórico, repletos de bulliciosos turistas con ganas de reconfortar sus paladares. Tras la cena la pronta retirada, pues a la mañana siguiente quieren zarpar prontito rumbo a las cercanas aguas de Formentera.

“En calma de mar no creas por sereno que lo veas”

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- 5ª SINGLADURA UN DÍA DE PELÍCULA Ibiza – Es Palmador - Ibiza

 Posición: Origen : San Antonio Abad  Latitud: 38º 54' 07'' N  Longitud: 01º 26' 24'' E Destino:  Latitud:  Longitud: Distancia: millas náuticas

Meteorología

Estado del Cielo: Fuerza de Viento: Dirección del Viento

N norte

Estado del Mar:

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Estar demasiado tiempo en puerto hace perder la esencia real de una travesía, y con tiempo bonancible permanecer más del necesario amarrados era equivalente a desaprovechar las horas de navegación que les proporcionaba este enclave ideal para poder realizar una nueva singladura, al fin y al cabo era lo que nuestros amigos habían ido a buscar a las Pitiusas y hoy ya en el ecuador de su viaje, podía ser uno de esos días inolvidables grabados en la memoria y el corazón de estos marineros, que ya pertenecían por méritos propios a la historia naval personal y anónima de los marineros que en este caso por puro placer surcaban los mares. La actividad en los puertos suele comenzar como de costumbre con las primeras luces del alba, con ellas el movimiento en las zonas portuarias se va incrementando a medida que el astro sol va alcanzando el cenit. Animados por la claridad matutina se reunieron de nuevo todos los componentes del grupo menos Fransoise que por motivos de trabajo seguía en Madrid, decidieron la ruta para esa jornada, Nacho propuso navegar hasta la cercana Isla de Espalmador próxima a Formentera. Y así fue dicho y hecho, al poco tiempo enfilaban rumbo a su destino sorteando otras embarcaciones que como ellos buscaban la tranquilidad de lugares que tan solo por medios acuáticos era posible alcanzar.

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Llegaron a los Freus donde la sonda disminuía por momentos, aunque esto no les alarmaba pues ya conocían este canal de paso obligado entre ambas islas y ya dejando por su banda de babor la isla de los Puercos podían ver frente a ellos la Isla Torreta, disponiéndose a rodearla para enfilar hacia la isla de Castaví, dejando esta por estribor , aproximándose con cautela hacia la zona de fondeo de Espalmador donde unas boyas en las cuales hacer firmes las embarcaciones, evitan la degradación de los fondos marinos protegidos, por pertenecer esta al parque natural de Ses Salinas. Una vez amarrada la embarcación, hubo un momento de esparcimiento en cubierta disfrutando de aquel paisaje paradisíaco que les ofrecía tan privilegiado mirador. Mientras tanto Nacho bajó la escalerilla dispuesta en la jupette de popa para poder sumergirse cómodamente con el fin de inspeccionar la hélice ya que hasta ese momento no había tenido oportunidad de hacerlo y después del incidente en cala Benirrás, debía cerciorarse que no había nada enredado, se puso sus gafas de buceo y buscó sumergido bajo el casco la pequeña hélice que les había sacado de más de un apuro y cual fue su sorpresa pues observo que un trozo del cabo que amarraba la motora, había quedado liado al eje de la hélice, le vino de repente el pensamiento de la noche en la cala y pensó que se salvaron milagrosamente, pues el cabo tenia tres vueltas y se había agarrado fuertemente al eje, tanto que Nacho subió a buscar un cuchillo apropiado para cortar el cabo y dejar libre la hélice, la operación le costo varias inmersiones a pulmón, pero al fin logró zafar aquel enredo que gracias a dios no llegó a mayores consecuencias. El momento invitaba al desembarco el la Isla, y eso fue exactamente lo que hicieron, botaron la neumática sin motor ya que este no estaba operativo debido al chapuzón involuntario del que fue presa en Benirrás y subieron todos a bordo menos Nacho que ataviado con neopreno, licra, gafas y aletas se coloco en la popa de la pequeña embarcación a modo de motor auxiliar impulsándola lentamente

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hacia la playa y sorteando las pequeñas medusas que se iba encontrando en su camino.

Por fin lograron alcanzar la orilla a la vez que sacaban el pequeño bote para vararlo en la arena y evitar su perdida. Baños, fotos y paseo buscando los famosos lodos donde enfangarse y hacerse la foto de rigor más que por sus efectos terapéuticos ya que el lodo al secarse les dejaba una película por todo su cuerpo formando una especie de coraza gris que desprendía un olor muy peculiar, no del todo agradable, pero el ritual exigía esta liturgia cual marino al pasar por primera vez el Ecuador o doblar el cabo de Hornos, este momento requería del baño iniciatico, purificador donde su cuerpo y su espíritu acabasen reconfortados después de este periplo náutico en el que ahora ocupaban su tiempo y que el resto de su vida ocuparía su recuerdo. El día fue muy agradable para todos, que pudieron disfrutar como niños y nunca mejor dicho pues los mismos estudios de Walt Disney barajaron la posibilidad de tomar la isla como modelo para diseñar la Isla de Nunca Jamás para su filme Peter Pan.

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O como adultos emulando la protagonista de Lucia y el sexo paraísos naturales estos donde rodaron algunas de sus escenas, quizá este rincón sea un afrodisíaco natural dado que todo lo que agrada a nuestros sentidos repercute de manera directa en la química humana haciendo de este modo disparase los niveles de testosterona, y sin lugar a dudas este es un lugar que no escapa a los sentidos en fin los protagonistas eran ellos en este escenario natural que habían ido a buscar ex proceso en la singladura de la jornada. Y por aquello de seguir dando placer a los sentidos volvieron a la embarcación donde dieron buena cuenta de las viandas que a bordo se encontraban y que ya todos nosotros conocemos. El título de esta película era: “Un día en el paraíso” aunque a decir verdad, les sobraban algunos secundarios y extras que pululaban por la isla llegados a esta en embarcaciones de recreo que depositan los turistas en la playa cual mercancía, apoderándose de su trozo de parcela por un día, con el permiso del propietario de este lugar que como reza el dicho popular quien tiene una isla tiene un tesoro…

La tarde iba cayendo y nuestros compañeros debían levar el ancla, con una puesta de sol de película enfilaron la proa rumbo a Ibiza, buscando puerto seguro y algo de diversión nocturna al fin y al cabo estaban de vacaciones y por que no darse un homenaje pensaban mientras volvían de regreso. Esta vez decidieron buscar amarre en la Marina de Botafoch mas preparada para el ocio nocturno con sus

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terrazas y restaurantes habidos de marineros necesitados de bebidas y alimentos frescos para evitar el escorbuto. Al llegar a puerto se despidieron de Julia y Javier que habían dado por concluida su travesía náutica y tenían que coger vuelo de regreso a Madrid, de nuevo el grupo menguaba y se quedaban los de siempre: Amparo, Luis, Manolo y Nacho, que no se rendían ante la adversidad, que no era exactamente lo que les estaba sucediendo pues se encontraban sentados a la luz de las velas ojeando la carta de un restaurante a pie de puerto, su única adversidad en estos momentos era dilucidar si elegían carne o pescado.

Y como no podia ser de otro modo terminaron la velada tomando una copa de ron sentados en la simpática terraza del Café Sidney y como marco incomparable frente a ellos la ciudad anaranjada por las luces artificiales reflejadas en sus antiguas fachadas y en las piedras que conforman la parte antigua, sorprendindos acabaron sus copas admirando aquella obra pictorica soprtada por el lienzo natural del manto oscuro del anochecer que sobre ella iba callendo.

De vuelta al Capitán Haddock la última copa era obligatoria ya que era este momento sentados en cubierta, donde nuestros amigos

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comentaban lo que les había acontecido a lo largo del día, analizando minuciosamente los detalles más apasionantes de la jornada, eran momentos en los cuales se sinceraban, labor esta facilitada por el entorno y por la experiencia de compartir las 24 horas del día junto con otros amigos que sin duda alguna estaban disfrutando de instantes que quedarían grabados a golpe de salitre en sus corazones. Cada cual utilizaría estos ratos como comodines para otros no tan maravillosos, pero en realidad era lo que habían ido a buscar en estas latitudes: cargarse las baterías ya gastadas, para poder afrontar con éxito la rutina que les esperaría al otro lado de este ya cansado Mar Mediterráneo. A golpe de escota su amperímetro particular estaba decantándose hacia la carga completa. Pero aun quedaban por delante algunos días para conseguir que esa aguja llegase a su tope máximo, carga con la cual tendrían que pasar el largo otoño e invierno que a cada puesta de sol se les iban acercando, aunque todavía tendrían tiempo de zambullirse ya que el tiempo atmosférico les seguía acompañando.

“Barco a la capa, marinero a la hamaca”

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- 6ª SINGLADURA

-

Ibiza - Cala Llonga - Ibiza

 Posición: Origen : San Antonio Abad  Latitud: 38º 58' 42'' N  Longitud: 01º 17' 45'' E Destino: Ibiza  Latitud: 38º 54' 07'' N  Longitud: 01º 26' 24'' E Distancia: 33 millas náuticas

Meteorología

Estado del Cielo: Fuerza de Viento: Dirección del Viento

E este

Estado del Mar:

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Un día más o un día menos pensaban nuestros amigos al despuntar los primeros rayos de sol que les acompañarían durante toda la jornada y que junto con el viento de levante haría de esta nueva singladura un día de navegación a vela extraordinario en el cual los tripulantes del Capitán Haddock disfrutarían de los encantos de esta modalidad que a su alcance les haría deleitarse de primera mano, tanto que ellos eran los avezados timoneles que gobernaban la embarcación haciendo que esta se escorase generosamente debido a los bordos de ceñida que realizaban buscando algún lugar escondido en la costa sur de la isla donde tomar un baño y un aperitivo como ya era costumbre. La salida matutina del puerto de Ibiza era fiel reflejo de sus ganas de navegar, querían aprovechar la travesía a toda costa y no desperdiciaban la menor oportunidad que tenían para hacerse a la mar.

Enfilaron la bocana del puerto dejando a babor el imponente faro de Botafoch, frente a ellos el islote del Dado Grande que tomarían como referencia y al llegar a este pusieron rumbo dejándolo por su popa para largar velas y comenzar desde este punto a realizar bordos en rumbo de ceñida hacia levante bordos que en ocasiones les

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hacian alejarse de la costa y en otras aproximarse a ella y deleitarse con los acantilados de cabo Martiner, cabo Librell… en su huida hacia el mar, el infinito se mostraba ante ellos, desafiando a marineros ávidos de aventuras, pero por el momento el poder magnético que ejercía la isla sobre ellos hacia que cualquier tentación de navegar hacia los confines de este amigo ya cansado Mar Mediterráneo, fuera un intento frustrado de escapar al destino que al menos en este viaje no les correspondía, aunque quizás fuese este el punto de partida, para mas adelante poder afrontar retos mas serios en los cuales poder colgar de sus orejas el premio merecido por cruzar ¿quien sabe que cabos? que al igual que ellos intentaban escapar de la madre tierra buscando otros itmos o insulas donde aferrarse.

El romanticismo del mar se iba apoderando de ellos por momentos eran instantes para la meditación, para mirarse el ombligo y fundirse con los elementos que ahora mas que nunca se mostraban como sus amigos, aliados de gentes que buscan el más simple de los placeres, sentir como esos elementos se introducen por cada poro de su piel, depurando esos cuerpos expuestos al estrés y la fatiga diaria de la gran urbe, donde esos elementos son suplantados por medios artificiales intentando emular a la propia naturaleza con el resultado que todos nosotros conocemos.

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Por mucho que el hombre intente refugiarse en esos lugares tan poblados buscando la seguridad de la colectividad, cual banco de sardinas, al final siempre acaba buscando, (debido a su instinto animal), la soledad y la inseguridad que en cierto modo le profiere un medio hostil como es el campo, la montaña o el mar. Sintiéndose así mas puro, mas integrado en un medio del que al fin y al cabo forma parte, del cual proviene y al cual tarde o temprano volverá. En esos momentos de meditación sobraban las palabras el único lenguaje posible era el silencio perturbado por el necesario sonido del viento al incidir sobre las velas que ayudaba mas si cabe a hacer de aquel momento único y especial para cada uno de ellos, pero especialmente para nuestra amiga Amparo, que ayudada por los elementos coyunturales finalizaba el libro que le acompañó durante todo el viaje, que como tributo a la tripulación del Capitán Haddoc, bufaba comedidamente acompañando aquel soplo de esplendor náutico. Nuestra amiga, no pudo por mas que soltar unas ligeras lagrimas que recorrieron su rostro buscando por efecto de la gravedad, unirse con sus compañeras saladas que a doquier chapoteaban cual pólvora festejando aquella bacanal de sentimientos que se apoderaban de nuestros amigos. De repente y acompañando el momento un extraordinario pez espada emergió del agua cual chapoteo de funambulista marino provocando una grata sorpresa ante los ojos atónitos de aquellos espectadores, ¿O quizas serian ellos los observados? Y aquel su espectáculo particular ofrecido al mar como gabela por la felicidad de la que eran presas en aquellos instantes…

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Continuaron navegando hasta bien entrado el medio día buscando el refugio que les proporcionara Cala LLonga, que haciendo honor a su nombre, se introduce tierra adentro unos 700 metros, con una anchura de unos 300 mtrs, protegida por montañas cubiertas de pinares que hacen de este lugar, un fondeadero muy frecuentada por embarcaciones de recreo, como ellos mimos pudieron comprobar a lo largo de la tarde. Buscaron el lugar de fondeo donde depositaron suavemente el ancla, rápidamente la proba del velero quedo orientado hacia el mar, mientras que Luis y Manolo saltaban por popa cual resorte sobre las aguas azul turquesa que bajo ellos dejaban entrever los fondos arenosos de aquellas cristalinas aguas. El momento invitaba al aperitivo y entre zambullida y zambullida iban haciendo acopio de lastre para hacer mas efectivas las inmersiones, dejando hueco también para el vino que facilitaba la ingesta de productos de tierra adentro tan bien valorados en aquellos momentos, era su tesoro particular que no compartirían con nadie a no ser que fuera intercambiado por productos de similares características, cosa algo dudosa ya que se habían esmerado en buscar lo mejor de cada uno de ellos en las despensas más preciadas de la capital del reino.

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Tras la comida la siesta que en estos lares es casi de obligado cumplimiento, y sino que pregunten a los numerosos guiris que frecuentas esta aguas, y es que todo lo bueno se contagia con suma rapidez, y la siesta es otro de esos placeres de los cuales podemos presumir como algo autóctono.

Buscando el cobijo que les proporcionaba el bimini instalado sobre la bañera dispusieron sus cuerpos en posición horizontal para facilitar la maniobra y poco a poco uno a uno iban cayendo fulminados por el sueño impasible e imposible de eludir. La llamada de Eolo no daba tregua y nuestros amigos pospusieron el descanso para continuar disfrutando, esta vez buscando de nuevo el puerto de Ibiza y más concretamente la marina de Botafoch de la cual tenían un grato recuerdo de la jornada anterior. Navegaron paralelos a la costa y algo separados de esta, pero a medida que la tarde iba cayendo, el viento iba decreciendo y no tuvieron mas remedio que poner motor para alcanzar su destino. Al igual que ellos y buscando el refugio de puerto seguro, otros bado la tenue luz del atardecer en el mar,

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mostrando un tono dorado produciendo un efecto sensorial sorprendente, parecía como si fueran navegando en un fluido metálico propio de sueños fantásticos. Entrar en puerto con las luces del Faro de Botafoch, con la idílica ciudad ocre al fondo, siempre es un placer visual, tanto,que merece la pena incluso alargar una singladura para poder otear tan magnifico cuadro. Ya llegados al amarre, hicieron firme al Capitan Haddock para descansar placidamente balanceado suavemente por las pequeñas olas producidas por el incesante ir y venir de barcos que entran y salen de puerto dejando huella leve de su paso por estas aguas. Como no podía ser de otro modo e integrándose en la idiosincrasia de la isla Blanca buscaron la parada de la golondrina que les transportara al extremo opuesto del puerto, donde Fransoise les esperaba impaciente, para retomar la travesía que día atrás tuvo que posponer por motivos laborales.

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Buscaron un restaurante donde complacer sus paladares, para después y como colofón del día, tomar una copa a ritmo de Jazz en el conocido Teatro Café Pereira, marco inigualable donde nuestros cosmopolitas viajeros brindaban por este viaje que sin duda alguna había merecido la pena. Tras la fiesta merecida el regreso al barco fue a pie bordeando la zona portuaria hasta llegar al final donde se encuentra la Marina de Botafoch, lugar donde les esperaba su barco para descansar placidamente.

“Si el mar fuera vino todo el mundo seria marino”

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- 7ª SINGLADURA KOLUYUNCA Ibiza - Formentera

 Posición: Origen : San Antonio Abad  Latitud: 38º 58' 42'' N  Longitud: 01º 17' 45'' E Destino: Ibiza  Latitud: 38º 54' 07'' N  Longitud: 01º 26' 24'' E Distancia: 33 millas náuticas

Meteorología Estado del Cielo: Fuerza de Viento: Dirección del Viento

N norte

Estado del Mar:

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El viaje estaba llegando a su fin, y que mejor lugar para la despedida de las Pitiusas que decir hasta luego desde Formentera ese trocito de tierra a caballo entre las aguas cristalinas y turquesas del mar Mediterraneo y ese cielo que en bastantes ocasiones se llega a confundir con el mar dando la sensaci贸n de insula ingravita haciendo sentir a las embarcaciones que a ella se acercan, como naves surcando espacios siderales. Este es otro de los tantos motivos que hacen de estas latitudes lugares m谩gicos, donde las leyendas proliferan a golpe mar.

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Con la tranquilidad que da haber hecho los deberes, habiendo aprovechado cada instante, cada ola, cada brizna de viento que les sopló, nuestros amigos emprenden viaje hacia la vecina isla de Formentera, quizás hija o hermana pequeña de Ibiza ya que en tiempos geologicos remotos estaban unidas, y que gracias a la fama de esta hace pasar algo desapercibida a la que es el autentico paraíso balear, la gran desconocida, isla para los Robinsones del siglo XXI que lejos de las fiestas nocturnas de Ibiza, buscan la tranquilidad de este remanso de paz, acumulador de energía positiva que a la vez irradia a sus visitantes parte de esta que se filtra en las mentes y los corazones de estos fugaces habitantes itinerantes que la recorren o bien que la circunnavegan para darse cuenta que no es un pedazo de tierra cualquiera que emerge del mar o por el contrario se sumerge en este con leve timidez, dejando ver su lomo, donde sus moradores se dejan llevar al ritmo de la tranquilidad y la calma que emana por cada uno de los poros de sus rocas calizas a modo de Geisers eructando buen rollo.

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De nuevo nuestros amigos volvieron a cruzar los Freus como si de un ritual se tratase, para pasar junto a Es Palmador, recordando el grato día que en la pequeña bahía de Sa Alga y sus alrededores pasaron jornadas atrás, llegando al norte de Formentera donde el estrecho vértice de esta, marca uno de los confines de la pequeña isla separada de Es Palmador por el angosto paso de Es Trocadors, poco a poco y a medida que navegaban paralelos al litoral, la isla se iba ensanchando, decidieron fondear en cala Savina, frente a ellos el viejo molino de sal reconvertido restaurante.

Al medio día llego otro de esos momentos que tanto les gustaban, mecidos por el vago oleaje producido por la suave brisa, parecía como si volasen en una alfombra mágica, alfombra de color azul turquesa que bajo la obra viva de su embarcación reflejaba los rayos solares en las profundidades arenosas de este extraordinario fondeadero, desplegaron las alas de la mesa de la bañera y sobre ella, aparecieron y no por arte de magia, el botín gastronómico que saciaria sus instintos, todo ello presidido por el jamon, del que a estas alturas del viaje quedaba más hueso que carne. Después de engullir el preciado maná, tan solo quedaba reposar, la hora de la siesta llegó, y cada cual hizo suyo el trozo de barco que les

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correspondía para estos menesteres, los había para todos los gustos: al sol cual lagartija de las Pitiusas ( Podarcis pityusensis), en cubierta, o en el camarote cobijados del sol. De nuevo alguien alzo la voz y dijo: – A navegar. No todos se incorporaron al unísono, algún que otro remolón quedó tendido en posición horizontal, pero la orden estaba proferida y en el mar si no se obedece se puede producir un motín. No por este motivo sino por puro placer largaron velas y se dispusieron a navegar paralelos a la isla, rumbo sur, pasando delante de la Savina buscando la tranquilidad de punta Pedrera y punta Gavina donde su torre les vigilaba rememorando tiempos donde desde estas atalayas estaban ojo avizor a la espera de alguna incursión pirata. Piratas del siglo XXI embarcados en el Capitan Haddoc buscando el único botín de reconfortar cuerpo y alma, y vaya si lo habían logrado, cuanto tiempo tardarían en olvidar esta experiencia… Seguramente el recuerdo imborrable permanecería grabado en sus mentes y en sus corazones el resto de sus vidas.

La tarde iba cayendo y con ella los mil destellos del sol buscando el horizonte se reflejaban en las pequeñas olas haciendo que el mar se tornase en dorados centelleos mostrando a los marinos un espectáculo extraordinario, y alli estaban ellos en primera fila contemplando de primera mano aquella fiesta de despedida que Eolo, Neptuno, Poseidon, Ægir, Njord y el propio Dios Océano les habían preparado como despedida.

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Ellos ante tan extraordinario espectáculo quedaron mudos dejando que el mar y la tierra fundidos en copula metafisica hicieran el resto. Así continuaron el resto del tiempo que les llevo hasta el puerto de la Savina, donde solicitaron amarre en el puerto para dejar el velero a buen recaudo, pues la cena en tierra les esperaba.

“En buen tiempo no faltan pilotos”

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-8ª SINGLADURA DESPEDIDA Y CIERRE Denia – San Antonio Abad

 Posición: Origen : Marina de Denia  Latitud: 38º 51’ 00’’ N  Longitud: 0º 07’ 06’’ W Destino: San Antonio Abad  Latitud: : 38º 58' 42'' N  Longitud: 01º 17' 45'' Distancia: 55 millas

Meteorología Estado del Cielo: Fuerza de Viento: Dirección del Viento

W oeste

Estado del Mar:

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La cena ligera dio paso a un agradable paseo cerca del puerto junto al faro de la Savina, observando el reflejo de sus destellos en las oscuras aguas que le rodeaban, al fondo las luces de la isla de Ibiza parpadeaban incisamente a distintas alturas recordándoles el despliegue urbanístico que en ella se estaba realizando dentro de poco no quedaría un lugar sin edificar en la Isla, y es que estaba de moda desde hacia ya bastante tiempo y esa corte de famosillos que en época veraniega la visitan la hacen flaco favor, al atraer con ellos una prole estival de noctámbulos fiesteros hábidos de glamour y fama esporádica. Como contraste la oscuridad serena de Formentera, donde a penas podían distinguir algunas luces a lo largo de su estrecha manga arenosa que se extiendia hacia el norte, deseosos que todo esto continuara igual, pero cuanto se temían, que la especulación acabaría por apoderarse de este rincón balear. Algunos se retiraron a sus camarotes para descansar, Nacho se quedó sentado junto al faro, encendió un puro con sutileza, prendió la cerilla con el rascador de la cajetilla como siempre le gustaba hacer, era su ritual particular, con suma paciencia intentaba que la llama no tocase el tabaco girándolo para que todo el borde se encendiera por igual, escuchado el sonido de la combustión, por este motivo solo fumaba en ocasiones contadas, cuando la calma y la tranquilidad se apoderaban de el y por supuesto del entorno. Allí estaba el en la oscuridad de la noche mediterránea, junto al faro y su amigo el puro ahora en tierra firme haciendo examen de conciencia, atrapado en los recuerdos del viaje que ahora si, estaba tocando a su fin, se perderían en la oscuridad como las luces del faro, buscando otro puerto, otra aventura, para la que sin duda alguna la experiencia de este viaje, le serviría para afrontar otros retos, otras situaciones comprometidas que como en Cala Benirrás se produjeron. Las horas de mar son la mejor escuela para un marinero y en esta ocasión tanto el Capitán, como la tripulación habían aprobado con nota, tan solo les quedaba disfrutar del éxito y de la travesía que de vuelta a casa les quedaba por recorrer esa misma noche rumbo a Denia, por delante 60 millas y 10 o 12 horas de navegación.

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La calma se hizo dueña del puerto de la Savina, que ya en estas fechas era frecuente pues exceptuando Agosto donde la masificación podría ser incomoda, el resto del tiempo merece la pena viajar hasta estas latitudes. Se resistían a dar por finalizada la noche y sobre la cubierta del barco el ron hizo su aparición, la noche invitaba a la distensión era como el brindis que se da como colofón de algo importante, y aquel momento lo era sin duda, el mar había fraguado y consolidado su amistad, alguien motivado por el momento sublime, realizo el brindis de la despedida: _ no es frontera el mar por este canto; sólo es agua; y el agua, como el llanto, une a los hombres más que los separa" Risas y pensamientos en alto finalizaron la agradable velada, Nacho quedo en cubierta como tantas noches atrás lo hizo, pero esta era especial, era la última, hasta Dios sabe cuando no podría volver a embarcar, a surcar el mar. En ese momento de “soledad” le venia a la cabeza los versos de Marinero en Tierra de Alberti:

El mar, la mar. El mar ¡ Sólo la mar ! ¿Por qué me trajiste, padre a la ciudad?. ¿Por qué me desenterraste del mar? En sueños, la marejada me tira del corazón, se lo quisiera llevar. Padre ¿por qué me trajiste acá?

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El tiempo fue pasando y la noche cerrándose, tan solo quedaba esperar la hora para zarpar, no muy lejana pues debían aprovechar las horas nocturnas para ganar millas hacia la costa peninsular Impaciente Nacho se mantenía en cubierta no podía pegar ojo y comenzó a manipular el GPS para trazar el rumbo que les guiara en la oscuridad, tan pronto termino de trazarlo, decidió arrancar el motor y salir de puerto, a la maniobra se unió Julio y Manolo mientras que Amparo y Fransoise permanecían bajo cubierta presas de un sueño profundo que no merecía la pena desvelar. Con las manos sobre el timón y los ojos puestos en la pantalla del GPS, partieron de la Savina, dejando por babor el Faro que antes fue su amigo y ahora era su aliado, guiándoles en la oscuridad mostrando el camino que debían seguir, Manuel iba velando la sonda hasta que la profundidad fuese más tranquilizadora, y poco a poco los destellos del faro iban quedando atrás, a la vez que las luces de Ibiza se iban distinguiendo cada vez con mas claridad. Entre tanto un Ferry cercano les servia de referencia, pues parecía que llevaba el mismo rumbo que ellos. Bajo la cubierta alguien oferto café, la respuesta fue casi unánime, al poco tiempo todos saboreaban la taza de café negro humeante, que a esas horas y en ese lugar desprendía un aroma singular, el café en esos instantes se convirtió en un delectación para los sentidos: el aroma para el olfato y el gusto, la temperatura de la taza, para el tacto, y para la vista la cafetería improvisada en medio del mar que nuestros amigos habían creado para la ocasión, ni que decir tiene el efecto insomne de la cafeína, que dada la hora intempestiva, no les venia nada mal. Esperando el alba fueron a motor lentos pero seguros hacia poniente intentando dejar atrás la isla de Ibiza que se resistía a ser adelantada por estos argonautas, atrás iban quedando los r incones que días atrás hicieron suyos con su pequeño velero, tamaño que disminuía mas si cabe cada vez que se alejaban de la costa era un efecto directamente proporcional a la distancia que les separaba de tierra.

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Al poco tiempo ya enfilaban por el través las siluetas de Es Vedra y Es Vedranell, el Viejo y la Vieja como son conocidos por estos lugares, que difícilmente distinguían pero que gracias a la ayuda del GPS, situaban con precisión,, se despedían de los navegantes como días atrás les daban la bienvenida, permanecían impávidos a la espera de nuevos Quijotes náuticos que a lomos de sus barcos poseídos de sus largos mástiles a modo de lanzas, intercambiasen el viento allí generado para mover no las aspas, sino las velas que impulsasen aquellas naves que osaban alborotar su placido descanso, siempre humildes para no hacerles entrar en cólera y producir desastres innecesarios. Pues de todos es sabido que el viento allí canalizado se acelera repentinamente haciendo pasar apuros a distraídos marineros que con sus velas cazadas son sorprendidos y se convierten en presas de su propia confianza. Poco a poco la oscuridad iba cediendo y tras ellos iban apareciendo las primeras luces del día, si no se lo impedía alguna nube solitaria la salida del sol debía ser un momento sublime, para tal ocasión Nacho tenia preparada una banda sonora especial, bajó a la mesa de cartas junto a la cual se encontraba el lector de Cds e introdujo la obertura de los locos de Supertramp (Fools Overture) creando una atmósfera propicia para el instante en el que la circunferencia solar apareciese por la lejana línea del horizonte, nada se interponía ante ellos, de nuevo se encontraban en primera fila, y los astros actuaban exclusivamente para ellos. Prepararon sus cámaras digitales y se dispusieron a disparar como posesos quizás los rituales hipíes de la isla habían calado inconscientemente en ellos? Al fin y al cabo somos lo que vivimos y la experiencia pasa a formar parte de nosotros como un adicion de hechos que conforman un todo indisoluble, y cuanto más intensas sean estas, la impronta que dejan en los que las viven se arraigan mas profundamente en el individuo que las experimenta. El momento no les defraudo, quedó reflejado en la tarjeta de memoria de sus camaras y en la suya

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propia. Con el sol elevándose tras ellos el viento hizo su aparción, incrementándose a medida que el astro se iba elevando tras ellos

buscando el cenit, no desaprovecharon la oportunidad de soltar las velas y volver a deleitarse de la navegación en su estado puro, impulsados por un viento que soplaba de poniente obligando al Capitán Haddoc a navegar en rumbo de ceñida, cazaron las velas para cerrar el ángulo de incidencia con el viento y aprovechar al máximo el aparejo, con las escotas tensas como cuerdas de guitarra se disponian a tocar su ultima melodía que bien podia ser “Into the West” interpretada por Annie Lennox que ahora les acompañaba, y que hacia reflefar cierto alo de melancolia en los rostros de nuestros amigos pues era la banda sonora de despedida de su película particular, donde actuaron dejándose llevar por su instinto, acompañados por los elementos, que a veces en solitario, a veces en conjunto cobrarón un papel importante en su viaje. El barco demostrando sus cualidades se escoraba descaradamente hacia sotavento, haciendo esta última travesia un autentico placer para los navegantes, que se adapataban perfectamente al movimiento del barco, formaban una unidad donde cada mecanismo, cada marinero componian el Capitan Haddoc cual TBO de Tintin donde cada personaje era tan importante como el propio Tintin y Milu para conformar las extraordinarias aventuras que Hergé nos ha legado, niños y adultos, marineros y aventureros han hecho suyas sus historias.

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Bordo a bordo iban ganando millas hacia Denia y poco a poco y a lo lejos la silueta del inconfundible Montgó fue apareciendo tras la bruma matinal, aun les quedaba mucho mar por navegar aunque la figura del monte lejano, les reconfortaba pues con referencia en tierra todo es mucho mas fácil, a medida que se aproximaban a la costa la intensidad del viento iba creciendo debido al viento térmico que con días soleados se forma, dando lugar al Garbí viento del Suroeste que en estas latitudes se acelera al pasar canalizado entre el Montgó y las últimas estribaciones del sistema Bético, haciendo que tuvieran que tomar rizos a la mayor y al génova, dado que la escora era cada vez mas rabiosa, y las rachas de viento cada vez más fuerte. Ya frente a Denia, una multitud de embarcaciones se amontonaban en este trozo de mar, intentando escapar de las rachas de viento que hacían incomoda la navegación para muchos de los barcos que habían salido a dar un paseo hacia Javea o hacia Oliva.

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Intentando no alargar mas de lo necesario la travesía, nuestros amigos enfilaron la bocana del puerto, buscando la gasolinera de la marina a babor, donde repostaron para después dirigirse a su amarre donde les esperaba un marinero que les ayudaría con las amarras. Con el barco en su amarre, la recogida se realizó a toda prisa, estaban cansados pero satisfechos, habían cumplido con creces los objetivos del viaje, habían puesto el listón muy alto para futuras travesías, serian capaces de igualarla o superarla, seguro que si, pero cada travesía, cada singladura es diferente, este es uno de los muchos atractivos que tienen plantearse unas vacaciones marítimas, y es que nunca sabes lo que te espera doblando un cabo y por el momento en este viaje ya los habían doblado todos. Hasta siempre amigos, se despidieron de Nacho que sin duda alguna había sido un gran capitán y ellos unos grandes anfitriones a la altura de las circunstancias.

“De la mar vengo, Con mis singladuras yo te entretengo”

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A B C

D E F G H I

J

K

L M N O P Q

R S T U V W X Y

Z

GLOSARIO

A AMARRA: Estacha de cabo, cable o cadena que sujeta el buque a un lugar fijo. AMARRE: Lugar del puerto donde se estaciona el barco, fij谩ndolo con amarras al muelle. AMURA: Las amuras comprenden las zonas mas curvadas de proa. Existe una amura de babor y una amura de estribor, lo mismo ocurre con las aletas pero en la parte de popa.

APAREJO: Conjunto de velas, palos, perchas y jarcia de un barco. APROAR: Poner el buque la proa al viento. ARRIBAR: Llegar el buque a puerto. ATEMPORALADAS: Dicese del viento que sopla con la fuerza propia de un temporal. ATRACAR: Acci贸n de amarrar el buque a un muelle. Arrimarse a un muelle , buque o embarcadero para quedar a su lado.

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B BABOR: Banda o costado izquierdo del velero mirando de popa a proa. Se ilumina con la luz roja

BANDA: Se llama asi a cada uno de los costados laterales del barco. Por lo tanto existe la banda de babor y la banda de estribor. BAÑERA: Espacio exterior del casco destinado a la tripulación, donde generalmente se encuentra la caña o rueda del timón y desde la cual se pueden manejar las escotas de la mayor y del génova. BARLOVENTEAR: Navegar de ceñida, presentando el menor ángulo posible al viento. BELLE ÉTOILE: Dormir a cielo abierto. BARLOVENTO: Parte de donde viene el viento respecto a un punto determinado. BIMINI: Toldo utilizado en los veleros en primavera y en verano cuya función es proteger del sol a los tripulantes.

BOCANA: Paso estrecho de mar que sirve de entrada a un puerto o a un fondeadero. BORDO: Tramo navegado en un mismo rumbo. BONANCIBLE: Sereno, apacible, tranquilo y suave, refiriéndose al tiempo, a la mar o el viento. BORNEO: Giros circulares que realiza el barco alrededor de su ancla estando fondeado, normalmente provocados por rachas de viento o marea. BOYA: Cuerpo flotante sujeto al fondo del mar, de un lago, de un río, etc., que se coloca como señal, y especialmente para indicar un sitio peligroso o un objeto sumergido.

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C CABO: Cualquiera de las cuerdas que se usan a bordo de un barco. En el mar no se utiliza el termino cuerda. Como reza un dicho marinero "La unica cuerda que hay en un barco es la del reloj" CAPEAR: Forma de navegar en un temporal, arriando todas las velas y dejando que el barco busque su equilibrio entre las olas orientando su proa hacia estas. CASCO: Es el cuerpo estructural del barco sin incluir la cabina, el mástil, la jarcia o la quilla . CAZAR: Cobrar de un cabo; escota, driza, fondeo y demás CEÑIDA: Distancia que un buque navega ciñendo. CEÑIR: Se dice que un barco "ciñe" cuando su rumbo forma el menor ángulo posible con la dirección del viento

CIRCUNNAVEGAR: navegar alrededor de un lugar. CLIPPER: Diseño de velero de mediados del siglo XIX , pensado para navegación a gran velocidad. COMPAS: Instrumento para medir el ángulo de la proa del buque con el meridiano magnético. COMPAS DE PUNTAS SECAS: Instrumento similar a los compases trazadores pero con la diferencia que ambos brazos llevan punta, se utiliza para tomar medidas y distancias sobre la carta náutica. CORNAMUSA: Pieza de metal o madera que, encorvada en sus extremos y fija por su punto medio, sirve para amarrar los cabos. CORRER: Es poner popa al mar habiendo quitado todo el trapo. Es aconsejable emplear un ancla flotante o de fortuna para no atravesarse al mar. CQR: Tipo de ancla llamada también de arado por su forma y que está indicada especialmente para fondos de fango. CRESTA: Parte alta de una ola

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CUADERNA: Son las piezas que podríamos denominar como las costillas del buque y sobre las que va clavado el forro exterior. CUBIERTA: Estructura que cubre por completo el casco de una embarcación.

D DERROTA: Trayectoria o rumbo seguido por un barco sobre la superficie del mar. DESATRACAR: Separar un buque o embarcación de un muelle o embarcadero. DRIZA: Cabo o cable que sujeta la vela por su puño de driza y es empleado para izar o subir la vela.

E ENFILACIÓN: Línea de posición determinada por dos puntos o marcas. ESCALA DE BEAUFORT: El almirante inglés Francis Beaufort publicó en 1806 una escala compuesta de 12 grados (o 12 fuerzas) para expresar la fuerza (o velocidad) del viento. En el año 1874, dicha escala fue adoptada por el Comité Meteorológico Internacional. Para conseguir con exactitud el grado o fuerza del viento, se debe tomar la velocidad media durante diez minutos a una altura de 10 metros sobre la superficie del mar. ESCALA DE DOUGLAS: La escala Douglas fue creada por un británico, Sir Percy Douglas, quien en 1.907 cuando estaba al frente del recién creado Servicio de Meteorología Naval, estableció un baremo para describir el estado de la mar dependiendo de la altura del oleaje.

ESCORA: Inclinación del barco con respecto a la vertical. Se mide con el incunómetro o clinómetro.

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ESCOTA: Cabo que sirve para realizar el ajuste del angulo de la vela con respecto al viento. ESCOTILLA: Apertura que se practica en la cubierta de un barco para ventilar su interior o para dar paso a personas o cosas. E SLORA: Longitud del barco de proa a popa. ESPEJO DE POPA: Zona curvada de la popa de la embarcación. ESPIGÓN: Macizo saliente que se construye a la orilla de un río o mar para proteger la orilla o desviar la corriente. ESTIBAR: Guardar ordenadamente cosas sueltas para que ocupen el menor espacio posible. ESTRIBOR: Banda o costado derecho del velero mirando de popa a proa. Se ilumina con la luz verde.

F FONDEAR: La maniobra de fondeo consiste en dejar caer al fondo del mar el ancla y su cadena de forma que el barco quede inmóvil y seguro. FONDEADERO: Lugar adecuado para fondear un barco.

G GARREAR: Es cuando debido a la fuerza del viento o corriente, el barco arrastra su ancla sin que ésta agarre el fondo GÉNOVA: Vela triangular de proa lo suficientemente grande para solaparse con la mayor. GOBERNAR: Dirigir, guiar por medio del timón al buque para que siga el rumbo deseado.

J JARCIA: Nombre general con que se denomina al conjunto de cables y cabos que se emplean para asegurar la arboladura. Las escotas y todos los cabos de maniobra. JUPPETE: Plataforma a popa de la embarcación que se utiliza para el baño.

L LARGAR: Soltar o dejar libre totalmente un cabo. LATITUD: indica la localización de una zona de la tierra situada al norte o al sur del ecuador. En los mapas, las líneas de latitud aparecen representadas mediante líneas horizontales.

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LEVAR: Levantar o recoger el ancla que está fondeada. LUCES DE POSICIÓN: Luces verde y roja que emplean los barcos en navegación, la verde a estribor y la roja a babor. LONGITUD: Ángulo formado entre el meridiano del lugar y el de Greenwich, medida en grados, minutos y fracción. Puede ser Este u Oeste.

M MANGA: Anchura del barco, siendo la manga máxima, la mayor anchura del barco MAYDAY: Señal de internacional de socorro en radiocomunicaciones, que debe ser repetida tres veces, y tiene prioridad sobre todas las demás comunicaciones. Pronunciando esta palabra estamos pidiendo que se nos proporcione auxilio inmediato por estar amenazados por un grave e inminente peligro. MAYOR: Nombre que se da a la vela más grande que se iza en el palo mayor o principal. MILLA NÁUTICA: Longitud de un minuto de arco de meridiano. Equivale a 1.852 metros MUELLE: Construcción realizada en la orilla del mar o de un río navegable, que sirve para facilitar el embarque y desembarque de cosas y personas.

N NUDO: Es una medida de velocidad utilizada para navegación marítima. Equivale a una milla náutica por hora. También se utiliza en meteorología para medir la velocidad de los vientos.

O OBRA VIVA: Parte del barco que esta sumergida. ORZADA: Es una maniobra en la que un velero, normalmente contra la voluntad del timonel, realiza un brusco giro hacia barlovento, atravesándose a su rumbo original.

P PANTALÁN: Muelle o pasarela flotante que permite el acceso a las embarcaciones amarradas. PANTOCAZO: Golpe que da el casco en el agua cuando choca contra las olas. PASAR POR OJO: Irse a pique. PIE: Es una unidad de longitud de origen natural (basada en el pie humano) Utilizada antiguamente en todo el mundo, en la actualidad únicamente permanece en uso en los paises anglosajones. 1 pie = 30,48 centimetros. 3 pies= 1 yarda = 0,9144 metros POPA: Parte posterior del barco PROA: Parte delantera del barco

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R RACHA: Desviación transitoria de la velocidad e incremento de la intensidad del viento con respecto a su valor medio RACHEADO: Se llama así al viento que sopla por rachas. RIZO: Cabo que pasa por un ollao de la vela y permite disminuir su superficie RUEDA DE TIMÓN: Pieza de metal o madera circular que, unida a un sistema mecánico o hidraulico, transmite sus movimientos al timón y nos permite gobernar el barco RUMBO: Coloquialmente hablando es la dirección que lleva nuestro barco. Si decimos que navegamos rumbo a Ibiza, es que la proa de nuestro barco se dirige hacia esa isla

S SENO: Parte baja de una ola. SINGLADURA: Es la distancia recorrida por el barco en 24 horas de navegación. Habitualmente se cuenta de un medio día al siguiente. SONDA: Instrumento que sirve para determinar la profundidad del lugar en que se está navegando. Profundidad del agua en lugar y tiempo determinado. SOTAVENTO: La parte opuesta de donde viene el viento, con respecto a un punto o lugar determinado.

T TRAVÉS: Dirección perpendicular al costado del barco. Navegar de través: Navegar tomando el viento por el través, es decir, perpendicularmente a la línea de proa-popa del barco. TAMBUCHO: Abertura en cubierta que permite acceder al interior de la embarcación. TENEDERO: Lugar donde puede prender y afirmarse el ancla.

V VIRAR: Cambiar de rumbo o de bordada pasando de una amura a otra de modo que el viento que venia por una banda, después de la virada venga por la banda opuesta. Bornear, en su acepción de girar en torno a sus anclas el buque fondeado. VELOCIDAD DE RÉGIMEN: Es la normal de navegación.

W WINCHE: Cilindros o tambores giratorios que facilitan la maniobra de izado de velas, cobrado de escotas,

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Z ZAFAR: Liberar , aclarar o separar cabos de manera que queden libres de impedimento para la maniobra. Soltar nudos. ZARPAR: Hacerse a la mar. Levar anclas.

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1

Espejo de popa

25

Vela mesana

2

Botavara de mesana

26

Burdas

3

Timón

27

Palo mesana

4

Escotilla

28

Botavara de mayor

5

Escota de mayor

29

Vela mayor

6

Traveler

30

Vang rígido (hidráhulico)

7

Timón de rueda

31

Palo mayor

8

Quillote

32

Molinete de driza de mayor

9

Molinete

33

Obenque bajo

10 Escotilla

34

Obenque alto

11 Orza

35

Tragaviento

12 Ventana

36

Trinquetilla

13 Patín y motón de escota

37

Stay de trinquetilla

14 Pasamano

38

Orla

15 Imbornal

39

Foque

16 Fogonadura

40

Stay proel

17 Tambucho

41

Balcón

18 Cubierta

42

Batten

19 Guardamancebo

43

Cruceta

20 Candelero

44

Obenque de mesana

21 Quilla

45

Gansera

22 Línea de flotación

46

Landa

23 Proa

47

Portaespía

24 Luz de navegación

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Púlpito

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ALGUNOS CONSEJOS PRÁCTICOS En puerto: El barco no se mueve y los servicios de que se disponen son similares a los de una Roulotte. Disponemos de corriente a 220 v., agua e incluso en algunos puertos conexión a Internet wireless. Además el puerto o club náutico donde estemos habitualmente dispone de duchas, restaurante, y otros servicios. Amarrados a una boya o fondeados: El barco tiene cierto movimiento pero estamos fijados a un elemento que nos estabiliza. El consumo eléctrico y de agua debe ser reducido. Habitualmente se usa la embarcación auxiliar para bajar a tierra, pero debe siempre permanecer a bordo alguien por la seguridad del barco, ya que viento y mar pueden cambiar y el fondeo puede dejar de ser seguro. En navegación: El barco está en movimiento, en función de las condiciones meteorológicas y del rumbo al que se navegue. Siempre hay que tener una mano agarrada a algún elemento estructural del barco para evitar caídas o golpes. El orden en el interior del barco es imprescindible para que ningún objeto se desplace o se caiga provocando accidentes. Cualquier cosa que dejemos olvidada en la cubierta o la bañera, una toalla, gafas, cámara, antes o después acabará mojada, pisada o cayendo por la borda. Hay que seguir las instrucciones del patrón especialmente en las maniobras en puerto ya que a veces son delicadas y hay que estar atentos y reaccionar con rapidez. El ejemplo clásico es el de colocar las defensas rápidamente en el lugar adecuado para evitar un golpe con el pantalán o con otro barco. El WC funciona con agua de mar y suele ser manual. Como regla general no hay que echar nada al WC que no haya pasado antes por el estomago. No debemos arrojar papel higiénico ya que podría atascarse el sistema. En puerto es mejor usar los servicios de tierra. Alimentación En salidas cortas lo más apropiado es el aperitivo sencillo, los bocadillos o la comida preparada. Si se trata de dos o mas días, la cocina de la embarcación nos dará el servicio adecuado, aunque si hubiera mal tiempo, la mejor opción es recurrir a comida preparada. La cocina a gas dispone de horno y vajilla en función de la capacidad del barco, además de una nevera. En la cocina hay que vigilar lo que se ponga al fuego, sobre todo los líquidos, mejor utilizar cazuelas altas y sujetarlas bien. Desde cubierta hay que avisar a la persona que está en la cocina en caso de hacer una maniobra con cambios de escora o de la proximidad de una ola imprevista. No dejar nunca nada en el

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fuego sin vigilancia. Los platos estrella a bordo son los basados en pasta, arroz, y de cocinado sencillo, aunque en función de la travesía en ocasiones se puede hacer hasta pan pan. A evitar los fritos por la suciedad y los malos olores que producen. Respecto a bebida, además del agua embotellada, cualquier bebida es adecuada. Las bebidas alcohólicas no son aconsejables antes de salir a navegar o navegando con mal tiempo, hasta que el cuerpo se “amarine” y la dinámica del barco no incremente sus efectos. Vestuario El vestuario de fiesta no es el mas adecuado a bordo. Lo mejor es usar ropa cómoda, holgada y resistente. Siempre se debe ir calzado a bordo, especialmente si nos movemos mucho por cubierta, aunque se trate solamente de unas chanclas. Lo mas adecuado pueden ser las chanclas que se fijan al tobillo o unas alpargatas. El calzado debe ser siempre de suela blanca o “caramelo” En verano, con un short y una camiseta durante el día es suficiente, aunque por la noche es aconsejable llevar algún jersey o polar para evitar la sensación térmica de frío, especialmente si vamos navegando. En invierno hay sentirse como en casa y la mejor manera es llevar ropa de abrigo sobre la cual usaremos ropa impermeable y cortavientos, además de calcetines y calzado deportivo o botas de agua si hay previsión de lluvias. Equipaje y accesorios: Evitar maletas rígidas tipo “Samsonite”. Usar bolsas de viaje blandas que se puedan plegar y guardar. Las cámaras muy aparatosas, corren riesgo de golpearse; las actuales cámaras digitales, siempre con cuidado de dejarlas donde caigan al mar, son las mas recomendables. Respecto a móviles, además de evitar que caigan al agua, llevarlos en una pequeña bolsa con cierre hermético puede evitar que una ola nos deje incomunicados. La carga de móviles podemos hacerla en navegación siempre que llevemos el cargador con conexión de mechero de coche. En puerto si disponemos de 220 v. El uso de secadores de pelo o aparatos que tengan un alto consumo de potencia como una plancha de viaje, sólo se podrán usar cuando estemos conectados eléctricamente en puerto. Para usar un ordenador portátil, es necesario también llevar un conector de mechero, su consumo permite el uso intermitente en navegación. La música a bordo suele ser mediante CD de los que podemos ir bien provistos. El aseo personal ni que decir tiene que es importante, para lo cual disponemos de una ducha al aire libre en la popa del barco, además de los servicios del barco. La documentación personal es siempre recomendable tenerla a mano. Respecto a botiquín, además del básico a bordo, si fuera necesario algún medicamento especial, es imprescindible comentarlo con tiempo para prever su obtención.

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EQUIPO RECOMENDADO PARA EL CRUCERO Siempre en función de la meteorología prevista Saco de dormir (En función de si hay ropa de cama o no). Un jersey o forro polar Zapatillas deportivas de suela blanca o náuticos. Sandalias de goma para las duchas de los puertos. Gorra para el sol. Toalla de aseo y de baño Gafas de sol. Crema de protección solar. Cazadora impermeable Calcetines de recambio. Bolso de lona (nunca maleta rígida). En invierno, equipo de agua, polar y botas de agua. Otros elementos de interés pero no imprescindibles: Navaja multiusos Linterna-preferiblemente frontal para tener las manos libres Siempre tener en cuenta que con respecto al equipaje hay que moderarse. LAS RELACIONES Y CONVIVENCIA A BORDO Para una agradable convivencia en un velero, es necesario el orden, la limpieza y sobre todo el estar dispuesto a ayudar y participar en todo momento Las tareas a realizar por el tripulante, van desde la limpieza de los baños a la colaboración en una maniobra de amarre. Desde la preparación de un desayuno, a hacer una hoguera en la playa para una chuletada. Pero siempre con el mayor animo de colaboración. Es cierto que una convivencia tan próxima durante tanto tiempo provoca malentendidos y roces incluso entre los mejores amigos, por lo que hay que realizar un auténtico esfuerzo de amistad, colaboración y comunicación. A diferencia de los cruceros costeros, en travesía la idea es formar una tripulación entre todos, de forma que los trabajos se repartan por turnos, tanto las guardias de mar como los trabajos de cocina, limpieza etc, trabajos por otra parte tan marineros como llevar la rueda. Para la comida, se pondrá un fondo común con el que se hará una compra antes de la partida. La distribución de las guardias se hará de común acuerdo, solos o por parejas en función de las circunstancias y experiencia de cada uno. En cuanto a los horarios, lo habitual es hacer turnos de 4 horas, excepto dos turnos de 2 horas de 12:00 a 14:00 y de 14:00 a 16:00, lo que permite que las guardias de cada tripulante cambien cada día y toda la tripulación tenga la oportunidad de ver anochecer, amanecer, etc. durante algunas de sus guardias. Veréis que en cuanto uno se adapta, la vida en el mar adquiere su propio ritmo…

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- EPÍLOGO Intentar explicar con palabras los sentimientos que nos abordan en algunos momentos de nuestra vida es una tarea complicada, por más adjetivos que utilicemos nunca llegaremos a describir eso momentos concretos con exactitud por que cada instante es único y por lo tanto habría que utilizar un adjetivo o cientos para describirlo. Esos instantes únicos e irrepetibles están conformados por una seria de elementos que le confieren esa particularidad. En el caso del mar, el escenario cambiante a cada momento por efectos naturales multiplican por mil los sentimientos, ya que en estas circunstancias somos auténticos receptores sensoriales ayudados por la atmósfera propicia que se crea a nuestro alrededor y que no escapa a ninguno de los navegantes. En momentos de bonanza el entorno se muestra en tonos ocres metálicos que hacen de los ocasos en el mar uno de los lugares mas bellos donde poder visionar la caída del sol ocultándose por la línea recta de un perfecto horizonte lejano. Los amaneceres no desmerecen, ver como una gran bola de fuego rojiza emerge de las aguas salinas es un espectáculo mágico que queda grabado en las pupilas de los espectadores privilegiados que lo pueden disfrutar. Las noches estrelladas en un cielo casi cristalino hacen dilatar la pupila al unísono que el corazón, otear la brillante luna desde privilegiado mirador hace enloquecer al mas cuerdo de los mortales. En momentos de tempestad si la sangre fría te permite mantener la calma, y el estomago, el entorno hostil puede tornarse bello e incluso placentero pues la fuerza de la naturaleza desencadenada provoca escenarios que sin duda alguna no se borran fácilmente de aquellos que los han padecido y disfrutado en sus propias carnes. Son estos momentos los de espumarolas blancas rompiendo a mi alrededor, los que me despiertan algunas noches, no de pesadillas sino todo lo contrario es como una llamada viva que llega lejana intentando captar mi atención en la oscuridad de mi cuarto o quizás sea el recordatorio de que un mar distante me espera para volver a navegarlo y a sentirlo, tan distante como aquella noche tempestuosa que no logro olvidar y que en realidad no quiero olvidar porque gracias a ella desde la lejanía siento el mar dentro de mi pues a decir verdad no tengo claro que aquella noche fuera real o un sueño, lo que me hace llegar a la conclusión que hay realidades que son sueños, y hay sueños que parecen reales. Ya no me quedan otras palabras mas que deciros que si realmente queréis sentir una nueva sensación que de algún modo cambiara, seguro que a mejor, vuestra vida, no dejéis de embarcaros en algún velero llevados por el romanticismo, aunque solo sea en sueños. *Que los Anemoi: Boreas, Noto, Céfiro y Euro den a vuestras vidas un soplo de felicidad náutica.

*Anemoi: Dioses de viento (mitología Griega) Boreas: viento del Norte. Noto: viento del Sur. Céfiro: viento del Oeste. Euro: viento del Este.

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El Diario de una Travesía nos describe singladura a singladura el viaje iniciatico de un grupo de amigos embarcados en Denia rumbo a Ibiza para desde aquí circunnavegar las Pitiusas a lo largo de ocho días donde los personajes abordan cada momento como algo único e irrepetible, acumulando experiencias que sin duda van calando profundamente en cada uno de ellos afrontando momentos apacibles en la mayoría de los casos, y otros no tanto, que irán consolidando su amistad. Una verdadera aventura que hará las delicias tanto de grumetes neófitos como para viejos lobos de mar que sin duda verán reflejadas algunas de sus experiencias en este libro. Incluye un pequeño glosario de términos para facilitar la lectura y una recopilación de consejos prácticos para que las travesías lleguen a buen puerto.

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